es la filosofía una ciencia métrica

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Es la filosofa una ciencia mtrica? A partir de la nocin de ciencia que aport a Galileo, la filosofa deja de existir? El avance vertiginoso de la ciencia que pretende responder a muchas de nuestras preguntas, ha asumido el campo de la filosofa?. Estas y otras interrogantes fueron naciendo en nuestro espritu a partir de las imeras participaciones que tuvimos en eventos filosficos o vinculados a la filosofa. Y fueron aquellas efemrides acadmicas las que generaron e incrementaron lo que hoy presentamos al culto pblico lector, nuestro "Vocabulario Filosfico- Cientfico" que da a da, minuto a minuto y vocablo por vocablo se ha ido conformando al punto de poder presentar alrededor de 470 trminos o expresiones de carcter cientfico y/o filosfico. Las palabras del filsofo espaol Julin Maras: "La filosofa tiene la exigencia de justificarse a s misma, de no apoyarse en ninguna otra certidumbre, sino, por el contrario, dar razn de la realidad misma, por debajo de sus interpretaciones y, por tanto, tambin de las presuntas certidumbres que encuentra", revoloteaban en nuestra mente, cual inquisidor permanente. Pues, cmo hacer que la filosofa subsista en los diversos claustros acadmicos? Cmo propiciar que la filosofa nos haga descubrir el sentido de nuestra vida? Porque, si quienes cultivan la filosofa no la sustentan vivencialmente, sta necesariamente ser reducida a su mnima expresin. Es ms, en el Congreso Internacional del Pensamiento Cientfico y Filosofa de la ciencia, organizado por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, se pretendi manifestar que la filosofa se reduca a una simple epistemologa. Ciertamente que no podemos negar los aportes de la ciencia en sus diversos campos; pero tambin es muy cierto que la filosofa debe arrancar all donde los objetivos de cada una de las reas cientficas dejan el interrogante, y as evitar que la filosofa realice el simple papel de remedo o pantomima. Con mayor razn, si Gaston Bachelard manifiesta que la filosofa siempre va retrasada con respecto a los cambios en el saber cientfico, es exigente, que la filosofa, y los filsofos con ella, vayan de la mano con la ciencia en un fraterno y clido dilogo a fin de dialogar realmente con la naturaleza. Estos considerandos son los que nos han orientado a lo largo del trabajo. Son ellos nuestros puntos de partida y nuestro alimento permanente, porque entendemos que el hombre, artfice y conductor de la ciencia, no puede limitar ni demarcar absolutamente los campos del saber. Hoy, ms que ayer, el dilogo interdisciplinario es un reto que el hombre no puede evadir, de lo contrario, slo se terminar en una claustrofobia como parece que el recorrido cientfico absolutizante intenta mostrar. Sabemos y no podemos refutar, que las ciencias naturales: son empricas pues su objetivo es una parcela del mundo experimental; son temticamente reducidas, pues se atienen a un

determinado aspecto; y, son metdicamente abstractas, en la medida que trabajan con un determinado mtodo buscando un especfico objetivo; por ello, se dicen particulares. En cambio, la filosofa, si bien arranca de lo emprico en el sentido ms vasto, se pregunta por los fundamentos, condicionamientos y supuestos de lo emprico en general, no siendo empricos tales fundamentos; la filosofa explica lo emprico por lo no emprico; es una ciencia fundamental porque investiga los fundamentos ltimos; es una ciencia universal y no particular. Por otra parte, clara y tajantemente debemos reconocer que el material que publicamos no es un trabajo acabado, sino, simplemente, el esbozo de unas ideas que nos permitan llegar a la realidad y dialogar con ella y sobre ella, a fin de poder interpretar mejor y realizarnos como hombres e nuestra mejor integridad. Est de ms decir que no es un diccionario filosfico ni cientfico, pues slo trabajamos con algunas expresiones filosfico-cientficas que nos permitan la mejor y mayor cercana entre la ciencia, que analiza conceptualmente algunos aspectos de la realidad, y la filosofa, que reflexiona sobre esa realidad a fin de encontrar el sentido de la vida y poder vivir plenamente como hombres que hacen uso racional de los avances de la ciencia. Por ello mismo, pedimos disculpas al culto lector porque en este documento no encontrar un trabajo estructurado temticamente; pues no ha sido esa nuestra intencin; de ah por qu hemos trabajado slo con algunos vocablos y expresiones en base al aporte de los estudios que han estado a nuestro alcance, a fin de propiciar la reflexin filosfica sobre la ciencia y el avance de ella e intercomunicar el conocimiento cientfico y el conocimiento filosfico en beneficio del hombre. Antes de terminar este prlogo, debo expresar mi gratitud a las autoridades de la Universidad por haber acogido la publicacin de esta investigacin filosfica. De no ser as, no habra podido conocer la luz y la crtica del alturado pblico lector. Es particular nuestra gratitud para con el seor Vice Rector Acadmico, Dr. Julio Paredes, pues su decidida intervencin fue determinante. pr

Letra "A"Absolutizar: Afirmar algo como verdadero excluyendo otra forma cualquiera de afirmacin. Accidentes: Son los que no pueden ser concebidos ms que como perteneciente a otro, la sustancia ( ) es ste otro que no es pertenencia de ninguno. Acontecimiento: Al vincular definitivamente el tiempo al universo, la relatividad ha prolongado el esfuerzo del pensamiento moderno al descubrir la importancia del factor temporal como inteligibilidad del mundo. En la relatividad, la nocin de acontecimiento adopta todo su sentido. No es ya algo accidental, sino la expresin de una estructura de la realidad. Por todos esos rasgos, la relatividad constituye un ejemplo tpico de la superacin de una visin mecanicista y positivista del mundo y con ello muestra la verdadera naturaleza del conocimiento humano, obra de la razn que aprehende la realidad en sus ms ntimas leyes, porque lejos de significar relativismo y escepticismo, la relatividad nos da a conocer las verdaderas invariantes de la naturaleza. Durante mucho tiempo, el mundo no cientfico rechaz esta sntesis en la que vea una elegante y original visin del espritu, acerca de la que se poda muy amablemente discutir. La explosin de la primera bomba atmica, en 1945, revel trgicamente que Einstein, al que muchos consideraban como un visionario, haba sabido penetrar las leyes ms profundas de la materia. Por todo ello, la relatividad, sobre todo la restringida, se ha convertido en uno de los elementos esenciales de nuestra visin actual del mundo. Actuar: "Agere sequitur esse" (El hacer sigue al ser) (Toms de Aquino). ADN: A partir de 1941 se saba que cada gen controla la formacin de una enzima, como demostr G.W. Beadle (n.1903) y E.L. Tatum (n.1909). En 1955 S. Ochoa logr sintetizar ARN in vitro y en 1956 A. Kornberg obtuvo (tambin in vitro) ADN. En 1961 F. Jacob y J. Monod demostraron la existencia de un ARN mensajero, es decir, una macromolcula de ARN que se sintetiza segn el modelo de ADN (proceso de transcripcin) y se engancha a los ribosomas, partculas subcelulares del citoplasma donde tiene lugar la sntesis proteica. En los aos 60 M.W. Nirenberg y J.N. Matthei (incubando con extractos de Escherichia coli molculas de ARN sinttico constituidas por una sola base, uracilo) lograron formar un polipptido constituido por una secuencia de un solo aminocido, polifenilalanina. El triplete uracilo-uracilo-uracilo designaba as al aminocido fenilalanina, y este descubrimiento permiti descifrar la clave del cdigo gentico, igual que la piedra Rosetta permiti descifrar los jeroglficos egipcios. Todo el cdigo fue puesto en claro por Nirenberg, Crick, Khorana y otros, que identificaron el significado de los 64 tripletes que constituan el cdigo mismo. La sntesis de la cadena polipeptdica que concreta en la secuencia proteica la informacin procedente del ADN tiene lugar en el proceso llamado "traduccin", cuya secuencia de todo el proceso de biosntesis proteica puede representarse as:

ADN

transcripcin

ARN

traduccin

Protenas

El descubrimiento del cdigo gentico ha permitido interpretar de modo mecanicista fenmenos como la reproduccin, la herencia, las variaciones las mutaciones. Dicho cdigo es universal y por lo tanto representa un lenguaje comn a todos los organismos, desde los virus hasta las bacterias, las plantas y los animales. Alienacin: En oposicin al marxismo, el cristianismo sostiene que la razn profunda de la alienacin no es simplemente el desorden econmico sino la divisin interna del hombre que alcanza niveles profundos de alienacin no slo en el mbito profano sino incluyendo el dolor, la enfermedad y la manifestacin suprema de la alienacin (la muerte). Por tanto, un proyecto alternativo a la alienacin del hombre y la sociedad debe ofrecer a su vez una solucin total a dicha problemtica y esto no es slo exigido por la globalidad misma de los problemas sino por el alcance duradero y profundo de las alternativas. Si tal es la cuestin, el mismo marxismo no est en capacidad de dar una respuesta satisfactoria al mal radical del hombre: la muerte. Ante ella sucumbe todo: la esperanza, el amor, y la misma praxis que se ve abocada en ltimo trmino a la aniquilacin y a la nada. Alma: Voltaire afirma: "despus que tantos razonamientos hicieron la novela del alma, vino un sabio que hizo modestamente su historia; Locke desenvolvi en el hombre la razn humana, lo mismo que un excelente anatomista explica los resortes del cuerpo humano". Entonces se realiza la palabra proftica de Le Bovier de Fontenelle, de que "la verdadera fsica se eleva hasta convertirse en una especie de teologa". Alteridad: El ser otro, el situarse o constituirse como otro. En la filosofa de la liberacin es el mbito ms all del sistema y de la totalidad del ser. Ambigedad: Situacin o connotacin que implica varios sentidos, designados o alternativos. Anacronismo: Desusado, fuera del tiempo actual Anlogo: Es anlogo cuando se aplica a los trminos comunes en sentido no entera y perfectamente idntico o, mejor an, en sentido distinto, pero semejante desde un punto de vista determinado o desde una determinada y cierta proposicin (como "despierto" aplicado a un ser que no duerme y a un ser que tiene una inteligencia viva).

