misioneros nº 149

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SNº 149 NOVIEMBRE AÑO 2014

T E R C E R M I L E N I O

Pese a que gran parte de la pobla-

ción sigue viviendo en la pobreza,

desde que se alcanzó la paz en

Mozambique el país ha entrado

en una senda de calma y progreso.

14

en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 149. NOVIEMBRE, 2014

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSLiebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores


IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

En los últimos años el mundo asiste aterro-

rizado a un auge del yihadismo que indigna

a los propios musulmanes. ¿A qué se debe

este brote de violencia? ¿Cuáles son las raí-

ces de esta auténtica enfermedad del islam?

INFORME

La primera fase del Sínodo de la Familia,

celebrada entre el 5 y el 19 de octubre,

abordó asuntos de vital interés para la

familia en los países de misión, como la

pobreza, las migraciones y la violencia.

7 TRIBUNA In Memoriam...

10 EL OBSERVADORPAKISTÁN - INDIAR. D. DEL CONGO

20 ASÍ VA EL MUNDOBOLIVIA - MÉXICO

36 ENTREVISTAJuan José Aguirre, misionero comboniano,obispo de Bangassou(República Centroafricana)

41 ANIMACIÓN MISIONERA

45 CARISMASCeladoras del Reinado del Corazón de Jesús

48 CULTURANiños acusadosde brujería

53 EL CUARTO MUNDO

56 MISIÓN VIVABlanca Serres y David Guillén, laicos misioneros

24

30

Solidaridad es una pala-

bra que no cae bien

siempre”. Lo advertía

el papa Francisco du-

rante la celebración del Encuentro

Mundial de Movimientos Popula-

res que ha tenido lugar en el Vati-

cano del 27 al 29 de octubre.

Y no hay que bucear mucho en

la actualidad informativa para dar-

se cuenta de ello. Basta con ver

cómo queremos poner barreras a

la inmigración, con la intención de

que no nos roben un considerado

“bienestar”, que hemos construido

expoliando las riquezas y el futuro

de aquellos que hoy quieren saltar

la valla, que hoy se ven obligados

a jugarse la vida para recuperar,

como sería de justicia, parte de lo

que les hemos quitado. Y sin im-

portarnos, además, ignorar nues-

tras propias y sacrosantas leyes

sobre libertad y derechos huma-

nos. Basta con ver cómo hemos

reaccionado ante el ébola, cómo

no queremos correr el más míni-

mo riesgo, ni siquiera por soco-

rrer a aquellos –nuestros misione-

ros y misioneras– que han ido a

servir a los pueblos más necesita-

dos, para advertir que la solidari-

dad está en desuso en nuestras

sociedades. Con razón, los misio-

neros presentes en nuestro país,

agrupados en el Servicio Conjunto

de Animación Misionera (SCAM),

han lamentado, con relación a la

psicosis despertada por esta en-

fermedad, las “reiteradas mues-

tras de egoísmo, individualismo y

cerrazón” que supone “esta exa-

gerada preocupación solo por

‘nuestros’ problemas –por nuestra

seguridad–”, la cual conlleva el ol-

vido, más grave aún, el desprecio,

de los países que más sufren y

que son los que de verdad están

poniendo los muertos.

Por eso, frente a estas mues-

tras, que podrían ser muchas más,

de esa gongorina actitud del “an-

de yo caliente y ríase la gente”, el

papa Francisco ha querido revalo-

rizar, subrayar la importancia que

para la humanidad tiene una pala-

bra, “solidaridad”, que supone to-

da una forma de concebir la vida;

porque, como ha destacado, “en-

tendida en su sentido más hondo,

es un modo de hacer historia”. Y

vaya que sí. Porque, más allá de

algunos actos de generosidad es-

porádicos, la solidaridad es, subra-

ya el Papa, “pensar y actuar en

términos de comunidad, de priori-

dad de vida de todos sobre la

apropiación de los bienes por par-

te de algunos”. Buena lección para

los corruptos. Pero, prosigue,

“también es luchar contra las cau-

sas estructurales de la pobreza, la

desigualdad, la falta de trabajo,

tierra y vivienda, la negación de

los derechos sociales y laborales.

Es afrontar los destructores efec-

tos del imperio del dinero: los des-

plazamientos forzados, las emigra-

ciones dolorosas, la trata de perso-

nas, la droga, la guerra, la violen-

cia y todas esas realidades que

muchos sufren y que todos esta-

mos llamados a transformar”.

La solidaridad es, cuando me-

nos, un acto de justicia del que

no se puede prescindir; una

muestra de amor hacia el otro,

que no podemos despreciar ni ol-

vidar, porque está en el centro

del Evangelio. Nuestros misione-

ros y misioneras están convenci-

dos de ello. La practican a diario

y la descubren de una manera

muy especial entre los pobres, en-

tre los que sufren, porque nadie

mejor que ellos, que no tienen

ninguna riqueza material, com-

prende que la verdadera riqueza

está en el otro, en la familia, los

amigos, la comunidad... Es la soli-

daridad popular, un pedazo de

Evangelio hecho pueblo, “un mo-

do de hacer historia”.

E D I T O R I A L

EDITA: Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL DE OMP: AnastasioGil DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES RosaLanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán, An-tonio José Molina, José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez,

Modeste Munimi, José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, JoaquínMartínez, Juan Lázaro Sánchez, Vicente Marqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36


La solidaridad es un acto de justicia del queno se puede prescindir, una muestra de

amor hacia el otro, que no podemos olvidar.

SOLIDARIDAD, más que una palabra

“

I G L E S I A A F O N D O

14 misioneros NÚM. 149, NOVIEMBRE DE 2014

El mundo del islam es un caos actualmente. Durante variasdécadas, su discurso en muchas mezquitas, medios de comu-nicación y escuelas ha alimentado la violencia… Han criadoserpientes venenosas, que ahora se vuelven contra ellos. ¿Aqué viene este auge del yihadismo, que indigna a los propiosmusulmanes y que acaba también asesinándolos a miles?

