observador semanal del 04/04/2013

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  • 7/28/2019 Observador semanal del 04/04/2013

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    P A L A B R A S D E C E R T E Z A Y E S P E R A N Z ABSERVADORSEMANAL

    RESPONSABLE: GUILLERMO LESMESwww.sanrafael.org.py- MAIL: [email protected] - AO VIII - N 404 - JUE VES 4 DE ABR IL D E 2013

    El papa de lasperiferias

    Necesitamos darle unsentido al dolor

    Para m, vivires Cristo

    PAG. 6PAG. 3

    Salir para buscar conCristo la oveja perdida, lams lejana PAG. 4-5PAG. 2

    Es evidente que la llegadadel Papa Francisco es unsigno de que los tiemposde renovacin en la Iglesia ya nopueden esperar, y sobre todo ve-mos que debe partir de los pasto-res.

    Dios nos ha hecho varios regalosa lo largo de los tiempos y uno de

    ellos es la sorpresa en cada elec-cin Papal de encontrarnos al Pas-tor justo, tal cual precisa la Iglesiaen un momento de su historia. Asfue con Juan XXIII, con Pablo VI,con Juan Pablo I, Juan Pablo II, conBenedicto XVI y lo es tambin conFrancisco, por slo citar a los lti-mos sucesores de Pedro.

    Dios nos manifesta su presenciade una manera bella, delicada y ala vez potente. A pesar de las per-secuciones de la que la esposa deCristo es objeto en este mundo, apesar de la desobediencia de tan-tos hijos que hacen sufrir muchoa la Madre, la belleza de la Iglesia

    est intacta porque su esencia esCristo mismo. Ella no envejece.Siempre se renueva.Ante esta evidencia, tiembla

    el corazn, renace la esperanza,pero tambin reacciona el malignourdiendo tramas noveladas, sutile-zas, ardides y trampas para los pe-queos hijos de la amada esposadel Cordero Pascual.

    S, es cierto, con todas las ex-pectativas que el Papa genera a sualrededor y este cierto irteo de losdueos de la informacin mundial,muchos quieren reducir un fen-meno maravilloso llamado eleccin

    divina, a una especie de negocia-cin poltica en la que los votanteseligen al candidato segn criteriosde poder. Hasta a los transnocha-dos telogos de la liberacin seles vuelven a abrir los micrfonoscuando era evidente que ya notenan nada nuevo que explicar opredecir en este contexto de la rea-lidad que contradice completamen-te su ideologa materialista.

    Con la entronizacin de Francis-co muchos de ellos quieren imagi-nar, interpretar arbitrariamente queel cambio de estructuras es lo querenovar la Iglesia. Ven en sus ges-tos sencillos y cercanos al pueblo la

    prueba de sus afrmaciones revo-lucionarias contra el Magisterio de

    la Iglesia. Como siempre el divisorhace su trabajo en las sombras.

    Pero ms all de estas contra-riedades que siempre existierony siempre existirn, renace antenuestros ojos, los brotes de lasores que anuncian una primaveraen la vida de la Iglesia. Es justo ynecesario y es inminente.

    Ya no es el tiempo del coqueteoque iniciaron muchos pastores conel secularismo en los 60 con lasmalas interpretaciones del ConcilioVaticano II. Ya no es el tiempo dela rebelda sin causa. Al contrario,es la hora del Concilio en su mejorexpresin! La sntesis entre lo anti-guo y lo nuevo, entre la carne y elespritu que se da desde siempreen el cuerpo de la esposa de Cristo.

    Hemos acumulado tesoros in-materiales en la larga historia de laIglesia, pero tambin arrastramosel lastre de nuestras pretensiones,del orgullo de nuestro hombre viejoque debe ser pisoteado para que la

    Pascua de Cristo llegue a todos lospobres de la tierra. Es la hora de lahumildad, de lo esencial. Es la horade Francisco.

    El mundo sufre. Oriente se vio-lenta y Occidente agoniza, anorxi-ca de espritu por haber rechazadola sabia que le alimentaba desdepequeo: la cruz de Cristo. El es-cndalo y la necedad descalifcadoy marginado de la vida pblica porel Poder racionalista y relativistaque nos gobierna y aprisiona cadavez ms.

    Caen los muros culturales denuestra civilizacin, ceden los di-

    ques del respeto a la vida desdela concepcin hasta su extincinnatural, de la familia constituida so-bre el matrimonio de un hombre yuna mujer, del sostn de la ley na-tural Los brbaros ya no estn ala puerta de la gran ciudad, ellosya gobiernan gran parte de la aldeaglobal! con sus leyes homicidas,con sus estilos de vida depravada,con su frreo control educativo ypoltico cultural.

    Mientras, hay un rebao dispersode pobres que estn fuera del sis-tema del bienestar total, fuera delas polticas globales, fuera del es-quema dictatorial del poder Son

    como ovejas dispersas, heridas,maltratadas, humilladas que nece-

    sitan pastores valientes, capacesde dejar su comodidad para ir porellas.

    No es un lindo cuento de nios,no es una tierna interpretacin delPapa! Nuestra Iglesia necesitapastores con olor a oveja! Talcomo les hizo presente a los cercade 1.600 sacerdotes que renovaronsus votos el Jueves Santo en laMisa Crismal en la Baslica de SanPedro.

    Es necesario renovar el esp-ritu de santidad con el que fueronungidos el da de su ordenacin y

    compartir la uncin que recibieroncon todos los que estn a su cargo,especialmente con los que no tie-nen nada de nada.

    Hagmonos presente en estaPascua aqu tambin lo que explicel Papa en Roma: El leo preciosoque unge la cabeza de Aarn no sequeda perfumando su persona sinoque se derrama y alcanza las pe-riferias.

    El Seor lo dir claramente: suuncin es para los pobres, paralos cautivos, para los enfermos,para los que estn tristes y solos.La uncin, queridos hermanos, noes para perfumarnos a nosotros

    mismos, ni mucho menos para quela guardemos en un frasco. As lo

    expres Francisco y agreg: Laefcacia de este leono se experi-menta en cursos de autoayuda o enla prctica mtodos que minimizanel poder de la gracia.

    He all la respuesta del Papa alas insinuaciones de los idelo-gos de todo pero constructores denada, de vaco que tanto mal hanhecho a los hermanos en Cristo,confundindolos en vez de ayudar-los a avanzar en el camino haciaCristo.

    Un pastor como el descrito porFrancisco no nace de las ideolo-

    gas, ni de los juegos de poder,nace del enamoramiento humanoen el sentido amplio, de la adhesinlibre de nuestro ser a Cristo quenos sale al encuentro en el caminoy nos conduce hacia la felicidad!Primero es el Pastor el que es se-ducido, el que es curado, el que esmendigo del Amor y luego da de loque recibe. Dame Seor lo que mepides y pdeme lo que quieras re-zaba bellamente San Agustn.

    Cristo pide a los pastes salir alencuentro de las ovejas, cargarlas,oler a ellas por eso es imperiosoque antes los pastores vuelvan amirar a sus ojos al Amor que no

    es amado en la cruz. Esa miradaencendida de amor por el mundo.

    Esa enciende la llama de la vcin, genera la creatividad del emorado que no teme perder la por estar con su ser ms queLuego, si este pastor encuentranuevo la razn de su vida en Cto, puede conducir a sus ovejasamor a l, sin pensar en superganancias.

    Si no se vive la vocacin de manera, radical y libre, todo coce a la mediocridad, a la tristezla burguesa y, fnalmente, a labelda total.

