la posada del silencio nº 117, curso v
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La posada del silencio
El texto de hoy
Cuando atraviesan áridos
valles los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana los
cubriera de bendiciones
Es posible que alguna de las horas que vivamos sean áridas
pero también es posible que sean una bendición. Si vienen
horas de aridez ya las viviremos.
La vida siempre tiene una fecha y un lugar. El silencio es
este ahora. El silencio es la vida misma. No vivamos nada
que imaginemos, ningún futuro, ningún acontecimiento
que todavía no ha llegado. Sin darnos cuenta adelantamos
las cosas y nos resta posibilidad de vivir esta fecha y este
lugar.
Por eso decimos que la vida es mucha preocupación, es
decir, ocuparse de lo que todavía desconocemos. Pero la
vida en realidad es esto que hay ahora aquí mismo, esta
hora, este silencio, este lugar. No anticipar nada, no adelantar nada. No queráis vivir el futuro.
Dios no es el futuro; él es la vida, es el aquí mismo y ahora mismo, es un eterno aquí, es la totalidad de
este ahora mismo. Es este silencio.
Hoy llega a Granada el Maestro de la Orden.
Bienvenido a esta su casa Fr. Bruno.
VISITA DEL MAESTRO DE LA ORDEN
(GRANADA):
Fr. Francisco García
Esta noche ha terminado, de manera muy amena, como empezó, -cuando llegó procedente de Córdoba y
Alcalá la Real-, la visita de Fr. Bruno, nuestro Maestro de la Orden que anda estos días por nuestra
querida Andalucía. Hombre que impresiona por su capacidad de trabajo, que se impone sesiones
maratonianas, que no tiene prisa para hablar con toda la Comunidad reunida y que por la tarde recibe uno
a uno a los hermanos en fraternal diálogo y para completar la marcha celebra la Eucaristía en el
Monasterio de las Madres Dominicas de Zafra para toda la Familia Dominicana de Granada que le acogen
a él y a su Socio con gran cariño y amabilidad.
Luego, terminada la cena se reúne de nuevo con los frailes y un grupo de Colegiales del Mayor hasta
llegar casi a las doce. Mañana por la mañana a las siete y media sale para Almería. Y será otra vez a
empezar. Es el arduo trabajo de un Maestro.
Se marcha con nuestro agradecimiento, es la VISITA del sucesor de Santo Domingo, es de alguna manera
Santo Domingo confirmando nuestras vidas, compromisos y vocación.
Lo malo de ser fotógrafo es que uno no sale ni de esquina
FLD-Jaén y el Maestro de la OP
Fray Jesús Villa predica en la Catedral
de Valencia en la fiesta de San Vicente
Ferrer
El 28 de abril, fiesta de San Vicente Ferrer en
Valencia, fray Jesús Villa Pérez predicó el sermón en
lengua valenciana en la Catedral. Por su parte, el P.
Provincial recibió al Arzobispo en la Casa Natalicia de
San Vicente Ferrer, que beso la reliquia del santo.
Como viene siendo tradicional, en la Misa Pontifical presidida por el Arzobispo de Valencia, con
motivo de la festividad de san Vicente Ferrer, patrono de la Comunidad Valenciana, predicó en
valenciano un dominico. La Seo mostró una entrada casi completa en este primer acto de la
festividad, a primera hora de la mañana y previo a la ofrenda floral en la Casa Natalicia y la procesión
general de la tarde. En esta ocasión fue el Padre Jesús Villa, quien partió de «torneu a la vida, bona gent»,
palabras escritas en la Biblia de la imagen del santo de una iglesia de Vinalesa y, a partir de esa idea,
señaló la necesidad de que los católicos hagan notar más su presencia, especialmente en todas las
iniciativas de solidaridad con los demás y las ayudas sociales. También animó a «imitar la fuerza y
buenas obras de San Vicente Ferrer ante algunos peligros de los cristianos de hoy y amenazas al bien y
orden moral», como lo que denominó «cansancio o falta de fuerzas para seguir trabajando y dando
testimonio». En su opinión, «a algunos cristianos les falta energía para continuar en el voluntariado o
constancia en las obras de misericordia, y disponibilidad, lo que conduce a la indiferencia». Este es uno
de los empeños de la Iglesia valenciana estos últimos años, que pasa porque los cristianos sean más
visibles, más activos frente a un mundo que «ha perdido muchos valores y es indiferente a la práctica
religiosa, para estimular y reanimar la religiosidad del pueblo», subrayó el dominico en su intervención.
Tras la ceremonia cantaron un grupo de peregrinos procedentes de la parroquia San Vicente Ferrer de
Castell d'Umberto, en Sicilia, quienes cantaron su himno. Por otra parte, la procesión de la tarde presidida
por el Sr. Arzobispo tuvo una de sus principales paradas en la Casa Natalicia de San Vicente. Allí
esperaban a la procesión y al Arzobispo el Prior Provincial, el Prior del Convento de Predicadores y fray
José Antonio Heredia. Fray José Manuel Alcácer, fray José Martínez Marín y fray Alfonso Esponera
participaban en la procesión.
El próximo mes de mayo tendrán lugar las
Asambleas Anuales de Acción Verapaz Centro y
de la Federación Acción Verapaz. Os invitamos a
participar. Aquí podéis leer el orden del día:
Asamblea CONGDCyL 26 abril 2014
Tras la Asamblea General de la CONGDCyL, celebrada el pasado sábado 26 abril, en Salamanca, os
adjuntamos el resumen de acuerdos e informaciones de la Asamblea (ver pdf al final de la noticia).
Igualmente, podéis leer y ver algunas noticias aparecidas sobre la Asamblea en medios de comunicación
en los siguientes enlaces:
Salamanca 24 horas
http://www.salamanca24horas.com/local/109459-las-ong-de-castilla-y-
leon-escogen-salamanca-para-celebrar-su-asamblea-general Salamanca rtv al día
http://salamancartvaldia.es/not/43273/salamanca-anfitriona-solidaria-de-
la-asamblea-general-de-las-ong-de-castilla-y-leon/ El Norte de Castilla – Salamanca
http://www.elnortedecastilla.es/20140427/local/salamanca/recelan-
empresas-sean-verdaderos-201404271229.html
Se trata de una peregrinación a pie entre las localidades de Cercedilla (Madrid) y Segovia en recuerdo del
camino que debió realizar Santo Domingo de Guzmán en diciembre de 1218. Transcurre por el mismo
trazado de la antigua Calzada Romana (de la cual se conserva parte), por lo que coincide con una de las
etapas del Camino de Santiago de Madrid. Un total de 32 km. Con una duración total aproximada de 10
horas (unas 8 horas y media de andadura).
Dos años después de haber sido aprobada la Orden de Predicadores (1216), Santo Domingo emprende
desde Roma un largo viaje por Italia, España y Francia para conocer los lugares donde sus hermanas y
hermanos van a establecer comunidades. En diciembre de 1218, proveniente de Madrid –donde ha
fundado una comunidad de monjas– Domingo llega a Segovia para fundar una comunidad frailes. Nuestra
Predicaminata reproduce la última etapa de este viaje.
No se trata de emular una hazaña de Santo Domingo, sino de buscar sentirse identificado con su espíritu
misionero y predicador: ponerse en camino, salir de donde uno está, para ir en busca de los demás a
llevarles la Palabra de Dios. Por eso, nuestra peregrinación culmina al día siguiente, después de hacer
noche en Segovia, con la celebración de la eucaristía en la Cueva de Santo Domingo donde renovaremos
nuestra vocación y compromiso como predicadores.
Predicaminata es una peregrinación promovida por la Fraternidad Laical de Santo Domingo de Atocha
(Madrid) en colaboración con personas e instituciones de Familia Dominicana.
Sentido de la peregrinación:
Los peregrinos llevarán por turnos el Nuevo Testamento y una cuchara de madera decorativa para
regalársela a las monjas, también en recuerdo de aquel gesto de Santo Domingo con las monjas dominicas
de Roma. Habrá una oración al inicio de la peregrinación y al final. Al día siguiente por la mañana se
celebrará la eucaristía de la Predicación en la Cueva de Santo Domingo.
Fechas:
Comienza el sábado 31 de mayo de 2014 a las 8,30 h. en la estación de tren de Cercedilla. Al día
siguiente, domingo 1 de junio, será la visita y eucaristía en la Cueva de Santo Domingo junto con otros
peregrinos llegados de otras partes de España.
Gastos:
Los gastos previstos, que correrán a cargo de cada peregrino, serían:
Transporte. Billete de tren a Cercedilla y billete de tren (o pago de autocar) para regresar el
domingo después de comer a Madrid.
Alojamiento y desayuno en la ciudad de Segovia
Comida. La comida del día de la peregrinación se lleva en la mochila porque se realiza en ruta.
La cena de ese día y la comida del día siguiente se realizarán en Segovia.
Camiseta de la Predicaminata.
Recomendaciones de preparación y equipamiento:
Se requieren condiciones de salud normales y cierto entrenamiento previo. Como dificultades importantes
sólo tiene los 2 km. de subida del puerto de la Fuenfría por la Calzada Romana y que es una ruta larga,
pero el trazado es, en su mayoría, de descenso suave y continuado desde el puerto hasta Segovia. Es
recomendable que los peregrinos realicen, al menos, dos mañanas de fines de semana previos a caminar
entre cuatro y cuatro horas y media como preparación.
No se requiere un equipamiento más específico que el habitual de montaña. Recordamos que son
importantes los accesorios para protegerse tanto del sol como de la lluvia. Y un calzado (nunca a estrenar)
que sujete bien los tobillos.
Si estás interesado en participar en la peregrinación y
quieres recibir más información, escríbenos a
Predicaminata.
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Vanguardias y Periferias
Vanguardias y periferias es una acción colectiva que tiene lugar en el contexto de un barrio de la
ciudad próximo a la estación de ferrocarril de Atocha, la más grande de España. El ferrocarril en
cuanto camino que comunica nos sirve como metáfora. Realidades que aparentemente transitan
mundos paralelos tales como La Neomudejar (Centro de Artes de vanguardia y residencia de artistas), el
Colegio Virgen de Atocha-FESD, la Basílica Ntra. Sra. de Atocha y el Panteón de hombres Ilustres, van a
conectarse como focos de cultura y pensamiento abiertos a la ciudad. Conformarán raíles y
travesaños que permitan un viaje común para gente diversa preocupada por el sentido y la marcha de
nuestra sociedad. Gente que entienda la cultura, el pensamiento, la religión, el arte o la educación
conectados a la realidad social del momento. Las actividades que se organizan conjuntamente invitan a
subirse sin prejuicios a un mismo tren para recorrer paisajes culturales y realidades creativas o
sociales preocupadas por el rumbo de las personas y los motivos para la esperanza de nuestro
tiempo. Tanto la vanguardia como la periferia tienen un componente de frontera que no comprendemos como
límite sino como oportunidad; no como separación sino como puente entre experiencias y lenguajes
diversos para expresar lo más auténticamente humano. De un modo u otro, casi todos transitamos o
tenemos contacto con las periferias existenciales. Queremos contemplarlas en lo que tienen de positivo.
Escuchar cómo cambian las miradas y percepciones dependiendo del lugar donde uno se sitúa. Transitar
las vanguardias culturales que se hacen portadoras de los valores escondidos en las periferias.
Invitarlas a entrar en el patio de un gran colegio convertido en atrio. Abrir el atrio del templo al
arte contemporáneo en diálogo con el patrimonio cultural vecino. Cuestionar el concepto de periferia
para proponer valores o principios humanos que afiancen un futuro a medida de las aspiraciones más
profundas y los derechos de las personas.
Con nuestros invitados y participantes queremos apoyar a los artistas, escucharnos, ver juntos hacia dónde
apuntan la educación, el pensamiento y las vanguardias culturales en el arte comprometidas con lo social;
qué periferias existenciales están presentes en los artistas y en la ciudad, cómo pueden interactuar para
mejorar la calidad humana de la sociedad ahora y en el futuro.
También puedes consultar y descargar aquí el programa completo en pdf.
Frailes, arte y vanguardia
El Centro de artes La Neomudejar reúnea a más de 20
artistas en un circuito expositivo
'Vanguardias y periferias' indaga en el concepto social
y personal de periferiad
FOTOGALERÍA Religión, cultura y arte
Andrea Nogueira Calvar Madrid 29 ABR 2014 - 18:55 CET
Un visitante fotografía una pieza de Siro López. / carlos rosillo
Un pez abre y cierra la boca mecánicamente. Emite un sonido agónico, casi humano. Se asfixia. Está
fuera del agua, luchando por respirar. Su mirada cristalina permanece fija en un punto infinito. Nunca
llega a morir, su imagen moribunda se repite de manera cíclica. El artefacto visual es parte de la nueva
propuesta colectiva del Centro de artes de vanguardia La Neomudejar. Desde ayer y hasta el 27 de julio la
entidad ofrece un circuito expositivo que indaga en la visión de diferentes artistas sobre las Vanguardias y
Periferias.
Más de 20 creadores nacionales e internacionales han participado en la composición de los tres puntos
expositivos: el centro de artes, el Colegio Virgen de Atocha y la Basílica de Atocha. Tres ejes muy
diferentes unidos por el diálogo entre artistas religiosos y profanos. Cada uno explica con su arte qué
entiende por periferia desde un punto de vista positivo y no marginal. “La vanguardia y la periferia tienen
un componente de frontera que no comprendemos como límite sino como oportunidad; no como
separación sino como puente entre experiencias y lenguajes diversos para expresar lo más auténticamente
humano” explica el padre Xabier, uno de los impulsores de la propuesta.La Neomudejar reclama con esta
temática un nuevo eje Museístico, como prolongación del formado por el paseo del Prado y Recoletos.
Una obra de Siro López sobre el maltrato. / carlos rosillo
Disciplinas como el street art dentro de un colegio, hiperrealismo, instalaciones lumínicas en la Basílica,
escultura, pintura, instalaciones, cine forum, debates y hasta un concierto barroco son sus apuestas.
En la sede de La Neomudejar se encuentra la exposición fija, no por ello menos viva. Un libro se quema
incesante en una pared. Frente a él, el resultado: cenizas. La obra de Carlos Mate muestra elementos que
se transforman, una simbología oscura de objetos dinámicos. Pero hay más. Hiperrealismo a carboncillo
en el que cada pieza cuenta su propia historia; latas que guardan deseos, sueños que son esencia de una
vida; archivos que albergan un cuerpo y su memoria; materias que se descomponen en busca de su propio
espíritu.
Cada creador ha optado por mostrar la parte física, personal o social de su concepción de periferia. Luces,
espejos, texturas, sonidos y colores comparten espacio con el alma del antiguo taller ferroviario en el que
se asienta el centro vanguardista. Algunas propuestas coinciden en la elección del videoarte como canal
de expresión, una técnica fomentada por La Neomudejar. La creadora Julia Juaniz lo lleva más allá y
juega con la superposición de imágenes a través de una pantalla translúcida. Su visión de vanguardia y
periferia habla de fronteras, de bloqueos, pero también de libertad.
Dentro del programa de actividades se incluye la iluminación nocturna de la torre de la Basílica de
Atocha. La intención es hermanarla con la que se encuentra en la Casa Árabe, aunando así la cultura
cristiana y musulmana. Así se configura, a través de la vanguardia, un mapa en el que convergen
diferentes disposiciones artísticas, humanas y espirituales.
Juan Alfayate
Juan Alfayate, Madrid 1971, manipulador plástico en incesante búsqueda del espíritu en que se
descompone la materia y que conforma la verdadera realidad.
Bendecire
Conferencia Santa Catalina
Santa Catalina de Siena, O.P. (1347-1380), laica dominica y Doctora de la
Iglesia
Próxima edición:
VI Conferencia Santa Catalina
¿En qué creen los que creen?
Ponencia de fray Sixto J. Castro OP. Ver página web personal
Miércoles, 8 de Mayo de 2014 - 19:00h.
Salón de Actos del Colegio Virgen de Atocha
(FESD).
Paseo de la Reina Cristina, 4 - Madrid.
Evento en Facebook
Descarga del cartel
La revelación. Acontecimiento
fundamental, contextual y creíble
Autor: Martín GELABERT BALLESTER
Colección: HORIZONTE DOS MIL
Aquí se presenta qué queremos decir los creyentes cuando hablamos de revelación de
Dios. Ésta es afrontada desde tres contextos: la secularización, las religiones y las
ciencias naturales. Por último se presenta la cuestión de la credibilidad, pues la
acogida de la revelación es un acto sensato y razonable
Precio: 22,00 €
Páginas: 282
Año: 2009
ISBN: 978-84-8260-235-6
Nuestra Tierra dará su
fruto. El Espíritu Santo
en el mundo y en la
historia
Autor: María José CARAM
Colección: HORIZONTE DOS MIL
Concebida como una introducción a la
pneumatología, la autora reflexiona sobre la
presencia salvadora del Espíritu Santo en el
mundo y la historia. La obra incluye un capítulo
sobre los signos de los tiempos, en los que se
ofrece una sistematización de esta categoría
teológica. En un apéndice María José Caram
recoge la experiencia del Espíritu en la
religiosidad andina
Precio: 16,00 €
Páginas: 175
Año: 2009
ISBN: 978-84-8260-230-1
Llamado especial por las hermanas Dominicas de
Centro Africa
Martes 29 de Abril de 2014 13:49
Llamado especial de oración y otras formas posibles de solidaridad con las Hermanas de
Centro Africa, especialmente para las “Dominicaines Missionnaires d'Afrique” (Priora
General Sor Antonieta Musengimana), cuyos Conventos y Lugares de Misión han sido
asaltados por los movimientos anticristianos. Las hermanas han denunciado que su
Convento y su Clínica han sido estropeadas y saqueadas y que tuvieron que huir hacia
Comunidades Cristianas más seguras.
Alcune immagini della beatificazione di
P. Giuseppe Girotti o.p.
Actualizado El martes
Un servo di Dio... (Alba 26 aprile 2014)
Testimonio de Carmen Serrano y
Roberto Delmas
Con el Concilio Vaticano II, los laicos recibimos un aviso nítido de lo que la Iglesia
necesita de nosotros y nosotros, los laicos dominicos, tenemos desde hace casi
ochocientos años el encargo de nuestro padre Santo Domingo de hacer efectiva la
orden evangélica de ser “luz del mundo” y “sal de la tierra”.
Ante estas expectativas, ¿cómo y dónde tenemos que actuar?: cómo, dando un testimonio nítido de
nuestra fe en medio de la sociedad en la que nos desenvolvemos, dejando a un lado los prejuicios que nos
puedan influenciar, de una sociedad a veces descreída pero que sabemos que también en ciertos
momentos busca la Verdad para orientar su vida hacia una meta más racional y más de acuerdo con unos
valores morales y evangélicos.
Ante este reto, los laicos dominicos tenemos que estar preparados para dar testimonio de vida y dar
respuesta rápida cuando oímos o vemos cuestiones que están en abierta contradicción con esos valores
morales o evangélicos a los que hemos hecho mención anteriormente, y esta preparación no es otra cosa
que oración para pedir discernimiento y formación que son unos de los pilares de nuestro carisma,
formación que mas que intelectual, debe conseguir que nos posicionemos con la visión y el punto de vista
que la Iglesia tiene respecto a problemas de actualidad y problemas de siempre y con oración, porque sin
ella nada podremos hacer.
A nosotros como matrimonio dominico, el estar unidos a la Orden de Predicadores nos ha supuesto una
ayuda inestimable en la educación de una familia de cinco hijos y diez nietos -hasta el momento- donde
repetimos, que predicando con el ejemplo pero también con la palabra en los momentos oportunos, les ha
proporcionado una formación cristiana de un valor inestimable para andar por la vida. Hemos pretendido,
también, que nuestros amigos -al margen de los que forman nuestra fraternidad y familia dominicana-
vean en este matrimonio dominico al menos el esfuerzo de seguir a Jesucristo con nuestras debilidades y
miserias, sin olvidar que el que llama y obra siempre es El.
Pero el campo es amplio y como nos recuerda el Maestro General en su carta reciente a los laicos
dominicos también podemos hacernos presentes en situaciones como: “…en la responsabilidad
profesional, en el compromiso político o social, en lo concreto de las dificultades conyugales, en el dolor
de las variadas problemáticas de los hijos, en los momentos difíciles de reorientación profesional, en las
dificultades con el empleo, en el paso a la jubilación, en la soledad de la vejez, en donde se plantean los
más urgentes temas de la predicación”.
Cada carisma tiene una Misión que cumplir y el carisma de la Orden de Predicadores no es otro que la
salvación de las almas por medio de la predicación y hacia ese objetivo se deben encaminar nuestros
pasos y dedicación y todo el esfuerzo que dediquemos a esto sabemos que el Señor nos lo compensara al
“ciento por uno”.
Seguimos a Cristo resucitado, Él va delante de todos. Nosotros somos sus humildes compañeros de viaje
y así nos presentamos ante vosotros.
”Que la vida de Santo Domingo de Guzmán nos empuje a todos a ser fervientes en la oración, valientes
en vivir la fe y profundamente enamorados de Jesucristo” a quien tenemos que predicar.
Dña. Carmen Serrano, OP y D. Roberto Delmas, OP
Fraternidad de Murcia.
Carta a Dios (Pascua de Toro)
Después de unos meses de intenso trabajo en el laboratorio, y tras una breve visita a mi familia en
Palencia, me senté en el autobús camino hacia Toro. Este año la pascua iba a ser diferente. Este año
dejaba el bullicio y ajetreo de Albarracín y lo cambiaba por la paz y el sosiego del monasterio de las
dominicas contemplativas de Toro. Este año mis compañeros de viaje iban a ser Julia, Maro, Belén,
Moisés, Vicente, Javi (guaponi) y las hermanas. Además, este año era especial porque en junio me iré a
trabajar al extranjero y es posible que no vuelva a compartir una pascua con mis hermanos en varios años.
No estaba triste, al contrario, los emails cruzados la semana anterior y las cosas que se me habían contado
sobre cómo había sido esta pascua años anteriores me hacían tener muchas ganas de empezar a vivirla. Y
Tú lo sabías. Este año esperaba tener más momentos de oración y meditación dedicados a Ti.
La acogida por parte de las monjas no pudo ser mejor. Todas ellas son el amor, la alegría y la calidez
hecha personas. El reencuentro con mis hermanos también fue entrañable. Sonrisas, abrazos, risas,
ponernos al corriente de lo hecho en los últimos meses y de los planes de futuro, empezar a organizarnos
un poco…Todo era perfecto. Además el tiempo acompañaba. Estaba convencida de que iban a ser unos
días muy especiales.
Llegó el jueves. Rezar laudes, pasear, preparar la celebración de la tarde, nervios porque me tocaba
predicar con Javi y yo no había hecho eso nunca, la celebración… se nos pasó el día organizando y
preparando cosas. No hubo un hueco para leer algún texto, meditarlo, comentarlo, hablar de Ti…pero
bueno, no pasaba nada, tenía la esperanza de que al día siguiente haríamos alguna cosa así.
