el ecologista nº 72

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Nº 72 Primavera 2012 - 3,00 € Durban Trashumancia Capitalismo verde 15M y sustentabilidad Conservar los bosques Centrales termosolares privatización de un recurso básico Agua

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Marzo de 2012

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DurbanTrashumanciaCapitalismo verde15M y sustentabilidadConservar los bosquesCentrales termosolares

privatización de un recurso básico

Agua

ÍNDICE y CONSULTA de ARTÍCULOS Puedes obtener un índice temático y consultar los artículos

de números atrasados en www.ecologistasenaccion.org/revista

SECCIONES FIJAS

5 Editorial 6 En Acción14 Internacional39 Consumo: Ofertas y Demandas63 Libros64 El Tenderete

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nº 72 primavera 2012

PRIVATIZACIÓN DEL AGUA16 Foro Alternativo Mundial del Agua

Es tiempo de justicia social y ambiental en la gestión del aguapor Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras

18 La privatización del agua en EspañaCasi el 50% del suministro está ya en manos privadas por Luis Babiano

21 El desafío de conservar los bosquesLa mercantilización de los servicios ambientales no garantiza su conservación, por Manuel Ruiz

26 ‘Apartheid’ climático en DurbanSin acuerdos vinculantes contra el cambio climático, por Tom Kucharz

29 ¿Por qué es tan difícil un acuerdo sobre cambio climático?Resistencias al necesario cambio de modelo, por Rodrigo Irurzun

32 Centrales termosolaresOtra fuente de energía al albur de la política sobre renovables, por Daniel López Marijuán

34 A vueltas con la energía nuclearLa apuesta de una industria fracasada, por Salvador López Arnal

36 El discurso de la sustentabilidad en el 15MLa habitabilidad del planeta no puede quedar al margen de los debates, por Ángel Calle

40 Entrevista a Miguel BrievaAcaba de publicar Memorias de la Tierra, por Mariola Olcina

42 Aproximaciones al concepto de transarmeQuitar poder a lo violento, por Utopía Contagiosa

44 Trashumancia en la Cañada Real ConquenseUna práctica ganadera sostenible, por E. Oteros, E. González, V. Hevia, R. Ontillera, P. Zorrilla Miras y J. A. González

47 Un futuro para AncaresEl desastre ecológico de los incendios, por José Andrés Martínez

50 Marina Isla de ValdecañasUna urbanización declarada ilegal, por Miguel Manzanera

52 Bosques de Tetraclinis articulatapor M. Á. Esteve, I. Hernández y J. Miñano

54 El imposible capitalismo verde por Daniel Tanuro

56 Entrevista a Tim Jacksonpor José V. Barcia y Carlos Corominas

58 El acuerdo pesquero UE-MarruecosBloqueado por explotar caladeros saharauis, por Mariano González

60 Mapeo colectivo de conflictos ambientalesCartografía crítica y participativa, por Delphine Ortega

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Edita: Ecologistas En acción

Equipo dE rEdacción: José V. Barcia, Carlos Corominas, José Luis García, Yayo Herrero, Mariola Olcina, Paco Segura

producción, disEño y maquEtación: Ecologistas en Acción

colaboran En EstE númEro: Luis Babiano, Pilar Barquin, Ángel Calle, ConsumeHastaMorir, M. Á.

Esteve, Hortensia Fernández, E. González, J. A. González, Mariano González, I. Hernández, V. Hevia, Ingeniería sin Fronteras, Rodrigo Irurzun, Tom Kucharz, Michele

Lapini, Salvador López Arnal, Daniel López Marijuán, Miguel Manzanera,

José Andrés Martínez, J. Miñano, R. Ontillera, Delphine Ortega, E.

Oteros, Manuel Ruiz, Natalie Sauer, Daniel Tanuro, Utopía Contagiosa,

P. Zorrilla.

administración: Noelia Carreras, Alejandra Herrero,

Esperanza López de Uralde.

portada: Registros de agua

en una calle de Puerto Rico Foto: Ecologistas En acción

imprimE: Impresos y Revistas, S.A.

publicidad: Paco Segura 91 896 98 05

Valentín Ladrero 607 238 267 Esperanza López: 91 531 27 39

C/Marqués de Leganés 12 28004 Madrid

[email protected]

suscripcionEs y rEdacción: Marqués de Leganés 12

28004 Madrid Tel. 915312739 Fax: 915312611 [email protected]

www.ecologistasenaccion.org

ISSN 1575-2712 Dep. Legal: Z-1169-1979

Impresa en papel 100% reciclado postconsumo y blanqueado sin cloro

Los beneficios de la venta de esta revista se destinan íntegramente a

Ecologistas en Acción, organización sin ánimo de lucro declarada de

Utilidad Pública (13-6-97)

nº 72 - primavera 2012

Esta revista es miembro de ARCE (Asociación de Revistas Culturales Españolas) y de FIRC (Federación

Iberoamericana de Revistas Culturales)

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Andalucía: Parque San Jerónimo, s/n, 41015 Sevilla Tel./Fax: 954903984 [email protected]ón: C/ La Torre nº 1, bajo, 50002 Zaragoza Tel: 629139609, 629139680 [email protected]: Apartado nº 5015, 33209 Xixón Tel: 985337618 [email protected]: C/ Eusebio Navarro 16, 35003 Las Palmas de Gran Canaria Tel: 928362233 - 922315475 [email protected]: Apartado nº 2, 39080 Santander Tel: 942240217 [email protected] y León: Apartado nº 533, 47080 Valladolid Tel: 983210970 [email protected] Mancha: Apartado nº 20, 45080 Toledo Tel: 608823110 [email protected]: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 648761199 [email protected]: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001 Ceuta [email protected] de Madrid: C/ Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid Tel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected] Herria: C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: 944790119 [email protected] C/San Agustín 24, 31001 Pamplona. Tel. 948229262. [email protected]: C/ de la Morería 2, 06800 Mérida Tel: 927577541, 622128691, 622193807 [email protected] Rioja: Apartado nº 363, 26080 Logroño Tel: 941245114- 616387156 [email protected]: C/ Colombia 17, 52002 Melilla Tel: 630198380 [email protected]: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]ís Valencià: C/ Tabarca 12 entresòl, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]ón Murciana: C/ José García Martínez 2, 30005 Murcia Tel: 968281532 - 629850658 [email protected]

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5Ecologista, nº 72, primavera 2012

70 días y 70 noches

Ese es el tiempo que lleva constituido el gobierno de Mariano Rajoy al escribir este texto. Y en este corto periodo ya se han manifestado, o se apuntan, unos negros augurios para el medio ambiente y los derechos sociales.

En primer lugar, el medio ambiente se ha situado de segundón en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Pero más preocupante resulta la declaración de intenciones que realizó el ministro Arias Cañete en su comparecencia parlamentaria del 1 de febrero: quedó claro que el medio ambiente se sacrificaría al crecimiento económico de la mano de una desregulación en materia ambiental sin precedentes.

Esta desregulación va a comenzar con la Ley de Costas, una buena ley mal aplicada, pero que al menos ha frenado algo el deterioro de nuestra maltrecha franja litoral. Aún está por ver el alcance de la “profunda reforma”, pero se habla de “agilizar los procesos de desafectación”, léase privatización, para aquellos bienes que hayan perdido sus características naturales, en lugar de abordar su restauración como dice la Ley, o de tomar las medidas necesarias para que la actividad económica no encuentre restricciones.

Otros planes del Ministerio son los de volver a la política de trasvases entre cuencas; “simplificar y racionalizar” los procedimientos de evaluación ambiental para que no se retrasen, olvidando que la mayor parte de las veces el retraso viene de las presiones políticas para que salgan adelante proyectos insostenibles; “establecer objetivos realistas” en calidad del aire, lo que quiere decir que seguiremos incumpliendo los límites legales para desgracia de nuestra salud; una “revisión de la normativa básica estatal” en materia de espacios naturales, y así un largo etcétera.

En definitiva, se trata de una auténtica contrarreforma ambiental, pero que va a encontrar muchas dificultades para llevarla a cabo. Aparte de la resistencia que podamos plantear las organizaciones ecologistas, la más obvia es que nuestra legislación es una trasposición de mínimos de la normativa europea, por lo que el margen para las rebajas es muy reducido. En todo caso, sí que deja claro que la prioridad del Gobierno no va a estar ni por asomo en el cumplimiento de la legislación ambiental, sino en su devaluación.

Pero las agresiones al medio ambiente no van a venir sólo del ministerio que debería defenderlo. Un papel estelar en esta tarea lo va a jugar el ministro de Industria, Comercio y Turismo, con su contundente apuesta por la energía nuclear (prórroga de Garoña, ATC en Villar de Cañas) y contra las renovables a favor de las fuentes energéticas más contaminantes y de las grandes empresas eléctricas y petroleras.

Desde el Ministerio de Fomento se anuncia también una continuidad con lo peor del pasado si hacemos caso a la comparecencia de la ministra del 9 de febrero. El nuevo Plan de Infraestructuras de Transporte y Vivienda, PITVI, incrementará aún más la inversión anual en infraestructuras de transporte. También mantiene buena parte de los proyectos que ya había en el pasado y que en su mayor parte no alcanzan el tráfico mínimo para justificar estas intervenciones.

Si a todo esto le sumamos los drásticos recortes de derechos sociales y laborales, ya ejecutados o anunciados, nos encontramos con un panorama tremendamente regresivo en lo ambiental y lo social, que intenta retrotraernos a lo peor del pasado. Y todo ello con la principal justificación del control del déficit, que no es sino una manera burda de que entre todos paguemos, con intereses, la factura de lo que se embolsaron unos pocos.

Es claro que con la correlación de fuerzas existente el principal recurso para frenar esta situación e intentar que cambie de rumbo va a ser la movilización social, que se debería plantear en todos los ámbitos y con todas las confluencias y apoyos posibles.

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6 Ecologista, nº 72, primavera 2012

El pasado 22 de noviembre fallecía la bió-loga estadounidense Lynn Margulis. Su desaparición ha pasado casi des-apercibida para la mayoría de los medios de comunicación, a pesar de que Lynn Margulis constituye una de las mentes mas lúcidas de este siglo y el pasado, pero sus teorías demasiado rupturistas con los modelos establecidos tienen mucho que ver con el ocultamiento de su labor científica, demasiado libre y apartada de los esquemas cartesianos que dominan el pensaniento científico en general. Lynn Margulis participó junto a Lo-velock en la formulación de la conocida “teoría Gaia”, en la que defiende”la consi-deración de la vida y del medio ambiente como un sistema único estrechamente acoplado” en el que la vida como parte del medio ambiente no puede ser ignorada, idea fundamental dentro de la ecología. Pero sobre todo, Lynn Margulis ha teni-do el mérito de descubrirnos a científicos rusos fundamentalmente y otros que han trabajado desde hace más de un siglo en la línea de la teoría simbiogenética de las células eucariotas o células con núcleo, teoría ignorada o despreciada por la cien-cia oficial hasta hace bien poco. Según esta teoría, la célula eucariota se originaría por simbiosis entre células procariotas o células sin núcleo, y una de ellas pasaría a convertirse en orgánulo de la célula eucariota resultante, como está recono-cido actualmente para el origen de los cloroplastos (orgánulos donde se produ-

50 años de Primavera silenciosaSe cumplen 50 años de la primera edi-ción en 1962 del libro Primavera Silen-ciosa (Silent Spring en inglés), un clá-sico de la literatura medioambiental. Su autora Rachel Carson (1907-1964) advertía de los efectos perjudiciales de los pesticidas en el medio ambien-te y culpaba a la industria química de la creciente contaminación. Esta zoóloga, nacida Springdale, Pensilvania, concentró sus estudios en los efectos perniciosos del mal uso de pesticidas sobre el medioambien-te. Su severa crítica al uso del DDT, al que calificaba de “elixir de la muerte”, fue uno de los detonantes del movi-miento ambientalista mundial en los sesenta: “por primera vez en la historia del mundo”, decía, “todo ser huma-no está ahora en contacto con pro-ductos químicos peligrosos, desde el momento de su concepción hasta su muerte. Muchos cientí-ficos lo calificaron de fantasioso y los consorcios indus-triales afectados por las denuncias de Carson, unidos al Departamento de Agricultura de EE UU, lanzaron un furibundo ataque contra esta cientí-fica y escritora. Otros, sin embargo, apoyaron a la autora, y consiguieron que el DDT fuera prohibido por la legislación de EE UU.

Inolvidable Lynn MargulisHortensia Fernández

ce la fotosíntesis) y de las mitocondrias (orgánulos donde se realiza la respiración celular). Pero Lynn Margulis no se limitó a redes-cubrir y divulgar esta innovadora teoría, sino que también la corroboró con múlti-ples experimentos y la amplió a lo que es el origen de los flagelos o undulipodios en general de las células eucariotas. Con esta teoría Lynn Margulis convierte a la simbiosis o asociación entre especies en una forma de relación básica para su supervivencia. Es más, Margulis se atreve a criticar al neodarwinismo al poner en cuestión la evolución por acumulación de mutaciones, a la que opone la evolución por adquisición de genomas procedentes de otras células gracias a su asociación por simbiosis. Según ella, el motor de la evolución es el resultado del cambio producido gracias a la captación de estos genomas procedentes de otras células, hecho que nos permite recuperar en parte a Lamarck y su transmisión de caracteres adquiridos aparecidos no por mutación como pretenden los neodarwinistas sino por incorporación de genomas extraños y posteriormente sometidos a selección natural. Darwin y Lamarck reconciliados al fin en una teoría única. Las repercusiones de todas estas ideas y otras que no tenemos espacio para desa-rrollar aquí, son enormes para el desarrollo del pensamiento científico, por lo que siempre le deberemos un lugar en nuestra memoria. Inolvidable Lynn Margulis.

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7Ecologista, nº 72, primavera 2012

Nuevo hachazo a las energías limpias No autorizado el recrecimiento del

Embalse de Rosarito (Toledo)

El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino publicaba el 9 de diciembre en el BOE una decla-ración de impacto ambiental (DIA) desfavorable al “proyecto de regu-lación del río Tiétar y consolidación de los regadíos existentes” también conocido por el proyecto de “las balsas laterales de Rosarito”. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF se opusieron a este proyecto desde su inicio por su falta de justi-ficación y debido al gran impacto ambiental que tendría sobre los hábitats y la nidificación del águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el águila perdicera. La totalidad del área ocupada por las dos balsas proyectadas en este proyecto está incluida dentro de la zona protegida que constituye el Lugar de Interés Comunitario (LIC) “Sierra de San Vicente y valles del Tiétar y Al-berche”, y de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) del Valle del Tiétar y los embalses de Rosarito y Naval-cán. Además, aguas abajo del embalse de Rosarito, se encuentra el LIC Río Tiétar y la ZEPA Río y Pinares del Tiétar, que se verían igualmente afectadas. Por otra parte, el proyecto su-ponía vulneración de la Directiva Hábitats por la eliminación de 311 hectáreas de hábitats de interés comunitario de las cuales 224 se co-rresponden con hábitats prioritarios para la UE. Además de sus importantes afec-ciones ambientales, este tipo de proyectos suponen un gran desem-bolso económico. El proyecto tenía un presupuesto inicial de más de 50 millones de euros. En consonancia con esta DIA negativa, las ONG consideran que la política de agua debe sufrir un cam-bio radical, pasando de una política del cemento y agua para todos, a un modelo mucho más sostenible basado en el cumplimiento íntegro de la Directiva Marco del Agua.

Ecologistas en Acción considera totalmen-te inadmisible la decisión del Gobierno de eliminar las primas a las energías renova-bles y exige su rectificación. Al igual que hiciera el Gobierno anterior con el Decreto del Carbón, los pagos por ca-pacidad o el recorte retroactivo a las primas a la fotovoltaica, no solo se sigue apostando por las energías convencionales sino que se legisla en contra del único sector de fu-turo en materia de energía: las renovables. Este hecho demuestra un desprecio hacia los compromisos medioambientales que piden los ciudadanos y que había asumido nuestro país en numerosos foros. El sector de las energías renovables ha venido sufriendo las consecuencias de la falta de estabilidad del marco regulatorio y cambios retroactivos de la legislación. La consecuencia ha sido la pérdida de miles de puestos de trabajos en los últimos años en un sector que cuenta en España con numerosas empresas y trabajadores al-tamente cualificados. Esta última medida del Gobierno supondrá el cierre de mu-chas empresas, sobre todo de aquellas de menor tamaño, que no tienen capacidad para seguir su actividad en otros países. Se perderán numerosos de trabajos espe-cializados en un sector de futuro como las energías renovables. En contra de lo que ha intentado transmi-tir el ministro de Industria, con el parón de las primas a las energías renovables no se resolverá el déficit tarifario. Existen muchas

otras medidas que se podrían llevar a cabo para afrontar el déficit sin perjudicar al sec-tor de las energías limpias, como quitar las ayudas al carbón o los pagos por capacidad, o no permitir los windfall profits (beneficios caídos del cielo) que disfrutan algunas tec-nologías, como la nuclear. Ante este pano-rama, hay que preguntarse si quien dicta las políticas energéticas es el Ministerio de Industria o las grandes eléctricas. Por todo lo expuesto anteriormente, Ecologistas en Acción exige al Gobierno una rectificación en esta medida y el desa-rrollo de un marco legislativo estable que permita un cambio de modelo energético hacia las energías renovables.

ecologistasenaccion.org/article22261.html

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Vertedero, foto de Javier Arcenillas de Alcobendas (Madrid), primer premio del XIX Concurso de Fotografía de Denuncia Ecológica organizado por Ecologistas en Acción de La Rioja.

ecologistasenaccion.org/article22018.html

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8 Ecologista, nº 72, primavera 2012

Continúa la oposición a la cantera en VigueraEcologistas en Acción de La Rioja continúa con su oposición a la apertura de una can-tera de calizas en Viguera por considerar que su ubicación es inaceptable, contigua a la Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000 Peñas del Iregua-Leza-Jubera. En esta línea ha presentado alegaciones al pliego de cláusulas administrativas parti-culares aprobado por el Ayuntamiento de Viguera para la concesión administrativa de la explotación de una cantera de calizas dentro del Monte de Utilidad Pública 166, La Varga, Tozas y el Redondo. Ecologistas en Acción considera que el referido pliego de condiciones no solo

evidencia la predisposición de la actual corporación a adjudicar la concesión al promotor en el año 2006 del proyecto de explotación de caliza Candorín, es decir Canteras del Iregua García y Cámara, SL, sino la intención de evitar la concurrencia de cualquier otro licitador. Por otra parte la corporación municipal parece considerar que la Declaración de Impacto Ambien-tal del proyecto Candorín de marzo de 2008 todavía está vigente, mientras que la organización ecologista afirma que la declaración ha perdido su vigencia por no haberse iniciado la explotación en el plazo de un año, y debiera iniciarse de nuevo el procedimiento de impacto ambiental.

10.000 euros por defender el GorguelEn noviembre se celebró la vista del juicio en el que Ecologistas en Acción de la Región Murciana pretendía anular la resolución por la cual la Autoridad Portuaria de Cartagena (APC) sancionaba a ocho miembros de la organización por una acción pacífica y simbólica en contra del proyecto estrella promovido por la APC, el Macropuerto de contenedores en la cala de El Gorguel. Dos días después de la vista, Ecologis-tas en Acción ya tenía la sentencia firme del juez donde daba la razón a la APC. La organización mostró su disconformidad y recurrió la sentencia al Tribunal Consti-tucional por considerarla totalmente des-proporcionada e injustificada, puesto que la única pretensión fue la de realizar un acto pacífico y llamativo para conseguir que se trasmitieran a la opinión pública los graves impactos ambientales, culturales y económicos que tendría el proyecto de

Macropuerto de Contenedores de llevarse a cabo. De hecho, la acción fue pacífica, breve y no provocó daños materiales, ni personales, y tampoco se impidió el uso de las insta-laciones de la APC (solo se cerró la puerta simbólicamente un rato, existiendo otros accesos). Pero la sanción se basa en un reglamento del año 1975, de cuestionable constitucionalidad, que no se ha adecuado a la legislación actual y se fundamenta en un supuesto e indemostrado menoscabo en el uso a causa del cierre de dicha puerta de acceso. Para la organización ecologista es evi-dente que la APC no ha sido nada impar-cial en este caso. Además, la sanción y la rapidez de la sentencia hace sospechar a Ecologistas en Acción de que en realidad se trata de una sanción con vocación de represalia e intimidación.

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Absueltos imputados de la Plataforma

Refinería NoDespués de 6 años de padecer el aco-so de los denunciantes, los 11 impu-tados por el acometimiento contra el alcalde de Villafranca de los Barros han sido absueltos por falta de pruebas. La sentencia dictamina que los hechos denunciados pueden ser “calificados como delitos de atentado, daños y falta de lesiones’” pero que las pruebas presentadas no bastan para condenar a quienes se absuelve en virtud de la presunción de inocencia. Eso significa que la acusación promovida por el alcalde fue totalmente arbitraria, al se-ñalar los causantes de aquella algara-da en la Plaza de España de Villafranca que ocasionó la querella. Desde un primer momento la Pla-taforma ha estado convencida de que este ha sido un juicio político, cuyo prin-cipal objetivo consistía en amedrentar a la población y detener la movilización contra la refinería de petróleo en Tierra de Barros. La refinería Balboa ha sido el proyecto estrella de un desarrollo contaminante, que estaba planeado para la región, y que incluía térmicas, urbanizaciones de lujo, aeropuertos, autopistas, etc. Estos se encuentran actualmente paralizados. Queremos felicitar a los compa-ñeros por la sentencia y animarles a continuar la lucha por los valores am-bientales extremeños. Y especialmente a nuestros compañeros de Ecologistas en Acción, Josefa, Jose y Chivi.

Objeción fiscalNos recortan derechos, la sanidad y la educación pública, el presupuesto

de medio ambiente o igualdad, etc.; pero aún así grandes cantidades de dinero público se destinan al fomento de las

guerras o a la represión de la respuesta social. En definitiva, a la militarización de la sociedad. Es por eso que en 2012 os animamos a hacer la objeción fiscal a los gastos militares en la próxima declaración de la renta.

ecologistasenaccion.org/objecionfiscal

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9Ecologista, nº 72, primavera 2012

3ª pista aeropuerto de Gran Canaria, un ejemplo más de la

burbuja de infraestructuras

El Plan Director del Aeropuerto de Gran Canaria (PDAGG), aprobado en 2001, decía que la capacidad de las dos pistas del aeropuerto de la isla es de 53 aeronaves en hora punta (ahp). El PDAGG hablaba de 52 ahp en 2015, momento a partir del cual sería necesario disponer de una nue-va pista para soportar un posible crecimiento del número de opera-ciones. La realidad ha sido otra y en 2010 el crecimiento en movimiento de aeronaves ha sido cuatro veces inferior. Aun así, el PDAGG concluyó que había que hacer una tercera pista, todo ello sin una justificación técnica que la avalara. Actualmente la capacidad decla-rada por Aena para este aeropuerto es de 36 movimientos/hora, aunque su realidad de capacidad operativa seguramente sea muy superior. Si comparamos el aeropuerto de la isla, que cuenta con dos pistas no segre-gadas, con el de Málaga, con una sola pista, el resultado es sorprendente. Este último tiene una capacidad de-clarada por Aena de 37 movimientos/hora. Otro caso aún más llamativo es el del aeropuerto de Gatwick, en Reino Unido, que con una sola pista mueve 50 aviones a la hora. Es evi-dente que son necesarias medidas de eficiencia o de mejora interna en Gran Canaria como las que se utilizan en Gatwick o en Málaga ¿Por qué no se consulta a expertos para ver qué medidas son necesa-rias y así evitar la 3ª pista?¿No será que determinados agentes políti-cos con otros intereses presionan para que se invierta dinero público que beneficie a las grandes constructoras?

¿ N o será que

lo fundamental es echar a los vecinos de la localidad de Ojos de Garza, aunque la 3ª pista no haga falta, para poder especular con el suelo rústico que actual-mente ocupa el suelo destinado al Parque Aeroportuario?

Pasaia, un nuevo proyecto de obra faraónica destinada al fracaso

Pilar BarquinLa Autoridad Portuaria de Pasajes con-tinua con la pretensión de construir un puerto exterior a la bahía de Pasaia que se apoye a lo largo de 3 km en los acantilados del LIC monte Jaizkibel. Este proyecto cuenta con el rechazo de gran parte de la ciudadanía de Gipuzkoa, así como de nu-merosos colectivos sociales, sindicatos e instituciones públicas. En octubre de 2010 la Autoridad Portuaria de Pasajes presentó a información pública el Plan Director junto con el Informe de Sostenibilidad Ambiental (ISA). Se presentaron miles de alegaciones en contra y el Ministerio de Medio Ambiente elaboró un informe donde señalaba la inviabilidad medio-ambiental de dicho proyecto y obligaba al promotor a estudiar otras alternativas. El pasado mes de noviembre se repitió la información pública con el mismo docu-mento de Plan Director y un ISA revisado. La propuesta sigue siendo la misma y el ISA se centra en justificar lo injustificable. La idea de un puerto exterior en Pasaia lleva tiempo perdiendo apoyos institucio-nales, lo que sumado a la evolución de la economía y los nuevos criterios de inver-

sión por parte del Ministerio de Fomento, no hacen sino aumentar la incertidumbre de este proyecto. El nuevo ISA sigue sin estudiar la alter-nativa de colaboración con el puerto de Bilbao, que ya señaló el Ministerio de Me-dio Ambiente. No incluye la zona marina en el ámbito de estudio y sigue negando la afección directa a hábitats de interés comunitario dentro del LIC, a pesar de que su construcción supondrá la desaparición de una superficie muy importante del hábitat 1170 “Arrecifes”. Este proyecto es justificado entre otras razones por la necesidad de regenerar la bahía interior. Sin embargo la construc-ción del puerto, que supone una inversión de 765 millones de euros, se pretende pa-gar con la construcción de 4.000 viviendas en la bahía interior, es decir a través de la especulación urbanística. Con el puerto de Bilbao y Bayonna a pocos kilómetros es irracional proponer un nuevo puerto con un objetivo de ser-vicio “provincial” cuando además resulta inviable desde el punto de vista econó-mico, ambiental y social.

Grandes obras en tiempos de recortes socialesNuestra sociedad sufre una auténtica adicción a las grandes infraestructuras de transporte, como autovías, líneas de AVE y aeropuertos. Sin embargo, esta apetencia se basa en un buen número de tópicos y mitos que asignan a estas infraestruc-turas un papel positivo en el desarrollo económico, en la creación de empleo y en el reequilibrio territorial. Pero esto es algo que, a menudo, no tiene correspondencia con la realidad.

Y es que la situación real es justo la con-traria. Nuestra enorme dotación de infraes-tructuras infrautilizadas y la gran cantidad de fondos que gastamos en construirlas, además de generar graves problemas ambientales y territoriales, han originado una hipoteca, que ahora se está pagando recurriendo a cada vez más drásticos recor-tes sociales.

ecologistasenaccion.org/article22542.html

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INFORMELa participación pública en las políticas de gestión del agua en Barcelona

Con el apoyo de:

JavalambreOtus-Ecologistas en Acción de Teruel ha editado un póster sobre los valores natura-les de la sierra de Javalambre, con el lema Javalambre, Parque Natural. La defensa de este ecosistema de valor incomparable, como referente del gran espacio de naturaleza de alta calidad, ha sido una de las reivindicaciones históricas del grupo, que cumplirá 30 años en 2013. En muchas ocasiones hemos hablado de la ri-queza paisajística y botánica de Javalambre. Nos hemos opuesto a la instalación de una estación de esquí de dudosa rentabilidad pero gran impacto ambiental. Y reclamado una figura de protección, que no solo bene-ficiaría a la conservación del patrimonio de todos, sino que tendría mejor repercusión económica y social que el modelo actual de desarrollo. Pero el Plan de Ordenación sigue en los cajones del Gobierno de Aragón.

Ahora, una nueva infraestructura sin sentido amenaza: la construcción de la carretera de acceso sur a la estación de esquí. Este póster quiere reflejar la belleza del paisaje y la singularidad de la flora endémi-ca de Javalambre. Persigue una doble fun-ción, decorativa y divulgativa, con carácter de permanencia, dirigida especialmente a centros educativos.

ecologistasenaccion.org/article22255.html

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Participación en políticas de gestión

del aguaEn el ámbito de la lucha contra la pri-vatización de los servicios de abaste-cimiento de la Región Metropolitana, Ecologistas en Acción de Barcelona se ha centrado en los aspectos críticos inherentes a la transparencia de la infor-mación y acceso a los espacios de toma de decisiones en el modelo de gestión actual del ciclo hídrico. Aprovechando un proyecto otorgado por el Ayuntamien-to de Barcelona se ha elaborado un informe que ana-liza las obligacio-nes legales para garantir la parti-cipación ciudada-na, recopilar las informaciones disponibles en la Web de administraciones competentes y así traer nuestras conclusiones formu-lando unas propuestas constructivas. Con el apoyo del Observatorio de la Deuda de la Globalización el 18 de enero se organizó una jornada de debate don-de se presentó este trabajo en presencia de Roman Llagostera i Pujol, Director del Ciclo del Agua de la Àrea de Habitat Urbano, Medio Ambiente y Servicios Ur-banos del Ayuntamiento; Martín Gullón Santos, Director de Servicios del Ciclo del Agua de la Àrea Metropolitana; Muntsa Niso Holgado, Jefa de la Unidad de Par-ticipación y Cooperación al Desarrollo de la Agencia Catalana de l’Aigua; y muchos/as compañeros/as de la redes con los que se colabora. El debate fue muy interesante y dejó en evidencia que las preocupaciones frente a la grave carencia de espacios de participación activa están fundadas. Por esto se reclamó que los responsables apuesten por un modelo público de gestión del agua y tomen conciencia de la problemática territorial que su-pone el abastecimiento de la Región Metropolitana de Barcelona. Conside-ramos que es prioritario desarrollar una clara política interdepartamental para el fomento de la participación activa, a través de una reestructuración de las instituciones para facilitar la creación, el seguimiento y la perduración de espa-cios participativos.

ecologistasenaccion.org/article22504.html

En peligro la Red Natura 2000 de MelillaLa Ciudad Autónoma está realizando un proyecto en la zona de la Red Europea de Natura 2000 del Barranco del Nano que ponen en serio peligro las razones por las que fue protegido este paraje natural. Este proyecto en ejecución, debería de haber pasado por los trámites de la Directi-va Europea de Evaluación de Impacto Am-biental, contemplando la consulta previa del resto de administraciones, instituciones y asociaciones ambientalistas de la ciudad. Este hecho no se ha producido ni siquiera cuando Ecologistas en Acción aconsejó a la Consejería su cumplimiento. Con las obras se producirá la alteración de los dos hábitats prioritarios reconoci-dos por Europa, el bosque de Tetraclinis articulata y el bosque de Olea-Ceratonia. Además, esa alteración de hábitats repercu-tirá negativamente en el resto de especies vegetales y animales también protegidas. Las actuaciones contemplan la refores-

tación con plantas peninsulares que no se corresponden ni siquiera con las especies de ese ecosistema, la incomprensible ins-talación de un sistema de riego en un lugar silvestre, la artificialización del terreno con estructuras de hormigón y la alteración de la geografía de un cauce para hacer un camino que favorecerán la erosión. Hay que tener en cuenta que para Me-lilla no sirven los árboles penínsulares por razones obvias y los árboles destinados a esta ciudad deben cultivarse en el Norte de África con semilla de la zona. Ecologistas en Acción de Melilla lleva más de 15 años cultivando planta forestal autóctona y cediendo la planta gratuitamente. Este proyecto que utiliza fondos euro-peos y estatales no es más que otro pro-yecto inflado que no sólo no contribuye a la labor social de generar empleo sostenible, sino que sigue apostando por la vía de la obra civil frente a la conservación.

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No al cementerio nuclear en Villar de CañasCierre de Garoña y todas las demás

Un año de Fukushima

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Prolongar el peligro de Garoña

Finalmente, poco más de un mes de tomar posesión, el Ministro de Industria ha decidido prolongar la vida de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos). Esta de-cisión, aunque temeraria, no resulta sorprendente puesto que en plena campaña electoral ya anunciaron estas intenciones. Tampoco resulta sorprendente para Ecologistas en Acción la actitud del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) dando luz verde a la prolon-gación, puesto que este organismo ha venido mostrando una gran per-misividad en pasar por alto los pro-blemas de seguridad nuclear de esta central. En 2009 llegó a inaugurar el con-cepto de “autorización condicionada”, que autoriza a funcionar la central en condiciones degradas de seguridad con el requisito de reparar algunos sistemas en el futuro. Si la central está en condiciones no se entiende la autorización condicionada y si no lo está debería cerrarse. El resultado de todo esto es que no se han aprendido en absoluto las lecciones del accidente de Fukushima (Japón) puesto que ni el gobierno ni el CSN han incorporado medidas sufi-cientes derivadas de aquel accidente. No hay que olvidar que la central de Garoña es idéntica al reactor 1 de la central de Fukushima, sólo que esta estaba en mejores condicio-nes en el momento de producirse el accidente.

Irregularidades en la incineradora de MataróA raíz de una información documentada de un particular, Ecologistes en Acció de Catalunya ha analizado los datos aportados por este y ha formulado una denuncia por presuntas irregularidades de la planta inci-neradora de residuos municipales de Ma-taró, situada en la comarca del Maresme, a unos 30 km de la ciudad de Barcelona. Las anomalías detectadas se refieren fundamentalmente al nivel de emisiones de la planta, ya que las mediciones de un solo mes indicaban que algunos paráme-tros como ácido clorhídrico, compuestos orgánicos, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, incluso en algún caso se habían superado los niveles anuales permitidos en un solo mes. También se habían dado casos de dispersión de lixiviados en las proximidades de la planta. La Dirección General de Calidad Am-bientat de la Generalitat de Catalunya,

organismo al cual le com-pete el con-trol de las emisiones a la atmósfera de las insta-laciones de tratamiento de los re -siduos, ha e f e c t u a d o una inspec-ción que ha confirmado las sospechas de maquillaje por parte de la empresa gestora de los valores de los contaminantes emi-tidos por la planta. El pasado mes de di-ciembre este organismo comunicó que se había iniciado un expediente sancionador, el cual tendría que acabar en una sanción ejemplarizante.

Las fábricas de cemento: ¿la solución al colapso de los residuos?

La apuesta del Gobierno valenciano por la incineración de residuos se va concretan-do. En la última versión del proyecto de Plan Integral de Residuos, sin descartar el anterior objetivo de instalar 3 o 4 macroin-cineradoras, se prioriza la conversión de las tres fábricas de cemento (Sagunto, Buñol y Alicante) en incineradoras de residuos sólidos urbanos (RSU), dado que las insta-laciones ya existen y no habría que hacer “las elevadas inversiones, la complejidad tecnológica y la necesidad de medios materiales y humanos muy cualificados para afrontar el desarrollo de proyectos específicos para la valorización energética de residuos urbanos”, en un horizonte de descenso de la actividad económica y

restricción del crédito bancario. La “solución” del actual colapso de las basuras se deja pues en manos del sector cementero. La fábrica de Alicante ya cuen-ta con autorización ambiental integrada (AAI) para incinerar 150.000 t de residuos y Cemex se apresta a conseguir para su fábrica de Buñol otra AAI para poder in-cinerar 260.000 t de 171 tipos diferentes de residuos, incluso para tratar los RSU en bruto y obtener el nuevo “combustible”, convirtiéndose en una planta de trata-miento y selección de RSU. El Consell Valencià de Cultura ha emi-tido un dictamen en el que muestra su oposición razonada a los proyectos de incineración de RSU.

