misioneros nº 126

No corren buenos tiempos para lademocracia en algunos países afri-canos. Este es el caso de Malí yGuinea Bissau, que recientementehan sufrido golpes de Estado.

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en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 126. JUNIO, 2012

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSMenorca, 3. 28009 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores

T E R C E R M I L E N I O

IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

Se cumple un año de las revueltas popu-lares que sacudieron el mundo árabe. Unbuen momento para analizar el presentede estos países, especialmente desdela óptica de los cristianos que allí viven.

INFORMECon motivo de la Conferencia de la ONUsobre medio ambiente que se celebra estemes en Río de Janeiro, la Iglesia nos

recuerda la responsabilidad del hombrecomo salvaguarda de la creación.

7 TRIBUNA Familias misioneras

10 EL OBSERVADORMÉXICO - BOLIVIACUBA

20 ASÍ VA EL MUNDOEGIPTO - ARGELIAR. D. CONGO - NIGERIA

36 ENTREVISTAVViiccttoorriiaa AAnnaaiiáánn, neófita turkmena

40 ANIMACIÓN MISIONERA

45 CARISMASConcepcionistas Misionerasde la Enseñanza

48 CULTURAHolocausto hidrológico

53 EL CUARTO MUNDO

54 EN EL OBJETIVO

56 MISIÓN VIVACCáárrooll GGaarrccííaa MMuurriilllloo, miembro asociado de las Hermanas Blancas

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Con la que está cayen-do, parece que espera-mos, como agua demayo, que los respon-

sables de nuestras Iglesias diganalgo sobre la crisis que estamosviviendo. Pecamos, por ello, decierto egoísmo, al acordarnos deSanta Bárbara solo cuando true-na sobre nuestras cabezas, y alolvidar que los recortes y las me-didas de austeridad que ahoranos aplican a nosotros, se vienenexigiendo, desde hace tiempo ycon más dureza, a las sufridasgentes de los llamados países envías de desarrollo. La primeralección que debemos aprender dela situación que estamos pade-ciendo –y ojalá se llegara a sacaresto como consecuencia– es que,ahora y cuando salgamos de estacrisis, no nos olvidemos de losque continúen sumergidos enella: los 3.500 millones de perso-nas que se encuentran en la po-breza, los 1.200 millones que so-breviven con menos de un dólaral día, los 1.000 millones que pa-san hambre, los 800 millones queno pueden ir a clase...

Y hablaron nuestros pastores,los esperadas voces de los en-cargdos de guiar a la comunidadde católicos. Y lo hicieron con pa-labras que nos suenan a nuevas,aun cuando vienen a proclamarenseñanzas ya dichas y a las queno hemos hecho caso, por consi-derar que no iban con nosotros.

De hecho, cuando el papa Be-nedicto XVI ha hablado sobre lacrisis mundial, no únicamente lanuestra, nos ha “recordado” algoque deberíamos saber: que paraafrontarla hace falta que los Esta-dos promuevan leyes sociales que“no acrecienten las desigualdadesy permitan que cada persona vivade forma digna”. Porque cuandola miseria coexiste con la gran ri-queza, de la multiplicación de lasnecesidades y del consumo desa-

forado nace la injusticia, para en-quistarse en el tejido social. “Poreso –ha advertido el Papa–, teneren cuenta a las personas que hayque ayudar, antes que la carenciaque hay que colmar, significa de-volverles el papel de protagonis-tas sociales, y permitirles que dis-pongan mejor de su futuro paraocupar el lugar que les correspon-de en la sociedad”.

Las grandes autoridades mo-netarias mundiales se preocupanmucho de sanear las cifras ma-croenómicas, sin importarles tan-to que se rompa ese tejido socialde un país o que la dignidad dela mayoría de sus ciudadanosquede pisoteada en tal proceso

de saneamiento. Lo ha recordadocon contundencia otra voz de laIglesia, la del cardenal hondureñoÓscar Andrés Rodríguez Mara-diaga, arzobispo de Tegucigalpay presidente de Cáritas Interna-cional: “Cualquier sistema econó-mico que no tenga por centro ala persona humana se equivoca,porque utiliza como medios loque deberían ser fines”. “La eco-nomía –ha añadido– padece deuna mala definición de ‘ser hu-

mano’ y de una mala concepciónde ‘humanidad’; buscarle solo so-luciones económicas a la crisis eselegir un falso método, un falsocamino”. Lo proclamó ya la cons-titución pastoral Gaudium et spes:“El hombre vale más por lo quees que por lo que tiene”.

A ver si esta vez nos quedamoscon la lección y, como ha indicadoBenedicto XVI, “la constatación delgran sufrimiento provocado en elmundo por la pobreza y la mise-ria, tanto materiales como espiri-tuales”, nos lleva “a una nuevamovilización para afrontar, conjusticia y solidaridad, todo lo queamenaza al ser humano, a la so-ciedad y al medio ambiente”.

E D I T O R I A L

DIRECTOR Alfonso Blas REDACCIÓN Rosa Lanoix, Rubén Azuara DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES Anastasio Gil, Rafael Santos, DoraRivas, Montserrat Vilaseca, Antonio José Molina, José Beltrán, José Carlos Ro-dríguez, José Ignacio Rivarés, Volusiano Calzada, José Ramón Carvallada, María

Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, Joaquín Martínez, Julio César Vidal, Vicente Marqués Ruiz,Lourdes Gabilondo DOCUMENTACIÓN Ana Fernández ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36

T E R C E R M I L E N I O

Cuando la miseria coexiste con lagran riqueza, de las necesidades y delconsumo desaforado nace la injusticia.

Movilización contra la crisis

Como no podía ser deotro modo, a la cita nofaltaron representan-tes de los cristianos de

los países árabes, auténticos testi-gos sufrientes de lo que allí vieneaconteciendo. Entre ellos se en-contraban monseñor Samir Nas-sar, arzobispo maronita de Da-masco; Dimyanos Kattar, ex mi-nistro de Finanzas del Líbano;monseñor Youssef Soueif, arzo-bispo maronita de Chipre; y elfranciscano Pierbattista Pizzaba-lla, custodio de Tierra Santa.

