reincidente 21

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Año II, Número 21, 1ra. quincena de septiembre de 2011 * Reincidente no incluye sección de Sociales Año II, Número 21, 1ra. quincena de septiembre de 2011 * Reincidente no incluye sección de Sociales E Juan Lozada León* Va una pequeña contribución al conocimiento del saber ciudadano relativo a palabras como ecología, ambiente, sustentabilidad y desertificación, sus causas, efectos y sufrimientos que nosotros como individuos padecemos, las medidas que se toman para remediar la crisis en esta materia. E stablezcamos la diferencia entre varios conceptos para no caer en presentaciones que no se entien- den, donde lo peor son las palabras que represen- tan mucho, pero que ya han sido tan manoseadas por los gobiernos en turno que se han vuelto términos de moda que mucha gente no entiende bien a bien. En primer lugar, diremos que todo aquello relativo a la estructura y función que existe en la naturaleza es la ciencia llamada biología, como parte fundamental para su entendimiento, ésta es el estudio de las relaciones entre los diversos componentes de un ecosistema. El ecosistema es un complejo de relaciones entre sus elementos bióticos y abióticos, también es la unidad de trabajo, de estudio y de investigación de la ecología. Los elementos bióticos son todos aquellos elementos que están vivos. Tienen la característica de la materia de contener vida: respiran, crecen, se reproducen y mueren; al realizar estas acciones deben adquirir lo necesario del exte- rior y de ellos mismos, así realizar con éxito su cometido, la preservación de su especie. Esta característica de tener vida es sumamente com- pleja, requiere de mucho ingenio por parte de los distintos organismos, la llamada evolución, para que cumplan tan exitosamente su cometido. La Tierra está colmada de vida que va de unas cuantas moléculas hasta verdaderas estruc- turas sumamente complejas que se relacionan entre ellas y con los elementos abióticos. Los elementos abióticos son todos aquellos que no tie- nen vida: lo inerte. El increíble e interesantísimo mundo de la litosfera, hidrosfera y atmósfera, tiene dos funciones fundamentales: hidrosfera y atmósfera, tiene dos funcio- nes fundamentales: 1) Dar sustrato a la vida, 2) Proporcio- nar los elementos requeridos para mantener la caracterís- tica de vida, como son la energía obtenida del sol y esa del- gada capa de la tierra llamada biosfera, donde la vida se da. El estudio de las relaciones de los seres vivos entre sí, de cómo influyen unos con otros, cómo se han desarro- llado a través de la historia y cómo han evolucionado, es la llamada ciencia de la ecología, incluido el estudio del hombre, parte importante en la evolución de los distintos ecosistemas que actualmente componen la Tierra. Algo que es importante resaltar es que el hombre for- ma parte del ecosistema, porque 90% de la población siente o cree estar ajena a este conglomerado. Vivir en ecosistemas ratifícales como las ciudades, a muchos hace pensar que son ajenos al desarrollo general de la Tierra, de sus volcanes, océanos, selvas, montañas, ríos, desiertos, po- los y, lo peor, es que se sienten ajenos a la propia evolución de las demás especies animales a las que ven como ene- migas, compitiendo por alimento, territorio y recursos. A partir de ese equívoco hacen y realizan acciones que están destruyendo este territorio tan intrincado llamado Tierra, sin percatarse que es el único lugar donde podemos vivir. Por esto, algunos grupos humanos que hemos dado cuen- ta de la catástrofe que significa, nos hemos dado a la tarea de informar a los demás lo importante de esta ciencia y de cuidar y conservar este entramado biológico, para vivir lo mejor posible. A este grupo pertenecen los llamados movimientos ecologistas que están regados por todo el mundo reali- zando acciones de información, difusión e investigación de cómo se deteriora, cada día más, este complejo planeta llamado Tierra. Pero es demasiado difícil romper inercias, esquemas y paradigmas de sociedades acostumbradas a formas de desarrollo, con altas tasas de desperdicio en re- cursos, lujos innecesarios, extinción de especies, destruc- ción de selvas. Me refiero a la voracidad de una economía capitalista a la que nunca ha importado el futuro, sino un presente efímero, lleno de banalidades, y de espejismos deslumbrantes que destruye a pasos extraordinarios el fu- turo de toda la especie. El capitalismo voraz ha desarrollado una impresio- nante tecnología para obtener más recursos naturales para su transformación en bienes superfluos, en el menor tiem- po posible, con una tasa de destrucción del medio natural nunca antes vista. Este mezquino desarrollo, a todas vistas unilateral y desmedido, nos lleva a la llamada desertifica- ción 1 mundial sin forma de recuperar la vida. A escalas menores este deterioro del ambiente natu- ral se refleja en los ecosistemas artificiales; menores, pero no por eso menos dañinos. La ecología urbana nace como un instrumento para mejorar las condiciones tan precarias con las cuales se desarrolló la vida en un sistema artificial como son las ciudades, aunado a esto la corrupción por omisión o por comisión que hace de las suyas en todas las ciudades de nuestro país. Existen, para mal, muchos ejemplos en diferentes ciu- dades con desastres de todo tipo, que cuestan vidas igual- mente de tipo verde, animal y humana. Sin planificación, antidemocráticas, que se desarrollan a la “buena de Dios” y en donde la corrupción hace su imperio con ganancia de partidos, además de políticas equivocadas. En resumen, podríamos decir que en la actualidad ya no es tanto el miedo a la bomba atómica, como en los 60 o 70, sino a un desastre ecológico de magnitudes insospe- chadas que se reflejara, por un lado, en grandes hambrunas y sequias; y por otro, en tormentas con gran cantidad de agua que azota a los pueblos asentados al norte del Ecua- dor con un poder inmenso de destrucción. La gran desgra- cia será en los países pobres sin recursos ni organización para rehacer lo perdido. Perú, un país pobre, está pagando ya los efectos del lla- mado cambio climático con la irremediable desaparición de sus glaciares, que está perdiendo con la subida de la temperatura global. Sin embargo, el hemisferio norte no está exento de este cambio pues sus inviernos serán más intensos y con el poder de provocar la pérdida total de vida. Todas estas reacciones de la naturaleza han generado una pregunta central: ¿qué es lo que debemos hacer para tratar de revertir o por lo menos intentar detener esta ola de procesos que amenazan la vida de las sociedades y sus ciudades? Pues planificar el desarrollo con base en la idea de ser sustentables, lo cual implica una nueva cultura de respeto a la naturaleza. Deberíamos entender que necesi- tamos desde ahora inculcar a los pequeños, en la escuela y en la casa, y a toda la sociedad, este concepto de sustenta- bilidad. Solamente con educación podremos minimizar en un futuro el desastre ecológico y llevando adelante políti- cas correctas y democráticas de planificación. Las palabras democracia y sustentabilidad son similares pues sus prin- cipios son los mismos: participación ciudadana, igualdad y equidad. Debe quedar clara la disyuntiva: planificamos el desa- rrollo con base en la sustentabilidad o estamos condenan- do a las futuras generaciones a una muerte segura. Mencionaré un ejemplo muy sencillo que muestra la ineptitud de los que se dedican supuestamente a mejorar la salud ambiental de la ciudad de Puebla. Mientras Mé- xico es uno de los países más ricos en especies de árboles en el mundo, la ciudad de Puebla es una de las que menos cumple lo que señala la ONU, en relación al número de habitantes con respecto a las aéreas verdes. Nuestra ciudad es conocida como una urbe gris, pues no existen prácti- camente áreas verdes importantes, ni árboles suficientes. Sabedores de que los árboles crean un microclima que po- drían hacer bajar la temperatura general de la ciudad, ha- ciendo verdaderos oasis para que las personas pudieran re- fugiarse de los calores que cada vez más van en aumento. Las autoridades de los diferentes niveles de gobierno no mueven un dedo. Sabedores además que los árboles son un excelente medio capturador de CO 2 que, en combinación con el programa de verificación vehicular, podrían efec- tivamente bajar los índices de CO 2 dentro de la ciudad, pero que no hacen nada, o casi nada. La visión que tie- nen las autoridades en la materia podríamos ejemplificar- la en ¿cuánto sacan por la verificación cada año?, y de ahí preguntarnos: ¿cuánto o cuáles son los recursos destinados para mejorar el medio ambiente? Hay dos acciones que me parecen monstruosas que su- puestamente pretenden el desarrollo de un ambiente sano: 1) En esta ciudad casi todos los árboles son los mismos. Han uniformizado a la ciudad con un árbol llamado Ficus. En alguna ocasión cuando pregunté en Parques y Jardines del Ayuntamiento por qué solo sembraban este árbol, me res- pondieron “es que a la esposa del gobernador le gustan mu- cho”. Vino el cambió de la autoridad estatal (y de esposa), pero la costumbre quedó, siguen sembrando el mismo tipo de árbol. 2) La poda que realizan cada año a todos los árbo- les de la ciudad, provoca que su capacidad de capturadores de CO 2 se pierda completamente; el secreto está en la ganancia producto del corte y la madera resultante de la poda. ¿Qué recomiendan hacer los que saben? Primero, en- tre más especies existan en las ciudades, es mejor por la capacidad que tiene cada especie para absorber el CO2 y crear un verdadero micro clima, atenuando las temperatu- ras dentro de las ciudades. Segundo, dejarlos que crezcan y que tengan muchas ramas grandes; entre más follaje, más capacidad tendrán de crear el microclima y más capacidad de recoger el CO2 que los vehículos dejan escapar de su combustión. Pero, si las personas encargadas de impulsar los Pro- gramas de sustentabilidad, no están dispuestas a trabajar en beneficio de la comunidad, aunque sus programas hablen del tema, o si tienen pensamientos contrarios, difícilmente habrá sustentabilidad y todo quedará en una farsa. Como el desastre ecológico es de largo plazo no ve- mos sus consecuencias de inmediato. Económicamente también estamos fastidiando al futuro pues es más caro remediar que prevenir. Hay que tomar medidas que frenen ya y que no afecten a los ecosistemas. Después, el ecosis- tema no podrá por sí mismo recuperarse de los daños su- fridos. El mundo necesita de los medios naturales que son los que nos proporcionan los elementos indispensables para conservar la vida. 1 La desertificación de la tierra se entiende como la degradación de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas derivadas de los efectos y negativos del clima y de las actividades humanas. *El autor, Médico Veterinario Zootecnista por la BUAP, con Maestría en Biología por la UNAM, realizó sus estu- dios doctorales en Ganadería Ecológica en la Universidad de Córdoba, España. Juan Lozada León* Va una pequeña contribución al conocimiento del saber ciudadano relativo a palabras como ecología, ambiente, sustentabilidad y desertificación, sus causas y efectos, y sufrimientos que nosotros como individuos padecemos, las medidas que se toman para remediar la crisis en esta materia.

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Ecosistema una compleja relación entre sus elementos bióticos y abióticos

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Año II, Número 21, 1ra. quincena de septiembre de 2011

* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año II, Número 21, 1ra. quincena de septiembre de 2011

* Reincidente no incluye sección de Sociales

Año II, Número 20, 2da. quincena de agosto de 2011

* Reincidente no incluye sección de Sociales

Desde el año de 1999, en México, se han levantado vo-

ces pugnando por reformar el marco jurídico que pro-

tege y administra el patrimonio cultural, en aras de

comercializarlo. La oposición de los trabajadores del INAH,

INBA, IMCINE, Radio Educación, ha frenado parcialmente

estas iniciativas.

Hay dos posiciones en todo este debate; por un lado, la

que propone el usufructo colectivo del patrimonio cultural en

la búsqueda de la conciencia ciudadana; y la que se alza alen-

tada por intereses mercantilistas que ven la oportunidad de

enriquecerse de los bienes culturales, en detrimento de su pre-

servación y general disfrute, eliminando su vocación educativa

y restringiéndolos a meros escenarios y artículos de lujo.

La discusión debe rebasar las cuestiones meramente ad-

ministrativas y buscar raíces más profundas. Una de ellas es

el proyecto de construcción de la nación a través de dife-

rentes estrategias, entre las que destaca la acción educativa.

El aprovechamiento del patrimonio cultural debe orientar-

se por un sentido social y debe integrarlo básico en la for-

mación de la conciencia colectiva, la cual demanda conocer

los elementos de identidad que constituyen nuestra nación

y nos colocan en igualdad de circunstancias ante el diálogo

global reconociendo y respetando la alteridad.

La investigación como medio de preservación

patrimoniaL

El INAH, como institución federal, se ha hecho cargo de

la conservación del patrimonio prehispánico, del virreinal,

decimonónico, industrial, etnográfico y antropológico, para

dar cuenta de nuestro lugar en el concierto de las naciones y

comprender los fenómenos que nos atañen como sociedad.

