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SOCIEDAD INICIATIVAS

Más de tres millones y medio de turistas potenciales apuestan en Europa por recorrer el continente en autocaravana. Nuestro país no figura aúnentre sus destinos favoritos por la falta de instalaciones y la férrea legislación sobre estos vehículos de motor

El viaje en autocaravana, vehículo con motor que no necesita ser remolcado y, por lo tanto, no requiere un lugar donde acampar con ella, tiene en Europa más de tres millones y medio de adeptos, con una flota de 1.200.000 autocara-vanas y una media de tres personas por vehículo, según las estadísticas reco-gidas el pasado año por el bautizado como Libro Blanco del Caravaning, realizado por el Gremio de Comer-ciantes de Caravaning de Catalunya (Gremcar) y el Salón Internacional del

Caravaning Fira de Barcelona. Esta ci-fra es cuatro veces inferior que la de las caravanas remolcadas, pero ya cuenta con más de tres millones y medio de turistas potenciales.

Una tendencia europeaDe la flota europea de autocaravanas, Alemania acapara más de 400.000, y li-dera el ranking de los aficionados a este tipo de turismo, disponiendo incluso en Dusseldorf del Salón Internacional de la Caravana, que reúne cada año a casi 600 expositores de 22 países y tiene una afluencia de más de 160.000 personas (apenas medio millar de ellas, españo-las). Francia e Italia completan el podio de las autocaravanas en Europa.“En Francia piensan que éste es un turismo muy apetecible. En España, en cambio, se ve como un turismo de tercera categoría”, explica Toni de Ros, autocaravanista y creador de la plataforma y página web Viajar en Autocaravana. “Francia está llena

Tres noticias del pasado verano: en la Sierra de Cádiz, en las estaciones de Ólvera y Puer-to Serrano, se abrirán sendas áreas de servicio para autoca-

ravanas; en julio, en Benicàssim, coin-cidiendo con el festival de música de la localidad castellonense, se inauguró el primer área municipal de autocaravanas del litoral de la Comunidad Valenciana; y la compañía náutica Granoli Navi Ve-loci ha anunciado que permitirá viajar a personas en autocaravana sin necesidad de reservar camarote en la ruta Barce-lona-Génova. Estas tres propuestas han sido noticia por la escasa frecuencia con la que se desarrollan iniciativas así. Y es que el turismo en autocaravana en España –viajar, como los caracoles, con la casa a cuestas– gana adeptos, como demuestran las ventas de estos vehículos, y cuenta sus seguidores por millones en Europa, algo que no se ve reflejado en la práctica en el mapa del turismo español.

Seguidores europeos Europa cuenta con tres millones de aficionados al viaje en autocaravana que proceden, mayoritariamente, de Alemania, Francia e Italia

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Turismo nómada con la casa a cuestas

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de franceses que hacen mucho tu-rismo interior. Casi en cualquier pueblo encuentras un camping municipal, un camping privado y un área de autoca-ravanas”, continúa, y señala que en el país vecino hay “más de 5.000 áreas de servicio y en España, unas 70”.Las diferencias son notables. Mien-tras en España es noticia que se abra el primer área de servicio en el litoral de la Comunidad Valencia; en Francia, lo es que se cree lo que se ha llamado ‘Fórmula Invitación’, un programa me-

Medio millón de turistas llegan cada año a nuestro país a bordo de 200.000 autocaravanas y gastan unos 280 millones de euros. Más de la mitad son franceses

No obstante, la importancia potencial de las autocaravanas para el turismo español no debería medirse por la flota nacional, sino por la europea. Según el estudio realizado en mayo por el por-tal Viajar en Autocaravana, “cada año cruzan nuestras fronteras 200.000 au-tocaravanas, con 500.000 turistas, que dejan más de 280 millones de euros”. Más de la mitad de ellos, según el es-tudio, son franceses. “En los foros autocaravanistas ves que la gente tiene muchas ganas de venir a España, pero hay muchos problemas. Por España se pasa de camino a Ma-rruecos. Se van contando en esos foros dónde les han puesto los problemas”, añade Toni de Ros y confirma una rea-lidad: esos casi cuatro millones de auto-caravanistas que hay en Europa podrían venir a España, pero no lo hacen porque no hay instalaciones.Ésa es la gran guerra, el gran problema, de este tipo de turismo en España. La legislación no permite el aparcamiento de las autocaravanas en la vía pública como un turismo, pero tampoco exis-ten alternativas como áreas de servicio. “Necesitamos que nos dejen aparcar nuestros vehículos sin importar la ac-tividad que se desarrolle en el interior, y siempre que no excedamos el perímetro de los mismos. Con eso creemos que,

