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Meditacionescon reflexiones de Benedicto xvi

septiembre 2011

¡Venga tu Reino!

Septiembre 01

Evangelio Del santo Evangelio según san Lucas 5, 1-11

En aquel tiempo, Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret y la gente se agolpaba en torno suyo para oír la Palabra de Dios. Jesús vio dos barcas que estaban junto a la orilla. Los pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes. Subió Jesús a una de las barcas, la de Simón, le pidió que la alejara un poco de tierra, y sentado en la barca, enseñaba a la multitud.

Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Lleva la barca mar adentro y echen sus redes para pescar». Simón replicó: «Maestro, hemos trabajado toda la noche y no hemos pescado nada; pero, confiado en tu Palabra echaré las redes». Así lo hizo y cogieron tal cantidad de pescados, que las redes se rompían. Entonces hicieron señas a sus compañeros, que estaban en la otra barca, para que vinieran a ayudarlos. Vinieron ellos y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús y le dijo: «¡Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador!». Porque tanto él como sus compañeros estaban llenos de asombro, al ver la pesca que habían conseguido. Lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.

Entonces Jesús le dijo a Simón: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». Luego llevaron las barcas a tierra, y dejándolo todo, lo siguieron. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Dios mío, haz que siempre confíe en Ti, no tengo porqué temer si dejo que la caridad, la fe y la esperanza sean la norma de mi vida. Permite que nunca olvide que lo más importante no es lo que yo pueda hacer sino las maravillas que Tú haces continuamente en mi vida. Petición Ayúdame a creer en Ti con una fe humilde y pura. Meditación

Reconocer el poder del Señor.

«Otro acontecimiento importante para la fe de los discípulos en Jesús: la historia de la pesca milagrosa, que termina con la elección de Simón Pedro y de sus

compañeros para que sean discípulos […] Pedro reconoce en lo ocurrido el poder de Dios, que actúa a través de la palabra de Jesús, y este encuentro directo con el Dios vivo en Jesús le impresiona profundamente. A la luz y bajo el poder de esta presencia, el hombre reconoce su miserable condición […] Esta percepción repentina de Dios en Jesús se expresa en el título que Pedro utiliza ahora para Jesús: Kyrios, Señor. Es la denominación de Dios utilizada en el Antiguo Testamento para reemplazar el nombre de Dios revelado en la zarza ardiente que no se podía pronunciar. Si antes de hacerse a la mar Jesús era para Pedro el epistáta —que significa maestro, profesor, rabino—, ahora lo reconoce como el Kyrios» (Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 120-121).

Reflexión apostólica

«Esta vida de fe y de amor en comunidad se hizo aún más intensa cuando arreciaron los peligros y las persecuciones contra los cristianos, convirtiéndose en tierra fecunda de la que brotaron, como frutos ya maduros, los primeros mártires de la Iglesia; y ha sido también fuente de renovación cristiana en tiempos de crisis y oscuridad en la práctica de la fe y la moral» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 343). Propósito

Esforzarme para que mi testimonio sea la red que me convierta en «pescador de hombres».

Diálogo con Cristo

Jesús, me llamas a ser pescador de hombres en un mundo que parece alejarse cada vez más de tu verdad y de tu amor. Permite que no tema echar las redes para que la buena nueva de tu Evangelio llegue a todas las personas que pongas en mi camino. Hazme reconocer cuáles son las ocupaciones que llenan mi día y qué es lo que debo cambiar para que mi testimonio de vida sea el medio que invite a otros a querer participar activamente en la nueva evangelización.

«Imagínate aquellos hombres junto al lago. Un día como todos los días de su vida. Y de repente, Cristo. Y aquel instante transforma toda su existencia. ¿Qué tenía Cristo,

que dejaban las redes, la barca, su tierra y sus padres?» (Cristo al centro, n. 526).

¡Venga tu Reino!

septiembre 02

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: «¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?».

Jesús les contestó: «¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí ayunarán».

Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues dice: “El añejo es mejor”». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, no hay nada mejor que tener un rato de oración en tu presencia. Dame la fuerza para desprenderme de todo lo que me pueda distraer o interrumpir el diálogo de amor que puedo tener contigo en esta meditación. Petición Jesús, que sepa disfrutar, gozar de esta meditación. Meditación

Ser uno con el Padre.

«Algunos detalles particulares del evangelista Lucas: así como subraya de un modo especial la importancia de las mujeres, de la misma manera también es el evangelista de los pobres, y no se puede dejar de reconocer en él una “opción preferencial por los pobres” […] Hemos visto en distintas ocasiones que este evangelista da una gran importancia a la oración de Jesús como fuente de su predicación y de su actuación: nos muestra que todo el obrar y el hablar de Jesús brotan de su ser íntimamente uno con el Padre, del diálogo entre Padre e Hijo. Si estamos convencidos de que las Sagradas Escrituras están “inspiradas”, maduradas de modo particular bajo la guía del Espíritu Santo, entonces también podemos estar

convencidos de que en estos aspectos específicos de la tradición que Lucas nos ha transmitido se encierran aspectos esenciales de la figura original de Jesús» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 76).

Reflexión apostólica

«Los centros del Movimiento procuran señalarse por un ambiente de oración, caridad fraterna, vitalidad apostólica y sana expansión. Siempre que sea posible, con la debida autorización del Ordinario del lugar, han de contar con una capilla para favorecer el diálogo con Cristo Eucaristía» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 368). Propósito

Unirme diariamente a Dios al ofrecerle mi día, reconociéndolo como mi Dueño y Señor.

Diálogo con Cristo

Jesús, concédeme creer en tu llamado, a pesar de mi indignidad. Concédeme darte un sí generoso y perseverante para convertirme en tu apóstol, para ello necesito perseverar en la oración. Nada debe ser más importante en mi vida que el estar en constante unión contigo, por medio de la oración.

«Acude a la oración y cerca de Cristo llénate de fuerzas y ánimos para la lucha» (Cristo al centro, n. 787).

¡Venga tu Reino!

septiembre 03

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 1-5

Un sábado, Jesús iba atravesando unos sembrados y sus discípulos arrancaban espigas al pasar, las restregaban entre las manos y se comían los granos. Entonces unos fariseos les dijeron: «¿Por qué hacen lo que está prohibido hacer en sábado?».

Jesús les respondió: «¿A caso no han leído lo que hizo David una vez que tenían hambre él y sus hombres? Entró en el templo y tomando los panes sagrados, que sólo los sacerdotes podían comer, comió de ellos y les dio también a sus hombres».

Y añadió: «El Hijo del hombre también es dueño del sábado». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, no permitas que con una actitud farisaica viva de las apariencias o caiga en el conformismo. Ven a iluminar esta meditación para que este sábado sea diferente, porque va a iniciar y terminar con una oración que me puede llevar a vivir más el amor.

Petición

Dios mío, dame la gracia de vivir este día unido a Ti, para que pueda ser un auténtico reflejo de tu amor.

Meditación

Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.

«El Sábado, el séptimo día, es sustituido ahora por el primer día. Como día de la asamblea litúrgica, es el día del encuentro con Dios mediante Jesucristo, el cual en el primer día, el Domingo, se encontró con los suyos como Resucitado, después de que hallaran vacío el sepulcro. La estructura de la semana se ha invertido. Ya no se dirige hacia el séptimo día, para participar en él del reposo de Dios. Inicia con el primer día como día del encuentro con el Resucitado. Este encuentro ocurre siempre nuevamente en la celebración de la Eucaristía, donde el Señor se presenta de nuevo en medio de los suyos y se les entrega, se deja, por así decir, tocar por ellos, se sienta a la mesa con ellos. Este cambio es un hecho extraordinario, si se considera que el Sábado, el séptimo día como día del encuentro con Dios, está profundamente enraizado en el Antiguo Testamento» (Benedicto XVI, 23 de abril de 2011).

Reflexión apostólica

«El Regnum Christi invita a sus miembros a honrar de manera especial al Inmaculado Corazón de María los primeros sábados de mes, rezando el rosario con particular fervor. La contemplación de los misterios de la vida del Señor, a través de los ojos y del corazón de su Madre, anima a todos los miembros del Movimiento a cumplir sus deberes ordinarios, también con sentido de reparación y de desagravio por los pecados de los hombres, y a seguir el ejemplo de María en su colaboración generosa en la obra de la redención» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 425).

Propósito Rezar un rosario en honor a la Santísima Virgen, preferentemente en familia.

Diálogo con Cristo

Jesús, Tú me das tu amor infinito y me amas con un amor total, por eso te has quedado en la Eucaristía y me has dado como madre a María santísima. Ayúdame para que, con un espíritu nuevo, con una fe renovada, no desaproveche el tiempo y sepa seguir el ejemplo de María. Que me acerque a Ti, que siempre me estás esperando en el Sagrario, ése es el medio por el cual podré ser un auténtico testigo de tu amor, otro Cristo en mi mundo familiar y social.

«Ir al Sagrario es ir a dialogar cordialmente con Cristo, el amigo» (Cristo al centro, n. 829).

¡Venga tu Reino!

septiembre 04

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 15-20

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.

Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en el cielo.

Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuera, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, te alabo y te bendigo porque me das la gracia de poder estar contigo. Ilumina esta oración para que me transforme y me prepare para vivir dignamente la celebración eucarística este domingo.

Petición Dios mío, te pido me concedas saber pedir lo que realmente conviene a mi salvación.

Meditación

Donde dos o tres se reúnen, ahí está Dios.

«El reino de Cristo no es de este mundo, pero lleva a cumplimiento todo el bien que, gracias a Dios, existe en el hombre y en la historia. Si ponemos en práctica el amor por nuestro prójimo, según el mensaje evangélico, entonces hacemos espacio al señorío de Dios, y su reino se realiza en medio de nosotros. Si en cambio cada uno piensa solo en sus propios intereses, el mundo no puede no ir a la ruina.

Queridos amigos, el reino de Dios no es una cuestión de honores o de apariencias, sino, como escribe san Pablo, es “justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo”. Al Señor le importa nuestro bien, es decir, que todo hombre tenga la vida, que especialmente sus hijos más “pequeños” puedan acceder al banquete que él ha preparado para todos. Por eso, no soporta esas formas hipócritas de quien dice “Señor, Señor” y después descuida sus mandamientos. En su reino eterno, Dios acoge a

cuantos se esfuerzan día a día por poner en práctica su palabra» (Benedicto XVI, 23 de noviembre de 2008).

