caramanchos - nº 13 (2012)

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Revista cultural del Grupo de Promoción del Folklore Extremeño CARAMANCHO de Don Benito (Badajoz)

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SUMARIO

sumario

01.- PRESENTACIÓN.Desde El Grupo. Autor: Caramancho.Desde Saber Popular. Autor: Juan Rodríguez Pastor.

02.- DEDICATORIA. A Joaquín Rodríguez. Miembro fundador del grupo Caramancho.

03.- LA VIDA DE CARAMANCHO.

MEMORIA DE ACTIVIDADES. Autor: Antonio Gallego Moreno.MUCHO POR DECIR. Autora: Valentina Ruiz Banda.SEMBLANZA A LA MADRE. Autor: Juan Soriano Vidal.PARTITURAS Y CANCIONES. Autora: Raquel Valadés Gil.ARTÍCULOS DE PRENSA. Autor: Pedro García Barroso.NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO. Autor: Santiago Lillo Imedio.MI EXPERIENCIA EN CASI 35 AÑOS. Autora: Genari Moreno Casado.ESCUELAS DE FOLKLORE. Autora: Conchi Parejo Quintero.QUE HABLEN LOS NIÑOS. Autores: Alumnos de las Escuelas de Folklore.EL 2012 EN IMÁGENES 04.- ACERCA DE DON BENITO.

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE DON BENITO (IV). Equipo de Investigación. EL CABALLERO DON NARCISO CORTÉS DE ARÉVALO. Autor: Daniel Cortés Gzalez.DON AGUSTÍN APARICIO Y EL MUSEO ETNOGRÁFICO. Autor: Guillermo Paniagua Parejo.

05.- INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE.

INDUMENTARIA TRADICIONAL. Autor: Libro Ruth Matilda Anderson.LAS BODAS DE LOS AÑOS 50. Autor: Ángel Díaz Morcillo. LA “ENRAMÁ” DE SAN JUAN. Autora: Felisa Zamorano.TIEMPO DE VILLANCICOS, EL MILAGRO DEL TRIGO. Autora: Manuela Pozo Miranda.BOMBAS, REQUIEBROS Y JOTAS. Autores: Mª Luisa Gallego y Pedro Quirós.EL FOLKLORE EN LAS DEVOCIONES RELIGIOSAS. Autor: Daniel Fernández Herrera.LA SECCIÓN FEMENINA: EL LEGADO MUSICAL (I). Autora: Juana A. Alonso Medina.

06.- OFICIOS ANTIGUOS y JUEGOS TRADICIONALES.

EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES. Autor: Agustín Aparicio Cerrato.EL ARO, LAS CHAPAS... Autores: Mª José Jiménez y José Isidoro.JUEGOS TRADICIONALES (I). Autor: Dirk Nasser. 07.- GASTRONOMÍA TRADICIONAL.

LIBRO DE COCINA. Cesión: Eduardo Gómez Valadés.COMER CALIENTE DE CUCHARA. Autor: Guillermo Paniagua Parejo. CRISIS HASTA EN LA SOPA. Autora: Inés Gibaja Hombre. 08.- RETAZOS DE EXTREMADURA.

POESÍA POPULAR DE PEÑALSORDO (III). Autor: Alejandro García Galán.CUANDO MAGACELA SE PONE LA TOCA... Autor: Zacarías de la Cruz Escudero.IGLESIA DE STA. MARÍA MAGDALENA DE OLIVENZA. Autor: Miguel A. Vallecillo Teodoro.TRADICIONES Y COSTUMBRES DE VVA. DE LA SERENA. Autor: Raúl Aguado García.FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO (IV). Autora: Raquel Valadés Gil.

09.- ARTICULOS VARIOS

POEMAS. Autores: José Miguel Santiago Castelo, José Lemus Fuentes, Juan Sánchez Huertas.LOS REFRANES DE ÁNGEL DÍAZ (III). Autor: Ángel Díaz Morcillo.EL PROLOGUISTA DEL POETA CHAMIZO. Autor: José A. Gutiérrez Ortiz.LAS BODAS DE MI PUEBLO. Autor: Basilio Fernández Crespo.COMPONENTES DE CARAMANCHO EN EL 35 ANIVERSARIO

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Caramancho no se responsabiliza de las opiniones vertidas por los articulistas en esta publicación.

Edita: Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

C/. Ancha, 154 (Escuela Municipal de Danza y Artes Escénicas) Apdo. de Correos 276. 06400 Don Benito (Badajoz) Tlfnos. 924 81 37 19 / 680 557 362 / 630 718 003

[email protected] / www.caramancho.com ISSN: 1577-5259 * Depósito Legal: BA-45-2001

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PRESENTACIÓN y DEDICATORIA

Pres

enta

ción 35 años de trabajo e ilusión

Desde la Revista Saber Popular

Este año que ha sido tan importante para nues-tro grupo, no queríamos dejar de acercarles, de nuevo, nuestra Revista

Caramanchos, a pesar de todas las dificultades que nos encontramos, pues la economía atraviesa malos momentos y esto también afecta a las casas colaboradoras, principal pilar de esta publicación. Por ello, quere-mos darles gracias de todo corazón ya que sin su apoyo sería imposible mantener esta revista.

Como todos ustedes saben, el Grupo “Caramancho” acaba de cum-plir, el pasado mes de octubre su 35º aniversario. 35 años de ilusión y tra-bajo por y para la cultura y el folklore de nuestra ciudad y de nuestra Extre-madura.

Todos estos años hemos lleva-do orgullosos el nombre de nuestro Grupo allá donde hemos ido, por lo

que nos sentimos satisfe-chos de realizar esta labor y una de las actividades más gratificantes es esta revis-ta que ha ido creciendo en calidad gracias al esfuerzo de todos los que la hacemos posible: articulistas, casas colaboradoras, el Grupo Caramancho…

Esperamos poder seguir cumpliendo años y con ellos nuevas ediciones de esta publicación siempre tan cercana y amena en su lec-tura. Nuestro objetivo todo este tiempo ha sido transmi-tir todo lo que es la vida de nuestro grupo, el trabajo que se realiza con la cantera y el esfuerzo desinteresado de todos los que formamos esta gran familia que es el “Grupo Caraman-cho”.

De nuevo gracias a todos: articu-listas, casas colaboradoras… y todos los que colaboran en esta publica-ción.

Me piden mis ami-gos de Caraman-cho que escriba unas líneas de p r e s e n t a c i ó n

para esta excelente revista ”Cara-manchos” y quizá mi único proble-ma sea resumir tantas cosas como me gustaría contar.

Hoy tengo la fortuna de dirigir otra revista, “Saber Popular”, la única revista de folklore con que contamos en nuestra comunidad extreme-ña. En diciembre de 2012, la revista cumple 25 años, en los que ha salido 31 veces a la luz.

Pero quizá la mayoría de los lec-tores desconozca que en Don Benito tuvo lugar un hecho relevante para el nacimiento de esta revista. Y es que el origen de “Saber Popular” corrió paralelo al de la Federación Extre-meña de Folklore que la sustenta. La Federación surgió, a principios de los años 80, de un grupo de jóvenes a

los que, con la democracia, se les despertó la inquietud por la cultura tradicional, como bandera de extreme-ñismo.

No partían de la nada. Cien años antes hubo un florecimiento del folklore extremeño con los que con-sideramos padres de nues-tro folklore: Luis Romero y Espinosa, Matías Ramón Martínez, Sergio Hernán-dez de Soto… Después, a mediados del siglo XX, el folklore musical extremeño también tuvo su auge con las obras de Manuel García Matos, Bonifacio Gil, Angelita Capdevie-lle…

Pues bien, con la democracia, aquellos jóvenes buscaron en el folklore algo más: unas señas de identidad, de extremeñismo; y pen-saron que los grupos folklóricos,

gracias a su distribución geográfica, eran quienes mejor podían alcanzar ese objetivo. Así fue como, en Frege-nal de la Sierra, en 1985, se reunieron varias asociaciones culturales para tratar la situación de abandono por la que atravesaba el folklore. De este germen nació, ese mismo año, en Mérida, la “Federación Extremeña

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

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Con la democracia aquellos jóvenes buscaron en el

folklore unas señas de identidad

Queremos dar las graciasa todos los quehacen posible

esta publicación

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de Grupos Folklóricos”, con la misión de defender y divulgar las costumbres y las tradiciones del pueblo extremeño. Su primer presidente fue Juan Andrés Serrano.

Juan Andrés es de Fregenal, y allí, un siglo an-tes, en 1883, los primeros folkloristas fundaron una gran revista de folklore (El Folk-Lore Frexnense, denominada posteriormente El Folk-Lore Frex-nense y Bético-Extremeño). Quizá influido por este motivo, Juan Andrés se propuso como objetivo que la nueva Federación también tuviera una revista se-mejante.

Para crear la revista, era necesario contar con algunos investigadores. Con este fin, Juan Andrés se propuso también la creación de un “Consejo Re-gional de Investigación y Divulgación” que agrupa-se a todos los que se dedicaban en Extremadura a investigar sobre folklore, costumbres, tradiciones... Para ello, escribió a medio centenar de personas (musicólogos, folkloristas, etnólogos, antropólogos, cronistas…), convocándolas a una reunión, en las instalaciones de Feval de Don Benito.

Lo que el presidente de la Federación proponía era que este Consejo organizara la publicación de una revista donde todos pudieran publicar sus tra-bajos. En ese momento había dos revistas extreme-ñas importantes, la Revista de Estudios Extreme-ños, editada por la Diputación de Badajoz, y la Revista Alcántara, por la de Cáceres; pero apenas publicaban algún que otro artículo de folklore.

La reunión de Don Benito, el 17 de mayo de 1987, tuvo sus más y sus menos. Algunos asistentes criticaron duramente la convocatoria, pensando que aquello era un montaje político y exigiendo saber quién estaba detrás de aquella reunión. Pero, finalmente, superadas las reticen-cias, la mayoría aprobó la iniciativa y se sumó a la tarea. En total, veintiocho personas mostraron su predisposi-ción para formar parte de este primer Consejo Regional de Investigación y Divulgación.

Así fue cómo, el 17 de mayo 1987, en la FEVAL de Don Benito, se gestó la revista Saber Popular.

Yo estaba allí por casualidad. La Federación Extreme-ña de Folklore había convocado un año antes, en 1986, el I Premio “García Matos”, y tuve la suerte de ganarlo. Pues bien, en ese mismo encuentro de Don Benito me entregaron el Premio en una preciosa gala donde partici-paron numerosos grupos extremeños de folklore y donde

estuvieron presentes la viuda y una hija de don Manuel García Matos.

Mi relación con Don Benito no quedó ahí. El curso siguiente, 1987-1988, mi trabajo me llevo a dar clase en el Instituto “Donoso Cortés” de Don Benito, donde, con la ayuda de mis alumnos, tuve la oportunidad de recoger numerosos materiales de la tradición oral de la comarca. Muchos de estos materiales han ido apareciendo en mis libros de cuentos, acertijos, juegos… Pero de esto pode-mos hablar en otra ocasión.