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Guía de consumo de mariscos(Parte I)

Guía de consumo responsable de mariscos

Ecologistas en Acción ha publicado la Guía de consumo responsable de mariscos que pretende dar una visión general sobre el consumo de los mariscos “de cuerpo alar-gado” más apreciados en el Estado español: langostinos, gambas, cigalas, bogavantes y langostas, dando información y opciones para un consumo más responsable. Aun-que esta recomendación no es siempre posible, puesto que en numerosas oca-siones las poblaciones de mariscos están sobreexplotadas y por tanto no se deberían pescar. Pero hay muchas otras razones de peso por las cuales debemos eliminar, o limitar al máximo, su consumo. La gran mayoría de los mariscos descritos en esta guía proceden principalmente de la pesca de arrastre, donde en algunas zonas el nivel de descartes puede alcanzar el 98%, como sucede en las pesquerías de la cigala del Mar del Norte, o el 96 % en las pesquerías de arrastre de camarones tropicales. La otra gran parte de mariscos que

consumimos (como el langostino o camarón blanco y el langostino jumbo) proceden de la acuicultura intensiva en los trópicos, una in-dustria completamen-te insostenible, que aumenta la pobreza y vulnera los derechos humanos. El 99% de esta industria acuícola tiene lugar en países en vías de desarrollo, en los que se han deforestado vastas extensiones de ecosistemas costeros del que dependen millones de personas para abastecerse de comida. Esta industria además ha contami-nado ríos y estuarios y provocado una alta pérdida de biodiversidad, aumentando así el empobrecimiento, el hambre y forzando la emigración de pueblos enteros.

ecologistasenaccion.org/article22021.html

Fuentes de AncínEl pueblo de Ancín, en Navarra, era privi-legiado por sus fuentes, manantiales y sus entornos con arbolado y vegetación ex-cepcional, a donde se acudía “a merendar” en los meses calurosos de verano en busca de sombrío y aguas frescas y cristalinas. Numerosos afluentes vertían al río Ega, capaz de mantener hasta vida salmonícola y de otras variadas especies. Pero un día vinieron de una Manco-munidad con permisos para realizar una prospección y extraer agua potable del acuífero originario de todas estas fuentes. Todo correcto, pues el pueblo pensaba que había que compartir agua con quie-nes carecían de ella. Pero más adelante volvieron a venir pidiendo la colocación de una segunda bomba extractora y asegurando que “no

afectaría” al caudal de los manantiales. Pero las fuentes empezaron a “fallar” y a secarse temporalmente hasta que este año algunas lo han hecho definitivamente. El 26 de noviembre, no fue día de escue-la pero mayores y peques, acompañados de amig@s de Ekologistak Martxan Lizarra-Ecologistas en Acción de Estella, recorrieron la geografía e historia de las fuentes que todavía manan. Y de las que no. También reflexionaron sobre la diferencia que hay entre solidaridad y el permitir que se lleve el agua para malgastarla, derrocharla sin criterio alguno de uso racional de la misma, como si fuera otro mero objeto de negocio. También han decidido estar en guardia y pedir la reserva de caudal ecológico que se debe observar en la explotación de acuíferos y manantiales.

Lucha contra transgénicos en

AragónAragón es un territorio invadido por los transgénicos. Las luchas popula-res están consiguiendo, en diferentes lugares del planeta, arrinconar el cul-tivo y la comercialización de algunas variedades transgénicas. Sin embargo, los campos aragoneses son espacios abiertos para la peligrosa experimen-tación con organismos genéticamente modificados, en un escenario político en el que el Gobierno de Aragón deja el camino libre para las peores prácti-cas de la agroindustria. Al mismo tiempo, el debate social está en la calle. La preocupación por la salud, la alimentación y el medio am-biente está fomentando la proliferación de grupos de consumo ecológico, de redes de comunicación entre consu-midores conscientes y campesinos que trabajan la tierra con cariño y respeto, sin contaminarla de tóxicos. Aragón ha sido el primer territo-rio en convocar la Semana contra los transgénicos y por la Soberanía Alimentaria, que como se propuso en el Congreso de Ecologistas en Ac-ción de diciembre, se celebrará como otros años en torno al 17 de abril, Día Mundial de la Lucha Campesina. Se han empezado a coordinar una veintena de colectivos vecinales, de campesinos, de grupos de consumo, ONG... Se ha puesto en marcha un blog aragonsintransgenicos.wordpress.com en el que se informará de las activi-dades: una campaña para solicitar declaraciones de Municipios Libres de Transgénicos, charlas y mesas infor-mativas, acciones en supermercados y campos experimentales, trabajos de investigación sobre el uso de trans-géncios o material educativo. Y, para empezar el II Encuentro de consu-midores y productores ecológicos, coordinados en la EcoRedAragón, que tendrá lugar los días 14 y 15 de abril en Nuez de Ebro (Zaragoza).

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Prospecciones petrolíferas en el marEcologistas en Acción se opone radi-calmente a la decisión del Gobierno de dar permisos a las petroleras para realizar prospecciones y reclama el cese de estos proyectos. Estos permi-sos irían en contra de las legislaciones europeas y españolas para la protec-ción del medio marino y obvian la dependencia social y económica de esas áreas con los ecosistemas. El Gobierno ya ha aprobado pros-pecciones petrolíferas en aguas de Valencia, Málaga y Tarragona, y ha relanzado prospecciones paralizadas, por oposición de instituciones locales, como Canarias y las explotaciones de hidrocarburos en el Golfo de Cádiz y Vizcaya. Esta situación sumada a las medidas que han paralizado el desarrollo de las energías renovables, muestran claramente la apuesta del Ministerio de Industria por la industria energética contaminante. Las prospecciones petrolíferas en el mar y las precedentes perforacio-nes usan técnicas perjudiciales para el equilibrio natural y la biodiversi-dad. Durante los trabajos rutinarios pueden afectar negativamente a cetáceos y tortugas, por contamina-ción acústica, impactos con embar-caciones y contaminantes tóxicos, al igual que a las reservas pesqueras, ya de por sí en una mala situación y con reducciones hasta del 50% en las capturas, también a los fon-dos marinos, que pueden albergar corales arrecífales o solitarios, gor-gonias, praderas de algas y muchas otras especies, que generan hábitats fundamentales para muchas otras. Estos impactos se multiplicarían de forma alarmante ante un accidente o vertido, creando una situación catastrófica, como ocurrió en una plataforma petrolífera de BP en el golfo de México (2010). En la costa tarraconense, Rep-sol ya explota la plataforma Casa-blanca, la cual ha sido una fuente continua de contaminación de hidrocarburos en el medio mari-no, tan solo en dos meses se documentaron 3 vertidos en la zona, uno de ellos de 180.000 litros de crudo en el mar, debido a un error humano, cuya sanción fue única-mente de 30.000 €.

Amnistía a decenas de miles de viviendas ilegalesLa Junta de Andalucía ha consumado uno de los mayores despropósitos en la historia del urbanismo andaluz. El Consejo de Gobierno de la Junta acaba de aprobar un decreto por el que se amnistía a la inmensa mayoría de las cerca de 300.000 viviendas ilegales distribuidas por todo el territorio andaluz. En estas últimas décadas se ha generado en Andalucía un cáncer que ha devora-do su territorio, sus recursos naturales, la honestidad de los políticos y la con-ciencia ciudadana. El Defensor del Pueblo lo ha llegado a calificar de “hecatombe ecológica”. Este fenómeno es fruto de la complicidad de los máximos responsables municipales y del gobierno andaluz, que han permitido que se urbanicen de facto suelos no urbanizables, negándose a apli-car los instrumentos legales para imponer la disciplina urbanística, el más importante, la demolición de las viviendas construidas sin licencia sobre suelo no urbanizable. Ante la envergadura que ha tomado

este problema en muchas comarcas anda-luzas, la Junta ha apostado por regularizar esas decenas de miles de viviendas ilega-les; una clara cesión a los alcaldes más co-rruptos y a los constructores y propietarios de viviendas ilegales. También pretende darle cierta cobertura legal a esas decenas de alcaldes y alcaldesas imputados y pro-cesados por permitir viviendas ilegales, dotándolas incluso de infraestructuras como accesos y abastecimiento de agua y electricidad. Este decreto es un auténtico golpe de estado contra la legalidad vigente y contra el interés general de la sociedad, y tendrá consecuencias demoledoras, pues aviva la percepción ciudadana de que las leyes urbanísticas están para incumplirlas. Ecologistas en Acción de Andalucía va a interponer recurso contra este decreto por entender que vulnera la legislación ur-banística autonómica y el Plan de Ordena-ción del Territorio de Andalucía aprobado por el Parlamento andaluz.

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Eurovegas ni en Madrid, ni en Cataluña, ni en ninguna parte

Los gobiernos de la Generalitat de Catalunya y de la Comunidad de Madrid compiten penosamente por convencer al multimillo-nario Sheldon Adelson para que invierta su

dinero en las respectivas comunidades autónomas, ofreciendo terrenos gratis y excepciones legales para

quedarse con la inversión. Ecologistas en

Acción conside-ra lamenta-

ble que, en medio de una crisis

provocada por una década

de especulación urbanís-tica y de primacía de la economía

financiera global sobre la economía real, las administraciones públicas piensen en salir de ella con la misma receta que la provocó. “Eurovegas” solo traería más especulación, destrucción ambiental, ludopatías, prosti-tución, mafias y blanqueo de dinero negro. Las cifras del negocio son tremendas: de 35 a 60 millones de m2, 12 hoteles con 36.000 camas, 6 megacasinos, 18.000 máquinas tragaperras, 3 campos de golf, etc. Todo dentro de un “paraíso fiscal” donde no se cumplirían hasta 30 leyes estatales y autonómicas para facilitar el enriquecimiento de este empresario. ¡No vale todo para conseguir una inversión millonaria!

ecologistasenaccion.org/article22519.html

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Rio+20

Del 20 al 22 de junio se celebra la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Soste-nible en Rio de Janeiro (Brasil), más conocida como Rio+20. Esta conferencia se celebra en un contexto mundial de crisis global y ataques a los derechos sociales y laborales sin prece-dentes. En Rio 92, los líderes mundiales ya se juntaron para poner sobre la mesa la pobre-za, el acceso a los recursos, el deterioro ambiental... y poner en marcha una agenda que atajara estos problemas. Los síntomas son, 20 años después, claros e inequívocos. El planeta se encuentra ahora en una crisis sistémica del capi-talismo neoliberal todavía más profunda que entonces. Por un lado, la situación ambiental es en general peor hoy que ayer. Ecologistas en Acción urge a los gobiernos a cambiar radi-calmente el enfoque y trabajar por una economía ecológica, que opere dentro de los lími-tes de los ecosistemas y que consiga satisfacer las necesi-dades reales de la ciudadanía, que ha de ser necesariamente parte de las soluciones. Estos y otros asuntos que están en la agenda de la Con-ferencia de Rio+20 son analiza-dos por Ecologistas en Acción en un documento de posición, que puede encontrarse en:

ecologistasenaccion.org/article20612.html

Prohibición de las bolsas de plásticoMás del 70% de los 15.000 ciu-dadanos europeos que han participado en una consulta de la Comisión Europea ha votado a favor de que se pro-híban las bolsas de plástico

de un solo uso. Ecologistas en Acción invita a la Comisión a que actúe de acuerdo con este aplastante apoyo y se decida a prohibirlas en toda la UE. En marzo de 2011, los mi-nistros de Medio Ambiente de la UE debatieron el impac-to ambiental de las bolsas de plástico y concluyeron que era necesario actuar eficazmente a escala europea. Decidieron consultar a la población sobre la mejor manera de reducir su uso y explorar las posibilida-des de mejorar su grado de biodegradabilidad. Algunos Estados miembro ya han tomado medidas para reducir su uso, pero no existen disposiciones específicas a es-cala europea. El europeo me-dio consume unas 500 bolsas de plástico al año, la mayoría de un solo uso. Ecologistas en Acción exige que la Comisión europea actúe lo antes posible, prohíba las bolsas de un solo uso, regule los productos de usar y tirar y reduzca la cantidad de enva-ses, por ejemplo con el sistema de envases retornables.

Europa contra la fractura hidráulicaUn nuevo informe de la Agen-cia de Medio Ambiente (EPA) de EE UU, publicado en no-viembre, aporta nuevas evi-dencias científicas de que la contaminación de las aguas subterráneas está asociada a la fractura hidráulica, y concluye que este proceso de perfora-ción para extracción de gas es el causante de la aparición de contaminantes en la zona cen-tro del estado de Wyoming. Ante esta situación, son muchas las personas y organi-zaciones que, en toda Europa, han comenzado a movilizarse, consiguiendo, por ejemplo en Irlanda del Norte, un compro-miso de apoyar una moratoria temporal sobre la exploración

YasuníEl Parque Nacional Yasuní es uno de los sitios con mas biodiversidad en el mundo, declarado “Reserva Mundial de la Biosfera” por la UNESCO. Desde los años 80 las presio-nes y las actividades de las empresas petroleras han em-pezado a amenazar el medio-ambiente y las comunidades indígenas. Desde la sociedad civil nació una propuesta para dejar el petróleo bajo tierra y en 2007 el Presidente Correa convirtió esa propuesta en la Iniciativa Yasuní-ITT que para no extraer el petróleo, pide a la comunidad internacional una contribución económica igual a la mitad de los beneficios que el Estado beneficiaría con

la extracción. En el Parque Nacional Ya-suní algunas comunidades estan en resistencia y se opo-nen al ingreso de la empresas petroleras. No obstante las amena-zas, las ofertas de dinero, los intentos de corrupción, y los engaños, las comunidades si-guen adelante en su propia resistencia y están ejecutando un proyecto de turismo comu-nitario como forma alternativa de desarrollo. Sea cual sea el futuro de la Iniciativa Yasuní-ITT los últimos guardianes de la Amazonia ecuatoriana siguen protegiendo una rique-za única y fundamental para todo el mundo.

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Trabajos arTesanales en una comunidad kichwa en el rio TipuTini

rio TipuTini, donde se encuenTra el pozo TipuTini.

una de las comunidades en resisTencia donde hay proyecTos de Turismo comuniTario

FoTos y TexTo: michele lapini www.michelelapini.net

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de este tipo de métodos de obtención de gas, que estaría en vigor hasta que se elabo-ren las adecuadas enmiendas legislativas sobre protección del medio ambiente. Muy im-portante son los casos búlgaro y francés, donde, se han pro-hibido la fractura hidráulica y se han anulado varios de los permisos concedidos, espe-cialmente en las zonas donde las movilizaciones han sido mayores. En Francia la decisión ha sido recurrida por la com-pañía Total.

Otra mala noticia para los que promueven esta tecno-logía ha sido lo ocurrido en Polonia, uno de los países que más esperanzas habían puesto en la misma, al haber sido detenidas siete personas, acusadas de ofrecer o acep-tar sobornos en la asignación de concesiones para buscar gas en 2011, entre ellas esta la responsable de geología del Ministerio de Medio Ambien-te, dos funcionarios de otros ministerios y los directores de tres empresas polacas.

El 13 de febrero se dictó en Turín la sentencia condenatoria con-tra dos magnates del asbesto en el mundo: el suizo Stephan Schmidheiny y el belga Louis de Cartier, dueños de Eternit en los pueblos de Casale-Monferrato y Cavagnolo. La sentencia los condena a 16 años de prisión y a resarcimientos por más de 200 millones de euros. Es, quizá, la primera vez que los condenados son los propietarios de una indus-tria multinacional. Por ello los abogados defensores se han apresurado a decir que es un mal ejemplo para las futuras grandes empresas que quie-ran invertir en Italia… Los delitos por los que se les ha condenado son los de “desastre ambiental doloso per-manente y omisión dolosa de medidas de protección en el trabajo”. En Casale, después de 26 años, muere aún una perso-

na a la semana por el amianto, que inunda el pueblo. La fabricación del amianto en el mundo es la mayor trage-dia industrial de la historia. Ha dejado ya millones de muertos y seguirá haciéndolo por dece-nios. Por ello las declaraciones del fiscal del caso Raffaele Gua-riniello son más que pertinen-tes. Ha dicho: “es un proceso que puede dar una palabra de esperanza para toda la pobla-ción que ha estado expuesta al amianto”. La presidente de la Asocia-ción de víctimas que ha firmado la demanda, Romana Blasotti, una mujer de 83 años que ha perdido a cinco de sus familia-res, ha declarado “que este juicio tiene una dimensión mundial”. El pueblo ha reclamado “justicia” y considera que se ha hecho, cuando el juez ha pro-nunciado la palabra “colpevoli”, culpable.

Condena histórica contra los magnates del amianto en Turín

Davos y sostenibilidad

El 25 de enero, en el foro eco-nómico de Davos, la revista Corporate Knights, hizo público un ranking de las 100 compa-ñías más sostenibles del mun-do, entre las que se encon-traban las españolas Inditex, Repsol, Acciona e Iberdrola. Para Ecologistas en Acción, esta lista es un reconocimien-to hecho desde las élites más especulativas y destructivas del planeta, a sus pupilos más destacados. Se trata de ma-quillar sus actuaciones con campañas de marketing de la-vado verde y social, así como con Proyectos de Responsabi-lidad Social Corporativa con los que buscan legitimidad social para evitar un cuestio-namiento del impacto de sus actividades.

Contra la mina la CongaEcologistas en Acción se soli-dariza con la protesta de los habitantes de Cajamarca, Perú, contra el proyecto de mina de oro la Con-ga, que afectará todavía más a los eco-

sistemas locales y sobre todo a la calidad del agua. La minería del oro utiliza peligrosas sus-tancias químicas (mercurio, arsénico) que envenenan el suelo, el aire y el agua. La promotora del proyec-to de la Conga, la empresa Minera Yanacocha SRL, que cuenta entre sus socios con la norteamericana Newmont Mining Corporation, una de las mayores compañías mine-ras del mundo, ya provocó en junio de 2000 un gravísimo episodio de contaminación por mercurio en las localida-des de Chotén, San Juan, La Calera, El Tingo, Choropampa y Magdalena, cuando un camión derramó mercurio líquido en la carretera. En ese desastre resultaron intoxicados todos los que lim-piaron el vertido, entre ellos niños y niñas menores de cinco años que recogieron el mercurio con las manos, sin protección alguna.

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Es tiempo de justicia social y ambiental en la gestión del agua

Foro Alternativo Mundial del Agua Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras

El Foro Alternativo Mundial del Agua, que entre otras organizaciones impulsan Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras, pretende construir una alternativa concreta al Foro “oficial” organizado por las transnacionales del agua y el Banco Mundial, entidades que pretenden apropiarse de la gobernanza mundial del agua. Lo que está en juego es una gestión 100% pública del agua que priorice su función social y ambiental y que permita el control democrático de este bien común.

“Es tiempo de soluciones”. Es lo que proclama el lema del 6º Foro Mundial del Agua (FMA) (Marsella, 2012). Este objeti-vo se enmarca, además, en el

Decenio Internacional para la Acción “El agua, fuente de vida” (2005-2015). Pero la necesidad de dar soluciones a la grave situación de deterioro de los ecosistemas hídricos y el injusto acceso al agua y saneamiento lleva más tiempo aún en la agenda internacional. En este Decenio In-ternacional se quiere priorizar la puesta en marcha de medidas ya contempladas en el Programa 21, aprobado en Río en 1992, y en el Plan de Acción de Johannesburgo de 2002. Se llevan más de 20 años poniendo en práctica las políticas que sigue procla-mando el FMA y que son, en resumen, el sector privado como modelo a seguir y el mercado como única solución. Además, tenemos los resultados: solo el 0,3% de las nuevas conexiones de agua a nivel mundial han sido realizadas por el sector privado, esta es su eficiencia. Las recetas del FMA han fracasado, solo buscan el beneficio de las corporaciones transna-cionales e impulsan el concepto del agua como mercancía.

Un foro ilegítimoLas organizaciones de la sociedad civil denuncian la ilegitimidad del FMA al ser organizado por las grandes corporaciones del agua, agrupadas en el World Water Council, y no por los Estados al amparo de Naciones Unidas. Un Foro legítimo debería poner en el centro del debate la construcción de un acceso universal al agua con principios de eficacia social y ambiental y bajo control democrático. Tendría, también, el deber de abandonar

las aventuras fallidas de mercantilización del agua y la privatización de sus servicios que, al fin y al cabo, benefician a unos pocos y condenan a los ecosistemas y a demasiados millones de personas. No se puede perder más tiempo, es la hora de la sociedad civil, es la hora de escuchar y construir desde la ciudadanía y para la ciudadanía, debemos avanzar hacia una mayor justicia social y ambiental en el agua. Las organizaciones sociales, ambien-tales, ONG, sindicatos, etc. han reclamado durante años el reconocimiento del acceso universal a una fuente segura de agua y al saneamiento como derecho humano, implementado con gestión pública, parti-cipación y control social. Esta propuesta ha sido bloqueada repetidamente por el FMA y, especialmente, por aquellos países que trabajan para los intereses de las principa-les empresas transnacionales del agua. A pesar del bloqueo, y a iniciativa de Bolivia, con el apoyo de distintos países, la Asamblea General de Naciones Unidas reconoció en 2010 el dere-cho humano al agua y saneamiento. Por fin, y en pleno siglo XXI, se daba un paso más a nivel internacional: se reco-nocía que el agua es un derecho básico para la vida y la dig-nidad de las personas. La implementación de este derecho es lo que ahora está en cuestión, ¿podemos dejar al mercado y a las grandes corpora-ciones que decidan sobre cómo y quién debe garantizar un

derecho humano?, ¿es coherente por parte del Gobierno español reconocer el dere-cho humano al agua en Naciones Unidas e impulsar políticas de mercantilización del agua en España?

Problemas de la privatizaciónLa globalización neoliberal está poniendo en manos de grandes empresas transna-cionales el control de las fuentes de agua para la actividad extractiva, ya sea minería o explotación de hidrocarburos, para la agroindustria, para las grandes presas hi-droeléctricas, para la industria turística, etc. Este dominio está dejando sin fuentes de agua y sin ecosistemas hídricos a una parte importante de la población rural, espe-cialmente en los países del Sur global. Por otro lado, los tímidos logros conseguidos en el Norte, están cada vez más en riesgo. Pero el agua no sólo tiene interés como medio de producción, también tiene un

elevado valor económico, tanto en su faceta de objeto de consumo, y de ahí el crecimiento de las compañías embotelladoras de agua, como en la gestión del abastecimiento y el saneamiento.

La privatización de los servicios de abasteci-miento urbano se im-pulsó desde la década de los ochenta en los

países del Sur global. Los argumentos para esta medida, que se calificaba como téc-nica, se basaban en la eficiencia, trans-parencia, la inver-sión y transferencia

de tecnología que aportaban las empre-

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sas de capital privado frente a la supuesta inoperancia del sector público. Además, por si había algún gobierno reticente, esta política se imponía desde las instituciones financieras internacionales, como el Fon-do Monetario Internacional y el Banco Mundial, mediante los Planes de Ajuste Estructural para el pago de las deudas que atenazaban a estos gobiernos en la citada década de los ochenta. El resultado, des-pués de más de 30 años de experiencia, es que las ventajas de la gestión privada han sido inexistentes, el mismo Banco Mundial lo reconoció en el Foro Mundial del Agua de México en 2006, pero las sigue promoviendo. Utilizar un bien básico para la vida como un producto de mercado, y que una empresa obtenga con ello el máximo beneficio, genera impactos tremendos sobre las mayorías sociales que viven por debajo del umbral de la pobreza en los países empobrecidos. La respuesta por parte de esta población fue un recha-zo contundente a estas políticas: Suez, Bechtel y otras grandes corporaciones privadas del agua fueron expulsadas en América Latina, se rescindieron sus con-tratos por incumplimiento, se han incluido artículos en diversas constituciones donde se reconoce el derecho humano al agua y se indica que su gestión debe ser pública. En Europa, Francia ha iniciado un proceso de retorno a la gestión pública en grandes ciudades, por ejemplo París y Grenoble. En Holanda, tal y como recoge su legislación, toda la gestión del agua debe ser pública, fuera de lógicas mercantiles.

A contracorrienteMientras el mundo empieza a responder a estas políticas fallidas de privatización, el Estado español las impulsa. Maude Mar-low definió el agua como el oro azul. En estos momentos, es la mejor calificación

que se puede dar a este bien común en España. No tanto por el valor económico que tiene su control estratégico en los regadíos y las hidroeléctricas, que también, sino porque la venta de su gestión pública en abastecimientos urbanos a operadores privados está sirviendo para saldar las abultadas deudas de los gobiernos mu-nicipales. Deudas que no tienen que ver, en absoluto, con la gestión del agua sino más bien con la falta de ingresos de los municipios. A grandes rasgos, la historia que su-cedió en los países del Sur se repite aquí como parte de las políticas de ajuste para reducir la deuda de los municipios. En León, Avilés, Lugo, Jerez, Madrid, etc. se ha vendido, o se está en proceso de vender, este servicio con el fin de obtener una buena inyección de liqui-dez a costa de mercantilizar un servicio público básico para la población. Los

servicios públicos son un legado de la ciudadanía a los responsables políticos por un corto período de tiempo, y no tienen la más mínima legitimidad para dilapidar un patrimonio que no les pertenece.

A medida que crece la ola privatizadora, tanto en nues-tro país como en el resto de Europa, también está creciendo la oposición social. Se están creando plataformas y redes muy activas que multiplican esfuerzos para informar y mo-vilizar a la ciudadanía contra la mercantilización del agua y por el derecho humano al agua y al saneamiento. Ejemplos como el de Italia, donde a través de un referéndum se ha conseguido frenar la privatización del abas-tecimiento a poblaciones, repre-

sentan una victoria que alienta al resto de luchas. La movilización social no solo genera una resistencia frente a la privati-zación, también construye propuestas que permitirían hacer realidad que el derecho humano al agua se garantice en condicio-nes de igualdad y no discriminación. El pri-mer paso para ello sería la incorporación en la Ley de Aguas española del derecho humano al agua y de la obligatoriedad de la gestión pública del abastecimiento y saneamiento urbano. La amenaza que supone perder el control público sobre el agua hace nece-sario informar y formar para la acción. Así, conocer lo que supone el recono-cimiento del derecho humano al agua, recordar los aprendizajes de las nefastas consecuencias de la gestión privada del agua en América Latina y la actual ola privatizadora en Europa son factores clave para fortalecer una creciente mo-vilización social.

El agua, como la vida, no es una mercancía

Ecologistas en Acción e Ingeniería sin Fronteras han edi-tado esta publica-ción colectiva que profundiza en las temáticas plan-teadas en este artículo: el dere-cho humano al abastecimiento de agua potable y el rechazo a la privatización de la gestión del agua.

Proposals for the implementation of the basic human right to water and sanitation, and the fight against privatisation

Propuestas de implementación del derecho humano al agua y al saneamiento, y luchas contra la privatización

El agua, como la vida, no es una mercancíaWater, like life, is not a commodity

Andalucía: Escuela Técnica Superior de Ingenieros. Camino de los Descubrimientos, s/n. Isla de la Cartuja, 41092 Sevilla. Tf.: 954487402 Móvil: 691221521 [email protected]ón: Campus Río Ebro. Edificio Ada Byron, 2ª planta. C/ María de Luna, 1. 50018 Zaragoza. Tf.: 976761000 extension 5339 [email protected]: Campus de Viesques. Aulario Sur. 33204 Gijón (Asturias). Secretaría Técnica. Tf. 699782518 [email protected]: E.T.S.I. Industriales y de Telecomunicaciones. Avda. Los Castros s/n 39005, Santander. Tlf. móvil: 679129671 [email protected] y León: Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Paseo del Cauce, 59. 47011, Valladolid. Tlf.: 983183878 - 653065950 [email protected]ña: C/ Murcia, bajos. 08027 Barcelona. Tlf. 933022753 Fax 936763261 [email protected]

Galicia: ETSI Caminos, Canales y Puertos. Campus Elviña, s/n. 15071 A Coruña. Tf.: 981167000 ext. 1479 Fax: 981167170 [email protected] Baleares: Avd. Comte Sallent, 4, 1º C 04003 Palma Tel: 971 576 427 [email protected]: Av. Alfonso X el Sabio,13 - Etlo. (Colegio Oficial Ing. Ind. de Murcia). 30008 - Murcia Tf.: 644514703 [email protected]: C/ Obispo Irurita 6, entreplanta B 31011 Pamplona Tf.: 675762313 [email protected]ís Vasco: ESI de Bilbao. Alda. Urkijo, s/n. 48013 - Bilbao (Vizcaya) Tf.: 946017226 [email protected]: U. Politécnica de Valencia. ETSI Industriales (Aulario nuevo). Camino de vera, s/n. 46071 Valencia Tf.: 963879178 - 963699781 [email protected]

Andalucía: Parque San Jerónimo, s/n, 4015 Sevilla Tel./Fax: 954903984 [email protected]ón: C/ La Torre nº 1, bajo, 50002 Zaragoza Tel: 629139609, 629139680 [email protected]: Apartado nº 5015, 33209 Xixón Tel: 985337618 [email protected]: C/ Eusebio Navarro 16, 35003 Las Palmas de Gran Canaria Tel: 928362233 - 922315475 [email protected]: Apartado nº 2, 39080 Santander Tel: 942240217 [email protected] y León: Apartado nº 533, 47080 Valladolid Tel: 983210970 [email protected] Mancha: Apartado nº 20, 45080 Toledo Tel: 608823110 [email protected]: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 648761199 [email protected]: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001 Ceuta [email protected] de Madrid: C/ Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid Tel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected] Herria: C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: 944790119 [email protected] C/San Agustín 24, 31001 Pamplona. Tel. 948229262. [email protected]: C/ de la Morería 2, 06800 Mérida Tel: 927577541, 622128691, 622193807 [email protected]

La Rioja: Apartado nº 363, 26080 Logroño Tel: 941245114- 616387156 [email protected]: C/ Colombia 17, 52002 Melilla Tel: 630198380 [email protected]: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]ís Valencià: C/ Tabarca 12 entresòl, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]

Región Murciana: C/ José García Martínez 2, 30005 Murcia Tel: 968281532 - 629850658 [email protected]

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Marqués de Leganés 12 - 28004 Madrid Tel. 915312739 www.ecologistasenaccion.org

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21/02/2012 16:46:44

1. Logo del Foro Alternativo Mundial del Agua.2. Italia rechazó en referéndum la privatización del suministro de agua.3. La gestión pública ha probado ser más eficiente. Rotura de una tubería general en Cartagena, gestionada por Aquagest.

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Casi el 50% del suministro está ya en manos privadas

La privatización del agua en EspañaLuis Babiano

A pesar de que el agua es un recurso básico, un derecho humano, la mitad de los abastecimientos ya están gestionados en España por empresas privadas, que en su mayoría están controladas por solo dos, Agbar y FCC. Y el motivo ha sido siempre el mismo: a pesar de la evidencia de que la gestión pública es más eficaz y barata, la privatización se ha usado como una forma coyuntural de obtener fondos, aunque sea a costa de un patrimonio tan importante. Si la oposición social no frena algunas de las privatizaciones previstas en Madrid, Cataluña y otros lugares, la gestión privada del agua se convertirá en hegemónica en España.

Luis Babiano, Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y

Saneamiento (AEOPAS). Este artículo se publica también en la revista del Foro Alternativo,

con el título “La burbuja del agua en España”

En la mayoría de los países europeos la legislación sobre los servicios de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y depuración de las aguas residuales adjudica su titula-

ridad a la Administración Pública, normal-mente a las Entidades Locales, al entender que es la mejor manera de garantizar el acceso ciudadano a un bien esencial. No obstante, en algunos casos las insta-laciones de abastecimiento y saneamiento son supramunicipales (embalses, estacio-nes de tratamiento o depuradoras), o bien, por simples motivos de tamaño o escala se propicia la prestación del servicio a través de entidades supramunicipales, que no dejan de ser administraciones públicas locales. Esto es posible debido a que la nor-mativa española no obliga a que sea la propia Entidad Local la que preste el servicio de manera directa, por lo que la gestión del ciclo urbano del agua se puede llevar a cabo de manera mancomunada, consorciada o delegándola a una empresa privada o mixta. Así, en España, durante los últimos años hemos venido constatando esta diversidad de modelos de gestión del ciclo urbano del

agua. A la gran cantidad de municipios que ejercen con autonomía sus competencias en esta materia, se han unido un número creciente de consistorios que han ido dele-gando esas responsabilidades en empresas privadas. Este proceso de privatización se ha producido en una situación de caren-cia de información y de ausencia total de participación social. En la actualidad, contamos con nume-rosas empresas públicas, como Acosol, Canal de Isabel II, Consorcio de Aguas de Gipuzkoa, Emacsa, Emasa, Emasesa, Arcgisa, Giahsa, Emalcsa y muchas otras que son una garantía de disfrute del dere-cho humano al agua frente a otros tipos de gestión basados en la obtención de beneficios a corto plazo. Recientemente, el Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada ha comparado la eficiencia de la gestión entre 28 sociedades públicas y 24 ámbitos (municipales o su-pramunicipales) con gestión privada, todas ellas ubicadas en Andalucía, concluyendo que las empresas públicas son más eficien-tes que las privadas. Y añaden que uno de los motivos es la laxitud en el control de la actividad del operador privado por parte de la Administración.

Privatizar para tapar agujerosA la vista del resultado, cabría pregun-tarse a qué otros intereses, que no es la eficacia en la gestión, obedece el proceso

privatizador del servicio de agua vivido en España en los últimos años. Se puede decir sin temor a equivocarse que detrás de cada proceso de privatización hay una necesidad de financiación por parte de la entidad privatizadora. La fórmula de privatización más uti-lizada es la concesión de los servicios. El agua sigue siendo pública, el servicio competencia y responsabilidad de las En-tidades Locales, pero la gestión se adjudica a un agente privado. En todos los casos de privatización del ciclo urbano del agua la empresa privada paga a la Administración una cantidad de dinero a cambio de la concesión. Es lo que se denomina canon concesional. Estos cánones concesionales millona-rios, lejos de mejorar las infraestructuras hidráulicas, se dedican a aliviar las difíciles finanzas municipales y son repercutidos en tarifa a los ciudadanos, en la mayoría de los casos sin que aparezca claramente reflejado en la factura. Las empresas privadas, para abonar el canon concesional, recurren al crédito, que obtienen con el respaldo de las tarifas de los más de 20 años que suele durar la concesión y la garantía de un porcentaje de cobro que supera el 95%. Es decir, dos décadas de ingresos permanentes y asegurados ya que se trata de un mercado cautivo de pagos protegidos por la ame-naza del corte de suministro. El agua en España es un refugio financiero y somos los ciudadanos quienes pagamos estos

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créditos con su correspondiente interés y beneficio empresarial. Así hemos llegado a una situación en la que la gestión privada (a través de empresas mixtas o privadas) supone ya el 50% y en la que a su vez, esa gestión privada, está controlada en un 90% por dos empresas, Aguas de Barcelona (Agbar, perteneciente al grupo Suez) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), con lo que en la práctica podemos decir que estamos gestionando un derecho humano en auténtico régimen de oligopolio donde no hay competencia. Este modelo de gestión es costoso para el ciudadano que ve incrementada su tarifa; medioambientalmente insostenible, ya que a mayor consumo de agua, mayor es el beneficio (como ponen en evidencia

las quejas de Agbar por el descenso en el consumo durante la sequía que su-frió Cataluña en 2007);

oscuro (no existen ór-ganos reguladores,

ni indicadores de cal idad de gestión, ni estadísticas fiables); y supone una au t én t i c a pérdida del control de las adminis-

t rac iones q u e a

veces

se ven abocadas a renovar los servicios sin licitación pública. Situaciones parecidas a estas han hecho que en muchas ciudades europeas como Grenoble o París hayan recuperado la concesión y que los ciudadanos italianos acaben de votar en referéndum contra la privatización de los servicios de agua.

