observador semanal del 03/02/2011

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PALABRAS DE CERTEZA Y ESPERANZA OBSERVAD SEMANAL R 3 7 Una verdadera líder 3 7 3 6 8 7 LUZ DEL MUNDO: El Papa, La Iglesia, el Signo de los Tiempos Un hombre Rincón Literario: Música para mí AÑO VI - Nº 291 - JUEVES 3 DE FEBRERO DE 2011 RESPONSABLES: Guillermo Lesmes - Nathalia Lemir - www.sanrafael.org.py - mail: [email protected] - Sigue en la pág. 2 Fue un chico quien, el domingo pasado, me preguntó, preocupado, si el infierno existe o no. Una pregunta inteligente, en particular porque fue formulada en una época del año en la cual dominan la farra, la diversión, la fuga de la realidad, la exaltación del hedonismo. Además ¿quién de los curas, de los pastores habla hoy en día del infierno? Parece una cosa fuera de lugar, como sacar esqueletos de un armario. Hablar del infierno no está de moda, ni siquiera entre los cristianos, donde domina una falsa concepción de la misericordia divina, reducida a una especie de oparei. Sin embargo que existe el infierno no es solo una verdad de la fe, sino una exigencia de la libertad, de la razón humana, porque no puede ser que tanto los que viven con recta conciencia, siguiendo los dictámenes de la razón (entendida ésta como la capacidad de mirar la realidad según la totalidad de los factores que la componen) como los que viven dominados por una conciencia mala y en modo irracional, tengan al final de la vida la misma suerte. El premio y el castigo, por usar un lenguaje que hasta los niños entienden son una necesidad de la razón y de la libertad. Pero vamos a leer lo que afirma el catecismo de la Iglesia Católica con referencia al infierno en los siguientes párrafos: Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra “Infierno”. Jesús habla con frecuencia de la y del “fuego que nunca se apaga” (cf. Mt 5, 22.29; 13, 42.50; Mc 9. 43-48) reservado a los que, hasta el fin de su vida rehúsan creer y convertirse, y donde se puede perder a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10, 28). Jesús anuncia en términos graves que “enviará a sus ángeles que recogerán a todos los autores de iniquidad…y los arrojará al horno ardiendo” (Mt 1313, 41-42), y que pronunciará la condenación: “¡Alejaos de mí, malditos, al fuego eterno!” (Mt 25, 41). La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del Infierno y su eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del Infierno, “el fuego eterno” (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002; 1351; 1575; SPF 12). La pena principal del Infierno consiste en la separación eterna de Dios, en quien únicamente puede tener el hombre la vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira. Las afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella, mas ¡qué estrecha la puerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!, y pocos son las que la encuentran” (Mt 7, 13-14): Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así, terminada la única carrera que es nuestra vida en la tierra, mereceremos entrar con Él en la boda y ser contados entre los santos; y no nos mandarán ir, como siervos malos y perezosos, al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde habrá “llanto y rechinar de dientes (LG 48).” El magisterio de la Iglesia, entonces, no sólo no deja ninguna duda al respecto de la existencia del infierno, sino que habla en términos, diría, conmovedores, porque resalta de un lado la misericordia de Dios, que quiere que todos los hom- bres reconozcan su Infinito amor, y por otro lado exalta la libertad humana, como el factor decisivo para la existencia del infierno. En este punto el tema de la libertad es fundamental. “N Algunas observaciones: , un lugar, como normalmente imagina nuestro pueblo, siguiendo la metáfora que el poeta italiano Dante Alighieri nos ofrece en su obra “maestra”, la sino ”. Al hablar de autoexclusión es evidente que el Infierno no es una iniciativa de Dios, ni mucho menos una creación divina, sino el fruto de una libre decisión del hombre que no quiere reconocer la propia dependencia amorosa, como hijo, del Padre Celestial. La parábola del es emblemática al respecto, porque no es el Padre el que echa al hijo; sino el hijo que “obliga” al padre a entregarle cuanto le tocaría como herencia y deja la casa del Padre siguiendo sus propios proyectos. Es el hijo que se aleja del Padre y alejándose rompe con él, dejando al padre destrozado. En la parábola Jesús quiere evidenciar la razón misma de Su Encarnación, muerte y resurrección, quiere demostrarnos una vez más su infinita misericordia y al mismo tiempo el gran respeto que el Padre, la Trinidad misma, tiene hacia la libertad humana. La libertad de Dios, que nos crea en cada momento, convive a cada momento con la libertad del hombre, que puede reconocer, o no, su origen, su pertenencia divina. Sin embargo, mientras estemos vivos, existe siempre posibilidad, para reconciliarnos con el Padre. Mientras que cuando acabada la vida, juzgados por Dios, la sentencia divina será definitiva. Es decir, Dios reconocerá y respetará la decisión del hombre de haber elegido vivir prescindiendo de Él. Por eso el don, la gracia de la libertad, que Dios ha regalado al hombre, pone al hombre mismo delante de un desafío del cual no puede volver atrás. Dios no tolera títeres, porque es Amor y como tal desea, exige a la libertad humana el decidir si caminar por sus caminos o seguir los propios. Además, es la razón misma la que reconoce al infierno como una exigencia de la libertad y la justicia. 1033- 1034- 1035- 1036- 1- Con la palabra “Infierno” la Iglesia no define un perímetro geográfico gehena llamamiento a la responsabilidad llamamiento apremiante a la conversión: o podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos: “Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él” (1 Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte que estaremos separados de Él si omitimos socorrer las necesidades graves de los pobres y de los pequeños, que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31 -46). Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra “Infierno””. Divina Comedia, un estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados Hijo Pródigo ¿Existe el infierno? Dante Alighieri leyendo su poema frente a las puertas del infierno - Domenico di Michelino ¿Por qué llamar arte a lo que es chatarra o neurosis ?

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Observador Semanal del 03/02/2011

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Page 1: Observador Semanal del 03/02/2011

PALABRAS DE CERTEZA Y ESPERANZA

OBSERVAD SEMANALR

3 7Una verdadera líder3 73 6 87LUZ DEL MUNDO: El Papa,La Iglesia, el Signo de los TiemposUn hombre

Rincón Literario:Música para mí

AÑO VI - Nº 291 - JUEVES 3 DE FEBRERO DE 2011RESPONSABLES: Guillermo Lesmes - Nathalia Lemir - www.sanrafael.org.py - mail: [email protected] -

Sigue en la pág. 2

Fue un chico quien, el domingo pasado, mepreguntó, preocupado, si el infierno existe o no. Unapregunta inteligente, en particular porque fueformulada en una época del año en la cual dominan lafarra, la diversión, la fuga de la realidad, laexaltación del hedonismo.

Además ¿quién de los curas, de los pastores hablahoy en día del infierno? Parece una cosa fuera delugar, como sacar esqueletos de un armario. Hablardel infierno no está de moda, ni siquiera entre loscristianos, donde domina una falsa concepción de lamisericordia divina, reducida a una especie deoparei.

Sin embargo que existe el infierno no essolo una verdad de la fe, sino una exigencia dela libertad, de la razón humana, porque nopuede ser que tanto los que viven con rectaconciencia, siguiendo los dictámenes de larazón (entendida ésta como la capacidad demirar la realidad según la totalidad de losfactores que la componen) como los que vivendominados por una conciencia mala y en modoirracional, tengan al final de la vida la mismasuerte. El premio y el castigo, por usar unlenguaje que hasta los niños entienden son unanecesidad de la razón y de la libertad.

