l´osservatore romano. 10 junio 2012

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  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 10 Junio 2012

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    Nmero suelto 1,00. Nmero atrasado

    LO S S E RVATOR E ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLA

    Non praevalebunt

    Ao XLIV, nmero 24 (2.267) Ciudad del Vaticano 10 de junio d

    El Papa clausura el Encuentro mundial de las familias relanzando la fecundidad del amor matrimonial

    La fuerza que transforma el mundoEn 2015 la prxima cita internacional en la ciudad estadounidense de Filadelfia

    Miln y la alegra cristiana

    SIGUE ENLA PGINA 12

    Un momento de la visita pastoral de Benedicto XVI a la archidiceMiln y VII Encuentro mundial de las familias, 1-3 de junio de 2012. macin y discursos del Papa en las pginas 2-13.

    Entrevista al cardenal secretario de Estado

    La fuerza de Benedicto XVI

    SIGUE ENLA P

    Entrevista al decano del Colegio cardenalicio

    Entre las murallas vaticanas

    SIGUE ENLA PGINA14

    GI O VA N N I MARIA VIAN

    Ciertamente se recordar como unode los viajes ms importantes delpontificado la estancia de BenedictoXVI, que ha unido la visita a la grandicesis de los santos Ambrosio yCarlos a la participacin, muy per-sonal y realmente extraordinaria, enel Encuentro mundial de las fami-lias. Poda resultar una superposi-cin artificiosa y, en cambio, no hasido as. Gracias a una larga y aten-ta preparacin, a la presencia incisi-va del arzobispo y a la sabidura deun Papa que cada vez sabe hablarmejor a muchsimas personas, no

    slo catlicas. As, los tres das delPapa en Miln han mostrado el ros-tro autntico de la Iglesia de Cristo,que vive en el mundo con alegra yesperanza (gaudium et spes), a pesarde las inevitables dificultades dia-r ias y de las vicisitudes a menudo

    dramticas y dolorosas. De esta fies-ta catlica y multicolor quedarnsobre todo el encuentro con las mu-chachas y los muchachos en San Si-ro, el dilogo del Papa con los re-presentantes de las familias de todoel mundo y la gran celebracin con-clusiva: tres largos momentos deuna fraternidad cristiana que por sunaturaleza no conoce confines nicerrazones.

    S, la Iglesia es la que se vio enMiln, muy lejana de la imagen quese quisiera presentar en algunos me-dios de comunicacin con represen-taciones clamorosas pero que distor-sionan los hechos, llegando incluso

    a prescindir de su realidad, aun ine-vitablemente humana y por tantoimperfecta. Y conviene recordar queaqu ciertamente no est en discu-sin el derecho, obviamente legti-

    Cuando de la informacin se pasa ala deformacin de las noticias, estavisin distorsionada puede ofuscarincluso las realidades ms positivas.Curia romana y Gobernacin son,en su conjunto, una comunidad detrabajo al servicio del Papa, aunquealguno falte a sus deberes. Diversi-dad de opinin no significa divisiny, entre los purpurados, personali-dades diversas por nacionalidad,cultura y sensibilidad expresan evi-dentemente juicios diferentes. Loscardenales de Curia alrededor delRomano Pontfice, animados todoslos das por la gran bondad de Be-nedicto XVI y por sus sabias direc-trices, estn contentos de poder tra-bajar para l. Estos son los puntosprincipales de una entrevista conce-dida a LOsservatore Romanodel cardenal decano Angelo Soda-

    no, que ha prestado servicio a laSanta Sede desde hace ms de cin-cuenta aos, diecisis de los cualescomo secretario de Estado.

    Cmo juzga el comportamiento de losmedios de comunicacin de cara a losltimos episodios que se han producidoen el Vaticano?

    La prensa t iene ciertamente lamisin de informar a la opinin p-blica sobre la Santa Sede. Por ejem-plo, he visto con mucho gusto quese ha dado gran relieve a la visitade Benedicto XVI a Miln para elEncuentro mundial de las familias:y de este modo a la contribucindel Papa y de la Iglesia para ayudara los damnificados por los terremo-

    Benedicto XVI es un hombre que es-cucha a todos; es un hombre que si-gue siendo fiel a la misin que harecibido de Cristo. Lo repite a me-nudo el cardenal Tarcisio Bertone,

    secretario de Estado, hablando delPapa Ratzinger. Y tambin lo repi-ti el lunes 4 de junio, por la no-che, respondiendo a las preguntasde Alberto Maccari, director delTG1, en una entrevista emitida a las20 horas. Y tambin quiero subra-yar aadi el cardenal secretariode Estado el hecho de que Bene-dicto XVI, como todos saben, es unhombre afable, de gran fe y de granoracin. Ciertamente no se deja ate-morizar por los ataques, de cual-quier tipo, ni tampoco por las du-ras incrustaciones de los prejui-cios.

    El cardenal Bertone aproveocasin que se le ofreci al pun balance del Encuentro mde las familias en Miln en el particip al lado del Papa

    le haba dirigido el telediarioprimera cadena de la televisiliana para ratificar algunos cotos. As, respondiendo a unagunta especfica sobre la posibde que los acontecimientos qucuentran tanto espacio en lodios de comunicacin durantedas son ilaciones instrumepara llegar a atacar a la IglesiPapa, el secretario de Estadcord que los ataques instrumles han existido siempre, en los tiempos: los recuerdos ta

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    LOSSERVATORE ROMANOEDICIN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAOLANon praevalebunt

    00120 Ciudad del Vaticanoe d .es p a n o l a @ o s s rom .v a

    http://www.osservatoreromano.vaTIPO GRAFIA VAT I C A N A EDITRICE LOS S E R VAT O R E ROMANO

    GI O VA N N I MARIA VIANdirector

    Carlo Di Ciccosubdirector

    Arturo Gutirrez L.C.encargado de la edicin

    Marta Lagovice encargado

    don Sergio Pellini S.D.B.director general

    Redaccinvia del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticanotelfono 39 06 698 99410 fax 39 06 698 81412

    Servicio fotogrficoph o t o @ oss ro m .v a

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    Tarifas de suscripcin: Italia - Vaticano: 58.00; Europa (Espaa + IVA): 100.00- $ 148.0Latina, frica, Asia: 110.00 - $ 160.00; Amrica del Norte, Oceana: 162.00 -

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    pgina 2 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nm

    Palabras del Papa a la poblacin de Miln con ocasin del VII Encuentro mundial de las familias

    Levadura evanglica en la vida personal y pblicaEn la plaza del Duomo de Miln los distintos componentes de la ciudad y de laarchidicesis milanesa acogieron al Papa el viernes 1 de junio, por la tarde, a sullegada desde Roma, con un entusiasmo del que se hicieron intrpretes el alcaldePisapia y el cardenal arzobispo Scola en sus saludos. El clima de alegra sereflej en el rostro del Pontfice, sereno y sonriente. Abrazado idealmente por lamultitud del lugar y por cientos de miles de familias catlicas comoevidenciaron los sucesivos eventos de este viaje llegadas de toda latitud paracelebrar su VIIEncuentro mundial. Publicamos el primer discurso que pronunci

    Benedicto XVI.

    Seor alcalde, distin-guidas autoridades, ve-nerados hermanos en elepiscopado y en el sa-cerdocio, queridos her-manos y hermanas de laarchidicesis de Miln:

    Os saludo cordial-mente a todos, que ha-bis venido en gran n-mero, as como a cuan-tos siguen este aconteci-miento a travs de laradio y la televisin.Gracias por vuestra ca-lurosa acogida! Agra-

    dezco al seor alcaldelas amables palabras debienvenida que me hadirigido en nombre dela comunidad cvica.Saludo con deferenciaal representante del Go-bierno, al presidente de

    vil en Italia, para socorrer a las po-blaciones damnificadas en el terre-moto de Emilia Romaa, que estnen nuestro corazn y en nuestrasoraciones, y por las cuales invito,una vez ms, a una generosa solida-

    ridad.El VII Encuentro mundial de las

    la Iglesia universal y, en partmarcarn a la Iglesia de Milnnunca ha dejado de cultivar smoria y de conservar su espriIglesia ambrosiana, custodiandprerrogativas de su rito y lassiones propias de la nica fellamada a vivir en plenitud la cidad de la Iglesia una, testimoy contribuir a enriquecerla.

    El profundo sentido eclesiasincero afecto de comunin cSucesor de Pedro forman parteriqueza y de la identidad de vIglesia a lo largo de todo su cay se manifiestan de modo lumen las figuras de los grandes res que la han gobernado. En plugar san Carlos Borromeo: hvuestra tierra. l fue, como dsiervo de Dios Pablo VI, un dor de la conciencia y de latumbres del pueblo (Discursomilaneses, 18 de marzo de 1968)fue sobre todo con la aplicaciplia, tenaz y rigurosa de las reftridentinas, con la creacin detuciones renovadoras, comenpor los seminarios, y con su ilda caridad pastoral arraigada eprofunda unin con Dios, acada de una ejemplar austeridvida. Junto con los santos Amy Carlos, deseo recordar otroslentes pastores ms cercanos a tros, que han enriquecido a lasia de Miln con la santidaddoctrina: el beato cardenal ACarlo Ferrari, apstol de la casis y de los oradores, y promola renovacin social en sentido

    familias me ofrece lagrata ocasin de visitarvuestra ciudad y reno-var los vnculos estre-chos y constantes queunen a la comunidadambrosiana con la Igle-sia de Roma y con elSucesor de Pedro. Co-mo es sabido, san Am-brosio provena de unafamilia romana y man-tuvo siempre vivo suvnculo con la CiudadEterna y con la Iglesiade Roma, manifestandoy elogiando el primadodel Obispo que la pre-

    side. En Pedro afir-ma est el funda-mento de la Iglesia y elmagisterio de la disci-plina (De virginitate,16, 105); y tambin en laconocida declaracin:Donde est Pedro, all

    dido en esta gloriosa y antigua cte-dra, el cardenal Dionigi Tettamanziy el cardenal Carlo Maria Martini.

    Dirijo un saludo particular a los

    est la Iglesia (Explanatio Psalmi40, 30, 5). La prudencia pastoral y elmagisterio de Ambrosio sobre la or-todoxia de la fe y sobre la vida cris-tiana dejarn una huella indeleble en

    representantes de las fa-milias provenientes detodo el mundo queparticipan en el VII En-cuentro mundial. Dirijoun afectuoso recuerdo acuantos tienen necesidadde ayuda y de consuelo,

    y se encuentran afligidospor varias preocupacio-nes: a las personas solaso en dificultad, a los de-sempleados, a los enfer-mos, a los encarcelados,a cuantos no tienen unacasa o lo indispensablepara vivir una vida dig-na. Que a ninguno deestos hermanos y herma-nas nuestros les falte elinters solidario y cons-tante de la colectividad.A este propsito, mecomplace lo que la di-cesis de Miln ha hechoy sigue haciendo parasalir concretamente alencuentro de las necesi-dades de las familias

    ms golpeadas por lacrisis econmico-finan-ciera, y por habersepuesto en accin de in-mediato, junto a toda laIglesia y la sociedad ci-

    tiano; el beato AIldefonso Schustecardenal de lacin, pastor incanhasta la consumacital de s mismo pfieles. Adems, descordar a dos arzob

    de Miln que llegaser Pontfices: ARatti, Papa Po XIdeterminacin se dpositiva conclusinCuestin romanaconstitucin del Ede la Ciudad del Vno; y el siervo deGiovanni Battistatini, Pablo VI, busabio, que con manperta supo guiar ya un feliz resultaconcilio Vaticanola Iglesia ambrohan madurado aalgunos frutos esples particularmentenificativos para ntiempo. Entre todo

    quiero recordar, prmente pensando efamilias, a santa GBeretta Molla, esp

    SIGUEEN LAP

    la Regin, al presidente de la Pro-vincia, as como a los dems repre-sentantes de las instituciones civilesy militares, y expreso mi aprecio porla colaboracin brindada para los di-versos momentos de esta visita. Ytambin le agradezco a usted, emi-nencia, su cordial saludo.