Llegó el viernes, y sin embargo, la dinámica del día se presentaba similar a la del jueves. Y empezó a
embargarme la tristeza. Empezaba a fallarme algo. ¿Decepción, desilusión? Un poco. Las expectativas
que me había hecho de esta pascua no las veía cumplidas. ¿Qué es lo que quería? Aprender, leer y
comentar algún texto, meditar sobre él y encontrar en él y en los comentarios de mis hermanos alguna
idea brillante o iluminadora sobre Ti que me sirviera para llevarlo a mi día a día…después de todo es lo
que llevaba meses buscando. Poder encontrarte en mi trabajo, sentirte entre tanto experimento y tanta
ciencia. Y sin embargo, la dinámica que seguíamos era otra. Y los espacios y lo compartido era diferente
a lo que quería. Aquello no me servía para verte después en el laboratorio. Así que yo no era capaz de
encontrarte, Dios mío. No te sentía en lo que hacíamos. Y al final del día, la luz se apagó y la tiniebla se
adueñó de mi cabeza y mi corazón.
Sábado por la mañana. Tras hablar con la almohada había llegado a la determinación de que tenía que
adaptarme a la dinámica. Lo que hiciéramos, bien estaría. Pero la bruma aún era densa y no era capaz de
verte. Seguía sintiéndote ausente. Seguía buscándote y sólo encontraba silencio. Nada me llenaba. Las
palabras me sonaban vacías. ¿Por qué no te encontraba? Juntos habíamos vivido una cuaresma con
momentos muy intensos, ¿por qué me habías dejado ahora? ¿Dónde estabas?
Pero sólo Tú decides el cuándo y el cómo. Sólo Tú sabes el por qué. Y yo estaba completamente
equivocada de camino. Estaba absurdamente obcecada buscándote donde no estás. Y sólo entonces, en lo
más profundo de la bruma, vacía por completo de todo y sin saber ya qué hacer, abriste mis oídos y
quitaste el velo de mis ojos. Sólo entonces me hiciste ver que no me habías abandonado. Que igual que
durante la cuaresma, habías estado todo el tiempo a mi lado. Habías estado en las hermanas, diciéndome
“estas muy seria, Vero”. Habías estado en Javi, abrazándome durante la penitencial. Habías estado en
Vicente, paseando conmigo y tratando de que descubriera qué es lo que me pasaba. Habías estado en
Julia, necesitando mi ayuda y apoyo con los cantos. Habías estado en Moisés, diciéndome durante la
vigilia que sólo te descubriría en los pequeños detalles. Habías estado en Maro y Belén, conversando y
poniendo la mesa conmigo. Habías estado en mí, en la soledad de mi habitación. Sólo entonces me
recordaste lo que tantas veces he oído y había olvidado: que Tú eres AMOR. Y entonces se disipó la
bruma, se acabó la angustia y disfruté del resto de la vigilia como una niña a la que le han regalado
zapatos nuevos.
“¿Qué es la resurrección para ti?” me preguntó Moi el sábado por la tarde. Mi resurrección fue dejar que
Tu ternura me invadiera, para ver con tus ojos y comprender que lo esencial es cuidar de los hermanos y
disfrutar de las pequeñas cosas. ¿Y entre mis experimentos, donde te encuentro? Ahora lo veo, estás en el
técnico que me prepara las soluciones, en el compañero con el que discuto los resultados, en la tristeza del
amigo al que hay que dar apoyo porque se atascó en su tesis y en la alegría del poder por fin comprender
aquello que tantos quebraderos de cabeza nos dio. Y es que, como dice Hélène Langevin-Joliot (nieta de
Marie Curie), lo importante es ser feliz con la investigación, y si de paso uno puede mejorar un poquito el
mundo con su trabajo, todavía mejor.
Esta pascua no fue en absoluto como yo esperaba de ella…y menos mal que hiciste que no fuera así.
Gracias, Dios mío.
PD. Por cierto, tienes que decirle a Moi, que después de esta…no puede volver a llamarme atea nunca
más. Que aprendí la lección.
Vero Lamas Salamanca
El fundamento del fundamento I
Marina Korotchenko
(reflexiones sobre la “Introducción a la Teología Fundamental”
de Rino Fisichella)
Rostro, mi tormento y congoja,
Yo no pudo ver en esta niebla.
Padre, tuyo nombre de mi boca
Escapó sin fe y sin deseo.
Tu Divino Nombre como ave
De mi corazón salió al viento.
En su frente: nube como nave,
Y detrás: mi ser, vacía celda.
Osip Mandelschtam (1912, Piedra)[1]
Teología Fundamental que recuperó su papel en el corpus de las ciencias
teológicas en el proceso de la renovación efectuada por el Concilio Vaticano II
realmente se convirtió en una columna y fundamento de la Verdad[2]. Su importancia
está explicada y justificada por los grandes teólogos, tanto como por los precursores del
Concilio como Newman y Blondel, tanto y por los padres conciliares entre los cuales se
destacan Rahner y Balthasar. Su desarrollo posterior encuentra su más plena expresión
en las obras de Pannenberg[3] que considera el conocimiento de Dios, la revelación
como la base principal de toda la religión cristiana.
Teología Fundamental se ocupa principalmente de esta base. ¿De qué se trata y
en qué sentido podemos comprender su función y origen? Está obvio que todo el
conocimiento, que cualquier razonamiento siempre están precedidos por el acto de la
directa percepción de objeto, de su noema, Geschalt, de su conocimiento en el sentido
estrictamente fenomenológico como de algo meramente presente que puede ser
comprendido o no, aceptado o no, pero ya está aquí y no podemos negar a su objetiva
realidad. Incluso negándola no hacemos otra cosa que una vez más afirmarla, ya que la
negación de algo supone a su previa recepción y, en cierta medida, su tematización y
conceptualización.
Fisichella acertadamente aprovecha las imágenes catequéticos de la salida del
Desierto y de la entrada en la Tierra Prometida[4]. Debemos ver a Dios, aunque él sea la
columna de nube[5] que guía a nosotros, puesto que sin su llamada y promesa no
tendría sentido ningún movimiento, el Éxodo como tal no podría producirse. Salida es
una doble flecha: de donde y adonde. Así podemos representar la imagen esquemática
de la Teología Fundamental: Hominus Capax Dei quiere trascender a su estado
inmanente y Deus Capaz Homini le guía a través de su llamada, con la columna de luz
en la noche y con la columna de nube en el día.
Nube y Luz son las dos imágenes de la misma verdad. Nuestras dudas y
esperanzas igualmente representan nuestra fe, afirman su existencia desde la más
profunda subjetividad, desde la más íntima realidad humana. Después de la Teología de
Magisterio con su férrea disciplina tomista-aristotélica, donde la unidad entre razón y fe
se comprendía como una simple “yuxtaposición” entre los dos, la fundamental
renovación (aclamada por Dei Verbum) conciliar consiste en el reconocimiento del
contexto de la subjetividad filosófica ( logro principal de Kant y Heidegger) proyectado
teológicamente. Por eso todas las novedades de la teología postconciliar siempre
podemos explicar partiendo de un hecho principal y fundamental: de la encarnación de
Cristo como de la revelación para un hombre concreto e histórico que, de este modo, se
convierte en una revelación continua, en el camino hacia la Tierra Prometida, en el
proceso de conocimiento.
Recuperación de la persona de Jesucristo, de la unidad de revelación y salvación
se percibe en todo corpus teólogo-pastoral. Como sus consecuencias directas podemos
nombrar la importancia de la palabra en la Iglesia, el descubrimiento de nuevo sentido
en la teología bíblica y también la nueva comprensión del próximo que proporciono el
más firme fundamento para el ejercicio de la caridad. Sin embargo, los más importantes
logros habían sido conseguidos especialmente en la ampliación de la influencia
teológica que realmente se convirtió en la verdadera fuerza rectora de la reforma. El
referente teológico, casi perdido y escondido tras la escolástica del magisterio, otra vez
encontró su camino hacia los fieles, su educación catequética y litúrgica, su vida
espiritual.
En este campo la Teología Fundamental, que antes había sido nombrada como la
Apologética o de la Resurrección, aparece unida con la nueva acentualización de la
cristología y de la Teología Bíblica y empieza a desempeñar el papel principal como en
los seminarios para los religiosos, tanto y en las escuelas de teología para los laicos.
Podemos decir metafóricamente que el fundamento había sido reencontrado. Y una de
las consecuencias de este hecho había sido la amplia actualización de las obras
principales de patrística y apologética. En este cauce se desarrollan las investigaciones
relacionadas con los principales textos litúrgicos, con la teología judeocristiana, con las
principales figuras apologéticas y patrísticas de la Tardoantigüedad. Aparte de las obras
ampliamente conocidas como La fe cristiana de H. de Libac, consagrada a la
profundización del Credo, a la Teología de judeocristianismo de J. Danielou que
realmente profundizó y afirmó las principales nociones catequéticas, nos gustaría
recordar los importantes trabajos de F-J. Lozano Sebastián sobre la teología penitencial
en la Hispania visigoda[6], de J. Pinell sobre el origen y desarrollo de los principales
textos litúrgicos pascuales (Exultet)[7], de A. Orbe sobre el gnosticismo e Ireneo de
Lion y de L. Ladaría sobre Hilario de Poitiers y el desarrollo de la teología trinitaria.
[1] Traducción libre nuestra inspirada por el curso del Padre Pedro Panizo
[2] P.Florenski, La columna y el fundamento de la verdad, trad. y ed. P. F-J. López Sáez, Salamanca 2010
[3] P. Castelao, Resumen de los tres primeros capítulos del volumen primero de la “Teología
sistemática” de W. Pannenberg
[4] J. Daniélou, Sacramentum Futuri. Études sur les origines de la typologie biblique, Paris, 1950;
L´entrée dans l´histoire du salut. Baptême et confirmation, Paris, 1967 ; La catequesis de los primeros
siglos, Madrid, 1975 ; Études d´exégèse judéo-chrétienne, Paris, 1966 ; Teología del judeocristianismo,
Madrid, 2004. Como también : F. Michaeli, Le Livre del`Exode. Commentaire de l´Ancien Testament II,
Neuchâtel-Paris, 1974.
[5] Columna de humo según Ambrosio de Milán significa la presencia del Espíritu Santo, por eso ella
también aparece en los momentos de la Anunciación, Ascensión y Trasfiguración. El Verbo Encarnado
como la columna de luz-fuego aparece en la catequesis de Clemente de Alejandría. Vid. Daniélou,
L`entrée dans l´histoire, pp. 100-103.
[6] Isidoro de Sevilla: teología de la penitencia visigoda, Burgos, 1976
[7] . J. Pinell, “Vestigis del lucernari a Occident” , Liturgica 1, Montserrat, 1956; idem “La benedicció
del ciri pascual i els seus textos”, Liturgica 2,Montserrat, 1958
(Continuará)
LA VERGÜENZA DE SER UNOS PADRES MALTRATADOS
Isaura Díaz Figueiredo.
Psicologos, psiquiatras, psicopedagogos, educadores, profesores, madres, padres,
sentimos una gran preocupación por la pérdida de respeto de los adolescentes hacia la
autoridad, vejaciones constantes que cada vez aumenta más en la hogar, hacia los
padres, y la gran necesidad de frenar esta lacra,- la violencia filio-parental-
Pongo un caso real con nombre ficticio
Elena tiene 14 años y una orden de alejamiento de sus padres
Comenta la madre al venir a consulta
-Soy una mala madre, ridícula, me chilla y se avergüenza de mí
A su padre ni le habla, sólo tuerce el gesto cuando coincide con él y murmura
Eres un p…vago de m…no has llegado a ningún sitio en la vida.
Me da empujones, me llama payasa y los hematomas hablan o las fisuras en las
costillas que tengo que enmascarar cuando acudí a Urgencias, bajo una caída en el
baño.
Lo que sigue a continuación es una denuncia, forzando a los padres a que la llevaran a
cabo y escuchando de la hija:
Si no me importa, puedes hacer lo que quieras.
Es muy duro para unos padre presentar denuncia contra quien es tú sangre, pero las
agresiones están ahí y se han multiplicado por cuatro. Hablamos de la crisis que afecta
a miles de hogares que antes tenía un poder adquisitivo alto y hoy se ve disminuido,
niños acostumbrados a no hacer nada, teniendo buenas pagas y que ahora han tenido
que dejar de llevar un ritmo alto a medio bajo.
En el año 2012 fueron 5000 las denuncias cursadas, cuatro veces más que en 2007.
Adolescentes que disfrutaban de todas las comodidades y ahora son incapaces de
aceptar otra vida, que en todos los sentidos se han reducido el poder adquisitivo. Son
Príncipes destronados por la economía, pero reconozcamos que, fueron reyes que han
crecido sin límite y con plena permisividad. Ya se comienza a detectar mal trato hacia
los padres en niños de 8 años, aunque es a partir de los 12 cuando se generaliza la
violencia. Por parte de chicos violencia física, por parte de chicas psicológica.
Empiezan desobedeciendo ante el mínimo deber, luego pasan al insulto o amenaza, le
sigue la ruptura de objetos de casa y ya levantan la mano. Los padres también levantan
la mano o las palabras que hirientes como cuchillos, y entre medias, se han perdido -el
libro que nos daba instrucciones para una buena educación-
Javier Urra reconoce “es una nueva realidad a la que hay que hacer frente, es un grave
problema social, porqué las agresiones también suceden en los colegios, en la calle,
pero sobre todo, porque esta situación es un mal pronóstico para la violencia de
género. Si un chico pega a su madre, que no hará el día de mañana a su novia o
esposa”
Urra nos expone en el Congreso un caso, de los muchos que pasan por su consulta
diariamente:
“un día me encontré con una madre que llevaba la cara vendada porque su hijo le
había partido la nariz al darle con la hebilla de su cinturón porque tal como luego me
dijo el chico:
La muy p… no me había lavado la camisa verde”
Urra director del Programa Recurra (iniciativa que permite ofrecer ayuda y tratamiento
a los niños y padres en conflicto y que para casos graves cuenta con un campus
residencial) comentó durante el Congreso que muy pocos padres denuncian esta
situación, solo uno de cada ocho y si a esto sumamos que solo se pueden llevar a la
justicia a los mayores de 13 años la cifra de casos es muy superior.
Es un problema de países ricos, impensable hace mas de 40 años en nuestro país, entre
familias gitanas esto no ocurre ¿qué niño gitano pega a su madre?, ninguno porque el
principio de autoridad está muy claro en estas sociedades.
¿Y cómo es el perfil de estos chicos? La edad entre 14 y 18 años, clase media-alta, antes
eran solo chicos, ahora el aumento de chicas es verdaderamente preocupante. Se decía
que estos dictadores aprendían de familias desestructuradas o consumidores de droga,
hoy en día los abusos pueden producirse en el seno de cualquier hogar, aunque si hay
una pequeña prevalencia en familias mono parentales o reconstituidas, en caso de
divorcio, en hijos de padres mayores y con niños adoptados.
Los problemas suelen empezar unidos los de casa, los de clase, tomando un repunte
fuerte en la adolescencia, donde puede desbordarse el río.
Sufres, aguantas, pero finalmente tienes que tomar la decisión… denunciarle
¿Pero que hice yo para merecer esto?, si la familia no es una democracia, los menores
nunca deben ejercer de adultos y los padrea han de saber poner límites, es tal el dolor de
esta violencia que no hay dolor de mal trato comparable al filio-paternal, pueden llegar
a creer que los responsables son los padres. Si a esto añadimos que lo cuentas a otras
personas y no lo entienden, el desamparo el total, porque ningún sistema en el mundo,
fue hasta el día de hoy capaz de abordar en integridad ésta situación.
Opinan que pueden ser padres demócratas e indulgentes. Otra vez pongo la palabra en
boca de Javier Urra
“No imponer normas, no hacerles participes de problemas dentro de la pareja, padre y
madre, no mantenerse firmes en los castigos que han de ser compartidos por ambos
progenitores, buscar a una tercera persona para sancionar” es solo caldo de cultivo
perfecto; nunca los abuelos por muy buenas intenciones que pongan en el tema han de
inmiscuirse, sancionar en la educación que hagan sobre sus nietos, su labor es, ver y
callar, no recordar como “yo les enseñaba….”
La tiranía se aprende, no se nace con ella, y si no hay normas, los pequeños interiorizan
que tienen un esclavo y de mayores, serán incapaces de saber manejar la frustración,
convirtiendo a sus padres en el yunque donde aplastar su “no llegada”. ¡Alerta ante el
primer insulto o amenaza!, no adorne la patada, el puñetazo, los escupitajos,
mordeduras, pellizcos, tirones de pelo…y si ve que el cuchillo está en sus manos, la
escoba, el destornillador ¡ojo! Más vale una denuncia que su muerte o discapacidad.
Recuerde que quien manda en casa en usted, padre y madre, no ha de imponer su
horario de comidas, salidas, llegadas, elección de programas en Tv, porque todo esto
desencadena conducta agresiva.
No idealice a sus hijos. Se quiere educar con el “modelo micro ondas” y no es así, la
educación ha de ser día a día, con constancia y esfuerzo.
El dejarles hacer, no me vale, está convirtiendo a su hijo en un tirano.
No permita que sea usted una fuente de estrés que relacionado con otros factores
faciliten el doctorado a los menores para iniciarse en una carrera delictiva. Ponga freno,
ayudemos a tener una sociedad madura y responsable, no una juventud enferma de odio.
Más de lo mismo, ¿hasta cuándo?
Editado por
Sor Gemma Morató
Iraq vuelve a ser noticia estos días. Este
malogrado país lleva once años en una penuria difícilmente imaginada por los que viven fuera de él,
desde que se declaró la Segunda Guerra del Golfo de la mano de George Bush, Toni Blair y José Mª
Aznar en la cumbre de las Azores, de feliz memoria.
Eulalia Solé, en La Vanguardia, del viernes 25 de abril, comenta: “El expresidente Bush y sus aliados
deberían preguntarse qué frutos ha dado la guerra de Iraq y luego llorar amargamente, si son capaces
de hacerlo, arrepentidos de haberla llevado a cabo”.
Y el presidente Obama dirigiéndose a las tropas de su país comentaba en abril de 2012 que han dejado un
país estable. Le preguntaría al señor Obama qué es para él un país estable. ¿Será vivir en la
inestabilidad, en las explosiones continuas, en la falta de combustible en una tierra tan rica en
petróleo y en tantas carencias que sólo conocen los que viven el día a día?
Mis hermanas Dominicas de la Presentación que hace casi 150 años que se establecieron en
Mesopotamia, si saben lo que es como toda la población. Me comentaba una de ellas, iraquí como
todas las que están en Bagdad, que: “Estos días son tremendos. Hay explosiones por todas partes,
anteayer hubo un atentado en un pequeño restaurante muy cerca de nuestro hospital. Por gracia de Dios
ninguno de nuestros empleados que van a tomar alguna cosa en él murió, sólo pequeñas heridas, pero
murió el padre de uno de nuestros alumnos del colegio que está muy cerca del hospital. Estos días las
escuelas están cerradas por temor a los atentados perpetrados ante las elecciones. Han roto uno de los
conductos de petróleo y han derivado el crudo al río Tigris del tal modo que durante dos días no se
podrá usar el agua. En el hospital las madres gestantes han acudido estos días para que les provocaran
el parto por miedo a lo que va a ocurrir”.
La periodista Eulalia Solé comenta más adelante : “Resulta perturbador que a los responsables de la
tragedia no se les haya exigido responsabilidades, ni desde la sociedad civil ni desde tribunal alguno”.
¿Será que piensan estos señores que el matar sólo es apretar el gatillo? ¿Hasta cuándo Señor? Hasta
el fin de sus días que se encontrarán ante el Juez Justo que juzga rectamente.
Oremos para que la paz llegue a esta nación y que no ocurran más dramas. Texto: Hna. María Nuria
Gaza. Blog
Desde lo hondo
Lutero: otra època.
Fr. Juan José de León Lastra
30 de abril de 2014
Si te sientes importante y te imaginas que tienes la verdad y sientes tal complacencia en tus propios
libritos, doctrinas o escritos, como si lo hubieses hecho a maravilla y predicado a perfección, si te agrada
también sobremanera que te alaben delante de los otros, si quizás hasta deseas que te alaben, pues de lo
contrario estarías triste y te dejarías ir, si eres de tal género, amigo, entonces agárrate las orejas y si
agarras bien, hallarás un hermoso par de grandes, largas, y ásperas orejas de burro. Entonces no te
importen los gastos y adórnalas con campanillas de oro para que allí por donde fueras te puedan oír,
señalar con el dedo y decir: “Mirad, mirad, allá va ese hermoso animal que sabe escribir libros tan
exquisitos y predicar tan a la perfección” (Lutero en el prólogo a un libro suyo. < Citado por Hans Küng,
también en el prólogo de Grandes pensadores cristianos, Trotta, 1995, pg 11>. Escrito en 1535. En la
época en la que "el buen paño no se vende en el arca", sin el aplauso del pueblo, sin share televisivo, sin
votos conquistados por la propaganda,...sin publicidad nada, nada se consigue, nada se vende, y sin
aparecer en los medios no existes; e incluso la pastoral se confunde con "saber vender" más que en el
valor de lo que se ofrece, y la humildad,el ser, la sencillez se queda reducida a ámbitos estrechos que
apenas conectan con nuestra sociedad...¿Tiene vigencia lo que Lutero escribe?
LAICOS DOMINICOS
Viveiro
3º DOMINGO de PASCUA “A” 4 de mayo de 2014
“ Quédate con nosotros, que ya anochece”
D. Félix García Sevillano. OP
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 24, 13-35
Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén, iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es ésa que traéis mientras vais de camino? Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replica: «¿Eres tu el único forastero en Jerusalén que no sabes lo que ha pasado allí estos días?» Él les preguntó: «¿Qué?» Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras ante Dios y todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves, hace dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no le vieron.» Entonces Jesús les dijo: «¡Qué necios y torpes sois para no creer lo que anunciaron los profetas ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les explicó lo que se refería a Él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, El hizo ademán de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo:
«Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída.» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero El desapareció. Ellos comentaron: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?". Y levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.» Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
COMENTARIO: ¿Cómo es Jesús resucitado?, ¿Qué vieron realmente los discípulos de Emaús?¿Cómo nos afecta en lo personal este relato? Veamos algunos de los elementos que en él encontramos.
-Los discípulos van de camino. La importancia del camino es grande para los cristianos. Nuestras vidas son camino hacia una meta cuya realidad desconocemos, pero a la que la fe nos guía; nuestras vidas no pueden estar instaladas, sino en
cambio, en permanente conversión, atentos a quien camina a nuestro lado. Es posible que, en algún momento, veamos en él a Cristo.
- Un desconocido se hace el encontradizo y entabla conversación. No lo hace desde arriba, imponiendo, sermoneando, adoctrinando, sino interesándose en la conversación, escuchando y explicando después con palabras de la Escritura. ¿Es así nuestro actuar? Puede que no; puede que iniciemos el “diálogo” haciendo un monólogo adoctrinante, puede que hasta amenazador.
- ¡Quédate, que la tarde está cayendo!. ¡Un desconocido, encontrado en el camino, sin “referencias” y lo invitan a quedarse en casa!. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado con Jesús y nos ha dado miedo invitarlo a cenar, y hasta hablar con él?
- Una cena; una comida compartida. En esta cena está la clave del reconocimiento del Resucitado. No son necesarias palabras, basta partir y repartir el pan para que los ojos de los discípulos se abran y reconozcan al Cristo que creían muerto y ahora ven vivo. En la Cena más importante de la historia, recibimos una invitación: “Haced esto en memoria de mi”. ¿Compartimos el pan con el hermano que está a nuestro lado, o dejamos que siga con hambre?
- Una vuelta gozosa, después de una ida triste. Se levantan al momento y regresan a Jerusalén para dar la gran noticia a los demás discípulos. ¡Era verdad!; ¡lo que decían las mujeres era verdad!, ¡El Señor, el Maestro, está vivo. Realmente ha resucitado!
