la esquina 23-08-15

8
‘BOQUERÓN’: CINE HECHO A PURO PULMÓN EL ESTRENO DE UN LARGOMETRAJE BOLIVIANO SIEMPRE TRAE CONSIGO UNA SERIE DE REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO DEL CINE EN EL PAÍS, MÁS AÚN SI EL FILME ABORDA UN HECHO TAN TRASCENDENTAL COMO LA GUERRA DEL CHACO. CONSAGRADA PACHAMAMA LA HISTORIA DE LA PACHAMAMA SE ENMARCA DENTRO DE LA LARGA LISTA DE TRADICIONES QUE DAN LUGAR A MITOS CREACIONISTAS, EXPLICANDO DE DÓNDE VENIMOS Y PROYECTANDO UNA LUZ SOBRE EL SENDERO DE NUESTRO DESTINO. AGOSTO, EL MES DE ESTA DEIDAD, ES OBJETO DE INVOCACIÓN Y AGRADECIMIENTO. 3 8 DOMINGO | 23 de agosto de 2015 | año 6 | N° 299 Boquerón

Upload: cambio20

Post on 23-Jul-2016

226 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: La Esquina 23-08-15

‘BOQUERÓN’: CINE HECHO A PURO PULMÓN

EL ESTRENO DE UN LARGOMETRAJE BOLIVIANO SIEMPRE TRAE CONSIGO UNA SERIE DE REFLEXIONES SOBRE EL ESTADO DEL CINE EN EL PAÍS, MÁS AÚN SI EL FILME ABORDA UN HECHO TAN TRASCENDENTAL COMO LA GUERRA DEL CHACO.

CONSAGRADA PACHAMAMA

LA HISTORIA DE LA PACHAMAMA SE ENMARCA DENTRO DE LA LARGA LISTA DE TRADICIONES QUE DAN LUGAR A MITOS CREACIONISTAS, EXPLICANDO DE DÓNDE VENIMOS Y PROYECTANDO UNA LUZ SOBRE EL SENDERO DE NUESTRO DESTINO. AGOSTO, EL MES DE ESTA DEIDAD, ES OBJETO DE INVOCACIÓN Y AGRADECIMIENTO.

3

8

DOMINGO | 23 de agosto de 2015 | año 6 | N° 299

Boqu

erón

Page 2: La Esquina 23-08-15

2 Domingo 23 de agosto de 2015

Un revés al futuro de la poesía boliviana

PRÓTESIS

Me alimento por mi cuenta,

abro enlatados con una mano:

¡voilà!

y limpio el piso dando saltitos en

un pie.

Cualquiera diría que soy un héroe

de la pantalla chica,

hijo de una voluntad hercúlea en

tiempos de acero.

Pero soy un artista, dibujo con

destreza ángeles arcabuceros,

les doy volumen y espíritu sin más

ayudante

que una muñeca, bailarina

equilibrada.

Nadie se atrevería a descoser la

suficiencia

que completa mi mirada de luna

voluble,

y observaría el brazo que me

cuelga como florero del terror

o nota desencajada.

Fue fácil aprender a saludar de

nuevo

— pasarme a la izquierda — la

Tenía 32 años de edad y cursaba un doctorado de folosofía en Chile. En 2007 publicó Fábulas de una caída, poemario con el que ganó el Premio Nacional de Poesía Petrobras, empezando a mostrar una fresca renova-ción en la poesía nacional. En el área de lingüística, publicó Una aproxi-mación a la gramática de la lengua mojeño-trinitaria.Unos días antes de su muerte, la cruceña Emma Villazón participó de la Feria del Libro de La Paz, donde habló sobre su obra y la poesía en Bolivia. En la ocasión, reflexionó sobre el augurioso futuro de este géne-ro en el país, un futuro del que ella ya era parte activa, pero que se vio truncado por problemas de salud, dejando a su fertil generación sin una de sus más destacadas representantes.

gente desviaba

mi lado negro, mi lado enano, mi

lado

monkosh , mi caminar no natural.

Los ojos

se saltaban la pérdida, el

impedimento,

y yo me fui con ellos: conseguí un

cómodo velo

para ocultar mi dificultad, un

manto brillante

importado, suizo, y me uniformé

al amor.

Con él puedo hablar, es en

realidad

mi lengua adoptiva: un

instrumento salvador.

Los dedos tiesos no tienen rechazo

en las chicas,

con ellos cuento billetes y toco

hendiduras

profundas, fronteras apasionantes

de pétalos nocturnos.

Aunque mi voz, mi voz,

no deja de ser un simulacro.

