reincidente 94

8
* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales * REINCIDENTEno incluye sección de Sociales * REINCIDENTEno incluye sección de Sociales Liliana Guerra Silex* Año VI, Número 94, 1ra. quincena de marzo de 2015 ¿ A lguna vez se han puesto a pensar en la importancia que ha tenido la escuela durante todos estos años? Muchos di- rán que sí, algunos más admitiremos que no, que en ningún momento se nos cruzó por la cabeza cómo ha hecho diferencia la escuela desde que tenemos uso de razón. Analicemos: Cuando éramos pequeños solíamos ser aque- llos que obedecían e imitaban todo cuanto podían de sus padres o abuelos, y quizá nuestra vida entera nos hubiéramos dedicado a seguir imitando, pero ahí es cuando interviene parte de nuestra educación. Noso- tros ya teníamos lo básico gracias a nuestra familia, en el instante que comenzamos a avanzar de grado en la escuela y fuimos descubriendo el mundo; descubrimos que ya no queríamos quedarnos así, que anhelábamos saber más, conocer, explorar y con cada año que pasá- bamos en la escuela sabíamos que nuestro camino no era limitarnos a un solo simple libro mal redactado, que soñábamos con un destino mas allá de las expec- tativas que nos ofrecía el mundo mismo. Nadie lo negará, todos los que están en la Univer- sidad o su inmensa mayoría, están aquí al pie del ca- ñón imaginando un futuro mejor, uno donde las opor- tunidades sean mejores, donde tengamos un trabajo digno para poder llevar una buena vida. Tal vez debe- ríamos admirar a aquella gente que viene de lugares donde no hay tantas oportunidades, aquellas personas que dejan a sus familias y sus lugares por venir a estu- diar una licenciatura; esa es gente de la que necesita- mos aprender con más ganas. Yo lo he visto; he visto que existen lugares dentro de la misma ciudad que por no tener atracciones turís- ticas, no tener recursos para ser vanidosos y presumi- dos, aunque sean tan huecos como la moda que llevan, las personas son marginadas; aunque son gente hon- rada y trabajadora los demás les dan la espalda y les niegan la oportunidad, que tenemos la mayoría de los universitarios, para mejorar su situación. Es triste ver como demasiados niños tienen que tra- bajar porque tienen que ayudar a sus padres con dinero, tienen que mantener a hermanos y abuelos a los que no les alcanza ni para sobrellevar la situación. He aprendi- do a valorar cuánto puede la escuela hacer la diferencia. La escuela nos da las herramientas necesarias para resolver problemas, da un sentido nuevo y único a nuestra vida (claro bien fundamentada y aplicada), pero a muchas personas que se les niega aseguran de manera irreflexiva que aprenden más en la vida, y aun- que en algunos casos pudiera ser cierto, la escuela nos brinda muchas cosas que pueden salvarnos y que se- guramente ni la propia experiencia nos podrá ofrecer. Los niños que no tienen la oportunidad de estudiar, cuando alguien les enseña dan lo mejor de ellos porque anhelan conocimiento, y disfrutan mientras aprenden. Tal vez su deseo por descubrir el mundo más allá de su casa los motive a seguir, y después sean las personas que realmente produzcan cambios importantes. Admirar a quien ha progresado con cada año de estudio, es lo que tendríamos que hacer, aunque en lu- gar de entender que aprender en realidad es un placer, vemos el hecho tan común e incluso irrelevante que no lo tomamos debidamente en cuenta. Deberíamos estar orgullosos y aprovechar todo aquello que hemos alcanzado gracias al conocimiento, a nuestra escuela, a la institución como tal y la vida misma. Desgraciadamente, vivimos en un país donde las telenovelas son más admiradas que los grandes clási- cos de la literatura, donde el títere de un equipo me- diocre es más buscado en internetque la vida ejemplar de algún gran pensador. Vemos a los que protestan y luchan contra este sistema mediocre como los re- voltosos e incluso los tachamos de buenos para nada. Pero es terrible que nuestra sociedad, nuestra econo- mía, nuestra estructura se estén cayendo a pedazos, y nosotros, mientras tengamos pan y circo, no digamos nada; nuestra ansia de poder y falta de educación nos han llevado sin escalas y derechito a un precipicio del cual no habrá vuelta atrás y podemos llegar a hundir- nos todos. La escuela pierde fondos, cada vez el presupuesto destinado a ella es menor, quitan programas que po- drían ofrecerle una mente más abierta al pueblo, qui- tan los programas de arte (que nos daría una noción diferente de la vida), no se preocupan en mejorar la calidad educativa, sino en llenar sus bolsillos con re- cursos producidos por el pueblo y solo para satisfacer su capricho. Lamento decir que vivimos en una crisis, que no es nueva, que tiene más años de los que pode- mos admitir e incluso que los mismos responsables en los mismos cargos públicos durante todos estos años jamás aceptarán. Leamos historia, ¡ah! pero olvidaba que es de las materias menos favoritas. Y tienen razón, la histo- ria ha sido escrita por el ganador, que jamás expondrá sus errores y siempre echará tierra a sus adversarios. Leamos grandes obras de la literatura, ¡ah! pero algu- nos no quieren que te cultives porque serías un peligro para el sistema y podrías desarrollar un movimiento social en donde, como se interpreta del mito de la ca- verna, quienes quieran salir de la oscuridad serán en cierta manera apaleados. Y si dejáramos de pensar por unos segundos en algo más que nosotros mismos, notaremos que sería- mos la pequeña diferencia que hay entre la destrucción y la vida. No solo es cuestión de afrontar las innume- rables injusticias que se han dado en nuestro país, se trata de ponerles un alto a aquellos que están apode- rados de él, aquellos que se niegan a dejar su mina de oro. Ser fuertes y dejar de consumir aquellas cosas que ni necesitamos pero que usamos solo porque las anun- cian en televisión o algún artista la tuvo en sus manos. Creer que vamos a morir si encaramos al mal que nos rodea, es el inicio del preámbulo que nos llevará a pen- sar que es mejor agachar la cabeza y obedecer y volver sobre nuestros pasos el camino recorrido, y volver a lo anterior, a la escuela e imitar, solo imitar. Es momento de dejar a un lado nuestros tabúes, dejar a un lado lo que nos ata y quitar la venda de los ojos. Nuestra educación es la mejor arma contra la ig- norancia y la esclavitud; un hombre que estudia, que piensa por sí mismo y toma en cuenta a los demás, es un hombre libre. Suena utópico, pero es cierto: tenemos que mejo- rar desde nuestros círculos cercanos. Es el sueño de muchos más aunque nadie se anima a expresarse por- que al final solo le darán algún castigo que fomente el miedo en los demás. Todos estamos hartos de vivir en una actualidad como la que tenemos, nuestra esperan- za es cambiar desde nosotros. Todas las personas pue- den mejorar y cuando nosotros por fin nos decidamos a cambiar, podremos a través de la misma educación ir modificando nuestro propio medio. No será fácil aca- bar con siglos de un sistema deficiente, necesitaremos de la escuela y de la voluntad para lograrlo, necesita- remos, dicho coloquialmente, ponernos los pantalones para afrontar y hacer nuestra pequeña gran diferencia. Aún podemos salvar nuestro país, aun existe espe- ranza, a pesar de todas las negativas que tenemos, no olvidemos que nosotros tenemos el poder de decidir si mejoramos o lo dejamos ir. Una letra, una persona que no se agacha ante los corruptos puede ser una gran diferencia. Y cuidado con lo que leen, porque las palabras po- seen el poder de cambiarnos, poseen el tesoro de nues- tro ser y el camino hacia un futuro próspero. * La autora es estudiante de la licenciatura de Procesos Educativos de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP. LAEDUCACIÓNDICENQUEESELARMAMÁSFUERTEQUETENEMOSCONTRA LAESCLAVITUD, AQUELLAESCLAVITUDDELALMAQUETEOBLIGAANOPENSAR MÁSDELOQUETEDICEN; AQUELLAESCLAVITUDQUETEIMPIDECREARE INNOVARENLOSÁMBITOSENLOSQUEPODEMOSHACERLO, QUENOSIMPIDE SOÑARCONALGOMEJORDELOQUETENEMOS. * REINCIDENTE no incluye sección de Sociales Liliana Guerra Silex* Año VI, Número 94, 1ra. quincena de marzo de 2015 EL ARMA MÁS FUERTE CONTRA LA ESCLAVITUD Liliana Guerra Silex SOBRE LA MUERTE Eulogio Romero Rodríguez EL ORIGEN DE LAS BANDAS DE VIENTO Rafael Mendoza Mendoza DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista ENGAÑO Enrique Condés Lara EFECTO PANÓPTICO Octavio Spíndola Zago DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras FRANTASIAS José Fragoso Cervón AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín ARITMOMANÍA Gabriela Breña COMPOSITORES EN APUROS ¿ A lguna vez se han puesto a pensar en la importancia que ha tenido la escuela durante todos estos años? Muchos di- rán que sí, algunos más admitiremos que no, que en ningún momento se nos cruzó por la cabeza cómo ha hecho diferencia la escuela desde que tenemos uso de razón. Analicemos: Cuando éramos pequeños solíamos ser aque- llos que obedecían e imitaban todo cuanto podían de sus padres o abuelos, y quizá nuestra vida entera nos hubiéramos dedicado a seguir imitando, pero ahí es cuando interviene parte de nuestra educación. Noso- tros ya teníamos lo básico gracias a nuestra familia, en el instante que comenzamos a avanzar de grado en la escuela y fuimos descubriendo el mundo; descubrimos que ya no queríamos quedarnos así, que anhelábamos saber más, conocer, explorar y con cada año que pasá- bamos en la escuela sabíamos que nuestro camino no era limitarnos a un solo simple libro mal redactado, que soñábamos con un destino mas allá de las expec- tativas que nos ofrecía el mundo mismo. Nadie lo negará, todos los que están en la Univer- sidad o su inmensa mayoría, están aquí al pie del ca- ñón imaginando un futuro mejor, uno donde las opor- tunidades sean mejores, donde tengamos un trabajo digno para poder llevar una buena vida. Tal vez debe- ríamos admirar a aquella gente que viene de lugares donde no hay tantas oportunidades, aquellas personas que dejan a sus familias y sus lugares por venir a estu- diar una licenciatura; esa es gente de la que necesita- mos aprender con más ganas. Yo lo he visto; he visto que existen lugares dentro de la misma ciudad que por no tener atracciones turís- ticas, no tener recursos para ser vanidosos y presumi- dos, aunque sean tan huecos como la moda que llevan, las personas son marginadas; aunque son gente hon- rada y trabajadora los demás les dan la espalda y les niegan la oportunidad, que tenemos la mayoría de los universitarios, para mejorar su situación. Es triste ver como demasiados niños tienen que tra- bajar porque tienen que ayudar a sus padres con dinero, tienen que mantener a hermanos y abuelos a los que no les alcanza ni para sobrellevar la situación. He aprendi- do a valorar cuánto puede la escuela hacer la diferencia. La escuela nos da las herramientas necesarias para resolver problemas, da un sentido nuevo y único a nuestra vida (claro bien fundamentada y aplicada), pero a muchas personas que se les niega aseguran de manera irreflexiva que aprenden más en la vida, y aun- que en algunos casos pudiera ser cierto, la escuela nos brinda muchas cosas que pueden salvarnos y que se- guramente ni la propia experiencia nos podrá ofrecer. Los niños que no tienen la oportunidad de estudiar, cuando alguien les enseña dan lo mejor de ellos porque anhelan conocimiento, y disfrutan mientras aprenden. Tal vez su deseo por descubrir el mundo más allá de su casa los motive a seguir, y después sean las personas que realmente produzcan cambios importantes. Admirar a quien ha progresado con cada año de estudio, es lo que tendríamos que hacer, aunque en lu- gar de entender que aprender en realidad es un placer, vemos el hecho tan común e incluso irrelevante que no lo tomamos debidamente en cuenta. Deberíamos estar orgullosos y aprovechar todo aquello que hemos alcanzado gracias al conocimiento, a nuestra escuela, a la institución como tal y la vida misma. Desgraciadamente, vivimos en un país donde las telenovelas son más admiradas que los grandes clási- cos de la literatura, donde el títere de un equipo me- diocre es más buscado en internet que la vida ejemplar de algún gran pensador. Vemos a los que protestan y luchan contra este sistema mediocre como los re- voltosos e incluso los tachamos de buenos para nada. Pero es terrible que nuestra sociedad, nuestra econo- mía, nuestra estructura se estén cayendo a pedazos, y nosotros, mientras tengamos pan y circo, no digamos nada; nuestra ansia de poder y falta de educación nos han llevado sin escalas y derechito a un precipicio del cual no habrá vuelta atrás y podemos llegar a hundir- nos todos. La escuela pierde fondos, cada vez el presupuesto destinado a ella es menor, quitan programas que po- drían ofrecerle una mente más abierta al pueblo, qui- tan los programas de arte (que nos daría una noción diferente de la vida), no se preocupan en mejorar la calidad educativa, sino en llenar sus bolsillos con re- cursos producidos por el pueblo y solo para satisfacer su capricho. Lamento decir que vivimos en una crisis, que no es nueva, que tiene más años de los que pode- mos admitir e incluso que los mismos responsables en los mismos cargos públicos durante todos estos años jamás aceptarán. Leamos historia, ¡ah! pero olvidaba que es de las materias menos favoritas. Y tienen razón, la histo- ria ha sido escrita por el ganador, que jamás expondrá sus errores y siempre echará tierra a sus adversarios. Leamos grandes obras de la literatura, ¡ah! pero algu- nos no quieren que te cultives porque serías un peligro para el sistema y podrías desarrollar un movimiento social en donde, como se interpreta del mito de la ca- verna, quienes quieran salir de la oscuridad serán en cierta manera apaleados. Y si dejáramos de pensar por unos segundos en algo más que nosotros mismos, notaremos que sería- mos la pequeña diferencia que hay entre la destrucción y la vida. No solo es cuestión de afrontar las innume- rables injusticias que se han dado en nuestro país, se trata de ponerles un alto a aquellos que están apode- rados de él, aquellos que se niegan a dejar su mina de oro. Ser fuertes y dejar de consumir aquellas cosas que ni necesitamos pero que usamos solo porque las anun- cian en televisión o algún artista la tuvo en sus manos. Creer que vamos a morir si encaramos al mal que nos rodea, es el inicio del preámbulo que nos llevará a pen- sar que es mejor agachar la cabeza y obedecer y volver sobre nuestros pasos el camino recorrido, y volver a lo anterior, a la escuela e imitar, solo imitar. Es momento de dejar a un lado nuestros tabúes, dejar a un lado lo que nos ata y quitar la venda de los ojos. Nuestra educación es la mejor arma contra la ig- norancia y la esclavitud; un hombre que estudia, que piensa por sí mismo y toma en cuenta a los demás, es un hombre libre. Suena utópico, pero es cierto: tenemos que mejo- rar desde nuestros círculos cercanos. Es el sueño de muchos más aunque nadie se anima a expresarse por- que al final solo le darán algún castigo que fomente el miedo en los demás. Todos estamos hartos de vivir en una actualidad como la que tenemos, nuestra esperan- za es cambiar desde nosotros. Todas las personas pue- den mejorar y cuando nosotros por fin nos decidamos a cambiar, podremos a través de la misma educación ir modificando nuestro propio medio. No será fácil aca- bar con siglos de un sistema deficiente, necesitaremos de la escuela y de la voluntad para lograrlo, necesita- remos, dicho coloquialmente, ponernos los pantalones para afrontar y hacer nuestra pequeña gran diferencia. Aún podemos salvar nuestro país, aun existe espe- ranza, a pesar de todas las negativas que tenemos, no olvidemos que nosotros tenemos el poder de decidir si mejoramos o lo dejamos ir. Una letra, una persona que no se agacha ante los corruptos puede ser una gran diferencia. Y cuidado con lo que leen, porque las palabras po- seen el poder de cambiarnos, poseen el tesoro de nues- tro ser y el camino hacia un futuro próspero. * La autora es estudiante de la licenciatura de Procesos Educativos de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP. LA EDUCACIÓN DICEN QUE ES EL ARMA MÁS FUERTE QUE TENEMOS CONTRA LA ESCLAVITUD, AQUELLA ESCLAVITUD DEL ALMA QUE TE OBLIGA A NO PENSAR MÁS DE LO QUE TE DICEN; AQUELLA ESCLAVITUD QUE TE IMPIDE CREAR E INNOVAR EN LOS ÁMBITOS EN LOS QUE PODEMOS HACERLO, QUE NOS IMPIDE SOÑAR CON ALGO MEJOR DE LO QUE TENEMOS.

