Anda mi pueblo lejos de mis pasos como oveja sin pastor idolatrando a dioses sin vida no reconocen mi voz.Pero el pastor no olvida su rebañoy las voy a socorrer.Te necesito para que las llevesa mi camino otra vez.

Gritarás… no te oirán.Llamarás … no vendrán.Amarás … te odiarán.Morirás… vivirás.Porque yo estoy contigo para siempre, nunca te abandonaréTe tomado de la mano y desde ahoraMi profeta vas a ser.

Era mi pueblo viña elegida, aquella que yo planté. Día tras día velaba por ella para verla florecer.Pero aunque yo esperaba que sus frutos fueran dulces como miel.Mi viña me ha dado sólo amarguras y en mi boca gusto a hiel.

Ay de mi gente que se va muriendovíctima de la opresión.Manos atadas, hombros contra el yugosin palabras y sin voz.Corre a anunciarles a todos los hombresque el grito del pobre escuché.Que la violencia del miedo y de las armasno podrán contra la fe.

Anda mi pueblo lejos de mis pasos como oveja sin pastor idolatrando a dioses sin vida no reconocen mi voz.Pero el pastor no olvida su rebañoy las voy a socorrer.Te necesito para que las llevesa mi camino otra vez.

Gritarás… no te oirán.Llamarás … no vendrán.Amarás … te odiarán.Morirás… vivirás.Porque yo estoy contigo para siempre, nunca te abandonaréTe tomado de la mano y desde ahoraMi profeta vas a ser.

Era mi pueblo viña elegida, aquella que yo planté. Día tras día velaba por ella para verla florecer.Pero aunque yo esperaba que sus frutos fueran dulces como miel.Mi viña me ha dado sólo amarguras y en mi boca gusto a hiel.

Ay de mi gente que se va muriendovíctima de la opresión.Manos atadas, hombros contra el yugosin palabras y sin voz.Corre a anunciarles a todos los hombresque el grito del pobre escuché.Que la violencia del miedo y de las armasno podrán contra la fe.