Pero vamos a leer lo que afirma elcatecismo de la Iglesia Católica con referenciaal infierno en los siguientes párrafos:

Morir en pecado mortal sin estararrepentido ni acoger el amor misericordiosode Dios significa permanecer separados de Élpara siempre por nuestra propia y libreelección. Este estado de autoexclusión definitiva dela comunión con Dios y con los bienaventurados eslo que se designa con la palabra “Infierno”.

Jesús habla con frecuencia de la ydel “fuego que nunca se apaga” (cf. Mt 5, 22.29; 13,42.50; Mc 9. 43-48) reservado a los que, hasta el finde su vida rehúsan creer y convertirse, y donde sepuede perder a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10,28). Jesús anuncia en términos graves que “enviará asus ángeles que recogerán a todos los autores deiniquidad…y los arrojará al horno ardiendo” (Mt1313, 41-42), y que pronunciará la condenación:“¡Alejaos de mí, malditos, al fuego eterno!” (Mt 25,41).

La enseñanza de la Iglesia afirma laexistencia del Infierno y su eternidad. Las almas delos que mueren en estado de pecado mortaldescienden a los infiernos inmediatamente despuésde la muerte y allí sufren las penas del Infierno, “elfuego eterno” (cf. DS 76; 409; 411; 801; 858; 1002;1351; 1575; SPF 12). La pena principal del Infiernoconsiste en la separación eterna de Dios, en quienúnicamente puede tener el hombre la vida y lafelicidad para las que ha sido creado y a las queaspira.

Las afirmaciones de la Escritura y lasenseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno sonun con la que elhombre debe usar de su libertad en relación con sudestino eterno. Constituyen al mismo tiempo un

“Entradpor la puerta estrecha; porque ancha es la puerta yespacioso el camino que lleva a la perdición, y sonmuchos los que entran por ella, mas ¡qué estrecha lapuerta y qué angosto el camino que lleva a la Vida!, ypocos son las que la encuentran” (Mt 7, 13-14):

Como no sabemos ni el día ni la hora, esnecesario, según el consejo del Señor, estarcontinuamente en vela. Así, terminada la únicacarrera que es nuestra vida en la tierra, mereceremosentrar con Él en la boda y ser contados entre lossantos; y no nos mandarán ir, como siervos malos yperezosos, al fuego eterno, a las tinieblas exteriores,donde habrá “llanto y rechinar de dientes (LG 48).”

El magisterio de la Iglesia, entonces, no sólo nodeja ninguna duda al respecto de la existencia delinfierno, sino que habla en términos, diría,conmovedores, porque resalta de un lado lamisericordia de Dios, que quiere que todos los hom-bres reconozcan su Infinito amor, y por otro ladoexalta la libertad humana, como el factor decisivopara la existencia del infierno. En este punto el temade la libertad es fundamental. “N

Algunas observaciones:

, un lugar, comonormalmente imagina nuestro pueblo, siguiendo la

metáfora que el poeta italiano DanteAlighieri nos ofrece en su obra “maestra”, la

sino “

”. Al hablarde autoexclusión es evidente que el Infiernono es una iniciativa de Dios, ni muchomenos una creación divina, sino el fruto deuna libre decisión del hombre que no quierereconocer la propia dependencia amorosa,como hijo, del Padre Celestial.

La parábola del esemblemática al respecto, porque no es elPadre el que echa al hijo; sino el hijo que“obliga” al padre a entregarle cuanto letocaría como herencia y deja la casa delPadre siguiendo sus propios proyectos. Es elhijo que se aleja del Padre y alejándoserompe con él, dejando al padre destrozado.

En la parábola Jesús quiere evidenciar larazón misma de Su Encarnación, muerte yresurrección, quiere demostrarnos una vez

más su infinita misericordia y al mismo tiempo elgran respeto que el Padre, la Trinidad misma, tienehacia la libertad humana.

La libertad de Dios, que nos crea en cadamomento, convive a cada momento con la libertaddel hombre, que puede reconocer, o no, su origen, supertenencia divina.

Sin embargo, mientras estemos vivos, existesiempre posibilidad, para reconciliarnos con elPadre. Mientras que cuando acabada la vida,juzgados por Dios, la sentencia divina serádefinitiva.

Es decir, Dios reconocerá y respetará la decisióndel hombre de haber elegido vivir prescindiendo deÉl. Por eso el don, la gracia de la libertad, que Dios haregalado al hombre, pone al hombre mismo delantede un desafío del cual no puede volver atrás.

Dios no tolera títeres, porque es Amor y como taldesea, exige a la libertad humana el decidir sicaminar por sus caminos o seguir los propios.Además, es la razón misma la que reconoce alinfierno como una exigencia de la libertad y lajusticia.

1033-

1034-

1035-

1036-

1- Con la palabra “Infierno” la Iglesia nodefine un perímetro geográfico

gehena

llamamiento a la responsabilidad

llamamiento apremiante a la conversión:

o podemos amar aDios si pecamos gravemente contra Él, contranuestro prójimo o contra nosotros mismos: “Quienno ama permanece en la muerte. Todo el queaborrece a su hermano es un asesino; y sabéis queningún asesino tiene vida eterna permanente en él”(1 Jn 3, 15). Nuestro Señor nos advierte queestaremos separados de Él si omitimos socorrer lasnecesidades graves de los pobres y de los pequeños,que son sus hermanos (cf. Mt 25, 31 -46). Morir en

pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger elamor misericordioso de Dios significa permanecerseparados de Él para siempre por nuestra propia ylibre elección. Este estado de autoexclusióndefinitiva de la comunión con Dios y con losbienaventurados es lo que se designa con la palabra“Infierno””.

Divina Comedia, un estado deautoexclusión definitiva de la comunión conDios y con los bienaventurados

Hijo Pródigo

¿Existe el infierno?

Dante Alighieri leyendo su poema frente a las puertas del infierno - Domenico di Michelino

¿Por qué llamar arte a loque es chatarra o neurosis ?

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OBSERVADOR SEMANAL2 Jueves 27 de enero de 2011 OBSERVADOR SEMANAL2

A C T U A L I D A D

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Si el hombre no puede elegir ¿qué clase de libertad es lasuya? Claro que la libertad de elegir es una libertad imperfecta,porque el hombre puede elegir su destrucción alejándose delOrigen, mientras la libertad auténtica coincide sólo con laadhesión al Ser, con el reconocimiento que la consistencia del yoestá en su relación con el Misterio.

Sin embargo el hombre está llamado, como Jesús subrayasiempre en el evangelio, a decir SI o NO, a elegir:

Eldrama de la libertad está encerrado en esta decisión.

Responde siempre elcatecismo (en el párrafo 1849):

.

El pecado entonces es:

porque la razón es la capacidadde mirar la realidad según la totalidad de los factores que lacomponen. Descuidar u olvidar un factor de la realidad esreducirla, es negarla. No olvidemos la definición que dabaChesterton de la mentira:

porque la verdad es, la correspondencia entre la

realidad y la inteligencia. Las dos características de la verdadson la totalidad y la definitividad. Una cosa es verdadera, comouna relación, cuando incluye estos dos factores. Por lo contrariola mentira se caracteriza por la parcialidad y la precariedad en larelación con la realidad, con las personas y con uno mismo.

es decir que unolibre y voluntariamente, aún consciente del mal que realiza y deldestino último, lo hace de igual manera.

Siguiendo siempre al catecismode la Iglesia Católica se afirma que para vivir y morir en pecadomortal se necesitan dos condiciones:

Obviamente la gravedad de los pecados esmayor o menor: un asesinato es más grave que un robo. Lacualidad de las personas lesionadas cuenta también: la violenciaejercida contra los padres es más grave que la ejercida contra unextraño. (párrafo 1858)

La ignorancia afectada y elendurecimiento del corazón no disminuyen, sino que aumentan,el carácter voluntario del pecado. (párrafo 1859)

Cuando falte aunque sea una sola de estas características elpecado no es mortal y por eso no implica el infierno si unomuriera en esa situación.

