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MARZO 2015

CON REFLEXIONES DEL PAPA FRANCISCO

¡VTR!

Domingo 1 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Días de sol, días nublados y días de lluvia, todos vienen de Ti, Señor. No me deja de sorprender como cada día puede convertirse en una oportunidad para acercarme más a Ti. Tengo la convicción de responder a tu infinita misericordia y amarte más en este domingo, segundo de Cuaresma, subir contigo al monte de la oración para escuchar tu voz y transformar, así, mi corazón. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, Dios Padre, ayúdame a escuchar y a trasmitir siempre la voz de tu Hijo. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Marcos 9,2-10 En aquel tiempo, Jesús tomó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos a un monte alto y se transfiguró en su presencia. Sus vestiduras se pusieron esplendorosamente blancas, con una blancura que nadie puede lograr sobre la tierra. Después se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué a gusto estamos aquí! Hagamos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". En realidad no sabía lo que decía porque estaban asustados.

Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". En ese momento miraron alrededor y no vieron a nadie sino a Jesús, que estaba solo con ellos.

Cuando bajaban de la montaña. Jesús les mandó que no contaran a nadie lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos guardaron esto en secreto, pero discutían entre sí que quería decir eso de "resucitar de entre los muertos". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Subir para bajar, porque la Palabra crece cuando se da al otro. «De este episodio de la Transfiguración quisiera coger dos elementos significativos, que sintetizo en dos palabras: subida y bajada. Nosotros necesitamos ir aparte, ir sobre la montaña en un espacio de silencio, para encontrarnos a nosotros mismos y percibir mejor la voz de Señor. ¡Pero no podemos quedarnos ahí! El encuentro con Dios en la oración nos empuja nuevamente a "bajar de la montaña" y volver a lo bajo, en la llanura, donde encontramos a tantos hermanos cansados de fatigas, enfermedades, injusticias, pobreza material y espiritual.

A estos hermanos nuestros que están en dificultad, estamos llamados a llevar

los frutos de la experiencia que hemos hecho con Dios, compartiendo con ellos los tesoros de gracias recibidas. Y esto es curioso. Cuando nosotros escuchamos la Palabra de Jesús y la tenemos en el corazón, esa palabra crece, y ¿sabéis cómo crece? Dándola al otro, la Palabra de Cristo en nosotros crece cuando nosotros la proclamamos, cuando nosotros la damos a los otros. Y esta es la vida cristiana, es una misión para toda la Iglesia, para todos los bautizados, para todos nosotros. Escuchar a Jesús y ofrecerlo a los otros. No olvidar esta semana escuchar a Jesús.» (Ángelus de S.S. Francisco, 16 de marzo de 2014). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Organizar las actividades del domingo para dedicar el mejor tiempo a mi oración personal, y saber aprovechar el día para tener un momento de oración comunitaria con quien tengo más cerca.

«Abrid la escritura, y allí, veréis que, cuando los padres fueron santos, también lo fueron los hijos. Cuando el Señor alaba a los padres o madres que se distinguieron por su fe y piedad, jamás se olvida de hacernos saber que los hijos y los servidores

siguieron también sus huellas.» (Santo Cura de Ars, Deberes de los padres hacia sus hijos)

Lunes 2 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Padre bueno, gracias por no tratarme como merecen mis pecados. Ser misericordioso no es fácil, porque para saber acoger y perdonar a los demás, como Tú lo haces, se necesita mucha humildad y amor; además implica dejar al hombre viejo, lleno de pasión, para revestirse de un hombre nuevo, hecho a imagen tuya. ¡Haz que yo abrace esta vida que me propones! Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, permite que sepa crecer en la humildad para saber pedir y acoger, con un corazón fortalecido, el don de tu misericordia. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida que midan, serán medidos". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Si en nuestro corazón no hay misericordia, no estamos en comunión con Dios. «¡Aquí está todo el Evangelio, está el cristianismo! ¡Pero miren que no es sentimiento, no es “ostentación de buenos sentimientos”! Al contrario, la misericordia es la verdadera fuerza que puede salvar al hombre y al mundo del “cáncer” que es el pecado, el mal moral, el mal espiritual. Sólo el amor llena los vacíos, los abismos negativos que el mal abre en el corazón y en la historia. Sólo el amor puede hacer esto. Y ésta es la alegría de Dios.

Jesús es todo misericordia, Jesús es todo amor: es Dios hecho hombre. Cada uno de nosotros, cada uno de nosotros es esa oveja perdida, esa moneda perdida, cada uno de nosotros es ese hijo que ha desperdiciado su propia libertad siguiendo ídolos falsos, espejismos de felicidad, y ha perdido todo.

Pero Dios no nos olvida, el Padre no nos abandona jamás. Pero es un Padre paciente, nos espera siempre. Respeta nuestra libertad, pero permanece siempre fiel. Y cuando volvemos a Él, nos acoge como hijos, en su casa, porque no deja jamás, ni siquiera por un momento, de esperarnos, con amor. Y su corazón está de fiesta por cada hijo que vuelve. Está de fiesta porque es alegría. Dios tiene esta alegría, cuando uno de nosotros, pecadores, va a Él y pide su perdón.» (S.S. Francisco, Ángelus del 15 de septiembre de 2013).

Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Diariamente, en los días que faltan de la Cuaresma, rezar la oración de las letanías al Sagrado Corazón: «Cristo, haz mi corazón semejante al tuyo».

«Tanto se compadece Dios en nuestros actos de bondad para con los demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos.»

(San Hilario, Catena Aurea)

Martes 3 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, qué fácilmente se puede equivocar el camino de la salvación, porque el mundo ofrece tantas evasiones y nos deslumbra fácilmente, haciéndonos olvidar que Tú siempre estás a nuestro lado, dispuesto a darnos la gracia que necesitamos para enfrentar el desafío del egoísmo y la soberbia. Tú siempre me das tu gracia para transformar nuestra debilidad en fortaleza. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, dame tu gracia y la fuerza para saber seguirte y ser un auténtico discípulo misionero, no para los demás sino para corresponder a tu amor. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Mateo 23,1-12 En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'.

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen padre, porque Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar guías, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor entre ustedes sea un servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido" Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Nuestro guía es solamente Cristo. A veces, alguno de estos cristianos, comente un pecado grave, pero se arrepiente, pide perdón y esto es grande: la capacidad de pedir perdón, de no confundir pecado con virtud, saber bien donde está la virtud y donde el pecado. Y estos están fundados en la roca y la roca es Cristo. Siguen el camino de Jesús, le siguen a Él.

Los soberbios, los vanidosos, los cristianos de apariencia, serán abatidos, humillados mientras que los pobres serán los que triunfarán, los pobres de espíritu, los que delante de Dios no se sienten nada, los humildes, y llevan adelante la salvación poniendo en práctica la Palabra del Señor.

Hoy estamos, mañana no estaremos. Piensa, hombre, qué será de ti: pasto de gusanos. Nos comerán los gusanos, a todos, si no tenemos esta roca, acabaremos

pisoteados. Los invito a pedir al Señor, en este tiempo de preparación, estar firme en la roca que es Él, nuestra esperanza es Él. Nosotros somos todos pecadores, somos débiles, pero si ponemos la esperanza en Él, podremos ir adelante. Y esta es la alegría de un cristiano: saber que en Él hay esperanza, está el perdón, está la paz, está la alegría. Y no poner nuestra esperanza en cosas que hoy están y mañana no estarán. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 4 de diciembre de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Voy a rezar el Magnificant, pidiendo a María la gracia para imitarla en cuanto que ella siempre supo ocupar el lugar que le correspondía.

«Quien tiene grandeza de alma, vea lo que viere, y ocurra lo que ocurra, no se aparta de la fe.»

(San Beba, en Catena Aurea)

Miércoles 4 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Jesús, la Cuaresma es el tiempo para convertir y fortalecer mi corazón por la práctica de la penitencia, la oración y la caridad fraterna, y no para buscar ser el primero ante los demás, sino el primero en el servicio a los demás, especialmente con los que tengo más cerca. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Te suplico Jesús, que esta oración me ayude a abrir mi corazón a las necesidades de los demás y que nunca sea indiferente a sus problemas. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Mateo 20,17-28 En aquel tiempo, mientras iba de camino subiendo a Jerusalén, Jesús, llamó aparte a los Doce y les dijo: "Ya vamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día, resucitará".

Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella respondió: "Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda en tu Reino". Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?" Ellos contestaron: "Si podemos" Él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado".

Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; Así como el Hijo del hombre no ha venido ha ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Cristianos sin sed de poder. La otra cosa que Jesús reprocha a aquellos que lo siguen es el poder. Algunos siguen a Jesús, pero un poco, no del todo conscientemente, un poco inconscientemente. Porque buscan el poder. El caso más claro es Juan y Santiago, los hijos de Zebedeo, que pedían a Jesús la gracia de ser primer ministro y viceprimer ministro, cuando viniera el Reino. ¡Y en la Iglesia hay trepadores! Hay muchos que usan a la Iglesia para… ¡Pero si te gusta, vas al Norte y haces alpinismo: es más sano! ¡Pero no vengas a la Iglesia a trepar! Y Jesús reprocha a estos trepadores que buscan el poder.

Sólo cuando viene el Espíritu Santo los discípulos cambiaron. Pero el pecado en nuestra vida cristiana permanece y nos hará bien hacernos la pregunta: ¿Cómo sigo yo a Jesús? ¿Sólo por Él, incluso hasta la Cruz, o busco el poder y uso a la Iglesia un poco, a la comunidad cristiana, a la parroquia, a la diócesis para tener un poco de poder? (Cf Homilía de S.S. Francisco, 5 de mayo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Para cuidar la rectitud de intención en mis prácticas cuaresmales, antes de hacerlas, las ofreceré a Dios nuestro Señor.

«Alma que ama a Dios no ha de pretender ni esperar otra recompensa por sus servicios prestados que la perfección de amar a Dios.»

(San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 9,7).

Jueves 5 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, Tú sabes lo mucho que te necesito y dependo de Ti para todo. Conoces mi debilidad y mis defectos. Pongo toda mi confianza en tu amor y misericordia. Quiero confiar más en tu gracia. Hoy me propongo, con tu ayuda, seguir el camino de la cruz, con amor y generosidad. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, ayúdame a vivir la verdadera caridad cristiana, aquella que no es indiferente al dolor de los demás y se dirige a todos sin distinciones y sin cálculos egoístas. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 16,19-31 En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiado de llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.

Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahám. Murió también el rico, y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de los tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abrahám y a Lázaro junto con él. Entonces gritó: "Padre Abrahám, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas". Pero Abrahám le contestó: "Hijo, recuerda que en vida recibiste bienes y Lázaro, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormento. Además, entre ustedes y nosotros se v abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá.

El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre Abrahám, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ello en este lugar de tormentos". Abrahán le dijo: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen".Pero el rico replicó: "No, padre Abrahám. Si un muerto va a decírselo, se arrepentirán". Abrahám repuso: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Dónde está mi confianza? Nos gusta confiar en nosotros mismo, confiar en ese amigo o confiar en esa situación buena que tengo o en esa ideología, y en esos casos el Señor queda un poco de lado. El hombre, actuando así, se cierra en sí mismo, sin horizontes, sin puertas abiertas, sin ventanas y entonces no tendrá salvación, no puede salvarse a sí mismo. Esto es lo que le sucede al rico del Evangelio: tenía todo: llevaba vestidos de púrpura, comía

todos los días, grandes banquetes. Estaba muy contento pero, no se daba cuenta de que en la puerta de su casa, cubierto de llagas, había un pobre. El Evangelio dice el nombre del pobre: se llamaba Lázaro. Mientras que el rico no tiene nombre.

Esta es la maldición más fuerte del que confía en sí mismo o en las fuerzas, en las posibilidades de los hombres y no en Dios: perder el nombre. ¿Cómo te llamas? Cuenta número tal, en el banco tal. ¿Cómo te llamas? Tantas propiedades, tantos palacios, tantas... ¿Cómo te llamas? Las cosas que tenemos, los ídolos. Y tú confías en eso, y este hombre está maldito.

