el ecologista nº 54

68
Nº 54 Otoño 2007 - 3,00 € - Montañas - Agricultura - Biodiversidad - Nuestra salud - Seguridad alimentaria DESERTIFICACIÓN urbanización, carreteras y mal uso del agua Cambio climático y:

Upload: revista-el-ecologista

Post on 11-Mar-2016

287 views

Category:

Documents


9 download

DESCRIPTION

DESERTIFICACIÓN - Montañas - Agricultura - Biodiversidad - Nuestra salud - Seguridad alimentaria Nº 54 Otoño 2007

TRANSCRIPT

Page 1: El Ecologista nº 54

Nº 5

4 O

toño

200

7 -

3,0

0 €

- Montañas- Agricultura- Biodiversidad- Nuestra salud- Seguridad alimentaria

DESERTIFICACIÓN urbanización, carreteras

y mal uso del aguaCambio climático y:

Page 2: El Ecologista nº 54
Page 3: El Ecologista nº 54

nº 54 otoño 2007

ÍNDICE TEMÁTICO Puedes obtener un índice temático

de todos los números de la revista en: www.ecologistasenaccion.org/revista/indice/

SECCIONES FIJAS

5 Editorial 6 En Acción14 Internacional61 Hogar Ecológico: Bioconstrucción y cambio climático64 Tenderete

18

22 39

46 36

43 33

DESERTIFICACIÓN

18 Desertificación en España: más allá de los tópicosUn proceso con tres causas: urbanización salvaje, exceso de carreteras y uso insostenible del agua, por Ecologistas en Acción

22 ¿Porqué 2 grados?Los próximos 10 años serán claves en la lucha contra el cambio climático, por Cristina Rois

25 Sector cementeroLa mitad de las emisiones de la industria, por Bernardo García

26 ResiduosRecuperamos un 11% de nuestras basuras, por Daniel López

28 Gestión del aguaAdaptar los usos del agua a su disponibilidad, por Erika González

30 Sector agrarioUrge adaptarse al cambio climático, por Marta Piqueras

33 GanaderíaSegún la FAO, produce el 18% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, por

36 Seguridad alimentariaLas reservas de alimentos se reducen cada año, por Isabel Bermejo

39 BiodiversidadAmenazas del cambio del clima, por Joaquín Reina

42 BosquesUrge una gestión adaptativa, por Raúl Navarrete

43 MontañasLos glaciares retroceden, por Rosa Fernández-Arroyo

46 Declive de los anfibiosUn tercio de los anfibios en peligro, por Jaime Bosch

49 Aprender a cuidar el climaUn desafío más social que tecnológico, por Francisco Heras

52 Nuestra saludGrandes amenazas para la salud humana, por Edith Pérez

54 DesigualdadLos pobres sufrirán más el cambio climático, por Lidia Hernández

56 ViviendaEl sector residencial genera muchas emisiones, por Emilio Ganado

59 CanariasAfecciones en el archipiélago, por Raúl García Brink

60 Multinacionales españolas y mecanismos de mercadoUna herramienta que apenas reduce emisiones, por Pedro Ramiro

CAMBIO CLIMÁTICO Y...

Page 4: El Ecologista nº 54

4

Edita: Ecologistas En acción

Equipo dE rEdacción: José Vicente Barcia, José Luis García, Igor Gómez, Alberto Guerrero, Yayo

Herrero, Theo Oberhuber, Juan Plaza, Paco Segura

producción, disEño y maquEtación: Ecologistas en Acción

colaboran En EstE númEro: Leticia Baselga, Isabel Bermejo, Jaime Bosch, Rosa Fernández-

Arroyo, Emilio Ganado, Bernardo García, Raúl García Brink, Erika González, Francisco Heras, Lidia Hernández, Daniel López, Raúl Navarrete, Edith Pérez, Marta

Piqueras, Pedro Ramiro, Joaquín Reina, Marta G. Rivera, José

Rodriguez, Cristina Rois.

administración: Noelia Carreras, Alejandra Herrero,

Esperanza López de Uralde.

portada: Barco varado en el antiguo lecho

del Mar de Aral Foto: ElEna sEnao-Marc MortE,

[email protected]

imprimE: Impresos y Revistas, S.A.

distribución En España: COEDIS - Avda. de Barcelona, 225,

08750-Molins de Rei Tel. 93 680 03 60

publicidad: Julia Montero 646 078 609 Paco Segura 91 896 98 05

Esperanza López: 91 531 27 39 C/Marqués de Leganés 12

28004 Madrid [email protected]

suscripcionEs y rEdacción: Marqués de Leganés 12

28004 Madrid Tel. 915312739 Fax: 915312611 [email protected]

www.ecologistasenaccion.org

ISSN 1575-2712 Dep. Legal: Z-1169-1979

Ecologistas en Acción agradece la reproducción y divulgación

de los contenidos de esta revista siempre que se cite la fuente.

Esta revista es miembro de ARCE (Asociación de Revistas Culturales Españolas) y de FIRC (Federación

Iberoamericana de Revistas Culturales)

Impresa en papel 100% reciclado, blanqueado sin cloro

Los beneficios de la venta de esta revista se destinan íntegramente

a Ecologistas en Acción, organización sin ánimo de lucro

declarada de Utilidad Pública (13-6-97)

nº 54 - otoño 2007

Esta revista ha recibido una subvención de la Direccion General del Libro, Archivos y Bibliotecas para su difusión en bibliotecas,

centros culturales y universidades de España, para la totalidad de los números

editados en el año 2007

Andalucía: Parque San Jerónimo, s/n, 41015 Sevilla Tel./Fax: 954903984 [email protected]

Aragón: C/ Cantín y Gamboa 26, 50002 Zaragoza Tel./Fax: 976398457 [email protected]

Asturies: C/ San Ignacio 8 bajo, 33205 Xixón Tel: 985337618 [email protected]

Canarias: C/ Senador Castillo Olivares 31, 35003 L. P. de Gran Canaria Tel: 928362233 - 922315475 [email protected]

Cantabria: Apartado nº 2, 39080 Santander Tel: 942240217 [email protected]

Castilla y León: Apartado nº 533, 47080 Valladolid Tel: 983210970 [email protected]

Castilla-La Mancha: Apartado nº 322, 19080 Guadalajara Tel: 659155339 [email protected]

Catalunya: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 934296518 [email protected]

Ceuta: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001, Ceuta [email protected]

Comunidad de Madrid: C/ Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid Tel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected]

Euskal Herria: C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: 944790119 [email protected]

Extremadura: [email protected]

La Rioja: C/ Carnicerías 2, 1º, 26001 Logroño Tel./Fax 941245114 [email protected]

Melilla: C/ Colombia 17, 52002 Melilla Tel: 630198380 [email protected]

Navarra: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]

País Valencià: C/ Tabarca 12 entresol, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]

Región Murciana: C/ José García Martínez 2, 30005 Murcia Tel: 968281532 - 629850658 [email protected]

Foto

: Eco

log

ista

s En

acc

ión

Page 5: El Ecologista nº 54

el ecologista, nº 54, otoño 2007 5

Andalucía: Parque San Jerónimo, s/n, 41015 Sevilla Tel./Fax: 954903984 [email protected]

Aragón: C/ Cantín y Gamboa 26, 50002 Zaragoza Tel./Fax: 976398457 [email protected]

Asturies: C/ San Ignacio 8 bajo, 33205 Xixón Tel: 985337618 [email protected]

Canarias: C/ Senador Castillo Olivares 31, 35003 L. P. de Gran Canaria Tel: 928362233 - 922315475 [email protected]

Cantabria: Apartado nº 2, 39080 Santander Tel: 942240217 [email protected]

Castilla y León: Apartado nº 533, 47080 Valladolid Tel: 983210970 [email protected]

Castilla-La Mancha: Apartado nº 322, 19080 Guadalajara Tel: 659155339 [email protected]

Catalunya: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 934296518 [email protected]

Ceuta: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001, Ceuta [email protected]

Comunidad de Madrid: C/ Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid Tel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected]

Euskal Herria: C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: 944790119 [email protected]

Extremadura: [email protected]

La Rioja: C/ Carnicerías 2, 1º, 26001 Logroño Tel./Fax 941245114 [email protected]

Melilla: C/ Colombia 17, 52002 Melilla Tel: 630198380 [email protected]

Navarra: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]

País Valencià: C/ Tabarca 12 entresol, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]

Región Murciana: C/ José García Martínez 2, 30005 Murcia Tel: 968281532 - 629850658 [email protected]

Diez años claves

El Consejo de Ministros aprobó, el 20 de julio, la Estrategia Española de Cambio Climático y Energía Limpia. Al tiempo, el presidente Zapatero repetía su “firme compromiso” para la lucha contra el cambio climático e insistía en presentar esta lucha como una oportunidad de nuevas y mejores opciones de desarro-llo antes que como una traba al mismo. A pesar de ello, se evidencia una du-

plicidad de discursos de los ministerios de su Gobierno. Frente a un Ministerio de Medio Ambiente, que en la estrategia contra el cambio climático señalaba un ahorro neto de consumo de energía del 1% en promedio para los próximos años, se pronunciaba con mucha rotundidad el Ministerio de Industria, presentando sus planes de futuro hasta 2016 con crecimiento del consumo de combustibles fósiles y de energía total. Para mayor preocupación, cuando se les pedía aclaraciones sobre la evidente esquizofrenia gubernamental, el Ministerio de Medio Ambiente no fue capaz de aguantar el pulso y se desdecía del compromiso que había defendido hasta ese momento.

Pulsos políticos al margen, los resultados del Gobierno en lo relativo a consumo de energía y emisiones de gases de invernadero se parecen mucho a una botella que unos quieren ver semillena y otros semivacía. Para los primeros se ha revertido la tendencia de los últimos 10 años al incremento de la intensidad energética. Así lo probarían los datos de 2006, al compaginar un crecimiento del PIB de un 4% con la reducción del consumo de energía primaria en más del 1%, al tiempo que han ganado peso por-centual las tecnologías con menores emisiones específicas. No resultaría ajeno a esta evolución el incremento de la dotación de fondos para políticas de ahorro y eficiencia que se han multiplicado por más de 8 desde el gobierno anterior –alcanzando los 250 millones de euros entre aportaciones de la tarifa eléctrica y de los presupuestos del Estado y de las CC AA–. Junto a ello, una política de precios energéticos que ha conlle-vado aumentos mayores de tarifas para los sectores más consumidores (revirtiendo la tendencia anterior), sectores que responden a las mismas con incrementos de eficien-cia. Además de acciones simbólicas en la administración (y en ciertas empresas) como la reducción del aire acondicionado que inducen comportamientos similares en la ciudadanía. Y, finalmente, el discurso de la Ministra de Medio Ambiente, cuajado de los grandes principios ecologistas, al que con cierta frecuencia se suma el mismo Zapatero, que contribuye a legitimar y operativizar las ideas ecologistas.

Para la perspectiva “semivacía” es evidente que sólo un año (con una climatología bastante favorable, además) es poco tiempo para hacer pronósticos de tendencia. Y que tienen más peso en lo ocurrido la persistencia desde 2002 de precios energéticos internacionales altos que los publicitados pero tímidos programas de ahorro. Por no hablar de las políticas abiertamente contrarias a la contención de emisiones como el desarrollo del PEIT, o el generoso reparto de permisos (que no derechos) de emisión a sectores industriales que presentan cifras récord de beneficios, o la utilización masiva y descontrolada de mecanismos de flexibilidad en países empobrecidos. O de la abismal distancia entre los principios repetidos y las políticas concretas de desaladoras, embal-ses irracionales, declaraciones de impacto que son declaraciones de guerra al medio ambiente... El inventario de dudas, vacilaciones y demoras sería muy largo de enunciar.

Para el ecologismo social la situación actual es mucho más abierta y motivadora que la anterior. Hoy se contempla, siquiera sea tímidamente, la posibilidad de reducir en el futuro el consumo de energía, mientras hace sólo unos años la misma idea choca-ba con un muro de incomprensión infranqueable. Por ello, sin renunciar nunca a un cambio radical del modelo social que permita llenar de contenido real y sustancial términos como sostenibilidad, pueden y deben ahora conseguirse avances importantes en el corto plazo que permitan contener el cambio climático dentro de lo tolerable. Debemos repetir, con los mejores y más prestigiosos expertos en el clima, que lo que ocurra en los próximos 10 años es definitivo. Y la receta para empujar a la sociedad en la dirección que creemos indispensable es emplear tan extensamente como podamos la movilización social. Una herramienta no por conocida y empleada, menos eficaz.

Page 6: El Ecologista nº 54

En

Acc

ión

6 el ecologista, nº 54, otoño 2007

ecologistasenaccion.org/spip.php?article8748

Concurso de carteles ‘Olvida el coche’(carteles para la concienciación sobre los daños derivados del uso del automóvil)

Concurso Fotográfico José Manuel Pérez Pena

Ecologistas en Acción de Albacete con-voca el primer Concurso Fotográfico de Denuncia Ecológica “José Manuel Pérez Pena”. Esta iniciativa surge para fomentar entre los ciudadanos una visión crítica de la realidad ambiental, y no permanecer impasibles ante la degradación de nuestro entorno. La idea es que estas denuncias se plasmen en imágenes y promuevan que se tomen medidas para mejorarlo y evitar nuevos deterioros. Y hemos querido darle a este concurso el nombre de nuestro querido compañero José Manuel como homenaje a su larga labor en defensa del medio ambiente. Su enorme sentido crítico, y su expresividad en las innumerables denuncias que reali-zó, entonan muy bien con el espíritu de este concurso. Se ha limitado que las fotos correspon-dan a lugares de la provincia de Albacete para que sean los propios vecinos o visi-tantes de esta provincia los que ayuden a difundir esas situaciones negativas que en muchas ocasiones no son conocidas más que por los que viven en su proximidad. Esperamos que los problemas del agua, urbanísticos, paisajísticos o de la fauna y flora, entre otros, queden plasmados a través de la participación de numerosos ecofotógrafos. Las fotografías se podrán remitir hasta el 31 de octubre de 2007 y el primer pre-mio será de 400 euros.

Fallece Artemio PreciosoEl pasado agosto nos dejó, a los 90 años de edad, uno de los históricos del movimiento ecologista, Artemio Precioso Ugarte. En 2006 recibió el Premio Nacional Extraordinario de Medio Ambiente, un galardón que reconocía su aportación a la defensa de la naturaleza. Su papel en el movimiento ecologista español fue de primera magnitud. Desde que regresó en los años 70 tras su exilio durante la dictadura, su actividad ha sido incansable, tanto en el terreno académico como de activista.

Más Castillo y menos ladrilloEcologistas en Acción de Burgos se ha mostrado satisfecha por la sentencia del Supremo por la que se rechaza el recurso interpuesto por el Ayuntamiento de Burgos de otorgar licencias de construcción en La Camposa. El Supremo concluye en su sen-tencia que en La Camposa no se puede edificar viviendas, basándose en la normativa urbanística. Ecologistas en Acción, que con la campaña “Más Castillo y menos la-drillo” consiguió paralizar las obras, exigirá a la empresa promotora que restituya la zona degradada.

ecologistasenaccion.org/spip.php?article8629

pación de espacio público que se sacrifica para el tránsito y aparcamiento de los coches, y un largo etcétera. De este modo, el transporte motoriza-do en las ciudades aflora como un nudo gordiano para afrontar los problemas deri-vados de la habitabilidad y calidad de vida en nuestras urbes, entre los que destacan la baja calidad del aire y la contribución al cambio climático. Un nudo gordiano del que se conocen cada vez mejor sus implicaciones sobre el entorno y los seres humanos, pero sobre el que es necesario actuar cuanto antes. La finalidad de este concurso se en-marca, pues, dentro de este objetivo. Para ello, se pretende fomentar el diseño de carteles atractivos y llamativos que bajo el lema “olvida el coche” inciten a la no utilización del automóvil a través de la concienciación por las repercusiones so-ciales y ambientales que de su uso se deri-van. Los diseños ganadores se emplearán para la creación de diversos materiales de concienciación en el marco de la campaña de Ecologistas en Acción sobre Calidad del Aire y Movilidad Sostenible. Los trabajos podrán presentarse has-ta el 14 de octubre de 2007 y el primer premio consistirá en una bicicleta con los complementos del material de cam-paña: alforjas, chaleco y camiseta, y una suscripción gratuita la revista El Ecologista durante un año, o su equivalente en me-tálico (500 €).

Está sobradamente demostrado que la contaminación atmosférica causa daños a la salud de las personas y al medio am-biente. El tráfico es uno de los principales responsables de este grave problema, que se agudiza de forma alarmante en las grandes ciudades. Por otra parte, el transporte motorizado es también uno de los principales responsables del cambio climático, como consecuencia de sus altas emisiones de gases efecto invernadero, especialmente dióxido de carbono. Otros problemas que ocasiona el trans-porte en las ciudades, en especial a causa del uso excesivo del automóvil, son el ruido, el riesgo para otros usuarios de la vía pública, la congestión, una gran ocu-

Page 7: El Ecologista nº 54

En

Acció

n

7el ecologista, nº 54, otoño 2007

Urgencia por destruir el territorioEl Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado en julio la Ley sobre Medidas Ur-gentes de Modernización del Gobierno y la Administración. Este nuevo texto que ha sido tramitaso por vía de urgen-cia, modifica la Ley del Suelo autonómica para reducir la participación ciudadana en los procedimientos de elaboración de planeamientos urbanísticos, elimina la obligación de solici-tar informes a la Confederación Hidrográfica del Tajo, permite la construcción de viviendas en suelo protegido, elimina el carácter de agentes de la auto-ridad de los Agentes Forestales, invade competencias estatales e incumple gran cantidad de normativa de carácter básico (Ley de Aguas, Ley de Montes, Ley de Suelo, Ley de Evaluación de Planes y Programas y Ley

del Sector Eléctrico). Por tanto, la nueva Ley es claramente in-constitucional. Una cuestión muy grave a resaltar es que la nueva Ley está redactada para desblo-quear algunos proyectos urba-nísticos iniciados durante la le-gislatura pasada y que, debido a las denuncias interpuestas, se encuentran bloqueados. La nueva Ley los legaliza. Por otro lado y para disfra-zar el verdadero contenido de la Ley, se incluyen una serie de medidas más populistas que efectivas. Entre ellas cabe destacar la supresión de la figura del agente urbaniza-dor, una figura que en Madrid no ha arraigado y por tanto eliminarla será indiferente. Se eliminan los convenios de planeamiento, pero no los de ejecución, con lo que la

situación sigue igual. Resulta muy preocupante que un Gobieno democrático utilice la vía legislativa para fomentar el urbanismo de-

predador, restar capacidad inspectora a los agentes fores-tales, desbloquear actuaciones urbanísticas denunciadas y confundir a la población.

La nueva Ley es inconstitucional. Foto: Ecologistas En acción

Condenan a nuestra letradaJosé Rodriguez Sillero, Ecologistas en Acción de Andalucía

Escandalosa rectificación PAU 21Ecologistes en Acció del País Valencià considera escanda-loso e inaudito el auto aclara-torio del Tribunal Superior de Justicia donde se le da la vuelta al auto anterior que aceptaba su petición de suspensión cau-telar del Plan Parcial PAU 21 de Orihuela. No se encuentra otra ex-plicación a esta sorprendente rectificación que las presuntas presiones ejercidas por la em-presa urbanizadora sobre el Tribunal, que han conducido al ridículo con este auto “aclara-dor” y contradictorio, que cam-bia el sentido del fallo anterior, con la excusa de “una serie in-fortunada de circunstancias informáticas”, por la cual se “coló” un fallo que correspon-día a otro procedimiento ju-dicial. La empresa GMP Nueva Residencial SL (compradora de la Torre del BBVA del Paseo de la Castellana de Madrid), que pertenece a la familia Montoro, con relaciones económicas con Ricardo Romero de Tejada, del PP madrileño, pidió una rectifi-cación del fallo porque, según ellos, encontraban contradic-ciones significativas, y a partir

de aquí se revisó el expediente y entonces se dieron cuenta del “error” informático. Ante esta situación, Eco-logistes en Acció presentará un recurso de suplica, donde se pedirá la nulidad del auto “aclaratorio”. También se soli-citará de nuevo la suspensión cautelar del Plan Parcial porque no está garantizado el abaste-cimiento hídrico por parte de la Confederación Hidrográfica ni de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. Desde ámbitos jurídicos se ha comentado que no existen precedentes en los últimos 25 años de una actuación judicial parecida. Esta situación inédita en la jurisprudencia ha causa-do sorpresa, ya que un auto aclaratorio, no puede cambiar el sentido del ya emitido, sino puntualizar o aclarar ciertos aspectos oscuros o rectificar errores numéricos. En resumen, esta situación es un auténtico escándalo judi-cial que supone un duro golpe para la credibilidad del sistema judicial valenciano, así como para el medio ambiente.

El origen del conflicto lo pro-tagonizó el anterior Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Níjar cuando responsabilizó a un ecologista para ejecutar una innecesaria reparación de elementos estructurales de un edificio que pertenecía a 6 personas. Recurrida la decisión muni-cipal ante el Juzgado, el Juez, D. Tomás Cobo Olvera, dio la razón al Ayuntamiento. Nuestra letrada, Pilar Rodrí-guez, recurrió la sentencia del juez ante el TSJA. Este tribunal dio la razón a Pilar Rodríguez y condenó, una vez más por abuso de autoridad, al Ayunta-miento de Níjar, con lo que la sentencia del Sr. Cobo quedó en entredicho por ser contraria al ordenamiento jurídico. Se da la circunstancia de que el clien-te de Pilar Rodríguez ya obtuvo otra sentencia del TSJA que también condenó por abuso de autoridad al Ayuntamiento de Níjar que pretendía intro-ducir una vía pública inútil por su propiedad, sólo para perju-dicarle.

A D. Tomás Cobo Olvera no le gustaron los términos en los que estaba redactado el recurso de Pilar Rodríguez ante el TSJA, por lo que la denunció por calumnias e injurias. El Juz-gado de lo Penal número 3 de Almería ha dado la razón a su compañero, el juez D. Tomás Cobo, y ha condenado por ca-lumnias a la letrada. En dicho recurso no hay nin-gún insulto y todo son frases admisibles en el ejercicio de la libertad de expresión y del de-recho de defensa que consagra la Constitución, no habiendo tenido intención de ofender, tanto por parte de la letrada en su escrito, como por parte de Ecologistas en Acción en sus diferentes comunicados. ¿Estamos en un Estado de Derecho? ¿El corporativismo judicial no tiene ningún límite? ¿Hasta cuando se seguirá im-putando a los activistas ecolo-gistas en vez de hacerlo con los que realmente incumplen las leyes, incluidas también las de medio ambiente y ordenación del territorio?

Page 8: El Ecologista nº 54

En

Acc

ión

8 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Colaboración entre Proyecto Nutria y CHS

El pasado 6 de julio, se firmó el convenio de colaboración entre la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y el Pro-yecto Nutria, perteneciente a Ecologistas en Acción de la Región Murciana para el 2007. Este convenio es una continuación de la colaboración que vienen mante-niendo ambas organizaciones desde hace unos años en el campo de la recuperación ambiental de la Cuenca del río Segura a su paso por la Región de Murcia. El objetivo fundamental de este acuer-do es fomentar de una manera sostenible la conservación, restauración y gestión del ecosistema fluvial del río Segura en sus tramos alto y medio, siguiendo la política del Ministerio de Medio Ambiente. Ecologistas en Acción será la encargada de facilitar las labores de información, sensibilización ambiental, participación social y actuaciones que contribuyan al conocimiento del ecosistema fluvial y del río como patrimonio histórico y cultural de todos los ciudadanos; contribuyendo de esta manera a la aplicación de la Direc-tiva Marco del Agua. La CHS se ha comprometido a realizar una aportación de 40.000 euros a Eco-logistas en Acción Región de Murcia y entre sus tareas se encuentra la puesta a disposición del convenio de los medios necesarios, propios o externos, el aseso-

ramiento, la expedición de documentos o permisos requeridos y la difusión del proyecto entre sus miembros. Ambas entidades esperan que este nuevo convenio resulte tan fructífero como en años anteriores, en los que se realizaron restauraciones del bosque de ribera, como la del paraje de El Cañol (Abarán) y recuperaciones ambientales en espacios como el entorno del Azud de Ojós, gracias a la cual se han vuelto a ver nutrias en la zona. La recuperación de este animal en el Río Segura es el objetivo primordial para el Proyecto Nutria de la Región de Murcia.

¿Más camas turísticas para Gran Canaria?Ben Magec-Ecologistas en Acción de Gran Canaria ha denunciado el avance de un nuevo Plan Turístico (PTE) para la isla. Dicho Plan, con un crecimiento de 25.000 camas turísticas, denota claramente su carácter expansivo y contrario, no sólo a los principios del desarrollo sostenible, sino a las circunstancias presentes del sector turístico, a las demandas ambientales y sociales de Gran Canaria, y a los cri-terios y objetivos establecidos en las Directrices de Ordenación General y del Turismo, que se supone está obli-gado a respetar y cumplir. Se considera que este PTE modifica el Plan Insular (PIO), careciendo de competencia para ello. Destacan las siguientes modificaciones del PIO en las alegaciones presentadas:- Establece nuevas piezas turísticas, incluso fuera de las Zonas Turísticas fijadas por el Plan Insular (como la pretendida en el Barranco de Telde), con la intención de clasificar algunas de ellas como suelo urbanizable, pese a la prohibición de clasificación de nuevos suelos urbanizables con desti-no turístico establecida en la Directriz 7 de Ordenación del Turismo.- Pasa La Aldea de la Zona Turística Norte en la que la ubicó correctamen-te el PIO, a la Zona Turística Sur en la que la coloca el PTE, para justificar el incremento de su capacidad alojati-va, previendo un crecimiento de casi 18.000 camas hasta el 2015, y otras 8.000 en el siguiente trienio.- Establece nuevos grandes equipa-mientos turísticos complementarios no previstos en el Plan Insular y una categoría de actuaciones estratégicas denominadas “hitos turísticos”, tam-poco contemplada el mismo. También triplica, del 15 al 50%, la tolerancia de alojamiento temporal no turístico en sectores turísticos, abriendo aún más la espita a la especulación inmobilia-ria con un producto, la denominada vivienda “turística”, que en nada cola-bora a la mejora del destino turístico grancanario, sino que compite des-lealmente con los establecimientos alojativos turísticos legales. Por todo esto, se ha reclamado a la nueva corporación que retire este Plan y retome la senda de la legalidad y el desarrollo sostenible para Gran Canaria.

Campaña “Plantemos para el Planeta”

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, en siglas in-glesas) está llevando a cabo la campaña a escala mundial “Plantemos para el Planeta: Campaña de los Mil Millones de árboles”, con el objetivo de plantar al menos 1.000 millones de árboles en 2007, con el apoyo de particulares, comunidades, negocios e industrias, sociedad civil, organizaciones y gobiernos. La impulsora de la iniciativa es la ecolo-gista keniata Wangari Maathai, premio Nó-bel de la Paz en 2004, cuya fundación ha plantado más de 30 millones de árboles en 12 países africanos durante las últimas tres décadas. Hasta el momento, se han plantado casi 35 millones de ejemplares de los más de 1.063 millones a los que se han comprometido distintos gobiernos, organizaciones, comunidades y ciudada-nos particulares. Dentro de esta campaña, la Confe-deración de Ecologistas en Acción se ha

comprometido a plantar 110.000 árboles a lo largo de 2007 por medio de los más de 300 grupos de todo el Estado que la integran. Así, de cara al otoño y el invierno se van a realizar distintas actividades de reforestación con especies autóctonas que estarán abiertas a todas aquel las personas que quieran partici-par en esta iniciativa. Las fechas y lugares de estas activida-des se podrán consultar en la web de Ecolo-gistas en Ac-ción.

ecologistasenaccion.org/spip.php?rubrique327

Page 9: El Ecologista nº 54

En

Acció

n

9el ecologista, nº 54, otoño 2007

ecologistasenaccion.org/agua

Juicio por pantano imposibleNadie va a llenar el pantano de Itoiz. Y hoy mismo ni se haría la presa. El peligro de llenarlo hasta arriba y la fantasía embaucadora de la “salva-ción de la agricultura” es del dominio de todos. Lo reconozcan o no. La nue-va cultura del agua –esa rara cordu-ra– se va imponiendo y ya se ve que el futuro de la agricultura pasa por otros retos y otras soluciones. Pero el negocio del hormigón está hecho. Seguramente fallará el negocio del trasvase hacia el (turismo) inmobilia-rio depredador del Levante. Eso sí, los que osaron interponerse a semejante fraude y desatino lo pagaran. Iñaki e Ibai, de Solidarios con Itoiz, ya pasa-ron por la cárcel. Ahora se juzga a 19 personas por la resistencia no violenta al desalo-jo del pueblo de Itoiz en junio de 2003. Les piden 9 meses de cárcel y una indemnización conjunta de 48.000 euros. Y aquí viene lo mejor: los 48.000 salen de la suma que ha hecho el fiscal con las horas extras de los policias forales, la comida y la priva que se metieron en los bares. Para resistir el desalojo estas 19 per-sonas se esposaron y encadenaron a casas del pueblo. La acción de forales y operarios de las escavadoras puso en peligro seriamente sus vidas e integridad. La ebriedad de algunos policias hizo temer lo peor. Luego te echan por la tele unos emocionantes reportajes sobre eco-logistas de paises lejanos que se en-cadenan a los árboles para impedir su tala o la construcción de una autopis-ta. Exigimos su absolución.

Banderas Negras en zonas de baño interioresEl 68% de las áreas de baño catalogadas inicialmente por el Estado español (catá-logo de 1994) han desaparecido como por arte de magia, a pesar de que incluso un mayor número de bañistas siguen usán-dolas. La importancia de la catalogación de las aguas de baño reside en que éstas tienen garantizado, por ley, el control de calidad de sus aguas y medidas de protección de riesgos contra la salud. Las descatalogadas o no catalogadas no tie-nen ningún tipo de control sanitario. Los porcentajes de las zonas de baño sin con-trolar llegan a ser especialmente graves en el caso de Asturias que ha descatalogado sus únicas cinco zonas de baño interiores, Castilla y León que ha descatalogado el 96% de sus zonas de baño o Andalucía que llega al 83%. Las principales causas del deterioro de los ecosistemas acuáticos que albergan estas zonas de baño son la falta de depu-ración de aguas residuales. Así, a lo largo de este año era público cómo 800 núcleos urbanos que representaban 6,5 millones de personas incumplen la directiva de depuración de aguas residuales. En el caso de Andalucía, la falta de depuración ha llegado a representar 24,9% de la pobla-ción. Esta situación incrementa el estado de contaminación por eutrofización que afecta a la mitad de los embalses, a lo que se suman los vertidos de productos fito-sanitarios de la agricultura intensiva y la excesiva carga de purines de la ganadería. También habría que destacar el impacto sobre los ecosistemas de agua dulce que tienen el crecimiento exponencial de la

construcción de nuevas viviendas y crea-ción de nuevos núcleos urbanos, funda-mentalmente en el arco Mediterráneo. El urbanismo tiene un doble impacto sobre los ecosistemas acuáticos, por un lado reduce los caudales de ríos, lagunas, embalses y acuíferos, favoreciendo el dete-rioro o desaparición de estos ecosistemas. Por otro lado, se incrementa de forma ex-ponencial el volumen de aguas residuales urbanas que se vierten y si esto se añade a la falta de una infraestructura de depu-ración, el resultado es el penoso grado de conservación de nuestros ecosistemas acuáticos. Con este panorama no es de extrañar que en la actualidad haya 365 zonas de baño descatalogadas. Ello hizo que, en noviembre de 2003, el Tribunal de Justicia le impusiera una multa al Estado español por seguir incumpliendo los estándares de calidad en aguas interiores, como ríos y la-gos. Aunque en 2007 la Comisión Europea publicó un informe en el cuál mejoraba la calidad de aguas de baño en el Estado español, la propia Comisión reconocía que la línea de gestión utilizada era quitar la catalogación a las zonas de baño. Por ello, llamaba la atención sobre la necesidad de afrontar los problemas de contamina-ción de los ecosistemas acuáticos en vez de impe-dir que las personas uti-licen estas zonas como áreas de recreo.

Foto

: gEn

E alE

xan

dE U

sda

-nRc

s

Page 10: El Ecologista nº 54

En

Acc

ión

10 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Problemas de conservación del Mogote de BenzúDesde hace varios años Ecologistas en Acción de Ceu-ta-Septem Nostra viene denunciando la situación de destrucción que está sufriendo el afloramiento rocoso denominado Mogote de Benzú. Este promontorio alberga la mayor concentración de endemismos vegetales en el ámbito territorial de Ceuta, algunos de distribución ex-tremadamente reducida (véase Ugarte y otros, 2002). De hecho, una parte significativa de la justificación del LIC de Calamocarro-Benzú está basada en la salud ambiental de las especiales comunidades vegetales que se desarrollan en torno al Mogote. Las labores de explotación de la cantera están destruyen-do el hábitat a pasos agigantados. Desde el punto de vista geológico, se trata del único afloramiento calcáreo de Ceuta (Chamorro y Nieto, 1989). La destrucción está alcanzando una parte significativa de la flora del Mogote que ya ha quedado sepultada en un porcentaje significativo. Particularmente, está afectando de lleno a especies como Pinus canariensis que soportan los derrubios de piedras que impactan contra los troncos y tocones. Asimismo, un gran número de ejemplares de la palmera enana europea, Cha-maerops humilis (palmitos) han quedado sepultados por este mismo motivo. En otras ocasiones, algún bloque se escapa a la acción de las máquinas y se precipita hacia las comunidades de plantas provocando graves aplastamientos. La situación de deterioro del Mogote está alcanzando también a la parte del hábitat que alberga las plantas con mayores niveles de protección, incluida una especie, Rupi-capnos africana, que se encuentra en peligro de extinción. Esta especie tiene la máxima categoría de protección según el Real Decreto 439/1990, que regula el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Sobre esta especie se han constatado ya afecciones de algunos ejemplares localizados más cerca de la base de la pared vertical donde se acumulan parte de los materiales de derrubio. Otras plantas de interés se están viendo afec-tadas por los derrubios que van acumulándose en la base de las paredes a medida que la destrucción del hábitat avanza. La explotación de la cantera está provocando que co-munidades completas de plantas se extraigan junto con su hábitat.

No al Tren para TenerifeEl proyecto del tren del sur de Tenerife es un suma y sigue de la política del destrozo absolu-to de la Isla que promueve el Cabildo Insular, incluso pasan-do por encima de la legalidad vigente en materia de protec-ción de la naturaleza. Por esta razón, Ben Magec-Ecologistas en Acción ha presentado en julio un Recurso Contencioso-Administrativo contra el Plan y contra su aprobación, que no ha tenido en cuenta el obliga-torio trámite de participación ciudadana: se aprobó de forma definitiva saltándose este pro-ceso impuesto por la propia Unión Europea. El plan tampoco ha sido sometido a Evaluación Am-biental Estratégica, a la que esta actuación está obligada por Ley, tanto por establecer el marco de futuras actuaciones

que deben estar sometidas a Evaluación de Impacto Am-biental, como por afectar a espacios contemplados dentro de la Red Natura 2000. Concre-tamente, los espacios naturales afectados son el Monumento Natural del Barranco de Fas-nia y Güímar y el Monumento Natural Montaña de Guaza, constituidos ambos espacios como Lugares de Interés Co-munitario. Este costoso macro-proyec-to de tren del sur tiene una fácil alternativa, que es el po-tenciar guaguas lanzaderas desde los puntos del sur de mayor demanda, y utilizar el tercer carril de la ampliación de la autopista como “carril sólo guagua”, lo que propi-ciaría unos tiempos muy pa-recidos al tren y a un coste infinitamente inferior.Foto: Ecologistas En acción dE cEUta-sEptEm nostRa

Financiación del carné de conducir por la DGT

Ecologistas en Acción conside-ra incomprensible la financia-ción por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) del permiso de conducir a los jóvenes que acepten “recibir” sesiones sobre seguridad vial. Y es que, si lo que se pretende es reducir la siniestralidad, lo peor que se puede ha-cer es ani-mar aún a más gente a utilizar el co-che. Es sabido que la siniestralidad del tráfico sigue unas leyes matemáticas y estadísticas inexorables: a mayor número de vehículos en circulación, más accidentes. Por ello, si de verdad se quiere reducir esta lacra, la DGT lo que debería hacer es desincenti-var que los jóvenes usaran el coche como principal medio de transporte. Por el contrario, fomentar el transporte público para las distancias largas y la bicicleta para las más cortas

serían medidas mucho más adecuadas y saludables para

el planeta. Efectivamente, la siniestralidad de los medios de transporte públicos es

mucho menor que la del coche. Por ejemplo, a igual cantidad de ki-lómetros recorridos,

por cada muerto en ferrocarril se

producen 20 en ca-rretera.

Si la DGT quiere hacer

algo para facilitar la movilidad de los jóve-

nes, Ecologistas en Acción se lo pone fácil: que regale bicicletas en lugar de finan-ciar la obtención del carné de conducir. La bicicleta permite realizar una gran cantidad de desplazamientos urbanos, promoviendo tanto la mejora de la salud de sus usuarios como la del resto de la po-blación, puesto que no con-tribuye al cambio climático ni tampoco a la contaminación del aire.

Page 11: El Ecologista nº 54

En

Acció

n

11el ecologista, nº 54, otoño 2007

Campaña Mediterráneo 2007

Uno de cada dos españoles respira aire contaminado

ecologistasenaccion.org/aire

Ecologistas en Acción ha pre-sentado el Informe sobre Ca-lidad del Aire en el Estado es-pañol 2006, en el que se con-cluye que más de 18 millones personas (de los 35 millones evaluados) viven en lugares con aire contaminado. El informe pretende dibujar una imagen amplia y fiel de la situación de la calidad del aire en nuestro país durante 2006. Para ello se han recogido los datos oficiales ofrecidos por trece Comunidades Au-tónomas (Andalucía, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Vasca, Extremadura, La Rioja, Navarra, País Valenciano y Región de Murcia) y de dos capitales de Comunidad Autónoma (Valla-dolid y Zaragoza). El resto de comunidades no ofrece datos públicos en sus respectivas páginas web, y Castilla y León y Aragón sólo lo hacen de sus capitales. El informe, por tanto, abar-ca una extensión de territorio que incluye a una población de más de 35 millones de personas, más del 80% de la población española, y la prác-tica totalidad de las ciudades grandes del Estado. Se puede afirmar que las zonas que superan los límites establecidos por la legislación tienen un aire contaminado. Por lo que la población que respira aire malsano es de al menos 18 millones de perso-nas, uno de cada dos habitan-

tes evaluados. Las últimas décadas presen-tan una tendencia similar a la que expone el Informe, donde el tráfico (sobre todo en las ciudades) aumenta su nefasto protagonismo contaminante e incrementa consecuentemen-te los problemas de salud de la población expuesta. Paralela-mente, la población no tiene un conocimiento claro de la situación del aire que respira y, además, las políticas urbanas de movilidad no tienen capaci-dad (o interés) en invertir esta tendencia. En muchos casos, las desas-trosas políticas de transporte y urbanismo van encaminadas a fomentar el uso del vehículo privado, promoviendo la pro-liferación de infraestructuras y produciendo una gran ocu-pación del espacio público; todo ello en detrimento de un impulso real al transporte público y colectivo, o al no motorizado. Las zonas con peor calidad del aire de las que se han podi-do evaluar son: Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Bailén, Jaén, Sevilla, Zaragoza, Avilés, Gijón, Langreo, Oviedo, Torrelavega, Valladolid, Puertollano, Barce-lona y su área metropolitana, Girona, Lleida, Tarragona, Vi-toria, muchas zonas de Vizcaya incluyendo a Bilbao, Madrid, Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Coslada, Fuenlabra-da, Getafe, Leganés, Torrejón, Murcia, Cartagena, Pamplona, Elche, algunas zonas de Caste-llón y Valencia.