14 misioneros NÚM. 126, JUNIO DE 2012

El pasado 9 de mayo tuvo lugar en Bruselas elseminario "Cristianos en el Mundo Árabe: un año

después de las Primaveras Árabes", organizadoconjuntamente por los grupos políticos EPP, cris-

tiano-demócrata, y ECR, conservador y reformista,del Parlamento Europeo y la Comisión de Episco-

pados de la Comunidad Europea (COMECE). Parti-cipaban también en este seminario varias organi-zaciones internacionales de renombre, como Ayu-da a la Iglesia Necesitada, Open Doors Internatio-

nal y Pew Forum on Religion and Public Life.

Un año después de las Primaveras Árabes

IGLES IA A FONDO

en el mundo árabeCristianosCristianos

NÚM. 126, JUNIO DE 2012 misioneros 15

El seminario se situaba de al-guna manera en continuidad conel que tuvo lugar en 2010, sobre lapersecución que sufren los cristia-nos en diferentes partes del mun-do, incluido el Medio Oriente. Enesta ocasión, no se trataba de per-secuciones propiamente dichas,aunque de hecho las haya, sinomás bien de hacer un balance re-alista de la situación en esta zonadel mundo, un año después de losacontecimientos políticos que die-ron inicio a las Primaveras Árabeshace un año.

No está de más saludar el ges-to de solidaridad mostrado por al-gunos partidos políticos europeoshacia la situación dolorosa por laque atraviesan los cristianos delos países árabes, víctimas de laintolerancia. Los derechos huma-nos no tienen identidad religiosa.Pertenecen a la persona humana,hombre o mujer, ya sea esta cris-tiana, musulmana o atea. Vale es-te saludo a los políticos que hanparticipado en este seminario,

porque no suele ser habitual quegrupos parlamentarios europeosmuestren interés por los abusosque se cometen contra el derechoa la libertad religiosa, cuando laspersonas que la reivindican llevanun nombre cristiano.

De la esperanza a la confusión

Cuando empezaron las revolu-ciones árabes en Túnez, Egipto, Li-bia, Yemen y Siria, renació la espe-ranza de un bienestar mayor paralas minorías cristianas de todoslos países de Medio Oriente, inclu-so en aquellos Estados –Líbano,por ejemplo– que no se vieronafectados por ellas. El discurso ge-neralizado hablaba de democracia,derechos humanos, libertades fun-damentales, derecho a la libertad

religiosa, independencia de pode-res religiosos y civiles, abolición dela sharia, laicidad, etc.

Esta esperanza se hizo másfuerte cuando el rector de la Uni-versidad de El-Azhar, Ahmad Mu-hammad at-Tayyeb, seguramentela voz más autorizada del sunnis-mo en el mundo musulmán, salu-dó el advenimiento de la revolu-ción egipcia como un momentocrucial para fijar de una maneramás adecuada las relaciones quedeben existir entre la ley islámicay los derechos individuales en lasociedad. Pedía a los teólogos mu-sulmanes que se esforzaran en de-finir mejor los lazos entre los prin-cipios generales de la ley islámicay el sistema de libertades indivi-duales sobre el que descansanlos tratados internacionales, pa-

La situación de los países árabes,un año después de las revueltas, es

cada vez más confusa y complicada.

ra garantizar el progreso y abrirhorizontes futuros. Y señalaba

concretamente cinco derechos: “li-bertad de religión, libertad de opi-nión y de expresión, libertad de in-vestigación científica y libertad decreatividad artística y literaria”.

Para los que hemos vivido enuna sociedad mayoritariamentemusulmana, estas afirmaciones re-presentan un progreso enormecon respecto al discurso tradicio-nal del islam. Es incluso novedoso,pese a que Muhammad at-Tayyebno hable o, acaso no se atreva ahablar, del derecho a cambiar dereligión, algo que nadie osa tocar,a causa de sus implicaciones teo-lógicas, sociales y políticas, comoson: el estatuto personal, la heren-

cia, la libre elección de un cónyu-ge y la posibilidad de acceso a car-gos públicos, una opción denega-da hasta el presente a los cristia-nos en los países musulmanes.

La situación de los países ára-bes, un año después de los aconte-cimientos, es cada vez más confusay complicada. Una cosa es el dis-curso de los políticos, y otra, larealidad cotidiana. El tiempo ha

desfigurado el sentido de las revo-luciones. Los cambios fundamenta-les no se realizan. Entran en juegomultitud de factores y circunstan-cias inextricables. Las divergenciasentre sunníes y chiíes se acentúan.La realidad difiere de un país a otro.En Egipto, por ejemplo, los milita-res se atribuyen el papel de árbitrosentre los diferentes partidos que sepresentan a las elecciones. Por lo

que se refiere a Siria, el caos gene-rado por la guerra abierta entre elGobierno de Bashar Al-Assad y laoposición ha permitido actividadesparalelas y agresoras de grupúscu-los salafistas y yihadistas minorita-rios, hostiles a los cristianos y aotras minorías religiosas, provo-cando asesinatos y expolios impu-nes y sin término. El caso de Siriaes el más dramático, ya que la op-ción de los cristianos, apoyando alGobierno del dictador Bashar Al-Assad, puede tener consecuenciasterribles para el futuro. Muchoshan elegido marcharse. Líbano, encambio, a pesar de las fragilidadespolíticas inherentes al contexto re-gional, es un ejemplo de conviven-cia para todo el Oriente Medio.Dimyanos Kattar, ex ministro de Fi-nanzas de este país, traía a cola-ción durante el seminario modelosde buenas relaciones mutuas. De-cía, por ejemplo, que “el Parlamen-to libanés está compuesto de una


mitad de diputados musulmanes yotra de cristianos”. Y añadía que“el 65% de los impuestos se recau-da entre los cristianos”.

