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* Reincidente no incluye sección de Sociales Año VI, Número 99, 1ra. quincena de mayo de 2015 P ero si en algo ha insistido nuestra historio- grafía mexicana es en la recordación de mo- mentos fundacionales con tintes de epopeya: el grito de Independencia la madrugada del 16 de septiembre de 1810; las incontables acciones de resistencia al invasor norteamericano en 1847 y la figura de los ‘niños héroes’, ejemplo dignísimo de pundonor y lealtad a la patria; la batalla del 5 de mayo de 1862; la batalla del 2 de abril del 1867 en Puebla, curiosamente poco historiada; y, por supuesto, las ac- ciones más notables de la gesta revolucionaria, como el reparto agrario y la expropiación petrolera, entre otras. La historia de la nación mexicana se nos pre- senta como la lucha sin cuartel entre los partidarios del progreso, siempre triunfantes, y los partidarios de la conservación de las tradiciones y las filiaciones culturales con la ‘madre patria’, finalmente derrotados (¿?) en sus pretensiones. Una historia de vencedores y vencidos en la que no caben los triunfos a medias. En suma, una historia que no da cuenta de los acuer- dos, negociaciones y pactos que aún dominan nuestra vida pública, como actualmente podemos atestiguar en cada contienda política: las plataformas de los partidos se desdibujan, las posturas ideológicas, apa- rentemente irreconciliables de las izquierdas y de las derechas, se confabulan con el propósito de ‘construir los consensos’. En esta línea de pensamiento, bien se puede to- mar como ejemplo el primer caso aquí citado: la con- memoración de la Independencia que resulta más ideológica que histórica, es decir, se ha establecido como fecha de fiesta nacional 1810 (inicio) en vez de 1821 (consumación), sin entrar en precisiones sobre la forma del cómo concluyó el movimiento ni en si cumplieron o no con las aspiraciones y motivaciones de sus figuras más representativas en el imaginario popular como Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón. Jesús Hernández Jaimes (Relatos e Historias en México, núm. 49, marzo de 2012, p. 55), apunta que Hidalgo no buscaba la independencia de Nueva España. Su propósito sólo era preservarla de caer en manos de los franceses, conseguir mayor participación de los criollos en la administración pública y acabar con las restricciones económicas y políticas impuestas por la Corona española”, mientras que Herrejón Peredo sostiene que Ignacio Allende también pedía lo mismo, no romper la rela- ción con España. El movimiento que inició con el Grito de Dolo- res el 16 de septiembre de 1810 y culminó con la pro- clamación del Plan de Iguala por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, el 24 de febrero de 1821, sirvió para declarar una fecha conmemorativa definitiva: 16 de septiembre de 1810 y, al mismo tiempo, para olvidar una consumación “pactada” entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Todo parece indicar que más que derrotas o triunfos definitivos, son los ‘pac- tos’, los que han enrumbado nuestra historia nacio- nal; el dato histórico y la práctica cotidiana de nues- tra actual clase política ofrecen evidencias sobre esta característica de nuestra realidad nacional. Pero como estas ‘cómodas composiciones’ no ga- nan adeptos ni leales, entonces debe proclamarse el triunfo propio y la derrota definitiva del adversario para efectos del registro histórico, aunque en la in- mediatez de la contienda se exhiba la disposición al diálogo y al consenso (nadie en su sano juicio puede declarar públicamente la necesidad de confrontacio- nes, enemigas de la estabilidad y el progreso). Sobre la utilización ideológica del pasado, el histo- riador español Julián Casanova escribió “una cosa, sin embargo, son los análisis y narraciones sobre la Historia y otra muy diferente los usos y abusos que se hacen de ella. Las conmemoraciones históricas pagadas por las institucio- nes políticas suelen ser buenas pruebas de cómo puede uti- lizarse el pasado para justificar el presente. Los políticos lo hacen a menudo; deforman la Historia a sus propios f i- nes. Y lo pueden hacer escogiendo mitos o lugares comunes que explican sus argumentos o distorsionando las pruebas para llegar al fin deseado.” (El País el 11 de diciembre de 2013). Tales afirmaciones aplican perfectamente para al episodio referido al declarar una fecha conmemora- tiva definitiva: 16 de septiembre de 1810 y, al mismo tiempo, “olvidar” la consumación pactada entre Agus- tín de Iturbide y Vicente Guerrero. La historiadora estadounidense Margaret Mac- millan (Juegos peligrosos: uso y abuso de la historia. Bar- celona: Ariel, 2010) menciona que a los políticos siempre les ha gustado aparecer como humanitarios y sensibles en sus discursos, además de que, las disculpas sobre el pasado se pueden usar como excusa para no hacer mucho en el presente (2010: 43). Su reflexión coincide con la afirmación de Julián de Casanova: “los datos y las interpretaciones que provee la ciencia histórica siempre quedarán sujetos al uso y el abuso en la con- tienda política”. Lo que Macmillan llama “juegos peligrosos”, es decir, el uso abusivo de la Historia, donde campean la construcción oficiosa de héroes y villanos, y las ver- siones sobre las derrotas absolutas del adversario, nos hacen perder de vista la existencia de individuos que actuaron y actúan en defensa de sus intereses. Enton- ces, eludir las trampas de la desmemoria se convierte en el primer paso para que los ciudadanos, agobiados por innumerables y confusas propuestas de los parti- dos políticos, empecemos a cuidar de nuestros pro- pios intereses. * El autor es estudiante del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP. Adrián Hernández González* La Historia, como todo conocimiento científicamente elaborado, ha probado su utilidad social. Ha servido para construir pasados gloriosos, linajes impolutos, prestigios públicos, identidades colectivas y, también, para justificar diversas posturas ideológicas. En ese tren se han exaltado, silenciado o defenestrado, figuras o episodios del pasado, dependiendo del momento histórico y de sus actores sociales. ESCRÍBENOS • Para cualquier aclaración • Para algún comentario • Para hacer alguna contribución • Para externar una crítica • Para protestar por algo • Para alguna mentada (pero leve) • Para discutir el futuro de la humanidad • Para dudas (que no sean existenciales) • Para preguntas (no capciosas) Si quieres recibir Reincidente, nuestro correo electrónico es: [email protected] IDENTIDADES DIVERGENTES Javier Guillén Villafuerte LAS TRAMPAS DE LA DESMEMORIA Adrián Hernández González ¿MOVILIDAD PÚBLICA O SEGREGACIÓN ESPACIAL? Laura Penélope Urizar Pastor GERMANAS María de Lourdes Herrera Feria DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista ENGAÑO Enrique Condés Lara DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada REINCIGRAMA Fernando Contreras AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín FRANTASÍAS José Fragoso Cervón ARITMOMANÍA Gabriela Breña NI A QUIÉN IRLE

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Page 1: Reincidente 99

* Reincidente no incluye sección de Sociales* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año VI, Número 99, 1ra. quincena de mayo de 2015

Pero si en algo ha insistido nuestra historio-grafía mexicana es en la recordación de mo-mentos fundacionales con tintes de epopeya: el grito de Independencia la madrugada del

16 de septiembre de 1810; las incontables acciones de resistencia al invasor norteamericano en 1847 y la figura de los ‘niños héroes’, ejemplo dignísimo de pundonor y lealtad a la patria; la batalla del 5 de mayo de 1862; la batalla del 2 de abril del 1867 en Puebla, curiosamente poco historiada; y, por supuesto, las ac-ciones más notables de la gesta revolucionaria, como el reparto agrario y la expropiación petrolera, entre otras. La historia de la nación mexicana se nos pre-senta como la lucha sin cuartel entre los partidarios del progreso, siempre triunfantes, y los partidarios de la conservación de las tradiciones y las filiaciones culturales con la ‘madre patria’, finalmente derrotados (¿?) en sus pretensiones. Una historia de vencedores y vencidos en la que no caben los triunfos a medias. En suma, una historia que no da cuenta de los acuer-dos, negociaciones y pactos que aún dominan nuestra vida pública, como actualmente podemos atestiguar en cada contienda política: las plataformas de los partidos se desdibujan, las posturas ideológicas, apa-rentemente irreconciliables de las izquierdas y de las derechas, se confabulan con el propósito de ‘construir los consensos’.

En esta línea de pensamiento, bien se puede to-mar como ejemplo el primer caso aquí citado: la con-memoración de la Independencia que resulta más ideológica que histórica, es decir, se ha establecido como fecha de fiesta nacional 1810 (inicio) en vez de 1821 (consumación), sin entrar en precisiones sobre la forma del cómo concluyó el movimiento ni en si cumplieron o no con las aspiraciones y motivaciones de sus figuras más representativas en el imaginario popular como Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón.