Fotos:

velerodiosamaat.blogspot.com

El velero de Ecologistas en Ac-ción “Diosa Maat” ha realiza do durante los meses de julio y agosto de 2007 una campaña en defensa del Mar Mediterrá-neo denunciando las múltiples agresiones que este mar está sufriendo debido al modelo de desarrollo de nuestra so-ciedad. Del 17 de julio al 31 de agos-to el Velero “Diosa Maat” ha visitado diversas ciudades lito-rales de Andalucía, Región de Murcia, País Valencià, Balears y Catalunya, sensibilizando a la población de la necesidad de conservar nuestro litoral y la biodiversidad marina, y denun-ciando las graves agresiones que las administraciones están permitiendo o, incluso, pro-moviendo la destrucción de la costa mediante el desarrollo urbanístico o la construcción de infraestructuras como di-ques y puertos, la preocupante situación de las playas, los ver-tidos, así como la sobrepesca de determinadas especies, es-

pecialmente del atún rojo, la invasión de las medusas o la desaparición de sus depreda-dores naturales. En las ciudades que ha vi-sitado el velero de Ecologistas en Acción se han desarrollado exposiciones públicas sobre el mar mediterráneo y sus amenazas, se han organizado actividades educativas para niños y mayores, se ha podido visitar el velero y se han rea-lizado acciones de denuncia reclamando la adopción de medidas a las administraciones competentes. “Diosa Maat” es un velero de 14 m de eslora decomisado en 2004 a sus anteriores propieta-rios por tráfico de drogas y que la Audiencia Nacional cedió en junio de 2005 a Ecologistas en Acción para su uso en cam-pañas de defensa del medio ambiente. La asociación ecolo-gista lo ha reparado, equipado y acondicionado como centro itinerante de interpretación del mar.

Page 12: El Ecologista nº 54

En

Acc

ión

12 el ecologista, nº 54, otoño 2007

www.ecologistasenaccion.tv

Abajo los precios

ConsumeHastaMorir

Un anuncio ocu-paba todo el escaparate de los grandes al-macenes Fnac,

en Madrid, hace unos meses. Mostraba a unas cuantas personas que, en actitud combativa, le-vantaban sus puños, mientras que en un rótulo se podía leer: “Abajo los precios”. Con ese eslogan, aunque pudiera parecer que reclamaba la propiedad colectiva de los bienes culturales, la compañía francesa sólo pretendía anunciar el comienzo de las rebajas. Y es que parece que funciona la estra-tegia de utilizar en el discurso publicita-rio los símbolos y valores tradicionales de la izquierda. Más allá de usar la foto del Che para vendernos tazas de café y alfombrillas para el ratón del ordenador, las empresas han encontrado la manera perfecta para reconducir la insatisfacción o la rebeldía hacia el consumo. Ya hace tiempo que las multinacionales respon-sables de la degradación ambiental des-cubrieron que el lavado verde les hacía ganar más dinero, y por eso utilizan el discurso ecologista para mostrarse tre-mendamente preocupadas por el medio ambiente. “La energía más limpia es la que no se consume”, dice Unión Fenosa. “Pioneros en desarrollo y sostenibilidad”, se vanagloria Acciona. Pásate a la “ener-gía verde”, mantiene Iberdrola.

Pero poco a poco los publicistas han ido ampliando la absorción

de valores en su discurso, más allá de los del ecologismo. Ahora, si quieres ser solidario, las fuerzas armadas son tu lu-gar, mientras que el feminismo

consiste en demostrar que una mujer es capaz de aparcar un coche en cualquier sitio por pequeño que sea. Hasta Ikea aboga por acabar con las dinastías reales: “Bienvenido a la república indepen-diente de tu casa”, dicen sus anuncios. En una sociedad sobrecargada de im-pactos publicitarios, las técnicas de mar-keting tienen que ser creativas y diferentes para llamar la atención, y una de las tendencias actuales es

emplear como recurso los códi-gos de protesta de la izquierda. Las pancartas, por ejemplo, han sido utilizadas varias veces como estrategia publicitaria. Hace poco, podía verse en el periódico una foto de una pareja en el balcón de su casa, en el que habían col-gado una tela que decía “No a los sustos del euribor”. Y, claro está, no se trataba de una apuesta por políticas que favorecen el alquiler, ni mucho menos de una defensa de la okupación: eran los nuevos créditos del Banco de Sabadell. Las pintadas con plantilla o stencils, reivindicadas por los grupos de contrapublicidad como una forma de intervención en el espacio pú-blico, también se han usado para vender objetos de consumo: el año pasado, la

agencia de marketing Saatchi&Saatchi inundó Londres con pintadas de este tipo para promocionar una bebida alcohólica brasileña. Las empresas han llegado in-cluso a convocar manifestaciones: hace unos meses fue muy sonado el caso de Ryanair, que llamó a una manifestación contra Iberia con la promesa de ofrecer billetes gratis para viajar en sus vuelos de bajo coste. Eso sí, en lo de organizar este tipo de concentraciones parece que to-davía les falta experiencia, porque acudió mucha más gente de lo previsto y al final tuvo que intervenir la policía para evitar altercados.

Son muchos los casos en los que las marcas se apropian de las

formas de pro-testa de los movi-

mientos sociales para canalizar la rebeldía individual a través del consumis-mo. En otras ocasiones, los publicistas han empleado el imaginario de los símbolos de la izquierda para, directamente, reírse de ellos. Como el caso de la empresa de videojuegos Negone, que inundó Madrid de carteles en los que se veía a decenas de manifestantes portando pancartas con el lema “No a la cárcel”... y en realidad anunciaban un juego de rol por internet. O los anuncios del Volkswagen Golf sobre la Revolución, en los que se veía como, mientras las huelgas y las grandes contes-taciones masivas pasaban, sólo una cosa permanecía: el susodicho coche. Y qué decir del anuncio en el que policías an-tidisturbios disparaban pelotas de goma contra los manifestantes y uno de ellos, pertrechado con el equipo completo de tenis Nike, se las devolvía todas. Lo que resulta evidente es que la publicidad actual no entiende de ideo-logías. Se hace homófoba cuando hace falta y feminista convencida si viene a cuento, se amolda a su público como un guante. Y, sobre todo, ya no se confor-ma sólo con vender productos: vende también estilos de vida. En definitiva, se ha adaptado a las necesidades de las grandes empresas que recurren a ella, y les ha ofrecido un conjunto de técnicas de marketing especializadas en hacer irre-levantes a los productos si están firmados por la marca adecuada.

Page 13: El Ecologista nº 54

En

Acció

n

13el ecologista, nº 54, otoño 2007

ecologistasenaccion.org/spip.php?article8602

Informe de residuos en Las Palmas de GC La UE prohíbe los termómetros de mercurioLeticia Baselga

A finales de 2008 la fabricación de termómetros de mercurio y su venta a particulares estarán prohibidas en la Unión Europea (UE). Se trata de una medida más dentro de la estra-tegia europea para eliminar todos los usos de este peligroso metal pe-sado, todavía utilizado en múltiples aplicaciones. La ONU, la UE y la comunidad científica llevan años advirtiendo de los efectos nocivos sobre la salud y el medio ambiente del mercurio, una sustancia que afecta al desa-rrollo cerebral y produce graves da-ños neurológicos. Según el Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente: “En altas dosis puede ser fatal, pero incluso en pequeñas dosis puede tener impactos adversos serios en el desarrollo neuronal y se le ha vinculado con daños en los sistemas cardiovascular, inmunológico y repro-ductivo”. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte de que los usos de este me-tal en el mundo no se han reducido. La demanda mundial de mercurio es de unas 3.600 toneladas anuales, de las que unas 300 corresponden a la Unión Europea. De estas últimas, entre 25 y 30 toneladas se destinan a la fabricación de termómetros, y de ellas un 30% acaba emitido al aire y el resto mezclado con el flujo de residuos urbanos. La alta volatilidad del mercurio hace que se acabe depositando a miles de kilómetros de la fuente de emisión, como en el Ártico o en los lagos escandinavos, y que grandes cantidades de este producto tóxi-co se detecten con frecuencia en peces como la tintorera, el pez espada, el mero, el marrajo o el atún tojo. Por lo tanto, esta contaminación sólo puede afrontarse a escala mundial y las medidas deben tomarse con el consenso de todos los países, preferentemen-te con instrumentos in-ternacionales legalmente vinculantes.

Ecologistas en Acción de Las Palmas de Gran Canaria ha elaborado un interesante informe sobre la gestión de residuos en la ciudad que más residuos genera de Cana-rias. Tras un año de trabajo voluntario en la calle, la organización ecologista ha reuni-do en el informe multitud de datos sobre la generación de basuras en la capital, la legislación, la opinión de la ciudadanía, un plano que refleja la situación y cantidad de contenedores en la ciudad y las políticas de gestión de residuos que han tenido éxito en otros municipios. Entre las conclusiones obtenidas se destacan las siguientes: en Canarias sólo un 3% de la basura se destina al reciclaje, la fracción que ocupa el lugar principal en nuestro cubo de basura es la compuesta por la materia orgánica (un 38,2% en Gran Canaria), la cual no se separa y va a parar a los vertederos causando problemas am-bientales y de salud, los puntos limpios de la ciudad no son ni conocidos ni accesibles para sus habitantes, los objetivos propues-tos en los planes sobre residuos son tan irreales que es fácil asumir que no podrán ser alcanzados, un 69% de los ciudadanos que no recicla afirma que es por falta de contenedores específicos. Esta falta de contenedores y la situación de los mismos desvela que lo que en realidad se fomenta es la mezcla de todos los residuos. La educación ambiental, la participa-ción ciudadana, la elaboración de un buen abono a partir de los residuos orgánicos, las medidas que incentiven de forma real la reducción de basura y una especial atención en la producción y gestión de

residuos peligrosos deben ser uno de los pilares principales en una gestión de residuos más sostenible. Así, en el documento se proponen medidas como la separación de la materia orgánica para su posterior compostaje, el establecimiento de políticas que incenti-ven la reducción de residuos, la planifica-ción previa en la colocación de contene-dores, la descentralización de los puntos limpios, el desarrollo de buenas prácticas en las administraciones públicas y mayores inversiones en educación ambiental entre otras muchas propuestas de mejora. Es importante resaltar que el Ayunta-miento de la ciudad, que comienza esta legislatura con un equipo nuevo, tras ga-nar por mayoría el PSOE, ha declarado ya en la prensa local que está de acuerdo con el análisis que hace Ecologistas en Acción y que tomará medidas para mejorar la situación. Esperamos que así sea.

Malla cinegética colindante al PinsaparEcologistas en Acción de Cádiz, ha denun-ciado ante la dirección del Parque Natural Sierra de Grazalema la instalación de una malla cinegética en las fincas Breña del Agua, Valdihuelo y Rancho del Moro, ubi-cadas junto a Benamahoma, colindantes con la Zona de Reserva del Pinsapar. Estas fincas fueron adquiridas en 2003 por una empresa ligada a personas del mundo de la construcción, adquisición que dio lugar a una amplia polémica ya que la Consejería de Medio Ambiente renunció a adquirirlas, a pesar de su alto interés ecológico y paisajístico –están cubiertas de magníficos bosques medite-rráneos con encinas, quejigos, algarrobos, acebuches… teniendo incluso dos pin-sapares–. Los nuevos propietarios cerraron el camino público entre Benamahoma y Zahara, lo que ha dado lugar a numerosas denuncias y a la realización de marchas en

las que se ha procedido a la apertura de dicho camino. La malla instalada corta de nuevo el camino público, pero desde el mismo Benamahoma. Destacar que esta malla es totalmente ilegal, pues tiene una altura superior a la permitida para cercas ganaderas y huecos de 10x15 cm, la mitad del exigido. Esta malla imposibilita el paso de la mayor parte de la fauna silvestre, sobre todo de corzos y cabras montesas, lo que puede conducir a convertir estas fincas en corra-les de animales salvajes para facilitar su caza. Ecologistas en Acción va a exigir que la malla sea desmontada en su totalidad y que no se permita que este Parque Natu-ral, donde hasta ahora la fauna silvestre se ha podido mover libremente, sea compar-timentado con mallados que fragmenten el hábitat de las especies silvestres.

Page 14: El Ecologista nº 54

Inte

rna

cio

na

l

el ecologista, nº 54, otoño 2007

Aprobada moratoria de nueve años al comercio de marfil

Los países miembros de la Convención sobre el Comer-cio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) aprobaron una moratoria de al menos nueve años al comercio de marfil. El acuerdo, alcanzado en la reunión plenaria, per-mite la venta de las reservas existentes de cuatro países africanos: Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe. Según el documento, la moratoria empezará cuan-do se agoten estas reservas, provenientes de los elefantes muertos por muerte natural. El tratado original del comer-cio de marfil data de hace 18 años, pero ésta es la primera vez que los países africanos alcanzan un acuerdo regional al respecto.

Tristes tigres en un triste manglarLos Sunderbans se extienden a través del sur de Bangladesh y del estado indio de Bengala Occidental, en el delta forma-do por la confluencia de los ríos Ganges, Brahmaputra y Menga. Es un área pantanosa de 26.000 km2, que constituye la mayor reserva de tigres de Bengala y un vasto reservorio de mangles. Ahora, el cambio climático está provocando que el agua del mar inunde este espacio, lo que ha provocado 7.000 refugiados ambientales. Un estudio de la ONU estima que un aumento de 45 cm en el nivel del mar destruirá el 75% de los bosques esparci-dos en un área de 10.000 km2 en la zona.

Ciudad libre de CO2 en paraíso petroleroUn plan de 5.000 millones de dólares, llamado Iniciati-va Masdar (fuente en árabe), se desarrollará en Abu Dha-bi, capital de Emiratos Árabes Unidos, para convertirla en lo más cercano a una ciudad sin carbono y sin desperdicios. Una ciudad sin automóviles, pensada para peatones, que funciona con fuentes de ener-gía renovable y rodeada de granjas eólicas y fotovoltaicas. En 6 km2 albergará además una comunidad energética, científica y tecnológica, como el Instituto Masdar de Ciencia y Tecnología, creado de forma conjunta con el famoso MIT, y contará con laboratorios, área comercial y un selecto conjun-to de inquilinos que invertirán, desarrollarán y comercializarán técnicas avanzadas en materia de energía.

¿Renacimiento del Mar de Aral?Después de 40 años de rie-go abusivo para favorecer el cultivo de arroz y algodón en regiones casi desérticas, el Mar de Aral había perdido 2/3 de su superficie. Además de la desaparición de los peces, el

aumento de la salinidad y la dispersión de grandes cantida-des de pesticidas en la atmós-fera, el desastre ecológico tuvo como consecuencia social un profundo desamparo en las poblaciones de la región. Para tratar de frenar este desatino, el Presidente de Ka-zajistán, Nursultán Nazarbá-yev, creó en 2001 un extenso programa de rehabilitación en la parte kazaja del Mar de Aral. Este programa incluía dos prioridades: la construcción del dique Kok-Aral que separa el norte del sur del Mar de Aral; y la reparación de las riberas del río Sir Daria en la parte kazaja, con el fin de mejorar el volumen de agua en esta parte del mar. El resultado: en menos de un año el nivel del mar subió 3 metros y en 2006 su superfi-cie había aumentado un 13%. Además el porcentaje de sali-nidad descendió de 34 g/litro a 15 g/litro, condición que ha permitido una regeneración progresiva de la fauna de dis-tintas especies de peces pro-ducidos en vivero y el regreso paulatino de los pescadores y de sus familias.

UE mayor importador mundial de plantas y animales silvestres

Según un nuevo informe de TRAFFIC (programa conjunto de WWF/Adena y UICN para el control del comercio interna-cional de especies amena-zadas y sus derivados) la UE es el mayor importador mun-dial de muchos

productos de animales y plan-tas silvestres, incluyendo ma-deras tropicales, caviar, pieles de reptiles y reptiles vivos. El informe “Opportunity or treta: The role of European Union in the global wildlife trade” es el primero que analiza la dimensión y naturaleza de las importaciones de productos de especies silvestres a la UE. Aunque una gran parte de este comercio es legal, no debe ig-norarse el creciente comercio ilegal estimulado por la de-manda de mascotas exóticas, maderas y otros productos. Esta actividad criminal supone una grave amenaza para mu-chas especies, como reptiles y esturiones.

La selva tropical de Madagascar, patrimonio de la humanidadSeis parques nacionales a lo largo de la costa oriental de Madagascar han sido inscritos en la lista de la UNESCO de Patrimonio de la Humanidad. Atsinanana representa casi toda la selva tropical de la isla y el 90% de sus especies no se encuentran en ningún otro sitio del mundo. El minicon-tinente de Madagascar com-pletó su separación del resto de las masas terrestres hace más de 60 millones de años y desde entonces ha vivido en

Page 15: El Ecologista nº 54

Inte

rna

cion

al

15el ecologista, nº 54, otoño 2007

Foto

: WW

F

Cuatro gorilas de montaña mueren por disparos en el Parque Nacional de los Virunga

un espléndido aislamiento. Durante estos años, la flora y la fauna malgache se han vuelto únicas, diversificándose en las regiones climáticas de-sérticas, de sabana y de selva tropical de la isla. La selva tro-pical malgache en particular, localizada principalmente en el oriente y norte de la isla, cuenta con un alto grado de biodiversidad. Pero la defo-restación ha dejado sólo un 8,5% de las selvas originales. Atsinanana protegerá el hábi-tat restante.

Inyectar CO2 en el subsuelo oceánico Si bien su captura en las plan-tas de producción no plantea problemas, el almacenamiento de CO2 en formaciones geo-lógicas profundas oceánicas plantea reservas por motivos de seguridad y por el impacto sobre el medio marino. El Convenio de Londres de prevención de la contamina-ción marina por el vertido de desechos y otras materias es el órgano que establece en qué condiciones debe hacerse. En la reunión del grupo científico de este convenio internacio-nal, celebrada recientemente en Santiago de Compostela, se acordaron unas directrices para la inyección de CO2 en el subsuelo marino. El docu-mento deberá discutirse en la reunión de las Partes del Convenio que se celebrará

en Londres el próximo mes de noviembre,

si bien “la unani-midad alcan-

zada a nivel científico hace previsible su aprobación”.

171 países regulan la venta de coral, caoba y piel de linceLos corales rojo y rosa, favori-tos de la industria de la joyería, han visto protegido su mal-trecho futuro. En la reunión celebrada en junio en La Haya, los 171 países firmantes de CITES han acordado regular su pesca indiscriminada, que en el Mediterráneo y el Pacífico occidental ha reducido mucho sus colonias. Según la medida, la pesca sólo será permitida cuando no comprometa la reproducción de la especie, aunque no entrará en vigor hasta dentro de 18 meses. CI-TES también ha mantenido los controles a la caza del lince americano, para proteger al ibérico, cuya piel es idéntica a simple vista. Pero el gran debate se cen-tró en la caoba, muy apreciada por su color rojizo y proce-

dente de Brasil, Bolivia y en especial Perú, pero que puede desaparecer. No ha sido prohi-bida la exportación, pero Perú sólo podrá talar 5.000 metros cúbicos de madera, en lugar los 13.000 actuales.

Vecinos de Boston cara a cara con la guerra biológicaEl gobierno de EE UU y la Universidad de Boston soportan protestas y de-mandas por construir un laboratorio que investi-gará potenciales armas biológicas en un barrio de esa ciudad poblado por comunidades negras y latinas. Aprobado por el go-bierno en febrero de 2006, el Laboratorio Nacional sobre Enfermedades Infec-ciosas Emergentes es más conocido por BSL-4, siglas en inglés de bioseguridad de nivel 4, la de mayor ries-go por el tipo de material

que maneja. Las obras comen-zaron en marzo de ese año y deberían finalizar en 2008. En poco más de un kilómetro a la redonda residen unas 50.000 personas. La ciudad, situada en el noreste de EE UU, tiene más de 600.000 habitantes.

Tres hembras de gorila de montaña y un macho de espalda plateada han aparecido asesinados en el Parque Nacional de los Virunga, al este de la República Democrática del Congo. WWF/Adena, que lleva trabajando desde hace décadas en la

conservación de la especie en la zona, denuncia estas muertes y exige que se aclaren. Asimismo, recuerda que se trata de una de los animales más amenazados del mundo, ya que apenas 700 ejemplares sobreviven en la actualidad.

Page 16: El Ecologista nº 54

En

Am

éri

ca

16 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Campesinos nicaragüenses siembran aguaLa comunidad rural de Lomas del Viento, en el Pacífico ni-caragüense, ha conseguido resucitar sus manantiales. Hace unos 6 años, los métodos agrícolas de los campesinos habían provocado que de los 10 manantiales de la zona, sólo de 2 manara agua. Ante esta si-tuación y gracias al apoyo de la ONG Tierra y Vida, comenzaron a modificar sus métodos de producción agrícola. Dejaron de quemar los predios y cam-biaron los plaguicidas quími-cos por orgánicos. Plantaron 20.000 árboles en las áreas destruidas y limpiaron la basu-ra y el lodo de los manantiales. Tras seis años de esfuerzos, de los 8 manantiales ha vuelto a manar agua. Y como añadido, los árboles gigantes que fue-ron conservados recuperaron los monos congo (Alouatta palliata) y aves que hacía años no se veían en la zona.

Incierto experimento cerca de GalápagosA finales de julio la firma esta-dounidense Planktos verterá 100 toneladas de polvo de hie-rro en el océano Pacífico, cerca de las islas Galápagos. Será el

Mon

o co

ngo

o au

llado

r

primer intento comercial de reducir el CO2 provocando el florecimiento de fitoplancton. Planktos asegura que este mé-todo puede ser el más rápido y poderoso para combatir el cambio climático. En los últi-mos 20 años, la captura de car-bono oceánico fue probada en varios pequeños experimen-tos. Pero eligiendo Galápagos para su experimento a gran es-cala, Planktos ha desatado una lluvia de protestas, además de no tener en cuenta el principio de precaución.

Indígenas amenazados por los planes de Perupetro y RepsolPerupetro, empresa estatal pe-ruana de hidrocarburos, y Rep-sol-YPF, entre otras, han susci-tado una enorme controversia con sus planes de explotación petrolífera en zonas del país donde habitan pueblos indíge-nas no contactados. Perupetro pretendía incluso contactarlos previamente con el fin de “con-sultarles” sobre la exploración en sus tierras. Sin embargo, todo contacto amenaza su su-pervivencia ya que, debido a su aislamiento, no han desa-rrollado inmunidad a las enfer-medades de los no indígenas. Por su parte, la evaluación de impacto ambiental de Repsol-

restricciones al desmonte al frenar la Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, ya sancionada por la Cámara de Diputados.

Grupos rurales critican la producción de biocombustibleNumerosas organizaciones campesinas e indígenas gua-temaltecas han denunciado recientemente que la pro-ducción de biocombustibles profundizará la pobreza en Guatemala. Alertan sobre la paradoja de destinar produc-tos agrícolas a la generación de combustibles en un país en el que casi la mitad de los niños sufre de desnutrición. La producción de bioetanol depende del cultivo de maíz y caña de azúcar, que se exporta a los productores de etanol, elevando así el precio del gra-no básico. Esta manera de producir energía destinada a los paí-ses del norte atenta contra la soberanía alimentaria del sur, ya que provoca conflictividad agraria, reconcentración de la propiedad y un crecimiento desigual.

Resistencia civil para recuperar selva de Colombia En la serranía del Darién, cerca de la frontera con Panamá, co-munidades de origen africano e indígena procuran restaurar sus cultivos y tierras, de las que fueron expulsados por la fuerza hace 10 años. En 1997, la llamada “operación Génesis” acabó con más de 4.000 per-sonas desplazadas y al menos 85 muertas o desaparecidas y supuso la toma ilegal de tie-rras por parte de empresas agroalimentarias y forestales. Ahora las comunidades deben enfrentarse con la escasez de alimentos y las grandes ex-tensiones de monocultivos que el gobierno no se atreve a tocar. El ministro de Agricul-tura ha declarado que hay 17 mil hectáreas que presentan

YPF ha sido provisionalmente rechazada por el Ministerio de Energía al no tomar en consi-deración la presencia de estos pueblos. Actualmente el 70% de la Amazonía peruana está abierto a las prospecciones petrolíferas.

La cosecha récord de soja en Argentina afecta al medio ambienteArgentina alcanzó en 2007 una cosecha récord de soja con 47,5 millones de toneladas. El coste ambiental y social de esa producción, sin embargo, tiene números mucho más impresionantes: 1 millón de hectáreas de deforestación, en una destrucción del me-dio ambiente realizada a un ritmo seis veces mayor que la media mundial. Los datos son de la agencia de noticias argentina Proteger, en base a cifras oficiales de la Dirección de Bosques de la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sus-tentable (SAyDS) de la Nación. Actualmente, el territorio de la soja en Argentina supera los 16 millones de hectáreas, cuatro veces la superficie de Holan-da. Se estima que diariamente se pierden 821 hectáreas de bosque en el país. El Congreso Nacional está impidiendo las

Page 17: El Ecologista nº 54

En

Am

érica

17el ecologista, nº 54, otoño 2007

problemas, “ya que son tierras reclamadas por particulares como privadas”, aunque admi-te que hubo corrupción en la compra de esas tierras.

Justicia prohíbe el maíz transgénico de BayerLa justicia federal brasileña anuló en junio la liberalización de la venta del maíz transgéni-co producido por la compañía multinacional Bayer. El fallo responde a la solicitud de un grupo de ONG de revisar la autorización de la venta del maíz entregada por la Comi-sión Técnica Nacional de Bio-seguridad. De este modo, la Comisión ya no podrá liberar nuevas variedades de transgénicos sin elaborar previamente las medidas de bioseguridad. Las organizaciones han señalado que la Comisión no respetó la Ley de Bioseguridad y el Principio de Precaución, ins-trumentos que regulan el tra-tamiento de la biotecnología en Brasil. Además, afirman que ha habido casos comproba-dos de contaminación por los transgénicos.

Proyectos del gobierno amenazan más de 300 áreas en la AmazoniaLa ONG Conservación Inter-nacional ha denunciado que proyectos de obras impulsa-dos por el gobierno federal brasileño ponen en riesgo tierras indígenas en todo el Brasil. En un estudio apuntan que las obras afectarán a 137 Unidades de Conservación, 107 territorios indígenas y 484 áreas prioritarias para la con-servación de la biodiversidad brasileña. El informe analiza trece pro-yectos en fase de conclusión o ya concluidos, localizados en áreas de extrema importancia para la protección de la biodi-versidad en el país. Algunos proyectos aún pueden repre-sentar impactos mayores en el futuro por las repercusiones de algunas obras en áreas has-ta hoy intactas.

Plástico reconvertibleInvestigadores mexicanos de la Universidad Autónoma Me-tropolitana de México han de-sarrollado un procedimiento químico para convertir plás-ticos en gasolinas y grasas. Creen que en cinco años la investigación podría usarse en procesos industriales a gran escala. Los expertos tienen ya en funcionamiento un reactor donde plásticos de baja den-sidad son degradados a gaso-linas de alto octanaje y grasas. Transformar plásticos en otros compuestos mediante catali-zadores químicos y reactores es un logro registrado años atrás por algunos países indus-trializados, pero México es el único latinoamericano que lo ha conseguido hasta hora.

Guantánamo combate esquizofrenia climáticaLos suelos erosionados y las infrecuentes lluvias del sur de Guantánamo marcan un con-traste evidente con la exube-rancia del lado norte de esta provincia oriental cubana. El macizo montañoso Sagua-Nipe-Baracoa marca la diferen-cia: mientras la zona norte es la más húmeda del país, la sur es la más seca. Sin embargo,

gracias al uso de tecnologías apropiadas, muchas personas han salido adelante con el fru-to de la tierra. Los métodos incluyen siembra de especies forestales resistentes a la falta de agua y que contribuyan con su hojarasca a la rehabilitación de los suelos, rotación de culti-vos, aplicación de fertilizantes y bioestimuladores orgánicos para incrementar los rendi-mientos y la calidad de los cultivos. Además, se ha logra-do frenar la desertificación en unas 67.990 hectáreas, lo que equivale al 39% de la región semiárida.

Nuevos estudios muestran los daños del glifosatoLa fumigación aérea, financia-da por EE UU, de plantaciones colombianas de coca cerca de la frontera con Ecuador, ha da-ñado severamente el ADN de la población local. Muestras de sangre de 24 ecuatorianos que viven a una distancia de hasta tres kilómetros de la fronte-ra septentrional presentaron aberraciones de cromosomas entre un 600 y un 800% supe-riores a las de personas que viven a 80 kilómetros, según un estudio de la Universidad Católica Pontificia de Ecua-

dor, en Quito. Los habitantes analizados fueron expuestos al herbicida común glifosato –que Monsanto patentó bajo el nombre de Roundup– por las aspersiones aéreas ordenadas por Bogotá a partir de 2000, como parte del Plan Colombia. Los afectados presentaron de inmediato dolores intestinales, vómitos, diarreas, dolores de cabeza, mareos, aturdimiento, ardor en ojos o piel, visión bo-rrosa, dificultad para respirar y sarpullidos, siempre en base a los datos del citado estudio, que será publicado en la revis-ta científica brasileña Genetics and Molecular Biology.

Page 18: El Ecologista nº 54

18 el ecologista, nº 54, otoño 2007

más allá de los tópicosEcologistas en Acción

En el Estado español, la desertificación se ha asociado principalmente con la erosión, especialmente con la producida en áreas sin cobertura arbórea o en climas áridos o semiáridos. Sin embargo, esta identificación no puede seguir sustentándose. De hecho, si aceptamos que la más grave consecuencia de la desertificación es la pérdida de suelo fértil, en España los principales causantes de esta pérdida son tres muy distintos a la erosión: la urbanización excesiva, el hipertrófico desarrollo de las infraestructuras de transporte (en especial de las carreteras) y el uso insostenible del agua.

La desertificación en España no se debe tanto como se piensa a los problemas de erosión en el medio natural. La mayoría de las tasas de erosión que se han estimado

en estas zonas están sobredimensionadas por el uso de metodologías inapropiadas, que infravaloran el papel del matorral, incluido el de zonas áridas, o no tienen en cuenta procesos como la sedimentación. Este enfoque clásico, que asocia aridez con desertificación, ha reforzado la percepción errónea sobre muchos matorrales naturales (estepas, saladares, ecosistemas áridos, ba-dlands naturales) como lugares degradados. Esta percepción ha dificultado aún más su conservación, por ejemplo haciéndolos receptores de polígonos industriales, verti-dos y todo tipo de infraestructuras, o bien tratando de mejorarlos con repoblaciones arbóreas [1,2].

La desertificación no es erosiónNo hay que olvidar que la erosión es un proceso que en unas ocasiones se produce de forma natural y en otras es uno más de los impactos negativos provocados por las actividades humanas más diversas, desde las prácticas agrícolas inadecuadas a la construcción de pistas de esquí, los incendios forestales o la construcción de carreteras.

En el Estado español, los principales problemas de erosión del suelo se loca-lizan en áreas agrícolas, por la utilización de prácticas inapropiadas, como la rotu-ración de zonas marginales en áreas de piedemonte, sobre materiales sueltos y altas pendientes, donde las subvenciones europeas han promovido la expansión de cultivos como olivos y almendros en zonas totalmente inadecuadas. Otra fuente de erosión se debe a la proliferación de grandes extensiones de invernaderos en las sierras costeras del Levante donde, junto a otros impactos como la ocupación de hábitats naturales, se producen activos procesos de erosión y grandes movimientos de tierra, en oca-siones similares a los requeridos por las canteras. Pero estos problemas apenas han suscitado preocupación en las administra-ciones. Lo mismo cabe decir de los proce-sos activos de erosión desencadenados por muchas infraestructuras como carreteras, desdoblamientos, autovías o líneas de alta velocidad ferroviaria. En realidad, los principales problemas de desertificación –entendida como pér-dida de potencialidad y productividad de la tierra, y en particular como pérdida de suelo fértil– se deben a procesos diferentes a la erosión. Éstos son el uso insostenible del agua y la pérdida irreversible del suelo fértil por su urbanización y por la cons-

trucción de infraestructuras. A pesar de su enorme repercusión, como en seguida detallaremos, las administraciones no les prestan la atención que requieren. Así, por ejemplo, resulta llamativa y contra-dictoria la aparente preocupación por la posible erosión en zonas de baja calidad agrícola –como, p. ej. las áreas naturales con margas–, cuando los suelos realmente fértiles de los valles agrícolas están des-apareciendo irreversiblemente y de forma acelerada con la fiebre de recalificaciones y autovías.

Actividad urbanísticaLa urbanización y la construcción son las principales causas de destrucción y transformación irreversible del territorio, incluyendo las áreas de suelo fértil. Ya en 1992, el español era el Estado europeo más afectado por la pérdida irreversible de suelo fértil por urbanización [3]. Ade-más, España es el país donde estos suelos fértiles y de alto valor agrícola son más escasos y donde la tasa anual de pérdida por urbanización es mayor, lo que agrava aún más las consecuencias de esa pérdida irreversible. Según el Observatorio de la Sostenibi-lidad de España, el 70% del desarrollo de las nuevas zonas artificiales (zonas urbanas e infraestructuras) se ha realizado sobre zonas agrícolas y en menor medida fores-

1

Un proceso con tres causas principales: urbanización salvaje, exceso de carreteras y uso insostenible del agua

Desertificación en España:

Page 19: El Ecologista nº 54

19el ecologista, nº 54, otoño 2007

tales. Los tejidos urbanos suponen más de una tercera parte de la superficie artificial. Así se ha pasado de 581.116 hectáreas en 1987 a 661.300 en 2000 [4]. Una cuestión importante a tener en cuenta es que los suelos residenciales de tejido discontinuo (estructura laxa y urbanizaciones) ocupan ya casi la misma superficie (320.418 ha) que el tradicional tejido urbano continuo (340.882 ha), como muestra la tabla 1. El modelo de ciudad dispersa que se está fomentando requiere una mayor red de infraestructuras de transporte y supone un gran incremento en el consumo de agua, frente a la ciudad compacta, lo que incrementa los problemas de pérdida de suelo fértil como se verá más adelante. Además, este tipo de urbanización se asocia al modelo resort con instalaciones despilfarradoras de agua como los campos de golf. Además, a esto hay que añadir los pro-blemas derivados de la actividad minera necesaria para proporcionar materiales para la construcción (cemento, áridos, roca y piedra). En relación al consumo de cemento, en el periodo 1987-2004 se ha incrementado en un 140%. La producción de cemento está asociada a una intensa actividad minera que ocasiona la transfor-mación irreversible de zonas naturales. A pesar del aparente enfriamiento del sector inmobiliario, lo cierto es que los planes de crecimiento residencial siguen siendo tan desmedidos como frenéticos: Murcia, 500.000 nuevas viviendas en los próximos 30 años; Costa del Sol, 540.000; Galicia, 600.000 viviendas en 5-10 años; Castilla - La Mancha, 700.000 viviendas en 15-20 años; Asturias, 30.000 viviendas en la costa… Sólo en la Co-munidad de Madrid se prevén, entre los terrenos reclasificados y los propuestos en los planeamientos en tramitación, hasta 1 millón de nuevas viviendas.

También hay que considerar los pro-blemas relacionados con la pérdida de suelo ocasionados por proyectos turísticos específicos como las estaciones de esquí. En el Pirineo la construcción de nuevas estaciones de esquí y la ampliación de algunas existentes está provocando impor-tantes procesos de erosión en alta monta-ña, lo que además afecta a la cabecera de numerosos cursos fluviales.

Infraestructuras de transporteLas infraestructuras de transporte, sobre todo las lineales de alta capacidad como las autovías o las líneas de alta velocidad ferroviaria, ocasionan una gran e irrever-sible pérdida de suelo fértil. Más de un 20% de todo el suelo que se ha convertido a artificial en España entre 1987-2000 lo ha sido por la cons-trucción de autovías (tabla 1), que han sido responsables de un incremento en su ocupación de suelo del 149%. Esta

dinámica constructiva se ha acelerado en el periodo 2000-2005 [6]. Aunque el proyecto Corine Land Co-ver sólo ha evaluado el suelo ocupado por las vías de alta capacidad (autovías y autopistas), este tipo de carreteras cons-tituye sólo un pequeño porcentaje del total (13.156 km de alta capacidad frente a un total de 165.646 km de carreteras). Además de este viario, los Ayuntamientos (dato de 1998) tienen 489.698 km, de los cuales 361.517 km son interurbanos. La longitud completa de la red viaria inter-urbana es, por tanto, de 538.547 km [7]. El cálculo del suelo ocupado y destruido por todos estos kilómetros de viales daría cifras estremecedoras. Si tenemos en cuenta que el enorme crecimiento de la superficie artificial por carreteras de alta capacidad mencionado se ha producido entre 1987 (año en el que había unos 3.500 km de autovías y autopistas) y el año 2000 (cuando existían

tabla 1: Evolución dEl suElo artificial En España (hEctárEas). FUEntE: [5]

1987 2000 Saldo 1987-2000Superficie %

Superficie artificial (hectáreas) 814.149 1.054.316 240.165 29,5

% sobre el total suelo España 1,6% 2,1% 0,5%

Tejido urbano contínuo 327.604 340.882 13.277 4,1Estructura urbana laxa 74.791 97.189 22.396 29,9Urbanizaciones exentas y/o ajardinadas 178.721 223.229 44.507 24,9Zonas industriales o comerciales 81.755 129.833 48.077 58,8Autopistas, autovías y terrenos asociados 36.749 91.427 54.677 148,8Complejos ferroviarios 1.370 1.648 278 20,3Zonas portuarias 8.949 10.618 1.668 18,6Aeropuertos 14.525 15.490 964 6,6Zonas de extracción minera 51.279 70.053 18.773 36,6Escombreras y vertederos 6.538 7.583 1.043 16,0Zonas en construcción 18.031 38.819 20.788 115,3Zonas verdes urbanas 4.706 6.212 1.505 32,0Instalaciones deportivas y recreativas 9.126 21.333 12.207 133,8

1. La construcción de autovías es uno de los principales motivos de “sellado” de suelo. Foto: concha VElasco.2.La urbanización dispersa y las autovías destruyen la mayor parte del suelo. Villalba, en la Sierra de Madrid.3. Perdemos zonas húmedas por el uso abusivo del agua.4. En España hay casi 300 campos de golf y está prevista la construcción de otros tantos. Foto: Ecologistas En acción.

2

3

4

Page 20: El Ecologista nº 54

20 el ecologista, nº 54, otoño 2007

10.443 km) podemos imaginar lo que va a suponer que a los 13.156 km existentes en 2005 se les sumen los 6.000 nuevos kilómetros de autovías previstos en el PEIT, Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte, o los nuevos trazados que están desarrollando las diferentes CC AA, las cuales están cobrando un papel creciente en la construcción de vías de alta capacidad. El PEIT, asimismo, plantea un gran incremento de kilómetros de otro gran devorador de suelos fértiles: el tren de alta velocidad. Se prevé construir 9.000 nue-vos kilómetros de alta velocidad ferrovia-ria, que por sus características constructivas y de trazado suponen la ocupación de una amplia banda de terreno. Conviene recordar que a menudo estas infraestructuras lineales se trazan aprove-chando los mejores terrenos agrícolas (las vegas), por lo que su impacto en la pérdida de suelo fértil es aún más grave. rbanización y construcción de infraes-tructuras, en especial las carreteras, están estrechamente relacionados, potenciándo-se uno al otro, y suponiendo importantes impactos acumulativos. La construcción de nuevas carreteras permite el aumento de la accesibilidad a determinadas zonas, lo que origina un incremento de la presión urbanística que a su vez presiona para la construcción de más viales. También, in-fraestructuras como los aeropuertos en los que operan compañías de bajo coste están

suponiendo un importante incremento de turistas que están aumentando la demanda turística y las urbanizaciones asociadas.

Uso insostenible del aguaUna gestión inadecuada del agua puede ser un factor favorecedor de la desertifi-cación, y de hecho así está ocurriendo en mayor o menor medida en una gran parte de nuestro Estado. El elevado consumo de agua, que en algunas regiones de España supera con creces los recursos renovables, está produciendo la sobreexplotación de acuíferos así como la drástica reducción de los caudales de los cursos de agua superficiales. El consecuente descenso en los nive-les freáticos da lugar a la desaparición de fuentes, manantiales, arroyos y zonas húmedas, lo que sin duda constituye una manifestación de primera magnitud de la desertificación, que recordemos es definida como la degradación o reducción irreversible de la productividad natural de un territorio. Claramente, la degradación o eliminación de los ecosistemas y paisa-jes ligados al agua constituyen una grave reducción de la productividad natural de estos sistemas.