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> diante el cual más de 500 viticultores, ganaderos y granjeros franceses permi-ten, previa solicitud, el aparcamiento de autocaravanas en sus terrenos.

Auge en la Península IbéricaEs cierto que en España el número de autocaravanas no se acerca al de estos tres países. El parque móvil ronda los 25.000 vehículos, pero en los últimos años han aumentado sus índices de ven-ta, muy por encima del de los turismos. En 2006 –año excepcionalmente bueno para el sector– se vendieron 3.589, un 19,2% más que el año anterior. Y el año pasado, 3.828, un 6,7% más que en 2006, y muy por encima de la media europea, pues en todo el continente se habían matriculado 90.161 autocara-vanas, un 1,8% más que en el anterior ejercicio. En 2007, Francia fue el principal refe-rente del mercado, con una subida del 4,1% y más de 23.000 vehículos vendi-dos, sin embargo en Alemania cayeron las ventas un 7,4% y no se llegó a las 20.000 matriculaciones. Otro dato de 2007 confirma el crecimiento continua-do que tiene este tipo de turismo en la Península, y es la subida del 70% de las ventas en Portugal, donde se vendieron 600 autocaravanas para una flota que apenas supera las 1.000 unidades.

El parking nacional En España hay 120.000 caravanasque sí necesitan camping,y 25.000 autocaravanas, que no lo necesitan.

Un minipiso con ruedasNecesitan un espacio de 28 m2. Casi como las soluciones habitacionales que propuso el Gobierno, pero con ruedas. Una autocaravana (depende del modelo, pues las hay de varios tipos) ronda los 53.000 euros. Mide 6 m de largo y 2,15 de ancho. En su interior dispone de comedor, cocina, aseo, dormitorio, agua caliente, calefacción y frigorífico. Tie-ne un depósito de agua potable de entre 100 y 150 litros, así como un depósito de residuos orgánicos y de recogida de aguas. Consumen una media de 11 o 12 litros cada 100 km. La subida del combustible de los últimos años no ha afectado a las ventas, aunque sí a la distancia de los viajes que se realizan, que se acortan. Más ha afectado, según explican, el nuevo impuesto ecológico aprobado el pasado año, que grava con un 14% este tipo de vehículos.

Está aparcada si...• Sólo está en contacto con el suelo a través de las ruedas.• No ocupa más espacio que el del propio vehículo cerrado; no hay ventanas abiertas, sillas, me-sas o toldos extendidos.• No se ha producido ninguna emisión de ningún tipo de fluido, contaminante o no (no se ha va-ciado el depósito de aguas grises o negras), salvo las propias de la combustión del motor a través del tubo de escape.Si se cumplen estas premisas, según la ley en Italia y en Francia, la autocaravana está aparcada; si se incumple alguna de ellas, está acampada.

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Adultos independientesSegún los estudios del sector, como el que realizó el pasado mes de mayo el portal Viajar en Autocaravana, el usuario de estos vehículos es en su mayoría (un 75%) un adulto mayor de 50 años: el 42,8% se sitúa entre los 51 y los 60 años y el 32,8% supera los 60 años. Se trata de trabajadores y jubilados, con rentas superiores a los 28.000 euros. Casi ocho de cada diez eligen la autocaravana por la independencia que ofrece, y el 70% viajan en pareja. Este perfil, no obstante, choca con el general del sector de las caravanas, realizado por el Salón Internacional del Ca-ravaning de Barcelona, que habla de familias jóvenes, de entre 30 y 40 años, con hijos pequeños y que, duran-te el año, acuden al camping de su localidad donde tienen aparcado el vehículo y se desplazan en vacaciones.

