hoja parroquial

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1 Aniversario 600 años La Seu PARROQUIA DE SANTA MARÍA • XàTIVA Hoja Parroquial - Nº 430 Domingo 27 de marzo de 2011 III de Cuaresma Frases del Evangelio EVANGELIO DE SAN JUAN 4, 5-42 En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» ¡Si conocieras el Don de Dios! 1413 2013

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hoja parroquial de la Seu de Xàtiva

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aniversario 600 años aniversario 600 años La SeuparroQuia de Santa marÍa • Xàtiva

Hoja Parroquial - Nº 430Domingo 27 de marzo de 2011

III de Cuaresma

Frases del EvangelioevanGelio de san juan 4, 5-42En aquel tiempo, llegó Jesús a un pueblo de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el manantial de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al manantial. Era alrededor del mediodía. Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice: «Dame de beber.» Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. La samaritana le dice: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?» Porque los judíos no se tratan con los samaritanos. Jesús le contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva.» La mujer le dice: «Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» Jesús le contestó: «El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»

¡Si conocieras el Don de Dios!

1413 2013

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El Abad

Estamos en Siquem. Hace bastante bo-chorno. Vemos los montes de Garicim y Ebal. Un pozo tiene agua, aunque muy honda y muy fresca; se necesita un cubo para sacarla. Este pozo se encuentra en el campo que dio Jacob a su hijo José. Todos acuden al pozo a por agua. En Sama-ria escasea el agua, es una dicha tener a mano un manantial.

Los Apóstoles se han ido al pueblo a comprar comida. Jesús se ha quedado solo junto al pozo. Es mediodía. Hace calor. Apetece un trago de agua.

Una mujer con su cántaro acude al pozo. Busca agua, tiene sed. Ha ido muchas veces cargada con su cántaro, vacío y lleno. Ata el cántaro a la cuerda lo tira a lo hondo y lo sube lleno.

Una voz desconocida, un hombre, a quien ella no conoce, con una enorme ternura le dice: “Mujer, dame de beber”. Es una forma de entablar el diálogo. Ella es conocida por el nombre de la Samaritana, aunque sus paisanos la llaman de otra manera más vulgar.

Frente a frente se encuentran. Tenemos a Jesús y a la Samaritana.Una mujer vacía y rota por dentro.Un Jesús alegre y lleno de amor.Un corazón femenino sediento de felicidad.Un Jesús repleto de felicidad.Una pecadora pública.Un Jesús limpio de todo pecado y puro.Y a pesar de todo esto salta un diálogo entre esta extraña pareja.“Dame de beber”Jesús ha tomado la iniciativa. Siempre la toma. Está preparando algo ma-

ravilloso para esta mujer.“¿Cómo tú siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?”.Aquí no hay papeles aprendidos.Jesús descubre a esta mujer el secreto de la verdadera felicidad: “Si conocieras

el don de Dios y quién es el que te pide de beber, tú le pedirías a él y él te daría un agua viva, que salta hasta la vida eterna”.

“No tienes cubo, el pozo es hondo, ¿dónde está ese agua?”La mujer no entiende nada de lo que Jesús le dice. Ella sólo entiende agua

del pozo. Y es entonces cuando Jesús le descubre su vida; una vida vacía y sucia.

¿Podrá averiguar en qué parte de la Colegiata se encuentra este detalle?

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Y eso sí lo entiende.“¿Quién es éste que

tan bien me conoce?”“Ve y llama a tu

marido”“No tengo marido”“Sí, es verdad, no

tienes marido. Cinco has tenido y el de ahora tampoco es tu marido”.

Ahí se cae. Jesús ha dado en el clavo. Eso ha derrumbado todos los argumentos de la mujer. “Veo que eres un profeta”.

“Yo soy el Mesías, el que habla contigo”.

La Samaritana no sabe qué hacer, se ha puesto nerviosa. Eso es demasiado para ella, tan rápido, tan deprisa. Deja el cántaro y se va al pue-blo.

“Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que soy”.

Es mediodía. Hace calor. La mujer ha re-cuperado la gracia, el sentido de su vida. Se ha encontrado con Jesús, el Señor. Deja el cántaro. Ya tiene el agua viva que salta hasta la vida eterna.

Oración de la Misa del dOMingOSeñor, Padre de misericordia y origen de todo bien, que aceptas el ayuno, la oración y la limosna como remedio de nuestros pecados, mira con amor

a tu pueblo penitente y restaura con tu misericordia a los que estamos hundidos bajo el peso de las culpas.

Jesús con la Samaritana

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Para saborear durante la semanaEl Señor puso de manifi esto su gloria ante los testigos que había elegido, e hizo resplandecer de tal manera aquel cuerpo suyo, semejante al de todos los hombres, que su rostro se volvió semejante a la claridad del sol y sus

vestiduras aparecieron blancas como la nieve. En aquella transfi guración se trataba, sobre todo, de alejar de los corazones de los discípulos el escándalo

de la cruz, y evitar así que la humillación de la pasión voluntaria conturbara la fe de aquellos a quienes se había revelado la excelencia de la

dignidad escogida.SAN LEÓN MAGNO, PAPA

La santidad no consiste en tal o cual práctica, sino en una disposición del corazón (del alma) que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de

nuestra nonada y confi ados hasta la audacia en la bondad del Padre. SANTA TERESA DE LiSiEUX

“No entones las alabanzas divinas sólo con la voz, acompaña también la voz con las obras. Si cantas sólo con la voz, por fuerza tendrás al fi n que callar;

canta con la vida para no callar jamás”. SAN AGUSTÍN

En la medida en que se ama algo temporal, se pierde el fruto de la caridad. SANTA CLARA

“Un cristiano fi el, iluminado por los rayos de la gracia al igual que un cristal, deberá iluminar a los demás con sus palabras y acciones, con la luz

del buen ejemplo”. SAN ANTONiO DE PADUA

Veniu, celebrem el Senyor amb crits de festa, aclamem la roca que ens salva; presentem-nos davant d’ell a lloar-lo,

aclamem-lo amb els nostres cants.salm 94

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Página bíblica (24)

Cada semana aparecerá una página dedicada a com-prender la sagrada Biblia. De esa manera, sin apenas esfuerzo, podrán conocer mejor la Sagrada Escri-tura.

lección deciMoseGunda

El libro de los Jueces, atribuido por la tradición a Samuel, se encuentra entre los de Josué y 1 Samuel. La Biblia hebrea lo incluye en los “Profetas Antiguos”, mientras que la cristiana le dio cabida en el apartado de los “Libros Históricos”.

El título no responde a la práctica común de los libros del Pentateuco de encabezar un escrito por sus palabras inicia-les, sino que fue escogido el término “juez”, apelativo de sus fi guras principales y voz que dio nombre a un período de la historia bíblica.

