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UNA GUÍA DE VIDA EN EL CIELO EL MES DE MAYO GIRA ALREDEDOR DE UN PEQUEÑO CÚMULO DE ASTROS QUE ENCIERRA EN SÍ UNA PROFUNDA SIGNIFICACIÓN SOBRE EL SENTIMIENTO, PENSAMIENTO, HACER Y EXISTIR COLECTIVISTA. UN ACERCAMIENTO A LA NATURALEZA DURANTE CENTURIAS, LA HUMANIDAD HA CONVIVIDO DE FORMA ARMÓNICA CON LA NATURALEZA, EN UN CONTINUO PROCESO DE APRENDIZAJE SOBRE ELLA. ESTOS CONOCIMIENTOS (VÁLIDOS Y PRECISOS) SON AMENAZADOS CON SU DESAPARICIÓN, AL MENOS QUE SEAN REVALORIZADOS PARA SU CONSERVACIÓN Y UTILIDAD A PRÓXIMAS GENERACIONES. 4 Y 5 6 DOMINGO | 10 de mayo de 2015 | año 6 | N° 284 fuego-indio.blogspot.com

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Page 1: La Esquina 10-05-15

UNA GUÍA DE VIDA EN EL CIELOEL MES DE MAYO GIRA ALREDEDOR DE UN PEQUEÑO CÚMULO DE ASTROS QUE ENCIERRA EN SÍ UNA PROFUNDA SIGNIFICACIÓN SOBRE EL SENTIMIENTO, PENSAMIENTO, HACER Y EXISTIR COLECTIVISTA.

UN ACERCAMIENTO A LA NATURALEZA

DURANTE CENTURIAS, LA HUMANIDAD HA CONVIVIDO DE FORMA ARMÓNICA CON LA NATURALEZA, EN UN CONTINUO PROCESO DE APRENDIZAJE SOBRE ELLA. ESTOS CONOCIMIENTOS (VÁLIDOS Y PRECISOS) SON AMENAZADOS CON SU DESAPARICIÓN, AL MENOS QUE SEAN REVALORIZADOS PARA SU CONSERVACIÓN Y UTILIDAD A PRÓXIMAS GENERACIONES.

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DOMINGO | 10 de mayo de 2015 | año 6 | N° 284

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2 Domingo 10 de mayo de 2015

El fenómeno cultural de masas que genera la lucha libre en nuestro país se ha visto renovado en los últimos años por la aparición de las cholitas luchadoras. Ellas han sido retratadas

con especial atención por diferentes cineastas: Betty Park, de Estados Unidos, realizó Mama-chas del ring, el italiano MikoMeloni dirigió El ring y sus Titanes, Jana Richter y RikeHoltzco-dirigieron el documental Cholita Libre, entre otros. Sin embargo, hasta ahora no habíamos visto una producción boliviana que presente la realidad del espectáculo desde una posición lo-cal, en la que además se pongan en conflicto las diferencias sociales de nuestro país.

Esperanza, de José Antonio ‘Manix’ Villegas, es la historia de Juan Andrés (Diego Montes), un niño de la alta sociedad paceña —quien sufre la soledad y un cierto abandono por par-te de su familia— y su empleada doméstica Esperanza (Karina Paco), una mujer de pollera que vive la pasión de la lucha libre como una de sus protagonistas en el cuadrilátero de una zona popular de La Paz.

Entre juegos, Esperanza enseña a Juan al-gunos movimientos de la lucha libre, esto pro-picia un encuentro de dos personas más allá de todas sus diferencias, de género, de clase, de edad. En medio de entrenamientos caseros

en el living crece una amistad que permite el desarrollo de la historia con un persona-je principal (héroe) que atravesará la ciudad para entregar a su amiga aquello que parece ser el amuleto de la victoria.

En el corto, Villegas se arriesga a trabajar con un niño y sale airoso, se anima a retratar de una forma diferente un espectáculo bas-tante trillado por la televisión y lo consigue, apuesta por hacer búsquedas estéticas en las que incorpora personajes cercanos al espectá-culo circense, haciendo quizás alusión a Felli-ni y no decepciona. Esperanza recuerda a Zona Sur de Juan Carlos Valdivia en esta soledad del niño y su mirada inocente sobre el mundo. El cortometraje repiensa una sociedad de como-didades y diferencias; haciendo un paralelo en-tre la lucha como pasión y todo lo que esto con-nota, y este desinterés de quienes al parecer lo tienen todo. Entre la señora de la casa y la em-pleada doméstica, con un niño que en medio de estos mundos reivindica la importancia de ciertos valores, tales como la solidaridad y este “arriesgar el pellejo” por el otro.