    Me alegra estar hoy entre vosotrosy doy las gracias a Dios, que meofrece la oportunidad de visitarvuestra ilustre ciudad. Mi primer en-cuentro con los milaneses se realiza

    en esta plaza del Duomo, coraznde Miln, donde surge el imponentemonumento smbolo de la ciudad.Con su selva de agujas invita a mirarhacia lo alto, a Dios. Precisamenteese impulso hacia el cielo ha caracte-rizado siempre a Miln y le ha per-mitido a lo largo de los tiempos res-ponder con fruto a su vocacin: seruna encrucijada Me d i o l a n u m depueblos y de culturas. De esta for-ma, la ciudad ha sabido conjugar sa-biamente el orgullo por su propiaidentidad con la capacidad de aco-ger toda contribucin positiva quese le ofreca en el transcurso de lahistoria. Tambin hoy, Miln estllamada a redescubrir este papel po-sitivo, que presagia desarrollo y pazpara toda Italia. Expreso mi agrade-cimiento cordial, una vez ms, al

    pastor de esta archidicesis, el carde-nal Angelo Scola, por la acogida ylas palabras que me ha dirigido ennombre de toda la comunidad dio-cesana; con l saludo a los obisposauxiliares y a quienes lo han prece-

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    nmero 24, domingo 10 de junio de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    En el sugestivo marco del Teatro en la Scala de Miln el Papa asisti el viernes1 de junio, por la tarde, a la ejecucin de la Sinfona n. 9 en re menor op. 125

    para solistas, coro y orquesta, de Ludwig van Beethoven, bajo la batuta delmaestro Daniel Barenboim. La ejecucin corri a cargo de la orquesta y el corodel teatro. Entre los asistentes a este concierto homenaje se contaron lasdelegaciones oficiales participantes en el Encuentro mundial de las familias, ascomo medio centenar de cardenales. Antes del concierto, el superintendente ydirector artstico de la Scala, Stphane Lissner, tom la palabra para saludar alPontfice y dedicar la velada a las poblaciones emilianas golpeadas por el sesmo.

    Al final, Benedicto XVIse dirigi al auditorio con estas palabras.

    En el concierto en la Scala de Miln

    La sombra del doloren las notas de la alegra

    Miln laica y religiosa

    S eores cardenales, ilustres au-toridades, venerados hermanosen el episcopado y en el pres-biterado, queridas delegaciones delVII Encuentro mundial de las fami-

    lias:En este lugar histrico, ante todoquiero recordar un hecho: era el 11de mayo de 1946 y Arturo Toscaninilevant la batuta para dirigir unconcierto memorable en la Scala re-construida despus de los horroresde la guerra. Narran que el granmaestro recin llegado aqu a Milnse dirigi inmediatamente a este tea-tro y en el centro de la sala comenza aplaudir para comprobar si se ha-ba mantenido intacta la proverbialacstica y, constatando que era per-fecta, exclam: Es la Scala, essiempre mi Scala!. En estas pala-bras, Es la Scala!, se encierra elsentido de este lugar, templo de lapera, punto de referencia musicaly cultural, no slo para Miln y paraItalia, sino para todo el mundo. Y laScala est profundamente vinculadaa Miln; es una de sus glorias msgrandes. Y he querido recordaraquel mayo de 1946 porque la re-construccin de la Scala fue un sig-no de esperanza para la recupera-cin de la vida de toda la ciudaddespus de las destrucciones de laguerra. Por eso, para m es un honorestar aqu con todos vosotros y ha-ber vivido, con este esplndido con-cierto, un momento de elevacin delespritu. Doy las gracias al alcalde,abogado Giuliano Pisapia; al direc-tor artstico, doctor Stphane Liss-ner, tambin por haber introducidoesta velada; y sobre todo a la or-questa y al coro del teatro en la Sca-la, a los cuatro solistas y al maestroDaniel Barenboim por la intensa yemotiva interpretacin de una de lasobras maestras en absoluto de la his-

    toria de la msica. La gestacin dela novena sinfona de Ludwig vanBeethoven fue larga y compleja, pe-ro desde los clebres primeros dieci-sis compases del primer movimien-to, se crea un clima de espera de al-go grandioso y la espera no quedadefraudada.

    Beethoven, aun siguiendo sustan-cialmente las formas y el lenguaje

    tradicional de la Sinfona clsica, ha-ce percibir algo nuevo ya desde laamplitud sin precedentes de todoslos movimientos de la obra, que seconfirma con la parte final introdu-cida por una terrible disonancia, enla que se halla el recitado con las fa-mosas palabras Oh amigos, no es-

    tos tonos; entonemos otros msatractivos y alegres!, palabras que,

    en cierto sentido, pasan pgina eintroducen el tema principal delHimno a la alegra. Es una visinideal de humanidad que Beethovendibuja con su msica: La alegraactiva en la fraternidad y en el amorrecproco, bajo la mirada paterna deDios (Luigi Della Croce). No es

    una alegra propiamente cristique Beethoven canta, pero esgra de la convivencia fraterna pueblos, de la victoria sobegosmo, y es el deseo de que

    mino de la humanidad est mapor el amor, como una invique dirige a todos ms all dequier barrera y conviccin.

    Sobre este concierto, queser una fiesta jubilosa con ode este encuentro de personasnientes de casi todas las nacionmundo, se cierne la sombra demo que ha producido gran miento a numerosos habitantnuestro pas. Las palabras todel Himno a la alegra de Ssuenan como vacas para noms an, no parecen verdaderhecho, no experimentamos laspas divinas del Elisio. No esebrios de fuego, sino ms bienlizados por el dolor ante untruccin tan grande e incompble que ha costado vidas hum

    que ha dejado a muchos sinsin hogar. Incluso nos parecetible la hiptesis de que sobrelo estrellado debe de habitbuen padre. El buen padre elo sobre el cielo estrellado? Sudad no llega hasta nosotros?tros buscamos un Dios que nona a lo lejos, sino que entra entra vida y en nuestro sufrimien

    En esta hora quisiramoslas palabras de Beethoven, Amno estos tonos..., precisamentde Schiller. No estos tonos. Ncesitamos un discurso irreal Dios lejano y de una fraternidano compromete. Estamos endel Dios cercano. Buscamos unternidad que, en medio de losmientos, sostiene al otro y asa seguir adelante. Despus d

    concierto muchos irn a la adoeucarstica, al Dios que se ha men nuestros sufrimientos y sigucindolo. Al Dios que sufre cosotros y por nosotros, y as hacitado a los hombres y las mpara compartir el sufrimiento dems y para transformarlo enPrecisamente a eso nos sentimmados por este concierto.

    As pues, gracias, una vez mla orquesta y al coro del teatroScala, a los solistas y a todos lohan hecho posible este eventocias al maestro Daniel Baretambin porque con la eleccinNovena Sinfona de Beethovepermite lanzar con la msicmensaje que afirme el valor fmental de la solidaridad, de lternidad y de la paz. Y me

    que este mensaje tambin es vpara la familia, porque es en lalia donde se experimenta por ra vez que la persona humanasido creada para vivir encerras misma, sino en relacin codems; es en la familia doncomprende cmo la propia rcin no se logra ponindosecentro, guiados por el egosmoentregndose; es en la familia se comienza a encender en elzn la luz de la paz para que ne nuestro mundo. Y gracias a vosotros por el momento que vivido juntos. Gracias de corazSIGUE ENLA PGINA6

    GI O VA N N I MARIA VIAN

    Ha sido y es la Miln laica y reli-giosa la que ha acogido y rodeadode afecto a Benedicto XVI, el suce-sor del apstol Pedro. Dos dimen-siones, la de la laicidad y la de la

    fe, de algn modo ya inscritas en lahistoria de Ambrosio, el goberna-dor de la ciudad imperial Me d i o -lanum, encrucijada en la gran llanu-ra septentrional de Italia que llega ser su obispo, sabio mediador en-tre las culturas cristianas de Orientey de Occidente. El que haba servi-do de modo ejemplar al soberanotemporal supo convertirse as, si-guiendo las huellas del Seor Jess,en servidor apasionado del invisi-ble, siempre cercano a su pueblo.

    La visita papal la cuarta en seissiglos a la que en muchos aspectos

    sigue siendo hoy la dicesis msgrande del mundo comenz bajoel signo de la acogida. Ciertamente,la que brindaron a Benedicto XVIdesde su llegada, pero tambin, co-mo teln de fondo, la capacidadpropia de los milaneses de acoger,

    subrayada por el Pontfice en sudiscurso delante de la catedral,donde lo saludaron el alcalde Giu-liano Pisapia y el arzobispo, carde-nal Angelo Scola. El papel de Mi-ln sigue siendo, en este sentido,importante, como lo demuestra suproverbial solidaridad hacia quienesms sufren por la crisis econmicay en estos das hacia las poblacio-nes de Emilia Romaa golpeadas ydesconcertadas por el terremoto, re-petidamente recordado por el Papa.

    Laica y religiosa, Miln ha acogi-do el Encuentro mundial de las fa-

    milias, y precisamente la familia sedebe redescubrir como patrimonioprincipal de la humanidad y comosigno de una verdadera y establecultura a favor del hombre. Losubray el propio Benedicto XVI,que as seal la familia como posi-

    ble terreno comn de colaboracin,con una mirada dirigida al futuro:En la clara distincin de papeles yde finalidades, la Miln positiva-mente laica y la Miln de la fe es-tn llamadas a concurrir al bien co-mn, sobre la base de una heren-cia de tradiciones civiles y religiosasimp ortantes.

    Donde est Pedro, all est laIglesia, dej escrito Ambrosio: afir-macin que en Miln result evi-dente en las oleadas de fuertes

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    pgina 4 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nm

    Homila del Santo Padre en la catedral de Miln en la Hora Media con sacerdotes, religiosos, consagrados y seminaristas

    El alma y la razn del ministerio sacerdotalcerdote y su misin; ms an, la ca-ridad pastoral es elemento unifica-dor de vida que parte de una rela-cin cada vez ms ntima con Cristoen la oracin para vivir la entregatotal de s mismos en favor del reba-

    o, de modo que el pueblo de Dioscrezca en la comunin con Dios ysea manifestacin de la comunin dela Santsima Trinidad. De hecho, ca-da una de nuestras acciones tiene

    las alegras ms grandes (EEvangelii sec. Lucam, v. 16). ElJess fue su gran atractivo, elprincipal de su reflexin y de sdicacin, y sobre todo el trmiun amor vivo e ntimo. Sin du

    amor a Jess vale para todocristianos, pero adquiere un scado singular para el sacerdotbe y para quien ha respondidvocacin a la vida consagrada

    En la maana del sbado 2 de junio,Benedicto XVIpresidi en la catedralde Miln la Hora Media con

    sacerdotes, religiosos, consagrados yseminaristas de la archidicesis. Esta

    fue la homila del Papa.

