el ecologista nº 70

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Nº 70 Otoño 2011 - 3,00 € 15M Lobo Turismo Empleo verde Pacto por el Euro Crisis alimentaria Huertos comunitarios más cemento, menos árboles Bosques

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Bosques: más cemento, menos árboles. 15M. Turismo. Empleo verde. Pacto por el Euro. Crisis alimentaria. Huertos comunitarios.

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15MLoboTurismoEmpleo verdePacto por el Euro Crisis alimentariaHuertos comunitarios

más cemento, menos árboles

Bosques

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Manual de Jardinería Ecológica

(3ª edición)

Los conflictos sociales del cambio climático

El crepúsculo de la era trágica del petróleo

Tercera piel El Estado y la conflictividad político-social en el siglo XX

Claves del ecologismo social (2ª edición)

Contrapublicidad

Cambiar las gafas para mirar el mundo

Viajar perdiendo el Sur.

Crítica del turismo de masas en la

globalización

La Quiebra del Capitalismo Global: 2000-2030 (2ª edición)

Relatos sobre cosas que aún no están en venta

El Antropoceno

Libros de Ramón Fernández Durán

NOVEDAD

Libros en Acción es el proyecto editorial de

Page 3: El Ecologista nº 70

ÍNDICE y CONSULTA de ARTÍCULOS Puedes obtener un índice temático y consultar los artículos

de números atrasados en www.ecologistasenaccion.org/revista Edición digital ecologistasenaccion.org/ebook

SECCIONES FIJAS

5 Editorial 6 En Acción16 Internacional28 Consumo: Las sombras de la publicidad46 Iniciativas Sostenibles: Sevilla ‘Tu basura vale un huevo’63 Libros64 El Tenderete

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nº 70 otoño 2011

BOSQUES18 Bosques de las zonas templadas

Las masas boscosas europeas pierden salud y biodiversidad, por José Ignacio López-Colón y José Luis García Cano

22 Evolución de la superficie forestal en el Estado español 1987-2005Más cemento, más regadío, menos bosques, por Fernando Prieto

25 El movimiento del 15MLa llama de la contestación social, por CIP Ecosocial

29 Viajar perdiendo el SurCrítica del turismo de masas en la globalización económica, por Rodrigo Fernández Miranda

32 Reflexiones en torno al turismo de masaspor Joan Buades y Ernest Cañada

34 Crisis alimentariaLa alimentación se convierte en un negocio, por Gloria Martínez y Gustavo Duch

37 Entrevista a Annie Leonardpor Mariola Olcina

40 Madres contra el modelo sojeroConsecuencias de la producción de soja en Argentina, por Martín Cúneo y Emma Gascó

42 Medicina ambientalEfectos de la contaminación ambiental, por Miguel Jara

43 Huertos comunitariosSembrando otras formas de habitar la ciudad, por José Luis Fernández Casadevante y Nerea Morán

48 Biodiversidad agrariaLa pérdida de variedad genética pone en grave peligro nuestra alimentación, por Antonio C. Perdomo

50 Torre Cajasol, por Jaime Jover

51 Empleos verdesRealidades efectivas versus retóricas vacías, por Manuel Garí y Manel Ferri

54 21 horasReducir la semana laboral, por Florent Marcellesi y Aniol Esteban

56 El Pacto por el EuroUn acuerdo en contra de las personas y a favor de la economía financiera, por Berta Iglesias y Luis González Reyes

59 El lobo en Euskadipor Jorge Echegaray y Andrés Illana

62 Precisiones sobre Playa de Palma, por Macià Blázquez

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Edita: Ecologistas En acción

Equipo dE rEdacción: José V. Barcia, Carlos Corominas, José Luis García, Yayo Herrero, Mariola Olcina, Paco Segura

producción, disEño y maquEtación: Ecologistas en Acción

colaboran En EstE númEro: Macià Blázquez, Joan Buades, Ernest

Cañada, ConsumeHastaMorir, Martín Cúneo, Gustavo Duch, CIP

Ecosocial, Aniol Esteban, Jorge Echegaray, Ecologistas en Acción de Sevilla, José Luis Fernández

Casadevante, Rodrigo Fernández Miranda, Manel Ferri, Manuel Garí, Emma Gascó, Luis González Reyes, Berta Iglesias, Andrés Illana, Miguel Jara, Jaime Jover, Annie Leonard, Florent Marcellesi, Nerea Morán, José Ignacio López-Colón, Gloria Martínez, Antonio C. Perdomo,

Fernando Prieto.

administración: Noelia Carreras, Alejandra Herrero,

Esperanza López de Uralde.

portada: Bosque caducifolio de la umbría de

Sierra Nevada, con arces, cerezos silvestres, melojos y tejos. Foto: PEtEr Manschot

www.petermanschotphoto.com

imprimE: Impresos y Revistas, S.A.

distribución En España: COEDIS Tel. 93 680 03 60

publicidad: Paco Segura 91 896 98 05

Valentín Ladrero 607 238 267 Esperanza López: 91 531 27 39

C/Marqués de Leganés 12 28004 Madrid

[email protected]

suscripcionEs y rEdacción: Marqués de Leganés 12

28004 Madrid Tel. 915312739 Fax: 915312611 [email protected]

www.ecologistasenaccion.org

ISSN 1575-2712 Dep. Legal: Z-1169-1979

Impresa en papel 100% reciclado postconsumo y blanqueado sin cloro

Los beneficios de la venta de esta revista se destinan íntegramente a

Ecologistas en Acción, organización sin ánimo de lucro declarada de

Utilidad Pública (13-6-97)

nº 70 - otoño 2011

Esta revista es miembro de ARCE (Asociación de Revistas Culturales Españolas) y de FIRC (Federación

Iberoamericana de Revistas Culturales)

Esta revista está bajo una licencia Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 España de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/es/

Esta revista ha recibido una ayuda de la Dirección General del Libro, Archivos y

Bibliotecas del Ministerio de Cultura para su difusion en bibliotecas, centros culturales y universidades de España para la totalidad

de los numeros del año 2010

Andalucía: Parque San Jerónimo, s/n, 41015 Sevilla Tel./Fax: 954903984 [email protected]ón: C/ La Torre nº 1, bajo, 50002 Zaragoza Tel: 629139609, 629139680 [email protected]: C/ San Ignacio 8 bajo, 33205 Xixón Tel: 985337618 [email protected]: C/ Eusebio Navarro 16, 35003 Las Palmas de Gran Canaria Tel: 928362233 - 922315475 [email protected]: Apartado nº 2, 39080 Santander Tel: 942240217 [email protected] y León: Apartado nº 533, 47080 Valladolid Tel: 983210970 [email protected] Mancha: Apartado nº 20, 45080 Toledo Tel: 608823110 [email protected]: Can Basté - Passeig. Fabra i Puig 274, 08031 Barcelona Tel: 663855838 [email protected]: C/ Isabel Cabral nº 2, ático, 51001 Ceuta [email protected] de Madrid: C/ Marqués de Leganés 12, 28004 Madrid Tel: 915312389 Fax: 915312611 [email protected] Herria: C/ Pelota 5, 48005 Bilbao Tel: 944790119 [email protected] C/San Agustín 24, 31001 Pamplona. Tel. 948229262. [email protected]: C/ de la Morería 2, 06800 Mérida Tel: 927577541, 622128691, 622193807 [email protected] Rioja: Apartado nº 363, 26080 Logroño Tel: 941245114- 616387156 [email protected]: C/ Colombia 17, 52002 Melilla Tel: 630198380 [email protected]: C/ San Marcial 25, 31500 Tudela Tel: 626679191 [email protected]ís Valencià: C/ Tabarca 12 entresol, 03012 Alacant Tel: 965255270 [email protected]ón Murciana: C/ José García Martínez 2, 30005 Murcia Tel: 968281532 - 629850658 [email protected]

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5Ecologista, nº 70, otoño 2011

Un fiasco ambiental

El final de la segunda legislatura del PSOE está cerca y es momento de hacer balance. En la primera no hubo un cambio de fondo hacia la sostenibilidad, pero al menos sí se aprobaron leyes importantes, como la Ley de Responsabilidad Ambiental y la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, además de derogarse el transvase

del Ebro.

Sin embargo esta segunda legislatura se ha caracterizado por relegar a segundo plano los temas ambientales. Una situación que el cambio ministerial, con la sustitución de Elena Espinosa por Rosa Aguilar, no ha cambiado, aunque sí se haya mejorado la participación de las organizaciones ecologistas.

En conservación de la biodiversidad se han producido algunos avances en el papel, la mayoría todavía por concretar, como la delimitación de la Red Natura 2000 marina o el Plan Estratégico de Patrimonio Natural y Biodiversidad, aunque no se está llevando a cabo en sus aspectos más importantes.

La Ley de Costas es uno de los elementos centrales en la protección del litoral español. Durante estos años se ha avanzando en su deslinde pero, a la vez, se han introducido varias enmiendas a la Ley de Costas que la han descafeinado.

En pesca y agricultura el Gobierno ha pintado de verde su discurso, pero no así sus prác-ticas. De este modo, la Ley de Pesca Sostenible solo tiene de eso su nombre, y no se ha puesto en marcha el santuario del atún rojo en Baleares. Además el Estado español sigue siendo el territorio de la UE con más hectáreas transgénicas cultivadas.

Uno de los indicadores más importantes es el energético. Ahí el Gobierno ha dado un marcado giro pronuclear. Esto se plasma en la continuación del proceso del ATC y en la renuncia a fijar una fecha de cierre del parque nuclear español en la Ley de Economía Sostenible. En paralelo se mantiene la apuesta por las subvenciones al carbón español y el recorte de primas a la energía solar fotovoltaica. Todo ello sin ni siquiera aparecer en el discurso la necesidad de recortar el consumo energético.

Igual de desastrosa es la valoración de una política de transportes, que nos sitúa en el techo europeo en kilómetros de autovías y de alta velocidad ferroviaria, así como de aeropuertos sin usar. Así el 80% de la población respira aire contaminado, de forma que el futuro Plan de Calidad del Aire, aunque positivo, llegará demasiado tarde.

Todo ello hace que las emisiones de gases de efecto invernadero españolas solo se hayan recortado por obra y gracia de la crisis, eso sí, con ayuda del despegue de las renovables, a pesar del ministro Miguel Sebastián.

En materia de residuos, se ha aprobado una Ley de Residuos que apuesta con demasiada timidez por su reducción, olvidándose del compostaje de materia orgánica y la devolución y retorno de envases. Además da vía libre la incineración.

La política de aguas es la de la “vieja cultura del agua”. No se cumple la Directiva Marco de Aguas; en los planes de cuenca se plantea la creación de nuevos regadíos; no hay ninguna voluntad de cierre de los pozos ilegales; no se tiene intención de mantener caudales ambientales; sigue obviándose la necesidad de que el precio del agua refleje sus costes; y además se ha apostado por proyectos del siglo pasado, como los embalses de Biscarrués y Yesa.

Finalmente, un indicador claro del interés político del Gobierno en el avance hacia la sostenibilidad es su política presupuestaria. En los Presupuestos Generales de 2011 los recortes en las partidas ambientales han sido superiores a la media de la reducción pre-supuestaria del MARM, que a su vez es uno de los ministerios con mayor disminución de presupuesto. Y eso que los gastos claramente ambientales suponen un exiguo 5% de la asignación del MARM.

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6 Ecologista, nº 70, otoño 2011

Fallece el ornitólogo Ramón Sáez-Royuela

El 28 de julio, a los 79 años de edad, ha fallecido Ramón Sáez-Royuela (Burgos, 1932). Además de participar en la funda-ción de la Sociedad Española de Ornito-logía (SEO/BirdLife), colaboró con Fran-cisco Bernis en la puesta en marcha de la Sección de Migración de Aves de SEO/BirdLife y se encargó de la publicación, a partir de 1958, de los primeros informes sobre recuperaciones de aves anilladas

en España. Biólogo de formación, se licenció en la primera promoción de España en la Universidad de Madrid, 1953-1957. De-sarrolló su carrera fundamentalmente en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), en Madrid. Durante un tiempo, a finales de los 60, fue Profesor Ayudante en la Universidad Complutense, en la Cátedra de Vertebrados, dirigida por Francisco Bernis. El estímulo decisivo para la creación de la Sociedad Española de Ornitología en 1954 vino de una expedición a Doñana realizada por el profesor Francisco Bernis y José Antonio Valverde en 1952. Colaboró con Bernis en la puesta en marcha de la Sección de Migración de Aves de la Sociedad y se encargó de la publicación, a partir de 1958, de los pri-meros informes sobre recuperaciones de aves anilladas en España. Fue miembro de la Junta Directiva de SEO/BirdLife desde 1954 hasta el año 2000, la mayor parte del tiempo como Tesorero, y entre 1998 y 2000 como Se-cretario General. Además, fue autor de numerosas notas sobre avifauna ibérica, ya desde principios de los años 50, de la Guía de INCAFO de las aves de la Península Ibérica y Baleares (1980), coautor de la Guía de las Anátidas en España (1973) y del Estudio sobre la biología migratoria del orden Anseriformes en España (1985).

La alegría de PenaSe ha presentado públicamente el libro Alegría de Pena, un nuevo homenaje a José Manuel Pérez Pena, compañero desaparecido hace cinco años. Editado por Ecologistas en Acción de Albacete, el libro recopila un cente-nar de pellizcos de cariño de amigos, compañeros, familiares y gente con la que coincidió en algún momento de su vida, y que nos cuentan vivencias, sentimientos o anécdotas. El libro se puede obtener en Eco-logistas en Acción y en la librería Popular de Albacete por 10 €. Si se obtuvieran beneficios de la venta del libro, estos serían dedicados ín-tegramente a la defensa del medio ambiente.

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7Ecologista, nº 70, otoño 2011

Salamanca, abril de 1996, en el décimo Aniversario del accidente de Chernóbil.

¡Vive el Ebro!

Diez años después: tenías toda la razón

El 21 de junio, Día del Sol, se cumplieron 10 años de la muerte de nuestro compa-ñero Nicolás Martín Sosa. Es difícil hacer una presentación de Nicolás: fue Profesor Titular del Departa-mento de Sociología y Comunicación de la Facultad de Educación de la Universidad de Salamanca; un trabajador infatigable; una persona cercana, a la que siempre se podía acudir; un gran activista compro-metido con ONG, asociaciones y organi-zaciones diversas, destacando siempre las relacionadas con el medio ambiente… Tal vez la mejor manera de conocer a Nicolás sea a través de las personas con las que compartió su vida, sus compañeras y compañeros de lucha, sus escritos, o las alumnas y alumnos desperdigados por el mundo que recuerdan sus enseñanzas. Todas estas personas recordamos que, para Nicolás, era fundamental informar al público, para que tuviese conocimientos y pudiese formarse una opinión propia, fuera de las manipulaciones a las que esta-mos sometidas y, a partir de ahí, actuar. Los colectivos sociales salamantinos, entre ellos Ecologistas en Acción, le rindie-rón un caluroso homenaje el pasado 21 de

junio con la celebración de unas jornadas que con el título “Tenías toda la razón” se desarrollaron en la Facultad de Educación de la Universidad de Salamanca para poner de manifiesto su destacada contribución al avance de la educación ambiental y la ética ecológica, así como su fuerte compromiso con los problemas locales y globales del medio ambiente.

ecologistasenaccion.org/article8320.html

¡Vive el Ebro!La Asamblea Confederal de Ecologistas en Acción celebrada en Cádiz en diciembre de 2010 decidía realizar en el verano de 2011 una acción itinerante para luchar contra el cambio climático y plantear el decrecimiento como alternativa. Final-mente fue la bicicleta el instrumento elegido y el río Ebro el hilo conductor. Meses de trabajo colectivo consiguie-ron dar forma al proyecto que acabó por llamarse “Vive el Ebro” y añadía a los obje-tivos iniciales el conocimiento y denuncia de los problemas y agresiones ambientales de este eje hidrológico que une las monta-ñas cantábricas con el mar Mediterráneo. También algunas posibilidades alternati-vas de recorridos parciales andando y en piragua. Y la aportación de compañer@s del Delta del Ebro, que nos acompañarían con 2 barcas de quilla plana y perchas tradicionales en esa parte del río. Durante 22 días, un núcleo permanente de unas 40 personas y en torno a otras 300 personas más, que han participado en diferentes tramos y jornadas, con un pelotón oscilante entre 60 y 120 perso-nas, hemos recorrido las riberas del Ebro, desde Fontibre hasta el Delta, llevando ese mensaje. Gentes de todas las edades (entre 0 y 67 años), mujeres (en varias

ocasiones mayoría), hombres y niñ@s, de diferentes procedencias, unid@s en una hermosa aventura común. A lo largo de esos días, hemos intentado contar nuestra aventura al día y sobre la bici, en unas crónicas hechas con inmediatez y es-pontaneidad. Ahora pueden encontrarse en nuestra web, con algunas muy pequeñas co-rrecciones, que seguro cada un@ enriquecerá con sus propias aportaciones y recuerdos de lo que ha sido la Marcha “Vive el Ebro”.

ecologistasenaccion.org/ebro

Piden al Gobierno que incorpore la

sostenibilidadAmigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han elaborado una porme-norizada evaluación de la política ambiental del Gobierno. El informe muestra cómo la sostenibilidad no está dentro de la agenda guberna-mental. Desde el año 2004 las organiza-ciones ecologistas han publicado diferentes documentos con pro-puestas al Gobierno para avanzar en la política medioambiental o evaluar el cumplimiento de los compromi-sos adquiridos en diferentes políticas rela-cionadas con la sostenibi-lidad. Las orga-nizaciones ecologistas e s p e r a n q u e e s t a valoración sirva para animar al Gobierno a romper la inercia y a recuperar en los últi-mos meses de legislatura el tiempo perdido, dando un giro a sus políti-cas más insostenibles y aprobando la normativa que permita visualizar estos cambios. Aunque no hay avances rele-vantes hacia la sostenibilidad, las organizaciones firmantes destacan, al menos, el clima de diálogo re-cuperado por el nuevo equipo del Ministerio en los últimos meses. El informe recoge el seguimiento de varios proyectos emblemáticos por sus impactos ambientales y sociales como la Refinería del Grupo Balboa (Extremadura), el Dragado del Guadalquivir (Andalucía), el em-balse de Biscarrués (Aragón), el hotel Algarrobico (Andalucía), la estación de esquí de San Glorio (Castilla y León), el puerto de Granadilla (Cana-rias) o el polígono industrial de Las Aletas (Andalucía). Todos ellos en marcha y, por lo tanto, ahondando en la crisis ambiental imperante.

ecologistasenaccion.org/article21023.html

Análisis de la política ambiental del Gobierno

Julio 2011

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8 Ecologista, nº 70, otoño 2011

De nuevo en evidencia los impactos del AVEEl abandono del proyecto de túnel de los Alcores del AVE Sevilla-Almería a su paso por Carmona y una carta de emplazamien-to de la UE contra España por el destrozo ambiental que causaría ese tren en las lagunas de Osuna (Sevilla), refuerza la po-sición de Ecologistas en Acción que viene denunciando que el AVE es un medio de transporte muy impactante y elitista. El Eje Ferroviario Transversal de Anda-lucía Sevilla-Almería se enfrenta a varios problemas que se añaden a la falta gene-ralizada de fondos. Por un lado, la denuncia de Ecologistas en Acción ha llevado a la Comisión a iniciar un procedimiento de infracción contra España porque las vías atraviesan una Zona de Especial Protección para las Aves. Por otro lado, la Consejería andaluza de Obras Públicas ha decidido abandonar el trazado de ese mismo tren por el túnel de los Alcores, entre Carmona y el Viso del Alcor, y reformar como alternativa una línea preexistente más al sur, por Utrera. El proyecto de túnel amenazaba el abas-

tecimiento de los pozos y la actividad de agricultores, impedía el tránsito normal del ganado y, además, destruía varios ya-cimientos arqueológicos. Y es que una y otra vez, se comprueba que las líneas de alta velocidad provocan grandes impactos ecológicos, económicos y sociales, como la alteración y fragmenta-ción de hábitats o el aumento de los des-equilibrios entre zonas rurales y urbanas, en perjuicio de las primeras. Ecologistas en Acción reitera que hay alternativas de transporte ferroviario me-nos problemáticas desde el punto de vista social y ambiental, y más baratas, puesto que mejorando las líneas convencionales y aprovechando buena parte de los corredo-res existentes se pueden alcanzar velocida-des de hasta 220 km/h, con unos precios de los billetes mucho más asequibles y justos socialmente que los elitistas del AVE. A pe-sar de ello, el ferrocarril convencional, que es de largo el más utilizado, recibe sólo el 17% de las inversiones, frente al 76% que recibe la alta velocidad.

Como ha funcionado bien, lo suprimimos

Este, y no otro, es el argumento que dio el Gobierno para suspender la limitación de velocidad de 110 km/h. Ecologistas en Acción se declaró estu-pefacta por esta actuación, claramen-te incoherente, puesto que se realiza tras reconocer que la reducción de la velocidad máxima en autovías ha per-mitido un gran ahorro en la factura exterior española y que también evitó muchas muertes por accidente. En una muestra clamorosa de in-coherencia, el Gobierno se plegó al ruido mediático orquestado por la industria del automóvil, un fuerte grupo de presión que sigue empe-ñado en interpretar cualquier mínima restricción al automóvil como una agresión a la industria y también

en hacernos creer –aparentemen-

te con éxito– que tam-bién una pequeña reducción de veloci-dad es una

agresión a la libertad de

los ciudadanos. El propio Ministro

de Interior reconoció las ventajas que tuvo la aplicación de la limitación de velocidad a un máximo de 110 km/h durante casi cuatro meses, entre ellas un ahorro de 450 millones de euros y, aunque dificil de cuantificar, una reducción del 15,5% en el número de accidentes. Además de estas indudables ven-tajas, está el hecho incontestable de que a menos combustible quemado también disminuye la emisión de gases de efecto invernadero y de gases tóxicos (partículas, dióxido de nitrógeno). Y sin embargo, agarrándose a una tímida –y probablemente pasajera– bajada del precio del crudo, el Gobier-no optó por suprimir esta medida. Y, paradojas de la acción política, eso se hizo justo cuando se acababa de conocer el contenido del futuro Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire, que abogaba por una reducción de la velocidad como forma de luchar contra el grave problema de la conta-minación del aire.

Los vínculos entre la CAM y Hansa UrbanaLas organizaciones ANSE, CEMDA, Ecolo-gistas en Acción y Greenpeace de España y México, han reclamado al Banco de Es-paña que investigue los vínculos entre la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y la promotora inmobiliaria y turística Hansa Urbana, implicada en varios proyectos dudosos o fallidos de carácter turístico e inmobiliario. También han reclamado que la entrada de fondos públicos para sanear la caja suponga el fin inmediato a esos proyectos especulativos y depredadores del medio ambiente. La CAM posee el 30% de las acciones de Hansa Urbana y siempre ha atendido las peticiones de financiación planteadas por la empresa. En diciembre de 2006, por ejemplo, le concedió un crédito de 95 millones de euros para adquirir los te-rrenos del megaproyecto Novo Cartagho, en Murcia (hoy paralizado). Según las es-timaciones publicadas por varios medios

de comunicación, las líneas de crédito de Hansa Urbana con la CAM oscilan entre 700 y 800 millones de euros en total. La empresa alicantina Hansa Urbana se dedica a la construcción y los negocios inmobiliarios, con especial atención a los lotes turísticos mixtos compuestos por ho-teles, campos de golf y segundas residen-cias. Aunque ha actuado en diversas zonas del territorio español y en el extranjero, las regiones donde se ha concentrado la mayor parte de su actividad son la Comu-nidad Valenciana y Murcia. Por todo ello, y ante la intervención del Banco de España en la CAM, y las noticias aparecidas sobre irregularidades diversas en su gestión, las organizaciones han remitido una carta al gobernador del Banco de España para llamar su aten-ción hacia estas irregularidades (y en algunos casos ilegalidades) urbanísticas y medioambientales.

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9Ecologista, nº 70, otoño 2011

Banderas Negras 2011Esto es una barbaridad

Reforma de la PPCDespués de meses de espera, el pa-sado 13 de julio se publicó la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) en la que se establecen los nuevos principios básicos que regulan la pes-ca y la acuicultura de la UE. En un contexto donde el sector pesquero se enfrenta a un futuro incierto, puesto que el 82% de las poblaciones de peces mediterráneas y el 63% de las atlánticas están sobreexplotadas y donde el desembarco de capturas y el número de pescadores en activo no para de caer, son muchos los que piensan que esta reforma es la últi-ma oportunidad para restablecer las poblaciones de peces a unos niveles saludables y no convertir a la pesca artesanal en leyenda. La propuesta publicada contiene aspectos positivos respecto a la ante-rior reforma, como la decisión de usar planes de gestión pesquera a largo plazo, la exigencia de que se tomen medidas de acuerdo con la mejor información científica disponible, la voluntad de conseguir el rendimiento máximo sostenible o el de afrontar la problemática de los descartes de algunas especies comerciales. Pero los mecanismos propuestos y la falta de priorización de los obje-tivos planteados hacen de la nueva reforma una propuesta incapaz de asegurar un ecosistema marino en buenas condiciones, ya que no ga-rantiza una distribución equitativa de los recursos, ni favorece a las flotas pesqueras más sostenibles y además, como solución a la sobrecapacidad pesquera abre paso a la privatización de los recursos pesqueros. Así pues, para Ecologistas en Ac-ción, los próximos meses serán deci-sivos para asegurar que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo traba-jen en una reforma que sea capaz de restaurar la salud ambiental de los ecosistemas marinos y que defien-da y promocione la pesca artesanal sostenible.

Banderas NegrasMiguel A. Losada, Catedrático de Costas, Univ. de Granada

Cada año, desde 1999, Ecologistas en Acción pública Banderas Negras un docu-mento para informar a la ciudadanía del estado de la costa de España, denunciar las actuaciones más dañinas en ella, requerir a las Administraciones para que ejerzan sus competencias en aras de la protección del litoral y el cumplimiento de las leyes, y proponer alternativas al uso y disfrute de la costa y a su gestión. Estos Informes anuales son “la luz y taquígrafos” de la cró-nica anunciada de la destrucción, continua en el tiempo y extensiva en el espacio, del litoral español peninsular e insular. Una degradación, transformación y des-trucción de la costa que no ha cesado des-de que se propició el turismo de sol y playa y se infló el boom del ladrillo, compañero fiel e inseparable y auténtica lacra social que ha infectado a la sociedad española hasta niveles que hace difícil reconocerla. En Banderas Negras se desnuda ese proceso y se narra de forma desgarrada los episodios más vergonzosos. Cada informe es una secuencia de datos sobre la destruc-ción del paisaje y de la ocupación de suelo litoral, y de la dejación de funciones de las Administraciones frente a la fortaleza de los poderes fácticos locales y su capacidad de influir en la ordenación territorial. Este Informe, al igual que los pasados, evidencia que la ordenación del litoral es-pañol se realiza y se ejecuta contabilizan-do, exclusivamente, el llamado desarrollo socioeconómico, y se ignora la pérdida de los recursos naturales y de la biodiversidad, es decir todo lo que es relevante para que nos acerquemos a la costa y disfrutemos de ella y que, ésta, cumpla con su función de transferencia, de piel del continente. Se ocupa y se gestiona como si nuestro litoral fuera infinito, no tuviera límites, y sus funciones ambientales se pudieran sustituir fácilmente por infraestructuras. Se ocupan marismas, se rellenan estuarios, se edifi-can cordones litorales, sistemas dunares y acantilados, se construyen infraestructuras sobre terrenos inundables y se permiten instalaciones permanentes en playas y del-tas. No se cuantifica lo que se pierde y sus consecuencias cuando el mar reclama sus propiedades; en las cuentas solo aparece lo que suma a favor. La costa es de todos, sólo, cuando hay que pagar los daños. En estos últimos años estamos obser-vando un ataque total a la Ley de Costas, la ley que ya en 1988 anunció la quiebra del sistema litoral. El paso de los años, tal y como se recoge en las Banderas Negras desde 1999, han confirmado que, incluso con la Ley promulgada, el deterioro litoral

y el ritmo de des-trucción pronos-tican el colapso, la ocupación y transformación de toda la cos-t a e s p a ñ o l a . La subida del nivel del mar, asociada al ca-lentamiento terrestre, adelantará y agravará, aun más si cabe, este colapso. La ley como todas las leyes tiene imperfecciones que son fácilmente subsanables, pero lo que se pretende es eliminarla, abrir las puertas a la ocupación del litoral, sustituir su ideario: “la costa es un espacio común para uso y disfrute de todos los españoles”, para convertirlo en un espacio “exclusivamente económico”. Se ignora, con intencionalidad, que este enorme edificio litoral, nuestra par-ticular muralla china, no se sostiene, que basta una resaca de los “mercados”, o la apertura de nuevos destinos allende de nuestras fronteras, para que todo el edi-ficio se venga abajo y España se quede con su litoral profanado, transformado e insostenible. ¿Es éste el futuro que deja-remos a las siguientes generaciones? Quizás, ahora, con el notable avance del conocimiento del sistema Tierra y la vida en él, percibimos la importancia del movimiento ecologista iniciado hace más de sesenta años. Sin él, posiblemente, se-guiríamos en un mundo en el que sólo se valorarían los desarrollos socioeconómicos “a toda costa”. Los acontecimientos, día a día, pertinaces, están ridiculizando la ne-cedad humana. El movimiento ecologista supo diagnosticar y pronosticar, y actuar. Esta edición de Banderas Negras es una manifestación más de compromiso ambiental y es un soplo de sinceridad y claridad frente a la hipocresía de las banderas azules, que ignoran la profunda transformación del entorno y premian que la riberas del mar se conviertan en parques temáticos, carentes de naturaleza, al dicta-do de la industria turística y sus allegados. Espero y deseo que, año tras año, po-damos seguir leyendo Banderas Negras y que, en un futuro no muy lejano, encon-tremos en el texto el reverso de la mone-da, la descripción de como la sabiduría humana restaura el litoral y sus funciones, nuestro patrimonio, el de todos los seres del planeta Tierra. Sería el mejor de los homenajes a Ramón Fdez. Durán.

ecologistasenaccion.org/article20948.html

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Chiringuitos con trucoEn el nuevo contexto legal originado tras el traspaso de competencias en materia de autorizaciones de instalaciones en el dominio público marítimo-terrestre (chiringuitos), del Ministerio de Medio Ambiente a la Junta de Andalucía, ésta puede dar autorizaciones a instalaciones de menos de 20 m2 en las playas, mientras que la Dirección General de Costas man-tiene la capacidad de otorgar concesiones y dar informes vinculantes a instalaciones de más de 20 m2. Sin embargo, según se desprende de una investigación realizada sobre las autorizaciones del Plan de Playas en el municipio malagueño de Rincón de la Victoria, se podrían estar autorizando como pequeñas instalaciones de 20 m2 establecimientos con una superficie muy superior (a veces 200 m2) y a distancias inferiores a las permitidas. Este ayuntamiento, en un afán desa-rrollista y clientelista, pretende así lega-lizar en esta zona todas las edificacio-nes ilegales en la playa (algunas de ellas

con expedientes abiertos, cuando no sentencias de reposición, por la Fiscalía), un total de 17 chiringui-tos en tan solo 2,3 km de playa, una media de un chiringuito cada 135 m cuando la mínima distancia legal es de 200 m. El truco que se utiliza es declarar menos superficie a instalaciones de más de 20 m2, y con ello evitar que sea la Dirección General de Costas la que juzgue la propuesta, y al contrario, sea la Delegación Provincial de Medio Ambiente, la que finalmente autorice la propuesta, sin molestarse en comprobar si exceden de los 20 m2, y de si guardan la distancia estipulada, y de paso incluir insta-laciones expedientadas por la Justicia. Pero lo alarmante es que todo esto se está haciendo sin calificación ambiental y sin exposición pública. Lo que ha llevado a GENA-Ecologistas en Acción a denunciar los hechos ante la Fiscalía de Medio Ambiente y el Defensor del Pueblo Andaluz.

Prohíben una marcha por la estepa zaragozanaLa Delegación del Gobierno trató de impedir una marcha de denuncia de la apropiación por parte de un particular de un camino público, al tiempo que se pretendía llamar la atención sobre la obli-gación del Ayuntamiento de proteger este importante espacio natural. El pasado mes de marzo, Fernando Yarza, propietario del Heraldo de Aragón, cierra y se apropia de un tramo del camino público y Cañada Real de Val de Vares y destruye igualmente un tramo del Canal Imperial declarado Bien de Interés Cul-tural, colindantes ambos con una de sus fincas. Yarza dio orden a sus empleados de arar y sembrar de cereal el camino alegando “que estaba harto de ver pasar coches y ciclistas por sus tierras”. La destrucción de este camino público, que había sido recientemente rehabili-tado por el Ayuntamiento de Zaragoza,

motivó la realización de una denuncia contra Yarza por parte de la Guardería de Montes del Ayuntamiento. Pasadas pocas horas el propio Ayuntamiento (PSOE-PAR) la retiró del Juzgado. Más tarde el jefe del Servicio de Guardería de Montes fue sus-pendido en sus funciones y finalmente a la propia Guardería le han sido retiradas sus funciones de “policía de montes” por parte del Ayuntamiento. La marcha se realizó el 7 de mayo, al llegar al lugar donde el camino está bloqueado, la Guardia Civil informó a los marchistas de la decisión del Delegado del Gobierno de prohibir dicha marcha. Dado que es un camino de titularidad pública y que el Delegado del Gobierno no contestó a la notificación del acto presentada en forma y tiempo por Ecologistas en Acción, la marcha decidió no acatar la decisión gubernamental.