La integración de la investigación y la conservación, unida a

su difusión, pone en valor el patrimonio cultural y crea con-

ciencia ciudadana, otorgándonos valor como pueblo, confor-

mando una línea de continuidad entre el pasado el presente

y el futuro.

En nombre del pacto federal debe custodiar las zonas

arqueológicas, los bienes virreinales que ahora disfrutamos y

las investigaciones e interpretaciones antropológicas e histó-

ricas de la realidad presente, indígena y mestiza.

Un camino de experiencia en La reLación con Los

poderes estataL y mUnicipaL

Desde la creación del Centro Regional del INAH en Puebla,

las relaciones con las autoridades del Gobierno del Estado

de Puebla y con los ayuntamientos, presentan un movimien-

to pendular que va del trabajo conjunto a los desencuentros

más ríspidos, incluyendo los desacuerdos de los trabajadores

académicos y técnicos con los funcionarios del INAH.

En el Estado de Puebla existe una Ley de Cultura, cuya

estructura y contenido son muy parcos y cuyo concepto de

cultura resulta pobre. Radicando más en el apoyo a la pro-

ducción y comercialización de los objetos artesanales, poco

dice sobre las obligaciones del gobierno del Estado para con

el patrimonio, ignora cualesquier estrategia sobre la conser-

vación y desconoce por completo el concepto de patrimo-

nio intangible. Esas graves ausencias en la ley, aprobada hace

dos sexenios, completan la interminable secuela de atenta-

dos contra el patrimonio cultural en la entidad. Sitios pa-

leontológicos, arqueológicos, centros históricos, inmuebles,

bibliotecas antiguas, archivos, costumbres de comunidades,

han sido dañados por las acciones y caprichos de los gobier-

nos estatal y municipal durante varias décadas en aras de

una pretendida modernidad, su comercialización, usufructo

turístico y uso político. También existen ejemplos de cola-

boración entre las autoridades estatales y el INAH como el

rescate del patrimonio en el caso de los inmuebles afectados

por el sismo de 1999, donde además se hizo patente la po-

sibilidad de concurrencia de la sociedad en general, de los

usufructuarios directos de los inmuebles, esto en el marco

de la ley vigente.

docUmentos históricos

En materia del patrimonio elaborado en soporte de papel,

la situación tiene matices y en algunos casos es grave. En

1987 el gobierno estatal junto con el Archivo General de la

Nación realizaron el programa “levantemos la historia del

suelo” para organizar los archivos de los 217 ayuntamientos;

como resultado se publicó un grueso volumen con los inven-

tarios de esa documentación. Después de 15 años, muchos

archivos se encuentran en una condición deplorable pese a

la existencia de un Sistema Estatal de Archivos. La irrup-

ción de la sociedad civil ha generado una justipreciación de

los archivos y tanto las comunidades como fundaciones de

la iniciativa privada se han dado a la tarea de rescatarlos.

Acervos como el Archivo del Registro Público de la Pro-

piedad y el Archivo General de Notarías, bajo administra-

ción directa del gobierno estatal, y con documentos que van

del siglo XVI al XX, adolecen de problemas de clasificación,

conservación y aún de las medidas elementales de seguridad.

En el Archivo del Ayuntamiento de Puebla, las autoridades

municipales han hecho esfuerzos por disgregarlo y colocarlo

en recintos vulnerables.

Acerca de los archivos eclesiásticos la situación no es

mejor. En ese caso ni siquiera lo establecido por el Código

de Derecho Canónico, que obliga a Obispos y Párrocos a

conservar los archivos, es cumplido. En los pueblos, el siste-

ma de cargos ha favorecido la celosa custodia de testimonios

muy antiguos pero siempre bajo riesgo e incertidumbre.

antropoLogía sociaL

La Etnología y la Antropología Social tiene una larga tra-

dición en México, desde los años 20’s, con la inspiración de

Franz Boas y el maestro Manuel Gamio se inició la fragua

para dar respuesta científica a las necesidades que planteaba

el desarrollo social. En 1939 nació el INAH, cuando el pre-

sidente Lázaro Cárdenas creó una instancia que reforzara la

educación y cumpliera con la investigación, la conservación

y la difusión de los bienes patrimoniales de la nación, espe-

cial cuidado se puso en atender a la población indígena, base

de la nacionalidad.

El desarrollo de la ciencia antropológica ha transitado

por diferentes paradigmas y ha renovado sus intereses, ha

estudiado múltiples fenómenos socioculturales y ha trata-

do de dar respuesta a problemáticas del desarrollo cultural.

Un avance indiscutible es considerar a la cultura como una

característica que permea toda sociedad y se manifiesta en

todos y cada uno de los actos, porque sin ella sería imposible

la continuidad de la especie en grupos específicos que desa-

rrollan características culturales particulares.

El INAH-Puebla, ha contribuido a la interpretación de

fenómenos culturales desarrollados en el ámbito de nuestra

geografía y desde 1972 ha contado con la sección de an-

tropología social y etnología, donde se estudian problemá-

ticas urbanas (distribución del agua en la ciudad de Puebla,

trasformación de tierras ejidales en terrenos industriales); ha

tratado de explicar la degradación de las fiestas tradiciona-

les con fines de comercialización, analiza formas de cura-

ción tradicional y averigua las festividades del área de los

volcanes. En los últimos años ha acudido al llamado de los ciuda-

danos para asesorar sus inquietudes con respecto de la de-

fensa de sus inmuebles históricos afectados por los proyectos

políticos de transformación urbana. Se acude a tribunales

para contribuir con los jueces en la conformación de senten-

cias. Se ha han defendido espacios sagrados de comunidades

indígenas en contra de intereses particulares. En todo ello se

ha participado, con limitaciones y a contracorriente, en oca-

siones, de las autoridades delegacionales y centrales. Nuestra

institución no ha se librado de procesos de descomposición

burocrática.

El trabajo está enfocado a acrecentar la conciencia ciu-

dadana, porque hacer luz sobre los acontecimientos que ata-

ñen a la colectividad, contribuye a la claridad entre actores y

espectadores a la hora de negociar mejoras colectivas.

eL ser hUmano, patrimonio primordiaL

Se ha puesto énfasis en el patrimonio cultural en donde las

obras de carácter material e inmaterial que los pueblos del

mundo han construido en su devenir histórico son lo funda-

mental, sin deparar en el ser humano que es su hacedor; por

lo que se proponen otras vías para pensar el patrimonio cul-

tural. “Se trata de reivindicar a la humanidad pasada, presen-

te y futura (a la de otros tiempos), como uno de los legados

más preciados que jamás se ha forjado. Síntesis de un proce-

so aún no acabado y que se antoja infinito, desarrollado a lo

largo de millones de años…” (López Alonso, 2001).

México posee una enorme riqueza materializada tanto

en las poblaciones que habitaron como las que habitan dis-

tintas regiones geográficas del país. Desde la mirada de la

Antropología Física señalamos que el valor de las coleccio-

nes osteológicas en tanto portadoras de un valioso caudal de

información biocultural es trascendental, por el valor histó-

rico que revisten, constituyen bancos de información gené-

tica potenciales, en virtud de su contexto de hallazgo, pero

también se valoran por la afinidad de parentesco o ancestría

que los grupos humanos contemporáneos les reconocen a las

poblaciones antiguas.

En cuanto a las poblaciones contemporáneas debemos

considerar las circunstancias en las cuales los individuos vi-

ven su cotidianidad; en especial la niñez, que constituye un

amplio sector de la población mexicana, que a causa de la

instrumentación de las políticas de ajuste estructural im-

puestas al gobierno mexicano por los organismos financieros

internacionales y el nefasto manejo del dinero por banqueros

y especuladores nacionales y extranjeros, y las condiciones

económicas por las que atraviesa el país, padecen de manera

directa en su desarrollo, salud y bienestar.

Como hemos tratado de exponer, el patrimonio cultural

es amplio y variado, los procesos de comprensión y apropia-

ción del mismo son complejos, pero ellos deben pasar por la

democratización de los organismos gubernamentales encar-

gados de su cuidado. Es obligación del estado crear instan-

cias de diálogo permanente al interior de sus instituciones y

de éstas con la sociedad, en beneficio de los bienes naciona-

les de carácter cultural, soportes de la identidad colectiva y

garantes de mantener el tejido social.

* Profesores-investigadores del Centro INAH-Puebla.

Blanca Lara Tenorio, Celia Salazar Exaire, Zaid Lagunas Rodríguez, Bertha Ocaña del Río, Sergio

Suárez Cruz, Silvia Martínez Arreaga, Margarita Piña Loredo, María Eugenia Márquez Calderón,

Cecilia Vázquez Ahumada y Jesús Joel Peña Espinosa*

El desarrollo de las sociedades encuentra en la cultura la piedra angular sobre la cual planear, soñar y construir

sus proyectos; en la búsqueda de conservarla, ideó diferentes instrumentos para trasladarla de generación en

generación, desde los medios orales hasta las modernas tecnologías electrónicas.

Todo ello constituye el patrimonio cultural.

Establezcamos la diferencia entre varios conceptos

para no caer en presentaciones que no se entien-

den, donde lo peor son las palabras que represen-

tan mucho, pero que ya han sido tan manoseadas por los

gobiernos en turno que se han vuelto términos de moda

que mucha gente no entiende bien a bien.

En primer lugar, diremos que todo aquello relativo a

la estructura y función que existe en la naturaleza es la

ciencia llamada biología, como parte fundamental para su

entendimiento, ésta es el estudio de las relaciones entre los

diversos componentes de un ecosistema. El ecosistema es

un complejo de relaciones entre sus elementos bióticos y

abióticos, es la llamada ecología.

Los elementos bióticos son todos aquellos elementos

que están vivos. Tienen la característica de la materia de

contener vida: respiran, crecen, se reproducen y mueren;

al realizar estas acciones deben adquirir lo necesario del

exterior de ellos mismos y realizar con éxito su cometido,

la preservación de su especie.

Esta característica de contener vida es sumamente ela-

borada, requiere de mucho ingenio por parte de los distin-

tos organismos, la llamada evolución, para que cumplan

tan exitosamente su cometido: la Tierra está colmada de

vida que va de unas cuantas moléculas hasta verdaderas

estructuras sumamente complejas que se relacionan entre

ellas y con los elementos abióticos.

Los elementos abióticos son todos aquellos que no tie-

nen vida: lo inerte. El increíble e interesantísimo mundo

de la litosfera, hidrosfera y atmósfera, tiene dos funciones

fundamentales: 1) Dar sustrato a la vida, 2) Proporcionar

los elementos requeridos para mantener la característica

de vida, como son la energía obtenida del sol y esa delga-

da capa de la tierra llamada biosfera, donde la vida se da.

El estudio de las relaciones de los seres vivos entre sí,

de cómo influyen unos con otros, cómo se han desarro-

llado a través de la historia y cómo han evolucionado, es

la llamada ciencia de la ecología, incluido el estudio del

hombre, parte importante en la evolución de los distintos

ecosistemas que actualmente componen la tierra.

Algo que es importante resaltar es que el hombre for-

ma parte del ecosistema, porque 90% de la población

siente o cree estar ajena a este conglomerado. Vivir en

ecosistemas ratifícales como las ciudades, a muchos hace

pensar que son ajenos al desarrollo general de la Tierra, de

sus volcanes, océanos, selvas, montañas, ríos, desiertos, po-

los y, lo peor, es que se sienten ajenos a la propia evolución

de las demás especies animales a las que ven como ene-

migas, compitiendo por alimento, territorio y recursos. A

partir de ese equívoco hacen y realizan acciones que están

destruyendo ese territorio tan intrincado llamado Tierra,

sin percatarse que es el único lugar donde podemos vivir.

Por esto, algunos grupos humanos que hemos dado cuen-

ta de la catástrofe que significa, nos hemos dado a la tarea

de informar a los demás lo importante de esta ciencia y de

cuidar y conservar este entramado biológico, para vivir lo

mejor posible.A este grupo pertenecen los llamados movimientos

ecologistas que están regados por todo el mundo reali-

zando acciones de información, difusión e investigación

de cómo se deteriora, cada día más, este complejo planeta

llamado Tierra. Pero es demasiado difícil romper inercias,

esquemas y paradigmas de sociedades acostumbradas a

formas de desarrollo, con altas tasas de desperdicio en re-

cursos, lujos innecesarios, extinción de especies, destruc-

ción de selvas. Me refiero a la voracidad de una economía

capitalista a la que nunca ha importado el futuro, sino

un presente efímero, lleno de banalidades, y de espejismos

deslumbrantes que destruye a pasos extraordinarios el fu-

turo de toda la especie.