Es seguro que algún eruditoen filología árabe haría ob-servar que se está emplean-do de manera incorrecta la

palabra “yihad”, cuyo sentido ori-ginal nada o poco tiene que vercon la guerra o la violencia. Estan-do de acuerdo en ello, habría quehacer notar que, hoy por hoy, malo bien empleada esta palabra, todoel mundo entiende que, cuando sehabla de “yihad” y de “yihadismo”,nos estamos refiriendo a la violen-cia ejercida por los grupos arma-dos que, en nombre del islam, tra-tan de imponer por la fuerza suproyecto político-religioso de ins-taurar una teocracia, basada en lasharia o ley islámica. El ejemplomás palpable lo tenemos en laproclamación del Estado Islámico(EI), o Daech, en árabe, el primerdía del Ramadán de este año.

El nuevo Estado Islámico es larealización de una utopía, la vuel-ta a un pasado obsoleto, la nega-ción de la modernidad, el maridaje

de la religión y de la política, la de-jación de la religión en manos delos políticos, el abandono de la es-piritualidad, la puesta en marchade una ideología que pretende re-gir la sociedad a base de moralis-mo puritano y de fanatismo, unproyecto que solo conduce a la ex-clusión y al rechazo del otro, alodio y a la crueldad inmisericorde.La guerra que están llevando a ca-bo en nombre del islam es, en su-ma, la perversión de los valores re-ligiosos y la negación de los dere-chos humanos más fundamentales.No es algo inédito. Argelia en losaños 90, Sudán, Somalia, Egipto,Nigeria, Irak, Siria... son un ejem-plo de su manera de actuar. Allídonde consiguen instalarse, se re-produce el mismo esquema: aplica-ción a ultranza de la ley islámica,control de las conciencias indivi-duales, falta de libertad de expre-sión, ejecuciones públicas, castigoscorporales, ostracismo de la mujery exclusión de las minorías, como

es el caso de los chiíes, yazidíes,cristianos, judíos, kurdos y turco-manos, en estos momentos. Paraellos no hay leyes civiles ni inter-nacionales. Así hay que entender-lo, a la hora de juzgar los últimossecuestros y asesinatos de perio-distas y reporteros internacionales.El último ha sido el del montañerofrancés Hervé Gourdel, ocurrido el24 de septiembre en Argelia.

Estas acciones bárbaras no ha-cen, precisamente, propaganda delislam. Es más bien motivo de tris-teza. “El islam es una religión depaz”, dicen la mayoría de los mu-sulmanes, condenando los críme-nes cometidos en su nombre porlos miembros de este nuevo califa-to. Y, sin embargo, tanto los vio-lentos como los pacíficos se refie-ren a las mismas fuentes coránicaspara reclamar ya sea la violencia,ya sea la paz. ¿Quién tiene razón?

Raíces históricasLa verdad es que el yihadismo

violento que conocemos tiene raí-ces históricas y culturales muy le-janas. La yihad, en realidad, tienemucho que ver con los orígenes dela religión musulmana. El islamnació en un contexto de rechazosocial, de éxodo y de escaramuzasguerreras, emprendidas primero

en vida del mismo Mahoma, y, lue-go, por sus sucesores. La conquistafulgurante del Magreb y del MedioOriente es motivo de orgullo paralos musulmanes. Los grupos isla-mistas no dudan en referirse a estepasado histórico.

Pero el yihadismo que ahora nosconcierne tiene que ver, sobre todo,con los movimientos de reformamusulmana, nacidos a comienzosdel siglo XIX y que se han desarro-llado bajo diferentes formas hastanuestros días. Uno de ellos –proba-blemente, el más influyente de to-

dos– fue eliniciado porlos Herma-nos Musul-manes des-pués de la

Primera Guerra Mundial. El funda-dor de este movimiento, activo so-bre todo en Egipto, Hassan al-Ban-

na, fue un maestro de escuela quese inspiró en los escritos de Rashid

Rida, otro reformista musulmán decomienzos del siglo pasado. La filo-sofía de los Hermanos Musulmanes,que en un principio solo pretendíael resurgir de la sociedad musulma-na a través de una vuelta a la reli-gión por métodos no violentos, hasido el que más ha inspirado la ac-ción de ideólogos como el egipcioSayyid Qutb y el indio Abul A’la

al-Maududi, cuyos escritos, difun-didos en todo el mundo, han sido elpunto de partida de muchos de losmovimientos radicales que conoce-mos: Al Qaeda, AQMI (Al Qaeda delMagreb Islámico), Ansar al Din, Al-Nosra, Ansar al-Sharia, MUYAO (Mo-vimiento para la Unicidad y la Yihaden África Occidental), Ansar al-Sun-na, Boko Haram... Todos ellos tienencomo objetivo apoderarse del poderpara instaurar la sharia.

Todos estos movimientos gene-ran en la comunidad musulmanauna fuerza de atracción considera-ble, pero su auge en estos momentoses más bien circunstancial. Su de-sarrollo se sitúa dentro de la diná-mica iniciada por las “primaverasárabes”, un proceso que comenzó

NÚM. 149, NOVIEMBRE DE 2014 misioneros 15

en Túnez y que poco a poco sefue extendiendo, con mayor o

menor éxito, a otros países: Libia,Egipto, Yemen y Siria. En este sen-tido, no se puede hablar sin másdel fracaso de estas movilizaciones.No hay que minimizar el resultado

de las “primaveras árabes”. Fue elgrito de “basta ya” de unas socie-dades hartas de la corrupción yabuso de poder de sus líderes. Cier-to es que algunos esperaban más,acaso la implantación de una socie-

dad secular. Pero esto suponía olvi-dar el arraigo de la religión musul-mana en todos estos países.

Se puede decir que en Túnez yen Egipto las “primaveras árabes”han servido para algo: en Egipto,para organizar las primeras elec-

ciones democráticas; y en Túnez,para eliminar de la Constitución lareferencia a la sharia. En cambio,han fracasado estrepitosamenteen Libia y Siria. El caos es total enestos dos países. A la madeja de

este desastre se añade ahora Irak.En esta nación se mezclan, comobuen caldo de cultivo para el au-ge de la violencia, la secular luchaentre suníes y chiíes; las especula-ciones de países como Irán, ArabiaSaudí y Turquía; el intervencionis-mo poco clarividente de los paísesoccidentales; las interferencias deIsrael, China y Rusia; los interesesde las compañías petroleras; y, porúltimo, el nacimiento del EstadoIslámico, denostado por todo elmundo civilizado, pero cebo parajóvenes en búsqueda de ideales,de aventura y de martirio. El mun-do del islam está cambiando, peronadie se resigna a modelarlo encolaboración con los demás; en eldiálogo, la confianza y el interéscomún. La mayoría ha optado porla violencia.

