24 de abril de 2011Nº 2.565

¡Aleluya!hojaparroquial

Semanario de la Diócesis de Segorbe-Castellón

“Amaneix”. Acrilico puro sobre lienzo, original de Lorenzo Ramírez

2 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

La gran noticia: Jesús está vivoLa Resurrección.

Si se prescinde de la Re-surrección, aún se pueden tomar sin duda de la tradi-ción cristiana ciertas ideas interesantes sobre Dios y el hombre y su deber ser -una especie de concepción reli-giosa del hombre-, pero la fe cristiana queda muerta. (…) Sólo si Jesús ha resu-citado ha sucedido algo verdaderamente nuevo que cambia el mundo y la situa-ción del hombre. Entonces Él, Jesús, se convierte en el criterio del que podemos fiarnos. Pues, ahora, Dios se ha manifestado verdade-ramente. (Jesús de Nazaret p.281-282)

¿Qué pasó?Para los testigos que ha-

bían encontrado al Resuci-tado esto no era ciertamen-te nada fácil de expresar. Se encontraron ante un fenó-meno totalmente nuevo para ellos, pues superaba el horizonte de su propia experiencia. (…) Efectiva-mente, si la resurrección de Jesús no hubiera sido más que el milagro de un muer-to revivido, no tendría para nosotros en última ins-tancia interés alguno. No tendría más importancia que la reanimación, por la pericia de los médicos, de alguien clínicamente

muerto. (…)Los testimonios del

Nuevo Testamento no de-jan duda alguna que en la “resurrección del Hijo del hombre” ha ocurrido algo completamente di-ferente. La resurrección de Jesús ha consistido en un romper las cadenas para ir hacia un tipo de vida totalmente nuevo, a una vida que ya no está sujeta a la ley del devenir y de la muerte, sino que está más allá de eso; una vida que la inaugurado una nueva dimensión de

ser hombre. Por eso, la resurrección de Jesús no es un acontecimiento ais-lado que podríamos pasar por alto y que pertenece-ría únicamente al pasado, sino que es una especie de “mutación decisiva” (por usar analógicamente esta palabra, aunque sea equí-voca), un salto cualitativo. En la resurrección de Jesús se ha alcanzado una nueva posibilidad de ser hombre, una posibilidad que inte-resa a todos y que abre un futuro, un tipo nuevo de futuro para toda la huma-

nidad. (Jesús de Nazaret p. 283-285).

Los testigos del Resucitado

Es propio del misterio de Dios actuar de manera discreta. Sólo poco a poco va construyendo su historia en la gran historia de la hu-manidad. Se hace hombre, pero de tal modo que puede ser ignorado por sus con-temporáneos, por las fuer-zas de renombre en la histo-ria. Padece y muere y, como Resucitado, quiere llegar a la humanidad solamente mediante la fe de los suyos, a los que se manifiesta. No cesa de llamar con suavidad a las puertas de nuestro co-razón y, si le abrimos, nos hace lentamente capaces de “ver”. (…)

Si escuchamos a los testigos con el corazón atento y nos abrimos a los signos con los que el Se-ñor da siempre fe de ellos y de sí mismo, entonces lo sabemos: Él ha resucitado verdaderamente. Él es el Viviente. A Él nos enco-mendamos en al seguridad de estar en la senda jus-ta. Con Tomás, metemos nuestra mano en el costado traspasado de Jesús y confe-samos: “¡Señor mío y Dios mío!” (Jn 20,28). (Jesús de Nazaret p.321).

Reportaje

Resurrección. Les mystères du rosaire. Serge Nouailhat. http://nouailhat.com

Comentarios de Benedicto XVI, extraídos de su libro Jesús de Nazaret, desde la entrada en Jerusalén hasta la Resurrección

¡Solo queda una semana! ¿Te lo vas a perder?

Información e inscripciones:Delegación de Pastoral Juvenil

Telf. 610 221 388

www.obsegorbecastellon.es/JMJ

Inscripción para la JMJEncuentro diocesano de oración para preparar la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011Viernes 6 de mayo, a las 22hParroquia de la Asunción de L’Alcora

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 3

¡Cristo ha resucitado!Queridos diocesanos: Es la Pascua de la Resurrección del Señor. Cristo ya no está en el lugar de los muertos. Su cuerpo roto, enterrado con premura el Viernes Santo ya “no está aquí”, en el sepulcro frío y oscuro, donde las mujeres lo buscan al despuntar el primer día de la se-mana. No. El no está aquí: Ha resucitado. El Ungido ya perfu-ma el universo y lo ilumina con nueva luz.

