hoja parroquial del 14 de abril de 2013

Las vocaciones, signo de la esperanza fundada sobre la fe

hojaparroquial14 de abril de 2013Nº 2.663 SEMANARIO DE LA DIÓCESIS DE SEGORBE-CASTELLÓN

21 de abril de 2013L Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones


2 // Hoja Parroquial

Agenda DiocesanaViernes 19.* Jornada de los Abuelos del Colegio Mater Dei.* Vigilia de oración para catequistas en Vila-real.* Inicio de la Cadena de Oración por las Voca-ciones.

* 13h30 El Espejo de la Iglesia Diocesana en COPE.

Sábado 20.* Jornada de Oración de la HOAC.

* 13h Misa con la Familia Amigoniana en la S.I. Catedral de Segorbe.

* 21h ITV Matrimonial en la capilla del Car-men de Benicasim.

Domingo 21.* 9h45 Iglesia Noticia en COPE.* 15h Encuentros, programa religioso de TV Popular del Mediterráneo.

“Es el Señor”Primera LecturaHe 5, 27b-32.40b-4.

Salmo responsorialSal 29. R/. Te ensalzaré, Señor, por-que me has librado.

Segunda LecturaAp 5,11-14.

EvangelioJn 21,1-19. En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los dis-cípulos junto al lago de Ti-beriades. Y se apareció de esta manera: Estaban jun-tos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Nata-nael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: -«Me voy a pescar.» Ellos contestan: -«Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se em-

barcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la ori-lla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: -«Muchachos, ¿te-néis pescado?» Ellos con-testaron: -«No.» Él les dice: -«Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, y no teman fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel

discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: -«Es el Señor.» Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, por-que no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pesca-do puesto encima y pan.

Jesús les dice: -«Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cin-cuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: -«Va-mos, almorzad.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípu-los, después de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.

Próxima semana: Domingo IV de Pascua He 13,14.43-52 / Sal 99 / Ap 7,9.14b-17 / Jn 10,27-30

Domingo III de Pascua (3ª Semana)

El Evangelio del Domingo

Año de la FeCrEo En La rESurrECCión dE La CarnE1015 “La carne es soporte de la sal-vación” (Tertuliano, De resurrectio-ne mortuorum, 8, 2). Creemos en Dios que es el creador de la carne; creemos en el Verbo hecho carne para rescatar la carne; creemos en la resurrección de la carne, perfección de la creación y de la redención de la carne.1016 Por la muerte, el alma se sepa-ra del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible

a nuestro cuerpo transformado re-uniéndolo con nuestra alma. Así como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos nosotros resuci-taremos en el último día.1017 “Creemos [...] en la verdadera resurrección de esta carne que posee-mos ahora” (DS 854). No obstante, se siembra en el sepulcro un cuerpo corruptible, resucita un cuerpo inco-rruptible (cf. 1 Co 15, 42), un “cuer-po espiritual” (1 Co 15, 44).1018 Como consecuencia del peca-do original, el hombre debe sufrir “la

muerte corporal, de la que el hom-bre se habría liberado, si no hubiera pecado” (GS 18).1019 Jesús, el Hijo de Dios, sufrió libremente la muerte por nosotros en una sumisión total y libre a la voluntad de Dios, su Padre. Por su muerte venció a la muerte, abriendo así a todos los hombres la posibili-dad de la salvación.

(*) La numeración al inicio de cada párrafo corresponde al artículo del Ca-tecismo de la Iglesia Católica.

Impartido por Montserrat Vizcarro, psicóloga clínica y musicoterapeuta

Miércoles 17 de abril17h30 en la Sala de Juntas del Obispado de Castellón

Organizado por la Asociación Salus Infirmorum

Charla – taller

El Cuidado emocional y personal del cuidador

Fe de erratas:Los centros peni-tenciarios están en Castellón y en Albo-càsser, y no en Caba-nes, como aparecía en la Información sobre la formación de Pastoral Peniten-ciaria aparecida en la Hoja Parroquial del domingo pasado.