Así que termino mandando desde aquí un saludo a todos los calabazones, en especial al grupo “Caraman-cho” por su esfuerzo en mantener esta revista “Caraman-chos”. Bueno y, ya puestos, otro saludo a vuestro alcalde, Mariano, ya que nació en mi pueblo, Valdecaballeros.

Juan Rodríguez Pastor

Director de la revista extremeña de Folklore “Saber Popular” y Premio Candil de Plata de la FEF 2012. Pr

esen

tació

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PRESENTACIÓN y DEDICATORIA 3

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PRESENTACIÓN y DEDICATORIA

Dedi

cato

ria Reconocimiento a Joaquín

Se cumplen 35 años de nuestro Grupo, quedan lejos ya los prime-ros ensayos y las primeras actua-

ciones, aquel 12 de octubre de 1977 cuando un grupo de jóvenes se embarcaron en este proyecto hoy ya consolidado.

Entre esos jóve-nes se encontraba Joaquín Rodrí-guez Valadés, uno de los fundadores de nuestro Grupo, que lanzó la primera piedra para la constitu-ción de “Caramancho”.

Recordamos a Joa-quín siempre unido a la vida de nuestro grupo, por lo que siempre será “Joaquín el de los Ca-ramanchos” trabajador incansable siempre por el bien del grupo, pre-sidente de nuestra aso-ciación en dos etapas diferentes,…

Hemos de decir que siempre ha sido para nosotros un refe-rente, al igual que Eduar-

do y Loly; aunque hoy no son miembros activos del grupo sabemos que contamos con ellos y que siempre

están dispuestos a ayudarnos, por ello cuentan con todo nuestro respeto.

Tenemos muchas cosas que agradecerle a Joaquín, entre ellas, que, gracias a su perseverancia, consiguió que se reconociera oficialmente el traje de gala de Don Benito ya que durante varios años este traje se le adju-dicaba a Badajoz. Además, este traje se considera hoy en día como el más representativo de la provincia de Badajoz.

Otro de los logros de nuestro amigo Joaquín fue que el Grupo Caramancho pueda bailar en la víspera de la Velá delante de su patrona, la Virgen

de las Cruces. Con anterioridad bailábamos sin la Virgen delante y gracias a su empeño todo los años la

deleitamos con la Jota de las Hilanderas .

Tras un largo trabajo de investigación, consiguió recuperar el “Traje de Ganadero de Don Benito”. Su in-cansable búsqueda le llevó a encontrar dos ejemplares de estos trajes en casa de una familia acomodada de nuestra ciudad.

Tantas y tantas cosas se juntan que es de ley que se reconozca desde nuestro Grupo la labor realizada a lo largo de sus años en Caramancho, por y para el bien del folklore y la cultura de nuestra localidad. Por todo esto y más, GRACIAS JOAQUÍN.

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

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La vida deCARAMANCHO

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Ha sido y es un año im-p or tan-te en la

historia de Caramancho: el año del 35 aniversario. Un año cargado de emo-ción y de ilusión, de los que están y los que no es-tán, de aquellos que guar-dan a Caramancho en su corazón; pero, sobre todo, un año cargado de activi-dades.

Los más pequeños die-ron fin al 2011 participan-do en el III Festival Regional de Folklore Infantil “LOS COLORINES” de Cabeza del Buey, donde fueron aplau-didos junto al grupo anfitrión. A ellos se unió la sección juvenil, con quienes cantaron villancicos, no solo en el Festival de Villancicos de la Asociación Amigos de la Cultura de Don Benito, sino que alegraron el día a los mayores de nuestra ciudad.

Preparándonos para un año que prometía ser duro, nos dimos un descanso con la cena de navidad, en la que disfrutamos muchísimo, pues no dejamos de ser una gran familia.

“35 años de Ilusión” fue el nombre de la carroza con la que participamos en la tradicional Cabalgata de los Reyes Magos. Con ella disfrutaron no solo los más pe-queños del grupo, sino que esa ilusión entró en todos nosotros haciéndonos entrar con ganas en este año.

Tras la participación en las Fiestas del Barrio de San Sebastián, nuestros pequeños se enfundaban sus trajes regionales de todas las partes del mundo (Un guiño al Festival de los Pueblos del Mundo) para participar, tan-to en el desfile de Carnaval de Don Benito, junto con la asociación Achikitú, como en la Gala del Concurso de disfraces de Magacela.

El 28 de Febrero se reunió la junta directiva para fa-llar el premio del concurso del logotipo del 35 aniversa-rio del grupo, recayendo en la integrante Raquel Vala-dés Gil. Esta junta directiva se verá modificada el 11 de Marzo en las asambleas ordinaria y extraordinaria, re-novándose los cargos de la vicepresidencia con la incor-poración de Pedro García Barroso y las incorporaciones también de Pedro Carreño Jiménez y Silvia Martín-Mo-ra Ruiz como secretario y 3ª vocal, respectivamente. El

2012 en la vida de Caramancho

LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES6

Mem

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES 7

día 15 de ese mismo mes comienza oficialmente el año del 35 aniversario con la rueda de Pren-

sa anunciando las acti-vidades previstas.

El 13 de Abril nos sumamos al Certa-men poé-t i c o - mu -sical para

r e c a u d a r fondos para

Cáritas, inter-pretando la Can-

ción del Honor y el Ro-mance de la Mora Cautiva. Volviendo

el día 28 a ese teatro Imperial, esta vez con el toque de unas gorras muy especiales para los niños, para realizar nuestro ya tradicio-nal festival en honor a, no solo a las madres, sino a todas aquellas personas que nos ayudan y hacen todo lo posible para que cada actuación sea espectacular.

Nuestra labor de investigación y difusión del folklore nos lle-

vó a organizar junto al C.P.R. Don Benito-Villanueva un Taller de Música Tradicional  dedicado a los instrumentos de Percusión, a cargo de D. Enrique Cordero Cordero, el cual esperamos que sea el primero de muchos otros.

Como es costumbre, nuestras secciones más jóvenes demostra-ron su destreza y alegría en la festividad del Barrio de San Isidro.

Los bailes, los recuerdos, y el regocijo fueron partícipes de la Convivencia del 35 Aniversario en la finca de La Serrezuela, donde

nos dimos un descanso para compartir el fin de semana con todos aquellos que formaron y forman parte de nuestra familia, el grupo Caramancho.

El colorido del vestuario tradicional extremeño llenó la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura con la muestra de indumen-taria de nuestra región, quedando a la vista de todo aquel que pa-sara por la plaza de España durante todo el mes de Junio. Todo esto fue posible gracias a la colaboración de la Federación Extremeña de Folklore.

Y así llegamos al día 2 de ese mes de Junio, día en el que con-traía matrimonio nuestra querida componente Eva Mª Sánchez-

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES8

Pajares Ortiz en la iglesia de Santiago al son de la misa tradicional extremeña.

El recinto de Feval acogió a nuestros pequeños hasta en dos ocasiones en la misma semana: el día 8 tenía lugar la inauguración de la XXXV edición de FEVAL, quienes nos acompañaron desde los comienzos de nuestras andaduras que, al igual que la suya, se remonta 35 años atrás. La segunda actuación tuvo lugar el día 10, con motivo de la Clausura de las Escuelas de Danza del Ayunta-

miento. En dicha actuación, el público acogió con gran cariño a unos niños que celebraban el fin de un curso, mostrando todo cuanto habían aprendido de sus queridas monitoras. Pero aquí no acabó su muestra, sino que una semana después, en las Escuelas del Ave María, tenía lugar el espectáculo infantil “Jirones de Nues-tra Tierra”: un espectáculo en el que no solo disfrutaron bailan-do, sino también cantando, jugando y mostrando cuánto habían aprendido de esas tareas y costumbres que tenían sus antepasados.

El día 30, con la actuación en la celebración del Año Chino en FEVAL y la participación en el Festival Infantil de Navalvillar de Pela, dábamos por finalizado un mes de junio colmado de activi-

dades, dando comienzo a la época de actuaciones.Hasta Trujillo nos desplazamos para cantar una Misa Extre-

meña en honor a un enlace matrimonial el día 7 de Julio, tras la cual comenzamos los ensayos; pues los días 21 y 22 tenía lugar en Socuéllamos (Ciudad Real) el XXIII Festival internacional de Fol-clore “Torre de Vejezate”, donde fuimos muy bien acogidos.

Julio acababa con el VII Festival Juvenil de Folklore “Ciudad de Don Benito”, encuadrado dentro de las actividades del Barrio de

Santiago, en el que, además de nuestras secciones infantil y juvenil, actuaron los grupos infantiles de Navalvillar de Pela y de Torreor-gaz, haciendo consciente a Don Benito que el folklore tiene un futuro muy prometedor. El día 28 presenciábamos otro enlace ma-trimonial al son de nuestra misa extremeña, esta vez en la Iglesia de San Juan.

Guipúzcoa y Ciudad Real fueron las provincias invitadas en la XIV edición del Festival Nacional “Ciudad de Don Benito”. Disfru-tamos en un principio de las danzas vascas al son de los tambores de los txistularis para pasar al otro extremo, las rondeñas, mala-gueñas, seguidillas, jotas y fandangos propios de Ciudad Real. El

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festival, como es costumbre, culminó con la actuación del grupo anfitrión: Caramancho, quien derrochó un increíble colorido sa-cando a escenario muchos de los trajes representativos de Extre-madura. En definitiva, un día cargado de emociones que comenzó con la tradicional visita al Museo Etnográfico y que sirvió para unir lazos entre comunidades tan diferentes pero, a la vez, tan cercanas.

El programa de los  Escenarios Móviles de la Junta de Extre-madura nos llevaba hasta Sancti-Espíritu (Badajoz) la semana siguiente para realizar una actuación junto a la sección juvenil; marchándonos esa misma semana hasta Baza (Granada), para par-ticipar en el Festival Internacional de Folklore de Baza FIF 2012

donde mostramos nuestro folklore en un escenario que tuvimos el honor de compartir con el grupo anfitrión y con grupos proceden-tes de Senegal y Costa Rica.

Dimos por finalizado el mes de Agosto con la participación en un festival especial para nosotros como es el Festival Folklórico de La Coronada, al que tuvimos el honor de ser invitados y compar-timos escenario con ese grupo que nos acompaña desde nuestros inicios y al que tenemos tanto que agradecerle.

Hacia Torrefresneda nos tuvimos que desplazar para celebrar

LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES 9

Guipúzcoa yCiudad Real

fueron las invitadas al

Festival Nacional

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES10

un enlace matrimonial, tras el cual dedicamos un par de bailes a los novios.

35 años de historias, de actuaciones, pero, sobre todo, de per-sonas: personas que hacen que este grupo sea lo que es y por los cuales se realiza la exposición “CARAMANCHO De los Comien-zos hasta nuestros días”. Con esta exposición se muestra a nuestra ciudad que un grupo supuestamente tranquilo puede llegar a tener una actividad que sorprende hasta a sus propios componentes. Un motivo de reunión que se mantuvo desde el 21 de Septiembre hasta el 21 del mes siguiente.