Y con tantos testimonios ¿podremos dudar como Tomás, o creeremos que Jesús, el Cristo, realmente ha resucitado?
D. Félix García Sevillano. OP
ORACIÓN
Ábreme los ojos, Señor, para que te pueda reconocer;
comparte conmigo tu pan y tu paz.
Quédate, Señor, conmigo. Amen, ALELUYA
www.laicosop.dominicos.org/recursos
VÍDEO DE HOY:
El agua, un derecho humano
Abril. Jóvenes de las favelas: el sueño de
la integración.
Martes, 29 abril, 2014
Cuando el mes de abril toca a su fin, y a escasas seis semanas del inicio del Mundial de Fútbol de Brasil,
dirigimos el objetivo de nuestra campaña “Un mundo nuevo, proyecto común”, a una de las realidades
más acuciantes del país sudamericano: las favelas. Barrios marginales en los que imperaran la violencia y
el narcotráfico, y donde hemos comprobado que la educación es la mejor arma para acabar con estas
lacras. .
En un país de 190 millones de habitantes (según el censo de 2010), 11,4 millones viven en favelas
(*). Según el “Informe sobre Desarrollo Humano 2013”, que elabora el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), Brasil ocupa el puesto 85 de los 186 países analizados. El indudable progreso
económico que está experimentando el país, todavía no se ha visto reflejado en un alto porcentaje de la
población que sigue viviendo en situaciones de pobreza extrema. La brecha de la desigualdad se amplía
en Brasil en la misma proporción en la que aumenta la riqueza. Y con ella crecen muchas de esas lacras
sociales que acompañan a la insatisfacción y a las privaciones: drogas, violencia, machismo, abusos…
Muchas de las personas que parecen haberse quedado en la cuneta, mientras el resto del país
avanza por el camino al desarrollo, habitan en las favelas que bordean las grandes ciudades como
Río de Janeiro, Sao Paulo o Recife. Estos barrios marginales, que, en ocasiones, aparecen mezclados
con las “Vilas” (término acuñado por los habitantes de las favelas para denominar a las grandes urbes),
que es difícil estableces los límites entre unos y otras, son considerados focos de peligrosidad y cuna de
traficantes de droga.
Desde que Brasil fuera designado como el país anfitrión del Mundial de Fútbol de 2014 y de los Juegos
Olímpicosde 2016, el Gobierno se ha empeñado en “lavar” la cara de las grandes ciudades para
ofrecer a los visitantes y al resto del mundo una imagen de seguridad que no se corresponde con la
realidad. De hecho, el ejército se ha establecido de manera fija en algunas de las favelas más conflictivas
de Río de Janeiro y combate por medio de las armas esa inseguridad contra la que lucha.
El Artículo 4º de la Ley N.º 8.069/90 del Estatuto del Niño y Adolescente de Brasil establece que “es
deber de la familia, la sociedad y el Estado garantizar a los niños y adolescentes, con absoluta prioridad,
el derecho a la vida, a la salud, a los alimentos, a la educación, al ocio, a la formación, a la cultura, a la
dignidad, al respeto, a la libertad y a la convivencia familiar y comunitaria. Además de colocarlos salvo
de toda forma de negligencia, discriminación, explotación, violencia, crueldad y opresión." Las
circunstancias en las que se desarrolla la vida de millones de adolescentes de las favelas en las que
Manos Unidas ha puesto su objetivo, hacen que este artículo pierda toda su validez.
Manos Unidas lleva muchos años trabajando para combatir la violencia, las pandillas y el tráfico de
drogas en estos suburbios con otra arma muy diferente, que actúa desde la raíz del problema para
erradicarlo: la educación.
En 2003 comenzó nuestra relación con la ONG local Ruas e Praças, que lleva 25 años trabajando
por la integración de niños en situación de abandono en la ciudad de Recife. El proyecto en el que
hemos puesto grandes esperanzas se desarrolla en la favela do Coque, a escasos dos kilómetros de Recife.
Se trata de una comunidad con gran vulnerabilidad social donde la ausencia de políticas de Estado hace
que imperen la violencia extrema y las violaciones de derechos humanos.
La iniciativa de Ruas e Praças, con la que colabora Manos Unidas, tiene como Objetivo contribuir a la
reducción de la violencia, el uso de drogas y la vulnerabilidad social de los niños y adolescentes de la
favela. Se trata de niños con vínculos familiares frágiles, que crecen en un ambiente donde el crimen y la
droga están a la orden del día.
La escuela es el lugar donde el proyecto adquiere mayor fuerza. Allí se ha seleccionado a los alumnos
con capacidad de liderazgo, a quienes se ha formado para que, junto a la dirección de la escuela y al
equipo del proyecto, identifiquen los conflictos y problemas principales de la comunidad y de la escuela y
trabajen como educadores con sus propios compañeros para subsanarlos. También, profesores,
funcionarios públicos, consejeros, familias… recibirán formación e información acerca de cómo
hacer frente a estos problemas.
Al término del proyecto se habrá logrado:
250 alumnos sensibilizados contra la violencia y el consumo de drogas resultantes de las
acciones desarrolladas por el Proyecto.
500 miembros de la comunidad sensibilizados contra la violencia y el consumo de drogas
resultantes de las acciones desarrolladas por el Proyecto.
Construido/diseñado un modelo de intervención para la reducción de la violencia en la
comunidad con la participación de la escuela y de la propia comunidad.
Reducidos en un 10% los casos de violencia en la escuela y en la comunidad.
Mira todo lo que puedes hacer tú para apoyar proyectos como estos.
La otra cara de la moneda: los
temporeros inmigrantes
01/05/2014
En enero de 2014 un incendio en un asentamiento de chabolas en las afueras de Lepe, en la costa
onubense, puso una vez más al descubierto la dramática situación de los temporeros inmigrantes, que
viven en condiciones infrahumanas y de sobreexplotación.
Los asentamientos ilegales en chabolas, en las que se hacinan familias en condiciones infrahumanas, son la otra cara de la moneda de una campaña fresera que mueve anualmente en la provincia de Huelva en torno a los 350 millones de euros. En el año 2013, la exportación de fresa en España fue de 266.408 toneladas, por un valor de 467 millones de euros, siendo Huelva, con 225.000 toneladas y unas 7.000 hectáreas de terreno cultivado, la provincia de origen del 85 % de las exportaciones. El destino, los mercados de Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.
Según Cáritas, en el mes de marzo de 2013 más de 2.000 personas vivían en chabolas construidas a base de cartón, plástico, tuberías de riego, maderas de embalaje, cañas, etc., en asentamientos de los municipios freseros de Huelva: Palos, Moguer, Mazagón, Bonares, Lepe, Almonte, etc. Dada las características de las construcciones, los incendios son frecuentes. Sólo el año pasado, en la misma localidad se produjeron otros tres. Y no es una excepción. En los últimos tiempos ha habido otros en otras localidades, como Moguer y Palos de la Frontera. En los registrados en Palos hubo tres muertos.
Para Cáritas, “lo que este último incendio volvió a sacar a la luz es "una herida social abierta en la provincia desde hace ya una década" y “un problema prolongado en el tiempo, al que nos hemos ido acostumbrando, y que nos deja en evidencia como sociedad".
Se sabe de estos asentamientos al menos desde inicios del año 2.000. La mayoría de los asentados, son subsaharianos, sobre todo de Malí y Senegal, aunque también de Mauritania, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Bissau o Nigeria, entre otros países. Siguen siendo numerosos los inmigrantes procedentes de Marruecos y Rumanía.
Si en los años previos a la crisis, entre 2000 y 2007, se trataba de personas recién llegadas a España en patera o por cualquier otro medio, de forma ilegal y sin documentos, que marchaban a otros lugares al acabar la campaña, desde 2008 se trata en muchos casos de inmigrantes que ya habían estabilizado su situación en nuestro país, que tenían trabajo, casa, familia, y que además gozaban de prestaciones sociales, pero que, como consecuencia
de la crisis, lo han perdido todo y han sido empujados a vivir en la calle y en los asentamientos chabolistas.
La mayoría carecen de documentación, aunque hay algunas decenas que sí la tienen, y aún así no encuentran trabajo. Pese a las políticas de contratación en origen y la dificultad cada vez mayor para encontrar trabajo en las campañas, estos jóvenes permanecen acampados, esperando una oportunidad para trabajar, pudiendo ser sobrexplotados por empresarios agrícolas que se aprovechan de su estado de precariedad y necesidad.
Por otra parte, aunque la media de edad de los asentados oscila entre los 19 y los 45 años, están llegando muchos chavales con 18 años procedentes de los centros de acogida de menores, donde fueron previamente confinados al ser interceptadas sus pateras por las autoridades españolas. Estos últimos son también legales, ya que vienen con su tarjeta de residencia, aunque lógicamente sin trabajo y sin nada, lo cual les obliga a malvivir en los asentamientos.
Ya en 2009 Cáritas denunciaba que, tradicionalmente, los asentamientos desaparecían una vez terminada la campaña, a finales de junio. Sin embargo en ese año dos centenares de personas habían permanecido en la provincia, en parte porque otras campañas no pudieron absorber esta mano de obra. Desde entonces, esta situación ha ido en aumento y se calcula que unas 700 personas permanecen en asentamientos de la provincia durante todo el año, expuestos permanentemente a las inclemencias del tiempo, a la falta de saneamientos y suministros básicos, al miedo constante a una detención con la consiguiente deportación.
Para Cáritas, “son los derechos humanos los que están en juego, es de nuestra capacidad de acogida y de integración de lo que hablamos, es la utilización oportunista de mano de obra como una simple herramienta de la que se prescinde cuando ya no interesa”. De igual modo, lamentan que, de cara a la inminente llegada de cientos de personas a las campañas agrícolas, “no se haya puesto en marcha ningún tipo de dispositivo de atención a estos temporeros, desde puntos de información hasta albergues temporales”. Por ello, insisten en la necesidad de encontrar caminos y medidas a medio y largo plazo que “transciendan la ayuda de emergencia y acaben de una vez con esta realidad.
¿Hasta cuándo la sociedad va a permanecer pasiva ante el drama de la inmigración? ¿Cuándo empezará a dolernos el sufrimiento humano?. Equipo María Asián
Ser niño soldado en Sudán del Sur
30/04/2014
Los intereses petroleros y la política seguida en la zona desde la época colonial ha generado una gran
división y odio en el pueblo sudanés. Muchos niños son reclutados para luchar contra sus hermanos, en
una espiral de violencia interminable y con miles de desplazados que van a morir de hambre o en las
cunetas de los caminos.
Como muchos niños de 13 años, Gach Chuol es tímido, mirando hacia el piso mientras habla con un extraño.
Sin embargo, también está a punto de juntarse al esfuerzo bélico de Sudán del Sur para vengar la muerte de sus padres. Mientras explica por qué cambió sus libros de escuela por la lucha armada, agarra un rifle AK-47 en sus manos.
“Sólo quiero luchar por lo que hicieron a mis padres”, dice Chuol, hablando en un mitin organizado por el Ejército Blanco – una milicia que se ha levantado en armas contra las tropas gubernamentales de nuevo para combatir en la guerra civil de los últimos cuatro meses.
En una batalla brutal, las fuerzas del Presidente Salva Kiir han luchado contra las fuerzas más o menos aliadas del jefe rebelde Riek Machar (despedido como vicepresidente en 2013).
El conflicto se ha extendido desde la capital, Juba, hacia los estados petrolíferos, y los rebeldes han celebrado esta semana la recaptura del pueblo clave de Bentiu gracias a una ofensiva nueva que, según los rebeldes, tomará posesión de campos petroleros de alta importancia.
Desgraciadamente, a parte de los intereses petroleros, la guerra también tiene una dimensión étnica, ya que se ha convertido en una batalla entre la tribu del presidente – la Dinka – y la de las milicias de Machar – la Nuer.
Hasta un millón de personas pueden morir de hambre en la zona...
No obstante, siempre que existan adolescentes como Matt Thor, de 15 años, cuyo padre murió como resultado de la guerra poco después de su comienzo el 15 de diciembre, el deseo de venganza va a seguir. “Quiero salir a matar”, dice con un arma en sus manos que es demasiado grande para su cuerpo pequeño. “Quiero ir al campo de batalla porque quiero luchar contra los Dinka”.
Vestidos de civiles y posando con rifles y ametralladoras recogidos de las personas que han matado, los soldados del Ejército Blanco está libremente vinculado con el ejército de Machar, pero siguen sus propios reglamentos y estructuras informales. Embadurnan cenizas blancas en sus cuerpos, y de ahí viene el nombre de su grupo. El disfraz se usa como pintura de guerra aterradora y también para repeler los mosquitos que llenan los pantanos y sabanas que controlan. Para ellos, parece que la guerra se trata más de la etnicidad que de la política. Parece que su lucha de venganza perpetuará el conflicto, en el cual miles se han muerto ya y un millón ha tenido que huir.
Ninguna recluta es demasiado joven
A pesar del largo proceso de paz que se está realizando en Etiopía, muchos rebeldes dicen que seguirán luchando hasta que Kiir se encuentre fuera del poder. “Si esto significa una lucha hasta el último hombre, así tendrá que ser”, dice Koang Monying – un comandante del Ejército Blanco en Nasir, un pueblo en el estado petrolero de Upper Nile. Aunque insiste que no está reclutando niños de una forma activa, afirma que cualquier persona que se quiere juntar al grupo lo puede hacer. “Algunos de estos jóvenes han perdido parientes y se encuentran muy amargados”, dice mientras decenas de soldados cantan canciones de guerra y disparan al aire. “Decidieron unirse
para vengarse de sus familiares”.
Los miembros del Ejército Blanco dicen que no luchan por Machar, cuyas ambiciones políticas son muy ajenas a sus vidas tradicionales de arrear vacas. “No luchamos por él. Luchamos por lo que pasó en Juba. Es venganza”, afirma un luchador armado que se llama Dama Gatech, refiriéndose a las masacres que ocurrieron a principios de la guerra.
Sin embargo, ni el Ejército Blanco ni las fuerzas regulares de Machar – soldados desertores del ejército gubernamental – tienen muchos recursos, y los dos dependen de pertrechos robados. “Nos obligaron a luchar, y por eso no tenemos recursos”, dice Garthoth Gatkuoth – comandante rebelde de Upper Nile que se viste en uniforme de faenas y zapatos deportivos.
No obstante, los comandantes dicen que decenas de luchadores del Ejército Blanco salen a la primera línea cada día. Nhial Lual, de 35 años, que se prepara para ir a los campos petroleros en cuanto su herida de bala de la última batalla se cure, dice que no tiene ningún problema en matar a sus
compatriotas. “No son mis hermanos. Si toma diez años, los derrotaré”, dice Lual.
Chuol, mientras tanto, dice que quiere regresar a la escuela cuando se acabe la Guerra, pero por ahora se va hasta la primera línea, afirmando que ‘no tiene miedo’. Fuente: AFP
Los parados de larga duración en
España en la crisis actual
Fundación Alternativas | Brindusa Anghel, Sara de la Rica
El desempleo en España ha alcanzado unas cifras insostenibles. Casi 6 millones de individuos quieren
trabajar y no pueden. Pero un problema, si cabe, aún más grave es que más de la mitad de este colectivo
lleva más de un año buscando empleo. A estos individuos se les denomina desempleados de larga
duración. Más de 3.500.000 trabajadores se encuentran a finales de 2013 en esta situación en nuestro país.
El desempleo de larga duración provoca impactos muy negativos sobre los individuos que lo sufren. A
corto plazo, tanto la salud como el bienestar individual se ven afectados. Pero, además, se producen
efectos negativos a largo plazo, como la dificultad creciente de encontrar oportunidades adecuadas de
empleo por la depreciación de su capacitación profesional. Esta depreciación del capital humano afecta
negativamente al desarrollo profesional de aquellos que lo sufren, así como a sus salarios a lo largo de su
ciclo de vida. La Comisión Europea se ha hecho eco de esta problemática y ha elaborado un informe en el
que trata a este colectivo –para más detalles, véase Comisión Europea (2012), “Long Term
Unemployment 2012″, European Employment Observatory Review–.
Por la importancia del problema y por su magnitud, en este trabajo se realiza un análisis empírico
pormenorizado sobre este colectivo. Después de una breve comparación entre la evolución de los parados
de larga duración en España y en la Unión Europea-28, se caracteriza, en primer lugar, al colectivo de
parados de larga duración en España según características demográficas, como el sexo, la edad y la
educación, y otras, como la duración del desempleo. Se estiman, asimismo, cuáles son los factores que
más contribuyen a que un parado sea parado de larga duración. Posteriormente, por medio de un análisis
longitudinal se caracteriza al colectivo de parados de larga duración que consigue acceder a un empleo y
se estiman los determinantes fundamentales del acceso a un empleo para este colectivo.
Los resultados fundamentales del trabajo son los siguientes: en primer lugar, los menores de 25 años que
son parados de larga duración se enfrentan a dificultades notables de acceso a un empleo, dificultades que
se deben, fundamentalmente, a su falta de capacitación profesional. Para ellos, sería necesario que
volvieran a la formación, que muchos de ellos abandonaron, o que entraran en programas de formación en
alternancia, de modo que adquieran un capital humano imprescindible para que su oferta de trabajo tenga
cabida en el mercado.
En segundo lugar, los mayores de 45 años son un colectivo muy castigado por el paro de larga duración y
se encuentran con enormes dificultades de acceso a un empleo. Dado que la mayoría de estos individuos
adolecen de falta de Los parados de larga duración en España en la crisis actual formación y, además, su
capital humano está claramente depreciado por su larga estancia en el desempleo, serían necesarias
medidas de formación/recolocación diseñadas específicamente para ellos, de modo que su vuelta al
mercado de trabajo fuera posible y se evitaran así situaciones de clara exclusión social.
Por último, un resultado derivado de este análisis es que la existencia de cualquier tipo de subsidio de
desempleo disminuye enormemente la salida hacia un empleo para los parados de larga duración. Esto
indica que el subsidio de desempleo, bien sea contributivo o asistencial, desincentiva la búsqueda de
empleo o la aceptación de ofertas recibidas, o ambos. Cualquiera de los dos efectos es negativo y, en
consecuencia, se deberían diseñar mecanismos que no produjeran este resultado. Para ello, sería
importante diseñar las medidas adecuadas para que la situación de ocupado fuera siempre preferible, en
términos de ingresos, a la situación de parado con algún tipo de subsidio, situación que posiblemente no
sucede siempre en la actualidad. En segundo lugar, sería necesario realizar un seguimiento más
individualizado al colectivo de parados de larga duración, para asegurarse de que, de existir ofertas de
empleo, estas se aceptan. Algunas iniciativas como estas se han producido recientemente en Alemania,
con resultados muy positivos sobre la reducción en el número de parados.
Leer artículo completo en formato PDF (enlace alternativo).
Sara de la Rica, Catedrática en Economía por la Universidad del País Vasco. Brindusa Anghel,
Investigadora posdoctoral en la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) y profesora
ayudante doctora en la Universidad Autónoma de Madrid.
Una comunidad cristiana está en paz, da
testimonio de Cristo y asiste a los pobres,
dijo el Papa en su homilía
2014-04-29 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio) Toda comunidad cristiana debería confrontar su propia vida con la
que animaba a la primera Iglesia y verificar su propia capacidad de vivir en “armonía”, de dar
testimonio de la Resurrección de Cristo y de asistir a los pobres. Lo afirmó el Papa Francisco en su
homilía de la misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Un’“icono” con tres “pinceladas”: es lo que presenta a la primera comunidad cristiana tal como aparece
descrita en los Hechos de los Apóstoles. El Papa se detuvo en las tres características de este grupo, capaz
de plena concordia en su interior, de dar testimonio de Cristo hacia fuera, y de impedir que sus miembros
padecieran la miseria: las “tres peculiaridades del pueblo renacido”.
Francisco desarrolló su homilía a partir de lo que la Iglesia ha destacado durante toda la semana de
Pascua: “renacer desde lo Alto”, del Espíritu, que da vida al primer núcleo de los “nuevos cristianos”,
cuando “aún no se llamaban así”:
“‘Tenía un solo corazón y una sola alma’. La paz. Una comunidad en paz. Esto significa que en aquella
comunidad no había lugar para los chismes, para las envidias, para las calumnias, para las
difamaciones. Paz. El perdón: ‘El amor lo cubría todo’. Para calificar a una comunidad cristiana sobre
esto, debemos preguntarnos cómo es la actitud de los cristianos. ¿Son mansos, humildes? En esa
comunidad ¿hay peleas entre ellos por el poder? ¿Peleas de envidia? ¿Hay chismes? No están por el
camino de Jesucristo. Esta característica es muy importante, muy importante, porque el demonio trata de
dividirnos siempre. Es el padre de la división”.
No es que faltaran los problemas en aquella primera comunidad. De hecho, el Papa Francisco recordó “las
luchas internas, las luchas doctrinales, las luchas de poder” que también aparecieron más adelante. Por
ejemplo, dijo, cuando las viudas se lamentaron de no ser asistidas bien por los Apóstoles, por lo que
“debieron hacer a los diáconos”.
Sin embargo, aquel “momento fuerte” del inicio fija para siempre la esencia de la comunidad nacida del
Espíritu. Una comunidad acorde y, en segundo lugar, una comunidad de testigos de la fe, sobre la cual el
Papa invitó a confrontar toda comunidad actual:
“¿Es una comunidad que da testimonio de la resurrección de Jesucristo? Esta parroquia, esta
comunidad, esta diócesis ¿cree verdaderamente que Jesucristo ha resucitado? O dice: ‘Sí, ha resucitado,
pero de esta parte’, porque lo cree aquí solamente, con el corazón lejos de esta fuerza. Dar testimonio de
que Jesús está vivo, está entre nosotros. Y así se puede verificar cómo va una comunidad”.
Le tercera característica sobre la cual verificar cómo va la vida de una comunidad cristiana está
relacionada con “los pobres”. Y aquí el Papa Francisco distinguió el metro de verificación en dos puntos:
“Primero: ¿Cómo es tu actitud o la actitud de esta comunidad con los pobres? Y segundo: Esta
comunidad ¿es pobre? ¿Pobre de corazón, pobre de espíritu? ¿O pone su confianza en las riquezas? ¿En
el poder? Armonía, testimonio, pobreza y atender a los pobres. Y esto es lo que Jesús explicaba a
Nicodemo: este nacer desde lo Alto. Porque el único que puede hacer esto es el Espíritu. Esta es obra del
opera del Espíritu. A la Iglesia la hace el Espíritu. El Espíritu hace la unidad. El Espíritu te impulsa
hacia el testimonio. El Espíritu te hace pobre, porque Él es la riqueza y hace que tú te ocupes de los
pobres”.
“Que el Espíritu Santo – concluyó Francisco – nos ayude a caminar por este camino de renacidos por la
fuerza del Bautismo”.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Entender las cosas como las entiende
Dios, es efecto del don de inteligencia que
infunde en nosotros el Espíritu, explica
Francisco
2014-04-30 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio) Jesús ha querido enviarnos el Espíritu Santo para que nosotros tengamos este
don, para que todos nosotros podamos entender las cosas como Dios las entiende, con la
inteligencia de Dios –expresó Papa Francisco en la Catequesis sobre el segundo don del Espíritu
Santo-. “Es un hermoso regalo que el Señor nos ha hecho a todos nosotros –dijo. Es el don con el cual el
Espíritu Santo nos introduce en la intimidad con Dios y nos hace partícipes del designio de amor que Él
tiene con nosotros”.