Reflexión apostólica

«Para dar a conocer el amor no basta la palabra. Se precisa el testimonio de una vida coherente con las exigencias del amor. Y el amor exige las obras. Por eso se invita a los miembros a ser personas que no se queden mirando cómo van las cosas, sino que busquen imprimir en las cosas una fuerza y el dinamismo que es propio del cristianismo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 44).

Propósito Acercarme, con mi testimonio o mi palabra, a quien esté alejado de la Iglesia.

Diálogo con Cristo

Jesús, no dejes que mi testimonio aleje a otros de tu Amor. Quiero ser un auténtico discípulo y misionero para que otros, especialmente aquellos que están más cerca de mí, puedan experimentar tu amor y misericordia. Permite que sepa aprovechar este momento de oración y que mi participación en la Eucaristía me inspire y estimule para poner en práctica tu Palabra.

«Retírense de la celebración eucarística dando testimonio de haber valorado, como corresponde, el don del Señor»

(Cristo al centro, n. 859).

¡Venga tu Reino!

septiembre 05

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 6-11

Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y fariseos estaban acechando a Jesús para ver si curaba en sábado y tener así de qué acusarlo.

Pero Jesús, conociendo sus intenciones, le dijo al hombre de la mano paralizada: «Levántate y ponte ahí en medio». El hombre se levantó y se puso en medio. Entonces Jesús les dijo: «Les voy a hacer una pregunta: ¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado: el bien o el mal, salvar una vida o acabar con ella?». Y después de recorrer con la vista a todos los presentes, le dijo al hombre: «Extiende la mano». Él la extendió y quedó curado.

Los escribas y fariseos se pusieron furiosos y discutían entre sí lo que le iban a hacer a Jesús. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, sólo en la oración puedo encontrar el sentido que debo dar a los sucesos de este día. En la medida en que te ame y te escuche en esta meditación, en esa medida podré transmitir tu amor a los demás.

Petición

¡Ven Espíritu Santo! Aumenta mi fe, mi esperanza y mi caridad para que sea digno de poder dialogar contigo en esta oración.

Meditación

Todo a partir de Dios y para Dios.

«Que el sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado no es simplemente la expresión de una postura moderno -liberal, como podríamos pensar a primera vista […] Según el “Hijo del hombre”, según el criterio de Jesús, el hombre es libre y sabe usar rectamente el sábado como día de la libertad a partir de Dios y para Dios. “El Hijo del hombre es el señor del sábado”: se aprecia aquí toda la grandeza de la reivindicación de Jesús, que interpreta la Ley con plena autoridad porque El mismo es la Palabra originaria de Dios. Y se aprecia en consecuencia qué tipo de nueva libertad le corresponde al hombre en general: una libertad que nada tiene que ver con la simple arbitrariedad. En las palabras sobre el sábado es importante el enlace entre “hombre” e “Hijo del hombre”; vemos cómo esta palabra, de por sí

genérica, se convierte en expresión de la dignidad especial de Jesús» (Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 130).

Reflexión apostólica

«Al contemplar la vida de Cristo, es patente su libertad de espíritu. Cristo, también en cuanto hombre, gozó de una total libertad interior porque su corazón tenía un solo Señor, el Padre, y porque no se apegó a ninguna criatura. Cristo se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza y para enseñarnos que el verdadero alimento es el cumplimiento de la voluntad del Padre» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 193). Propósito Reflexionar sobre qué lugar ocupó Dios en mi día de ayer, domingo, día del Señor.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, Tú eres fuente de la auténtica libertad, aquella que me puede llevar a optar siempre por el mejor bien. Te pido que me concedas la gracia de saber darte siempre el lugar que te corresponde en mi vida, Tú eres mi mejor amigo porque hasta has dado tu vida por mí, ¡ayúdame! Quiero serte siempre fiel y corresponder plenamente a tu amor.

«Está en juego la entrega amorosa de la propia libertad a Dios, que es el don más grande que el hombre puede hacer a Dios: la donación total de su voluntad a la

voluntad de Dios por amor » (Cristo al centro, n. 1205).

¡Venga tu Reino!

septiembre 06 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

Por aquellos días, Jesús se retiró al monte a orar y se pasó la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, eligió a doce de entre ellos y les dio el nombre de apóstoles. Eran Simón, a quien llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo y Tomás; Santiago, el hijo de Alfeo, y Simón, llamado el Fanático; Judas, el hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar del monte con sus discípulos y sus apóstoles, se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y Jerusalén, como de la costa, de Tiro y de Sidón. Habían venido a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor Jesús, en varias ocasiones el Evangelio hace mención que pasaste la noche en oración… y yo que batallo para hacer mi meditación de 10, 15 ó 20 minutos. Tu oración es fruto de tu amor, de tu dependencia a Dios. Ilumíname para yo pueda crecer también en mi amor y que ahora sepa disponer mi corazón para hacer la voluntad del Padre en este día.

Petición Jesucristo, enséñame a orar. Meditación

Llama a los que quiere.

«La elección de los discípulos es un acontecimiento de oración; ellos son, por así decirlo, engendrados en la oración, en la familiaridad con el Padre. Así, la llamada de los Doce tiene, muy por encima de cualquier otro aspecto funcional, un profundo sentido teológico: su elección nace del diálogo del Hijo con el Padre y está anclada en él. También se debe partir de ahí para entender las palabras de Jesús: “Rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies”: a quienes trabajan en la cosecha

de Dios no se les puede escoger simplemente como un patrón busca a sus obreros; siempre deben ser pedidos a Dios y elegidos por Él mismo para este servicio. Este carácter teológico se refuerza aún más cuando el texto de Marcos dice: “Llamó a los que quiso”. Uno no puede hacerse discípulo por sí mismo, sino que es el resultado de una elección, una decisión de la voluntad del Señor basada, a su vez, en su unidad de voluntad con el Padre» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 72).

Reflexión apostólica

«La misión, más que estructuras y programas, requiere hombres y mujeres que hayan hecho la experiencia del amor de Dios en sus propias vidas y se sientan llamados a trabajar incansablemente por anunciar y extender su Reino por todos los medios lícitos y buenos, hasta lograr que Jesucristo reine en el corazón de los hombres y de las sociedades» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 101).

Propósito Agradecer a Dios el que me haya elegido para ser su discípulo y misionero. Diálogo con Cristo

Jesús, gracias por haberme elegido. Quiero corresponder a esta gracia tan especial de poder ser un misionero de tu amor. Permite que me sepa abandonar totalmente a tu voluntad y que esté siempre dispuesto a responder con generosidad a lo que me pidas.

«¿Viven para la misión? ¿Viven la misión? Vivirla es sentir se llamados por Dios personalmente a una labor que nadie podrá realizar en su lugar. Es vivir aquella

experiencia de san Pablo: « ¡Ay de mí si no predico!» (Cristo al centro, n. 1640).

¡Venga tu Reino!

septiembre 07

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26

En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les dijo:

“Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán.

Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.

Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Gracias, Señor, por este momento de oración. Qué dicha y alegría el poder experimentar tu presencia, tu cercanía. Humildemente te pido, ¡ven Señor Jesús! Ilumina mi oración para que crezcan mi fe y mi fortaleza para saber escogerte siempre a Ti.

Petición

Jesús, dame la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la felicidad.

Meditación

Un nuevo horizonte de justicia.

«Las bienaventuranzas se basan en el hecho de que existe una justicia divina, que enaltece a quien ha sido humillado injustamente y humilla a quien se ha enaltecido. De hecho, el evangelista san Lucas, después de los cuatro "dichosos vosotros", añade cuatro amonestaciones: "Ay de vosotros, los ricos... […] "Ay si todo el mundo habla bien de vosotros", porque, como afirma Jesús, la situación se invertirá, los últimos serán primeros y los primeros últimos.

Esta justicia y esta bienaventuranza se realizan en el "reino de los cielos" o "reino de Dios", que tendrá su cumplimiento al final de los tiempos, pero que ya está presente en la historia. Donde los pobres son consolados y admitidos al banquete de la vida, allí se manifiesta la justicia de Dios. Esta es la tarea que los discípulos del Señor están llamados a realizar también en la sociedad actual» (Benedicto XVI, 14 de febrero de 2010).

Reflexión apostólica

«Al vivir la espiritualidad del Regnum Christi, reconocida y aprobada por la Iglesia, los miembros se benefician de sus medios de santificación y de apostolado y pueden gozar de la dicha de edificar la Iglesia y servir a los hombres mediante una respuesta generosa a su vocación» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 68). Propósito Comprometerme gratuitamente en alguna obra que promueva la justicia y el amor. Diálogo con Cristo

Jesús mío, las tentaciones para evadir tu llamada a la santidad se multiplican. Quiero serte fiel, pero bien conoces mi debilidad y como fácilmente el egoísmo, disfrazado de comodidad o de placer, acaban con mi propósito de crecer en mi generosidad. Confiando en que Tú nunca te alejas y siempre eres fiel a tu amor, hoy quiero ofrecerte que pondré en práctica el programa de las bienaventuranzas.

«Quisiéramos poder hacer algo para lograr que otros muchos hombres crean en Él, lo

conozcan, lo amen y gocen la inefable dicha de saberse sus hijos muy amados. La humanidad es desgraciada sólo en la medida en que no tiene a Cristo»

(Cristo al centro, n. 1943).

¡Venga tu Reino!

septiembre 08 NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

Evangelio

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 1-16. 18-23

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: estando María, su Madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que Ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto.

Mientras pensaba en estas cosas, un ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no dudes en recibir en tu casa a María, tu esposa, porque Ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. Palabra del Señor.

Oración introductoria

A María el Evangelio la llama bienaventurada, porque siempre creyó en el cumplimiento de la Palabra. Te suplico, Señor, que tu Santísima Madre, cuyo nacimiento celebramos hoy, interceda por mí para que sepa escucharte y creer en lo que hoy me quieres decir.

Petición Dios mío, aumenta mi fe, para poder imitar a María en su fidelidad.

Meditación

La Virgen vela sobre todos y cada uno de nosotros.