El capitalismo voraz ha desarrollado una impresio-

nante tecnología para obtener más recursos naturales para

su transformación en bienes superfluos, en menos tiem-

po posible, con una tasa de destrucción del medio natural

nunca antes vista. Este mezquino desarrollo, a todas vistas

unilateral y desmedido, nos lleva a la llamada desertifica-

ción1 mundial sin forma de recuperar la vida.

A escalas menores este deterioro del ambiente natu-

ral se refleja en los ecosistemas artificiales; menores, pero

no por eso menos dañinos. La ecología urbana nace como

un instrumento para mejorar las condiciones tan precarias

con las cuales se desarrolló la vida en un sistema artificial

como son las ciudades, aunado a esto la corrupción por

omisión o por comisión que hace de las suyas en todas las

ciudades de nuestro país.

Existen, para mal, muchos ejemplos en diferentes ciu-

dades con desastres de todo tipo, que cuestan vidas igual-

mente de tipo verde, animal y humana. Sin planificación,

antidemocráticas, que se desarrollan a la “buena de dios” y

en donde la corrupción hace su imperio con ganancia de

partidos, además de políticas equivocadas.

En resumen, podríamos decir que en la actualidad ya

no es tanto el miedo a la bomba atómica, como en los 60

o 70, sino a un desastre ecológico de magnitudes insospe-

chadas que se reflejara, por un lado, en grandes hambrunas

y sequias; y por otro, en tormentas con gran cantidad de

agua que azota a los pueblos asentados al Norte del Ecua-

dor con un poder inmenso de destrucción. La gran desgra-

cia será en los países pobres sin recursos ni organización

para rehacer lo perdido.

Perú, un país pobre, está pagando ya los efectos del

llamado cambio climático con la irremediable desapari-

ción de sus glaciares, que está perdiendo con la subida de

la temperatura global.

Sin embargo, el hemisferio norte no está exento de

este cambio pues sus inviernos serán más intensos y con el

poder de provocar la pérdida total de vida.

Todas estas reacciones de la naturaleza han generado

una pregunta central: ¿qué es lo que debemos hacer para

tratar de revertir o por lo menos intentar detener esta ola

de procesos que amenazan la vida de las sociedades y sus

ciudades? Pues planificar el desarrollo con base en la idea

de ser sustentables, lo cual implica una nueva cultura de

respeto a la naturaleza. Deberíamos entender que necesi-

tamos desde ahora inculcar a los pequeños, en la escuela y

en la casa, y a toda la sociedad, este concepto de sustenta-

bilidad. Solamente con educación podremos minimizar en

un futuro el desastre ecológico y llevando adelante políti-

cas correctas y democráticas de planificación. Las palabras

democracia y sustentabilidad son similares pues sus prin-

cipios son los mismos: participación ciudadana, igualdad

y equidad.Debe quedar clara la disyuntiva: planificamos el desa-

rrollo con base en la sustentabilidad o estamos condenan-

do a las futuras generaciones a una muerte segura.

Mencionaré un ejemplo muy sencillo que muestra la

ineptitud de los que se dedican supuestamente a mejorar

la salud ambiental de la ciudad de Puebla. Mientras Mé-

xico es uno de los países más ricos en especies de árboles

en el mundo, la ciudad de Puebla es una de las que me-

nos cumple lo que señala la ONU, en relación al núme-

ro de habitantes con respecto a las aéreas verdes. Nuestra

ciudad es conocida como una urbe gris, pues no existen

prácticamente áreas verdes importantes, ni árboles sufi-

cientes. Sabedores de que los árboles crean un microclima

que podrían hacer bajar la temperatura general de la ciu-

dad, haciendo verdaderos oasis para que las personas pu-

dieran refugiarse de los calores que cada van en aumento.

Las autoridades de los diferentes niveles de gobierno no

mueven un dedo. Sabedores además que los árboles son un

excelente medio capturador de CO2 que, en combinación

con el programa de verificación vehicular, podrían efec-

tivamente bajar los índices de CO2 dentro de la ciudad,

pero que no hacen nada, o casi nada. La visión que tie-

nen las autoridades en la materia podríamos ejemplificar-

la en ¿cuánto sacan por la verificación cada año?, y de ahí

preguntarnos: ¿cuánto o cuáles son los recursos destinados

para mejorar el medio ambiente?

Hay dos acciones que me parecen monstruosas que su-

puestamente pretenden el desarrollo de un ambiente sano:

1) En esta ciudad casi todos los árboles son los mismos. Han

uniformizado a la ciudad con un árbol llamado Ficus. En

alguna ocasión cuando pregunté en Parques y Jardines del

Ayuntamiento por qué solo sembraban este árbol, me res-

pondieron “es que a la esposa del gobernador le gustan mu-

cho”. Vino el cambió de la autoridad estatal (y de esposa),

pero la costumbre quedó, siguen sembrando el mismo tipo

de árbol. 2) La poda que realizan cada año a todos los árbo-

les de la ciudad, provoca que su capacidad de capturadores de

CO2 se pierda completamente; el secreto está en la ganancia

producto del corte y la madera resultante de la poda.

¿Qué recomiendan hacer los que saben? Primero, en-

tre más especies existan en las ciudades, es mejor por la

capacidad que tiene cada especie para absorber el CO2 y

crear un verdadero micro clima, atenuando las temperatu-

ras dentro de las ciudades. Segundo, dejarlos que crezcan y

que tengan muchas ramas grandes; entre más follaje, más

capacidad tendrán de crear el microclima y más capacidad

de recoger el CO2 que los vehículos dejan escapar de su

combustión.Pero, si las personas encargadas del asunto no están dis-

puestas a trabajar en beneficio de la comunidad o aunque

los programas hablen del tema, difícilmente habrá susten-

tabilidad. En tanto las personas encargadas de impulsar los

programas de sustentabilidad tengan pensamientos contra-

rios a los programas todo quedará en una farsa.

Como el desastre ecológico es de largo plazo no ve-

mos sus consecuencias de inmediato. Económicamente

también estamos fastidiando al futuro pues es más caro

remediar que prevenir. Hay que tomar medidas que frenen

ahora y que no afecten a los ecosistemas. Después, el eco-

sistema no podrá por sí mismo recuperarse de los daños

sufridos. El mundo necesita de los medios naturales que

son los que nos proporcionan los elementos indispensa-

bles para conservar la vida.

1 La desertificación de la tierra se entiende como la degradación de

las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas derivadas de los efectos y

negativos del clima y de las actividades humanas.

*El autor, Médico Veterinario Zootecnista por la BUAP,

con Maestría en Biología por la UNAM, realizó sus estu-

dios doctorales en Ganadería Ecológica en la Universidad

de Córdoba, España.

Juan Lozada León*

Va una pequeña contribución al conocimiento del saber ciudadano relativo a palabras como ecología,

ambiente, sustentabilidad y desertificación, sus causas, efectos y sufrimientos que nosotros como individuos

padecemos, las medidas que se toman para remediar la crisis en esta materia.

Establezcamos la diferencia entre varios conceptos para no caer en presentaciones que no se entien-den, donde lo peor son las palabras que represen-

tan mucho, pero que ya han sido tan manoseadas por los gobiernos en turno que se han vuelto términos de moda que mucha gente no entiende bien a bien.

En primer lugar, diremos que todo aquello relativo a la estructura y función que existe en la naturaleza es la ciencia llamada biología, como parte fundamental para su entendimiento, ésta es el estudio de las relaciones entre los diversos componentes de un ecosistema. El ecosistema es un complejo de relaciones entre sus elementos bióticos y abióticos, también es la unidad de trabajo, de estudio y de investigación de la ecología.

Los elementos bióticos son todos aquellos elementos que están vivos. Tienen la característica de la materia de contener vida: respiran, crecen, se reproducen y mueren; al realizar estas acciones deben adquirir lo necesario del exte-rior y de ellos mismos, así realizar con éxito su cometido, la preservación de su especie.

Esta característica de tener vida es sumamente com-pleja, requiere de mucho ingenio por parte de los distintos organismos, la llamada evolución, para que cumplan tan exitosamente su cometido. La Tierra está colmada de vida que va de unas cuantas moléculas hasta verdaderas estruc-turas sumamente complejas que se relacionan entre ellas y con los elementos abióticos.

Los elementos abióticos son todos aquellos que no tie-nen vida: lo inerte. El increíble e interesantísimo mundo de la litosfera, hidrosfera y atmósfera, tiene dos funciones fundamentales: hidrosfera y atmósfera, tiene dos funcio-nes fundamentales: 1) Dar sustrato a la vida, 2) Proporcio-nar los elementos requeridos para mantener la caracterís-tica de vida, como son la energía obtenida del sol y esa del-gada capa de la tierra llamada biosfera, donde la vida se da.

El estudio de las relaciones de los seres vivos entre sí, de cómo influyen unos con otros, cómo se han desarro-llado a través de la historia y cómo han evolucionado, es la llamada ciencia de la ecología, incluido el estudio del hombre, parte importante en la evolución de los distintos ecosistemas que actualmente componen la Tierra.

Algo que es importante resaltar es que el hombre for-ma parte del ecosistema, porque 90% de la población siente o cree estar ajena a este conglomerado. Vivir en ecosistemas ratifícales como las ciudades, a muchos hace pensar que son ajenos al desarrollo general de la Tierra, de sus volcanes, océanos, selvas, montañas, ríos, desiertos, po-los y, lo peor, es que se sienten ajenos a la propia evolución de las demás especies animales a las que ven como ene-migas, compitiendo por alimento, territorio y recursos. A partir de ese equívoco hacen y realizan acciones que están destruyendo este territorio tan intrincado llamado Tierra, sin percatarse que es el único lugar donde podemos vivir. Por esto, algunos grupos humanos que hemos dado cuen-ta de la catástrofe que significa, nos hemos dado a la tarea de informar a los demás lo importante de esta ciencia y de cuidar y conservar este entramado biológico, para vivir lo mejor posible.

A este grupo pertenecen los llamados movimientos ecologistas que están regados por todo el mundo reali-zando acciones de información, difusión e investigación de cómo se deteriora, cada día más, este complejo planeta llamado Tierra. Pero es demasiado difícil romper inercias, esquemas y paradigmas de sociedades acostumbradas a formas de desarrollo, con altas tasas de desperdicio en re-

cursos, lujos innecesarios, extinción de especies, destruc-ción de selvas. Me refiero a la voracidad de una economía capitalista a la que nunca ha importado el futuro, sino un presente efímero, lleno de banalidades, y de espejismos deslumbrantes que destruye a pasos extraordinarios el fu-turo de toda la especie.

El capitalismo voraz ha desarrollado una impresio-nante tecnología para obtener más recursos naturales para su transformación en bienes superfluos, en el menor tiem-po posible, con una tasa de destrucción del medio natural nunca antes vista. Este mezquino desarrollo, a todas vistas unilateral y desmedido, nos lleva a la llamada desertifica-ción1 mundial sin forma de recuperar la vida.

A escalas menores este deterioro del ambiente natu-ral se refleja en los ecosistemas artificiales; menores, pero no por eso menos dañinos. La ecología urbana nace como un instrumento para mejorar las condiciones tan precarias con las cuales se desarrolló la vida en un sistema artificial como son las ciudades, aunado a esto la corrupción por omisión o por comisión que hace de las suyas en todas las ciudades de nuestro país.

Existen, para mal, muchos ejemplos en diferentes ciu-dades con desastres de todo tipo, que cuestan vidas igual-mente de tipo verde, animal y humana. Sin planificación, antidemocráticas, que se desarrollan a la “buena de Dios” y en donde la corrupción hace su imperio con ganancia de partidos, además de políticas equivocadas.

En resumen, podríamos decir que en la actualidad ya no es tanto el miedo a la bomba atómica, como en los 60 o 70, sino a un desastre ecológico de magnitudes insospe-chadas que se reflejara, por un lado, en grandes hambrunas y sequias; y por otro, en tormentas con gran cantidad de agua que azota a los pueblos asentados al norte del Ecua-dor con un poder inmenso de destrucción. La gran desgra-cia será en los países pobres sin recursos ni organización para rehacer lo perdido.

Perú, un país pobre, está pagando ya los efectos del lla-mado cambio climático con la irremediable desaparición de sus glaciares, que está perdiendo con la subida de la temperatura global.

Sin embargo, el hemisferio norte no está exento de este cambio pues sus inviernos serán más intensos y con el poder de provocar la pérdida total de vida.