Actividades forestales y agrariasLa política forestal española, orientada hacia la producción maderera a partir de la década de los 60, ha generado enormes problemas de erosión. Aterrazamientos

en laderas, pistas forestales y enormes cortafuegos, así como el monocultivo de especies inadecuadas a nuestra orografía y clima, provocaron en pocos años la pérdida de millones de toneladas de sue-lo fértil. Recientemente, los errores más graves de esta nefasta política forestal han empezado a corregirse, reconociéndose la necesidad de conceder prioridad a la función protectora de los bosques y el respeto a la vegetación natural, aunque aún queda mucho por cambiar. Por su parte, los incendios forestales constituyen un grave problema ambiental al contribuir a la degradación del medio natural, especialmente cuando su exten-sión o su recurrencia son elevadas. De forma global, la superficie quemada en el Estado español rebasa la capacidad de regeneración natural, por lo que sus con-secuencias a medio y largo plazo resultan muy preocupantes. Las condiciones climáticas en buena parte del Estado, agravadas por los cada vez más evidentes efectos del cambio climático, hacen más frecuentes y dañinos los incendios forestales. Pese a ello, cerca del 95% de los mismos son producidos por el ser humano. En el Estado español, más de la mitad (53,7%) de los incendios forestales con causa y motivo conocidos se deben al uso del fuego para limpiar los montes de matorral y proporcionar pastos y brotes frescos al ganado, así como para eliminar los rastrojos y restos de podas de cultivos agrícolas. La secular permisividad

Desertificación en el mundoUn problema de sobreexplotación de recursos potenciado por la globalización

La desertificación está íntimamente ligada a los procesos de globalización econó-mica. La economía mundial ha generado una especialización de la producción

en regiones, donde los países del Sur sobreexplotan sus recursos. Las producciones que se realizan en el Sur son disfrutadas en el Norte, generando una inmensa deuda ecológica del Norte hacia el Sur. Esta deuda ecológica tiene una de sus expresiones en la pérdida de fertilidad de los suelos en la periferia. Por ejemplo, la explotación maderera para liberar tierras para otros usos (mayoritariamente ganaderos y agrícolas) o para su exportación, está íntimamente ligada a los procesos de pérdida de suelo fértil en las selvas tropicales. Otra causa paradigmática de desertificación es la sobreexplotación agrícola y gana-dera, una intensificación que al final conduce a la pérdida de fertilidad del suelo. Pero el capitalismo predador en el que vivimos a escala internacional también impulsa una creciente movilidad motorizada y un enorme consumo energético, dos de las principales causas del cambio climático, el cual incide también en la de-sertificación a escala global. Las predicciones sobre la evolución del clima apuntan a un aumento de los fenómenos meteorológicos extremos como sequías o lluvias torrenciales y una menor disponibilidad de agua dulce en muchas regiones del planeta, lo que agravará una gestión del agua ya insostenible en muchos territorios. Consecuencias: el agotamiento de acuíferos, la eliminación de caudales circulantes y la degradación de humedales. Por último, el proceso de urbanización descrito para el Estado español también tie-ne su correlato a nivel mundial, con idénticas consecuencias nefastas para el suelo.

1. Los desnudos suelos del olivar son presa de la erosión. Foto: Ecologistas En acción.2. Las estaciones de esquí provocan una grave pérdida de suelo en las zonas de alta montaña. Foto: Ecologistas En acción dE salamanca.

1

2

Page 21: El Ecologista nº 54

21el ecologista, nº 54, otoño 2007

y la falta de control sobre estas quemas han favorecido que se encuentren entre las principales causas de incendios todos los años. En cuanto a la agricultura, la creciente mecanización y utilización de agroquí-micos y la tendencia al monocultivo in-tensivo, en algunos casos en superficies con fuertes pendientes, han aumentado los problemas de pérdida de suelo. Se da el contrasentido, por ejemplo, de que cultivos arbóreos que deberían contribuir a la conservación de los suelos, como el olivar, ocupan hoy extensas superficies uniformes invadiendo incluso áreas de alto valor ecológico, mientras que sus suelos permanecen desnudos gran parte del año –por laboreo o por tratamientos con herbicidas– expuestos a las fuertes lluvias estacionales. Por otra parte, los programas de con-centración parcelaria siguen eliminando sistemáticamente setos, paredes y otros elementos del paisaje rural que contri-buyen a frenar la erosión y a diversificar los ecosistemas. Además, se financia una construcción excesiva de pistas y caminos de anchura desproporcionada, que con frecuencia provocan grandes pérdidas de suelo. Por otra parte, la aplicación de las pro-pias medidas de lucha contra la erosión, en algunas regiones está propiciando el uso de herbicidas a gran escala, lo que puede contribuir a corto plazo al deterioro de los suelos, al dañar los equilibrios biológicos imprescindibles para su fertilidad.

Luchar contra la desertificaciónDicho con rotundidad, para contener los procesos que contribuyen a la desertifica-ción en el Estado español son necesarias nuevas políticas urbanísticas, de transporte y agrarias. En definitiva, se debe reconver-tir el modelo económico español, actual-mente basado en la destrucción ambiental, donde la construcción y del turismo de masas –ambos muy relacionados con la desertificación– son claves en nuestro desarrollo. En concreto, es necesaria una Ley del Suelo que garantice realmente su conser-vación y dificulte su recalificación para suelo urbano en todos los casos en los que no resulte estrictamente necesario para atender a las necesidades de crecimiento vegetativo de la población, y siempre siguiendo el modelo mediterráneo de ciudad compacta y evitando las zonas más fértiles. En cuanto al transporte, la mejor estra-tegia para luchar contra la desertificación, y en particular contra la pérdida de suelo

Notas y referencias1 MartínEz FErnándEz, J. EstEvE, M.A. 2006.

Desertificación en España: una perspectiva crítica. El Ecologista 48: 40-42.

2 MartínEz FErnándEz, J.; EstEvE, M.a. 2005. A critical view of the desertification debate in Southeastern Spain. Land Degradation & Development 16: 529-539.

3 Comisión de las Comunidades Europeas 1992. Programa Comunitario de Política y Actuación en materia de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. COM(92) 23 FINAL. Instituto de Investigaciones Ecológicas. Madrid.

4 obsErvatorio dE la sostEnibilidad En España. 2006: Sostenibilidad en España 2006. Ediciones Mundiprensa. Madrid.

5 Observatorio de la Sostenibilidad de España, 2006: Sostenibilidad en España, 2006. Mundiprensa. A partir de datos del proyecto Corine Land Cover.

6 obsErvatorio dE la sostEnibilidad En España, 2006: Cambios de ocupación del suelo en España. Implicaciones para la sostenibilidad

7 MinistErio dE FoMEnto. Anuario Estadístico de Fomento de 2005. Consultable en www.fomento.es

fértil, pasa por abolir el PEIT y poner las bases para una movilidad sostenible. Ade-más, no hay que olvidar la responsabilidad de las Administraciones autonómicas, que hoy por hoy mantienen unos criterios en el desarrollo de infraestructuras de transporte similares a los obsoletos e insostenibles que aplica el Ministerio de Fomento. En lo referente al agua, se necesita una política basada en la gestión de la demanda y no en el aumento de la oferta, tratando el agua como el bien escaso que es y que debe conservarse al máximo. En todos aquellos acuíferos que se encuen-tren sobreexplotados, o bien la extracción de agua supere la recarga natural, deberá suspenderse cualquier tipo de extracción, salvo el consumo humano en primera residencia y siempre que no haya otra alternativa, hasta recuperar el equilibrio hídrico en el acuífero. Al tener las fuentes, manantiales, cauces y zonas húmedas la consideración de do-minio público hidráulico, de acuerdo con lo previsto en la Ley de Aguas, deberán adoptarse las medidas necesarias para evitar la reducción de los niveles hídricos existentes de manera natural, o para recuperar los mismos, reduciendo para ello la extracción y consumo de agua en otros puntos del sistema con los que esté interconectado. Asimismo deben aplicarse medidas

fiscales y de gestión de los costes y precios del agua, con el fin de penalizar el consu-mo excesivo, tanto en los usos agrarios como en los urbano-turísticos, contem-plando la revisión e incluso reversión de las concesiones en aquellos casos en los que dicha situación perdure en el tiempo.

Del 3 al 14 de septiembre se celebró en Madrid la COP 8 de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Ecologistas en Acción tuvo una importante participación en la cumbre y en la organización de las actividades de las ONG. Entre ellas la edición del boletín ECO. Más info: www.ecologistasenaccion.org/desertificacion/

Page 22: El Ecologista nº 54

22 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Cristina Rois

Hace tiempo que los científicos cifran en 2ºC el aumento de temperatura que no se debe sobrepasar para evitar un ‘cambio climático peligroso’. No significa esto que hasta llegar ahí estemos seguros, ni que una vez sobrepasado ese umbral se desencadene una avalancha de desastres climáticos. Es más bien parecido al límite de velocidad en una carretera: por debajo de él no hay garantía de ser inmune a accidentes, pero si se supera las probabilidades de accidente son mucho mayores, tanto más grandes cuanto más lejos del límite.

Cristina Rois, Ecologistas en Acción

No podemos evitar ya que el clima cambie porque con las emisiones de gases de efecto invernadero hemos alterado el balance energético del planeta.

Pero ¿cuánto cambio climático podemos asumir sin que sea una amenaza global para las condiciones de vida y de alimen-tación de la humanidad? –lo que en la Convención Marco de Cambio Climático se denomina un “cambio climático peligro-so” [1]–. Para que las sociedades puedan saber cómo deben reaccionar ante la nue-va situación, de qué plazo disponen para evitar enfrentarse a desastres extensivos y, por tanto, en qué dirección deben ajustar las nuevas prioridades de su desarrollo, es muy útil tener ventanas al futuro donde ver, con cierto grado de inevitable incerti-dumbre, cuáles son los impactos a afrontar sobre ecosistemas y sociedades humanas en un mundo más cálido.

Calentamiento máximo 2ºCEntre 1906 y 2005 la temperatura media global de la superficie de la Tierra ha au-mentado 0,74ºC y la lista de alteraciones de sistemas físicos y biológicos es ya muy larga [2]. A medida que suba la tempera-tura los impactos se harán más profundos y extensos. Un calentamiento de 1ºC su-pondrá un riesgo adicional alto de falta de agua en algunas regiones. En el año 2020, entre 400 y 800 millones de personas más

que ahora vivirán en zonas con problemas de disponibilidad de agua. El rendimiento agrícola mejorará en casi todos los países desarrollados, pero se estima que muchos países tropicales se encuentren con peque-ños pero significativos descensos de pro-ducción. Ecosistemas como los bosques boreales tendrán que afrontar con mayor frecuencia incendios y plagas, y al menos tres entrarán en zona de alto riesgo: los arrecifes de coral, los bosques tropicales australianos y el Succulent Karoo, el de-sierto en el sur de África [3]. Si la temperatura supera 1ºC, la pobla-ción expuesta a falta de agua podrá llegar a mitad de siglo a 1.500 millones que podrían declinar hacia el 2080 hasta 500 millones. La tendencia apuntada para la agricultura persistirá. Humedales costeros como Kakadú (Australia) o el Sundabarns de Bangladesh pueden reducirse a la mitad de su extensión. Aproximadamente el 20-30% de las especies de plantas y animales evaluadas hasta el momento probable-mente tendrán más riesgo de extinción si los aumentos en la temperatura media global exceden de 1,5-2,5ºC. Por encima de 2ºC el incremento de riesgo es sustancial. La demanda de agua en megaciudades de India y China podrá elevar la población afectada hasta los 3.000 millones con sólo 2,5ºC más. La producción alimentaria dependerá críticamente de la distribución de lluvias incluso en los países desarrollados del área templada. El riesgo de hambre crece

rápido con la temperatura, pasando con 2,5ºC de 45-55 millones más de afectados a 65-75 millones con un calentamiento de 3ºC. Bajo esas condiciones, la población que habite en países con probables pérdi-das en sus cosechas puede que esté entre 3.300-5.500 millones. Los humedales costeros del Mediterrá-neo y el Báltico y los hábitats migratorios norteamericanos se podrán ver reduci-dos a la mitad. Los ecosistemas alpinos europeos se encontrarán en su límite de supervivencia, con probable extinción de especies vulnerables. Los bosques borea-les de China disminuirán y se esperan cambios en la distribución de especies ve-getales en Europa. Aún más preocupante es que la selva del Amazonas podrá sufrir daños irreversibles que la conduzcan al colapso. Ésta es la principal masa vegetal del planeta, y la vegetación absorbe hoy la cuarta parte de nuestras emisiones. Si dejara de hacerlo, el calentamiento se acelerará irreversiblemente. Aparte de los impactos graduales se sabe que los procesos de re-alimentación de los fenómenos climáticos pueden ser muy importantes y provocar cambios bruscos y no recuperables causados no tanto por el cambio rápido o lento de un paráme-tro climático (como la temperatura) sino porque ese parámetro supere un valor umbral y desencadene otros fenómenos que impliquen una modificación veloz del clima. De forma parecida a como el balanceo de una piragua es recuperable

Las actuaciones de los próximos 10 años, claves para controlar el cambio del clima

¿Porqué 2 grados?1

Page 23: El Ecologista nº 54

23el ecologista, nº 54, otoño 2007

hasta que, en un cierto impulso se traspasa cierto umbral y vuelca. Se desconoce el valor del umbral o umbrales climáticos que puedan existir, pero se sabe que la probabilidad de cruzarlos aumenta con la temperatura. Hay que poner freno al cambio climáti-co, es una amenaza concreta en términos de pérdida de especies, de ecosistemas, de prosperidad… de vidas humanas. Necesi-tamos un plan para lograrlo: reducir emi-siones sí, pero ¿cuánto y en qué tiempo?

¿Cuánto CO2 causa un aumento de 2ºC?Para la ciencia ésta es una pregunta difícil. Y es que no puede ofrecer una evaluación única de la relación entre el forzamiento radiactivo [4] que causan los gases de efecto invernadero (GEI) y su traducción en alteración de temperatura en un plazo determinado. Varias de las características clave del sistema climático que se relacio-nan con esta cuestión se resumen en el parámetro sensibilidad climática [5], para el que el IPCC [6] estima un intervalo de 1,5 a 4,5ºC. Con un nivel de emisiones dado, el calentamiento final será más alto cuanto mayor sea el valor de dicho parámetro y paradójicamente también será mayor el retardo entre la aparición del forzamiento y el aumento final de temperatura consi-guiente. Por tanto, las respuestas a la cuestión de qué concentración de CO2 producirá un aumento de 2ºC en la temperatura media global son de tipo probabilístico. Estudios realizados con las estimaciones de sensibilidad climática de diferentes autores [7] indican que si la estabilización de gases de efecto invernadero se hace a 550 ppm CO2e [8] (475 ppm CO2) el riesgo de superar los 2ºC se cuantifica entre el 68% y el 99%; y se reduce notablemente, de 26% a 78%, si la estabilización es a 450 ppm CO2e (400 ppm CO2). Pero hay que reducir la concentración a un nivel de 400 ppm CO2e para alcanzar cierta seguridad de no exceder el límite. En ese caso la probabilidad se sitúa en el intervalo de 2% a 57%, con un valor medio de 27%. El riesgo bajaría mucho, al 8% de media (entre 0 y 31% máximo), si los gases se estabilizaran a 350 ppm CO2e. Estas cifras se refieren a una situación de equilibrio en el sistema climático, es-tado que tarda en alcanzarse cientos de años en lo que se refiere a temperatura e incluso miles de años para la expansión del mar. Actualmente la concentración del conjunto de gases de efecto inverna-dero es de 425 ppm CO2e [9] (379 ppm CO2) pero debido a la gran inercia del sistema climático no experimentamos el

figura 2: cambios En la tEmpEratura, sistEmas físicos y biológicos (1970-2004)

aumento de temperatura correspondiente. Sin embargo, con un crecimiento de 2-3 ppm por año pronto estaremos en zona de alto riesgo de superar un calentamiento declaradamente peligroso. Es evidente-mente necesario reducir la concentración atmosférica de los GEI para estabilizarla por debajo de 400 o al menos de 450 ppm CO2e. Todavía es posible hacerlo

evitando reducciones traumáticas, pero sólo si se cambia el rumbo sustancialmente en los próximos años. Los científicos han explorado [10] sendas de evolución de las emisiones que aunque superen temporalmente los nive-les de riesgo aceptable pueden conducir igualmente a una estabilización no peligrosa del clima con reducciones alrededor del

Los casos 1, 2 y 3 representan las consecuencias de retrasarse: reducciones más rápidas y niveles finales de emisión aún más bajos. Fuente [10], pág 26.

figura 1: sEndEros dE Evolución dE EmisionEs quE pErmitiría no supErar 2ºc

Las áreas blancas no contienen suficientes datos climáticos para estimar una tendencia en la temperatura. Fuente [2], Climate Change 2007: Climate Change Impacts, Adaptation and Vulnerability, pág. 5.

1. Tormenta por El Niño, California 1998. Foto: FEma2. Conversaciones internacionales en Viena, el pasado agosto. 3. Los fenómenos climatológicos serán más extremos si sube mucho la temperatura.4. Los humedales costeros de Kakadú, Australia, se reducirán dramáticamente.5. Los corales están sufriendo mucho las consecuencias del aumento de la temperatura.

2

3

4

5

Page 24: El Ecologista nº 54

24 el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

2% anual (el aumento de 1990 a 2004 ha sido del 1,8% anual), a condición de que ésta comience no más tarde del año 2015. En concreto, se presenta el caso en la figura 1 de la estabilización a 400 y 450 ppm CO2e. En estos casos, aún llegando a concentraciones máximas de 480 y 500 ppm CO2e respectivamente, si el des-censo de gases comienza en 2015 podrá alcanzarse el objetivo con reducciones de 2,6% anual, o de 1,8% en el caso menos exigente de 450 ppm. Pero si se retrasa tan sólo cinco años el ritmo de reducción tendrá que ser casi el doble, y el nivel de emisiones en que nos situemos en 2050 considerablemente más bajo. Es decir, para situarse en 400 ppm, menos de la mitad que las emisiones en 1990, e incluso para la situación más fácil de 450 ppm, deberán ser inferiores al 30% de las de aquel año. El informe publicado en mayo de 2007 del Grupo de Trabajo sobre Mitigación del IPCC declara la necesidad de que las emisiones globales alcancen su máximo no más tarde de 10-15 años y luego se reduzcan a niveles muy bajos hacia mitad de siglo, inferiores a la mitad de las emi-siones del año 2000. En definitiva, si en la próxima década no somos capaces de comenzar reducciones globales sostenidas de gases de efecto invernadero, la tarea se volverá con mucha rapidez más difícil y será muy probable que se supere un umbral de calentamiento peligroso.

¿Es Kioto la receta para no superar 2 ºC?No, el objetivo de Kioto siempre se consideró solo un primer paso. Es muy modesto, una reducción del 5% en las emisiones globales respecto a 1990 que deben cumplir los países industrializados en estos próximos años 2008-2012. Pero se celebran conversaciones internacionales dirigidas al post-Kioto, la última en Viena este pasado agosto. En ella se vieron las típicas situaciones de las cumbres del clima: alergia a hablar de compromisos concretos, oposición a ellos de Japón, Canadá, Rusia, etc. y obstaculización de EE UU y Arabia Saudí. La novedad fue el papel relevante de los grandes países en desarrollo, China, India y Brasil, pues son nuevos grandes emisores que no aceptan hablar de límites de sus gases de efecto invernadero. En Viena tampoco se podía hablar de objetivos de reducción para los países industrializados, ¡ni siquiera poner plazo para que cada cual proponga el suyo! A pesar de ello, el informe del IPCC tuvo un gran peso, y las conclusiones de la reunión reconocen que para alcanzar un nivel de

Notas y referencias1. Artículo 2, Convención Marco de las

Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Naciones Unidas 1992.

2. Véase el informe de impactos del IPCC (www.ipcc.ch) o la traducción no oficial: http://www.mma.es/portal/secciones/cambio_climatico/areas_tematicas/impactos_cc/wg2_ipcc.htm

3. Relationship Between Increases in Global Mean Temperature and Impacts on Ecosystems, Food Production, Water and Socio-Economic Systems, b. HarE, Avoiding Dangerous Climate Change, Ed. H. J. scHEllnHubEr, Cambridge University Press, 2006, www.metoffice.gov.uk/corporate/pressoffice/adcc/index.html

4. Forzamiento radiactivo: es una medida de la influencia de un cierto factor en la alteración del balance de energía que entra y sale del sistema Tierra-atmósfera, y es un índice de la importancia de ese factor como potencial mecanismo de cambio climático. Se expresa en W/m2.

5. Sensibilidad climática: cambio, en condiciones de equilibrio, de la temperatura media de la superficie mundial a raíz de una duplicación de la concentración de CO2 o CO2 equivalente en la atmósfera. No incluye efectos que varían la concentración de gases en la atmósfera, como grandes cambios en el ciclo del carbono ni la posible inyección de metano a la atmósfera por descomposición de los hidratos de metano.

6. IPCC: acrónimo en inglés de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático.

7. b. HarE y M. MEinsHausEn: How much warming are we committed to and how much can be avoided? PIK report no. 93, Potsdam Institute Climate Impact Research, Octubre 2004, www.pik-potsdam.de

8. ppm: partes por millón. Es el ratio del número de moléculas de gas de efecto invernadero con respecto al número total de moléculas de aire seco. P. ej.: 300 ppm significa 300 moléculas de un gas de efecto invernadero por cada millón de moléculas de aire seco.

CO2e: CO2 equivalente: Concentración de dióxido de carbono que produciría el mismo nivel de forzamiento radiativo que una mezcla dada de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

9. Questions and Answers on the Commission Communication Limiting Global Climate Change to 2°C, MEMO/07/17, Brussels, 10 January 2007.

10. M.g.J. dEn ElzEn, M. MEinsHausEn: Meeting the EU 2°C climate target: global and regional emission implications, Report 728001031/2005, Netherlands Environmental Assessment Agency, www.mnp.nl.

E l sector industrial en España es causante de casi el 24% de las emisiones de gases de efecto invernadero, tanto debido al uso de combus-

tibles fósiles (16%) como al CO2 derivado de los procesos de trans-formación (7,7%). La fabricación de cemento es la actividad más emisora del sector. Sólo la molienda y cocción de la piedra caliza precisa cantidades de energía térmica y eléctrica tan importantes que suponen alrededor del 2% de la energía primaria consumida en España (según OFICEMEN, la Agru-pación de Fabricantes de Cemento de España). A estos consumos habría que añadir otros menores, pero en abso-luto despreciables, como los precisos para la extracción de la materia prima y su transporte. Sin embargo, la parte principal de la emisión de CO2 no es la proceden-te de la quema de combustibles sino del proceso de descarbonatación que sufre la caliza en su calcinación para la obtención del clinquer. Por ello la fabricación de cemento es una de las principales actividades no energéticas sujetas al comercio de emisiones in-traeuropeo.

Líderes en consumoSomos el país de la UE que más cemento consume, más de la quinta parte del total de la UE-25 (ver tabla). Este liderato se debe a las despropor-cionadas dimensiones del sector de la construcción, tanto en edificación como en obra civil. Según datos del Banco de España, a finales de 2005 existían en nuestro país 23,7 millones de viviendas sobre un total de 15,4 millones de familias. Estas cifras indican un promedio de 1,54 viviendas por familia española, la tasa más alta del mundo. En cuanto a las infraestructuras de transporte, grandes consumidoras de cemento, somos uno de los países europeos con

estabilización entre 445 a 490 ppm (el más bajo que evalúa el informe) los paí-ses industrializados tendrán que reducir emisiones en 2020 hasta un 25-40% con respecto a las de 1990. Esto es reconocer que el rumbo del cambio climático se decide en los próximos diez o, con suerte, quince años. La cuestión es si se actuará en consecuencia.

Foto: Ecologistas En acción.

Page 25: El Ecologista nº 54

25el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Origina la mitad de las emisiones del sector industrial

Sector cementeroBernardo García, Ecologistas en Acción Cantabria

más kilómetros de autovías y autopistas (en términos absolutos sólo superados por Alemania). Algo similar ocurre con la red de trenes de alta velocidad.

Reducción de emisionesExisten importantes razones para reducir las emisiones de CO2 en la industria cementera. Tan sólo si nuestro nivel de consumo de cemento se ajustará a la media de la UE estas emisiones se verían reducidas en más de un 55%. Contra toda lógica, en el reparto de derechos de emisión por actividades co-rrespondiente al periodo 2008-2012 se concede a la fabricación de cemento un incremento promedio del 5,37% sobre el anterior periodo 2005-2007. Y eso que en 2005 a las cementeras les sobraron 451.091 toneladas de CO2 en permisos de emisión, y 1.030.000 t en 2006. Sin duda, la patronal cementera tiene una gran capacidad de influencia política. Las consecuencias de una asignación tan generosa es que estas instalaciones no ven incentivado el acometer planes de ahorro y eficiencia. Por otro lado es previsible que continúen teniendo excedentes de derechos de emisión que podrán negociar en la Bolsa de de Lon-dres. Es cierto que el sector cementero ha realizado importantes avances en ahorro y eficiencia energética, pero no es menos real que se siguen disipando cantidades importantes de energía que podrían apro-

vecharse en otros procesos productivos o en proyectos de cogeneración. El aprovechamiento de cierta biomasa como residuos agrícolas, forestales o de aserraderos también puede ser una medi-da válida para reducir emisiones de CO2, pero en ningún caso puede considerarse adecuada la incineración de residuos en general porque, independientemente de otras importantes consideraciones, el balance es negativo. Por ejemplo, la mayoría de los residuos peligrosos que se incineran en las cementeras son disol-ventes y aceites minerales que tienen un gran potencial de regeneración y recupe-

consumo dE cEmEnto En la uE-25 (milEs dE tonEladas)

Consumo aparente de cemento Consumo per cápita

2005% total

UEΔ 2004-

2005 (%)2005

Δ 2004-2005 (%)

España 51.509 22,1 7,3 1.168 5,1Italia 46.052 19,8 -0,7 789 -0,8Alemania 26.931 11,6 -7,5 327 -7,4Francia 22.515 9,7 2,6 373 1,9Reino Unido 13.710 5,9 2,3 226 1,8Polonia 11.677 5,0 1,7 306 1,7TOTAL UE-25 232.971 100 1,1 509 1,0

Fuente: CEMBUREAU y OFICEMEN

ración, actuaciones que, además de ser prioritarias, tienen un balance positivo de emisiones de CO2 en un análisis del ciclo de vida completo de estos productos. En conclusión, aunque la evolución de emisiones del sector industrial se puede calificar de moderada, especialmente en comparación con el energético y con el transporte, se necesita un impulso decidido para reducirlas mejorando la efi-ciencia y desincentivando la producción de cemento. Y es que esta actividad es causante de casi la mitad de las emisiones de sector y está ligada a un modelo de desarrollo insostenible.

Page 26: El Ecologista nº 54

26 el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Sólo recuperamos un exiguo 11%

de nuestras basuras

Residuos

Daniel López Marijuán, integrante del Foro Andaluz de Acción por el Clima y

miembro de Ecologistas en Acción

“Es posible que la creencia en lo inevitable del crecimiento sea la contrapartida del sueño consumista: conviene creer que el crecimien-

to no concluirá nunca porque eso abre la posibilidad de una expansión ilimitada mien-tras vivamos, con lo cual se justifica nuestro

consumismo culpable”.

Clive Hamilton:El fetiche del crecimiento

Las actividades responsables de las emisiones de gases que causan el efecto invernadero están bien caracterizadas (industria, energía, transporte, minería...). No obstan-

te, hay un sector relevante al que no se ha prestado la debida atención, el de los

residuos. Entre los principales gases de efecto invernadero, se encuentra el me-tano (CH4), un gas que se origina a partir de la fermentación anaerobia de todo tipo de desechos orgánicos y que tiene un potencial de calentamiento unas 24 veces superior al del CO2. De las 440,6 millones de toneladas de CO2 equivalente que emite anualmente España (datos de 2005), 12,9 toneladas corresponden al sector del tratamiento y eliminación de residuos, es decir, un 2,94%. La cifra es más relevante de lo que parece por su fortísimo incremento

en los últimos años y porque no recoge datos reales de residuos no controlados o de otra procedencia, como por ejemplo de estiércol de ganado, que aporta una cifra similar, 11,7 millones de toneladas.

Crecimiento desbocadoEl borrador del Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR) 2007-2015 que presentó el Ministerio de Medio Ambiente este año, reconocía la situación insostenible en el crecimiento de los residuos: “Se generan cada vez más residuos urbanos, su tenden-cia creciente no es sostenible en el futuro” (ver gráfico 1). Los casi 23 millones de toneladas de residuos urbanos que los españoles ge-nerábamos en 2004 estarán ya próximos a los 30 millones anuales, con ratios de más de kilo y medio de basura urbana por persona al día y sin ningún indicador de que vaya a frenarse este crecimiento desbocado. Además, como certeramente denuncia Greenpeace en su informe La Situación de las Basuras en España, la materia or-gánica, que es casi la mitad del contenido de los residuos, sólo llega a las plantas de reciclado en un 28%, y finalmente lo que se recupera en forma de compost no llega ni al 8% de toda la materia orgánica. Un desastre sin paliativos (ver gráfico 2). Casi el 90% de los residuos no se recuperan y acaban en vertederos o quemados en incineradoras, los primeros generando enormes cantidades de metano y las se-gundas, toneladas de CO2 y muchos otros contaminantes. Lo mejor para este metano (biogás) sería su aprovechamiento energético o térmico, es decir, someterlo a combus-tión controlada para generación eléctrica o quemarlo para desecar los lodos de depuradora o para tratamiento de los lixiviados del vertedero. De esta forma, minimizaríamos los efectos perniciosos del metano, además de conseguir resol-ver varios problemas ambientales y evitar los problemas de autocombustión que arrastran siempre los vertederos que no recuperan el biogás. No es lo mismo generar

La producción de residuos en España crece a toda velocidad, mientras que su tratamiento adolece de graves carencias. Esta situación, entre otras cuestiones, origina importantes emisiones de gases de efecto invernadero, que ni siquiera se pueden contabilizar con precisión ante el importante desconocimiento de datos sobre el sector.

Daniel López Marijuán

Foto

: Eco

log

ista

s En

acc

ión

.Fo

to: E

colo

gis

tas E

n a

cció

n.

Page 27: El Ecologista nº 54

27el ecologista, nº 54, otoño 2007

14,915,3

17,4

18,419,1

20,5

21,4

22,7

18,9

17,21,04

Millones de toneladas/año

Kilogramos/habitante/día

1,06

1,191,2

1,26

1,3

1,29

1,34

1,38

1,44

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Compost producido7,9%

“Subproductos” recuperados

3,1%

Rechazo (a vertedero o incineración)

89,0%

Fuente: Elaboración propia a partir de Greenpeace, 2006: La situación de las basuras en España.

metano que dióxido de carbono, como hemos visto, respecto al potencial de calentamiento. ¿Dónde se están haciendo bien las cosas?: en contadas instalaciones. El aprovechamiento energético del biogás de vertederos en Pinto, Alcalá de Henares, Mejorada del Campo y Colmenar Viejo, por ejemplo, obtuvo una producción eléc-trica de 192.000 MWh-año. En la mayoría de los casos, el gas se libera incontrolada-mente, sin contar siquiera con chimeneas de evacuación. La fermentación entérica de los anima-les en España está cuantificada en 13,5 mi-llones de toneladas de CO2, que debemos sumar a la gestión de residuos (12,9 t) y a la gestión del estiércol (11,7 t): casi 40 millones de toneladas de CO2. También tenemos que considerar las 380.000 t de animales que mueren en las explotaciones ganaderas (en España hay 60 millones de cabezas de ganado), que unidas a los de-sechos de industrias cárnicas, desperdicios de mercados y tiendas, de piscifactorías, de barcos pesqueros, de caza, etc., nos dan 2 millones de toneladas al año de residuos animales en España, con una emisión de GEI impresionante y mal contabilizada. El mismo PNIR reconoce la “carencia de datos de generación y gestión de los residuos”, por lo que es extremadamente difícil que cuadren las cifras, por ejemplo, del Ministerio de Medio Ambiente, con las del Instituto Nacional de Estadística y de las CC AA.

Objetivos incumplidosNo ha habido coordinación en los planes estratégicos de las CC AA sobre gestión de residuos y el PNIR. Éste, con sus 13 planes de residuos específicos, entre los cuales están el Plan Nacional de Residuos Urbanos y el de Lodos de Depuradora, llega tarde y sin posibilidad real de que sea aprobado en esta legislatura. Tampoco la Estrategia Española de Reducción de Residuos Biodegradables Destinados a Ver-tederos ha pasado del

estado de borrador, aunque las Directivas comunitarias la exigen. El R. D. 1481/2001, que regula la eliminación de residuos me-diante depósito en vertedero, emplazaba al Estado y a las autonomías a “elaborar un programa conjunto de actuaciones para reducir los residuos biodegradables destinados a vertedero” para antes de julio de 2003: no se ha hecho. Su artículo 5.2 a) fijaba el objetivo de que “a más tardar el 16 de julio de 2006 la cantidad total en peso de residuos urbanos biodegradables destinados a vertedero no superará el 75% de la cantidad total de residuos urbanos”: objetivo incumplido. En definitiva, a pesar de que en los resi-duos peligrosos se está consiguiendo cierta estabilización en su crecimiento, mediante planes y las mejores técnicas disponibles que exige la IPPC (Ley de Prevención y Control Integrado de la Contamina-ción), la batalla de los residuos urbanos está perdida por el momento: crecen en cuantía y en peligrosidad (véase el boom de los residuos electrónicos). A excepción de Cataluña, que grava el vertido de los residuos, ninguna autonomía ha sido capaz (o ha tenido el coraje) de poner una tasa ecológica para desincentivar los vertederos. La I+D+i sobre residuos también brilla, pero por su ausencia: necesitamos centros de investigación interdisciplinares que ofrezcan pautas y alternativas para una gestión sostenible y limpia de los residuos. Y por último, y no menos importante, exis-te “una percepción social del problema de los residuos insuficiente y distorsionada” como bien recoge el PNIR. Esta situación lleva al ciudadano a desvincularse de lo que sucede con su kilo y medio de basura cuando la lleva diariamente al contenedor más próximo, sin saber que ahí no acaba, sino que empieza el problema. O cuando se restringe la recogida selectiva de las basuras sólo a los residuos de envases, cuando la madre del cordero es la frac-

ción orgánica, para la cual no hay separación previa ni

recogida diferenciada,

con lo que el compost obtenido resulta de incierta calidad. Necesitamos una Nueva Cultura de los Residuos, todavía por formular, que haga borrón y cuenta nueva con las políticas convencionales de tratamiento –que apar-te del sellado de los vertederos incontro-lados no han conseguido resultados tan-gibles y generan emisiones descomunales de metano–. La Nueva Cultura del Agua está consiguiendo que la gente deje de asociar más disponibilidad de agua con más embalses y que el ahorro y buen uso sean valores asumidos. El ahorro y efi-ciencia energéticos, junto al desarrollo de las energías renovables, también se están abriendo paso. ¿Qué pasa, sin embargo, con los desechos, para los cuales no hay conciencia ni consumismo culpable, como

revela C. Hamilton?

gráfico 1: gEnEración dE rEsiduos sólidos urbanos En España

Fuente: Mº Medio Ambiente, PNIR 2007-2015

gráfico 2: tratamiEnto y rEcupEración dE las basuras domésticas En España

Total Plantas de tratamiento: 65 Total residuos tratados: 6.034.603 toneladas/año

Total rechazo: 5.372.067 t/año (89%)

Page 28: El Ecologista nº 54

28 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Es necesario dar la vuelta a la gestión de este recurso,

adaptando los usos del agua a su disponibilidad

Gestión del agua

Erika González

En la tarjeta navideña del 2006 rea-lizada por el Gobierno de Murcia aparecía un mapa del Estado espa-ñol con lluvia repartida por todo el territorio, a excepción precisamen-

te de la región murciana, donde aparecía la tierra árida y resquebrajada. Además, dos grifos con candados, situados uno en el Ebro y otro en el Tajo, intentaban reflejar la imposibilidad del transporte de agua a Murcia a través de los trasvases y, también, se dibuja cómo el enorme caudal del Ebro va a dar al mar Mediterrá-neo. La tarjeta en cuestión se titulaba “Agua para Murcia, que el mar ya tiene bastante” e iba di-rigida al gobierno de Aragón expre-sándole el siguiente deseo: “que todos los españoles, so-lidariamente, sea-mos iguales y disfrutemos del bien común del agua”. La desafiante felicitación refleja dos visiones históricas en la gestión hidráulica de este país. La primera hace referencia a la valoración del agua únicamente como motor de desarrollo económico, sin con-templar el hecho más básico: que el agua es crucial para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos que, a su vez, de-terminan la disponibilidad de agua como un recurso para el uso humano. También

viene a expresar una especie de desorden natural por el que la sequía sólo afecta a aquellas zonas que más demandan agua y esta limitación debe solucionarse a golpe de cemento e infraestructura para hacer de este recurso algo ilimitado. Ambas visiones nos han llevado a una situación de grave deterioro de los ecosistemas acuáticos y a un crecimiento de la demanda imparable. La situación del agua en el Estado español es insostenible, y el avance del cambio climático y su efecto sobre los ecosis-

temas acuáticos no hará otra cosa que acentuar, aún más, un estado de sequía crónico.

Gestión insostenibleLa f o rma de afrontar la sequía plurianual que padecemos desde el 2005 ha sido

agotando la mayor parte de las reservas hídricas en el primer año de mayor sequía. Y estas reservas no son pocas: tenemos 1.300 embalses. Sin embargo, la política hidráulica, que ha permitido este récord de infraestructuras, ha creado una especie de esquizofrenia del agua. Así, mientras la mayor parte del territorio peninsular, de clima mediterráneo, está sometida a pe-riodos cíclicos de sequías con un gradiente de mayor escasez hacia el Mediterráneo, el sistema productivo agrícola y de servicios consume recursos como si viviéramos en una región con gran abundancia de agua, incrementándose, además, la demanda

hacia la región más seca. Habría que cam-biar la expresión “sequía plurianual” que utiliza el Ministerio de Medio Ambiente, por “sequía estructural”, y es que la escasez de agua se padece, en gran parte, por la sobreexplotación a la que estamos some-tiendo a los ecosistemas acuáticos. La agricultura de regadío se erige, en este caso, como la principal responsable de esta situación al ser la mayor consumidora de agua, pues se lleva para sí el 80% del recurso disponible a través de asignaciones que conceden las confederaciones hidro-gráficas. O porque así se lo autoconsignan los propietarios de las huertas que han contribuido a la existencia de aproximada-mente 510.000 pozos ilegales de captación de agua, a lo que también hay que sumar otros procedimientos ilegales como tomar agua de ríos sin autorización, excederse de la cuota o las conexiones fraudulentas a la red de distribución [1]. Pero no sólo se agota el recurso me-diante la extracción. El retorno del agua desde los cultivos no puede considerarse como la renovación del mismo, ya que la mayor parte del sector agrícola abusa de herbicidas o abonos sintéticos que, por escorrentía o filtración, contaminan ríos, embalses o acuíferos. Uno de los ejemplos más graves fue la contaminación del em-balse jienés de Iznájar, en 2005, por un herbicida muy tóxico, Terbutilazina, que hizo cortar, en pleno verano, el suministro de agua a 200.000 personas [2]. Por últi-mo, habría que hablar de las pérdidas de agua en la red de distribución: se estima que más del 40% del agua almacenada se pierde en las redes de distribución antes de llegar a su destino [3]. Esta tasa resulta

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Erika González Briz, Área de Agua de Ecologistas en Acción

1

Page 29: El Ecologista nº 54

29el ecologista, nº 54, otoño 2007

ofensiva cuando la mitad de los ríos y embalses están sobreexplotados, por no citar la salinización que sufre el 60% de los acuíferos litorales por la excesiva ex-tracción de agua [1]. La depredación urbanística es la siguien-te en la lista de los mayores consumidores de agua en el arco mediterráneo. De he-cho, en la Región de Murcia los consumos agrícolas y urbanos se encuentran ya casi equiparados. El uso especulativo del agua para el turismo se concentra especial-mente en la época estival, coincidiendo con el periodo de mayor escasez hídrica, duplicando la demanda de agua durante el verano en algunas conurbaciones costeras. Como guinda que culmina la insosteni-bilidad del modelo, se han utilizado los campos de golf como parte del reclamo turístico. Existen ya 276 campos de golf y está prevista la construcción de otros 303. Gran parte de ellos ubicados en el sur y levante peninsular, cuando un campo de golf tiene un consumo equivalente a un municipio de 10.000 habitantes. Cuando la demanda está al límite de la disponibilidad, entonces, se pone en manos de la ingeniería, el cemento y la tecnología, la tarea de arreglar esa molesta limitación del recurso agua a través de más embalses, trasvases y, últimamente, desaladoras.

