proposiciones nº 10

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1 Revista de los residentes del CAMF de Leganés, nº 10, primavera 2012 Actualidad CARNAVALES DE FUEGO ¡CELEBREMOS DE VERDAD LA SEMANA SANTA! 4ª JORNADAS DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE EN LEGANÉ S Reportajes En el colegio Trabenco Nuestra visita al Círculo de Bellas Artes Taller de lectura en el CAMF LOS NUEVOS ACCESOS A PARQUESUR Cultura El Hermitage en el Prado KARINA CANTÓ EN EL CAMF, Y GRATIS ¿DICCIONARIO O CATECISMO? Entrevistas Manos Solidarias: NACIÓ PARA AYUDAR LAS MANOS CERCANAS DE PEPE SÁNCHEZ

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REVISTA CREADA POR LOS RESIDENTES DEL CAMF DE LEGANÉS..

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2012

ActualidadCARNAVALES DE FUEGO

¡CELEBREMOS DE VERDAD LA SEMANA SANTA!

4ª JORNADAS DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE EN LEGANÉS

ReportajesEn el colegio TrabencoNuestra visita al Círculo de Bellas ArtesTaller de lectura en el CAMFLOS NUEVOS ACCESOS A PARQUESUR

CulturaEl Hermitage en el Prado

KARINA CANTÓ EN EL CAMF, Y GRATIS¿DICCIONARIO O CATECISMO?

EntrevistasManos Solidarias: NACIÓ PARA AYUDARLAS MANOS CERCANAS DE PEPE SÁNCHEZ

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La redacciónC. Cobo GonzálezManolo BenéitezAmparo AlmonacidFernando CastellanosAmeba

MaquetaciónEnrique Muñoz

ColaboradoresSebastián RoldánCarmen SoriaPevaÁngel HernándezBelén SánchezRoberto MendozaIsabel QuintasÁngel Vázquez BlancoCésar VidaurreGabriel López LaraAMFIVIL

Avda. de Alemania, 1428916 Leganés [email protected] en formato digital:www.issuu.com/revistaproposicioneswww.escribiradrede.blogspot.com.es

La ciencia nos ha enseñado muchas cosas, la tabla periódica, la teo‑ría de la relatividad, la mecánica cuántica, la genética... Pero la filo‑sofía también, y el último regalo ha sido el descubrimiento de que la vida no tiene sentido. Así: la vida no tiene sentido, aunque, como los ríos, pueda tener dirección. Los humanos somos “seres para la muerte”, resume un filósofo. Y la angustia, el absurdo o el silencio son las consecuencias. “Si Dios ha muerto, todo está permitido”, replica‑ba Dostoievski. Y sí: todo está permitido, todo ha sido permitido, no cabe duda.¿Qué hacer para que la vida tenga sentido? Es sencillo: buscárselo. Las teologías recorren esta senda: buscan el sentido en la palabra escrita y en la fe. Otras filosofías lo buscan en la historia. Otras, más ilustradas, persiguen la búsqueda de la verdad. Para estas corrientes, el sentido de la vida es un regalo que recibimos desde alguna instan‑cia externa y trascendente.Pero cabe otra búsqueda, y es que a la vida le podríamos dar sentido cada uno de nosotros. Damos sentido a nuestras vidas al poner voz a nuestra existencia, como hacemos por ejemplo en esta revista Pro-posiciones, nos lo damos a nosotros mismos y nos lo debemos unos a otros, tomando la palabra, diciendo la verdad, prestando nuestra voz al que le falta, o cuando participamos en movimientos en los que la multitud toma la palabra y se convierte en pueblo y se con‑vierte en plaza.Así aprendemos a entender lo que nos pasa y a ser capaces de con‑társelo a otros y contárnoslo a nosotros mismos. Y agradecemos a la vida el estar vivos así, dándole sentido, convirtiendo la vida en historia.Este es el sentido que damos a nuestras vidas sin sentido.

Contar la vida

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Los niños del Colegio Trabenco discu‑ten y planifican su aprendizaje cada semana en asambleas. Dividen su tiempo disponible por zonas, que si Lengua, que si Mates, que si Geo‑grafía, organizan sus propios talleres de Cocina, Costura, Huerto o Inventos, desarrollan proyec‑tos de investigación, este año en torno a “Vo‑lar” o “Medicina” en 5º, mantienen ordenadas sus aulas y todos los materiales que emplean, que son co‑munes, riegan las plantas, reciclan todo, cuidan de la compostera, resuelven los conflictos personales en asamblea, peleas u otras tensiones de la conviven‑cia, y hasta ponen ellos mismos la mesa en el co‑medor y aún les queda tiempo para leer cuentos a los compañeros más pe‑queños. En fin, que esto es un colegio y esto es apren‑der.

Después de oírles contarnos con deta‑lle todo lo que hacen durante un día de cole, ya nos extraña menos su excelente educación y su sobresaliente expresión oral. En una clase de veinticinco niños, más o menos, todos habla‑ron, unos explicando una cosa, otros otra, unos puntualizando, otros opinando, pero en ningún momento interrumpiéndose y todos pidiendo la palabra y respetándose el turno.

Los veíamos comportarse, escuchábamos sus informaciones y no nos lo podíamos creer, tanta madurez, tanto compañerismo, más su desparpajo a la hora de hablar en público y ante desconocidos.

Cuando entrábamos al cole, las dos re‑porteras nos íbamos fijando en algunas tuberías

oxidadas, en el pasillo con poca luz y en los ro‑dapiés faltos de pintura. Pero hemos salido de allí, de este milagro de colegio, con una sonrisa de oreja a oreja después de haber tenido la for‑tuna de conocer a una clase durante escasamente una hora de su tiempo y comprobado su nivel y su buen rollo.

Habíamos preparado la entrevista a los profesores con la idea de que, después de tantos problemas con las autoridades educativas de la

DePuertasAfuera

C. Cobo González y Amparo Almonacid

Visitamos Trabenco, el colegio de Educación Primaria vecino de nuestra residencia conocido por su innovador méto-do pedagógico, y tuvimos la suerte de compartir una clase con los chicos de 5º, los que cumplen este curso los 11 años. Nos ha asombrado su madurez, su compromiso con la marcha del cole y su habla envidiable. Habíamos solicitado una entrevista con los responsables del centro y descubrimos que los verdaderos jefes allí son los propios niños.