¡Cristo ha resucitado! El autor de la vida ha vencido a la muerte. Alegrémonos, pues Cristo ha resucitado y, en su resurrección, Dios muestra que ha aceptado el sacrificio de su Hijo y en Él hemos sido salvados. “Muriendo destruyó nuestra muerte, y resucitando restauró la vida”.

¡Cristo vive! Esta es la gran verdad de nuestra fe. Aquel, al “que mataron colgándolo de un madero” (Hech 10, 39) ha resu-citado, triunfando sobre el po-der del pecado y de la muerte, de las tinieblas, del dolor y de

la angustia. La resu-rrección de Cristo, no es un mito para cantar lo que siempre sucede: el eterno retorno de la naturaleza en primave-ra, el proceso intermi-nable de continuadas reencarnaciones o una vuelta a la vida para volver a morir deses-peradamente. Tampoco es una “historia piadosa” nacida de la credulidad de las mujeres o de la profunda frustración de un puñado de discípulos. La resu-rrección de Jesús es un aconte-cimiento histórico y real, que sucede una sola vez y una vez por todas: El que murió bajo Poncio Pilato, éste y no otro, es el Señor resucitado de entre los muertos; Jesús vive ya glorioso y para siempre.

Hemos de acercarnos a la resurrección del Señor, acogien-do con fe el signo del sepulcro vacío y, sobre todo, el testimo-nio de personas concretas, a los que se apareció, con los que co-

mió y bebió después de su resurrección; a ellos les encargó dar solem-ne fe y testimonio de su resurrección (cf. Hech, 10, 41-42).

Como en el caso de los discípulos, la Pascua pide tamben de nosotros un acto de fe en comunión con la

fe de los apóstoles, testigos de la resurrección; una fe que nos es trasmitida en la comunidad de sus discípulos, en la Iglesia. La resurrección pide creer perso-nalmente que Cristo vive glo-rioso, pide el encuentro perso-nal con El en la comunidad de los creyentes. Nuestra fe no es fácil o débil credulidad; se basa en el testimonio unánime y ve-raz de aquellos que trataron con Él directamente en los cuarenta días que permaneció resucita-do en la tierra. A los testigos se les cree, según la confianza que merecen y la credibilidad que se les reconoce. Pedro y el resto de los Apóstoles dan testimonio de

algo de lo que están tan conven-cidos, que llegarán a dar la vida por ello.

Cristo Jesús no es una figu-ra del pasado, que nos dejó su recuerdo y su ejemplo. Su resu-rrección no es un hecho hundi-do en el pasado y sin actualidad y vigencia para nosotros. No: ¡Cristo vive! Su resurrección nos muestra que Dios no abandona a los suyos, a la humanidad, a la creación entera. Con la resu-rrección gloriosa del Señor todo adquiere nuevo sentido: la exis-tencia humana, la historia de la humanidad y el futuro de la creación. Cristo ha resucitado. Y lo ha hecho por todos nosotros y por todos los hombres. El es la primicia y la plenitud de una humanidad renovada. Su vida gloriosa es como un inagotable tesoro, que todos estamos lla-mados a compartir desde ahora.

Feliz Pascua de Resurrec-ción.

Con mi afecto y bendición,

Tribuna

Mons. CasiMiro López LLorente *

(*) obispo de segorbe-CasteLLón

por Juan ManueL giL

La Santa Misa a la que vienes cada DomingoDe veras que percibía en mí cierto ma-lestar, porque entre tantos otros temas que expongo en mis colaboraciones de Hoja Parroquial no había dedicado un artículo a comentar éste. Me pesa de veras no haber es-crito hasta hoy alguna de tantas consideracio-nes como merece. Y no lo voy a hacer ahora lamentándome de que sean tan pocos los ca-tólicos que acuden cada domingo a nutrirse del Pan Celestial, de la Presencia Viva del Se-ñor. Lo voy a realizar hoy, explicando detalles de cuando me los hago propios, me incitan a dar gracias al cielo que nos ha regalado eso, nada más u nada menos, que la Santa Misa.