Eficaz propagandaLa propaganda islamista tiene

múltiples caminos para abrirse pa-so y ser eficaz. Su presencia se ha-ce notar en todo tipo de asociacio-nes, mezquitas, redes sociales y re-laciones interpersonales. Su men-saje encuentra un eco favorable entodos aquellos que quieren la ex-pansión del islam, pero, sobre to-


do, en personas que están en rup-tura con la sociedad y la familia,jóvenes o adolescentes en crisis deidentidad, idealistas en busca dealgo que dé sentido a sus vidas o asu deseo de hacer algo por los de-más. El modo de captación es lamanipulación sectaria. Sus propa-gandistas tienen éxito. Su proyectoes atrayente: una causa noble. Ofre-cen nada menos que el paraíso.

Las cifras de jóvenes que se de-jan seducir por el espíritu de laguerra santa aumentan cada vezmás. Se habla de un total de va-rios miles de jóvenes europeos ymagrebíes. No sabemos el númerode los que provienen de los paísesárabes, Pakistán e India. Las aso-ciaciones chiíes de este último paíscifran en 50.000 los voluntariosdispuestos a defender los lugaressantos del chiismo.

Un monstruo nacido del islam

Abdennour Bidar, musulmán yfilósofo francés, denuncia la situa-ción creada por el Estado Islámico.Dice que se trata de “un monstruo,nacido del propio seno del islam;un monstruo nacido de sus des-viaciones, sus contradicciones, sus

tira y afloja entre el pasado y elpresente, así como de su incapaci-dad para encontrar un sitio ade-cuado dentro de la civilización hu-mana”. Así lo expresa en una “Car-ta abierta al mundo musulmán”.Afirma, además, que detrás de es-te monstruo se esconde un in-menso problema, una crisis de es-piritualidad. El islam está enfermo,dice. Movimientos como Al Qaeda,Al-Nosra, AQMI y el Estado Islámi-co no son sino el síntoma visiblede un inmenso cuerpo enfermo,cuyas deficiencias crónicas son su“incapacidad para establecer de-mocracias duraderas, en donde sereconozca como derecho moral ypolítico la libertad de conciencia yde religión; la repugnancia a me-jorar la condición femenina en elsentido de la igualdad, de la res-ponsabilidad y de la libertad; la di-ficultad de instaurar el respeto, latolerancia y el reconocimiento delpluralismo religioso y de las mino-rías religiosas”.

En este mismo sentido, pero enun tono más moderado, se ha ma-nifestado también un grupo demás de 110 personalidades mu-sulmanas, judías y cristianas. Enel documento, publicado reciente-

mente, aceptan la parte que lescorresponde en este estado de co-sas, haciendo además una llamadaal compromiso por un mundo yuna sociedad más viable y frater-na. Dicen así: “Nuestro deber esir más lejos; es decir, compro-


I G L E S I A A F O N D O

meternos todos, judíos, cristia-nos y musulmanes, allí donde

vivimos, a trabajar en lo cotidianocomo artesanos de paz y de justi-cia, para hacer recular el extre-mismo, la persecución y el des-precio hacia los demás”.

En esta hora en que se forjanlas alianzas políticas para erradi-car el Estado Islámico, se constatala amnesia que sufre el mundo oc-cidental, quien olvida su respon-sabilidad histórica en el origen delos conflictos que sufre hoy Orien-te Medio. Olvida también los fra-casos de sus anteriores interven-ciones bélicas. Olvida que antesapoyaron y dieron alas a los mis-mos movimientos que ahora pre-tenden liquidar. El poderío militar,

agazapado en intereses geopolíti-cos y económicos, de los paísesoccidentales, y las ambigüedadesde Turquía, Arabia Saudí y Emira-tos Árabes darán al traste con elnuevo califato, pero dejarán sinresolver el fondo del asunto.

Los ingredientesdel problema

Los componentes del proble-ma son también culturales y espi-rituales. La solución pasa por la

educación. El déficit señalado pormuchos observadores es el aisla-miento que nace de un falso or-gullo nacional y religioso. El fra-caso de la vida social surge deuna educación religiosa, étnica,cultural y familiar demasiado in-sistente en los valores propios, endetrimento de los ajenos. La esti-mación excesiva de estos valoresy el sentimiento de superioridadreligiosa o racial conduce a las fo-bias y a la violencia. Desgraciada-

mente, el yihadismo ha encontra-do un terreno fértil en el “salafis-mo”, el discurso retrógrado quedesde hace varias décadas man-tiene y exporta por todas partesArabia Saudí, apoyándose en susinmensas riquezas petroleras.

Abdennour Bidar lo expresa confuerza y clarividencia: “Si quieressaber cómo dejar de parir mons-truos, te diré que la cosa es a la vezsencilla y difícil. Hará falta que co-miences por reformar el modeloeducativo de tus escuelas y de tuenseñanza... Necesitas reformarlosen la dirección de algunos princi-pios universales: la libertad de con-ciencia, la democracia, la toleranciay el derecho de ciudadanía, abiertoa la diversidad cultural y religiosa,la igualdad, la emancipación de lamujer de la tutela masculina, la re-flexión y la cultura crítica del fenó-meno religioso en las universida-

IGLESIA A FONDO



des, la literatura y los medios decomunicación social”.

Y puesto que se trata de una re-ligión, qué menos que pedir unavuelta a la espiritualidad, la verda-dera, la que combina armoniosa-mente la relación a Dios y al hom-bre. Cuando la religión se convier-te en un ídolo, dios se hace inhu-mano, capaz de los crímenes máshorrendos. Cuando la religión sepolitiza, el dios que adoramos pue-de convertirse en un monstruo encuyo nombre se cometen las mayo-res atrocidades. “La letra mata,mas el Espíritu vivifica”. “Miseri-cordia quiero y no sacrificios”, nosrecuerda el Evangelio. “La verdade-ra religión no consiste en el culto”,nos dice el Corán. El error capitalde las guerras de religión es ese:convertir a Dios en un ídolo.

AGUSTÍN ARTECHE

Misionero de África

ás de 120pensadores,académicos y

líderes religiosos detodo el mundo –en-tre ellos, el granmuftí de Egipto ysu homólogo de Je-rusalén y Palestina–han denunciado, enuna carta abiertadirigida al autopro-clamado califa Abu-

baker al Bagdadi,que su grupo, Esta-do Islámico (EI), vio-la los preceptos delislam con sus ma-tanzas y persecucio-nes de otras comu-nidades religiosas.