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Los herbicidas nos enferman

Agricultores y ganaderos respon-sables con el medio ambiente y la biodiversidad, apicultores, cazadores y ecologistas de toda Canarias han denunciado la indiscriminada aplica-ción de un veneno, llamado Glifosato, en gran parte de los espacios públicos de Canarias. La aplicación de herbicidas está muy extendida en Canarias para el control de hierbas en las orillas y zonas adyacentes de carreteras, barrancos y lugares públicos como parques, jardines y centro educati-vos. Así, la población canaria está a la cabeza en restos de pesticidas en sangre de todo el Estado español. El Glifosato (componente activo del Roundup y de otras marcas comer-ciales) tiene efectos tóxicos sobre la salud y el medio ambiente, tal como demuestran decenas de estudios: interfiere en el funcionamiento hor-monal de células humanas, afecta a las células de la placenta, así como a las embrionarias, provoca nacimien-tos prematuros y abortos, mieloma múltiple, linfoma non-Hodgkin y daña el ADN de las células. Diecisiete colectivos presentamos pruebas científicas de sus efectos tóxicos instando a las Consejerías de Educación, de Sanidad y de Medio Ambiente, a los cabildos insulares y a los ayuntamientos del archipiélago para que actúen en consecuencia con estos datos y prohíban su uso en los espacios públicos y sea sustituido por métodos no contaminantes, que no dañen la salud ni el medio ambiente. Estos medios existen, como por ejem-plo los méto-dos mecáni-cos y térmi-cos que se aplican en la Comuni-dad Euro-pea. La campa-ña “Los herbi-cidas nos enfer-man” quiere incidir en la concienciación de la población informando sobre las malas prácticas y los efectos de este producto.

ecologistasenaccion.org/article20419.html

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Madrid: nuevo golpe a la participación

El 1 de enero de 2011 entró en vigor en la Comunidad de Madrid la Ley de Medidas Fiscales Administrativas y Racionalización del Sector Público. Esta nueva norma elimina la totalidad de los órganos de participación y consultivos en materia de medio ambiente en la región, a excepción del Consejo de Medio Ambiente. Pero no contentos con ello, en el mes de marzo, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio publicó un decreto por el que se modificó la composición y funciones del Consejo de Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid, creado en 1988. Con la modificación aprobada, tanto las funciones como la composición de este Consejo, han quedado mutiladas. Se han eliminado sus funciones para emitir informes o la de impulsar la coordinación entre la iniciativa pú-blica y privada en materia de medio ambiente. En cuanto a su composición, se ha sacado a los consumidores, se ha reducido el número de miembros de asociaciones ecologistas (pasando de 3 a 2) y de universidades (pasando de 2 a 1), el de expertos (pasando de 3 a 2). Además, la frecuencia de sus reuniones ha pasado de ser trimestral a anual. Las organizaciones ecologistas ma-drileñas han mostrado su preocupa-ción y recuerdan que las formas del Gobierno regional recuerdan, cada vez más, a prácticas autoritarias no democráticas preocupadas en ocultar su actividad. Por ello, se han creado órganos ciudadanos de participación cuyas conclusiones serán remitidas periódicamente a órganos que velen por la transparencia y la legalidad.

Ómnibus contra el Estado social A finales del pasado mes de mayo, el Gobierno catalán presentó la llamada “ley Ómnibus” (Anteproyecto de Ley de Simplificación, Agilidad y Reestructuración administrativa y de promoción de la activi-dad económica) con la que pretende mo-dificar unas 90 leyes por vía de urgencia y en una sola tramitación parlamentaria. Bajo la retórica de la reactivación econó-mica y la simplificación administrativa, la norma modifica leyes básicas como las de vivienda, urbanismo, sanidad o medio ambiente y suprime o agrupa organismos públicos abriendo el camino a la futura privatización de servicios. El Gobierno pone así el acelerador para aplicar las consabidas recetas neoliberales que el FMI viene imponiendo durante dé-cadas a los países del Sur bajo el chantaje de la deuda (reducción del gasto público, desregulación y privatización). En efecto, la macroreforma ómnibus se suma a los recortes sociales aprobados en la ley de presupuestos así como a los cambios lega-les incluidos en la ley de medidas fiscales y financieras (como el endurecimiento de las condiciones de acceso a la renta mínima de inserción y la congelación de la ley de barrios, entre otras). Concretamente y en el ámbito medio-ambiental, las reformas afectan a más de veinte normativas en materia de residuos, agua, prevención y control ambiental y protección de los animales, entre otras. Se rebajan las exigencias ambientales a las empresas, se elimina o minimiza la participación y control social en órganos de la administración pública y se desre-gulan medidas de protección como en los casos del acceso motorizado al medio natural, la modificación de los límites del parque natural del Cap de Creus o la au-torización de la captura en vivo de ciertas aves hasta ahora protegidas. O por poner otro ejemplo, en el caso de la gestión

del agua se elimina la actual empresa pública de abastecimiento que queda fusionada con la Agencia Catalana del Agua, abriendo el camino hacia la externa-lización de servicios al sector privado. Se eliminan, además, los consejos de cuenca que permitían cumplir con las exigencias de transparencia y participación que exige la Directiva europea marco del agua. La voluntad de primar ciertos intereses empresariales sobre los derechos sociales y el medio ambiente para conseguir ré-ditos a corto plazo tan sólo profundizará la crisis. Una recuperación sostenible no podrá conseguirse sobre las mismas bases que sustentan el capitalismo global y con respuestas reduccionistas que obvian las injusticias sociales y la grave crisis energé-tica, de recursos naturales y ecológica que dicho sistema ha generado. Si embargo, es esta la posición del Gobierno, que se ha mostrado impermeable a la creciente contestación social utilizando la represión como respuesta, como evidencia la brutal “operación de limpieza” ordenada por la conselleria del interior contra el movi-miento 15M. Ecologistes en Acció de Catalunya pre-sentó alegaciones a las reformas, impul-sando una campaña pública y solicitando su retirada inmediata junto con otras organizaciones ecologistas y sociales. Sin embargo, el Gobierno ha conseguido el suficiente apoyo parlamentario para su tramitación tras dividir la propuesta ori-ginal en tres leyes y dejar fuera asuntos como las reformas de la ley de urbanismo y audiovisuales. Será necesario seguir mo-vilizando todas las fuerzas sociales en un frente común para presionar ante la deriva antidemocrática y los graves retrocesos sociales y ambientales que se producirán de aprobarse las leyes.

ecologistesenaccio.org/catalunya

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Incineración en MelillaLa asociación de vecinos Azahar, del barrio Monte Mª Cristina, en Melilla, con el apoyo de Guelaya-Ecologistas en Acción, ha llevado a cabo protestas por las condiciones socioambientales que se viven en el barrio. El “Monte” presen-ta una acumulación de riesgos difícil-mente alcanzable para cualquier barrio de una ciudad española. En su entorno se sitúan la incineradora de residuos, la antena de telecomunicaciones, el centro penitenciario, el cementerio, el helipuerto militar, y el polvorín, uno de los más grandes de España. La falta de cumplimiento de re-glamentos sobre distancias al núcleo urbano de actividades molestas y peli-grosas está en el origen del problema, pues todo se sitúa en un radio de 200 m alrededor del barrio o integrado en él. Por otro lado, la falta de infraestruc-turas sociales y servicios públicos se analiza como fruto del abandono y la mala gestión de recursos realizada por la Ciudad Autónoma. Se ha entregado a las autoridades información sobre los efectos de la incineradora sobre la salud pública des-tacando el elevado número de casos de alergias y otras enfermedades que padecen los niños del barrio. Desde el comienzo de la incinera-ción en Melilla, Guelaya-Ecologistas en Acción se ha mostrado crítica ante esta tecnología, elaborando planes alternati-vos encaminados a su eliminación, me-diante reducción, reutilización, reciclaje, y una planta de biometanización. La incineración en Melilla dio pro-blemas graves de todo tipo desde sus comienzo en los años 80, y esta experiencia ha servido para que los planes de incineración previstos en Ceuta fueran respondidos socialmente. Allí han puesto en marcha alternativas reales a la incineración, que también reclamamos los melillenses.

Ley de residuos: una oportunidad perdidaEl nuevo texto de la Ley de residuos y suelos contaminados aprobado en el Congreso es fruto de la transposición de la Directiva Marco de Residuos europea a la legislación española. Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Greenpeace lamentan la poca ambición que ha tenido el Ministerio de Medio Ambiente a la hora de establecer mejoras que podrían haber hecho de esta una ley pionera en la gestión de residuos y ambientalmente comprometida y responsable. Durante el trámite parlamentario, se han incorporado a la Ley elementos inte-resantes como un objetivo de reducción en la generación de residuos del 10% para 2020, la consideración de los sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) como sistema de gestión de envases, la posibilidad de aplicar un canon a la incine-ración y al vertido o la certificación forestal de envases y etiquetas. Sin embargo, han quedado fuera me-joras imprescindibles, demandadas in-sistentemente por las organizaciones ecologistas, como la recogida selectiva de la materia orgánica, la prohibición de la distribución gratuita de las bolsas de

plástico de un solo uso o la exclusión de la incineración como opción de gestión. La nueva ley ha perdido la oportunidad de responder a las necesidades que tiene España en materia de residuos: el ahorro de recursos naturales mediante el aprovecha-miento de los materiales contenidos en la basura, la prevención de la contaminación que provocan tanto la incineración como los vertederos y la creación de empleos verdes en un contexto de crisis económica como la que vivimos actualmente. Al margen de la nueva Ley de residuos, el Gobierno tiene todavía la responsabili-dad de cumplir los objetivos establecidos por la UE. En particular en cuanto a los niveles de reciclaje de envases, que si-guen estando por debajo de lo que exige Bruselas y que han motivado el envío de una queja a la Comisión europea de las organizaciones ecologistas.

El Constitucional ratifica suspensión de Meseta SkiEl Tribunal Constitucional ha decidido mantener la suspensión de la Ley de Declaración de Proyecto Regional del Complejo de Ocio y Aventura Meseta Ski, recurrida por el Presidente del Gobierno por vulneración de la Ley de Montes, que obliga a garantizar la restauración de los terrenos incendiados y que prohíbe su urbanización durante 30 años. Frente a la pretensión de la Junta de Cas-tilla y León de que se levantara la suspensión de la Ley, el Tribunal señala que “tampoco aparece aquí una lesión de intereses públi-cos o privados de carácter patrimonial de tal magnitud que suponga afectar a un sector económico de manera directa e inmediata, fundamental para la economía de la Nación, con posibles perjuicios económicos de muy difícil reparación”. Por lo tanto, el Complejo de Ocio Me-

seta Ski, promovido por la Diputación de Valladolid en Villavieja del Cerro (Tordesi-llas), seguirá paralizado hasta la senten-cia definitiva del Tribunal Constitucional sobre la constitucionalidad de la Ley que improvisaron las Cortes de Castilla y León para intentar pasar por encima de las 13 resoluciones judiciales que hasta la fecha han declarado la ilegalidad del proyecto. Ecologistas en Acción considera gra-vísimo que todas las autoridades y repre-sentantes políticos regionales que han intervenido a favor del proyecto hayan sacrificado el principio de legalidad, la divi-sión de poderes del Estado y los derechos fundamentales amparados por la Constitu-ción para satisfacer los intereses espurios de unos políticos locales cuyas ocurrencias han dilapidado más de 12 millones de euros en un dislate imposible.

Terminaron las reforestacionesEcologistas en Acción, dentro del Progra-ma de Voluntariado en Ríos del Ministerio de Medio Ambiente, ha desarrollado en La Rioja un total de 8 jornadas de refo-restación de yasas y cauces estacionales en diferentes puntos de la Sierra de Los Agudos, en los términos municipales de Calahorra, Aldea Nueva de Ebro y Autol.

En las jornadas han participado un total de 180 personas, buena parte de ellas jó-venes entre 4 y 14 años, y se han plantado 4.000 árboles y arbustos. Ecologistas en Acción ha realizado tam-bién un estudio e inventario de la fauna y flora de la Sierra de Los Agudos situada en la localidad de Calahorra.

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BiodiversidadChequeo a las

políticas españolas de

Chequeo a las políticas españolas de biodiversidad

Ecologistas en Acción ha presentado en informe Chequeo a las políticas españolas de Biodiversidad que ma-nifiesta el fracaso de las políticas de biodiversidad elaboradas por la Ad-ministración General del Estado y los gobiernos autonómicos, y denuncia una clara involución en la conserva-ción de la biodiversidad española, ya que las administraciones están cediendo a los intereses económicos que tienen una perspectiva más cor-toplacista y menos sostenible. Esta grave situación se debe a que las políticas están condicionadas por intereses económicos espurios, que priorizan un rápido enriquecimiento privado en detrimento de los intere-ses colectivos, condicionando la bio-diversidad a otras políticas sectoriales. Por otro lado, cada administración au-tonómica y ciudad autónoma cuenta con una política de biodiversidad disociada, sin coordinación con las demás, lo que impide avanzar hacia el objetivo común de detener la pérdida de biodiversidad para 2020. Ecologistas en Acción destaca que las políticas de biodiversidad siguen sin tener en cuenta las raíces so-cioeconómicas de la pérdida de bio-diversidad, pretendiendo asegurar su conservación a base de actuaciones en espacios naturales protegidos y sobre especies amenazadas, aspectos importantes pero muy insuficientes por si solos para detener la pérdida de biodiversidad.

ecologistasenaccion.org/article8070.html

De nuevo, la nefasta política forestal valencianaLa Conselleria de Medio Ambiente ha realizado quemas “controladas” de 35 hectáreas de suelo forestal incluidas en la Red Natura 2000: ZEPA Sierra Martés-Muela de Cortes, y a su vez LIC Muela de Cortes-El Caroig, en Cortes de Pallás (Va-lencia). Las quemas se realizaron a partir del 29 de marzo, en época de cría de las aves, en el paraje del Alto de Caracierzo, en los que participó un gran operativo con intervención militar de la UME. Los motivos de la quema fueron la genera-ción de pastos para la caza mayor (los terrenos pertenecen también a la Reserva Valenciana de Caza de Muela de Cortes) y la regeneración de la vegetación, sin el preceptivo estudio de afección a los es-pacios de la Red Natura 2000 que exige la Directiva 92/43/CEE. Según esta Directiva, los Estados tienen el deber de conservar y evitar el deterioro de los hábitats naturales y de las especies que crían en ellas. No

obstante, la Conselleria hizo caso omiso a la legislación europea, anteponiendo los intereses económicos cinegéticos a la conservación de la naturaleza. La zona alberga importantes pobla-ciones de rapaces: culebrera, águila real, águila-azor perdicera, aguililla calzada, halcón peregrino y búho real. Pero sobre todo, es hábitat de especies del Anexo I de la Directiva hábitats: totovía, curruca rabi-larga, cogujada montesina y bisbita cam-pestre, especies que precisan medidas de conservación especiales de su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción en su área de distribución. Además la Conselleria ha incumplido el deber de suministrar la información am-biental solicitada y solo se nos ha permitido consultar el proyecto de quema, no el do-cumento íntegro. Ecologistes en Acció del País Valencià esta tramitando una queja a la Comisión Europea por estos motivos.

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Preocupación por los tratamientos selvícolasCastilla-La Mancha está desarrollando e incentivando numerosas actuaciones de tratamiento silvícola tanto en los montes públicos como en los privados. Dichas actuaciones se han justificado con diversos fines de limpieza de montes bien sea para prevención de incendios, para eliminación de vegetación muerta a causa de daños climatológicos o para evitar problemas fitosanitarios. Entre los beneficios de estas actuaciones se han ar-gumentado la aportación de biomasa para generación de energía y la disposición de miles de empleos para quienes se han que-dado en paro en empresas constructoras. Entran en juego aquí fondos europeos, a través del FEADER, y un plan de apro-vechamiento energético de los restos forestales que se ha anunciado pero no

se conoce. Ecologistas en Acción ha detectado va-rias de estas actuaciones que no se están desarrollando debidamente. Se están pro-duciendo abusos, tanto por la intensidad como por la extensión de los tratamientos forestales, así como por la derivación exce-siva de leñas para las plantas de biomasa e incluso de maderas sanas para otro tipo de usos más lucrativos. A Ecologistas en Acción le preocupa que esta falta de criterio y de control se generalice en los tratamientos selvícolas, en particular los vinculados a la posterior utilización de los restos extraídos como biomasa o madera, puesto que la Con-sejería de Agricultura y Medio Ambiente ha programado numerosas obras y no se garantiza la vigilancia de las mismas.

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Oposición absoluta a la reforma

de la ConstituciónEcologistas en Acción considera in-aceptable que los mercados, causantes del actual colapso económico, agoten la soberanía popular y mediaticen las decisiones políticas. Para la organiza-ción ecologista una reforma consti-tucional del calado que se propone sumará al colapso económico, otro de índole política y social. Asi mismo ase-vera que esta reforma quiere mostrar la sumisión del estado a los mercados, en detrimento del bienestar social. Se trata de arrumbar la soberanía popular y adueñarse de los últimos re-cursos públicos con el fin de reflotar las maltrechas cifras macroeconómicas. Para la organización ecologista es un disparate proponer un techo de gasto en un momento en el que se debería estar invirtiendo en cohesión social, en educación, en salud y en pro-tección, defensa y mejora de nuestro medio ambiente. También acusan al ejecutivo y a sus cómplices políticos de secretismo, oscurantismo y espíritu antidemocrá-tico, al tiempo que considera que una reforma de este tipo nunca debería proponerse, y que si se hace debería ser la ciudadanía quien decidiera. Ecologistas en Acción pide, no sólo un techo de gasto, sino un recorte presupuestario en: gasto militar, en desarrollo industrial irresponsable y nocivo con el entorno y la sociedad, en cuerpos represivos que, a la luz de los acontecimientos, se han demostrado profundamente antidemocráticos, etc. La organización ecologista vuelve a advertir del riesgo que corre la socie-dad española de estar entrando en un escenario en el que colisionen preca-riedad social con intereses de mercado y un Estado sumiso y policial. Por todo ello, Ecologistas en Acción se opone a la modificación constitucio-nal y pide una consulta popular previa para forzar al PSOE y al PP a dar marcha atrás en sus propósitos antisociales y antiambientales.

Al Tribunal por incumplir la Directiva de AguaLa Comisión Europea llevará al Tribunal de Justicia de la UE la queja presentada por Ecologistas en Acción por reiteradas infracciones a la Directiva Marco de Agua (DMA). La organización ecologista denun-cia la ausencia de participación, retraso en la elaboración de planes hidrológicos, y un precio del agua en nuestro país para el sector agrario muy por debajo de lo establecido por la norma europea. La Comisión Europea admitió la queja en mayo de 2010 y realizó un requerimien-to al Gobierno español el 27 de enero. En el requerimiento se instaba a España a cumplir la legislación de la UE en materia de aguas y a presentar sus planes hidro-lógicos de cuenca, que son esenciales para alcanzar el objetivo de un buen estado de las aguas europeas para 2015. Los planes se tenían que haber adoptado el 22 de diciembre de 2009 a más tardar.

El requerimiento también definía que de no recibirse una respuesta satisfactoria en dos meses, la Comisión llevaría al Estado español al Tribunal de Justicia de la UE. El hecho de llevar la queja al Tribunal demuestra la ausencia de una política de gestión del agua adecuada para la con-servación de los ecosistemas acuáticos. El retraso en la publicación de los planes hidrológicos está muy relacionado, entre otros factores, con la imposibilidad de asegurar el caudal ambiental de los ríos dada las excesivas demandas de agua por parte del regadío. Por lo tanto, Ecologistas en Acción sigue considerando que esta situación actual de incumplimiento rei-terado es consecuencia de la bochornosa sumisión mostrada por el Ministerio de Medio Ambiente frente al sector agrario, y a su desprecio hacia la función medio-ambiental esencial del agua.

Rechazo a la aprobación de BiscarruésSEO/BirdLife, Ecologistas en Acción, Ami-gos de la Tierra, Greenpeace y WWF re-chazan la aprobación del embalse de Biscarrués (Huesca) por el Ministerio del Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) pese a los informes técnicos y científicos en contra. La declaración de impacto ambiental (DIA) emitida por el MARM, por la que se da luz verde a la construcción del em-balse de Biscarrués, constituye una gran agresión medioambiental, pues la obra producirá la destrucción irreversible de áreas de gran valor natural, incluidas en la Red Natura 2000. El MARM ha emitido la DIA positiva a pesar de contar con multitud de informes que rechazaban tajantemente la cons-trucción del embalse: algunos realizados por entidades públicas de reconocido prestigio, como son el Instituto Geoló-

gico y Minero de España y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, además de varios informes in-ternos en el mismo sentido del propio Ministerio. Las ONG lamentan que el MARM haya cedido a presiones locales y de regantes, que reclaman una deuda histórica pre-constitucional, para emitir una DIA posi-tiva al embalse. Se ha impuesto el criterio político frente al técnico, y esto poco tiene que ver con la “disposición al diálogo”, y la intención de “pintar el ministerio de verde”, manifestadas por la ministra Rosa Aguilar, cuando tomó posesión del cargo. La aprobación de Biscarrués es una muestra más de la anticuada política de aguas del Gobierno, anclada en dar agua a los sectores que siempre la han tenido sin considerar las necesidades de la sociedad, ni las amenazas del cambio climático.

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Ejecución forzosa de la sentencia sobre la M-501

El 12 de junio se cumplió el plazo legal concedido por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para que la Comunidad de Madrid cumpliera de forma voluntaria con la sentencia firme emitida por el Tribunal Supremo sobre el desdobla-miento de la carretera M-501. Transcu-rrido el plazo sin que se haya cumplido la sentencia, el 2 de julio Ecologistas en Acción, solicitó la ejecución forzosa. Ante esta situación, el TSJ ha or-denado a la Comunidad de Madrid la ejecución forzosa de la sentencia que declara nulos los acuerdos que permitieron el desdoblamiento de la carretera M-501 e insta a la restitución de los terrenos a su estado inicial. El plazo para que la Comunidad de Madrid informe al TSJ de las medidas adoptadas es de quince días (plazo que cumplirá a mediados de septiem-bre al considerarse inhábil el mes de agosto). A partir de ese momento, el incumplimiento del acuerdo judicial puede conllevar, previo apercibimiento del secretario judicial y audiencia de las partes, la adopción de medidas necesa-rias para su efectividad, multas coerciti-vas para las autoridades, funcionarios y agentes responsables, así como derivar en responsabilidad penal. Así consta en el acuerdo tomado por el Tribunal. Ecologistas en Acción valora muy positivamente el acuerdo del TSJ y espera que la Comunidad de Madrid cumpla con el mandato legal sin más dilación. Este acuerdo judicial deja en evidencia la falsedad de las declaracio-nes de algunos responsables políticos del Gobierno Regional, entre ellos el vicepresidente primero Ignacio Gon-zález, el ex vicepresidente segundo Francisco Granados y el ex consejero de transportes José Ignacio Echeverría que han negado reiteradamente la obliga-ción de cumplir con la sentencia.

Garoña cierra en 2013La sentencia otorga al Ministerio de Indus-tria y al Gobierno la potestad de decidir sobre el cierre de las centrales nucleares cuando expire su permiso de explotación. Ecologistas en Acción, Greenpeace y la Confederación General del Trabajo, las tres organizaciones que pedían el cierre inme-diato en el procedimiento, celebran la no prolongación de Garoña hasta el 2019 y pide al Gobierno y al Ministro de Industria el establecimiento de un calendario de cierre del resto del parque nuclear espa-ñol (otras 7 centrales nucleares), ya que esta sentencia le otorga potestad para tal actuación. El Tribunal ha desestimado todos los recursos interpuestos contra la decisión del Gobierno de proceder al cierre de la nu-clear de Santa María de Garoña (Burgos) en 2013, tanto los de la empresa propietaria Nuclenor, que pretendía que la central fun-cionara hasta 2019, como las de Ecologistas en Acción y Greenpeace, y el sindicato CGT, que pedían el cierre inmediato. La senten-cia, además, ratifica el no otorgamiento de ninguna indemnización. En la sentencia se ha producido, ade-más, un voto particular que reconoce la vulneración alegada por las tres organiza-ciones de que la aprobación de la orden ministerial no respetó la Ley que reconoce el derecho a una participación pública real y efectiva. Para Ecologistas en Acción, Greenpea-ce y CGT esta sentencia otorga potestad al Gobierno para proceder al cierre de las centrales nucleares cuando expire su autorización de explotación, puesto que

bastaría con no renovarla. Las organizaciones ecologistas cele-bran el que Garoña no siga funcionando hasta 2019, como pretendía Nuclenor y la Junta de Castilla y León, USO y UGT, entre otros, lo que sería una temeridad. Pero se preguntan por qué se le permite seguir funcionando en la actualidad con los sistemas de seguridad muy degradados y con los graves problemas de contamina-ción térmica que está produciendo en el río Ebro. El propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) reconoce en sus dictámenes la existencia de numerosos elementos severamente degradados y la necesidad de atacar una serie de reparaciones en elementos tan vitales como el sistema de protección contra incendios, el cambio de cientos de metros de cables, o el ais-lamiento de la sala de control para seguir funcionando.

ecologistasenaccion.org/article12113.html

No a la nuclear de AscóEl 1 de octubre el Gobierno debe decidir si renueva el permiso de funcionamiento de la central nuclear de Ascó (Tarragona). Ascó es una central con graves problemas estruc-turales relacionados con su ubicación y su diseño. Así el terreno donde se ubica presenta serios riesgos de inestabilidad geotécnica y sobre una falla sísmica de bajo nivel. También existe un alto riesgo de inundación ya que se sitúa aguas abajo de las presas de Mequi-nenza, Riba-roja y Flix. Además es una nuclear envejecida con un alto nú-mero de incidentes. Para evitar un nuevo Fukushima pide al Gobierno que no conceda a Ascó la renovación del permiso de funcionamiento:

ecologistasenaccion.org/article21057.html

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La resistencia del pueblo mapuche Más de 200 personalidades han reclamado en un mani-fiesto conjunto la amnistía inmediata de los presos polí-ticos mapuches reprimidos y encarcelados por el Gobierno chileno, debido a sus reivindi-caciones. Una de sus reclama-ciones esenciales es, precisa-mente, la recuperación de sus territorios ancestrales ya que, según la portavoz mapuche en España, Nélida Molina, “los mapuches somos indisocia-bles de nuestra tierra. Nuestra forma de vida, nuestros an-helos y creencias se enraízan en la profundidad de nuestra relación con la tierra, que nos ha acompañado siempre y a la

que pertenecemos”. Molina señala que el con-flicto con el gobierno chileno se produce por la usurpación de las tierras ancestrales del pueblo mapuche: “el pueblo-nación mapuche siempre ha vivido en comunidad, sin escri-turas que avalen la propiedad de la tierra, lo que es aprove-chado por los colonizadores gubernamentales para ven-derlas a grandes corporacio-nes privadas”. Los cuatro presos mapu-ches Héctor Llaitul, José Hue-nuche, Ramón Llanquileo y Jonathan Huillical, que acaban de poner fin a una huelga de hambre de de 88 días, han de-nunciado un trato inhumano y vejatorio: “el gobierno chileno ha querido lanzar un mensaje

a la comunidad mapuche para que cese en su resistencia y en su reivindicación de plenos derechos sociales y políticos para nuestro pueblo”, señala Nélida Molina, quien recuer-da que, “los presos mapuches fueron encarcelados, juzgados y condenados en aplicación de una ley antiterrorista aprobada por la dictadura de Pinochet”. La Coordinadora de Apoyo al Pueblo Mapuche, en la que participa Ecologistas en Ac-ción, presentó el 21 de junio un manifiesto de denuncia de esta situación, firmado entre otros muchos, por el escritor chileno Luis Sepúlveda, por la escritora Rosa Regás, por el actor Willy Toledo, el profesor universitario Jaime Pastor, o el politólogo Carlos Taibo. Por otra parte, a principios de octubre esta prevista la llegada de representantes del pueblo mapuche a España, en donde celebrarán diversos actos.

ecologistasenaccion.org/article21198.html

Semana europea del tiburón 2011 Del 15 al 23 de octubre se celebra de nuevo la Semana europea del tiburón. Esta vez el objetivo es recordar que la Unión Europea (UE) tiene pen-dientes y aletargadas ciertas cuestiones relacionadas con los tiburones. Durante cinco años, Shark Alliance, coordinadora en la que participa Ecologistas en Acción, ha estado debatiendo con funcionarios de pesca y medio ambiente de la UE y con miembros del Parlamento Eu-ropeo acerca de la necesidad

La iniciativa ITT-YasuníUn ejemplo de cómo transitar hacia un mundo sin calentamiento global, biodiverso y basado en energías renovables

La iniciativa ITT-Yasuní Ecologistas en Acción ha pre-sentado un informe sobre la iniciativa ecuatoriana ITT-Ya-suní de dejar un importante pozo petrolero sin explotar a cambio del pago, en forma de devolución de deuda ecológi-ca, de la mitad de los ingresos que generaría su extracción. En junio de 2007 el Go-bierno de Ecuador lanzó una sorprendente propuesta, la Iniciativa Yasuní–ITT, que plan-tea mantener indefinidamen-te en el subsuelo el crudo del bloque petrolero ITT, situado en la Amazonia ecuatoriana, a cambio de una compensa-ción internacional por valor del 50% de los beneficios que el Estado recibiría si dichas re-servas fueran explotadas. Los fondos recibidos servirían para iniciar la transición a un mode-lo de sociedad no basado en los combustibles fósiles. Por tanto, una iniciativa de gran relevancia en la búsqueda de propuestas para frenar el cam-bio climático, la pérdida de biodiversidad, y de adaptación al agotamiento del petróleo. El bloque ITT se encuentra dentro del Parque Yasuní, de-clarado Parque Nacional en 1979, y posteriormente Re-serva de la Biosfera en 1989

por la UNESCO. El Yasuní se considera la región de mayor diversidad biológica del pla-neta. Además, en 1999 la par-te sur del Parque Yasuní, junto a la Reserva Huaorani fueron declaradas como Zona Intan-gible de Conservación veda-da a perpetuidad de todo tipo de actividad extractiva, al tratarse de un territorio habitado por grupos étnicos en aislamiento voluntario. Para la organización eco-logista esta es una excelente oportunidad para que los paí-ses responsables de la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y el agotamiento de los combustibles fósiles em-piecen a devolver su deuda ecológica con los del Sur.

ecologistasenaccion.org/article20845.html

de proteger mejor a los tibu-rones. Si bien las salvaguardias para evitar la sobrepesca de los tiburones van evolucionando gradualmente en la dirección adecuada, la deficitaria nor-mativa de la UE que prohíbe la despilfarradora práctica del aleteo o finning (cercenar las aletas de tiburón y arrojar el cuerpo de vuelta al mar) aún tiene que enmendarse. Final-mente hemos llegado a las últimas fases del fundamental debate sobre el aleteo, pero necesitamos ahora más que nunca que tu voz se sume a la nuestra para asegurarnos de que los responsables políticos resisten la presión de la in-dustria y protegen de una vez por todas a los tiburones. Por ello te pedimos que firmes la peti-ción “Presiona para proteger a los tiburones de Europa”.

ecologistasenaccion.org/article7611.html

Bahamas prohibe la pesca de tiburones Bahamas ha prohibido toda la pesca comercial de tiburones en sus aguas territoriales. La isla se une así a las Maldivas, Palau y Honduras en la prohi-bición de la pesca comercial de tiburones. Conjuntamente, esto suma cerca de 2,4 mi-llones de kilómetros cuadra-dos de océano, donde estos animales podrán nadar con seguridad. La prohibición crea el san-tuario de Bahamas a través de una enmienda a la Ley de Re-cursos de la Industria Pesque-ra quedando así prohibida la pesca comercial de tiburones. A su vez se impide la venta, importación y exportación de productos de tiburones.

Italia dice no a la energía nuclearLa participación en el referén-dum italiano, celebrado en junio, para el abandono de

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la energía nuclear superó el 50% del electorado y arrojó una abrumadora victoria de los antinucleares al conseguir un 95% de apoyo. Asimismo los italianos han votado en contra de la privatización del agua y de la inmunidad de los altos cargos. Estos resultados tie-nen especial mérito dados los impedi-mentos que el Go-bierno de Berlusconi ha puesto a la con-sulta. En un intento de que el referéndum nuclear no se celebrara recurrió al Tribunal Supremo y al Constitucional que refren-daron la legalidad de la consul-ta. Durante toda la campaña el partido de Berlusconi llamó a la abstención para intentar que el referéndum no fuera válido. El referéndum pone final feliz a un largo proceso de lu-cha de la sociedad civil italia-na que consigue así airear la política y el medio ambiente italianos.

Resolución histórica impulsa el acceso de las ONG a la justiciaLos grupos ecologistas de Alemania tienen el derecho a cuestionar ante la justicia proyectos que pueden tener un impacto significativo sobre las zonas protegidas, según un fallo de Tribunal Europeo de Justicia. Actualmente, las condiciones que permiten a las ONG recurrir a la justicia son muy limitadas. Se le ha pedido al Tribunal Europeo de Justicia que inter-prete la Directiva EIA relativa a la evaluación del impacto medioambiental de proyectos, en un asunto presentado por el grupo alemán BUND, contra una decisión de aprobar la construcción de una planta eléctrica de carbón, cerca de unas zonas protegidas. El Tribunal ha decidido que las ONG tienen derecho a im-pugnar decisiones administra-tivas relativas a proyectos que supuestamente incumplen la legislación de medio ambiente

y, en este caso, la ley de protección de la

naturaleza. Como el artículo 9 del Con-venio de Aarhus relativo al acceso a la justicia por razo-nes ambientales todavía no se aplica por completo en la UE, actualmente no existe ninguna obligación para permitir que las ONG impugnen proyectos que pueden causar daños al medio ambiente. El año pasado se publicó un informe que ha demostrado que esta disposición se aplica de manera muy diferente en la UE. En abril, un comité de Na-ciones Unidas que supervisa la aplicación del Convenio de Aarhus ha instado a Europa para que revisara la aplicación de estas normas. BUND ha acogido bien la sentencia del Tribunal Euro-peo de Justicia y la ha des-crito como una resolución “histórica” que va a fortalecer los derechos de los grupos ecologistas.

La industria del camarónLa Fundació ENT junto con la Universidad Autónoma de Barcelona ha llevado a cabo la investigación Anàlisi i propos-tes d’actuació per a la resolució de conflictes socio-ambientals pesquers a Centreamèrica, un trabajo que ha contado con financiación del Institut Cata-là Internacional per la Pau. El informe analiza, desde la pers-pectiva de la justicia ambiental,

el vínculo entre el incremento de la producción acuícola de camarones en Nicaragua y Honduras con la aparición de conflictos socioambientales. La industria del camarón ha sido promovida por gobier-nos, agencias de desarrollo e instituciones financieras inter-nacionales como mecanismo para el desarrollo de zonas empobrecidas (como es el caso del Golfo de Fonseca, compar-tido por Honduras, Nicaragua y El Salvador), sin embargo en la mayoría de los casos no se ha conseguido el efecto deseado. La justicia ambien-tal analiza la aparición de los conflictos socioambientales teniendo en cuenta, además de los aspectos distributivos (distribución de recursos y de los beneficios e impactos de-rivados de su uso), aspectos vinculados al reconocimiento de los actores locales en los

procesos de toma de decisiones políticas y aspec-

tos vinculados a problemáticas relacionadas con la posibilidad real de participación de éstos en las decisiones políticas. Por último la justicia am-biental analiza las problemá-ticas asociadas con la limita-ción de aquellas capacidades básicas para la vida. Sobre la base de este análisis se con-cluye que el efecto resultante de las políticas de promoción del modelo acuícola industrial como herramienta de desarro-llo ha tenido en ocasiones el efecto contrario al esperado, incluyendo entre otros fac-tores el mantenimiento de la pobreza, alteraciones graves al medio ambiente, abusos a los derechos humanos, etc. Finalmente, el informe plan-tea diferentes propuestas de actuación y presenta un panel de variables e indicadores de justicia ambiental aplicados a la acuicultura.