Octubre fue un mes cargado de folklore regional. Comienza el curso 2012-2013 de las Escuelas de Folklore de Caramancho, este año sin la intervención del Ayuntamiento, por lo que las escuelas vuelven a ser dirigidas enteramente por el grupo. Las monitoras quedan al cargo de alrededor de 60 componentes que garantizan un próspero futuro para el grupo.

La Federación Extremeña de folklore nos cedió la organización del el Festival Autonómico de Folklore “Bonifacio Gil”, el cual ya acogió Don Benito en el año 2002 y que este año hemos querido que vuelva a nuestra localidad 10 años después. La Federación Ex-tremeña de Folklore lo viene realizando anualmente desde 1993, en distintas sedes de la provincia de Badajoz, las cuales son locali-dades y municipios de los Grupos pertenecientes a dicha Federa-

ción, siendo el más importante a nivel autonómico, donde todas las agrupaciones de folklore demuestran sus coreografías y cali-dad en el escenario. Es, sin duda alguna, un marco incomparable donde mostrar la buena disposición de cada grupo. En esta espe-cial edición, nos acompañaron en el escenario los grupos “La lon-ja” (Valdefuentes), “Virgen de la Soledad” (Malpartida de Cáceres) y “Alonso de Mendoza” (La Garrovilla).

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El día 12 nos enfundamos nuestros trajes de Gala: la Virgen de las Cruces salió en brazos de los componentes de este grupo, siendo la primera de, esperamos, muchas más. La Patrona contem-pló este año, no sólo la jota que le dedica el grupo, sino a todas las secciones, que actuaron con gran júbilo para deleitar a su querida patrona.

Plasencia acogió más de una veintena de agrupaciones infanti-les en la XI edición del Festival Infantil “Ángela Capdevielle”, sien-

do nuestra sección infantil una de las participantes. La última actividad antes de la presentación de este numero de

la revista “Caramanchos” es la asistencia en el fin de semana del 24 de noviembre a las jornadas de coordinación de música y danza, en las cuales se intenta hacer llegar a las agrupaciones de la Fede-ración Extremeña de Folklore todas esas danzas y canciones de los lugares más recónditos de Extremadura, debido al afán investiga-dor que acompaña a todos los grupos folklóricos.

En definitiva, un año cargado de actividades, que proseguirán con total seguridad el año que viene; un año que promete, al ser el año que culmina el 35 aniversario.

LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES 11

La Federación nos cedió la organización del Festival

“Bonifacio Gil”

Antonio Gallego Moreno

La Virgen de las Cruces salió a

hombros de los componentes de

este grupo...

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LA VIDA DE CARAMANCHO MUCHO POR DECIR12

Muc

ho p

or d

ecir Todo empezó en un grupo de amigos

Lo recuerdo como si fuera ayer y ya han pa-sado 35 años cuando un grupo de amigos entre los que se encontraban Eduardo, Joa-quín, Higinio (mi marido), Pedro, Luisa… empezaron a crear un grupo para promo-

cionar el folklore extremeño que daría lugar al grupo Caramancho. En principio nos reuníamos en el centro parroquial de San Sebastián en la Avenida del Pilar para ensayar.

A los ensayos iba con mi prima Dolores que también se incorporó al grupo, los primeros bailes que aprendí recuerdo que fueron el “Ave María” y “La Pirroquia” .

El comienzo del grupo no fue fácil ya que a parte de las actuaciones de las cuales recuerdo las realizadas en el asilo, el Colegio Nuestra Señora del Pilar, en el Teatro Romano de Mérida, San Vicente de Alcántara, Albur-querque… también recuerdo los eventos que realizába-

mos para recaudar dinero para el grupo una de los cua-les fue la representación de un bautizo en el que íbamos todos disfrazados que se realizo en el hotel Miriam y en el cual ganamos el segundo premio y nos dieron como premio un saco de arroz, con el que hicimos una paella en Las Cruces y pasamos todos juntos un gran día.

Poco a poco teníamos más actuaciones lo que nos alegraba mucho a todos, aunque yo lo pasaba un poco mal antes de cada actuación por los nervios que tenia, a las actuaciones que teníamos fuera de Extremadura no pude asistir porque mi madre en aquella época no me dejaba ya que no era como hoy en día. De aquellas ac-tuaciones recuerdo especialmente a mi pareja de baile Juanlu ya que los dos éramos los más jóvenes de grupo, el cual nos abandonó hace algunos años pero siempre estará en la memoria de los primeros componentes de los Caramanchos por la alegría que nos transmitía siempre.

Aunque hace mucho tiempo que deje de bailar hace ya algunos años que me he vuelto a ligar aunque sea indirectamente otra vez al grupo Caramancho que tan buenos momentos me hizo pasar y esto se debe a que mi hija pequeña Silvia previo paso por las escuelas de folklores ahora forma parte de este grupo.

Otro momento para recordar fue la celebración del 25 aniversario de los Caramancho por el cual se celebró una cena en la que me dieron un azulejo conmemorati-vo por haber sido antigua componente del grupo.

Este año para celebrar el 35 aniversario del grupo, el 19 de mayo, se celebró una convivencia en la finca “La Serrezuela” a la cual tuve el placer de asistir, allí me rencontré con mis compañeros de hace tantos años y recordamos los inicios del grupo con nostalgia. Por la tarde realizamos unos bailes todas las generaciones de los Caramancho mientras la rondalla tocaba, lo que más ilusión me hizo fue bailar con mi hija un par de bailes aunque tengo que admitir que era ella la que me iba diciendo los pasos y hacia donde tenía que ir porque yo ya no lo recordaba.

Y me despido con un saludo a todos los que de una forma u otra ayudaron a la creación y consolidación de este grupo de folklore extremeño y en especial a su actual presidenta Genari por acordarse de mí para es-cribir este articulo el cual mientras lo escribía me ha hecho revivir grandes momentos que guardaré siempre en un trocito de mi corazón.

ValentinaRuiz Banda

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Este año fue D. Juan Soriano Vidal quien realizó nuestra querida semblanza a la ma-dre. Estas fueron sus palabras: En primer lugar agradecer al Grupo Caramancho y a su Presidenta Genari, la confianza que han

depositado en mí para hacer la semblanza de la madre de este año. Gracias por darme la oportunidad de brin-dar mis humildes palabras a las Madres, es un honor. También darles mi enhorabuena por su treinta y cinco aniversario promocionando el folklore extremeño y lle-vando la cultura popular dentro y fuera de España.

Cuando me propusieron hacer esta semblanza de la madre, no tuve ninguna duda y acepté inmediatamente, aunque rompía algunos planes no podía negarme, pues sería mi homenaje a todas las madres y a las madres no se le puede fallar ni poner disculpas, hay que devolver-les, siempre que se tenga ocasión, un poco de lo mucho que ellas nos han dado.

Hace unos días asistía en Badajoz , en casa de mi madre, a una misa conmemorativa del 100 cumpleaños de mi Tía y el 93 de mi Madre, ambas nacieron el mis-mo día y mes, no es sólo eso lo único que las ha unido en la vida , sino también la lucha conjunta para sacar adelante a tres hijos, y fue una gran alegría celebrar esos años de dedicación. Celebrar esas dos Madres que me ha tocado tener, porque he tenido dobles caricias, doble besos, doble amor, doble entrega….. todo multiplicado por dos, incluso algún que otro cachete, necesario en el momento y que nunca nos traumatizó.

Cuantos y cuantos recuerdos han aflorado en estos días, mientras realizaba esta semblanza. Recuerdos de niño en una España gris que intentaba salir adelante tras los avatares de una contienda incivil. Recuerdos de canciones de mi Tía mientras preparaba la comida, arreglaba la casa o preparaba a mis hermanos. Recuer-dos del trabajo de mi Madre en la Oficina, viendo sus manos volar sobre la maquina de escribir a una velo-cidad increíble. También recuerdos de la figura grave, seria y poderosa de mi Padre, hombre bueno donde los hubiera.

Mi Madre ayer fue un ejemplo a seguir, en su lucha diaria, en sus estudios, en su trabajo, en su forma de querer y en su forma de ser. Me sirvió de apoyo y cami-no, de luz y de refugio.

Mi Madre hoy, como todas las madre mayores, es una mujer que carga muchos años y experiencias a sus espaldas, es una mujer débil pero fuerte, una mujer que necesita ayuda pero que sigue ayudando, una mujer que se resiste al paso del tiempo, que se mantiene viva, que está en la actualidad, que lee, que opina, que piensa y que vive como siempre lo ha hecho, como lo hacen to-das las madres, luchando y amando.

Como mi gran afición es la fotografía, he querido hacer una imaginaria de la madre. Fotografía del am-plio espectro de su significado; su amor, su entrega, su pasión, su dolor, sus sentimientos……… Fotografía que veo algunas veces en blanco y negro con sus ga-mas de grises, llenas de soledad, de llantos, de penas,

de abandonos, de sufrimientos y a veces, muchas, de color, de maravilloso color, del intenso color de la vida, del amor y de la alegría.

Y esta es mi fotografía, la que he realizado con la cámara del alma y que presento ante todos ustedes, des-nudando un poco mi corazón.

Para comenzar empecé por consultar el diccionario de la lengua española sobre la palabra madre y encontré lo siguiente ; Madre: hembra que ha parido. Definición muy simple y muy prosaica, tanto que la rechacé de momento, hasta que un tiempo después y recurriendo a mis recuerdos la encontré. He visto a una mujer muy cercana, que sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, su principal preocupación eran sus hijos y espe-cialmente el más necesitado de ellos. No era su dolor ni la proximidad del final de su vida lo que le inquietaba, no, era su hijo, y esta si que es la definición real de ma-dre: “el despojo de sí misma y la entrega total”.

Madre es sinónimo de cobijo, de paz, de ternura, de respaldo, de seguridad, de bienestar, de sueños, de ilu-sión, de perdón, de tantas y tantas esperanzas y consue-los. Y Mamá , aún cuando ya somos mayores, como en mi caso, es una pequeña oración de cuatro letras con la

LA VIDA DE CARAMANCHO SEMBLANZA A LA MADRE 13

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Semblanza a la madre

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LA VIDA DE CARAMANCHO SEMBLANZA A LA MADRE14

que, desde el fondo de nuestra alma, cada vez que la pronunciamos le decimos todo a una madre.

Cuentan, que en una ocasión le preguntaron a una madre sobre cual era su hijo predilecto.

Y ella respondió sonriendo.- Nada es más voluble que un corazón de madre.Y como madre respondió:- El hijo preferido, aquel a quien me dedico en cuerpo y

alma……Es mi hijo enfermo, hasta que sana.El que se fue, hasta que vuelva.El que está cansado, hasta que descanseEl que está con hambre, hasta que se

alimente.El que está con sed,

hasta que

beba.El que está

estudiando, hasta que aprenda.

El que está desnudo, hasta que se vista.

El que no trabaja, hasta que se emplee.El que se enamora, hasta que se case.

El que es padre, hasta que los críe.El que prometió, hasta que cumpla.

El que debe, hasta que pague.El que llora, hasta que calle.Y ya, con el semblante más serio, completó:- El que ya me dejó…….. hasta que lo reencuentre.

Esta es la maravillosa lección del amor de una madre, de lo que tenemos que aprender para la convivencia en esta sociedad, tan alejada últimamente de los valores.

