AlternativaSemanario

Montevideo, 15 de abril de 2013 – Época II Nº 82

Libertad, Siempre LibertadLibertad, Siempre LibertadPropuesta para prevenir la violencia

Registro “Hincha del Deporte”

El diputado colorado Fitzgerald Cantero Piali (Vamos Uruguay) presentó un proyecto de ley que tiene por finalidad atacar dos de los principales factores de inestabilidad en la seguridad de los distintos espectáculos deportivos que se organizan en el país como lo son la violencia y la reventa de entradas.

Según manifiesta en su exposición de motivos, en esta primera instancia está pensado solamente para los espectáculos deportivos, pero no impide que la utilización del Registro “Hincha del Deporte” pueda ampliar sus prestaciones para todos los espectáculos públicos.

La idea central gira en la expedición de un código electrónico (“Código del Hincha del Deporte”), gratuito, expedido por el Ministerio del Interior, que se podrá gestionar vía internet, obligatorio para todos los habitantes de la República y para los extranjeros que deseen

concurrir a un espectáculo deportivo en el país.

Para expedir dicho código, el Ministerio deberá tener en cuenta los antecedentes penales de la persona (ya sea mayor o menor de edad) o denuncias policiales de violencia familiar o doméstica. Una persona con determinados antecedentes que serán previstos en la reglamentación, no podrá acceder a dicho código, o será suspendido en su goce.

Asimismo se procurará la mayor colaboración internacional para el intercambio de datos de personas con antecedentes como los mencionados.

La presentación de dicho código junto a la cédula de identidad será obligatoria para la adquisición de la entrada al espectáculo deportivo. La entrada será impresa en el momento y se emitirá con el nombre y número de cédula de identidad de la persona. Al momento del ingreso al espectáculo, la persona deberá presentar la cédula de identidad y su entrada nominativa, que contendrá asimismo un código de barras que deberá ser registrado electrónicamente en la máquina receptora cuya instalación será obligatoria para el propietario del local donde se desarrollará el espectáculo (del mismo modo que funcionan actualmente en el servicio público de pasajeros), con un

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molinete que permitirá el acceso.

Las autoridades judiciales deberán comunicar, en forma opcional u obligatoria -si se tratara de hechos relacionados al deporte- al Registro de Hinchas del Deporte que se crea en esta ley y que funcionará bajo la órbita del Ministerio del Interior, el procesamiento de todas las personas a los efectos de que se suspenda y bloquee la expedición del “Código del Hincha del Deporte” por el tiempo que corresponda, y ello impedirá la venta de cualquier entrada a un espectáculo deportivo.

Con este mecanismo se logrará impedir que personas con antecedentes de violencia puedan ingresar al espectáculo, pudiéndose identificar al 100% de los concurrentes al mismo en caso de ser necesario, como

asimismo se impedirá la reventa de entradas, ya que las mismas sólo podrán expedirse mediante la presentación del documento de identidad y el código correspondiente.

También se prevén medidas complementarias para garantizar la seguridad, como la obligación del uso de recursos tecnológicos antes, durante y después del desarrollo del evento.

Por último se disponen determinadas medidas a los efectos de que los clubes o personas vinculadas a ellos e incluso sus jugadores, no apoyen de manera alguna la concurrencia de los mal llamados “barrabravas” a los espectáculos. En la página web www.vamos10520.com.uy se puede acceder al texto de este proyecto de ley.

Alternativa es una publicación semanal producida con la colaboración de adherentes y de amigos de Alternativa Independiente, así como por el apoyo, con artículos de opinión e información, de otros actores políticos, sociales y técnicos, cuyo objetivo es difundir las actividades de interés social, cultural y político que hacen a nuestro país, al Partido Colorado y a nuestra Agrupación, así como difundir artículos de los diversos medios de comunicación, que pueden resultar de particular interés.Nota: Las opiniones e informaciones vertidas son de exclusiva responsabilidad de quienes suscriben los artículos, no comprometiendo la opinión de la publicación ni de la agrupación política.Contacto: Tel. 099.777.269, E-mail: alternativa520@gmail.comDirección: Fitzgerald Cantero Piali. Coordinación General: Leonardo Monzillo CostaColabora en este número: Rodolfo Balakier; Dr. Jorge Alejandro Suárez Saponaro; Guillermo Facello; Javier Suárez.