El Obispo de Roma manifestó que el don del entendimiento está estrechamente relacionado con la fe; que
“cuando el Espíritu Santo habita en nuestro corazón e ilumina nuestra mente, nos hace crecer día a día en
la comprensión de lo que el Señor ha dicho y hecho”.
El Sucesor de Pedro afirmó que “el mismo Jesús ha dicho a sus discípulos: yo les enviaré el Espíritu
Santo y él les hará entender todo lo que yo les he enseñado. Entender las enseñanzas de Jesús, entender su
Palabra, entender el Evangelio, entender la Palabra de Dios. Uno puede leer el Evangelio y entender algo,
pero si nosotros leemos el Evangelio con este don del Espíritu Santo, podemos entender la profundidad de
las palabras de Dios. Y este es un gran don, un gran don que todos nosotros debemos pedir y pedirlo
juntos: ¡Danos Señor el don del entendimiento!”
Y citando el relato de los discípulos de Emaús dijo: “Esto es lo que hace el Espíritu Santo con nosotros:
nos abre la mente, nos abre para entender mejor, para entender mejor las cosas de Dios, las cosas
humanas, las situaciones, todas las cosas. ¡Es importante el don del entendimiento para nuestra vida
cristiana! Pidámoslo al Señor, que nos dé, que nos dé a todos nosotros este don para entender cómo
entiende Él las cosas que suceden, y para entender, sobre todo, la palabra de Dios en el Evangelio”.
jesuita Guillermo Ortiz, RADIO VATICANA
Texto completo de la catequesis del Papa traducida al español: Los dones del Espíritu: el Entendimiento
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Después de haber examinado la sabiduría, como el primero de los siete dones del Espíritu Santo, hoy
quisiera centrar la atención sobre el segundo don, es decir, el entendimiento. No se trata aquí de la
inteligencia humana, de la capacidad intelectual de la cual podemos ser más o menos dotados. Es, en
cambio, una gracia que sólo el Espíritu Santo puede infundir y que suscita en el cristiano la capacidad de
ir más allá del aspecto externo de la realidad y escrutar las profundidades del pensamiento de Dios y de su
designio de salvación.
El apóstol Pablo, dirigiéndose a la comunidad de Corinto, describe bien los efectos de este don, es decir,
qué cosa hace este don del entendimiento en nosotros. Y Pablo dice esto: “lo que nadie vio ni oyó y ni
siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman. Dios nos reveló todo esto por medio
del Espíritu…” (1Cor, 2,9-10). Esto obviamente no significa que un cristiano pueda comprender cada
cosa y tener un conocimiento pleno de los designios de Dios: todo esto queda en espera de manifestarse
en toda su limpidez cuando nos encontraremos ante la presencia de Dios y seremos de verdad una cosa
sola con Él. Pero como sugiere la palabra misma, el entendimiento permite “intus legere”, es decir, “leer
dentro” y este don nos hace entender las cosas como las entendió Dios, como las entiende Dios, con la
inteligencia de Dios. Porque uno puede entender una situación con la inteligencia humana, con prudencia,
y está bien. Pero, entender una situación en profundidad como la entiende Dios es el efecto de este don. Y
Jesús ha querido enviarnos el Espíritu Santo para que nosotros tengamos este don, para que todos
nosotros podamos entender las cosas como Dios las entiende, con la inteligencia de Dios. Es un hermoso
regalo que el Señor nos ha hecho a todos nosotros. Es el don con el cual el Espíritu Santo nos introduce
en la intimidad con Dios y nos hace partícipes del designio de amor que Él tiene con nosotros.
Es claro, entonces, que el don del entendimiento está estrechamente relacionado con la fe. Cuando el
Espíritu Santo habita en nuestro corazón e ilumina nuestra mente, nos hace crecer día a día en la
comprensión de lo que el Señor ha dicho y hecho. El mismo Jesús ha dicho a sus discípulos: yo les
enviaré el Espíritu Santo y él les hará entender todo lo que yo les he enseñado. Entender las enseñanzas
de Jesús, entender su Palabra, entender el Evangelio, entender la Palabra de Dios. Uno puede leer el
Evangelio y entender algo, pero si nosotros leemos el Evangelio con este don del Espíritu Santo, podemos
entender la profundidad de las palabras de Dios. Y este es un gran don, un gran don que todos nosotros
debemos pedir y pedirlo juntos: ¡Danos Señor el don del entendimiento!
Hay un episodio del Evangelio de Lucas, que expresa muy bien la profundidad y la fuerza de este don.
Después de ser testigos de la muerte en la cruz y la sepultura de Jesús, dos de sus discípulos,
decepcionados y tristes, se van de Jerusalén y vuelven a su aldea llamada Emaús. Mientras están en
camino, Jesús resucitado se une a ellos y empieza a hablarles, pero sus ojos, velados por la tristeza y la
desesperación, no son capaces de reconocerlo. Jesús camina con ellos, pero ellos estaban tan tristes, tan
desesperados que no lo reconocen. Pero cuando el Señor les explica las Escrituras, para que entiendan que
Él debía sufrir y morir para luego resucitar, sus mentes se abren y en sus corazones se reaviva la
esperanza (cf. Lc 24,13-27 ). Y esto es lo que hace el Espíritu Santo con nosotros: nos abre la mente, nos
abre para entender mejor, para entender mejor las cosas de Dios, las cosas humanas, las situaciones, todas
las cosas.
¡Es importante el don del entendimiento para nuestra vida cristiana! Pidámoslo al Señor, que nos dé, que
nos dé a todos nosotros este don para entender cómo entiende Él las cosas que suceden, y para entender,
sobre todo, la palabra de Dios en el Evangelio. Gracias.
Traducción del italiano: Eduardo Rubió y María Cecilia Mutual
Sínodo sobre la familia; la atención del
“C8” del Papa
(©Ansa)
(©Ansa) Cardenales en las celebraciones de Roncalli y Wojtyla
Concluyó el análisis de los Pontificios Consejos. Hoy es
el último día del cuarto encuentro. A partir del jueves,
y hasta el sábado, la comisión que tutela a los menores
reflexionará sobre su «naturaleza» y sus «objetivos»,
además de buscar extender su representación a otros
continentes
Iacopo Scaramuzzi
Ciudad del Vaticano
El Consejo de los cardenales que ayudan a Papa Francisco en la reforma de la Curia y en el gobierno de la
Iglesia universal, el llamado “C8”, se reunió tres días en el Vaticano (del lunes a hoy), y encontró esta
mañana al cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario del Sínodo, que habló sobre «la preparación del
Sínodo» extraordinario sobre la familia, que se llevará a cabo en octubre (primera etapa), y sobre el
Sínodo ordinario que se llevará a cabo en 2015.
«El Consejo de los cardenales prosiguió su trabajo según el programa previsto y concluirá hoy por la
tarde», se lee en una nota que difundió la Sala de Prensa de la Santa Sede. «Completó una primera reseña
sobre los Pontificios Consejos. El miércoles por la mañana, tuvo un encuentro con el cardenal Lorenzo
Baldisseri, que habló sobre la preparación del Sínodo». El mismo Baldisseri indicó recientemente que se
está preparando el instrumento de trabajo de la cita en la que se reunirán los presidentes de las
Conferencias episcopales de todo el mundo (del 5 al 9 de octubre de este año), para reflexionar sobre los
«desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evengelización». Papa Francisco, por su parte,
aludió al Sínodo en la homilía que pronunció durante la misa solemne de canonización de Juan XXIII y
Juan Pablo II: «Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para
que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la
familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio
de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama».
Durante el encuentro de hoy del “C8” (del que se ausentó algunas horas Francisco, debido a la audiencia
general en la Plaza San Pedro), «parte del tiempo fue dedicada a la previsión del trabajo que hay que
hacer entre el presente encuentro y el sucesivo, previsto para los primeros días de julio», explica la nota
vaticana. «Se dejaron tareas para casa», explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien también
ilustró el comunicado a la prensa. El que se llevó a cabo entre el lunes y hoy es el cuarto de los encuentros
del consejo de cardenales.
Además, como se había indicado ayer, el Consejo para la Economía, guiado por el cardenal Reinhard
Marx, también miembro del “C8”, «tendrá su primer encuentro el próximo viernes dos de mayo, en la
Sala Boloña del Palacio Apostólico. El Santo Padre dirigirá a los participantes un saludo introductivo. Los
argumentos principales serán los Estatutos del Consejo mismo y la previsión del programa de trabajo del
Consejo mismo. El incontro durará toda la jornada del viernes». Además, se reunirá por primera vez la
nueva Comisión sobre la Tutela de los Menores creada por voluntad del Papa y de sus consejeros, que se
ocupa de afrontar el tema de la prevención de la pederastia en la Iglesia y que había sido anunciada en
diciembre del año pasado por el cardenal estadounidense Sean Patrick O’Malley, otro de los miembros
del “C8”. Además de Collins y del cardenal Sean O’Malley, la integran la francesa Catherine Bonnet; la
inglesa Sheila Hollins; el abogado italiano Claudio Papale; la ex-embajadora polaca ante la Santa Sede
Hanna Suchocka; y dos jesuitas de la Gregoriana: el argentino Humberto Miguel Yáñez, director del
Departamento de Teología moral y el alemán Hans Zollner, presidente del Instituto de Psicología; se
estudiará además la admisión de nuevos miembros para representar mejor a todas las zonas del planeta.
La Juventud obrera de Papa Francisco
Los jóvenes y el trabajo
Para este primero de mayo, los movimientos que se
inspiran en la asociación fundada por el padre Cardijn
difundieron un documento con el que piden a Europa
partir de las ideas de la “Evangelii gaudium”
Giorgio Bernardelli
Un primero de mayo en el que la atención por el trabajo de los jóvenes vuelva al centro de la Iglesia y de
la sociedad. Es lo que piden en un documento común las asociaciones europeas que siguen a la Gioc (la
Juventud obrera cristiana, según sus siglas en italiano), que nació en 1925 por iniciativa del sacerdote
belga Joseph Cardijn. Una atención que la mirada de Papa Francisco sobre el tema de la dignidad del
trabajo (en contraposición a la «cultura del deshecho») vuelve a ser de gran actualidad en una Europa en
la que los nuevos «obreros» son también los jóvenes relegados a empleos precarios y con bajos salarios.
«Papa Francisco –escriben en su documento las asociaciones vinculadas con la Gioc– recuerda a menudo
que hay que poner al hombre en el centro y considerarlo como una riqueza y no como un deshecho. En su
exhortación apostólica “Evangelii gaudium” escribió: «“Así como el mandamiento de «no matar» pone
un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la
exclusión y la inequidad». Esa economía mata”. Por este motivo queremos reafirmar que los jóvenes son
una riqueza para Europa y no un peligro».
El documento de la coordinación europea de la Gioc no se limita a una enunciación de principios: en la
presentación indica una serie de dramas bien precisos que viven los jóvenes en el mundo del trabajo hoy
en Europa. Se citan, por ejemplo, el dato del 55.1% de desempleo entre los jóvenes menores de 25 años
en España, la plaga del trabajo ilegal en Italia, el uso sistemático de contratos precarios y a corto plazo en
Francia, las casi nulas posibilidades para el trabajo femenino en Malta. Son las cuestiones que los jóvenes
de la Gioc indican como prioridades para Europa, que en este mes de mayo se prepara para ir a las urnas y
elegir a sus parlamentarios.
Por ello, los jóvenes piden «una Europa en dinde haya más igualdad», en donde la dignidad del trabajo
sea un valor independientemente de las tareas, en donde «buscarse un trabajo solos no sea la única
alternativa», en donde los jóvenes de los países europeos no se vean obligados a «entrar en competición
entre ellos» por el trabajo. «Esperamos que todos los que se ocupan de la definición de las políticas
nacionales y europeas actúen a favor de los jóvenes». EL mensaje concluye citando otro pasaje de la
“Evangelii gaudium”: «“¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la
sociedad, el pueblo, la vida de los pobres! Es imperioso que los gobernantes y los poderes financieros
levanten la mirada y amplíen sus perspectivas, que procuren que haya trabajo digno, educación y cuidado
de la salud para todos los ciudadanos”». Los jóvenes de la Gioc añaden: «Esta también será nuestra
medida de juicio para el voto del 25 de mayo».
Vale la peña notar que detrás de la sintonía entre los jóvenes de la Gioc y las ideas del Papa hay otro
aspecto histórico muy interesante. Justamente al padre Cardijn y a las «revisiones de vida» que propuso a
sus jóvenes obreros se debe el origen del criterio «ver-juzgar-actuar», que tanta importancia ha tenido
recientemente en la historia de la Iglesia latinoamericana. Alrededor de este esquema se articuló, por
ejemplo, la Asamblea del Episcopado latinoamericano que se llevó a cabo en 2007 en Aparecida, en
donde Bergoglio fue uno de los protagonistas. Lo que une a la Gioc con Papa Francisco, pues, no es solo
una atención general por los jóvenes más humildes, sino también una invitación para analizar y afrontar,
desde la raíz, las causas de temas como las desigualdades i la marginalización de los jóvenes en el mundo
del trabajo de nuestros días.
Historia de las Hijas de la Caridad
Matthieu Brejon de Lavergnée
Todo el mérito del libro de Matthieu Brejon de Lavergnée consiste en devolvernos, con precisión, la
génesis y las repercusiones de una forma nueva, plenamente secular, de vida religiosa, hasta la
Revolución. Esta historia no se había escrito nunca hasta el presente según las reglas de la profesión de
historiador. Al volver deliberadamente a las fuentes y utilizar sistemáticamente la información que
suministran, el autor puede situar plenamente la originalidad de la fundación de Vicente de Paúl y Luisa
de Marillac en su contexto político, social y cultural. De las riquezas que aporta el libro y que dejo al
lector el placer de descubrir, voy a presentar al menos tres elementos.
- El primero es el carácter inimaginable de la génesis de las Hijas de la Caridad. En efecto, fijándose bien,
se observa por una parte la firmeza del proyecto de Vicente de Paúl, desde el reglamento de la Cofradía
de la caridad de la parroquia de Châtllon-les-Dombes (1617), de la que es párroco y, por otra, la vocación
de Luisa de Marillac que no se afirma sino a través de un lento camino interior que la saca
progresivamente de la depresión.
- El segundo rasgo que se trasluce en la lectura de las páginas que siguen es el pragmatismo que
caracteriza la fundación. Hay en Vicente de Paúl una inteligencia política de su tiempo, una lucidez sobre
los mecanismos de poder, de los que, por otra parte, hace uso muy bien para alcanzar los objetivos que se
ha trazado, y una comprensión de la sociedad en que vive, que le llevan a proponer soluciones nuevas.
Sigue muy de cerca el proceso de la congregación naciente, si bien deja a Luisa de Marillac el cuidado de
lo cotidiano.
- Un último aspecto sorprendente concierne a las dificultades que parecen asaltar a la congregación
SAN VICENTE DE PAÚL, el santo de la
caridad
Luigi Mezzadri
Cuando Vicente de Paúl (1581-1660) se asomó a la vida, era uno entre tantos campesinos de su tiempo.
No llevaba en las venas sangre azul, y era la suya una cultura que no le permitía escribir grandes obras y
le estaba vedada toda carrera. Sin embargo, mientras otros se preguntaban el porqué de las cosas, él se
enfrentó a todos los valores vigentes preguntándose "¿por qué no?" ¿Por qué no se puede cambiar,
innovar, mejorar? Esta fue la pregunta de la valentía, de la misión, del carisma de la caridad.
Con su acción y su sensibilidad combió el modo de sentir las cosas, a tal punto que, después de él, ni la
Yglesia, ni el mundo fueron ya los mismos. Ideó un papel nuevo para la mujer, puso en el camino de la
vida al hombre con sus sueños, sus necesidades, y sus esperanzas, No inventó la caridad, sino que la
descubrió en el seno de la Iglesia, y la colocó en los vértices del interés del mundo. De las páginas de esta
biografía emerge la imagen de un santo "moderno" como pocos, cuya vida y cuyo carisma hacen
reflexionar, plantearse preguntas. No está solo el santo. Hay también un siglo, un pueblo, un paisaje. Hay
una vida. Hay una iglesia. Está Dios.
¡ATENCIÓN, ATENCIÓN!. En la página 69 hay una errata importante: La fecha 1817 es una
equivocación. Es 1617.
A la espera de una Derecha en pie
ABC | Fernando García de Cortázar
«Lo que domina a la derecha es la idea de continuidad. Y aquí toca la derecha algo esencial en las
sociedades. No existe sociedad ni civilización, ni estado humano digno de este nombre, sin continuidad.
La continuidad es el valor básico, el valor de fondo, el primer valor de las sociedades civilizadas». Las
palabras del intelectual católico Jean de Fabrègues se pronunciaron cuando, superada ya la catástrofe de
la Segunda Guerra Mundial, Europa comenzaba a recuperar su aliento vital y su autoestima. A finales de
los años cincuenta del siglo XX, tras las experiencias de Berlín y Budapest, de Praga y Argelia, un
puñado escaso de escritores tuvo el suficiente coraje y el elemental sentido de la decencia para reivindicar
los valores de nuestra civilización.
Pasadas aquellas décadas infames en que la persona fue reducida a mera circunstancia de una historia
inapelable, la condición humana volvió a ocupar el lugar central de la reflexión sobre el universo. La
brutalidad de las revoluciones, hechas en nombre de una oscura voluntad de futuro, había devuelto su
prestigio a una tradición definida por su inflexible defensa de la dignidad del hombre, de la justicia social,
de la pacífica convivencia, de los límites tajantes de la autoridad, del gobierno representativo y
responsable. Aprendidas en un largo proceso histórico, viejas virtudes cívicas renovaban el vigor de una
cultura mancillada por la locura de los totalitarismos. Los europeos recuperaban una herencia sagrada en
la que habían descubierto constantemente las razones de su identidad cultural. Era el humanismo
universalista que había definido Occidente sobre la base del pensamiento clásico, el cristianismo y la
Ilustración. Siempre sometido a la dura prueba a la que la condición humana somete a los ideales;
ultrajado, a veces, por la corrupción; descuidado, en otras, por la frivolidad de los gobernantes. Apagado,
en demasiados tramos de nuestro pasado, por las crisis de fe y el escepticismo burlón, el credo humanista
siempre había estado allí, en el rincón más hondo de nuestra conciencia, resistiendo y fortaleciéndose en
los años difíciles, afirmándose como nuestra forma de ser y entender el mundo.
A mediados del siglo XX, esos principios continuaban siendo impugnados por quienes soñaban con
subvertir el orden tradicional. La experiencia revolucionaria de la primera posguerra mundial fue mucho
más que un proyecto político. Abolió la primacía de los valores sobre los que se habían edificado dos mil
años de historia. No quiso mejorarlos ni pretendió acabar con su imperfecta aplicación. Negó su
naturaleza, determinó su caducidad, pretendió «quitarlos de en medio del tiempo». Como había tratado de
hacer Fernando VII con la Constitución de Cádiz. Como si nunca hubieran existido; como si nada
tuvieran que ver con nosotros. Como si toda una tradición que al hombre le había dado libertad,
significado y trascendencia a lo largo de los siglos pudiera arrojarse al fuego exterminador de una
hoguera amoral.
Habrá que recordarlo a quienes ahora pretendan aprovechar el vacío ideológico de nuestro tiempo, a
quienes pretendan aparecer ahora como ingenuos portavoces de una inquietud por la suerte de los
ciudadanos. Durante demasiados años, la izquierda no hizo más que recoger la infame concepción de la
sociedad cocinada en los paraísos artificiales de una revolución fracasada. Buena parte del siglo XX tuvo
que aguantar su furibundo desprecio por nuestra idea de civilización, referida al conjunto de valores
mediante los que comprendemos y afirmamos la existencia del hombre.
La destrucción de esos valores explica la experiencia totalitaria y nuestra debilidad de hoy, cuando la
reconstrucción de una Europa en crisis exige mucho más que un ajuste de cuentas en nuestros balances
financieros. Durante demasiado tiempo, la derecha ha escondido su carácter y se ha sometido a los
dictámenes que la izquierda ha elaborado para caricaturizarla. De este modo, parece haber arraigado la
idea de que lo que distingue a la izquierda es la defensa de la igualdad, la atención a la pobreza, la
compasión por los débiles, el repudio del egoísmo de los más afortunados, la tolerancia por las opiniones
ajenas y la exigente protección de la libertad de todos. Y que, lógicamente, lo que caracteriza a la derecha
es todo lo contrario: la indiferencia ante la injusticia –o el deseo de provocarla en beneficio de unos
pocos–, la corrupción en la gestión pública, el anacronismo ideológico, el autoritarismo, la
despreocupación por quienes sufren y, desde luego, su recelo fundamental ante el perfeccionamiento de la
democracia.
Bastaría con leer la historia del pasado siglo para atestiguar el grado de desfachatez y de falta de sentido
del ridículo que presupone semejante distinción entre la izquierda y la derecha. Pero debería también
considerarse si a la derecha no habrá que responsabilizarla por ese pertinaz silencio que ha decidido
establecer en el terreno de los principios. ¿No debería darse una batalla política, respetuosa con el
adversario, pero firme en sus propósitos, que devuelva a la derecha su lugar? ¿Ha considerado la derecha
que su prestigio tiene que ser ideológico y no meramente tecnocrático? ¿Ha pensado que ha de empuñar,
como su razón de ser, la defensa de aquella concepción de la sociedad, protegida del viento del
totalitarismo y la marea de sus intelectuales cómplices, con la que Europa fue capaz de recuperar su
significado cultural?
La derecha debe hacer de su eficacia gestora una parte del proyecto más amplio en que se mueve su
tradición. Ese proyecto fue el de permitir que Occidente recuperara su sentido histórico en el que la
libertad, la igualdad y la justicia social se defendían con uñas y dientes frente a quienes habían deseado
abolirlas. Ese proyecto fue la caridad, el respeto profundo por nuestros semejantes, el considerar que la
miseria de algunos nos embrutecía a todos. Ese proyecto fue un humanismo reiterado y perfeccionado
durante siglos, puesto en la proa de nuestra navegación hacia el futuro. Otros se dejaron engañar por
promesas, corregidas, a finales del siglo XX, a costa de graves sufrimientos por los que nadie en la
izquierda solicitó perdón. La derecha solo tiene que ser fiel a unos principios que levantó luchando
precisamente contra tales experimentos.
Ala derecha corresponde liderar la salida de esta crisis llevando en sus manos algo más que balances
equilibrados y saneamiento financiero. A la derecha corresponde proclamar que la lucha contra el paro, la
pobreza y la marginación procede de una idea del hombre que ella supo enunciar y amparar durante
decenios. Que no es solo un ajuste técnico, sino el cumplimiento de una obligación moral identificada con
una tradición irrenunciable. Esa derecha es la que tiene la obligación y la posibilidad de reivindicarse. A
la sombra de una derecha que recupere la dignidad de su lugar en la historia, lejos de los absurdos
complejos que ciegan su actualidad, podremos reconstruir el verdadero carácter de la política. Este no es
solo el que ofrece destreza de gestión y lucidez administrativa. Es, sobre todo, el que deriva de un
profundo sentido de la responsabilidad moral, de la lealtad a unos valores, de la voluntad de preservarlos.
Porque así, y de ninguna otra manera, se representa a la nación que los encarna.
Fernando García de Cortázar, director de la Fundación Dos de Mayo, Nación y Libertad.