Fuertes intereses privatizadores en EspañaSin embargo, en España la presión de las empresas privadas se ve favorecida por

la falta de recursos municipales y la debilidad de la regulación. Así hemos visto privatizar agua de buena parte de nuestro territorio. La más reciente ha sido Aguas de Huelva (150.000

hab.), a finales de 2010, que ha in-corporado a un grupo de empresas privadas al 49% del accionariado. La operación supuso un montante total de 57,3 millones de euros. A cambio, Aquagest, el grupo que se ha sumado a la entidad –Unicaja (30%), Caja Granada (15%) y Agbar (55%)–, se compromete a invertir en la ciudad siete millones de euros en los 25 años del contrato (un millón de euros el primer ejercicio). Además, cuatro millones irán destinados a sensibilización y concienciación ciudadana, lo que supondrá un vínculo contractual muy estrecho con los medios de comunicación locales, beneficiarios colaterales

del proceso. La nueva empresa resultan-te tiene la posibilidad de subir las tasas anualmente un 1% por encima del IPC, pero solo previa aprobación del pleno municipal y tras justificar los costes. A simple vista, los beneficios directos de esta operación no son muy elevados (en el pliego se señala que el proceso de privatización solo repercutirá en la tarifa en 1% por encima del IPC). Pero existen nu-merosas repercusiones colaterales, ya que una vez conseguida la concesión, la nueva empresa se compra a sí misma la tecnolo-gía, los suministros y las obras necesarias. No está sometida a las mismas exigencias de publicidad y concurrencia que las enti-dades públicas, por lo que no está obligada a contratar mediante concurso público. Por último, ellos cobran de forma regular y pueden pagar a proveedores con más plazo. Ya solo con el manejo de tesorería, tienen beneficios. El resultado es que en la ciudad de Huelva las tarifas aumentaron en un solo año un 14,4%. La historia de Huelva ejemplifica un proceso similar al que han vivido recientemente ciudades como León, Avilés o Guadalajara. En la ciudad de León (145.000 hab.) la privatización se realizó a finales de 2009, Aquagest también se hizo con el 49% de la empresa municipal de aguas por un importe de 25 millones de euros, en concepto de “uso de las instalaciones, bienes y elementos existentes adscritos al servicio”. A cambio, Aquagest se aseguró la gerencia ejecutiva de la empresa, el control

1, 2 y 3. Diversas protestas contra la privatización del agua. Respectivamente: Madrid, Avilés, León.

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efectivo de la estrategia empresarial y de las decisiones económicas fundamentales. Y todo ello en un contexto opaco, garan-tizado por el derecho a la privacidad de la información empresarial que dificulta, cuando no bloquea, cualquier proceso de participación ciudadana efectiva. Se pri-vatizó el servicio de aguas de una ciudad que, según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de marzo de 2006, era una de las mejores gestiones, siendo la capital de provincia más barata en el suministro. La entrada de Aquagest supuso una subida inmediata del 2,8% en la tarifa del agua para 2010.

Oposición socialLos procesos de privatización también han supuesto fuertes movimientos ciu-dadanos de defensa del agua como bien común. Los vecinos de Avilés (Asturias) consiguieron crear una de las Plataformas contra la privatización del agua más activas. De hecho, en un municipio de no más de 85.000 habitantes, consiguieron recabar casi 20.000 firmas para exigir que la ges-tión del agua se decida por referéndum. Movilizaciones que no impidieron que el 1 de enero de 2010 comenzara a funcionar una nueva sociedad participada en un 74% por Aquagest y en un 26% por el Ayunta-miento gracias a los 37 millones de euros del canon (de los que sólo 18 millones se destinarán a mejorar y completar la red). El objetivo de ampliar espacios al mer-cado sobre la base de privatizar los servi-cios públicos (sanidad, educación, agua y saneamiento) que en las últimas décadas ha presidido las políticas de liberalización y desregulación, acaba encontrando en esta coyuntura de crisis una ventana de opor-tunidad. En el último año se han anun-ciado nuevos procesos de privatización: Lugo (85.000 hab.), Jerez de la Frontera (206.000 hab.), el Puerto de Santa María (85.000 hab.) y las muy relevantes del Canal de Isabel II (6.000.000 hab., casi toda la Comunidad de Madrid) o Aigües Ter-Llobregat (5.000.000 hab.) que de concretarse supondrán la hegemonía ab-soluta del agua privada en España. Los fracasos vividos al inicio de la década en Latinoamérica (gracias a las protestas ciudadanas) y el nuevo proceso de privatización que se vive en España ha reorientado la estrategia de las multina-cionales del agua hacia los denominados

mercados maduros; mercados donde se minimizan los riesgos dado que los recibos del agua tienen una alta garantía de pago. En este sentido, Agbar, ha reorientado su estrategia de futuro ante el nuevo contexto económico y en los próximos años foca-lizará su actividad en acometer grandes proyectos de concesiones de la mano de fondos de inversión y en impulsar las ac-tividades de tecnologías y soluciones con alto valor añadido para las empresas de agua. En los últimos meses, se ha mostrado interesada en hacerse con la gestión de Aigües Ter-Llobregat (ATL), Aguas de Jerez y el Canal de Isabel II de Madrid si estas entidades se privatizan, lo que responde también a esta estrategia de futuro. Al margen de su valor crematístico, el agua en España, como en la mayoría de las culturas mediterráneas, sigue manteniendo un fuerte valor simbólico, un significado de “fuente de vida”. Este valor simbólico hace que la ciudadanía tome rápidamente conciencia social sobre el agua como bien común. Por tanto, es importante destacar también el papel que la sociedad civil juega frente a la mercantilización. En este sentido son notorias las actua-ciones que se están llevando a cabo en Madrid y Catalunya, a través de la Pla-taforma contra la Privatización del Canal de Isabel II y la Plataforma Aigua és Vida. Incluso es de destacar, que recientemente dieciséis colectivos se han sumado al fren-te contra la decisión del gobierno local de privatizar la gestión del ciclo del agua de Ajemsa (Aguas de Jerez). De su capacidad de acción dependerá, en buena medida, que en España el agua sea un bien común o un valor comercial. Para reforzar el papel del agua como bien común, desde AEOPAS creemos que si la legislación simplemente prohibiera –como en la mayoría de los países euro-peos– que los cánones concesionales se utilicen para fines distintos de la mejora de las infraestructuras hidráulicas, los procesos de privatización serían en España algo muy residual. No hacer esto es fomentar una burbuja hídrica basada en la utilización de la tarifa del agua como mecanismo de recaudación no transparente para financiar a los municipios y cuyo resultado no muy lejano será la ausencia de inversión en la gestión del ciclo urbano, lo que conducirá a su insostenibilidad y, quizás, a su posterior rescate público pagado por todos.

1. Protesta en Barcelona2. Campaña publicitaria de Suez, la mayor multinacional de la gestión del agua.3. El mantenimiento es más deficiente cuando lo gestionan empresas privadas. Rotura en Cartagena, gestionada por Aquagest.

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Manuel Ruiz Pérez. Departamento de Ecología-UAM

El valor de los bosques

Bajo el lema Bosques para la gente, la Asamblea General de Naciones Unidas designó 2011 como el Año Internacional de los Bosques. Los territorios forestales comprenden bosques naturales maduros, bosques secundarios en diferentes fases de evolución hacia la madurez, plantaciones forestales (rechazadas como bosque por parte de algunos colectivos sociales) y otros espacios matorralizados cubiertos por vegetación leñosa. El lema Bosques para la gente, con un enfoque utilitarista, pretendía resaltar la estrecha interconexión entre bosques y sociedad humana deri-vada de la intensa transformación sufrida por los bosques así como de las múltiples funciones que estos desempeñan y de los bienes y servicios que nos ofrecen. Desde el papel y la madera hasta frutos, resinas, fibras y medicinas, nuestra vida cotidiana está rodeada de productos forestales y sus derivados. Cientos de millones de personas hacen una utilización regular y directa del bosque [1], y prácticamente toda la humanidad está en contacto con alguno de sus productos. Además de este uso directo, los eco-sistemas forestales desempeñan funcio-nes ecológicas clave a distintas escalas. Los bosques como ecosistemas maduros

constituyen al menos el 70% de la biodi-versidad de los continentes, especialmente importante en el caso de los trópicos [2]. Su papel en el ciclo hidrológico, control de erosión y edafogénesis es bien conocido. Igualmente, la relación compleja y no lin-eal entre bosques y atmósfera a través de la evapotranspiración, fotosíntesis, albedo y emisiones de compuestos químicos y partículas que actúan como núcleos de condensación ejerce una influencia notoria en el clima [3]. La influencia de los enormes depósitos de carbono de los ecosistemas forestales en el cambio climático, identificada hace más de tres décadas [4 y 5], ha cobrado creciente in-terés, habiéndose erigido en la actualidad en el gran icono de la importancia global de los bosques [6]. Una cuestión frecuentemente olvidada es su importancia estética, cultural y reli-giosa. Estos valores son particularmente relevantes para las poblaciones que viven en, o próximas a, los bosques, cuya ex-clusión de las políticas de gestión y con-servación forestal o de aquellas propuestas de desarrollo que afectan directamente a estos ecosistemas ha creado frecuentes conflictos.

¿Por qué se pierden los bosques?Antes de analizar la pérdida de los bosques hay que hacer un inventario. Aunque par-ezca una tarea relativamente sencilla, prob-lemas de definición, metodológicos, políti-

cos y técnicos dificultan una evaluación precisa de la superficie forestal existente [7]. La última Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (ERF) realizada por la FAO [8], organismo encargado por Naciones Unidas para mantener las bases globales de información forestal, estima en algo más de 4.000 millones de hec-táreas (ha) la superficie forestal mundial. Diversas estimaciones globales basadas en imágenes satélite habían ofrecido cifras un 25% inferiores a las de la FAO [1]. La reciente evaluación conjunta JRC-FAO [9] basada también en imágenes satélite y que ha actualizado las anteriores ERF indica que los territorios forestales ocupan unos 3.700 millones de ha, cubriendo el 30% de la superficie continental. Los datos sobre deforestación también están sujetos a esta incertidumbre. El estudio del JRC-FAO sitúa la deforestación entre 1990 y 2005 en 72,9 millones de ha (frente a los 97,4 millones de ha que estimaba la propia FAO en 2010). Si a ello le sumamos los 27,9 millones de ha que la ERF de 2010 señala, obtendríamos una deforestación neta de 100,8 millones de ha en las últimas dos décadas. Más que en la precisión del dato, difícil de evaluar debido a las mencionadas limita-ciones metodológicas

La mercantilización de los servicios ambientales, como REDD+, no garantiza la conservación

de los ecosistemas forestales

El desafío de conservar los bosquesManuel Ruiz Pérez

Las políticas globales sobre conservación de bosques han pasado por tres fases: la planificación sobre bases de datos fiables que potenciase la conservación de bosques y desarrollo de la industria forestal; la mercantilización de los productos forestales más allá de la madera; y la mercantilización de los servicios de los bosques (mecanismo REDD+). Pero hasta ahora no han conseguido su objetivo. Y es que para conservar los bosques se necesita una combinación de acciones a escala local, desde la base, junto a políticas que entiendan que los bosques no son una mercancía sino un ecosistema de importancia fundamental para mantener habitable el planeta.

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y técnicas, conviene centrarse en el orden de

magnitud y la tendencia, así como en los tipos de

ecosistemas que están siendo más amenazados. Seguimos perdiendo es-

pacios forestales a un ritmo superior a 5 millones de ha al año, esta pérdida afecta de un modo particularmente grave a los bosques tropicales, y alcanza su máximo exponente en Sudamérica y África. El bal-ance forestal de Norteamérica y Europa indica una situación estable o con tenden-cia a un ligero crecimiento, mientras que Asia ofrece una situación heterogénea con países como Indonesia que deforestan y países como China que amplían su cubi-erta forestal. El análisis se hace más complejo cuando se trata de diferenciar deforestación de degradación y estudiar tipos de procesos y sus causas directas y subyacentes. Así, la deforestación neta, como balance entre lo que se pierde y lo que se gana, puede ocultar la gravedad del asunto. La ganancia es en buena medida debida a la expansión de plantaciones, a menudo polémicas, que ya suponen el 7% de la superficie forestal mundial, así como de procesos de suc-esión ecológica que tienden a recuperar la vegetación natural tras largos períodos que pueden durar muchas décadas. Las pérdidas incluyen todo tipo de sistemas forestales, pero adquieren su máxima gravedad con la desaparición de bosques naturales maduros de alto valor ecológico, que en la actualidad suponen el 36% de la cubierta forestal y cuya pérdida se estima en 40 millones de ha en la última década [8]. Las mencionadas variaciones por

grandes regiones y países nos apuntan la segunda consideración: la existencia de una gran diversidad de causas detrás de la deforestación, que tienden a manifestarse en distintas combinaciones e intensidades según regiones [10 y 11]. Una visión tópica en los países llamados desarrollados sitúa a la industria maderera en el centro de estos agentes deforestadores. En realidad la industria maderera suele ser más factor de degradación (a veces muy grave) que de deforestación, aunque puede atraer y concentrar población y ser utilizada como caballo de Troya o como paso previo para abrir la vía a otros agentes de deforestación irreversible. La expansión de la frontera agro-ganadera asociada a un aumento de población y a la creciente demanda agro-industrial es el principal motor de la deforestación. La urbanización y otras actuaciones espacialmente más puntuales pero con frecuencia de gran impacto, como las industrias minera y energética, completan el cuadro de causas directas. Todos estos factores actúan dentro de un marco poco favorable para la con-servación, condicionado por una serie de causas indirectas o subyacentes [11 y 12]. Estas incluyen la subvaluación sistemática que el mercado hace de los bienes y servicios forestales; las políticas fiscales y de desarrollo que incentivan la pérdida de bosque y el cambio de uso del suelo; y una situación de derecho de uso y tenencia de la tierra en numerosos países tropicales (y otros como Canadá) que con frecuencia enfrenta los derechos tradicionales de comunidades forestales e indígenas con los Estados, propietarios formales de la mayor parte de la superficie forestal del mundo. Por último, no hay que olvidar la creciente e insostenible demanda

de recursos naturales y la consiguiente presión sobre los ecosistemas derivadas de un modelo económico que equipara desarrollo a consumir más de 5 toneladas equivalentes de petróleo o más de 200 kg de papel per cápita al año.

Las políticas globales sobre deforestaciónLas últimas décadas han visto surgir una conciencia sobre la gravedad de la de-forestación, acompañadas por propuestas de políticas globales para hacerle frente, que se pueden resumir en tres grandes fases. La deforestación a gran escala y sus problemas asociados eran ya motivo de preocupación a finales de los años 70, siendo uno de los capítulos del informe Global 2000 preparado a solicitud del pres-idente de EE UU J. Carter [4 y 13]. Como en otros aspectos del informe, el análisis de la deforestación y sus consecuencias acertó en el diagnóstico pero exageró algunas de las tendencias, dando argumento a postu-ras negacionistas como las de Simon, Kahn y otros autores [14] que participaron en la preparación del contrainforme Global 2000 revised de 1983 [15]. No obstante, ante la gravedad de la situación, la FAO propuso en 1983 un Plan de Acción de los Bosques Tropicales que convergió con una propuesta similar del World Resources Institute (WRI), lanzándose en 1985 un plan internacional (conocido como TFAP por sus siglas en inglés) que contaba con el apoyo del PNUD, el Banco Mundial y la Fundación Rockefeller. Dicho plan hacía énfasis en la planificación, la creación de bases de datos, la elaboración de estrate-gias nacionales de conservación y manejo forestal, propuestas de áreas protegidas, y actuaciones industriales (especialmente

1. Perdemos 5 millones de hectáreas de bosques al año.2. Las plantaciones forestales no son equiparables a los bosques.3. La ganadería extensiva es una de las principales causas de deforestación.4. Los bosques aportan gran cantidad de productos y servicios. Foto: Ecologistas En acción.

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madera). El TFAP, excesivamente ambicioso, no consiguió los resultados esperados. La deforestación aumentó de hecho, lo que junto a otros problemas en su ejecución dio pie a sendas revisiones de la propia FAO y del WRI [16] que concluyeron con una evaluación poco favorable del mismo. El TFAP desapareció sin haber conseguido sus objetivos. Sin embargo, no fue una labor completamente perdida. Sentó las bases para ampliar espacios naturales protegidos y crear un proceso de monitoreo origen de las actuales Evalu-aciones de Recursos Forestales de la FAO y sirvió de plataforma para preparar los Principios Forestales de la Conferencia de Río y la Agenda 21 forestal. En un sentido, la década de los 80 podría caracterizarse como la década de toma de conciencia y elaboración de las primeras perspectivas y bases de datos globales, enraizadas aún en el paradigma de la planificación e industri-alización de los recursos del bosque. Al fracaso del TFAP se sumó la falta de acuerdo para aprobar una Convención Forestal Internacional en la Conferencia de Río. Las propuestas para conservar los bosques cambian de enfoque en los 90. Comienza a comprenderse que para con-tener la deforestación hay que atacar la raíz estructural de los problemas, lo que lleva a expandir el análisis y las propuestas más allá del ámbito forestal estricto. Se inicia así una nueva fase en la que se redescubre la importancia de los productos forestales no maderables (PFNM) [17]. En consonancia

con las nuevas políticas económicas a es-cala global, se propone el mercado como solución [18] tratando de añadir valor al bosque y sus productos para elevar su coste de oportunidad y evitar su tala. Es la época de la “conservación a través de la comercialización” [19]. La práctica de la conservación sobre el terreno incorpora estas ideas mediante los Proyectos integrados de conservación y desarrollo (PICD). Esta década marca también el inicio de la cer-tificación forestal, desarrollada por el FSC como grupo independiente y externo al sector forestal, y adoptada posteriormente por el propio sector mediante el PEFC y otros esquemas de certificación similares como el SFI de EE UU, menos estrictos que los del FSC. El intento de añadir valor a los bienes forestales tangibles como estrategia global de conservación de los bosques comienza a mostrar sus límites una década después. A las críticas tempranas basadas en la defensa de grupos específicos como los indígenas [20] se suma una valoración más ecuánime del potencial real de generar ingresos derivados de los PFNM [21], y un cuestionamiento de la capacidad de combinar objetivos de conservación y desarrollo [22]. La constatación de los límites de una estrategia de conservación basada en la comercialización de productos forestales coincide con un interés creciente por los servicios ambientales y otros beneficios intangibles de los bosques. Sobre la base teórica elaborada por Pearce [23] se pro-

pone una nueva estrategia de conserva-ción basada en los servicios ambientales de los bosques [24] que marca la tercera fase en la que nos encontramos actualmente. El impulso de la Convención sobre Cambio Climático y los sucesivos informes del IPCC aviva la idea de potenciar el mer-cado de servicios forestales relacionados con el clima (ver por ejemplo [25]), que se concretan a través de las propuestas de RED (Reducción de Emisiones de la Deforestación), formulada inicialmente por la Coalition for Rainforest Nations encabezada por Costa Rica y Papúa-Nueva Guinea durante la COP11 de Montreal en 2005 [26].

REDD+: ¿una estrategia viable para la conservación de los bosques?La idea de una compensación por almace-namiento de carbono estaba ya implícita en las primeras propuestas de los años 80 que analizaban el papel de los bosques en el cambio climático [13 y 5]. Los artículos 2 y 3 del Protocolo de Kioto hacen men-ción específica a este papel en relación a los depósitos y sumideros de carbono de los bosques, la deforestación como parte de las emisiones debidas a cambio de uso del suelo, y la promoción de medidas de aforestación y reforestación. Su aceptación dentro del Mecanismo de Desarrollo

Un gran negocio

“Su Alteza Real dice con razón que nuestros bosques tropicales valen más vivos que muertos. Esto es absolutamente cierto. Dejando de lado el valor

inconmensurable de las funciones de conservación de biodiversidad y agua, tene-mos delante una casi inconcebible oportunidad de gran negocio, que podemos compartir con las naciones forestales del mundo […] Con 610 mil millones de toneladas de CO2 almacenadas en nuestros bosques tropicales, tenemos enfrente una inmensa oportunidad de 18 billones de $. […Es] cada vez más claro que la solución a este problema está no solo en un sistema de libre mercado sino también dentro de nuestro campo de experiencia. Lo que la gente de las naciones forestales precisa es un sistema que valore los servicios confinados en su tierra […] Los bos-ques tropicales son fundamentales para la identidad de estos países, que buscan conservarlos aunque luchen contra ellos […] Con el capitalismo como centro de NUESTRA identidad, debemos ser audaces para ver el gigantesco panorama, aunque nosotros también luchemos a nuestra manera […] Para aprovechar esta oportunidad de negocio de 18 billones de $, la valoración de los servicios de nuestros bosques requerirá no solo innovación en los mecanismos de mercado, sino también una cooperación global sin precedentes entre las mentes más brillantes de todas las naciones del mundo. Habrá que crear muchas estructuras y mecanismos, pero debería ser nuestra experiencia quien las defina, y nuestro apetito por estos mercados quien fuerce su apoyo político”.

(Extracto del discurso de Stanley Fink dirigido al príncipe Charles en una cena organizada por este en el Mansion House el 10-9-2008, citado por [36])

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Limpio (MDL) se aprueba en la COP7 de Marrakech en 2001. La incorporación de la deforestación evitada como parte de la lucha contra el cambio climático se produce en la mencionada COP11 de Montreal, y se aprueba en la COP13 de Bali en 2007, estableciéndose el horizonte 2020 para reducir la deforestación a la mitad y 2030 para detenerla completamente [26]. Presentado como un gran triunfo y una excelente oportunidad para potenciar la conservación de los bosques, numerosas ONG, centros de investigación, consulto-res internacionales y empresas financieras se lanzan a la tarea de evaluar y promover estos mercados. El RED original (D de deforestación) se expande a REDD (D de degradación) y a REDD+ (+ de gestión fo-restal sostenible). Esta estrategia se basa en dos pilares fundamentales: una estimación elevada de la contribución de la deforesta-ción y degradación forestal a las emisiones de CO2 (la FAO llegó a situar estas en el 25% del total [27]) y una consideración de efectividad de coste por tonelada que deja de emitirse [28]. Al igual que sucedió con iniciativas glo-bales anteriores, REDD+ ha sido también analizado con una perspectiva crítica. Esta incluye las dificultades para establecer la base de partida de superficie forestal y almacén de carbono; el problema de la inseguridad y conflictos en tenencia de la tierra; la desigualdad en la distribución de los posibles beneficios; la corrupción y el débil marco institucional de muchos de los países donde se ha de aplicar; los altos costes de transacción; la posibilidad de fugar (desplazar la presión de defores-tación de un territorio a otro) a nivel na-cional e internacional; el posible chantaje ambiental; la subestimación de los costes reales de transacción; y la contribución a la creación de una nueva burbuja financiera [29]. A ello se añade una crítica de fondo a las propuestas neoliberales y los mercados

de carbono para abordar el problema del cambio climático [30], el rechazo de orga-nizaciones sociales como la Organización de Pueblos Indígenas y el World Rainforest Movement (WRM), e incluso la acusación de promover la deforestación a través de REDD+ contra algunos de los mayores promotores de mercados de carbono como McKinsey [31]. Dos documentos recientes han con-tribuido a debilitar los dos pilares de la estrategia REDD+. Las estimaciones sobre emisiones debidas a la deforestación en 2010 realizadas por el Global Carbon Project la sitúan en torno al 10% del total [32]. Sin minimizar su importancia, y con las mismas prevenciones que hay que tener hacia las estimaciones globales en las condiciones de alto margen de error de los datos disponibles, estos porcentajes están lejos del techo del 25% presentado por la FAO, y resaltan que el problema de las emisiones globales es debido fun-damentalmente al modelo energético. Por otra parte, estimaciones recientes sobre las inversiones necesarias para reducir la deforestación a la mitad [33] las sitúan en 40.000 millones $/año, lejos de los com-promisos para cambio climático ofrecidos por los países llamados desarrollados, y más lejos aún de lo actualmente desem-bolsado, que apenas alcanza el 10% de estos compromisos [34]. Finalmente, las expectativas puestas en la reciente COP17 de Durban, donde se esperaba vincular REDD+ al mercado de carbono (que en todo caso en la actualidad se encuentra bajo mínimos, con unos 7 $/tonelada) como manera de conseguir fondos al margen de las partidas destinas a ayuda al desarrollo no se han visto cumplidas.

La conservación de los bosques: se hace camino al andarLas tres grandes fases que han caracteri-zado las políticas globales sobre conser-vación de bosques –planificación sobre

bases de datos fiables que potenciase la conservación de bosques y desarrollo de la industria forestal; mercantilización de los productos forestales mas allá de la madera; y mercantilización de los servicios de los bosques– no han conseguido este objetivo. Si alguien pensó que el Año In-ternacional de los Bosques iba a significar un paso decisivo para detener su destruc-ción habría caído en una falsa ilusión. La deforestación ha continuado avanzando, y todo parece indicar que aún será así por algún tiempo. ¿Quiere esto decir que todo lo hecho no ha servido para nada? No parece que sea este el caso. La fase del TFAP permitió cristalizar una conciencia global naciente y sentar las bases para el mo-nitoreo y la colaboración internacional. Las organizaciones de conservación y de desarrollo que trabajan sobre el terreno han aprendido de los límites de la mer-cantilización de la conservación mediante la promoción del comercio de productos forestales, y están ajustando sus acciones a proyectos más concretos, integrados y participativos. Aún es pronto para saber cómo terminará esta tercera fase, la de la mercantilización de los servicios ambien-tales, y su último episodio, el de REDD+. Es muy posible que numerosos proyec-tos de pagos por servicios ambientales forestales (sobre todos hidrológicos y de protección de suelos y biodiversidad) de aplicación local o nacional, financiados por fondos públicos o privados, puedan suponer una contribución significativa, como indican ejemplos como el de Costa Rica. Pero resulta poco probable que un mecanismo REDD+ vaya a desarrollarse a gran escala. Lo más probable es que las buenas (y algunas no tan buenas) inten-ciones de los promotores del REDD+ estén destinadas al olvido, como acon-teció con el TFAP [35]. Como señaló el propio informe Ullsten, con respecto al

1. La explotación maderera pocas veces sigue criterios sostenibles. 2. Los bosques maduros acogen una gran biodiversidad. Foto: Ecologistas En acción.1

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25Ecologista, nº 72, primavera 2012

Referencias1 MEA. 2005. Millennium Ecosystem Assessment.

Living beyond Our Means: Natural Assets and Human Well-Being. United Nations, New York. www.maweb.org/documents/document.429.aspx.pdf

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9 JRC-FAO. 2011. Global forest land-use change from 1990 to2005. Initial results from a global remote sensing survey. http://foris.fao.org/static/data/fra2010/RSS_Summary_Report_lowres.pdf

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11 Geist, H.J. y Lambin, E.F. 2002. Proximate causes and underlying driving forces of tropical deforestation. BioScience, 52(2): 143-150.

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13 Myers, N. 1980. Conversion of tropical moist forests: A report prepared for the Committee

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14 Sedjo, R.A. y Clawson, M. 1983. How serious is tropical deforestation? Journal of Forestry, 81(12): 792-794.

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19 Evans, M.I. 1993. Conservation by commercialization. En: Hladik, C.M., Hladik, A., Linares, O.F., Pagezy, H., Semple, A., Hadley, M. (Eds.). Tropical Forests, People and Food: Biocultural Interactions and Applications to Development. MAB Series, vol. 13. UNESCO, Paris y Parthenon Publishing Group, Carnforth, UK, pp. 815–822.

20 Gray, A. 1990. Indigenous people and the marketing of the rainforest. The Ecologist, 20: 223-227.

21 Godoy, R.; Wilkie, D.; Overman, H.; Cubas, A.; Cubas, G.; Denmer, J.; McSweeney, K. y Brokaw, N. 2000. Valuation of consumption and sale of forest goods from a Central American rain forest. Nature, 406: 62-63.

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33 UNEP. 2011. Forests in a Green Economy. UNEP.

34 UNDP. 2011. Human Development Report 2011. UNDP

35 Lohmann, L. y Colchester, M. 1990. Paved with good intentions: TFAP’s road to oblivion. The Ecologist, 20(3): 91-98.

36 Brockington, D y Duffy, R. 2010. Capitalism and Conservation: The Production and Reproduction of Biodiversity Conservation. Antipode, 42(3): 469-484.

TFAP “El procedimiento está impregnado de arrogancia, con expertos extranjeros diciéndole al país lo que es bueno para él en lugar de crear un diálogo condu-cente a encontrar soluciones”. Una queja similar expresa la Carta abierta dirigida a la comunidad donante internacional expresando preocupación acerca de la desviación de fondos existentes para la conservación de bosques y desarrollo hacia proyectos de REDD+ firma-da por ONG y organizaciones de pueblos indígenas. Aunque algunas de las acciones ya realizadas bajo el mismo hayan podido

dejar efectos positivos (mejor conocimien-to científico y técnico, ayuda a algunas comunidades forestales para reclamar sus derechos…), todo indica que el mercado REDD+ de carbono acabará sucumbien-do a sus absurdos, limitaciones intrínsecas y expectativas hiperinfladas. Entre tanto, ¿cómo se seguirá actuando para tratar de reducir y eventualmente eli-minar la deforestación, recuperando parte de lo perdido? Probablemente mediante una combinación de acciones a escala lo-cal, desde la base, junto a una nueva visión y ambición políticas que entiendan que

los bosques no son solo, ni principalmente, una mercancía, sino un ecosistema de importan-cia fundamental para mantener al planeta habitable para nuestra propia especie. En todo caso, lo que es cierto es que la creciente demanda de re-cursos naturales para alimentar el modelo actual de consumo es incompatible con la conservación de los bosques (y de toda la Biosfera) y no podrá ser mantenida por largo tiempo.

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Sin compromisos vinculantes para luchar contra el cambio climático

‘Apartheid’ climático en DurbanTom Kucharz

La Cumbre sobre Cambio Climático de Durban, a finales de 2011, fue un tremendo fracaso. El bloqueo de EE UU y el énfasis en los mecanismos de mercado en lugar priorizar la reducción de emisiones harán que se prolongue la inacción frente al cambio climático más allá del año 2020. Se condena así a millones de personas a la muerte, el hambre y la migración forzada, sin olvidar las fuertes convulsiones ambientales asociadas al calentamiento global.

La Cumbre sobre Cambio Climático de Durban (COP17), llevada a cabo en diciembre de 2011, re-pitió los fracasos de Copenhague (2009) y Cancún (2010), porque

retrasó la puesta en marcha de acciones eficaces que estabilicen el clima sobre la base de la ciencia y la equidad a 2020 (o más allá). La antesala no pudo ser peor: la crisis económica y financiera barrió el asunto de la agenda política y mediática, y se venían reduciendo notablemente la Ayuda Oficial al Desarrollo y las inversio-nes en energías renovables o en medidas de eficiencia energética. Mientras tanto, la emergencia climática afectaba a mu-chos países, y supimos que en 2010 el aumento de la temperatura media global y la concentración en la atmósfera de los principales GEI, originados por el actual modelo agro-urbano-industrial, registraron valores récord desde la época preindus-trial, según la Organización Meteorológica

Mundial [1]. Sudáfrica inspiró a todo el mundo por las luchas de liberación de la mayoría del país sobre el yugo del apartheid. Pero en este mismo sitio, los Estados del Norte [2] (pero también los emergentes) han creado cínicamente un nuevo régimen de apartheid climático porque decidieron seguir contaminando y sacrificar los dere-chos humanos de millones de personas. Por ello las decisiones resultantes de la COP17 constituyen un crimen contra la humanidad, porque son una sentencia de muerte para la gente en muchos países empobrecidos, especialmente en África y los Pequeños Estados Insulares. Se adoptó un nuevo proceso negocia-dor llamado Plataforma de Durban: una mera declaración política de intenciones, sin carácter legal vinculante, y con cifras –voluntarias– de reducción de emisiones absolutamente insuficientes que llevarán al mundo a un aumento de la temperatura media global de entre 3,5 y 6 ºC a final del siglo. Muchos países, que ya sufren

el aumento del nivel del mar, el clima extremo, problemas de abastecimiento de agua, hambre y migraciones ambienta-les, expresaron que el acuerdo marcó el común denominador más bajo posible y carecía de la ambición necesaria para ga-rantizar su supervivencia. EE UU quizás sea el principal responsable del fracaso, ya que ha acelerado la demolición del marco legal internacional vinculante. Se negó a asumir compromisos de reducción de emisiones más ambiciosos y forzó al conjunto de los países a reemplazar el sistema jurídicamen-te vinculante de Kioto por otro más débil e ineficaz de promesas voluntarias.

Extensión del protocolo de KiotoSe acordó un compromiso vacío y ambi-guo [3] para establecer un segundo perío-do del Protocolo de Kioto [4] pero sin am-bición ni mencionar cifras de reducción de emisiones legalmente vinculantes. Como es sabido, la primera fase del Protocolo termina en 2012, mientras que el segundo período se desarrollaría de 2013 a 2017. La decisión puede atribuirse principalmente a las intenciones de la UE y las economías emergentes, pues así pueden continuar con los mecanismos de mercado que generan grandes beneficios económicos a las empresas privadas (como los mal lla-mados mecanismos de desarrollo limpio), y porque también resulta necesario para que una buena parte de la UE –como el Estado español– pueda cumplir con Kioto al compensar sus emisiones con la compra de créditos de carbono, retrasando así peli-grosamente el cambio de modelo. Se han dejado para este año temas sustantivos sobre el funcionamiento del segundo período de compromiso [5], lo cual da a un país productor de petró-leo como Catar –donde tendrá lugar la COP18– una influencia particularmente arriesgada sobre el futuro del régimen del clima. Quizás uno de los peores anuncios de la cumbre fue que Canadá abandona Kioto antes de que termine su periodo de vigencia, creando un mal precedente (Japón y Rusia no firmarán el segundo periodo de compromiso), para seguir explotando los yacimientos de arenas bituminosas en la provincia de Alberta, una forma de explotación petrolera muy contaminante. Solo podemos confiar en que algún país valiente lleve a Canadá ante la Corte Penal Internacional u otros tribunales internacionales para recordarle su obligación legal bajo la Convención de reducir sus emisiones. A partir de 2012 un grupo de trabajo empezará a “desarrollar un nuevo proto-colo, otro instrumento legal o una solución Tom Kucharz, Ecologistas en Acción

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27Ecologista, nº 72, primavera 2012

pactada con fuerza legal que se aplicará a todas las Partes en la convención del clima de la ONU” que sería firmado en 2015 y entraría en vigor en 2020. La naturaleza exacta aún está por decidirse, pero EE UU vetó cualquier mención al carácter legal vinculante y a la equidad. En vez de aislar y condenar a EE UU, la UE e India consensuaron in extremis un texto que eliminó el principio histórico de la convención climática sobre responsabili-dades comunes pero diferenciadas y las capacidades diferenciadas para mitigación, transferencia de dinero y tecnología. Este nuevo mandato crea un sistema más débil –si cabe– que el actual, y además no reconoce la responsabilidad histórica de los países industrializados (75% de las emisiones históricas), quienes retroceden en sus compromisos legales, mientras trasladan a los países menos responsables por el calentamiento global (25% de las emisiones históricas) nuevas obligaciones, invirtiendo la carga del esfuerzo a realizar. A pesar de la llamada “hoja de ruta” ofre-cida por la UE, lo cierto es que Durban fue un callejón sin salida. Sigue existiendo una brecha entre los compromisos actuales de los países de reducción de emisiones para 2020 y el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 ºC. No se lograron ampliar las promesas realizadas en Copenhague y Cancún. Sin embargo, las promesas de mitigación de los países en desarrollo (no-Anexo I) suman más toneladas de CO2 que las promesas de los países desarrollados [6].