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¿Qué tendrá que ver?Por Fitzgerald Cantero Piali

Hizo bien el presidente de la República al pedir disculpas, por sus desubicados dichos sobre la presidente argentina y su difunto esposo. A pesar de haber negado que tales improperios tuvieran esos destinatarios y haber mentido, diciendo que él había hablado de Brasil, es bueno que se haya disculpado.

Lamentablemente para hacerlo, cayó en una serie de sin sentidos que mezclaron y confundieron más aún.

Es bueno reparar que todo esto detonó cuando se conocieron sus palabras sin percatarse de que los micrófonos estaban encendidos (“off the record”), pero pocas horas después se conoció una entrevista, con el mensuario Lento y grabadora mediante (“on the record”) en donde se despachó en peores términos.

Repito, es bueno que las disculpas lleguen, pero no es bueno que se pongan las excusas que puso el primer mandatario. Siempre busca que la culpa sea ajena.

Cuando el entonces presidente Jorge Batlle, tuvo una salida de tono similar, creyendo que la cámara se había apagado, pidió disculpas, pero no responsabilizó a nadie, se hizo él responsable, como correspondía. No había otro responsable más que él.

Con José Mujica pasa lo mismo. Sin embargo, en una falaz argumentación que bien podría ser un parlamento humorístico, responsabilizó a Carlos Gardel, al

mercado, a su origen humilde, a su pasado de preso común y guerrillero, y -como no podía faltar- a la prensa y a la oposición.

El Mago tiene la culpa de haber traído el vocabulario “del bajo”. El mercado, seguramente será por la provisión de micrófonos y grabadoras. ¡De locos!

Pobre, honrado y bien hablado

Me quiero detener en la excusa de haberse criado en un origen humilde. ¿Qué tendrá que ver eso? Además de discriminatorio con quienes tenemos ese origen, es absolutamente injusto.

En buena parte del Frente Amplio (FA), existe la convicción de que la delincuencia está directamente relacionada a la pobreza. Hace poco el mismo Mujica, se refería en esos términos. Ello también es injusto y falso. Es una afrenta a los pobres, honrados y bien hablados que son la mayoría.

No es admisible que utilice a los pobres para excusarse de hablar como un “reo” al decir de sus palabras.

Que culpe a la prensa y a la oposición, es tan común que ya no da ni para comentar. Basta leer lo que decían los dirigentes del FA -Mujica incluido- cuando Batlle cometió el error de insultar a los argentinos.

Parafraseando a José Hernández, en uno de los pasajes de su Martín Fierro (“no es vergüenza ser pobre y es vergüenza ser ladrón”) digo: no es vergüenza ser pobre y honrado y sí ser presidente y mal hablado.

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La alarmante pérdida de autoridadPor Rodolfo Balakier

Varios han sido los autores que, a lo largo de la historia, han dado consejos al “príncipe” acerca de cómo gobernar. Quizás los más conocidos son aquellos emanados del homónimo libro de Nicolás Maquiavelo los cuales buscan que el monarca aplique en su gobierno desde la “astucia del zorro” hasta la “fuerza del león”.

No obstante también existen unos, casi desapercibidos, consejos que el filósofo chino Confucio brindó a los príncipes de turno, allá por el año 500 A.C.

La mayoría de los mismos pueden resumirse en la siguiente frase: “el príncipe ha de gobernar con el ejemplo”, ya sea

moral, ético o de acción, el gobernante siempre debe dar el ejemplo.

En nuestro Uruguay actual basta con ver lo ocurrido una semana atrás con nuestro presidente Mujica, para ver lo lejos que estamos de este concepto. Basta con leer apenas por arriba los motes con los que el periodista peronista, Horacio Verbitsky, se ha referido a nuestro primer mandatario y a nuestro país, para corroborar el efecto inmediato que los desatinos presidenciales pueden tener sobre la figura del Estado y del país en general.