Producido por Juan Pablo Richter, Esperanza es una pieza que demuestra con cualidades pro-pias el buen momento del cortometraje bolivia-no, que está muy lejos de los largometrajes en todos sus géneros. El corto es hoy en Bolivia el lugar donde radica el mayor talento y en el que se descubren las únicas joyas que el país está pro-duciendo, como es el caso de la obra de Villegas.

EsperanzaUNA APUESTA POR EL CORTOMETRAJE CON UNA VISIÓN RENOVADA DE LA LUCHA LIBRE.

Claudio SánchezCrítico de cine

San Ernesto de la Higuera

Música y estribillo: Carlos Puebla (Cuba)Texto: Luis Rico (Bolivia)Una canción de homenaje a las Abuelas de Vallegrande con el pro-pósito de recuperar al Che humano para Bolivia.

Tu imagen de Comandante

Ha quedado en verde

tumba

Transformada en una

cuna

En tierras de Vallegrande.

Aquí se queda la clara...

La entrañable

transparencia

De tu querida presencia

Comandante Ché Guevara.

Aquí tu puño valiente

Mientras se alzaba en lo

claro

Los mineros solidarios

Morían en Siglo XX.

Aquí se queda la clara…

En la Quebrada del Churo

Comienzo de tu calvario

Alumbraba el día claro

De tu brillante futuro.

Cine

mat

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Boliv

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tarin

ga.n

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DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera G.

Colaboradores: Marcelo Arduz Víctor Montoya Luis Rico Claudio Sánchez Juan Cori Ch. Edgar Espejo Tuco

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

Aquí se queda la clara...

Este nuevo amanecer

Es nuestro Che

Comandante

Porque aquí en

Vallegrande

Usted ha vuelto a nacer

Aquí se queda la clara…

Qué grande ha sido el

destino

De sus estampa

guerrillera

San Ernesto de La Higuera

El santo vallegrandino.

Aquí se queda la clara…

Seguiremos adelante

Sobre esta tierra sembrada

Tu cuerpo está en Santa

Clara

Pero tu alma en

Vallegrande

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3Domingo 10 de mayo de 2015

Impusieron la fuerza, con armas y ca-ñones. Desalojaron a los habitantes del Litoral, ultrajaron la tricolor nacional y asesinaron a los que se resistieron. La mañana del 14 de febrero de 1879, sie-

te cañones del Blanco Encalada anunciaron la entrada del blindado Cochrane, en el que ve-nía el comandante general de las armadas de Chile, quien en el acto y sin previa declarato-ria de guerra intimó al Prefecto que entregue la plaza. No de otra manera el ‘Picoteado’ y ‘el Chinchero’ tomaron lo ajeno.

El patriotismo y la indignación rebrotaron en el espíritu boliviano que aún resuena.

¡Viva Bolivia!, ¡Muera Chile!, ¡Viva la Patria de Murillo!, ¡Viva el Gobierno nacional!, ¡Boli-vianos alerta! ¡La Patria está en peligro!, cita-ron miles de proclamas denunciando el asalto del 14 de febrero de 1879.

Luego de 14 días, el 28 de febrero, El Comer-cio denunció la acción cobarde motivada por intereses ingleses en los siguientes términos:

Por expreso extraordinario que llegó des-de Tacna a la medianoche de día martes se ha conocido la noticia de la ocupación de Anto-fagasta por las fuerzas de la marina chilena.

Además de la correspondencia oficial del cónsul de Tacna, señor Juan Granier, para el Go-bierno nacional nuestro corresponsal desde An-tofagasta nos ha enviado amplia información de todo cuanto ocurrió allí en ese puerto el día 14.

Antofagasta, 15 de febrero de 1879.Para El Comercio, La PazCORRESPONSAL.- Vivimos momentos de

grave incertidumbre, ante la sorpresiva inva-sión de fuerzas chilenas, que a nombre de su gobierno han tomado posesión de este puerto, cometiendo toda clase de atropellos, pillajes y abusos con los nacionales. Doy detalles infor-mativos de todo cuanto he visto y soy testigo:

El día de ayer, en las primeras horas de la mañana, aparecieron en la bahía los barcos de guerra chilenos “Cochrane” y el O’Higgins, al lado del “Blanco Encalada”, que se hallaba surto desde días antes. La población quedó sorprendida ante el intenso fuego de artille-ría que desde los barcos hacían tronar sus ca-ñones en una andana de fuego que atemorizó a la población.