    Como deca el Papa: El qu

    sale de s, en vez de mediadova convirtiendo poco a poco etermediario, en gestor. Todos cocemos la diferencia: el intermerio y el gestor ya tienen su pay puesto que no ponen en juegpropia piel ni el corazn, tampreciben un agradecimiento afecso que nace del corazn.

    El corazn del hombre, he afuente de la verdadera revoludel Papado, de la Iglesia y de Cquien es el que responde a sussias ms profundas y verdadeQu en esta Pascua renazca corazn!

    Observador Sem

    Pascua de pastorescon olor a ovejas

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    Jueves 4 de abril de 20132 OBSERVADORSEMANAL

    El 8 de marzo la Iglesia re-cuerda a San Juan de Dios,el fundador de una orden

    hospitalaria llamada vulgarmenteFatebenefratelli. Naci en Por-tugal en el ao 1495. Despus deuna vida llena de peligros en elejrcito, su deseo de perfeccin

    o llev a entregarse totalmenteal servicio de los enfermos. Suamor a Dios y al prjimo ms ne-cesitado era tan desbordante queo internaron en un manicomio,pensando que estaba loco. Murien el ao 1555 en Granada dondehaba fundado su primer hospital.En la carta que sigue, San Juan deDios evidencia su pasin como unfuego ardiente, por Cristo y poros enfermos a los cuales entregtoda su vida.

    Si mirsemos cun grande esa misericordia de Dios, nuncadejaramos de hacer bien mien-

    tras pudisemos: pues que, dandonosotros, por su amor, a los po-bres lo que l mismo nos da, nospromete ciento por uno en la bien-aventuranza. Oh bienaventuradoogro y ganancia! Quin no da loque tiene a este bendito mercader,pues hace con nosotros tan buenamercanca y nos ruega, los brazosabiertos, que nos convirtamos yloremos nuestros pecados y ha-gamos caridad primero a nuestrasnimas y despus a los prjimos?Porque, as como el agua mata alfuego, as la caridad al pecado.

    Son tantos los pobres que aqu

    se llegan, que yo mismo muchasveces estoy espantado cmo sepueden sustentar, mas Jesucristoo provee todo y les da de comer.Como la ciudad es grande y muyfra, especialmente ahora en in-vierno, son muchos los pobres quese llegan a esta casa de Dios. En-tre todos, enfermos y sanos, gentede servicio y peregrinos, hay ms

    de ciento diez. Como esta casa esgeneral, reciben en ella general-mente de todas enfermedades ysuerte de gentes, as que aqu haytullidos, mancos, leprosos, mudos,locos, paralticos, tiosos, y otrosmuy viejos y muy nios, y, sin es-tos, otros muchos peregrinos yviandantes, que aqu se allegan, yles dan fuego y agua, sal y vasijaspara guisar de comer. Para todo

    esto no hay renta, mas J esucristolo provee todo.

    De esta manera, estoy aqu em-peado y cautivo por solo J esu-cristo. Vindome tan empeado,muchas veces no salgo de casapor las deudas que debo, y viendopadecer tantos pobres, mis her-manos y prjimos, y con tantasnecesidades, as al cuerpo comoal nima, como no los puedo so-correr, estoy muy triste, mas em-pero confo en J esucristo; que lme desempear, pues l sabe micorazn. Y, as, digo que malditoel hombre que fa de los hombres,

    sino de solo J esucristo; de loshombres has de ser desamparado,que quieras o no; mas J esucristoes fel y durable, y pues que Je-sucristo lo provee todo, a l seandadas las gracias por siempre ja-ms. Amn.

    Qued muy impresionado des-pus de haber ledo la vida de estehombre enamorado de Cristo ypor consecuencia de las personasms indigentes de la sociedad.Una vez mas me confort porquesu amor a Cristo era tan grandeque ni siquiera la deuda econmi-ca lo espantaba. La certeza que su

    obra no era suya sino de la DivinaProvidencia era tan radical que

    nunca dud de que lo que hacatena su origen en el Misterio. Yla historia le di la razn, aunquetuvo que conocer miles de incom-prensiones por las cuales conocila dura experiencia del manico-mio. Todo lo que es normal paralas personas enamoradas de Cristoes anormal no slo para el mundosino tambin para ciertos hombresde Iglesia, ciertos pastores que no

    supieron reconocer en la obra delsanto la accin de Dios.

    La historia est llena de estosejemplos. Sin embargo a lo largodel tiempo es siempre la verdadla que gana. Ciertamente para queesta victoria se cumpla es nece-sario, como san Juan de Dios nosensea, que una persona tengaque estar totalmente entregada ala Providencia Divina. Y esta pos-tura no exime a la persona de laexperiencia de la angustia o de latristeza cuando ve tantos pobresque sufren y no logra dar a todosni siquiera un plato de comida.

    Cuanto mas la vida coincide conCristo, cuanto ms uno es aga-rrado por Cristo, tanto ms cadadolor que uno descubre en el otrose vuelve propio. Es lo que expe-rimento cada da aqu, en mi pas.Ni bien salgo de casa encuentrosiempre alguien que pide. Y elnmero crece cada da, porque yase ha vuelto una costumbre quetodos cuando encuentran un pobrele dicen: vete a San Rafael y pre-gunta por Padre Aldo.

    Muchas veces delante de estaprocesin pruebo una molestiaporque veo mi impotencia y lapretensin que los pobres tienen.

    Pero enseguida me cruza en lacabeza el cap. 25 de Mateo: Te-

    na hambre y sed... y mi postu-ra cambia y le entregamos lo quetenemos hasta agotar las reservasde comida. Entonces alguien medice: Padre hay personas que teengaan. Mi respuesta es muysimple: que uno me engae no mepreocupa, mientras me preocupa-ra si yo no respondiera SI a J essque me pide. Cada uno tiene quedar cuenta de su obrar al Seor.

    Nunca nos equivocamos cuandonuestra mirada est ja en Jess

    que se acerca en cuantos, inclusolos mentirosos, nos piden ayuda.

    Una de las batallas ms durasque tuve en la clnica ha sido conel anterior responsable mdico,que exiga para la internacin, elrespeto del protocolo del Ministe-rio de Salud. Es decir, si no estabaclaro el diagnstico de lo que unotena no poda ser aceptado. Unapostura totalmente contraria al ca-risma de la clnica, segn el cualcualquier pobre que encontramosen la calle si o si tiene que ser tra-

    do al hospital, acogido, duchado,dndole de comer y lo que nece-sita porque es Cristo y despusse evala y si las condiciones loexigen se lleva al sanatorio quele corresponde. Fue una lucha du-rsima hasta el punto que puse a lahermana Sonia y no a los mdicos,los asistentes sociales como puntoltimo de decisin para la admi-sin. Las cosas cambiaron radical-mente, volviendo al carisma por elcual Dios usa mi persona y la dePaolino para la edicacin de las

    obras, guiados por el mismo cri-terio.Tristemente la doctora, direc-

    tora mdica, renunci. Acept surenuncia en la certeza que la Pro-

    videncia me habra de enviar unapersona con una postura adecuadaa este carisma. Pasaron unos dascuando el Presidente de la Fun-dacin, responsable de todas lasobras, me dijo: Padre, la responsable de planifcacin del Ministe

    rio de Salud, doctora Carmen, e

    31 de enero se jubila y yo creo quele encantara trabajar con uste-des. Ella es una mujer apasionada de J ess, con una grande espi-ritualidad y fue tambin ministrode salud durante el gobierno deCubas.