Todas estas reacciones de la naturaleza han generado una pregunta central: ¿qué es lo que debemos hacer para tratar de revertir o por lo menos intentar detener esta ola de procesos que amenazan la vida de las sociedades y sus ciudades? Pues planificar el desarrollo con base en la idea de ser sustentables, lo cual implica una nueva cultura de respeto a la naturaleza. Deberíamos entender que necesi-tamos desde ahora inculcar a los pequeños, en la escuela y en la casa, y a toda la sociedad, este concepto de sustenta-bilidad. Solamente con educación podremos minimizar en un futuro el desastre ecológico y llevando adelante políti-cas correctas y democráticas de planificación. Las palabras democracia y sustentabilidad son similares pues sus prin-cipios son los mismos: participación ciudadana, igualdad y equidad.

Debe quedar clara la disyuntiva: planificamos el desa-rrollo con base en la sustentabilidad o estamos condenan-do a las futuras generaciones a una muerte segura.

Mencionaré un ejemplo muy sencillo que muestra la ineptitud de los que se dedican supuestamente a mejorar la salud ambiental de la ciudad de Puebla. Mientras Mé-xico es uno de los países más ricos en especies de árboles

en el mundo, la ciudad de Puebla es una de las que menos cumple lo que señala la ONU, en relación al número de habitantes con respecto a las aéreas verdes. Nuestra ciudad es conocida como una urbe gris, pues no existen prácti-camente áreas verdes importantes, ni árboles suficientes. Sabedores de que los árboles crean un microclima que po-drían hacer bajar la temperatura general de la ciudad, ha-ciendo verdaderos oasis para que las personas pudieran re-fugiarse de los calores que cada vez más van en aumento. Las autoridades de los diferentes niveles de gobierno no mueven un dedo. Sabedores además que los árboles son un excelente medio capturador de CO2 que, en combinación con el programa de verificación vehicular, podrían efec-tivamente bajar los índices de CO2 dentro de la ciudad, pero que no hacen nada, o casi nada. La visión que tie-nen las autoridades en la materia podríamos ejemplificar-la en ¿cuánto sacan por la verificación cada año?, y de ahí preguntarnos: ¿cuánto o cuáles son los recursos destinados para mejorar el medio ambiente?

Hay dos acciones que me parecen monstruosas que su-puestamente pretenden el desarrollo de un ambiente sano: 1) En esta ciudad casi todos los árboles son los mismos. Han uniformizado a la ciudad con un árbol llamado Ficus. En alguna ocasión cuando pregunté en Parques y Jardines del Ayuntamiento por qué solo sembraban este árbol, me res-pondieron “es que a la esposa del gobernador le gustan mu-cho”. Vino el cambió de la autoridad estatal (y de esposa), pero la costumbre quedó, siguen sembrando el mismo tipo de árbol. 2) La poda que realizan cada año a todos los árbo-les de la ciudad, provoca que su capacidad de capturadores de CO2 se pierda completamente; el secreto está en la ganancia producto del corte y la madera resultante de la poda.

¿Qué recomiendan hacer los que saben? Primero, en-tre más especies existan en las ciudades, es mejor por la capacidad que tiene cada especie para absorber el CO2 y crear un verdadero micro clima, atenuando las temperatu-ras dentro de las ciudades. Segundo, dejarlos que crezcan y que tengan muchas ramas grandes; entre más follaje, más capacidad tendrán de crear el microclima y más capacidad de recoger el CO2 que los vehículos dejan escapar de su combustión.

Pero, si las personas encargadas de impulsar los Pro-gramas de sustentabilidad, no están dispuestas a trabajar en beneficio de la comunidad, aunque sus programas hablen del tema, o si tienen pensamientos contrarios, difícilmente habrá sustentabilidad y todo quedará en una farsa.

Como el desastre ecológico es de largo plazo no ve-mos sus consecuencias de inmediato. Económicamente también estamos fastidiando al futuro pues es más caro remediar que prevenir. Hay que tomar medidas que frenen ya y que no afecten a los ecosistemas. Después, el ecosis-tema no podrá por sí mismo recuperarse de los daños su-fridos. El mundo necesita de los medios naturales que son los que nos proporcionan los elementos indispensables para conservar la vida. 1 La desertificación de la tierra se entiende como la degradación de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas derivadas de los efectos y negativos del clima y de las actividades humanas.

*El autor, Médico Veterinario Zootecnista por la BUAP, con Maestría en Biología por la UNAM, realizó sus estu-dios doctorales en Ganadería Ecológica en la Universidad de Córdoba, España.

Juan Lozada León*

Va una pequeña contribución al conocimiento del saber ciudadano relativo a palabras como ecología, ambiente, sustentabilidad y desertificación, sus causas y efectos, y sufrimientos que nosotros como individuos

padecemos, las medidas que se toman para remediar la crisis en esta materia.

2

La comprensión de las transformaciones que actualmente se están produciendo en el cam-po de la educación superior, implica partir de una definición de educación superior acorde

con el entorno de los últimos años de la post- post modernidad o de los tiempos nublados de derechiza-ción de las políticas públicas en materia de educación sin aparente alternativa. La naturaleza cambiante de la educación superior en occidente, donde los posibles escenarios nuevos llegan precisamente del viejo conti-nente o del Japón, hacen que un libro (Reformas de los Modelos de Educación Superior en Europa, Japón y Amé-rica Latina: análisis comparados; 2006), como el del Dr. Ulrich Teichler, uno de los más reconocidos expertos europeos en esta área, se vuelva referencia obligada.

El libro es el segundo de una serie sobre Educación Superior, Educación Comparada y Trabajo que desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires de Argentina y la Universidad de Kassel de Alemania, se ha convenido en realizar. Las temáti-cas abordadas van describiendo y analizando las trans-formaciones que los procesos de internacionalización y globalización están generando en los ámbitos de la educación superior en Europa, Japón y América Latina.

La naturaleza cambiante de la educación superior en Europa y todo occidente, los roles cambiantes del ámbito universitario y no universitario de donde los “indignados” y las agrupaciones chilenas son sólo un ejemplo; obligan a repensar esta era de reformas de la educación superior contemporánea, desde una pers-

pectiva comparada y prospectiva, y a encontrarnos respuestas diferentes ante la misma problemática.

La expansión y diversificación del sistema se en-trecruza con el debate sobre la necesidad de conver-gencia entre los diversos países europeos que promul-ga el proceso de Bolonia y se busca aplicar con pro-gramas como el ERASMUS. A su vez la creciente importancia que, desde el discurso, se le otorga a la in-vestigación, busca abrirse paso entre los cada vez más frecuentes procesos de gerenciamiento administrati-vos, evaluación y relevancia de los resultados concretos para ser aplicados en la sociedad del conocimiento. La cooperación, movilidad y fomento de una “dimensión europea de educación superior”, el famoso y ya emble-mático llamado de “Bolonia”, a un sistema de conver-gencia intra-europeo selecto en un mundo globaliza-do, el futuro de la educación superior en Europa.

En medio de ello se rediscute el concepto de ex-celencia, los problemas y oportunidades de la gene-ralización de los estudios de posgrado y la necesidad de profundizar los estudios e investigaciones sobre la educación superior. En todos los casos las temáticas se abordan desde una perspectiva comparada, contras-tando los procesos que se van dando tanto en diversos países europeos como en los Estados Unidos y Japón. El artículo de la investigadora invitada analiza como estos procesos también lían afectando a las universida-des de América Latina, lo cual se reflejó en la oleada de reformas de la década del noventa en casi todo el continente. La preocupación central es brindar abor-

dajes metodológicos que permitan disponer de una discusión básica en el contexto de aplicación u origen de estos trabajos y, a la vez, en el contexto comparado de aquellos lectores de habla hispana.

Detrás de esta reflexión está sin duda un principio fundamental: la UNIVERSIDAD Y EL APREN-DIZAJE DE POR VIDA implican no olvidar que la educación superior, en cualquier latitud debe con-templar las históricas responsabilidades sociales de las universidades. Conceptos tales como excelencia, inter-nacionalización, globalización no pueden estar supe-ditados a los cambiantes intereses corporativos. El es-cenario actual de la investigación en las UNIVERSI-DADES LATINOAMERICANAS cuya pretendida modernidad enfrenta una novedosa conquista neo-co-lonial: la norteamericanización de las reformas. Se im-pone por lo tanto la definición de una nueva identidad universitaria, ciudadana y democracia valores negados en la idea de universidad corporativa. La idea de “co-munidad académica” debe revalorarse en contra del creciente individualismo profesoral, tendencia por de-más preocupante y anti científica.

La propuesta es muy simple, recrear el destino y la misión de la Universidad como tal, teniendo en cuenta el interés humano, y no el corporativo.

*El autor es Doctor en Historia por la Universidad París I, Phantèon- Sorbonne; actualmente se desem-peña como investigador en el Programa Universitario de Estudios Comparados de la BUAP.

Uno de los mayores éxitos que reivindica la CIA en su sangrienta historia, ha sido la causa de la más grande tragedia de Guatemala: el golpe

de Estado que derrocó al presidente Gustavo Árbenz Guzmán en junio de 1954. En tanto, el entonces se-cretario de Estado norteamericano John Foster Du-lles declaraba “Ahora el futuro de Guatemala está a disposición del propio pueblo guatemalteco”, en dicho país se inauguraba una era de terror que se prolongó durante las cuatro décadas siguientes con un saldo, se-gún el Informe oficial de la Comisión para el Escla-recimiento Histórico de más de 160 mil ejecuciones, 40 mil desapariciones forzosas de personas y 250 mil huérfanos.

Árbenz fue convertido en “comunista” por la CIA y el Departamento de Estado a raíz de que para llevar adelante la reforma agraria que tenía proyectada, en

agosto de 1953 expropió las extensas tierras de la Uni-ted Fruit Company, empresa de la que era integrante de su junta directiva Allen Dulles, director de la CIA y hermano del secretario de Estado.

El hombre clave de la CIA fue David Atlee Phi-llips, especialista en guerra psicológica, o sea, en un conjunto de técnicas y trucos que buscan desorientar, confundir y atemorizar a un enemigo a fin de deses-tabilizarlo y paralizar cualquier acción coherente que pudiera desarrollar. A partir de finales de 1953, cuan-do se tomó la decisión secreta de derrocar al gobier-no de Guatemala (nombre código: PBSUCCESS), Phillips desarrolló una intensa y sostenida campaña de rumores y falsas informaciones para desacreditar a Árbenz, sembrar dudas y desconfianzas sobre su con-ducta y sus intenciones y, finalmente, fracturar su go-bierno, específicamente la jefatura del Ejército. Tal empresa se hizo crucial puesto que, a pesar del acti-vismo antigubernamental de John E. Peurifoy, emba-jador de EU, los norteamericanos no tenían asideros firmes en Guatemala.

En una de las instrucciones confidenciales que giró (13 de junio de 1954), indicaba: “Rumores, combinan-do hechos reales y ficticios, que deben hacerse circular, podrían incluir lo siguiente…un grupo de comisarios soviéticos, funcionarios y consejeros políticos, dirigi-dos por un miembro del Politburó soviético han ate-rrizado…Todos los jóvenes de 16 años de edad, inclu-yendo a los hombres y mujeres, serán llamados para hacer un año de servicio obligatorio en campos espe-ciales, especialmente para adoctrinamiento político y para contrarrestar la influencia de la familia y de igle-sia en los jóvenes…Está a punto de introducirse un racionamiento de comida…Se está preparando una

reforma educativa. Ya no habrá más instrucción reli-giosa patrocinada por el Estado, sino al contrario, lec-ciones de ateísmo al estilo soviético” Y un papel muy importante para crear los falsos escenarios que pre-tendía Phillips corrió a cargo de la estación comercial de radio La Voz de la Liberación que desde Honduras transmitía música y narraba ficticios sucesos que pro-vocaban intranquilidad y zozobra entre la población, como rebeliones militares que nunca existieron, fal-sas deserciones en el ejército, la supuesta aparición de soldados y asesores soviéticos, el envenenamiento de presas y ríos, el descubrimiento de planes para “lavar el cerebro” a los niños.

En tales condiciones, el pequeño grupo de mer-cenarios encabezados por Carlos Castillo Armas ini-ció desde Honduras un movimiento armado que los norteamericanos presentaron como una insurrección espontánea pero que no logró ningún levantamiento popular. Sin embargo, alguno de los aviones facilitados por EU a los rebeldes alcanzó a derribar las antenas de las estaciones de radio guatemaltecas con lo que re-pentinamente La Voz de la Liberación se convirtió en la única fuente de información al alcance de la pobla-ción. Y desde ahí inventaron insurrecciones masivas contra el gobierno de Árbenz, apoyos generalizados a los rebeldes, conmociones nacionales, etc.

Los trucos mediáticos dieron resultado. Árbenz ti-tubeó en aquellos decisivos días y los jefes de su ejér-cito le pidieron que renunciara; lo hizo el 27 de junio de 1954.