Eran más o menos las ocho de la mañana cuando de los barcos se desprendieron can-tidades de soldados al mando de un coronel

Sotomayor. La tropa comenzó su marcha por la calle Bolívar hasta llegar a la plaza Colón apostándose frente al cuartel de la guarni-ción. Allí el coronel Sotomayor, revistó a las tropas formadas. Entre tanto la rotería alec-cionada por un tal Evaristo Soublete que ha-bía llegado de Santiago junto con el ejército de invasión alecciono a la rotería pronuncian-do un violento discurso excitando más el áni-mo de los rotos en contra de los bolivianos.

La rotería soliviantada se desbordó en los más punibles actos de vandalismo, sedada por los soldados invasores. Las puertas de la casa eran derribadas a culetazos. Tanto los rotos como los soldados se precipitaban atropellando a las tiendas y almacenes dando cuenta con todo lo que encontraban a su paso, lanzando gritos de triunfo, ebrios de licor y de sangre saquearon y mataron a cuantos seres hallaron en su desafor-tunada marcha, sin que los detuvieran, ni los so-llozos de los viejos, ni el grito de los niños.

Más o menos a las once de la mañana, la ro-tería avanzaba hacia la Prefectura rodeándo-la completamente. Un grupo aleccionado por Soublete irrumpió hacia la puerta del edificio y levantando en brazo a una mujer llamada Irene Morales hasta la altura de la puerta, pro-cedieron a arrancar el Escudo Boliviano colo-cando en el frontispicio, despedazándolo en seguida en medio de grandes aplausos.

La batahola alrededor de la Prefectura se-guía creciendo, adentro se oía el rugido ron-co de la multitud, y los sesenta soldados boli-vianos que se hallaban formados y listos en el patio para repelar la incursión sabían que no sería contra esa multitud que tendrían que luchar, sino que al primer disparo caerían so-bre ellos los soldados chilenos que se hallaban

ubicados en la plaza a un centenar de metros, pero asimismo estaban dispuestos al sacrificio.

Después de un cambio de notas entre el Pre-fecto y el Jefe de las fuerzas chilena, las auto-ridades bolivianas se asilaron en el Consulado de Perú. Previamente el prefecto Coronel Seve-rino Zapata entregó una proclama de protesta a nombre del Gobierno de Bolivia que se publicó de forma clandestina esa misma tarde.

Lo trascendental de todo cuanto ocurrió ese infortunado día protagonizo la niña Ge-noveva Ríos, muchachita de 14 años de edad, hija del Comisario Don Clemente Ríos, quien aprovechando el desorden de aquellos instan-tes salvó la bandera que se hallaba izada en la intendencia de Policía, escondiéndola dentro la ropa que vestía, burlando así que cayera en manos de la rotería enfurecida que momen-tos antes había roto el escudo y arrastraba la bandera de la Prefectura.

Esperamos la llegada del vapor Amazonas para salir al norte.

FRAGMENTOSNuestros puertos de Antofagasta y Mejillo-

nes y el asiento minero de Caracoles, parte preciosa de nuestro territorio, no ya disputa-do, han sido presa de una antigua ambición. Nuestros compatriotas han sido vejados y arrojados de sus hogares, y nuestra sagrada bandera vilmente ultrajada y pisoteada por los usurpadores.

“Convenzámonos. No es solamente la rei-vindicación de nuestro territorio, que nos pro-ponemos defender: es también el ultraje a la Bandera, que debemos vengar”.

(Expresión del señor Presidente de la Repú-blica, Hilarión Daza)

¡La Patria está en peligro!ANTOFAGASTA Y BOLIVIA TODA SUFRIERON UN ULTRAJE EN FEBRERO DE 1879.

Juan Cori Ch.Periodista

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Chakana: Más que estrellasLA IMPORTANCIA DE LA CONSTELACIÓN TRASCIENDE LO GOGRÁFICO Y SE INSTALA EN LO MÍSTICO

Textos de Cancio Mamani Lopez y Dennys Ramos Huanca

ASTRONOMÍA

¿QUÉ ES LA CHAKANA?La constelación de la Cruz del Sur en el Hemisferio Austral -para las sabias y sabios indígenas- es wak’a, guía, irpiri, purichij sobre el sentido de nuestra vida y ubica-ción geográfica.

El investigador Carlos Milla Villena, en su texto Génesis de la Cultura Andina (1983), escribe sobre la Chakana, desde el punto de vista de astronomía, matemática y arquitectura:

• La constelación de la Cruz del Sur Chakana nos enseña sobre nuestra ubica-ción geográfica y por qué los pueblos de los Andes vivimos en el Hemisferio Aus-tral o Hemisferio Sur del planeta Tierra; en cambio las culturas europeas viven en el hemisferio Boreal, en el Norte. No-sotros estamos arriba y ellos están abajo, eso es lo que indica la constelación de la Cruz del Sur.