Upload: reincidente

Post on 08-Apr-2016

225 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

Page 1: Reincidente 94

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

Enrique Atonal*

Año V, Número 91, 1ra. quincena de diciembre de 2014

JULIO CORTÁZAR CUMPLE 100 AÑOS

JULIO CORTÁZAR

Enrique Atonal

OCTAVIO PAZ

Javier Aranda Luna

JOSÉ REVUELTAS

Mario Rechy Montiel

EFRAÍN HUERTA

Eduardo Yribarren

DESDE LA FACULTAD

Mariano Torres Bautista

ENGAÑO

Enrique Condés Lara

DE PLANTAS Y ANIMALES

Cecilia Vázquez Ahumada

REINCIGRAMA

Fernando Contreras

AQUÍ, PUROS CUENTOS

Paco Rubín

FRANTASÍAS

José Fragoso Cervón

ARITMOMANÍA

Gabriela Breña

CUATRO ESCRITORES

Bueno, bueno, bueno, sí, son cien años, pero

no vamos a ponernos solemnes y menos

tratándose de Cortázar el cronopio mayor,

capaz de viajar por el universo sin dejar la

carretera nacional más próxima o de ir a lo profun-

do de la conciencia sin dejar de sonreír. Caminaba

por las calles de París como si se tratara de un gran

Mandala, para despojarse de presunciones y solem-

nidades, para vivir con fervor hasta el final, com-

prometerse con los sandinistas (¡Ay Julio, si vieras

adónde han llegado!), y amar, amar apasionadamen-

te a su última mujer, la canadiense Carol Dunlop,

con la que gozó una vida aventurera y breve.

*

Julio Cortázar vivió entre Argentina y París. Fue

en esta ciudad en donde fijó su residencia hasta su

muerte. En el 4 de la rue Martel, décimo distrito,

quedó su última casa. Digamos que fue desde que

se separó de su albacea Aurora Bernárdez, pues con

ella vivió en el tranquilo distrito quince que es muy

típico de la ‘clase media’. Ahí sigue viviendo su viu-

da ‘oficial’ que distribuye las obras inéditas de Cor-

tázar y cuida su legado.

En este punto debería enumerar obras, logros,

fórmulas mágicas, frases, lo normal para homena-

jear a un muerto. Mi problema es que para mí si-

gue vivo, casi lo veo salir de su laberíntico edificio,

avanzar por ese barrio del diez tan lleno de con-

trastes, tan cercano a la humanidad… Cuando leo

alguna página de Cortázar tengo la impresión de

que acaba de publicarla y escucho su voz gutural no

por el francés, sino por un defecto de pronunciación

congénito. Hagan la prueba, lean en este momento

cualquiera de sus obras, verán que Cortázar parece

recién publicado… *

Resumamos: Julio Cortázar para mí no está muerto.

Lo encuentro en los rincones de París que él fre-

cuentaba, en aquellos parajes que plasmó en Ra-

yuela, en las atmósferas de sus cuentos, en sus bús-

quedas y en los signos de esta ciudad tan comercial

y turística, pero en la que aún brillan símbolos del

pasado con tal que uno se acomode en una esquina

y vea pasar el tiempo ¡pero en sentido contrario! Sí,

de pronto el Sena se inmoviliza, y nos canta la sin-

fonía de la eternidad.

Un amigo, Julio Cortázar es el amigo al que po-

demos visitar, ya sea en sus libros, siguiendo sus

pasos por sus periplos parisinos, o en las múltiples

fotos que le tomaron. No tenía ninguna reserva de

imagen. Yo creo que ahora sería el rey de las self ies,

esa tendencia egocéntrica, pues parecía alguien cer-

cano y familiar y siempre joven, con una amabilidad

de señorío. No vaya usted a pensar que esta familiaridad

surge de una cercanía física. Nunca lo encontré en

los pocos meses que coincidimos en París. Pero ya

lo decía al principio, es un amigo entrañable fue-

ra del tiempo. La mejor muestra es su tumba (en

el exclusivo panteón de Montparnasse) cargada de

recuerdos de sus visitantes: flores, papeles, grafitis,

recados, fotos, piedras, boletos de metro, y algunas

botellas de vino, vacías claro está. Reposa en la mis-

ma tumba con Carol Dunlop, no sé si por petición

expresa suya o por decisión de un amigo. Es una

imagen romántica y un poco cursi, pero es sabido

que todos los amigos tienen debilidades que debe-

mos respetar. Con la Dunlop realizó también su úl-

timo libro, ‘Los Autonautas de la Cosmopista’, la rela-

ción de un viaje en Combi de París a Marsella. Ella

murió cuando tenía 36 años, en 1982, dos antes que

él que murió a los 70. *

Cien años de su nacimiento, 1914, año cargado de

historia. Octavio Paz y él tenían la misma edad y

fueron amigos en París, en aquellos años de juven-

tud tardía. Más tarde uno de los poemas de Paz

aparece en el capítulo 149 de Rayuela:

AQUÍMis pasos en esta calle

Resuenan

       en otra calle

donde        oigo mis pasos

pasar en esta calle

donde Sólo es real la niebla.

Cortázar era de los nuestros, y lo podemos en-

contrar en sus cuentos de antología, en una novela-

provocación como Rayuela, o en las añejas callejue-

las parisinas que también han incorporado sus pa-

sos como los de tantos otros.