José García Nieto, un siglo de audacia
poética
ABC | Juan Van-Halen
EL centenario de José García Nieto es la celebración de un autor significativo de la poesía española. Él,
con quien tanto quise, no había llegado a la cincuentena y yo no había cumplido dieciocho años cuando
me presenté en su casa con un cuaderno de versos primerizos bajo el brazo que él leyó con paciencia y a
los que su generosidad concedió indulgencia plenaria; pronto me acogió entre los colaboradores de su
revista «Poesía Española» y un año más tarde insistió en que publicara una selección de aquellos poemas
en un librito que le dediqué, del que no me arrepiento y acaso debiera hacerlo. Desde entonces hasta su
primera muerte, el cornalón en su cerebro que no se lo llevó de este mundo pero sí de su mundo, de
nuestro mundo, su amistad fue un sostenido regalo. Hace muchos años, en una ocasión memorable para
mí, dejó dicho que yo era el joven al que más quería después de su hijo. Entre tantas enseñanzas, a él y a
mi compadre Carlos Murciano les debo mi interés mantenido por el soneto, el gótico de la poesía.
García Nieto es uno de los grandes sonetistas de la poesía en castellano. No debe sorprender que el soneto
asuste a endebles arquitectos del verso. Muchos huyen del soneto como el ratón del gato probablemente
porque alguna vez se han enfrentado a él y les salió cojitranco. El soneto es intemporal; no pasa. Ocurre
que hay poetas que no llegan. Me reconforta que en los premios de cuyos jurados soy miembro encuentre
cada vez más sonetos de autores jóvenes desde una renovación que supone la vitalidad de la fórmula.
En una carta a García Nieto («Cartas literarias», 1977), Juan Ramón Jiménez escribía sobre el libro
«Sonetos por mi hija»: «¡Qué hermosos son! A veces me pregunto ¿en qué nos aventajan los llamados
clásicos a nosotros? ¿En qué bellezas han ido más cerca de la belleza esos clásicos? Sonetos como esos
suyos, el segundo, el cuarto, todos ¿no son como los de Garcilaso, Lope, Góngora, Quevedo, Calderón, o
mejores, más enteramente mejores…?». A veces se le reprochó su condición de sonetista. Recuerdo que
para alabar justamente su libro «Memorias y compromisos», de hace casi cincuenta años, un crítico, de
cuyo nombre no quiero acordarme, escribió: «Donde por primera vez [...] renunció a tanto soneto y tanta
décima, para utilizar un versículo noble, bien musculado, fuerte de dicción y de sentido», como si sus
sonetos no fuesen versos nobles, y no estuviesen bien musculados, y no resultasen fuertes de dicción y de
sentido.
Además, García Nieto alcanzó enorme aliento en el verso libre, en el versículo, en libros formados, en
ocasiones, por un solo extenso poema, como «El parque pequeño», «Elegía en Covaleda» o «La hora
undécima». «Memorias y compromisos», «Galiana», «Nuevo elogio de la lengua española», «Carta a la
madre», entre tantas obras de una producción amplia, son ejemplos de un dominio total del verso libre y
evidencian tanta maestría en el oficio poético como sus libros conformados total o principalmente por
sonetos y verso rimado, entre ellos «La Red», «Tregua», «Geografía es amor», «Sonetos y revelaciones
de Madrid», «Hablando solo» y «Mar viviente».
Debemos celebrar a García Nieto, además de por el valor intrínseco de su obra, por su presencia
fundamental en el desarrollo de la poesía española en la posguerra a través del grupo «Juventud creadora»
del que nació la revista «Garcilaso» en 1943 que animó la aparición, desde disidencias o coincidencias
estéticas y de orientación, de otras importantes publicaciones poéticas. La generación del 27 había
tomado a Góngora como modelo, la generación del 36 reivindicó a Fernando de Herrera y los
«garcilasistas» encontraron su guía en el poeta y caballero que murió guerreando por el Emperador.
García Nieto publicó en «Garcilaso» a poetas reconocidos ya entonces y alumbró nombres que
consiguieron brillo posterior, sin tener en cuenta adscripciones. Conservo la colección de la revista y el
índice de sus colaboradores evidencia una mixtura rica y en aquel tiempo audaz, una actitud abierta de su
director, si no nos hacemos esa trampa en el solitario que supondría aplicar la mirada del segundo decenio
del siglo XXI sobre el duro paisaje de la década de los cuarenta del siglo XX. Ello no ha impedido que no
pocas veces la magnitud de su obra se haya tratado de ocultar injustamente tras el velo de «oficialista» y
de «garcilasista» empleando los adjetivos como sordinas de su poesía.
En 1952 apareció el primer número de «Poesía Española», cuya segunda época se iniciaría en 1957. Es
otra de las fundaciones de García Nieto que abrió aquellas páginas a todas las tendencias y a todos los
nombres, como testimonia desde su experiencia Pere Gimferrer: «Aquella revista fue ejemplar. Todos
tuvimos allí cabida: los transterrados y los de la península, los periféricos y los de Madrid, los ilustres y
los desconocidos». García Nieto no entendió nunca la poesía como exclusión y su atención a los poetas
jóvenes es comúnmente reconocida. Otros se instalaron en el anatema, la capilla o el clan, otorgando o
retirando credenciales y calificaciones poéticas a su gusto o acomodo. José García Nieto nunca lo hizo.
La generosidad y la audacia de García Nieto discurrieron paralelamente a la evolución de su obra poética
cuya visión de conjunto muestra su enorme capacidad de enriquecimiento formal y temático sin saltos en
el aire. Los grandes temas comunes a la poesía –Dios, el paso del tiempo, el amor, la muerte– adquieren
en nuestro poeta una realidad muy personal. En 1966 publica «Memorias y compromisos» y asume –sin
renuncias, sin quiebras– un paso trascendente en su creación. Aquel libro prueba su audacia y, en lo que a
mí respecta, también su generosidad, ya que fui elegido por el poeta para presentarlo, con poco más de
veinte años, lo que ya fue una decisión audaz.
García Nieto fue, además de gran poeta, excelente autor de relatos –obtuvo entre otros importantes
galardones la «Hucha de Oro»– y leído articulista; contaba entre los reconocimientos a esta faceta de su
obra con el premio «Mariano de Cavia» de ABC, en cuyas páginas ejerció durante años la crítica literaria.
Por tanta generosidad como regaló a tantos, resulta dolorosa la cicatería de algunos ante una voz tan
limpia, una de las obras más estimables de la poesía contemporánea. García Nieto llegó tarde a la Real
Academia, de la que fue secretario perpetuo, y recibió el Premio Cervantes cuando ya el limbo de su
enfermedad no le permitió hablar en el acto de su entrega por el Rey. El tiempo, ese gran rasero de
vanidades y exageraciones, hará naufragar tanta fama aupada por mercadotecnias o clanes y destacará
cada vez más la obra de José García Nieto, libre de tantas deformaciones y silencios.
Juan Van-Halen, escritor. Académico correspondiente de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando.
La religación es más fuerte que la
religión, sugiere el pensamiento de
Xavier Zubiri
El vínculo del ser humano con lo real es el resultado de
una creatividad libre
La filosofía y la antropología del filósofo Xavier Zubiri generan
aportaciones de interés a la idea moderna de secularización. La idea
zubiriana de religación (vínculo con lo real) matiza la idea de religión; y
señala distinciones entre ambos conceptos. Lo que verdaderamente
estaría en crisis en los tiempos modernos son las instituciones religiosas, y
no la capacidad humana de religación; un acto que precisa de una
creatividad libre en la orientación de la vida. Por Pedro Rubal.
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Xavier Zubiri. Fuente: Fundación Xavier Zubiri.
La secularización en el mundo moderno, frente a la antigua sociedad totalmente religiocéntrica, permite
constatar el hecho de que el hombre y la sociedad están abiertos a una incuestionable pluralidad de
cosmovisiones.
La idea de Zubiri sobre la religación esencial del hombre al ámbito del universo ayuda a entender la
pluralidad de formas de religación a lo real, puesto que la religación es obra de la persona y resultado de
una creatividad libre en la orientación de la vida.
Trabajos anteriores aparecidos en Tendencias21 han abordado en profundidad la temática de la
secularización. Es definida por Juan Jesús Cañete Olmedo “en el debate filosófico… como sinónima de la
progresiva erosión de los fundamentos teológico-metafísicos que impregnaban toda la realidad cultural”
(1).
Nos encontramos siempre con una distinción entre “religión” e “institución” que tal vez pudiera aclararse
y enriquecerse por algunas aportaciones de Xavier Zubiri. Y, esto es, en síntesis, lo que nos proponemos
hacer en esta colaboración.
El punto de vista de Zubiri es siempre el análisis de los hechos. Esto nos abre un ámbito de radicalidad,
analizando el hecho de la religación, que abordaremos enseguida. Desde el apoderamiento por lo que
llama el poder de lo real, que nos viene dado en la misma aprehensión de la realidad, entramos en una
fuerza que hace posible su aplicación no a una religión concreta, sino a todas las religiones.
El poder de lo real, de la realidad
Por consiguiente, antes de que ciertas cosas sean sagradas o fascinantes tienen un hecho que se nos
impone: el religarnos mediante su poderosidad. De esta manera, como veremos, Zubiri es capaz de darnos
una definición universal de la religión, como plasmación de la religación. Su radicalidad permite llegar a
conceptuar sus plasmaciones seculares en lo religioso, y en las diversas formas de religión.
Para comprender cómo Zubiri llega al concepto de realidad, hay que tener en cuenta que para él nuestra
inteligencia es sentiente. Lo es porque no está facultada para aprehender la realidad sino a través de la
sensación. Por ello, consiguientemente, la misma religación se produce en unión intrínseca con la
potencialidad sentiente de lo real. Es decir, inteligimos sentientemente o, si se prefiere, sentimos
intelectivamente, en una radical unidad con el sentimiento y la volición.
Por tanto, todas las formas de intelección tienen su orto y se mueven en la apertura del hombre a la
realidad. Con más precisión habría que decir que el hombre está abierto a la “formalidad de realidad” con
que se manifiestan el mundo en sus sensaciones.
Huelga decir que ni la religación es en sí misma religión, ni que, tampoco, a partir de ella podremos tener
una experiencia de Dios. Pero, en cambio, sí podemos tener experiencia de Dios, si vinculamos nuestra
vida a Él, postulado previamente como una “realidad absolutamente absoluta” y fundamento último de
aquel poder de la realidad.
La realidad
Empecemos haciendo una precisión. Zubiri, en general, utiliza el término “realidad” para designar no lo
que son las cosas del mundo tal como existen, sino cómo se nos actualizan en la aprehensión como algo
“en propio”, “de suyo”. No le interesa a este fin, por ejemplo, de un bolígrafo más que su realidad, es
decir, aquello que tiene en común con las demás cosas: la realidad.
Es que nosotros no aprehendemos “de suyo” un bolígrafo, una mesa, una pared en su verdad profunda…
Lo que aprehendemos es algo que tiene una forma, un color, un peso, etc., y sólo aprehendemos ese algo
como “mesa” o “bolígrafo” si previamente sabemos que servicio nos presta, es decir, si tiene un sentido
para nosotros. Por eso Zubiri distingue entre “cosa-realidad”, que no forma parte de mi vida, y “cosa-
sentido”, que utilizo para algo en mi vida.
Para que una “cosa-realidad” pase a ser “cosa-sentido” debe tener una cierta condición; con agua no se
puede construir una mesa, porque no lo permite su condición. “Cosa-sentido es siempre y sólo una cosa-
realidad que tiene capacidad para ser cosa sentido” (2, pág. 19).
Zubiri nos dice que la realidad es un sistema de notas que, referidas a una cosa y con suficiencia
constitucional, forman una unidad designada con el nombre de sustantividad, para diferenciarla
conceptualmente de la substancialidad (lo que sería la cosa en su realidad profunda). La sustantividad son
notas sentidas en armónica coherencia sistemática.
Esta realidad es respectiva en sí misma, intrínsicamente (todas las notas y cosas reales están en coneción
y relación). En virtud de este carácter, todas las cosas constituyen el mundo, como conexión de todo lo
real en cuanto real, y que no debe confundirse con el cosmos o disposición de la cosas por su contenido.
Forma de la realidad personal
Hemos dicho más arriba que la realidad es algo “de suyo”. Pero la realidad humana, su sustantividad, no
es sólo “de suyo”, es “suya”. Las cosas, por supuesto, poseen su forma de realidad, pero no son suyas, es
decir, el hombre tiene una realidad propia, y a eso llama Zubiri personeidad, gracias a la cual es persona,
puesto que “se empieza a ser hombre por tener personeidad”.
La realidad personal del hombre está suelta de las demás realidades (no depende necesariamente de ellas),
y por eso él afirma que el modo de implantación en el mundo de la realidad personal del hombre es ser un
“absoluto relativo” (2, 51-52). A esto hay que agregar que el hombre se va haciendo mediante el decurso
de su vida en el tiempo, configurando su realidad y su ser. De este modo se va forjando su personalidad,
una estructura que expresa con el pronombre Yo.
Como Zubiri entiende por ser la actualidad de las cosas reales en el mundo (y se trata de una
reactualización, ya que la primordial se produce en la impresión sentiente), considera que este Yo es el
“ser” de la realidad personal en el mundo, en oposición al “tú” y al “él”, personales.
Por consiguiente, la persona humana, que está compuesta de dos momentos, personeidad y personalidad,
se hace presente en el mundo en su Yo, que es ulterior a la realidad: “No es que Yo soy relativamente
absoluto –nos dice Zubiri– , sino que por el contrario lo relativamente absoluto “es” Yo”, p.56 (2).
La fundamentación del hombre en la realidad
“Vivir es poseerse a sí mismo como realidad estando con las cosas en la realidad. Y este estar es lo que
configura nuestra propia forma de realidad” (2, 81). Es conveniente tenerlo muy en cuenta, porque
implica que el hombre, qua realidad, se funda en la realidad. Es decir, la realidad hace posible la persona:
“el carácter de la realidad en las acciones es pues el ser apoyo para ser persona. Y este apoyo tiene un
carácter muy preciso: consiste en ser el fundamento de la persona” (2, 82).
Lo es como apoyo último de todas las acciones (ultimidad de lo real); como posibilidad de todas las
posibilidades (es el carácter posibilitante de la realidad); pero, además la realidad es un apoyo impelente
(impelencia de la realidad), que impone al hombre tener que realizarse.
Exactamente, la unidad, intrínseca y formal, de estos tres momentos es lo que constituye la
“fundamentalidad de lo real”, que Zubiri expresa así: “La unidad intrínseca y formal de estos tres
caracteres de ultimidad (en), posibilitación (desde), y (sic) impelencia (por) es lo que yo llamo la
fundamentalidad de lo real” (2, 83-84).
Ahora ya podemos comprender por qué nuestra realidad personal es relativamente absoluta: porque la
realidad que nos hace ser realidades personales es dominante, y ejerce un dominio sobre nosotros, “lo
cual significa que la realidad como fundante de mi realidad personal ejerce sobre mí un poder”, p. 88 (2).
A esto nuestro filósofo llama poder de lo real, al que el hombre está religado, y, por tanto, es
relativamente absoluto. No se trata de una mera teoría; es un hecho que adevrtimos en nuestra experiencia
fenomenológica.
De la religación a la religión
Este poder de lo real fundamenta al hombre apoderándose de él, y esto no es algo que le sobreviene a su
realidad personal una vez constituida. ¡No!. Es un momento intrínseco y formalmente constitutivo de la
misma. Esta religación, como una respectividad constitutiva, acontece en forma de experiencia, en la que
se manifiesta el poder de lo real de una manera viva. Pero está envuelto en un cierto problematismo, es
enigmático, y le da a la vida una cierta inquietud.
A este poder, último, posibilitante e impelente (Zubiri dice, a veces, imponente), lo llama deidad, que no
es Dios; “no es nada distinto del mundo y de las cosas reales”. Estas tienen una condición: “tener un
dominio las unas sobre las otras, y todas ellas sobre el hombre, y el hombre sobre las demás cosas: es la
realidad en su condición de poder” (3, 44).
La inquietud del hombre la explica su lanzamiento por la misma realidad hacia ese enigma que es el
poder. Dice al respecto, Zubiri que “la inteligencia no está tan sólo intencionalmente “dirigida" hacia,
sino físicamente “lanzada” hacia. El “hacia” no es un ir “hacia” sino que es un momento de la realidad
misma aprehendida: no es “hacia la realidad” sino la “realidad en hacia”, p.146 (2). La realidad sentida
por el hombre presenta una fuerza impelente de referencia de unas cosas a otras.
Reparemos en que la realidad en que se funda este poder no son las cosas en concreto, puesto que, aunque
todas ellas son reales, ninguna es la realidad, que como fundamento del hombre relativamente absoluto,
tiene que ser una “realidad absolutamente absoluta”, es decir, la realidad de Dios. “Las cosas reales en
cuanto reales son la deidad que manifiesta a Dios…”.
Dios aparece en el ámbito de la deidad que abarca la realidad
Habida cuenta de que la religación es constitutiva de la realidad personal del hombre, la plasmación de la
misma en religión es un acto personal del mismo. Por tanto, no se trata de una dimensión constitutiva de
la naturaleza humana, sino de la persona. Más aún, el no tener religión no significa no tener una religión
positiva determinada.
Zubiri escribe: “Yo no he dicho ni remotamente que la plasmación de la religación en religión aboque a
una religión positiva” (3, 89). Quede, pues, claro que el tener o no religión “es una opción real y positiva
como puede ser el ser budista o el ser católico o el ser musulmán” (3, 89).
Quiera o no, el hombre está recibiendo constantemente el dictado de la voz de su conciencia, llamándolo
a lo que ha de hacer o no hacer. No hay que limitarla a los deberes, porque suena en todo acto, surgiendo
de lo más radical del hombre, de la realidad relativamente absoluta de cada persona. Es, en términos
zubirianos, inapelable e irrefragable, aunque puede ser clara, oscura, variable… y su dictado no siempre
es unívoco: “es justamente como una remisión notificante a la forma de realidad. Y aquello de que es
noticia es la realidad” (2, 104).
Se trata de una forma de intelección sentiente. Pero, como el hombre está lanzado por la fundamentalidad
de lo real a adoptar una forma de realidad tiene que optar. Y esta opción no es de vivir, sino la opción por
una forma de ser real.
Puede optar por el agnosticismo, que es quedar como una realidad personal que busca, pero no encuentra.
Puede optar por la indiferencia respecto al término del proceso intelectivo: lo único que le interesa es
vivir. Puede optar por el ateísmo, que se encamina intelectualmente por la vía de la facticidad: prima la
autosuficiencia del mundo y cree no necesitar de la realidad-fundamento orientada a Dios.
Puede optar por el teísmo, que busca la fundamentalidad en la realidad de un Dios. En este momento se
abre la vía para llegar a Dios, pero nosotros vamos a quedarnos aquí, porque nos parece haber cubierto
nuestro propósito (que era sólo esbozar algunos conceptos zubirianos esenciales). Sólo decir finalmente
que estas distintas posturas hay que justificarlas, pero las respuestas son libres, aunque nadie pueda dejar
de darlas. El hombre es, en definitiva, es libre en sus opciones.
La historicidad de la religión
La religión (¡no confundir con la religación!) no es algo que corresponda a la naturaleza humana, pues no
hay religión natural necesaria, y así nos lo afirma Zubiri en los siguientes términos: “la religión no es de
la naturaleza humana, sino del ser personal del hombre, porque la religión no es religión natural, sino un
momento formalmente constitutivo del ser personal en cuanto tal”, p. 183 (3). Por consiguiente, es
histórica, y no porque esté en la historia, sino intrínsecamente porque es fruto de la historia de la persona.
Pero… ¿qué es historia para el hombre como ser abierto a las opciones metafísicas? Zubiri entiende por
historicidad la realización de unas posibilidades y no otras. Ello es un suceso personal. En el caso del
hombre una misma cosa, una misma acción, puede ser hecho y suceso, aunque por razones distintas. Pone
un ejemplo: comer como satisfacción de una necesidad biológica, es sólo un hecho; pero comer algo
determinado por prescripción facultativa es un suceso histórico nacido de la persona como tal.
Afirma, además, que la historia de las religiones no son algo así como un catálogo o museo de formas de
la religión coexistentes y sucesivas, sino como “la experiencia teologal de la humanidad, tanto a nivel
individual, como social e histórico, acerca de la verdad última del poder de lo real, de Dios” (2, 380).
Es menester también aclarar que, en esta temática, cuando se habla de posibilidades, se está haciendo
referencia no a algo externo, sino en orden a la interna intelección de la realidad. Así, pues, la realización
de las posibilidades que nos ofrece la intelección de la religación es un suceso histórico, por eso “la
religión es histórica ante todo y sobre todo porque la religión es la plasmación de la religación” (3, 191).
Claro, el poder de lo real, que es en sí mismo posibilitante, no es histórico. Lo es su plasmación por
religación. Esta plasmación (en el caso de la religión) se hace aprovechando unas posibilidades y
desechando otras, es decir, por diversas vías que conducen a Dios. Zubiri señala la de la dispersión, que
lleva al politeísmo; la de la inmanencia, que desemboca en el panteísmo, y la de la transcendencia,
camino del monoteísmo.
Estas tres vías son coetáneas. Insiste en esto nuestro filósofo, porque se han cometido graves errores, a su
juicio, al querer hacer derivaciones de unas a otras, como, por ejemplo, mantener que al politeísmo le
precede el monoteísmo, o al revés. Son, por lo tanto, tres opciones a la hora de hacer la plasmación de la
religación en religión como entrega a una divinidad (que hay que evitar confundir con deidad, entendida
como ámbito de la realidad que abre a Dios como posibilidad).
Zubiri sostiene que las tres vías llevan a Dios: “desde luego son vías que llevan a Dios. Esto es innegable”
(3, 200). Lo que ocurre es que en algunas vías se hacen recorridos “ab-errantes”, término éste que no debe
ser entendido en sentido vulgar, como algo disparatado, sino como vías circundantes para llegar a Dios.
Cabe, por tanto, hacer con ellas una simple corrección de la aberración, como hacen los astrónomos con
las trayectorias de los cuerpos celestes.
Así pues, “la diversidad de las ideas y de los caminos a Dios… no es cuestión de trazados aberrantes o
progredientes, sino que todos ellos constituyen la entrega real y positiva del hombre con todas sus
condiciones y con todos sus ingredientes a la realidad personal de Dios” (3, 202).
Lo importante es que el hombre sea humanamente religioso y que tenga una religión. Y, a este respecto,
escribe: “la verdad es que Dios ha querido que el hombre sea humanamente religioso”, pues “…visto
desde el punto de vista teológico – (…) –, la voluntad primera de Dios no es que el hombre haya tenido
una religión, ni tan siquiera una religión verdadera” (3, 202). Ser humanamente religioso es serlo como
una opción de la persona, en el fondo, como fruto de una opción libre que convierta el ámbito de la
deidad en Dios.
La religión como institución
Si la realización de las posibilidades que ofrece la intelección de la religación es un proceso histórico, las
religiones son sucesos que están ahí, en la sociedad humana. No pueden menos que estar constituidos por
unas instituciones con contenidos religiosos, como pueden ser los ritos, las creencias, las diversas
prácticas, etc., que tienen una organización propia y peculiar dentro de la misma sociedad, ejerciendo una
cierta presión coercitiva sobre los individuos que viven en esa sociedad. Presentan una función casi de
autoridad para creyentes, aunque meramente social para los demás.