Son doce los personajes a los que quiso califi car el título. Los seis denominados me-nores de dos listas exiguas: Samgar, Tola, Yaír, Ibsán, Elón y Abdón; y los otros seis, mayores, de los que se ocupa el grueso del libro: Oto-niel, Ehud, Débora y Barac, Gedeón y Sansón.

Ahora bien, cuando se habla de “jueces”, no se ha de pensar que los personajes a quienes se aplica este apelativo lo fueran conforme a la acepción española del término; su función responde más bien a los signifi cados de la raíz semítica que se traduce por “juez” y a lo que

Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica¿cóMo se Puede conocer a dios con la sola luz de la razón? Preg. 3 Pág. 24.A partir de la Creación, esto es, del mundo y de la persona humana, el hombre, con la sola razón, puede con certeza conocer a Dios como origen y fi n del universo y como sumo bien, verdad y belleza infi nita.

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el gobierno propone una muerte digna. La iglesia propone una vida digna. ¡Ésa es la diferencia!

entendía por tal en el Oriente bíblico: persona dotada de autoridad y amplios poderes sobre un territorio o diversos clanes, que desempeñaba entre sus funciones de gobierno tanto las de orden militar como las de ámbito judicial. Así, mientras que a los jueces llamados mayores se les encuentra empeñados en liberar a las tribus de sus enemigos, los menores parecen ejercer tareas de gobierno en tiempo de paz.

El título pretendió abarcar, además, una época recordada en la cronología bíblica como “los días de los jueces”, que iría desde la judicatura del primero de ellos, Otoniel, a la del último, Samuel; aunque, en sentido estricto, comprende el tiempo que media entre la despedida de Josué y la de Samuel.

Reina de la Paz de Medjugorje (21)

Mensaje, 25 de junio 1999“¡Queridos hijos! Hoy les agra-

dezco porque viven y testimonian con su vida mis mensajes. Hijitos, sean fuertes y oren para que la oración les dé fuerza y gozo. Sólo así cada uno de ustedes será mío y yo lo guiaré por el camino de la salvación. Hijitos, oren y testimonien con su vida mi presencia aquí. Que cada día sea para ustedes un testimonio gozoso del amor de Dios. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

«La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes» (san Juan Damas-ceno, f.o. 3,24). ¿Desde dónde habla-mos cuando oramos? ¿Desde la altura de nuestro orgullo y de nuestra propia voluntad, o desde «lo más profundo» (Sal 130,14) de un corazón humilde

y contrito? El que se humilla es ensalzado (cf. Lc 18,9-14). La humildad es la base de la oración. «Nosotros no sabemos pedir como conviene» (Rm 8,26). La humildad es una disposición necesaria para recibir gratuitamente el don de la oración; el hombre es un mendigo de Dios (cf. san Agustín).

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Queridos hermanos y hermanas:Hoy, marcados por el austero símbolo de la Ceniza, entramos en el tiempo

de Cuaresma, comenzando un itinerario espiritual que nos prepara para celebrar dignamente los misterios pascuales. La ceniza bendita impuesta sobre nuestra cabeza es un signo que nos recuerda nuestra condición de criaturas, nos invita a la penitencia y a intensificar el compromiso de conversión para seguir cada vez más al Señor.

La Cuaresma es un camino, es acompañar a Jesús que sube a Jerusalén, lugar del cumplimiento de su misterio de pasión, muerte y resurrección; nos recuerda que la vida cristiana es un «camino» por recorrer, que no consiste tanto en una ley que debemos observar, sino en la persona misma de Cristo, a quien hemos de encontrar, acoger y seguir. De hecho Jesús nos dice: : «Si alguno quiere venir

La Palabra del Papa

Sala Pablo VI

Miércoles 9 de marzo de 2011

Miércoles de Ceniza

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en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga» (Lc 9, 23). O sea, nos dice que para llegar con él a la luz y a la alegría de la resurrección, a la victoria de la vida, del amor, del bien, también nosotros debemos tomar la cruz de cada día, como nos exhorta una hermosa página de la Imitación de Cristo: «Toma, pues, tu cruz y sigue a Jesús; así entrarás en la vida eterna. Te ha precedido él mismo, llevando su cruz (cf. Jn 19, 17) y ha muerto por ti, para que también tú llevaras tu cruz y desearas ser también tú crucificado. Pues si mueres con él, vivirás con él y como él. Si lo acompañas en el sufrimiento, lo acompañarás también en la gloria» (L. 2, c. 12, n. 2). En la santa misa del Primer Domingo de Cuaresma rezaremos: «Al celebrar un año más la santa Cuaresma, signo sacramental de nuestra conversión, concédenos, Dios todopoderoso, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en plenitud» (Colecta). Es una invocación que dirigimos a Dios porque sabemos que sólo él puede convertir nuestro corazón. Y es sobre todo en la liturgia, en la participación en los santos misterios, donde somos impulsados a recorrer este camino con el Señor; es entrar en la escuela de Jesús, recorrer los acontecimientos que nos trajeron la salvación, pero no como una simple conmemoración, como un recuerdo de hechos pasados. En las acciones litúrgicas Cristo se hace presente a través de la obra del Espíritu Santo; esos acontecimientos salvíficos se hacen actuales. Hay una palabra clave que aparece con frecuencia en la liturgia para indicar esto: la palabra «hoy»; y se ha de entender en sentido originario y concreto, no metafórico. Hoy Dios revela su ley y a nosotros se nos da escoger hoy entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte (cf. Dt 30, 19); hoy «está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15); hoy Cristo ha muerto en el Calvario y ha resucitado de entre los muertos; ha subido al cielo y está sentado a la derecha del Padre; hoy se nos ha dado el Espíritu Santo; hoy es tiempo favorable. Participar en la liturgia significa, entonces, sumergir la propia vida en el misterio de Cristo, en su presencia permanente, recorrer un camino en el que entramos en su muerte y resurrección para tener la vida.

En los domingos de Cuaresma, y de modo muy particular en este año litúrgico del ciclo A, se nos introduce a vivir un itinerario bautismal, casi a volver a recorrer el camino de los catecúmenos, de quienes se preparan a recibir el Bautismo, para reavivar en nosotros este don y para hacer que nuestra vida recupere las exigencias y los compromisos de este sacramento, que está en la base de nuestra vida cristiana. En el Mensaje que envié para esta Cuaresma recordé el nexo particular que une el tiempo de Cuaresma al Bautismo. Desde siempre la Iglesia asocia la Vigilia pascual a la celebración del Bautismo, paso a paso: en él se realiza el gran misterio por el que el hombre, muerto al pecado, se hace partícipe de la vida nueva en Cristo resucitado y recibe el Espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf. Rm 8, 11). Las lecturas que escucharemos en los próximos domingos y a las que os invito a prestar especial atención, están toma-das precisamente de la antigua tradición que acompañaba al catecúmeno en el descubrimiento del Bautismo: son el gran anuncio de lo que Dios realiza en este