(Emma Villazón)

lgunas personas tienen la afición de reunir un canon de obras completas de tal o cual autor. De la misma forma, existe un correspondiente accionar editorial que responde a este primer impulso humano, ofre-ciendo al público, en bandeja de plata, una interesan-

te variedad de colecciones.Este hábito quizás obedece más al espíritu del coleccionista,

quien más allá de realmente leer los textos que llegan a sus ma-nos, tiene una singular manía de adquirir títulos considerados “infaltables en cualquier biblioteca”, para gozar de ellos o alar-dear de la adquisición.

Sin duda, cualquier colección de este tipo embellece una bibliote-ca, más aún cuando estas selecciones se confeccionan con especial cuidado, principalmente en el ámbito estético de la publicación.

No hay comparación entre una docena de libros de distintos editoriales, tamaños y líneas gráficas, con la colección X o Y de obras completas de fulanito. Incluso, la colección es más sencilla de conseguir. No hay más que investigar un poco, quizás hacer al-gún pedido y listo. Si las condiciones son favorables se encontra-rán y adquirirán los libros en cuestión, a diferencia de la adqui-sición paulatina de textos, mes tras mes, año tras año, buscando en uno y otro lugar hasta el último libro escrito por el autor (de nuestras penas).

El verdadero valor de una u otra adquisición, dependerá del uso final que se le dé. Es un poco triste ver una biblioteca que nadie lee. Muy ordenada, con varias de estas colecciones, en una sala cuya funcionalidad está más relacionada con ser un espacio de reuniones que un lugar de lectura. Una determinada y suficiente cantidad de polvo (ni mucho ni poco, dando cuenta que el lugar se limpia con regularidad, pero sólo para que se vea bien) es el indicio final para deducir que una biblioteca es más un adorno que una parte activa de una casa.

Por otra parte, el otro lector, que adquirió las obras completas tomo por tomo, lleva a delante la búsqueda junto con sus lectu-ras, como si un texto le podría llevar al otro, identificando al “libro pródigo”entre las pilas de libros usados o escondido en las partes bajas de los muebles de las librerías, mediante un inexplicable mag-netismo o fruto de una feliz coincidencia.

Más allá del uso que se les dé (bueno, malo o el adjetivo que se pueda adecuar), lo que siempre será motivo de alegría será saber que hay gente que anda en búsqueda de estas obras completas, dan-do cuenta del siempre buen estado de salud del libro impreso.

El hallazgo de una colección (o su conclusión), aunque no ne-cesariamente produzca especialistas en un determinado escritor, al menos producirá bibliotecas muy bonitas, o por lo menos, muy completas.

Obras completas

DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera [email protected]

Colaboradores: Marcelo Arduz Víctor Montoya Claudio Sánchez Juan Cori Ch.

Escriben en este número:Iván Prado Sejas Marcelo Arduz Claudio SánchezVíctor Montoya

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

A

habl

arde

cier

tasc

osas

.blo

gspo

t.com

Page 3: La Esquina 23-08-15

3Domingo 23 de agosto

de 2015

Boquerón: una ojeada al cine boliviano de hoy

A BOLIVIA LE SIGUE FALTANDO UNA PELÍCULA QUE PONGA EN VALOR LA HISTORIA Y LITERATURA SOBRE LA GUERRA DEL CHACO

Claudio Sánchez Crítico de cine

AUDIOVISUAL

El estreno de una película nacional suscita un peculiar interés. Si ade-más, el largometraje en cuestión recupera la memoria colectiva, se vuelve casi imprescindible para

cualquier ciudadano. Quizás sea este el ma-yor aporte de Boquerón - la nueva película de Tonchy Antezana - a la cinematografía boli-viana de hoy, la “posible” recuperación de un público cautivo de nuestro cine.

A Bolivia le hacía falta aquel largometraje de ficción que pusiera en valor la historia oral y la literatura sobre el conflicto del Chaco. Lo que se constata ahora es que le sigue hacien-do falta aquella película. Es decir, el proyecto de Antezana no responde a esta urgencia por ver la Guerra en la pantalla grande.

La película Boquerón lleva el nombre de un fortín que es también el sinónimo de la re-sistencia. Es el cerco a Boquerón un episodio de la Guerra que les permite, a los belicistas, respirar aliviados cuando se evalúa la perdi-da territorial. ¿Es acaso la película también un pequeño orgullo en este antipático mo-mento de la actual producción nacional, que no deja de producir películas para el olvido?

Antezana apuesta por una obra coral sin roles protagónicos y con muchas historias para contar. Esta inquietud de mostrar el en-cuentro entre bolivianos de diferentes latitu-des no hace más que entorpecer el relato. La intención de mostrar orígenes y clases socia-les diferenciados, unificados por el uniforme boliviano ante el enemigo común, hace aún más dificultoso seguir el hilo narrativo que se altera constantemente con flashbacks que construyen angustias personales superiores al drama existencial de la propia Guerra.