Haciendo referencia a esto, dice Zubiri que “esta presión social, institucionalizada, constituiría, si no la
religión o lo religioso, sí por lo menos uno de sus aspectos esenciales” (3, 16). Y justamente por esto, la
función institucional ha de ser ponderada en lo social para no alterar y pervertir la dimensión de
religiosidad de los actos religiosos que son individuales y personales.
Pero “todas estas instituciones, ritos, prácticas, organizaciones colectivas, etc., que son esenciales –
insiste una vez más – a una religión, no son sin embargo la religión: son el cuerpo en que la religión se
encarna”. Y añade: “La institucionalización es la forma del espíritu objetivo (aludiendo a Hegel), pero no
es en manera alguna la esencia misma de lo religioso en cuanto tal” (3, 17). Aquí “espíritu objetivo” ha de
entenderse como “espíritu objetivado”.
Emile Durkheim. Fuente: Wikipedia.
Las tesis de Durkheim
Para rebatir las tesis de E. Durkheim, sostenidas en su obra titulada Les formes élémentaires de la vie
religieuse, se afirma en que la fuerza de lo religioso no es, aunque sea dentro de las instituciones, la
presión social, a menos que ésta se refiera a lo estrictamente religioso. Lo religioso es anterior a la
religión, como queda explicado. “La presión social es religiosa porque tiene previamente carácter
religioso, pero no es religiosa porque tenga carácter de presión social”, p. 17 (3).
Según Zubiri, Durkheim ha confundido la forma de religión con la religión misma, sin parar mientes en
que una cosa es la forma institucional que pueda tener la religión y otra bien distinta el espíritu con que se
vive. Se pregunta si la forma de imponerse la religión a sus fieles es la de una presión, y contesta
afirmando que se trata de una serie de obligaciones que incluso los fieles pueden conculcar. Todo
depende de la fuerza con que la religión se impone a los fieles, pero esta fuerza tiene que ver con la
religación, puesto que su plasmación continúa religando, y, por consiguiente, no puede confundirse la
presión social con la misma religación. Es que, además, la religación es constitutiva de la realidad
personal, no de la realidad social.
Perspectiva personal
Quiero sólo hacer resaltar que cada individuo dentro de la institución religiosa vive su vida religiosa. Pero
“la actitud religiosa personal de cada cual no es una actitud numéricamente agregada – escribe Zubiri – a
otras actitudes y distinta de ellas. Esto sería una concepción un poco platónica de la religión, dominada
por un chorismós, por una separación. La actitud religiosa no es una actitud más en la vida, sino que es la
actitud radical y fundamental con que se pueden vivir todos los hechos y procesos de la vida” (3, 111).
Además que la religación sea la actualización del poder de lo real en forma de deidad (y recuerden que no
se trata de Dios) conlleva que el mismo acto personal de religación venga a ser mera experiencia de
aquélla, que tampoco es una religión positiva, y, por tanto, institucionalizada. En todo caso, estamos en
presencia de la religiosidad, de lo religioso en cuanto tal.
Por ello, individualmente, esta religiosidad no es algo que se tiene, o no, sino que, constitutiva y
formalmente, pertenece a esa estructura sustantiva del Yo del hombre. Es personal. Y, por supuesto, no es
una religión positiva, pero sí una conditio sine qua non de la misma religión. También el ateísmo
profesado, en cuanto tal, viene a ser una posición de la religación: “para el que profesa el ateísmo,
justamente en su profesión está la religación a aquello a lo que se vierte por ser ateo y siendo ateo” (3,
54).
E incluso aquellas personas que ni son teístas, ni tampoco ateas, y que lo expresan con una frase de
indiferencia (“yo no soy ateo, ni creo, ni dejo de creer: me basta con atender a la vida”) están también
religadas a la realidad, a su poder impelente. Suelen atener también a los dictados de su conciencia,
aunque no lo sepan, están religados a ella. Así mismo esta actitud merece la atención de Zubiri, que
escribe: “la relación del hombre con su conciencia intelectiva no es lógica, sino física. Pues bien, la
conexión de ese hombre con su conciencia no es una obligación moral; es una religación”, p. 54 (3).
En los trabajos que fueron publicados en “Tendencias21” acerca de la “secularización”, explícita o
implícitamente, se vino manteniendo la tesis de que lo que realmente estaba en crisis no es la
“religiosidad” en las personas, sino las “instituciones religiosas”. Esto nos lleva a hacer alguna referencia
a aquélla, a la religiosidad, para hacer resaltar que el hombre de nuestros tiempos tampoco puede
desvincularse de esa religación religiosa posible. Para el hombre religado a lo real existe una dimensión
teologal, y bien sea en una forma o en otra, todas sus opciones teologales, entre las vías de acceso a Dios,
son “perfectamente respetables”, si son sinceras. Lo evidencia el hecho de que hoy se detecta un cierto
interés y respeto por lo religioso visto como opción personal en perspectiva individual e histórica.
La secularización
Este término, y otros como secularismo y secularidad, suelen designar algo en común, una pérdida de
predominio del elemento religioso en la cultura de los pueblos en general, que antes estaba impregnada
por elementos metafísico-teológicos. Pero designan también la separación del poder político del
eclesiástico y el hecho de que la sociedad civil se fue independizando, sobre todo en la enseñanza, de lo
religioso.
Son términos bastante imprecisos y hasta, a veces, no se sabe muy bien, y de manera concreta, de que se
está hablando, porque la referencia va dirigida a una cierta pérdida de entusiasmo, incluso en los mismos
creyentes, por las prácticas religiosas, así como la desvinculación de las creencias religiosas, antes
incuestionables.
La secularización es una forma de entender el universo y de vivir la vida al margen de lo religioso que
responde a la necesidad humana de vivir en la realidad y religarse a ella. En el fondo la secularización es
una forma de religación que nace como opción personal en la construcción del sentido de la vida.
La religación, según hemos explicado, es algo inevitable que nace en todo hombre como consecuencia de
su constitución como ser real en el mundo. Pero las formas de religación deben ser construidas
individualmente por la persona. La persona puede traducir su religación en religiosidad. Pero la persona
puede vivir su religación en las diversas formas de secularidad que han nacido en la cultura moderna.
Haremos aquí algunas puntualizaciones, pero somos muy conscientes de la insuficiencia de las mismas y
de las limitaciones que nos hemos impuesto, incardinándolas en el marco de nuestras creencias. Sin
embargo, pensamos que pueden ser extendidas a otras confesionalidades religiosas, matizándolas
adecuadamente.
Las actitudes individuales y los posicionamientos colectivos son muy diversos. Están bastante
comprometidos, en su tratamiento intelectual crítico, con las creencias religiosas, las ideologías, la
formación y los caracteres de las personas que abordan esta temática. E incluso parece que sería muy
pertinente distinguir entre las perspectivas de aquellos que la tratan desde dentro de la institución religiosa
afectada y las perspectivas de otros diversos sectores de la sociedad comprometidos ideológicamente, que
la estudian desde fuera y sin compromisos eclesiales. Tampoco debemos dejar de lado aquel grupo que, al
margen de sus opciones personales, escribe sobre secularización sin apasionamiento, sólo cubriendo
obligaciones profesionales.
Como los lectores de Tendencias21 ya tienen cumplida información al respecto, nos limitamos a algunos
puntos que no fueron explícitamente tratados, y, sin embargo, fueron denunciados desde dentro de las
instituciones religiosas, porque esto estaba poniendo en evidencia que, cuando menos social y
filosóficamente, estaban emergiendo posicionamientos intelectuales que detectan la necesidad de un
cierto cambio en las mismas instituciones religiosas, para poner en consonancia el kerigma teológico
tanto con los resultados de la investigación científica en el campo de la realidad física y de las cuestiones
antropológicas, así como en lo social y lo económico. En ocasiones, tales posturas han sido encuadradas
por algunos, seguramente de forma injustificada, como formas del fenómeno de la secularización.
Los humanistas descubren que los libros que poseían los antiguos, eran guías para la vida, y estaban
pendientes de un esquema superior que aplazaba la felicidad, sin atender a que la felicidad era también
alcanzable inmediatamente. Con esta actitud surge la secularización, porque a los humanistas se les abrió
un horizonte de objetivos que tenían a mano: perfeccionarse, actuar, confianza en la razón para cambiar
las circunstancias, aprender de las experiencias con la naturaleza, etc.
Con el curso de la secularización fue cambiando el sentimiento de fijeza, de permanencia, de eternidad,
que caracterizaba la vida religiosa antigua por la visión laica de una incesante evolución. La nueva visión
del universo fue un fuerte impulso a la secularización. El ideal del progreso hizo llegó a la conclusión de
que el hombre y la sociedad eran perfectibles, y esto supuso abrir un horizonte de ilusiones y objetivos
puramente seculares.
Traigamos aquí al recuerdo el deísmo y el “Culto a la Razón. El ateísmo era el lujo de los aristócratas y
fue instaurado el “Culto al Ser Supremo”, el cual suscitó más emoción que la tentativa ilustrada de una
deidad abstracta. Los masones también tenían su peculiar deísmo y gustaban de las ritualidades: Rendían
veneración al Gran Arquitecto del cosmos.
Algunas propuestas conclusivas
Hacemos algunas propuestas simples a modo de resumen conclusivo de lo expuesto, aunque la misma
complejidad de los problemas planteados exigiría una extensión que aquí no podemos pretender. Nos
vamos a referir a la forma de religación personal que se ha dado en la religiosidad, y en especial en la
forma que esta ha tomado en las instituciones religiosas. Relatamos, pues, algunas propuestas, sólo a
modo de reflexiones sugerentes.
1º.- Considerar que, si se acepta la aportación zubiriana al contenido de los problemas aquí sugeridos, la
diferenciación que se viene haciendo en los trabajos sobre la secularización, entre la religión y la
institución, parece suficientemente fundamentada y permite afirmar que lo que verdaderamente está en
crisis es la institución, no propiamente la religión.
2º.- Para que esta crisis institucional fuera menos aguda sería menester superar dentro de las mismas
instituciones religiosas las tensiones existentes, entre ellas las diferencias entre progresistas y
conservadores. Y para esto habría que empezar por aceptar, sin reservas, que las instituciones religiosas
son estructuras de servicio, no de poder, y que, en todo caso, éste debe estar siempre subordinado a aquél.
3º.- Si la religación es un elemento constitutivo de la realidad personal del hombre, y éste se siente
fundamentado en el “poder de la realidad”, no puede renunciar a la investigación científica en el mundo,
ya que es esta la que le muestra la imagen de la realidad a que el hombre debe religarse. Ni tampoco
puede renunciarse a asumir los resultados humanamente plausibles o verdaderos en las ciencias humanas.
Esto exige, en uno u otro caso, tener el coraje para cambiar los paradigmas correspondientes.
4º.- Esto tiene una consecuencia importantísima: no se debería, institucionalmente, enfrentar los
resultados plausibles de las investigaciones científicas del universo con las creencias reveladas. Para lo
ello habría que pensar en estudiar la necesidad de introducir los pertinentes cambios en la hermenéutica,
de acuerdo con los avances alcanzados en nuestro tiempo.
5º.- Las posturas dentro de la institución son de una gran relevancia. Tienen consecuencias seculares
porque determinan la manera de ver el mundo secular y cómo dialogar con él. Por otra parte tiene
consecuencia en la forma de ver el conjunto de las religiones. Para ello parecería conveniente que se
unificaran los criterios, teniendo muy presente que la religación vertical está plasmada en las religiones, y
que éstas tienen su asiento en las diferentes sociedades.
Entender el mundo de las religiones debería no sólo atender a planteamientos no sólo teocéntricos
(relativos a Dios), sino también antropocéntricos (relativos al hombre como lugar en que la religión nace).
6º.- No vendría mal reconsiderar hasta donde muchos eventos históricos calificados de seculares, y por
ello de antirreligiosos, pudieron ocurrir como una especie de ensayo de nuevas vías de acceso a lo
enigmático y en respuesta a la falta de respuestas de las instituciones religiosas en su día.
7º.- Como consecuencia, tal vez procediera revisar las críticas a los humanismos modernos, sobre todo
teniendo en cuenta que estos ensayaron rutas alternativas por falta de ofertas intelectuales y humanas
creíbles en el campo religioso.
8º.- Por último, tampoco sería ocioso que las instituciones religiosas no olvidaran que la historia de las
religiones no es una historia de las relaciones del hombre con lo establecido como sagrado por ellas
mismas, sino con Dios y su presencia real en el universo. Lo primero es instrumental y lo segundo
esencial.
Estas propuestas, a nuestro entender, marcarían las tendencias que, en relación a la religación en la
religiosidad y en las religiones, se vienen apuntando para el s. XXI.
Bibliografía
1.- Secularización de la sociedad occidental, ¿dónde se operó el cambio?.
2.- El hombre y Dios, Xavier Zubiri, Alianza Editorial, 2ª ed., Madrid, 1.985.
3.- El problema filosófico de la historia de las religiones, Xavier Zubiri, Alianza Editorial, Madrid, 1.993.
4.- Del amanecer a la decadencia. De 1.500 a nuestros días, Jacques Barzun. 7ª ed., Grupo Santillana de
Ediciones, Madrid, 2.008.
Artículo elaborado por Pedro Rubal, Catedrático de Filosofía en Enseñandas Medias
PREGUNTAS desde Yecla de Yeltes
PREGUNTAS desde Yecla Ya se sabe que de gustos no hay nada escrito, aunque esta frase hecha es falsa… Sea lo que sea querría yo
compartir algunas dudas con algún posible lector amble que me ayudara a responder a algunas preguntas;
sin querer agotar todas las posibilidades, éstas serían algunas.
Ya sé que este “acero cor-ten” está a la orden del día por sus ventajas técnicas; que la escultura más
grande de Francia, La Liberté, está hecha en este acero; que el Fulcrum de Londres y muchas otras obras
gigantescas de R. Serra repartidas por medio mundo, también; lo mismo que parte de lo que era aquella
maravilla fracasada de Chillida-Leku. Y así por todo el ancho mundo desde hace décadas… Y hay en
este material cosas magníficas, cosas horrorosas y cosas que ni fu ni fa, como pasa hasta con el mármol
de Carrara.
Y recordado esto, que me parece necesario, la pregunta rueda sola: ¿Era necesaria la utilización de este
material?. Y esa necesidad, ¿nace de problemas de conservación ante la corrosión inevitable en un lugar
como El Castillo de Yecla?. ¿O la decisión se tomó por motivos estéticos?. ¿O fueron motivos
medioambientales los que movieron a hacer esta extraordinaria “implantación”?. ¿Y no pudo hacerse de
modo menos “invasivo”?. Lo que decía uno a mi lado: “Parece que han llegado los bárbaros” Etc., Etc…
Por otro lado era necesaria, aunque hubo y sigue habiendo opiniones para todos los gustos sobre esa
necesidad, la instalación de unas placas solares para dotar de energía eléctrica a la ermita. Por este motivo
y para disimularlas en el paisaje se inventó esta “discreta” solución, perfectamente “integrada” en el
paisaje como puede apreciarse en la fotografía (en la realidad, o sea in situ, sin el disimulo inevitable de la
fotografía, ¡el resultado de “integración” es todavía más explosivo!). Eso sí, se logra que las placas,
montadas sobre el tejado de la cosa, no se vean desde ningún ángulo. Objetivo conseguido. ¿O había
más?. Es verdad que ya hace un año hablaron de un “retablo exterior” y nos echamos a temblar, aunque
no creíamos que llegara a tanto. Y ha llegado. No puedo menos, y pido perdón a los ratones, de recordar
aquella dura crítica del poeta latino Horacio ante una obra de gran formato y de pequeño resultado sobre
la que dejó escrito aquel famoso final de hexámetro: “ridículus mus”.
Al margen de cosas tan rebuscadas, lo cierto es que el espacio queda hábilmente roto, bruscamente
descompensado y el horizonte, magnífico, inocente y abierto, queda brutalmente segado. Y todo para
sostener unas placas que por la torpeza posterior dejan el presbiterio y el primer tercio de la ermita
descuidadamente - ¿o cuidadosamente?- a oscuras. ¿En qué estaría pensando el pensador que lo pensó en
Aguilar de Campoo o donde fuera?. ¿Conocía, y los tuvo en cuenta, los usos y sentimientos que iba a
recoger y acoger ese espacio tan conocido, respetado y querido por miles de personas?. Sin olvidar que
hay que agradecer, y mucho, el interés y la inversión en otros espacios de la ermita y del castro.
El espacio no da para más, pero las preguntas podrían amontonarse hasta cubrir la gigantesca estructura
de acero “cor-ten” instalada en lo alto y en medio del Castro de Yecla. ¡Pases y vean!. Solicito
opiniones…
Fructuoso Magas Ramos, de Yecla de toda la vida
¿Expulsado de la fila? Pablo VI, una gran
memoria
Editado por
Xabier Pikaza Ibarrondo
Lo ha podido ver hasta el más torpe de la clase,al mirar en la tele las grandes celebraciones
del domingo. -- Santo el Papa anterior, Juan XXIII.
-- Santo el siguiente, Juan Pablo II.
-- Él nada, su silla de santo vacía (27.4.14).
Tan grande ha sido el impacto creado por su hueco que un adolescente, casi niño, me ha preguntado si le
han "echado" del Vaticano. Le he dicho que no, que no es eso, que Pablo VI es muy importante, pero no
le he convencido.
¡Y yo tampoco he quedado del todo convencido de mis argumentos! Por eso protesto (sin entrar en el
tema de Juan Pablo I, el papa del mes, que bastante tuvo con morirse a tiempo). Por eso he querido
escribir esta postal, rompiendo una lanza por Pablo VI, aunque no sea totalmente un santo de toda mi
devoción.
Así protesto contra éste agravio comparativo. Ciertamente, Juan XXIII tiene galones para santo. Pero
ahí podíamos parar. O todos los papas del siglo XX santos (los que estudié en la postal del otro día), por
decreto precedente, o ninguno.
Un papa como un castillo Era papa (1964-1978) cuando yo estaba en Roma de estudiante (1965-1970). Íbamos alguna vez a verle
en el balcón, aunque no mucho, visitábamos más la biblioteca del Bíblico de la P. de la Pilotta. Después le
vi y le tuve muy de cerca el año 1974, estando de Capítulo en Roma, en una audiencia, a mi lado, a dos
pasos, serio, tristón cara de santo. Me dio mucha pena, tan metido en sí mismo. Me miró y le guiñe el
ojo, como en signo de complicidad, diciéndole: “ánimo, muchacho, no tengas miedo, que la Iglesia
sigue”. No me hizo caso, parecía inescrutable. Evidentemente, estaba en otros temas, de los que seguiré
hablando.
Presentaré los grandes valores de Pablo VI, evocaré sus (a mi juicio) grandes limitaciones. Pero desde
aquí quiero decir que es un Papa a quien amo y admiro, protestando contra todos los que le han echado
la culpa de los males de la Iglesia posterior.
Fue un papa culto, de hondo humanismo, con un sentido fuerte de la libertad y la grandeza de la vida.
Agarró el toro por los cuernos y quiso ser fiel al concilio, cuando Juan XXIII tuvo la ocurrencia de
morirse, justo cuando el Concilio andaba más líado (el año 1963). Esa si que fue jugada. Mucho en
marcha el Concilio, lió la madeja, dejando casi todo patas arriba, con todos los santos padres conciliares
discutiendo y se fue al cielo, que era su sitio. Ese fue Juan XXIII.
Pablo VI, artífice del Concilio, un Papa lleno de valores. El que se cargó con el pato del Concilio fue Pablo VI, y lo hizo bien. Agarró el Concilio por los
mismísimos meollos y lo sacó adelante, como un titán. Nadie podría haberlo hecho como él, aunque
algunos le tildamos ya entonces de miedoso, en varios asuntos que no es momento de recordar. Ese es su
mérito. Por eso habría que hacerle santo sin más, o no pararse en Juan XXIII que fue una excepción, y no
seguir con Juan Pablo II y hacerle santo, que es mezclarlo todo.
Quiso ser fiel al Concilio, pero tuvo quizá miedo a sus posibles consecuencias, en un mundo cambiante.
Empezó a viajar fuera del Vaticano, como gran embajador de la Iglesia, que él presentaba como experta
en humanidad, y asumió «la voz de los pobres, de los desheredados, de los sufrientes, de aquellos que
anhelan la justicia, la dignidad de la vida, la libertad, el bienestar y el progreso” (cf. Discurso en la ONU,
4, 10, 1965).
Grandes logros, un Papa con galones. Entre sus gestos eclesiales básicos pueden citarse:
‒ Con Atenágoras, fin de un milenio de enfrentamientos. El 7 de agosto de 1965 Pablo VI de Roma y
Atenágoras, patriarca de Constantinopla levantaban la excomunión que sus predecesores habían dictado el
año 1054. Terminaban así más de novecientos años de condenas mutuas. Ciertamente, ese gesto no
resolvía todos los problemas, ni llevaba a la plena comunión de las iglesias, pero abría un camino nuevo
de confianza y diálogo que aún no ha culminado, pues quedan pendientes no sólo cuestiones de
interpretación del pasado, sino también del futuro de la Iglesia.
‒ Nueva forma de colegialidad. Con el Motu proprio “Apostólica sollicitudo” (15 IX 1965), instituyó las
conferencias episcopales, un nuevo tipo de división y administración eclesial (antes habían existido
patriarcados e iglesias nacionales e imperiales, con el valor y riesgo que ello a veces implicaba, pero no
conferencias episcopales). De esa forma iniciaba un camino problemático y prometedor de
transformación eclesial cuyos resultados no pueden valorarse todavía (año 2013), por las trabas y
dificultades que este tipo de estructura está encontrando.
‒ Índice de libros prohibidos, libertad de pensamiento. El 14 de junio de 1966 (notificación de la
Congregación de la Doctrina de la fe: Post Litteras apostolicas), el papa suprimió el Índice de Libros
prohibidos (creado el año 1559), que había comprimido la conciencia católica durante cuatro siglos.
Según eso, la formación y cultura de los cristianos adultos quedaba en manos de su libre responsabilidad.
Sólo debían ser aprobadas por la Iglesia las traducciones católicas de la Biblia, los textos litúrgicos y los
manuales catequéticos oficiales. Esta decisión ha permitido un impulso cultural católico sin precedentes,
aunque algunos sectores eclesiales añoren los tiempos anteriores. Con ese gesto abrió las puertas y
ventanas de la teología y del pensamiento a la verdad, a la búsqueda, a la confianza.
‒Ecclesiam Suam (Su Iglesia, 1964), un programa de diálogo. Fue la primera y más importante de las
encíclicas de Pablo VI (y quizá de la Iglesia moderna). El Papa recoge y expone en ella su programa de
vida cristiana, centrada en el diálogo, en todos los planos de la vida: Con el mundo y la cultura, con las
diversas religiones, con las iglesias no católicas, entre los diversos grupos de la Iglesia. Por esta encíclica,
que aún no ha sido plenamente “recibida”, Pablo VI sigue siendo el papa de un Evangelio dialogal, en la
línea de los primeros concilios (siglos IV-VII) y del conciliarismo del XV, de manera que la misma razón
se interpreta como diálogo, es decir, como forma de ser en comunión. Nadie, ni antes ni después, habló
como él del diálogo como esencia de la vida humana y como centro de la Iglesia. Nunca se había escrito
un documento como éste.