Jesús Hernández Jaimes (Relatos e Historias en México, núm. 49, marzo de 2012, p. 55), apunta que “Hidalgo no buscaba la independencia de Nueva España. Su propósito sólo era preservarla de caer en manos de los franceses, conseguir mayor participación de los criollos en la administración pública y acabar con las restricciones económicas y políticas impuestas por la Corona española”, mientras que Herrejón Peredo sostiene que Ignacio Allende también pedía lo mismo, no romper la rela-ción con España.

El movimiento que inició con el Grito de Dolo-res el 16 de septiembre de 1810 y culminó con la pro-clamación del Plan de Iguala por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, el 24 de febrero de 1821, sirvió para declarar una fecha conmemorativa definitiva: 16 de septiembre de 1810 y, al mismo tiempo, para

olvidar una consumación “pactada” entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero. Todo parece indicar que más que derrotas o triunfos definitivos, son los ‘pac-tos’, los que han enrumbado nuestra historia nacio-nal; el dato histórico y la práctica cotidiana de nues-tra actual clase política ofrecen evidencias sobre esta característica de nuestra realidad nacional.

Pero como estas ‘cómodas composiciones’ no ga-nan adeptos ni leales, entonces debe proclamarse el triunfo propio y la derrota definitiva del adversario para efectos del registro histórico, aunque en la in-mediatez de la contienda se exhiba la disposición al diálogo y al consenso (nadie en su sano juicio puede declarar públicamente la necesidad de confrontacio-nes, enemigas de la estabilidad y el progreso).

Sobre la utilización ideológica del pasado, el histo-riador español Julián Casanova escribió “una cosa, sin embargo, son los análisis y narraciones sobre la Historia y otra muy diferente los usos y abusos que se hacen de ella. Las conmemoraciones históricas pagadas por las institucio-nes políticas suelen ser buenas pruebas de cómo puede uti-lizarse el pasado para justificar el presente. Los políticos lo hacen a menudo; deforman la Historia a sus propios fi-nes. Y lo pueden hacer escogiendo mitos o lugares comunes que explican sus argumentos o distorsionando las pruebas

para llegar al fin deseado.” (El País el 11 de diciembre de 2013). Tales afirmaciones aplican perfectamente para al episodio referido al declarar una fecha conmemora-tiva definitiva: 16 de septiembre de 1810 y, al mismo tiempo, “olvidar” la consumación pactada entre Agus-tín de Iturbide y Vicente Guerrero.

La historiadora estadounidense Margaret Mac-millan (Juegos peligrosos: uso y abuso de la historia. Bar-celona: Ariel, 2010) menciona que a los políticos siempre les ha gustado aparecer como humanitarios y sensibles en sus discursos, además de que, las disculpas sobre el pasado se pueden usar como excusa para no hacer mucho en el presente (2010: 43). Su reflexión coincide con la afirmación de Julián de Casanova: “los datos y las interpretaciones que provee la ciencia histórica siempre quedarán sujetos al uso y el abuso en la con-tienda política”.

Lo que Macmillan llama “juegos peligrosos”, es decir, el uso abusivo de la Historia, donde campean la construcción oficiosa de héroes y villanos, y las ver-siones sobre las derrotas absolutas del adversario, nos hacen perder de vista la existencia de individuos que actuaron y actúan en defensa de sus intereses. Enton-ces, eludir las trampas de la desmemoria se convierte en el primer paso para que los ciudadanos, agobiados por innumerables y confusas propuestas de los parti-dos políticos, empecemos a cuidar de nuestros pro-pios intereses.

* El autor es estudiante del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.

Adrián Hernández González*

La Historia, como todo conocimiento científicamente elaborado, ha probado su utilidad social. Ha servido para construir pasados

gloriosos, linajes impolutos, prestigios públicos, identidades colectivas y, también, para justificar diversas posturas ideológicas. En ese tren se han exaltado, silenciado o defenestrado, figuras o episodios del pasado,

dependiendo del momento histórico y de sus actores sociales.

ESCRÍBENOS •Paracualquieraclaración •Paraalgúncomentario •Parahaceralgunacontribución •Paraexternarunacrítica •Paraprotestarporalgo •Paraalgunamentada(peroleve) •Paradiscutirelfuturodelahumanidad •Paradudas(quenoseanexistenciales) •Parapreguntas(nocapciosas)

Si quieres recibir Reincidente, nuestro correo electrónico es:[email protected]

IDENTIDADES DIVERGENTES Javier Guillén Villafuerte

LAS TRAMPAS DE LA DESMEMORIA Adrián Hernández González¿MOVILIDAD PÚBLICA

O SEGREGACIÓN ESPACIAL? Laura Penélope Urizar Pastor

GERMANAS María de Lourdes Herrera Feria

DESDE LA FACULTAD Mariano Torres Bautista

ENGAÑO Enrique Condés Lara

DE PLANTAS Y ANIMALES Cecilia Vázquez Ahumada

REINCIGRAMA Fernando Contreras

AQUÍ, PUROS CUENTOS Paco Rubín

FRANTASÍAS José Fragoso CervónARITMOMANÍA

Gabriela BreñaNI A QUIÉN IRLE

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Mariano E. Torres Bautista*

Desde 2009, cuando la red mundial de consultores Delloite realizó un estudio basado en encuestas entre sus miembros, aunque mayormente británicos y estadounidenses, se habla cada vez más de la “generación millenial”, es decir, aquellos nacidos en la burbuja de “prosperidad económica” que va de 1981 a 1995, aunque dicha curva sea distinta para el escenario de cada país en los cinco continentes.

La República Federal de Alemania, situada en el corazón de Europa, cuenta con 82 millones de habitantes −es el país más poblado de la Unión Europea−, que se distribuyen a lo largo y ancho

de un territorio cuya superficie alcanza los 357,000 km2, haciendo frontera con nueve países. Se extiende desde el Mar del Norte y el Mar Báltico al norte, hasta los Alpes al sur. Algunos de los ríos más largos de Europa, como el Rin, el Danubio o el Elba, corren por Alemania.

Su constitución como potencia mundial –primera economía de la Unión Europea y cuarta en el mundo− ha estado marcada por numerosas rupturas históricas, entre ellas el fracaso de la Revolución de Marzo (1848) y de la República de Weimar (1919-1933), pero ante todo, por las convulsiones del nacionalsocialismo, el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial (1933-1945), que tuvo como consecuencia la división de Alemania en dos Estados (RFA y RDA) y de su emblemática ciudad capital, Berlín. Para cualquier habitante del planeta la Segunda Guerra Mundial concluyó en 1945, no así para los alemanes, es-pecialmente para los berlineses, para quienes ésta no tuvo fin sino hasta que cayó el muro de Berlín en 1989 y se consumó la reunificación alemana el 3 de octubre de 1990.

Sin lugar a dudas, uno de los factores que ha contribui-do a la construcción y reconstrucción de Alemania como potencia mundial ha sido su apuesta por la educación. La inversión pública en educación, en investigación científica y en innovación para el desarrollo tienen un lugar desta-cado en el presupuesto federal alemán pero también en los presupuestos de cada uno de los 16 estados federados (Länder) que integran a la República Federal, presupuesto mismo que se aplica bajo estricta vigilancia. Esta política pública no es de factura reciente, más bien tiene una larga tradición respaldada por figuras de la talla de Humboldt y Einstein, Röntgen y Planck, cuyos trabajos y desempeño asentaron la fama de Alemania como “país del estudio y del saber” y como país de ingenieros e inventores. Ya en la Edad Media los escolares de media Europa peregrinaban

a las por entonces recién fundadas universidades de Hei-delberg, Colonia o Greifswald. Más adelante, tras la refor-ma universitaria impulsada por Wilhelm von Humboldt (1767–1835), las universidades alemanas encarnaron el ideal del mundo académico por su nivel de excelencia. Humboldt concibió la Universidad como lugar dedicado a la búsqueda independiente del conocimiento, donde la investigación y la docencia debían formar una unidad.

Tras la Segunda Guerra Mundial se desarrolló un pa-norama científico con un grado de diversificación sin pre-cedentes, que volvería a verse reforzado por la reunifica-ción alemana en 1990. Quien quiera cursar hoy una ca-rrera superior en Alemania puede elegir entre unos 370 centros repartidos por todo el territorio federal. Los hay de todo tipo, venerables o futuristas, pequeños y plácidos o grandes y palpitantes, pero en cualquier caso prácticamen-te todas las principales ciudades alemanas disponen de su propia institución de educación superior.

