areíto sábado 02 de mayo, 2015

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Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Aimée Piccirillo SÁBADO 2.05.2015 CÁPSULAS GENEALÓGICAS Desde Génova, los Vicini Pág. 4 Pedro Henríquez Ureña y el cine Aunque PHU tuvo veleidades socialistas, el clasicismo y su adhesión al espíritu plantónico le obligó a separar la participación del escritor en la política y el rol de este como creador de obras puras. Pá g i n a 3 En defensa de los PRINCIPIOS Por el bien de la institucionalidad democrática, por el fortalecimiento del Estado de derecho, por el bien del país, no modifiquemos la Constitución de la República. Pá g i n a 4 Rafael Tomás Fernández Domínguez, sangre y patria Era hijo de Emilio Ludovino Fernández Malagón (Puñal, Santiago, 1899-San Juan de la Maguana, 1958), general del Ejército Nacional, y de Gloria Erminda Domínguez Cruz, y esposo de Alma Arlette Fernández. Pá g i n a 5 Exposición rescata ¡ ¡ L L A A M M E E M M O O R R I I A A ! ! Página 8

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Page 1: Areíto sábado 02 de mayo, 2015

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Aimée PiccirilloS Á BA D O 2.0 5.2 015

CÁPSULAS GENEALÓGICAS

Desde Génova, los Vicini Pág. 4

Pedro HenríquezUreña y el cineAunque PHU tuvoveleidades socialistas,el clasicismo y suadhesión al espírituplantónico le obligó aseparar la participacióndel escritor en lapolítica y el rol de estecomo creador de obraspuras. Pá g i n a 3

En defensa de losP R I N CI PI O SPor el bien de lai n s t i t u ci o n a l i d a ddemocrática, por elfortalecimiento delEstado de derecho, porel bien del país, nomodifiquemos laConstitución de laRe p ú b l i ca .Pá g i n a 4

Rafael TomásFernández Domínguez, sangre y patria

Era hijo de EmilioLudovino FernándezMalagón (Puñal, Santiago,1899-San Juan de laMaguana, 1958), generaldel Ejército Nacional, yde Gloria ErmindaDomínguez Cruz, yesposo de Alma ArletteFernández. Pá g i n a 5

Exposición rescata

¡¡¡LLLAAA MMMEEEMMMOOORRRIIIAAA!!!Página 8

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2 Sábado 2 de m ayode 2 015H OY A RE Í TO

Octavio Paz (Ensayista, poeta y Premio Nobel de Literatura)Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas hasido inyectado el veneno del miedo.... del miedo al cambio.

Por las venas abiertasde Eduardo Galeano

C ada quien tiene sus venas abiertasy cada quien tiene sus memoriasdel fuego. Las Venas Abiertas deAmérica Latina (1971) fueron para

mí una revelación, me contaron la historiadesde el otro lado, el que nunca nos en-señan en la escuela, o la universidad.

Las Memorias del Fuego (1986), com-pendio de las fuentes utilizadas por Eduar-do Galeano para escribir sus Venas Abier-tas de América Latina (único libro que Hu-go Chávez le regalara al presidente BarakObama, para darle a conocer la verdaderahistoria de nuestra América), fueron laguía, o más bien el mapa, para ir cons-tatando que esas memorias estaban do-cumentadas no solo en libros a los quenunca habíamos tenido acceso, conocidospor especialistas u hombres y mujeres ilu-minados(as) y estudiosos(as), sino queesas memorias formaban parte del acervocultural de nuestros pueblos de América.

Armada con esos libros, salí a buscarnuestra América y fue una felicidad irla en-contrando en los relatos de los taxistas, enla arquitectura de nuestros países, en laiconografía y folclore popular, en las múl-tiples tarjas que adornan cientos de casas,escuelas, iglesias, clubes, en parajes de to-da América Latina, que dicen:

“Aquí durmió el padre de la patria”,“Aquí estuvo el padre de la patria”, “Aquí sereunió el padre de la gran patria” con fu-lano de tal.

Entonces, episodios de los que solo ha-bíamos escuchado hablar comenzaron ahacerse presentes en el imaginario, a co-brar forma, a revivir. Cerrábamos los ojosy nos trasladábamos al momento reseña-do, pensando, diciendo: Simón Bolívar,aquí estamos. Sucre, aquí estamos. Ma-nuela, aquí estamos. Tiradentes, por aquíandamos. Juana de Azurduy, doquieraque estés te damos un abrazo.

Entonces, figuras que habíamos amadoen la distancia también se encarnaron ennuestros afectos y Manuela Sáenz alcanzódimensiones épicas en el libro de Rumazo,a quien cita Galeano, sobre La Libertadoradel Libertador, con sus anécdotas sobrecómo ella le salvó la vida una y otra vez alGeneral de las fuerzas que atravesando losAndes a caballo, bajo la nieve o bajo la llu-via, fue liberando cada una de las coloniasespañolas, rebautizándolas, a golpe deamor y por el amor, de guerra.

Un taxista nos llevó a la que supuesta-mente era la casa de Manuelita, en Quito,

la que resultó ser la Compañía de Jesús; yestos a su vez me orientaron hacia una ca-sa museo que era la de Sucre, personajeamado de Bolívar y de toda América, elmás romántico de los próceres america-nos, el verdadero hermano del universalcaraqueño. Su muerte fue el golpe del cualel Libertador no pudo recuperarse.

En esa casa, que me abrieron aunque yaestaba cerrada, vi por primera vez un óleogigantesco de Manuela y como Pablo Ne-ruda tomé la determinación de reencon-trarla, solo que en el poema La Insepultade Paita, el poeta narra cómo no la habíapodido ubicar porque la habían enterradoen una fosa común, (por la peste) y tuveque descartar el viaje para que ella hicierael viaje más permanente: hacia mi ima-ginación.

Los pequeñísimos lentes de Simón Ro-dríguez, el maestro de Simón Bolívar, (yprecursor de sus ideas progresistas), en elmuseo que está en las afueras de Caracas,me sobrecogieron, ¡Dios mío, cómo podíaser tan pequeña una cabeza tan inmensa!;como también me sobrecogió la ropa delLibertador, a quien imaginaba un gigantepor sus hazañas y por una iconografía quelo representa siempre inmenso, sobre uncaballo encabritado y con las riendas ten-sas, como diría el poeta León Felipe.

Ir encontrando a Simón Bolívar fue irencontrando mi razón de ser, por eso de-testé a la oligarquía peruana cuando lleguéa Lima, el día de la independencia del Perú,y en un periódico de derecha el editorialdeclaraba: “Nosotros, que tuvimos la des-gracia de ser independizados por extran-j e ro s”, repitiendo, cientos de años después,su mismo intento de desnaturalizar lasideas del Libertador.

“No he liberado vuestro país para queme coronen como virrey”, dijo Bolívar re-chazando la corona y la capa de armiñoque como cicuta le habían preparado.“Vine a libertarlos”; y por eso amé al pue-blo cuzqueño, en Bolivia, cuando un ta-xista insistía en que debía de ir a visitar elMuseo del Arzobispo porque allí estaba lacama donde Bolívar “se había tirado a lamujer del Gobernador”, anécdota que se-gún pude constatar no estaba muy lejosde la verdad.