La Palabra del Papa

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sacramento, una estupenda catequesis bautismal dirigida a cada uno de nosotros. El Primer Domingo, llamado domingo de la Tentación, porque presenta las ten-taciones de Jesús en el desierto, nos invita a renovar nuestra decisión definitiva por Dios y a afrontar con valentía la lucha que nos espera para permanecerle fieles. Siempre existe de nuevo esta necesidad de decisión, de resistir al mal, de seguir a Jesús. En este Domingo la Iglesia, después de oír el testimonio de los padrinos y de los catequistas, celebra la elección de quienes son admitidos a los sacramentos pascuales. El Segundo Domingo se denomina de Abraham y de la Transfiguración. El Bautismo es el sacramento de la fe y de la filiación divina; como Abraham, padre de los creyentes, también a nosotros se nos invita a partir, a salir de nuestra tierra, a abandonar las seguridades que nos hemos construido, para poner nuestra confianza en Dios; la meta se vislumbra en la transfiguración de Cristo, el Hijo amado, en el que nosotros nos convertimos en «hijos de Dios». En los domingos sucesivos se presenta el Bautismo con las imágenes del agua, de la luz y de la vida. El Tercer Domingo nos presenta la figura de la Samaritana (cf. Jn 4, 5-42). Como Israel en el Éxodo, también nosotros en el Bautismo hemos recibido el agua que salva; Jesús, como dice a la Samaritana, tiene agua de vida, que apaga toda sed; y esta agua es su mismo Espíritu. La Iglesia en este domingo celebra el primer escrutinio de los catecúmenos y durante la semana les entrega el Símbolo: la Profesión de la fe, el Credo. El Cuarto Domingo nos hace meditar en la experiencia del «ciego de nacimiento» (cf. Jn 9, 1-41). En el Bautismo somos liberados de las tinieblas del mal y recibimos la luz de Cristo

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para vivir como hijos de la luz. También nosotros debemos aprender a ver la presencia de Dios en el rostro de Cristo y así la luz. En el

camino de los catecúmenos se celebra el segundo escrutinio. Por último, el Quinto Domingo nos presenta la resurrección

de Lázaro (cf. Jn 11, 1-45). En el Bautismo pasamos de la muerte a la vida y nos hicimos capaces de agradar a Dios, de hacer morir al hombre viejo para vivir del Espíritu del Resucitado. Para los catecúmenos se celebra el tercer escrutinio y durante la semana se les entrega la oración del Señor: el Padre nuestro.

Este itinerario que estamos invitados a recorrer en la Cuaresma se caracteriza, en la tradición de la Iglesia,

por algunas prácticas: el ayuno, la limosna y la oración. El ayuno significa la abstinencia de alimentos, pero comprende

también otras formas de privación para una vida más sobria. Todo esto, sin embargo, no es aún la realidad plena del ayuno:

es el signo externo de una realidad interior, de nuestro compromiso, con la ayuda de Dios, de abstenernos del mal y de vivir del Evangelio.

No ayuna de verdad quien no sabe alimentarse de la Palabra de Dios.El ayuno, en la tradición cristiana, está estrechamente unido a la limosna. San

León Magno enseñaba en uno de sus discursos sobre la Cuaresma: «Lo que cada cristiano está obligado a hacer en todo tiempo, debe practicarlo ahora con más solicitud y devoción, para que se cumpla la norma apostólica del ayuno cuaresmal, que consiste en la abstinencia no sólo de los alimentos, sino también y sobre todo de los pecados. A estos necesarios y santos ayunos, por lo demás, ninguna obra se puede asociar más útilmente que la limosna, la cual, bajo el nombre único de “misericordia” abarca muchas obras buenas. Es inmenso el campo de las obras de misericordia. No sólo los ricos y acaudalados pueden beneficiar a los demás con la limosna, sino también los de condición modesta y pobre. Así, aunque sean desiguales en sus bienes, todos pueden ser iguales en los sentimientos de piedad del alma» (Discurso 6 sobre la Cuaresma, 2: PL 54, 286). San Gregorio Magno, en su Regla Pastoral, recordaba que el ayuno se hace santo gracias a las virtudes que lo acompañan, sobre todo a la caridad, a todo gesto de generosidad, que da a los pobres y necesitados el fruto de una privación nuestra (cf. 19, 10-11).

La Cuaresma, además, es un tiempo privilegiado para la oración. San Agustín dice que el ayuno y la limosna son «las dos alas de la oración», que le permiten tomar más fácilmente su impulso y llegar hasta Dios. Afirma: «De este modo nuestra oración, hecha con humildad y caridad, con ayuno y limosna, con tem-planza y perdón de las ofensas, dando cosas buenas y no devolviendo las malas, alejándose del mal y haciendo el bien, busca la paz y la consigue. Con las alas de estas virtudes nuestra oración vuela segura y más fácilmente es llevada hasta el cielo, adonde Cristo nuestra paz nos ha precedido» (Sermón 206, 3 sobre la Cuaresma: PL38, 1042). La Iglesia sabe que, por nuestra debilidad, resulta difícil

La Palabra del Papa

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La Santa Cena del Señor

Maestro de Naumburg. Piedra pintada. Año 1260. Catedral de Naumburg.

hacer silencio para ponerse en presencia de Dios, y tomar conciencia de nuestra condición de criaturas que dependen de él y de pecadores necesitados de su amor; por eso, en Cuaresma, invita a una oración más fiel e intensa y a una prolongada meditación sobre la Palabra de Dios. San Juan Crisóstomo exhorta: «Embellece tu casa con la modestia y la humildad mediante la práctica de la oración. Haz espléndida tu habitación con la luz de la justicia; adorna sus paredes con las obras buenas como con una capa de oro puro y, en lugar de las paredes y de las piedras preciosas, coloca la fe y la magnanimidad sobrenatural, poniendo sobre cada cosa, en lo más alto, la oración como adorno de todo el conjunto. Así preparas para el Señor una digna morada; así lo acoges en un espléndido palacio. Él te concederá transformar tu alma en templo de su presencia» (Homilía 6 sobre la oración: pg 64, 466).

Queridos amigos, en este camino cuaresmal estemos atentos a captar la invitación de Cristo a seguirlo de modo más decidido y coherente, renovando la gracia y los compromisos de nuestro Bautismo, para abandonar el hombre viejo que hay en nosotros y revestirnos de Cristo, para llegar renovados a la Pascua y poder decir con san Pablo «ya no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20). ¡Feliz camino cuaresmal a todos vosotros! ¡Gracias!

