misioneros nº 148

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SNº 148 OCTUBRE AÑO 2014

T E R C E R M I L E N I O

El Estado Islámico de Irak y el

Levante, un grupo radical sunita,

ha estremecido al mundo con sus

actos de terror, y desatado una

nueva guerra contra el yihadismo.

14

en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 148. OCTUBRE, 2014

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSLiebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores


IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

Con motivo de la próxima Jornada Mundial

de las Misiones, el DOMUND, que se cele-

brará el 19 de octubre, el papa Francisco

ha querido poner el acento en la alegría

como valor inherente a la tarea misionera.

INFORME

El brote de ébola que afecta en los últi-

mos meses a varios países africanos no es,

por desgracia, la única enfermedad alta-

mente letal y de fácil contagio para la

que apenas existe tratamiento ni cura.

7 TRIBUNA La alegría de ser misionero

10 EL OBSERVADORINDIA - CUBA

COLOMBIA

20 ASÍ VA EL MUNDONIGERIA - MOZAMBIQUE

LIBIA - VENEZUELA

36 ENTREVISTALuis Martín Nieto, misionero en Gabón

40 ANIMACIÓN MISIONERA

45 CARISMASEsclavas e Hijos delAmor Misericordioso

48 CULTURAEl DOMUND, al descubierto

53 EL CUARTO MUNDO

56 MISIÓN VIVARosario Celis, madre de la Esperanza

24

30

Año tras año, llegado

el penúltimo domingo

de octubre –este 2014

será el día 19– se

produce en el campo de la evan-

gelización el pequeño milagro del

DOMUND. Y es que en tierras po-

co propicias para su cultivo –por-

que los únicos excesos que se

permiten allí tienen más que ver

con la violencia, el hambre, la in-

justicia, la opresión, el olvido, el

desprecio o la falta de liberta-

des–, “renace la alegría”.

Una felicidad que responde a

la llegada de la Buena Nueva del

Evangelio, que miles y miles de

misioneros y misioneras –13.000

españoles– se han comprometido

a ofrecer gratuitamente, sin im-

posiciones, y aun a riesgo de sus

vidas, a aquellos que más lo ne-

cesitan: los últimos, los excluidos,

los desheredados... A estos les lle-

ga el testimonio de un amor sin

contrapartidas, entregado y fiel,

de quien ha optado por salir de sí

mismo para ir al encuentro del

otro, para estar al lado del perse-

guido por la injusticia, del mal-

tratado por el abandono, del heri-

do por la violencia y la vida sin

futuro que él no eligió... El misio-

nero, siguiendo el ejemplo de Je-

sús, quiere compartir lo que tiene

con quien carece de lo más nece-

sario, acoger al que busca refugio,

acompañar al que perdió todo y

se quedó solo, permanecer junto

al enfermo y cuidarlo, ser voz de

aquel a quien acallaron... Es la

revolución del Evangelio, de las

bienaventuranzas, de la ternura

y el amor, capaces de hacer flore-

cer la alegría en el erial de la de-

solación; la esperanza, en el ma-

yor de los desiertos.

El pequeño “milagro” del

DOMUND no se limita, sin embar-

go, a ver reflejada la alegría tan

solo en el rostro del necesitado,

del perseguido, del bienaventura-

do... Esta se contagia sin remedio

a aquel que realiza la siembra del

Evangelio, al misionero o misione-

ra, que se sabe lleno de motivos y

razones para implicarse con todas

sus consecuencias, sin reservas,

en dar a conocer la Buena Nueva.

El misionero, es consciente como

pocos, de que “el Evangelio –co-

mo ha dicho el papa Francisco

en Evangelii gaudium– nos invita

siempre a correr el riesgo del en-

cuentro con el rostro del otro, con

su presencia física que interpela,

con su dolor y sus reclamos”. Pero

también, y esto no es menos im-

portante, “con su alegría que con-

tagia”. Porque es en los pequeños,

los humildes y sencillos, los po-

bres y marginados, los que están

cansados y oprimidos, en aque-

llos a los que Jesús llama “bendi-

tos”, donde radica la fuente de la

alegría. Lo suelen decir todos los

misioneros y misioneras: es mu-

cho más lo que se recibe que lo

que se da; lo que enriquece el

compartir, frente a lo que empo-

brece el vivir aislado.

Si, como ha advertido el Papa,

“el gran riesgo del mundo actual,

con su múltiple y abrumadora

oferta de consumo, es un triste-

za individualista que brota del

corazón cómodo y avaro, de la

búsqueda enfermiza de placeres

superficiales, de la conciencia

aislada”, el DOMUND viene a

proponernos como remedio una

Iglesia de puertas abiertas, en

camino hacia las periferias, que

“salga a anunciar el Evangelio a

todos, en todos los lugares, en

todas las ocasiones, sin demoras,

sin asco, sin miedo”. El día del

DOMUND “renace la alegría”, la

alegría del Evangelio, que es pa-

ra todo el pueblo, que no puede

excluir a nadie. Como proclama

Francisco: “¡No nos dejemos ro-

bar la alegría evangelizadora!”,

la alegría del DOMUND.

E D I T O R I A L

EDITA: Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL DE OMP: AnastasioGil DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES RosaLanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán, An-tonio José Molina, José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez,

Modeste Munimi, José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, JoaquínMartínez, Juan Lázaro Sánchez, Vicente Marqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36


El DOMUND viene a proponernos una Iglesia depuertas abiertas, en camino hacia las periferias,

que salga a anunciar el Evangelio a todos.

RENACE LA ALEGRÍA

Nzambe alalaka te”. Cuan-do no había de dónderascar para buscar ali-mento para un niño,

cuando los recursos se agotaban yno se encontraba más presupuestopara llenar el dispensario, las mu-jeres de la comunidad le repetíanesta frase a Maribel: “Dios no duer-me”. “En África son especialistasen esperanza. En los apuros másgrandes, cuando nos desesperan-zamos, Él está despierto para ayu-darnos. Es el mensaje que con es-ta simple frase me contagiaron losmás pobres y sencillos, cuando lle-

vaba poco tiempo entre ellos”, ex-plica esta misionera bilbaína de laFraternidad Misionera Verbum Deidesde su experiencia en Guinea yen la República Democrática delCongo. Ahora, Maribel Pereda Ne-grete está volcada en la sensibili-zación misionera y pastoral socio-sanitaria en nuestro país y, portanto, está llamada a ser voz y tes-

timonio, durante este mes de oc-tubre, del lema del DOMUND 2014:“Renace la alegría”.

