el observador romano 13 de junio 2014.pdf

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  • Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado 2,00

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    Ao XLVI, nmero 24 (2.369) Ciudad del Vaticano 13 de junio de 2014

    Misa en la baslica vaticana en la solemnidad de Pentecosts

    Memoria viva de la IglesiaEl Papa en la apertura del mundial de ftbol

    Un fiesta deportivay de solidaridad

    El encuentro en los Jardines vaticanos entre Francisco, Shimon Peres, Mahomoud Abbas y Bartolom

    En camino hacia la pazPara construirla se necesita valor, mucho ms que para hacer la guerra

    La efusin del Espritu Santo so-bre Mara y los discpulos en elCenculo no fue nica y limitadaa ese momento, sino que se tratade un acontecimiento que se harenovado y se renueva an. Lorecord el Papa en la homila dela misa de la solemnidad de Pen-tecosts, que celebr el domingo 8de junio en la baslica vaticana. ElPontfice destac en especial cmoel Espritu Santo es la memoriaviviente de la Iglesia. Por ello,dijo, un cristiano sin memoria noes un verdadero cristiano: es uncristiano a mitad de camino....

    PGINA 3 PGINA 4

    A la puestadel sol

    GI O VA N N I MARIA VIAN

    Un sugestivo comentario judo delsueo de Jacob destaca que pormilagro ese da el sol se ocult an-tes porque Dios arda en el deseode manifestarse a quien estaba encamino. A la luz de esta antiguainterpretacin adquiere un signifi-cado profundo el hecho de queprecisamente al acabar el da hayatenido lugar el encuentro en losjardines vaticanos entre el obispode Roma, los presidentes israel ypalestino, el patriarca de Constanti-nopla y representantes de las tresreligiones monotestas. Y para mu-chos fue clara la sensacin de asistira un momento histrico de cambio.

    Cambio porque fuerte se elev,por parte de mujeres y hombresde credos distintos, una invoca-cin de paz dirigida a una tierraque es santa para millones de per-sonas, pero elevada tambin portodo Oriente Medio y por elmundo, donde no cesan la avidez,las injusticias, las hostilidades, lasguerras. Deseada desde hace me-ses, esta triple oracin es tambinun momento importante del dilo-go, difcil pero irrenunciable, entreisraeles y palestinos, dilogo queal mismo tiempo es parte de esetrilogo entre judos, cristianosy musulmanes evocado por Bene-dicto XVI para Tierra Santa.

    El inicio de un camino nuevo, enbsqueda de lo que une, para su-perar lo que divide. El PapaFrancisco explic as el sentido delhistrico encuentro para invocarde Dios el don de la paz para Tie-rra Santa, al atardecer del domin-go de Pentecosts de 2014, 8 dejunio, en los Jardines vaticanos, enpresencia de los presidentes israelShimon Peres y palestino Mah-moud Abbas, y del patriarca Bar-tolom. A los dos lderes polticoslos haba invitado el Pontfice, eldomingo 25 de mayo, durante laperegrinacin a los santos lugares.

    Al agradecer a sus invitados supresencia, el Papa la defini ungran signo de fraternidad, que ha-cen como hijos de Abraham, y ex-presin concreta de confianza enDios, Seor de la historia, quehoy nos mira como hermanos unode otro, y desea conducirnos porsus vas. La atencin con la cualeste encuentro para invocar lapaz en Tierra Santa, en MedioOriente y en todo el mundo esseguido por muchsimas personas,que pertenecen a diversas culturas,naciones, lenguas y religiones, tes-timonia que se trata de un hechoque continu responde al de-seo ardiente de cuantos anhelan lapaz, y suean con un mundo don-de hombres y mujeres puedan vi-vir como hermanos y no como ad-versarios o enemigos. Y paraconcluir una invocacin, paraque la palabra que nos lleva al en-cuentro sea siempre hermano, yel estilo de nuestra vida se con-vierta en shalom, paz, salam.

    PGINAS 8 Y 9SIGUE EN LA PGINA 10

  • LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suumEN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d . e s p a n o l a @ o s s ro m .v a

    h t t p : / / w w w. o s s e r v a t o re ro m a n o .v aTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANd i re c t o r

    Carlo Di Ciccosub director

    Marta Lagoredactor jefe de la edicin

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano

    telfono 39 06 698 99410

    Servicio fotogrficop h o t o @ o s s ro m .v a

    Publicidad: Il Sole 24 Ore S.p.A.System Comunicazione Pubblicitaria

    Via Monte Rosa 91, 20149 Milanos e g re t e r i a d i re z i o n e s y s t e m @ i l s o l e 2 4 o re . c o m

    Tarifas de suscripcin: Italia - Vaticano: 58.00; Europa (Espaa + I VA ): 100.00 - $ 148.00; AmricaLatina, frica, Asia: 110.00 - $ 160.00; Amrica del Norte, Oceana: 162.00 - $ 240.00.Administracin: 00120 Ciudad del Vaticano, telfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06 698 85 164,e-mail: [email protected] Mxico: Arquidicesis primada de Mxico. Direccin de Comunicacin Social. San Juan de Dios,222-C. Col. Villa Lzaro Crdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. Mxico, D.F.; telfono + 52 55 5594 11 25,+ 52 55 5518 40 99; e-mail: [email protected], or.mexico@ossrom .v a .En Argentina: Arzobispado de Mercedes-Lujn; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; telfono y fax+ 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected] Per: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Per; telfono + 51 42 357 82; fax + 51 431 67 82;e-mail: [email protected].

    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de junio de 2014, nmero 24

    La Iglesia que nace enPentecosts es unacomunidad que suscitaestupor porque, con lafuerza que le viene de Dios,anuncia un mensaje nuevola Resurreccin deCristo con un lenguajenuevo el lenguajeuniversal del amor

    Regina caeli en la plaza de San Pedro

    Una Iglesia que sorprende y turbaciando a todos que Jess el Cristoha vencido la muerte, que los brazosde Dios estn siempre abiertos, quesu paciencia est siempre all espe-rndonos para sanarnos, para perdo-narnos. Precisamente para esta mi-sin Jess resucitado entreg su Es-pritu a la Iglesia.

    Atencin: si la Iglesia est viva,debe sorprender siempre. Sorprender

    es caracterstico de la Iglesia viva.Una Iglesia que no tenga la capaci-dad de sorprender es una Iglesia d-bil, enferma, moribunda, y debe seringresada en el sector de cuidadosintensivos, cuanto antes!

    Alguno, en Jerusaln, hubiese pre-ferido que los discpulos de Jess,bloqueados por el miedo, se queda-ran encerrados en casa para no crearturbacin. Incluso hoy muchos quie-ren esto de los cristianos. El Seorresucitado, en cambio, los impulsahacia el mundo: Como el Padre meha enviado, as tambin os envoyo (Jn 20, 21). La Iglesia de Pente-costs es una Iglesia que no se resig-na a ser inocua, demasiado destila-da. No, no se resigna a esto. Noquiere ser un elemento decorativo.Es una Iglesia que no duda en salirafuera, al encuentro de la gente, pa-ra anunciar el mensaje que se le haconfiado, incluso si ese mensaje mo-lesta o inquieta las conciencias, in-cluso si ese mensaje trae, tal vez,problemas; y tambin, a veces, nos

    nacimiento de laIglesia y su manifes-tacin pblica; ynos impresionan dosrasgos: es una Igle-sia que s o rp re n d e yturba.

    Un elemento fun-damental de Pente-costs es la s o rp re s a .Nuestro Dios es elDios de las sorpre-sas, lo sabemos. Na-die se esperaba yanada de los discpu-los: despus de lamuerte de Jess for-maban un grupitoinsignificante, esta-ban desconcertados,hurfanos de suMaestro. En cam-bio, se verific un hecho inesperadoque suscit admiracin: la gentequedaba turbada porque cada unoescuchaba a los discpulos hablar enla propia lengua, contando las gran-des obras de Dios (cf. Hch 2, 6-7.11).La Iglesia que nace en Pentecostses una comunidad que suscita estu-por porque, con la fuerza que le vie-ne de Dios, anuncia un mensajenuevo la Resurreccin de Cristocon un lenguaje nuevo el lenguajeuniversal del amor. Un anuncio nue-vo: Cristo est vivo, ha resucitado;un lenguaje nuevo: el lenguaje delamor. Los discpulos estn revestidosdel poder de lo alto y hablan convalenta pocos minutos antes erantodos cobardes, pero ahora hablancon valor y franqueza, con la liber-tad del Espritu Santo.

    As est llamada a ser siempre laIglesia: capaz de sorprender anun-

    La sorpresa y la turbacin: son los dosrasgos caractersticos de la Iglesianacida del acontecimiento dePentecosts, que el Papa Franciscodestac durante la oracin del Reginacaeli con los fieles presentes en la plazade San Pedro el domingo 8 de junio.

    Queridos hermanos y hermanas,buenos das!

    La fiesta de Pentecosts conme-mora la efusin del Espritu Santosobre los Apstoles reunidos en elCenculo. Como la Pascua, es unacontecimiento que tuvo lugar du-rante la preexistente fiesta juda, yque se realiza de modo sorprenden-te. El libro de los Hechos de losApstoles describe los signos y losfrutos de esa extraordinaria efusin:el viento fuerte y las llamas de fue-go; el miedo desaparece y deja espa-cio a la valenta; las lenguas se desa-tan y todos comprenden el anuncio.Donde llega el Espritu de Dios, to-do renace y se transfigura. El acon-tecimiento de Pentecosts marca el

    conduce al martirio. Ella nace una yuniversal, con una identidad precisa,pero abierta, una Iglesia que abrazaal mundo pero no lo captura; lo dejalibre, pero lo abraza como la colum-nata de esta plaza: dos brazos que seabren para acoger, pero no se cierranpara retener. Nosotros, los cristianossomos libres, y la Iglesia nos quierel i b re s .

    Nos dirigimos a la Virgen Mara,que en esa maana de Pentecostsestaba en el Cenculo, y la Madreestaba con los hijos. En ella la fuer-za del Espritu Santo realiz verda-deramente obras grandes (Lc 1,49). Ella misma lo haba dicho. QueElla, Madre del Redentor y Madrede la Iglesia, nos alcance con su in-tercesin una renovada efusin delEspritu de Dios sobre la Iglesia ysobre el mundo.

    Despus de la oracin mariana elPapa salud a los grupos presentes yagradeci a todos aquellos que,personalmente y en comunidad,quisieron unirse al encuentro de oracinpor la paz en Tierra Santa, que tuvolugar el domingo por la tarde en losJardines vaticanos.

    Queridos hermanos:Como sabis, esta tarde en el Vati-

    cano los presidentes de Israel y Pa-lestina se unirn a m y al PatriarcaEcumnico de Constantinopla, mihermano Bartolom, para invocar deDios el don de la paz en Tierra San-ta, en Oriente Medio y en todo elmundo. Deseo agradecer a todos losque, personalmente y en comunidad,han rezado y estn rezando por esteencuentro, y se unirn espiritualmen-te a nuestra splica. Gracias! Mu-chas gracias!

    A todos deseo un feliz domingo.Rezad por m. Buen almuerzo yhasta la vista!

    31 M AY [11.31 AM] En los mo-mentos difciles de la vida, el cris-tiano encuentra amparo bajo elmanto de la Madre de Dios

    2 JUN [11.15 AM] A veces nosencerramos en nosotros mismos...Seor, aydanos a salir al encuen-tro de los dems, a servir a losms dbiles

    3 JUN [12.00 PM] Gracias a to-dos los maestros: educar es unamisin importante, que acerca atantos jvenes al bien, a la bellezay a la verdad

    5 JUN [11.05 PM] Como el BuenSamaritano, no nos avergoncemosde tocar las heridas de los que su-

    fren; ms an, tratemos de curar-las con obras concretas de amor

    6 JUN [12.00 PM] La paz es donde Dios, pero requiere nuestrocompromiso. Seamos gente depaz con la oracin y en la accin

    7 JUN [12.00 PM] La oracin lopuede todo. Pidamos por la pazen Oriente Medio y en todo elmundo

    8 JUN [15.00 PM] Hoy les pidoa todos los hombres de buena vo-luntad que se unan a nuestra ora-cin por la paz en Oriente Medio

    9 JUN [12.00 PM] No critique-mos a los dems a sus espaldas,digmosle abiertamente lo quep ensamos

    Los tuits en @pontifex_es

  • nmero 24, viernes 13 de junio de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 3

    La efusin del Espritu Santo sobreMara y los discpulos reunidos en elCenculo no fue nica y limitada aese momento, sino que se trata de unacontecimiento que se ha renovado y serenueva an. Lo record el Papa enla homila de la misa de la solemnidadde Pentecosts, que celebr el domingo8 de junio, por la maana, en labaslica vaticana.