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Santo Súbito

El Venerable Juan Pablo II, el Grande

El reencuentro del Papa Juan Pablo II con una feligresa durante su peregri-nación a Jerusalén en el 2000, Año Jubilar, causó expectación entre el público que abarrotó el salón de actos del Colegio de Médicos: «Al pasear por el Museo del Holocausto Yad Vashem, una mujer se acercó al Papa llorando y le besó las manos. Había sobrevivido al campo de concentración nazi de Auschwitz y pos-teriormente fue deportada a Cracovia, donde se encontró con un joven Karol Wojtyla que la consoló y la convenció para que siguiera adelante pese a haber perdido a toda su familia. Cuando fue nombrado Papa la mujer siempre había soñado con volver a encontrarse con él para darle las gracias. “Fue un momento muy emocionante y emotivo».

Una gran alegríaserá beatificado el 1 de Mayo, fiesta de la divina Misericordia,

fiesta que él instituyó

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SermoneS predicadoS en la colegiata de Xàtiva

Sermón en el domingo de SeptuagéSima (e)

Xàtiva 15 de febrero de 1579 [Es el segundo sermón que predica el mismo día en la Colegiata]

es Padre nuestroHace dios lo que tú Habías de Hacer

Luchar por la Iglesia. Llámale padre de campañas, porque le habéis de ver muy negociado e inquieto por una viña, y es menester que entendáis la causa que tiene para hacerlo y que el mismo Señor se disculpe, como si dijésemos, de esa inquietud que trae saliendo tantas veces a buscar obreros. Y pues el Señor quiere que entendamos que es Él, y ponerse debajo de esta figura, mucha más razón hay para que sepamos de esta inquietud cuál es la causa.

Principalmente yéndole tan poco a Dios en que tú o el otro te salves. ¿Por qué tanto trabajar en esto? Muy bien acertaba Eliú, amigo de Job: “Si pecas tú, ¿qué mal haces? Si multiplicas tus pecados, ¿qué perjuicio le causas?

San Juan de Ribera – 400 años de su muerte (10)

Este año se cumplen 400 de la muerte de san Juan de Ribera y se de-clara, “Año de san Juan de Ribera”. El santo arzobispo manifestó siempre un cariño especial a la Colegiata de santa María de Xàtiva. Recordemos que vino a poner la Primera Piedra, pero antes ya visitó al Cabildo en la Colegiata “vieja” como consta en nuestro Archivo. Aquí guardamos documentos muy inte-resantes: Cartas al Deán y al Cabildo, comunicaciones y sobre todo las actas de las Visitas Pastorales.

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Y con ser justo, ¿qué le das? ¿Qué recibe Él de tu mano? A un hombre como tú perjudica tu mal, a un hijo de hombre aprovecha tu justicia” (Job 35, 6-8).

Dice que es padre de campaña, que están a su cargo los hombres y que si considerando la grandeza de Dios parece eso impropio, que considerando el amor del Padre y el cuidado de gobernador y señor de esta multitud de fieles, no lo juzgues por improperio ni te espantes que haga Dios lo que tú habías de hacer. Porque ha querido tomar tus cuidados. Que pues Él tiene vuestros cuidados, podéis vosotros estar descargados de ellos.

De aquí viene no haber en Dios acepción de personas y la reprehensión que da: “Mías son las almas todas; lo mismo la del padre que la del hijo, mías son, y el alma que pecare, ésa perecerá” (Ez 18, 4). Y eso mismo acostumbra Dios a hacer en las obras que hace de amor con el hombre. ¿Qué pensáis que hace a Dios esperaros cuando estáis en pecado, una vez y otra, y enviaros ins-piraciones y daros aldabadas sino tener oficio de amparador?

Que aunque veáis a Dios muy airado, en fin, cuando se acuerda que es Padre nuestro y que estamos a su cargo, afloja. Aquí vendrá lo de Labán, que dijo a Jacob cuando huyó de Mesopotamia: “Los hijos y las hijas y las mujeres, y el ganado y todo lo que ves, mío es. ¿Qué les haría hoy? Ven, pues, hagamos alianza yo y tú” (Gn 31, 43-44).

Beata Madre Teresa: cien años.

Pequeña gran mujer (20)

Desde la Hoja parroquial queremos introducir una página semanal dedicada a la Madre Teresa dando a conocer sus pensamien-tos y sus obras. El pasado 21 de septiembre la Madre Teresa cumplió cien años.

Abre nuestros ojos, Señor, para que podamos verte a Ti en nuestros hermanos y hermanas.

Abre nuestros oídos, Señor, para que podamos oír las invocaciones de quien tiene hambre, frío, miedo, y de quien se siente oprimido.

Abre nuestros corazones, Señor, para que aprendamos a amarnos los unos a los otros como Tú nos amas.

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Nació en Ontinyent el 9 de septiembre de 1910. A los nueve años de edad ingresó en el Colegio de los P.P. Franciscanos. Consiguió el título de Bachiller en el Instituto Nacional de Murcia y la licenciatura de Derecho por la Universidad de Valencia.

Coherente con su ideal católico, fue también socio activo de las Conferencias de san Vicente de Paúl, preocupándose por los pobres y necesitados. Fue miembro muy activo de la Adoración Nocturna y del Apostolado de la Oración.

Muchos días rezaba el Rosario junto a sus padres y no dejó ni un solo domingo de asistir y participar en la santa Misa. También después de casado.

Siempre dio respuesta valiente a los blasfemos y a los que atacaban a la Iglesia. Un día en 1930, viajaba en tren desde Ontinyent a Valencia y un insolente viajero se permitió en voz alta pronunciar palabras ofensivas contra la Religión católica y todos los “Beatos”, diciendo que había que matarlos a todos y nuestro joven respondió también en voz alta: “Si así es, pueden comenzar por mí, puesto que tengo como mi mayor honra el ser católico”.

En el año 1933 terminó la carrera y se estableció en casa de sus padres dando ejemplo de ferviente católico por medio del ejercicios de su profesión. Contrajo matrimonio en 1935 y tuvo un hijo que contaba dos meses cuando fue martirizado el padre.

Por su condición de católico y no de político fue detenido en la madrugada del 21 de septiembre de 1936 y llevado a una cárcel durante dos horas; de allí, junto con otros jóvenes católicos fue llevado a Benisoda, donde recibió la corona del martirio.

Mientras lo conducían al martirio, cuentan algunos testigos que iba rezan-do el Rosario en voz alta y entonando la Salva a la Virgen. Sus últimas palabras fueron: “¡Viva Cristo Rey!”

Fue martirizado sin juicio alguno, por odio a la fe y algo más, murió per-donando a sus asesinos.

El ejemplo del Beato Vicente Galbis perdura en la memoria y en el corazón de la Iglesia valenciana.