Clap-clap-clap y por allá va el río. Ah, redoblan

las campanas de la Catedral de Notre Dame, de-

tengámonos un instante, es la eternidad que pasa…

* El autor es escritor y periodista; también fotógrafo

y creador de teatro. Trabajó en Radio Francia Inter-

nacional

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

Liliana Guerra Silex*

Año VI, Número 94, 1ra. quincena de marzo de 2015

EL ARMA MÁS FUERTE

CONTRA LA ESCLAVITUD

Liliana Guerra Silex

SOBRE LA MUERTE

Eulogio Romero Rodríguez

EL ORIGEN DE LAS

BANDAS DE VIENTO

Rafael Mendoza Mendoza

DESDE LA FACULTAD

Mariano Torres Bautista

ENGAÑO

Enrique Condés Lara

EFECTO PANÓPTICO

Octavio Spíndola Zago

DE PLANTAS Y ANIMALES

Cecilia Vázquez Ahumada

REINCIGRAMA

Fernando Contreras

FRANTASIAS

José Fragoso Cervón

AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín

ARITMOMANÍA

Gabriela Breña

COMPOSITORES EN APUROS

¿Alguna vez se han puesto a pensar en la

importancia que ha tenido la escuela

durante todos estos años? Muchos di-

rán que sí, algunos más admitiremos

que no, que en ningún momento se nos cruzó por la

cabeza cómo ha hecho diferencia la escuela desde que

tenemos uso de razón. Analicemos:

Cuando éramos pequeños solíamos ser aque-

llos que obedecían e imitaban todo cuanto podían de

sus padres o abuelos, y quizá nuestra vida entera nos

hubiéramos dedicado a seguir imitando, pero ahí es

cuando interviene parte de nuestra educación. Noso-

tros ya teníamos lo básico gracias a nuestra familia, en

el instante que comenzamos a avanzar de grado en la

escuela y fuimos descubriendo el mundo; descubrimos

que ya no queríamos quedarnos así, que anhelábamos

saber más, conocer, explorar y con cada año que pasá-

bamos en la escuela sabíamos que nuestro camino no

era limitarnos a un solo simple libro mal redactado,

que soñábamos con un destino mas allá de las expec-

tativas que nos ofrecía el mundo mismo.

Nadie lo negará, todos los que están en la Univer-

sidad o su inmensa mayoría, están aquí al pie del ca-

ñón imaginando un futuro mejor, uno donde las opor-

tunidades sean mejores, donde tengamos un trabajo

digno para poder llevar una buena vida. Tal vez debe-

ríamos admirar a aquella gente que viene de lugares

donde no hay tantas oportunidades, aquellas personas

que dejan a sus familias y sus lugares por venir a estu-

diar una licenciatura; esa es gente de la que necesita-

mos aprender con más ganas.

Yo lo he visto; he visto que existen lugares dentro

de la misma ciudad que por no tener atracciones turís-

ticas, no tener recursos para ser vanidosos y presumi-

dos, aunque sean tan huecos como la moda que llevan,

las personas son marginadas; aunque son gente hon-

rada y trabajadora los demás les dan la espalda y les

niegan la oportunidad, que tenemos la mayoría de los

universitarios, para mejorar su situación.

Es triste ver como demasiados niños tienen que tra-

bajar porque tienen que ayudar a sus padres con dinero,

tienen que mantener a hermanos y abuelos a los que no

les alcanza ni para sobrellevar la situación. He aprendi-

do a valorar cuánto puede la escuela hacer la diferencia.

La escuela nos da las herramientas necesarias

para resolver problemas, da un sentido nuevo y único

a nuestra vida (claro bien fundamentada y aplicada),

pero a muchas personas que se les niega aseguran de

manera irreflexiva que aprenden más en la vida, y aun-

que en algunos casos pudiera ser cierto, la escuela nos

brinda muchas cosas que pueden salvarnos y que se-

guramente ni la propia experiencia nos podrá ofrecer.

Los niños que no tienen la oportunidad de estudiar,

cuando alguien les enseña dan lo mejor de ellos porque

anhelan conocimiento, y disfrutan mientras aprenden.

Tal vez su deseo por descubrir el mundo más allá de su

casa los motive a seguir, y después sean las personas que

realmente produzcan cambios importantes.

Admirar a quien ha progresado con cada año de

estudio, es lo que tendríamos que hacer, aunque en lu-

gar de entender que aprender en realidad es un placer,

vemos el hecho tan común e incluso irrelevante que

no lo tomamos debidamente en cuenta. Deberíamos

estar orgullosos y aprovechar todo aquello que hemos

alcanzado gracias al conocimiento, a nuestra escuela, a

la institución como tal y la vida misma.

Desgraciadamente, vivimos en un país donde las

telenovelas son más admiradas que los grandes clási-

cos de la literatura, donde el títere de un equipo me-

diocre es más buscado en internet que la vida ejemplar

de algún gran pensador. Vemos a los que protestan

y luchan contra este sistema mediocre como los re-

voltosos e incluso los tachamos de buenos para nada.

Pero es terrible que nuestra sociedad, nuestra econo-

mía, nuestra estructura se estén cayendo a pedazos, y

nosotros, mientras tengamos pan y circo, no digamos

nada; nuestra ansia de poder y falta de educación nos

han llevado sin escalas y derechito a un precipicio del

cual no habrá vuelta atrás y podemos llegar a hundir-

nos todos.La escuela pierde fondos, cada vez el presupuesto

destinado a ella es menor, quitan programas que po-

drían ofrecerle una mente más abierta al pueblo, qui-

tan los programas de arte (que nos daría una noción

diferente de la vida), no se preocupan en mejorar la

calidad educativa, sino en llenar sus bolsillos con re-

cursos producidos por el pueblo y solo para satisfacer

su capricho. Lamento decir que vivimos en una crisis,

que no es nueva, que tiene más años de los que pode-

mos admitir e incluso que los mismos responsables en

los mismos cargos públicos durante todos estos años

jamás aceptarán.Leamos historia, ¡ah! pero olvidaba que es de las

materias menos favoritas. Y tienen razón, la histo-

ria ha sido escrita por el ganador, que jamás expondrá

sus errores y siempre echará tierra a sus adversarios.

Leamos grandes obras de la literatura, ¡ah! pero algu-

nos no quieren que te cultives porque serías un peligro

para el sistema y podrías desarrollar un movimiento

social en donde, como se interpreta del mito de la ca-

verna, quienes quieran salir de la oscuridad serán en

cierta manera apaleados.

Y si dejáramos de pensar por unos segundos en

algo más que nosotros mismos, notaremos que sería-

mos la pequeña diferencia que hay entre la destrucción

y la vida. No solo es cuestión de afrontar las innume-

rables injusticias que se han dado en nuestro país, se

trata de ponerles un alto a aquellos que están apode-

rados de él, aquellos que se niegan a dejar su mina de

oro. Ser fuertes y dejar de consumir aquellas cosas que

ni necesitamos pero que usamos solo porque las anun-

cian en televisión o algún artista la tuvo en sus manos.

Creer que vamos a morir si encaramos al mal que nos

rodea, es el inicio del preámbulo que nos llevará a pen-

sar que es mejor agachar la cabeza y obedecer y volver

sobre nuestros pasos el camino recorrido, y volver a lo

anterior, a la escuela e imitar, solo imitar. Es momento

de dejar a un lado nuestros tabúes, dejar a un lado lo

que nos ata y quitar la venda de los ojos.

Nuestra educación es la mejor arma contra la ig-

norancia y la esclavitud; un hombre que estudia, que

piensa por sí mismo y toma en cuenta a los demás, es

un hombre libre.Suena utópico, pero es cierto: tenemos que mejo-

rar desde nuestros círculos cercanos. Es el sueño de

muchos más aunque nadie se anima a expresarse por-

que al final solo le darán algún castigo que fomente el

miedo en los demás. Todos estamos hartos de vivir en

una actualidad como la que tenemos, nuestra esperan-

za es cambiar desde nosotros. Todas las personas pue-

den mejorar y cuando nosotros por fin nos decidamos

a cambiar, podremos a través de la misma educación ir

modificando nuestro propio medio. No será fácil aca-

bar con siglos de un sistema deficiente, necesitaremos

de la escuela y de la voluntad para lograrlo, necesita-

remos, dicho coloquialmente, ponernos los pantalones

para afrontar y hacer nuestra pequeña gran diferencia.

Aún podemos salvar nuestro país, aun existe espe-

ranza, a pesar de todas las negativas que tenemos, no

olvidemos que nosotros tenemos el poder de decidir si

mejoramos o lo dejamos ir.

Una letra, una persona que no se agacha ante los

corruptos puede ser una gran diferencia.

Y cuidado con lo que leen, porque las palabras po-

seen el poder de cambiarnos, poseen el tesoro de nues-

tro ser y el camino hacia un futuro próspero.

* La autora es estudiante de la licenciatura de Procesos

Educativos de la Facultad de Filosofía y Letras de la

BUAP.

LA EDUCACIÓN DICEN QUE ES EL ARMA MÁS FUERTE QUE TENEMOS CONTRA

LA ESCLAVITUD, AQUELLA ESCLAVITUD DEL ALMA QUE TE OBLIGA A NO PENSAR

MÁS DE LO QUE TE DICEN; AQUELLA ESCLAVITUD QUE TE IMPIDE CREAR E

INNOVAR EN LOS ÁMBITOS EN LOS QUE PODEMOS HACERLO, QUE NOS IMPIDE

SOÑAR CON ALGO MEJOR DE LO QUE TENEMOS.

* REINCIDENTE no incluye sección de Sociales

Liliana Guerra Silex*

Año VI, Número 94, 1ra. quincena de marzo de 2015

EL ARMA MÁS FUERTE CONTRA LA ESCLAVITUD

Liliana Guerra SilexSOBRE LA MUERTE

Eulogio Romero RodríguezEL ORIGEN DE LAS

BANDAS DE VIENTO Rafael Mendoza MendozaDESDE LA FACULTAD

Mariano Torres BautistaENGAÑO

Enrique Condés LaraEFECTO PANÓPTICO

Octavio Spíndola ZagoDE PLANTAS Y ANIMALES

Cecilia Vázquez AhumadaREINCIGRAMA

Fernando ContrerasFRANTASIAS

José Fragoso CervónAQUÍ, PUROS CUENTOS

Paco RubínARITMOMANÍA

Gabriela BreñaCOMPOSITORES EN APUROS

¿Alguna vez se han puesto a pensar en la importancia que ha tenido la escuela durante todos estos años? Muchos di-rán que sí, algunos más admitiremos

que no, que en ningún momento se nos cruzó por la cabeza cómo ha hecho diferencia la escuela desde que tenemos uso de razón. Analicemos:

Cuando éramos pequeños solíamos ser aque-llos que obedecían e imitaban todo cuanto podían de sus padres o abuelos, y quizá nuestra vida entera nos hubiéramos dedicado a seguir imitando, pero ahí es cuando interviene parte de nuestra educación. Noso-tros ya teníamos lo básico gracias a nuestra familia, en el instante que comenzamos a avanzar de grado en la escuela y fuimos descubriendo el mundo; descubrimos que ya no queríamos quedarnos así, que anhelábamos saber más, conocer, explorar y con cada año que pasá-bamos en la escuela sabíamos que nuestro camino no era limitarnos a un solo simple libro mal redactado, que soñábamos con un destino mas allá de las expec-tativas que nos ofrecía el mundo mismo.

Nadie lo negará, todos los que están en la Univer-sidad o su inmensa mayoría, están aquí al pie del ca-ñón imaginando un futuro mejor, uno donde las opor-tunidades sean mejores, donde tengamos un trabajo digno para poder llevar una buena vida. Tal vez debe-ríamos admirar a aquella gente que viene de lugares donde no hay tantas oportunidades, aquellas personas que dejan a sus familias y sus lugares por venir a estu-diar una licenciatura; esa es gente de la que necesita-mos aprender con más ganas.