En el colegio Trabenco

MANERAS PEDAGÓGICAS ORIGINALES

Alumnos de 5º

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CAM estos años de atrás y con la marea verde en plena ebullición, nos íbamos a encontrar un co‑legio poco menos que atacado por la depresión. Pues nada de eso. Trabenco continúa siendo el mismo colegio de innovación pedagógica que siempre fue, pero con la suerte de que, a día de hoy, el equipo docente tiene por fin estabilidad garantizada para algunos años. Esta fue la últi‑ma conquista en la gran batalla librada por esta comunidad educativa de padres, alumnos y pro‑fes, curtidos desde su fundación, en el ya lejano 1972, en luchas sin cuento.

Hoy, muchos de los alumnos que cursan en este colegio son los nietos de los TRABaja‑dores EN COoperativa que fundaron el cole en los bajos de sus pisos de Zarzaquemada, donde

vivían hace ya cuarenta años. Y muchos de los actuales padres de estos niños fueron también alumnos del colegio fundado por sus padres. Se mantiene la singularidad de su propuesta edu‑cativa y su excelencia se consolida cada día, una propuesta democrática y sensible a la diferencia, inclusiva, integral, activa y comprometida, que exige de los maestros el trabajo en equipo y un compromiso renovado cada día, y donde la eva‑luación es continua y participa de ella también el niño y sus padres. Ente los niños y Elvira, su profe, nos confirmaron todos estos datos.

–Me gusta este cole porque no hay notas –decía un alumno.

Pero otro aclaraba de inmediato:–Es mejor que no haya notas, porque así no se

equivocan los profesores.En el colegio se evalúa casi semanalmente

el aprendizaje de los alumnos. Y lo hace tanto el maestro encargado del curso como los padres de cada uno y el propio alumno.

–Yo estuve en otro colegio y me agobiaba mucho porque estábamos todos sentados y no hacíamos nada, ni aprendíamos ni nada. Aquí nos enseñan diferente, pero aprendemos más.

–Y te esfuerzas para hacerlo todo bien, pues es tu vida y el colegio es tuyo.

–Aquí todo es de todos.–Y aquí se habla más.–No sé si aprenderé más, pero es más divertido.

–Y mi madre me ayuda si tengo problemas.

No pudimos to‑mar nota de los nom‑bres de cada uno de los niños que pronunciaron estas frases, pero sí lo hicimos de la niña, Sara, que tuvo la iniciativa de proponer como noticia a comentar, cualquier día del presente curso, una entrevista en el periódi‑co con un chico que pin‑taba sus cuadros con la boca y que vendía muy

caras sus creaciones. Nos enseñaron la foto del pintor, que la habían guardado en la hemeroteca del aula, y resultó ser Florín, un compañero de la residencia.

De inmediato concertamos la visita de la clase a nuestro Centro. Y vinieron todos ellos el pasado día uno de marzo para convertir el taller de plásticas de Isabel en un aula de niños pinto‑res con la boca. Fue una fiesta de creación y de gritos, una buena mañana en nuestra residencia. Gracias, chicos.

Y Florín tuvo el mejor detalle de la maña‑na al donar al aula de 5º de Trabenco uno de sus valiosos cuadros terminados. Regalo por regalo.

Otro momento en clase

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DePuertasAfuera

Ángel HernándezA los españoles, que solemos darnos mucho a participar cuando se trata de divertirnos, hay determinadas celebra‑ciones en el año que se nos antojan poco atractivas. La Navidad a muchos les produce tristeza, melancolía y otras cosas, menos alegría, de manera que no es raro escuchar expresiones como “A ver si se acaban ya”.Pues bien, así como Navidad nos recuerda el comienzo del hecho más grande de la historia aquí en la tierra, la Semana Santa nos confronta con el final del mismo. Para los Cris‑tianos que lo son, esta es la celebración más importante del año y lo celebran por todo lo alto.El año pasado, el Domingo de Resurrección se presentó una coreografía en la Plaza de Colón de Madrid que podéis ver en Youtube con el nombre de Iniciativas Evangélicas Igle-sia Salem. Y en la siguiente dirección podéis ver el baile ce‑lebrado en Budapest en la misma fecha, ambos muy boni‑tos: http://www.youtube.com/watch?v=sBPDexF33GY

Resurrectión Day (Letra de la coreografía)

Aquel día será recordado como el más importante de la historia.El destino del mundo cambió en un momento glorioso,cuando la vida triunfó el Domingo de Resurrección

La vida que un pueblo sueña alcanzar (el día se aclara)resuena en el cielo la libertad (se extiende la llama)banderas en lo alto para ondear (alzan sus ojos)uniendo sus fuerzas para luchar (con paso seguro)si nada va como era de esperar (mira al cielo)Jesús ya compró nuestra libertad (las puertas se abrieron)te muestra el camino a la verdad (fronteras cayeron)nos dio la victoria hasta el final (nació un nuevo día)

Vive la vida con felicidadmás allá de lo que puedes tocar,el mundo puede encontrar una nueva oportunidad,si te alcanzan problemas resiste y confía sin desmayar,Jesús libra la batalla final.

La nueva luz del alba traspasa la oscuridad,corazones llamando a celebrarpor toda la eternidad

Esta letra unida al baile y la música es una delicia, os animo a que lo veáis.

Para el Domingo de Resurrección de este año se está preparando una nueva coreografía y una procesión con la cruz. Esta tiene cinco metros de alta por tres de enverga‑dura, pero lo más importante de todo es que está vacía, declarando que Jesús resucitó venciendo al pecado y la muerte: JESÚS ES DIOS VIVO Y DE VIVOS.

Dado que cuando salga el siguiente número de nuestra revista ya habrá pasado esta festividad, quiero dedicar mi artículo de la serie Vida a este tiempo. Según el calendario, este año la Semana Santa cae muy alta, ya que nos la marca los días 5,6,7 y 8 de Abril.

Vida¡CELEBREMOS DE VERDAD LA SEMANA SANTA!