Flora Tristán me hizo soñar que las an-danzas de Bolívar por París habían sidotambién de índole romántica, porque soloella parecía haber heredado el carácter li-bertario de su padrino, el Libertador; por-

que solo ella había denunciado en sus Me-morias de una Paria el carácter absoluta-mente amoral de la oligarquía peruana dela cual descendía, y el potencial de trans-formación de la humanidad presente en laclase obrera del mundo y de su país enparticular. Por eso funda el movimientosocialista y por eso a ella le debemos lafrase: ¡Obreros del mundo uníos!, que tan-ta gente atribuye a Carlos Marx.

Simón Bolívar vive, Manuela vive, am-bos me obligaron a mirar mi propia his-toria, a descubrir a nuestros pensadorestanto en mi pequeña media isla, Santo Do-mingo, como en mi gran casa: el Caribe,cuna a su vez de Frantz Fanon, CLR James,y de Marcus Garvey, precursores de la in-dependencia del Africa y de la poblaciónde gente de color de todo el mundo.

Es esta historia maravillosa la que igno-ran los libros de texto de nuestros países, laque han intentado borrar países que solo senorman por intereses corporativos y gue-rreristas, que necesitan la guerra para sos-tener un sistema que hace tiempo renegóde la búsqueda de la felicidad colectiva enfunción de las ganancias de unos pocos.

Y es esta historia maravillosa la queEduardo Galeano, con pasión de artesanoy sed de justicia, documentó para las ge-neraciones que le fueron contemporá-neas, esa que como yo a mis veinte pudedescubrir en Nueva York, y para la juven-tud por venir, y que transformó nuestra vi-sión de la vida, de la historia, de la política,aunque desde entonces nos amargara elplacer estético de contemplar las bellasconstrucciones de los imperios, provocan-do la pregunta: ¿Cuántos indígenas, cuan-tos esclavos africanos, cuantos mineros,cuantos obreros y obreras habrán muertopara que se acumulara el capital originalque financió estas riquezas?

Hemos visto a América caer y desan-grarse bajo dictaduras militares fascistas,pero también la hemos visto levantarseuna y otra vez, con la fuerza de la me-moria de sus grandes muertos, hoy másvivos que nunca. Por eso estoy conven-cida de que esta vez (parafraseando al sa-cerdote peruano que saludara a Bolívar,durante su jornada libertaria por los An-des) la memoria del fuego de EduardoGaleano, sus venas abiertas, su paso porestos lares, crecerá como las sombras,cuando el sol declina.

Eduardo Galeano

FUENTE EXTERNA

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Page 3: Areíto sábado 02 de mayo, 2015

A RE Í TO 3Sábado 2 de m ayode 2 015 H OY

Pedro HenríquezUreña y el cineL a serie de artículos que llevarán por

título “Pedro Henríquez Ureña” y el ci-n e” tiene el propósito de demostrar larelación del humanista dominicano

con el nuevo arte surgido en 1896 con la in-vención del cinematógrafo por los herma-nos Luis y Augusto Lumière, franceses.

El segundo propósito de mi mini-inves-tigación es rectificar la tesis del silencio acer-ca del cine en Pedro Henríquez Ureña, sos-tenida en las páginas 161-169 por mi dilectoamigo el padre jesuita José Luis Sáez en sulibro “Historia de un sueño importado. En-sayos sobre el cine en Santo Domingo”(SD:Taller, 1983, pp. 161-169). En la portadadel libro dice 1982, pero estimo que el editorde la obra le colocó este dato en alusión alaño en que ganó el Premio Siboney.

Al obrar así, rectifico también cualquierotra afirmación, de dominicanos o extran-jeros, en el sentido de que PHU guardó si-lencio con respecto al cine. La idea de la seriede artículos se me ocurrió cuando estudiabael libro ya citado del padre Sáez para reco-nocerle su labor en esta área en el prólogo demi obra publicada por el título de “y prácticasemiótica. Para la historia de la crítica de ci-ne en Santo Domingo” (SD:Editora Univer-sitaria de la Universidad Autónoma de SantoDomingo, 2015, 323p).

¿Cómo y por qué se me ocurrió la idea?Tuve la intuición de que un humanista de ladimensión y el entendimiento como PHUno podía ser extraño a este nuevo arte conel que convivió durante 46 años de su vida,como mínimo. Y me dije, no es posible loafirmado por el padre Sáez, pero algo debede existir, y me acogí, para hurgar, a su afir-mación siguiente: “El silencio de PedroHenríquez Ureña, como el de tantos otroshumanistas de la lengua castellana –Or tegay Gasset y el maestro Azorín probablemen-te son una verdadera excepción–, estaríajustificado por las mismas razones que lellevaron a luchar contra el realismo teatral.Quizás para un espíritu exquisito y exigentecomo el humanista dominicano, el cine nohabía logrado satisfacer los requisitos delarte y, como cualquier otra ‘c o n q u i s t a’ de latécnica no conllevaría un verdadero pro-greso en la producción de la belleza o en laexpresión de lo mejor del hombre”. (Ob.Cit., 168-169).

Las últimas tres referencias cronológicasal cine dominicano documentadas por Sáezse sitúan en 1981 y aluden al documental deAgliberto Meléndez “El mundo mágico deGilberto Hernández Ortega”, realizado en

1981, al cortometraje de Pedro Guzmán Cor-dero “Carnaval y caretas” y al de Max Ro-dríguez y Martín López, “Lu m i a n t e n a”, pre-miado este último en la XV Bienal Nacionalde Artes Plásticas.

La única explicación posible que halloen el libro de Sáez para concluir en quePHU guardó silencio con respecto al cine esque su investigación terminara, y el ma-nuscrito para concursar en los Premios Si-boney fuera entregado, antes de la salida enmarzo y septiembre de 1981 de los dos pri-meros tomos del “Epistolario íntimo” e n t rePHU y su entrañable amigo mexicano Al-fonso Reyes (SD: Universidad Nacional“Pedro Henríquez Ureña”), donde constantodas las referencias de nuestro insigne hu-manista al cine. Y todavía muchas más re-ferencias al cine contendrán el tomo ter-cero (1983) y último de dicho epistolarioeditado por Juan Jacobo de Lara.

Pero debo reconocer que en PHU hubocierta resistencia a ir a ver películas y menosa escribir sobre ellas, pero silencio no hubo,sino una reserva debida a la justificación fi-nal que da el padre Sáez más arriba, puestoque un humanista clásico, un espíritu pla-tónico, como se definía él, tenía raíces parasumarse a la mayoría de los intelectualesmundiales que se opusieron al nuevo inven-to del cinematógrafo en nombre de unaidentificación apresurada con el realismo ar-tístico del siglo XIX en contra del cual lu-c h a ro n .

En el decirse clásico y espíritu platónicoexiste ya una limitación extraña en un hom-bre tan abierto a las nuevas manifestacionesde final del siglo XIX y principio del XX comofue el modernismo de Martí, Casal y Darío ytodos los que siguieron este movimiento enAmérica hispánica. Pero cuando el moder-nismo llegó a sus últimos estertores inclusoantes de la muerte de Darío en Nueva York,PHU se rehusó a ir a conocerle.

