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LA MIRADA FANTÁSTICA BOLIVIANA LA CIENCIA FICCIÓN Y LA NARRATIVA FANTÁSTICA NO SON AJENAS A LA REALIDAD NACIONAL, MÁS AÚN CON VARIOS ESCRITORES QUE LAS CULTIVAN Y CON SIGNIFICATIVAS OBRAS DE PROYECCIÓN SOCIAL. FRANCISCO EN BOLIVIA LA LLEGADA DEL SUMO PONTÍFICE AL PAÍS DESPIERTA EL RECUERDO DE UNO DE LOS PERSONAJES MÁS DESTACADOS DEL SIGLO PASADO EN BOLIVIA, COMO FUE LUIS ESPINAL; DE LA MISMA FORMA, RECUERDA A UNA LISTA DE RELIGIOSOS BOLIVIANOS QUE POR SUS ACCIONES, PODRÍAN ADQUIRIR EL TÍTULO DE BEATOS O INCLUSO SANTOS. 4 Y 5 3 Y 8 DOMINGO | 5 de julio de 2015 | año 6 | N° 292 cristianlondonoproano.com

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LA MIRADA FANTÁSTICA BOLIVIANALA CIENCIA FICCIÓN Y LA NARRATIVA FANTÁSTICA NO SON AJENAS A LA REALIDAD NACIONAL, MÁS AÚN CON VARIOS ESCRITORES QUE LAS CULTIVAN Y CON SIGNIFICATIVAS OBRAS DE PROYECCIÓN SOCIAL.

FRANCISCO EN BOLIVIA

LA LLEGADA DEL SUMO PONTÍFICE AL PAÍS DESPIERTA EL RECUERDO DE UNO DE LOS PERSONAJES MÁS DESTACADOS DEL SIGLO PASADO EN BOLIVIA, COMO FUE LUIS ESPINAL; DE LA MISMA FORMA, RECUERDA A UNA LISTA DE RELIGIOSOS BOLIVIANOS QUE POR SUS ACCIONES, PODRÍAN ADQUIRIR EL TÍTULO DE BEATOS O INCLUSO SANTOS.

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DOMINGO | 5 de julio de 2015 | año 6 | N° 292

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2 Domingo 5de julio de 2015

Si hubiera sospechado lo que se oye después de muerto, no me suicido.

Apenas se desvanece la musiqui-ta que nos echó a perder los últi-mos momentos y cerramos los ojos

para dormir la eternidad, empiezan las discu-siones y las escenas de familia.

¡Qué desconocimiento de las formas! ¡Qué carencia absoluta de compostura!

¡Qué ignorancia de lo que es bien morir!Ni un conventillo de calabreses malcasa-

dos, en plena catástrofe conyugal, daría una noción aproximada de las bataholas que se producen a cada instante.

Mientras algún vecino patalea dentro de su cajón, los de al lado se insultan como ca-rreros, y al mismo tiempo que resuena un es-truendo a mudanza, se oyen las carcajadas de los que habitan en la tumba de enfrente.

Cualquier cadáver se considera con el derecho de manifestar a gritos los deseos que había logrado reprimir durante toda su existencia de ciudadano, y no contento de enterarnos de sus mezquindades, de sus infamias, a los cinco minutos de hallarnos instalados en nuestro nicho, nos interioriza de lo que opinan sobre nosotros todos los habitantes del cementerio.

De nada sirve que nos tapemos las ore-jas. Los comentarios, las risitas irónicas, los cascotes que caen de no se sabe dónde, nos atormentan en tal forma los minutos del día y del insomnio, que nos dan ganas de suici-darnos nuevamente.

Aunque parezca mentira -esas humilla-ciones- ese continuo estruendo resulta mil veces preferibles a los momentos de calma y de silencio.

Por lo común, éstos sobrevienen con una brusquedad de síncope. De pronto, sin el me-nor indicio, caemos en el vacío. Imposible asirse a alguna cosa, encontrar una asperosi-

a capacidad de condensar imaginación y fantasía en atrapantes textos de cuentos y novelas debería ser vista como un don inestimable, único y especial.

Mucho más cuando esta construcción creativa es capaz de generar reflexiones sobre temáticas “serias”, que muchos que no se atrevieron a sumergirse en el

mundo de la narrativa fantástica y la ciencia ficción, no llegan a co-nocer y por ende, valorar.

Hace mucho tiempo que este tipo de historias dejaron de ser sim-ples fantasías producidas por una desbordante creatividad, para pa-sar a ser consideradas retratos de sociedades pasadas, actuales y próximas, con discursos sobre la ética y la moral.