“¡No nos dejemos robar la ale-gría evangelizadora!”. Ha sido unade las insistentes llamadas del pa-pa Francisco a lo largo de este añoy medio de pontificado. Le preocu-pa sobremanera que los cristianosnos dejemos vencer por la desidia

14 misioneros NÚM. 148, OCTUBRE DE 2014

IGLES IA A FONDO

No es un sentimiento efímero,sino un don. Un reflejo dela esperanza que irradianlos 13.000 misionerosespañoles repartidospor los cinco continen-tes. De ahí que el papaFrancisco, a partir de suprimera exhortaciónapostólica, haya queridofijarse en la alegría comoun valor inherente a la tareaad gentes. Así se afronta lapróxima Jornada del DOMUND,con la mirada puesta en unospueblos que no se dejan llevar porel pesimismo, a pesar de las dificul-tades, y en unos hombres y mujeresde la Iglesia que saben contagiar laPalabra con la mejor de sus sonrisas.

“

NÚM. 148, OCTUBRE DE 2014 misioneros 15

de un mundo que no mira conbuenos ojos a aquellos que sonrí-en. Este temor a que nos olvide-mos del gozo que va inherente ala fe del Resucitado ha sido unaconstante en sus misas diarias enSanta Marta. También, en sus via-jes y entrevistas. Conforma asi-mismo la columna vertebral de suprimera exhortación apostólica,Evangelii gaudium. Y ahora lo rea-firma en el Mensaje para la Jorna-

da Mundial de las Misiones, al invi-tar a todos a “sumergiros en laalegría del Evangelio y a alimen-tar un amor capaz de iluminarvuestra vocación y vuestra mi-sión”. Así estructura el documen-to, deteniéndose en el impulso yla fortaleza que la misión genera,tomando como base un pasaje deLucas (10,21-23).

Este desafío de los discípulosde Jesús llega hasta hoy y se re-nueva cada día, especialmente elpróximo 19 de octubre, cuando laIglesia celebra el DOMUND, unainiciativa que se lleva trabajandodesde 1926, aunque fue en 1943cuando asumió en nuestro país elnombre con el que hoy la conoce-mos. Nada más iniciar su Mensaje,

Francisco recuerda que la Iglesia esmisionera por naturaleza –“ha na-cido «en salida»”–, lo que exige alos fieles de los cinco continentesque se comprometan “con oracio-nes y gestos concretos de solidari-dad para ayudar a las Iglesias jó-venes en los territorios de misión”.

“Me parece muy audaz esta vi-sión del Papa”, reflexiona Maribel,que ve “tremendamente necesarioredescubrir que la Palabra es espe-ranza y genera una verdadera ale-gría profunda; sobre todo, porqueno vivimos en tiempo de optimis-mo. Hace unos días, un hombre mecomentaba que estamos bombar-deados de palabras que no llegan,que se quedan fuera, y que solohay una Palabra que toca el cora-zón”. No hay fórmulas mágicas pa-ra ello. “Es a partir de la oración,de la búsqueda de la interioridad,cuando se produce el cambio. Laesperanza es un don que no secompra, se nos da a todos en la

profundidad de nuestro corazón;es un regalo de Dios que compar-timos. Es esta perspectiva la quehace que des un nuevo sentido alas cosas cuando, por ejemplo, vesque en África te pilla la marea ba-ja, porque te topas con situacionesde falta de dignidad de la perso-na”. De ahí que esta misionera sesienta llamada a “ser generadora”de esta alegría interior, acuñandopara sí lo que podría ser un buenlema: “Frente a la superficialidad,un corazón que habita”.

Y es que el DOMUND busca serese punto de partida de concien-ciación para dar un empujón a losproyectos eclesiales, desde la cons-trucción de nuevas parroquias, has-ta la formación de los agentes depastoral y la puesta en marcha deescuelas, sanatorios... Todo enmar-cado dentro de la tarea encomen-dada a las Obras Misionales Ponti-ficias, presentes en 130 países yque son actualmente el punto de

“¡No nos dejemos robar la alegríaevangelizadora!”, nos

ha repetido el papa Francisco.

referencia para los misionerosque trabajan en cada uno de los

destinos, enviados por sus dióce-sis, congregaciones y movimien-tos. En total, 440 instituciones re-ligiosas, que hacen realidad esapetición del Santo Padre, cuandosubraya que “todos los discípulosdel Señor están llamados a cultivarla alegría de la evangelización”.

Los últimos en irseEspaña es el país con más mi-

sioneros del planeta. En torno a13.000 hombres y mujeres entre-gan su vida para anunciar el Evan-gelio lejos de su tierra, pero adop-tando su actual ámbito como pro-pio. Siete de cada diez de estosmisioneros cumplen su misión enel continente americano, y desde2012 la proporción de misioneroslaicos ha aumentado en 2,4%. Losmisioneros y misioneras son losprimeros en echar raíces y sentir-se uno más, pero los últimos en

abandonar el barco cuando ame-naza tormenta en forma de gue-rra, ataque terrorista, hambruna,enfermedades... Basta con mirarun mapa de África y concentrarseen las regiones que están sufrien-do la epidemia de ébola. Solo enlos países donde el brote ha sidomás severo –Guinea, Nigeria, Sie-rra Leona y Liberia–, se concen-tran casi 12.000 misioneros de di-ferentes países, cifra que apenasha variado cuando la alarma y loscontagiados han ido en aumento.Una presencia significativa, tenien-do en cuenta que la población ca-tólica se mueve en torno al 12%de la población total.

En Sierra Leona están presen-tes siete agustinos recoletos, quehan decidido permanecer en lamisión a pesar de los riesgos,cuando la OMS ya eleva a más de2.500 los muertos y calcula quelos afectados podrían llegar a5.000. Cuatro filipinos y tres es-

pañoles agustinos llevan adelantedos parroquias en Makeni. Entreellos, el padre José Luis Garayoa,que en este tiempo ha temido queel contagio aumente, tanto por lafalta de medidas sanitarias, comopor el miedo y la ignorancia de lapoblación. “La mayoría de los je-fes de nuestras aldeas –atiendenunas 200 poblaciones– no sabenleer y escribir. Este es el caldo decultivo donde la enfermedad sepropaga sin problemas”. Ni lasveinte malarias que ha padecidoni las fiebres tifoideas han frena-do a este religioso, que en 1998fue secuestrado durante diez díaspor los rebeldes del RUF. “A vecesuno se siente como un bomberoque va apagando emergencias”,deja caer, teniendo en cuenta queSierra Leona es uno de los paísescon la tasa de mortalidad infantilmás alta del planeta. A pesar deello, no pierde la sonrisa, ni esaalegría que busca transmitir esteaño el DOMUND. “Vivo mi com-promiso desde la fe y sigo cre-yendo que predicar el Evangelioes dar buenas noticias. Y una bue-na noticia para el que no sabeleer ni escribir, y que por tanto no

I G L E S I A A F O N D O


Con un número que se acerca a los13.000, España puede presumir

de ser el país con más misioneros.