Los Bienaventurados Mártires valencianos (23)

beato vicente Galbis Gironéscasado, Padre de un Hijo. 26 años

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Publicados: 1.- Beato Arturo Ros, de Vinalesa. 2.- Beata Amalia Abad, de Alcoi. 3.- Beata María Teresa Ferragut, de Algemesí. 4.- Beato José Perpiñá, de Sueca. 5.- Carlos Díaz Gandía, de

Ontinyent. 6.- Beata María Luisa Montesinos, de Valencia. 7.- Beato Ismael Escrihuela, de Tavernes de Valldigna. 8.- Beata

Encarnación Gil, de Ontinyent. 9.- Beata Ana María Aranda Riera, de Denia. 10.- Beato Carlos López Vidal, de Gandía. 11. Beato José

Medes Ferrís, de Algemesí. 12.- Beata Herminia Martínez Amigó, de Puçol. 13.- Beato Manuel Torró García, de Ontinyent. 14.- Beata Florencia Caerols Martínez, de Caudete. 15.- Beato Juan Gonga Martínez, de Carcaixent. 16.- Beata María del Olvido Noguera, de Carcaixent. 17.- Beato José María Corbín Ferrer, de Valencia. 18. Beata Társila Córdoba Belda, de Sollana; 19.- Beato Marino

Blanes Giner, de Alcoi. 20.- Beata María Climent Mateu de Xàtiva

Memoria histórica (3)

Iniciamos una nueva sección que consideramos interesante. Se trata de ofrecer documentos, hechos y acontecimientos y comentarios eclesiales desde el nacimiento del Cristianismo hasta hoy. No tenemos prisa. Comenzamos por el siglo i.

siGlo i: san cleMente roMano (Hacia el año 97)

Según la tradición fue el tercer sucesor de san Pedro en Roma, después de san Lino y san Cleto. San Ireneo cuenta que san Clemente conoció a los Apóstoles. Ocupó la sede romana en los últi-mos años del siglo primero. De él se conserva una carta a la Iglesia de Corinto. Murió mártir el año 97: exiliado por el emperador trajano, fue arrojado al mar con un áncora al cuello.

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Beato Ricardo Plá Espí

Se cumplen 75 años de su martirio (4)

su Mensaje Durante los tres años de su vida pública, el eco de las montañas de la Ga-

lilea y de la Judea, repitió incansablemente los clamores de odio y las protestas enardecidas de amor que suscitaban sus palabras, hasta el punto de que en una misma semana y a solo cuatro días de distancia, el mismo pueblo que le sigue y en la misma ciudad en que penetra, Jerusalén, un día le aclaman con cánticos de triunfo proclamándolo como enviado de Dios, Hijo de David y Rey de Israel y otro le persigue enardecido de furor, cubriéndole de injurias, burlas hasta clavarle en una Cruz como el más feroz y desgraciado de los delincuentes.

Año 1932: Sermón al Cristo del Perdón.

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La Colegiata cumplirá 600 años en el 2013. Es un feliz aniversario que nos lleva a profundizar durante este Triduo de Años en la fe y los compromisos cristianos. Cada jueves nos reunimos en formación permanente. Debe ser un compromiso de toda la Comunidad parroquial. Hoy no vale sólo la buena voluntad, es preciso saber la fe y para ello, la formación se hace imprescindible. La Colegiata acerca ese regalo a todos.

Hoy en el pliego queremos introducir una Catequesis de san Cirilo Patriarca de

Jerusalén, predicada en la Basílica del Santo Sepulcro (siglo iv).

cristo crucificado y sePultado (a)la cruz es la que liberó a todos los HoMbres

1. En cualquier acción de Cristo se gloría la Iglesia católica. Pero el colmo de estas glorias es la cruz. Pablo, con conocimiento del asunto, dice: «En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo! (Gál 6,14). Sin duda fue admirable que un ciego de nacimiento recuperase la visión en Siloé (cf. Jn 9). Pero, ¿en qué afectaba esto a todos los ciegos del mundo? Grande es, y más allá de toda naturaleza, que Lázaro, muerto de cuatro días, resucitara Un 11,39.44). Pero ésta es una gracia que a él sólo le alcanzó. ¿Qué tenía esto que ver con todos los que en todo el mundo estaban muertos por sus pecados? (cf. Ef 2,1 ss; cf. Rom 3,23). Es admirable que cinco panes diesen alimento, como si manase de cinco fuentes, a cinco mil hombres (cf. Mt 14,21). Pero, ¿qué es esto en comparación con los que en todo el mundo se encontraban sometidos al hambre de la ignorancia? (cf. Am 8,11). Es admirable que una mujer fuese totalmente liberada tras haber estado atada por Satanás durante dieciocho años (cf. Lc 13,10-13). Pero míranos a todos, que estamos sujetos por las cadenas de nuestros pecados. En cambio, la corona—o incluso la gloria—de la cruz iluminó a los que estaban ciegos por la ignorancia, liberó a los que estaban sujetos por el pecado y rescató a todos los hombres.

jesús Ha rescatado a todos los HoMbres

2. No te asombre que haya sido redimido el orbe entero. Pues no era un simple hombre, sino el unigénito Hijo de Dios, el que moría por esta causa. Cier-tamente, el pecado de un único hombre, Adán, pudo introducir la muerte en el mundo. Pero si por la caída de uno reinó la muerte en el mundo, ¿por qué no habrá de reinar mucho más por la justicia de uno sólo? Y si en aquel momento, a causa

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Triduo de años: la Colegiata cumple 600 años (18)

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del leño del que (nuestros padres) comieron, fueron expulsados del paraíso (cf. Gén 3,22-24), ¿acaso los que crean no habrán de entrar ahora, por el leño de Jesús, mucho más fácilmente en el paraíso? Si el primer hombre, hecho de la tierra, trajo a todos la muerte, ¿acaso quien lo hizo de la tierra (Gén 2,7), siendo él mismo la vida (Jn 15,5 ss), no le dará vida eterna? Si Pinjás, inflamado de celo, matando al autor del delito, aplacó la ira de Dios (cf. Núm 25,7-11), Jesús, sin matar a nadie, sino en-tregándose a sí mismo como rescate (I Tim 2,6), ¿acaso no deshará la cólera contra los hombres (cf. Rom 1,18)?

en el absurdo de la cruz, y Más siendo jesús inocente, está la salvación

3. Que no nos dé vergüenza la cruz del Salvador, e incluso gloriémonos en ella. Pues la palabra de la cruz es escándalo para los judíos y necedad para los gentiles, pero para nosotros es salvación (cf. I Cor 1,18-25). «Es una necedad para los que se pierden; más para los que se salvan —para nosotros— es fuerza de Dios» (1,18). Pues, como se ha dicho, no se trataba de un simple hombre que moría en favor nuestro, sino de Dios, el Hijo de Dios hecho hombre. Pero entonces el cordero muerto, según la enseñanza de Moisés, arrojaba lejos al Exterminador. Ahora bien, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn 1,29), ¿acaso no liberará mucho más de los pecados? También la sangre de una oveja irracional mostraba la salud. ¿Y la sangre del Unigénito no traerá la salvación en una mayor medida? Si alguno no cree en la fuerza del crucificado, interrogue a los mismos demonios. Y si alguien no cree en las palabras, dé crédito a las cosas claras. Son muchos los que han sido crucificados en todo el orbe, pero ante ninguno de ellos sienten pavor los demonios. Pero ante Cristo, crucificado por nosotros, se aterrorizan los demonios cuando simplemente ven el signo de la cruz, porque aquellos otros crucificados fueron muertos por sus propios pecados, pero él por los de los demás. El es «el que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño» (I Pe 2,22; cf. Is 53,9). No era Pedro quien decía esto,