Y, encima, el cambio climáticoEl cambio climático en nuestro territorio, de forma genérica, tendrá como conse-cuencia un aumento de las temperaturas, mayor en verano y con mayores valores extremos, y una disminución de las pre-cipitaciones, aumentando la evaporación y la evapotranspiración (evaporación del agua a través de la plantas) y disminuyen-do la escorrentía. Es decir, no sólo lloverá menos, sino que también se perderá más agua. La amenaza que esto supone es, única y alarmantemente, la profundización de una insostenibilidad ya creada a partir de la aceleración de los procesos de de-terioro y desaparición de los ecosistemas acuáticos. Según el Ministerio de Medio Ambiente [4], en el Estado se podrían llegar a unos descensos medios en la aportación total de lluvia media anual del 14%. El sureste peninsular y las islas son las zonas donde el impacto sobre los recursos hídricos se ma-nifestará más severamente. Cuencas como la del Segura, Júcar, Guadiana o Guadal-quivir pueden perder más de un 20% del agua que hoy tienen. Incluso, suponiendo un mismo descenso de precipitaciones en toda la Península, los recursos disponibles disminuirán de forma más drástica en las

zonas áridas que en las más húmedas, debido a una mayor reducción de la capa-cidad de regulación. A su vez estas áreas son las mayores consumidoras de agua, incrementando así la incertidumbre de disponibilidad del recurso para garantizar las necesidades sociales y ambientales futuras. Las tensiones territoriales por la dis-ponibilidad del agua que se apuntaron al inicio del artículo pueden derivarse, más que probablemente, en conflictos entre usos del agua e incluso entre los propios beneficiarios. Las pérdidas eco-nómicas y ecológicas que la reducción del agua, como recurso natural y como recurso disponible para el uso humano, exigen, sin duda, la adopción de medidas encaminadas a mitigar dichos efectos del calentamiento global.

Adaptar el uso del agua a su disponibilidadLa gestión del agua se debe plantear cam-biando radicalmente la política hidráulica de este país, si se pretende paliar la doble problemática que plantea el cambio climá-tico. De un lado un endurecimiento de las sequías climáticas en cuencas que ya tie-nen graves problemas, de otro una sequía antrópica. Es necesaria una reestruc-turación del regadío y su reducción, planteando la sustitución de cultivos subvencionados consu-midores de grandes can-tidades de agua como el algodón [5] por otros más sostenibles y que generan más empleos. Por otro lado, la mejora de la capa-cidad de retención del agua de escorrentía sólo se conseguirá a través de políticas de reforestación que primen la regeneración de bosques y no el monocultivo de las especies arbóreas más productivas. Debería establecerse una gestión in-tegral del agua que prime la eficacia y eficiencia de los sistemas de suministro, priorizándose el interés social y ambiental en los usos del agua, donde se corrijan las pérdidas y se controle el crecimiento de la demanda y los usos del agua, y que inte-gre, como un pilar más en la planificación, las predicciones sobre el cambio climático. Junto a esta mayor gestión y planificación se tendrían que instaurar medidas tarifarias que sean generosas con el conjunto de los ciudadanos y restrictivas con los grandes beneficiarios del agua. Generosas con los ciudadanos en el sentido de garantizar una cantidad mínima y de muy buena calidad como derecho esencial de toda persona,

Notas y referencias1 “Sostenibilidad en el Estado español”, El

Ecologista nº 51, marzo 2007.2 “La Diputación dice que informó a la Junta

de la contaminación en Iznájar y Salud lo niega” El País, julio de 2005.

3 trillo-FiguEroa, N., 2006. “La política hidráulica en el Estado español”. Pueblos nº 21, junio 2006.

4 MorEno, J. M. (Coord.), 2005. Evaluación Preliminar de los impactos en España por efecto del cambio climático. Ministerio de Medio Ambiente y Universidad de Castilla - La Mancha, Madrid.

5 El algodón consume 20.000 litros por kilo producido.

6 ArroJo, P., 2006. “La gestión ética de un bien público”. Pueblos nº 21, junio 2006.

en cuanto que sólo así podrían consagrar-se los derechos a la salud y la vida [3]. Y restrictivo con los que obtienen lucro económico de los usos del agua ya que deberían contribuir más en la financiación de los costes del agua. En este sentido, se debería descartar totalmente la privatiza-ción del recurso agua, ya que los principios de equidad y cohesión social en su gestión, vinculados a los derechos de la ciudadanía [6], sólo pueden conseguirse a través de una gestión pública y participativa.

1. Foto: Ecologistas En acción.2. Embalse de Iznájar, contaminado en 2005 por un herbicida tóxico3. En España hay más de 500.000 pozos ilegales.4. El mayor consumidor de agua es la agricultura. Foto: iFas.

2

4

3

Page 30: El Ecologista nº 54

30 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Urgen medidas de adaptación al cambio climático

Sector agrario

El clima y su variabilidad inciden en muchos ámbitos, pero el sec-tor agrario presenta una mayor vulnerabilidad ante el cambio cli-mático. Se prevén aumentos de la

frecuencia y gravedad de acontecimientos extremos como inundaciones, tormentas de granizo o sequías, todos ellos riesgos permanentes que ya sufre la agricultura y ganadería. Además, y por la parte que nos corres-ponde, las regiones del sudeste de Europa, del centro y las regiones mediterráneas se consideran las zonas más vulnerables al cambio climático. En estas zonas se prevén considerables efectos negativos, como cambios en el uso del suelo. Por el contrario, las regiones del norte de Europa y algunas occidentales podrán beneficiarse durante un tiempo del cambio del clima. Las principales variables climáticas que afectan a los cultivos son la temperatura, la radiación solar, la disponibilidad del agua y la concentración de CO2. Los impactos del cambio climático en la agricultura y ganadería europea y sobre los recursos naturales, como el hídrico, han sido re-cientemente analizados por la Comisión Europea [1]. La evaluación de los futuros escenarios en sistemas y modelos de cre-cimiento de cultivos es una de las formas

más utilizadas para el estudio del impacto del cambio climático. De esta manera, se puede analizar el comportamiento productivo durante el ciclo de cultivo bajo variables diferentes (precipitaciones, temperatura…) En los escenarios planteados para 2020 y 2080, nueve zonas agroclimáticas ten-drán una disminución de la producción de grano en el sureste de Europa –entre 1,9 y 22,4% para 2080– debido al acortamien-to del periodo de cultivo. La disminución de productividad en estas latitudes se con-trapone con un aumento de cereales en los países del norte de Europa –mejora en el rendimiento entre 2,8 y 70%– motivado principalmente, por el aumento temporal de la estación de crecimiento y la dismi-nución de los periodos de heladas. Al preverse un aumento de la tempe-ratura y cambios de las pautas de precipi-tación, los problemas de escasez de agua se verán agravados en las regiones del sur y del sudeste. Las previsiones apuntan también a cambios en la frecuencia e intensidad de las sequías, lo que podría causar importantes pérdidas humanas y financieras en toda Europa. Para nuestro país, los escenarios pro-yectados no son muy diferentes. El Estado español será uno de los más perjudicados

por el cambio climático; se estima que en el año 2050 habrá un aumento generaliza-do de las temperaturas. Las precipitaciones descenderán un 10% y la humedad del suelo un 30%, y por tanto la disponi-bilidad de agua se verá alterada. Habrá más incendios forestales y aumentará la desertificación.

Efectos sobre la agricultura La producción agrícola podría disminuir aunque los efectos no serán por igual en todos los territorios [2]. Como las concen-traciones globales de CO2 en la atmósfera aumentarán, esto influenciará de forma positiva a las plantas cultivadas (los esto-mas se estrechan y se reducen las pérdidas de agua, mejorando el rendimiento en el uso de agua), estimulando la fotosíntesis. Además, las temperaturas más suaves en invierno permitirán mayores producti-vidades en esta época, compensado las pérdidas de otras estaciones. Pero todo pro tiene su contra, y en este caso el incremento de las temperaturas puede aumentar la evapotranspiración. Las tasas fotosintéticas se verán afectadas negativamente, incrementándose las nece-sidades de riego en algunos casos. Al mis-mo tiempo, el aumento de la temperatura conlleva el aumento de las fitopatologías por los insectos dañinos y se incrementará la capacidad de resistencia de las plagas durante el invierno –al eliminarse su con-trol natural por heladas– que serán más virulentas para los cultivos de primavera. Existe variabilidad en cuanto al alcance de plagas y enfermedades de los cultivos según la geografía española. La modifica-ción de las temperaturas puede producir el desplazamiento a latitudes mayores de algunas enfermedades. Todos estos factores provocarán fluctuaciones en los rendimientos de los cultivos y en la oferta local de alimentos.

Efectos sobre la ganadería Sobre la ganadería, el cambio climático puede influir en la reproducción, el me-tabolismo y la sanidad animal, debido a respuestas diferenciales al clima. El au-mento de temperatura influye en muchos aspectos, que van desde alteraciones en las horas activas de pastoreo o una mayor incidencia de procesos infecciosos en los que el clima influye en los ciclos vitales de los vectores. Por tanto, se puede esperar que se produzcan desequilibrios en dichos ciclos, desajustándose estas afecciones patógenas en su localización espacial y temporal. Un aspecto positivo reseñable es la reducción de costes destinados a la protección del ganado durante los invier-nos, ya que las temperaturas se suavizaran,

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Marta Piqueras, COAG

Es obvio que el clima ejerce una enorme influencia en la población y en su medio, determinando la fauna y la flora de cada lugar, la cantidad de agua dulce disponible y las especies cultivadas. Por ello, no es sorprendente lo que todos los indicios confirman: el sector agrario será uno de los sectores mas afectados por el cambio climático.

1

Page 31: El Ecologista nº 54

31el ecologista, nº 54, otoño 2007

aunque los aumentos de temperatura me-dia son significativamente mayores en los meses de verano que en los de invierno.

Efectos sobre agua y suelos Las aportaciones hídricas también se van a ver afectadas directamente por el cambio climático. Se espera un aumento de la de-manda en los sistemas de regadío, propor-cional a los aumentos de temperatura. Se prevé una disminución de las pre-cipitaciones del 8% en el horizonte de 2060. Esto provocará una reducción media de los recursos hídricos del 17%, afectando de forma directa al Guadiana, Segura, Júcar, Guadalquivir y cuenca Sur, así como a las Islas Canarias y Baleares. En el sur y sureste de España la demanda de agua se incrementará, siendo el estrés térmico más frecuente. El suelo es otro recurso que ha sido es-tudiado en las proyecciones del cambio cli-mático. Se van a ver agravados problemas ya presentes en los suelos españoles como la desertificación, la pérdida de fertilidad o los incendios forestales, teniendo en cuenta las características geomorfológicas y climáticas de partida. Esto provocará que muchas zonas cultivadas se vuelvan inadecuadas para continuar con las activi-dades agrícolas, aumentando la aridez del suelo.

Adaptación Una vez identificados los efectos y las con-secuencias del cambio climático en el sec-tor agrario, hay que pasar al siguiente nivel, donde la adaptación y medidas correctoras se convierten en instrumentos necesarios. El sector agrario debe comenzar ya a adaptarse de forma eficiente y rápida a las transformaciones y alteraciones que ten-drán lugar en el clima. Del éxito o fracaso de estas acciones, depende la continuidad de buena parte de la actividad agraria. Desde COAG somos conscientes de que el cambio climático en la agricultura y ganadería va a suponer un gran reto y no sólo para generaciones futuras, sino también para las actuales. La producción sostenible de alimentos, seguros y de calidad, sigue siendo nuestro objetivo, y la adaptación al cambio climático es un nuevo componente esencial para seguir manteniendo la producción. La adaptación debe de ser un comple-mento a la mitigación del cambio climático y no servir de alternativa a la reducción de gases de efecto invernadero. Debe de ser una cuestión de determinación política, de planificaciones futuras y constantes y acciones coordinadas entre todas las polí-ticas. El cambio climático implicará nece-sariamente la remodelación y redefinición

1. Maíz afectado por una sequía.2. Los cultivos mediterráneos tendrán que convivir con una menor disponibilidad de agua. Foto: Ecologistas En acción.3. Campos de sorgo, secos.4. La disminución de heladas aumentará la productividad en el norte del planeta.5. Habrá un recrudecimiento de muchas plagas.6. La agricultura ecológica reduce emisiones. Foto: JaViER péREz-mancha.

2

3

5

6

4

Page 32: El Ecologista nº 54

32 el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

de nuevas políticas como la científico-tec-nológica, hidráulica, energética, agrícola, medioambiental y de planificación del territorio. Por tanto, el diseño de medidas para in-crementar la resistencia y reducir los costes frente al cambio climático tiene una gran importancia para el sector agrario. En este sentido, las medidas de adaptación tienen que ir encaminadas a conseguir una mayor y mejor información y planificación de cultivos con mayor resistencia a las nuevas condiciones climáticas. Existe una clara necesidad de investigación sobre el desa-rrollo de modelos dinámicos de simulación de los distintos cultivos ante las diferentes variables climáticas y ambientales. En los sistemas agrícolas y ganaderos, a corto plazo las estrategias de adaptación pueden ser prácticas agrícolas relacionadas con cambios en las fechas de siembra o en las variedades utilizadas. Pero a largo plazo es necesario adaptar los sistemas a las nuevas condiciones climáticas, de forma concreta para cada cultivo. Para la ganadería serían necesarios cambios en el manejo del pastoreo, y la reforma y adaptación de las instalaciones.

Contribución del sector agrario al cambio climáticoEl sector agrario, al igual que otras activi-dades económicas, contribuye al cambio climático. Pero hay que tener en cuenta la dualidad que presenta este sector: los bos-ques, tierras agrícolas y otros ecosistemas

Notas y referencias1 Commission staff working document

accompanying document to the communication from the Commission to the Council, the European Parliament, the European Economic and Social Committee and the Committee of the regions limiting global climate change to 2 degrees Celsius the way ahead for 2020 and beyond impact assessment {com(2007) 2 final} {SEC(2007) 7}

2 Evaluación Preliminar de los impactos en España por Efecto del cambio climático. MMA y Universidad de Castilla La Mancha. 2005

Otra documentación consultada:- Cuarta Comunicación Nacional de España.

Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

- Instituto Nacional de Meteorología, Ministerio de Medio Ambiente. Febrero 2007. Generación de escenarios regionalizados de cambio climático para España (primera fase).

- N. Stern, octubre 2006: Informe Stern sobre la economía del cambio climático.

agrícolas también ofrecen gran un poten-cial para reducir de los gases de efecto invernadero, sirviendo como sumideros. Además, la realización de determinadas prácticas agrarias reduce de manera sig-nificativa la emisión de estos gases. Por ejemplo, las técnicas de mínimo laboreo, el aprovechamiento de tierras y los mé-todos de producción ecológicos ayudan a retener CO2 y reducen la emisión de gases de efecto invernadero. El mínimo laboreo participa en la lucha contra el cambio climático al capturar CO2, fijándolo en el suelo y evitando su salida a la atmósfera. Con esta técnica de siembra directa y de mínimo volteo, se reduce el uso de maquinaria (con el ahorro consiguiente de combustible) y ello repercute en el suelo. Además de evitar la erosión y retener más agua, se aumenta la materia orgánica del suelo y, por tanto, se aumenta la captura de CO2 (al incremen-tarse la cantidad de material vegetal). En el caso de que se abandonen algu-nas de estas prácticas, el carbono fijado se liberará a lo largo de un período de pocos años. Esta situación tiene que ser tenida en cuenta ante la realidad del sec-tor: despoblamiento de las zonas rurales, envejecimiento de la población rural y falta de relevo generacional. Desde COAG hemos venido reclaman-do actuaciones dirigidas a promocionar la capacidad de las superficies agrícolas y forestales como órganos sumideros de CO2, siempre y cuando no se realicen en clave de monocultivo. Además, hay otras prácticas que deberían promocionarse y que son importantes para la reducción de la emisión de gases invernadero. Así, la aplicación de materia orgánica en el suelo a través del aporte de estiércol, restos de cultivos o del empleo de abonos verdes, además de proporcionar una mayor capa-cidad productiva, incrementan la captación de carbono. Está claro que los sumideros de carbo-no agrícolas son una baza para ganar un tiempo que permita afrontar las emisiones de CO2 en su origen, mientras se buscan otras medidas para la reducción a largo plazo. El secuestro de carbono por parte de los suelos agrícolas es un factor esencial a tener en cuenta en el diseño de futuras estrategias. Además, la agricultura participa en la producción de la biomasa (o agromasa), destinada a bioenergía. El Plan de Energía Renovable 2005/2010 del Ministerio de Industria, marca objetivos ambiciosos que implican al sector agrario de forma deci-siva, como por ejemplo la sustitución del 5,75% del consumo de carburantes pro-cedentes del petróleo (gasolina y gasóleo)

por agrocarburantes, en particular etanol y agrodiésel. Para la producción de estos agrocar-burantes se precisarían, tan sólo contem-plando el horizonte de 2010, aproxima-damente 1.300.000 hectáreas de cultivos energéticos, cereales y oleaginosas princi-palmente, además de la importación de aceite de palma y semillas de soja en un porcentaje próximo al 75%. En este sentido, para COAG, las acti-vidades destinadas a producciones ener-géticas serán una alternativa viable para el sector agrario –tan necesitado de alter-nativas de cultivo tras las duras reformas de la PAC– sólo si existe una cierta or-denación de cultivos, una regulación de precios y de las relaciones contractuales y de carácter interprofesional y en particular una coherencia, que hoy no existe, entre las políticas agrarias, las energéticas y las medioambientales. En definitiva, las futuras consecuencias del cambio climático deben de convertirse en una prioridad política y consideramos que tienen que ser tenidas en cuenta tan-to en la futura PAC como en el resto de políticas europeas. Al sector agrario debe reconocérsele un papel estratégico fundamental para satis-facer necesidades básicas de la sociedad: alimentación, energía y medio ambiente. Pero en este contexto, para que la activi-dad agraria juegue ese papel básico no vale cualquier modelo de desarrollo agrario. Si nos referimos a la calidad y seguridad alimentaria, a la producción de energías renovables y a la preservación del medio ambiente, nos tenemos que ceñir a la sostenibilidad, en toda su amplitud social, económica y medioambiental.

1. El aporte de estiércol incrementa la captación de carbono. Foto: Ecologistas En acción.2. Es necesario investigar y adaptar los cultivos al cambio del clima.

1

2

Page 33: El Ecologista nº 54

33el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Según la FAO, esta actividad es responsable del 18% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero

GanaderíaMarta G. Rivera Ferre

Marta G. Rivera Ferre, Veterinarios sin Fronteras y Univ. Autónoma de Barcelona

La ganadería intensiva industrial tiene importantes efectos sociales y medioambientales en todo el mundo. Entre los sociales destaca-mos la expulsión de campesinos

de tierras para plantar monocultivos de cereales u oleaginosas destinadas a la alimentación animal, la desaparición de la ganadería campesina y modos de vida asociados, o la obesidad provocada por un exceso de consumo de carne, entre otros. En este artículo nos centraremos en los impactos medioambientales, entre los que destacamos la contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero.

Una enorme contribución al cambio climáticoUn informe de la FAO sobre la ganadería [1] señala que ésta es la principal fuente antropogénica del uso de la tierra. El 26% de la superficie terrestre se dedica a la pro-ducción de pasto y el 33% de la superficie agrícola a la producción de grano para piensos. En ambos casos, el avance de la ganadería ha supuesto la deforestación de grandes extensiones de bosques. Según este estudio, la ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero medidas en

equivalentes de CO2. Específicamente es responsable del 9% de las emisiones de CO2 (principalmente por deforestación), el 37% de las emisiones de metano, CH4, (fundamentalmente por la digestión de los rumiantes) y el 65% del óxido nitroso (por el estiércol). Asimismo, emite 2/3 de las emisiones antropogénicas de amoníaco, gas con un papel importante en la lluvia ácida. La ganadería utiliza el 8% del agua mundial, un elemento cada vez más es-caso y para muchos, origen de futuras guerras. Se estima que para producir 1 kg de carne de vacuno intensivo son necesa-rios 20.000 litros de agua. La ganadería intensiva es, además, la mayor fuente de contaminación del agua, contribuyendo a la eutrofización y degradación de ríos y litorales. Las fuentes de contaminación proceden de las heces, residuos de los piensos (antibióticos, metales pesados), hormonas, así como de los pesticidas y fertilizantes utilizados en los monocultivos de grano para pienso. En EE UU, el ganado es el responsable del 55% de la erosión y sedimentación, el 37% del uso de pesti-

cidas, el 50% del uso de antibióticos y de 1/3 del contenido en nitrógeno y fósforo del agua. La ganadería intensiva industrial tiene, además, efectos devastadores en la propia biodiversidad animal. Las estimaciones de desaparición de las razas domésticas tra-dicionales oscilan entre una cada semana o una al mes. En el año 2000 había unas 6.300 razas identificadas y se estima que hasta 2.255 pueden estar en situación de riesgo. En Europa, el 55% de los mamífe-ros y el 69% de las aves domésticas están en situación de riesgo. La principal causa de esta desaparición es la expansión de la ganadería intensiva, empujada por el control corporativo sobre la genética ani-mal de algunas empresas y por la pérdida de competitividad monetaria de los sistemas extensivos tradicionales y sostenibles de producción animal.

No es lo mismoAnte estos números, la FAO generaliza determinados problemas a la ganadería en general, sin contextualizar el número de animales que se producen bajo régimen intensivo y extensivo. Por ejemplo, el 50% de la producción mundial de huevos y el

67% de la carne de pollo están in-dustrializadas; 4 razas. Alrededor

del 42% de la producción de porcino es industrial; 5 razas. El 67% de la producción mundial

Foto

: Eco

log

ista

s En

acc

ión

.

Page 34: El Ecologista nº 54

34 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Notas y referencias1 www.fao.org/newsroom/es/

news/2006/1000448/index.html2 Ver artículo de Belén Acosta y Fco. Díaz

Pineda en esta misma página.

Belén Acosta y Francisco Díaz Pineda, Departamento de Ecología,

Universidad Complutense de Madrid

El interés por entender el balance global del carbono en la Tierra vie-ne creciendo en las últimas déca-das. Los compromisos adquiridos en la Convención de las Naciones

Unidas sobre el Cambio Climático y la entrada en vigor del Protocolo de Kioto se relacionan con ello. El carbono juega un papel muy importante en el clima del planeta. Aparece en el aire como dióxido de carbono, CO2, y aunque sea muy poco abundante aquí, en comparación con otros gases atmosféricos como el nitrógeno y el oxígeno, tiene la peculiaridad de absorber el calor que emite la Tierra, una vez calen-tada por el Sol. El carbono se mueve entre cuatro com-partimentos globales: atmósfera, hidrosfe-ra, biosfera y litosfera. Desde el primero se disuelve en océanos y aguas continentales. Mediante fotosíntesis es incorporado a la biosfera por la vegetación terrestre y por el plancton marino y lacustre. En los mares poco profundos sedimenta como carbona-to cálcico y en esta forma aparece en las rocas calizas, constituyendo el mayor de los compartimentos de este elemento en el planeta. En la biosfera el carbono orgánico almacena la energía que permite la vida en el planeta. La porción de ese carbono que los organismos no oxidan a CO2, libe-rando energía y cerrando el ciclo, termina almacenándose como carbón, petróleo o gas natural, sin función alguna para la vida en la Tierra. La quema de estos combus-tibles constituye, sin embargo, el motor de la economía de la noosfera, un quinto compartimento que existe en la Tierra desde que apareció en ella Homo sapiens. La capacidad de razonamiento de esta especie (noos-) generó este nuevo compar-timento como un conjunto de estructuras artificiales –poblamientos, carreteras, pre-sas, fábricas, ferrocarriles, etc.–. Mantener el funcionamiento de estas estructuras requiere grandes aportes energéticos. La finalidad del gasto no es precisamente alimentaria. Apenas un 10% de la energía disipada por esta peculiar especie tiene una finalidad biológica. En este porcentaje existen además formidables diferencias entre unas sociedades humanas y otras. Las no desarrolladas necesitan poco más que la energía necesaria para comer: unas tres mil kilocalorías diarias por individuo. Las muy desarrolladas necesitan cien veces más. En la biosfera existen también diferen-cias en la capacidad de captar energía y almacenarla. La asimilación fotosintética

de CO2 condiciona la producción de biomasa vegetal. Para que aumente esta biomasa, la reducción de ese gas a carbo-hidrato debe superar la oxidación de éste por respiración de las propias plantas y de los herbívoros, así como la descompo-sición de la materia vegetal por bacterias y hongos. Las sabanas son muy capaces en la captación de CO2 y poco eficaces en su almacenamiento en la parte viva aérea –la hierba, consumida ávidamente por herbívoros–, pero almacenan gran cantidad de carbono orgánico en raíces y materia orgánica del suelo. Cuando las sabanas se explotan con cargas elevadas de herbívoros domésticos la producción vegetal se canaliza más activamente hacia la biomasa subterránea y el almacenaje de carbono en el suelo aumenta. Por su parte, cuando los árboles ocu-pan un espacio vacío de vida, como el que aparece tras un incendio, el bosque que terminan generando con el paso del tiempo almacena carbono en la parte aérea y en el suelo, pero en la madurez la respiración de toda la masa viva acu-mulada anula la captación neta de CO2, devolviéndolo a la atmósfera. Los bosques son buenos depósitos de carbono pero no los sumideros que habitualmente se dice que son. Apenas producen oxígeno, pues lo emplean en respirar. Si la temperatura ambiente es alta y la humedad no falta la actividad microbiana es tan elevada que la producción neta de oxígeno –la incorpo-ración neta de carbono– es nula. Esto es lo que ocurre en realidad en los bosques tropicales.

Los pastizales mediterráneos en la dinámica del climaEn el Departamento de Ecología de la Universidad Complutense de Madrid se estudian los pastizales desde hace décadas. Uno de sus primeros trabajos encontró, en 1981, que la dehesa hispana –el mon-tado portugués– mantenía una diversidad vegetal tan alta como los bosques tropi-cales mejor conservados y una estructura espacial compleja que la simple observa-

de leche proviene de razas de alto rendi-miento. En el caso de las emisiones de CO2, el informe incluye la deforestación para la creación de pastos, pero obvia que éstos son a su vez grandes sumideros de CO2 [2]. Igualmente, la ganadería extensi-va aprovecha zonas que difícilmente serían utilizables bajo otro sistema agrario. Las propuestas de la FAO no pasan por plantear una disminución del consumo de carne o del número de animales proce-dentes de la ganadería intensiva. Sí ofrece algunas soluciones interesantes, como la promoción de los sistemas silvopastoriles, pero las soluciones relacionadas con los impactos de la ganadería intensiva, es de-cir, la mayoría, son muy tecno-optimistas y pasan por una mayor intensificación del modelo, a través del aumento de la productividad, y una disminución de los residuos, a partir de cambios en los dis-tintos elementos del sistema productivo, como el suplemento a los rumiantes con dietas que reduzcan la fermentación enté-rica (a base de piensos, que por otro lado favorecen la deforestación, contaminación, uso pesticidas, etc.). La FAO tiene por norma en sus publi-caciones mantener que las demandas del consumidor han de ser satisfechas, por ello, dado el aumento en el consumo de carne, aplaude la intensificación en lugar de la expansión. Es un pez que se muerde la cola. Sí resulta interesante, sin embargo, su propuesta de incluir en los precios las externalidades de la producción de carne. Esto permitiría disminuir la demanda de carne producida de manera intensiva.

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Foto

: Eco

log

ista

s En

acc

ión

.

Page 35: El Ecologista nº 54

35el ecologista, nº 54, otoño 2007

Muchos de los pastizales la Cuenca Mediterránea tienen carácter ‘seminatural’, es decir, son producto de una cultura milenaria que ha encontrado aquí bienes y servicios esenciales durante toda su historia. Productores de alimento, materias primas diversas y constituyentes de un paisaje valiosísimo, muchos de estos pastizales son reservorios de agua y materia orgánica en el suelo, jugando un papel decisivo en el ciclo del carbono y dinámica del clima. Sin embargo, sabanas, estepas, praderas y pastizales son los grandes olvidados en los acuerdos internacionales sobre el cambio climático.

ción del césped no permite apreciar. Los pastizales mantienen singulares equilibrios entre el consumo de su biomasa aérea por herbívoros vertebrados, la alta tasa de renovación de ésta y la diversidad vegetal mantenida. La abundancia de plantas herbáceas de ciclo anual y escasa biomasa radical así como el estrés hídrico estival del ambiente mediterráneo les hace ser sumideros de carbono de baja capacidad, pero esta capacidad varía cuando decrece ese es-trés y el césped se enriquece en plantas perennes, con alto desarrollo radical y elevada persistencia. En estas condiciones

se registran 50 toneladas por hectárea de carbono almacenado en raíces, estructuras de resistencia y materia orgánica del suelo. No es raro encontrar valores puntuales superiores a 70 toneladas por hectárea en pastizales que mantienen una rentable carga ganadera, una diversidad vegetal considerable y una variedad notable de especies animales de todo tipo. El papel de los microorganismos edáfi-cos en estos ambientes es decisivo. Cuan-do, asociada a un menor estrés hídrico, la diversidad vegetal del pasto decrece, la riqueza en especies de hongos edáficos aumenta y con ella una llamativa capita-

lización de carbono en forma recalcitrante –difícilmente degradable y retornable a la atmósfera–. El paisaje que ofrecen los pastos medi-terráneos constituye, sólo por su aparien-cia, un paradigma de la conservación de la naturaleza. Si ocurre que, bajo esta apa-riencia, se producen artículos agrarios de calidad, se mantienen razas y variedades nativas de bellos animales, una diversidad biológica excepcional y, además, consti-tuyen verdaderos sumideros de carbono, merecen mayor atención por la comuni-dad política oficialmente preocupada por el cambio climático.

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Pueden almacenar 50 toneladas de CO2 por hectárea

Los pastizales mediterráneosBelén Acosta y Francisco Díaz Pineda

Distintos tipos de pastizales mediterráneos, en dehesas de fresnos (1 y 3) y encina (2 y 4). Fotos: Ecologistas En acción.

1

2 3 4

Page 36: El Ecologista nº 54

36 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Las reservas mundiales de alimentos básicos se reducen cada año

Seguridad alimentaria

Isabel Bermejo

Isabel Bermejo, Ecologistas en Acción

En el mundo mal repartido en que vivimos, todo parece indicar que las repercusiones del cambio climático no van a distribuirse equitativamente: los países pobres

y las poblaciones más desposeídas, preci-samente quienes menos han contribuido a provocar este fenómeno, van a sufrir sus consecuencias negativas antes y con mayor intensidad. Por un lado, porque los “aconteci-mientos meteorológicos extremos” (hu-racanes, sequías, lluvias torrenciales, etc.) asociados al cambio climático azotarán con mayor frecuencia e intensidad las regiones empobrecidas, más vulnerables y con menos capacidad de recuperación. Por otro, porque los efectos más dañinos del calentamiento global para la agricul-tura se manifestarán en los países pobres, donde esta actividad es básica para la subsistencia de una mayoría de perso-nas. Finalmente, porque estas regiones padecen ya temperaturas elevadas y una mayor variabilidad en lo que se refiere a precipitaciones, que previsiblemente aumentará. Se calcula que un aumento de más de 3ºC de las temperaturas podría ampliar el número de personas amenaza-das por el hambre en 250-550 millones

de personas [1, pág. 104].

La seguridad alimentaria amenazadaEn la actualidad la producción agrícola mundial es suficiente para alimentar a la Humanidad. Es sabido que el hambre no es un problema de escasez, sino de reparto y de acceso a los recursos para producir o para comprar alimentos. Sin embargo, aunque el crecimiento de la población se ha ralentizado y se pronostica una produc-ción suficiente [2], varios factores amena-zan la seguridad alimentaria futura:

el deterioro y escasez de los recursos hídricos;

la pérdida de tierras fértiles por proce-sos de salinización y de erosión, y por la creciente ocupación de terrenos agrícolas por infraestructuras y asentamientos ur-banos;

la pérdida de variedades vegetales y razas ganaderas;

la desaparición de la agricultura cam-pesina y su sustitución por un sistema agrícola cada vez más desvinculado de los procesos naturales y más dependiente en combustibles fósiles e insumos externos (semillas, fertilizantes, biocidas...), controla-do por media docena de transnacionales. A estos factores relacionados más di-rectamente con la agricultura habría que

sumar el excesivo y creciente consumo de carne. Y hay que añadir, también, la marginación de millones de personas por la globalización económica, y el creci-miento urbano acelerado originado por el éxodo a las ciudades de un sinnúmero de familias campesinas expulsadas del campo. Aproximadamente la mitad de la población mundial vive actualmente en las ciudades, más del 30% en grandes barria-das marginales, enormemente vulnerable a la más ínfima subida del precio de los alimentos [1, pág. 72].

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

El cambio climático castigará con mayor fuerza a las regiones pobres, empeorando sus ya graves problemas de seguridad alimentaria. Una seguridad alimentaria que, por cierto, se ha deteriorado mucho recientemente con la disminución de las reservas mundiales de grano, en parte por su creciente uso para la producción de biocombustibles.

1

2

Page 37: El Ecologista nº 54

37el ecologista, nº 54, otoño 2007

Las reservas mundiales de alimentos básicos se reducen cada año

Seguridad alimentaria

Isabel Bermejo

El cambio climático amenaza la agricultura en las regiones pobresEl cambio climático castigará con mayor fuerza a las regiones pobres, agravando sus problemas de seguridad alimentaria. Pues mientras los pronósticos indican una mejora de los rendimientos agrícolas en la franja Norte del planeta (Canadá, el Norte de Europa, de EE UU y de Rusia y partes de China), donde el aumento de las temperaturas y de la concentración atmosférica de CO2 podría favorecer –inicialmente al menos [3]– las cosechas, ocurrirá lo contrario en el Sur, donde los cultivos están casi al límite de su tolerancia térmica. Se estima que incluso un calen-tamiento moderado puede reducir los rendimientos en las regiones tropicales, y que si las temperaturas suben más de 3 o 4ºC la caída de producción sería entre un 5 y un 35% en África y en Asia Occidental [1, pág. 69]. Además, el calentamiento puede agudizar el déficit hídrico de los suelos, reduciendo considerablemente la superficie cultivable en las regiones áridas y haciendo que avancen los desiertos. Tampoco se repartirá de manera homo-génea el incremento de las precipitaciones. Para mediados de siglo se prevé un incre-mento de la disponibilidad de agua de un 10-40% en las latitudes más norteñas y en las regiones tropicales húmedas, y un descenso del 10-30% en zonas más al sur y en los trópicos secos [4]. Por otra parte, la alteración de los monzones puede re-sultar catastrófica para cientos de millones de personas. En la India, por ejemplo, el monzón representa entre el 75 y el 90% de las lluvias anuales. Aunque no hay certeza sobre su evolución, se teme que es-tas preci-pitaciones se hagan más to-

rrenciales y erráticas, provocando gran-des avenidas y daños, o que el monzón se seque, ocasionando graves pérdidas [1, pág. 82-83]. La disponibilidad de recursos hídricos

para la agricultura se verá afectada asimismo por la desaparición de los glacia-res. En la India, en China y en la región andina, por ejemplo, el agua de los glaciares nutre numerosos cursos fluviales gran parte del año. Su deshielo pue-de provocar inundacio-nes, seguidas de escasez, afectando gravemente a la producción de alimentos

[1, pág. 56 y 104]. La progresiva desapa-rición de la selva amazónica por la sequía pudiera tener asimismo consecuencias devastadoras para la agricultura, pues con-tribuye a mantener el régimen de lluvias de una región muy amplia [1, pág. 105]. La subida del nivel del mar amenaza algunas de las tierras agrícolas más pro-ductivas de los países en desarrollo, como el delta del Nilo y los de los grandes ríos del continente asiático. Una quinta parte de Bangladesh y gran parte de Vietnam, así como de numerosas islas del Pacífico y del Caribe, corren riesgo grave de desaparecer bajo las aguas [1, pág. 56]. Además, la subida del mar provocará la salinización de acuíferos utilizados en la agricultura de regadío, muy importante en algunas regiones empobrecidas. Por otra parte, la previsible destrucción de los manglares y humedales costeros al subir el mar dañará gravemente las pesquerías, afectando de forma crítica a comunidades enteras de las regiones tropicales y subtropicales cuya subsistencia depende de la pesca. Un 30% de los humedales costeros están amenazados por el cambio climático [4]. Finalmente, el calentamiento de los

La geografía del hambre

El 40% de la población mundial se dedica a la agricultura, pero en el África sub-sahariana y en Asia –las regiones con mayores hambrunas– este porcentaje

asciende al 60%, comparado con un 18% en América Latina y una media del 4% en los países industrializados. Según la FAO más de 850 millones de personas en el mundo pasan hambre: unos 820 millones en los países en desa-rrollo, 25 en los llamados países en tran-sición y 9 en los países industrializados. El hambre se cobra diariamente 25.000 vidas, en su mayoría de niños que no llegan a los 5 años, y representa la mayor amenaza sanitaria para la Humanidad, provocando más víctimas que el SIDA, la malaria y la tuberculosis sumadas.

Latinamérica/Caribe: 52

Oriente próximo yNorte de África: 38

Países en transición: 25

África Subsahariana:

206Países

desarrollados: 820Mundo: 854

*Asia /Pací�co:

162

China:150

India: 212

Países industrializados: 9

* excluidas Chinae India

Fuente: [11]

El hambrE En El mundo (2001-2003, millonEs dE pERsonas)

1. La menor disponibilidad de agua será muy problemática en muchas zonas. Etiopía, 2006. Foto: Ec/Echo/chRistophE REltiEn

2. Las reservas mundiales de grano se están reduciendo. Foto: Usda.3. Cada vez más tierras de cultivo se dedican al ganado, para abastecer al creciente consumo de carne. 4. Hombres y mujeres de Sudán esperando el reparto de alimentos. Foto: Un photo.

3

4

Page 38: El Ecologista nº 54

38 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Notas y referencias1 Stern Review, 2006. The Economics of

Climate Change. 2 FAO. World agriculture: towards 2030/2050.

FAO Global Perspective Studies Unit. Roma, Junio 2006.

3 Siempre y cuando el aumento de la fotosíntesis por una mayor concentración de CO2 sea el estimado en los experimentos de laboratorio –de 20-30% para 550 ppm de dióxido de carbono– y no el comprobado recientemente en condiciones de campo –un aumento del 8-15%–, y el calentamiento no supere las previsiones de un aumento global de las temperaturas de 2 o 3º C. De superarse este incremente de las temperaturas, los rendimientos podrían descender. Ver [1, pág. 70]

4 intErgovErnMEntal panEl on cliMatE cHangE. (IPPC). 2007. Climate Change 2007: Impacts, Adaptation and Vulnerability. Summary for Policymakers. www.ippc.ch

5 FAO. Food Outlook. Global Market Analysis. Nº 2. December 2006.

6 OCDE-FAO Agricultural Outlook 2006-2015; FAO. World Agriculture: towards 2030/2050. Prospects for food, nutrition, agriculture and major commodity groups. FAO Global Perspective Studies Unit. June 2006.

FAO. Crop Prospects and Food Situation Nº 4.7 FAO. Food Outlook. Global Market Análisis.

June 2007; FAO. Perspectivas de cosechas y situación alimentaria. Nº 3. Mayo 2007.

8 FAO. La creciente demanda de biocombustibles empuja al alza los precios agrícolas. Nota de prensa. 4 de julio 2007; OCDE-FAO. Perspectivas Agrícolas 2007-2006. OCDE FAO-2007; FAO. Food Outlook. Global Market Analysis. June 2007.

9 Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Transport and environment: on the way to a new common transport policy. EEA Report. Nº1/2007; CAST. Convergence of Agriculture and Energy: Implications for Research and Policy. CAST Commentary QTA2006-3. November 2006.

10 Llamamiento a una moratoria inmediata frente a las políticas de la UE de incentivos a los agrocombustibles, importaciones de agrocombustibles y monocultivos agroenergéticos de la UE. www.tni.org/detail_page.phtml?act_id=17263&banner=banner2&keywords

11 World Development Indicators 2007 y UN-Energy Sustainable Bioenergy: A Framework for Decision Makers, pág. 30.

12 http://www.fas.usda.gov/grain/circular/2006/11-06/graintoc.htm

océanos y la alteración de las corrientes marinas amenazan a numerosas especies pesqueras. El aumento de las temperatu-ras está dañando asimismo los arrecifes de coral, de una importancia crítica para la pesca. Y la acidificación de las aguas marinas, de incrementarse el volumen de CO2 en disolución, es un riesgo adi-cional para las pesquerías pues inhibe la formación del carbonato cálcico nece-sario para el crecimiento de los corales, de muchos crustáceos y moluscos y de algunos tipos de plancton fundamentales en la cadena trófica marina. Los princi-pales perjudicados, una vez más, serán los pueblos pesqueros de las regiones pobres [1, pág. 72].

