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Nuestro país participa actualmente del Proyecto "Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní", el cual prevé acciones conjuntas para el manejo y buen uso del recurso acuífero para las generaciones presentes y futuras. El componente científico es uno de los primeros mencionados y ocupa gran parte de la actividad allí desplegada: se propone la “Expansión y consolidación de la base actual del conocimiento científico y técnico acerca del Sistema Acuífero Guaraní (SAG). Así, se prevén acciones científico-técnicas en diversos campos: la geología, hidrogeología, geofísica, geoquímica, isotopía, modelación matemática de acuíferos, sistemas de información, medio ambiente, ingeniería geotérmica, sociología, educación, legislativo y otros. En la Argentina, los responsables del proyecto son: la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que preside la Unidad Nacional de Ejecución del Proyecto, que además es integrada por Cancillería, la Secretaría de Medio Ambiente y la Jefatura de Gabinete de Ministros. Actualmente, el Instituto Nacional del Agua es el Organismo Coordinador Técnico ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos. En su famoso libro “La riqueza de las naciones”, Adam Smith, establece una distinción básica entre el “valor” de los bienes: los que tienen alto “valor de cambio”, como por ejemplo los diamantes, y, en contraposición, los que tienen alto “valor de uso”, por ejemplo el agua. El primero es escaso El mundo frente a la crisis del AGUA Area de Comunicación y Prensa El componente científico es uno de los primeros mencionados y ocupa gran parte de la actividad allí desplegada Polémica alrededor del reservorio de agua más grande del mundo: El Sistema Acuífero Guaraní

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Nuestro país participa actualmente del Proyecto "Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní", el cual prevé acciones conjuntas para el manejo y buen uso del recurso acuífero para las generaciones presentes y futuras. El componente científico es uno de los primeros mencionados y ocupa gran parte de la actividad allí desplegada: se propone la “Expansión y consolidación de la base actual del conocimiento científico y técnico acerca del Sistema Acuífero Guaraní (SAG). Así, se prevén acciones científico-técnicas en diversos campos: la geología, hidrogeología, geofísica, geoquímica, isotopía, modelación matemática de acuíferos, sistemas de información, medio ambiente, ingeniería geotérmica, sociología, educación, legislativo y otros. En la Argent ina, los responsables del proyecto son: la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que preside la Unidad Nacional de Ejecución del Proyecto, que además es integrada por Cancillería, la Secretaría de Medio Ambiente y la Jefatura de Gabinete de Ministros. Actualmente, el Instituto Nacional del Agua es el Organismo Coordinador Técnico ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos.

En su famoso libro “La riqueza de las naciones”, Adam Smith, establece una distinción básica entre el “valor” de los bienes: los que tienen alto “valor de cambio”, como por ejemplo los diamantes, y, en contraposición, los que tienen alto “valor de uso”, por ejemplo el agua. El primero es escaso

El mundo frente a la crisis

del AGUA

Area de Comunicación y Prensa

El componente científico es uno de los primeros mencionados y ocupa gran parte de la actividad allí desplegada

Polémica alrededor del reservorio de agua más grande del mundo: El Sistema Acuífero Guaraní

y por lo tanto cuesta mucho dinero, y el segundo es abundante y no tiene otro valor más que el que se le adjudica para consumo diario. Después de todo, el agua es un recurso super abundante, y por lo tanto con poco valor de cambio.

Muy probablemente el padre del liberalismo económico y predicador de la “mano invisible” del mercado, jamás hubiera imaginado que en la posmodernidad del siglo XXI el agua llegaría a ser un bien preciado, objeto de disputas internacionales y, tal vez, de guerras.

De hecho, ya hay indicios que permitirían afirmar que la distinción entre el “valor de uso” y el de “cambio” de una “mercancía” como el agua se está diluyendo progresivamente. Incluso ya existen muchos especialistas que pronostican que el agua será en este siglo como el petróleo en el anterior, y ponen como ejemplo el caso de Medio Oriente, donde agua es un tema no menor en la disputa territorial entre Israel y países como Palestina y Siria.

Lo cierto es que sólo el 2,53 % del agua existente en la Tierra puede ser de consumo humano -aunque sólo el 1% es de fácil acceso- y que América del Sur almacena el 25% del agua fresca mundial. Dentro de ésta, el Acuífero Guaraní es el reservorio de agua subterránea más grande del mundo y ocupa un área de aproximadamente 1 millón 190 mil kilómetros

cuadrados (superficie mayor que España, Francia y Portugal juntas).

La polémica actual respecto del Sistema Acuífero Guaraní (SAG) gira alrededor del uso y manejo de los recursos hídricos. Todos están de acuerdo en que debe ser preservado. El problema es cómo.

La particularidad de este recurso estratégico es que es transfronterizo, por lo cual requiere de la cooperación internacional para generar

cualquier tipo de actividad efectiva en cuanto a su preservación y buen

uso. Y en donde hay cooperación internacional, hay instituciones internacionales….

Lo que está en juego, si bien no está al tope de las prioridades mediáticas de la Argentina de hoy, es de enorme trascendencia para la humanidad toda. Para tener una idea, la cantidad de agua potable que contiene el SAG alcanzaría para cubrir las necesidades de todo el mundo actual (6 mil millones de personas) durante 200 años. Esto es más impactante aún si tenemos en cuenta que se calcula que en 25 años dos tercios de la población mundial no tendrá agua potable.

Todo comenzó en 1994 por iniciativa de las Universidades de los países que comparten el SAG. El 22 de abril de 1997, luego de intensas reuniones académicas, se firmó el Acta de Paysandú, en donde se llamó a que los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay coordinaran mecanismos para la gestión sustentable del SAG.