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DePuertasAfuera

Amparo AlmonacidA pesar de estas ausencias injustificadas, los

que sí asistimos a las jornadas estábamos todos inte‑riormente muy animados. Deseábamos que por fin comenzase el acto para escuchar todo lo que las per‑sonalidades invitadas nos tenían que decir.

Abrió el acto el trabajador social Miguel Del‑gado Molinés y explicó en qué consiste la esclerosis múltiple, que es una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso central, cerebro y médula espinal. La esclerosis se produce por un acúmulo de células inflamatorias que penetran en el sistema nervioso y

causan lesiones en la mielina, la sustancia que recubre las prolongaciones neuronales y ayuda a las conexio‑nes para comunicarse. Si se destruye la mielina, puede interrumpirse la transmisión, transitoria o permanen‑temente. Las lesiones pueden ser de pérdida de fuerza muscular, alteración de la sensibilidad y el equilibrio, cansancio, perdida de visión, siendo en ocasiones des‑apercibida clínicamente.

Tras la intervención del trabajador social, tomo la palabra Beatriz Muñoz García, fisioterapeuta de

ADEMM, que nos informó de nuevas técnicas de re‑habilitación y nos insistió en la importancia de la cons‑tancia en los ejercicios para la mejoría en los síntomas y de las recaídas.

Cerró el acto Dª Teresa García Sánchez, direc‑tora del Instituto Erickson Madrid, que ha tratado a pacientes de esclerosis múltiple, obteniendo unos re‑sultados esperanzadores tras múltiples sesiones de psi‑coterapia e hipnosis ericksoniana. Aseguró que había conseguido una gran mejoría en algunos pacientes con su terapia. Se puede decir que su intervención aportó

un pequeño rayo de luz a esta enfermedad que tantos sinsa‑bores nos da y que intenta‑mos sobrellevar, superando a la vez nuestro propio miedo.

No se habló, y lo eché de menos, sobre la investiga‑ción en curso con células ma‑dre. Ni de los recientes pro‑blemas de financiación para estos estudios, sobre todo en Valencia.

Presentó estas jorna‑das el presidente de ADEMM y de AEDEM, Gerardo Gar‑cía Perales, con la colabora‑ción de la delegación de Le‑ganés de dichas asociaciones,

cuya presidenta es Olga Rodríguez Estévez.Las jornadas se clausuraron con la esperanza

del remedio inminente que todos los afectados por esta enfermedad esperamos, para poner fin a nuestras dolencias.

En el café al que fuimos invitados, como últi‑mo acto, todos estábamos realmente muy animados. El hecho de compartir nuestras experiencias siempre nos reconforta a los afectados, y nos ayuda a continuar en esta lucha por la superación diaria.

El 27 de enero de 2012 se celebraron las 4º jornadas de la ADEMM, Asociación de Esclerosis Múltiple Madrid, en el CC de Las Dehesillas. La tarde fue más bien fría en lo climatológico, pero los asistentes derrochaban entusiasmo. Se echó en falta, eso sí, al alcalde y a la concejala de Asuntos Sociales.

4ª JORNADAS DE ESCLEROSIS MÚLTIPLE EN LEGANÉS

Salón de Actos del CC de las Dehesillas, Leganés

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DePuertasAfuera

Manolo BenéitezBenito llegó a nuestra cita acompañado por Car‑

men, una de las voluntarias de la asociación, que después de la entrevista iba a asistir a una residente que tenía que ir a una reunión fuera del centro. Y al poco se incorporó Feli, otra voluntaria que suele venir por aquí, y se inició la conversación. –¿En que consiste Manos Solidarias, cual es su labor y proyectos?Benito: Manos Solidarias es una asociación compues‑ta por personas, en su mayor parte mayores, que ponen su tiempo libre a disposición para acompañar y ayudar a otros, bien ancianos, enfermos o discapacitados. Trabaja‑mos con las personas mayores, principal‑mente en la residencia de Los Frailes, acom‑pañando a los que están solos al médico. A veces, para poder transmitir los mensa‑jes o las ideas del mé‑dico a las enfermeras, en el caso de que ellos no sean capaces de hacerlo por su enfer‑medad. Y también los acompañamos cuan‑do salen de paseo o van a sus casas a dar una vuelta por ellas y estar fuera de la residencia un rato.Carmen: También colaboramos con los Servicios Socia‑les del Hospital Severo Ochoa, visitando a los pacientes que están solos y acompañando en la rehabilitación a los operados de cadera, estimulándolos a hacer los ejercicios, siempre bajo indicación de la trabajadora social del hos‑pital.–¿Cómo os organizáis para todo esto? Benito: Pues en las reuniones, que tenemos una al mes, más la asamblea general, que es anual Vamos viendo el tiempo libre del que dispone cada voluntario y se distribu‑ye de acuerdo con las distintas actividades que tenemos. Hacemos también la revista, que nació con la idea, no de

competir, sino de abrirnos a otras asociaciones.–¿Cómo os financiáis, tenéis alguna subvención?Benito: No hemos pedido ninguna subvención, dado que nuestra actividad requiere principalmente tiempo libre. No tenemos grandes gastos. El local donde nos reunimos es cedido y la revista se financia con la publicidad, poca, pues queremos dedicar el mayor espacio posible a informar.

Cuando paso a preguntar sobre aspectos más re‑lacionados con sus sensaciones personales, por ejemplo: ¿Cómo os sentís haciendo lo que hacéis?, toman la palabra Car‑men y Feli. Ambas coinciden en que se sienten bien ha‑

ciendo compañía a la gente que está sola. Aunque al principio tenían sus miedos y sus dudas, después han cogido confianza y están a gusto, sobre todo cuando se sien‑ten bien acogidas.Carmen: Tanto, que a veces os pasáis en el buen recibimiento.–En esto coincidís con los voluntarios que nos acom-pañan en la bocciaCarmen: Nosotros

creemos en la integración de los discapacitados en la so‑ciedad como miembros activos que son. Es lo que bus‑camos cuando colaboramos con vosotros en la boccia, haciendo deporte, o con la Asociación de Esclerosis Múltiple, acompañando a los interesados a las reuniones.–¿Qué dificultades habéis encontrado en vuestra actividad?Feli: Algunas veces, al visitar a un enfermo en el hospital, nos ha rechazado, quizá porque la persona no es la misma cuando está en el hospital que cuando está fuera, nervios, incertidumbre, y nos rechaza. Esto no nos preocupa. Vol‑vemos al día siguiente y, si le sigue molestando, ya no in‑sistimos. La mayoría cambia y nos recibe bien, incluso nos pide disculpas, que sobran. Lo que pretendemos es hacer compañía y charlar un rato, romper la soledad.