Las eleccionesmatan la revolución

La realidad política se juegaen la calle y en el tiempo. Vinieronlas elecciones y se acabó la revolu-ción. En el juego político y parti-dista se olvidaron los ideales dedignidad, libertad y democracia.

Ganaba el interés ideológico y departido, y perdían los ciudadanos yel bien común de la nación. Elcambio revolucionario fue promo-vido por jóvenes idealistas quequerían la igualdad de derechospara todos los ciudadanos; consi-guieron derrocar a sus dictadores,pero las elecciones muestran quela mayoría de los ciudadanos de-sea todavía el triunfo de los parti-dos islamistas, que hacen de lamoral religiosa su ideario político.Hablan sin duda de democracia yrespeto de las minorías religiosas,pero hasta cierto punto. La sharia

islámica es cosa sagrada. Hay unacierta evolución en las mentalida-des, pero es todavía muy lenta.

Los cristianos no tienen tiem-po ni fuerzas para esperar mejorestiempos. Hay un hecho indudable:el éxodo de los cristianos continúay se acelera. Los cristianos han op-tado masivamente por el exilio ha-cia destinos más confortables y se-guros. En Oriente Medio, el núme-ro de cristianos disminuye a mar-chas forzadas. Es difícil vivir en la

incertidumbre, con el miedo meti-do en el cuerpo: miedo por el fu-turo, miedo a la realidad de un es-tatuto jurídico injusto, miedo a laviolencia y a la muerte...

Y EuropaEl discurso de los participan-

tes en el seminario se ubicaba enel trasfondo de estas situaciones.Sus afirmaciones eran, como erade esperar, realmente contunden-tes. Estas son algunas de las inter-venciones más relevantes.

Jan Olbrycht, vicepresidentedel grupo EPP y responsable de

Relaciones Interculturales, afirmóque “la Unión Europea, a la horade cooperar y apoyar a los movi-mientos democráticos, condiciona-ría su implicación al respeto a lasreglas democráticas, tales como lalibertad religiosa”.

Joe Vella Gauci, de la COMECE,analizó la situación con realismo yesperanza: “La Iglesia de Orienteha coexistido con el islam durantecatorce siglos. Hoy, como en el pa-sado, las dificultades y retos estána menudo ligados a problemas po-líticos y al conflicto Este-Oeste. Lallamada Primavera Árabe en lospaíses del Magreb y Mashreq aprincipios de 2011 debe ser con-siderada como uno de los giros

I G L E S I A A F O N D O


Lejos de frenarse, el éxodo de loscristianos de los países de Oriente

Medio continúa e incluso se acelera.

históricos más cruciales y cam-bio de paradigma del siglo XXI.

Los acontecimientos de los que laregión ha sido testigo son muy sig-nificativos e indicativos. En el con-texto de estas revoluciones árabes,los jóvenes han clamado por la li-bertad, la igualdad, el derecho altrabajo y los derechos ciudadanos,y por la dignidad de la persona hu-mana. Desean experimentar cómovivir con decoro en sus respectivospaíses, en paz y prosperidad”. PeroJoe Vella lamentaba asimismo que“los propósitos citados son ocasio-nalmente superados por incidentesbárbaros cometidos por individuosde diferentes creencias políticas yreligiosas. En consecuencia, el ca-

mino que lleva al logro de la ver-dadera democracia se hace borro-so. El objetivo fundamental debe-ría ser: respeto a todos los ciuda-danos, eliminación de sociedadesparalelas, respeto a las diversas co-munidades y culturas, y creaciónde sistemas sociopolíticos capacesde salvaguardar los derechos hu-manos y los valores democráticos”.

Konrad Szymanski, eurodipu-tado del grupo ECR, se mostró pe-simista. “La democratización deOriente Medio –señaló– no hatraído alivio a las personas que vi-ven allí; es una verdad muy amar-ga, un año después de la primave-ra árabe. Si la Unión Europea quie-re mantener su credibilidad como

valedora de los derechos huma-nos, debe tomar una posición cla-ra en defensa de los cristianos enOriente Medio. Exigiremos unarespuesta a todo acto de discrimi-nación, y esperamos que este pro-blema esté siempre presente enlos debates políticos o comercialesentre la UE y el mundo árabe”.

Y, por último, el padre blancoMiguel Larburu, que ha vividocuatro décadas en Argelia y queconoce bien la situación del mun-do árabe, indica que “Europa ne-cesita fundamentalmente credibi-lidad, tanto en cuestiones econó-micas como en cuestiones religio-sas. Debe comenzar por barrer de-lante de su puerta antes de darlecciones. Europa está lejos de ha-ber llegado a un equilibrio en te-mas de secularización, laicidad yreligiosidad. En el fondo, el deba-te debería centrarse en el sentido


Las nuevas Constituciones que seestán redactando deberían recogerel derecho a la libertad religiosa.

de la vida; en un proyecto para lahumanidad. Esta claro hoy en díaque la Iglesia no tiene el monopo-lio de esta cuestión. Es hora deaunar sensibilidades éticas, eco-nómicas, sociales, religiosas o hu-manistas, si se quiere”. Como de-cía el ex ministro del Líbano, Dim-yanos Kattar, “lo que estos paísesnos piden a los europeos es quenos pongamos a crear conciencia,no a buscar soluciones. La Unióneuropea tiene que jugar un papelde diálogo político. Esta es su pri-mera misión, sobre todo en estosmomentos en los que se están re-dactando las Constituciones de di-ferentes países y en las cuales de-bería tener un lugar primordial lalibertad religiosa dentro del mar-co de respeto que se debe a lasminorías. Las bases para un nue-vo orden político y social deberíanser los valores universales que

respaldan la consideración por lagente y sus legítimos derechos”.

El destino histórico de los cris-tianos en Oriente Medio ha estadounido al dolor y al sufrimiento. Eldrama continúa. Unos se van, otrosse quedan. No por ello los cristia-nos han abandonado su fe. La pa-ciencia ha sido su virtud secular,en el marco de una sociedad islá-mica cuya ley les ha mantenido enun estatuto de segunda categoría.Es normal que pidan justicia y lu-chen por una sociedad más equita-tiva, que garantice sus derechosfundamentales y les permita viviren paz dentro de sus propios paí-ses de origen. Su futuro es compli-cado. Los apoyos políticos que pue-da dar Europa para promover lapaz, la justicia y la libertad serán,sin duda, bien recibidos.