• Nos enseña también sobre el sentido de la vida. Nuestra Chakana o constela-ción de la Cruz del Sur está constituida por cuatro estrellas, por eso somos comu-nitarios; nuestro ser abarca las dimensio-nes del sentir, pensar, hacer y existir. En cambio, el Hemisferio Boreal tiene una sola estrella que se llama Polar o Estre-lla de David, por eso el pensamiento y la práctica europea son –en general- indivi-dualistas. Entonces, la Cruz del Sur (de 4 estrellas) nos inculca a vivir respetando y cumpliendo las leyes naturales y cósmi-cas de equilibrio, la complementación y el Ayni. Por otro lado nos inculca que so-mos hijos e hijas de la Pacha (totalidad), y en consecuencia siempre debemos vivir en unidad y en familia con la Pachamama y Pachatata.

• Entonces, la Chakana es nuestra maestra integral y sistémica, porque nos enseña sobre la cosmovisión, filosofía, espiritualidad, ideo-logía, política y producción de las naciones y pueblos del Hemisferio Austral o Sur.

• En resumen, la constelación de la Cruz del Sur, conocida con nombre de Chakana, nos muestra y nos hace conocer el territorio o lugar donde vivimos y nos orienta sobre cómo vivir bien en el Hemisferio Sur.

LOS ANTEPASADOS PLANIFICABAN EN MOVIMIENTOLos antepasados planifican las activi-

dades al ritmo de la Chakana o sea en movimiento, en cambio la planificación occidental corresponde a lo estático, lo que explica las diferencias entre ambas concepciones.

La historia oral indica que los pueblos antiguos del hemisferio Sur planificaban sus actividades prioritarias en base a la matriz de cuatro o cuadrado, porque el cuatro o cuadrado es el fundamento de la cosmovisión indígena. Dentro del Ay-llu siempre son cuatro las cosas básicas. Las cuatro fuerzas tienen una importan-cia fundamental para construir o consti-tuir cualquier cosa. Por ejemplo: el agua-yo siempre es tejido con cuatro estacas o Ch’ukhurus; la constelación Cruz del Sur tiene cuatro estrellas; nuestro territorio tiene cuatro suyus; la Wiphala es cuadra-da y el cuadrado también es círculo. Por tanto el cuatro cuadrado es el ordena-dor y base sustancia para llevar adelante un proceso o una vida equilibrada (Ayni-Ayra, Mamani 2012:35)

El investigador y planificador Vladimir Schmidt Colque, explica que la constela-ción de la Cruz del Sur nos enseña a rea-lizar planes, programas, proyectos y acti-vidades por necesidades prioritarias, por cuanto la planificación en base a la matriz cuatro es más concreta, en cambio la pla-nificación por objetivos es más abstracta.

CRUZ DEL SUR: GOBERNADORA DEL TERRITORIO SUREl investigador Vladimir Schmidt Col-

que explica: “La constelación de la Cruz del Sur Chakana marca conceptos bási-cos. La Cruz del Sur ha sido el elemento guía de nuestra cultura durante miles de años. Por qué al Sur lo importante para nosotros es lo que está arriba. No nos olvi-demos que nosotros estamos en el hemis-ferio Sur. Lo que está arriba para nosotros es el Sur, no el Norte. Entonces desde ese punto de vista la ubicación es muy impor-tante dentro de la parte andina. Reiteran-do, la Cruz del Sur nos da fundamental-mente la ubicación geográfica en nuestro propio territorio. Este es el primer gran ejemplo de lo que llamamos la actitud consciente. Conscientemente estamos en un determinado territorio. Entonces des-de ese punto de vista la Cruz del Sur nos va enseñando cosas básicas”.

Todas las ilustraciones de la página corresponden a la exposición ‘Chakana andina amazónica’, instalada en el Tambo Quirquincho, muestra que recoge una serie de obras de varios artistas inspirados en esta mítica figura andina.

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4-5Domingo 10 de mayo de 2015

Chakana: Más que estrellas

¿CÓMO ES LA CONSTELACIÓN DE LA CRUZ DEL SUR CHAKANA?La respuesta a esta pregunta sale del libro

“Génesis de la Cultura Andina”, de Carlos Milla, es así: “En el mapa estelar del Hemis-ferio Austral, la Cruz del Sur está constitui-da por cuatro estrellas. Las características formales visibles de la constelación de la Cruz del Sur son sus 4 estrellas principales: Al Cruz, Beta Cruz, Delta Cruz y Gama Cruz, que están dispuestas en forma de una cruz y cuyos 4 extremos están casi orientados ha-cia los 4 puntos cardinales en su culmina-ción superior, es decir, cuando el eje mayor de la constelación está vertical en el zenit.