Manos Solidarias

UNA ASOCIACIÓN NACIDA PARA AYUDAR

Quedamos una mañana con Benito, presidente de Manos Solidarias, para hablar sobre la labor de la asociación, sus inquie-tudes y proyectos. Uno de ellos es, precisamente, la colaboración con el equipo de boccia del CAMF, los lunes y miércoles. Y por supuesto, estuvieron presentes en el encuentro que recién celebramos, el pasado sábado 25 de Febrero, en el Pabellón Europa y que reseñamos en el presente número de Proposiciones.

Benito, Feli y Carmen durante la entrevista

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DePuertasAfuera

C. Cobo González, Manolo Benéitez y Amparo AlmonacidCuando en la redacción de Proposiciones decidi‑

mos visitar el Círculo de Bellas Artes de Madrid sabía‑mos que la antigua entrada de carruajes del edificio ya no existía. Lo que desconocíamos era que, para subir en silla de ruedas a la planta baja del edificio, la de la Pecera, se ha acondicionado un elevador con una instala‑ción lamentable. Con este artefacto, más la esperpéntica plataforma para salvar la escalera de entrada a la Pecera y los baños, nos dicen que la accesibilidad del edificio está garantizada, pero lo único que garantizan semejan‑tes adaptaciones es algún accidente gra‑ve, y a no tardar. O esto, o que no apa‑rezca nadie en silla de ruedas por allí.

Sin embar‑go y a pesar de estas graves desatencio‑nes para con los di‑versos funcionales, merece la pena una visita a un edificio tan emblemático. La juguetona pro‑porción de sus vo‑lúmenes y de sus fachadas anuncia la exacta “irracionali‑dad” de sus interio‑res, unos espacios muy acordes con los usos para los que fue concebido, más cerca de la fiesta y del ocio que de cualquier otra consideración. Irracionalidad, fiesta, ocio, quizá las palabras más apropiadas para hablar de, o vi‑vir, el arte.

El edificio se impone por su materialidad tan fantasiosa, por más que rotunda. Se ajusta a un solar rectangular, lo que fueran los jardines del marqués de

CasaRiera, al que se acoplan perfectamente los distintos usos de cada planta, según nos explicó Enrique Caste‑llanos: “La multifuncionalidad de los espacios –nos dijo– es lo que justifica sus audacias arquitectónicas”.

La planta baja, para el saludo o la tertulia, y el entresuelo, para la vida de club, más exclusiva. Y en la planta principal, el desmadre, un salón de baile desco‑munal por su amplitud y altura, y un coqueto teatro que amplía este salón hasta el delirio. O al revés, pues las funciones del teatro, hoy llamado Fernando de Rojas en

recuerdo del autor de La Celestina, se podían ver desde sus palcos o patio de butacas, pero también tomando tranquilamente el té en este salón de baile. En fin, es‑pacios para los placeres sin televisión, cuando la vida se compartía y la compañía del otro no se hacía tan rara como hoy.

Y por encima de todo esto, el 1º ático, para bi‑

Nuestra visita al Círculo de Bellas Artes

EL AYER, EL HOY Y EL MAÑANA

Un reportaje como este nos apetecía mucho. Siempre aparece ante los peatones ese edificio tan alto y tan bello y tan rotundo del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en plena calle Alcalá, como un poco la caja fuerte de los secretos más inconfesables de la cultura, un lugar oscuro y luminoso a la vez, quizá como la misma diosa que lo preside, Minerva, tan torva, tan con-tradictoria, tan romana y pedestre a pesar de su pedestal a más de cincuenta metros del suelo de Madrid.

Los reporteros paseando por la Terraza del Círculo de Bellas Artes con Arantxa Benito y Enrique Castellanos.

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blioteca, el 2º ático, actual 4ª planta, con otro Salón de columnas para la fiesta o el juego, y hasta una Fuentecilla, la 1ª planta de terrazas, para restaurantes y cocinas, la 2ª planta de terrazas, para los talleres de Bellas Artes, y por fin, hoy, en la 7ª planta de ascensor, el torreón y la terraza al cielo, el gran espectáculo sobre el caserío de Madrid que nos brinda este edificio. Y todo por dos euros, lo que cuesta la entrada al visitante.

Y por debajo, dos sótanos, y en el primero hubo hasta una piscina, la única en Madrid de estas condicio‑nes, una sala de billar, otra de esgrima, otra de patinaje, el patinadero, etc.

Lo repetimos, el edificio del Círculo de Bellas Artes se impone a todos sus usos, con no ser pocos, e incluso a su propia historia de polémicas. El propio CBA publica una revista, Minerva, cuyo último número nos regaló Arantxa Benito, en el cual se inserta un en‑sayo del poeta francés Bernard Noel, Política del cuerpo, en el que afirma que “el cuerpo es el espectador de eso mismo que no tendría existencia sin el propio cuerpo, el pensamiento”. Pues esto es lo que ocurre con el edificio de Antonio Palacios, su arquitecto: todos sus espa‑cios poseen en su disposición un depósito del que emanan o emanaron los aciertos y dis‑parates de esta institución. No se pueden concebir fuera ya de este escenario los programas de actividades del Círculo, tan‑to sus ciclos de cine –no hace mucho recuperaron el espacio alquilado del cine Bellas Artes para incorporarlo a su propia agenda cultural– o de teatro, como sus exposiciones, confe‑rencias, conciertos, talleres, etc.