AGUSTÍN ARTECHE GOROSTEGUI Misionero de África

Cristianos enel Medio Oriente

El número de cristianosen los países árabes se si-túa alrededor de los 16millones. Egipto, por sísolo, cuenta con entre 8 y10 millones. Le siguen Lí-bano, Siria, Jordania, Pa-lestina e Irak. Son cristia-nos cuyo origen se remon-ta a los comienzos delcristianismo, bien antes deque llegara el islam a es-tas tierras. No hay que ol-vidar a los cristianos inmi-grantes, de Filipinas, Indiay Sri Lanka, que se en-cuentran, por razones detrabajo, en Arabia Saudí ylos Emiratos Árabes.

El estatuto de los cris-tianos que viven en lospaíses árabes es diferentesegún las naciones. Líbanoes un caso particular. Es elúnico país árabe que noes musulmán. El Parla-mento está constituidopor cristianos y musulma-nes en la misma propor-ción: mitad y mitad. Enotros países, la ley islámi-ca se menciona como fun-damento del Estado. Entrelos dos sistemas se en-cuentra Siria, que es unEstado laico. El presidentede Siria es musulmán, pe-ro su legislación garantizala libertad religiosa.

La situación política enesta parte del mundo seha vuelto tan complicaday difícil para las minoríasreligiosas que estas optanpor el exilio en proporcio-nes escandalosas.


P R I M E R P L A N O

Hay un récord bastante pe-culiar ostentado por Gui-nea Bissau: desde su inde-pendencia de Portugal en

1974, ninguno de sus presidentesha conseguido agotar un mandatocompleto. De ello se han encarga-do sus militares, que, desde el año1980, han interrumpido el ordenconstitucional hasta en diez oca-siones. La última vez fue el 12 deabril de este año. Los militares gol-pistas alegaron que su intenciónera abortar los planes del Ejecuti-vo de reducir el número de efecti-vos del Ejército. En cuanto toma-ron el poder, pusieron bajo arrestoal primer ministro, Carlos GomesJunior, y también al presidente in-terino, Raimundo Pereira. Pareceque los militares no querían repe-tir el “error” cometido el mes an-terior en Malí, donde a los oficia-les que provocaron otro cuartelazose les escapó el derrocado presi-dente Amadou Toumani Touré.

Dadas las circunstancias, a po-cos les sorprendió encontrar a lossoldados patrullando las calles deBissau. Faltaban pocos días para lasegunda vuelta de las eleccionespresidenciales, previstas para el 29de abril. El primer ministro CarlosGomes Junior era el único candi-dato, después de que el antiguopresidente Kumba Yala se retiraracomo protesta contra lo que de-nunció como “un fraude”. Las elec-ciones se habían convocado tras lamuerte, el pasado mes de enero,del presidente Malam Bacai San-ha, quien falleció tras una largaenfermedad. Pero lo que a los mi-litares les preocupaba más eran losplanes de reducir los efectivos delEjército, que actualmente cuentacon 12.000 hombres, un númerodesproporcionado para un país deapenas un millón y medio de ha-bitantes. Uno de los temas quehan hecho saltar chispas entre los

militares ha sido la presencia de200 oficiales de Angola, que hanrealizado durante el último año la-bores de adiestramiento y reformadel Ejército de Guinea Bissau. Unode los pocos argumentos aducidospor los golpistas –que han hecho

muy pocas declaraciones desdeque intervinieron– era que que-rían evitar una “intervención ex-tranjera” para eliminar el Ejército.

Y es que el problema de fondoes otro: los militares, en este pe-queño país de marismas y algo

Guinea Bissau es hoy un Estadocon un lucrativo mercado de la

droga controlado por los militares.


más de 200 islas, temen perdersus privilegios. Guinea Bissau es

un verdadero “narco-Estado”, unembudo por donde fluye hacia Eu-ropa la cocaína que llega desdeAmérica Latina; y todo el mundosabe que el Ejército controla estelucrativo comercio. Ha habido in-cluso casos de oficiales que se hanapropiado de alijos de droga in-cautados por la policía; una fuerzadel orden que se encuentra tanmal dotada que no es raro ver alos agentes utilizar el transportepúblico cuando acaban de practi-car una detención y tienen que lle-var al sospechoso a comisaría.

La Unión Africana, siguiendo loque es su política habitual en estoscasos, suspendió con efecto inme-diato a Guinea Bissau de su orga-nización, hasta que se haya resta-

blecido el orden constitucional. Es-te organismo dijo también que pe-dirán la imposición de sancioneseconómicas contra los nuevos man-datarios. Por su parte, el bloqueque aglutina a los países de Áfricadel Oeste, ECOWAS, envió al presi-dente de su Comisión, Kadre De-siré Ouedraogo, para intentar ha-cer entrar a los militares en razón.Al final de sus negociaciones, el se-ñor Ouedraogo declaró que los lí-deres golpistas habían accedido adevolver el poder a un Gobiernocompuesto por civiles, pero sin uncalendario para poner esto enpráctica. También pidió la libera-ción de todos los políticos deteni-dos, especialmente del primer mi-nistro. A ECOWAS se le ha acusadode una gran tibieza a la hora de ac-tuar en Guinea Bissau, ya que su

proceder en este país ha contrasta-do con su mayor decisión en el ca-so del golpe de Estado de Malí.

A la nueva Junta Militar pareceque estas amenazas le importanbastante poco. A los dos días delgolpe –después de que Portugal, laantigua metrópoli, anunciara el en-vío de dos navíos militares y unavión de sus fuerzas armadas parauna posible evacuación de sus ciu-dadanos presentes en el país–, ce-rraron todas las fronteras por aire ypor mar. Parece que los golpistas te-mían que los barcos de guerra por-tugueses pudieran tener otras in-tenciones. Hacía pocos días, la Co-munidad de Países de Lengua Por-tuguesa propuso una intervenciónmilitar en Guinea Bissau bajo unmandato definido por el Consejo deSeguridad de Naciones Unidas.