Yo lo he visto; he visto que existen lugares dentro de la misma ciudad que por no tener atracciones turís-ticas, no tener recursos para ser vanidosos y presumi-dos, aunque sean tan huecos como la moda que llevan, las personas son marginadas; aunque son gente hon-rada y trabajadora los demás les dan la espalda y les niegan la oportunidad, que tenemos la mayoría de los universitarios, para mejorar su situación.

Es triste ver como demasiados niños tienen que tra-bajar porque tienen que ayudar a sus padres con dinero, tienen que mantener a hermanos y abuelos a los que no les alcanza ni para sobrellevar la situación. He aprendi-do a valorar cuánto puede la escuela hacer la diferencia.

La escuela nos da las herramientas necesarias para resolver problemas, da un sentido nuevo y único a nuestra vida (claro bien fundamentada y aplicada), pero a muchas personas que se les niega aseguran de manera irreflexiva que aprenden más en la vida, y aun-que en algunos casos pudiera ser cierto, la escuela nos brinda muchas cosas que pueden salvarnos y que se-guramente ni la propia experiencia nos podrá ofrecer.

Los niños que no tienen la oportunidad de estudiar, cuando alguien les enseña dan lo mejor de ellos porque anhelan conocimiento, y disfrutan mientras aprenden. Tal vez su deseo por descubrir el mundo más allá de su casa los motive a seguir, y después sean las personas que realmente produzcan cambios importantes.

Admirar a quien ha progresado con cada año de estudio, es lo que tendríamos que hacer, aunque en lu-gar de entender que aprender en realidad es un placer, vemos el hecho tan común e incluso irrelevante que no lo tomamos debidamente en cuenta. Deberíamos estar orgullosos y aprovechar todo aquello que hemos alcanzado gracias al conocimiento, a nuestra escuela, a la institución como tal y la vida misma.

Desgraciadamente, vivimos en un país donde las telenovelas son más admiradas que los grandes clási-cos de la literatura, donde el títere de un equipo me-diocre es más buscado en internet que la vida ejemplar de algún gran pensador. Vemos a los que protestan y luchan contra este sistema mediocre como los re-voltosos e incluso los tachamos de buenos para nada. Pero es terrible que nuestra sociedad, nuestra econo-mía, nuestra estructura se estén cayendo a pedazos, y nosotros, mientras tengamos pan y circo, no digamos nada; nuestra ansia de poder y falta de educación nos han llevado sin escalas y derechito a un precipicio del cual no habrá vuelta atrás y podemos llegar a hundir-nos todos.

La escuela pierde fondos, cada vez el presupuesto destinado a ella es menor, quitan programas que po-drían ofrecerle una mente más abierta al pueblo, qui-tan los programas de arte (que nos daría una noción diferente de la vida), no se preocupan en mejorar la calidad educativa, sino en llenar sus bolsillos con re-cursos producidos por el pueblo y solo para satisfacer su capricho. Lamento decir que vivimos en una crisis, que no es nueva, que tiene más años de los que pode-mos admitir e incluso que los mismos responsables en los mismos cargos públicos durante todos estos años jamás aceptarán.

Leamos historia, ¡ah! pero olvidaba que es de las materias menos favoritas. Y tienen razón, la histo-ria ha sido escrita por el ganador, que jamás expondrá sus errores y siempre echará tierra a sus adversarios. Leamos grandes obras de la literatura, ¡ah! pero algu-nos no quieren que te cultives porque serías un peligro para el sistema y podrías desarrollar un movimiento social en donde, como se interpreta del mito de la ca-verna, quienes quieran salir de la oscuridad serán en cierta manera apaleados.

Y si dejáramos de pensar por unos segundos en algo más que nosotros mismos, notaremos que sería-mos la pequeña diferencia que hay entre la destrucción y la vida. No solo es cuestión de afrontar las innume-rables injusticias que se han dado en nuestro país, se trata de ponerles un alto a aquellos que están apode-rados de él, aquellos que se niegan a dejar su mina de oro. Ser fuertes y dejar de consumir aquellas cosas que ni necesitamos pero que usamos solo porque las anun-cian en televisión o algún artista la tuvo en sus manos. Creer que vamos a morir si encaramos al mal que nos rodea, es el inicio del preámbulo que nos llevará a pen-sar que es mejor agachar la cabeza y obedecer y volver sobre nuestros pasos el camino recorrido, y volver a lo

anterior, a la escuela e imitar, solo imitar. Es momento de dejar a un lado nuestros tabúes, dejar a un lado lo que nos ata y quitar la venda de los ojos.

Nuestra educación es la mejor arma contra la ig-norancia y la esclavitud; un hombre que estudia, que piensa por sí mismo y toma en cuenta a los demás, es un hombre libre.

Suena utópico, pero es cierto: tenemos que mejo-rar desde nuestros círculos cercanos. Es el sueño de muchos más aunque nadie se anima a expresarse por-que al final solo le darán algún castigo que fomente el miedo en los demás. Todos estamos hartos de vivir en una actualidad como la que tenemos, nuestra esperan-za es cambiar desde nosotros. Todas las personas pue-den mejorar y cuando nosotros por fin nos decidamos a cambiar, podremos a través de la misma educación ir modificando nuestro propio medio. No será fácil aca-bar con siglos de un sistema deficiente, necesitaremos de la escuela y de la voluntad para lograrlo, necesita-remos, dicho coloquialmente, ponernos los pantalones para afrontar y hacer nuestra pequeña gran diferencia.

Aún podemos salvar nuestro país, aun existe espe-ranza, a pesar de todas las negativas que tenemos, no olvidemos que nosotros tenemos el poder de decidir si mejoramos o lo dejamos ir.

Una letra, una persona que no se agacha ante los corruptos puede ser una gran diferencia.

Y cuidado con lo que leen, porque las palabras po-seen el poder de cambiarnos, poseen el tesoro de nues-tro ser y el camino hacia un futuro próspero.* La autora es estudiante de la licenciatura de Procesos Educativos de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.

LA EDUCACIÓN DICEN QUE ES EL ARMA MÁS FUERTE QUE TENEMOS CONTRA LA ESCLAVITUD, AQUELLA ESCLAVITUD DEL ALMA QUE TE OBLIGA A NO PENSAR

MÁS DE LO QUE TE DICEN; AQUELLA ESCLAVITUD QUE TE IMPIDE CREAR E INNOVAR EN LOS ÁMBITOS EN LOS QUE PODEMOS HACERLO, QUE NOS IMPIDE

SOÑAR CON ALGO MEJOR DE LO QUE TENEMOS.

Page 2: Reincidente 94

Enrique Condés Lara*

Mariano E. Torres Bautista*

Claro está, al ponderar esta proporción con las cifras de población reunidas por cada grupo, el panorama es distinto. También es de destacar que el resto de países de Asia,

África y América Latina representan apenas un ara-ñazo de menos del 1% para cada una de estas áreas del mundo por lo que quedan fuera de la ponderación.

¿Por qué es importante resaltar esta tendencia aso-ciada a lo que en los años setenta era una preocupación generalizada? A saber: el problema de la voluntad de industrializarse y del desarrollo visto pura y llanamen-te desde el punto de vista económico. Simplemente, porque los niveles de productividad y competitividad de las economías del mundo dependen en gran me-dida del grado de innovación generado por el talento que sea formado por sus instituciones educativas. Aún en países como Alemania, donde su industria por sí sola es responsable del 70% de la inversión en investi-gación, los cuadros de alto nivel son formados primero en sus universidades y red de institutos de investiga-ción como los prestigiosos “Max Planck”. Holanda y Francia son países donde también la industria dedica una buena parte de sus inversiones a la investigación, aunque sin alcanzar el respetable nivel del sector pri-vado alemán.

Desde esta perspectiva, en lo que respecta a nues-tro país, sería necesario identificar primero los secto-res que se van a impulsar para volver más innovadora la economía mexicana en los próximos 20 años, como pre-condición para revisar si las instituciones educati-vas están formando los recursos humanos necesarios para atender esa demanda profesional.

En marzo del 2002, el Consejo de Barcelona esta-bleció el objetivo de aumentar la inversión en inves-tigación y desarrollo tecnológico, así como superar lo que consideran “el retraso de Europa” ante sus princi-pales competidores. Evidentemente, a pesar de su gran capacidad innovadora y la cantidad de patentes que los países de la Unión Europea producen cada año, no se duermen en sus laureles, ni aceptan verse rebasados.

Como meta se propusieron subir la inversión de ma-nera que pasara de 1,9% al 3% del PIB de la Unión Europea entre 2002, año del acuerdo, y 2010. Es sig-nificativo observar que la parte financiada por las em-presas se estableció en dos tercios del total.

La situación actual muestra que la diferencia en-

tre la Unión Europea y los Estados Unidos en lo que concierne a las inversiones en favor de la investigación rebasa los 130 billones de euros anuales y sigue au-mentando.

Por lo tanto, para llegar en 2010 al objetivo euro-peo del 3% del PIB, de los cuales dos tercios proven-drán del sector privado, el sector público y las empre-sas debieron aumentar sus gastos en investigación en un 6,5% y 9,5% respectivamente por año.

Esta iniciativa constituye la respuesta política de la Comisión al objetivo del Consejo Europeo de Lis-boa de marzo 2000 de hacer de Europa la economía del conocimiento más competitiva y la más dinámi-ca. Tal respuesta comprende una serie de iniciativas en torno a la política de innovación de las empresas, así como reformas estructurales a los mercados financieros, del empleo y, evidentemente, de productos y servicios. Todos estos planes integrales de desarrollo son lo nor-

mal para administraciones públicas conscientes e inte-ligentes, a diferencia de países como México, donde la improvisación, falta de proyecto de desarrollo a largo plazo y la dependencia ciega y sumisa a disposiciones del exterior -tal vez impotente-, plantea “reformas es-tructurales” que son solo paliativos, parches, y más bien tienden a favorecer los intereses de unos cuantos, más que beneficiar a los sufridos habitantes de este país. Lo bueno del asunto es que “como México no hay dos”.

El plan de acción comprende cuatro líneas a se-guir: 1. Asegurar un proceso de coordinación euro-peo que busca garantizar que los Estados miembros asimilen la experiencia de los más avanzados, actuan-do de manera interactiva y coherente. 2. Favorecer el desarrollo de las políticas nacionales y europeas con-juntamente. 3. Crear una visión común del desarro-llo y de las tecnologías claves. 4. Concebir una com-binación coherente de los instrumentos de políticas públicas. Esto implica netamente aumentar así como reorientar los recursos públicos destinados bajo diver-sos mecanismos a la investigación e innovación. Con-siderando el estancamiento económico actual, es fun-damental que las políticas presupuestarias favorezcan las inversiones que impulsen un crecimiento futuro más fuerte.

Es inevitable la reflexión sobre la situación de un país como México ante estas previsiones, donde sola-mente el retraso en infraestructura debido a la falta de previsión y al costo de ésta, propiciada por una clase política tan mediocre como voraz, lo deja muy lejos de contar con un ambiente propicio para el desarrollo de las potencialidades, la creatividad y la capacidad de in-novación de su población.

Información: cf. página http://europa.eu/legisla-tion_summaries/other/i23021_fr.htm en 11 idiomas* El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Phanteón- Sorbonne; Actualmente se des-empeña como docente/investigador del programa de Maestría en Antropología Social de la BUAP.