    Me di cuenta que una vez mas laProvidencia vena en mi socorromotivo por el cual dije: Presiden-te estoy de acuerdo te ruego invi-tarla ya maana. Vino y ya desdehace un mes es la nueva directoraSu presencia est suscitando unaimpresin positiva en todos, des-de los mdicos hasta personal delimpieza. Es bello verla agacharse

    y a veces arrodillarse delante deenfermo, del cual quiere conocetodo. Y quiere tambin conocelas necesidades, los problemas, lasdicultades de las personas que

    trabajan. Para todos ha sido unregalo y una sorpresa, porque esdifcil encontrar un mdico y ade-ms un catedrtico que se arrodi-lle delante de un enfermo dndoleun beso.

    El pobre, el enfermo, comocualquier persona, no necesitande palabras sino de un abrazoMi vida cambi por el abrazo deSiervo de Dios Mons. Luigi Gius-

    sani. Sin embargo este abrazo, queest en el origen de la resurreccindel yo y de cada obra, necesita quela mirada nunca quede ja en las

    obras sino en su origen. Por esotodo el trabajo personal que lasobras me exigen es que sea siempre claro el criterio que est enel origen de todo. Mirar a Cristotomar conciencia que yo soy rela-cin con el Misterio es el grandedesafo que San Juan de Dios provoca en m. Si llegara a faltar estacerteza todo acabara en la nadaLo concreto en la vida no son lospobres y las obras a favor de lospobres, sino la conciencia que Yo

    soy T que me haces.La experiencia de estos ao

    nos indica que el problema no esla obra o el compromiso polticosino un yo aferrado por Cristoa tal punto que uno puede decirPara m, vivir es Cristo. De estaplenitud de vida desborda un ujo

    que fecunda el ambiente suscitando respuestas muy precisas a lasnecesidades que encuentro en ecamino. Slo estando delante deMisterio es posible por conse-cuencia estar delante del hombreAgere sequitur esse. Giussandeca: Es, si acta.

    P. Aldo

    Para m, vivires Cristo

    T E S T I M O N I O

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    Jueves 4 de abril de 2013 3OBSERVADORSEMANAL

    El papade las

    periferiasY

    a han corrido ros de tin-ta y las imgenes se hanvuelto virales en las re-

    des sociales, si bien el encuen-tro ha sido ntimo y reservado yno transmitido en directo por latelevisin, despus las escenasconmoveran a todos. El Papalavando y besando los pies de10 presos y dos mujeres presas,una de ellas musulmana, diri-gindoles luego una paternal

    sonriso. Y que signicado msgrande que nunca adquiere esapaternidad para jvenes quequizs en su mayora hayancrecido sin la gura del padre.

    Entre ellos una tena un pietatuado que daba ms simbolis-mo el hecho, un Papa que se in-clina hacia aquellos que desdela periferia, de alguna manera uotra mostraban signos de rebel-da ante el olvido y la invisibi-lidad de la que son objeto porparte del mundo. Pero esta vezse reverta la cuestin. Estabanellos frente al Papa y este frente

    a ellos y la televisin que pre-tenda transmitir en directo elhecho no poda hacerlo. Aque-llos medios que hoy se preocu-paban por la existencia de estosmuchachos y muchachas se de-beran resignar. Hoy el Papa lesmostraba esta preferencia a losjvenes y los medios la debanrespetar.

    Seguro no durmieron lanoche anterior y no podrndormir esta noche, deca unex presidiario que recordabacuando el hoy beato Juan PabloSegundo los ha visitado aosatrs. Esta era la sensacin, que

    segn sacerdotes privilegiadtestigos, se perciba en la nocdel Jueves Santo en la crcel dmenores de Roma.

    Ojala el mundo sepa enteder y leer el mensaje dado pel Papa, sin palabras, en la primer Jueves Santo. Ojatambin los medios lo sepamentender.

    Ya lo ha dicho siendo cadenal y luego lo ha repetido e

    varias ocasiones en estos dallamando a todos, no slo a Iglesia, a ir hacia las perifrias del mundo, o cuan ncesarios son los pastores coolor a las ovejas. Ahora pn estas periferias estn c

    menzando a ser noticia aun emedio del olvido predominate. Hoy apareci en el munduna persona importante quno las olvida, que de verdad preocupa por ellas. Se percade su existencia.

    A todo esto agreguemos quel Papa Francisco se ha preoc

    pado tambin por las periferino solo sociales y econmicasino las existenciales, aqullas que claman por un sentidde la vida y por una respuesal corazn al deseo de verdabelleza, justicia, libertad, eun mundo, que aun viviendcomo si Dios no existiera, sabque existe, y que quiz por eclame con ansias, hoy ms qununca, por su Presencia.

    El Papa que anuncia a Crishasta las periferias, es decir, elos connes del mundo.

    Lic. Pedro Kriskovic

    Me ha conmovido muchover las imgenes delencuentro entre el Papa

    Francisco y el Papa emrito Be-nedicto XVI.

    Me ha conmovido porque eraevidente que para ambos el cris-tianismo no es una moral, ni

    cumplir con el protocolo, ni laobediencia a una organizacin oa un esquema religioso, sino elimponerse de una Presencia. Lodir claramente el Papa Francis-co en su homila el Domingo deRamos: Nuestra alegra nace dehaber encontrado a una Persona:Jess, que est entre nosotros.Una Presencia, la de Cristo, quees el mvil de la vida de ambos.Los dos estn tambin unidos enllamar la atencin a los hombres:clrigos y laicos, cristianos a nobuscar la gloria de este mundo, ano correr para ganar los puestosde honor, sino en vivir con senci-

    llez y con humildad la propia feen el Seor. Y para ambos es claroque la Iglesia no la hace el pro-tagonismo de los Papas o de loscristianos, sino la hace Cristo conla fuerza de Su Espritu Santo.

    Los dos, con la simplicidad desus vidas, hacen de la Presenciade Cristo algo contemporneo,y el signo ms evidente de esacontemporaneidad de Cristo es laexperiencia, que los dos testimo-nian, de una imposible correspon-dencia a Algo presente.

    Para ellos el cristianismo es an-tes que nada una Presencia que

    corresponde a las exigencias delcorazn, (por eso no se detienen

    en el protocolo) una correspon-dencia que crea una humanidadnueva, fuera de cualquier esque-ma, libre de cualquier compro-miso. Una realidad tensa hacia elMisterio. Es esa correspondenciapor la Presencia de Cristo quecrea un lugar distinto, que corres-

    ponde a la espera del corazn.Para ellos es evidente que la Igle-sia es el lugar de esa correspon-dencia, de una correspondenciaa las exigencias del corazn. LaFe, para ambos, no es una crea-cin nuestra, elaborada a travsde complicados planes pastorales,sino un reconocer que es l quienacta dentro la Iglesia y es l elprotagonista de la historia. Noso-tros somos simples siervos inti-les que tenemos que tener los ojosy el corazn abiertos para recono-cer y servir a Su dulce Presencia,all donde acontece.

    Por lo tanto, asombra ver la li-

    bertad del Papa Francisco y delPapa emrito Benedicto XVI,salir del protocolo para poner-se juntos a rezar y tratarse comoverdaderos hermanos en Cristo.Asombra, porque a menudo enla Iglesia de Cristo prevalece noSu gloria, sino la bsqueda de lagloria de este mundo. Donde seve la poca fe de los clrigos, deaquellos que deberan, como pas-tores, ser los primeros en mostrarcon sus vidas la gloria humana deCristo. Asombra porque dentrodel mundo moderno cristianoha casi desaparecido en el mundo

    clerical esa humildad que los dosPapas nos testimonian. A menu-

    do, los clrigos se mueven comoelefantes en medio de los jardi-nes de la Gracia, exigiendo a losdems cristianos algo que ellos yano viven ms, haciendo desapa-recer en la Iglesia la humanidadde Cristo, que revela Su divini-dad para con los ms necesitados,

    para con los jvenes, con los queaun no conoces la belleza cristia-na, con la vida de los hombres quetodos los das enfrentan proble-mas. Y a menudo los cristianos sealejan de los hombres pensandoamar a Dios, que no ven, sin amara los hombres, a quienes ven.