    Se llenaron todos de Espritu San-to (Hch 2, 4).Hablando a los Apstoles en la lti-ma Cena, Jess dijo que, tras mar-charse de este mundo, les enviara eldon del Padre, es decir, el EsprituSanto (cf. Jn 15, 26). Esta promesase realiz con poder el da de Pente-costs, cuando el Espritu Santo des-cendi sobre los discpulos reunidosen el Cenculo. Esa efusin, si bienextraordinaria, no fue nica y limita-da a ese momento, sino que se tratade un acontecimiento que se ha re-novado y se renueva an. Cristo glo-rificado a la derecha del Padre siguecumpliendo su promesa, enviando ala Iglesia el Espritu vivificante, que

    El Espritu y Pentecosts

    Maestro interior

    En la baslica vaticana

    nos ensea y nos re c u e rd a y nos haceh a b l a r.

    El Espritu Santo nos ensea: es elMaestro interior. Nos gua por el jus-to camino, a travs de las situacionesde la vida. l nos ensea el camino,el sendero. En los primeros tiemposde la Iglesia, al cristianismo se le lla-maba el camino (cf. Hch 9, 2), yJess mismo es el camino. El Espri-tu Santo nos ensea a seguirlo, a ca-minar siguiendo sus huellas. Msque un maestro de doctrina, el Esp-ritu Santo es un maestro de vida. Yde la vida forma parte ciertamentetambin el saber, el conocer, perodentro del horizonte ms amplio yarmnico de la existencia cristiana.

    El Espritu Santo nos recuerda, nosrecuerda todo lo que dijo Jess. Esla memoria viviente de la Iglesia. Ymientras nos hace recordar, nos hacecomprender las palabras del Seor.

    Este recordar en el Espritu y gra-cias al Espritu no se reduce a un he-cho mnemnico, es un aspecto esen-cial de la presencia de Cristo en no-sotros y en su Iglesia. El Espritu deverdad y de caridad nos recuerda to-do lo que dijo Cristo, nos hace en-

    dilogo fraterno y nos hace hablaren la profeca.

    El da de Pentecosts, cuando losdiscpulos se llenaron de EsprituSanto, fue el bautismo de la Igle-sia, que nace en salida, en parti-da para anunciar a todos la BuenaNoticia. La Madre Iglesia, que salepara servir. Recordemos a la otraMadre, a nuestra Madre que salicon prontitud, para servir. La MadreIglesia y la Madre Mara: las dosvrgenes, las dos madres, las dos mu-jeres. Jess haba sido perentoriocon los Apstoles: no tenan que ale-jarse de Jerusaln antes de recibir delo alto la fuerza del Espritu Santo(cf. Hch 1, 4.8). Sin l no hay mi-sin, no hay evangelizacin. Porello, con toda la Iglesia, con nuestraMadre Iglesia catlica invocamos:Ven, Espritu Santo!

    trar cada vez ms plenamente en elsentido de sus palabras. Todos noso-tros tenemos esta experiencia: unmomento, en cualquier situacin, hayuna idea y despus otra se relacionacon un pasaje de la Escritura... Es elEspritu que nos hace recorrer estecamino: la senda de la memoria vivade la Iglesia. Y esto requiere denuestra parte una respuesta: cuantoms generosa es nuestra respuesta, enmayor medida las palabras de Jessse hacen vida en nosotros, se con-vierten en actitudes, opciones, ges-tos, testimonio. En esencia, el Espri-tu nos recuerda el mandamiento delamor y nos llama a vivirlo.

    Un cristiano sin memoria no es unverdadero cristiano: es un cristiano amitad de camino, es un hombre ouna mujer prisionero del momento,que no sabe tomar en consideracinsu historia, no sabe leerla y vivirlacomo historia de salvacin. En cam-bio, con la ayuda del Espritu Santo,podemos interpretar las inspiracionesinteriores y los acontecimientos de lavida a la luz de las palabras de Jess.Y as crece en nosotros la sabidurade la memoria, la sabidura del cora-zn, que es un don del Espritu. Queel Espritu Santo reavive en todosnosotros la memoria cristiana. Y eseda, con los Apstoles, estaba la Mu-jer de la memoria, la que desde elinicio meditaba todas esas cosas ensu corazn. Estaba Mara, nuestraMadre. Que Ella nos ayude en estecamino de la memoria.

    El Espritu Santo nos ensea, nosrecuerda, y otro rasgo nos haceh a b l a r, con Dios y con los hombres.No hay cristianos mudos, mudos enel alma; no, no hay sitio para esto.

    Nos hace hablar con Dios en lao ra c i n . La oracin es un don que re-cibimos gratuitamente; es dilogocon l en el Espritu Santo, que oraen nosotros y nos permite dirigirnosa Dios llamndolo Padre, Pap, Ab b (cf. Rm 8, 15; Gal 4, 6); y esto no esslo un modo de decir, sino quees la realidad, nosotros somos re a l -mente hijos de Dios. Cuantos se de-jan llevar por el Espritu de Dios,esos son hijos de Dios (Rm 8, 14).

    Nos hace hablar en el acto de fe.Ninguno de nosotros puede decir:Jess es el Seor lo hemos escu-chado hoy sin el Espritu Santo. Yel Espritu nos hace hablar con loshombres en el dilogo fraterno. Nosayuda a hablar con los dems recono-ciendo en ellos a hermanos y herma-

    nas; a hablar con amistad, con ternu-ra, con mansedumbre, comprendien-do las angustias y las esperanzas, lastristezas y las alegras de los dems.

    Pero hay algo ms: el EsprituSanto nos hace hablar tambin a loshombres en la p ro f e c a , es decir, ha-cindonos canales humildes y d-ciles de la Palabra de Dios. La pro-feca se realiza con franqueza, paramostrar abiertamente las contradic-ciones y las injusticias, pero siemprecon mansedumbre e intencin deconstruir. Llenos del Espritu deamor, podemos ser signos e instru-mentos de Dios que ama, sirve y do-na la vida.

    Recapitulando: el Espritu Santonos ensea el camino; nos recuerday nos explica las palabras de Jess;nos hace orar y decir Padre a Dios,nos hace hablar a los hombres en el

    El Espritu nos hace hablar conlos hombres en el dilogo frater-no. De este modo habl el PapaFrancisco en la misa de Pentecostsque celebr en la baslica de SanPedro. Palabras de gran significadoen el da de la invocacin por lapaz en los Jardines vaticanos conlos presidentes israel y palestino.El tema de la paz estuvo en el cen-tro de la liturgia de la Palabra. Laprimera lectura, tomada de los He-chos de los apstoles, la ley unajoven del Centro juvenil internacio-nal San Lorenzo, mientras que lasegunda, de la primera Carta a losCorintios, la ley en italiano un jo-ven del mismo Centro. Antes de laproclamacin en latn del Evange-

    lio, la Capilla Sixtina, dirigida porel maestro Massimo Palombella,enton la tradicional secuencia delEspritu Santo. En la oracin delos fieles se pidi por la Iglesia,por el Papa Francisco y todos losministros del Evangelio, por lospueblos y sus gobernantes, por lospobres, los que sufren y las perso-nas solas, y por los misioneros.Prestaron servicio como aclitos al-gunos estudiantes del PontificioColegio irlands, cuatro seminaris-tas de la dicesis italiana de Aversay cuatro del Colegio de Propagan-da Fide. Con el Pontfice concele-braron veintisis cardenales y vein-tids entre arzobispos y obispos.

  • pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de junio de 2014, nmero 24

    El Pontfice a los jvenes participantes en la peregrinacin a pie de Macerata a Loreto

    Quien suea irradia esperanza

    Videomensaje del Papa para el inicio del mundial de ftbol

    Nadie gana soloUna fiesta deportiva y de solidaridad

    Publicamos el texto del videomensajeque el Papa Francisco ha enviadocon ocasin del inicio del mundial deftbol que se realiza en Brasildel 12 de junio al 13 de julio.

    Queridos amigos:Con gran alegra me dirijo a to-

    dos vosotros, amantes del ftbol,con ocasin de la apertura de la Co-pa del mundo de 2014 en Brasil. De-seo enviar un cordial saludo a losorganizadores y a los participantes; acada deportista y a cada aficionado,

    res, reforzando los vnculos que nosunen.

    Queridos amigos, agradezco laoportunidad que se me ha dado dedirigiros estas palabras en este mo-mento de modo particular a la pre-sidenta de Brasil, la seora DilmaRousseff, a quien saludo y prometorezar a fin de que no falten las ben-diciones celestiales para todos. Queesta Copa del mundo se pueda reali-zar con toda serenidad y tranquili-dad, siempre en el respeto mutuo,en la solidaridad y en la fraternidadentre hombres y mujeres que se re-conocen miembros de una nica fa-milia. Gracias!

    De la prctica deportivasurgen tres actitudes fundamentalespara la causa de la pazla necesidad de entrenarse,el juego de equipoy el respeto de los adversarios

    No os dejis desalentar por los derrotados o por los miedosos que os quierenquitar el sueo, que os quieren encerrar en sus mentalidades oscuras en lugar dedejaros volar en la luz de la esperanza. Lo dijo el Papa Francisco al telefonearel sbado 7 de junio, por la noche, a las 20.45, a los participantes en la 36peregrinacin a pie Macerata-Loreto, reunidos en el estadio Helvia Recina deMacerata para la celebracin eucarstica de apertura presidida por el cardenalsecretario de Estado Pietro Parolin. En la homila el purpurado habl delencuentro de oracin del da siguiente en los Jardines vaticanos, para invocar eldon de la paz en Tierra Santa, deseando el renacimiento de un clima deconfianza entre las partes, para que se puedan tomar decisiones valientes.Publicamos la traduccin de la transcripcin de la comunicacin telefnica delPontfice a los treinta mil jvenes peregrinos.

    as como tambin atodos los espectado-res que, en los esta-dios o por televi-sin, radio e inter-net, siguen esteacontecimiento quesupera las fronterasde lengua, cultura ynacin.

    Mi esperanza esque, adems de seruna fiesta deportiva,

    muchos los valores y las actitudesque promueve el ftbol y que se re-velan importantes no slo en el cam-po de juego, sino en todos los mbi-tos de la existencia, y en concreto enla construccin de la paz. El deportees escuela de paz, nos ensea aconstruir la paz.