Desde “Estado tapón” hasta “chacarero”, entre otras denigrantes expresiones hacia la investidura presidencial y hacia nuestro Estado en general. Es que cuando uno falta el respeto (ya sea con micrófono abierto, cerrado, en público o en privado) pierde respeto y no tarda mucho tiempo en volverse un verdadero “bufón” (término también

utilizado por Verbitsky para referirse a José Mujica).

De esta forma lenta, pero inexorablemente, las instituciones del Estado van perdiendo autoridad y ello pronto se va haciendo patente en todo el entramado institucional.

Desde el maestro de escuela frente a sus alumnos, hasta el policía o enl enfermero en la salud pública, todo representante del poder del Estado termina por verse afectado.

Si se pierde el respeto desde la cabeza, qué podemos dejar para el resto de las Instituciones.

Al respecto dos preocupantes aconte-cimientos han tomado estado público en el último mes, dos brutales golpizas a funcionarios policiales, dos de ellos a las afueras de un liceo, el otro en plena Plaza 1° de Mayo, donde el policía agredido debió defenderse, en última instancia, con su arma de reglamento dando

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muerte a uno de sus agresores.

Hechos inconcebibles hace apenas un par de años atrás e inimaginables hace un par de décadas, donde el policía era referente social del barrio y respaldo cívico del ciudadano.

Pero el discurso político de la izquierda, allá por los 60’, fue el primero en cuestionar la autoridad moral de las Instituciones. El policía “botón”, la “educación burguesa”, el “Estado represor”, entre otros tantos motes destinados a socavar la legalidad y la autoridad del Estado.

A ello se le sumó el relativismo moral propio de la postmodernidad el que, como una corriente imparable, se desparramó por el mundo como ola

sobre la arena.

Así llegamos a un presente donde la falta de respeto se ha vuelto moneda corriente dentro de determinados sectores sociales del país.

Como docente lo viví con alumnos de diversos barrios de la capital (no siempre de asentamientos), los cuales no respetaban la autoridad del maestro. Peor aun, los padres tampoco lo hacían.

Esos niños después se vuelven adolescentes y no respetan la autoridad del profesor, después se convierten en hombres y no respetan autoridad alguna, ni siquiera la de un policía.

La falta de autoridad, devenida en falta de respeto se ha hecho carne

en nuestra sociedad, entre pares, hacia las Instituciones y entre nosotros.

Lentamente nos dirigimos hacia un “vale todo” donde la impunidad se vuelve moneda corriente y ni siquiera se respeta a un policía armado.

Desde la oposición atacando la autoridad del Estado o como gobierno dando un pésimo ejemplo de respeto hacia las Instituciones, es innegable que la izquierda nacional está cosechando aquello que se encargó de pregonar durante sus años más radicales: derroque-mos las Instituciones y gobernemos entre la anarquía, al fin y al cabo, como versa el viejo dicho popular “a mar revuelto, ganancia de pescadores”.

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Desde Argentina: La necesidad de cambiar los vínculos con Uruguay

Uruguay: nuestro aliado,nuestro socio estratégico

Dr Jorge Alejandro Suárez Saponaro

En medios de comunica-ción argentinos trascendió declaraciones del vicepre-sidente uruguayo, en la cual señalaba que las relaciones con Argentina estaba en un punto bajo, especialmente por razones comerciales, dado la política de control de cambios aplicada en dicho país, que ha repercutido en restricciones en materia de importación de bienes y servicios. Una vez más el MERCOSUR se transforma en una ficción. Las relaciones con Uruguay han sido difíciles desde la “crisis de las papeleras”, destacán-dose las diferencias por el dragado y señalización de determinados canales del

Río de la Plata, problemas comerciales por las restricciones a la importación, etc.

