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EL BESTIARIO BOLIVIANO DE CARVALHO SERES SOBRENATURALES Y MÁGICOS DE BOLIVIA ES MÁS QUE UN MANUAL O COMPENDIO, ES UNA FORMA DE REVALORIZAR LA SABIDURÍA POPULAR DE LAS CULTURAS QUE CONFORMAN BOLIVIA. EN BUSCA DE LOS ORÍGENES DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA Y SU DEVOCIÓN EL GÉNESIS DE LA CANDELARIA APARECE EN TIEMPOS PRECRISTIANOS, PARA LUEGO ENCONTRAR SU DESIGNACIÓN EN LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA DE AMÉRICA, HASTA CONVERTIRSE EN UNA IMPORTANTE CELEBRACIÓN CADA 2 DE FEBRERO, EXTENDIÉNDOSE POR CIUDADES DE TODO EL MUNDO. 4, 5 Y 6 8 DOMINGO | 1 de febrero de 2015 | año 6 | N° 270 Jorge Mamani

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Page 1: La Esquina 01-02-15

EL BESTIARIO BOLIVIANO DE CARVALHOSERES SOBRENATURALES Y MÁGICOS DE BOLIVIA ES MÁS QUE UN MANUAL O COMPENDIO, ES UNA FORMA DE REVALORIZAR LA SABIDURÍA POPULAR DE LAS CULTURAS QUE CONFORMAN BOLIVIA.

EN BUSCA DE LOS ORÍGENES DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA Y SU DEVOCIÓN

EL GÉNESIS DE LA CANDELARIA APARECE EN TIEMPOS PRECRISTIANOS, PARA LUEGO ENCONTRAR SU DESIGNACIÓN EN LA ÉPOCA DE LA CONQUISTA DE AMÉRICA, HASTA CONVERTIRSE EN UNA IMPORTANTE CELEBRACIÓN CADA 2 DE FEBRERO, EXTENDIÉNDOSE POR CIUDADES DE TODO EL MUNDO.

4, 5 Y 6

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DOMINGO | 1 de febrero de 2015 | año 6 | N° 270

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2 Domingo 1 de febrero de 2015

La importancia de la historia en el cine ha tenido varias dimensiones a lo largo del tiempo. Es decir, las for-mas de narrar los hechos desde que existen los registros audiovisuales

han estado teñidos por ideologías y posiciones ante la realidad. La propaganda y el hecho no-ticioso, además de las formas documentales, han sido campos de experimentación dentro los géneros cinematográficos. La ficción ha re-creado y puesto en escena determinados ca-pítulos, ahí está por ejemplo Omar Shariff interpretando a Ernesto Guevara en Che! (Ri-chard Fleischer, 1969), en un papel que a decir del propio actor fue manipulado por la CIA y del cual reconoce arrepentirse.

En su dimensión más propagandística el cine estuvo al servicio de los gobiernos de turno y supo divulgar contenidos que for-talecían las acciones políticas, económicas y militares en determinadas situaciones. Jo-seph Goebbels es quizás el más grande refe-rente del ideólogo de la propaganda, a cargo del Ministerio de Propaganda de la Alema-nia nacionalsocialista él supo tener el con-trol sobre los contenidos que circulaban en todo el país. El cine se puso al servicio de sus propósitos y fue uno de los instrumen-tos más importantes para difundir los cla-ros mensajes nazis.

Con diferentes propósitos se han realizado registros cinematográficos en los lugares de conflicto. Las guerras, antes de la llegada de la televisión, también han sido filmadas cine-matográficamente. El siglo XX, en su primera mitad (1900-1950), ha sido el tiempo del esta-llido de conflictos bélicos sanguinarios, y esto ha sido filmado para la posteridad. En el caso particular de Bolivia, estos años están signa-dos por la Guerra del Chaco (1932-1935), la cual también permite la realización de filmes que retratan la contienda con Paraguay. De acuer-do al Catálogo Fílmico de Cinemateca Bolivia-na, se conservan en el país las siguientes pelí-culas: Morir antes que esclavos vivir. La Guerra del Chaco 1932 (de realizador desconocido, produc-ción norteamericana fechada entre los años de la Guerra 32-35), La Guerra del Chaco (de reali-zador desconocido, producción documental fe-chada en los años 32-35), La campaña del Chaco (de acuerdo con Alfonso Gumucio la película fue dirigida por Mario Camacho, año 1933) y La Guerra del Chaco, 1932-1935 (dirigida por Luis Bazoberry, estrenada el año 1936 en La Paz). Éstas son las películas que han llegado a nues-tros días como testimonio de esa época. Esta es nuestra historia registrada.

Desde el jueves 8 de enero se exhibe en la Cinemateca (19:15) por primera vez en el Si-glo XXI, la película de Bazoberry: La Guerra del Chaco 1932-1935. Es esta una extraordina-ria oportunidad para ver nuestra historia en la pantalla grande.

Cine para nuestra historiaUNA INVITACIÓN PARA DISFRUTAR UNA JOYA DE LA FILMOGRAFÍA HISTÓRICA NACIONAL.