David Atlee Phillips fue condecorado con la Me-dalla de Inteligencia Distinguida, uno de los más altos honores de la CIA. Guatemala, en tanto, inicio el largo y penoso peregrinar del que aún no acaba de librase.

3

Aldo Ríos Martínez*

Los avances científicos en sus múltiples áreas, nos han permitido tener información cada vez más descriptiva sobre

el medio que nos rodea, tanto natural como artificial.

De este modo, nos resulta más sencillo estar conscientes de los efectos de sus componen-tes sobre ambientes naturales y nuestra salud,

ya sean beneficiosos o perjudiciales. Por lo anterior, no resulta sorprendente el surgimiento de diversas co-rrientes medioambientales que pueden ir tanto a favor como en contra de diversas costumbres, alimentos o productos químicos que empleamos cada día. Dichas corrientes pueden surgir tanto a raíz de fundamentos científicos comprobados, como de meras sospechas alarmistas, sin embargo, no dejan de ser de suma im-portancia para su difusión al público en general. No debemos olvidar que la historia ha probado varias ve-ces que existen razones para preocuparnos.

Un ejemplo de lo anterior es la serie de movimien-tos sociales que han surgido en contra del uso de los productos alimenticios transgénicos (organismos ge-néticamente modificados cuyas ventajas van desde la resistencia a temperaturas extremas como el aumento de sus valores nutrimentales). Inicialmente se pensa-ba que al otorgarle una mayor resistencia a los culti-vos agrícolas y al ofrecer una producción de alimentos de mayor calidad nutrimental, los organismos genéti-camente modificados (ogm) podían traer únicamente beneficios. Sin embargo, si bien es cierto que no se co-noce de manera certera ningún efecto negativo de los ogm sobre la salud, se sabe que al ser organismos ar-tificiales y adaptativamente más exitosos que aquellos naturales, pueden a través de la competencia desplazar a las poblaciones de estos últimos hacia la extinción, causando desbalances ecológicos de todo tipo.

Otro ejemplo de fenómenos socioambientales de este tipo fue el que se desencadenó por el uso del ddt (Dicloro Difenil Tricloroetano). El ddt es un com-puesto que originalmente, debido a su alta efectividad como insecticida, fue utilizado desde los años 50 como plaguicida en las prácticas agrícolas, así como para combatir vectores de importancia médica (como en el caso de la malaria y los piojos). Con la publicación de estudios posteriores acerca de los efectos del ddt so-bre la salud humana se le atribuyó a dicho compuesto químico un carácter carcinogénico (una alta capacidad para provocar mutaciones cancerígenas) y embriotóxi-co (ocasionando daños genéticos durante el desarro-llo embrionario). Los niveles de ddt en la sangre de la población estadounidense llegaron a ser alarmante-mente altos. En 1970 se publicó en el New York Times una nota en la que se comunicó que incluso la leche materna no era adecuada para consumo humano de-bido a los altos niveles de ddt en la sangre de la po-blación. Esta publicación provocó por primera vez una preocupación pública global por el uso de este quími-co, a tal grado que la presión provocó su estricta pro-hibición en las prácticas agrícolas y posteriormente su prohibición total en cualquiera de sus usos.

Actualmente, una gama de productos de todo tipo ocasionan que nos enfrentemos a problemas que nos recuerdan al ddt. Tal es el caso de la exposición a los ftalatos.

Los ftalatos (pronunciado talatos, derivado de áci-do ftálico), también conocidos como ésteres de ftalato, son un grupo de compuestos químicos utilizados en la producción de plásticos, principalmente PVC. Estos compuestos permiten que las moléculas de polivinilo se deslicen unas sobre otras, incrementando así la fle-xibilidad de dichos plásticos. Los ftalatos se comenza-ron a utilizar desde la década de 1920 y su uso se ha incrementado desde entonces. Este grupo de químicos incluye alrededor de 25 compuestos los cuales se ha descubierto que mediante una disrupción hormonal,

provocan efectos nocivos sumamente importantes, so-bre todo el sistema reproductor. Dichos efectos inclu-yen afecciones como la reducción del tamaño del pene durante la infancia, un descenso incompleto de los tes-tículos al escroto y la enfermedad conocida como hi-pospadia (la cual provoca que el agujero uretral no se encuentre en la punta de pene, sino en algún lugar más cercano a los testículos). También se sabe que los ftala-tos causan en adultos una disminución en la cantidad de espermatozoides e incluso cáncer testicular. En el caso del sistema reproductor femenino, aunque sue-len provocar un menor número de afecciones, pueden ocasionar fenómenos como pubertad precoz y partos prematuros.

Ante la alarma del efecto de estas sustancias en nuestro organismo, surge una preocupación sobre su presencia en nuestro ambiente cotidiano, deseando evitar el contacto con estos y aunque ello es posible en cierto nivel, actualmente los ftalatos son casi impo-sibles de evitar por completo: pueden ser encontrados en gran cantidad de plásticos suaves como las gomas para borrar, los juguetes de hule, la plastilina, las pin-turas y envolturas plásticas de comida (debido a que le otorgan un carácter flexible a los materiales). Asimis-mo, muchos productos de cuidado personal como lo-ciones, jabones líquidos, maquillaje y cremas también contienen altas concentraciones de ftalatos (que se usan para favorecen la penetración cutánea). De este modo las principales vías de entrada de los ftalatos al organismo son mediante ingestión y contacto con las mucosas y la piel.

Una característica química de los ftalatos es que se desprenden fácilmente de los materiales plásticos ya que sus moléculas no presentan enlaces covalentes con las del plástico. De modo similar nos enfrentamos a que en la medida que más envejecen dichos materiales, se acelera el desprendimiento de ftalatos. A pesar de lo anterior, la misma naturaleza química de los ftalatos les otorga una característica que se vuelve ventajosa para nosotros cuando analizamos sus efectos en la sa-lud: son eliminados del organismo rápidamente a tra-vés de la orina. Por lo anterior podríamos imaginar de primera instancia que evitar casi totalmente el contac-to con los productos que contienen ftalatos sería sufi-ciente para que los niveles de estos compuestos en la sangre de un individuo disminuyan de manera rápida. Pero el hecho de que el organismo deseche rápido los ftalatos no significa que sus niveles en el organismo se mantengan bajos. Nuestro contacto diario con los fta-latos es tan común que sus niveles en la sangre actúan como una constante en los individuos.

Sin mencionar lo difícil que resulta evitar el con-tacto con productos de uso diario que contengan ftala-tos (debido a su popularidad), de lograrse, no bastaría para disminuir por completo los niveles de los mis-mos. Aunque no se tenga contacto directo con pro-ductos con ftalatos, éstos se encuentran tan presen-tes en el ambiente que comúnmente también están en forma de vapor y sobre partículas de polvo, viajando a través del aire que respiramos y llegando a los alimen-tos que consumimos diariamente.

A pesar de que la cantidad de ftalatos presentes en el organismo varía de individuo a individuo, se reco-noce que los infantes se encuentran más expuestos a estos compuestos químicos que los individuos de eda-des más avanzadas debido a que los juguetes de los ni-ños, por ser suaves, contienen ftalatos a tal grado que pueden llegar a constituir hasta 50% de su peso, ade-más de que comúnmente son llevados a la boca. Tam-bién se sabe que los niños pequeños carecen de ciertos

mecanismos de desintoxicación que tienen los indivi-duos de edades más avanzadas.

El problema con la fabricación de ftalatos (aproxi-madamente 400 mil toneladas cada año), es que las in-dustrias productoras se resisten a sustituir estos com-puestos por otros, ya que prefieren mantener bajos los costos de elaboración. La legislación referente a la fa-bricación de estos materiales se da a una escala local y mientras que en algunos lugares pueden estar vetados para ciertos usos, en otros muchos no.

En el caso de la Unión Europea, en 1999 se pro-hibió la producción y distribución de productos con algunos ftalatos, e incluso para los casos de algunos otros se restringió a un componente de menos de 0.1% por producto. En el 2009, se prohibió en los Estados Unidos la producción y distribución de productos de uso infantil con más de 0.1% de ftalatos y en el 2010 se prohibió la venta y distribución de productos con más de 1% de ftalatos en Australia. En América Lati-na no existe aún ningún país donde se prohíba la uti-lización de ftalatos en juguetes.

La razón principal del surgimiento de las legisla-ciones en contra del uso indiscriminado de ftalatos en los países con este tipo de regulaciones, fue resultado de una preocupación pública por el exceso de ftalatos en el ambiente. Dicha inquietud originó una presión del público hacia los legisladores, como en el caso par-ticular del estado de California en donde The Breast Cancer Fund junto con algunos otros aliados lograron que se estableciera una regulación efectiva sobre la co-mercialización de estos productos.

En el caso particular de México aún no se observa una preocupación pública ni política en torno a la ex-posición a productos que contienen ftalatos, así como sus efectos en la salud. Por ello resulta importante la difusión de información a la población mexicana, ha-ciendo hincapié en la importancia de tratar de dismi-nuir el contacto de los infantes, que son los más vulne-rables, con estos compuestos químicos.

* Escuela de Biología de la Universidad Simón Bolívar.

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“Un ser humano... se siente a sí mismo como algo separado del resto; esto es una ilusión. Esta ilusión es como una prisión, nos limita a nuestros deseos personales y a tener afecto porunas pocas personas cercanas. Es necesario liberarnos de esta prisión, ensanchando el círculo de nuestra compasión para incluir a todo lo viviente y a la naturaleza entera.”

Recientemente se ha intensificado el debate en torno a la sustentabilidad de las actividades económicas debido al inminente sobreca-lentamiento global y a la disminución de la

disponibilidad de los recursos naturales. Al parecer el modelo económico imperante ha ignorado este análisis a pesar de estar presente en trabajos no tan recientes.

Ante la necesidad de una metodología capaz de me-dir la sostenibilidad surgió el concepto de Huella Eco-lógica (HE), definida por sus creadores William Rees y Mathis Wackernagel (1996) como: “El área de terri-torio ecológicamente productivo (cultivos, pastos, bos-ques o ecosistema acuático) necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos produ-cidos por una población definida con un nivel de vida específico indefinidamente, donde sea que se encuentre esta área.” El tamaño de dicha población puede ir desde un solo individuo, hasta países y regiones enteras.

La HE se resume a partir de dicha metodología en un indicador único comparable en tiempo y espacio. Su cálculo se deriva de medir la necesidad de hectáreas per capita para los siguientes componentes:

• Consumo de productos forestales• Consumo de alimentos agrícolas, ganaderos o

pesqueros.• Consumo en construcción• Consumo energético directo

Para calcular el indicador de cada consumo, se su-man a la producción interna (Qi) las importaciones (Mi) y se le restan las exportaciones (Xi), este nume-rador se divide entre el rendimiento promedio de la tierra (Yi) y la población a estudiar. La suma de cada consumo nos da como resultado la HE1.

Una vez obtenida la HE, que representa las de-mandas humanas de naturaleza, puede compararse con la capacidad biológica, es decir la capacidad ecoló-gica de un territorio para mantener un nivel de consu-mo sin tener un impacto negativo, visto como la super-ficie productiva. Cuando la HE excede los suministros ecológicos se considera que existe una sobrecarga.

Derivado de esto tenemos que la Huella Ecológica de un ciudadano promedio del mundo es de 2.6 Ha, mientras que a cada habitante del planeta le corres-pondería 0.56 hectáreas de tierra agrícola, 0.26 de pas-tos, 0.7 de bosque, 0.06 de terreno construido y 0.18 de mar productivo, lo que suma un total de 1.8 hectá-reas por habitante; estamos sobrepasando la capacidad ecológica en un 44 por ciento. Consumimos más de lo que nuestro entorno es capaz de darnos, cuestión que genera insustentabilidad. En términos de tiempo esta-ríamos hablando que los seres humanos consumimos en un año lo que a la tierra le lleva 17 meses renovar.

Comparando los requerimientos de las distintas sociedades con su dotación correspondiente de tierra biológicamente productiva, se concluye que los ciuda-danos de los países desarrollados tienen una HE que supera su dotación, por lo que es a través del comercio con el mundo subdesarrollado como salvan este di-ferencial. En el ámbito agregado, la HE de la huma-nidad como un todo supera las disponibilidades del planeta.

Los EEUU es uno de los países con mayor HE de 9 ha/hab., mientras su capacidad ecológica es de 4.4 ha/hab. lo que le da una deuda ecológica de 4.6; tan solo la HE de toda la población del estado de Texas es mayor a la del África Subsahariana. Por otro lado Congo con una biocapacidad de 13.2 ha/hab. tiene una HE de apenas 1 ha/hab., que lo convierte en el país con una mejor balanza ecológica.