¿Alimentar a las personas o a los coches?En los últimos años la seguridad alimen-taria del mundo se ha deteriorado de forma alarmante. Según los más recientes informes de la FAO, las reservas mundia-les de cereales han caído a su nivel más bajo en las últimas décadas y la situación de abastecimiento mundial de alimentos (tanto de granos como de oleaginosas, es decir los alimentos básicos) es actual-mente deficitaria: nos estamos comiendo

gráfico 1: caída rEsErvas mundialEs dE grano (% EntRE cosEcha 2005/6 y 2006/7)

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Fuente: [12]-30%

-20%

-10%

0%Maíz Cebada Trigo Sorgo

–literalmente– las reservas alimentarias del planeta. Las existencias mundiales de trigo, por ejemplo, cayeron en unos 28 millones de toneladas (casi 1/5 de las reservas totales) en 2006, alcanzando el nivel más bajo desde principios de los años 80. También hemos consumido en ese año más oleaginosas de las que producimos [5] (ver gráfico 1). Pero esta caída de las reservas no se debe únicamente a la necesidad de alimen-tar mejor a más personas. Con la subida del petróleo, una creciente proporción de las cosechas mundiales se ha empezado a utilizar en la producción de carburantes para alimentar a los coches. Según los últi-mos informes de la FAO sobre perspectivas alimentarias del mundo, la producción de etanol y biodiesel están contribuyendo significativamente al déficit de suministro de alimentos [6]. Y a pesar de que se pronostica una cosecha record de cereales para 2007, la creciente demanda para etanol no permitirá la recuperación de las existencias mundiales [7]. Tampoco permitirá una bajada de los precios de los alimentos básicos, que el aumento de la demanda ha disparado y que ya está afectando a la población ne-cesitada [8]. Se prevé que la factura de las importaciones de alimentos de los países con menos ingresos aumente un 25% en 2007, y la ONU alerta de que los fondos disponibles para mitigar las hambrunas van a ser completamente insuficientes, precisamente por la carestía de alimentos [7]. Y ello pese a que la utilización de car-burantes bio en la Unión Europea y en EE UU es todavía mínima: en 2005 no llegaba al 1 y al 3% del consumo total de gasolina y de gasóleo respectivamente [9]. Ante la disyuntiva de alimentar a las personas o al voraz apetito de los coches, no cabe duda de por quién habría que optar. Sin embargo, en el mundo mal

repartido en que vivimos el espejismo de que no es preciso renunciar a la movilidad in crescendo de una minoría privilegiada, insostenible a todas luces, resulta infinita-mente más lucrativo que garantizar el pan de los pobres. Legitimado por la urgencia de mitigar el calentamiento global y res-paldado por una mayoría de gobiernos, el negocio de los carburantes bio lleva camino de agravar la inseguridad alimen-taria mundial. Afortunadamente, se han alzado ya numerosas voces de alerta [10] y estamos aún a tiempo de evitar que el coche, que ya se come la ciudad, se coma el mundo.

1. La mayor demanda de productos agrícolas para fabricar biocombustibles está reduciendo los stocks de alimentos y aumentando los precios. Foto: Ecologistas En acción.2. Delta del Nilo, uno de los lugares que se inundará en caso de una fuerte subida del nivel del mar.

1

2

Page 39: El Ecologista nº 54

39el ecologista, nº 54, otoño 2007

Joaquín Reina, coordinador del Área de Conservación de la Naturaleza

de Ecologistas en Acción

El cuarto informe del Panel In-tergubernamental de Cambio Climático, recientemente divul-gado, confirma el aumento de las temperaturas en un margen

entre 2ºC a 4,5ºC para finales de siglo, la reducción de la superficie con nieve en el mundo, la disminución de los glaciares, la reducción del número de noches frías y el aumento de las más cálidas. Respecto a los impactos sobre la biodiversidad, las evidencias cada día son más manifiestas. Se están observando cambios fenológicos en animales y plantas en diversos puntos de la geografía mundial, incluida España, circunstancia que empieza a despertar interés y preocupación.

Biodiversidad en EspañaCon respecto a los países próximos, el Es-tado español se puede considerar uno de los puntos calientes de biodiversidad, tanto por su diversidad de especies como por su grado de endemicidad. En el territorio español se distinguen tres regiones coro-lógicas o biogeográficas: eurosiberiana, mediterránea y macaronésica. A la región eurosiberiana pertenecen algunas de las comarcas más septentrionales, en concre-tos la galaico-cantábrico-pirenaicas. El resto del Estado, excepto el archipiélago canario, estaría dentro del ámbito de influencia de la región biogeográfica mediterránea. Las zonas dominadas por la región eurosiberiana se encontrarían potencial-mente cubiertas por bosques de frondosas

caducifolias, como hayas, robles, serbales, arces, fresnos, etc. En estas áreas se locali-zan intercalaciones de bosques subescleró-filos, incluso esclerófilos. Las comunidades botánicas en las áreas de influencia de la Iberia húmeda han optado por una estra-tegia planocaducifolia, relacionada con la superación del periodo invernal. El resto del territorio, con la excepción de Canarias, está bajo el dominio de la Iberia seca, un amplio espacio físico dominado en términos generales por las formaciones esclerófilas. Los bosques planoesclerófilos, donde predominan en-cinas y/o alcornoques, están adaptados a un estrés climático caracterizado por la irregularidad en la distribución de las llu-vias y un periodo de nulas precipitaciones coincidiendo con el periodo en que se alcanzan las temperaturas más elevadas. El dominio de la encina y el alcornoque se ve usurpado por formaciones de robles marcescentes, como los robles melojos y los quejigos, en las zonas con mayor disponibilidad de agua, por bosquetes de sabinas en las parameras interiores y por formaciones termófilas compuestas por acebuche, algarrobo y palmito, entre otras especies. Las Islas Canarias, en la región macaro-nésica, reúnen unas condiciones ecológicas singulares y diversas que han favorecido la presencia de especies de flora y fauna únicas. Destacan las comunidades subtro-picales, los sabinares, los bosques de pino canario y las formaciones de laurisilva tropical. La gran variedad de componentes en el medio físico español tiene su traduc-ción en una gran diversidad biológica. Un

ejemplo claro de la importancia de la bio-diversidad en España es la identificación de más del 65% de los tipos de hábitats que se recogen en la Directiva 92/34 y más del 50% de los hábitats considerados prioritarios por el Consejo de Europa. En nuestro territorio se encuentran más de 8.000 especies de plantas vasculares, lo que representa el 85% del total de especies que se pueden identificar en el conjunto de la Unión Europea. Además, 1.500 especies de plantas son endémicas y otras 500 son compartidas sólo con el norte del continente africano. En el archipiélago canario el porcentaje de endemismos vegetales alcanza el 15%. En cuando a especies animales, se estima que existen unas 68.000 especies, de las que poco más de 1.000 son vertebrados y el resto invertebrados. En las Islas Canarias el 44% de las especies son endémicas. El fenómeno de la endemicidad en las comu-nidades presentes en España multiplica su valor e importancia.

Migración o adaptación rápidaLos impactos directos sobre las comuni-dades vegetales previsiblemente se mani-festarán a través de un alargamiento del periodo de actividad e incremento de su productividad, y en la disminución de la disponibilidad hídrica. Las estimaciones y estudios de simulación realizados señalan que el primer efecto descrito se localizará en la zona norte peninsular mientras que el segundo afectará más a la mitad meridional. Las consecuencias directas de la subi-da de las temperaturas para las plantas

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Se acumulan las evidencias de las amenazas que supone el cambio del clima sobre la biodiversidad

Biodiversidad

Joaquín Reina

Ante los cambios del clima, los ecosistemas y sus especies tienen dos alternativas para sobrevivir: desplazarse a zonas más favorables o adaptarse a los cambios. La primera es complicada ante la fragmentación artificial del territorio. Por su parte, la rapidez de los cambios previstos reduce también la viabilidad de ambas opciones.

El d

esaj

uste

ent

re p

olin

izad

ores

y fl

orac

ión

es m

uy p

robl

emát

ico.

Fo

to: E

colo

gis

tas E

n a

cció

n.

Page 40: El Ecologista nº 54

40 el ecologista, nº 54, otoño 2007

suponen la ampliación del periodo de la actividad vegetativa, lo que en las áreas sin limitaciones hídricas originará una mayor productividad potencial. La adaptación a un régimen diferente de temperaturas conllevará cambios y adaptaciones feno-lógicas, resultando difícil predecir las res-puestas a un ambiente cambiante, siendo diferentes entre especies e incluso entre individuos de la misma especie. Se esperan cambios en los inicios de los periodos de foliación, floración y fructifica-ción o el retraso de la pérdida de las hojas ante el alargamiento del buen tiempo, como ocurre con las plantas cultivadas en jardi-nes, plazas y calles de muchos pueblos y ciudades. O todo lo contrario, allí donde se alcanzan temperaturas extremas y se acen-túa el estrés hídrico –como ya ocurre en numerosos jardines de la España meridio-nal– se viene observando el decaimiento o abscisión foliar en pleno mes de agosto, como estrategia extrema de las plantas para minimizar la pérdida de agua. El adelanto de los periodos críticos del ciclo biológico de las especies vegetales conllevará un mayor riesgo ante heladas tardías que pueden resultar especialmente dañinas en las zonas de montaña, preci-samente unos de los espacios físicos más frágiles y vulnerables al cambio global que se avecina. Sin embargo, la previsible reducción de disponibilidad de agua y sus impac-tos sobre las comunidades vegetales es, casi con toda seguridad, la mayor de las preocupaciones respecto a los impactos directos del cambio climático. El ascenso de las temperaturas reducirá aún más la productividad primaria neta en la región mediterránea, al incrementarse las tasas de evapotranspiración. Esto es especialmente grave en numerosas zonas influenciadas por el clima mediterráneo, donde las tasas de evapotranspiración y de precipitación son prácticamente iguales. Si a eso le uni-mos que los modelos climáticos prevén, además, un aumento de la frecuencia e intensidad de los periodos de sequía, los cambios estructurales y funcionales de determinados ecosistemas pueden resultar dramáticos. Indirectamente, se prevé que el número de incendios forestales y la intensidad de sus efectos sean aún mayores a las actua-les. La mayor presencia del fuego como agente perturbador en el medio natural, además de otras graves consecuencias, puede acelerar las sustituciones entre especies o entre tipos de vegetación con diferente grado de adaptación a las nuevas condiciones climáticas. En lo que respecta a los posibles efectos del cambio climático sobre las especies

animales parece que se da un elevado nivel de consenso en que existen dos escenarios futuros de efectos sobre la biodiversidad de vertebrados. Los ecosistemas migrarán o se desplazarán en función del clima, o bien los ecosistemas se adaptarán y moldearán a las nuevas condiciones climáticas. El primer escenario resulta poco creíble si tenemos en cuenta la acusada fragmentación del terri-torio español y, por tanto, de los hábitats y ecosistemas. Es más, en la actualidad ni tan siquiera está garantizado el intercambio ge-nético entre las distintas especies silvestres debido a las discontinuidades artificiales ori-ginadas en el territorio. En los ecosistemas insulares la capacidad de respuesta será aún menor, quedando restringida a cambios de distribución de altitud, allí donde existan diferencias de cotas. Por su parte, el segundo escenario no permite actualmente realizar predicciones serias por falta datos e información. Y eso que los efectos directos del cambio global son cada día más manifiestos. Se han detectado cambios fenológicos en poblaciones de vertebrados e invertebra-dos, dándose situaciones de desajustes entre especies con un elevado nivel de dependencia e interacción. También se han observado cambios en las áreas de distribución de algunas especies, tanto en altitud como en latitud. Estos cambios casi siempre se traducen en una reducción del área de distribución, con todo lo que ello implica de mayor vulnerabilidad de las es-pecies antes el posible efecto acumulativo de varios agentes perturbadores (incendios forestales, inundaciones, etc.). También existen datos que evidencian una mayor virulencia de los parásitos o el aumento de las poblaciones de especies invasoras, por estar en general mejor adap-tadas a cambios ambientales bruscos. Al-gunas de los ecosistemas más vulnerables son precisamente los más diversos y ricos en fauna silvestre, como los humedales, las zonas costeras o de litoral, y los cursos de agua. Otros casos, como las zonas de mon-taña, representan un refugio de especies singulares o amenazadas de extinción. Ninguna de las dos hipótesis que se manejan, ni el desplazamiento de áreas de distribución ni la adaptación rápida a las condiciones impuesta por el cambio climático parecen soluciones viables para la mayoría de las especies, según los ex-pertos.

Evidencias del impacto del cambio climático sobre la biodiversidadYa es apreciable todo un cúmulo de evi-dencias directas, de cambios significativos en los ciclos vitales de plantas y animales.

1. Bosque eurosiberiano, en Asturias. Foto: Ecologistas En acción.2. Bosque mediterráneo, en el centro peninsular. Foto: Ecologistas En acción.3. Laurisilva, en Canarias, región Macaronésica. Foto: caRlos sanz.4. Muchos árboles se están secando por las altas temperaturas veraniegas.5. El herrerillo común (Parus caeruleus) está adelantando su reproducción.6. La procesionaria gana altura en Sierra Nevada.7. El papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) tiene menos descendencia.8. La mariposa blanca de la col (Pieris brassicae) aparece antes. Foto: J. gállEgo.

1

2

3

4

Page 41: El Ecologista nº 54

41el ecologista, nº 54, otoño 2007

Estas evidencias son fácilmente visibles para los que observamos las estaciones del año, la llegada de las aves migratorias o para quienes estamos expectantes de la floración de los almendros. Si además tienes cierta edad, la información acu-mulada ayuda a una mejor y acertada interpretación de los cambios que están manifestando algunos seres vivos. Además, los trabajos de seguimiento sistematizados realizados por las instituciones y Adminis-traciones Públicas confirman definitiva-mente que los efectos de cambio climático se deben de describir en términos verbales de presente, no de futuro. Relacionemos algunos de ellos.

Un claro signo de una posible situa-ción de estrés acentuado por el cambio climático lo representa el fenómeno de la seca, que en España empezó a detectarse a principios de los años 80. Consiste en una defoliación y amarilleo de especies leñosas, con elevadas tasas de mortalidad en algunos casos. Hay un consenso entre los expertos de que la seca está determi-nada de forma clara por dos factores, el clima, que debilita a la planta y la hace más vulnerable al otro factor, los organismos patógenos.

En los Pirineos centrales se está ob-servando una mayor frecuencia de sep-tiembres secos en las décadas de los 70 y 80, cuyo efecto más visible y palpable es el decaimiento del abeto en forma de demolición y mortalidad prematura.

El aumento de las temperaturas, de la oscilación térmica y la disminución de las precipitaciones, junto a un aumento notable de la aridez primaveral –por la escasez de nevadas de noviembre a marzo– ha provocado una reducción del agua disponible y la muerte de 700 hectáreas cubiertas de pinar en la Sierra de Filabres, en Almería. Otras 10.000 hectáreas de la zona se encuentran en una situación de riesgo, según la Conse-jería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Varios investigadores han comprobado como aumenta la procesionaria en Sierra Nevada, y con ella las consecuencias negativas para el pino silvestre. Las zonas más elevadas han sido espacios acotados a la procesionaria. Pero, con la subida de las temperaturas invernales se observan bolsones de color blanquecino –mecanis-mo que tiene la larva procesionaria para mantenerse caliente– en pinos silvestres hasta a 2.000 metros de altitud.

Determinadas especies de anfibios en Europa y Norteamérica están adelantando su periodo reproductivo. En España el inicio de este tipo de estudios con anfibios son recientes, pero todo apunta a que la

Bibliografía consultada- MorEno J. M. (dir/coord.). Evaluación

Preliminar de los Impactos en España por efecto del Cambio Climático. Ministerio de Medio Ambiente.

- valladarEs, F. y otros. Ecología del bosque mediterráneo en un mundo cambiante. Ministerio de Medio Ambiente

- caMprodon, J. y plana, E. (eds). Conservación de la Biodiversidad y gestión forestal.

- VVAA. Los Bosques Ibéricos.- JEsús cHarco (coord.). La regeneración natural

del bosque mediterráneo en la Península Ibérica.- zaMora, r. y pugnairE, F. Ecosistemas

Mediterráneos. Análisis Funcional. CSIC. Asociación Española de Ecología Terrestre.

- Ecologistas En acción. 2007: Incendios Forestales, análisis y propuestas.

- FuEntEs, J. L. Botánica Agrícola. - consEJEría dE MEdio aMbiEntE dE la Junta dE

andalucía. Manual de ordenación de Montes de Andalucía.

tendencia es similar.Se han observado numerosos cambios

fenológicos en aves. Se trata tal vez del grupo faunístico, junto a los invertebra-dos, que evidencia de forma más nítida el impacto del cambio climático. Algunas especies están adelantado su periodo reproductivo, como se ha podido compro-bar con una población de herrerillo común en el centro de la Península.

También se ha confirmado un descen-so en el éxito reproductor, pérdida de condición de los pollos al emanciparse y menor reclutamiento de individuos en el papamoscas cerrojillo durante la última década y media.

Se ha constatado el retraso en la fecha de llegada primaveral para 6 especies de aves en los últimos 50 años. El número de individuos de especies migratorias sub-saharianas se está incrementando notablemente en los últimos años en la Península Ibérica.

La fecha de aparición de la mariposa blanca de la col –una plaga para los culti-vos de las distintas especies de coles– se ha adelantado 11 días entre los años 1952 a 2000.

Desde 1988 se ha comprobado que en el noreste de España el periodo de inicio del vuelo en un elevado número de especies de lepidópteros ropalóceros se inicia antes. Son sólo algunos ejemplos de las si-tuaciones cambiantes que ya se vinculan con los efectos del cambio climático en España. Un impacto que se ve acentuado por la interacción con otros factores de tensión y de alteraciones como los cam-bios de uso del territorio, su fragmenta-ción, la contaminación puntual y difusa, o la sobreexplotación de los recursos hídricos.

5

6

7

8

Page 42: El Ecologista nº 54

42 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Urge una gestión adaptativa de las zonas forestales

BosquesRaúl Navarrete, Ecologistas en Acción

Los bosques y terrenos forestales ocupan en el Estado español más de 26 millones de hectáreas, el 51,4% de su superficie [1]. La sociedad recibe de ellos múltiples

bienes y servicios, como son los productos de interés comercial, la protección frente a la erosión, el control y regulación del ciclo hidrológico, la contribución a la conservación de la biodiversidad y el uso recreativo. El origen de algunas especies de pinos o robles se remonta a millones de años y han superado varias fluctuaciones climá-ticas. Los árboles adultos son capaces de soportar un cierto grado de estrés ambien-tal, pero su sensibilidad aumenta en las fases de regeneración de la masa forestal. Junto al cambio climático, la regresión del medio aumenta la sensibilidad de las especies, dado que muchos bosques no pueden reocupar hoy áreas que ocuparon con anterioridad, debido, por ejemplo, a los problemas de erosión por falta de cubierta vegetal, a la sobreexplotación de recursos hídricos o a la ocupación del suelo por urbanización o construcción de infraestructuras.

Consecuencias del cambio climáticoTanto las plagas y enfermedades como los incendios forestales, que se incrementarán con los cambios previstos, pueden jugar un papel fundamental en la fragmentación de las áreas forestales. Algunas especies perforadoras o defoliadoras pueden llegar a completar dos ciclos biológicos en un año o aumentar su área de colonización como consecuencia de los inviernos más benignos. A pesar de que el 95% de los incendios están causados por las personas, con el aumento de las temperaturas y de la sequedad del suelo que llevará aparejada el cambio climático, aumentará el riesgo de incendios forestales y la superficie quemada por los mismos.

La fisiología de la mayor parte de las especies forestales se puede ver profun-damente afectada. Los caducifolios alargan su periodo vegetativo, la renovación foliar y de las raíces finas de los perennifolios se acelera, alterando el balance de carbono interno de la planta. El mayor consumo de carbono que el árbol debe invertir para renovar estas estructuras incrementa el consumo de carbohidratos de reserva, aumentando la vulnerabilidad de los eco-sistemas forestales. El retorno de materia orgánica al suelo en forma de hojarasca y raíces finas puede aumentar los aportes de materia orgánica al suelo a la vez que re-duce la producción de madera. Existe una alta probabilidad de que muchos de nues-tros ecosistemas forestales se conviertan en emisores netos de carbono durante la segunda mitad del presente siglo. Las zonas culminales de las montañas, los ambientes más xéricos, y los bosques de ribera son algunas de las zonas que pueden resultar más vulnerables al cambio climático [2].

Incendios forestales y cambio climático

Los incendios forestales favorecen el cambio climático al emitir gases de efecto invernadero y, a su vez, el cambio climático está incrementando el riesgo de

incendios forestales. Entre 1970 y 2001, se emitieron en España por estos incendios más de 100 millones de toneladas de gases de efecto invernadero.

Notas y referencias1 MinistErio dE MEdio aMbiEntE, 2002: Plan

Forestal Español.2 J. M. MorEno et al. (2005). Evaluación

Preliminar de los Impactos en España por Efecto del Cambio Climático. Ministerio de Medio Ambiente.

Gestión adaptativaAnte los cambios previsibles, es más que aconsejable aplicar una gestión adaptativa. Para ello, deben adoptarse aquellas técni-cas selvícolas compatibles con la conser-vación de la biodiversidad y que mejoren la respuesta de nuestros montes al cambio climático. Igualmente resulta importante la cuidadosa selección de la procedencia de las semillas en las repoblaciones para una gestión adecuada de la diversidad genética. Entre las necesidades más apremiantes para el futuro destaca la de disponer de un conocimiento más preciso sobre las biomasas subterráneas de nuestras espe-cies forestales, dado el papel primordial que la fracción subterránea juega en la respuesta a las perturbaciones y con el fin de precisar los valores del carbono acumulado en nuestros bosques. También urge el establecimiento o consolidación de redes de observación y análisis de los factores ecofisiológicos que determinan la regeneración y, en conjunto, la respuesta del bosque a los cambios ambientales. Todo ello a fin de potenciar el desarrollo y aplicación de los modelos de crecimiento forestal, especialmente los basados en procesos fisiológicos, para prever las res-puestas del bosque a cambios ambientales y diseñar y aplicar patrones de gestión adecuados.

CAMBIO

CLIMÁTICO Y... CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Pino

silv

estr

e se

co p

or e

l est

rés

clim

átic

o. Fo

to: E

colo

gis

tas E

n a

cció

n.

Foto

: co

nsE

RJER

ía d

E mEd

io a

mbi

EntE

, JU

nta

dE a

nd

alU

cía

.

Page 43: El Ecologista nº 54

43el ecologista, nº 54, otoño 2007

Dramáticas reducciones de los glaciares de las áreas de montaña

MontañasRosa Fernández-Arroyo

Rosa Fernández-Arroyo, presidenta Asociación RedMontañas

En julio de 2003, varias avalanchas de roca y nieve barrieron diversas vertientes del emblemático Cervi-no, en Suiza. Como resultado, más de setenta escaladores tuvieron

que ser rescatados en helicóptero: la ma-yor evacuación en masa de la historia del montañismo. Un año antes, en el Cáucaso ruso, alrededor de ciento cincuenta perso-nas murieron cuando un enorme despren-dimiento procedente del glaciar de Maili impactó sobre la aldea de Karmadon. Por todas partes, los seculares procesos de erosión y fragmentación de las formas del relieve de las montañas parecen estar acelerándose y cobrando impulso. Las rocas y masas de hielo se desprenden y los glaciares se funden. Comparemos la realidad actual de nuestros familiares gla-ciares del Vignemale, el Aneto o el Monte Perdido con esos panoramas para el re-cuerdo de hace sólo unas décadas. Una transformación que ha sucedido dentro del rango temporal de la experiencia de sus testigos, los visitantes humanos.

Se funde el cemento de las montañasLos científicos avisan que las montañas se encuentran entre las áreas que experi-mentarán con más fuerza el fenómeno del cambio climático, y los acontecimientos hace tiempo que les dan la razón. En los macizos de los Alpes como en muchas otras montañas del mundo, la costra de

suelo congelado que es el permafrost, y que mantiene soldados entre sí los inmensos bloques, caras y pilares de roca de las mon-tañas –y al que también están ancladas las pilonas y estaciones de los teleféricos y otras infraestructuras de las montañas– se está descongelando, provocando inestabi-lidad de las masas glaciares y desprendi-mientos que ya han provocado diversos accidentes. Y en el futu-ro todos estos procesos irán en aumento, re-sumió reciente-mente en Zuri-ch la Internatio-nal Permafrost A s s o c i a t i o n , que cada cuatro años congrega a los más relevantes clima-tólogos, ingenieros civiles y geólogos para intercambiar información y datos acerca de las capas de hielo que cubren el suelo de las regiones más frías del mundo.

Efectos de largo alcanceUn estudio presentado este mismo año 2007 por científicos del CSIC dirigidos por el geógrafo David Nogués, analiza los cambios que previsiblemente tendrán lugar en las montañas de todo el mundo como efecto del cambio climático, en función de diversos escenarios posibles de emisiones de gases de efecto invernadero. Las montañas, refuerza este estudio, se cuentan entre los ecosistemas más frágiles del planeta. Son áreas de alta importancia

para la biodiversidad, reuniendo múltiples endemismos, especies y ecosistemas, pero además tienen un papel vital como alma-cenes de agua y proveen múltiples servi-cios, tangibles e intangibles, no sólo a sus habitantes –aproximadamente un 26% de la población mundial habita en las monta-ñas– sino que su influencia excede amplia-mente la de sus límites geográficos, hasta

el punto de que más de la mitad de la humanidad depende de un modo u otro de los recursos y servicios de las montañas. El calentamiento del clima afecta-rá fundamental-

mente a la distribución de las especies alpinas y a la propia supervivencia de muchas de ellas, así como a la retirada de los glaciares y a la alteración de los ciclos hidrológicos. El estudio del CSIC predice para las montañas una tasa de calenta-miento que como mínimo duplicará la del pasado siglo. Esto se traducirá en un ascenso de las isotermas de entre 380 y 550 metros en las montañas de latitudes medias de Europa y Norteamérica, depen-diendo del escenario de emisiones. Se prevén, por tanto, consecuencias im-portantes sobre la dinámica de los recursos hídricos, ya que habrá menos acumulación invernal de hielo y nieve y por tanto el caudal de los ríos en primavera se verá reducido y por la misma razón se verán

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Todos los estudios coinciden en que los efectos del cambio climático serán especialmente críticos sobre la fauna, flora, suelos y recursos hídricos y forestales de las montañas. Urgen, por tanto, estrategias decididas de protección y conservación

de las montañas, anticipándose a las situaciones por venir. Pero hasta ahora los planes oficiales sólo se limitan a la valoración de los problemas que está causando y causará el cambio climático a los espacios de montaña.

Foto

: ig

na

cio

FER

Ran

do

.

Desprendimientos en Karmadon

Page 44: El Ecologista nº 54

44 el ecologista, nº 54, otoño 2007

alterados los mecanismos de recarga de los acuíferos. El estudio señala que en los paí-ses áridos los recursos hídricos dependien-tes de las montañas suponen hasta más del 90% del total, lo que da una idea de la seriedad de los probables efectos sobre el bienestar y la economía aguas abajo de las montañas. También afectará al poten-cial hidroeléctrico de los ríos de montaña, refiriendo los expertos una reducción de hasta un 25% de dicho potencial en los países del sur y sureste europeos. La gra-vedad de los efectos del cambio climático

para las poblaciones humanas será más crítica en los países más pobres, debido a su inferior capaci-dad de adaptación. El estudio del CSIC

coincide con muchos otros autores y pre-visiones económicas (como el reciente informe de la OCDE para las estaciones alpinas europeas) en que el negocio del esquí dejará de ser viable en muchos luga-res, especialmente por debajo de los 2.000 metros de altitud. Esto, indica el propio David Nogués, “supone una advertencia muy seria para una industria turística que mueve setenta millones de turistas en los Alpes en un solo año. Y esta situación es perfectamente extrapolable a la industria del esquí en España”. Una conclusión im-portante de todo esto es que los beneficios económicos ya no podrán servir de argu-mento para justificar el elevado impacto ambiental impuesto por la construcción o ampliación de las instalaciones dedicadas al esquí alpino.

Estudios y planes en EspañaEl Ministerio de Medio Ambiente puso en marcha el llamado proyecto ECCE, Efectos del Cambio Climático en España,

bajo el que se realizó un concienzudo estudio sobre dichos efectos [1]. Como era de esperar, a través de los distintos apartados de este estudio se reitera que los efectos del cambio climático serán especialmente críticos sobre la fauna, flora, suelos y recursos hídricos y forestales de las montañas. Tomando como base, entre otros, los resultados de este estudio, salió a la luz en 2006 el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNA) aprobado por la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático y el Consejo Nacional del Clima [2]. Se asume que muchos sec-tores y sistemas ecológicos, económicos y sociales en España son vulnerables en mayor o menor medida al cambio climá-tico, de tal modo que el PNA ha de ser el marco general de referencia para las actividades de evaluación de impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático.

Con valorar no bastaPara las zonas de montaña (sin duda es significativo su reconocimiento como un sector clave) el PNA señala un horizonte temporal “subjetivo” de actuación de 10 a 100 años (cuando entiende que, por ejemplo, el horizonte para “Salud humana”

Los glaciares retroceden, las plantas asciendenEl Kilimanjaro ha perdido el 82% de su casquete helado desde 1912. Tanto los Alpes

europeos como las montañas del Cáucaso han perdido la mitad de su masa helada a lo largo del siglo pasado. Los glaciares de Nueva Zelanda han encogido un 26% desde 1890, y en los miles de glaciares de la cordillera de Tien Shan, fronteriza entre China y Ru-sia, un 22% del volumen de hielo ha desaparecido a lo largo de los últimos 40 años.

El glaciar Qori Kalis, en Perú, se retiró una media anual de cuatro metros entre 1963 y 1978. Pero en 1995 dicha media era de 30 m/año. En las montañas andinas, como en el reino de Bhután o en los valles del Himalaya, el intenso ritmo de fusión de los glaciares multiplicará, a corto plazo, la frecuencia de las avenidas de agua y el desbor-damiento de los ríos, provocando tragedias humanas e impidiendo el adecuado control y aprovechamiento de los recursos hídricos e hidroeléctricos.

En treinta cumbres de los Alpes Euro-peos, el número de especies de plantas ha aumentado en las últimas décadas, debido al movimiento ascendente de las mismas como consecuencia de la elevación de las temperaturas. El ritmo de ascenso para las ocho especies más comunes es de cuatro metros por década. Esto mismo se está constatando, por ejemplo, en nuestras montañas del Sistema Central, en donde el piorno y los rodales de enebro ganan alti-tud, a costa de la superficie de los pastiza-les de cumbres. En Australia, ecosistemas alpinos completos podrían desaparecer en 70 años: más de 250 especies alpinas de sus cumbres no tienen ya, literalmente, a dónde ir.

Mon

te P

erdi

do 1

905,

© l

Uci

En b

RiEt

/mU

sEé p

yRén

éEn

Mon

te P

erdi

do 2

004,

© g

REEn

pEa

cE/c

lEm

EntE

álV

aRE

z

Un 26% de la población mundial habita en las montañas.1. Foto: Jack d. iVEs.2. Foto: Félix gª Rosillo.

1

2

Gla

ciar

Qor

i Kal

is (P

erú)

en

1930

y 2

007.

Foto

s: o

hio

sta

tE U

niV

ERsi

ty

Page 45: El Ecologista nº 54

45el ecologista, nº 54, otoño 2007

Notas y referencias:

1 El informe final del proyecto ECCE –publicado en 2005 bajo el nombre Evaluación Preliminar General de los Impactos en España por Efecto del Cambio Climático– ha integrado, bajo la dirección de José Manuel Moreno, el trabajo conjunto de más de 400 expertos, científicos y técnicos españoles e internacionales. Ver www.mma.es/portal/secciones/cambio_climatico/areas_tematicas/impactos_cc/eval_pre_imp_esp_cc.htm

2 PNA, Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, en www.mma.es/portal/secciones/cambio_climatico/areas_tematicas/impactos_cc/pnacc.htm

- MccartHy, J.J., et al. (eds.) 2001: Climate Change 2001: Impacts, Adaptation, and Vulnerability: Contribution of Working Group II to the Third Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change, Cambridge University Press.

- nogués-bravo, D., et al., Exposure of global mountain systems to climate warming during the 21st Century. Global Environmental Change (2007), doi:10.1016/j.gloenvcha.2006.11.007

Medidas para la conservación de las montañasEl informe ECCE [1] recomienda,:

Adopción de un marco supraautonómico para las estrategias de conservación. Compromiso colectivo para la financiación de los bienes y servicios de los ecosis-

temas.Revisión de la política de conservación y espacios protegidos, incorporándose

cuanto antes los corredores ecológicos que, como se cumple en el caso de todas las áreas de montaña, aportan un amplio espectro microclimático e importantes gradientes altitudinales y latitudinales.

Integración de los criterios de minimización de la fragmentación y degradación de los hábitats en las políticas de ordenación del territorio.

Evaluación ambiental estratégica como marco más idóneo para la valoración de los impactos ambientales en áreas de alto valor ambiental.

Consideración de las interacciones entre los efectos ambientales de los proyectos y los impactos derivados del cambio climático.

Gestión forestal adaptativa, y en general prácticas agrosilvopastorales en la que la conservación de los suelos y la biodiversidad, y la regeneración después de incendios, cobren primacía frente a los criterios productivistas.

Control de usos del suelo en las zonas de recarga de los acuíferos y control de los usos de las aguas superficiales y subterráneas. El estudio señala en concreto la in-compatibilidad del aprovechamiento intensivo del esquí con la conservación de las áreas de montaña, desaconsejándose explícitamente el uso de aguas subterráneas para la fabricación de nieve artificial.

que se están acometiendo las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero– conseguir que bajen las temperaturas, que nieve más o que la nieve se mantenga en las cumbres por más tiempo. Pero sí existen conocimien-tos, recursos y herramientas normativas para empezar ya a trabajar para mejorar la salud y la capacidad de adaptación de los ecosistemas de montaña, impidiendo al mismo tiempo los usos que las afecten negativamente y contribuyan a su degra-dación irreversible. Si pensamos que en Reino Unido funciona desde hace casi una década un Programa Nacional para los Impactos del Clima, o que la propia Angela Merkel ya dijo en Davos que, de proseguir el cambio climático, “nuestros hijos ya no verán las nieves en las montañas alemanas y no sa-bemos si seguirán creciendo los robles en España”, conviene preguntarse si en este país no deberíamos estar, ya hace mucho tiempo, poniéndonos las pilas.

es de 1 a 20 años). Después de reconocer que “todas las evaluaciones de impacto realizadas hasta el momento reconocen a las zonas de montaña entre las áreas más vulnerables al cambio climático”, el PNA se limita a señalar como prioritarias las dos líneas de actuación siguientes: “car-tografía de impactos al cambio climático en los principales sistemas montañosos españoles” y “desarrollo de una red de seguimiento del cambio climático en la alta montaña española”. Por su parte, el Primer Programa de Trabajo de Adaptación al Cambio Cli-mático, actualmente en curso, ha selec-cionado para entrar en materia tres áreas transversales fundamentales: recursos hídricos, biodiversidad y zonas costeras. Para el caso de la biodiversidad, el objetivo del programa es “identificar los hábitat y los taxones españoles más vulnerables al cambio climático en España, y estimar su capacidad de adaptación al mismo durante el siglo XXI.” En opinión de la Asociación RedMonta-ñas, ni los objetivos del PNA para el caso de las áreas de montaña ni los del Primer Programa en lo que se refiere al ámbito de la biodiversidad española son lo suficiente-mente anticipativos al limitarse en exceso al aspecto valorativo de los problemas que está causando y causará el cambio climático a los espacios de montaña. Falta la integración de las numerosísimas reco-mendaciones y medidas para las distintas políticas que, según los resultados del ECCE, habrían de empezar a aplicarse cuanto antes en las áreas de montaña si lo que se desea es prevenir males mayores para su biodiversidad y sus ecosistemas, y por tanto para los recursos y servicios ambientales que de las zonas de montaña se derivan. Según el estudio del ECCE, sería muy conveniente la catalogación o creación de “zonas o áreas especialmente sensibles al cambio climático” para aquellas áreas con ecosistemas originales únicos o especies amenazadas o endémicas que no tengan opción para desplazar su hábitat y puedan sufrir extinción. Los territorios de alta montaña, señala el estudio, ejemplifican perfectamente estas zonas. En resumen, se echa de menos por parte de nuestras autoridades ambienta-les una percepción clara del papel de las áreas de montaña dentro del contexto de la conservación, de la economía y de las expectativas y requerimientos sociales. Quizás por eso no existe, o se pospone, la voluntad clara de anticiparse en lo posible a la degradación de estos sistemas naturales por causa del cambio climático. No es posible –y menos con la calma con

Foto

: Ed

Ua

Rdo

Viñ

Ua

lEs

Page 46: El Ecologista nº 54

46 el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Un tercio de las especies de anfibios del mundo se encuentran en peligro

Declive de los anfibiosJaime Bosch

Jaime Bosch, Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC

[email protected]

En la actualidad el cambio climático es, sin duda, la mayor preocupa-ción de los científicos y conserva-cionistas. Aunque el clima del pla-neta siempre ha sido cambiante,

nunca hasta ahora se había producido un calentamiento igual en tan corto espacio de tiempo. Desgraciadamente las preedi-ciones no son muy alentadoras, y aunque las medidas correctoras que ya han puesto en marcha algunos gobiernos se genera-licen o incluso se amplíen, la tendencia creciente difícilmente revertirá hasta que se produzca un cambio de mentalidad, individual y global, que frene el consumo energético. Por otro lado, y aunque nos ha llevado 20 años convencernos y poder demostrar con datos rigurosos el fenómeno del carác-ter global del declive de los anfibios, hoy en día la comunidad científica coincide en afirmar que nunca antes en la vida del planeta se había producido un tasa de ex-tinción de especies tan elevada. El último análisis de la situación realizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) a través del Glo-bal Amphibian Assessment es revelador: casi un tercio de las especies de anfibios del mundo se encuentran en peligro, y casi 200 especies podrían haberse extinguido ya. Sin embargo, quizás lo más preocupan-te de este informe de la UICN es recono-cer que, para muchos anfibios que están en declive en muchos lugares del mundo, ni siquiera conocemos cuáles son las cau-sas que están motivando su desaparición. Lo que sí sabemos hoy en día es que las causas del declive de los anfibios son mu-chas y de muy diversa naturaleza y, dado

que existen otras mu-chas más

inmediatas y evidentes, el cambio climá-tico no ha recibido mucha atención hasta ahora.

Supervivientes amenazadosPor ejemplo, cuando a la misteriosa des-aparición del sapo dorado de Costa Rica (Bufo periglenes) se sumó la de la mitad de las otras especies de anfibios de la región de Monteverde, algunos apuntaron a El Niño como posible causa del desastre. Y es que parecía que sólo un fenómeno a gran escala, como el aumento de la tem-peratura y el descenso de la precipitación producido por El Niño, podía explicar las misteriosas extinciones en una zona protegida y bien conservada. Sin embargo, nadie fue capaz de sugerir un mecanismo convincente para explicar la causa última de las desapariciones, y el nexo de unión entre ambos fenómenos no pudo esta-blecerse. Además, surgían otras dudas para en-tender cómo el cambio climático podría producir unos efectos tan drásticos en unos organismos que podemos calificar de supervivientes natos. En efecto, los anfibios cuentan con una larga historia evolutiva sobre un planta cambiante, y las especies actuales son las descendientes de aquellas que sobrevivieron a esos cambios drásti-cos. Por tanto, deberían haber adquirido adaptaciones que les permitieran superar dichos cambios. Sin embargo, existen algunos efectos del cambio climático sobre los anfibios que sí son evidentes. En Inglaterra, por ejemplo, los datos demuestran que dos especies de anuros hacen sus puestas entre 2 y 3 semanas antes de lo que lo hacían hace menos de 30 años, y 3 especies de tritones llegan ahora a reproducirse a las charcas entre 5 y 7 semanas antes. Este adelanto de la reproducción, motivado por el aumento de la temperatura, hace que los anfibios estén más expuestos a las heladas tardías, por lo que muchos

animales mueren congelados al inicio de la estación repro-ductora. También, el aumento de las temperaturas provoca en muchas zonas la desecación temprana de las masas de agua, con la consiguiente muerte de las larvas que no tienen tiempo de completar su metamorfosis. Además, el aumento de la temperatura del agua provoca una ade-lanto en el desarrollo larvario, lo que hace disminuir la talla de los ejemplares recién metamorfoseados, comprometiendo su supervivencia. También sabemos que el acortamiento del invierno y la actividad prematura de los anfibios al inicio de la estación tiene un efecto más sutil pero igualmente devasta-dor. El aumento prematuro de la tempera-tura al final del invierno hace que, una vez consumidas las grasas acumuladas en la anterior estación, la temperatura no resulte suficiente para que estos animales de san-gre fría puedan ingerir nuevos alimentos y completar el proceso digestivo. Así, en los últimos años, se ha comprobado que los ejemplares que llegan a las charcas presentan una peor condición física. Estas consecuencias del cambio climáti-co que podemos ya constatar no son nada comparadas con los efectos que previsible-mente provocará el aumento generalizado de las temperaturas en la distribución de los anfibios. Si analizamos los requerimien-tos ecológicos de las especies de anfibios sobre la base de su distribución actual, y proyectamos su distribución potencial en el futuro en función de los distintos esce-narios de cambio climático previstos para el año 2050, el panorama no puede ser más desolador. La mayor pérdida de anfi-bios de Europa ocurrirá, previsiblemente, en la Península Ibérica, donde la mayor parte de las especies desaparecerán como

Podemos constatar ya un cúmulo de consecuencias negativas del cambio climático sobre la supervivencia de muchos anfibios. Pero las proyecciones para el año 2050, de no cambiar las condiciones actuales de forma rápida, son desoladoras. La mayor perdida de anfibios de Europa ocurrirá, previsiblemente, en la Península Ibérica. Entre los principales peligros está el aumento de la virulencia de infecciones patógenas, como la que producen algunos hongos.

