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JULIO 2014

CON REFLEXIONES DEL PAPA FRANCISCO

¡VTR!

Meditación Evangelios julio 2014

1 de julio Oración preparatoria Te pido, Señor, que tu gracia continuamente me disponga y acompañe, de manera que esté siempre dispuesto a obrar el bien. Ayúdame para que esta oración sea el medio para descubrir tu presencia en mi vida. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesucristo, que no deje que el miedo, el conformismo o la indiferencia apaguen mi celo apostólico. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 8, 23-27 En aquel tiempo, Jesús subió a una barca junto con sus discípulos. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan fuerte, que las olas cubrían la barca; pero él estaba dormido. Los discípulos lo despertaron, diciéndole: «Señor, ¡sálvanos, que perecemos!»

Él les respondió: «¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, dio una orden terminante a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. Y aquellos hombres, maravillados, decían: «¿Quién es éste, a quien hasta los vientos y el mar obedecen?» Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Sin temor, huir del pecado. La tercera situación se da sobre el barco: es el miedo. Cuando hay una gran agitación en el mar, el barco se cubría por las olas. ‘¡Sálvanos, Señor, que estamos perdidos!’, dicen. ¡El miedo! Incluso aquella es una tentación del diablo: tener miedo de avanzar en el camino del Señor.

Hay una tentación que dice que es "mejor quedarse aquí", donde estoy seguro. ¡Pero esto es el Egipto de la esclavitud! Tengo miedo de seguir adelante, tengo miedo de hacia dónde me llevará el Señor. El temor, sin embargo, no es un buen consejero. Jesús muchas veces ha dicho: '¡No tengan miedo!'. El miedo no nos ayuda.

La cuarta actitud es la gracia del Espíritu Santo. Cuando Jesús trae la calma al agitado mar, los discípulos en la barca se llenaron de temor. Siempre, ante el pecado, delante de la nostalgia, ante el temor, debemos volver al Señor… (Cf. S.S. Francisco, 2 de julio de 2013, homilía en Santa Marta).

Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Pedir la gracia de no tener miedo de apostar todo por Cristo, para encender hoy en mí, y en otra persona, el deseo de construir nuestra vida con Él y por Él. «Han comenzado ahora una aventura maravillosa, y es muy importante, cuando se embarcan “para navegar hacia la otra orilla”, echarse a la mar con plena libertad de

espíritu y con el alma rebosante de la más plena confianza en Jesucristo» (Cristo al centro, n. 2298).

¡VTR!

2 de julio Oración preparatoria Señor Dios, ¡yo nunca quiero pedirte que te vayas de mi vida! Al contario, por eso me pongo en tu presencia en la oración. Sé que en estos momentos me estás escuchando, me ves y conoces todo lo que hay en mi corazón. Tú conoces mis inquietudes, mis preocupaciones, mis anhelos y mis sueños. Pongo todo en tus manos, soy tuyo. Nunca me abandones. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, dame la gracia de ser fiel y perseverante en mi vida de oración. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 8, 28-34 En aquel tiempo, cuando Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, en tierra de los gadarenos, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y fueron a su encuentro. Eran tan feroces, que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. Los endemoniados le gritaron a Jesús: «¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Acaso has venido hasta aquí para atormentarnos antes del tiempo señalado?»

No lejos de ahí había una numerosa piara de cerdos que estaban comiendo. Los demonios le suplicaron a Jesús: «Si vienes a echarnos fuera, mándanos entrar en esos cerdos». Él les respondió: «Está bien».

Entonces los demonios salieron de los hombres, se metieron en los cerdos y toda la piara se precipitó en el lago por un despeñadero y los cerdos se ahogaron.

Los que cuidaban los cerdos huyeron hacia la ciudad a dar parte de todos aquellos acontecimientos y de lo sucedido a los endemoniados. Entonces salió toda la gente de la ciudad al encuentro de Jesús, y al verlo, le suplicaron que se fuera de su territorio. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) No relativizar la lucha contra el demonio. Siempre debemos vigilar contra el engaño del diablo. No se puede seguir la victoria de Jesús sobre el mal en el miedo, no hay que confundir, relativizar la verdad en la lucha contra el demonio.

Jesús echa fuera demonios, y alguien empieza a dar explicaciones para disminuir la fuerza del Señor. Siempre existe la tentación de menospreciar la figura de Jesús como si fuera, en el mejor de los casos, un curandero, que no debe tomarse muy en serio. Una actitud que ha llegado a nuestros días.

Jesús vino a destruir al diablo, a darnos la liberación de la esclavitud del diablo sobre nosotros. Y, no se puede decir que exageramos. En este punto no hay matices. Hay una lucha, y una lucha en la que se juega la salud, la salud eterna, la salvación eterna para todos nosotros. Siempre debemos vigilar, vigilar contra el engaño, contra la seducción del mal… (Cf. S.S. Francisco, 11 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Con una confianza inquebrantable en la victoria de Cristo sobre el pecado y el mal en mi vida, pondré en agenda mi próxima dirección espiritual.

«Un hombre maduro es el que saca de su propia interioridad el sentido y la dirección de sus acciones y no de los criterios de moda»

(Cristo al centro, n. 1482).

¡VTR!

3 de julio Oración preparatoria Jesucristo, me parezco al apóstol Tomás. En mi oración quiero ver, quiero tener la certeza absoluta de que me escuchas, olvidando que no se trata tanto de tocar sino de estar atento, de escuchar, de ser dócil, de confiar. Aumenta hoy mi fe y mi confianza para poder amarte más. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, ¡Señor mío y Dios mío! Aumenta mi fe. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Juan 20, 24-29 Tomás, uno de los doce a quien llamaban el gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré».

Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Luego le dijo a Tomás: «Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree». Tomás le respondió: «¡Señor mío y Dios mío!». Jesús añadió: «Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Las llagas de Cristo hoy. Hay otros que pensaban que para llegar a Dios hay que ser mortificado y austero, y han elegido el camino de la penitencia: solo la penitencia y el ayuno. Son los pelagianos, que creen que pueden conseguir todo con su esfuerzo. Pero Jesús nos dice que la manera de conocerlo es encontrar sus heridas. Y las heridas de Jesús las encuentras haciendo las obras de misericordia, dándole al cuerpo y también al alma, pero al cuerpo, lo subrayo, de tu hermano llagado, porque tiene hambre, tiene sed, está desnudo, está humillado, es un esclavo, porque está en la cárcel, en el hospital. Esas son las llagas de Jesús hoy. Y Jesús nos invita tener un acto de fe, en Él, pero a través de estas llagas. Pidamos a santo Tomás, la gracia de tener el coraje para entrar en las llagas de Jesús con nuestra ternura, y seguramente tendremos la gracia para

adorar al Dios vivo… (Cf. S.S. Francisco, 3 de julio de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Para manifestar mi fe y amor a Jesús, practicaré hoy una obra de misericordia.

«Cristo necesita a sus hombres vacíos y despojados de sí mismos para ser Él quien llene sus alforjas»

(Cristo al centro, n. 1262).

¡VTR!

4 de julio Oración preparatoria Señor Dios, quiero responder a lo que hoy me quieras pedir, como Mateo supo escucharte y seguirte. Permite que esta oración me revista con las virtudes del corazón de tu Hijo para encender con la fe, la esperanza y el amor este momento de oración, que te ofrezco para que haya más jóvenes que escuchen tu llamado. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, que mi testimonio de vida haga que sean más los corazones que te amen y te sirvan. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13 En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió.

Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?» Jesús los oyó y les dijo: «No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La mirada de Jesús. Una mirada que lleva a crecer, a ir adelante; que alienta porque hace sentir que Él te quiere; que da el valor necesario para seguirle. Precisamente como ocurrió para el recaudador de impuestos que se convirtió en su discípulo. Para mí es un poco difícil entender cómo Mateo pudo oír la voz de Jesús, que en medio de muchísima gente dice “sígueme”. Es más, el obispo de Roma no está seguro de que el llamado haya oído la voz del Nazareno, pero tiene la certeza de que sintió en su corazón la mirada de Jesús que le contemplaba. Y aquella mirada es también un rostro que le cambió la vida. Nosotros decimos: le convirtió.