Maribel Pereda Negrete

tiene futuro, es hacer una escue-la. Otra buena noticia, para quienno tiene más remedio que beberagua con gusanos, es excavar unpozo...”. José Luis, que busca des-mitificar la imagen del misionerocomo un “héroe” y se presenta co-mo “gente normal, con un clarocompromiso y sentido común”,pone en valor el trabajo que vie-nen realizando con él los laicosque deciden dejar sus vacacionesa un lado para entregarse a los ol-vidados. “Este año nos han acom-pañado Javier y Natán, un ciruja-no y un enfermero de Valladolid.Son agnósticos declarados; ungran corazón no tiene por qué te-ner color, ni religioso ni político”.

El Fondo Universal de Solidari-dad de la Obra Pontificia de la Pro-pagación de la Fe cuenta este añocon más de 79,5 millones de euros,provenientes de aportaciones detodo el mundo. Lo recogido se po-ne a disposición del Papa a travésde la Asamblea General de OMP,que, después de estudiar todas laspeticiones de ayuda, reparte equi-tativamente, en función de las ne-cesidades. Por ejemplo, Españahasta principios de 2014 destinósus ayudas a 438 proyectos en 77naciones. Y es que el simple gestode colaborar se multiplica en ayu-da en los territorios de misión. Es-paña es, después de Estados Uni-dos, el país que más dinero envíaa las misiones. En total, el año pa-sado, los españoles destinaron

10,2 millones de euros a este co-metido, a través de las campañasde cuestación, donativos, aporta-ciones periódicas, herencias y le-gados. “Me enorgullezco de poderdecir que, si alguien quiere ayudar,que ponga el dinero o los materia-les en manos de cualquier ordenreligiosa. Prometo que cada euroirá a su destino”, certifica Garayoa.

Esperanza en zonas de conflicto

El desafío de sembrar esperan-za en una zona de conflicto tam-poco es tarea fácil. Lo sabe Mi-guel Ángel Niño del Portillo, quetrabaja en la República Democrá-tica del Congo, en la región delnorte, cercana a Sudán del Sur, enuna de las zonas más castigadas

por el Ejército de Resistencia delSeñor. “Es una tarea ardua el in-tentar que la gente reaccione ymire con optimismo después de lamasacre y las matanzas que hansufrido. Resulta difícil animar aun pueblo que ha padecido eladoctrinamiento de sus jóvenes.Ha sido peor que una guerra”, selamenta este misionero combo-niano, dedicado al apostolado enuna parroquia de la diócesis deDungu-Doruma. “La exhortaciónapostólica del Papa nos está ayu-dando mucho. Desde que salió pu-blicada, estamos trabajando sumensaje transversal con nuestrascomunidades: Dios nos ama conalegría, y por eso es necesario ha-blar con Él, para recibir su gra-cia y así reconocernos hijos su-


Miguel Ángel Niño del Portillo

José Luis Garayoa

yos”, explica en pleno procesopara dejar la parroquia en ma-

nos de sacerdotes locales diocesa-nos. “Se trata de un relevo nece-sario. Desde hace tiempo intenta-mos que nuestras comunidadessean más responsables y asumanellos el peso del ritmo de la pa-rroquia, que sean miembros acti-vos de la Iglesia. Por ejemplo, to-dos los jueves tenemos un en-cuentro en el que exponen porgrupos sus problemas reales en lafamilia y en el trabajo, y nos plan-teamos cómo afrontarlos a partirde la escucha orante de la Pala-bra”, comenta este misionero, queha entregado su vida a África, pri-mero en Togo, centrado en la for-mación profesional, y más tardeen la R. D. del Congo, en una co-

munidad con los pigmeos, dondefomentó la inserción y se volcó enborrar las barreras de exclusión yracismo desde la educación.

Dedicado desde 2008 hasta oc-tubre del pasado año a la forma-ción de jóvenes con vocación mi-sionera, siempre ha tenido clarocuál es la fuente de la que bebepara no caer en medio de tantaactividad: “Miro a los primeroscristianos y descubro cómo esaalegría de la que habla Francisconace de poner todo en común. Esen el compartir lo que somos y te-nemos donde se hace presente elSeñor. Por eso me da pena cuandoregreso a Europa y veo tan arrai-gado el consumismo. Consumirnos machaca, nos encierra en no-sotros mismos y no nos hace mi-

rar más allá. La experiencia me di-ce que Dios esconde esa alegría alos que creen saberlo todo y estáncegados por sí mismos”.

Faltan manosEs en la selva del Amazonas

donde Fernando Redondo Pavón,sacerdote de la diócesis de Getafe,se ha entregado estos últimos sie-te años, de los quince que ha pa-sado como misionero en Brasil. Latentación de la tristeza arreciabapor la falta de manos para llegar atantos. Doce sacerdotes, para aten-der a unos 80.000 habitantes, enuna extensión equivalente a la mi-tad de España. “A veces, para lle-gar a una aldea, necesitábamostres días en barco. No te sientesfrustrado, pero sí limitado, porqueno alcanzas a acompañar a todoslos que quisieras”, explica.

El Papa argentino, conscientede que “escasean las vocaciones alsacerdocio y a la vida consagrada”,


España recaudó el año pasado algomás de diez millones de

euros destinados a las misiones.

I G L E S I A A F O N D O

Fernando Redondo Pavón

hace hincapié en el Mensaje delDOMUND en que es precisamenteen el “deseo de llevar a Cristo a losdemás” donde nace ese relevo en lamisión. Fernando ha vivido en pri-mera persona cómo esa pasión porJesús permanece presente en elpueblo, aunque los obreros seanpocos. “Una de las situaciones quemás me impactó fue acudir a unode los pueblos a los que hacía quin-ce años que no había ido un sacer-dote por falta de medios. Me reci-bieron con tal explosión de alegría,que era reflejo de cómo en aquellasgentes había permanecido viva laesperanza. Sin poder celebrar la eu-caristía, se aferraron al rosario. Lorezaban juntos. Solo el modo enque me lo contaban, me impresio-nó”, detalla este misionero, que, apartir de ahí, trabajó con ellos enimplantar la celebración de la Pala-bra, fomentar la formación, admi-nistrar los sacramentos...

