las ultimas palabras de jesus

Upload: palu-iturriaga-vasquez

Post on 17-Jul-2015

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

PBJ

Pastoral Bblica Juvenil

Meditaciones para un retiro de CuaresmaLas liturgias del Viernes Santo suelen incluir una reexin sobre Las Siete Palabras de Jess, las siete ltimas frases dichas por l antes de morir. En varios pases latinoamericanos estas siete frases han sido siempre muy signicativas. Aqu se presentan de modo que puedan ser utilizadas como lneas inspiradoras para preparar la reexin principal en un retiro de Cuaresma.

PreparacinMateriales: Obtener de las meditaciones llaves, imagen de la deshojada, vaso de los smbolos para representar cada una de Las Siete Palabras: lentes obscuros, Virgen Mara mirando hacia abajo, planta agua, vaso roto, sbana blanca y vela.

Textos para las meditaciones: Lucas 23, 24. Lucas 23, 43. Juan 19, 26-27. Marcos 15, 34. Juan 19, 28. Juan 19, 30. Lucas 23, 46 Distribucin de las meditaciones: Formar siete equipos del mismo tamao y asignar a cada uno la preparacin de una meditacin. Un miembro de cada equipo presentar la reexin de su equipo, otro, mostrar el smbolo de la meditacin, y otro ms dirigir la oracin. Preparacin del lugar de oracin: Poner un altarcito con la Biblia, unas velas y todos los smbolos mencionados anteriormente. Invitar a los participantes a reunirse alrededor del altar y practicar los cantos adecuados. Procedimiento 1 Proclamacin El miembro del equipo que presenta la reexin proclama las palabras de Jess. Debe hacerlo de manera solemne y fuerte, dejando unos minutos de silencio para que su mensaje llegue a los jvenes. 2 Canto Se recomienda cantar una estrofa corta de un canto relacionado con la palabra que se est reexionando. Dadas las preferencias en las diferentes naciones latinoamericanas, la eleccin del canto se deja a discrecin de la comunidad local. 3 Smbolos Los smbolos hablan a todas las personas, especialmente a los jvenes. Al mostrarlos hay que hacerlo con seriedad, de modo que ayuden a comunicar el mensaje de las palabras sobre las que se est reexionando. El smbolo se muestra desde que empieza la predicacin hasta el nal de la oracin, en que se vuelve a colocar en el altar. 4 Reexin La reexin incluye dos momentos: (a) una referencia a las Escrituras y a nuestra vida, y (b) unas preguntas para reexionar. 5 Oracin La oracin tiene cuatro partes: (a) una invitacin a los asistentes a ponerse de rodillas y a rezar juntos la oracin jaculatoria, (b) el ofrecimiento de una oracin escrita, (c) una invitacin a los jvenes a hacer oracin espontnea, y (d) el ofrecimiento con voz rme de la oracin escrita, pidindole a Dios su gracia.

Las ltimas palabras de Jess, p. 1

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

primera palabraPadre, perdnalos, porque no saben lo que hacenLucas 23, 34

Canto Smbolo: lentes obscuros ReexinLos lentes obscuros simbolizan que muchas veces no queremos saber ni enterarnos de lo que pasa a nuestro alrededor. El saber nos puede comprometer, preferimos mantenernos indiferentes. Con frecuencia queremos permanecer con los ojos vendados para no ver la realidad. Preferimos la oscuridad a la luz. No queremos acercarnos a otros ni mirar a los dems. Jess saba que haba gente que lo quera matar por razones polticas, religiosas y sociales, pues estaba alterando el orden establecido. Estaba consciente de que esas personas no valoraban su mensaje como proveniente de su Padre y que su buena nueva poda darles vida en abundancia desde la perspectiva del Reino de Dios. Preguntas para reexionar: Creen que las personas del tiempo de Jess no saban quin era l? Quizs algunas, simplemente se hacan las que no saban para no meterse en problemas, mientras que teman ser identicadas como sus seguidoras. Recordemos a Pedro, quien lo neg por miedo Cuntos de nosotros negamos a Jess con nuestras acciones? Dios nos llama a amar y muchas veces criticamos y odiamos. Dios nos llama a vivir en la luz y muchas veces preferimos las tinieblas. Dios nos llama a compartir y muchas veces somos egostas

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Gracias, Jess, por tu entrega. Danos paz en nuestros corazones. Queremos ver tu luz y vivir tu palabra plenamente. Queremos identicarnos contigo. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, qutanos por favor la venda de los ojos para poder verte siempre como eres. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 2