«Conscientes del papel tan importante que desempeña María en la vida de cada uno de nosotros, como hijos devotos festejamos hoy su nacimiento. Este acontecimiento constituye una etapa fundamental para la Familia de Nazaret, cuna de nuestra redención; un acontecimiento que nos concierne a todos, porque cada uno de los dones que Dios le concedió a ella, nuestra Madre, se lo concedió pensando también en cada uno de nosotros, sus hijos. Por eso, con inmensa gratitud, pidamos a María, Madre del Verbo encarnado y Madre nuestra, que proteja a todas las madres terrenas: a aquellas que, junto con su marido, educan a sus hijos en un ambiente familiar armonioso; y a aquellas que, por muchas razones, tienen que afrontar solas una tarea tan ardua. Que todas realicen con entrega y fidelidad su servicio diario en la familia, en la Iglesia y en la sociedad. Que la Virgen sea para todas apoyo, consuelo y esperanza» (Benedicto XVI, 7 de septiembre de 2008).

Reflexión apostólica

«Un elemento importante de la devoción a la Santísima Virgen es el cultivo del amor y de la confianza que se tienen a una verdadera madre; un amor y una confianza fundados en la providencia de Dios, en la fidelidad de María y en su cercanía a su Hijo que la hace más cercana a los hombres» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 131). Propósito Rezar hoy un misterio del rosario ante una imagen de la Virgen.

Diálogo con Cristo

Gracias Jesús por dejarnos a María como madre y modelo de santidad. Quiero acercarme más a Ella para poder seguir mejor su ejemplo y así lograr que todo momento de mi existencia sea un paso para crecer en el amor a Dios y a mis hermanos.

«Ella era una mujer de vibrante fe y, por ello, le era connatural todo lo referente a Dios. La presencia de Dios en su vida lo era todo»

(Cristo al centro, n. 1494).

¡Venga tu Reino!

septiembre 09

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 39-42

En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: «¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.

¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: “Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo”, si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Padre mío, gracias por tu paciencia y por tu misericordia. Te pido perdón por las veces en que he ignorado tu presencia. Ayúdame a descubrir en esta oración los medios que tengo que concretar para ya no defraudarte y corresponder siempre a tu amor.

Petición

Dios mío, ayúdame a ser misericordioso y que no me atreva nunca a juzgar a los demás. Meditación

Condenar el pecado pero salvar al pecador.

«Jesús, en cambio, está “lleno de gracia y de verdad”: Él sabe lo que hay en el corazón del hombre, quiere condenar el pecado, pero salvar al pecador, y desenmascarar la hipocresía. […] “Olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús”. Dios desea para nosotros solo el bien y la vida. Él provee a la salud de nuestra alma por medio de sus ministros, liberándolos del mal con el Sacramento de la Reconciliación, para que ninguno se pierda, sino que todos tengan la manera de convertirse. […] Queridos amigos, aprendamos del Señor Jesús a no juzgar y a no condenar al prójimo. Aprendamos a ser intransigentes con el pecado - ¡empezando por el nuestro! - e indulgentes con las personas. Que nos ayude en esto la Santa Madre de Dios que, exenta de toda culpa, es mediadora de gracia para todo

pecador arrepentido» (Benedicto XVI, 21 de marzo de 2010).

Reflexión apostólica

«Una de las expresiones más hermosas y fecundas de la caridad es la benedicencia, que consiste en amar a los demás por medio de la palabra. El cristiano no puede limitarse a no hablar mal, sino que ha de procurar hablar siempre bien de los demás, alabando cuanto haya de positivo y bueno en ellos, resaltando sus virtudes y logros, y no hablando innecesariamente de sus limitaciones y defectos, para así crearles un clima de aprecio en torno suyo, acrecentar su buena fama y permitirles un mejor desarrollo de todas sus potencialidades. Asimismo, ha de procurar custodiar la buena fama del prójimo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 94). Propósito Hacer el ejercicio constante de no juzgar la actuación de las personas con las que convivo.

Diálogo con Cristo

Señor, Tú me enseñas que nunca debo juzgar ni criticar a los demás. Haz que logre tratar a los demás como Tú me tratas Señor: comprendiendo sus limitaciones, disculpando sus faltas, poniendo atención a sus necesidades, sin guardar ningún rencor, ningún resentimiento, con la capacidad de ser misericordioso y bondadoso, siempre y con todos.

«Sea su consigna creer todo el bien que se oye, y no creer sino el mal que se ve» (Cristo al centro, n. 221).

¡Venga tu Reino!

septiembre 10

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-49

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.

El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón.

¿Por qué me dicen “Señor, Señor”, y no hacen lo que yo les digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis Palabras y las pone en práctica. Se parece a un hombre, que al construir su casa, hizo una excavación profunda, para echar los cimientos sobre la roca. Vino la creciente y chocó el río contra aquella casa, pero no la pudo derribar, porque estaba sólidamente construida.

Pero el que no pone en práctica lo que escucha, se parece a un hombre que construyó su casa a flor de tierra, sin cimientos. Chocó el río contra ella e inmediatamente la derribó y quedó completamente destruida». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, Señor, soy de esos que te llaman y no hacen lo que dices. Dame una fe fuerte, segura, que pueda dar frutos de bondad, así estaré construyendo mi vida sobre la roca firme del Amor. Petición Dios mío, ayúdame a producir frutos buenos y abundantes.

Meditación

Edificar sobre roca para dar fruto.

«Quien construye la propia vida sobre su Palabra edifica verdaderamente de manera sólida y duradera. La Palabra de Dios nos impulsa a cambiar nuestro concepto de realismo: realista es quien reconoce en el Verbo de Dios el fundamento de todo. De esto tenemos especial necesidad en nuestros días, en los que muchas cosas en las que se confía para construir la vida, en las que se siente la tentación de poner la propia esperanza, se demuestran efímeras. Antes o después, el tener, el placer y el poder se

manifiestan incapaces de colmar las aspiraciones más profundas del corazón humano. En efecto, necesita construir su propia vida sobre cimientos sólidos, que permanezcan incluso cuando las certezas humanas se debilitan. […] La fidelidad del Señor dura “de generación en generación”, quien construye sobre esta palabra edifica la casa de la propia vida sobre roca» (Benedicto XVI, Exhortación apostólica Verbum domini, n. 10).

Reflexión apostólica

«Se trata de servirse de este conjunto de medios para colaborar con Dios en la construcción del propio edificio espiritual y así amar a Cristo, edificar la Iglesia y servir a los demás» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 312). Propósito

Leer diariamente un pasaje del Evangelio para construir mi vida sobre la Palabra de Dios.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, quiero iluminar mi vida con la luz de tu Palabra y conducirme en todo siguiendo tus criterios. Quiero construir mi vida con el cimiento fuerte de la oración, sólo así será una construcción que va prevalecer a pesar de las tempestades y dificultades que puedan surgir. «Es necesario construir sobre roca, y esa roca es la fe, bien fundamentada, bien vivida, consecuente en toda la vida práctica de cada uno de nosotros, y no en cachitos de la

vida» (Cristo al centro, n. 957).

¡Venga tu Reino!

septiembre 11

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 18, 21-35

En aquel tiempo, Pedro se acercó a Jesús y le preguntó: “Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” Jesús le contestó: “No sólo hasta siete, sino hasta setenta veces siete”.

Entonces Jesús les dijo: “El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus servidores. El primero que le presentaron le debía muchos millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer, a sus hijos y todas sus posesiones, para saldar la deuda. El servidor, arrojándose a sus pies, le suplicaba, diciendo: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. El rey tuvo lástima de aquel servidor, lo soltó y hasta le perdonó la deuda.

Pero, apenas había salido aquel servidor, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía poco dinero. Entonces lo agarró por el cuello y casi lo estrangulaba, mientras le decía: ‘Págame lo que me debes’. El compañero se le arrodilló y le rogaba: ‘Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que le pagara la deuda.

Al ver lo ocurrido, sus compañeros se llenaron de indignación y fueron a contar al rey lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ‘Siervo malvado. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haber tenido compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?’ Y el señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos para que no lo soltaran hasta que pagara lo que debía.

Pues lo mismo hará mi Padre celestial con ustedes, si cada cual no perdona de corazón a su hermano”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Jesús, ten compasión de mí y perdona mis distracciones. Permite que sepa disfrutar plenamente de este momento de intimidad contigo. Te suplico que sea tu Espíritu Santo quien me guíe para que crezca mi amor a Ti y a los demás.

Petición Señor, que sepa perdonar sinceramente cualquier ofensa que reciba en este día.

Meditación

El perdón constituye el límite al mal.

«Los límites del mal los delimita la Divina Misericordia. Esto no implica que todo el mundo se salve automáticamente por la Divina Misericordia, disculpando así todo pecado, sino que Dios perdonará a todo pecador que acepte ser perdonado. Por eso, el perdón, la superación del mal, pasa por el arrepentimiento. Y si el perdón constituye el límite al mal (¡cuántas lecciones se podrían sacar de esta verdad para superar los conflictos armados!), la libertad condiciona, en cierto modo, a la Divina Misericordia. Dios, en efecto, arriesgó mucho al crear al hombre libre. Arriesgó que rechace su amor y que sea capaz, negando en realidad la verdad más honda de su libertad, de matar y pisotear a su hermano. Y pagó el precio más terrible, el sacrificio de su único Hijo. Somos el riesgo de Dios. Pero un riesgo que se supera con el poder infinito de la Divina Misericordia» (Benedicto XVI, 30 de abril de 2011).

Reflexión apostólica

«Han de crear, dentro del marco familiar, un ambiente de confianza, comprensión, alegría, intereses compartidos, perdón, disponibilidad y apertura, de tal manera que las relaciones entre todos los miembros de la familia estén impregnadas de un genuino amor recíproco, iluminado y sostenido por el ejemplo y la presencia de Cristo en el hogar» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 291).

Propósito Esforzarme por eliminar todo rencor para aprender a perdonar como Dios me perdona.

Diálogo con Cristo

Señor, ¿cómo lograr dejar pasar las aparentes ofensas que encienden mi coraje y me llevan a perder el control de mis emociones? Necesito crecer en el amor para poder ser más comprensivo y bondadoso con todos. Permite que esta oración me inflame de amor por Ti para que pueda mejorar mis relaciones familiares y sociales, y así logré perdonar y acoger a los demás.

«La compasión de que nos habla Jesucristo significa el compartir las dificultades y triunfos de nuestros hermanos, participar en sus alegrías y tristezas, hacernos una cosa

con ellos en sus ilusiones más profundas y auténticas» (Cristo al centro, n. 368).

¡Venga tu Reino!

septiembre 12

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 7, 1-10

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, les envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: «Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga». Jesús se puso en marcha con ellos.

Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que Tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: “¡Ve!”, y va; a otro: “¡Ven!”, y viene; y a mi criado: “¡Haz esto!”, y lo hace».

Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: «Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande». Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Dios mío, te pido me concedas la gracia de iniciar esta oración con la fe del oficial romano. Deseo profundamente mejorar mi estilo de vida porque he tomado la decisión y tengo la confianza de que, con tu ayuda, puede llegar a ser un auténtico testigo de tu amor.

Petición

Señor, no soy digno, pero humildemente te pido que aumentes mi fe para poder unirme a Ti.

Meditación

La capacidad de reconocer el poder de Dios.

«Rezar no significa salir de la historia y retirarse en el rincón privado de la propia felicidad. El modo apropiado de orar es un proceso de purificación interior que nos hace capaces para Dios y, precisamente por eso, capaces también para los demás.

En la oración, el hombre ha de aprender qué es lo que verdaderamente puede pedirle a Dios, lo que es digno de Dios. Ha de aprender que no puede rezar contra el otro. Ha de aprender que no puede pedir cosas superficiales y banales que desea en ese momento, la pequeña esperanza equivocada que lo aleja de Dios. Ha de purificar sus deseos y sus esperanzas. Debe liberarse de las mentiras ocultas con que se engaña a sí mismo […] En cambio, el encuentro con Dios despierta mi conciencia para que ésta ya no me ofrezca más una autojustificación ni sea un simple reflejo de mí mismo, sino que se transforme en capacidad para escuchar el Bien mismo» (Benedicto XVI, Encíclica Spe salvi, n. 33).

Reflexión apostólica

«El nuevo miembro inicia un camino de formación para conocer mejor su fe católica y vivirla con creciente amor. Todo ello a través del programa de formación de los miembros del Regnum Christi» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 62). Propósito Al acercarme a recibir la Eucaristía, rezar con atención el «Yo no soy digno…». Diálogo con Cristo

Jesús, enséñame a orar. A saber pedir lo que realmente conviene a mi salvación y a la de mis hermanos. Que sea dócil a tus tiempos y disposiciones y que no me agite queriéndote imponer lo que YO considero el mejor bien. Que sepa suplicar con aquella confianza de tu madre santísima en las bodas de Caná, no dudar nunca de tu cercanía, de tu interés, de tu gran amor por mí, aunque yo no sea digno ni pueda corresponder, sin tu ayuda, a este gran amor.

«La fe nos lleva de la mano lógicamente al amor de Dios nuestro Señor»

(Cristo al centro, n. 943).

¡Venga tu Reino!

septiembre 13

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 7, 11-17

En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre.

Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: «No llores». Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: «Joven, Yo te lo mando: levántate». Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.

Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo».

La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Dios mío, Tan grande es tu amor que no dejas de compadecerte de mí, a pesar de mis debilidades, porque digo y no hago, ofrezco y no cumplo. ¡Ven a iluminar mi oración! Dame la gracia que me hará crecer en amor y en fidelidad.

Petición

Señor, quiero ser todo para Ti, concédeme olvidarme de mis preocupaciones para poder escucharte. Meditación

Acepta la invitación de ponerte de pie.

«También hoy, queridos jóvenes, es posible formar parte de ese triste cortejo que avanza por la calle del pueblo de Naím. Esto sucede si os dejáis llevar por la desesperación, si los espejismos de la sociedad de consumo os seducen y os distraen de la verdadera alegría para devoraros en placeres pasajeros, si la indiferencia y la superficialidad os rodean, si ante el mal y el sufrimiento dudáis de la presencia de Dios y de su amor por cada persona, si buscáis en la deriva de una afectividad desordenada la respuesta a la sed interior de amor verdadero y puro. Precisamente en estos momentos Cristo se acerca a cada uno de vosotros y, como el muchacho de Naím,

dirige la palabra que sacude y despierta: “Levántate”. “¡Acepta la invitación que te vuelve a poner de pie!”. No se trata de meras palabras: el mismo Jesús está ante vosotros, el Verbo de Dios hecho carne» (Beato Juan Pablo II, 6 de junio de 2004).

Reflexión apostólica

«Un ejemplo del verdadero cristiano lo encontramos en san Pablo. Cristo no era para él una idea, ni siquiera un recuerdo; era una experiencia viva: la experiencia de un encuentro personal, lleno de amor. La gracia del descubrimiento del amor de Cristo Redentor en Damasco fue para Pablo el inicio de una nueva vida en Cristo. Se vio cautivado por el amor de Cristo: “Me amó y se entregó por mí”. A partir de entonces Cristo fue la única fuerza, la única pasión de amor que alentaba y sostenía sus luchas, sus sufrimientos y su entrega a la misión. Así pudo llegar a decir: “para mí la vida es Cristo” y “si vivo, ya no soy yo, sino Cristo quien vive en mí”. Y fiel hasta la muerte se dedicó a amar y predicar a Cristo con toda la pasión de su corazón» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 149).

Propósito

Hacer una visita al Santísimo Sacramento para escuchar lo que Dios me quiere decir hoy.

Diálogo con Cristo

Señor, sé, como decía san Agustín, que las aflicciones y tribulaciones que a veces sufrimos nos sirven de advertencia y corrección, y que si tuviera la fe debida, no temería a nada ni a nadie, porque todo pasa para nuestro bien, si sabemos poner todo en tus manos. Pero bien conoces mi debilidad, mi necesidad de sentir tu consuelo y tu presencia, ven a mi corazón, que quiere resucitar contigo, para poder experimentar el amor de Dios.

«Sólo el que haya gozado de la compañía sensible de Dios, sólo el que haya sentido su

mano cogida de la suya, el que haya recibido el consuelo de su constante compañía podrá comprender lo que esto puede significar en la vida»

(Cristo al centro, n. 66).

¡Venga tu Reino!

septiembre14

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 7, 31-35

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:

‘Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado’.

Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: ‘Ese está endemoniado’. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores’. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor Jesús, acércate a mi vida, quiero tu sabiduría para poder tener un auténtico encuentro con Dios en esta oración, creo, espero y te amo. Ven Señor, ¡no tardes! Petición Jesús, te quiero, te pido que pueda gozarte en esta oración.

Meditación

El hombre digital, como el de las cavernas, busca y necesita a Dios.

«Vivimos en una época en la que son evidentes los signos del secularismo. Parece que Dios haya desaparecido del horizonte de muchas personas o que se haya convertido en una realidad ante la cual se permanece indiferente. Vemos, sin embargo, al mismo tiempo, muchos signos que nos indican un despertar del sentido religioso, un redescubrimiento de la importancia de Dios para la vida del hombre, una exigencia de espiritualidad, de superar una visión puramente horizontal, material, de la vida humana […] “el deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios”. La imagen del Creador está impresa en su ser y siente la necesidad de encontrar una luz para dar respuesta a las preguntas que tienen que ver con el sentido profundo de la realidad; respuesta que no puede encontrar en sí mismo, en el progreso, en la ciencia empírica» (Benedicto XVI, audiencia del 11 de mayo de 2011).

Reflexión apostólica

«Los movimientos eclesiales son, en el siglo XX y XXI, una respuesta del Espíritu Santo a los desafíos para la evangelización de un mundo sujeto a continuos cambios y que debe afrontar el reto del secularismo. En estos movimientos, fieles de cualquier estado y condición se unen para vivir y transmitir su fe en Jesucristo, pues nadie puede ser cristiano en solitario. Los movimientos eclesiales son un signo luminoso de la vitalidad y belleza de la Iglesia de Cristo, y pertenecen a la estructura viva de la Iglesia» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 7).

Propósito Buscar en Dios, y en la oración, la respuesta a mis inquietudes.

Diálogo con Cristo

Jesús, no quiero que lleguen los problemas, las enfermedades o el momento de la muerte para saber reconocer la gran necesidad que tengo de tu presencia en mi vida. Por eso, a raíz de este encuentro contigo en la oración, mi generosidad crecerá para comprometerme auténticamente con mi misión en el Regnum Christi y vivir desde ahora, en plenitud, mi llamado a ser discípulo y misionero tuyo en el mundo de hoy. «Los movimientos eclesiales son una respuesta del Espíritu Santo a los desafíos para la evangelización de un mundo sujeto a continuos cambios y que debe afrontar el reto

del secularismo» (Cristo al centro, n. 1827).

¡Venga tu Reino!

septiembre 15 NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

Evangelio

Del santo Evangelio según san Juan 19, 25-27

En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su Madre, la hermana de su Madre, María la de Cleofás, y María Magdalena.

Al ver a su Madre y junto a Ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su Madre: «Mujer, ahí está tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí está tu Madre». Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él. Palabra del Señor.

O bien:

Del santo Evangelio según san Lucas 2, 33-35

En aquel tiempo, el padre y la Madre del niño estaban admirados de las palabras que les decía Simeón. Él los bendijo, y a María, la Madre de Jesús, le anunció: «Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que provocará contradicción, para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones. Y a ti, una espada te atravesará el alma». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Dios mío, ¡qué gran misterio de amor me propones hoy para mi meditación! A pesar de que una espada atravesó el corazón de tu madre santísima, ella siempre se mantuvo firme en la fe y con gran amor hoy me acoge, me ama y me enseña las virtudes que me pueden llevar a la santidad.

Petición María, intercede por mí para que pueda hacer una buena oración.

Meditación

La sonrisa de María es una fuente de agua viva.

«María está hoy en el gozo y la gloria de la Resurrección. Las lágrimas que derramó al pie de la Cruz se han transformado en una sonrisa que ya nada podrá extinguir, permaneciendo intacta, sin embargo, su compasión maternal por nosotros. Lo atestigua la intervención benéfica de la Virgen María en el curso de la historia y no cesa de suscitar una inquebrantable confianza en Ella; la oración Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! expresa bien este sentimiento. María ama a cada uno de sus

hijos, prestando una atención particular a quienes, como su Hijo en la hora de su Pasión, están sumidos en el dolor; los ama simplemente porque son sus hijos, según la voluntad de Cristo en la Cruz […] ¡Volveos a María! En la sonrisa de la Virgen está misteriosamente escondida la fuerza para continuar la lucha contra la enfermedad y a favor de la vida» (Benedicto XVI, 15 de septiembre de 2008).