Claudio Sánchez Crítico de cine

Novela autobiográfica de Julio Barriga.El libro está dividido en cinco secciones separadas temáticamente, la parte más extensa está dedi-cada a su infancia vivida en San Lorenzo y Tarija, luego otra sección dedicada a la vida que llevó en La Paz entre los años 80 y 85, cuando formó parte de grupos poéticos que eran muy activos en esa época, y otra que devela sus peregrinajes hacia la Argentina, como un trabajador manual.También está presente el recuerdo melancólico de otro poeta, Roberto Echazú , de quien Barriga era muy ami-go y, finalmente cierra con esa carta de amor, que es como un ensayo porque habla de todas las cantantes que le gustan y luego pasa a analizar a Amy Winehouse y por qué la ha elegido como musa (Veneno Lúndico).

La vida de Marcelo Qui-roga Santa Cruz trans-curre entre el esplendor y la tragedia. Esplendor porque en su primera etapa adquirió los fun-damentos estéticos ligados a las artes, la filosofía, el cine y la literatura, de los cuales obtuvo enorme gratificación emocional. Tragedia porque aquel paso previo le permitió después proyectar una conducta política contraria al complejo sistema político-social de Bolivia, el que fue bastante utó-pico y prometedor, a la vez muy incomprendido que le condujo a ser asesinado. El libro intenta reubicar, con datos fidedignos, toda esa vivencia.

La noche de la fiesta re-cibió el Premio Nacional de Novela Marcelo Qui-roga Santa Cruz 2008, otorgado por la Alcaldía de Cochabamba. La no-vela diseña su universo a partir de un problema social recurrente en nuestro medio, en Bolivia: la pérdida de niños. Personajes de diferentes clases sociales, distintos escenarios y diversos lenguajes se entremezclan en una historia en la que la fic-ción constituye el pretexto para describir y retra-tar situaciones y vivencias de la vida cotidiana, así como conflictos éticos y existenciales.

AUTOR: Julio BarrigaAÑO: 2014EDITORIAL: El Cuervo

AUTOR: Jose Luis Montaño AguilarAÑO: 2010EDITORIAL: Kipus

AUTOR: Giancarla de QuirogaAÑO: 2011EDITORIAL: Plural

El hombre que amaba a Amy Winehouse

Marcelo Quiroga Santa Cruz

La noche de la fiesta

BIBLIOFAGIA

DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera G.

Colaboradores: Homero Carvalho Marcelo Arduz Ruiz Claudio SánchezVíctor Montoya

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

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3Domingo 1 de febrero

de 2015

A los 15 años, obligado por su pa-dre, Miguel Hernández dejó los estudios para dedicarse al pasto-reo de cabras; mientras cuidaba al rebaño se las ingeniaba para

leer y escribir poemas. Cinco años más tarde recibió el premio por Canto a Valencia. Des-de entonces se unió a diferentes vanguardias y fue amigo de grandes poetas como Vicen-te Aleixandre, César Vallejo, Pablo Neruda. Se afilió al partido comunista y en la Guerra Ci-vil luchó en el bando de los republicanos. En ese tiempo se casó con Josefina Manresa, con quien tuvo dos hijos: Manuel Ramón, que mu-rió antes de cumplir un año, y Manuel Miguel. En 1939, con la guerra concluida y ya proscrip-to por el franquismo, intentó cruzar a Portu-gal pero lo atraparon y lo enviaron a prisión.

El poeta y dramaturgo español fue conde-nado a muerte en 1941, aunque gracias a la in-tercesión obispo de León conmutaron la pena por 30 años de cárcel. No sirvió de nada: me-ses más tarde, con 31 años de edad, murió de tuberculosis. Estando preso, Hernández le es-cribió cuatro cuentos a Manuel Miguel usan-

El potro oscuroUN CUENTO QUE MIGUEL HER-NÁNDEZ LE ESCRIBIÓ A SU HIJO EN LA PRISIÓN DE ALCALÁ, SOBRE PAPEL HIGIÉNICO.

Eterna Cadencia

EL POTRO OSCURO

Una vez había un potro oscuro. Su nombre era Potro-Oscuro.

Siempre se llevaba a los niños y las niñas a la Gran Ciudad del Sueño.

Se les llevaba todas las noches. Todos los niños y las niñas querían montar sobre el Po-tro-Oscuro.

Una noche encontró a un niño. El niño dijo:—Llévame, caballo pequeño, a la Gran-Ciu-

dad-del-Sueño.—¡Monta! —dijo el Potro-Oscuro.Montó el niño, y fueron galopando, galo-

pando, galopando.

Pronto encontraron en el camino a una niña. La niña dijo:

—Llévame, caballo pequeño, a la Gran-Ciu-dad-del-Sueño.

—Monta a mi lado —dijo el niño.Montó la niña, y fueron galopando, galo-

pando, galopando.Pronto encontraron en el camino un perro

blanco. El perro blanco dijo:—¡Guado, guado, guaguado! a la Gran-Ciu-

dad-del-Sueño quiero ir montado.—¡Monta! —dijeron los niños.Montó el perro blanco, y fueron galopando,

galopando, galopando.Pronto encontraron en el camino una gati-

ta negra. La gatita negra dijo:—¡Miaumido, miaumido, miaumido! a la

gran-Ciudad-del-Sueño quiero ir, que ya ha os-curecido.

—¡Monta! —dijeron los niños y el perro blanco.

Montó la gatita negra, y fueron galopando, galopando, galopando.

Pronto encontraron en el camino una ardi-lla gris. La ardilla gris dijo:

—Llévenme ustedes, por favor, a la Gran-Ciudad-del-Sueño, donde no hay pena ni dolor.

—¡Monta! —dijeron los niños, el perro blanco y la gatita negra.

Montó la ardilla gris, y fueron galopando, galopando, galopando.