Escasa financiación climáticaLa Comisión Europea permitió la conce-sión de unas muy abultadas ayudas públi-cas a la banca (1,6 billones de euros entre 2008 y 2010), pero al mismo tiempo la UE argumentaba en Durban que no podía aportar más fondos al clima por la crisis económica. Y esto es algo generalizado entre los países industrializados, que ape-nas han transferido un 7% de los 30.000 millones de dólares que se habían compro-metido a facilitar entre 2010-12 a los países empobrecidos, en forma de ayuda “nueva y adicional” contra el cambio climático. En Durban se puso en marcha el Fondo Verde para el Clima que canalizaría teó-ricamente 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 a los países del Sur. Pero este fondo nace vacío y aún no se estableció cómo se conseguirá movili-zar ese dinero. Propuestas como una tasa sobre las transacciones financieras, que po-dría recaudar globalmente, como mínimo, 650.000 millones de dólares cada año, así como impuestos sobre el transporte

marítimo (bunkering) y aéreo, generaron tal oposición por parte de la industria que siguen sin ser acordadas. Tampoco se ha aceptado la eliminación de las subvencio-nes públicas a los combustibles fósiles, que globalmente ascienden a 487.000 millones de euros anuales. Una vez más, los Estados han priorizado la defensa de los intereses

de las industrias contaminantes, de los bancos y del sistema financiero. El Banco Mundial (BM) sigue como administrador interino del fondo a pesar de la intensa oposición de la sociedad ci-vil, que argumenta que las estructuras del BM son antidemocráticas y sus programas siguen financiando –mayoritariamente–

Falsas soluciones

No debemos seguir esperando soluciones de este proceso. Con la Cumbre de Río+20 como trasfondo, las políticas climáticas están dando un giro hacia la lla-

mada economía verde, tratadas como un negocio y se condicionan a la intervención del sector privado. Por ello son necesarias campañas contra las grandes empresas energéticas, como Shell, BP, Repsol-YPF y Endesa-Enel, que han secuestrado las negociaciones sobre cambio climático y han bloqueado –mediante soborno y otras estrategias de lobby– cualquier avance en la lucha contra el cambio climático, fomentando el escepticismo y promoviendo falsas soluciones, como el comercio de carbono, con el fin de evitar cualquier transición planificada a una economía baja en carbono. Debemos impedir que extiendan su poder en Río+20 o a través de la economía verde, que busca extender la privatización y la financiarización de la naturaleza que se inició con los mercados de carbono.

1, 2 y 3. Diversas protestas durante la pasada cumbre de Durban. La frustración de la sociedad civil fue grande debido a la inoperancia de los políticos.

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grandes proyectos de combustibles fósiles [7]. Otra mala noticia: el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) asume la secretaría del Fondo Verde para el Clima (junto con la UNFCCC), en contra del rechazo mayoritario del grupo G77+China, pues consideran que el GEF está fuertemente influenciado por las políticas neoliberales del BM. Mucho nos tememos que así no habrá una secretaría y una gestión inde-pendiente de la financiación climática, lo que puede echar por tierra las buenas intenciones con las que se comenzó el diseño del Fondo Verde para el Clima. El Fondo ha sido secuestrado por los países ricos, bajo sus términos, y permitirá dar más ganancias al sector privado. La presencia del lobby corporativo y la toma de la COP17 por las multinacionales petroleras y energéticas mostró la verdade-ra agenda de la cumbre. Fue sintomático que la captura y el almacenamiento de

carbono se convirtiera en un nuevo meca-nismo de desarrollo limpio (MDL), sin que se hayan despejado las incertidumbres de esta tecnología. Se recompensará a los go-biernos y empresas que invierten en pro-yectos altamente peligrosos con créditos carbono que además perpetúan el apoyo al carbón y el petróleo. Las discusiones sobre tecnología han sido secuestradas por los países industrializados que hablan en nombre de sus corporaciones. La crítica al monopolio de patentes o la evaluación ambiental, social y cultural de las tecnolo-gías, fueron eliminadas del texto.

Nuevos mecanismos de mercadoLas partes están trabajando también en el desarrollo de un marco para nuevos mecanismos de mercado bajo el nuevo tratado. La UE quiere que cualquier nuevo mecanismo de mercado se convierta en ley internacional porque así los mercados siguen con vida aun sin Kioto y la obliga-ción de reducir emisiones. Teóricamente las reglas deberían asegurar la integridad medioambiental de los nuevos mercados, intentar evitar la doble contabilidad y garantizar una disminución neta de las emisiones de CO2, objetivos que –con la experiencia de Kioto– no se cumplirán. En relación al controvertido programa REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques), que ha sido denunciado por fomentar la privatización de bosques y el despla-zamiento de comunidades indígenas y campesinas, el acuerdo de Durban aceptó considerar aportes privados y mecanismos de mercado como las opciones para finan-ciar el programa, aunque podrían pasar años hasta que despegue a gran escala. “REDD+ amenaza la supervivencia de los pueblos indígenas. Numerosas y crecientes evidencias muestran que los pueblos indí-genas están sufriendo violaciones de sus derechos como resultado de la aplicación de políticas y programas tipo REDD” declaró la Alianza Global de Pueblos Indígenas y Comunidades Locales contra REDD y por la Vida, y puntualizó: “no detendrá el calentamiento global” [8]. El futuro está claramente en manos de los movimientos ciudadanos, que en 2011 han logrado, entre otras, impedir la explotación de gas no-convencional (frac-king) en Francia y Bulgaria [9] y que no se construya el oleoducto Keystone XL entre Canadá y EE UU [10]. Un acuerdo multi-lateral justo para enfrentar la emergencia climática es necesario, pero para lograrlo habrá que revisar nuestras estrategias y seguir construyendo alianzas amplias para fortalecer el movimiento por la justicia so-cial y ambiental en todo el mundo con el

Notas y referencias1 Las emisiones mundiales de dióxido

de carbono (representan el 64% del calentamiento climático) aumentaron el año pasado un 5%, fundamentalmente por la combustión de energías fósiles, y eso que estábamos en un momento de recesión económica. Todo indica que se ha apostado por las energías más sucias, como el carbón, para salir de la crisis.

2 Estos países son responsables del 75% de las emisiones en la atmósfera, a pesar de albergar tan solo el 15% de la población mundial.

3 El segundo período de compromiso del Protocolo de Kioto no ha sido formalmente acordado y solamente cubriría a la UE y a algunos otros países desarrollados. La decisión definitiva ha sido pospuesta para la siguiente COP en Catar (2012).

4 Aunque sea un arma de doble filo (ha creado los mercados de carbono y los mecanismos de compensación que han retrasado la puesta en marcha de los cambios en el modelo urbano-agro-industrial dominante), por el momento es el único marco internacional legalmente vinculante para que los países más contaminantes reduzcan sus emisiones.

5 El nivel agregado de reducciones que se espera lograr durante el segundo período de compromisos; la duración del período de compromiso, hasta 2017 (solicitado por los países más vulnerables) o 2020 (pedido por la UE para ser compatible con las medidas legislativas del paquete energético y de cambio climático 20/20/20 y enganchar con el nuevo régimen a ser negociado); los objetivos particulares de reducción para cada país; la transferencia al siguiente período de créditos de carbono no utilizados por países del Anexo I (“aire caliente”), etc.

6 Kartha, Sivan/Erickson, Meter (2011): Comparison of Annex 1 and non-Annex 1 pledges Under the Cancun Agreements, Stockholm Environment Institute, Working Paper.

7 En 2010 el Banco Mundial batió sus propios récord en créditos para megaproyectos como centrales térmicas de carbón, óleo y gaseoductos, refinerías y minería a cielo abierto, así como monocultivos agroindustriales como palma aceitera, entre otros.

8 Ver artículo en esta misma revista de Manuel Ruiz “El desafío de conservar los bosques”.

9 http://frack-off.org.uk/europe-against-fracking-a-continent-says-no/

10 Véase: http://www.ienearth.org “We Won The Battle, Not The War: Ien Statement On The Keystone Xl Pipeline Decision”

http://intercontinentalcry.org/we-won-the-battle-not-the-war-ien-statement-on-the-keystone-xl-pipeline-decision/

fin de transformar radicalmente la agenda política y económica dominante. Otro reto es que el movimiento 15M integre la lucha por la justicia ambiental, y especialmente el tema del cambio climático, en la agenda política y de las movilizaciones contra las políticas del PP, los ajustes estructurales impuestos por la UE y la crisis.

1. Manifestación durante la COP de Durban.2. El Ministro de Medio Ambiente de Canadá anunció el abandono de su país del protocolo de Kioto.3. La movilización social es clave en el actual escenario. Protesta contra el oleoducto Keystone, entre EE UU y Canadá, finalmente desestimado.

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29Ecologista, nº 72, primavera 2012

Grandes resistencias al necesario cambio de modelo

¿Por qué es tan difícil un acuerdo sobre cambio climático?Rodrigo Irurzun

Desde hace décadas existe un sólido consenso científico sobre el grave problema social y ambiental que supone el cambio climático, que este está provocado por la emisión de gases de efecto invernadero a causa de la actividad humana, y que debemos reducir las emisiones de manera urgente. Sin embargo, tras décadas de cumbres internacionales, se sigue sin llegar a acuerdos satisfactorios. Entender por qué esto es así nos puede dar claves para decidir la manera de actuar.

Rodrigo Irurzun, Coordinador del Área de Energía de Ecologistas en Acción

Hace décadas que se conoce el fenómeno del efecto inverna-dero. El cambio climático está producido por la emisión de CO2 y otros gases de efecto

invernadero (GEI), fundamentalmente provenientes de la quema de combustibles fósiles, de los cambios de uso del suelo (deforestación, agricultura, ganadería), de los residuos y de la actividad industrial. Es el problema socioambiental más grave al que se enfrenta la humanidad y el planeta. Las consecuencias de un incremento de la temperatura media superior a 1,5 ºC serían graves, y por encima de 2 ºC dramá-ticas, tanto a nivel económico, como social y ambiental, pero con las políticas actuales se prevé un incremento de entre 3,5 y 6 ºC. Si es así, ¿por qué no se toman me-didas? ¿Por qué las cumbres del clima de las NN UU no hacen sino retardar la toma de decisiones? ¿Por qué la ciudadanía no toma conciencia real del problema?

Dificultad en la percepción del problemaEl clima cambia lentamente en relación a los ritmos de la vida del ser humano. En los últimos 100 años, la temperatura global ha aumentado 0,7 ºC. Este incremento está ya generando efectos perceptibles, pero a escala humana estos cambios son difícilmente percibidos por la mayoría de la población, cada vez más inmersa en el mundo urbano y alejada de la naturaleza, de sus ritmos y de sus necesidades. Ade-

más, el clima tiene una inercia que hace que los cambios tarden en producirse, pero este mismo hecho también hará que tarden en detenerse desde el momento en que se reduzcan las emisiones de los gases que los causan. Por otra parte, los cambios más drás-ticos se observan en regiones alejadas de la vida de la mayoría de las personas (glaciares, casquetes polares...) con lo que la gente tiende a asociar los efectos del cambio climático sobre los osos polares y especies de su entorno, encontrándose cierta resistencia a asociar los efectos del cambio climático sobre la vida diaria de la mayoría de las personas [1], aunque estos, como los análisis más detallados demues-tran, serán cada vez más evidentes.

Resistencia al cambio de modelo socioeconómicoEl cambio climático está causado por un modelo de vida basado en el consumo irresponsable de recursos por parte de una minoría de la población mundial. Un consumo desenfrenado que ha sido posible por el acceso a un tipo de fuentes energéticas muy versátiles y concentradas, los combustibles fósiles. Ese consumo ha propiciado una expansión sin precedentes del capitalismo, que más allá de la obten-ción de la plusvalía de la clase trabajadora, también la ha obtenido de la naturaleza. En efecto, el modelo de vida propuesto no paga los costes sociales ni ambientales de sus acciones, postergando para el futuro de quienes queden las consecuencias de los mismos. Avanzar hacia una sociedad baja en

emisiones significa frenar el proceso pro-ductivo y de acumulación capitalista, pero también que las sociedades enriquecidas renuncien a la opulencia y el derroche y que las empobrecidas lo hagan a seguir el modelo de aquellas. Esto es así porque el problema del cambio climático y de la depredación generalizada de los recursos planetarios no tiene una solución fácil, sino que, siendo las causas estructurales, hay que actuar sobre el sistema mismo que lo ha provocado. El aumento de la población mundial y de los beneficios de la clase capitalista ha sido posible gracias al consumo de la energía versátil y barata obtenida median-te la quema de los combustibles fósiles. Sin este flujo de energía el modelo de consumo desproporcionado de los países industrializados, imitado y envidiado a ni-vel mundial, sería inviable. Este sistema se ha convertido en el modelo de referencia a nivel mundial, sin aparente posibilidad a corto plazo de que otros modelos tengan cabida en el imaginario colectivo. Por otra parte, el hecho de que las mujeres, especialmente las que viven en países en desarrollo, y las personas con menos recursos, se enfrenten despropor-cionadamente a mayores riesgos en sus vidas y salud a causa del cambio climático [2] tampoco facilita la tarea, estando el modelo dominante marcado por patro-nes de autoridad, patriarcado y compe-titividad. Son además estas personas las que menor responsabilidad tienen como causantes del problema y las que menos medios tienen para combatir sus efectos o mitigar sus causas. Sin embargo, son

30 Ecologista, nº 72, primavera 2012

estos sectores, especialmente las mujeres, las que mejor administran los recursos naturales y la seguridad alimentaria y las que han llevado a cabo tradicionalmente las labores de sostenimiento de la vida, de forma cooperativa, por encima de la competitividad o el beneficio personal.

Relaciones de poder geopolíticoEl cambio climático exige respuestas glo-bales, responsabilidad compartida y co-laboración internacional, conceptos que están muy lejos de la lógica individualista, elitista y competitiva que rige las socieda-des neoliberales. Los efectos de esta lógica

se dejan ver tanto a nivel interno de las sociedades y países, como a nivel externo en las relaciones de poder internacional. La mayor parte de los conflictos bélicos en las últimas décadas han estado dirigi-dos al control estratégico de las reservas de minerales y energía. En las cumbres de cambio climático de las NN UU, las posiciones de los distintos países se ven más condicionadas por el control sobre la economía global que por el respeto al medio ambiente y la sostenibilidad. Se está forjando un nuevo equilibrio de poder mundial entre la potencia hegemónica de las últimas décadas (EE UU) y sus

satélites (Japón, Europa...) y los llamados países emergentes liderados por China [3]. En este contexto, aceptar un cambio de modelo hacia una economía verde, supone también aceptar, al menos durante un tiempo, un reequilibrio en las relaciones de dominación internacional, que los países enriquecidos no están dispuestos a asumir. De igual manera que no están dispues-tos a asumir el pago a los países empo-brecidos por la responsabilidad derivada de los daños causados por el cambio climático. Las demandas por una justicia climática son contrarias a la lógica de sa-queo de los recursos asociada a un modelo colonial que sigue vigente por mucho que se pretenda ocultar, y en el que se basan las tremendas desigualdades actuales. La devolución de lo que se debe, en forma de ayuda económica y transferen-cia tecnológica y de conocimientos a los países empobrecidos, para la mitigación y adaptación al cambio climático, proporcio-nal a la responsabilidad contraída por los países contaminantes, supondría renunciar a una parte importante de la plusvalía mundial obtenida por las sociedades más opulentas. Supondría, en definitiva, un golpe a las bases del sistema capitalista mundial y un replanteamiento de temas asociados a deuda externa, deuda histórica y deuda social que los países enriquecidos (y sobre todo sus élites capitalistas) no están dispuestos a asumir.

Dificultad en el reparto de emisionesPor otro lado, en el caso de que hubiera voluntad real de combatir el problema del cambio climático, determinar un reparto en las emisiones que cada país debe reali-zar no es tarea fácil. En 1990, año base para el protocolo de Kioto firmado en 1997, el país más emisor era EE UU, seguido de cerca por la UE, con más de 5 Gt CO2eq [4] por región, y bastante por detrás Rusia y China, con alrededor de 3,5 Gt CO2eq. Se estableció un Anexo I, en el que estaban incluidos los países industrializados y más emisores, con un compromiso de reducción, del que EE UU se retiró en 2001. China quedó fuera por ser un país en desarrollo y con una población superior al resto de las regiones, de forma que las emisiones per cápita eran muy bajas. Sin embargo, ahora la situación ha cambiado. China se ha convertido en el país más emisor del mundo, con más de 7 Gt CO2eq, mientras que EE UU y Japón se mantienen en los niveles de 1990 y la UE los reduce ligeramente. India tam-bién incrementa de forma continua sus

1. El deshielo de glaciares y casquetes polares se acelera. Foto: Ecologistas En acción.

2. El consumo desenfrenado está en la base de nuestra contribución al cambio climático.3. La explotación de yacimientos de petróleo no convencionales incrementa mucho las emisiones de CO2. Arenas bituminosas en Canadá.

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2008

2010

Notas y referencias1 Pablo A. Meira Cartea: Comunicar el Cambio

Climático. Escenario social y líneas de actuación, Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, 2008.

2 Women at the frontline of climate change - Gender risks and hopes. UNEP, 2011, y Women Most at Risk from Climate Disasters, UNEP, 6-12-2011.

3 Michael T. Klare: Playing With Fire. Obama’s Risky Oil Threat to China, 6-12-2011

4 Gt CO2eq: giga toneladas (miles de millones) de CO2 equivalente.

5 Inventario de Gases de Efecto Invernadero de NN UU (UNFCC)

6 Datos de 2008 del Banco Mundial.7 Boden, T.A., G. Marland, and R.J. Andres:

Global, Regional, and National Fossil-Fuel CO2 Emissions. 2011. Carbon Dioxide Information Analysis Center, Oak Ridge National Laboratory, U.S. Depart. of Energy, USA.

8 “China anuncia un importante plan de eficiencia energética para ralentizar las emisiones de CO2”, El País, 26-11-2009

9 WWF: WWF considera que la nueva ley forestal de Brasil es un golpe mortal para el Amazonas , 5-12-2011

10 REDD: Reduced Emissions from Deforestation and Degradation.

emisiones, aunque aún por debajo de las 2 Gt CO2eq [5] (ver figura 1). Y otros países como Brasil y Sudáfrica están en la senda de un crecimiento económico que compite con el de los países hegemónicos. Por ello, estos últimos exigen un acuerdo vinculante para todos los países, que incluya una contabilidad transparente en las emisiones de CO2 y un compromiso de reducción o de limitación de las emi-siones, con relativa independencia de su capacidad económica o de su trayectoria histórica. ¿Pero cuál es el nivel al que se debe limitar las emisiones de cada país? China, aunque es el país más emisor del mundo, tiene unas emisiones per cápita de 5 toneladas al año, casi la cuarta parte que EE UU, y la mitad que Rusia, Japón o Ale-mania [6]. Imponer emisiones per cápita equitativas supondría una gran limitación para regiones con baja densidad de po-blación, y una ventaja para aquellas con alta densidad de población como Europa, Japón, China o India, difíciles de asumir por países como EE UU, Canadá, Nueva Zelanda o Suecia. También podría orientar políticas destinadas al fomento de la na-talidad en las diferentes regiones, lo que incidiría negativamente en la sostenibilidad ambiental. Por otra parte, las contribuciones histó-ricas acumuladas de emisiones son muy diferentes entre los países industrializados a lo largo del siglo XX –los causantes del problema– y el resto de países. Estados Unidos, con 93 Gt CO2eq, triplica las emisiones históricas de China [7], mientras que Europa occidental, con más de 74 Gt, las duplica con creces. Permitir que los países emergentes igualen las emisiones históricas de EE UU o Europa es un suici-dio, pero aquellos, encabezados por Brasil, China, India y Sudáfrica (grupo conocido como BASIC), reclaman responsabilidad

histórica y no están dispuestos a limitar sus emisiones si esto perjudica su desarrollo económico. Aunque en 2009, de cara a la cumbre de Copenhague, China se comprometió a mejorar entre un 40 y un 45% sus emisiones por unidad de PIB, esto signi-fica seguir aumentándolas en términos absolutos [8]. Brasil, por su parte, con la aprobación en diciembre de la nueva ley forestal, contribuirá con la deforestación de 79 millones de hectáreas y la emisión de 29 Gt de CO2 [9], mientras que este y otros países (Ecuador, Indonesia o Costa Rica), reclaman contraprestaciones econó-micas por preservar sus selvas, mediante mecanismos REDD [10]. Pero además, los mecanismos de cóm-puto de las emisiones de GEI tendrían que ser revisados, puesto que lo que se mide ahora son las emisiones asociadas a la actividad interna de cada país. Si se rea-liza el cálculo de las emisiones debidas al consumo de alimentos, agrocarburantes, bienes y materiales las emisiones de cada región probablemente experimentarían grandes variaciones. Estaríamos hablando de equilibrar la huella ecológica de cada habitante del planeta, pero como hemos discutido, existe una gran oposición de la población de los países más consumi-dores por limitar su nivel de consumo, así como una presión de la población de otros países por incrementarlo sustancial-mente.

Impotencia en la actuaciónEl cambio climático exige una respuesta firme, tanto a escala individual como colectiva. Los cambios a realizar son tan grandes que requieren actuaciones a nivel institucional y mundial. Ante este reto, la mayoría de las personas se sienten impo-tentes, ya que la acción individual aparece inconexa e ineficiente. Y por otra parte, los

sacrificios necesarios parecen tan grandes que pocas personas están dispuestas a asumirlos si no tienen una seguridad de que servirán para algo. Pero es importante darse cuenta de que cada vez son más quienes reclaman soluciones, y de que el cambio solo se dará si la ciudadanía mayoritariamente exige a sus represen-tantes medidas decididas para abordar el problema, al mismo tiempo que se pone manos a la obra para hacerle frente.

El gran reto de la humanidadEl cambio climático no es el único proble-ma grave al que se enfrenta la humanidad. El modelo depredador y antropocéntrico en que vivimos genera problemas adicio-nales e interrelacionados como la pérdida de biodiversidad (extinción de especies), la disminución de reservas de materiales, la contaminación del agua, del aire y del suelo, o la esquilmación de recursos como bancos pesqueros, bosques primarios o suelos fértiles. Es necesario un cambio radical de mo-delo. Poner la vida en el centro y aprender a vivir en equilibrio con la naturaleza, con un menor consumo de recursos naturales, de materiales y energía. Sin embargo, esto supone un ataque a la línea de flotación del sistema económico, del que una mi-noritaria proporción de personas se ve beneficiada, pero que son, sin embargo, quienes marcan las normas, a través de estructuras de poder y autoridad difíciles de superar en una sociedad que, por otro lado, las sacraliza.

Figura 1: Evolución dE las EmisionEs dE co2 En varios paísEs

Fuente: Comisión Europea, OCDE, BP Statistical Review of World Energy, citado en La Energía en España 2010

32 Ecologista, nº 72, primavera 2012

Una fuente de energía eléctrica con grandes posibilidades pero al albur de la política sobre renovables

Centrales termosolaresDaniel López Marijuán

El avance experimentado por las centrales de concentración solar térmica en los últimos años es espectacular. Más de 20 instalaciones volcando electricidad limpia en la red con 1.000 MW de potencia y otros tantos en construcción avanzada representan para España un éxito tecnológico y medioambiental sin precedentes. Queda por mejorar el consumo de agua de estas plantas y la toxicidad de algunos fluidos térmicos. Pero sobre todo, hace falta evitar la fuerte inestabilidad que generan los cambios de políticas sobre las renovables.

Daniel López Marijuán, Geólogo y miembro de Ecologistas en Acción

“La revolución solar no tiene vuelta atrás, es el camino del

futuro, el espíritu de los tiempos”Manuel Blanco Muriel

La investigación y el desarrollo de las centrales termosolares son ne-tamente españoles, generan una cantidad de puestos de trabajo respetable (unos 24.000 en 2010)

y han conseguido producir una energía gestionable, modulable, hibridable y al-macenable. Es decir, que puede gestionar la generación de electricidad según la demanda, que dimensiona la instalación en función de los requerimientos, que se puede combinar con biomasa y que consigue almacenar con sales fundidas la energía térmica cuando el Sol no irradia. Verdadero y desconocido por muchos. Existen cuatro sistemas de aprovecha-miento termoeléctrico solar: torre con vapor saturado o sales, canales parabólicos, Disco Stirling y Fresnel. El de torre con vapor saturado es el procedimiento de receptor central o de torre con campo de heliostatos, el más eficiente. Sólo hay plantas en Sanlúcar la Mayor y en Fuentes de Andalucía, ambos en Sevilla. El sistema más extendido es el de cen-trales de canal parabólico, que concentra

la radiación solar en un tubo receptor, calienta un fluido y genera vapor en una turbina para generar electricidad. El avance más significativo de este sistema es que ha logrado almacenar el calor en tanques de sales fundidas, de modo que pueda generar electricidad en ausencia del Sol. Las centrales de discos parabólicos con motores Stirling tienen la ventaja de que no necesitan utilizar agua en la generación de energía, además de ser modulables. Por su lado, de las centrales de reflectores lineales tipo Fresnel sólo tenemos una central en Calasparra (Murcia); se genera directamente el vapor, pero es menos rentable. En todos los casos, la ubicación de la mayor parte del territorio español nos permite ser un país idóneo para el apro-vechamiento de la energía solar. Las zonas que disponen de más de 2.000 kWh/ m2 al año son las mejores para el aprovecha-miento de la irradiación solar; no es extra-ño por ello que las 25 centrales térmicas de concentración solar se repartan por Andalucía (14), Extremadura (6), Castilla La Mancha (4) y Murcia (1). Además de representar una herra-mienta poderosa contra la inflación y el déficit comercial, las centrales ter-mosolares son capaces de amoldarse

como un guante a los requerimientos del mercado eléctrico: muy pocos sistemas energéticos poseen esta plasticidad en su gestión. A pesar de los ataques brutales del presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán, y del presidente de la patronal Unesa, Eduardo Montes, la energía solar ha sido capaz de crecer un 192,4% el último año y contar con otras veintitantas centrales en construcción avanzada.

Disminuyen costesSegún la consultora Deloitte, la genera-ción de electricidad a partir de energías renovables produjo un abaratamiento del coste de la energía de 4.887 millones de euros. En el caso de la termosolar, según la Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica (Protermosolar), las centrales en operación en 2010 ahorra-ron al país medio millón de toneladas de petróleo y evitaron la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2. Solo en Andalucía, los 500 megavatios de las 14 plantas (el 55% de la energía termosolar) nos permiten prever un futuro cercano con 1.000 MW de potencia instalada. Un panorama esperanzador para Andalucía, que cuenta ya con un tejido industrial de 1.600 empresas de energías renovables que emplean a 35.000 trabajadores. Cuando se echa en cara el parasitismo de las energías renovables con las primas (que no subvenciones), esta valoración no puede ser más errónea. El estudio que Deloitte hizo del periodo 2008-2010 sobre el impacto macroeconómico del sector termosolar en España, demostró fehacientemente que las cuantías recibidas en concepto de primas son muy inferiores a los retornos económicos derivados de la construcción de las centrales (ver abajo). El informe de Greenpeace Energía Solar Térmica de Concentración. Perspectiva Mundial 2009, pone de manifiesto que las emisiones de CO2 asociadas a la fabrica-ción, instalación y funcionamiento de una central solar a lo largo de 20 años se recu-peran en los 3 o 6 primeros meses de fun-cionamiento. También en ese informe se argumenta que este sistema podría cubrir el 7% de las necesidades energéticas mundiales para 2030 y el 25% para 2050. ¿Quiere todo esto decir que

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33Ecologista, nº 72, primavera 2012

carece de riesgos e inconvenientes? Ni mucho menos. Valeriano Ruiz, una de las personas que más han tenido que ver con este éxito y presidente de Protermosolar, nos ofrece este cuadro DAFO del sector (tabla 1). A las debilidades y amenazas señaladas habría que añadir las incertidumbres que el pronuclear ministro de Industria, Sr. Soria, ya está arrojando sobre este sector, como ya ha mostrado con el decreto de suspen-sión de las primas a las renovables.

Asuntos por resolverEn mi opinión, hay dos asuntos que la energía solar termoeléctrica todavía no ha resuelto satisfactoriamente: los reque-rimientos de agua y el uso de fluidos tér-micos. También hay que tener en cuenta la ocupación del territorio: las 25 centrales termosolares españolas ocupan 3.600 hectáreas. Como se trata de centrales térmicas, todas las centrales termosolares menos las de discos parabólicos necesitan un suministro de agua constante para el enfriamiento del condensador del ciclo de vapor, aproximadamente 3.000 litros de agua por MWh, una cantidad similar a la de una central nuclear, pero superior a las centrales de carbón (2.000 l) y de gas de ciclo combinado (800 l). Es una cifra elevada, auque en parte pueda ser enfriada y recuperada. Para una central termosolar tipo de 50 MW de po-tencia y 175 GWh/año de producción eléctrica, represen-

ta más de me-dio millón de metros cúbicos de agua al año. Centrales como las de Ibereólica en Morón (Sevi-lla), de 50 MW, reconocen un consumo inclu-so más elevado: 950.000 m3 al año de consumo de agua. Los promotores garantizan esta demanda a par-tir de embalses, compras de con-

cesiones de regantes o extracciones de acuíferos. Al estar implantadas en zonas habitualmente secas, se trata de un talón de Aquiles evidente. Bien es verdad que podrían recurrir a procesos de enfria-miento con aire, pero resultan más caros y menos eficientes. De hecho, proyectos de detracción de agua como los de An-dasol Campocámara en Granada han contado con la oposición de Ecologistas en Acción, porque significarían consumir 4 hm3 al año, con un trasvase encubierto del río Guadalentín al Castril. Tampoco el proyecto de central termosolar en la Bahía de Cádiz parece una elección muy afortunada, por las afecciones al Parque Natural y los requerimientos de agua y espacio. De no resolver estos conflictos con el agua, el despegue de la termosolar encontraría un tope. En el caso de los fluidos calóricos, el mayor avance ha sido la posibilidad de almacenar el calor desde el aceite o las sales fundidas, para poder estar operativa en días nublados o por la noche. Se han conseguido así hasta ¡15 horas de almace-namiento! en la central Gemasolar. Pero los fluidos térmicos suponen un riesgo medioambiental y para la salud evi-dente. Se trata de sustancias HTF, molécu-las orgánicas del grupo de los fenilos, que trabajan a temperaturas muy altas y cuyo derrame debe ser evitado. Se necesita ope-rar con nuevos fluidos que no representen amenazas medioambientales. Por último, un comentario sobre el macroproyecto Desertec, que cubriría el

Sahara con 500 Gigavatios de potencia solar térmica, de los que 100 GW

serían exportados en forma de electricidad para Euro-

pa. Una inversión de 400.000 millones de

euros aseguraría que el 15%

del consumo eléctrico europeo estaría garantizado por la importación de esta cantidad descomunal de energía, con pérdidas del 10%. Cuando nos enfrentamos a la forma de aprovechar las energías limpias siempre surge la controversia entre el uso intensivo (centrales energéticas) o extensivo (genera-ción distribuida) de generar electricidad. Es una falsa polémica, porque para el cambio de modelo energético que preconizamos, basado en el ahorro, la eficiencia, las ener-gías renovables y la equidad en el acceso a los recursos, las dos maneras de aprove-chamiento son necesarias. Tenemos que romper el oligopolio eléctrico y facilitar que el autoconsumo y la autosuficiencia estén cada vez más al alcance del consumi-dor, pero también necesitamos complejos energéticos que vayan reemplazando a las centrales térmicas basadas en l a c o m -bustión de carbón y gas natural y en la desin-tegración del uranio. Para eso t odo s l o s a v a n c e s tecnológi-cos de las energías alter-nativas que mini-micen impactos, las hagan más eficientes y abaraten equipos, son imprescindibles. Lo pequeño no siem-pre es hermoso: la curva de aprendizaje de los dispositivos ter-moeléctricos solares exige dimensiones y escalas suficientes para que las instalaciones y equipos sean renta-bles. La autosuficiencia energética no signi-fica autarquía y es necesario un buen mallado de la red eléctrica junto a una gestión racional del operador del sistema (REE). Mientras tanto, potenciemos las centrales termosolares pero solucionemos simultáneamente todas sus ineficiencias y limitaciones, para no repetir errores como los de la primera implantación de la ener-gía eólica y no morir de éxito.

tabla 1: cuadro daFo dE la tErmosolar

Fortalezas- Abundante recurso solar- Disponibilidad de terrenos adecuados- Presencia de la PSA- Liderazgo de las empresas andaluzas - Liderazgo en formación de técnicos- Disposición favorable de las administrac.- Gestionabilidad- Buena consideración social

Debilidades- Número limitado de proveedores- Necesidades de terreno exigentes- Tejido empresarial insuficiente- Necesidad de grandes recursos hídricos- Riesgo tecnológico

Oportunidades- Reducción de la dependencia energética- Contribución reducir emisiones GEI- Expansión internacional empresas andaluzas- Creación de empleo- Atracción de inversores- Liderazgo en I+D

Amenazas- Indefinición del marco legal- Definición de Gestionabilidad- Estancamiento y obsolescencia tecnológicos- Usos del agua- Especulación- Fracaso tecnológico

Torre con vapor o sales

Canales parabólicos

Disco Stirling

Fresnel

Canales parabólicos en Almería

34 Ecologista, nº 72, primavera 2012

La persistente, irracional y fracasada apuesta de una industria herida de muerte

A vueltas con la energía nuclear

Salvador López Arnal

Para Yayo Herrero, que cuidadosamente deposita leña en

el necesario fuego de siempre

Desde la catástrofe de Three Mile Island a finales de los años se-tenta, se ha comentado razona-blemente que todo sistema com-plejo falla de forma compleja, e

insospechada en ocasiones. La poderosísi-ma aunque insensata industria nuclear no ha querido ni quiere tomar nota. El poder atómico militar acecha siempre vigilante en pie de guerra. Rectificar no es verbo de su diccionario. Ni barata ni segura ni limpia ni pacífica. Perverso, falsario y simple lenguaje publi-citario que casi nunca ha engañado a las poblaciones afectadas. Tras la hecatombe de Fukushima, ese Chernóbil a cámara lenta del que nos ha hablado el gran cien-tífico franco-barcelonés Eduard Rodríguez Farré [1], uno de los desastres más abisales de la era de la industrialización humana, el balance es aún más evidente para quien no quiera seguir ensayando la ceguera. Los errores humanos, las apuestas arriesgadas, años-luz alejadas de cualquier uso responsa-ble del principio de precaución, las inevita-bles limitaciones de nuestros conocimientos y tecnologías y las estudiadas falsedades y ausencia de informaciones contrastadas a

las que la industria nuclear nos tiene acos-tumbrados completan el panorama. Un ejemplo entre mil posibles [2]. Al día siguiente del terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011, los habitantes de la ciudad de Namie, en la costa de la prefectura de Fukushima, tardaron más de tres horas en recorrer en coche unos 30 kilómetros. Se trasladaban hacia el que pensaban –inducidos– era un lugar relativamente seguro, Tsushima, una aldea apartada. No sabían, no podían saberlo, que se encaminaban realmente hacia una niebla invisible de materia radioactiva que convirtió a esa aldea nipona en uno de los peores puntos de concentración de radia-ción de Japón, mucho peor que la ciudad que abandonaban. Fue una –no la úni-ca– de las negligencias gubernamentales y corporativas (Tepco en lugar destacado) que se cometieron durante aquellos días.