    En este sentido, quisiera destacartres lecciones de la prctica deporti-va, tres actitudes fundamentales parala causa de la paz: la necesidad deentrenarse, el fair play y el res-peto entre adversarios. En primer lu-

    El ftbol puede y de-be ser una escuela parala construccin de unacultura del encuentro,que permita la paz y laarmona entre los pue-blos. Y aqu viene en nues-tra ayuda una segunda lec-cin de la prctica deportiva:aprendamos lo que el fairplay del ftbol puede ensear-nos. En el juego de equipo es nece-sario pensar en primer lugar en elbien del grupo, y no en s mismos.Para ganar, es necesario superar elindividualismo, el egosmo, todaslas formas de racismo, intolerancia einstrumentalizacin de la personahumana. No es slo en el ftbolque ser individualista constitu-ye un obstculo para el buenresultado del equipo;porque, cuando en la vi-da somos individualis-tas, ignorando a laspersonas que nos ro-dean, se daa a toda laso ciedad.

    esta Copa del mundo se conviertatambin en una fiesta de solidaridadentre los pueblos. Esto presupone,sin embargo, que los encuentros deftbol se consideren por lo que sonen el fondo: un juego y al mismotiempo una ocasin de dilogo,comprensin y enriquecimiento hu-mano recproco. El deporte no es s-lo una forma de entretenimiento, si-no tambin y dira sobre todo uninstrumento para comunicar valoresque promueven el bien de la personahumana y contribuyen a la construc-cin de una sociedad ms pacfica yfraterna. Pensemos en la lealtad, laperseverancia, la amistad, el compar-tir, la solidaridad. De hecho, son

    gar el deporte nos ensea que, paraganar, es necesario entrenarse. En es-ta prctica deportiva podemos veruna metfora de nuestra vida. En lavida es necesario luchar, entrenar-se, esforzarse para obtener resulta-dos importantes. El espritu deporti-vo se convierte as en una imagen delos sacrificios necesarios para creceren las virtudes que forman el carc-ter de una persona. Si, para que unapersona mejore, es necesario un en-trenamiento grande y constante,cunto mayor esfuerzo se necesitarpara lograr el encuentro y la paz en-tre las personas y entre los pueblosmejorados. Es necesario entre-narse mucho....

    La ltima leccin del deporte pro-ficua para la paz es el respeto debi-do entre adversarios. El secreto de lavictoria, en el campo de juego, perotambin en la vida, est en saber res-petar a mi compaero de equipo,pero tambin a mi adversario. Nadiegana solo, ni en el campo de juegoni en la vida. Que nadie se asle y sesienta excluido. Atencin! No a lasegregacin, no al racismo. Y, si esverdad que, al trmino de este Mun-dial, una sola seleccin nacional po-dr elevar la copa como ganadora,es verdad tambin que aprendiendolas lecciones que el deporte nos en-sea, todos saldremos de l ganado-

    Queridos jvenes que peregrinis apie de Macerata a Loreto:

    Tambin este ao quiero estar pre-sente en medio de vosotros, al me-nos virtualmente. Es una alegra; mealegra que vuestra peregrinacin esteao tenga lugar precisamente la no-che que precede a la fiesta del Esp-ritu Santo Pe n t e c o s t s y del en-cuentro de oracin que se tendrmaana, en el Vaticano, para invocar

    el don de la paz en Tierra Santa, enOriente Medio y en todo el mundo.Os pido por favor: unos a nosotrosy pedid a Dios, por intercesin de laVirgen de Loreto, que haga resonarnuevamente en esa tierra el cnticode los ngeles: Gloria a Dios en elcielo y paz a los hombres (cf. Lc 2,14).

    Queridos jvenes, vuestro tema es:Dios es el Seor de las sorpresas!,y esto es verdad. Por ello no tengis

    miedo de soar un mundo ms jus-to; de pedir, buscar y profundizar.Vosotros sabis que la fe no es unaherencia que recibimos de los de-ms, la fe no es un producto que secompra, sino que es una respuestade amor que damos libremente yconstruimos diariamente con pacien-cia, entre xitos y fracasos.

    No temis lanzaros a los brazosde Dios. Dios no os pedir nada sino es para bendecirlo y droslo denuevo multiplicado cien veces ms.

    No os dejis desalentar por losderrotados o por los miedosos queos quieren quitar la ilusin, que osquieren encerrar en sus mentalidadesoscuras en lugar de dejaros volar ala luz de la esperanza. Por favor, nocaigis en la mediocridad. En esamediocridad que abaja y nos hacegrises, pero la vida no es gris, la vi-da es para apostarla por los grandesideales y por las cosas grandes.

    La negatividad es contagiosa, perotambin la positividad es contagiosa;

    la desesperacin es contagiosa, perotambin la alegra es contagiosa: nosigis a las personas negativas sinoseguid irradiando a vuestro alrede-dor luz y esperanza. Y sabed que laesperanza no decepciona, no decep-ciona nunca.

    Nada se pierde con Dios, pero sinl todo est perdido; abrid vuestrocorazn a l y tened confianza en ly vuestros ojos vern sus caminos ysus maravillas (cf. Pr 23, 26).

    Esta noche, al rezar por la paz enLoreto, cerca de la Virgen, no olvi-dis elevar una oracin tambin porm, lo necesito.

    Muchas gracias, adelante y felizcamino!

    Rezad a favor y no en contra!Buenas noches! Que el Seor os

    bendiga y caminad en paz!Que os bendiga Dios omnipoten-

    te: Padre, Hijo y Espritu Santo.Que la Virgen os acompae. Gra-cias!

  • nmero 24, viernes 13 de junio de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 5

    Encuentro con miles de chicos y chicas del Centro deportivo italiano en la plaza de San Pedro

    Juego en equipoEn la vida no hay que cerrarse en la defensa o contentarse con el empate

    En la vida no hay que contentarse con empate mediocre o un partido jugadoa la defensiva, sino que hay que ir adelante, buscando siempre la victoria.Lo recomend el Papa a los miles de chicos y chicas del Centro deportivo italianoque el sbado 7 de junio, por la tarde, participaron en la audiencia en la plazade San Pedro.

    po, que es muy importante para lavida. No al individualismo: No a de-sarrollar el juego para s mismos. Enmi tierra, cuando un jugador haceesto, le decimos: Pero, este quierecomerse la pelota!. No, esto es in-dividualismo: no os comis la pelo-ta, desarrollad el juego de equipo,de quipe. Pertenecer a una sociedaddeportiva quiere decir rechazar todaforma de egosmo y de aislamiento,es la ocasin para encontrarse y estarcon los dems, para ayudarse mu-tuamente, para competir en la esti-ma recproca y crecer en la fraterni-dad.

    Muchos educadores, sacerdotes yreligiosas, tambin han partido deldeporte para madurar su misin dehombres y de cristianos. Recuerdo,en particular, una hermosa figura desacerdote, el padre Lorenzo Massa,que por las calles de Buenos Airesreuni a un grupo de jvenes en tor-no al campo parroquial y dio vida alque luego se convertira en un im-portante equipo de ftbol.

    Muchas de vuestras sociedadesdeportivas han nacido y viven a lasombra del campanario, en los ora-torios, con los sacerdotes, con las re-ligiosas. Es hermoso cuando en laparroquia hay un grupo deportivo, ysi no hay un grupo deportivo en laparroquia, falta algo. Si no existe elgrupo deportivo, falta algo. Pero es-te grupo deportivo debe organizarsebien, de modo coherente con la comu-nidad cristiana, si no es coherente, esmejor que no exista. El deporte enla comunidad puede ser un ptimoinstrumento misionero, mediante elcual la Iglesia se acerca a cada per-sona para ayudarla a llegar a ser me-jor y a encontrar a Jesucristo.

    As que, felicidades al Centro de-portivo italiano por sus 70 aos! Yfelicidades a todos vosotros! He o-

    do antes que me habis elegidovuestro capitn: os lo agradezco.Como capitn, os animo a no ence-rraros en la defensa, sino a ir al ata-que, a jugar juntos nuestro partido,que es el del Evangelio.

    Por favor, que todos jueguen, noslo los mejores, sino todos, con lostalentos y los lmites que cada unotiene, ms an, privilegiando a losms desfavorecidos, como haca Je-ss. Y os aliento a llevar adelantevuestro compromiso a travs del de-porte con los muchachos de las peri-ferias de las ciudades: junto con losbalones para jugar tambin podisdar motivos de esperanza y de con-fianza. Recordad siempre estos trescaminos: la escuela, el deporte y lospuestos de trabajo. Buscad siempreesto. Y yo os aseguro que en este ca-mino no existir la dependencia dela droga, del alcohol y de tantosotros vicios.

    Queridos hermanos y hermanas,estamos en la vspera de Pentecosts:invoco sobre vosotros una abundan-te efusin del Espritu Santo, quecon sus dones os sostenga en vuestrocamino y os haga testigos gozosos yvalientes de Jess resucitado. Osbendigo y rezo por vosotros, y os pi-do que recis por m, porque tam-bin yo debo desarrollar mi juego,que es vuestro juego, es el juego detoda la Iglesia. Rezad por m, paraque pueda desarrollar este juegohasta el da en que el Seor me lla-me a s. Gracias.

    Ahora hagamos una oracin en si-lencio, todos. Que cada uno de vo-sotros piense en su equipo, en suscompaeros de juego, en sus entre-nadores, en su familia. Y pidamos ala Virgen que bendiga a todos: Ave-mara

    Queridos amigos del Centro depor-tivo italiano:

    Os agradezco vuestra presenciasois tantos! y agradezco al presi-dente sus amables palabras. Es unaverdadera fiesta del deporte la quejuntos estamos viviendo aqu, en laplaza de San Pedro, que hoy albergatambin campos de juego. Es muybueno que hayis querido festejarvuestro septuagsimo cumpleaos nosolos, sino con todo el mundo de-portivo italiano, representado por elCONI y, sobre todo, con tantas socie-dades deportivas. Felicidades! Aho-ra slo falta el pastel, para festejar el70 cumpleaos.

    El saludo mayor es para vosotros,queridos atletas, entrenadores y diri-gentes de las sociedades deportivas.Conozco y aprecio vuestro compro-miso y vuestra dedicacin al promo-ver el deporte como experiencia educati-va. Vosotros, jvenes y adultos queos ocupis de los ms pequeos, atravs de vuestro valioso servicio soisverdaderamente, a todos los efectos,educadores. Es un motivo de justoorgullo, pero, sobre todo, es una res-ponsabilidad. El deporte es un cami-no educativo. Encuentro tres cami-nos, para los jvenes, para los mu-chachos y para los nios. El caminode la educacin, el camino del de-porte y el camino del trabajo, es de-cir, que haya puestos de trabajo alinicio de la vida juvenil. Si existenestos tres caminos, os aseguro queno habr dependencias: nada dedroga, nada de alcohol. Por qu?Porque la escuela te lleva adelante,el deporte te lleva adelante y el tra-bajo te lleva adelante. No olvidisesto. A vosotros, deportistas, a voso-tros, dirigentes, y tambin a voso-tros, hombres y mujeres de la polti-ca: educacin, deporte y puestos detrabajo.

    Es importante, queridos mucha-chos, que el deporte siga siendo unjuego. Slo si es un juego, har bienal cuerpo y al espritu. Y precisa-mente porque sois deportistas, os in-vito no slo a jugar, como ya lo ha-cis, sino tambin a algo ms: a po-neros en juego tanto en la vida comoen el deporte. Poneros en juego enbusca del bien, en la Iglesia y en lasociedad, sin miedo, con valenta yentusiasmo. Poneros en juego con

    los dems y con Dios; no contentar-se con un empate mediocre, darlo mejor de s mismos, gastando lavida por lo que de verdad vale y du-ra para siempre. No contentarse conestas vidas tibias, vidas mediocre-mente empatadas: no, no. Ir ade-lante, buscando siempre la victoria.

    En las sociedades deportivas seaprende a a c o g e r. Se acoge a cadaatleta que desea formar parte de ellay se acogen unos a otros, con senci-llez y simpata. Invito a todos los di-rigentes y entrenadores a ser, antetodo, personas acogedoras, capacesde tener abierta la puerta para dar acada uno, sobre todo a los menos fa-vorecidos, una oportunidad de ex-p re s a r s e .

    Y vosotros, muchachos, que sentsalegra cuando os entregan la cami-seta, signo de pertenencia a vuestroequipo, estis llamados a comporta-ros como verdaderos atletas, dignosde la camiseta que llevis. Os deseoque la merezcis cada da, a travsde vuestro c o m p ro m i s o y tambin devuestro esfuerzo.

    Os deseo tambin que sintis elgusto, la belleza del juego de equi-

  • pgina 6 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de junio de 2014, nmero 24

    La misa de cada dacon el Pontfice

    Una casa que no se alquilaUniformistas, alternativistas y ven-tajosos: son los tres neologismosque el Papa Francisco acu mar-tirizando un poco el italiano comol mismo lo admite para describirlas tres categoras de cristianos quecrean divisiones en la Iglesia. ElPontfice habl de ello el jueves 5 dejunio, por la maana, durante la mi-sa en la capilla de la Casa SantaMarta.