Las manos de una madre son el vehículo que nos transmiten todos sus sentimientos, así nos lo refleja este poema de Alfredo Espino.

Manos las de mi madre, tan acariciadoras,tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,las que todo prodigan y nada me reclaman!¡las que para aliviarme de dudas y querellas,me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,no hay como la

frescura de esas dos azucenas.

¡Ellas cuando la vida deja mis flo-res mustias

son dos milagros blancos apaciguando angustias!Y cuando del destino me acosan las maldades,son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,porque hacen que en sombra me florezcan estrellas.Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;¡son las únicas manos que tienen corazón!(Rosal de rosas blancas de tersura eternas:aprended de blancura en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,cuando tengo las alas de la ilusión caídas,¡las manos maternales aquí en mi pecho soncomo dos alas quietas sobre mi corazón!¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!

Hoy , desde aquí, también quiero recordar a todas las mujeres-madres que sufren violencia de género, a todas esas madres que su-fren la muerte de sus hijos en tantas guerras que nos asolan en la ac-tualidad, a todas aquellas madres que están sustentando ellas solas tantos hogares rotos, a todas aquellas madres que sufren el tremendo

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dra-ma de la

violencia de sus propios hijos, a todas

las madres que sienten el dolor de las injusticias y el desamor, a todas

las madres que , fallecidos sus maridos, tienen que luchar solas para sacar adelante a sus hijos a todas

ellas mi profundo respeto y recuerdo.Me atrevería a decir que pocos dolores hay en el mundo como

el de las madres por sus hijos. Miguel Ángel esculpió una mara-villosa obra; La Piedad, que nos presenta a la Virgen con su hijo muerto en el regazo, tras el descendimiento de la cruz. En ella se refleja el tremendo dolor de María, que acoge el cuerpo torturado y muerto de su hijo, crucificado por la sinrazón de los hombres, este dolor es también el dolor de la humanidad entera que llora por tantas y tantas muertes absurdas. Hoy seguimos viendo fotogra-fías de madres con sus hijos muertos por las bombas y las armas, muertes que sólo sirven para acrecentar el dolor de tantas y tantas personas, para que el sufrimiento se instale entre todos, para que los pobres sigan siendo pobres y los poderosos más poderosos a costa de vidas.

Terrible el sufrimiento de una madre que ve morir a su hijo.

La Madre Teresa de Calcuta les dice a las madres. En esta pe-queña y maravillosa composición:

Enseñarás a volar….. pero no volarán tus vuelos.Enseñarás a vivir…… pero no vivirán tu vida.Enseñarás a cantar…. pero no cantarán tu canción.Enseñarás a pensar….. pero no pensarán como tú.

Pero sabrás que

cada vez que ellos vuelen, sueñen,

vivan, canten y piensen…..¡Estará en ellos la semilla

del camino enseñado y aprendi-do!

A vosotros hijos:Sólo el amor de una madre estará

contigo, cuando todos te abandonen.Sólo el amor de una madre te perdonará, aún cuando la ofensa

haya sido imperdonable.Sólo el amor de una madre confiará en ti, cuando nadie te crea,Sólo el amor de una madre será tu refugio contra todo el mal.Sólo el amor de una madre será la paz para tu inquieto corazón. He tenido muchas experiencias profesionales con madres y

siempre he descubierto el gesto de perdón, disculpas, aceptación y por encima de todo de acogimiento del hijo.

Y para finalizar hacerme eco de un proverbio árabe que dice “El paraíso está en el regazo de una madre”.

Quiero entregar hoy un “pedazo” de mis sentimientos, de mi recuerdo y de mi cariño a todas las Madres que se fueron, aunque siguen y seguirán estando con nosotros, durante toda la vida. Y a esas otras madres que, aún estando con nosotros, su espíritu mora en perdidos lugares.

Esta ha sido la fotografía de la Madre que he compuesto para ustedes, espero que haya llegado a sus corazones.

Y a todas vosotras, MADRES, FELICIDADES.

JuanSoriano Vidal

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Fandango de Talavera (La Real)

Una edición, más nos atrevemos a acercar a todos las letras y partituras de algunas de las numerosas jotas que a lo largo de sus 35 años de vida, Caramancho va interpre-tando.

En en esta revista, y siguiendo la tradición de las ante-riores, las jotas son representativas de las dos provincias, siendo la pacense, el FANDANGO DE TALAVERA.

La letra de este fandango originario de Talavera la Real, de tan hermosa melodía, además de indicar situación car-tográfica, ensalza las virtudes de los locales frente a los ha-bitantes de las poblaciones vecinas y, como no, la admira-ción y querer que el autor siente por su tierra

De la provincia cacereña es la JOTA DE LAS ACEITU-NERAS, en cuya letra, puede observarse algunas peculia-ridades del habla extremeño por el norte de la comunidad, donde la tendencia es sustituir las “o” finales por “U”). Se trata de una coplilla de pique que los jornaleros canta-ban en los olivares de la alta Extremadura, más concreta-mente en la zona de Coria, durante las tareas de la recogida de aceituna.

Las coplillas eran entonadas por las mozas de las cua-drillas piropeando a los hombres de las mismas, lo que servía para alegrar la dura tarea desde al amo hasta a los costaleros pasando por los “vareaores”

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Canc

ione

s

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Talavera está un llano (bis)Badajoz en una cuesta (bis) Talavera de mi vida.(bis)Cuantos suspiros me cuestas (bis) En Montijo están los brutos, en Lobón pelipelaosY en Talavera la fama de los mozos bien plantaos (bis) En Badajoz está Dios, en Alburquerque San PedroY en Talaverilla madre, San José el carpintero. Cante usted por el estilo (bis)Que cantan los de la Albuera (bis) Y dele usted la caía (bis)Que le dan en Talavera (bis).

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES18

Madre yo quiero un noviu aceituneru, aceituneruque dándole a la vara, tiene salero, tiene salero. cuando me mira madre, yo me quiero morir, madre yo quiero un noviu aceituneru, aceituneru me gusta a mí.

(ESTRIBILLO) DALE A LA VARA….(solo una voz) Dale bien que las verdes son las caras, y las negras “pa´ti, tipití, tipiti-tipiti”.

ay, que me muero yo por ti, ay que me muero por ti y mientras tanto te cantaré las penas que paso por tu querer.

(ESTRIBILLO)

Cogiendo la aceituna, el me decía, el me decía.con palabritas dulces, que me quería, que me quería. se acabo la faena, yo no le vuelto a ver, cogiendo una aceituna, él me decía que se moría por mí querer.

(ESTRIBILLO)

Jota de las Aceituneras

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES 19

Los villancicos, melodía fundamental de las fechas a las que nos aproximamos, son otra parte de la tradición, cultura y en definitiva del folklore de nuestro país y de sus distintas comunidades, por ello, continuamos presentando los más típicos del rico patrimonio extremeño. El elegido en este número lo han interpretado grandes artistas del territorio español, y seguramente, muchos de los que ahora leen estas letras, recordando con ello, los entrañables momentos en que se entonan rodeados por las familias.

LOS CAMPANILLEROS

En la noche de la Nochebuena,  bajo las estrellas y por la ‘madrugá’.  los pastores con sus campanillas  adoran al niño que ha nacido ya.  Y con devoción,  van tocando zambombas, panderos,  cantando las coplas al niño de Dios.  En la noche de la Nochebuena,  bajo las estrellas y por la ‘madrugá’.  los pastores con sus campanillas  adoran al niño que ha nacido ya. 

Y con devoción,  van tocando zambombas, panderos,  cantando las coplas al niño de Dios.  En la noche de la Nochebuena,  bajo las estrellas y por la ‘madrugá’.  los pastores con sus campanillas  adoran al niño que ha nacido ya.  Y con devoción,  van tocando zambombas, panderos,  cantando las coplas al niño de Dios.

Villancicos populares

Raquel Valadés Gil

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LA VIDA DE CARAMANCHO ARTICULOS DE PRENSA20

Pren

sa

Artículos de prensa 2012

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTICULOS DE PRENSA 21

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

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Acepto encantadísi-mo vuestra invita-ción.” Así de con-tundente fui en mi respuesta a la invi-

tación que me hizo Caramancho para que escribiera en su revista. En mi último viaje con el grupo, cuando estábamos volviendo en el autobús me pidieron que dijera unas palabras por el micrófono. Sirva este texto como ampliación y continuación de aquello que dije de forma improvisada: “Me habéis dado mucho más de lo que yo os he dado”.

Mi relación con Caramancho ha sido totalmente desigual, inclu-so injusta o inmerecida. Llegué a Don Benito después de dejar mi grupo de Coros y Danzas de Ba-dajoz y me sentía como huérfano. Podía intentar llenar mi vacío mu-sical tocando con otro grupo, pero nunca me llegaría a sentir de ver-dad parte del grupo humano. Esa actitud mía hizo que al principio estuviera como metido en un ca-parazón, pero que sólo impedía el flujo de sentimientos de mí hacia fuera. Los estímulos exter-nos sí que me entraban y, aunque no lo demostrara, estaba siendo plenamente consciente de que se me estaba dando un tratamiento mucho mejor del que nunca me hubiera imaginado. Finalmente conseguisteis abrir mi caparazón y conquistarme. Conquistar a alguien que llega predispuesto a ello es fácil. Conquistar a alguien que se siente fuera de su grupo y se cierra a otras posibilidades no es tan fácil y lo habéis CONSE-GUIDO con Mayúsculas. Hicis-teis que me sintiera siempre como el “niño mimado”. A quien me preguntó siempre le dije que me tratasteis de maravilla, demasiado bien. Sinceramente, todavía no me explico por qué el grupo se portó así de bien conmigo sin recibir el mismo entusiasmo por mi parte, pero os lo agradezco de corazón.

Disfruté muchísimo el viaje a Jumilla, y lo mismo puedo decir

del viaje de este año a Baza. Y no me refiero a que el sitio fuera bonito y la actuación entreteni-da. No. Me estoy refiriendo a que disfruté muchísimo de vuestra compañía. La idea de ir al parque acuático de Sevilla me pareció genial para hacer piña entre los miembros del grupo. Un grupo no debe ser sólo un conjunto de personas independientes que du-rante una hora se sube a un esce-nario a bailar y a tocar. Me parece igualmente ejemplar la forma de gestionar las actuaciones regio-nales, proporcionando un boca-dillo y una lata. Es una manera sencilla y humilde de evitar que la gente llegue con hambre a sus casas, además de que ¿hay for-ma más bonita de cerrar un viaje a un pueblo que sentarse en los bordillos de una acera o en los poyetes de las casas a tomarse en grupo un bocadillo? (dejando todo limpio al final, eso sí).

Finalmente, quiero daros un par de humildes consejos que

son fruto de mi experiencia en varios grupos de coros y danzas: en la rondalla hace falta un líder, jefe, director o similar. Y me estoy refiriendo a designarlo de forma oficial, no a que a alguien se le considere como el líder. Alguien que diga qué se ensaya cada día y en qué tonalidad se toca/canta y se le haga caso porque tiene una posición jerárquica que le da au-toridad. Y el otro: concentración

en los ensayos. La diferencia entre un grupo bueno y otro no tan bueno son esos detalles que sabéis pero que a veces fallan en ensayos y actuaciones: las filas, la posición de los brazos, la elegan-cia en los movimientos en lugar de la desgana… Todo eso el pú-blico lo capta.