Galopando y galopando, hicieron leguas y le-guas de camino. Todos eran muy felices. Todos cantaban, y cantaban, y cantaban. El niño dijo:

—¡Deprisa, deprisa!, Potro-Oscuro, ve más deprisa.

Pero el Potro-Oscuro no podía ir deprisa. El Potro-Oscuro iba despacio, despacio, despacio.

Había llegado a la Gran-Ciudad-del-Sueño. Los niños, el perro blanco, la gatita negra y la ardilla gris estaban dormidos.

Todos estaban dormidos al llegar el Potro-Oscuro a la Gran-Ciudad-del-Sueño.

do el papel higiénico de la celda con el que formó un pequeño cuaderno de 12 x 19. Las ilustraciones estuvieron a cargo de un com-pañero de celda, Eusebio Oca, maestro, perio-dista y dibujante. Los originales se encuen-tran, desde su adquisición el año pasado, en la Biblioteca Nacional de España. Uno de esos cuentos es el que aquí presentamos.

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4-5Domingo 1 de febrero

de 2015

Reuniendo trozos del alma de la naciónUN LIBRO DE HOMERO CARVALHO REÚNE A 107 SERES SOBRENATURALES PROPIOS

DE LA IMAGINACIÓN Y TRADICIÓN BOLIVIANA.

La Esquina

LIBROS

En 2012, Homero Carvalho Oli-va publicó un compendio con 80 seres fantásticos nacidos de la imaginación y tradición boli-viana, ahora esos 80 se han con-

vertido en 107, en lo que es una suerte de bestiario nacional: Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia.

No es que haya aumentado la pobla-ción de entes mágicos a causa de una renovada creatividad de las mentes na-cionales o por la repentina apertura de portales interdimensionales que hayan dado paso a nuevos seres para ser cata-logados, simplemente Carvalho escuchó a los lectores del primer libro (especial-mente profesores), quienes pidieron (y sin duda, propusieron entes específicos) que se amplíe el espectro de estos seres, motivando la investigación del compila-dor. El fruto es este nuevo texto, ador-nado y enriquecido con ilustraciones de Romanet Zárate, Lara Sabatier y Valia

1. Carvalho sostiene orgulloso su nuevo libro.2. Vicuña, presente en la selección. 3. Cacó, ser proveniente de la cosmovisión de los chacobos.4. Representación de la Pachamama.5. Según las crónicas coloniales, el farmacosio (ver imagen) andaban por os los llanos cruceños.

Como se comprobará en esta pequeña selección, nostálgica, melancólica y testi-monial, tanto de los mundos andinos como de los mundos amazónicos, muchos de los seres mágicos, elementales, esenciales, in-cluidos, tienen la misión de proteger la na-turaleza, un principio que ahora más que nunca debemos tener presente, quizá por-que algunos de estos seres pueden brindar-nos protección e inspiración.

Vivimos un momento histórico espe-cial, en el que los pueblos indígenas inter-pelan a la sociedad y al Estado boliviano, y si bien la Constitución Política del Esta-do reconoce a las 36 naciones que habitan el territorio nacional, el reconocimiento de la visión de la espiritualidad de nues-tros pueblos indígenas es un tema pen-diente, ya que se encuentra en peligro de inminente extinción y puede que todo su maravilloso bagaje místico y mitológico quede convertido en fósiles culturales. La comprensión de los seres sobrenaturales, de los lugares sagrados y de las energías secretas y cósmicas que las definen, nos permitirá mirar integralmente la reali-dad que vivimos en nuestro país, tan di-verso y tan único a la vez.

En algunos casos hay diferencias res-pecto a sus orígenes y formas, yo he op-tado por consultar mis recuerdos y re-forzarlos con diccionarios y libros de investigaciones antropológicas de varios autores, para recrearlos e imaginarlos como ahora se los presento. Como me gus-ta escribir cuentos breves he optado por pequeñas descripciones sugerentes y me he tomado licencias poéticas para retra-tar o exponer a algunos de ellos, pero no alteran el fondo mismo de la esencia de estos seres sobrenaturales o lugares má-gicos. Recordemos que sin el canto de los poetas, muchos mitos y leyendas no se hu-bieran difundido o, quizá, ni siquiera se hubiesen creado, porque la palabra crea el mundo y lo que en el sucede. En los es-pacios míticos, donde los pueblos desarro-llan sus historias cosmogónicas, en este organismo mitográfico, la palabra posee personalidad propia, poder espiritual y mágico, sirve para encantar, para hechi-zar, para curar, para propiciar, bendecir y para maldecir a los seres humanos y ani-males. Las palabras sagradas controlan las fuerzas de la naturaleza y nos hacen entrar en comunión con la divinidad, por-que son la fragua de los sueños y la vida misma. En este espacio, los sueños y las palabras son hilos de un mismo tejido se-creto e insondable. Por eso he mantenido

Carvalho. Un aire poético inunda los tex-tos que describen a seres que se despren-den tanto de la tradición oral indígena como de la cultura popular.

Así, no es de extrañarse encontrar en el libro al anchancho, al zorro o al jaguar azul, junto al Inti y el Ekeko, y además de ellos, al Tata Belzu, los tapados y al mismísimo Che Guevara, en calidad de santo popular.

“Los mitos son el alma de una nación”, indica Carvalho, explicando que un pue-blo no puede vivir sin mitos ni leyendas porque éstos son una prolongación de las relaciones sociales, como algo que hemos heredado y que debemos preservar. Esa postura hace de esta selección una lectura obligatoria, en la que los lectores podrán encontrar a aquellos seres que animaron su imaginación infantil y que incluso, hasta el día de hoy, la siguen avivando.