La Santa Misa es esa ofrenda, anáfora, hecha ofrenda de la Iglesia haciendo refe-rencia a la muerte de Cristo en la Cruz, y a su glorificación subsiguiente en la que ahora vive. Es una especie de inmolación místi-ca y sacramental lo que se nos ofrece en la Eucaristía. Memorial en acción revivido, no meramente recordado, de aquello que pasó en el Calvario. Todo bajo la invocación del Espíritu Santo, que es quien realiza el miste-

rio, el que une nuestra pobre ofrenda con la de Jesús y hace de las dos, una.

Es, además, proclamación profética de la esperanza de la segunda venida de Jesús y prenda de nuestra consumada glorificación con Él. Anticipación en la tierra del ban-quete escatológico que nos espera en el cielo. Bendición, acción de gracias, peticiones que la Iglesia ha envuelto y adornado con oracio-nes, himnos y ritos preciosos, que debemos arroparlos con nuestra oración personal viva y caliente. Para que nuestra vida se dilate al beber abundosamente de ese hontanar de agua viva, en bellísima expresión de un gran teólogo como es D. Casimiro Jiménez Du-que.

La Santa Misa es el sacrificio de la Iglesia, de esa Iglesia que formamos todos los bauti-zados. Todos le ofrecemos y nos ofrecemos con Él. El sacerdote ministerial es el que so-lamente consagra, es el instrumento de Dios para que tenga lugar esa maravilla de la pre-sencia real y sustancial de Cristo bajo las espe-cies de pan y vino. Sin el sacerdote no puede

haber Eucaristía, pero todos nos ofrecemos y ofrecemos, todos celebramos con él.

Consecuencias: lo esencial, lo importan-te es que nos ofrezcamos de veras con Él, con Cristo. ¿Nos damos cuenta de que solo así tiene un significado la Misa? Solo así se vive la Misa, solo así actúa nuestra fe, esperanza y caridad para vivamente entrar en esa entrega con Cristo. Él se ofrece incondicionalmente, para siempre. Y eso es lo que nos pide la Eu-caristía, en la que participamos cada domin-go, cada día no pocos de nuestros fieles.

Ofrecernos con Cristo es lo que ya se ini-ció con el Bautismo, y hemos de mantener cada día en el devenir de nuestras actividades. Este es el significado de aquella gota de agua que el sacerdote mezcla con el poquito de vino, que luego consagrará. Ahí nos tenemos que ver en esa pequeña mezcla… Ahí nos es-pera a cada uno Cristo, cuando participamos en la celebración dominical. No faltemos a la cita. Y después… a comulgar tras recibir el sacramento de la Penitencia, siempre que lo necesitamos o queramos

4 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

Vida Diocesana

Visita pastoral al Arciprestazgo

La visita comenzó con una eucaristía inaugural en la Asunción de Onda el 6 de marzo. Tres días después, el Obispo llegaba a la pri-mera población: Tales. Emotivo encuentro del obispo con los feli-greses, enfermos, religiosas y niños de la escuela de Tales. También visitó el Racó de Sant Francesc y el Cementerio, la escuela y el Carmelo Divina Providencia.

Arañuel recibió el 13 de marzo al Sr. Obispo en un ambiente festi-vo y cordial Después de celebrar la Santa Misa, visitaron los luga-res más emblemáticos del pueblo, como la ermita de San Roque, el Cementerio y el Hogar del Jubilado. La visita a los enfermos de la parroquia, a quienes reconfortó con su presencia y palabras de afecto, cerró esta inolvidable jornada.

Tras la Visita Pastoral a Arañuel, la Casa de Acogida de Meno-res de la Fraternidad de Emaus en Torrechiva, recibió la visita pastoral del Obispo. Los jóvenes, junto con sus educadores y José García, párroco de Torrechiva, le recibieron con multitud de detalles y muestras de cariño. Después de rezar, comieron juntos y tuvieron una distendida sobremesa.

El 18 de marzo, Mons. López Llorente fue recibido por los feligreses de Alcudia de Veo. En el cementerio dijo que debemos estar muy agradecidos a los difuntos por haber recibido de ellos nuestra fe y tradiciones. Durante la eucaristía recordó a las madres que el mayor tesoro que tienen son sus hijos, y por ello es importante educarlos en la fe y en las virtudes cristianas.

Nada más llegar a Tormo, el 19 de marzo, el Obispo sintió el sin-cero afecto de todos los congregados en la plaza de la Iglesia. Las palabras de bienvenida del párroco, don Manuel, manifestaban el agradecimiento de todo el pueblo por esta visita que venían pre-parando desde hacia días. Después de la Santa Misa se dirigieron al Hogar del jubilado.