Después hay otra acción descrita en la escena: En cuanto oyó en su corazón aquella mirada, él se levantó y lo siguió. La mirada de Jesús nos levanta siempre; nos eleva, nos alza; nunca nos “deja ahí” donde estábamos antes de encontrarle. Ni tampoco quita algo: Nunca te abaja, nunca te humilla, te invita a alzarte, y haciendo

oír su amor da el valor necesario para poderle seguir… (Cf. S.S. Francisco, 21 de septiembre de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy voy a desprenderme de algo material para ayudar a un necesitado. «Sigue confiando en Jesucristo; buen camino has seguido; las almas que se entregan

son las que reciben más de su amor» (Cristo al centro, n. 491).

¡VTR!

5 de julio Oración preparatoria Jesús, frecuentemente me pierdo entre los formalismos y bienes de este mundo. Me olvido de vivir centrado en Ti. Permite que esta oración reoriente mi vida hacia tu voluntad y alimente mi amor por los demás, concédemelo por la intercesión amorosa de tu Madre santísima. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, concédeme amarte por encima de todas las cosas. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 9, 14-17 En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?» Jesús les respondió: «¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces si ayunarán.

Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande la rotura. Nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) No hacer cosas, sino dejarse renovar. Ser cristiano no significa hacer cosas sino dejarse renovar por el Espíritu Santo. En la Iglesia existen también estructuras antiguas que no hay que tener miedo de renovar. Vino nuevo en odres nuevos, la doctrina de la Ley es renovada y enriquecida por Jesús. Una verdadera renovación de la misma ley, pero más madura porque las exigencias de Jesús eran más fuertes, más grandes que aquella ley. La Ley permitía odiar al enemigo. Jesús en cambio pide que recen por los enemigos. Este es el reino de Dios que Jesús predica.

La renovación antes de todo es en nuestro corazón, porque a veces pensamos que ser cristianos significa hacer esto o aquello. Pero no es así. Ser cristianos significa dejarse renovar por Jesús con esta vida nueva… (Cf. S.S. Francisco, 6 de julio de 2013, homilía en Santa Marta).

Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy me voy a esforzar por servir más y mejor a los miembros de mi familia, amándolos como Cristo los ama. «Lo más grande en una vida humana es vivir conforme a los planes de Dios, aunque

nos cuesten» (Cristo al centro, n. 1035).

¡VTR!

6 de julio Santa María Goretti Oración preparatoria Señor Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo reconstruiste el mundo derrumbado, concédeme que esta oración me de la fe y valentía de santa María Goretti. Necesito de tu fortaleza y de tu guía. Háblame Señor, te escucho. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, ayúdame a poner a un lado todas mis distracciones, todo aquello que me separe de Ti. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30 En aquel tiempo, Jesús exclamó: “¡Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.

El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Los pequeños y sencillos del Evangelio. «Como tantos peregrinos, también yo he venido para dar gracias al Padre por todo lo que ha querido revelar a uno de estos “pequeños” de los que habla el evangelio: Francisco, hijo de un rico comerciante de Asís. El encuentro con Jesús lo llevó a despojarse de una vida cómoda y superficial, para abrazar “la señora pobreza” y vivir como verdadero hijo del Padre que está en los cielos. Esta elección de san Francisco representaba un modo radical de imitar a Cristo, de revestirse de Aquel que siendo rico se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza. […]

En el evangelio hemos escuchado estas palabras: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Ésta es la segunda cosa que

Francisco nos atestigua: quien sigue a Cristo, recibe la verdadera paz, aquella que sólo él, y no el mundo, nos puede dar» (S.S. Francisco, 4 de octubre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Invitar a ese familiar o a esa amistad, que ya no participa en la celebración de la Eucaristía dominical, a que me acompañe hoy a la Iglesia. «Sean respetuosos con las opciones de los demás, pero sepan mantener con valentía,

madurez y decisión las propias» (Cristo al centro, n. 1488).

¡VTR!

7 de julio Oración preparatoria Jesús, quiero acercarme a Ti con la fe del jefe de la sinagoga. Quiero tocarte en esta oración, como la hemorroísa, para que me cures de todas las enfermedades de mi alma al derramar en mí los dones de tu Espíritu. Prometo responderte con prontitud y compartir estos dones a los demás. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, acrecienta mi fe para que puedas transformarme. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 9, 18-26 En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: «Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir».

Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: «Con sólo tocar su manto, me curaré». Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: «Hija, ten confianza; tu fe te ha curado». Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer.

Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: «Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida». Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La fe lo puede todo. Permanecer en el amor de Dios es obra del Espíritu Santo y de nuestra fe y produce un efecto concreto. Así, quien permanezca en Dios, quien ha sido generado por Dios, quien permanece en el amor vence al mundo y la victoria es nuestra fe. Por nuestra parte, la fe. Por parte de Dios - por este 'permanecer' - el Espíritu Santo, que hace esta obra de gracia.

Por nuestra parte, la fe. ¡Es fuerte! Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: ¡nuestra fe! ¡Nuestra fe puede todo! ¡Es victoria! Y esto sería bonito que lo repitiéramos, también a nosotros mismos, porque muchas veces somos cristianos derrotados. Pero la Iglesia está llena de cristianos derrotados, que no creen en esto,

que la fe es la victoria; que no viven esta fe, porque si no se vive esta fe, está la derrota y vence el mundo, el príncipe del mundo.

Jesús alabó mucho la fe de la hemorroísa, de la cananea o del ciego de nacimiento y decía que quien tenga fe como un grano de mostaza puede mover montañas. Esta fe nos pide dos actitudes: confesar y confiar… (Cf. S.S. Francisco, 10 de enero de 2014, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Ante un problema que se me presenté hoy, hacer un acto de fe y, humildemente, pedir ayuda a Cristo, no exigiendo un milagro sino manifestando mi confianza en su Providencia.

«El gusto de conocer a Cristo, su belleza, su nobleza, la riqueza de sus virtudes, la heroicidad de su generosidad en el amor, la perseverancia, la perdurabilidad en su amor: que no solamente nos acompaña en el tiempo, en la vida, en la muerte, sino

que nos lo llevamos fresco hasta la eternidad» (Cristo al centro, n. 556).

¡VTR!

8 de julio Oración preparatoria Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor sobrepasas los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama en mi oración tu misericordia para que libre mi conciencia de toda inquietud y me concedas aun aquello que no me atrevo a pedir. . Petición (gracia/fruto que se busca) Señor Jesús, haz que siempre salgan de mi boca palabras llenas de caridad y de benedicencia hacia mi prójimo. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 9, 32-38 En aquel tiempo, llevaron ante Jesús a un hombre mudo, que estaba poseído por el demonio. Jesús expulsó al demonio y el mudo habló. La multitud maravillada, decía: «Nunca se había visto nada semejante en Israel». Pero los fariseos decían: «Expulsa a los demonios por autoridad del príncipe de los demonios».

Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando toda enfermedad y dolencia. Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La gracia de Dios es el origen de toda vocación. «Estas palabras nos sorprenden, porque todos sabemos que primero es necesario arar, sembrar y cultivar para poder luego, a su debido tiempo, cosechar una mies abundante. Jesús, en cambio, afirma que “la mies es abundante”. ¿Pero quién ha trabajado para que el resultado fuese así? La respuesta es una sola: Dios. Evidentemente el campo del cual habla Jesús es la humanidad, somos nosotros. Y la acción eficaz que es causa del “mucho fruto” es la gracia de Dios, la comunión con él. Por tanto, la oración que Jesús pide a la Iglesia se refiere a la petición de incrementar el número de quienes están al servicio de su Reino.[…]

Así, primero nace dentro de nuestro corazón el asombro por una mies abundante que sólo Dios puede dar; luego, la gratitud por un amor que siempre nos precede; por último, la adoración por la obra que él ha hecho y que requiere nuestro

libre compromiso de actuar con él y por él» (S.S. Francisco, 16 de enero de 2014, Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Rezaré un rosario por las vocaciones a la vida consagrada a Dios. «El cuidado de la lengua ha de ser un compromiso espiritual muy serio en la agenda

diaria» (Cristo al centro, n.225).

¡VTR!

9 de julio Oración preparatoria Señor Dios, que enviaste al mundo a manera de levadura la fuerza del Evangelio, concédeme que en medio de mis ocupaciones de hoy, instaure con celo y sin cesar tu Reino. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, dame la generosidad para comprometerme a trabajar por Ti. Texto base para entablar el diálogo con Dios. Del santo Evangelio según san Mateo 10, 1-7 En aquel tiempo, llamando Jesús a sus doce discípulos, les dio poder para expulsar a los espíritus impuros y curar toda clase de enfermedades y dolencias.

Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero de todos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos del Zebedeo; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayan a tierra de paganos, ni entren en ciudades de samaritanos. Vayan más bien en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel. Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Enviados a llevar la alegría del Evangelio. «La Iglesia es apostólica porque es enviada a llevar el Evangelio a todo el mundo. Continúa en el camino de la historia la misma misión que Jesús confió a los apóstoles: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. ¡Esto es lo que Jesús nos dijo que hiciéramos! Insisto en este aspecto de la actividad misionera, porque Cristo invita a todos a "ir" al encuentro de los demás, nos envía, nos pide movernos para llevar la alegría del Evangelio!

Una vez más debemos preguntarnos: ¿somos misioneros con nuestras palabras, pero sobre todo con nuestra vida cristiana, a través de nuestro testimonio? ¿O somos cristianos encerrados en nuestro corazón y en nuestras iglesias, cristianos de sacristía? ¿Cristianos solo de palabras, pero que viven como paganos? Debemos hacernos estas preguntas, que no son un reproche. Yo también, me lo digo a mí

mismo: ¿cómo soy cristiano, realmente con el testimonio?» (S.S. Francisco, 16 de octubre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Este próximo fin de semana, buscaré consolar, con mi presencia y mi oración, a esa persona que me recuerda a una oveja perdida, porque está sola o enferma.

«El primer y fundamental llamado que Cristo hace a todo hombre es a seguir sus huellas por el camino del amor»

(Cristo al centro, n.2149)

¡VTR!

10 de julio Oración preparatoria Señor Dios, concede, benigno, que mi oración abra mi mente, mi corazón y mi voluntad para saber escuchar tu mandato de ir a predicar la Buena Nueva de tu Evangelio. Y te suplico que nos des misioneros y sacerdotes santos, danos vocaciones a la vida consagrada y religiosa. Te ofrezco esta oración en unión a la de tu Hijo Jesucristo por esta intención. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, ayúdame a vivir obsesionado por la misión, identificado plenamente con el ideal que me propones en el Regnum Christi, dame la gracia de desgastarme por tu Reino. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15 En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: «Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.

No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.

Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: “Que haya paz en esta casa”, y si aquella casa es digna, la paz de ustedes no les aprovechará, y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacudan el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) El sentido de la gratuidad. «Aquí se vive una hospitalidad abierta sin distinción de nacionalidad o de religión, según enseñanza de Jesús: “Gratuitamente han recibido gratuitamente den”.

Debemos recuperar el sentido directo del don, de la gratuidad, de la solidaridad. Un capitalismo salvaje ha enseñado la lógica del provecho a cualquier costo, del dar para obtener, del explotar sin mirar a las personas... ¡Y los resultados los vemos en la crisis que estamos viviendo!

Esta casa es un lugar que educa a la caridad, una escuela de caridad, que enseña a estar cerca de cada persona, no por provecho pero por amor. La música -digámoslo así- de esta casa es el amor, y esto es bello y me gusta que seminaristas todo el mundo vengan aquí para hacer una experiencia directa del servicio. Los futuros sacerdotes pueden así vivir en modo concreto un aspecto esencial de la misión de la Iglesia y hacer tesoro para su ministerio pastoral» (S.S. Francisco, 21 de mayo de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Regalar un objeto que me sirve, y me gusta, a una persona necesitada.

«Han recibido todo para darlo todo por Él y por las almas» (Cristo al centro, n.1208)

¡VTR!

11 de julio Oración preparatoria Dios mío, que constituiste a san Benito, abad, como ilustre maestro en la escuela del servicio divino, concédeme que, sin anteponer nada a tu amor, avance con un corazón generoso en el camino de tus mandamientos. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, que esta oración me dé la astucia espiritual para conseguir armonizar la sencillez con la sagazidad. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 10, 16-23 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «Yo los envío como ovejas entre lobos. Sean, pues, precavidos como las serpientes y sencillos como las palomas.

Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.

El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.

Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Yo les aseguro que no alcanzarán a recorrer todas las ciudades de Israel, antes de que venga el Hijo del hombre». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Astucia espiritual: armonizar sencillez con sagacidad. «Nos enseñan a no caer en las asechanzas de las tinieblas y a defendernos de la oscuridad que pretende cubrir nuestra vida. Ellos, con esta santa astucia, han custodiado la fe.

También nosotros debemos custodiar la fe ante una oscuridad que, tantas veces, se disfraza de luz. Porque el demonio, dice san Pablo, se viste de ángel de luz muchas veces. Y aquí necesitamos la santa astucia para custodiar nuestra fe del canto de las sirenas que te dicen: hoy tenemos que hacer esto o aquello. La fe es una gracia y un don. Nos toca custodiarla con la santa astucia, con la oración y con la

caridad. Es necesario acoger en nuestro corazón la luz de Dios y, al mismo tiempo, practicar aquella astucia espiritual que sabe armonizar la sencillez con la sagacidad, como Jesús pide a sus discípulos: “Sean sagaces como serpientes y simples como palomas”» (S.S. Francisco, 6 de enero de 2014). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy voy a rechazar todas las preocupaciones donde yo no puedo hacer nada, para actuar sobre ésas otras en que sí debo actuar.

«Procura revestirte poco a poco de las virtudes pastorales que más caracterizan a Cristo y sobre todo de aquellas que más necesitas: la prudencia, la caridad, la

santidad, la sabiduría, la mansedumbre y la sagacidad» (Cristo al centro, n. 1195).

¡VTR!

12 de julio Oración preparatoria Gracias, Señor, por todos los dones que me concedes, incluso en aquellos momentos que me han costado más por las pruebas, los dolores, los contratiempos. Concédeme auxilio en mi fragilidad; que esta oración, por interseción de tu santa madre, me libre de las tentaciones de este día. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, dame la valentía necesaria para cumplir tu voluntad en cada momento de mi vida. Texto base para entablar el diálogo con Dios Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 24-33 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «El discípulo no es más que el maestro, ni el criado más que su señor. Si al señor de la casa lo han llamado Satanás, ¡qué no dirán de sus servidores!

No teman a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que les digo de noche, repítanlo en pleno día, y lo que les diga al oído, pregónenlo desde las azoteas.

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman, más bien, a quien puede arrojar al lugar de castigo el alma y el cuerpo.

¿No es verdad que se venden dos pajaritos por una moneda? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae por tierra si no le permite el Padre. En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo, porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo.

A quien me reconozca delante de los hombres, yo también lo reconoceré ante mi Padre, que está en los cielos; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre, que está en los cielos». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La fe no es un hecho privado. Los cristianos que sufren tiempos de persecución, tiempos de prohibición de adoración son una profecía de lo que nos sucederá a todos.

Los tiempos de los paganos se han cumplido, es el momento de levantar la cabeza, porque está 'cerca' la 'victoria de Jesucristo'. No tenemos miedo, Él solamente nos pide fidelidad y paciencia. Fidelidad como Daniel, que ha sido fiel a su Dios y ha adorado a Dios hasta el final. Y paciencia, porque los cabellos de

nuestra cabeza no caerán. Así lo ha prometido el Señor. Esta semana nos hará bien pensar en esta apostasía general, que se llama prohibición de adoración y preguntarnos: ¿yo adoro al Señor? ¿Yo adoro a Jesucristo, el Señor? ¿O un poco mitad y mitad, hago el juego del príncipe de este mundo? Adorar hasta el final, con confianza y fidelidad: esta es la gracia que debemos pedir esta semana… (Cf. S.S. Francisco, 28 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) En alguna actividad social de este fin de semana, comentaré algo positivo sobre la celebración de la Eucaristía, para promover que se asista en familia a la misa dominical.

«Querer jugar con la tentación, es ya comenzar a ser vencido» (Cristo al centro, n. 437).

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13 de julio Oración preparatoria Señor Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andamos extraviados para que podamos volver al buen camino, concédeme que esta oración me ayude a rechazar lo que impide que la semilla de mi fe crezca y fructifique en obras buenas. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, aumenta mi fe, para que pueda ver todo como venido de tu mano. Texto base para entablar el diálogo con Dios Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-23 Un día, salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:

“Una vez salió un sembrados a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa, pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron sobre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos ciento por uno, otros, sesenta: y otros treinta. El que tenga oídos, que oiga.”