“La alegría de la gente no esporque tú vayas allí; esperan aCristo. También he podido com-probar cómo ha crecido su fe, có-mo ha madurado desde nuestroprimer encuentro”, comenta elsacerdote, que ha visto en la ale-gría de los indígenas uno de susprincipales apoyos para seguiradelante; sobre todo, cuando veíanamenazada aún más su ya de porsí precaria situación alimenticia ysanitaria, ante aquellos que teníanintención de expulsarles de sustierras con fines puramente eco-nómicos. “Aunque forma parte denuestra labor evangelizadora, losmisioneros no somos meros asis-tentes sociales. De hecho, mi ale-gría nace en el contacto diario conJesús, en la oración, en la refle-xión... Sin esta experiencia perso-nal de encuentro con Él, sería im-posible hacer mi trabajo”.

JOSÉ BELTRÁN

avid Martínez de Aguirrellegó a Kirigueti hace casi13 años, y el 11 de octu-

bre toma posesión como obispocoadjutor del vicariato apostólicode Puerto Maldonado, en Perú."El simple hecho de estar aquí,en Kirigueti, en medio de estospueblos amazónicos, tenía paramí un valor tremendo. Era la en-carnación de esa idea que mehabía rondado desde niño: entre-gar mi vida a los demás", asegu-ra este religioso dominico.

Él ayudará al obispo titular dePuerto Maldonado, FranciscoGonzález, también dominico, enel gobierno del vicariato apostóli-co; una zona de más de 150.000km2, poblada por diferentes et-nias y familias lingüísticas. "La ale-gría misionera, la que renace enla misión cada día, se fundamen-ta en esa profunda experiencia deDios que se vive en la selva, juntocon estos pueblos. Solo desde ahíse puede hacer una lectura espe-ranzadora de las situaciones difíci-les que nos regala el día a día, ysolo desde ahí se puede descubrir

y dejarse em-papar del re-nacimientode la alegría",sostiene elnuevo prela-do. "Cada vezes más difícilencontrar mi-sioneros paraatender lospuestos de

misión en poblaciones indígenas",se lamenta, esperanzado de quelas comunidades locales tomen elrelevo: "Es duro ver que muere unestilo de misión, pero esa expe-riencia no nos puede cegar paradescubrir el renacer de algo nue-vo, y recibirlo con alegría".

D

Un nuevo obispo misionero


La epidemia de ébola que ha tenido como epicentro a tres países de Áfricaoccidental nos ha recordado la existencia de enfermedades muy letales, defácil contagio y para las que no existen ni cura ni vacunas. Desgraciadamen-te, este virus es solo uno entre muchos otros que atacan a millones depersonas en países pobres y que son causa de numerosas muertes olvidadas.

I N F O R M E


s parecerá mentira, peronos falta lo más ele-mental para la preven-ción: guantes, vestidos

aislantes, máscaras, desinfectan-tes..., puesto que no hay trata-miento para el ébola. Pero noquiero asustaros, prefiero que laesperanza sea nuestro objetivo�.

Así se expresaba el padre Mi-

guel Pajares, superior de los her-manos de San Juan de Dios res-ponsables del hospital San Joséde Monrovia, el pasado 14 de ju-lio, en un correo electrónico en-viado a los amigos de la ONGJuan Ciudad como una peticiónurgente de ayuda para salvar vi-das. Un mes después, el 12 deagosto, el religioso fallecía en elhospital Carlos III de Madrid, víc-tima del ébola; enfermedad de laque se contagió tras atender alhermano Patrick Nshambdze, di-rector del hospital de la capitalliberiana. Otras personas entre elpersonal sanitario también aca-baron contagiadas, como la her-mana Chantal Pascaline, fallecidatambién en agosto, o las herma-nas Paciencia Melgar y Juliana

Bonohá, que lograron sobrevivir.El caso del padre Miguel Paja-

res conmocionó a la sociedad es-pañola y multiplicó el interés pú-blico por el virus del ébola. Desdesu descubrimiento, en 1976, estaenfermedad, que mata a un granporcentaje de los infectados, ha si-do asociada con 24 brotes o epi-sodios oficiales �la mayor parte deellos, en países como Gabón, Re-pública Democrática del Congo yUganda�, en los que cerca de2.400 personas se infectaron y dos

OO


terceras partes de ellas acabaronmuriendo. El actual brote ha su-perado con creces el total acumu-lado de casos anteriores y ha dis-parado todas las alarmas, porquees la primera vez que la temidaenfermedad cruza fronteras y seextiende con tanta rapidez. El bro-te, que empezó en Guinea Co-nakry en febrero de este año, sepropagó rápidamente por las veci-nas Liberia y Sierra Leona, y en ju-lio aparecieron los primeros casosen Nigeria. Por si fuera poco, enagosto se registraron también va-rios casos en la provincia de Equa-teur, de la República Democráticadel Congo, aunque en esta ocasióntodo parece indicar que se trata deun brote sin ninguna correlacióncon el registrado en los tres paísesde África occidental.

La epidemia y el pánico aso-ciado al contagio de una enferme-dad tan letal han tenido efectosmás allá de la pérdida de vidashumanas: las economías de lospaíses afectados han retrocedidoa niveles de hace bastantes años,y las tres naciones consideradascomo epicentro del brote se hanquedado aisladas de casi toda co-municación exterior. Para colmode males, algunos estereotipos ygeneralizaciones sobre África queparecían ya superados han sidodesenterrados, llegándose inclusoa situaciones absurdas: restauran-tes en Corea que impedían la en-trada a todos los africanos; uncongreso de empresarios brasile-ños que debía tener lugar enWindhoek (la capital de Namibia, amás de 4.000 kilómetros de la zo-na afectada) y que fue cancelado;y un viaje de 1.500 congresistastailandeses para participar en unforo de Sudáfrica (más lejos aún),también anulado a última hora.

Pero hechos como la recienteepidemia de ébola son solo una

��

“Cada día mueren más niños en África por malaria que la totalidad de los

muertos por ébola desde el inicio del brote”.


pequeña parte visible de un fe-nómeno más amplio. Las enfer-

medades extraordinarias no debe-rían hacernos olvidar aquellas queson más ordinarias y para las quetampoco existen tratamientos quelas curen o, en caso de que los ha-ya, no tienen una vacuna disponi-ble. �Cada día mueren más niñosen África por malaria que la tota-lidad de muertos por ébola desdeel inicio del brote�, afirmaba enseptiembre el doctor Enrique

Bassat, que trabaja en Manhiça(Mozambique) investigando acer-ca de la malaria y otras enferme-dades tropicales.