El mismo día visitó el pueblo de Veo. El párroco y un numeroso grupo de feligreses saludaron gozosos y agradecieron la visita del Sr. Obispo. En la homilía, Mons. López Llorente instó a todos a no dejarse llevar por el desánimo ante la crisis de valores y la ausen-cia de jóvenes alejados de la Iglesia. Se despidió con un “¡Dios os bendiga a todos y muchas gracias!”.

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 5

Vida Diocesana

de Ntra. Sra. de la Esperanza (1)

El mismo día de San José, el Obispo llegó a la parroquia de Santo Domingo de Guzmán en Villamalur. Con los feligreses, visitó el Cementerio, el Calvario, y celebró la Eucaristía. Mons. López Llo-rente recordó a todos los feligreses que es necesario rezar por las vocaciones, ya que el sacerdote es un gran regalo para la Iglesia y para el mundo.

Durante la mañana del 20 de marzo, la parroquia de S. Bernardo Abad del pueblo de Cirat recibió al Sr. Obispo. Después de la Euca-ristía, compartieron un almuerzo, visitó un enfermo y se dirigieron hacia el cementerio, la ermita de san Antonio y la pequeña ermita de la Virgen del Pilar. El Sr. Obispo pudo contemplar algunas esta-ciones de un original calvario por las calles del pueblo.

El Sr. Obispo llegó a Torralba del Pinar por una pista de montaña en el interior del parque natural de la Sierra de Espadán, donde se encontró con niños, jóvenes y adultos de esta pequeña población. Después de la Eucaristía, trató con los sacerdotes temas de su ac-tividad pastoral y la urgencia de obras en el templo parroquial. El Obispo se despidió prometiendo volver de nuevo.

A pesar de la lluvia y el mal tiempo, un numeroso grupo de fieles de la Parroquia de la Asunción de Onda salieron a recibir con alegría y agradecimiento al Obispo el 24 de marzo. La visita a esta parroquia ocupó cinco jornadas. El 31 de marzo administró los tres sacramentos de Iniciación Cristiana -Bautismo, Confirmación y Eu-caristía- a un joven de la Parroquia.

6 // Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón

La Eucaristía, “fórmula de vida” para los sacerdotes

Mons. Casimiro López Llorente pidió a los sacer-dotes, durante la homilía de la Misa Crismal celebrada el lunes santo en la Catedral, que sean santos y que la eu-caristía sea la fuente de toda su vida y ministerio: “La más profunda verdad de nuestro sacerdocio se expre-sa y culmina en el momento en el que cada uno in perso-na Christi consagra el pan y el vino repitiendo las pala-bras de Cristo. Celebremos con devoción la eucaristía, hagamos una fórmula de vida que conforme nuestra mente y corazón, nuestro

espíritu y estilo de vida sa-cerdotal”.

Mons. López Llorente también se refirió al sacerdo-cio común de los bautizados,

como la unción que permite a todo cristiano vivir su exis-tencia “como una oblación a Dios por la participación en los sacramentos, una vida

santa, y una caridad activa. Todos estamos llamados a seguirle por los caminos que nos marca el Evangelio para participar en la nueva evan-gelización tan urgente en nuestra tierra”.

El rito propio de la misa crismal es la consagración del Crisma y bendición de los Óleos que han de servir para la confección de los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Orden, así como para la consagración de las iglesias y altares, sin olvidar la Santa Unción de los en enfermos. También es la celebración en la que los sacerdotes renuevan sus promesas.

REDACCIÓN. SEGORBE.

Vida Diocesana

Martes 26 de abril20,00 h. IV Ciclo de Música Mariana “CANTATE MA-RIAE”, en la Sala Sinfónica del Auditorio de Castellón. Concierto HARMONIA DEL PARNÀS.

Miércoles 27 de abril20,00 h. En el Teatro Prin-cipal XXVII CERTAMEN LITERARIO MARE DE DÉU DE LLEDÓ, ac-tuando como mantenedor el Ilmo. Sr. D. Miquel Soler Barberá, Concejal-Procura-dor de Ermitas del Excmo. Ayuntamiento de Castellón. Actuación musical de la Or-questa Camerata 94.

Jueves 28 de abrilDia ofrecido por el Hogar de Ancianos de Castellón19,30 h. Primer día del trí-duo.20,00 h. Celebración Euca-rística presidida por el P. Mi-guel Hernansáiz de la Comuni-dad del Desierto de Las Palmas. La parte musical estará a cargo de la Rondalla “Els Llauradors”.