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Las masas boscosas europeas pierden salud y biodiversidad

Bosques de las zonas templadasJosé Ignacio López-Colón y José Luis García Cano

Una parte muy importante de las masas forestales del Globo se encuentra situada fuera de las zonas tropicales y subtropicales. A todos los efectos –y en especial como garantes de biodiversidad y en su papel de reguladores y moduladores del clima y del porcentaje de CO2 de la atmósfera de la Tierra– su papel en el complejo Gea es, proporcionalmente considerado, tan determinante como el del inmenso dosel forestal del cinturón ecuatorial y tropical.

José Ignacio López-Colón y José Luis García Cano, Ecologistas en Acción

Los bosques de las zonas templadas se pueden clasificar en bosques caducifolios de hoja ancha, que a su vez comprenden el bosque medi-terráneo, el bosque caducifolio y el

bosque de ribera, y los bosques perennifolios de coníferas. Se distribuyen en muchos te-rritorios de Europa, Asia y Norteamérica mientras que en el Hemisferio Sur solo aparecen en franjas estrechas del sur de América, Nueva Zelanda y Australia.

El f bosque mediterráneo es característico de las áreas que bordean en mar Mediterráneo; su vegetación está adaptada para soportar una gran variabilidad climática, entre la que destaca la escasez de agua en verano. Las especies que lo caracterizan han adquirido una serie de adaptaciones –denominadas en conjunto esclerofilia– para evitar la pér-

dida de agua por transpiración. El estrato arbóreo está formado principalmente por encinas, alcornoques, quejigos y acebuches y el matorral forma un espeso sotobosque constituido, entre otras, por jaras, lentiscos, madroños y brezos.

El f bosque caducifolio es propio de áreas montañosas, con clima más lluvioso y frío que el anterior; sus árboles pierden la hoja en otoño y la regeneran en primavera. Las especies más importantes son hayas, arces, robles, melojos y castaños.

El f bosque de ribera, también denomina-do bosque galería, se distribuye en torno a los ríos, arroyos y zonas húmedas; tiene mucha importancia como protección frente a la erosión, la regulación de las escorrentías y resulta fundamental para prevenir las inundaciones. Las especies más representativas son álamos y chopos, sauces, fresnos, alisos y olmos.

Los bosques de coníferas son, en su f

mayor parte, bosques procedentes de repoblaciones, cuyas especies más carac-terísticas son los pinos (piñonero, rodeno, albar, carrasco y negral o laricio).

Una situación desigualA primera vista, se podría pensar que al estar ocupando la franja que corresponde a los países más avanzados y exigentes en materia medioambiental, estos bosques es-tán a salvo de los problemas especulativos que tienen las masas forestales de regiones tropicales y subtropicales, pero nada más lejos de la realidad, porque aunque en cierta medida eso es así, el poder del sector industrial y turístico es brutal y las conse-cuencias de la globalización económica no presagian buenos augurios en este sentido. No obstante, la conciencia de la opinión pública se ha disparado de una manera exponencial en los últimos tiempos gra-cias a su vez a una mayor disponibilidad

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de información inde-pendiente y veraz al

respecto, aunque no en todas partes ha evolu-

cionado de manera similar, como vere-mos a continuación.

Habrá por tanto que analizar los datos por separado. Según la FAO/CEPE (Eva-luación de Recursos Forestales 1990), durante la década de los ochenta la superficie fo-restal de los países industriales evolucionó de manera distinta según las zonas consi-deradas: por ejemplo, en Europa hubo un incremento en la superficie de bosques y otras tierras arboladas de casi 2 millones de hectáreas (la antigua URSS registró un au-mento neto de 22,6 millones de hectáreas entre 1978 y 1988, como consecuencia de la regeneración natural y de la plantación y siembra de tierras agrícolas y otras tierras no forestales, como por ejemplo la que se hizo para servir de cinturones protectores); se produjeron pequeños aumentos en Nueva Zelanda y Australia; mientras que hubo un descenso neto de 3,2 millones de hectáreas en Estados Unidos. Esa tenden-cia de los 80, aunque acaso más suavizada, se ha ido manteniendo durante el final del milenio y el principio del siglo XXI. Un caso paradigmático es el de EE UU donde se han talado extensiones enormes de bosque templado caducifolio para su transformación en tierras de cultivo o en áreas urbanizadas. Como ya se ha repetido hasta la sacie-dad, los bosques juegan un papel funda-mental en la regulación climática del pla-neta, en el mantenimiento del equilibrio hídrico y la conservación de los suelos, y en la conservación de la biodiversidad; por lo que son posiblemente el patrimonio natural más importante con el que cuenta el ser humano. Sin embargo, por diferentes motivos, los bosques se encuentran entre los ecosistemas más amenazados y salvaje-mente explotados por la acción humana. Las causas de su desaparición o de-gradación son múltiples, tanto directas –explotación maderera, roturaciones para transformación en terrenos agrícolas o pastos para ganado, urbanización y cons-trucción de infraestructuras, minería y acti-vidad petrolera, presas hidroeléctricas que inundan extensas áreas boscosas, incendios forestales y lluvia ácida–, como indirectas, aquellas que en realidad son el origen de muchas de las anteriores. Entre estas causas indirectas están la industrialización descontrolada –que provoca contamina-ción y lluvia ácida–, políticas económicas y sociales equivocadas o mal planificadas –que fomentan la sustitución de bosques por terrenos agrícolas o ganaderos– y, en

particular, los modelos de producción y consumo de los países desarrollados, que exigen una gran demanda de madera.

Los bosques europeosA pesar de todos sus esfuerzos, la política de la UE no ha impedido que los bosques europeos sigan perdiendo salud y biodiver-sidad. El informe Forests in danger: failures of EU policy and what needs to change, es claro al respecto [1]. En dicho documento, la Fundación FERN expone la necesidad de reducir la demanda de productos fo-restales. En efecto, el problema de fondo reside en que la demanda de madera, pasta y papel, alimentos y biomasa forestal para producción de energía es superior a la oferta –tanto dentro de la UE como en el resto del mundo– y, sobre todo, que las exigencias en ese sentido seguirán creciendo en el futuro. El enfoque que hasta el momento se ha hecho en la UE

no reconoce este hecho y tampoco se hacen esfuerzos en esa dirección. Por tanto, es prioritario definir lo que sería una demanda aceptable para poder establecer patrones sostenibles de manejo del bosque y eso no se ha tenido en cuenta hasta el momento. Las políticas de la UE deberían centrarse en la reducción del consumo, incluida la eficiencia energética. Las conclusiones del estudio de FERN son tan elementales como claras: el de-sarrollo de energías renovables como la eólica, geotérmica y el biogás deberá ace-lerarse para cumplir los compromisos que existen para cubrir el 20% de la demanda de energía con tales fuentes. A la vista del desequilibrio entre oferta y demanda, y ante la previsión de que la producción sos-tenible de biomasa es imposible en Euro-pa, es necesario aumentar la participación de otras fuentes de energía renovables, lo que, dicho de otra manera, significa que

1. Alameda entre pinos repoblados (Sierra Nevada).2. Los bosques proveen de muchos recursos. Saca del corcho en el valle del Genal.3. Mucha de nuestra biodiversidad reside en los bosques. Bosque mixto en Los Alcornocales.Fotos: pEtEr Manschot www.pEtErManschotphoto.coM

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habrá que invertir más dinero (subvencio-nes, investigación, etc.) en las opciones de energía renovable antes mencionadas para conseguir que esos sectores despeguen de una vez por todas. Entre las recomendaciones de FERN sobre las políticas relacionadas con los bos-ques (en cuanto a desarrollo rural en la UE para el período 2014-2020), tendentes a reforzar las políticas de biodiversidad y de protección del clima, destacan los puntos siguientes:

Obligatoriedad, por parte de los estados fmiembros, de asignar fondos suficientes para aplicar la red Natura 2000 de una manera efectiva.

Obligatoriedad de incluir las medidas fforestales en el medio ambiente en sus planes nacionales de desarrollo rural.

Asegurar que los Estados miembros flogren la coherencia entre sus estrategias de desarrollo rural, planes forestales, es-trategias sobre diversidad biológica y los planes nacionales de energía renovable.

Asegurarse de que la forestación pro- fteja al medio ambiente y no dañe a la biodiversidad. Las subvenciones para la plantación de especies exóticas e invasoras deben ser suprimidas.

Los bosques españolesEspaña no escapa a la situación europea antes expuesta, aunque tiene sus parti-cularidades. Para la comprensión de la situación en nuestro país es obligado hacer referencia al Inventario de Daños Forestales (IDF) que anualmente publica el Servi-cio de Protección de los Montes contra Agentes Nocivos, del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. El IDF consiste en el seguimiento anual de los puntos de una red sistemática y aleatoria, que cubre toda Europa. En España, en 2010, se han revisado 620 puntos, eva-

luándose 14.880 árboles (7.488 coníferas y 7.392 frondosas). A pesar del discurso triunfalista del Gobierno español, de los gobiernos de las distintas Comunidades Autónomas y del sector maderero a la vista del último informe al respecto, publicado a principios de febrero [2], en el que se constata una ligera mejora respecto al año anterior y se indica que el 85,4% de los árboles en los bosques españoles presentan “un aspecto saludable”, en un ejercicio en el que “se ha mejorado el estado general del arbolado” respecto a años anteriores, logrando “los mejores niveles desde 2004”, no hay que ser demasiado optimista ni confiado en las políticas actuales, puesto que del propio informe se desprende claramente que el re-sultado es una consecuencia directa de las buenas condiciones climatológicas de 2010, en especial la cantidad y distribución de las precipitaciones, que han jugado un “papel fundamental” en la evolución tan positiva del estado de salud de los bosques. Por otra parte, las bajas temperaturas registradas puntualmente en el invierno tuvieron un efecto letal en las poblacio-nes invernantes de insectos defoliadores y perforadores que han visto mermado considerablemente su potencial biótico durante el año 2010 (la situación es justo la contraria a la tendencia de los últimos años, en especial durante el periodo 2005-2006 y el año 2009). Entre las Comuni-dades Autónomas que han mejorado los registros del año pasado destacan Asturias, Cataluña, Baleares, Andalucía y Valencia.

Claro decaimientoPero los resultados obtenidos tras el IDF 2009 [3] mostraban que el estado general del arbolado español marcaba un claro pro-ceso de decaimiento, disminuyendo el nú-mero de árboles sanos y aumentando el de

dañados y muertos y que el empeoramien-to era general, aunque algo menos acusado en las coníferas, en las cuales disminuyó el porcentaje de árboles sanos (87,1%) y au-mentó el arbolado dañado (con un 13,2% de pies en esa categoría), mientras que para las frondosas el arbolado sano era el 79,3% y el dañado aumentó (18,3% de los pies). Los principales agentes causantes de daños son los abióticos, en especial “la sequía”, dejando en segundo lugar a los producidos por insectos (principalmente los defoliado-res) para dejar en tercer puesto a los daños debidos a competencia, falta de iluminación o a los producidos por plantas parásitas, epífitas, trepadoras, y los debidos a hongos; la proporción de daños producidos por la acción directa del hombre (incluida la tala ilegal), no llegaban al 6% de la totalidad del arbolado que se estudió, mientras que los producidos por incendios suponían el 3% de los árboles dañados. Destacaba, por tanto, el impacto aso-ciado al déficit hídrico registrado en esa campaña para las frondosas y, en las coníferas, el producido por el muérdago y los perforadores, como efecto secundario de la sequía. En ese informe de indicaba que no se había podido evaluar la impor-tancia de la contaminación atmosférica, ya que dicho factor no es directamente cuantificable en la evolución del estado del arbolado al encontrarse enmascarado por procesos mucho más llamativos (en apariencia), pero que no obstante parece indudable su acción en combinación con otros agentes, favoreciendo los procesos de degradación en las masas forestales sometidas a su influencia [3]. Pero la situación real excede y escapa por desgracia a esa visión técnica. El in-forme conjunto de las cuatro principales organizaciones ecologistas españolas de los resultados de la Conferencia sobre Pro-tección de Bosques de Valsaín [4], expone con claridad la preocupante situación de los bosques españoles y europeos y aboga por la única solución viable a medio y largo plazo: reducir el consumo. En efecto, las organizaciones ecologistas señalan que a pesar de que la UE tiene menos del 8% de la población mundial, su modelo de consumo la sitúa como una región clara-mente deficitaria en el comercio mundial de materias primas (soja, carne, cuero, aceite de palma, papel, madera, etc.) y deudora desde el punto de vista de su hue-lla ecológica. La UE sobrepasa claramente los parámetros de mínima sostenibilidad: tiene una huella ecológica de 4,7 hectá-reas/habitante, mientras que sus sistemas naturales solo pueden soportar 2,2 ha/hab. En este contexto, la UE tiene una clara responsabilidad en el binomio destrucción-

1. Los bosques crean ecosistemas muy diferentes a los que habría sin estrato arbóreo. Quejigal en el Parque de Los Alcornocales. 2. Bosque caducifolio de la umbría de Sierra Nevada. Fotos: pEtEr Manschot www.pEtErManschotphoto.coM

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Notas y referencias1. Prakasch, S., 2010: Forests in danger: failures

of EU policy and what needs to change. FERN, 48 pp.

2. Consultar: mapa.es/gabinete/nota.asp?codi=41500_AH030211 lineaverdebasauri.com/eu/noticia.asp?noticia=47373 y geoscopio.net/escaparate/noticias.cgi?idnoticias=187840

3. - Servicio de Protección de los Montes contra Agentes Nocivos, 2010: Inventario UE-ECE de daños forestales (IDF) en España.

- Red europea de seguimiento de daños en los bosques. Nivel I. Resultado del muestreo de 1999. Ecología 23: 195-233.

4. Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF, 2010.- Manifiesto sobre Protección de bosques (Informe sobre la Conferencia sobre Protección de Bosques, del 6 y 7 de abril de 2010, en Valsaín, Segovia), 9 págs.

5. ecologistasenaccion.org/article17065.html y ecologistasenaccion.org/article17144.html

conservación de los bosques en todo el mundo debido a su dependencia de la importación de materias primas, procedentes frecuentemente de procesos de deforestación y degradación forestal [5]. Y añaden: “Otro de los problemas acuciantes, sobre todo en el sur de Europa, es el de los incendios forestales”. Según los expertos, debido al cambio climático es previsible el aumento del riesgo de incendios forestales, en especial los de grandes dimensiones, por lo que es fundamental insistir en el control y reducción de las causas o situaciones que los provocan. Uno de los problemas de-tectados y denunciados por los ecologistas –problema que tiene graves consecuencias en la consideración y manejo de los datos indicados por los estamentos oficiales–, es el de la creciente confusión promovida desde instancias internacionales como la FAO y la UE sobre la equiparación entre bosques y plantaciones o cultivos fores-tales: “Aunque los bosques proporcionan un gran número de funciones ecológicas y socio-económicas, no se puede afirmar lo mismo de las plantaciones. Las planta-ciones, sin duda necesarias, carecen de algunas funciones ambientales importantes y son gestionadas frecuentemente como cultivos, estando más próximas por este motivo a la agricultura que a lo forestal. Muy frecuentemente, los bosques son transformados en plantaciones forestales enmascarando la deforestación real y ori-ginando una gran pérdida de biodiversidad en todo el planeta. Por tanto, las organi-zaciones piden que tanto las estadísticas de estas instituciones como las fuentes de información que se utilicen diferencien claramente ambos conceptos” [5].

El futuro de nuestros bosquesLos bosques de las zonas templadas pue-den ayudar a mitigar los efectos del cam-bio climático, pero están seriamente ame-nazados por el propio cambio climático y, en particular, por el uso y gestión que se hace de ellos. A pesar de los esfuerzos de las políticas de la UE en este sentido, los bosques europeos siguen decayendo en términos de salud y biodiversidad [1]. Durante las últimas décadas, la preocupa-ción del ciudadano por la calidad de los bosques de las zonas templadas y por la forma en que se administran y aprovechan, ha ido en aumento. Dicha preocupación no comprende solamente la calidad y la salud de los bosques, sino que abarca las políticas y prácticas de ordenación forestal. Se pretende alcanzar un difícil equilibrio entre la calidad biológica del bosque y

las continuas exigencias de la industria: entre la demanda constante de madera, ocio y

esparcimiento (turismo), con el correspondiente mantenimien-

to de los puestos de trabajo que generan directa e indi-rectamente ambos sectores,

y la conservación de la vida silvestre, los recursos hídricos y el paisaje. La política de la UE tiene como ob-jetivo igualar en importancia “intereses comerciales” e “intereses ecológicos” de los bosques; sin embargo, en la práctica, los primeros han sido siempre prioritarios. En este sentido, la sociedad debe recono-cer que las políticas relacionadas con los bosques han sido hasta ahora insuficientes para garantizar su protección [1, 4, 5]. No podemos permitirnos el lujo de soportar los costes económicos que provocan los bosques degradados irreversiblemente, la pérdida de biodiversidad ni las consecuen-cias de la disminución de la captación de carbono forestal (con el correspondiente aumento de las emisiones) a costa del beneficio económico que a corto plazo pueda suponer la explotación irracional de los bosques. Es, por tanto, prioritario tener en cuenta las preocupaciones ambientales por encima de cualquier ganancia moneta-ria provocada por la explotación forestal.

Por tanto, creemos necesaria la apertura de un amplio debate social que determine definitivamente las prioridades en este sentido y posibilite la adopción de medidas políticas valientes, apartando de una vez por todas los intereses comerciales como objetivo fundamental en la discusión. Puede que ese fuese el principio de un complicado camino que nos lleve a frenar de una manera efectiva el deterioro de nuestros bosques.

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Más cemento, más regadío, menos bosques

Evolución de la superficie forestal en el Estado español 1987-2005Fernando Prieto

En el artículo se analiza como ha variado la superficie forestal en España entre 1987 y 2005 según los datos del proyecto Corine Land Cover. En resumen se puede decir que ha habido una pequeña reducción en superficie, pero una bastante mayor reducción de la madurez y resiliencia de los ecosistemas forestales.

Fernando Prieto, doctor en Ecología y autor de varios trabajos y libros sobre

incendios forestales. [email protected]

En este artículo se recogen las prin-cipales tendencias observadas en la evolución de la superficie fores-tal en España entre 1987 y 2005. Durante este periodo se observan

importantes intercambios dentro de las di-ferentes categorías de la superficie forestal, que más abajo analizaremos, junto a otros procesos tales como el fuerte aumento de la superficie artificial, el incremento de los regadíos y la pérdida de zonas húmedas. Estos procesos se pueden relacionar con otras variables determinantes como la falta de la recogida de leña, el derrumbe de la ganadería extensiva que origina una falta de pastoreo, el uso de cemento por la economía (gran crecimiento urbanístico y de infraestructuras), el abandono rural que subyace a los incendios forestales, pero también sobre las políticas agrarias que incentivan la transformación de zonas

forestales o de secanos en regadíos. Todas estas variables han producido efectos, en algunos casos prácticamente irreversibles, sobre la biodiversidad, el paisaje o sobre el ciclo hidrológico. En conjunto, podemos afirmar que se ha producido una disminución y pérdida acusada y muy rápida de servicios de los ecosistemas en el pasado reciente en España.

Se puede medirLos cambios en los principales ecosiste-mas, son fundamentales para evaluar los procesos de sostenibilidad [1]. Como el espacio es limitado, obviamente si aumen-tan los regadíos o las zonas urbanas esto ocurre a costa del resto del territorio. La medida de estas tendencias de ocupación del suelo puede considerarse una variable de sostenibilidad fuerte, ya que ciertos cambios, por ejemplo la urbanización so-bre zonas agrarias, húmedas o forestales, suponen una pérdida irreemplazable y no sustituible, son procesos irreversibles [2].

Lord Kelvin escribió: “Lo que no se puede medir no se puede gestionar”. Gracias al proyecto Corine Land Cover [3] se puede cuantificar la ocupación del suelo en España. Corine Land Cover no tiene un gran detalle, pero es la mejor y única herramienta disponible que permite saber cuál es la situación anterior (de dón-de venimos), la actual (en qué contexto estamos) y prever en qué situación nos veremos (escenarios) si seguimos con las mismas tendencias. Esta información es muy valiosa y tiene una gran relevancia, ya que por primera vez se puede analizar en tres momentos del tiempo, 1987-2000-2005, a una escala estatal y con la misma metodología, la evolución de la ocupación del suelo [4].

Más cemento, más regadío y menos bosquesEntre 1987 y 2005, se han producido incrementos de la superficie artificial supe-riores a un 50% (aumento de urbanización e infraestructuras) [5], así como una ligera disminución de superficies agrícolas y forestales, un ligero aumento de las zonas húmedas y un fuerte incremento de las láminas de agua. La fecha de inicio de este periodo es muy relevante en nuestra historia reciente, ya que el 1 de enero de 1986 se produjo la entrada de España en la UE, que está asociada a fuertes inver-siones en infraestructuras y a un despegue de la economía asociado a inversiones europeas y fondos estructurales. Por otra parte, en el periodo transcurrido entre 2000 y 2005 se produjo la aceleración del boom inmobiliario, con grandes incre-mentos de la construcción residencial. A partir de 2007 se produjo la gran caída de este sector. En general se ha detectado una ligera disminución de superficie forestal entre 1987-2005, confirmando lo ya observado entre 1987-2000 y en clara contradicción con lo que dicen los Inventarios Forestales Nacionales. Entre los rasgos más relevantes de estos cambios de superficie desde el punto de vista de la sostenibilidad ambien-tal, señalaremos (ver tablas 1 y 2):

Se han producido grandes intercambios fdentro de las diferentes categorías en las que se subdivide la superficie forestal, con pérdidas y ganancias de ecosistemas forestales (ver figura 1). Entre las pérdidas destacan los incendios, y las talas o dege-neración de masas forestales, mientras que entre las ganancias de superficie están la regeneración y la matorralización en zonas abandonadas e incendiadas.

Las zonas forestales también se han freducido por la artificialización del suelo que ha sido muy fuerte durante el perio-

Foto: inFoca, Junta dE andalucía

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tabla 1: principalEs cambios dEtEctados En corinE land covEr 2006 En zonas forEstalEs (pEriodo coMprEndido EntrE 2000 y 2005)

Superficie (ha) % sobre sup. total de cambios

Talas/degeneración del bosque de frondosas 49.664 5,70%Talas/degeneración del bosque de coníferas 47.387 5,43%Regeneración forestal tras incendio 45.455 5,21%Matorral esclerófilo reemplazado por matorral boscoso 41.553 4,77%Transformación secano en regadío 41.549 4,77%

Fuente: IGN CLC. 2006. Servicio de Ocupación del Suelo. Subdirección General de Observación del Territorio. Ministerio de Fomento.

tabla 2: cambios En las supErficiEs forEstalEs EntrE 2000 y 2005 (en hectáreas)

Descripción CLC00 rev. Pérdidas Ganancias Cambio neto % Cambio CLC 06Bosques de frondosas 3.804.441 67.653 12.347 -55.306 -1 ,45% 3.754.417Bosques de coníferas 3.925.345 80.968 30.942 -50.026 -1 ,27% 3.879.335Bosque mixto 1.515.210 21.505 8.200 -13.305 -0,88% 1.505.384Pastizales naturales 2.671.008 40.229 12.871 -27.358 -1 ,02% 2.644.982Landas y matorrales 931.321 7.826 8.114 288 0,03% 932.722Vegetación esclerófila 5.273.337 94.307 49.546 -44.761 -0,85% 5.231.943Matorral boscoso transición 4.555.744 101.791 219.960 118.169 2,59% 4.663.242Playas, dunas y arenales 48.321 375 71 -304 -0,63% 48.024Roquedo 214.218 138 246 108 0,05% 214.318Espacios vegetación escasa 931.690 12.833 2.366 -10.467 -1,12% 922.445Zonas quemadas 82.698 77.193 51.495 -25.698 -31,08% 55.018Glaciares y nieves perman. 310 0 0 0 0% 310TOTAL 23.953.642 504.818 396.158 -108.660 1 ,65% 23.852.139

Fuente: IGN CLC. 2006. Servicio de Ocupación del Suelo. Subdirección General de Observación del Territorio. Ministerio de Fomento.

figura 1: tasas dE cambios dE ocupación dEl suElo forEstal.

coMparación 1987-2000 y 2000-2005

do analizado [4]. En buena medida este

crecimiento de lo ce-mentado se ha realizado

sobre zonas agrarias productivas de huer-tas, zonas forestales y

zonas húmedas. El enorme incremento de infraestructuras también ha determinado la fragmentación de las zonas forestales.

La creación de zonas forestales no fimplica necesariamente la formación de masas continuas, que son las de mayor relevancia para la recuperación de las funciones del ecosistema y la diversidad biológica.

Además, las zonas forestales han dismi- fnuido en determinadas zonas de Levante por el incremento de regadíos sobre zonas forestales. Este hecho llama la atención en un escenario de escasez de recursos hídricos en general y falta de recursos hídricos para asignaciones ambientales en particular.

Menos bosques maduros, más matorralesEntre las importantes transformaciones internas a los ecosistemas forestales, cabe destacar:

Disminuye la superficie forestal de fcalidad por incendios (860.000 hectá-reas entre 2000-2005 o 3,2 millones de hectáreas entre 1987-2005, según las estadísticas del MARM), originado tam-bién una disminución de la calidad de los ecosistemas. De forma notable el fuego ha contribuido a transformar masas arbo-ladas, principalmente pinares, en zonas de bosque mixto, matorral boscoso o zonas arbustivas o de pastizal.

Aumenta la superficie por regeneración fen zonas incendiadas, colonización en zonas de montaña o por nuevas refores-taciones. Esta matorralización muchas veces se debe al abandono de zonas rurales [6], que origina una cierta inestabilidad de los ecosistemas forestales.

También se han producido talas, urba- fnizaciones y transformaciones agrarias en terrenos forestales. En condiciones naturales, los ecosiste-mas forestales en nuestras latitudes y con vegetación natural experimentan procesos muy lentos de sucesión. Por este motivo unas tasas de intercambio tan elevadas y rápidas como las que hemos señalado entre diferentes usos forestales indican un grado de perturbaciones y antropización importante. Además, estos cambios tienen lugar de forma muy dispersa en el territorio incrementando la fragmentación del terri-torio natural, aspecto clave para el mante-nimiento de la diversidad biológica.

-6% -5% -4% -3% -2% -1% 0% 1%

Bosques defrondosas

Bosques deconíferas

Bosque mixto

Pastizales naturales

Landas y matorralesmesófilos

Vegetaciónesclerófila

Matorral boscoso detransición

Playas, dunas yarenales

Roquedo

Espacios convegetación escasa

Zonas quemadas

Glaciares y nievespermanentes

2000-2005

1987-2000

Observando en detalle las diferentes categorías se observa que los bosques de frondosas, coníferas y bosque mixto han experimentado ligeras disminuciones. El matorral boscoso de transición ha expe-rimentado un aumento del 2,6% y en general se observa que los ecosistemas forestales, en relación a otras categorías, son los que han experimentado tasas mayores de cambios de uso dentro de la misma categoría (tabla 2). Los pastizales naturales habrían pasado de 2,67 millones de hectáreas a 2,64, habiendo disminuido por tanto en más de 27.000 hectáreas. Es probable que la causa principal haya sido el cese de la ganadería extensiva y la colonización de zonas agrícolas marginales. La creación de monte alto sobre pastizales no siempre es positiva, pues puede implicar la pérdida de paisajes y ecosistemas culturales asociados a determinados usos de gran valor ecoló-gico. Mientras aumentan los bosques por colonización natural, sobre todo en zonas de pastos y agrícolas abandonadas, por otra parte disminuyen por los incendios forestales, es decir, se produce un aumento de superficies por un lado, pero merma de bosques de calidad por el otro. Este

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Notas y referencias1 Costanza, R, y otros. (1997) “The value of

the world’s ecosystem services and natural capital”. 106. Nature, 15 may 1997.

2 Pearce, D. (1993.) Blueprint. Measuring Sustainible Development, Eathscan, New Cork.

3 El proyecto Corine Land Cover (CLC) se realiza para toda Europa, con colaboración de todos los Estados. Se utilizan unos mismos estándares y criterios de ocupación del suelo, que se relacionan con un año base. El sistema es interoperable e igual para todas las administraciones públicas, comparable a escala espacial y temporal y permite a cualquier ciudadano conocer de primera mano qué está pasando con su territorio. El proyecto CLC se realizó en Europa con la siguiente nomenclatura: 1990, 2000 y 2006, que se corresponde en el caso de España al análisis de imágenes del satélite de los años 1987, 2000 y 2005.

4 Lamentablemente otras fuentes de información como los tres inventarios forestales realizados no poseen metodologías comparables para la superficie forestal. Los inventarios II y III se realizaron con diferente definición para la superficie forestal y no son comparables en cuanto a superficies ocupadas. Respecto a los volúmenes de madera sí se han realizado con la misma metodología y concluyen un importante aumento de volumen de madera en pie. Será necesario investigar la relación entre estos dos fuentes de información y en cualquier caso establecer una pasarela entre los dos sistemas.

5 Ver: Prieto, Campillos, Fontcuberta (2010) “Cambios en la ocupación del suelo en España 1987-2005”, en Ecologista 65.

6 A modo de ejemplo, la recogida de leña ha disminuido entre 1960 y 2000 en un 86%, y la de resina aún más, un 94% en el periodo que va de 1966 a 2000.

proceso dista de ser sostenible por las características de los ecosistemas forestales donde es importante la permanencia en el tiempo para que se den adecuados pará-metros de biodiversidad y de resiliencia.

ConclusionesLas zonas forestales y naturales presentan en conjunto una disminución muy ligera , principalmente por la conversión a zonas agrícolas y el aumento de superficies artifi-ciales. España es un caso atípico en Europa, donde la cobertura forestal muestra una tendencia a la expansión. Durante el periodo 2000-2005 se incrementó la población española en casi un 10% pasando desde 40,5 millones de personas a 44,1, coincidiendo con impor-tantes tasas de inmigración. Por ello la cobertura forestal per cápita ha disminuido de una forma significativa, lo que también puede considerarse un claro indicador de insostenibilidad. Pero, quizás, el tema más relevante no es tanto el aumento o la disminución de la superficie, sino la variación de la cali-dad de los ecosistemas forestales, medida en términos de biodiversidad, servicios de los ecosistemas, etc. Esta variable al igual que la resiliencia –la capacidad de los sistemas forestales para absorber perturbaciones– podemos considerar que han disminuido, por los dos factores ya mencionados: el gran intercambio dentro de la clase (pérdida-ganancia de zonas forestales) y por la fragmentación que ha supuesto sobre las zonas forestales las nuevas infraestructuras y la creación de masas sobre zonas agrícolas también de una forma fragmentada.

La disminución de pastizales naturales seguramente está relacionada con la ma-torralización general y esta a su vez, por la falta de pastoreo extensivo, confirmándose la tendencia observada en el periodo ante-rior, 1987-2000. La explotación de estos recursos tendría una positiva repercusión económica y supondría una disminución de la magnitud y, probablemente, de la frecuencia y gravedad de los incendios forestales. Además de disminuir la bioma-sa y la necromasa inestable, los incendios forestales serían más fáciles de apagar. Una mayor prevención implicaría menores gastos en extinción y generación de trabajo estable en el medio rural. Las tendencias observadas son pre-ocupantes, sobre todo en un escenario previsible de cambio climático, con au-mento de temperaturas, irregularidad de las precipitaciones y ligero descenso de las mismas. Un escenario sostenible respecto a los ecosistemas forestales (sobre todo teniendo en cuenta que constituyen un ecosistema clave para el ciclo del agua, para la diversidad y otros servicios ambientales) implicaría que aumentasen paulatinamente, se redujeran los incendios forestales, no se fragmentaran y, finalmente, evolucionaran hacia estadios más maduros y más resilien-tes. Pero los cambios reflejados marcan la tendencia contraria. Es evidente la necesidad de cambiar de rumbo radicalmente respecto a la gestión forestal, aumentando la ordena-ción y la gestión de los montes y de los usos tradicionales que implicarían una mayor estabilidad de los ecosistemas forestales y un escenario más seguro y sostenible para todos.

1. Se ha urbanizado mucho sobre superficies forestales durante el boom urbanístico. Foto: Joaquín rEina.

2. El abandono de los terrenos conduce a su matorralización.3. La falta de pastoreo extensivo también ha provocado cambios en las superficies forestales.4. La construcción de infraestructuras es una de las principales causas de pérdida de superficie forestal. Foto: Joaquín rEina.1 2

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Mantener y alimentar la llama de la contestación social

El movimiento del 15MCIP Ecosocial

El malestar social tiene raíces profundas y ha encontrado en el movimiento del 15M su cauce de expresión. ¿Nos encontramos ante un nuevo ciclo de contestación a una democracia demediada y a un capitalismo depredador? De momento lo que sabemos es que unos problemas sociales agudizados en confluencia con un descontento en buena parte prepolítico han servido para encender la llama.

Estado de cabreo colectivo y actitudes prepolíticas

El movimiento del 15M empezó siendo la expresión balbuciente de un profundo ma-lestar social. Inició su andadura apenas sin discurso, con unos pocos eslóganes que en-contraron rápida audiencia por su sencillez y acierto y, sobre todo, porque expresaron a la perfección un estado de afectación co-mún. Debido a ello, en su inicio, el 15M ha sido principalmente una manifestación de estado de ánimo colectivo: el sentimiento de rechazo y disgusto de una ciudadanía que se indigna ante un proceso de deterioro social parcamente contestado a través de los cauces instituidos de lo político y lo sin-dical. No en vano a sus participantes se les etiquetó desde los medios de comunicación como los indignados. Reconocer que este proceso (o con-flicto) tiene también un origen emocional surgido de un malestar o desafecto hacia el orden social, que se aglutina inicialmente en torno a aspectos (o percepciones) anteriores a la política –es decir, en torno a aspectos que la fundamentan o que cons-tituyen su condición misma de posibilidad, pero que no están articuladas en torno a una concepción ideológica concreta–, y que se expresa en discursos muy básicos, a los que es fácil adscribirse colectivamente

(“no somos mercancías en manos de ban-queros”, “5.000.000 de parados, eso es terrorismo”, “al final del sueldo, me sobra mes”, “no hay pan para tanto chorizo”), quizá nos proporcione alguna clave de interés para interpretar el significado y la evolución posterior del movimiento. Un segundo aspecto a tener en cuenta es que este estado de cabreo colectivo no ha generado agresividad y cerrazón. Más bien al contrario, el 15M se ha revelado, en general, como un movimiento amable con vocación hospitalaria que ha ido acogiendo de ma-nera progresiva demandas y aspiraciones largamente incubadas. Frente a actitudes resentidas, sectarias y excluyentes, omnipre-sentes habitualmente cuando el ambiente está caldeado, las prácticas que han predo-minado han sido la apertura, el cuidado y el reconocimiento de las identidades plurales de quienes se iban sumando al proceso. Bajo el paraguas del significante 15M conviven gentes de variada condición y procedencia, con diferentes lenguajes, experiencias y culturas socio-políticas, que se han canalizado a través de la exaltación del res-peto a veces lenta y agotadora, y que lejos de ser pura cortesía se ha convertido en un proceso de aprendizaje colectivo, de organización de la experiencia

común, que ha terminado por marcar –como veremos después– tanto la práctica como el discurso del 15M, siendo probable que pueda transformarse en motor de una politización explícita. Se trata de un pro-ceso de construcción de sujetos colectivos que nació abierto y que sigue abierto, que resulta difícil de etiquetar y que no expresa necesariamente unanimidad de criterios ni un horizonte común inequívoco.