Hoja Parroquial // 3

Las vocaciones, fruto de la fe y de la esperanzaQueridos diocesanos: El IV Domingo de Pascua, 21 de abril, domingo del “Buen Pastor”, celebramos la Jornada Mundial de Ora-ción por las Vocaciones al sacerdocio ordenado y a la vida consagrada. En sinto-nía con el Año de la fe, el lema de este año es: ‘Las vocaciones, signo de la es-peranza fundada en la fe’. En efecto: las vocaciones de especial consagración son fruto de una fe confiada y llena de esperanza por parte de quien la recibe, así como de la oración por las voca-ciones.

Toda vocación tiene su origen en Dios. Y Dios, que nunca abandona a su Igle-sia, sigue llamando también hoy a hombres y mujeres al seguimiento de Jesús para poner su vida al servicio del Evangelio y de los demás. Es la fidelidad de Dios, se-llada para siempre mediante su Hijo, muerto y resucita-do para nuestra salvación, la que fundamenta nuestra to-tal confianza en Dios, con-tra toda apariencia. Dios tiene un amor eterno para con su Pueblo y muestra

su amor a los que se dejan encontrar por su llamada.

Ahora bien: La llamada de Dios sólo se percibe cuando se atiende a Aquel que lla-ma en una actitud de escucha y de apertura. De ahí la importancia de la oración para la pastoral vocacional. Sólo en el en-cuentro silencioso y amoro-so con el Señor se escucha su llamada, se aviva y se re-fuerza la amistad con Dios y se sienten ganas de seguir a Cristo para llevarlo a los demás. “El secreto de la vo-cación -nos dijo Benedicto XVI- está en la capacidad y en la alegría de distinguir, escuchar y seguir su voz. Pero para hacer esto es ne-cesario acostumbrar a nues-tro corazón a reconocer al Señor, a escucharle como a una Persona que está cerca y me ama... En una palabra: el secreto de la vocación está en la relación con Dios, en la oración que crece justa-mente en el silencio interior, en la capacidad de escuchar

que Dios está cer-ca”. Hablar de ora-ción es hablar de fe, pues la oración es la fe en acto. Quien ora, cree en Dios y a Dios, confía y se fía de Él, reconoce y acepta el primado de Dios en su vida, acoge la llamada y entrega su persona

y su vida a Dios, es decir se consagra de por vida a Él.

Por eso es necesario crear a lo largo y ancho de nuestra diócesis ‘escuelas de oración’, como el ‘oratorio de niños’ y otros modos de oración para adolescentes y jóvenes. Las vocaciones sólo florecen en un terreno espi-ritualmente bien cultivado mediante el acompaña-miento espiritual de niños, adolescentes y jóvenes, su asidua participación en los sacramentos de la Eucaris-tía y de la Penitencia y su implicación en la vida y misión de la Iglesia, sin ol-vidar el ambiente familiar cristiano.

También la oración in-dividual o comunitaria por las vocaciones son expre-

sión de la fe y de la esperan-za en la fidelidad de Dios con su Pueblo. La oración por las vocaciones es, ante todo, un acto de fe y de obediencia. Jesús nos pide que “roguemos al dueño de la mies que envíe obreros a su mies” (Mt 9, 38). Obe-deciendo al mandato de Cristo, la Iglesia hace una humilde profesión de fe; al rogar por las vocaciones re-conoce que son un don de Dios, que ha que pedir con súplica incesante y confia-da. Nosotros no podemos producir vocaciones: deben venir de Dios. La vida sacer-dotal y la vida consagrada están enraizadas en el plan de Dios para su Iglesia. No son fenómenos sociales o culturales de una época de-terminada, sino un don del Espíritu para la Iglesia de todos los tiempos. También para los tiempos presentes y futuros. Presente y futuro que confiamos a la bondad y a la fidelidad de Dios para con su Pueblo, la Iglesia.