Suspenso generalizadoTampoco la seguridad, esa promesa tantas veces repetida hasta convertirla en un mito atómico-industrial, ha pasado con nota los exámenes. El suspenso ha sido generali-zado más bien [3]. Las pruebas a las que fueron sometidas las centrales alemanas en mayo de 2011, un test organizado por las propias autoridades germanas, tuvo el resultado siguiente: 7 de las 17 centrales

atómicas, más del 40%, no lograron supe-rar las pruebas de resistencia (las plantas atómicas más antiguas fueron las que obtuvieron peores calificaciones). Cuatro centrales obtuvieron un cero de nota; no lograron puntuación positiva en ninguno de los exámenes propuestos. Ninguna de las plantas atómicas logró superar todas las pruebas de resistencia. El test contó, además, con el factor de un “ataque te-rrorista” o un accidente aéreo: no lograron superarlo ninguna de las centrales. El ejecutivo alemán, un gobierno con-servador decididamente pro-nuclear hasta fechas recientes, tomó una decisión de enorme importancia que prueba, por si fuera necesario, que aquella vieja y sabia consigna “Mejor activos hoy que mañana radiactivos” no sólo era un lema logrado sino que, además, era razonable y verda-dero. El gobierno Merkel no sólo decidió la suspensión temporal del funcionamiento de algunos reactores nucleares sino que se ha comprometido a que Alemania, la cuarta economía del mundo, la denomi-nada locomotora europea, abandonaría definitivamente la era nuclear a finales de esta década. A nadie se le escapa que la tenaz movilización y resistencia de los movimientos ecologistas alemanes han sido esenciales para que este gobierno conservador tomara una decisión de enor-mes consecuencias económicas, políticas, energéticas y culturales. No sólo ha sido Alemania. También fue claro e importante el resultado del referén-dum en Italia y algunas decisiones tomadas recientemente en Suiza y Bélgica apuntan felizmente en la misma dirección. Por lo demás, el debate antinuclear se extiende a otros países. En Corea del Sur [4], una encuesta realizada en octubre de 2011 mostró que el 68% de la población se opone a la construcción de nuevos reactores, mostrando con ello la falta de apoyo ciudadano a las seis –¡seis!– nuevas ubicaciones nucleares propuestas por el Gobierno. En Europa, el apoyo ciudadano a lo nuclear sigue siendo muy minoritario; en España, es aún menor.

Ofensiva nuclearSin embargo, sostenella y no enmendalla, la ofensiva de la industria nuclear, después de tomarse un inevitable respiro tras el 11-M, no se ha detenido y apenas nueve meses después de Fukushima, conociendo bien la desolación por décadas a la que se ha visto condenado el territorio nipón y sabiendo que la situación en la planta está lejos de ser controlada, vuelve con fuerza, con más fuerza si cabe. El gobier-no de Corea del Sur, por ejemplo, firmó en 2011 un nuevo pacto de exportación

Un año después del accidente de Fukushima, la industria nuclear trata de volver por sus fueros con el manido discurso de la seguridad, rentabilidad o lucha contra el cambio climático. Unos argumentos que no soportan un mínimo contraste con la realidad.

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nuclear con los Emiratos Árabes Unidos y compite con Japón para conseguir pedidos de Finlandia. Mongolia [4], país rico en uranio, se ha convertido en un nudo im-portante del debate. Informes divulgados en mayo de 2011 señalaron que Japón y Estados Unidos planeaban construir allí una planta de eliminación de combustible nuclear usado. Ni que decir tiene que las potencias nucleares conciben al país mongol como un vertedero por sus laxas leyes en este ámbito. Japón, con todo su historial de acciden-tes y apuestas irresponsables, planea im-pulsar las exportaciones nucleares mientras intenta aplacar a su población. ¿El motivo? El de siempre: “conseguir oportunidades de negocios e influencia diplomática en los países en desarrollo”, en palabras de Yuki Tanabe, del Centro de Japón para un Ambiente y una Sociedad Sostenibles. El Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes aprobó en diciembre de 2011 proyectos para permitir la exportación de instalaciones nucleares a Vietnam y Jordania, como parte de la cooperación bilateral con esos países. Con los pobres todo está permitido. La justificación del actual primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, da risa por no escribir llanto incontenible: “necesitan des-esperadamente la tecnología de alto nivel de Japón” [5]. ¡Japón preocupado por las supuestas necesidades de las poblaciones de Vietnam y Jordania! Existe un nudo científico que ha irrum-pido en la discusión. William Broad, en The New York Times [6], ha recogido la inquietud que muestran científicos de la Sociedad Americana de Física ante las po-sibles consecuencias negativas que podría tener la reciente entrada en escena de un nuevo método para enriquecer uranio. Tras dos años de pruebas en una planta piloto, Global Laser Enrichment ha anunciado que ha logrado hacer operativo a gran escala un procedimiento buscado desde hace años por numerosos laboratorios: el enriquecimiento de uranio, con rentabilidad industrial, por sistema láser. En España, tras el cambio de gobierno, aunque desde luego los pronucleares no estaban ausentes en el ejecutivo anterior, la situación ha adquirido tintes similares. Decisión definitiva sobre el emplazamien-to del ATC [3], prórroga de Santa María de Garoña, alargamiento general de la vida de las centrales. Veremos probablemente cosas peores. Ni tras Fukushima, ni tras una muestra tan evidente de lo irracional y arriesgado de la apuesta nuclear, “los descreadores de la tierra” (Sacristán) han detenido sus pla-nes. Las poderosas empresas que copan la

industria no están a dispuestas a dar ningún paso atrás. Como en tantas otras ocasiones, sólo una ciudadanía antinuclear en pie de resistencia, justicia y racionalidad puede detener sus planes. Saben que su apuesta fáustica es suicida, son conscientes que están heridos de muerte. Pero no quieren perder ni un átomo de su inmenso poder y no aceptan que su abultada cuenta de resultados no pueda crecer ilimitadamente. Están dispuestos a casi todo; el movimiento antinuclear también. La creciente presión sobre Irán, temas con enormes aristas geopolíticas, es, entre otras cosas, una muestra más del aléfico cinismo de las potencias y clases sociales que dirigen y conducen el mundo… hacia la barbarie. De nuevo Rosa Luxemburg: “O socialismo ecológicamente responsable o barbarie”.

Notas y referencias1 Eduard Rodríguez Farré, “Fukushima: un

Chernóbil a cámara lenta”. http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4030

2 “La caja negra de Fukushima”. The Economist Traducido para Rebelión: Ricardo García Pérez, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=143477

3 Véase sobre este nudo, Eduard Rodríguez Farré y Salvador López Arnal, Ciencia en el ágora, Mataró (Barcelona), El Viejo Topo (en prensa).

4 Suvendrini Kakuchi, “Temor no frena exportaciones nucleares”. http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99990

5 Hay acuerdos pendientes con otros varios países, entre ellos India, Bangladesh y Turquía, que abarcan la construcción de centrales nucleares, su operación y manejo por parte de empresas japonesas.

6 Rodolfo Petriz, La carrera por el enriquecimiento. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-2651-2012-01-23.html

1. Central nuclear de Cofrentes2. Manifestación antinuclear en Japón, en septiembre de 2011. Foto: Ecologistas En acción.

3. Protesta contra los planes de instalar el ATC en Villar de Cañas, 12 febrero 2012. Foto: Ecologistas En acción.

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La habitabilidad del planeta no puede quedar al margen de los debates

El discurso de la sustentabilidad en el 15MÁngel Calle Collado

El 15M vive una etapa de fuerte construcción vía intersecciones y agregaciones de ágoras y respuestas rápidas en torno a los azotes neoliberales. Este espacio de socialización nutrirá procesos de movilización social alrededor de diferentes discursos. Y la sustentabilidad será cada vez más un eje fuerte de discurso, pero también de conflictividad con otros estilos de vida y enfoques políticos contarios.

Ángel Calle, editor de Democracia Radical, Icaria, 2011. ISEC (Univ. de Córdoba)

y participante del 15M en Córdoba

La convocatoria de Democracia Real Ya atrajo a personas descon-tentas de distinto perfil político. Algunas tenían experiencia previa y venían trabajando con organiza-

ciones sociales. Otras participaban de la “caldera internet” y compartían su falta de expectativas, especialmente los y las más jóvenes. Y, finalmente, sin adscribirse a colectivos, en mi recorrido por asambleas aparecen personas próximas a una crítica del consumo o con una conciencia con respecto a los impactos medioambientales de la civilización financiera y petrolera en la que vivimos. Sostengo que al calor de la profundización en debates y en las raíces estructurales tanto de la falta de democracia como de las consecuencias de la misma ha ido emergiendo un discurso de la sustentabilidad (fuerte) que transversaliza otros trabajos y propuestas, y que se liga al tema de la democracia. Un ejemplo ilus-trativo lo encontraremos en la reclamación

de una soberanía alimentaria. Por supuesto ha jugado un papel im-portante en este desarrollo las experiencias de reflexión y acción previas en torno a estos temas [1]. Pero también, subrayo, la propia dinámica de elaborar un discurso con mayor calado y coherencia de la mano de la extensión y consolidación de la red de ágoras, lo cual desemboca, como veremos, en una presencia de material de difusión, debates, talleres e incluso alien-tos de prácticas en torno a: la crítica del consumo y la propuesta de una soberanía alimentaria, el rechazo del crecimiento material exponencial, el decrecimiento político y económico, la exploración de sistemas y energías alternativos frente al declive del petróleo, etc. El discurso de sustentabilidad y democracia se liga al “queremos decidir”, sustrato y apelación presente en todas las dinámicas de acción del 15M. Sin duda, el discurso dominante es el de la reclamación de una democracia real, aunque sea de manera di-fusa, y es un discurso maestro que permite enganchar y conectar otros discursos. De esta manera, y de forma más concreta, le

seguiría en popularidad un discurso de de-mocracia participativa o de transformación de las actuales estructuras para conseguir más participación y más justicia social. Junto a él, tomando como anclaje la organización “desde abajo”, encontramos expresiones y reclamaciones de democracia radical: au-togestión social, política de proximidades, democracia directa, horizontalidad inclusi-va. Y es a partir de este, fundamentalmente, donde se da cabida a una reclamación de participación y justicia, en este caso am-biental y promovida desde la relocalización de satisfactores (económicos, alimentarios, energéticos, políticos), que sería la base del discurso de sustentabilidad y democracia.

Un debate estructuranteLa apelación a una sustentabilidad (fuerte), al no ser un discurso enmarcador, tiene una presencia mucho más reducida en los dis-cursos públicos y también en los debates internos. No es tampoco, sostendré, un eje temático al estilo de los mensajes sobre leyes constitucionales o laborales, o las re-acciones frente a las acometidas del “azote neoliberal”. Argumento, como justificaré seguidamente, que es un discurso que transversaliza, tanto acciones como deba-tes, de manera constante, en el seno del 15M. Y que se trata de un discurso que se conecta con el ciclo de protestas a escala global que se plantea en otros escenarios, desde Estados Unidos hasta India. Y, por último, dado que los ajustes estructurales seguirán y existe una conexión y riesgos crecientes en torno a sus impactos am-bientales, considero que será, como ya lo es puntualmente, un debate estructurante de las relaciones conflictivas entre 15M y las élites políticas y financieras. Con todo, este discurso, base de pro-puestas que aflorarán a la superficie, se encuentra próximo a los perfiles de los debates en torno a cuestiones como géne-ro, inmigración o la implicación del 15M en centros del trabajo: más anclados en comisiones específicas; evidentes en los usos de espacios (por ejemplo, comida en acampadas); y en general, visibles a través de otras acciones, aunque no han faltado llamadas específicas, como son los en-cuentros celebrados en verano de 2011 en diversos puntos de la geografía (Tomemos la montaña, Tomemos la playa) frente a es-peculaciones urbanísticas y económicas de fuerte impacto medioambiental. Una joven activista de la asamblea de Barcelona, al preguntarle sobre cuestiones de medio-ambiente o sostenibilidad lo explicaba así: “son temas más en la periferia, en las asambleas se habla más de organización y los temas más cotidianos del hacer y del vivir pues no se tocan tanto”.

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La revolución será verde¿Cómo se desarrolla este discurso? Exis-te un punto de apoyo central, la mera conciencia de los límites planetarios para poder llevar a cabo transformaciones so-ciales. No es posible dejar la cuestión de la habitabilidad del planeta al margen de los debates. A partir de ahí, el discurso se ramifica, presenta las características rizo-mórficas del 15M [2]. Así, “la revolución será verde o no habrá donde hacerla”, se manifestaba en una comisión de la acam-pada de Sol sobre temas medioambien-tales [3]. A grandes rasgos, los discursos sobre sustentabilidad (en las comisiones relacionadas con el tema de las distintas acampadas) comparten la necesidad de sensibilizar sobre los límites al crecimiento económico y desarrollar líneas prácticas y educativas en torno a un manejo más sus-tentable de recursos naturales [4]. En torno al primer punto, los límites de una civili-zación petrolera, surgen propuestas sobre desarrollos urbanísticos, crítica del sistema energético y agroalimentario, pérdida de biodiversidad y el marco normativo (de la democracia, por tanto) que lo sustenta. Sobre el segundo punto, cobran fuerza las propuestas de soberanía alimentaria y de “vivir mejor con menos”. De forma más genérica, existe una conexión con otros discursos del ecologismo político, como el decrecimiento, que intentaría abarcar ambos frentes [5]. Siendo un discurso propositivo y de acción, la sustentabilidad encontró su razón de ser para determinados grupos al interior de las acampadas, en la propia dinámica de preconizar otras formas de relacionarse o de alimentarse, por ejemplo. Así lo percibe uno de los participantes en la acampada de Plaza de Catalunya: “El consum sembla sortir recurrentment. Discur-sos incendiàriament naïves de protoconsum responsable (boicots a les empreses) micròfon en mà barrejat amb petits i contundents detalls silenciosos: des de que a la precària cuina va haver des del principi separació d’escombraries, fins a tremenda reutilització de materials en tota la infraestructura, per no dir de les innombrables bicis de la seva perifèria. A poc a poc van arribant discursos i elements més sofisticats: una cuina solar, un hort ecològic... Des de la comissió cuina avisen que no es tornaran a donar plats de plàstic, cal portar-se taper i cobert. La comissió de medi ambient sembla estar funcionant a ple pulmó tant en continguts com en pràctiques”. [6] Se abren así, al interior del 15M, los primeros discursos medioambientales, de ecologismo político llevado a la práctica. Es el caso de los huertos que “simbólicamen-te” se construyeron en diferentes plazas [7]. El 15M, como red de encuentros,

sirvió de diseminación de prácticas de “empoderamiento” sobre diferentes temas, en particular el tema de huertos urbanos y reforzamiento de procesos vecinales. Así se describe por parte de la gente de Hort (in)digne de la Plaça Catalunya: “La gent es va començar a mobilitzar: diferents horts comunitaris de barcelona van fer aportacions de planter, eines i altres materials, una botiga agroecològica de la zona va donar planter, i també gent a títol individual. Molta gent dife-rent es va trobar en aquest espai, d’intercanvi de coneixements i es va començar un procés col·lectiu d’acció a través de l’hort” [8] En la cuestión de huertos urbanos, el 15M encontró en ellos una herramienta para practicar una “política de proximidad” en palabras de una joven de Málaga. Se trataría de desarrollar “nuevos espacios para encontrarse”, “nuevas formas de par-ticipar”, acudiendo a expresiones utilizadas por activistas de Madrid y Barcelona. Así mismo, en las acampadas recorridas se encontraba una particular disposición para minimizar los impactos ambientales de la propia acción del 15M. En Madrid se creó un grupo específico, el Grupo de Acción Ambiental. Se reflejaba también en las comidas que esos días sirvieron también de punto de convivencia en las acampadas, con aportes voluntarios que facilitaran un reciclaje de vasos o cubiertos y evitaran la generación de residuos plásticos. Acompañaban a estas medidas cotidianas el desarrollo de talleres específicos o generales sobre el tema. Por ejemplo, en la asamblea Bulevar del 15M en Córdoba se llevaron a cabo talleres que abordaron cuestiones de: decrecimiento, consumo ecológico, economías locales, entre otros. Es decir, junto a la proposición de satisfactores generales de crítica medio-ambiental, algunas de ellas muy cercanas a discursos y prácticas del ecologismo político, también se iniciaron reflexiones sobre satisfactores de proximidad, más en la línea de necesidades básicas “sen-tidas”, complementarias a necesidades o demandas más globales [9]. Se da aquí un ejemplo de intersección entre discursos de democracia participativa (participación y modificación de las actuales agendas e instituciones) y democracia radical (pro-puestas de autogestión social). Los tres discursos, por tanto, se encuentran en retroalimentación y pendiendo del discur-so general, enmarcador y más difuso de “democracia real”. No obstante, subrayo, el discurso de la democracia participativa informa de más claves para entender los actuales manifiestos del 15M (cómo se están nombrando propuestas más me-diáticas y mediatizables); mientras que la

democracia radical es un verbo o discurso práctico base de las dinámicas expresivas del espacio de movilización.

Espacios propiosCon todo, el discurso de la sustentabilidad ha generado espacios estructurales pro-pios. Toma la Playa y Toma la Montaña han sido dos iniciativas que realizaron convocatorias entre julio y septiembre de 2011 en Almería, Cádiz, Cartagena o León para permear protestas referidas a la sustentabilidad en el seno del 15M: “Los proyectos ‘Toma la playa / Toma la montaña’ del movimiento 15M pretenden ser una dinámica de lucha que a partir de ahora permitan apoyar, difundir y ampliar las numerosas luchas en defensa de la tierra que existen en nuestro territorio, pasando a formar parte de las mismas como movimiento 15M” [10] A estos espacios del verano de 2011 seguiría el encuentro estatal en Piedralabes

1. Asamblea del 15M de Retiro, Madrid.2. “Toma la montaña” protestando contra las minas a cielo abierto en León.3. Huerto en Plaza de Catalunya, Barcelona.4. Preparación de la comida en el encuentro Rurales Enredadxs, diciembre 2011. La alimentación está permitiendo introducir muchos contenidos ambientales.

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(Ávila) del 8 al 11 de diciembre de 2011 que trataba de llevar el “espíritu” del 15M al mundo rural: Rurales Enredadxs [11]. Se apoyaba para ello en dinámicas de discusión y prácticas sobre la transición desde las ciudades a una “nueva rurali-dad” inspirada en prácticas decrecentistas, de soberanía alimentaria y de “vuelta al campo”. En sus actas de preparación del encuentro podemos leer como objetivos: “Re-colonización territorial rural: ¿Cómo volver al campo o llegar ‘de nuevas’? (cesiones, ocupaciones, formación en el medio rural, actividades necesarias/posibles, el lado “humano” individual y colectivo, las relaciones con la población local, experiencias cercanas, dificultades, retos…) y “Soberanía alimentaria: ¿qué estamos haciendo? ¿Qué podemos hacer?” (producción agroecológica y campesina, transformación de alimentos, venta en finca, canales cortos de comercialización, grupos de consumo, huertos comunita-rios…). [12] Es también el caso de la reciente crea-ción de un grupo específico de Soberanía Alimentaria en el 15M [13], visible en la red N-1, red impulsada, entre otros, por hacker-activistas del propio espacio de mo-vilización. En él se han ido incorporando personas más activas de diferentes grupos locales y de todo el arco del discurso de la sustentabilidad fuerte: consumo, medio-ambiente, agricultura sustentable, energías alternativas, entre otros.

Sustentabilidad, eje de discurso y de confrontaciónEl futuro del 15M es incierto, pero no des-movilizador. Actualmente vive una etapa

de fuerte construcción vía intersecciones y agregaciones de ágoras y respuestas rápidas en torno a los azotes neoliberales. Es más un espacio de socialización, un caldo de cultivo que aumenta la credi-bilidad en la acción colectiva a través de procesos de democracias emergentes, desde abajo. Es un espacio destinado a construir una transición social que afectará a la cultura política de este país. Y de él, probablemente, se nutrirán procesos de movilización social más nítidos, en el sen-tido de visibles y articulados alrededor de discursos concretos y más “mediatizables”. Y la sustentabilidad será un eje de discurso y de conflictividad fuertes. Recientemente el movimiento Occupy Wall Street era acusado de intentar cam-biar “puestos de trabajo” por “demandas ambientales” [14]. El tema Sustainability se encuentra presente en muchos de los grupos del total de 66 que aparecen en la página de las protestas con sede en la asamblea de Nueva York: Alternative Banking, Sustainability, Environmentalist Solidarity, Alternative Economy [15]. Buena parte de los nuevos movimientos globales recogen ya, en la línea de lo observado en el 15M, la necesidad de reunir temas de sustentabilidad, economías locales y relocalización de satisfactores (como el consumo o la provisión de servicios so-ciales). Un ejemplo ilustrativo lo tenemos en el movimiento de “Democracia Real” en India [16]. Y mientras tanto, las pla-taformas y discursos “negacionistas” del cambio climático siguen ganando peso y dimensión planetaria [17]. Ello desembo-cará, por fuerza, en la definición y práctica de estilos de vida y formas de intervenir en política que se enfrentarán en los próximos años. El desarrollo del discurso de la susten-tabilidad es, pues, un hecho en el marco de estos nuevos movimientos globales. Otra cuestión es entender qué caminos (prácticos y verbales) lo ramificarán y lo aterrizarán. Y qué obstáculos encontrará en su interior, donde la demanda de bien-estar (material) puede verse permeada por los argumentos que avalan una necesidad inexcusable de crecimiento económico del PIB para salir de la crisis, con la consi-guiente depredación que exigiría el capital financiero para poder seguir aterrizando materialmente su “valor” monetario. En cualquier caso, resulta aún prema-turo saber si, aún fortaleciéndose este dis-curso al interior del 15M o de posteriores corrientes de movilización generadas por este, podrá dar el salto a la agenda política y social en el corto plazo. Y, caso contrario, qué podría ocurrir ante el advenimiento de una transición forzosa del modelo de

Notas y referencias1 Por ejemplo, es notoria la presencia de

integrantes de organizaciones ecologistas en comisiones relacionadas con sostenibilidad en el 15M. En otras ocasiones, los lazos son más “externos”. Sería el caso de encuentro celebrado en Cataluña el 25-9-2011 entre plataformas que trabajan por la Soberanía Alimentaria y activistas del 15M para desarrollar estrategias de acción; ver http://hortdignebcn.wordpress.com/2011/09/22/trobada-dasac-per-parlar-sobre-sobirania-alimentaria-i-15m/

2 El 15M representa una convergencia de estructuras estables (las ágoras virtuales y físicas) que se combinan con dinámicas de reproducción en direcciones diferentes. No es, por tanto, propiamente un “rizoma” (algo que se reproduce como un tubérculo, sin vincularse a un centro, y desde cualquier segmento), pero sí presenta características del mismo como la multiplicación y la apertura de iniciativas a partir de troncos compartidos.

3 Ver http://madrid.tomalaplaza.net/2011/05/31/grupo-de-trabajo-de-medio-ambiente-acampadasol/

4 Puede verse en las comisiones de “medioambiente” de las diferentes localidades a través de sus espacios en N-1(https://n-1.cc/pg/groups), en tomalaplaza.net, tomalosbarrios.net

5 La crítica del consumo y la propuesta de canales alternativos, en el marco del decrecimiento, está presente en algunas asambleas del 15 M; ver http://asamblea-sanlorenzo-escorial.tomalosbarrios.net/?p=1196

6 Álvaro Porro, en la revista Opcions, disponible en http://opcions.org/blog/de-prendre-el-carrer-a-construir-la-placa

7 Barcelona y Madrid como espacios de mayor proyección mediática y una tradición asentada en el desarrollo de propuestas de consumo ecológicas, en tanto que ciudades generadoras de una mayor huella ecológica.

8 http://hortdignebcn.wordpress.com/documents/proposta-dhort-indignat-a-la-placa/ [acceso 3-11-2011]

9 El debate de la sustentabilidad al interior del 15M entronca con debates sobre la construcción de economías sociales basadas en redes de producción y consumo, mercados de intercambio, banca ética, cooperativas económicas de filosofía social o solidaria, bancos del tiempo, monedas sociales, etc. Ver suplemento “Semillas de otra Economía”, publicado en Diagonal, n. 159.

10 Ver por ejemplo http://www.xn--tomalaplayatomalamontaa-eic.co.cc y https://n-1.cc/pg/forum/topic/728040/toma-la-playa/ [acceso el 10-10-2011]

11 http://ruralesenredadxs.org/encuentro-rural-15m-rurales-enredadxs/

12 http://titanpad.com/encuentrorurales-19-10-201113 Ver https://n-1.cc/pg/groups/564918/soberania-

alimentaria/ [acceso 10-10-2011]14 Ver artículo en Washington Post,

http://tinyurl.com/6m2lsdx15 Ver http://www.nycga.net/groups/sustainability/16 www.realdemocracy.in17 Ver plataformas “negacionistas” en http://

es.wikipedia.org/wiki/Negación_del_cambio_climático

producción y manejo de recursos naturales originado por el fin de la era del petróleo. Precisamente los descontentos se nutren de estas y otras incertidumbres.

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39Ecologista, nº 72, primavera 2012

Ofertas y demandasConsumeHastaMorir

Qué difícil vivir

Qué difícil vivir dentro del sistema de la mercancía

Qué difícil vivir, conservando hebras de humanidad, dentro del sistema de la mercancía

Qué difícil vivir, conservando hebras de humanidad y una posibilidad de llegar a ser humanos, dentro del sistema de la mercancía

Qué difícil vivir, conservando hebras de humanidad y una posibilidad de llegar a ser humanos y una puerta abierta hacia el campo sin puertas, dentro del sistema de la mercancía

Qué difícil abrir la puerta sin puertas,

Qué difícil vivir

Jorge Riechmann

Dos historias de vidas en el “sistema de la mercancía”

La primera fue noticia hace unos meses: en un super-mercado de Wal-Mart en Louisiana (Estados Unidos), se vendían Barbies a un precio diferente según fuera el color de “su piel”. Las blancas y rubias costaban 5,93 dóla-res; las negras y morenas, 3. Cuando unos periodistas se percataron de ello y preguntaron a los responsables de la mayor empresa transnacional del planeta por qué unas valían la mitad que las otras, un portavoz de la compañía respondió: “A pesar de que ambas muñecas tenían el mismo precio en un comienzo, una de ellas fue rebajada debido a que se estaban vendiendo menos y con la esperanza de que los clientes las adquirieran” [1].

La otra ocurrió unas semanas atrás: dos senadores

estadounidenses presentaron una propuesta de ley para conceder un visado de tres años a los extranjeros que inviertan más de medio millón de dólares en propiedades inmobiliarias en el país. Los impulsores de esta medida pronostican que traerá grandes beneficios a coste cero: “La reforma generará más demanda sin que el gobierno federal se tenga que gastar ni un centavo”, dijo el se-nador demócrata Charles Schumer [2].

En la sociedad de consumo, los hechos siempre respon-den a la ley natural del mercado: precio, competencia, coste, oferta y demanda. Así puede explicarse que unas muñecas se vendan al doble que otras y que unos tra-bajadores cobren un tercio que los de al lado. Siguiendo esa misma lógica, se entiende también por qué hay quien puede comprarse una casa e ir a establecerse sin problemas en el país más rico del mundo mientras, sólo unos kilómetros más para allá, se disponen muros, vallas, alambradas, armas y patrullas para impedirle por todos los medios la entrada a otros extranjeros.

Un trajecito para niño cuesta 50 dólares para alguien que lo compra en Estados Unidos, para la mujer que lo tejió en El Salvador el precio son 14 horas de trabajo diarias sin derechos laborales por un sueldo mísero. Un soldado israelí se intercambia por mil veintisiete presos palestinos. Construir carreteras y líneas de alta velo-cidad es una inversión; contratar profesores y abrir los quirófanos por la tarde, un gasto. Las vidas de Gadafi y Bin Laden valen menos que la bolsa de plástico que te regalan con tu compra en el supermercado.

Todo se compra y se vende, sí. Pero, como decía el poeta, hay que ser muy necio para no comprender la diferencia entre valor y precio.

Referencias1 “Critican a Wal-Mart por rebajar el precio de las Barbies negras”, El Mundo, 11-3-2010.2 “Una recompensa para quien invierta su fortuna en EE.UU.”, BBC Mundo, 28-10-2011.

40 Ecologista, nº 72, primavera 2012

Acaba de publicar Memorias de la Tierra

Miguel Brieva: “La sátira puede ser demoledora, pero lo es con un objetivo constructivo”Entrevista: Mariola Olcina Alvarado, Ecologistas en Acción

Para Miguel Brieva, dibujante de profesión, el humor es “el resorte más agudo y ameno de nuestra inteligencia, sobre todo si va dirigido a partes iguales hacia el mundo y hacia uno mismo”. En su último libro, “Memorias de la Tierra”, le dedica su ingenio, su humor y sus trazos a nuestro planeta, poniendo la crisis medioambiental en el centro de su sátira. Y todo ello, con un estilo peculiar que recuerda al de los años 50 porque, “en esos años se encuentran los gérmenes narrativos de la sociedad de consumo cuando nos empezaron a vender la flamante moto que, hoy, ha resultado ser una máquina desguazada e infernal”. Sin embargo, lo importante para Miguel Brieva no es la estética de sus dibujos sino que su mensaje llegue con la mayor claridad y atractivo posible. Y así lo consigue.

Debajo de tus trazos se percibe un elaborado análisis crítico que, supongo, te llevará la mayor parte del tiempo que le dedicas a tu trabajo. ¿Cuál es el objetivo principal que persigues con tus dibujos?El dibujo es algo así como la concreción de una idea. En mi caso, mi necesidad compulsiva de explicarme el mundo –el porqué último de las cosas– es la que im-pregna todo el trabajo. En un imaginario altamente visualizado como el nuestro, el dibujo es el ladrillo más elemental, la unidad de medida. Yo creo que es hora de emplear masivamente estos ladrillos en construir imaginarios alternativos, tan fas-cinantes y evocadores (en realidad mucho más) como los que nos ofrecen a paletadas desde los canales del espectáculo.

Después de comprender el sistema en el que vivimos, entendiendo las causas, los intereses políticos y económicos invisibles a la opinión pública, etc. ¿Te topaste con el “qué puedo hacer yo”?Por supuesto, y no fue algo premeditado, sino más bien mera defensa personal. Cada uno lo intenta con las herramientas que tiene más a mano. Yo dibujo y me río desde niño, así que ésas eran las mías. Mediante el cuestionamiento que propicia el humor uno consigue poner las cosas en su sitio, mostrar sin tapujos la broma pesada que supone nuestra sociedad, y encima te ríes. El dibujo además es un atajo, permite representar de manera muy sintética abstracciones que de otro modo se hacen difíciles de asimilar.

Comenzaste autoeditando tus propios trabajos con la publicación Dinero. ¿Por qué ese título? Por la intuición de que precisamente el dinero, o la idea misma de valor y de incremento permanente del mismo, había terminado por usurpar todos lo demás valores de la actividad humana, incluso de sus sueños. Si hay dos cosas distantes entre sí, esas son la poesía y el dinero. De ahí el nombre y el subtítulo de la revista: Dinero. Revista poética financiera de intercam-bio espiritual.

La crítica a la destrucción del planeta siempre ha estado presente en tus trabajos

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pero, ¿qué te ha llevado a dedicarle tu último libro al medioambiente? Una conjunción de casualidades. Desde luego la lectura de libros como los de Jorge Riechmann, Ramón Fernández Durán y tantos otros que resitúan esta cuestión en el epicentro de todo. A eso se sumó, hace cinco años, el inicio de una colaboración mensual en el suplemento de ecología (por decir algo) de El País. Me dio la sen-sación de que, más que chistes al uso, tal vez era más interesante tratar de ilustrar esas ideas fundamentales que la gente corriente desconoce por completo. Una apuesta más didáctica pero sin perder el gancho del humor.

Y además, no olvidas el componente social del ecologismo. ¿Por qué representar esta corriente del ecologismo social en tus dibujos?Probablemente por la certeza de que no hay otro camino posible. No nos queda otra que cambiar de raíz nuestro modelo, y el centro de la única alternativa que parece sostenible y de sentido común debe ser una economía fundamentada en la vida, en el equilibrio con el ecosistema y en el cuidado y mantenimiento de la vida humana. Es decir, todo lo que en la economía actual está fuera de foco y se da por descontado. Como dice Santiago Alba Rico en una receta sumarísima: “Hemos de ser revolucionarios en lo económico, refor-mistas en lo político y conservadores en lo antropológico”. Esto ya no es una cuestión ideológica, sino de primeros auxilios. En nuestra actualidad coexisten varias crisis en paralelo: la económica, que es completamente ilusoria y a la única que se presta atención, la energética, que va a dar la puntilla a la sociedad industrial, la humana (sufrimiento, desigualdad, explo-tación), que lleva sucediendo casi desde el principio de los tiempos, y la ecológica, que sin duda es la más grave de todas. Lo curioso es que solucionando cualquiera de ellas se solucionan las demás, porque todas son efecto de un mismo modelo económico y simbólico en el que estamos atrapados en bucle.

Y respecto a la posibilidad de ver un cambio de modelo, ¿Eres optimista o pesimista? ¿Crees que cuesta lo mis-mo?El entendi -miento tiende a ser pesimista, o cuando menos realista (la actuali-

dad y la historia tampoco ofrecen mucho consuelo a ese respecto), pero el corazón por fuerza necesita vislumbrar finales más o menos felices, si no nada parece tener mucho sentido. Es lo contrario exactamen-te de lo que emana de los medios: cuerpos y rostros en permanente distracción y felicidad extática, por no decir histérica, con un trasfondo de profundo nihilismo preapocalíptico impregnándolo todo. La sátira puede ser demoledora, pero lo es con un objetivo constructivo.

Tienes una extensa colección de viñetas dedicadas a criticar el consumismo. En ellas, te preocupas muy bien de que se perciba una parte obligada de crítica a la publicidad, a la Sociedad de la imagen. Sin embargo, tu crítica está expresada en forma de imagen... La imagen, por su uso perverso y exce-sivo, se ha banalizado profundamente. De tanto ver se nos ha ido mermando la capacidad de mirar. Sin embargo, si nos vamos al otro extremo, a la iconoclastia, posiblemente le cedamos todo el terreno del imaginario a la apisonadora mediática que construye mundo. Más bien creo que debemos arrebatarle su hegemonía con un torrente de palabras e imágenes resig-nificadas. Porque, no lo olvidemos, cada vez somos más analfabetos (de lectura y pensamiento) y las palabras mismas tam-bién han sido vampirizadas y pasteurizadas (piénsese en libertad, democracia, derechos humanos, medioambiente, etc.). Urge actuar, sumar voces, dar soluciones colectivas, no perderse en debates teóricos muy propios de la tradición de izquierdas y a menudo bastante estériles a su vez.

