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GRAN PODER CON OJOS DE MUJER EL ARTE FEMENINO NACIONAL ENCUENTRA EN EL COLECTIVO WARMI NAYRA UNA RENOVADA PROPUESTA ESTÉTICA Y REFLEXIVA QUE BUSCA NUEVAS MIRADAS DEL ESPECTADOR SOBRE EL ARTE Y SUS CREADORES. REFLEXIONES SOBRE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN LOS TIEMPOS DEL CAMBIO LOS CRÍTICOS DE HOY SON HEREDEROS Y CUSTODIOS DE LA MÁS RECIENTE HISTORIA NACIONAL, AQUÉLLA QUE TIENE COMO PUNTO DE QUIEBRE LA CONQUISTA DE LA DEMOCRACIA. SON TAMBIÉN TESTIGOS PRESENCIALES DE LA GRAN CRISIS NEOLIBERAL Y LA REIVINDICACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS 36 NACIONES DEL ESTADO. 4 Y 5 3 DOMINGO | 17 de mayo de 2015 | año 6 | N° 285 Waymi Nayra - Obra de Consuelo Mendieta: Con fe y devoción

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Page 1: La Esquina 17-05-15

GRAN PODER CON OJOS DE MUJEREL ARTE FEMENINO NACIONAL ENCUENTRA EN EL COLECTIVO WARMI NAYRA UNA RENOVADA PROPUESTA ESTÉTICA Y REFLEXIVA QUE BUSCA NUEVAS MIRADAS DEL ESPECTADOR SOBRE EL ARTE Y SUS CREADORES.

REFLEXIONES SOBRE LA CRÍTICA CINEMATOGRÁFICA EN LOS TIEMPOS DEL CAMBIO

LOS CRÍTICOS DE HOY SON HEREDEROS Y CUSTODIOS DE LA MÁS RECIENTE HISTORIA NACIONAL, AQUÉLLA QUE TIENE COMO PUNTO DE QUIEBRE LA CONQUISTA DE LA DEMOCRACIA. SON TAMBIÉN TESTIGOS PRESENCIALES DE LA GRAN CRISIS NEOLIBERAL Y LA REIVINDICACIÓN DE LOS PUEBLOS DE LAS 36 NACIONES DEL ESTADO.

4 Y 5

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DOMINGO | 17 de mayo de 2015 | año 6 | N° 285

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2 Domingo 17 de mayo de 2015

Versos cívicos e infantiles

POETA DE LOS NIÑOS: ÓSCAR ALFARO

Cómo pudo cortar

diciembre,

sus alas de blanca lumbre

¿Por qué

su alma de arroyo

pudo secarse

sobre la espalda del trigo…?

Su poesía

llena de trinos,

apagarse

como gastada luz.

Navega

suspirando el tiempo,

en una balsa

de rimas y de rondas.

Esparce

el cometa su silencio.

Llora el trompo,

ovillando

hilos de melancolías.

Abril, sentado

sobre una angustia,

recita Ronda de paz.

Muele

el trapiche sus ilusiones.

La dulce chapaquita

Cuelga sus coplas en un sauce.

Guadalquivir,

ha quedado sin música.

Acaso el cardo,

la espina o la zarza

no estaban al alcance

de la parca vil…?

Pero…

ésta eligió

al poeta-niño

GENOVEVA RÍOS

En esta niña

de trenzas luminosas

de oro su corazón,

halló refugio la Patria.

Heroísmo hecha poesía,

extiendes en el azul

el limpio cielo de la Patria..

El son de tu valor,

hace suspirar a los habitantes

de la Mar que nos llama

de Occidente.

Dulce niña,

oración de civismo.

Respira en tu alma

la Tricolor bendita.

Cuando la ambición

hincó su alevosía

en el aire de la Patria,

¡Genoveva!,

haces flamear la esperanza

de abrazar de nuevo

a nuestro cautivo Litoral.