El recientemente fallecido sociólogo Ulrich Beck, en su ya clásica obra La Sociedad del Riesgo Global, planteaba que la única ma-nera de lograr una globalización efectiva y

cosmopolitizar a la sociedad era a través del riesgo, manteniendo la búsqueda de la supervivencia como único punto en la agenda. Zygmunt Bauman se-cunda esta idea en Miedo Líquido; para él, nuestra sociedad vive lo líquido, lo cambiante, lo aforme, y el miedo es el único elemento cohesionador. ¿Hasta qué punto el miedo y el riesgo son el hilo negro de nuestra globalidad?

Corre el día 11 de septiembre de 2001 cuando varios vuelos de American y United Airlines Airlines son reportados como secuestrados y desvían el curso de ruta. Terroristas de la red yihadista Al Qaeda los utilizan para impactar el World Trade Center en Nue-va York y causar daños considerables al Pentágono. Tras la muerte de miles de inocentes, el patriótico y altamente democrático gobierno de George W. Bush declara la guerra contra el terrorismo e invade Afganistán. A partir de ese momento, la estrategia es contundente: utilizar vuelos comerciales para avalar, hacer estallar o justificar acciones militares y políti-cas agresivas.

El 8 de marzo de 2014 desapareció en el sur del Océano Índico el vuelo MH370, de la línea Malay-

sia Airlines, tras desviarse misteriosamente más de 7 horas de su ruta. Las hipótesis mantenidas para es-clarecer los hechos van desde el atentado, el sabotaje hasta el suicido, y apuntaron como posibles culpables al piloto y copiloto así como a dos pasajeros iraníes.

Un tiempo después, el 17 de julio, otro Boing 777-200ER de Malaysia Airlines partió del aero-puerto de Ámsterdam con rumbo a Kuala Lum-pur, destino al que nunca llegó al ser interceptado por un misil tierra-aire en el espacio ucraniano de Shajtarsk, en el marco de la crisis civil estallada con las manifestaciones contra el gobierno prorruso de Víktor Yanukóvich y acentuada con la independen-cia de Crimea. El accidente fue aprovechado por el Kremlin y la Casa Blanca para señalarse mutuamen-te y acusarse de violar descaradamente los acuerdos de Minsk.

El pasado 28 de diciembre, el vuelo QZ 8501 de Air Asia desapareció cerca del archipiélago indone-sio. Los atentados en la región del Índico, de acuer-do a analistas del Washington Post, El País y New Asia, representan hoy afectaciones serias para la eco-nomía mundial. ¿Qué está ocurriendo aquí que no somos capaces aún de ver?* El autor es estudiante de la Licenciatura en Histo-ria en la FFyL de la BUAP.

222

DE ACUERDO CON CIFRAS DE ORGANISMOS ESPECIALIZADOS, (OCDE, ONU, UNESCO) ACTUALMENTE, MÁS DE LA MITAD DE LOS GRADUADOS UNIVERSITARIOS A NIVEL MUNDIAL () PROVIENEN DE LOS PRINCIPALES MERCADOS EMERGENTES (BRASIL, CHINA, INDIA, INDONESIA, MÉXICO, RUSIA Y TURQUÍA), EN COMPARACIÓN CON PROVENIENTES DE LOS PAÍSES INDUSTRIALIZADOS (G: CANADÁ, FRANCIA, ALEMANIA, ITALIA, JAPÓN, REINO UNIDO Y ESTADOS UNIDOS).

Page 3: Reincidente 94

3

Particularmente llama la atención la soterra-da participación de Antonio Stiusso, jefe de operaciones del Servicio de Inteligencia, con-siderado como “el hombre que sabía casi todo

de casi todo el mundo” hasta que fue destituido por la presidenta en diciembre pasado. Su injerencia en el asunto sería una suerte de venganza en contra de la jefe de Estado argentino.

No es la primera ocasión que algo así acontece en organismos de inteligencia. La condición misma de su actividad fomenta la creación de un fuerte espíritu de cuerpo que en las condiciones de secreto en que se desenvuelven y falta de control institucional les permi-te gozar una gran autonomía que en no pocos los hace ser algo así como un Estado dentro del Estado y creer que deben defender el status aún a costa de la ley. Por ejemplo, Edgar Hoover, director del FBI desde marzo de 1935 hasta su muerte en mayo de 1972, se man-tuvo tanto en el puesto y con mucho poder gracias a que conocía (y usaba) los deslices y la vida íntima los de los grandes protagonistas de la política norteamericana. Podría señalarse también que las sospechas de partici-pación de la CIA en el asesinato de Kennedy antes de ser despejadas y aclaradas, han aumentando con el paso del tiempo. Y para no ir más lejos, este 10 de febrero último la primer ministro de Parú, Ana Jara, anunció el cierre temporal y reorganización de la Dirección Nacio-nal de Inteligencia después de un escándalo mayor oca-sionado por el hecho de que agentes de la DINI espia-ban a la vicepresidenta Marisol Espinosa. Ya en el 2000 este servicio de inteligencia había sido cerrado por estar al servicio personal de Alberto Fujimori y sus intentos de segunda reelección. En este tiempo (1990-2000), la intercepción de líneas telefónicas de periodistas, oposi-tores al régimen y, en general, “gente importante”, era una práctica extendida de la red de espionaje montada por Vladimiro Montesinos, jefe del Servicio de Inteli-gencia Nacional del Perú y Consejero de Seguridad del Gobierno de Fujimori.

Es también conocido que los servicios de seguri-dad de la URSS eran empleados no sólo para proteger al estado soviético de las potencias occidentales sino para acosar y reprimir a disidentes de toda clase y para espiar y controlar a dirigentes del partido, ejército y gobierno soviéticos. Y estuvieron involucrados en in-tentos de golpe de estado, el último de ellos (19-21 de agosto de 1991), catastrófico, contra Mijail Gor-bachov quien a su juicio “había ido demasiado lejos en sus reformas”, desembocó en la desintegración de la URSS y el arribo del siniestro Boris Yeltin al poder.

En México los organismos de inteligencia o se-guridad nacional tienen un largo historial de abusos y atropellos, cobijados en la más amplia impunidad. No arrancan con la creación de la Dirección Federal de Seguridad en octubre de 1947, pero con ella tuvie-ron un gran impulso. A lo largo de casi medio siglo de existencia, la DFS persiguió a opositores e inconfor-mes de derecha y de izquierda, fueran pacíficos o vio-lentos, moderados o radicales y vigiló estrechamente a los grandes tiburones de la política (secretarios de Estado y funcionarios, gobernadores, senadores, dipu-tados, líderes sindicales y campesinos), de la economía (empresarios, banqueros), de la información (periodis-tas, reporteros, columnistas, locutores, fotógrafos) y de las fuerzas armadas; asimismo, espió y hostilizó a los enemigos personales del Presidente de la República, de quien dependía y a quien rendía cuentas. Tuvo un

destacado papel en la planificación y ejecución de re-presiones contra los movimientos sociales a lo largo de priato, particularmente durante la llamada guerra su-cia de los años sesenta y setenta pasados. No obstante, terminó disuelta a finales de noviembre de 1985 por órdenes del presidente Miguel de la Madrid cuando fortalecida y ensoberbecida por su protagonismo en el aplastamiento de los grupos guerrilleros de esa época, retó y amenazó a su jefe y protector único y total: el titular del Poder Ejecutivo Federal.

Los problemas con la DFS surgieron con la de-signación del candidato presidencial oficial. Sobre ello escribió José López Portillo el 3 de noviembre de 1981: El director de la DFS hasta 1976 “( Javier) Gar-cía Paniagua constituyó y de algún modo constituye, un problema en la sucesión: exhibió su inconformidad y el ambiente se hizo tenso… Miguel de la Madrid me mandó señales de angustia y me pidió que se lo quitara de encima o no podría llevar adelante una buena cam-paña. Accedí. Respiraron todos, pero los rumores, los chismes, los análisis fueron increíbles. La desconfianza era brutal. Había algo sórdido en el ambiente…” (Mis Tiempos. México, Fernández editores, 1988) A conti-nuación y como derivación de lo anterior, “removí al Director de la Federal de Seguridad, secuencia de la renuncia de García Paniagua”, apuntó López Portillo, presidente saliente.

Por su parte, Miguel de la Madrid, se refirió al problema así: “El presidente López Portillo lo tuvo (a García Paniagua) como opción (presidencial) hasta el último momento. Por ello, su reacción al conocer-se la decisión fue violenta. Respondió visceralmente. En privado, con amigos, despotricó, pateó escritorios, mordió el tapete, dio muestras físicas de su enojo…dijo incluso…que nos iba a mandar matar, tanto al Presidente como a mí.” (Cambio de Rumbo. México, FCE, 2004)

No era un enemigo menor. Hijo del secretario de la Defensa de Gustavo Díaz Ordaz, García Pania-gua mantenía fuertes vínculos con grupos del ejército mexicano, con funcionarios, empresarios, periodistas y líderes a quienes “les conocía muchas cosas”, con Mi-guel Nazar Haro, temible director Federal de Seguri-dad y con otros jefes de la policía política mexicana. Pero desintegrar la DFS que no era nada sencillo y no estaba programado, aunque la oportunidad la ofrecie-ron los policías mismos.

El 30 de mayo de 1984 fue abatido a tiros el cono-cido columnista Manuel Buendía. Una fuerte presión de la opinión pública y de algunos medios informati-vos impulsó una tirante investigación apuntó a la DFS, específicamente hacia su director general José Antonio Zorrilla Pérez quien fue removido del cargo el 26 de febrero de 1985, aunque formalmente procesado hasta junio de 1989. En noviembre de 1983 había sido descu-bierto en Chihuahua un plantío de marihuana de unas 5 mil hectáreas donde, además de docenas de campe-sinos contratados, fueron detenidos agentes de la Fe-deral de Seguridad que brindaban protección al predio. Poco menos de un año después, fueron aprehendidos en le aeropuerto de la ciudad de México 11 agentes poli-cíacos, la mayoría de la DFS, cuando recogían 27 kilos de cocaína procedente de Colombia. Pero el hecho de-terminante para el futuro de la DFS fue el secuestro y asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA, en febrero de 1985 a manos de elementos al servicio de los capos del narcotráfico mexicano Rafael Caro Quintero

y Ernesto Fonseca Álvarez quienes contaban con placas de la DFS y eran escoltados por agentes de dicha cor-poración. Sujeto el gobierno mexicano a enormes pre-siones norteamericanas, en esos momentos se decidió la disolución de la DFS, aunque su deceso se formalizó el 29 de noviembre de 1985.

No fue, por tanto, un paso planeado sino impuesto por las circunstancias; no fue una refundación de los cuerpos mexicanos de inteligencia civil. El Presidente encontró la coyuntura para deshacerse de una maqui-naria desacreditada y peligrosa pero no tenía diseña-do el organismo que la sustituiría y sobre la marcha creó la Dirección de Investigación y Seguridad Nacio-nal, de corta existencia, que el 8 de diciembre de 1988 Carlos Salinas de Gortari sustituyó por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

Se modernizó estructura, equipos y capacitación, pero muchas de las prácticas y vicios anteriores, así como antiguos integrantes de la DFS, se mantuvie-ron. Se siguió practicando el espionaje en contra de los rivales políticos del Presidente en turno, continuó la intercepción telefónica ilegal, la violación de corres-pondencia y de la vida privada de las personas. Sigue actuando sin control social ni regulación jurídica; no existen órganos o comités del Congreso que vigilen sus actividades y ante los que rinda cuentas; sus direc-tores generales son designados discrecionalmente por conveniencia personal o política del titular del Ejecu-tivo Federal, más que por considerandos profesionales. Y en tanto el Presidente de la República continúe es-tableciendo unilateralmente las prioridades de seguri-dad nacional, difícilmente el CISEN dejará de ser un instrumento del gobierno en turno para convertirse en institución de Estado. * El autor, investigador de tiempo completo de la BUAP, es Doctor en Sociología Política por la Uni-versidad de Granada, España.

