¿dónde están las truchas · 2012. 6. 18. · truchas/ha, ypartiendo de unaestructura...

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esde el comienzo de la temporada de pesca, la insatisfacción recorre nuestros tramos trucheros; las deseadas truchas no aparecen y las causas son inequívocas para muchos pescadores: no se repuebla lo suficiente. La realidad es que todos los comienzos de temporada son así; las aguas están frías y los caudales muy altos; algunos dirán que aún con todo siempre se cogían truchas, y posiblemente tengan razón, pero también es cierto que, tal vez, ahora seamos muchos demandando lo mismo. En general, La Rioja en estos aspectos es más de mayo tardío, junio y julio que de marzo-abril-mayo, y eso lo saben muchos pescadores. En esta Comunidad Autónoma, la administración ambiental repuebla lo suficiente y lo necesario; pero muchos se preguntan: ¿ qué es lo suficiente?. Y, si en verdad se repuebla... ¿dónde están las truchas?. Analicemos la cuestión. Desde un punto de vista biológico existe un factor de “capacidad del medio” denominado capacidad de carga o potencialidad. Según ésta, cada ecosistema puede sostener o soportar una determinada población de una determinada especie, es decir, y poniendo un ejemplo: en un monte de unas 500 hectáreas de cualquier comarca serrana no pueden vivir 5.000 ciervos, pues el medio no lo soporta, por lo que al final esta densidad tenderá irremisible y rápidamente a equilibrarse con lo que el medio aguanta o puede sostener. Pues bien, con los ríos pasa lo mismo. Así, y de manera general, se estima que una población media de truchas oscilaría entre 3.000-4.000 unidades por hectáreas (uds/ha), es decir, que en un kilómetro de río con una anchura media de 10 metros de cauce sumergido podrían vivir ese número de truchas. Esta densidad puede variar en función de la calidad del medio, de manera que los tramos con mejores caudales, de aguas básicas no demasiado frías, con vegetación, insolación y estructura física adecuada, pueden albergar poblaciones mucho más elevadas que podrían acercarse a las 8.000 uds/ha o incluso más, aunque éstas, hoy por hoy, son situaciones excepcionales que en la Rioja se dan sólo en casos muy contados. Los muestreos realizados anualmente en nuestros ríos apuntan una recuperación de las poblaciones que tocaron fondo ¿Dónde están las truchas ? ¿Dónde están las truchas ? La pesca recreativa extrae “lo grande” de los ríos, los padres de las futuras generaciones Por Miguel Ángel Moreno García D 24 Por Miguel Ángel Moreno García

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  • esde el comienzo de la temporadade pesca, la insatisfacción recorrenuestros tramos trucheros; las deseadastruchas no aparecen y las causas soninequívocas para muchos pescadores:no se repuebla lo suficiente.La realidad es que todos los comienzos

    de temporada son así; las aguas estánfrías y los caudales muy altos; algunosdirán que aún con todo siempre secogían truchas, y posiblemente tenganrazón, pero también es cierto que, talvez, ahora seamos muchos demandandolo mismo.En general, La Rioja en estos aspectos

    es más de mayo tardío, junio y julioque de marzo-abril-mayo, y eso lo sabenmuchos pescadores. En esta ComunidadAutónoma, la administración ambientalrepuebla lo suficiente y lo necesario;pero muchos se preguntan: ¿ qué es losuficiente?. Y, si en verdad se repuebla...¿dónde están las truchas?.

    Analicemos la cuestión. Desde unpunto de vista biológico existe un factorde “capacidad del medio” denominadocapacidad de carga o potencialidad.Según ésta, cada ecosistema puedesostener o soportar una determinadapoblación de una determinada especie,es decir, y poniendo un ejemplo: en unmonte de unas 500 hectáreas de

    cualquier comarca serrana no puedenvivir 5.000 ciervos, pues el medio nolo soporta, por lo que al final estadensidad tenderá irremisible yrápidamente a equilibrarse con lo que

    el medio aguanta o puede sostener.Pues bien, con los ríos pasa lo mismo.

    Así, y de manera general, se estima queuna población media de truchas oscilaríaentre 3.000-4.000 unidades por hectáreas(uds/ha), es decir, que en un kilómetrode río con una anchura media de 10metros de cauce sumergido podríanvivir ese número de truchas.Esta densidad puede variar en función

    de la calidad del medio, de manera quelos tramos con mejores caudales, deaguas básicas no demasiado frías, convegetación, insolación y estructura físicaadecuada, pueden albergar poblacionesmucho más elevadas que podríanacercarse a las 8.000 uds/ha o inclusomás, aunque éstas, hoy por hoy, sonsituaciones excepcionales que en laRioja se dan sólo en casos muy contados.Los muestreos realizados anualmente ennuestros ríos apuntan una recuperaciónde las poblaciones que tocaron fondo

    ¿Dónde están lastruchas?