Después se le acercaron sus discípulos y le preguntaron: “¿Por qué les hablas en parábolas?”. Él les respondió: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero al que tiene poco, aún eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo, no ven y oyendo no oyen ni entienden.

En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán, porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón, Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron.

Escuchen pues, ustedes, lo que significa la parábola del sembrador.

A todo hombre que oye la palabra del Reino y no la entiende, le llega el diablo y le arrebata lo sembrado en su corazón. Esto es lo que significan los granos que cayeron a lo largo del camino.

Lo sembrado sobre terreno pedregoso, significa al que oye la palabra, y la acepta inmediatamente con alegría, pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe.

Lo sembrado entre espinos, representa aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones de la vida y la seducción de las riquezas la sofocan y se queda sin fruto. En cambio, lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto: unos, el ciento por uno; otros el sesenta: y otros, el treinta”. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Obstáculos, fuera y dentro de nosotros. «Queridos hermanos y hermanas, vivir este "alto grado" de la vida cristiana ordinaria significa algunas veces ir a contracorriente, y comporta también encontrarse con obstáculos, fuera y dentro de nosotros.

Jesús mismo nos advierte: La buena semilla de la Palabra de Dios a menudo es robada por el Maligno, bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas. Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que él, el Señor, es fiel, y con él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes. “Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Id siempre más allá, hacia las cosas grandes. Poned en juego vuestra vida por los grandes ideales”» (S.S. Francisco, 16 de enero de 2014, Mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hacer un buen examen de conciencia para mi próxima confesión, poniendo especial atención al uso que estoy dando a los dones que he recibido.

«Campo, tierra fértil, morir en el surco, semilla, espigas doradas, triturarse como el grano, amasar y cocer las hostias… ¡Qué bella imagen!, ¡qué enjundiosa meditación

de lo que debe ser nuestra vida!» (Cristo al centro, n. 2170).

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14 de julio Oración preparatoria Señor Dios, que por medio del trabajo humano quisiste someter las fuerzas de la naturaleza, concede benigno que, dedicado con espíritu cristiano a mis labores, cultive una caridad fraterna eficaz, y merezca colaborar al perfeccionamiento de la creación. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, ¡haz que yo abrace la vida que me propones! Que esta oración me ayude a renunciar a mí mismo. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 10, 34-11, 1 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: «No piensen que he venido a traer la paz a la tierra; he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra: y los enemigos de cada uno, serán los de su propia familia.

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.

El que salve su vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la salvará. Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al

que me ha enviado. EL que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el

que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo. Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos

pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa.” Cuando acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, Jesús partió de ahí

para enseñar y predicar en otras ciudades. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) ¿Qué es lo más valioso que tenemos? «Ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente —como si fuera posible vivir la fe aisladamente—, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio con la palabra y el testimonio de vida allá donde nos encontremos. En cualquier lugar donde estemos, irradiar esa vida del Evangelio. Nos enseña a ver el rostro de Jesús reflejado en el otro, a vencer la indiferencia y el individualismo, que corroe las comunidades cristianas y corroe nuestro propio corazón, y nos enseña a acoger a

todos sin prejuicios, sin discriminación, sin reticencia, con auténtico amor, dándoles lo mejor de nosotros mismos y, sobre todo, compartiendo con ellos lo más valioso que tenemos, que no son nuestras obras o nuestras organizaciones, no. Lo más valioso que tenemos es Cristo y su Evangelio» (S.S. Francisco, 12 de mayo de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Por lo menos tres veces durante el día de hoy, haré un breve ofrecimiento de mis actividades para edificarlas desde Dios. «El silencio interior y exterior ayuda a madurar las convicciones de vida; potencia la

reflexión, la disciplina de la inteligencia, de la voluntad y de los sentimientos; contribuye a la interiorización de las relaciones con Dios, con los demás y consigo

mismo, y al buen empleo del tiempo» (Cristo al centro, n. 2181).

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15 de julio Oración preparatoria Dios todopoderoso y eterno, que le diste a tu Iglesia como doctor a san Buenaventura, concede que aquello que enseñó, inspirado por el espíritu divino, se afiance siempre en mi corazón y que esta oración sea medio para mantenerme en vigilancia viviendo con alegría y amor mi misión. Petición (gracia/fruto que se busca) Vivir este día buscando alcanzar el cielo para mí y para quienes me rodean. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 11, 20-24 En aquel tiempo, Jesús se puso a reprender a las ciudades que habían visto sus numerosos milagros, por no haberse arrepentido. Les decía: «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Pero yo les aseguro que el día del juicio será menos riguroso para Tiro y Sidón, que para ustedes.

Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo, porque si en Sodoma se hubieran realizado los milagros que en ti se han hecho, quizá estaría en pie hasta el día de hoy. Pero yo te digo que será menos riguroso el día del juicio para Sodoma que para ti». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) ¿Miedo ante el juicio final? «Cuando pensamos en el regreso de Cristo y en su juicio final, que manifestará, hasta sus últimas consecuencias, el bien que cada uno habrá realizado o habrá dejado de realizar durante su vida terrena, percibimos que nos encontramos ante un misterio que nos supera, que no conseguimos ni siquiera imaginar. Un misterio que casi instintivamente suscita en nosotros una sensación de miedo, y quizás también de trepidación. Pero si reflexionamos bien sobre esta realidad, esta sólo puede agrandar el corazón de un cristiano y ser un gran motivo de consuelo y confianza. […]

“Quien cree en él no está condenado; pero quien no cree ya está condenado, porque no ha creído en el Hijo único de Dios”. Esto significa entonces que ese juicio, el juicio ya está en marcha, empieza ahora, en el transcurso de nuestra existencia.

Este juicio es pronunciado en cada instante de la vida, como respuesta de nuestra acogida con fe de la salvación presente y operante en Cristo, o bien de nuestra incredulidad, con la consiguiente cerrazón en nosotros mismos» (S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Leer el Catecismo Católico de la Iglesia Católica (nn. 680 al 682), o el Youcat (nn. 111 y112) para iluminar mi conciencia sobre el juicio final. «Luchar, aunque se caiga, significa amor, interés, vida, optimismo, confianza, y para

Dios, que es Padre, constituye el éxito de su gracia sobre la débil naturaleza humana»

(Cristo al centro, n. 797).

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16 de julio Oración preparatoria Concédeme, Señor, la poderosa intercesión de la gloriosa Virgen María, nuestra señora del Carmen, para que, con la ayuda de su protección, pueda llegar hasta el monte de la salvación, que es Cristo. Petición Concédeme, Señor, reconocer con sencillez, en esta oración, mis éxitos y talentos, así como mis faltas y culpas. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-27 En aquel tiempo, Jesús exclamó: «¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.

El Padre ha puesto todas las cosas en mis manos. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) No alejarse de la sencillez. «Queridos hermanos, el resultado del trabajo pastoral no se basa en la riqueza de los recursos, sino en la creatividad del amor. Ciertamente es necesaria la tenacidad, el esfuerzo, el trabajo, la planificación, la organización, pero hay que saber ante todo que la fuerza de la Iglesia no reside en sí misma sino que está escondida en las aguas profundas de Dios, en las que ella está llamada a echar las redes.

Otra lección que la Iglesia ha de recordar siempre es que no puede alejarse de la sencillez, de lo contrario olvida el lenguaje del misterio, y se queda fuera, a las puertas del misterio, y, por supuesto, no consigue entrar en aquellos que pretenden de la Iglesia lo que no pueden darse por sí mismos, es decir, Dios. A veces perdemos a quienes no nos entienden porque hemos olvidado la sencillez, importando de fuera también una racionalidad ajena a nuestra gente. Sin la gramática de la simplicidad, la Iglesia se ve privada de las condiciones que hacen posible “pescar” a Dios en las aguas profundas de su misterio» (S.S. Francisco, 27 de julio de 2013).

Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Rezar un rosario a la Virgen del Carmen, pidiendo su intercesión para que mi trato con los demás esté caracterizado por la sencillez. «Ama mucho a la Santísima Virgen y encomiéndale fervorosamente la pureza de tu

corazón, de tu cuerpo y de tu mente. Mortifícate para alcanzar esa gracia» (Cristo al centro, n. 1513).

¡VTR!