Malí, amenazadopor tres frentes

Pocas semanas antes de la aso-nada de Guinea Bissau, había sidoel turno de Malí, uno de los países


El golpe se ha producido en mediodel proceso electoral que vivía elpaís para elegir nuevo presidente.

El primer ministro de Guinea Bissau, Carlos Gomes (d),y el presidente, Raimundo Pereira (i), ambosderrocados tras el golpe de Estado del 12 de abril.

de África occidental consideradoscomo más estables y democráticos.Todo empezó el 21 de marzo conun motín, cuando el ministro deDefensa maliense visitó el cuartelgeneral del Ejército en Kati, a 15 ki-

lómetros de Bamako. El ministrohabía venido con intenciones decalmar a los militares, que llevabanvarias semanas manifestando ungran descontento debido a los cho-ques armados contra los rebeldestuaregs en el norte del país, perono les ofreció una respuesta clara asus reivindicaciones.

Aunque el norte de Malí siem-pre ha tenido un conflicto de bajaintensidad con los famosos hom-bres del desierto, sus filas insur-gentes han crecido mucho durantelos últimos meses, al volver de Li-bia muchos mercenarios de esta et-nia que lucharon en el ejército deGadafi. Llegaron incluso con arma-mento pesado y, durante varias se-manas, lanzaron ataques que des-moralizaron a un Ejército que nohacía más que quejarse de tenerpocos medios. Así las cosas, duran-te la visita del ministro las tropasempezaron a tirar piedras y a dis-parar al aire. Lo que comenzó co-mo un incidente de indisciplinapronto se convirtió en una marchapor Bamako, en la que tomaron la

radiotelevisión estatal, rodearon elpalacio presidencial y detuvieron avarias personalidades políticas. Almismo tiempo, en el norte delpaís los soldados encerraron a suspropios superiores en los cuarteles.

Durante las dos últimas déca-das, Malí ha sido un ejemplo de es-tabilidad política y juego democrá-tico para África occidental, pero alfinal ha sucumbido a tres amena-zas crecientes en los últimos tiem-pos: el terrorismo islámico, el re-torno de mercenarios de la revolu-ción libia y la rebelión tuareg en elnorte. Aunque los militares golpis-tas acusaron al derrocado Gobier-no de Touré de no saber controlarla situación, sus propias actuacio-nes han revelado que ellos son mu-cho más incompetentes.

A la semana del pronuncia-miento, muchas cosas no estabannada claras. Para empezar, se des-conocía el paradero del presidenteAmadou Toumani Touré, quien, fi-nalmente, pudo huir del país consu familia un mes después delpronunciamiento y marchar a



Senegal. Por su parte, las decla-raciones públicas de los nuevos

dirigentes estuvieron llenas decontradicciones: el capitán Ama-dou Sanogo, líder de los golpistas,se cansó de repetir que no permi-tirían desórdenes públicos, al mis-mo tiempo que sus hombres sa-queaban comercios y estaciones decombustible. Pero lo más sorpren-dente de todo fue que los militaresjustificaran su acción por la su-puesta falta de decisión de Touré ala hora de terminar con la rebelióndel norte, y que durante los díasque siguieron al golpe los rebeldesaprovecharan la confusión paraconquistar nuevas guarnicionesmilitares y pueblos, desoyendo losllamamientos de Sanogo a una ne-gociación de paz. El 6 de abril de-claraban la independencia de laszonas bajo su control, incluyendola histórica ciudad de Tombuctú.Ninguna nación del mundo ha re-conocido al supuesto nuevo país.

La condena internacional ha si-do unánime. La Unión Africana,

como ocurre cada vez que hay ungolpe de Estado, suspendió a Ma-lí. La Unión Europea paralizó to-dos sus programas de ayuda al de-

sarrollo hasta que se restaure elorden constitucional. La ONU tam-bién pidió la vuelta a la democra-cia. A lo más que han llegado losgolpistas, bajo una gran presióninternacional, ha sido a poner enla Presidencia a un civil, el presi-dente del Parlamento DioncoundaTraoré, uno de los tres candidatoscon más posibilidades de ganarlas elecciones que estaban previs-tas para el 29 de abril, y que elgolpe pospuso sine díe. Pero tam-poco esta concesión consiguió es-tabilizar la situación: el 30 deabril hubo verdaderas batallascampales en las calles de Bamakoy, al día siguiente, los militares di-jeron haber derrotado un intentode “contragolpe”.

Miedo al terrorismo islámico

En la escena internacional, ha-ce ya bastantes años que Malí erael centro de muchas preocupacio-nes, sobre todo por la extensión,


El capitán Amadou Sanogo, jefe del grupo militar que ha depuesto al presidente maliense, Amadou Toumani Touré, en rueda de prensa.

en su aislado y desértico norte, delos radicales islamistas de Al Qae-da en el Magreb. Algunos paísesvecinos, como Argelia y Maurita-nia, pensaban también que el Go-bierno de Touré no estaba actuan-do con suficiente decisión contra

esta amenaza. Este grupo terroris-ta se mueve, desde hace pocosaños, por amplias zonas del norteque están muy despobladas, y tan-to Francia como Estados Unidosenviaron tropas para reforzar lacapacidad de los militares malien-ses. Finalmente, el peor de los es-cenarios se materializó y el país seha dividido ahora en dos, con elnorte en manos de los islamistasradicales y los rebeldes tuaregs.Estos últimos tienen una ideologíabastante más laica que sus com-pañeros de rebelión. Preocupa mu-cho que en pocas semanas las filasde Al Qaeda en el Magreb se hanreforzado con la llegada de cientosde voluntarios de países como Tú-nez, Argelia y Libia.