    Queridos hermanos y hermanas:

    Nos hemos reunido en oracin,respondiendo a la invitacin delhimno ambrosiano de la Hora Ter-cia: Es la hora tercia. Jess, el Se-or, sube injuriado a la cruz. Esuna clara referencia a la obedienciaamorosa de Jess a la voluntad delPadre. El misterio pascual ha dadoinicio a un tiempo nuevo: la muertey resurreccin de Cristo recrea lainocencia en la humanidad y suscitaen ella la alegra. De hecho, el him-no prosigue: Aqu comienza la po-ca de la salvacin de Cristo, Hinciam beata tempora coepere Christi gra-tia. Nos hemos reunido en la bas-lica catedral, en este Duomo, que esverdaderamente el corazn de Mi-ln. Desde aqu el pensamiento se

    extiende a la vastsima archidicesisambrosiana, que a lo largo de los si-glos y tambin en tiempos recientes

    la vida sacerdotal: un poema, undrama, un misterio nuevo, fuentede perpetua meditacin, siempreobjeto de descubrimiento y de mara-villa; [el sacerdocio] dijo s i em p rees novedad y belleza para quien le

    dedica un pensamiento amoroso,es reconocimiento de la obra deDios en nosotros (Homila en la ce-remonia de ordenacin de 46 sacerdo-tes, 21 de junio de 1958).

    y siempre en Cristo cuentra la fuente y edelo para repetir a el s a la voluntaDios. Qu lazos Cristo?, se pregusan Ambrosio, que ctensidad sorprendentdic y cultiv la virgien la Iglesia, promovtambin la dignidad mujer. A esa preguntponda: No tienede cuerda, sino vnde amor y afecto dma (De virginitate, 1

    Y, precisamente en ulebre sermn a lasnes, dijo: Cristo espara nosotros. Si tres curar tus heridasha dado a la Iglesia hombresinsignes por su santidad de vi-

    da y por su ministerio, comosan Ambrosio y san Carlos, yalgunos Pontfices de talla pococomn, como Po XI y el siervode Dios Pablo VI, y los beatoscardenales Andrea Carlo Ferrariy Alfredo Ildefonso Schuster.

    Me alegra mucho estar unpoco con vosotros. Saludo conafecto a todos, y a cada uno enparticular, y extiendo mi saludode modo especial a los que es-tn enfermos o son muy ancia-nos. Saludo con viva cordiali-dad a vuestro arzobispo, el car-denal Angelo Scola, y le agra-

    dezco sus amables palabras; sa-ludo con afecto a vuestros pas-tores emritos, los cardenalesCarlo Maria Martini y DionigiTettamanzi, con los dems car-denales y obispos presentes.

    En este momento vivimos elmisterio de la Iglesia en su ex-presin ms alta, la de la ora-cin litrgica. Nuestros labios,

    como finalidad llevar a los fie-les a la unin con el Seor yhacer crecer as la comunineclesial para la salvacin delmundo. Las tres cosas: uninpersonal con Dios, bien de laIglesia y bien de la humanidaden su totalidad no son cosasdistintas u opuestas, sino unasinfona de la fe vivida.

    El celibato sacerdotal y lavirginidad consagrada son sig-no luminoso de esta caridadpastoral y de un corazn indivi-so. En el himno de san Ambro-sio hemos cantado: Si en ti

    nace el Hijo de Dios, conservasla vida inocente. Acoger aCristo Christum susciperees un tema que vuelve a menu-do en la predicacin del santoobispo de Miln; cito un pasajede su Comentario a san Lucas:Quien acoge a Cristo en la in-timidad de su casa se sacia con

    mdico; si ests ardiendo de l es fuente refrescante; si estsmido por la iniquidad, l es jusi t ienes necesidad de ayuda,vigor; si temes la muerte, l esda; si deseas el cielo, l es el casi huyes de las tinieblas, l es lsi buscas comida, l es alim(ib., 16, 99).

    Queridos hermanos y herconsagrados, os agradezco vtestimonio y os aliento: mirad turo con confianza, contando cfidelidad de Dios, que no nos nunca, y el poder de su gracipaz de realizar siempre nuevas

    villas, tambin en nosotros y cosotros. Las antfonas de la salmde este sbado nos han llevcontemplar el misterio de la VMara. De hecho, en ella podreconocer el tipo de vida en pza y virginidad que eligi pmismo Cristo el Seor y quebin abraz su madre, la Vi

    Si Cristo, para edificarsu Iglesia, se entrega enlas manos del sacerdote,este a su vez se debe aban-donar a l s in reservas: elamor al Seor Jess es elalma y la razn del minis-terio sacerdotal, como fuepremisa para que l asig-nara a Pedro la misin deapacentar su rebao: Si-mn, me amas ms queestos? Apacienta miscorderos (Jn 21, 15). Elconcilio Vaticano II re c o r-d que Cristo es siempre

    el principio y fuente de launidad de su vida. Lospresbteros, por tanto,

    SIGUEEN LAP

    nuestro corazn y nuestra mente, enla oracin eclesial se hacen intrpre-tes de las necesidades y de los anhe-los de toda la humanidad. Con laspalabras del Salmo 118 hemos supli-cado al Seor en nombre de todoslos hombres: Inclina mi corazn atus preceptos Seor, que me al-cance tu favor (vv. 36.41). La ora-cin diaria de la Liturgia de las Ho-

    ras constituye una tarea esencial delministerio ordenado en la Iglesia.Tambin a travs del Oficio divino,que prolonga a lo largo de la jorna-da el misterio central de la Eucaris-ta, los presbteros estn unidos demodo especial al Seor Jess, vivo yoperante en el tiempo. El sacerdo-cio es un don precioso! Vosotros,queridos seminaristas que os prepa-ris para recibirlo, aprended a gus-tarlo desde ahora y vivid con empe-o el valioso tiempo en el seminario.El arzobispo Montini, durante lasordenaciones de 1958 dijo precisa-mente en esta catedral: Comienza

    (Lumen gentium, 46)vida en plena obediela voluntad de Dios.

    El himno nos ha dado tambin las pade Jess en la cruz:de la gloria de su patJess habla a la VMujer, he ah a tuJuan, he ah a tudre. Mara, MadCristo, extiende y pga tambin en nosotrdivina maternidad,que el ministerio de labra y de los sacramla vida de contemplacla actividad apostlilas mltiples formasveren, sin cansancio valenta, al serviciDios y para la edificde su Iglesia.

    En este momento qdar gracias a Dios p

    conseguirn la unidad desu vida unindose a Cristoen el conocimiento de lavoluntad del Padre y en laentrega de s mismos a fa-vor del rebao a ellos con-fiado. As, realizando lamisin del buen Pastor,encontrarn en el ejerciciomismo de la caridad pas-

    toral el vnculo de la per-feccin sacerdotal que unasu vida con su accin(Presbyterorum ordinis, 14).Precisamente sobre estacuestin afirm: en las di-versas ocupaciones, de ho-ra en hora, la unidad de lavida, la unidad del ser sa-cerdote se encuentra preci-samente en esta fuente dela amistad profunda decon Jess, en estar inte-riormente junto con l. Yno hay oposicin entre elbien de la persona del sa-

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    nmero 24, domingo 10 de junio de 2012 LOSSERVATORE ROMANO p

    El encuentro con los jvenes de la Confirmacin en el estadio Meazza de Miln

    Es posible ser santos

    Ahora habis crecido, y vosotrosmismos podis decir vuestro perso-nal s a Dios, un s libre yconsciente. El sacramento de laConfirmacin refuerza el Bautismo yderrama el Espritu Santo en abun-dancia sobre vosotros. Ahora voso-tros mismos, llenos de gratitud, te-nis la posibilidad de acoger susgrandes dones, que os ayudan, en elcamino de la vida, a ser testigos fie-les y valientes de Jess. Los donesdel Espritu son realidades estupen-

    grande es el Seor y, como lo dice lapalabra, hace que vuestra vida estllena de sabor, para que, como decaJess, seis sal de la t ierra.

    Luego el don de entendimiento, pa-ra que comprendis a fondo la Pala-bra de Dios y la verdad de la fe.

    Despus viene el don de consejo,que os guiar a descubrir el proyectode Dios para vuestra vida, para lavida de cada uno de vosotros.

    ensea a encontrar en la creacisignos, las huellas de Dios, aprender que Dios habla entiempo y me habla a m, y a acon el Evangelio el trabajo deda; a comprender que hay unfundidad y comprender esta prdidad, y as dar sentido al trtambin al que resulta difcil.

    Otro don es el de piedadmantiene viva en el corazn ladel amor a nuestro Padre quen el cielo, para que oremos a

    Queridos muchachos y muchachas:

    Para m es una gran alegra poderencontrarme con vosotros durantemi visita a vuestra ciudad. En estefamoso estadio de ftbol hoy losprotagonistas sois vosotros. Saludo avuestro arzobispo, el cardenal Ange-lo Scola, y le agradezco las palabrasque me ha dirigido. Gracias tambina don Samuele Marelli . Saludo avuestro amigo que, en nombre detodos vosotros, me ha dirigido pala-bras de bienvenida. Me alegra salu-dar a los vicarios episcopales que, ennombre del arzobispo, os han admi-nistrado o administrarn la Confir-macin. Expreso mi agradecimientoen particular a la fundacin Orato-ri Milanesi que ha organizado esteencuentro, a vuestros sacerdotes, atodos los catequistas, a los educado-res, a los padrinos y a las madrinas,y a quienes en las diversas comuni-dades parroquiales se han hechovuestros compaeros de viaje y oshan testimoniado la fe en Jesucristomuerto y resucitado, y vivo.

    Vosotros, queridos muchachos, osda da con confiaternura de hijos

    dos; para no olvirealidad fundamdel mundo y de da: que Dios exique Dios me conespera mi respuesu proyecto.

    Y, por ltimsptimo don es elde Dios antes hmos del miedo; de Dios no indicdo, sino sentir haun profundo reel respeto de la v

    dos los que dicens al Evangelio deJesucristo. Habisdescubierto el granvalor del Bautismo,el primero de los sa-cramentos, la puertade entrada a la vidacristiana. Vosotroslo habis recibidogracias a vuestrospadres, que junta-mente con los padri-nos, en vuestronombre, profesaronel Credo y se com-prometieron a edu-caros en la fe. Esta

    tad de Dios que es el verddesignio de mi vida y es mino a travs del cual lapersonal y comunitariaser buena; y hoy, con todcrisis que hay en el mund

    mos la importancia de queuno respete esta voluntaDios grabada en nuestrozn y segn la cual debvivir; y as este temor dees deseo de hacer el bien, vir en la verdad, de cump

    fue para vosotros al igual que param, hace mucho tiempo una graciainmensa. Desde aquel momento, re-nacidos por el agua y por el EsprituSanto, habis entrado a formar partede la familia de los hijos de Dios,habis llegado a ser cristianos,miembros de la Iglesia.

    das, que os permiten formaros comocristianos, vivir el Evangelio y sermiembros activos de la comunidad.Recuerdo brevemente estos dones,de los que ya nos habla el profetaIsaas y luego Jess:

    El primer don es la sabidura, queos hace descubrir cun bueno y

    Sigue el don de fortaleza, paravencer las tentaciones del mal y ha-cer siempre el bien, incluso cuandocuesta sacrificio.