Con mi afecto y bendi-ción,(*) ObispO de segOrbe-Castellón

pOr Juan Manuel gil

El cuerpo y la resurrección de los muertosLa pregunta acerca del futuro del hombre no puede reducirse únicamen-te a la que se refiere solo a una parte del hombre: el alma inmortal. Una perspectiva que se encuentra tanto en Karl Rahner como en Joseph Ratzin-ger cuando hablan de la esperanza del hombre más allá de la muerte. Según ellos, la esperanza de inmortalidad y la resurrección de la carne designan la sal-vación del hombre ante el ocaso. La es-peranza cristiana apunta a la salvación definitiva del hombre por Dios, y a la comunión con Él y con todos los que han sido salvador por Él.

El tema de la inmortalidad del alma es el intento de expresar una esperanza, que no permite que el hombre perezca del todo en la muerte. Tradicionalmen-

te, el cristianismo ha seguido con esta manera de ver las cosas: el alma viviría con Dios después de la muerte, purifi-cada el alma o alegada de Dios, pero al final volvería a unirse al cuerpo concre-to, ya que los cuerpos también serían resucitados para compartir para siem-pre su destino con el alma. Se pensaba por tanto en la resurrección corporal.

Pero Joseph Ratzinger ha hecho pensar que hay una interpretación equi-vocada cuando ha caracterizado como falsa la resurrección de los muertos en-tendida como retorno de los cuerpos a un alma inmortal. Es decir: el alma no vuelve a unirse al cuerpo como antes, como era antes. La confesión cristiana de la resurrección no afirma el retorno a una vida terrenal. Testimonia la salva-

ción definitiva del hombre concreto en y por Dios.

La corporalidad de la resurrección tampoco tiene que ser entendida aquí como ligada al cadáver en cuanto cuer-po del pasado. La corporalidad de este hombre es más bien al historia concre-ta de este hombre individual que ya en su vida terrenal forma parte de su cuerpo, pero no se identifica con él. En este sentido, la corporalidad que es in-separable del yo, significa el conjunto de la vida entera y su definitiva conser-vación. La corporalidad es mucho más que el cuerpo. Por tanto, la meta no es que un yo siempre igual se desnuda de su historia vital, con sus relaciones, sino la permanencia de la vida purificada y glorificada tras la muerte.

MOns. CasiMirO lópez llOrente *

Tribuna


Signos de la esperanza fundada en la fe

Debía quizá ser una de esas mañanas luminosas junto al mar de Galilea. Acaso en medio de esa pri-mavera que pinta las orillas del lago de Genesaret con una paleta multicolor. La jornada se había alargado con curaciones, milagros y enseñanzas. Allí quizá como si nada, igual que el resto de días, anclado al banco de los impuestos, es-taba Leví, recaudador ofi -cial, odiado por muchos. Habría oído hablar en más una ocasión de Jesucristo;

puede que hasta hubiera tenido noticias de las Pa-labras de Vida que había proclamado poco antes en el Sermón de la Montaña: “Dichosos los pobres de es-píritu…Dichosos los man-sos…. Dichosos los miseri-cordiosos”.

Palabras que, a pesar de ser contradicción con su mundo y sus valores, o precisamente por serlo, habrían puesto un gran in-terrogante en medio de su alma. Puede, incluso, que hubiera deseado ser llama-do, al igual que aquellos cuatro pescadores en quie-nes el Hijo de Dios había

puesto su mirada…. Pero su fama, la de un miserable recaudador de impuestos, llamado a ser implacable cobrador en medio de su propia gente, quizá le con-vencía de no ser digno de seguir a Aquel que todos admiraban.

Y en cambio, Jesucristo, precisamente Aquel sobre quien fue profetizado “Será signo de contradicción”, fi ja en Leví su mirada. Un famoso cuadro de Carava-ggio nos presenta a Mateo inmerso en sus monedas, obnubilado ante esas ri-quezas condenadas a ser pasto de la herrumbre.