El Círculo de Bellas Ar‑tes es una entidad privada –su lista de socios está muy concu‑rrida sin embargo hoy en día– cada vez más abierta a todos los madrileños interesados por la creación y el pensamiento. Los últimos treinta años de su his‑toria así lo certifican. Por ejemplo, son más de 2000 los lectores y 8000 los visitantes que participan en la lectura completa de El Quijote durante 48 horas alrededor del 23 de abril de cada año, lo mismo que innumerables son los que acuden al Baile de Máscaras de cada Carnaval o a las Noches Bárbaras del 21 de junio, amenizadas estas por músicos callejeros que contrata el propio CBA para la ocasión. Trabajo le costó al selecto club de los artistas

plásticos abrir su casa al común de los madrileños, pero en la actual etapa, de la transición para acá, lo están con‑siguiendo mal que bien.

Porque los artistas plásticos fueron los funda‑dores del Círculo en el muy lejano año de 1880, con el muy loable propósito de protegerse de marchantes y otros recaudadores. La iniciativa tuvo tanto éxito que muy pronto el Círculo fue una institución de referencia en la vida cultural, no ya de Madrid, sino de todo el país. El actual edifico de Alcalá 42 se termina de construir, e inaugura, en el año de 1926, bien que con ayudas pú‑blicas y no pocas polémicas, pues entre otras cosas no respetaba las ordenanzas municipales que limitaban a cuatro alturas los edificios de la zona. Desde la calle mide 75 metros de altura, pero el Círculo era el Círculo y terminó por construirse su sede como la conocemos hoy y como figuraba en el proyecto de Antonio Pala‑cios, aproximadamente.

Lo que ocurrió después de aquellas fechas fue también consecuencia de su relevancia. Nos referimos a

sus avatares durante los meses de agosto y septiembre del año 36, por ejemplo, y a su poste‑rior suerte bajo la dictadura. Al estallar la revuelta de los mili‑tares contra la República, algu‑nas dependencias del edificio se convirtieron en centro de interrogatorio de sospechosos durante los primeros días de la revuelta, hasta que las autorida‑des encontraron espacios más apropiados. Y lo que ocurrió durante la dictadura fue una ocupación de los falangistas de este espacio, hasta convertirlo en un antro de timbas más o menos clandestinas, pero sobre todo en un meublé. Lo saben bien los albañiles que acome‑tieron la reforma de las 5ª y 6ª plantas, para acondicionarla a sus funciones actuales: todos los antiguos despachos tenían su correspondiente bidé.

En fin, como dijo alguien contemporáneo de los fundadores del Circulo, “la vida es una escalera de gallinero, corta pero llena de mierda”. Una mierda de la que no se libra ni la historia de la cultura, especialmente la historia de la cultura.

Y muchas gracias a nuestros amables introduc‑tores en la visita, Arantxa Benito y Enrique Castellanos, por su paciencia y por su información.

Amparo Almonacid con Arantxa Benito

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DePuertasAfuera

Carmen SoriaYo creía que el placer estético sería incompatible

con estos fríos. Pero no, ante un retrato de Rembrandt, como su Estudioso, que casi te habla, o de Caravaggio, su Tañedor de Laúd, de facciones delicadas y perfectas –si te detienes a escuchar, oirías entre sus toses de tuberculo‑so febril la partitura que interpreta– ante estas obras el estremecimiento es total y cálido, olvidas la ventisca y todas las tristezas, ya no existe para ti más que el abrazo de los hombre sensibles, como estos pintores que con‑tinúan proporcionando energía para vivir.

Sin embargo, el cuadro de Matisse Interior con ventana me sacó de allí. De pronto, para mi gran susto, reco‑nocí en la figura mas‑culina, erguida, rígida, vestida con un pijama a rayas, a mi propio padre, tan mandón, tan pesimista, tan soriano, y en la figu‑ra femenina, sentada frente a él y vestida de negro, a doña Ma‑ría, mi mami, sumisa y obediente a todas sus regañinas. ¡Qué cuadro más curioso! Una pareja en des‑igual manera, él supe‑rior, ella inferior, ante una ventana abierta al huerto de los cerezos y a la verdad.

Pero la mayor sorpresa fue contemplar esta es‑cena, a mis padres como siempre los vi, y no sentir nin‑gún rencor, como si ya los hubiese perdonado. Y no digo más, pero sé de lo que hablo.

El cuadro de Matisse que conviene a esta crítica, sin embargo, es el Juego de bolas, que representa a unos jovenzuelos haciendo lo mismo que nuestro equipo de jugadores de boccia, divertirse sobre un prado, que es la mayor diversión imaginable si estás desnudo como ellos.

Pero volvamos a la exposición, que la colección del Hermitage de pintura europea es una casualidad de mucha sustancia. Los zares la compraron a buen precio entre aristócratas arruinados, como la Josefina de Napo‑león o el Godoy huido del motín de Aranjuez. Pudimos ver una muestra mínima, pero muy valiosa de sus mejo‑res obras, grabados de Durero o cuadros de Velázquez, de Tiziano, Ribera, Greco, Poussin, etc, o una terracota de Bernini ya con todos los ropajes del Éxtasis de Sta. Teresa. Los pintores del s. XVIII en la colección son menos relevantes que estos genios. No así la colección

de pintura contem‑poránea, que ya no perteneció a los za‑res. Se formó a partir de las expropiaciones del Estado Soviéti‑co y es sin duda una de las más valiosas del mundo. Pudimos contemplar, además de los Matisse arriba reseñados, picassos conocidísimos, como Bebedora de absenta, un Cezanne imprescin‑dible, un Monet, un van Dongen, Kandis‑ki o Malévich, todos pintores rompedores,

los verdaderos responsables de la nueva imagen del mundo que podemos contemplar en la pintura de las vanguardias. Fue precisamente Malévich el primer en‑cargado de la política museística de los bolcheviques y quien inspiró buena parte de la colección.

No puedo decir mucho del oro de los escitas, que saquearon los zares de sus tumbas, o de las arte‑sanías de la ostentación que consumían en sus palacios y de las que fueron expropiados por la revolución, porque de todo ello no entiendo mucho, aunque los orfebres que las hicieron, por ejemplo los de la casa Fabergé, de París, merecen más digno recuerdo que sus dueños.

El Hermitage en el Prado

Por fin el día 7 de febrero algunos residentes toros sentados pudimos acceder a la exposición del Hermitage en el Museo del Prado, no sin muchos codazos y empujones a causa del gentío en la sala. Las visitas al Prado suelen ser siempre un alboroto.