Pero, ¿qué vino después del modernis-mo en América Latina y Europa? Creacio-nismo con Herrera y Reissig y Huidobro,cubismo con Picasso y Apollinaire y surrea-lismo con André Bretón y sus seguidores.Luego el existencialismo y la literatura delabsurdo con Jean-Paul Sartre y Albert Ca-mus. Pero del cubismo y el surrealismoapenas si hay mención en PHU. Con res-pecto al existencialismo se justifica, pues suteoría del compromiso político de la lite-ratura volvía a la repetición de un realismocaduco. Aunque el surrealismo se compro-metió políticamente con el socialismo,

mantuvo una especie de autonomía de laobra de arte, producto de la invención y elsueño, por donde reventó la ruptura con elestalinismo. Aunque PHU tuvo veleidadessocialistas, el clasicismo y su adhesión alespíritu plantónico le obligó a separar laparticipación del escritor en la política y elrol de este como creador de obras puras.

En varias cartas a Reyes, PHU abomina dela política, tanto en México, donde pudo ha-ber alcanzado los más altos puestos en laburocracia cultural, como en la Argentina,donde no los alcanzó por no ser nativo. Vinoa alcanzar el cargo de Superintendente deEnseñanza, equivalente a Secretario de Es-tado de Educación con Trujillo porque, aci-cateado por su hermano Max que ocupabaese puesto y había sido nombrado titular enRelaciones Exteriores, el maquiavélico her-mano le convenció de que viniera a SantoDomingo y aceptara el cargo, a lo que se de-cidió PHU cuando creyó en los pajaritos quele pintó Max, pero también PHU estaba pre-sionado por la situación económica extre-madamente precaria en Buenos Aires y laspresiones de su mujer Isabel Lombardo To-ledano por salir de la Argentina, país al cualnunca se adaptó totalmente.

El estrecho círculo de amigos de PHU enMéxico era loco con el cine: Luis G. Urbina,Juan José Tablada, Campo y Valle y AmadoNervo, y sobre todo su amigo íntimo Alfon-so Reyes, quien, como veremos por el epis-tolario y por el libro de su hija Sonia Hen-ríquez Ureña deHlito, “Apuntes para unab i o g ra f í a” (México: Siglo XXI, 1993) le pre-sionaba para que cambiara su posición. Es-ta afición por el cine se la apropiarán ami-gos y desconocidos de PHU en el Méxicodel porfiriato y posrevolucionario: TorresBodet, Villaurrutia, Novo, Revueltas, Huer-ta, Fuentes, y agrego a Paz.

Veremos también cómo Reyes se invo-lucró en la crítica de cine en Madrid, dondeadoptó el seudónimo de Fósforo para lascrónicas de cine que escribió al alimón conel autor de “El águila y la serpiente”, MartínLuis Guzmán, contenidas en el libro de Ma-nuel González Casanova “El cine que vioF ó s f o ro” (México: FCE, 2003), así como unalista de la filmografía del período en quePHU vivió en México y Argentina y que qui-zá pudo haber visto en compañía de su es-posa o de sus hijas Sonia y Natacha.

Tanto Reyes como Martín Luis recogie-ron en sus obras completas las crónicas queescribieron en Madrid sobre películas yproblemas del cine. (Continuará).

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4 Sábado 2 de m ayode 2 015H OY A RE Í TO

Palabras, de Mario BenedettiNo me gaste las palabrasNo cambie significadoMire que lo que yo quieroLo tengo bastante claro.Si usted habla de progresoNada más que por hablarMire que todos sabemosQue adelante no es atrás.Si está contra la violenciaPero nos apunta bienSi la violencia va y vuelveNo se me queje después.Si usted pide garantíasSolo para su corralMire que el pueblo conoceLo que hay que garantizar.No me gaste las palabrasNo cambie el significadoMire que yo lo que quieroLo tengo bastante claro….No me gaste las palabrasNo cambie el significadoMire que lo que yo quieroLo tengo bastante claro….

Hago un paréntesis en la serieque casi termina sobre el pen-samiento complejo del granEdgar Morín. Pedí a mis ami-gos del periódico Hoy que de-tuvieran el artículo que co-

rrespondía para este sábado. Después de loacontecido el domingo cuando se reunió elComité Político del PLD en Juan Dolio, nopodía seguir callada.

Decidí hace mucho tiempo que no mili-taría en ningún partido político, porque de-fiendo el papel de la sociedad civil en el for-talecimiento de la democracia a través de unaciudadanía activa y comprometida, reconoz-co que en el juego democrático, esas orga-nizaciones son las que tienen la responsabi-lidad de realizar la carrera hacia el poder. Creo,sin embargo, que en nuestro país, los partidospolíticos no han alcanzado el nivel que ame-rita nuestro desarrollo institucional. Unaprueba es que todavía no se ha podido apro-bar la esperada y exigida Ley de Partidos.

El domingo 19 de abril el Comité Políticodel PLD aprobó, por mayoría, no por con-senso ni por acuerdo, que se propiciara unareforma a la Constitución de la Repúblicapara permitir que el actual Presidente de laRepública pudiese presentarse en la con-tienda electoral. Está claro que esta medidabusca poner un PARE a las aspiraciones yaprestos de Leonel Fernández de cara a laselecciones del año que viene. Está claro tam-bién que el Congreso se convertirá en lospróximos días en un verdadero campo debatalla. La oposición diciendo que no apro-bará. Y los legisladores leonelistas, por suparte, seguirán diciendo que no podían con-tar con su voto. Será un duelo a muerte entredos titanes. Interesante es destacar que Da-nilo Medina se abstuvo y ha mantenido si-lencio total sobre el asunto.

Mi reflexión de hoy no es hacer un análisiscoyuntural sobre la decisión del Comité Po-lítico. Mi posición es de principio: la Repú-blica Dominicana debe caminar hacia ins-titucionalidad democrática. Nuestra aspira-ción es a la creación y consolidación de unverdadero Estado de derecho. La Constitu-ción, llamada por Ferdinand Lasalle la LeyFundamental de un país, debe ser sagrada:

¿En qué se distingue una Constitución deuna simple ley? A esta pregunta se nos con-testará en la inmensa mayoría de los casos: laConstitución no es una ley como otra cual-quiera, sino la ley fundamental del país. Esposible, señores, que en esta contestaciónvaya implícita, aunque de un modo oscuro,la verdad que se investiga. Pero la respuesta,así formulada, de una manera tan confusano puede satisfacernos. Pues inmediata-mente surge, sustituyendo a la otra, esta in-terrogación: ¿Y en qué se distingue una leyde la ley fundamental? [1]…

Para diferenciarlas Lasalle sostiene quedeben existir tres condiciones esenciales:

1. Que la ley fundamental sea una ley queahonde más que las corrientes

2. Que constituya el verdadero funda-mento de las otras leyes. “La ley fundamen-tal, para serlo, había, pues de actuar e irra-diar a través de las leyes ordinarias delp a í s”.[2]

3. “La idea de fundamento lleva, pues, im-plícita la noción de una necesidad activa, deuna fuerza eficaz que hace, por ley de ne-cesidad, que lo que sobre ella se funda sea asíy no de otro modo”. [3]

Nuestra ley fundamental ha sido maltra-tada desde su fundación. La primera, pro-clamada el 6 de noviembre de 1844, y la úl-tima el 26 de enero del año 2010. En el sigloXIX, en 56 años se promulgaron 17 Cons-tituciones. La única de esas constitucionesque tuvo una relativa larga vida fue la pri-mera con diez años de vigencia, pues fuemodificada en 1854. La última del siglo XIXfue durante la dictadura de Lilís, promulga-da en 1896.