En 1999 los órganos encargados de la administración del recurso hídrico en Uruguay y Brasil solicitaron a la Organización de Estados Americanos (OEA) gestionar un proyecto para “el manejo sostenible del Acuífero Guaraní”.

Pero para tal fin se indicaba como posible fuente de financiamiento el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (Global Environment Facility, GEF) y

La polémica actual respecto del SAG gira alrededor del uso y manejo de los recursos hídricos. Todos están de acuerdo en que debe ser preservado.

como agencia de implementación el Banco Mundial (BM). Y es aquí donde nace la polémica.

Organizaciones de centro izquierda -a través de centenares de sitios en internet y también en el Foro Social de Porto Alegre- ven en la participación de los organismos internacionales la intromisión del “capitalismo imperialista” que procura asegurarse un recurso estratégico como el agua para su explotación privada. El proyecto en ejecución, dicen, es el primer paso para conseguir información acerca del SAG y luego explotarlo a través de empresas transnacionales de “oscura reputación”.

En contraste, tanto los gobiernos nacionales de los países involucrados como los organismos internacionales, ponen el énfasis en la preservación del recurso y en su manejo sostenible, de acuerdo a lo pactado en la “Carta de Río” 1992 y en la “Declaración del Milenio”, donde se que establecían objetivos en relación a la preservación de estos recursos.

“Que estos cuatro países hayan reconocido la necesidad de preservar el acuífero es histórico porque lo acordaron antes de que el recurso se contamine”, dijo en su momento Axel van Trotsenburg, director de la sede regional del BM.

Acerca del Proyecto SAG

El Proyecto comienza a tener efectividad para el BM a comienzos del 2003. Implica un costo de 27.240.000 de dólares, del cual 13.400.000 corresponde al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). Además, cuenta con el financiamiento de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el German Geological Survey (BGR) y el Bank Netherlands Water Partnership Program (BNWPP). El resto corresponde a las contrapartes nacionales.

El propósito del Proyecto “consiste en apoyar a los cuatro países en elaborar conjuntamente e implementar un marco común institucional, legal y técnico para manejar y preservar el SAG para las generaciones actuales y futuras”.

Los críticos del Proyecto, si bien están de acuerdo con la preservación del recurso, ven “la intromisión” del Banco Mundial como el caballo de troya de las potencias hegemónicas en especial Estados Unidos- para apoderarse de los recursos hídricos de la región y explotar su potencial. El hecho de que el gobierno de Bush postule a Paul Wolfowitz como para la presidencia del Banco Mundial seguramente avivará la disputa.

Además, dicen que la actitud del gobierno norteamericano no hace más que confirmar la hipótesis de la apropiación cuando usa como “excusa” el “desgobierno” que habría en la Triple Frontera en donde se cultivaría el terrorismo y el narcotráfico. En realidad, dicen, su “verdadero interés” es el control del Acuífero a partir del despliegue militar en esa región.

La manera de operar esta “apropiación de recursos” sería a través del accionar de los organismos internacionales bajo el liderazgo del BM. “De lo que se está hablando, en el fondo, es de modelar las legislaciones nacionales de los países s u d a m e r i c a n o s e n cuestión, para que faciliten programas de inversión privada sobre un recurso estratégico”, dice Gian Carlo Delgado Ramos, La ecología

Tanto los gobiernos nacionales de los países involucrados como los organismos internacionales, ponen el énfasis en la preservación del recurso y en su manejo sostenible, de acuerdo a lo pactado en la “Carta de Río” 1992 y en la “Declaración del Milenio”.

p o l í t i c a d e l a g u a sudamericana, Revista Memoria.

Sin embargo, no está del todo claro que sea así, porque, en última instancia, sólo los gobiernos nacionales podrán permitir la e x p l o r a c i ó n y l a explotación del recurso, en especial si se trata de m o d i f i c a r l a s legislaciones nacionales.

Más allá de las disputas fronterizas de antaño, o incluso de la puja por el

control de los recursos hídricos allá por los '70 entre

Brasil y Argentina, los países de la región ejercen una

soberanía plena sobre sus propios territorios, incluyendo la Triple

Frontera.

Es por esto que las denuncias acerca de la “apropiación” de los recursos del Acuífero pueden ser ciertas pero tienen su límite en la capacidad que tienen los Estados para proteger, a través de su propio ordenamiento jurídico, los recursos estratégicos que les pertenecen.

En realidad, el tema de fondo es otro. La disputa acerca del control y manejo de los recursos naturales se inscribe en una evolución mucho más profunda que está viviendo el sistema internacional, en donde hay una puja entre dos conceptos antagónicos: un sistema en donde prevalece el respeto a las soberanías nacionales propio de la modernidad- en contraste con un sistema internacional basado en la preservación de los recursos que son un bien común/público, como sería el caso del agua o del Amazonas.

El tipo de sistema que prevalecerá, y a partir de cuándo, es imposible saberlo. Lo que sí es posible afirmar es que en el caso de que se haga prevalecer el criterio de los recursos naturales como “bien público”, también deberían ser declarados como bien público los recursos petroleros, minerales, agrícolas de todo el mundo. De lo contrario, cada país seguirá teniendo la soberanía sobre los recursos que estén en su territorio y podrá determinar de qué forma explotarlo. La clave para su preservación pasa por la continuidad democrática de los países de la región y su posibilidad de desarrollarse, y no por el control extranjero de dichos recursos.

Y, en lo inmediato, no hay razones para pensar que los países no están conscientes de esta problemática. El tema ya es una cuestión de Estado: los presidentes Kirchner y Lula da Silva, firmaron la “Declaración sobre el Agua y la Pobreza”, en donde “deciden apoyar e impulsar programas y proyectos conjuntos argentinos y brasileños que posibiliten una gestión eficiente y sostenible de los recursos hídricos, su aprovechamiento racional, la protección ambiental de los diversos sistemas de cuencas fluviales y lacustres y, en particular, los glaciares y el Sistema Acuífero Guaraní de aguas subterráneas”.