Cuanto afirma el catecismo parece abstracto, mientras que enrealidad es una cosa muy concreta, porque al final lo que quieredecir es que el infierno existe y es también una exigencia de larazón (un premio y un castigo son parte de la justicia humana, yde la divina, de la cual la humana tendría que tener origen),además es una opción de la libertad humana, que Dios, que esAmor, respeta, ante todo porque esAmor.

Olvidarse del infierno, o peor, burlarse, es signo de necedad,característica del orgulloso hombre moderno.

Acaso en este verano ¿no vale la pena reflexionar sobre estaverdad de fe?

“Quién quieraseguirme que me siga” “¿Quieren irse también ustedes?”.

“el pecado es una falta contra larazón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amorverdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de unapego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombrey atenta contra la solidaridad humana, ha sido definido por SanAgustín y Santo Tomás de Aquino como “una palabra, un acto oun deseo contrarios a la Ley eterna”

“es toda la verdad menos uno”.

“adecuatio rei et intelectus”

2- ¿Qué es el pecado y el pecado mortal por el cual uno almorir en esta postura elige el infierno?

a) Una falta contra la razón,

b) Una falta contra la verdad,

c) Una falta contra la recta conciencia,

3- ¿Cuando un pecado es mortal significa que si muere eneste estado elige el infierno?

a) La es precisada por los diezmandamientos.

b) El pecado mortal requiere

materia grave

plena conciencia y enteroconsentimiento. (…)

E D I T O R I A L

P. Aldo

“Pa'í, el otro domingo me fuien una misa y el sacerdote pare-cía maldecir a quienes se iban devacaciones a lugares exóticos oa las blancas montañas deEuropa para esquiar. ¿Ustedpiensa que eso sea pecado?, ¿LaIglesia maldice los lugares lin-dos de las vacaciones?”

“Todo ha sido creado porÉL, todo nos remite a ÉL y todoen Él tiene consistencia”

Querido hijo no veo nada demalo en el buscar estos lugares, yla Iglesia no odia a estos lugares,por el contrario, los ama.También el Papa cuando se va devacaciones escoge lugares muybonitos. Todo eso no está en com-petencia con el Hijo de Dios quese hace belleza.

Los curas tendrían que pre-guntarse ¿quién ha hecho ellindo mar azul del Caribe o deAngra dos Reis? ¿Quién pintó deblanco la nieve que con el solllena de luz las montañas deEuropa en este periodo? ¿Quiénpuso la luna y las estrellas en elcielo?

, nosr e c u e r d a n l a s S a g r a d a sEscrituras, ¿y entonces cómoprivarse de estas cosas bellísi-mas?

Los curas tendrían que decira estas personas, que se conten-tan de mirar a esta belleza solo

unas semanas en el año, que secontentan solo de unos días debelleza, que pueden tener más:esta belleza siempre puede estarpresente en el vivir cotidiano delos hombres.

Dios se hace hombre y sedona a nosotros porque en Él resi-de la belleza de los océanos, delas montañas, de las estrellas, enla frescura de una noche, en ladulzura de una amistad, en elsabor gustoso de las comidas, enlos frutos tropicales, en el sabordel vino. En Él hay el gustomismo de la vida, y el sentido de

la existencia.

Así en la misa están todas lasmontañas llena de nieve, y todoslos mares más azules, todas lasbellezas del universo.

No es al azar que la Liturgiainvolucra a todos los 5 cinco sen-tidos en la adoración, porqueDios se hizo carne y ha venido asalvar a todo el hombre, vino hatraerle la felicidad que pasa a tra-vés de los cinco sentidos, y lossentimientos humanos.

El problema no son las vaca-ciones en lugares exóticos, sino

preguntarse si esta belleza queyo experimento en las vacacio-nes pueda permanecer en todala vida.

Este es el desafío que vienede las vacaciones: el deseo deque esta belleza permanezcadurante toda mi vida.

Y ojalá que los curas enlugar de maldecir puedan ayu-dar al pueblo veraniego a bus-car al Creador de toda estabelleza, a preguntarse ¿quiéncreó todo eso?, y ¿dónde vive?Porque nadie podrá jamásrenunciar a la belleza de lavida.

P. B

El desafíode las vacaciones

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OBSERVADOR SEMANALJueves 3 de febrero de 2011 3

A C T U A L I D A D

Antonio Socci

Un hombrePara nosotros, cristianos, no

son los eclesiásticos quienes hacenlos santos, es Dios (la Iglesiasimplemente los reconoce e invita ahacerse amigos de ellos). Lossantos son ante todo hombresverdaderos, cuya persona esfascinante, auténtica, maravillosapor la amistad con Jesús.

La vida de ellos es empero unmensaje apenado de Dios a unadeterminada generación, a unaé p o c a y d e s p u é s - m á sampliamente- también a todos losotros.

Por tanto la beatificación deKarol Wojtyla impone, ante todo,esta pregunta: ¿Qué ha queridodecir Dios a la humanidad de lossiglos XX y XXI enviando un hom-bre así?

¿Por qué este hombre ha estadohasta prefigurado y acompañadopor tantos signos, tambiénsobrenaturales, y ha sido puestodelante del mundo entero con suelección como Vicario de Cristo ycon uno de los pontificados máslargos de la historia?

Según mi parecer el Cielo nosha querido decir ante todo doscosas decisivas.

Para entender la primera senecesita volver a aquel 16 deoctubre de 1978. El pontificado dePaulo VI -iniciado con la luminosaesperanza del Concilio- habíaterminado, como él mismo declaróamargamente , ba jo negrosnubarrones.

La tempestad que habíagolpeado a la Iglesia era gravísima.El post-concilio y el '68 fuerondetonantes.

Cerca de 70mil sacerdotesdejaron el hábito, la prácticar e l i g i o s a s e d e r r u m b óverticalmente, la anarquía y la

contestación en el mundo religiososustituyeron a la obediencia, loscatólicos -como dijo Ratzinger- seencontraron llevados de aquí paraallá por cada viento de ideología.

La soledad del anciano PapaMontini se volvió aún másdramática desde la explosión de laviolencia política y del terrorismoen Italia, un país destrozado por losconflictos.

La sensación general era que laIglesia y el Papado ya fueran losextremos y que el catolicismo sehabía convertido en algo residual,una cosa para viejitas y niños.

La tarde del 16 de octubre de1978 cuando aquel hombre joven yvigoroso se asomó con su sonrisa ala terraza de San Pedro, rompiendoenseguida toda ceremonia, con lalibertad y la serena fuerza de quienha estado destinado desde sunacimiento a una misión grandiosa,todos, hasta los más lejanos a laIglesia entendieron que habíaacontecido algo inaudito.

Todos quedaron con la bocaabierta frente al Papa venido delEste, intuyendo que era el albasorprendente de un nuevo día y queh a b r í a n d e o c u r r i r c o s a sinimaginables. Dios estaba“hablando”.

Y el Papa Karol nos haencantado enseguida. Ha capturadoel corazón sobre todo de migeneración y de todas las nuevasgeneraciones que aparecerían enescena de entonces en adelante:¡finalmente un hombre verdadero!

De todos los personajesconstruidos por los medios decomunicación, o en todo caso por elpoder, ¿quién podía sostener laconfrontación? Absolutamenteninguno. En efecto por 27 añosfueron vistos, por la tv en todo elmundo, todos los poderosos de losmás diversos estados y regímenes

que ante él aparecían torpes einseguros.