En el texto, instana al Bagdadi a rec-tificar sus actos y lerecuerdan que el is-lam prohíbe "matara inocentes", "prohí-be asesinar a emi-sarios, embajado-res, diplomáticos y,por tanto a perio-distas y trabajado-res humanitarios",entre otros.

Tomando comoreferencia algunosversículos del Corán,apuntan que el is-lam no permite "da-ñar o maltratar" alos cristianos ni acualquier fiel de loscredos monoteístas,entre los que inclu-yen a los yazidíes,una de las comuni-dades más afecta-das por las atrocida-des del EI en Irak.

Sobre la yihad,insisten en que esuna "guerra defensi-va", que solamentese puede llevar acabo con una "cau-sa, propósito y nor-mas de conductacorrectos".

Los ulemas seña-lan que está prohi-bido también en elislam forzar a lapoblación a conver-tirse, denegar losderechos a mujeresy niños, la tortura y"atribuir actos dia-bólicos a Dios".

La carta añadeque no se pueden

destruir las tumbasy mausoleos de loscompañeros delprofeta Mahoma,como han hecholos combatientesdel EI con variosmonumentos chiíesen el norte de Irak.

Los religiosos acu-san al EI de tergi-versar el Corán ylos hadices (dichosy hechos de Maho-ma), al haber im-puesto leyes citan-do solo algunaspartes de versículosdel texto sagrado yomitiendo otras.

Por último, afir-man que está pro-hibido declarar uncalifato sin el con-senso de todos losmusulmanes y queno es obligatorioemigrar a este.

Todo esto supone"una gran afrenta al

islam, a los musul-manes y al mundoentero", y piden alos autores de tan-tas muertes "arre-pentirse, cesar loscrímenes y volver ala religión de la mi-sericordia".

M

Una gran afrenta al islamUna gran afrenta al islam

El pasado 15 de octubreMozambique celebró

elecciones presidencia-les, las quintas despuésde su independencia en1975. El país conoce uncrecimiento económico

envidiable, aunque la mayor parte de su

población sigue vivien-do en la pobreza.


P R I M E R P L A N O

MOZAMBIQUE:hablan las urnas

Mozambique tiene mu-chas lecciones queenseñar al resto delmundo: fue capaz

de poner fin de forma pacífica ynegociada a una guerra que duró17 años y que causó un millón demuertos. Fue en 1992, bajo los

auspicios de la Comunidad de SanEgidio, y, desde entonces, a pesarde algunos altibajos, el país nun-ca ha vuelto a caer en una nuevaconflagración. La fecha de la firmadel acuerdo de paz, el 4 de octu-bre, es una fiesta nacional; un ca-so excepcional en un mundo do-

minado por conmemoraciones devictorias militares.

La lista de aspectos positivos deeste país de África austral es larga:durante los últimos años ha goza-do de tasas de crecimiento econó-mico espectaculares, en torno al8%; sus dirigentes han respetado

escrupulosamente los dos man-datos presidenciales que estable-

ce la Constitución; y –al contrariode muchos otros países africanos–nadie ha intentado cambiar la leyfundamental para perpetuarse enel poder. Y si hablamos de las últi-mas elecciones, celebradas el 15 deoctubre, la tasa de participaciónfue mayor que en otras ocasionesy la campaña electoral fue mayori-tariamente pacífica. Hay que aña-dir, además, un elemento que nose da a menudo en comicios de na-ciones africanas: pudieron votarlos 89.000 mozambiqueños regis-trados en la diáspora.

Pero el anuncio de los resulta-dos –que dio la victoria al Frelimo,en el poder desde 1975– no estu-

vo exento de cierta polémica. Laprincipal fuerza opositora, la Rena-mo, rechazó los resultados, alegan-do incidentes de fraude, y pidió larepetición de los comicios. “Es cier-to que ha habido algunos inciden-tes en distintos lugares, pero engeneral la situación ha estado bajocontrol”, declaró el portavoz de laComisión Electoral, Paulo Cuini-

cae, una aseveración confirmadapor la responsable de la Unión Eu-ropea, Judith Sargentini: “Hemosconstatado algunas irregularida-des, pero en conjunto todo se des-arrolló bien”. Para alivio de todos,el líder histórico de la Renamo,Afonso Dhlakama, prometió que, apesar de todo, su grupo no volve-ría a tomar las armas.

Dhlakama quedó en segundaposición, a mucha distancia delcandidato del Frelimo, Filipe Nyu-

si, antiguo ministro de Defensa,que sustituirá a Armando Guebu-

za como presidente. Muy por de-trás de los dos principales candi-datos quedó Daviz Simango, delMovimiento Democrático de Mo-zambique –una escisión de la Re-namo, formada en 2009, con nu-merosos partidarios en la provin-cia de Sofala–, que quiso rompercon el juego de los dos partidoshistóricos y que obtuvo muy bue-nos resultados en las eleccionesmunicipales de noviembre de2013, algo que no ha ocurrido enlas presidenciales.

La Renamo (Resistencia Nacio-nal de Mozambique) nació en losaños 70 como movimiento rebeldey, durante los 17 años que duró laguerra, combatió contra el Freli-mo. Fue responsable de atrocida-des como masacres de civiles, mu-

Filipe Nyusi se ha comprometidoa redistribuir la riqueza

y a acabar con el desempleo juvenil.


El líder del partido Frelimo, Filipe Nyusi, durante un mitin de campaña.

tilaciones y uso de niños soldado.Tras los acuerdos de paz de 1992,se convirtió en partido político,pero su pasado de milicia brutal,apoyada por la Sudáfrica del apart-heid, ha pesado siempre como unlastre que le ha impedido trans-formarse en una alternativa creí-ble; eso explica que nunca hayaconseguido convencer a los mo-zambiqueños, más allá de sus par-tidarios de siempre, sobre todo enel norte del país. Muy pocos creenen Mozambique que el antiguo lí-der rebelde, de 61 años, tendría lascompetencias necesarias para serpresidente. El año pasado, trasacusar al Gobierno de no respetarlas reglas democráticas del juego,volvió a tomar las armas, hacien-do temer a muchos un regreso a laguerra civil, y un mes antes de laselecciones anunció que abandona-ba la lucha armada para presentara su candidato. La única victoriaque la Renamo se puede apuntar

es haber conseguido cambiar laley electoral, de forma que los dospartidos principales tienen repre-sentación en la Comisión NacionalElectoral, para hacer que las elec-ciones parlamentarias y presiden-ciales sean más transparentes.