Todos nosotros tenemos esta debilidad, esta fragilidad de poner nuestras esperanzas en nosotros mismos o en los amigos o en las posibilidades humanas solamente y nos olvidamos del Señor. Y esto nos lleva al camino de la infelicidad.

Hoy, en este día de cuaresma, nos hará bien preguntarnos: ¿dónde está mi confianza? ¿En el Señor o soy un pagano, que confía en las cosas, en los ídolos que yo he hecho? ¿Todavía tengo un nombre o he comenzado a perder el nombre y le llamo 'Yo'? ¿Yo, me, conmigo, para mí, solamente yo? Para mí, para mí... siempre ese egoísmo: 'yo'. Esto no nos da la salvación. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 20 de marzo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Hoy voy a hacer un sacrificio, renunciando a algo que me gusta mucho para ofrecerlo a Dios en reparación por los pecados - especialmente por los míos. «El que dispensa la misericordia la pierde, si no se compadece con un corazón puro;

si busca quedar bien, pierde todo el fruto.» (San Ambrosio, Catena Aurea)

Viernes 6 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, a pesar que he experimentado tu cercanía y el poder de tu gracia, te tomo poco en cuenta en lo cotidiano de mi vida. En los apuros y angustias eres lo primero que viene a mi mente, pero si todo va bien, qué fácilmente me olvido que es gracias a tu misericordia. Sinceramente deseo ablandar la dureza de mi corazón; tengo la intención de no dejar que mis pasiones mundanas me cieguen y me paralicen ante las oportunidades que hoy voy a tener de ser tu apóstol. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, que nunca olvide las maravillas que haces permanentemente en mi vida y que esta oración me dé la gracia para nunca traicionar el inmenso amor que me tienes. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Mateo 21,33-43.45-46 En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, la rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego lo alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: "A mi hijo lo respetarán". Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: "Éste es el heredero. Vamos a matarlo, nos quedamos con su herencia". Le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron. Ahora díganme: cuando vuelva el dueño del viñedo, ¿qué hará con esos viñadores?".

Ellos le respondieron: "Dará muerte terrible a esos desalmados y arrendará el viñedo a otros viñadores, que le entreguen los frutos a su tiempo". Entonces Jesús les dijo: "¿No han leído nunca la Escritura: La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra del Señor y es un prodigio admirable? Por esta razón les digo que les será quitado a ustedes el Reino de Dios y se le dará a un pueblo que produzca sus frutos". Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos, comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Humildad y oración, para ser fieles a Dios. El jefe de los sacerdotes y de los fariseos al escuchar la parábola de Jesús entendió que hablaba de ellos. Intentaban capturarlo y hacerlo morir. De esta manera la palabra de Dios está muerta, está aprisionada, el Espíritu Santo queda enjaulado en

los deseos de cada uno de ellos. Y es lo que nos sucede a nosotros cuando no estamos abiertos a la novedad de la palabra de Dios, cuando no somos obedientes a la palabra de Dios.

Entretanto hay una frase que nos da esperanza. ¡La palabra de Dios está muerta en el corazón de esta gente y también puede morir en nuestro corazón! Pero no termina, porque está viva en el corazón de los simples, de los humildes, del pueblo de Dios. Intentaban capturarlo pero tenían miedo de la multitud del pueblo de Dios, porque ésta lo consideraba un profeta.

Aquella era una multitud de gente simple, que seguía a Jesús, porque lo que Jesús decía les hacía bien al corazón, les calentaba el corazón. Esta gente no se había equivocado, no usaba la palabra de Dios para hacer su conveniencia, sentía y buscaba ser más buena. ¿Qué podemos hacer para no asesinar la palabra de Dios?, para ser dóciles y no enjaular el Espíritu Santo?

Dos cosas simples. La actitud de quien quiere escuchar la palabra de Dios es primero, la humildad; segundo la oración. Esta gente no rezaba. No sentía necesidad de rezar. Se sentían seguros, se sentían fuertes, se sentían dioses. Humildad y oración: con la humildad y la oración vamos adelante para escuchar la palabra de Dios y obedecerle. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 21 de marzo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Para crecer en el auto-desprendimiento, en este viernes penitencial, voy a renunciar a algo bueno que tenga y que sé que alguien más lo necesita más que yo.

«Hay que orar no para dejar de ser tentado –cosa imposible- sino para no ser enredados por la tentación, como sucede a los que son atrapados y vencidos por

ella.» (Origenes, Tratado sobre la oración, 29).

Sábado 7 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, Tú no huiste del sufrimiento, tu amor por nosotros fue más fuerte. Nunca pusiste un límite a tu amor, incluso cuando te viste abandonado y rechazado por aquellos que estuvieron más cerca de Ti, que vieron tus milagros y, sobre todo, que experimentaron tu inmenso amor. A pesar de su actitud, pides perdón a tu Padre por nosotros, porque realmente no sabemos lo que hacemos cuando nos alejamos de Ti. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, ayúdame a volver a Ti cada día, como lo hizo el hijo pródigo. Ayúdame a vivir con fe, esperanza y gran amor, para nunca traicionarte. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 15,1-3.11-32 En aquel tiempo se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo, por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: "Padre dame la parte de la herencia que me toca". Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano, y allí derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a pasar necesidad.

Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.

Se puso entonces a reflexionar y se dijo: "¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre!. Me levantaré, volveré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores".

En seguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba cuando todavía lejos, su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, y lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo". Pero el padre dijo a sus criados: "¡Pronto!, traigan la túnica mas rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado". Y empezó el banquete.

El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Tu hermano ha regresado y tu padre mando a matar el becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo". El hermano mayor se enojó y no quería entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replico: "¡Hace tanto tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tu no me

has dado nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso si, viene ese hijo tuyo, que despilfarro tus bienes con malas mujeres, y tu mandas matar el becerro gordo". El padre repuso: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo. Peo era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Cuál es el proyecto de Dios? «En estos meses, más de una vez he hecho referencia a la parábola del hijo pródigo, o mejor del padre misericordioso. El hijo menor deja la casa del padre, despilfarra todo y decide regresar porque se da cuenta de haber errado, pero ya no se considera digno de ser hijo y piensa que puede ser acogido de nuevo como siervo. Sin embargo el padre corre a su encuentro, le abraza, le restituye la dignidad de hijo y hace fiesta. Esta parábola, como otras en el Evangelio, indica bien el proyecto de Dios sobre la humanidad.

¿Cuál es el proyecto de Dios? Es hacer de todos nosotros una única familia de sus hijos, en la que cada uno le sienta cercano y se sienta amado por Él, como en la parábola evangélica; sienta el calor de ser familia de Dios. En este gran proyecto encuentra su raíz la Iglesia, que no es una organización nacida de un acuerdo de algunas personas, sino que es —como nos recordó tantas veces el Papa Benedicto XVI— obra de Dios, nace precisamente de este proyecto de amor que se realiza progresivamente en la historia. La Iglesia nace del deseo de Dios de llamar a todos los hombres a la comunión con Él, a su amistad, es más, a participar como sus hijos en su propia vida divina.» (Audiencia de S.S. Francisco, 29 de mayo de 2013). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Voy a invocar al Señor en oraciones cortas y sencillas durante el día, para decirle que lo amo y anhelo la gracia de tener una mayor intimidad con Él, a través de la oración.

«Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación.»

(Santo Cura de Ars, Sermón sobre la oración)

Domingo 8 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, me estremece, me acongoja y entristece el que pueda ser tan frío ante tu presencia salvífica. Me dejo llevar por las prisas, por vivir el momento centrado sólo en mí mismo, bastándome a mí mismo. Tú conoces las tristes consecuencias que esto produce en mi vida, por eso me acerco ahora a Ti, queriendo sólo ser un más fiel y digno discípulo de tu Reino. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) ¡Ven, Espíritu Santo! Llena con tu gracia mi corazón, para que se encienda en mí el fuego de tu amor. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; y a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".

En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron los judíos y le preguntaron: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para obrar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?" Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en Él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque Él sabía lo que hay en el hombre. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

El celo por la Casa de Dios. Cuando los que están en el Templo - sean sacerdotes, laicos, secretarios, pero que tienen que gestionar en el Templo la pastoral del Templo - se convierten en comerciantes, el pueblo se escandaliza. Y nosotros somos responsables de esto. También los laicos. Todos. Porque si yo veo que en mi parroquia se hace esto, debo tener la valentía de decírselo al párroco a la cara.

Es curioso: el pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen

una debilidad, resbalan sobre un pecador... saben perdonar. Pero hay dos cosas que el pueblo de Dios no puede perdonar: un sacerdote apegado al dinero y un sacerdote que maltrata a la gente. ¡No consigue perdonar! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se convierte en una casa de negocios.

Jesús no estaba enfadado, es la ira de Dios, es el celo por la Casa de Dios, porque no se pueden servir a dos amos: o rindes culto al Dios viviente, o rindes culto al dinero.

¿Por qué Jesús se la toma contra el dinero? Porque la redención es gratuita, Él viene a traernos la gratuidad de Dios, la gratuidad total del amor de Dios. Cuando en la Iglesia o las iglesias se hacen negocios, se ve que no es tan gratuita la salvación... Y por esto Jesús toma la fusta en la mano para hacer todo este rito de purificación en el Templo. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 21 de noviembre de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Asistir, preferentemente en familia, a la misa dominical, cuidando la vestimenta, mi comportamiento durante la celebración y evitando todo lo que pueda distraer a los demás. «Nadie haga cosa alguna en el oratorio, sino aquellas para las que están destinadas.»

(San Agustín, en Catena Aurea)

Lunes 9 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, gracias por permitirme iniciar esta semana contemplando tu infinita misericordia y el gran amor que me tienes. Necesito tu toque sanador para convertirme y corresponderte. Sé que quieres que me cure, por eso me diste el don de la fe, para conocerte, amarte y experimentar la intensa alegría que esto produce en mi vida. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, acrecienta mi fe en Ti, que sea tan grande que me lleve a amarte con todo mi corazón y con todas mis fuerzas. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 4, 24-30 En aquel tiempo, Jesús llegó a Nazaret, entró a la sinagoga y dijo al pueblo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón. Había muchos leprosos en Israel, en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, que era de Siria".

Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira, y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hacia un precipicio de la montaña donde estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero Él, pasando por en medio de ellos se alejó de allí. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Sentir la necesidad de salvación. Nadie es profeta en su propia patria, y Jesús no obra milagros con sus compatriotas debido a la falta de fe de ellos. Jesús cita dos episodios de la Biblia: la curación milagrosa de la lepra de Namán el sirio en la época del profeta Eliseo; y el encuentro del profeta Elías con la viuda de Sarepta, que fue salvada de la carestía.

Los leprosos y las viudas en aquel tiempo eran los marginados y estos dos al acoger a los profetas fueron salvados. En cambio los de Nazaret no aceptaron a Jesús, porque estaban demasiado seguros en su 'fe', de tal manera seguros en la observancia de los mandamientos, que no tenían necesidad de otra salvación.

Este es el drama de la observancia de los mandamientos sin la fe: 'yo me salvo sólo porque voy a la sinagoga todos los sábados, trato de obedecer los mandamientos, pero que no venga éste a decirme que eran mejor que yo el leproso y la viuda, porque esos eran marginados'.

Entretanto Jesús nos dice: '¡Mira que si tú no eres marginado y no te sientes

marginado, no tendrás salvación!' Esta es la humildad, la vía de la humildad: sentirse talmente marginados que necesitamos la salvación del Señor. Solamente él nos salva y no nuestra observancia de los preceptos. Esto no les gustó y querían asesinarlo. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 24 de marzo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Voy a pensar en esa relación donde mi orgullo ha sido destructivo y me ha llevado a cerrarme o alejarme, y tomaré los pasos necesarios para acercarme a esa persona con humildad.

«Hay dos clases de orgullo. El primero es carnal, el segundo espiritual. Éste es más peligroso, por cuanto inquieta más especialmente a los que han progresado en

alguna virtud» (Casiano, Colaciones 5).