La analoga es extrnseca (como lo muestra el ejemplo "sano") o intrnseca (como lo muestra el ejemplo de "ser", que conviene a todos los entes increados y creados, sustanciales o accidentales). En este ltimo sentido la analoga es llamada metafsica. Es el concepto de sano el que se refiere a realidades muy distintas, aunque todas con relacin a una realidad en que tal concepto se verifica de modo propio o pleno; de esta forma, cualquier realidad puede existir como sustancia y cualquier otra como accidente, como materia o como forma, como acto o como potencia. Ao-luz: La mayor distancia alcanzada por los radiotelescopios gigantes actuales es del orden de 5 mil millones de aos-luz, considerando que el ao-luz tiene, a su vez, 9,461 mil millones de km. A posteriori: Despus de la experiencia. A priori: Antes de la experiencia. Apropiarse: La manera tpicamente humana de apropiarse de la naturaleza para dominarla, ha sido siempre la de comprenderla, de explicrsela para penetrar sus secretos; el ser dirigir esencialmente al modo de explicacin (animista y verbal, primero; racional despus); la antropologa cultural moderna ha renunciado a la idea de que el hombre primitivo habra tenido otra lgica y otra mentalidad distinta de la del hombre moderno, mostrando con ello la permanencia de este comportamiento humano, ante la naturaleza. Con mucha razn L. LvyBruhl afirma: "Desde la perspectiva estrictamente lgica, no hay ninguna diferencia entre la mentalidad primitiva y la nuestra" (Les carnets de L. Lvy-Bruhl, en Revue philosophique, 1947). Arabes: Los rabes conquistados al pensamiento de Aristteles por los medios intelectuales de Siria, fueron su vehculo en occidente, pero no sin haberle hecho sufrir grandes retoques (destinados a hacerle encajar con las tendencias neoplatnicas presentes en su cultura desde haca mucho tiempo, y con el Corn). Esta interpretacin rabe de Aristteles adopt dos formas distintas, que llegaron a occidente en dos oleadas sucesivas; la primera, de origen oriental (siglo XI-XIII) estaba representada principalmente por Avicena, cuyo papel fue esencial en esa transmisin; la segunda, de origen espaol, se vincula al gran nombre de Averroes (2a. mitad del siglo XII); se le llamaba el "comentador" por excelencia, y su tendencia pantesta no poda menos que comprometer gravemente la fama de Aristteles, tal como lo representaba, y suscitar fuertes oposiciones. Tal introduccin del aristotelismo representaba un peligro real, una profunda ambigedad,

agravados adems por el xito y la fascinacin que ejerca sobre los espritus por su amplitud. Luego Toms de Aquino se esforz en encontrar al verdadero Aristteles, para purificarlo y completarlo si era necesario con la investigacin personal. El resultado fue una obra inmensa que asombra an por su amplitud, aunque insuficientemente conocida, algo eclipsada por la de su brillante discpulo; su principal mrito est en haber distinguido claramente la filosofa de la teologa, valorando los derechos de la razn, y en haber realizado una amplia toma de contacto con la naturaleza, estudiada en s misma. Aristteles: (384-322 a.C.) Es bueno recordar la amplitud de su empresa: Quiso reunir todos los conocimientos cientficos de su tiempo. Adems de la Biologa, a la que se aplic con predileccin (hizo el inventario de la anatoma, la fisiologa y la ecologa animales conocidas entonces), trat de casi todas las ciencias fsicas (astronoma, fsica, qumica, mecnica, meteorologa...); hizo un estudio profundo del hombre, tanto desde la perspectiva sicolgica como de la social y poltica (as, reuni en una compilacin 158 constituciones polticas como base documental de su Poltica); y todo ello prosiguiendo una obra an ms importante de filsofo, de telogo (en sentido natural) y de moralista: por ella pas todo, desde la naturaleza metafsica de Dios hasta el rgimen de los vientos o el comportamiento del ms simple molusco. Por todos estos ttulos, afirma J. Chevalier, "no es excesivo decir que llev el pensamiento humano a su ms alto punto de desarrollo" (Histoire de la pense, 1955). El mismo Aristteles, a la vez filsofo y hombre de ciencia, ha desarrollado paralelamente y en el interior mismo de su visin filosfica del mundo, una explicacin cientfica (teoras de los cuatro elementos y de los "mnimos" con que ha querido conservar lo mejor del atomismo). El carcter caduco de estas explicaciones cientficas de Aristteles no puede, por tanto, afectar el valor filosfico de su doctrina hilemrfica. R. Lenoble sostiene que "es patente, pues, la injusticia que se comete con el estagirita cuando se repite que l volvi deliberadamente la espalda a la experiencia. Los aristotlicos siempre han sostenido, contra los mitlogos e incluso platnicos,... que sus principios se fundaban en la experiencia, y de hecho, no queran otra regla que sa. Bien es verdad que introdujeron en sus construcciones un cierto nmero de ideas a priori, pero sabemos que, sin a priori, ninguna ciencia puede ni siquiera empezar. Su ciencia se vio un da rebasada, no porque ellos se hubiesen negado deliberadamente a la razn y a la experiencia, sino

porque la descripcin que ellos nos dan de la razn es precisamente la que podan inventar unos hombres de buen sentido en funcin de esa experiencia, cuando esa experiencia permaneca ligada a una tcnica y a un instrumental de la mente todava en sus comienzos. No es posible sentar un juicio sobre la ciencia de este tiempo, si siquiera comprenderla, sin situarla en el conjunto de las condiciones humanas y de las preocupaciones que entonces se imponan. La historia recupera ah todos sus derechos" (Origine de la pens moderne, Histoire de la science, 1957). P. Brunet, actual historiador de la ciencia, hace una apreciacin del mtodo aristotlico anotando: "Por la preponderancia que concede a la investigacin de los conocimientos, es decir, de los fenmenos que acompaan al hecho estudiado, y que, aprehensibles por los sentidos, forman la base del conocimiento cientfico, el estagirita llega a reconocerle a la observacin metdica el papel primordial en las ciencias de la naturaleza" (La science dans l'Antiquit et le Moyen ge, en Histoire de la Science, 1957) Aristotelismo: Uno de los grandes mritos del aristotelismo consiste en ensearnos la sumisin a la realidad. Aristteles, enfrentado a una enorme documentacin cientfica, no pudo hallar el mtodo plenamente adecuado para expresarla; a pesar de sus inmensos mritos, no ha estado siempre a la altura de la tarea; influido por la juventud de la obra, poco crtico, con frecuencia le falt unidad, ha mezclado los campos (a la vez filosfico y cientfico), traicionando as la preocupacin profunda de su autor, pues quiso reunir todos los conocimientos cientficos de su tiempo. Preocupado por descubrir lo que son las cosas, crey conseguirlo por la simple observacin y una experimentacin titubeante y partiendo de definiciones dadas por el sentido comn. "La fuente principal de estos errores... , afirma L. Bourgey, consisti, a nuestro modo de ver, en la forma apresurada, enciclopedista, con que Aristteles, que no quera suprimir nada, llevaba a cabo sus encuestas. Result de ello un saber inmenso, pero a algunos elementos del mismo les faltaba seguridad... Para llegar a la verdad hubiera sido necesario multiplicar las observaciones, rectificndolas en cierta manera las unas por las otras; el filsofo impaciente por alcanzar el fin no lo hizo" (Observation et exprience chez Aristote, 1955). De todos modos estas deficiencias no ponen en cuestin la doctrina filosfica misma. A pesar de que los rabes nos dieron un conocimiento parcializado de Aristteles, debemos reconocer que si Aristteles se encuentra materialmente completo en santo Toms, es despus de haber sido

repensado en profundidad, en funcin de un nuevo contexto, incluido en una vasta sntesis teolgica, cuyos principales argumentos fueron proporcionados por Agustn de Hipona (que a su vez haba asimilado lo mejor de Platn). En este esfuerzo de integracin es donde mejor se revela el genio de santo Toms. Tal integracin se propona, ms que interpretar las fuentes utilizadas en su propia estructura histrica, unificarlas en una sntesis original que les confiere una vida nueva. Toms de Aquino sustituye el mundo de Aristteles cerrado sobre s mismo, sin verdadera historia, permaneciendo siempre idntico a s mismo, en un movimiento cclico, y constituido por el acoplamiento eterno de la naturaleza y de la divinidad, por un universo radicalmente dependiente de Dios, su obra siempre nueva, surgiendo del poder divino para realizar un proyecto divino. Este universo est, de hecho, englobado en una historia, un destino, orientado hacia un trmino escatolgico desde y por la encarnacin de Cristo en la humanidad, llamada a desempear una funcin de la mayor importancia en esta historia. Esta concepcin axiolgica puede acoger (en forma muy distinta de la de Aristteles) el gran descubrimiento de la historia y de la evolucin del universo. De hecho, semejante mutacin implicaba una manera nueva de comprender el universo y al hombre. Pero, la comprensin no sigui su ruta; por lo que es indispensable distinguir en el aristotelismo que: 1) Los sucesores de santo Toms no hicieron otra cosa sino continuar en la misma perspectiva teolgica, sin interesarse por la obra cientfica de Aristteles y por la correccin de la misma que se haca necesaria a causa de los nuevos descubrimientos; en vez de incitar a un esfuerzo de renovacin, cosa que hubiera estado en la verdadera lnea del aristotelismo, la admiracin por la gigantesca obra del estagirita desemboc (en filosofa natural) a una esterilidad y a un fijismo doctrinal lamentables, y que acabaran comprometiendo gravemente su reputacin; la apelacin a su autoridad erigida en absoluto (Aristteles lo habra resuelto todo) pareca dispensar a sus discpulos del final de la edad media de todo esfuerzo hacia un progreso cualquiera, cosa que, en el fondo, constitua la negacin misma de la enseanza del maestro que pretendan seguir. "Se le reproch (a Aristteles) haber detenido as, afirma A. Mansion, durante ms de mil aos, el vuelo del pensamiento cientfico. Pero este ltimo reproche alcanza ms bien a sus discpulos, quienes, faltos de iniciativa, en vez de continuar y perfeccionar su obra, se contentaron, en muchos puntos, con comentarla" (Introduction la physique aristotlicienne, 1945)

Se trata en este caso de un fenmeno, a propsito de la suerte del aristotelismo de la antigedad, ms inclinado a admirar el carcter enciclopdico de la obra de Aristteles que a prolongarlo (los sucesores de Aristteles, a pesar de sus mritos cientficos, fueron en general muy inferiores a su maestro); asimismo, la amplitud de la sntesis teolgica de santo Toms suscit ms la admiracin, a causa de la grandiosa unidad que atribua al saber religioso, que un esfuerzo por conocer mejor el universo y transformarlo para dominarlo; no haba llegado an el momento propicio para ello; la edad media tena que afirmar, primeramente, su pasin de unidad religiosa y poltica contra las fuerzas disertadoras que durante tan largo tiempo haban dominado el occidente desde la ruina de la unidad romana antigua. Habr que esperar los tiempos modernos para que se empiece a vislumbrar una tendencia hacia este doble fin, profundamente marcado, no obstante, por el aristotelismo cristiano: prolongar el mtodo cientfico de Aristteles y extender el dominio y la regencia del hombre sobre el mundo; la desgracia consistir en que, para dar este paso, se repudiar a la vez lo ms vlido del pensamiento de Aristteles (indistintamente confundido con representacin anticuada del mundo y conservada tal cual por los comentadores rutinarios) y el sentido religioso dado por santo Toms a este universo. La veneracin hacia los maestros era tal que los discpulos no tuvieron la lucidez y la audacia para realizar las adaptaciones necesarias en un mundo en total renovacin, y llegaron a una especie de petrificacin de una doctrina, cuyo profundo realismo hubiera debido ser una invitacin a integrar los nuevos campos conquistados por el hombre. 2) Sin embargo, no hay que atribuir al tomismo de aquellos tiempos la responsabilidad de esta petrificacin del aristotelismo; porque no hay que olvidar que el xito del pensamiento y de la sntesis de santo Toms no fue tan rpido y general como con frecuencia se cree. De hecho, excepto entre dominicos (y no de manera absoluta) el tomismo no tuvo la audiencia de que goza en nuestros das en la Iglesia; "esta influencia es indiscutible, afirma E. Gilson, sobre todo en ciertos ambientes, pero no fue tan general como nos lo invita a creer el lugar que ocupa hoy en la historia de la filosofa... En el siglo XIV, si hubo quien se adhiri al tomismo, nadie continu verdaderamente la obra del maestro" (La philosophie au moyen Age, 1947). No hay que olvidar que hasta la segunda mitad del siglo XVI la Suma Teolgica no suplant en la enseanza las Sentencias de Pedro Lombardo. Desde el siglo XVI tuvo que competir con otro poderoso sistema doctrinal, que tambin se apoyaba en Aristteles y en los rabes, el de Duns Escoto; y estos dos sistemas se vieron muy pronto suplantados, en numerosos ambientes, por el nominalismo, (los conceptos no designan la realidad, lo que las cosas son, sino que slo son puros nombres sin referencia