En muchas entrevistas que has hecho a raíz de la publicación de tu último libro, el entrevistador te pregunta por la contradicción de tu discurso y el

medio en el que publicas. ¿Qué opinas de que la gente no sepa que el ser humano es contradictorio en sí mismo?Yo les diría que agradezco poder leer a El Roto a diario en un medio de comuni-cación absolutamente contrario a todo el saber que irradian sus viñetas. ¿Ganamos más de lo que perdemos con ello... o es al revés? Esa respuesta no la sé. Por otra parte, el nivel de contradicciones en el que incurrimos todos por el mero hecho de vivir en esta organización social es monumental. Por ello, el debate debería centrarse más en cuántas de estas con-tradicciones debemos eliminar cada uno (dejar el coche, desengancharse del móvil, de la tele, del bipartidismo y de muchos otros hábitos de consumo, etc.) para que el mundo sea posible, antes que en pen-sar que hay que eliminarlas todas de raíz. Ese purismo al final lo que lleva es a la inacción absoluta (por su casi imposible cumplimiento), con lo que termina por ser muy poco práctico.

Algo más que quieras aportar...Sí, una cosa. Después de Cambiar las gafas para mirar el mundo [1], que creo es un libro fundamental, sugeriría hacer otro que se llamara El mundo con otros ojos o algo así, como una segunda entrega, en la que se presentara un detallado glosario de soluciones que compilara lo que se ha ido avanzando en las distintas áreas sociales. La gente ya tiene la sensación de que este mundo no es posible; ahora hay que ofrecer un aluvión bien estructurado de propuestas concretas. Yo me ofrezco de mil amores a maquetarlo, dibujarlo y ¡hasta a llevar los cafés!

Notas1. Cembranos, Herrero, Pascual, 2011, Cambiar

las gafas para mirar el mundo. Libros en Acción, 342 p.

M. B

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Quitar poder a lo militar y violento a favor de prácticas alternativas y de base

Aproximaciones al concepto de transarmeColectivo Utopía Contagiosa

El transarme implica que las sociedades tienen que dar, simultáneamente, pasos para demilitarizarse mientras se construye una defensa alternativa. Esta nueva defensa pretende defender lo realmente importante para las personas (educación, sanidad, vivienda, derechos humanos) con metodologías noviolentas y el protagonismo de la sociedad civil.

Colectivo Utopía Contagiosa (www.utopiacontagiosa.wordpress.com)

Todos habremos escuchado el lema “¿y si hay una guerra y no va nadie?”. Bonito sueño, ¿verdad? Y es precisamente por él, que en muchas ocasiones se nos ha acusa-

do de estar desconectados de la realidad, de ser simples soñadores, de no tener un verdadero programa de transformación social y solo poseer buenas y loables intenciones. Ciertamente, muchas personas estamos en contra de las guerras, de las interven-ciones humanitarias, del actual sistema de relaciones internacionales que promueve la violencia estructural; sin embargo, no se suelen tener referentes ideológicos ni prácticos para llevar dichas ideas a la realidad con campañas concretas. El desarme, promulgado tanto por partidos socialdemócratas como conserva-dores, ha sido duramente criticado por los movimientos sociales que abogan por la desmilitarización, toda vez que, a la larga, esta panoplia de prácticas cosméticas no

ha abundado en la desaparición de los recursos militares, sino que, al contrario, los ha readaptado a una realidad en cons-tante cambio, posibilitando de este modo su perpetuación. En el fondo, la apuesta desde la oficialidad ha sido la de generar cierto grado de regulación armamentística, con el fin de mantener su existencia y garantizar el vigente statu quo. Incluso los verdes alemanes, al llegar al poder, olvidaron lo esencial del espíritu antimilitarista (es curioso, pero de aquellos postulados ecologistas-pacifistas con los que emergieron en un gris escenario casi bipartidista, ahora apenas quedan un pu-ñado de referencias de tipo ambientalista, sacrificándose en el altar de la política real todo lo que tenía que ver con el pacifismo; parece que, en el fondo, no se creía en nada de ello, ni del antimilitarismo ni del desarme). Así pues, el desarme ha queda-do en manos de los gobiernos estatales y de las organizaciones internacionales. Su desarrollo ha sido muy pobre como se puede comprobar, por ejemplo, en Wikipedia. La propia página de la ONU sobre

desarme nos argumenta muy bien por qué razones tenemos que desarmarnos: “Cada arma que construimos, cada navío de guerra que lanzamos al mar, cada cohete que disparamos es, en última instancia, un robo a quienes tienen hambre y nada tienen para comer, a quienes tienen frío y nada tienen para cubrirse. El coste de un bombardero pesado nuevo es el siguiente: un colegio nuevo en más de 30 ciudades”. Frase del guerrerista D. Eisenhower. Sin embargo, las informaciones sobre sus propios trabajos en este terreno y sobre sus logros son muy escuetas. Así lo reconoce la Comisión de Desarme de las Naciones Unidas, cuando en agosto de 2011 Cuba afirmó que accedía a su presidencia con un “llamamiento a sacar este organismo del estancamiento”. Por otro lado, el rearme y la violen-cia sufren continuos empujes hacia el reforzamiento como medida central de las políticas nacionales e internacionales. Según datos de la ONU “el gasto militar ha aumentado en un 50% en los últimos cinco años y, en la actualidad, alcanza 1,2 billones de dólares anuales aproximada-mente. Menos de una décima parte del gasto militar sería suficiente para conseguir alguno de los objetivos del milenio, como la eliminación de la extrema pobreza”.

¿Entonces, no hay alternativa?El breve análisis anterior parece que así lo indica. Si dejamos la lucha por la paz en manos de los gobiernos y las instituciones internacionales comprobamos que solo han seguido líneas militaristas, intervencionistas y de fomento del comercio de armas. La alternativa, entonces, solo puede venir de la participación social responsable (si esta funciona con métodos alternativos) y de algún concepto alternativo a los an-teriores y que sí tenga potencialidad para cambiar las prácticas políticas desde la base. Desde el pacifismo antimilitarista y no-violento abogamos por un concepto que se denomina transarme. La definición breve de este concepto implicaría: los pasos sucesivos que las sociedades tienen que dar en paralelo (y no unos antes y otros después) con el fin doble de desmilitari-zarse a la vez que se va construyendo, en paralelo, una defensa alternativa. Nuestra opción por el transarme nos hace conscientes de que el ejército, el militarismo y la violencia no pueden desaparecer de la noche a la mañana. Pen-samos que es más correcto y real apostar por una transición gradual en la que se vayan dando pasos sucesivos que se basen en el empoderamiento social de los temas de defensa para ir forzando progresivas

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pérdidas de poder de los militares a la vez que construimos un modelo de defensa diferente.

¿Cómo se puede construir un modelo de defensa alternativo?Aunque la explicación es mucho más larga que el espacio de este artículo, sí quere-mos reseñar por ser claves tres aspectos fundamentales: ¿Qué hay que defender?, ¿cómo lo queremos defender? y, por último, ¿quién es el sujeto de la defensa? Dependiendo de cómo se respondan las preguntas an-teriores tendremos un modelo de defensa u otro muy distinto. En cuanto a la primera pregunta, ¿qué queremos defender?, en líneas genera-les, hay dos posibilidades: u optar por la defensa típica militar de las fronteras, la bandera, la patria, las actuales instituciones violentas y poco democráticas, el statu quo opresor de aquellas personas o países empobrecidos… u optar por una defensa alternativa que busque defender aquello que realmente interesa a las personas: la educación, la sanidad, la vivienda, el trabajo, el medio ambiente, la democracia participativa, la solidaridad con personas y países pobres… La primera opción es la de la defensa nacional o militar o territorial. La segunda es la de la defensa social, la de la seguridad humana, la defensa noviolenta o alternativa. Resulta asombroso y turbador ver cómo las instituciones, el ejército, los partidos o el Congreso, nunca nos han dado opción alguna de decidir qué hay que defender: salimos de la dictadura franquista con unos conceptos sobre qué defender muy claros y tajantes, y no se han modificado desde entonces. ¿Es esto justo, es democrático? Hoy por hoy es necesario que se divul-

guen y popularicen las características de la segunda opción porque de la primera es de la única que existen datos publicados, ejemplos, realidades (todos ellos sanguina-rios y violentos, todos ellos generadores de mayores espirales de violencia, todos ellos inútiles o perniciosos para la mayor parte de la gente). Suele ocurrir que se piensa que la defensa alternativa no existe, sin embargo hay mucha gente que a través de organizaciones solidarias, movimientos de base asamblearios y alternativos ya están defendiendo lo que realmente nos interesa en el día a día, con prácticas com-prometidas y metodologías horizontales y noviolentas. ¿Qué ocurre, que su labor no existe, o que, por el contrario, el problema está en que no tenemos la suficiente cul-tura alternativa para identificar su trabajo como un verdadero modelo de defensa alternativo llevado a cabo? La segunda pregunta: ¿cómo lo que-remos defender?, también es básica para definir un modelo de defensa alternativo. Es necesario contestarla con coherencia con lo que queremos defender. ¿Cabe la violencia en la defensa y promoción de lo que definíamos antes como defensa alternativa? No. Seríamos incoherentes con los objetivos que nos proponemos si recurrimos a la violencia. ¿Pueden defen-der los ejércitos, la OTAN, las intervenciones humanitarias, la economía basada en la compraventa de armas y en la exportación de guerras los valores y realidades que real-mente nos interesan defender? No. Lejos de ello, las metodologías violentas son las principales valedoras de los ataques contra aquello que nos interesa defender. Las metodologías y las políticas no-violentas, pasando por labores de índole educativo y cultural, por acciones directas noviolentas, por luchas sociales de diverso

tipo, por denuncias y movilizaciones nove-dosas, por la aplicación de alternativas en la resolución de conflictos o en el modelo de consumo y por la construcción de propuestas de toda índole viables y apli-cables, ponemos por caso, ha demostrado ya eficacia en su apuesta por la conquista de derechos tanto en organizaciones pa-cifistas, como ecologistas, feministas, de solidaridad, vecinales, cívicas, campesinas, etc. La tercera pregunta: ¿quién es el suje-to de la defensa?, nos lleva a plantearnos cuál es nuestro papel en todo el tinglado de la defensa. ¿Somos meros contribu-yentes con nuestros impuestos? ¿Tenemos derecho a decidir sobre qué, cómo y quién tiene que defendernos? ¿Debemos dejar la defensa en manos de elites decisorias (los políticos militaristas) o de elites ejecutorias (los militares)? ¿Somos corresponsables de las intervenciones militaristas más allá de nuestras fronteras? ¿Somos correspon-sables de las funestas intervenciones de nuestras empresas nacionales en el Tercer Mundo? ¿Podemos exigir que los partidos políticos concreten sus propuestas elec-torales, también, en materia de defensa? ¿Podemos exigir ser protagonistas y que se nos consulten las grandes líneas de la política de defensa para que las decidamos entre todos y todas y no por mera delega-ción desinformada? El transarme recoge todos estos inte-rrogantes y les da respuestas mediante la planificación de campañas duales: quitar poder a lo militar y violento y generar poder para las prácticas alternativas y de base. El desarrollo de estas ideas está pendiente de próxima publicación con el título Política noviolenta: lucha social en la propia editorial de Ecologistas en Acción, Libros en Acción.

1. La violencia estructural debe erradicarse en el marco del transarme.2. Un modelo de defensa alternativo pasa por defender asuntos realmente importantes, como la sanidad.3 y 4. Las intervenciones humanitarias y la militarización deben eliminarse paulatinamente para construir una defensa alternativa.

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Un ejemplo vivo de práctica ganadera sostenible

Trashumancia en la Cañada Real ConquenseElisa Oteros, Esther González, Violeta Hevia, Ricardo Ontillera, Pedro Zorrilla Miras y José A. González

La trashumancia y la red de vías pecuarias asociadas a la misma generan importantes contribuciones para el bienestar humano, que sin embargo no siempre son reconocidas y valoradas. Esta es la principal razón por la cual se puso en marcha en 2009 un proyecto desarrollado por la Universidad Autónoma de Madrid en colaboración con la Asociación Trashumancia y Naturaleza, y financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. El proyecto trata de arrojar luz y hacer propuestas con vistas al diseño de políticas y programas de gestión para el desarrollo rural sostenible y la conservación de la ganadería extensiva y trashumante.

Elisa Oteros Rozas, Esther González, Violeta Hevia, Ricardo Ontillera Sánchez,

Pedro Zorrilla Miras y José A. González (Laboratorio de Socioecosistemas, Universidad Autónoma de Madrid:

www.uam.es/socioecosistemas)

La trashumancia es una práctica ganadera tradicional que consiste en el desplazamiento estacional del ganado entre zonas altas o de mayor latitud, destinadas a pastos

de verano, y zonas bajas o de menor lati-tud, en las que el ganado pasa el invierno, siguiendo rutas regulares establecidas. Este modelo facilita el acoplamiento entre las actividades de pastoreo y los picos estacio-nales de productividad de pastos, no sólo en las áreas de agostada e invernada, sino también en las zonas de transición que se atraviesan durante el desplazamiento. Los cazadores paleolíticos ya seguían los movimientos migratorios de los gran-des herbívoros. Más tarde las poblaciones prerromanas fueron desarrollando com-plejos sistemas de vías pecuarias que los romanos completaron y dotaron de puen-tes para facilitar el movimiento del ganado y las personas. Durante la Edad Media se generalizó la práctica de la trashumancia

y pudo sentirse la influencia nómada de algunos pueblos norteafricanos. La ganadería lanar representó una de las actividades más importantes para la economía castellana: en la Carta Real de 1284 se establece la anchura legal de las cañadas en 90 varas castellanas, 75 metros aproximadamente, para proporcionar al ganado pastos en sus movimientos migra-torios. Durante el reinado de los Reyes Católicos la producción de lana aumentó de forma considerable, convirtiendo a Cas-tilla en un exportador de lana de primera calidad y llegando a alcanzar a mediados del siglo XVIII tres millones y medio de cabezas de ganado trashumante [1]. Diversos factores económicos, sociales y tecnológicos fueron los responsables del lento declive trashumante desde prin-cipios del siglo XIX, pero las prácticas trashumantes a gran escala, sobre todo a pie, vieron acelerar su declive a partir de la década de 1960, con el éxodo rural y la industrialización de España.

La Cañada Real Conquense: un ejemplo vivo de trashumanciaLa Cañada Real Conquense se extiende a lo largo de más de 400 km, desde el área occidental de los Montes Universales y la

Sierra de Albarracín (provincias de Teruel, Guadalajara y Cuenca), que constituye la zona de agostada donde el ganado pasa los meses de verano; hasta la parte oriental de Sierra Morena (Jaén y Córdoba) y el valle de la Alcudia (Ciudad Real), donde el ganado pasa el invierno. La Cañada Real Conquense es una de las vías pecuarias más importantes de nuestro país y una de las pocas que mantiene aún un uso ganadero activo en casi todo su recorrido. A pesar de que desde los años 90 se ha detectado un importante descenso de casi un 60% en el número de ganaderos trashumantes, esta trashumancia no ha desaparecido: cerca de 15 ganaderos con casi 9.000 ovejas y más de 1.000 vacas recorren cada año dos veces a pie la Ca-ñada Real Conquense, manteniendo viva esta práctica tradicional. Sin embargo, los traslados a pie constituyen una minoría en esta zona, pues el 85% del ganado es transportado en camiones.

Un modelo ganadero sostenible que genera numerosos servicios de los ecosistemasSegún la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio en España [2], los servicios de los ecosistemas son las contribuciones directas

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o indirectas de los ecosistemas al bienestar humano. Se suele hablar de tres grandes tipos de servicios de los ecosistemas: de abastecimiento (beneficios disfrutados de manera indirecta), de regulación (aquellos que se disfrutan de manera indirecta) y culturales (beneficios intangibles). Algunos de estos servicios son claramente percibi-dos y valorados por la sociedad, mientras que otros, que carecen de expresión en términos monetarios, a menudo no son valorados y por esta razón no son tenidos en cuenta en los procesos de planificación y toma de decisiones. En torno a la trashumancia se han identificado cerca de una treintena de servicios de los ecosistemas y algunos de ellos han sido cuantificados en términos biofísicos, socio-culturales y/o económicos. Diez de ellos corresponden a servicios de abastecimiento, por ejemplo los alimentos de origen ganadero, agrícola y cinegético, el alimento para animales (pastos y forra-je) y los productos de recolección. Los servicios culturales identificados han sido trece, entre ellos la identidad cultural, la belleza escénica, las actividades recreativas en ambiente rural y en la naturaleza y el conocimiento ecológico local, así como el papel de la trashumancia como vía de comunicación, intercambio y enriqueci-miento mutuo entre poblaciones. De los siete servicios de regulación identificados destacan la prevención de incendios por el efecto del pastoreo, la función de hábitat y refugio para especies, la fertilización del suelo, la conectividad ecológica y la conservación de la biodiversidad.

Viviendo el presente pensando en el futuro: propuestas para un futuro viable y digno socialmenteEn septiembre de 2010, en Guadalaviar, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel, durante un proceso participativo de dos días, cerca de 70 personas (ganaderos trashumantes a pie y a camión, ganade-ros estantes, agricultores, empresarios turísticos, cazadores, intermediarios de la comercialización, veterinarios, agentes de desarrollo rural, expertos universitarios, técnicos y tomadores de decisiones) re-flexionaron colectivamente en torno a los posibles escenarios de futuro de la trashu-mancia en la Cañada Real Conquense. En ese proceso se definieron los principales factores que determinan la viabilidad pre-sente y futura de la actividad, así como las prioridades de gestión de cara a hacer posible que la trashumancia pueda seguir realizándose en el futuro. Las principales propuestas fueron:

la implantación de esquemas de fpagos por los servicios ambientales que

Servicios que genera la vía pecuaria

La Cañada Real Conquense alberga un 24% más de especies de hormigas que flas áreas de cultivo circundantes, y un 47% más de especies que vías pecuarias similares pero sin uso ganadero, lo cual destaca el importante papel de las vías pecuarias en uso como reservorio de biodiversidad.

Las características físico-químicas y biológicas de los suelos de la vía pecuaria fmuestran valores significativamente mejores a los suelos de los cultivos circun-dantes (aunque estén en uso o abandonados): pueden acumular un 29% más de agua, hay un 28% más de contenido en carbono orgánico y la abundancia en unidades formadoras de colonias de bacterias y hongos es un 48 y 84% más respectivamente, demostrando su importante papel en el mantenimiento de las funciones de regulación de los suelos.

En algunos tramos de la vía pecuaria se ha detectado que esta constituye un fhábitat interesante para algunas especies cinegéticas: en zonas dominadas por cultivos la probabilidad de encontrar perdices es mayor en la cañada y sus inme-diaciones, y lo mismo sucede para los conejos en las zonas de monte y matorral mediterráneo.

La Cañada Real Conquense mejora la conectividad ecológica del territorio. fActualmente la cañada conecta 9.000 hectáreas de bosques. Un animal que tenga dificultades para atravesar zonas de cultivos, tendría cerca de un 10% más de pro-babilidades de llegar desde Jaén hasta Teruel si esta cañada se mantuviese como un corredor continuo en perfecto estado de conservación.

1. Rebaño trashumante de ovejas. Foto: José a. gonzálEz.

2. La mayor parte de los desplazamientos son de ovino y vacuno. Foto: Elisa otERos.

3. Las anchas vías pecuarias permiten al ganado comer y caminar. Foto: José a. gonzálEz.

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genera la trashumancia; el fomento del asociacionismo entre f

ganaderos a través del fortalecimiento del tejido social y de la cooperación, para la puesta en valor de la actividad y sus productos;

la mejora de los canales y formas de fcomercialización, mediante certificacio-nes de calidad y la sensibilización de los consumidores;

la restauración y mejora de las vías fpecuarias, con la eliminación de intrusio-

Notas y referencias1 Ruiz, M. & Ruiz, J. P. (1986). Ecological

history of transhumance in Spain. Biological Conservation, 37, 73-86.

2 Evaluación de los Ecosistemas del Milenio en España: www.ecomilenio.es

3 Los resultados de este proyecto de investigación pueden consultarse en: http://www.uam.es/gruposinv/socioeco/ficha_proyecto_4.htm

nes y la construcción de abrevaderos y descansaderos. La tecnificación e industrialización impuestas por el modelo agrario de la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea; el despoblamiento, el envejeci-miento y la masculinización de las áreas rurales de nuestro país; la rigidez de las estructuras sociales frente a una forma de vida nómada; la competición por las fincas o los pastos con otros usos del suelo (como la caza); y en definitiva, la presión de los mercados globales, hacen que este modelo que ha sobrevivido a numerosas y diversas crisis a lo largo de la historia, pueda desaparecer. Hoy más que nunca resulta imprescin-dible que las administraciones e institucio-nes comunitarias, estatales y autonómicas, reconozcan el papel de la trashumancia como práctica ganadera sostenible que contribuye a la conservación de los ecosis-temas y de los servicios que estos generan. El futuro de la trashumancia en España es incierto y dependerá en buena medida de las decisiones que se adopten en los próximos años a nivel de nuestro país y de la Unión Europea. Sin embargo, en estas fechas la som-bra de la nueva PAC planea amenazante sobre los pequeños productores tradicio-nales. En este contexto, la trashumancia es un ejemplo de la importancia de la lucha por la soberanía alimentaria. Esta práctica campesina es muestra de un delicado equilibrio perfeccionado durante miles de años; de una filosofía de relación entre la producción agraria, el bienestar animal y las necesidades humanas; y de una de las últimas formas de vida nómada super-viviente en el norte en el siglo XXI. Sus peculiaridades y su vulnerabilidad frente al mercado globalizado, hacen impres-cindible y urgente la puesta en marcha de cambios sustanciales para no perder este maravilloso patrimonio. En contextos de enorme incertidumbre como el que vivimos, prácticas ganaderas tradicionales como la trashumancia no sólo contribu-yen a la nuestra soberanía alimentaria sino que reducen nuestra vulnerabilidad frente a las crisis económico-financieras y los impactos asociados al cambio ambiental global [3].

Servicios que se dan en zonas de agostada e invernadaLos municipios de la Sierra de Albarracín que mantienen carga por encina de f

las 100 unidades de ganado mayor por cada 1.000 hectáreas han sufrido un 40% menos de incendios en los últimos 10 años y el tamaño medio de los incendios ha sido cuatro veces menor.

El ganado ovino aporta además un servicio de fertilización en las rastrojeras de flas áreas de agostada que se traduce en un aporte anual estimado de 9 toneladas de nitrógeno, 4 toneladas de fósforo y 8 toneladas de potasio. El valor económico de esta fertilización se ha estimado en cerca de 30.000 euros al año en el conjunto en el área de agostada.

Durante el invierno el ganado trashumante pasta en dehesas de Andalucía y fCiudad Real, contribuyendo al mantenimiento del buen estado de conservación de estos ecosistemas. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las dehesas en la Península Ibérica en la actualidad es la falta de renovación del arbolado. Sin embargo, se ha demostrado que tanto la superficie ocupada por las encinas jóvenes, como la densidad media de árboles adultos de tamaño medio es superior en las fincas con ganado trashumante, lo que indica que el hecho de que el ganado se marche al norte durante el periodo de sequía estival, aumenta las probabilidades de que una encina pueda madurar y garantizar así el mantenimiento de este valioso ecosistema.

Se ha demostrado, mediante encuestas de percepción visual, que el 74% de las fpersonas prefiere un paisaje con ganado, por lo que los ganados trashumantes y sus pastores proveen de un elemento de “belleza escénica” que también supone un beneficio para la sociedad.

La tercera parte de los encuestados mostró disposición a pagar un precio mayor fpor la carne de cordero trashumante (un 16% más de media) y una cuarta parte declaró estar dispuesto a ir de viaje de trashumancia con los ganaderos y ganaderas, pagando hasta 32 euros al día de media.

Las más de 57.000 cabezas de ganado trashumante destinadas al consumo (en fla zona estudiada) generan un servicio de producción de carne y lana, cuyo valor de mercado oscila entre los 3,2 y los 3,8 millones de euros.

El valor de la trashumancia como patrimonio cultural y como factor de atracción fde turismo en la zona de agostada es también muy relevante: alrededor de 1.700 personas visitaron el Museo de la Trashumancia de Guadalaviar y 4.600 el Museo de la Ganadería Tradicional del Alto Tajo en Checa en 2010.

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Los incendios del pasado otoño han supuesto un desastre ecológico

Un futuro para AncaresJosé Andrés Martínez García

Ancares lleva muchos años esperando una política de protección efectiva. Los fuertes incendios forestales del seco y cálido otoño de 2011 han puesto en jaque a este espacio natural, sobre todo en su vertiente leonesa.

José Andrés Martínez García, biólogo y miembro de Ecologistas en Acción de León

La Sierra de Ancares se encuentra en el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica, en los lími-tes entre Asturias, León y Lugo. Se trata de una alineación mon-

tañosa en arco, con altitudes que casi continuamente superan los 1.600 m y cuyas cotas más elevadas se acercan a los 2.000 m. Biogeográficamente pertenece en su mayoría a la Provincia Orocantábrica (Región Eurosiberiana), si bien parte del territorio meridional de este espacio na-tural se encuentra ya dentro de la Región Mediterránea. En la provincia de León comprende los valles de los ríos Burbia, Ancares y Cúa, así como el ya cantábrico valle de Balboa. El pasado otoño, el peor en materia de incendios de la última década, ha dejado en los Ancares leoneses un saldo

estremecedor. Tejeira, las proximidades de Campo del Agua, Prado de la Somoza, La Bustarga, Villar de Acero, Balouta… Ocho incendios consecutivos que afectaron a zonas de gran valor ecológico, a algunos de los más valiosos bosques y a conocidas zonas oseras. Las llamas alcanzaron las fuentes medicinales en Tejeira y ame-nazaron aldeas como Campo del Agua, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), y que ya sufrió en 1989 un incendió que acabó con la mayoría de sus 22 pallozas; pallozas que, por cierto, ninguna admi-nistración después de dos décadas se ha interesado en recuperar.

Ríos oscurecidos por las cenizas y morteiras afectadasDebido a las amplias superficies afectadas, el río Burbia ha visto bajar sus aguas os-curecidas por las cenizas, como ocurriera hace dos años con el Cúa en Fornela. En los suelos quemados las precipitaciones

drenan rápidamente al no ser frenadas por la vegetación y llegan con facilidad a los caudales, arrastrando partículas y cenizas. Ha sido uno más de los impactos ecológicos de estos incendios. A pesar de ello, la estrategia de la Junta de Castilla y León consistió en minimizar la gravedad de lo ocurrido con la socorrida excusa de que la superficie quemada era solo de matorral. Como si junto con el piorno no se destruyeran también árboles y arbustos jóvenes que representan la posibilidad de recuperación del bosque, o como si no fuera precisamente en el matorral de orla donde existe una mayor cantidad de frutos de los que se alimenta la fauna silvestre y su desaparición no incidiera en la supervivencia de aquella. Pero lo cierto es que las llamas llega-ron a algunas morteiras (término con el que en la zona se refieren a los bosques de cabecera de los valles), caso de Pedra Cabalar, por ejemplo, así como a bosques de extraordinario valor ecológico como el Monte Barantés, cuya sola diversidad flo-rística ya le haría merecedor de protección específica.

Recortes en prevención y extinciónDeberá hacerse todo lo posible desde lue-go para identificar a los autores materiales de estos incendios, que seguramente se encuentren entre quienes de algún modo pueden obtener beneficios quemando; pero no deberíamos desaprovechar esta oportunidad de reflexionar sobre lo que

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no se está haciendo bien con relación a este bellísimo pero castigado territorio del occidente cantábrico. Con relación al primer aspecto, respon-sabilidades penales aparte, es exigible la aplicación más estricta de las restricciones que la legislación de montes contempla para los terrenos quemados, como la pro-hibición de cualquier tipo de aprovecha-miento (ganadero, cinegético) en las zonas afectadas, así como en las colindantes. En cuanto al segundo aspecto, son nu-merosos los colectivos que han cuestionado los recortes presupuestarios en materia forestal y de prevención y extinción de in-cendios, la privatización y subcontratación de los servicios de extinción, o la mala planificación. A pesar de que se reconoce que, a la hora de decidir las inversiones a acometer, la prevención debería ser priori-taria sobre la extinción, la situación actual en Castilla y León es exactamente la inver-sa: se estima que por cada trabajador en prevención hay tres dedicados a tareas de extinción. Los trabajos en prevención a lo largo de todo el año (y no solo de forma es-tacional en las campañas) tendrían además una repercusión muy positiva en términos de empleo en estas zonas rurales. Por lo que se refiere a las cuestiones de organización y planificación, mencionar solo un dato: mientras en la campaña de verano había 105 fijos discontinuos trabajando en la lucha contra incendios, en el caluroso y seco mes de octubre solo quedaron 21, lo que obligó a tener que solicitar refuerzos de otras provincias. Estos recortes han sido denunciados desde Ecologistas en Acción [1] o desde asociaciones como A Morteira que, junto con la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, y las Asociaciones Urz y Tyto alba se han personado asimis-mo en el procedimiento judicial abierto contra uno de los presuntos incendiarios implicados. Es evidente que la Consejería de Fo-mento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León debería reconsiderar

seriamente su política y sus prioridades presupuestarias.

Conservación de los espacios forestales del noroeste peninsular frente a los incendiosEl 16 y 17 de diciembre de 2011, casi fi-nalizado el que ha sido Año Internacional de los Bosques, el Observatorio Territorial del Noroeste (integrado por la Universidad de León, la UNED y la Fundación Ciudad de la Energía), organizó en Villafranca del Bierzo el I Encuentro sobre conservación y uso de monte [2], con un tema central de fon-do: los últimos incendios en Ancares. Los incendios son precisamente la principal causa de destrucción de los ecosistemas forestales: un bosque puede tardar cientos de años en formarse, pero su desaparición por las llamas puede producirse en tan solo unas horas. Hay que tener el cuenta que nos en-contramos ante un territorio en el que, aunque no siempre alcancen la extensión necesaria para su consideración como “gran incendio” (más de 500 hectáreas), se presenta una muy elevada tasa de repeti-ción y recurrencia. En algún caso, a lo largo de los últimos once años, se ha llegado a quemar la misma zona hasta cuatro veces [3]. En las conclusiones del Encuentro se apunta al conocido “papel de la despobla-ción del medio rural, su desestructuración y decadencia, como una de las principales causas del problema”. Igualmente se incide como “una de las claves de la conservación la puesta en valor del monte (el monte que genera valor –se dice– no arde)”, re-conociendo, que esta generación de valor debe ir mas allá del aspecto estrictamente financiero. La “Custodia del Territorio, como instrumento de conservación de los ecosistemas forestales” ha ocupado asimismo un espacio entre los temas abor-dados. Finalmente, se señala, por lo que se refiere a las campañas de extinción, que la situación actual es la de unos “trabajos insuficientemente profesionalizados y

dignificados”, planteándose en el debate –y este aspecto merece ser subrayado– la conveniencia o no de un cuerpo específico de extinción dentro de la Administración de Castilla y León. La verdad, hay que reconocerlo, es que jornadas de debate sobre esta problemáti-ca no han faltado a lo largo de los últimos veinte años en la comarca del Bierzo. La pena es que a la hora de organizarlas no siempre se tenga en cuenta la tan nece-saria participación de todos los sectores implicados. No hay duda del papel que juega esta desestructuración del mundo rural. El equi-librio que existía entre hombre, herbívoros y ecosistemas forestales se ha roto hace tiempo. Pero lo verdaderamente grave, lo denunciable y lo que se debe corregir con urgencia es que no ha habido una gestión inteligente que supliera aquellas actuacio-nes tradicionales [4]. La gestión forestal actual sigue sin integrar la biodiversidad y en muchas ocasiones esta no difiere en las zonas declaradas protegidas o incluidas en la Red Natura, de las zonas que no lo están. La conservación es, en efecto, más sobre el papel que real. No se ha sabido o no se ha querido aplicar la gran potencia de la planificación ecológica (ordenación de recursos naturales y forestales, entre otros instrumentos) como herramientas no solo de salvaguarda y protección de los recursos, sino también de desarrollo socioeconómico, de reconocimiento pleno de todos los servicios ambientales que prestan los montes y de garantía de una correcta gestión de los mismos. Y no es por falta de normativa, desde luego. La normativa existe, simplemente no se apli-ca. Lo que nos debería llevar a analizar la forma como se ha gestionado este espacio natural.

Sin plan de ordenación de recursosAsí, no podemos dejar de advertir que, aunque nos encontramos en una zona per-teneciente a la Red Natura 2000 (LIC y

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ZEPA), que es además Reserva de la Bios-fera, la Sierra de Ancares sigue sin contar hoy con un Plan de Ordenación de Recur-sos Naturales (PORN), tan necesario para evitar el progresivo deterioro del espacio y requisito previo para su declaración como Espacio Protegido en Castilla y León. Y ello a pesar de que desde 1990 el territorio se encuentra sometido a un régimen de protección preventiva cuya declaración implica, según la Ley 8/1991 de espacios naturales de Castilla y León, la aprobación urgente del PORN, concretamente en un plazo máximo de dos (sic) años. Desde hace dos décadas la Sierra de Ancares se encuentra dentro del Plan de Espacios Naturales Protegidos a de-clarar por la administración autonómica, siendo en el año 1992 cuando se inicia formalmente la tramitación de un PORN que, tras múltiples avatares, permanece paralizado desde entonces. Y no estamos hablando solo de la conservación de sus recursos naturales, sino también de abrir toda una serie de posibilidades para su desarrollo socioeconómico, hoy por hoy, inexistentes. La situación, por otro lado, no es muy diferente en los Ancares lucenses donde la declaración del espacio natural por parte de la Xunta de Galicia se encuentra igualmente bloqueada, a pesar de que los documentos técnicos previos para la ordenación de los recursos del espacio hace tiempo que se elaboraron. ¿Hay responsables de esta situación? A diferencia de lo que ocurre en la parte gallega, donde perviven ciertos colectivos antiparque, en la parte leonesa no existe actualmente tal oposición. Las reticencias iniciales fueron debidas fundamentalmen-te a la falta de información. Hoy en día la mayoría de los alcaldes de los municipios implicados y los propios vecinos estarían a favor de la declaración del espacio como Parque Natural por entender que, bien gestionado, podría ser positivo para el desarrollo de unas zonas deprimidas pero con claras posibilidades en sectores

como el turismo. Nos encontramos ante una colosal inactividad e inoperancia de la administra-ción ambiental que no puede mantenerse por más tiempo. Es evidente que este espacio natural no puede seguir siendo, ni solo ni principalmente, una Reserva Regional de Caza. Gestión esta, la cinegé-tica, que no ha estado libre en los últimos tiempos de episodios lamentables, desde el uso frecuente de cebos envenenados contra el lobo, hasta casos de furtivismo que han llegado a implicar incluso a es-pecies en peligro de extinción, como el oso pardo [5].