La Argentina y Uruguay tienen estrechos lazos históricos y culturales, únicos en la región y en el mundo (solo comparable a los casos de Rumania y Moldavia, dos estados culturalmente muy simila-res), a lo que cabe unirle una geopolítica que nos habla de cooperación, no de conflicto. El MERCOSUR cuenta con un socio de aspiraciones hegemónicas, Brasil, que por su magnitud y peso estratégico, inexorablemente lleva a que los otros socios se transformen en satélites, sino toman medidas destina-das a balancear dicho dese-quilibrio. Ahora la incorpo-ración de Venezuela al Mercado Común del Sur, con un gobierno que preten-de mantener el protagonismo político en la región, plantea la necesidad de revisar las relaciones entre los llamados

“socios menores”.

La Argentina y Uruguay por las similitudes antes descriptas podrían explotar-las hábilmente a fin de desarrollar una agenda común de cooperación en diferentes ámbitos. El objetivo deberá girar en estudiar la complementa-ción de sus economías, a fin de poder desarrollar una estrategia de exportación hacia los mercados de los países emergentes. En este marco nuestros países deberían trabajar en programas de desarrollo de infraestructura que mejore las conexiones internas. Esto es un debate pendiente en el MERCOSUR; nuestros países por su extensión precisan modernizar sus redes ferroviarias, puertos, mejorar las vías fluviales a fin de desarrollar zonas hoy postergadas, lo que le permitiría transformarlas en nuevos polos de desarrollo. Es necesario hablar con Montevideo sobre el desa-

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rrollo de la cuenca del Río Uruguay, reflotar el “tren de los pueblos libres” (en particular para cargas), etc.

En materia agropecuaria, podríamos seguir el ejemplo de la Unión Europea, y Argentina y Uruguay podrían ser el ejemplo para llevarlo al resto del MERCOSUR, en la adopción de estándares únicos de calidad agroali-mentaria y la adopción de una “Política Agraria Común” que permita sortear barreras paraarancelarias impuestas por países líderes y ganar nuevos mercados, que por limitados que sean pueden ser la salvación y la prosperidad para muchos pequeños productores. Frente a China, un país que por su tamaño y creciente poder, es preciso que nos unamos a fin de obtener acuerdos razo-nables, lo ideal sería que con dicho país negociara el Bloque, pero por razones políticas e intereses de Brasil, queda como posibili-dad que lo puedan por ahora hacer conjuntamente Uru-guay y Argentina. Otro punto a tener en cuenta es trabajar juntos para reducir los costos de flete marítimo, desarro-llando capacidades naciona-les propias en la materia, aprovechando los astilleros

ociosos de un lado y otro de la ribera del Río de la Plata.

La Agenda debe abarcar otros puntos, sensibles para las partes, como es la seguridad, desde una visión integral. La Argentina está en capacidad de cooperar para que Uruguay cuente con radares para vigilar su espacio aéreo, modernizar sus aviones de ataque liviano IA-58 Pucará. Es preciso desarrollar meca-nismos de control de fronteras coordi-nados utilizando inteligente-mente los limitados recursos que disponemos, pueden tener resultados extraordina-rios en la lucha contra el narcotráfico y contrabando.

La situación en el Atlántico Sur es complicada para la Argentina debido a la creciente militarización y por la campaña de exploración petrolera impulsada por Londres (en abierta contra-vención a las resoluciones de la ONU), dado los limitados medios de presión con que cuenta la Argentina, es preciso revisar las relaciones con sus países vecinos. Es de vital importancia la estrecha cooperación con ellos a fin de limitar y/o restringir el apoyo logístico a dicha campaña de exploración petrolera, además de la

cuestión de la pesca que tanto daño ha hecho al sector pesquero argentino. El go-bierno argentino ha solici-tado en reiteradas veces el apoyo de los países del área, pero sin “moneda de cambio”. Es por ello que Argentina debe revisar sus políticas comerciales y sus “idas y venidas” en materia de política exterior.

En los medios trascendió que la política comercial urugua-ya tendría como prioridad Brasil, algo sumamente per-judicial, porque no solo afecta en menor o mayor medida la economía argenti-na, sino que tiene impacto en lo político. Esto es un hecho grave y debe ser un llamado de atención a los responsa-bles de la política exterior argentina.