‒ Populorum Progressio (El progreso de los pueblos, 1967), desarrollo humano al servicio de la paz. A Juan XXIII le había interesado ante todo “la paz en la tierra” (Pacem in Terris, 1963). Pablo VI ha
pensado más en claves de progreso, en un momento en que los antiguos pueblos coloniales (Tercer
Mundo) estaban alcanzando su independencia, para entrar en el concierto de los países llamados libres. A
su juicio, la solución de los problemas políticos y sociales implica un desarrollo armónico y solidario de
los pueblos (más que de los estados), por encima de las oposiciones y riesgos del capitalismo y del
comunismo. Todo parece indicar que tras cuarenta y cinco años de andadura conflictiva sus deseos no se
han cumplido, pues el progreso de unos ha implicado el retroceso sangrante de otros (de la mayoría). Se
equivocó en la forma de entender el progreso como liberador. Hoy pasados casi cincuenta años los
sabemos muy bien, pero su intención era buena…
‒ Evangelii nuntiandi, El evangelio y la liberación (1975). Asumió el motivo de la Evangelización,
pero de un modo serio (no como después han hecho otros papas, cerrando caminos). Su encíclica ha sido
y sigue siendo el mejor testimonio de apertura de la Iglesia de Roma a las corrientes de la vida, de la
justicia social, de la transformación de las estructuras de la Iglesia. Este Encíclica estuvo y sigue estando
en la base de la nueva iglesia de América Latina y del mundo entero, en línea de libertad real, de
encarnación, de comunión.
Un Papa de miedos, tres problemas... Era el momento de la gran transformación, eran los años en que podía haberse puesto en marcha la nueva
iglesia, con inmenso impulsos. Pero en un momento dado el Papa tuvo miedo, miedo de que la Iglesia se
le fuera de la mano. Pensó, quizá, que los ángeles que el Juan XXIII y el Vaticano II habían soldado a los
aires de la vida podían volverse demonios, y así tuvo tres gestos que han marcado la vida de la Iglesia
hasta el día de hoy, de forma negativa. Éstos son sus tres gestos más significativos, en orden cronológico:
‒ Sacerdotalis Caelibatus (1967), cerrojazo al "avance" del clero. Había acabado hace dos años el
Concilio, todos esperábamos que el Papa moviera ficha. Había empezado la inmensa lista de peticiones de
abandono de los ministerios por el tema del celibato, miles y miles. Todos esperábamos, digo, que el Papa
moviera ficha. Recuerdo que estaba en Roma, con la ingenuidad de una iglesia en marcha. Pero el Papa
tuvo miedo, un miedo inmenso. Tenía el Concilio en sus manos, pero quiso que todo siguiera igual en el
clero. Concedió dispensas y dispensas, pero quedó triste. No tuvo ánimos para abrir nuevos caminos,
formas distintas de ministerios, sin suprimir del todo el celibato, pero trazando otras vías… El problema
se enquistó, y aumento, y aumentó en los años posteriores… Fue una tristeza, de manera que lo que no
hizo él se tendrá que hacer cincuenta años después, pero ya peor, a la defensiva.
‒ Humanae Vitae (De la vida humana, 1968), miedo al amor de la vida. Es una encíclica espléndida
sobre el sentido y despliegue de la realidad humana, en el plano biológico, psicológico y espiritual. Pues
bien, su influjo ha quedado determinado (¿dañado?) por un tema que en el conjunto de la encíclica parece
secundario, pero que ha sido determinante hasta hoy (2013): La prohibición de los métodos artificiales
para evitar el embarazo (anticonceptivos). Esa decisión la tomó el mismo papa, quizá por miedo, después
que una parte considerable de los expertos se pronunciara en sentido contrario o pensara que era mejor
dejar el tema abierto. A la vista de las consecuencias del tema (y viendo que una mayoría de católicos no
cumple la norma papal), muchos opinan que el tema no estaba aún maduro para tomar una decisión
distinta. Pero aquel gran Papa miedoso que fue Pablo VI pudo y debió haberla tomad. Seguimos sufriendo
todavía las consecuencias de su decisión negativa. Una inmensa mayoría de la iglesia se ha
desenganchado en este campo de la doctrina del Papa.
‒ Inter Insigniores (Prohibición de la ordenación ministerial de las mujeres, 1976). Era el momento
adecuado. Así lo confiesa el mismo texto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en un texto
preparado por el mismo Papa, el 15 de octubre de 1976, fiesta de Santa Teresa de Jesús..., una mujer
“ordenada”. Era el momento, y lo confiesa el mismo texto, citando las palabras de Juan XXIII (Pacem in
terris, 1963), cuando dice que las mujeres entran y deben entrar en la vida pública (en especial entre los
cristianos). Todos esperábamos un paso en adelante. Pero Pablo VI tuvo otra vez miedo, cerró las
puertas… y así dejó el tema empantanado y envenenado hasta el día de hoy. Entonces lo podía haber
hecho, haber abierto una puerta, haber trazado un camino. Muchos pensamos que quiso hacerlo, pero tuvo
miedo. Vino por aquellos días K. Rahner a Salamanca y nos contó la verdad del tema. Fue una pena que
Pablo VI no hubiera sido Juan XXIII.
Conclusión Entre los grandes valores y los miedos de Pablo VI (celibato, mujeres, anticonceptivos…) han terminado
casi dominando los miedos, en temas que siguen pendientes. A pesar de ello fue un inmenso Papa, que
había tomado y guiado el Concilio por los cuernos. Me daba pena cuando le vi de cerca y le guiñé con el
ojo izquierdo. Ahora me siento contento por él.
No me hace falta que la hagan santo, pero el hecho de que esté Juan XXIII (con galones propios) y
Juan Pablo II (uno delante de él, otro detrás)… y que a él le hayan echado de la fila (¡con el pobre
Juan Pablo I!) me da una rabia inmensa. Es un agravio comparativo.
Dentro de 15 años. ¿Una sociedad espiritual? (I)
Editado por
Emma Martínez
Emma Martinez Ocaña en (2014), VVAA, ABAD, FRANCISCO (COORD), Dentro de 15 años, Madrid,
Ed. Empresa y Sociedad, pp. 253-256.(Para ver mi intervención en el encuentro de los autores, pincha
aquí).
Hoy me he despertado con un buen sabor de boca: he tenido un hermoso sueño. Estaba en España, era el
año 2030 y me encontré con una sociedad nueva. La gente era y vivía de otra manera.
Estaba desconcertada, no sabía qué nombre ponerle… ¿quizá vivían de una manera más espiritual? No
me gustaba esa calificación, pues la palabra “espiritualidad” está degradada, contaminada y empobrecida.
Contaminada por el dualismo imperante en nuestra cultura occidental, que durante siglos ha contrapuesto
espiritualidad a corporalidad, materialidad, temporalidad, vida cotidiana, placer, gozo y felicidad. Y
empobrecida al reducirla a la religión e incluso dentro de ella a lo referente a la oración, sacramentos,
celebraciones y relaciones con Dios.
Por todo ello es una palabra que aún hoy provoca rechazo, alejamiento y desconfianza, o resuena como
algo superfluo en el ser humano, perteneciente a otro tiempo, a algo pasado y caduco. Pero necesitaba
recuperarla, pues ahí, en mi sueño, estaba re-codificada.
Espiritual, espiritualidad, viene de espíritu, que hace alusión al aliento vital presente en el origen de todo
lo que es, que sustenta y vincula toda la realidad. Espíritu es el término más utilizado para nombrar a la
“divinidad” como dinamismo de vida. Enrique Martínez Lozano lo expresa bellamente: “El espíritu
constituye el núcleo más hondo, la identidad última de todo lo que es, la mismidad de lo real. Pero no
como una entidad separada, sino como constituyente de todas las formas en un abrazo no dual.” [1]
Una sociedad o persona espiritual sería, por tanto, la que va descubriendo la verdad más profunda de la
realidad, de su ser, de su verdadera identidad… y trata de vivir coherentemente con ella.
¿Qué fue lo que vi en el sueño?
1. Vi personas más lúcidas con su verdad y con la verdad de la realidad. Sin duda habían adquirido un
nuevo estadio de conciencia y un nuevo modo de conocer.
Eran personas que revelaban a través de sus cuerpos coherencia, honestidad, no fingimiento. También
percibía una cierta armonía interna: rezumaban unificación, integración personal, bondad, un dominio de
sí notable, calma interior, felicidad profunda. Vivían una mejor calidad de vida y tenían una mayor
capacidad para tener relaciones cooperativas y constructivas.
Personal y comunitariamente habían aprendido a discernir qué cosas, realidades y acontecimientos había
que cambiar mediante la lucha colectiva, y qué era lo que tenían que aceptar, asumir y acoger.
Otra cosa que me llamó mucho la atención era su capacidad para sentir en sus entrañas la com-pasión, el
dolor de los otros, tanto cercano como lejano. Una com-pasión que se hacía compromiso operativo y
colectivo por echar una mano desde sus grupos de pertenencia y/o referencia, y mejorar así la situación de
su barrio, de su ciudad, de su país, del mundo.
La conciencia ética era notable, personal y socialmente había aumentado profundamente la no tolerancia a
la corrupción, a la grande y a las pequeñas corruptelas del día a día.
En mi sueño, queriendo comprender qué les había pasado y cómo habían llegado ahí, fui hablando con
diversos grupos, colectivos… y entrevisté a algunas personas consideradas “maestras/os del espíritu”
aunque a ellas no les gustaba que se les llamase así, pues se consideraban aprendices; y creo que algo
comprendí de lo que me dijeron.
Sobre todo habían despertado del sueño de su individualismo egocéntrico para descubrir su verdadera
identidad: Ser, Relación, Unidad profunda, más allá de las diferencias de raza, sexo, clase, tamaño, peso,
rol, funciones y tareas…
Por supuesto que cada persona vivía su realidad social, política y económica, así como las diferencias
propias de su cultura, sexo, posición social, rol, función y trabajo… pero de una manera nueva,
desapegada, desapropiada. Me dijeron que obviamente esas realidades eran importantes y que dedicaban
gran parte de su tiempo a vivirlas lo mejor posible, pero que se habían dado cuenta de que eran
cambiantes, transitorias… y no constituían su verdadera identidad. Ésta no estaba definida por ellas, sino
por la consciencia lúcida de su verdad más profunda. Y esa verdad profunda la formulaban a distintos
niveles y con distintas palabras[2]: por un lado se habían dado cuenta de la necesidad de dedicar tiempo a
la introspección y al silencio, a ir más allá de su yo exterior y acceder a su yo más profundo para
descubrir así su propia escala de valores, los por qué, para qué y desde dónde de sus actuaciones para no
ser manejados por los demás; También tuvieron que volver a encontrar cuál era el sentido de sus vidas,
cuáles sus convicciones fundantes, sus verdaderas utopías y desde esa reestructuración de su yo profundo
tratar de unificarse y hacer verdad todo eso en su vida cotidiana.
Pero me confesaron que habían llegado al convencimiento de que ese nivel más profundo de su persona
no era todavía el último, el que revelaba su verdadero Ser. Algunas personas habían tenido ya esa
experiencia, iluminación, experiencia mística, despertar a su Ser, satori… le ponían distintos nombres,
pero todas las palabras que decían apuntaban a la misma realidad: Somos Unidad, Relación, Ser,
Familia…
Habían descubierto experiencialmente que todas las personas estaban relacionadas con todas y con todo,
aún más, que todo repercute en todo. Que esa experiencia de Unidad abarcaba toda la realidad, que todo
está sostenido, sustentado, por un Fondo común que todo lo vincula, que a todo sostiene en el ser. Que la
realidad es un nudo permanente de relaciones en todas las direcciones. “Cuando se despierta a esa
realidad, me decían, ya no es posible vivir desde el puro yo egocéntrico y separado, sino en la experiencia
de la interconexión con la unidad que todos formamos, no sólo como comunidad humana, sino con todo
el entramado de la vida.”[3]
Desde esa experiencia se vivían pan-relacionadas entre sí como humanidad, y conscientes de que su modo
de vivir, su relación con el dinero, las cosas, el agua, el aire…repercutía en los otros continentes. Sentían
que nada de lo que les pasaba a los habitantes de la tierra les era ajeno, pues se sentían formando parte de
una gran familia, la familia humana, corresponsables unos de otros.
Y por eso ya no podían pasar indiferentes ante el dolor de los otros: lo sentían como propio, y en
consecuencia se unían para transformar y cambiar todo lo que estaba en sus manos con el fin de mejorar
la calidad de vida, sobre todo de los países menos desarrollados y de los colectivos más desfavorecidos.
Para cuidar, en definitiva, de quienes más sufrían y poder ofrecer un futuro mejor y una tierra más
habitable a las generaciones futuras. También disfrutaban y celebraban las conquistas en dignidad y
respeto a los derechos de otros pueblos.
Pero había más: no sólo se sentían formando parte de toda la humanidad sino de toda la realidad, de todo
el entramado de la vida. Cuidaban de los animales, las plantas, la tierra como casa común: Madre Tierra
habían vuelto a llamarla. Velaban por su biodiversidad como un gran regalo de la vida.
Otro de los grandes descubrimientos que compartieron conmigo y que les había ayudado a cambiar era
que, desde la experiencia, habían aprendido a distinguir qué era lo que realmente les hacía felices y qué
les producía buenos momentos, [4] pero nada más. Se expresaban así: “claro que disfrutábamos de los
sabores y goces de la vida cotidiana: experiencias, amistades, placeres… procurábamos alimentar
pensamientos y sentimientos positivos, pero nos dimos cuenta que eso no siempre era posible, que en
gran parte las emociones positivas y placenteras las condicionaban las experiencias y realidades de la
vida. Profundizando un poco más y descubrimos otras realidades que nos provocaban una felicidad más
duradera: “fluir” en nuestra vida embarcándonos en vivir a tope desplegando nuestras virtudes y
fortalezas más importantes”. Me describieron cuáles eran sobre todo esas fortalezas y virtudes que les
hacían más felices: la sabiduría de saber vivir, la valentía y el coraje para afrontar la vida, una gran
humanidad, la justicia, la capacidad de dominio propio, de templanza, la capacidad de cultivar la
espiritualidad y la trascendencia. “Aquí descubrimos una felicidad más permanente, que en gran parte
dependía de nosotros y de cómo afrontásemos la vida. Pero”, siguieron diciéndome, “aún descubrimos un
último nivel de felicidad, que podía convertirse en permanente: poner todas esas fortalezas y capacidades
al servicio de una causa que nos trascienda. Ahora comprendemos las palabras de Victor Frank de que
“Quien tiene un por qué es capaz de, casi, cualquier cómo”
Otra cualidad que me llamó la atención fue que, en general, las personas no eran arrogantes en sus
conocimientos, había en ellas una cierta humildad muy poco frecuente. Cuando les pregunté el motivo me
dijeron que cada día se daban mas cuenta de las limitaciones del conocimiento humano ante el misterio de
lo Real. Estaban al tanto de los descubrimientos científicos sobre la Realidad y expresaban con lucidez la
consciencia del enorme desconocimiento en el que vivimos. Los estudiosos del universo nos dicen que
sólo conocemos un 4% más o menos de la densidad de la energía total del universo, frente a un 23% de
materia oscura y un 73% de energía oscura… ¿cómo no ser humildes ante nuestra gran ignorancia? Con
asombro decían que todo lo que observamos parece proceder de un gran Vacío primordial… que el
universo parece ser en realidad una red de relaciones y acontecimientos.
[1] MARTÍNEZ LOZANO, E., Vida en Plenitud. Apuntes para una espiritualidad transreligiosa, Madrid,
PPC, 2012, p.33
[2] He desarrollado este tema en MARTINEZ OCAÑA, E. Buscadores de felicidad, Madrid, Narcea,
2011, pp.22-49 y en Te llevo en mis entrañas dibujada, Madrid, Narcea, 2012, pp.25-63.
[3] Un tema muy trabajado entre otros por MELONI, J. El Uno en la múltiple. Aproximación a la
diversidad en la unidad de las religiones, Santander, Sal Terrae, 2003; Hacia un tiempo de síntesis,
Barcelona, Fragmenta Editorial, 2011,
[4] Este es uno de los resultados, a los que después de años de investigación en más de 70 países, han
llegado los iniciadores de la Psicología Positiva Cfr Seligman, M., La auténtica felicidad, ed. Zeta,
Barcelona, 2011; CSIKSZENTMIHALYI M. Fluir. La psicología de la felicidad, Barcelona, Kairós, 1997
y Aprender a fluir, Barcelona Kairós,, 2010 7ª,
Creo en la vida
Editado por
José Arregi ¿Y qué otra cosa es la fe pascual sino eso: creer en la Vida? Cuando digo creer, no digo profesar
creencias. Digo vivir: digo confiar en sí mismo y en el otro a pesar de todo, digo rebelarse contra
todos los poderes que asfixian, digo ponerse del lado del herido, digo ser humilde levadura que
transforma y levanta la historia, digo respirar en paz cada noche y seguir caminando cada día a pesar del
fracaso, de la cruz o de la muerte. Creer en la Pascua es una forma de vivir.
“Pascua” (pesah, “paso”) llamaron los judíos a la liberación de la esclavitud bajo el faraón, a la travesía
del desierto hacia la plena libertad, a la esperanza de la Tierra que mana leche y miel para todos. Pero
miles de años antes que fiesta religiosa judía, la Pascua fue, sin ese nombre, la fiesta de la primavera de
pastores y agricultores: fiesta de los corderos y de los campos de trigo. Fiesta de la vida y del pan.
Creo que Jesús de Nazaret –aunque no fue el único, ni era perfecto– vivió y anunció la gracia y la
libertad, fue profeta de la Vida. Y por eso le condenaron los poderes establecidos: por haberse hecho
solidario de todos los condenados. Le mataron, pero su vida no murió. Pues en nuestra vida fluye la
plenitud de la Vida, y nuestra vida fluye hacia su plenitud, en paso o pascua permanente.
Creo que Jesús resucitó, pues la vida buena, la bondad que habita en el corazón de todo viviente es
inmortal, como la belleza, en el Corazón que palpita en todo. La vida revive, cuanto es se transforma: la
mariposa en huevo, el huevo en oruga, la oruga en crisálida, la crisálida en mariposa, la mariposa en
huevo, en vuelo, en tierra, y la tierra en flor, la flor en abeja, la abeja en cera, la cera en llama, la llama en
luz, la luz en sombra, la sombra en luz, aire, aliento, energía o espíritu… que aletea sobre las aguas de la
vida, que vibra en el corazón de todos los seres, formas del Ser, del Aliento, del Alma, de la Comunión o
del Todo inmortal. Pero ¿qué pasa cuando “morimos”, cuando se desintegra el soporte “material” que
sostiene nuestra conciencia, emociones y memoria? No sé qué decir, pero creo que no es el fin de nuestra
vida, sino su pascua o paso a la Plenitud que somos, a la anchura de la Vida, del Corazón o de la
Memoria Infinita que también llamamos “Dios”.
Creo que Jesús resucitó no “después” de su muerte, sino en toda su vida, incluida su muerte. La
vida buena de Jesús resucitaba en la plenitud eterna de “Dios” cuando curaba enfermos devolviéndoles la
confianza vital, cuando compartía la mesa con los excluidos por la religión, cuando proclamaba dichosos
a los pobres campesinos y pescadores de Galilea –dichosos porque iban a dejar de ser miserables–,
cuando contaba parábolas que llamaban a la misericordia y provocaban sorpresa, cuando subvertía las
jerarquías y consagraba la fraternidad. Jesús resucitó en su vida, y cuando por su vida le condenaron a
morir en la cruz, entonces acabó de resucitar.
Creo que sus discípulos –sobre todo sus discípulas– volvieron a creer en él y a seguirle por la misma
razón por la que habían creído en él y le habían seguido en vida: porque vieron en él al profeta de la vida
liberada. Se les fueron abriendo los ojos de nuevo y al profeta de la vida le confesaron mártir viviente.
Creo que para creer en el Viviente no hacen falta sepulcros vacíos, ni ángeles ni apariciones
milagrosas pues todo está animado por el Ángel de la Vida, todo es milagro, todos los sepulcros están
vacíos de ausencia, llenos de presencia buena, de la Gracia de ser que Jesús vivió. Solo es necesario que
se abran el corazón y los ojos para palpar la Vida en todas las manos y pies heridos, en todo lo que es y
palpita: el caminante anónimo, el inmigrante expulsado, la mujer maltratada, el anciano o el niño
desgraciado, el parado de larga duración. Y en la humilde piedra del camino, o en el petirrojo que sigue
cantando junto al Narrondo después de anochecer, y vuelve a cantar antes del amanecer.
Creo que la Presencia de la Compasión nos sale al paso en cada paso, nos llama por nuestro nombre y nos
dice al corazón: “Amiga, amigo, no temas. Confía y vive”.
José Arregi
Para orar
POR QUÉ CANTAMOS
Si cada hora viene con su muerte,
si el tiempo es una cueva de ladrones,
los aires ya no son los buenos aires,
la vida es nada más que un blanco móvil...
usted preguntará por qué cantamos.
Si nuestros bravos se quedan sin abrazo,
la patria se nos muere de tristeza,
y el corazón del hombre se hace añicos,
antes aún que explote la vergüenza...
usted preguntará por qué cantamos.
Si estamos lejos como un horizonte,
si allá quedaron árboles y cielo,
si cada noche es siempre alguna ausencia,
y cada despertar un desencuentro...
usted preguntará por qué cantamos.
Cantamos porque el río está sonando,
y cuando suena el río, suena el río.
Cantamos porque el cruel no tiene nombre,
y en cambio tiene nombre su destino.
Cantamos porque el niño, y porque todo,
y porque algún futuro, y porque el pueblo.
Cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos, quieren que cantemos.
Cantamos porque el grito no es bastante,
y no es bastante el llanto ni la bronca.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.
Cantamos porque el sol nos reconoce,
y porque el campo huele a primavera,
y porque en este tallo, en aquel fruto,
cada pregunta tiene su respuesta.
Cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida,
y porque no podemos ni queremos,
dejar que la canción se haga ceniza.
(Mario Benedetti)
La difícil pero posible alegría pascual
Editado por
José Alegre
Empieza el Pregón Pascual
con tres estrofas que son tres gritos. Tres gritos que son tres invitaciones a la alegría: exultet, goce,
alégrese. Exulten las jerarquías del cielo. Una invitación a la alegría en el cielo, por la victoria de Cristo.
Goce la tierra. Una invitación a la alegría por la luz radiante y el horizonte de libertad, que amanece para
la humanidad con la victoria de Cristo sobre la muerte. Alégrese la Iglesia. Una invitación a vivir la
alegría de la luz. Es una invitación que repite san Pablo a los cristianos de Filipos:
Como cristianos, estad siempre alegres, os lo repito, estad alegres. Que todo el mundo note lo
comprensivos que sois. El Señor está cerca. No os agobiéis por nada… y la paz de Dios custodiara
vuestra mente y vuestros pensamientos (Filp 4,4s)
También lo hace a los cristianos de Tesalónica:
Estas alegres, orad constantemente, dad gracias, porque esto quiere Dios de vosotros como cristianos.
No apaguéis el Espíritu; examinadlo todo, retened lo que haya de bueno. (Tes 5,17)
Los motivos para la alegría que sugiere san Pablo están en la cercanía del Señor al corazón humano, están
en la voluntad y la paz que nos manifiesta Dios; están en el fuego interior de su Espíritu. Estad alegres,
esto es lo que quiere Dios de nosotros, los cristianos. Una alegría que es preciso manifestar, hoy,
mediante una sensibilidad y ternura humanas.