Enrique Condés Lara*

TRAS EL IMPACTO INICIAL EN LA OPINIÓN PÚBLICA OCASIONADO POR LA MUERTE DEL FISCAL ARGENTINO ALBERTO NISMAN QUIEN HORAS DESPUÉS DEBERÍA ACUSAR ANTE EL CONGRESO A LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER POR UN SUPUESTO ENCUBRIMIENTO DE LOS AUTORES DEL ATENTANDO DINAMITERO CONTRA LA ASOCIACIÓN MUTUAL ISRAELÍTA ARGENTINA QUE OCASIONÓ LA MUERTE A PERSONAS EL DE JULIO DE , TODOS LOS DÍAS APARECEN DATOS QUE DEJAN VER QUE HAY MUCHO DETRÁS DE ESE DECESO.

Page 4: Reincidente 94

4

La muerte se sitúa entre el umbral bio-cultura, es el rasgo más humano, más cultural del ántropos. El hombre se distingue entre sí mismo y, más claramente, del resto de los seres vivientes, entre otras cosas por sus creencias y actitudes ante la muerte. La etno-

logía nos muestra que en todas partes los muertos han sido o son objeto de prácticas que corresponden a creencias relacionadas con su supervivencia (bajo la forma de espectro corporal, polvo, sombra, fantasma, etc.) o con su renacimiento.

No existe, prácticamente, ningún grupo humano por arcaico, por “pri-mitivo” que sea, que abandone a sus muertos o que los abandone sin ritos. Así, por ejemplo, si los koriaks del este siberiano arrojan sus muertos al mar, éstos quedan confiados al océano, pero nunca desamparados.

La muerte es, a primera vista, una especie de vida que prolonga la vida individual. Según esta perspectiva, la muerte no es una “idea”, sino más bien, una “imagen”. Como diría Bachelard, una metáfora de la vida o, como expresaría Moscovici, una representación social que construyen los grupos humanos. En este sentido es una especie de inmortalidad o de as-piración a ella. Tal inmortalidad no supone la ignorancia de la muerte, al contrario, es un reconocimiento de su inevitabilidad.

Los funerales, situados entre el momento de la muerte y el momento de la adquisición de la inmortalidad, al mismo tiempo que constituyen un conjunto de prácticas que determinan el cambio de estado del muerto, institucionalizan un complejo de emociones: reflejan las perturbaciones profundas que un deceso provoca en el círculo de los vivos.

Bacon aseguraba que las pompas de la muerte aterrorizan más que la muerte misma (citado por Moran, Op. cit.). La ostentación del dolor, pro-pia de ciertos funerales, está destinada a demostrar al muerto la aflicción de los vivos con el propósito de asegurarse su benevolencia. En algunas culturas, como sucede en algunas regiones de México, los funerales son ocasiones de alegres manifestaciones que pretenden demostrar tanto a los vivos como al muerto que éste último ha entrado en la felicidad.

La muerte, escribe Octavio Paz, “es el espejo que refleja las vagas gesti-culaciones de la vida. […] Frente a ella, nuestra vida se dibuja e inmoviliza. Antes de desmoronarse y hundirse en la nada, se esculpe y (se) vuelve for-ma inmutable: ya no cambiaremos sino para desaparecer. Nuestra muerte ilumina nuestra vida” (El laberinto de la soledad. México, FCE, 1976).

Independientemente de la imagen que tengamos de la muerte, una cosa es importante: las perturbaciones que la muerte provoca en la vida humana. Dicho en otras palabras, los cambios en el comportamiento hu-mano que provoca la muerte, no los hemos considerado apropiadamente. Cambios que pueden ir desde cosas tan aparentemente simples como el dejar de fumar para no tener cáncer o tener que hacer ejercicio para man-tener la salud (por cierto, las áreas del conocimiento que tienen que ver con el binomio salud-enfermedad, no nos están ayudando mucho a en-frentar de otra manera a la muerte; somos nosotros, los ciudadanos los que tenemos que enfrentar a la muerte cambiando nuestras preferencias y nuestros comportamientos).

Pero también se pueden dar cambios no tan intrascendentes en el comportamiento colectivo, ante la muerte colectiva. El dolor provocado por una muerte se manifiesta desbordante, violento, cuando el muerto era próximo, íntimo, familiar, amado o respetado, es decir “único”.

La muerte, en sí, ya es una experiencia difícil para el grupo más cerca-no, y si ésta es el resultado de causas violentas y, además, grupales, como las que se han vuelto algo cotidiano en nuestro país, las experiencias sociales y la manifestación de las reacciones emotivas y grupales (lo estamos viendo) son cada vez más violentas.

Se informa que en 2014 se registraron ocho mil cuatro homicidios vinculados con el crimen organizado en el país (Nexos. No. 446, febrero 2015). Si recordamos la idea de Paz, de que “cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se hace. Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de morir que reflejan maneras de vivir” (Paz, Op.cit.) tal idea, elaborada en 1950, parece ser más aplicable que nunca en el análisis de las maneras en las que, en los años recientes, vivimos los mexicanos.* El autor es Doctor en Psicología social por la Universidad de París III y actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Psicología de la BUAP.

FRANÇOIS DE LA ROCHEFOUCAULD (-) DECÍA QUE NI EL SOL NI LA MUERTE PUEDEN MIRARSE CARA A CARA, AUNQUE PARECE QUE EL DESARROLLO POSTERIOR DEL CONOCIMIENTO DE LOS ASTRÓNOMOS DESMIENTE LA PRIMERA PARTE DE LA IDEA ANTERIOR, ES DECIR, LOS ASTRÓNOMOS HAN PESADO EL SOL, CONOCEN SUS PROPIEDADES, SABEN SU EDAD Y NOS HAN

ANUNCIADO SU FIN. NO HA PASADO LO MISMO CON LA MUERTE, COMO DICE EDGAR MORIN: “LA CIENCIA HA QUEDADO COMO

TEMBLOROSA, INTIMIDADA POR EL OTRO SOL, LA MUERTE” (EL HOMBRE Y LA MUERTE. BARCELONA, KAIRÓS, ).

Eulogio Romero Rodríguez*

MUSEO REGIONAL DE PUEBLAAv. Ejércitos de Oriente s/n Centro Cívico 5 de mayo. Los Fuertes.

Page 5: Reincidente 94

5

HORIZONTALES1. Que ha perdido la vida.6. (Christie), escritora inglesa, au-

tora de La muerte en la vicaría.11. Prefijo negativo.12. Personificación de la muerte sin

violencia, en la mitología griega.14. Terminación verbal.17. Utilizad.20. Organización independentista

vasca.22. Hoyo que se hace en la tierra,

especialmente para enterrar a los muertos.

24. Río de Galicia.25. Laguna por la cual eran trans-

portadas las almas de los muer-tos, según la mitología griega.

28. Existe.29. Dueño de una cosa.30. Símbolos del deuterio y del bis-

muto.32. Garantía.33. Juez de las sombras en los in-

fiernos, según la mitología grie-ga.

35. Medida de longitud antigua.36. Un lenguaje de programación.38. Pronombre personal.40. Muerto viviente, según novela

Bram Soker.44. Prefijo privativo.45. Rostro.47. Escritor estadounidense, autor

de cuentos de terror y muerte.48. Dios destructor, en la mitología

hindú.52. Milicias nacionalsocialistas diri-

gidas por Röhm (sigla).54. Barquero encargado de guiar las

sombras errantes de los difuntos de un lado a otro del río Aque-ronte, en la mitología griega.

58. Forma de pronombre.59. Asesinado o muerto con violen-

cia.60. Autor de Werther, personaje

que se suicida por amor.VERTICALES1. (Acuña), poeta romántico mexi-

cano, autor de Ante un cadáver.

2. Artículo indeterminado.3. Símbolos de resistencia eléctri-

ca y tesla.4. Corteza de encina.5. Terminación de aumentativo.6. Símbolo del astato.7. Tanto en el fútbol.8. Moneda de cobre usada en la

antigua Roma.9. Símbolo del helio.10. Asola, destruye.13. Prefijo que denota oposición.15. Apócope de papá.16. Río de Italia.18. Voz usada para detener a las ca-

ballerías.19. Petición, solicitud o reivindica-

ción.20. Y en francés.21. Símbolo de le plata.22. Plato típico asturiano compues-

to de judías aderezadas con to-cino, morcilla, chorizo, etcétera (pl.).

23. Conozco.26. Perteneciente al sol.27. Prototipo, modelo de perfec-

ción.29. (Gardner), actriz protagonista

en Forajidos.31. Departamento de Perú.34. Muerte.37. Del verbo unir.39. Nota musical.41. Símbolos del amperio y fósforo.42. Plaza de toros.43. Unión Europea (inic).44. Cuatro en números romanos.46. Voz de arrullo.49. Símbolo del indio.50. Yunque de los plateros.51. Autillo, ave nocturna.53. Antes de Cristo (inic.).54. Ciento uno en números roma-

nos.55. Responsable de obra (inic.).56. Símbolos del nitrógeno y gauss.57. Abreviaturas de este y de nú-

mero de Euler.58. Interjección que denota sorpre-

sa o admiración.

El origen del cáñamo (cannabis sativa) es Asia Central. Planta de muy rápido crecimiento llega hasta los 4 metros de alto, crece al aire

libre, deprisa, sin fertilizantes, herbicidas o pestici-das. Cuando el clima es cálido alcanza su crecimiento máximo en solo tres meses y produce fibras más resis-tentes que el algodón. Con esta planta se pueden pro-ducir muchísimas cosas, desde aislamientos térmicos para edificios y carrocerías de automóviles, hasta ropa “transpirable”, ya que el núcleo de la fibra de cáñamo es hueco.

Otra de las características de la cannabis es el con-tenido de delta-9-tetrahidrocannaninol (THC). Ingre-diente activo que desde la época de los escitas se tiene noticia de su uso. Los escitas fueron nómadas que se asentaron en los márgenes del mar Negro, alrededor del 2000 a.c. Fueron expertos en la fabricación de lazos e inventores del arco de doble curva y grandes consumi-dores de las semillas de cáñamo. Herodoto cuenta ha-ber visto cómo los escitas en sus barracas a prueba de corrientes de aire hechas con ramas y filtro de lana, se ponían en cuclillas en torno a un plato de semillas de cáñamo colocado sobre las brasas: “Humea enseguida, y libera un vapor nunca visto en los baños griegos”. La inhalación de estos vapores hacía gritar de placer a los jinetes escitas. Herodoto también escribió que los esci-tas fabricaban resistentes prendas de vestir de cáñamo, y que para los no conocedores, podrían pasar por ser de lino. Sin embargo, hoy sabemos que el uso de esta fibra es anterior a los escitas. Los chinos la usaron con mu-cha más antelación que los pueblos de Asia central. El uso de esta fibra se dispersó por lo que hoy es Rumania, Ucrania, Hungría, España y Francia. Se cree que a estos lugares llegó gracias a Rusia que, en los siglos XVII y XVIII, controlaba el grueso de la producción de cáña-mo y su tráfico marítimo.