Fundamentos reales del descontento: el deterioro de las condiciones de vida y el secuestro de la democracia por las elitesEl descontento y malestar social están plenamente justificados. Tienen unos fun-damentos reales en procesos que, aunque estructurales al capitalismo, se han acen-tuado con la crisis en los últimos años. Es un disgusto de décadas de incremento de una desigualdad económica que ha propi-ciado, por un lado, despilfarro y, por otro, agravamiento de carencias y exclusiones. Es un malestar que refleja los efectos de una burbuja inmobiliaria que ha incentiva-do entre ciertos sectores de la juventud el fracaso y el abandono escolar asociados a la creación de una riqueza ficticia y a una hipertrofia del sector del ladrillo. En el mo-mento en que más creció la economía más se empobrecieron las relaciones sociales (particularmente en el ámbito laboral, pero también en el del consumo). Desde hace casi ya una década, se cortocircuitaron los mecanismos de ascenso y promoción so-ciolaboral. La crisis vino a sumar a este de-solado panorama unas cifras inaguantables

de desempleados y el drama del despojo de la vivienda a miles de familias. En el plano político, la crisis también ha contribuido a de-teriorar los precarios mimbres sobre los que descansa la demo-cracia representativa, particular-

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mente en esta parte de Europa sometida a las consecuencias de la construcción de la Unión Económica y Monetaria al margen de la ciudadanía y de la sociedad. En este modelo representativo subyace una idea de democracia poco exigente. El discurso político hegemónico sostiene que para calificar de democrática a una sociedad bas-taría únicamente con la presencia de varios elementos: elecciones periódicas, un sistema de partidos y libertad de mercado. Una concepción en la queda desdibujada la idea de democracia como proceso orientado a levantar un espacio público que permita el acceso –en condiciones de igualdad– de todas las personas a la formación de la vo-luntad colectiva a través del diálogo crítico y a construir cauces de participación real y continuados en todo aquello que afecte a las condiciones de vida de la ciudadanía. Esta ausencia de una democracia participa-tiva basada en el gobierno mediante el debate ha conducido a una partitocracia en el fun-cionamiento político y a una plutocracia en el gobierno de la sociedad. El malestar que provoca esta democracia y que expresa el movimiento 15M tiene que ver con ambas cosas. Por un lado, rechaza la creciente tecnificación, mercan-tilización y oligarquización de la actividad de unos partidos casi exclusivamente cen-trados en la renovación y circulación de los cargos públicos, denunciando que eso, aunque lo llamen democracia, no es más que cratopolítica (esto es, mera actividad dedicada a girar en torno a las cuestiones de poder en las instituciones). Por otro, el 15M denuncia el secuestro de la voluntad democrática por la plutocracia como con-secuencia de la disolución de las fronteras –a través de las llamadas puertas giratorias, la supuesta independencia de los Bancos Cen-trales, etc.– entre el mundo de las empresas y el de la Administración Pública.

Deterioro social profundizado por el neoliberalismoEl neoliberalismo sirvió para restituir el poder de clase de los que detentan la riqueza económica. Surgió como reacción al largo periodo de la segunda posguerra marcado por la ampliación de los derechos sociales y económicos de los asalariados y la presencia del Estado como instancia redistribuidora y de contrapeso a la lógica del mercado. Debe ser interpretado, como señala Harvey, como un proyecto político que pretendió restablecer las condiciones para la acumulación de capital y restaurar el poder de las elites económicas. “Esto es la lucha de clases –se encargó de recordar-nos el multimillonario Warren Buffet–, y la mía, la de los ricos, la está ganando”. De aquellos polvos vienen estos lodos.

Pero las dos vertientes del deterioro social han venido a resquebrajar la legiti-midad tanto del sistema político como del económico. El mundo –señala Galeano– se divide ahora en indignos e indignados. El 15M ha sido la voz del niño de la fábula de Andersen que denuncia que el emperador está desnudo. El público asiste indignado a la desvergüenza con que se han paseado en los tiempos del neolibe-ralismo los poderes más indignos.

¡Sin miedo! Ocupación de la plaza, presencia en las callesEn las acampadas se percibió un potencial creativo colectivo en medio de un espacio público que había sido redefinido en los últimos tiempos como escenario al servicio del consumo. Muchos de los centros de nuestras ciudades han sido declarados centros comerciales abiertos y sobre ellos se ha ejercido un control férreo para mayor tranquilidad del turista/consumidor y be-neficio del comerciante. Lugar de tránsito pero no de debate, el espacio público es recreado por el 15M como ámbito de encuentro para la discusión. “¡A la puta calle! nos dijeron –ilustra El Roto en una viñeta– Y eso hicimos”. Volviendo al desafecto que mencio-nábamos al principio, y enmarcando la reflexión en la siempre compleja y con-flictiva relación individuo-sociedad (una permanente construcción y reconstrucción entre actores tanto individuales como co-lectivos), se ha producido –o más bien, se ha expresado– la fractura del sentido de pertenencia a una sociedad que promete lo que ya no puede dar. Es decir, parece haberse agotado la sensación de que este modelo social sea un medio natural propi-cio para que la ciudadanía pueda alcanzar sus propias metas. Su traducción en des-regulación de la vida social, flexibilidad y precariedad laboral ha provocado que se imponga una sensación de vulnerabilidad, y esa percepción cargada de incertidum-bre, tanto en un sentido material como simbólico, ha actuado durante demasiado tiempo de eficaz medida de disciplina-miento, inhibiendo la contestación social. El sentido de pertenencia también se torna problemático en el ámbito de la representación y participación política. Las instituciones políticas y sindicales descien-den al nivel más bajo de confianza desde el inicio de la democracia. La percepción de que los canales habituales para resolver los conflictos y las tensiones han dejado de ser útiles, convierte la toma de la plaza pública y la presencia en las calles en opciones que permiten activar la conciencia ciudadana y expresar sin miedo ese sentimiento crítico de pertenencia.

1. La Puerta del Sol madrileña ha sido uno de los epicentros del movimiento 15M.2, 3, 6, 11: Las movilizaciones impulsadas por el 15M han sido masivas en todo el Estado español.4, 8: La fuerte participación de jóvenes ha echado por tierra numerosos tópicos sobre su apatía política.5, 7, 9, 10: El 15M ha generado una explosión creativa y comunicativa.

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Discursos políticos del 15M

Si tuviéramos que trazar una línea que reco-rriera el espectro de discursos esta iría desde dos extremos: en uno, una ciudadanía indignada no especialmente politizada, en otro, la izquierda radical. El motor de esta línea sería un proceso de concienciación co-lectiva (que se traduce, incipientemente, en acción como potencial motor de cambio). A lo largo de esa misma línea, podríamos trazar también un recorrido que iría desde la individuación hasta la grupalidad activa. Es decir, una transformación de sujetos individuales a sujetos sociales organizados desde la base. Entremedias se encontrarían multitud de posiciones enmarcadas en grados distintos de politización. Es preciso matizar que, a raíz del estalli-do, se ha puesto en marcha y articulado una acumulación previa de prácticas y discursos anteriormente activos y ya sedimentados (de movimientos sociales, organizaciones políticas y sindicatos, redes sociales), si bien es también un movimiento que se aleja explícitamente de las siglas, y que se basa en el asamblearismo y la horizontalidad de la toma de decisiones [1] y en prácticas, tanto micropolíticas como macropolíticas, algo que ya se ponía en práctica desde hace décadas como consecuencia de la quiebra de los grandes relatos de emancipación social, y cuyo epicentro se basa en la trans-formación de la vida cotidiana. Ese espectro plural y diverso de puntos de partida provoca que resulte más fácil al-canzar consensos en torno a lo inmediato y que haya una tendencia a rehuir ahondar en el debate de las mediaciones y de los aspectos estructurales (donde pueda haber más disenso). Es decir, parece más fácil reivindicar una reforma de le Ley electoral que elaborar un cuestionamiento abierto material, simbólico, social y político del conjunto del sistema. Igualmente, se trata de un proceso en el cual las consideraciones de partida y de llegada no son novedosas con respecto a lo que vienen siendo las reivindicaciones históricas de la izquierda (en un sentido amplio, desde la socialdemocracia hasta la radical). Pero ha tenido que ser la ciudada-nía la que emprendiera el viaje de vuelta hasta ellas, sin mediación de organización política alguna.

Prácticas del 15MLa práctica del movimiento se ha concreta-do, básicamente, en dos tipos de intervencio-nes: la ocupación del espacio público (acam-padas en la plaza, manifestaciones en la calle, asambleas en los barrios) y la desobediencia civil pacífica (desoír a las juntas electorales, impedimento de embargos, etc.).

Notas1 Que en algún momento ha evidenciado el

riesgo de que se produzca un bloqueo de las dinámicas por interpretar precisamente el consenso como unanimidad o derecho de veto, en lugar de como aprendizaje común de la gestión respetuosa de los consensos y de los disensos, que no resulte paralizante y que acabe ahogando la potencialidad del grito colectivo.

El 15M se ha mostrado desobediente siempre que ha comprobado la ceguera y sordera de las autoridades. Cuando el poder ha reaccionado con violencia, más atemperada ha sido la respuesta. La des-obediencia civil pacífica ha significado para el movimiento una poderosa vía de legi-timación social, además de una forma de lucha frente a distintos tipos de violencia (también “violencia es cobrar 600 euros”) y un aprendizaje para evitar colaborar con aquello que se rechaza. Tres frentes pare-cen estar ganando protagonismo para la acción colectiva en la mayor parte de las asambleas de barrios: las movilizaciones populares para impedir desahucios por im-pago de hipotecas, para impedir redadas y detenciones a población inmigrante en los barrios y las reivindicaciones contra la privatización del agua. Como ha dicho Joaquim Sempere, “la indignación, vieja y nueva, versa sobre muchos temas, y se necesitará encontrar respuestas para empezar a avanzar”. El proceso del 15M no ha surgido de la nada. Son múltiples los colectivos y orga-nizaciones –desde las obreras hasta las del movimiento vecinal; desde el feminismo, el ecologismo y el pacifismo, hasta los diferentes observatorios– que llevan años denunciando las injusticias; la academia y el conocimiento experto también han producido agudos análisis y pronósticos; no pocas personas, a título individual, han contribuido a su vez a la construcción de tejido social crítico desde sus actividades profesionales en la educación, la sanidad o la abogacía, por ejemplo; tampoco han sido escasas las reflexiones que han circulado, sobre todo por Internet, ni sus denuncias del paulatino deterioro de la vida social, política, económica y ecológica. Todo ello ha favorecido la construcción de un tejido social crítico y, en no pocas ocasiones, de resistencia o de lucha activa contestataria. El 15M ha sido la chispa que ha agluti-nado y permitido una confluencia (hasta hace poco impensable) en torno a unos problemas y unos valores compartidos en una arena en la que dominaba la fragmentación y dispersión de posturas. Mantener la llama y alimentar el fuego son los principales desafíos.

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Las sombras de la publicidadConsumeHastaMorir

Carteles luminosos, olores insinuantes, marquesinas gigantes, plazas públicas ocupadas por instalaciones que muestran las bondades de algún producto, performances hechas en plena calle para llamar la atención sobre un nuevo modelo de móvil… nuestra experiencia cotidiana es cada vez más comercial. En las ciudades, especialmente en las grandes, los publicistas participan de una lucha por captar la atención de los viandantes, potenciales clientes, y modelar sus percepciones para generar más deseos que se conviertan en necesidades. Es una guerra de las percepciones que la gana aquella marca que consigue crear vínculos emocionales con los clientes.

Esta publicidad, unidireccional, a la que no podemos contestar y de la que difícilmente p o d e m o s h u i r, e s concebida esenc ia l -mente por el objetivo comercial que tiene, aunque en r e a l i d a d poco dicen los anun-cios de las caracterís-ticas de los productos. A p r o v e -chando las posibilidades del lenguaje audiovisual y los nuevos canales de comunicación, los anunciantes han volcado sus es-fuerzos en incrementar el valor de sus marcas dentro del mercado de intangibles, hasta el punto de convertir el producto en solo un elemento más de un amplio proceso comunicativo.

Al hablar de la publicidad, sin embargo, poco se dice del papel ideológico que cumple, como transmisora de valores y generadora de un determinado modo de estar sobre la tierra: siguiendo la máxima de cuanto más mejor. Los estilos de vida cuidadosamente seleccionados como imaginario social apuntan a una sorprendente homoge-neidad de valores: la reivindicación de lo individual ante lo colectivo, del hedonismo frente al esfuerzo, de lo estético frente a lo ético.

En un mundo cada vez más globalizado, la inversión se ha ido dirigiendo a la creación de la marca global antes que a la engorrosa fabricación de los productos y el control de su calidad, a base de deslocalizar la industria y externalizar la producción en países del Sur, dismi-nuyendo hasta lo irrisorio los costes de producción. El resultado es que el consumo ha adquirido un papel tan central como paradójico: un tercio de los consumidores europeos presenta un nivel alto de adicción al consumo, problemas graves de compra impulsiva, o una clara falta

de autocontrol en sus gastos. Y mientras crece a 350 millones el número de obesos en los países del Norte y se constata que la injusta distribución de los recursos no se soluciona con un mayor crecimiento económico, recibimos cada vez más pruebas de que el actual modelo de consumo está basado en el despilfarro: cuando 800 millones de personas viven en la pobreza más severa, cerca del 40% de los alimentos que se producen se pierden sin ser consumidos.

Y la publicidad tiene un papel esencial en todo este pa-norama. Con métodos más o menos ingeniosos, lleva dé-cadas prometiendo que ese mercado de productos y mar-cas con identidad propia satisface desde nuestras necesi-

dades más básicas a los anhelos y aspiracio-nes labora-les, socia-les o sen-timentales. Y para ello, la principal estrategia es tanto m o s t r a r u n a p o -tencialidad mágica de lo que se c o m p r a como insis-tir repeti-d a m e n t e

en las supuestas carencias que aquejan al consumidor o consumidora.

La publicidad se lleva premiando, desde hace 26 edi-ciones, en el Festival Iberoamericano de la Comunicación Publicitaria El Sol, que se celebra en Donostia-San Se-bastián, donde se valoran los mejores anuncios del año. Como se trata de romper con ese monólogo publicitario, Ecologistas en Acción lleva concediendo, desde hace cuatro años, los Premios Sombra a los peores anun-cios publicitarios en diferentes categorías, a los que transmiten los valores más machistas, discriminatorios, irresponsables, insolidarios o consumistas. Se trata de criticar y hacer visible el papel ideológico que cumple la publicidad, y también poner de manifiesto que detrás de los carteles luminosos e imágenes llamativas se esconden empresas con bastantes más sombras que soles.

La publicidad campa a sus anchas por las grandes ciu-dades, sin embargo ya comienza a haber voces que, cada vez con más fuerza, gritan ¡estamos hartas!, ¡estamos indignados! Voces que se convierten en acciones que reivindican ese espacio para uso público y que comienzan a responder en las marquesinas de las calles: el enorme cartel de L’Oreal, colocado en la Puerta del Sol de Madrid, vio como las letras de su marca eran transformadas en una frase que decía: “Democracia real”.

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29Ecologista, nº 70, otoño 2011

Crítica del turismo de masas en la globalización económica

Viajar perdiendo el SurRodrigo Fernández Miranda

Mucha gente cree que el turismo es una industria ‘sin chimeneas’, esto es, sin apenas impactos ambientales. Pero lo cierto es que la generalización y masificación de la actividad turística está provocando grandes problemas tanto de carácter ambiental como de afección social a las sociedades del Sur que reciben a los visitantes.

Rodrigo Fernández Miranda, Comisión de Consumo de Ecologistas en Acción de

Madrid y autor del libro con igual título que este artículo (Libros en Acción, 2011)

La conquista del ocio lejano

“Es el viaje y no el destino lo que acaba siendo una fuente de prodigio”, afirmó en el Siglo XIV el incansable Marco Polo. Sin duda, desconociendo entonces las connotaciones que aquella frase tendría siete siglos después, como leitmotiv de toda una industria globalizada del turismo de masas. La génesis de esta industria se remonta a la Revolución Industrial, aunque es a par-tir de los Acuerdos de Bretton Woods en 1944 cuando comienza un fuerte proceso expansivo y de crecimiento exponencial. Con su liberalización, desde mediados de los años 70, el turismo internacional fue configurándose como uno de los precur-sores de la globalización económica. En los albores del siglo XXI, en un mundo caracterizado por el movimiento, el turismo se con-virtió en la industria más pode-rosa del planeta, por delante de la automoción, el petróleo, la electrónica y la alimenta-ción, y el primer renglón en el comercio internacional. A su vez, representa la actividad de más crecimiento y que mayor cantidad de empleos genera de la economía mundial. El factor tecnológico y la energía barata

han contribuido a una disminución de los tiempos, los espacios y los costes: más rápido, más lejos, y también más barato. Si se observa la evolución de los des-plazamientos internacionales de personas desde la segunda mitad del siglo XX, los datos son elocuentes: 20 millones en los años de posguerra; 200 millones en 1975; 426,5 millones en 1989; 920 millones en 2008 (figura 1). Durante los años dorados (1950-1973) la tasa de crecimiento de los desplaza-mientos internacionales alcanzó casi el 800%, entre 1975 y 1989 el 113%, y otro 115% desde la caída del Muro de Berlín hasta 2008. En poco más de 60 años los desplazamientos de personas a lo largo del mundo se multiplicaron nada menos que 46 veces. Entre 1989 y 2004 los ingresos

de la industria turística mundial se multi-plicaron por tres. A modo de ejemplo de este fuerte crecimiento, México, el 10º país del mundo en visitas internacionales, tuvo más visitas extranjeras durante 2009 –21,5 millones– que el total de desplazamientos mundiales anuales en los primeros años de la posguerra.

Viajan los ricos, ganan los ricosSimultáneamente, la tendencia a la con-centración de los capitales del sector ha determinado que un puñado de tour-operadores transnacionales controlen la mayor parte de los flujos financieros y comerciales a escala global de la activi-dad. Concentración que acompaña a la constante expansión geográfica y diversi-ficación comercial. En este escenario expansivo, muchos territorios del Sur fueron gradualmente ganando protagonismo como destinos tu-rísticos. Para muchos países empobrecidos la apertura económica, la explotación de recursos y la mercantilización de espacios para inducir el desarrollo turístico supuso una vía rápida y eficaz para su integración en el sistema mundializado. Una desloca-lización productiva hacia la Periferia que fue masificando un turismo Norte-Sur de patio trasero. Así, entre 1995 y 2009 los países del Sur incrementaron en más del 10% su participación como destino en la tarta de desplazamientos internacionales, con una tasa anual de crecimiento que duplica a la registrada en los países centrales. De continuar esta tendencia, en pocos años recibirían más visitas que los territorios del Norte (ver figura 2). En este proceso de deslocalización de destinos de masas, la mayor parte de la oferta, estandarizada y homogeneizada, es de tipo sol y playa. En cuanto a su dimensión espacial y su relación con el

figura 1: Evolución dE los dEsplazamiEntos 1950-2008 (datos En MillonEs dE dEsplaZaMiEntos)

20

200

426,5

528,4

700

755808

860920

1950 1975 1989 1994 2002 2004 2005 2006 2008

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30 Ecologista, nº 70, otoño 2011

territorio de destino, este turismo induce fuertes procesos de urbanización y cons-trucción de infraestructuras y exige un uso intensivo de recursos para la satisfacción de la demanda. Por otro lado, este turismo debe en-marcarse en el modelo consumista, en una sociedad global 80/20, en el que el deseo de viajar cada vez más rápido y más lejos se masifica entre la selecta minoría mundial que constituyen las so-ciedades opulentas. Además, tiende a la creación de espacios adaptados para tal fin, privatizados, aislados y libres de todo tipo de riesgos y molestias que garanticen el desconocimiento o la interacción cul-tural anecdótica y mercantilizada en los destinos. El gran motor de este engranaje global del movimiento y el ocio son las empre-sas transnacionales, que se expanden por mercados geográficos del Sur, en los que las reglas de juego favorecen su llegada y actividad, con bajas o nulas barreras co-merciales, laxas regulaciones laborales, per-misivas legislaciones ambientales, elevados incentivos fiscales, menores costes de los factores de explotación, y otro conjunto de cesiones y concesiones por parte de los poderes públicos locales. Además, a través de sus lobbies, inciden de forma directa en

los espacios de toma de decisiones políti-cas nacionales, regionales y globales con objeto de preservar sus intereses. Los actores públicos también tienen un papel activo en esta expansión hacia la periferia. Los Estados del Norte, a través de la promoción de la internacionalización de sus capitales turísticos; los del Sur, abriendo su economía, estableciendo polí-ticas de atracción de inversiones y limitando sus funciones en cuanto a planificación y toma de decisiones en materia de la política económica en favor del libre mercado. Asimismo, los organismos interna-cionales han promovido el proceso de turistización neoliberal del Sur, a través de las recetas de ajuste del FMI y el BM, y principalmente del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios impulsado desde la OMC. Mientras, en el marco discursivo dominante se apela de forma recurrente a las ideas de desarrollo y progreso en estos países receptores. En este proceso de crecimiento y ex-pansión a través de la deslocalización de sus paraísos, la correlación de fuerzas entre el concentrado sector privado transnacio-nal, los Estados centrales, los organismos internacionales y estos nuevos Estados receptores es cada vez más desigual.

La chimenea turísticaSi algo ha logrado el turismo internacional, además del crecimiento continuo de su actividad, es hacernos creer que se trata de una industria sin chimeneas ni humos, y con ello invisibilizar gran parte de los impactos negativos que conlleva. Estos se suelen asociar a algunos de sus sectores conexos, como la construcción o el trans-porte, pero de los que la industria turística parece quedar exonerada. A pesar de esta pretendida inocuidad, el proceso de turistización del Sur supone una transformación radical de la fisonomía de la economía, el trabajo, la sociedad, la cul-tura y las condiciones medioambientales. En el reparto de la globalización turística, los territorios y poblaciones periféricas se quedan con los impactos negativos de la actividad y sin la mayor parte de sus beneficios. Los principales impactos de este tu-rismo se suelen agrupar en tres bloques, medioambientales, culturales y económi-cos. Los primeros, derivados del incremen-to sensible de las necesidades energéticas, la sobreexplotación, el cambio de uso y la destrucción de los recursos y los ecosistemas, así como la generación de residuos. A nivel económico, creando em-pleos precarios y destruyendo actividades económicas tradicionales, provocando un aumento de precios de bienes esenciales y repatriando las ganancias obtenidas hacia el Centro. Los impactos sociales nacen de la construcción de relaciones asimétricas turismo-población autóctona, la erosión de los valores humanos e inmateriales, así como la internacionalización de la cultura del provecho y la escala de valores consu-mistas, la sobreexplotación del patrimonio cultural o la alteración de las estructuras sociales en los destinos. Aproximadamente dos tercios de los ingresos que genera la actividad turística globalizada quedan fuera de las econo-mías del Sur en donde se generan. En esta dinámica turistizadora, los territorios y recursos que antaño se destinaban a la vida y la satisfacción de las necesidades de la población local se transforman en una

63,6 62

56,3 56,1 55,1 53,9 53,4

36,4 38

43,7 43,9 44,9 46,1 46,6

0%

10%

20%

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40%

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70%

1995 2000 2005 2006 2007 2008 2009

Países del Norte

Países del Sur

figura 2: Evolución dE la participación dE paísEs dEl nortE y dEl sur En la industria turística intErnacional

Foto: Ecologistas En acción.

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31Ecologista, nº 70, otoño 2011

materia prima más del mercado mundial destinada al hedonismo de las clases con-sumidoras. A la vez que supone una vía encubierta para la entrada de un estilo de vida y un sistema de valores funcionales al consumismo. Además, se debe tener en cuenta que esta expansión supone una dispersión geográfica y prolongación de las economías del Norte. Asimismo, la masificación de las lle-gadas por encima de la capacidad de carga, la escasa capacidad de regulación, planificación y control de los poderes públicos y el bajo nivel de diversificación de la economía local, la nula participación de la población local en la actividad y la creciente concentración de la oferta son factores que inciden como potenciadores de estos impactos. De esta manera, la turistización supone la exportación y mundialización de un mode-lo que sobrepone el derecho al lucro de las empresas transnacionales y al hedonismo de las sociedades opulentas, por encima de los derechos económicos, sociales, medio-ambientales y culturales de una parte signi-ficativa de las poblaciones actuales y futuras en los destinos. Un proceso incompatible con el desarrollo humano, la conservación de las condiciones naturales, económicas y socioculturales del territorio. Bajo el paraguas de este desarrollo, una parte significativa de las poblaciones anfi-trionas se verán obligadas a cargar con una hipoteca ecológica, económica y social, en beneficio de la voracidad y las ingentes ga-nancias económicas a corto plazo de esta industria. Un intercambio que resulta des-de todo punto de vista injusto y desigual, y que está necesariamente reñido con la sostenibilidad socioambiental y económica de los destinos.

Límites: la condena del turismo trasteroLa masificación selectiva de esta actividad en pocas décadas, los destinos cada vez más lejanos, la aceleración de la expan-sión y el abaratamiento de los costes son cuestiones que tienen una relación directa con el pago de salarios de supervivencia

y la escasa sindicalización, la sobreexplo-tación de recursos naturales, culturales y humanos, la apropiación del territorio y los bienes esenciales y el aprovechamiento de laxas regulaciones de los poderes públicos en los destinos. La mitología desarrollista se enfrenta al contraste con la realidad: el crecimiento económico al desarrollo humano; la crea-ción de empleo a la precariedad y el des-empleo; la sobreexplotación de recursos para el turismo extranjero a la carestía para la población autóctona; el crecimiento de la inversión extranjera al bienestar y la cohesión social. Por otro lado, los turistas-masa en ningún caso pagan los costes que generan en el territorio anfitrión, si se tie-nen en cuenta las externalidades sociales y medioambientales derivadas de dicha actividad o la reposición de los recursos empleados para esta, entre otros. Paradigma de la destrucción creativa, el análisis crítico de este turismo también re-vela que los intercambios Norte-Sur en el marco de las normas de la OMC son una fuente de degradación ambiental, injusticia y dependencia sistemática. También repre-senta un ejemplo de la insostenibilidad del modelo consumista, disociado de las necesidades y las posibilidades, exento de racionalidad y de límites percibidos. Y, en última instancia, también se constituye como un emblema de que la economía de mercado está separada de la vida, y de que resulta imposible pensar en la preservación del medio ambiente sin la existencia de un marco de justicia social. Un modelo que, en nombre de los principales derechos inalienables en el ca-pitalismo global, el lucro y el consumismo, se lleva por delante todo aquello capaz de ser consumido: territorios, imágenes, novedades, recursos, ocio, poblaciones. Y también los derechos de muchos otros. La retórica del bienestar, el desarrollo y la felicidad asociada al voraz proceso expansivo del turismo internacional tam-bién muestra un interesado olvido de los límites. Resulta obvio que la consigna del “más rápido, más frecuentemente, más lejos y más turistas low cost” se tope con

límites físicos de inputs y outputs más tem-prano que tarde. Frente a la panacea del crecimiento económico, las evidencias ecológicas del agotamiento del modelo de producción, distribución y consumo son cada vez más acuciantes. Cuestiones como el cambio cli-mático, la contaminación o el agotamiento de las materias primas y las fuentes de energía son algunos de los elementos que caracterizan a este escenario de límites, y que tienen una relación directa con este turismo y sus sectores conexos. Elemen-tos que también suponen una condena a las ansias de expansión y crecimiento ilimitado para la turistización planetaria, la concentración de sus capitales, la des-localización y desregulación radical de actividades productivas. Una condición necesaria para la ex-pansión de todo el aparato turístico global (incluyendo la construcción y el transpor-te), que no en vano es uno de los grandes consumidores de combustibles fósiles, es la energía de bajo coste. Por lo que, en última instancia, el aumento imparable de la demanda energética, el pico del petróleo y el turismo internacional de masas son caras de una misma y alarmante realidad. Desde el punto de vista del estilo de vida y el modelo de consumo, este turismo representa el ejemplo más claro de un estilo de vivir a expensas del futuro. La crisis ecológica no se puede superar ni con una mayor eficiencia ni con un capitalismo verde, sino que la cuestión pasa imperiosamente por una radical reducción y racionalización. La calidad de vida y la felicidad sin ninguna duda están en otra parte. Por eso, los límites al modelo no solo deben pensarse desde la producción, sino también desde una transformación en la cultura del provecho y el despilfarro. A pesar de las estadísticas de avance implacable de la actividad turística, los indicadores ambientales hacen pensar que la edad de oro de este tipo de ocio lejano, mercantilizado y masificado alrededor del mundo tiende a terminarse. Lo que tarde o temprano ocurrirá, sea voluntaria u obligatoriamente.

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Una falsa liberación individual, con graves consecuencias globales

Reflexiones en torno al turismo de masasJoan Buades y Ernest Cañada

Aunque mucha gente percibe el viaje turístico como expresión de la libertad individual, en realidad no pasa de ser un producto industrial de diversión de masas. Gracias al ilusionismo publicitario, el sector consigue invisibilizar la devastación ambiental de la mayoría de territorios afectados y disimular que las migraciones turísticas solo pueden ser disfrutadas por una minoría de la Humanidad.

Joan Buades y Ernest Cañada, investigadores de Alba Sud: www.albasud.org

Este texto es un extracto del prólogo escrito por los autores para el libro Viajar perdiendo

el Sur. Crítica del turismo de masas en la globalización económica, de Rodrigo

Fernández Miranda, (Libros en Acción 2011), sobre el que versa el anterior artículo.

Hay que fijarse en el turismo si queremos cuidar nuestro mun-do. En medio de las inmediate-ces de la vida cotidiana, es fácil dejarse confundir por los recla-

mos interesados en hacernos cómplices de un movimiento natural y lineal de progreso orientado al goce individual sin otros límites que la voluntad de libertad y de superación constante de nuevas metas. La promesa de liberación individual del turismo es, precisamente, el expo-nente quizás más refinado y perfecto del poder de seducción de la maquinaria de publicidad en que se basa el industrialismo capitalista. Pocos mensajes merecen una aprobación social tan masiva independien-temente de las formas de vida, la posición

social o las creencias individuales como el de la bondad de visitar nuevos destinos o, como mínimo, el inalienable nuevo derecho humano a desconectar de la fatiga y el estrés del día a día lo más lejos posible de allí donde vivimos y nos ganamos el pan. Pareciera como si el turismo constituyera un auténtico oasis de paz, libertad y creci-miento personal al margen de la vorágine de un mundo afectado por incertidumbres y urgencias cada vez más extremas, desde el agigantamiento del foso económico entre el Norte y el Sur hasta el cambio climático. Si ese carácter idílico es el que confie-re al mundo turístico su atractivo, vale la pena reflexionar sobre las sugerentes palabras de Gillian Tett, una incisiva periodis-ta del Financial Times y antigua estudiante de antropología en Cam-bridge: “Para entender cómo funciona una co-munidad, no hay fijarse solamente en las zonas que podríamos llamar de

ruido social, sobre las cuales todo el mundo desea hablar... Hay que fijarse también en los silencios sociales” [1]. Porque ese no lugar del turismo en el imaginario colec-tivo resulta suculentamente provechoso para quienes se han convertido en sus exorbitantes y discretos beneficiarios: las corporaciones transnacionales expertas en la creación y gestión financiera de paraísos vacacionales. Resulta sorprendentemente difícil en-contrar rastros del quehacer de la industria turística en la prensa económica e incluso en las facultades de economía. Es más: si uno tiene la suerte o la desgracia de emprender estudios de turismo en las escuelas superiores especializadas, puede terminar licenciándose brillantemente sin haber relacionado nunca las maravillas de los paraísos turísticos con cuestiones tan enjundiosas como la globalización, la esclavitud neocolonial de las sociedades empobrecidas y mayoritarias en el Planeta, el apocalipsis climático o el tam-tam de las nuevas migraciones globales.

Un rápido ascenso hasta ser la primera industria mundialEn un lenguaje claro y lleno de sugerencias argumentales, el libro empieza por rescatar hitos del pasado industrial que ayudan a entender las raíces profundas de “la pri-mera industria del mundo en los albores del Siglo XXI”. Entre estos, llama podero-samente la atención la función ideológica de reeducación moral de la clase obrera británica ejercida por el pastor protestante Thomas Cook y que se halla en el origen del primer operador turístico europeo. O la estrecha relación entre geografía del tu-rismo y las innovaciones en el transporte y la tecnología. Sin olvidar la huella neocolo-nial en el nacimiento, antes de la Segunda Guerra Mundial, de destinos como Cuba o Bali. Esto nos llevará a apreciar la coinci-dencia entre los Treinta Gloriosos (las tres décadas de fuerte crecimiento sostenido

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de las economías de la Europa capitalista y Norteamérica entre finales de los 40 y principios de los 70 del siglo pasado pro-tegidas por el orden económico imperial de Bretton Woods) y la emergencia del Mediterráneo y el Caribe como las dos piscinas privilegiadas del turismo interna-cional, hegemónicas hasta hoy. Un segundo flash nos lleva a reconocer la explosión turística de los años 90. Si en la década anterior, el turismo representaba ya la tercera industria del Planeta, es ahora cuando adquiere el liderazgo en la econo-mía global. Ahí está la conexión entre el aumento hasta más de 900 millones de viajeros internacionales anuales a escala global y la burbuja inmobiliaria y la especu-lación financiera alentada por el desmante-lamiento de toda supervisión democrática y pública de los mercados impulsada por la revolución neoliberal iniciada por Reagan y Thatcher. De hecho, el producto de moda de la industria –el resort turístico en régimen de todo incluido dotado de oferta complementaria en segundas residencias, marinas, centros comerciales y un largo etcétera– actuará como reclamo de divisas fáciles para el sacrificio de importantes regiones del Sur Global a las exigencias de carta blanca en su territorio para las transnacionales del sector.