A diferencia también de otros muchos países, en Ale-mania las universidades privadas tienen un protagonismo comparativamente escaso: más del 90% de los alumnos cur-sa la carrera en instituciones de carácter público. Desde los años setenta del siglo XX se han fundado, en paralelo a los centros superiores dependientes del Estado o las Iglesias, numerosas instituciones de enseñanza superior autónomas –no dependientes del Estado– y no confesionales que se fi-nancian por medio de tasas académicas y donaciones.

En tanto que las universidades clásicas están consa-gradas a la ciencia pura y abarcan todo el abanico de dis-ciplinas, las Universidades Técnicas (Technischen Univer-sitäten, TU por sus siglas en alemán) se concentran en las carreras de ingeniería y ciencias naturales. Las TU gozan de gran prestigio como semilleros del arte de la ingeniería alemana y también ejercen una gran atracción especial-mente entre los estudiantes de otros países.

Pero Alemania también es el país de Goethe, Bach, Wagner y Beethoven, y para promover la creación artísti-ca su sistema educativo incluye las Academias de arte y de

música (Kunst und Musikhochschulen). Asimismo, desde finales de la década de los sesenta del siglo XX se desarrolló un tipo de centro superior típicamente alemán cuyo mode-lo también se aplicaría en otros países: la Fachhochschule (FH) o escuela superior técnica, también conocida como universidad de ciencias aplicadas. Casi la tercera parte de los alumnos matriculados en Alemania estudian en estas FH. La preferencia de los jóvenes por las universidades de ciencias aplicadas se deriva de que ofrecen un acceso más rápido a la vida profesional (las carreras de las FH tienen una duración de tres años) y están básicamente orientadas hacia la práctica. En las 200 FH del país también tiene un lugar fijo la investigación orientada a la aplicación práctica.

Las instituciones de educación superior alemanas atraen a infinidad de jóvenes de todo el mundo. En los cen-tros superiores alemanes están matriculados unos 240,000 alumnos y alumnas internacionales. Alemania es el tercer país con mayor número de estudiantes extranjeros, solo pre-cedido por los E.U. y el Reino Unido. En 2012, 2,245 de esos estudiantes extranjeros eran mexicanos (Student Baro-meter (http://www.gate-germany.de/isb).

El éxito de la internacionalización del panorama cien-tífico alemán es fruto de los esfuerzos conjuntos de las propias universidades, las instituciones investigadoras y los responsables políticos. El intercambio internacional de estudiantes, doctorandos y científicos se promueve con el auspicio del DAAD (Deutscher Akademischer Austaus-chdienst/Servicio Alemán de Intercambio Académico), que recomienda seguir estos cinco pasos si se está intere-sado en obtener un apoyo para realizar estudios de posgra-do en Alemania: 1) Infórmate sobre la carrera y las uni-versidades, 2) Ponte en contacto con las universidades, 3) Consigue la carta de aceptación, 4) Aplica para la beca/organiza financiamiento y 5) Realiza el trámite migrato-rio (visa de estudiante).

Información más detallada se puede encontrar en las ligas siguientes: www.daadmx.org ; www.study-in.de ; www.hochschulkompass.de ; www.research-in-germany.de ; www.phdgermany.de

Alles gute!!!

* La autora es Doctora en Historia por la Universidad de Berlín y actualmente es investigadora/docente del Cole-gio de Historia de la FF y L. de la BUAP.

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Mentes avezadas los caracterizan como ego-céntricos, malcriados, que han disfrutado de mayores niveles de bienestar que sus padres y son la primera generación que creció con el

uso cotidiano del Internet, las redes sociales, los celulares; tienen una mentalidad abierta ante la vida, son muy lis-tos, con altos niveles de preparación y una actitud distinta a la de sus padres que solo trabajaban para ganar dinero y escalar en la empresa que los emplea; éstos, en cambio, eligieron su carrera pensando en un estilo de vida más que en los ingresos obtenibles, tratan de ser originales en su desempeño y de aprender constantemente a la vez que, por sus habilidades con las tecnologías con las que crecieron, son conscientes de que pueden enseñar a sus mayores su uso; presentan, además, una actitud distinta frente al con-sumo cultural y de bienes. Su marcado egocentrismo, su propensión a consumir y desdén por la práctica del ahorro, los hacen atractivos para unos y detestables para mentes conservadoras.

Un balance equilibrado de esta generación daría como resultado que cuentan con más ventajas que defectos. ¿Por qué son tan criticadas muchas de sus actitudes? En primer lugar, porque el escenario no se puede explicar con la trilla-da fórmula del “abismo generacional”. En México, corres-ponde a una generación para la cual el sistema político con sus decrépitas prácticas “emanadas de la Revolución” y un sistema de enseñanza cívico no solo poco convincente sino que raya en el ridículo, no les significa nada. En España, re-presentan la generación más preparada que aporta casi un millón de los casi seis millones de seres en desempleo cró-nico que padece ese país.

El emblemático diario The Washington Post publicó, hace poco, una nota respecto a la actitud de los Millennials que decía “como los actuales sitios de trabajo apestan, quizá los cambios causados por la Generación Y (denominación por la que también se les conoce) sean lo mejor para todo el mundo”. Cierto, la generación millenial induce a cambiar a empresas y al sistema educativo. María de Lourdes Dieck, decana de la EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, sostiene algo válido para todas las áreas de estu-dio: “Tenemos la responsabilidad de responder a las necesi-dades de las empresas y los sectores que los van a emplear”. Las Universidades, más tarde o más temprano, tendrán que pensar en asimilar este perfil de estudiantes ajustando su currícula y su profesorado con las velocidades de estas ge-neraciones cada vez más inquietas, habituadas al uso de tec-nologías digitales al alcance de alumnos más jóvenes. Por el perfil señalado, los centros de enseñanza superior deben ofrecer los elementos para prepararlos en la toma de de-cisiones, trabajo en equipo y persuasión; no son genera-ciones manipulables con criterios autoritarios. Las formas tradicionales de control político sin la contraparte de cali-dad académica son la peor estrategia para una generación que busca estudiar en línea, horarios flexibles e intercam-bios con universidades extranjeras. Los millennials buscan aprender y rápido. Las llamadas plataformas interactivas, conferencias y cursos en línea, bibliotecas virtuales, aplica-ciones para consultar materiales en dispositivos móviles y grupos de discusión en redes sociales deben ser no solo lo que hemos llamado “nuevas tecnologías” que mal disimulan a las viejas pedagogías, ya que entre más información tienen los estudiantes, más posibilidades hay de que solo copien

ideas, modelos o técnicas.Los planes y programas de estudio tienen ante sí tres

tendencias para satisfacer a la generación millennial y subsi-guientes: 1ª el cambio en el concepto de “lugar de trabajo”; tan importante será la comodidad física y emocional del sitio donde vas a trabajar o a estudiar, como las herramien-tas que tengas para hacerlo. 2ª la ventaja digital conjunta, es decir, los jóvenes y trabajadores mejor conectados serán más eficientes y productivos. 3ª la revolución creativa: en la medida en que los cuadros estén mejor conectados estarán en la posibilidad de colaborar con un proyecto sin importar dónde estén. Ésta es la cultura de los millennials.

El problema para un país como México es no solo el desfase cultural de su clase y cultura política con sus cri-terios organizacionales verticales, atrasadas en políticas de movilidad de los mentores, colaboradores, donde más que el mérito y aptitud cuentan las “palancas”, relaciones, pago de “favores”, “recomendaciones amistosas”, etc. ¿De qué sir-ve que alguien tenga muy buen “padrino político” en una posición de dirección si no va a saber lidiar con la gente ni tratarla ante un abanico de colaboradores más duchos en tecnología, habilidades y, en muchos casos, hasta conoci-mientos? (No es alusión a Ministros como el titular de la SENER). Los millennials, para acabar pronto, representa-rán la mitad de la fuerza laboral del mundo en 2020, según un estudio de la empresa global de contabilidad PwC.

* El autor es Doctor en Historia por la Universidad de París I, Phantéon-Sorbonne. Actualmente, se desempeña como Investigador/docente en el Programa de Maestría en An-tropología Social de la BUAP.

María de Lourdes Herrera Feria*

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Enrique Condés Lara*

Hace apenas unos días, justamente el 7 de mayo, se cumplieron 70 años del mo-mento en que en el Cuartel General de los Aliados en Reims, Francia, el general

Alfred Jodl, jefe del Estado Mayor del Alto Mando de la Wehrmacht (OKW), firmó la rendición incondicio-nal de Alemania ante los aliados occidentales, efectiva a partir de las 23.01 horas del 8 de mayo de 1945.