    Partiendo del evangelio de sanJuan (17, 20-26), el Pontfice se detu-vo en la imagen de Jess que ora:ora por sus discpulos; ora por todoslos que vendrn, que vendrn por lapredicacin de los apstoles; ora porla Iglesia. Y qu pide el Seor alPadre?, se pregunt. La respuestafue: La unidad de la Iglesia: que laIglesia sea una, que no haya divisio-nes, que no haya altercados. Paraesto, coment, es necesaria la ora-cin del Seor, porque la unidad enla Iglesia no es fcil. He aqu la re-ferencia a muchos que dicen es-tar en la Iglesia, pero estn dentroslo con un pie, mientras el otroqueda fuera.

    Para esta gente explic el PapaFr a n c i s c o la Iglesia no es la casapropia. Se trata de personas, aa-di, que viven como arrendatarios:un poco aqu, un poco all. Esms, hay algunos grupos que alqui-lan la Iglesia, pero no la consideransu casa.

    Entre estos, el obispo de Romaindic de hecho tres categoras, co-menzando por los que quieren quetodos sean iguales en la Iglesia: losuniformistas, cuyo estilo es uni-formar todo: todos iguales. Estnpresentes desde el inicio, es decir,desde que el Espritu Santo quisohacer entrar en la Iglesia a los paga-nos, record el Papa haciendo refe-rencia a cuantos pretendan que lospaganos antes de formar parte de laIglesia se hiciesen judos. Esto de-muestra que la uniformidad va de lamano con la rigidez; y no por casua-lidad el Papa Francisco defini a es-tos cristianos rgidos, porque notienen la libertad que da el EsprituSanto. Y confunden lo que Jesspredic en el Evangelio y su doc-trina de igualdad, mientras queJess nunca quiso que su Iglesiafuera rgida. Estos, por lo tanto, acausa de su actitud no entran en laIglesia. Se dicen cristianos, se dicencatlicos, pero su actitud rgida lesaleja de la Iglesia.

    En cuanto al segundo grupo, losalternativistas, el obispo de Romalos catalog entre los que piensan:Yo entro en la Iglesia, pero con es-ta idea, con esta ideologa. Ponencondiciones y as su pertenencia ala Iglesia es parcial. Tambin ellostienen un pie fuera de la Iglesia;alquilan la Iglesia pero no la sien-ten propia; y tambin ellos estnpresentes desde el inicio de la predi-cacin evanglica, como testimonianlos gnsticos, que el apstol Juanataca muy fuerte: Somos... s, s...somos catlicos, pero con estasideas. Buscan una alternativa, por-que no comparten el sentir comnde la Iglesia.

    Por ltimo el tercer grupo es el deaquellos que buscan ventajas.Ellos van a la Iglesia, pero para

    ventaja personal y acaban haciendonegocios en la Iglesia. Son los es-peculadores, presentes tambin ellosdesde los inicios: como Simn elmago, Ananas y Safira, que seaprovechaban de la Iglesia para subeneficio. Actualizando el discurso,el Papa Francisco denunci cmopersonajes de este tipo se encuentrenregularmente en las comunidadesparroquiales o diocesanas, en lascongregaciones religiosas, ocultn-dose bajo las apariencias de bien-hechores de la Iglesia. Hemos vistomuchos de ellos, dijo en sustancia:se pavoneaban de ser bienhechoresy al final, detrs de la mesa, hacansus negocios. Tambin ellos, natu-ralmente, no sienten a la Iglesia co-mo madre.

    Pero el mensaje de Cristo es com-pletamente distinto: a todas estas ca-tegoras, prosigui el Pontfice, Jessdice que la Iglesia no es rgida, eslibre. En la Iglesia hay tantos caris-mas, hay una gran diversidad depersonas y de dones del Espritu. Je-ss dice: en la Iglesia t debes dartu corazn al Evangelio, a lo que elSeor ense, y no guardarte unaalternativa. El Seor nos dice: siquieres entrar en la Iglesia, hazlopor amor, para dar todo, todo elcorazn y no para hacer negocios entu favor. De hecho, la Iglesia noes una casa de alquiler para quie-nes quieren hacer su voluntad;por el contrario, es una casa paravivir.

    Y a cuantos objetan que no esfcil, estar con ambos pies en laIglesia, porque las tentaciones sonmuchas, el obispo de Roma recor-d al que hace la unidad en laIglesia, la unidad en la diversidad,en la libertad, en la generosidad, esdecir, al Espritu Santo, cuya tareaespecfica es precisamente construirla armona en la Iglesia. Porquela unidad de la Iglesia es armona.Todos coment con una broma so-mos diversos, no somos iguales, gra-cias a Dios, de lo contrario seraun infierno. Pero todos estamosllamados a la docilidad al EsprituSanto. Y es precisamente la virtudla que nos salvar de ser rgidos, deser alternativistas y del ser venta-jistas o especuladores en la Iglesia:la docilidad al Espritu Santo, aquelque hace la Iglesia.

    Es esta docilidad la que transformala Iglesia de una casa de alquiler enuna casa que cada uno siente comopropia. Yo estoy en casa explic elPa p a porque es el Espritu Santoquien me concede esta gracia. Deaqu, la invitacin a pedir durante lamisa la gracia de la unidad de laIglesia: ser hermanos y hermanas enunidad, sintindose en casa propia.Unidad en la diversidad de cadauno pero diversidad libre, sin po-ner condiciones. Que el Seor nosenve el Espritu Santo fue la peti-cin conclusiva del Papa Francisco ycree esta armona en nuestras comu-nidades parroquiales, diocesanas, delos movimientos, porque como decaun padre de la Iglesia: El Espritu,l mismo es armona.

    El primer amor jams se olvidaEl primer amor jams se olvida. Yesto vale para los obispos y los sa-cerdotes, que deben siempre recor-dar la belleza de su primer encuen-tro con Jess. Y deben despus serpastores que siguen paso a paso alSeor, sin preocuparse de cmo aca-bar su propia vida. Son los puntosesenciales del ministerio episcopal ysacerdotal que el Papa Francisco in-dic durante la misa que celebr elviernes 6 de junio.

    Inici la meditacin con el dilo-go entre Jess y Pedro citado en laconclusin del Evangelio de sanJuan (21, 15-19). Es uno de los mu-chos dilogos bellos de Jess, enla lnea de aquellos con el ciego, lasamaritana, el enfermo en la pisci-na. El coloquio con Pedro es tran-quilo, se desarrolla despus de laresurreccin y tambin despus deun buen desayuno. Y precisamenteen este pasaje del Evangelio, el Pon-tfice confes haber encontrado ade-ms el estilo de dilogo que noso-tros sacerdotes, es decir, sacerdotes yobispos, debemos tener con el Se-or. As, con explcita referencia anuestro dilogo con Jess, propu-so cuatro puntos de reflexin.

    Juan cuenta que tres veces el Se-or pregunta a Pedro si lo ama, si loquiere. Esto significa, explic elobispo de Roma, que el amor queel Seor quiere de un obispo, de unsacerdote es ms grande que el delos dems: es nico, siempre ms.

    A la tercera pregunta de Jess re -c o rd Pedro se entristeci, quizporque imaginaba cuando haba ne-gado a Jess. Y todava ms, se en-tristece por la duda: por qu mepregunta estas cosas?.

    La respuesta es clara: el Seorquera llevarlo de nuevo a tiempospasados, a aquella primera tarde,cuando encontr a su hermano An-drs, quien despus encontr a Pe-dro y le dijo: Hemos encontradoal Mesas!. En una palabra Jessquera llevar de nuevo a Pedro alprimer amor. As cuando el Seornos pregunta a nosotros sacerdotessi lo amamos, quiere llevarnos al pri-mer amor. Al respecto, el Papa serefiri al libro de Jeremas: Meacuerdo de ti, recuerdo tu cario ju-venil, el amor que me tenas de no-via, cuando ibas tras de m por eldesierto (2, 2).

    Se trata, por lo tanto de regresar aese primer amor que todos hemostenido. Y es precisamente para re-novar este amor de hoy, que el Se-or quiere que nosotros nos acorde-mos del primer amor.

    A la misa matutina en Santa Mar-ta, dijo el Pontfice, vienen de lasparroquias muchas parejas de espo-sos que celebran el quincuagsimoo sexagsimo aniversario de matri-monio. Y yo siempre les pregun-to: pero cmo les fue?. Su res-puesta, hemos vivido de todo: unodice una cosa, uno dice la otra....Pero en sus testimonios, destac, haysiempre una expresin: Somos feli-ces!. Y una vez record el Papados esposos, que celebraban sesentaaos de matrimonio, respondieron:hemos discutido pero estamosenamorados como el primer da.

    Es la misma pregunta que se de-ben hacer tambin los obispos y lossacerdotes, para entender cmo va elamor de hoy con Jess: estoy ena-morado como el primer da? O eltrabajo, las preocupaciones me ha-cen un poco mirar a otras cosas y ol-vidar un poco el amor?. En los ma-trimonios, reconoci el Papa, reires normal, tambin porque cuandono hay amor no se rie, se rompe.He aqu, entonces, el motivo por elque Jess hace esas tres preguntas aPedro: para llevarlo al primeramor. Porque no hay que olvidarjams el primer amor, jams.

    El segundo punto que emerge dela narracin de Juan es la invita-cin: apacienta, s pastor!. Al-guien, hizo notar el Papa, podraquiz objetar: Pero Seor, sabes,tengo que estudiar porque quierollegar a ser un intelectual en filoso-fa, en teologa, en patrologa.... Aestos pensamientos es necesario res-ponder: S pastor, despus vienelo dems! Apacienta! Con la teolo-ga, con la filosofa, con la patrolo-ga, con lo que estudias, pero apa-cienta! S pastor!.

    Por lo dems, explic el Pontfice,el Seor nos ha llamado para estoy la imposicin de las manos delobispo sobre nuestra cabeza es paraser pastores. As, despus de aque-lla pregunta sobre el primer amor,he aqu una segunda pregunta tilpara un examen de conciencia paraobispos y sacerdotes: soy pastor o

    SIGUE EN LA PGINA 11

  • nmero 24, viernes 13 de junio de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 7

    Carta del Papa Francisco a dos asociaciones de derecho penal y criminologa

    La verdadera justiciaNo pocas veces la delincuencia hunde sus races en las desigualdades econmicas y sociales

    La verdadera justicia no se contenta con castigar simplemente al culpable.Hay que avanzar y hacer lo posible por corregir, mejorar y educar al hombrepara que logre replantear su vida sin quedar aplastado por el peso de susmiserias. Lo escribi el Papa Francisco en un mensaje a los participantes en elXIX congreso internacional de la Asociacin internacional de derecho penal y alIII congreso de la Asociacin latinoamericana de derecho penal y criminologa.

    mente por las reglas del mercado ycrea falsas expectativas y necesidadessuperfluas, descarta a los que no es-tn a la altura e impide que los len-tos, los dbiles o los menos dotadosse abran camino en la vida (cf. Evan-gelii gaudium, 209).

    3. La contricin es el prtico delarrepentimiento, es esa senda privile-giada que lleva al corazn de Dios,que nos acoge y nos ofrece otra opor-tunidad, siempre que nos abramos ala verdad de la penitencia y nos deje-mos transformar por su misericordia.De ella nos habla la Sagrada Escritu-ra cuando refiere la actitud del BuenPastor, que deja a las noventa y nue-ve ovejas que no requieren de suscuidados y sale a buscar a la que an-da errante y perdida (cf. Jn 10, 1-15;Lc 15, 4-7), o la del Padre bueno, querecibe a su hijo menor sin recrimina-ciones y con el perdn (cf. Lc 15, 11-32). Tambin es significativo el episo-dio de la mujer adltera, a la que Je-ss le dice: Vete y en adelante nopeques ms (Jn 8, 11b). Aludiendo,asimismo, al Padre comn, que hace

    Vincent van Gogh, El buen samaritano

    rremos el riesgo de dejarnos llevaren algn momento por el pecado, elmal, la tentacin. En todas las per-sonas convive la capacidad de hacermucho bien con la posibilidad decausar tanto mal, aunque uno loquiera evitar (cf. Rm 7, 18-19). Y te-nemos que preguntarnos por qu al-gunos caen y otros no, siendo de sumisma condicin.