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lo que podría despertar la sospecha de que quisiera ser grato al maestro, sino que quien lo había dicho era Isaías, que no había estado corporalmente presente (ante Jesús), pero en espíritu había previsto su venida en carne. Pero, ¿por qué aduzco sólo el testimonio del profeta? Cuenta entre los testigos al mismo Pilato, que sentenció sobre él diciendo: «No he hallado en este hombre ninguno de los delitos de que le acusáis» (Lc 23,14). Y cuando se lo entregó, lavando sus manos, dijo: «Inocente soy de la sangre de este justo» (Mt 27,24). Y hay también otro testigo de la inocencia de Jesús, el ladrón que fue primero al paraíso, que increpaba a su compañero y de-cía: «Nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio, éste nada malo ha hecho (Lc 23,41), pues tú y yo estuvimos en su juicio».

realidad de la crucifixión

4. Así pues, Jesús padeció realmente por todos los hombres. La cruz no es ninguna ficción, pues en ese caso también la redención sería algo fingido. La muerte no fue algo aparente, sino una realidad indiscutible. Si no fuese así, la salvación sería una fábula sin más. Si la muerte hubiese sido sólo aparente, ten-drían razón quienes decían: «Señor, recordamos que ese impostor dijo cuando aún vivía: “A los tres días resucitaré”» (Mt 27,63). La pasión fue, pues, real: fue verdaderamente crucificado, y no nos avergonzamos de ello; fue crucificado y no lo negamos. Más bien me glorío en ello cuando lo digo. Pues si ahora lo niego, argüirá en mi contra el Gólgota que tenemos aquí tan próximo. Argüirá en contra mía el madero de la cruz, que a trozos pequeños ha sido distribuido desde ese lugar a todo el mundo. Confieso la cruz una vez que he conocido la resurrección. Pues si no hubiese ido más allá de la cruz, tal vez no lo habría confesado y la hubiese escondido juntamente con el maestro. Pero, puesto que la resurrección ha seguido a la cruz, no me da vergüenza proclamarla.

condenado sin Pecado alGuno

5. Fue crucificado él, que, como todos, vivió en la carne, pero no con pecados semejantes. Pues no fue llevado a la muerte por la avidez de riquezas, pues era un maestro en la pobreza y en la renuncia a los bienes. No fue conde-nado por su pasión libidinosa, él que dijo claramente: «Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón» (Mt 5,28). A nadie golpeó o hirió con soberbia, sino que a quien le golpeaba le mostró la otra mejilla (5,39). Y no despreciaba la Ley, sino que la llevaba a su plenitud (5,17). No acusaba de falsedad a los profetas, pues él era el que había sido anunciado por ellos. No defraudaba en los pagos, pues curaba sin cobrar y gratuitamente. No pecó en modo alguno ni de palabra ni de obra ni de pensamiento. «El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba...» (I Pe 2, 22-23; cf. Is 53,9), que no vino a la pasión forzado, sino por su propia voluntad. Y a quien le dijo que tuviese compasión de sí mismo, le dijo aquello de: «Apártate de mí, Satanás» (Mt 16,23).

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voluntariaMente fue a la Pasión sin reHuirla6. ¿Quieres persuadirte más de que vino por voluntad propia a la pasión?

Todos los demás, que ignoran su destino, mueren de mala gana, pero él predijo de su propia pasión: «El Hijo del hombre va a ser entregado para ser crucificado» (Mt 26,2). ¿Sabes por qué él, que amaba a los hombres, no rehusó la muerte? Para que el mundo no se perdiese por sus pecados. «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado y será crucificado» (vid. Mt 20,18-19). Y, por otra parte: «El se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén». ¿Deseas conocer claramente que la cruz de Jesús es gloriosa? No me oigas a mí, sino a quien así lo dice. Era Judas quien lo entregaba, lleno de ingratitud hacia quien los había invitado. Se marchó pronto de la mesa tras beber el cáliz de la bendición, pero pasó de esta bebida de la salvación a derramar la sangre del justo. «El que mi pan comía, levanta contra mí su calcañar» (Sal 41,10)12. Poco antes sus manos recibían las bendiciones (o los trozos del pan bendecido), e inmediatamente después tramaba su muerte por el dinero por el que había pactado la traición. Al ser cogido en ello y al oír lo de «Tú lo has dicho» (Mt 26,25), salió de nuevo. Después dijo Jesús: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre» (Jn 12,23). ¿Ves cómo sabía que su propia cruz era gloria para él?. Si Isaías, al ser aserrado, no cree que eso sea vergonzoso, Cristo, que muere por el mundo, ¿lo considerará un oprobio? «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre» (Jn 12,23): no porque

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antes careciese de gloria. Pues había sido glorificado «con la gloria que tenía a tu lado (en frase de Jesús) antes que el mundo fuese» (Jn 17,5; cf. 17,24). Pero desde la eternidad era glorificado como Dios; ahora, sin embargo, era glorificado en la corona del sufrimiento. No perdió su vida sin que lo quisiese ni fue muerto desprovisto de su fuerza, sino voluntariamente. Escucha lo que dice: «Tengo poder para darla (la vida) y poder para recobrarla de nuevo» (Jn 10,18). Cedo ante los enemigos voluntariamente, pues, si no quisiera, no se realizaría. Llegó a la pasión por su voluntad libre, alegrándose de la obra eximia y más todavía por la corona que habría de recibir y por la salvación de los hombres. Al no avergonzarse ante la cruz, llevaba la salvación a todo el orbe. Y no era un hombre vil el que sufría, sino Dios hecho hombre luchando por el premio a su obediencia.

el Mesías sufriente, nueva enseña ante los Gentiles

7. Pero los judíos están en contra, siempre preparados para la contradicción y tardos para creer. Por eso decía el profeta que se ha leído: «Señor, ¿quién ha dado crédito a nuestra predicación?» (Is 53,1). Creen los persas, pero no creen los hebreos. «Los que ningún anuncio recibieron de él, le verán, y los que nada oyeron, comprenderán» (Rm 15,21, tomado de Is 52,15). Y los que reflexionan sobre ello, rechazarán aquello en lo que piensan. Nos replican y dice: ¿Es que acaso sufre Dios? ¿Y no hubo fuerzas humanas mayores que la misma fuerza del Señor?