Martes 10 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, que te hiciste hombre para poder mostrarme el camino a la santidad, creo que estás conmigo ahora, y que vas a utilizar estos momentos de oración para aumentar mi fe, mi esperanza y mi amor. Aquí estoy, Señor, para conocerte, amarte y servirte con todo mi corazón. Amén. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Dios mío, dame la gracia, la humildad y el amor para poder aprender a perdonar auténticamente a los demás. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Mateo 18, 21-35 En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?".

Jesús le contestó: "No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete". Entonces Jesús le dijo: "El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo". El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.

Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: "Págame lo que me debes". El compañero se le arrodilló y le rogaba: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo". Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contarle al Rey lo sucedido.. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Te perdoné toda aquella porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" El señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara lo que debía. Lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes si cada cual no perdona de corazón a su hermano." Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

El perdón es la puerta para la reconciliación. «En el Evangelio de hoy, Pedro pregunta al Señor: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”. Y el Señor le responde: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. Estas palabras son centrales en el mensaje de reconciliación y de paz de Jesús. Obedientes a su mandamiento, pedimos cada día a nuestro Padre del cielo que nos perdone nuestros

pecados “como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”. Si no estuviésemos dispuestos a hacerlo, ¿cómo podríamos rezar sinceramente por la paz y la reconciliación?

Jesús nos pide que creamos que el perdón es la puerta que conduce a la reconciliación. Diciéndonos que perdonemos a nuestros hermanos sin reservas, nos pide algo totalmente radical, pero también nos da la gracia para hacerlo. Lo que desde un punto de vista humano parece imposible, irrealizable y, quizás, hasta inaceptable, Jesús lo hace posible y fructífero mediante la fuerza infinita de su cruz. La cruz de Cristo revela el poder de Dios que supera toda división, sana cualquier herida y restablece los lazos originarios del amor fraterno.» (Homilía de S.S. Francisco, 18 de agosto de 2014). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Saber disculpar a los míos, «a los de casa», esforzándome por comprenderlos, tenerles paciencia y perdonarlos, con un corazón sincero. «No encerró el Señor el perdón en un número determinado, sino que dio a entender

que hay que perdonar con prontitud y siempre.» (San Juan Crisóstomo, Homilía sobre san Mateo)

Miércoles 11 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, Tú sabes lo mucho que te necesito y dependo de Ti. Conoces mi debilidad y mis defectos. Pongo toda mi confianza en tu amor y misericordia. Espero aprender, en esta oración, a confiar más en tu poder, en tu gracia. Quiero vivir este tiempo de Cuaresma con un sincero deseo de crecer en el amor, preparándome dignamente a celebrar los misterios de tu pasión, muerte y resurrección. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, ayúdame a comprender que tus mandamientos, más que una imposición, son un don para poder crecer en el amor. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Mateo 5,17-19 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No crean que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se acabarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el que los cumpla y los enseñe será grande en el Reino de los cielos". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

El pleno cumplimiento de la ley. «El evangelio de este domingo es parte del llamado “discurso de la montaña”, la primera gran predicación de Jesús. Hoy el tema es la actitud de Jesús ante las leyes judías. Él afirma: “No crean que yo haya venido para abolir la ley o los profetas; no vine a abolirla pero a darle pleno cumplimiento”.

Jesús por lo tanto no quiere borrar los mandamientos que el Señor ha dado por medio de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud. Y en seguida después añade que este “cumplimiento” de la Ley requiere una justicia superior, una observancia más auténtica. Dice, de hecho a sus discípulos: “Si vuestra justicia no superará la de los escribas y los fariseos, no entrareis en el reino de los cielos”.

Pero, ¿qué significa este “pleno cumplimiento” de la Ley? ¿Y en qué consiste esta justicia superior? Jesús mismo nos responde con algunos ejemplos. Jesús era práctico y hablaba con ejemplos para hacerse entender.

Compara la Ley antigua y lo que Él nos dice. Inicia desde el quinto mandamiento del decálogo: “Han entendido lo que le ha sido dicho a los antiguos: “No matarás”, … Pero yo les digo: cualquiera que se encoleriza con su hermano deberá ser sujetado a juicio”. ¡Con esto Jesús nos recuerda que también las palabras pueden asesinar!» (S.S. Francisco, Ángelus, 16 de febrero del 2014).

Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Leer los números 1963-1964,1981-1982 del Catecismo de la Iglesia o, los números 335, 348 y 351 del Youcat, para comprender mejor el sentido de los mandamientos.

«Hagan de la vida familiar una escuela doméstica de hombres y de cristianos íntegros, en la que los hijos aprendan a amar, a respetar a Dios, a asimilar y vivir sus

leyes, a ver la vida con ojos de bondad y de esperanza, a valorar al prójimo.» (Cristo al centro, n. 895).

Jueves 12 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, gracias por este tiempo que puedo pasar contigo en la oración. Tú siempre estás en mi corazón, colmándolo con tu gracia. ¡Qué ingrato soy cuando te olvido! Deseo colaborar con mayor perfección en el establecimiento de tu Reino en la tierra. Te amo Señor y, con la ayuda de tu gracia, me esforzaré por ser alguien en quien los demás puedan descubrir tu verdad y tu inmenso amor. Toma mi vida, toma el día de hoy y hazlo tuyo. Amén. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesucristo, quiero estar siempre contigo. Te suplico que esta oración me dé la gracia de la conversión de mi corazón. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 11,14-23 En aquel tiempo, Jesús expulsó a un demonio, que era mudo. Apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud quedó maravillada. Pero algunos de ellos decían: "Éste expulsa a los demonios por el poder de Belzebú, el príncipe de los demonios".Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa.

Pero Jesús, que conocía sus malas intenciones, les dijo: "Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo arrojo los demonios con el poder de Belzebú, entonces, ¿con el poder de quien los arrojan los hijos de ustedes? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero, si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, entonces eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios.

Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros; pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, entonces le quita las armas en que confiaba y después dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Qué ha sucedido hoy en mi corazón? El diablo tiene paciencia y no deja lo que quiere para sí, es decir, nuestra alma. […] Por eso es necesario cuidar nuestro corazón, donde habita el Espíritu Santo, para que no entren otros espíritus. Cuidar el corazón como se cuida una casa, con llave. Y después vigilar el corazón, como un centinela: Cuántas veces entran los malos pensamientos, las malas intenciones, los celos, las envidias. Entran muchas cosas. Pero ¿quién ha abierto la puerta? ¿Por dónde han entrado? Si yo no me doy cuenta de cuánto entra en mi corazón, se convierte en una plaza, donde todos van y vienen. Un corazón sin intimidad, un corazón donde el Señor no puede hablar y tampoco

ser escuchado. Jesús dice otra cosa allí, que parece un poco rara: 'el que no recoge conmigo,

desparrama'. Usa la palabra 'recoge'. Tener un corazón recogido, un corazón sobre el que no sabemos qué sucede, y aquí y allá, se puede hacer la práctica tan antigua de la Iglesia, pero buena: el examen de conciencia. ¿Quién de nosotros, en la noche, antes de terminar la jornada, permanece solo, sola, y se hace la pregunta: ¿qué ha sucedido hoy en mi corazón? ¿Qué ha sucedido? ¿Qué ha pasado a través de mi corazón? Si no lo hacemos, realmente no sabemos vigilar bien ni cuidar bien» (Cf Homilía de S.S. Francisco, 10 de octubre de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Si no lo hago todavía, progresivamente, procurar hacer todos los días, antes de dormir, un breve examen de conciencia para repasar mis actitudes y mis acciones, y pedir perdón por las faltas cometidas. Si ya lo hago, ver cómo lo puedo mejorar.

«Nada hay tan grato y querido por Dios como el hecho de que los hombres se conviertan a él con sincero arrepentimiento.»

(San Máximo, Carta 11)

Viernes 13 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Padre Celestial, en este momento de oración vengo a adorarte, a entrar en tu presencia amorosa. Me atrevo a decir que creo en Ti, aunque Tú sabes qué débil es mi fe. Tú eres la razón de toda mi esperanza. Cuento contigo y con tu gracia para poder esforzarme y amarte más hasta alcanzar la santidad de vida a la que me has llamado. Amén. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, ayúdame a amarte con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente y con todas mis fuerzas. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?" Jesús respondió: "El primero es: "Escucha, Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos".

El escriba replicó: "Muy bien, Maestro, tienes razón, cuando dices que el Señor es uno único y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y sacrificios." Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: "No estás lejos del reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Llamados a adorar a Cristo. «Es Cristo, por lo tanto, quien continuamente nos interpela con su Palabra para que confiemos en él, amándole “con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser”. Por eso, toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios. Es un “éxodo que nos conduce a un camino de adoración al Señor y de servicio a él en los hermanos y hermanas”. Por eso, todos estamos llamados a adorar a Cristo en nuestro corazón para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia que anida en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo.

No debemos tener miedo: Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de

sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración.» (Mensaje de S.S. Francisco, para la jornada de oración por las vocaciones, mayo del 2014). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Rezar con mucha devoción el vía crucis, contemplando y agradeciendo a Cristo el haberme salvado.

«Sólo ama de verdad a Dios quien no se acuerda de sí mismo.» (San Gregorio Magno, Homilía 38, sobre los evangelios)

Sábado 14 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, tú eres mi Salvador y Redentor. Pongo toda mi esperanza y confianza en tu corazón divino. Unido a Ti todo es posible - incluso mi santidad. Con la fe y la confianza del publicano o de un niño que no pone límites, sé que voy a experimentar el triunfo de tu gracia en mi vida. Hoy deseo crecer en la santidad, así que voy a amarte por encima de todo. Amén. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, apiádate de mí, que soy un pecador, permite que tenga las mismas actitudes del publicano para aprender a orar con humildad, consciente de mi miseria y de la necesidad de tu gracia. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 18, 9-14 En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justo y despreciaban a los demás:

"Dos hombres subieron al templo para orar. Uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias".

El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo; Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador". Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Rezas alguna vez en familia? «La del publicano es la oración del pobre, es la oración que agrada a Dios que “sube hasta las nubes", mientras que la del fariseo está marcada por el peso de la vanidad.

A la luz de esta Palabra, quisiera preguntarles a ustedes, queridas familias: ¿Rezan alguna vez en familia? Algunos sí, lo sé. Pero muchos me dicen: ¿Cómo se hace? La oración es algo personal, y además nunca se encuentra el momento oportuno, tranquilo…

Sí, es verdad, pero es también cuestión de humildad, de reconocer que tenemos necesidad de Dios, como el publicano. Y se requiere sencillez. Rezar juntos el "Padrenuestro", alrededor de la mesa, se puede hacer. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y rezar el uno por el otro: el esposo por la esposa, los papás por los hijos, los hijos por los papás, y también por los abuelos.

Rezar los unos por los otros, esto es rezar en familia y vuelve fuerte la familia... La oración.» (Homilía de S.S. Francisco, 27 de octubre de 2013). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Aprovechar el tiempo adicional de convivencia familiar, para rezar, en familia, al menos un misterio del rosario. «Padre nuestro que estás en los cielos. Y al decir en los cielos, el Señor no pretende, como quien dice, encerrar a Dios en el cielo, sino arrancar de la tierra al que ora.»

(San Juan Crisóstomo, Homilía sobe san Mateo, 19)

Domingo 15 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, Tú eres la luz mientras que la obscuridad es el mundo que rechaza tu amor porque sus obras son contrarias a tu voluntad. Obrar conforme a la verdad me acerca a la luz y me confirma que mi vida espiritual, para que sea sólida, debe cimentarse en una fe y en una actitud filial de amor que se traduzca en obras. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, haz que mi oración se torne operante y derive en actitudes y comportamientos concretos. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 3,14-21 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.

Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él.

El que cree en Él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.