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

segunda palabraTe aseguro que hoy estars conmigo en el paraisoLucas 23, 43

Canto Smbolo: llaves ReexinLas llaves simbolizan seguridad, conanza y distincin. Nuestra casa la cerramos para asegurar nuestras pertenencias. Al cerrar un contrato de compra, nos dan las llaves de la casa o del auto. Si somos un empleado de conanza, nos entregan las llaves del establecimiento donde trabajamos. Se entregan las llaves de la ciudad a personas que hacen algo importante o a visitantes distinguidos: al ciudadano emrito o al mejor jugador. Jess, en su humanidad, reconoci la buena voluntad del buen ladrn. Se le llama el buen ladrn porque reconoci que Jess era justo. Jess asegur al ladrn que estara con l en el paraso. Le entreg las llaves del Reino porque lo reconoci como una persona distinguida, capaz de sentir compasin por el dolor de los dems. Jess no mereca morir en la cruz, y el ladrn lo saba. Jess no haba cometido ningn crimen, y el ladrn sinti compasin por l. Comparti el dolor de Jess, y sufri solidarizndose con l. Solidaridad es el trmino moderno para compasin. Preguntas para reexionar: Qu hacemos nosotros con el dolor de los dems? Qu hacemos con el dolor causado por las drogas, las enfermedades terminales, los hogares rotos, el hambre? Cmo afrontamos los problemas de los indocumentados? Nos solidarizamos con las personas que sufren o les damos la espalda? Abrimos nuestro corazn a estas realidades o nos cerramos al extremo de ignorarlas totalmente? Jess quiere que demos las llaves de la seguridad, el amor y compasin al ms necesitado.

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Gracias, Jess, por tu cruz. T nos llamas a solidarizarnos con los necesitados, queremos darles las llaves del amor y de la paz a las personas que sufren. Concdenos las llaves del paraso. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, aydame a reconocer el dolor de los dems. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 3

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

tercera palabradijo a su madre: mujer, ah tienes a tu hijo. Depus dijo al discipulo ah tienes a tu madre Juan 19, 26-27Canto

Smbolo: imagen de la Virgen Mara mirando hacia abajo ReexinLa imagen de Mara mirando hacia abajo signica que siempre nos cuida y nos protege. Mara nos acompaa en nuestro caminar, como dice la cancin. Mara es la Madre de la Iglesia, como la llama el Concilio Vaticano Segundo. Jess, en su humanidad, no quiere dejar a su madre sola. Por eso se la encarga a su discpulo amado, al ms joven, al que tena ms energa. Nosotros tambin encomendamos nuestros seres queridos a personas en las cuales conamos, nos preocupamos de que queden bien protegidos. Jess conoca los dolores por los que pas su madre y no la quiso dejar desamparada ni sola, quera que participara de las promesas de Dios. En la boda de Can, al pie de la cruz y el da de Pentecosts, Mara estuvo presente. Preguntas para reexionar: Qu quiere Jess que nosotros hagamos? A quines tenemos que cuidar y proteger?

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Gracias, Jess, por dejarnos a tu madre, Mara. Aydanos a ser mujeres y hombres valientes y decididos como ella lo fue. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, ensanos a honrar y venerar a tu madre. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 4

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

cuarta palabraDios mo, Dios mo, Por qu me has abandonado?Canto Smbolo: planta deshojada ReexinEl abandono tiene que ver con la soledad y el desapego. Al ser abandonados sentimos que nos quedamos sin vida, como las hojas que se separaron del rbol que les daba vida. El abandono nos causa dolor. Sentimos que las puertas se nos cierran. Perdemos la conanza en las personas. Sentimos que el mundo se nos viene abajo. Jess, en su humanidad, se sinti cansado, estaba fatigado de tanto caminar, le faltaban las fuerzas; el dolor lo consuma y se senta solo, no poda ms. Por eso grit: Dios mo, Dios mo, por qu me has abandonado? Preguntas para reexionar: Nos han vencido las drogas o las malas amistades? Nos sentimos enfermos y sin nadie a quin recurrir? Experimentamos la muerte de un familiar o de un ser querido y sentimos un vaco terrible? Enfrentamos dicultades econmicas o desempleo y no hayamos quin nos ayude? Nuestros padres se han divorciado o hemos experimentado la indelidad de un ser querido? Llegamos, tambin nosotros, a perder la esperanza y los deseos de seguir viviendo? Clamamos a Dios en nuestra angustia?Marcos 15, 34

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Jess, aydanos a reconocer tu presencia en las dicultades de la vida. Danos fuerzas en nuestros momentos de dolor. Anmanos en nuestro caminar diario contigo. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, no queremos separarnos de ti. No queremos abandonarte, qudate siempre con nosotros. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 5

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

Quinta palabraTengo sedJuan 19, 28

Canto Smbolo: vaso de agua ReexinEl agua purica, limpia y sacia nuestra sed. Cuntas veces hemos tenido sed? Cuntas veces el calor del da nos da sed en el camino y tenemos que esperar hasta llegar a la casa para saciarla? El agua nos da vida. La sed es tambin un deseo de satisfacer nuestras necesidades. Dios quiere saciar nuestra sed, quiere llenar nuestras vidas. Pero nosotros tambin tenemos que querer que Dios sacie nuestra sed. Por qu tena sed Jess? Estaba cansado por haber caminado hasta el Calvario. Haba perdido mucha sangre y llevaba tiempo sin haber bebido nada. Preguntas para reexionar: El agua purica, limpia y sacia nuestra sed. Cuntas veces hemos tenido sed? Cuntas veces el calor del da nos da sed en el camino y tenemos que esperar hasta llegar a la casa para saciarla? El agua nos da vida. La sed es tambin un deseo de satisfacer nuestras necesidades. Dios quiere saciar nuestra sed, quiere llenar nuestras vidas. Pero nosotros tambin tenemos que querer que Dios sacie nuestra sed.