Marcelino GuibarraFábula, poesía, teatro y literatura infantil son algunos de los campos en los que Marceli Guibarra ha incursionado, dejando remarcables obras como Esta semilla de paz (1963); Rocío de ilusiones (1968); Vertiente de sueños (1969); Alba sonriente (1977); Arroyo de ritmos (1982) y Nuevo teatro escolar (1963).

DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera G.

Colaboradores: Marcelo Arduz Víctor Montoya Claudio Sánchez Isabel Mesa Gisbert Marcelino Guibarra

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

que pintaba

sonrisas en los libros.

Ahora, quién

amará a la retama;

iluminar

las pupilas del manantial…?

¿Quién… les contará

a los gorrioncitos ,

cuentos de ríos

o les escribirá

poemas de cristal…?

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3Domingo 17de mayo de 2015

El país ha cambiado irreversible-mente en los últimos años. La apro-bación de la Nueva Constitución Política ha sellado un proceso de reivindicaciones y luchas sociales

que tienen su punto de quiebre en 2003, aun-que claro está, no es el único hito de la vida democrática que ha permitido el cambio de paradigmas en la sociedad y la política.

Son los últimos diez años, la pasada déca-da, esa que nos ha permitido recientemente celebrar —por ejemplo— el primer lustro de la Revista La Ramona en Cochabamba, el lap-so en el cual se ha vivido el resurgimiento de la crítica de cine en nuestro medio, con eso en mente, uno podría preguntarse: ¿Es ésta la crítica del proceso de cambio?

Si bien el proceso de cambio, como técni-camente se lo conoce, no ha concluido y más bien se mantiene en un punto alto de las transformaciones sociales bolivianas, sus con-notaciones ya pueden ser evaluadas y puestas en consideración de estudios y análisis.

Que se pueda nombrar —arbitrariamen-te—la crítica de cine en el proceso de cam-bio, así como se lo puede hacer sobre la crítica de cine de la dictadura, es una conse-cuencia de fenómenos sociales y culturales importantes, en los que coinciden diversas situaciones que complejizan y matizan deter-minados períodos.

Los críticos del proceso de cambio están signados por la democracia, en su mayoría, quienes impulsaron en estos últimos diez años la crítica es gente que ha nacido en la Bolivia democrática, con todo lo que esto im-plica en un país herido por las dictaduras mi-litares de casi 16 años (1964-1980).

No se puede decir que quienes participa-ron como críticos en La Ramona o en Cinemas Cine sean los únicos que han escrito sobre cine en este período específico; sin embargo, han sido quienes han mantenido constancia y continuidad en la dinámica actual. Son ellos quienes han permitido la reconquista de es-pacios de crítica e información especializada en medios impresos de circulación nacional

y/o local, una acción que tiene su génesis en el espacio de internet.

Esta es una de las características de los crí-ticos del proceso de cambio, el uso de las redes sociales y de internet como plataformas de dis-cusión y difusión de ideas que han permitido un acercamiento más directo con los posibles nuevos lectores/espectadores, quienes han for-jado una demanda inusitada de contenidos es-pecíficos sobre cine en el país, quizás como en ninguna otra disciplina artística.

En este período (2005-2015) existen dos momentos importantes de consolidación de un discurso comprometido con el tiempo, no necesariamente con el Gobierno nacio-nal, sino con lo que entendemos como pro-ceso de cambio —aquello que se hace desde donde se esté en pos de la construcción de un Estado para todos fortalecido en sus di-ferencias— se trata de la publicación de dos libros en versiones de descarga gratuita que reúnen las críticas publicadas sobre las dos producciones más polémicas y comentadas de la filmografía nacional más reciente. Es-tos son: Insurgencias: acercamientos críticos a Insurgentes de Jorge Sanjinés (2012) y Extravío: acercamientos críticos a Olvidados (2014).