Una de las acciones más llama-tivas de estos radicales ha sido ladestrucción en Tombuctú de latumba de Sidi Mahmoud BenAmar, considerado un santo en latradición islámica sufí. Los com-batientes islamistas no respetan

estas prácticas y condenan la ve-neración de santos como unapráctica idólatra. El hecho da ideade cómo se las gastan los nuevosdueños del norte del país. La ciu-dad de Tombuctú, fundada en elsiglo XII y que ha sido declaradapor la UNESCO Patrimonio de laHumanidad, alberga tres grandesmezquitas construidas en el sigloXIV y tiene también 16 cemente-rios y mausoleos que podrían serlas siguientes víctimas culturalesdel fanatismo.

Con el golpe de Estado y elavance de los radicales, se tiranpor tierra los esfuerzos realizadosdurante las últimas décadas parahacer levantar cabeza a uno de lospaíses más pobres del mundo. Tan-to el derrocado general Touré co-mo su antecesor en la presidencia,Alpha Oumar Konaré, habían lo-grado que la economía maliensecreciera y habían emprendido im-portantes obras de infraestructu-ra. En 2011 el crecimiento econó-mico llegó a ser de un 5,3%, sobretodo por la buena gestión de la ex-portación del oro. Touré habíapuesto en marcha importantesmedidas de tipo social, como laextensión de centros de salud, elaumento de las viviendas socialeso la gratuidad de los medicamen-tos antirretrovirales para los infec-tados del VIH. También había lo-grado sacar adelante –a pesar deuna fuerte oposición– el Código dela Familia, que reconocía la igual-dad de la mujer y su derecho a he-redar propiedades. Al final, es tris-te constatar algo demasiado fre-cuente en África: que quienes tie-nen las armas en la mano, ya setrate de militares golpistas o re-beldes radicales, pueden destruiren muy poco tiempo grandes con-quistas sociales y económicas con-seguidas con mucho esfuerzo.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ



Malí se encuentra dividido en dos,con el norte en manos de los rebeldestuaregs y los radicales islamistas.

Este mes de junio Río de Janeiro acoge una Conferenciade la ONU que busca dar un impulso a la Cumbre de laTierra de 1992, que marcó el camino para frenar losabusos contra el medio ambiente. Una hoja de ruta quetanto los países industrializados como los que están envías de desarrollo no aplican de forma decidida. No asíla Iglesia, que se toma en serio la responsabilidad delhombre como centinela de la creación y se muestra re-suelta a ejercer una importante labor de salvaguardia delas comunidades indígenas que ven sus selvas y sus ríosamenazados por un desarrollo, a todas luces, insostenible.

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a la atmósfera. Pone además cues-ta arriba conseguir el marco insti-tucional para el desarrollo soste-nible que se espera cerrar en laConferencia de Naciones UnidasRío+20, que se celebrará del 20 al22 de junio, con motivo del 20 ani-versario de la Cumbre de la Tierrade 1992. Está previsto que partici-pen en la misma más de 50.000expertos, entre ellos una delega-ción de la Santa Sede.

Será en la populosa ciudad bra-sileña donde otro de esos ecotér-minos busque su lugar: la econo-mía verde. Para el profesor Vin-cenzo Buonomo, de la Universi-dad Lateranense de Roma, se tra-ta no tanto de unos principiosnormativos, como de “una pers-pectiva que se refiere a la vida delas personas, de la economía, y,aún más, a los modos a través delos cuales proteger el ambiente”.Desde una mirada más teológica,Buonomo destaca que “no solo es-tamos llamados a ser custodios dela creación, sino quienes concu-rren y siguen en su obra”. Son es-tas premisas las que guiarán eltrabajo del Vaticano en Río, conun objetivo claro: situar a la per-

esertificación, deforesta-ción, pérdida de suelo fér-til, abandono del campo,disminución de la biodi-

versidad, contaminación, efectoinvernadero, cambio climático...Las palabras que describen lasamenazas que se ciernen sobre elmedio ambiente se acumulan unatras otra. Una sucesión inversa-mente proporcional a los recursosque parecen destinados a frenarlascon la actual coyuntura económicacomo telón de fondo. El hermano

sol y la hermana luna que con-templaba Francisco de Asís inten-tan hacerse hueco entre la polu-ción, los intereses electoralistas yel peso del poder económico.

Ahí están los resultados de laCumbre de Durban sobre el Cam-bio Climático, celebrada el pasadomes de diciembre en Sudáfrica.Descafeinada en unos compromi-sos, que se acordaron in extremis,y que convierten en utopía los mí-nimos prorrogados de Kioto sobrela emisión de gases contaminantes

DD


sona humana en el centro de lasostenibilidad ambiental.

Y es que, si Pablo VI ya adver-tía de las consecuencias que parael hombre tendría la explotaciónindiscriminada de la naturaleza, elbeato Juan Pablo II denunció la“crisis ecológica” cuando, en 1990,en la Jornada Mundial de la Paz,explicó que “es el respeto a la vi-da y, en primer lugar, a la dignidadde la persona humana la normafundamental inspiradora de un sa-no progreso económico, industrialy científico”. El Papa polaco mos-tró en varios discursos su preocu-pación por las formas estructura-les de pobreza, la ausencia de unaética del trabajo y la herencia querecibirán las generaciones futuras;para él “la protección del medioambiente no es solo una cuestióntécnica, sino también y, sobre todo,una cuestión ética”, como recorda-rá en 1999 en la exhortación apos-tólica postsinodal Ecclesia in Asia.

Benedicto XVI tomo el relevodel papa Woijtyla con un empeñotal que, desde los movimientos endefensa de la naturaleza, se lepresenta ya como “el Papa ecolo-gista”. Su pontificado está salpica-do de intervenciones e iniciativasen las que ha ido configurando loque él mismo llama “ecología del

hombre”. En uno de los discursosclave en esta materia, el pasadomes de septiembre, ante el Bun-destag alemán, señaló que “tantohoy como ayer se ha olvidado de-masiado. También el hombre po-see una naturaleza que debe res-petar y que no puede manipulara su antojo arbitrariamente. Elhombre no es solamente una li-bertad que él se crea por sí solo.El hombre no se crea a sí mismo.Es espíritu y voluntad, pero tam-bién naturaleza, y su voluntad esjusta cuando escucha la naturale-za, la respeta y cuando se aceptacomo lo que es”, subrayó.