Sólo una palabra basta. “Sí-gueme”. El dedo del divino Salvador le señala como aquel en quien Dios se ha fi jado. La Sagrada Escritura es parca en palabras. La ra-dicalidad del momento no las necesita. Una vida se ha entregado: “Él se levantó y le siguió”.

Es la recreación posible de una vocación, de la lla-mada de Dios a la puerta de una vida que acepta esa celestial invitación. Como ésta, miles en cada uno de los días que componen los veinte siglos de historia de la Iglesia desde la Resurrec-ción de Jesucristo.

Reportaje


Cartel JM Oración Vocaciones 2013 ESPAÑOL.indd 1 11/03/13 14:46

JUAN CARLOS VIZOSO. DELEGADO

DIOCESANO PARA LAS VOCACIONES.

Jornada de oración por las Vocaciones

Visite LA PASIÓN DE ULLDECONA!El espectáculo sacro-teatral de la vida, pasión y muerte de Cristo.

Días, 17 y 24 de marzo, 16h30 – 29 de marzo,Viernes Santo, 18h30 en catalán.Días, 7, 14, 21 i 28 de abril i 1 de mayo, 16,30 h. en castellano.

Precios especiales a partir de 20 personas.Información: 638 496 009 Venta de entradas : 669 345 516 En Castellón: Llibreria Forum Babel Tef. 964 22 95 [email protected] - www.passioulldecona.org


Las 7 claves de la vocaciónTextos extraídos del Mensaje de Benedicto XVI

Signos de la esperanza fundada en la fe

aMorEl amor, manifestado plenamente en Jesucristo, inter-pela a nuestra existencia, pide una respuesta sobre aquello que cada uno quiere hacer de su propia vida, sobre cuánto está dispuesto a empeñarse para realizarla plena-mente. El amor de Dios sigue, en ocasiones, caminos im-pensables, pero alcanza siempre a aquellos que se dejan encon-trar.

FidELidadLa fi delidad del Señor es auténtica fuerza motriz de la historia de la salvación, es la que siempre hace vibrar los corazones de los hombres y de las mujeres, confi rmándolos en la esperanza de alcanzar un día la «Tierra prometida». Aquí está el fundamento seguro de toda esperanza: Dios no nos deja nunca solos y es fi el a la palabra dada.

ESPEranZaLa esperanza es espera de algo positivo para el futuro, pero que, al mismo tiempo, sostie-ne nuestro pre-sente, marcado frecuentemente por insatis-facciones y fracasos. Tener esperanza equi-vale a confi ar en el Dios fi el, que mantiene las promesas de la alianza. Fe y esperanza están, por tanto, estrechamente unidas.

EXPEriEnCiaLas vocaciones sacerdotales y religiosas nacen de la experien-cia del encuen-tro personal con Cristo, del diálogo sincero y confi ado con él, para entrar en su voluntad. Es necesario, pues, crecer en la experiencia de fe, entendida como relación profunda con Jesús, como escucha interior de su voz, que resuena dentro de nosotros.

VidaHoy Jesús, el Resucitado, pasa a través de los caminos de nuestra vida, y nos ve inmersos en nuestras actividades, con nuestros deseos y nuestras necesidades. Precisamente en el devenir cotidiano sigue dirigiéndonos su palabra; nos llama a realizar nuestra vida con él, el único capaz de apagar nuestra sed de esperanza.

iGLESiaEste itinerario tiene lugar dentro de las comunidades cristianas que viven un in-tenso clima de fe, un generoso testimonio de adhesión al Evangelio, una pasión misione-ra que induce al don total de sí mismo por el Reino de Dios, alimentado por la partici-pación en los sacramentos, en particular la Eucaristía, y por una fervorosa vida de oración.

EnTrEGaPara responder a esta invitación es necesario dejar de elegir por sí mismo el propio camino. Seguirlo signi-fi ca sumergir la propia voluntad en la voluntad de Jesús, darle verdaderamente la precedencia, ponerlo en primer lugar frente a todo lo que forma parte de nuestra vida: la familia, el trabajo, los intereses perso-nales, nosotros mismos.