Todos padecieron laf a s c i n a c i ó n , t o d o s(comenzando por Gorbacev

que parece haya llegado hasta alllanto) se sentían sumidos noobstante el calor humano y lacordialidad de aquel hombre.

Millones de jóvenes hancorrido a encontrarlo en los cuatropuntos cardinales del planeta,encantados por un hombre quesentían, finalmente, como padreverdadero, que comprendía sudeseo de felicidad, que lesdesvelaba el sentido de la vida yque lo testimoniaba con heroísmo,con humanidad y con alegría.Encantados por sus palabras y, porsobretodo, por su persona, por sulibertad.

Era totalmente diferente alcliché clerical, según el cual loscris t ianos son hombrecitosasustados de la vida.

Era el Papa que a los 20 añoshabía sido obrero, poeta, actor deteatro, “combatiente” en la tragediade su tierra invadida, por nazis ycomunistas, y devastada; el Papaque después fue seminaristaclandestino, joven sacerdote queamaba ir a las montañas con susestudiantes y amaba esquiar ynadar, el Papa que había sido unintrépido obispo de cuarenta añosque se había opuesto a los abusosde la tiranía comunista enCracovia, que después participó delConcilio y luego estuvo en el ciclónque derrumbó el Moloch planetariodel comunismo, con la fuerzaenorme de su testimonio, el Papaque ha rozado más veces elmartirio.

La segunda cosa que el Cielonos ha dicho me parece que sea lasiguiente: este hombre es el santode la Iglesia del silencio, de laIglesia de los mártires, del siglo enel cual se ha perpetrado la matanzamás grande de cristianos en dos milaños de historia.

Él aparece ante todo como elsello de Dios sobre la edad delcomunismo. Sobre el siglo que havisto consumarse el experimentocrimino-político más vasto,

duradero y sanguinario de lahistoria para la eliminación de Diosy de la Iglesia del mundo.

Juan Pablo II, que sube a loshonores de los altares, demuestraque se realiza la profecía de la másgrande profetiza de todos lostiempos, María de Nazareth,cuando proclamó: “Dios abate a lospotentes de los tronos y ensalza alos humildes”.

Con la glorificación de estehombre, que ha conocido sobre supiel el totalitarismo nazista ydespués el comunista y quearriesgó el martirio por la mano delos unos y de los otros, la Iglesia -encualquier modo- glorifica amillones y millones de mártires denuestro siglo que han sidomasacrados en los Gulag, en loslager y en miles de otras formas ycuyos nombres están escritos en elcielo, pero ignotos en la tierra.

Sobre todo aquellos mártiresque la Iglesia misma -antes deWojtyla- se avergonzaba denombrar, de celebrar y de indicar

para la veneración delpueblo, por sumisión haciala prepotencia mundial delcomunismo mundial.

La misma sumisión queindujo a algún imprudenteeclesiástico a tratar deevitar, en el Concilio, conmétodos incorrectos, lacondena del comunismo,solicitada por los obisposdel este europeo.

Es evidente, en efecto,que el comunismo harepresentado para la Iglesiauna tragedia de naturalezateológica, como lo hand e m o s t r a d o f l o r d epensadores, comenzandopor Augusto Del Noce. Delresto todos los pontíficesh a n d e n u n c i a d o l anaturaleza satánica y

sobretodo lo ha hecho la Virgen enFátima.

S u p o n t i f i c a d o m i s m o ,transcurrido bajo la señal de María,ha sido la obra maestra de la Virgenque lo ha acompañado desdeMedjugorije con las aparicionespúblicas más largas de todos lostiempos.

Juan Pablo II ha sido en efectoel Papa que ha re-enseñado a lacristiandad la grandeza, la belleza yla potencia de la Virgen.

Y esto ha sido decisivo paraPolonia (que recupera su libertad,gracias a los trabajadores deDanzica, enarbolando la imagen dela Virgen de Chestokowa) y graciasa Polonia para todo el este europeoy para el mundo.

Se necesita pues tomar elejemplo de Juan Pablo el Grande,de su coraje que le hacía gritar ennombre de las víctimas delante detodos los tiranos.

Y se necesita afirmar con clarasnotas -sin timidez- que hoy seprepara para ser beatificado al Papaque -después de haber denunciadola natura leza sa tánica delcomunismo- con la fuerza de la felo ha abatido.

También por esto es un santo alcual toda la humanidad le debeestar agradecida -como hedemostrado, documentos en mano,en mi libro (en estas pocas líneass e r í a i m p o s i b l e ) - , p o r q u eabatiendo al comunismo, por unavía milagrosamente pacífica, élprobablemente haya evitado unanueva (y esta vez fatal) guerramundial.

A través de él la Virgen hasalvado a la humanidad de unaautodestrucción que hubiese sidoesta vez definitiva.

Primer mensaje

Segundo mensaje

Gratitud

Page 4: Observador Semanal del 03/02/2011

Jueves 3 de febrero de 2011 OBSERVADOR SEMANAL4TESTIMONIO DE LA CLINICA DIVINA PROVIDENCIA

Gs. 64.000

Dichoso Florencio, porquetuyo es el Reino de los cielos

Recordar a Florencio esencontrarlo en las palabras de laslecturas de la misa, el día de supartida a la Patria celestial:

,el Padre Aldo, y Florencio, contoda certeza, es uno de ellos.Desfigurado como estaba por suenfermedad, nunca se rendía, alcontrario, siempre se sentía con

posibilidades de pintar, dibujar,bailar.

Con un ánimo invenciblebajaba todas los sábados de nochea bailar en su silla de ruedas conlos brazos en alto al ritmo de lamúsica.

La tarde del sábado, día ante-rior a su partida, postrado en lacama, mirándome con unos ojosllenos de vida, me hizo unas señascon las manos diciéndome quequería bajar a bailar a la noche, mepidió que le quitara fotos con sumamá, y le trajera música paraescuchar, así lo hicimos.

Tenía solo 17 años y ya habíapasado por un largo e intensotiempo de dolor y de gracia. Tantoél como su mamá, nos dejaron untestimonio admirable del amor

que se hace compañía al destino.

Como escribía San Pablo:

La sola compañía de su mamáera su consuelo y su fuerzapermanente. Cuando no estaba,pedía que la trajeran de vuelta a sulado. Y ella en silencio, con unadocilidad serena y admirableestaba allí, como la Virgen, a lospies de la cruz.

Delante de ellos, no podíamoshacer otra cosa que dejarnosprovocar por tal escena desantidad, dejar atrás nuestraspreocupaciones y ocuparnos enimitar su fe. Ellos eran paranosotros una oportunidad deconversión continua.

Nuestras posturas desfasadasd e l M i s t e r i o n o p o d í a np e r m a n e c e r i n d i f e r e n t e s .Florencio te obligaba a ir más alláde lo que su apa r i enc i arepresentaba, te empujaba apreguntarte con estupor, acercadel sentido de tanto sufrimiento,del motivo último de tanto dolor.

Florencio “era algo de otromundo”, Cristo mismo en él,seguía levantándolo cuandohumanamente era inexplicable e

inconcebible hacerlo. Apenasrecobraba las fuerzas, ya sesentaba en su cama, tomaba lashojas con dibujos y pintaba sinparar y cuando se le terminaba elmaterial nos buscaba para que lediésemos más.

El Padre Aldo cuando llegabaa él para darle la comunión,siempre le preguntaba cómoestaba y él levantaba el dedopulgar y hacía “al pelo”, ¿puedealguien que está despojado detodo, sumido en la mayorpobreza, de no tener sino larespiración que Dios le da, decirque está “al pelo”? ¿No es algo deotro mundo?