A continuación, fragmentos del prólogo de esta nueva obra del escritor beniano.

La historia de los pueblos, de las culturas locales, no suele coincidir con la historia oficial porque se mueve por el subsuelo y lo recón-dito del alma de sus habitantes, donde se alza una voz que da nombre y vida a los montes, las plantas y los animales. Las culturas locales pueblan su mundo de seres mágicos, que sólo el poeta pue-de amar, comprender, compilar y describir como lo hace un poeta mayor: Homero Carvalho Oliva.

Ramón Rocha Monroy

La creación en esencia es un acto de magia. Hacer que de la nada surja un poema, un cuento, una novela, es una vena mágica más bien personal. Los mitos y leyen-das vienen de una vena mágica social que pasa de generación a generación. El trabajo de Homero Carvalho salta de la fuente perso-nal a rescatar el acto social, y hace labor de tradicionista, al estilo de Antonio Paredes Candia. Ya antes había rescatado los escritos en los muros. Hoy recurre al imaginario de la gente.

Elías Blanco Mamani

Las páginas de Seres sobrenatura-les y mágicos de Bolivia exceden la categoría de compendio de seres fantásticos (recuérdese a Borges y su Manual de zoología fantástica/El libro de los seres imaginarios), para convertirse en alegato y ad-vertencia: reclamo de preservar la herencia cultural de cada pueblo y presagio de vacío futuro si no.

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

los nombres en su idioma original, por-que cuando se los invoca, con las palabras de otros tiempos, a estos nombres trashu-mantes, también se nomina a la magia primigenia con la que los pueblos indíge-nas se comunicaban con sus divinidades. Esas palabras, suspendidas en el tiempo, expresan la verdad misma de los seres so-brenaturales y lugares sagrados que re-presentan e inspiran a poetas, escritores, artistas y músicos.

Así pues, los mitos y las leyendas, el universo sobrenatural, se confunden en el tiempo, el espacio y los seres humanos y es en la fiesta de los pueblos, tanto de tierras altas como de tierras bajas, donde lo mítico se vuelve presente y encuentra su ritualidad cotidiana. El retorno a la es-piritualidad, a la cosmovisión originaria, a la ritualidad de la vida y de la muerte, recrea la identidad que emerge de la reva-lorización de nuestros pueblos indígenas. Así el ritual se transforma en la sacra-mentalización de las creencias y la expli-cación de los fenómenos naturales y los fenómenos internos vuelven a su dimen-sión espiritual primigenia.

Los pueblos no pueden vivir sin sus mi-tos y sin sus leyendas, porque son una pro-longación de sus relaciones sociales, por eso es que nunca tenemos que olvidar a nues-tros seres sobrenaturales y mágicos, benig-nos o malignos, que heredamos como un legado para el futuro, porque cuando el úl-timo de ellos desaparezca nuestra sensibili-dad espiritual, nuestra humanidad, se ha-brá ido con ellos.

En esta nueva edición, ampliada y corre-gida, gentilmente publicada por el Ministe-rio de Culturas y Turismo, no exagero lo que cuento de estos 107 seres sobrenatura-les, mágicos o fantásticos de nuestro país de culturas tan diversas; algunas de estas historias las han contado tanto que nos pa-recen familiares y otras es probable que no las recordemos ni las sepamos; además te-nemos que tomar en cuenta que en la his-toria oral no existe la versión única, sino versiones de una misma historia. No existe el relato, existen los relatos. En mi caso las he resumido y cumplo con dejar constancia de la huella mágica de nuestros pueblos in-dígenas y su influencia en el imaginario co-lectivo nacional para seguir sembrando el diálogo intercultural. Que este libro sea la fogata que nos reúna para conversar sobre nuestros seres mágicos y sobrenaturales.

Homero Carvalho Oliva

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4-5Domingo 1 de febrero

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Reuniendo trozos del alma de la naciónUN LIBRO DE HOMERO CARVALHO REÚNE A 107 SERES SOBRENATURALES PROPIOS

DE LA IMAGINACIÓN Y TRADICIÓN BOLIVIANA.

La Esquina

LIBROS

En 2012, Homero Carvalho Oli-va publicó un compendio con 80 seres fantásticos nacidos de la imaginación y tradición boli-viana, ahora esos 80 se han con-

vertido en 107, en lo que es una suerte de bestiario nacional: Seres sobrenaturales y mágicos de Bolivia.

No es que haya aumentado la pobla-ción de entes mágicos a causa de una renovada creatividad de las mentes na-cionales o por la repentina apertura de portales interdimensionales que hayan dado paso a nuevos seres para ser cata-logados, simplemente Carvalho escuchó a los lectores del primer libro (especial-mente profesores), quienes pidieron (y sin duda, propusieron entes específicos) que se amplíe el espectro de estos seres, motivando la investigación del compila-dor. El fruto es este nuevo texto, ador-nado y enriquecido con ilustraciones de Romanet Zárate, Lara Sabatier y Valia

1. Carvalho sostiene orgulloso su nuevo libro.2. Vicuña, presente en la selección. 3. Cacó, ser proveniente de la cosmovisión de los chacobos.4. Representación de la Pachamama.5. Según las crónicas coloniales, el farmacosio (ver imagen) andaban por os los llanos cruceños.