En el caso de México, la HE es de 3.2 ha/hab. lo que nos coloca en segundo lugar en Centroaméri-ca solo detrás de Paraguay, 3.4 ha/hab; sin embargo, mientras el primero tiene una capacidad de carga de 1.7, la del segundo es de 10.8 ha/hab., resultando una balanza de 7.4 y -1.6 respectivamente.

BibliografíaAzqueta, D. (2002) Introducción a la economía ambiental, McGraw-Hill, Madrid Redifining Progress (sf ) La Huella Ecológica: sustentabilidad del concepto a hechos concretos en http://tsocial.ulagos.cl/apuntes/doc_2_hue-lla_ecologica.pdf revisado por última vez el 14/08/2011Global Footprint Network (2009) The Ecological Footprint Atlas en www.footprintnetwork.org/atlas revisado por última vez el 14/08/2011

* Facultad de Economía de la buap, área de Investigación de Capitalismo Contemporáneo.

Anexo 3. Huella Ecológica, Capacidad Ecológica y Balanza Ecológica Mundial, según nivel de ingresos y por región continental, 2009

como   una   mayor   conciencia   sobre   el   manejo   de   aquellos   que   nos   han   dejado   de  representar  alguna  utilidad.  

Por   último,   los   invito   a   realizar   el   cuestionario   de   la   Huella   Ecológica   en   el   que  podemos  observar  la  cantidad  de  Tierras  que  serían  necesarias  para  satisfacer  el  consumo  de   los  habitantes  del  planeta,  si   todos  presentaran  el  mismo  consumo  que  nosotros.  Sin  duda   se   llevarán   una   gran   sorpresa.   Si   consumieran   como   yo,   se   necesitarían   casi   tres  planetas;  sin  duda  es  mucha  la  tarea  por  hacer.  

http://www.myfootprint.org/es/  

Anexo  1.  Países  con  mayor  y  menor  Huella  Ecológica  

    Huella  Ecológica   Capacidad  Ecológica       (Hectáreas  per  cápita)  

Balanza  Ecológica  

United  Arab  Emirates   10.3   1.4   -­‐8.9  Qatar   9.7   3.9   -­‐5.8  United  States  of  America   9.0   4.4   -­‐4.6  Ireland   8.2   4.3   -­‐3.9  Kuwait   7.9   0.5   -­‐7.4  New  Zealand   7.6   12.0   4.5  Denmark   7.2   5.2   -­‐2.0  Estonia   6.4   9.0   2.6  United  Kingdom   6.1   1.6   -­‐4.5  

10  m

ás  alto

s  

Canada   5.8   17.1   11.3     Mexico   3.2   1.7   -­‐1.6  

Sri  Lanka   0.9   0.4   -­‐0.6  Djibouti   0.9   0.8   -­‐0.1  Cambodia   0.9   0.9   0.0  Tajikistan   0.9   0.5   -­‐0.4  India   0.8   0.4   -­‐0.4  Eritrea   0.8   1.7   1.0  Sierra  Leone   0.8   1.0   0.2  Pakistan   0.7   0.4   -­‐0.4  Congo,  Democratic  Republic  of   0.7   2.7   1.9  

10  m

ás  bajos  

Haiti   0.5   0.2   -­‐0.2  Fuente: Global Footprint Network, 2009.

 

 

Anexo  2.  Países  con  mayor  déficit  y  mayor  superávit  ecológico  

    Huella  Ecológica   Capacidad  Ecológica       (Hectáreas  per  cápita)  

Balanza  Ecológica  

United  Arab  Emirates   10.3   1.4   -­‐8.9  Kuwait   7.9   0.5   -­‐7.4  Qatar   9.7   3.9   -­‐5.8  Israel   5.4   0.3   -­‐5.1  Belgium   5.7   1.1   -­‐4.6  United  States  of  America   9.0   4.4   -­‐4.6  United  Kingdom   6.1   1.6   -­‐4.5  10

 mayor  déficit  

Singapore   4.5   0.0   -­‐4.5  

Greece   5.8   1.4   -­‐4.4    Switzerland   5.6   1.3   -­‐4.3  

  Mexico   3.2   1.7   -­‐1.6  Bolivia   2.4   19.3   16.9  Congo   1.0   13.2   12.2  Canada   5.8   17.1   11.3  Finland   5.5   13.0   7.5  Paraguay   3.4   10.8   7.4  Central  African  Republic   1.4   8.4   7.0  Namibia   3.0   8.7   5.7  New  Zealand   7.6   12.0   4.5  Argentina   3.0   7.1   4.1  

10  m

ayor  sup

erávit  

Mauritania   3.1   6.3   3.2  Fuente: Global Footprint Network, 2009.

Anexo  3.  Huella  Ecológica,  Capacidad  Ecológica  y  Balanza  Ecológica  Mundial,  según  nivel  de  ingresos  y  por  región  continental,  2006  

Huella

Ecológica Capacidad Ecológica

(Hectáreras per cápita)

Balanza Ecológica

Mundo 2.6 1.8 -0.8 Países de Renta Alta 6.1 3.3 -2.7 Países de Renta Media 1.8 1.7 -0.1 Países de Renta Baja 1.0 1.0 0.0 África 1.4 1.5 0.1 Asia 1.5 0.7 -0.8 Latin America and the Caribbean 2.4 5.4 3.0 Canadá and USA 8.7 5.7 -3.0 Oceanía 5.8 12.8 7.0 Fuente: Global Footprint Network, 2009.

Bibliografía  

Azqueta,  D.  (2002)  Introducción  a  la  economía  ambiental,  McGraw-­‐Hill,  Madrid    Redifining  Progress  (sf)  La  Huella  Ecológica:  sustentabilidad  del  concepto  a  hechos  concretos  en  http://tsocial.ulagos.cl/apuntes/doc_2_huella_ecologica.pdf  revisado  por  última  vez  el  14/08/2011  Global  Footprint  Network  (2009)  The  Ecological  Footprint  Atlas  en  www.footprintnetwork.org/atlas  revisado  por  última  vez  el  14/08/2011  *Facultad de Economía de la BUAP; área de Investigación de Capitalismo Contemporáneo.

Anexo 1. Países con mayor y menor Huella Ecológica

como   una   mayor   conciencia   sobre   el   manejo   de   aquellos   que   nos   han   dejado   de  representar  alguna  utilidad.  

Por   último,   los   invito   a   realizar   el   cuestionario   de   la   Huella   Ecológica   en   el   que  podemos  observar  la  cantidad  de  Tierras  que  serían  necesarias  para  satisfacer  el  consumo  de   los  habitantes  del  planeta,  si   todos  presentaran  el  mismo  consumo  que  nosotros.  Sin  duda   se   llevarán   una   gran   sorpresa.   Si   consumieran   como   yo,   se   necesitarían   casi   tres  planetas;  sin  duda  es  mucha  la  tarea  por  hacer.  

http://www.myfootprint.org/es/  

Anexo  1.  Países  con  mayor  y  menor  Huella  Ecológica  

    Huella  Ecológica   Capacidad  Ecológica       (Hectáreas  per  cápita)  

Balanza  Ecológica  

United  Arab  Emirates   10.3   1.4   -­‐8.9  Qatar   9.7   3.9   -­‐5.8  United  States  of  America   9.0   4.4   -­‐4.6  Ireland   8.2   4.3   -­‐3.9  Kuwait   7.9   0.5   -­‐7.4  New  Zealand   7.6   12.0   4.5  Denmark   7.2   5.2   -­‐2.0  Estonia   6.4   9.0   2.6  United  Kingdom   6.1   1.6   -­‐4.5  

10  m

ás  alto

s  

Canada   5.8   17.1   11.3     Mexico   3.2   1.7   -­‐1.6  

Sri  Lanka   0.9   0.4   -­‐0.6  Djibouti   0.9   0.8   -­‐0.1  Cambodia   0.9   0.9   0.0  Tajikistan   0.9   0.5   -­‐0.4  India   0.8   0.4   -­‐0.4  Eritrea   0.8   1.7   1.0  Sierra  Leone   0.8   1.0   0.2  Pakistan   0.7   0.4   -­‐0.4  Congo,  Democratic  Republic  of   0.7   2.7   1.9  

10  m

ás  bajos  

Haiti   0.5   0.2   -­‐0.2  Fuente: Global Footprint Network, 2009.

 

 

Anexo  2.  Países  con  mayor  déficit  y  mayor  superávit  ecológico  

    Huella  Ecológica   Capacidad  Ecológica       (Hectáreas  per  cápita)  

Balanza  Ecológica  

United  Arab  Emirates   10.3   1.4   -­‐8.9  Kuwait   7.9   0.5   -­‐7.4  Qatar   9.7   3.9   -­‐5.8  Israel   5.4   0.3   -­‐5.1  Belgium   5.7   1.1   -­‐4.6  United  States  of  America   9.0   4.4   -­‐4.6  United  Kingdom   6.1   1.6   -­‐4.5  10

 mayor  déficit  

Singapore   4.5   0.0   -­‐4.5  Greece   5.8   1.4   -­‐4.4    Switzerland   5.6   1.3   -­‐4.3  

  Mexico   3.2   1.7   -­‐1.6  Bolivia   2.4   19.3   16.9  Congo   1.0   13.2   12.2  Canada   5.8   17.1   11.3  Finland   5.5   13.0   7.5  Paraguay   3.4   10.8   7.4  Central  African  Republic   1.4   8.4   7.0  Namibia   3.0   8.7   5.7  New  Zealand   7.6   12.0   4.5  Argentina   3.0   7.1   4.1  

10  m

ayor  sup

erávit  

Mauritania   3.1   6.3   3.2  Fuente: Global Footprint Network, 2009.

Anexo  3.  Huella  Ecológica,  Capacidad  Ecológica  y  Balanza  Ecológica  Mundial,  según  nivel  de  ingresos  y  por  región  continental,  2006  

Huella

Ecológica Capacidad Ecológica

(Hectáreras per cápita)

Balanza Ecológica

Mundo 2.6 1.8 -0.8 Países de Renta Alta 6.1 3.3 -2.7 Países de Renta Media 1.8 1.7 -0.1 Países de Renta Baja 1.0 1.0 0.0 África 1.4 1.5 0.1 Asia 1.5 0.7 -0.8 Latin America and the Caribbean 2.4 5.4 3.0 Canadá and USA 8.7 5.7 -3.0 Oceanía 5.8 12.8 7.0 Fuente: Global Footprint Network, 2009.

Bibliografía  

Azqueta,  D.  (2002)  Introducción  a  la  economía  ambiental,  McGraw-­‐Hill,  Madrid    Redifining  Progress  (sf)  La  Huella  Ecológica:  sustentabilidad  del  concepto  a  hechos  concretos  en  http://tsocial.ulagos.cl/apuntes/doc_2_huella_ecologica.pdf  revisado  por  última  vez  el  14/08/2011  Global  Footprint  Network  (2009)  The  Ecological  Footprint  Atlas  en  www.footprintnetwork.org/atlas  revisado  por  última  vez  el  14/08/2011  *Facultad de Economía de la BUAP; área de Investigación de Capitalismo Contemporáneo.

Anexo 2. Países con mayor déficit y mayor superávit ecológico

Existe un alto grado de consenso respecto al papel que juega la HE para elevar la conciencia social con relación a los límites medioambientales que impone la biosfera. Sin duda nos encontramos cerca de los lími-tes del crecimiento, siendo los países de renta alta los que disfrutan mediante el comercio con los países me-nos desarrollados, satisfaciendo las carencias que con sus propios recursos naturales no podrían mantener, “lo que introduce un elemento de injusticia y explota-ción en el sistema.” (Azqueta, 2002:204)

Está en cada uno de nosotros tomar acciones que permitan el consumo más eficiente y el mayor aprove-chamiento de los bienes de lo que a diario consumi-mos, así como una mayor conciencia sobre el manejo

de aquellos que nos han dejado de representar alguna utilidad.

Por último, los invito a realizar el cuestionario de la Huella Ecológica en el que podemos observar la can-tidad de Tierras que serían necesarias para satisfacer el consumo de los habitantes del planeta, si todos pre-sentaran el mismo consumo que nosotros. Sin duda se llevarán una gran sorpresa. Si consumieran como yo, se necesitarían casi tres planetas; sin duda es mucha la tarea por hacer.http://www.myfootprint.org/es/

1 HE=∑ (Qi+Mi-Xi) Y*Pob

Albert Einstein

José Antonio Sánchez Navarro*

Fuente: Global Footprint Network, 2009.