País rico, población pobre

Si hablamos del Frelimo, el par-tido en el poder ha dejado muyatrás su pasado marxista. Si algose le reprocha hoy es haberse con-vertido en una élite de millonarios,a los que a menudo se acusa dehaberse alejado de la realidad delpueblo al que gobiernan. A pesarde las enormes inversiones queacuden al país atraídas por susgrandes reservas de gas (descu-biertas en 2012) y minerales, solouna minoría se ha beneficiado delrápido crecimiento económico deMozambique. Filipe Nyusi basó sucampaña electoral en la promesa

de modernizar la agricultura, re-distribuir la riqueza y acabar conel desempleo juvenil. “El proyectoque he presentado es muy realistay está basado en la verdad”, de-claró Nyusi el último día de cam-paña. “Nunca he dicho, por ejem-plo, que voy a subir los salarios,porque eso significaría que habríaque trabajar más. Me he dirigidosiempre a la población con pala-bras sencillas”. Durante los añosque tiene por delante como presi-dente tendrá la oportunidad demostrar si sus intenciones son ge-nuinas. Nyusi consiguió en muypoco tiempo atraer las simpatíasde numerosos mozambiqueñoscon su carácter de persona cerca-na y que sabe escuchar, aunque leserá difícil desprenderse del pesode haber sido elegido a dedo porGuebuza, lo que hace que muchosno puedan evitar pensar que elantiguo presidente pueda seguirsiendo el poder en la sombra.


Para mostrar que su elecciónrepresenta un cambio real, el an-

tiguo ministro de Defensa tendráque introducir cambios fundamen-tales en la forma de gobernar,guiándose por el respeto a la ley yel fortalecimiento de las institu-ciones. Al presidente saliente, Ar-mando Guebuza, se le ha achaca-do que su política ha estado diri-gida por los caprichos de la cúpu-la del Renamo, formada por líderesque, despojados de su retórica so-cialista de antaño, han aprovecha-do su posición de poder para in-volucrarse en negocios millona-rios, privando a la mayoría de lapoblación de los beneficios deldespegue económico.

Uno de los frentes en los quetendrá que mostrar si sus intencio-nes son genuinas es en el de la lu-cha contra la corrupción. Durantelos últimos años Mozambique haconocido numerosos casos de apro-piación indebida de fondos públi-cos. Bajo una fuerte presión inter-nacional, el Gobierno de Guebuzapromulgó en 2011 una nueva leyanticorrupción y, pocos meses des-pués, dos antiguos ministros fue-ron declarados culpables, aunquemuchos piensan que se hizo muypoca justicia y que numerosos al-tos cargos públicos han quedado

eximidos de culpa y con los bolsi-llos llenos. En el último informe dela ONG Transparencia Internacio-nal, Mozambique está en el puesto116 (en una clasificación de 178), loque le sigue situando entre los

países más corruptos del mundo.Mientras los indicadores macroeco-nómicos crecen impulsados por elboom de los recursos naturales, losporcentajes de pobreza no hancambiado en los últimos diez años,y los mozambiqueños de a pie es-tán hartos: los servicios básicos,como la educación y la sanidad, nomejoran; las carreteras, prometi-das una y otra vez, no se constru-yen; las ciudades sufren cortes desuministro eléctrico; y en las zonasrurales la gente tiene que caminarvarios kilómetros para procurarseun bidón de agua. También los in-versores internacionales se quejande que la infraestructura del paísno les permite funcionar de formaadecuada. Esto explica, por ejem-plo, que hace pocos meses el gi-gante australiano de la minería Río


P R I M E R P L A N O

La población exige una mayortransparencia y honradez en

la gestión de los recursos del país.

Afonso Dhlakama, presidente del partido opositor Renamo.

Tinto decidiera vender sus instala-ciones para compensar la pérdidade miles de millones de dólares.

Además de mayor transparen-cia y honradez en la gestión de losrecursos, el nuevo presidente ten-drá que hacer más esfuerzos quesu predecesor para evitar que Mo-zambique recaiga en la violencia.La mala gestión del conflicto hapasado factura a los dos líderesprincipales. Cuando en 2013 la Re-namo anunció que volvía a la luchaarmada e hizo numerosas embos-cadas en carreteras, la mayoría delos mozambiqueños reprocharon aDhlakama poner antes sus intere-ses partidistas que las vidas de susconciudadanos. A Guebuza tam-bién se le achacó haber retrasadola negociación pacífica de formadeliberada, para desprestigiar a surival y obtener réditos electorales,además de no saber gestionar unapolicía conocida por su ineficaciaen la lucha contra el crimen orga-nizado. Una buena parte del des-contento popular se expresó, en

noviembre del año pasado, duran-te las elecciones municipales, en elaumento de votos del partido quese presentaba como una rupturacon el pasado: el Movimiento De-mocrático de Mozambique de Da-

viz Simango, quien, como quedadicho, ha perdido fuelle en las últi-mas elecciones presidenciales y noha aumentado su popularidad, co-mo muchos preveían.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ

Una Iglesia comprometida con la pazunque losprimeros mi-sioneros lle-

garon a Mozambi-que a fines del si-glo XV, tuvo quepasar mucho tiem-po antes de quesurgiera un Iglesialocal. La primeraordenación sacer-dotal de un mo-zambiqueño fue en1952. El francisca-no Alexandredos Santos llegóa ser arzobispo deMaputo en 1974 y,en 1988, fue crea-do cardenal. La in-dependencia, en1975, puso en unaprieto al clero por-tugués, buena par-te del cual habíaestado bastantecomprometido conel poder colonial.El Frelimo, de ideo-logía marxista-leni-nista, consideró ala Iglesia como unresiduo del colo-nialismo, a pesarde que los curasnegros y numero-sos misioneros to-maron partido porla independencia.De 1975 a 1981 suhostilidad se mani-festó con nacionali-zaciones de laspropiedades de la

Iglesia, la expulsiónde muchos misio-neros y una fuertelimitación de activi-dades pastorales.