    No pocas veces la delincuenciahunde sus races en las desigualdadeseconmicas y sociales, en las redes dela corrupcin y en el crimen organi-zado, que buscan cmplices entre losms poderosos y vctimas entre losms vulnerables. Para prevenir esteflagelo, no basta tener leyes justas, esnecesario construir personas respon-sables y capaces de ponerlas en prc-tica. Una sociedad que se rige sola-

    salir el sol sobre malos y buenos, yllover sobre justos e injustos (cf. Mt5, 45), Jess invita a sus discpulos aser misericordiosos, a hacer el bien aquien les hace mal, a rezar por losenemigos, a poner la otra mejilla, ano guardar rencor

    La actitud de Dios, que primereaal hombre pecador ofrecindole superdn, se presenta as como unajusticia superior, al mismo tiempoecunime y compasiva, sin que hayacontradiccin entre estos dos aspec-tos. El perdn, en efecto, no eliminani disminuye la exigencia de la recti-ficacin, propia de la justicia, niprescinde de la necesidad de conver-sin personal, sino que va ms all,buscando restaurar las relaciones yreintegrar a las personas en la socie-dad. Aqu me parece que se halla elgran reto, que entre todos debemosafrontar, para que las medidas quese adopten contra el mal no se con-tenten con reprimir, disuadir y aislara los que lo causaron, sino que lesayuden a recapacitar, a transitar porlas sendas del bien, a ser personasautnticas que lejos de sus miseriasse vuelvan ellas mismas misericor-diosas. Por eso, la Iglesia planteauna justicia que sea humanizadora,genuinamente reconciliadora, unajusticia que lleve al delincuente, atravs de un camino educativo y deesforzada penitencia, a su rehabilita-cin y total reinsercin en la comu-nidad.

    Qu importante y hermoso seraacoger este desafo, para que no ca-yera en el olvido. Qu bueno que sedieran los pasos necesarios para queel perdn no se quedara nicamenteen la esfera privada, sino que alcan-zara una verdadera dimensin polti-ca e institucional y as crear unas re-laciones de convivencia armoniosa.Cunto bien se obtendra si hubieraun cambio de mentalidad para evitarsufrimientos intiles, sobre todo en-tre los ms indefensos.

    Queridos amigos, vayan adelanteen este sentido, pues entiendo queaqu radica la diferencia entre unasociedad incluyente y otra excluyen-te, que no pone en el centro a lapersona humana y prescinde de losrestos que ya no le sirven.

    Me despido encomendndolos alSeor Jess, que en los das de su vi-da terrena, fue apresado y condenadoinjustamente a muerte, y se identificcon todos los encarcelados, culpableso no (Estuve preso y me visitaron,Mt 25, 36). l descendi tambin aesas oscuridades creadas por el mal yel pecado del hombre para llevar allla luz de una justicia que dignifica yenaltece, para anunciar la BuenaNueva de la salvacin y de la conver-sin. l, que fue despojado inicua-mente de todo, les conceda el don dela sabidura, para que sus dilogos yconsideraciones se vean recompensa-das con el acierto.

    Les ruego que recen por m, pueslo necesito bastante.

    C o rd i a l m e n t e ,

    FRANCISCO

    Vaticano, 30 de mayo de 2014

    Seor presidentey seor secretario ejecutivo:

    Con estas letras, deseo hacer lle-gar mi saludo a todos los participan-tes del XIX Congreso internacionalde la Asociacin internacional de de-recho penal y del III Congreso de laAsociacin latinoamericana de dere-cho penal y criminologa, dos im-portantes foros que permiten a pro-fesionales de penal reunirse, inter-cambiar puntos de vista, compartirpreocupaciones, profundizar en te-mas comunes y atender a problem-ticas regionales, con sus particulari-dades sociales, polticas y econmi-cas. Junto con los mejores deseospara que sus trabajos obtenganabundantes frutos, les quiero expre-sar mi agradecimiento personal, ytambin el de todos los hombres debuena voluntad, por su servicio a lasociedad y su contribucin al desa-rrollo de una justicia que respete ladignidad y los derechos de la perso-na humana, sin discriminacin, y tu-tele debidamente a las minoras.

    Bien saben Ustedes que el Dere-cho penal requiere un enfoque mul-tidisciplinar, que trate de integrar yarmonizar todos los aspectos queconfluyen en la realizacin de un ac-to plenamente humano, libre, cons-ciente y responsable. Tambin laIglesia quisiera decir una palabra co-mo parte de su misin evangelizado-ra, y en fidelidad a Cristo, que vinoa anunciar la libertad a los cauti-vos (Lc 4, 18). Por eso, me animo acompartir con Ustedes algunas ideasque llevo en el alma y que formanparte del tesoro de la Escritura y dela experiencia milenaria del Pueblode Dios.

    Desde los primeros tiempos cris-tianos, los discpulos de Jess se hanesforzado por hacer frente a la fragi-lidad del corazn humano, tantasveces dbil. De diversas maneras ycon variadas iniciativas, han acom-paado y sostenido a quienes su-cumben bajo el peso del pecado ydel mal. A pesar de los cambios his-tricos, han sido constantes tres ele-mentos: la satisfaccin o reparacindel dao causado; la confesin, porla que el hombre expresa su conver-sin interior; y la contricin para lle-gar al encuentro con el amor miseri-cordioso y sanador de Dios.

    1. La satisfaccin. El Seor ha idoenseando, poco a poco, a su pue-blo que hay una asimetra necesariaentre el delito y la pena, que un ojoo un diente roto no se remedia rom-piendo otro. Se trata de hacer justi-cia a la vctima, no de ajusticiar ala g re s o r.

    Un modelo bblico de satisfaccinpuede ser el Buen Samaritano. Sinpensar en perseguir al culpable paraque asuma las consecuencias de su

    acto, atiende a quien ha quedado alcostado del camino malherido y sehace cargo de sus necesidades (cf. Lc10, 25-37).

    En nuestras sociedades tendemosa pensar que los delitos se resuelvencuando se atrapa y condena al delin-cuente, pasando de largo ante losdaos cometidos o sin prestar sufi-ciente atencin a la situacin en quequedan las vctimas. Pero sera unerror identificar la reparacin slocon el castigo, confundir la justiciacon la venganza, lo que slo contri-buira a incrementar la violencia,aunque est institucionalizada. Laexperiencia nos dice que el aumentoy endurecimiento de las penas confrecuencia no resuelve los problemassociales, ni logra disminuir los ndi-ces de delincuencia. Y, adems, sepueden generar graves problemaspara las sociedades, como son lascrceles superpobladas o los presosdetenidos sin condena En cuntasocasiones se ha visto al reo expiar supena objetivamente, cumpliendo lacondena pero sin cambiar interior-mente ni restablecerse de las heridasde su corazn.

    A este respecto, los medios de co-municacin, en su legtimo ejerciciode la libertad de prensa, juegan unpapel muy importante y tienen unagran responsabilidad: de ellos depen-de informar rectamente y no contri-buir a crear alarma o pnico socialcuando se dan noticias de hechos de-lictivos. Estn en juego la vida y ladignidad de las personas, que nopueden convertirse en casos publici-tarios, a menudo incluso morbosos,condenando a los presuntos culpa-bles al descrdito social antes de serjuzgados o forzando a las vctimas,con fines sensacionalistas, a revivirpblicamente el dolor sufrido.

    2. La confesin es la actitud dequien reconoce y lamenta su culpa.Si al delincuente no se le ayuda sufi-cientemente, no se le ofrece unaoportunidad para que pueda conver-tirse, termina siendo vctima del sis-tema. Es necesario hacer justicia, pe-ro la verdadera justicia no se conten-ta con castigar simplemente al cul-pable. Hay que avanzar y hacer loposible por corregir, mejorar y edu-car al hombre para que madure entodas sus vertientes, de modo queno se desaliente, haga frente al daocausado y logre replantear su vidasin quedar aplastado por el peso desus miserias.

    Un modelo bblico de confesines el buen ladrn, al que Jess pro-mete el paraso porque fue capaz dereconocer su falta: Lo nuestro esjusto, pues recibimos la paga denuestros delitos; ste en cambio noha cometido ningn crimen (Lc 23,41).

    Todos somos pecadores; Cristo esel nico justo. Tambin nosotros co-

  • nmero 24, viernes 13 de junio de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pginas 8/9

    Trae la pazLas invocaciones del encuentro del domingo

    La invocacin del Papa durante el encuentro con los presidentes israel y palestino

    Por un camino nuevoPara construir la paz es necesario valor, mucho ms que para hacer la guerra

    La enseanzadel viaje a Tierra Santa

    Para arriesgarsepor otras sendas

    PI E R B AT T I S TA PIZZABALLA*

    De la visita del Pontfice a Tie-rra Santa es an difcil inten-tar hacer un balance. Perma-nece en primer lugar la motivacinpapal, el deseo y la voluntad de con-memorar el encuentro entre Pablo VIy Atengoras, volviendo a proponercon fuerza el camino hacia la unidadde los cristianos. Un aniversario quehizo redescubrir la grandeza de losdos primeros protagonistas, la ex-traordinaria fe que los sostena yguiaba: recordarlos juntos fue casiuna realizacin de esta unidad espe-rada, que los gestos de afectuosa ysincera amistad entre Francisco,obispo de Roma, y Bartolom, pa-triarca de Constantinopla, volvierona proponer con toda la impresionan-te fuerza del ejemplo.

    Si el dilogo entre las religionesfue el marco natural para la granmotivacin del viaje, la irreprimiblenecesidad de paz de Tierra Santa hi-zo el resto. Y el Papa, fiel a la ora-cin, dio de ello una visin tan ele-vada y concreta, que permiti vis-lumbrar un proyecto unitario.

    Giovanni Battista Montini escriba,en una carta a los familiares, que vi-vir el Evangelio en situaciones difci-les requiere una constancia inflexi-ble en el vivir pensando el pensa-miento ms complejo: la evolucinde la humanidad hacia Cristo. Eneste pensamiento, realizado con hu-mildad y profunda comprensin, en-cuentro el hilo conductor de la ense-anza y de los signos que el Papanos ha dado. S, ha volado alto Fran-

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    Ms allde la historia

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    nio de la senda que, como cristianos,estamos siguiendo hacia la plena uni-dad.

    Su presencia, seores Presidentes, esun gran signo de fraternidad, que ha-cen como hijos de Abraham, y expre-sin concreta de confianza en Dios, Se-or de la historia, que hoy nos mira co-mo hermanos uno de otro, y desea con-ducirnos por sus vas.

    El eco de una inslita salmodia, quese difunde en los jardines vaticanosal atardecer del domingo de Pente-costs, encierra el espacio de unacontecimiento nico vivido en lacasa del Papa. Es la voz de un mue-cn, discpulo de Bill, el primer sal-mista de Mahoma, que entona la l-tima de las oraciones con las cuales,en sucesin, los representantes de lascomunidades religiosas juda, cristia-na e islmica invocan de Dios el donde la paz para Tierra Santa.

    Ha sido el Papa, durante su recien-te peregrinacin a los santos lugares,quien pidi vivir este momento. Yahora est aqu, en los Jardines vati-canos, entre Shimon Peres, presidenteisrael, y Mahmoud Abbas, presiden-te palestino, para invocar juntos esapaz. Y con ellos est tambin el pa-triarca ecumnico Bartolom.