La Cruz del Sur, el eje celeste del Hemis-ferio Austral donde vivimos se asemeja a “un ave con las alas desplegadas o un hu-mano con los brazos extendidos”.

“La Chakana como figura crucífera es una representación de instrumento de me-dición astronómica y matemática, para ob-servar, estudiar y conocer el movimiento de la Tierra, de la Luna, el Sol y las Estrellas”.

¿QUÉ ROLES ESPECÍFICOS CUMPLE LA CRUZ DEL SUR CHAKANA?La Cruz del Sur es nuestra Wak’a. Los y

las Q’illus (guías espirituales), mediante ce-remonias rituales, permanentemente están en contacto y comunicación con esta Wak’a la Cruz del Sur.

Los sabios y sabias en astronomía (“la-ramas” en lengua aymara), a través de la ciencia de la observación, observan e inter-pretan los mensajes de la constelación de la Cruz del Sur, principalmente los días 1, 2, 3 y 4 de mayo. La Chakana es la futuróloga para los pueblos de Sud América.

“Los científicos indígenas del Hemisfe-rio Sur, para optimizar la producción agrí-cola, tuvieron que desarrollar tecnologías astronómicas. Pero su principal aporte fue el de organizar científicamente su sociedad y que los excedentes de Producción se em-plearan exclusivamente para el bienestar de la comunidad, sin llegar a la distorsión

del individualismo o la propiedad privada” (Carlos Milla).

“Por ejemplo, la pesca mayor era y es en la noche de luna llena, el nacimiento de los animales y nuevo ser humano: Jayri luna llena” (Carlos Milla).

Esto nos muestra que nuestros antepasa-dos eran especialistas en la producción de alimentos naturales y orgánicos, con ayuda de la naturaleza y el cosmos, porque cono-cían y manejaban perfectamente los indica-dores bióticos, atmosféricos, astronómicos, energéticos…

Esta sabiduría ancestral, acumulada en miles de años por los pueblos milenarios de esta parte del mundo, la tenemos que recu-perar pero no para guardarla en el museo sino para beneficio de nuestros pueblos y fa-milias de hoy y de mañana, porque la Cruz del Sur que está formada por cuatro puntos o cuatro estrellas contiene el sentimiento, pensamiento, hacer y existir colectivista.

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6 Domingo 10 de mayo de 2015

E l conocimiento es muy importan-te para el hombre, porque sin el conocimiento no podemos saber quiénes somos, que hacemos ni a donde vamos.

Pero este gran cúmulo de conocimientos adquiridos por la humanidad hasta la actua-lidad, tuvo que tener un inicio, y surgió des-de la misma aparición del hombre en la faz de la tierra.

El ser humano, con su primera existen-cia, ha tenido las facultades de conocer algo, creando complejos sistemas como son las cien-cias, caracterizadas por ser conocimientos ra-cionales, sistemáticos, exactos y verificables. A través de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, pro-funda y exacta.

Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amasa y remodela la naturaleza sometiéndo-la a sus propias necesidades naturales y espiri-tuales, así como a sus sueños: crea así el mun-do de los artefactos y el mundo de la cultura. La ciencia como actividad —como investiga-ción— pertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufac-tura de bienes materiales y culturales, la cien-cia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos aparece como la más deslum-brante y asombrosa de las estrellas de la cultu-ra cuando la consideramos como un bien en sí mismo, esto es como una actividad productora de nuevas ideas.

EL CONOCIMIENTO DE NUESTROS ANCESTROSDe esta manera, y de forma particular,

nuestros antepasados también generaban conocimientos, pero que lamentablemente no se pueden encontrar escritos en códigos que actualmente conocemos, por lo que mu-cha de esta sabiduría sólo llega a nosotros de forma oral.

Nuestros antepasados dialogaban con la naturaleza mientras la cuidaban. Sabían es-cuchar e interpretar el trinar de los pajari-llos en la mañana, entendían que la presen-cia de aves raras alrededor de sus casas no era casual, prestaban atención al ladrar de los animales (como es el caso de los zorros en las pampas)… En otras palabras, leían la natura-leza, los bioindicadores, y no sólo de los ani-males, también de los seres inorgánicos como las montañas y piedras, ya que para ellos estos objetos poseían vida.

Algunos ejemplos de esto es que cada ma-ñana el hombre observaba y palpaba las pie-dras para conocer el comportamiento del cli-ma del día, o también prestaba atención a sus gatos, quienes en la mañana se aseaban para recibir a una persona que en el transcurso del día los visitaría.