Ambos libros manifiestan una posición política de quienes escriben sobre las pelí-culas. En Insurgencias se reconoce entonces una necesidad de reivindicación de la histo-ria no oficial, aquélla que fuera velada por quienes fueron dueños de la palabra y de las herramientas de captura de imágenes, y en Extravío se pone de manifiesto —tam-bién con un compromiso político de sus au-tores— que no se puede contar la historia de este país con las licencias y arbitrariedades que intentan dar un giro a lo que se sostiene como una realidad paradigmática en la cons-trucción de la Bolivia de hoy.

No es en el absoluto casual que esto suceda de esa manera, por lo que ya hemos mencio-nado, los críticos de hoy son herederos y cus-todios de la más reciente historia nacional, aquella que tiene como punto de quiebre la conquista de la democracia. Son también tes-tigos presenciales de la gran crisis neoliberal y la reivindicación de los pueblos de las 36 na-ciones del Estado.

Aunque claramente aún no se ha manifes-tado una línea de trabajo sobre la producción específica de películas para los circuitos alter-nativos del cine indígena comunitario, los crí-ticos no han podido hacer una lectura total de este cine que lleva más de veinte años gene-rando contenidos específicos para las diversas comunidades, y son la base del Sistema Pluri-nacional de Comunicación Indígena Origina-rio Campesino. Desbordados por la cantidad de materiales audiovisuales, y sencillamente apartados de las pantallas donde se exhiben estas obras, la gran deuda de la crítica de cine es esta vertiente importantísima a la hora de pensar en cine en el país de hoy.

Por la posición desde la cual se hace la lec-tura del cine hoy se entiende que sí existe una crítica del proceso de cambio, como resultado de su tiempo, los críticos han sabido asumir una situación constructiva en el ejercicio cues-tionador de ver una película. No hay una nece-sidad de ver el cine desde el absolutismo local trasponiendo los elementos propios ante una realidad universal, lo que sí existe es una con-ciencia de ver el cine desde el país, como con-secuencia de esta globalidad arrolladora, pero con la certeza del fortalecimiento de las iden-tidades locales desde la discursividad propia.

Los críticos de cine en el proceso de cambio son la reivindicación de la factibilidad de un modelo de reconocimiento social no siempre valorado, la acción social y el rol que cumplen los hacen ser defensores/detractores de nues-tra tradición artística más consagrada.

La crítica de cine en el proceso de cambio“LA GRAN DEUDA DE LA CRÍTICA DE CINE ES ESTA VERTIENTE IM-PORTANTÍSIMA A LA HORA DE PENSAR EN CINE EN EL PAÍS DE HOY”.

Claudio Sánchez Crítico de cine

Afiches de Olvidados e Insurgentes, dos filmes que motivaron el ejercicio de la crítica de cine nacional en los últimos tiempos.

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Warmi Nayra y el rol de la mujer en el arte nacionalQUE NO SE ESTIGMATICE EL ARTE FEMENINO EN LO PRESUNTUOSO Y DELICADO, SI NO QUE EMERJA CON UNA MIRADA MÁS REALISTA, CRÍTICA Y SEA PROPOSITIVA

Bella Martina Noriega

La Esquina

ARTE

Media docena de artistas docentes de la Academia Nacional de Bellas Artes (ANBA) de La Paz, reuni-das en el colectivo Warmi

Nayra (mirada de mujer), son partícipes de una muestra instalada en el Museo Tambo Quirquincho, denominada Miradas feme-ninas en el Gran Poder.

La exposición, además de reflejar dis-tintas visiones sobre la fiesta folklórica más importante de la ciudad, invita a re-flexionar sobre la creación artística desde el punto de vista del género. Bella Marti-na Noriega, una de las seis integrantes del colectivo, da cuenta del andar de la agru-pación y su futuro.

¿Que motivó la realización de esta muestra?El grupo Warmi Nayra se conformó con

la intención de tener un enfoque femeni-no representativo desde la gestión artísti-ca y la educación artística en la Academia Nacional de Bellas Artes (ANBA). Entre va-rios temas propuestos por la dirección del museo Tambo Quirquincha, se escogió unánimemente el del Gran Poder, consen-suando trabajar este tópico desde nuestra propia mirada, reuniendo diferentes con-ceptos e interpretaciones sobre la fiesta y entrada. Cada integrante del colectivo

muestra en su trabajo una visión de ele-mentos y eventos particulares que moti-varon las diferentes obras.