    Luego el don de ciencia, no cien-cia en el sentido tcnico, como seensea en la Universidad, sino cien-cia en el sentido ms profundo, que

    voluntad de Dios.Queridos muchachos y m

    chas, toda la vida cristiana es umino, es como recorrer una que sube a un monte por tansiempre es fcil , pero subir

    SIGUEEN LAP

    estis preparando para recibir elsacramento de la Confirmacin,

    o lo habis recibido reciente-mente. S que habis realizadoun buen itinerario formativo,llamado este ao El espect-culo del Espritu. Ayudadospor este itinerario, con variasetapas, habis aprendido a re-conocer las cosas estupendasque el Espritu Santo ha hechoy hace en vuestra vida y en to-

    En el estadio Meazza de Miln, se celebr el sbado 2 dejunio, por la maana, el encuentro del Papa con losmuchachos y muchachas que se preparan para recibir el

    sacramento de la Confirmacin y los que lo han recibidorecientemente, acompaados de sus padres y catequistas. Alllegar al estadio, Benedicto XVI dio una vuelta al campo.Participaron los cardenales Bertone, secretario de Estado;Scola, arzobispo de Miln; y Tettamanzi, arzobispo emritode la dicesis ambrosiana. Al inicio del encuentro dirigi

    unas palabras de bienvenida al Papa el director de laFundacin Oratori Milanesi, don Samuele Marelli. Ennombre de todos los jvenes tom la palabra un muchacho,Giovanni Castiglioni. Para nosotros es muy bonito

    poderte acoger en este estadio donde juegan nuestros

    campeones dijo dirigindose al Papa. Ahora sin emaadi queremos decirte que eres t el campen m

    grande y tambin el entrenador del inmenso equipo qula Iglesia. Por su parte el cardenal Scola manifestalegra por esta fiesta de la fe. Benedicto XVIpronundiscurso que publicamos. La ceremonia concluy con uenorme gracias coreogrficamente reproducido en mdel campo y la suelta de cientos de globos blancos yamarillos. Poco antes de despedirse, el Santo Padre r

    regalos de varias personas, entre ellas el capitn del IJavier Zanetti, acompaado de su esposa y tres hijos,ltimo nacido hace pocas semanas. El futbolista argenregal al Papa la camiseta de su equipo con el nomb

    Benedicto y el nmero 16.

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    pgina 6 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nme

    San Ambrosio(siglo V, Miln, baslica homnima)

    A los muchachos de la Confirmacin: es posible ser santos

    Milnlaica y religiosa

    VIENEDE LAPGINA2

    El encuentro del Papa con la poblacin de Miln

    VIENEDE LAPGINA3

    El alma y la razndel ministerio

    s a c e rd o t a l

    numerosos sacerdotes ambrosia-nos, religiosos y religiosas que hangastado sus energas al servicio delEvangelio, llegando incluso al sa-crificio supremo de la vida. Algu-nos de ellos han sido propuestosal culto y a la imitacin de los fie-les tambin en tiempos recientes:los beatos sacerdotes Luigi Tala-moni, Luigi Biraghi, Luigi Monza,Carlo Gnocchi, Serafino Morazzo-ne; los beatos religiosos GiovanniMazzucconi, Luigi Monti y Cle-mente Vismara, y las religiosasMaria Anna Sala y Enrichetta Al-fieri. Por su comn intercesin pi-damos con confianza al Dador detodo don que haga siempre fecun-do el ministerio de los sacerdotes,que refuerce el testimonio de laspersonas consagradas, para mos-trar al mundo la belleza de la en-trega a Cristo y a la Iglesia; y querenueve a las familias cristianas se-gn el designio de Dios, para quesean espacios de gracia y de santi-dad, terreno frtil para las voca-ciones al sacerdocio y a la vidaconsagrada. Amn. Gracias.

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    aplausos con que saludaron alPontfice durante la oracin dela Hora Media en la catedral y

    en la fiesta extraordinaria quems tarde transform el estadiode San Siro, muy colorido ylleno de muchachos y mucha-chas de toda la dicesis, en unlugar que ser inolvidable paralos ochenta mil jvenes que sepreparan para recibir o han re-cibido recientemente la Confir-macin. Ambos momentos hanmostrado la vitalidad y el rostroms autntico de la Iglesia deCristo que quiere abrirse a to-dos.

    Y a todos, sin distincin, elPapa se dirigi idealmente ha-blando en la Scala, donde rin-di homenaje a una de las m-ximas instituciones culturales,no slo italianas, despus deuna ejecucin emocionante de

    la Novena de Beethoven dirigi-da admirablemente por DanielBarenboim. En el signo de laesperanza, a pesar del peso an-gustioso del terremoto. La es-peranza que habita, tal vez os-curamente, en el corazn de to-da persona humana. Y precisa-mente el dolor record Bene-dicto XVI muestra cmo en larealidad profunda de la vidahumana estamos en busca delDios cercano y de una frater-nidad que, en medio de los su-frimientos, sostiene a los demsy as ayuda a seguir adelante.

    madre, mujer comprometida en elmbito eclesial y civil, que hizo res-plandecer la belleza y la alegra de lafe, de la esperanza y de la caridad.

    Queridos amigos, vuestra historiaes riqusima en cultura y en fe. Estariqueza ha impregnado el arte, lamsica, la literatura, la cultura, la in-dustria, la poltica, el deporte, las ini-ciativas de solidaridad de Miln y detoda la archidicesis. Os toca ahora avosotros, herederos de un gloriosopasado y de un patrimonio espiritualde inestimable valor, comprometerospara transmitir a las generaciones fu-turas la antorcha de una tradicin

    tan luminosa. Vosotros sabis biencun urgente es introducir en el ac-tual contexto cultural la levaduraevanglica. La fe en Jesucristo, muer-to y resucitado por nosotros, vivo en-tre nosotros, debe animar todo el te-jido de la vida, personal y comunita-ria, pblica y privada, para que per-mita un bienestar estable y autnti-co, a partir de la familia, que es pre-ciso redescubrir como patrimonioprincipal de la humanidad, coeficien-te y signo de una verdadera y establecultura a favor del hombre. La iden-tidad singular de Miln no debe ais-larla ni separarla, encerrndola en smisma. Al contrario, conservando lasavia de sus races y los rasgos carac-

    tersticos de su historia, est llaa mirar al futuro con esperanzativando un vnculo ntimo y prsor con la vida de toda ItaliaEuropa. Con la clara distincipapeles y de finalidades, la Mpositivamente laica y la Milla fe estn llamadas a concurrbien comn.

    Queridos hermanos y hermgracias de nuevo por vuestra ada! Os encomiendo a la protede la Virgen Mara, que desde laalta aguja de la catedral vela mnalmente da y noche sobre estadad. A todos vosotros, que estren un gran abrazo, imparto mi tuosa bendicin. Gracias.

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    monte es una experiencia bellsimaen compaa de Jess. Con estos do-nes preciosos vuestra amistad con lser an ms verdadera y ms ntima.Esa amistad se alimenta continua-mente con el sacramento de la Euca-rista, en el que recibimos su Cuerpo

    y su Sangre. Por eso os invito a par-ticipar siempre con alegra y fidelidaden la misa dominical, cuando toda lacomunidad se rene para orar junta-mente, para escuchar la Palabra deDios y participar en el Sacrificio eu-carstico. Y acudid tambin al sacra-mento de la Penitencia, a la Confe-sin: es un encuentro con Jess, queperdona nuestros pecados y nos ayu-da a hacer el bien. Recibir el don, re-comenzar de nuevo es un gran don

    en la vida, saber que soy libre, quepuedo recomenzar, que todo estperdonado. Que no falte, adems,vuestra oracin personal de cada da.Aprended a dialogar con el Seor,habladle con confianza, contadlevuestras alegras y preocupaciones, ypedidle luz y apoyo para vuestro ca-mino.

    Queridos amigos, vosotros soisafortunados porque en vuestras pa-rroquias hay oratorios, un gran donde la dicesis de Miln. El oratorio,como lo dice la palabra, es un lugardonde se ora, pero tambin donde seest en grupo con la alegra de la fe,

    grada, no le digis no. Sera unreza equivocada. Jess os colmacorazn durante toda la vida.

    Queridos muchachos, quemuchachas, os digo con fuerza:ded a altos ideales: todos, no slgunos, pueden llegar a una altadida. Sed santos. Pero, es po

    ser santos a vuestra edad? Os resdo: ciertamente! Lo dice tamsan Ambrosio, gran santo de vuciudad, en una de sus obras, describe: Toda edad es madura Cristo (De virginitate, 40). Ytodo lo demuestra el testimoninumerosos santos coetneos vue

    se recibe catequesis, sejuega, se organizan activi-dades de servicio y deotro tipo; yo dira: seaprende a vivir. Frecuen-tad asiduamente vuestrooratorio, para madurar ca-da vez ms en el conoci-miento y en el seguimien-to del Seor. Estos sietedones del Espritu Santocrecen precisamente en es-ta comunidad donde se

    ejercita la vida en la ver-dad, con Dios. En la fa-milia obedeced a vuestrospadres, escuchad las indi-caciones que os dan, paracrecer como Jess en sa-bidura, en estatura y engracia ante Dios y antelos hombres (Lc 2, 52).Por ltimo, no seis pere-zosos, sino muchachos yjvenes comprometidos,especialmente en el estu-dio, con vistas a la vidafutura: es vuestro deberdiario y es una gran opor-tunidad que tenis paracrecer y para preparar elfuturo. Estad disponibles y sed gene-rosos con los dems, venciendo latentacin de poneros vosotros mis-mos en el centro, porque el egosmo

    es enemigo de la verdadera alegra.Si gustis ahora la belleza de formarparte de la comunidad de Jess, po-dris tambin vosotros dar vuestracontribucin para hacerla crecer y sa-bris invitar a los dems a formarparte de ella. Permitidme asimismodeciros que el Seor cada da, tam-bin hoy, aqu, os llama a cosas gran-des. Estad abiertos a lo que os sugie-re y, si os llama a seguirlo por la sen-da del sacerdocio o de la vida consa-

    como Domingo Savio o Mararetti. La santidad es la senda nodel cristiano: no est reservaunos pocos elegidos, s ino que

    abierta a todos. Naturalmente, cluz y la fuerza del Espritu Sque no nos faltar si extendnuestras manos y abrimos nuestrrazn; y con la gua de nuestradre. Quin es nuestra Madre? Madre de Jess, Mara. A ella Jnos encomend a todos, antemorir en la cruz. Que la Virgenra custodie siempre la bellezvuestro s a Jess, su Hijo, el y fiel Amigo de vuestra vida. As

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    El discurso a las autoridades civiles

    A lecciones de polticacon san Ambrosio

    El encuentro del sbado por la tarde,en el arzobispado, entre el Papa

    y el cardenal arzobispo emrito de MilnCarlo Maria Martini

    El sbado 2 de junio el Papa sereuni con las autoridades civiles ymilitares, y con los empresarios de

    Miln, en la sala del Trono delarzobispado. Despus de las palabrasde saludo que le dirigi el cardenalScola, Benedicto XVIpronunci elsiguiente discurso.

    Ilustres seores:

    Os agradezco sinceramente esteencuentro, que revela vuestros senti-

    del hombre puede considerarse divi-no; por tanto, ningn hombre esamo de otro hombre. San Ambrosio

    lo recordar con valenta al empera-dor, escribindole: Tambin t, ohaugusto emperador, eres un hom-bre (Epistula 51, 11).

    De la enseanza de san Ambrosiopodemos sacar otro elemento. Laprimera cualidad de quien gobiernaes la justicia, virtud pblica por ex-celencia, porque atae al bien de to-

    plica la responsabilidad de cadauno. Aqu se encuentra uno de losprincipales elementos de la laicidad

    del Estado: asegurar la libertad paraque todos puedan proponer su vi-sin de la vida comn, pero siempreen el respeto de los dems y en elcontexto de las leyes que miran albien de todos.