ASOMBROSA MUESTRA DE ARTES PLÁSTICAS

Tañedor de laúd Caravaggio

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DePuertasAdentro

Ameba–Unos dibujos geométricos, tan delicados, hechos con piezas de madera incrustadas en el tablero... Fue el pri‑mer misterio de mi infancia, muy por encima de los mis‑terios del rosario. Luego me he enterado de que aquellos tableros de la máquina de coser ya se hacían en plan in‑dustrial. Pero no me im‑portó, continuaban siendo milagrosos y bellos.

La España campesina de cuando entonces estaba más cerca de las Bucólicas de Virgilio que de los tracto‑res Ebro o las cosechadoras John Deere y llamaba más la atención de un niño la habi‑lidad de un ebanista o de un zapatero o de un herre‑ro o del hortelano o de un tejedor que todas las lecciones del maestro de escuela.–A mí me dio por la madera, desde muy joven me recuerdo jugando con madera y ha‑ciendo tallas de madera. Y recuerdo también el asombro de la gente que las veía, lo cual me estimulaba a continuar jugando.

Pepe Sánchez, lo podéis imaginar los que no se lo hayáis oído contar, no ha tenido una vida fácil. Trabajando por necesidad, primero, y luego en manos de médicos o encerrado en hos‑pitales y residencias... de pronto, un día, se fue a en‑contrar con unas láminas de madera, que si ébano, que si palo de rosa, que si charaguay, que si palo nazareno, que si granadillo, que si enebro, boj, que si caoba, mucha caoba, que si cedro, en un taller de carpintería que ya casi es el suyo.–Creo que esas maderas no las he trabajado en mi vida, aunque todas han sido muy usadas en la historia de la ta‑racea. Yo trabajo con un cutter, un formón o dos, la cola, la lija, mis manos y mi cabeza, sobre todo mi cabeza.

Para terminar las obras de arte que Pepe Sánchez

es capaz de rematar, frecuentemente con más de 3000 piezas incrustadas y unas 600 horas de trabajo, hay que ser dueño de una naturaleza y un carácter muy vivos, pero también de un equilibrio y una minuciosidad de madre. Siempre se dijo que el arte es femenino, y yo creo

que la taracea lo es especialmente. Se lo digo a Pepe.–La historia de la taracea tiene ilustres antepasados –me contes‑ta– aunque muy pocos artistas fir‑maron la obra. Hoy conocemos pocos nombres, pero sí sus crea‑ciones.

Y comienza su enu‑meración por el trono de la

Dama de Baza y testimo‑nios de su arte mesopo‑tamios, egipcios, griegos

y romanos, sigue con la influencia árabe –taracea

es palabra árabe: la incrustatio latina y la tar-sia italiana– y las escuelas de Damasco o Granada, ya con técnicas industria‑les, pero cita también a Giuliano da

Maiano, el florentino autor de la sacristía del Duomo, a Luciano Laurana, autor del estudio del duque de Montefeltro, a Barto‑

lomé y Jeremías Weisshaupt, con obra en el Escorial, las puertas, por

ejemplo, o muebles usados por Felipe II, a André‑Charles Boulle, el ebanista de Luis XIV, o Mi‑

guel Díaz Medina, con obra en el Palacio Real de Madrid, quizá último taraceano de técnica tradicional.–La historia de la taracea es mas ilustre por sus creadores que por sus consumidores, si bien los clientes eran reyes y eclesiásticos.

Pues bien, lo creáis o no, un arte como la taracea, tan delicado, hermoso y sabio, se mantiene vivo gracias a las manos de nuestro compañero Pepe Sánchez y muy pocos más, muy pocos.

A los que tuvisteis madre que cosía, si alguien os pregunta cómo estaba decorado el tablero de su máquina de coser, a lo mejor recordáis las finas grecas incrustadas que adornaban su perímetro. Esa es sin duda la primera taracea grabada en la memoria de los españolitos venidos al mundo cuando entonces, los que tenéis la edad de Pepe Sánchez, más o menos.

La taracea: un arte en peligro de extinción

LAS MANOS CERCANAS DE PEPE SÁNCHEZ

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DePuertasAdentro

Fernando CastellanosPor lo que he podido saber –preguntando, pues

no conozco otra manera de llegar a conocer lo que ig‑noro, y más en esta casa– el taller se formó en torno al anterior bibliotecario, Julio Huertas, que en gloria esté. Él solo, con su entusiasmo, fue capaz de juntar a un gru‑po de aficionados a la lectura, lo mismo da trabajadores que residentes, a casi todos los que se lo propuso, para poner en marcha el proyecto. Su entusiasmo se conta‑gió a muchos más y actualmente el grupo continúa fun‑cionando, por más que Julio ya no está entre nosotros.

Lo formamos a día de hoy unos doce compañeros, seis residentes y cinco o seis trabajadores, y yo, que soy el más faltón.

La labor que hacemos en este grupo os parecerá poca cosa, pero se trata nada menos que de leer un li‑bro, más o menos cada mes, y luego juntarnos para ver qué nos ha parecido. Aquí es donde viene lo interesante, al menos para mí. En estas reuniones descubrimos que cada uno se ha fijado en un detalle diferente o en un pasaje diferente o en un personaje diferente, como si el libro hablase a cada lector con una voz distinta o bien hubiésemos cada uno leído libros distintos.

O sea, que sales de esta reunión y has hecho cinco o seis lecturas distintas del mismo libro, lo cual es

muy enriquecedor. Todos hablamos y resulta que cada uno se ha comido el tarro con una cosa diferente.

Como hay compañeros que tardamos más en leer los libros que otros, entre medias, a la mitad de la lectura más o menos, nos juntamos otra vez para leer cuentos, que también comentamos. Y así vamos des‑cubriendo los secretos de esa AltaMagia que es la Lite‑ratura, que nos revela en toda su intensidad, esplendor o crudeza la vida de otros seres humanos en las más variadas circunstancias y en los más remotos lugares, la

vida de seres materiales o incluso espirituales, dioses o demonios o marcianos.