Como se comprobará en esta pequeña selección, nostálgica, melancólica y testi-monial, tanto de los mundos andinos como de los mundos amazónicos, muchos de los seres mágicos, elementales, esenciales, in-cluidos, tienen la misión de proteger la na-turaleza, un principio que ahora más que nunca debemos tener presente, quizá por-que algunos de estos seres pueden brindar-nos protección e inspiración.

Vivimos un momento histórico espe-cial, en el que los pueblos indígenas inter-pelan a la sociedad y al Estado boliviano, y si bien la Constitución Política del Esta-do reconoce a las 36 naciones que habitan el territorio nacional, el reconocimiento de la visión de la espiritualidad de nues-tros pueblos indígenas es un tema pen-diente, ya que se encuentra en peligro de inminente extinción y puede que todo su maravilloso bagaje místico y mitológico quede convertido en fósiles culturales. La comprensión de los seres sobrenaturales, de los lugares sagrados y de las energías secretas y cósmicas que las definen, nos permitirá mirar integralmente la reali-dad que vivimos en nuestro país, tan di-verso y tan único a la vez.

En algunos casos hay diferencias res-pecto a sus orígenes y formas, yo he op-tado por consultar mis recuerdos y re-forzarlos con diccionarios y libros de investigaciones antropológicas de varios autores, para recrearlos e imaginarlos como ahora se los presento. Como me gus-ta escribir cuentos breves he optado por pequeñas descripciones sugerentes y me he tomado licencias poéticas para retra-tar o exponer a algunos de ellos, pero no alteran el fondo mismo de la esencia de estos seres sobrenaturales o lugares má-gicos. Recordemos que sin el canto de los poetas, muchos mitos y leyendas no se hu-bieran difundido o, quizá, ni siquiera se hubiesen creado, porque la palabra crea el mundo y lo que en el sucede. En los es-pacios míticos, donde los pueblos desarro-llan sus historias cosmogónicas, en este organismo mitográfico, la palabra posee personalidad propia, poder espiritual y mágico, sirve para encantar, para hechi-zar, para curar, para propiciar, bendecir y para maldecir a los seres humanos y ani-males. Las palabras sagradas controlan las fuerzas de la naturaleza y nos hacen entrar en comunión con la divinidad, por-que son la fragua de los sueños y la vida misma. En este espacio, los sueños y las palabras son hilos de un mismo tejido se-creto e insondable. Por eso he mantenido

Carvalho. Un aire poético inunda los tex-tos que describen a seres que se despren-den tanto de la tradición oral indígena como de la cultura popular.

Así, no es de extrañarse encontrar en el libro al anchancho, al zorro o al jaguar azul, junto al Inti y el Ekeko, y además de ellos, al Tata Belzu, los tapados y al mismísimo Che Guevara, en calidad de santo popular.

“Los mitos son el alma de una nación”, indica Carvalho, explicando que un pue-blo no puede vivir sin mitos ni leyendas porque éstos son una prolongación de las relaciones sociales, como algo que hemos heredado y que debemos preservar. Esa postura hace de esta selección una lectura obligatoria, en la que los lectores podrán encontrar a aquellos seres que animaron su imaginación infantil y que incluso, hasta el día de hoy, la siguen avivando.

A continuación, fragmentos del prólogo de esta nueva obra del escritor beniano.

La historia de los pueblos, de las culturas locales, no suele coincidir con la historia oficial porque se mueve por el subsuelo y lo recón-dito del alma de sus habitantes, donde se alza una voz que da nombre y vida a los montes, las plantas y los animales. Las culturas locales pueblan su mundo de seres mágicos, que sólo el poeta pue-de amar, comprender, compilar y describir como lo hace un poeta mayor: Homero Carvalho Oliva.

Ramón Rocha Monroy

La creación en esencia es un acto de magia. Hacer que de la nada surja un poema, un cuento, una novela, es una vena mágica más bien personal. Los mitos y leyen-das vienen de una vena mágica social que pasa de generación a generación. El trabajo de Homero Carvalho salta de la fuente perso-nal a rescatar el acto social, y hace labor de tradicionista, al estilo de Antonio Paredes Candia. Ya antes había rescatado los escritos en los muros. Hoy recurre al imaginario de la gente.

Elías Blanco Mamani

Las páginas de Seres sobrenatura-les y mágicos de Bolivia exceden la categoría de compendio de seres fantásticos (recuérdese a Borges y su Manual de zoología fantástica/El libro de los seres imaginarios), para convertirse en alegato y ad-vertencia: reclamo de preservar la herencia cultural de cada pueblo y presagio de vacío futuro si no.

Claudio Ferrufino-Coqueugniot

los nombres en su idioma original, por-que cuando se los invoca, con las palabras de otros tiempos, a estos nombres trashu-mantes, también se nomina a la magia primigenia con la que los pueblos indíge-nas se comunicaban con sus divinidades. Esas palabras, suspendidas en el tiempo, expresan la verdad misma de los seres so-brenaturales y lugares sagrados que re-presentan e inspiran a poetas, escritores, artistas y músicos.

Así pues, los mitos y las leyendas, el universo sobrenatural, se confunden en el tiempo, el espacio y los seres humanos y es en la fiesta de los pueblos, tanto de tierras altas como de tierras bajas, donde lo mítico se vuelve presente y encuentra su ritualidad cotidiana. El retorno a la es-piritualidad, a la cosmovisión originaria, a la ritualidad de la vida y de la muerte, recrea la identidad que emerge de la reva-lorización de nuestros pueblos indígenas. Así el ritual se transforma en la sacra-mentalización de las creencias y la expli-cación de los fenómenos naturales y los fenómenos internos vuelven a su dimen-sión espiritual primigenia.

