Evolución

Progreso

ó ¿peligro para la raza humana?

Desde hace muchos años antes, la raza humana ha soñado con “robots” y demás tecnología que la ayudaría en las múltiples tareas cotidianas de la vida, con el simple propósito de hacer su vida mucho más simple y eficiente.

Siempre soñamos con evolucionar

Pero, ¿qué pasaría, sí esa evolución con la que tanto soñamos, ese progreso que tanto ansiamos, se nos sale de las manos y en vez de beneficiarnos, nos perjudica?…

¿Y se vuelve contra nosotros?

¿Qué haría la raza humana?, ¿cómo responderíamos ante una amenaza tecnológica o la famosa “rebelión de las máquinas”?

Según la película, nuestro error cómo humanos fue darle la suficiente información a una computadora, cómo para que ésta tuviera la capacidad para independizarse y empezar a tomar decisiones sobre la humanidad

Fue entonces cuando la rebelión de las máquinas comenzo.

Originalmente un robot tiene que obedecer tres leyes básicas:

1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.

2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.

3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

Sin embargo, el ser humano es el único ser vivo que tiende a autodestruírse, entonces ¿qué pasaría si los robots se dieran cuenta de esto?

Y las computadoras, robots y máquinas que creamos se percatan qué somos demasiado peligrosos, al grado que atentamos las tres leyes básicas.

De algúna manera, se llega a recrear el clásico de Mary Shelley, Frankestein, dónde llega un momento que Frankestein, su “creación” ,llega al grado de querer proteger a su creador, que el propio creador corre peligro de su “creación”

Por eso debemos ser cuidadosos con lo que creamos y el poder que le concedemos a la creación, ya que si no estamos listos, nuestras creaciones se pueden salir un “poco de control”