50 Jornadas de Oración por las VocacionesEl siervo de Dios Pablo VI, durante la Asamblea con-ciliar, instituyó esta Jornada de invocación unánime a Dios Padre para que continúe enviando obreros a su Iglesia (cf. Mt 9,38). «El problema del número sufi cien-te de sacerdotes –subrayó entonces el Pontífi ce– afecta de cerca a todos los fi eles, no sólo porque de él depende el futuro religioso de la sociedad cristiana, sino también porque este problema es el índice justo e inexorable de la vitalidad de fe y amor de cada comunidad parroquial y diocesana, y testimonio de la salud moral de las fami-lias cristianas. Donde son numerosas las vocaciones al estado eclesiástico y religioso, se vive generosamente de

acuerdo con el Evangelio» (Pablo VI, Radiomensaje, 11 abril 1964).

En estos decenios, las diversas comunidades eclesiales extendidas por todo el mundo se han encontrado espi-ritualmente unidas cada año, en el cuarto domingo de Pascua, para implorar a Dios el don de santas vocaciones y proponer a la refl exión común la urgencia de la res-puesta a la llamada divina. Esta signifi cativa cita anual ha favorecido, en efecto, un fuerte empeño por situar cada vez más en el centro de la espiritualidad, de la ac-ción pastoral y de la oración de los fi eles, la importancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.

Jornada de oración por las Vocaciones


Centenario de la llegada del Obispo Amigó a SegorbeCon motivo del centenario de la llegada a Segorbe del obispo capuchino Luis Ami-gó, la asociación que lleva su nombre organizará las cele-braciones de este aniversario con la intención de dar a co-nocer su figura que, además de ser obispo de la sede del Palancia, desarrolló una im-portante labor educativa con los jóvenes. De su carisma, surgieron los terciarios capu-chinos (hombres y mujeres), que dirigen un centro de acogida y colegio en la ciu-dad episcopal, y el proyecto Amigó en otras poblaciones de la Diócesis.

El acto central será el 30 de noviembre con la cele-bración de una Eucaristía de acción de gracias en la Catedral, coincidiendo con la fecha de la llegada a Se-

gorbe. Además, también está prevista la organización de una exposición, una campa-ña solidaria, y la impresión de un cartel y un libro so-bre el episcopado de Amigó

de 1913 a 1934, a cargo de Juan Antonio Vives, tercia-rio capuchino.

El centenario ha sido una iniciativa de la Asociación Fray Luis Amigó de Segorbe, una entidad sin ánimo de lucro que se creó en el 2008 con el objetivo de ayudar a las personas necesitadas, es-pecialmente niños y ancia-nos desamparados, cooperar en el desarrollo del proyecto de las hermanas terciarias capuchinas en Guinea Ecua-torial, promover el desarrollo de los derechos humanos y trabajar por la equidad y so-lidaridad, todo dentro de la labor realizada por el que fue obispo de Segorbe.

Los jóvenes que se están preparando para recibir el sacramento de la Confirma-ción en la Parroquia de San Cristóbal de Castellón han vivido una Pascua Joven, acompañados por su párro-co y catequistas. Durante

el triduo sacro se reunieron para conocer más a Jesús y preparar cada una de las celebraciones, y el sábado santo realizaron trabajo soli-dario en el comedor del Pa-dre Ricardo. La convivencia finalizó, tras la Vigilia Pas-cual, con una animada fiesta en los salones parroquiales.

Por primera vez, la Asam-blea Regional de la Re-novación Carismática de Levante se celebra en Cas-tellón. El Seminario Mater Dei acoge a los miembros de los grupos de oración de la Comunidad Valenciana y Mallorca este fin de se-mana bajo el tema de com-

partir la alegría de la fe. En febrero, se celebró la asam-blea diocesana en Burriana, en una jornada en la que el asesor espiritual, Juan Bautista Miralles, dirigió la meditación sobre el mensa-je para la cuaresma de Be-nedicto XVI, destacando y desgranando las partes que podían ayudar a preparar la Pascua.