La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien, conforme a la verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

La luz de Cristo te cambia la vida. «Todo adquiere sentido cuando encuentras este tesoro, que Jesús llama "el Reino de Dios", es decir, Dios que reina en tu vida, en nuestra vida; Dios que es amor, paz y alegría en cada hombre y en todos los hombres. Esto es lo que Dios quiere, es por lo que Jesús se ha donado a sí mismo hasta morir en la cruz, para liberarnos del poder de las tinieblas y llevarnos al reino de la vida, de la belleza, la bondad, la alegría. Leer el Evangelio es encontrar a Jesús y tener esta alegría cristiana que es un don del Espíritu Santo. Queridos hermanos y hermanas, la alegría de haber encontrado el tesoro del Reino de Dios transpira, se ve. El cristiano no puede esconder su fe, porque transpira en cada palabra, en cada gesto, también en los más sencillos y cotidianos: transpira el amor que Dios nos ha donado mediante Jesús. Recemos, por intercesión de la Virgen María, para que venga a nosotros y en el mundo entero su Reino de amor, de justicia

y de paz. » (S.S. Francisco, Ángelus, 27 de julio de 2014). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Sacrificar una comodidad, un lujo innecesario, un poco de mi tiempo para ayudar a esa familia que está en dificultades económicas, o a un niño sin escuela, o a ese enfermo sin medicinas para el cuerpo y el alma, etc.

«Sed portadores de Cristo en esta sociedad perturbada, hoy más que nunca necesitada de Él. Anunciad a todos con vuestra vida que sólo Cristo es la verdadera

salvación de la humanidad.» (San Juan Pablo II, Homilía, 3 de julio de 1978)

Lunes 16 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Jesús, creo en Ti porque eres la Vida misma y te hiciste hombre, padeciste, moriste y resucitaste para salvarme. Por eso te amo con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas y quiero, en este día, buscar el bien y no el mal. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Dios mío, renueva en mí la fe para que crea, sin titubeos y sin pedir señales, que tu gracia me hace fuerte para no caer en la tentación. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 4, 43-54 En aquel tiempo, Jesús salió de Samaría y se fue a Galilea. Jesús mismo había declarado que a ningún profeta se le honra en su propia patria". Cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que Él había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían estado allí.

Volvió entonces a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo éste, que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a verle, y le rogó que fuera a curar a su hijo, que se estaba muriendo. Jesús le dijo: "Si no ven ustedes signos y prodigios, no cree". Pero el funcionario del rey insistió: "Señor, ven antes de que mi muchachito muera". Jesús le contestó: "Vete tu hijo ya esta sano".

Aquél hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Cuando iba llegando sus criados le salieron a su encuentro para decirle que su hijo estaba sano. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Le contestaron: "Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre". El padre reconoció que a esa misma hora Jesús le había dicho: "Tu hijo ya está sano". Y creyó con todos los de su casa. Este fue el segundo signo que hizo Jesús al volver de Judea a Galilea. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Dios escucha siempre y conoce todo de nosotros. «¿Creéis que Dios no nos escuche, si lo rezamos con insistencia? La expresión de Jesús es muy fuerte: "Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar?

"Gritar día y noche" ¡hacia Dios! Nos toca esta imagen de la oración. Pero preguntémonos: ¿por qué Dios quiere esto? ¿Él no conoce ya nuestras necesidades? ¿Qué sentido tiene "insistir" con Dios?

Esta es una buena pregunta, que nos hace profundizar en un aspecto muy importante de la fe: Dios nos invita a rezar con insistencia, no porque no sabe qué necesitamos, o porque no nos escucha. Al contrario, Él escucha siempre y conoce todo de nosotros, con amor. En nuestro camino cotidiano, especialmente en las

dificultades, en la lucha contra el mal fuera y dentro de nosotros, el Señor no está lejos, está a nuestro lado; nosotros luchamos con Él al lado, y nuestra arma es precisamente la oración, que nos hace sentir su presencia junto a nosotros, su misericordia y también su ayuda» (S.S. Francisco, Ángelus del 20 de octubre de 2013). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Rezar, varias veces durante el día y, sobre todo, cuando se me presente una dificultad: ¡Jesucristo, aumenta mi fe!

«Os invito, pues, a formaros en la fe que da sentido a vuestra vida y a fortalecer vuestras convicciones, para poder así permanecer firmes en las dificultades de cada

día. […]Los jóvenes de hoy necesitan descubrir la vida nueva que viene de Dios, saciarse de la verdad que tiene su fuente en Cristo muerto y resucitado y que la

Iglesia ha recibido como un tesoro para todos los hombres.» (Benedicto XVI, 6 de abril de 2009).

Martes 17 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor mío, aquí estoy para escucharte, quiero sanar de mi fragilidad, sé que tu Palabra es espíritu y vida. Tú sabes que muchas veces pongo mi confianza en lo pasajero y me falta crecer en la fe para levantarme a conquistar el mundo para Ti. Te ofrezco esta meditación por todos los enfermos que no tienen a alguien que les recuerde de tu misericordia. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Dios mío, por intercesión de san Patricio que celebramos hoy, te pido la gracia de saber anunciar a otros, con mi testimonio y acción, la gratuidad de tu amor y misericordia. Evangelio del día, para orientar tu meditación Del santo Evangelio según san Juan 5, 1-16 En un día de fiesta para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina llamada Betesda, en hebreo, con cinco pórticos, bajo las cuales yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban la agitación del agua. Por que el ángel del Señor descendía de vez en cuando a la piscina, agitaba el agua y, el primero que entraba en la piscina, después de que el agua se agitaba, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. Entre ellos estaba un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.

Al verlo ahí tendido, y sabiendo que llevaba mucho tiempo en tal estado, Jesús le dijo: "¿Quieres curarte?" Le respondió el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua. Cuando logro llegar, ya otro ha bajado antes que yo". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y anda". Y al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar.

Aquel día era sábado, por eso los judíos le dijeron al que había sido curado: "No te es lícito cargar tu camilla". Pero él contestó: "El que me curó me dijo: "Toma tu camilla y anda". Ellos le preguntaron: "¿Quién es el que te dijo: "Toma tu camilla y anda?". Pero el que había sido curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo y le dijo: "Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te vaya a suceder algo peor". Aquel hombre fue y les contó a los judíos que el que lo había curado era Jesús. Por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio, te sugerimos leer esto que dijo el Papa.

La primera reforma debe ser la de las actitudes. «Sobre la Iglesia que el papa sueña: Veo con claridad que la Iglesia hoy necesita con mayor urgencia la capacidad de curar heridas y dar calor a los corazones de los fieles, cercanía, proximidad. Veo a la Iglesia como un hospital de campaña tras una

batalla. ¡Qué inútil es preguntarle a un herido si tiene altos el colesterol o el azúcar! Hay que curarle las heridas. Ya hablaremos luego del resto. Curar heridas, curar heridas... Y hay que comenzar por lo más elemental”.

Yo sueño con una Iglesia madre y pastora. Los ministros de la Iglesia tienen que ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más grande que el pecado. Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma debe ser la de las actitudes.

Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad.» (Entrevista a S.S. Francisco, 19 de septiembre de 2013). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Visitar a esa persona enferma, que nadie visita, para llevarle el consuelo de la Buena Nueva de Cristo, que siempre es compasivo con los que sufren.

«Aceptar al otro que sufre significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo que éste llegue a ser también mío. Pero precisamente porque ahora se ha

convertido en sufrimiento compartido, en el cual se da la presencia de un otro, este sufrimiento queda traspasado por la luz del amor.»

(Benedicto XVI, encíclica Spe salvi, n. 38).

Miércoles 18 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor mío, abrir a tu gracia mi endurecido corazón es mi anhelo. Tú eres la razón de mi existencia. En este momento de oración, con un acto libre de mi voluntad, quiero entregarme completamente a Ti. Creo, espero y confío en tu misericordia, ¡te amo! Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Padre compasivo y misericordioso, ayúdame a buscar siempre tu voluntad, respóndeme, quiero convertirme en otro Cristo, para ya no vivir para mí, sino dejar que Tú vivas en mí. Evangelio del día, para orientar tu meditación Del santo Evangelio según san Juan 5,17-30 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos, (que lo perseguían por hacer curaciones en sábado): "Mi Padre trabaja siembre y yo también trabajo". Por eso los judíos buscaban con mayor empeño darle muerte, ya que no sólo violaba el sábado, sino que llamaba Padre suyo a Dios, igualándose así con Dios.

Entonces Jesús les habló en estos términos: "Yo les aseguro: El hijo no puede hacer nada por su cuenta y sólo hace lo que le ve hacer al Padre; lo que hace el Padre también lo hace el Hijo. El Padre ama al Hijo y le manifiesta todo lo que hace; le manifestará obras todavía mayores que éstas, para asombro de ustedes. Así como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a quien Él quiere dársela. El Padre no juzga a nadie, porque todo juicio se lo ha dado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo tampoco honra al Padre.

Yo les aseguro que quien escucha mi palabra y cree en el que me envió tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó de la muerte a la vida.

Les aseguro que viene la hora y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, así como el Padre tiene la vida en sí mismo, también le ha dado al hijo tener la vida en sí mismo; y le ha dado el poder de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No se sorprendan, porque viene la hora en que todos los que yacen en la tumba oirán mi voz y resucitarán; los que hicieron el bien, para la vida; los que hicieron el mal, para la condenación. Yo nada puedo hacer por mí mismo. Según lo que oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio, te sugerimos leer esto que dijo el Papa.

Pidamos a Dios querer hacer su voluntad. Rezar para querer seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y rezar -una vez conocida- para ir adelante con la voluntad de Dios. Había una vez una la ley hecha de prescripciones y prohibiciones, de sangre de toros y cabras,

‘sacrificios antiguos’ que no tenían ni la ‘fuerza’ de ‘perdonar los pecados’, ni de dar ‘justicia’. Después en el mundo viene Cristo y con su subir a la Cruz, “el acto que una vez para siempre nos ha justificado”, Jesús ha demostrado cuál era el ‘sacrificio’ más agradable a Dios: no el holocausto de un animal, sino la ofrenda de la propia voluntad para hacer la voluntad del Padre.

La obediencia a la voluntad de Dios. Este es el camino de la santidad, del cristiano, es decir, que se realice el plan de Dios, que la salvación se cumpla.[…]

¿Yo rezo para que el Señor me dé las ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la voluntad de Dios? Rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mí y sobre mi vida, sobre la decisión que debo tomar ahora… muchas cosas. Sobre la forma de gestionar las cosas… La oración para querer hacer la voluntad de Dios, y oración para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también la oración, por tercera vez: para hacerla. Para cumplir esa voluntad, que no es la mía, es la suya. Y no es fácil. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 27 de enero de 2015, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Organizar mis actividades de tal manera que pueda participar en una hora eucarística el día de mañana, donde ofreceré mi vida a Dios para que, si Él quiere, pueda descubrir las barreras que he puesto para no cumplir su voluntad.

«Pero como nadie será salvado contra su voluntad (pues somos libres), desea que nosotros queramos el bien.»

(San Jerónimo, Comentarios sobre la Epístola a los Efesios)

Jueves 19 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor san José, hoy inicio esta meditación recordando tu ejemplo en el Evangelio: Modesto y sencillo, pero impregnado de fe, esperanza y amor. Siempre fiel y prudente supiste escuchar la voz de Dios, y abrazar su voluntad, aunque no tuviera lógica ni sentido para ti. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, concédeme la gracia de darme el tiempo para orar; para saber aprovechar toda ocasión que se me presente el día de hoy para avanzar en mi camino de santidad en medio de mis actividades ordinarias, como me enseña san José. Evangelio del día, para orientar tu meditación Del santo Evangelio según san Mateo 1,16.18-21.24 Jacob engendró a José el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo y no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: "José, hijo de David, no dudes de recibir en tu casa a María, tu esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados". Cuando José despertó de aquel sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio, te sugerimos leer esto que dijo el Papa.