    El encuentro se organiz con cui-dado y atencin, de modo tal quepermiti a cada invitado vivirlo sindificultades. Comenzando por el sitioelegido, un verde prado triangularprotegido por altas plantas de laurel,entre la Casina Po IV y el jardn delos Museos vaticanos. Luego la asig-nacin de los sitios: cerca del Papa yde los presidentes estaban los repre-sentantes religiosos de las comunida-des juda, cristiana y musulmana; unpoco ms lejos los representantes po-lticos de las dos delegaciones israely palestina. Igual atencin en la elec-cin de los intrpretes de los diversosmomentos musicales.

    Este encuentro nuestro para invocarla paz en Tierra Santa, en MedioOriente y en todo el mundo, estacompaado por la oracin de tantaspersonas, de diferentes culturas, nacio-nes, lenguas y religiones: personas quehan rezado por este encuentro y queahora estn unidos a nosotros en lamisma invocacin. Es un encuentro queresponde al deseo ardiente de cuantos

    anhelan la paz, y sueancon un mundo donde hom-bres y mujeres puedan vivircomo hermanos y no comoadversarios o enemigos.

    Seores Presidentes, elmundo es un legado quehemos recibido de nuestrosantepasados, pero tambinun prstamo de nuestroshijos: hijos que estn cansa-

    Comunidad judaSeor de la Paz,Divino Soberano, a quien pertenece la paz.Constructor de PazCreador de todas las cosas.Que Tu voluntad sea poner fin a la guerra y alderramamiento de sangre en el mundo, difundir paz perfectay maravillosa en todo el mundo,de tal modo que las naciones no levanten la espadauna contra la otra, ni aprendan ya la guerra.Aydanos y slvanos a todos nosotros, haz que merezcamospermanecer fuertemente arraigados en la virtud de la paz.Haz que exista una paz autntica y perfecta entre cadapersona y su prjimo, y entre marido y esposa, y haz que noexistan divisiones entre los pueblos, ni siquiera en su corazn.Haz que cada uno ame la paz y busque la paz siempre en laverdad y en la integridad, haz que no caigamos presa de lasdivisiones ni siquiera cuando procedan de quienes no estnde acuerdo con nosotros.Haz que ninguno de nosotros deshonre jams a alguiensobre la tierra, grande o pequeo,y que de verdad podamos merecer respetar el mandamientoama a tu prjimo como a ti mismo, con todo el corazn,con todo el cuerpo, con toda el almay todas nuestras pertenencias.Haz que lo que est escrito se realice en nosotros:Conceder la paz sobre la tierra, y vosotros reposaris, ynadie os har temer; alejar a los animales peligrosos de latierra, y ninguna espada atravesar vuestra tierra.Dios, que es paz, nos bendiga con la paz.Concede paz, bondad, bendicin, gracia, amor y respeto, ymisericordia; a nosotros y a todo nuestro pueblo de Israel ya todo el mundo. Bendcenos a todos nosotros con la luz de

    Tu Rostro, Padre nuestro. Porque con la luz de Tu Rostro,T nos has dado, oh Seor nuestro Dios, una Torah deVida, amor y respeto, y rectitud y bendicin y misericordiay vida y paz. Que tu voluntad sea bendecirnos a todosnosotros con Tu Paz.

    Comunidad cristianaSeor, haz de m un instrumento de tu paz!:Que all donde haya odio, ponga yo amor,donde haya ofensa, ponga yo perdn.Donde haya discordia, ponga yo unin.Donde haya duda, ponga yo fe.Donde haya error, ponga yo verdad.Donde haya desesperacin, ponga yo esperanza.Donde haya tristeza, ponga yo alegra.Donde haya tinieblas, ponga yo luz.Oh, Maestro!, que no busque yo tanto:

    ser consolado como consolar.ser comprendido, como comprender.ser amado, como amar.Porque dando es como se recibe;perdonando, como se es perdonado;muriendo, como se resucita a la vida eterna.

    Oh Dios, Padre omnipotente, nosotros aqu reunidos tepedimos que nos conviertas en instrumentos de Tu paz,sedientos de justicia, capaces de perdn y promotores dereconciliacin. Convierte nuestros corazones a la accin deTu Espritu, abre nuestros ojos para ver Tu imagen en elrostro de cada persona, mueve nuestras manos para que seunan a las de nuestros hermanos y hermanas, para construirjuntos un mundo donde todos puedan vivir en paz. BendiceTierra Santa, a fin de que desde esa Tierra bendecida la pazpueda llegar hasta los confines del mundo. En el nombre deCristo nuestro Seor. Amn.

    Comunidad musulmanaAlabanza a Dios, misericordioso, compasivo, rey, santo,pacfico, fiel, soberano, precioso, poderoso, grandioso,creador, ideador, formador.Oh Dios, T eres paz, y la paz proviene de Ti, y a Ti vuelvela paz. T eres bendito y T eres glorificado, oh Dueo deesplendor y de honor, inspranos, oh Seor, con la paz yrevlanos la paz y haznos habitantes del reino de la paz, entreaquellos que no viven en el miedo y en el dolor.Oh Dios, buscamos refugio en Ti de la injusticia y de laopresin, de la ilegtima agresin, y nosotros Te pedimos,Seor nuestro, que nos hagas recorrer el recto camino, queno nos perdamos y caigamos, creyendo en Ti y confiando enTi. Guanos, oh Seor, a las palabras ms preferibles,guanos, oh Seor, a los actos ms perfectos, guanos,oh Seor, a la moral mejor, porque nadie fuera de Ti puedeguiarnos, y T eres capaz de hacer todas las cosas.Oh Dios, haznos, oh Dios, propensos hacia todo lo que esbueno, contrarios a todo lo que es malo, Te pedimos que nosindiques todo lo que es bueno y justo. Danos, oh Dios,seguridad, paz, tranquilidad y fe, para nosotros y para nuestragente, nuestras familias, nuestros padres y nuestras madres,nuestros hijos y nuestras hijas, y para toda la humanidad ypara todas las naciones, todas las creaturas de Tu grancreacin. Danos, oh Seor, el bien en este mundo y en elotro, y protgenos del tormento del fuego.Oh Dios, trae la paz a la tierra de la paz, oh Dueo deesplendor y honor, quita la injusticia de los oprimidos en estatierra, alimenta a tu pueblo que tiene hambre, y protgelo delmiedo, mantnlo lejos del mal y de quienes cometen el mal,de los agresores inicuos, oh Seor de los mundos.

    El inicio de un camino, en buscade lo que une, para superar lo quedivide. El Papa Francisco explic asel sentido del encuentro para invocarla paz para Tierra Santa que tuvo lugarel domingo 8 de junio, al atardecer,en los Jardines vaticanos,con los presidentes israel y palestino, enpresencia del patriarca ecumnico de Constantinopla Bartolom. Publicamosla traduccin del discurso pronunciado porel Santo Padre.

    Seores presidentes, Santidad, herma-nos y hermanas:

    Los saludo con gran alegra, y deseoofrecerles, a ustedes y a las distinguidasdelegaciones que les acompaan, lamisma bienvenida calurosa que me handeparado en mi reciente peregrinacina Tierra Santa.

    Gracias desde el fondo de mi cora-zn por haber aceptado mi invitacin avenir aqu para implorar de Dios, jun-tos, el don de la paz. Espero que esteencuentro sea el inicio de un caminonuevo en busca de lo que une, para su-perar lo que divide.

    Y gracias a Vuestra Santidad, vene-rado hermano Bartolom, por estaraqu conmigo para recibir a estos ilus-tres huspedes. Su participacin es ungran don, un valioso apoyo, y testimo-

    dos y agotados por los conflictos y conganas de llegar a los albores de la paz;hijos que nos piden derribar los murosde la enemistad y tomar el camino deldilogo y de la paz, para que triunfenel amor y la amistad.

    Muchos, demasiados de estos hijoshan cado vctimas inocentes de la gue-rra y de la violencia, plantas arrancadasen plena floracin. Es deber nuestro lo-grar que su sacrificio no sea en vano.Que su memoria nos infunda el valorde la paz, la fuerza de perseverar en eldilogo a toda costa, la paciencia paratejer da tras da el entramado cada vezms robusto de una convivencia respe-tuosa y pacfica, para gloria de Dios yel bien de todos.

    Para conseguir la paz, se necesita va-lor, mucho ms que para hacer la gue-rra. Se necesita valor para decir s alencuentro y no al enfrentamiento; s al

    dilogo y no a la violencia; s a la ne-gociacin y no a la hostilidad; s al res-peto de los pactos y no a las provoca-ciones; s a la sinceridad y no a la do-blez. Para todo esto se necesita valor,una gran fuerza de nimo.

    La historia nos ensea que nuestrasfuerzas no son suficientes. Ms de unavez hemos estado cerca de la paz, peroel maligno, por diversos medios, haconseguido impedirla. Por eso estamosaqu, porque sabemos y creemos quenecesitamos la ayuda de Dios. No re-nunciamos a nuestras responsabilida-des, pero invocamos a Dios como unacto de suprema responsabilidad, decara a nuestras conciencias y nuestrospueblos. Hemos escuchado una llama-da, y debemos responder: la llamada aromper la espiral del odio y la violen-cia; a doblegarla con una sola palabra:hermano. Pero para decir esta pala-

    bra, todos debemos levantar la miradaal cielo, y reconocernos hijos de un so-lo Padre.

    A l me dirijo yo, en el Espritu deJesucristo, pidiendo la intercesin de laVirgen Mara, hija de Tierra Santa yMadre nuestra.

    Seor, Dios de paz, escucha nuestrasplica.

    Hemos intentado muchas veces y du-rante muchos aos resolver nuestrosconflictos con nuestras fuerzas, y tam-bin con nuestras armas; tantos mo-mentos de hostilidad y de oscuridad;tanta sangre derramada; tantas vidasdestrozadas; tantas esperanzas sepulta-das... Pero nuestros esfuerzos han sidoen vano. Ahora, Seor, aydanos T.Danos T la paz, ensanos T la paz,guanos T hacia la paz. Abre nuestrosojos y nuestros corazones, y danos lavalenta para decir: Nunca ms laguerra; con la guerra, todo quedadestruido. Infndenos el valor de lle-var a cabo gestos concretos para cons-truir la paz. Seor, Dios de Abraham ylos Profetas, Dios amor que nos hascreado y nos llamas a vivir como her-manos, danos la fuerza para ser cadada artesanos de la paz; danos la capa-cidad de mirar con benevolencia a to-dos los hermanos que encontramos ennuestro camino. Haznos disponiblespara escuchar el clamor de nuestrosciudadanos que nos piden transformar

    nuestras armas en instrumentos de paz,nuestros temores en confianza y nues-tras tensiones en perdn. Mantn en-cendida en nosotros la llama de la es-peranza para tomar con paciente perse-verancia opciones de dilogo y reconci-liacin, para que finalmente triunfe lapaz. Y que sean desterradas del cora-zn de todo hombre estas palabras: di-visin, odio, guerra. Seor, desarma lalengua y las manos, renueva los corazo-nes y las mentes, para que la palabraque nos lleva al encuentro sea siemprehermano, y el estilo de nuestra vidase convierta en shalom, paz, salam.Amn.

    Publicamos la traduccin del texto de las tres invocaciones por la paz que los representantesde las comunidades juda, cristiana y musulmana pronunciaron durante el encuentro en losjardines vaticanos.

  • pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de junio de 2014, nmero 24

    Ms all de la historia Para arriesgarsepor otras sendas

    A la puesta del sol

    VIENE DE LA PGINA 8

    VIENE DE LA PGINA 8

    VIENE DE LA PGINA 1

    cisco: fuera de las trabas cotidianas parapoder sumergirnos en la cotidianidadcon motivaciones que hacen posible vi-virla diversamente; fuera del enredo deobstculos insuperables para descubrir yosar un camino nuevo; fuera de una tris-teza que nos lentifica el corazn para re-mitirnos a la verdad del derecho a la ale-gra. Volar alto no es ocultar los proble-mas, sino liberarnos del miedo, aceptarel desafo, fiarse del futuro.