Par t ió , l a mañana de ldomingo , d í a de l Señor,celebramos la misa en la clínica yluego salimos para Artigas conFlorencio y su mamá.

Con lo cerrada que era lacamioneta de la funeraria la mamáserena sufría en silencio, sinquejarse ni del calor, ni delhambre, ni de la sed, seis horas deviaje, con una postura queconmovía por su capacidad devivir la realidad.

Doy gracias a Dios por darmeen ellos el ciento por uno aquí enla tierra.

Mi corazón no necesita másque abrazar al que el losabrazaron, amar al que ellosamaron: Cristo Jesús, quien hizode Florencio dichoso parasiempre, con la recompensa de lavida eterna.

“Dichosos los pobres deespíritu, porque de ellos es elreino de los cielos./Dichosos losque lloran, porque ellos seránconsolados./ Dichosos lossufridos, porque ellos heredaránla tierra./ Dichosos los limpios decorazón, porque ellos verán aDios./ Estad alegres y contentos,porque vuestra recompensa serágrande en el cielo”.

“Tenemos santos que vivenentre nosotros”

“Lo necio del mundo lo haescogido Dios para humillar a lossabios, y lo débil del mundo lo haescogido Dios para humillar elpoder. Aún más, ha escogido lagente baja del mundo, lodespreciable, lo que no cuentapara anular a lo que cuenta, demodo que nadie pueda gloriarseen presencia del Señor”.

suele repetirnos

Hna. Sonia

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OBSERVADOR SEMANALJueves 3 de febrero de 2011 55

ENTREVISTA AL PADRE GIORGIO BATTIFORA

Escuela GastronómicaCentro Garófalo

DESDE 1951

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Título de Post Grado Internacional

Cantervil

Gracias a un “amor de verano”conoció a Cristo y se hizo cura

Transcurría el verano de 1958 en Italia. Como cada año, miles de jóvenes iban a disfrutar de las playas en medio de la efervescencia juvenil propia de esta década,marcada por la explosión del rock and roll que empezaba a sonar con fuerza. Sin imaginar lo que le esperaba y arrastrado mas bien por un “amor de verano”, uno deestos chicos comparte una experiencia fascinante de amistad que lo llevaría después a consagrar su vida a Cristo. Esta es la historia del padre Giorgio Battifora (77),quien lleva más de 45 años de vida sacerdotal y, ahora luego de dos décadas como misionero en el Brasil, se apresta a retornar a su país. Aprovechando su visita porAsunción, compartió su testimonio con el Observador Semanal.

¿Cuál es el motivo de suvisita al Paraguay?

Hemos escuchado acerca desu historia ¿cómo fue aquelprimer encuentro hace más de50 años?

¿Qué fue lo que le llevó aunirse a la propuesta que lehicieron?

¿Y cómo fue que decidióhacerse sacerdote?

Usted conoció muy bien adon Giussani ¿qué significó ensu vida?

¿Qué lo llevó a hacersemisionero y venir al Brasil?

¿ C ó m o f u e r o n l o sprimeros años en Brasil?

Usted dijo que tuvo unainterrupción. ¿Aqué se debió?

¿Cómo ve la experiencia deCLenAmérica Latina?

Vine al Paraguay a visitar alpadre Aldo (Trento). Cuando élvino por primera vez a Paraguayen 1989, yo ya estaba en Brasil ynació una amistad muy buena apesar de la distancia, porque élvivía aquí. La amistad con elpadre Aldo y con don Giussanifue algo muy grande y me ayudó asuperar muchas dificultades y,sobre todo, a vivir bien misacerdocio. Esta es la primera vezque pude venir a Paraguay,aunque hacía tiempo que deseabaencontrar al padreAldo

Conocí e l movimientoComunión y Liberación cuandoera joven, a través de unos amigoschicas y chicos que estaban en laplaya de mi ciudad. Me fascinó laamistad que había entre ellos yque revelaban un deseo deamistad muy grande a pesar de ladiferencia de edad, puesto que yotenía 24 años y estos jóvenes delmovimiento tenían entre 17 y 18años. Sin embargo, eran muy

decididos en las cosas másimportantes de la vida.

Me gustó la amistad que mepropusieron porque finalmenteencontré una experiencia queabrazaba toda la vida de lapersona, independientemente desu inteligencia, su manera de ser osu gusto por las cosas. Lo que megustó del movimiento es quepodía poseer verdaderamentetodo lo que yo deseaba cuando erajoven, no sólo querer bien a unachica, querer bien a los amigos,sino también jugar, cantar obailar. Recuerdo que incluso meinscribí a un curso de danza paraaprender a bailar tango argentinoy vals.

Mi vocación también nació enesa época, como una vocaciónadulta porque yo trabajaba en elmunicipio de mi ciudad comocontador. Tres años trabajé ahí,cuando surgió mi inquietud por elsacerdocio mientras estabaenamorado de una chicha que más

tarde se casó con otro joven. Fueasí que entré al seminario con 26años de edad y me hice sacerdotea los 31 años de edad. En micarrera sacerdotal estuve comopárroco en mi ciudad y fuiprofesor de religión por 19 añosen un colegio público en Génova.

Lo conocí en los encuentrosque él hacía en setiembre para losestudiantes de secundaria.Recuerdo que don Giussani meacogió con mucha simplicidadpero también valorando el grandeseo que yo tenía de seguir elmovimiento. Me dijo que si mesentía libre de seguir y perteneceral movimiento, que me quede.

Con 52 años de edad decidívenir al Brasil de misión. Antesno podía porque mis padresdependían totalmente de mí, yaque era hijo único. Entonces,cuando ellos fallecieron, decidípedir a mi obispo que me autoricea venir de misión al Brasil. Estohizo que algunos de los sacerdo-

tes que estaban en Brasil, dijerana don Giussani: “Pero, este es unsacerdote ya de edad, viejo, ¿quéva a venir a hacer aquí?”. Sobreesto, don Giussani les respondió:“es uno que vive y sigue conseriedad las iniciativas delmovimiento, la vida del movi-miento”. Entonces, tuvieron queaceptarme y vine a vivir con ellos(risas). Yo como sacerdotedeseaba ir de misión, sin embar-go, tenía un problema además de

todo lo que se decía del “tercermundo” en Europa -en Italia,especialmente-, entonces,esperé comprender mejor lascosas y también que el Señorllamase a mis padres, a travésde la muerte, porque no queríadejarlos en un asilo paraancianos. Cuando mi padrefalleció en 1987, pensé que erael momento. Sólo que el obispome pidió esperar un año.

Llegué al Brasil en 1988.Primero estuve en BeloHorizonte, hasta febrero de1989, luego, fui a Brasilia, enuna ciudad satélite que se llamaCeilândia Sul, donde hasta

ahora ayudo a un párroco, hagomisas y confesiones. Quedé pormuchos años, siguiendo con elmovimiento y creció unaexperiencia muy bella dentro dela comunidad que sigue crecien-do. Tenemos una casa deMemores Domini femenina consiete mujeres. Trabajé también enla Nunciatura Apostólica,escribiendo el perfil de futurosobispos.

En el 2001 mi obispo me pidióque retorne a Italia, entonces, fui ahacerme cargo de una parroquiaen Cágliari, ya que había muypocos sacerdotes (aunquetambién ahora). En el 2009 volvíy ahora, este año debo retornar ami diócesis en Italia, cerca deGénova en el mes de julio. Debovolver porque allá existen pocospadres y la mayoría ya son viejos.

Creo que esta novedad de laque se habla no es como unamoda, sino como un espíritunuevo con el cual vivir laexperiencia del movimiento, poreso que quería venir a ver al PadreAldo, porque me gusta muchocomo es él, pero además, para verla obra que está haciendo, porquees una posibilidad de comprendermejor esta novedad.