Los críticos del Proyecto ven “la intromisión” del Banco Mundial como el caballo de troya de las potencias hegemónicas en especial Estados Unidos- para apoderarse de los recursos hídricos de la región y explotar su potencial por medio de las empresas privadas.

El Sistema Acuífero Guaraní

En la época en que estaban unidas Sudamérica y

África y los dinosaurios pululaban por la región, hace

200 a 132 millones de años, comenzó a alojarse agua

en las formaciones geológicas Triásicas y Jurásicas de lo

que hoy se conoce como Sistema Acuífero Guaraní. Los

depósitos comenzaron a desarrollarse en ambientes

fluviales y lacustres conociéndoselos en la literatura

geológica como formación Tacuarembó o también

Piramboiá. Luego, como resultado de un clima más

seco, se desarrolló un gran desierto de arenas bien

seleccionadas (semejante al actual Sahara) que

también abarcó la región de los 4 países, constituyendo

posteriormente el acuífero principal del Sistema

adentro de la formación geológica denominada

Botacatú o Rivera. Todos estos sedimentos abarcaron

dentro de la Argentina: el litoral y región

chacopampeana norte central resultando espesores

variables entre los 200 y los 600 metros. Luego de esta

etapa, y a través de profundas fracturas, todos los

sedimentos anteriores fueron cubiertos por coladas de

lavas basálticas, que acompañaron la separación entre

los continentes mencionados. Así se constituyó la

efusión basáltica de mayor extensión mundial: un

millón de kilómetros cuadrados en los 4 países del

Mercosur. El procesó dejó volúmenes de rocas muy

diversos: en Misiones más de 800 metros de espesor de

coladas de lavas superpuestas, en la margen oriental

entrerriana más de 600 metros, en tanto que la región

Chacopampeana presenta escasos metros y con

presencia irregular discontinua. El máximo espesor

conocido de basaltos se registra en Brasil - Estado de

San Pablo - con más de 1.900 metros. Luego de todos

estos eventos geológicos, que permitieron en ese

entonces la depositación de más de 1.000 metros de

espesor de rocas en toda el área, se comienzan a

producir y reactivar fallas y estructuras geológicas que

en muchos sectores alteraron el orden estratigráfico

establecido, las orientaciones originales y las alturas,

sumado todo ello a los procesos erosivos actuando

durante varios millones de años y la conformación de

depósitos más modernos producidos en el Terciario y

Cuaternario. En ese escenario, considerado

geológicamente casi final, y muy parecido al actual, las

rocas más permeables que afloraban comenzaron a

llenarse de agua por infiltración desde la superficie

(producto de las lluvias y ríos), circulando muy

lentamente - en el orden de los pocos METROS POR DÍA

- desde las áreas de afloramiento (áreas de recarga)

hacia las de hundimiento y confinamiento (áreas de

tránsito y descarga). Este proceso comenzó en gran

escala hace más de 20.000 años (cuando en las

pampas vivía el gliptodonte y en Europa el homo

sapiens habitaba en cavernas ) y continua...

El Proyecto Sistema Acuífero Guaraní

El Proyecto "Protección Ambiental y Desarrollo Sostenible del Sistema Acuífero Guaraní", tiene 4 años de duración, y fue estructurado en base a 7 componentes: 1) Expansión y consolidación de la base actual del conocimiento científico y técnico acerca del SAG; 2) Desarrollo e instrumentación conjunta de un marco de gestión para el SAG, basado en un Programa Estratégico de Acción acordado; 3) Fomento a la participación pública y de los actores interesados, a la comunicación social y a la educación ambiental; 4) Evaluación y seguimiento del Proyecto y diseminación de sus resultados; 5)Desarrollo de medidas para la gestión de las aguas subterráneas y para la mitigación de daños, de acuerdo con las características de la región, en áreas críticas (“hot spots”); 6) Consideración del potencial para la utilización de la energía geotérmica “limpia” del SAG; 7) Coordinación y gestión del Proyecto. Están previstas acciones científico-técnicas en diversos campos de la geología, hidrogeología, geofísica, geoquímica, isotopía, modelación matemática de acuíferos, sistemas de información, medio ambiente, ingeniería geotérmica, sociología, educación, legislativo y otros. Se crea un fondo especial para investigaciones en temáticas específicas del Proyecto a realizar por Universidades de la Región, y un denominado Fondo para la Ciudadanía a utilizar por las ONG como un importante apoyo a aspectos sociales del Proyecto. El costo total fue calculado en 26.760.000. La organización en cada país en principio estará estructurada en base a una Unidad o Consejo Directivo integrado, como mínimo, por los máximos Organismos de Recursos Hídricos, Medio Ambiente y la Cancillería, y un Consejo Coordinador de carácter técnico, con un Coordinador Nacional y la integración de diversos Organismos e Instituciones afines a la temática: de Universidades, Provincias, ONG y otras organizaciones específicas. En la Argentina la Subsecretaría de Recursos Hídricos preside la Unidad Nacional de Ejecución del Proyecto integrada, además, por Cancillería, Secretaría de Medio Ambiente y Jefatura de Gabinete de Ministros. Actualmente, el Instituto Nacional del Agua es el Organismo Coordinador Técnico ante la Subsecretaría de Recursos Hídricos.

Radiografía de la CRISIS

Algunas de las zonas más afectadas

# Acuífero de Ogallala: Es el recurso natural de agua más grande de Estados Unidos. Se empobrece a una tasa de 12.000 millones de m3 al año, a causa de la sobreexplotación para la agricultura.