ontolgica), de Guillermo de Occam, el cual, reaccionando contra Aristteles, orient el pensamiento hacia una direccin totalmente distinta, y prepar el camino al conocimiento experimental de los tiempos modernos; hay que aadir tambin la permanencia de un averrosmo filosfico y poltico. De este modo se comprende que el final de la edad media estuviera caracterizado sobre todo por una abundancia ideolgica en la que las doctrinas ms diversas se oponan a un inmenso verbalismo estril, y se agotaban en disputas escolares interminables. En esta forma decadente conocera el siglo XVIII a la escolstica, y la ridiculizara (la "virtud dormitiva" del opio, de Juan Bautista Molire '1622-1673'), olvidando que la gran escolstica del siglo XIII haba sido algo muy distinto. 3) El renacimiento del siglo XVI apenas mejor la situacin: su entusiasmo por las obras de la antigedad habra podido desembocar en un ms autntico retorno a Aristteles; prcticamente no fue ste el caso; ante una renovacin del platonismo, hubo ciertamente en Italia toda una corriente aristotlica; pero con un espritu liberal que quera romper los marcos de la escolstica (en la ignorancia de la del siglo XIII), cay de nuevo en las peores elucubraciones de los comentadores rabes, mezclando con ellas consideraciones estoicas y sobre todo un inverosmil arsenal de supersticiones (un ejemplo de este aristotelismo nos lo proporciona Pedro Pomponazzi '1462-1525'). De hecho, el renacimiento, que la estampera popular representa a menudo como una poca de las luces, como el advenimiento del racionalismo, no parece haber brillado en absoluto por su lucidez y espritu crtico en cuanto a filosofa natural; rechazo el aristotelismo escolstico para caer en una especie de culto mgico de la naturaleza; "la ruptura con Aristteles, afirma R. Lenoble, libr a la naturaleza de las pocas reglas que permitan, por insuficientes que fuesen, darle un sentido; no se encontr otro mejor y desde este momento la naturaleza se convierte otra vez en la magia universal de la imaginacin popular. Si la ciencia aristotlica est en esta poca de acuerdo con el estado del espritu de los polticos y de los telogos dispuestos a imponerse una disciplina, la de la escuela naturalista empalma maravillosamente con los espritus aventureros y con la masa... A juzgar por la opinin general, esta ciencia ha dado la preciada satisfaccin de una consagracin racional" (Histoire de la science, 1957). Esta pretensin de la ciencia "natural" iba acompaada, adems, por un dogmatismo ciego, que no tena nada que envidiar a la de sus adversarios telogos catlicos, especialmente protestantes. Pues "el enorme florecimiento de la supersticin en esa poca, sostiene R. Lenoble, primeramente en Italia y luego en Francia,... no es, sino una consecuencia lgica del xito de los primeros innovadores". Y J. Chevalier aade: "Acaso no se deca del paduano Cremonini, como de Melanchton, compilador de Aristteles al servicio de la Reforma

protestante, que se haban negado a mirar el cielo por el telescopio, por miedo, deca Galileo, de alterar en algo el cielo de Aristteles?" (Historia del pensamiento, 1963). Por esto, cuando la ciencia moderna empez a tomar vuelo, no tena ante ella ms que lamentables caricaturas del aristotelismo (el de la escolstica decadente, y el del renacimiento antiescolstico), cuya molesta autoridad tena que destruir. Lo triste fue que lo hizo creyendo que se trataba del verdadero Aristteles y su nombre se convirti durante mucho tiempo en sinnimo del mayor obstculo que haba que destruir, obstculo contra el cual se cristaliz el esfuerzo de renovacin. El aristotelismo entonces se convirti verdaderamente en la ciudadela intelectual que haba que destruir. El asedio se prolong durante los siglos XVII y XVIII, en varios asaltos dirigidos contra diversos baluartes destinados a derrumbarse los unos despus de los otros. Pero es importante sealar, que la escolstica conoci en esa poca un renacimiento verdadero y fecundo: la famosa escolstica espaola (llamada la segunda escolstica) del siglo XVI, cuyos principales representantes fueron, y, fuera de Espaa, el cardenal Belarmino y Lessius. Uno de sus principales mritos es haber aplicado la doctrina escolstica medieval a los nuevos problemas humanos, y en particular haber creado una moral internacional y el derecho de gentes (sobre todo, Vitoria y Surez). Finalmente, debe anotarse que uno de sus representantes, Soto, hizo una hermosa obra de cosmlogo y de pionero cientfico: ms de medio siglo antes de Galileo, enunci la ley de la proporcionalidad de la velocidad con la duracin de la cada de los cuerpos (los trabajos de P. Duhem y de A. Maier la han sacado del olvido). Armona: La armona no se establece por s misma, sin luchas, sin antagonismos y sin conflictos entre las razas, las naciones y las clases, as como entre las especies naturales y los individuos. De lo cual los economistas no tardaron en darse cuenta, ya que se manifest a los ojos de todos, cuando, en 1789, algunos aos despus de la cada de Turgot, estall la Revolucin, a la que conduca toda la evolucin econmica, financiera, poltica, intelectual y social del siglo. Astronoma: Ciencia que estudia las posiciones de los astros, las leyes que rigen sus movimientos y su constitucin fsica, y tambin los instrumentos y mtodos que se emplean para su estudio. Comprende la astronoma de posicin, mecnica celeste, astrofsica o astronoma fsica, astroqumica, radioastronoma y astroqumica prctica. En Grecia se intent, por primera vez, una explicacin cientfica del Universo. La astronoma de los primeros griegos se desenvolvi dentro

de las escuelas filosficas, cuyos representantes, Filolao de Crota, Eudoxio y Aristteles, elaboraron distintos sistemas para explicar el movimiento de los astros. En la escuela de Alejandra se revel el genio griego a travs de Aristarco de Samos, precursor de Coprnico; de Hiparco, creador de la astronoma matemtica y descubridor de la precesin de los equinoccios, y de Ptolomeo con su sistema geocntrico, que subsisti durante catorce siglos. En el siglo XVI se produjo el gran adelanto con la teora de Nicols Coprnico (1473-1543) expuesta en De revolutionibus, que fue objetada por los defensores del inmovilismo de la Tierra. Tycho Brahe (1546-1601) elabor un nuevo sistema geomtrico, en que los planetas giran en torno al Sol, mientras ste gira en torna a la Tierra. Juan Kepler (1571-1630) en 1627 resume la armona de los mundos en las tres leyes: 1ra. Cada planeta describe una elipse, uno de cuyos focos ocupa el Sol. 2da. El radio vector de cada planeta recorre reas iguales en tiempos iguales. 3ra. Los cuadrados de los tiempos de las revoluciones de dos planetas, son proporcionales a los cubos de sus distancias medias al Sol. Los aportes de Galileo, de Newton y de otros acentan el desarrollo. En el siglo XIX se abre una nueva poca en la investigacin astronmica. Se descubre el primer asteroide, cuya rbita calcul Karl Friedrich Gaus (1777-1855) por medio de su mtodo de los mnimos cuadrados; Friedrich determin la primera paralela estelar. La astronoma se abri al sentido de la historia ampliada entonces a la dimensin del universo, descubriendo, por ejemplo, que el estudio de las estrellas no poda concebirse sino por la determinacin de su edad, de su grado de evolucin (reparto de las estrellas segn el diagrama de Hertzsprung-Russel, por ser sus autores el alemn Ejnar Hertzsprung y el norteamericano Enrique Norris Russell '1877-1957'). Atmica (Bomba): Robert Oppenheimer (1904-1967) es el padre de la bomba atmica. Atmica (Teora): El positivismo no ces, durante todo el siglo XIX, de combatir la teora atmica con un encarecimiento que deba perderle. En esa lucha coincida con los energetistas (Ostwald, Duhem), a la manera de hermanos enemigos que se reconcilian ante un peligro comn. La teora atmica pretenda no ser una simple hiptesis sin implicacin sobre la realidad; se negaba a entrar en las normas fijadas por el positivismo; quera ir ms all de los simples hechos y ver en los tomos algo real, aunque slo fueran conocidos por razonamiento. Se demostr que los tomos deducidos racionalmente por la teora existan

de hecho, pues su energa, su velocidad (en los gases) y sus dimensiones eran mensurables. Fue un mrito indiscutible de Jean Perrin (1870-1942, premio Nobel de Fsica 1926) haber podido alcanzar este resultado en 1908 consiguiendo determinar el nmero de Avogadro a partir de bases experimentales. El volumen de los gases compuestos est en relacin simple con el volumen de los gases componentes. El estudio de los gases desemboca en la hiptesis de Avogadro: En un mismo volumen y a la misma presin, las molculas de todos los gases son en igual nmero; el nmero de molculas contenido en 22,4 1 de un gas a 0 grados y a la presin de 76 cm constituye el famoso nmero de Avogadro (=6.023 * 1023); el establecimiento de este nmero fue una de las primeras pruebas de la teora atmica. J. Ullmo nos dice: "La prueba suprema, el test - si se quiere emplea este trmino expresivo - de todas estas teoras estrictamente positivas que culminaron, a finales del siglo XIX, en las diversas formas de energtica, fue la discusin sobre la teora atmica y el triunfo de la misma. Ostwald, Duhem, Mach fueron antiatomistas por no querer admitir "objetos" reales en la construccin cientfica; lo fueron con encarnizamiento y pasin. El advenimiento del objeto cientfico "tomo", su fecundidad ilimitada, sellaron la suerte del positivismo estricto" (La pense scientifique moderne, 1958). Atomismo: Demcrito fue el fundador del atomismo, sistema que tuvo un destino extraordinario en los tiempos modernos. Partiendo de la idea del ser, uno e inmutable de Parmnides, quiso salvaguardar, al mismo tiempo, la realidad del cambio y la multiplicidad revelada por la experiencia; para ello desmembr y multiplic el ser hasta el infinito, en partes de ser, los tomos, y de tomos homogneos entre s. En semejante perspectiva unitaria, no habra ms que una salida posible; la diversidad slo poda provenir del nico dato susceptible de variar en este sistema, es decir, el conjunto de las caractersticas cuantitativas y mecnicas de los tomos, en sus relaciones mutuas (tamao, forma, posicin, movimiento). Se solucionaba al nivel de las diferencias cuantitativas; de aqu el calificativo de mecanicista. La idea era sencilla y elegante; y si Aristteles la rechaz, fue porque semejante conciliacin, a pesar de su grandeza, le pareci demasiado simple, por no considerar toda la realidad experimental que haba de explicar. Ciertamente la experiencia y el anlisis racional parecan conciliados; se conservaba la inteligencia del ser, a travs de los cambios y de la multiplicidad, pero a qu precio? Se limitaba al orden puramente cuantitativo y matemtico.