En el siglo XX se realizaron 20 reformas. LaConstitución que más tiempo estuvo en vi-gencia tuvo fue la de Joaquín Balaguer pro-mulgada en 1966, que fue modificada en1994. En el actual siglo XXI se promulgó lanueva Constitución en el año 2010. Y apenastiene cinco años de vigencia y ya quierenmodificarla.

¿Saben cuáles fueron las razones de esasmodificaciones? En el siglo XIX los políticosmodificaban la Constitución para ampliar oreducir el período constitucional, que oscilóentre un año, dos años y cuatro años. Y porsupuesto, la prohibición o no de la reelec-ción presidencial. En el siglo XX lo único quevarió fue la discusión sobre el período pre-sidencial, pues después de las reformas deRamón Cáceres se llegó al acuerdo de 4a ñ o s.

La Constitución del año 2010, con sus li-mitaciones, fue una gran reforma, puesconstituyó un intento de modernizar el Es-tado dominicano y sus instituciones. Estaposición es diferente a la selección de losjueces de las altas cortes y las negociacionesde intereses que se produjeron.

Por el bien de la institucionalidad demo-crática, por el fortalecimiento del Estado dederecho, por el bien del país, NO MODIFI-QUEMOS LA CONSTITUCION.

Esta es mi reflexión. Este es mi plantea-miento. No sé, y confieso, que ya no me im-porta, si con estas posiciones lesiono algu-nos intereses. Estamos en la democracia, y laciudadanía tiene derecho a expresar sus opi-niones libremente.

Posiblemente estas palabras caigan en elvacío y sea objeto de ataques. Lo más pro-bable es que sean enviadas al cruel olvido.Pero no me importa. Quiero vivir acorde amis ideas y sobre todo, a los principios quesiempre he defendido.

¿Soy opuesta a la reelección? En términosideales, me gusta el modelo norteamerica-no. El problema es que en este país que amoy se desangra en un mar de intereses, la ree-lección ha sido, es y será siempre el peor detodos los males de la política dominicana, sila ciudadanía sigue callando. Qué triste esconstatar que no nos respetamos. Y que 171años después estemos repitiendo la mismahistoria, como si nada hubiese pasado.

[1] Ferdinand Lasalle, ¿Qué es una Cons-titución?, Editado por www.elaleph.com,1999, p. 34.

[2] Ibídem

[3] Ibídem, p. 35.

UN PARÉNTESISEN DEFENSA DE LOS PRINCIPIOS

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Desde Génova,los ViciniPor Julio González Hernández

C uatro miembros de una familia deZoagli, Génova, Italia, emigraron aRepública Dominicana y crearonuna descendencia de importante

trascendencia tanto en el aspecto econó-mico, cultural como el político: los Vicini.

El tronco conocido de dicha familiafueron Ángelo María Vicini y Anna Cáne-pa, quienes procrearon cuatro hijos:

I - Giuseppe Vicini Cánepa quien casóen Zoagli, Génova, con María Trabucco.Tuvieron como hijo a Angolino Vicini Tra-bucco nacido hacia 1880 en Italia. Esteemigró a República Dominicana y casócon Dilia Ariza Lapuente, hija de MiguelAriza Janse e Isidora Lapuente. Procrea-ron a: José Delio (1910-2008), quien casócon Purísima Concepción Baher Cabral(1906-2004); Celeste Elena (f. 2003), quiencasó con Carlos Federico Rodríguez Jime-nes (f. 2006); Fiume, quien casó con Ra-quel Altagracia Alonso (f. 2000); Italia Net-tina (n. 1923); Franz Augusto (1925-2014),quien casó con Castalia Santamaría (f.2010) y Teresa Clara Vicini Ariza (n. 1929),quien casó con Narciso Alberti. AngolinoVicini Trabucco falleció en 1960 en SantoD o m i n g o.

II - María Vicini Cánepa quien casó enItalia con su compueblano Andrea Por-cella Giacomo y procrean a Ángelo Por-cella Vicini, quien nació en Génova en1864. Este último emigró a Santo Domin-go donde casó Tomasa Eleonor CohénMarchena (1864-1924) y son los padresde: María (1889-1986), soltera; Ángelo(1890-1969), quien casó con Amelia BaherCabral; Enrique (1892-1958), quien casócon Lesbia León Sturla; Margarita(1894-1978), quien casó con Antonio El-múdesi Latuf; Leonor Emilia (1896-1979),quien casó con José Elías Elmúdesi Latuf;Italia (1898-1948), soltera; Juan Bautista(1902-1973), quien casó con Apolonia Ju-lieta Morales Alfonso; Mafalda (n. 1905),soltera y Santiago Porcella Cohén(1907-1963), soltero.

III - Juan Bautista Vicini Cánepa nacidoen 1847 en Italia y fallecido en 1900 enSanto Domingo. Casó con Mercedes Lau-ra Perdomo Santamaría con quien pro-creó a: María del Carmen (1875), quiencasó con Pedro Marín Herrera; Ana Ma-tilde (n. 1876); Mercedes Laura (n. 1878),quien casó con Gaetano Alvino; Ángel Cé-sar (n. 1879); Juan Bautista (1881-1949),quien casó con Consuelo Amelia de Mar-chena Damirón; Blanca Aspacia (n. 1882);Felipe Augusto (1883-1936), quien casócon Amelia María Cabral Bermúdez(1899-1996); Luis Hipólito (1884-1896);Héctor Atilano (n. 1887), quien casó conMaría Mercedes Rogers De Moya; MaríaConsuelo (n. 1888), quien casó con PiatteDel Pozo y María de las Mercedes ViciniPerdomo (1891-1938), quien casó con Ni-colás Calabrese.

Juan Bautista Vicini Cánepa procreócon María Burgos Brito a: Leopoldina Vi-cini Burgos (1869-1956) quien casó conFederico Pérez Cambiaso; Juan BautistaVicini Burgos (1871-1935), soltero y quienfuese presidente de la república del 21 deoctubre de 1922 al 24 de julio de 1924 , eIsabel Beatriz Burgos (1875-1964) quiencasó con Armando Alberto Mieses Ramí-rez, quienes son los padres, entre otros,del destacado escritor e intelectual Fran-klin Mieses Burgos (1907-1976).

IV - Andrés Vicini Cánepa nació en1848 en Italia y también emigró a Repú-blica Dominicana donde casó primerocon María de Jesús Castillo con quien pro-creó a Andrés Vicini Castillo quien casócon Brígida Josefa Frías Gneco. Luego ca-só con Isabel de Soto con quien procreó aIsabel Vicini de Soto quien a su vez casócon Manuel Antonio Mena.

Extensa y relevante es la descendenciade estos cuatro miembros emigrantesdesde Italia en el siglo XIX.

Instituto Dominicano De Genealogía

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A RE Í TO 5Sábado 2 de m ayode 2 015 H OY

50AÑOS

1965-2015

Rafael Tomás FernándezD om í ng uez , sangre y patria

G estor del movimiento constitucio-nalista de 1965 contra el Triunviratoque gobernaba el país presidido enese momento por Donald Reid Ca-

bral, el coronel Rafael Tomás Fernández Do-mínguez (Damajagua, Esperanza, 18 sep-tiembre 1934-Santo Domingo, 19 mayo1965) se vincula genealógicamente con otrasfiguras de la revolución abrileña, la resisten-cia antitrujillista y la independencia nacio-nal.