# Ciudad de México: El Distrito Federal se hunde a causa del agua que se extrae bajo sus cimientos. Un 40% del agua de la ciudad se filtra por los alcantarillados.

# Altiplano: La Puna es una vasta región compartida por Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y la Argentina. La zona afronta serios problemas de desertización debido a sobrepastoreo y agricultura intensiva.

# Chaco: En la estación de las lluvias el agua destruye todo lo que encuentra en su camino. Sus recursos acuíferos también afrontan problemas de contaminación.

# África Occidental: La disminución del nivel de sus ríos puso en crisis las frágiles economías del área.

En el siglo XXI: el 20% de la falta de agua obedecerá al cambio climático.

# La Cuenca del Zambeze: Se trata de uno de los sistemas fluviales más explotados del mundo.

# El Nilo: Muy utilizado para irrigación y generación de energía, existe una alta competencia para aprovechar su curso.

# Medio Oriente: El aumento de la población convirtió al agua en un recurso más preciado que petróleo.

# Turquía: Siria e Irak acusan la acusan de robarles parte del caudal del Tigris y el Éufrates, mediante la construcción de una serie de represas.

# Cataluña: La escasez crónica del agua afecta a 4,5 millones de personas en Cataluña.

# Mar Aral: Su mal manejo económico convirtió al área en un desierto tóxico. Los ríos que lo alimentaban fueron desviados para cultivar algodón en el desierto. La región ahora tiene una de las tasas de mortalidad infantil más altas del mundo.

# Río Amarillo: Uno de los ríos más caudalosos del mundo y fuente continúa de inundaciones. Por temporadas, las exigencias del agro secan partes de su curso.

# El Ganges: El caudal del río sagrado hindú desciende de modo alarmante. Los glaciares de donde mana se derriten y su curso se encuentra altamente contaminado.

# Sur de Australia: Los cambios en la dirección de los ríos de esta región desértica provoca perjudiciales desbalances en las zonas fértiles del continente.

En el siglo XXI: el 20% de la falta de agua obedecerá al cambio climático.

El caso de la Argentina: Nuestro país cuenta con el 10% de los recursos hídricos del Brasil: 814 km3 por año.

Casi toda el agua que bebemos los argentinos procede de los mismos ríos donde se arrojan los desechos industriales y cloacales.

El agua, ese recurso precioso que h a c e p o s i b l e l a v i d a , e s omnipresente: afecta la salud, la agricultura, la industria, la energía y los ecosistemas, es decir, todo. Pero es debido a su escasez, y a la perspectiva de que sea más escasa aún en el futuro, que el agua se convierte en un recurso estratégico y objeto de los mayores conflictos geopolíticos del siglo XXI. Las t e n d e n c i a s a c t u a l e s s o n verdaderamente preocupantes, ya que aumenta constantemente el consumo de agua per cápita (debido a la mejora de los niveles de vida) y por otro lado los recursos se ven cada vez más reducidos por la contaminación. Otra tendencia que no deja de ser preocupante es la desigualdad en las regiones de consumo: la escasez de agua en algunas de las regiones más pobres del planeta contrasta con el sobreconsumo de los centros desarrollados.

La madre de todas las batallas: El futuro frente a

la crisis del AGUA

Dibujo: Jorge FalconeColor: Guadalupe Haedo

# A mediados del presente siglo, 7.000 millones de personas en 60 países sufrirán escasez de agua. 4.000 millones de personas podrían sufrir escasez de agua para el 2025, una cifra tres veces mayor a la situación actual.

# El 2,53% del agua mundial es dulce y sólo el 1% es de fácil acceso. Aproximadamente las dos terceras partes del agua dulce se encuentran inmovilizadas en glaciares.

# América Latina y el Caribe ocupan el 15% del territorio mundial y el 8,4% de la población, pero concentran el 29% de la precipitación total y un tercio de los recursos renovables del agua del mundo. Sin embargo, no está exenta la crisis, ya que hoy enfrenta problemas de escasez de agua, así como agua de mala calidad y falta de saneamiento.

# La precipitación constituye la principal fuente. El hombre extrae el 8% del total anual de agua dulce renovable y se apropia del 26% de la evapotranspiración anual y del 54% de las aguas de escorrentía accesibles.

# El riego consume alrededor de un 15% del agua de uso agrícola y consume alrededor del 70% del insumo total del agua. Esta cantidad aumentará en un 14% en los próximos años, ya que la zona de regadío se ampliará en un 20%.

# Unos 2 millones de toneladas de desechos son arrojados diariamente en aguas receptoras, incluyendo residuos industriales y químicos, vertidos humanos y desechos agrícolas. La producción global de aguas residuales es de aproximadamente 1.500 km3. Se estima que la contaminación puede ascender a 12.000 km3.

# El uso anual global de agua por parte de la industria aumentará de 725 km3 en 1995 a unos 1.170 km3 en 2025. El uso industrial representará entonces un 24% del consumo total del agua. La energía hidráulica proporciona actualmente por lo menos el 50% de la producción eléctrica en 66 países y por lo menos 19% en 24 países.

# Actualmente más de 1.100 millones de personas carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua y 2400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento.

# El consumo de agua se presenta como algo claramente desigual. Los centros industriales consumen 20 veces más que el resto del mundo. Un ciudadano norteamericano utiliza 600 litros diarios mientras que en África el promedio no llega a 20 litros diario per cápita. El promedio estimado como ideal no debería ser de 50 litros diarios.