Pero no solo la Literatura hace reve‑laciones. El grado de amistad y compromiso en el grupo es tan alto que hasta nos hacemos confidencias y estos secretos no han salido jamás del Taller. Y hubo un tiempo, que se quiere rescatar, en que también se compartían horas de ocio viendo películas que tuvieran algo que ver con las inquietudes del grupo.

Cuando terminamos de comentar el libro que hemos leído, hacemos sugerencias sobre el próximo que queremos ponernos a leer. Sin ir más lejos, ahora mismo estamos leyendo La sonrisa etrusca, de José Luis Sanpe‑dro. Ya sé que este libro no es una novedad, pero es muy bonito. La literatura es lo que

tiene, que los libros viejos que se resisten a morir suelen ser los mejores, y este es uno de ellos.

Lo que más siento es que no voy a poder ir a la tertulia de este mes, porque me caí en una rampa muy mal señalizada, a la salida de la biblioteca del CC Ju‑lián Besteiro, y me partí el fémur izquierdo, entre otros muchos chichones, y tendré que estar en casa sin salir durante seis semanas, pues la silla eléctrica no cabe en el ascensor con mi pierna estirada y no tengo a nadie que me lleve al centro. Lo siento, compañeros.

Porque os recuerdo es por lo que he escrito este articulo. Que sepáis que yo también creo en la amistad y creo en la solidaridad. En realidad, necesito practicarlas, ambas, además de la lectura.

Desde hace unos meses, prácticamente ya desde hace un año, vengo yo participando en el grupo de lectura que se reúne en el CAMF para la puesta en común de algún libro y, sobre todo, para animarnos a leer a todos. El grupo se viene reuniendo desde hace ya varios años. Yo soy el último invitado

Taller de lectura en el CAMF

UNA INICIATIVA PARA LA CONVIVENCIA

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DePuertasAfuera

PevaResulta a todas luces la mar de gracioso que

nuestra preciosa lengua castellana se esté quedando como una lengua retrograda y encorsetada hasta unos límites que rayan con la ciencia ficción. Y todo, porque la dejamos en manos de académicos más bien distraídos, si no algo peor.

Para que se hagan una idea de lo que hablo, mis queridos lectores, cuando se busca una palabra en el Dic‑cionario de la Real Academia Española (DRAE) como puede ser cielo, una de las acepciones reza así: «morada en que los ángeles, los santos y los bienaventurados gozan de la presencia de Dios» ¡Toma ya¡

Pero no es esta la única definición poco neutral, o sea, escandalosa, propuesta por los señores académi‑cos. La expresión temor de Dios es definida como el «mie‑do reverencial y respetuoso que se debe tener a Dios. Es uno de los dones del Espíritu Santo». ¿Pero estamos consultando un diccionario o el catecis‑mo de Ripalda?

Parece ser que estos doctores de la gramática, por aquellos días en que les tocaba hacerse con el diccionario, se encontraban muy aburridos o algo peor y nada más se les ocurrió que pasearse por las páginas del catecismo católico, apostólico y romano, con el único pro‑pósito de no olvidarlo jamás y, de paso, conservarlo reproducido en su DRAE por los siglos de los siglos.

A estos gramáticos les importa un carajo la repercusión que pueda te‑ner su obra en los más de 450 millones de castellanohablantes. No se dan cuen‑ta de que un diccionario es un libro muy gordo de consulta y, por lo tanto, que ha de estar lo más limpio posible de ideo‑logía, incluida la católica, y sin ninguna clase de partidismo.

Porque la lengua de Cervantes, o sea, el castella‑no, no se habla sólo en los confesionarios y en las sacris‑tías. También se habla para pecar, e incluso para hablar con otros dioses, musulmanes, judíos, hindúes o de las praderas.

Cada vez más somos ateos y contradioses los que hablamos el castellano, por eso que nos huele tan

mal que estos señores académicos continúen dándole a este manubrio del ludibrio del bodrio para regocijo de curas y monjas. Unos tíos tan sabios proponen como verdades históricas las que vienen de estas fuentes, tan contrastadas: avemaría: «oración compuesta de las pala‑bras con que el arcángel San Gabriel saludó a la Virgen María, de las que dijo Santa Isabel y de otras que añadió la Iglesia católica». Otra definición curiosa es encarnación, que no es presentada como una respetable creencia de los católicos sino como el «acto misterioso de haber to‑mado carne humana el Verbo Divino en el seno de la Virgen María». Y otro hecho histórico a ser aceptado por los hablantes del castellano aparece relatado en la entra‑da de anunciación, una de cuyas acepciones es el «anuncio que el arcángel San Gabriel hizo a la Virgen del misterio de la Encarnación».

El diccionario nos explica también que artículo de

fe es, para los castellanohablantes, una “verdad que se debe creer como revelada por Dios, y propuesta, como tal, por la Iglesia”. Y el que falta a “la fe que debe” es calificado por la Academia Española como pérfido.

Y así suma y sigue, como si fuese hecho para catequistas...

En fin, que este diccionario no es para mí...

¿DICCIONARIO O CATECISMO?

Real Academia Española

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DePuertasAdentro

HeavyMetalCómo le gusta al colega tocarme los huevos,

me insiste en que tengo que escribir la crónica. Karina cantó por la jeró, sin cobrarnos ni un

duro al Centro, ¡olé sus ovarios!Cantó aquí, a domicilio, en el CAMF, con el

salón de actos abarrotado.

Hasta la Nacha estaba allí, todas y todos bailando, no faltaba nadie.

Eso sí, me gustó más el concierto de Barón Rojo en Vista Alegre.

Eso sí que lo viví, eso sí que fue un concierto.

Bueno, cada dos por tres me tenéis en un evento de este tipo.

Cualquier tipo de música, en mis ratos libres.

También vi a Raphael estas Navi‑dades: con 70 años canta como un cañón. Fui con mi Tía Momi.

Y a María Dolores Pradera, otra vieja gloria.Y voy a estos conciertos porque me da la

gana.Cuando tengo ocasión bailo danza contem‑

poránea.Y el sábado que viene, voy a ver a Estopa al

Palacio de Deportes.Pasamos un rato muy agradable con Karina,

sobre todo mis compañeros.Comenzó cantando Las flechas del amor. Y los

corazones del público, todos pinchados.Siguió con Romeo y Julieta, muy bien. Todos cantando, pero ella más fuerte y más afina‑da, una profesional.