Era hijo de Emilio Ludovino FernándezMalagón (Puñal, Santiago, 1899-San Juan dela Maguana, 1958), general del Ejército Na-cional, y de Gloria Erminda DomínguezCruz, y esposo de Alma Arlette Fernández.Sus abuelos paternos, Mauricio Fernández yAurora Malagón, fueron padres además deRoselia Fernández Malagón, esposa de Pe-dro Lora Veras y madre del coronel Juan Ma-ría Lora Fernández, también integrante delmovimiento constitucionalista y muerto el19 de diciembre del 1965 en la denominadabatalla del hotel Matum. Así, Fernández Do-mínguez y Lora Fernández eran primos her-m a n o s.

Su madre, Gloria Erminda Domínguez,natural de Damajagua, Esperanza, fallecidaa la edad de 69 años el 26 de junio de 1986 enConnecticut, Estados Unidos, era hija deAniceto Domínguez Grullón (Mao, 29 mayo1876), hijo a su vez de José Domínguez(1853-Cañeo, Esperanza, 10 noviembre1915) y de Tomasina Grullón. Aniceto casóen Esperanza el 29 de julio de 1903 con Leo-na Cruz, hija natural de Si-nencia de la Cruz. El bisa-buelo José Domínguez erahijo a su vez de José N. Do-mínguez y María Abreu.

La tatarabuela paternafue Fructuosa Grullón, naci-da hacia el 1830, esposa deAntonio Veras e hija de Pe-dro Grullón, natural de Mo-ca. Este último fue hijo a suvez de Juan Grullón nacidohacia 1775, y Manuela Sánchez. Fructuosaera la madre de Rosa Veras, esposa de JuanRamón Fernández y quien fue madre a suvez de su abuelo Mauricio Fernández Veras(Moca, 4 diciembre 1876-Santiago, 16 enero1931). Fernández Veras fue militar, hacen-dado y propietario de un alambique. Juzga-do por la muerte de militares del Gobiernode ocupación de Estados Unidos de 1916,fue sentenciado a 99 años de prisión.

La abuela Aurora Malagón Pérez (Moca,1878-Moca, 1935), fue hija de Jesús MaríaMalagón y María de los Ángeles Pérez, quie-nes casaron en La Vega el 6 de noviembre de1868. Eran hijos respectivamente de Ambro-sio Malagón Fernández y Saturnina PérezFernández y de José María Pérez y Juana Fer-nández. Cabe observar que Ambrosio Ma-lagón figura como Ambrosio Fernández y

como hijo natural de Rosa Fernández en suacta de matrimonio en La Vega así como enla dispensa otorgada el 1 de abril 1842 en lamisma ciudad para este sacramento por serpariente de su esposa. Aparentemente, Am-brosio fue hijo reconocido por su padre Ma-

nuel Malagón después de su ma-trimonio (el nombre de este nofigura en su acta de matrimonio),aunque ya para 1842 Manuel Ma-lagón y Rosa Fernández figura-ban como pareja. Así consta ensendas actas de bautismo instrumentadas en 1831, una en San Jo-sé de las Matas, en la cual figurancomo padrinos de Manuel Nu-ñez, hijo legítimo de José Núñez yMaría Merced Rodríguez Villafa-

ña, y otra en Jánico, en la que aparecen comopadrinos de María Sánchez, hija legítima dePedro Sánchez y Petronila Jerez.

Es de señalar que la dispensa concedida aAmbrosio Malagón y Saturnina Pérez esta-blece su parentesco en cuarto grado de con-sanguinidad y traza cuatro generaciones en-tre ellos hasta un ancestro común llamadoJosé Fernández, casado con Luisa Torres.

Los más altos niveles generacionalesaportan otros interesantes vínculos. Así, laabuela Aurora Malagón Pérez era sobrina deGumercinda Malagón Pérez, esposa en se-gundas nupcias de José Manuel Glas, baróndel cementerio municipal de la 30 de Marzode Santiago, y madre de Clementina PérezMalagón de Pou, hija de su primer matri-monio con Victoriano Pérez Tavares y abuelaesta a su vez de Poncio Pou Saleta, expedi-

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cionario de la Raza Inmortal, llegado porConstanza en 1959, y bisabuela del can-tante Expedi Pou Aybar. Otra tía bisabuelalo fue Luisa Malagón Pérez, esposa deAbelardo Viñas Charrier y abuela del mé-dico Rafael (Fellito) Batlle Viñas, implica-do en el ajusticiamiento de Trujillo yquien por encargo de Antonio de la MazaVásquez informaría al entonces presiden-te Balaguer – lo que este negaría - sobre latrama que se urdía contra el dictador. Eltío bisabuelo Agustín Malagón Pérez esbisabuelo del Arq. Edgardo Vega Malagón(Gay), en tanto que otro tío bisabuelo,Clodomiro Malagón Canela, es bisabuelodel ingeniero Pedro Delgado Malagón(Pedr itín).

La cuarta abuela Rosa Fernández erahija de Nicolás Fernández y Gertrudis Gil,hermana esta última de Elena Gil, madredel general Fernando Valerio Gil, héroe delas batallas de Santiago (1844) y SabanaLarga (1856). Por su parte, la tatarabuelaSaturnina Pérez era hija de Francisco Pé-rez y Mauricia Fernández, quienes eranademás los padres de Juana CrisóstomoPérez, esposa de Fernando Fernández,hijo de Vicente Fernández y Rufina Félix,casados en La Vega el 20 de noviembre1839, siendo dispensados de dos paren-tescos de consanguinidad en el cuartogrado de la línea colateral igual. Fernandoy Juana fueron padres de Juan Francisco(Chucho) Fernández, esposo de MaríaDolores Franco Monclús, abuelo del doc-tor Mario Fernández Mena, cuyo nombreostenta el hospital de Cenoví, San Fran-cisco de Macorís, y bisabuelo de ArletteFernández Saba, viuda del coronel RafaelTomás Fernández Domínguez.

El tatarabuelo José María Pérez, nacidohacia 1820, era hijo de Juan Pérez Gutié-rrez y Rita Pérez y esposo, como dijimos,de Juana Fernández, hija de Ramón Fer-nández y María Antonia Fernández, conquien casó el 8 de noviembre de 1845.Juan Pérez y Rita Pérez tuvieron otro hijollamado Manuel Secundino Pérez, esposode Teresa Hernández y tatarabuelo de Jo-sé Tomás Pérez Vásquez, actual embaja-dor extraordinario y plenipotenciario dela República Dominicana ante los EstadosUnidos de América.

Como queda visto, el árbol genealógicode Rafael Tomás Fernández Domínguezhunde sus raíces en La Vega, Moca, Es-peranza, Mao, Puñal y La Sierra. Toda unaregión fundida en este héroe nacional quehoy yace en el Panteón de la Patria.

Instituto Dominicano de Genealogía

‘‘ El árbolgenealógico de

Fernández Domínguezhunde sus raíces en LaVega, Moca,Esperanza, Mao,Puñal y La Sierra.

Rafael Arturo Batlle.

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6 Sábado 2 de m ayode 2 015H OY A RE Í TO

Desde el JazzomaniaJazz Festival :E mil ie

A - ¿ YOU BELIEVE IN MUSIC, YOU BELIEVEIN JAZZ ? TELL ME ALL, BUT TELL ME ALL?...