Boquerón es heredera de los efectos espe-ciales de juegos de computadora, los que to-davía no han logrado aparentar la realidad sino evidenciar su artificio, más aún cuando se encuentran insertos en películas que tie-nen estas características: de batallas, muertes, explosiones. Pareciera que bajo la consigna de propiciar al público un par de sacudones se ol-vida que no siempre el fin justifica los medios. Aunque claro, se valora también el tratamien-to de la imagen que procura dar un ambiente de desolación con una paleta de colores que se encuentra en los ocres y que se va oscurecien-do en la medida de que la película avanza; se agradece cierto cuidado de la imagen con una correcta corrección de color que también res-ponde a un artificio mucho menos evidente.

Cuando se trata de escuchar una película, la música cuenta mucho, pero una banda so-nora no es sólo un par de piezas bien logra-das, es saber también cuándo y cómo inser-tarlas de forma tal que acompañen la escena. En la película se escucha mucha música, que intenta darle un sentido épico al relato, y sin embargo este acompañamiento musical está tan fuera de lugar que más bien hace ruido, teniendo en cuenta además que no se integra a la banda sonora como un concepto paralelo, sino que se separa de lo que vemos y se dis-tancia sin una intención estética sino como una arbitrariedad, una decisión caprichosa para recordar que estamos ante el fragor de la batalla, ante el heroísmo de los soldados.

Con tantos planos fijos sobre un cielo que intenta demostrar el paso del tiempo, se dila-

ta un relato que no consigue articularse de tal modo que permita consolidar un tempo. La película aprovecha la connotación de Boque-rón e intenta reconstruir un pasaje de la his-toria militar. Sin embargo, el escenario de este largometraje podría ser cualquier otro episo-dio bélico, podría ser cualquier otra trinchera, en cualquier otro país del mundo, no por su universalidad temática sino por lo desprovisto que se encuentra de un discurso político. Más allá de la reflexión textual sobre la inutilidad

de la Guerra, no hay una preocupación sobre ese “estar ahí” de los combatientes.

Si de algún modo se ha dado a conocer la atrocidad de la guerra en el siglo XX y por su-puesto en estos primeros años del XXI, es gra-cias al cine. Boquerón permite que las genera-ciones que conocen lo que fue la guerra por la oralidad y textualidad de nuestra historia pue-dan ahora poner imágenes a ese episodio fun-dacional del país. Al menos ahora se podrá va-lorar lo sucedido desde la pantalla. Desprovista de un sentido pedagógico, cuestión que se agra-dece, la película de Antezana recurre más bien a la emotividad de sus personajes para poder ver desde la distancia lo que padecieron quie-nes se enfrentaron no sólo a un ejército enemi-go, sino a la hostilidad del clima y el terreno.

Con Boquerón volvemos a preguntarnos por el estado del cine boliviano. Un cine hecho a puro pulmón, con lo que esto conlleva, la im-posibilidad de hacer sostenible la producción continua en el tiempo. Falta de oficio en acto-res frente a las cámaras, irregularidades técni-cas, necesidad de tener que realizar trabajos de posproducción fuera del país, y un rosario de cuestiones que van en detrimento del actual cine nacional. Sorprende entonces la voluntad y la pasión de los realizadores por seguir con-tando historias a pesar de todas las adversida-des. Es esta urgencia de narrar, desde las imá-genes en movimiento, lo que se valora como emprendimientos que mantienen vivo al cine boliviano, del cual poco queda como concepto.

1.- Uno de los afiches del filme en el que se ve a uno de los protagonistas cuya historia es contada en la película.2.- Toma del filme que refleja el instante mismo de una batalla.

2

1Fo

tos:

Boqu

erón

Page 4: La Esquina 23-08-15

Las jóvenes letras fantásticas de Ana Triveño

“LA FANTASÍA, EN MI OPINIÓN, PUEDE METAFORIZAR NUESTRA REALIDAD DE UNA MANERA MÁS ORIGINAL Y PROFUNDA.

Iván Prado Sejas Escritor y presidente del PEN Cochabamba

LITERATURA

Ana Triveño Gutiérrez es una escritora que recorre exitosa-mente por la literatura fantás-tica, habiendo producido hasta el presente seis novelas dirigi-

das principalmente a los jóvenes. Su fuer-te es la narrativa desde la vertiente de la fantasía como tal, empleando a una gama de personajes que hacen parte de esta tradi-ción, añadiendo otros de su propia cosecha. Anita, como ella prefiere que la llamen, es toda una promesa para la narrativa bolivia-na de este género.