El hombre antiguo se levantaba muy tem-prano para observar el comportamiento de los astros y de acuerdo a ese comportamiento to-maba decisiones para realizar sus labores agrí-colas y cotidianas, y de la misma manera, pre-decir el futuro.

La preparación de los mates de las abuelas para solucionar los problemas estomacales, la aplicación de hierbas y sangre de animales a las fracturas de huesos eran soluciones co-rrientes… ¿Acaso a todo esto no se lo puede

llamar conocimiento? Nuestros antepasados eran grandes científicos, pero una invasión cultural y colonial nos sometió y poco a poco enterró estos saberes, pero no es tarde para re-descubrirlos y aplicarlos.

UN TESTIMONIOJuana Tuco Guarachi, de 82 años de edad,

de la comunidad Collpa, localidad Santiago de Machaca en la provincia José Manuel Pando, relata que observa el comportamiento de los animales en el momento del pastoreo de las llamas. Un ejemplo son los ratones, ya que ella se preguntaba si estos roedores, en el tiempo seco, consumían o no agua, y vio que cuando se avecinaban tiempos de sequía, los ratones

acumulaban pastos en rincones de las t’ulas (arbustos del altiplano de un metro de altura) y armaban una especie de caminos de t’ula a t’ula (de arbusto a arbusto). Este comporta-miento daba a entender que el próximo año se avecinaría una crisis en la producción de alimentos, ya que los ratones acumulaban su alimento para esas difíciles épocas. Esta adver-tencia de los roedores permitía que los abuelos tomasen los recaudos oportunos.

Recordó que también veían al ave de nom-bre liqiliqi, la que sólo se puede observar en tiempos de lluvia. Buscaban sus nidos y ana-lizaban los huevos. Los pigmentos del huevo de los liqiliqis son verdes con pigmentos ne-gros, si el color del huevo se inclinada más hacia un color verde agua, predecían habría mucha precipitación pluvial debido, y si el color tendía más hacia un verde oscuro, eso indicaba una próxima temporada de lluvias y por ende, abundancia de vegetación. Tam-bién observaban el lugar de emplazamiento del nido, ya que si éste estaba ubicado en ci-mas o pendientes, implicaba lluvias, pero si estaban en lugares donde corre el agua cuan-do hay precipitación pluvial, eso avizoraba que no habría lluvias.

REVALORIZACIÓNLos bioindicadores eran válidos en esos

tiempos y los son en la actualidad, aunque mu-chas personas puedan considerarlos pasados de moda u obsoletos. Es necesario rescatarlos, escribirlos y hacerlos constar en la historia.

La cultura andina ha utilizado la lengua oral para transmitir estos saberes ancestra-les a las nuevas generaciones como un instru-mento de socialización, pero hoy en día, con las facilidades que brinda la modernidad, se tienen varios puntos de apoyo y herramien-tas para transmitir el conocimiento adquirido por nuestros antepasados y hacerlos perdura-bles y así prevenir su olvido.

Bioindicadores: escuchando a la naturalezaUN REENCUENTRO CON NATU-RA PUEDE DESCUBRIR UN GRAN CAUDAL DE CONOCIMIENTOS.

Edgar Espejo Tuco Profesor

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A través de los bioindicadores, los hombres entablan un diálogo con la Madre Naturaleza.

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7Domingo 10 de mayo de 2015

La pregunta, como comprenderán, co-rresponde a una categoría relativa de apreciación estética de una obra lite-raria. Por eso mismo, considero que no es un criterio muy acertado aseve-

rar que García Márquez sea mejor escritor que Vargas Llosa. En todo caso, sería más correcto decir que escriben de manera diferente y que cada uno tiene su propio estilo literario, en vis-ta de que el estilo de un autor es diferente al estilo de otro, sin que por esto ninguno de ellos sea “mejor” o “peor”, sino, simplemente, en que ambos son fabulosos en su destreza estilística y estrategia narrativa.

Me resulta igual de difícil aceptar el criterio de que Jaime Saenz era mejor poeta que Ricar-do Jaimes Freyre o viceversa, puesto que ambos vates de la literatura boliviana tienen sus admi-radores y detractores, sus aciertos y desaciertos. Todo depende del prisma desde el cual se los mire, puesto que en literatura no existen pará-metros científicos ni laboratorios químicos para definir lo que es oro y lo que es bronce, y mucho menos semidioses destinados a decidir lo qué es “bueno” y lo qué es “malo”.

Eso sí, lo único que les interesa a los lectores es saber que todo individuo que se expresa de manera lírica no hace más que practicar la ac-tividad poética, expresando sus pensamientos y sentimientos por medio de las palabras; al igual que un pintor que maneja la composición de los colores en sus cuadros o un músico que aplica la combinación de los sonidos en el ritmo de sus composiciones.