    Parece que se hace realidadla profeca del gran poeta inglsT. S. Eliot donde l se preguntaEs la Iglesia la que ha aban-donado a la humanidad o es lahumanidad la que ha abandona-do a la Iglesia? Es evidente quecuando la Iglesia no mira a Cristo,no vive por l, con l y en l, la

    Iglesia abandona la humanidad,porque slo la gloria de Cristo,Su humanidad, la hacen atractivapara con el hombre moderno.

    El Papa Francisco y el Papaemrito Benedicto XVI, dos pas-tores humildes que ponen a Cristodelante de todo, nos dan un grantestimonio de fe y nos testimonianque la Iglesia no ha abandonado ala humanidad, no ha abandonadoel destino de los hombres; nos tes-timonian ellos, que no tienen msriqueza que Cristo.

    MF

    A C T U A L I D A D

    Es el tiempo

    de la persona

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    Jueves 4deabrilde2013 Jueves 4deabrilde2013 OBSERVADORSEMANALOBSERVADORSEMANAL

    la pasin, muertey resurreccin,de entrega, de amor a todos, elApstol le lleva aparte y lo re-prende. Lo queJ ess dicealterasus planes, es inaceptable, poneen crisis la seguridad quel habaconstruido, su idea del Mesas. YJess (...) dirigea Pedro una delas ms duras palabras del Evan-gelio: Va detrs dem, Satans!Porque tu no piensas como Dios,sino como los hombres. Diospiensa con misericordia... comoun padre que espera el regresodesu hijo yva a su encuentro, lovevenir cuando todava est muylejos... ...seal dequelo esperabatodos los das en la terraza desucasa... Dios piensa como el sa-maritano queno pasa al l ado deldesgraciado compadecindolo,sino socorrindolo sin pedir nadaa cambio, sin preguntar si era ju-do, samaritano, rico o pobre,

    Alguno puede decir: no ten-go tiempo ysoypecador. Y meconformo con un gesto decaridady una misadominical distrada,pero no tenemos el coraje desalir denosotros mismos. Diospiensa siemprecon misericordia.Nunca olviden esto, dijo Francis-co. Dios es el padre queesperala vuelta del hijo y le salea suencuentro. Este es nuestro Padre

    misericordioso.Dios piensa como el samarita-

    no...nunca mira para otro lado...Socorre siempre, sin preguntarnada...si era pagano, samaritano,rico, pobre...no pregunta nada...solo ayuda. Salir siempreconel amor y la ternura deDios, enel respeto y la paciencia, sabien-do quenosotros ponemos las ma-nos, los pies, el corazn, pero esDios quien gua yhacefecundasnuestras acciones.

    La Semana Santa ha con-cluido Francisco es un tiempode gracia queel Seor nos dapara abrir las puertas denues-tros corazones, de nuestra vida,de nuestras parroquias, de losmovimientos, del as asociaciones,ysalir al encuentro delos dems,acercarnos a ellos para llevar laluz yla alegra denuestra fe. Sa-lir siemprecon el amor y la ter-nura deDios. Quepena tantasiglesias cerradas

    Despus dela catequesis y delos resmenes en las diversaslenguas acargo delos lectores, elPapasalud atodos y, hablandoen italiano sedirigi, entreotros,alos universitarios queparticipanen el encuentro internacional pro-movido por laPrelaturadel OpusDei, dndoles las gracias por sus

    oraciones y afecto al Papa. Convuestra presencia en el mundouniversitariodijo cada uno devosotros realice lo quedeseabaSan Josemara Escriv: Es, enmedio de las cosas ms materia-les dela tierra, dondedebemossanticarnos, sirviendo a Dios ya todos los hombres.

    Preparado por GL

    Mealegra acogeros enesta, que es mi pri-mera audiencia ge-

    hadicho el papaFranciscoles de feles que llenaban

    ade San Pedro paraparti-n laprimeracatequesis deldeRoma. Con gratitud ycin recojo el testigo denos demi amado predece-apa Benedicto XVI.o en el Domingo de Ra-

    Obispo de Roma, pusoeve la necesidad de salirotros mismo, parai r a las

    as de la existencia, hacias hermanos y hermanas,s ms necesitados decon-ayuda. E l Santo Padrehado a la Iglesia a imitar asalir en buscadeaquellos

    quese han alejado del Seor parallevarles la luz y la alegra denuestra fe.

    Qu signifca para nosotrosvivir este tiempo? Qu signifcaseguir a J ess en su camino ha-cia el Calvario, hacia la Cruz yla Resurreccin?, se pregunta-bael Papa. Signifca vivir comoCristo, como un buen padreo unabuena madre. Dios no esper aque fusemos a l, sino que lvino a nosotros. El da siempreel primer paso, l semuevehacianosotros.

    En su misin terrenal Jessrecorri l os caminos de TierraSanta; llam a doce personassencillas para quepermanecierancon l, compartiesen su camino ycontinuasen su misin(...); ha-

    bl a todos, sin distincin, a losgrandes y los pequeos... a lospoderosos y los dbiles; trajo lamisericordia yel perdn deDios;cur, consol, comprendi; dioesperanza. Trajo a todos la pre-sencia deDios queseinteresa porcada hombreymujer, como hacenun buen padrey una buena madrepor cada uno desus hijos.

    Dios ha subrayado Francis-co no esper a que furamos al, fue l quien vino hacia no-sotros(...). J ess vivi la realidadcotidiana del a gentecomn (...)llor cuando vio cmo sufranMarta yMara por la muertedesu hermano Lzaro (...) vivi tam-bin la traicin deun amigo.EnCristo, Dios nos ha dado la segu -ridad de que l est con nosotros,en medio de nosotros... J ess notiene casa porque su casa es lagente: somos nosotros; su misines abrir a todos las puertas deDios, ser la presencia amorosa deDios.

    En Semana Santa vivimos lacumbre... de este plan de amorquecorrea travs detoda la his-toria dela relacin entreDios y lahumanidad.J ess entra en J eru-saln para dar el paso nal, queresume toda su existencia: seentrega totalmente, no conserva

    nada para s mismo, ni siquierasu vida. En la ltima Cena, consus amigos, comparte el pan ydistribuye el cliz para noso-tros. El Hijo deDios seofreceanosotros, pone en nuestras manossu Cuerpo ysu Sangrepara estarcon nosotros siempre... Y en elhuerto delos Olivos, al igual queen el juicio antePilatos, no oponeresistencia: seentrega.

    Ahorabien Jess no viveesteamor que lleva al sacrifcio pasi-vamenteo como un destino fatal ,y desdeluego no oculta su pro-funda turbacin humana antelamuerte violenta, peroseentregacon plena conanza al Padre(...) para demostrar su amor pornosotros. Cada uno puededecir:Jess meha amado yseha entre-gado por m: por m.

    Qu signifca todo esto paranosotros? Signifca que este cami-no es el mo, el tuyo y el nuestro.Vivi r laSemanaSanta, segn Je-ss, no slo con un corazn emo-cionado, es aprender a salir denosotros mismos (...) para saliral encuentro delos dems, para ira las afueras dela existencia; serlos primeros en movernos hacianuestro hermanos y hermanas,especialmentelos que estn l e-jos, los quehan sido olvidados,

    los que estn ms necesitados decomprensin, consuelo y ayuda.