Pero, mientras Estados Unidos e Inglaterra, en-tre enormes celebraciones y festejos, asumían el 8 de mayo como Día de la Victoria, el Alto Mando So-viético exigía que la Wehrmacht capitulara también ante el Ejército Rojo porque consideraba que la del día anterior había sido una “rendición parcial” que man-tenía abierta la posibilidad de que las tropas alema-nas continuaran luchando contra las fuerzas soviéticas. Entonces, los jefes militares alemanes fueron llevados a Berlín para firmar un documento ante el mariscal Gueorgui Zhúkov estableciendo explícitamente que se rendían ante la Unión Soviética. En consecuencia, en la URSS y Europa del Este declararon el 9 de mayo Día de la Victoria.

Lo anterior, sin embargo, no es más que peccata mi-nuta. En realidad, ¿finalizó la II Guerra Mundial al-guno de esos dos días: el 8 o el 9 de mayo de 1945? Es difícil asegurarlo con firmeza porque la guerra en Asia y el Pacífico prosiguió hasta el 2 de septiembre cuando a bordo del acorazado Missouri los representantes del Japón firmaron su rendición incondicional ante el gene-ral Douglas McArthur. ¿Fue ese, entonces, el verdadero final de la II Guerra Mundial? Otra vez es difícil res-ponder afirmativamente porque importantes campañas militares continuaron durante bastante tiempo después. En todo caso fue tan solo la conclusión de un aspecto de un conflicto que llevó muchos años más enfriar.

La II Guerra Mundial no fue una simple confron-tación bélica entre los Aliados, por un lado, y el Eje, por el otro; la realidad fue muchísimo más complica-da. Fue una guerra de ideologías, una guerra de razas, un conflicto por el dominio de espacios territoriales y la subyugación de Estados y nacionalidades; fue tam-bién producto de rencillas y odios creados o reavivados con la remodelación de Europa resultante de la Prime-ra Guerra Mundial; todo ello entrelazado, por si fue-ra poco, con media docena de guerras civiles libradas por razones locales. Las tropas de Tito continuaron combatiendo todavía a las unidades alemanas duran-te varias semanas; la guerra civil China que arrancó en 1927 continuó hasta que en octubre de 1949, los comunistas derrotaron al Kuomintang; el Viet-Minh proclamó la independencia de Vietnam y en diciembre de 1946, enfrentó una nueva ocupación armada fran-cesa; en Indonesia y Filipinas continuaron las guerras por su liberación nacional; en Grecia, los partisanos de ELAS chocaron con nacionalistas apoyados ahora por ingleses y norteamericanos; grupos guerrilleros italia-nos siguieron ajusticiando fascistas hasta bien entra-da la década de 1940; en Francia la violencia política dominó los escenarios inmediatamente posteriores a la derrota de la Alemania nazi: con el norte y el sudeste en manos de los aliados y el centro y el sudoeste libe-rados por la resistencia; los diversos grupos integrantes de las Fuerzas Francesas del Interior, redujeron al nivel

apariencia la unidad nacional francesa en las regiones bajo su control. Por otra parte, los partisanos naciona-listas ucranianos, eslovacos y lituanos se mantuvieron en armas hasta mediados de los años 50; inflamados odios nacionales enfrentaron griegos contra búlgaros, serbios contra croatas, rumanos contra húngaros, pola-cos contra ucranianos.

En verdad, en mayo y en septiembre de 1945, los panoramas de Europa y de Asia no eran de celebra-ción sino de destrucción y ruinas. En el Viejo Conti-nente prevalecían el caos y la anarquía: la guerra había destruido tanto infraestructura física como institucio-nes que daban estabilidad y organización a los países; no fue por tanto, el inicio de la reconstrucción y reha-bilitación, sino la continuación de la supervivencia y la hora de la venganza y el ajuste de cuentas. La hambru-na generalizada estaba acompañada de la destrucción moral que dio rienda suelta a los robos, especulaciones y saqueos generalizados, y a las violaciones, cuya mo-tivación principal, luego de la guerra, fue la revancha, especialmente brutal ahí donde la brecha cultural en-tre tropas de ocupación y población civil era mayor: En un pueblo cerca de la Selva Negra “...otras tropas del Sahara, vinieron de noche, rodearon todas las casas del pueblo y violaron a todas las mujeres de entre doce y ochenta años” ( Joanna Bourke: Los violadores: histo-ria del estupro de 1860 a nuestros días. Crítica, Barcelo-na, 2008). Se calcula que casi dos millones de mujeres alemanas fueron violadas después de la guerra y que entre 50 mil y 200 mil mujeres húngaras sufrieron lo mismo a manos de soldados soviéticos.

En tan solo dos años decenas de millones de per-sonas fueron expulsadas de sus países en una de las mayores y dramáticas acciones de limpieza étnica ha-bidas en el mundo. Entre 1944 y 1946, unos 800 mil polacos fueron sacados de Ucrania soviética y reubi-cados en Polonia; 231 mil más fueron expulsados de Bielorrusia y 170 mil de Lituania; en total, casi 1,2 millones; en correspondencia, los polacos “repatria-ron” a más de 482 mil ucranianos que fueron expul-sados de Polonia. Como en Teherán (noviembre de 1943), Churchill, Stalin y Roosevelt acordaron que las fronteras de Polonia se correrían al Oeste a expen-sas de Alemania, entre 1945 y 1949 casi 7 millones de alemanes fueron expulsados de sus tierras, aho-ra polacas; simultáneamente, otros 3 millones fueron evacuados de los Sudetes checoeslovacos y cerca de 2 millones más de otras tierras. A finales de la dé-cada, la zona americana de Alemania había recibido procedentes de Hungría, Rumania, Checoslovaquia y Yugoslavia más de 3.5 millones de refugiados. Se-parados por muchas generaciones, como el caso de los alemanes de los Sudetes, los expulsados, hablaban incluso una lengua ya distinta de la original; no com-partían tradiciones y costumbres comunes ni sentían a Alemania como su patria. Paralelamente, en Hun-gría y Rumania, los suabos del Danubio de habla ale-mana fueron expulsados a Austria y Alemania. En ese período, los húngaros fueron expulsados de Rumania y viceversa; los chams albaneses de Grecia, los ruma-nos de Ucrania y los italianos de Yugoslavia. Unos 250 mil finlandeses fueron obligados a abandonar Karelia occidental, zona cedida a la URSS al acabar

la guerra. Y a partir de 1950, Bulgaria inició la expul-sión de unos 150 mil turcos y gitanos a través de su frontera con Turquía. En Yugoslavia, donde el obje-tivo de Tito era reestablecer la federación y mantener unidas a varias nacionalidades bajo una misma ban-dera, las cosas eran sumamente intrincadas debido a que la mayoría de las fuerzas responsables de la vio-lencia y excesos cometidos durante la contienda no eran “foráneas” y no podían ser expulsadas ni separa-das dentro del propio país. Los grupos de resistencia yugoslavos combatieron una guerra de liberación na-cional contra el agresor extranjero, a la vez que contra de su propio gobierno en una guerra revolucionaria y contra otras organizaciones de resistencia de distinta matriz ideológica y contra camarillas de simples ban-doleros, todo ello salpicado de feroces odios étnicos. Finalmente, tan solo durante el verano de 1945, fue-ron ejecutados entre 50 y 60 mil colaboracionistas, mayormente croatas y musulmanes, además de la ma-yoría de los 15 mil integrantes del llamado Ejército Nacional Esloveno.

En Yalta (febrero de 1945) y Potsdam (julio-agos-to de 1945), las tres potencias vencedoras, definieron el destino de los prisioneros de guerra incluyendo su utilización como mano de obra forzada. Así, de los más de tres millones de prisioneros capturados por los soviéticos, un tercio de ellos murió en cautividad: los últimos en regresar a Alemania, luego de 12 años de trabajar en minas, granjas y bosques remotos y en la reconstrucción de viviendas, vías férreas, carreteras y fábricas, eran hombres rotos. Mientras que en Gran Bretaña fueron empleados solamente prisioneros mi-litares para trabajos forzados (en 1948, todavía man-tenían en tal condición a más de 110 mil prisioneros de guerra), en Checoslovaquia utilizaron ampliamente también a civiles. Los norteamericanos no estaban al margen: el índice de muertos en sus campos de de-tención fue cuatro veces mayor al de los ingleses, aun-que mucho peores eran los campos controlados por los franceses donde se registró un número de muertos veinte veces mayor al de los británicos. Los alemanes y sus aliados pagaban así los abusos y crímenes que co-metieron durante la guerra.