# Las poblaciones pobres resultan las más afectadas por la contaminación, ya que el 50%

de la población de los países en desarrollo está expuesta a fuentes contaminadas. Las enfermedades transmitidas por el agua c o n t a m i n a d a o r i g i n a n d o l e n c i a s gastrointestinales (incluyendo diarrea). Las transmitidas por vector (por ejemplo la malaria, el dengue) provienen de insectos que se reproducen en ecosistemas acuáticos. Según estimaciones la malaria sería la responsable del deceso de un millón de individuos.

Argentina, la región y la comunidad internacional

# La Argentina posee unos de los 15 humedales principales de Sudamérica: la Reserva Natural del Iberá, que desde el año 2002 integra la comunidad internacional Ramsar- comunidad internacional de humedales encargado de categorizar a nivel internacional los sitios de mayor valor- . El Iberá es uno de los 10 sitios Ramsar que posee la Argentina.

# Los humedales constituidos por bañados, esteros, lagunas y arroyos, resultan indispensables para mantener el ciclo de agua porque captan y retienen el agua de lluvia y deshielo, retienen sedimentos y depuran el agua, son zonas importantes de la diversidad biológica.

# El Acuífero Guaraní, es otro reservorio fundamental de agua subterránea que Argentina comparte con Brasil, Paraguay y Uruguay, es el más grande del mundo. Se estima que podría abastecer durante 200 años la población mundial (de 6000 millones de personas).

# Frente a la crisis hídrica, la comunidad internacional estableció metas de desarrollo del milenio para 2015 en donde se propone reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable, proteger los ecosistemas asegurando los recursos hídricos, promover una industria más limpia y respetuosa de la calidad del agua y evaluar el rol del agua en la producción de energía.

# Nuestro país, acorde con estas metas, acaba de firmar 7 acuerdos bilaterales de entendimiento para mitigar el cambio climático, en el marco del Protocolo de Kyoto, entre los proyectos que se ejecutarán se destacan los concernientes a la protección de los ecosistemas marinos, acuáticos y las zonas costeras, la prevención de la contaminación de aguas superficiales y subterráneas y el manejo y disposición de desechos industriales.

El agua como limitante de las formas de vida en la biosferaEs evidente la importancia del agua para la supervivencia de la especie

humana y para el resto de la biosfera. Baste recordar que 65 a 90% de los organismos terrestres está formado por agua y que puede ocupar hasta 99,99% del cuerpo de las algas.

A título de ejemplo, un bosque de eucaliptos de 20 metros de alto, contiene unas 500 toneladas de agua por hectárea, retenida a nivel del follaje, las ramas y la madera. Los seres vivos pueden pasar varias semanas sin comer, pero muy corto tiempo sin ingerir agua. La nutrición de plantas y animales no sería posible si la ingesta no pudiera producir soluciones acuosas.

La regulación de la temperatura en muchos animales y en las plantas se cumple a través de la transpiración, que permite la disipación calórica y la atenuación de las altas temperaturas corporales.

Sudamérica tiene, en promedio, 22,8 habitantes/km2, aunque la mayor parte de las personas viven en la cuenca de los grandes ríos. De los 365 millones de personas que forman la población de Sudamérica, 125 millones se encuentran localizados en la Cuenca del Plata (60% vive en Brasil; menos del 4% en Paraguay; algo más del 2% en Bolivia; el 30% en

Argentina y algo más del 4% en Uruguay). No es casual que casi el 30% de la población de Brasil, el 77% de la población de la Argentina, el 100% de la población del Paraguay, el 94% de la de Uruguay, y el 29% de la población de Bolivia estén concentradas en la Cuenca del Plata.

Las corr ientes colonizadoras ingresaron por los ríos y allí se formaron las grandes metrópolis, lo que ha tenido un sello distintivo de nuestro subcontinente desde entonces. (Morello, 1983). Más del 80% de la población de la Argentina, está concentrada en menos de 20% de su territorio, especialmente a la vera de los cursos de agua.

Agua disponible

Si bien la masa acuosa (hidrosfera) ocupa el 78% de la biosfera, menos de 2% del agua total, es utilizable en forma directa, debido a su alta salinidad (aguas marinas), o debido a que se encuentran bajo el nivel del suelo (agua freática). La utilización de las mismas demanda la utilización de energía que, hasta ahora, es provista por los combustibles fósiles, generándose a

Más del 80% de la población de la Argentina, está concentrada en menos de 20% de su territorio, especialmente a la vera de los cursos de agua.

Juan José Neiff

Las aguas continentales de Sudamérica: Un recurso poco valorado

veces, emisiones y otras formas de contaminación.

En el hemisferio norte, la mayoría de los cuerpos de agua dulce presentan problemas de contaminación y de eutrofización. Menos del 20% de los ríos no están contaminados y, la recuperación de muchos de ellos, demanda costos poco accesibles.

En Sudamérica la disponibilidad global de agua dulce ha sido estimada en 14.175 km3, lo que representa una disponibilidad global potencial de agua de 38,90 m3/ habitante, si bien, en extensas zonas, la disponibilidad de agua es muy baja.

El agua dulce accesible, utilizable para actividades humanas es del orden de 9.000 km3 almacenada en ríos y 3.500 km3 se encuentra en embalses y en lagos. Actualmente se usa unos 6.000m3 a nivel mundial.

Perspectivas futuras

No resulta fácil imaginar las relaciones entre la disponibilidad de agua y las demandas de la sociedad, debido a los cambios climáticos, a la aparición de nuevas necesidades y de nuevas tecnologías.

Algunos modelos dan cuenta que la demanda mundial de agua dulce se triplicó entre 1950 y 1990 y que podría duplicarse en 2025. cuarenta por ciento del agua utilizada, se gasta en mantener riego para unas 250 millones de hectáreas de cultivos para producción de alimentos y fibras (J.