¿Cuál es la historia del colectivo?Siempre fueron pocas las mujeres que

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1. Cuadro de Elisa Zárate, denominado En el corazón de la Santísima Trinidad.2. Vendimia de Gran Poder, obra de Ana María Irusta.3. Paddy Viscarramuestra su visión con Resaca.4. Uno de los cuadros de Noriega que son parte de las 25 obras expuestas.5.- La diana, trabajo de Milka Ponce.

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4-5Domingo 17 de mayo de 2015

Warmi Nayra y el rol de la mujer en el arte nacionalQUE NO SE ESTIGMATICE EL ARTE FEMENINO EN LO PRESUNTUOSO Y DELICADO, SI NO QUE EMERJA CON UNA MIRADA MÁS REALISTA, CRÍTICA Y SEA PROPOSITIVA

Bella Martina Noriega máticos y técnicos en los que cada una ve-nía trabajando, dentro de esta convivencia surgieron ideas y luego planes para realizar una exposición, así nos organizamos para presentar la muestra denominada Warmi Nayra, en el Museo Plaza, donde cada una presentó temáticas diversas e individuales con un lectura diferente, propia del géne-ro, enfocada a lo cotidiano y sensible. Inme-diatamente surgió la idea de mantener el grupo y exponer juntas, y pronto llegó esta segunda exposición.

¿Qué otras motivaciones o temáticas impulsan al colectivo en su trabajo?Es un colectivo muy organizado, entre

todas hay consenso, apoyo y una apertura hacia el trabajo de las demás (que es bas-tante diverso). Nos interesa realzar el papel de la mujer en el arte nacional y hacer que la mujer artista tenga nuevos enfoques téc-nicos y temáticos, que no se estigmatice el arte femenino en lo presuntuoso y delica-do, si no que emerja con una mirada más realista, crítica y sea propositiva.

¿Podrías describir el estilo particular de cada una de las integrantes?Las diferencias son amplias, pues nos

acercamos al arte desde distintas bases. Se puede ver en la obra de Elisa Lanza la temá-tica de fondo de la fiesta, en la que se rinde devoción al Señor del Gran Poder, incluyen-do de manera natural el brillo y color que dan realce al tributo, combinando técnicas tradicionales y contemporáneas; Consuelo Mendieta maneja el color y la técnica del acrílico en composiciones bien armoniza-das que representan el momento en que la devoción transfigura lo pagano en sagrado, momentos de reflexión en los que el lujo se convierte en humildad ante el Dios; la obra de Milka Ponce analiza los momentos del antes, ahora y después de la fiesta, en los que resalta la sensualidad y el placer de ser parte de ésta, sus colores contrastados resal-tan la alegría y picardía de quien a manera de curioso se entromete en estas escenas; también Ana María Irusta propone en sus cuadros una fiesta de colores, combinando elementos festivos que se reproducen en el entorno, aprovechando la geometría, casas amontonadas de colores vivos, mosaicos, y tejidos urbanos entre los danzantes y es-pectadores, “la fiesta también pinta la ciu-dad”…; luego, Paddy Viscarra, rompiendo con los esquemas realistas enfoca el tema con un vivo colorido, un “abstracto barro-co”, dripping y formas que se entrelazan en laberintos sin fin, se enriquecen con la ins-talación de objetos que reflejan la manera tan particular de vivir lo santo y lo pagano

muestra en su trabajo una visión de ele-mentos y eventos particulares que moti-varon las diferentes obras.

