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FICHA 04 Sistema de producción y manejo zootécnico Cuando alguien se plantea iniciarse o convertirse a un modelo de producción que siga los estándares de la reglamentación ecológica, lo primero que se tiene que decidir es, en función de la finca disponible, cuál es el sistema productivo que más encaja en la futura empresa. De esta manera, tanto sistemas semiintensivos con pasto como sistemas semiintensivos con estabulación libre y suplementación forrajera y las diversas variaciones entre éstos, son posibles en este tipo de producción. El primer modelo se caracteriza por una integración agrícola y ganadera, adecuada para rotaciones de pastos y de cultivos, con bajo coste de las instalaciones, con posibilidad de realizar lucha biológica contra las parasitosis pero con la necesidad de disponer de una superficie agrícola importante, con mayor dificultad en el control zootécnico de los animales y con una disminución en el ritmo productivo y una mayor estacionalidad de la producción. En concordancia con este tipo de producción, para realizar una integración agrícola y ganadera total, es decir, para llegar a un alto grado de autosuficiencia alimenticia, se necesitan más de 2 hectáreas por cerda en ciclo cerrado (Tusón, 2005). El segundo modelo es más intensivo y facilita la asistencia técnica de los animales y la producción continuada, pero representa un mayor gasto en instalaciones y una dependencia importante en los inputs externos a la explotación. En este caso, es indispensable llegar a acuerdos con productores agrícolas que puedan suministrar las materias primas necesarias. Para optimizar las infraestructuras de la explotación es imprescindible dimensionar la granja y prever su productividad. A partir del ciclo fisiológico de los reproductores, se tiene que estipular el movimiento de los animales dentro de las naves de la granja o en las parcelas agrícolas. De esta manera, se evitará la infrautilización de las instalaciones, se planificará la cantidad de producto a comercializar y, en el caso de las granjas con una integración agrícola y ganadera considerable, se podrán programar las rotaciones de cultivos y los respectivos barbechos, así como las rotaciones de pasto para romper los ciclos de los parásitos. Un manejo a considerar para la producción porcina ecológica es el manejo en bandas de 3 semanas con 8 lotes de cerdas. Este tipo de organización de los animales dentro de la granja representa una lactación de 49 días -compatible con hacer lactación individual y lactación en grupo- y una distribución especializada del trabajo, donde los partos, los destetes y las montas se concentran Aspectos técnicos de la producción porcina ecológica La producción ecológica está regulada de forma concreta a nivel europeo. Se entiende por producción agraria ecológica aquellos sistemas productivos que cumplen el Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo, de 28 de junio de 2007, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el cual se derogó el Reglamento (CEE) 2092/91; y el Reglamento (CE) 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre de 2008, por el que se establecen las disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007. Además, estos sistemas productivos tienen que estar inspeccionados y certificados en Cataluña por el organismo de control autonómico pertinente: el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). Este organismo garantiza la aplicación de los reglamentos de mínimos europeos y los complementa mediante el Cuaderno de Normas Técnicas para la producción agraria ecológica, aprobado por la Resolución de la Dirección General de Producción, Innovación e Industrias Agroalimentarias del 26 de julio de 2006. En Cataluña, la producción porcina intensiva es un sector puntero en muchos campos técnicos y muy desarrollado -5.880.000 cabezas de porcino, de los cuales 575.000 son reproductores 1 -. Este volumen de ganado supone el 25% de los animales presentes en España y el 4,8% de los presentes en EU-15. Según datos del Departamento de Salud, el año 2005 se sacrificaron en Cataluña 15.310.000 cerdos, por lo tanto, se produjeron 1.148.265 toneladas de carne de porcino, el 70% del total de carne. Ante este contexto, y considerando que el 7% de las explotaciones porcinas de nuestro territorio tienen menos de 400 animales, que la carne de porcino es un producto de consumo masivo -67,2 Kg/habitante/año en el estado español- y que el mercado de productos certificados ecológicos está en expansión en nuestro territorio y en el resto de Europa, la producción porcina ecológica es una alternativa a considerar para pequeños y medianos productores que ven complicado su crecimiento y su competitividad futura en el mercado convencional. 1 Censo de ganado porcino de la encuesta de abril del 2007. Departamento de Agricultura, Alimentación y Acción Rural. 01

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FICHA

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Sistema de produccióny manejo zootécnico