Feyen: com. Pers.) Al ritmo actual de crecimiento de la población mundial, en el año 2100 será necesario tener en producción unos 350 millones de hectáreas bajo riego. Esto representa la necesidad de una fuerte inversión económica, próxima a US$1250 billones.

Esta cantidad no es demasiado grande, si se tiene en cuenta que la guerra entre Estados Unidos de Norteamérica e Irak habría costado US$ 155.685.450.563, aunque implica un aumento muy grande de la energía utilizada por la agricultura y los consiguientes costos de contaminación en las aguas superficiales (agroquímicos, desechos sólidos y gaseosos de los combustibles), que determinarían impactos importantes sobre la calidad del agua accesible.

Si la situación actual no se modificara, habría una deficiencia marcada en la cantidad de agua dulce accesible para consumo, especialmente en los países subdesarrollados que son los que sufren y sufrirán los mayores impactos. En estos países el 80% de las enfermedades y algo menos de un 30% de las muertes se relacionan con deficiencias en el agua potable y la falta de sistemas cloacales para tratamiento de residuos domiciliarios. Billones de toneladas de agroquímicos y metales pesados son vertidos todos los años a los lagos, arroyos, ríos y finalmente- al mar, como consecuencia de

Algunos ríos como el Rhin han sido declarados “ríos muertos”, pudiéndose encontrar una situación semejante en el Riachuelo o algunos tramos del Reconquista (Buenos Aires)

las actividades humanas.

Estos disturbios tienen un fuerte impacto sobre los recursos hídricos, especialmente sobre la vida de los ecosistemas. Algunos ríos como el Rhin han sido declarados “ríos muertos”, pudiéndose encontrar una situación semejante en el Riachuelo o algunos tramos del Reconquista (Buenos Aires) y, en el tramo bajo del Paraná, se registra

una fuerte reducción de las capturas de peces de interés comercial. Dorados, pacúes, surubíes atigrados y manguruyúes son muy raros y su supervivencia se encuentra seriamente amenazada por el vertido de contaminantes, las alteraciones del régimen hidrológico por represas y otras obras y la sobre pesca.

Los humedales de Sudamérica y la economía del agua

El término castellano humedal, acuñado en la década del setenta, se usa para denominar a sitios anegados, anegables, inundables, o de aguas permanentes o temporarias, estancadas o corrientes, marinos o de aguas continentales.

Como es de esperar para un sujeto de características tan dispares, se han producido numerosas definiciones, incluyendo la de Neiff (1997):

“Sistemas de cobertura sub.-regional en los que la presencia temporal de una capa de agua de variable espesor (espacial y temporalmente) condiciona flujos biogeoquímicos propios, suelos con acentuado hidromorfismo y una biota peculiar por procesos de selección, que tiene patrones propios en su estructura y dinámica. Pueden considerarse como macrosistemas cuya complejidad crece con la variabilidad hidrosedimentológica y la extensión geográfica ocupada”

Estos ambientes fueron duramente subvaluados hasta la década del setenta, por entender que eran tierras poco aptas para urbanizaciones, para la mayoría de los cultivos, y que presentaban muchas limitaciones para el uso, excepto para algunas formas de ganadería extensiva.

En 1971 se reunió en Ramsar (Irán) una convención internacional que resolvió revalorizar a los humedales y proteger aquellos sitios que fueran de interés para la humanidad. Argentina es Miembro de esta Convención y dedica atención creciente al cuidado de los humedales por entender que prestan múltiples servicios a la sociedad (Neiff, 2001ª). Las aguas superficiales son valoradas hoy por su papel como:

o Fuente de energía.

o Sitios de recreación y turismo, pesca y caza.

o Transporte de residuos domésticos e industriales.

o Vías de navegación y medio de transporte.

o Fuentes de agua para consumo humano, para riego y para Consumo industrial.

o Fuentes de Insumo para la industrialización de otras materias primas.

o Para enfriamiento de sistemas mecánicos.

o Para producción de alimentos.

o Como contenedor y sustento de la productividad biológica.

o Como ambientes para la cría y engorde de ganado y para algunas formas de agricultura.

o Han sido el sustento de civilizaciones primitivas y actuales.

De todos los servicios ecológicos de los humedales, quizá la provisión de agua sea el de mayor relevancia actual y futura.En una visión a nivel de la biosfera, Sudamérica se distingue por la existencia de grandes humedales, individual y globalmente los más extensos de las masas continentales.

o Como centros de vida para la biodiversidad a nivel local y regional y, como as iento de organismos migratorios.

o Atenuador de las inundaciones catastróficas.

o “Filtros” naturales de sustancias contaminantes y de sedimentos suspendidos.

o Como moderadores de la amplitud del clima local

De todos los servicios ecológicos de los humedales, quizá la provisión de agua sea el de mayor relevancia actual y futura.

En una visión a nivel de la biosfera, Sudamérica se distingue por la existencia de grandes humedales, individual y globalmente los más extensos de las masas continentales.

La mayor superficie ocupada por los humedales en Sudamérica, se encuentra en la cuenca de drenaje de los grandes ríos, y más del 80% en áreas de clima cálido. Dentro de la heterogeneidad a nivel de grandes espacios, es destacable que los grandes humedales de Sudamérica presentan muchas estructuras análogas y aún homólogas (Neiff y Malvarez, 2004). Ello se debe a la inexistencia de grandes barreras orográficas que limiten la distribución, o que generen fronteras climáticas consistentes. Las grandes masas de aire se desplazan desde el Atlántico hasta los Andes, y desde el Polo Sur hasta el norte de Sudamérica. Tres núcleos sobreelevados: los macizos de Guayana, de Brasilia, y la cordillera de los Andes, son los grandes centros de distribución de materiales sólidos que reciben las grandes llanuras del subcontinente, como lo señalan Morello (1984) y Potter (1994). Esta peculiaridad ha tenido una influencia decisiva cuando se considera tiempos evolutivos y es lo que distingue a Sudamérica del resto de las masas continentales.