Esperemos que estos “inci-dentes” no continúen, a fin de evitar situaciones mas conflictivas, y se pueda reconstruir las relaciones con Uruguay, en el marco de una verdadera Alianza Estraté-gica, a fin de consensuar intereses comunes para hacer frente a un mundo cada vez más complicado, conflictivo y competitivo.

Si aquel que divide impera, los que se unen prevalecen.

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Días perdidos y horas de clase no dictadas en la educación pública de Uruguay durante el año 2012 Por Robert Silva García (1) *

En Uruguay se han desarrollado desde hace décadas, acciones en los distintos niveles educativos para ampliar el tiempo pedagógico existiendo consenso respecto de la necesidad de aumentar las horas y los días en que los alumnos asisten a los centros educativos, siendo ello una condición necesaria pero no suficiente para lograr una educación de calidad.

Los días y horas de clase que integran el calendario establecido por la autoridad educativa de Uruguay, están por debajo de los niveles de otros países considerados, tal

como surge de la información recopilada.

Los días y horas de clase dictados efectivamente en la educación pública de Uruguay fueron durante el año 2012, bastante menos que los previstos según el subsistema educativo que se analice.

El inicio del año lectivo estuvo marcado por situaciones de pérdidas de clases por cuestiones vinculadas con la infraestructura educativa, lo que aparejó movilizaciones de los sindicatos y de padres y alumnos. Se afectaron 20 centros educativos públicos que atienden a 12.000 estudiantes distribuidos en 427 grupos.

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Sin tener en cuenta las situaciones específicas que puedan haberse suscitado en cada centro educativo en particular, seconstata que en la educación primaria de Montevideo se suspendieron 6 días las clases y en el interior 3 días, en educación secundaria se perdieron total o parcialmente, 23 días de clase en Montevideo y 9 en el interior y en educación técnico profesional no se dictaron, total o parcialmente, 9 días de clase en Montevideo y 8 en el interior.

En definitiva, en Montevideo se impartieron 178 días de clase en educación primaria, 148 en educación secundaria básica (lunes a viernes) y 133 en educación secundaria superior (Bachilleratos). En el interior del país la situación fue diferente, 181/182 días en educación primaria, 160/161 en educación secundaria básica (lunes a viernes) y 145/146 en educación secundaria superior.

En educación primaria pública a pesar de no haber alcanzado la meta establecida de 190 días al año, se constata un esfuerzo por aumentar los días efectivos de clase, sin perjuicio de que las horas de clase continúan siendo muy bajas (4 horas diarias con 30‘ de recreo) con excepción de las Escuelas de Tiempo Completo (10, 5 % de la matrícula) en donde se imparten 7 horas y media y las Escuelas Rurales (6 % de la matrícula) en donde los alumnos concurren 5 horas.

La situación más crítica está en educación secundaria pública ya que:

- Los jóvenes del ciclo básico de Montevideo en los centros que funcionan de lunes a viernes, perdieron el 12.5 % de las horas y contaron con 148 días efectivos de clase. Los centros educativos que funcionan

de lunes a sábado perdieron el 11 % de las horas, dictando 182 días de clase.

- Algunos centros educativos de Montevideo, al sumar las pérdidas de días por causa de problemas de infraestructura, paros y otras suspensiones, no dictaron más de 30 días de clase lo que equivale a un mes y medio de cursos, en otras pa- labras el 18 % de las horas de clase que debieron recibir.

- En Bachillerato se dictaron solamente 133 días de clase durante el año 2012 en el departamento de Montevideo, sin perjuicio de constatarse centros con 120 días efectivos de cursos. En el interior se llegó a los 145/146 días de clase en este nivel educativo.

- Los centros educativos de Bachillerato en Montevideo perdieron el 14 % de horas de clase que debieron impartirse.

De la comparativa internacional surge que todos los sistemas educativos de los países considerados, tienen como mínimo 180/190 días de clase establecidos como obligatorios llegándose a 220 días en algunos casos, siendo notoria la diferencia existente con los días de clase que efectivamente se dictan en el Uruguay.