    Vivir la SemanaSantaes en-trar cada vez ms en la lgica deDios, en la lgica dela Cruz, queno es en primer lugar la del doloryla muerte, sino la del amor y dela entrega queda vida. Es entraren la lgica del Evangelio. Seguira Cristo, acompaarlo, permane-cer con l requiereun salir denosotros mismos, deuna manerarutinaria devivir la fe; dela ten-tacin deencerrarseen unos es-quemas que terminan cerrando

    el horizontea la accin creadorade Dios. Dios sali de s mismopara venir en medio de nosotros(...) para traer la misericordia(...) que salva y da esperanza.Incluso si queremos seguirlo ypermanecer con l, no hay quecontentarse con permanecer enel recinto de las noventa y nue -ve ovejas tenemos que salir parabuscar con l la oveja perdida,la ms lejana.

    A menudohaobservado nosconformamos con algunas ora-ciones, una misa dominical dis-trada y no constante, un acto decaridad, pero no tenemos el cora-jedesalir para llevar a Cristo.Somos un poco como San Pedro.Tan pronto como Jess habla de

    H a c e n f a l t a p a s t o r ec o n o l o r a o v e j

    El padre ngel Strada, en el programaAlianza de amor de la radio del Mo-vimiento Apostlico de Schoenstatt,

    habl sobre el encuentro que tuvieron conel cardenal Bergoglio en la reunin anualde sacerdotes de este movimiento de Ar-gentina y Paraguay, das antes de dar co-mienzo el cnclave.

    El padre Strada reconoce la gran sorpre-sa con la que recibieron la noticia de queel cardenal Bergoglio haba sido elegidopapa, ya que los medios de comunicacinno le daban como candidatopor la edadque tiene, aunque el padre Strada admi-te que los que le conocen saban que era

    un gran candidato por sus cualidades. Elnombre que l ha elegido ya es un progra-ma, Francisco ue un Evan gelio vivido, diceen la entrevista.

    A continuacin, cuenta cmo los padresque trabajan en Argentina, Paraguay yUruguay se renen anualmente, y siempretienen la inquietud de invitar a ese encuen-tro, que dura varios das, a alguna persona-lidad para enriquecer, intercambiar y dara conocer la comunidad de Schoenstatt.Seis meses antes ya pensaron en el carde-nal Bergoglio por el aprecio que le tieneny porque pensaban que por la edad ya ibaa presentar su renuncia. El mismo cardenalllam a la comunidad para avisarles que lviajaba al cnclave pero que el encuentrono se suspenda y que les esperaba el s-bado 23 de ebrero por la maana en la cu-ria de Buenos Aires. Nos dijo que no iba adar ninguna conerencia, que le hiciramospreguntas y que quera que intercambira-mos, cuenta.

    Una de las preguntas que le hicieron uequ perl debera tener el nuevo papa. Elcardenal Bergoglio les respondi: Les voya decir cosas evidentes pero son las cosasen las que yo creo. Primero, tiene que serun hombre de oracin, un hombre pro-undamente vinculado a Dios. Segundo,tiene que ser una persona que cree pro-undamente que el dueo de la Iglesia esJesucristo y no l y que Jesucristo es el Se-or de la historia. Tercero, un buen obispo.Debe ser un hombre que sabe cuidar, aco-ger, tierno con las personas, que sabe crearcomunin. Y cuarto, debe ser un hombreahora que ayude a reormar la Curia. Sinquererlo, continua el padre ngel, hizo una

    descripcin de s mismo. Es undel cielo que el cnclave le hayaade.

    Hablando a nivel ms personcuenta lo que sinti cuando sede l. Me pregunt cmo iba lla canonizacin del padre Kentedador del movimiento) y cuandpedimos pens qu lstima quebre no vaya a ser elegido papa,en el impedimento de la edad, sea alguien como l. Cuenta adeel cardenal Bergoglio brome sosibilidad que lo eligieran, nosotguntamos cmo estaba la salud

    pequeo problema que haba tepiernas y nos respondi que ya ebien, un padre le dijo que tuvieporque, ya con buena salud, los cle podan elegir papa, y nos respno nos hiciramos a esa idea ytena pensado, que iba a entrar acon un bastn, y los cardenalesque a ese viejito no le vamos a eca.

    Una idea ja que tiene l -corrando el padre Strada- la expretas palabras: hay que buscar uque est en la calle. l piensa quno debe cerrarse sobre s mismaenerma. Tiene que ir a buscar abres. Dice que nos equivocamoque en el rebao tenemos 99 ovuna oveja descarriada que est aexactamente al revs, en el rebmos una oveja y hay 99 que esty el error nuestro es dedicarnosovejita que tenemos dentro. Cudre que a ellos les dijo hoy no clrigos, no hacen alta uncioncales, hacen alta pastores que tea oveja, pastores que estn con que nunca las apaleen sino que con mucho amor .

    Finaliza la entrevista hablandoto mariano del santo padre, quecon su primer gesto como poacudir a Santa Mara la Mayor, una orenda con fores a la Virgenio que le va a regalar fores aY destaca tambin su labor pascercana a los hombres cuando dIglesia tiene que ser tierna y sala los hombres. Por Roco Lanc

    E l s a c e r d o t e , u nm e d i a d o r y n o u n g e s t o r

    El Papa Francisco abri hoy el Triduo Pascual,el primero de su ponticado, con la MisaCrismal, en cuya homila dijo que el sacer-

    no puede ser un gestor, tiene que salir a laeria, donde hay surimiento, sangre derra-a, ceguera que desea ver, donde hay cautivosntos malos patrones.o es en autoexperiencias, ni en introspeccionesradas donde vamos a encontrar al Seor. Losos de autoayuda en la vida pueden ser tiles,vivir pasando de uno a otro, lleva a minimizarder de la gracia que se activa y crece en la me-en que salimos con e a dar el Evangelio a loss, a dar la poca uncin que tengamos a los queenen nada de nada, arm.Misa Crismal marca el comienzo del Triduo

    ual, centro y culmen del Ao Litrgico, y sebra el Jueves Santo, da en que se conmemorastitucin de los sacramentos de la Eucarista Orden Sacerdotal por Jesucristo durante la

    ma Cena, segn la tradicin cristiana., durante el rito, celebrado a primeras horasmaana en la baslica de San Pedro del Vati-, al que asistieron unas 10.000 personas, los

    0 sacerdotes presentes renovaron sus prome-pobreza, castidad y obediencia) y Franciscoac en su homila lo que signica ser cura ybligaciones.

    Papa Bergoglio dijo que el sacerdote que saleo de s, que unge poco a sus eles se pierde loor de nuestro pueblo, eso que es capaz de acti-o ms hondo de su corazn presbiteral. El que

    le de s, en vez de mediador, se va convirtiendoo a poco en intermediario, en gestor. Todos co-

    mos la dierencia: el intermediario y el gestorenen su paga, y puesto que no ponen en jue-propia piel, ni el corazn, tampoco reciben undecimiento aectuoso que nace del corazn,unci.Papa agreg que de ah proviene precisamen-nsatisaccin de algunos sacerdotes, que ter-

    minan tristes y convertidos en una especie de colec-cionistas de antigedades o bien de novedades, envez de ser pastores con olor a oveja, pastores enmedio de su rebao y pescadores de hombres.

    Francisco aadi que la llamada crisis de identi-dad sacerdotalamenaza a todos y se suma a unacrisis de civilizacin, pero que si los sacerdotessabemos atravesar la ola, podremos meternos maradentro en nombre del Seor y echar las redes.