No obstante, la importancia narcótica del cáñamo es mayor que su relevancia como fibra. Sus propie-dades terapéuticas se deben a su principio activo, el THC. Durante miles de años, los médicos han pres-crito cannabis sativa para aliviar el dolor y tratar un sinnúmero de males.

Dos notables estadounidenses obtuvieron sen-das ganancias gracias al cáñamo. Benjamín Franklin, coautor de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, y Levi Strauss, un comerciante de San Francisco. Benjamín Franklin se opuso a la celulosa británica que le imponía el imperio a sus colonias y decidió fabricar papel de cáñamo. Por su parte, como

George Washington y Thomas Jefferson cultivaban cáñamo en sus propiedades, es casi seguro que la De-claración de Independencia de los norteamericanos se haya redactado en papel de cáñamo de la papelera de Franklin.

A finales del siglo XIX, el sastre Jacob Davis y su socio Levi Strauss patentaron un sistema para re-forzar la tela cruzada o vaquera de los pantalones de los obreros con remaches de cobre. Levi era un inmi-grante bávaro que en 1853 cambió Nueva York por San Francisco, para participar de la fiebre del oro cali-forniana, y dejó de vender sarga (tela cuyo tejido for-ma líneas diagonales), para construir toldos de carro y tiendas de campaña, y a confeccionar pantalones para los buscadores de oro con tela de fibras de cáñamo.

Los partidarios del cáñamo claman por la utiliza-ción de esta fibra para la fabricación de papel, ya que es más barata que la pulpa de madera, no necesita pro-ductos químicos y bosques que deban talarse; además abogan por sustituir el algodón con cáñamo, porque aquel requiere de grandes concentraciones de herbi-cidas y pesticidas.

Pero en la civilización occidental el cáñamo se si-gue asociando irremediablemente a las drogas, aunque el cáñamo para fibras y papel tiene una baja concen-tración de THC. La guerra contra la cannabis sativa se desató en los Estados Unidos en el mismo momento que la prohibición del alcohol y la implantación de la Ley Seca, en las décadas de los 20 y 30 del siglo pasado. Al igual que el alcohol, la cannabis fue considerada una sustancia perniciosa. La condena salida de personali-dades como Harry J. Anslinger, inspector del Departa-mento Federal de Estupefacientes, y William Randol-ph Hearts, el dueño de periódicos importantes, supu-so su sentencia de muerte. Las voces críticas señalaban que Hearts era propietario de bosques madereros por lo que la prohibición del uso de la cannabis, lo beneficia-ba. En 1937, la Ley de impuesto sobre la marihuana en Estados Unidos dio el pistoletazo de salida a la prohi-bición de la cannabis en el mundo occidental.

Hoy contamos otra historia, diversos Estados de la Unión Americana han legalizado su uso recreativo y medicinal, y en Uruguay se ha legalizado su produc-ción, distribución y consumo. Siguen las discusiones sobre el tema de su legalización en otras partes del mundo, incluido nuestro país. La sociedad avanza.*La autora es Licenciada en Antropología Social por la BUAP, actualmente adscrita al INAH-Puebla.

NEGOCIACIÓN-El amor se extravió en la última de las mudanzas

o posiblemente se quedó en las hendiduras del sofá a rayas, y no nos dimos cuenta aquella noche que lo aban-donamos junto con las bolsas de desperdicio, esperando que se las llevara el camión de la basura.

-¿A qué viene todo esto Señor Molina? -Se fue borrando como la pintura que destiñó el sol

de las pálidas paredes de casa.-¿Qué pretende, demostrarme su amor por la poesía?-Se fueron las palabras de amor seguramente cuan-

do el teléfono cortó la llamada.-Basta, llevo escuchándolo un buen rato y no hemos

llegado a ningún acuerdo. Usted me llamó citándome en esta cafetería y llevo dos americanos sin saber qué pretende.

-El amor, es el amor el que no hago, el que no ha-cemos... Es el amor que ya no existe entre Raquel y yo. Es el amor que ha muerto, Licenciado Brito. Es solo eso.

-¿Me está insinuando que a su mujer ya no lo quiere?

-Lo estoy asegurando, con la misma certe-za con la que puedo asegurar que si menciono la pa-labra piedra, ésta no quedará flotando en el aire. -Hágame el favor de ocultar su oficio de poeta y vamos al grano, como decimos normalmente los mortales. Es-toy aquí porque entiendo que pretende terminar su rela-ción y necesita de mis servicios profesionales.

-Toda la razón en sus palabras, Licenciado Brito.-Entonces, ¿está preparado para el proceso de di-

vorcio?, ¿ha hablado con su mujer?-¡Cómo hablar con ella si las palabras se callaron!-Bueno, iniciemos entonces los trámites nece-

sarios y consideremos lo que por su parte corres-ponde como finiquito de la relación Señor Molina. -Entiendo. Bienes mancomunados... pienso dejarle el azul del mar de mi último verso y las siete vidas del gato que camina sobre el tejado que mira la luna en aquel poema...

Cecilia Vázquez Ahumada*

El tiempo parece haber prolongado todas las acciones, suspensas absurdamente en el ápice de un instante, estupefactas, cristalizadas, nítidas, inverosímiles, como sucede bajo la influencia de la marihuana

(RAMÓN VALLE-INCLÁN)

Page 6: Reincidente 94

6

En México existe una gran variedad de estilos y géneros musicales. Algunos son exclusivos de ciertas regiones y otros han trascendido abarcando a toda la población en sus di-

versas esferas sociales. A estos últimos pertenecen las bandas de viento, especie musical de la cual pocos se imaginan que su origen proviene de un legado militar que dejó a su paso la intervención francesa.

De acuerdo con Julio Estrada en su libro La música de México, su presencia en el país data desde mediados del siglo XIX (1864-1867) con la llegada de las bandas militares que acompañaron a Maximiliano durante su corta y fatal aventura en México. Dichas bandas tra-jeron consigo instrumentos de metal de pistones como trompetas, bombardas, tubas, etc. que eran tocados por alrededor de 30 o 40 músicos.

El repertorio musical estaba conformado por mar-chas de carácter meramente militar pero fue en las co-munidades donde, al tratar de imitar este tipo de agru-pación musical, el repertorio incluyó arreglos y adap-taciones de canciones populares y composiciones de carácter festivo. Fue así como las bandas de viento co-menzaron a transformarse en un elemento obligado de las celebraciones y festividades de los pueblos, siendo la instrumentación principal para amenizar bailes y reu-niones.

Las primeras bandas de viento aparecieron en los estados de Oaxaca y de Morelos, seguidos inmediata-mente por todos los estados centrales y luego del sur.

Tanto Benito Juárez como Porfirio Díaz impulsa-ron la creación de bandas similares en su natal Oaxa-ca, aunque la popularidad de estos ensambles se hizo evidente hasta el siglo XX, después de la Revolución, cuando las autoridades locales formaron bandas do-minicales con los músicos militares como entreteni-miento en los quioscos centrales.

Es en esta época cuando, en el valle de Teotihua-can, se hizo la repartición de las tierras conformando nuevos municipios y consolidando los ya existentes, y se convocó a asambleas y comités para la recons-trucción y reorganización de las comunidades, donde al lado de distintas iniciativas sociales, se propuso la creación de bandas de viento en cada pueblo.

La música mexicana ha sido objeto de estudio de muchísimos autores, quienes han abordado el tema desde diferentes perspectivas: desde el punto de vista académico, popular, folclórico, histórico y hasta indus-trial. Y se han hecho diversos estudios de la música popular a través de la historia. Algunos de ellos tratan del desarrollo de la canción popular sin profundizar en el género musical; otros analizan los aspectos evoluti-vos de las técnicas de composición y otros más hablan sobre los orígenes de los estilos y géneros musicales. Son estos últimos aspectos en los que pocos autores

han profundizado, resultando que lo que sabemos de los orígenes de los géneros musicales en México ha sido producto de la obra de contados interesados.

En el caso de las bandas de viento, la información sobre su historia está muy limitada ya que son muy pocos los autores que han realizado investigaciones sobre la historia de estas agrupaciones. Sin embargo, a pesar de que son contados los trabajos, han sido obras muy completas que nos dan la información suficiente y clara que permite entender la raíz y el desarrollo de estos grupos musicales.

Una muy completa sobre la música en México y que, además, aborda de manera apropiada el tema de las agrupaciones populares como las bandas de vien-to, es La Música de México de Julio Estrada (1984), mencionada párrafos arriba. Este trabajo presenta una crónica detallada de la forma en que estos grupos mu-sicales llegaron al país y como se fueron estableciendo en las diferentes regiones, adaptando sus característi-cas técnicas y musicales. Con acierto explica cómo este tipo de agrupaciones se popularizaron tanto que “En cada poblado de los distintos territorios hay cierto tipo de banda o combo de vientos, ya sea tradicionales, particula-res o municipales. El tamborazo zacatecano es un ejemplo”.

Tal información resulta crucial para entender el desarrollo musical de cada región del país y es una buena fuente de información para investigadores que han abordado este tema a nivel estatal y regional.

Sin embargo, en el caso de la región del valle de Teotihuacan colindante con el altiplano hidalguense, la información es casi nula. Pocos son los estudios que se han hecho sobre la historia de la música o del de-sarrollo del arte en dicha región. Algunas monografías de los municipios de la región estudiada hacen men-ción a ciertas agrupaciones que tuvieron un papel des-tacado durante ciertos periodos. Se hace mención de algunos nombres, se narran algunas crónicas y se pre-sentan algunas fotografías, pero respecto al origen o a las características musicales no se menciona nada.

Existen, sin embargo, otro tipo de fuentes con in-formación clara, detallada y verificable. Los cronistas o historiadores de los pueblos proporcionan informa-ción invaluable, teniendo incluso en su poder archivos que pueden constatar los hechos por ellos narrados. Algunos han dejado plasmado en papel su conoci-miento y otros simplemente lo prefieren transmitir de boca en boca.

Recientemente, en el municipio de Tlanalapa, en el Estado de Hidalgo, se realizó un trabajo valiosísimo que compila una serie de archivos como manuscritos, fotografías y documentos oficiales que rescatan el pa-sado musical de la región teniendo como referente a la banda de viento del pueblo. Se tiene también una crónica detallada con información sobre los inicios de

la agrupación, sus integrantes, sus dirigentes, su reper-torio y su actividad artística. Este trabajo es el único en su tipo en la región del altiplano.

En el valle de Teotihuacan, en el Estado de Mé-xico, se han presentado iniciativas para rescatar el pa-sado cultural de la región, aunque no se han trabajado proyectos como el realizado en Tlanalapa. Sin embar-go, dada su ubicación, la región cuenta con un pasado riquísimo el cual ha sido detonante para que persona-jes ilustres de la antropología realicen estudios sobre la historia de estos pueblos.