“La alegría mana dentro, callada, con raíces profundas… Es la hermana de la seriedad; donde está una, se
halla también la otra. Aquí vamos a tratar de una alegría a la que podemos dar cauce. De una alegría que
todos pueden poseer, con el mismo derecho, cualquiera que sea su índole”. (R. Guardini, Cartas sobre
autoafirmación, 1966, p.9-10)
La alegría es un don recibido. La alegría es un sentimiento en el cual lo que se recibe ingresa en nuestra
intimidad como un don, que es vivenciado como tal, y se muestra como claridad como luz; se
experimenta una sobre-iluminación y un brío, una energía que tiene como correspondencia el abrirse,
darse… Tiende pues a impulsar nuestra persona hacia fuera. Transita hacia otros, mientras que la
diversión y el goce se cierran más en la individualidad de uno.
El don que hace nacer la alegría en el corazón humano es el don que nos ha hecho el Padre por medio de
su Hijo, nuestro Señor Jesucristo. Es la voz de Dios, que ha dicho, que ha pronunciado su Palabra en el
centro de la humanidad, con la belleza de la Creación en un primer momento; y que ha renovado el
corazón del hombre con la belleza de la Redención, que es el amor manifestado hasta arraigar en el
corazón de la humanidad.
Así es como Dios nos quiere poner en el camino de la libertad, liberación de todas las esclavitudes que
son numerosas en el corazón humano.
De esta forma se dibuja todo un camino de complicidad divina-humana que nace en el seno de la
noche. La luz brilla en las tinieblas. La luz de Dios comienza a brillar en la noche confusa y oscura donde
se hace oír el eco de la primera Palabra: Hágase la luz. La luz que se hará presente en la noche de Egipto,
en las noches del desierto, en tantas situaciones de la historia de su pueblo, duro de corazón; en la noche
de Belén, la noche del Calvario y del sepulcro…. Siempre la noche, como el tiempo más precioso para
dar lugar a un nuevo amanecer, a la luz que ya no tendrá ocaso. La noche, es la tierra buena donde
germina la semilla de la Palabra.
Por esto la garganta del pregonero de la Pascua exulta:
¡Que noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
en que Cristo resucitó de entre los muertos
Pero ¿ha resucitado, verdaderamente? ¿Se percibe esta alegría en la vida de los cristianos? O ¿acaso
todavía estamos en la penumbra u oscuridad de la noche?
Ciertamente, hay todavía noche, una larga noche en la escena del mundo. Fácilmente nos viene este
sentimiento, esta certeza al repasar la prensa cada mañana. Hay todavía noche para
Aquellos que
nacieron para cantar una canción
pero el verso que los sostenía
se borró tras un hálito de sangre,
y ahora viven
fusil en mano…
Hay todavía noche en el mundo que sangra, herido por la razón de la fuerza…
Hay noche cerrada bajo una violencia que gira disfrazada de orden, orillando sin pausa a los que da por
desgastados…
Hay noche cuando la seducción del dinero amenaza el perfume de lo vivo…
Hay noche en los espacios del hambre, éxodos de hambre…
Ha resucitado, cierto, pero continúa la noche. Ha apuntado el amanecer, podemos cantar:
¡Que noche tan dichosa!
Sólo ella conoció el momento
En que Cristo resucitó de entre los muertos
Este momento ya no se desvanece, la luz de la eternidad ha quedado encendida en la noche del tiempo. El
cirio pascual ya no se apaga. Pero es necesario encender nuestras pequeñas lámparas en la luz que arde en
la noche. Y tenemos que preguntarnos ¿qué hacemos con la luz?... Para no perder el tiempo e ir a la
deriva
No vamos a la deriva, se trata de poner luz en la noche, despertar la conciencia para que se desvanezca
ese verso que genera más noche:
Pasa el tiempo
y nosotros,
distraídos,
miramos a otra parte
mientras ríen los jerarcas
del mundo conformado
Acoger la fuerza del Evangelio
Editado por
José Antonio Pagola Dos discípulos de Jesús se van alejando de Jerusalén. Caminan tristes y desolados. En su corazón
se ha apagado la esperanza que habían puesto en Jesús, cuando lo han visto morir en la cruz. Sin
embargo, continúan pensando en él. No lo pueden olvidar. ¿Habrá sido todo una ilusión?
Mientras conversan y discuten de todo lo vivido, Jesús se acerca y se pone a caminar con ellos. Sin
embargo, los discípulos no lo reconocen. Aquel Jesús en el que tanto habían confiado y al que habían
amado tal vez con pasión, les parece ahora un caminante extraño.
Jesús se une a su conversación. Los caminantes lo escuchan primero sorprendidos, pero poco a poco
algo se va despertando en su corazón. No saben exactamente qué. Más tarde dirán: “¿No estaba ardiendo
nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino?”
Los caminantes se sienten atraídos por las palabras de Jesús. Llega un momento en que necesitan su
compañía. No quieren dejarlo marchar: “Quédate con nosotros”. Durante la cena, se les abrirán los
ojos y lo reconocerán. Este es el primer mensaje del relato: Cuando acogemos a Jesús como compañero
de camino, sus palabras pueden despertar en nosotros la esperanza perdida.
Durante estos años, muchas personas han perdido su confianza en Jesús. Poco a poco, se les ha convertido
en un personaje extraño e irreconocible. Todo lo que saben de él es lo que pueden reconstruir, de manera
parcial y fragmentaria, a partir de lo que han escuchado a predicadores y catequistas.
Sin duda, la homilía de los domingos cumple una tarea insustituible, pero resulta claramente insuficiente
para que las personas de hoy puedan entrar en contacto directo y vivo con el Evangelio. Tal como se lleva
a cabo, ante un pueblo que ha de permanecer mudo, sin exponer sus inquietudes, interrogantes y
problemas, es difícil que logre regenerar la fe vacilante de tantas personas que buscan, a veces sin saberlo,
encontrarse con Jesús.
¿No ha llegado el momento de instaurar, fuera del contexto de la liturgia dominical, un espacio
nuevo y diferente para escuchar juntos el Evangelio de Jesús? ¿Por qué no reunirnos laicos y
presbíteros, mujeres y hombres, cristianos convencidos y personas que se interesan por la fe, a escuchar,
compartir, dialogar y acoger el Evangelio de Jesús?
Hemos de dar al Evangelio la oportunidad de entrar con toda su fuerza transformadora en contacto directo
e inmediato con los problemas, crisis, miedos y esperanzas de la gente de hoy. Pronto será demasiado
tarde para recuperar entre nosotros la frescura original del Evangelio.
José Antonio Pagola 4 de mayo de 2014
3 Pascua (A)
Lucas 24, 13-35
Comunicado 1 de Mayo de 2014 de la HOAC
Ante un nuevo 1º de mayo, día internacional de los trabajadores y las trabajadoras, fiesta del movi-
miento obrero mundial, la HOAC y la JOC, movimientos de Acción Católica especializada en el mundo
obrero, queremos ofrecer nuestra reflexión.
Comunicado_1_mayo_2014_HOAC_JOC__2_.pdf
La Delegación de Familia y Vida de la Diócesis de
Salamanca, junto con el Instituto Superior de
Ciencias de la Familia de la Universidad
Pontificia de Salamanca, organizan la I
SEMANA DE LA FAMILIA, que se celebrará
del 11 al 17 de mayo con el lema: "La misión de
la familia cristiana en la Iglesia y en el mundo".
Propuestas para un verano diferente. El Equipo
diocesano de Pastoral Juvenil acaba de presentar
el programa de actividades para jóvenes para
este verano. Ya puedes inscribirte en la portería
de la Casa de la Iglesia (Calatrava. C/ Rosario,
18).
HORARIO DE MISAS
Misas.pdf
AGENDA DIOCESANA
CONFESIONES EN LA PARROQUIA DE EL CARMEN: (Pza. de los Bandos). Martes de
10:00 a 13:00 h y de 17:30 a 20:30 h. y Viernes de 10:00 a 13:00 h y de 17:30 a 20:30 h.
GRUPO JOVEN DE RENOVACIÓN CARISMÁTICA: se reúne en oración todos miércoles,
a las 19:30 horas en la capilla de la Universidad Pontificia.
FORMACIÓN DE LAICOS: Continúa la Formación Permanente de Laicos, todos los martes, a
las 20.00 horas en la Casa de la Iglesia. A lo largo de este año están revisando la Constitución
conciliar Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual. El día 18 hablarán sobre el amor
conyugal. Organiza la Delegación diocesana de Apostolado Seglar.
Ciclo de cine homenaje a Juan XXIII y Juan
Pablo II
Pastoral Universitaria organiza un ciclo de cine en homenaje a Juan XXIII y Juan Pablo II. En este ciclo
de cine que tendrá lugar en Locales de la Pastoral Universitaria (c/Compañía 7 Salamanca) se va a
proyectar la película "Juan XXIII el Papa de la Paz", hoy martes, 29 de abril con la 1ª parte "Desde la
infancia al pontificado" y mañana miércoles la 2ª parte "El pontificado". Ambas proyecciones serán a las
17:00 h. Por otro lado la película "Juan Pablo II, Karol" será el día 2 de mayo a las 16:30 h "karol, el
hombre que se convirtió en papa" y a las 20:00 h "Karol II, el papa el hombre".
Vuelven las visitas nocturnas a las Torres de la
Catedral de Salamanca
Desde este jueves, se podrán disfrutar de estas visitas, guiadas y ambientadas con música y juego de
luces. El viernes y sábado también se realizarán los recorridos, que durante el resto del mes de mayo y a
lo largo del mes de junio tendrán lugar sólo los sábados.
“Mientras la Catedral duerme…” es el título de este recorrido por las diferentes estancias de la exposición
documental, que permite además disfrutar de las panorámicas nocturnas desde las terrazas de la torre
Mocha y la terraza norte.
La subida a Ieronimus en horario nocturno incorpora también las estancias abiertas al público hace
aproximadamente un año: la Sala del Reloj y la del cuerpo de Campanas. La ambientación de luz y
sonido, completa el atractivo de estas visitas.
El precio de las visitas es de 6 euros. Se realizan dos pases, a las 20’30h y a las 22’15 h y se establece un
máximo de 30 personas por pase.
La reserva de entradas se puede realizar con antelación en la taquilla de Ieronimus. Se puede realizar
cualquier consulta en el teléfono 923 26 67 01.
Turismo de Salamanca, en colaboración con el Cabildo Catedralicio, ha editado tarjetones promocionales
de estas visitas, que se distribuirán en la Oficina de Turismo de Salamanca y en la taquilla de Ieronimus a
partir del miércoles por la tarde.
7 de mayo, Vigilia de Oración
LA TROUPE DE L´ATELIER
MUESTRA UNIVERSITARIA DE ARTES ESCÉNICAS MIERCOLES 30 DE ABRIL , · 21.00 h · Entradas: 3 € Para la venta de entradas anticipada, preguntar a los grupos participantes
y una hora antes de cada actuación en la Taquilla del Teatro Juan del Enzina
LA TROUPE DE L´ATELIER
L´homme qui valait 35 millIards, de Nicolas Ancion
Director: Michel van Loo
Coordinadora: Carmen García Cela (Departamento de Filología Francesa)
Actores: Alumnado de francés de la Usal.
Michel Van Loo dirige en la
Universidad de Salamanca el XVIº taller de teatro en lengua francesa. En la presente edición, nos presenta
una composición inspirada de la novela El hombre que valía 35 milllones publicada por Nicolas Ancion,
joven escritor belga, en 2009. De Nicolas Ancion, M. van Loo recoge una trama que narra el secuestro del
gran empresario Mittal, último propietario de los altos hornos de Lieja y responsable del
desmantelamiento de la industria siderúrgica en el norte europeo. M. van Loo inserta el debate social en
una composición que progresa a lo largo de 10 asaltos de un combate de boxeo, así quería Brecht que
fuese el teatro. Buscando pretextos para introducirse en la ciudad de Lieja y en su vida cotidiana, M. van
Loo convoca a Jacques Brel o a Léo Ferré cuya obra estuvo ligada a la ciudad belga.
La Troupe de l’Atelier, compuesta por estudiantes universitarios y amantes de la lengua francesa, lleva a
las tablas este particular combate.
Nuevo espacio de arte en Salamanca de
la mano de Juan Sebastián González
l
El estudio-taller se encuentra en el Camino de las Aguas, 71
Desde este miércoles, Salamanca cuenta con un nuevo espacio para el arte en el que se darán cita
actividades de todo tipo, además de ser el estudio-taller de su dueño, Juan Sebastián González.
Este artista natural de Badajoz, afincado en Salamanca desde hace 14 años se embarca en esta nueva
aventura con el objetivo de crear un lugar donde principiantes y expertos, adultos y niños puedan
trabajar y profundizar en la imagen actual, en las técnicas clásicas de dibujo y en la pintura,
grabado, fotografía, dibujo anatómico del natural, amplia biblioteca artística, etc.
Juan Sebastián González, respaldado por una larga trayectoria tanto en el mundo de la creación
como en el de la docencia, transmitirá sus conocimientos y su pasión por el arte a través de la
música, el teatro y diferentes campos de la plástica. La formación irá complementada con visitas a
museos de la ciudad con los alumnos, talleres al aire libre, fomentando la creatividad y el disfrute
de la ciudad de una manera amena y divertida.
ALBA DE TORMES Y SALAMANCA NO
DEJAN CAER EN EL OLVIDO EL IV
CENTENARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE
SANTA TERESA
Manuel Diego Sánchez, carmelita
Las conmemoraciones centenarias sirven para refrescar la memoria de acontecimientos del pasado que, a
su vez, nos traen valores susceptibles de mantener vivos en el tiempo presente. Y cuando se trata de
figuras como Teresa de Cepeda y Ahumada, más conocida por Santa Teresa de Jesús, entonces
percibimos la dimensión universal de esta mujer, la pervivencia de su legado a través de una familia
religiosa de monjas y frailes, el Carmelo Teresiano; pero sobre todo esto sucede a través de sus libros, con
un mensaje que trasciende el tiempo y hasta con un valor literario muy significativo, todo lo cual
convierte a esta escritora mística en un clásico de la lengua española.
Estamos recordando el IV centenario de su beatificación en Roma (24 de abril del 1614), una fecha que
pone delante no sólo el hecho de una santidad reconocida oficialmente por la Iglesia, sino que es el punto
culminante de todo un camino de penetración dentro de la cultura española, sin dejar de ser a la vez una
fecha importante también para la cultura europea.
Muerta Teresa de Jesús en Alba de Tormes (4.10.1582), su fama perdura, sus escritos serán muy leídos
desde que Fr. Luís de León los publicara en Salamanca (1588). Y hasta su sepulcro en la villa ducal
comenzó a ser visitado de inmediato, porque eran muchas las personas que buscaban su intercesión.
PROCESOS INFORMATIVOS EN ALBA DE TORMES.
Fue el obispo de Salamanca, Jerónimo Manrique Figueroa (1579-1593), quien tomó la decisión a los 9
años de la muerte de abrir una serie de informaciones canónicas en Salamanca y Alba de Tormes. Es la
primera piedra que se puso en el camino de la beatificación de santa Teresa. Del 15 de octubre de 1591
hasta el 3 de enero del 1592 las informaciones y preguntas a testigos se hacen en Salamanca; el mismo
obispo se traslada luego a Alba de Tormes y allí preside los interrogatorios del 1 al 10 de abril del 1592.
Rigurosamente hablando, no sólo proviene de Salamanca la idea de comenzar el proceso de beatificación
a los 10 años de muerta (seguramente a instancias de la familia carmelitana y de otras tantas personas e
instituciones), sino que es allí donde se pone en ejecución tal medida. Posteriormente (1595-1597) será el
Nuncio quién mandará hacer otras informaciones en distintos lugares de España vinculados a la Madre
Teresa; mientras que por mandato de Roma se realizarán todavía más informaciones en 1604, 1609-1610.
Podemos afirmar examinando el contenido de todos estos procesos (accesibles a través de la publicación
de Silverio de santa Teresa en 1935), que santa Teresa tuvo mucha suerte, pues todas estas informaciones
se hacen interrogando a personajes (no sólo monjas carmelitas, frailes y clérigos) que la han tratado y
conocido; por eso, a la postre son una fuente de primera mano para conocer su figura, aunque han de ser
usados estos testimonios con cuidado porque dependen ya de la primera biografía teresiana de Ribera
(1590) y tienen una finalidad estrictamente apologética, es decir, defender la santidad de la Madre Teresa.
Para hacerse una idea del valor y calidad de los testigos que, por ejemplo, hablaron en 1592 en Alba (se
conservan los originales de estos procesos), baste citar que entre otros lo hicieron el cuñado Juan de
Ovalle, su sobrina ya monja carmelita Beatriz de Jesús Ovalle, Mariana de Jesús Gaitán (hija del
caballero Antonio Gaitán que la acompañó a tantas fundaciones); los clérigos Antonio de Zamora (que la
conoció y confesó), Perucho de Villarreal, Antonio de la Trinidad; también los médicos locales Francisco
Ramírez, Martín Arias; las monjas isabeles Dª Mayor Mejía y Dª Francisca de Fonseca; y, sobre todo, un
buen grupo de carmelitas descalzas del monasterio de Alba que asistieron a su última enfermedad y
muerte, y han sido testigos del milagro de la incorrupción del cuerpo, de los diversos milagros y hasta de
la primera devoción local y de fuera (viajes y peregrinaciones al sepulcro) hacia la madre Teresa, tales
monjas como María de san Francisco Ramirez, Mariana de la Encarnación Velázquez, Catalina Bautista
Hernández, Juana del Espíritu Santo Guiera, Inés de Jesús Villapecellín, Catalina de san Ángelo Mejía,
Constancia de los Ángeles Centeno, Isabel de la Cruz Morales. Hoy resulta emocionante pasar los folios
de este códice y encontrarse con estos testimonios originales acompañados de las firmas autógrafas de
personas tan cercanas a Teresa de Jesús.
UN PROCESO DE INVESTIGACIÓN RÁPIDO Y DE GRAN VALOR HISTÓRICO. Todo el proceso de beatificación que duró hasta el 1610 demuestra la seriedad de la investigación que se
ha llevado a cabo en toda España, sobre todo en aquellos lugares más vinculados a la presencia de esta
mujer, buscando las personas que la han tratado y conocido más de cerca. Todavía en Alba se hizo otra
información años más tarde, en mayo de 1610, bajo el obispo Luís Fernández de Córdoba, aunque menos
representativa en cuanto a la calidad de testigos.
Por eso, la beatificación de 1614 fue el punto de llegada de un largo trabajo de recopilación de material
original (hoy diríamos un largo tiempo de investigación) que demostró la divulgación y fama que había
alcanzado la figura teresiana por toda España.
Nosotros leemos ahora estos procesos desde el punto de vista histórico y hallamos criterios y opiniones
que no compartimos del todo, pero hay que entender que entonces se trataba de poder demostrar la
santidad del candidato, conocer los milagros que hacía…, es decir, seguir un estilo que coincidiera con el
modelo de la santidad barroca, con un estereotipo de ciertos valores de la santidad que el candidato debía
cumplir estrictamente. Por eso resultan estos procesos de beatificación teresianos un material que –desde
el punto de vista histórico– se debe cribar críticamente, lo cual no significa que no se diga en ellos la
verdad, sino que se habla desde unos motivos y parámetros ya muy establecidos y prefijados. Que ésta
venía a ser también la finalidad apologética de la hagiografía barroca, ideología muy bien recogida en las
dos primeras biografías teresianas, la del jesuita Francisco de Ribera (1590) y la del jerónimo Diego de
Yepes (1606).
No obstante todo lo dicho, impresiona la cantidad y variedad de personajes que han dado su palabra para
conseguir ver en los altares a Teresa de Jesús.
LA PALABRA ESCRITA DE TERESA. Pero en el caso teresiano hay todavía algo muy especial y es que, además del recurso a los milagros, se
hace una defensa de los valores humanos de su personalidad con testimonios muy explícitos del realismo
teresiano.
E incluso se recuerda algo que no siempre estaba presente en otros santos, el sentir común acerca del
beneficio de la lectura de sus obras; esto era posible gracias a la edición salmantina de Fr. Luís de León
(1588). Por eso entraba dentro del interrogatorio la pregunta explícita acerca de las obras escritas. Con lo
cual se constata que de inmediato los libros teresianos han salido de los estrictos límites conventuales y
son ya patrimonio común por medio de la lectura de tantas personas. Seguramente éste fue el aspecto más
útil de la beatificación por encima del hecho de la santidad reconocida por la Iglesia y el que de ahora en
adelante se le pueda dar culto público, es decir, el lograr salvaguardar y difundir su legado doctrinal y
literario para la posteridad, defendiéndolo de tantas acusaciones como había tenido después de muerta,
hasta el punto de que fue un asunto bastante serio a resolver y que dificultaba la misma beatificación. De
ahora en adelante, la obra escrita de Teresa, en el campo místico, formará parte del patrimonio de toda la
Iglesia y será una lectura de moda y la que más circule entre los ambientes espirituales. Es más, en el año
de la beatificación (1614), los libros teresianos han salido ya de España y han entrado en Europa
contribuyendo no poco a la renovación y efervescencia espiritual del continente.
Con razón, cuando se componen los textos propios para la liturgia y el culto de Santa Teresa, algo que era
inherente a la beatificación y como consecuencia de ella, se recurrió a textos ya tradicionales y comunes,
pero el mismo Papa quiso señalar la singularidad de Teresa y, por eso, mandó que dentro de la oración
colecta de la misa y oficio divino, se incluyese aquel inciso en forma de petición que todavía perdura en
la liturgia teresiana de nuestros días: que nos alimentemos siempre de su celestial doctrina para crecer
continuamente en santidad. Fue el primer reconocimiento que se hizo de su magisterio espiritual dentro
de la Iglesia.
ALBA DE TORMES DESDE LA BEATIFICACIÓN. No cabe duda que la villa percibió la trascendencia e importancia que tenía para su vida e historia aquella
beatificación. Como se intensifican las visitas al sepulcro teresiano hubo que ir adaptando y mejorando la
posición arquitectónica de éste dentro de la iglesia conventual de las monjas. En aquel mismo año 1614
celebró ya su fiesta y octava en el día prescrito entonces (5 de octubre) e hizo el voto de elegirla como
patrona de toda la tierra de Alba haciendo festivo su día. Solamente en Alba se podía alargar la fiesta
durante 8 días, a modo de octava desde el punto de vista litúrgico. Una costumbre que se mantiene hasta
el día de hoy en las fiestas anuales de octubre.
El hecho de poseer la tumba colocó también a la villa en una posición privilegiada, incluso frente a la
ciudad de Ávila, y era que no sólo los frailes y monjas de su Orden podían celebrar la liturgia teresiana,
sino que en Alba cualquier sacerdote que visitara al sepulcro lo podía hacer también. Una gracia que más
tarde (25.6.1614), en la misma forma que en Alba, solicitó Ávila para toda su diócesis. Así lo expresaba
la bula de beatificación: que en la villa de Alba, diócesis de Salamanca, en el monasterio y en la iglesia en
que se guarda el cuerpo de la beata Teresa, puedan todos los sacerdotes, tanto seculares como regulares,
rezar y celebrar el oficio y la misa, respectivamente, en honor de la dicha beata Teresa, según las rúbricas
del Breviario y del Misal romanos. Gracia que, en virtud de nuestra autoridad apostólica, concedemos a
perpetuidad… (24.4.1614).
Alba de Tormes y Salamanca tienen motivos suficientes en este año de 2014 para recordar la
beatificación de santa Teresa de Jesús.