Cuando alguien se plantea iniciarse o convertirse a un modelo de producción que siga los estándares de la reglamentación ecológica, lo primero que se tiene que decidir es, en función de la finca disponible, cuál es el sistema productivo que más encaja en la futura empresa. De esta manera, tanto sistemas semiintensivos con pasto como sistemas semiintensivos con estabulación libre y suplementación forrajera y las diversas variaciones entre éstos, son posibles en este tipo de producción. El primer modelo se caracteriza por una integración agrícola y ganadera, adecuada para rotaciones de pastos y de cultivos, con bajo coste de las instalaciones, con posibilidad de realizar lucha biológica contra las parasitosis pero con la necesidad de disponer de una superficie agrícola importante, con mayor dificultad en el control zootécnico de los animales y con una disminución en el ritmo productivo y una mayor estacionalidad de la producción. En concordancia con este tipo de producción, para realizar una integración agrícola y ganadera total, es decir, para llegar a un alto grado de autosuficiencia alimenticia, se necesitan más de 2 hectáreas por cerda en ciclo cerrado (Tusón, 2005). El segundo modelo es más intensivo y facilita la asistencia técnica de los animales

y la producción continuada, pero representa un mayor gasto en instalaciones y una dependencia importante en los inputs externos a la explotación. En este caso, es indispensable llegar a acuerdos con productores agrícolas que puedan suministrar las materias primas necesarias.

Para optimizar las infraestructuras de la explotación es imprescindible dimensionar la granja y prever su productividad. A partir del ciclo fisiológico de los reproductores, se tiene que estipular el movimiento de los animales dentro de las naves de la granja o en las parcelas agrícolas. De esta manera, se evitará la infrautilización de las instalaciones, se planificará la cantidad de producto a comercializar y, en el caso de las granjas con una integración agrícola y ganadera considerable, se podrán programar las rotaciones de cultivos y los respectivos barbechos, así como las rotaciones de pasto para romper los ciclos de los parásitos.

Un manejo a considerar para la producción porcina ecológica es el manejo en bandas de 3 semanas con 8 lotes de cerdas. Este tipo de organización de los animales dentro de la granja representa una lactación de 49 días -compatible con hacer lactación individual y lactación en grupo- y una distribución especializada del trabajo, donde los partos, los destetes y las montas se concentran

Aspectos técnicosde la producción porcina ecológica

La producción ecológica está regulada de forma concreta a nivel europeo. Se entiende por producción agraria ecológica aquellos sistemas productivos que cumplen el Reglamento (CE) nº 834/2007 del Consejo, de 28 de junio de 2007, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el cual se derogó el Reglamento (CEE) 2092/91; y el Reglamento (CE) 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre de 2008, por el que se establecen las disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007. Además, estos sistemas productivos tienen que estar inspeccionados y certificados en Cataluña por el organismo de control autonómico pertinente: el Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). Este organismo garantiza la aplicación de los reglamentos de mínimos europeos y los complementa mediante el Cuaderno de Normas Técnicas para la producción agraria ecológica, aprobado por la Resolución de la Dirección General de Producción, Innovación e Industrias Agroalimentarias del 26 de julio de 2006.En Cataluña, la producción porcina intensiva es un sector puntero en muchos campos técnicos y muy desarrollado -5.880.000 cabezas de porcino, de los cuales 575.000 son reproductores1 -. Este volumen de ganado supone el 25% de los animales presentes en España y el 4,8% de los presentes en EU-15. Según datos del Departamento de Salud, el año 2005 se sacrificaron en Cataluña 15.310.000 cerdos, por lo tanto, se produjeron 1.148.265 toneladas de carne de porcino, el 70% del total de carne.Ante este contexto, y considerando que el 7% de las explotaciones porcinas de nuestro territorio tienen menos de 400 animales, que la carne de porcino es un producto de consumo masivo -67,2 Kg/habitante/año en el estado español- y que el mercado de productos certificados ecológicos está en expansión en nuestro territorio y en el resto de Europa, la producción porcina ecológica es una alternativa a considerar para pequeños y medianos productores que ven complicado su crecimiento y su competitividad futura en el mercado convencional.

1 Censo de ganado porcino de la encuesta de abril del 2007. Departamento de Agricultura, Alimentación y Acción Rural.

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respectivamente en la primera, segunda y tercera semana de cada intervalo entre bandas.