Considerar que mayo o septiembre de 1945 mar-can el final de la II Guerra Mundial, impide enten-der lo que hoy en día son Europa y Asia. El periodo de posguerra inmediatamente posterior fue una de las más importantes épocas de la historia reciente. Con acierto asegura el historiador británico Keith Lowe “Si la Segunda Guerra Mundial destruyó el Viejo Continente, su periodo inmediatamente posterior fue el caos cambiante del cual se originó la nueva Europa. Fue durante esta época violenta y vengativa cuando muchas de nuestras esperanzas, de nuestras aspiracio-nes, de nuestros prejuicios y rencores cobraron forma. Quien quiera entender Europa como es hoy día, tiene que comprender lo que pasó allí durante este periodo de formación decisivo.” (Continente Salvaje. Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2012, p. 429).

* El autor es Doctor en Sociología Política por la Uni-versidad de Granada, España y director del Museo de la Memoria Histórica Universitaria de la BUAP.

Aunque a primera vista lo parezca, no es sencilla la respuesta. ¿Cuándo termina una guerra? ¿Cuando las partes beligerantes acuerdan cesar las hostilidades? ¿Cuando los vencedores terminan de ajustar cuentas con los vencidos? ¿Cuando los destrozos ocasionados son reparados? Quizá ¿cuando los desastres y traumas sociales quedan superados y cicatrizan las heridas? O, tal vez, ¿cuando las personas y las colectividades asimilan/olvidan/perdonan lo ocurrido, hacen un corte, dan vuelta a la página y emprenden un nuevo capítulo?

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Javier Guillén Villafuerte*

Especialmente se empiezan a revisar los dis-cursos y propuestas en torno a la homoge-neización racial y cultural que se gestaron a partir de la década de 1920, después de la

conclusión de la fase armada de la revolución mexi-cana y de que se convirtiera al mestizo en el símbolo ideológico de la sociedad nacional.

En el gobierno presidencial de Álvaro Obregón se planteó una añeja aspiración, identificable desde el siglo XIX, que promovía las ideas de la reconciliación y la unificación de los mexicanos mediante el mestizaje racial y cultural. Desde entonces, la moderna pobla-ción mexicana se idealizó homogénea, puesto que, de persistir el carácter heterogéneo de su composición y de coexistir lenguas y culturas tan diversas, no podría llevarse a cabo un plan exitoso de reforma nacional (Mijangos D. y López T., 2011).

En el nuevo nacionalismo cultural, o nacionalis-mo revolucionario, desplegado por el Estado mexica-no, el indigenismo fue una de las corrientes de pensa-miento que igual fluía entre los círculos elitistas ofi-ciales que en la cultura popular, presente además en una serie de testimonios y fuentes de proyección: el discurso oficial, el cine, la prensa y el teatro. La pobla-ción indígena se reconocía como integrante del pue-blo mexicano, debía incorporarse al proyecto nacional aunque hubiera pocos acuerdos sobre la manera más apropiada para llevar a cabo su incorporación.

La polémica subsistió sin solución y, aunque los debates entre indianistas y quienes no lo son han que-dado un poco en el pasado, muchas cuestiones siguen sin estar resueltas y varios y variados son todavía los mitos que gravitan en torno a “lo indígena”, un con-cepto muchas veces manejado como si fuera monolí-tico, dando paso a una garrafal simplificación del pro-

blema de las identidades y la construcción histórica de estas.

¡Abramos la discusión! La instauración del régi-men colonial en América significó un cambio de pro-porciones enormes para las sociedades que habitaban estos territorios al momento de la llegada de los euro-peos. Aunque los llamados naturales eran habitantes de regiones hoy aparentemente bien delimitadas en términos culturales, y de que éstos compartían cier-tos rasgos en común, las llamadas sociedades nativas eran enormemente diversas y se diferenciaban mucho unas de otras.

La legislación hispánica en las Indias buscó ho-mogenizar las formas de organización social de los nativos así como su vida pública a través de la crea-ción de la categoría jurídica de indio y las llamadas Repúblicas de indios. No obstante estos cambios, la di-versidad característica de las sociedades humanas del Nuevo Mundo no desapareció, sino que, por el con-trario, aumentó. Las sociedades indígenas fueron in-tegrando nuevos valores a su cultura. Esta integración fue diversa, pues los cambios fueron desiguales. Re-gionalmente hablando, estos dependieron de los re-cursos con los que se contaba -tanto naturales como humanos-, su ubicación geográfica (la cercanía o leja-nía con respecto a las rutas comerciales, por ejemplo) o su relación con funcionarios reales, encomenderos, religiosos, comerciantes o mineros (Romano, 2004).

Casi trescientos años de sistema virreinal acentua-ron aún más el carácter diverso de esos seres huma-nos a los que hoy denominamos indígenas. Los casos fueron muchos, desde aquellos indios tlaxcaltecas que por su alianza con la Corona en tiempos de la con-quista lograron conservar su territorio y la autonomía política de éste con respecto a los colonos españo-

les (Baracs, 2014), pasando por los indios mixtecos que pronto aprendieron que el cultivo y comerciali-zación de la seda era un negocio de exportación al-tamente rentable; por los indios a los que el corregi-dor Cuitzeo de Michoacán describió como eficien-tes empresarios que vendían lana, carneros y puercos; por los indios criadores de mulas, luego convertidos en prósperos arrieros que eran parte fundamental del negocio global de la plata (Castro, 2010); por los in-dios que habitaban las márgenes del Camino Real de Chiapa y tuvieron que prestar gravosos servicios a los viajeros que pasaban por sus pueblos (Viqueira, 2002); hasta llegar a aquellos indios lacandones de la selva de Guatemala que fueron incapaces de adecuar-se al nuevo orden y sucumbieron ante los esfuerzos de la administración local por integrarlos a la sociedad hispanoamericana (De Vos, 1980).

La pervivencia del discurso culturalista que con-cibe a la comunidad indígena como encerrada en sí misma y al margen del devenir histórico, sobre todo de aquellos que la idealizan adjudicándole la conser-vación de prácticas ancestrales, depositaria de la más pura tradición, igualitarias, solidarias, armoniosas con el medio ambiente e intrínsecamente enfrentadas con el mundo global que nos toca vivir, ante el cual ha sido sacrificada en el altar de la posmodernidad, impide la comprensión de las profundas diversidades que encierra la cuestión de “lo indígena” como algo diferente y ajeno a nuestra esencia mestiza.

Quizá haya llegado el tiempo de encarar el tema de otra forma…

* El autor es estudiante de Licenciatura del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.

Investigaciones recientes han analizado las ideas, los acuerdos y los desacuerdos en torno a la constitución y percepción del otro, al que se percibe como externo y diferente, formando parte

de esta comunidad imaginada que definimos como nación.

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HORIZONTALES

1. Espacio que está supeditado al capital, en contraposición a la sana convivencia.

5. Actividad que ya casi es im-posible efectuarla a pie, ante la urbanización (pl.).

10. Bisonte de Europa.12. Local que ha venido supliendo

a los lugares abiertos, con el fin de convivir.

13. Existe.15. Camino, sendero.16. Símbolos del carbono y nitró-

geno.17. Poseía.19. Ha venido ocupando los posi-

bles espacios de los habitantes, en las ciudades.

20. Ronald Reagan (inic.).21. Espacio construido especial-

mente para caminar.24. Y en francés.27. (Urbana), superficie o espacio

urbano.28. Poco común.31. Moneda de cobre usada en la

antigua Roma.33. Extensión de terreno para ad-

mirar desde otra área, casi im-posible que suceda en las ciuda-des.

36. Primera palabra del himno de San Juan Bautista.

37. Cortas los árboles por la base.38. Hombre muy pequeño.39. Prefijo privativo.40. Ondulación.41. Pronombre personal.42. Autillo, ave nocturna.44. Instrumento de labranza.46. Esta convivencia a campo

abierto en las ciudades se ha reducido drásticamente, ante la carencia de áreas adecuadas.

47. Cultivo ornamental que se ha ido escaseando en las ciudades.

VERTICALES

1. Conducto por el que pasa la orina en su fase final del proce-so urinario.

2. Fantasma con que se asusta a los niños.

3. Se consumía con el fuego.4. Negación.6. Prefijo que denota separación.7. Propiedad que tienen ciertos

cuerpos de producir sensaciones en el órgano del gusto.

8. Terminación verbal.9. Composición poética compues-

ta por 14 versos de arte mayor.11. Día, hora y lugar para encon-

trarse dos o más personas.14. Ente.16. Ernesto Guevara de la Serna.18. Caminabas.19. Del verbo corregir.25. Partido Político que postuló a

Silvano Aureoles como candi-dato a la gubernatura de Mi-choacán.