Está claro que el lenguaje del cual se vale la literatura, aunque no difiere en lo esencial del que se emplea corrientemente, está me-jor elaborado que el lenguaje coloquial, tanto en el tratamiento del vocabulario como en el tono de la composición poética. Incluso en al-gunas obras escritas en prosa se perciben gotas de poesía gracias al equilibrio entre la sintaxis fluida del discurso narrativo y la regularidad rítmica de las frases. Esto es muy frecuente, y acaso necesario, en los autores dedicados a cul-tivar el relato o cuento breve.

Se entiende que el poeta, cada vez que escri-be, emplea figuras de dicción o metáforas, in-tentando evitar voces, frases y giros empleados sin escrúpulos en el habla coloquial, aunque

este criterio no siempre se ajusta a todas las li-teraturas ni a todos los poetas dedicados a exal-tar la “belleza” por medio de los versos como forma de expresión. Además, se puede poner en duda lo que se califica como “buena” o “mala” literatura, a partir del criterio de que no a todos los escritores les interesa escribir con un léxico “culto” y rebuscado, ya que prefieren recrear el habla coloquial que, por su propia naturaleza, es lo mismo que recrear la sabiduría popular, que se expresa con mayor vigor a través de len-guaje “parlante” que “cantante”.

Ahí tenemos los casos de Pablo Neruda y Ni-canor Parra que, aparte de su natural inventiva, sensibilidad y talento poético, difieren en el ma-nejo del lenguaje poético. Mientras Neruda ex-playa un lenguaje “culto”, con cierta dosis hacia los temas políticos y sociales, Parra se empeña en recrear el habla popular, el “lenguaje de la tribu”, como él lo llama, y en rescatar los temas íntimos de la condición humana.

En consecuencia, cabe preguntarse: ¿Cuál de ellos es más o mejor poeta? La respuesta de-penderá de la apreciación personal y subjetiva que cada lector tenga respecto a lo que los “crí-ticos” consideran “buena” o “mala” poesía. Eso sí, a pesar de las disputas que se generan en torno al genio creativo de ambos poetas, no se

puede eludir el hecho de que cada uno de ellos tiene sus méritos propios, que se los ganaron a pulso, dedicación, entrega y pasión, por forjar una obra con fines estéticos, así sus seguido-res y detractores permanezcan anclados en sus respectivas posiciones.

Si bien es cierto que toda obra literaria debe hacer mayor hincapié en su forma que en su contenido, es cierto también que el lector es libre de elegir al autor que más le agrada y la obra que mejor llena sus expectativas emocio-nales e intelectuales, independientemente de las consideraciones de los estudiosos de la lite-ratura, que no siempre coinciden con los gus-tos estéticos de los lectores, quienes, por intui-ción y sentido común, son también capaces de definir lo que es “buena” o “mala” poesía, lo que les gusta y lo que no les gusta.

Por otro lado, se debe considerar que el idio-ma no es fenómeno estático ni perenne, sino algo vivo como el mismo hombre, una activi-dad en permanente transformación, un siste-ma de comunicación verbal y gráfico que evo-luciona constantemente, como evolucionan las ciencias del conocimiento humano, transfor-mándose a través de los años y los siglos. De ahí que no es lo mismo leer Don Quijote de la Mancha en su versión original, que leer en una adaptación más moderna del lenguaje Cervan-tino. Asimismo, no hay academias de la lengua que puedan determinar, con absoluta certeza, cuáles serán los cambios que se producirán en el lenguaje en el curso de los próximos siglos.

En este modesto comentario, que no tie-ne la mínima intención de dañar sensibili-dades, no se pretende otra cosa que aclarar que no existen poderes constituidos ni indi-viduos geniales destinados a imponer nor-mas a los creadores de las obras de “arte”. Tampoco existen semidioses capaces de le-vantar muros y trazar fronteras para sepa-rar entre la “buena” y “mala” literatura, sal-vo que ésta, para ser considerada realmente como “mala”, no cumpla con los requisitos elementales que debe tener toda obra litera-ria creada por el ingenio humano, como es la lucidez en la inventiva y en el diestro manejo de algunos instrumentos lingüísticos, como son el vigor expresivo, la coherencia sintác-tica y la claridad semántica; todo lo demás —incluido el gramático y el “crítico”— viene por añadidura, no en vano se dice: “Primero está el poeta y luego el gramático”, o dicho de otro modo: “Allí donde termina la gramá-tica, empieza el arte de la palabra escrita”.