    Por otra parte, en la medida enque se supera la concepcin de unEstado confesional, resulta claro, en

    da la comunidad. Sin embargo, lajusticia no basta. San Ambrosio laacompaa con otra cualidad: el amora la libertad, que l considera ele-

    mento decisivo para distinguir a losbuenos gobernantes de los malos,pues, como se lee en otra de sus car-tas, los buenos aman la libertad, ylos malos aman la esclavitud (Epis-tula 40, 2). La libertad no es un pri-vilegio para algunos, sino un dere-cho de todos, un valioso derechoque el poder civil debe garantizar.Con todo, la libertad no significa ar-bitrio del individuo; ms bien, im-

    cualquier caso, que sus leyes debenencontrar justificacin y fuerza en laley natural, que es fundamento deun orden adecuado a la dignidad de

    la persona humana, superando unaconcepcin meramente positivista,de la que no pueden derivar indica-ciones que sean, de algn modo, decarcter tico (cf. Discurso al Parla-mento alemn, 22 de septiembre de2011). El Estado est al servicio y pa-ra la proteccin de la persona y desu bien estar en sus mltiples as-pectos, comenzando por el derechoa la vida, cuya supresin deliberada

    mientos de respeto y esti-ma hacia la Sede apostli-ca y, al mismo tiempo, mepermite, en calidad dePastor de la Iglesia uni-versal, expresaros apreciopor la obra diligente y be-nemrita que no cesis depromover para un bienes-tar civil, social y econmi-co cada vez mayor de laslaboriosas poblacionesmilanesas y lombardas.Gracias al cardenal Ange-lo Scola que ha introduci-do este momento. Al diri-giros mi deferente y cor-dial saludo a vosotros, mipensamiento va a aquelque fue vuestro ilustrepredecesor, san Ambrosio,gobernador consularisde las provincias de Ligu-ria y Ae m i l i a, con sede enla ciudad imperial de Mi-ln, lugar europeo detrnsito y de referenciadiramos hoy. Antes deser elegido obispo de Me -

    civil y de la Iglesia misma, sila aportacin que ella ha dadodava puede dar a la sociedasu experiencia, su doctrina, sucin, sus instituciones y suscon las que se ha puesto al s

    del pueblo. Basta pensar en plndida legin de los santoscaridad, de la escuela y de la ra, del cuidado de los enfermomarginados, a los que se sirvama como se sirve y se ama or. Esta tradicin sigue dandtos: la laboriosidad de los crilombardos en esos ambientes eviva y tal vez an ms signifque en el pasado. Las comuncristianas promueven estas acdes no tanto como suplencia, como sobreabundancia gratuitcaridad de Cristo y de la expetotalizadora de su fe. El tiemcrisis que estamos atravesandoms de valientes decisiones tpolticas, necesita gratuidad, record: La ciudad del hono se promueve slo con rela

    de derechos y deberes sino, ams an, con relaciones de dad, de misericordia y denin (Caritas in veritate, 6).

    Podemos recoger una ltimaliosa invitacin de san Ambrosya figura solemne y amonesest tejida en el estandarte de dad de Miln. A quienes quierlaborar en el gobierno y en lanistracin pblica san Ambropide que se hagan amar. En lDe officiis afirma: Lo que hamor, no podr nunca hacemiedo. Nada es tan til comose amar (II, 29). Por otra parazn que a su vez mueve y esvuestra activa y laboriosa preen los distintos mbitos de lpblica no puede menos devoluntad de dedicaros al bien

    ciudadanos, y, por tanto, una sin clara y un signo evidenamor. As, la poltica se ennprofundamente, convirtindouna forma elevada de caridad.

    Ilustres seores, aceptad estcillas consideraciones como sigmi profunda estima por las iciones a las que servs y por vimportante obra. Que os asisesta misin vuestra, la procontinua del cielo, de la cualser prenda y auspicio la benapostlica que os imparto atros, a vuestros colaboradorevuestras familias. Gracias.

    diolanum, de modo inesperado y ab-solutamente contra su voluntad, por-que no se senta preparado, haba si-do el responsable del orden pblico

    y haba administrado la justicia enesta ciudad. Me parecen significati-vas las palabras con que el prefectoProbo lo invit como consularis aMiln; de hecho, le dijo: Ve y ad-ministra no como un juez, sino co-mo un obispo. Y fue efectivamenteun gobernador equilibrado e ilumi-nado que supo afrontar con sabidu-ra, buen sentido y autoridad lascuestiones, sabiendo superar contras-tes y recomponer divisiones. Precisa-mente quiero detenerme brevementeen algunos principios, por los que lse rega y que siguen siendo valiosospara quienes estn llamados a la ad-ministracin pblica.

    En su comentario al Evangelio desan Lucas, san Ambrosio recuerdaque la institucin del poder derivatan bien de Dios, que quien lo ejerce

    es l mismo ministro de Dios (Expo-sitio Evangelii secundum Lucam, IV,29). Esas palabras podran parecerextraas a los hombres del tercer mi-lenio, pero indican claramente unaverdad central sobre la persona hu-mana, que es fundamento slido dela convivencia social: ningn poder

    nunca se puede permitir. Aspues, cada uno puede ver c-mo la legislacin y la obra delas instituciones estatales de-ben estar, en particular, alservicio de la familia, funda-da en el matrimonio y abiertaa la vida; y adems deben re-conocer el derecho primariode los padres a la libre edu-

    cacin y formacin de loshijos, segn el proyecto edu-cativo que ellos juzguen vli-do y pertinente. No se hacejusticia a la familia si el Esta-do no sostiene la libertad deeducacin para el bien co-mn de toda la sociedad.

    Teniendo en cuenta que elEstado existe para los ciuda-danos resulta muy valiosauna colaboracin constructivacon la Iglesia, sin duda nopor una confusin de las fi-nalidades y de las funcionesdiversas y distintas del poder

  • 7/31/2019 LOSSERVATORE ROMANO. 10 Junio 2012

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    nmero 24, domingo 10 de junio de 2012

    Dilogo del Papa con familias

    Cuando el Paraes bello, pero quizs notuo, como lo es tambinno permanece por siemse ve que el paso del ennoviazgo y luego al mdiferentes decisiones, exriores. Como he dicho

    sentimiento de amor, perificado, ha de seguir discernimiento, es decirtrar tambin la razn

    Durante la fiesta de los testimonios,que tuvo lugar el sbado 2 de junio,por la noche, en el parque milans deBresso, el Papa, improvisando, respon-di a las preguntas que le dirigieroncinco familias.

    Hola, Papa. Soy Cat Tien, vengo de Viet-nam. Tengo siete aos y te quiero presen-tar a mi familia. l es mi pap, Dan; mimam se llama Tao, y este es mi hermani-to Binh. Me gustara mucho saber algo detu familia y de cuando eras pequeo como

    yo...

    Gracias a ti, querida, y a tus padres:gracias de corazn. As que has pre-guntado cmo son los recuerdos de mi

    dables. Naturalmente, luego hacamosviajes juntos, paseos; estbamos cercade un bosque, as que caminar por losbosques era algo muy bonito: aventu-ras, juegos, etc. En una palabra, ramosun solo corazn y una sola alma, contantas experiencias comunes, incluso entiempos muy difciles, porque eran losaos de la guerra, antes de la dictadu-ra, y despus de la pobreza. Pero esteamor recproco que haba entre noso-tros, esta alegra aun por cosas simplesera grande y as se podan superar y so-portar tambin las dificultades. Me pa-rece que esto es muy importante: quetambin las pequeas cosas hayan dadoalegra, porque as se expresaba el cora-zn del otro. De este modo, crecimos

    Los modelos familiares que predominan enOccidente no nos convencen, pero somosconscientes de que tambin muchos tradi-cionalismos de nuestra frica deben ser

    superados de algn modo. Nos sentimoshechos el uno para el otro; por eso quere-mos casarnos y construir un futuro juntos.

    Tambin queremos que cada aspecto denuestra vida est orientado por los valoresdel Evangelio. Pero hablando de matrimo-nio, Santidad, hay una palabra que msque ninguna otra nos atrae y al mismotiempo nos asusta: el para siempre...

    Queridos amigos, gracias por estetestimonio. Mi oracin os acompaa eneste camino de noviazgo y espero quepodis crear, con los valores del Evan-gelio, una familia para siempre. Us-ted ha aludido a diversos tipos de ma-trimonio: conocemos el mariage coutu-mier de frica y el matrimonio occi-dental. A decir verdad, tambin en Eu-ropa haba otro modelo de matrimoniodominante hasta el siglo XIX, comoahora: a menudo, el matrimonio era enrealidad un contrato entre clanes, con

    familia: seran tantos! Quisiera decirslo alguna cosa. Para nosotros, el pun-to esencial para la familia era siempreel domingo, pero el domingo comenza-ba ya el sbado por la tarde. Mi padrenos contaba las lecturas, las lecturas deldomingo, tomadas de un libro muy di-fundido en aquel tiempo en Alemania,

    en el que tambin se explicaban lostextos. As comenzaba el domingo: en-trbamos ya en la liturgia, en una at-msfera de alegra. Al da siguiente ba-mos a misa. Mi casa est cerca de Salz-burgo y, por tanto, tenamos muchamsica Mozart, Schubert, Haydn y,cuando empezaba el Kyrie, era como sise abriera el cielo. Y, naturalmente, lue-go, en casa, era muy importante unabuena comida todos juntos. Adems,cantbamos mucho: mi hermano es ungran msico; ya de chico haca compo-siciones para todos nosotros y, as, todala familia cantaba. Mi pap tocaba lactara y cantaba; son momentos inolvi-

    en la certeza de que es bueno ser hom-bre, porque veamos que la bondad deDios se reflejaba en nuestros padres yen nuestros hermanos. Y, a decir ver-dad, cuando trato de imaginar un pococmo ser en el Paraso, se me parecesiempre al tiempo de mi juventud, demi infancia. As, en este contexto de

    confianza, de alegra y de amor, ramosfelices, y pienso que en el Paraso debe-ra ser s imilar a como era en mi juven-tud. En este sentido, espero ir a ca-sa, yendo hacia la otra parte delmundo.

    Santidad, somos Fara Andrianombonanay Serge Razafinbony, y venimos de Mada-gascar. Nos hemos conocido en Florencia,donde estamos estudiando, yo ingeniera yella economa. Somos novios desde hacecuatro aos y soamos con volver a nues-tro pas, en cuanto terminemos los estu-dios, para echar una mano a nuestra gen-te, tambin mediante nuestra profesin.

    el cual se trataba de conservar el clan,de abrir el futuro, de defender las pro-piedades, etc. Se buscaba a uno para elotro por parte del clan, esperando quefueran idneos uno para otro. As suce-da en parte tambin en nuestros pa-ses. Yo me acuerdo de que, en un pe-queo pueblo en el que iba al colegio,

    en buena parte se haca todava as. Pe-ro luego, desde el siglo XIX, viene laemancipacin del individuo, la libertadde la persona, y el matrimonio ya no sebasa en la voluntad de otros, sino en lapropia eleccin; comienza con el ena-moramiento, se convierte luego en no-viazgo y finalmente en matrimonio. Enaquel tiempo, todos estbamos conven-cidos de que ese era el nico modelojusto y de que el amor garantizaba depor s el siempre, puesto que el amores absoluto y quiere todo, tambin latotalidad del tiempo: es para siem-pre. Desafortunadamente, la realidadno era as: se ve que el enamoramiento

    han de unirse razn, seluntad. En el rito del Iglesia no pregunta: do?, sino quieres?,do?. Es decir, el enamconvertirse en verdadercando la voluntad y la mino de purificacin, d

    ra, que es el noviazgo, ddo el hombre, con todades, con el discernimienla fuerza de voluntad, S, esta es mi vida.frecuencia en la boda dmer vino es muy buenomiento. Pero no dura hbe venir un segundo vinne que fermentar y crecamor definitivo que llegte segundo vino es mque el primero. Y esto ede buscar. Y aqu es ibin que el yo no estel t, sino que se vea

    Familias de todo el mundo confiaron sus inquietudes al Pontfice al caer la tarde delsbado 2 de junio, durante la fiesta de los testimonios celebrada en la explanadamilanesa de Bresso, uno de los eventos conclusivos del VIIEncuentro mundial de las

    familias. Sentado en el centro del gran palco, el Pontfice enseguida se hall cara a caracon la pequea vietnamita Cat Tien, en traje tradicional, quien le abraz, le present a

    su familia y le hizo la primera de las seis preguntas de la concurridsima citavespertina. Intrpretes de sus coetneos fueron tambin, ante el Papa, una pareja denovios de Madagascar, una familia griega, otra de los Estados Unidos p e rooriginaria de Jamaica, un matrimonio brasileo y otro italiano de la zona de Cento,

    golpeada por el reciente terremoto. One worl family love fue el lema de esta fiestaque vivi momentos musicales e interpretaciones de personajes de televisin, cine, teatro ycirco. Al finalizar, antes de dar las buenas noches, Benedicto XVI, rodeado de algunas

    familias, enton el Padrenuestro en latn e imparti la bendicin a la multitud.Publicamos en estas pginas el dilogo entre el Papa y las familias del mundo.