La mayor parte de las aguas superficiales de Sudamérica escurren en sentido O-E (ríos Amazonas, Orinoco) y la mayor parte del agua y de los sedimentos transportados a través del continente se originan en la cordillera de los Andes. Estos sedimentos son arenas finas y limos, con menor cantidad de arcillas, y son de tendencia alcalina.

Una cantidad menor de agua escurre con sentido N-S (ríos Paraguay, Paraná y Uruguay) con sedimentos poco seleccionados (desde arcillas hasta arenas gruesas) de características neutras a ligeramente ácidas, provenientes del Escudo de Brasil.

De acuerdo al origen orográfico y a las transformaciones biológicas que ocurren en las extensas planicies de inundación de estos ríos, pueden ser:

a) de aguas blancas: con gran cantidad de arena fina y limo proveniente de los Andes;

b) de aguas negras: con pocos sedimentos y gran cantidad de materia orgánica disuelta y particulada;

c) de aguas claras: con características intermedias.

Esta clasificación fue desarrollada por Sioli (1975) para la cuenca del Amazonas y aún hoy es aplicable a la gran mayoría de los ríos de Sudamérica. Esta categorización simple de las aguas permite conocer sintéticamente muchos procesos de transformación que ocurren en las cuencas, las relaciones entre producción y respiración y, en general, la física

En comparación con otros continentes, en Sudamérica escurre superficialmente mayor cantidad de agua respecto de la superficie continental

y la química de las aguas que mantienen la productividad de los humedales fluviales.

Como resultado de las características fisiográficas y climáticas comentadas, la mayor descarga de agua de los grandes ríos de Sudamérica es vertida al océano Atlántico. Las tres cuencas más grandes del continente (Amazonas, Orinoco y Paraná) vierten al océano el 13% del total de sólidos suspendidos que aportan todos los ríos del mundo a los océanos (Tundisi, 1994).

En comparación con otros continentes, en Sudamérica escurre superficialmente mayor cantidad de agua respecto de la superficie continental (Neiff, 1997) lo que deja un saldo neto para alimentar las llanuras de inundación. El mayor volumen de agua en un año corresponde a la descarga de los ríos y es agua joven que comenzó a escurrir pocos meses antes de llegar al océano. Un volumen menor de agua está acumulado en cuencas lacustres de Sudamérica, la mayor parte de las cuales se formó en el Pleistoceno y han recibido y acumulado disturbios ocurridos en la biosfera desde entonces (cargas contaminantes, cenizas volcánicas, cambios del régimen térmico, etc.).

Los ríos de Sudamérica conducen, proporcionalmente más agua que los ríos de otros continentes. Al realizar el cociente entre el área de drenaje y la descarga media Welcomme (1985) encontró una razón de 40,3 para los ríos de Sudamérica; 110,1 para los ríos de Asia, 112,5 para los ríos de Europa y 169,8 para los ríos de África. Estas cifras indican que los ríos de Sudamérica tienen un gran potencial energético.

Los humedales de Sudamérica como reservorios de biodiversidad

Globalmente los humedales son más ricos en especies que otros sitios de la biosfera, con un número de especies 10% mayor que en los ecosistemas terrestres y 150% más que en los ambientes marinos (Mc Alister et al. 2001). Se han mencionado 45.000 especies para ambientes acuáticos continentales del mundo. Solamente en el gran humedal del Iberá (Corrientes, Argentina), que tiene 12.000km2 se han mencionado 4.000 especies de plantas y animales (Neiff, 2004). Cabe advertir que la superficie total de humedales en Sudamérica se aproxima a un millón de kilómetros cuadrados, comprendiendo al menos nueve tipos diferentes de humedales con aguas de poca salinidad, incluyendo lagos someros, playas, charcas, bañados de pastos cortos, bañados con maciegas de pastos altos y tiernos, pajonales, turberas, bañados con palmares, y bañados con bosques fluviales (Neiff, 2001a). La fauna de peces de Sudamérica se estima que supera las 3000 especies, lo que representa más del 24% del total de especies de peces citados a nivel mundial (Vari y Malabarba, 1998). La mayor parte de las mismas se han citado en la cuenca del Amazonas, en tanto que para la cuenca del Orinoco se estima que hay entre 800 y 1000 especies (Taphorn y García Tenía (1991), 170 especies de peces en el Alto Paraná (Agostinho et al. 1995) y unas 300 especies de peces para los lagos someros del Pantanal de Mato Grosso (Kawakami de Resende, 1998).

Además de la alta c o m p l e j i d a d q u e p r e s u m e n e s t o s

los humedales son más ricos en especies que otros sitios de la biosfera, con un número de especies 10% mayor que en los ecosistemas terrestres y 150% más que en los ambientes marinos

números, debe tenerse en cuenta un aspecto no menos importante, que la mayoría de las especies tienen metapoblaciones (Bini et al. 2001), es decir complejos integrados por numerosas poblaciones en distintos ámbitos ecológicos, lo que les acuerda una gran resiliencia ante las perturbaciones y disturbios ambientales. En términos simples, capacidad de retomar el equilibrio y mantenerse en los humedales a pesar que la mayoría de los mismos se caracterizan por una alta variabilidad espacio temporal (Neiff, 1997, 2001ª y 2001b; Neiff y Malvarez, 2004).

LIMITACIONES ACTUALES Y PERSPECTIVAS FUTURAS

Escasez de información y problemas de interpretación

Se ha tomado mucha información que describe algún aspecto de los humedales. Sin embargo, no existen series temporales que cubran suficientemente su variabilidad, los datos han sido tomados a veces con procedimientos poco comparables y, comúnmente, los estudios no informan con precisión sobre el estado del sistema en el momento de la toma de la información.