Esta fantasía no es propia de un espacio y tiempo determinado. Se remonta a nuestros abuelos y los abuelos de ellos, quienes con fabulescas narraciones orales nos buscaban entretener y nos intro-ducían en un mundo de seres parlantes y situaciones ficcionales. En un plano más complejo (y más antiguo en varios casos) se encon-traban las mitologías, explicándonos nuestro origen y las causas de nuestro presente, cada cual acorde a una región determinada, pero con innegables confluencias arquetípicas entre todas ellas.

El terror y el descubrimiento de nuestros miedos también fue despertado por la fantasía, mostrándonos ciertas proyecciones de nuestra condición humana a través de nuestra psique y sus altera-ciones producto de impresiones ligadas al horror y la sensibilidad.

La ciencia ficción empezó (desde sus inicios) a mostrar las posi-bles consecuencias de los avances tecnológicos y la responsabilidad

humana para su desarrollo y control, además de la sociología den-tro del relacionamiento entre diferentes, presagiando cómo el cre-cimiento demográfico generaría brechas sociales y diferencias, que se convertirían en conflictos por el manejo del poder.

Los personajes, su interrelación y las historias que protagonizan aportan a la construcción del pensamiento y la personalidad del ser humano. No son simples animales hablantes, dioses caprichosos y naves espaciales que viajan a velocidades impensadas. Son referen-cias de nosotros y nuestros mundos, nuestras coyunturas filiales, familiares, nuestras sociedades y nuestro mundo.

Las distintas fantasías están lejos de ser simples, ya que emplean en su elaboración una gran cantidad de elementos cargados de sim-bolismos y de significaciones que hablan de nosotros mismos y que no deberían ser tomadas a la ligera.

Múltiples distopías ocupan las carteleras cinematográficas, obras provenientes de lúcidas mentes que sueñan despiertas y congregan a miles de espectadores y lectores, los que en algunos casos, al estar en busca de un escape de una realidad determinada a través de una pseudofantasía, se encuentran consigo mismos y con una realidad tan tangible como la que viven en las calles.

La ciencia ficción y narrativa fantástica son un gran espejo al que hay que aprender a verlo en el ángulo correcto, ya sea para vernos a nosotros y nuestras sombras, y si tenemos la paciencia suficiente, también podremos atisbar un poco en nuestro futuro, y valorar si es lo que deseábamos o si debemos tomar alguna me-dida para modificarlo.

dad a que aferrarse. La caída no tiene térmi-no. El silencio hace sonar su diapasón. La at-mósfera se rarifica cada vez más, y el menor ruidito: una uña, un cartílago que se cae, la falange de un dedo que se desprende, retum-ba, se amplifica, choca y rebota en los obstá-culos que encuentra, se amalgama con todos

Espantapájaros # 11

Fantasías que son realidades

UNA EXPERIENCIA DESDE EL ÚLTIMO LECHO DE DES-CANSO: LA TUMBA

Oliverio GirondoPoeta argentino

DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera [email protected]

Colaboradores: Marcelo Arduz Víctor Montoya Claudio Sánchez Juan Cori Ch.

Escriben en este número:Marcelo Arduz Claudio Sánchez Víctor Montoya Luis Rico Iván Prado Sejas

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

L

abc.

es

los ecos que persisten; y cuando parece que ya se va a extinguir, y cerramos los ojos despaci-to para que no se oiga ni el roce de nuestros párpados, resuena un nuevo ruido que nos es-panta el sueño para siempre.

¡Ah, si yo hubiera sabido que la muerte es un país donde no se puede vivir...!

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3Domingo 5 de julio

de 2015

LUCHO ESPINAL(POR LUIS RICO)

Lucho nació feliz allá en España

Llegó por mar y tierra a Achachicala

Mirando desde abajo la montaña

Subió por su calvario a Chacaltaya.

Las calles del terror en Barcelona

Marcó su ruta clara en negro y blanco

Echándose a volar como paloma

Huyó del dictador Francisco Franco.

Llegó aquí a Bolivia un 6 de agosto

Después del mayo aquel 68

Se hizo de esta patria con el gozo

De encontrar a Dios con otro rostro.

Nos dio a los bolivianos sus espejos

Aquellos que están abajo de sus cejas

A cambio a él le dimos plata y oro

Metidos en un plato de lentejas.

Entró a este laberinto por sus venas

Callejas de los barrios marginales

Casuchas a la luz de cuatro velas

Donde iba a curar todos sus males.

Todo esto acumuló en su petaca

Todo esto, confesó, fue su fortuna

Son cosas muy pequeñas, cosas gratas

Las cosas con vivencias muy

profundas.

Nos dejó sus recortes de Presencia

Cartelera de cine de Última Hora

Semanario Aquí, cultura, ciencia

Y en Fides Oraciones a Quemaropa.