Rezar es descansar en Dios. «A José le fue revelada la voluntad de Dios durante el descanso. En este momento de descanso en el Señor, cuando nos detenemos de nuestras muchas obligaciones y actividades diarias, Dios también nos habla. Él nos habla en la lectura que acabamos de escuchar, en nuestra oración y testimonio, y en el silencio de nuestro corazón. […]

Descansar en el Señor. El descanso es necesario para la salud de nuestras mentes y cuerpos, aunque a menudo es muy difícil de lograr debido a las numerosas obligaciones que recaen sobre nosotros. Pero el descanso es también esencial para nuestra salud espiritual, para que podamos escuchar la voz de Dios y entender lo que él nos pide. José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también ustedes están llamados, al igual que José, a construir un hogar para Jesús. Le preparan un hogar en sus corazones, sus familias, sus parroquias y comunidades.

Para oír y aceptar la llamada de Dios, y preparar una casa para Jesús, deben

ser capaces de descansar en el Señor. Deben dedicar tiempo cada día para descansar en Dios, a la oración. Rezar es descansar en Dios. Es posible que me digan: Santo Padre, yo quiero orar, pero tengo mucho trabajo. Sí. Tengo que cuidar de mis hijos; además están las tareas del hogar; estoy muy cansado incluso para dormir bien. Y seguramente es así, pero si no oramos, no conoceremos la cosa más importante de todas: la voluntad de Dios sobre nosotros. Y a pesar de toda nuestra actividad y ajetreo, sin la oración, lograremos muy poco.

Descansar en la oración es especialmente importante para las familias. Donde primero aprendemos a orar es en la familia. Y no lo olvidéis, cuando la familia reza unida, permanece unida. Esto es importante. Allí conseguimos conocer a Dios, crecer como hombres y mujeres de fe, vernos como miembros de la gran familia de Dios, la Iglesia. » (Discurso de S.S. Francisco a las familias, 16 de enero de 2015). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Hacer una visita a Cristo en la Eucaristía, participar en una hora eucarística (propósito de ayer) o hacer una comunión espiritual, para descansar en Él.

«Confiarse a Dios no significa ver todo claro según nuestros criterios, no significa realizar lo que hemos proyectado; confiarse a Dios quiere decir vaciarse de sí

mismos, renunciar a sí mismos, porque sólo quien acepta perderse por Dios puede ser ‘justo’ como san José, es decir, puede conformar su propia voluntad a la de

Dios.» (Benedicto XVI, 5 de julio de 2010).

Viernes 20 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, en este tiempo de Cuaresma, quiero darte un mejor lugar en mi corazón. Creo que realmente te hiciste uno de nosotros para salvarnos, en un acto de amor más allá de toda comprensión humana. Sé que puedo contar con tu consuelo, con tu gracia, con tu grandísimo amor porque en todas las circunstancias siempre estás conmigo. Quiero amarte más que a mí mismo y decir "sí" a tu voluntad en cada momento. Confío totalmente en tu gracia. Gracias, Señor. En esta Cuaresma quiero aprender a amarte más, como te mereces. Quiero ser la persona que Tú quieres que yo sea. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) ¡Jesús, dame el don de conocerte experimentalmente! Soy tu creatura, dependo de Ti en todo mi ser y en todo mi obrar. Necesito de tu misericordia. Dame tu gracia para agradarte con mi oración. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 7,1-2.10.25-30 En aquel tiempo, Jesús recorría Galilea, pues no quería andar por Judea, porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba ya la fiesta de los judíos, llamada de los Campamentos. Cuando los parientes de Jesús habían llegado ya a Jerusalén para la fiesta, llegó también Él, pero sin que la gente se diera cuenta, como de incógnito.

Algunos, que eran de Jerusalén, se decían: "¿No es éste al que quieren matar? Miren cómo habla libremente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que es el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde viene éste; en cambio, cuando llegue el Mesías, nadie sabrá de dónde viene". Jesús por su parte, mientras enseñaba en el templo, exclamó: "Conque me conocen a mi y saben de dónde vengo… Pues bien, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que me es veraz; y a él ustedes no lo conocen. Pero yo si lo conozco, porque procedo de Él, y Él me ha enviado". Trataron entonces de capturarlo, pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Un cristiano sin memoria no es un verdadero cristiano. Esa memoria que viene del corazón, es una gracia del Espíritu Santo. Y tener memoria significa recordar las propias miserias, que nos vuelven esclavos, y junto a ello la gracia de Dios que redime de aquellas miserias. Y cuando llega un poco la vanidad, y uno cree que es un poco el Premio Nobel de la Santidad, también la memoria nos hace bien: 'Pero... recuerda de dónde te tomé: del último de la grey. Tú estabas detrás, en la grey.

La memoria es una gracia grande, y cuando un cristiano no tiene memoria -es

difícil decir esto, pero es la verdad-, no es cristiano, es un idólatra, porque está frente a un Dios que no tiene un camino, no sabe hacer camino, mientras que nuestro Dios camina con nosotros, se mezcla con nosotros, camina con nosotros. Nos salva. Hace historia con nosotros. Memoria del todo, y la vida se vuelve más fructífera, con esta gracia de la memoria.

Les invito a pedir la gracia de la memoria, para ser personas que nunca olviden el camino cumplido, que no olviden las gracias de sus vidas, no se olvidan del perdón de los pecados, no olviden que eran esclavos y que el Señor los salvó. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 13 de mayo de 2013, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Buscar una buena lectura espiritual, en texto o en línea, que me ayude a prepararme para conocer y reflexionar sobre el gran misterio que se aproxima: la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

«Dios se ha dejado ver: en el rostro de Cristo vemos a Dios, Dios se ha hecho “conocido”, y así nos ha hecho amigos.» (Benedicto XVI, 20 de febrero de 2010).

Sábado 21 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, soy consciente de que Tú eres quién mejor sabe lo que es mejor para mí, y por eso yo creo en Ti. Sé que Tú estás más interesado en mi bienestar espiritual de lo que yo estoy, y por eso confío en Ti. Siempre me das tu perdón amoroso a pesar de mis pecados y es por eso te amo. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, ¡aumenta mi fe!, para que mi corazón esté siempre dispuesto a reconocer, acoger, defender y trasmitir tu Palabra. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 7, 40-53 En aquel tiempo, algunos de los que habían escuchado a Jesús, comenzaron a decir: "Éste es verdaderamente el profeta". Otros afirmaban: "Éste es el Mesías". Otros, en cambio, decían: "¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?" Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos querían apoderarse de Él, pero nadie le puso la mano encima.

Los guardias del templo que habían sido empleados para apresar a Jesús, volvieron a donde estaban los sumos sacerdotes y los fariseos, y éstos les dijeron: "¿Por qué no lo han traído?" Ellos respondieron: "Nadie ha hablado nunca como ese hombre." Los fariseos les replicaron: "¿Acaso también ustedes se han dejado embaucar por Él? ¿Acaso ha creído en Él alguno de los jefes o de los fariseos? La chusma esa, que no entiende de la Ley, esta maldita" Nicodemo, aquel que había ido en otro tiempo a ver a Jesús, y que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley condena a un hombre sin oírlo primero y sin averiguar lo que ha hecho?" Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta". Y después de esto, cada uno de ellos se fue a su propia casa. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

No a los doctores del deber, abramos el corazón a Dios. El pueblo de Dios estaba solo, y esta clase dirigente -los doctores de la ley, los saduceos, los fariseos- estaba cerrada e sus ideas, en su pastoral, en su ideología. Y esta clase es la que no ha escuchado la Palabra del Señor. Ellos se justifican por no haber escuchado la llamada del Señor. No podían escuchar: estaban tan cerrados, lejos del pueblo. […] Esta clase dirigente eran pecadores, como todos, pero estos eran más que pecadores: el corazón de esta gente, de este grupo, con el tiempo se había endurecido tanto, tanto que era imposible escuchar la voz del Señor. Y de pecadores, han resbalado, se han convertido en corruptos. Es tan difícil que un corrupto consiga volver atrás. El pecador sí, porque el Señor es misericordioso y nos

acepta a todos. Pero el corrupto está obsesionado con sus cosas, y estos eran corruptos. Y por esto se justificaban porque Jesús, con su sencillez, pero con la fuerza de Dios, les molestaba. Y paso a paso, terminan por convencerse que debían matar a Jesús, y uno de ellos dijo: 'Es mejor que un hombre muera por su pueblo'.

Éstos han hecho resistencia a la salvación de amor del Señor y así ha resbalado de la fe, de una teología de fe a una teología del deber: 'tenéis que hacer esto, esto, esto...' Y en la dialéctica de la libertad está el Señor bueno, que nos ama, ¡nos ama mucho! Sin embargo, en la lógica de la necesidad no hay sitio para Dios: se debe hacer, se debe hacer, se debe hacer... Se han convertido en comportamentales. Hombres de buenas maneras, pero de malas costumbres. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 27 de marzo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Dedicar un tiempo adicional a mi oración para reflexionar si he participado o estoy participando en un acto de corrupción. Si es así, pedirle a Dios salir de inmediato de esa situación. Si no, pedir la gracia especial de no caer en esa tentación. «El proceso de toda corrupción individual o colectiva nace en el momento en que se

deja de luchar. Al mal se va cuando se deja de hacer el bien.» (Cristo al centro, n. 429)

Domingo 22 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor Jesús, yo creo que siempre me señalas el camino que me puede llevar a la felicidad, pero también sé que el torbellino del mundo y mi grandísimo ego, no pocas veces, me doblega y no me deja vivir de acuerdo a tu voluntad. Sé que aun así, Tú nunca me abandonas. Gracias por tu amor incondicional y tu grandísima misericordia. Pongo toda mi confianza en Ti porque sé que me amas. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, dame la generosidad para pasar mi vida sirviendo a los demás. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 12, 20-33 Entre los que habían llegado a Jerusalén para adorar a Dios en la fiesta de Pascua, había algunos griegos, los cuales se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le pidieron: "Señor, quisiéramos ver a Jesús". Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús y el les respondió: "Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. Yo les aseguro que si el grano de trigo sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor; el que me sirve, será honrado por mi Padre.

Ahora que tengo miedo, ¿Le voy a decir a mi Padre: 'Padre, líbrame de esta hora?' No, pues precisamente para esta hora he venido. Padre, dale gloria a tu nombre". Se oyó entonces una voz que decía: "Lo he glorificado y volveré a glorificarlo". De entre los que estaban allí presentes y oyeron aquella voz; unos decían que había sido un trueno; otros, que le había hablado un ángel. Pero Jesús les dijo: "Esa voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Esta llegando el juicio de este mundo; ya va a ser arrojado el Príncipe de este mundo. Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí". Dijo esto, indicando de qué manera habría de morir. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

La victoria de Cristo sobre el espíritu del mal. «Nuestras catequesis sobre Dios, Creador de las cosas "invisibles", nos ha llevado a iluminar y vigorizar nuestra fe por lo que respecta a la verdad sobre el maligno o Satanás, no ciertamente querido por Dios, sumo Amor y Santidad, cuya Providencia sapiente y fuerte sabe conducir nuestra existencia a la victoria sobre el príncipe de las tinieblas. Efectivamente, la fe de la Iglesia nos enseña que la potencia de Satanás no es infinita. Él es sólo una creatura, potente en cuanto espíritu puro, pero siempre una creatura, con los límites de la creatura, subordinada al querer y el dominio de

Dios. Si Satanás obra en el mundo por su odio contra Dios y su reino, ello es permitido por la Divina Providencia que con potencia y bondad dirige la historia del hombre y del mundo. Si la acción de Satanás ciertamente causa muchos daños —de naturaleza espiritual e indirectamente de naturaleza también física— a los individuos y a la sociedad, él no puede, sin embargo, anular la finalidad definitiva a la que tienden el hombre y toda la creación, el bien. Él no puede obstaculizar la edificación del reino de Dios, en el cual se tendrá, al final, la plena actuación de la justicia y del amor del Padre hacia las creaturas eternamente "predestinadas" en el Hijo-Verbo, Jesucristo. Más aún, podemos decir con San Pablo que la obra del maligno concurre para el bien y sirve para edificar la gloria de los "elegidos". 2. Así toda la historia de la humanidad se puede considerar en función de la salvación total, en la cual está inscrita la victoria de Cristo sobre "el príncipe de este mundo". "Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás", dice terminantemente Cristo a Satanás.» (Catequesis de san Juan Pablo II, 20 de agosto de 1986). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Rezar frecuentemente a mi ángel custodio la siguiente oración que sugirió san Juan Pablo II: «Ángel de Dios, que eres mi custodio, ilumíname, custódiame, rígeme y gobiérname, ya que he sido confiado a tu piedad celeste. Amén», o alguna similar. «Dios se vale de ellos [los ángeles] para comunicarse con nosotros. Los ángeles nos

defienden de los lobos, que son los demonios, y nos aparan.» (San Juan de la Cruz, Cantico espiritual 2,3)

Lunes 23 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, Tú me enseñas que es en tu misericordia donde he de buscar el consuelo y el perdón; es ahí donde Tú me esperas y me ofreces tu amor, porque Tú condenas el pecado pero quieres salvar al pecador. Para obtener esta gracia no necesito ir a ningún santuario lejano, basta acercarme con fe a la confesión para que se opere el gran milagro de tu perdón. ¡Gracias, Señor! Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor Resucitado, dame la gracia de tener un encuentro transformador contigo en la oración que me ayude a reconocer y pedir perdón por mis pecados. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 8,1-11 En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos y al amanecer se presentó de nuevo en el templo, donde la multitud se le acercaba; y Él, sentado entre ellos, les enseñaba.