Os espero en Francia el año que viene. Da igual la parte del país a la que vengáis: dad por he-cho que este manchego-extreme-ño que os escribe irá allí a veros. Un abrazo de corazón a todos y ¡Viva Aldeanueva del Camino!

(memorable actuación aquella. Conviene no olvidar nunca estas anécdotas…).

LA VIDA DE CARAMANCHO NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO22

Me llegué a sentir el niño mimadoNu

estra

s viv

encia

s

Me habéis dado mucho más de lo que yo os he dado a vosotros...

Santiago Lillo Imedio

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Cuando mis compañeros me propusieron escribir este artículo con motivo del 35 aniversario de “Caramancho”, me pareció complicado cómo expresar en poco espa-cio 33 años de mi vida y, al mismo tiempo,

de la vida de nuestro grupo.Mis primeros pasos en “Caramancho” fueron en

1979 de la mano de mi primo Juanlu. Él fue quien me lle-vó, aunque bien es cierto que yo llevaba tiempo dándole la lata, pues eran muchas las ganas que tenía de bailar en aquel Grupo que empezaba a sonar con fuerza en Don Benito.

Con 12 años comencé en los Juveniles, coincidiendo con los que serían mis primeros compañeros. Todos te-níamos muchísima ilusión (Tere, Rosi, Mª Carmen, Luís, Nieves, Pedro, José Mª, Calama,…), algunos de ellos se quedaron en el camino, pero otros fuimos compañeros durante varios años.

Fue el año 1983 el que más marcó mi trayectoria, mi debut con el grupo ti-tular. Fue en Feval, en las escuelas de Capacitación Agraria, recuerdo como me dolían los pies (estrenaba zapatos ese día).

También visitamos los estudios de RTVE partici-pando en el programa Gen-te Joven. Yo no bailé en esa actuación, pero tampoco me importó, sacar la Ban-dera fue suficiente.

En septiembre de ese mismo año viajamos por primera vez fuera de Es-paña (Francia, Alemania, Belgica y Holanda)

En esta etapa ya formábamos el grupo tres genera-ciones diferentes: parte de los primeros componentes, como Loli, Elena, Mª José, Marisa, Pedro, Tomás, Chi-qui, Inma,…, parte de los que comenzaron conmigo y otros, que se habían incorporado posteriormente, como Soto, Paco, Juaqui, Jose Antonio,… Todas estas actuacio-nes estaban llenas de emotividad pues se llevaron a cabo en las Casas de Extremadura o en las Casas de España repartidas por todas las ciudades que visitamos: París,

Brujas, Bruselas, Lieja, Eindhoven, Stuttgart, etc. Aún hoy, a pesar de los años pasados, cuando coincidimos o nos vemos, siempre recordamos tantas y tantas anécdo-tas vividas.

Después de este primer viaje al extranjero vinieron otros como Dinamarca (1992), Italia (1997), Turquía (1998), Portugal (1983 - 2003), Grecia (2000) y, de nue-vo, Italia (2007). De todos ellos tengo gratos recuerdos y muchas horas de autobús a mis espaldas.

En este paréntesis de actuaciones fuera de España (1983-1992) hicimos innumerables actuaciones dentro y fuera de nuestra comunidad, resaltando los tres via-jes que hicimos a Palma de Mallorca (1987, 1991, 1993) para participar en el Festival Internacional de Folklore “Ciudad de Palma”. Durante este periodo, nuevos com-pañeros, se fueron incorporando al grupo titular (Nuria, Maicol, Miguel, Juan Francisco, Montse, Manolo, Ruben,

María, Ana, Raquel, etc).El viaje a Dinamarca lo acogimos con mucha ilusión,

pues hacía varios años que no viajábamos al extranjero. El viaje lo realizamos en autobús, pudiendo visitar de nuevo París y Bruselas. La sede central del Festival fue en Viborg, donde nos alojaron a todos los grupos partici-pantes en un colegio y donde pudimos convivir con gen-te de varias nacionalidades. En este viaje estaban recién incorporados Pedro Quirós, Mariló, Eva, Mari Angeles, Manolo, etc.

LA VIDA DE CARAMANCHO MI EXPERIENCIA EN CASI 35 AÑOS 23

35 a

ños

en e

l gru

po

Mi experiencia en casi 35 años

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De nuevo, en el año 1997, volvimos a viajar fuera de España, esta vez a Italia, para participar en los festivales de Polla y Taglia-cozzo. Allí nos alojamos en casas particula-res, donde, personalmente, me sentí como en mi casa. Aún hoy recuerdo con cariño a Claudia, Carmen y Claudio. Este viaje nos dio la posibilidad de visitar Roma, Venecia, Pisa o Florencia.

Durante este periodo, se siguen incorpo-rando nuevos compañeros como Conchita, Pedro, Juamba, Sergio, Sonia, Elena o Jose entre otros.

Unos años después llegaría Turquía, el Festival Internacional de Bursa, siendo para mi uno de los mejores en los que he tenido la oportunidad de participar. Todavía recuerdo aquel auditorio repleto, con más de diez mil personas, y ese semáforo en el escenario que nos marcaba el tiempo de las actuaciones. De todas las de mi vida, esta fue diferente.

Nuestra llegada a Bursa vino precedida de un viaje interminable, de Madrid a Es-tambul y, tras 8 horas de viaje atravesando, incluso, el mar de Marmara en barco, lle-gamos a Bursa. Cuando todos pensábamos que el viaje había terminado, aún nos queda-ba la subida al hotel, pues este estaba situado en una estación de skí. La subida la hicimos en otro autobús, de los que hacía años que en España ya habían dejado de verse, inclu-so faltaban asientos para todos y nuestras maletas tenían que ir “apiñadas” al fondo del autobús. Aún recuerdo los escoltas que nos acompañaron en la subida, pues según nos

dijeron los locales, por aquellos montes exis-tían corrientes islámicas radicales. Además, ¡Cómo conducían!, con decir que todos pre-feríamos bajar y subir al hotel en teleférico. Todos, menos Paco Mateo, que lo pasaba realmente mal y prefería bajarse con otros grupos en su autocar.

Acabada la estancia en Bursa viajamos a Estambul, y allí, más de lo mismo, escolta policial, viajes en furgones de la policía, alo-jamiento en un colegio del que no podíamos salir hasta el otro día, etc. Eso sí, visitamos varias Mezquitas, entre ellas Santa Sofía, o el Gran Bazar de Estambul, donde dos días an-tes hubo un atentado terrorista que atemori-zó a todos nuestros seres queridos.

Nuestra estancia en Grecia se reduce a la ciudad de Katerini, localidad turística al norte del país, junto a la bella ciudad de Te-salónika, donde nos alojamos en un hotel en pleno paseo marítimo y, aunque bailábamos todos los días, teníamos mucho tiempo libre para disfrutar de la playa. Para Raquel, Lale, Pedro, Raul, Sandra, Antonio,… fue su pri-mer viaje al extranjero con el grupo.

Más recientemente en 2007, volvimos a Italia, esta vez a la ciudad de Trento. Para llegar tardamos tres días con sus respectivas noches. Una de esas noches dormimos en Nimes, donde pudimos visitar su peculiar plaza de toros, montarnos en un tiovivo o hacer bocadillos de jamón junto al autobús en una de sus principales avenidas. Al día si-guiente, continuamos nuestra ruta visitando Niza y Mónaco.

De este viaje, donde los paisajes eran impresionantes, llegar a los lugares donde actuábamos, muchos de ellos cerca de la frontera con Austria, nos permitió visitar los Montes Dolomitas, unos lagos que en invierno permanecían helados y unos preci-picios de vértigo.

Antes de este viaje entraron, con aire fresco y muchas ganas, una generación de jóvenes procedentes del grupo juvenil, como Titi, Silvia, Marina, Marta, Esther, Nieves,…

De nuestros viajes a Portugal tengo más recuerdos malos que buenos. En uno de esos viajes, y a modo de anécdota, nuestro compañero Eduardo pasó la frontera escon-dido en el maletero del autobús al tener el carnet caducado.

En otro de esos viajes, varios años des-pués tuvimos un accidente, que gracias a la pericia del conductor se quedó solo en un susto, pero que nos tuvo tirado en la carre-tera casi seis horas, sin agua y con un calor sofocante. Después de cambiar de autobús, llegamos tarde al festival, pero llegamos. Para olvidar.

En estos años hemos recorrido práctica-mente toda Extremadura, participando en actuaciones de lo más variopintas. Destacar, quizás, nuestras actuaciones en Guadalupe o Trujillo el día de Extremadura, << ¡que ca-lor!, todo el día con el traje puesto>>, y en el Teatro Romano de Mérida.

Nuestros viajes por España nos ha per-mitido conocer muchísimas ciudades y par-ticipar en muchísimos festivales, destacando Barcelona, por la actuación en el Mercado del Borne abarrotada de emigrantes extre-meños emocionados, el Festival de la Segui-dilla en Ciudad Real, donde compartimos escenario con el grupo Mazantini, uno de los mejores grupos de España, o los Festiva-les de Baza (Granada), Jumilla (Murcia) y el de Ingenio (Gran Canaria) por la cantidad de amigos que hicimos. Y podría seguir di-ciendo festivales pero necesitaría una revista entera sólo para ellos.

Treinta y tres años en la vida de un gru-po dan para muchos momentos buenos, pero también momentos duros, de los que te marcan, como la muerte de nuestra ami-ga Anita, que nos sumió en una profunda

LA VIDA DE CARAMANCHO MI EXPERIENCIA EN CASI 35 AÑOS24

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tristeza; también el accidente de automóvil que sufrieron Angelito y Soraya, del que gracias a Dios se recuperaron; o el fallecimiento de mi primo Juanlu, que aunque ya no formaba parte activa del grupo, siempre fue muy querido y apreciado por todos nosotros. Una pena realmente.

Quiero restaltar otras muchas actividades que el grupo ha venido desarrollando a lo largo de estos años, y de las que he sido testigo: las escuelas de folklore, las grabaciones discográficas, la revista “Cara-manchos”… y la implicación, que siempre hemos tenido, en activi-dades culturales y benéficas de nuestra región, así como la estrecha colaboración con las diferentes instituciones locales.

También he podido comprobar la evolución del grupo en mu-chos aspectos. Hoy por hoy el grupo tiene un rico patrimonio, tanto en trajes como en instrumentos, a diferencia de los primeros años, que casi toda la ropa era de los propios componentes.

El grupo, gracias a la experiencia que le ha dado tantos años tra-bajando en pos del folklore, ha adquirido madurez a la hora de sa-lir a un escenario. Ir correctamente peinados y vestido es, hoy, una prioridad, pues esto, aparte de bailar y tocar, es lo que hace grande a un grupo.