26. Partido político que dirigió García Paniagua.

29. Espacio que fue muy popular en las casas, hoy extinto en la mayoría de las viviendas (pl.).

30. Isla coralina oceánica.32. Apócope de santo.33. Dividí en varias partes,34. Cuarto principal de la casa.35. ( James), pintor belga, miembro

fundador del grupo de los XX.36. Aúna, confedera.42. Lengua provenzal.43. Símbolos del oxígeno y amperio.44. Abreviatura de Centro América.45. Preposición que significa junto.

DESAHOGOEn la farmacia no había medicinas y en el bar no había alcohol. Pero en la farmacia sí había alcohol y en el bar la cura del dolor de los dolores. Y entonces, Laureano pudo beber hasta una copa antes de la cirrosis.

Dejó pasar la copa maligna regando todo el etílico al suelo. La siguiente la bebió y la siguiente también y las que le siguieron. Ahora prefiere las farmacias a los bares.DE DETECTIVES Y ACERTIJOSEl detective desayuna dudas todas las noches con un plato de fresas. Primero come las fresas, después el plato y al último las dudas mientras lee el periódico que no publica noticias sino acertijos.

Y el que acierta el acertijo hereda una maldición, y el detective no quiere cobrar la herencia. Por eso lee los acertijos. Para acertar y no heredar. Debe ser muy cauteloso.

El detective ha pensado seriamente en renunciar a su oficio, pero no puede porque nació siendo detective. Como la ventana nació siendo ventana y el culpable inocente.DE LA TÍA PILARLa tía Pilar dijo que un día el gato comería sandía.

Todos la escucharon menos Apolinar, quien desde muy temprano trabajaba en el campo. Un campo verde donde sembraba semillas negras que un día se hicieron azules porque el cielo azul llovía.

Y llovió y las semillas crecieron y dieron frutos y Apolinar cosechó sandías.

Y un canario que pasaba por la cosecha no pidió per-miso porque no tenía por qué hacerlo, y comió sandía.

Pero antes de hacerlo, la sandía se comió al ca-nario.

Y la sandía llevaba adentro al ave y por poco vo-laba.

Pero por mucho no volaba, porque sus alas las te-nía por dentro.

La sandía no voló y entonces rodó.Rodó y rodó como rueda el mundo y llegó a la co-

cina y golpeó de un golpe la cabeza del gato dormido que se despertó.

El gato despierto además de sabio sabía que aden-tro de la sandía había escondido un canario.

De un zarpazo, el gato se abalanzó a la sandía y comenzó a comerla buscando al canario.

Y la tía Pilar tuvo razón.

Cecilia Vázquez Ahumada*

Los mordelones de los crucerosSe avientan sus tacos de suadero,

Los licenciados más tracalerosSe avientan sus tacos de suadero,

Las monjitas, los misionerosSe avientan sus tacos desuadero,

Las edecanes y las modelosSe avientan sus tacos de suadero y ahora

vamos a ladrar, porque dicen que los hacen de perro,

¡gua, gua, gua!...

“Tacos de suadero”, Monedita de Oro.

El área biogeográfica del origen del perro es el planeta entero, es un mamífero y es comesti-ble, comercial y muy útil.

El lobo fue el primer animal domesticado por los humanos y también el primero en ser criado selec-tivamente para obtener determinadas características (tamaño, color, temperamento), lo cual dio decenas de razas de perros que han acompañado a los humanos en múltiples tareas: carga, caza, cría de ganado y com-pañía. Todos los perros, desde el diminuto chihuahua, hasta el gran danés, son descendientes del lobo gris, así que todos los perros son, en última instancia, lo-bos. Y es posible la cruza de un lobo con cualquier raza de perro. La observación que durante cientos de años fueron realizando los humanos y la manipula-ción de las cruzas es lo que ha producido la diversidad.

Algunos estudiosos piensan que fue hace de 20,000 a 10,000 años (el margen es enorme) que se logró la domesticación del lobo que devino en pe-rro; otros creen que tal diferenciación comenzó hace 100,000 años. Iguales debates suscita el origen de los primeros perros: unos plantean que fue en Chi-na y Oriente próximo, pero la gran mayoría piensa que así como hubo domesticación múltiple y simul-tánea de vacas y caballos, sucedió lo mismo con los perros. Otros estudiosos sostienen que el lobo se do-mesticó a sí mismo porque se acercó a los campa-mentos humanos para alimentarse de los desechos y esto hizo que, específicamente, esos animales, más audaces, ganaran en ventajas a los más tímidos y re-

traídos. Los que convivieron con humanos fueron adoptados con sus crías y enseñados a realizar tareas de utilidad para hombres y animales. Una teoría más plantea que los humanos criaron cachorros de lobos para enseñarlos a cargar y ayudar en la caza. Sabe-mos del agudo sentido del olfato de los lobos, quie-nes pudieron asociarse con los humanos para cazar y beneficiarse mutuamente.

Las pruebas de ADN indican que perros y lo-bos se diferenciaron hace aproximadamente 15,000 años y los restos arqueológicos de perros indican que en Oriente Próximo y en China había perros hace 12,000 años. Los nobles romanos en el año 1 des-pués de Cristo cuidaban jaurías para cazar, mientras que sus esposas acunaban perros en su regazo.

Los perros son animales de manada y a diferen-cia de los lobos son más sociables y se pueden unir, aún sin parentesco entre ellos, sin deshacerse de las jerarquías.

Los perros son fuente de carne en Oriente (Co-rea, China, Sudeste Asiático). En América también fueron alimento.

A partir de la Edad Moderna la mayor parte de los perros domésticos fueron criados para desempe-ñar tareas específicas: carga, cacería, cobradores de piezas, eliminación de animales indeseables, con-troladores de ganado en las granjas, guardianes del ganado, rescate de animales y personas, rastreadores de drogas y explosivos; detectores de enfermedades, guías de personas con minusvalía y hasta pioneros en la carrera espacial, que fue el caso de Laika, pri-mer animal que orbitó la Tierra. Además, han sido empleados como conejillos en la experimentación de cosméticos.

México es el país con mayor número de perros callejeros. De los 22 millones de perros existentes, solo un 30% tiene propietario; otro 30% es comuni-tario y el restante 40% sobrevive en la calle, pasando hambre, inclemencias climáticas, problemas de sa-lud y falta de cariño. Por ello se necesitan urgente-mente políticas públicas que solucionen este proble-ma que afecta a personas y animales.

* La autora es licenciada en Antropología Social por la BUAP, actualmente adscrita al INAH-Puebla.

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Siguiendo la tendencia se ha propuesto la cons-trucción del parque lineal universitario a la par que la BUAP anuncia la creación de la Red de Sustentabilidad Universitaria. Tanto los niveles

de gobierno estatal y federal como la Universidad ma-nifestaron un interés en la “movilidad de los universita-rios” aseverando que dicho parque conectará al Carolino con Ciudad Universitaria, pasando por la Preparatoria Benito Juárez y que dicho parque se constituye como una ciclo vía que permitirá el transporte en bicicleta de manera segura y ordenada de los universitarios.

Es importante tener claro que el uso de la bicicleta como una alternativa de transporte no es un hecho ais-lado sino que es una tendencia de carácter global. Países como Inglaterra, en específico en la ciudad de Londres, anunciaron en el año 2013 la creación de las llamadas “crossrail for bikes”(BBC Latinoamérica en línea, 2013) que son bandas de circulación en las grandes arterias urbanas dedicadas a la paso de las bicicletas y que co-existen con otros medios de transporte como los auto-móviles y los autobuses; de igual forma, en la Ciudad de México durante el período de Marcelo Ebrad y actual-mente en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, se ha creado el Plan Maestro de Movilidad Urbana que plan-tea la necesidad de incluir a la bicicleta como un medio de transporte más en la dinámica cotidiana de esa urbe. Dicho plan maestro ha intentado establecer un diálogo con colectivos de ciclistas como Bicitekas para cono-cer sus necesidades, sus rutas y recorridos habituales; y como producto de estas primeras vinculaciones se pu-blicó el Manual del Ciclista Urbano, que es parte del pro-yecto ecobici de dicha ciudad. En él se otorga informa-ción en torno a seguridad y educación viales y expresa la siguiente noción de movilidad:

En su compromiso por impulsar diferentes tipos de movilidad, se ha dado a la tarea de fomentar el uso de la bicicleta-ya sea con fines recreativos o como modo de transporte-, implementando acciones que permitan la utilización de la vía pública de forma equitativa, en donde peatones, ciclistas y automovilistas, convivan de manera segura, respetuosa y cordial.