En relación con las horas reloj de clase en el departamento de Montevideo, se debieron cumplir 736 en educación primaria y se llegó a 712, en educación secundaria básica se impartieron 888 cuando correspondía 1015 y en educación secundaria superior los alumnos recibieron 665 en lugar de las 770 horas previstas.

Respecto de las horas de clase que se imparten en los otros sistemas educativos el Uruguay está en una situación de desventaja particularmente en educación primaria y en

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educación media superior, ya que la carga horaria impartida equivale a un 85 % y 69 % respectivamente de la media de los países considerados.

La pérdida de eficiencia en el gasto público y en la gestión de la ANEP puede traducirse en pesos constantes a valores de 2011, en U$S 21.363.835. Esta cifra deriva de un cálculo conservador ya que en el mismo no se computó el costo de salarios docentes durante los días en que las suspensiones se generaron como causa de los paros. Sin perjuicio, la realidad indica que muchos docentes concurren igualmente a los centros educativos no pudiendo, en varias circunstancias, dictar los cursos por inasistencia de estudiantes pero cobrando su salario en forma normal.

En definitiva, pretende ser éste un aporte para la discusión de un tema trascedente para la vida del país y que involucra a miles de niños y jóvenes, así como a sus respectivas familias. Nadie niega que cuando de transformar y cambiar a la educación se trata

hablar de la extensión del tiempo pedagógico resulta algo imposible de eludir. Por el ello la necesidad de conocer efectivamente la realidad nacional en esta materia, principalmente en educación primaria y educación secundaria, con el propósito de estimular la toma de decisión por quienes tienen responsabilidades asignadas.

Desde el Observatorio de la Educación de la FUNDAPRO continuaremos en esta línea, aportando y generando insumos que permitan poner sobre la mesa cuestiones como las tratadas en este documento. Este reporte entonces, pretende colaborar e incentivar el intercambio de opiniones y puntos de vista en el entendido de que la educación es la herramienta fundamental para la generación de oportunidades y transformaciones a nivel general y a nivel de cada uno de los uruguayos. (1) Dr. en Derecho y Ciencias Sociales, Docente en Educación Técnico Profesional

* Conclusiones del Reporte N° 1/2013 del Observatorio FUNDAPRO de la Educación, Abril de 2013 Foto: semanarioreconquista.blogspot.com

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En cualquier momento viene un pajaritoPor Guillermo Facello

Quiero aprovechar estos minutos de exposición en el pleno de la Cámara de Diputados para realizar una reflexión en voz alta, que muy probablemente los compañeros no escucharán, pues a veces “la caja de resonancia” que es el Parlamento parece una “conversación de sordos” (sin prentender con esto discriminar a nadie y menos ahora que tantos están susceptibles por presuntas discriminaciones…).

En estos últimos días hemos escuchado incongruencias difíciles de decodificar:

● Un presidente que dice “la vieja es peor que el tuerto”, “no sea nabo”, “que te la crees, papá”, “que le hace una mancha más al tigre”

● Un ministro de Defensa Nacional que manifiesta que “Ose no aplica el plan B”, altos funcionarios de Ose que dicen que las mentadas algas no son dañinas, y que los estudios científicos no son veraces. Y a los pocos días, establecen un acuerdo con la Facultad de Química para evitar que las algas

polulen en el próximo verano.

● Un ente de las comunicaciones que quiere invertir dinero en forma solapada

para lograr objetivos de la inoperante Intendencia de Montevideo, y lo denomina “marketing estratégico”

● Un plan ceibal -el cual comparto- del que escuchamos todos los días cifras, alcance y cobertura mayor, y al mismo tiempo se informa que el 50% de los liceales no lleva “la ceibalita” a clase.

● Una economía que no se sabe que rumbo tiene -si lo tiene-, ni cuáles son sus números reales. Pues depende si se habla con el vicepresidente de la República, el ministro de Economia, el director de la Opp o alguien de la Presidencia.

● Un país que este fin de semana trajo a parte de la “crema y nata” de Silicon Valley, para motivar a ser un “país de primera”, y tuvo como respuesta en las redes sociales, que esas conferencias no fueron abiertas (solo una), y se limitaron a cuadros del gobierno y algún técnico

independiente.

