hoja parroquial 260
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Fiesta de la Sagrada Familia.TRANSCRIPT
HOJA PARROQUIAL PARROQUIA DE SANTA JUSTA Y SANTA RUFINA. SANTA ÁUREA, 7. MADRID
Teléfono 914 63 99 60. www.justayrufina.org
Horario especial de Navidad. Véase en la página 4
28 DE DICIEMBRE DE 2014 ● LA SAGRADA FAMILIA
IV ÉPOCA
N.º 260 Características fundamentales de la familia cristiana.
1. La primera: La familia que ora.
Es bueno preguntarnos, queridas familias: ¿Rezamos alguna vez en familia? Algunos sí,
lo sé. Pero muchos se dicen: Pero ¿cómo se hace? es claro: humildemente, delante de
Dios. Cada uno con humildad se deja ver del Señor y le pide su bondad, que venga a no-
sotros. Pero, en familia, ¿cómo se hace? Porque parece que la oración sea algo personal,
y además nunca se encuentra el momento oportuno, tranquilo, en familia… Sí, es verdad,
pero es también cuestión de humildad, de reconocer que tenemos necesidad de Dios. Y
todas las familias tenemos necesidad de Dios: todos, todos. Necesidad de su ayuda, de su
fuerza, de su bendición, de su misericordia, de su perdón. Y se requiere sencillez. Para
rezar en familia se necesita sencillez. Rezar juntos el “Padrenuestro”, alrededor de la me-
sa, no es algo extraordinario: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello,
da mucha fuerza. Y rezar también el uno por el otro: el marido por la esposa, la esposa
por el marido, los dos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el
uno por el otro. Esto es rezar en familia, y esto hace fuerte la familia: la oración.
2. la familia conserva la fe. ¿Cómo la conservó? No en una caja fuerte. No debe es-
conderla bajo tierra, como aquel siervo un poco perezoso. La fe no se conserva, sino que
se anuncia, se comunica, se lleva lejos. Para ello se requieren opciones valientes. En la
medida que se anuncia a nuestro alrededor, tal y como se ha recibido, y se reparte y se
da, es como se conserva la fe.
También aquí, podemos preguntar: ¿De qué manera, en familia, conservamos nosotros la
fe? ¿La tenemos para nosotros, en nuestra familia, como un bien privado, como una cuen-
ta bancaria, o sabemos compartirla con el testimonio, con la acogida, con la apertura ha-
cia los demás? Todos sabemos que las familias, especialmente las más jóvenes, van con
frecuencia «a la carrera», muy ocupadas; pero ¿han pensado alguna vez que esta «carre-
ra» puede ser también la carrera de la fe? Las familias cristianas son familias misioneras.
Conservar la fe en familia y poner la sal y la levadura de la fe en las cosas de todos los
días.
3. Y un último aspecto: la familia que vive la alegría. «Alegraos siempre… en el Se-
ñor » (Flp 4,4-5). Me gustaría hacer una pregunta hoy. Y responda personalmente: ¿Hay
alegría en tu casa? ¿Hay alegría en tu familia? Pensemos la respuesta.
PALABRA DE DIOS
PALABRA DE DIOS
PRIMERA LECTURA
Del libro del Eclesiástico. 3, 2-6. 12-14.
Dios hace al padre más respetable que a los hijos y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.
El que honra a su padre expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos y, cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida, al que honra a su madre el Señor lo escucha.
Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre, no lo abandones mientras vivas;
aunque chochee, ten indulgencia, no lo abochornes mientras vivas.
La limosna del padre no se olvidará, será tenida en cuenta para pagar tus pecados.
Salmo responsorial 127, 1-2. 3. 4-5.
Antífona: Dichosos los que temen al
Señor y siguen sus caminos.
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.
SEGUNDA LECTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los Co-
losenses. 3, 12-21
Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, vestíos de la misericordia entrañable, bondad, humildad, dulzu-ra, comprensión.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando al-guno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. .
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro co-razón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.
Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en-tre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; corregíos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con sal-mos, himnos y cánticos inspirados.
Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros mari-dos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.
Aleluya. Col 3, 15a. 16a
Aleluya, aleluya. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza. Aleluya
EVANGELIO
Del evangelio según san Lucas. 2, 41-52
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fies-ta según la costumbre y, cuando terminó, se volvie-ron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicie-ron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvie-ron a Jerusalén en su busca.
A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y hacién-doles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
–«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó:
–«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.
Él bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autori-dad.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.
Recuerdo que cuando niño la Navidad era una fecha que siempre la es-
peraba con mucha ilusión, no sólo porque significaba la expectativa de
los regalos y juguetes sino porque siempre me envolvía en un halito de
familia, alegría y festividad. Desde los primeros días del mes de di-
ciembre ya comenzaban los Villancicos que escapaban por doquier y
llenaban plenamente todo el lugar… “Una pandereta nueva… una pan-
dereta nueva.
Navidad era sinónimo de esperanza, de que había sido un buen año, de
que por mucho que pasara o faltara siempre habría una buena mesa es-
perando por nosotros, era acoger a los que cayeran por casa, era ese
abrazo de mis padres, era renovar el alma, era todo menos una fiesta
comercial…como ahora.
Hoy navidad significa para mí muchas cosas y sentimientos encon-
trados. Por un lado son propagandas desde octubre, ofertas de toda ín-
dole, tarjetas virtuales, saludos electrónicos y mensajes de texto, es trá-
fico sin control, incremento de robos y de contrabando, tickets de pavo
y compra de cenas pre elaboradas, adornos y chucherías de toda índole
y precio… pero también es evocar la memoria y el amor por gente que
ya no se encuentra, es la ilusión de mis hijos, que aunque pequeños
aprendieron pronto a adaptarse a los cambios que la vida a veces nos
presenta… es la posibilidad de tender nuevos puentes luego de entender
que la vida es demasiado corta como para albergar al rencor. Es ayudar
desinteresadamente porque siempre habrá algo que dar y alguien que
reciba… es la oportunidad de agradecer lo que se tiene, esa cena, esa
familia, salud, paz… pero sobretodo es la posibilidad de buscar a ese
niño que dejamos en el tiempo, entre los cuentecillos y los villancicos,
para rescatar esa esperanza, felicidad, tranquilidad y la sabiduría que
encierra un corazón puro, humilde, pleno de amor y de confianza, lejos
de los problemas y la mecánica rutina, es recuperar esa fuerza para
afrontar sin tabúes esta vida, que todavía envuelta en su papel de regalo,
con seguridad nos depara mejores oportunidades y la innegable even-
tualidad, de volver a nacer…
EL SIGNIFICADO PERDIDO DE LA NAVIDAD
Sábados de Vida
El sábado 10 de mayo, a las 17:00 h., y dentro de los que denominamos “Sábados de Vida,” tendremos la proyección de la película “El cuarteto,” a la que seguirá un espacio de diálogo en el que se comentarán diversos aspectos del film. El acceso es gratuito.
ACTIVIDADES PARROQUIALES
Los Reyes Magos deja-rán los regalos para los niños en la parroquia en la misa de 12:30
. Sábado 3 de Enero entrega del evangelio 2015 en los salones pa-rroquiales