Un futuro diferente para AncaresLa Comisión de Agricultura del Congreso de los Diputados debatió ya en 1990 una proposición no de ley del diputado José Luis Núñez Casal para que Ancares fuera declarado Parque Nacional. La iniciativa, sólidamente fundamentada en los valores naturales de la zona, como sus extraor-dinarios bosques atlánticos de robles, tejos y acebos, no salió adelante, con el argumento de que las comunidades au-tónomas implicadas serían las encargadas de otorgar algún régimen de protección a este espacio natural. Lo cual, como ya hemos visto, no ha ocurrido. Ancares –se decía en la exposición de motivos– tiene las “condiciones necesarias para adquirir la máxima protección de su ecosistema e impedir que continúen una serie de agresiones medioambientales que están ocasionando un alto grado de pérdida de los valores ecológicos fundamentales que encierra esta zona” [6]. La propuesta, que pretendía recoger el sentir de las organizaciones conserva-cionistas de entonces (muy preocupadas con proyectos de aprovechamientos hidroeléctricos que amenazaban los ríos de Ancares), se realizó en un momento en el que los parques nacionales declara-dos representaban todavía un porcentaje muy bajo de la superficie del territorio español y apostaba por fuertes inver-

siones orientadas a la rehabilitación del patrimonio etnográfico, cultural y natural y a la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la comarca. El recordatorio histórico acaso sirva para mostrar lo que las cosas pudieron ser y lo que son en la realidad. Con razón, el Consorcio de la Reserva de la Biosfera (formado por los ayunta-mientos de Candín, Peranzanes, Vega de Espinareda y Villafranca del Bierzo) ha manifestado su preocupación por unos in-cendios que “ponen en peligro los valores por los cuales se tiene dicha distinción”. El actual es un mal escenario porque al daño ambiental producido por los incendios del otoño pasado hay que sumar los perjui-cios económicos derivados de un previsible impacto negativo en actividades relaciona-das con el turismo de la naturaleza. Hay que elegir entre extender la pro-tección o extender el deterioro y hay que hacerlo pronto. A Ancares le quedan ya pocas oportunidades de encauzar un futuro basado en el turismo sostenible y la conservación de sus extraordinarios valores naturales y culturales. No debería desaprovecharlas.

Notas y referencias1 http://www.ecologistasenaccion.org/article21540.html2 I Encuentro sobre conservación y uso

de monte. 16-17 de diciembre de 2011. Villafranca del Bierzo: http://www.intecca.uned.es/noticia.php?id=589

3 Lozano, F.J., Suárez-Seoane, S. y de Luis, E. 2007. Cartografía de incendios en tres espacios naturales del oeste peninsular mediante imágenes Landsat. Estudio comparativo de los regímenes de fuego. Revista de Teledetección.

4 Prieto, F.; y González, S (2011). Diagnosis de nuestros ecosistemas forestales. Quercus, 310: 52- 56.

5 En mayo de 2006 apareció muerto por un disparo un oso en las proximidades de los Lagos de Burbia. http://tinyurl.com/75324zl

6 Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. Año 1990. Nº 66. IV Legislatura. http://www.congreso.es/public_oficiales/L4/CONG/DS/CO/CO_066.PDF

1. Arroyo del Amor (La Bustarga). 2. Las primeras jornadas sobre incendios en la comarca del Bierzo se celebraron ya en 1991.3. El Mustallar (1924 m), una de las cumbres emblemáticas de Ancares. 4. Campanula herminii, endemismo ibérico de los prados, presente en Ancares. 5. Dos crías de oso de segundo año recién independizadas de la madre. Fotos 1-4: aUtoR. Foto 5: EnRiqUE UREta.

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Marina Isla de ValdecañasMiguel Manzanera

La Marina Isla de Valdecañas es una urbanización de lujo declarada ilegal por los tribunales a instancias de varias denuncias ecologistas. Lejos de alinearse con los defensores de la naturaleza, la Junta de Extremadura ha cambiado hasta leyes, también recurridas por inconstitucionales, para tratar de evitar su demolición. Se trata de un caso emblemático, pues trata de replicar en el borde de los embalses el mismo esquema urbanístico que ha arrasado con buena parte de nuestro litoral.

Miguel Manzanera, Ecologistas en Acción de Extremadura

Cinco años dura ya la lucha ecologis-ta contra Marina Isla de Valdecañas, urbanización de lujo en la comarca extremeña de Campo Arañuelo; un complejo para la alta socie-

dad, ubicada en el pantano que represa el río Tajo a su entrada en la provincia de Cáceres. El problema es que la citada construcción viola las leyes urbanísticas y las normativas ambientales, vigentes en nuestra región y en Europa durante las últimas décadas. A pesar de eso, la Junta de Extremadura no solo ha permitido el atropello de los valores ambientales, sino que también lo ha alentado. Y además la Confederación Hidrográfica del Tajo no solo ha sido cóm-plice al permitir la edificación en lugares prohibidos por la normativa; para favore-cer la construcción ha llegado a interrum-pir el normal flujo de agua, incumpliendo la normativa sobre la protección del río y los convenios internacionales sobre cau-dales mínimos. El peligro de que la construcción de zonas residenciales llegara a desarrollarse en Extremadura como lo ha hecho en otras regiones peninsulares, ha sido motivo para movilizarse los sectores más cons-cientes de la sociedad. Contra la empresa

constructora, apoyada por las instituciones regionales y locales, se han presentado diversas organizaciones defensoras de la ecología extremeña, entre las que cuentan Izquierda Unida, Adenex y Ecologistas en Acción.

Vulneraciones legalesResumo la crónica de este contencioso, que ha sido fielmente retransmitida en los medios alternativos. El proyecto fue aprobado sin que tengamos constancia de que fuera sometido a información pública, pues la Evaluación de Impacto Ambiental, si es que existió, nos pasó desapercibida. Curiosamente, la construcción de la Ma-rina Valdecañas fue considerada Proyecto de Interés Regional (PIR), lo que significa gozar de determinadas prioridades y la posibilidad de estar por encima de las leyes ambientales. Quizás fuera este el motivo para que en el mes de agosto de 2007 la Confederación Hidrográfica del Tajo desecara el río a lo largo de 5 km –según la prensa, 40 km según los cálculos de Ecologistas en Acción–, aguas debajo de Puente del Arzobispo con la excusa de facilitar los trabajos de la empresa promo-tora de la urbanización. Se da el caso de que el río Tajo se en-cuentra sobreexplotado para la extracción de agua con diversos objetivos, especial-mente agrícolas, y por las presas para la

producción eléctrica. Por eso el embalse de Valdecañas se encuentra en promedio a un 34% de su capacidad de retención de agua, un 17% debajo de la media de la última década. En esas condiciones será di-fícil que se puedan cubrir, sin incrementar el estrés hídrico del río, las exigencias de agua de la nueva urbanización, que tendrá campos de golf además de los jardines y todas las demás comodidades de la vida moderna. Un ejemplo de los problemas del Tajo, se encuentra a unos 20 km aguas abajo del pantano de Valdecañas. La Central nuclear de Almaraz siempre ha presentado un problema endémico de refrigeración, puesto que el Tajo no tiene el caudal suficiente para garantizar el enfriamiento del núcleo en caso de accidente. La forma de solucionar este problema era bajar potencia cuando disminuía el caudal del Tajo. Nos preguntamos cómo resolverán el suministro de agua cuando el caudal del río baje todavía más. Todo ello fue denunciado en su mo-mento por Ecologistas en Acción, por lo que su coordinadora, Paca Blanco, se ganó la animadversión de sus convecinos de El Gordo. Comenzaron entonces los ataques contra una mujer que lleva muchos años en la lucha por un mundo mejor. Varias veces su casa tuvo que sufrir desperfectos, como pedradas en los cristales, pintadas en las paredes, etc.; hasta llegaron a arrojar cócteles molotov en la vivienda. Unos jóvenes pandilleros del pueblo prota-gonizaron los hechos –suponemos que dirigidos por políticos y empresarios sin escrúpulos–, y han sido juzgados y sen-tenciados a penas menores. En noviembre de 2008 salió el Plan Territorial de Arañuelo, de donde se pudo sacar la conclusión de que el proyecto era completamente irregular: se prohibía la construcción de nuevos asentamientos desconectados de núcleos urbanos en espacios naturales protegidos. La lectura del Plan confirmó lo que los ecologistas ya suponían. Con esa seguridad se había interpuesto una querella en la magis-tratura contra del proyecto en abril de 2007 y el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura estaba informado de los hechos constatados por los ecologistas extremeños. Nótese que el problema del desecamiento del Tajo en agosto de ese año se produjo haciendo caso omiso de la querella presentada. El respeto de la ley no es el punto fuerte de nuestros empresarios, ni nuestros políticos tienen agallas para hacérselo tener. La justicia lenta y segura acabó por entender el caso; en sentencia del 9 de marzo de 2011, el Tribunal Superior de

El Tribunal Superior de Justicia dictamina contra esta urbanización ilegal

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Justicia falló a favor de Ecologistas en Ac-ción en contra de la urbanización de la isla del Tajo. En su comentario de la sentencia, los ecologistas comentaban que un PIR sólo se concede a “la política de viviendas sometidas a promoción pública” y no a empresas particulares con ánimo de lucro. El Tribunal recordaba en su sentencia los valores ambientales de la zona, protegidos por leyes especiales que no pueden ser inculcadas. Adenex y Ecologistas en Ac-ción solicitaron la ejecución de la orden judicial.

Modificaciones de leyes a la cartaPero no fuera esa la ocasión para que las autoridades extremeñas reconocieran la justicia de las reivindicaciones ecologis-tas. La sentencia generó un importante revuelo. Se corría el riesgo de perder las inversiones realizadas a esa altura, que ya eran muchas: 120 millones de euros. El presidente del PP extremeño no dudó un instante en mostrar su apoyo a la urbani-zación planeada y se ofreció a “arrimar el hombro” para conseguir la aprobación del proyecto. A juzgar por la celeridad con que se resolvió el asunto, la decisión judicial no les pilló de sorpresa y lo tenían todo preparado. La Asamblea de Extremadura cambió la Ley del Suelo de forma que las zonas protegidas por la Red Natura 2000 pu-dieran ser urbanizables. El 29 de marzo de 2011, los diputados de PSOE y PP, únicos partidos con representación en la Asamblea de Extremadura, dijeron simple y llanamente que “los diputados hacen las leyes y ellos las pueden cambiar”. Unos meses más tarde, el 13 de octubre, el PP ahora gobernante y el PSOE, su fiel alia-do en materia conservacionista como en tantas otras cosas, votaron conjuntamente de nuevo para mantener la homologación del PIR de Valdecañas. Sólo tres votos de Izquierda Unida, entre 62 del bloque de poder, se opusieron a la aberrante actua-ción del legislativo extremeño. Una ópera bufa representada ante un pueblo despis-tado que no se reconoce en lo mejor de su ciudadanía, sino en lo más oportunista. Esa votación se produce en un mo-mento en que el Gobierno ha recurrido por inconstitucional la Ley del Suelo de Extremadura, modificada para poder dar cabida a proyectos constructivos como el de Valdecañas. Según explica la nota de prensa en la que se comunica esa decisión gubernamental, la legislación extremeña sobre el suelo “en ocho de sus apartados” viola los “derechos recogidos en la Cons-titución” o bien contradice “artículos de leyes estatales vigentes”. Parece que los legisladores extremeños no se toman en

serio las leyes del Estado cuando no les interesa. A pesar de ello, el 5 de noviembre de 2011 la administración aprueba la homolo-gación del PIR, tal como había propuesto la Asamblea de Extremadura. Contra la decisión de la Asamblea de Extremadura se presentó por parte de Ecologistas en Acción un Recurso Contencioso-Admi-nistrativo en la Sala correspondiente de la Audiencia Nacional, y de nuevo el Tribu-nal Supremo falló a su favor, con lo que la urbanización tiene que ser demolida. Sin embargo, la empresa señala que ya se han gastado 140 millones de euros, hay 85 viviendas ocupadas y un hotel de tres estrellas funcionando, y pide que Ecologis-tas en Acción deposite una fianza por esa cantidad para ejecutar la sentencia. A mitad de febrero de 2012 se celebró un acto de conciliación para fijar la cuantía de la fianza a cubrir por los grupos ecolo-gistas para la paralización cautelar de las obras. Ante la falta de acuerdo (la empresa pedía ¡368 millones de euros! frente a una cantidad simbólica reclamada por los ecologistas) el asunto queda pendiente de la decisión del juez. Pero como resultado de la tensión generada ante la exigencia de Ecologistas en Acción de que se cumplan la ley, Paca Blanco ha tenido que abandonar su casa e irse a vivir a bastantes kilómetros de la zona, además de sufrir un detestable

linchamiento mediático, usándose contra ella todo tipo de patrañas para desacre-ditarla, incluso en portadas de medios de comunicación que han hecho gala de no tener el más mínimo criterio ético ni deontológico. Conviene tener presente que Valdeca-ñas abre la puerta a numerosos proyectos de construcción urbanística en nuestra región, que han sido contestados por la población por destruir los valores am-bientales. La batalla jurídica y social de Valdecañas tiene gran importancia, porque la aprobación de ese proyecto podría abrir la puerta a otros similares, que están espe-rando el resultado favorable de la justicia. El pantano García de Sola amenazado de ser urbanizado; el proyecto turístico en Castilblanco; residencial para turistas ricos jubilados en Medellín; apartamentos de lujo en Cabezalavaca; viviendas en Fregenal de la Sierra; urbanizaciones en Plasencia y Santibáñez el Alto. Hoteles de lujo, campos de golf, balnearios artificiales y centros comerciales exclusivos, etc. La profunda crisis económica en la que estamos inmersos no se solucionará de ese modo; más bien requiere de transfor-maciones drásticas y radicales en nuestras formas de vida y modos de producción, de forma que ajustemos nuestras costumbres a los requerimientos del cuidado ambien-tal y la conservación de los ecosistemas vivos.

1. Obras ilegales junto al pantano.2. Aspecto previo a las obras.3. Paca Blanco. Al fondo parte de la urbanización declarada ilegal.

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Un ecosistema forestal mediterráneo amenazado

Bosques de Tetraclinis articulataMiguel Ángel Esteve, Isabel Hernández y Jesús Miñano

Los pocos enclaves de sabina mora que quedan en España han sufrido durante años el impacto de la minería, para luego encontrarse con la presión urbanística, el sobrepastoreo y los incendios forestales. El efecto combinado de estos factores hace que las poblaciones de esta especie tengan un menor crecimiento del que les correspondería potencialmente. Además, ahora empiezan a cobrar importancia los cambios ambientales ligados al cambio climático.

Miguel Ángel Esteve Selma*, Isabel Hernández García y Jesús Miñano

Martínez, Departamento de Ecología e Hidrología, Universidad de Murcia.

(*) Miembro de Ecologistas en Acción

Tetraclinis articulata, conocido localmente como sabina mora o ciprés de Cartagena, es un árbol que alcanza normalmente entre los 6 y 10 metros de al-

tura aunque puede llegar a los 20 metros y 1 metro de diámetro. Bajo los efectos del pastoreo excesivo, las talas o el fuego, suele tener un aspecto arbustivo. Es una especie protegida clave en la organiza-ción del habitat 9570 considerado como prioritario por la Directiva Habitats. Sus limitadas exigencias hídricas y su termo-filia le permiten colonizar ecosistemas semiáridos térmicos, aunque en el centro de su distribución, en el norte de África, su amplitud ecológica es mayor. En la actualidad Tetraclinis articulata está representada en un área reducida, englobando esencialmente Marruecos y los restantes países de la ribera sur del Me-diterráneo. Los bosques de esta especie,

muy explotados desde la antigüedad por su proximidad a la costa y por la calidad de su madera, cubren todavía unas 800.000 hectáreas en el norte de África. Se estima que esta superficie supone un 32% de su área potencial. En Europa sólo cuenta con dos po-blaciones naturales, una en Malta, muy exigua lo que no ha impedido que sea uno de sus símbolos nacionales, y la otra en la Sierra de Cartagena y La Unión, en la costa murciana. En esta zona, la sabina mora se localiza en cuatro poblaciones principales. La más importante está en Peña del Águila y Monte de las Cenizas, que junto a Calblanque constituyen un Parque Regional desde 1992. En esta localidad se encuentran más del 80% de los ejemplares de sabina mora.

Secuencia histórica de amenazasHoy existen unos 8.500 ejemplares en las Sierras de Cartagena-La Unión, cubriendo cerca de 600 hectáreas, un 26% de su distribución potencial neta de unas 2.300 hectáreas, pero hace cien años se encon-traba en el límite de su extinción, pues solo se censaron ocho Tetraclinis en 1904,

aunque es muy probable que hubiera algunos más. La población se mantuvo

en números muy bajos has-ta los años sesenta. A partir de

ese momento las tasas reproduc-tivas aumentaron rápidamente hasta los años noventa, entrando entonces en una fase de crecimiento neto más limitado. Estos periodos se asocian al protagonis-mo diferencial de las distintas amenazas o presiones. Las amenazas históricas de la tala directa o la destrucción del hábitat por la minería, permanecieron activas hasta mediados del siglo XX y, aunque la minería a cielo abierto se prolongó hasta finales de los años ochenta, la pérdida por esta causa de hasta un 20% del total de su hábitat potencial se había culminado en años anteriores. En las últimas décadas, las talas y la minería han perdido protagonismo, aun-que no están totalmente anuladas, y han sido sustituidas por la presión urbanística y de infraestructuras, el sobrepastoreo y los incendios forestales. Efectivamente, la presión de usos artificiales ha consumido o comprometido algo más del 15% de su área potencial. En estos momentos se está debatiendo sobre el posible desarrollo urbanístico del entorno de la bahía de Portmán, un corredor natural donde se encuentran algunas de las manchas de Te-traclinis más estratégicas en relación con la conexión entre las principales poblaciones de esta especie. La propuesta de un Puerto Comercial en el paraje protegido (LIC y ZEPA) del Gorguel supondrá la puesta en riesgo de la población local de sabina mora y la degradación de un centenar de hectáreas de su área potencial. El pastoreo ha existido desde siempre en la zona pero en intensidad muy varia-ble. No obstante, en los últimos veinte años sus efectos en la supervivencia de Tetraclinis han sido muy graves. En el paraje de El Sabinar, donde se dan unas formaciones de sabina mora muy intere-santes por resultar dominantes frente al pino carrasco (Pinus halepensis), la presión ganadera no solo ha eliminado el recluta-miento de nuevos Tetraclinis, como suele ocurrir con el sobrepastoreo, sino que ha provocado directa e indirectamente, por debilitamiento extremo, la muerte de un 30% de los ejemplares adultos en solo veinte años, pasando de 303 a 230 ejem-plares. Y todo ello a pesar de que dicha población de El Sabinar está protegida desde 1992, aunque desgraciadamente sin Plan de Ordenación o de Gestión aproba-do, pese a estar ultimado desde hace más de trece años. Pero, quizás la presión degradativa más

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importante, que se ha incrementado hasta niveles intolerables en los últimos veinte años, la constituyen los incendios foresta-les. Todos ellos de origen antrópico, algu-nos por negligencia y la mayoría intencio-nados. La coincidencia de los principales fuegos con las fechas de protección de los espacios naturales de la zona y el inicio de la reactivación económico-urbanística de Portmán por la regeneración de su bahía, hoy día colmatada de sedimentos mineros, parecen sugerir una relación causal. No obstante, nada se ha podido demostrar como ocurre en tantos otros lugares. De estudios históricos se desprende una afección de Tetraclinis por incendios forestales de un 0,13% para antes de 1990 mientras que para 2010 la estima era de más del 20% de ejemplares afectados. Esto supone un incremento en un factor 150, una subida excepcionalmente elevada. Efectivamente, la ola de incendios en el hábitat idóneo para Tetraclinis se inició en septiembre de 1992, en aparente respuesta a la protección de Peña del Águila como Parque Regional conjuntamente con Ceni-zas y Calblanque. Más de ocho incendios se han ido sucediendo en la Sierra de Cartage-na desde entonces, y en al menos cinco de ellos ardieron ejemplares de sabina mora a pesar de su escasez. En el incendio más reciente de finales de agosto de 2011, han sido afectados unos de 2.800 individuos de sabina mora, lo que supone un 34,1% de la población total de Murcia, de los cuales en torno a la mitad ya se habían quemado hacía menos de veinte años. La quema de la biomasa aérea en T. articulata supone directamente una morta-lidad reducida, pues su cepa o lignotuber permite un rebrote casi garantizado. Úni-camente mueren en torno al 1% de los ejemplares, aunque la mortalidad de los brinzales puede estar subestimada. Por el contrario, algunos ejemplares de gran ta-

maño afectados por fue-gos menos intensos

pueden rebrotar de rama lo que

facilita una recupera-

ción más rápida.

Pero el efecto más grave de los incendios en Tetraclinis es, sin lugar a dudas, la paralización de su actividad reproductiva durante un largo periodo, que puede su-perar los 10 años para llegar a los niveles previos al fuego.

Efectos de las presiones en la demografíaEl efecto directo de todas estas presiones en la dinámica poblacional de Tetraclinis es muy importante. Su tasa de crecimiento debería ser al menos el 7% anual en la mayoría de las localidades y de hasta un 12% anual de media en las mejores po-blaciones. Esto supondría la duplicación de efectivos cada 10 años de forma general y cada 6 en las localidades óptimas. Hoy día estas tasas están reducidas a más de la mitad por el efecto conjunto de todas las presiones antrópicas, a las que también hay que incorporar la competencia con el pino carrasco. Es decir, Tetraclinis se está recuperando pero a una velocidad mucho más lenta de la que le permitiría la ausen-cia de perturbaciones antrópicas. La población de El Sabinar, por presión ganadera excesiva, que debería crecer a un 7% está en tasas negativas de -2%. Algo similar ocurre con la exigua población de Calblanque, la más reducida. El núcleo principal de la especie, en Cenizas-Peña del Águila, tiene la mitad aproximada de su población afectada recurrentemente por los incendios forestales, con lo que sus tasas hipotéticas de un 9% o más de media, con tiempos de duplicación de unos 7 u 8 años, se han reducido a un 4,5%. Otras localidades menores con un crecimiento potencial de un 7% están en un 2% por acción combinada de fuego y pastoreo.

Y, por último, el cambio climáticoLa distribución de T. articulata parece estar gobernada, sobre todo, por las precipita-ciones de invierno y el número de días de helada. Otros factores como la preci-pitación media anual, o ciertas variables topográficas, litológicas y la cobertura de pino carrasco matizan ese control climático básico. Por tanto, es de esperar que el área de distribución de la sabina mora respon-derá significativamente a las alteraciones previstas con el cambio climático bajo distintos escenarios de concentraciones de dióxido de carbono: B2 con un incremen-to moderado de las emisiones y A2 con emisiones más intensas. Bajo el escenario B2 el área de distribución potencial se multiplicará por 6, mientras que bajo el A2 dicha área se reducirá drásticamente. En cualquier caso, las previsiones son que en una primera fase Tetraclinis se beneficiará

Referencias1 M. A. Esteve-Selma, J. Martínez-Fernández,

I. Hernández, J. P. Montávez, J. J. López, J. F. Calvo, F. Robledano (2010). “Effects of climatic change on the distribution and conservation of Mediterranean forests: the case of Tetraclinis articulata in the Iberian Peninsula”. Biodiversity Conservation, 19:3809-3825.

del cambio climático y podrá expandirse teóricamente (la baja capacidad de dis-persión y la fragmentación del hábitat no facilitarán las cosas) y en una segunda, en condiciones de mayor concentración de CO2, este proceso se tornará negativo para la especie. Observando algunas re-poblaciones históricas de Tetraclinis, fuera de su área de distribución actual, parece que existen evidencias de que estamos en esa primera fase. El desplazamiento esperado en la ido-neidad del hábitat de Tetraclinis tanto en altitud como en latitud supondrá un cambio de su área de distribución regional, pues dejará de ser solo una especie costera para poder colonizar (potencialmente) otras localidades del interior como ocu-rre en el Norte de África. Estos cambios alterarán sustancialmente la contribución de los espacios protegidos actuales al mantenimiento de dicho hábitat de Tetra-clinis [1]. Es preciso que las redes actuales de espacios protegidos se adapten a este nuevo escenario ecológico que supone el cambio climático.

1. Detalle de hojas y frutos.2. Ejemplar de buen porte. 3. Los incendios son una de las mayores amenazas para la sabina mora. Solana de la Peña del Águila. 4. La urbanización dispersa resta espacio al hábitat de Tetraclinis. Fotos: aUtoREs.

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El funcionamiento del capitalismo no permite respetar el ritmo ni la dinámica de los ciclos ecológicos

El imposible capitalismo verde Daniel Tanuro

Daniel Tanuro, autor de El imposible capitalismo verde,

Los libros de Viento Sur / La Oveja Roja. Traducción del artículo: Natalie Sauer

La expresión capitalismo verde pue-de entenderse en dos sentidos distintos. Un productor de moli-nos de viento puede jactarse de hacer capitalismo verde. En este

sentido, una forma de capitalismo verde es evidentemente posible y muy rentable. Pero la verdadera cuestión es saber si la acción global de los numerosos capitales que compiten entre sí, constituyendo el Capital, puede respetar los ciclos ecológi-cos, sus ritmos y la rapidez de regeneración de los recursos naturales. Y la respuesta es no. Mi argumento principal es que la com-petencia empuja a cada propietario de capital a sustituir a trabajadores por maquinas más productivas, con el fin de conseguir el máximo beneficio. El productivismo es inherente al capita-lismo. La acumulación capitalista es potencialmente ilimitada, pero hay una contradicción entre el capital y la

naturaleza, cuyos recursos son finitos. Se podría objetar que el afán de producti-vidad lleva al capital a ahorrar cada vez más recursos, pero por una parte esta tendencia hacia una mayor eficiencia no puede prolongarse indefinidamente de manera lineal y, por otra parte, se ha demostrado empíricamente que está más que compensada por la masa creciente de mercancías producidas. Por lo tanto, el capitalismo verde es un oxímoron, tanto como el capitalismo social. Esta constatación abre un debate entre dos concepciones estratégicas opuestas. Para algunos, se puede corregir el funciona-miento espontáneo ecocidario del capita-

lismo median-te una acción política en el ámbito del sis-tema, a través del recurso a los mecanis-mos mercanti-les (impuestos, incentivos fis-cales, derecho de em i s i ón

intercambiables). Para otros, con los que me identifico, es imprescindible poner en cuestión las leyes fundamentales del capi-talismo para proteger el medio ambiente. En particular, se trata de atreverse a cues-tionar la propiedad privada de los medios de producción, el cimiento del sistema. En mi opinión, el debate entre esas dos líneas está zanjado en la práctica por el ejemplo de la lucha contra el cambio climático. Si se quiere no alterar demasiado el clima, se necesita que el 80% de las re-servas conocidas de carbón, petróleo y gas natural se queden en el subsuelo. Ahora bien, estas reservas pertenecen a Estados y empresas capitalistas y forman parte de sus activos. Es una ilusión total creer que gigan-tes como Shell, Exxon Mobil o BP van a renunciar a la valorización de este capital. Quieren, al contrario, seguir quemando combustibles todo el tiempo que les sea posible. No lograremos nada sin romper su resistencia a través de su expropiación.

Usted preconiza un ecosocialismo. ¿En qué se diferencia un ecosocialista de un ecologista o un socialista convencional? Un ecosocialista se diferencia de un eco-logista en que analiza la crisis ecológica no como crisis de la relación entre la humanidad y la naturaleza sino como una crisis de la relación entre un modo de producción históricamente determinado y su entorno, en última instancia como una manifestación de la crisis del propio modo de producción. En otras palabras, para un ecosocialista la crisis ecológica es de hecho una manifestación de la crisis del capitalismo (sin olvidar la crisis específica de las sociedades llamadas socialistas que han remedado el productivismo capita-lista). Se deduce que, en su lucha por el medio ambiente, un ecosocialista siempre propondrá reivindicaciones vinculadas con la cuestión social, con la lucha de los explo-tados y oprimidos por una redistribución de las riquezas, del empleo, etc. Por otra parte, el ecosocialista se di-ferencia del socialista convencional, como usted lo llama, en que, para él, el único anticapitalismo válido a partir de ahora es aquel que tenga en cuenta los límites naturales así como las restricciones del funcionamiento de los ecosistemas. Esto tiene muchas implicaciones: ruptura con el productivismo y el consumismo, por su-puesto, en la perspectiva de una sociedad en las que las necesidades básicas están satisfechas y el tiempo y las relaciones sociales constituyen la verdadera riqueza. Pero también, cuestionamiento de las tecnologías así como las producciones perjudiciales, junto a la exigencia de re-

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conversión de los trabajadores. La des-centralización máxima de la producción y de la distribución, en el ámbito de una economía democráticamente planificada es otra reclamación de los ecosocialistas. Un punto sobre el cual me parece im-portante insistir es el cuestionamiento de la visión socialista tradicional que veía todo aumento de la productividad del trabajo agrícola como un paso hacia el socialismo. De hecho, una agricultura y una silvicul-tura ecológicamente sostenibles necesitan más mano de obra, no menos. Una cultura del cuidar ha de impregnar las actividades económicas que tienen un impacto directo en los ecosistemas. Somos responsables de la naturaleza. En cierta forma, se trata de extender la lógica de la izquierda al ámbito del cuidado a las personas, de la enseñanza, etc. Ningún socialista defiende la sustitución de las enfermeras por robots; todos somos conscientes de que hace falta tener más enfermeras mejor pagadas para que las personas enfermas estén mejor cui-dadas. Igual ocurre, mutatis mutandis, con el medio ambiente: para cuidarlo mejor hace falta más fuerza de trabajo, inteligencia y sensibilidad humanas. Al contrario que el socialista convencional, el ecosocialista trata de introducir estas cuestiones en las luchas de los explotados y oprimidos, en vez de aplazarlas a un mañana feliz.

Para salir del capitalismo productivista, apela “al hombre social, a los productores asociados”. ¿Quiénes son, y cómo pueden actuar concretamente?Se esta refiriendo a la cita de Marx al inicio de mi libro: “La única libertad posible consiste en que el hombre social, los productores asociados, regulen en forma racional sus intercambios con la naturaleza”. Hace falta entender que en la mente de Marx, esta regulación racional de los intercambios está condicionada por la desaparición del capitalismo. En efecto, por una parte, la lucha de todos contra todos mina permanentemente las tentativas de los productores a asociarse; por otra, una fracción significativa de los productores –los asalariados– están des-poseídos de sus medios de producción. Estos medios, incluyendo los recursos naturales, son propiedad de los patrones. Privados de todo poder de decisión, los asalariados no están en condiciones para gestionar racionalmente ningún aspecto de la producción, ¡no hablemos de gestionar de forma racional los intercambios de materiales con la naturaleza! Para hacerse hombres sociales, los productores tienen que empezar a aso-ciarse en la lucha contra sus explotadores.

Esta lucha lleva en germen la propiedad colectiva de los medios de producción y el usufructo colectivo de los recursos naturales, que son la condición necesaria pero no suficiente para una relación más armoniosa con la naturaleza. Actualmente, los posicionamientos de tipo ecosocialista mas avanzados pro-vienen de los pueblos indígenas y de los pequeños campesinos movilizados contra el agronegocio. No es casualidad: estas dos categorías de productores no están totalmente desposeídos de sus medios de producción. Es la razón por la que son capaces de proponer estrategias concretas de regulación racional de sus intercambios con el entorno. En cambio, el movimiento obrero se ha quedado rezagado, como resultado evidente del hecho de que cada trabajador asalariado individual es empu-jado a desear el buen funcionamiento de la empresa que le explota. Conclusión: cuanto más retroceda la solidaridad obrera frente a la ofensiva neoliberal, más difícil

El único anticapitalismo válido a partir de ahora es aquel que tenga en cuenta los límites naturales

Una cultura del cuidar ha de impregnar las actividades económicas

Los más ecosocialistas son los pueblos indígenas y los campesinos movilizados contra el agronegocio

será que se desarrolle una conciencia ecológica entre los trabajadores. Esto es un gran problema porque la clase obrera, debido a su posición central en la producción, está llamada a estar en primer plano en la lucha por la alternativa anticapitalista necesaria para la salvaguarda del medio ambiente. Los pueblos indíge-nas, las organizaciones campesinas y la juventud han de intentar implicar cada vez más a los sindicatos en las campañas para el clima, o de defensa de la naturaleza. Dentro del propio movimiento obrero conviene hacer surgir reivindicaciones que, a la vez respondan a preocupaciones en materia de empleo, ingresos y condiciones de trabajo, y que al mismo tiempo contri-buyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Respecto a esto, un reto importante es la reducción colectiva radical de la jornada de trabajo, sin pérdida de salario, junto a una disminución drástica del ritmo de trabajo. Otro aspecto es la extensión de un sector público bajo del control de los trabajadores y de los usua-rios. Los ecosocialistas tienen un papel que desempeñar para favorecer la aparición de este tipo de demandas.

¿Piensa que su proyecto ecosocialista sea realizable en un futuro cercano? La posibilidad de realizar este proyecto depende totalmente de las correlaciones de fuerzas entre el capitalismo por una parte y los explotados y oprimidos por la otra. Esta correlación de fuerzas está actualmente a favor del capital, es preciso reconocerlo. Pero no hay otro camino que el de la resistencia para cambiar las relacio-nes de poder e imponer reformas parciales en la buena dirección. El movimiento de los indignados nos muestra la dirección a seguir.

Detención de indígenas en Bagua, Perú 2009, tras una protesta contra unas explotaciones mineras y petroleras.

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Autor de Prosperidad sin crecimiento

Tim Jackson: “Legitimar la expansión del egoísmo como si éste fuera una habilidad social nos conduce a un crash irremisible”Entrevista: José V. Barcia y Carlos Corominas, Periodistas en Acción

Tim Jackson, economista jefe de la comisión de desarrollo sostenible del Gobierno británico, aborda la necesidad de un cambio sustancial en las políticas económicas planetarias, con el fin de hacerlas compatibles con las posibilidades y límites del planeta. Así, Jackson, apuesta por un camino intermedio entre los postulados ‘decrecentistas’ de autores tan referenciados como Serge Latouche, y un ‘keynesianismo’ que sea capaz de hacer viable el ‘Green New Deal’.

¿Qué tipo de estrategia se ha tenido que desarrollar para que la sociedad haya sido capaz de vivir en la mentira del crecimiento infinito? El punto clave se produce en la depresión de los 30. Tras el crash, se produjo mucho desempleo y se elaboró una estrategia para aumentar la demanda y persuadir a la gente para que consumiera bienes. De esta forma se comenzó a desarrollar la ciencia del deseo para persuadir a la gente y crear un vínculo emocional con las cosas materiales. Eso funcionó y convenció a las personas de que en realidad eran consumidores. El segundo punto clave se produjo en las crisis de los 70 y los 80, cuando se volvió a producir una bajada de la demanda. Los gobiernos empezaron a gastar dinero en la economía para generar

una transición hacia la expansión de los créditos privados y la deuda, de forma que la ciudadanía tuviera acceso a créditos baratos y pudieran seguir consumiendo quisieran o no. Nuestro sistema se basa en mantener a la gente comprando cosas, lo que de manera inevitable lleva al crash. La expansión financiera se vuelve inestable porque se prestó dinero a gente que no iba a tener la posibilidad de devolverlo. El consumismo ha sido la principal causa de la actual crisis.

¿Cuáles son las claves de la crisis actual? Una economía inestable. Una eco-nomía que ha intentado expandir su sistema financiero más allá del

umbral de estabilidad. Una economía de-rivada de la sobreexplotación de recursos y que genera cambio climático, pérdida de biodiversidad, destrucción de los suelos y sobrepesca. Un sistema político que no es capaz de poner por encima los intereses sociales y adoptar medidas morales. La crisis es financiera, ecológica y social, pero sobre todo es moral.