    ¿Dónde están lastruchas?

    La pesca recreativaextrae “lo grande” de losríos, los padres de lasfuturas generaciones

    Por Miguel Ángel Moreno García

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    Por Miguel Ángel Moreno García

  • ¿Dónde están las truchas?

    en los pasados 2.001, 2002 y 2.003 porcausa, fundamentalmente, de las grandesavenidas que en estos años se produjeron.

    Ríos “castigados”Las densidades medias que arrojan

    los referidos muestreos sitúan a laspoblaciones riojanas con una mediade 3300 uds/ha; densidades quepodrían ser mejores, y eso esperamospara el futuro, pero nuestros ríoshan sufrido y siguen sufriendoalteraciones que les impiden alcanzarsus máximos potenciales.Ríos con alteraciones de caudales no

    pueden de ninguna manera sostenerpoblaciones prósperas; mantendránsus poblaciones más o menos próximasa su potencialidad y variables enfunción de la agresividad de esaregulación de caudales. En algunoscasos mantendrán poblaciones medias,y en otros casos extremos laspoblaciones tenderán a la desaparición.El caso del río Iregua es claro y

    relativamente reciente, pues existe unantes y un después de la construccióndel embalse de Pajares. Antes el ríomantenía una estructura poblacionaladecuada y densidades de población

    elevadas, quizá cercanas o superioresa las 6.000 uds /ha; las obras primeroy la regulación después, unidas a losepisodios antes referidos de avenidasy a una presión cada vez mayor porpesca, han llevado a este río a unasituación de precariedad, situación queha mejorado y que esperamos mejorecon una futura gestión del agua y delrecurso menos agresiva.Por otro lado, no debemos despreciar

    el efecto de la pesca recreativa en laspoblaciones: extraemos “lo grande”, los

    padres de las futuras generaciones.Errores en los cálculos de extracciónen las zonas controladas, excesivapresión en otros tramos (libres), oepisodios de furtivismo pueden poneren peligro o en situación crítica cualquiertramo fluvial.En todo caso, tenemos que ser

    conscientes de nuestra realidad:

    tenemos sólo dos ríos de cierta entidad,Iregua y Najerilla, que están reguladosen cabecera lo que les hace estar sujetosa un régimen de caudales alterado;tenemos otros dos ríos, el Leza y elOja, muy afectados por estiajes fuertes

    Ríos conalteraciones de caudalesnunca pueden sostener

    poblacionesprósperas

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    Una población media de truchas oscila entre 3.000 y 4.000 ejemplares por hectárea.

  • ¿Dónde están las truchas?

    y, por tanto, con poblaciones medias-débiles salvo en sus cabeceras; estáasimismo el río Tirón, también muysacudido por estiajes, sobreexplotaciónpor riegos y contaminación con nitratos,y que alberga poblaciones sostenidaspero débiles; El Cidacos, por su parte,no tiene capacidad para mantenerpoblaciones naturales salvo en sucabecera; finalmente, contamos conafluentes, especialmente del Najerilla,con buenas o muy buenas poblacionest ruch e r a s , pe ro con es ca saproductividad natural.En otras épocas, los cinco grandes

    ríos mencionados, y a pasar de la faltade agua en verano, tenían poblacionesflorecientes, fruto de las importantesmigraciones de truchas para frezar desdeel Ebro, que en algunos lugares delTirón y el Leza eran espectaculares.

    ¿Cuánto podemos pescar?En total, podríamos estar hablando en

    La Rioja, como mucho, de 200kilómetros de ríos trucheros pescables,q ue e n s upe r f i c i e p odr í a n

    corresponderse con 150 hectáreas.Con esta densidad media de 3.300

    truchas/ha, y partiendo de una estructurapoblacional adecuada, podríamos hablarde unas 400 truchas/ha “de tallapescable” de media, que no es lo quese puede pescar, pues si así fuera noquedarían reproductores en el río.

    Esta población crece cada año y generauna parte pescable o extraíble llamada“productividad de las tallas pescables”,es decir, lo que podemos pescar, queviene a ser aproximadamente para estapoblación media una productividad deunos 70 kg/ha, o lo que es lo mismo,unas 300 truchas.Por tanto, en nuestros ríos este año

    se podrían extraer como muchísimo5 0 . 0 0 0 t r u c h a s y s o m o s

    aproximadamente 13.000 pescadores:...a cuanto tocamos?.Estas cifras aproximativas dan una

    idea de la situación y, por ello, debemosser prudentes cuando exigimos puesnues t ro s r í o s no p rodu ce nilimitadamente. Podemos ayudarlesreforzando las poblaciones naturalescon ejemplares de trucha autóctonaprovenientes de la piscifactoría que laadministración regional tiene en Brievade Cameros, y lo hacemos, pero nuncapodremos cargar más de lo que el ríopuede aceptar, porque estaríamostirando dinero y creando expectativasfalsas, es decir, engañando al pescador.No podemos pedirle “todo” al río:

    que sea nuestro sumidero de residuos,que se convierta en un canal por elque baja el agua que riega nuestroscultivos, que nos abastezca de aguapara boca ilimitadamente, que nos déagua para la industria, para centraleseléctricas, para jardines, para camposde golf, y, además, que nos de truchascomo “antes”.C o n l o q u e t e n e m o s ,

    independientemente de lo que entretodos seamos capaces de hacer paramejorar la calidad de nuestros ríos(calidad que ha mejorado y esperamossiga mejorando), nunca podremossatisfacer la demanda ahora existente,sencillamente porque los ríos no sonpiscifactorías ni cotos intensivos. Los ríosson, como ya he comentado, ecosistemasque tienen una capacidad de acogidadeterminada, capacidad que se hareducido en los últimos 50 años merceda nuestras propias demandas: de luz, deriego, de abastecimientos, etc.Como gestores de un recurso

    renovable, nuestro primer objetivo esconservar el ecosistema para que elrecurso se pueda renovar. Repoblamospara completar poblaciones tanto ennúmero como en estructura dentro delos límites de potencialidad que cadatramo tiene; repoblar más es inútil ycontraproducente para el río y sólodebe hacerse en tramos especialmentededicados a pesca intensiva osemiintensiva, pero nunca en tramosnaturales o seminaturales.

    La gestión del futuroLa gestión futura de la pesca conduce

    irremisiblemente a una gestiónrestrictiva del recurso que minimice

    Este año no deberíanextraerse del río más de50.000 truchas y hay

    unos 13.000 pescadores

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    Con el fin simultáneo de conservar y satisfacer la demanda seguiremos reconduciendo la presión hacia espaciosde pesca intensiva y semiintensiva

  • ¿Dónde están las truchas?

    los efectos de la extracción por pescay aproveche exclusivamente “loextraíble” sin descapitalizar el recursoex i s t en t e , y a una ge s t i ó nadministrativa intensa que mejore yminimice los efectos de los otros usosmúltiples del agua, competencia deotras administraciones.A medida que avancemos en el

    segundo aspecto podremos ir siendomenos restrictivos en el primero, puesla potencialidad de los tramos habráaumentado y por tanto, tendremosun ecosistema más sano y más pecesque pescar.Con el fin simultáneo de conservar

    y satisfacer en lo posible a la demandaseguiremos reconduciendo la presiónhacia espacios de pesca intensiva ysemiintensiva, y en el resto de nuestrost r amos na tu r a l e s segu i r emosarticulando una pesca más restrictiva,creando más tramos de presióncontrolada y fomentando e impulsandoaún más la pesca sin muer te.Somos muchos (me incluyo) los que

    queremos pescar, y un gran sector delos pescadores quiere llevarse suscapturas a casa. Si queremos pescar,y pescar todos, tendremos que cambiarhacia nuevos hábitos de pesca: llevarsemenos piezas o pescar sin muerte, odirectamente cubrir la demanda de“cesta” en los cotos intensivos.Debemos ser conscientes de todos

    estos aspectos y no “ordeñar” endemasía a los ríos si queremos dejaralgo a las futuros pescadores (renovarel recurso).

    En conclusión, y respondiendo altitulo de este artículo: las truchasestán en los ríos; quizás no tantascomo antes en ciertos tramosimportantes, pero no tan pocas comopueda parecer, los muestreos anualesno engañan.Es vital para nuestros ríos, que

    TODOS aprendamos a disfrutar de undía de pesca simplemente por el hechode estar en contacto con la naturaleza,que sepamos volver satisfechos con

    pocas capturas o con ninguna,especialmente si entendemos que enmuchos casos la pesca sin muerte esel futuro.Debemos aprender a disfrutar al ver

    a las truchas en las badinas y pozos,al verlas frezar en invierno, y al sentirsus picadas o sus rechaces a nuestrosseñuelos; rechaces, por cierto, cadavez más frecuentes en unas truchasque, lógicamente, temporada atemporada se vuelven más recelosas,más selectivas y más difíciles deengañar... A la fuerza ahorcan, diceel refrán.

    Hay que adquirir nuevoshábitos: coger menos

    piezas, pescar sin muerteo ‘llenar’ la cesta

    en cotos intensivos

    EL AUTOR

    Miguel Ángel Moreno García esIngeniero Técnico Forestal por laUniversidad Polítécnica de Madrid.Gran aficionado a la pesca, en la

    actualidad ocupa el puesto de Jefede la Sección de Pesca de laDirección General de Medio Natural.Entre otras cuestiones, se encargade la gestión de la piscifactoría deBrieva de Cameros, así como de laplanificación y gestión de losrecursos piscícolas riojanos.

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    La gestión de la pesca tiene que ser irremisiblemente restrictiva para reducir los efectos de la extracción yaprovechar exclusivamente lo extraible.