17 de julio Oración preparatoria Padre mío, mi Dios y Señor, tu misericordia es incalculable e infinito el tesoro de tu bondad, aumenta, benigno, mi fe para que comprenda con verdadera claridad con cuánto amor fui creado, con qué sangre redimido y con qué Espíritu reengendrado. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesucristo, coloca sobre mis hombros tu yugo; con tu gracia puedo llevarlo. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30 En aquel tiempo, Jesús dijo: «Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La clave de la vida es la confianza en el Señor. «Con su mansedumbre. Jesús nunca ha dejado de ser cordero: manso, bueno, lleno de amor, cercano a los pequeños, cercano a los pobres. Estaba allí, entre la gente, curaba a todos, enseñaba, rezaba. Pero, tan débil Jesús: como un cordero. Pero ha tenido la fuerza para cargar sobre sí todos nuestros pecados: todos. "Pero, padre, usted no sabe mi vida: tengo uno que... pero, ni siquiera puedo llevarlo con un camión...". Muchas veces, cuando miramos en nuestra conciencia, nos encontramos con algunos que son grandes, ¿eh? Pero Él los lleva. Él ha venido para eso: para perdonar, para traer la paz en el mundo, pero primero en el corazón. Quizá cada uno de nosotros tiene una tormenta en el corazón, quizá tiene una oscuridad en el corazón, quizá se siente un poco triste por una culpa... Él ha venido a quitar todo eso. Él nos da la paz, Él lo perdona todo» (S.S. Francisco, 19 de enero de 2014). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy voy hacer una oración especial, y un pequeño sacrificio, para que el mensaje de la Buena Nueva del Evangelio llegue a más personas.

«Servir a Dios es un honor, un privilegio inmenso. A pesar de la cruz, su yugo es

suave para quien sabe amar» (Cristo al centro, n. 2055).

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18 de julio Oración preparatoria Jesucristo, gracias por redimirme con tu preciosa sangre, conserva en mí la obra de tu misericordia, para que, celebrando sin cesar el misterio de la salvación, merezca alcanzar sus frutos. Petición (gracia/fruto que se busca) No dejes, Señor, que mi fe se quede en aspectos meramente externos, que me conforme solamente con «cumplir» en apariencia. Haz que busque no tanto decir, sino ser un cristiano auténtico. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 12, 1-8 Un sábado, atravesaba Jesús por los sembrados. Los discípulos, que iban con él, tenían hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerse los granos. Cuando los fariseos los vieron, le dijeron a Jesús: «Tus discípulos están haciendo algo que no está permitido hacer en sábado».

Él les contestó: «¿No han leído ustedes que lo hizo David una vez que sintieron hambre él y sus compañeros? ¿No recuerdan cómo entraron en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, de los cuales ni él ni sus compañeros podían comer, sino tan sólo los sacerdotes?

¿Tampoco han leído en la ley que los sacerdotes violan el sábado porque ofician en el templo y no por eso comente pecado? Pues yo les digo que aquí hay alguien más grande que el templo.

Si ustedes comprendieran el sentido de las palabras: Misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a quienes no tienen ninguna culpa. Por lo demás, el Hijo del hombre también es dueño del sábado». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) El corazón del mensaje de Dios es la misericordia. ¡El Señor me ha cambiado la vida! ¡Me encontré con el Señor '. Recordar siempre. Es como soplar sobre las brasas de aquella memoria, ¿verdad? Soplar para mantener el fuego, siempre.

En las parábolas evangélicas se habla de la negativa de muchos invitados a la fiesta del Señor. Por lo que Jesús se fue a "buscar a los pobres, a los enfermos, e hizo fiesta con ellos".

Y Jesús, continuando con esta costumbre, celebra con los pecadores y ofrece a los pecadores la gracia. “Quiero misericordia, y no sacrificios. No he llegado, por cierto, a llamar a los justos, sino a los pecadores”. ¡Quién se cree justo, que se cocine su propio caldo! Él ha venido por nosotros, pecadores, y esto es lo bello. Dejémonos mirar por la misericordia de Jesús, ¡hagamos fiesta y tengamos memoria de esta salvación!... (Cf. S.S. Francisco, 5 de julio de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy me voy a olvidar de mí mismo para ayudar a que los de mi alrededor sean más felices.

«Lo exterior no es la medida de Dios, sino del hombre» (Cristo al centro, n. 669).

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19 de julio Oración preparatoria Al celebrar la gloriosa memoria de la santísima virgen María, te pido, Señor, que por su intercesión, logre recibir humildad y sencillez la plenitud de tu gracia,. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, dame una fe con un gran empuje misionero para vivir con espíritu de conquista y consumir mi vida entera por la extensión de tu Reino. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 12, 14-21 En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. Muchos lo siguieron y él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta Isaías:

Miren a mi siervo, a quien sostengo; a mi elegido, en quien tengo mis complacencias. En él he puesto mi Espíritu, para que haga brillar la justicia sobre las naciones. No gritará ni clamará, no hará oír su voz en las plazas, no romperá la caña resquebrajada, ni apagará la mecha que aún humea, hasta que haga triunfar la justicia sobre la tierra; y en él pondrán todas las naciones su esperanza. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) ¿Qué tipo de Rey es Jesús? «¿Cómo entra Jesús en Jerusalén? La multitud lo aclama como rey. Y él no se opone, no la hace callar. Pero, ¿qué tipo de rey es Jesús? Mirémoslo: montado en un pollino, no tiene una corte que lo sigue, no está rodeado por un ejército, símbolo de fuerza.

Quien lo acoge es gente humilde, sencilla, que tiene el sentido de ver en Jesús algo más; tiene ese sentido de la fe, que dice: Éste es el Salvador. Jesús no entra en la Ciudad Santa para recibir los honores reservados a los reyes de la tierra, a quien tiene poder, a quien domina; entra para ser azotado, insultado y ultrajado, como anuncia Isaías; entra para recibir una corona de espinas, una caña, un manto de púrpura: su realeza será objeto de burla; entra para subir al Calvario cargando un madero.

Y, entonces, he aquí la segunda palabra: cruz. Jesús entra en Jerusalén para morir en la cruz. Y es precisamente aquí donde resplandece su ser rey según Dios: su trono regio es el madero de la cruz » (S.S. Francisco, 24 de marzo de 2013).

Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hacer hoy una visita a Cristo Eucaristía y agradecerle la abundancia de su gracia en mi vida.

«La Buena Nueva de Cristo se propagaba por contagio, de persona a persona, de mujer a marido, de padres a hijos, de señores a esclavos y viceversa. Ser cristiano y

misionero era una sola cosa. La actividad misionera no requería un compromiso especial, les bastaba la conciencia de estar bautizados»

(Cristo al centro, prólogo)

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20 de julio Oración preparatoria Espíritu Santo, limpia el terreno de mi alma y multiplica los dones de tu gracia, para que, fervoroso en la fe, la esperanza y la caridad, persevere siempre fiel en el cumplimiento de tus mandatos. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor y Dios mío, concédeme que en esta oración mi mente y mi corazón sean tierra fértil en la que puedas sembrar. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 24-43 En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola a la muchedumbre: “El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.

Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: ‘Señor, ¿qué no sembraste buen semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?’ El amo les respondió: ‘De seguro lo hizo un enemigo mío’. Ellos le dijeron; ‘¿Quieres que vayamos a arrancarla?’ Pero él les contestó: ‘No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero’ ”.

Luego les propuso esta otra parábola: “El Reino de los cielos es semejante a la semilla de mostaza que un hombre siembra en un huerto. Ciertamente es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece, llega a ser más grande que las hortalizas y se convierte en un arbusto, de manera que los pájaros vienen y hacen su nido en las ramas.”

Les dijo también otra parábola: “El Reino de los cielos se parece a un poco de levadura que tomó una mujer y la mezcló con tres medidas de harina, y toda la masa acabó por fermentar”.

Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con parábolas, y sin parábolas nada les decía, para que se cumpliera lo que dijo el profeta: Abriré mi boca y les hablaré con parábolas; anunciaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo. Luego despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo”.

Jesús les contestó: “El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre, el campo es el mundo, la buena semilla son los ciudadanos del Reino, la cizaña son partidarios del maligno, el enemigo que la siembra es el diablo, el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles par que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga”. Palabra de Dios Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) No perder el trigo por la cizaña. «El objetivo de toda actividad pastoral siempre está orientado por el impulso misionero de llegar a todos, sin excluir a nadie y teniendo muy en cuenta la circunstancias de cada uno. Se ha de llegar a todos y compartir la alegría de haberse encontrado con Cristo. No se trata de ir como quién impone una nueva obligación, como quién se queda en el reproche o la queja ante lo que se considera imperfecto o insuficiente.