Imagen cosmética e irrealY luego está el vínculo parasitario entre turismo y márquetin, “la industria de la promoción de la industria”. Como escri-bió magistralmente Jean Baudrillard, es increíble que el atracón de publicidad orwelliana sobre paraísos al alcance de la mano haya permitido que mucha gente perciba el viaje turístico como expresión de la libertad individual cuando no pasa de ser un producto industrial de diversión de masas. Gracias al ilusionismo publicitario, el sector consigue invisibilizar la devasta-ción ambiental de la mayoría de territorios afectados y disimular que las migraciones turísticas solo pueden ser disfrutadas por una minoría de la Humanidad. Porque esto entra en llamativa contradicción con

el progresivo y paralelo cierre de fronteras nórdicas para impedir la llegada de oleadas migrantes por necesidad que huyen de guerras, devastación climática y hambru-nas provocadas en el Sur por la bulimia energética, material y alimentaria del sistema de vida consumista que ha hecho del turismo de masas la mejor tarjeta de visita del industrialismo capitalista en los últimos 60 años. Esta imagen cosmética y estilizada del turismo real se halla sometida a creciente contestación. Como se argumenta riguro-samente en el libro, empieza a aumentar la contestación de muchas comunidades, especialmente en el Sur Global, ante la falta de evidencia de que los beneficios económicos del turismo sirvan para su desarrollo humano. Es más: bienes comunes clave como la tierra o el agua en Estados como Marruecos se están encareciendo para la población local mientras, en cifras del Fondo Monetario Internacional, apenas el 15% de las ganancias por turismo en el Caribe se quedan en la región. En lugar de efecto derrame (trickle down) en favor de mayor bienestar en el Sur, el turismo se revela como “el negocio de la felicidad personal” donde los países empobrecidos del Planeta son usados como patio trasero, gracias a un nivel de derechos laborales y sociales muy precario y sin tener ningún miramiento con las culturas y las poblacio-nes anfitrionas. Una crucial contradicción entre la promesa histórica del turismo como pasaporte al desarrollo y una sucia realidad donde los auténticos ganadores de la industria de los paraísos son unas corporaciones transnacionales donde la responsabilidad de las empresas españolas es de primerísimo nivel.

Inviabilidad sin petróleo baratoEn definitiva, resulta imposible una masifi-cación sostenible de la industria turística en los marcos del actual modelo dominante. De este modo, se apuntan dos tendencias clave sobre el oscuro futuro de la industria sin chimeneas. De entrada, el fin del pe-tróleo barato y el avance del apocalipsis

Notas: 1 Shaxson, Nicholas (2011), Treasure Islands.

Tax Havens and the Men Who Stole the World. Londres, The Bodley Head, p. 244.

climático harán cada vez más insostenible económicamente y ambientalmente el turismo de masas, en avión, a lugares cada vez más lejanos. En esta perspectiva hacia una edad más allá de la era del pe-tróleo (postfosilista en expresión felizmente acuñada por Ramón Fernández Durán), habrá que plantearse un desaprendizaje del consumo viajero. En el mejor de los casos, el Planeta no puede reconvertir casi mil millones de turistas internacionales en turistas res-ponsables por mucho que sean admirables muchas de las iniciativas comunitarias de turismo en el Sur. Por lo tanto, no queda más remedio que empezar a pensar en términos de decrecimiento global de la in-dustria turística y especialmente del trans-porte en avión, que constituye, de largo, el principal agente de deterioro climático de un sector que es responsable, como mínimo, del 10% del efecto invernadero global y que hasta ahora ha sido exonera-do de cualquier objetivo de protección del clima común en el Protocolo de Kioto. Es en este contexto que cobran más actualidad, si caben, las reflexiones alter-nativas propuestas en el libro sobre otras formas y modelos turísticos que permitan el desarrollo de este sector sobre otras bases. Se aportan así algunos criterios y apuntes sobre experiencias diversas que nos sitúan ante el reto de empezar a construir otros mundos posibles, y por tanto también de otras formas de enten-der y organizar la actividad turística. Unas transformaciones urgentes que deberían incorporar a la agenda de las propuestas de emancipación y solidaridad Norte-Sur a un turismo internacional dominado por corporaciones transnacionales a quienes no importamos ni ustedes ni nosotros, ni las comunidades ni el Planeta.

1. Las imágenes paradisíacas de la publicidad nos hacen olvidar los fuertes impactos del turismo. 2 y 3: La acogida es muy diferente según qué tipo de viajeros.4. El fin del petróleo barato pondrá en aprietos al turismo de masas en avión.

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La alimentación está dejando de ser un derecho humano para convertirse en un negocio

Crisis alimentariaGloria Martínez y Gustavo Duch

A menudo se denomina como ‘crisis alimentaria’ a realidades muy diferentes, como las hambrunas, la especulación con los alimentos, los envenenamientos originados por la agricultura industrial o el acaparamiento de tierras en países del Sur. Pero una cosa es clara: todos estos problemas están originados por el modelo económico y por la agricultura industrial. Y la alternativa también resulta evidente: más soberanía alimentaria y agroecología.

Gloria Martínez, periodista, y Gustavo Duch, coordinador de la revista Soberanía

alimentaria, biodiversidad y culturas

Algo no va bien cuando el dicciona-rio –o nuestro uso del mismo– se queda sin recursos. Al drama de levantarse por la mañana, cada mañana, y no saber qué vas a po-

der comer tú y tu familia, lo llamamos crisis alimentaria. Cuando comer pepinos, brotes de soja o carne de cerdo puede –dicen– causarte una indigestión, lo llamamos crisis alimentaria. Y si de la noche a la mañana, por arte de birlibirloque, los precios de la canasta alimentaria suben por las nubes, a eso… ¿cómo lo llamamos? Pues sí, crisis alimentaria evidentemente. Un embrollo semántico por falta de lucidez. El capitalismo es lo que tiene, que nos latifundiza los conceptos y los di-simula creando el eufemismo único: crisis alimentaria para no tener que sonrojarse hablando de hambre, pérdida de soberanía alimentaria, especulación, envenenamien-tos industriales… Las crisis alimentarias, cualquiera de

estas, no son algo coyuntural. Si realmen-te se quiere entender el porqué, se debe analizar el contexto en el que se producen para desvelar las causas importantes, las estructurales. Dejar de mirar el dedo que apunta a la luna. Afrontar que desde la instauración de la globalización capitalista y el consecuente desmantelamiento de las políticas agrarias y alimentarias, el em-pobrecimiento es de carácter estructural. La alimentación dejó de ser un derecho humano para convertirse en un negocio, y el hambre, las intoxicaciones y los enca-recimientos explotan sin control.

Pérdida de la soberanía alimentariaEstas crisis no se habrían alcanzado sin las políticas destructivas que desde hace años han provocado que muchos países produzcan para exportar, en detrimento de su mercado nacional y su campesinado local. Se destruyeron las producciones nacionales de alimentos forzando al cam-pesinado a producir cultivos comerciales para compañías multinacionales, mientras que a su vez esos mismos países debían

comprar sus alimentos a estas multinacio-nales en el mercado mundial. Tres claros ejemplos.

México, después de 16 años del NAF- fTA (Tratado de Libre Comercio de Norte América), ha pasado de ser exportador a dependiente de maíz. Hoy en día, Méxi-co importa el 30% de su consumo de maíz y –evidentemente– los precios del producto ya no dependen de variables nacionales. En 2007 los precios del maíz se dispararon hasta niveles muy altos y provocaron la así denominada “crisis de la tortilla mexicana”.

Hasta 1992 la agricultura campesina findonesia abastecía de soja al país. Pero cuando el país abrió sus fronteras a los alimentos importados, la soja barata de EE UU inundó el mercado. Se destruyó la pro-ducción nacional y actualmente el 60% de la soja que se consume en Indonesia es de importación. Los precios récord de enero de 2008 de la soja de EE UU condujeron a una crisis nacional, cuando el precio del tempeh y del tofu –la carne de los pobres– se dobló en pocas semanas [1].

Según la FAO, el déficit alimentario [2] fen el oeste de África aumentó un 81% en el periodo 1995-2004. La importación de cereales creció en ese periodo en un 102%, la de azúcar en un 83%, la de pro-ductos lácteos en un 152% y la de aves en un 500%. Sin embargo, de acuerdo con el FIDA [3] (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola) esta región tiene el potencial de producir alimentos suficien-tes. La Unión Europea forzó a los países de la ACP (países de África, del Caribe y del Pacífico), al llamado Acuerdo de Colabo-ración Económica, para liberalizar el sector agrícola con efectos adversos predecibles para la producción alimentaria. Son solo algunos ejemplos que mues-tran como el avance del sistema inter-nacional de comercio y cada uno de los acuerdos de liberalización que se firman, son un paso más en la pérdida de la sobe-ranía nacional en materia alimentaria.

Codicia por la tierra Una falta de soberanía alimentaria que está creciendo los últimos años por el fenómeno del acaparamiento de tierras. El apropiamiento de tierras para fines agroin-dustriales (agrocombustibles, cereales para piensos, etc.) ha venido observándose des-de 2008 cuando nuevos inversores empe-zaron a controlar tierras agrarias en Asia, África y América del Sur. En un primer momento, se justificó bajo la premisa de que esas tierras las necesitaban para lograr la seguridad alimentaria de sus países de origen. Sin embargo, pronto se evidenció la entrada de bancos inversores, grupos

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privados de capital o fondos económicos y similares que sabían que podían ganar mucho dinero en la agricultura, teniendo en cuenta el alza en los precios de los alimentos. Según informa GRAIN “han cambiado de manos –o están en proceso de hacerlo– más de 40 millones de hectáreas, más de la mitad en África, por un valor estimado de más de 100.000 millones de dólares. En casi su totalidad, son tierras fértiles con acceso a riego”. “Como consecuencia de estos pro-cesos –explican– las nuevas personas y entidades propietarias de las granjas y fincas agrarias son personas gestoras de fondos privados de capital, operadoras especializadas en fondos de tierra agraria, fondos de pensiones, bancos, etc. Lo que buena parte de la ciudadanía de a pie no sabemos es que parte de los dólares o euros empleados para este acaparamiento son los ahorros para la jubilación de co-lectivos de maestros/as, funcionarios/as y trabajadores/as de países como EE UU o Reino Unido, por lo que dichos colectivos están directamente involucrados, lo sepan o no, en estos procesos”. El acaparamiento de tierras fuerza a miles de campesinos y campesinas al desplazamiento de su modo y medio de vida, la tierra.

La crisis de los preciosComo hemos visto sin soberanía alimen-taria hay una tremenda vulnerabilidad al flujo de los precios de los alimentos. El aumento de los precios arrastra a millones de personas a la pobreza, paradójicamente muchas personas expulsadas o abando-nadas por este modelo agrario global e

industrial. El Banco Mundial expuso que el alza de los precios sufrida desde julio del año pasado, 2010, ha llevado a 44 mi-llones de personas a la pobreza, y si nada cambia estas tendencias las cifras podrán ser más graves. Dentro de este contexto, con la pérdida de soberanía alimentaria, dos son, a enten-der de los análisis más competentes, los motivos que provocan el actual aumento de precios de las materias primas: la es-peculación de los fondos de inversión y similares en estos bienes y el aumento del consumo de granos para los agrocombus-tibles. La falta de rentabilidad monetaria en otros sectores (deuda pública, sector inmo-biliario, etc.) ha provocado un trasvase de los fondos de inversión hacia el mercado de futuros alimentarios. Un contrato de futuro es un acuerdo que obliga a las partes contratantes a comprar o vender un determinado número de bienes, a un de-terminado precio, en una fecha concreta. Estos contratos saltan de las manos de las partes hasta el parquet de la bolsa, donde se negocia con ellos, no con los productos en sí. De hecho muchos de estos contratos de futuro no tienen por qué ejecutarse. La mayor parte de ellos son acciones especulativas que se venden o compran en función de las previsiones de oferta y demanda. Una supuesta alta demanda será siempre el tractor que llevará hasta las nubes al precio de futuras e imaginarias cosechas. Hay que denunciar claramente como la demanda también se construye falsa y artificialmente: “las cosechas son malas”; “la sequía ha sido muy impor-tante”; “los países emergentes demandan

más carne”... son mensajes tendenciosos de profetas con corbata. Un estudio de Lehman Brothers de 2008 cifraba que desde 2003 el índice de especulación de las materias primas se había incrementado un 1.900%, de 13 a 260 billones de dó-lares [4]. De tal importancia es este factor especulativo que según la Eurocámara, es responsable de un 50% por ciento del aumento de los precios. ¿Quién gana?: las empresas de inver-sión y especulación y las empresas que controlan el suministro de las materias primas. ¿Quién pierde? los países que han aumentado su dependencia de las exportaciones a causa de la pérdida de soberanía. La otra causa señalada del aumento de precios, es el aumento de consumo de materia prima para los agrocombustibles con la evidente competencia entre ellos y los comestibles. La producción de etanol (se extrae a partir de la remolacha, caña de azúcar, sorgo, cebada, trigo, yuca y maíz) en los últimos años se ha multiplicado por cinco. Mientras que el aumento de la demanda de cereales para consumo humano ha sido armónico durante los úl-timos años, ha crecido vertiginosamente su uso como futuro combustible. Solo en EE UU, durante 2010, se destinó el 35% de maíz al consumo nacional de bioetanol. El dato es importante porque dicha potencia cosecha el 40% de la producción mundial, lo que significa que solo con datos de EE UU, el 14% del maíz mundial se dedicó a la alimentación de coches. Pero mayor es el riesgo que genera –también como factor especulativo– la dedicación de más tierras a su producción. Son muchos, cada día más, los ejemplos

1. Desplazados somalíes por la hambruna. Foto: ap/MohaMEd shEikh nor

2. África tiene recursos suficientes para alimentar a toda su población.3. Destrucción de la producción por la crisis de los pepinos de 2011.4. La crisis de la tortilla mexicana, ejemplo de qué supone perder soberanía alimentaria.

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Notas y referencias

1 Fuente: informaciones de FSPI, organización miembro de La Vía Campesina en Indonesia, 2009.

2 Déficit alimentario: diferencia entre las necesidades alimentarias internas de la población de un país calculadas a razón de la cantidad de calorías necesarias para cubrir las necesidades nutricionales y la cantidad de alimentos producidos a nivel interno. A escala internacional estos índices se calculan sobre la base de la Encuesta alimentaria y nutricional. Una encuesta que la FAO promueve entre los países para poder elaborar sus informes anuales.

3 FIDA. Informe sobre la situación de la producción agrícola 2007. www.fida.org

4 Paul Waldie, “Why grocery prices are set to soar”, Globe and Mail, Toronto, 24 abril 2008.

5 Bilal Paladini San Martín, www.minmineria.cl/img/fao.ppt

6 http://www.guardian.co.uk/environment/2008/jul/03/biofuels.renewableenergy

que pueden darse. Uno lo encontramos en Nigeria, país que pretende que su produc-ción de yuca sea destinada a la producción de bioetanol. Lo mismo sucede en la India con la producción de sorgo [5]. Según se refleja en un estudio de Africa Biodiversity Network, se pretende transformar un ter-cio de la selva de Mabira (la mayor reserva natural de Uganda) en una plantación de caña de azúcar para la producción de eta-nol. Proyectos similares se quieren llevar a cabo en Tanzania, Zambia y Benín. Son muchas las voces que denuncian desde hace años este apropiamiento de tierras fértiles para la producción de agro-combustibles. Una de esas voces es Food First. Esta ONG norteamericana denuncia que en los últimos tres años la inversión de capital de riesgo en agrocombustibles ha aumentado ocho veces. La conversión de tierras (expulsando violentamente de ellas a las y los campesinos en muchas ocasiones) para estos monocultivos está generando inflación, pérdida de biodiver-sidad, dependencia alimenticia y pérdida de la soberanía alimentaria. Según un informe confidencial del Ban-co Mundial publicado por The Guardian [6] “sin el aumento de biocombustibles, el maíz y el trigo global no se habrían visto reducidos apreciablemente y los aumentos de precios por otros factores habrían sido moderados”. “¿A quién alimentar primero, a los camiones o a la gente?” se preguntaba Flavio Valente, de FIAN-Red de Acción e Información Alimentos Primero. La cada vez mayor demanda de com-bustible automovilístico no solo está expulsando a miles de campesinos de sus tierras sino que, además, les está condenando a la hambruna aumentan-

do el precio de los alimentos.

La crisis invisibleDetrás de estas crisis alimentarias, y aun-que no lo pareciera, se esconde otra crisis planetaria, la crisis climática. La cadena agroalimentaria moderna es adicta al pe-tróleo, se necesita en la fase de producción (mecanización, riego, fertilizantes, produc-tos agroquímicos), en la del transporte (en 10 años el flujo de alimentos ha crecido un 66%) y en la fase de distribución (alimen-tos envasados, refrigeración, etc.). Según los datos más habituales este modelo de agricultura industrial y glo-balizada es responsable de un 30% de todas las emisiones de gases con efecto invernadero provocadas por los seres hu-manos, y asciende hasta un 44-57% según cálculos más completos de la organización GRAIN. Si Lester Brown vinculaba en Foreign Po-licy, la erosión del suelo, el agotamiento de los acuíferos, la pérdida de tierras agrícolas, el estancamiento de los rendimientos de los cultivos en países avanzados, a eventos relacionados con el cambio climático, nos encontramos ante una espiral peligrosa: la agricultura industrial calienta el planeta y un planeta caliente perjudica a la agricul-tura.

ConclusiónComo ha quedado expuesto entre los principales factores que desencadenan la crisis de precios alimentarios actual, no aparece la habitual cita que señala la falta de alimentos. De hecho hay más alimentos que nunca. Oliver de Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, asegura que hay alimentos para todos pero que es necesaria una ma-

yor transparencia en los mercados. Decir que hay que aumentar la produc-ción es el argumento clásico que conoce-mos para justificar, entre otras cosas, el uso de semillas transgénicas o la intensificación de la ganadería. Pero como hemos visto, también los especuladores apuestan por la escasez aumentando artificialmente los precios. ¿Entendemos por qué nos dicen que faltan alimentos? Es evidente que el mercado no puede autoregularse, que la mano invisible no existe y si existe no atina. El hambre es un problema político, y lo mismo podemos decir de las otras crisis alimentarias. Es necesario dejar de apostar por un modelo agrario basado en el libre comercio y la exportación para hacerlo por otro que garantice la soberanía alimentaria de sus pueblos.

1. Los mercados locales favorecen la soberanía alimentaria. 2. El 35% del maíz producido en EE UU durante 2010 se destinó a producir bioetanol.3. La Bolsa de Chicago es el principal centro de la especulación con el precio de los alimentos.

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Entrevista a Annie Leonard, la autora de La historia de las cosas

“Quiero sacar a la luz los costes ocultos de nuestra

adicción al consumo”Mariola Olcina

Mariola Olcina, Ecologistas en Acción

Por su curiosidad innata de saber cómo fluyen los materiales en nuestra economía, Annie Leo-nard reflexiona en La historia de las cosas acerca de los impactos

medioambientales de nuestro modelo de producción y de consumo. La escritora empezó a satisfacer su inquietud tras largos paseos hacia la universidad, donde estudió Ciencias Ambientales. De camino, se encontraba con una cantidad inmensa de desperdicios amontonados en las calles, mientras que, durante su regreso por la noche, toda esa montaña de deshechos había desparecido. Allí mismo, en las calles de Nueva York, la escritora empezó a rebuscar entre las interminables pilas de basura en busca de respuestas: a aquellos contenedores era donde iban a parar todos los bosques que, año tras año, desapare-cían para dejar paso a los grandes centros comerciales. En su último libro –recientemente adaptado a la pantalla cinematográfica– se explica cómo la ingente cantidad de residuos que generamos las sociedades in-dustrializadas, proviene del consumo des-mesurado de recursos, y de qué manera se puede compartir la riqueza de nuestro planeta de forma justa y sostenible.

¿Dónde adquirió ese hábito de mirar los contenidos de los cubos de basura? ¿Lo sigue haciendo todavía?He pasado años viajando a diferentes comunidades para mejorar la situación de sus basuras, promoviendo alternativas más limpias y seguras, y en cada sitio la gente me preguntaba: ¿Qué debemos hacer con nuestros desperdicios? Me di cuenta de que no podía responder a esa pregunta a menos que supiera qué contenía esa basura. No hay que ver la basura como una masa homogénea con la que tenemos que lidiar, sino separarla y ver qué hay dentro. Necesitamos saber qué es lo que la gente valora, lo que la gente tira, lo que podía haber sido evi-tado, lo que está presente en suficiente volumen como para dedicarle toda una planta recicladora, para así averiguar cuáles son las soluciones apropiadas para cada lugar. Y el único método para saberlo es empezar a hurgar en los cubos de la basura.

¿Qué cambios ha hecho en su propia vida desde que fue consciente de estos problemas

medioambientales, sanitarios y humanitarios?La primera cosa que hice fue aprender sobre los compuestos químicos tóxicos de los bienes de consumo de hoy, desde el champú hasta el envoltorio de plástico del queso. Una vez que empecé a conocer qué compuestos químicos y productos eran los peores, fue más sencillo eliminarlos del uso. También me esfuerzo en reducir la cantidad de desperdicios que genero. Tengo mis propias bolsas de la compra, evito productos con demasiado embalaje y compro comida ecológica a través de un grupo de consumo [una comunidad de agricultura de responsabilidad com-partida]. También tengo unas cajas con lombrices y ellas se encargan de convertir mi basura orgánica en un magnífico com-post que hace que mi jardín florezca. Es limpio y no huele. Ahora voy a poner un sistema de ener-gía solar que proporciona un 150% de la energía que necesito. El 50% de la energía sobrante servirá para mi vehículo eléctrico, que es suficiente para mis necesidades de transporte locales. Hay una percepción errónea de que vivir de forma ecológica es caro, pero en realidad las cosas que he hecho me han ahorrado dinero. De hecho, lo más impor-tante que hago para vivir de una forma más sostenible, es vivir en comunidad. Compartimos herramientas de jardín y

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camionetas, libros, ropas, las bicicletas de los niños que ya han crecido, etc. Las comuni-dades son el antídoto al loco modelo consumista y son la piedra angular para construir una democracia viva. Mis vecinos y yo pasamos nues-tro tiempo libre discutien-do los problemas que hay en la comunidad y buscando soluciones. Tiene menos impacto para el planeta y es más divertido.

¿Cuál es el mayor mito medioambiental que le gustaría eliminar?Que las dificultades que enfrenta el plane-ta se pueden superar a través de cambios en el estilo de vida a nivel individual. Sí, es responsable, positivo y ayuda en algo pero, incluso si lográramos convencer a cada persona para que siempre escogiera la op-ción más responsable, no sería suficiente. Es un error centrar nuestra atención a ese nivel. Simplemente, debemos involucrar-nos con organizaciones comprometidas con un cambio sistémico más amplio. Por ejemplo, en vez de perfeccionar la lista de la compra para evitar elementos tóxicos en nuestros bienes de consumo, ¿porqué no prohibirlos? En vez de sentirse satisfecho por usar el transporte público, hagamos presión para redirigir las subvenciones del Gobierno hacia una planificación urbana más adecuada para los peatones y las bi-cicletas en vez de utilizar el dinero público para financiar la extracción de petróleo y la construcción de autopistas.

¿Qué quiere decir cuando dice: “Nosotros no pagamos por las cosas que compramos”? ¿Quién paga?Los precios actuales de los bienes de con-sumo no reflejan el verdadero coste de producción y transporte. Recientemente compré una pequeña radio por 5 dólares. La radio contiene metales, que se tienen que extraer, probablemente de África. Plásticos, para los cuales el petróleo ha tenido que ser extraído en Irak. Papel para el embalaje procedente de los bosques de

Indonesia, Brasil o Canadá. La extracción y el proce-sado de esos materiales han diezmado los ecosistemas de montaña y los acuíferos por-que las fábricas que funden el metal y las que hacen el papel emiten polución tóxica al aire, al suelo y al agua. Los traba-jadores de las factorías y los residentes cercanos respiran

aire contaminado con plomo, mercurio y dioxinas. El verdadero coste de fabricación de una pequeña radio incluye esos ecosiste-mas degradados, los acuíferos contamina-dos y los trabajadores y vecinos enfermos, aunque no estén incluidos en el precio. Es lo que llamamos externalización de costes. Es decir, los costes se desvían hacia el medio ambiente, los trabajadores y las comuni-dades. El motivo por el cual las compañías pueden vender esos productos a tan bajo precio es porque las compañías no pagan por esos costes que acabo de listar. Cuan-do una factoría de electrónica emite un efluente tan tóxico que el agua potable de las comunidades cercanas queda con-taminada, los miembros de esa comunidad –no la compañía– soportan el incremento en el coste de comprar agua embotellada, los costes del cuidado de la salud y los días perdidos en la escuela o en el trabajo. Los bajos precios que hoy obtiene el consumidor dependen de que las compa-ñías sean capaces de externalizar muchos de los costes asociados a la producción de las cosas que compramos. Es importante considerar el panorama general cuando estamos tentados por los pasillos llenos de productos baratos y desechables. ¿Merece la pena adquirir el artilugio electrónico más moderno a cambio de aumentar la huella ecológica que implica la producción de esta tecnología? Cuando necesitemos algo, la mejor opción es comprarlo de segunda mano o tomarlo prestado, por lo tanto no creamos ninguna contaminación en la fabricación de ningún objeto. Si necesitamos comprar algo nuevo, podemos ayudar comprando

el producto menos tóxico, con el que se explote menos, el producto disponible que dure más, en vez de picar el cebo con los bienes de consumo desechables y baratos. Me doy cuenta de que puede no resultar fácil elegir la opción más cara en nuestros tiempos de incertidumbre econó-mica, pero si compramos menos cosas en conjunto, muchos de nosotros podemos afrontar el pagar un coste extra por un producto menos tóxico y que dure más cuando tengamos que comprar algo.

¿Y qué pasa con el reciclaje? ¿No es la solución a nuestro problema?El reciclaje es un arma de doble filo. El reciclaje busca devolver los materiales al ciclo de producción de las industrias para que lo usen de nuevo. Reduce la cantidad de desperdicios y la presión para extraer de la mina más materiales. Eso es bueno. Pero puede añadir problemas. Los pro-ductos contienen compuestos químicos tóxicos y el reciclaje perpetúa su uso. El re-ciclaje de cualquier cachivache electrónico implica metales pesados y contaminantes orgánicos, expone a los trabajadores a vapores nocivos y crea un subproducto tóxico. Además, el reciclaje se presenta a menudo como la panacea al problema de la basura. Muchos clientes toman alegremente las bolsas de plástico y cosas empaquetadas en demasía, sabiendo que pueden reciclarlas. Pero, en realidad, ese plástico se exporta a otros países –nor-malmente, a países empobrecidos– para ser reprocesado en fábricas que no cum-plen con las leyes de seguridad laboral ni medioambientales. El reciclaje sirve para disminuir nuestra culpa consumista mientras añadimos un problema medio-ambiental en el extranjero. Reduce, Reutiliza, Recicla. El motivo por el que el reciclaje está en tercer lugar es porque es la última cosa que deberíamos hacer con nuestras cosas. Primero, reduz-camos las cosas que compramos, hagamos presión a los fabricantes para que eliminen toxinas de sus productos, reutilicemos y compartamos cosas y, solo cuando no quede otra opción, entonces, reciclemos.

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¿De qué manera nuestro constante derroche de materiales incentiva una economía injusta e insostenible?A menudo las cosas que añaden creci-miento económico minan el bienestar humano y medioambiental. La tala indis-criminada de bosques para hacer propa-ganda para el buzón, suma crecimiento económico. Cada nuevo accidente de tráfico, caso de cáncer, prisión construi-da e incineradora edificada, aumenta el crecimiento, aunque minen nuestro bienestar. Queremos crecimiento, pero no de contaminación y deuda ecológica. Queremos crecimiento de niños saluda-bles, transporte seguro, energía limpia, comida que nutra. Como individuos y como sociedad necesitamos redefinir la idea de progreso más allá de nuestro consumo de materiales para incluir todas esas cosas que realmente nos vuelven más seguros, sanos y felices.

¿Puede compartir alguna experiencia donde la gente esté haciendo las cosas de forma diferente?¡Hay muchas! Existen programas deno-minados Basura Cero que buscan que los productos se diseñen para llegar a una segura reutilización o reciclaje. La biomímesis, que consiste en aprender de las soluciones de la naturaleza para fabricar productos y hacer estructuras que son seguras para la gente y el planeta. Por ejemplo, algunos científicos están estudiando cómo los percebes crean un pegamento que no es tóxico y resiste al agua. O cómo las arañas crean sus fuertes telas a temperatura corporal. Hay muchas soluciones esperando a ser descubiertas e implementadas.

Y por último, ¿siente que vamos a cambiar por voluntad o por obligación?Estamos a punto de provocar el colapso de los sistemas biológicos de los que dependemos. Muchas comunidades al-rededor del mundo están en peligro de perder sus suministros de agua. Los recién nacidos están llegando a este mundo precontaminados con productos químicos industriales y agrícolas. No es una buena trayectoria. Estamos ante una grave coyuntura. Muchos científicos dicen que nos quedan menos de 10 años para tomar una acción seria sobre el clima si queremos que la vida continúe en este planeta tal y como la conocemos. Otros dicen que ya es de-masiado tarde. No estoy preparada para rendirme, aún me queda esperanza. Pero cada día que no hacemos nada, se mina un poco esa esperanza.

1. El libro y vídeo que hizo famosa a A. Leonard (en inglés, The Story of Stuff)2. Miembros de la ecoaldea de Valdepiélagos, Comunidad de Madrid. Para Annie Leonard: “Las comunidades son el antídoto al loco modelo consumista y son la piedra angular para construir una democracia viva”. 3. Hay más de 100.000 productos químicos en el mercado. Almacén de la multinacional química Basf. Foto: BasF it sErvicEs.

4. La gestión actual de nuestros residuos es un despilfarro. Foto: Ecologistas En acción.

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Dramáticas consecuencias de la producción industrial de soja transgénica en Argentina

Madres contra el modelo sojeroMartín Cúneo y Emma Gascó

Gracias a las exportaciones de soja, Argentina experimentó ocho años consecutivos de crecimiento económico. Un colectivo de madres del barrio de la ciudad de Córdoba consiguió mostrar al país las nefastas consecuencias para la salud que traía aparejado ese modelo. En la actualidad, la mitad de las tierras cultivadas en Argentina se dedican a la soja.

Sofía Gática comenzó a darse cuen-ta de que algo iba mal en Ituzaingó Anexo, un barrio obrero de la ciudad de Córdoba, rodeado de plantaciones de soja y fábricas

contaminantes. Pañuelos blancos en la cabeza de las mujeres, niños con mascari-llas, bebés con malformaciones... Algo les estaba enfermando. Su propia hija había muerto al nacer por una rara malforma-ción en el riñón. Como ninguna autoridad iba a hacerlo, Sofía comenzó en 2001 a investigar el origen del problema. “Empecé a llamar casa por casa y las madres me contaban su situación. Nos conocimos así, llamando puerta por puerta. Poco a poco se fueron sumando”. No necesitaban ser médicas para saber lo que estaba pasando. “Era el saber común”, dice Corina Barbosa. “Yo empecé por defender a mi hijo, que estu-vo internado. Ahora todavía tiene cuatro agroquímicos en la sangre”. Pero entonces no sabían qué estaba provocando esa epidemia. La encuesta reveló 60 casos de cán-cer, bebés con malformaciones de riñón, de intestinos, sin maxilares, 14 casos de leucemias, enfermedades respiratorias y dermatológicas, entre una larga lista de afecciones, cuenta Sofía. Tiempo después, cuando se elaboró una cartografía comple-ta del barrio, los casos de cáncer entre una población de 5.000 habitantes ascendían a 200. A principios de 2002, con un mapa del barrio donde se detallaban los nom-

bres y las enfermedades de cada vecino, las Madres de Ituzaingó, llamadas así en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo, consiguieron que el municipio realizara una serie de análisis ambientales para encontrar el origen de la contaminación. Los resultados revelaron la causa: los agroquímicos que los productores sojeros fumigaban por tierra y aire a escasos me-tros del barrio. “Nosotros vivimos enfrente del cam-po”, cuenta Corina Barbosa, “pasaban las avionetas y bañaban con agroquímicos a nuestros chicos”. El enemigo al que se enfrentaban no podía ser más poderoso: un modelo económico basado en la pro-ducción de soja transgénica.

PionerasEn 1996 el Gobierno aprobó la introduc-ción de la soja transgénica, diseñada para resistir la acción de herbicidas como el glifosato o plaguicidas como el endosul-fán. Desde entonces, se ha convertido en el principal cultivo del país. Según un informe del Grupo de Reflexión Rural, 22 millones de hectáreas están sembradas con soja, el 50% de las tierras cultivadas. En la provincia de Córdoba, la principal pro-ductora de Argentina, estos culti-vos trans-g é n i c o s destinados a la expor-tación ocu-

pan entre el 80% y el 85% de la superficie agrícola. Cuando las Madres empezaron a de-nunciar los efectos secundarios de las fumigaciones, no existían en Argentina estudios médicos ni ningún tipo de desa-rrollo jurídico ni control sobre agrotóxicos. Eran pioneras en terreno desconocido. “Al principio nos llamaban las locas”, recuerda Sofía Gática. Actualmente cada vez son más los informes de científicos, médicos y genetistas, tanto en Argentina como en el resto del mundo, que confirman la relación entre agroquímicos, cánceres, leucemias, enfermedades respiratorias, malformaciones y daños en el material genético. En agosto de 2010 se produjo el Primer Encuentro de Médicos de Pueblos Fumigados, con representación de todas las provincias afectadas. Multitud de pro-fesionales de la salud confirmaron sobre el terreno y con análisis médicos el saber común de las Madres. “El Gobierno sabe lo que está pasando, pero no le interesa, únicamente se preocupa por sus nego-cios”, denuncia María Godoy. A mediados de 2002, entre cortes de carreteras, marchas al centro de la ciudad y plantes frente a las máquinas mosquito

que fumi-gaban cer-ca de las viviendas, la lucha de las Madres comenzó a dar sus

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primeros frutos. “Éramos pocas, pero ha-cíamos mucho ruido. Llamaba la atención que mujeres comunes salieran a la calle a hacer tanto barullo”, recuerda Corina Bar-bosa. Hasta la CNN retransmitió alguna de sus marchas. Después de que se encontrara en el agua restos de endosulfán, las Madres lograron que Ituzaingó Anexo fuera co-nectado con la red de agua corriente. Poco después las autoridades declaraban el barrio en emergencia sanitaria ante la “altísima tasa de casos de leucemia” y pro-hibían con una ordenanza la fumigación aérea a una distancia de 2.500 metros de Ituzaingó Anexo mientras durara la emergencia. Otra ordenanza establecía la prohibición de fumigar en toda el área urbana de la ciudad de Córdoba. Y los frutos seguían cayendo. Entre querellas, cortes y petitorios, las Madres consiguieron que en la provincia de Cór-doba se debatiera y aprobara a mediados de 2004 la Ley de Agroquímicos, que establece la frontera de las fumigaciones en 500 metros para las terrestres y 1.500 para las aéreas. Unas distancias, sin embar-go, muy inferiores a las solicitadas por las Madres. Pero las fumigaciones continuaban. Y los vecinos seguían enfermando. Ese mismo año las Madres comenzaron un

interminable recorrido por las instituciones del Gobierno nacional, sin obtener res-puesta. La lucha de las Madres visibilizó un conflicto silenciado que afectaba a miles de localidades de la Argentina sojera. “Diez años después podemos hablar de múltiples focos de resistencia y de colectivos de pueblos fumigados”, señala Berger. Como coordinadoras en Córdoba de la campaña Paren de Fumigar, las Madres comenzaron a recorrer en 2006 los pueblos fumigados de la provincia. Al igual que Ituzaingó Anexo, ante la falta de controles de la administración, multitud de pueblos fumigados y movi-mientos campesinos comenzaban a reali-zar sus propios relevamientos, sus propias encuestas epidemiológicas. Decenas de pueblos conseguían después de prolon-gados conflictos declarar sus municipios libres de agrotóxicos o adherirse a la ley de agrotóxicos de 2004 ante la oposición de los alcaldes. “Muchos intendentes son productores sojeros o trabajan direc-tamente para los productores sojeros”, afirma Berger. La lucha de los pueblos fumigados no se limitó a Córdoba, sino que se propagó a otras provincias sojeras como Santa Fe, Buenos Aires o Entre Ríos, y a provincias con gran presencia de cultivos transgénicos de arroz, como el Chaco.