Iván Prado S.- ¿Cómo descubriste lo fantástico y en qué momento o circunstancias sentiste que la literatura fantástica empezó a ser parte de tu vida?Ana Triveño.- Uno de los primeros li-

bros de cuentos que llegó a mis manos, cuando era niña, fue una antología de cuentos fantásticos, llena de personajes como brujas, magos, hadas, y ese tipo de personajes. Desde esa edad ya me daba cu-riosidad el tema de lo sobrenatural y cada vez que buscaba algo nuevo que leer pro-curaba buscar una lectura con elementos relacionados. Poco después, cuando co-mencé a escribir mis propios cuentos y re-latos, noté que siempre abordaba algo so-brenatural, algo fantástico o maravilloso que chocaba con nuestra realidad. Es un tema que se me hace sumamente intere-

sante y a través del que podemos expresar de maneras más originales nuestros sen-timientos del día a día.

I.P.S.- Eres una de las pocas escritoras jóvenes en el país que ha producido varias obras de fantasía de envergadura en poco tiempo. ¿Ésta producción es fruto de tu propia iniciativa o es el lector quien te lo exige?A.T.- Me alegra mucho decir que es

por iniciativa propia, aunque mis lecto-res también me lo exigen. Debido a que me gusta mucho leer y escribir, siempre estoy activa en cuanto a ideas. Se me fa-cilita mucho la escritura cuando estoy motivada, así que lo atribuyo más a un ciclo. Publico algo, veo que les gusta, e inmediatamente quiero continuar con mis obras. Más que sentirme presionada, me siento llamada.

I.P.S.- ¿Cuánto de ti se proyecta en tus obras?A.T.- Eso no podría definirlo precisamen-

te yo. Al comienzo estaba convencida de que todo era ajeno, pero luego me hicieron notar varias características que compartía con mis personajes o con las ideas plasmadas en mis novelas. Yo estimo que sí, inevitablemente, hay una proyección de mí en mis obras, aun-que no estoy segura —me asusta descubrir-lo— del cuánto.

I.P.S.- No es fácil abrirse camino en el campo de la narrativa fantástica, ¿qué escollos has tenido que enfrentar a lo largo de tu carrera como escritora?A.T.- Al menos durante mis primeros tres

libros, todavía no me veía como una escrito-ra. Creo que esa concepción tardía evitó que me dejara afectar por conflictos que tal vez a otros escritores los detiene. He recibido varias críticas, tanto buenas como malas, pero no dejo que ni una ni otra me afecte. No me dejo aplastar por malas críticas o críticas destruc-tivas, así como tampoco dejo que una buena crítica se me suba a la cabeza. Me mantengo lo más neutra posible en estos temas y así, mi desarrollo como escritora es un proceso del que soy yo misma quien toma las riendas.

I.P.S.- ¿Cómo ha evolucionado tu obra en el transcurso de los años?A.T.- Me he arriesgado más hacia lo

fantástico. Mis primeras obras contenían personajes con algún fenómeno sobrena-tural no extremo, pero en las últimas ya me adentro a un mundo lleno de criaturas nuevas, tanto clásicas como de mi propia creación. Sé que no a todos mis lectores les

gustará mucho el rumbo que he decidido tomar, sin embargo, sé también que mu-chos lo disfrutan al igual que yo. Es lo que quiero escribir, lo que me motiva a escri-bir. Por eso, los riesgos que tomo son míos, y me siento feliz al tomarlos.

I.P.S.- ¿Qué autores han influenciado más en ti como escritora?A.T.- Muchos, desde luego. No obstan-

te, creo que mis influencias principales son Anne Rice y Stephen King, por lo mucho que me gustan ambos autores. Ni siquiera son au-tores que pertenezcan al mismo género, pero los respeto a ambos por igual.

I.P.S.- ¿Qué nos puedes decir acerca de tu producción literaria y por qué se focaliza más en la fantasía?A.T.- La fantasía, en mi opinión, puede me-

taforizar nuestra realidad de una manera más original y profunda. Me gusta demostrar problemáticas existencialistas a través de mis criaturas sobrenaturales. Todas mis obras es-tán conectadas. Pueden leerse por separado o armar todo un universo leyéndolas todas por-que es lo que me gusta hacer, crear un uni-verso en expansión.

Personajes clásico de la narrativa fantástica (hombre lobo, gárgola y otros) son frecuentes en las obras de Triveño.

Page 5: La Esquina 23-08-15

4-5Domingo 23 de agosto

de 2015

Las jóvenes letras fantásticas de Ana Triveño

“LA FANTASÍA, EN MI OPINIÓN, PUEDE METAFORIZAR NUESTRA REALIDAD DE UNA MANERA MÁS ORIGINAL Y PROFUNDA.

gustará mucho el rumbo que he decidido tomar, sin embargo, sé también que mu-chos lo disfrutan al igual que yo. Es lo que quiero escribir, lo que me motiva a escri-bir. Por eso, los riesgos que tomo son míos, y me siento feliz al tomarlos.