● Un Ministerio del Interior que nos habla de “sensación térmica” sobre la seguridad un día, otro sobre que debemos “cuidarnos de los delicuentes”, y otro día compara e ironiza que sus fuerzas pueden participar en una posible confrontación bélica con Corea.

● El mismo Ministerio del Interior que nos habla del narcotráfico y que como solución nos ofrece que el Estado produzca marihuana.

● Un país laico que hace misas por la salud de un presidente extranjero, o que en las bases para un seminario de dramaturgia en la Comedia Nacional, que versara sobre las Instrucciones del Año XIII, plantea a los postulantes que en su currículo escenifiquen un mandamiento bíblico.

Esto es una comedia, o más bien una tragedia. Aunque sin ser experto en teatro, creo que sería mejor considerarlo una posible pieza de Ionesco y su teatro del absurdo.

No he enumerado todas las incongruencias, creo que no hace falta. Todos las

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percibimos a diario.

Pero un gobierno, gobierna con orden y no con caos. Tiene un rumbo y varias alternativas, y no miles de rumbos y ninguna alternativa. Siempre que esto sucede, se endilga a la prensa la responsabilidad, ya

sea que sacó de contexto el tema, ya sea que forma parte del eje del mal: la prensa tiene la culpa.

Y creo, presidente, que los culpables somos todos. En principio, los que gobiernan y no toman cuenta de la investidura de

su cargo, y dicen cualquier cosa...

Por eso, no me extrañaría que en cualquier momento un “pajarito” viniera a inspirar a nuestros gobernantes.Foto: parlamento.gub.uy

De cabildo, poco y nadaPor estos días, en clara alusión al artiguista Congreso de Abril de 1813 donde se escuchó decir: “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa por vuestra presencia soberana”, se convocarán 8 cabildos abiertos –uno por cada Municipio capitalino– a efectos de rendir cuentas a la población por lo hecho hasta el momento.Una rápida lectura de los hechos podría despertar los sentimientos más sublimes, empero, al detenernos por un instante en los acontecimientos advertiremos la anacrónica naturaleza del asunto.Desde la época colonial –y más aún en las instancias revolucionarias– los territorios americanos conservaron como divino tesoro de la herencia española las corporaciones municipales llamadas Cabildos: entidades administrativas de las ciudades y villas. Diversas disposiciones reales pretendieron someterlas a la autoridad, pero la lejanía con la metrópoli impuso un alto grado de autonomía e independencia en su gestión. Es más, para muchos fue el único espacio público donde la voz se convertía en decisión tomada.No es raro que Artigas, imbuido de la tradición hispana, haya sesionado con los “vecinos” orientales para tomar postura y resolver en cada una de las instancias cruciales. Su frase sobre los límites que la representatividad tiene con respecto a la participación soberana quedó refrendada

como huella imborrable de nuestro ADN cívico; aunque, pese a la voluntad de la mayoría, las últimas instancias parlamentarias –léase, Ley Interpretativa de la Caducidad– no estuvieron a la altura de las dos consultas populares.Ahora, sean cuales fuesen las motivaciones, se pretende evaluar una ley que de descentralización tiene poco y nada. Partiendo de una mescolanza que alterna la desconcentración con la delegación de funciones, en donde nunca desaparece el orden jerárquico, las transferencias de recursos dependen del gobierno nacional y departamental. No son genuinas. La presencia supramunicipal siempre está presente.No confundamos los términos de la ecuación. Los cabildos no fueron espacios de subordinación entre gobernantes –con una escasa capacidad de respuesta ante las acuciantes necesidades municipales y departamentales– y gobernados –que observan una cúpula con falta de ilusión, alma e identidad–. Sí, en cambio, una instancia entre “iguales”.Vale mencionar que la burocracia, la ineficiencia y los cálculos políticos no pueden –ni deben– hacernos olvidar que la mayoría es probable que no siempre tenga la razón, aunque, es la única con derecho a equivocarse. Por Javier Suárez / Publicado en lalibertadportal.com