Reflexión apostólica

«Fue la criatura a quien Dios pidió más amor después de su Hijo; un amor sin medida, hasta el sacrificio supremo del Calvario, en el que entregó a su propio Hijo por todos los hombres y abrió su corazón para recibirlos a todos como Madre. María es un ejemplo, elocuente y sencillo al mismo tiempo, de la vivencia cotidiana de las virtudes teologales» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 125). Propósito

Ganar la indulgencia plenaria, rezando el Credo y el Padre Nuestro ante una imagen de la Santísima Virgen, además de las condiciones establecidas por la Iglesia para poder conseguir la indulgencia plenaria (Ver manual de oraciones, capítulo XVI). Diálogo con Cristo

Jesús, aunque experimente dificultades y problemas, situaciones de sufrimiento y dolor, momentos difíciles de comprender y de aceptar, siguiendo el ejemplo de María, tengo la seguridad que todo tendrá una razón y un sentido. Sin embargo soy débil para ofrecerte que quiero ser purificado en el dolor… simplemente sé y confío en que me darás lo que necesito para entrar un día en el cielo, ¡gracias Padre mío!

«Así, meditando y sufriendo, María fue creciendo en la comprensión de los misterios de Cristo, y la fe constituyó su fortaleza y su seguridad hasta el final de su vida»

(Cristo al centro, n. 1497).

¡Venga tu Reino!

septiembre 16 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús comenzó a recorrer ciudades y poblados predicando la Buena Nueva del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Qué dicha la de los Doce y de las mujeres que supieron reconocerte y por ello dejaron todo para acompañarte y servirte. Permite que encuentre la luz y la fortaleza en esta oración para permanecer siempre fiel a tu gracia, aun cuando se presenten dificultades y problemas. Petición Jesucristo, ayúdame a escuchar y seguir tu llamado. Meditación

Las mujeres junto a Jesús.

«En los versículos 8, 1-3 nos relata que Jesús, que caminaba junto con los Doce predicando, también iba acompañado de algunas mujeres. Menciona tres nombres y añade: “Y muchas otras que lo ayudaban con sus bienes” (8,3). La diferencia entre el discipulado de los Doce y el de las mujeres es evidente: el cometido de ambos es completamente diferente. No obstante, Lucas deja claro algo que también consta de muchos modos en los otros Evangelios: que “muchas” mujeres formaban parte de la comunidad restringida de creyentes, y que su acompañar a Jesús en la fe era esencial para pertenecer a esa comunidad, como se demostraría luego claramente al pie de la cruz y en el contexto de la resurrección» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 76). «La historia del cristianismo hubiera tenido un desarrollo muy diferente si no se hubiera contado con la aportación generosa de muchas mujeres» (Benedicto XVI, 14 de febrero de 2007).

Reflexión apostólica

«El Movimiento considera que la mujer debe contribuir con sus dones

específicos y su sensibilidad particular, tanto desde la esfera familiar como desde la esfera pública y social, al crecimiento de una sociedad más justa y más humana. El trabajo fuera del hogar es también para ella un camino de santificación y de apostolado. Sin embargo, las madres de familia esfuércense por compaginar sus trabajos profesionales con su papel insustituible dentro del hogar» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 310).

Propósito Evitar cualquier tipo de discriminación en mis relaciones sociales o laborales.

Diálogo con Cristo

«Para que en todo el mundo sea reconocida adecuadamente la contribución de la mujer al desarrollo de la sociedad» reza la intención de marzo para el apostolado de la oración. Permite, Señor, que esto sea una realidad, porque tanto los hombres como las mujeres de hoy tenemos una gran necesidad de Ti y se necesitan muchos apóstoles que propaguen tu mensaje de verdad y de caridad.

«El olvido de sí mismo: se dice pronto. Se dice pronto pero se necesita ser hombres «muy hombres» y mujeres muy fuertes, y además muy honrados para practicarlo»

(Cristo al centro, n. 1138).

¡Venga tu Reino!

septiembre 17 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 8, 4-15

En aquel tiempo, mucha gente se había reunido alrededor de Jesús, y al ir pasando por los pueblos, otros más se le unían. Entonces les dijo esta parábola:

«Salió un sembrador a sembrar su semilla. Al ir sembrando, unos granos cayeron en el camino, la gente los pisó y los pájaros se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, y al brotar, se secaron por falta de humedad. Otros cayeron entre espinos, y al crecer éstos, los ahogaron. Los demás cayeron en tierra buena, crecieron y produjeron el ciento por uno». Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga».

Entonces le preguntaron los discípulos: «¿Qué significa esta parábola?». Y Él les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer claramente los secretos del Reino de Dios; en cambio, a los demás, sólo en parábolas para que viendo no vean y oyendo no entiendan.

La parábola significa esto: la semilla es la Palabra de Dios. Lo que cayó en el camino representa a los que escuchan la Palabra, pero luego viene el diablo y se la lleva de sus corazones, para que no crean ni se salven. Lo que cayó en terreno pedregoso representa a los que, al escuchar la Palabra, la reciben con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba, fallan. Lo que cayó entre espinos representa a los que escuchan la Palabra, pero con los afanes, riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no dan fruto. Lo que cayó en tierra buena representa a los que escuchan la Palabra, la conservan en un corazón bueno y bien dispuesto, y dan fruto por su constancia». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Padre mío, quiero tener un corazón bueno y bien dispuesto para ser esa tierra buena que acoja tu semilla y la haga fructificar. Los afanes, dificultades y distracciones de la vida ordinaria pueden ahogar fácilmente esta semilla, por ello te pido humildemente que tu gracia la riegue y fertilice en esta meditación.

Petición Jesús, concede que la semilla de tu gracia crezca y dé muchos frutos para la misión.

Meditación

Da la vida por amor.

«Jesús habló de un sembrador, que esparce su semilla en el campo del mundo, explicando después que la semilla es su Palabra y son sus curaciones: ciertamente poco, si se compara con las enormes carencias y dificultades de la realidad cotidiana. Y, sin embargo, en la semilla está presente el futuro, porque la semilla lleva consigo el pan del mañana, la vida del mañana. La semilla parece que no es casi nada, pero es la presencia del futuro, es la promesa que ya hoy está presente; cuando cae en tierra buena da una cosecha del treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno.

Amigos míos, vosotros sois una semilla que Dios ha sembrado en la tierra, que encierra en su interior una fuerza de lo Alto, la fuerza del Espíritu Santo. No obstante, para que la promesa de vida se convierta en fruto, el único camino posible es dar la vida por amor, es morir por amor» (Benedicto XVI, 21 de marzo de 2009).

Reflexión apostólica

«San Pablo compara la vida del cristiano con un entrenamiento para conquistar el triunfo en el estadio. Y él mismo confiesa que se esfuerza no como quien da golpes al viento, sino que domina su cuerpo y lo somete a servidumbre para no ser descalificado. Así la abnegación aparece no como un fin, sino como un medio necesario para alcanzar el fin: el crecimiento en la santidad personal y la extensión del Reino de Cristo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 116).

Propósito Preguntarme qué puedo hacer para hacer fructificar mi fe y la de mi familia.

Diálogo con Cristo

Qué fácilmente me olvido de la semilla de gracia que sembraste en mí el día de mi bautismo. Ayúdame a aprender la lección del Evangelio y dame la fuerza para saber renunciar a todo lo que me aparte del fruto que mi semilla puede y debe dar. Que sepa renunciar a mi egoísmo y a todo aquello que constituya un obstáculo para amarte mejor a Ti y a los demás.

«Tú eres un instrumento de Dios y el único que fecunda la semilla que tú tires es el Espíritu Santo»

(Cristo al centro, n. 106).

¡Venga tu Reino!

septiembre 18 Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: “El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo’. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.

Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía otros que estaban en la plaza y les dijo: ‘¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?’. Ellos le respondieron: ‘Porque nadie nos ha contratado’. Él les dijo: ‘Vayan también ustedes a mi viña’.

Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: ‘Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros’. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.

Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: ‘Esos que llegaron a último sólo trabajaron un hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor’.

Pero él respondió a uno de ellos: ‘Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?’.

De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, gracias por darme la gran oportunidad de poder trabajar en tu viña. Permite que en esta oración crezca en la fe y en amor para que nunca haga comparaciones inútiles y que, en todo, y con todos, promueva la unidad y la concordia. Petición

Jesús, concédeme que sepa reconocer siempre los innumerables dones con los

que colmas mi vida.

Meditación

Ser llamado es un privilegio.

«El evangelio de hoy Jesús cuenta precisamente la parábola del propietario de la viña que, en diversas horas del día, llama a jornaleros a trabajar en su viña. Y al atardecer da a todos el mismo jornal, un denario, suscitando la protesta de los de la primera hora. Es evidente que este denario representa la vida eterna, don que Dios reserva a todos. Más aún, precisamente aquellos a los que se considera "últimos", si lo aceptan, se convierten en los "primeros", mientras que los "primeros" pueden correr el riesgo de acabar "últimos".

Un primer mensaje de esta parábola es que el propietario no tolera, por decirlo así, el desempleo: quiere que todos trabajen en su viña. Y, en realidad, ser llamados ya es la primera recompensa: poder trabajar en la viña del Señor, ponerse a su servicio, colaborar en su obra, constituye de por sí un premio inestimable, que compensa por toda fatiga. Pero eso sólo lo comprende quien ama al Señor y su reino; por el contrario, quien trabaja únicamente por el jornal nunca se dará cuenta del valor de este inestimable tesoro» (Benedicto XVI, 21 de septiembre de 2008).

Reflexión apostólica

«El miembro del Movimiento será un eficaz transmisor del don recibido en la medida en que ofrezca a los demás […] El trato personal acogedor y lleno de caridad, a ejemplo de Cristo. Nada contagia tanto como el amor auténtico, hecho disponibilidad y entrega a los demás» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 372). Propósito Ofrecer el trabajo de este día por las vocaciones a la vida consagrada. Diálogo con Cristo

Señor, dame el abandono y confianza que debo tener en todos y cada uno de los días de mi vida, para que no me atreva a desconfiar de tu ternura y misericordia. Tú nunca te dejas ganar en generosidad y nos das el ciento por uno, ¡gracias Señor por tu inmensa bondad! Permite que tu medida de amor sea la mía, en mis relaciones familiares y sociales. Que busque ser el primer servidor de todos. «Si cada día comienzas, tendrás la sensación de aquella primera vez; sentirás la misma

frescura y la misma totalidad en el amor» (Cristo al centro, n. 1468).

¡Venga tu Reino!

septiembre 19 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 8, 16-18

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.

Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, ayúdame a hacer esta meditación con un corazón desprendido, consciente que todo lo que tengo es don y gracia recibida, destinada a iluminar mi camino y el de los demás. Me pongo ante tu presencia, ¡ven Espíritu Santo!

Petición

Señor Dios, que sepa superar toda dificultad, temor o tribulación que me aparte de cumplir mi misión de ser luz para los demás. Meditación

Deja que te ilumine la luz de Cristo.

«De hecho, la vida cristiana es una conformación continua a Cristo, imagen del hombre nuevo, para llegar a la plena comunión con Dios. El Señor Jesús es “la luz del mundo”, porque en Él “resplandece el conocimiento de la gloria de Dios” que sigue revelando en la compleja trama de la historia cuál es el sentido de la existencia humana. En el rito del Bautismo, la entrega de la vela, encendida en el gran cirio pascual símbolo de Cristo Resucitado, es un signo que ayuda a captar lo que sucede en el Sacramento. Cuando nuestra vida se deja iluminar por el misterio de Cristo, experimenta la alegría de ser liberada de todo aquello que amenaza su realización plena. En estos días que nos preparan a la Pascua reavivemos en nosotros el don recibido en el Bautismo, esa llama que a veces corre el riesgo de ser sofocada. Alimentémosla con la oración y la caridad hacia el prójimo» (Benedicto XVI, 29 de junio de 2006).

Reflexión apostólica

«Los cursillos son días de profunda experiencia espiritual y humana. A ejemplo de los apóstoles en Pentecostés, unidos en oración con la Santísima Virgen María, los miembros se abren a una nueva luz y a un nuevo impulso del Espíritu Santo para conocer más íntimamente a Cristo y disponerse a vivir y predicar su amor con renovado ardor y generosidad. Por eso, los cursillos son, ante todo, días de oración y de reflexión, es decir, de diálogo con Cristo y de escucha atenta del Espíritu Santo para descubrir y secundar sus inspiraciones» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 438). Propósito Leer semanalmente un número del Compendio del Catecismo de la Iglesia. Diálogo con Cristo

No quiero tener nunca miedo de hablar de Dios y de mostrar sin complejos los signos de la fe, haciendo resplandecer tu Evangelio. Sé que tu luz es lo puede hacer el cambio en la vida de quienes me rodean. Ayúdame a buscar ardientemente la extensión de tu Reino, concédeme ser testigo tuyo por medio de una vida sobria y sencilla, y a emplear todo lo que soy y lo que tengo para hacer el mayor bien a los demás.

«Si con la ayuda de Dios y de los medios que les proporciona el Movimiento, construyen un matrimonio y una familia santos, estén seguros de que esa santidad no quedará oculta, como es imposible ocultar una ciudad que se eleva sobre un monte.

Será luz, faro y guía para otras muchas familias cristianas» (Cristo al centro, n. 1593).

¡Venga tu Reino!

septiembre 20 Evangelio

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 19-21

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde Él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: “Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte”. Pero Él respondió: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, yo escucho tu palabra y confío que, con tu gracia, la puedo poner en práctica. En esta oración quiero dejar a un lado mis pequeñas preocupaciones porque quiero estar todo para Ti.

Petición

Padre santo, señálame el camino que debo seguir en este día para hacerte presente en el mundo.

Meditación

Cumplir la voluntad de Dios.

«¿Qué ha traído Jesús? […] Ha traído la universalidad, que es la grande y característica promesa para Israel y para el mundo. La universalidad, la fe en el único Dios de Abraham, Isaac y Jacob, acogida en la nueva familia de Jesús que se expande por todos los pueblos superando los lazos carnales de la descendencia: éste es el fruto de la obra de Jesús. Esto es lo que le acredita como el “Mesías” y da a la promesa mesiánica una explicación, que se fundamenta en Moisés y los profetas, pero que da también a éstos una apertura completamente nueva. El vehículo de esta universalización es la nueva familia, cuya única condición previa es la comunión con Jesús, la comunión en la voluntad de Dios. Pues el Yo de Jesús no es un ego caprichoso que gira en torno a sí mismo. “El que cumple la voluntad de mi padre, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre”» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 52).

Reflexión apostólica

«La caridad en el Movimiento se expresa mediante un hondo sentido de solidaridad. Conforme al dogma de la comunión de los santos, sus miembros se reconocen particularmente unidos a todos los miembros de la Iglesia en la fe y el amor, partícipes de una misma suerte en Cristo, y solidarios unos con otros en las necesidades espirituales y materiales» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 91).

Propósito Revisar qué estoy haciendo para dar a conocer a Cristo en mi propia familia.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, hazme un apóstol que logre encender en muchos corazones el fuego de tu amor. Dedicar mi tiempo a Ti, Señor, es la forma en que puedo dar un sentido real y trascendente a mi vida. ¡Cuántas personas cercanas aún no han descubierto cuál es la forma en que pueden tener un encuentro contigo! Por eso te pido que me ayudes a vivir de tal manera, que mi testimonio pueda llevar tu mensaje de amor a todos los que me rodean.

«No hay vida más fecunda y hermosa que la que se pasa clavada en la cruz por

cumplir la voluntad santísima de Dios» (Cristo al centro, n. 2313).

¡Venga tu Reino!

septiembre 21

Evangelio

Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió.

Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?» Jesús los oyó y les dijo: «No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Padre mío, escucho tu llamado y quiero seguirte. Deseo levantarme y salir de esta meditación convencido de quitar todo lo que me aparte de Ti, porque Tú bien sabes de mis debilidades y caídas, por eso te suplico que envíes a tu Espíritu Santo para que guíe esta oración y todo mi día. Petición

Señor, que nunca sea sordo a tu llamado y sepa responder con alegría y convicción personal.

Meditación

Prontitud en la respuesta a la llamada.

«Esto significaba para él abandonarlo todo, sobre todo una fuente de ingresos segura, aunque con frecuencia injusta y deshonrosa. Evidentemente Mateo comprendió que la familiaridad con Jesús no le permitía continuar con actividades desaprobadas por Dios. Se puede intuir fácilmente que se puede aplicar también al presente: hoy tampoco se puede admitir el apego a lo que es incompatible con el seguimiento de Jesús, como son las riquezas deshonestas. Una vez dijo sin tapujos: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme”. Esto es precisamente lo que hizo Mateo: ¡se levantó y le siguió! En este “levantarse” se puede ver el desapego a una situación de pecado y, al mismo tiempo, la adhesión consciente a una nueva existencia, recta, en la comunión con Jesús» (Benedicto XVI, 30 de agosto de 2006).

Reflexión apostólica

«En la vida de un miembro del Regnum Christi ordinariamente es posible identificar un momento decisivo, en el que Cristo cruzó por la ribera de su vida y le hizo la invitación: “Ven y sígueme”. Quizá la primera respuesta fue titubeante, no libre de cierta inquietud, como ocurrió a tantos de los que se han sentido interpelados por Dios, según consta en la Sagrada Escritura y en la experiencia de tantos hombres y mujeres a lo largo de los siglos. Para el miembro del Movimiento, la aceptación del llamado abre un capítulo nuevo en su historia personal de salvación; en esa historia iniciada en el bautismo, y cuya trama se va tejiendo a través de cada nuevo “sí” al amor de Cristo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 57).

Propósito Pedirle a Dios que me ayude a eliminar todo lo que le ofende de mi comportamiento.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, de nada sirve decir que estoy dispuesto a seguirte si no estoy dispuesto a servir y a entregarme a los demás porque, como cristiano y miembro del Regnum Christi, estar totalmente al servicio del Señor es ponerse a disposición de los demás, de la Iglesia y de la sociedad. Ayúdame a recordar que decidí seguirte siempre y que mi misión no es para un momento del día o en ciertas circunstancias.

«No olvides que a Cristo le importa más un corazón sincero que le busca, aunque caiga, que un corazón lleno de frutos»

(Cristo al centro, n. 2029).

¡Venga tu Reino!

septiembre 22 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9

En aquel tiempo, el rey Herodes se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías, y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.

Pero Herodes decía: «A Juan yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes cosas?». Y tenía curiosidad de ver a Jesús. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Espíritu Santo, ven a mi encuentro, guía mi oración, para conocerte, no por curiosidad, sino porque quiero seguirte y amarte más. Ilumina mi mente y despierta en mí el deseo de llevar a cabo mi misión con entusiasmo y, sobre todo, con mucho amor. Petición

Señor, purifica mi intención en este momento de oración y en todas las actividades de este día.

Meditación

Conocer no es lo mismo que experimentar.

«En todos los nombres que se mencionan para explicar la figura de Jesús se refleja de algún modo la dimensión escatológica. […] Todas estas opiniones no es que sean erróneas; en mayor o menor medida constituyen aproximaciones al misterio de Jesús a partir de las cuales se puede ciertamente encontrar el camino hacia el núcleo esencial. Sin embargo, no llegan a la verdadera naturaleza de Jesús ni a su novedad. Se aproximan a él desde el pasado, o desde lo que generalmente ocurre y es posible; no desde sí mismo, no desde su ser único, que impide el que se le pueda incluir en cualquier otra categoría. En este sentido, también hoy existe evidentemente la opinión de la “gente”, que ha conocido a Cristo de algún modo, que quizás hasta lo ha estudiado científicamente, pero que no lo ha encontrado personalmente en su especificidad ni en su total alteridad» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 117).

Reflexión apostólica

« Conocer a Cristo: La primera necesidad espiritual es conocer más a Jesucristo, hasta llegar a una honda experiencia de su persona y de su amor. No se trata, por tanto, de un conocimiento que se funda sólo en el estudio académico, sino más bien, de un conocimiento interior, fruto de la fe y del amor. Es un conocimiento experiencial más que teórico; es un conocer más con el corazón que con el raciocinio, que no es sentimiento –aunque no lo excluye y lo agradece cuando ayuda– sino donación» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 74). Propósito En el lugar adecuado, darme el tiempo y el silencio necesarios para la oración. Diálogo con Cristo

Gracias, Señor, por concederme la gracia, la confianza y el gran consuelo de poder dialogar contigo, porque por tu inmensa generosidad no sólo te conozco sino que tengo la seguridad que Tú siempre estás dispuesto a darme tu gracia y cercanía. Ayúdame a pasar este día haciendo el bien.

«Sigue confiando en Jesucristo; buen camino has seguido; las almas que se entregan son las que reciben más de su amor»

(Cristo al centro, n. 491).