El atomismo, como corriente de pensamiento matematicista de la ciencia moderna, toca la realidad fsica mucho ms cerca que el mecanicismo y el dinamismo. Aunque el atomismo tiene dos milenios y medio de existencia, ha revestido formas radicalmente distintas, que no hay que confundir. Durante mucho tiempo fue una pura doctrina filosfica a priori. Slo desde hace un siglo y medio ha pasado a la categora de teora cientfica y desde hace algunas dcadas a la categora de una comprobacin experimental. El atomismo de la ciencia moderna no tiene nada que ver con el de los filsofos, y no se debe extender el prestigio de la ciencia atmica moderna a la filosofa antigua. Aristteles lo rechaz porque la naturaleza de estos tomos, concebida segn la idea de Parmnides, no poda explicar la variedad de la realidad. En el fondo, era ya el germen del mecanicismo filosfico: explicar la extraordinaria complejidad de los seres con la sola ayuda de los datos geomtricos, no puede proporcionar una completa inteligibilidad. Cosa curiosa, de todo el edificio aristotlico, la doctrina de los cuatro elementos es la que tuvo ms larga vida en la historia de la ciencia. La teora de los cuatro elementos tuvo un solo opositor serio: la teora de los tres elementos (azufre, mercurio, sal) de Paracelso, alquimista del siglo XVI. Durante largo tiempo, la qumica fue una ciencia cualitativa (sobrevivencia de los criterios qumicos: incoloro, inodoro e inspido). Pero despus de una mezcolanza de doctrinas secundarias, a principios del siglo XVIII apareci una nueva teora, que crea haber hallado el agente universal explicativo de las reacciones qumicas, la teora del "flogisto" de Jorge E. Stahl (1660-1734) que tuvo xito considerable durante casi todo el siglo. Segn esta teora, todos los cuerpos combustibles encierran el mismo principio: el flogisto o el fuego qumico, que pierden al consumirse (oxidndose); el carbn era as flogstico en estado puro; aunque primitivamente creada para explicar la transformacin de los metales en cales (u xidos), la teora quera explicar tambin la mayor parte de las dems transformaciones; el hecho de que no poda dar cuenta del aumento de peso del cuerpo oxidado (siendo as que tendra que haber perdido peso en virtud de la liberacin de flogisto) no parece haber sido apreciado en su justo valor por Stahl, quien ignoraba la existencia de los gases que supona, en consecuencia, que su flogisto era imponderable. A finales del siglo XVIII la qumica se orienta hacia el camino del porvenir, con la introduccin de la medida cuantitativa, es decir, la

apreciacin precisa de los pesos de los cuerpos que entran en reaccin. Lavoisier (1743-1794) permanece unido a este progreso decisivo; se establecieron las principales leyes de peso que originaron el nacimiento de la teora atmica, la ley de Lavoisier: "el peso total de los cuerpos en reaccin no vara en la reaccin"; la ley de las proporciones definidas (ley de Jos Luis Proust '1754-1826', 1801): "cuando varios cuerpos se unen para formar un nuevo cuerpo llamado compuesto, la combinacin slo es posible segn relaciones ponderables invariables". El qumico ingls Dalton (1766-1844) hall la tercera ley, la de las proporciones mltiples: "cuando dos elementos dan varios compuestos, la cantidad ponderal de un elemento slo puede unirse a mltiples enteros de la cantidad ponderal del otro elemento". As, a 2 g de hidrgeno pueden unirse 16 g de oxgeno para dar 18 g de agua; a esos mismos 2 g de hidrgeno no pueden unirse ms que 2 veces 16 g de oxgeno (=34 g de agua oxigenada); 28 g de nitrgeno pueden unirse solamente a 1, 2, 3, 4,o 5 veces 16 g de oxgeno para dar compuestos diversos (44 g de protxido de nitrgeno, 60 g de bixido de nitrgeno, 76 g de anhdrido nitrogenoso, 92 g de perxido de nitrgeno y 108 g de anhdrido ntrico). Todas estas leyes no pueden tener ms que una sola interpretacin: ya que las combinaciones slo se hacen por saltos bruscos y de valor bien delimitado ponderalmente, hay que suponer necesariamente que los elementos que entran en reaccin no son divisibles hasta el infinito (es decir, son algo continuo), sino que estn formados de partculas indivisibles. El estudio de los gases de los que Jos Luis Gay-Lussac (1778-1850) formul en 1808 la ley de las relaciones volumtricas, contribuy a precisar la teora distinguiendo tomo y molcula. Finalmente, la mejor expresin de la teora fue la tabla peridica de los elementos qumicos (1869) de Demetrio Ivanovich Mendeleiev (1834-1907) que puso de manifiesto el vnculo entre la regularidad de las propiedades qumicas y las estructuras de los tomos. El atomismo convertido en teora atmica, continu evidentemente recurriendo a los recursos del mecanicismo y del dinamicismo, a los que estaba vinculado histricamente; pero, una vez franqueado este perodo intermedio (que dur casi un siglo), en el momento en que la ciencia pudo descubrir las propiedades profundas del tomo (y no ya slo las qumicas; descubrimiento de la radioactividad) y demostrar su existencia, se libro de sus dos padrinazgos ya caducos.

tomos: Lo que llamamos tomos o partculas elementales corresponde a realidades observadas experimentalmente; no son puras creaciones del espritu; y sin embargo no son representables por la imaginacin, y eso radicalmente (as, hablar a su respecto de color o de temperatura no tiene ningn sentido); no podremos conceder a estos entes el estatuto o las propiedades de aquellos que experimentamos en nuestra escala, pues son ellos los encargados de explicar esas propiedades; por tanto, no podemos concebirlos partiendo de las nociones de las que ellos mismos son explicacin y fundamento Axiologa: Tratado o reflexin acerca de los valores. Doctrina referente a los valores cuyo mbito y objeto est hoy plenamente constituido frente a la metafsica.Regresar

Letra "B"Biologa: Si bien se considera que Jean Baptiste Lamarck (1744-1828) y Gottfried Treviranus crearon en 1802 el trmino biologa, cada vez se ve ms en Aristteles al verdadero fundador de la biologa hacindole plena justicia, pues segn P. H. Michel, "junto al de Pitgoras y al de Hipcrates, su nombre puede figurar como el smbolo de uno de los tres grandes creadores de la ciencia helnica: las matemticas demostrativas, la medicina, la biologa... Es Aristteles quien, en un primer trabajo de conjunto, ha creado la zoologa en tanto que disciplina cientfica, y, cualesquiera que hayan sido sus lecturas, se puede afirmar que han sido comprobadas por observaciones personales y con un agudo sentido crtico, del cual no volveremos a hallar ningn ejemplo en la ciencia antigua. Aristteles utiliza los mtodos comparativos, razona por analoga, comprueba sus conclusiones y extiende su investigacin a todas las circunstancias de la vida animal: se interesa por las costumbres de los animales, estudia la influencia de los climas sobre su modo de vida, describe sus costumbres, sus enfermedades... Adems, Aristteles se muestra indiscutiblemente superior por la comprobacin personal y el espritu crtico" (La science hellne, Histoire gnral des sciences, dirigida por R. Taton, P.U.F, 1957). "Ciertamente, afirma M. Caullery, se le puede hacer hoy muchas criticas al gran filsofo griego, pero al situar en su tiempo su obra zoolgica, sta le hace honor plenamente. Por tanto, Aristteles no era un mal gua" (Les grandes tapes des sciences biologiques en Histoire des sciences, 1957); el gran Carlos Darwin (1809-1882) no vacila en

escribir: "Linneo y Cuvier han sido mis dos dioses de muy diferentes direcciones, pero no pasan de ser unos escolares en relacin al viejo Aristteles" (Life and Letters of C. Darwin, 1905). La necesidad de introducir la nocin de fuerza, y con ello la de finalidad (Newton), mostr que el mecanicismo no poda limitarse a un puro esquema geomtrico. Esta limitacin an fue ms evidente cuando se trat de aplicar este mecanicismo al puro mundo viviente, en el que el animismo pareca ms justificado.

Letra "C"Cambio: Herclito, impresionado por los datos de la experiencia, vio en el cambio y en el devenir la nica realidad; "todo cambia y todo se mueve", y los contrarios se suceden en un flujo y segn un ciclo perpetuos, del que sera responsable el fuego en una especie de elemento primordial. Parmnides, para salvaguardar mejor la posibilidad de la ciencia, elimin el otro lado del problema, la realidad del cambio; autntico genio filosfico puso, desde un comienzo, las bases de una teora del conocimiento, mostrando que la razn es capaz de aprehender la verdad, el ser de las cosas ("pensar y ser son una sola y misma cosa"), a travs de la movilidad de las apariencias sensibles; el cambio careca entonces de toda realidad, no poda llegar a lo que son las cosas en s mismas, su ser, de suyo inmutable y eterno. Sacrific los datos de la experiencia. Demcrito, partiendo de la idea del ser, uno e inmutable, de Parmnides, como el nico que expresaba las cosas, quiso salvaguardar, al mismo tiempo, la realidad del cambio y la multiplicidad revelada por la experiencia; para llevar a cabo, desmembr y multiplic el ser hasta el infinito, en partes de ser, los tomos, en los que se encontraba el ser uno, indestructible e inmutable. A partir de la idea del ser uno e inmutable y de tomos homogneos entre s, dnde situar la fuente de la diversidad?. Platn, no se opone a sus antecesores, traslada el problema y para resolverlo sustituye, segn Agustn Mansin (1882- ), la "teora de la naturaleza por una teora del alma. Por consiguiente, no se limit a refutar las doctrinas de los antiguos, sino que las super edificando una explicacin paralela en cierto modo a la que combate, y elevada al mismo tiempo a un nivel superior". Para conciliar los datos contradictorios (experiencia sensible del cambio y de la multiplicidad, por una parte, y por otra, exigencias del pensamiento) contra las que chocaron sus antecesores, no bastaba separar ambas realidades; l