Pero el Gobiernono tuvo más reme-dio que apoyarseen la Iglesia paralograr la paz. Traslargos años de ne-gociaciones, en lasque desempeñó unpapel primordial elarzobispo de Beira,

dom Jaime Gon-çalves, en 1992 elFrelimo y los rebel-des de la Renamofirmaron la paz enRoma, gracias a lamediación de laComunidad de SanEgidio. En 2007 elGobierno reconocióa la Iglesia católicaun estatuto jurídico

y le devolvió suspropiedades. Ante-riormente, la Cons-titución de 1990había consagradoel principio de lalaicidad del Estadoy reconocido la li-bertad de religión.Uno de los signosde que el Gobiernoadmite el importan-te papel desempe-ñado por la Iglesiaen el campo social

es la decisión quelas autoridades to-maron hace pocosaños de confiar alos salesianos laplanificación y ges-tión de la forma-ción de profesorespara las escuelasde Formación Pro-fesional en Mo-zambique.

A

NÚM. NÚM. 149, NOVIEMBRE DE 2014 misioneros 29

La primera fase del Sínodo de la Familia ha concluido a la esperade recoger nuevas reflexiones en la Asamblea General, convocada pa-

ra octubre de 2015. Aunque la atención mediática se ha centrado enlos divorciados vueltos a casar y en la acogida a los homosexuales, tan-to los padres sinodales como los auditores invitados reflexionaron sobreasuntos de vital importancia para la familia en los países de misión, co-mo la pobreza, las migraciones y la violencia. Es el "otro" Sínodo, alque pusieron voz matrimonios llegados de Irak, Filipinas o Ruanda.

I N F O R M E

esús no tiene miedo alas novedades, porque elEvangelio es la novedadde Dios en el hombre y

en el mundo”. Son palabras deFrancisco en la homilía de la eu-caristía en la que se beatificó a Pa-

blo VI, una celebración que sirvióademás para sellar el Sínodo Ex-traordinario de la Familia, celebra-do en Roma entre el 5 y el 19 deoctubre. Novedad la del papa Mon-

tini en los altares. Pero, sobre todo,novedad en este encuentro, en elque cardenales, obispos, sacerdo-tes, religiosos y laicos de los cincocontinentes han analizado los des-afíos a los que se enfrenta la ins-titución que vertebra cualquier so-ciedad: la familia.

“Pastores y laicos de todas laspartes del mundo han traído aquí,a Roma, la voz de sus Iglesias par-ticulares, para ayudar a las fami-lias de hoy a seguir el camino delEvangelio”, recordaba el Papa so-bre el debate planteado durantedos semanas, pero también sobreel trabajo realizado previamentepor las Conferencias Episcopaleslocales para abrazar la realidad decada uno de los países. Fruto deesta entrega es la Relatio Synodi,un extenso documento sometido a

votación por parte de los 183 pa-dres sinodales. Solo tres de sus 62puntos no fueron aprobados, perosí incluidos en su texto final pordeseo expreso del Santo Padre.

Sobre las mesas de debate me-diáticas, las referencias a la comu-nión de los divorciados vueltos acasar y las uniones homosexualeshan focalizado los titulares, dejan-do ocultas otras propuestas y de-nuncias que afrontan, desde unenfoque transversal, la crisis de lafamilia y que profundizan en mu-


J“

chas de las lacras que acompañana padres, hijos y abuelos en lospaíses de misión. Y es que, másallá de la polvareda que se ha ge-nerado en torno a este asunto, niel documento inicial firmado porel cardenal Péter Erdö, ni el apro-bado finalmente por los padres si-nodales, suponía cambio algunoen la doctrina eclesial. Por ejem-plo, en ningún momento se cues-tiona la indisolubilidad del matri-monio, si bien sí que se ahonda enfórmulas para abordar las nulida-des o fomentar la acogida.

Uno y otro documento recogíanpropuestas, iniciativas y sugeren-cias para analizar las distintas pro-blemáticas desde un punto de vis-ta pastoral, tomando como refe-rencia esa imagen del “hospital decampaña” con el que Franciscobusca que se identifique a la Igle-sia en cualquier periferia real yexistencial en la que se mueve; sa-lir a la calle para encontrarse conaquellos que se marcharon de untemplo para no volver o quienesnunca lo pisaron. El propio Papaha vivido como un paso hacia de-lante las diferencias entre los par-ticipantes en el Sínodo ante algu-nos de estos temas, e insistió enque “me habría preocupado y en-tristecido si no hubiera habidoanimadas discusiones”.

En cualquier caso, estas conclu-siones son tan solo el punto departida para que se vuelva sobre latarea en cada una de las Iglesiaslocales de origen, y preparar así elSínodo General de la Familia, quetendrá lugar entre el 4 y el 25 deoctubre de 2015. Es esta una de lasprincipales aportaciones de Fran-cisco a la práctica sinodal retoma-da por Pablo VI: dividir el trabajoen dos fases, con un tiempo de re-flexión para enriquecer cualquierpunto de vista de los que se plan-teen. De hecho, será a partir de lo

que se medite en el Sínodo delaño que viene cuando Franciscocomenzará a preparar el docu-mento final con las conclusionesgenerales, que no se darán a co-nocer antes de 2016.

Los otros desafíosEs desde esta perspectiva de

análisis y debate del estado de lafamilia en todo el planeta desde laque la Relatio Synodi recoge losdesafíos “particulares” a los quese enfrenta esta institución en losdiversos contextos culturales y re-

ligiosos. Esta visión es el reflejode las intervenciones, durante lasjornadas de trabajo, de los obis-pos de Latinoamérica, África yOriente Medio, que precisaron lastres grandes amenazas para la fa-milia en los países de misión: “lapobreza, la emigración y la violen-

cia”. La dificultad para dibujar unmapa global de la familia y la ten-tación de elaborarlo desde la pers-pectiva occidental fue el punto departida, por ejemplo, de la inter-vención del purpurado Béchara

Boutros Raï, patriarca maronita deAntioquía. “Líbano y Oriente Me-dio no tiene los problemas de Eu-ropa”, apuntó en referencia a losgrandes temas que focalizaron laatención de los medios. “Desearíaque se discutiera a fondo la reali-dad de las familias pobres. Nues-tro gran problema es la guerra,

los conflictos, el gran número derefugiados y la migración, con to-do lo que esto conlleva”.