Una larga listaLa malaria, o paludismo, y el

ébola, son solo dos de las enfer-medades consideradas como olvi-dadas o asociadas con la pobreza.Un estudio publicado este año enla revista The Lancet Global Health,realizado por la Iniciativa Medica-mentos para Enfermedades Olvi-dadas �en la que colabora Médi-cos Sin Fronteras�, identifica 40enfermedades que afectan sobretodo a personas muy pobres enpaíses con bajos recursos. Algu-nos de sus nombres nos sonarán yotros no: enfermedad del sueño,chagas, leishmaniasis, dengue, úl-cera de Buruli, dracontosis, onco-cercosis, esquistosomiasis, traco-ma, fiebre amarilla, fiebres tifoi-deas... Todas ellas, en su conjunto,afectan al 80% de la poblaciónmundial, a pesar de lo cual �se-gún el mismo estudio�, solo el 4%de los 850 nuevos fármacos y va-cunas aprobados en los últimos 12años iban destinados a estas en-fermedades. Para contraer la ma-yor parte de ellas no hace falta te-ner una conducta de riesgo: bastacon realizar actividades que enmuchos rincones de la geografía

de la pobreza son harto cotidia-nas, como vadear un río, beberagua de la única fuente accesiblea menos de diez kilómetros, dor-mir en la propia vivienda, caminarpor la selva o comer la única car-ne disponible, en mal estado.

La razón de esta escasa aten-ción es, sobre todo, financiera: �Enla industria farmacéutica el pro-ducto tiene que ser rentable eco-nómicamente, o de lo contrario nose hace. Si el VIH no se hubiera ex-tendido por todo el mundo, segu-

ramente no se hubiera investigadoy hoy no existirían los fármacosque han convertido el sida en unaenfermedad crónica, y no termi-nal�, explica el doctor Sabino

Puente, quien, desde 1974 hastasu jubilación este año, estuvo alfrente de la Unidad de MedicinaTropical del Hospital Carlos III deMadrid. Durante sus años con estaresponsabilidad, una dificultadconstante de su equipo médico fueno poder dedicarse apenas a la in-vestigación: �No se dan recursos

I N F O R M E LAS ENFERMEDADES DE LA POBREZA

para estas enfermedades olvidadas,porque no suelen afectar a la po-blación del norte�, añade el doctor.

Uno de los ejemplos más claroses el de la enfermedad del mal dechagas, que sufren muchas perso-nas en regiones pobres de Améri-ca Latina, sobre todo en Bolivia.

Esta dolencia, que puede ser mor-tal, la propaga una chinche que seincrusta en el adobe de las humil-des casas de muchas personas. Ha-ce pocos años, el laboratorio quecomercializaba los fármacos paratratar el chagas vendió la patentea otra empresa farmacéutica. Acausa de esto, en el hospital Car-los III estuvieron todo un año sinpoder administrar ningún medica-mento a los pacientes que llegaroncon esta enfermedad.

Otro caso llamativo es el de laenfermedad del sueño, propagadapor la mosca tsé-tsé. El autor de es-te artículo, que durante 2012 vivióocho meses en la región de HautMbomou, en el sureste de la Repú-blica Centroafricana, ha visto a in-numerables personas padecer estadolencia, que en el mundo siguematando anualmente a más de50.000 personas. En los años 90, lasempresas farmacéuticas que fabri-caban el medicamento para trataresta enfermedad dejaron de produ-

cirlo, porque, al tratarse de un re-medio destinado a personas muypobres, no obtenían beneficios. Porel contrario, el mismo principio ac-tivo es empleado abundantementepor empresas cosméticas en pro-ductos que pueden adquirirse encualquier perfumería del mundo,ya que resulta muy eficaz en cre-mas para frenar el crecimiento delvello. El grotesco recurso de las re-des para atrapar a estos insectos,utilizado por los moradores de las

zonas afectadas, contrasta hoy conla inhibición de las multinacionalesfarmacéuticas, que únicamente hancolocado en el mercado la elforniti-na, un medicamento caro, muy do-loroso de aplicar y con escaso mar-gen de eficacia para curar la enfer-medad del sueño.

Sigamos con otro caso. Durantelos últimos 12 años, miles de ni-ños en Uganda, Tanzania y Sudándel Sur han muerto a causa de unmal llamado noddingdisease, quepodría traducirse como �enferme-

dad del cabeceo�. Es una especiede epilepsia que les consume pocoa poco y les impide crecer. Los po-cos científicos que la investigan nohan conseguido hasta la fecha des-cubrir el enigma, desde que se re-gistraron los primeros casos en1998, en la ciudad sursudanesa deLui. Los niños que padecen estemal son presa de unos extrañosataques, que les hacen balancear-se de atrás adelante, sobre todocuando comen, además de sufrirmareos, convulsiones y pérdidasde consciencia. Muchos de ellos nisiquiera consiguen mantenerse enpie y se lastiman continuamentepor los frecuentes golpes que sedan contra el suelo.


Solo un 4% de los fármacos aprobados enla última década están destinados acombatir este tipo de enfermedades.

Una década y media despuésde que algunos médicos que tra-

bajan en las zonas afectadas aler-taran a la comunidad científica, elsíndrome del cabeceo continúasiendo un misterio que por ahoraafecta exclusivamente a niños de 5a 15 años en tres zonas de Áfricaoriental: Sudán del Sur, norte deUganda y sur de Tanzania. El cabe-ceo es solo un síntoma de esta ra-ra dolencia, que se produce en lamayoría de los casos cuando losniños tienen frío o empiezan a co-mer. Pero las consecuencias van

más allá. La enfermedad afecta alcrecimiento y al desarrollo del ce-rebro. Los espasmos se hacen másincontrolables con la edad y aca-ban consumiéndoles hasta provo-carles la muerte. A veces, esta lle-ga antes si los niños, en uno deesos ataques, caen al agua o alfuego. El Centro para el Control deEnfermedades (CDC, en siglas in-glesas) de Atlanta investiga estaenfermedad desde 2009. Sus ex-pertos dicen que pueden tardaraños en encontrar la causa, peroprometen que no cejarán en suempeño y resolverán el misterio.

Uno de sus investigadores, el doc-tor Sejvar, señalaba en declaracio-nes a un periódico español en2012: �Ahora mismo tenemos me-dios para seguir investigando, pe-ro las que necesitan el dinero sonlas comunidades. Estos pueblostienen ahora un montón de niñoscon discapacidades, y eso suponeun gran coste para las familias�.

Misioneros enfermosEl caso del padre Miguel Paja-

res, fallecido por el ébola mientrasestaba en la brecha del combatecontra la enfermedad, no es el úni-

n la zona más afec-tada por la recienteepidemia de ébola

se encuentran un total de25 misioneros españoles.También trabajan varioscompatriotas en equiposde organizaciones humani-tarias, que se han volcadoen prevenir la enfermedady tratar a los afectados.