Sojeros en el banquillo

En febrero de 2008, la ley de agroquímicos de la provincia de Córdoba volvió a dar de qué hablar. Tras ser avistado un avión fumi-gando sobre las viviendas de Ituzaingó Anexo, la Secretaría de Salud de la municipalidad de Córdoba denunció por envenenamiento a dos productores de soja y a un fumigador. Los tres acusados fueron detenidos y procesa-dos. En marzo de 2011 comparecieron en un juicio oral y público, el primero en Argentina por fumigaciones ilegales. “Lo importante es que esto sea el prin-cipio”, dice Corina Barbosa, “que al menos uno sea juzgado y condenado por envene-nar a la gente”. Para María Godoy las res-ponsabilidades no se limitan a los sojeros. “Los que tendrían que ir también presos son los funcionarios que permitieron que esto pase y los que implementaron la soja en el país”, denuncia. “Ahora todos dicen lo bueno que era Kirchner y resulta que nos dejó Argenti-na llena de soja y un montón de gente peleando y defendiéndose como puede”, dice Sofía Gática. Las Madres de Ituzaingó, al igual que las Madres de Plaza de Mayo, hablan de genocidio, de un genocidio si-lencioso. Ellas no han conseguido frenarlo, pero han sido las primeras en darle un nombre, el primer paso para lograrlo.

1. La fumigación con agrotóxicos genera muchos problemas.2. Dos de las Madres de Ituzaingó en su barrio. María Godoy, izquierda, y Corina Barbosa. Foto: Martín cúnEo.

3. Una de las muchas protestas realizadas. 4 y 5. Los efectos de los agrotóxicos son tremendos. 6. Reunión de comunas afectadas por fumigaciones.

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La enorme contaminación ambiental a la que estamos sometidos está haciendo cambiar los enfoques sanitarios

Medicina ambientalMiguel Jara

Entre el 24 y el 26 de junio pasado, se celebró en Madrid el V Congreso Internacional de Medicina Ambiental. Médicos, científicos, nutricionistas, investigadores, abogados, periodistas y otros profesionales reunidos, junto con personas afectadas por dolencias ambientales, ofrecieron a la sociedad las conclusiones que se resumen aquí. Su intención es promover un debate que haga más sano nuestro entorno y que permita un tratamiento adecuado y eficaz a las personas que ya padecen enfermedades como consecuencia de la contaminación química y física que sufrimos todos.

Miguel Jara, periodista ambiental, www.migueljara.com

Desde 1965 se han creado cuatro millones de compuestos quími-cos diferentes de los que unos 100.000 se producen y comer-cializan actualmente. Un buen

número de ellos son tóxicos y solubles en grasa, por lo que tienden a acumularse en el tejido graso. Por su parte, la eclosión de la telefonía móvil y otros muchos aparatos que emiten radiaciones han disparado una contaminación electromagnética cuyos efectos nocivos empiezan a ser recono-cidos por la Organización Mundial de la Salud pese a las presiones del sector de las telecomunicaciones.

Nuevas patologíasEl efecto de la alta toxicidad en el am-biente y en los alimentos y el agua ha generado una variedad de enfermedades que comparten características bioquímicas. Sensibilidad Química Múltiple, Fibromial-gia, Fatiga Crónica, electrosensibilidad, Par-

kinson, Alzheimer, Esclerosis Múltiple, Estrés Postrau-

mático, Síndrome de la Guerra

del Golfo, Sín-d rome de Colon Irri-table, asma,

autismo, hi-peractividad,

t i n n i t u s , S í nd rome

Asociado a Implantes de Silicona, Síndro-me Aéreo, ELA (Esclerosis Lateral Amio-trófica), algunas esquizofrenias, epilepsia y otras dolencias han disparado el número de afectados en las últimas décadas. Y cada vez existe más evidencia cientí-fica de que, al menos en par-t e , s e d e b e n a l con-tacto cons-tante con pesticidas organofosforados y organoclorados, carbamatos, disolventes orgánicos, mercurio, pesticidas piretroides y otros químicos habituales en el aire, el agua, los alimentos o la ropa. No pode-mos olvidar el cáncer y la relación con la cantidad de sustancias carcinógenas que usamos constantemente, las enfermeda-des autoinmunes y los tóxicos que han probado ser disruptores endocrinos. Solo las enfermedades de sensibiliza-ción central podrían estar afectando en diversos grados a entre un 15 y un 20% de la población en los países desarrollados. En España, se estima que hay más de 300.000 personas que las padecen sin que reciban tratamiento adecuado por falta de clínicas especializadas. El número creciente de enfermos por causas ambientales es una sobrecarga para las familias y para los médicos que, en la mayoría de los casos, no saben como actuar para ayudarles.

Reducir la contaminaciónEstas enfermedades emergentes cuestio-nan los límites legales de emisión de conta-minantes desde el momento en que dosis muy bajas de un pesticida o de radiaciones electromagnéticas están enfermando a un gran número de personas. Respecto a las radiaciones, se ha presen-tado a los partidos políticos un resumen de las exigencias de las personas que enferman por esta forma de contamina-ción. Se exige a las autoridades públicas que apliquen el principio de precaución para proteger de estas radiaciones a la población. Este manifiesto, firmado recien-temente por más de 500 organizaciones sociales, pide que se reduzcan los límites de emisión legales en la actualidad para las fuentes emisoras de contaminación elec-tromagnética, ajustándolos a los paráme-tros que expone la comunidad científica. También exige a las compañías eléctricas y de telecomunicaciones que reparen el daño que hayan causado y puedan seguir causando a la población por la emisión de radiaciones. Durante el Quinto Congreso Inter-nacional de Medicina Ambiental se han mostrado los tratamientos para las en-fermedades causadas o agravadas por la toxicidad ambiental y, a través de nume-rosos casos clínicos, se ha concluido que esos tratamientos producen mejoría en la mayoría de ocasiones y ofrecen a los afectados la posibilidad de una vida digna

y sin dolor. La medic ina ambiental y la me-dicina integrativa ofrecen un nuevo campo de informa-ción para el éxito

en el tratamiento de un gran número de patologías. Una gran ayuda para cualquier problema de salud y un conocimiento imprescindible cuando nos encontramos con las llamadas enfermedades emergen-tes, multisistémicas o ambientales que, sin embargo, mejoran enormemente cuando ayudamos al organismo con nutrientes adecuados y sanos y eliminamos la toxici-dad del entorno. Es urgente conocer los protocolos de la medicina ambiental que llevan aplicán-dose durante más de 30 años a cientos de miles de pacientes en todo el mundo con muy buenos resultados. El mejor tra-tamiento, sin embargo, es la prevención de la exposición a tóxicos y radiaciones, en muchos casos, cambiando de residencia o lugar de trabajo.

Afectados por SQM, Sensibilidad Química Múltiple.

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43Ecologista, nº 70, otoño 2011

Sembrando otras formas de habitar la ciudad

Huertos comunitariosJosé Luis Fernández Casadevante y Nerea Morán

Un futuro socialmente justo y sostenible implica una urgente regeneración urbana ecológica, y en este proceso la agricultura urbana debe jugar un papel estratégico. En el artículo se repasan las principales iniciativas de huertos comunitarios urbanos en el Estado español. Además, se realiza un recorrido histórico en otros lugares donde se iniciaron estas experiencias, muy útil para extraer conclusiones.

José Luis Fernández Casadevante, responsable de la Comisión de Huertos

Urbanos de la FRAVM, y Nerea Morán, del colectivo Surcos Urbanos

y del Huerto Comunitario de Adelfas

La relación entre asentamientos humanos y terrenos agrícolas cir-cundantes es uno de los princi-pales factores que definen a las sociedades humanas. Histórica-

mente hablar de ciudades era hablar de agricultura, hasta el acelerado proceso de industrialización que, con el acceso a la energía abundante y barata, posibilitó un aumento de los procesos de urbanización, el transporte a larga distancia y la expan-sión de mercados globales. El surgimiento de la ciudad industrial alimentó una ficticia independencia del suministro de alimentos de producción local y de la disponibilidad estacional, fomentando la progresiva degradación y distanciamiento de los espacios agrícolas. Un espejismo que la crisis económica y energética y la superación de la capacidad

de carga del planeta están empezando a poner en cuestión. Un futuro socialmente justo y sostenible implica una urgente regeneración urbana ecológica, y en este proceso la agricultura urbana debe jugar un papel estratégico.

Agricultura urbana y tiempos de crisis [1]El fantasma de la dependencia agrícola de las ciudades, conjurado en tiempos de bo-nanza económica, reaparece cíclicamente en los tiempos de crisis. Resulta revelador rastrear las circunstancias en las que se ha recurrido a la agricultura urbana y las fun-ciones que ha cumplido en sus momentos de auge, de cara a reflexionar sobre su aplicación en el contexto actual.

Huertos para pobres ( f poor gardens): En la ciudad industrial del XIX y principios del XX, los huertos urbanos cumplen bá-sicamente funciones de subsistencia, salud y estabilidad social, y se conciben como elementos que alivien las condiciones de hacinamiento, insalubridad y falta de recursos en los barrios obreros.

La que se considera primera asociación de hortelanos surge en 1864 en Leipzig, creada para reclamar espacios de juego dentro de la ciudad. En el primer terreno que consigue la asociación se delimita un espacio destinado al cultivo de un huerto que será mantenido por los niños; sin embargo, pronto se hace patente que el trabajo es demasiado duro y serán las fami-lias las que se hagan cargo del huerto. La iniciativa se extiende por otras ciudades y posteriormente se reconocerá legalmente regulando la obligatoriedad de destinar te-rrenos a este uso dentro de las ciudades. En Gran Bretaña las primeras leyes (Allotments Act, 1887 y 1908) que regulan los huertos obligan a Iglesia y autoridades locales a proporcionar a los obreros terre-nos para el cultivo. Sin embargo se estable-cen distintas medidas para evitar que los huertos se conviertan en una alternativa al trabajo asalariado, controlando el tamaño, el tiempo de dedicación y prohibiendo la venta de la producción, que sólo podrá destinarse al autoconsumo. La misma coyuntura de precariedad so-cial sirve de contexto a la aparición de los huertos para pobres en Estados Unidos. A raíz de la depresión económica de 1893, el alcalde de Detroit ofrece terrenos vacantes a los desempleados, para que puedan cul-tivar sus alimentos, estos terrenos fueron conocidos como potato patchs (parcelas de patatas), y la iniciativa fue replicada en otras ciudades. Se recurrió nuevamente a esta medida en la Gran Depresión (1929-1935), periodo en el que se denominaron relief gardens (huertos de emergencia).

Huertos de guerra ( f war gardens): En la primera mitad del siglo XX la historia de los huertos urbanos está ligada a las grandes guerras, durante las cuales las ciu-dades tuvieron que adaptarse a la falta de medios e introducir en su seno procesos productivos para abastecerse de bienes de primera necesidad. En estos momen-tos la agricultura urbana es un medio de subsistencia y a la vez cumple una función patriótica, fomentando la colaboración de toda la sociedad en el mantenimiento de la economía de guerra. La dificultad de importar alimentos debido a la inseguridad en el transporte a larga distancia hace que el cultivo dentro de las ciudades y en los entornos próximos sea imprescindible para la subsistencia urbana. Contando con los alimentos pro-ducidos localmente se pueden destinar los barcos y el ferrocarril al envío de alimen-tos, armas y municiones a las tropas. En la I Guerra Mundial se comienzan a ensayar estas experiencias de agricultura urbana en los distintos países en conflicto, destacando por su innovación programas

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Aportaciones de los huertos comunitarios

Los huertos comunitarios son una herramienta que puede satisfacer de manera simultánea múltiples necesidades, demandas y problemas. Algunos de sus

principales aportes en el entorno urbano serían:Recuperación de espacios degradados o con una percepción social negativa. fAumentar el interés y la responsabilidad por el buen uso y mantenimiento de f

las zonas verdes del barrio. Experiencias de participación ciudadana novedosas e inclusivas, ya que atraen f

perfiles sociales diversos y heterogéneos.Generación de nuevos espacios de encuentro y convivencia, que promueven la f

identidad barrial y el sentido de pertenencia. Una alternativa de ocio. Los huertos urbanos se pueden convertir en una al- f

ternativa intergeneracional de ocio, que resulte atractiva a personas de todas las franjas de edad y procedencias.

Espacios privilegiados para una educación ambiental significativa, fomentando fla reflexión y la implicación ciudadana hacia la sostenibilidad.

Promover hábitos de vida saludables y servir de puente con cuestiones como fla alimentación y la producción agroecológica.

como los huertos escolares o las milicias de mujeres hor-telanas. Aunque es en la II Guerra Mundial cuando se da un inmenso esfuerzo en el cultivo urbano, los gobier-nos crean comités específicos que desarrollan campañas de fomento de la agricultura urbana, como Dig for Vic-tory (Cavad por la victoria) en Gran Bretaña y Victory Gardens (Huertos de la vic-toria) en Estados Unidos. Con el fin de concienciar y educar a los ciudadanos en el cultivo de huertos de guerra se realizan boletines educativos, programas de radio y películas formativas, en los que se explica como preparar los terrenos y culti-var, como alimentar a cerdos o gallinas con restos de la cocina, o las mejores recetas para aprovechar al máximo los alimentos.

Huertos comunitarios ( f community gar-dens): Durante la década de los setenta re-surgen los huertos urbanos en las grandes ciudades de Estados Unidos, nuevamente en un contexto de aguda crisis. Son los años de la Guerra de Vietnam y la crisis económica, expresada en un proceso de desindustrialización y de huida de la gente con recursos de los barrios céntricos, aban-donados y llenos de solares, con fuertes recortes en gastos sociales y elevadas tasas de criminalidad. El surgimiento de los huertos comuni-tarios nos remite al cruce entre las luchas urbanas por la justicia social, emprendi-das por las organizaciones comunitarias durante la década anterior, con las mo-vilizaciones y la labor de sensibilización del movimiento ecologista sobre estilos de vida más sostenibles. Muchas de estas experiencias arrancan con la ocupación de solares y espacios abandonados reconver-tidos en huertos que son utilizados como herramienta de apoyo comunitario que relaciona la calidad ambiental, la cohesión social y la educación. Una de las iniciativas de referencia nace en estos años en Nueva York. Se conoce-ría como Green Guerrillas, sus primeras acciones fueron el bombardeo de solares abandonados con bombas de semillas para llamar la atención sobre estos espacios y embellecerlos. El siguiente paso fue ocupar solares para cultivarlos. El éxito de este movimiento fue tal que el Ayuntamien-to llegó a crear una agencia municipal que gestionaba la cesión de terrenos

públicos para jardines y huertos comunitarios. En la actualidad existen 700 jardines comunitarios en los diferentes distritos de la ciudad, y por todo el país numerosos grupos trabajan en una red a es-cala nacional. También en Europa se desarrollan iniciativas si-milares en los años seten-ta, en Países Bajos y Gran

Bretaña el referente sería el movimiento de Granjas Urbanas y Jardines Comuni-tarios (City Farms and Com-munity Gardens), surgido en estos años y que desarrolla proyectos no solo de huer-tos sino también de cría de animales de granja y caba-llos en entornos urbanos.

Huertos comunitarios y acupuntura urbanaLas comunidades locales

que dinamizan huertos comunitarios se organizan para regenerar a pequeña escala espacios urbanos degradados, conjugando una modesta reconstrucción del lugar, que enfatiza el valor de uso del espacio urbano, con una rehabilitación relacional que busca reestablecer la calidad de los espacios mediante la intensificación de las relaciones sociales (desarrollando acti-vidades como fiestas populares, comidas o iniciativas culturales). Estos ejercicios de microurbanismo expresan una disconformidad con el mo-delo dominante de ciudad y los estilos de vida que induce. Los huertos comunitarios articulan localmente una pluralidad de

sensibilidades, demandas y reivindica-ciones (ambientales, vecinales, políticas, relacionales…), a la vez que simultánea-mente ponen en marcha procesos de autogestión a nivel barrial, que enfatizan la participación directa, la apropiación espacial, la reconstrucción de identidades y la corresponsabilidad colectiva de las comunidades en distintos asuntos que les afectan. En definitiva, los huertos muestran como pequeñas y sutiles iniciativas pueden tener una amplia capacidad de transforma-ción e incidencia, y son excelentes expe-riencias de lo que el arquitecto brasileño Jaime Lerner, ex alcalde de Curitiba, ha defendido como Acupuntura Urbana: “Siempre tuve la ilusión y la espe-ranza de que con un pinchazo de aguja sería posible curar las enfermedades. El principio de recuperar la energía de un punto enfermo o cansado por medio de un simple pinchazo tiene que ver con la revitalización de ese punto y del área que hay a su alrededor. “Creo que podemos y debemos aplicar algunas ‘magias’ de la medicina a las ciuda-des, pues muchas están enfermas, algunas casi en estado terminal. Del mismo modo en que la medicina necesita la interacción entre el médico y el paciente, en el urba-nismo también es necesario hacer que la ciudad reaccione. Tocar un área de tal modo que pueda ayudar a curar, mejorar, crear reacciones positivas y en cadena. Es nece-sario intervenir para revitalizar, hacer que el organismo trabaje de otro modo” [2].

Una realidad emergente en el Estado españolNuestras ciudades debido a sus particula-ridades históricas (industrialización tardía, crecimientos urbanos que desbordan la

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planificación, dictadura prolongada…) no han tenido una vinculación reciente con la agricultura urbana. Las primeras políticas públicas surgen a mediados de los 80 en un contexto de crisis socioeconómica, en el que confluyen la proliferación de huertos en precario en riberas y zonas baldías de las grandes ciudades con la puesta en marcha de innovadores programas municipales de huertos de ocio, como fórmula de empezar a regular estas situaciones. Estas políticas van acompañadas de la puesta en marcha de las primeras experiencias de huertos escolares como herramientas educativas. A mediados de los 90 asistimos a la consolidación de estas iniciativas muni-cipales por toda la geografía, para que durante el último lustro veamos emerger una nueva oleada de huertos urbanos vinculados a movimientos estudiantiles, vecinales o ecologistas. Por un lado surgen los huertos universitarios como espacios donde experimentar en la práctica cuestio-nes agrícolas y acercar los conocimientos de la agroecología al ámbito académico. Y por otro lado han ido proliferando los huertos comunitarios que han pasado de una situación de poca visibilidad de proyectos aislados y en precario a la con-creción de redes de huertos comunitarios y al surgimiento de un movimiento que reclama vacíos urbanos para su manteni-miento y gestión ciudadana. Realizando una panorámica del estado de la cuestión podríamos destacar las siguientes iniciativas:

Uno de los primeros huertos comu- fnitarios del Estado se creó en Sevilla a mediados de los años 80, es el huerto de las Moreras, localizado en el parque de Miraflores. Actualmente forma parte de la Plataforma de Huertos Urbanos y Sociales, constituida por 8 asociaciones vecinales y ecologistas, que desarrolla 5 proyectos de huertos urbanos en Sevilla, en los que participan unos 500 vecinos, más de 4.000 escolares y 15 centros edu-cativos. Los proyectos dan empleo a 20 personas, entre técnicos, coordinadores y educadores. En la actualidad estas iniciati-vas se encuentran en una situación crítica, ya que están sufriendo de manera intensa los recortes de fondos y subvenciones municipales, por lo que han realizado distintas movilizaciones para presionar al Ayuntamiento y se plantean la paralización de los proyectos.

En Barcelona la tradición de huertos fcomunitarios se puede remontar al año 86, cuando un grupo de vecinas y vecinos mon-tan el Hort de l’Avi, al lado del Parc Güell, en un terreno que actualmente forma parte de la Red Municipal de Huertos Urbanos. Desde noviembre de 2009 existe una Red

de Huertos Comunitarios, que ha realizado tres encuentros en los que han participado los huertos existentes en áreas urbanas y periurbanas de la ciudad, así como los proyectos en gestación. Desde la creación de la red han desaparecido algunos huertos, como el de Gracia (octubre 2008, desalo-jado en julio 2010), y se han creado otros nuevos, todos ellos (excepto el Hortet del Forat, que tiene una cesión municipal) se localizan en terrenos ocupados. En general estos proyectos no buscan la negociación con el Ayuntamiento ni la regularización de su situación, definiéndose como un movimiento político que pretende llamar la atención sobre los procesos especulativos en el suelo urbano y la capacidad de auto-gestión de los proyectos autónomos [3].

También en 2009 se creó en Las Pal- fmas de Gran Canaria la Red de Huertos Urbanos, formada por colectivos, asocia-ciones vecinales, socioculturales y ecolo-gistas. Han creado en colaboración con la Concejalía de Participación Ciudadana la figura del HUCA (Huerto Urbano Comu-nitario Autogestionado), que permite la cesión de solares municipales en desuso para la creación de huertos urbanos. Tam-bién han elaborado un protocolo que guía a los grupos que quieran solicitar un solar y desarrollar un proyecto de agricultura ecológica. Han sido legalizados de esta manera dos de los proyectos [4].

En Madrid [5], los primeros proyectos fsurgen en 2004 (Casa de Campo) y 2006 (huerto plaza del Corcubión, barrio del Pi-lar). “Esta es una plaza”, en el barrio de La-vapies ha sido el primer proyecto en lograr la cesión municipal en diciembre de 2009, después de haber sido desalojado en mayo del mismo año. La Federación Regional de Asociaciones Vecinales, FRAVM, ha creado en febrero de 2010 una comisión de trabajo específica para promover gru-pos de consumo y huertos comunitarios. En ella participan 10 asociaciones que gestionan 6 huertos. Además junto a la reciente Red de Huertos de Madrid están llevando a cabo la labor de asesoramiento a los grupos que quieren iniciar huertos, documentando iniciativas, e iniciando la intermediación con la administración en la búsqueda de modelos de regularización y cesión de espacios.

Otra iniciativa interesante es la que se festá desarrollando en Elche desde mayo de 2009, liderada por la Asociación de Vecinos Barrio Obrero de Altabix, que en 2006 propuso al Ayuntamiento el proyec-to, consiguiendo la cesión gratuita durante un periodo máximo de 10 años de 1.300 m2 dentro del Huerto de la Cuerna, en un palmeral histórico que es Patrimonio de la Humanidad. El proyecto ha involu-

crado a distintos sectores, incorporando dimensiones educativas, experimentales y sociales. Por una parte se han destinado 20 parcelas para personas de la tercera edad; en segundo lugar se han delimitado huertos escolares y finalmente la asocia-ción de vecinos y la Universidad Miguel Hernández cultivan un huerto comunitario y un bancal experimental, en el que se prueban distintos modos de cultivo y se busca obtener semillas propias. Una temática emergente que está mo-vilizando a redes e iniciativas que tienen como objetivo el intercambio de cono-cimientos y recursos, la difusión de la agricultura urbana, la construcción de tejido social y la apertura de puertas de entrada flexibles para trabajar cuestiones socioambientales.

Notas y referencias1 Para profundizar en la historia de

la agricultura urbana ver: Morán, N. “Agricultura urbana: un aporte a la rehabilitación integral”. Papeles de relaciones ecosociales y cambio global. nº 111 Icaria, 2010.

2 Lerner, J. (2003) Acupuntura Urbana. IACC. Barcelona

3 http://huertosurbanosbarcelona.wordpress.com4 https://sites.google.com/site/reddehuertosurbanos/

novedades5 http://www.aavvmadrid.org/huertos

y http://redhuertosurbanosmadrid.wordpress.com

1. Huerto comunitario Las Adelfas, en Madrid. Foto: autorEs.

2. Huertos de patatas en el Berlín de la posguerra, junio de 1946. Foto: BEttMann/corBis

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Programa en Sevilla ‘Tu basura vale un huevo’Ecologistas en Acción de Sevilla

La Unión Europea ha reconocido en varias comunicaciones que una buena gestión de los residuos biodegradables pro-porcionaría beneficios ambientales, sociales y económicos.

Se ahorrarían decenas de millones de euros y hasta 44 millones de toneladas de emisiones de CO2 equivalente. Al mismo tiempo se contribuiría a los objetivos de la UE en cuanto a energías re-novables mediante el desarrollo de la digestión anaerobia. Por ejemplo, la Comisión Europea destaca que solamente en Reino Unido se tiran a la basura todos los años 19.000 millones de euros en restos de comida. Sin embargo, y a pesar de reconocer sus numerosas ventajas, la UE no se decide a legislar de una vez la gestión de los biorresiduos, contribuyendo así a una mayor eficiencia en el uso de recursos. Por ahora, la Comisión Europea deja a criterio de los Estados miembros cualquier iniciativa enfocada a dedicar el presupuesto y esfuerzos necesarios para su adecuada gestión. En las regiones mediterráneas en general y en Andalucía en par-ticular, la fracción biodegradable supone prácticamente la mitad de la basura domiciliaria (un 47%). Y su gestión sana y sostenible presenta un desafío fundamental para las autoridades locales. Actualmente los biorresiduos van sobre todo al vertedero o son compostados sin separación previa. El producto así obtenido no es un compost con valor comercial ni utilizable en agricultura. Pero mejor todavía que compostar o digerir los residuos bio-degradables es utilizarlos como recurso, sin tratamiento previo, volviendo a recuperar el uso que tradicionalmente se le ha dado

a la basura de casa, es decir para alimentar unos animales de con-sumo que generan alimento y excrementos con los que abonar la huerta.

Huertos sociales

Con esta idea nace en 2008 el programa Tu basura vale un huevo que Ecologistas en Acción desarrolla en sus instalaciones del

barrio de San Jerónimo de Sevilla, el Centro de Ecología Social Pepe García Rey “Germinal”, sede de Ecologistas en Acción de Sevilla y Andalucía. Este espacio, que formaba parte del antiguo vivero de la Expo’92, fue cedido después de la Expo por el ayuntamiento de Sevilla a la CEPA (Confederación Ecologista Pacifista de Andalucía, más tarde integrada en Ecologistas en Acción) como Centro de Interpretación del Río, para establecer allí la sede de Ecologistas en Acción, equipada de oficinas y aulas, y para los Huertos Sociales en Agricultura Ecológica. Desde entonces, el Centro ha desarrollado diferentes iniciativas de educación ecológica y cursos de formación ambiental y los Huertos Sociales se han consolidado a lo largo de los años como la actividad de mayor continuidad y con más presencia en la vida social del barrio de San Jerónimo. Se trata de 50 parcelas de unos 50 m2 cada una, cedidas pre-ferentemente a hortelan@s jubilad@s y parad@s que han incor-porado esta actividad como parte muy importante de sus vidas, y donde la relación personal y colectiva es tan importante como

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la cosecha de productos sanos, producidos con un gran respeto ambiental, que llevan a sus casas para su autoconsumo. Ecologistas en Acción gestiona las concesiones (hay una larga lista de espera) y cuida de que los parcelistas no utilicen abonos o productos químicos, además de enseñarles a distinguir la fau-na y flora beneficiosas, a hacer compost y a preparar remedios fitosanitarios naturales. En este espacio comunitario de huertos sociales, hace dos años se inició la experiencia colectiva del programa Tu basura vale un huevo, con el ánimo de servir de contraste a la penosa gestión de las basuras que impera en la ciudad de Sevilla y proponer una alternativa ecológica y socialmente enriquecedora. Con la ayuda de l@s voluntari@s manitas se construyó un am-plio gallinero cubierto de 5x5 metros, con ponederos y perchas, cuidando que se dieran las mejores condiciones para garantizar el bienestar de los animales. Alrededor se dejó un patio arbolado de 400 m2 para asueto de las gallinas, donde pueden hacer vida social, asolarse y rebuscar bichillos en la tierra. De promedio se mantienen unas 40 gallinas y entre 5 y 10 pollos y gallos, que suelen ir a parar a las ollas de las comidas de confraternización que se organizan de vez en cuando en los huertos.

1 kg de basura orgánica, 1 huevo

Básicamente el programa consiste en alimentar las gallinas con la basura orgánica que los socios traen a diario de casa en unos

cubos que se repartieron al principio. Estos cubos se cuelgan en

altura en unos ganchos para evitar destrozos de perros o gatos. A cada participante se le asigna un número para saber la cantidad de basura que aporta. Un parcelista voluntario se encarga de llevar la comida al gallinero, de recoger los huevos y de repartirlos. Otro beneficio que aporta el gallinero de especial interés para los huertos es la gallinaza (excrementos) generada, que se mezcla con el compost y se incorpora a los huertos dando como resultado un excelente abono orgánico. Puntualmente se realizan tareas colectivas de limpieza y arreglos que implican a todo el grupo. Semanalmente se recogen unos 120 kg de basura. Por tanto, el programa ya ha evitado que el Ayuntamiento de Sevilla llevara al vertedero casi 11 toneladas de biorresiduos. Por otra parte, desde el inicio del programa se han repartido más de 12.000 huevos, lo que resulta en una proporción de un huevo = 1 kg de basura aproximadamente. La experiencia está dando excelentes resultados tanto por utilizar los residuos como recurso, evitando que acaben descom-poniéndose en el vertedero, como por implicar activamente a un colectivo de vecinos de un barrio humilde. En definitiva, otra forma de hacer las cosas que demuestra que “otra gestión de la basura es posible”. Actualmente, y en vista del éxito del programa, Ecologistas en Acción de Sevilla está diseñando una ampliación del proyecto con objeto de implicar a toda la población del barrio de San Jerónimo, habilitando un punto de recogida de la basura en el barrio y el consecuente reparto de huevos a l@s vecin@s participantes.

iniciativas sostenibles

En esta sección se reflejarán aquellas experiencias, territoriales y sectoriales, con interés desde el punto de vista de una verdadera sostenibilidad ecológica, que sea

justa socialmente.

¡Mandarnos vuestras [email protected]

ilustración: ManuEl siErra

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48 Ecologista, nº 70, otoño 2011

La pérdida de variedad genética pone en grave peligro nuestra alimentación

Biodiversidad agrariaAntonio C. Perdomo Molina

La conservación de la biodiversidad presente en el planeta es una cuestión básica de la cual depende la supervivencia de la humanidad. La sensibilidad por la desaparición de animales como el oso panda o del tigre de Bengala ha crecido enormemente. Sin embargo no somos tan conscientes de otra situación de la que depende directamente nuestra alimentación: la pérdida de variedades agrícolas.

Antonio C. Perdomo Molina, Profesor Asociado de la Universidad de La Laguna y miembro de la Red Canaria de Semillas

Más allá de la sensibilidad ha-cia la extinción de especies emblemáticas, hoy en día se está produciendo una grave pérdida de biodiversidad sin

que se vea una reacción por parte de la so-ciedad. La desaparición de la biodiversidad agraria, a la cual nos estamos refiriendo, es el resultado de la intervención en el mercado de grandes compañías, que en defensa de sus intereses condenan a la extinción, con el apoyo de una legislación ad hoc, a las razas y variedades locales. Ciertamente, hoy por hoy, la humanidad no es consciente que en esto de la pérdida de biodiversidad nos estamos también jugando la comida. Como suele decir José Esquinas, secretario técnico de la FAO en la elaboración del Tratado de Recursos Fitogenéticos: “un oso panda es mucho más ‘sexy’ que un tomate”. Aunque en este artículo nos centra-remos en la biodiversidad cultivada, la

pérdida de razas ganaderas, la desaparición de los llamados recursos zoogenéticos, también merecen el interés de quienes están preocupados por la grave erosión genética que se está produciendo en el mundo.