    Durante la misa, Francisco bendijo el leo de loscatecmenos, el de los enermos y el Crisma (acei-te y blsamos mezclados), que le ueron presenta-dos en tres grandes jarras de plata. Estos leos sonbendecidos el Jueves Santo por los obispos y seutilizan para ungir a los que se bautizan, a los quese conrman y para la ordenacin sacerdotal. Elrito se celebra en todas las catedrales del mundo.

    Rerindose al aceite consagrado, el Papa dijoque su uncin, como dijo claramente el Seor, espara los pobres, para los cautivos, para los ener-

    mos, para los que estn tristes y solos. La uncinno es para perumarnos a nosotros mismos, ni mu-cho menos para que la guardemos en un rasco, yaque se pondra rancio el aceite... y amargo el cora-zn.

    El pontce dijo tambin que al buen sacerdotese le reconoce por cmo anda ungido su puebloyasegur que cuando los eles estn ungidos conleo de alegra se le nota, por ejemplo, cuando salede la misa con cara de haber recibido una buena no-ticia.

    Nuestra gente agradece el Evangelio predicadocon uncin, agradece cuando el evangelio que pre-dicamos llega a su vida cotidiana, cuando iluminalas situaciones lmites, las perierias donde el puebloel est ms expuesto a la invasin de los que quie-ren saquear su e, subray.

    Francisco pidi a los eles que acompaen alos sacerdotes con el aecto y la oracin, para quesean siempre Pastores segn el corazn de Dios.

    A C T U A L I D A D A C T U A L I D A D

    L A F E E X P L I C A D A P O R E L P A P A F R A N C I S C O

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    Jueves 4 de abril de 20136 OBSERVADORSEMANAL

    Slo dentro de la expe-riencia de un gran dolorpodemos comprender

    las vicisitudes de la existen-cia humana, pues son los mo-mentos privilegiados de la vi-da, como sola recordarnos unantiguo profesor de Antropo-

    loga. Es en medio de estas cir-cunstancias, cuando alguiensufre -ya sea por una enferme-dad fsica o una enfermedadsicolgica- cuando se planteanlos interrogantes ms profun-dos que exigen una respuesta,la necesidad de darle un senti-do al dolor humano.

    Dentro de cada sufrimientoexperimentado por el hombre,y tambin en lo profundo delmundo del sufrimiento, apare-ce inevitablemente la pregun-ta: por qu? Es una preguntaacerca de la causa, de la razn;una pregunta acerca de la fna-lidad (para qu); en defniti-va, acerca del sentido, deca elPapa Juan Pablo II en su Car-ta Apostolica,Salvici doloris.

    En efecto, cuando se em-prende la bsqueda del senti-do del dolor, el ser humano secuestiona sobre el sentido desu misma existencia y trata deaclarar el alcance y el signifca-do de su propia libertad.

    Puedo rechazar el do-lor? Puedo, acaso, fjaruna distancia del dolor,eliminarlo? El dolor le im-prime a la vida su sentido ef-

    mero. Esta experiencia huma-na nos mueve a buscar la ayu-da de otras personas y a ofre-cer, a la vez, nuestra asisten-cia. La experiencia del dolornos ensea a prestar ms aten-cin a otras personas. El dolormarca la diferencia entre unapersona madura y equilibrada,

    que es capaz de enfrentar obs-tculos y situaciones difciles,

    y una persona que se deja lle-

    var y absorber por sus propiasemociones y sensaciones.

    En estos das, leyendo elmensaje de Benedicto XVIcon motivo de la XXI JornadaMundial del Enfermo, nos lle-na de conmocin las palabrasde Su Santidad quien mencio-na a la santa Ana Schffer deMindelstetten como alguienque supo unir de modo ejem-

    plar sus propios sufrimientosa los de Cristo: La habitacinde la enferma se transformen una celda conventual, y elsufrimiento en servicio misio-nero Forticada por la co-munin cotidiana se convir-ti en una intercesora infati-gable en la oracin, y un espe-

    jo del amor de Dios para mu-chas personas en bsqueda de

    consejo.Qu signifca esto? Que no

    importa cunto esfuerzo uno

    pueda hacer para lograr el xi-to en la vida, a veces el pesode la realidad se impone y siDios quiere, te quedas postra-do en la cama, impotente, perocon la conciencia clara de quenuestra existencia tiene un fn,un para qu, como deca an-tes Juan Pablo II.

    Por eso, tampoco sorprendeque siguiendo el ejemplo delBuen Samaritano, con el lemaAnda y haz t lo mismo, elhoy Papa emrito, nos anima-ra a tomar en serio esta pro-puesta para que crezca la con-ciencia de que en la acepta-cin amorosa y generosa detoda vida humana, sobre todosi es dbil o enferma, la Iglesiaviva un momento fundamen-tal de su misin.

    No en vano, la Iglesia conce-de indulgencia plenaria a to-dos los que, con espritu de

    fe y con nimo misericordio-so, se pongan al servicio delos hermanos que sufren y, sia su vez estn enfermos, so-

    porten los dolores y las adver-sidades de la vida, elevandocon humilde conanza el almaa Dios y ofreciendo un abier-to testimonio de fe a travs dela va del Evangelio del sufri-miento.

    La XXI Jornada Mundialdel Enfermo se celebr el pa-sado 11 de febrero, en el da deNuestra Seora de Lourdes, enel santuario mariano de Altt-ting (Alemania). Su SantidadBenedicto XVI quiso mos-trar su cercana a las per-sonas que padecen enfer-medades recordndolesque no son intiles sino,

    muy al contrari o, llamados por Cristo para sersu viva y transparente

    imagen.Se recuerda que en el Via-

    crucis del pasado Viernes San-to rezado en Roma y presidi-da por el Papa Francisco, enel centro de la V estacin estel sufrimiento, que acogidoen la fe, se transforma en ca-mino de salvacin. Hay queacoger la cruz del sufrimientoy de la enfermedad, porque e

    Seor est con nosotros y nosayuda a sostener su peso.

    De ah que a l se eleve elagradecimiento por ca-da persona enferma o quesufre, que sabe ser testigode su amor as como porcada Simn de Cir ene quel pone en nuestro cami-no.

    Cantervil

    Necesitamos

    darle unsentidoal dolor

    R E F L E X I O N E S

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    Jueves 4 de abril de 2013 7OBSERVADORSEMANAL

    Una tarde inesperada unaamiga se acerc y un pocotriste me dijo:No s qu

    me pasa, meses atrs me sentamuy segura de m misma, hastamis amigos me bromeaban dicin-dome que era una vanidosa porquesiempre andaba halardeando demis cualidades, y con mis gestos,mi forma de vestir, de arreglarme,les haca notar de ser la ms bellade todas las mujeres de la tierra,sin embargo ahora, mi autoestimaest por el suelo. Por qu baja elautoestima?.

    Esta pregunta, me ha provocadode tal manera que no la pude dejarpasar y la he tomado como puntode meditacin delante del Miste-rio: qu es la autoestima?

    La psicologa llama autoesti-ma a la valoracin, generalmentepositiva, de uno mismo. A la opi-nin emocional que los indivi-duos tienen de s mismos y abarcael conjunto de rasgos corporales,mentales y espirituales que for-man la personalidad. Arma quela autoestima puede variar conel tiempo, a partir de los cinco oseis aos de edad, cuando el nioempieza a formar el concepto so-bre cmo es visto por el resto dela gente, por lo tanto es denidapor la opinin que los dems tie-nen de m: cmo me ven? qupiensan de m?. Los problemas de

    conducta tienen sus races en laautoestima y los hombres se es-fuerzan por mantenerla alta comomedio de autoproteccin frente alas circunstancias amenazantes ycomo ayuda al desarrollo personal,ya que la disminucin de la mismaafecta a la salud, a las relacionessociales, a la productividad econ-mica y general.