Uno de esos misioneroses el padre Luis Pérez, ja-veriano, que trabaja en elnorte de Sierra Leona. Enun e-mail enviado a la De-legación de Misiones deToledo, de donde es origi-nario, enumera algunas delas condiciones de vida quehan favorecido la expan-sión del ébola: "La insufi-ciente información, la ca-rencia de hospitales ade-cuados, la falta de controlsanitario en las aldeas, la


E

I N F O R M E LAS ENFERMEDADES DE LA POBREZA

El padre Pajares (i) falleció el 12 de agosto en Madrid, tras

resultar infectado por el virus del ébola en Monrovia (Liberia).

resistencia de la gente a ir alhospital por miedo a que alos aíslen, y, como es costum-bre aquí, la tardanza de losde siempre por hacer algo ydecir la verdad, por temor aque eso afecte a la economíadel país, han sido factoresque explican que ahora resul-te muy difícil controlar la si-tuación y evitar los contagios,que son, casi siempre, morta-les". El padre Luis destaca que"todas las instituciones estánahora volcadas en la informa-ción y la prevención, para tra-tar de frenar la epidemia".

En otro de los países afec-tados, Guinea Conakry, elsacerdote salesiano RafaelSabé participa en el Organis-mo Gubernamental de Luchacontra el Virus del Ébola. Asírelata cómo se produjeron losprimeros casos: "El pasado 23de julio llegó a Siguiri un jo-ven procedente de una aldeaa 140 kilómetros. Su madrehabía practicado los ritos fu-nerarios de lavar el cuerpo deun difunto y, al cabo de po-cos días, ella cayó enferma y,poco a poco, el resto de losmiembros de su familia. Elúnico hijo que quedaba convida, pero muy debilitado, co-gió un taxi-moto, llegó a Si-guiri y, al día siguiente, falle-ció, no sin antes transmitir elvirus a cuatro enfermeros delhospital, de los cuales unomurió el 2 de agosto". El co-mité en el que participa el

religioso español ha reagru-pado a todos los enfermossospechosos de estar infecta-dos en un hospital exclusivopara ellos, donde reciben cu-ras intensivas. También se haformado un organismo deprevención y seguimiento dela población con el fin de de-tectar nuevos posibles casos.

A pesar de todo, los sale-sianos de Siguiri siguen ha-ciendo su trabajo de la formamás normal posible. "Trabaja-mos sin miedo, pero con pru-dencia", apunta Rafael.


co. Son numerosos los misionerosque, en el ejercicio de su labor hu-manitaria entre los más pobres,han terminado padeciendo algu-nas de las mismas enfermedadesolvidadas, que, en no pocos casos,pueden tener consecuencias muyserias. Basta visitar cualquier casareligiosa de misioneros o misione-ras en países europeos en las quehaya algunos miembros de la con-gregación residentes en ellas porenfermedad. Por muchas precau-ciones que tomen, no es raro queacaben con problemas graves desalud. Con su proverbial sentidodel humor, me lo hizo ver en elaño 2000 el obispo cordobés Juan

José Aguirre, prelado de Bangassou,

en la República Centroafricana,país donde lleva más de tres déca-das. Tras sufrir una operación porun quiste de ameba en el hospitalCarlos III de Madrid, donde le tra-tó el doctor Sabino Puente, me co-mentó: �Según el médico que meha atendido, aquí en España estaenfermedad solo la padecen losperros�. En un reciente artículo so-bre el ébola, un médico con mu-chos años de experiencia en Áfricalo expresaba de otra manera: �Enel lugar donde trabajo, mis pa-cientes mueren por enfermedadesmedievales�. Para millones de en-fermos en el mundo es como si eltiempo se hubiera detenido.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ

Mi s ioneros y cooperantes españo les hacen frente a l ébo la

Luis Pérez

Rafael Sabé

Campaña de información y prevención del ébola. .

Otra guerra. O la mismade siempre, según se

mire: la que desangraIrak desde hace más deuna década, y Siria des-de 2011. La que enfren-ta a chiitas y sunitas en

ese polvorín llamadoOriente Medio. Esta vez

el enemigo a batir no esSadam Husein, sino el

temible Estado Islámicode Irak y el Levante

(ISIL, por sus siglas in-glesas), un grupo extre-

mista sunita de cortesalafista que ha procla-mado un califato en los

territorios que controlaen estos dos países. Tres

años después de quesus tropas saliesen de

Irak, Estados Unidos seve obligado a intervenir

de nuevo en la región,al frente de una coali-ción heterogénea y de

lo más variopinta.


P R I M E R P L A N O

Los iraquíes lo llamanDAECH, su acrónimo ára-be. Aquí, en Occidente,sin embargo, se le conoce

como ISIL, ISIS o EI. Se trata del Es-tado Islámico de Irak y el Levante(o de Irak y Siria, o directamenteEstado Islámico: de ahí la variedadde siglas), un grupo yihadista sa-lafista que este verano, tras con-quistar Mosul, la segunda ciudadiraquí, proclamó un emirato en losextensos territorios que controlaen Irak (aproximadamente un ter-cio del país) y en la vecina Siria.Ello ocurría en junio y, desde en-

tonces, al menos medio millón depersonas han tenido que huir de laregión, convirtiéndose en refugia-dos en su propia tierra. Nada máscaer la capital de Nínive, el 10 dejunio, 15.000 hombres, mujeres yniños, una buena parte de elloscristianos, emprendieron la mar-cha hacia Erbil, la capital de la re-gión autónoma del Kurdistán, másal noreste. Fueron, pese a todo,afortunados, pues lograron aban-donar en seguida el valle. Quienesno pudieron hacerlo comenzarontodo un viacrucis. Se trataba, so-bre todo, de minorías religiosas:

GUERRA CONTRA EL CALIFATOGUERRA CONTRA EL CALIFATO


cristianos, yazidíes, kakais (reli-gión original de los kurdos) y has-ta chiitas, a quienes los del EI con-sideran apóstatas. Las noticias so-bre conversiones forzadas de susmiembros, abusos sexuales, escla-vitud, destrucción de edificios reli-giosos, torturas, asesinatos y se-cuestros no se hicieron esperar. To-do valía, todo estaba permitido.

El nuevo califato se imponía asangre y fuego. La sede episcopalsiro-católica de Mosul era incendia-da. El monasterio de Mar Behnam,en las inmediaciones de Qaraqosh,asaltado. Las mujeres, amenazadas

con severos castigos si se resistíana llevar el velo integral. Una fatwa

(edicto) expropiaba las casas de loscristianos. Los creyentes en Jesu-cristo debían convertirse al islam opagar la jizya, un impuesto “deprotección” que se fijó en 450 dó-lares mensuales por persona. Unabarbaridad. Si no estaban dispues-tos, debían irse a otra parte con lopuesto. Sus viviendas fueron mar-

cadas con una “n” que las identifi-caba como “nazarenas” o cristia-nas. Suerte similar corrieron laspropiedades chiitas.