¿ Crees en la música, crees en el jazz ?Dimelo todo pero dimelo!!Un día selevantó y lo vio todo lejos, Irlanda es-taba más lejos y no había medios para

soñar con la tierra de los verdes treboles.Pero comprendio en un momento de

pensamiento largo y diluvio tropical, que eracuestión estoica de voluntad y deseo, dequerer y poder, lo entendió en una simpleconversación mañanera por Skype

( jamás confundir con " Es quipe ).Emilie Conway, Dublin (1976), no perte-

necía a esos personajes de Jame Joyce en Du-bliners, donde el famoso escritor hacia elperfil de la gente que vivia en Dublin a prin-cipio del siglo XX. Con esos relatos Jame Joy-ce se rebelaba contra la Iglesía Católica, lapresencia inglesa y la gama de conservadu-rismo diverso que acosaba a irlanda enton-ces... Nada que ver.

Sabía que Emilie Conway nunca diría queno, pero había resistencia para venir a unpaís que no conocía, era su primera vez enAmérica Latina y el Caribe.

Mientras el tiempo pasaba, elprograma Jazzomania se queda-ba fuera del aire,

Pentacita y Pentacitos Story (es es otra historia a narrar, Co-ming Soon ) - * -.

¿ Como continuar un eventocon el programa Jazzomaniafuera del aire ?..

Entendió que era un riesgo,entendio que el riesgo era unaoportunidad fabulosa en la medida en queese riesgo lo corriese solo, sin contar con laaparición de Santa Jenny, mulato milagro deúltima hora.

La pasión por la música llega a ser divina,Alberto Perdomo Císnero, pensó él , lo habíadicho alguna vez un sábado claro en casa deAristides Inchaustegui, hablamos de meló-manos mayores. Esa fue parte de su fuente,para asumir el riesgo y seguir dándole mentea Emilie Conway, para que viniera a Repu-blica Dominicana.

Skype + Skype x Skype sin Hiponetnusa,daba Emilie Conway seguro en Punta Canael 23 de abril, bingo, bingo, bingo.

Ahora lo piensa, cuando el apalacio BellasArtes está vacio y las butacas rojas recuerdanla eterna rosa roja de la pantalla la noche deconcierto, 27 de abril.

B - UNA NOCHE CON EMILIE CONWAYTRIO : CUANDO LA CALIDAD HUMANA DESERES INCREIBLES TE SOMETE A LA NOS-TALGIA DE LA PARTIDA DESDE EL INICIO.

Los recibió a los tres, seres simples y pro-fundos. A todo sí, unidos entre ellos, porquenadie puede dar lo mejor de sí en grupo, si noestá compactado humanamente.

Emilie Conway, Johnny Taylor y DemianEvans, pasarán a la historia del Jazz Domi-nicano como los pioneros de Irlanda, ni masni menos.-

Debe confesarlo con amplitud y sin son-rojos : lo comenzó a extrañar desde el primer

día, especialmente en unpáis donde las conversa-ciones cotidianas noexisten, los que conver-saban se fueron, es evi-d e n t e.

Lo recuerda bien,afectos a primera vistaen Punta Cana.

C - UN CONCIERTO ME-MORABLE : EMILIE CONWAY EN BELLASARTES JAZZOMANIA JAZZ FESTIVAL, 27DE ABRIL, 8 DE LA NOCHE.

El guíón general escrito en Copy Marca ala carrera, según él ahora confiesa , estabalisto a las 7 de la noche. Repaso con NobelAlfonso. Optimista feliz, el otro, el que habíahablado con Emilie Conway por Skype, sedeclaraba Pesimista Feliz, para hacer esa no-che el equilibrio con Nobel Alfonso.

La gente inquieta porque presentía unagran noche, tal como meses atrás había pro-metido en su Twitter (@ Jazzomaniard ) elprograma Jazzomania. Lo de Emilie Conwayseria la noche mas hermosa con rosa en elcentro del corazon.

Así fue : Un público de maravilla, promesahecha a Emilie Conway desde las terapias deSk y p e.

LA MUSICA Y LA VOZ :Con su voz y sus excelentes musicos, Emi-

lie Conway casi declara la la muerte de labateria en el trio, porque llenaron todos losespacios sin usar una batería, excelente.

Emilie Conway tiene una forma de cantary un magnetismo en escena que no escapa alinflujo del más escéptico. Vocaliza con ter-

nura, juega al portamento vocal con maes-tría y con donaire aplica falsetes y medio to-nos con gran delicadeza, como solo una rei-na del mejor canto lo podría hacer. Hace ver-siones de standar de jazz muy personales,pero muy personales.

Mostró un respeto profundo por este paísque conoce por primera vez, incluyendo aPedro Mir y a Rafael -Bullumba- Landestoyen su repertorio.

Ella combina jazz, cultura, sensibilidad einocencia humana.

LOS MUSICOS TAYLOR Y EVANS :Johnny Taylor, digitación casi perfecta.

Hace hablar el piano con una disposiciónmelódica sin par. Acompaña a Emilie Con-way y al mismo tiempo da su propio con-cierto, contenido en trinos cuando es nece-sario, desbordante cuando es preciso, atentoa cuidar el conjunto, excelente.

Demian Evans : Australiano de origen, perotrebolizado ( con vocación también de apla-tanarse aquí) en Irlanda, concibe arreglos,acompaña en los tempos justos y hace solosque iluminan toda posible oscuridad. Lascuerdas de su bajo acústico, son un hilo de luzresuenan con lirismo, con Demian Evans elbajo tiene una personalidad fuerte, ritmica,de estilo propio y sin medio a explorar.

Cuando Jazzomania salga al aire, escucha-rán a su viejo trio Boylan, Bucley Evans, que esun CD que no tiene madre, es huérfano.

ANTICLIMAX Y FINALE :Entonces un día se levantó y lo vio todo le-

jos, Irlanda estaba más lejos y no había mediospara soñar con la tierra de los verdes treboles.

Pero descubrió que había una leyenda delcuarto trebol, el de la suerte, cuyo nombre esEmilie Conway, ella ha estado con nosotros ycon nuestros espiritus, bye Emilia. (CFE)

* Petan criò petancitos, donde quiera queestè, no lo sabe.

CARL

OS

FRAN

CISC

O E

LÍAS

J azz

o m a n

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Para el sagrado público del Concierto de Emilie Conway, Tony Dominguez, Fern a n doFelix , Hilton Rodriguez, Jenny Garcia, Diana Valck y Nobel Alfonso. Solidarios de jazz,for ever

Conway y el jazz de Irlanda

John Taylor, fabuloso. Regio. Tiene el jazz pordentro y por fuera. Conoce de tempos y silencios,delicado, intuiitivo. Eje de un sistema musicalConway que funciona a pedir de boca. Un pianistade jazz completo.

Demian Evans, de origen australiano y trebolizadoen Dublin. Excelente musico, tiene su propio Trio.Es un musico a descubrir en los pròximosJazzomania Jazz Festival.