¡Venga tu Reino!

septiembre 23

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 18-22

Un día en que Jesús, acompañado de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy Yo?». Ellos contestaron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los antiguos profetas, que ha resucitado».

Él les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?». Respondió Pedro: «El Mesías de Dios». Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.

Después les dijo: «Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor Jesús, el Evangelio en muchas ocasiones menciona cómo sabías darte el tiempo y buscabas el mejor lugar para hacer oración. Ayúdame a aprender de Ti, que sepa darle siempre prioridad a mi oración. Petición

Jesús, dame la luz y la fuerza para convertirme en un verdadero hombre/mujer de oración.

Meditación

¿Cuál es mi experiencia de Cristo?

«Hoy es habitual considerar a Jesús como uno de los grandes fundadores de una religión en el mundo, a los que se les ha concedido una profunda experiencia de Dios. […] Así, la palabra “experiencia” hace referencia, por un lado, a un contacto real con lo divino, pero al mismo tiempo comporta la limitación del sujeto que la recibe. Cada sujeto humano puede captar sólo un fragmento determinado de la realidad perceptible, y que además necesita después ser interpretado. Con esta opinión, uno puede sin duda amar a Jesús, convertirlo incluso en guía de su vida. Pero la “experiencia de Dios” vivida por Jesús a la que nos aficionamos de este modo se queda al final en algo relativo, que debe ser completado con los fragmentos percibidos por otros grandes. Por tanto, a fin de cuentas, el criterio sigue siendo el hombre mismo, cada individuo: cada uno decide lo que acepta de las distintas “experiencias”, lo que le ayuda o lo que le resulta extraño. En esto no se da un compromiso definitivo».

(Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 118).

Reflexión apostólica

«El contacto con Dios a través de la oración es fuente de certezas y convicciones, de actitudes y comportamientos concretos» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 107).

Propósito

Esforzarme por tener a Cristo como el criterio de mis decisiones e imitar su estilo de vida.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, lo primero que debo de buscar, si quiero ser feliz, es vivir centrado en Ti, eso es lo esencial de mi vida. Tengo que arraigarme en Ti y corresponder generosa y alegremente a tu infinito amor. Te pido tu gracia para saber vivir en el amor al saberte reconocer en los acontecimientos, buenos y males, de este día.

«Cada día ha de alentar en el miembro del Regnum Christi el espíritu de esta oración:

“Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los

hombres, el cumplimiento de la misión y el triunfo del Reino de Cristo”» (Cristo al centro, n. 827).

¡Venga tu Reino!

septiembre 24

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 43-45

En aquel tiempo, como todos comentaban, admirados, los prodigios que Jesús hacía, Éste dijo a sus discípulos: «Presten mucha atención a lo que les voy a decir: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».

Pero ellos no entendieron estas palabras, pues un velo les ocultaba su sentido y se las volvía incomprensibles. Y tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Ven Espíritu Santo, ilumina mi mente y mi voluntad para que nunca tema acercarme a mi Padre celestial en la oración. Hazme dócil a tus inspiraciones y ayúdame a corresponder a ellas con generosidad. Petición Jesús, ayúdame a entender, y a vivir, lo que hoy me quieres decir en esta oración. Meditación

El que habla con Dios, cara a cara.

«Los discípulos reconocen que Jesús no tiene cabida en ninguna de las categorías habituales, que El era mucho más que “uno de los profetas”, alguien diferente. Que era más que uno de los profetas lo reconocieron a partir del Sermón de la Montaña y a la vista de sus acciones portentosas, de su potestad para perdonar los pecados, de la autoridad de su mensaje y de su modo de tratar las tradiciones de la Ley. Era ese “profeta” que, al igual que Moisés, hablaba con Dios como con un amigo, cara a cara; era el Mesías, pero no en el sentido de un simple encargado de Dios. En Él se cumplían las grandes palabras mesiánicas de un modo sorprendente e inesperado: “Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy”. En los momentos significativos, los discípulos percibían atónitos: “Éste es Dios mismo”. Pero no conseguían articular todos los aspectos en una respuesta perfecta» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 122).

Reflexión apostólica

«El cristiano podrá ser instrumento de salvación para sus hermanos sólo en la

medida en que esté unido a Cristo: “Separados de mí no podéis hacer nada”. Tantas veces, sólo la oración puede abrir los corazones al amor de Cristo, hacer triunfar la gracia sobre el pecado y lograr que los hombres acojan las exigencias del Reino» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 110).

Propósito Colocar en mi lugar de trabajo o en mi casa una imagen de Cristo.

Diálogo con Cristo

Jesucristo, conocerte y escuchar la Palabra de Dios me debe llevar al compromiso de saber buscarte con amor y confianza en la oración. Comulgar con tus pensamientos y con tu voluntad. Muchos te escucharon, pero nunca tuvieron una relación personal contigo, y los que la tuvieron, aún así te abandonaron en el Calvario. Señor abre mi corazón, quiero experimentar tu cercanía y tu protección, no permitas que nunca te abandone.

«Que nunca Cristo en el Sagrario sea un desconocido para ti» (Cristo al centro, n. 835).

¡Venga tu Reino!

septiembre 25 Evangelio

Del santo Evangelio según san Mateo 21, 28-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo: “¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue. ¡Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?”. Ellos le respondieron “El segundo”.

Entonces Jesús les dijo: “Yo les aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él. Palabra del señor.

Oración introductoria

Padre mío, aunque me duela, tengo que aceptar que aún sabiendo que nos amamos infinitamente, yo puedo traicionarte muy fácilmente. Pero te creo y sé que tu misericordia es más grande que mis debilidades, por eso te pido que me guíes en esta oración para encontrar la fuerza para perseverar siempre en el Amor.

Petición Señor, ayúdame a ser siempre fiel a tu amor.

Meditación

Vaciarse a sí mismo, por amor.

«Hoy la liturgia nos propone la parábola evangélica de los dos hijos enviados por el padre a trabajar en su viña. De estos, uno le dice inmediatamente que sí, pero después no va; el otro, en cambio, de momento rehúsa, pero luego, arrepintiéndose, cumple el deseo paterno. Con esta parábola Jesús reafirma su predilección por los pecadores que se convierten, y nos enseña que se requiere humildad para acoger el don de la salvación. […] “No hagáis nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismos”. Estos son los mismos sentimientos de Cristo, que, despojándose de la gloria divina por amor a nosotros, se hizo hombre y se humilló hasta morir crucificado. El verbo utilizado -ekenosen- significa literalmente que “se vació a sí mismo”, y pone bien de relieve la

humildad profunda y el amor infinito de Jesús, el Siervo humilde por excelencia» (Benedicto XVI, 28 de septiembre de 2008).

Reflexión apostólica

«Por espiritualidad se entiende una manera de vivir la fe. Una espiritualidad ofrece pautas concretas para crecer y madurar en la relación con Dios y responder a la propia vocación cristiana» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 66). Propósito

Iniciar y terminar el día con un momento de oración humilde ante el Dueño de mi vida.

Diálogo con Cristo

Señor, me identifico con el hijo de la parábola que dijo que iba, y no fue… y ése no es camino para corresponder a tu amor. Tengo que salir de mí mismo, de mis gustos y proyectos cuando no están en consonancia con mi vocación a la santidad. Sé que cuento con tu presencia, cercana y amorosa en la Eucaristía, ayúdame a no sólo oír sino saber responder a tu llamado, apoyado en tu gracia.

«Te puedo asegurar que si eres fiel día tras día, serás fiel toda tu vida» (Cristo al centro, n. 1063).

¡Venga tu Reino!

septiembre 26 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 46-50

Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el más grande de ellos. Dándose cuenta Jesús de lo que estaban discutiendo, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha enviado. En realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése es el más grande».

Entonces, Juan le dijo: «Maestro, vimos a uno que estaba expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda con nosotros». Pero Jesús respondió: «No se lo prohíban, pues el que no está contra ustedes, está en favor de ustedes». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Dios mío, permite que tenga este rato de oración con la sencillez, la confianza y la docilidad del corazón de un niño, consciente de mi pequeñez, de mi fragilidad y necesidad de dependencia, por ello te suplico, ven Espíritu Santo. Petición Señor, ayúdame a llevar a la práctica todas las enseñanzas que me deja tu Palabra. Meditación

El fundamento: estar abierto al conocimiento de Cristo.

«La clave para descubrir el fundamento interno de esa singular experiencia […], de ese estar abiertos a la participación en el conocimiento del Hijo: “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. La pureza de corazón es lo que nos permite ver. Consiste en esa sencillez última que abre nuestra vida a la voluntad reveladora de Jesús. Se podría decir también: nuestra voluntad tiene que ser la voluntad del Hijo. Entonces conseguiremos ver. Pero ser hijo significa existir en una relación; es un concepto de relación. Comporta abandonar la autonomía que se encierra en sí misma e incluye lo que Jesús quería decir con sus palabras sobre el hacerse niño. De este modo podemos comprender también la paradoja que se desarrolla ulteriormente en el Evangelio de Juan: que Jesús, estando sometido totalmente al Padre como Hijo, está precisamente por ello en total igualdad con el Padre, es verdaderamente igual a El, es uno con El» (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, p. 136)

Reflexión apostólica

«Cada cristiano ha de vivir la castidad, según su estado y condición de vida, de acuerdo con los mandamientos de la ley de Dios y la enseñanza de Cristo: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios», enmarcándola en el ámbito del amor a Dios y al prójimo» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 185).

Propósito Confiar humildemente en que, unido a Cristo, puedo alcanzar la santidad.

Diálogo con Cristo

Jesús, Tú alabas la sencillez, la pureza, la apertura y la docilidad de los niños. Me pongo de rodillas y te digo que quiero ser una persona casta, pura, que pueda mirar directamente a los demás, con respeto y con amor fraterno. Concédeme, como fruto de esta oración, que mis criterios, mis reacciones, incluso mis sentimientos, sean acordes a mi vocación al Amor.

«Para llegar a ser hombre se necesita primero ser niño, para llegar a ser sabio se necesita primero comenzar por el abecedario, para llegar a ser santo, hombre de

grandes empresas y de voluntad de acero, se necesita comenzar por tener un gran aprecio de las cosas pequeñas y ejecutarlas con perfección»

(Cristo al centro, n. 2010).

¡Venga tu reino!

septiembre 27 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 51-56

Cuando ya se acercaba el tiempo en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante es negativa, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: «Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?».