Recientemente hable con mi compañera Elena Leal. Ella nos vio actuar en la Velá de este año y me comentó, que aparte de lo bien que bailábamos, le había llamado la atención lo bien peinada que iban las mujeres, sin un pelo fuera de su sitio. Elena fue muchos años la encargada de peinarnos, y como ella misma decía, le costaba mucho trabajo que saliéramos correctamente peinadas, la mayoría salíamos con los flequillos.

También las jotas han evolucionado, hoy por hoy, el grupo tiene un amplio repertorio, tanto de la provincia de Cáceres, como de Ba-dajoz, en parte gracias a las jornadas de unificación de folklore que anualmente organiza la Federación Extremeña.

Esta última etapa en el grupo me ha tocado vivirla con más res-ponsabilidad, ya que hace ocho años tomé la decisión de presentar-me a la presidencia, en un periodo vacío de cargos. Nunca me he arrepentido. Reconozco que ser presidenta del grupo “Caramancho”

ocasiona muchos quebraderos de cabeza, mucho trabajo y algún que otro caldeo, pero siempre ganan los buenos momentos y la satisfac-ción de pertenecer a este grupo.

De lo mejor de los últimos años está poder compartir escenario con muchos de los que fueron mis alumnos en el colegio Nuestra Señora del Pilar o en el grupo Juvenil e Infantil, como Toñete, Anto-ñito, Sergio, Merce, Raquel Moreno,…, con mi hija María, ya com-ponente del grupo titular y espero seguir en el grupo cuando mi otra hija, Ana, llegue a los mayores.

En estos últimos años, creo que gracias a mi trabajo, me he gana-do el respeto de mis compañeros.

Sirva este artículo como homenaje a todos los que han pasado por el grupo durante estos treinta y cinco años. Han sido muchos, y todos han aportado algo importante en cada momento.

Gracias a todos y felicidades por este treinta y cinco aniversario de nuestro grupo.

LA VIDA DE CARAMANCHO MI EXPERIENCIA EN CASI 35 AÑOS 25

Genari Moreno

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Sirva este artí-culo para hacer un homenaje a todas las per-sonas que des-

de casi los comienzos de Caramancho han dedi-cado parte de sus vidas y su tiempo libre a enseñar nuestras tradiciones a los más pequeños, a disfrutar con ellos y engrandecer nuestras ESCUELAS DE FOLKLORE.

Mi nombre es Conchi Parejo Quintero y perte-nezco al grupo Caraman-cho desde muy pequeña. Mis primeras andaduras en el folklore comenzaron en mi vida escolar y de eso estamos hablando ya de hace más de 20 años, allá por el 1982.

Actualmente dirijo como monitora las Escue-las de Baile junto a Genari Moreno, presidenta de Caramancho, y somos las encargadas de gestionar estas escuelas de folklore y enseñar a los más pe-queños una de las activi-dades más arraigadas en nuestra agrupación, ya que hasta donde me alcanza la memoria, Caramancho siempre se ha involucrado en la enseñanza de nuestro folklore a los más pequeños.

Desde la fundación de Caramancho, en 1977, se

pusieron en práctica de diferentes formas, escuelas que dieran la oportunidad de dar a conocer nuestro patrimonio en tema de folklore, tanto para personas mayores como para los más pequeños. Todo comienza cuando Dña. Ana Mª Texeira se hace cargo de un gru-pito de niños y niñas que aún no pertenecían a Cara-

LA VIDA DE CARAMANCHO ESCUELAS DE FOLKLORE26

Escuelas de Folklore30 años con los más pequeños

Escu

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LA VIDA DE CARAMANCHO ESCUELAS DE FOLKLORE 27

mancho. Tenían su local de ensayo en la Avda. del Pilar, en lo que es hoy el Centro Parroquial de San Juan. Allí empezaron a dar sus primeros pasos de baile bastantes de bailarines que posteriormente formarían parte de nuestra agrupación.

Al mismo tiempo una antigua alumna del Colegio Zurbarán, Dña. Teresa Soto, comenzaba a dar clases de baile en las actividades ex-traescolares de este centro sobre el año 1982 o 1983. Fue en esta épo-ca cuando comenzó mi andadura como “caramanchilla”. Muchas ve-ces me pongo en la situación de lo que hoy son nuestros “peques” y me recuerda a estos momentos en los que la monitora nos decía en San Gregorio: “Vamos a bailar!!!”. ¡Lo que nos gustaba ponernos el traje!!! Hoy miro a los más peque-ños y sé que ellos sienten lo mismo.

Tere, como todos la llamába-mos, se hizo cargo de las secciones infantiles de Caramancho también en el Colegio Francisco Valdés.

Nos llevaban a varias actuaciones de los “mayores”, hasta que tuvo que dejar las escuelas y trasladarse a Parla (Madrid) tras su enlace matrimonial. Allí también siguió varios años dando clases de fo-lklore en la Casa de Extremadura en dicha localidad.

Se empezó entonces a ofertar la ac-tividad de Bailes Regionales en todos los colegios y fruto de aquella iniciati-va salieron muy buenos alumnos, hoy en día componentes del grupo titular. Esta iniciativa fue, sin duda alguna, el germen que hizo que Caramancho contara con una cantera que es la que hoy día da sus frutos aportando la ma-yor parte de integrantes que compo-nen nuestra asociación.

En casi todos los colegios de la lo-calidad Caramancho estaba presente con distintas monitoras, en El Pilar Genari Moreno Casado, en el Claret Nuria Fernández Ruiz y Montse Sán-chez Martín-Mora, en el Francisco Valdés Loli Viñegla Morcillo y en el Zurbarán que comenzaba yo como profesora.

Dña. Teresa Soto comenzaba a dar

clases de baile extraescolares

en 1982

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LA VIDA DE CARAMANCHO ESCUELAS DE FOLKLORE

Después de unos años donde esta acti-vidad era ofertada por los centros docentes pasó a ser ofertada por los organismos ofi-ciales (Junta de Extremadura) como activi-dad extraescolar y debido a los requisitos impuestos por éstos se dejó de impartir y ofrecer a los alumnos.

Ante la imposibilidad de seguir impar-tiendo clases en los colegios, Caraman-cho decidió fundar su propia Escuela de Folklore en la que por entonces era nuestra sede en la C\ Madre Teresa Jornet, con dos monitoras al frente, Mª Ángeles Guisado Martín y yo, teniendo muy buena respuesta por todos los niños, ya que llegamos a te-ner una cantera muy numerosa, poniendo en práctica también en estos años un pro-grama de actividades paralelo a las clases de baile donde enseñar a los niños y niñas

las tradiciones de su localidad, monumen-tos, excursiones, talleres de folklore en la calle, cabalgatas de reyes, fiestas de disfra-ces, etc… eso hizo que uno de los años que más recuerdo de esta época es el año que hicimos el espectáculo UN PASEO POR MI TIERRA, en el cual se interpretaron distintas estampas de nuestra Extremadura incluso una con la imagen de la Virgen de las Cruces en el escenario. Se estrenó en el año 2002.

Unos años más tarde, una vez consoli-dada nuestra Escuela de Folklore, se formó también un grupito de niños con Síndrome de Down a los cuales tenemos mucho ca-riño llegando a actuar en varias actuacio-nes en la localidad. Este grupo se disolvió conforme se fueron haciendo mayores, pero nos queda un gran recuerdo de todos

ellos, e incluso uno de ellos, José Manuel Hernández, sigue bailando con el Grupo Juvenil.

Después de varios años, el Ayuntamien-to nos cambió de sede a la que ahora es nuestra sede actual en el Centro de Dan-zas y Artes Escénicas en la C\ Ancha, y por motivos de trabajo e incompatibilidades de horarios, me desvinculé de estas Escuelas, que pasaron a ser Municipales al ofertar-las el Ayuntamiento dentro del programa de actividades que anualmente ofrecían a los vecinos de nuestra localidad, quedando como monitora Dña. Mª Ángeles Guisado.

Pasados unos años Dña. Mª Ángeles también por motivos de trabajo tuvo de dejar las Escuelas volviendo a estar al fren-te Dña. Genari Moreno y yo nuevamente, siendo ésta la situación actual de hoy día en las Escuelas de Folklore de Caramancho.

Es la actividad donde, sin duda algu-na, ponemos más empeño ya que de aquí saldrán lo que mañana puede ser el grupo titular. A fecha de hoy en las escuelas tene-mos 56 niños/as en edades comprendidas entre los 3 y 11 años. De estas Escuelas los alumnos pasan al Grupo Infantil y de ahí al Grupo Juvenil, de los cuales también soy monitora.

Seguimos realizando diferentes acti-vidades en el transcurso del curso escolar como participación en la Cabalgata de Re-yes, desfile de Carnaval, excursiones, fies-tas, etc… e intentamos que nuestros alum-nos participen de forma activa en las fiestas

28

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de barrio y conozcan sus tradiciones de forma práctica y tangible.

Todos los años como clausura del curso de las Escuelas de Folklore, se hace en el anfiteatro del Ave María una actuación don-de los alumnos/as muestran todo lo aprendido. La clausura de este año 2012 fue un tanto especial al conmemorarse el 35 Aniversario de Caramancho y pusimos en escena el espectáculo JIRONES DE NUESTRA TIERRA, donde los más pequeños hicieron las delicias de un público entregado y que llenó el recinto.

Entre las muchas actividades que realizamos a lo largo del año, cabe reseñar las excursiones que proponemos para que los más pe-queños conozcan rincones de nuestra cultura, como así lo hicimos el año pasado llevándolos a Mérida… ¡EN TREN!. Para muchos era la primera vez que se subían a un tren y ver las caras de asom-bro fue todo un espectáculo. Pudieron conocer los monumentos de nuestra capital y como no, bailar en el teatro romano… ¡¡toda una experiencia!!. Lo mejor de todo es su comportamiento, pese a su edad y gran número de alumnos que fueron, fue ejemplar en todo momento.

Y puestos a recordar podría contar mil anécdotas de todas las actividades realizadas y alumnos que han pasado por nuestras Es-cuelas, pero para terminar, sirva este articulo para dar las gracias

a todas aquellas personas que en algún momento de sus vidas han robado un trocito de su tiempo para enseñar algo que siempre se recordará y recordaremos con orgullo y satisfacción.

Desde estas líneas, no quiero dejar pasar la ocasión, una vez más, de agradecer enormemente la labor e implicación de los pa-dres y madres de todos nuestros alumnos. Su constancia, confianza en nuestro trabajo y sobre todo el amor a su tierra extremeña es para nosotras, las monitoras, el aliciente que necesitamos para se-guir con nuestra labor de enseñanza de nuestras tradiciones a los más pequeños.

Esta labor hoy en día no sería posible sin el inestimable apoyo de otras componentes del grupo, María García y Beatriz Morcillo, que ayudan y de qué manera a impartir las clases a los más peque-ñitos. Ellas, junto con todas las que nos acompañan a las actuacio-nes y excursiones del Grupo Juvenil, son sin duda nuestro mejor legado para continuar con estas Escuelas de Folklore.

LA VIDA DE CARAMANCHO ESCUELAS DE FOLKLORE 29

Conchi Parejo QuinteroMonitora de las Escuelas de Folklore

de Caramancho

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LA VIDA DE CARAMANCHO QUE HABLEN LOS NIÑOS30

Que

habl

en lo

s ni

ños Esos pequeños gigantes

Argumentos de niños de las Escuelas de Folklore de Cara-mancho, que expresan su sentir en el grupo y sus experiencias.