La tarea evangelizadora supone mucha paciencia, mucha paciencia, cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña. Y también sabe presentar el mensaje cristiano de manera serena y gradual, con olor a Evangelio como lo hacía el Señor. Sabe privilegiar en primer lugar lo más esencial y más necesario, es decir, la belleza del amor de Dios que nos habla en Cristo muerto y resucitado» (S.S. Francisco, 18 de noviembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Invitar a la familia a quedarse unos minutos frente al Santísimo después de la misa dominical, para hacer una oración de agradecimiento a Dios por los dones recibidos. «Tú eres un instrumento de Dios y el único que fecunda la semilla que tú tires es el

Espíritu Santo» (Cristo al centro, n. 126).

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21 de julio Oración preparatoria Señor Dios, concede que esta oración me ayude a ser un testigo fiel y veraz de tus promesas. No te pido pruebas ni milagros, sólo tu gracia para que, a lo largo de todo mi día, me dedique sólo a agradarte. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, abre mi corazón para descubrir que siempre hay aspectos en los que puedo darte lugar en mi vida. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 12, 38-42 En aquel tiempo, le dijeron a Jesús algunos escribas y fariseos: «maestro, queremos verte hacer una señal prodigiosa». Él les respondió: «Esta gente malvada e infiel está reclamando una señal, pero la única señal que se le dará, será la del profeta Jonás. Pues de la misma manera que Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra.

Los habitantes de Nínive se levantarán el día del juicio contra esta gente y la condenarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay alguien más grande que Jonás.

La reina del sur se levantará el día del juicio contra esta gente y la condenará, porque ella vino de los últimos rincones de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien más grande que Salomón». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Alerta sobre el «síndrome de Jonás». El signo de Jonás, el verdadero, es lo que nos da la confianza para ser salvados por la sangre de Cristo. ¿Cuántos cristianos, cuántos son los que piensan que van a ser salvados solamente gracias a lo que hacen, por sus obras. Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta al amor misericordioso que nos salva. Sin embargo, las mismas obras, sin este amor misericordioso no sirven. En cambio, el 'síndrome de Jonás’ tiene confianza solo en su justicia personal, en sus obras.

Jesús habla entonces de "generación malvada" y "a la pagana, a la reina de Saba, casi la nombra jueza: que se levantará contra los hombres de esta generación". Y esto porque era una mujer inquieta, una mujer que buscaba la sabiduría de Dios.

Es así que el ‘Síndrome de Jonás' nos lleva a la hipocresía, a aquella suficiencia, a ser cristianos limpios, perfectos, ‘porque hacemos estas obras: cumplimos los mandamientos, todo’. Es una gran enfermedad… (Cf. S.S. Francisco, 14 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Agradeciendo a Dios la gracia que me da, haré un acto oculto de caridad a alguien cercano. «Hay ciertas señales que distinguen el espíritu que viene de Dios. Son la verdad, el

amor, la fidelidad y la paz» (Cristo al centro, n. 1121).

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22 de julio Oración preparatoria Señor, así como tu encuentro con María Magdalena provocó en ella un cambio radical de ánimo, permite que esta oración transforme mi día y lo dedique al anuncio del Evangelio. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, concédeme que siga el ejemplo de santa María Magdalena y anuncie la Buena Nueva del Evangelio. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-2. 11-18 El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.”

María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro, junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: “¿Por qué estás llorando, Mujer?” Ella les contestó: porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto”.

Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces él le dijo: “Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?” Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto”.

Jesús le dijo: “¡María!” Ella se volvió y exclamó: “¡Rabbuní!”, que en hebreo significa “maestro”. Jesús le dijo: “Déjame ya porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: “Subo a mi padre y su Padre a mi Dios y su Dios”.

María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Proclamar a Jesús «sin miedo, sin vergüenza y sin triunfalismo». «Hay tantos cristianos sin Resurrección, cristianos sin Cristo Resucitado: acompañan a Jesús hasta el sepulcro, lloran, lo aman mucho, pero solo hasta ahí. Pensando en esta actitud de los cristianos sin Cristo resucitado, he encontrado tres, pero hay muchos otros: los temerosos, los cristianos temerosos; los avergonzados, los que

tienen vergüenza; y los triunfalistas. ¡Estos tres no se han encontrado con el Cristo resucitado!

Los temerosos: son aquellos de la mañana de la Resurrección, aquellos de Emaús que se van, tienen miedo. Los apóstoles se cierran en el Cenáculo por miedo a los judíos, donde también llora María Magdalena porque se han llevado el cuerpo del Señor. Los temerosos son así: tienen miedo de pensar en la Resurrección, como si se quedaran en la primera parte de la partitura, porque tienen miedo del Resucitado.

También están los cristianos avergonzados. Confesar que Cristo ha resucitado lse da un poco de vergüenza en este mundo, que avanza tanto en la ciencia. A estos cristianos, Pablo les advierte que tengan cuidado de que nadie los engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, inspirados en la tradición humana. Estos tienen vergüenza para decir que Cristo, con su cuerpo, con sus heridas ha resucitado.

Por último, está el grupo de los cristianos que en sus corazones no creen en el Señor resucitado y quieren alcanzar en ellos una resurrección más majestuosa que la real. Son los cristianos triunfalistas. Ellos no conocen la palabra ´triunfo´, solo dicen ´triunfalismo´, porque tienen un complejo de inferioridad y quieren hacer... Cuando vemos a estos cristianos, con tantas actitudes triunfalistas, en sus vidas, en sus discursos y en su pastoral, en la liturgia y tantas otras cosas, es porque en lo más profundo no creen en el Resucitado… (Cf S.S. Francisco, 10 de septiembre de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Pidiendo la intercesión de santa María Magdalena, hoy voy hacer algo para compartir, alegremente, mi fe con los demás.

«Todo será un encuentro con Cristo si lo hacemos por Él y por sus almas» (Cristo al centro, n. 294).

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23 de julio Oración preparatoria Gracias, Señor, por este tiempo de oración, ayúdame a aprovecharlo bien. Pido tu perdón y misericordia por mis caídas, multiplica tu gracia para que mi vida sea fecunda en el amor a los demás, especialmente de aquellos más cercanos. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, incrementa mi fe para que pueda descubrirte en lo ordinario de este día. Aumenta mi esperanza para que, confiando en Ti, ame sin límites ni medidas egoístas. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9 Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:

«Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Fiarse de Dios, que está en la vida de toda persona. «Un cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. La tradición y la memoria del pasado tienen que ayudarnos a reunir el valor necesario para abrir espacios nuevos a Dios.

Aquel que hoy buscase siempre soluciones disciplinares, el que tienda a la ‘seguridad’ doctrinal de modo exagerado, el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una visión estática e involutiva. Y así la fe se convierte en una ideología entre tantas otras.

Por mi parte, tengo una certeza dogmática: Dios está en la vida de cada uno. Y aún cuando la vida de una persona haya sido un desastre, aunque los vicios, la

droga o cualquier otra cosa la tengan destruida, Dios está en su vida. Por eso, se puede y se debe buscar a Dios en toda vida humana. Aunque la vida de una persona sea terreno lleno de espinas y hierbajos, alberga siempre un espacio en que puede crecer la buena semilla. Es necesario fiarse de Dios» (S.S. Francisco, 27 de septiembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy haré un acto de caridad, un servicio o al menos una sonrisa, a esa persona cercana con la que se me dificulta comunicarme. «Crean así en la fecundidad de su vida arrojada al surco de Cristo, de la que brotará

una espiga cuajada de frutos, aunque ustedes no la vean ni la toquen» (Cristo al centro, n. 1963).

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24 de julio Oración preparatoria Jesús, confío en tu Providencia y te amo. Permite que la certeza de mi fe sea siempre mayor que la de mis pobres cálculos y razonamientos, muy frecuentemente influenciados por mi egoísmo o soberbia. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, concede, benigno, que me transforme en tu discípulo y misionero, para trasmitir con eficacia la fe hacia otros. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 10-17 En aquel tiempo, se acercaron a Jesús sus discípulos y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los cielos; pero a ellos no. Al que tiene se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden.