Conflictos socialesAsí pues, la mirada del Papa

alemán pide al hombre, en el cen-tro de la creación, que ejerza suresponsabilidad, consciente de losconflictos sociales que genera elcontrol de los recursos naturales.Con este referente, las Iglesias par-ticulares alzan su voz de denunciaante los diferentes conflictos ge-nerados en sus comunidades indí-genas por la explotación de sus te-rritorios a manos de terceros.

En este sentido, el seminarioorganizado en Lima, hace ahoraun año, por el Departamento deJusticia y Solidaridad del Conse-

En Ecclesia inn AAsia se apunta que “laprotección del medio ambiente no es solouna cuestión técnica, sino también ética”.


jo Episcopal Latinoamericanopara reflexionar sobre las “in-

dustrias extractivas” (la minería ylos hidrocarburos), y en el queparticiparon 17 países, parece ha-ber marcado la estrategia de ac-ción. Al arzobispo de la diócesisperuana de Huancayo, Pedro Ri-cardo Barreto, máximo responsa-ble del encuentro, no le tembló lamano a la hora de advertir de quelas actividades industriales gene-ran una contaminación que “per-dura por miles de años, provo-cando graves enfermedades y mu-taciones genéticas”, además de ladestrucción del patrimonio na-tural de las regiones afectadas.

Pero quizá una de las aporta-ciones más interesantes de mon-señor Barreto es haber puesto lamirada sobre los que él llama “re-

fugiados ambientales”; esto es, so-bre el fenómeno migratorio prota-gonizado por comunidades obliga-das a dejar su tierra cuando unaempresa extractiva llega a su re-gión. “Es cierto que estas activida-des generan puestos de trabajo,pero estos son por tiempos limita-dos y, en muchos casos, en situa-ciones de subcontratas que lesio-nan los derechos de los trabajado-

res”, lamenta el arzobispo –ame-nazado de muerte por reflexionescomo estas–, quien enumera lasclaves para frenar lo que conside-ra unos abusos del modelo socioe-conómico vigente: “un desarrolloque sea humano, integral, solida-rio y sostenible”.

Aquel encuentro de Lima hatraído consigo una mayor implica-ción de las diferentes Conferen-

cias Episcopales de la región, quehan incluido como prioritaria lacuestión ecológica en sus agendaspastorales. Así, hace unas sema-nas, los obispos ecuatorianos fir-maban la declaración Cuidemosnuestro planeta, donde la éticaecológica se traducía en una de-nuncia firme: “Podemos vivir sinoro, pero sin agua, jamás”. Es surespuesta a la manera en la que seestán llevando a cabo las licitacio-nes de las explotaciones petrole-ras y mineras del país puestas enmarcha por el Gobierno de RafaelCorrea, que a inicios de marzo dioluz verde a un contrato con la em-presa china Ecuacorriente paracrear el primer megaproyecto mi-nero del país, de los otros cuatroque tiene previstos.

Como respuesta a este acuerdode explotación para los próximos25 años, el 22 de marzo tuvo lugaruna marcha indígena de 700 kiló-

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metros, que llevó a 15.000 campe-sinos hasta Quito. La opinión pú-blica ha cuestionado al presidente,a pesar de que este haya anuncia-do que exigirá a la empresa unfondo de restauración en caso deque se produzca algún episodio decontaminación. Sobre todo, tenien-do en cuenta que resulta, al me-nos, goloso buscar dueño para los70.000 millones de dólares en oroque esconde el suelo ecuatoriano,más los 190.000 millones en plata.

“La cordillera del Cóndor es unlugar sagrado para nuestro pue-blo. Con esta decisión, se deja lapuerta abierta para que hagan loque quieran con nuestros recur-sos”, lamentaba Salvador Quish-pe, prefecto de la provincia de Za-mora Chinchipe, perteneciente a laetnia saraguro. Preocupados por“la vida y la salud de las comuni-dades”, los obispos han exigidoque se cumplan todos los protoco-

los que marca la Constitución, es-pecialmente la consulta previa alas comunidades afectadas y la ela-boración de informes previos sobrelos efectos de estas actividades.

El don de la naturalezaEsta nueva fiebre del oro no

afecta solo a Ecuador, entre otrascosas porque el 45% del cobre, el50% de la plata y el 20% del oro que se mueven en el mundo salende América Latina. Apenas un mes

antes que la Iglesia ecuatoriana,los obispos de Bolivia presentabanla carta pastoral sobre medio am-biente y desarrollo humano llama-da El universo, don de Dios para lavida, que plantea una mirada críti-ca al modelo global de consumo yal derroche de recursos naturales.Se trata de un documento emi-nentemente práctico, en el que seapuesta por un tratamiento ade-cuado de los residuos sólidos, eluso racional del agua, el control delas fuentes de energía, priorizar elconsumo de alimentos y productosecológicos, y concienciar en la fa-

milia, en la comunidad educativa yen el trabajo sobre la necesidad decambiar el estilo de vida. Durantesu presentación, el obispo de El Al-to, Jesús Juárez, hizo hincapié enla explotación indiscriminada deminerales, maderas e hidrocarbu-ros, los efectos de las plantacionesilegales de coca sobre las reservasnaturales, y el uso desmesuradode pesticidas y fertilizantes.