Llevo 3 años en los Caramanchos. Cuando em-pecé no sabía bailar nada, pero ahora sé mu-chos bailes como: El Verdigallo, el Candil, el triángulo, etc. El que más me gusta es La Virgen de Guadalupe. También me gustan las excursio-nes que hacemos, al campo sobre todo. El año pasado fuimos en tren a Mérida y en autobús a Orellana y Campanario. Nos reimos mucho el día de San Sebastián tirando bolas al Jarram-plas. Mis profesoras son Conchi y Genari, son muy buenas conmigo y me lo paso muy bien con ellas. He hecho muchos amigos en Cara-manchos y me encanta bailar con mi amiga María. Mi hermana Beatriz también viene y a veces bailamos juntas en casa. Me gusta mu-cho actuar y ponerme el traje de Caramancho. Victoria Gallego Gil

La verdad, que para mi los Caramanchos, es un sueño. Allí tengo un montón de amigos y ami-gas. Las profesoras son un maravilla y son muy divertidas Hacemos excursiones con muchas actividades y me encanta bailar sus canciones. No creo que haya unas clases de baile mejor que los Caramanchos.” Natalia

Hola me llamo María y tengo 8 años. Llevo dos años en el grupo de las escuelas de los caraman-chos y estoy muy contenta. Me llevo muy bien con mis compañeros y con mis profesoras Con-chi y Genari. Voy a muchas excursiones y me lo paso genial. María Sánchez-Mi randa Sierra

Hola, soy Enrique Gamero, hace dos años que entré en la escuela de baile “los caramanchos”.He conocido muchos amigos y me lo paso muy bien con ellos, bailando los bailes tradicionales de nuestros abuelos. He tenido muchas expe-riencias nuevas, montar en tren, en autobús, ir andando hasta llegar a la Ermita de las Cruces, …Cuando termino mi hora de baile, estoy desean-do que llegue el próximo día, ya que estoy muy a gusto con mis profesoras y mis compañeros.Enrique Gamero

Bailar jota para mi significa que todas las se-manas me encuentro con mis amigas del cole y otras que antes no conocía. Me lo paso genial con ellas, me gustan mucho las canciones anti-guas que Conchi y Genari nos enseñan y que yo me paso toda la semana tatareando.Y lo mejor de todo, por supuesto, las actuacio-nes. ¡Madre mía que guapos vamos todos! Los miércoles y los viernes bailamos.Jimena Gallego Sánchez

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2012 EN IMÁGENES 31

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012

en im

ágen

es

Actuación en la Coronada

Carroza de Reyes conmemorativa de los 35 añosConvivencia en La Serrezuela por los 35 años

Actuación del Día de la Madre

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2012 EN IMÁGENES32

Espectáculo “Jirones de nuestra Tierra” (Don Benito)Actuación Día de la Madre (Don Benito)

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LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2012 EN IMÁGENES 33

Festival Bonifacio Gil (Don Benito)Festival Infantil de Santiago (Don Benito)

Festival Internacionald de Folklore de Baza (Granada)

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2012 EN IMÁGENES34

Patrona a hombros en “La Velá” (Don Benito)

XIV Festival Nacional de Folklore “Ciudad de Don Benito”

Patrona a hombros en “La Velá” (Don Benito)

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Acerca deDon Benito

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ACERCA DE DON BENITO. SOBRE NUESTRO PUEBLO36

Sobr

e nu

estro

pue

blo Curiosidades de la historia

de Don Benito (IV)

Por lo que se ve los jueves han sido como festivos por la cantidad de actividades que se celebraban en este día.

Era típico la división del paseo en tres partes, la zona de la iglesia era el sitio preferido por las personas mayores, la del centro para jóvenes casaderos y la ter-

cera para niños y criadas que les acompañaban cuidando de sus juegos, con sus cofias y mandiles blancos.

Era también la plaza lugar de los mercadillos de venta agrícola y artesanal. En ellos los agricultores vendían sus cereales y los artesanos sus productos, en especial, la cuchillería.

La posada vieja con sus portales, era el lugar idóneo donde tra-tantes y trajinantes hallaban su cobijo mientras duraban sus tra-tos, así como en la casa redonda (Cine Rialto) donde se cataban los vinos sacados de los conos y en el Rincón Pío.

Los carnavales en Don Benito se iniciaban el día de San Se-bastián entre la Glorieta y el Paseo. La Glorieta se situaba donde están las “casas baratas”, antiguamente era uno de los centros de reunión más importantes del pueblo, había un quiosco de bebi-das entre la arboleda muy concurrido.

Desde la plaza a la Glorieta y hasta la estación de ferrocarril, era el recorrido ideal para los paseos cotidianos. Centro de reu-nión para disfrutar también de los acontecimientos masivos, como el carnaval y las ferias.

Comentar que durante la época de carnaval se permitía andar por la calle con disfraz y careta, pero sólo hasta el anochecer des-de cuya hora, estaba totalmente prohibido.

También estaba prohibido el uso de vestiduras de ministros de la religión, de las extinguidas órdenes religiosas y militares, de trajes de altos funcionarios y de la milicia, como de cualquier otra insignia o condecoración del Estado y el uso de armas y es-puelas. Ni los militares podían estar con espadas, ni los paisanos con bastones, solamente lo podría hacer la autoridad que presi-día.

El alcalde era la única persona que podía mandar quitar la ca-reta, al que no guardara el decoro debido o cometiera cualquier otro acto de molestia en el público.

La afición al deporte en Don Benito fue casi nula por regla general, la caza, pesca y la equitación eran los únicos deportes, cultivándose más los de envites y azar y en todas las clases socia-les, sin distinción de sexos ni edades, ese antiquísimo deporte de

la murmuración tan entretenido y económico.Mencionar que en 1.934, se creó “El club de Tenis”, propiedad

de Don Tomás Zuluaga, situado en la Avda. de la Constitución. Luego en 1942 se hizo un jardín con invernaderos, en el mismo lugar y al mismo tiempo que el Parque Municipal; que por cierto, es el más grande de Extremadura y uno de los más bonitos y de-teriorados, menos mal que ya lo están adecuando.

Uno de los personajes que visitó el Tenis Club, fue José Antonio Primo de Rivera, que vino a dar unas charlas. En la fachada de este sitio se puso una lápida conmemorativa en la que decía: “La vida no merece vivirla cuando en ella no se realiza algo grande”.

El Colegio Claret ha tenido doble resonancia en el deporte, una a nivel provincial y otra interna, inscribiéndose en los Cam-peonatos Nacionales de Centros de Enseñanza en -fútbol, balón-cesto, balón-boléa, balón-mano, gimnasia…

En Fútbol, siempre hemos jugado un papel importante. An-tes de la guerra, cuando aún no existían ni primera, segunda o tercera división. “El Don Benito”, -fue ocho años campeón de Extremadura (entonces los equipos se eliminaban por regiones), participando entre otros contra el Barcelona, Celta de Vigo... (campeones de otras regiones).

En 1.953, debido a la estrecha amistad que había entre nuestro paisano Don Victoriano Gómez con “Samitier” (de las prime-ras figuras del fútbol nacional), se consiguió que se desplazara a Don Benito “El Fútbol Club Barcelona”, con toda su titularidad (Campeones de Liga y de Copa ese mismo año), que jugaron un partido amistoso con nuestro Deportivo. Esto supuso un gran acontecimiento concentrando a gran número de aficionados de toda la región, para ver al “Gran Kubala”, “Ramallets”, “Los her-manos Gonzalo”, “Cesar “...

Permanecieron ocho días como huéspedes de honor (no como concentrados), disfrutando de nuestra gastronomía, del buen vino, de las tiendas.... y algo más.

Don Benito ha contado además con el primer y único equipo de fútbol y baloncesto femenino. Unas chicas muy guerreras que rompían en simpatías y dinamismo los esquemas tanto en los campeonatos regionales como locales. Todas ellas alumnas del Instituto de Bachillerato Femenino “Donoso Cortés”.

Equipo de Investigación (1989)

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En el año 1170, el Rey Fernando II de León y Don Pedro Suárez de Deza, Obispo de Salamanca, encargan a un grupo de trece caballeros (conocidos como “los Fratres de Cáceres” o “Caballeros de Cáceres”) la

defensa de la Ciudad de Cáceres, aunque cuatro años después, en 1174, el Califa de Sevilla, Abu Yacub Yusuf (Yusuf I), logra derrotarlos finalmente en la torre de Bujaco (Cáceres).

Según relata la bula fundacional, arrepentidos es-tos caballeros de la vida licenciosa que hasta entonces habían llevado, se unen bajo unos mismos Estatutos y forman una congregación para defender a los peregrinos que visitaban el sepulcro de Santiago Apóstol en Galicia y para guardar las fronteras de Extremadu-ra. Así fue la fundación militar.

El 29 de Julio de 1170, la Orden de San-tiago, quedó fundada y organizada. En su fundación participaron Don Cerebruno y Don Pedro Gundestéiz, Arzobispos de To-ledo y Santiago de Compostela, respecti-vamente; Don Juan, Don Fernando y Don Esteban, Obispos de León, Astorga y Za-mora, respectivamente; así como también el Cardenal Jacinto, legado papal.

El 5 de Julio de 1175 se produce la fundación religiosa. El Papa Alejandro III (Rolando Bandinelli) otorga una bula por la cual aprueba sus constituciones. A par-tir de este momento, se les conoce como Caballeros de Santiago.

Tras la Reconquista, aquellos preten-dientes que deseaban ingresar en la Orden de Santiago, debía aprobar en sus cuatro primeros apellidos ser hidalgo (hijodalgo) de sangre a fuero de España y no hidalgo de privilegio. También debía probar que ni él, ni sus padres, ni abuelos, habían ejerci-do oficios manuales ni industriales.

Aquellos que tuvieran raza, mezcla de judío, musulmán, hereje, converso o villa-no, por muy remoto que fuese, podía olvi-darse de ingresar en la Orden. Los que hu-bieran sido o descendiese de penitenciado por actos contra la fe católica, tampoco podían ingresar.

El aspirante tenía que pasar posteriormente a servir tres meses en las galeras y residir un mes en el monas-terio para aprender la Regla.

Con el paso del tiempo y la finalización de la Re-conquista, la Orden de Santiago se vio implicada en luchas internas de la Corona de Castilla.

Debido al poder que poseía aquel que obtuviese la dignidad de Gran Maestre de la Orden, las luchas y es-cándalos eran frecuentes. A la muerte en 1493 del Gran Maestre Don Alonso de Cárdenas, los Reyes Católicos hallaron una excusa para solicitar a la Santa Sede una

providencia capaz de poner término a estos escánda-los. Así, Sus Católicas Majestades solicitaron al Papa Alejandro VI (Rodrigo de Borja) que les concediese la administración del Gran Maestrazgo de la Orden. El Papa accedió a la demanda y con bula del mismo año otorgó la administración de la suprema dignidad de la Orden de Santiago a los Reyes Católicos. Desde ese momento, el Maestrazgo de la Orden de Santiago queda incorporado a la Corona de España.