En ellos se cumple aquella profecía de Isaías que dice: Ustedes oirán una y otra vez y no entenderán; mirarán y volverán a mirar, pero no verán; porque este pueblo ha endurecido su corazón, ha cerrado sus ojos y tapado sus oídos, con el fin de no ver con los ojos ni oír con los oídos, ni comprender con el corazón. Porque no quieren convertirse ni que yo los salve.

Pero, dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Hablar con imágenes. «Recordemos algunos recursos prácticos, que pueden enriquecer una predicación y volverla más atractiva. Uno de los esfuerzos más necesarios es aprender a usar imágenes en la predicación, es decir, a hablar con imágenes. A veces se utilizan ejemplos para hacer más comprensible algo que se quiere explicar, pero esos ejemplos suelen apuntar sólo al entendimiento; las imágenes, en cambio, ayudan a valorar y aceptar el mensaje que se quiere transmitir. Una imagen atractiva hace que el mensaje se sienta como algo familiar, cercano, posible, conectado con la propia vida. Una imagen bien lograda puede llevar a gustar el mensaje que se quiere transmitir, despierta un deseo y motiva a la voluntad en la dirección del Evangelio.

Una buena homilía, como me decía un viejo maestro, debe contener “una idea, un sentimiento, una imagen”» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 157). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Participar en una hora eucarística para pedirle al Espíritu Santo la gracia de saber comunicar mi fe con mi testimonio y, cuando sea necesario, con mi palabra eficaz.

«Mientras más fe tengas mayor será la alegría de tu vida en este valle de lágrimas» (Cristo al centro, n. 945).

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25 de julio Oración preparatoria Dios todopoderoso y eterno, te ofrezco esta oración. Dame tu luz y fortaleza para que siguiendo el ejemplo del apóstol Santiago, dedique este día a servir a los demás. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, dame un corazón desinteresado para buscar servir a cada uno de mis hermanos. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 20, 20-28 En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella respondió:

“Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?” Ellos contestaron: “Sí podemos”. Y Él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.

Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos”. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La tentación del triunfalismo. Así, Juan y Santiago, le piden sentarse, en su gloria, uno a su derecha y otro a su izquierda, lo que provocó una discusión entre los demás sobre quién era el más importante en la Iglesia. La tentación de los discípulos, es la misma de Jesús en el desierto, cuando el demonio se había acercado para proponerle otro camino.

Haz todo rápido, obra un milagro, algo que todo el mundo te vea. Vamos al templo y haz de paracaidista sin el equipo, por lo que todo el mundo verá el milagro y se cumplirá la redención. Es la misma tentación de Pedro, cuando en un principio no acepta la pasión de Jesús. Es la tentación de un cristianismo sin cruz, un cristianismo a medio camino.

Luego hay otra tentación, un cristianismo con la cruz sin Jesús, ser cristianos a medio camino, una Iglesia a medio camino, que no quiere llegar adonde el Padre quiere, es la tentación del triunfalismo. Queremos que el triunfo sea hoy, sin pasar por la cruz, un triunfo mundano, un triunfo razonable… (Cf. S.S. Francisco, 29 de mayo de 2013, homilía en Santa Marta). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Rezar el Via crucis con la intención de acompañar a Cristo en su pasión, y ofrecerle aceptar el camino que disponga en mi vida, aunque implique sacrificio. «Es hermoso servir a Dios, pero qué caro y amargo resulta a la naturaleza el servirle

con perseverancia y amor» (Cristo al centro, n. 447).

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26 de julio Oración preparatoria Señor, qué fácil es dejar que la cizaña me vaya dominando y apagando la intención de amarte y servirte en los demás; por eso en este momento de intimidad contigo quiero abrirte mi corazón para que sea tu gracia la que reine en mi corazón. Petición (gracia/fruto que se busca) Señor, que mi oración purifique las intenciones de mi actividad, para vencer con tu misericordia mi cizaña; dame la gracia de amarte cada día más. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 24-30 En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la muchedumbre: «El Reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó. Cuando crecieron las plantas y se empezaba a formar la espiga, apareció también la cizaña.

Entonces los trabajadores fueron a decirle al amo: «Señor, ¿qué no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, salió esta cizaña?» El amo les respondió: «De seguro lo hizo un enemigo mío». Ellos le dijeron: «¿Quieres que vayamos a arrancarla?» Pero él les contestó: «No. No sea que al arrancar la cizaña, arranquen también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero»». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Acompañar y fructificar en la evangelización. «La comunidad evangelizadora se dispone a “acompañar”. Acompaña a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límites. Fiel al don del Señor, también sabe “fructificar”.

La comunidad evangelizadora siempre está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Cuida el trigo y no pierde la paz por la cizaña. El sembrador, cuando ve despuntar la cizaña en medio del trigo, no tiene reacciones quejosas ni alarmistas. Encuentra la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados. El discípulo sabe dar la vida entera y jugarla hasta el martirio como

testimonio de Jesucristo, pero su sueño no es llenarse de enemigos, sino que la Palabra sea acogida y manifieste su potencia liberadora y renovadora» (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 24). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Privarme del Facebook, televisión o música para añadir un poco más de tiempo a mi oración. «Dice la sagrada Escritura: “Aunque estemos en el pecado, ahí somos tuyos”. Somos de Dios en ese mismo momento porque nosotros no alcanzamos a medir lo que es la

malicia de un pecado y Él lo sabe. Por eso no nos abandona; es fiel» (Cristo al centro, n. 869).

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27 de julio Oración preparatoria Señor Dios, protector de los que en Ti confían, sin Ti nada es fuerte, ni santo; multiplica en mí tu misericordia para que, bajo tu dirección, me sirva hoy de los bienes pasajeros para alcanzar los bienes eternos que nos has prometido. Petición (gracia/fruto que se busca) Padre bueno, que nada ni nadie sea más importante en mi vida que el cumplir tu voluntad para gloria de tu Reino. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-52 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.

El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra.

También se parece el Reino de los cielos a la red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.

¿Han entendido todo esto?” Ellos le contestaron: “Sí”. Entonces él les dijo: “Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.

Quien diere, aunque no sea más que un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, por ser discípulo mío, yo les aseguro que no perderá su recompensa”. Palabra del señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) El verdadero tesoro del hombre. «Pero alguno puede decirme: Padre, pero yo trabajo, tengo familia, para mí la realidad más importante es sacar adelante mi familia, el trabajo. Cierto, es verdad, es importante ¿pero cuál es la fuerza que mantiene unida la familia? Es precisamente el amor, ¿y quién siembra el amor en nuestros corazones? Dios, el amor de Dios. Es precisamente el amor de Dios que da sentido a los pequeños compromisos cotidianos y también ayuda a afrontar las grandes pruebas.

Esto es el verdadero tesoro del hombre. Ir adelante en la vida con amor, con ese amor que el Señor ha sembrado en el corazón, con el amor de Dios. Y esto es el verdadero tesoro. Pero, ¿el amor de Dios qué es? No es algo vago, un sentimiento genérico; el amor de Dios tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. Jesús» (S.S. Francisco, 11 de agosto de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Llamar, mandar un correo electrónico o dejar una nota para saludar a esa persona que sé que está pasando por una situación difícil en su vida. «La voluntad de Dios debe ser para nosotros el auténtico crisol en donde probemos

nuestra entrega según aquellas palabras de Cristo: “No el que me dice ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre”»

(Cristo al centro, n. 2318).

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28 de julio Oración preparatoria Señor Dios, gracias por poner en mi vida «pastores» que me orientan para que no me deje dominar por la cizaña del mundo que quiere ahogar la semilla de mi fe. Te ofrezco hoy mi oración por todos esos apóstoles de tu misericordia, fortalécelos en su vocación. Petición (gracia/fruto que se busca) Espíritu Santo, infunde en mí tu espíritu de piedad y de fortaleza para ser un discípulo y misionero digno, valiente, humilde y promotor del Evangelio. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 31-35 En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: «Explícanos la parábola de la cizaña sembrada en el campo».

Jesús les contestó: «El sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del demonio; el enemigo que las siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Y así como recogen la cizaña y la queman en el fuego, así sucederán al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Arrepentirse para ser perdonado. «En particular me detengo en el juicio final. ¡No tengáis miedo! Escuchemos lo que dice la Palabra de Dios. Al respecto, leemos en el evangelio de Mateo: Entonces Cristo “vendrá en su gloria, con todos sus ángeles… Y todas las gentes se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda… Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”[…] Si nos cerramos al amor de Jesús, somos nosotros mismos los que nos condenamos, somos condenados por nosotros mismos. La salvación es abrirnos a Jesús y él nos salva.