Una galopante erosión genéticaPor erosión genética se entiende la pérdida de biodiversidad. Una pérdida que resulta total, irreversible y para toda la eternidad. Ya sabemos que la erosión genética en las especies silvestres tiene sus causas en procesos como la deforestación, la con-taminación de hábitats naturales, o la so-breexplotación de recursos. Sin embargo, ¿cuáles son las causas de la desaparición de las variedades tradicionales y con ellas de la rica biodiversidad genética acumulada a lo largo de 10.000 años de agricultura? Quizás podamos entenderlo mejor si observamos las causas que han motivado que los organismos interna-cionales, algo tardía-mente [1], comiencen a plantearse el pro-

blema y a crear en distintos lugares del globo bancos de conservación de recursos fitogenéticos. La creación de los primeros bancos de conservación no respondió, de ninguna manera, al deseo de conservar y poner a disposición de las generaciones futuras el material genético seleccionado por las comunidades campesinas. La triste realidad es que respondió inicialmente a la preocupación, digamos que interesada, que manifestaban los fitomejoradores ante la cada vez más preocupante falta de genes para poder realizar su trabajo (recordemos que hasta la fecha no ha sido posible crear genes, solo recombinarlos). Con la desapa-rición de las especies y cultivares locales, desaparecía también el material genético que necesitaban para su trabajo diario [2]. La cuestión no deja de ser paradójica pues-to que la masiva adopción de los cultivares mejorados por la agricultura mundial es la causa fundamental de la desaparición de la biodiversidad genética cultivada en el mundo [3]. En España la situación es similar: en cereales, leguminosas de grano y otros cultivos extensivos, prácticamente el 100% de las variedades cultivadas son variedades mejoradas; las hortícolas con destino al co-mercio han sido sustituidas en gran parte por variedades mejoradas procedentes de empresas extranjeras multinacionales. En-tre las variedades mejoradas de los cultivos importantes predominan las suministradas por empresas extranjeras, y frecuentemen-te no figuran cultivares autóctonos en su genealogía. Antes de empezar a hablar de semillas, es necesario que recordemos que estas semillas han sido la base de la agricultura en sus 10.000 años de existencia. Hoy en día, la mayoría de los agricultores/as han perdido la costumbre, y con ella el poder, de producir sus propias semillas, dejando esta labor en manos de las casas comer-ciales. A raíz de la Revolución Verde, la industria ha ido desplazando al agricultor en la labor de producir el recurso básico en la producción agraria: la semilla. Además, en los últimos años la concentración y des-aparición de las pequeñas casas de semillas locales ha sido especialmente intensa. En 2008 diez compañías controlaban el 67% del mercado mundial de semillas y el 82% del mercado de semillas se corresponde con semillas patentadas [4]. En los últimos sesenta años, este po-der, que siempre estuvo en manos de

quienes se dedicaban a la agricultura, ha sido dejado en manos de las empresas produc-toras de semillas y, los propios agriculto-

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res lo han terminado asumiendo como una actividad que no tie-ne que ver con los campos y los culti-vos, sino con los cen-tros de investigación y las batas blancas. Sin embargo, si reflexiona-mos sobre el hecho de producir semillas, nos damos cuenta que se trata de un proceso natural, puesto que no es más que la manera, o una de las maneras, que las plantas tienen para reproducirse. Por lo tanto no se trataría nada más, y nada menos, que de dejar que los cultivos lleven a término su vida, final que generalmente se traduce en la producción de semillas. Recuperar este poder es tarea de la comuni-dad, especialmente del sector productivo, pero también de las autoridades adminis-trativas y de los consumidores. Aunque la mejora genética utiliza el término variedad no se nos puede escon-der que su producto, la semilla comercial patentada, está constituido por plantas genéticamente idénticas, por verdaderos clones, ya que el proceso de obtención de estos clones se ha basado, desde el siglo XIX, en reducir la variabilidad presente en las variedades tradicionales hasta lograr lo que se llamaba en la genética tradicional líneas puras, que serán la base, ya en el siglo XX, de las semillas híbridas. La pérdida de diversidad supone un proceso irreversible que implica, por una parte una pérdida de estabilidad y un incremento de la vulnerabilidad de los agroecosistemas. Para la agroecología las variedades locales, el uso de la diversidad agrícola, combinado con la diversidad cultural se sitúan en la base de la produc-ción agraria. Y es que, si preocupante es la disminución en el uso de la primera, igualmente es imprescindible recuperar y conservar la gran riqueza y profundidad del conocimiento agrícola tradicional, puesto que ambos son dependientes, ya que la pérdida de uno de ellos imposibilita la supervivencia del otro. Es más, es en los sistemas campesinos tradicionales donde se esconden las claves para conseguir en la actualidad sistemas agrícolas productivos que sean sustentables en el tiempo. Por último, señalar que la agricultura es uno de los sectores más sensibles al cam-bio climático. Las conclusiones del panel de expertos señalan que los problemas se dejarán sentir con mayor fuerza en los países del sur de Europa, puesto que la sequía será cada vez más frecuente en la Europa meridional, es decir, la agricultura española será una de las más afectadas. Nos encaminamos por lo tanto hacia un

escenario de aumento de los fenóme-nos meteoro-

lógicos extre-mos (tormentas,

inundaciones, se-quías...); y es este

un marco donde la biodiversidad en ge-

neral, y la biodiversidad cultivada en especial, tienen un papel crucial. En la genética de las variedades locales es don-de podemos encontrar los recursos para la adaptación de los cultivos a las nuevas condiciones meteorológicas; y en los co-nocimientos campesinos y los agrosistemas tradicionales, claves productivas adaptadas a estas condiciones más exigentes, y sobre todo, más variables.

La homogeneización del consumo y el papel de los consumidoresCiertamente, el consumidor tiene mucho que decir respecto a la conservación de las variedades locales. Está claro que las compañías distribuidoras y manipuladoras de los alimentos prefieren los alimentos estandarizados, lejos de la impresionante riqueza de formas, colores, tamaños y sabores que representan las variedades locales; la búsqueda de economías de escala implica necesariamente la homoge-neización del producto. La uniformización de la producción lleva al consumo estan-darizado, los mismos productos y los mis-mos sabores donde quiera que vayas y en cualquier momento del año, una pesadilla de la que ni siquiera somos conscientes. El consumo ciego, el consumo irresponsable, el de las grandes superficies y los sabores sin contrastes, provoca la desaparición del producto especial, de lo peculiar, de lo local; o lo que es peor, reduce los sabores específicos a la producción destinada a una elite que puede permitirse pagar cantidades elevadas por un producto que ha dejado de ser popular. Como nos dicen Bové y Dufour [5], “Siempre habrá agricultura, cualquiera sea la evolución política. El gran peligro sería que la desaparición progresiva de los cam-pesinos hiciera bascular la agricultura hacia la otra vertiente, quedando totalmente en manos del sistema agroquímico y agroin-dustrial, que acabará e impondrá en todos lados esa uniformidad que los ciudadanos no quieren”. Trabajar por el mantenimiento en culti-vo de las variedades locales, como hacen múltiples grupos locales y las Redes de Semillas, pasa sin lugar a dudas por au-mentar la demanda de las mismas.

Notas y referencias1 Nos referimos a la primera Reunión Técnica

de la FAO de 1961 sobre Plant Exploration and Introduction.

2 La íntima relación entre los recursos fitogenéticos y los mejoradores la podemos observar claramente en la definición de recurso fitogenético, que hacía Hawkes en 1991, entendiendo por tal aquel que proporcionaba la materia prima o genes que, debidamente utilizados, permitían obtener nuevas y mejores variedades de plantas.

3 Organismos tan conservadores como la FAO (1996), en su Informe sobre el estado de los recursos fitogenéticos, no han dudado a la hora de buscar responsables: “la principal causa contemporánea de pérdida de diversidad genética ha sido la generalización de la agricultura comercial moderna”.

4 Las 3 primeras (Monsanto, Dupont y Sygenta) se encuentran también entre las 5 principales compañías productoras de plaguicidas del mundo en 2008 (ETC group, 2008). En 2003 controlaban el 32% del mercado, es decir, han duplicado su parte del pastel en los últimos 5 años. Además, no es casualidad que esas mismas diez multinacionales son las que controlan el 100% de las semillas transgénicas (Vandana Shiva, 2003).

5 José Bové y François Dufour (2005), La semilla del futuro. La agricultura explicada a los ciudadanos. Icaria. p. 32.

1 y 3. Mantener la gran variabilidad genética de alimentos como el maíz o la patata nos ayudará a adaptarnos frente a los futuros cambios ambientales. 2. Los agricultores cada vez controlan menos sus semillas.4. Variedad de maíz híbrido.

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Un irremediable impacto sobre el paisaje urbano de Sevilla

Torre CajasolJaime Jover Báez

Jaime Jover Báez, Plataforma ciudadana ¡Túmbala! contra la Torre Cajasol

http://ciudadaniacontralatorrepelli.blogspot.com/

La Plataforma ¡Túmbala! contra la Torre Cajasol se constituyó hace más de dos años como oposición ciudadana al rascacielos que tal empresa, Cajasol, está construyen-

do en Sevilla. Se trata de un edificio de 178 metros de altura, en el límite del Conjunto Histórico de la ciudad, y a menos de un kilómetro y medio de los monumentos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO: Catedral-Giralda, Alcázar y Archivo de Indias. El proyecto incluye en su parcela el mayor aparcamiento sub-terráneo rotatorio de Andalucía (3.100 automóviles) y un centro comercial. El coste total previsto asciende a más de 330 millones de euros. ¡Túmbala! surgió sobre la base de argumentos ambientales y patrimoniales, gracias al diálogo entre Ecologistas en Acción, la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Histórico Ben Baso y la Asociación de Defensa del Patrimonio de Andalucía (ADEPA), entre otras. No obstante, con el tiempo se han añadido nuevos motivos contrarios al rascacielos en Sevilla, y así se han adherido a la Plataforma hasta una veintena de colectivos de diversa índole, además de personas a título personal.

Agresión al patrimonio históricoLa cuestión patrimonial ha permanecido como el argumento fundamental con-tra la torre. Y la afección a los bienes declarados Patrimonio Mundial ha sido la razón principal para ello. La entidad asesora de UNESCO en relación al pa-trimonio histórico, ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos), se pronunció sobre

el asunto en 2008. Su informe recogía el irremediable impacto sobre el paisaje urbano, cuyas perspectivas se verían alteradas tanto desde los monumentos declarados, como desde otros puntos de la ciudad y sus alrededores, entre los que se encuentran zonas del Conjunto Histórico y dentro de este, ámbitos sin-gulares como el Monasterio de la Car-tuja, declarado Bien de Interés Cultural. El Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO, en concordancia con el infor-me, solicitó en sus reuniones celebradas precisamente en Sevilla (2009), Brasilia (2010) y recientemente París (2011), la paralización cautelar de las obras, con el fin de reconsiderar el proyecto antes de que se consume el inevitable impacto al que hacía mención ICOMOS. En tanto esto no se ha producido, inevitable po-dría ser también la entrada de Sevilla en la lista que dicho Comité de Patrimonio Mundial realiza sobre Patrimonio Mun-dial en Peligro. Si bien el argumento patrimonial ha tenido un peso importante, tampoco han carecido de importancia otras considera-ciones. A nadie se le escapa la dependen-cia energética de los rascacielos. En este caso concreto, su sostenibilidad ambiental se ve agravada si consideramos el fomen-to del transporte privado que supone la ejecución del aparcamiento subterráneo. Ello contrasta con la concepción de desa-rrollo sostenible, integral y cohesionado del Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, que apuesta por la consecución de una ciudad mediterránea, funcional y compacta, siguiendo lo dispuesto por el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía.

Despilfarrando mientras se piden ayudasEl modelo andaluz de ciudad opta por el

equilibrio territorial y la gestión eficiente de los recursos, algo de lo que también adolece el proyecto. Cajasol, hoy Banca Cívica, gasta 330 millones de euros en la torre mientras exige más de 1.000 millo-nes al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca). La construcción del edificio supone la consumación de un modelo de crecimien-to económico desarrollista y especulativo, modelo cuya insostenibilidad ha quedado probada. ¡Túmbala! por tanto considera que la torre es una falta de respeto a la inteligencia de la ciudadanía, a causa de su negativo impacto patrimonial, ambiental, sobre la movilidad o la economía urbana. Hechos que, relacionados con sus irregu-laridades legales (recogidas en 2010 en el informe de expertos Libro negro de la Torre Pelli), nos sitúan en el marco de una decisión urbanística arbitraria, tomada en contra del interés general.

1 y 2. Recreación de la torre y su fuerte impacto visual.3. Protesta en París, ante ICOMOS.4. Las torre ya se está levantando (imagen: 8 de julio 2011)Fotos: ¡túMBala!

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Realidades efectivas versus retóricas vacías

Empleos verdesManuel Garí y Manel Ferri

El Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, ISTAS, ha realizado tres estudios para calcular el empleo directo e indirecto que se podría generar en 2020 a través de la puesta en marcha de acciones de fomento de las energías renovables, de rehabilitación energética de los edificios existentes y de una movilidad de pasajeros más sostenible. Se demuestra que apostar por la sostenibilidad es una importante fuente de empleo y de recuperación económica.

Manuel Garí, director del Área de Medio Ambiente de ISTAS, y Manel Ferri,

responsable del Departamento Confederal de Movilidad de CC OO

En el presente artículo se presen-tan los principales resultados de tres estudios realizados por ISTAS (Instituto Sindical de Trabajo, Am-biente y Salud) correspondientes

al año 2010, que llegan en el momento oportuno, ya que precisamente es en épo-cas con altos índices de desempleo (20% de la población activa en 2010) cuando la cuestión del enfoque económico-medio-ambiental amenaza con quedar sepultada bajo las propuestas de la economía tradi-cional que pretenden replicar el paradigma del siglo anterior. El objetivo de los estu-dios es el cálculo cuantitativo del empleo directo e indirecto que se podría generar en un horizonte temporal cercano a través de la puesta en marcha de un conjunto de acciones de fomento de las renovables, de rehabilitación energética de los edificios existentes y de cambios modales en la movilidad de pasajeros. El potencial de generación de empleo futuro se estima a partir del impacto previsto de las políticas de apoyo a estos sectores. Políticas que se basan en medidas

concretas y cuantificables que apuestan por una economía baja en carbono, soste-nible y generadora de empleo de calidad frente al laissez faire neoliberal que nos aboca a escenarios tendenciales continuis-tas que resultan laboral y ambientalmente antisociales. La metodología seguida es diferente para cada estudio, según las especifici-dades de cada sector y los diferentes

objetivos secundarios. En los tres casos se lleva a cabo un trabajo de gabinete que se complementa con trabajo de campo en el que se utilizan diferentes procedimientos como encuestas, grupos de discusión, etc. Asimismo se han establecido ratios e indicadores capaces de poner en relación los diferentes escenarios previstos.

Empleo actual en energías renovablesPuede estimarse que el volumen de tra-bajadores directamente empleados en el sector de las energías renovables en 2010 ascendió a 68.737 a lo que hay que sumar 44.758 empleos indirectos. La distribución del empleo según las diferentes tecnolo-gías es la reflejada en la tabla 1: Podemos concluir, por tanto, que el empleo total en el sector de las energías renovables (directo e indirecto) asciende a 113.227 empleos. Un alto porcentaje de personal contratado se sitúa en tareas de producción. Entre la producción industrial como tal y la instalación suponen más de la mitad de las plantillas de las empresas, concretamente el 51,7%. Ciñéndonos a la situación de los/as trabajadores/as de las empresas que configuran el sector de las energías renovables, el 83,7% del personal dispone de un contrato indefinido, el resto tienen contratos eventuales (14,1%), en Formación/Prácticas (0,9%) o son Autó-nomos/as (1,2%). Pese a esto, no podemos dejar de señalar que muy probablemente, al igual que en otros sectores de la econo-mía española, la situación contractual en las empresas subcontratadas sea notable-mente peor. La mayor parte de los/as trabajadores/as de este sector son Técnicos/as o Titula-dos/as superiores, seguido de Técnicos/as Medios y de Oficiales/as. Es muy probable

tabla 1: EmplEo gEnErado por subsEctorEs dE actividad En rEnovablEs

Empleo directo % Empleo

indirectoEólica 30.651 44,6% 24.521Solar fotovoltaica 19.552 28,4% 8.798Solar térmica 6.757 9,8% 3.041Actividades comunes 4.263 6,2% 2.714Biomasa 3.191 4,6% 2.808Hidráulica y minihidráulica 1.078 1,6% 485Biocarburantes 964 1,4% 988Biogás 664 1,0% 681Solar termoeléctrica 511 0,7% 307Geotermia 415 0,6% 162Aerotermia (bomba de calor) 184 0,3% 83Minieólica 165 0,2% 132Mareomotriz 74 0,1% 38TOTAL 68.469 100% 44.758

Fuente: elaboración propia

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52 Ecologista, nº 70, otoño 2011

tabla 3: prEvisionEs dE EmplEo total (dirEcto E indirEcto) 2020 En rEnovablEs

Escenarios

A B C

Eólica 54.556 83.378 35.158

Hidráulica 8.675 6.115 6.970

Solar térmica 40.861 36.595 31.562

Solar termoeléct. 3.349 6.418 2.427

Solar fotovoltaica 68.914 179.410 71.481

Biomasa 8.092 15.269 6.972

Biocarburante 3.062 3.062 2.452

Biogás 7.952 8.725 4.367

Geotermia 598 4.540 458

TOTAL 196.059 343.512 161.847

Fuente: elaboración propia

tabla 4. EmplEos sEgún EscEnario por modalidad dE transportE

Nº de empleos

2008 2020, EscenarioTendencial

2020, EscenarioEficiente

Ferrocarril 46.600 58.151 91.948Metro 13.584 15.565 15.565Tranvía 967 2.759 4.302Autobús (urbanos + interurbanos) 115.575 116.937 139.259Taxi 72.428 67.997 67.997Coche multiusuario 9 112 521Bicicleta 11.478 20.562 78.180Aparcamiento regulado 6.053 6.116 5.045Gestión de la movilidad 693 779 1.057Total (empleos directos) 281.877 288.978 403.874Total (empleos directos + indir.) 297.109 307.114 429.370

Fuente: elaboración propia

tabla 2: datos dE EmplEo En la Ecomovilidad En 2008, por catEgorías

2008Ferrocarril 46.600Metro 13.584Tranvía 967Autobuses* 115.575Taxis 72.428Coche sostenible** 14.509Bicicletas 11.478Estacionamiento regulado 6.053Gestión de la movilidad 693Total (empleos directos) 281.877Total (directos + indirectos) 297.109

Autobuses*: Se incluye el empleo asociado a los servicios de autobuses urbanos e interurbanos, y el de las plantillas dedicadas a la fabricación de autobuses. Coche sostenible**: incluimos car-sharing además del alquiler. Fuente: elaboración propia

que la subcontratación invisibilice empleos de menor cualificación. Por lo general, las cualificaciones requeridas para las distintas ocupaciones parten de los perfiles y las formaciones ya existentes: ingenieros, elec-tricistas, formación profesional, facultades universitarias... adaptadas a las especifici-dades de las energías renovables en cada uno de sus ámbitos, particularmente en lo que se refiere a las tareas de operación y mantenimiento de instalaciones. Existe una oportunidad de reconversión profe-sional de las industrias existentes, que es importante en el contexto de crisis actual, en concreto, en el sector de la construc-ción mediante el reciclaje profesional en las ramas de fontanería y electricidad, hacia la especialización en las habilidades necesarias para el desarrollo de las energías renovables.

Empleo actual en movilidad sostenible de pasajerosPara realizar el cálculo de empleo, los modos de transporte se han clasificado como: a) transporte sostenible: incluye todo el transporte público, los modos no motorizados (a pie y en bici), taxi y el car-sharing y b) transporte no sostenible: coche y moto, avión y barco. Los datos de empleo que se presentan, en todo el estudio, se corresponden ex-clusivamente con el transporte sostenible y de viajeros (es decir, se excluye de este estudio el empleo asociado a modalidades de transporte sostenible de mercancías). A partir de las estadísticas disponibles se estimó el conjunto de empleos directos en el sector del transporte sostenible, que en un primer análisis ha comprendido todos los modos públicos, incluyendo el taxi y el vehículo de alquiler, arrojando un resultado para 2008 de 261.465 empleos, superando en un 5% la cifra de 2003, que era de 248.782 empleos.

Tras actualizar la información y la meto-dología, se incorporó el empleo generado en la fabricación de autobuses, el car-sha-ring, el sector de la bicicleta (producción y venta de servicios, públicos y privados) y el empleo público que se precisa para la regulación del sector de la movilidad. Así mismo, se ha incorporado en el recuento de los empleos indirectos, que son muy importantes en el sector del transporte público, las áreas de seguridad, limpieza, venta de billetes, restauración, etc., que en numerosas ocasiones son actividades subcontratadas. Con esta revisión de la contabilidad, el número de empleos en el sector del transporte sostenible en España alcanzaría en 2008 la cifra de 297.109 empleos, un valor un 14% superior al que se obtiene con la metodología tradicional (tabla 2).

Proyecciones de futuro en energías renovablesPara el cálculo del empleo generado en los años 2015 y 2020, se han estudiado tres posibles escenarios sobre la potencia total instalada en energías renovables en esos mismos años. En el primer caso, Es-cenario A, se tienen en cuenta el supuesto energético planteado en el nuevo Plan de Acción Nacional de Energías Renovables de España (PANER) 2010–2020 para alcanzar el 20% de la producción de energía primaria mediante energías reno-vables en el año 2020. En el Escenario B, se considera un caso más optimista con una mayor instalación de potencia de energías renovables, 30% de la produc-ción de energía primaria, y mayor ahorro y eficiencia energética. En el Escenario C, se estudia el caso más pesimista en el que no se alcancen los objetivos previstos por el Gobierno y la Directiva Europea, sobre la instalación de potencia proveniente de energías renovables. En este escenario se parte de la hipótesis de que se cumplan los objetivos en el área eléctrica y de biocarburantes en un 80%, y en las áreas térmicas en un 70% (tabla 3).

Proyecciones de futuro en rehabilitación energética de edificios y viviendasEl cálculo de potencial de empleo se centra en las viviendas construidas antes de 1979 (fecha que marca un cambio normativo) y el potencial que se calcula que supondría el hecho de que se adecue el contexto normativo, financiero, econó-mico y que se conciencien a los usuarios y a la administración. Si no se superan estos obstáculos, es probable que la re-habilitación de edificios se quede en una actividad marginal.

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En el marco de este estudio se ha calcu-lado ese potencial para un plan concreto y definido en el informe. Este plan, una vez alcance su ritmo de crucero, prevé la rehabilitación de 565.000 viviendas al año, alcanzado en 2040 un porcentaje acumulado de rehabilitación del 58% del parque existente actual. Se basa en la implementación de 8 medidas prioritarias de aislamiento e incorporación de energías renovables. La inversión para la puesta en marcha de tal plan es elevada, alcanzando los 12.500 millones de euros anuales a partir de 2020, cuando se alcance el ritmo de crucero. Con datos conservadores, lo que quiere decir que hay que considerar estas cifras como mínimas, se podría contar, una vez llegado al citado ritmo de crucero, con un potencial de 105.000 puestos de trabajos estables (ver figura 1). El plan genera nu-merosos puestos indirectos en el sector de la industria de materiales, en puestos de dirección, secretariado, contabilidad y nu-merosos puestos asociados al sector de la energía. Además del potencial cuantitativo, es importante resaltar que la rehabilitación puede ser una oportunidad para mejorar de forma importante el empleo del sector desde el punto de vista cualitativo.

Proyecciones de futuro en movilidad sostenibleEl estudio ha evaluado cuál podrá ser la movilidad total generada en España en viajes internos en el año 2020 según dos escenarios diferentes. El primero es el tendencial, en el que se supone que no

se modifican las condiciones base, ni de contorno ni de partida, de la movilidad, y por tanto esta se desarrolla con las mismas pautas y bajo similares circunstancias que las que ha habido en los últimos dos años (2008-2010). El segundo escenario es el de eficiencia energética, en el que se ha supuesto que las Administraciones públi-cas apliquen políticas públicas favorables a la movilidad sostenible a través de un conjunto de nuevos instrumentos de ges-tión y planificación de la movilidad que incluyen medidas fiscales, de financiación de la ecomovilidad, de información, de gestión del territorio, etc. Partiendo de los datos de empleo extendido y de movilidad en 2008, se ha obtenido un parámetro unitario de empleo por millón de viajeros-km. Con estos parámetro de 2008 se ha calculado el empleo en 2020, añadiendo el indirecto al directo (tabla 4). En total, el número de empleados en el escenario tendencial en 2020 re-sultaría ser de 307.114 empleos, lo cual supone un leve aumento del 3% sobre los valores base de 2008. En cambio, el empleo generado en el escenario de eficiencia energética arroja un valor de 429.370 empleos, lo cual supondría un extraordinario aumento del 45% sobre la situación en 2008. Por tanto, el escenario dibujado de eficiencia energética no solo consigue mantener en 2020 los valores de la movilidad global en España en los valores que había en 2008, sino que consigue reducir el consumo energético en un 13% en el sector del transporte y aumentar el empleo en un 45% en el

subsector de la movilidad sostenible.

A modo de conclusiónLos estudios muestran que el cambio de modelo productivo en plena crisis no solo es posible sino que podría suponer una inyección de medidas anticíclicas que ayudarían a superar la crisis económica ac-tual. Para lograrlo los trabajos presentados ofrecen un catálogo de medidas políticas, económicas y tecnológicas a adoptar que pueden ser la palanca del cambio. Medidas que por su extensión no podemos desa-rrollar en este artículo pero que se pueden encontrar en www.istas.ccoo.es

figura 1: gEnEración dE EmplEo total En rEhabilitación EnErgética dE Edificios

Fuente: elaboración propia

Empleo de gestión

Empleto indirecto

Empleo técnico

Empleo de ejecución material

1. El aislamiento y rehabilitación de viviendas es un gran nicho de empleo. 2. Los empleos en transporte público no son deslocalizables. 3. Las energías renovables, en 2020 podrían dar trabajo a más de 340.000 personas.

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Reducir la semana laboral para afrontar los retos del siglo XXI

21 horasFlorent Marcellesi y Aniol Esteban

El estudio ‘21 horas: Por qué una semana laboral más corta puede ayudarnos a prosperar en el siglo XXI’, que resume este artículo [1], argumenta que liberar tiempo del trabajo remunerado puede ayudar a vivir de forma mucho más sostenible y satisfactoria.

Florent Marcellesi, coordinador de Ecopolítica, Aniol Esteban, responsable

del área de economía ambiental de la New Economics Foundation. Ambos son

miembros del Consejo de Redacción de la revista Ecología Política

Los retos ecológicos y sociales del si-glo XXI nos incitan más que nunca a promover soluciones innovado-ras para iniciar la transición hacia un mundo sostenible y equitativo.

En este marco, la crisis sistémica es una oportunidad sin precedentes para poner en cuestión algunas ideas del pensamiento actual hasta el momento intocables. La semana laboral de 35-40 horas es una de estas ideas: estructura las sociedades industrializadas en torno a un modelo que nos empuja a trabajar más, para ganar más y consumir más y convierte el tiempo, así como el trabajo, en una mercancía normal y corriente. Muchos y muchas de nosotros/as con-sumimos más allá de nuestras posibilidades económicas y más allá de los límites de los recursos naturales, aunque de formas que no mejoran en absoluto nuestro bienestar y felicidad (en España, las tasas de paro y pobreza superan el 20%). Dicho de otro modo, una economía basada en el con-tinuo crecimiento económico y el pleno empleo en los países de ingresos altos, a su vez basados en el trabajo productivo

y remunerado a tiempo completo, hace imposible lograr los objetivos urgentes de reducción de emisiones de carbono o de lucha contra las desigualdades cada vez mayores [2]. Por tanto, apostar por la gran transfor-mación significa romper el poder del viejo reloj del trabajo heredado del capitalismo industrial para liberar tiempo para vivir vidas sostenibles, sin añadir nuevas presio-nes. Siguiendo los pasos del informe 21 ho-ras [1] de la New Economics Foundation, consideramos que una semana laboral mucho más corta es uno de los pilares de esta gran transformación socio-ecológica. Aunque la gente podría elegir entre traba-jar más horas o menos horas, proponemos que la norma sea una semana laboral de 21 horas [3] o su equivalente distribuido a lo largo del año. De hecho, los experimen-tos llevados a cabo con un número menor de horas de trabajo, en Francia o EE UU, parecen indicar que, con unas condiciones estables y un salario favorable, esta nueva norma de 21 horas no solo tiene éxito entre la gente, sino que además puede resultar coherente con la dinámica de una economía baja en carbono. Asimismo, las razones por las que se proponen las 21 horas semanales se pueden clasificar en tres categorías, que reflejan tres esferas interdependientes, o fuentes de riqueza, que derivan 1. de los recursos naturales del planeta, 2. de los

recursos, bienes y relaciones humanas y 3. de una economía próspera. Estas ar-gumentaciones se basan en la premisa de que debemos reconocer y valorar esas tres esferas y asegurarnos de que funcionan a la vez por el bien de una justicia social y ambiental.

1. Proteger los recursos naturales del planetaAvanzar hacia una semana laboral mucho más corta ayudaría a romper el hábito de vivir para trabajar, trabajar para ganar, y ganar para consumir. La gente podría es-tar menos atada al consumo intensivo en carbono y más apegada a las relaciones, al ocio (no productivista), y en general a lugares y actividades que absorban menos dinero y más tiempo. Ayudaría a que la sociedad se las arreglara sin un crecimiento tan intensivo en carbono y recursos naturales, y a dejar tiempo para que la gente viva de forma más sostenible. Como lo indica el propio informe 21 horas (p. 22): “Muchas de nuestras elecciones como consumidores son en nombre de la conveniencia. Compramos comida procesada, platos precocinados, verduras preparadas y empaquetadas, vehículos de motor, billetes de avión, y una serie de aparatos eléctricos porque en principio parece que nos ahorran tiempo. La mayo-ría de estas compras implican un elevado gasto de energía, carbono, y materiales de desecho. Si pasáramos mucho menos tiempo ganando dinero, tendríamos más tiempo para vivir de forma diferente, y menor necesidad de comprar por la pura conveniencia”.

2. Justicia social y bienestar para todo el mundoUna semana laboral normal de 21 horas podría ayudar a distribuir el trabajo remu-nerado de forma más homogénea entre la población, reduciendo el malestar asociado al desempleo, a las largas horas de trabajo y al escaso control sobre el tiempo. Haría posible que tanto el trabajo remunerado como el no remunerado fuera distribuido de forma más igualitaria entre hombres y mujeres; que los padres y madres pudieran pasar más tiempo con sus hijos e hijas y que ese tiempo lo pasaran de forma diferente; que la gente pudiera tener una mejor transición de la actividad remune-rada a la jubilación y, en definitiva, tener más tiempo para ocuparse de los demás, de participar en actividades locales, y de hacer otras cosas que sean de la elección de cada uno. De forma crucial, permitiría que la economía esencial prosperara gracias a un mayor y mejor uso de los recursos humanos no mercantilizados a la hora de

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definir y cubrir las necesidades individuales y compartidas.

3. Una economía fuerte y prósperaUn número menor de horas de trabajo po-dría ayudar a que la economía se adaptara a las necesidades de la sociedad y el medio ambiente, en vez de que estos se vean sub-yugados a las necesidades de la economía. El mundo empresarial se beneficiaría de que cada vez más mujeres pudieran entrar, a 21 horas semanales, en el mundo laboral; de que los hombres tuvieran una vida más completa y equilibrada; y de que hubiera un menor estrés en el lugar de trabajo asociado con los juegos malabares que supone compaginar el trabajo remunerado y las responsabilidades del hogar. También podría ayudar a poner fin a un modelo de crecimiento económico basado en el crédito, a desarrollar una economía más elástica y adaptable, así como a salvaguar-dar los recursos públicos de inversión en una estrategia industrial baja en carbono, así como aquellas otras medidas que ayu-den a una economía sostenible. Ahora bien, cambiar de norma, es decir ir a contra corriente, no es tarea sencilla. Además de las muy posibles resistencias de las empresas, de las personas trabajadoras y sindicatos o del mundo político, no po-demos obviar el riesgo de que la pobreza aumente al reducir el poder adquisitivo de aquellas personas con salarios bajos o de que haya unos pocos puestos de trabajo nuevos ya que la gente que tiene trabajo acepta hacer horas extras. Por otro lado, la propuesta de reducción de la jornada labo-ral entra dentro de una transición amplia y gradual que afecta a muchos ámbitos a la vez (educación para la sostenibilidad, cam-bio de modelo productivo, redistribución de las riquezas, reformas democráticas y políticas, etc.). Por tanto, vemos necesario:

Cambiar las expectativas: f en la historia hay muchos ejemplos de normas sociales aparentemente rígidas que cambian muy rápido (el voto de la mujer por ejemplo). Existen algunos signos de condiciones fa-vorables que están empezando a emerger para cambiar las expectativas de lo que sería una semana laboral normal. Entre los cambios que podrían ayudar se incluyen el desarrollo de una cultura más igualitaria, una mayor concienciación del valor del trabajo no remunerado, un fuerte apoyo gubernamental para actividades no mer-cantilizadas, y un debate nacional sobre la forma en la que utilizamos, valoramos y distribuimos el trabajo y el tiempo. Por ejemplo, es más que necesario un debate amplio, a nivel estatal y local, sobre lo que

definimos como riqueza [4] al igual que se empezó, aunque de forma limitada, en Francia (véase los trabajos de la comisión Stiglitz), Reino Unido o en la OCDE (con su indicador del mejor vivir).

Lograr un menor número de horas de ftrabajo: incluyen una reducción gradual de las horas a lo largo de una serie de años en consonancia con los incrementos salariales anuales; un cambio en la forma en que se gestiona el trabajo para desin-centivar las horas extras; una formación activa para combatir la falta de aptitudes y para conseguir que las personas que llevan mucho tiempo sin trabajo vuelvan a formar parte del mercado laboral; una gestión de los gastos del empresariado que sirva para recompensar más que para penalizar la contratación de más personal; garantizar una distribución de los bienes más estable e igualitaria; la introducción de regulaciones para normalizar las horas que promuevan acuerdos flexibles a los trabajadores, como por ejemplo el trabajo compartido, ampliaciones de excedencias por cuidados y años sabáticos; así como una mayor y mejor protección para los autónomos contra los efectos de los sa-larios bajos, muchas horas de trabajo, e inseguridad en el trabajo.

Garantizar un salario justo: f entre las op-ciones para resolver el impacto que una se-mana laboral más corta pueda tener sobre los salarios se incluyen la distribución de los ingresos y de la riqueza por medio de mayores impuestos progresivos; un salario mínimo más elevado; una reestructura-ción radical de las prestaciones sociales; un comercio de emisiones de carbono diseñado para la redistribución de la renta a los hogares necesitados; más y mejores servicios públicos; e incentivar la actividad y el consumo no mercantilizados.

Mejorar las relaciones de género y la fcalidad de la vida familiar: es necesario garantizar que las 21 horas tengan un impacto positivo en vez de negativo sobre las relaciones de género y la vida familiar a través de unas condiciones de empleo flexibles que animen a una distribución más igualitaria del trabajo no remunera-do entre hombres y mujeres; un sistema universal y de alta calidad de atención y cuidado infantil que encaje con el horario del trabajo remunerado; un aumento del trabajo compartido y más límites a las ho-ras extras; jubilación flexible; medidas más firmes que impongan la igualdad salarial y de oportunidades; más empleos para hom-bres relacionados con el cuidado y la en-señanza en escuela primaria; más cuidado infantil, programas de ocio y tiempo libre, así como de cuidado de adultos utilizando modelos producidos de forma conjunta de

Notas y referencias1 Este artículo se basa en: A. Coote, J. Franklin

y A. Simms (2010): 21 horas: Por qué una semana laboral más corta puede ayudarnos a prosperar en el siglo XXI, New Economics Foundation. Original en inglés en: http://www.neweconomics.org. En castellano: http://www.ecopolitica.org/

2 Hoy en día en las economías más industrializadas, conseguir el empleo total trabajando 35-40 h/semana supondría crecer a un 6-7% al año durante 3-5 años. Sin embargo, ni es posible ni deseable porque la competencia de los países emergentes (China, India, Brasil, etc.) lo impide y, sobre todo, porque crecer a este nivel tendría un impacto brutal sobre el planeta, más aún del que ya ocasionamos y que supera la capacidad del carga del planeta (en un 50% a nivel mundial según WWF, Informe Planeta Vivo, 2010).