    Para hacerlo, el Papa eligi el concep-to de recordar. Y, junto con Bartolom,lo escribi en la declaracin conjunta: elabrazo entre Pablo VI y Atengorasaqu en Jerusaln, despus de muchossiglos de silencio, prepar el camino pa-ra un gesto de enorme importancia: re-mover de la memoria y de la mente delas Iglesias las sentencias de mutua ex-comunin de 1054. En definitiva, puri-ficar la memoria, leer de manera diversael pasado, abrirse a un futuro distinto.

    Purificar la memoria es elegir recordarpara vivir, para infundir vida en esta tie-rra. No es olvidar, no es el vaco pasarms all. Pienso en el Magnficat: cantode accin de gracias por la salvacin queDios obra a travs de la humildad; espe-ranza concreta del mundo nuevo que es-t aqu y que ser; fidelidad de Dios queabraza la espera atenta de quienes sabenhacer concreto su reino. Pienso en laprofeca de Jeremas (14, 17-21), que pare-ce describir la situacin de hoy: Misojos se deshacen en lgrimas, de da y denoche no cesan... Salgo al campo: muer-tos a espada; entro en la ciudad: desfalle-cidos de hambre... Se espera la paz, y nohay bienestar, al tiempo de la cura suce-de la turbacin. Reconocemos, Seor,nuestra impiedad... No nos rechaces portu nombre, no desprestigies tu trono glo-rioso; recuerda y no rompas tu alianzacon nosotros.

    No me gustan las lecturas polticas delviaje del Papa: son inconciliables con susgestos, con su personalidad, con unahumildad firme y flexible, pero sincera,superior; una piedad que no cede sus im-pulsos interiores a las infinitas distraccio-nes que vienen de fuera, para retomaruna expresin tambin de Montini. Estehilo de la memoria compone una tramaque implica al hombre, exalta sus cuali-dades, confa en el bien que puede y de-be realizar, lo pone en relacin con esaimagen de Dios que conserva en s y lohace hermano de los dems hombres. ElPontfice se dirige a todos y todos nece-sitamos recordar quines somos, a questamos destinados.

    Escuchemos entonces la invitacin ano dejar que el pasado determine la viday tomemos de la memoria el deber haciaun futuro distinto, promoviendo unanueva educacin, porque siempre debe-mos recordar quin es el hombre y el res-peto debido al nio, el hombre de maa-na. Y recordar es tambin una memoriaque pasa a travs de la paternidad deAbrahn, que conduce a judos, cristia-nos y musulmanes a la fraternidad, eldon ms hermoso que la paz podr traera esta tierra, cuna de la humanidad, de-sesperadamente desgarrada en su irresis-tible lanzamiento hacia la justicia y en lanecesidad recproca de perdn. Es nece-sario leer los discursos del Papa a travsde los hilos de este recuerdo, porque lapurificacin de la memoria permite volaralto y vislumbrar, ms all de la niebladel presente, las sendas de la paz.

    *Custodio de Tierra Santa

    El Adagio para cuerdas, de Sa-muel Barber, ejecutado por tresviolinistas israeles, acogi la llega-da del Papa Francisco con sus in-vitados. Eran las 19 en punto. Ve-nan de la Casa Santa Marta, don-de ya haban mantenido un primerencuentro y se haban intercambia-do un significativo abrazo. Llega-ron juntos a bordo de un micro-bs blanco. Una sensacin ex-traordinaria acompaaba su lentopaso hacia el vrtice de ese trin-gulo verde, donde se ubicaron lostres sillones. El Patriarca Bartolo-m se ubic a la izquierda del pal-co junto a los dems invitados delPapa, entre los cuales el Patriarcagreco-ortodoxo de Jerusaln Tefi-lo III y el secretario de Estado,cardenal Pietro Parolin.

    Que el Seor os conceda lapaz: fue el anuncio con el cualinici la invocacin a Dios a finde que acoja la manifestacin dela comn y ferviente aspiracin ala paz para Tierra Santa y todoOriente Medio. Un encuentrofuertemente querido por el PapaFrancisco, compartido por las au-toridades israeles y palestinas.

    El momento fue intenso. Tresfases distintas la primera de lacomunidad juda, la segunda de lacristiana y la tercera de la musul-mana subdivididas a su vez entres partes: la accin de graciaspor la creacin, la peticin de per-dn y, por ltimo, la invocacinpor la paz.

    La comunidad juda eligi parala accin de gracias los salmos 8(himno a Dios por la creacin) y147 (himno al Omnipotente). Parala peticin de perdn los salmos25, en el cual, entre otras cosas, sepide: Por el honor de tu nombre,Seor, perdona mis culpas, queson muchas, y 130, que dice, en-tre otras cosas: Aguarde Israel alSeor... l redimir a Israel de to-dos sus delitos. Para la invoca-cin de la paz se eligi una ora-cin de Najman de Breslavia.

    El Patriarca Bartolom inici laoracin de la comunidad cristianarecitando, como accin de graciaspor la creacin, un pasaje del pro-feta Isaas (65, 17-25), a lo que si-gui una oracin leda por el Pa-triarca de Jerusaln de los latinosFouad Twal. La peticin de per-dn se formul con la plegariaque Juan Pablo II compuso y rezdurante su peregrinacin a TierraSanta, en el ao 2000. La ley elcardenal Peter Kodwo AppiahTurkson. La invocacin por lapaz, por ltimo, se tom de unaoracin atribuida a san Franciscode Ass: Seor, haz de mun instrumento de tu paz!.... Laley en rabe una consagrada.

    Al final, el turno de la comuni-dad musulmana. Compuesta preci-samente para la ocasin, la accinde gracias por la creacin inicicon las palabras: Alabanza aDios, que cre el cielo y la tie-rra.... Igualmente compuestas pa-ra la ocasin la peticin de perdnen la cual, entre otras cosas, selee: Oh Dios, nuestro Seor...perdona nuestras culpas y nuestrospecados y... aydanos a ir al en-cuentro de aquellos que son injus-

    tamente oprimidos y la invoca-cin por la paz. El momento isl-mico concluy con el canto delmuecn.

    Luego el esperado momento delos discursos. El Papa Franciscoprimero, a continuacin el presi-dente Peres y concluy el presiden-te Mahmoud Abbas. Los tres invo-caron de Dios el don de la paz.

    Significativa la imagen que con-cluy el momento pblico del en-cuentro: el Pontfice, el patriarca ylos dos presidentes tomaron laspalas y arrojaron un poco de tierraalrededor de un olivo que perma-necer como smbolo de este mo-mento extraordinario.

    Durante unos veinte minutos elPapa y sus invitados continuaron

    Desde hace mucho tiempoJorge Mario Bergoglio cree fir-memente, como lo repiti el do-mingo, en la bsqueda de loque une, para superar lo que di-vide, en coherencia con la me-jor historia de los tres monotes-mos que se remiten a Abrahn yen el siglo XX con la larga prepa-racin de muchos pioneros de di-versos credos. En especial, mi-rando al catolicismo de los lti-mos decenios, una bsqueda deamistad entre las confesionescristianas y las religiones que sebasa en las aperturas de los Pa-pas del Vaticano II y de sus suce-sores, que siempre miraron haciaun futuro posible y esperado.

    Los obstculos en este caminointrincado son muchos, en apa-riencia insuperables. De aqu lostonos realistas, que a veces rozanel escepticismo, de algunos co-mentarios en los medios de co-municacin internacionales. Sonlos mismos protagonistas quienesson conscientes de las dificulta-des. Pero estas no son decisivasni deben tener la ltima palabra.As piensan Francisco y los dosamigos, uno judo y el otro mu-sulmn, que desde hace aos enArgentina trabajaron con l enfavor del dilogo, que lo acompa-aron en el viaje a Tierra Santa yestaban en los jardines vaticanos.Y de esto estn convencidos lospresidentes israel y palestino,junto con el patriarca Bartolom,mi hermano, repiti una vezms el obispo de Roma.

    Cuntas divisiones tiene elPapa? La clebre pregunta vuelvecada vez que su voz se eleva anteel poder de este mundo. Innu-merables se podra responder,como lo demostr hace slo po-co tiempo el eco internacional dela jornada por Siria y como loconfirm el domingo Francisco,es decir, tantsimas personas, dediferentes culturas, naciones, len-guas y religiones: personas quehan rezado por este encuentro yque ahora estn unidas a noso-tros en la misma invocacin.He aqu las divisiones del Papa.

    Sostenidos por una oracinverdaderamente universal, Fran-cisco, Shimon Peres, MahmoudAbbas y Bartolom se encamina-ron de este modo con sereno va-lor por un camino antiguo ysiempre nuevo. Y es este el cami-no de Abrahn que, segn la pa-labra del apstol Pablo, creycontra toda esperanza que lle-gara a ser padre de muchos pue-blos.

    en privado su coloquio.Se trasladaron a la CasinaPo I V. Tal vez no casual-mente se encontraron enlos mismos ambientes enlos que el 29 de noviem-bre de 1984, en presenciadel cardenal Agostino Ca-saroli, secretario de Esta-do, los ministros de exte-riores argentino y chileno,con la mediacin de laSanta Sede, firmaron elTratado de paz y de amis-tad entre los respectivospases. Tambin en esaocasin Juan Pablo II ha-ba ofrecido su casa paraun acuerdo de paz.

    Eran poco ms de las21.15, cuando toda invoca-cin dejaba espacio al si-lencio de la meditacin.

  • nmero 24, viernes 13 de junio de 2014 LOSSERVATORE ROMANO pgina 11

    La misa de cada da con el Papa

    soy un empleado de esta ONG que sellama Iglesia?. Una pregunta, ad-virti el Papa, que debemos hacr-nosla todos, respondiendo a noso-tros mismos con la exhortacin deJess: Apacienta! Pastorea! Sigueadelante!.

    El tercer punto coincide con otrapregunta, precisamente la que Pedroplantea a Jess respecto al apstolJuan: y l cmo acabar? Se trata,destac el Papa, de una preguntainteresante, que Pedro hace porcuriosidad, despus de este dilogo,cuando mira a Juan: y a l qu lesuceder?.

    En el fondo, a Jess los apsto-les, precisamente el da de la Ascen-sin, hicieron la misma pregunta:pero ahora llega el triunfo?. Casicomo decir: Cmo terminar esteprimer amor que ha caminado tanto?Cmo acabar este ser pastores?Terminar con la gloria, con la mag-nificencia?. La respuesta, sin embar-go, es muy distinta: No, hermano,acabar de modo ms comn, inclusola ms humillante muchas veces. Alo mejor, dijo el Papa Francisco,acabar en la cama que te dan decomer, que te tienen que vestir, inser-vible, ah, enfermo. No sirve repetir:Pero, Seor, yo he hecho esto porti, tuve un gran amor, he pastorea-do como me lo dijiste, y tengo queacabar as?. S, explic el Pontfice,se debe acabar as como termin l!Ese amor muere como el grano detrigo y as, luego vendr el fruto. Pe-ro yo no lo ver!.

    El cuarto y ltimo punto estconstituido por una palabra msfuerte: Sgueme!. Es precisamentelo que dice Jess si nosotros hemosperdido la orientacin y no sabemoscmo responder al amor, no sabe-mos cmo responder a este ser pas-tores o no tenemos la certeza de queel Seor no nos dejar solos en losmomentos ms duros de la vida, enla enfermedad. Este sgueme!,dijo el Pontfice, debe ser nuestracerteza, siguiendo los pasos de Je-ss, en ese camino.

    El Papa Francisco concluy conuna oracin por los obispos, y lossacerdotes: el Seor nos d a todosnosotros la gracia de encontrar siem-pre, o recordar siempre, el primeramor; de ser pastores; de no tenervergenza de acabar humillados enuna cama o de perder la razn. Unaoracin al Seor para que siemprenos d la gracia de caminar detrs deJess, siguiendo los pasos de Jess,y nos d as la gracia de seguirlo.

    El carn de identidaddel cristiano

    Las bienaventuranzas son el carnde identidad del cristiano. Por elloel Papa Francisco en la homila dela misa que celebr el lunes 9 de ju-nio invit a retomar esas pginasdel Evangelio y releerlas ms veces,para poder vivir hasta el final unprograma de santidad que vacontracorriente respecto a la men-talidad del mundo.