Le dejó al p’hajla su yunta de madera

Pañuelo para llorar a Domitila

Una bandera blanca a Ana María

Chuquiago a Ukamau así es la vida.

Nos dejó todo, que es poco y que es

nuestro

Abrazos fraternales, compañeros

Nos dejó su brazo en alto, con pañuelo

Subiendo la Tumusla al Cementerio.

Como ya lo ha informado la Confe-rencia Episcopal Boliviana, el día 8 de julio el papa Francisco hará un alto durante su descenso de la ciudad de El Alto hacia La Paz en

la autopista que une a ambas ciudades a la altura del ingreso al barrio de Achachicala, donde en 1980 fuera torturado Luis Espinal.

Este alto en el camino para recordar y ofrecer una bendición a la memoria de Espi-nal, sacerdote jesuita defensor de los dere-chos humanos y combatiente de la democra-cia nacional, es un homenaje que reaviva la presencia de una de las figuras más impor-tantes de la comunicación social en el país.

Es destacable su trabajo en la empresa es-tatal Televisión Boliviana realizando progra-mas de investigación bajo el título de ‘En carne viva’ —algunos de los cuales aún se conservan en los Fondos de la Fundación Cinemateca Boliviana— y programas de información, historia y crítica ci-nematográfica, uno de ellos Ac-tualidades cinematográficas, y el segundo Los gran-

des momentos de la historia del cine. Es mucho más comprometida su acción como director del semanario Aquí, que se convirtió en uno de los medios independientes más importan-tes del final de los años 70.

Su compromiso con el cine lo convierte en uno de los mayores referentes de la crítica en Bolivia, su opción preferencial por la forma-ción de públicos en los más diversos niveles lo posicionan como un ejemplo destacable en el ámbito cultural nacional. Si bien su huella está presente en muchos bolivianos, ¿qué im-portancia tiene para la generación nacida en democracia?

A mediados de los años noventa —silencio-samente— ya se realizaba la romería hasta el lugar donde fue hallado el cadáver de Espinal. Quienes participaban de esta acción no eran precisamente los señores del alto clero católi-co, ni los jesuitas, ni aquellos feligreses que se alborotan con la llegada del Papa. Esta sincera peregrinación la hacían las señoras de Acha-chicala, los sacerdotes oblatos que le dieron cobijo a Espinal en el final de su vida cuando él ya había dejado la casa de la Compañía de

Jesús. Ahí también estábamos nosotros, los hijos de la democracia, que aprendi-

mos con el ejemplo de nuestros padres y madres el ejercicio de la memoria no de un modo nos-

tálgico, sino como una acción práctica de reivindicación

de nuestra historia, aque-lla que nos hizo ser lo

que somos.La asistencia a este nuevo saludo

a Espinal será también una proclamación

reivindicatoria para decir aquí segui-mos estando. Desde el

día de su entierro a Espi-nal lo han seguido las cáma-

ras, se ha documentado la historia de su memoria

y se ha ficcionalizado su presencia, se le han hecho home-najes continuos en nuestro cine, y seguramen-te ahora habrá alguien que haga la toma histórica.

Espinal, hoy te saludamosÉL SIEMPRE ESTÁ PRESENTE, COMO REFERENTE DE LUCHA SOCIAL Y CULTURAL.

Claudio SánchezCrítico de cine

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Pasado, presente y futuro de la ciencia ficción y narrativa fantástica nacional

BOLIVIA NO TIENE NADA QUE ENVIDIAR AL ESTADO DE LAS LETRAS FANTÁSTICAS EN LA REGIÓN Y EL MUN-DO. ESTE ESPECIAL CÚMULO DE ESPECIALISTAS Y SUS VARIADOS Y LÚCIDOS APORTES SON PRUEBA DE ELLO.

Iván Prado Sejas Escritor y presidente del PEN Cochabamba

LITERATURA

Entre el 5 y 6 de junio de este año, Santa Cruz fue sede del Primer En-cuentro de Ciencia Ficción y Narra-tiva Fantástica de Bolivia, organiza-do por el PEN Bolivia y sus filiales de

Cochabamba y Santa Cruz, con la presencia de 14 exponentes de la literatura fantástica.

Entre los escritores extranjeros se contó con la presencia del escritor e investigador Jorge Miño, de Ecuador, y de la reconocida es-critora e investigadora, Alison Spedding, de Inglaterra, quienes junto a los representantes nacionales abordaron una gran variedad de temas relacionados con la ciencia ficción y la narrativa fantástica en la realidad boliviana.

A lo largo de las dos jornadas, los asisten-tes pudieron disfrutar de una serie de po-nencias. He aquí una reseña de ellas.