conserva una estrecha relacin entre ellas: las cosas sensibles eran para l lejanas semejanzas, participaciones, en la materia, de las ideas eternas, que seran los modelos ejemplares, por una parte, y por otra, el alma humana, hecha por Dios anteriormente a su unin con el cuerpo, ha conocido este mismo mundo de las ideas, que inevitablemente evoca y recuerda con ocasin del conocimiento de las cosas sensibles, puesto que stas son una participacin lejana de aquellas (mito de la caverna). Aristteles, partiendo del hecho evidente trat sobre el cambio sustancial, el del devenir permanente de todas las cosas, con el fin de hallar en el seno de ese cambio algunos principios estables y universales, capaces de fundar una ciencia y una filosofa seguras. En tal sentido, se supona que antes y despus del cambio sustancial no se trataba ya de los mismos seres; lo cual supona la existencia de realidades fsicas (las sustancias) detectables por medio de sus propiedades, que desaparecan para dar nacimiento a una otra. Pero, para el sentido comn, los cuerpos qumicos, simples o compuestos, parecen bien delimitados, an cuando la ciencia muestra que de hecho resultan de una diferente posicin de los mismos elementos ltimos (tomos y molculas). As los cambios ms espectaculares no aparecen ya como mutaciones profundas, sustanciales, sino como un nuevo reagrupamiento de molculas y de tomos. Sin declarar inexistente todo cambio sustancial, en nuestros das los autores juzgan indispensable partir de otra base, pues el cambio sustancial no presenta ya el carcter patente e indiscutido que tena en tiempos de Aristteles. Se trata de partir de otra problemtica, para permanecer fiel a la intencin fundamental de responder a esta pregunta: Cul es la naturaleza del ser fsico? La experiencia ms elemental muestra que no todos los cambios muestran la misma profundidad: unos terminan con la aparicin de nuevos seres (todas las combinaciones qumicas, el nacimiento de un nuevo ser, etc.); otros slo consiguen una modificacin superficial del mismo ser (de forma, de color, etc., entre ciertos lmites bien definidos; crecimiento y degeneracin de un ser vivo, etc.). Por razn de la profundidad del cambio la materia que es su substrato ha de ser absolutamente indeterminada, pura potencialidad; en efecto, la nueva determinacin, de que es la sede, es de tipo total y pleno; por eso se la ha llamado "materia prima" y Aristteles pensaba que era eterna. Semejante materia prima es en s misma incognoscible, inaccesible al pensamiento. Hoy ms que nunca no hay que olvidar que tal materia no puede existir sola; y que no es un ser, sino puro principio de ser, substancia permanente del cambio que ella hace comprensible.

nicamente la inteligencia la discierne en su estrecha simbiosis con la forma del ser salido del devenir. La modificacin superficial afecta a un ser ya constituido en su tenor especfico. Aqu la materia, que es sujeto del cambio, est ya determinada por una forma substancial, es cognoscible por el espritu; sin embargo permanece potencia o potencialidad con relacin a estas modificaciones secundarias, que son otras tantas formas ms concretas. El cambio de un ser exige una explicacin; en efecto, por el hecho de haber surgido el nuevo ser, la potencialidad de una materia, primera o segunda, es decir, de un cierto no ser, constituye un excedente de ser, una determinacin actual que es algo nuevo; por tanto, hay que suponer, si no nos contradecimos, que este excedente de ser proviene de alguna parte; ciertamente, proviene de la materia, en la cual estaba ya en potencia; pero su actuacin necesita ser explicada, pues la materia no pasa a acto por s misma. Partiendo de la observacin de los hechos, es fcil ver que todo cambio se caracteriza esencialmente por la sustitucin (ms o menos rpida segn los casos) de dos situaciones contrarias (por ejemplo, un cuerpo fro se calienta, un nuevo ser es engendrado a partir de otros seres, etc.); estos dos contrarios, punto de partida, el uno (terminus a quo), el otro punto de llegada (terminus ad quem), son, pues, dos principios que definen cualquier cambio (que un litro de agua pase de 40 a 50 de temperatura no es el mismo cambio que si pasa de 0 a 50). Pero, puesto que se trata de un cambio, es decir, de una sucesin de estados (por breve que sea), el cambio definir principalmente el punto de llegada, el nuevo ser constituido (o la nueva cualidad obtenida); este principio, trmino de llegada, es llamado por Aristteles la "forma"; sealemos inmediatamente que no hay que dar a esta palabra el sentido habitual de forma geomtrica, exterior; designa aqu todo lo que constituye a un ser en su especificidad actual, trmino del cambio; expresa, pues, una riqueza inteligible, que har posible una definicin ms o menos completa del objeto, apelando a todas las propiedades constitutivas de este cuerpo y descubiertas por la experiencia. De este modo, la nocin de forma, designa a la vez la existencia de la realidad salida del cambio y lo que de ella puede comprenderse (su inteligibilidad); con ello la "forma" se convierte en sinnimo de idea realizada. Por el contrario, el terminus a quo, puro punto de partida, ser definido de manera puramente negativa, por la relacin a tal forma; Aristteles llamaba a este trmino "privacin"; ciertamente, en s mismo est ya determinado, pero nicamente en relacin con el estado que lo ha

precedido; no slo en el marco del cambio actual del cual es origen puede ser llamado "privacin" con relacin a la determinacin ulterior. Con todo, esto no basta para explicar todo el cambio; entre las dos etapas contrarias, subyacente a su sustitucin, tiene que existir un sujeto que proporcione una especie de substrato; de lo contrario habra la aniquilacin pura y simple de uno y la creacin de otro a partir de la nada; habra un hiato inadmisible. Este razonamiento es evidente cuando el cambio es superficial y afecta a un cuerpo ya constituido (por ejemplo, el agua que se calienta); pero, hay que extenderlo tambin a todo cambio ms radical, el que concierne a la aparicin de un ser nuevo y totalmente distinto, por sus propiedades, de aquel o de aquellos que le han dado nacimiento (por ejemplo, un trozo de madera es consumido; algo del mismo ha pasado en los productos de la combustin). Este elemento de base, este substrato, no es en s mismo perceptible por los sentidos; slo la inteligencia alcanza su existencia (por ejemplo, el agua que se calienta no es jams conocida por los sentidos en cuanto tal; est siempre a un cierto grado de temperatura; a fortiori, el principio comn a la madera que quema y a los productos de la combustin). A este principio bsico lo llama Aristteles la "materia"; en s, esta apelacin no tiene nada que ver con lo que en nuestros das designamos de la misma manera. La expresin referida est tomada de la dialctica de la tcnica humana (ejemplo: el carpintero hace sus muebles partiendo de la madera, "la materia" de la que los muebles son extrados). Algunos autores han querido ver en este origen un punto flaco del hilemorfismo, una especie de transferencia del obrar humano al anlisis de la naturaleza; pero, A. Mansion hace notar que tal explicacin "artificialista" proviene sobre todo de Platn: "En su sistema (el de Aristteles), la importancia de la comparacin arte-naturaleza es mucho menor, el alcance doctrinal es mucho ms limitado que en Platn... no hay por qu contraponer a las visiones de Platn... un "artificialismo aristotlico", pues no hay paralelismo verdadero entre los usos que uno y otro filsofo hacen de la comparacin arte-naturaleza para explicar el devenir natural... por consiguiente, lo que en Platn tena un significado metafsico inmediato, es reducido en lo sucesivo (en Aristteles) al papel de procedimiento pedaggico destinado a facilitarnos el anlisis de un caso que nos es menos familiar, el de la naturaleza, mediante el anlisis ms cmodo del caso del arte, cuyos elementos nos son mejor conocidos porque en ellos intervenimos nosotros mismos" (Introduction la physique aristotlicienne, 1945). Cambio sustancial: Aristteles asumi como problemtico un hecho evidente para sus contemporneos: el del cambio sustancial, el del

devenir de todas las cosas, con el fin de hallar en el seno de ese cambio algunos principios estables y universales, capaces de fundar una ciencia y una filosofa seguras. El no pretende demostrar que tales cambios existan; eso pareca caer por su propio peso, conforme a la experiencia vulgar (nacimiento, crecimiento, muerte, descomposicin de los seres, que se transforman unos en otros; ejemplos: combustin, evaporacin, etc.). Pues se supona que antes y despus del cambio sustancial no se trataba ya de los mismos seres; lo cual inclua la existencia de realidades fsicas (las sustancias) detectables por medio de sus propiedades, que desaparecan para dar nacimiento una a otra. Lo que se desmorona con el advenimiento de la ciencia moderna, es justamente la concepcin de sustancias netamente separadas; an cuando, para el sentido comn, los cuerpos qumicos, simples o compuestos, parecen bien delimitados, la ciencia muestra que de hecho resultan de una diferente disposicin de los mismos elementos ltimos (tomos y molculas); por tanto, su carcter bien delimitado e irreductible parece ms aparente que real. As, los cambios ms espectaculares no aparecen ya como mutaciones profundas, sustanciales, sino como un nuevo reagrupamiento de molculas y de tomos. En nuestros das, muchos autores juzgan indispensable partir de otra base; con lo que no se quiere declarar inexistente todo cambio sustancia. Pues cada vez se hace ms evidente que la nocin de cambio sustancial no presenta ya el carcter patente e indiscutido que tena en tiempos de Aristteles; adems, ello no representa ninguna infidelidad hacia Aristteles, pues ste eligi tal punto de partida nicamente en razn de su carcter indiscutido. Tanto la estabilidad como el cambio en el universo se miden en relacin a su generacin. Es cierto que el trmino "generacin" se reserva generalmente para la procreacin de los organismos; pero puede extenderse legtimamente a todo proceso d produccin, como cuando hablamos de la generacin del vapor. Las producciones matemticas, mecnicas y qumicas se denominan correctamente "generacin" por su semejanza con el proceso de procreacin de los organismos. Causa: Uno de los elementos esenciales de la doctrina de Aristteles para el estudio de la naturaleza es la investigacin de la causalidad. Por ello conviene no dar al trmino "causa" un sentido excesivamente limitado, el que generalmente tiene en nuestros das; la causa designaba para Aristteles aquello por lo cual tal ser existe, y tambin aquello por lo cual se hace inteligible, comprensible. La causa no designa