Como el intervalo entre partos en producción porcina ecológica es superior que en producción porcina convencional -está prohibido destetar antes de los 40 días-, la productividad de la granja ecológica será inferior, aproximadamente en un 10% (Rodríguez-Estévez, Luna et al., 2005). No obstante, hay algunos métodos que permiten mejorar este parámetro, como por ejemplo inducir el celo durante la lactación -separando temporalmente los lechones de la madre- y montar o inseminar las cerdas en esta etapa productiva. Es una técnica delicada ya que, a causa del desequilibrio hormonal de las cerdas en celo, puede haber cambios en la composición de la leche y, consecuentemente, provocar ligeros problemas gastrointestinales en los cerdos lactantes.

Instalaciones

En producción porcina ecológica, hay diversos modelos de alojamientos que respetan la normativa y que pueden ser adecuados para conseguir una productividad razonable, respetando sobradamente el bienestar animal. Sin embargo, la conversión de explotaciones porcinas convencionales a ecológicas se ve frecuentemente dificultada por las limitaciones de la normativa. Así, la obligatoriedad de disponer de una zona al aire libre o patio, de ofrecer unas superficies mínimas a los animales (tabla 1), de facilitar ventilación y luz natural, así como la prohibición de tener más de la mitad del suelo enrejado, dificulta el aprovechamiento directo de muchas explotaciones porcinas existentes en nuestro país. Hay que entender, sin embargo, que todas estas limitaciones

colaboran en el confort de los animales, en la mejora de su sistema inmunitario, en la reducción de la prevalencia de padecer patologías secundarias y desequilibrios etológicos y, finalmente, en una reducción del uso de medicamentos alopáticos de síntesis química.

Seguidamente se comentan algunos de los alojamientos que pueden ser utilizados en la producción porcina ecológica:

1. Gestación en estabulación libre con patio (figura 1): este tipo de alojamiento se utilizaba bastante antiguamente y consta de una zona de actividad -donde están los comederos y, en el caso que sean necesarias, las jaulas,- de un patio y de una zona de reposo.

2. Gestación en estabulación libre con estiércol acumulado (imagen 1): este diseño es muy interesante en producción porcina ecológica ya que no requiere la disponibilidad de patios, siempre que la superficie disponible total por animal sea la suma de la parte

Zona cubierta (superficie disponible por animal)

Zona al aire libre (superficie de ejercicio)

peso mínimo en vivo m2/cabeza m2/cabeza

Cerdas lactantes conlechones de hasta 40 días

7,5 2,5

hasta 50 Kg 0,8 0,6

Cerdos de engorde hasta 85 Kg 1,1 0,8

hasta 110 Kg 1,3 1

Lechonesde mas de 40 díasy hasta 30 Kg

0,6 0,4

Reproductoreshembraverraco

2,56

1,98

Figura 1: Croquis de gestación en estabulación libre

2 Cuaderno de Normas Técnicas para la producción agraria ecológica, aprobado por la Resolución de la Dirección General de Producción, Innovación e Industrias Agroalimentarias de 26 de julio de 2006.

Tabla 1Superficies mínimaspara el ganado

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cubierta y la parte al aire libre . A fin de que funcione adecuadamente es recomendable destinar de 5 a 10 m2/cerda. Si el ratio paja/deyecciones es correcto, sólo se tiene que limpiar una vez al año.

3. Gestación en camping: este sistema es muy interesante para explotaciones con un alto grado de integración agrícola y ganadera. Se necesita una zona cubierta de 6 o 7 m2 para cada 5 o 6 cerdas y una superficie o parque de 1600 m2/cerda/año, adaptable a una rotación cada medio año entre dos parques de 800 m2/cerda/año (Tusón, 2002).

Combinación de dos modelos: tal como se puede ver en la imagen 2, se puede combinar la estabulación libre con patio con el estiércol acumulado para conseguir unos establos muy eficaces en la retirada de la yacija y donde el bienestar animal es inmejorable.

4. Lactación en paridera con nido y patio: este tipo de instalaciones también se utilizaban mucho antiguamente, pero quedaron desfasadas con el proceso de intensificación, pues garantizar la inmovilidad de las cerdas con jaulas suponía menos mortalidad neonatal o, al menos, una mayor eficiencia del operario en el control del ganado. Las parideras de este tipo tienen que disponer de una zona de reposo -donde las cerdas descansarán y darán de mamar- de una zona de actividad -con un comedero y un abrevadero para las cerdas- y de un patio. El nido para los lechones tiene que estar en la zona de reposo. Este nido tiene que ser muy atractivo si se quiere evitar tener un incremento de mortalidad neonatal. Hay variaciones de este modelo de establo diseñadas únicamente para garantizar la supervivencia de los lechones (figura 2, imagen 3).