Semblanza de la Ciencia Ficción en Bolivia (Iván Prado S).- Prado hizo una exposición sobre la ciencia ficción en Bolivia, hacien-do referencia a distintas tendencias a partir del contenido de las obras de autores que hicieron y que hacen ciencia ficción en el

país. Destacó la primera novela titulada Vic-tima de los Siglos, de Armando Montenegro, que se publicó en 1955. Asimismo, hizo re-ferencia al desarrollo de la ciencia ficción boliviana en este tercer milenio.

De Fukushima al acelerador de partículas: Desafíos fantásticos para la ciencia ficción del siglo XXI (Giovanna Rivero & Magela Bou-doin).- Ambas autoras resaltaron la relevan-cia de la ciencia ficción en el mundo mo-derno. A partir del desarrollo tecnológico actual, hicieron referencia de que la ciencia está alcanzando a la ciencia ficción.

Aporte de la fantasía y la ciencia ficción al mundo moderno (Bárbara Antelo).- El exposi-tor habló sobre el papel que juegan la ima-ginación y la fantasía en la creación litera-ria, sobre todo de obras para jóvenes.

Utopía, distopía y ucronía (Emilio Martínez).- De forma resumida, Martínez conceptualizó y mostró el desarrollo de la literatura fantás-tica a partir de la utopía, distopía y ucronía.

A partir de estas formas literarias, dio cuenta del desarrollo de la ciencia ficción.

Separación entre ciencia ficción y literatura fantástica: El punto de vista del escritor y del lector (Dennis Morales).- Se reseñaron los conceptos principales que emergen alrede-dor de lo que es la ciencia ficción y la narra-tiva fantástica. También se mostró cómo la ciencia ficción se fue desgajando de la lite-ratura fantástica para llegar a ser una for-ma literaria con características propias.

Cybergrind: Nueva estructura literaria (Ro-nald Rodríguez).- El expositor se explayó en mostrar las características emergentes del ciberpunk y sus limitaciones. Dentro es-tas limitaciones propuso un nuevo modelo para una nueva literatura de ciencia ficción denominada Cybergrind.

Literatura comparada sobre las obras Noti-cias de Burgundia, de Emilio Martínez e Iris, de Edmundo Paz Soldán (Biyú Suarez & Angélica Guzmán).- Las expositoras compararon las obras citadas en un contexto de ciencia fic-ción y literatura fantástica. Resaltaron el pen-samiento creativo de los autores para confi-gurar los personajes y desarrollar las tramas.

Crítica contemporánea o atisbos de profecía: La ciencia ficción como metáfora o proyección

(Alison Spedding).- La antropóloga habló sobre la proyección social y política de dos obras de ciencia ficción de George Orwell y Paolo Bacigalupi. Asimismo, analizó algunos cuentos de la antología Las Remotas Edades.

La fantasía en la literatura infantil (Vanes-sa Giacoman).- La escritora habló sobre los elementos de la fantasía en la literatura fantástica y en la literatura de horror.

Lo fantástico y lo siniestro (Centa Rek).- Con una visión psicoanálitica, Rek desarrolló las particularidades de la literatura de horror y terror a partir de la proyección de elementos del inconsciente. Explicó el porqué el autor proyecta lo siniestro en sus relatos.

El personaje ‘anchanchu’ en lo imaginativo fantástico boliviano (Miguel Sequeiros).- Se mostraron los orígenes del personaje ‘an-chanchu’ dentro las culturas andinas, so-bre todo la Kallawaya. También se incidió en la necesidad de utilizar como personajes de relatos en la literatura fantástica bolivia-na a personajes míticos pertenecientes a las culturas andinas.

Progresión narrativa en dos cuentos de la ciencia ficción andina (Jorge Miñon).- Se mos-traron adelantos de un estudio de posgra-do de relatos andinos. También se expuso un modelo de análisis de relatos con cate-

1. Uno de los muchos mundos imaginarios (¿quizás futuros?) que esboza la ciencia ficción.2. Los participantes del encuentro en Santa Cruz.3. Afiche de un evento sobre arte fantástico realizado en La Paz el año pasado, que da cuenta de lo vigente de estas tendencias.

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Pasado, presente y futuro de la ciencia ficción y narrativa fantástica nacional

BOLIVIA NO TIENE NADA QUE ENVIDIAR AL ESTADO DE LAS LETRAS FANTÁSTICAS EN LA REGIÓN Y EL MUN-DO. ESTE ESPECIAL CÚMULO DE ESPECIALISTAS Y SUS VARIADOS Y LÚCIDOS APORTES SON PRUEBA DE ELLO.

(Alison Spedding).- La antropóloga habló sobre la proyección social y política de dos obras de ciencia ficción de George Orwell y Paolo Bacigalupi. Asimismo, analizó algunos cuentos de la antología Las Remotas Edades.