REDACCIÓN. SEGORBE.

REDACCIÓN. CASTELLÓN.

REDACCIÓN. CASTELLÓN / BURRIANA.

Pascua joven en la parroquia de San Cristóbal El Mater Dei acoge la Asamblea Regional de la Renovación Carismática

Presentación del Cartel del centenario

Vida Diocesana

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Juan José Montero Moreno


Desde el domingo pa-sado, y durante todas las semanas del tiempo de Pascua, se vivirá en la Dió-cesis una misión de evan-gelización motivada por el Año de la Fe. La iniciativa ha sido promovida por las comunidades del Camino Neocatecumental en toda España, y en Segorbe-Cas-tellón el Obispo, mons. Casimiro López Llorente, ha apoyado el proyecto. Los actos se realizan en Castellón, Nules, Vall de uxó, Onda y Viver, y con-sisten en la proclamación del núcleo del mensaje cris-

tiano.La semana pasada se

centró la pregunta sobre Dios: ¿Quién es, por qué creer en Él, experiencia de Dios, conciencia de su ayu-da?. Este domingo, el eje

se desplaza a uno mismo: ¿Quien eres, para qué vives, qué sentido tiene la vida, eres feliz? En los siguien-tes encuentros se planteará el anuncio del kerigma, la llamada a la conversión y la

presentación de la Iglesia. El ciclo culminará con una invitación a ser ayudado por una comunidad cris-tiana.

Los organizadores pre-tenden ofrecer el discurso adecuado para despertar la fe en las personas, especial-mente a los alejados. Ase-guran que cuando se acoge la Buena Noticia del amor de Cristo, la vida cambia y se es más feliz, y presentan como garantía su propia experiencia de salvación. Los encuentros, que se rea-lizan en espacios abiertos, integran momentos de can-tos y oración, además de la predicación y testimonios.

El lunes pasado se celebró la Jornada de la Vida, coin-cidiendo con la fiesta de la Anunciación, que es año se ha trasladado al lunes des-pués de Pascua al caer el 25 de marzo en Semana San-ta. Bajo el lema “Huma-no desde el principio”, el mensaje de la Conferencia Episcopal pone el acento en el compromiso de los católicos respecto a la esfe-

ra política, afirmando que “una conciencia cristiana bien formada no debe fa-vorecer con el propio voto la realización de un progra-ma político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas al-ternativas o contrarias a los contenidos fundamenta-les de la fe y de la moral”. También alaba la tarea rea-lizada por los Centros de Orientación Familias en las Diócesis.

Jornada de la Vida comprometida

Plaza María Agustina de Castellón, el domingo pasado

REDACCIÓN. CASTELLÓN.

REDACCIÓN.

Después de concluir las ca-tequesis iniciales, un grupo de personas han iniciado el recorrido propuesto por el Camino Neocatecumenal en Benicassim Es la primera vez que se crea una comuni-dad en esta población. Las actividades propias se inicia-ron la víspera del domingo de la misericordia, y a partir

de ahora se consolidarán las celebración eucarística y de la Palabra semanales, a demás de la convivencia mensual.

Por otra parte, la celebra-ción de la vigilia pascual con el Obispo en Segorbe contó con la participación de la cuarta comunidad Neo-catecumenal de Burriana, que recientemente ha con-cluido su itinerario de for-mación.

Nace la primera Comunidad Neocatecumenal en Benicassim

REDACCIÓN. BENICASSIM / SEGORBE.