Y luego Eurovisión, que no falta de nada en su repertorio.

Y cerró la fiesta con Fiesta. Vaya que sí.

Si se me olvida algo, lo ponéis voso‑tros en el margen.

Al autor no le mola esta crónica, pero como al colega se le ha metido que tienes que hacer algo con Karina, pues eso.

Unas salían llorando del concierto y otros afirmando que “Oír a Karina me ha

quitado treinta años de encima”.Yo salí un poco mohíno, que yo soy heavy.Concierto guapo, al que vamos a ir mi cole‑

ga y yo el próximo 17 de junio.Vamos a ir a ver al Jefe, el Boss, no se lo creía

ni él.

Su recital fue una fiesta

KARINA CANTÓ EN EL CAMF, Y GRATIS

Nunca había escuchado a esta señora, Karina, ¡qué queréis!, así soy yo, soy un heavy.

Karina durante su actuación

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DePuertasAfuera

Manolo BenéitezAnalizando con detalle los puntos negros uno

por uno, el peor se encuentra nada más pasar el se‑máforo, en la unión del paso de peatones con el paseo central que va a la puerta 1, en la entra‑da principal.

Aquí el remate se hizo tan mal, que la separación de los dos bordes se ha convertido en un foso imposible de pasar sin dar un golpe a la silla, incluso yendo a velocidad normal. Si a esto añadimos que, al ensanchar el paso de cebra quedó un surco en la unión del paso nuevo con el viejo que aumentó la profun‑didad del badén, es un milagro que no rompas la rueda si tie‑nes la mala suerte de pasar justo en ese surco. Ha habido algún compañero en silla que se le han quedado las ruedas atrapadas en él. Y yo he visto tro‑pezar a varias personas que se mueven sobre sus dos piernas.

Y al final de este paseo, junto al paso de pea‑tones que lleva a la misma puerta 1, hay otro badén también lo suficiente hondo para darte un buen lati‑gazo en la columna o salir lanzado por los aires, si no lo pasas casi parado.

En la otra entrada, la que da a la puerta 2, la de MediaMark, en el paso de peatones existente al final del paseo central, hay otros dos badenes, uno en la unión con el paseo y otro al final de dicho paso de peatones, junto a la misma puerta 2, quizá no tan profundos como los anteriores reseñados, pero sí lo suficiente para botar y darte otro latigazo en la colum‑na vertebral.

Aunque se han presentado quejas y protestas,

la situación sigue igual, con lo cual algunos compañe‑ros han optado por ir por el asfalto, entre los coches

del aparcamiento, con el peligro que tiene eso.

Creo que ya va siendo hora de reparar esta chapuza, después de todo un otoño e in‑vierno de accidentes. Mantener semejante disparate solo sirve para poner a prueba la resisten‑cia de las sillas y maltratar las espaldas, pues un golpe así, para una columna ya bastante averia‑da, que por algo nos desplaza‑mos en sillas de ruedas, es una auténtica tortura.

Asimismo, estamos vi‑gilando las obras que se realizan en los cines. La última vez que las he visto se ha colocado otro ascensor más grande y una ram‑

pa que aún no he podido localizar, han ensanchado puertas y hecho otras nuevas frente al estanque. Ya veremos cómo queda todo, que nos interesa, pues es un espacio muy visitado por nosotros.

Los nuevos accesos a ParqueSur

UNA TORTURA PARA NUESTRA COLUMNA Y PARA LAS SILLAS

Hace ya algún tiempo se hicieron unas obras en los aparcamientos de ParqueSur. Se ensancharon los paseos centrales de ac-ceso y los pasos de cebra de las dos entradas principales, bien. Pero a la hora de rematar la obra surgió la gran chapuza: Las uniones de los pasos de cebra con el borde de los paseos se convirtieron en badenes tan profundos que son auténticas trampas para atrapar ruedas, lo mismo de nuestras sillas que de carros de bebé, y fuente de tropezones de descuidados viandantes.

Diversos funcionales en dificultades.

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“Comencemos una fiesta que no dure solo dos días, con voluntad de permanencia”, invitaba el pregonero el

día del Carnaval, Ángel Hernández, colabo‑rador de nuestra revista. No le citamos por

amigo, sino porque el suyo es el mejor consejo para la fiesta que empieza: que no termine nun‑

ca. ¿Cómo hacerlo posible? En la fiesta hay que quemar el corazón. Que ardiera la sardina no era

sino una imagen de los corazones incendiados, los de tod=s, responsables y residentes, asistentes y asistid=s.

Cualquier fiesta es puro fuego, por más que algun=s os estéis haciendo un poco mayores después de veinte car‑

navales en este CAMF de Leganés. Y el fuego de la fiesta se ha de prolongar en la siguiente... y la siguiente...

En unos días celebraremos el XXI aniversario de este Centro: ahí os quiero volver a ver, con el corazón en

pura llama. No hay más calendario que la memoria de la fiesta, podéis estar segur=s.

Ganar o perder no tiene importancia, por más que todos los días alguien pretenda convencernos de lo contrario. Se equivocan esos mensajeros de la victoria, no importa de cuál. No competir, eso es lo importante. Los abrazos, no las zancadillas, la mano tendida, no los aplausos... Pero... Siempre hay un pero...¿Si tuvierais la oportunidad de derrotar a un gana‑dor, a uno de esos que valora su vida según sus triunfos, no lo intentaríais? Los compañeros de la boccia incluso lo conseguimos: el pasado 25 de febrero, durante unas jornadas de la Liga de Boccia en el Pabellón de Deportes, y después de unos cuantos partidos ganando y per‑diendo, como debe ser, nos enfrentamos casualmente –habría que decir, envolven‑temente– con el concejal de deportes del

Ayuntamiento. ¡Y le dimos una paliza! ¡Que levante la mano quien no hubiera hecho lo mismo! En fin, ganar a un ganador tiene cien años de perdón. Y disfru‑

tamos como críos, al menos yo.

CARNAVALES DE FUEGO

GANAR AL GANADOR