La fantasía en la literatura infantil (Vanes-sa Giacoman).- La escritora habló sobre los elementos de la fantasía en la literatura fantástica y en la literatura de horror.

Lo fantástico y lo siniestro (Centa Rek).- Con una visión psicoanálitica, Rek desarrolló las particularidades de la literatura de horror y terror a partir de la proyección de elementos del inconsciente. Explicó el porqué el autor proyecta lo siniestro en sus relatos.

El personaje ‘anchanchu’ en lo imaginativo fantástico boliviano (Miguel Sequeiros).- Se mostraron los orígenes del personaje ‘an-chanchu’ dentro las culturas andinas, so-bre todo la Kallawaya. También se incidió en la necesidad de utilizar como personajes de relatos en la literatura fantástica bolivia-na a personajes míticos pertenecientes a las culturas andinas.

Progresión narrativa en dos cuentos de la ciencia ficción andina (Jorge Miñon).- Se mos-traron adelantos de un estudio de posgra-do de relatos andinos. También se expuso un modelo de análisis de relatos con cate-

gorías establecidas y se brindaron ejemplos de análisis de dos cuentos andinos.

La ciencia ficción en la cultura quechua (Gon-zalo Montero).- El expositor tomó el cuento quechua El joven que subió al cielo e hizo un análisis del mismo desde la literatura fan-tástica. Igualmente, mostró los elementos de ciencia ficción existentes en el cuento.

¿Será real o fantasía? (Tito Descarpon-triez).- El autor sorprendió al audito-rio con un cuento que parecía una caja china, puesto que iban surgiendo rela-tos que se iban desmembrado en partes que a momentos parecían expresión de la realidad, pero que después resultaban ser una fantasía.

El evento permitió el intercambio de información respecto a la ciencia ficción y narrativa fantástica de Bolivia, con com-plementos que mostraron el desarrollo de la literatura fantástica universal y latinoa-mericana. Asimismo, el encuentro mostró a los asistentes la real envergadura de es-tas formas literarias que ya son parte im-

portante de la nueva narrativa boliviana y de la narrativa fantástica latinoamericana. Quedó claro que las obras que se producen en Bolivia no tienen nada que envidiar a las obras de autores de otros países, ya sea en calidad, contenido y estilo narrativo. Como era de esperarse, el evento promo-vió las relaciones interpersonales entre es-critores e investigadores.

Finalmente se establecieron algunas conclusiones:

• Existen bases míticas andino-amazó-nicas en los relatos de ciencia ficción y fan-tásticos en muchas de la obras de escrito-res nacionales.

• Se resalta la relevancia de aspectos psicológicos, sociales y políticos dentro de ciertas obras de ciencia ficción y narrativa fantástica.

• Existe, hasta hoy, una literatura vasta en la ciencia ficción y la narrativa fantásti-ca boliviana.

• Surgen nuevos escritores en el país que cultivan la literatura fantástica, tanto nove-les como consagrados.

• Se observa en la realidad tecnológica en el siglo XXI que la ciencia “alcanza” a la ciencia ficción.

• Se dan procesos psicológicos específi-cos en la elaboración de las obras de litera-

tura fantástica y de horror para niños, ado-lescentes y adultos.

Sin duda alguna, este primer encuentro llenó las expectativas de los asistentes. La segunda versión se realizará en Cochabam-ba el próximo año.

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6 Domingo 5 de julio de 2015

La máquina de la xenofobia y el ra-cismo, que hoy ruge en Europa, no es más que el pálido reflejo de una ideología que se mantuvo latente en el subconsciente colectivo y en el

seno de quienes se consideran todavía los he-rederos legítimos de una “raza superior”, des-tinada a dominar sobre las “razas inferiores”, olvidándose que no existen razas puras sobre la faz de la Tierra, debido a que todas -o casi todas- son el resultado de una mezcla comple-ja que se generó a lo largo de la evolución hu-mana y la historia.

Para los neonazis, que propugnan la “su-premacía de la raza blanca”, la amenaza in-terior está representada por los deficientes mentales, discapacitados, “asociales” y todos quienes no se adaptan a las exigencias del sis-tema imperante. Se los considera económica-mente “improductivos” y, por consiguiente, se los trata como a una carga para los ciuda-danos “sanos y productivos”.

Los neonazis, que en su mayoría crecieron junto al crimen y la droga, son jóvenes de es-casa formación intelectual y sienten un odio visceral contra el extranjero. Son fanáticos y están dispuestos a imponer, por medio de la violencia, la “supremacía del hombre blanco”. Es fácil identificarlos tanto por sus diatribas como por sus fechorías; tienen la cabeza ra-pada, adornan sus ropas con cruces célticas y cruces de hierro -símbolos prusianos-, usan botas de paracaidistas con la puntera reforza-da con acero, cazadora de piloto americano, pantalón vaquero ajustado y cinturón con una hebilla del tamaño de un puño, por si haga falta golpear al adversario.