    Ms alla de esta denicion meimpresiona la experiencia que hanhecho los santos en relacion a laautoestima. Esta experiencia les hadado la posibilidad de adentrarsehasta el fondo de la misma hastaentender, con la ayuda de la gra-cia, que una denicion de autoes-tima no puede eliminar el aspectoontologico y original del hombre,

    como es, su relacion con el Mis-terio.A este respecto vienen de mane-

    ra apremiante las palabras de Ca-rrn : No es casual que el Papaconvoque un Ao de la Fe preci-samente para ayudarnos a redes-

    cubrir el don y la belleza de la fe.Slo dentro de una experiencia

    de fe es posible entender lo quesignica estimarse a uno mismo ypercibir en que consiste mi verda-dero valor como persona.

    En denitiva, estamos llamadosa desaar esta reduccin de la ra-zn, que se despierta, como diraGuissani, en el impacto con la rea-lidad que nos empuja a preguntar-nos: Qu es el hombre? Quin locre? Cul es su destino ltimo?.Estamos llamados a no reducir lamirada sobre nosotros mismos aun plano meramente horizontal, esdecir, a denir mi autoestima porcomo fui mirado y evaluado desdela infancia, o como soy valoradopor los dems, porque siempre queponga mi seguridad enfalsos in-

    fnitos como son la belleza fsi-ca de tengo, la plata que poseo, elpoder que ejerzo, lo que soy capazde hacer, estare formando en miuna personalidad tan frgil o unaautoconciencia sin consistencia,que al momento inesperado queuna de estas alegrias desapez-can, la tristeza y el sin sentido quemi amiga me comparti, me domi-narian.

    Cuando escucho: Este enfer-mo est muy triste necesita de unaasistencia sicolgica, para mi esuna provocacin a ir al fondo de sutristeza, porque, aunque la sicolo-

    ga tenga herramientas para recu-perarlo, no ser suciente su inten-to, si el enfermo no llega a toparsecon Aquel que lo construy y loconstruye a travs de las circuns-tancias, si no llega a reconocerLeen rostros que despierten su deseode Dios. Si no acontece el encuen-tro cristiano toda tentativa sicol-gica ser una mera satisfaccintemporal que caer ante la mnimadesilusin o contradiccin.

    La persona que se autoestimasabemos que es aquella que tieneconanza y seguridad en si misma,acepta sus limites y capacidades,esta contenta y gozosa y es opti-mista, positiva en la vida, porquegracias a un Acontecimiento ma-duro en ella la autoconciencia de

    ser relacion con Aquel que ha en-contrado, se ha sentido abrazada,mirada y valorada hasta la ultimabra de su ser: Ahora tengo lacerteza que mi nombre est escri-to en el cielo, que soy fruto de unamor eterno, que ningn cabello

    de mi cabeza cae sin Su permiso,que todos mis cabellos estn con-tados, que existo porque Alguienme am y desde la eternidad medio el ser; entonces inmersa enuna vida sacramental, donde en-cuentra la luz para revivir conti-nuamente el primer encuentro, ellase vuelve tan fuerte como la rocaque puede permanecer en pie fren-te los vendavales del siglo.Todos estamos invitados a al-

    canzar una autoconciencia maduray fuerte, como lo han alcanzadolos santos. Santa Teresa de Jesus,tenia un buen recuerdo de su in-fancia y juventud, en esos tiem-pos empece a entender las graciasde naturaleza que el Seor mehabia dado, que segun me decianeran muchas (V1,9).Conocia suslimitaciones y capacidades teniamaa y diligencia para el mal,curiosidad y vanidad. Sin em-bargo su encuentro con un Cristomuy llagado le renueva por den-tro y le conere una mirada masprofunda sobre si misma y sobrelos demas: Me parece me apove-cho mas, porque estaba muy des-confada de mi y empeze a ponertoda mi confanza en Dios (V 9,3). Veo claro la gran misericor-dia que el Seor hizo conmigo (V8,2). Mientras mayor mal, masresplandece el gran bien de vue-tras misericordias Y con cuanta

    razon las puedo yo para siem-pre cantar! (V 14, 10). La santaempieza a verse tan agraciada sinmerecerlo, como un cofre de joyaspor dentro, que expresa su autoes-tima en esta frase: Como apro-vechara y gastara con largueza elque no entiende que esta rico? Esimposible tener animo para cosasgrandes quien no entiende queesta favorecido de Dios...quien notiene alguna joga de lo de alla nopuede tener fortaleza.(V 10,6).Para Santa Teresa tus joyas in-teriores son tus valores y vale lapena invertir en lo que dura parasiempre. Cristo es por excelenciasu valor, l la ha fascinado con SubellezaOh, hermosura que exce-dis a todas las hermosuras, la

    ha amado hasta dar la vida por ella,la ha encontrado y la ha cambiado.En l esta su concistencia, el valorde si misma esta en pertenecer aOtro por el que vive y muere.

    Los santos han logrado mirarsecon ternura, han conseguido tener

    una estima de s mismo, porqueAlguien antes los ha mirado as,a travs de rostros cambiados porl. Es Jess el siclogo verdade-ro que mostrndonos el inmensoamor que nos tiene, levanta nues-tro autoestima, donndonos unaautoconciencia que nos permitegritar: Yo soy Tu que me haces.

    Entonces, si los santos han re-vivido en sus carnes la autoestimade Jesus, en qu consista la au-toestima de Jess? En su relacincon el Padre, en Su pertenencia ydependencia original, es por esoque Carron dice queJess no sedetiene en la apariencia, no peleaen el Huerto de los Olivos o con

    Pilatos, con Herodes o con el Sa-nedrn: Su dilogo es con el Pa-dre.Es en el Padre donde esta an-clada Su conanza y Su seguridad.

    l que nos ha creado nos ayudaa enfrentar la realidad sabiendonostemplos del Espritu Santo, a n deno descuidar ningn aspecto de lamisma, apreciandola en su totali-dad. Muchas veces escuchamos:Pero, vos sos muy piadoso y mevas a hablar partiendo solo de loDios quiere pero yo necesito unarespuesta que me ayude a estardelante de lo que el mundo, quepiensa de otra manera, me sugie-re. Sin lugar a dudas, estamosacostumbrados a convivir con unyo dividido, donde lo espiritualse encuentra de un lado y lo cien-

    tco de otro, donde la fe est deun lado y la vida del otro. Frentea este dualismo Padre Aldo suelerepetirnos sin cansarnos: Cristotiene que ver con todo, nuestrafe ha de iluminar nuestra razn,nuestra manera de estar delante de

    lo que tocamos y palpamos y hanimarnos, con la gracia de Eritu, a unicar nuestro yo, psostener una denicion completotalizante de la autoestima.