5

ESCRÍBENOS •Paracualquieraclaración •Paraalgúncomentario •Parahaceralgunacontribución •Paraexternarunacrítica •Paraprotestarporalgo •Paraalgunamentada(peroleve) •Paradiscutirelfuturodelahumanidad •Paradudas(quenoseanexistenciales) •Parapreguntas(nocapciosas)

Nuestro correo electrónico es:[email protected]

Malverde (Relig.).- Santo patrono de los nar-cos mexicanos, quienes cada vez que realizan operaciones peligrosas acuden a su santuario, ubicado en el centro de Culiacán, Sinaloa.

Según la leyenda fue un forajido que —a semejanza de Chucho “el Roto”— acostum-braba obsequiar a los pobres el botín que ob-tenía. Después de perseguirlo durante varios años, finalmente el gobierno lo hizo colgar de un mezquite el 3 de mayo de 1909, en el sitio en el que se encuentra su capilla.

Poco tiempo después de su muerte sus pai-sanos comenzaron a atribuirle poderes mila-grosos. Su fama ha opacado a los santos tradi-cionales de la iglesia católica, quien ha desple-gado —en vano— todo tipo de esfuerzos para disminuir su popularidad.

En la actualidad Malverde ya no sólo es ve-nerado por los narcos, sino también por otros sectores sociales, debido al descrédito en que han caído los santos tradicionales, quienes —a diferencia de aquel— ya casi no realizan milagros, tan necesarios en esta época de cri-sis económica.

No son pocas las malas lenguas que asegu-ran que, ante el fracaso de su estrategia para combatir al narcotráfico, el presidente Felipe Calderón ha visitado (en secreto) su capilla, para rogarle que lo auxilie a salir avante… lo cual es muy difícil ya que, reiteramos, el Santo Malverde vela solamente por los intereses de sus principales devotos, los narcos.

Santo (a).- Adjetivo que designa a aquellas per-sonas que según la iglesia católica han soste-nido una relación directa con Dios, debido a la profundidad de su fe y devoción. Vgr. Santa Isabel, Santa Edwiges, etc.

Santo, el enmascarado de plata.- El santo más popular de México. Su nombre era Rodolfo Guzmán Huerta. Nació en Tulancingo, Hi-dalgo, en 1917, y murió en 1984, aunque eso de que “murió” es muy discutible, ya que su re-cuerdo sigue muy vivo en el alma de nuestros conciudadanos.

Es el único héroe mexicano que ha logrado derrotar a la mayoría de los “monstruos” de occidente, desde Drácula hasta Frankestein. Protagonizó 52 películas, en las que comba-tió todo tipo de criaturas estrambóticas: desde científicos locos, criminales despiadados, la-drones de obras maestras, hasta invasores ex-traterrestres.

En ciertos círculos de Europa, las pelícu-las del Santo fueron consideradas verdaderas

“joyas” de un supuesto “cine surrealista mexi-cano”, junto con las películas del célebre actor y director Juan Orol, empero pierden de vista que en nuestro país fueron tomadas muy en serio.

El Santo jamás perdió su máscara plateada en combate y se creó el mito de que nunca se quitaba su máscara (ni para bañarse).

Santa Muerte.- Más que una “santa” —en el sentido tradicional del término— la “Santa Muerte” es una figura religiosa que, si bien hunde sus raíces en el México prehispánico, cobra un gran relieve en las últimas décadas, entre no pocos sectores de la población mar-ginada, que aparte de vivir en el submundo de la llamada “economía informal”, no han reci-bido atención alguna por parte de la iglesia católica.

Al parecer —según algunos antropólo-gos— se trata de una manifestación religioso-cultural que hunde sus raíces en el capitalismo salvaje que impera actualmente en México, el cual, aparte de agudizar el empobrecimiento de la mayoría de la población, ha propiciado un gran vacío moral, religioso y cultural, que ya no pueden cubrir aquellas instituciones que otrora (como la iglesia católica) se encar-gaban de “administrar” la salud espiritual de los mexicanos.

Por razones que aún no logran comprender los investigadores sociales, el culto a la “Santa Muerte” se ha extendido a determinados nú-cleos sociales vinculados al narcotráfico y a la política. A este respecto, por ejemplo, se ase-gura que personajes como “la maestra” Elba Esther Gordillo se encuentran entre sus más fieles devotos.

Sea lo que sea, la “Santa Muerte” se ha con-vertido en un hecho religioso vinculado estre-chamente a nuestra identidad cultural.

No son pocas las malas lenguas que asegu-ran que la citada “maestra” Gordillo ha invita-do a su amigo Rafael Moreno Valle, goberna-dor de Puebla, a sumarse al culto de la “Santa Muerte”, para ver si así sale bien librado del error de haberse pronunciado a favor de Er-nesto Cordero (secretario de Hacienda) como candidato del PAN a la Presidencia, error que —sostienen no pocos politólogos— puede costarle muy caro, ya que su “destapado” no pinta para nada.

* El autor es investigador del Programa Univer-sitario de Estudios Comparados de la BUAP.

HORIZONTALES

1. Uno de los ecólogos moder-nos, ha sostenido que la eco-logía puede ser estudiada a varios niveles y escalas.

6. Desecho, es contaminante.11. Armario.12. (Eugene P.), ecologista esta-

dounidense, fue uno de los más importantes entre los contemporáneos.

13. Esta actividad en los bosques es altamente nociva a los eco-sistemas.

15. Alimento envuelto en tortilla.17. Variedad de calcedonia, dura

con bandas paralelas y con-céntricas.

20. Ciudad de Francia.21. Símbolos del julio y uranio.22. (Cadena), cadenas alimenta-

rias íntimamente relaciona-das por las que circulan ener-gía y materiales en un ecosis-tema.

23. Artículo determinado.24. Río de Suiza.25. Dúo.26. Divinidad egipcia.27. Forma de pronombre.28. Perro.30. Dos mil cien en números ro-

manos.33. Prefijo que denota separación.34. (Ernst), biólogo alemán, for-

muló la ley de biogenética fundamental.

37. Contracción gramatical.38. Coautor con Harper y Tow-

send de Essentials of ecology.40. Se contamina por aplicación

de pesticidas, filtraciones de rellenos sanitarios o de acu-mulación directa de produc-tos industriales.

42. Del verbo rolar (inv.).45. Símbolos del cesio y argón.46. (De ozono), también se le lla-

ma ozonosfera, absorbe hasta el 99 % de la radiación ultra-violeta.

48. Sus principales contaminan-tes son dióxido y monóxido de carbono, óxidos de nitró-geno y azufre.

50. Adquirir seso o cordura.51. (Calentamiento), se refiere al

fenómeno de aumento de la

temperatura de atmósfera te-rrestre y de los océanos.

VERTICALES

1. Separa al ganado formando hatajos.

2. Que tiene sus partes muy se-paradas.

3. (Hugo), historietista italiano, ilustrador del Sargento Kirk.

4. Energía cinética (inic.).5. A nivel.6. Taza redonda sin asa.7. Preposición que significa jun-

to.8. Relato en prosa que recoge

una máxima de la doctrina budista.

9. (Ibn Hafsum), notable mula-dí, encabezó desde 880 a gru-pos rebeldes de musulmanes y mozárabes.

10. Perseguir con empeño.14. (Contaminación del), se pre-

senta al introducir algún ma-terial que implique una al-teración en su relación a sus usos posteriores o sus servi-cios ambientales.

16. Parte más baja en el interior de un buque.

18. Asolan, destruyen.19. Nota musical (inv.).20. Personas que representan un

papel en una obra teatral o ci-nematográfica.

28. (De Vaca), conquistador es-pañol, naufragó en la expedi-ción a Florida de Pánfilo de Narváez.

29. Hermano de Caín (Biblia).31. Valija del correo francés.32. Se le conoce como triclo-

roacetaldehído, usado para preparar DDT.

34. Período de 60 minutos (pl.).35. Símbolo del calcio.36. Logro, beneficio, rendimien-

to.39. Placer, deleite.41. Dé besos (inv.).43. Emperador ruso.44. Secretaría de Agricultura y

Ganadería.47. Apócope de papá.49. Símbolo del yodo y abrevia-

tura de litro.

6

Carlos Escamilla Alvarado, estudiante de doctorado del Departamento de Biotecnología, resultó gana-dor en la Student Paper Competition, que otorga

Battelle, una de las organizaciones estadounidenses más grandes enfocadas a la investigación para solucionar pro-blemas urgentes del mundo.

¿En qué consiste este proyecto? En que los desechos de comida que a diario se generan en el hogar, en la es-cuela o en el trabajo se conviertan en energía para mover el automóvil, en electricidad para iluminar la casa o en gas para cocinar. Esta nueva producción de energía ayudaría a hacer de México un país autosustentable y menos depen-diente del petróleo.

Desde hace cuatro años, Escamilla trabaja en el desa-rrollo de una biorrefinería, única en su tipo, que producirá a la vez hidrógeno, metano y enzimas, utilizando basura orgánica, lo cual ha tenido ya importante éxito en pruebas de laboratorio.

Al año se producen 102 mil toneladas al día de basura en México, es decir, casi un kilogramo por habitante; de ésta, más de sesenta por ciento es desecho orgánico que, de transformarse en energía, podría generar grandes can-tidades de electricidad, gas natural y sustratos útiles para la industria.

Si toda la basura orgánica que a diario genera el Valle de México se transformara en energía, se podrían man-tener prendidos 900 mil focos ahorradores de 25 watts o mover más de 151 mil automóviles compactos por 10 ki-lómetros.

La idea de la biorrefinería es emular lo que sucede en una refinería, es decir, obtener diferentes productos de una misma materia, en este caso la basura, lo que traería dos beneficios: por un lado extraer lo más que se pueda del mismo residuo orgánico y por el otro eliminarlo al máxi-mo. Si al desecho se somete a un primer, segundo y tercer proceso, el residuo va siendo cada vez menor. Así que lo que es basura para unos, es tesoro para otros. Y debería de ser tesoro para todos.

El investigador Carlos Escamilla Alvarado, recono-cido científico del Departamento de Biotecnología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN, está desarrollando una técnica realmente interesante, que podría suponer el principio del fin de los problemas tan grandes que tenemos para hacer desaparecer la basura que producimos.

A pesar de que ya hemos oído la misma historia varias veces, parece que Escamilla podría estar de verdad ante una alternativa interesante, ya que su idea consiste en la biorrefinación de la basura a través de unos microorga-nismos que facilitan la desaparición del residuo, lo que sumado a un proceso químico, permite la producción de metano y, lo que es mejor, de hidrógeno, que podrá ser aprovechado por más de un sector de la industria. Y aun-que todavía falten potenciales inversores, lo más impor-tante para llevar adelante una investigación de estas ca-racterísticas es que desde los Estados Unidos ya se han fijado en la propuesta concediéndole, la organización Ba-ttelle el Student Paper, un premio que se otorga a proyec-tos comprometidos con la sociedad y las soluciones para importantes problemas a los que ha de hacer frente la hu-manidad.

*La autora es Maestra en Comunicación Estratégica por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP y asesora en economía social del Ayuntamiento de Puebla.

La Secretaría Internacional de la Carta de la Tierra (CTI) ofrece este mes de septiembre un seminario para presentar la Carta de la Tierra a nuevos participantes y voluntarios, o cualquier persona u organi-zación interesadas. Las sesiones se llevarán a cabo una vez a la semana, durarán una hora y media, y

terminarán con un foro de preguntas, respuestas y discusión.El seminario presentará el documento base; explicará sus orígenes; el proceso por medio del cual fue ela-

borado; su importancia en las políticas y la práctica del desarrollo sostenible internacional; y ofrecerá algunos ejemplos de su relevancia y su uso en esfuerzos de sostenibilidad y paz.  

También desarrollará el tema de la importancia del sistema de valores y el marco ético que la Carta de la Tierra ofrece para promover la justicia e involucrará a los participantes en un ejercicio informal.  Finalmente, el seminario ofrecerá sugerencias a los participantes que quieran involucrarse o aprender más acerca de la Carta de la Tierra. 

CTI espera que tanto los nuevos participantes como aquéllos que son veteranos atiendan las sesiones para aprender y compartir información y experiencias acerca de la Iniciativa de la Carta de la Tierra y se inspiren para tomar acción y hacer del mundo un lugar más justo, pacífico y sostenible. 