    El Pontfice se refiri punto porpunto al pasaje evanglico de Mateo(5, 1-12) propuesto por la liturgia. Yvolvi a proponer las bienaventuran-zas insertndolas en el contexto denuestra vida diaria. Jess, explic,

    habla con toda sencillez y hacecomo una parfrasis, una glosa delos dos grandes mandamientos: amaral Seor y amar al prjimo. As, sialguno de nosotros plantea la pre-gunta: Cmo se hace para llegar aser un buen cristiano?, la respues-ta es sencilla: es necesario hacer loque dice Jess en el sermn de lasbienaventuranzas.

    Un sermn, reconoci el Papa,muy a contracorriente respecto alo que es costumbre, a lo que sehace en el mundo. La cuestin esque el Seor sabe dnde est el pe-cado, dnde est la gracia, y l co-noce bien los caminos que te llevana la gracia. He aqu, entonces, elsentido de sus palabras bienaventu-rados los pobres en el espritu: osea pobreza contra riqueza.

    El rico explic el obispo deRoma normalmente se siente segu-ro con sus riquezas. Jess mismonos lo dijo en la parbola del grane-ro, al hablar de ese hombre seguroque, como necio, no piensa que po-dra morir ese mismo da.

    Las riquezas aadi no te ase-guran nada. Es ms: cuando el cora-zn se siente rico, est tan satisfechode s mismo, que no tiene espaciopara la Palabra de Dios. Es porello que Jess dice: Bienaventura-dos los pobres en el espritu, que tie-nen el corazn pobre para que pue-da entrar el Seor. Y tambin:Bienaventurados los que lloran,porque ellos sern consolados.

    Al contrario, hizo notar el Pontfi-ce, el mundo nos dice: la alegra, lafelicidad, la diversin, esto es lo her-moso de la vida. E ignora, mirahacia otra parte, cuando hay proble-mas de enfermedad, de dolor en lafamilia. En efecto, el mundo noquiere llorar: prefiere ignorar las si-tuaciones dolorosas, cubrirlas. Encambio slo la persona que ve lascosas como son, y llora en su cora-zn, es feliz y ser consolada: conel consuelo de Jess y no con el delmundo.

    Bienaventurados los mansos,continu el Pontfice, es una expre-sin fuerte, sobre todo en este mun-do que desde el inicio es un mundode guerras; un mundo donde se riepor doquier, donde por todos lados

    hay odio. Sin embargo Jess dice:nada de guerras, nada de odio. Paz,mansedumbre. Alguien podra obje-tar: Si yo soy tan manso en la vida,pensarn que soy un necio. Tal vezes as, afirm el Papa, sin embargodejemos incluso que los demspiensen esto: pero t s manso, por-que con esta mansedumbre tendrscomo herencia la tierra.

    Bienaventurados los que tienenhambre y sed de la justicia es otragran afirmacin de Jess dirigida aquienes luchan por la justicia, paraque haya justicia en el mundo. Larealidad nos muestra, destac el obis-po de Roma, cun fcil es entrar enlas pandillas de la corrupcin, for-mar parte de esa poltica cotidianadel do ut des donde todo es ne-gocio. Y, aadi, cunta gente su-fre por estas injusticias. Precisamen-te ante esto Jess dice: son biena-venturados los que luchan contra es-tas injusticias. As, aclar el Papa,vemos precisamente que es una doc-trina a contracorriente respecto alo que el mundo nos dice.

    Y ms: bienaventurados los mi-sericordiosos, porque ellos alcanza-rn misericordia. Se trata, explic,de los que perdonan, comprendenlos errores de los dems. Jess nodice: bienaventurados los que pla-nean venganza, o que dicen ojopor ojo, diente por diente, sino quellama bienaventurados a aquellosque perdonan, a los misericordio-sos. Y siempre es necesario pensar,

    record, que todos nosotros somosun ejrcito de perdonados. Todosnosotros hemos sido perdonados. Ypor esto es bienaventurado quien vapor esta senda del perdn.

    Bienaventurados los limpios decorazn, es una frase de Jess quese refiere a quienes tienen un cora-zn sencillo, puro, sin suciedad: uncorazn que sabe amar con esa pure-za tan hermosa. Luego, bienaven-turados los que trabajan por la pazhace referencia a las numerosas si-tuaciones de guerra que se repiten.Para nosotros, reconoci el Papa,es muy comn ser agentes de gue-rras o al menos agentes de malen-tendidos. Sucede cuando escuchoalgo de alguien y voy a otro y se losdigo; e incluso hago una segundaversin un poco ms amplia y la di-fundo. En definitiva, es el mundode las habladuras, hecho porgente que critica, que no construyela paz, que es enemiga de la paz yno es ciertamente bienaventurada.

    Por ltimo, proclamando biena-venturados a los perseguidos porcausa de la justicia, Jess recuerdacunta gente es perseguida y hasido perseguida sencillamente porhaber luchado por la justicia.

    As, puntualiz el Pontfice, es elprograma de vida que nos proponeJess. Un programa muy sencillopero muy difcil al mismo tiempo.Y si nosotros quisiramos algo msafirm Jess nos da tambinotras indicaciones, en especial eseprotocolo sobre el cual seremos juz-gados que se encuentra en el captu-lo 25 del Evangelio de Mateo: Tu v ehambre y me disteis de comer, tuvesed y me disteis de beber... estuveenfermo y me visitasteis, en la crcely vinisteis a verme.

    He aqu el camino, explic, paravivir la vida cristiana al nivel desantidad. Por lo dems, aadi,los santos no hicieron otra cosams que vivir las bienaventuranzasy ese protocolo del juicio final.Son pocas palabras, palabras senci-llas, pero prcticas para todos, por-que el cristianismo es una religinprctica: es para practicarla, pararealizarla, no slo para pensarla.

    Y prctica es tambin la propuestaconclusiva del Papa Francisco: Hoy,si tenis un poco de tiempo en casa,tomad el Evangelio de Mateo, cap-tulo quinto, al inicio estn estas bie-naventuranzas. Y luego en el cap-tulo 25, estn las dems palabras deJess. Os har bien exort leeruna vez, dos veces, tres veces estoque es el programa de santidad.

    Audiencia al presidente de MxicoEl sbado 7 de ju-nio, por la maana,el Papa Franciscorecibi al presidentede Mxico, EnriquePea Nieto, quiense encontr sucesi-vamente con el se-cretario de Estado,cardenal Pietro Pa-rolin, que estabaacompaado por elsecretario para lasRelaciones con losEstados, arzobispo

    VIENE DE LA PGINA 6

    Dominique Mamberti. Durantelos cordiales coloquios, se centra-ron en algunos aspectos de la vi-da del pas, as como las numero-sas reformas aprobadas, en parti-cular la constitucional que tienerelacin con la libertad religiosa.Se profundizaron adems otros

    temas de comn inters, como lamarginacin, la lucha contra lapobreza y el desempleo, as comolas iniciativas dirigidas a combatirla violencia y el narcotrfico. Porltimo, tuvo lugar un intercambiode opiniones sobre temas de ac-tualidad regional e internacional.

  • pgina 12 LOSSERVATORE ROMANO viernes 13 de junio de 2014, nmero 24

    Colegio episcopal

    R e p re s e n t a c i o n e sp ontificias

    Curia romana

    Nombramientosp ontificios

    RENUNCIAS:

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archidice-sis de Gniezno (Polonia) que mon-seor JZEF KO WA L C Z Y K , le habapresentado en conformidad con elcanon 401 1 del Cdigo de dere-cho cannico.

    Jzef Kowalczyk naci en Jado-wniki Mokre, dicesis de Tarnw, el28 de agosto de 1938. Recibi la or-denacin sacerdotal el 14 de enerode 1962. Juan Pablo II le nombrarzobispo titular de Eraclea y nun-cio apostlico en Polonia el 26 deagosto de 1989; recibi la ordena-cin episcopal el 20 de octubre su-cesivo. Benedicto XVI lo promovi aarzobispo metropolitano de Gniez-no el 8 de mayo de 2010.

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de las dicesis deSyros, Milos, Santorini (Grecia) y ala funcin de administrador apost-lico ad nutum Sanctae Sedis deCandia (Creta), que monseorFR A G K I S KO S PA PA M A N O L I S , O.F.M.C A P., le haba presentado en confor-midad con el canon 401 1 del C-digo de derecho cannico.

    Fragkiskos Papamanolis, O.F.M.C A P., naci en Ano Syros el 5 de di-ciembre de 1936. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 29 de abril de1962. Pablo VI le nombr obispo deSyros y Milos el 27 de junio de 1974y ha unido ad personam las sedede Santorini y la funcin de admi-nistrador apostlico de Candia; re-cibi la ordenacin episcopal el 20de octubre de 1974.

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deElphin (Irlanda) que monseorCHRISTOPHER JONES, le haba pre-sentado en conformidad con el ca-non 401 1 del Cdigo de derechocannico.

    Christopher Jones naci en Ros-common, dicesis de Elphin, el 3 demarzo de 1936. Recibi la ordena-cin sacerdotal el 17 de junio de1962. Juan Pablo II le nombr obis-po de Elphin el 24 de mayo de1994; recibi la ordenacin episco-pal el 15 de agosto sucesivo.

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la dicesis deColatina (Brasil) que monseor D-CIO ZAND ONADE, S.D.B., le habapresentado en conformidad con elcanon 401 2 del Cdigo de dere-cho cannico.

    Dcio Zandonade, S.D.B., nacien Venda Nova do Imigrante, di-cesis de Cachoeiro de Itapemirim,el 2 de diciembre de 1942. Recibila ordenacin sacerdotal el 16 de di-

    ciembre de 1972. Juan Pablo II lonombr obispo titular de Gemellede Bizacena y auxiliar de Belo Ho-rizonte el 11 de diciembre de 1996;recibi la ordenacin episcopal el 2de febrero de 1997. El mismo Papale nombr obispo de Colatina el 14de mayo de 2003.

    El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral del vicariatoapostlico de Jan en Per o SanFrancisco Javier (Per) que monse-or SANTIAGO MARA GARCA DELA RASILLA DOMNGUEZ, S.J., obis-po titular de Voncaria, le haba pre-sentado en conformidad con el ca-non 401 1 del Cdigo de derechocannico.

    Santiago Mara Garca de la Ra-silla Domnguez, S.J., naci en Ma-drid (Espaa) el 18 de octubre de1936. Recibi la ordenacin sacerdo-tal el 14 de julio de 1967. BenedictoXVI le nombr obispo titular deVoncaria y vicario apostlico deJan en Per el 11 de noviembre de2005; recibi la ordenacin episco-pal el 13 de enero de 2006.

    EL PA PA HA NOMBRAD O:

    Arzobispo metropolitanao deGniezno y primado de Polonia amonseor WOJCIECH POLAK, hastaahora obispo titular de Monte deNumidia y auxiliar de Gniezno, ac-tual secretario general de la Confe-rencia episcopal polaca.

    Wojciech Polak naci en Ino-wro caw, archidicesis de Gniezno,el 19 de diciembre de 1964. Recibi

    El Santo Padre ha adoptado las si-guientes disposiciones en la Con-gregacin para el clero:

    ha nombrado miembros a loscardenales: Giuseppe Betori, arzo-bispo de Florencia (Italia); RainerMaria Woelki, arzobispo de Berln(Alemania); y a monseor GintarasG ru as, arzobispo de Vilna (Litua-nia);

    ha confirmado miembros a loscardenales: Jaime Lucas Ortega yAlamino, Norberto Rivera Carrera,Crescenzio Sepe, Oscar Andrs Ro-drguez Maradiaga, S.D.B., MarcOuellet, P.S.S., Jorge Liberato UrosaSavino, Angelo Scola, Sean Patrick

    O'Malley, O.F.M.C A P., Andr VingtTrois, Odilo Pedro Scherer, JohnNjue, Donald