1

2

Page 47: El Ecologista nº 54

el ecologista, nº 54, otoño 2007 47

consecuencia del avance de las condicio-nes áridas que hoy en día encontramos en el norte de África.

Aumento de infeccionesPero además de todo esto, hoy sabemos que las condiciones climáticas pueden facilitar indirectamente las epidemias de enfermedades infecciosas, e incluso que el cambio climático es el responsable del brote de ciertos patógenos. Como es bien sabido, las enfermedades infecciosas pueden causar declives poblacionales muy rápidos y, en ocasiones, extinciones de especies. Muchos patógenos son muy sensibles a la temperatura, la lluvia o la humedad, y por lo tanto el calentamiento global puede incrementar su desarrollo, fa-vorecer sus tasas de supervivencia, facilitar su transmisión, o aumentar la susceptibili-dad de los hospedadores. Aunque algunos patógenos pueden verse perjudicados por el calentamiento global, la mayoría de ellos presumiblemente se verán favoreci-dos, y los impactos de las enfermedades crecerán. Por ejemplo, y en el caso particular de los anfibios, se ha constatado que el calentamiento global de los últimos años está haciendo que baje el nivel de agua en ciertas charcas someras del oeste de EE UU. Por ello, la radiación ultravioleta tipo B está llegando ahora con más intensidad a las puestas de los anfibios, y esto hace que aumente su susceptibilidad ante el hongo Saprolegnia ferax que produce la muerte de los embriones. Sin embargo, existe una especie de

hongo patógeno de los anfibios que se está revelando mucho más peligrosa. Se trata de Batrachochytrium dendrobatidis, un hongo descrito recientemente y que es ya el responsable del declive y la extinción de numerosas poblaciones y especies en todo el mundo. Este organismo produce en los anfibios una enfermedad específica conocida como quitridiomicosis. Dada su gran virulencia en muchas especies de anfibios y su escasa diversidad genética, parece razonable pensar que el hongo ha entrado en contacto recientemente con sus nuevos hospedadores al haber sido introducido por el hombre en las zonas afectadas. Además, los análisis de ejem-plares de colecciones científicas indican que antes de producirse las mortalidades masivas el hongo sólo estaba presente en el sur del continente africano, desde donde podría haber sido introducido mediante el masivo comercio internacional de Xenopus laevis (rana de uñas africana). Por otro lado, desde el descubrimiento de esta nueva amenaza de los anfibios, fueron muchos los investigadores que pensaron que el llamado hongo asesino podría haber estado presente en las zonas afectadas antes de que se produjeran las mortalidades masivas. Según esta hipóte-sis alternativa, la reciente incidencia de la quitridiomicosis en los anfibios podría estar motivada por un cambio en las con-diciones ambientales, que favorecerían el desarrollo del hongo o bien aumentarían la susceptibilidad de los anfibios. Ahora sabemos que el hongo asesino es especialmente sensible a la temperatura,

presentando en laboratorio un crecimiento óptimo entre 17 y 25ºC. Por otro lado, el hongo es capaz de sobrevivir, e incluso crecer lentamente, a 4ºC, pero muere en poco tiempo cuando se superan los 29ºC. Es decir, el temible hongo asesino de an-fibios prefiere zonas frescas, y por tanto el calentamiento global podría al menos frenar su incidencia sobre los anfibios al calentar el medio. Sin embargo, recientemente algunos investigadores apuntaron una nueva po-sibilidad: el cambio climático podría, en determinadas zonas del planeta, estar modificando la temperatura del medio acercándola al óptimo de crecimiento del hongo. En concreto, estos investigadores relacionaron el declive catastrófico de las ranas arlequín del género Atelopus de Centroamérica con el incremento de la nubosidad en la zona como consecuencia del calentamiento global. Curiosamente, el calentamiento en estas zonas húmedas del planeta podría estar aumentando la nubosidad e impidiendo así que los rayos de sol calienten el suelo. De esta forma, la temperatura a nivel del suelo estaría bajando, favoreciendo el crecimiento del hongo. Esta hipótesis sería aplicable sólo a zonas tropicales, y no explicaría porque la quitridiomicosis está actuando ahora en otras latitudes. Nuestro trabajo en España y en otros países del mundo indica que, sin duda, el hongo patógeno está más distribuido de lo que cabría esperar si su introducción fuese reciente. Asimismo, se constata que la gran mayoría de brotes

1 y 3. Ejemplares de sapo partero común (Alytes obstetricans) muertos por la acción del hongo patógeno. Foto: aUtoR.2. Sapo dorado (Bufo periglenes), una de las especies desaparecidas en zonas de Centroamérica. Foto: Usa Fish and WildliFE sERVicE.4. El cambio climático parece ser el causante del declive de las ranas arlequín en Centroamérica.5. La nieve comienza a deshacerse en el Parque Natural de Peñalara. Foto: aUtoR.6. Salamandra común (Salamandra salamandra) del Parque Natural de Peñalara muerta por quitridiomicosis. Foto: aUtoR.

3

4

5

6

el ecologista, nº 54, otoño 2007 47

Page 48: El Ecologista nº 54

48 el ecologista, nº 54, otoño 2007

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30

temperatura (ºC)

% d

ías

Más información- boscH J, carrascal lM, durán l, WalkEr

s, FisHEr Mc, 2007. Climate change and outbreaks of amphibian chytridiomycosis in a montane area of Central Spain; is there a link? Proceedings of the Royal Society B 274:253-260

- boscH J, MartínEz-solano I, 2006. Chytrid fungus infection related to unusual mortalities of Salamandra salamandra and Bufo bufo in the Peñalara Natural Park (Central Spain). Oryx 40:84-89

- boscH J, MartínEz-solano i, garcía-parís M, 2001. Evidence of a chytrid fungus infection involved in the decline of the common midwife toad (Alytes obstetricans) in protected areas of Central Spain. Biological Conservation 97:331-337

- pounds Ja, bustaMantE Mr, coloMa la, consuEgra Ja, FogdEn Mp, FostEr pn, la Marca E, MastErs kl, MErino-vitEri a, puscHEndorF r, ron sr, sancHEz-azoFEiFa ga, still cJ, young bE, 2006. WidEsprEad aMpHibian Extinctions FroM EpidEMic disEasE drivEn by global WarMing. naturE 439:161-167

- garnEr tWJ, WalkEr s, boscH J, Hyatt ad, cunningHaM aa, FisHEr MC, 2005. Widespread European distribution of a global amphibian pathogen. Emerging Infectious Disease 11:1639-1641

de la enfermedad se producen en zonas altas de montaña, mientras que en muchas zonas bajas la presencia del patógeno no resulta peligrosa incluso para las especies más susceptibles.

Exterminio en PeñalaraEn el Parque Natural de Peñalara, en la Comunidad de Madrid, hemos podido seguir la incidencia de la quitridiomicosis desde que detectamos su incidencia hace ya casi 10 años. Se trata de un espacio de alta montaña protegido desde hace muchos años y relativamente bien con-servado, y donde, sin embargo, se ha producido un episodio severo de quitridio-micosis que casi ha exterminado las antaño abundantes poblaciones de sapo partero común, y compromete la supervivencia de otras dos especies de anfibios. Ahora sabemos, además, que la incidencia del cambio climático en nuestras latitudes es más evidente precisamente en las zonas de montaña, y ya tenemos datos robustos sobre sus efectos sobre la flora y la fauna alpina en Europa. Por lo tanto, y con objeto de analizar si la incidencia de la quitridiomicosis en Peñalara estaba relacionada con cambios

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

ambientales, realizamos un análisis profun-do de las condiciones ambientales, antes y después de la aparición de la enferme-dad, mediante el estudio de 20 variables meteorológicas. Los resultados fueron concluyentes: las condiciones ambientales habían variado en la zona antes y después de la aparición de la enfermedad, y en los últimos años cada vez hay mayor número de días soleados y calientes, las tempera-turas bajas se han moderado, y los invier-nos son cada vez más cortos. Además, y como cabría esperar, las tendencias que observamos con los datos recogidos en las estaciones meteorológicas de la zona mostraron una correspondencia clara con eventos meteorológicos en latitudes me-dias, como es la Oscilación del Atlántico Norte, mediante mapas compuestos de anomalías de altura de geopotencial. Como también era esperable, el análisis de las anomalías de temperatura mostró una tendencia positiva en la zona en los últimos años. Pero más revelador resultó comprobar cómo las mayores anomalías se registraron a partir de 1995, y alcanzaron el máximo en 1997, es decir, justo antes de producirse el brote de la enfermedad. Además, analizamos el comportamien-to de las temperaturas máximas registradas durante el período del año en el que las especies afectadas experimentan mayores mortalidades (durante los meses de vera-no, cuando completan la metamorfosis), antes y después de la aparición de la en-fermedad. Así, pudimos comprobar cómo el número de días en los que se alcanzan temperaturas comprendidas entre 21 y 27ºC se había incrementando drástica-mente desde que se vienen sucediendo las mortalidades masivas. Mientras tanto, el número de días con temperaturas poco favorables para el desarrollo del hongo (inferiores a 21ºC o superiores a 27ºC) no ha variado significativamente. Es decir, en los últimos años el calentamiento global ha favorecido en Peñalara las tempera-turas óptimas de crecimiento del hongo,

mientras que no ha hecho que se alcancen las altas temperaturas que inhiben su cre-cimiento. Parece, por tanto, que el cambio climá-tico podría estar elevando las temperaturas en las zonas altas de montaña de latitudes templadas, haciendo que estos ambientes, antaño demasiado fríos para el desarrollo del hongo, resulten ahora un ambiente ideal para su crecimiento. Aún es pronto para conocer el verdade-ro papel del cambio climático en el declive generalizado de los anfibios. Pero parece claro que, a medida que conocemos más sobre sus efectos, podemos afirmar con rotundidad que el calentamiento global será sin duda la amenaza más seria a la que deberán enfrentarse esos grandes supervivientes de piel húmeda y ojos saltones.

% dE días En pEñalara con tEmp.10-30ºc

Proporción del número de días entre 15 junio y 15 sept.en los que se alcanzan o superan temperaturas entre 10 y 30ºC en Peñalara antes del brote de quitridiomi-cosis (gráfica azul) y después (naranja). El recuadro rojo muestra las diferencias estadísticamente significativas (entre 21 y 27ºC) entre ambos períodos. Fondo verde: rango de temperaturas preferidas (óptimas en azul); fondo amarillo: temp. demasiado frías para el desarro-llo normal del hongo; fondo naranja: temp. letales.

1. Ranita de cristal de Sudamérica. 2. Lago en el Pirineo aragonés, una de las zonas de montaña con mayor incidencia de quitridiomicosis en Europa.3. Rana bermeja (Rana temporaria), especie poco susceptible a la quitridiomicosis. Fotos: aUtoR

1

2 3

Page 49: El Ecologista nº 54

49el ecologista, nº 54, otoño 2007

El cambio climático es un desafío más de carácter social que tecnológico

Aprender a cuidar el climaFrancisco Heras Hernández

Aunque el cambio climático apare-ce con frecuencia en los medios de comunicación, aún hay un abismo entre las valoraciones de los científicos y la percepción

social. Como es evidente, los cambios en nuestro estilo de vida son vitales para atajar este problema, por lo que las estra-tegias formativas y de participación son imprescindibles, aunque no siempre se les dé la relevancia que merecen. La etapa en la que los mensajes de alerta de los científicos sobre el fenóme-no del cambio climático eran ignorados parece estar tocando a su fin. En los últimos dos años el cambio climático ha escalado puestos en las agendas políticas y ha ganado visibilidad en los medios de comunicación. El número de artículos de prensa que tratan este tema se ha multipli-cado. El cambio climático ha saltado desde sus tradicionales reductos en las secciones de ecología o sociedad a las páginas de economía, internacional... ¡incluso a las secciones de cotilleos! Numerosas cadenas de televisión han emitido documentales o han organizado debates dedicados al tema. Si damos crédito a las últimas demos-copias, el problema empieza a ser objeto de un cierto reconocimiento público. En

España, ya son mayoría los que creen que se trata de un fenómeno real y que constituye un problema significativo [1]. Y son cada vez menos los que dudan de que el fenómeno está causado prin-cipalmente por la actividad humana [2]. Incluso un reciente eurobarómetro nos sitúa a la cabeza europea en materia de preocupación ante el cambio climático en el ámbito europeo [3].

Más sensibilidad, pero una comprensión limitada del problemaPero estos datos, sin duda positivos, no deberían producir un exceso de opti-mismo. Todavía hay un abismo entre las valoraciones de los científicos y las percep-ciones sociales. El cambio climático sigue sin aparecer en las listas de los problemas que preocupan seriamente a los españoles. Aún no es percibido como un tema prio-ritario ni existe al respecto una sensación de urgencia. Parece que, de momento, sólo han calado algunos mensajes básicos, mientras que la comprensión del fenó-meno con un cierto nivel de profundidad (esencial para comprender su auténtica gravedad y lo urgente de reaccionar) es aún minoritaria. Hay que reconocer que el fenómeno,

por su propia naturaleza, resulta difícil de entender, debido, entre otros factores, a que:

La distancia espacial y temporal que se-para a las causas de los efectos del cambio climático, hace difícil establecer relaciones sencillas entre ambos.

La causalidad del problema es comple-ja. El cambio climático es el resultado de la interacción de factores naturales y hu-manos, siendo, además, éstos últimos muy diversos (desde las emisiones originadas en los arrozales hasta las producidas por la deforestación o la quema de combus-tibles fósiles).

Las acciones específicas que contribu-yen a generar el problema, contempladas de forma aislada, no siempre parecen peligrosas. Es su efecto agregado el que las convierte en una amenaza. Un gesto cotidiano que la humanidad ha venido re-pitiendo a lo largo de miles de años como encender una estufa, sólo se convierte en peligroso cuando se realiza de manera simultánea en millones de hogares. Por otra parte, las descripciones del fenómeno que hacen los científicos chocan con algunas percepciones muy arraigadas, basadas en nuestras experien-cias personales:

La sensación de inmensidad de la

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Aunque el cambio climático aparece con frecuencia en los medios de comunicación, aún hay un abismo entre las valoraciones de los científicos y la percepción social. Como es evidente, los cambios en nuestro estilo de vida son vitales para atajar este problema, por lo que las estrategias formativas y de participación son imprescindibles, aunque no siempre se les dé la relevancia que merecen.

Foto

: Eco

log

ista

s En

acc

ión

.

Page 50: El Ecologista nº 54

50 el ecologista, nº 54, otoño 2007

38 / SOCIEDAD EL PAÍS, sábado 1 de septiembre de 2007

NURIA LIMÓN, MadridPoderío español en las altas esfe-ras. La prestigiosa revista de ne-gocios Forbes ha incluido a AnaPatricia Botín, presidenta de Ba-nesto, y a Rosalía Mera, cofunda-dora del gigante textil Inditex, enla lista de las 100 mujeres másinfluyentes del mundo. Ocupanlos puestos número 40 y 76, res-pectivamente, de una clasifica-ción que vuelve a encabezar, porsegundo año consecutivo, la can-ciller alemana Angela Merkel.

El liderazgo y habilidad paranegociar que esconde su cara deno haber roto un plato en su vidahan vuelto a situar como númerouno a Merkel. Forbes destaca supapel clave en varias cumbres po-líticas, sobre todo en la del G-8,donde fue decisiva su interven-ción para salvar el encuentro,aunque fuera con un acuerdo demínimos relativo a la reducciónde las emisiones de dióxido decarbono. “Merkel continúaasombrado al mundo”, reza lapublicación económica.

Ana Patricia Botín es la prime-ra española en aparecer en la lis-ta de las más relevantes. Privile-gio del que disfrutará durantemuchos años si se cumplen lospronósticos de la revista, que co-menta sobre ella que en el mun-do de las finanzas se da por he-cho que sucederá a su padre, Emi-lio Botín, en la presidencia delBanco Santander. De momento,

ella, con cerca de 30 años de expe-riencia en el mundo de la banca,sigue al frente de Banesto—propiedad del Santander—.

Fulgurante ha sido el éxito deRosalía Mera, la otra españolaque figura en la lista. Mera mon-tó hace más de 40 años un peque-ño negocio de venta de ropa conquien era su marido, AmancioOrtega, negocio que no hizo másque prosperar hasta convertirseen la segunda empresa textil delmundo que es hoy, Inditex, delque posee el 7%. El resto de sufortuna se reparte entre socieda-des inmobiliarias y el patrociniode distintos proyectos humanita-rios a través de su Fundación Pai-deia.

Sorpresa en el segundo puestode la lista. Hasta allí se ha aupa-do la viceprimer ministra de Chi-na, Wu Yi, a la que Forbes califi-ca como “una estrella en progre-sión dentro del Partido Comunis-ta”. Su trabajo se considera fun-damental en el imparable creci-miento de la economía del paísasiático. Entre otros logros, la re-vista hace especial mención a susesfuerzos para que China entra-ra en la Organización Mundialdel Comercio. Alerta, no obstan-te, sobre algunos de los proble-mas a los que se enfrenta la na-ción, entre ellos que la calidad demuchos productos made in Chinaesté bajo sospecha.

Espectacular es la ascensión

de Ho Ching, de Singapur y di-rectora ejecutiva de la empresaestatal de inversiones TemasekHoldings, que salta desde el pues-to 36 que ocupaba el año pasado

hasta el tercero. De Ching, espo-sa además del primer ministro deSingapur, resalta su discreción y“creciente fuerza que debe ser re-conocida”. La secretaria de Esta-

do de EE UU, Condoleezza Ri-ce, pasa de la segunda a la cuartaplaza. Las estadounidenses sonmayoría entre las 25 primeras pla-zas de la clasificación.

Ayer, países como Rusia, Canadáy Japón rehusaron el texto elabo-rado a lo largo de la semana yconsiguieron que se descafeinara.Según el texto de compromiso, lospaíses industrializados acordaronque los porcentajes deseables dereducción de emisiones —entreun 25% y un 40%— para impedirque la temperatura media globalaumente más de dos grados centí-grados constituyen unos buenosindicadores pero nada más.

Por su parte, el grupo de paí-ses en desarrollo, el G 77, quiereque los países desarrollados re-duzcan al menos en un 80% lasemisiones para 2020 y que com-pren los derechos de emisión alos países en desarrollo para al-canzar ese porcentaje. En declara-ciones a los medios de comunica-ción, Jamil Ahmad, coordinador

para el cambio climático delG77, dijo que esta reducción “se-ría su parte” de las reducciones aalcanzar en el periodo2012-2020. En 2012 termina lavigencia del protocolo de Kioto.

EE UU convocaAhmad se opuso ayer a terminarla asamblea sin fijar porcentajesconcretos de reducción ante lareunión de las partes del Conve-nio Marco de Naciones Unidassobre Cambios Climáticos a cele-brar en Bali en diciembre. Segúnla organización conservacionistaWWF fueron Canadá, Japón,Nueva Zelanda, Rusia y Suizalos países que se negaron a que sefijaran los porcentajes esta sema-na. Según otras fuentes, estos paí-ses esperan a ver qué va a pasar

en la ronda de reuniones que haconvocado Estados Unidos conlos países más contaminantes delplaneta. La primera será a fina-les de septiembre.

Mientras en Viena proseguíanayer las discusiones, la canciller

alemana Angela Merkel, revivióen Tokio la propuesta de asignarfinalmente a cada individuo, vivadonde viva, los mismos derechosde emisión de gases de efecto in-vernadero. Según Merkel, los paí-ses en desarrollo deben ser autori-

zados a aumentar sus emisionesper cápita mientras los países in-dustrializados reducen las suyas,hasta que ambos alcancen el mis-mo nivel. “Una vez que los paí-ses en desarrollo alcancen el ni-vel de los países industrializados,entonces empieza la reducción”,dijo ayer en Kioto.

Aubrey Meyer, un experto enclima del Instituto Global Com-mons, que sugirió la estrategia delas cuotas per cápita en 1995, sefelicitó de que Merkel la apoye.

“Han criticado muchísimo lapropuesta [denominada de con-tracción y convergencia] pero nopueden tumbarla, porque su me-todología es muy sólida”, dijo.

El primer ministro de la India,Manmohan Singh, propuso losobjetivos por cápita en la últimareunión de los países del G8 enjunio pasado. India y China ba-san su rápido crecimiento econó-mico en el uso del carbón, lo queaumenta mucho sus emisiones degases de efecto invernadero. Lasemisiones globales están crecien-do a un ritmo del 3% anual.

La propuesta de Merkel fueacogida con precaución ayer porel secretario general de la conven-ción, Yvo de Boer. “Probable-mente es la única solución defini-tiva equitativa”, dijo. “Sin embar-go, el problema es en qué plazose puede llegar a ella y si es realis-ta a corto plazo”.

Otros expertos en clima creenque no se pueden establecer cuo-tas como si fuera un sistema deracionamiento. “No se van a con-seguir los objetivos deseados si sevenden como un programa deausteridad”, dijo John Aston, de-legado del Ministerio de AsuntosExteriores británico.

Los países de Kiotorenuncian a fijar unanueva cuota de CO2Los objetivos de reducción para 2020quedan como meros indicadores en Viena

AGENCIAS, VienaLos objetivos de reducción de emisiones para 2020 discutidos estasemana en Viena por los países que han ratificado el Protocolo deKioto han quedado como meros recordatorios de lo que sería desea-ble para estabilizar el clima en el texto de compromiso alcanzado enla tarde de ayer en la reunión convocada por la ONU. Con vistas a lareunión de Bali en diciembre, no se presentarán objetivos concretos,aunque Europa mantiene su postura de reducir al menos un 30%.

Harlan Watson, jefe de la delegación de EE UU en la reunión de Viena. / AP

Dos españolas conpoderío mundial

‘Forbes’ sitúa a Ana Patricia Botín y RosalíaMera entre las 100 mujeres más influyentes

Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto (izquierda), y Rosalía Mera, cofundadora de Inditex.

De izquierda a derecha, Wu Yi (China), Ho Ching (Singapur) y Angela Merkel (Alemania).

ELPMUNDOEDICIÓN: MADRID

Precio: 1 euro

MIÉRCOLES 7 DE FEBRERO DE 2007

Año XIX. Número: 6.261

www.elmundo.es

FERNANDO GAREA

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.– El Gobierno no quiere

perder la batalla del Estatuto de Ca-

taluña. Y, en ese empeño, recibió

ayer el apoyo del Grupo Socialista y,

más bien, la advertencia del Partido

Socialista de Cataluña (PSC).

Fue en la reunión del Grupo Par-

lamentario Socialista, presidido por

la vicepresidenta primera, María Te-

resa Fernández de la Vega, donde la

diputada del PSC Elisenda Malaret

manifestó su pleno rechazo a la recu-

sación en el Tribunal Constitucional

del magistrado Pablo Pérez Tremps.

La diputada consideró «gravísi-

ma» dicha decisión y, según varios

de sus compañeros que asistieron al

encuentro, advirtió abiertamente de

que si cae el Estatuto de Cataluña,

después caerá el Gobierno, lo que es

una opinión generalizada en el

PSOE y en el mismo Ejecutivo.

Malaret, doctora en Derecho, hizo

una intervención muy técnica y ci-

tando a juristas, pero aseveró que la

decisión del TC está destinada «a de-

rrocar a un Gobierno», según confir-

maron a EL MUNDO varios diputa-

dos del PSOE. Sigue en página 8

Editorial en página 3

El PSC advierte a De la Vega que

si cae el Estatuto cae el GobiernoFÚTBOL / Dos magnates de EEUU compran el Liverpool que entrena Benítez por 310 millones de euros / 42

Los presos deETA inician unacampaña depresión por laamnistía y laindependencia

La banda guarda en pisos

«cientos de armas y

explosivos» según un jefe

de la Policía francesaPágina 14

Un vídeo, ocultado durante

años por EEUU, demuestra

que sus tropas mataron a

un soldado británico en IrakPágina 22

El sector del vino considera

«insuficientes» las cesiones

de la «inflexible» ministra

Salgado pero acepta dialogarPágina 31

CAMPUS

A los contribuyentes les

cuesta más de 24.000 euros

la formación de un graduado

FERNANDO LÁZARO

MADRID.– ETA quiere tensar la

cuerda del colectivo de presos. Tras

la difusión de una entrevista y una

foto del etarra José Ignacio de Juana

Chaos, ayer, los colectivos abertza-

les de apoyo a los presos de ETA

anunciaron una campaña de movili-

zaciones entre los internos etarras.

Así, han puesto en marcha una serie

de actos de protesta como plantes,

encierros y un ayuno a lo largo de es-

te mes para reivindicar el derecho de

autodeterminación y la amnistía, se-

gún confirmó ayer la asociación de

apoyo a estos reclusos Askatasuna.

Sigue en página 16

El conseller Sauraa favor de que«todas las drogas»

sean legalizadasPágina 21

Una nota de la UCO de 2003 revela

que Toro intentó vender Goma 2 a ETA

La Unidad remitió a la Dirección de la Guardia Civil un informe donde relata un

interrogatorioaunpresodeVillabonaquerelaciona la tramaasturianacon labanda

OVIEDO.– La Guardia Civil supo en

febrero de 2003, un año antes de los

atentados del 11-M, que Antonio To-

ro había negociado la venta de Go-

ma 2 a «unos jóvenes que pertene-

cían a ETA». Así lo contó J. I. P. M.,

un recluso de la cárcel de Villabona

(Asturias), a varios agentes de la

Unidad Central Operativa (UCO),

que elaboraron un informe que fue

remitido a la Dirección General del

Instituto Armado, y que hoy publica

EL MUNDO.

El preso relató que había habla-

do con Toro en dos o tres ocasiones

y advirtió de que éste poseía «unos

150 kilos de Goma 2 enterrados» y

que «el explosivo lo tiene almace-

nado Emilio [Suárez Trashorras]».

Esta declaración corrobora las

que ya realizaron a este periódico

los confidentes Nayo, Lavandera y

Rafá Zouhier. Página 18

Editorial en página 3

� Siempre hay peligro para aquellos que lo temen (George Bernard Shaw) �

OTRAS NOTICIAS

La diputada Elisenda Malaret

avisa en el Grupo Socialista que

el objetivo del Constitucional es

‘derrocar al Ejecutivo’ de Zapatero

El juez Pérez Tremps reconoce

que se está planteando dimitir y

el Gobierno se declara dispuesto

a sustituirlo de inmediatoFuentes gubernamentales

admiten que si el Estatuto se

declara inconstitucional habría

elecciones anticipadas en otoño

Unidos contra el cambio climático

«El cambio climático es el reto más importante de la

Humanidad». Con estas palabras, el presidente del Go-

bierno, José Luis Rodríguez Zapatero, resumió ayer la

visión que le transmitió el ex vicepresidente de EEUU,

Al Gore, en la reunión de hora y media que mantuvie-

ron. El político estadounidense, candidato al Oscar por

su documental sobre el calentamiento global, Una Ver-

dad Incómoda, impartirá hoy una conferencia en Ma-

drid sobre esta amenaza ecológica. En la foto, Zapatero

y Gore pasean por los jardines de Moncloa. Página 29

EMILIO NARANJO / EFE

36

EL PAÍS, sábado 10 de febrero de 2007

SOCIEDAD

Losmodelos que predicen el cam-bio climático en el mundo no sir-ven para dar una predicción enun país. No tienen precisión sufi-ciente. Por eso las herramientasque han servido para que los cien-tíficos reunidos porNacionesUni-das pronostiquen un aumentoprobable de tres grados a final desiglo había que reducirlas a unaescala aceptable para España.El Instituto Nacional de Me-teorología encargó la tarea al equi-po que dirige Manuel de Castroen la Universidad de Castilla-LaMancha y a la Fundación para laInvestigación del Clima. Uno par-ticipó en el proyecto europeo depredicción Prudence y otro en elStardex, que utilizaban distintasmetodologías. La intención delministerio era reunir todos los es-cenarios para España, actualizar-los y darles rango oficial. Que sir-van para planificar las infraestruc-turas, para ver si una estación deesquí es viable o si en una refores-tación hay que usar una especiemás resistente, por ejemplo.Los resultados, que el martespresentará el Ministerio de Me-dio Ambiente y que ayer adelantóen parte, no dejan lugar a dudas:España está en una de las zonasmás vulnerables al calentamiento,donde hay previstas grandes subi-das de temperatura, especialmen-te en verano.El modelo de la Fundación pa-ra la Investigación del Clima, ba-sado en aplicar la situación atmos-férica en el pasado y la temperatu-ra que eso creó en España conclu-ye con aumentos de temperaturaenormes. A partir de 2040, lamáxima anual asciende entre 2,8y 3,6 grados respecto a la tempera-tura registrada entre 1960 y 1990.El aumento de temperatura esmu-cho mayor en verano. En julio su-pera los cuatro grados (ver gráfi-co). El efecto es mucho mayor enel interior que en las costas.

Crecen las incertidumbresA partir de 2070 el aumento pre-visto de temperatura es aún ma-yor, aunque también crecen lasincertidumbres. Además, depen-diendo de la previsión mundialde emisiones, varía el rango detemperaturas. Si la humanidadopta por seguir emitiendo gasesde efecto invernadero a gran velo-cidad, el calentamiento será ma-yor, siempre según los científicos.La concentración de gases deefecto invernadero en la atmósfe-ra es actualmente de 379 partespor millón (ppm). En los últimos650.000 años había oscilado en-tre 200 y 280 ppm. Estos gasesfrenan la salida del calor que emi-te la Tierra y lo devuelven a lasuperficie. En el peor de los esce-narios previstos, la concentra-ción de CO

2 en la atmósfera al-canza las 1.250 ppm a final desiglo. En ese caso, la máxima enverano puede subir siete gradosrespecto a la actual. En el escena-rio optimista, las emisiones alcan-zan las 800 ppm a final de siglo yen verano la temperatura aumen-ta unos cinco grados. La media

máxima anual subirá entre 3,4 y5,6 grados, según el escenario. Yeso supone mucho calor.El modelo de la Universidadde Castilla-La Mancha para finalde siglo, que utiliza otra metodo-logía más compleja, da resultadosparecidos e incluso mayores. “To-dos van en la línea del calenta-miento y son coherentes”, expli-can fuentes científicas. Por eso loimportante no son los decimalesen la temperatura prevista, ya quese trata de predicciones y a muylargo plazo, sino que España, porsu situación geográfica, es muyvulnerable al calentamiento.La predicción que maneja elgrupo intergubernamental de cam-bio climático (IPCC en sus siglasinglesas) es menor que la de Espa-

ña. El IPCChabla de aumentos detemperatura en el planeta de entre1,8 y 4 grados frente a los 0,76 quesubió en el siglo XX. “Que en Es-paña haya previsto un aumento dela media de tres grados significaque habrá años mucho más cáli-dos”, explican las mismas fuentes.Respecto a las lluvias, la Fun-dación para la Investigación delClima predice descensos pero po-co significativos. En ese aspectolas incertidumbres son tan gran-des que los científicos toman losdatos con cautela. La predicciónde las precipitaciones es máscomplicada que la de la tempera-tura. Otro estudio prevé “una re-ducción de los recursos hídricosdel 17% en la Península” en2060, según el ministerio.

La temperatura en verano subirá entrecuatro y siete grados este siglo en EspañaMedio Ambiente avisa que en 2040 ya se habrá superado el nivel aceptable de calentamiento

R. M., MadridPuede que instintivamente un au-mento de temperatura de dos otres grados centígrados no parez-ca mucho. Puede. Y sin embargo,todo el mundo ha notado que2006 ha sido especialmente cáli-do pese a que la temperatura sóloha superado en 1,34 grados lamedia histórica en España. Estoha dejado las hojas en los árbolesdurante muchas más semanas delo normal, ha arruinado la tem-porada de esquí y ha mandado algarete algunas cosechas. Tam-bién ha reducido los casos de gri-pe y el consumo de electricidaden invierno, así que tiene un ladobueno.“Dos grados de subida detemperatura es mucho”, explicael catedrático de la Universidadde Castilla-La Mancha JoséManuel Moreno, que coordinóun gran estudio sobre el impac-to del cambio climático en Es-paña encargado por el Ministe-rio de Medio Ambiente. Y sidos grados es mucho, que lasmáximas suban hasta siete gra-dos en verano puede tener unimpacto brutal. Todo un país,sus embalses, su turismo, sus in-fraestructuras, está condiciona-do por su clima.

El estudio del impacto delcambio climático preveía efectosdesastrosos en la agricultura y elturismo, la desaparición de espe-cies, la llegada de aves africanas,nuevas enfermedades y más in-cendios. La prueba del impactodel calor sobre la salud es quedurante los meses de junio, julioy agosto de 2003, coincidiendocon la célebre ola de calor, se pro-dujeron en España 12.963 muer-tes más que en el mismo periododel año anterior.Al reto del calentamiento se leune el de la velocidad del cambioclimático. El cambio global tieneefectos negativos y positivos, pe-ro conforme aumenta la veloci-dad predominan los negativosporque es más difícil adaptarse aesos cambios.El estudio sobre el impactodel ministerio destaca el efectosobre el turismo, que deberá cam-biar a tener más turistas en tem-poradas de invierno y menos enverano. Las que lo tendrán com-plicado son muchas estacionesde esquí. El ministerio adviertede que gran parte de ellas ten-drán que reconvertirse en “esta-ciones de montaña”, ya que noes sostenible mantener la produc-ción de nieve artificial.

Impactoen economía,turismo, cultivos,la salud, agua...

� La media máximaanual subirá entre 2,8 y3,6 grados tras 2040 ydepende de las emisiones� La temperatura subemucho más en julio y enel interior de la Península

� Los científicos prevénmenos lluvias aunque hayincertidumbres� España está en la zonamás vulnerable al cambioclimático

Incremento previsto de las temperaturasTEMPERATURAS EN JULIO2011-2040

2041-20702070-2100

Incremento, en grados

MEDIA DE TEMPERATURA ANUAL2011-20402041-2070

2070-2100

0 1 2 3 4 5 6 7 8

EL PAÍS

Fuente: Ministerio de Medio Ambiente.

RAFAEL MÉNDEZ, MadridImagine la Península con máximas en juliosiete grados por encima de las actuales. Esoserá a partir de 2070, si no se equivocan losmodelosdeprediccióndel climaquehaencar-gado el Ministerio de Medio Ambiente, y a

los que ha tenido acceso EL PAÍS. De acuer-do, 2070 quedamuy lejos. Pero esos modelosprevénparaelperiodo2040-2070que lasmáxi-massubanentre3,2y3,6 gradosymuchomásenverano.Puedeque la subidaparezcapeque-ña, pero dos grados es el nivel aceptable de

calentamiento,apartirdel cualhay“una inter-ferencia peligrosa sobre el clima”. Todos losmodelos apuntan a un mayor calentamiento,y aunque hay diferencia entre ellos lo impor-tante es que confirman que España es “espe-cialmente vulnerable” al cambio climático.

La estación de esquí de Baqueira (Lleida), sin nieve, a principios del pasado diciembre. / HERMÍNIA SIRVENT

MÁS EMISIONES,MÁS CALOR

EL PAÍS

Los escenarios

Escenario con muchas emisiones:mundo muy desigual, gran crecimiento de población y económico y cambio tecnológico lento. Escenario con menos emisiones:prioridad al desarrollo sostenible. Menor incremento de población.Las emisiones crecen más al principio y luego bajan.

Media máxima(muchas emisiones)Media máxima(pocas emisiones)Media mínima(muchas emisiones)Media mínima(pocas emisiones)

1,96

2,07

1,5

1,6

3,6

3,2

2,8

2,5

5,6

3,4

4,3

3,4

2011-2040

2041-2070

2070-2100

Incremento de la media anual.Grados centígrados

atmósfera, que hace difícilmente conce-bible que estemos cambiando su compo-sición como resultado de las actividades humanas

La impresión de que los cambios que están ocurriendo son graduales, cuando los percibimos desde la escala de una vida humana, y no tomando como referencia los ritmos de cambio habituales en el clima o los ecosistemas.

La valoración de que los aumentos de las temperaturas medias que se predicen no pueden ser muy peligrosos, ya que estamos acostumbrados a soportar cam-bios más amplios en el transcurso de un solo día [4].

Un saber hacer poco extendidoA una comprensión del problema difícil y aún muy superficial, hay que añadir que el saber hacer necesario para avanzar ha-cia un mundo bajo en emisiones está poco extendido. El Cuarto Informe de Evaluación del IPCC, completado en 2007, reconoce que, desde hace años, se conocen fórmu-las efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Fórmulas que, de hecho, han sido probadas con éxito en contextos sociales, culturales y económicos diversos. El reto es generalizar estas fórmulas; lograr que se apliquen de forma decidida. En esencia, se trata de un desafío más propio de la esfera social que de la estrictamente tecnológica. Porque ya contamos con soluciones disponibles. Ahora se trata de que esas soluciones, hoy minoritarias, pasen a convertirse en

proyectos de mayorías.

Cultura y estilos de vidaA pesar de que el Cuarto Informe IPCC (Grupo 3) constata que “los cambios en los estilos de vida y en los comportamien-tos pueden contribuir a la mitigación del cambio climático en todos los sectores” [5] esta dimensión es con frecuencia ignorada. El mensaje de la autolimitación no es popular. Sin embargo, la cuestión de los estilos de vida podría condicionar de forma crucial la efectividad de las medidas previstas. En los sectores del transporte y la energía contamos con buenos ejemplos al respecto. Entre 1995 y 2003 las emisiones de los vehículos nuevos vendidos en la Unión Eu-ropea se redujeron de manera significativa. La emisión media del parque de vehículos pasó de 182 gramos de CO2 por kilómetro a 164 g/km (casi un 12%). Sin embargo, en ese mismo periodo de tiempo, las emisio-nes totales aumentaron ya que las tasas de ocupación de los vehículos se redujeron y aumentaron también las distancias totales recorridas [6]. De esta forma, una serie de cambios de tipo cultural, relacionados con estilos de vida, anularon totalmente las mejoras de eficiencia conseguidas en los vehículos. El Código Técnico de la Edificación, recientemente aprobado, es considerado una poderosa herramienta para mejorar la eficiencia del uso de la energía en el ám-bito doméstico. Según cálculos realizados por el IDAE, la implantación del Código Técnico de la Edificación podría suponer, para cada edificio y respecto al consumo que tendría de acuerdo con la legislación anterior, un ahorro energético de un 30-40% y una reducción de emisiones de CO2 por consumo de energía del 40-55%. Sin

embargo, las predicciones apuntan a que en

los próximos años continuarán las ten-dencias a aumento de la superficie media de las viviendas y a la disminución del número de personas por hogar [7 y 8]. Estos patrones culturales podrían anular el beneficio del CTE en términos de recorte de emisiones. De hecho, el Tercer Informe del IPCC ya exponía, en este sentido, la experiencia noruega [9]. En síntesis,

Estamos ante un reto esencialmente social.

La sensibilidad está aumentando; pero la comprensión más profunda del fe-nómeno y el saber hacer necesario para la mitigación y la adaptación al cambio climático están poco extendidos.

La cuestión de los estilos de vida pue-de resultar crucial, para lograr respuestas eficaces. Estos rasgos del cambio climático, permiten comprender el importante pa-pel que la información, la educación, la formación técnica y profesional y la capa-citación, deberían jugar en el conjunto de las respuestas ante el cambio climático.

Iniciativas sociales y educativas En este sentido, parece necesario profun-dizar en un conjunto de líneas de trabajo de naturaleza social y educativa, necesarias para avanzar hacia una cultura de cuidado del clima: Información, para poder elegir de forma responsable. Hoy por hoy, los consumidores carecen de información adecuada sobre las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la mayoría de los productos y servicios que son ofer-tados. De hecho, la falta de información clara facilita que se extiendan ideas erró-neas (la electricidad es considerada una

energía limpia, el transporte es infravalorado como fuente

1

Page 51: El Ecologista nº 54

51el ecologista, nº 54, otoño 2007

38 / SOCIEDAD EL PAÍS, sábado 1 de septiembre de 2007

NURIA LIMÓN, MadridPoderío español en las altas esfe-ras. La prestigiosa revista de ne-gocios Forbes ha incluido a AnaPatricia Botín, presidenta de Ba-nesto, y a Rosalía Mera, cofunda-dora del gigante textil Inditex, enla lista de las 100 mujeres másinfluyentes del mundo. Ocupanlos puestos número 40 y 76, res-pectivamente, de una clasifica-ción que vuelve a encabezar, porsegundo año consecutivo, la can-ciller alemana Angela Merkel.