EEEmmmiiillliiieee CCCooonnnwwwaaayyy,,, aaaccceeeppptttaaa qqquuueeetttaaammmbbbiiieeennn llleee llllllaaammmeeennn EEEmmmiiillliiiaaa,,, aaadddooorrraaaeeelll cccaaasssttteeellllllaaannnooo yyy tttiiieeennneee uuunnnmmmaaagggnnneeetttiiisssmmmooo eeennn eeesssccceeennnaaa qqquuueee lllooosssDDDooommmiiinnniiicccaaannnooosss yyy lllaaasss DDDooommmiiiiiinnniiicccaaannnaaasssooobbbssseeerrrvvvaaarrrooonnn eeennn sssuuu cccooonnnccciiieeerrrtttooo dddeeelll 222777dddeee aaabbbrrriiilll eeennn BBBeeellllllsss AAArrrttteeesss... BBBrrriiillllllaaannnttteeevvvooozzz yyy aaallltttooo ssseeennntttiiidddooo dddeeelll JJJaaazzzzzz vvvooocccaaalll...

FUENTE EXTERNA

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A RE Í TO 7Sábado 2 de m ayode 2 015 H OY

López, Lugo, Peña BatlleY LA NACIÓN DOMINICANA

A través de las metáforas de la ciudad,la “p o l i s”, la cocina, los cuerpos y lasínsulas interiores, en “Los letrados yla nación dominicana” (Santuar io,

2013) hemos realizado una lectura herme-néutica de los avatares de los dominicanosen la difícil tarea de crear una república alestilo griego que ha estado signada por losdisensos, las exclusiones, la otredad, nacio-nal y ética. También hemos visto cómo eldiscurso se ha construido como la instala-ción de un sentido ausente, en el que la mo-dernización y los vaivenes democráticos hanocupado el escenario de las ideas sobre ladominicanidad.

Los discursos dominicanistas contempo-ráneos que este libro ha contrastado, partende una visión del campesinado como unaotredad que hay que domesticar civilizada-mente, como en el pensamiento del primerJosé Ramón López, quien se plantea una for-ma de redención y en su segundo momentouna comprensión moderna en que el subal-terno campesino ha transitado hacia el re-conocimiento como ser de la modernidadcentrado en una nueva ética del trabajo.

Hemos visto que la cocina y laalimentación se plantean comopanacea para la formación decuerpos bellos e inteligentes enel primer López, y se desplaza aldeseo de modernidad por la in-vitación de colonos blancos queimponen un discurso sobre lasalubridad de los cuerpos. Losletrados dominicanos van reali-zando un discurso sobre la na-ción de muchas fisuras y suma-mente problemático en la me-dida en que el narrar el país des-de el positivismo hostosianosignifica una ética que chocacon los elementos modernizadores que seavecinan, con las convenciones domini-co-americanas de (1905-1907) y con la ocu-pación del país por Estados Unidos en 1916.

La salubridad de los cuerpos lleva a ver lasalud política en un país dividido, en unaCapital política y la alternancia geográfica deínsulas interiores, ciudades-estados en losque moraban el caudillismo y que eran lanegación del Estado democrático y burguésque los letrados buscan instruir. Ante unarealidad díscola y levantisca en que la prác-tica política anulaba el sueño democrático,las narraciones dominicanistas se centranen el conocimiento del pasado, en la socio-logía, en lo subalterno, y en la imposibilidadfuncional de la nación.

En este aspecto, Américo Lugo y FedericoGarcía Godoy, anclados en el positivismohostosiano y en el arielismo de Rodó danuna respuesta a la insuficiencia, que no era

otra cosa que buscar en los paradigmas eu-ropeos una explicación de los males de laRepública; resulta interesante que tanto es-tos como López vean, en definitiva, en laeducación una panacea y una “p a i d e i a” quepudiera sacar el país de la situación políticaque imposibilitaba la marcha del Estado y eldespliegue de la modernidad política.

Lamentablemente, esta situación siguesiendo piedra de toque de la actualidad po-lítica dominicana hoy en día, y es por esarazón que los discursos de estos letrados si-guen formando un consenso sobre la im-portancia de la educación formal y política,para que exista la nación como espacio ima-ginario y la democracia como modernidadpolítica que integre a todos los actores, prin-cipalmente al intelectual que se ha visto ex-cluido de la “p o l i s”, debido a que la prácticapolítica choca con sus presupuestos éticos.

También la arqueología hermenéuticanos ha permitido ver el desplazamiento delnacionalismo, desde una respuesta separa-tista en 1844 que hace de Duarte, su fun-dador; hasta la negación de cualquier formade injerencia que ese mismo nacionalismo

plantea contra España en1863 con el inicio de laRestauración de la Repú-blica en 1865. Ese nacio-nalismo fundacional loretoman los pensadoresde principio de siglo XX,como Américo Lugo yManuel Arturo Peña Bat-lle; el primero como unadefensa del país de los in-tentos neocoloniales quese abren en el Caribe conla Guerra Hispanoaméri-ca de 1898 y el segundomás inclinado a reaccio-

nar contra el capital estadounidense que seplanteaba el dominio del espacio y del apa-rato represivo a favor de las empresas ab-sentistas que dominaron el comercio caribehasta la debacle que significó la recesión delcapitalismo mundial en 1929. El estudio her-menéutico nos ha permitido leer otros án-gulos de esos discursos, por ejemplo: el des-plazamiento de Américo Lugo hacia el ro-dosianismo como oposición a la interven-ción americana y la apelación a un pasado,que parece aceptar de forma acrítica el pa-sado colonial bajo España. Este mismo tenorpone en Peña Batlle un fuerte acento cató-lico en la forja de la nacionalidad, pero queen el orden práctico significa una defensa delos intereses creados y que estaban en com-petencia con el nuevo orden impuesto conlas convenciones domino-americanas.

El discurso de los letrados arrastra una ta-ra biologicista muy propia de la sociología

espenceriana que colocaba la raza como undeterminante de lo social; los problemas dediferendo con Haití apuestan a otras formasde mirar al país vecino como una otredadque la sociología de López y García Godoyveían como seres incapaces de aportar la ci-vilización de cuño europeo que ellos plan-teaban. En estos discursos el negro, el cam-pesino, el haitiano y la mujer quedan fuerade la “p o l i s” y los intelectuales se mantienendentro de la ciudad letrada que aspira a re-formular la narrativa nacional y a conformaral orden político. El prejuicio racial hace quevean al haitiano como otredad, pero los dis-cursos son muy diversos, y si bien el bio-logicismo es una forma de racismo, los dis-cursos sobre el Otro están dados por una si-tuación política. López propone una inmi-gración blanca que no sea francesa y parececonfigurar un muro de contención blanco.Mientras que Lugo llega a proponer unaconfederación antillana con la participaciónde Haití.

Es importante significar que ese libro nollega a tratar los distintos discursos que luegode la masacre en Haití conforman la narrativade los intelectuales dominicanos, sobre todolos trujillistas; es Peña Batlle, sin embargo,quien con mayor fuerza deriva su pensa-miento nacionalista, en un principio, contra-rio a la ocupación estadounidense y a la salidade las tropas “pura y simplemente” en 1924,hacia una mirada del haitiano como otro in-vasor. Este discurso será retomado luego porotros pensadores como Joaquín Balaguer yLuis Julián Pérez como nacionalismo an-ti-haitiano, como el discurso racialista quebusca mantener la pureza de una nación his-pánica, católica que habla en español.

Hemos visto cómo los intelectuales po-sitivistas no pudieron entrar a la polis por-que el sentido práctico de las ínsulas inte-riores, el Gobierno localista de los caudillosy, finalmente, la modernización traída porlos estadounidenses, se lo impidieron. Estamodernización terminó con la forja de unEstado y la ciudad ocupada por un dictador.Los grupos letrados tuvieron que aliarse a ladictadura o pasar a un descreído relato delpasado donde Clío siguió iluminando el pa-sado sin tocar el presente.