    Por que baja la autoestimMe preguntaba mi amiga y tela certeza que baja cuando Ctodavia no es todo en nuestra vno nos ha aferrado por enteasi nos desmoralizamos al desnuestra mirada del centro de ntra existencia. La pregunta damiga es tambin la de tantos se contentan con menos queque se satisfacen con migajasno soportan el tiempo. El momto es apremiante, queridos am

    nuestro yo quiere encontrar fuerza que lo haga pleno y lo uque, quiere cantar una msicano tenga n, quiere dejarse fanar por Cristo, unica Presenciahace feliz, quiere abrazar la rdad y vivir conado en aquel que nos hace. Que venga pueEspritu de la verdad! l os gr a la verdad plena (J n16,1

    Autoestima: Un yo

    aferrado por Cristo

    Extasis de Santa Teresa - Berni

    T E S T I M O N I O D E L A C L I N I C A

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    Jueves 4 de abril de 20138 OBSERVADORSEMANAL

    Naci en Cartagena,Espaa, alrededordel ao 560; y muriel 4 de Abril del 636. Obispo,telogo y erudito de la Espaavisigoda, elevado a la santidadpor la Iglesia Catlica y procla-mado, ms tarde, Doctor Uni-versal de la Iglesia. Su padre,llamado Severiano, pertenecaa una familia hispano-romanade elevado rango social; su ma-dre, en cambio, era de origenvisigodo y, segn parece, estabalejanamente emparentada conla realeza.

    Se form con lecturas deAgustn de Hipona y San Gre-gorio Magno; estudi en la es-cuela Catedralicia de Sevilladonde aprendi latn, griego yhebreo. Al morir su hermanoLeandro, arzobispo de Sevilla,

    lo sucedi en el gobierno de ladicesis, y su episcopado dur37 aos (599-636). Vivi enuna poca de transicin entrela decadencia de la Edad Anti-gua y del mundo romano, y elnacimiento de la Edad Media yde las nuevas nacionalidades deinuencias germanas.

    En ese contexto, se propusorecomponer las debilitadas es-tructuras culturales de Espaa,y despleg todos sus recursospedaggicos para contrarrestarla creciente inuencia de lasculturas consideradas brbaras.Propici el desarrollo de lasartes liberales, del derecho yde las ciencias, y en el CuartoConcilio Nacional de Toledo,

    iniciado el 5 de diciembre del633, estableci las bases de undecreto que impuso una polticaeducativa obligatoria para todoslos obispos del reino.

    Fue el primer escritor Cris-tiano en emprender la tarea decompilar para sus correligiona-rios una suma del conocimien-to universal. Esta Enciclopediacompendi toda la ciencia, tan-to la antigua como la moderna.En ella muchos fragmentos delos conocimientos clsicos fue-ron preservados y esto impidique se perdieran irreparable-mente. La fama de este trabajole dio un nuevo mpetu a los es-critos enciclopdicos, los cua-les dieron abundantes frutos enlas subsiguientes centurias dela Edad Media. Su estilo, aun-que simple y lcido, no puedeser considerado como clsico.Revela muchas de las imper-fecciones peculiares a todas laspocas de transicin. Particu-larmente revela una desarrolla-da inuencia Visigoda. Arvalocuenta en todas los escritos deIsidoro 1640 palabras en Espa-ol.

    Isidoro fue el ltimo de losantiguos Filsofos Cristianos,y el ltimo de los grandes Pa-dres Latinos. Fue indudable-mente el hombre ms sabio desu poca y ejerci una profundainuencia en la vida educativaMedieval. Su contemporneoy hermano, Braulio, Obispo de

    Zaragoza, lo consider como alhombre escogido por Dios para

    salvar al pueblo Espaol de lamarea brbara que amenazabacon inundar el comienzo de lacivilizacin espaola. El Oc-tavo Concilio de Toledo (653)registr su admiracin por sucarcter en estos luminosos tr-minos: El extraordinario doc-tor, el ltimo ornamento de laIglesia Catlica, el hombre mssabio de los ltimos tiempos, elsiempre nombrado con reveren-cia, Isidoro. Este tributo fuereconocido por el Decimoquin-to Concilio de Toledo, acaecidoen el 688.

    Su obra ms conocida esEtimologa (hacia 634), monu-mental enciclopedia que reejala evolucin del conocimiento

    desde la antigedad pagana ycristiana hasta el siglo VII. Estetexto, tambin llamado Orge-nes y dividido en veinte libros,tuvo enorme inuencia en lasinstituciones educativas delMedioevo y fue impreso diezveces entre 1470 y 1529. Casiun siglo despus de su muertefue declarado Doctor de la Igle-sia por el papa Inocencio XIII.

    Preparado por GL

    San Isidoro de Sevilla

    L A A V E N T U R A H U M A N A D E L O S S A N T O S

    Ludwing van Beethoven(1770-1827) empez acomponer en 1818 la Misa

    solemne que habra tenido queser ejecutada por la eleccin aarzobispo de Olmuz de su queri-do amigo, el archiduque Rodolfode Austria. l hizo la composi-

    cin pero se prolong ms allde lo previsto y la obra fue re-

    presentada por la primera vezen san Petersburgo en el 1824:Beethoven estuvo presente perohaba perdido gran parte de sucapacidad auditiva (tres aos des-pus le faltara completamente).

    El estilo de la Misa es la delltimo perodo en que Beetho-

    ven compuso aquella obra maes-tra que es la Novena Sinfona

    con el himno a la alegra, esta-llido de certeza en cuyo su len-

    guaje artstico se hizo cada vezms radical en utilizar la msi-ca para expresar la fe en Dios.

    Al mpetu solitario y heroicode Beethoven podemos acercarla obra de un pintor romnticoFriedrich Caspar David, enquien el sentido de la naturalezay la religiosidad se expresan entoda su obra, pero sobre todo enel Viandante sobre el mar de nie-bla, pintura en el 1818, el mismoao en cuyo Beethoven empeza componer la Missa solemnis.

    La solitaria gura del hombreque est delante del innito en-cima de la montaa casi es uncartel del naciente romanticis-

    mo alemn representa la imagenms emblemtica del pintor deorigen dans, pero que trabaj enSajonia. La imagen del viandan-te podra evocar de alguna ma-nera la gura solitaria del genialcompositor vienense. Su heroicasoledad se casa con la montaa,smbolo de elevacin ms allde las pasiones humanas y lu-gar de revelacin de lo sagrado.

    El sentimiento del hombre de-lante del innito otro, tambingrande y genial poeta esta vez ita-lianos,Giacomo Leopardi, evocaque justo en aquellos aos, cuan-do fue algo ms que veinteaero(y estamos en el 1819) en su que-

    ridoRecanati escribiEl infnito.( Preparado por GL )

    Artistasromnticos delantedel Infnito (1)

    Pasar de nuestros refugios a la plaza,del silencio a la denuncia,

    del miedo a la valenta,de la mentira a la verdad,

    de la seguridad a la intemperie,del sueo a la vigilia,

    de la estupidez a la sabidura,de la cerrazn a la apertura,de la peticin a la alabanza,

    de la ley al Evangelio...

    Pasar de nuestro mundo a la aldea de enfrentede la indiferencia al compromiso,

    de la cobarda al coraje,del odio al perdn,

    de la tristeza a la alegra,del rencor a la reconciliacin,

    del ruido al silencio,del desarraigo al arraigo,

    de la posesin al comp artir,

    de la esclavitud a la libertad...

    Pasar de nuestros domi nios al reverso de la hi storia,del agobio a la paz,

    de la injusticia a la justici a,de la indiferencia a la solicitud,

    del egosmo al amor,del poder al servicio,

    de la oscuridad a la lu z,

    del temor al gozode la sorpresa al seguimiento,del desaliento a la esperanza...

    Pasar de nuestro mun do a tu r egazo,de nuestra soledad a tu compaa...

    Soltar lastre!y preparar as Tu Pascua,

    para pasar de la muerte a la vida.

    Florentino Ulibarri

    C U L T U R A / M U S I C A - P I N T U R A

    Para

    entrar en TuPascua

    C U L T U R A / P O E S I A