¿Hasta qué punto considera pernicioso la uniformidad global del actual modelo de bienestar? Es exactamente lo que la economía estaba haciendo, adoptar un modelo de bienestar muy particular que centraba el bienestar en la capacidad de adquirir bienes. Se ha globalizado esta idea del bienestar. La glo-balización de este concepto de bienestar a toda costa ha sido errónea.

¿En qué sentido hay que reformular el concepto de bienestar? El concepto de bienestar realmente consis-te en disponer de las condiciones para vivir bien. Algunas de estas condiciones son ma-teriales: disponer de comida suficiente, de techo, de ropa. Además de las condiciones fisiológicas, están las necesidades sociales. Esto incluye elementos de autonomía, identidad, capacidad de participar en so-ciedad para tener significado y propósito para la vida. Tener comunidades fuertes y sociedades fuertes que estén cohesiona-das, con un sentido de propósito fuerte. Este es el verdadero concepto de bienestar y el más difícil de globalizar porque no se puede medir con un simple indicador económico.

¿Piensa que se está considerando la crisis desde la perspectiva única de la economía?En 2009, cuando los grandes líderes esta-ban tratando de superar la crisis, se produ-jo un intento fuerte y decente de superar la crisis desde un punto de vista ecológico y ambiental. Las economías apostarían por la recuperación y la investigación en nuevas tecnologías para completar la transición hacia una sociedad sostenible. Era una buena vía y muchos países fir-maron acuerdos para estimular la econo-

mía verde. Después de esto, se han hecho pocas menciones a la oportunidad de una salida ecológica de la crisis y se ha centrado el discurso en la aus-teridad, los recortes y el control de déficit en lugar de inversiones en proyectos verdes.

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¿Es el concepto de desarrollo sostenible una trampa?Algunos dirán que es un truco para man-tener el sistema creciendo y que parezca más verde. Cuando trabajé en la comisión política sobre sostenibilidad, observé que algunas de las medidas y los lenguajes uti-lizados para definir el desarrollo sostenible eran muy radicales, con una intención profunda de cambiar el sistema actual. Pero también hay una parte del lenguaje del desarrollo sostenible que insiste en el crecimiento como base del desarrollo.

Gobiernos, patronal y sindicatos hablan de crecimiento para superar la crisis: ¿Considera lícito hablar de restringir el crecimiento en medio de una crisis como la actual? Sí. Es normal que se centren en crear em-pleo. Pero hay diferentes estrategias para atraer el empleo: una es mover la actividad económica hacia actividades que han creado empleo tradicionalmente, como la renovación o la reparación. Además son buenas social y medioambientalmente, ya que conservan los materiales. La sanidad y la educación son actividades poco inten-sivas que mejoran la vida de las personas. También es una forma de crear empleo, crear economía fuera de las industrias que destruyen el medio ambiente o que gene-ran bienes de consumo material.

Rememorando a Adam Smith, que decía que el egoísmo es el motor del desarrollo ¿Podemos considerar que el consumismo es el mal motor del mal desarrollo?No comparto lo que decía Adam Smith. Es un error fatal de la economía, suponer que el egoísmo es necesario para el bien común. Lo que vemos es que este modelo basado en el egoísmo humano está a mer-ced de los mercados financieros. Legitimar la expansión del egoísmo como si éste fuera una habilidad social nos conduce a un crash irremisible. Pienso que el error de Adam Smith y muchos economistas, es creer que se puede alcanzar el bien social a través del egoísmo. Esto solo lleva al colapso.

¿Qué requisitos tendría que tener un nuevo consumidor?El nuevo consumidor tiene que ser un ciudadano. No puede ser que seamos con-sumidores sin tener en cuenta los costes sociales y ecológicos del propio consumo. El problema radica en que el ciudadano de a pie no conoce los impactos de su propio consumo, como la explotación infantil en una prenda. Es una cuestión moral. El problema es que esto se debe solucionar

antes de que el artículo llegue a la tienda. Cuando una persona se acerca al comercio a comprar, no está comprando explo-tación infantil, deforestación o destruc-ción del planeta. Los consumidores son personas y quieren que estas decisiones estén tomadas antes de que los productos lleguen a las tiendas. No es posible para los individuos conocer todo lo que hay detrás de lo que consumen. Esto deben hacerlo los políticos, para favorecer los cambios que sean necesarios.

Usted ha tildado de radicales a los teóricos del decrecimiento. ¿Rechaza de plano el planteamiento teórico del decrecimiento? No. El movimiento del decrecimiento es muy útil como crítica al crecimiento y como espacio para crear redes de apoyo de cómo el nuevo conocimiento debería ser. El reto del decrecimiento reside en cómo lidiar ante el dilema del crecimiento, porque el crecimiento es insostenible y el decrecimiento, en el sistema actual, es inestable.

¿Cuáles son las medidas que se deberían tomar para ir hacia una economía estable y sostenible?Hay muchas, pero se pueden simplificar en tres grandes ejes: establecer los límites ecológicos para crear mecanismos que permitan integrar estos parámetros en la toma de decisiones y en la creación de políticas acordes a estos límites; regular la

economía, cómo las inversiones, el control de los recursos y su la producción; y por último, cambiar la lógica del crecimiento del consumo constante, con medidas específicas como la creación de tasas o impuestos específicos que graven el con-sumismo.

La ciencia del deseo persuade a la gente y crea un vínculo emocional con las cosas materiales

La economía ha intentado expandir su sistema financiero más allá del umbral de estabilidad

Nuestro sistema político no es capaz de poner por encima los intereses sociales y adoptar medidas morales

El crecimiento es insostenible y el decrecimiento, en el sistema actual, es inestable

1. Jackson, con camisa azul, en la presentación de su libro en Madrid, en la sede de Ecologistas en Acción. Foto: pERiodistas En acción.

2. El consumo es clave para que el sistema actual funcione.3. Para Jackson, un consumidor no puede saber si compra explotación infantil. Foto: FERnando MolEREs.

4. Potenciar la reparación generaría empleo y menor consumo de recursos.

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El Parlamento Europeo bloqueó su renovación por explotar caladeros saharauis

El acuerdo pesquero UE-MarruecosMariano González

El acuerdo pesquero UE-Marruecos vuelve a poner de manifiesto el incondicional apoyo de la mayoría de los políticos españoles hacia el modelo de pesca industrial. Un apoyo que no entiende de derechos humanos, Derecho Internacional, sostenibilidad o ética, y se escuda en los puestos de trabajo directos que se puedan perder. Y eso que la principal causa estructural del declive progresivo del sector pesquero y del empleo asociado es la misma pesca industrial que tanto defienden.

Mariano González, Ecologistas en Acción

El pasado 14 de diciembre el Parla-mento Europeo vetó la prórroga por otro año más del acuerdo pesquero que existía entre la UE y Marruecos. El principal argumento

esgrimido fue que el acuerdo no diferen-ciaba entre las aguas pertenecientes a Ma-rruecos y al Sahara Occidental. Lo que en definitiva suponía legitimar a Marruecos como representante de unos recursos –los pesqueros– que controla de facto mediante el uso de la fuerza: una ocupación militar que dura más de 35 años, y que ha sido condenada por varias resoluciones de la ONU. Es importante señalar que las aguas del Sahara Occidental siempre han sido famosas por sus nutridos caladeros de pesca, uno de sus principales recursos naturales. El acuerdo violaba tan flagrantemente el Derecho Internacional [1] que no hizo falta entrar a debatir si los 36,6 millones de euros que cada año la UE pagaba a Marruecos por mantenerlo eran o no rentables [2]; aunque con toda probabi-lidad esta fuera una de las razones que más influyera en la mente de muchos

europarlamentarios. En cualquier caso el veto del Parla-mento Europeo ha significado un hito en la UE: es la primera vez que se veta un acuerdo de tipo comercial sancionado favorablemente por la Comisión Europea. Este éxito ha sido posible gracias al trabajo durante años (el acuerdo estaba vigente desde 2007) de varios grupos y organi-zaciones, muchos de ellos aglutinados en la campaña Fish Elsewhere [3], que presionaron a los políticos europeos para conseguir el cese del acuerdo. Una labor a la que Ecologistas en Acción se ha sumado también desde el año pasado.

Reacción mediática Una vez trascendió la noticia de la no renovación del acuerdo, la respuesta mediática en el Estado español no se hizo esperar: en vez de aplaudir que por una vez los intereses comerciales no primaran sobre los derechos humanos –y más aún en un conflicto tan próximo y con tantos lazos afectivos como el del Sahara Occidental– todos los mensajes emitidos por los mass media giraron en torno a la pérdida de puestos de trabajo que suponía su no renovación,

así como el daño que se ocasionaba al sector pesquero español. Una vez más los grandes capitales ligados al sector pesquero –propietarios de los pocos buques que faenan en los caladeros saharauis– impusieron su exclusivo e interesado punto de vista. Lo que no se dijo, por ejemplo, fue que los 500 tripulantes que perderían su trabajo a bordo de las 101 embarcaciones que se beneficiaban del acuerdo pesquero, solamente representaban el 1,3% de todo el personal empleado a bordo y el 0,9% de todos los buques registrados en el Estado español [4]. Pero más importante aún que estas cifras fue el hecho de transmitir la idea de que con el cese de este acuerdo se vería perjudicado todo el sector pesquero español. Una afirmación que esconde una delibera-da y tergiversada simplificación de lo que constituye el sector pesquero, y que con-duce a equiparar y homogenizar los dos modelos coexisten en su interior: por un lado el modelo de pesca artesanal, carac-terizado por embarcaciones de pequeño tamaño, que faenan próximas a la costa y practican artes de pesca de bajo impacto ambiental; y por otro lado el modelo de pesca industrial, con embarcaciones de gran tamaño y potencia que faenan a veces cerca de la costa pero también a varios miles de kilómetros, y que utilizan técnicas de captura masiva con alto im-pacto ambiental [5]. La realidad es bien distinta, ya que estos dos modelos no es solo que sean completamente opuestos en lo que a términos ecológicos, labora-les y energéticos se refiere (ver figura 1), sino que también resultan antagónicos e incompatibles entre sí. La insostenibilidad intrínseca del mo-delo de pesca industrial (capturas masivas y con fuerte impacto ambiental) es de hecho la causa del declive de la pesca artesanal en todo el mundo (incluido el Estado español, Marruecos y el Sahara Occidental), debido a la sobreexplota-ción y agotamiento de los caladeros, así como del hundimiento de los precios de mercado que producen las grandes cap-turas globales realizadas por el modelo industrial y que convierten en inviables a los sistemas artesanales. Esta espiral en el declive de los caladeros de pesca hasta hace poco se sorteaba yendo a faenar a otras aguas cuando las capturas dejaban de ser rentables (una posibilidad de la que carecen las embarcaciones artesanales). Pero cada vez resulta menos posible esta dinámica: los actuales y mermados recur-sos pesqueros del mundo no son capaces de satisfacer toda la capacidad pesquera disponible.

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¿Qué embarcaciones han perdido su licencia con el cese del acuerdo?

Las embarcaciones españolas que han per-dido su licencia, principalmente andaluzas y canarias, son grandes embarcaciones que practicaban la pesca de arrastre, una de las más lesivas para el medio marino. Es decir que no representan al resto de embarcaciones (76%) que practican la pesca artesanal en el Estado español, con intereses contrapuestos. Una vez que se comprende que el pro-blema del sector pesquero español y de todas las personas que viven de la pesca, al igual que en el resto del mundo, es la competencia desigual y por la fuerza que realizan las embarcaciones de tipo industrial, la única solución para revitalizar el sector e impulsar el empleo asociado pasa por apo-yar y priorizar la pesca artesanal, a la vez que se reduce la actividad y capacidad pesquera de las embarcaciones industriales. Lamentablemente, y como en tantos otros temas, la UE y los Gobiernos espa-ñoles actúan precisamente en la dirección opuesta: apoyando política (reforma de

la Política de Pesca Común, acuerdos comerciales con terceros países, etc.) y económicamente (subvenciones) de forma descarada al modelo industrial [6]. O lo que es lo mismo: posicionándose del lado de los grandes capitales, que en el caso de la pesca se concentran en los grandes buques de tipo industrial. Lo ocurrido en el caso del acuerdo pesquero UE-Marruecos, no vuelve sino a constatar este incondicional apoyo por parte de nuestros políticos [7]. Y todo ello a pesar de las graves consecuencias políticas para la resolución de un conflicto tan largo y con tanto sufrimiento humano como es el del Sahara Occidental, de saltarse sin miramientos el Derecho Inter-nacional, de sobreexplotar los caladeros saharianos [8] y de justificar, en resumidas cuentas, el uso de las armas para el control de los recursos. Así pues, la única esperanza para que el nuevo acuerdo pesquero excluya de forma expresa las aguas del Sahara Occidental (mientras se redacta este artículo la CE ya había obtenido el permiso para iniciar las negociaciones con Marruecos) reside a día de hoy en el resto de europarlamentarios.

Notas y referencias1 El territorio del Sahara Occidental está

considerado por la ONU como un “territorio no autónomo pendiente de descolonización”. Lo que implica que la comercialización de sus recursos solo puede realizarse bajo dos condiciones: que los beneficios de tal explotación repercutan en la población saharaui y que se cuente con el visto bueno de su legítimo representante, es decir el Frente Polisario. Ninguno de estos dos supuestos se cumplen, tal y como ha constatado un informe encargado por la UE a la consultora francesa Oceanic Développement.

2 Por cada euro invertido por la UE se recuperan 0,83 céntimos. En “La UE encubre a Marruecos para pescar en el Sahara”. Público, 5-9-2011.

3 La campaña Fish Elsewhere es una coalición de ONG y políticos de 22 países que exigen a la UE que respete el derecho internacional y detenga inmediatamente toda actividad pesquera en las aguas del Sahara Occidental ocupado. Una de las organizaciones más importantes que participa en la campaña es la red internacional Western Sahara Resource Watch (WSRW).

4 Se perderían además otros 200 puestos en tierra, dando por válidos los datos ofrecidos por la ministra de entonces, Rosa Aguilar.

5 Para más información sobre sus características y peso dentro del sector pesquero véase: Ecologistas en Acción Deuda Pesquera Europea y Española. Implicaciones globales, causas y soluciones, 2011. http://www.ecologistasenaccion.org/article20811.html

6 Para más información: www.ocean2012.eu7 49 eurodiputados españoles (todos los del

PP y del PSOE) de un total de 54 votaron a favor de prorrogar el acuerdo.

8 Esta es una de las principales conclusiones del informe realizado por la consultora francesa Oceanic Développement.

PESCA INDUSTRIAL

Ayudas al sector25.000-27.000 millones

1/2 millón

Unos 30 millones toneladas

35 millones t

Unos 37 millones t

1-2 t

8-20 millones t

Más de 12 millones

Igual: Unos 30 millones toneladas

Casi nada

Unos 5 millones t

4-8 t

Muy poco

5.000-7.000 millones

Captura anual para harina y aceite de pescado

Pescadores empleados

Consumo de combustible anual

Captura anual para consumo humano

Capturas por tonelada de combustible

Descartes

PESCA ARTESANAL

Figura 1: comparativa dE los dos modElos dE pEsca, industrial y artEsanal

Fuente: Datos mundiales. J. Jacquet y D. Pauly (2008): “Funding Priorities: Big Barriers to Small-Scale Fisheries”. Conservation Biology, Volume 22, No. 4, 832–835

1. La pesca industrial expolia los recursos.2. El ministro Cañete, anunciando que la UE negocia un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos, el pasado 12 de enero.3. La pesca artesanal genera más empleos y produce tanto pescado como la industrial.

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La cartografía crítica y participativa como herramienta de lucha y transformación social

Mapeo colectivo de conflictos ambientalesDelphine Ortega

La necesidad de denunciar situaciones de injusticia ambiental, generadas por los mecanismos y actores del sistema capitalista, ha empujado las redes de comunidades y organizaciones en lucha a construir estrategias comunes a nivel local y transnacional. En particular, la cartografía crítica y colaborativa aspira a ser una herramienta de lucha y de transformación social.

Delphine Ortega, Investigadora del Observatorio de la Deuda

en la Globalización (ODG).

Un mapa es un instrumento de poder. Como apunta Ignacio Ramonet, “la geografía –disci-plina indispensable para el estra-tega y para el conquistador– es

también el arte de desvelar el mundo, de mostrar su dinámica desconocida y de exponer las transformaciones ocultas” [1]. Al construir un mapa como recurso retórico para tomar partido en un debate, incorporamos en él nuestras opiniones políticas e interpretaciones, llamando la atención sobre lo que consideramos de interés. Usamos nuestras habilidades para

proponer una nueva comprensión del mundo, transformando así el proceso de mapeo en un nuevo tipo de activismo. Considerando eso, ¿cómo podrían las redes de comunidades y organizaciones en lucha por sus derechos, apropiarse de las herramientas y técnicas de cartografía para responder a su necesidad de denunciar a nivel transnacional situaciones de injusticia ambiental?

La cartografía como estrategia activistaAparecido en la década de los 90, el movi-miento conocido como cartografía crítica, con raíces en la geografía humana así como entre los mismos profesionales de Sistemas de Información Geográfica (SIG),

busca romper con el sistema de mapeo tra-dicional gracias a estrategias de investiga-ción que prioricen las prácticas reflexivas, interactivas y colectivas. Plantea construir mapas sobreponiendo a representaciones convencionales y hegemónicas, informa-ciones y saberes populares, invisibles o invisibilizados por relatos dominantes. De esta manera, fomenta la articulación de mi-radas, prácticas, problemáticas y formas de resistencia heterogéneas sobre un mismo espacio geográfico. Por otro lado, el advenimiento de las nuevas tecnologías, y en particular la apa-rición de la Web 2.0 –que permite a cual-quier usuario ser actor de la concepción, construcción y difusión de contenidos, de manera colaborativa, voluntaria y coor-dinada–, ha impulsado la evolución del mapeo hacia la neocartografía. La combina-ción entre la cartografía tradicional, la in-vestigación en imaginería y el desarrollo de instrumentos sencillos y gratuitos en línea ha ampliado considerablemente la capaci-dad de creación y publicación de mapas. Como resalta el colectivo Iconoclasistas, se trata de “herramientas de comunicación popular para construir estrategias creativas de resistencia y transformación, que son socializadas, compartidas y recreadas a partir de su difusión por las redes sociales, las publicaciones o los talleres” [2]. El ejercicio de mapeo crítico, participa-tivo y colectivo, puede tener varios niveles de acción, desde la creación artística a la acción directa para la formulación de políti-cas, que se suman y se complementan, con el objetivo de promover el cambio social.

Experiencias de cartografía participativa Esta democratización de la cartografía así como la importante oferta de informa-ción geográfica y técnicas, favorecieron la proliferación de una multitud de apli-caciones prácticas para la representación de conflictos ambientales, con varios gra-dos de participación de las comunidades afectadas. Muy a menudo se trata de proyectos impulsados por grupos externos a estas comunidades, quienes aportan las competencias técnicas. Tienen en común la voluntad de acompañar la denuncia de problemas ambientales concretos con pro-cesos de empoderamiento y apropiación del espacio por las comunidades. Es el caso, por ejemplo, de Ecowiki [3], la “página web participativa” de Ecologis-tas en Acción, basada en las tecnologías MediaWiki y GoogleMaps. Esta permite a cualquier persona y organización social “poner en común conocimientos y expe-riencias de forma colaborativa y construir un cuerpo común de conocimientos para

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61Ecologista, nº 72, primavera 2012

mejorar la defensa del territorio [español], desde documentar casos de estudio a reve-lar relaciones entre empresas y políticos o construir manuales abiertos para la acción social y jurídica”. Optar por este tipo de instrumento basado en la Web refleja la necesidad de herramientas sencillas e interfaces fáciles, para su instalación o utilización como para las etapas de procesamiento digital, de manera que se fomente la participación de varios actores y evitar la dependencia de una asistencia externa. No obstante, al evaluar proyectos de mapeo, se debe considerar no sólo los méritos técnicos de las herramientas y su uso inmediato, sino también el éxito del proyecto como esfuerzo humano colecti-vo, y sus efectos en las comunidades invo-lucradas. También es importante que estas estimen si las herramientas utilizadas son apropiadas a sus necesidades e intereses. En todos casos, es imprescindible re-cordar para qué y para quién se mapea, y trabajar en colaboración con las comu-nidades locales, garantizando que ellas mismas determinen la propiedad de los mapas y cómo y a quién comunicar la información que proporcionan [4].

Proyecto de mapeo de conflictos ambientalesAsí surgió el proyecto de Mapeo de Conflictos Ambientales (MCA) en el Ob-servatorio de la Deuda en la Globalización

(ODG) en 2010. Tiene como objetivo principal brindar mapas con informaciones que permitan una lectura y comprensión de las relaciones de poder político y eco-nómico que se ejercen desde el Norte Global sobre el Sur Global, así como de-nunciar y visibilizar sus impactos sociales, culturales, ambientales y climáticos. Hace eco a las necesidades expresadas por comunidades afectadas u organizacio-nes de la sociedad civil articuladas en redes como Our World is Not for Sale, la Red Bi-rregional Europa - América Latina y el Ca-ribe Enlazando Alternativas, el Transnational Institute, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra Internacional, France Amérique Latine y el ODG mismo. Aspira a ponerse al servicio de otras, proporcionándoles un instrumento para la defensa y ejercicio de sus Derechos Humanos y ambientales, así como despertar la conciencia pública. Con eso en mente, el MCA se destina a la construcción de una herramienta diná-mica y colectiva, que combine la cartogra-fía crítica con las tecnologías colaborativas en línea, para compartir y visibilizar infor-mación en red y a nivel transnacional. La revisión de la literatura existente sobre conflictos socio-ambientales nos ha situado en el ámbito de la ecología política, y nos ha conducido a un formato relativa-mente flexible de presentar la información, dado que existe una gran diversidad de conflictos ambientales que algunos auto-res tales como Martínez Alier, Gudynas y

Santandreu ya han intentado clasificar. El ODG eligió utilizar las herramientas de cartografía en línea Google Earth y GoogleMaps, a pesar del inconveniente de depender de la tecnología de una empresa transnacional, por su fuerte impacto visual, su carácter participativo, su gratuidad y su facilidad de uso, adaptación y actua-lización. Brindan un amplio abanico de funcionalidades para la georreferenciación y descripción de conflictos (creación de mapas personalizados en 2D y 3D, re-presentación de la información con texto, fotos y vídeos incrustados, grabación de recorridos de las marcas de posición, etc.). Empero, cabe reconocer que los mapas de Google, como la gran mayoría de los ma-pas en línea, se basan en datos geográficos proporcionados por otras organizaciones, que presentan el inconveniente de estar protegidos por leyes de copyright y de ser relativamente estáticos. El uso de imáge-nes propias y representativas del impacto ambiental permitiría resolver parcialmente el problema. Hasta la fecha, el proyecto MCA ha tenido varias aplicaciones [5], para visi-bilizar y comprender los mecanismos de anticooperación [6] europea, así como representar su alcance en los países del Sur [7]. Para cada una se ha establecido una lista documentada y no exhaustiva de estudios de casos, con información

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62 Ecologista, nº 72, primavera 2012

recopilada a partir de trabajos de investi-gación preexistentes o propios, y denun-cias emitidas por organizaciones locales e internacionales en resistencia. Como fase piloto del proyecto, nos propusimos elaborar una base de datos y un mapa virtual de los conflictos ambien-tales producidos por el actuar de empresas transnacionales españolas en América Lati-na y el Caribe (ALC), en sectores como los servicios financieros, los recursos naturales (extracción de minerales y combustibles fósiles, pesca, silvicultura), los servicios públicos (agua, transporte, energía), el agroalimentario, la construcción y las infraestructuras y el turismo. En segundo lugar, pusimos la cartografía al servicio directo de la Red Birregional UE-ALC Enlazando Alternativas. Mapeamos los 27 casos de violaciones a los Derechos Hu-manos, laborales y ambientales presentados durante la sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos “La Unión Europea y las em-presas transnacionales en América Latina: políticas, instrumentos y actores cómplices de las violaciones de los Derechos de los Pueblos” en mayo de 2010.

Notas y referencias1. Le Monde diplomatique (2003). El Atlas de

Le Monde diplomatique. 2. http://iconoclasistas.com.ar3. http://ecowiki.ecologistasenaccion.org/4. Warren J.Y. (2010). Grassroots Mapping:

tools for participatory and activist cartography. Massachusetts Institute of Technology.

5. http://mcaodg.blogspot.com/6. Llistar, D. (2009). Anticooperación.

Interferencias Norte Sur. Los problemas del Sur no se resuelven con más ayuda internacional. Barcelona: Icaria.

7. Ortega, D. (2011). Atlas de la anticooperación europea en los países del Sur. Barcelona.

Una t e r c e r a aplicación fue el mapeo de las Ca-ravanas Interna-cionales contra la cumbre de Can-cún 2010. Tam-bién se realizaron varios mapas rela-tivos a la propues-ta de construcción del Corredor Tec-nológico de Gua-temala y a los impactos del con-sumo alimentario en Barce lona , para la campaña “No te comas el mundo”. Finalmente, la última aplicación representa casos de la responsabi-

lidad de la organización económica y política de la sociedad catalana en la perdida de biodiversidad global, a partir de un informe elaborado por el ODG. Los diferentes enfoques y escalas ex-puestos en estos ejercicios de mapeo reflejan sólo una parte de los impactos dañinos resultantes del conjunto de me-canismos de anticooperación impulsados desde el Norte Global sobre las poblacio-nes y el medio ambiente del Sur Global. Buscan dar cuenta del carácter sistemático de la acción de varios actores, ponién-doles nombre y visibilizando la enorme diversidad de países, personas y sectores afectados por sus actividades. También ponen en tela de juicio la pretendida le-gitimidad de los enfoques voluntarios de autorregulación empresarial promovidos en el modelo de Responsabilidad Social Corporativa y los supuestos beneficios de la inversión extranjera. Finalmente, com-parten una perspectiva que se contrapone a la del modelo dominante de inspiración capitalista, con el fin de contribuir a la definición y construcción de estrategias comunes a nivel local y transnacional, que

protejan los derechos de los pueblos y de la naturaleza. Empero, si bien integran una pluralidad de miradas y voces, su elaboración no ha permitido una colaboración directa de otras organizaciones ya que se presentaba solamente como una base para un trabajo colectivo futuro.

Hacia la construcción colectiva de una ConflictopediaA modo de respuesta a la pregunta plan-teada, y a partir de esta experiencia y de otras, se amerita la construcción de una herramienta colaborativa y comunitaria, que utilice las tecnologías de cartografía en línea, y a la cual puedan participar directamente movimientos sociales y co-munidades afectadas: una Conflictopedia. A través de ella se buscará, por un lado, facilitar la documentación y la visibilización de mecanismos e impactos transnacionales sobre las condiciones de vida de los pue-blos y el medioambiente. Por otro lado, se intentará contribuir a crear una mayor conciencia social, climática y medioam-biental de la sociedad civil en general. Este proyecto permitiría intercambiar y centralizar la información existente sobre conflictos socio-ambientales, actualizán-dola cuando sea necesario. En definitiva, podría dar soporte a la convergencia de luchas, compartiendo datos y experiencias, contra una misma empresa, Gobierno, institución, o entre organizaciones de una misma zona.

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Infraestructuras de transporte y crisisGrandes obras en tiempos de recortes sociales

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Nuevo libro editado por nuestra editorial. Nuestra sociedad sufre una auténtica adicción a las grandes infraestructuras de transporte, como las autovías, las líneas de AVE y los aeropuertos. Sin embargo, esta apetencia se basa en un buen número de tópicos y mitos que asignan a estas infraestructuras un papel positivo en el desarrollo económico, en la creación de empleo y en el reequilibrio territorial. Pero esto es algo que, a menudo, no tiene correspondencia con la realidad.

Y es que la situación real es justo la contraria. Nuestra enorme dotación de infraestructuras infrautilizadas y la gran cantidad de fondos que nos seguimos gastando en construirlas, además de generar graves problemas ambientales y territoriales, han originado una hipoteca inmanejable, que ahora se está pagando recurriendo a cada vez más drásticos recortes sociales.

Territorios en resistenciaBaladre, Libros en Acción,

Zambra y CGT184 páginas. 11,00 €

Zibechi se reafirma en la convicción de que en

América Latina, al calor de las resistencias de los de abajo,

se han ido conformando “territorios otros”, diferentes

a los del capital y las multinacionales, que nacen,

crecen y se expanden en múltiples espacios de nuestras

sociedades.

Política y miseraBaladre y Zambra

144 páginas. 12,00 €

Este libro pretende echar luz sobre los mecanismos de dominación que se rotulan a sí mismos “políticas sociales” o “combate a la pobreza”. Con este trabajo Zibechi pretende

mostrar la arquitectura de estas políticas y su permanente sofisticación hasta hacerlas casi indeferenciadas con los modos

de hacer de los movimientos sociales.

Ecologia sobre la mesa. Recetas para las cuatro estaciones

María Arce, Íñigo González, Eva Martínez, Marina Tarancón

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Memorias de la tierraMiguel Brieva

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Recetas para las cuatro estaciones

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GUIÓNJosep Lluís PenadèsMambrú

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IDIOMAV.O. Castellano

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Colonización, amenazas, miedo, ejecuciones, expolio, desplazamientos, multinacionales, globalización...

Mientras el estado colombiano gobierna el país en beneficio exclusivo de unos pocos y de los intereses del Mercado, valiéndose de la guerra, del terrorismo paramilitar y de un sistema electoral corrupto y clientelista,financiado por contrabandistas, transnacionales y narcotraficantes, las alternativas populares se extienden por toda Colombia.

El conflicto armado colombiano que tiene su origen en causas económicas, políticas y sociales históricas, es presentado ante la opinión pública como un problema derivado del narcotráfico y del espíritu violento de lapoblación. Se esconden las causas y se presentan los efectos como el origen del conflicto para perpetuarlo. Sin embargo, cada vez son más las comunidades y organizaciones sociales que hacen frente a la concentración de la riqueza, a la intromisión de las transnacionales y la militarización de la tierra.

Imaginación, resistencia, objeción, autonomía, solidaridad, creAcción, comunidad... ColomVía busca ser una oportunidad documental para sacar a la luz fuera de Colombia otra realidad; un viaje por algunas experiencias críticas e independientes significativas. Frente a la guerra y al sufrimiento…, la fuerza y la creatividad de la noviolencia colombiana. Una vía de valentía, una vía de esperanza.

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Catalunya: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 648761199 [email protected]: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001 Ceuta

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La Rioja: Apartado nº 363, 26080 Logroño Tel: 941245114- 616387156 [email protected]

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Viajar perdiendo el SurCrítica del turismo de masas

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Rodrigo Fernández Miranda

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“Este es un libro para entender, de verdad, por qué es tan importante fijarse en el turismo si queremos cuidar nuestro mundo. En medio de las inmediateces de la vida cotidiana, es fácil dejarse confundir por los reclamos interesados en hacernos cómplices de un movimiento natural y lineal de progreso orientado al goce individual sin otros límites que la voluntad de libertad y de superación constante de nuevas metas. La promesa de liberación individual del turismo es, precisamente, el exponente quizás más refinado y perfecto del poder de seducción de la maquinaria de publicidad en que se basa el industrialismo capitalista. Pocos mensajes merecen una aprobación social tan masiva independientemente de las formas de vida, la posición social o las creencias individuales como el de la bondad de visitar nuevos destinos o, como mínimo, el inalienable nuevo derecho humano a desconectar de la fatiga y el estrés del día a día lo más lejos posible de allí donde vivimos y nos ganamos el pan. Pareciera como si el turismo constituyera un auténtico oasis de paz, libertad y crecimiento personal al margen de la vorágine de un mundo afectado por incertidumbres y urgencias cada vez más extremas, desde el agigantamiento del foso económico entre el Norte y el Sur hasta el cambio climático”.

Joan Buades y Ernest Cañada

ISBN: 978-84-936785-9-3

Colección ENSAYO, nº 3

Libros en Acción es el proyecto editorial de Ecologistas en Acción. Se plantea como un lugar de encuentro y debate, de propuesta de alternativas a los conflictos que se han ido instalando entre la naturaleza y la sociedad actual. Para Ecologistas en Acción, sigue siendo necesario el valor de la palabra impresa, de la capacidad de transmitir ideas que ayuden a transformar nuestra forma de vivir en el planeta. Y los libros son la forma más hermosa para imaginar el nuevo mundo que queremos crear.

Los conflictos sociales del cambio climático

Claves del ecologismo social (2ª edición)

Otros títulos de Libros en Acción

Ecologistas en Acción es una confederación, fruto de la unificación de más de 300 grupos ecologistas. Forma parte del llamado ecologismo social, que entiende que los problemas medioambientales tienen su origen en un modelo de producción y consumo cada vez más globalizado, del que derivan también otros problemas sociales, modelo que es necesario transformar si se quiere evitar la crisis ecológica y la injusticia social. Para ello realiza campañas de sensibilización, denuncias públicas o legales contra aquellas actuaciones que dañan el medio ambiente, a la vez que elabora alternativas concretas y viables en cada uno de los múltiples ámbitos en los que desarrolla su actividad. Pero siempre con criterios de equidad, de modo que la redistribución y el reparto igualitario de la riqueza ocupen un lugar central. Y todo ello a través de la colaboración y el trabajo voluntario de muchas personas.

www.ecologistasenaccion.org

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Rodrigo Fernández Miranda (Buenos Aires, 1974) es miembro de Ecologistas en Acción y ConsumeHastaMorir, y colaborador de distintas organizaciones sociales y medios de comunicación alternativos. Autor de El teatro de la libre elección (Editorial Popular, 2008); El legado consumista (Sodepaz Didesur, 2008) y coautor de Políticas públicas, beneficios privados (Foro de Turismo Responsable, 2010); Contrapublicidad (Libros en Acción, 2009); El rompecabezas de la equidad (Icaria Editorial, 2006), entre otros libros. En la actualidad trabaja como investigador y consultor social en Folia Consultores y colabora como docente universitario con Economistas sin Fronteras.

Cambiar las gafas para mirar el mundo. Una nueva cultura de la sostenibilildad.

La Quiebra del Capitalis-mo Global: 2000-2030

(2ª edición)

Prólogo de Joan Buades y Ernest Cañada

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• Relatos de cosas que aún no están en venta 13€

• Manual de Jardinería ecológica, 3ª edición. 15 €

• Claves del ecologismo social, 2ª edición. 12 €• Cambiar las gafas para mirar el mundo. 16 €• Los conflictos sociales del cambio climático. 11 €• La quiebra del capitalismo global: 2000-2030. 10 €• Ecología: la hora de la verdad 13€• Energía sin CO2. Realidad o Utopía 18€•¿Debe el agua de los ríos llegar al mar? 14€• Ecociudadanía: participación, ética y perspectiva de género 10€• Cómo los ricos destruyen el planeta 12€• El imposible capitalismo verde 16€• Hablan los indignados 7€• Más allá del capitalismo 17€• La naturaleza de la transformación 11€• Orientación educativa. Manual de prácticas 15€• El arte de caminar 15,90€•¿Qué sabemos de los volcanes? 12€• Alimentos saludables para el siglo XXI 18,50€• Alimentos bajo sospecha 7€• Cocina Bio de temporada invierno 12€• El huerto ecológico en macetas 18€• ¿Qué sabemos de agroecología y producción ecológica? 12€

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