solamente lo que esta palabra evoca inmediatamente para nosotros, el principio extrnseco de cambio, el agente productor, sino todos los dems principios que pueden explicarlo. En la doctrina de Aristteles y de santo Toms, la nocin de causa tena un significado metafsico: designaba un grado de dependencia que alcanzaba el ser de las cosas. Como prolongacin de la idea de que todo el cosmos era movido por inteligencias puras y separadas, la naturaleza era concebida, ms o menos, como pasiva con relacin a esta nocin universal de orden squico. Pero sobre todo un gran nmero de aristotlicos, en la explicacin causal de los fenmenos observados, se contentaba con las primeras tentativas de elucidacin, con un aire animista que esconda a menudo un verbalismo real (por ejemplo, el horror del vaco, la tendencia de los cuerpos del mundo sublunar a encontrar de nuevo su lugar natural, etc.). Cualquier cambio era considerado entonces como un proceso que afectaba a entidades aislables y explicado por una causa extrnseca, vinculada a su vez a otras en un encadenamiento sin defecto alguno. Causa (la Gran Causa: Galileo): R. Lenoble afirma que "para comprender bien las verdaderas enseanzas del proceso de 1633, e incluso para no deformar sus datos exactos, es necesario no transportar a esa fecha unos elementos que no aparecieron hasta ms tarde. En el siglo XVIII se sabr con toda certeza de qu lado estaba la verdad, pero hay quien se imagina que Galileo presentaba ya como prueba unos hechos bien establecidos, y que sus jueces se tapaban los ojos para no ver. El caso Galileo se convierte entonces en "una gran causa", pero se limitara a uno de los innumerables episodios de la lucha entre la inteligencia y la necedad. Ahora bien, se trata de una gran causa, pero porque lindaba con un drama del espritu. La razn cientfica acaba de franquear una etapa, audazmente, sin aportar todava pruebas decisivas. Esta marcha hacia adelante va a exigir una refundicin de las imgenes familiares ligadas en la conciencia del hombre de ciencia, pero tambin del hombre religioso, o simplemente del hombre de la calle, a la representacin del mundo y de la vida. Si se comprende que los hombres de ciencia lo hayan arriesgado todo por los progresos de su tcnica, hay que comprender tambin que unos hombres de otra formacin - y sobre los cuales pesaban graves responsabilidades - no se atreviesen a intentar la aventura. Santillana ha establecido bien algunos penosos fondos del proceso, pero no hay que "politizar" demasiado el debate. Muchas veces se le haba "echado una mano" a Galileo: deje usted el campo libre a otros sistemas y nosotros dejaremos correr el asunto. Pero l tena por suficientes sus pruebas, y stas no lo eran todava. Era prudente turbar la fe comn a cuenta de unas seguridades que de ningn modo estaban establecidas? Por esto es por lo que los

contemporneos se mostraron mucho menos turbados de lo que sus descendientes iban a estarlo por ellos. No era solamente la exgesis, sino la razn lo que poda vacilar. Lutero haba perseguido a Coprnico con sus anatemas. En el siglo XVII, muchos hombres de ciencia, catlicos o protestantes, algunos libertinos como Bernier, mantienen an "por razn" el antiguo sistema, y la Iglesia cuenta entre sus ms fieles defensores a celosos propagandistas de la doctrina condenada... Simplificando demasiado el debate se pierde incluso la percepcin exacta de lo que fue el primer acto de "la crisis de la conciencia europea" (Histoire de la Sciencie, 1957) Causa final: Bajo diferentes aspectos, la causa final puede ser designada a la vez como la primera y la ltima de las causas; la primera, porque formula el determinismo propio del agente, contenido en cierta manera en su actividad dirigida; la ltima porque significa el trmino, el punto final del devenir. Causalidad: En la ciencia moderna la causalidad perdi su sentido metafsico (Descartes conserv uno, de acuerdo con su filosofa). Desde este momento pas a significar el vnculo existente entre varios fenmenos y se expres con una relacin matemtica. En la concepcin aristotlica, la causalidad significaba el encadenamiento entre entidades que se transmitan un influjo original. La lgica que lo expresaba era de tipo "predicativo" (tal cualidad, tal efecto era atribuido, "predicado" a un sujeto aislable). Por el contrario, en la ciencia moderna la causalidad designa una red de relaciones cuyos soportes pierden poco a poco toda consistencia; su lgica es de tipo "relacional". No se refiere ya a seres, sino a relaciones. Semejante causalidad (sin pretensin ontolgica) se expresa en el trmino de determinismo. El indeterminismo, al cual se refiere en la teora cuntica, no tiene nada que ver con cualquier violacin del principio de causalidad. Situndose al nivel del ser de las cosas, "la causalidad es una exigencia radical de la razn humana que se enfrenta con el mundo exterior intentando explicarlo", segn sostiene J. Ullmo. Ciencia: los verdaderos fundadores de la ciencia, los griegos (y Aristteles en particular) supieron desde el principio, orientarla en el camino del porvenir, ponindola al servicio de un ideal y de valores universales vlidos para todo hombre. Francisco Bacon (1561-1626) intenta levantar un mapa-mundi del universo intelectual estableciendo una clasificacin general de las ciencias, que muestra lo que se ha hecho, lo que queda por hacer, el orden a instaurar, las lagunas por llenar. Esta clasificacin se funda en

la distincin de las tres facultades propias del alma humana que es el asiento de la ciencia. A la memoria se refiere la historia, civil y natural, en ella hace entrar la historia de los monstruos y de los anormales (tetraloga) y la historia de las artes y de las tcnicas (tecnologa), porque "la naturaleza rige todas las cosas". A la imaginacin responde la poesa que interpreta las fbulas y los mitos, prepara el camino a la filosofa natural, cuya imagen nos presentan aquellos en enigmas. A la razn se refiere la filosofa, con su triple objeto, Dios, la naturaleza y el hombre. Bacon considera que la ciencia de Dios es la teologa, no la que tiene por objeto los misterios que pertenecen a los dominios de la fe, sino la teologa natural que estudia a Dios como autor de la naturaleza, y a los ngeles o a los espritus. La ciencia de la naturaleza comprende: la fsica, que es la ciencia de las causas materiales y eficientes; la matemtica como ciencia auxiliar; y la mecnica como ciencia prctica. La ciencia del hombre se subdivide en ciencia del intelecto o lgica, ciencia de la voluntad o moral, y ciencia de los hombres reunidos en sociedad o poltica. Frente a la falsa ciencia de la Cbala y de los modernos naturalistas, amantes de lo maravilloso, con cierto tono severo dice: "He hecho de la ciencia entera mi dominio. Quera liberarla de dos especies de bribones: unos, que la corrompen con sus frvolas disputas, sus refutaciones, su verbosidad; otros, con sus experiencias ciegas, sus tradiciones orales y sus imposturas" (Carta de F. Bacon a su to lord Burghley, 1592). Bacon afirma que la ciencia nueva debe responder a una lgica nueva, una lgica que proceda no ya por deduccin silogstica, sino por induccin y que parta del anlisis para llegar a la sntesis por medio de la experiencia. La primera de las ciencias, que es la metafsica, tiene por objeto propio la bsqueda de las formas que son la diferencia verdadera constitutiva de la misma, la natura naturans, la fuente de emanacin y la ley (Novum Organum), en suma, en principio al menos y segn su ley esencial (ratione certa et sua lege), lo que hay de eterno, inmutable y universal en la naturaleza (Novum Organum); la fsica, cuyo objeto es la bsqueda de la causa eficiente de la materia, de los procesos y de los esquematismos latentes, en suma el curso ordinario de la naturaleza, no supone en la naturaleza ms que la simple existencia, el movimiento y la necesidad natural; la metafsica supone adems la intencin y la idea (De Dignitate et augmentis scientiarum). Para los innovadores del siglo XVII, la ciencia no poda tratar ya de descubrir las esencias, lo que son en s mismas las cosas; y no porque la cuestin no tuviera sentido, sino porque estimaba la operacin poco

rentable y llena de incertidumbre. Ciertamente, Ren Descartes (15961650) juzg posible la cosa, y quiso llegar a una ciencia deductiva que sustituira la de Aristteles; pero lo pretendi slo porque para l la esencia de las cosas se reduca a la extensin. Por el contrario, la mayora de sus colegas (Gassendi y Mersenne) limitaban su proyecto al estudio cuantitativo de los fenmenos, sin pretender llegar al fondo de las cosas. Voltaire (1694-1778) retuvo de la fsica de Newton (1642-1727) la idea de que en ciencia todo tiene necesidad de experiencia, ayudada (pero solamente ayudada) del clculo, y que el espritu debe abstenerse de afirmar nada ms all de lo que sabe por la observacin y puede expresar en trminos de matemtica. "El objeto de todas las ciencias, deca A. Einstein, es coordinar nuestras experiencias y formar con ellas un sistema lgico". Niels Bohr (18851962, propuso el modelo atmico basado en la idea de la cuantificacin) afirma: "La labor de la ciencia consiste en extender el rea de nuestra experiencia y someterla a un orden". "Toda ciencia, escribe Juan Bautista Lamarck (1741-1829), debe tener su filosofa. Slo por este camino puede hacer progresos reales" (Filosofa Zoolgica). "La ciencia es la benefactora de la humanidad..., afirma Marcelino Berthelot (1827-1907), ella reclama hoy, a la vez, la direccin material, la direccin intelectual y la direccin moral de las sociedades" (Science et libre pense, 1905) Evandro Agazzi considera que "en realidad, cada ciencia recorta el propio mbito de objetos en el sentido de atribuirse una competencia sobre un determinado conjunto de 'cosas', sino en el sentido de a tenerse una lista de predicados especficos y al servirse de stos habla de diversas cosas". (Citado por Giuseppe Flores en Diccionario de Ciencias de la Educacin, 1990) Chalmers en su obra Qu es esa cosa llamada Ciencia (1984) afirmaba: "no es lcito defender o rechazar reas de conocimiento porque no se ajustan a algn criterio prefabricado de cientificidad"... "No hay ningn mtodo que permita probar que las teoras cientficas son verdaderas ni siquiera probablemente verdaderas". "La ciencia, afirma M. Berthelot, es la benefactora de la humanidad... ella reclama hoy, a la vez, la direccin material, la direccin intelectual y la direccin moral de las sociedades" (Science et libre pense, 1905).

El hombre de ciencia, a travs de la abstraccin y de la incertidumbre de sus conclusiones, no se hace ilusiones; tiene plena conciencia de conseguir el nico conocimiento objetivo que est al alcance de sus medios; sin hablar del descubrimiento de invariantes universales absolutas, que expresan un aspecto muy objetivo de la realidad (invariancia de la velocidad de la luz, cuanto de accin de Planck, etc.), sabe que la realidad observada es todo un complejo resultante de dos datos plenamente objetivos, el fenmeno mismo tal como puede existir en s, y la tcnica de observacin que interfiere con l, ofrecindose los dos indisolublemente ligados a su esfuerzo y comprensin. En nuestros das la ciencia realiza este carcter de forma eminente; pues slo ha podido desarrollarse mediante equipos de trabajo, cada vez ms especializados y estrechamente solidarios. La ciencia ha entrado en el fenmeno general de la "socializacin". Acerca el aspecto cualitativo de la ciencia, Fernand Renoirte (18941959), sostiene que "no deja de ser cierto que la ciencia, aunque lo expresa todo en nmeros, no es exclusivamente cuantitativa y matemtica, pues el estudio fsico del mundo material se efecta con ayuda de muchos procedimientos de medida que son cualitativamente diferentes" (Elments de critique des sciences et cosmologie, 1945). "La ciencia, afirma J. Ullmo, busca sus objetos, los construye, los elabora; no los encuentra hechos, dados en la percepcin o en la experiencia inmediata" (La pense scientifique modernne, 1958). Desde el momento en que la ciencia no es una contemplacin pasiva, sino una actividad operatoria, supone un objeto exterior al hombre, susceptible de ser el trmino de esa actividad: "lo real no es una hiptesis metafsica, afirma J. Ullmo, sino, para la ciencia en acto, un instrumento de pensamiento, la hiptesis de trabajo por excelencia. La ciencia avanza porque tiende hacia la realidad objetiva" (La pense scientifique modernne, 1958). La ciencia tiene su verdad propia, dependiente del nivel ontolgico que ella alcanza, y que nos es el del sentido comn o el de la metafsica. Querer a toda costa reconocer en el saber cientfico el grado de ser (y por tanto de verdad) de los dems saberes, slo puede provenir de un simplismo craso que ignore la complejidad de lo real. Respetar en cada tipo de conocimiento su propio tipo de verdad es la mejor manera de respetar la verdad en s. La ciencia an est excesivamente en evolucin; las dificultades actuales de la mecnica cuntica y de los campos, la bsqueda de una