I.P.S.- ¿Qué autores han influenciado más en ti como escritora?A.T.- Muchos, desde luego. No obstan-

te, creo que mis influencias principales son Anne Rice y Stephen King, por lo mucho que me gustan ambos autores. Ni siquiera son au-tores que pertenezcan al mismo género, pero los respeto a ambos por igual.

I.P.S.- ¿Qué nos puedes decir acerca de tu producción literaria y por qué se focaliza más en la fantasía?A.T.- La fantasía, en mi opinión, puede me-

taforizar nuestra realidad de una manera más original y profunda. Me gusta demostrar problemáticas existencialistas a través de mis criaturas sobrenaturales. Todas mis obras es-tán conectadas. Pueden leerse por separado o armar todo un universo leyéndolas todas por-que es lo que me gusta hacer, crear un uni-verso en expansión.

I.P.S.- ¿De las distintas novelas que has producido con cuál te identificas más? ¿Y por qué?A.T.- Es difícil decidirme por una. Tendría

que elegir al menos dos: Sibelle para Benja-mín y Canciones del Corazón Mojado. La pri-mera porque el protagonista es una gárgola que renace como hombre en nuestro mundo, entonces recién va aprendiendo cómo son los humanos. Es como un niño inocente, mi gár-gola. La mayoría de mis conocidos me ven de la misma manera. Y la segunda obra, porque hablo sobre la importancia de sentir y dejarse empapar por tus emociones. De mantener tu corazón como una esponja que se moja y re-tiene. Creo que es algo que todos deberían te-ner presente, no tener un corazón de piedra.

I.P.S.- ¿Cómo surgió la idea de la saga El Devorador de Almas?A.T.- Justamente con mi inquietud ante el

protegerse del dolor en el corazón. Veía que a veces las personas tendemos a cerrarnos para evitar que nos lastimen, que fingimos no sen-tir nada o negamos todo. Eso no es saludable, nosotros deberíamos aprovechar el vivir co-sas, dejarnos llevar por lo que sentimos. Dis-frutar del amor, de la amistad, del entusias-

mo, hasta de nuestro egoísmo. Deberíamos liberarnos y aprender a lidiar con todo, no solo refugiarnos al levantar murallas entre nosotros y el mundo.

I.P.S.- Tu último lanzamiento es Recuerdos del Corazón Perdido, ¿qué nos puedes decir al respecto de esta obra?A.T.- Fue también otro riesgo que decidí to-

mar. Si bien con el libro anterior abordé de forma mucho más explícita el mundo sobre-natural, con esta obra me aventuro también a cambiar los estándares de la pareja principal. En mi libro, mis protagonistas son un espíri-tu llamado Geppe y un hombre lobo llamado Gabriel. Ambos se apoyan entre sí y forman una amistad que poco a poco va transfor-mándose en romance. Tener una pareja ho-mosexual en mis obras siempre fue una de mis metas. Lo hice de forma suave, aunque eso no minimiza el riesgo que decidí tomar para un público conocido como conservador.

I.P.S.- ¿Cuál fue la recepción del lector para esta obra?A.T.- Hasta ahora creo que fue positiva. Los

comentarios que he recibido han sido de feli-citación y agradecimiento por tocar el tema de la homosexualidad. Algunos se limitan a decirme que les ha gustado o que se han con-movido. No he recibido comentarios de desa-grado o de esa naturaleza. Sé que van a llegar, pero no es lo importante para mí. Realmente

espero haber marcado cierto nivel de toleran-cia en mis lectores más jóvenes en relación con este tema. Si he logrado evitar la homofo-bia al menos en alguno, me doy por servida.

I.P.S.- ¿Cómo ves la narrativa fantástica en Bolivia de aquí a 10 años?A.T.- Rica. Sin duda estamos en tiempos

del auge de la narrativa fantástica y la ciencia ficción. Como que son temas que se están po-niendo de moda, así que todo el mundo quie-re escribir sobre eso. En Bolivia nos destacá-bamos por ser más políticos, donde la novela que más abundaba era la social o la histórica. Ahora estamos comenzando una etapa que creo enriquecerá nuestra manera de pensar, en más de un aspecto.

I.P.S.- ¿Qué proyectos tienes para el futuro?A.T.- Me interesa comenzar a desarrollar

mis propias criaturas. Quiero crear persona-jes diferentes, únicos, que sean tan acogidos como son los más populares como los vampi-ros o los hombres lobo. Quiero escribir sobre más cazadores de sombras, devoradores de al-mas, gárgolas con aspecto de hombre y perso-nas que reciben un don especial que les per-mite cambiar algún hecho importante para ellas o sus seres queridos. Comencé a escribir porque quería demostrar que el humano pue-de dar lo mejor de sí de forma desinteresada. Ciertamente, en mis proyectos futuros, eso no va a cambiar

Page 6: La Esquina 23-08-15

6 Domingo 23 de agosto de 2015

Recordando a Jaime Saenz

RECORRER ESTA DISTANCIA

X

En las profundidades del mundo existen espacios muy grandes

−un vacío presidido por el propio vacío,

que es causa y origen del terror primordial, del pensamiento

y del eco.