El liderazgo y habilidad paranegociar que esconde su cara deno haber roto un plato en su vidahan vuelto a situar como númerouno a Merkel. Forbes destaca supapel clave en varias cumbres po-líticas, sobre todo en la del G-8,donde fue decisiva su interven-ción para salvar el encuentro,aunque fuera con un acuerdo demínimos relativo a la reducciónde las emisiones de dióxido decarbono. “Merkel continúaasombrado al mundo”, reza lapublicación económica.

Ana Patricia Botín es la prime-ra española en aparecer en la lis-ta de las más relevantes. Privile-gio del que disfrutará durantemuchos años si se cumplen lospronósticos de la revista, que co-menta sobre ella que en el mun-do de las finanzas se da por he-cho que sucederá a su padre, Emi-lio Botín, en la presidencia delBanco Santander. De momento,

ella, con cerca de 30 años de expe-riencia en el mundo de la banca,sigue al frente de Banesto—propiedad del Santander—.

Fulgurante ha sido el éxito deRosalía Mera, la otra españolaque figura en la lista. Mera mon-tó hace más de 40 años un peque-ño negocio de venta de ropa conquien era su marido, AmancioOrtega, negocio que no hizo másque prosperar hasta convertirseen la segunda empresa textil delmundo que es hoy, Inditex, delque posee el 7%. El resto de sufortuna se reparte entre socieda-des inmobiliarias y el patrociniode distintos proyectos humanita-rios a través de su Fundación Pai-deia.

Sorpresa en el segundo puestode la lista. Hasta allí se ha aupa-do la viceprimer ministra de Chi-na, Wu Yi, a la que Forbes califi-ca como “una estrella en progre-sión dentro del Partido Comunis-ta”. Su trabajo se considera fun-damental en el imparable creci-miento de la economía del paísasiático. Entre otros logros, la re-vista hace especial mención a susesfuerzos para que China entra-ra en la Organización Mundialdel Comercio. Alerta, no obstan-te, sobre algunos de los proble-mas a los que se enfrenta la na-ción, entre ellos que la calidad demuchos productos made in Chinaesté bajo sospecha.

Espectacular es la ascensión

de Ho Ching, de Singapur y di-rectora ejecutiva de la empresaestatal de inversiones TemasekHoldings, que salta desde el pues-to 36 que ocupaba el año pasado

hasta el tercero. De Ching, espo-sa además del primer ministro deSingapur, resalta su discreción y“creciente fuerza que debe ser re-conocida”. La secretaria de Esta-

do de EE UU, Condoleezza Ri-ce, pasa de la segunda a la cuartaplaza. Las estadounidenses sonmayoría entre las 25 primeras pla-zas de la clasificación.

Ayer, países como Rusia, Canadáy Japón rehusaron el texto elabo-rado a lo largo de la semana yconsiguieron que se descafeinara.Según el texto de compromiso, lospaíses industrializados acordaronque los porcentajes deseables dereducción de emisiones —entreun 25% y un 40%— para impedirque la temperatura media globalaumente más de dos grados centí-grados constituyen unos buenosindicadores pero nada más.

Por su parte, el grupo de paí-ses en desarrollo, el G 77, quiereque los países desarrollados re-duzcan al menos en un 80% lasemisiones para 2020 y que com-pren los derechos de emisión alos países en desarrollo para al-canzar ese porcentaje. En declara-ciones a los medios de comunica-ción, Jamil Ahmad, coordinador

para el cambio climático delG77, dijo que esta reducción “se-ría su parte” de las reducciones aalcanzar en el periodo2012-2020. En 2012 termina lavigencia del protocolo de Kioto.

EE UU convocaAhmad se opuso ayer a terminarla asamblea sin fijar porcentajesconcretos de reducción ante lareunión de las partes del Conve-nio Marco de Naciones Unidassobre Cambios Climáticos a cele-brar en Bali en diciembre. Segúnla organización conservacionistaWWF fueron Canadá, Japón,Nueva Zelanda, Rusia y Suizalos países que se negaron a que sefijaran los porcentajes esta sema-na. Según otras fuentes, estos paí-ses esperan a ver qué va a pasar

en la ronda de reuniones que haconvocado Estados Unidos conlos países más contaminantes delplaneta. La primera será a fina-les de septiembre.

Mientras en Viena proseguíanayer las discusiones, la canciller

alemana Angela Merkel, revivióen Tokio la propuesta de asignarfinalmente a cada individuo, vivadonde viva, los mismos derechosde emisión de gases de efecto in-vernadero. Según Merkel, los paí-ses en desarrollo deben ser autori-

zados a aumentar sus emisionesper cápita mientras los países in-dustrializados reducen las suyas,hasta que ambos alcancen el mis-mo nivel. “Una vez que los paí-ses en desarrollo alcancen el ni-vel de los países industrializados,entonces empieza la reducción”,dijo ayer en Kioto.

Aubrey Meyer, un experto enclima del Instituto Global Com-mons, que sugirió la estrategia delas cuotas per cápita en 1995, sefelicitó de que Merkel la apoye.

“Han criticado muchísimo lapropuesta [denominada de con-tracción y convergencia] pero nopueden tumbarla, porque su me-todología es muy sólida”, dijo.

El primer ministro de la India,Manmohan Singh, propuso losobjetivos por cápita en la últimareunión de los países del G8 enjunio pasado. India y China ba-san su rápido crecimiento econó-mico en el uso del carbón, lo queaumenta mucho sus emisiones degases de efecto invernadero. Lasemisiones globales están crecien-do a un ritmo del 3% anual.

La propuesta de Merkel fueacogida con precaución ayer porel secretario general de la conven-ción, Yvo de Boer. “Probable-mente es la única solución defini-tiva equitativa”, dijo. “Sin embar-go, el problema es en qué plazose puede llegar a ella y si es realis-ta a corto plazo”.

Otros expertos en clima creenque no se pueden establecer cuo-tas como si fuera un sistema deracionamiento. “No se van a con-seguir los objetivos deseados si sevenden como un programa deausteridad”, dijo John Aston, de-legado del Ministerio de AsuntosExteriores británico.

Los países de Kiotorenuncian a fijar unanueva cuota de CO2Los objetivos de reducción para 2020quedan como meros indicadores en Viena

AGENCIAS, VienaLos objetivos de reducción de emisiones para 2020 discutidos estasemana en Viena por los países que han ratificado el Protocolo deKioto han quedado como meros recordatorios de lo que sería desea-ble para estabilizar el clima en el texto de compromiso alcanzado enla tarde de ayer en la reunión convocada por la ONU. Con vistas a lareunión de Bali en diciembre, no se presentarán objetivos concretos,aunque Europa mantiene su postura de reducir al menos un 30%.

Harlan Watson, jefe de la delegación de EE UU en la reunión de Viena. / AP

Dos españolas conpoderío mundial

‘Forbes’ sitúa a Ana Patricia Botín y RosalíaMera entre las 100 mujeres más influyentes

Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto (izquierda), y Rosalía Mera, cofundadora de Inditex.

De izquierda a derecha, Wu Yi (China), Ho Ching (Singapur) y Angela Merkel (Alemania).

Notas y referencias1 CIS, 2006: Barómetro febrero de 2006.

Estudio nº 2635.2 Fundación BBVA, 2006: Estudio sobre

conciencia y conducta medioambiental en España.

3 Eurobarometer, 2007: Attitudes on issues related to EU energy policy. Flash Eurobarometer 206a

4 Esta valoración, igual que otras que afectan al cambio climático, tiene su origen en una confusión extendida entre el tiempo atmosférico, que es lo que nosotros percibimos, y el clima, que es una abstracción que indica tendencias medias de la meteorología en un periodo de tiempo amplio.

5 IPCC, 2007: Fourth Assessment Report. Summary for Policy Makers, WGIII, p.16.

6 EuropEan EnvironMEnt agEncy, 2007:. Transport and environment: on the way to a new common transport policy. EEA, Copenhagen.

7 santaMarta, J. 2006: La eficiencia energética. Temas para el Debate, 143, Dossier nº 15.

8 En España, el número de personas por hogar se ha reducido de 3,4 (1990) a 2,9 (2000).

9 La aplicación de normas de edificación más rigurosas permitió duplicar la eficiencia térmica en los hogares noruegos, sin embargo, la energía utilizada para calentarlos se incrementó entre 1960 y 1990 debido a que la superficie doméstica por persona se duplicó en ese periodo de tiempo.

10 Ver HEras, F. 2005: Los ciudadanos ante el cambio climático. El Ecologista, 45: 30-33.

de emisiones...) [10]. Educación, para comprender el fenó-meno, su gravedad y su urgencia. Y para participar activamente en las respuestas ante el problema. Dada la urgencia de reaccionar, no basta con introducir el tema en los sistemas de educación formal. También es imprescindible intensificar las iniciativas educativas dirigidas a la ciuda-danía. Formación, para ejercer las actividades profesionales introduciendo alternativas bajas en carbono. En este campo no es necesario reinventar la rueda: muchas alternativas ecológicas que se propugnan desde hace años resultan ser excelentes opciones para reducir las emisiones de ga-ses de efecto invernadero. Por ejemplo, la agricultura ecológica no sólo es una alter-nativa para una alimentación más sana: sus emisiones de gases de efecto invernadero son apreciablemente inferiores que las derivadas de la agricultura convencional. Apoyo para el cambio: pasar de las ideas a las acciones no resulta, casi nunca, sencillo. Hay numerosas barreras que dificultan que la sensibilidad se traduzca en iniciativas tangibles. Por eso, las in-tervenciones orientadas a acompañar el cambio son esenciales. De esta forma, las iniciativas sensibilizadoras y capacitadoras deben integrarse con otras herramientas (organizativas, económicas, fiscales, tec-

nológicas...) para facilitar los cambios. Participación para promover la trans-formación de los contextos colectivos. Avanzar hacia una cultura baja en carbono requiere cambios que afectan a los intere-ses de muchos. La participación pública es

necesaria para asegurar que los intereses de la mayoría priman sobre los intereses corporativos en las decisiones públicas y es esencial para construir los acuerdos y consensos sociales necesarios para el cambio.

1. El cambio climático aparece ya con frecuencia en los medios de comunicación.2 y 3. Los ciudadanos somos responsables directos de un 30% de las emisiones españolas de CO2: la mitad derivadas del uso de la energía en los hogares y a otra mitad asociada al transporte personal. Los coches potentes y las casas cada vez más grandes hacen que las emisiones aumenten.4. La participación es clave para la lucha contra el cambio climático. Foto: Ecologistas En acción.

2

3

4

Page 52: El Ecologista nº 54

52 el ecologista, nº 54, otoño 2007

La salud humana se verá muy afectada por el cambio climático

Edith Pérez

Nuestra salud es el enfoque cerca-no de la salud de lo que nos ro-dea. Existen nexos inextricables entre humanos y el ambiente biofísico, social y económico,

que se reflejan en la salud de cada persona concreta [1]. Por ello, de los factores que influyen en los procesos salud-enferme-dad, el que más peso tiene es, sin duda, el ambiente. Sus efectos sobre la mortalidad son mayores, pero también los beneficios sobre la salud son claros cuando interveni-mos positivamente sobre él, por ejemplo, repartiendo equitativamente los recursos, reduciendo las desigualdades sociales por motivo de clase, género o etnia, o promo-viendo entornos saludables, en los que la actividad humana se integre en el medio potenciando la diversidad y sostenibilidad de los ecosistemas. Desde este enfoque podemos entender cómo el cambio climático tiene y tendrá unos efectos importantísimos sobre la salud humana, que inciden además de una forma desigual sobre las poblaciones, afectando en mayor medida a aquellas más desfavorecidas socialmente y que tienen una responsabilidad menor en la emisión de gases con efecto invernadero. Estos impactos no pueden menos que ir paralelos a los que sufre nuestro planeta y los diversos ecosistemas, constituyéndose en el reflejo en las poblaciones humanas de un déficit de salud global. El cambio climático implica problemas de salud, por una parte, por los efectos

directos del cambio de temperatura y del tiempo, y por otra, por su impacto indirecto en todos aquellos elementos imprescindibles para el mantenimiento de la vida (humana y no humana): agua, aire, alimentación, tierra, biodiversidad. A lo lar-go del presente texto se exponen de forma consecutiva algunos de ellos, partiendo del reconocimiento de que nuestra salud está directamente ligada a nuestra facultad de controlar, desarrollar y usar nuestro medio ambiente.

Más calor y eventos climáticos extremosExiste un efecto directo del aumento de temperatura y los cambios de tiempo en la salud. La exposición a temperaturas ex-tremas produce variaciones en las tasas de enfermedad y fallecimientos relacionados con el calor o el frío. En el Estado español, durante la ola de calor de 2003 se produ-jeron un exceso de unas 6.500 muertes –muchos investigadores piensan que la cifra real es muy superior– sobre todo de mayores de 75 años. Este aumento de la mortalidad se observó también en otros países europeos como Francia –11.400 muertes–, estimándose entre 22.000 y 35.000 las muertes en toda Europa. Las altas temperaturas pueden provocar deshidratación, golpes de calor, calambres, lipotimias, arritmias y agravamiento de enfermedades circulatorias y respiratorias. Estas últimas supusieron la principal causa de muerte. Resulta más vulnerable al calor la población anciana (tiene menor capaci-dad para regular la temperatura y dilatar

vasos periféricos que permiten al cuerpo perder calor) y las personas con obesidad, enfermedades renales o consumo de drogas o alcohol. También incrementa el riesgo el pertenecer a una clase social baja o el hecho de tener una menor adaptación a las altas temperaturas por el tipo de clima local. El aumento en frecuencia y/o intensi-dad de los eventos extremos (huracanes, inundaciones, sequías…) implica falleci-mientos, desapariciones, lesiones diversas, desplazamientos de población, pérdida de la diversidad cultural y de soberanía alimentaria –como consecuencia de la desaparición de comunidades así como de superficies de cultivo–, incremento de enfermedades infecciosas, respiratorias y de la piel, y problemas de acceso al agua potable. Los acontecimientos de este tipo llevan asociada, además, una gran cantidad de dolor y sufrimiento humano. Se trata de hechos inesperados, dañinos y especial-mente traumáticos, cuyas repercusiones sobre la esfera psicológica y social son importantes, pudiendo producir sinto-matología postraumática en un 15-20% de la población, y aumentando el riesgo de sufrir problemas de salud mental en los años siguientes. Las poblaciones en situación de pobreza son más vulnerables a estos fenómenos por varios motivos: por su ubicación en zonas más proclives climatológica y topográficamente, o por la menor calidad de sus viviendas e infraes-tructuras, la menor capacidad de respuesta y un sistema sanitario y de servicios socia-Edith Pérez, médica, Ecologistas en Acción

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Nuestra salud1

Page 53: El Ecologista nº 54

53el ecologista, nº 54, otoño 2007

les deficiente o inexistente que, a su vez, puede verse dañado. El aumento de temperaturas potencia también los efectos nocivos de la con-taminación atmosférica. Por ejemplo, la producción de ozono (al interaccionar el NO2 con la luz solar) incrementa la mor-talidad y el índice de ingresos hospitalarios, y es mayor cuando las temperaturas son más altas. Éstas también favorecen una mayor generación de partículas polínicas y esporas, con el consecuente aumento de alergias, asma y descompensación de enfermedades. Las nubes de polvo y partículas, que pueden trasladarse a gran-des distancias desde lugares con sequías persistentes y desiertos, producen efectos similares. Según la Organización Mundial de la Salud, un 1,4% de la mortalidad por todas las causas a escala mundial es atribuible a la contaminación atmosférica, así como un incremento de enfermedades cardiovasculares, infecciones respiratorias y cáncer.

Alteración de recursos de los que depende nuestra vidaLa alteración de los ecosistemas que inci-den sobre los medios básicos de sustento de la vida, como hemos comentado antes, es también clave. Uno de los principales sería la reducción de la productividad alimentaria debida al cambio del clima [2], a los que se suma un menor abasteci-miento y peor calidad del agua, o nuevas plagas asociadas y enfermedades. Como consecuencia cabe esperar un aumento de la malnutrición y el hambre en sectores pobres, especialmente en la población infantil. Las alteraciones en la ecología local de los agentes infecciosos de agua y alimentos pueden llevar a un cambio de incidencia en diarreas y enfermedades infecciosas, que harán además más vulne-rables a estas poblaciones. La amenaza sobre el agua, esencial para la vida, es especialmente dramática, ya que se reducirá mucho el número de personas con acceso a este recurso. De hecho algunas estimaciones apuntan a que dos de cada tres personas en el año 2025 no tendrán acceso a agua potable. La escasez por las sequías, la contaminación por agentes químicos e infecciosos tras inundaciones, la reducción y deterioro de la superficie cultivable y la salinización de parte de los recursos hídricos producirán desplazamientos de población y conflictos por un recurso vital cada vez más escaso. La subida del nivel del mar también implicará migraciones y desarraigo de las poblaciones desplazadas, además de la pérdida de infraestructuras y recursos.

Infecciones que se extienden

Existen también impactos sobre la actividad y extensión de los parásitos y portadores infecciosos, que tienen como consecuen-cia la extensión geográfica y el aumento de la incidencia de ciertas infecciones. Un ejemplo sería la malaria, que actualmente produce 2 millones de muertes al año, y se transmite a través de la picadura de un mosquito que necesita de climas húmedos y cálidos (la temperatura mínima invernal no debe ser inferior a 16º C). Los inviernos más cálidos permitirán la transmisión a latitudes mayores y a regiones de mayor altitud, donde la población es más vulne-rable por no estar inmunizada. Además, a mayor temperatura, menor es el tiempo de incubación del mosquito. Esto explica en parte que las mayores incidencias se den después de altas tem-peraturas y precipitaciones intensas. Tras el paso del huracán Mitch, que causó la muerte a más de 11.000 personas en Cen-troamérica en 1998, Honduras informó de 30.000 casos de malaria y cólera, y 1.000 casos de dengue. Si para el año 2100 la temperatura se hubiera incrementado 3ºC, el aumento previsto de casos de malaria sería de 50 a 80 millones de casos al año. Lo mismo ocurre con el dengue: a 30ºC el virus necesita 12 días para su incubación en el mosquito Aedes aegypti; pero a 32ºC sólo necesita 7 días y su potencial para transmi-tir la enfermedad aumenta por tres. Otras enfermedades infecciosas como la esquis-tosomiasis, la leishmaniasis, la enfermedad de Chagas, las encefalitis víricas o el cólera aumentarán en frecuencia y se extenderán geográficamente de forma previsible. No son pocos los colectivos y personas que han aprendido a ver su salud como reflejo de la salud de aquello que les rodea, habiéndose desarrollado a lo largo de los últimos años movimientos locales y globales “por la salud de los pueblos” [3]. En el año 2005 tuvo lugar la II Asamblea Mundial por la Salud de los Pueblos en Ecuador bajo el lema “¡Las voces de la tierra nos convocan!: Construyamos un mundo saludable”. Y, desde luego, no hay duda de que luchar contra el cambio climático es con-tribuir, también, a una mejor salud y bienestar de todas las personas.

Notas y referencias1 A este enfoque de la salud se le conoce

como “Ecosalud”. SALUD: Un enfoque ecosistémico. Jean Lebel. Alfaomega/IDRC 2005. www.idrc.ca/es/ev-28990-201-1-DO_TOPIC.html

2 Ver artículo de Isabel Bermejo en la página 36 de este número.

3 www.phmovement.org

1 y 2. Inundaciones en Yakarta. Las condiciones higiénicas se pueden deteriorar gravemente por los desastres climáticos. Foto: Ec/Echo3. Muchas infecciones se extenderán con el aumento de las temperaturas. Foto: iFas.4. Una menor productividad agraria puede suponer más hambrunas.

2

3

4

Page 54: El Ecologista nº 54

54 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Cada día se habla más del cambio cli-mático y de sus impactos inminen-tes. Al abrir el periódico podemos leer noticias sobre los gestos de la UE en la lucha por la reducción de

emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), intercaladas con anuncios de Accio-na, alardeando de su participación en la cruzada contra el cambio climático. Parece haber un consenso con respecto al hecho de que el cambio climático es ya una amenaza mundial que exige respuesta. No obstante, el consenso gana ambigüedad en lo que concierne a las alternativas. Una de las conclusiones que toma cada vez más protagonismo dentro de estos dis-cursos es el impacto del cambio climático en la pobreza: a pesar de ser los países del Norte –y las elites de los países del Sur– los mayores responsables de las emisiones de GEI, las consecuencias negativas del calentamiento de la Tierra serán mucho más devastadoras –y llegarán antes– a los países del Sur y a las poblaciones más vulnerables, en general. En las puertas del plazo de cumplimien-to de los objetivos de Kioto, los vertidos de GEI siguen aumentando. Aunque los países donde más se incrementan las emi-siones son los países del Sur, los mayores contribuyentes de GEI siguen siendo los países más ricos, cuyas emisiones también siguen en aumento.

Impactos inminentes e impactos vigentesSegún las tendencias actuales, se prevé que las temperaturas medias globales aumenten entre 2 y 3ºC en los próximos

50 años. Las consecuencias de este incre-mento pueden suponer una amenaza para los elementos básicos de la vida humana: medio ambiente, agua, soberanía / seguri-dad alimentaria y salud, entre otros. Estos daños se verían acelerados según aumente la temperatura. Los informes Stern (encargado por el Gobierno británico) y del IPCC (de NN UU) exponen algunos de los impactos más previsibles, que se centran en los países del Sur:

Con la fusión de los glaciares, las re-servas de agua disminuirán, afectando los suministros de una sexta parte de la po-blación mundial que actualmente vive del agua fundida de las principales cordilleras (Himalaya, Andes). Además, la elevación del mar hará que cada año haya entre decenas y cientos de millones más de personas afectadas por las inundaciones.

El calentamiento fomentará fenómenos meteorológicos regionales, como el Niño o el Monzón, que traerán inundaciones en las zonas tropicales.

Con la perpetuación de los periodos de sequía y el incremento de las temperaturas se prevé una reducción en el rendimiento de las cosechas que afectará principalmen-te a África. Aunque en latitudes medias y altas el rendimiento de los cultivos se incremente con aumentos moderados de la temperatura (2-3ºC), con aumentos de 4ºC en adelante, es probable que la producción alimenticia mundial se vea seriamente afectada.

A pesar de que un incremento inicial de la temperatura reduciría el número de fallecimientos debidos al frío en alti-

tudes más altas, la salud de millones de personas se verá afectada negativamente, sobre todo la de aquellas poblaciones con menor capacidad de adaptación. Así habrá un aumento en el número mundial de muertes, como consecuencia de la des-nutrición, diarrea, el estrés térmico o por enfermedades transmitidas por vectores –malaria, dengue–.

Entre el 20-30% de las especies ani-males y vegetales aumentarán su riesgo de extinción a partir de un incremento de temperatura global de 1,5-2,5ºC. Ello supondrá una amenaza para las poblacio-nes que dependen de estas especies para su subsistencia. Si bien se espera que estos cambios afecten a la población de manera general, todo indica que las repercusiones serán más graves y llegarán antes a los países más empobrecidos, por ser en su mayoría países más cálidos, con una mayor de-pendencia de los recursos naturales y con menor capacidad para desarrollar meca-nismos de adaptación a las consecuencias del cambio climático. Además, no debería verse el aumento de la pobreza en las re-giones más vulnerables como algo lejano: no sólo porque nos afecta directamente (aumento de la migración, repercusiones del cambio climático en el Norte) sino, además, porque hay una enorme respon-sabilidad de los países del Norte de revertir sus modelos económicos depredadores. Conviene también llamar la atención sobre el hecho de que algunos de los efectos provocados por el aumento de

Lidia Hernández, Ecologistas en Acción

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Aunque el cambio climático está afectando a la población de manera general, todo indica que las repercusiones serán más graves y llegarán antes a los países más empobrecidos, por ser en su mayoría países más cálidos, con una mayor dependencia de los recursos naturales y con menor capacidad para desarrollar mecanismos de adaptación.

Los países empobrecidos y su población sufrirán más los efectos del cambio climático

DesigualdadLidia Hernández 1

Page 55: El Ecologista nº 54

55el ecologista, nº 54, otoño 2007

la temperatura ya empiezan a notarse. Naciones Unidas estima que el 60% de los movimientos migratorios actuales están causados por el cambio climático y desastres de origen natural, como sequías e inundaciones [1].

En la región africana del Sahel, el incremento de las temperaturas y la se-quía de las últimas décadas han tenido fuertes impactos en la disminución de las cosechas. Según varios estudios [2] esta situación, unida a otros factores, desenca-denó la crisis de hambruna de 2004/05, que afectó a millones de personas de la región, especialmente en Níger y Malí. En realidad, a una proporción impor-tante de los fenómenos ocurridos en los últimos años se les puede atribuir cierta relación de causalidad con el cambio climático. El apelativo de “desastres na-turales” debería empezar a ser sustituido por “desastres provocados por el ser humano”.

Conclusiones y alternativasUna de las principales conclusiones del informe Stern es que “los beneficios de la adopción de medidas prontas y firmes sobre el cambio climático superarán con creces los costes de sus efectos” [3]. Es de-cir, sería mucho menos costoso, no sólo en términos socio-ambientales sino también en términos económicos, dedicar ahora los esfuerzos a la mitigación, poniendo en práctica firmes medidas para reducir las emisiones de GEI. Además de los insuficientes compromi-sos de reducción, se han ido proponiendo varios mecanismos con el objetivo de viabilizar la reducción de emisiones y de crear procesos de adaptación a los impactos para los países del Sur. Algunas de estas opciones son complementarias. Otras –como los mecanismos de adap-tación– son inevitables. Y otras pueden entrañar algunos riesgos. Por ejemplo, en el proceso de negociación del Protocolo de Kioto, los países más contaminantes establecieron el compromiso de facilitar la transferencia de tecnologías apropiadas a los países del Sur y dedicar fondos para ayudar a los mismos a hacer frente a sus costos de adaptación. No cabe duda que hay una responsabilidad por parte de los países más emisores de saldar su Deuda de Carbono [4]. Los países más empo-brecidos, los acreedores de la Deuda de Carbono, no tienen capacidad para afron-tar medidas de adaptación al aumento de temperatura, entre otras cosas porque su vulnerabilidad se ha visto perpetuada des-de hace décadas por el pago de la Deuda Externa. En el protocolo de Kioto, se crearon

Notas y referencias1 Fundación IPADE, 2006: Guía básica

sobre Cambio Climático y Cooperación para el Desarrollo. Para mediados de este siglo, es muy probable que 200 millones de personas se vean permanentemente desplazadas como consecuencia del aumento experimentado en el nivel del mar, inundaciones más devastadoras y sequías más intensas.

2 Ver tHE saHEl Working group, June 2007: Beyond Any Drought: Root causes of chronic vulnerability in the Sahel. www.ifrc.org y www.reliefweb.int.

3 N. stErn, oct 2006: Informe Stern sobre la economía del cambio climático.

4 La deuda ecológica es la deuda contraída por los países industrializados con el resto a causa del expolio histórico y actual de los recursos naturales, los impactos ambientales exportados y la libre utilización del espacio ambiental global para depositar residuos. Parte de la Deuda Ecológica que el Norte debe al Sur es debida a la Deuda de Carbono: exceso de emisiones de gases que aumentan el efecto invernadero, provocando así el cambio climático.

5 Ver artículo de Pedro Ramiro en página 60 de este mismo número.

Otra bibliografía y documentos consultados:- ingEniEría sin FrontEras y grEEnpEacE, feb

2005: Ayuda Oficial al Desarrollo en Energía.- Cuidar el Clima. Guía de la Convención sobre el

Cambio Climático y el Protocolo de Kioto. Mayo 2005.

- cristina dEl pozo, sep 2006: ¿Cómo garantizar que los proyectos MDL del Protocolo de Kyoto promuevan el desarrollo local sostenible? Eptisa Internacional. www.debtwatch.org

mecanismos de flexibilidad para facilitar el cumplimiento de la reducción de emi-siones. Entre ellos están los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL). Se ha dicho que los MDL cumplen una doble fina-lidad, la de reducir las emisiones de los países más contaminantes y la de fomentar la sostenibilidad en el resto. Sin embargo, por un lado esta opción se puede conver-tir en una trampa, evadiendo a los países emisores de la reducción de emisiones. Por otro lado, hay ejemplos de proyectos MDL que han tenido impactos socio-am-bientales negativos [5]. Otro de los temas que han surgido como adalides contra el cambio climático es el de los agrocombustibles. Pero está en duda que sean una verdadera alternativa contra la degradación del entorno. En primer lugar porque no está claro que su balance de CO2 sea siempre positivo. Pero, además, porque los impactos que están suponiendo a nivel socio-ambiental los monocultivos de palma aceitera, soja o maíz en los países del Sur están siendo mayúsculos y no compensan al reducción de emisiones de CO2 conseguidas, entre otras cosas por la pérdida de soberanía alimentaria para estos Estados. Por ultimo, aunque es positivo que los objetivos de Acción Humanitaria integren mecanismos de mitigación y adaptación al cambio climático, deben quedar clara-mente diferenciados los fondos destinados a Ayuda Oficial al Desarrollo, siendo medidas sumativas y no sustitutivas. La única alternativa viable pasa por un fuerte compromiso en la reducción de emisiones, lo que nos lleva a replantearnos el modelo económico vigente. Algunas de las alternativas mencionadas, como los fondos de adaptación, la transferencia de tecnología o los MDL, pueden plantearse

como opciones complementarias que con-tribuyan a facilitar medidas de adaptación al cambio climático. Pero no hay alterna-tiva posible mientras las políticas de los principales países emisores sigan teniendo como objetivo prioritario el favorecer a las empresas privadas, ni mientras nuestras sociedades sigan estando basadas en un consumo insostenible.

1. Los refugiados ambientales aumentarán sobre todo en los países pobres. Foto: Ec/Echo/FRançois goEmans

2 y 3. Mientras en las sociedades del norte el consumo es desmesurado, en el Sur se carece de los más básico. Foto 3: FERnando molEREs.4. Los países empobrecidos tienen menos medios para paliar los desastres climáticos.

2 4

3

Page 56: El Ecologista nº 54

56 el ecologista, nº 54, otoño 2007

El sector de la vivienda es uno de los más insostenibles en España. La mejor medida contra el cambio climático sería dejar de construir en tanto no se aprovechen todas las viviendas vacías. Pero, entre tanto, caben una gran cantidad de acciones tanto para reducir las emisiones de gases invernadero como para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas.

Emilio Ganado, arquitecto, Ecologistas en Acción de Valladolid

Es de sobra conocido el disparatado proceso de urbanización que se viene llevando a cabo en España, en particular durante los últimos 5 años, y que tiene lugar sobre todo

en el litoral mediterráneo, en el entorno de las grandes ciudades y en el litoral cantábri-co. Los datos hablan por sí solos:

Entre 1987 y 2000 la superficie de territorio urbanizado supuso el 29% del ya existente. Y se estima que en el año 2005 pudo superar el 41% y que en el año 2010 podría llegar a superar el 52% [1].

En los últimos 10 años se han cons-truido 5 millones de viviendas, con rit-mos anuales que empezaron siendo de 350.000 viviendas al año y que acabaron siendo de 800.000 viviendas anuales [2]. Más viviendas que las que se construyeron conjuntamente en Alemania, Inglaterra y Francia. Sin olvidar todas las infraestructuras necesarias que han sido construidas para

dar servicio a esos nuevos desarrollos urbanos. Un proceso que, ade-más de no servir para cubrir necesidades reales

de vivienda –por tratarse sobre todo de segundas residencias para nacionales y ex-tranjeros, mientras muchos jóvenes siguen sin poder acceder a una vivienda–, se ha llevado a cabo sobre la base de modelos urbanísticos de baja densidad, los más ineficientes desde todos los puntos de vista, y que suponen un coste ambiental difícilmente asumible. Algunos autores estiman que en España se emplean en el sector residencial más del 40% de los recursos materiales y el 33% de la energía, y que supone el 50% de las emisiones y desechos generados. El problema se ve agravado al compro-barse cómo el consumo de energía por vivienda aumenta año tras año, un 5,2% anual desde el año 2000 según el IDAE, Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía, fruto de una mayor dispo-nibilidad de renta en las familias. Aún no se alcanzan los niveles que se registran en otros países de la Unión Europea, con ma-yores consumos energéticos en calefacción y mayores niveles de equipamiento domés-tico, pero la tendencia es la de seguir au-mentando. En cuanto a los usos domésticos en los que se consume la energía, según el IDAE en 2003 se distribuyó en: un 41,7% en calefacción, un 26,2% en agua caliente sanitaria, un 12% en electrodomésticos, un

10,8% en cocina, un 9% en iluminación y un 0,4% en aire acondicionado. Éste último es el responsable de los picos de potencia consumida que se registran en verano en los últimos años. Resulta evidente que desde el sector residencial poco o nada se ha hecho para paliar los efectos del cambio climático y para cumplir los compromisos adquiridos por nuestro país para la reducción de gases de efecto invernadero.

Efecto del Código Técnico de la EdificaciónDesde marzo de 2007 todo edificio ha de proyectarse y construirse conforme al Có-digo Técnico de la Edificación (CTE), un conjunto de Normas o Documentos Bási-cos diseñados con el objetivo declarado de garantizar en los edificios la seguridad de las personas, el bienestar de la sociedad y la protección del medio ambiente. Resulta llamativo que el CTE entre en vigor ahora que el fenómeno edificatorio anteriormen-te descrito parece ralentizarse, en lugar de haberlo hecho en el plazo máximo de dos años que preveía la Ley de Ordenación de la Edificación, en vigor desde mayo de 2000. De haberlo hecho en ese plazo habría contribuido a mejorar la calidad y las condiciones de habitabilidad de buena

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Gran parte de las emisiones de efecto invernadero se producen en el sector residencial

Vivienda Emilio Ganado 1

Page 57: El Ecologista nº 54

57el ecologista, nº 54, otoño 2007

parte de las viviendas construidas en los últimos años. Uno de los Documentos Básicos del CTE es el HE-Ahorro de Energía, cuyo objetivo es “conseguir un uso racional de la energía necesaria para la utilización de los edificios, reduciendo a límites sostenibles su consumo, y conseguir así mismo que una parte de este consumo proceda de fuentes de energía renovable”, para lo cual:

Establece una serie de prescripciones para mejorar la calidad energética de los cerramientos exteriores de los edificios (cubierta, fachadas, suelo...). Para ello impone mayores niveles de aislamiento que la normativa anterior [3], tanto en partes ciegas como en partes acristaladas; y obliga a establecer mecanismos para el sombreamiento de los huecos. Recursos que servirán para reducir las pérdidas de calor en invierno y las ganancias indesea-das de calor en verano.

Obliga a instalar paneles solares térmi-cos como apoyo a las instalaciones de agua caliente sanitaria.

Y establece medidas para una mayor eficiencia energética en iluminación y en instalaciones de producción de calor. En principio se puede afirmar que el CTE va a contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero responsa-bles del cambio climático en la medida en que va a servir para mejorar la eficiencia energética de los edificios. Se estima que con su aplicación el consumo energético de los edificios será un 25% menor que si se aplicara la normativa anterior. Segu-ramente esa reducción es insuficiente y habría sido mayor si:

Los niveles de aislamiento exigidos en

cerramientos fueran mayores. Se hubiesen contemplado otros re-

cursos bioclimáticos igualmente efectivos como son los sistemas de captación solar pasivos integrados en el propio edificio que servirían para, aumentando la ganancia solar en invierno, reducir el consumo de energía en calefacción; o la inercia térmica de la propia masa constructiva del edifico, para mejor acumular y regular la energía, tanto en invierno como en verano.

Se hubiesen contemplado otros recur-sos destinados a reducir la ganancia solar en verano: ventilación cruzada, disposi-tivos de sombra... recursos que ante el aumento de temperaturas derivado del cambio climático, servirán para reducir la necesidad de aire acondicionado.

Hubiera hecho obligatoria la rehabili-tación energética a más edificios ya cons-truidos (sólo es exigible su aplicación en edificios de más de 1.000 m2 de superficie útil, cuando vayan a ser reformados). Pero hay que tener en cuenta que son muchos los elementos en un edificio que se verán afectados de una sola vez por el conjunto de disposiciones que comprende el CTE, y que el sector de la edificación es sumamente complejo y presenta una gran inercia, haciendo los cambios difíciles y lentos. No es casual que el sector esté bastante revuelto por todo lo que supone en nuevo Código. Y hay muchas cuestio-nes que no dependen del CTE como la construcción de nuevas viviendas (a pesar del gran número de ellas que hoy están vacías), su tamaño (son cada vez más grandes), el modelo urbano imperante de baja densidad, el mayor equipamiento en electrodomésticos de las viviendas, el uso

que de ellos hagan sus ocupantes... Ade-más, el CTE es abierto, es decir, permite su revisión continuada para incorporar mayores exigencias.

Recursos para paliar los efectos del cambio climáticoSin entrar a valorar el que seguramente sea el recurso más efectivo para contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero desde el sector residencial, dejar de construir viviendas hasta que no se aprovechen las viviendas vacías, en un artículo anterior [4] ya enuncié un conjun-to de recursos para el ahorro de energía en las viviendas, mediante:

Un diseño urbano que permita una densidad urbana alta, el acceso al sol en in-vierno y la ventilación natural en verano.

Un diseño del espacio público que en verano favorezca la refrigeración y reduzca la absorción de la radiación solar, mediante el empleo de vegetación, agua, materiales con acabados superficiales claros.

Un diseño de la forma y de la organiza-ción espacial de los edificios que busque una alta compacidad, mejorar la expo-sición al sol en invierno, y unas buenas condiciones de ventilación.

El empleo en los cerramientos ex-teriores de los edificios de materiales y soluciones constructivas que supongan mayores niveles de resistencia y de inercia térmica.

El empleo de sistemas de captación solar pasiva y activa, integrados en los edificios.

El empleo de tecnologías de mayor eficiencia energética en la producción y distribución de calor, en la iluminación, en

1. Las viviendas bioclimáticas deben adaptarse a los diferentes lugares.2. Urbanización Lliri Blau en Massalfassar, Valencia, realizada con criterios bioclimáticos. Aunque esté bien construir de este modo, lo deseable sería antes utilizar (y acondicionar) todas las viviendas vacías existentes. Foto: lUis dE gaRRido

2

Page 58: El Ecologista nº 54

58 el ecologista, nº 54, otoño 2007

Notas y referencias1 Informe Cambios de ocupación del suelo en

España: implicaciones para la sostenibilidad. OSE-Observatorio de la Sostenibilidad en España.

2 Datos del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España.

3 Norma Básica NBE-CT-79, sobre “Condiciones Térmicas en los Edificios”

4 E. Ganado, 2002: “Ahorro energético y de materiales en la ciudad”. El Ecologista nº 34.

El aumento de las temperaturas en Canarias durante las últimas cinco décadas se sitúa alrededor de los 2˚C. Además, en las últimos años se registró un aumento de 0,5˚C

de las aguas superficiales que rodean al archipiélago [1]. Por otro lado, se ha detec-tado en sus costas la presencia de especies de algas unicelulares tóxicas, que podrían considerarse como tropicales.

Todos recordamos el paso de la tor-menta tropical Delta en noviembre de 2005. Aunque el Informe elaborado por el Instituto Nacional de Meteorología no fuera concluyente, parece claro que es uno más de los fenómenos meteorológicos extremos que, como consecuencia del cambio climático, se van presentando con mayor frecuencia a lo largo del planeta.