El movimiento está florecien-do de nuevo en Brasil y precisatambién florecer en otros lugares,también en mi país.

El padre Giorgio Battifora, nació el 20 de enero de 1934 en la ciudad de Santa Margarita Ligure, Génova,Italia. Formado en contabilidad, comenzó su vida profesional como funcionario público, trabajando en la pre-fectura de Santa Margarita.

En 1960 ingresó al seminario, siendo ordenado sacerdote en 1965. En mayo de 2001 fue declarado “ciuda-dano honorario” de Brasilia

En el comienzo de su vida como párroco, siendo todavía bastante joven, coordinó en su ciudad natal elmovimiento de trabajadores en defensa de empleo, contra el cierre de una industria de caños de metal en la cualtrabajaban 1200 obreros.

Actuó también en la época en el movimiento de sin techos en su ciudad y también asistió a jóvenes adictos alas drogas y coordinó un Centro deAsistencia a jóvenes marginales de Italia.

En Brasil, fue párroco de la parroquia “Senhor Bom Jesus” de Ceilandia, vicario parroquial Nossa Senhorada Gloria fue profesor del Seminario Diocesano, profesor de Doctrina Social en el curso de teología. Fue tam-bién párroco en la parroquia San Francisco deAsís.

Perfil

P. Giorgio Battifora

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6 Jueves 27 de enero de 2011 OBSERVADOR SEMANAL

A C T U A L I D A D

“Paraguayos Republica o Muerte…”“Esculturas de Jorge Trigo, Aldo Gulino,Sergio Buzó, Juampi Pistilli, FidelFernández y Carmelo Otto. La muestra vadel 17 de enero al 4 de febrero”.

“es el res-plandor de la verdad

“Adecuatiorei intelectus”.

Con estas palabras el “Correo Semanal”de un diario capitalino titulaba su páginadedicada al “Arte”.

Era el sábado 29 de enero cuando unamigo sacerdote que estaba leyendo el dia-rio me llamó, carcajeando, para mostrarmelas fotos de las “chatarras” en exposición enel Centro municipal “Juan de Salazar”. Mequedé horrorizado por el asco que suscita-ron en mí aquellas figuras.

Educado y apasionado al arte, desde losalbores de la humanidad hasta el arte moder-na, aquel momento ha sido para mí comoencontrarme delante del culto de lo feo, pero“feo de cojones” como afirman los españo-les. ¿Cómo se puede -si aún existe, no digoun mínimo de conciencia de lo que es labelleza, sino por lo menos de lo que es la esté-tica- definir arte unas porquerías que expre-san la neurosis, la falta de sentido de la reali-dad, del gusto de la vida?

Las imágenes de la exposición son lacontinuidad de aquellos dibujitos del horrorjaponés que andan de moda entre los niños yque la TV, o el cine, fundiendo la dignidadhumana, cada día nos propone, ensuciandola mente de nuestros niños. Hoy en la culturadel nihilismo dominante hasta la metáforase ha vuelto inhumana e incapaz de remitir alo que el corazón verdaderamente desea. Labelleza, como ha sido definida ya por elgenio de la gran Grecia, Platón,

”, y la verdad como ladefine S. Tomás de Aquino es

Cosas de otros tiempos, paraestos farsantes de la vida, para estos quehasta pretenden llamarse artistas y sin

embargo son simplemente el fruto de unasociedad enferma. Enferma de un vacío exis-tencial que ha llevado el hombre a prosti-tuirse a la fealdad, al culto del mal, a la exal-tación de la irracionalidad, del no sentido dela vida. Mirando aquellas imágenes mipobre mente enamorada de lo bello, de labelleza griega, romana, del arte paleocristia-no, del arte de la gran época de la EdadMedia, clásica, del renacimiento, de lasreducciones, del barroco y también del artecontemporáneo (unos artistas en particular)se quedó disgustada, porque estas expresio-nes expuestas hoy en día en el Juan deSalazar no son dignas del ser humano, ni denuestro humilde pueblo, porque pretendeexpresar con similares metáforas su histo-ria, su origen o los tan declamados 200 añosde la independencia.

¿Qué tienen que ver estas figuras con elalma de nuestro pueblo, su cultura, su iden-tidad? Y si por si acaso querían recordar losmitos guaraníes, tanto valía pedir a la sobri-na de la finada doña Servin de Itá, quesiguiendo la huella de su tía, reproduce per-fectamente aquellos símbolos.

Pero detrás de todo esto está la evidenciade la decadencia del hombre, del ocaso de larazón, del vacío humano que todos respira-mos. Lo que está expuesto en el centro Juande Salazar es uno de los signos de la muertede lo humano, de una cultura que ha matado

su corazón, la razón. Estamosa varios años luz de distanciadel Icaro de Matisse, deldesesperado grito de Munch,cuando aún la inteligencia y elcorazón humano latían fuerte.Fuerte, fuerte hasta suscitar enel genio literario de VioletaParra aquella rabia que harágritar: “Corazón maldito por-qué palpitas, corazón malditoporqué lates”.

El arte, cualquiera sea suexpresión, brota exclusiva-mente del corazón (inteligen-cia y afección), de un hombrecomprometido con la propiahumanidad, con la realidad yleal consigo mismo.

De lo contrario lo que pro-duce el yo es solo el fruto de suneurosis, es decir, de la des-trucción de lo humano y de loreal.

Sin embargo entre tantaschatarras una perla es la obrade Juampi Pistilli, hijo delgran Hugo Pist i l l i : LaCrisálida. Ya hace 30 añoshabía visto algo similar en laex Yugoslavia de Tito, preci-samente en Eslovenia, cuando

una noche el Padre Vinko, funda-dor del movimiento Pot (ElCamino), me llevó al sótano de sucasa donde había una colección decuadros prohibidos por el régimencomunista, porque expresaban uncanto a la libertad del ser humano.Y entre ellos había uno llamado“Crisálida”. Me quedé conmovi-do de la obra de Pistilli hijo, por-que el pintor quería decirnos,como el poeta del hierro forjado elgran “Hugo Pistilli”, que parecerevivir en su hijo, el anhelo de lalibertad de un cambio que cadahombre busca.

Un cambio, una novedad, unavida plena que en el caso del anó-nimo pintor esloveno ya se evi-denciaba en un cuadro siguienteen el cual representaba la crisálidatransformada en una bellísimamariposa multicolor.

El Padre Vinko Cobal recuer-do que acabó su explicación

diciéndome que aquel pintor había final-mente, después de años de desesperación,encontrado la fe y con la fe el florecer de suhumanidad.

Es lo que también en mi vida acontecióencontrando a Cristo. En fin, si alguien quie-re visitar esta exposición que la visite, peropara ver la obra de Pistilli hijo.

Una obra que encierra en sí la aspiraciónde cada hombre: la de ver cumplida la pro-pia humanidad, cumplimiento que soloCristo realiza

¿Por qué llamar arte alo que es chatarra o neurosis?