¿Cuál es la historia del colectivo?Siempre fueron pocas las mujeres que

trabajaron en la ANBA, es así que nuestro grupo se fue conformando a partir de una amistad circunstancial de intereses muy co-munes hacia el arte y sobre todo a cómo lo vivimos las mujeres, esta amistad nos con-dujo a reflexionar sobre ciertos enfoques te-

de la Fiesta Grande; en mi obra, las másca-ras y trajes protagonizan la escena, cobran-do vida propia se muestran expresivos, sa-len de los talleres para mostrar la otra cara, atrevidos disfrazan al danzante y miles de danzantes disfrazan la ciudad convirtién-dola en un altar ambulante, es un tributo a los artesanos.

¿Cómo ves el estado actual de las artes en Bolivia?Siempre el arte ha “sobrevivido” por más

crítico que sea su estado, esto le permite re-novar y buscar la manera de seguir, hay ma-yor apoyo del Estado y de la gente, sin duda, pero también es importante entender que el arte nos pertenece a todos y es universal y desde esta visión todos debemos permitir-nos ser artistas y ejercer de manera segura permitiendo mayor inclusión del arte en es-pacios que sean alternativos a los museos y galerías, asegurando que este trabajo sea dig-no y no se denigre, el artista invierte toda su vida en el arte, y esto debe ser valorado.

¿Cuál es el futuro del colectivo?Seguir exponiendo, ojalá a fin de año

tengamos otra muestra (estamos viendo la posibilidad), y tenemos planes para reunir-nos y trabajar juntas en nuestros talleres, es decir que cada una dará su espacio para hacer juntas nuestros trabajos.

¿Cuál es el siguiente paso?Ahora nuestra exposición estará abierta

hasta fines de mes, esperamos que venga mucha gente y poder conocer sus aprecia-ciones, recibir sus comentarios y pregun-tas, que nos conozcan un poco y que poda-mos compartir con ellos, esperamos a todas y todos a que vean con ojos de mujer.

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6 Domingo 17 de mayo de 2015

La perorata de que “todo era mejor antes” no es más que una vuelta nostálgica hacia un pasado que no tiene ya cabida en el nuevo mile-nio, donde el respeto a los derechos

humanos es y será, más que antes, uno de los pilares sobre los cuales se erigirá la sociedad del presente y el futuro.

El simple dicho “todo era mejor antes” equivale a decir que todo es peor en la actua-lidad; una afirmación que, sin embargo, para cualquiera que tenga dos dedos de frente no es coherente por los avances que logró la hu-manidad a lo largo de su historia. Éste es el caso de la Declaración de los Derechos de los Niños, aprobada por las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959.

Antes de esta fecha, como es de suponer, la situación de los niños no era mejor que en el presente, pues carecían públicamente de un conjunto de derechos y libertades inheren-tes a la naturaleza humana. No todos estaban conscientes de que los niños, por ejemplo, te-nían derecho a una protección especial duran-te su desarrollo físico, emocional y social; a un nombre propio y a una nacionalidad; a te-ner alimentación, vivienda y atención adecua-das; a la comprensión y el amor de parte de sus padres y de la colectividad; a recibir edu-cación gratuita y a disfrutar de los juegos; a ser el primero en recibir ayuda en casos de desastre; a ser protegido del abandono y la ex-plotación laboral.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, mucho más que antes, se han modificado los preceptos de “patria potestad”, que conferían a los padres una autoridad total e incuestiona-ble sobre su descendencia. Es decir, los padres, amparados en costumbres y tradiciones atávi-cas, disponían de la vida de los hijos como su propiedad privada, con derecho a hacer con ellos lo que mejor les pareciera. La autoridad del padre era tan temida como el látigo, él dis-ponía de los hijos cual animales domésticos y su palabra era respetada como la ley. La madre y los hijos, en su condición de seres subalter-nos, debían permanecer callados y obedecer a pie juntillas todo cuanto determinaba el “jefe de familia”, según las normas establecidas por la sociedad patriarcal.