El horario de los seminarios es el siguiente:Setiembre 7 a las 15:00h GMT – En ingléshttp://earthcharter.wiziq.com/online-class/606529-introduction-to-the-earth-charterSetiembre 14 a las 18:00h GMT – En españolhttp://earthcharter.wiziq.com/online-class/606944-introduccion-a-la-carta-de-la-tierraSetiembre 21 a las 2:00h GMT – En ingléshttp://earthcharter.wiziq.com/online-class/606533-introduction-to-the-earth-charterSetiembre 26 a las 18:00h GMT – En ingléshttp://earthcharter.wiziq.com/online-class/606534-introduction-to-the-earth-charterTodas las horas están enlistadas en  la hora media de Greenwich.  Ustedes pueden convertir a su hora local

utilizando el siguiente convertidor: http://www.thetimezoneconverter.com/

Fuente: [email protected]

En San Luis Río Colorado, ciudad fronteriza con EU, ofrecen reducción de impuestos (200 pesos) si en lugar de abandonar perros en la

calle, los entregan a la perrera para luego ser pasados a mejor vida. ¿Es el mejor camino?http://www.care2.com/causes/mexican-town-offers-money-for-euthanizing-dogs.html

El martes 16 de agosto pasado, una ballena gris murió en el río Klamath al norte del estado de Cali-fornia, en los Estados Unidos. Hizo todo lo posible y lo logró, para que su pequeño hijo regresara al mar, pero ella permaneció en agua dulce hasta su muerte. ¿Por qué?http://www.care2.com/causes/gray-whale-dies-after-nearly-7-weeks-in-the-klamath-river-video.html

La industria de la pesca del atún es tan mal hecho-ta y descuidada, que por cada 9 toneladas de atunes que pescan, dañan o matan a una tonelada de otras especies como tiburones. ¿No podrían hacerlo de otra manera?http://www.greenpeace.org/usa/en/campaigns/oceans/seafood/tuna/

El pasado 24 de agosto tembló en Nueva Ingla-terra, EU, algo inusual en esa zona, y los animales del zoológico de Washington DC, lo supieron antes que los humanos sintieran preocupación y miedo. Se-gún algunos cuidadores del parque, los animales em-pezaron a presentar inusuales comportamientos casi 15 minutos antes de que éste iniciara y parece que los lemures fueron los primeros. ¿Será que podemos aprender algo de ellos?

Guadalupe Carmona Calva*

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Aparece cada quince díasDirector y editor: Enrique Condés Lara

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*No incluye sección de SocialesSe imprime en los talleres de El Errante, Editor. Priv. Emiliano Zapata 5947,

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Solución alReincigRama de eSte númeRo

Solución alReincigRama de eSte númeRo

Era uno de esos tediosos viernes por la tarde en que estábamos algunos de la flota (ban-da en estos tiempos), dándonos un cualquier recargados en la cortina esperando que al-

guien se presentara para invitarnos a un reventón o cuando menos nos diera un norte de donde era la fiesta para presentarnos como de costumbre (de go-rrones) y acabar con las botellas.

De repente el Estopa dijo: “ahí viene el pinche Hongo acedo; esto ya se chingó”.

Tenía razón. El Hongo es un compañero agradable de la flota. En sus cinco sentidos es tratable como una dama y te invita de su miscelánea que casi siempre esta bien surtida por el puro gusto de compartir y te-ner con quien platicar, sin embargo es conocido en la banda porque, como siempre, en la primera tanda de la brasa o trago, o ambos, es creativo, tiene varios proyec-tos en la mente y te involucra y te contrata en sus uto-pías; con la segunda tanda ya no te deja hablar y solo debes escuchar su voz y su música (Enanitos Verdes) y si te molestas, te empieza a desconocer, a despedirte del contrato utópico y a agredirte verbalmente; en la tercera tanda ya nadie lo aguanta (se pone pendejo) y todos lo dejan encabronadamente solitario.

Pero esa vez no fue así. Después de atizarle a la primera hoguera, el Bebys le preguntó: “oye Hongo, ¿cómo fue que caíste en cananea (Lecumberri)?”

Y no se si fue por la brasa o por la Sangre de Cris-to, o por ambos, pero adoptando una pose cuasi doc-toral empezó un relato que nos mató de risa, transfor-mando el momento.

“Se acercaba —dijo— el día del aniversario de la muerte del Che Guevara, y como ustedes saben yo pertenecía a la célula de un grupo de izquierda radical universitario en ese entonces. En una subversiva reu-nión decidimos que el día no podía pasar desaperci-bido, que teníamos que conmemorarlo con alguna ac-ción que llamara al menos la atención nacional; hubo varias propuestas: un asalto bancario, el secuestro de un político renombrado, un asalto tipo cuartel Monca-da etc. Sin embargo, un maestro de química de la pre-pa nos comunicó que había desarrollado en su taller una bomba en un frasco metálico de spray y propuso poner una bomba en la embajada de Bolivia en la ciu-dad de México, cosa que al ser considerada altamente revolucionaria, fue aceptada por unanimidad. Y en la reunión se acordó que Ramón (seudónimo del com-pañero en el clandestinaje) y yo fuéramos los encarga-dos de introducir el artefacto en la embajada.”

Todo esto nos lo contaba con una solemnidad tal que nos tenía a todos los presentes ahogados (caga-dos) de la risa.

—Y que pasó después, le preguntó el Bebys con ansias al Hongo que se daba un tiempo largo para dar-le un pulmonazo a la antorcha y un sorbo a su bebida antes de proseguir el relato.

“No pus llegó el día acordado —continuó— y des-pués de recibir el spray explosivo en el taller de quími-ca de la preparatoria y de recibir del inventor la ins-trucción de que lo conserváramos boca abajo, porque cuando lo pusiéramos de pie en quince minutos los componentes entrarían en reacción y estallaría, Ramón y su servilleta nos dirigimos a la embajada en nuestro proletario camión apretado de pasajeros (los camiones de la familia Burrón se quedaban chicos) con nuestra bomba, (afortunadamente no explotó porque hubiera sido una masacre). Nos bajamos como a dos calles de distancia y aquí su servidor fue primeramente a inspec-cionar el lugar donde colocar el explosivo.”

—Entré con el pretexto de pedir información para una beca para estudiar derecho en ese país (hágan-me el cabrón favor, ir a estudiar derecho en Bolivia ¿pa´que chingaos si aquí hay mejores escuelas?), y me pasaron con una edecán que amablemente me dio in-formes y, en tanto, observé que se podía dejar el apa-ratito a un lado de su escritorio—, añadió el Hongo.

Y siguió: “Regresé, aleccioné a mi camarada e hizo su labor. Después, esperamos a prudente distan-cia para observar qué ocurría, pero pasó media hora y nada, pasó una hora y nada, pasó hora y media y nada, Y un tanto frustrados fuimos a informar a los demás componentes de la revolucionaria célula clandestina que la misión había fracasado.”

—No manches pinche Hongo, ¿a poco por eso te pasaste unos años en caná, lo interrogó el Bebys.

—No espérate cabrón que todavía no termino —replicó de inmediato el Hongo. “Resulta —dijo— que de repente el que hacía el aseo en la embajada se dio cuenta del bote y levantándolo le dijo a la edecán: “se-ñorita se le cayo su spray”. Y ella, extrañada, respon-dió que no era suyo y de inmediato sospechó de los estudiantes que habían pedido informes de beca para estudiar derecho puesto que se le hizo raro que unos estudiantes anduvieran con un bote de spray para el pelo de mujer. Inmediatamente avisaron a seguridad la cual a su vez llamó a la policía para que se llevara el artefacto y examinarlo.

“Una vez que llegó a la jefatura de la policía —si-guió contando el hongo—, los eficientes miembros del laboratorio (aviadores) que quedaba arriba de la oficina del mismísimo jefe de la tiranía, empezaron a sacudir el bote para ver si funcionaba la válvula del spray y al intentar abrirlo con martillo y desarmador en mano, les explotó causándoles heridas de consideración y tirando pedazos de techo en la cabeza del jefe de los acólitos del diablo, lo cual fue lo verdaderamente grave.”

—Pinches güeyes, nomás por eso me pasé un tiempo en el internado, ¡que poca madre!, concluyó el Honguito.

* El autor es doctor en Sociología Jurídica por la BUAP y cuatachín.

comida compRada y deSpeRdiciada en loS eStadoS unidoS(Promedio por año por persona. Datos del año 2008).

Artículo Comprado DesperdiciadoFruta fresca 35 kg. 10 kg.Vegetales frescos 59 kg. 18 kg.Leche 76 kg. 15 kg.Mantequilla 2 kg. 0.3 kg.Pan 78 kg. 16 kg.Aves 32 kg. 12 kg.Carnes rojas 47 kg. 16 kg.Pescados y mariscos 7 kg. 2 kg.Huevos 12 kg. 2 kg.Cacahuates/nueces 4 kg. 0.4 kg.Azúcar y endulzantes 55 kg. 11 kg.Queso 13 kg. 2 kg.

Nota: El peso no incluye partes no comestibles.Fuente: National Geographic, julio 2011, vol. 29, no. 1, pp. 34-35.

a través de los documentos de la BiBlioteca Palafoxiana

colección:

Compilación y estudiointroductorio

AliciA TecuAnhuey SAndovAl

en 7 TomoS

l a s i t u a c i ó n i n t e r n a c i o n a l

tomo

ii

Compilación y estudio introductorio

a l i c i a t e c u a n h u e y s a n d o v a l

ColeCCión:

la independenCia de la nueva españa a través de los doCumentos de la BiBlioteCa palafoxiana

d e l o s

tomo

iii

Compilación y estudio introductorioa l i c i a t e c u a n h u e y s a n d o v a l

ColeCCión:la independenCia de la nueva españa a través de los doCumentos de la BiBlioteCa palafoxiana

De venta en Profética3 Sur No. 701, centro

Puebla, Pue. 01 222 246 9101

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Se dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, pero ¿se dio usted cuenta de que al lado de ambos siempre hay un perro? Son tan importantes estos cuatro patas que para conquistar una mujer ya no se utilizan

flores, sino que les echan los canes. Reincidente presenta la primera selección (de dos) de afamados y representativos “amigos del hombre”.

1. Anubis: dios egipcio de los muertos con cabeza de cánido y cuerpo humano. Era el en-cargado de guiar a los espíri-tus al otro mundo.

2. Astro: mascota de la fami-lia interestelar Los Supersóni-cos. Serie televisiva creada en 1962 por William Hanna y Joseph Barbera, cuando la era espacial iniciaba.

3. Ayudante de Santa Claus: de los Simpson desde la Navidad en que Homero trabajó como Santa y lo que ganó, lo apostó en las carreras de perros cuyo perdedor despedido pasó a ser el perro de la familia.

4. Canito y Canuto: también salidos de la factoría Hanna-Barbera, estos dos beagles, hijo y padre, protagonizan los clásicos conflictos intergene-racionales humanos.

5. Cerbero: (del griego Κέρβερος [kérberos], ‘de-monio del pozo’), perro de tres cabezas de la mitología griega que cuida la entrada al infierno de Hades.

6. Dino: fiel mascota de los Pi-capiedra y aunque no es perro ladra. Producida por Hanna-Barbera y estrenada en 1960, fue la primera serie de televi-sión en tener artistas invitados.

7. Frank: perro pug pantalla de un extraterrestre y que actúa como agente en la serie de lar-gometrajes Hombres de negro.

8. Idefix: es el valiente e inse-parable amigo de Obelix. Son casi incontables las ocasiones en las que el pequeño Ide-fix saca de apuros a Asterix y Obelix.

9. López Portillo: el perro de la colina, expresidente mexica-no que dijo defender el peso como tal.

10. Milú: fox terrier de Tintín y que tomó su nombre del de la primera novia del dibujante Hergé, creador de los perso-najes.

11. Odie: cuadrúpedo canino permanentemente atormen-tado por el infausto Garfield, estrella gatuna de la historieta nacida en 1978 y luego hecha dibujos animados.

12. Perro Aguayo o “El Can de Nochistlán” fue un famoso lu-chador mexicano de los años 70 y 80 del siglo pasado. Este-larizó varias películas.

13. Pickles: en 1966, este collie rescató el trofeo Jules Rimet para beneplácito de la perra-da.

14. Dulce Polly: representante de lo femenino en el amplio mundo canino, tanto el real como el inventado, y novia de Super Can.

15. Pulgoso: perro melenudo creado por Hanna y Barbera en 1965. Famoso por su risa y mala leche. Tiene la habilidad de reírse entre dientes de los infortunios ajenos.

16. Rin Tin Tin: pastor alemán que vive en fuerte Apache. Hace equipo con el niño-cabo Rusty, el sargento O´hara y el teniente Ripp Masters.

17. Snoopy: Hizo su debut en 1950, en la tira cómica Peanuts (Pequeñeces), crea-da por Charles Schulz. La NASA otorga El Premio Snoopy a logros en seguridad.

18. Super Can: “no hay nada que temer, Super Can cumple con su deber”. Bolero en sus ratos de ocio.