La Diócesis acoge una gran misión pascual de evangelización

Vida Diocesana

Álex Díaz, Sub-Delegado de la Pastoral Vocacional

Dep. Legal: CS 97-1960Suplemento del B.O. del Obispado

Edita: Obispado de Segorbe-Castellón Director: Juan Manuel Gil Coordinador: Josep Miquel Francés Redacción: Guillem Farré.Oficina de Prensa: Teléfono 964 222 819 / Fax: 964 722 018 / [email protected] / [email protected] / www.obsegorbecastellon.es

Impresión y reparto: Gràfiques Color Imprés, s.l.u. Pol. Ind. Fadrell, nave 75. 12005 Castellón / Teléfono 964 255 100

hojaparroquial

“La vocación empieza con un destello, una atracción, un deseo”

La Delegación Diocesa-na de Pastoral Vocacional trabaja para suscitar en todo el Pueblo de Dios la conciencia de implicarse para crear las condiciones que susciten vocaciones. La Vocación, en sí misma, es un misterio que con-cierne el plan de Dios para cada uno. Empieza como un destello y tiene que cui-darse para dar fruto.

¿Qué es el corazón de una vocación?En palabras de la Madre Te-resa de Calcuta, la Vocación es pertenecer a Cristo. Ya seamos religiosos, sacerdo-tes, laicos o el mismo Papa, debemos pertenecer a Cris-to. De lo cual se deduce que, sin un encuentro personal con Él, es imposible vivir la vida cristiana y cualquier vocación específica dentro de ésta.

¿Cómo nace?Dios tiene un plan desde la eternidad para cada uno de nosotros, e igual que se ha manifestado para todo el pueblo de Israel y para todo el Pueblo de Dios, poco a poco ocurre lo mismo en la

vida personal. Está articula-do por ese darse de Dios y, al mismo tiempo, esas renun-cias para que Él pueda ac-tuar. A nivel humano ocurre como entre dos enamora-dos: empieza con un deste-llo, una atracción, un deseo, y poco a poco va creciendo, arraigándose y manifestán-dose. Como la semilla, ne-cesita del agua del bautismo, de la sal contra el Enemigo, del cuidado del Viñador, del robustecerse ante la tempes-tad de la Cruz, y embellecer-se por la ternura del Amor cristiano.

¿Por qué la búsqueda o la pregunta de la vocación suele ir acompañada de miedo o inseguridad?En el Evangelio se descri-

be el campo de Dios como aquel terreno en el que cre-cen juntos el trigo y la ciza-ña. Ese campo son nuestras almas donde siempre se alzan dos banderas, la de Cristo y la del Demonio, y donde se da un combate entre Cristo, que es la luz y la salvación, y el Demo-nio que son las tinieblas y la mentira. Para esa batalla necesitamos ser arropados por todo el Pueblo santo de Dios, que manifiesta la fe de los pequeños.

¿Qué consejo dar al que se plantea una vocación?Buscando la respuesta en las enseñanzas del Papa Fran-cisco, podríamos contestar que hay que abrir las puer-tas a Cristo y al prójimo. La

vocación es ese ser ungidos por Dios para los demás. De ahí que sea perfumada por el buen olor de Cristo y por el olor de las ovejas. En pala-bras de Benedicto XVI, hay que imitar a María: acercán-donos cada vez más a Dios, nos acercamos cada vez más a los hombres. De ahí la ne-cesidad de vivir la Palabra de Dios y de salir a las periferias existenciales donde sufren los hombres: aprender a re-zar y aprender a servir.

¿Qué decir al que no se la plantea?Más que un consejo, el reto está, como dice el Papa, en hacerles experimentar la ter-nura de Dios.

¿Qué hacer si tienes más de treinta y no has defini-do tu vocación?La vocación de Israel, como la vocación de cada uno de nosotros, exige fidelidad. Aquel que es sacerdote debe ser fiel a su sacerdocio, el re-ligioso a su carisma… Y el que se encuentra en la bús-queda de la voluntad especí-fica de Dios para él, debe ser fiel en esa búsqueda, sabien-do, como dice San Agustín, que es Él el que nos busca primero.

G. FARRÉ. CASTELLÓN.

hoja parroquial del 14 de abril de 2013

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