En la actualidad, a diferencia del pasado, las relaciones entre padres e hijos se han mo-dificado gradualmente, impulsadas por el avance de las ciencias humanísticas y la infor-

mación masiva, pero también gracias a que la percepción sobre la niñez se humanizó pro-fundamente tras la explosión del interés en torno a los procesos que rigen el desarrollo emocional e intelectual del niño.

Otro de los cambios esenciales en la socie-dad contemporánea tiene que ver con el des-alojo del autoritarismo de las instituciones educativas, donde antiguamente se amorda-zaba la conciencia de los niños bajo el pretex-to de que el alumno debía obedecer y respetar la autoridad del profesor, quien, aparte de im-partir los conocimientos del catecismo o los li-bros de texto, debía moldear la conducta de los alumnos sobre la base de una “pedagogía ne-gra”, que legitimaba el autoritarismo del profe-sor y hacía estragos en el sistema escolar.

Entonces surge la pregunta obligada: ¿todo era mejor antes? De ninguna manera. No ol-videmos que la escuela, que durante mucho tiempo siguió los pasos de una institución cuartelaria, jamás contempló el aspecto emo-cional y la situación psicosocial del alumno y su entorno familiar. La escuela fue —y sigue siendo en alguna medida— una institución donde se aplicaba el bullying contra los alum-nos de carácter más débil y se utilizaban las ca-lificaciones como instrumentos de poder para someter a los alumnos de actitud rebelde.

No es casual que los alumnos de conduc-ta sumisa, silenciosa y servil eran premiados, mientras los alumnos de actitud rebelde, que se oponían al sistema autoritario del profesor,

eran castigados y corrían el riesgo de ser re-probados en los exámenes, a pesar de haber memorizado las lecciones y haberse tragado los libros de texto.

Esto demuestra que no “todo era mejor an-tes”; al menos si consideramos que en la ac-tualidad, a diferencia del pasado, el profesor está obligado a usar métodos pedagógicos más modernos y a reconocer que el alumno es un sujeto activo y creativo, que no necesita pre-mios ni castigos para forjar su personalidad y asimilar los conocimientos que le servirán en su vida familiar y profesional.

Otro de los avances significativos es el nue-vo Código Niña, Niño y Adolescente, promul-gado por el Estado Plurinacional, que defien-de con mayor énfasis los derechos de los niños en todos los ámbitos de la sociedad, pues no sólo prohíbe los castigos en las instituciones educativas, sino que también establece el de-recho a la información sexual y reproductiva para prevenir las vejaciones contra infantes y adolescentes; una normativa que protege, de un modo general y con justa razón, a los alumnos que antes eran el blanco de los casti-gos físicos y psicológicos.

En síntesis, me niego a aceptar la perorata de que “todo era mejor antes”, sobre todo si parto del criterio lógico de que el hombre, des-de cuando se irguió de su condición de prima-te, se hizo más racional y tolerante. La prueba está en que hoy, al menos en los países más democráticos, se respetan los derechos huma-nos —incluidos los derechos de las mujeres y los niños—, con mayor naturalidad que en el pasado, aunque no por eso estemos libres de los atropellos que a diario se cometen, tanto en el ámbito público como privado, a nombre de las leyes divinas y la tradición cultural.

¿Todo era mejor antes? SIGNIFICATIVOS AVANCES DAN CUENTA DE UNA MEJOR SITUACIÓN DE LOS NIÑOS DE HOY EN DÍA.

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

El simple conductismo ha sido relegado tras considerar a los niños como sujetos integrales en el proceso de aprendizaje.

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7Domingo 17 de mayo de 2015

“En el estanque Verde Agua del bosque, la rana Carolina cuenta y cuenta a sus cinco ranitas” es el comienzo de esta nueva histo-ria que Verónica Linares ofrece

a los más pequeños. Verónica cuenta con tres elementos

fundamentales a la hora de escribir para niños: conoce sus inquietudes, sabe jugar con el lenguaje y, además, es muy creati-va. Tres elementos básicos para originar un cuento de calidad literaria como éste.