Recogiendo parte de estas in-quietudes, la Relatio Synodi ahon-da, por ejemplo, en la situación dediscriminación y hostigamientode las mujeres en estas regio-

La pobreza, la emigración y la violenciason las tres grandes amenazas que pesansobre la familia en los países de misión.



nes, poniendo como ejemplo lapráctica de la poligamia y de los

matrimonios de conveniencia. “Eldon de la maternidad es penaliza-do con frecuencia, en lugar de pre-sentarse como un valor”, subrayael documento, para destacar a con-tinuación “el aumento de casos deviolencia de que son víctimas lasmujeres, por desgracia, a veces in-cluso dentro de las familias, y lamutilación genital grave y genera-lizada de las mujeres en algunasculturas”. También denuncia la ex-plotación sexual de los menores,que califica de “escandalosa y per-versa”, así como el sufrimiento delos niños de la calle.

El presidente de la ConferenciaEpiscopal de Guatemala, Rodolfo

Valenzuela Núñez, puso de mani-fiesto precisamente el drama vivi-do por los menores que intentanalcanzar la frontera con EstadosUnidos. “Las familias se ven sintrabajo, obligadas a inmigrar; lasmujeres o las abuelas se quedan alcuidado de los niños. Después lospadres recaudan dinero y mandantraer a los niños, que a veces sonmenores de edad, y tenemos si-tuaciones de gravedad con niños yadolescentes emigrantes, sin elacompañamiento de los mayores.Una prueba de cómo las desigual-dades afectan a la familia”.

Ante el resto de padres sinoda-les, monseñor Valenzuela no dudóen concretar todos los aspectos deeste luctuoso viaje a ninguna par-te y el entramado criminal queacompaña a la desesperación porlograr una vida mejor. “Los fami-liares pagan a lo que nosotros lla-mamos un ‘coyote’, que es un tra-ficante de personas. Este ‘coyote’recibe el dinero y lleva a los niñosa través de todo el territorio me-xicano hasta los Estados Unidos,donde muchas veces llegan a lascasas de los papás, que son ilega-

les; otras veces son detenidos porlas autoridades de los Estados Uni-dos y son deportados; mientrasque otras veces se quedan presosen circunstancias inseguras”. Elprelado guatemalteco quiso perso-nalizar esta situación en un adoles-cente de 15 años, Gilberto Francis-

co Ramos, fallecido en el desiertode Texas, “que murió abandonado ydeshidratado en México duranteesta travesía”. Su cuerpo fue en-contrado junto a un rosario blancoque le regaló su madre al despedir-lo de San José de Las Flores. Frentea esto, la Iglesia guatemalteca seha erigido en voz de denuncia antelas autoridades, con campañas deconcienciación para familias quebuscan abandonar el país y concentro de atención en las zonasmás duras de la travesía, “donde laIglesia les ofrece salud y unos cui-

dados, al menos por un momento,durante el trayecto”.

“Cuando las familias se sepa-ran por mucho tiempo, terminandividiéndose y destruyéndose,porque está la parte de familia quese queda, y la que se fue, que mu-chas veces crea una nueva fami-lia”, detalla el obispo nicaragüen-se de Jugalpa Sócrates René Sán-

digo Jirón, que relata cómo las ru-tas de huida están cambiando deEstados Unidos hacia Costa Ricaen algunos casos. Con un planpastoral en marcha sobre la fami-lia, monseñor Sándigo abanderó ladenuncia del machismo arraigadoen la región, otra de las constan-tes entre los padres sinodales, quedestacaron el papel de la Iglesia enel continente como promotora dela igualdad entre hombres y muje-res frente a la violencia de género.

I N F O R M E SÍNODO DE LA FAMILIA

El Sínodo ha destacado el papel de lafamilia católica como instrumento

de evangelización en el mundo.

“La leyes en Nicaragua, por no es-tar bien formuladas y con una bue-na inducción, más bien han inten-sificado y engrandecido la violen-cia en la familia”, reflexiona elobispo, quien liga este problema alhecho de que “el hombre nicara-güense no se arriesga, porque ensu cultura ha transcurrido de ge-neración en generación una cos-tumbre de tener varias mujeres,una oficial y otra más. Y eso seconvierte para mí en un gran reto”.

El narcotráfico también fueuna de las lacras que se pusieronsobre la mesa en el aula sinodal.Si en el caso de la frontera mexi-cana son las mujeres y los niñosquienes son utilizados como “mu-las” en manos de las mafias, enpaíses como Colombia, la situa-ción no es mucho mejor, teniendoen cuenta que el mercadeo de ladroga se ha convertido, lamenta-blemente, en un medio de super-vivencia ligado al conflicto arma-do y a las FARC. De ahí que el pre-sidente de la Conferencia Episco-

pal de Colombia, Luis Augusto

Castro Quiroga, en el marco del Sí-nodo, alzara la voz frente a esta“narco-mentalidad”: “Hay 6,7 millo-nes de víctimas de las FARC inscri-tas; faltan las que no se han inscri-to todavía. Significa que es un su-frimiento personal, pero tambiénfamiliar. Multipliquen estas cifraspor cuatro miembros de cada fami-lia: tenemos 25 millones de perso-nas que están sufriendo porque lavida de alguien fue quebrada”.

No obstante, la mirada haciaAmérica Latina también destacó lasfortalezas de la institución. Para el

presidente de la Conferencia Epis-copal de Venezuela, Diego Padrón

Sánchez, “en América Latina tene-mos familias cristianas, pero el pro-blema está en que falta mucha for-mación, aunque haya religiosidad.Sin formación, no hay verdadera-mente evangelización; necesitamosfortalecer el nivel evangelizador delas familias latinoamericanas”.

En busca de solucionesNo fueron las voces de los pas-

tores de la Iglesia las únicas que seescucharon en el Sínodo. Algunoslaicos expresaron en primera per-sona su sentir sobre las amenazasy fortalezas del estado de la insti-tución en distintos puntos del pla-

neta. “Ante las nuevas formas defamilias, se necesita una caridadiluminada, más preparación y nue-vas formas de acompañamiento”,reflexionaron ante los padres sino-dales Cynthia y George Campos,un matrimonio filipino, con cuatrohijos, que forma parte de un mo-vimiento seglar presente en 170países llamado “Parejas para Cris-to”. Con un carisma eminente-mente misionero, los Campos fue-ron enviados por su comunidad aevangelizar en Vietnam, Tailandiay Australia. Su experiencia les lle-vó a poner en marcha un proyecto

llamado “Pozo de Jacob”, orienta-do al acompañamiento de parejasen situación irregular. “La iniciati-va no está funcionando tan biencomo nos gustaría, ya sea por fal-ta de formación, de interacción ode apoyo por parte de la Iglesia,en tanto que siempre hemos tra-bajado desde la mirada del matri-monio cristiano”, explicó Georgeante el foro, haciendo un llama-miento a buscar “fórmulas inno-vadoras” para una “participacióninclusiva en la vida de la Iglesia”de estas personas.