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    ROMANO pg

    rante la fiesta de los testimonios en Miln

    como llegar a casa

    SIGUEEN LA

    n la comunidad de la parroquia, lalesia, los amigos. Es muy importanteto, toda la personalizacin justa, lamunin de vida con otros, con fami-

    as que se apoyan unas a otras; y slo, en esta implicacin de la comuni-ad, de los amigos, de la Iglesia, de la

    , de Dios mismo, crece un vino quele para siempre. Os felicito!

    Kalispera! Somos la familia Paleologos.nimos de Atenas. Me llamo Nikos y ellami mujer Pania. Y estos son nuestros

    s hijos, Pavlos y Lydia. Hace aos, conros dos socios, invirtiendo todo lo que te-amos, creamos una pequea sociedad deformtica. Al llegar la dursima crisisonmica actual, los clientes han dismi-uido drsticamente, y los que han queda-

    aplazan cada vez ms los pagos. Auras penas logramos pagar los sueldos des dos dependientes, y a nosotros, los so-os, nos queda muy poco: as que, cadaa que pasa, nos queda cada vez menosra mantener a nuestras familias. Nues-

    a situacin es una como tantas, una en-e millones de otras. E n la ciudad, lante va agachando la cabeza; ya nadie

    nfa en nadie, falta la esperanza. Tam-n a nosotros, aunque seguimos creyendola Providencia, se nos hace difcil pen-

    r en un futuro para nuestros hijos. Hayas y noches, Santo Padre, en los que nosrge la pregunta sobre cmo hacer para

    perder la esperanza. Qu puede decirIglesia a toda esta gente, a estas perso-

    as y familias a las que ya no quedanrs p e c t i v a s ?

    Queridos amigos, gracias por estetestimonio que me ha llegado al cora-zn y al corazn de todos nosotros.Qu podemos responder? Las pala-bras son insuficientes. Deberamos ha-cer algo concreto y todos sufrimos porel hecho de que somos incapaces de

    hacer algo concreto. Hablemos primerode la poltica: me parece que deberacrecer el sentido de responsabilidad entodos los partidos, que no prometancosas que no pueden realizar, que nobusquen slo votos para ellos, sino quesean responsables del bien de todos yque se entienda que la poltica es siem-pre tambin responsabilidad humana,moral ante Dios y los hombres. Des-pus, tambin las personas sufren y tie-nen que aceptar, naturalmente, la situa-cin tal como es, a menudo sin posibi-lidad de defenderse. Sin embargo, tam-bin podemos decir aqu: tratemos deque cada uno haga todo lo que est en

    zn a Dios, y as suscita tambin creati-vidad para encontrar soluciones. Espe-

    ramos que el Seor nos ayude, que elSeor os ayude siempre. Gracias.

    Vivimos cerca de Nueva York. Me llamoJay Rerrie, soy de origen jamaicano y tra-bajo de contable. Ella es mi mujer, Anna,

    y es maestra de apoyo. Y estos son nues-tros seis hijos, que tienen de 2 a 12 aos.

    As que se puede imaginar, Santidad, quenuestra vida est hecha de continuas ca-rreras contra el tiempo, de afanes, de ajus-tes muy complicados... Tambin para noso-tros, en Estados Unidos, una de las prio-ridades absolutas es conservar el puesto detrabajo y, para ello, no hay que atenerse alos horarios y, con frecuencia, lo que se re-

    siente son precisamente las relaciones fami-

    sus manos, que piense en s mismo, enla familia y en los otros con gran senti-do de responsabilidad, sabiendo quelos sacrificios son necesarios para seguiradelante. Tercer punto: qu podemoshacer nosotros? Esta es mi pregunta eneste momento. Pienso que quizs po-dran ayudar los hermanamientos entreciudades, entre familias, entre parro-quias. Nosotros tenemos ahora en Eu-ropa una red de hermanamientos, perose trata de intercambios culturales, cier-tamente muy buenos y tiles, pero qui-zs se requieran hermanamientos enotro sentido: que realmente una familiade Occidente, de Italia, Alemania oFrancia... se tome la responsabilidad deayudar a otra familia. Y tambin as lasparroquias, las ciudades: que asumanverdaderamente una responsabilidad,que ayuden de forma concreta. Y estadseguros: yo y tantos otros rogamos porvosotros, y esta plegaria no es slo pro-nunciar palabras, sino que abre el cora-

    liares. En verdad no siempre es fcil... Laimpresin, Santidad, es que las institucio-nes y las empresas no facilitan compaginarel tiempo del trabajo con el tiempo para la

    familia. Santidad, imaginamos que parausted tampoco es fcil conciliar sus infini-tos compromisos con el descanso. Tienealgn consejo para ayudarnos a reencon-trar esta armona necesaria? En el torbe-

    llino de tantos estmulos impuestos por lasociedad contempornea, cmo ayudar ala familia a vivir la fiesta segn el cora-

    zn de Dios?

    Es una gran cuestin, y creo enten-der este dilema entre las dos priorida-des: la prioridad del puesto de trabajoes fundamental, como lo es la prioridadde la familia. Y cmo armonizar lasdos prioridades? nicamente puedotratar de dar algn consejo. El primerpunto: hay empresas que permiten uncierto e x t ra para las familias el da delcumpleaos, etc. y comprueban queconceder un poco de libertad, al final

    hace bien tambin a la empresa, refuerza el amor por el trabajo

    puesto de trabajo. Por tanto,aqu invitar a quienes dan trpensar en la familia, a pensar en dar su aportacin para queprioridades se puedan conciliar.do punto: me parece que naturse debe buscar una cierta creativesto no siempre es fcil. Pero sllevar cada da a la familia al mgn motivo de alegra, de atencguna renuncia a la propia volunra estar juntos en familia, y acsuperar las noches, las oscuridlas que antes he hablado, pensaeste gran bien que es la familicontrar as una conciliacin deprioridades, tambin en la solicillevar cada da algo bueno. Y fite, est el domingo, la fiesta;que en Amrica se observe el doY, por tanto, este da me pare

    importante, porque el domingosamente en cuanto da del Setambin da del hombre, portamos libres. En el relato de la cesta era la intencin original dedor: que todos estemos libres En esta libertad de uno parapara s mismos, se es libre parPienso que as defendemos ladel hombre, defendiendo el domlas fiestas como das de Dios ydel hombre. Os felicito. Gracias

    Santidad, como en el resto deltambin en Brasil los fracasos mniales van aumentando. Me llamoMarta Araujo, l es Manoel Angelmos casados desde hace 34 aos

    ya abuelos. En cuanto mdico y ppeuta familiar encontramos numermilias, observando en los conflicto

    reja una dificultad mayor para peraceptar el perdn, pero en divershemos visto el deseo y la voluconstruir una nueva unin, algo dtambin para los hijos que nacenueva unin. Algunas de estas par

    se vuelven a casar desearan anuevamente a la Iglesia, pero cuaque se les niegan los sacramentoslusin es grande. Se sienten exmarcados por un juicio inapelabl

    grandes sufrimientos hieren en lo pa quien est implicado; heridas qbin forman parte del mundo, y s

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    pgina 10 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nm

    En la misa conclusiva del Encuentro mundial el Papa subraya la misin de las familias

    Para construir sociedadesde rostro humano

    SIGUEEN LAP

    caractersticas propias y compltarias, para que los dos fuerdon el uno para el otro, se valorecprocamente y realizaran unmunidad de amor y de vidamor es lo que hace de la pe

    humana la autntica imagen Trinidad, imagen de Dios. Quesposos, viviendo el matrimonos dais cualquier cosa o actisino la vida entera. Y vuestroes fecundo, en primer lugar, pasotros mismos, porque deseis lizis el bien el uno al otro, ementando la alegra del recibirdar. Es fecundo tambin en lacreacin, generosa y responsablos hijos, en el cuidado esmeraellos y en la educacin metdsabia. Es fecundo, en fin, paraciedad, porque la vida familiarprimera e insustituible escuevirtudes sociales, como el resplas personas, la gratuidad, lafianza, la responsabilidad, la sridad, la cooperacin. Queridposos, cuidad a vuestros hijos un mundo dominado por la t

    transmitidles, con serenidad yfianza, razones para vivir, lade la fe, plantendoles metas asostenindolos en la debilidadtambin vosotros, hijos, promantener siempre una relaciafecto profundo y de cuidadogente hacia vuestros padres, ybin que las relaciones entre hnos y hermanas sean una opodad para crecer en el amor.

    El proyecto de Dios sobre laja humana encuentra su plenitJesucristo, que elev el matrimosacramento. Queridos esposos,to, con un don especial del EsSanto, os hace partcipes de suesponsal, hacindoos signo damor a la Iglesia: un amor fieltal. Si, con la fuerza que vienegracia del sacramento, sabis a

    este don, renovando cada dafe, vuestro s, tambin vuesmilia vivir del amor de Dios, el modelo de la Sagrada FamiNazaret. Queridas familias, con frecuencia en la oracin lada de la Virgen Mara y de sanpara que os enseen a acogamor de Dios como ellos lo aron. Vuestra vocacin no es fvivir, especialmente hoy, peamor es una realidad maravillola nica fuerza que puede verdmente transformar el cosmomundo. Ante vosotros est elmonio de tantas familias, quelan los caminos para crecer amor: mantener una relacintante con Dios y participar enda eclesial, cultivar el dilogo,tar el punto de vista del otro

    Venerados hermanos, ilustres autori-dades, queridos hermanos y herma-nas:

    Es un gran momento de alegra ycomunin el que vivimos esta maa-na, con la celebracin del sacrificioeucarstico. Una gran asamblea, reu-nida con el Sucesor de Pedro, for-mada por fieles de muchas naciones.Es una imagen expresiva de la Igle-sia, una y universal, fundada porCristo y fruto de aquella misin que,como hemos escuchado en el Evan-gelio, Jess confi a sus Apstoles:Ir y hacer d iscpulos a todos los

    pueblos, bautizndolos en el nom-bre del Padre y del Hijo y del Esp-ritu Santo (Mt 28, 19). Saludo conafecto y reconocimiento al cardenalAngelo Scola, arzobispo de Miln, yal cardenal Ennio Antonelli, presi-dente del Consejo pontificio para la

    familia, artfices principales de esteVII Encuentro mundial de las fami-lias, as como a sus colaboradores, alos obispos auxiliares de Miln y atodos los dems obispos. Saludocon alegra a todas las autoridadespresentes. Mi abrazo cordial va diri-gido sobre todo a vosotras, queridasfamilias. Gracias por vuestra partici-pacin.