Imagen 2. Estabulación libre en estiércol acumulado. Autor: Lluís Vila Imagen 3. Paridera Scheitzer. Autor: Lluís Vila

Figura 2: Croquis en 3D de parideraScheitzer (nido y patio)Imagen 1. Estabulación en estiércol acumulado. Autor: Lluís Vila

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5. Lactación en camping: las dimensiones de este tipo de alojamiento (figura 3) obligan a la cerda a entrar y echarse en diagonal, cosa que evita que la madre aplaste o moleste a los lechones (Muñoz, Marotta et al., 1998). Generalmente, y para impedir que los lechones se alejen de la caseta durante los primeros días, se coloca una caja de madera de 30 cm de altura que actúa como parque. Igual que en el caso de la gestación en camping, la superficie necesaria es de 1600 m2/cerda/año, compatible con una rotación entre dos parques de 800 m2/cerda/año (Tusón, 2002).

Combinación de dos modelos: como se puede ver en la imagen 4, es posible combinar la paridera con nido

y patio con un alojamiento tipo camping. Este sistema supone un bajo coste de las instalaciones y facilita mucho la realización de vacíos sanitarios.

6. Lactación en grupo en estabulación: este tipo de manejo aumenta la rentabilidad de las lactaciones individuales, con más exigencias ambientales y, por lo tanto, más caras. Las instalaciones necesarias para esta etapa productiva tienen que incluir una zona reservada para los lechones, unas jaulas de libre acceso para asegurar la correcta alimentación de las cerdas y una zona de reposo de 3,5 m2/cerda como mínimo (figura 4, imagen 5).

Imagen 4. Parideras camping en sistema estabulado. Autor: Lluís Vila Imagen 5. Lactación en grupo. Autor: Pino de Delàs

Figura 3: Croquis lactación en camping Figura 4: Croquis lactación en grupo

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7. Transición: como los lechones destetados tienen que tener 40 días como mínimo, la transición es compatible, siempre que se realice amamantamiento colectivo, con dejar los lechones en las cuadras de lactación en grupo después del destete. También puede haber un espacio especial para esta etapa productiva o habilitar unos mecanismos de mejora ambiental en las cuadras de engorde.

8. Engorde estabulado con patio: este local es el más adecuado para aprovechar un engorde de porcino convencional como los que hay mayoritariamente en Cataluña. Como se puede observar en la figura 5, la mitad del suelo de la cuadra está enrejado y corresponde a la zona de actividad de los animales; la otra mitad queda habilitada como zona de reposo, con material para hurgar y compatible con una retirada mecánica de la yacija.

9. Engorde con estiércol acumulado (figura 6): igual que con las cuadras de gestación con estiércol acumulado, el engorde sobre yacija de paja es un modelo altamente recomendable para la producción porcina ecológica. El éxito de este sistema depende del ratio yacija/deyecciones y representa un gasto

aproximado de 30 Kg de paja por cerdo engordado. El manejo más razonable de estas instalaciones consiste en no retirar nunca el 100% de las deyecciones para, de esta manera, catalizar la fermentación de la yacija y asegurar una temperatura adecuada para los lechones del siguiente lote. Sin embargo, si el estado sanitario de la explotación no es correcto, si las medidas de bioseguridad no son las idóneas o si la fermentación

y/o eliminación de agentes patógenos del estiércol es insuficiente, serán indispensables vacíos sanitarios, limpiezas y desinfecciones de los locales.

10. Engorde en camping: para este tipo de producción sólo hay que disponer de un cobertizo con capacidad para 2 cerdos/m2. Esta cabaña, que tiene que tener la fachada totalmente abierta, tiene que estar ubicada en unas parcelas que respeten un mínimo de 715 m2/cerdo, o 316 m2/cerdo si se cambia de parcela después del engorde de cada lote de animales.