Quienes peor lo pasaron, contodo, fueron los mencionados ya-zidíes, una religión monoteístacon elementos del cristianismo, ju-daísmo, budismo e islam quecuenta con unos 50.000 seguido-res en Irak. Flavia Pansiere, vice-

Aviones de combate iraquíes bombardean posiciones terroristas.

alta comisionada de NacionesUnidas de Derechos Humanos,

informó a primeros de septiembrede que al menos un millar de hom-bres, mujeres y niños yazidíes ha-bían sido asesinados unas sema-nas antes, y que otros 2.750 fue-ron secuestrados o esclavizados.No es de extrañar que Amnistía In-ternacional haya acusado al EI deestar llevando a cabo una campa-ña sistemática de “limpieza étni-ca”. El botón de muestra de cómose las gastan en el califato lo en-contramos en las decapitacionesde los periodistas estadounidensesJames Foley y Steven Sotloff, y delcooperante británico David Hai-

nes, rehenes occidentales todosellos, cobarde y publicitadamenteasesinados por los terroristas. Pordesgracia, no parece que vayan aser los últimos. En la zona hay almenos otros 20 informadores enparadero desconocido.

Miles de combatientesPero ¿de dónde ha surgido este

nuevo grupo? ¿Quién es su líder?¿Con cuántos efectivos cuenta?¿Cómo se financia? Las preguntasse acumulan.

Parece ser que el EI vio la luz yaen 2004, un año después de que Es-tados Unidos y sus aliados entrasenvictoriosos en Bagdad y derrocasena Sadam Husein en la segunda gue-rra del Golfo. En sus inicios, el Es-tado Islámico venía a ser algo asícomo la rama de Al Qaeda en Irak.La presencia de las tropas estadou-nidenses en este país ralentizó laexpansión de un grupo que encon-tró alas en el descontento de la mi-noría sunita por la política sectariapracticada por el Gobierno chiita deNuri al Maliki. Los soldados ameri-canos, sin embargo, se fueron en2010, y entonces todo se precipitó.Al año siguiente, además, estalló laguerra en Siria. El EI envió milicia-

nos al país vecino, al menos 5.000,para ayudar al Frente Al Nusra (larama de Al Qaeda allí) a acabar conel régimen alauita de Bachar al

Asad. Ambos grupos acabarían en-frentados entre sí. El Estado Islá-mico se hizo con la provincia deRaqqa y llegó hasta Alepo. El grangolpe, sin embargo, lo dio el pasado10 de junio con la toma de Mosul yel valle de Nínive, que le ha permi-tido pasar a controlar un territorioen el que viven unos 15 millones depersonas. Ese día, 755 millones deeuros, que es lo que se calcula que

había en los bancos de la ciudad,fueron a parar a sus arcas. El cobrode peaje a los vehículos que circu-lan por el califato y la venta clan-destina de petróleo les reportantambién, según los entendidos,unos 2,2 millones de euros diarios.

“Ningún grupo terrorista hallegado a tener tanto poder políti-co, económico y armamentístico”,sostienen los expertos. El poderpolítico lo ejerce Abu Bakr Al

Baghdadi, el autoproclamado cali-fa, un hombre del que se sabe muypoco, pero que tiene a su mando a


todo un ejército. Las cifras exactasvarían según las fuentes, pero lasmás conservadoras hablan de12.000-15.000 combatientes (laCIA eleva el número hasta los30.000), de los que entre 2.000 y3.000 serían yihadistas europeosque se habrían unido a la lucha enlos últimos meses: 500 proceden-tes del Reino Unido, 400 de Ale-mania, 51 de España, etc.

Un hecho está claro. Irak y Siriase han convertido en los nuevoscampos de batalla del yihadismointernacional. Los investigadoresdel Real Instituto Elcano estimanque, desde que comenzó la guerraen Siria, han llegado a este paísunos 15.000 extranjeros, la mayo-ría desde países del Magreb. Otrodato preocupante que apuntan losexpertos es el de que en Europapuede haber aún 11.000 comba-tientes en potencia más.

Coalición internacionalOccidente se ha tomado muy

en serio al Estado Islámico. El 8de agosto, Estados Unidos comen-

zó a bombardear las posicionesdel EI para frenar su avance. Lohizo por su cuenta, sin mandatode la ONU ni respaldo del Congre-so a la decisión tomada por Oba-

ma como comandante en jefe. Esosí, con el permiso y hasta el rue-go del Gobierno de Bagdad. Des-de entonces, ha efectuado unas150 incursiones aéreas.

En la cumbre de la OTAN, cele-brada a primeros de septiembre enGales, se acordó la creación de unacoalición internacional para com-batir al grupo terrorista. ReinoUnido, Francia, Alemania, Italia,Canadá, Australia, Polonia y Tur-quía aceptaron de inmediato res-paldar a los americanos. En los

días posteriores, el secretario deEstado estadounidense, John Kerry,consiguió el compromiso –másformal que real, seguramente– deuna decena de países árabes: Ara-bia Saudí, Kuwait, Emiratos Ára-bes Unidos, Qatar, Bahréin, Omán,Jordania, Egipto, Líbano y, por su-

puesto, Irak. (Se da la paradoja deque algunos de estos países com-parten más los principios y prácti-cas del Estado Islámico que el sis-tema de libertades de sus aliadosoccidentales). Turquía, por su par-te, país vecino de Siria e Irak, con-siderado clave para el éxito de es-ta nueva guerra contra el terroris-mo, ha anunciado que se volcaráen la ayuda humanitaria a los des-plazados, pero que no permitiráoperaciones militares desde su te-rritorio. Actúa lastrado por el se-cuestro de 49 de sus compatriotas,capturados por el EI tras la tomadel consulado turco en Mosul.

De momento, y hasta que seformalicen las obligaciones de ca-

da miembro de la coalición, el Es-tado Islámico está siendo combati-do por el Ejército iraquí, apoyadopor milicianos chiíes, los peshmer-

ga kurdos, y los cazas y drones deEstados Unidos. Las potencias sonreacias a mandar tropas terres-tres sobre el terreno, y hasta


Según los expertos, ningún grupoterrorista ha tenido tanto poder

político, económico y armamentístico.

ahora se han limitado a armar alos combatientes locales, sobre

todo a los peshmerga. Estados Uni-dos, Reino Unido, Francia, Italia,Australia y hasta Alemania han de-cidido ya enviarles armas. Pocos sehan atrevido a criticar esta formade actuar. Una de las escasas vocesdiscordantes, en este sentido, hasido la de la embajadora de la UEen Irak, la diplomática checa Jana

Hybaskova, que ha afirmado que“no hay garantías” de que esas ar-mas no vayan a acabar luego enmanos del propio Estado Islámico.En agosto, en efecto, ya pudo ver-se ondear la bandera negra del EI

en un tanque estadounidense quehabía sido abandonado en su hui-da por el Ejército iraquí.