Libros para devorar: ‘El misterio de las ranitas’NO ES UNA HISTORIA COMERCIAL, DIDÁCTICA O CON MORALEJA, ES UNA INVITACIÓN A HALLAR UN ESPA-CIO DE AUTONOMÍA.

Isabel Mesa Gisbert Escritora - Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil

En esta historia, la rana Carolina, que se las da de ser una madre ejemplar, cuen-ta y recuenta a sus hijas y las muestra con orgullo a los demás animales. Las presen-ta con sus habilidades, como todo padre haría con cualquiera de sus hijos. En la historia, la madre rana nos dice que la primera hija, la ranita Silvana, asoma por la ventana; que la dos, Serafina, juega con plastilina. Y las va presentado haciendo que sus aptitudes rimen con sus nombres. Además, como toda madre que se las da de ejemplar piensa que sus cinco hijas son un dechado de virtudes: educadas, se por-tan bien, obedecen, etc.

Sin embargo, como en todo ambien-te de vecindarios, nunca faltan las ami-gas chismosas que llegan donde la rana para contarle que una de sus hijas se ha escapado. La rana Carolina, preocupada, vuelve al estanque para recontar a sus hijas y efectivamente verifica que una de sus hijas no está. La historia se repi-te exactamente igual con las demás ra-nitas que van escapando del estanque y son acusadas por algún animal chismo-so de los alrededores.

Si uno conoce las reacciones de los ni-ños pequeños, se puede dar cuenta de va-rios elementos que harán que esta his-toria les fascine. Para comenzar, la rima tanto de los nombres de las ranitas como de cada una de sus aptitudes, como “La ranita Susana, la que toca la campana”, y la rima de los nombres de los animales chismosos estimula la risa de los niños y los divierte. El hecho de repetir la misma historia con cada una de las ranitas hace que recuerden la historia rápidamente y quieran contarla ellos. De pronto, pode-mos verlos pasar las páginas, aún sin sa-ber leer, y contar la historia de principio a fin tan sólo guiados por las imágenes. Esta acción los hace partícipes del cuen-to, hasta protagonistas, porque cuando un adulto les lee el cuento, ellos pueden decir en voz alta lo que ocurre y se sien-ten divertidos y muy puestos en razón al ser parte del libro.

Ésta no es una historia comercial ni di-dáctica ni nos da una moraleja. Al contra-rio, es una historia en la que las ranitas son traviesas, a veces desobedientes, y no se quedan quietecitas en el lugar donde su madre las ha dejado. Son unas rani-tas con personalidad, que intentan, como todo niño pequeño, buscar un espacio de autonomía.

Si hablamos de calidad editorial, creo que Bolivia empieza a mostrar que ya no es un país de ediciones baratas, de aque-llas de papel sábana e ilustraciones en blanco y negro o dos colores. Ese tiempo ya pasó… y editoriales como Grupo Edi-torial La Hoguera hoy demuestran que los bolivianos somos capaces de crear li-bros de una calidad editorial impecable. En este caso utiliza un formato grande, adecuado a los niños más pequeños, con ilustraciones a todo color en página ente-ra, realizadas por una magnífica ilustra-dora, como es Antonieta Medeiros, que invita, con sus dibujos a que los niños si-gan la historia con interés.

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8 Domingo 17 de mayo de 2015

El principal cronista de Charcas, de la Calancha, señala que en tierra Santa fue crucificado Jesucristo de espaldas a Jerusalén, porque captu-rado como subversor contra la do-

minación imperante, no quisieron que a tiem-po de morir mirase la ciudad donde tenían su hacienda; sin embargo considera que desde la Cruz el Redentor contemplaba las tierras de los Gentiles o salvajes del Nuevo Mundo, que en su contacto inicial con la civilización fueran tomados por su inocencia como habi-tantes primigenios del paraíso terrenal para esclavizarlos luego, a los cuales orienta su pré-dica para favorecerlos con los dones que por incredulidad desestimara el viejo mundo, re-servándoles para ellos un rol protagónico en el porvenir de la humanidad.