¿Qué es “buena” y “mala” literatura?“EN LITERATURA NO EXISTEN PARÁMETROS CIENTÍFICOS NI LABORATORIOS QUÍMICOS PARA DEFINIR LO QUE ES ORO Y LO QUE ES BRONCE”.

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

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8 Domingo 10 de mayo de 2015

Del latín Crux, Crucis: dos barras o líneas cru-zadas de manera perpendicular, que en la antigüedad tenían el significado de muerte y suplicio y que a partir de la crucifixión de Cristo se convierte en el principal símbolo

del Cristianismo, de vida nueva y salvación.Aunque la cruz tuvo amplia difusión en todas las an-

tiguas civilizaciones, el denominado Día de la cruz (3 de mayo) es festejado en casi todas las comarcas del altipla-no y muchos sitios de los valles y llanos bolivianos, por coincidir asombrosamente la fecha entre el calendario cristiano y el culto que en tiempos precolombinos las poblaciones nativas tributaban a la constelación de la Cruz del Sur, representada por la Chakana.

Entre los cronistas se hallan abundantes referencias que en la oportunidad repasamos sucintamente, con-firmadas por investigaciones que brindan testimonios arqueológicos anteriores a la llegada de los españoles, entre ellas La Cruz en América de Adán Quiroga (Edit. Americana, Bs. Aires 1942).

Comenzando por las Islas de Barlovento, cercano al puerto de Tunápo en la isla Trinidad del Caribe, Pedro Mártir, el primer obispo y cronista de las islas que entró cuando se las descubrieron, refiere algunos ritos de los is-leños trasmitidos por sus antepasados referentes a la cruz.

Gomara afirma que en Cumaná los indios adoraban entre sus dioses a la cruz y los religiosos españoles la vieron puesta en forma de aspa y Cruz de San Andrés, que dicen los indios los defendía de los demonios de las sombras y la colocaban en los niños desde el momento de su nacimiento.

En la isla Cozumel de tierras de nueva España, cerca-nas a Yucatán, el mismo cronista menciona que cuando entró el marqués Fernando Cortez vio “un patio cercado de piedra y cal y en medio una cruz que tenía 10 palmos de largo, la cual adoraban por dios de la lluvia y saca-ban en solemne procesión cuando no llovía en época de

Algo más que etimologías: Cruz (parte 1)LA FIESTA DE LA CRUZ COMBINA A LA PERFECCIÓN LA TRADICIÓN CRISTIANA Y LAS CREENCIAS PRECOLOMBINAS.

Marcelo Arduz RuizEscritor

sequía”, teniendo los pueblos vecinos muchas cruces de palo y alatón en los altares donde adoraban a sus dioses.

Torquemada afirma que años antes de la conquista de Yucatán, en el pueblo de Mini hubo un indio profeta lla-mado Chilancalcat, considerado el primer autor de las cruces en tierras mexicanas, quien predijo que en poco tiempo llegaría gente barbada llevando levantada la se-ñal de la cruz, ante la cual perderían poder sus dioses.

En Guatulco, puerto del mar del Sur de Nueva Es-paña, los indios chontales veneraban una cruz grande que el corsario Draque quiso quemar con brea y alqui-trán durante tres días sin conseguirlo y más tarde, por los milagros que realizaba, el obispo de Guaxaca se la llevó frente a la oposición tenaz de los indios encendi-dos de devoción.

El obispo de Chiapas fray Bartolomé de las Casas orde-nó levantar entre los indios información sobre el culto a la cruz y el misterio de la Trinidad, que en antiquísimos tiempos les había enseñado un apóstol con barba larga, que vestía túnica hasta los pies y sandalias…

Fray Antonio de la Calancha, en más de cinco capítu-los del Libro Segundo de su monumental “Crónica mo-ralizada…”, refiere que este apóstol había predicado la doctrina cristiana por tierras del Caribe, Brasil, Argenti-na, Paraguay, Perú y Bolivia, donde fue martirizado en la cruz que portaba y luego echado a las aguas del Titicaca en una balsa de totora.

Aunque con el nombre de Tunupa, el fraile agustino lo describe como santo Tomás o su discípulo, en algún mo-mento supone que se trata del mismo Jesucristo, que lue-go de la huida de Egipto pasa al Nuevo Mundo a predicar primero los evangelios y al cumplir 33 años retorna al vie-jo continente para continuar el camino de la Cruz a favor de la redención universal, dejando entrever la inquietante posibilidad de que la enseñanza del símbolo de la cruz se hubiera iniciado donde la Vulgata señala Sinis o Sines, es decir tierra Austral...

La constelación “bajó” del cielo y las sociedades en distintas latitudes del mundo la hicieron propia.

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