Perú, Chile y Colombia tambiénven cómo los campesinos y sus

pastores se han levantado contrala inversión de grandes multina-cionales. En algunos casos se hanfrenado, al menos de momento,echando mano del “Convenio 169sobre pueblos indígenas y triba-les” de la Organización Interna-cional del Trabajo, que exige con-sultar a las comunidades sobrecualquier alteración en sus terri-torios. Es el argumento de baseque están utilizando en la regiónandina de Cajamarca (Perú), dondela población, con apoyo de las co-munidades parroquiales y con-gregaciones religiosas, se ha


Las Conferencias Episcopales de AméricaLatina han incluido en sus agendas,

como prioritaria, la cuestión ecológica.

lanzado a la calle para protestarpor los daños irreversibles que

en sus reservas de agua tendrá elproyecto Conga, que busca vaciarcuatro de sus lagunas: dos paraextraer oro, y las otras dos, paraguardar los desechos mineros. Enla Patagonia chilena, frente al re-chazo popular a la creación decuatro mega-diques, que provoca-rán la inundación de 5.600 hectá-reas del ecosistema forestal, con elcorrespondiente daño a la agricul-tura, la Justicia ha dado luz verdeal llamado proyecto HidroAysén.“Los habitantes de Aysén pidenun referéndum sobre el asunto,aunque confían en el Consejo deMinistros”, defiende el obispo delvicariato apostólico de Aysén, Lui-gi Infanti della Mora.

Esta realidad que viven en Ca-jamarca y en la Patagonia –de mo-mento, ambas iniciativas empresa-riales siguen adelante– pone de re-lieve otro de los recursos clave quese ven amenazados: el agua. Se es-conde aquí el que muchos consi-deran el mayor conflicto geopolíti-co del siglo XXI. La prueba es quese cree que en 2025 la demandadel llamado “oro azul” será un56% superior a su suministro. Hoypor hoy, se necesitaría un 20%más de agua para abastecer a los6.250 millones de habitantes delplaneta. La errada gestión y distri-bución de los recursos hídricos y ladesertización hace que las conse-cuencias en este sentido sean difí-ciles de prever. Consciente de ello,Juan Pablo II creó una fundación

en Sahel –una región situada en elcorazón de África, de cuatro millo-nes de kilómetros cuadrados– quebusca paliar los efectos de la de-sertificación en uno de los lugarescon más pobreza del planeta.

Frente a estos ataques a la na-turaleza, el compromiso de los mi-sioneros con la tierra que les haacogido se ha hecho más fuerte y,en muchos casos, les ha llevado aencabezar algunos movimientos ya verse obligados a pasar por si-tuaciones insospechadas. Es lo quele sucedió al hermano de La SallePaul McAuley, que tuvo que lidiardirectamente con el Gobierno delya ex presidente Alán García cuan-do su apuesta por preservar elAmazonas se topó con intereseseconómicos y electoralistas. Aun-que trabaja en Perú desde hacemás de dos décadas, dedicado a laeducación y las labores pastorales,fue en 2004 cuando los quebrade-ros de cabeza aumentaron para es-te británico, al ponerse al frente de

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La desertización y una mala gestión delos recursos hídricos han puesto en

serio peligro el futuro suministro de agua.


Red Ambiental Loretana, una orga-nización que busca proteger a laspoblaciones indígenas de la Ama-zonía en la región de Iquitos.

El momento de mayor tensiónse produjo en julio de 2010, cuan-do se firmó una orden de expul-sión contra él, por participar acti-vamente en eventos públicos ymanifestaciones, así como porejercer de portavoz y sacar a la luzlos vertidos petroleros en el granrío de América Latina. “Ya no hayningún problema. Lo irónico esque quienes firmaron mi expulsiónya no tienen cargos gubernamen-tales”, recuerda el sacerdote.

Lo cierto es que aquel episodio–que le llevó a ser portada en losdiarios peruanos y a llamar laatención de la BBC, medios querealizaron un seguimiento del ca-so– quedó atrás, y el padre McAu-ley continúa, de nuevo en el si-lencio, trabajando, con nuevos re-tos, por la defensa del entorno,pero, sobre todo, de los hombres y

mujeres que lo habitan. “Nuestroecosistema es frágil y la amenazaes inminente. La nueva ley fores-tal permite hacer concesiones sinlímite a las empresas en lotes de40.000 hectáreas para generar,por ejemplo, biocombustible”.

Todas estas realidades son fru-to, en parte, de la deuda contraí-da por los países menos desarro-llados y los emergentes –China yBrasil a la cabeza–, que, en su de-seo de crecimiento y de entrar enla carrera económica, hacen pri-mar la productividad con modelosde producción de alto impactomedioambiental, por encima delos peajes que la naturaleza ten-ga que pagar. Pero el agujero enla capa de ozono y el cambio cli-mático también son responsabili-dad de ese primer mundo que mi-ra para otro lado, como si el Cán-tico de las criaturas de san Fran-cisco de Asís se tratara solo deuna plegaria del pasado.

JOSÉ BELTRÁN

o ha sido el padreMcAuley el único mi-sionero que ha estado

en el punto de mira del expresidente peruano Alán Gar-cía, que en 2007 no dudó enllamar "falsos Cristos" a aque-llos religiosos que se opusie-ron a los planes mineros desu Ejecutivo. Así le ocurrió alpasionista italiano Mario Bar-tolini, que tuvo que sentarseante un tribunal, acusado deun delito de rebelión porprotestar contra la expropia-ción de unos terrenos en ple-na selva amazónica, en Ba-rranquita. Finalmente fue ab-suelto, en una sentencia queha sentado jurisprudencia,pues el juez admitió que ca-da una de sus manifestacio-nes las había realizado obe-deciendo a su misión, si-guiendo los principios de laDoctrina Social de la Iglesia.

Y es que los extranjerosque viven en el país andinotienen restringidas por leysus actividades públicas –porejemplo, promover una huel-ga o una protesta–, por loque esta decisión judicialabre la vía de actuación, nosolo a los misioneros "ecolo-gistas", sino a todos aquellosque, como parte de su laborevangelizadora, se compro-metan con lo recogido enAparecida, donde se hablade una "explotación irracio-nal" del entorno: "Acompa-ñamos a los pueblos indíge-nas y originarios en el forta-lecimiento de sus identida-des y organizaciones pro-pias, la defensa del territo-rio, una educación intercul-tural bilingüe y la defensade sus derechos".


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La Justicia, con losmisioneros “ecologistas”

misioneros nº 126

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