Los neonazis, enseñando el saludo hitle-riano y gritando: “¡Sieg Heil!”, atacan siste-máticamente a los inmigrantes o “cabezas negras”, a quienes son diferentes y suponen que piensan de manera “extraña”. Son jóve-nes cuyos actos delictivos chocan con los de-rechos a la vida y los más elementales sen-tidos de respeto y solidaridad con quienes viven el drama de la inmigración en los paí-ses del hemisferio norte.

Aunque la defensa de los Derechos Huma-nos está por encima de toda consideración social, racial, cultural y religiosa, los grupos neonazis, secundados por los partidos de ex-trema derecha, atentan, cada vez que pueden, contra estos principios elementales, arguyen-do que la conquista del “poder blanco” pasa por una carnicería humana.

De nada sirvió que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haya declarado el decenio de lucha contra el racismo y discriminación social entre 1973 y 1983, pues todo parece indicar que la movi-lización internacional contra la segregación social y racial no tuvo efectos duraderos. Ahí tenemos el fantasma del nazismo que, lejos de sucumbir en sus propias cenizas, vuelve a campear a lo largo y ancho de Europa, con la firme decisión de hacer prevalecer sus aberra-ciones políticas por encima de los principios más elementales de la democracia.

Es cierto que no constituyen un movi-miento de masas, pero es cierto también que son un peligro para la democracia y la con-vivencia ciudadana. Están decididos a prose-guir su lucha de manera legal o clandestina, conforme cumplan con el propósito de esta-blecer una política racista sobre la base de una concepción que pregona la “supremacía de la raza aria”. Ellos representan a las fuer-

zas oscuras de la sociedad en crisis y son los portavoces de una ideología retorcida que no tolera las diferencias raciales, culturales, re-ligiosas y sexuales.

Algunos piensan que los neonazis de hoy, a diferencia de lo que se experimentó en la Alemania de Hitler, carecen de legitimidad política y fuerza organizativa, y que, por lo tanto, no representan un peligro para la so-ciedad. ¡Nada más ingenuo! El hecho de que estos grupúsculos no tengan la misma fuerza que tuvo el nazismo durante los años trein-ta y cuarenta del siglo pasado, y merezcan el repudio masivo de los ciudadanos sensatos, no los convierte en menos peligrosos ni sus actos son menos impactantes; por el contra-rio, su insignificancia organizativa los lleva a asumir métodos violentos para concitar la atención de los medios de comunicación y ga-nar la adhesión de los sectores más vulnera-bles de la sociedad.

La discriminación contra los inmigran-tes, que se ha agudizado en los últimos años, es un fenómeno que, a su vez, ha generado una revuelta y ha despertado voces encendi-das de protesta. Mientras los representantes de los partidos tradicionales cierran los ojos ante los atropellos que los neonazis cometen a mano armada, los sectores afectados asumen

la lucha por cuenta propia y se movilizan en procura de frenar la espiral de violencia y res-guardar la seguridad ciudadana.

La prueba está en la rebeldía y el desaca-to civil que se manifiestan en las marchas de protesta contra el racismo en las ciudades de la Unión Europa. Los jóvenes inmigrantes, conscientes de que las instituciones responsa-bles de garantizar la democracia y la seguri-dad ciudadana no son ya capaces de controlar la embestida del neonazismo, asumen la con-ducta de ganar las calles, levantar barricadas y resistir contra las fuerzas que golpean desde la extrema derecha, con una actitud civil dig-na de ser aplaudida, difundida y defendida.

Los inmigrantes, que no se dejan intimi-dar por las bravatas ni fechorías de esta pan-dilla de resentidos sociales, cierran filas en torno a las organizaciones que no están dis-puestas a tolerar el racismo, la exaltación del “poder blanco” ni la propaganda neona-zi que, de cuando en cuando, se distribuye abiertamente a nombre de la libertad de ex-presión, aun sabiendo que el totalitarismo fascista, que reconoce al individuo sólo en la medida en que sus intereses coinciden con los del Estado absoluto, no tiene lugar en un sistema político pluralista, basado en el res-peto a la diversidad y la tolerancia.

Los secuaces del nazismoUN MOVIMIENTO POLÍTICO MARCADO POR SER UN PELIGRO PARA LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA CIUDADANA

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

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En el filme American History X, Edward Norton encarna a un neonazi reformado, en una coyuntura en la que su pasado lo condena.

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7Domingo 5de julio

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Esta vez, Claudia Adriázola, sin abandonar su preferencia por las historias de aventura para niños, nos sorprende con Yo que tú, una novela de literatura infantil que re-

cupera la frescura, el sabor y las huellas que la infancia deja, no sólo en el recuerdo sino en el paladar.