    En la segunda lectura, el apstolsan Pablo nos ha recordado que enel Bautismo hemos recibido el Esp-ritu Santo, que nos une a Cristo co-mo hermanos y como hijos nos rela-ciona con el Padre, de tal maneraque podemos gritar: Ab b a, Padre!(cf. Rm 8, 15.17). En aquel momentose nos dio un germen de vida nueva,divina, que hay que desarrollar hastasu cumplimiento definitivo en lagloria celestial; hemos sido hechos

    miembros de la Iglesia, la familia de

    Dios, sacrarium Trinitatis, segn ladefine san Ambrosio, pueblo que,como dice el concilio Vaticano II,aparece unido por la unidad del Pa-dre, del Hijo y del Espritu Santo(Lumen gentium, 4). La solemnidadlitrgica de la Santsima Trinidad,que celebramos hoy, nos invita acontemplar ese misterio, pero nosimpulsa tambin al compromiso devivir la comunin con Dios y entrenosotros segn el modelo de la Tri-nidad. Estamos llamados a acoger ytransmitir de modo concorde las ver-dades de la fe; a vivir el amor rec-proco y hacia todos, compartiendo

    gozos y sufrimientos, aprendiendo apedir y conceder el perdn, valoran-do los diferentes carismas bajo lagua de los pastores. En una pala-bra, se nos ha confiado la tarea deedificar comunidades eclesiales quesean cada vez ms una familia, capa-ces de reflejar la belleza de la Trini-dad y de evangelizar no slo con lapalabra. Ms bien dira por irradia-cin, con la fuerza del amor vivido.

    La familia, fundada en el matri-monio entre el hombre y la mujer,est tambin llamada, al igual que laIglesia, a ser imagen del Dios nicoen tres Personas. Al principio, enefecto, cre Dios al hombre a suimagen; a imagen de Dios lo cre;hombre y mujer los cre. Y los ben-dijo Dios, y les dijo: Creced, multi-plicaos (Gn 1, 27-28). Dios cre elser humano hombre y mujer, con la

    misma dignidad, pero tambin con

    Ms de un milln de fieles acogi calurosamente a Benedicto XVI el domingo 3de junio cuando, por la maana, recorri en coche panormico el parque milansde Bresso donde presidi la celebracin eucarstica conclusiva del VIIE n c u e n t romundial de las familias. Ms de cuarenta purpurados concelebraron la santamisa. El bellsimo palco de cien metros reflej los colores de los vitrales de lacatedral de Miln, ciudad anfitriona de esta gran cita. Publicamos la homilaque pronunci el Pontfice.

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    nmero 24, domingo 10 de junio de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Me alegra anunciar que el prximoEncuentro mundial de las familiastendr lugar en 2015, en Filadelfia,

    Estados Unidos. Lo dijo el Papa enel ngelus, al final de la misa en el

    parque de Bresso. Al saludar en

    lengua francesa, Benedicto XVI re c o rd tambin la beatificacin del dominicoLataste celebrada en Besanon.

    Queridos hermanos y hermanas:

    No encuentro palabras para darlas gracias por esta fiesta de Dios,por esta comunin de la familia de

    Ennio Antonelli, presidente del Con-sejo pontificio para la familia, al car-denal Angelo Scola, a la archidice-sis y a la ciudad de Miln, y a lasnumerosas personas de Italia y deotras partes que han orado y trabaja-

    do duramente para que este encuen-tro fuera un tiempo de gracia paratodos. Ahora tengo la alegra deanunciar que el prximo Encuentromundial de las familias tendr lugaren 2015 en Filadelfia, Estados Uni-dos. Dirijo mi cordial saludo al ar-zobispo Charles Chaput y a los ca-tlicos de esa gran ciudad, y espero

    creacin es el lugar preferido dondeel hombre crece y puede aprendercmo ser hombre rectamente. Sucontribucin al desarrollo integraldel hombre es insustituible. Por tan-to, hagamos todo lo posible para

    crear tambin un clima propicio parala familia y roguemos para que hayabuenas familias y para que estnunidas. Desde ahora os invito alprximo Encuentro mundial de lasfamilias en Filadelfia, en 2015. Queel Seor bendiga y custodie a las fa-milias y a todos nosotros.

    El anuncio en el ngelus al trmino de la misa

    Cita mundial en Filadelfia en 2015Espritu Santo, haga crecer a tinteriormente en la sabiduraamor y de la entrega, de modosiguiendo el ejemplo de la VMara, modelo perfecto de hijadre y esposa, los hogares sean

    vez ms templos de Dios y verdras Iglesias domsticas por la csidad de sus virtudes y la bellezla mutua unin y la constante fdad. Con alegra os anuncio qprximo Encuentro mundial dfamilias de 2015 tendr lugar eciudad de Filadelfia, en los EstUnidos de Amrica. Feliz domi

    Dios que somos nosotros.Al final de esta celebra-cin, nuestra accin degracias se dirige a Diosque nos ha donado estagran experiencia eclesial.Por mi parte, expreso miagradecimiento a todoslos que han trabajado pa-ra este evento, comenzan-do por el cardenal EnnioAntonelli, presidente del

    Consejo pontificio para lafamilia gracias, eminen-cia!, y el cardenal Ange-lo Scola, arzobispo deMiln gracias!. Tam-bin por este hermosotemplo de Dios que nosha dado. Doy las graciasa todos los responsablesde la organizacin y a to-dos los voluntarios. Y mealegra anunciar que elprximo Encuentro mun-dial de las familias tendrlugar en 2015, en Filadel-fia, Estados Unidos. Salu-do al arzobispo de Fila-

    Saludo a las famililos diversos pases degua portuguesa, aqusentes o en comuninnosotros, recordando das la mirada de la Tdad divina que, desdaurora de la creacipos sobre la obrazada y se alegr deEra muy buena!. ridas familias, sois la

    y la fiesta de Dios. Rvando el domingo Dios, haced fiesta Dios y descansad juen la Fuente de dbrota la vida para ctruir el presente y elro. Las fuerzas dison ms poderosas vuestras dificultades. tengis miedo! Sed tes con Dios. Con alos anuncio que el pmo Encuentro muser en 2015 en la ciestadounidense de delfia.

    delfia, monseor Charles Chaput, yle agradezco desde ahora la disponi-bilidad que ha ofrecido.

    Saludo afectuosamente a las fami-

    lias de lengua francesa y sobre todoa las que han venido a Miln. Enco-miendo a todas las familias a la Sa-grada Familia de Nazaret para quesean lugares donde se desarrolle lavida, familias donde Dios encuentresu lugar. Hoy participo tambin es-piritualmente en la alegra de los fie-

    encontrarme all con numerosas fa-milias de todo el mundo. Que Diosos bendiga a todos.

    Saludo cordialmente a todos losperegrinos y familias de los pasesde lengua alemana. Os agradezcovuestra participacin en este En-

    Saludo con particular afecto a losfieles de lengua espaola, que congran entusiasmo participan en esteEncuentro mundial de las familias,

    as como a aquellos que se unen es-piritualmente al mismo a travs delos medios de comunicacin. Que laSantsima Trinidad, Padre, Hijo y

    Saludo cordialmente a las fampolacas presentes aqu en Milnlas que se unen a nosotros a tde los medios de comunicacin.

    los temas tratados en estosFamilia, trabajo y fiesta, refuen vosotros el amor, la fidelidadhonestidad conyugal, alienten

    jvenes para que deser ms bien quener, para que ayudtodos a vivir el domcomo encuentro con to, en la alegra de lata de familia. Para elximo Encuentro mude las familias os invFiladelfia en Estados dos Dios mediadentro de tres aos. Emiendo a todas vuefamilias a Mara, Rde las familias.

    Queridas familias

    nesas, lombardas, italy del mundo enterosaludo a todas con ay os agradezco vuparticipacin. Os aniser siempre solidariaslas familias que atravmayores dificultpienso en la crisis ecmica y social; pienso reciente terremotoEmilia Romaa. QuVirgen Mara os acoe y os sostenga siem

    Gracias.

    les de la archidicesis deBesanon que estn reuni-dos para la celebracin dela beatificacin del padreMarie Jean-Joseph Latas-te, sacerdote de la Ordende Predicadores, apstolde la misericordia yapstol de las crceles.Me siento feliz de anun-ciar que el prximo En-cuentro mundial de las fa-milias tendr lugar en laciudad de Filadelfia, Esta-dos Unidos, en 2015. Quepor la intercesin de laVirgen Mara abris vues-tro corazn y vuestros ho-gares a Cristo.

    Al concluir esta cele-bracin dirigindonos enoracin a la Virgen Mara,quiero extender mi agra-decimiento a todos losque han contribuido alxito de este Encuentromundial de las familias,especialmente al cardenal

    cuentro mundial de las familias enMiln. Sabemos que la familia esde importancia vital para la socie-dad. Segn el plan divino de la

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    pgina 12 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nm

    Dilogo con el Papa en la fiesta de los testimonios

    mo, a opiniones diversas e incluso ala crtica, con tal de que sea respe-

    tuosa de la realidad, mientras queno se puede aceptar el intento evi-dente de difundir prejuicios persis-tentes y lugares comunes infunda-dos, como asegur el propio Bene-dicto XVI hace slo pocos das.

    Por fortuna, han sido muchos losque se han dado cuenta de esta rea-lidad tan distinta, y en este sentidohan sido significativos los comenta-rios aparecidos en dos importantesdiarios italianos. Franco Garelli enIl Messaggero ha visto en las pa-labras del Papa en Miln una pa-labra fuerte, un magisterio inspira-do, capaz de representar un punto

    de referencia religioso y moral noslo para los creyentes, mientrasque precisamente la vitalidad de lostres das ambrosianos ha permitidoa Aldo Cazzullo escribir en el Co-rriere della Sera que el mundocatlico nunca est realmente encrisis; ms an, contra la crisis pue-de ser un baluarte til a toda lasociedad plural, a la que Benedic-to XVI se dirigi con la finura y lacortesa que incluso sus crticos ledeben reconocer.

    La estancia en Miln ciertamenteha consolado al Papa, como l mis-mo ha dicho al cardenal AngeloScola, pero incluso quien lo ha vis-to y escuchado casi dos millonesde personas durante los tres das

    ha quedado sostenido en la xin, comn a toda persona hna, o reforzado en la fe cacompartida sobre todo por mumas familias de todas las partmundo. Y muchos han quimpresionados por la misericola claridad de sus palabras,las referidas a los damnificadoel terremoto y a los divorciadose han vuelto a casar, a los qIglesia debe acompaar y sosHasta el recuerdo conmovedcuando era nio y de la sencilgra cristiana de aquel tiempoes la misma que se vive tamhoy, hasta el punto de impuBenedicto XVI a comparar lafutura con esa plenitud.

    VIENEDE LAPGINA 8

    VIENEDE LAPGINA1

    Miln y la alegra cristiana

    VIENEDE LAPGINA 10

    Misa conclusiva del Encuentro mundial de las familiasde su amor. Es el da del homde sus valores: convivialidad, tad, solidaridad, cultura, cocon la naturaleza, juego, deporel da de la familia, en el que s

    juntos el sentido de la fiesta, dcuentro, del compartir, tambila participacin de la santa Queridas familias, a pesar del frentico de nuestra poca, nodis el sentido del da del Secomo el oasis en el que podemtenernos para saborear la alegrencuentro y calmar nuestra sD ios.