P. Aldo

Obra de Juampi Pistilli - Foto Gentileaza Ultima Hora

Obra de Sergio Buzó - Foto Gentileza Ultima Hora

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Jueves 3 de febrero de 2011 OBSERVADOR SEMANAL 7

LUZ DEL MUNDO ( )V

El Papa, la Iglesia, los signos de los tiemposCapitulo II:

El escándalo de los abusos ( )I

Continuará

Peter Seewald

El pontificado de BenedictoXVI comenzó con una oleada deentusiasmo: «Su elección es unabuena noticia», decía incluso ellíder de los poscomunistas enItalia, Massimo D'Alema. SegúnD'Alema, el nuevo papa tiene«simpatía por personas conintelecto y cultura». En su primeraño de pontificado, el papa reunióa casi cuatro millones de perso-nas en la plaza de San Pedro, eldoble que su predecesor en suprimer año. De su primeraencíclica se vendieron sólo enItalia más de tres millones deejemplares. A la clausura delEncuentro Mundial de lasFamilias en Valencia acudió unmillón de personas para orar ycelebrar junto con el papa y labuena acogida se mantuvo: comodecía el semanario alemán

, «Desde eldel 19 de abril en Roma no

s e h a i n t e r r u m p i d o l abenevolencia de la opiniónpública hacia el papa BenedictoXVI, Joseph Ratzinger». ¿Le hasorprendido, o tal vez hastaasustado ese éxito?

Durante cuatro años gobiernausted felizmente, ,como dice una antiquísimafórmula. El nuevo papa amplía elámbito de la liturgia permitiendonuevamente la misa tridentina.Anuncia, en el marco delecumenismo, la meta de la plenaunidad con las Iglesias ortodoxas,

a las que la Iglesia se ha acercadocomo nunca antes desde hace milaños. El papa podría ser miembrode un partido ecologista con suactitud hacia los que pecan contrael medio ambiente, hacia lainjusticia y la guerra; podríacaber en la izquierda por la formae n q u e f u s t i g a e lturbocapitalismo, la brecha entrepobres y ricos, que se hace cadavez más amplia. Se percibe unarevitalización de la Iglesia, unanueva autoconsciencia. Y, lo quenadie creía posible después de ungigante como Wojtyla, logra usteduna transición sin rupturas entreambos pontificados.

El teólogo liberal muniquésEugen Biser lo cuenta ya entonces«entre los papas más importantesde la historia». Según Biser, conBenedicto XVI comienza unaIglesia en la que, por la invitacióna la experiencia de Dios, Cristo«habita en los corazones de loshombres». Pero, de pronto, lascosas se dan vuelta. Nos viene a lamemoria su homilía del 24 deabril de 2005, con ocasión delinicio de su pontificado, en la quedijo: «Rogad por mí, para que,por miedo, no huya ante loslobos». ¿Vislumbraba usted queeste pontificado le tendríapreparados también tramos muydifíciles del camino?

El levantamiento de laexcomunión de cuatro obispos dela Fraternidad San Pío X en enero

de 2009 es una primera ruptura.Después volveremos a hablar másen detalle sobre el tema, tambiénsobre el peculiar trasfondo de estecaso. De pronto, el papa tanalabado, de quien se decía quehabía suscitado una verdadera«fiebre de Benedetto», esconsiderado como el «papadesafortunado», como alguienque pone en su contra a mediomundo. Los comentarios soncatastróficos. El diario

frentea una campaña antipapal de losmedios que no tiene parangón, seve inducido a hablar de una«agresiva ignorancia» de losperiodistas. El filósofo judíofrancés Bernhard-Henry Uvycomenta que, tan pronto como sehabla de Benedicto XVI, todadiscusión pasa a estar regida por“prejuicios, falta de sinceridad yhasta por la más lisa y llanadesinformación”. ¿Fue un errore l l e v a n t a m i e n t o d e l aexcomunión?

DerSpiegel HabemusPapam

Sí, en un cierto sentido lo hahecho. Pero yo sabía que eseefecto no proviene de mi persona.Lo que salió a la vista es que laIglesia está viva. El sufrimientode Juan Pablo II y su muertehabían tocado a la Iglesia entera, yno sólo a ella, sino a lahumanidad. Todos recordamoscómo la plaza de San Pedro, Romaentera, se llenó de hombres ymujeres. Con ello se creó en ciertamedida una nueva concienciarespecto del papa y de la Iglesia, yesa conciencia suscitó de formaobvia la pregunta: ¿quién será elnuevo? ¿Cómo puede alguien,después de este gran papa, encararsu ministerio de modo que se loquiera escuchar, conocer?

O sea que existe siempretambién la ventaja de lo nuevo, delestilo diferente. En tal sentido, yoestaba agradecido y contento deque esto continuara, de que laadhesión se prolongara. Al mismotiempo estaba sorprendido de quefuese tan grande y tan viva. Perotambién tenía claro que esoproviene de la continuidad inte-rior con el anterior pontificado yde la vitalidad permanente de laIglesia.

feliciter regnans

Naturalmente, eso ha sido unregalo. Ha sido una ayuda quetodos supieran que Juan Pablo IIme apreciaba, que estábamos enprofunda concordancia. Yo me sérealmente un deudor suyo que,con su modesta figura, procuracontinuar lo que Juan Pablo IIhizo como gigante.

Como es natural, junto a lascosas por las que suscitamoscontradicción y por las queestamos en medio del fuegocruzado de la crítica, siempre haytambién temas que interesan atodo el mundo y que son recibidospositivamente.

Mi predecesor experimentótambién de forma reiterada unagran aceptación como paladín delos derechos humanos, de la paz yde la libertad. Esos temas siguenestando presentes. Precisamentehoy en día, el papa está obligado aintervenir en todo lugar a favor delos derechos humanos: es unaconsecuencia interior de su fe enla condición del hombre comoimagen y semejanza de Dios y desu vocación divina. El papa estáobligado a luchar por la paz, con-tra la violencia y contra lasamenazas de guerra. Desde dentroestá obligado a luchar por laconservación de la naturaleza, aoponerse a la destrucción de laCreación.

Así, pues, hay por naturalezamuchos temas en los que, por asídecirlo, la moralidad va con lam o d e r n i d a d . E s q u e l amodernidad no está hecha sólo decosas negativas. Si así fuese, nopodría sostenerse por largotiempo.

Ella contiene grandes valoresm o r a l e s , q u e j u s t a m e n t eprovienen del cristianismo, queh a n s i d o t r a í d o s p o r e lcristianismo a la consciencia de lahumanidad. Cuando se lossostiene -y el papa tiene quesostenerlos-, hay consenso enamplios ámbitos.Ynos alegramos

de ello. Pero eso no debe hacernosperder de vista que hay otrostemas que suscitan contradicción.

Ya lo daba por supuesto. Peroante todo habría que ser muyreservado en asignar a un papaque aún está vivo un puestodeterminado, sea o no dei m p o r t a n c i a . S ó l o c o nposterioridad se ve qué rangoadquiere algo o alguien en elconjunto de la historia. Pero elhecho de que no podía quedartodo siempre en un feliz consensoera algo manifiesto frente a laconstelación de nuestro mundo,con todas las grandes fuerzasdestructivas que hay, con losopuestos que viven en ella, con lasamenazas y los extravíos. Si sólohubiese habido aceptación,debería haberme preguntado conseriedad si realmente estabaanunciando el evangelio en suintegridad.

NeueZürcher Zeitung de Zúrich,

Aquí hay que decir tal vez algosobre el levantamiento de estaexcomunión en cuanto tal. Esincreíble cuántos disparates sehan difundido, también por partede eruditos teólogos. No es, comomuchas veces se ha supuesto, queesos cuatro obispos hayan sidoexcomulgados por su actitud anteel Vaticano II. En realidad,estaban excomulgados porquehabían recibido la ordenación epis-copal sin el mandato papal.

O sea que se actuó según elcanon que rige al respecto, que yase encontraba en el antiguoderecho canónico. Según dichocanon, se pena con excomunión aquienes ordenen obispos sin

mandato papal, y también aquienes se dejan ordenar de esemodo. Por tanto, estabanexcomulgados porque habíanactuado en contra del primado.Hay una situación análoga enChina, donde también hayobispos que fueron ordenados sinel mandato papal y que, por eso,han sido excomulgados.