En suma, las ciclovías plantean una reorganización espacial de los circuitos de movilidad urbana para po-sibilitar la coexistencia de automóviles, peatones y ci-clistas. En un polo opuesto se encuentran las visiones del gobierno estatal y municipal de la ciudad de Pue-bla que han planteado a las ciclovías como elementos urbanísticos de carácter recreativo, como es el caso del Parque Lineal Metropolitano, el cual es utilizado por poblanos para ejercitarse por las mañanas antes de la jornada laboral y por las tardes por adolescentes, jó-venes y familias que circulan a pie o en bicicleta. Sin embargo, no promueve la movilidad urbana de los ha-bitantes de la ciudad. Le hace falta una concepción socio-cultural de la noción de movilidad.

La movilidad, desde la perspectiva socio-cultural, es una manera de construir vínculos con los espacios públicos, con la ciudad; dichos vínculos se construyen

en los recorridos cotidianos que los habitantes de la ciudad diseñan para llegar a su trabajo, a las residen-cias de sus familiares y los sitios elegidos para las ac-tividades lúdicas y de esparcimiento. Por ejemplo, la movilidad se constituye como la serie de recorridos socio-espaciales que le permiten a los urbanitas esta-blecer apegos, arraigos, preferencias, fobias con el es-pacio público. Si partimos de esta noción de movili-dad, podremos entender que los parques lineales y sus ciclovías no favorecen la construcción de formas de movilidad urbana. Por el contrario, generan procesos de segregación social.

La propuesta del gobierno, y después de recorrer-las e interpretarlas etnográficamente, hace de las ci-clovías circuitos de confinamiento de formas de cir-culación y movilidad social que las políticas públicas no han podido atender adecuadamente que, además, impiden la vinculación con el espacio público ya que su recorrido no incluye conexiones con las calles, las avenidas, los bulevares. De ahí que su diseño sea ele-vado, fortificado y lineal.

Los elementos anteriores permiten plantear que el Parque Lineal Universitario no responde a las ne-cesidades de movilidad de sus destinatarios, pues la bicicleta para cientos de universitarios (estudiantes, docentes y trabajadores) no representa un medio de ejercitación física o de práctica lúdica, constituye sí un medio de transporte diario que posibilita un ahorro en la economía personal y familiar y una optimiza-ción del tiempo invertido en trasladarse de los lugares de habitación a Ciudad Universitaria. Un puente que impide la conexión con las calles 14, 16 y 18 sur, por ejemplo, implica la coacción de recorridos universita-rios, ya que estas calles albergan comercios dedicados a la impresión, fotocopiado, empaste, venta de artículos

de papelería, etc.; de la misma manera se encuentran los establecimientos que alimentan cotidianamente a la población universitaria. La Red Universitaria de Movilidad Sustentable debe atender a estos recorridos y apropiaciones socio-espaciales que los universitarios ya han establecido, incorporándolos a las propuestas y programas de movilidad que desde la Universidad se promueven. La movilidad y las ciclovías no deben promover el segregacionismo y exclusión social; por el contrario, deben pugnar por la coexistencia socio es-pacial de las múltiples formas que existen de recorrer y significar la ciudad.

BibliografíaManual del Ciclista Urbano. Movilidad y Espacio Público, A. C.

Secretaría del Medio Ambiente, Gobierno del Distrito Fe-deral, México, 2011. Edición Digital. https://www.ecobici.df.gob.mx/sites/default/files/pdf/manual-del-ciclista.pdf

Crossrail for bikes’ in London at political crossroad.http://www.bbc.com/news/uk-england-london-29185668

La autora es estudiante del Colegio de Antropología Social de la BUAP.

Laura Penélope Urizar Pastor*

Durante los dos años últimos, en la ciudad de Puebla se ha modificado el paisaje cultural incorporando puentes de estructuras de metal pintadas de blanco que funcionan como pasos a desnivel o como parques lineales; estos últimos se ubican en la avenida Atlixcayotl, el boulevard del Niño Poblano y el Parque Metropolitano. Son vías recreativas y lúdicas que se han construido para sectores socio económicos específicos, principalmente de clase media alta, pues son los nichos socio-culturales que habitan, apropian y recorren esa zona de la ciudad.

Futbolero y peleón

Eduardo Galeano1940-2015

Añoramos ya tu compromiso

Puebla de Zaragoza, mayo 2015.

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Director y editor: Enrique Condés LaraConsejo Editorial: Mariano E. Torres Bautista, Juan Lozada León, José Fragoso Cervón,

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RE~INCIDENTE. Año 6. No. 99. Primera quincena de mayo de 2015. Es una publicación quincenal editada por el C. Enrique Condés Lara, domicilio Costado del Atrio de San Francisco 22 bis. Cuadrante de san Francisco, Delegación Coyoacán, CP. 04320, tel. (55) 55-17-76-63. Correo electrónico: [email protected]. Editor res-ponsable: Enrique Condés Lara. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2011-032210460200-101. ISSN: 2007-476X. Otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud y Contenido No. 15198 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en los talleres de El Errante, Editor. Privada Emiliano Zapata No. 5947, San Baltasar Campeche, Puebla Pue. C.P. 72550. Este número se terminó de imprimir en mayo de 2015 con un tiraje de 5000 ejemplares. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de RE-INCIDENTE.

Solución alReincigRama de eSte númeRo

Al llegar tarde como siempre el conecte, los re-clamos le cayeron al Ratón: “Óyeme cabron-sísimo, ¡hace horas que te estamos esperando!

Está bien que nos guste la achicalada pero abusas de nuestro tiempo, ya dos que tres, aburridos, em-prendieron la retirada.”

—Es que para llegar hasta aquí –contestó el suso-dicho– está cañón; todos los camiones pasan bien lle-nos y no hacen parada porque a esta hora hay un chin-go de gente; parece que se reproducen como conejos.

—No manches tu integridad, le replicaron al roe-dor, ya las familias no tienen tantos hijos como en los tiempos de nuestros padres o abuelos.

Y ahí se soltó la discusión.—En esos tiempos patriarcales, aseguró el Bonfis,

las familias sí que eran grandes y toda la prole vivía en una sola casa (abuelos, tíos, sobrinos, hijos etc., etc.). Por ejemplo, mis abuelos tuvieron diez hijos, en la familia de mi madre el promedio de hijos por pareja era de nueve, y el promedio en la familia de mi padre fue de siete hijos.

—Lo que pasa, especuló el Hongo, es que la reli-gión ya no tiene ahora tanta influencia en la decisión de cuantos hijos se deben tener.

—Los que dios mande–, terció el general Tali-bán que, con cierto sarcasmo, construyó la siguiente verborrea: “las familias numerosas son los frutos más espléndidos del jardín de la Iglesia; la felicidad flore-ce en ellas y la santidad madura en su suelo favorable. Dios quiere que cada grupo familiar sea un oasis de paz espiritual. Las esperanzas pronto se vuelven rea-lidad cuando la hija mayor comienza a ayudar a su madre en el cuidado del bebé y cuando el mayor de los hijos llega a casa con rostro sonriente y con el pri-mer salario que ha ganado por sí mismo. Aquel día, será particularmente feliz para los padres, pues hará desaparecer el fantasma de una futura miseria y se sentirán recompensados por sus sacrificios”.

—No mameyes en tiempo de melones, mejor fór-

jate un churro para que te alivianes y no sigas con tus pendejadas– le gritaron rápidos y furiosos, los demás.

—Pero no solo era la iglesia –dijo el Ratón–, tam-bién el Estado apoyaba a las familias numerosas. A mediados del siglo pasado, después de chorrotales de muertos en las guerras mundiales se decía que hacer hijos era “Hacer Patria”; que los niños traían su torta bajo el brazo.

—La gente también hizo lo suyo, intervino el Rul. Hubo un médico gringo que estudió como a 1700 personas graduadas en la Universidad de Yale por los años veinte del siglo pasado y encontró que en su vida adulta el éxito profesional predominaba en los de familias numerosas. Con ello demostró la falsedad del prejuicio según el cual los hijos de familias reducidas triunfan más que los de familias numerosas–, aseguró como si de veras supiera del tema.

En eso, violentamente la Rita arrebató la palabra y dijo: –¡No masquen banano! ¡Ya basta de estupideces sobre las familia grandes! Un embarazo no dura solo nueve meses, eso es solo la gestación, cuando nace la criatura hay que amamantarla, lavarla, cuidarla, vestirla; son muy débiles y hay que protegerlas. Por principio, son cuando menos tres años de estar pegada al chamaco; ahora, si son siete hijos son 3 x 7 = 21 años que te la pasas embarazada y cuidando chamacos en tiempo completo, una buena parte de tu vida. Si se tiene el primero a los 20, agregó, entonces cuando llegas a los cuarenta termina tu embarazo, pero no el trabajo con los hijos porque también tienes que llevarlos a la escuela, darles de comer, lavarles la ropa, tender camas de todos, y hasta a tu guevón marido tienes que atender; no chingen. ¿Por qué no se embarazan ustedes y yo me quedo aquí moteando, alucinando y palabreando mientras cuidan a la prole en casa?, ¡pendejos!