Aunque el año 326, tras esforzada peregri-nación por tierra Santa la madre del empera-dor Constantino, santa Helena, conseguiría rescatar los maderos dejados por Jesucristo antes de su ascensión a los cielos, habiéndo-se derivado la búsqueda de los orígenes de la Cruz hacia tierras australes...

La búsqueda se inicia tempranamente, por parte de los templarios interpretando la profe-cía del “Arca” -nominación caldea referida a la otra “Tierra” o continente “arcano”, arribando a América mucho antes que Colón en procura de desentrañar el significado primordial de la cruz, sin mediatización de la figura de Colón que prevalece hasta hoy.

También se menciona, que por ese tiempo la designación “las Indias” se aplicaba a las regiones quiméricas, donde se creía que Jesu-cristo había alcanzado la iluminación, trans-mitiéndose en la posteridad la nominación de “Indios” a los aborígenes americanos.

Por informaciones del desaparecido maes-tro de la masonería Laguna Meabe, se sabe que Hitler habría enviado sendas misiones ha-cia la India y Bolivia con el propósito de inda-gar el misterio de la cruz, habiendo logrado determinar por descomposición de la Chaka-na tiwanaquense el símbolo nazista de la es-vástica, bajo cuyo estímulo Hitler ordenó la invasión de Rusia en plenos fríos invernales creyendo que los hielos se derretirían al paso de las tropas.

Sin embargo, a los soldados se les despren-día la piel de las palmas de la mano al con-tacto con el metal de los cánones y se les con-gelaba el ano al bajarse los pantalones para defecar, interpretando los amautas el fracaso al haberse adoptado el símbolo con las aspas en sentido contrario a las manecillas del reloj, es decir en su fase destructiva.

La cruz que dejara Tunupa a orillas del Titi-caca, los cronistas cuentan que sus enemigos la arrojaron varias veces al lago sin conseguir sumergirla a pesar del peso que contaba y como tampoco consiguieron trozarla con he-rramientas o quemarla, la dejaron enterrada en un profundo pozo.

Más de quinientos años después, el arzobis-po Alonso Ramírez consiguió desenterrarla y dividiéndola dejó una mitad en el templo de Carabuco en una urna de vidrio y la otra la trasladó en 1596 con los honores del caso has-ta la sede de la Audiencia de Charcas, para en-tronizarla enmarcada en plata en lo alto del altar mayor de la Catedral.

Sobre el particular, la relación completa de la llegada de la Cruz de Tunupa a esa capital, se halla registrada en las actas capitulares del

Cabildo eclesiástico de La Plata, la hoy capi-tal histórica de la república, bautizada como Sucre en homenaje al mariscal de Ayacucho, fundador de la república y segundo presiden-te después de Bolívar.

Particularmente, la reliquia que quedó en Carabuco es muy reverenciada durante la festividad del 3 de mayo, apreciándose en las paredes del templo entre los Lienzos mu-rales más grandes del país los firmados por el pintor José López de los Ríos en 1684, que describen con detalle la secuencia del mar-tirio que sufriera y la entronización de la Cruz en el lugar.

Aunque en nuestros días todavía se con-tinúa creyendo en la versión de que la cruz proviene de la otra orilla del océano, fray Antonio de la Calancha, confiesa haber con-sultado cuanta obra se hubiera escrito en su tiempo en relación a la prédica de los evange-lios en pretéritos tiempos por parte del indi-cado apóstol de Cristo, citando un docena de volúmenes de autores diferentes y dejando constancia que lo que recopilado en su obra, constituye la quinta esencia de todo cuanto han expuesto los demás autores…

Algo más que etimologías: Cruz (parte 2)CRÓNICAS Y TEXTOS SITÚAN A LA CRUZ EN TERRITORIO AMERICANO, EN DIVERSOS Y LLAMATIVOS CONTEXTOS

Marcelo Arduz RuizEscritor

Una muestra de arte sacro con una visión surreal y inírica, obra de Salvador Dalí.

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