Impactos previsibles en CanariasLa proyección de cambio de temperatura que realiza el Ministerio de Medio Am-biente (MMA) para la mitad de este siglo refleja un aumento para Canarias entre 2 y 4ºC en verano y entre 1 y 2ºC para el invierno. Estas conclusiones pueden ser consideradas como benignas si tenemos en cuenta que en ciertas zonas de la Pe-nínsula podría alcanzarse un aumento de hasta 7ºC. Un fenómeno climático cuya frecuencia se prevé que aumente es el de la calima o polvo en suspensión. Las calimas serán más abundantes porque se incrementará la intensidad de los alisios debido al calentamiento del mar. Además, la mayor desertización del Sahel africano generará más polvo. El informe del MMA [1] afirma que el retroceso de las playas podría alcanzar 70 m y 20 m a mitad de siglo en las playas del sur y norte de las islas, respectivamente. Sin embargo, fuentes del MMA cifraban posteriormente dicho retroceso en 15 m [2]. Estos datos deberían encender las alarmas en una región dependiente del turismo y cuyo recurso principal es el territorio. La desalación se ha convertido en el recurso hídrico más importante en muchas islas, lo que nos convierte en un sistema

los electrodomésticos... Se trata de un conjunto de recursos a aplicar en edificios situados en el interior de la Península Ibérica, con clima medi-terráneo continental, que

buscan dos objetivos: reducir las pérdidas de calor y aumentar la

ganancia solar en invierno y reducir las necesidades de refrigeración en verano. En el resto del territorio peninsular y en las islas, con un clima mucho más suave, con necesidades de calefacción menores o inexistentes, sigue siendo necesario obte-ner una buena ganancia solar en invierno, reducir o anular esta ganancia solar en las estaciones intermedias y, protegerse al máximo del sol en la temporada de verano. Las proyecciones climáticas que se hacen para nuestro país, ante el cambio climático, coinciden en que se producirá un aumento de temperaturas a lo largo del presente siglo, aunque no de forma homo-génea. En el interior peninsular se prevén incrementos de temperatura de 2 a 4ºC en invierno, y de 4 a 7ºC en verano. Por lo que habrá que seguir aplicando todos aquellos recursos mencionados; y será cada vez más importante aplicar recursos para la protección solar en la época de sobrecalen-tamiento, que será cada vez más larga. En la periferia peninsular y en las Islas Baleares el influjo del mar hará que las variaciones no tengan tanta amplitud, unos 2ºC me-

nos. Por lo que seguirán siendo válidos los recursos para la protección solar. Por ello habrá que prodigarse más en aquellas soluciones que sirvan para evitar la ganancia solar o disipar la energía re-cibida en la época sobrecalentada, en el urbanismo y en la edificación, dando cada vez más relevancia a soluciones arquitec-tónicas como:

Dispositivos de sombreamiento de los huecos acristalados.

Soluciones constructivas trans-ventiladas en cerramientos expuestos al sol, que permitan disipar el calor recibido de éste.

Mejor aprovechamiento de la inercia térmica de la masa constructiva de los edificios.

Favorecer la ventilación en el interior de los edificios, para disipar calor.

Emplear la vegetación para refrescar los ambientes.

Emplear la energía solar térmica para la refrigeración de los edificios, mediante máquinas de absorción.

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

1. Paneles fotovoltaicos en un edificio del centro de Madrid. Foto: EnERsUn.2. No se explica la escasa implantación que hasta ahora han tenido los paneles para calentar agua en España. Foto: Ecologistas En acción.

1

2

1

Page 59: El Ecologista nº 54

59el ecologista, nº 54, otoño 2007

El Gobierno canario, como muchos otros, no ha tomado en serio la lucha contra el cambio climático

CanariasRaúl García Brink, Ecologistas en Acción de San Mateo (Gran Canaria)

La toma de conciencia ciudadana sobre los problemas del calentamiento global en Canarias comenzó a incrementarse sobre todo a raíz de la tormenta tropical Delta. A pesar de ello, casi todos los dirigentes políticos han ignorado en la práctica el cambio climático y sus posibles implicaciones para un archipiélago frágil y dependiente del turismo.

económico altamente dependiente de los combustibles fósiles. Hasta ahora la única iniciativa para desalar de manera sostenible se está materializando en la Comarca del Sureste (Gran Canaria), que comenzará a construir la primera desaladora impulsada por energía eólica del mundo a comienzos del año próximo. La posible existencia de un incremento en las floraciones de algas nocivas y de otros organismos urticantes durante las épocas más calurosas podría provocar tras-tornos al sector turístico. Por otro lado, se prevé el desplazamiento de las temporadas debido a unos veranos más calurosos y más secos. En todo caso, parece complejo dibujar un escenario que afectará tanto a los países de origen como a los receptores de turismo.

Sin estrategia a seguirA pesar de contar con los recursos ne-cesarios para reconvertir un modelo de desarrollo insostenible, el Gobierno de Canarias no se ha tomado en serio la lucha contra el cambio climático: la paralización de las Directrices de Ordenación, el bo-rrador del Plan Energético de Canarias o proyectos tan insostenibles como el Eje Transinsular de Transportes son la mejor muestra del nulo compromiso de las insti-tuciones más allá de dos o tres campañas publicitarias. Esta conducta irresponsable debe cam-biar con un urgencia, puesto que nuestro modelo de desarrollo económico es alta-mente ineficiente [3]. Carecemos de planes de turismo, agricultura o movilidad sosteni-bles así como de medidas que favorezcan la

reducción de gases de efecto invernadero. En definitiva, no se puede debatir sobre las estrategias de sostenibilidad o lucha contra el cambio climático en Canarias, porque simplemente no existen. Si buscamos iniciativas interesantes en Canarias debemos dirigir nuestra mirada hacia el ámbito local. El Plan de Desarrollo Sostenible Comarca del Sureste [4] es el único proyecto con una perspectiva trans-versal a medio y largo plazo en la isla de Gran Canaria. Sin embargo, la pretendida instalación de una planta regasificadora en Arinaga por parte del Gobierno de Canarias supone una peligrosa amenaza para su realización. El trabajo que queda por delante es una tarea ardua, porque no hay nada más complejo que cambiar unos valores desa-rrollistas sustentados en prácticas y hábitos cotidianos que se mantienen desde hace décadas. Hemos de comenzar a actuar de manera ecológicamente inteligente con el fin de desarrollar una nueva cultura inte-lectual, de consumo y tecnológica. He ahí el gran reto que nos ha tocado vivir: im-pulsar un cambio cultural, político y social capaz desarrollar unas políticas racionales, equilibradas y con perspectiva intergene-racional. Es hora de sacar a Canarias del subdesarrollo de la insostenibilidad.

Notas y referencias1 Casi toda la información procede de

Evaluación Preliminar General de los Impactos en España del cambio Climático, MMA, salvo cuando se cite otra fuente.

2 www.elpais.es/articulo/sociedad/playas/espanolas/retrocederan/metros/subida/nivel/mar/elpporsoc/20060909elpepisoc_2/Tes/

3 Durante el período 1996-2004 se incrementó en un 62% la producción bruta eléctrica de Canarias para hacer frente a un crecimiento poblacional del 15% y un incremento del PIB del 33%.

4 Al respecto puede consultarse la ponencia de Roque Calero en el I Seminario Internacional de Comarcas Sostenibles celebrado en Agüimes:

www.surestegc.org/modules.php?op=modload&name=News&file=ver_proyecto&pn_sid=77

5 Conferencia de Antonio Ruiz de Elvira: El cambio climático y su impacto en Canarias.

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

1. Evolución de las temperaturas mínimas anuales en Santa Cruz 1952-2005. FUEntE: [5]2. El cambio climático tendrá un gran impacto sobre la principal fuente de ingresos de las islas: el turismo. Foto: Ecologistas En acción.3, 4 y 5. Efectos de la tormenta tropical Delta. Fotos: WWW.mEnUdospEqUEs.com

6. Foto satélite de una tormenta de polvo sahariano. Foto: nasa

2

3

4 5

6

Page 60: El Ecologista nº 54

60 el ecologista, nº 54, otoño 2007

CAMBIO

CLIMÁTICO Y...

Los mecanismos de flexibilidad son una herramienta poco eficaz para reducir emisiones

Multinacionales españolas y mecanismos de mercado

Pedro Ramiro, Observatorio de Multinacionales en América Latina - Paz con Dignidad

Ahora que se acerca el fin de la primera fase del protocolo de Kioto y muchos de los países industrializados no están redu-ciendo sus emisiones de gases

de efecto invernadero, surgen con fuerza los mecanismos de mercado previstos en dicho acuerdo. Los mecanismos de flexibilidad, que así se llaman, son de tres tipos: el comercio de emisiones, los meca-nismos de aplicación conjunta (AC) y los mecanismos de desarrollo limpio (MDL). Mientras que el primero de ellos se lleva a cabo entre países –los que reduzcan sus emisiones más de lo permitido podrán vender créditos por el sobrante a otros–, los otros dos están pensados para ser apli-cados también por las empresas. Básicamente, los mecanismos de desa-rrollo limpio y los de aplicación conjunta se basan en una misma idea: que las compañías inviertan en proyectos de reducción de emisiones o de fijación de carbono en países distintos al de origen. La diferencia entre ellos reside en el hecho de que los MDL se aplican en países que no están obligados, según el protocolo de Kioto, a modificar sus emisiones –para las empresas españolas esto quiere decir, fundamentalmente, América Latina– y los de AC a los que sí se ven afectados por el mismo –sobre todo, los países del Este de Europa–. Las multinacionales españolas del sec-tor de la energía, que han sobrepasado los niveles de emisiones fijados en el Plan Nacional de Asignación –por ejemplo, en el año 2005 Endesa emitió un 15% más de la cantidad que se le había concedido, Iberdrola lo hizo un 2% y Unión Fenosa un 14,5% [1]–, han tenido que recurrir cada vez más a los mecanismos de mer-cado para poder cumplir con los objetivos previstos. Además, los han visto como una nueva oportunidad para realizar inversio-nes en el extranjero y aumentar su cuenta

de ganancias. En este s e n t i d o ,

las t rans -nac ionales e l é c t r i c a s

españolas están dedicándose a invertir en proyectos MDL en América Latina, para así poder obtener créditos de carbono que les permitan reducir formalmente sus emisiones. Porque, efectivamente, dicha reducción tiene mucho más de formal que de real: mediante los MDL, en el Estado español se sigue emitiendo lo mismo que antes, lo único que pasa es que se resta del monto total lo que se deja de emitir en otros países al utilizar energías renovables y al llevar a cabo proyectos de fijación de carbono. Cuando se habla de MDL, la cuestión se centra en dos tipos de proyectos. En primer lugar, están los proyectos de ge-neración hidroeléctrica, que son por los que han apostado las multinacionales de la electricidad: Unión Fenosa tiene cuatro proyectos MDL registrados en la ONU [2] y Endesa e Iberdrola tienen sendas centrales [3] pendientes de autorización. En segundo término, se encuentran los proyectos de secuestro de carbono, que han sido los preferidos por las trasnacio-nales de los hidrocarburos: Gas Natural, con su denominado proyecto Sombrilla, que consiste en la sustitución de fuel-oil por gas en algunas plantas industriales de Colombia [4], y Repsol YPF, que publicita su proyecto de reinyección de CO2 en Ce-rro Fortunoso (Argentina) como MDL, a pesar de que el enterramiento de carbono no está autorizado todavía como tal.

Mercado europeo de emisionesPero el panorama de los mecanismos que usan las multinacionales españolas para cumplir con el Protocolo de Kioto no podría completarse sin hablar del recientemente creado mercado europeo de emisiones. Sólo en 2005, que fue su primer año de funcionamiento, se comer-cializaron emisiones por valor de unos 4.000 millones de euros [5]. Y, aunque este mercado se ha visto condicionado por el retraso en la aprobación de los planes nacionales de asignación y en la creación de registros de emisión, la compraventa de gases de efecto invernadero es un ne-gocio claramente en alza: 1,5 millones de

toneladas de CO2 equivalente se negocian cada día en la bolsa europea de derechos de emisión [6]. Tanto las empresas como los Gobiernos europeos han acudido de forma decidida a estos mercados, donde pueden comprar certificados de reducción de emisiones certificadas e invertir en los Fondos de Carbono, como los promovi-dos por el Gobierno español y el Banco Mundial. En cualquier caso, lo que no tiene sentido es pensar que toda esta batería de mecanismos de mercado es la mejor alternativa para lograr una reducción efectiva de las emisiones. Y es que sólo entre un 10% y un 15% del total de los proyectos MDL que están en marcha están basados en energías renovables [7, 8]. Porque, como están concebidos en base a proyectos concretos y no con una perspectiva integral, además de que su prioridad es buscar créditos de carbono al coste más bajo, los mecanismos de mercado siguen una lógica mercantilista. Por ello, puede decirse que no resultan una herramienta eficaz para promover las energías renovables, porque su objetivo es favorecer el proyecto económicamente más beneficioso, y no el mejor en cuanto a su sostenibilidad ambiental y social.

Notas y referencias1 “Excesos por 300 millones de euros”, El País

Negocios, 8-1-2006.2 Los Algarrobos, Macho de Monte y Dolega,

en Panamá, y La Joya, en Costa Rica.3 Callahuanca, en Perú, y Las Vacas, en

Guatemala, respectivamente. 4 Todos los datos sobre los proyectos de MDL

de las empresas españolas de la energía se han obtenido de la información disponible en sus informes anuales y en sus propias páginas web.

5 Repsol YPF, 2006: Informe de Responsabilidad Corporativa 2005.

6 “Europa saca plusvalías al CO2”, El País Negocios, 8-1-2006.

7 CDM Watch, nov. 2004: Razones por las cuales el Mecanismo de Desarrollo Limpio no promoverá un desarrollo limpio.

8 En el Estado español, por ejemplo, el 88% de los proyectos registrados como MDL tienen que ver con la reducción de emisiones de gases hidrofluorocarbonados, que es lo que resulta más barato.

Page 61: El Ecologista nº 54

Ho

ga

r e

coló

gic

o

61el ecologista, nº 54, otoño 2007

Bioconstrucción y cambio climáticoToni Marín, Asociación Española de

Bioconstrucción y editor de EcoHabitar

Nuestra vivienda, cómo la construi-mos, con qué materiales y cómo la utilizamos, puede contribuir al ahorro de emisiones de CO2 de

muchas maneras. El diseño de la vivienda, atendiendo a las características específicas del lugar, la elección de los materiales, de los sistemas de gestión del agua, de los resi-duos, la aplicación de energías renovables… son aspectos básicos. Por ejemplo, una vivienda convencional en la que vivan 3 personas, puede llegar a emitir cerca de 21 toneladas de CO2/año. La misma vivienda, edificada bajo los criterios de la biocons-trucción, sólo emitirá 7 t CO2/año.

¿Cuesta más una vivienda ecológica?¿Cómo podemos valorar, en términos económicos, el costo del impacto ambien-tal producido por una vivienda? Que una vivienda ecológica cueste más es normal y no tendría que sorprendernos si conside-ramos el ahorro mencionado. La diferencia de costos es debida a esta diferencia de emisiones. Sería necesario calcular la huella ecológica y el ciclo de vida de cada material

de construcción, de los sistemas energéti-cos, de los sistemas constructivos, etc. para poder conocer esta diferencia de emisiones a ciencia cierta. Sin embargo, aplicando simplemente los criterios de la biocons-trucción (ver recuadro) podemos llegar a ahorros energéticos sorprendentes: entre un 56% y un 83%, con un incremento del coste de un 17% [1]. Según el estudio realizado por el

Notas: 1 isMaEl caballEro: Mitigando la huella

ecológica. EcoHabitar nº 10.2 Ver criterios completos en www.ecohabitar.org

¿Cómo ahorra una vivienda ecológica?

Aplicando criterios de bioconstrucción [2]:Ubicación adecuada.Integración en su entorno más próximo.Diseño personalizado según las necesidades del usuario.Adecuada orientación y distribución de espacios.Empleo de materiales saludables y biocompatibles.Optimización de recursos naturales.Implantación de sistemas y equipos para el ahorro.Incorporación de sistemas y equipos de producción limpia.Programa de tratamiento de los elementos residuales.Manual de usuario para su utilización y mantenimiento.

ingeniero y experto en bioconstrucción Ismael Caballero: “el coste por persona estimado sería de 20.800 euros, en las viviendas ya construidas, y de 10.300 en las de nueva construcción. La amortización econó-mica rondaría entre 14 y 29 años y el ahorro de emisiones resulta espectacular. La vida útil de los equipos de producción limpia ronda entre 20 y 40 años para la producción térmica y de más de 60 años los equipos solares fotovoltaicos”. Para este autor “parece absurdo no poner en práctica las soluciones que se proponen”.

Nuestras actitudes y el ahorro Nuestro comportamiento también puede contribuir al ahorro energético de una ma-nera eficaz. Utilizando el sentido común, al igual que han hecho durante milenios nuestros antepasados, en verano hay que cerrar ventanas y persianas al sur en los

momentos de más calor y re-frescar la vivienda durante la noche e instalar toldos y sombras. En el caso de viviendas antiguas conviene

instalar burletes, cristales dobles, incrementar el aislamiento en paredes y techos mediante forros de fachada, dotar a las fachadas sur u oeste de sistemas de som-

breado vegetal… Con medidas como éstas podemos conseguir un ahorro de hasta el 50%. También es importante desterrar bombillas incandescentes, utilizar bom-billas de bajo consumo; ahorro del agua (existen muchos artilugios interesantes) y un sinfín de propuestas. En realidad no es la bioconstrucción (o arquitectura ecológica), ni las energías renovables, ni la agricultura ecológica, ni los productos ecológicos varios que hoy hay en el mercado los que pueden paliar los efectos del cambio climático. Lo que real-mente puede cambiar esta cruda realidad es la actitud y aptitud del conjunto de los seres humanos frente a este problema.

Foto

: Eco

ha

bita

R

Foto

: Eco

ha

bita

R

Page 62: El Ecologista nº 54

FOTOGRAFÍA: OLMO CALVO

ecologista.qxp 27/04/2007 18:21 PÆgina 1

Page 63: El Ecologista nº 54

Simbiosis

Deuda odiosa y deuda ecológicaDeuda odiosa, ¿quién es responsable?

Deuda ecológica: ¿quién debe a quién?

ilegítima

Ya ha salido el nuevo RD sobre Renovablesentra en www.solartec.es

Desde 1990, Solar Fotovoltaica, Térmica, Eólica, Biomasa, Ahorros Energéticos

91 517 90 25 [email protected]

y cooce las posibilidades de la Tecnología Solar

C/ Melilla, 49 Madrid28005

Ya ha salido el nuevo RD sobre Renovablesentra en www.solartec.es

Desde 1990, Solar Fotovoltaica, Térmica, Eólica, Biomasa, Ahorros Energéticos

91 517 90 25 [email protected]

Y conoce las posibilidades de la Tecnología Solar

C/ Melilla, 49 Madrid28005

FOTOGRAFÍA: OLMO CALVO

ecologista.qxp 27/04/2007 18:21 PÆgina 1

www.ecologistasenaccion.org/atun

Atún rojo, el atleta del marUna especie ligada a nuestra cultura y a nuestro entorno

Las especies de túnidos que pueden pescarse en el Mediterráneo y que en

mayor o menor medida están sobreexplotados las podemos separar en dos

grupos:

Los ibéricos del mar (de alto valor económico):

Atún rojo (Thunnus thynnus): el capturado en las almadrabas de Cádiz

es el más buscado. Fresco se exporta casi todo a Japón, donde es el rey del

sushi y sashimi. Del que se queda en España parte se consume fresco y el

resto se sala y convierte en mojama.

Atún blanco o bonito del norte

(Thunnus alalunga): capturado

con cebo vivo, en especial por la flota vasca.

Los enlatados (son los más capturados a escala

mundial para la industria conservera):

Atún listado(Katsuwonus pelamis)

Érase una vez, el atún en el Mediterráneo

La importancia de la pesca del atún y de la industria de salazones en la Península Ibérica se constata

desde la época fenicia, pero es en la época romana cuando alcanza un gran auge. Las costas

mediterráneas y atlánticas de la Península Ibérica se erigieron como puntos clave donde esta industria

floreció y suministró salazones y salsas a todo el imperio.

Existen numerosos restos arqueológicos que lo atestiguan, como las piscinas cuadradas o redondas

yuxtapuestas en Baria (Almería), Sexi (Granada), Carteia (Algeciras) o Baelo Claudia (Cádiz). En ellas se

maceraban vísceras de pescado como el atún y especias para la elaboración de la salsa Garum, que

tenía un valor económico muy alto –según Plinio, comparable al valor del perfume– y se consideraba

como una delicatessen en todo el imperio romano.

¿Cómo son los atunes?Los atunes tienen un cuerpo fusiforme y robusto, tipo torpedo, de

color azul oscuro por el lomo y plateado por el vientre. Tienen

dientes cónicos y pequeños distribuidos en una hilera.

Según la especie de túnido de que se trate

pueden presentar rayas o puntos en

algún lado, y también varía el

tamaño.

Pero el atún rojo es el toro

del mar: puede llegar a

alcanzar los 4 metros de

longitud, pesar hasta 700 kg y

vivir 30 años. Por desgracia quedan

pocos ejemplares con esta talla. Hasta hace

20 años en las almadrabas entraban atunes con un

peso medio de 500 kg, pero hoy el peso medio es de 150 kg y

no quedan grandes individuos.

Son grandes migradores desde el Ártico hasta los Trópicos, y

pueden llegar a bucear hasta profundidades superiores a los 1.000

metros. Aunque el atún rojo no es muy rápido (nada a 40 km/h) sí

puede dar acelerones en distancias cortas para atacar a una presa o huir de

un depredador y alcanzar los 100 km/h.

¿Sabías que no es un pez de sangre fría?

A diferencia de la mayoría de peces

cuya temperatura corporal es similar

a la del agua que les rodea, el atún rojo

puede vivir en aguas entre los 3ºC y los 30ºC y

mantener una temperatura bastante estable

entre los 18 y 25ºC, gracias a su sistema de

circulación sanguínea.

La ley del océano, comer y ser comido¿Quién se come al atún?

El atún rojo es un gran depredador, se encuentra en lo alto de la cadena trófica.

Aun así, no sólo tiene que huir de los pescadores, su principal amenaza, sino

también de otros animales marinos como orcas y tiburones.

¿Y qué come el atún?

El atún rojo tiene en su menú pequeños peces pelágicos como jureles,

caballas, sardinas y anchoas. También cefalópodos como los calamares

y, de vez en cuando, se zampan gambas, cangrejos y alguna medusa.

Atún rojo(Thunnus thynnus)

Atunes de nuestras aguas

Antiguas piscinas romanas para

elaborar salsas y salazones de atún

Atún claro(Thunnus albacares)

Bonito(Sarda sarda)

Melva(Auxis rochei)

Ilust

raci

ón: J

. Pop

e

Alojamiento en habitac. dobles. Antiguo cortijo en Sierra Cabrera (Turre, Almería). Decoración sencilla y rústica. Rodeado finca de 60 hect., balsa para bañarse, hermoso paisaje serrano.

Tel: 950 52 80 90 / 627 85 08 [email protected]://pagina.de/elnacimiento

Casa ruralEl Nacimiento

- El cambio climático (13 paneles, actualizada 2007)- Contaminación del Aire y salud (10 paneles)- Transporte y medio ambiente (13 paneles)- Agricultura, alimentación y medio ambiente (9 paneles)- Calidad del Aire en la Comunidad de Madrid (5 paneles)- Constitución Europea (5 paneles)- Deuda Ecológica (3 paneles)- Urbanismo-Vivienda-Transporte (3 paneles)- Atún rojo (5 paneles)

Pedidos: 915312389

EXPOSICIONES DISPONIBLES

Ecologistas en Acción dispone de varias exposiciones (tamaño paneles 70x100 cm) que se pueden solicitar para la realización de actividades educativas. Algunas están disponibles en catalán.

Page 64: El Ecologista nº 54

Todo esto y mucho más en: www.ecologistasenaccion.org/tenderete

CAMISETAS/TEXTIL• Camiseta manga larga (algodón biológico y comercio justo 100%) Logo aire limpio (azul) u hoja (granate) (chica M, L, XL; chico M, L, XL) 21€ • Camiseta algodón blanca, “Ecología y solidaridad” (M, L y XL) 8€. • Camiseta algodón negra, “Antinuclear”, (tallas M, L, XL) 12€• Camiseta algodón negra, “Antinuclear” manga larga (tallas M, L, XL) 14€• Camisetas “Transgénicos” (de algodón biológico y comercio justo) chica (S, M, L, XL), chico (L, XL) 13€.• Camiseta azul o burdeos “Salvemos las montañas” (Tallas: 9-11años –equiv. a S de chica–, 12-14 –equiv. a M de chica–, M, L, XL) 12€• Camiseta “Cachorro Lince” naranja (talla: 1-2 años) 12€• Camiseta “Cahorro Lince” amarillo fuerte (tallas 3-4 años, 5-6, 7-8, 9-11 –equiv a S de chica–, 12-14 –equiv a M chica–) 12€• Camiseta “Cachorro Lince” para adulto en crudo (tallas M, L) 12€• Chubasquero azul marino, “Logo Ecologistas en Acción”, (tallas XL y XXL), 18€• Bolsa asas algodón, “Consume con cabeza”, 4,5€• Mochila negra (algodón biológico y comercio justo 100%) 6€Camisetas con el Sol de Ecologistas en Acción:

• Camiseta manga larga chica bicolor 14€. Colores: burdeos manga/gris cuerpo (talla L)• Camisetas manga corta chico: 12€: Azul (logos y cuello amarillo, XL) y Roja (logos y cuello azul XL) • Camiseta naranja (de algodón biológico y comercio justo): 13€ (M, L, XL) para chica y chico.• Camiseta pistacho chica (de algodón biológico y comercio justo): 15€ (L)• Camisetas de tirantes anchos: Logo con libélulas 10€: colores blanco (S, L y XL) y beige (S, L y XL), logo liso 9€: colores verde oliva (S y XL).

OTROS MATERIALES• Mapa de la Senda Real GR 124, 3,60€• Mapa Senda de las Merinas, 3,60€•DVD Donde se cuece la Guerra Chinchilla de Montearagón. Los campos de maniobra. 10€ • DVD Al calor de las chimeneas. 10€• DVD Mi último valle 10€• DVD La Deuda Ecológica 6€• CD Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de La Rioja, 6€ • Juego árboles y arbustos: (Cartas + fichas + cuad. botánico), 10€• Insignias ("pins") 1,20€• Chapa antitaurina 1€• Colgante de plata logo Ecologistas en Acción: 20€• Pegatina antinuclear 1€• Boli (rojo, negro o azul) 1,5€• Economizadores de agua: - Micro-válvula para la ducha 10€ - Para el grifo del baño 6€ - Para el grifo de la cocina 6€ - Juego completo 20€

Camiseta “Salvemos las Montañas”: 12€

EL Tenderete

Ecologistas en Acción se compromete desde ahora a distribuir sólo productos y materiales producidos de manera justa desde el punto de vista social, ecológica y lo más cercana y local posible –o en su defecto, de Comercio Justo–. También serán elaborados con productos reutilizados o materiales reciclados, siempre que esto sea posible. Por ejemplo, todos nuestros textiles nuevos son de algodón ecológico y Comercio Justo al 100%.

Es posible que los precios sean un poco más altos, pero de esta manera tratamos de potenciar la puesta en práctica de alternati-vas sostenibles y justas.

Camiseta manga larga (algodón biológico y comercio justo 100%) (chica , chico) 21€

Mochila negra (algodón bioló-gico y comercio justo 100%) 6€

Mapa de la Senda de las Merinas, 3,60€

Colgante de plata logo

Ecologistas en Acción: 20€

Perro de tela 12.90€

Muñeca de tela 12.90€

Economizadores de agua

Boligrafos de cartón

Cuento: ZAPATILLA la tortuga marina, Ed. Ecologistas en Acción, 2006, 3,5€

Jirafa de tela 8€ Marioneta 14,9€

Juego árboles y arbustos: (Cartas + fichas + cuad.

botánico), 10€

Bolsa asas algodón, 4,5€

DVD “La deuda ecológica” Ekologistak Martxan, 2006, 6€

León de yute 8€

Ecología Política. Cuadernos de debate internacional. 13€.

Page 65: El Ecologista nº 54

Solicitud de envio

Nombre: ______________________________

Apellidos: _____________________________

Domicilio: _____________________________

Población: ____________________ C.P.: ______

Provincia: ______________________________

Teléfono: ______________________________

Correo electrónico: ________________________

Artículo precio unidades precio total

____________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________

____________________________________________________________________________ ____________________________________________________________________________

Forma de pago Giro postal (adjuntar fotocopia del resguardo) Talón (a nombre de Ecologistas en Acción-Coda) Contrareembolso.Deseo recibir contrareembolso de su importe, más gastos de envio, los artículos que indico a continuación (Gastos de envío mínimo: 6,95 €, tarifas de Correos 2007). Me reservo el derecho a devolver los artículos, si éstos no son de mi agrado, en un plazo inferior a 15 días a partir de la fecha de recepción del pedido, recuperando el importe del mismo. (Firma titular)

+ 6,95 €

Para realizar pedidos envía esta solicitud a Ecologistas en Acción, Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid 91 531 27 39

Todo esto y mucho más en: www.ecologistasenaccion.org/tenderete

• Camiseta algodón negra, Antinuclear, 12 €

REVISTA ECOLOGISTA• Números atrasados, 3€• Colección completa: - nº 1 al 20: 30€ - nº 21 al 40: 40€ - últimos núm: 3€

Camiseta naranja chico o chica (algodón biológico y comercio justo 100%) : 13€

Compostadores:

Camiseta chico o chica (algodón biológico y comercio justo 100%): 13€

Camiseta "Cachorro lince" adulto y niño 12€

Adulto (M, L)

Niño (3 a 14 años)

Niño (1 a 2 años)

Abanicos (4 colores) 4€

54

Camiseta de tirantes anchos logo con libélulas 10€

¡AIRE FRESQUITOECOLÓGICO!

Modelo urbano: Can O’Worms 120 €

Modelo 410: 76 €(+ 11 € de gastos de envío, por

mensajero en 48 horas)

Camiseta pistacho chica (algodón biológico y comercio justo 100%) : 15€

Chubasquero azul marino: 18€

• Camiseta algodón negra manga larga, Antinuclear, 14 €

Page 66: El Ecologista nº 54

Datos personales

Nombre: ______________________________Apellidos: _____________________________Domicilio: _____________________________Población: _____________________________Provincia: ________________C.P: ___________Teléfono y e-mail: _________________________

Asóciate a Ecologistas en Acción (la cuota de socio incluye la suscripción a la revista) 35 €/año (cuota mínima, provisional hasta 2008) 42 €/año (cuota mínima) 84 €/año (cuota mínima recomendada) 144 €/año ........ €/año (otra cantidad superior)

Recibo (Para evitar gastos bancarios agradecemos recibo anual): anual semestral

Sólo suscripción a la revista 12 números .............................................................. 30 € De apoyo: otra cantidad superior.................. € Unión Europea (12 números) ....................................45 € Extranjero (12 números) ...........................................50 € Anual para Instituciones .......................................... 30 €

Forma de pago Talón (a nombre de Coda-Ecologistas en Acción) VISA (rellenar al lado): Titular:___________________

EXTRANJERO: sólo con VISA Domiciliación bancaria, rellenar abajo:

Domiciliación bancaria

Nombre (titular): _____________________________Apellidos (titular): ____________________________D.N.I. (titular): _______________________________

Codigo cuenta cliente:

Entidad Sucursal D.C. Nº de cuenta

Ruego se sirva cargar en mi cuenta corriente/libreta y hasta nuevo aviso, los recibos que le sean presentados por Coda-Ecologistas en Acción, en concepto de:

Cuota de socio/a Sólo suscripción a la revista (desde el nº ___ incluido)

(Firma del titular)

Para asociarte o suscribirte a la revista, envia estos datos a Ecologistas en Acción, Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid 91 531 27 39

nºVISA

Caducidad:

Todo esto y mucho más en: www.ecologistasenaccion.org/tenderete

En cu

mpli

mien

to de

l art.

5 de

la Le

y 15/

1999

, ECO

LOGI

STAS

EN AC

CIÓN

te in

form

a que

tus d

atos

perso

nales

se in

corp

orar

án a

un fic

hero

info

rmat

ivo cu

yo tit

ular

es EC

OLOG

ISTAS

EN AC

CIÓN.

Se us

arán

para

la ge

stión

del p

ago d

e la c

uota

o su

scripc

ión y

para

man

tene

rte in

form

ado d

e nue

stras

activ

idade

s. Pu

edes

acce

der,

recti

ficar

o ca

ncela

r tus

dato

s env

iando

un es

crito

a es

ta di

recc

ión po

stal: E

COLO

GIST

AS EN

ACCIÓ

N C/

Mar

qués

de Le

gané

s, 12

bajo.

2800

4 Mad

rid.

LIBROSAGUA

• Corrupción e irregularidades en la gestión del agua en España. J. Martínez y P. Brufao (coords.) 2006, 17€• Más agua ¿para qué? B. González y E. Menéndez, Ed. Cambalache, 2006, 10€• Ideas y propuestas para una nueva política del agua en España. A. Estevan y J. M. Naredo, Bakeaz, 2004, 8€• El Plan Hidrológico Nacional y sus implicaciones en el País Vasco. Victor Peñas, Bakeaz 2004, 11€• Canto de sirenas. El derecho de aguas chileno como modelo para reformas internacionales. Carl J. Bauer, 2004, Bakeaz, 14€• Agua, regadío y sostenibilidad en el Sudeste ibérico. Julia Martínez, Miguel Á. Estevez. Bakeaz, 2002, 14€• Los mercados del agua en Tenerife. F. Aguilera Klink. Bakeaz, 2002, 9€• El Plan Hidrológico a debate. P. Arrojo. Bakeaz 2001, 24,04€ • La eficiencia del agua en las ciudades. A. Estevan y V. Viñuales. Bakeaz, 2000, 15,03€• De la noria a la bomba. J. Cruces, J.M. Hernández, G. López Sanz y J. Rosell. Ed Bakeaz, 1998, 15,03€• El embalse de Itoiz, la razón o el poder. MªJ.y J.L. Beaumont, P. Arrojo y E. Bernal. Bakeaz, 1997, 13,82€• El Genal Apresado; Agua y Planificación. Mª Luisa Gómez. Bakeaz, 12,62€• Gestión del Agua en España y California. P. Arrojo y J.M. Naredo 1997, 10,82€• El abandono de los océanos: políticas para su recuperación. Peter Weber. Bakeaz, 1996, 5,41€• Pérdidas netas: pesca, empleo y medio ambiente marino. P. Weber. Bakeaz, 1995, 5,41€

ESPACIOS y ESPECIES • Deporte y naturaleza. Talasa, 2001, 12,7€• Aves Carroñeras: actas III Congr. Internac (2000). 5€• Aves Carroñeras: actas II Congr. Internac (1999). 5€• Propagación de especies autóctonas y restauración de la vegetación natural, 1988, 2,40€

VARIOS• Educación y Ecología: El currículum oculto antieco-lógico de los libros de texto” Ecologistas en Acción, Ed. Popular, 2007. 11,75€• La situación del mundo 2007 -nuestro futuro urba-no-. WorldWatch Institute.Icaria, 2007. 25 €• Raíces económicas del deterioro ecológico y social.

CUADERNILLOS

• Jardinería con menos agua. 3€• Energías renovables en la educación. 2001. p. 96, 3€• Cuadernillos de Energías Renovables. p. 32, 1,80€ (castellano y catalán)• Manual del árbol en la ciudad. p. 40, 3€• Manual del Plantabosques. p.14, 1,20€• La calidad del aire en la ciudad. Guía para organizaciones ciudadanas. 3€• Acceso a la información ambiental. 2003, 3€• Los delitos ecológicos. Guía Práctica. 2002, 3€• Cuadernillos: Transporte y medio ambiente. 2001. p.40, 3€• La contaminación por ozono 3€• En defensa de las vías pecuarias. Madrid. p.32, 3€

• Con la Ley en la mano ¿Cómo ejercer tus derechos en la defensa del medio ambiente? Guia práctica (Castellano-Euskera)• El derecho de acceso a la información ambiental Guía práctica (Castellano-Euskera)• Los delitos ecológicos La protección penal del medio ambiente Guía Práctica (Castellano-Euskera)• Plan de ahorro y eficiencia en el consumo eléctri-co. Horizonte 2015. 2005, 24 p, 3€• Propuesta de desarrollo de la energía eólica en España. Horizonte 2010-2012. 2005, 16 p, 3€• Manual de quejas ante la Comisión Europea. Recomendación para la elaboración de denuncias, 48 p. 3€• El currículum oculto antiecológico de los libros de texto, 20 p. 3€

José Manuel Naredo. Siglo XXI, 2006 18€• La economia al alcance de los economistas. Antonio Lucena. Cinca, 2006 18.72€• Colombia: Terrorismo de Estado. V. Carrillo y Tom Kucharz. Icaria, 2006 21€• Cuento: ZAPATILLA la tortuga marina, Ed.l Ecologistas en Acción, 2006, 3,5€• Consuma Responsabilidad: Guía de Consumo Responsable de la Comunidad de Madrid. Traficantes de sueños, 2006. 12€

• Andalucía. Peter Manschot. Ed: Asoc. cohábitat, 2006. 30€.• Malababa (rev. de contrapublicidad) 7€• El Tsunami urbanizador español y mundial. Ramon Fernandez Durán, Virus,2006, 6€• Manual de Ecología día a día - Ekologiari buruzko liburuxka, egunez egun, Ecologistas en Acción. 5€• Crisis y deuda externa. Miguel Moro, Ed. Cambalache, 2005, 14€• La Deuda Ecológica Española. Varios autores. Ed Muñoz Moya, 2005 10€ • La globalización y los derechos humanos. IV Jornadas Internacionales de Derechos Humanos (Sevilla, 2003). Ed. Talasa 20€• La compleja construcción de la superpotencia Europa. Ramón Fdez Durán, Virus 2005, 11€ • ¿Vuelven las nucleares? El debate sobre la energía nuclear. Francisco Castejón, Talasa, 2004. 10€ • Vamos a hacer un huerto. Manual

práctico para el huerto escolar ecológico. Jesús Mª Cantero, José Manuel Gutiérrez. Luna, 2004. 12€• Manual de Jardinería Ecológica. Luciano Labajos, Ecologistas en Acción, 2003. 10€ • Consumo responsable. Antonio Lucena, Talasa, 2003. 11,8€• Cuidar la T(t)ierra. Politicas agrarias y alimentarias sostenibles para entra en el Siglo XXI. Jorge Riechmann, Icaria, 2003, 22€• El sentido de las caracolas. Un viaje de mirada urgente al desastre del Prestige. J.V. Barcia, fotos Juan Yuste. Lobohombre, 2003, 8€ (Oferta especial)• La ciudad y los derechos humanos. Rosario del Caz, Pablo Gigosos, Manuel Saravia. Talasa, 2002. 9,6€ • Economía sostenible. Principios, conceptos e instrumentos. R. Bermejo. Bakeaz. 2001, 21,04€• Instrumentos económicos para la prevención y el reciclaje de los residuos urbanos. Dolores Romano y Pablo Barrenechea. Bakeaz, 2001. 13,22€

• El territorio del leopardo. Eduardo Martínez de Pisón. Desnivel, 2000, 12,70€ • El medio ambiente en Madrid: análisis y alternativas ecologistas. Ecologistas en Acción, 1999, 6,01€• Red global: los ordenadores en una sociedad sostenible. John E. Young. Bakeaz, 1996, 5,41€• La hora de la partida. Halkane. Bakeaz, 1995, 5,41€

54

Los Libros de La CatarataTenemos a la venta muchos libros de esta editorial• Movimientos antiglobalización. ¿Qué son? ¿Qué quieren? ¿Qué hacen? Carlos Taibo. 2007. 15 €•Biomímesis. Ensayos sobre imitación de la na-turaleza, ecosocialismo y autocontención. Jorge Riechmann. 2006. 20 €• Desbordes creativos. Estilos y estratégicas para la transformación social. T. R. Villasante. 2006. 20 €• Crítica de la Unión Europea. Argumentos para la izquierda que resiste. Carlos Taibo. 2006. 9 €• La Constitución destituyente de Europa. Razones

para otro debate constitucional. VVAA. 2005. 10 €• Todos los animales somos hermanos. Ensayos sobre el lugar de los animales en las sociedades industria-lizadas. Jorge Riechmann. 2005. 20 €• El hambre en el mundo y los alimentos transgéni-cos. Antón Novás. 2005. 18 €• La historia de la intervención humanitaria. El impe-rialismo altruista. Itziar Ruiz-Giménez. 2005. 18 €• La gran transición hacia la sostenibilidad. Princi-pios y estrategias de economía sostenible. Roberto Bermejo. 2005. 20 €• Guerra global permanente. La nueva cultura de la inseguridad. Varios. 2005. 11 €

• Rutas del cielo (guía celeste). M. Díaz, Desnivel, 13,90€• Excursiones para los colegios por la provincia de Madrid. Domingo Pliego, Desnivel, 1991, 9,90€ • 10.000 km a través de África. Javier Pérez de Albéniz, Desnivel, 1990, 12,70€• Revolución en la construcción. Como influyen la salud y la ecología. D.M. Roodman, N. Lerssen. Bakeaz, 5,41€

Page 67: El Ecologista nº 54
Page 68: El Ecologista nº 54