Esta es pues una novela que conserva el lazo entre los abuelos y los nietos. A pesar de que los abuelos de hoy ya no son como los de antes, los de esta novela sí lo son; es decir, tienen la magia de los antiguos abue-los, esencialmente, de las abuelas. Esa magia mezcla de ternura y cierta autoridad, con la habilidad para cocinar rico, para inventar sa-bores y ofrecerlos como los más poderosos tesoros para sus nietos.

Con la descripción de aquellas delicias, la autora lleva al lector a recuperar colores, sensaciones e incluso recuerdos que abren la compuerta de ese placer oral.

Nicolás, el protagonista, es un niño de 11 años como cualquier otro y al mismo tiempo, como ninguno. Tiene una abuela que hace de-liciosas tortas, postres y merengues y por eso cuida mucho su recreo. No le gusta estar in-vitando por ahí su refresco o los deleites que lleva como merienda.

Nicolás tiene amigas y amigos. No es un niño bueno, ni malo, fantástico ni miserable. La autora cuida el perfil de sus personajes de tal modo que sea posible para los lectores iden-tificarse con ellos. Nicolás es egoísta y un tanto melindroso, pero tiene un don muy original, que la autora resalta. Nicolás sabe escuchar.

Poner en un libro de literatura infantil una cualidad tan importante, es algo lla-mativo y original. Por lo general lo que los adultos piden a los niños en edad escolar es que sean buenos estudiantes, así ellos para ser “bien vistos” también en sus fantasías ca-talogan como bueno ser buen estudiante, y no ser estudioso, como uno malo. Así de sim-ple suele ser la axiología cuando los adultos hablan de sus hijos. En especial hasta los 11 años porque después el orden simbólico cam-bia y a los adolescentes del siglo XXI, les pare-ce un verdadero desprestigio ser un “corcho” como ellos suelen llamar.

Bueno, Adriázola sale del tema y pone como cualidad fundamental de su persona-je el saber escuchar. Llama la atención que la abuela y los adultos nada tienen que ver con eso, es más bien un extraño personaje que le depara un tesoro. Una máscara, que a decir de la autora se acomoda tan bien a la piel, que se convierte casi en la piel misma.

Rasgo identificatorio, que permite pensar que Nicolás, de algún modo, aprendió a escu-char de los demás. ¿De quién? Sólo Claudia lo sabrá; algo de su propia experiencia posible-mente esté saldada en esta obra¸ pero no es asunto nuestro meternos en la vida del autor; sí en la de sus personajes.

Nicolás tiene una amiga que siempre se mete en sus asuntos, come los deliciosos bo-caditos de la abuela, y es capaz de tomarse un trago del delicioso refresco de su amigo. Algo de esta niña invade, rompe la estructu-ra defensiva de Nicolás y sin ser demasiado respetuosa de sus remilgos se acerca cálida-mente a él.

Con la máscara, Nicolás agudiza su sensibi-lidad para escuchar, y escuchar es compartir, es comprender, es acompañar. Esa máscara es

sólo el mismo rasgo más afinado que el niño tiene. En realidad es su propia piel.

Lacan dice que cada quién tiene una moda-lidad de goce; el goce es aquello que va más allá del principio de placer. Algo ligado a la pulsión. La modalidad de goce de este Nicolás es la escucha. El meterse en el meollo de los sentimientos de los otros, de aquellos a quien quiere y de quienes descubre la necesidad que tienen de compartir su verdad.

Escuchar humaniza a Nicolás, y le da po-der; un poder que viene del conocimiento, un poder para ser mejor persona y controlar sus mismas reacciones con los otros. Queda en cuestión el hecho de que los otros sean tan ín-timamente explorados sin participar de ello. ¿Y si alguien, con solo tocarte podría escuchar tus pensamientos, explorar tus sentimientos, reconocerte en aquello que no se ve, que no se dice, que se disimula o se oculta? Ese poder felizmente sólo lo tiene Nicolás.

Cuando conocí a Claudia Adriázola, algo parecido me ocurrió, supe, con solo rozarla que era una escritora alegre, exploradora de la vida, interesada en los niños y sus historias; ¿sería que yo tenía la máscara de Nicolás?...

Libros para devorar: Yo que túNICOLÁS ES EGOÍSTA Y UN TANTO MELINDROSO, PERO TIENE UN DON MUY ORIGINAL: SABE ESCUCHAR

Rosalba Guzmán Soriano Escritora - Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil

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8 Domingo 5 de julio de 2015

E l papa Francisco I, poco después de la canonización de Juan Pa-blo II, hizo justicia más tarde que nunca al beatificar al obispo sal-vadoreño Carlos Romero, quien

hace 35 años fuera asesinado a tiros por la espalda mientras oficiaba una misa. En el país guarda similitud distanciada en más de tres siglos, la figura del misionero jesuita Julián Lizardi, inmolado a flechazos por los habitantes originarios del Chaco a los que en la homilía tratara de evangelizar, sin que hasta la fecha la iglesia boliviana haya pos-tulado siquiera su beatificación.