“Soluciones políticas”Que hay que actuar en Irak es

innegable. Que hay que frenar a lossalvajes del EI, parece fuera de to-da duda. Lo que ya no está tan cla-ro es cómo hacerlo. El pasado 18de agosto, en el vuelo de regresode Corea del Sur, un periodista pre-

guntó al papa Francisco si aproba-ba los bombardeos estadouniden-ses para evitar un genocidio entrelas minorías religiosas. El Pontíficerespondió lo siguiente: “Graciaspor esta pregunta tan clara. En es-tos casos, cuando hay una agresióninjusta, solo puedo decir que es lí-cito ‘detener’ al agresor injusto. Su-brayo el verbo ‘detener’. No digobombardear, declarar la guerra, si-no ‘detenerlo’. Habrá que estudiar

los medios con los que se le puededetener. Detener al agresor injustoes lícito. Pero también hemos detener memoria. Muchas veces, conesta excusa de detener al agresorinjusto, las potencias se han apo-derado de pueblos y han hechouna auténtica guerra de conquista.Una sola nación no puede deter-minar cómo detener a un agresorinjusto. Después de la SegundaGuerra Mundial, surgió la idea delas Naciones Unidas: es allí dondese debe discutir. Decir: ‘¿Se tratade un agresor injusto?’ Parece quesí. ‘¿Cómo detenerlo?’ Solamenteasí, nada más”.

El secretario de Estado de laSanta Sede, cardenal Parolin, su-brayaba dos semanas más tardeque no había que olvidarse de ladiplomacia. “Se necesitan solucio-nes políticas, no militares ni vio-lentas”, dijo el 3 de septiembre. Lourgente, añadía el purpurado, esque los desplazados reciban ayuda



La OTAN ha acordado la creaciónde una coalición internacional paracombatir al temido Estado Islámico.

y asistencia humanitaria, y des-pués, que “puedan volver con se-guridad a sus pueblos y a sus ca-sas”. Las situaciones de crisis–concluyó– no se detienen aña-diendo violencia a la violencia, si-no “con la voluntad política de to-das las partes implicadas en elconflicto y con la ayuda de la co-munidad internacional”.

La Santa Sede está puntualmen-te informada de cuanto ocurre so-bre el terreno. Y muy preocupadapor la suerte de las víctimas ino-centes que está dejando este nue-vo conflicto. El 8 de agosto, el pa-pa Francisco pidió al cardenal Filo-

ni –que en su día fue nuncio enBagdad y el único diplomático queno abandonó la ciudad cuando co-menzaron los bombardeos aliadosen 2003– que visitase la zona co-mo su enviado personal. Le volvíaa recibir, ya de vuelta, el 21 deagosto. Después de cumplir su mi-sión, el hoy prefecto de la Congre-

gación para la Evangelización delos Pueblos informó de primeramano al Santo Padre del sufri-miento, las penalidades y “la ne-cesidad de hacerse escuchar, dedesahogarse” que tienen los des-plazados. Solo quedan confortados–dijo Filoni– si se les da la seguri-dad de que podrán regresar.

Ahora mismo, lo que está en jue-go en Irak es su existencia mismacomo país. Nacido tras la disgrega-ción del Imperio Otomano a la con-clusión de la I Guerra Mundial, elEstado iraquí está dividido hoy entres zonas prácticamente indepen-dientes: una, chiita; otra, kurda; y laúltima, sunita. Las dos primeras yaexisten de facto. Y la tercera, el Es-tado Islámico, lleva camino de ha-cerse realidad, si la comunidad in-ternacional no lo impide.

Pero tanto o más que una inter-vención armada, lo que hace faltarealmente es que los propios ira-quíes –chiitas, sunitas, kurdos o dela confesión o minoría religiosa quesean– demuestren de una vez portodas que son capaces de vivir jun-tos. El 8 de septiembre se abrió unnuevo capítulo en este asunto. Esedía comenzó su andadura el anhe-lado Gobierno de unidad. Un mesha tardado en conformarlo el nue-vo primer ministro, el chiita Haidar

al Abadi. Consta dicho Ejecutivo detres vicepresidentes (uno kurdo,otro sunita y el tercero, chiita, el ci-tado ex primer ministro Nuri alMaliki) y 23 ministros. Siete de lascarteras son atendidas por suni-tas; una, la de Finanzas, por unkurdo; y otra –la de Ciencia y Tec-nología– por un cristiano caldeo.De momento, los ministerios clavede Interior y Defensa son ejercidospor el propio primer ministro. Elnuevo Gobierno ha sido respalda-do en el Parlamento por 177 votos,de 289 posibles.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

primeros de septiembre,el actual líder de Al Qae-da, el egipcio Ayman Al

Zawahiri, anunció en un vídeola creación de un nuevo grupode la organización para el sub-continente indio –Qaedat Al-Ji-had–, encargado de "llevar la lu-cha" a la India, Cachemira, Ban-gladesh y Myanmar. Es el últi-mo frente abierto por los yiha-distas, empeñados en llevar su"guerra santa" al último rincóndel planeta que haya tenidopresencia del islam y haya sido"ocupado" por los infieles.

Al Qaeda en el Magreb Islámi-co (AQMI) y Al Qaeda en la Pe-nínsula Arábiga (AQPA) eranhasta ahora los grupos más co-nocidos de esa tupida red deorganizaciones combatientes. Aellos hay que añadir ahora el ci-tado Estado Islámico de Irak yel Levante. Pero el islamismoradical no se reduce a ellos. AlSabhah trata de hacerse con elpoder en Somalia desde haceaños, y sus atentados se extien-den a menudo a Kenia; los con-tinuos atentados y secuestrosde Boko Haram siembran ya ha-ce tiempo también el terror enNigeria, el país más poblado deÁfrica; los talibanes siguen ope-rando –y cada vez con másfuerza– en Afganistán y Pakis-tán; los Hermanos Musulmanes–ilegalizados por el nuevo Go-bierno– se han echado al mon-te en Egipto; y nuevos gruposterroristas del mismo corte hansurgido tras las revueltas de las"primaveras árabes" en Túnez yLibia, además de en Filipinas.La lucha contra el terrorismoyihadista, por lo que parece, noha hecho más que comenzar.

A


LA YIHAD, EN AUGE


misioneros nº 148

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