Pero Jesús se volvió hacia ellos y los reprendió. Después se fueron a otra aldea. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Padre bueno, que fácilmente juzgo a los demás en vez de estar más alerta sobre mi propio comportamiento, por eso yo si quiero recibirte hoy en mi corazón, sé que tu presencia en mi vida logrará cambiar las actitudes negativas que me alejan de la santidad. Petición ¡Ven Señor Jesús! Transforma mi debilidad en fuerza de amor. Meditación

Seguir mi camino con Jesús y por Jesús.

«El siervo actuará con firmeza inquebrantable, con una energía que no desfallece hasta que él haya cumplido la tarea que se le ha confiado. […] Él se presentará con la fuerza de la convicción, y será el Espíritu que Dios ha puesto en él quien le dará la capacidad de obrar con suavidad y con fuerza, asegurándole el éxito final. Lo que el profeta inspirado dice del siervo lo podemos aplicar al amado Juan Pablo II: el Señor lo llamó a su servicio y, confiándole tareas de responsabilidad cada vez mayor, lo acompañó también con su gracia y con su asistencia continua. Durante su largo pontificado, se prodigó en proclamar el derecho con firmeza, sin debilidades ni titubeos, sobre todo cuando tenía que afrontar resistencias, hostilidades y rechazos. Sabía que el Señor lo había tomado de la mano, y esto le permitió ejercer un ministerio muy fecundo, por el que, una vez más, damos fervientes gracias a Dios» (Benedicto XVI, 29 de marzo de 2010).

Reflexión apostólica

«Todos en la Iglesia están llamados a la santidad según expresa san Pablo: “Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación”» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 277). Propósito Rezar la oración al Espíritu Santo al iniciar mis actividades laborales o domésticas.

Diálogo con Cristo

Jesucristo puedo, quiero y debo ser mejor persona. Permite que escale gustoso el camino arduo hacia la cima de la santidad. Intercede por mí, Madre santísima, para que la transformación en mi vida sea de gran alcance y profundidad, para gloria de Dios.

«La rutina carcome nuestra santidad, pues hace que nos conformemos con ser «buenos» olvidando que debemos ser “mejores”»

(Cristo al centro, n. 2012).

¡Venga tu Reino!

septiembre 28

Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: “Te seguiré a donde quiera que vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza”.

A otro, Jesús le dijo: “Sígueme”. Pero él le respondió: “Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre”. Jesús le replicó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios”.

Otro le dijo: “Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: “El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”. Palabra del Señor.

Oración introductoria

Señor, que esta oración renueve mi estilo de vida. Permite que sepa cultivar con esmero mi corazón de modo que siempre sepa responder a tu llamado, dándote el primer lugar en todo, único camino para lograr la santidad. Petición

Jesús, dirige mi corazón para que pueda escuchar y seguir las palabras de Jesús, mi Rey y Señor.

Meditación

Una nueva forma de ser auténticamente libre.

«El evangelista san Lucas nos presenta a Jesús que, mientras va de camino a Jerusalén, se encuentra con algunos hombres, probablemente jóvenes, que prometen seguirlo dondequiera que vaya. Con ellos se muestra muy exigente, advirtiéndoles que «el Hijo del hombre —es decir él, el Mesías— no tiene donde reclinar su cabeza», es decir, no tiene una morada estable, y que quien elige trabajar con él en el campo de Dios ya no puede dar marcha atrás. A otro en cambio Cristo mismo le dice: “Sígueme”, pidiéndole un corte radical con los vínculos familiares. Estas exigencias pueden parecer demasiado duras, pero en realidad expresan la novedad y la prioridad absoluta del reino de Dios, que se hace presente en la Persona misma de Jesucristo. En última instancia, se trata de la radicalidad debida al Amor de Dios, al cual Jesús mismo es el

primero en obedecer. Quien renuncia a todo, incluso a sí mismo, para seguir a Jesús, entra en una nueva dimensión de la libertad, que san Pablo define como “caminar según el Espíritu”. “Para ser libres nos libertó Cristo” —escribe el Apóstol— y explica que esta nueva forma de libertad que Cristo nos consiguió consiste en estar “los unos al servicio de los otros”. Libertad y amor coinciden. Por el contrario, obedecer al propio egoísmo conduce a rivalidades y conflictos» (Benedicto XVI, 27 de junio de 2010).

Reflexión apostólica

«Cristo está en el origen de toda vocación cristiana. Es Él quien llama. La palabra “vocación” significa, precisamente, “llamado”. Y el primer y fundamental llamado que Cristo hace a todo hombre es a seguir sus huellas por el camino del amor. Esta vocación conlleva un llamado a la santidad y al compromiso apostólico» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 56).

Propósito

Mantenerme fiel a la doctrina de Cristo, aunque el ambiente sea contrario a mi fe católica. Diálogo con Cristo

Jesús, te pido me des la docilidad y confianza para saber escuchar y responder con prontitud a tu llamada. Permite que sea un testigo de tu amor, auténtico y sincero, de manera que mi fe se manifieste en mis palabras, obras y acciones. Te pido me concedas la gracia para ser coherente con mi fe, especialmente cuando las circunstancias sean contrarias a ella.

«Todo cristiano está llamado, en razón de su bautismo, a alcanzar la santidad y a colaborar activamente en la labor apostólica de la Iglesia»

(Cristo al centro, n. 2136).

¡Venga tu Reino!

septiembre 29 Evangelio

Del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51

En aquel tiempo, cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: «Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez». Natanael le preguntó: «¿De dónde me conoces?» Jesús le respondió: «Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera». Respondió Natanael: «Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el rey de Israel». Jesús le contestó: «Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver». Después añadió: «Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Padre mío, creo, espero y te amo. No te pido pruebas ni señales, sólo suplico por tu misericordia, paciencia y comprensión ante mi debilidad. Ilumina mi oración como medio seguro para poder crecer en la fe, la esperanza y en el amor.

Petición Muéstrame Señor el camino y las grandes razones que tengo para vivir y esperar.

Meditación

Estar abierto a la manifestación de Dios.

«Natanael: un nombre que significa “Dios ha dado”. Este Natanael era originario de Caná y, por tanto, es posible que haya sido testigo de algún gran “signo” realizado por Jesús en aquel lugar. […] Como sabemos, Natanel le planteó un prejuicio de mucho peso: “¿De Nazaret puede haber cosa buena?”. Esta expresión es importante para nosotros. Nos permite ver que, según las expectativas judías, el Mesías no podía proceder de un pueblo tan oscuro, como era el caso de Nazaret. Al mismo tiempo, sin embargo, muestra la libertad de Dios, que sorprende nuestras expectativas, manifestándose precisamente allí donde no nos lo esperamos. Por otra parte, sabemos que, en realidad, Jesús no era exclusivamente “de Nazaret”, sino que había nacido en Belén. La objeción de Natanael, por tanto, no tenía valor, pues se fundamentaba, como sucede con frecuencia, en una información incompleta» (Benedicto XVI, 4 de octubre de 2006).

Reflexión apostólica

«De aquí se alimentan la fe y la esperanza. En medio de los problemas del mundo y de las propias dificultades, el miembro del Regnum Christi no aparta su mirada ni su corazón de esta certeza. El amor misericordioso del Padre es más fuerte que todo el mal presente en el mundo y que toda miseria que lacera la propia alma» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 139).

Propósito Buscar tomar un curso de doctrina para actualizar el conocimiento de mi fe.

Diálogo con Cristo

Jesús, gracias por tu amor, por tu presencia en la Eucaristía y tu cercanía en la oración. ¿Acaso puede haber más razones para mi esperanza? Tu amor justifica plenamente el esfuerzo que supone alejarme de las situaciones terrenas y pasajeras que me aparten de tu gracia; concédeme crecer en el conocimiento de tu doctrina, para fortalecer así mi fe y esperanza.

«Cristo, si encuentra en ti al hombre dispuesto por encima de todos y de todo, es capaz, muy capaz, de untar con barro tus ojos empañados y devolverte la claridad de

la fe y de la esperanza» (Cristo al centro, n. 520).

¡Venga tu Reino!

septiembre 30 Evangelio

Del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo: «!Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo».

Luego, Jesús dijo a sus discípulos: «El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado». Palabra del Señor.

Oración introductoria

Gracias, Señor, por tu amor y por el prodigio que me das, en este momento, al invitarme a dialogar contigo en esta meditación. Confío en Ti, Señor, y humildemente pongo mi mente, mi corazón, mi vida, en tus manos.

Petición Jesús, ayúdame a guardar el silencio necesario para poder escucharte.

Meditación

Humildad para saber escuchar.

«La confesión íntegra de los pecados educa al penitente en la humildad, en el reconocimiento de su propia fragilidad y, a la vez, en la conciencia de la necesidad del perdón de Dios y en la confianza en que la Gracia divina puede transformar la vida. Del mismo modo, la escucha de las amonestaciones y de los consejos del confesor es importante para el juicio sobre los actos, para el camino espiritual y para la curación interior del penitente. No olvidemos cuántas conversiones y cuántas existencias realmente santas han comenzado en un confesonario. La acogida de la penitencia y la escucha de las palabras “Yo te absuelvo de tus pecados” representan, por último, una verdadera escuela de amor y de esperanza, que guía a la plena confianza en el Dios Amor revelado en Jesucristo, a la responsabilidad y al compromiso de la conversión continua» (Benedicto XVI, 25 de marzo de 2011).

Reflexión apostólica

«Al inicio de la creación, los hombres vivían de modo espontáneo en íntima comunión con Dios. Adán y Eva conocían el amor que Dios les tenía y respondían a este amor cumpliendo su santa voluntad. Pero después, tentados por el maligno, desobedecieron. Al romper su comunión con Dios por el pecado, abrieron así la puerta al mal y a la muerte, y, sobre todo, perdieron el trato filial y confiado con su Creador» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 145).

Propósito Poner en mi agenda de actividades, el día en que voy a ir a confesarme.

Diálogo con Cristo

Señor, hazme darme cuenta que para escuchar y poder responder a tu llamada, debo limpiar mi mente y mi corazón en el sacramento de la confesión. No soy digno de ser tu discípulo misionero, por eso te pido me ayudes a crecer en la sinceridad y en la honestidad, para que sepa aprovechar los medios espirituales que me ofrece tu Iglesia, por medio del Regnum Christi.

«Sean sinceros, y llamen pan al pan, pecado al pecado, indelicadeza a la

indelicadeza» (Cristo al centro, n. 860).

¡Venga tu Reino!