Los pueblos no pueden vivir sin sus mi-tos y sin sus leyendas, porque son una pro-longación de sus relaciones sociales, por eso es que nunca tenemos que olvidar a nues-tros seres sobrenaturales y mágicos, benig-nos o malignos, que heredamos como un legado para el futuro, porque cuando el úl-timo de ellos desaparezca nuestra sensibili-dad espiritual, nuestra humanidad, se ha-brá ido con ellos.

En esta nueva edición, ampliada y corre-gida, gentilmente publicada por el Ministe-rio de Culturas y Turismo, no exagero lo que cuento de estos 107 seres sobrenatura-les, mágicos o fantásticos de nuestro país de culturas tan diversas; algunas de estas historias las han contado tanto que nos pa-recen familiares y otras es probable que no las recordemos ni las sepamos; además te-nemos que tomar en cuenta que en la his-toria oral no existe la versión única, sino versiones de una misma historia. No existe el relato, existen los relatos. En mi caso las he resumido y cumplo con dejar constancia de la huella mágica de nuestros pueblos in-dígenas y su influencia en el imaginario co-lectivo nacional para seguir sembrando el diálogo intercultural. Que este libro sea la fogata que nos reúna para conversar sobre nuestros seres mágicos y sobrenaturales.

Homero Carvalho Oliva

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6 Domingo 1 de febrero de 2015

En 1957, Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero publica-ron el Manual de zoología fan-tástica. Una década después apareció El libro de los seres

imaginarios, una especie de edición co-rregida y aumentada del primero.

En la misma línea, pero con una clara delimitación regional, Homero Carvalho nos ofrece Seres sobrenaturales y mágicos de Bo-livia. Ésta es una muestra de algunos de los seres que conforman esta edición amplia-da, o también “corregida y aumentada”.

Después de leerla, el lector podrá saber por qué tener respeto por el canto del Silbaco y cuidarse de las ar-timañas de la Viudita...

Un cuarteto de seres mágicos UNA PEQUEÑA MUESTRA DE LO QUE HOMERO CARVALHO OFRECE EN SU NUEVA OBRA.

La Esquina

Es uno de los animales más importantes e influyentes en la

mitología de los pueblos amazónicos. Es un dios de la selva y las

pampas, que ostenta estirpe e historia; los tigres son sabios, y

entienden todas las lenguas. Solamente algunos chamanes saben

sus nombres secretos, y el guerrero que logra matar a uno de ellos

posee su espíritu y se llena de la fuerza y la valentía del felino. En

algunos pueblos se cuenta de hombres que se convierten en tigres

y salen a cazar animales. En los Reinos Dorados el tigre divide el

umbral entre la vida y la muerte.

Tigre

Katari en aymara, amaru en quechua y mboi en guaraní. Es otro de

los animales míticos que completa la trinidad andina con el cóndor

y el puma. La serpiente por su manera de deslizarse por la tierra,

zigzagueando, eternamente fugaz, y su extraordinario poder

contra sus víctimas, es comparada con el rayo o illapa. Dicen que la

serpiente-rayo es la dadora de agua porque hace que los cielos se

abran dejando caer la lluvia.

Serpiente

Hay animales cuyos nombres parecen afiladas lanzas, su sola pronunciación es una herida en la memoria. En la cosmovisión de los pueblos amazónicos y de tierras bajas en general le atribuyen grandes poderes a los jaguares, felinos de caminar lento, como imponiendo su presencia en cada paso. Según los guaraníes, del Gran Chaco, el jaguar azul con su potente rugido es el creador del trueno y de los temblores de la tierra. Cuando persigue a la Luna y se la come produce eclipses, entonces los indígenas tienen que hacer que la vomite para que el astro aparezca de nuevo.

Jaguar azul

El dios Sol. En la incesante religiosidad andina es la deidad que acompaña a Viracocha y es el dador de todas las riquezas naturales con las que bendice a sus siervos. Padre de Manko Kapac y Mama Okllo, de quienes desciende la dinastía inca. El 21 de junio, solsticio de invierno, se celebra la fiesta del Inti Raymi, en la que los habitantes andinos rinden culto al padre Sol.

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La literatura del “realismo social” para niños, en Europa y Estados Uni-dos, se inició a fines de los ‘60 y co-mienzos de los ’70; eran libros que tenían una clara definición ideoló-

gica, y cuyos temas estaban articulados a los conflictos políticos internacionales, como la guerra en Vietnam, los movimientos de libe-ración en América Latina y la ingerencia del imperialismo en los países del llamado Tercer Mundo. Este tipo de literatura denunciaba sin disimulos la situación auténtica de las clases oprimidas, así como la insolidaridad y el enri-quecimiento indebido de las clases dominan-tes, sin idealizarlas ni imponer las interpreta-ciones que no correspondieran a la realidad.

Los autores de la literatura del “realismo social” pretendían representar la naturaleza y los hechos cotidianos en su verdadera dimen-sión, sujetos a la concepción filosófica del ma-terialismo histórico, cuya teoría fundamental considera que la realidad, como toda materia, existe independientemente de la conciencia y el espíritu que la concibe, y que la idea -o idea-lismo- no es más que el reflejo de aquélla en el cerebro humano.