Los relatos ficcionales, como “Ciudad ro-m á n t i c a” de Tulio María Cestero,“Ru f i n i t o”de García Godoy, “Los enemigos de la tierra”de Andrés Francisco Requena y “Navar ijo”de Francisco Eugenio Moscoso Puello, noshan servido para encontrar los sentidos quela ficción presenta como metáfora, como ca-racterización de un mundo que el letrado habuscado representar como ausencia, caren-cia, como tiempo repetitivo, como espaciosde contrastes y rupturas en un pensamientora c i o n a l i s t a . . .

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‘‘ López proponeuna inmigración

blanca que no seafrancesa y parececonfigurar un muro decontención blanco.Mientras que Lugo llegaa proponer una confe-deración antillana conla participación de Haití.

Américo Lugo Manuel Arturo Peña Batlle Juan Bosch

FUENTE EXTERNA

Page 8: Areíto sábado 02 de mayo, 2015

8 Sábado 2 de m ayode 2 015H OY A RE Í TO

En el Museo de Arte Moderno

Exposición rescata¡LA MEMORIA!D esde entidades bancarias hasta

multinacionales de la telecomuni-cación, muchas de las más impor-tantes empresas de la actualidad a

nivel global apuestan a la integración del ar-te moderno y contemporáneo en sus ofici-nas y lugares de trabajo, motivando así lacuriosidad intelectual de sus empleados ypromoviendo el mismo hecho de apreciar elarte como pasión fundamental en el mundode los negocios.

A partir de esta iniciativa se construyenimpresionantes colecciones corporativasque con los años adquieren valores econó-micos e históricos extraordinarios. Entre lasmotivaciones de muchas empresas para co-leccionar arte, destacan su interés por el pa-trocinio y el mecenazgo cultural, el simplegusto estético y la vocación de compromisosocial.

Como muestra de su decisión de apoyar eldesarrollo, la preservación y la difusión delas principales manifestaciones artísticas yculturales dominicanas, el Grupo Altice, elMinisterio de Cultura y el Museo de Arte Mo-derno, han unido esfuerzos y recursos parala presentación de la muestra titulada “Res -catando la Memoria/Selección de la Colec-ción TRICOM de Arte Dominicano”, integra-da por más de 120 obras de 53 artistas, lamayoría de las cuales, atendiendo a su no-table calidad estética, a la extraordinariaprofusión temática y metafórica que estallaen sus imágenes y a su misma relevancia co-mo fragmento de memoria histórica y es-piritual, resisten como prueba incontrasta-ble de la diversidad de asuntos y de la pro-fundidad discursiva que caracterizan el artedominicano más auténtico y trascedente delas últimas cuatro décadas.

Exhibiéndose desde mediados del mes deenero en una de las salas de exposicionestemporales de la segunda planta del Museode Arte Moderno (MAM), dicha muestra seconstituye una nueva entrega de la iniciativainstitucional que viene desarrollando elMAM y la cual enfatiza especialmente en laimportancia del estudio de la presencia y losaportes del mecenazgo cultural en la Repú-blica Dominicana. En este sentido, se im-pone aprovechar la ocasión para invitar nue-vamente a las empresas con coleccionescorporativas, así como a los más importan-tes coleccionistas del arte dominicano a imi-tar este gesto ejemplar del Grupo Altice enSanto Domingo.

Fundada por el empresario de las teleco-municaciones Patrick Drahi, Grupo Altice esuna compañía multinacional de cable y te-lecomunicaciones con presencia en diver-sos mercados de Europa, Medio Oriente,América Latina y el Caribe. En República Do-minicana, Grupo Altice es Orange y Tricom,uno de los principales proveedores de tele-comunicaciones y una presencia de 24 añosen el mercado dominicano.

En el cuerpo expositivo de la “Co l e c c i ó nTr icom” encontramos pinturas y dibujos eje-cutados en distintas etapas creativas por al-gunos creadores emblemáticos de la plásticadominicana contemporánea, tales comoAntonio Prats Ventós, Fernando Peña Defi-lló, Justo Susana, Plutarco Andújar, GuilloPérez, Cándido Bidó, Domingo Liz, Soucy dePellerano, Timoteo Santos-Vinagre-, HugoMata, Dionisio Blanco, Ada Balcácer, ElsaNúñez, Ramón Oviedo, Iván Tovar, José Ces-tero, Antonio Guadalupe, Roberto Flores,

Alonso Cuevas, José Perdomo, José Félix Mo-ya, José Miura, Teté Marella, Cuquito Peña yFreddy Rodríguez.

La Colección Tricom adquiere sorpren-dente vitalidad, variedad y notable equili-brio con obras de artistas reconocidos, tantoa nivel nacional como internacional, talescomo Jesús Desangles, Inés Tolentino, Mi-guel Gómez, Miguel Núñez, Carolina Cepe-da, Angel Cataldi, Amaya Salazar, Eric Ge-nao, Pedro Terreiro, Elvis Avilés, RadhamésMejía, Miguel Pineda, Rafael Amable, WillyPérez, Néstor César, Bernardo Pratt (+), Al-berto Houellemont, Rafael Alba, FernandoVarela, Danilo González, Luz Severino, Ga-briel Caldentey, Porfirio Ferrer, Otto Morel,Rosalba Hernández, Dustin Muñoz y JoséMor illo.

Así, mediante este apretado extracto de laColección Tricom de Arte Dominicano queha presentado durante más de tres meses elMuseo de Arte Moderno, neorrealismo, ne-oexpresionismo, surrealismo, abstraccionis-mo, pop art, conceptualismo y primitivismo,se aprecian como lenguajes y tendencias vi-

tales en el arte dominicano contemporá-n e o.

Recientemente, los principales ejecutivosdel de Grupo Altice y el Museo de Arte Mo-derno organizaron un encuentro y una vistaguiada a la exposición con los artistas ex-positores, la crítica de arte y los medios decomunicación. La actividad estuvo encabe-zado por María Elena Ditrén, directora delMAM, así como por Abdelhakim Boubazine,Desirée Logroño, Claire Richer, Giselle Ca-puto y Liza Arzeno.

En la ocasión, el Sr. Boubazine, CEO delGrupo Altice en República Dominicana, ex-plicó: “estamos orgullosos y muy compla-cidos de aportar a la sociedad dominicanaesta digna y representativa colección de arte,perteneciente a un grupo de los más nota-bles artistas dominicanos de todos los tiem-pos. La exposición es una muestra del in-terés y el compromiso de Grupo Altice enapoyar el desarrollo, la preservación y la di-fusión de las más importantes manifestacio-nes artísticas y culturales de la RepúblicaD o m i n i c a n a”...

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Obra de Soucy de Pellerano en la Coleccion Tricom.

En el MAM, Julio César Valentín, Elsa Núñez, Abdelhakim Boubazine y Maria Elena Ditrén.

La tematica del paisaje y el sentido de la tierra, resultan notables en la Cole cci o nTricom de arte dominicano.

Guillo Perez, Eric Genao, Soucy de Pellerano y Ada Balcacer, aportan obras notables a laColeccion Tricom.

FUENTE EXTERNA