Viernes 29 de abrilDia ofrecido por la Parro-quia de la Esperanza19,30 h. Segundo día del trí-duo.20,00 h. Celebración Eu-carística, presidida por don Vicente Agut Beltrán. La par-te musical correrá a cargo del Coro de la Parroquia.

Sábado 30 de abril11,30 h. Cabalgata anun-ciadora de la fiesta principal de la Patrona de Castellón por la calles de la ciudad.Dia ofrecido por las familias de Castellón19,30 h. Tercer dia del tríduo. 20,00 h. Solemne CELE-BRACIÓN EUCARÍSTI-CA, en valenciano, presidida por el Prior de la Basílica del Lledó Mossén Josep Miquel Francés Camús. La parte mu-sical estarà a cargo de la Coral García Julbe de Vinaròs.Al inicio de la Eucaristía, Solemne proclamación del “VÍNCULO ESPIRI-TUAL” establecido entre la Sacrosanta Patriarcal Basílica

de Santa María la Mayor de Roma y la Basílica de la Mare de Déu del Lledó y BENDI-CIÓN de la nueva imagen de la Basílica del beato Papa Juan Pablo II. Al finalizar la misa, Ofrenda de flores de las fami-lias castellonenses.23,00 h. XLI SERENATA A LA MARE DE DÉU en la explanada de la Basílica, con guión poético de Mossén Vicent Gimeno i Estornell. Al finalizar, castillo de fuegos artificiales

Domingo 1 de mayoFIESTA PRINCIPAL DE LA MARE DE DÉU DEL LLEDÓ, PATRONA DE CASTELLÓN DE LA PLANA.9,00 h. Solemne CELE-BRACIÓN EUCARÍSTI-CA en la Basílica de Lledó.11,00 h. En la Basílica, So-lemne MISA PONTIFI-CAL, presidida por Mons. Raúl Berzosa Martínez, Obis-po de la Diócesis de Ciudad Rodrigo (Salamanca). La parte musical estará a cargo

del Coro Parroquial del Santo Ángel Custodio de Vall de Uxó y la Orquesta Música Viva.18,00 h. Rosario, Sabatina y PROCESIÓN GENERAL con la imagen de la Patrona de Castellón. Veneración de la Sagrada Imagen y Cele-bración Eucarística vesper-tina. Al finalizar castillo de fuegos artificiales.

Miércoles 4 de mayoLXXXVII ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN PONTIFICIA Y CANÓ-NICA DE LA MARE DE DÉU DE LLEDÓ XII DE LA CONSAGRA-CIÓN DE LA S.I. CON-CATEDRAL13,00 h. En la S.I. Conca-tedral. Acto conmemorati-vo del 87º aniversario de la Coronación de la Mare de Déu de Lledó y 12ª de la Consagración de la S.I. Con-catedral, con la participación de la Coral Veus de Lledó. Disparo de 87 salvas y volteo general de las campanas del Fadrí.

Fiestas del Lledó

El obispo sopla sobre la vasija del crisma antes de la oración de consagración en la Misa Crismal

Hoja Parroquial de la Diócesis de Segorbe-Castellón // 7

El Evangelio del Domingo

“Él había de resucitar de entre los muertos”Primera LecturaHe 10,34ª.37-43.

Salmo responsorialSal 117. R/. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Segunda LecturaCol 3,1-4. Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la dere-cha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, en-tonces también vosotros apareceréis, juntamente

con él, en gloria. Palabra de Dios.

EvangelioJn 20,1-9. El primer día de la semana, María Mag-dalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún es-taba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba

Simón Pedro y el otro dis-cípulo, a quien tanto que-ría Jesús, y les dijo: -«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.» Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y

llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las ven-das en el suelo; pero no en-tró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las ven-das en el suelo y el sudario con que le hablan cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enro-llado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Pa-labra del Señor.

Próxima semana: He 2,42-47 / Sal 117 / 1Pe 1,3-9 / Jn 20,19-31

Domingo de Pascua de Resurrección

ComentarioCARMELITAS DESCALzAS. MONASTERIO DE SAN JOSÉ. Camino Caminás 173. Castellón de la Plana.