¿Qué hace que un libro infantil sea de ten-dencia socialista? ¿Y qué hace que un libro so-cialista sea bueno? Según los defensores de esta corriente: 1) Un libro socialista para ni-ños implica mostrar de manera sencilla las contradicciones entre el trabajo y el capital. 2) Un buen libro socialista es cuando el tema tratado está en relación con el desarrollo idio-mático e intelectual del niño.

Para los defensores del “realismo social”, todos los temas de la literatura infantil de-ben estar vinculados a la historia sociopolíti-ca de un país determinado y a las relaciones económicas imperantes. Algunos escrito-res tienen -y tenían- gran interés en ense-ñar a los niños, por medio de la literatura, el funcionamiento de las estructuras socia-les y las relaciones de producción, arguyendo que ninguna literatura es apolítica ni está al margen de la realidad sociocultural, puesto que toda la literatura, acéptese o no, tiene un

efecto político, debido a que todo lo que se dice a través de la palabra escrita no es más que la transmisión de una experiencia deter-minada o el reflejo de la realidad social.

Este tipo de literatura infantil, de otro lado, cumple la función de despertar el interés del niño por las relaciones y los conflictos socia-les, en virtud de que los niños, como los adul-tos, tienen derecho a tener una información sobre las causas y los efectos de las relaciones de producción, partiendo de la base de que la personalidad del individuo -en el plano emo-cional, lingüístico, social y psicológico- está de-terminada por el contexto en el cual vive, ya que toda formación psicosocial es un proceso de interrelación entre el individuo y su medio.

La literatura infantil del “realismo social”, según la visión de los críticos, es incomprensi-ble y contraproducente para los niños, puesto que éstos no entienden ni siquiera las conno-taciones semánticas de las palabras: “capita-lismo” y “socialismo”; es más, al querer hacer una literatura política se corre el riesgo de que el mensaje no llegue a los niños, debido a que su mundo cognoscitivo es incompatible con la conciencia ideológica y el razonamiento lógico de los adultos. Para que la literatura social o

realista sea accesible para los niños, se requie-re que éstos tengan, al menos, un desarrollo in-telectual e idiomático que les permita abstraer el pensamiento y el lenguaje del autor (adulto); una destreza lingüística y un pensamiento ló-gico que el niño alcanza recién en el período de las operaciones formales, al menos según la psicología evolutiva de Jean Piaget.

De otro lado, casi toda la literatura de ca-rácter realista, aparte de ser un medio de co-municación, que contribuye al proceso de de-sarrollo de las actividades del lenguaje como medio de expresión y comunicación, cumple una función didáctica y pedagógica, no sólo porque transmite conocimientos, normas y hábitos, sino también porque transmite una información realista sobre la sociedad en la que viven los niños. Sólo a través de los cono-cimientos sobre la realidad social se les puede entregar a los niños una información válida, instructiva e ilustrativa, como eso de hacerles comprender las reglas del tráfico vehicular o la importancia de la higiene personal.

La literatura del “realismo social”, escrita de una manera didáctica, contribuye a que el niño aprenda a diferenciar entre el mun-do real y el mundo fantástico de los cuentos de hadas, donde todos los conflictos tienen un desenlace feliz y donde todos los personajes, sujetos a una dicotomía maniquea y revesti-dos con atributos sobrenaturales, tienen una vida ficticia que no corresponde a la realidad. Por lo tanto, para los defensores de la litera-tura del “realismo social”, los cuentos de ha-das, aparte de contravenir los preceptos cien-tíficos y servir como instrumentos de evasión de la realidad, no cumplen otra función que la de distraer y engañar a los niños, haciéndoles creer que la solución de los conflictos socia-les depende de una varita mágica y no de los cambios socioeconómicos que se producen en las estructuras de la sociedad, donde tanto los conflictos como los individuos forman parte de una realidad compleja y contradictoria.

Este tema controvertido, como es natural, ha despertado una encendida polémica entre los investigadores de la literatura infanto-juvenil, aunque lo cierto es que los niños y jóvenes se alimentan tanto con las obras del “realismo so-cial” como con las obras del “realismo fantásti-co”, cuyo arsenal, a diferencia de los libros de texto o didácticos, no cumple con la función explícita de enseñarles a diferenciar lo “bueno” de lo “malo” ni darles una lección sobre valo-res ético-morales específicos, sino la simple fun-ción de deleitarles con sus temas y personajes arrancados de las aventuras de la imaginación.

El realismo social en la literatura infantilLETRAS QUE CONTRIBUYEN A QUE “EL NIÑO APRENDA A DIFE-RENCIAR ENTRE EL MUNDO REAL Y EL MUNDO FANTÁSTICO”.

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

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8 Domingo 1 de febrero de 2015

Del latín Candelería: velería, deri-vado de candela: vela de resina o sebo, cirio de cera, lumbre. Nom-bre de virgen precristiana, que en tiempos romanos los fieles sa-

caban en procesión, portando candelas como símbolo de purificación; en tal cantidad que el humo ennegrecía la tez de su rostro. Virgen Ne-gra de las Islas Canarias en España, que se dice había llegado en remotos tiempos a las playas de los primitivos Guanches, considerados los últimos sobrevivientes de la desaparecida At-lántida, refugiados en oquedades de las rocas y grutas subterráneas de las islas, donde por me-dio de las vestales del sol le rendían culto re-presentada en una sirena, hija del dios de los océanos (Poseidón) y la diosa de la tierra (Gea).