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Leed las Lamentaciones: quejándose de vosotros Jeremías, escribió en ellas cosas verdaderamente dignas de lamentar. Vio vuestra perdición y contempló vuestra caída. Se lamentaba de la Jerusalén antigua, pues por la que ahora existe no habrá llantos. Aquella crucificó al Mesías, pero la presente lo adora. En las Lamentaciones se dice: «Nuestro aliento vital, Cristo el Señor, quedó preso en nuestra corrup-ción». ¿Pero acaso estoy usando expresiones imaginarias? El texto habla de Cristo el Señor, hecho prisionero por los hombres. ¿Qué sucederá entonces? Dímelo, profeta. Y responde: «¡A su sombra viviremos entre las naciones!» (Lm 4,20b). Pero señala que la gracia de la vida ya no estará en Israel, sino entre los gentiles.

escucHar y averiGuar los testiMonios de la Pasión en las escrituras

8. Pero como ellos nos contradicen de múltiples maneras, vamos, aunque sea brevemente, a exponer, con la gracia del Señor, algunos testimonios de la pasión. Porque todo lo que atañe a Cristo ha quedado escrito: nada es ambiguo ni ha quedado nada sin consignar; todo ha quedado escrito en los testimonios de los profetas, y no en tablas de piedra, sino claramente descrito por el Espíritu Santo. Así pues, cuando oyeres el relato evangélico sobre las acciones de Judas, ¿acaso no debes prestar atención a este testimonio? Oíste que el costado de Cristo fue atravesado por una lanza. ¿No deberás examinar que también eso está escrito? (Jn 19,24-37). Oíste que fue crucificado en el huerto. ¿No deberás comprobar que

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eso ha quedado escrito? (Jn 19,41). Oíste que fue vendido en treinta monedas de plata. ¿No escucharás al profeta que habló de ello (cf. Mt 26,15 y Zac 11,12b). Oíste que le fue dado a beber vinagre. Aprende también dónde está esto escrito (cf.Jn 19,29 y Sal 69,22b). Oíste que el cuerpo fue sepultado dentro de una roca tapada con una piedra (Mt 27,60). ¿No aceptarás el testimonio del profeta sobre este asunto (cf. Is 53,9)? Oíste que fue crucificado entre ladrones (Mt 27,38). ¿No debes enterarte también de si eso estaba escrito? Oíste que fue sepultado (Mt 27,59-60). ¿No deberás averiguar si en algún lugar se escribió acerca de su sepultura (Is 53,9)? Oíste que resucitó. ¿No deberás investigar si te engañamos con estas enseñanzas? Aunque «mi palabra y mi predicación no tuvieron nada de los persuasivos discursos de la sabiduría» (1 Cor 2,4). No se construyen aquí artificios sofistas, sino que más bien se deshacen. No se trata de una guerra de palabras, que a veces se revelan inútiles, sino que «predicamos a un Cristo cru-cificado» (I Cor 1,23), la cual cosa había sido predicada anteriormente por los profetas. Y ahora tú, al acoger estos testimonios, séllalos en tu corazón. Pero, al ser muy numerosos y carecer ahora de más tiempo, séanos permitido en este momento que escuches algunas cosas que tienen mayor importancia. Entiende tú nuestra argumentación y tómate el trabajo de averiguar lo demás. Y que tu mano no esté tendida sólo para recibir, sino también para actuar (vid. tal vez Eclo 4,31). Dios todo lo gratifica. «Si alguno de vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente» (Sant 1,5), y la recibirá de él. El cual, movido por vuestras súplicas, nos conceda, a los que os hablamos, poderlo hacer y, a vosotros que escucháis, creer.

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Gratitud a los sacerdotes

empecemos por dar las gracias a los sacerdotes:

Gracias.Muchas gracias.

Gracias a todos vosotros.Gracias por vuestro trabajo pastoral,

por ofrecernos la gracia de Cristo; por darnos el Evangelio; por abrirnos las

puertas del cielo.Gracias por rezar por nosotros.

Ellos siempre están a nuestro lado.

Nosotros sabemos que no estamos solos.

Ahora ellos deben saber que no están solos.

Yo no quitaré la Cruz de ningún lugar público

Pongamos un Crucifi jo en nues-tros lugares públicos, tiendas, despa-chos, fábricas, bares, peluquerías.

¡No tengamos miedo a nada ni a nadie!

¡Sólo Cristo!

la cruz de la jornada Mundial de la juventud que Ha visitado xàtiva Ha HecHo un Gran bien a MucHa Gente ¡deMos Gracias a

dios!

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Poesías de la sierva de dios adela soldevila

19. tu rostro buscaré, señor, no Me escondas tu rostroVen Espíritu Santoarranca de mi corazóntodo obstáculo, que me impidatu acción, perseverandoen constante inmolación. Atenta a tu llamada (Señor)en actitud de esperanada turbe mi pazes todo una quimeraque pronto pasarátan sólo amor perdurará. Señor: Dame tu luz que iluminepara poder caminarcon ilusión y esperanzaa la patria celestial.Salimos a su encuentrocon la lámpara encendiday así comprometidalo demás lo tengo en nada.

La vida que cuenta el pueblo (56)

Siervos de Dios Manuel Casesnoves y Adela Soldevila

arturo cliMent bonafé, abad de xàtiva y vicePostulador de la causa de canonización

Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia, sí. Mantente en contacto con ellos.

La vida de la Sierva de Dios fue siempre buscar la perfección espiritual identificándose con Cristo, de ahí su invocación continua al Espíritu Santo, Señor y dador de vida, para que como purificador que arrambla todo pe-cado, malicia y sequedad, arranque de su vida todo aquello que impida ese crecimiento espiritual, ese anhelo de perfección cristiana.

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Los santos viven conven-cidos de su ini-quidad por eso rezan, luchan, se esfuerzan por alcanzar la meta que el Señor les señala. Adela eso lo sabe y lo vive, por eso reza, lu-cha y se esfuerza interiormente. Pero a la vez, está siempre atenta como el centi-nela a la aurora, esperando la lla-mada del Señor. La Sierva de Dios nunca tuvo mie-do a la muerte, última llamada de Dios, vivió con esperanza, sabiendo que ese día llegaría, pero sería día de gozo, pues era Dios quien llamaba y hacia Él iría y en su regazo descansaría en paz. Por eso dice “nada turbe mi paz”.

En este ambiente de espera y de encuentro, Adela tiene en cuenta a las vírgenes prudentes del Evangelio, las que llevaban aceite para sus lámparas. Ella tiene encendida su lámpara y tiene también aceite en la reserva, porque no sabe lo que tardará el Señor. Aquí lo importante es que la encuentre con la lámpara encendida, es el Adviento de la vida de la Sierva de Dios. Adela quiere salir al encuentro de Cristo, parte de ella la iniciativa, no tiene miedo, ha cumplido bien los deberes, ahora le queda recibir la corona que no se marchita y que Dios da a los que le aman.