Lentamente, como para permitirnos disfrutar mejor de él y de la gran noticia que contiene, amanece el Gran Día de Pascua. Lo que pudimos vislumbrar y adivinar, gracias a la fe, en medio de la noche más oscura, es hoy la más gozosa de las realidades: ¡Cristo, mi esperanza, nuestra vida, ha resucitado!

Os aseguro que este es un momento especialísimo para una mujer contemplativa, uno de esos en que, en la fe, más cerca

podemos estar del Señor, el Esposo, el Amado, que ha vencido a la muerte. Nuestra vida, una auténtica aventura interior, consiste en identificarnos, poco a poco, día a día, con Cristo y hoy la alegría se desborda, la fe es casi visión.

El Evangelio es un camino verdaderamente humano, que nos invita a disfrutar de lo mejor de nosotros: el amor que recibimos y podemos compartir, y si es verdad que atraviesa la muerte y la oscuridad, tiene por meta la vida, y la vida eterna, para siempre.

Vayamos hoy al sepulcro, felizmente vacío, como María y los apóstoles, e interpretemos los signos que señalan que Jesús, el Señor, está vivo, está aquí, con nosotros y decidámonos de una vez por todas a vivir la Buena Noticia que su Resurrección nos comunica y quiere obrar dentro de cada uno y en nuestras comunidades. La fe nos ha traído aquí, a través de la oración y la fraternidad: que ella nos haga ver al Señor y encontrarnos con él y entre nosotros, porque somos hijos del Padre y hermanos unos de otros.

Mons. Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres

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“Me impresionó la respuesta de todas las realidades diocesanas en el Encuentro Diocesano”Hace poco más de un mes, una buena representación de los católicos de Segorbe-Castellón se congregaron en el Encuentro Diocesano. Los ejes de la jornada fue-ron la Eucaristía y la Jorna-da Mundial de la Juventud, y para exponerlos se contó con la presencia del obispo de Coria-Cáceres y miem-bro del secretariado de ju-ventud de la Conferencia Episcopal, mons. Francisco Cerro. En esta entrevista recuerda ese evento y ofre-ce las claves para vivir de la Eucaristía.

- ¿Con qué impresión se quedó del Encuentro Diocesano en el que parti-cipó el pasado 12 de mar-zo en Castellón?

- Me hizo mucho bien. Me pareció una experiencia gozosa de Iglesia Diocesana que camina en Segorbe-Castellón. Todo estuvo magníficamente preparado y pienso que fue un en-cuentro lleno de esperanza. Me impresionó la respuesta de todas las realidades dio-cesanas: parroquias, movi-mientos, grupos. Todos en la misma barca.

- ¿Cuál fue la idea o

experiencia principal que quiso transmitir en su po-nencia sobre la Eucaristía?

- Sobre todo, la centra-lidad de la Eucaristía en la vida de la Iglesia. Sin Euca-ristía no existe vida ni en la parroquia ni en los movi-mientos ni en el mundo. La Eucaristía es Cristo Vivo de corazón abierto y, por tanto, la clave de la evangelización.

- ¿Por qué a veces cues-ta tanto ver en la vida con-

creta los frutos de la Euca-ristía?

- La Eucaristía celebra-da, comulgada y adorada es siempre una llamada a cam-biar el corazón. Es necesario preparar las celebraciones, sobre todo, para escuchar la Palabra de Dios en nuestro interior. Cuando se vive de verdad la Eucaristía, le cam-bia la vida a las personas y a las comunidades.

- ¿Cómo prepararse

correctamente a la Euca-ristía?

- La mejor preparación es una vida entregada por amor, es decir, una vida de caridad. Benedicto XVI ha ofrecido a la Iglesia esta convicción de unir siempre y no separar la Eucaristía de la caridad. Esta prepara-ción, también se puede rea-lizar leyendo antes los textos de la Eucaristía y sobre todo con la oración personal, que caldea el corazón para el en-cuentro.

- Su deseo para las próxima Jornada Mundial de la Juventud.

- La próxima Jornada Mundial de la Juventud será una Fiesta del Espíritu, que siempre es creatividad, ale-gría y profundidad. Gracias a las Jornadas Mundiales de la Juventud tenemos una juventud mejor, sin lugar a dudas. Gracias a Juan Pablo II, continuado por Benedic-to XVI, la convocatoria en Madrid se convierte en la expresión más hermosa de la Iglesia, que nos convoca a vivir el gozo de ser cristia-nos.

+ Entrevista ampliada en http://www.obsegorbe-castellon.es/

G. FARRÉ.