Otra de las preocupaciones enel continente asiático, ligada alplanteamiento de la familiaCampos, son los matrimonios in-


terreligiosos. Así lo manifestó elcardenal arzobispo de Bombay,

Oswald Gracias, quien, desde laespecificidad de la India, comentócómo los enlaces mixtos entre uncatólico y un no bautizado, un hin-dú, un musulmán o un budista exi-gen un enfoque pastoral renovado,pero, sobre todo, “positivo para lasfamilias involucradas”. “Más quecomo un problema, lo vemos comouna oportunidad de evangelizar.Tenemos que caminar con todos,porque a menudo estas parejas es-tán condenadas al ostracismo por

sus propias familias, porque vivenen contra de la tradición”, planteael padre Cayetano Menezes, direc-tor del Centro de Servicio Snehala-ya para la Familia, de la archidió-cesis de Bombay, que actuó de au-ditor en el Sínodo, y quien señalóque se trata de un desafío compar-tido con otros países asiáticos, co-mo Indonesia, Pakistán, Tailandia yJapón. “En los países donde la pre-sencia de la Iglesia católica es unaminoría, son muchos los matrimo-nios mixtos, con todas las dificul-tades que conllevan en cuanto a laforma jurídica, el bautismo y laeducación de los niños, así como elrespeto mutuo desde la diversidad

de la fe”, apuntaría después la Re-

latio Synodi, que alerta cómo en es-te tipo de relaciones “puede haberun peligro de relativismo o indife-rencia, pero también puede ser laoportunidad de fomentar el espíri-tu del diálogo ecuménico e interre-ligioso en una coexistencia armo-niosa de las comunidades que vi-ven en el mismo lugar”.

Jean Dieudonné y Emerthe

Gatsinga viajaron a Roma desdeRuanda para explicar su experien-cia de Dios en medio de un estadode guerra casi permanente, comopadres de ocho niños, cuatro deellos sobrinos adoptados víctimasdel genocidio vivido en el país. Du-

rante dos décadas han trabajadoayudando a mujeres con embara-zos complicados o que están pen-sando en abortar y a parejas encrisis. “Todo lo que hemos vividonos ha llevado a una conclusión:las familias necesitan que la Igle-sia las ayude a profundizar la fe enJesucristo, para quien nada es im-posible”, cuenta Jean, quien tieneclaro cuál es su concepto de vidaen pareja: “No somos dos personasque nos dividimos entre la familia,el trabajo o los compromisos so-ciales, sino que somos una familiaunida que intenta servir a Dios allídonde se encuentre”.

Precisamente los obispos afri-canos presentes en el Sínodo in-sistieron en algunas sesiones en lanecesidad de no generalizar encuanto a los problemas de las fa-milias del continente negro, puesconsideran que el marco en el quese mueven las naciones ricas dis-ta mucho de la realidad que vivenen África. “Tenemos organizacio-nes internacionales, países y gru-pos que nos tientan a desviarnosde nuestras prácticas y tradicio-nes culturales e, incluso, de nues-


I N F O R M E SÍNODO DE LA FAMILIA

tras creencias religiosas, porquepiensan que sus opiniones y suconcepto de la vida deberían serlos nuestros”, defendió el arzobis-po de Jos, el nigeriano Ignatius

Kaigama, quien denunció el doblejuego de organismos internacio-nales y empresas: “Nos hablan dederechos reproductivos y nos danpreservativos y anticonceptivos.Esas no son las cosas que quere-mos. Necesitamos ayuda, educa-ción, buenas carreteras, luz, sa-lud...”, reclama, para explicar arenglón seguido que “esperan queaceptemos lo que nos proponensimplemente porque piensan quesomos pobres. La pobreza no escuestión de dinero. Podemos serpobres materialmente, pero no so-mos pobres en todos los sentidos.Por eso decimos que no a lo quecreemos que está mal”. Con estepunto de partida, monseñor Kai-gama planteó: “Se nos deberíapermitir a pensar por nosotrosmismos. ¿Qué es el matrimonio?¿Qué hace la familia? Debemos te-ner nuestras propias respuestas aesas preguntas”...

JOSÉ BELTRÁN

na de las intervencio-nes que se siguieroncon más atención en

el aula del Sínodo fue la deun matrimonio católico pro-cedente de Irak. Riyadh Az-zu y Sanaa Habeeb viven enBagdad. Casados en 1976,tienen dos hijos. Ante losobispos, recordaron cómodurante muchos años en suciudad convivían cristianos ymusulmanes pacíficamente.Todo ha cambiado. "Estamosviviendo nuestro propio 11-Sen Irak", apunta Habeeb, que

hace unos meses vio cómosus compañeros de comuni-dad en Mosul tenían quehuir. "Eran personas comonosotros. Tenían un buentrabajo y una casa, y fueronexpulsados sin más explica-ciones. Ahora viven en tien-das de campaña y en los pa-tios de las iglesias". Su pro-pia familia se ha separado.Mientras su hijo se vio obli-gado a marcharse a Michi-

gan, donde ya ha logrado lanacionalidad estadounidense,su hija huyó a Alemania parapoder garantizar un futuroen paz a los nietos de Ri-yadh y Sanaa. Por si la ame-naza de la muerte por culpade las armas no fuera sufi-ciente, viven otro hostiga-miento cotidiano: los impues-tos religiosos y la imposibili-dad de celebrar abiertamentelas fiestas cristianas, como laNavidad. "Nos estamos que-dando solos. Hace dos déca-das nuestra parroquia de

San José la formábamos2.000 familias. Ahora apenasquedamos 200", se lamen-tan, aunque agradecen ges-tos como la decisión del Sí-nodo de enviar una carta dealiento a las familias iraquíestras escuchar su testimonio."La Iglesia ha mostrado gran-des actos de solidaridad. Es-tá rezando y está ejerciendode voz moral. ¿Qué más sepuede hacer?".


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“En Irak estamosviviendo nuestro propio 11-S”

misioneros nº 149

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