Ahora bien, cuando un obispoque se halla en dicha situacióndeclara su reconocimiento delprimado en cuanto tal y del papaen funciones, se le retira laexcomunión porque ya no tienefundamento. Así lo hacemos enChina -y de ese modo esperamosresolver lentamente el cisma-, yasí actuamos también en los casosde los que estamos hablando.

En síntesis: habían sidoexcomulgados por la sola razón deque habían sido ordenados sinmandato papal y por la sola razónde que, ahora, manifestaban unreconocimiento del papa -aunqueno siguiéndolo aún en todos losp u n t o s - s e l e v a n t ó s uexcomunión.

Se trata en realidad de unp r o c e d i m i e n t o j u r í d i c ototalmente normal. Aunque debodecir que, aquí, nuestro trabajo deprensa falló. No se explicósuficientemente por qué habíansido excomulgados estos obisposy por qué, ahora, ya por razonespuramente jur ídicas , eranabsueltos de la excomunión.

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OBSERVADOR SEMANAL8 Jueves 3 de febrero de 2011

LA AVENTURA HUMANA DE LOS SANTOSRINCON LITERARIO

San Pedro Nolasco

Nathalia Lorena González

Durante los siglos XII Y XIII existían todavíamuchas guerras entre los pueblos que querían domi-nar determinados territorios. Pero el conflicto másimportante era el que ocurría entre los árabes y partede los pueblos cristianos que vivían sobre el medi-terráneo.

Los árabes dominaban parte de España y teníanbajo su poder la Tierra Santa. Mientras tanto, losotros pueblos intentaban sacarlos de Europa y con-quistar Palestina.

Eran luchas políticas que provocaban conse-cuencias en la Iglesia. Muchos cristianos eran toma-dos prisioneros por los árabes y otros pueblos.Algunos cristianos eran forzados a vivir comoellos, también en términos religiosos; otros no deja-ban que se practicara el Cristianismo y algunoshacían esclavos a los seguidores de Jesús. Sin duda,la vida cristiana de estas personas era perjudicada.Fue por eso que surgió en España una Orden para laredención de los cautivos, fundada por PedroNolasco: la Orden de los Mercedarios.

Nacido en Francia meridional, de una familiarica, cultivó desde pequeño un gran amor por lospobres. Concluidos con sumo provecho sus estu-dios humanísticos, al morir su padre se trasladó aEspaña, que estaba dominada casi totalmente porlos árabes. Se le presentó la oportunidad de obser-var la triste situación de aquellos que tuvieron ladesgracia de caer prisioneros: sufrimientos físicos ymorales.

Al percibir que muchos de estos cautivoscorrían el riesgo de perder su fe, destinó toda su for-tuna para rescatarlos y consiguió la liberación detrescientos cristianos de una sola vez.

Pero la buena voluntad de uno solo no era sufi-ciente para liberar a tantos esclavos, incluso recu-rriendo a la caridad de muchas personas. Rezó,meditó largamente al pie de la cruz de Cristo, elgran liberador, para saber cómo canalizar mejor losapremiantes impulsos de su caridad a favor de losesclavos.

En agosto de 1223 le vino una idea: fundar unaOrden dedicada a la redención de los cautivos. Fuea buscar el consejo de su confesor, San Raimundode Peñafort, que tuvo la misma inspiración y, con laaprobación del piadoso rey Jaime, dio inicio a laobra.

Hizo los tres votos: obediencia, castidad ypobreza, añadiendo un cuarto: el de sacrificar losbienes y hasta la propia libertad, si fuera necesario,por la redención de los cautivos que estaban enmanos de los árabes.

El obispo de Barcelona, Berengario, recibió susvotos y le impuso el hábito a Pedro y a dos compa-ñeros más. San Raimundo organizó las constitucio-nes o reglas que presentó al Papa para su aproba-ción. El nombre oficial fue: “Orden de la VirgenSantísima de las Mercedes para la Redención de losEsclavos”. El rey Jaime ofreció un edificio para quefuera la sede de la institución.

La nueva Orden se vio inmediatamente envuel-ta en grandes dificultades que no lograron desani-mar la inquebrantable fe de Pedro y su constanciapara continuar la obra.

Por espacio de treinta y un años, dirigió los des-tinos de la Orden y ascienden a miles los cristianosque fueron liberados por él.

En los últimos años de vida, Pedro se vio impo-sibilitado de trabajar por una enfermedad. Su Ordenya estaba difundida en diversas provincias deEspaña y de Francia meridional. Falleció el 25 dediciembre de 1256.

Resuena tu voz de lija

Endulzando mi oído

Resuena la ternura de losversos

La suavidad de lasdicciones

La sinceridad de laspalabras

La poesía de las cadencias

Nacidas de mar adentro…

Mar épico oculto

En nuestros corazonesbohemios

Sangrantes de abiertaspasiones

Que rompen las olas confuerza

Salpica mi rostro tu voz

Enjuga el tuyo la mía

Será tanta la fricción

Que ejercen nuestros mundos

Se ha creado un estupor

Un agitado movimiento

Entre el revoloteo de las alas

De nuestros unicornios extraviados

Se caen a lluvia fresca

Los pétalos de mi flor

Tu pluma ha seducido

A la princesa encantada,

Atrapada del castillo…

Suena a libertad

Sabe a sueño

Se escribe con notas

Se come con besos

Se deleita con suspiros

Se sostiene con silencios

Se atesora con distancia

Música del alma

Que resuena a destiempo

Habla directo al corazón

Eleva los sentidos al cielo

Encontramos un balcón

Fuera de la órbita de este universo

Donde mi nombre no existe

Ni los tiempos ni el miedo

Solo acarician la luz

Los acordes arañando quimeras

Solo envuelven la sed, la pasión y elsueño

Bate la vida el pincel de lasconmociones sentidas

La noche pario estrellas bajo el techo

Sostenido por aquellas paredes blancaslizas

¿Quién podría medir,

Los sentimientos vertidos?

¿Quién podría clasificar

Una por una las sensaciones

Y tratar de leer

Los corazones

De dos, poetas empedernidos?

Jamás llegaría nadie a explorar

La profundidad de estos dos barrancos

Entender es la utopía

De los pensamientos más oscuros

Más innatos

Ineludibles…

Huele esta piel de ciruela

De cereza y nuez moscada

Esta bañada en yogurt

Está vertiendo nostalgias

La hora nunca está escrita en su reloj

El planeamiento es solo una pantalla

El estrés es parte natural

De una dama apasionada…

Se va rompiendo la camisa de fuerza

Instalada en las puertas de laadolescencia

Cuando ella se libera

Nadie sabe nunca

Que pasa, que pasa…

Los astros escriben canciones

Inspirados en sus andanzas reales…

Ella sale a bailar

Con la luna solita

Ella quiere escuchar

Que le canten su dicha

Ha salido el cantor:

Con su brillante y afeitada cabeza

Sus pestañas se alargan y sus ojos seextasían

El no está dentro suyo

Todo su ser sale a volar

Los pedazos de su alma

Se modulan en una oración

La guitarra sostiene su cuerpo

Su voz, le da vida a la oración….

Y se ensancha el camastro:

El espacio, se esfumó;

Ella vuela en su hombro

El no para de cantar

Ellos no están aquí

Ya no están allá

Están disueltos en el aire

Son polvo de estrellas

Almas afiebradas de latir;

Ella lo escucha dentro de sí,

El no lo puede creer,

Su canción, se ha hecho inmortal…

Han coincidido en el tiempo

La magia sigue resonando,

En los dos,

En los dos por igual…

Música para mí