teora unitaria son la mejor prueba de ello. Lo que la reflexin filosfica puede aportar es solamente una luz superior que permite situar el problema en su verdadero contexto. El xito de la ciencia, la transformacin que ella opera ante nuestros ojos, las energas enormes cuya liberacin ella permite, todo eso muestra que la inteligibilidad de la ciencia no es ilusoria, no es pura obra del espritu sin vinculacin con lo real. El hombre de ciencia tiene la impresin de que los resultados de su esfuerzo son a la vez obra de su pensamiento y respuesta de la naturaleza, en una interaccin misteriosa Ciencia (Clasificacin de la): En el libro VII de la Repblica, Platn divide las disciplinas cientficas segn los cuatro grados del conocimiento: Dos grados de opinin que son la conjetura y la creencia, a los cuales pertenecen las artes y los trabajos que tienen que ver con las cosas sensibles o con imgenes, incluyndose la poesa y el arte imitativo. Dos grados racionales, o sea la razn discursiva o , a la que pertenecen la geometra, la aritmtica, la msica y la astronoma, esto es, las disciplinas que parten de hiptesis y se sirven de imgenes, aun cuando tengan por objeto puros conceptos. Al cuarto grado pertenece la dialctica, que es la ciencia propia del filsofo. Aristteles distingue entre conocimiento necesario y el posible, por razn del objeto, es decir, tienen lo necesario por objeto las ciencias tericas como la filosofa, la fsica y la matemtica; y tienen lo posible por objeto las ciencias prcticas, como la tica, la poltica y las disciplinas poiticas o creadoras. Toms de Aquino (1225-1274) considera dos reas filosficas: En orden al ente: gnoseologa, metafsica general (ontologa y teologa natural), metafsica especial (Filosofa natural o cosmologa y del espritu o sicologa). En orden al obrar: lgica, tica, filosofa de la religin, filosofa de la cultura. Christian Wolff (1679-1754) divide el corpus (cuerpo) del saber en: 1) Ciencias racionales tericas o metafsica: ontologa, cosmologa, sicologa racional, teologa natural. 2) Ciencias naturales prcticas: filosofa prctica y derecho natural: tica, poltica y economa. 3) Ciencias empricas tericas: sicologa emprica, teologa y teologa emprica, fsica dogmtica. 4) Ciencias empricas prcticas: tecnologa y fsica experimental.

Para Jorge Hegel (1770-1831) hay slo tres disciplinas fundamentales: la lgica, la filosofa de la naturaleza y la filosofa del espritu, que tienen por objeto la Idea. Hegel se sirve de ellas nicamente para adquirir un material que ms tarde elabora por su cuenta dentro del esquema enciclopdico, sin considerar para nada los mtodos de investigacin y de comprobacin de los que se han servido las disciplinas particulares. Andr-Marie Ampre (1775-1836) divide en ciencias del espritu o noolgicas y ciencias de la naturaleza o cosmolgicas; clasificacin que ha sido muy aceptada y presentada por otros como ciencias culturales o humanistas y ciencias naturales, siendo Wilhelm Dilthey (1833-1911) quien ms la difundi. Augusto Comte (1798-1857) distingue dos clases de ciencias naturales: las ciencias abstractas o generales, cuyo objeto es el descubrimiento de las leyes que regulan las diferentes clases de fenmenos y las ciencias concretas, particulares, descriptivas, cuya misin es aplicar estas leyes a la historia efectiva de los diferentes seres existentes. Herbert Spencer (1820-1903 divide las ciencias en: 1) abstractas: lgica formal y matemtica, 2) abstracto-concretas: mecnica, fsica, qumica; y, 3) concretas: astronoma, mineraloga, geologa, biologa, sicologa, sociologa. Wilhelm Windelband (1848-1915) distingue entre ciencias nomotticas que intentan descubrir la ley y conciernen a la naturaleza y ciencias ideogrficas, porque miran lo singular en su forma histricamente determinada al tener por objeto la historia. Heinrich Rickert (1863-1936) considera que las ciencias de la naturaleza tienen carcter generalizador, mientras que las ciencias del espritu tienen carcter individualizador. Benedetto Croce (1866-1952) partiendo de la distincin de dos formas del espritu, la terica y la prctica y de la divisin de cada una de ellas en dos grados, conocimiento de lo individual y conocimiento de lo universal, volicin de lo individual y volicin de lo universal, distingue la esttica, que tiene por objeto el conocimiento individual o sea el arte; la lgica, que tiene por objeto el conocimiento de lo universal, es decir, la filosofa; la econmica, que tiene por objeto la volicin de lo individual y que comprende el estudio de todo lo til y, entre otros, del derecho, de la economa, etc., y la tica, que tiene por objeto la volicin de lo universal.

Wilhelm Wundt (1832-1920) considera dos grupos: 1) el grupo de las ciencias formales: lgica y matemtica; y, 2) el grupo de las ciencias reales: ciencias de la naturaleza y del espritu. Debemos tener en cuenta que la distincin entre ciencias formales y ciencias reales es bastante aceptada; pues Rudolf Carnap (1891-1970) la ha propuesto nuevamente basndose en que las ciencias formales contienen solamente aserciones analticas y las ciencias reales o factuales contienen aserciones sintticas. Richard von Mises (1833- ) al tomar la ciencia como el nico valor y dentro de la concepcin neopositivista, entiende que toda divisin y subdivisin de las ciencias goza slo de una importancia prctica y provisional, la no ser sistemticamente necesaria y definitiva. Ciencia (Lmites de la): Las reflexiones sobre la ciencia nos llevan a precisar los lmites del conocimiento cientfico a travs de las siguientes notas: a) El mtodo propio de la ciencia (el operatorio) le cierra el acceso a la "naturaleza" de las cosas. La teora cientfica es ajena a todo anlisis metafsico, pues slo alcanza a lo real por intermedio de una medida dirigida al proceso que hace manifiesto lo real, slo revela el aspecto cuantitativo del ser, lo que la metafsica llama "accidente" de la sustancia. La sustancia y el accidente no designan dos porciones separadas de lo real, sino que es lo mismo real visto bajo dos aspectos diferentes, desde dos puntos de vista diversos, a grados escalonados de abstraccin, bajo luces variadas. La luz propia de la ciencia le hace extraer en propiedad el aspecto cuantitativo y relacional del ser. Por tanto, queda sitio para otra luz, otra mirada, la del hombre enfrentado, no ya al mundo objetivado, sino con el mundo vivido (el del sentido comn) o con el mundo visto como totalidad el del metafsico). Pues tan pronto como la ciencia pretende ignorar que hay fuera de ella otras maneras de comprender el mundo, se erige en metafsica y sale de su contenido. Al afirmar esto no queremos denigrarla sino, por el contrario, situarla en el lugar que le corresponde. b) La ciencia est condicionada por su punto de partida. Sabemos que en cierto sentido el saber vulgar y emprico es el punto de partida de la ciencia: en cuanto saber primitivo, punto de partida histrico, primera etapa de una organizacin de las percepciones; en cuanto saber primario, actitud permanente subyacente a todo saber, especie de presupuesto que la ciencia no trata de fundar, pues todo su esfuerzo no es explicable sino por l; es en particular la conviccin de que el mundo que hace frente al hombre de ciencia es un mundo real, extrahumano, es la conviccin de que, adems, ese mundo es accesible, penetrable por el

pensamiento para discernir en l una inteligibilidad. Si esos presupuestos no fuesen vlidos, el esfuerzo cientfico perdera todo su sentido. Y si la percepcin del mundo sensible est en el punto de partida del conocimiento cientfico (observacin), tambin lo est en su obra experimental (punto de partida del esfuerzo de racionalizacin), en su verificacin y comprobacin; la necesidad del contacto con lo real y del retorno al dato sensible (tan fuertemente sealado por Toms de Aquino) por medio del juicio, se halla de nuevo presente a todo lo largo del esfuerzo de la ciencia, incluso cuando sta se despliega en una esfera racional ms depurada y abstracta. c) La estructura misma de la ciencia precisa los lmites de sta. La ciencia no conduce a un conocimiento radical de las cosas; su perspectiva es forzosamente parcial y limitada; y ello en virtud de su vocacin misma, de su definicin operatoria; no pudiendo elucidar la naturaleza del cosmos, su alcance no es directamente ontolgico; slo puede procurar del mundo una transposicin, una correspondencia objetiva, en un lenguaje apropiado y comunicable; por tanto, ella deja el campo libre a otros saberes, que, por otra parte, el cientfico utiliza frecuentemente, mostrando as los lmites del suyo. Adems, la ciencia no puede elucidar la situacin de su propio terreno, pues, para hacerlo, es necesario tener una visin global de las cosas, no en su totalidad extensiva, sino en su significado intensivo y ontolgico, que por definicin, es cuestin del metafsico. La nocin de objetividad propia de la ciencia es lo que permite concluir estas reflexiones: la ciencia, en virtud de su proyecto y de su mtodo, de su tematizacin, no es ms que un modo de encuentro con el mundo, a un nivel de explicacin que deja escapar todo un aspecto de lo real, en particular el movimiento intencional que nos lleva hacia las cosas, que establece las relacione vivas entre el hombre y el mundo. La ciencia moderna descubre la exigencia de ser reconsiderada en funcin del hombre que la crea; no puede hacer abstraccin de su vinculacin con l. Lo cual es afirmar la necesidad de una visin ms global, ms completa que es justamente la de la filosofa en su funcin ms alta: la metafsica. Ciencia de la naturaleza: Es la ciencia la que, poco a poco ha conquistado su autonoma rechazando la filosofa de la naturaleza fuera de su propio terreno, mientras que antiguamente sta contena el conjunto de conocimientos referentes a los seres naturales. Este carcter mixto de la ciencia de la naturaleza (fsica) era particularmente preponderante en la antigedad y sobre todo en Aristteles; de modo que, por razn de este vnculo ntimo entre los datos filosficos y cientficos, resulta delicado efectuar una distincin entre ambos; separando en estado puro los elementos filosficos de este