Entonces los escribas y fariseos le llevaron a una mujer sorprendida en adulterio, y poniéndola frente a Él, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos manda en la ley apedrear a estas mujeres. "¿Tú qué dices?". Le preguntaban esto para ponerle una trampa y poder acusarlo. Pero Jesús se agachó y se puso a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían en su pregunta, se incorporó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le tire la primera piedra". Se volvió a agachar y siguió escribiendo en el suelo.

Al oír aquellas palabras los acusadores empezaron a escabullirse uno tras otro, empezando por los más viejos, hasta que dejaron solos a Jesús y a la mujer, que estaba de pie junto a Él. Entonces Jesús se enderezó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le contestó: "Nadie, Señor". Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete, y ya no vuelvas a pecar". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

El misterio de la misericordia de Jesús «¡Quien de vosotros esté sin pecado, tire la primera piedra contra ella!»”. El Evangelio, con una cierta ironía, dice que los acusadores se fueron, uno a uno, comenzando por los más ancianos.

Y Jesús se queda solo con la mujer, como un confesor, diciéndole: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado? ¿Dónde están? Estamos solos, tú y yo. Tú ante Dios, sin las acusaciones, sin las habladurías. ¡Tú y Dios! ¿Nadie te ha condenado?». La mujer responde: «¡Nadie, Señor!», pero ella no dice: «¡Ha sido una falsa acusación! ¡Yo no he cometido adulterio!» Reconoce su pecado y Jesús afirma:

«¡Yo tampoco te condeno! Ve, ve y de ahora en adelante no peques más, para no pasar por un momento tan feo como este; para no pasar tanta vergüenza; para no ofender a Dios, para no ensuciar la hermosa relación entre Dios y su pueblo». ¡Jesús perdona! Pero aquí se trata de algo más que del perdón: Jesús supera la ley y va más allá. No le dice: '¡El adulterio no es pecado!' Pero no la condena con la ley. Y este es el misterio de la misericordia de Jesús. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 7 de abril de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Recurrir al sacramento de la confesión para pedirle perdón a Jesús por mis pecados; prepararme con un buen examen de conciencia. «Aprendamos del Señor Jesús a no juzgar y a no condenar al prójimo. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado - ¡empezando por el nuestro! - e indulgentes con las

personas. Que nos ayude en esto la Santa Madre de Dios.» (Benedicto XVI, 21 de marzo de 2010).

Martes 24 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, creo en Ti. Gracias por estar presente en mi vida. Agradezco que anheles mi presencia a pesar de mi pecado. Desde antes de la creación del mundo Tú me formaste de la nada para poder estar en comunión contigo. Tú enviaste a tu Hijo para ayudarme a comprender que, sin importar lo profundo de mi pecado, hay redención para mí. Creo en tu amor, por eso espero en Ti… Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesucristo, dame la gracia de ser dócil a lo que hoy me vas a pedir en esta oración. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo me voy y ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado. A donde yo voy ustedes no pueden venir". Dijeron entonces los judíos: "¿Estará pensando en suicidarse, y por eso dice: "A donde yo voy, ustedes no pueden venir?". Pero Jesús añadió: "Ustedes son de aquí abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados".

Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres tú?" Jesús les respondió: "Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a Él es lo que digo al mundo". Ellos no comprendieron que hablaba del Padre. Jesús prosiguió: "Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta: lo que el Padre me enseño, eso digo. El que me envió está conmigo, y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a Él le agrada". Después de decir estas palabras, muchos creyeron en Él. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Jesús nos ayuda a entender. «Y es siempre Jesús quien tiene que ayudarnos a entender una y otra vez que el poder de Dios es diferente, que el Mesías tiene que entrar en la gloria y llevar a la gloria a través del sufrimiento..

Esto aparece bajo la palabra clave “irse”, “ir hacia”. Según Juan, Jesús habló en dos ocasiones de su “irse” donde los judíos no podían ir. Quienes lo escuchaban trataron de adivinar el sentido de esto y avanzaron dos suposiciones. En un caso dijeron: “¿Se irá a los que viven dispersos entre los griegos para enseñar a los griegos?”. En otro, comentaron: “Será que va a suicidarse?” En ambas suposiciones se barrunta algo verdadero y, sin embargo, fallan radicalmente en la verdad fundamental. Sí, su irse es un ir a la muerte, pero no en el sentido de darse muerte a sí mismo, sino de transformar su muerte violenta en la libre entrega de su propia

vida» (Cf Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, segunda parte, p. 30). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Por amor a Dios, si soy adicto a la nicotina, a la cafeína, al azúcar o cualquier otro tipo de acción, renunciar hoy a esta tendencia que coarta mi libertad. «Cristo es nuestro hermano y amigo, el mejor amigo, que se hizo hombre y murió en

la cruz sólo por amor.» (Cristo al centro, n. 532)

Miércoles 25 de marzo Anunciación del Señor Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, al contemplar el ejemplo de fe, humildad, sencillez y generosidad de María, mi corazón arde dentro de mí. Si pudiera ser tan dócil como ella. Al iniciar esta oración, humildemente me pongo en tu presencia, porque vengo, Señor, a descubrir tu voluntad. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, que esta oración me lleve a crecer en la humildad para vaciarme de mis preocupaciones y poder escuchar lo que hoy me quieres decir. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38 En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras ella se preocupó mucho y se preguntaba qué querría decir semejante saludo. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.

Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y el reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reinado no tendrá fin". María dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El ángel le contestó: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes, la que llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Necesitamos un corazón humilde, como el de María, para acercarnos a Dios. El Señor está en camino con nosotros para ablandar nuestro corazón y solo con un corazón humilde como el de María podemos acercarnos a Dios. Adán y Eva, cediendo a la seducción de Satanás, creyeron ser como Dios. Esa "soberbia suficiente" hace que se alejen del paraíso. Pero el Señor no los deja caminar solos porque les hace una promesa de redención y camina con ellos. El Señor acompañó la humanidad en este largo camino. Ha hecho un pueblo. Estaba con ellos. Y ha recordado que ese camino que comenzó con una desobediencia, termina con una obediencia, con el sí de María al anuncio del ángel.

El nudo que ha hecho Eva con su desobediencia, lo ha desatado María con su obediencia, es un camino en el cual las maravillas de Dios se multiplican.

El Señor está en camino con su pueblo. Y ¿por qué caminaba con su pueblo, con tanta ternura? Para ablandar nuestro corazón. Explícitamente Él lo dice: 'Yo haré de tu corazón de piedra un corazón de carne'. Ablandar nuestro corazón para recibir esa promesa que había hecho en el paraíso. Para un hombre ha entrado el pecado, para otro viene la salvación. Y este camino tan largo nos ayudó a otros nosotros a tener un corazón más humano, más cercano a Dios, no tan soberbio, no tan suficiente. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 25 de marzo de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Vivir la humildad, con especial intención el día de hoy, al no hablar de mí, ni justificarme innecesariamente. «He aquí, dice, la esclava del Señor. ¿Qué humildad es ésta tan alta que no se deja vencer de las honras ni se engrandece en la gloria? Es escogida por Madre de Dios y se da el nombre de esclava […] No es cosa grande ser humilde en el abatimiento,

pero es muy grande y muy rara ser humilde en el honor.» (San Bernardo, Homilía sobre la Virgen Madre)

Jueves 26 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Jesús, vengo ante Ti con la esperanza de encontrar una respuesta a los cuestionamientos que minan mi fidelidad a tu Palabra. Quiero creer con una fe inquebrantable. Confiar siempre en tu misericordia y, sobre todo, quiero amarte con un corazón ardiente y generoso. Te ofrezco este tiempo de oración como una humilde muestra de gratitud por la gracia que hoy, inmerecidamente, voy a recibir. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, ayúdame a saberte glorificar y a saber abrir mi corazón para ser fiel a la verdad de tu Evangelio. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59 En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Yo les aseguro: el que es fiel a mis palabras no morirá para siempre.

Los judíos le dijeron: "Ahora ya no nos cabe duda de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron, ¿y tú dices: "El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre" ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Abraham el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?"

Contestó Jesús: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien ustedes dicen: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocen. Yo en cambio, sí lo conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello".

Los judíos le replicaron: "No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?". Les respondió Jesús: "Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy". Entonces recogieron piedras para arrogárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo. Palabra de Dios. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Un corazón cerrado no deja sitio a Dios. El error fue pensar que todo se resolvía con observar los mandamientos, pero estos no son una ley fría, porque nacen de una relación de amor y son 'indicaciones' que nos ayudan a no equivocarnos en nuestro camino para encontrar a Jesús. Así, los fariseos cierran el corazón y la mente a cualquier novedad, no entienden el camino de la esperanza. Es el drama del corazón cerrado, el drama de la mente cerrada y cuando el corazón está cerrado, este corazón cierra la mente, y cuando corazón y mente están cerrados no hay sitio para Dios, sino solamente para lo que nosotros creemos que se debe hacer. Sin embargo, los mandamientos llevan una promesa y

los profetas despiertan esta promesa. Los que tienen corazón y mente cerrados no consiguen acoger el mensaje de novedad llevado por Jesús, que es el que había sido prometido por la fidelidad de Dios y de los profetas. Pero ellos no entienden. Y de este modo es un pensamiento cerrado, que no está abierto al diálogo, a la posibilidad que haya otra cosa, a la posibilidad que Dios nos hable, nos diga cómo es su camino, como ha hecho con los profetas. Esta gente no había escuchado a los profetas y no escuchaba a Jesús. Es algo más que una simple terquedad. No, es más: es la idolatría del propio pensamiento. ‘Yo pienso así, esto debe ser así y nada más’. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 10 de abril de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Hacer una visita a Cristo en la Eucaristía, o hacer una comunión espiritual, para glorificarlo y darle las gracias por su amor.

«La mayoría de las falsedades contienen algo de verdad; por lo menos, aquellas falsedades que son perversiones de la verdad son las que tienen más éxito. Pero, aun

sin falsedad, ustedes saben cuán extraña puede aparecer la verdad a mentes no familiarizadas con ella.»

(Card. J. H. Newman, Sermón en la inauguración del Seminario S. Bernardo, 1873).

Viernes 27 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Querido Jesús, mi Señor y mi Dios, abro mi mente y mi corazón a tu amor infinito. Deseo escucharte y responder a las inspiraciones que deseas darme en este momento de oración. Creo en Ti. Espero en Ti. Te amo. Señor, Tú eres la esencia de mi vida. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Jesús, permite que te conozca más, no dejes que el temor a la opinión de los demás me aparten de Ti, no permitas que nunca desfallezca mi fe, ¡auméntamela, hazla fuerte y luminosa! Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 10, 31-42 En aquel tiempo cuando Jesús terminó de hablar, los judíos cogieron piedras para apedrearlo. Jesús les dijo: "He realizado ante ustedes muchas obras buenas de parte del Padre: ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?" Le contestaron los judíos: "No te queremos apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemo, porque tú no siendo mas que un hombre, pretendes ser Dios". Jesús les replicó: "¿No está escrito en su ley: "Yo les he dicho: Ustedes son dioses? Ahora bien, si ahí se llama dioses a quienes fue dirigida la Palabra de Dios (y la Escritura no puede equivocarse) ¿cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo me llaman blasfemo porque he dicho: Soy Hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí, y yo en el Padre".