3 21 horas es una cifra que se aproxima a la media de lo que la gente en edad de trabajar en Gran Bretaña –donde se realizó el informe inicial– pasa en el trabajo remunerado, y es un poco más de lo que de media se pasa en el trabajo no remunerado. En España según el Instituto de la Mujer, de media la gente dedica 24,5 horas a la semana al trabajo remunerado y 29,4 horas al trabajo doméstico.

4 Por ejemplo, si el tiempo medio dedicado al trabajo doméstico no remunerado y al cuidado de la infancia en Gran Bretaña en 2005 fuera valorado en términos de salario mínimo, valdría el equivalente al 21% del PIB de Reino Unido.

diseño y prestación; así como el aumento de oportunidades para la acción local de forma que se puedan construir barrios en los que todo el mundo se sienta seguro y pueda disfrutar. A modo de conclusión, pensamos que plantear una semana laboral de 21 horas no es solo un ejercicio provocativo y prospecti-vo para alimentar el debate y luchar contra la inercia, es también un ejercicio realista para reconciliar la protección del planeta, la justicia social y la economía.

1 y 2. Reducir el tiempo dedicado al trabajo remunerado puede permitirnos una mayor calidad de vida.

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Un acuerdo en contra de las personas y a favor de la economía financiera

El Pacto por el EuroBerta Iglesias Varela y Luis González Reyes

La Unión Europea aprovecha la crisis para socavar la soberanía de los Estados y para impulsar aún más la expansión del capitalismo financiero, mientras se rebajan los derechos sociales y ambientales de la población. Y todo ello sin tomar ninguna medida para el control de la voraz actuación de los mercados. Estos, ni más ni menos, son los mimbres del llamado Pacto por el Euro Plus.

Berta Iglesias Varela, de Ecologistas en Acción y la Red ¿Quién debe a quién?,

y Luis González Reyes, coordinador de Ecologistas en Acción

El pasado 19 de junio, miles de personas en todo el Estado espa-ñol se manifestaron en contra del llamado “Pacto del euro” [1]. Para entender el alcance de este acuer-

do hay que tener en cuenta dos aspectos fundamentales. Por un lado, el Pacto se acuerda en contexto de crisis financiera. Por otro, supone continuar las medidas económicas ultraliberales que son propias de la Unión Europea (UE) desde sus orí-

genes y especialmente en la nueva etapa inaugurada por el Tratado de Lisboa [2].

Un pacto que aprovecha la crisis para seguir la estela neoliberalLa Unión Europea aprovecha la crisis para socavar la soberanía de los Estados y para impulsar aún más la expansión del capita-lismo que es su razón de ser. Es un ejemplo claro de lo que Naomi Klein llama “la doc-trina del shock” [3]. Mientras la población está impactada por un desastre, en este caso la crisis financiera que arrastra a toda la economía, los poderes corporativos, en complicidad con los poderes políticos, implantan reformas, compran empresas

públicas y rebajan los derechos sociales y ambientales de las poblaciones, sin que estas estén en disposición de defenderlos. Y eso es precisamente lo que hace la UE al aprobar el Pacto por el Euro Plus. Al mismo tiempo, este Pacto no es algo completamente novedoso, sino que sigue el camino emprendido por el Consejo Europeo en acuerdos anteriores, como la Estrategia UE2020, acordada en marzo de 2010 [4]. La finalidad de todas estas medidas es aumentar la competitividad de las grandes empresas de capital europeo, así como mantener el poder europeo en los mercados financieros mediante un euro fuerte. En septiembre de 2010 se aprobó obligar a los Estados a presentar sus presupuestos al Consejo Europeo en el mes de abril de cada año, para que sean revisados aspectos presupuestarios y estructurales como el gasto social o las medidas fiscales. El Consejo puede apro-bar o no dicho presupuesto, considerando si atiende a las prioridades que el propio Consejo haya marcado para ese periodo. Si lo aprueba, entonces seguirá el trámite legal normal en cada país. Si no lo aprueba, el Gobierno deberá rehacerlo siguiendo las indicaciones del Consejo, si no quiere enfrentarse a sanciones como la pérdida de Fondos de Cohesión, por ejemplo. A esto hay que añadir que siguen en marcha y se pretenden agilizar los mecanismos sancionadores si no se cumplen los obje-tivos del Pacto de Estabilidad [5].

¿Qué es el Pacto por el Euro Plus?Este es el contexto en el que hay que entender el Pacto por el Euro Plus. Es un conjunto de medidas fuertemente neoli-berales e intervencionistas acordado en el Consejo Europeo del 24 y 25 de marzo de 2011 y ratificado por el Parlamento Eu-ropeo el 27 de junio. Afecta a los Estados de la zona euro, a los que se han sumado Bulgaria, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía (por eso se denomina plus). Establece recomendaciones que tienen como objetivo mejorar la competitividad de la Unión Europea, para proteger la moneda única y el mercado único. La UE obliga a las economías de los Estados miembros a proteger los intereses de las grandes empresas, sin tener en cuenta en absoluto la depredación ambiental y social que ello supone. En lugar de procurar la sostenibilidad y el buen vivir, la UE se empecina en el objetivo de “salvar el euro y el mercado único”. Para lograrlo, el acuerdo establece cuatro pilares clave: impulsar la compe-titividad, impulsar el empleo, contribuir a la sostenibilidad de las finanzas públicas y reforzar la estabilidad financiera.

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Impulsar la competitividad a costa de las condiciones laboralesLa productividad en la UE es difícil de mejorar, puesto que la política monetaria está unificada y depende de un organis-mo, el Banco Central Europeo, que no permite políticas como la devaluación de la moneda para hacer más atractivos los productos. Por ello, en este acuerdo, impulsar la competitividad es sinónimo de abaratar el coste laboral unitario (CLU) [6]. Es decir, rebajar el coste de la mano de obra en términos de sueldo y de seguridad social. Por eso propone revisar la evolu-ción de los salarios (esto es, congelarlos o, incluso, bajarlos) desvinculándolos del aumento de precios. Ya no subirán con el IPC y la población perderá poder adquisi-tivo. Además, el Pacto pretende limitar el poder de negociación colectiva y propone expresamente la revisión (entiéndase el deterioro) de las condiciones laborales del funcionariado, puesto que sirven de refe-rencia al sector privado. A todo esto hay que añadir que la medida para evaluar los avances o retrocesos en la competitividad y en los CLU será la comparación con otros países europeos, incluidos los países del Este, con menor regulación laboral. Es una forma más de rebajar los salarios y los derechos sociales. Para mejorar la productividad, el Pacto también propone una mayor apertura y desregulación de los sectores protegidos de cada nación. Se lee entre líneas que se persigue la liberalización –privatización– de los servicios, que componen cuatro quintos de la actividad económica regional [7].

Reformas en el mercado laboralEl segundo aspecto clave es garantizar “un correcto funcionamiento del mercado laboral”. Para ello, los países impulsarán re-

formas del mercado laboral para fomentar la flexiseguridad, es decir, las facilidades de contratación. Y, sobre todo, de despido. Todo ello producirá un mundo del trabajo aún más precario. También se promoverán reformas fiscales, rebajando la presión fiscal sobre las rentas del trabajo. Esta medida conllevará el aumento del déficit público, puesto que supone una pérdida de ingresos para las arcas públicas. Como el propio texto del Pacto indica “a la vez que se mantienen los ingresos fiscales glo-bales”, se espera que esto se logre aumen-tando los impuestos indirectos, es decir, aquellos que pagan todas las personas, independientemente de su nivel de renta y que, por tanto, agravan las desigualdades. Nuevamente, se proponen medidas para sufragar la crisis que exprimen a las clases bajas para sanear las cuentas de los más pudientes.

Los servicios públicos bajo sospechaEl tercer pilar del Pacto es contribuir en mayor medida a la sostenibilidad de las finanzas públicas. Siguiendo la lógica neoliberal que sostiene que los gastos públicos redistributivos son perjudiciales para la economía de un país, se vigilará muy de cerca el presupuesto en servicios públicos. Se reformarán los sistemas de pensiones, ampliando el número de años de cotización. Además, se retrasará la edad de jubilación ajustándola a la esperanza de vida. En ningún momento se plantea que hay otras formas más justas de sostener las pensiones, que pasan por un sistema fiscal progresivo que haga contribuir más a quien más tiene. En paralelo a esto se menciona, sin profundizar en ello, que habrá que ha-cer sostenibles la atención sanitaria y las

prestaciones sociales. Para medir su soste-nibilidad, se aplicarán los “indicadores de la brecha de sostenibilidad”, acordados por la propia Comisión Europea. Es de prever que esto suponga un avance en las privatizaciones y en la desprotección de los sectores sociales más vulnerables. También dentro de este punto, se inclu-ye la reforma de las legislaciones estatales –incluso en la Constitución– para incluir con carácter duradero y vinculante las nor-mas presupuestarias de la UE establecidas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento [8]. Esto implica que unas medidas eco-nómicas puntuales (y sumamente neolibe-rales y antiecológicas) se transformen en políticas estructurales y permanentes.

La especulación, sin frenoEn contraste con este intervencionismo feroz en la soberanía de los países, sor-prende la permisividad con la banca y el sector financiero especulativo. El Pacto considera clave tener un sistema finan-ciero fuerte, pero no especifica medidas de como lograrlo, ni establece límites ni normas de funcionamiento. En lugar de regular y sancionar a quienes provocaron la crisis económica y ecológica, propone hacer “pruebas de resistencia bancaria”. Probablemente, en caso de no ser resistente un banco, se subsanará con dinero públi-co. De hecho, el Consejo Europeo de 21 de julio de 2011 aprobó dotar de mayor liquidez a los bancos griegos. Desde que estalló la crisis, la UE no ha tomado ni una sola de las posibles medidas de control de la especulación, ni siquiera las más tenues, que se reclaman desde distintos ámbitos: impuesto a las transacciones financieras; registro público y control, como ya ocurre en cierto modo en EE UU, de los CDS (Credit Default Swap:

1. Protesta en Madrid contra las agencias de calificación de riesgo (Fitch, Standard&Poors y Moody's), realizada por el grupo de trabajo sobre Economía del 15M de Madrid el 29-julio-2011.2. Una de las muchas convocatorias de la movilización del 19 de junio contra el Pacto del Euro.3. El Pacto prevé hacer sostenible la asistencia sanitaria mediante las privatizaciones. 4. Algunos de los líderes europeos que firmaron el acuerdo.

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Notas y referencias1 El documento final se puede consultar en

http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/es/ec/120310.pdf

2 Para ampliar información, ver: Luis González y Luis Rico “¿Por qué hablamos de la Europa del Capital?” en http://www.ecologistasenaccion.org/article16555.html

3 Naomi Klein, La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre, Paidós Ibérica, 2007.

4 Para ampliar información, ver: Luis González Reyes, Edith Pérez Alonso, Luis Rico, “UE: del Tratado de Lisboa a la Estrategia 2020” en Ecologista nº 65, http://www.ecologistasenaccion.org/article20008.html

5 UE se dota de multas de hasta el 0,1% del PIB a los Estados miembros que no lleven a cabo las recomendaciones para frenar su pérdida de competitividad.

6 El Coste Laboral Unitario es la relación entre el coste por trabajador/a y el índice de productividad. Es decir, la división de los gastos de seguridad social y salario entre el beneficio obtenido por cada trabajador.

7 http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/ue-teme-que-alto-desempleo-cree-una-generacion-perdida

8 El Pacto de Estabilidad y Crecimiento fija el déficit público máximo en el 3% del PIB y un techo de deuda del 60%. Si se supera, se procedará a sancionar al país con un depósito de entre el 0,2% y el 3% del PIB, que podrá convertirse en multa si en dos años no se revierte la situación deficitaria.

seguro de impago de crédito); prohibir, o al menos limitar seriamente, las ventas en corto (que fuerzan la subida o bajada de valores en bolsa con fines especulativos) y al descubierto (ventas de títulos que no se poseen, sic); eliminar las oscuras opera-ciones OTC (Over the Counter, contratos privados sin ningún tipo de control ni conocimiento público), obligando a que todas ellas tengan que estar reguladas en los sistemas bursátiles; eliminar los paraísos fiscales; restituir la banca pública (en lugar de terminar de privatizar lo poco que quedaba)...

Endeudamiento crónicoPese a que se le ha hecho propaganda como un Pacto necesario para paliar el problema de endeudamiento de los Es-tados europeos, apenas se ha informado sobre el hecho de que va acompañado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que se aprobó en el mismo Consejo, y que será el encargado, a partir de 2013, de facilitar la refinanciación de la deuda. En palabras de la propia Comi-sión: “El acceso a la asistencia financiera del MEDE se facilitará con arreglo a unas condiciones estrictas, en el marco de un programa de ajuste macroeconómico y de un análisis riguroso de la sostenibilidad de la deuda pública, que efectuarán la Comi-sión y el FMI en colaboración con el BCE”. Es decir, en lugar de idear fórmulas de fi-nanciación de los Estados que no recurran al préstamo y al expolio de los recursos futuros, se pretende cronificar el problema de la deuda, “hacerla sostenible”. Interesa que el endeudamiento se mantenga en unos límites manejables para el sistema bancario, no que desaparezca, entre otras cosas porque el capitalismo funciona basándose en la deuda. Además, se utiliza como pretexto para llevar a cabo los planes de austeridad que la elite eco-nómica considera convenientes, obviando las críticas que el FMI ha recibido durante décadas de parte de organizaciones socia-

les y humanitarias por la ineficacia de sus Planes de Ajuste Estructural en América Latina. El MEDE nace con vocación de ser un mecanismo estable, y se prevé que sustituya al FEEF (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera). Ambos han reci-bido un fuerte impulso con los acuerdos tomados el 21 de julio en el Consejo. Este impulso ha hecho que se hable ya de un embrionario Fondo Monetario Europeo, que se encargaría de proteger al euro de ataques especulativos inconvenientes y de imponer políticas macroeconómicas a los países que tuvieran que acogerse a su intervención.

Un pacto suicidaEste Pacto por el Euro Plus es un acuerdo contra las personas y contra el medio am-biente. Supone una pérdida de soberanía nacional en la actualidad, pero también de las generaciones futuras. Como el propio texto dice, “este Pacto se centra principal-mente en ámbitos de competencia nacio-nal que son fundamentales para mejorar la competitividad”. Así la UE intervendrá anualmente en los presupuestos y las decisiones políticas y económicas de los Estados en mucha mayor medida. A largo plazo, compromete la soberanía porque impone un modelo económico ultraliberal, que pretende implantar mediante leyes na-cionales para que perdure aunque cambie el signo de los gobiernos. Esos cambios legislativos en cada país se llevarán a cabo sin consultar a la población. Siguiendo la lógica propia del proyecto capitalista de la UE, este pacto es pro-fundamente antiecológico. En lugar de comenzar la imprescindible reconversión del sector productivo y laboral europeo, así como del modelo de consumo, el Pacto continúa exacerbando el deterioro am-biental y la dependencia del petróleo. En un momento de crisis ambiental severa y de cambio climático, eso es suicida. Hacen falta medidas de contención del consumo de materia y energía. Este acuerdo fomen-

ta todo lo contrario. Lejos de buscar el bienestar equitativo de la ciudadanía, propone medidas pro-fundamente antidemocráticas, que abren aún más la brecha de las desigualdades sociales. Además, al provocar mayor de-terioro de los servicios públicos, agravará las desigualdades de género, puesto que en el modelo patriarcal son las mujeres quienes sostienen los cuidados de salud, educación, limpieza... cuando el modelo estatal falla. Aplicando el Pacto por el Euro y los acuerdos económicos que lo rodean, las desigualdades van a crecer, el deterioro ambiental se va a agravar y el endeuda-miento será crónico.

1. Sede del Banco Central Europeo, BCE, una de las instituciones que promueve las políticas neoliberales que sigue la UE.2. Una de las muchas protestas contra la “Europa del Capital” llevada a cabo en los últimos años para denunciar las políticas antisociales de la UE. Foto: Ecologistas En acción.

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La Administración busca más su erradicación

que la conservación de las poblaciones

El lobo en EuskadiJorge Echegaray y Andrés Illana

Jorge Echegaray, Grupo Lobo de Euskadi, y Andrés Illana, Ekologistak Martxan

La conservación de la biodiversidad es una responsabilidad ineludible y una de las metas de la Estrategia Vasca de Desarrollo Sostenible. Euskadi tiene la responsabilidad

ética y legal en su marco territorial de pro-mover la restauración ambiental y la pro-tección de la biodiversidad (Ley 16/1994, Ley 3/1998, Directivas comunitarias, etc.). A nivel internacional, el objetivo de la Iniciativa para la Conservación de los Carnívoros en Europa es tener un mayor número y presencia de estos mamíferos ocupando cada vez áreas de distribución más amplias, de modo que estos depreda-dores puedan subsistir de presas naturales y donde haya una coexistencia mediante políticas de gestión racionales. Los trabajos internacionales sostienen que la conservación de los carnívoros requiere un triángulo de consideraciones: motivación, legislación y conocimiento. Los grandes carnívoros son más que meros números, pues establecen intrin-cadas relaciones sociales, especialmente evidentes y determinantes en animales sociales como el lobo. La extracción de ejemplares mediante la caza deportiva y los controles de población –eufemis-mos de exterminio– genera efectos en la estructura de población y demografía escasamente conocidos, merecedoras de

una consideración especial, sin ahondar en las consideraciones éticas sobre la caza deportiva. La persecución humana sobre los grandes carnívoros afecta no solo a sus poblaciones, sino también a su papel regulador en los ecosistemas, lo que debe ser considerado en los modelos de gestión para asegurar la conservación a largo pla-zo.

El lobo genera biodiversidad pero es erradicado en EuskadiMientras en algunos países europeos se es-tudia su reintroducción como herramienta para la restauración de ecosistemas, y en Norteamérica ya se valora positivamente su efecto, en Euskadi, donde el lobo es la única especie de gran carnívoro (no hay linces ni osos), es vilipendiado y erradica-do, ignorando todas las recomendaciones y obligaciones legales señaladas arriba. Matar lobos altera su estructura social: tamaño de grupo, supervivencia, compor-tamiento. En un mundo con reconocida pérdida de biodiversidad, se clama por la necesidad de conservar especies altamente interactivas, con el lobo como emblema, en virtud de su papel ecológico. Muchos trabajos científicos modernos demuestran el papel y la relevancia que los grandes depredadores tienen para la supervivencia a largo plazo de la biodiversidad de los ecosistemas que ocupan. En aras de con-servar esta biodiversidad se debe prestar especial atención al reestablecimiento de

las comunidades de grandes depredadores allá donde han sido exterminados y donde existan hábitats viables. El lobo también forma parte de esa biodiversidad aunque sus beneficios ecoló-gicos son sistemáticamente ignorados por las administraciones vascas, creando esce-narios de supuestos conflictos de intereses, en los que la ganadería aparece como la única actividad generadora de biodiver-sidad en la Red Natura 2000, mientras que se considera que el lobo afecta ne-gativamente a estas zonas protegidas por Europa, a pesar de ser, paradójicamente, una Especie de Interés Comunitario. Para comprobarlo basta con leerse el Plan de Gestión del Lobo en Álava, aprobado recientemente –más parece un alegato al exterminio de sus poblaciones–, pues recoge todo tipo de argucias para su-gerir que el lobo pone en peligro la gana-dería extensiva y por lo tanto hace peligrar la biodiversidad en la Red Natura 2000. Pero cuando analizamos esta cuestión vemos que solo el 11,5% de la superficie alavesa declarada de interés comunitario son hábitats supuestamente relacionados con la actividad ganadera. Es más, se sugie-re que la presencia del lobo va a suponer la desaparición de la ganadería extensiva y la de las aves rapaces carroñeras presentes en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), pero sin aportar datos científicos ni referencias bibliográficas. No conocemos ningún lugar del mundo

Algunos países europeos estudian la reintroducción del lobo como forma de mejorar los ecosistemas. En contraste con esta situación, en Euskadi, a pesar de que el lobo es la única especie de gran carnívoro, es vilipendiado y erradicado, ignorando todas las recomendaciones y obligaciones legales que protegen a esta especie, así como su importante papel en los ecosistemas.

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donde la aparición del lobo haya supuesto la desaparición de la ganadería, y pese a ser un argumento recurrente, nadie, ni los sindicatos agrarios vascos, ni ninguna ad-ministración vasca nos ha proporcionado ninguna referencia en ese sentido. Todos los argumentos expresados en el Plan de gestión conducen a un supuesto “conflicto de intereses de conservación”, lo cual es esgrimido para amparar las prácticas de control de lobos. Así, desde 2008 opera una patrulla de control de lobos integrada por 4 personas, financiada con dinero público y que supone un desembolso de al menos 208.000 euros cada dos años, mucho más que el presupuesto total para los planes de recuperación de algunas especies amenazadas.

500 adultos reproductores en toda la PenínsulaEl lobo es una Especie de Interés Comu-nitario en toda la Unión Europea, y un taxón catalogado como Casi Amenazado en España, según el Atlas y libro rojo de los mamíferos terrestres de España. Cuenta con un estatus poblacional similar a la ame-nazada y estrictamente protegida águila imperial ibérica, pero su conservación está en entredicho por la elevada mortalidad no natural inducida por el ser humano y la fragmentación de su gestión, según dicho Atlas. Al menos existen 500 adultos reproductores en 254 manadas en toda la Península Ibérica, según estimas publicadas en 2005, lo cual constituye un indicador de su precariedad poblacional. Se des-conoce a ciencia cierta el número real de lobos por la dificultad intrínseca que presenta censar una especie tan evasiva y por la falta de estimas razonables sobre el tamaño de cada manada, parámetro que ha sido sobrestimado en España para esgrimir una expansión no suficientemente acreditada y analizada. Euskadi constituye el límite de su área de distribución nororiental desde hace tres décadas, lo cual limita parcialmente los movimientos dispersivos de la especie ha-cia Pirineos. Su presen-cia como reproductor en esta comunidad autónoma está sometida a ele-vadas fluc-tuaciones pob l a -c i o -

nales y carece de continuidad espacio-temporal debido a la fuerte persecución humana. El estatus poblacional del lobo en Euskadi lo haría figurar en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas. No es así porque sus poblaciones se consideran “saludables” fuera de Euskadi. Curiosamente todos estos argumentos no se utilizan para otras especies amenaza-das. El lobo con 3-4 grupos reproductores (compartidos con Burgos), no está en el citado Catálogo Vasco de Especies Amena-zadas, pero este sí incluye a especies como el buitre leonado, con más de 800 parejas. En síntesis, con el lobo parece que todo vale porque es una especie problemática para el sector primario, altamente subvenciona-do y protegido por las administraciones.

¿La conflictividad es real?Los ataques a la ganadería son un proble-ma y no se trata de minimizar sus efectos, pero hay que reflejarlos en su justa medi-da. El primer estudio no invasivo sobre el lobo realizado en la Península Ibérica por un equipo de especialistas basado en el análisis genético de excrementos en Euska-di, ha demostrado que existe una elevada presencia de excrementos de perros en zonas con alta incidencia de ataques al ganado doméstico achacados a lobos. Además, reveló que los perros consumen habitualmente ganado doméstico, por lo que convendría plantearse si el elevado volumen de daños atribuido a los lobos es real. Algunos trabajos incluso sugieren que en torno al 10% de algunas reclamaciones de daños en Asturias y Zamora pueden ser fraudulentas. Con independencia de la presencia o ausencia de lobos, los daños a la ganade-ría también pueden ser ocasionados por perros errantes, asilvestrados o por aque-llos que incluso custodian explotaciones ganaderas. Es sobradamente conocido que los daños están más relacionados con el manejo ganadero que con la abundancia de depredadores. Estas afirmaciones, reali-zadas por organizaciones conservacionistas

vascas, habían sido cuestionadas e incluso ridiculizadas por ciertos sectores, pero recientemente se han visto avaladas por la propia Diputación Foral de Álava, que ha aprobado normativas para el con-trol de perros incontrolados. En Álava, territorio vasco que concentra la mayor parte del área con lobos de distribución estable, se indemniza a los ganaderos por las pérdidas sufridas y se premia también la tenencia de perros mastines. Pero estas ayudas pú-

blicas compensatorias no están

supeditadas a que se trate de ganaderos profesionales cuya dedicación y modo de vida dependa del sector o a que se adopten medidas de prevención evaluadas convenientemente por la administración. Resulta increíble el sensacionalismo con el que se trata el tema en los medios de comunicación vascos. Escandalizados por ello, hemos analizado con indicadores la conflictividad durante el período 2000-2007 en Álava a partir de las estadísticas oficiales. Comprobamos como en las zo-nas loberas alavesas la incidencia sobre la cabaña ganadera alavesa es del 0,44% y el número medio de explotaciones ganaderas afectadas por el lobo es de treinta y nueve, el 2,7% de las explotaciones existentes. El promedio anual de ataques por ganadero es de dos y el de reses afectadas (muertas, heridas y desaparecidas) por ganadero fue de seis cabezas. El porcentaje de impacto económico lobuno con respecto a la renta agraria alavesa supone el 0,035%. Estos análisis reflejan la trascendencia real de los daños a la ganadería, aunque los sindicatos agroganaderos señalen la imposibilidad de coexistencia entre lobos y ganadería extensiva, algo que no es de-fendible en el siglo XXI. Esto es aún más indignante cuando se trata de un sector fuertemente subvencionado con dinero público a través de ayudas agroambienta-les, que llevan implícito un compromiso con la conservación del medio ambiente, que necesariamente ha de incluir al lobo. Debemos recordar que el sector agroga-nadero recibe 7.600 millones de euros a través de la PAC en España y que estas ayudas raramente son evaluadas por la administración. En Bizkaia, los lobos han sido deste-rrados –incluso como símbolos de su escudo– y son vilipendiados por una administración retrógrada e insensible. Como ejemplo, a comienzos de 2010 se produjeron ocho ataques en el valle de Carranza, con un balance de 25 ovejas muertas y 19 heridas. De esos ataques, solo se pudo acreditar que tres habían sido de lobo (37,5%), frente a otros tres de perros, mientras que los otros dos casos restantes fueron calificados como indeterminados por los técnicos. Hay más de 90.000 cabezas de ganado ovino en Bizkaia y apenas 3 lobos. A pesar de ello, la medida de la Di-putación Foral fue poner en marcha un dispositivo de guardería cuyo único fin era el de abatirlos. Esta medida desproporcio-nada (tres ataques al ganado, afectando a menos del 0,03% de la cabaña ganadera ovina) supuso el abatimiento de una loba en plena época de veda y de reproduc-ción para la especie. Lo que fue reflejado 1

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en portadas de la prensa vizcaína con titulares sensacionalistas como “abatida la loba asesina de ovejas”. Paradójicamente, algunos miembros de la guardería, que deberían velar por la biodiversidad, se alían a cazadores y ganaderos para exterminar al único regulador natural de ungulados silvestres presentes en Bizkaia y Euskadi.

Un imprescindible cambio de gestiónA nuestro juicio, las políticas de pagos por daños y subsidios deben sustituirse por ayudas ambientales vinculadas a la presencia de grandes carnívoros en las zonas de producción siempre y cuando se adopten métodos de prevención (pastores profesionales, recogida nocturna del ga-nado, perros de guardia bien adiestrados, etc.) y se acredite convenientemente su uso. La administración debe velar porque esto sea así. Además, las políticas de ex-terminio no son eficientes y sostenibles a largo plazo, incluso desde un punto de vista económico [1]. Los sindicatos ganaderos de Euskadi, que dicen ser los garantes de la conserva-ción del medio natural y de la biodiversi-dad, exigen a la Administración pública –y por ende a toda la sociedad vasca– que se elimine el lobo para salvar sus intereses económicos. De esta manera, pretenden imponer una biodiversidad a la carta, pro-tegiendo y poniendo como banderas de la buena gestión ambiental a ciertas especies no problemáticas, mientras se exterminan otras que causan problemas. En cualquier caso, es exigible que si estas son las políticas que se van a seguir desarrollando en Euskadi, se informe mediante un correcto etiquetado a los potenciales consumidores de los produc-tos procedentes de la ganadería extensiva vasca que como parte de esa producción se incluye el exterminio del lobo en Eus-kadi. Así, los consumidores podrán elegir productos de otras zonas donde se com-patibilicen las actividades ganaderas y la conservación efectiva del lobo. Pero en primer lugar exigimos la inclusión del lobo en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas y la posterior redacción de un plan de recuperación de la especie en la Comunidad Autónoma Vasca, que fomente la compatibilidad de los lobos con la ganadería mediante la adopción de sistemas de prevención como los mencionados. Cualquier actua-ción de control de la especie solo podría efectuarse en el marco de dicho plan, siempre que se acredite que se hayan agotado los mecanismos de prevención de daños por parte de los ganaderos, algo que ahora no sucede.

Notas: 1 Por ejemplo, existen trabajos que evalúan la eficacia de los esfuerzos de diversas administraciones

para mejorar a largo plazo la viabilidad de la industria ovina mediante la reducción de pérdidas por depredación a través de campañas masivas de exterminio de depredadores, y también si estas prácticas influyen en las variaciones en el censo ganadero de EE UU en territorios que habían sido recolonizados por depredadores y donde no. Significativamente, los estudios concluyen que los costes de producción y los precios de mercado son los que explican las fluctuaciones en el número de ovejas y no el control de depredadores.

1. Lobo ibérico2. Ovejas latxas en Oñati - Urbia. Foto MikEl góMEZ.

3. Buena parte de los ataques contra el ganado son debidos a perros asilvestrados. Los de la imagen corresponden a Teguise, Lanzarote, donde no hay lobos.

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En pro de la corrección sostenibilista

Precisiones sobre Playa de PalmaMacià Blázquez Salom

Macià Blázquez, miembro del GOB, Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa

Fernando Prats introduce los pro-yectos de “revalorización” del Consorcio de la Playa de Palma en el número 68 de Ecologista, como ejemplos de un “nuevo paradigma

urbano” que remedie el “desbordamiento sistémico de los límites biofísicos del pla-neta”. Su aportación es útil en tanto que condensa los objetivos propuestos en el informe Cambio global en España 2020/50. Programa ciudades; pero su ejemplo del caso de la Playa de Palma presenta solo una parte de la realidad, los buenos pro-pósitos del Plan de Acción Integral (PAI) aprobado en agosto de 2010. La práctica urbanística real del Con-sorcio [1] ha incumplido ya los objetivos centrales de su PAI; empezando por el primero de no “recurrir a nuevos cre-cimientos urbanísticos”. El Consorcio excluyó de su suspensión de licencias una parcelación fracasada de 35 hectáreas de extensión que data de 1923, Bellavista. El Ayuntamiento de Palma promueve esta urbanización mediante modificaciones puntuales del PGOU de Palma, a costa de hacer recaer los costes de su consoli-dación y del mantenimiento de su extensa zona verde sobre las arcas públicas del Consorcio. En esa misma línea, las inversiones pú-blicas ya realizadas en la Playa de Palma

han tendido a consolidar la urbanización con dotación de infraestructuras: redes de abastecimiento, evacuación de pluviales y asfaltado de calles. Las previsiones futuras de inversión pública ascienden a 1.360 millones de euros, que no deberían con-tribuir a un modelo territorial favorecedor de la acumulación de capital y creador de nuevos espacios urbanos excluyentes y elitistas, mediante estrategias de regene-ración urbana de corte neoliberal. Más grave aún ha sido la propuesta de Plan de Reconversión Integral (PRI), aprobado inicialmente con un mes de antelación al PAI. El PRI propone clasificar directamente como nuevo suelo urbano 27,6 hectáreas que no reúnen condi-ciones legales de integración, disponer de servicios urbanísticos básicos o estar consolidadas por la edificación. Uno de estos ámbitos acogería un nuevo gran centro comercial de 39.696 m2 de alcan-ce supralocal. El PRI también pretende reactivar sectores de suelo urbanizable “latentes” del planeamiento vigente, hasta completar un total de 105,9 hectáreas de nueva artificialización urbano-industrial. El ejemplo más extenso es la propuesta de desarrollo de “Catedrales turísticas” con el criterio de “Ordenar los terrenos para posibilitar la ubicación de hoteles de 5 estrellas y equipamientos singulares de elite: un Centro de alto Rendimiento, el hotel ‘más Bio del mundo’, un centro de Wellness, etc.” [2].

Otros megaproyectos urbanos, como un “Centro del Mediterráneo” o un edi-ficio para albergar un museo “que sobre-vuele” el Torrent dels Jueus, se permitirían mediante volumetrías específicas, sin cohe-rencia con el entorno. En definitiva, el PRI propone relanzar y expandir con dinero público una zona que ha sido depredada social y ambientalmente por décadas de enriquecimiento de las grandes empresas (por ejemplo las cadenas hoteleras Bar-celó y Riu nacieron allí), para que estos mismos actores privados reproduzcan su acumulación mediante más crecimien-to azuzándonos con la competitividad urbano-turística, tan dependiente de la aviación y por consiguiente del petróleo. Aunque no todo son malas noticias. El PRI posibilitaría la protección del hume-dal de Ses Fontanelles (32 hectáreas) y el mantenimiento y creación de zonas verdes urbanas, a modo de “esponjamientos”. Pero el escándalo público que provocó el PRI hizo retroceder en sus propósitos al Consorcio, que lo suspendió el pasado 15 de noviembre de 2010. El Consorcio tiene la potestad especial (por la Ley 8/2010 de medidas para la revalorización integral de la Playa de Palma) de no tener que atenerse a buena parte del planeamiento urbanístico; ello en un marco legal de desregulación como receta para superar la crisis, por ejemplo mediante la Ley 4/2009 de medidas urgentes para el impulso de la inversión, que permite la legalización mediante amnistía de infrac-ciones urbanísticas y turísticas. Cuando la actual comisaria del Consor-cio de la Playa de Palma fue alcaldesa del municipio mallorquín de Calvià, empeza-ron proponiendo un PGOU caracterizado por megaproyectos “estrella”: una ciudad del golf en Santa Ponça, una marina asociando amarres tierra adentro a una urbanización de lujo en Magalluf, la am-pliación del puerto deportivo de El Toro, etc. Solo unos años más tarde, en 1999, un nuevo PGOU suspendería 1.748 hectáreas de suelo urbanizable. Esperemos que la historia de la Playa de Palma emule ahora el cambio de tercio del consistorio de Calvià, que rectifiquen y acaben haciendo congruentes su discurso y su práctica, en pro de la corrección sostenibilista.

Notas y referencias1 . Blázquez, M. (2010). “Joc de triler urbanístic

a la Platja de Palma?”. L’Ecologista, 51, pp. 6-8. issuu.com/gobmallorca/docs/ecologista_51 [enero 2011].

2 . Memoria de Gestión del Plan de Reconversión Integral de la Playa de Palma, aprobación inicial, julio 2010, p. 121, http://www.consorcioplayadepalma.es/index.php?option=com_wrapper&view=wrapper&Itemid=253.

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