pensamiento, se corre el riesgo de subestimar el vnculo que los une con explicaciones cientficas, en las cuales slo se quiere ver, a priori, unas ilustraciones o ejemplos. Ciencia de lo necesario: Aristteles consider que solamente lo que es necesario es inteligible y comprensible (slo hay ciencia de lo necesario), santo Toms, por la referencia de todo lo creado con Dios, pone de relieve la dignidad de este mundo contingente; porque desde ahora es susceptible de ser comprendido, puesto que posee una inteligibilidad refractada, participacin de la inteligibilidad suprema de Dios; con ello quedan sentadas la posibilidad y la legitimidad de una verdadera ciencia del mundo contingente de la naturaleza, reflejo de la riqueza ontolgica e inteligible de Dios; de este modo tambin quedaba asegurado un punto de partida ms amplio y una base ms firme para la demostracin de Dios por el conocimiento de la naturaleza. Permaneciendo fiel a Aristteles y recogiendo una idea platnica y agustiniana, santo Toms ampla considerablemente la perspectiva para hallar un camino de acceso a Dios. En efecto, da un significado totalmente distinto al vnculo que une el universo con Dios, por medio de una concepcin de la causalidad que es verdaderamente universal. Dios no es nicamente fuente ltima del cambio, sino tambin causa creadora y conservadora de todo ser, concebido entonces como su participacin y su efecto. Ciencia moderna: Galileo Galilei (1564-1642) es el fundador de la ciencia moderna. l fue quien elabor la teora del mtodo cientfico y de la autonoma de la investigacin cientfica. El mrito de los fundadores de la ciencia moderna ha consistido en querer buscar, a cualquier precio, criterios de conocimiento ms estables en cuanto a su objetividad e imparcialidad. Lo han hecho posible buscando en el nico terreno posible: el de la cantidad. Ciertamente, esto exiga la puesta en marcha de la imaginacin y de la abstraccin; pero sabiendo que, para Aristteles y santo Toms, la abstraccin es la condicin de acceso a la realidad verdadera, ms all de las apariencias fluctuantes, no se puede dejar de aprobar esta preocupacin de buscar en la medida cuantitativa una mejor objetividad, situndose de ese modo en la prolongacin de la de Aristteles. Si el objeto de la ciencia no es ya la cualidad percibida por los sentidos, sino la cantidad medida por el espritu, es decir, de hecho la relacin cuantitativa entre los fenmenos, capaz de ser expresada por un nmero o una ecuacin, evidentemente sern las matemticas las que dirigirn esta manera de comprender la naturaleza. Estamos ante una nueva inteligibilidad de la realidad. Se trata de una transferencia de objetividad; sta pasa de las cualidades puramente sensibles

(secundarias) a las cualidades fsicas (primarias); por tanto, propiamente hablando, la fsica moderna no es pura fsica de la cantidad matemtica, es tambin fsica cualitativa, de las cualidades llamadas primarias; su inteligibilidad se expresa en nuevas cualidades que ya no son sensibles sino fsicas (masa, gravedad, luz, etc.) capaces de ser expresadas por relaciones matemticas. Mientras que Aristteles distingua lo "natural" de lo "violento", distincin de resonancia antropomrfica, y "natural" de "artificial" (producto de la actividad humana), distincin que no ha desaparecido del espritu de muchos de nuestros contemporneos (el mito del "naturalismo"), la ciencia moderna considera todo fenmeno mensurable como natural. En efecto, las obras de la tcnica, mquinas u otras, no hacen ms que explorar las leyes de la naturaleza; no le son extraas. Es ms, la tcnica puede entonces, por el hecho de su integracin en la naturaleza, hacer posible una mejor representacin de sta. La ciencia moderna crea un vnculo nuevo entre el hombre y la naturaleza. Ciencia moderna (Precursores de la): La metodologa de Roger Bacon (1214-1292) interesa ms que sus doctrinas filosficas propiamente tales. La sabidura es a la vida humana como el instinto al animal; el universal no es un aspecto que el entendimiento capta de las cosas, sino una naturaleza operativa, una fuerza que invade todo el universo. Juan Buridano (naci despus de 1358) trata de las tres partes en que se divida el programa para la enseanza de la filosofa: lgica, filosofa de la naturaleza y tica. En la filosofa de la naturaleza, abri nuevos caminos a la investigacin cientfica hasta el punto de ser considerado por Pierre Duhem (1861-1916), como uno de los precursores de Leonardo de Vinci (1452-1519), y por A. Mayer, como un precursor de Galileo Galilei (1564-1642). La ciencia de Leonardo de Vinci es arte y el arte es ciencia, remontando una y otra a su fundamento comn, que es la experiencia. La experiencia es la palabra que expresa la bsqueda ansiosa del cientfico Leonardo y su disciplina como artista. "La verdad, dice Leonardo, fue la nica hija del tiempo; la sabidura es hija de la experiencia". La experiencia es conocimiento inmediato de los sentidos, que se integra enseguida con la razn que muestra la proporcin y el nexo de los efectos naturales.

Para Nicols Coprnico (1473-1543), lo fundamental es la apelacin al matematicismo platnico; las matemticas son expresin del poder de la razn y de la profunda armona de las cosas. Lo revolucionario es la nueva visn del cosmos. Bernardino Telesio (1509-1588) consider que el calor y el fro son las dos sustancias que constituyen los primeros principios, las dos naturalezas agentes universales. Propuso el primer esbozo sistemtico del empirismo moderno, que pas a la escuela empirista, la cual desarroll los principios germinalmente ya presentes en el De rerum natura. Francisco Bacon (1561-1625) considera que "dos son, o pueden ser, los caminos para buscar y encontrar la verdad. Uno vuela desde el sentido y desde los particulares hasta los axiomas ms generales, y, partiendo de estos principios y de su verdad inconmovible, juzga y descubre los axiomas intermedios. Este es el camino en uso. El otro extrae los axiomas del sentido y de los particulares, finalmente, a los ms generales; ste es el camino verdadero, todava no intentado" (Novum Organum). Habla de las imgenes o idola que son cuatro: 1) Idola tribus. "El entendimiento humano, por su caracterstica, se inclina a suponer en las cosas mayor orden y similitud de lo que en realidad existe en ellas, y aunque en la naturaleza se dan muchas cosas nicas y llenas de desigualdades, sin embargo, imagina paralelismo, correspondencias y relaciones". Esto vale particularmente para los conceptos de finito e infinito, divisible e indivisible, y para el uso de las causas finales. 2) Idola specus (la caverna) a la que atribuye el segundo motivo de deformacin en el conocimiento, es la conciencia de cada individuo, el temperamento particular de cada uno de nosotros, que con sus tendencias colorea de formas distintas el propio modo de conocer. La imagen de la cueva es de origen platnico, refirindose a la imagen contenida en el libro VIII de la Repblica. 3) Los idola fori dependen del trato mutuo entre los hombres (el foro es el lugar en que los hombres intercambian mercancas e ideas). Este intercambio se realiza por medio del lenguaje, y el lenguaje es fuente de errores: por eso muchas grandes y solemnes discusiones se reducen a cuestiones meramente verbales. 4) Los idola theatri se definen por Bacon como aquellas deformaciones que provienen de la aceptacin de teoras especulativas, impidiendo la escueta observacin de la realidad autntica. La ciencia es regnum hominis. La dignidad del hombre estriba en su actuacin, que equivale finalmente a dominar la naturaleza. La historia generationum consta de cinco clases, que tienen por objeto los cuerpos celestes, los meteoros y los fenmenos atmosfricos, la tierra y el mar, los elementos o materiales generales y, finalmente, los cuerpos especficos.

Para Johannes Kepler (1571-1630) Dios es la verdad, y la ciencia el camino que debe seguir el hombre para ascender al conocimiento ms profundo. En Astronomia nova formula las dos primeras leyes conocidas con su nombre; el carcter elptico de la trayectoria de los astros (aboliendo el prejuicio milenario de la superioridad del movimiento circular) y la proporcionalidad con el tiempo de las reas descritas por los radios vectores (el descubrimiento de Kepler fue decisivo para el desarrollo ulterior del estudio matemtico de las secciones cnicas). Junto con el enunciado de la tercera ley (los cuadrados de los tiempos en las revoluciones de los planetas alrededor del sol son proporcionales a los cubos de las respectivas distancias medias al sol), en Harmonices mundi libri V (1619) se encuentra una amplia exposicin de las especulaciones mstico-metafsicas keplerianas. Galileo Galilei (1564-1642), nombrado por el gran duque Cosme Primario matematico dello studio de Pisa y Primario Matematico e Filosofo del Granduca di Toscana, es universalmente reconocido como el verdadero fundador de la dinmica. El fundamento de la investigacin de Galileo es la experiencia sensible; el proceso inductivo implica la formulacin de la hiptesis, la crtica del dato y, de aqu, la verificacin de las hiptesis propuestas, para llegar finalmente al enunciado de la ley o forma de los fenmenos. La ciencia galileana es una ciencia de la cantidad, es decir, de las determinaciones fenomnicas de lo real en cuanto son experimentables con los sentidos y mensurables mediante el clculo matemtico. La ciencia pasa de metafsica cualitativa a doctrina de lo mensurable y de lo correlativo. El objetivismo de Galileo: el esquema de la cantidad es universalmente vlido, porque la naturaleza de los hechos es cuantitativa; una inmanente geometra est presente en las cosas y regula sus relaciones porque los caracteres con los que Dios ha escrito inmutablemente el gran libro de la naturaleza estn hechos precisamente de tringulos, crculos y otras figuras geomtricas. La naturaleza es movimiento, y todas las modificaciones de los sentidos, subjetivas en sus apariencias, son producidas, en ltimo trmino, por la posicin y el movimiento de partculas mnimas de la materia. Joachim Jungius (1587-1657) acept y desarroll la teora corpuscular de su maestro Daniel Sennert y, oponindose a las doctrinas escolsticas dominantes, fue promotor del mtodo experimental y matemtico. Puede ser considerado como precursor de la concepcin mecanicista de la fsica. G. Leibniz lo admir y lo pone al nivel de Kepler y Galileo. De hecho debemos a Jungius algunos de los progresos ms notables de la lgica clsica formal (presimblica) en los tiempos modernos; ampli la teora de la deduccin silogstica

introduciendo las "aequipolentiae per inversionem relationis", las "consequentiae a compositis ad divisa" y, sobre todo, con la discusin de la teora de los silogismos oblicuos. Ren Descartes (1596-1650) en carta del 13 de noviembre de 1629 anuncia haber llegado a la posibilidad de una explicacin total del mundo fsico. En otros trminos repite la duda metdica de san Agustn (354-430) "me equivoco, luego existo" deca Agustn y Descartes "pienso, luego existo". Introduce e implanta el dualismo: res cogitans y res extensa, que hizo mucho dao al avance nveo de la ciencia, y slo en estas ltimas dcadas se va superando. Nicols Maquiavelo (1469-1527) con su clebre Prncipe rompe con la poltica filosfica y eticista para hacer de lo poltico un discurso autnomo, secularizado, pragmtico, antiutpico y acorde con el realismo de las ciencias modernas. Ciencia nueva: Galileo es ciertamente uno de los ms grandes nombres de la historia del pensamiento, y es lamentable que el conjunto de su obra haya sido poco conocido en Francia, pues "su obra, afirma R. Lenoble, tiene algo de prodigio: su mecnica no haba de perecer; su fsica experimental daba a la ciencia moderna sus primeras leyes... en cuanto a su filosofa mecanicista, "ciencia nueva" de la que l es el primer maestro (y no Descartes, como se suele creer en Francia), vamos a ver que era decididamente