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Gracias, Jess, por la fe que nos regalas para saciar nuestra sed. Queremos llenarnos de tu fuerza. Queremos saciar nuestra sed de vida nueva y ayudar a otros a saciar su sed. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, llena nuestra vida y ensanos a acercarnos a los dems. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 6

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

Sexta palabraTodo est cumplidoJuan 19, 30

Canto Smbolo: vaso roto ReexinMuchas veces la vida est consumada, o ha terminado; la persona ha cumplido o no con su misin en la tierra. A veces el sentimiento es de satisfaccin porque la vida de la persona fue plena. Otras veces, sentimos pesar porque creemos que la misin de la persona hacia sus seres queridos o la sociedad no fue cumplida. Cuando las cosas no salen como queremos, tambin sentimos que se ha acabado todo. Entonces quedamos destrozados, sin ganas de hacer ms, sin fuerzas para poder seguir adelante. Todo est cumplido, dijo Jess, porque su misin como ser humano terminaba. Su muerte estaba ya cerca. Jess vivi plenamente: san enfermos, ense en el templo, comenz la Iglesia, dej a su madre bien cuidada, se asegur que los apstoles iban a continuar con su misin, se dio a conocer en la gran ciudad de Jerusaln, comunic su mensaje a los duros de corazn. Dios nos llama a cada uno de nosotros a vivir plenamente. Al morir, habremos cumplido como Jess cumpli? Preguntas para reexionar: Podemos decir que hemos vivido plenamente hasta este momento? Hemos sido lo mejor que podemos ser? Hemos ayudado a otros cuando nos ha sido posible? Hemos compartido amor, fe y esperanza con familiares, amigos y conocidos? Qu tenemos que cambiar para vivir plenamente?

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Jess, gracias por mostrarnos la plenitud de tu vida y ayudarnos a ver en qu consiste vivir plenamente. Queremos ser personas nuevas, vivir una vida plena, ser lo mejor que podamos ser. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, te alabamos por llamarnos a vivir la vida plenamente. Todos responden: Amn.

Las ltimas palabras de Jess, p. 7

PBJProclamacin

Pastoral Bblica Juvenil

Septima palabraPadre, en tus manos encomiendo mi esprituCanto Smbolo: sbana blanca y vela ReexinCuando llega el momento de partir, cubren el fretro donde est nuestro cuerpo con una sbana blanca como smbolo y recuerdo de la vestidura blanca de nuestro bautismo. Lo ms importante no es que nos cubran con una sbana blanca sino creer en la resurreccin; tener, en el momento de nuestra muerte, la esperanza que Jess nos brinda. Esto sucede cuando en nuestra vida hemos visto la luz de Jess que alumbra el camino que recorremos da a da. Jess, en el momento de morir, encomend su alma a Dios, su Padre. El ser humano, al aceptar su muerte, encomienda su alma a Dios al igual que lo hizo Jess. Es importante abrirnos a recibir la gracia de Dios cuando nos llegue la hora. As podremos decir, al igual que Jess: en tus manos encomiendo mi espritu. Preguntas para reexionar: Pensamos en nuestra muerte como el paso a la vida eterna? Estamos preparados para morir con esperanza? Cmo podemos reforzar nuestra esperanza en la resurreccin despus de la muerte? Cuando un amigo/a padece de una enfermedad terminal o ha sido herido/a de muerte, lo/a ayudamos a ver el n de su vida con fe y esperanza? Qu tenemos que hacer para brindarle el gran regalo de la esperanza?Lucas 23, 46

OracinArrodillarse y decir juntos: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos porque por tu santa cruz redimiste al mundo y a m, pecador/a. Todos responden: Amn. Oremos: Jess, gracias por ensearnos a estar abiertos a recibir las gracias de Dios. Queremos ser tus discpulos y vivir bien para morir bien. Queremos ver tu luz que alumbra el camino en el momento de nuestra muerte. Oracin espontnea (de pie): Quien as lo desee hace una oracin en voz alta relacionada con la meditacin que acaban de hacer. Oremos: Jess, gracias por ensearnos a vivir y a morir. Todos responden: Amn.

Carmen Villegas, en Construyendo Nuestra Esperanza, Vol. 10, No. 1.

Las ltimas palabras de Jess, p. 8