Y si somos pecadores, todos somos pecadores, todos lo somos, todos, y pedimos perdón, y vamos con el deseo de ser buenos, el Señor nos perdona, pero para esto debemos abrirnos, abrirnos al amor de Jesús, que es más fuerte que todas las demás cosas, el amor de Jesús es grande. El amor de Jesús es misericordioso, el amor de Jesús perdona, pero debes abrirte, y abrirse significa arrepentirse, lamentarse de las cosas que hemos hecho que no son buenas» (S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Al final del día de hoy pediré perdón por las faltas cometidas y por los actos de omisión, esas oportunidades de hacer el bien que dejé pasar por pereza, comodidad, miedo… «Ten conciencia de tu debilidad, arrepiéntete de tus pecados y faltas, reconoce que también en los demás hay faltas y limitaciones, y no te sorprendas de nada de ello»

(Cristo al centro, n. 1796).

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29 de julio Oración preparatoria Dios todopoderoso y eterno, creo firmemente en tu amor, en tu cercanía, en tu deseo de llevarme contigo al cielo. Envía tu Espíritu Santo para que esta oración me fortalezca mi intención de crecer en el amor a Ti y a los demás. Petición (gracia/fruto que se busca) Padre misericordioso, no veas mi incredulidad ni mi tibieza, ¡aumenta en mí la fe, la esperanza y la caridad! Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo evangelio según san Juan 11, 19-27 En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura que Dios te concederá cuanto le pidas”.

Jesús le dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Ya sé que resucitará en la resurrección de último día”. Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tu esto?” Ella le contestó: “Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.” Palabra de Dios. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) Somos discípulos misioneros del que ha venido, viene y vendrá. «Jesús, en el Nuevo Testamento, lleva a su cumplimiento esta revelación, y vincula la fe en la resurrección a su misma persona: “Yo soy la Resurrección y la Vida”. De hecho, será Jesús el Señor el que resucitará en el último día a todos los que hayan creído en Él.

Jesús vino entre nosotros, se hizo hombre como nosotros en todo, menos en el pecado; de este modo nos ha tomado consigo en su camino de vuelta al Padre. Él, el Verbo Encarnado, muerto por nosotros y resucitado, da a sus discípulos el Espíritu Santo como un anticipo de la plena comunión en su Reino glorioso, que esperamos vigilantes. Esta espera es la fuente y la razón de nuestra esperanza: una esperanza que, cultivada y custodiada, se convierte en luz para iluminar nuestra historia personal y comunitaria.

Recordémoslo siempre: somos discípulos de Él que ha venido, viene cada día y vendrá al final. Si conseguimos tener más presente esta realidad, estaremos menos cansados en nuestro día a día, menos prisioneros de lo efímero y más dispuestos a caminar con corazón misericordioso en la vía de la salvación» (S.S. Francisco, 4 de diciembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hoy voy a ofrecer un pequeño sacrificio para pedir a Dios la gracia de crecer en la virtud que más necesite para mi perseverancia final. «Vienen los temores, las dudas, el sentimiento de la propia impotencia o indignidad,

la promesa de la compañía por parte de Dios, la confianza en Él y el lanzamiento atrevido a la entrega total por el amor, en respuesta al amor de Dios»

(Cristo al centro, n. 2245).

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30 de julio Oración preparatoria Señor Dios, que has hecho del amor a Ti y a los hermanos la plenitud de todo lo mandado en tu santa ley, permite que cumpliendo tus mandamientos merezca llegar a la vida eterna, por tu infinita misericordia. Petición (gracia/fruto que se busca) Jesús, dame un corazón dócil, sencillo, dispuesto a dejarse transformar por tu amor misericordioso. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46 En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.

El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra». Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal) La mayor fuerza de transformación. «El amor es la mayor fuerza de transformación de la realidad, porque derriba los muros del egoísmo y colma las fosas que nos tienen alejados a unos de otros. Y esto es el amor que viene de un corazón cambiado, de un corazón de piedra que es transformado en un corazón de carne, un corazón humano. Y esto lo hace la gracia, la gracia de Jesucristo que todos nosotros hemos recibido.

¿Alguno de vosotros sabe cuánto cuesta la gracia? ¿Dónde se vende la gracia? ¿Dónde puedo comprar la gracia? Nadie sabe decirlo: no. ¿Voy a comprarla a la secretaria parroquial? ¿A lo mejor ella vende la gracia? ¿Algún sacerdote vende la gracia? Oíd bien esto: la gracia no se compra ni se vende; es un regalo de Dios en Jesucristo. Jesucristo nos da la gracia. Es el único que nos da la gracia. Es un regalo: nos lo ofrece a nosotros. Tomémosla. Es bello esto. El amor de Jesús es así: nos da la gracia gratuitamente, gratuitamente. Y nosotros debemos darla a los hermanos, a las hermanas, gratuitamente» (S.S. Francisco, 17 de junio de 2013).

Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Leer y reflexionar el salmo 37: «Sea el Señor tu delicia, y él te dará lo que pide tu corazón». «Este amor de tal manera ha de prender en nosotros, que nos transforme y haga otros

Cristos» (Cristo al centro, n. 60).

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31 de julio Oración preparatoria Señor y Padre de mi vida, hoy que recordamos a san Ignacio de Loyola, me acerco a ti en esta oración porque te amo y quiero conocer la forma en que hoy te puedo servir mejor. No temo el día en que tenga que presentarme a mi juicio final, porque más grande que mi debilidad es tu misericordia. Petición (gracia/fruto que se busca) Padre bueno, que no tema a tu justicia y que la certeza de tu misericordia me impulse a amar más y mejor a los demás. Texto base para entablar el diálogo con Dios Del santo Evangelio según san Mateo 13, 47-53 En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «El Reino de los cielos se parece también a la red que los pescadores echan en el mar y recogen toda clase de peces. Cuando se llena la red, los pescadores la sacan a la playa y se sientan a escoger los pescados; ponen los buenos en canastos y tiran los malos. Lo mismo sucederá al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación.

¿Han entendido todo esto?» Ellos le contestaron: «Si». Entonces él les dijo: «Por eso, todo escriba instruido en las cosas del Reino de los cielos es semejante al padre de familia, que va sacando de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas». Y cuando acabó de decir estas parábolas, Jesús se marchó de allí. Palabra del Señor. Meditación (profundización propuesta, si bien se sugiere sea algo personal)

Una nueva perspectiva sobre el juicio final. «El testimonio de las primeras comunidades cristianas resuena muy sugerente. Estas solían acompañar las celebraciones y las oraciones con la aclamación “Maranathá”, una expresión constituida por dos palabras arameas que, según cómo sean pronunciadas, se pueden entender como una súplica: “¡Ven, Señor!”, o como una certeza alimentada por la fe: “Sí, el Señor viene, el Señor está cerca”. Es la exclamación con la que culmina toda la Revelación cristiana, al final de la maravillosa contemplación que se nos ofrece en el Apocalipsis de Juan. En ese caso, es la Iglesia-esposa que, en nombre de la humanidad, de toda la humanidad, y en cuanto su primicia, se dirige a Cristo, su esposo, deseando ser envuelta por su abrazo; un abrazo, el abrazo de Jesús, que es plenitud de vida y de amor.

Si pensamos en el juicio en esta perspectiva, todo miedo disminuye y deja espacio a la esperanza y a una profunda alegría: será precisamente el momento en el que seremos juzgados. Preparados para ser revestidos de la gloria de Cristo, como de una vestidura nupcial, y ser conducidos al banquete, imagen de la plena y definitiva comunión con Dios» (S.S. Francisco, 11 de diciembre de 2013). Diálogo con Cristo Dedica unos minutos a tener un diálogo espontáneo con Cristo, de corazón a Corazón, a partir de lo que haya llegado al propio interior, de lo que te haya dicho Dios. Propósito (es mejor que surja del diálogo íntimo que se ha tenido con Cristo) Hacer una oración especial por las almas que están en el purgatorio y que nadie se acuerda de pedir por ellas. «Si realmente no es un mito todo lo que nosotros hemos creído, si realmente existe Dios, y si realmente a la hora de la muerte nos vamos a encontrar con Él y vamos a ser juzgados, ¿cómo nos vamos a presentar a ese juicio? Y, ¿cómo vamos a entrar a

la eternidad? » (Cristo al centro, n. 2107).