* El autor es Doctor en Sociología Jurídica por la BUAP, y cuatachín.

José Fragoso Cervón*

En el año 2000, con la borrachera del cambio del milenio, los líderes del mundo

se comprometieron, entre otras cosas, a que en el año 2015 (hoy, hoy, hoy) no

habría niños sin escuela en el mundo. No cumplieron.

▶ 58 millones de niños no tienen posibilidad alguna de asistir a una escuela y 100 millones tuvieron que abandonarla.

▶ Uno de los objetivos era expandir los programas de cuidado y educación a los niños desde temprana edad. Se cumplió en el 47% de los 164 países comprometidos.

▶ Otro objetivo fue educación primaria universal. Se alcanzó solamente en el 52% de los países firmantes.

▶ Democratizar el acceso a la educación de los adolescentes. Sola-mente el 46% de los países cumplió. Existen países, los más pobres, en los que 2 de cada 3 adolescentes no terminan la escuela secundaria.

▶ De acuerdo al informe de UNESCO, solo 1 de cada 4 países conquistó la meta de reducir el analfabetismo entre los adultos en un 50%. En el África subsahariana, la mitad de las mujeres siguen siendo analfabetas.

▶ En el 69% de los países hay igualdad de género en el acceso a la educación primaria, mientras que en el nivel secundario es del 48%.

▶ Otra meta fue Mejorar la calidad de la educación. La relación maestro-alumno ha mejorado en más de 3 de 4 países, pero para alcanzar la meta global hacen falta 4 millones de maes-tros.

▶ Además de ganas, faltan 22 mil millones de dólares para cumplir la meta.

▶ En América Latina y el Caribe, solamente Cuba alcanzó los objetivos globales de la Educación para Todos en el periodo 2000-2015.

▶ Y para que nadie diga que no lo seguimos intentando, los países miembros de la UNESCO ya se aprestan a firmar otro documento comprometiendo su palabra con miras a lograr lo anterior y mejorar la calidad de la educación para el año 2030. La reunión será en breve en el Foro Mundial de la Educación, a celebrarse en Corea del Sur.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2015/04/150409_cultura_unesco_falla_meta_educacion_egn

http://www.unesco.org/new/es/education/themes/leading-the-internatio-nal-agenda/education-for-all/world-education-forum-2015/

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No tienen vergüenza. Brincan de partido en partido como cambiar de calzones. Con ra-zón los llaman chapulines. Lo hacen porque saben que no va a pasar nada, si acaso, que los

criticarán algunos pero sin que la cosa pase a mayores.Lo que dijeron antes, lo que prometieron, lo que

juraron defender, los principios y plataformas que pro-clamaron, todo eso pasó a mejor vida porque, según dicen, “para seguir sirviendo a los mexicanos”, tuvieron que cambiar de colores partidarios. En verdad, ello su-cede porque quieren seguir en el juego político enchu-fados al presupuesto público.

Otros, sin cambiar de partido, hacen maroma y teatro para brincar a otro puesto de elección popular o bien para “heredar” el suyo a algún familiar. La meta: seguir enchufados al presupuesto público que sale de nuestros bolsillos.

Con todo, la culpa no es solo del indio sino tam-bién de quien lo hace compadre. Los partidos políticos se han convertido en verdaderos alcahuetes que cobi-jan tanto personalidades de dudosa reputación como caciques o familiares de encumbrados en el poder, ac-trices de carpa, juniors con afán de figurar, entre otras bellas figuras. Apoyados en una estructura jurídico-política que los protege, lo permiten y lo fomentan sin recato alguno porque saben que les puede redituar di-nero-votos-poder, a fin de cuentas, seguir enchufados al presupuesto público.

He aquí algunos de los más notables brincolines y maromeros que andan tras nuestros sufragios:

Víctor Hugo Lobo (PRD), candidato a dirigir la de-legación Gustavo A. Madero de la ciudad de Méxi-co es, ni más ni menos, esposo de Nora Arias Con-treras, la actual jefa de esa delegación. Antes de ella, el cargo lo ocupó precisamente Víctor Hugo Lobo.

Carlos Estrada Meraz (PRD), candidato a dirigir la delegación Iztacalco de la ciudad de México es, ni más ni menos, esposo de Elizabeth Mateos Her-nández, actual jefa de esa delegación.

Fernando Bibriesca, hijo de Marthita Sahagún, ori-

ginalmente panista, furibundo panista, por arriba de toda sospecha convencido de la doctrina panista, se presenta ahora como candidato a presidente munici-pal de Celaya por la coalición PRI-Verde-PANAL.

José Ángel Córdova, secretario de Salud y secreta-rio de Educación de Felipe Calderón, ex-candida-to del PAN a gobernador de Guanajuato, es ahora el candidato del PRI a la alcaldía de León, Gto. Cuando estuvo al frente de la Secretaría de Salud, la empresa GENOMA-Lab, obtuvo la mayoría de sus permisos gracias a que, dice mucha gente, el presidente de su fundación es, precisamente, José Ángel Córdova.

Rubén Escamilla Salinas (PRD), ahora candida-to a diputado local por Tláhuac, D.F., en julio de 2012, cuando era jefe delegacional de Tláhuac, apa-reció en un video demandando favores sexuales a una mujer para concederle trabajo.

Zeferino Torreblanca, empresario priísta de mu-chos años, fue gobernador de Guerrero por el PRD y ahora es candidato del PAN a la alcaldía de Aca-pulco.

Armando Quintero Martínez, antiguo activis-ta maoísta en la UNAM, diputado federal por el PRD (1994-1997), delegado perredista de Iztacal-co (2003-2006), secretario de transporte y vialidad del gobierno de Marcelo Ebrad (PRD), actual-mente aparece como candidato a la delegación de Iztatcalco, DF, pero por el Movimiento Ciudadano.

Agustín Torres Pérez, cuando supo que no sería postulado al cargo de delegado por Cuauhtémoc, D.F. (enero 2015), renunció al PRD y se fue a MO-RENA, pero cuando fue informado que era candi-dato a diputado federal del PRD (marzo 2015) se retiró de MORENA y regresó al PRD.

Lía Limón, ex-diputada panista (2009-2012), renun-ció a la priísta subsecretaría de Derechos Humanos de Gobernación (marzo de 2015) para contender por el Partido Verde que impulsa la pena de muerte.

Fernando Elizondo Barragán, gobernador sus-tituto de Nuevo León por el PAN, secretario de

Energía de Vicente Fox, senador por el PAN, com-pite ahora para gobernador de Nuevo León por el Movimiento Ciudadano.

Alrededor del 25% de los candidatos del PRI-Par-tido Verde a diputados locales en el estado de México son hijos, sobrinos, cónyuges o hermanos de funciona-rios, exgobernadores o caciques sindicales. ¡Cuidan el pedigrí! en tierras mexiquenses.

Polimnia Romana Sierra, perredista de hueso co-lorado, ex coordinadora de logística de AMLO, es ahora candidata a delegada por Álvaro Obregón del PRI-PVEM.

Leticia Robles, delegada perredista en Álvaro Obre-gón (2006-2009), compitió en 2012 por el PRI y ahora se presenta como candidata a esa misma dele-gación pero por el Partido Encuentro Social.

Marcelo Ebrad Casaubón, secretario general del PRI en el D.F. (1988-1992), diputado federal por el Partido Verde (1997-2000), posteriormente se-cretario general del Partido Centro Democrático de Manuel Camacho Solís, y jefe de Gobierno del D.F. por el PRD (2006-2012), es ahora candidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano.

Francisco Moreno Merino, candidato plurinomi-nal del PRI-Verde al Congreso de Morelos, en una comparecencia pública, (marzo 2012), declaró: No hay caballo fino que no tire a mula, ni mujer bonita que no llegue a ser meretriz, y hombre bueno que no tire a penco”.

Hay más, pero muchos más…Aunque, por encima de todo, el sagrado anhelo al hueso. Ya lo dijo Fernan-do Morales Martínez, ex-delegado presidente estatal del PRI en Puebla y actual subsecretario de desarro-llo político y participación ciudadana del gobierno de Rafael Moreno Valle: “Todos los que han sido recha-zados en su partido, tienen derecho a buscar su so-brevivencia política en otros espacios” (25 de marzo de 2015).

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