Da mucha felicidad contemplar de esa manera la vida de los justos. Es verdad que “la vida de los justos está en manos de Dios”. Así lo expresa la liturgia exequial: Adela busca el rostro del Señor, espera gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Muerto su esposo Manuel, quiere encontrarlo de nuevo junto a Cristo resucitado en la patria celestial.

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Terminada la planta baja e inaugurada, estamos poco a poco terminando de pagar todo el presupuesto de las obras.

Sortearemos a finales de febrero una imagen de sant Josep de madera de olivo hecha en Belén. La pueden ver expuesta en sant Francesc

Donativos: 100+50+50+30 = 230 eurosFaltan a pagar: 4.400 euros.Tota pedra fa paret!

Agenda de abril El día 1 retrasamos 30 minutos la misa de la tarde.1.- Viernes: Día de AbstinenciaCatequesis de Confirmación 2º - Vía Crucis.2.- Sábado. Conmemoración del 6º aniversario de la muerte del Venerable Juan Pablo II, el Grande.Juniors con Misa a las 6 tarde.3.- domingo. día del señor: Cele-bración Bautismal.4.- lunesCatequesis 1º de Confirmación. En-sayo de Coro.5.- MartesAdoración Nocturna abierta a todos.7.- Jueves6 tarde, Vía Crucis con los niños de la Catequesis en sant Francesc.8 tarde, Nueva Evangelización.8.- Viernes: Día de AbstinenciaCatequesis de 2º de Confirmación. Vía Crucis.8 t. en la Colegiata, Pregón de Semana Santa.11.- lunesCatequesis de 1º de Confirmación. Ensayo de Coro.

11-12-12: Triduo al Cristo de la Ex-piración (Cachorro).14.- JuevesCatequesis de Infancia. 8 t. Nueva Evangelización.15.- Viernes: Día de AbstinenciaCatequesis de 2º de Confirmación. Vía Crucis.Misa solemne en honor de la Soledad de la Virgen.17.- domingo de ramos en la Pa-sión del señor.Bendición y Procesión de los Ramos.Comienza la Semana Santa.21.- Jueves santo6 tarde, Misa de la Cena del Señor.10 noche, Hora Santa.22.- Viernes santo10 m. Laudes.11 m. Vía Crucis.4:30 tarde Celebración de la Pasión del Señor.23.- sábado santo8 tarde, Solemne Vigilia Pascual.24.- domingo de PascuaHorario de Misas de domingo.lunes, martes y miércoles de Pascua Misa a las 10 m. en sant Francesc.

Casa Natalicia de san Jacinto Castañeda. Restauración

Asuntos Parroquiales

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dos libros que Hacen falta:

“Historia saGrada”Hoy en día apenas si se conoce la

Historia sagrada, los niños por supues-to, pero también muchos adultos la han olvidado. Este libro les cuenta esa Historia de Dios entre los hombres, la Historia de los hombres de Dios.

“señor, enséñanos a orar”.oraciones y PleGarias del cristiano.

Es un libro necesario para todos. Ofrece una selección de oraciones y plegarias para que podamos rezar. Debemos aprender a rezar y rezar cada día más y mejor.

Este libro nos ayudará a rezar;

debería convertirse en libro de cabe-cera. Está pensado para hacer un gran bien a todos.

Ya pueden adquirirlos aquí.

“lourdes: un trozo de cielo en la tierra”

Este libro aparecerá en mayo.Este libro nos lleva en peregrina-

ción al Santuario de Lourdes donde cada año asisten seis millones de pe-regrinos. Su centro es la Gruta con la Virgen. Es un encuentro con María. Una reflexión de la vida de cada uno de nosotros ante la Gruta sagrada y sus acontecimientos.

Libros del Señor Abad

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Pongamos en marcha el reloj y el carillón del campanario

El interés por poner en marcha el reloj y el carillón se manifiesta con la colaboración económica.

La maquinaria ya se en-cuentra en la Colegiata y pueden verla antes de que la subamos al campanario.

Campaña abierta.Donativos: 300+50+100+50

= 500 euros.Tenemos: 6.860’80 euros.

Gastos extraordinarios

Ermita de sant Josep ........................................................................ 2.400 €Iglesia de sant Francesc: canalones y techo ....................................... 2.327 €Casona parroquial: parte del techo y paredes ................................... 2.347 €Máquina fregadora de lavar el piso para la Colegiata ........................ 2.714 €Pintar los bajos de la ermita, la sacristía, limpiezadel patio y alrededores del edificio, materiales y trabajo ...................... 828 € Total gastos ................................................................................... 10.616 € Para esta deuda tuvimos ya algunos donativos publicados que restaban hasta 3.578 euros, ahora hay que añadir la pintura de la ermita: 828 euros. Por lo que nos da la cantidad de 4.406 euros. Debemos ahora ............................................................................... 3.126 €

la cOlegiata tiene gastOs de catedral e ingresOs de ParrOqUia Media.

¡cOlabOreMOs, sOMOs ParrOqUia!

Asuntos Parroquiales

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DVD Documental: “Las raíces cristianas de Xàtiva”

Gran éxito. No deje de ad-quirir este precioso documental. La Colegiata producirá otros cuatro hasta 2013.2. La Nueva Evangelización

desde la Seu. 3. La celebración de la fe en

la Colegiata. 4. La caridad, mandamiento

principal: Cáritas La Seu. 5. El arte y los tesoros de la

Colegiata.

Capilla del Inmaculado Corazón de María

Estamos esperando a que Patrimonio nos autorice el proyecto de restauración de la capilla presentado ya en Valencia hace unas semanas. Y en el momento tengamos dinero suficiente comenzaremos la obra.

Donativos 100+20+20+25 = 165 eurosTenemos ahora: 4.911 euros.

las burlas, ofensas, Parodias blasfeMas contra la fe católica salen Gratis en esPaña. Gozan de PrivileGio. no Pasa nada.

Peregrinación a Tierra santa la semana de Pascua

La semana de Pascua saldrá un vuelo di-

recto desde Valencia a Tierra Santa. De lunes a lunes, visitará los principales lugares de la vida del Señor. Precio 1.500 euros, todo incluido. Para más información, preguntad al Sr. Abad cuanto antes.

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Cuaresma 2011

El Señor es mi luz y mi salvación·Un poco de tiempo para Dios• Miércoles de Ceniza: día de ayuno y abstinencia.

• Todos los días: celebración de la Eucaristía; a las 10 h., en la

Colegiata y a las 19 h., en sant Francesc.

• Todas las tardes, a las 18:30 h.: Adoración eucarística.

• Todos los jueves, a las 20 h.: Nueva Evangelización.

• Todos los viernes de

Cuaresma son días de

Penitencia: Abstinencia.

• A las 18:30 h.: Vía Crucis

en sant Francesc.

• Días 28, 29 y 30 de marzo,

a las 18 h.: Ejercicios

Espirituales abiertos a todos

Meditación • Oración en

silencio • Santa Misa