Existen honduras inimaginables, concavidades ante cuya

fascinación, ante cuyo encantamiento,

seguramente uno se quedaría muerto.

Ruidos que seguramente uno desearía escuchar, formas y

visiones que seguramente uno desearía mirar,

cosas que seguramente uno desearía tocar, revelaciones que

seguramente uno desearía conocer,

quién sabe con qué secreto deseo, de llegar a saber quién

sabe qué.

En el ánima substancial, de la sincronía y de la duración del

mundo,

que se interna en el abismo en que comenzó la creación del

mundo y que se hunde en la médula del mundo,

se hace perceptible un olor, que podrás reconocer

fácilmente, por no haber conocido otro semejante;

el olor de verdad, es sólo olor, el olor del abismo −y tendrás

que conocerlo.

Un 16 de agosto de 1986, moría uno de los más importantes representaes de la literatura boliviana: Jaime Saenz. No sólo su obra escrita influyó de manera determinante en las letras posteriores (así como en otras artes), sino su vida como tal, estrechamente ligada con el romanticismo, la noche, el alcohol y la muerte.De uno de sus textos más conocidos, Recorrer esta distancia, se desprende este fragmento que sin-tetiza el estilo y las temáticas que tan bien empleaba el escritor.

Pues tan sólo cuando hayas llegado a conocerlo te será

posible comprender cómo así era cierto que la

sabiduría consiste en la falta de aire.

En la oscuridad profunda del mundo ha de darse la

sabiduría; en los reinos herméticos del ánima;

en las vecindades del fuego y en el fuego mismo, en que el

mismo fuego junto con el aire es devorado por la

oscuridad.

Y es por lo que nadie tiene idea del abismo, y por lo que

nadie ha conocido el abismo ni ha sentido el olor del

abismo,

por lo que no se puede hablar de sabiduría entre los

hombres, entre los vivos.

Mientras viva, el hombre no podrá comprender el mundo; el

hombre ignora que mientras no deje de vivir no será

sabio.

Tiene aprensión por todo cuanto linda con lo sabio; en

cuanto no pueda comprender, ya desconfía

−no comprende otra cosa que no sea el vivir.

Y yo digo que uno debería procurar estar muerto.

Cueste lo que cueste, antes de morir. Uno tendría que hacer

todo lo posible por estar muerto.

Las aguas te lo dicen −el fuego, el aire y la luz, con claro

lenguaje.

Estar muerto.

El amor te lo dice, el mundo y las cosas todas, estar muerto.

La oscuridad nada dice. Es todo mutismo.

Hay que pensar en los espacios cerrados. En las bóvedas que

se abren debajo de los mares.

En las cavernas, en las grutas −hay que pensar en las fisuras,

en los antros interminables,

en las tinieblas.

Si piensas en ti, en alma y cuerpo, serás el mundo −en su

interioridad y en sus formas visibles.

Acostúmbrate a pensar en una sola cosa; todo es oscuro.

Lo verdadero, lo real, lo existente; el ser y la esencia, es uno

y oscuro.

Así la oscuridad es la ley del mundo; el fuego alienta la

oscuridad y se apaga −es devorado por ésta.

Yo digo: es necesario pensar en el mundo –el interior del

mundo me da en qué pensar. Soy oscuro.

No me interesa pensar en el mundo más allá de él; la

luz es perturbadora, al igual que el vivir

−tiene carácter transitorio.

Qué tendrá que ver el vivir con la vida; una cosa es el vivir,

y la vida es otra cosa.

Vida y muerte son una misma cosa.

here

dero

sdel

caos

.wor

dpre

ss.c

om

cont

ando

coin

cide

ncia

s.tum

blr.c

om

Page 7: La Esquina 23-08-15

7Domingo 23 de agosto

de 2015

A don Paulino Joaniquina lo co-nocí en un campamento de re-fugiados en Suecia, a mediados de los años 70, pidiéndoles a sus compañeros volver a la patria

prometida, donde estaba la lucha por la dig-nidad, el pan y la justicia.

Don Paulino sabía que, el día en que se en-cendiera la chispa de la revolución, él sería el primero en empuñar el fusil y tomar el ti-món de la nave que conduciría a los oprimi-dos hacia la toma del poder, así fuese nave-gando en sangre.