Alimentación

La alimentación en ganadería ecológica tiene que ir destinada a garantizar la calidad de la producción y no a incrementarla al máximo. Sin embargo, para optimizar la eficiencia del pienso, para asegurar un crecimiento adecuado y para prevenir posibles desequilibrios alimenticios es indispensable satisfacer las necesidades nutricionales de los animales en las diversas etapas productivas. Estos objetivos están limitados por la prohibición de uso de aminoácidos esenciales sintéticos en las raciones. Lógicamente, esta restricción dificulta la formulación y, en algunos casos, se puede traducir en una menor eficiencia en el aprovechamiento de materias primas ingeridas.

A partir de aquí, se pueden comprar piensos comerciales certificados para cada etapa productiva o se pueden elaborar algunos en la propia explotación (si se dispone de suficiente superficie agrícola e infraestructura para moler y mezclar el grano). Una

Figura 5: Croquis de engorde estabulado con patio (50% enrejado)

Figura 6: Croquis de engorde con estiércol acumulado

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opción interesante para las explotaciones pequeñas es comprar dos piensos con características nutricionales diferenciadas -uno rico en energía y proteína y el otro pobre en estos componentes- y, a partir de éstos y mezclándolos en diversas proporciones, obtener la gama de productos necesarios para los diversos animales de la explotación.

Para disminuir la participación de la soja en las fórmulas, se pueden incorporar guisantes, habas, altramuces y/o torta de colza con las limitaciones correspondientes a cada edad. La harina de pescado y/o proteína de patata pueden servir para aumentar porcentajes de aminoácidos esenciales como la lisina, la metionina y la cisteína sin utilizar los homólogos sintéticos (Früh, Heller et al. 2002; Sundrum, Schneider et al., 2005)

1. Alimentación de las cerdas gestantes y los verracos: en esta etapa, la alimentación tiene que cubrir los requerimientos de mantenimiento y los de producción. Así, no es recomendable alimentar las cerdas ad libitum ya que se tiene que evitar el sobrepeso durante el parto. De esta manera, la suplementación forrajera en esta etapa es muy importante, porque evita el estrés por hambre, activa la motilidad gastrointestinal y potencia un incremento en la ingesta de pienso en la siguiente etapa: la lactación (Matte, Robert et al., 1994). De hecho, con un consumo de 2-4 Kg MS de forraje, las cerdas gestantes pueden satisfacer la mitad de sus necesidades energéticas (Rodríguez-Estévez, Luna et al., 2005).

2. Alimentación de las cerdas lactantes: durante la lactación, las necesidades nutricionales de las cerdas son mucho más elevadas. De forma estándar, una cerda tiene que comer diariamente 2 Kg para su mantenimiento y 0,5 Kg de pienso para cada lechón (Muñoz, Marotta et al., 1998). Como este consumo es difícil de conseguir, es recomendable administrar pienso húmedo y dividido en 3 comidas. De esta manera, se aumenta el consumo de pienso y agua y la correspondiente producción láctica. Las cerdas lactantes pueden cubrir con ensilado el 10-15% de sus necesidades energéticas (Kongsted, Larcer et al., 1999).

3. Alimentación de los lechones: la edad de destete de los lechones ecológicos tiene que ser, como mínimo, de 40 días. Por una parte, tal como se ha comentado, se reduce la productividad. Por otra parte, se explota

al máximo la producción de leche de las cerdas y se desteta un lechón preparado fisiológicamente para el consumo y la digestión de alimento sólido (Appleby, Pajor et al. 1991; Boe, 1991). Sin embargo, y teniendo en cuenta que los aminoácidos esenciales de síntesis y las medicaciones antibióticas preventivas están prohibidas, se tiene que diseñar un manejo del lechón lactante y en transición y unas pautas alimenticias especialmente pensadas para evitar problemas sanitarios, sobre todo gastrointestinales.

4. Alimentación de los cerdos de engorde: la alimentación de los cerdos de engorde, considerando su condición de animales omnívoros, se puede realizar de muchas maneras. Idealmente, las pautas alimenticias de estos animales tendrían que estar estrechamente ligadas con el tipo de agricultura del lugar de producción. Así, en zonas planas, se tendría que combinar el concentrado con el forraje. Se ha comprobado que una alimentación con 70% de concentrado y ensilado de guisante y cebada o de hierba de prado ad libitum, reduce la ganancia media diaria -manteniendo el índice de conversión- y aumenta el contenido de ácidos grasos poliinsaturados en la carne (Hansen, Claudi-Magnussen et al., 2006). En zonas de montaña, se pueden recuperar prácticas tradicionales de nutrición animal, como la posibilidad de engordar cerdos a partir de patatas cocidas y un suplemento sencillo de cereales triturados y sustancias proteicas (Díaz, 1953). Ambos sistemas pretenden disminuir el consumo de pienso, importante para reducir los costes totales de este tipo de actividad