La mayoría de los estudios sobre humedales en Sudamérica, a nivel de sistemas, comenzaron en la década del setenta y, obviamente el volumen de la información disponible es mucho menor que la producida para

s i s t e m a s a c u á t i c o s o terrestres.

Lo peor es que gran parte de los estudios fueron realizados con criterios, indicadores, procedimientos e instrumental que habían sido utilizados en lagos o en bosques y que no siempre se adecuaban al objeto de estudio.

Estos ecosistemas son clásicos ejemplos de sistemas de flujo vertical, en los que la tasa interna de recirculación es muy alta en comparación con las entradas y salidas de

información (nutrientes, sedimentos, especies).

Los investigadores formados en aquellos sistemas, debieron interpretar ahora a los humedales, que tienen características propias (Neiff et al. 1994)y no “transicionales entre ambientes acuáticos y terrestres” -como se pensó en algún momento- y que ha producido mucha confusión, generando discusiones estériles y dificultando el avance del conocimiento.

Se ha señalado que “no es conveniente tomar datos si no se tiene un modelo de la realidad, pero tampoco se puede establecer un modelo si no se dispone de datos”

Régimen de pulsos en los humedales y los factores de incertidumbre.

Estos sistemas tienen su dinámica condicionada por una secuencia de períodos de poca y de mucha disponibilidad de agua que, representados en una serie de tiempo, afectan la forma de pulsos. En suma, son sistemas sujetos a estados recurrentes en los que hay un ajuste entre los pulsos hidrológicos y los ajustes en el paisaje y en sus elementos bióticos. Las relaciones entre los elementos y procesos abióticos (fluctuación hidrométrica por Ej.) y la respuesta de los elementos y procesos bióticos,

La mayoría de los estudios sobre humedales en Sudamérica, a nivel de sistemas, comenzaron en la década del setenta y, obviamente el volumen de la información disponible es mucho menor que la producida para sistemas acuáticos o terrestres.

se encuentra aún en una fase incipiente (Neiff, 1996 y 2004; Casco, 2003), buscando modelos que permitan prever los cambios de estado de los humedales para distintos regímenes de fluctuación hidrológica.

En algunas localidades, como en el puerto de Rosario (Argentina), se dispone de una serie de medidas diarias de la altura de la lámina de agua del río Paraná durante más de 110 años. En estas curvas, es posible encontrar ritmos anuales, ritmos de 5-10 años y situaciones de inundaciones y de sequías extraordinarias que ocurren cada 30 o 50 años. Pero... qué recurrencia pueden tener estos eventos? Qué magnitud máxima podrían tener? Esto es muy difícil de modelar porque los registros disponibles, son demasiado recientes.

Si se tiene presente que los ríos de Sudamérica tienen varios milenios desde su origen, se comprende las limitaciones de los modelos hidrológicos y de sus transformaciones consecuentes en los ecosistemas. Generalmente se usan paleo indicadores.

Un procedimiento de modelación de procesos ecológicos, para prever cambios futuros, se basa en el análisis de escenarios probables, de cambio climático, de usos de los ecosistemas, etc. En estos casos no debemos olvidar que estamos trabajando con escenarios siempre simplificados de la realidad. Por tanto, estos procedimientos pueden ser lógicamente válidos pero contienen alto nivel de incertidumbre.

Acciones necesarias

Los humedales son mucho más que “agua limpia”. Son escenarios de vida tanto para plantas y animales como para el hombre, según lo demuestra la historia. La percepción humana de estos ecosistemas ha cambiado favorablemente. Las investigaciones en este campo son aún incipientes y pocas veces permiten responder en forma eficaz en períodos de crisis por inundaciones, sequías u otras causas de estrés. Es perentorio:

# mejorar el conocimiento de su variabilidad y de los factores que regulan su estabilidad.

# Rescatar “la cultura del agua”, mediante la cual el hombre convivía con eventos extremos de inundación y sequía unos 5000 años antes del presente.

# Avanzar en investigaciones para conocer el uso s o s t e n i b l e d e l o s humedales y sus recursos, dentro de programas de ordenamiento territorial.

# Detectar y calificar aque l las acc iones y procesos que constituyan amenazas actuales y potenciales.

# Analizar los efectos del cambio climático global en los humedales, a nivel regional y suprarregional.

# Acrecentar las acciones de monitoreo permanente a nivel de indicadores de cambio de estado del medio natural.

Los humedales son mucho más que “agua limpia”. Son escenarios de vida tanto para plantas y animales como para el hombre, según lo demuestra la historia.

Los humedales son mucho más que “agua limpia”. Son escenarios de vida tanto para plantas y animales como para el hombre, según lo demuestra la historia.

# Gestionar programas destinados a la recuperación de la salud de los humedales a través de programas de biorremediación y de alternativas de uso sostenible.

Estas investigaciones no debieran ser un compromiso exclusivo de los científicos, debería involucrar a los distintos estamentos de la sociedad, especialmente a los jóvenes y a los escolares en su fase inicial, ya que entre los 3 y los 7 años es cuando más fácilmente se generan hábitos de convivencia.

La superv ivenc ia de es tos ecosistemas no depende solamente del conocimiento que se pueda lograr sobre ellos, también requiere de buenos hábitos de respeto al ambiente y de uso responsable.

El IV Foro Mundial del Agua se llevará a cabo en la ciudad de México en marzo 2006. La Comisión Nacional del Agua de México y el Consejo Mundial del Agua organizarán y participarán en una serie de reuniones regionales que sentarán las bases para dicho Foro.