    Familia, trabajo, fiesta: tres de Dios, tres dimensiones de nexistencia que han de encontrequilibrio armnico. Armoniztiempo del trabajo y las exigde la familia, la profesin y lanidad y la maternidad, el trabla fiesta, es importante para truir una sociedad de rostro hno. A este respecto, privilegiadpre la lgica del ser respecto a

    tener: la primera construye,gunda termina por destruir. Essario aprender, ante todo en lalia, a creer en el amor autntque viene de Dios y nos une precisamente por eso nos trama en un nosotros, que superatras divisiones y nos convieruna sola cosa, hasta que alDios sea todo para todos (1 28) (Deus caritas est, 18). Am

    dispuestos a servir, tener pacienciacon los defectos de los dems, saberperdonar y pedir perdn, superar

    con inteligencia y humildad los posi-bles conflictos, acordar las orienta-ciones educativas, estar abiertos a lasdems familias, atentos con los po-bres, ser responsables en la sociedadcivil. Todos estos elementos constru-yen la familia. Vividlos con valenta,con la seguridad de que, en la medi-da en que vivis el amor recproco yhacia todos, con la ayuda de la gra-cia divina, os convertiris en Evan-gelio vivo, una verdadera Iglesia do-mstica (cf. Exh. ap. Familiaris con-

    sortio, 49). Quiero dirigir unas pala-bras tambin a los fieles que, auncompartiendo las enseanzas de laIglesia sobre la familia, estn marca-dos por las experiencias dolorosasdel fracaso y la separacin. Sabedque el Papa y la Iglesia os sostienenen vuestras dificultades. Os animo apermanecer unidos a vuestras comu-nidades, al mismo tiempo que espe-ro que las dicesis pongan en mar-cha adecuadas iniciativas de acogiday cercana.

    En el libro del Gnesis, Dios con-fa su creacin a la pareja humana,para que la guarde, la cultive, la en-camine segn su proyecto (cf. 1, 27-28; 2, 15). En esta indicacin de laSagrada Escritura podemos com-prender la tarea del hombre y la mu-jer como colaboradores de Dios paratransformar el mundo, a travs deltrabajo, la ciencia y la tcnica. Elhombre y la mujer son imagen deDios tambin en esta obra preciosa,que han de realizar con el mismoamor del Creador. Vemos que en lasmodernas teoras econmicas preva-lece con frecuencia una concepcinutilitarista del trabajo, la produccin

    y el mercado. El proyecto de Dios yla experiencia misma muestran, sinembargo, que no es la lgica unilate-ral del provecho propio y del mxi-mo beneficio lo que contribuye a undesarrollo armnico, al bien de la fa-milia y a edificar una sociedad msjusta, ya que supone una competen-cia exasperada, fuertes desigualda-des, degradacin del medio ambien-te, carrera consumista, pobreza enlas familias. Es ms, la mentalidadutilitarista tiende a extenderse tam-bin a las relaciones interpersonalesy familiares, reducindolas a simplesconvergencias precarias de intereses

    individuales y minando la solidezdel tejido social.

    Un ltimo elemento. El hombre,en cuanto imagen de Dios, tambinest llamado al descanso y a la fies-ta. El relato de la creacin concluyecon estas palabras: Y, habiendoconcluido el da sptimo la obra quehaba hecho, descans el da sptimode toda la obra que haba hecho. Y

    bendijo Dios el da sptimo y loconsagr (Gn 2, 2-3). Para noso-tros, los cristianos, el da de fiesta esel domingo, da del Seor, pascuasemanal. Es el da de la Iglesia,asamblea convocada por el Seor al-rededor de la mesa de la Palabra ydel sacrificio eucarstico, como esta-mos haciendo hoy, para alimentar-nos de l, entrar en su amor y vivir

    das tambin nuestras, de toda la humanidad. SantoPadre, sabemos que estas situaciones y estas personas

    son una gran preocupacin para la Iglesia: Qu pa-labras y signos de esperanza podemos darles?

    Queridos amigos, gracias por vuestro trabajotan necesario de psicoterapeutas para las familias.Gracias por todo lo que hacis por ayudar a estaspersonas que sufren. En realidad, este problemade los divorciados que se han vuelto a casar esuno de los grandes sufrimientos de la Iglesia dehoy. Y no tenemos recetas sencillas. El sufrimien-to es grande y slo podemos animar a las parro-quias, a cada uno individualmente, a que ayudena estas personas a soportar el dolor de este divor-cio. Dira que, naturalmente, sera muy importan-te la prevencin, es decir, que se profundizaradesde el inicio del enamoramiento hasta llegar a

    una decisin profunda, madura; y tambin elacompaamiento durante el matrimonio, para quelas familias nunca estn solas, sino realmenteacompaadas en su camino. Y luego, por lo quese refiere a estas personas, debemos decir comousted ha hecho notar que la Iglesia las ama, yellas deben ver y sentir este amor. Me parece unagran tarea de una parroquia, de una comunidadcatlica, el hacer realmente lo posible para que

    sientan que son amadas, aceptadas, que no estnfuera aunque no puedan recibir la absolucin yla Eucarista: deben ver que aun as viven plena-mente en la Iglesia. A lo mejor, si no es posible laabsolucin en la Confesin, es muy importantesin embargo un contacto permanente con un sa-cerdote, con un director espiritual, para que pue-dan ver que son acompaadas, guiadas. Adems,es muy valioso que sientan que la Eucarista esverdadera y participada si realmente entran en co-

    munin con el Cuerpo de Cristo. Aun sin cepcin corporal del sacramento, podemtar espiritualmente unidos a Cristo en su CuY hacer entender que esto es importante. Qcuentren realmente la posibilidad de vivir uda de fe, con la Palabra de Dios, con la nin de la Iglesia y puedan ver que su sufrito es un don para la Iglesia, porque sirve as

    dos para defender tambin la estabilidaamor, del matrimonio; y que este sufrimienes slo un tormento fsico y psicolgico, sintambin es un sufrir en la comunidad de lasia por los grandes valores de nuestra fe. Pque su sufrimiento, si se acepta de verdadriormente, es un don para la Iglesia. Debenque precisamente de esa manera sirven a lasia, estn en el corazn de la Iglesia. Gracivuestro compromiso.

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    nmero 24, domingo 10 de junio de 2012 LOSSERVATORE ROMANO pg

    Palabras del Pontfice en el almuerzo en el arzobispado

    El Seor tiene en su manoel corazn de los hombres

    En la Universidad Catlica del Sagrado Corazn

    Comida de solidaridad del Papaa cien familias

    Distribucin extraordinariade LOsservatore Romano

    El Papa est aqu con vosotros. Ha querido l esta comida y me hapedido que os transmita su saludo. Tambin est presente aqu, entretodos vosotros, el Seor. Lo dijo el cardenal Ennio Antonelli,presidente del Consejo pontificio para la familia, al bendecir, eldomingo 3 de junio, en el comedor de la Universidad Catlica delSagrado Corazn, la comida que el Pontfice quiso ofrecer a cienfamilias necesitadas. La Critas ambrosiana sirvi la Comida de lasolidaridad a cerca de trescientas personas de varias nacionalidades,elegidas entre las familias atendidas en los centros de acogida dealgunas instituciones caritativas de Miln. El cardenal Antonelli recordel tema del VII Encuentro mundial de las familias y del Congresoteolgico-pastoral, subrayando que para hacer fiesta hace falta la mesadel Seor y la mesa de familia. Y nosotros somos una gran familia defamilias. Se hallaba tambin presente, entre otros, el vicario general dela archidiceis, monseor Mario Delpini, que transmiti el saludo delcardenal Scola. Ante las reliquias de san Carlos Borrom

    El sbado 2 de junio en la catedral, tras presidir la celebracin de la HoMedia con el clero ambrosiano al que se unieron los religiosos y losseminaristas, antes de dejar el templo, el Pontfice baj a la cripta paravenerar las reliquias del santo cardenal arzobispo de Miln, Carlos Borro

    Al final del almuerzo celebrado en elarzobispado milans el domingo 3 de

    junio, los cardenales Scola y Tettamanzidirigieron palabras de saludo al Papa.

    El arzobispo emrito le entreg ademsuna valiosa copia del Evangeliarioambrosiano realizada por grandesartistas actuales que lleva en portada

    una representacin iconogrfica de laJerusaln del cielo. Benedicto XVIrespondi, improvisando, con las

    siguientes palabras.

    Queridos amigos, me parece muyhermoso el hecho de que al final ha-yamos llegado de nuevo a la Palabrade Dios, que es la clave de la vida, laclave del pensar, del vivir: as comen-zamos y concluimos con la Palabrade Dios. Estamos en el mbito de laverdadera vida. Y simplemente quie-ro dar las gracias por todo lo que he

    vivido en estos das: por estariencia de la Iglesia viva.

    Aunque alguna vez se puedasar que la barca de Pedro se entra realmente a merced de los vcontrarios difciles, vemos que or est presente, vivo; que elcitado est realmente vivo y tie

    su mano el gobierno del mundcorazn de los hombres. Esta riencia de que la Iglesia estque vive por el amor de Dios, qve por Cristo Resucitado, es mos decir el don de estos daeso, demos gracias ante todo o r.

    Y gracias tambin al cardenala, al cardenal Tettamanzi, a suboradores, a todos son numlos que han colaborado y a los que han festejado con nosot

    Con ocasin del VII Encuentro mundial de las familias en Miln sepromovi una distribucin extraordinaria de LOsservatore Romano. Laoficina de difusin de nuestro peridico que impuls la iniciativa encolaboracin con la fundacin Milano Famiglie 2012 estableci unstand en la feria de Milano City del 30 de mayo al 3 de junio. Con laayuda de seis voluntarios, cada da se pusieron a disposicin de losvisitantes dos mil copias del diario junto a material promocional. Enesta cita mundial se dio adems la bienvenida a los nuevos suscriptorescon una oferta del veinticinco por ciento de descuento. Se distribuyeronigualmente copias del peridico en los puntos de informacin y en lasala de prensa de la feria.

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    pgina 14 LOSSERVATORE ROMANO domingo 10 de junio de 2012, nmer

    Entre las murallas vaticanas La fuerza de Benedicto XVIVIENEDE LAPGINA 1 VIENEDE LAPGINA1

    Benedicto XVI, acompaado del cardenal secretario de Estado,Tarcisio Bertone, al trmino del concierto

    con ocasin del VIIEncuentro mundial de las familias

    (Teatro en la Scala, Miln, 1 de junio de 2012)

    Benedicto XVI, en la misa por su 85 cumpleaos,saluda al cardenal Angelo Sodano en la capilla

    Paulina del palacio apostlico, 16 de abril de 2012

    tos en Emilia Romaa y para apoyara los cristianos de Nigeria, probadospor acontecimientos dramticos. Sinembargo, viene espontneamente unjuicio distinto cuando de la informa-cin se pasa a la deformacin de lasnoticias. En realidad, frente a los fe-

    nmenos negativos algunas veces seda la tentacin de enmarcarlos enuna visin distorsionada que puede

    controversias? Por ejemplo, entre Pa-blo y Bernab en el anuncio delEvangelio. Se produjo una grantensin, hasta el punto de que se se-pararon el uno del otro se lee en losHechos de los Apstoles (15, 39). YBernab fue a Chipre, mientras quePablo se dirigi a Siria. Durante lossiglos han surgido en la Iglesia las

    rdenes religiosas ms variadas. En-tre sus mtodos apostlicos aparecena veces contraposiciones, pero des-

    en lo que concierne a mi experien-cia de Iglesia, por ejemplo en lostiempos de Pablo VI, que al finalno son tan lejanos.