Don Paulino aprendió a empuñar el fusil tan bien como empuñaba la guitarra; por eso, en los días de fiesta, carnavales, matrimonios y bautizos, los mineros, guardatojo en mano y corazón embriagado, cantaban y bailaban el huayño, la cueca y el bailecito, que don Pauli-no interpretaba en la concertina, el piano, la guitarra, el charango o en el instrumento que tuviera a mano.

Don Paulino era una orquesta andante, de cuyas manos florecía un ramillete de cancio-nes, mientras las lágrimas asomaban a sus ojos y los recuerdos acudían a su mente, gri-tándole que no se olvide de los enfrentamien-tos que libró contra los guardianes de la oli-garquía y las dictaduras militares, a veces, plomo contra dinamita, porque esas histo-rias, además de constituir un testimonio per-sonal, formaban parte de la memoria colecti-va, de esa memoria ausente en las páginas de la historia oficial.

Hasta antes de ser “relocalizado” (eufemis-mo que quiere decir: despedido de la mina y echado a la calle), el año que se impuso el De-creto Supremo 21060, trabajó como perforis-ta en la mina San José de Oruro, hincando el barreno de la máquina Denver contra la roca dura, para luego taladrarla salpicándose la cara con lama y copajira. Sin embargo, a pesar de haber trabajado durante años con la perfo-radora, que lo sacudía de punta a punta, no perdió el pulso para escribir con letra Palmer ni la gracia de hacer bailar sus dedos sobre las teclas del piano y los trastes de la guitarra.

Don Paulino no sacaba la música de los bol-sillos, sino de los secretos del corazón, pues su corazón era como una cajita resonante de sentimientos y melodías, que apenas se abría no se volvía a cerrar. La música estaba metida en sus venas como los filones de estaño en las galerías. Y, claro está, como la música le bullía en la mismísima sangre, le salía desde el fon-

do del corazón y se le escapaba a borbotones por los dedos.

Don Paulino era el minero que conoció la abundancia de niño y la pobreza de adulto. Primero bebió leche de cabra y chupó las pul-pas del carnero. Después bebió la melancolía de la chicha y masticó el polvo de la mina. Así, con los pulmones petrificados por las partícu-las de sílice y la conciencia combativa, se en-frentó a sus enemigos entre discurso y discur-so. Conoció la cárcel, la tortura y el destierro, y por donde anduvo, desgranando su concien-cia traducida en palabras, llevó la música na-cional a cuestas, ejecutando los instrumentos que encontraba a su paso.

Era un placer acompañarlo, porque se can-taba y se contaban historias de mineros, de esos titanes del subsuelo, donde el que no le ch’allaba al Tío ni le rendía pleitesía a la Pa-chamama, no cantaba ni bailaba al ritmo de don Paulino, ya que para él, que aprendió a ejecutar los instrumentos desde chico, la mú-sica y la conciencia eran hermanas mellizas que habitaban en cada hombre. “La música es la mejor expresión estética de los sentimien-

tos –decía–, de los corazones sensibles, y que sólo siendo sensible se puede sentir el dolor humano y detectar la injusticia desde el extre-mo más izquierdo de la izquierda…”.

Cierto día, mientras preparaba su retorno a la patria prometida, al seno de sus compañe-ros “relocalizados”, quienes vivían en los ba-rrios periféricos de las grandes urbes, habló de lucha y música, de sus años como dirigente minero y del exilio que le arrebató a la madre de sus siete hijos. “Así había sido el destino –decía–, triste para unos y alegre para otros…”.

Don Paulino Joaniquina retornó a su na-tal Oruro, pero luego de un tiempo, aqueja-do por un golpe en la cabeza que le atacó al cerebro, y atraído por el cariño de sus hijos que formaron familia en Suecia, volvió a es-tablecerse en la ciudad portuaria de Gotem-burgo, donde terminó sus días tirado en un hospital y, poco después, en un cementerio del país que lo acogió en calidad de “refugia-do político”, lejos de la mina San José y de la tierra prometida, donde el pueblo y sus com-pañeros seguían luchando por conquistar la democracia y la justicia social.

Con la música en las venasPAULINO SACABA SU MÚSICA DEL CORA-ZÓN, QUE ERA COMO UNA CAJITA RESO-NANTE DE SENTIMIENTOS Y MELODÍAS

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

Minero con charango, dibujo de Palapoli.

Víct

or M

onto

ya

Page 8: La Esquina 23-08-15

8 Domingo 23 de agosto de 2015

Del aymara, derivado en quechua, Pacha: palabra primordial que sig-nifica hacedor del mundo, y la voz españolizada mama: madre. Es la diosa de la tierra, esposa y herma-

na de Willka, el sol que la fecunda eternamente para que brinde frutos, reproduzca el ganado y oriente el trabajo de hombres y mujeres hacia el buen vivir (o vivir bien). Engendra vida, fecunda los campos y protege la naturaleza como fuen-te vital de prolongación de la especie. Dentro del espacio-tiempo andino, la Pacha representa la dimensión temporal del continuum pasado-presente-futuro: lo mismo joven y virgen que anciana madre (awichamama), que se renueva sin cesar, brindando cobijo y sustento diario a todos, junto a los achachila (antepasados), por lo cual también se la considera protectora del hogar, la vida familiar y su economía.