Trataron entonces de apoderarse de Él, pero se les escapó de las manos. Luego regresó Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado en un principio y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan decía de éste era verdad". Y muchos creyeron en él allí. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Reconocer al Padre en Jesús. Él nos hace conocer al Padre, nos introduce en esta vida interior que Él tiene. ¿Y a quién revela esto el Padre? ¿A quién da esta gracia? 'Te alabo, oh Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y eruditos, y las has revelado a los pequeños'. Sólo a aquellos que tienen el corazón como los pequeños, que son capaces de recibir esta revelación, el corazón humilde, manso, que siente la necesidad de orar, de abrirse a Dios, se siente pobre; sólo a aquél que va adelante con la primera Bienaventuranza: los pobres de espíritu.

Muchos pueden conocer la ciencia, la teología también, ¡muchos! Pero si no hacen esta teología de rodillas, es decir, humildemente, como los pequeños, no entenderán nada. Nos dirán muchas cosas, pero no entenderán nada. Sólo esta

pobreza es capaz de recibir la Revelación que el Padre da por medio de Jesús, a través de Jesús. Y Jesús viene, no como un capitán, un general del ejército, un gobernante poderoso, no. Él es humilde, es manso, y ha venido para los humildes, para los mansos, para salvar a los enfermos, a los pobres, a los oprimidos. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 2 de diciembre de 2014, en Santa Marta). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Para conocer, y así amar más a Jesús, leer diariamente un pasaje del Evangelio; si ya lo hago, buscar un buen libro sobre Jesucristo.

«Acaece que muchos, aunque a menudo oigan el Evangelio, gustan poco de él, porque no tienen el espíritu de Cristo. El que quiera, pues, experimentar todo el sabor de las palabras de Cristo, conviene que procure conformar con él toda su

vida.» (Tomás Kempis, Imitación de Cristo, 1, 1, 2)

Sábado 28 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Jesús, creo en Ti porque eres la Vida misma, espero en Ti porque eres la Resurrección y la Vida. Te amo, porque amándote con todo mi corazón, con toda mi alma y con todas mis fuerzas encuentro la alegría, la paz, la felicidad. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Dios mío, renueva en mí la fe en la resurrección de los muertos y en la vida del mundo futuro. Amén. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 11, 45-57 En aquel tiempo, muchos judíos que habían ido a casa de Marta y María, al ver que Jesús, había resucitado a Lázaro, creyeron en él. Pero algunos de entre ellos fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y decían: "¿Qué será bueno hacer? Este hombre está haciendo muchos prodigios. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en Él, van a venir los romanos y destruirán nuestro templo y nuestra nación".

Pero uno de ellos, llamado Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: "Ustedes no saben nada; no comprenden que conviene que un solo hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca."

Sin embargo, esto no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos. Por lo tanto, desde aquel día tomaron la decisión de matarlo.

Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la ciudad de Efraín, en la región contigua al desierto y allí se quedó con sus discípulos.

Se acercaba la Pascua de los judíos y muchos de las regiones circunvecinas llegaron a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús en el templo, y se decían unos a otros: "¿Qué pasará? ¿No irá a venir a la fiesta?". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

La cruz respondía a una necesidad: congregar a los hijos de Dios. «Hemos dicho que Jesús, en su anuncio y en toda su obra, había inaugurado un reino no político del Mesías y comenzado a deslindar los dos ámbitos hasta ahora inseparables. Pero esta separación entre política y fe, entre pueblo de Dios y política, que forma parte esencial de su mensaje, sólo era posible en última instancia a través de la cruz: sólo mediante la pérdida verdaderamente absoluta de todo poder externo, del ser despojadoradicalmente en la cruz, la novedad se hacía realidad. Sólo

mediante la fe en el Crucificado, en Aquel que es desposeído de todo poder terrenal, y por eso enaltecido, aparece también la nueva comunidad, el modo nuevo en que Dios domina en el mundo. Pero eso significa que la cruz respondía a una “necesidad” divina y que Caifás, con su decisión, fue en último análisis el ejecutor de la voluntad de Dios, aun cuando su motivación personal fuera impura y no respondiera a la voluntad de Dios, sino a sus propias miras egoístas» ( Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, segunda parte, p. 66). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Que la pureza de intención por la abstinencia y obras de penitencia de esta Cuaresma me ayuden a reflexionar sobre la brevedad de mi vida. «No tengas miedo; tu cruz está unida a la resurrección y a la vida eterna con Dios.»

(Cristo al centro, n. 618)

Domingo 29 de marzo Domingo de ramos Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) En este día me uno a quienes te aclamaron y alabaron cuando entraste a Jerusalén, pero no quiero dejarte solo, por quedarme dormido, ni abandonarte cuando no entienda o me cueste aceptar lo que hoy voy a vivir. Ante la cruz no debo temer porque Tú estás conmigo y en los momentos de dolor me dices que debo tener valor, porque Tú has vencido al mundo. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Señor, que esta oración me ayude a no huir ante el sufrimiento sino, con tu gracia, aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrarle sentido al unirla a tu pasión. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Marcos 14,1-15,47 Pretendían prender a Jesús a traición y darle muerte Faltaban dos días para la fiesta de Pascua y de los panes Ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando una manera de apresar a Jesús a traición y darle muerte, pero decían: "No durante las fiestas; porque el pueblo podría amotinarse". Se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura Estando Jesús sentado a la mesa, en casa de Simón, el leproso, en Betania, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y derramó el perfume en la cabeza de Jesús. Algunos comentaban indignados: "¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres". Y criticaban a la mujer, pero Jesús replicó: "Déjenla, ¿por qué la molestan? Lo que ha hecho conmigo está bien. Porque a los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden socorrerlos cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. Yo les aseguro que en cualquier parte del mundo donde se predique el Evangelio, se recordará también en su honor lo que ella ha hecho conmigo". Le prometieron dinero a Judas Iscariote Judas Iscariote, uno de los Doce, se presentó a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oírlo, se alegraron y le prometieron dinero, él andaba buscando una buena ocasión para entregarlo. ¿Dónde está la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos? El primer día de la fiesta de los panes Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le preguntaron a Jesús sus discípulos: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?" Él les dijo a dos de ellos: "Vayan a la cuidad. Encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo y díganle al dueño de la casa en donde entre: "El Maestro manda preguntar: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" Él les enseñará una sala en el

segundo piso, arreglada con divanes. Prepárennos allí la cena". Los discípulos se fueron, llegaron a la ciudad, encontraron lo que Jesús les había dicho y prepararon la cena de Pascua. Uno de ustedes, que está comiendo conmigo, me va a entregar: Al atardecer llegó Jesús con los Doce. Estando a la mesa, cenando, les dijo: "Yo les aseguro que uno de ustedes, me va a entregar: uno que está comiendo conmigo, me va a entregar". Ellos, consternados, empezaron a preguntarle uno tras otro: "¿Soy yo?" El Respondió: "Uno de los Doce; alguien que moja su pan en el mismo plato que yo. El Hijo del hombre va a morir, como está escrito; pero, ¡ay del que va a entregar al Hijo del hombre!; ¡más le valdría no haber nacido!" Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre, sangre de la nueva alianza Mientras cenaban, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen: esto es mi cuerpo". Y tomando en sus manos una copa de vino, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: "Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, que se derrama por todos. Yo les aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios". Antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres Después de cantar el himno, salieron hacia el monte de los Olivos y Jesús les dijo: "Todos ustedes se van a escandalizar por mi causa, como está escrito: "Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas; pero cuando resucite, iré por delante de ustedes a Galilea". Pedro replicó: "Aunque todos se escandalicen, yo no". Jesús le contestó: "Te aseguro que tú hoy, esta misma noche, antes de que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres". Pero él insistía: "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré". Y los demás decían lo mismo. Empezó a sentir terror y angustia Fueron luego a un huerto, llamado Getsemaní, y Jesús dijo a sus discípulos: "Siéntense aquí mientras hago oración". Se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan; empezó a sentir terror y angustia, y les dijo: "Tengo el alma llena de una tristeza mortal: Quédense aquí, velando". Se adelantó un poco, se postró en tierra y pedía que, si era posible, se alejase de él aquella hora. Decía: "Padre, tú lo puedes todo; aparta de mí este cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".

Volvió a donde estaban los discípulos, y al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro: "Simón, ¿estás dormido?; ¿no has podido velar ni una hora? Velan y oren, para que no caigan en la tentación. El espíritu esta pronto, pero la carne es débil."

De nuevo se retiró y se puso a orar repitiendo las mismas palabras. Volvió, y otra vez los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados de sueño; por eso no sabían qué contestarle. Él les dijo: "Ya pueden dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. “¡Levántense! ¡Vamos! Ya está cerca el traidor". Deténganlo y llévenlo bien sujeto Todavía estaba hablando, cuando se presentó Judas, uno de los Doce, y con él, gente

con espadas y palos, mandada por los sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles: “Al que yo bese, ése es. Deténgalo y llévenlo bien sujeto." Llegó, se acercó y le dijo: "¡Maestro!" Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo apresaron. Pero uno de los presentes, desvainó la espada y de un golpe le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo: "¿Salieron ustedes apresarme con espadas y palos, como si se tratara de un bandido? Todos los días he estado entre ustedes enseñando en el templo, y no me han apresado. Pero, así tenía que ser para que se cumplan las Escrituras."

Todos lo abandonaron y huyeron. Lo iba siguiendo un muchacho, envuelto nada más con una sábana, y lo detuvieron; pero él, soltó la sábana y se les escapó desnudo. ¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito? Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron los sumos sacerdotes y los ancianos y los escribas. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote; y se sentó con los criados, cerca de la lumbre, para calentarse.

Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban una acusación contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no la encontraban. Pues, aunque muchos presentaban falsas acusaciones contra él, los testimonios no concordaban. Hubo unos que se pusieron de pie y dijeron: "Nosotros lo hemos oído decir: ‘Yo destruiré este templo, edificado por hombres, y en tres días, construiré otro, no edificado por hombres’". Pero ni aún en esto concordaban los testimonios. Entonces el sumo sacerdote se puso de pie y le preguntó a Jesús: "¿No tienes nada que responder a todas esas acusaciones?" Pero él no le respondió nada. El sumo sacerdote le volvió a preguntar: "¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?". Jesús contestó: "Sí lo soy. Y un día verán como el Hijo del hombre está sentado a la derecha del Todopoderoso y como viene entre las nubes del cielo." El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras, exclamando: "¿Qué falta hacen ya más testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?" Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle y, tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: "Adivina quien fue”. Y los criados también le daban bofetadas. No conozco a este hombre del que hablan Mientras tanto, Pedro estaba abajo en el patio. Llegó una criada del sumo sacerdote y, al ver a Pedro calentándose, lo miró fijamente y le dijo: "También tú andabas con Jesús, el Nazareno." Él lo negó, diciendo: "Ni sé ni entiendo lo que quieres decir." Salió fuera hacia el zaguán, y un gallo cantó. La criada, al verlo, se puso de nuevo a decir a los presentes: "Éste es uno de ellos." Pero él lo volvió a negar, al poco rato, también los presentes dijeron a Pedro: "Claro que eres uno de ellos, pues eres galileo." Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar: "No conozco a ese hombre del que hablan." En seguida canto el gallo por segunda vez. Pedro se acordó entonces de las palabras que le había dicho Jesús: "Antes de que cante el gallo dos veces, me habrás negado tres", y rompió a llorar. ¿Quieren que suelte al rey de los judíos? Luego que amaneció se reunieron los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, para deliberar. Ataron a Jesús, se lo llevaron y lo

entregaron a Pilato. Este le pregunto: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Él respondió: "Si lo soy." Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le pregunto de nuevo: "¿No contestas nada? Mira de cuántos cosas te acusan." Jesús ya no le contesto nada, de modo que Pilato estaba muy extrañado.