La obra antropológica más importante y más com-pleta dedicada a esta región, sin duda, es La Población del Valle de Teotihuacan de Manuel Gamio, documento que en sus ocho volúmenes nos muestra, de manera vívida, el diario acontecer de las comunidades de la re-gión, desde la época prehispánica hasta la modernidad de principios del siglo XX.

Los volúmenes 4 y 5 tratan sobre la consolidación de los actuales pueblos a finales del siglo XIX y a prin-cipios del XX. Se habla en ellos de la forma en cómo quedaron distribuidas las tierras así como también del nombramiento de las autoridades correspondientes. A la par, mencionan las iniciativas sociales que se propu-sieron, entre ellas la de crear las bandas de viento que acompañarían los eventos sociales y religiosos.El autor es estudiante del 10° Semestre de la licencia-tura en Música del Instituto de Artes de la Universi-dad Autónoma del Estado de Hidalgo.

6

ESCRÍBENOS

Si quieres recibir Reincidente, nuestro correo electrónico es:[email protected]

EN NUESTRO DIARIO ANDAR, LA MÚSICA ES UN ELEMENTO COTIDIANO. ES ESA RAZÓN POR LA CUAL SE HAN HECHO INNUMERABLES ESCRITOS, CRÓNICAS Y ESTUDIOS QUE HAN TRATADO DE DESENMARAÑAR ESA RELACIÓN TAN ESTRECHA Y ORGÁNICA QUE EXISTE ENTRE ESTE ARTE Y LA SOCIEDAD. DICHOS ESCRITOS NOS HAN PROPORCIONADO INFORMACIÓN SOBRE EL POR QUÉ CIERTAS FORMAS MUSICALES

HAN ARRAIGADO Y SE HAN CONVERTIDO EN PARTE ESENCIAL DE LA VIDA DE LAS PERSONAS.

Rafael Mendoza Mendoza*

Page 7: Reincidente 94

77

Director y editor: Enrique Condés LaraConsejo Editorial: Mariano E. Torres Bautista, Juan Lozada León, José Fragoso Cervón,

María de Lourdes Herrera Feria, Hugo López Coronel, Ernesto Licona Valencia, Gabriela Breña, Cecilia Vázquez Ahumada y Eulogio Romero Rodríguez

Corrección: Enrique Condés BreñaDiseño: Israel Hernández Cedeño

Correo electrónico: [email protected]*No incluye sección de Sociales

RE~INCIDENTE. Año 5. No. 94. Primera quincena de marzo de 2015. Es una publicación quincenal editada por el C. Enrique Condés Lara, domicilio Costado del Atrio de San Francisco 22 bis. Cuadrante de san Francisco, Delegación Coyoacán, CP. 04320, tel. (55) 55-17-76-63. Correo electrónico: [email protected]. Editor res-ponsable: Enrique Condés Lara. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2011-032210460200-101. ISSN: 2007-476X. Otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud y Contenido No. 15198 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres de El Errante, Editor. Privada Emiliano Zapata No. 5947, San Baltasar Campeche, Puebla Pue. C.P. 72550. Este número se terminó de imprimir en febrero de 2015 con un tiraje de 5000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de RE-INCIDENTE.

SOLUCIÓN ALREINCIGRAMA DE ESTE NÚMERO

Sin proponérmelo, vagando por las calles de esta gran ciudad de los de La Franja (en estos momentos me siento optimista) me encontré a un loco pasado que se quedó en el viaje, un

mudo parlanchín. Es un sujeto que se cree el mudo más oído y que sin mediar ninguna razón para abor-darme me dijo: “oye cabrón fíjate que por pendejo me está llevando la chingada”.

Al principio me sorprendió con esa florida verbo-rrea de Juan Pueblo, pero enseguida le contesté: “No seas pendejo, a veces cualquiera siente que se lo lleva la chingada, pero tú eres un cabrón. Y se fue sonrien-do. Pero yo mismo me quedé impresionado. ¿Cómo?, con las mismas palabras se pueden construir diferen-tes escenarios.

Y con esa honda alucinación en la cabeza llegué a los portales y me senté en la mesa donde me espera-ban algunos exquisitos cuatachines de la banda de los atascados. No tardé en meterlos en mi rollo pero solo para que empezara el folclor.

El científico investigador comentó en este punto: “El conocimiento se puede de forma general dividir en dos grandes apartados, el científico y el popular, y en su transmisión, el lenguaje es de suma impor-tancia; el conocimiento científico está integrado por conceptos que al unirse forman un discurso que des-cribe fenómenos que han sido comprobados median-te procesos de investigación; por ejemplo, en el para-digma marxiano se menciona que cuando las fuerzas productivas rebasan a las relaciones de producción se gesta el cambio de un modo de producción a otro modo de producción (esclavismo, feudalismo, capi-talismo etc.) En cambio, añadió, en la transmisión del conocimiento popular se utilizan frases que por su falta de rigurosidad pueden ser contradictorias; un ejemplo son los refranes como el de ‘que no por mucho madrugar amanece más temprano’ que choca con el que asegura que ‘al que madruga dios lo ayuda’. Así, la palabra cabrón es un término muy de pueblo

que se utiliza tanto para realzar a una persona ‘es un cabrón’ como también para reprimirla ‘es un cabrón’; para lo mismo se le puede también decir ‘no seas ca-brón´ como ́ que cabrón’, ‘ay cabrón’, etc. (préééstate).

Ya entrados en el ajo, el académico especuló: —el lenguaje es una parte importante de la cultura, como también lo es el arte, la religión, el deporte, las tradi-ciones, etc., resultado de como las diferentes socieda-des han enfrentado su problemática histórica y como la han resuelto. Por eso, en México el concepto popu-lachero “de la chingada” y sus variantes es muy soco-rrido en las palabras de las personas poruqe les per-miten expresar muchos estados de ánimo: “está de la chingada”, “me lleva la chingada”, “chingada madre”, “te voy a chingar”, “vete a chingar a otro”, “no chin-gues”, “chíngale”, “ya te chingaron”, y la más hiriente de todas, la mentada de madre, “chinga tu madre”. Y les diré, agregó, que el otro día que me encontré al Ramón bien prendido (se había metido unos chochos pa’ rriba) cuando le pregunté “que onda, que bien te ves, préstate para subirme a la bicicleta como tú (no dejaba de menear los pies)”, me contestó “es que la chingada y la chingada y la chingada y la chingada y la chingada”, no pues está de la chingada, le respondí, y se fue (andaba muy arriba).

Interrumpiendo, el erudito ya metido de lleno y con ganas de decir algo mencionó, señaló que si como parte del lenguaje las categorías expresan ideas uni-versales, también podemos hablar de la palabra pen-dejo que representa muchas situaciones y es usada casi siempre para denostar; “no seas pendejo”, “cállate pendejo”, “ya deja de hacer pendejadas, pendejo”.

En eso llegó el director (vulgarcito) de este pas-quín, y cortando nuestras sesudas divagaciones, diri-giéndose a su servilleta me dijo: “¡Aquí andas de pen-dejo y no has mandado tu chingadera de artículo, ca-brón!”. ¿Cómo ven?*El autor es Doctor en Sociología Jurídica y cuatachín.

José Fragoso Cervón*

` Los homicidios en México se duplicaron entre 2007 y 2012. La proporción creció de 9.34 a 18.56 personas por cada 100,000 habitantes.

` En 2012, ocurrieron 25,967 asesinatos. Para noviembre de 2014, se habían registrado ya 33,040 en ese año, según datos de la Se-cretaría de Gobernación.

` De acuerdo a los números oficiales, desde 2007 han muerto por homicidio en México 136,234 personas y alrededor de 30 mil permanecen como desaparecidas.

` En 2010, los homicidios representaron el 12.2% de las muertes ocurridas en el país, pero este porcentaje alcanza niveles alar-mantes entre los hombres del estado de Chihuahua: 45.6% y 32.4% en el estado de Guerrero.

` Las muertes intencionales vinculadas con el crimen organiza-do, por cada 100,000 habitantes reportó 12.69 en el año 2012 y 14.69 en 2011, la cúspide en esta estadística.

` Para poder tener una idea más clara, en el territorio que ocupan Inglaterra y Gales, durante el año de 2013, quedaron registrados 552 asesinatos, es decir, 0.98 por cada 100,000 habitantes.

` Claro que si nos comparamos con países más cercanos al nues-tro como Honduras con 90.5 por cada 100,000 habitantes, Ve-nezuela con 53.7, Colombia con 30.8 o Brasil con 25.2 por cada 100,000, la cosa va en caballo de hacienda, como decía mi abue-la. Y como mi madre diría: todo depende del color del cristal con que se mira.

Fuentes:http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-

6736%2815%2960234-3/fulltexthttp://www.secretariadoejecutivo.gob.mx/work/models/SecretariadoEjecuti-

vo/Resource/1406/1/images/Victimaspublicacionnov14.pdf

Page 8: Reincidente 94

* El ballet La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky (1882-1971), considerado hoy en día como una de las obras cumbres de la música contemporánea, fue estrenado en 1913 en el Teatro de los Campos Elí-seos de París y, dado el carácter vanguardista de la obra, el público atacó a naranjazos al autor en pleno teatro.

* Giuseppe Verdi (1813-1901) fue reprobado en el examen de ingreso al Conservatorio por mantener una indebida posición de manos al tocar el piano.

* Años después, el mismo Verdi se encontraba en apuros. Necesitaba el aria con la que concluiría la ópera Rigoleto y, la tarde anterior al estreno, no la había com-puesto. De mal humor y apresuradamente compuso algo con una armonía sumamente básica, al grado que él mismo la consideró como de cuarta. Tal aria resultó ser la Donna e Mobile, ahora una de las más populares del repertorio operístico mundial.

* Considerado como uno de los más grandes com-positores de todos los tiempos, Johann Sebastian Bach

(1685-1750) padeció por mucho tiempo a los críticos de su época. Estos le aconsejaban que no intentara in-novar en sus composiciones porque para ese momen-to ya todo había sido inventado. Afortunadamente, no les hizo caso; además, todavía estaban por venir, entre otros muchos, Mozart, Beethoven, Chopin, Ravel, De-bussy, el jazz, el rock y la música contemporánea.

* El compositor austriaco Arnold Schönberg (1874-1951), creador de la técnica dodecafónica y líder de la Segunda Escuela de Viena, considerada por los nazis como arte degenerado, como procedía de una familia de muy escasos recursos, tuvo que aprender la mayoría del repertorio clásico musical con una banda militar que to-caba a las puertas de un café. Pero la gran afrenta provi-no del gran músico y director Richard Strauss (autor de óperas como El Caballero de la Rosa y Salomé) quien, en 1913, aseguró que “solo un psiquiatra puede ayudar aho-ra a Schönberg… Le vendría mejor dedicarse a palear nieve que a garabatear papel de música”.

NADA ESTÁ ESCRITO NI DECIDIDO DE ANTEMANO. NO SABEMOS CUÁNTOS GENIOS, CREADORES Y PERSONALIDADES EXCEPCIONALES QUEDARON EN EL CAMINO PORQUE

NO PUDIERON SUPERAR ADVERSIDADES. REINCIDENTE PRESENTA UNOS CUANTOS CASOS DE SOBRESALIENTES PROTAGONISTAS DE LA MÚSICA POR LOS QUE, AL PRINCIPIO,

CASI NADIE DABA NADA Y ALGUNOS DE LOS PROBLEMAS CON LOS QUE TOPARON.

8