Sanidad animal

La normativa de la producción ecológica obliga a respetar las necesidades etológicas de los animales e, indirectamente, a garantizar una cierta prevención sanitaria. Así, el uso de pautas alimenticias menos agresivas, las producciones a bajas densidades, los destetes a más edad, el acceso al aire libre y la movilidad, así como disponer de forrajes y materiales para hurgar, hacen que los animales ecológicos sean menos propensos a desarrollar enfermedades asociadas a los ritmos productivos intensivos. Por contra, la normativa también puede aumentar la incidencia en ciertas patologías como la excesiva pérdida de peso de las cerdas durante la lactación, un mayor riesgo de mortalidad neonatal (imagen 6) y una mayor dificultad en la higiene de la explotación y en el control de los procesos patológicos

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generales inespecíficos y de ciertas enfermedades. En este sentido, la prevención sanitaria y los programas sanitarios diseñados para cada granja tienen que aplicar las medidas necesarias para su control.

En sistemas productivos con pasto, se ha demostrado que hay un incremento en la prevalencia de infecciones helmínticas (Carstensen, Vaarst et al., 2002). Por otra

parte, sin embargo, también se ha visto que las cerdas en condiciones más extensivas (imagen 7) presentaban pocos problemas sanitarios, y que estos estaban muy relacionados con lesiones físicas (Vaarst, Roepstorff et al. 2000). En sistemas productivos semiintensivos estabulados ecológicos, los animales presentan muchas menos lesiones pulmonares que los criados en condiciones convencionales (Feenstra, 2000).

BibliografíaAppleby, M. C., E. A. Pajor, et al. (1991). “Effects of management on creep feeding by piglets.” Animal Production 53. Boe, K. (1991). “The process of weaning in pigs: when the sow decides.” Appl. Anim. Behav. Sci. 30. Carstensen, L., M. Vaarst, et al. (2002). “Helminth infections in Danish organic swine herds.” Veterinary parasitology 106. Díaz, R. (1953). Ganado porcino. Barcelona, Salvat Editores, S.A. Feenstra, A. (2000). A health monitoring study in organic pig herds. Ecological Animal Husbandry in the Nordic Countries, Horsens, Denmark, DARCOF. Früh, B., S. Heller, et al. (2002). L’élévage porcin en agriculture biologique. Frick, Suisse, FiBL, SRVA, BIO SUISSE. Hansen, L. L., C. Claudi-Magnussen, et al. (2006). “Effect of organic pig production systems on performance and meat quality.” ELSEVIER, Livestock Production Science.

Kongsted, A. G., J. Larcer, et al. (1999). Silage for outdoor lacting sows. Ecological Animal Husbandry in the Nordic Countries, Horsens, Denmark, DARCOF.

Matte, J. J., S. Robert, et al. (1994). “Effect of bulky diets based on wheat bran or oat hulls on reproductive

performance of sows during their first two parities.” Animal Science 72. Muñoz, A., E. Marotta, et al. (1998). Porcinotecnia práctica y rentable. Madrid, Grupo Luzán 5 S.A. Fort Dodge Veterinaria, S.A. Rodríguez-Estévez, V., I. C. Luna, et al. (2005). “Porcino Ecológico.” Revista Porci 89. Sundrum, A., K. Schneider, et al. (2005). Possibilities and limitations of protein supply in organic poultry and pig production. Research to support revision of the EU Regulations on organic agriculture. Organic revision. Kassel. Tusón, J. (2002). “Allotjaments per a la porcicultura.” Agro-cultura. Tusón, J. (2005). “Producció de bestiar lligat a la terra.” Agro-cultura. Vaarst, A., A. Roepstorff, et al. (2000). Animal health and welfare aspects of organic pig production. Ecological Animal Husbandry in the Nordic Countries, Horsens, Denmark, Darcof.

Créditos

Autor: Lluis Vila Camps.Equip Tècnic Sindical.Unió de Pagesos de Catalunya.

Imagen 7. Reproductores en los pastos. Autor: Lluís Vila.Imagen 6. Alto riesgo de mortalidad por aplastamiento. Autor: Lluís Vila.

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