apunta De Ros: “Estamos de acuer-do en que acampar –cuando se sa-can mesas y se hace vida fuera del vehículo– sea necesariamente en un camping. Pero necesitamos que las leyes reconozcan el derecho a ocupar una plaza de aparcamiento si no va-mos a sacar nada de la autocaravana, igual que un camionero puede dormir en su camión y nadie dice que esté acampando”. De acuerdo con un informe de la Uni-versidad de Munich, el sector de las caravanas mueve en Europa 27.700 millones de euros, 15.330 de ellos en los campings. “Hay algunos empre-sarios del mundo del camping que confunden el estacionamiento con la acampada. Nosotros no necesitamos los servicios que ofrece el camping”, critican los autocaravanistas.La legislación actual les obliga a ir a los campings, a pesar de que lo único que necesitan es una plaza de apar-camiento y un punto de gestión de residuos, “que se puede solventar en cualquier gasolinera donde se reposte que tenga túnel de lavado”, explica De Ros, quien señala que “en la Costa Brava hay lugares con señales que prohiben aparcar a las autocaravanas. ¡Y estas señales no existen en el Có-digo de Circulación!”.A pesar de todo, desde el sector creen que “se ha iniciado un camino para colocar a España al nivel de otros paí-ses de Europa”. A las nuevas instala-ciones se suma el apoyo de algunas comunidades. Según detalla Casa-

más que una petición, se reconocería un acto de justicia y reconocimiento de de-rechos. Después necesitaríamos zonas de gestión de residuos”, explica Adolfo Casanova, presidente de la Asociación Madrileña de Autocaravanistas.

Asignatura pendienteMuchos de los problemas que plan-tean los autocaravanistas tienen su base, curiosamente, en una cuestión lingüística: la diferencia entre los conceptos aparcar y acampar. Como

Un negocio sobre ruedasDe los 27.700 millones de euros que mueve este sector en Europa, 15.330 van a parar a los campings.

Un vehículo más en EuropaEn muchos países de Europa, lo primero que han hecho es equipa-rar las autocaravanas a cualquier otro tipo de vehículo de pasajeros. La Directiva marco

europea 91 /439/XEE, sobre circulación y estacio-namiento de vehículos, obliga a los países miembros a facilitar la circulación y el estacionamiento en sus municipios o núcleos urbanos a los vehículos con un peso máximo de 3.500 kg con categoría de turismos. En caso de tener que limitar su volumen o longitud es obligatorio señalizar en la entrada de sus núcleos la ruta alternativa y los aparcamientos.En España, en principio, y aunque las ITV no lo tengan muy claro, ya que en el momento de hacer la homolo-gación a veces se las denomina como furgón, al menos ya existe la definición de autocaravana, y está equipa-rada a cualquier otro tipo de vehículo para transportar personas. La segunda medida tomada en Europa ha sido establecer la diferencia entre aparcar y acampar.

nova desde la asociación madrileña, “Galicia es la más decidida de las comunidades costeras, con bastantes áreas y una tolerancia significativa. Sin embargo, en Asturias y Cantabria podemos hablar incluso de persecu-ción para todo lo que no sea pernoctar obligatoriamente en un camping”. El mapa del resto de España varía según las zonas.

Lo que gastan Además de la presión de los campings por no ceder esta parte del negocio, hay también una visión errónea de que el turista de autocaravana es au-tosuficiente al 100%. “Somos como cualquier turista normal. Pero somos unos turistas de por libre: vamos a las oficinas de turismo, alguna vez va-mos a comer a restaurantes, compra-mos en el comercio local, gastamos dinero en cultura… Y a eso hay que sumarle el dinero del gasoil”, descri-be Toni de Ros. Gastan menos, pero gastan. Además de que ese viajar independiente no es-tá reñido con otras fórmulas del turis-mo, como los viajes organizados, que ya existen: varias autocaravanas que viajan juntas, con un coche de apoyo, pernoctas organizadas, visitas turís-ticas, gastronomía, guías locales… Es un sector del turismo pequeño en España, pero que no por ello hay que olvidar. Además, es grande en el resto de Europa, pues son un millón de autocaravanas que podrían cruzar nuestras fronteras. ■

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