La designación llega a tierras americanas en la conquista del Perú, luego que Pizarro haciendo escala en Tenerife retorna al Nuevo Mundo provisto por los títulos extendidos por la Corona para adueñarse de toda la riqueza que halle a su paso, sin compartirla con sus socios, pues todos los privilegios que le en-cargaran los había hecho registrar a su nom-bre. Se cuenta que en pleno Caribe, durante el penúltimo viaje en compañía de apenas 13 soldados, Pizarro había recibido las primeras noticias de un vasto reino sobreviviente de la Atl-Antis, situado hacia el sur, cuyos tesoros eran custodiadas en una alta laguna rodeada de montañas por una deidad sireniforme.

De esta manera, a los pocos días de caída Cajamarca envía los primeros soldados hispa-nos hacia la región del Titicaca, pero a su paso solamente encuentran recintos abandonados y desprovistos de orfebrería aurea, contando la leyenda que los amautas anoticiados por la lle-gada de los intrusos escondieron sus tesoros en las aguas del lago. Por otro lado, hay noticias que desde la isla Española dos de los doce após-toles franciscanos pasaron a Cajamarca y luego de conversar con los dominicos en la celda de Atahuallpa, se dirigieron hacia orillas del Titi-caca, donde con los sacerdotes nativos perse-guidos por Atahuallpa establecieron la prime-ra comunidad cristiana del continente austral.

En el calendario ltúrgico, cada 2 de febre-ro se celebra la fiesta de la Purificación, que en la región del Titicaca corresponde a la Candelaria de Copacabana, en cuyo templo se fundó aquella comunidad conocida como de las Tres Cruces o Miserere, por las religio-

sidades que firmaron aquel acuerdo: la ayma-ra, inca y cristiana.

Al estallar las terribles rebeliones en los ricos yacimientos mineralógicos de Laicaco-ta (como antes se llamara Puno), para contro-lar la situación el virrey Conde de Lemus tuvo que trasladar un ejército que arrasó la pobla-ción con más de tres mil viviendas y ejecutó a más de un centenar de los cabecillas rebeldes, fundando el 4 de noviembre de 1668 la nue-va ciudad de Puno, antecedida con el nombre de San Carlos en homenaje al rey. Sin embar-go, tras infructuoso periodo de pacificación de cerca de dos años, el Virrey decidió visitar con toda su corte la vecina población de Co-pacabana, atraído por la fama milagrosa de la Patrona del lago, y poco después hizo traer de España arquitectos para en señal de gratitud edificar el majestuoso Santuario (excesivo en dimensiones para el pequeño villorio de en-tonces) que perdura hasta hoy.

Pronto la fama de la Candelaria de Copaca-bana cunde a la vecina población de Puno (en-tonces bajo juridicción de Chuquiago), donde a finales del siglo XVIII se la entroniza como Pa-trona de la hoy capital lacustre del Perú, tras-

ladando desde la vecina población de Salcedo una imagen al Parque Pino, en pleno centro de la ciudad, con acompañamiento de sicuris y danzas autóctonas muy propias de la región.

Sin embargo, al alcanzar realce la festividad del 2 de febrero, desde mediados del siglo pa-sado se comenzó a contratar grupos de baile y vientos metálicos procedentes del Carnaval de Oruro, que por afinidad étnica causaron verdadera sensación, sentando la tradición de invitarlos en versiones sucesivas. Entre otras danzas se hallaba la Diablada, que dio origen a grupos locales en Puno y Juliaca con trajes comprados o alquilados en talleres artesana-les bolivianos, para luego trasladar a los mis-mos artesanos para que confeccionen allá esas prendas, recordándose al taller “El quirquin-cho” de Luis Trujillo como uno de los primeros.

Mientras voces aisladas todavía pretenden sostener que la Candelaria de Puno mantie-ne prelacía sobre la de Copacabana, la Cróni-ca de Guaman Poma firmada el 1ro. de enero de 1613 después de tres décadas de acopio, si-túa la primera aparición de la Virgen María durante la sublevación de Manco Inca en el Cusco con el nombre de “Copacabana” (o de la Peña de Francia); proviniendo por tanto de ella todas las demás tanto en Perú como Boli-via, incluidas las Candelarias del Socavón, Sa-baya, Urcupiña, Aiquile, Tipuani o Coroico…

Otra festividad muy valorada en la pobla-ción fronteriza, es la auténticamente paceña del Ekeko o diosecillo de la abundancia que se origina durante el cerco de Túpac Katari (1781), cuando entre españoles y criollos mu-rieron más de 10.000 personas, víctimas del hambre, sed y pestes a causa del prolongado desabastecimiento de más de siete meses. La leyenda cuenta que este personaje de peque-ñas dimensiones, ingresaba en las chozas in-dígenas para dejarles pequeños bultos con mi-niaturas que bendecidas se multiplicaban o hacían realidad, permitiéndoles sobrevivir a las penurias y privaciones

En recordación del hecho, con la venta de gran variedad de artesanías en miniatura, co-mida, pastelería y golosinas, en diversas fechas y ciudades del país todos los años se conmemo-ra la feria de Alasita (comprame, en aymara), que merced a los residentes bolivianos en el ex-terior se ha extendido a numerosas ciudades del mundo, sin que por esta circunstancia pier-da su esencia genuinamente boliviana…

Algo más que etimologías: CandelariaLA HISTORIA DE ESTA VIRGEN EN-CUENTRA SUS ORÍGENES EN PIZA-RRO Y EL LAGO TITICACA.

Marcelo Arduz RuizEscritor

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