En el ámbito nacional, la circunstancia pa-recería no tener relevancia, pues hasta ahora Bolivia no cuenta con ningún santo en su ha-ber, con un luminoso ejemplo que oriente la espiritualidad de su pueblo, lo cual es lamen-table, baste recordar a José Ingenieros quien afirma que una nación sin héroes, sabios ni santos no puede subsistir, porque se hallaría reducida a un conglomerado de “mediocres”.

Y no es que Bolivia carezca de seres ex-cepcionales, como el primero en plantearse al Vaticano en la época de esplendor de la Villa imperial de Potosí: fray Vicente Berne-do (1562-1619), a quien se le atribuyen mi-lagros tales que antes solamente los había realizado Jesucristo, como la resurrección de los muertos, certificada por testimonios y libros enteros de su tiempo. Podía haber-se constituido en el primer santo de suelo americano si el proceso no se hubiera perdi-do en un naufragio.

De tiempos de la colonia, es conveniente recordar también al mártir jesuita Cipriano Barace, al arzobispo de Charcas San Alber-to (que pasea su nombre sin ser canonizado), Juan de Espinoza (en la Villa de San Felipe de

Austria su cuerpo se mantuvo incorruptible durante años), Francisco de Salamanca y Sor Juana Arias (famosos en Cusco y Arequipa e ignorados en Bolivia); y entre otros nombres a Francisco del Pilar, Andrés Herrero, José Zam-pa, Nazaria Ignacia y al mártir de la democra-cia Luis Espinal, quien antes de caer bajo las balas fratricidas escribió Oraciones a quema-rropa, testimonio de su santidad, con varias ediciones póstumas en España.

La enumeración podría resultar intermina-ble, resultando patético el caso de Tito Yupan-qui, evangelizador andino con una labor que a la postre resulto más efectiva que legiones de misioneros arribados de la otra orilla del océano. Luego de entronizar a orillas del Ti-tikaka su famosa escultura, abandona el te-

rruño natal para internarse de ermitaño en el convento agustino del Cusco, muriendo años después en Arequipa en santidad ejemplar no exenta de milagros.

Sobre el tema, procedente del norte argen-tino –donde tienen lugar en honor a la virgen de Copacabana las multitudinarias peregrina-ciones de Punta Corral que superan a las del Ti-tikaka y sur peruano-, proviene una carta del escritor Sixto Vázquez Zuleta quien sugiere, aprovechando la excepcional coyuntura que brindará la visita del Papa, se rescate la inicia-tiva que tuvo en tiempos de la colonia el Virrey Príncipe de Esquilache, al postular su beatifica-ción en momentos que la Santa Sede se propo-nía canonizar a los representantes de las tres ra-zas más representativas del continente austral...

Aunque la causa entonces no prosperó por pertenecer Yupanqui a la casta incásica, dicho intelectual espera que la situación haya cam-biado, alegando que luego de la primera san-tidad (Rosa de Lima), ya se cuenta con un san-to negro (Martín de Porres) y ahora solamente falta el santo inca, y espera que su connacio-nal Francisco pueda hacer algo para remediar la omisión vaticana.

Juan Pablo II, durante la visita que efectúo al país en 1988, al sobrevolar en avioneta el Santuario del Titikaka dedicó -como inspira-do poeta que era- su Plegaria a la Virgen de Copacabana que la publicó en L’ osservatore romano (22.05.1988) y más adelante, cuando el Consejo de Amautas del Tawantinsuyo le dirigiera su pedido, se disponía a santificar al que parecía destinado a ser el rimer santo Inca del continente austral, pero su ya dete-riorada salud entonces le impediría cumplir su propósito.

Sin duda alguna, resultaría una feliz coin-cidencia que el Papa que adopta el nombre del Santo de los pobres y más humildes, sea quien pueda declarar la santidad del apodado popu-larmente el Tata Pancho andino, que equivale decir el San Francisco de Los Andes...

Algo más que etimologías: Papa (parte 2)EL TENER UN SANTO BOLIVIANO NO ES IDEA NUEVA; TAMPOCO ES COR-TA LA LISTA DE LOS CANDIDATOS.

Marcelo Arduz RuizEscritor

1. Estatua de Tito Yupanqui emplazada en el atrio del santuario de Copacabana.2. Francisco, con la indumentaria formal de los pontífices, la cual sólo utiliza en actos oficiales.

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