Luego de la creación, cuando según la leyen-da el Supremo Hacedor (Wiracocha), desde el Ti-tikaka hace subir a los cielos el Sol, la Luna y las estrellas, aparece como deidad secundaria pro-tectora de la naturaleza. Sin embargo, al pasar su culto al Tawantinsuyo como esposa de Pachajca-maj (principal divinidad inca), que declarándose los monarcas del imperio, descendientes de Inti (“con deficiente integración en la teología solar”, a decir de Barnadas) pierde toda sacralidad, pa-sando la Pachamama de su simple intermediaria a ser ella misma objeto de ofrenda, como divini-dad mayor gestora de la vida.

Un magnifico documental di-fundido en la TV por History Channel, la presenta como la más joven y bella pre-tendiente de los dioses, que tras la derrota que su hermano Pachaca-maj (dios del cielo) in-flige a Huacon (dios del fuego), la pareja reina dichosa en el Ha-nanpacha (orbe de arri-ba) y tiene dos vástagos gemelos (hombre-mujer) que dentro la dualidad an-dina llevan un mismo nom-bre (Willka).

Sin embargo Huacon, llevándose consigo el fuego, con rencor vengativo baja al plano terrenal para quitar el agua y conver-tir la tierra en un desierto, por lo cual Pachaca-maj baja a la región de los Andes, donde en un

nuevo combate lo derrota, pero cuando volvía a su reino en un desfiladero, resbala y cae en un lago cercano a Lima (Lurin) para convertir-se en agua, sumiéndose los cielos en tinieblas con su desaparición.

Pachamama con sus hijos baja a la tierra a buscarlo, sin sospechar el trágico destino que le aguarda al dirigirse hacia el único punto de luz que se distingue entre las sombras, don-

de le aguardaba el terrible Huacon que los cobija, y mientras en-

vía a los niños a traer agua la mata y se la come, pero

como los dioses no mue-ren se transforma en la Madre Tierra, para restablecer en forma de monte la luz en la tierra y los cielos...

Imposibilitada en la nueva condición de socorrer a sus hi-

jos, la Pacha envía un pajarillo que les advier-

te huyan del “Tío” que busca devorarlos, y al llegar

la noche encarga a la zorra los guarezca y alimente en su guarida.

Huacon que los estaba persiguiendo, al pre-guntar la mañana siguiente sobre su paradero al cóndor, el jaguar y la serpiente, estos anima-les (sagrados entre los incas) le dicen que suba a

Algo más que etimologías: PachamamaEL MÍTICO ORIGEN E HISTORIA DE LA HACEDORA DE LA VIDAMarcelo Arduz RuizEscritor

la parte más alta y grite sus nombres para que ellos acudan; pero la tierra tiembla y precipita al dios del fuego en el inframundo. Por su parte, el Padre le los dioses tiende a los gemelos una cuerda de oro para subirlos al cielo convertidos en la pareja sagrada del Sol y la Luna, que inicia la dinastía de los Incas en el plano terreno…

En la capital del Tawantinsuyo, el templo principal de Pachamama se levantó al sur de Cusco, hoy zona Wanchaj, y la fiesta central de la Madre Tierra, llamada Pachamama Raymi, se celebraba cada primero de agosto. En la actua-lidad en el distrito de K’atqa (provincia Quispi-canchis), se realiza una escenografía ritual con la participación de actores profesionales; comen-zando con la convocatoria a los Apus para culmi-nar con la quema del llamado “despacho”. El Dic-cionario enciclopédico del Qosqo (Cusco, 1995), registra que con una convocatoria cercana al millar de personas de diversas comunidades, “es una fiesta conmovedora y de profunda significa-ción religiosa por el fervor de los concurrentes”.

En nuestros días, la Pachamama es objeto de invocación en la mayoría de los rituales andi-nos, consagrándose todo el mes de agosto para realizar ofrendas y ch’allas, que comienzan el primer día de mes seguido por el primer vier-nes, fechas que a decir de los amawtas la tierra se abre y tiene hambre, ofreciéndole mesas para atraer la suerte en los negocios, salud, estudio, amor y viajes; lo mismo que para retribuir los favores recibidos durante el año anterior.

Algunas representaciones artísticas de la Pachamama o Madre Tierra.

imat

wch

.wor

dpre

ss.c

om