Durante la fiesta de Pascua, Pilato solía soltarse un preso que ellos pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en un motín. Vino la gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les dijo: "¿Quieren que suelte al rey de los judíos?" Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato les volvió a preguntar: "¿Y qué voy hacer con el que llaman rey de los judíos?" Ellos gritaron de nuevo: "¡Crucifícalo!" Pilato les dijo: "Pues, ¿qué mal ha hecho?" Ellos gritaron más fuerte: "¡Crucifícalo!" Pilato, queriendo dar gusto a la multitud, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Le pusieron una corona de espinas Los soldados lo llevaron al interior del palacio, al pretorio, y reunieron a todo el batallón. Lo vistieron con un manto de color púrpura, le pusieron una corona de espinas que habían trenzado, y comenzaron a burlarse de él dirigiéndole este saludo: "¡Viva, rey de los judíos! Le golpearon la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada las burlas, le quitaron aquel manto de color púrpura, le pusieron su ropa y lo sacaron para crucificarlo. Llevaron a Jesús al Gólgota Entonces forzaron a cargar la cruz a un individuo que pasaba por ahí de regreso del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de "la Calavera"). Le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echando suertes para ver lo que le tocaba a cada uno. Fue contado entre los malhechores. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: "El rey de los judíos". Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: fue contado entre los malhechores. Ha salvado a otros, y a sí mismo no se puede salvar Los que pasaban por ahí lo injuriaban meneando la cabeza y gritándole: "¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días sálvate a ti mismo y baja de la cruz." Los sumos sacerdotes se burlaban también de él, y le decían: "A salvado a otros, pero a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos." También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Y dando un fuerte grito, Jesús expiró Al llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y, a las tres Jesús gritó con voz potente: "Eloí, Eloí, lamá sabktaní." (Que significa: ¿"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"). Algunos de los

presentes, al oírlo, decían: "Miren, está llamando a Elías." Uno corrió a empapar una esponja en vinagre, la sujetó a un carrizo y se la acercó para que bebiera, diciendo: "Vamos a ver si viene Elías a bajarlo." Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El oficial romano que estaba enfrente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo: "De veras este hombre era Hijo de Dios." Había también ahí unas mujeres que estaban mirando todo desde lejos; entre ellas, María Magdalena, María (la madre de Santiago el Menor y de José), y Salomé, que, cuando Jesús estaba en Galilea, lo seguían para atenderlo; y además de ellas, otras muchas que habían venido con él a Jerusalén. José tapo con una piedra a la entrada del sepulcro Al anochecer, como era el día de la preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro distinguido del sanedrín, que también esperaba el reino de Dios. Se presentó con valor ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que ya hubiera muerto, y llamando al oficial, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto. Informado por el oficial, concedió el cadáver a José. Éste compró una sábana, bajó el cadáver, lo envolvió en la sábana, lo puso en un sepulcro excavado en una roca y tapó con una piedra la entrada del sepulcro. María Magdalena y María, la madre de José, se fijaron en dónde lo ponían. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Quién soy yo ante Jesús que sufre? «Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien hacernos una sola pregunta: ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo ante mi Señor? ¿Quién soy yo ante Jesús que entra con fiesta en Jerusalén? ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo? ¿O guardo las distancias? ¿Quién soy yo ante Jesús que sufre?

Hemos oído muchos nombres, tantos nombres. El grupo de dirigentes religiosos, algunos sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley, que habían decidido matarlo. Estaban esperando la oportunidad de apresarlo. ¿Soy yo como uno de ellos?

También hemos oído otro nombre: Judas. Treinta monedas. ¿Yo soy como Judas? Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se durmieron mientras el Señor sufría. Mi vida, ¿está adormecida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que significaba traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería resolverlo todo con la espada? ¿Soy yo como ellos? ¿Soy yo como Judas, que finge amar y besa al Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos dirigentes que organizan a toda prisa un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy como ellos? Y cuando hago esto, si lo hago, ¿creo que de este modo salvo al pueblo?» (Homilía de S.S. Francisco, 13 de abril de 2014).

Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Colocar en un lugar donde se reúna ordinariamente la familia una rama de palma bendita, para luego, comentar a la familia que esta rama nos recordará que en esta casa vamos a acompañar a Jesús, sin ofenderlo con nuestros pecados y haciendo las obras de caridad que nos corresponden.

«Dispongámonos a acoger también nosotros en nuestra vida la voluntad de Dios, conscientes de que en la voluntad de Dios, aunque parece dura, en contraste con nuestras intenciones, se encuentra nuestro verdadero bien, el camino de la vida.»

(Benedicto XVI, 20 de abril de 2011).

Lunes 30 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Creo, Jesús, que Tú vienes hoy a mi encuentro en esta oración para transformarme. Gracias por tu llamada a encontrar mi auténtica identidad al identificarme Contigo. Conoces mi fragilidad, mis omisiones, mis ingratitudes; confío que tu gracia será la roca sobre la que reedificaré hoy mi vida. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Dame, Señor, un corazón abierto a tu gracia y un alma generosa para que esta Semana Santa que inicia, sea una oportunidad para crecer en el amor a Ti y a los demás. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 12, 1-11 Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa.

María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Entonces Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar a Jesús, exclamó: "¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?" Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía a su cargo la bolsa, robaba lo que echaban en ella.

Entonces dijo Jesús: "Déjala: Esto lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tendrán siembre con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán".

Mientras tanto la multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, acudió, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes deliberaban para matar a Lázaro, porque a causa de él, muchos judíos se separaban y creían en Jesús. Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

Entrar en el circuito del amor. «Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron": al acto de María se contraponen la actitud y las palabras de Judas, quien, bajo el pretexto de la ayuda a los pobres oculta el egoísmo y la falsedad del hombre cerrado en sí mismo, encadenado por la avidez de la posesión, que no se deja envolver por el buen perfume del amor divino. Judas calcula allí donde no se puede calcular, entra con ánimo mezquino en el espacio reservado al amor, al don, a la entrega total. Y Jesús, que hasta aquel

momento había permanecido en silencio, interviene a favor del gesto de María: "Déjala, que lo guarde para el día de mi sepultura". Jesús comprende que María ha intuido el amor de Dios e indica que ya se acerca su "hora", la "hora" en la que el Amor hallará su expresión suprema en el madero de la cruz: el Hijo de Dios se entrega a sí mismo para que el hombre tenga vida, desciende a los abismos de la muerte para llevar al hombre a las alturas de Dios, no teme humillarse "haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz".

San Agustín, en el Sermón en el que comenta este pasaje evangélico, nos dirige a cada uno, con palabras apremiantes, la invitación a entrar en este circuito de amor, imitando el gesto de María y situándonos concretamente en el seguimiento de Jesús. Escribe san Agustín: "Toda alma que quiera ser fiel, únase a María para ungir con perfume precioso los pies del Señor... Unja los pies de Jesús: siga las huellas del Señor llevando una vida digna. Seque los pies con los cabellos: si tienes cosas superfluas, dalas a los pobres, y habrás enjugado los pies del Señor"» (Homilía de Benedicto XVI, 29 de marzo de 2010). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Voy a hacer algo para compartir mi fe con otros hoy: invitarlos a ir a misiones, a participar en el triduo pascual, acompañarme a hacer una obra de misericordia, etc.

«Barran la mala levadura, vieja y agrietada, y transfórmense en la levadura nueva que es Jesucristo. Que Él sea la sal que los guarde a todos de la corrupción, pues por

su olor se les juzgará.» (Cf San Ignacio de Antioquia, Epístola a los Magnesios)

Martes 31 de marzo Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios) Señor, Tú nunca me abandonas, ni me dejas de lado, a pesar de mis infidelidades. Te pido que me ayudes a serte fiel, desde las cosas pequeñas, pues nada es insignificante para el que busca la santidad y la perfección. Quiero serte fiel, porque Tú, Señor, siempre eres fiel. Petición (pide la gracia que buscas obtener con tu oración) Espíritu Santo, dame tu gracia para abrir mi corazón y entender, hoy, que la fidelidad no es otra cosa que la obediencia pronta a todas las llamadas de tu gracia a mi corazón. Evangelio del día (para orientar tu meditación) Del santo Evangelio según san Juan 13, 21-33. 36-38 En aquel tiempo, cuando Jesús estaba a la mesa con sus discípulos, se conmovió profundamente y declaró: "Yo les aseguro que uno de ustedes me va a entregar".

Los discípulos se miraron perplejos unos a otros, porque no sabían de quién hablaba. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, se hallaba reclinado a su derecha. Simón Pedro le hizo una seña y le preguntó: "¿De quién lo dice?"

Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó: "Señor, ¿quién es?" Le contestó Jesús: "Aquél a quien yo le dé este trozo de pan, que voy a mojar". Mojó el pan y se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote; y tras el bocado, entró en él Satanás. Jesús le dijo entonces a Judas: "Lo que tienes que hacer hazlo pronto".

Pero ninguno de los comensales entendió a qué se refería, Algunos supusieron que, como Judas tenía a su cargo la bolsa, Jesús le había encomendado comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.

Judas después de tomar el bocado, salió inmediatamente. Era de noche. Una vez que Judas se fue, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del Hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará.

Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Me buscarán pero como les dije a los judíos, así se los dijo a ustedes ahora: 'Adonde yo voy, ustedes no pueden ir'" Simón Pedro le dijo: "Señor, ¿a dónde vas?". Jesús le respondió: "A donde yo voy no me puedes seguir ahora; me seguirás más tarde". Pedro replicó: "Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti". Jesús le contesto: "¿Con que darás tu vida por mí? Yo te aseguro que no cantará el gallo, antes que me hayas negado tres veces". Palabra del Señor. Reflexiona lo que Dios te dice en el Evangelio (te sugerimos leer esto que dijo el Papa)

¿Qué nos recuerda el Cenáculo? «El Cenáculo nos recuerda la despedida del Maestro y la promesa de volver a

encontrarse con sus amigos. “Cuando vaya…, volveré y les llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estén también ustedes”. Jesús no nos deja, no nos abandona nunca, nos precede en la casa del Padre y allá nos quiere llevar con Él. Pero el Cenáculo recuerda también la mezquindad, la curiosidad –“¿quién es el traidor?”–, la traición. Y cualquiera de nosotros, y no sólo siempre los demás, puede encarnar estas actitudes, cuando miramos con suficiencia al hermano, lo juzgamos; cuando traicionamos a Jesús con nuestros pecados.

El Cenáculo nos recuerda la comunión, la fraternidad, la armonía, la paz entre nosotros. ¡Cuánto amor, cuánto bien ha brotado del Cenáculo! ¡Cuánta caridad ha salido de aquí, como un río de su fuente, que al principio es un arroyo y después crece y se hace grande… Todos los santos han bebido de aquí; el gran río de la santidad de la Iglesia siempre encuentra su origen aquí, siempre de nuevo, del Corazón de Cristo, de la Eucaristía, de su Espíritu Santo.

El Cenáculo, finalmente, nos recuerda el nacimiento de la nueva familia, la Iglesia, nuestra santa madre Iglesia jerárquica, constituida por Cristo resucitado» (Homilía de S.S. Francisco, 26 de mayo de 2014). Diálogo con Cristo Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama. Propósito Proponte uno personal, ¿qué? El que más amor implique… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación. Hacer, lo que hago, con gusto y ofrecido a Dios… y dejar que me miren. Porque lo bueno, el entusiasmo, se contagia. «El Padre y yo vendremos a fijar en él nuestra morada. Que cuando venga encuentre, pues, tu puerta abierta. Ábrele tu alma para que pueda contemplar en ella riquezas de rectitud, tesoros de paz, suavidad de gracia […] Si cierras la puerta de tu alma, dejas afuera a Cristo. Aunque tiene poder para entrar, no quiere sin embargo ser

inoportuno, no quiere obligar a la fuerza.» (San Ambrosio, Comentario al salmo 18)