Tras contar un poco la historia de la fundación de la Orden de Santiago y su incorporación a la Corona

Española, vamos a centrarnos en el caso personal del dombenitense Don Narciso Cortés de Arévalo, que en el año 1670 solicita su ingreso en dicha Orden.

El 22 de Mayo de 1670, Don Carlos, “por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón…”, como “Administrador perpetuo de la Orden, y Caballería de Santiago, por autoridad Apostólica; y la Reina Maria-na de Austria su Madre, como su Tutora, y Curadora, y Gobernadora de dichos Reinos, y Señoríos”, informa que Don Narciso Cortés de Arévalo les hizo relación y deseo de entrar en la dicha Orden, “y vivir en la obser-vancia, regla, y disciplina de ella, por devoción que tiene

ACERCA DE DON BENITO. D. NARCISO CORTÉS DE ARÉVALO 37

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El Caballero Don Narciso Cortés de Arévalo

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ACERCA DE DON BENITO. D. NARCISO CORTÉS DE ARÉVALO38

al bienaventurado Apóstol Señor Santiago”.Don Narciso era natural del lugar de Don Benito, jurisdicción

de Medellín. Fue bautizado el día ocho de Noviembre de mil seis-cientos cincuenta, en la Iglesia Parroquial de Santiago de Don Benito, por el teniente de cura Don Juan Baladés. Su padrino de pila fue el dombenitense Don Juan Calderón Villalobos.

Don Narciso pertenecía a una familia adinerada del mo-mento, de gran devoción religio-sa. Fueron sus padres Don Fran-cisco Cortés Rodríguez y Doña Juana de Arévalo Murillo.

El veintidós de Abril de mil seiscientos setenta y cinco con-trae matrimonio en Don Benito, en la Iglesia Parroquial de San-tiago, con Doña Martina Calde-rón de Villalobos y Robles, hija de Don Diego Calderón Villalo-bos, familiar del Santo Oficio, y Doña María Calderón de Robles, todos naturales de Don Benito.Tuvieron por hijos a Don Fran-cisco Cortés de Arévalo y Calde-rón, Don Juan Antonio Cortés Calderón y Doña Juana Cortés Calderón.

Don Juan Antonio fue reli-gioso de la Orden de Alcántara y Doña Juana casó con Don Juan Antonio Ceballos y Gayón de Hoyos, Caballero de la Orden de Alcántara, Gobernador de la Villa de la Gata, Superintendente General de las Reales Aduanas e Intendente de las Islas Canarias.

Tras la muerte de su hija Doña Juana y su marido, Don Narciso quedó como tutor y curador de los hijos de ésta, sus nietos, Don Pedro y Doña Anto-nia Ceballos, así como también de “los bienes y caudales que he-redaron” de sus padres. Había otra nieta más, Doña Juana, que se encontraba casada con Don Pedro Campos y Orellana, natural de La Zarza.

Don Francisco Cortés de Arévalo, nació, como sus hermanos, en Don Benito, el 9 de Julio de mil seiscientos setenta y ocho. Casó

Don Francisco en primeras nupcias con Doña Juana Campos de Orellana y Contreras y en segundas, en la Ermita de Nuestra Seño-ra de las Cruces, con Doña Manuela de la Rocha Pérez y Guzmán.

De un poder otorgado por Don Francisco el tres de Agos-to de mil setecientos treinta, podemos sacar que de su se-gundo matrimonio con Doña Manuela tuvo a Don Cayeta-no Antonio Cortés y Arévalo, Doña Martina Cortés de la Rocha y Arguello, Don Gó-mez Cortés y Arévalo, Doña Catalina Cortés de la Rocha y Arguello y Doña Francisca Cortés de la Rocha y Arguello, “mis hijos legítimos”.

En mil setecientos veinti-cinco, “…valiéndonos de esta facultad que nos es comedida y atendiendo a que para la per-petua memoria de la Nobleza, Casas y Familias se hallan es-tablecidos mayorazgos y que en esta manera se conserve la ha-cienda…”, Don Narciso Cortés funda un mayorazgo. Además, “incorporamos y agregamos nos los dichos Don Narciso Cortés y Doña Martina Calderón, este dicho vínculo y Mayorazgo que fundamos, a otro vínculo que los Señores Don Francisco Cor-tés Rodríguez y Doña Juana de Arévalo Murillo y Escobar, pa-dres de mi el dicho Don Narciso Cortés de Arévalo, fundaron de las Casas principales en que vi-vimos a la Calle Enrrollada… de que soy poseedor yo el dicho Don Narciso Cortés y después de mis días lo ha de ser el dicho Don Francisco Cortés de Aré-valo, mi hijo”.

Don Narciso Cortés, igual que todo pretendiente a in-

gresar en la Orden de Santiago, tuvo que probar la nobleza de la varonía paterna.

A la cuarta pregunta del Interrogatorio que se hace, se responde que “Don Francisco Cortés Rodríguez y Juan Cortés son y han sido

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ACERCA DE DON BENITO. D. NARCISO CORTÉS DE ARÉVALO 39

siempre muy nobles y notorios hidalgos de sangre…”. Juan Cortés fue Regidor por el Estado de los Hijodalgo (1614), así como también fue Familiar del Santo Oficio; y Don Francisco Cortés Rodríguez fue Regi-dor y Alcalde de la Hermandad (1664) por el mismo Estado de Hijodalgo.

Ni el pretendiente, ni ningún familiar tuvieron un oficio vil o mecánico.

A la quinta pregunta se dice que “Doña Catalina Rodríguez, abuela paterna del pretendiente, es sabido muy limpia cristiana, sin mancha de judío, moro, converso…”.

Entre los que prestan juramento y testifican se encuentran los dieci-siete siguientes dombenitenses: • Don Andrés Rodríguez de Aréva-

lo, Alcalde Ordinario por el Estado de los Hijodalgo. Según él, el pa-dre y abuelo del pretendiente son y han sido “…limpios cristianos viejos libres de toda mala raza…”.

• Don Pedro Calderón de Robles, Hijodalgo y Familiar del Santo Oficio. Relata que “…siempre han sido muy notorios hidalgos según el fuero y costumbre de España…”.

• Don Francisco Macias, presbítero natural y vecino de Don Benito.

• Licenciado Francisco López Velas-co, presbítero de Don Benito.

• Diego Libiano Rodríguez, hombre llano y vecino de Don Benito. “…Juan Cortés y Doña Catalina Ro-dríguez, su mujer legítima, que am-bos fueron vecinos y naturales de este lugar (Don Benito)…”.

• Francisco Sánchez, hombre llano y vecino de Don Benito.

• Don Juan Dorado, hombre llano y vecino de Don Benito.

• Francisco Pérez, hombre llano y vecino de Don Benito.

• Juan Díaz Parras, hombre llano ve-cino de Don Benito.

• Licenciado Francisco Rodríguez, clérigo y vecino de Don Benito.

• Francisco Gallego Bernal, hombre llano y vecino de Don Benito.

• Juan García Ruiz, hombre llano de Don Benito.

• Juan García Cañamero, hombre llano de este lugar.

• Licenciado Palomo, clérigo de Menores Beneficiado. “…gozan de los honores… de que gozan los demás hijodalgos…”. Se-gún el Licenciado Palomo, Doña Catali-na Rodríguez fue hija de Juan Rodríguez, familiar del Santo Oficio; así como tam-bién dice que de su matrimonio con Juan Cortés hubo otro hijo llamado Juan Cor-tés, Licenciado y que fue Religioso de la

Orden de Santiago.• Don Francisco Carrasco, hijodalgo y Re-

gidor por el Estado Noble de Don Benito, de donde es vecino.

• Francisco Herrera Rodríguez, Alcalde Ordinario por el Estado llano.

• Licenciado Juan González Pantoja, clé-rigo presbítero de Don Benito. “…sin duda alguna… sus padres y abuelos pa-

ternos (fueron tenidos) por hijos legítimos y de legítimo matrimonio habidos…”.

Según la documentación, se realiza un auto para reconocer el escudo del sepulcro de la familia, dicho auto comienza así: “En el dicho lugar de Don Benito, dicho día, mes y año, atento el hallarnos en la Iglesia Pa-rroquial…”. Según los testigos, en el sepul-cro que en la Iglesia Parroquial de Santiago

tienen Juan Cortés y Don Francisco Cortés Rodríguez, tienen su escudo de armas. “…hallamos una losa de piedra de pandería en el lado de la epístola dentro de la capilla ma-yor…”; “Y en ella esta un escudo de armas con su celada y morrión, y con cuatro cuarte-les. Y en el cuartel superior del lado derecho esta un león con un águila encima; y en el que le corresponde en la parte inferior, esta una

insignia o hábito de la Inquisición. Y en el lado siniestro, en el cuartel supe-rior tiene tres coronas; Y en el inferior que le corresponde tiene ocho cabezas y un perro debajo de ellos; Y el dicho escudo tiene un hábito de santiago por orla. Y en el medio de la losa hay un letrero que se lee con dificultad: este sepulcro es de Don Juan Cortés”.

En un documento fechado en el año mil seiscientos veinticuatro y cuyo título es “Memoria de los Hi-dalgos que el lugar de Don Benito tiene son los siguientes”, se puede leer como aparece tanto el abuelo como el padre paterno de Don Narciso; “Juan Cortés familiar Hidalgo”, “Don Francisco Cortés clérigo Hidalgo”. En el padrón de la martiniega, ni padre ni abuelo paterno aparecen como hombres llanos.

El veintinueve de Septiembre de mil seiscientos sesenta y cuatro Don Francisco Cortés Rodríguez fue elegido Alcalde de la Santa Her-mandad por el Estado Noble. En el mismo día y mes del año 1669, es elegido como Regidor por el mismo Estado.

Por todos los datos aportados, se le concede a Don Narciso Cortés de Arévalo su ingreso en la Orden de Santiago. Su sangre fue probada como limpia y pura. También fue familiar del Santo Oficio.

En el testamento con fecha del veintiocho de Agosto de mil sete-cientos veinticinco, Don Narciso y su mujer, Doña Martina, quedan escrito que “hallándonos como nos hallamos buenos y sanos y en todo nuestro juicio y entendimiento na-tural tal cual Dios Nuestro Señor

tuvo providencia darnos…” “queremos que nuestros cuerpos sean sepultados en la Iglesia Parroquial del Señor Santiago de este lugar, en la sepultura que tengo con las Armas de los Corteses Rodríguez de mis ascendientes, y caso que no este desocupada, en la de los Calderones, que es de los ascendientes de la dicha Doña Martina Calderón, y si tampo-co hubiese lugar sea donde nuestros albaceas ordenaren”.

En el padrón, ni padre ni abuelo paterno aparecen como hombres

llanos

“queremos quenuestros cuerpos

sean sepultados en la Iglesia del

Señor Santiago”

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ACERCA DE DON BENITO. DON NARCISO CORTÉS DE ARÉVALO40

El Caballero Don Narciso Cortés de Arévalo falleció en Don Benito el 24 de Febrero de mil setecientos treinta y dos, siendo enterrado en la Iglesia Parro-quial de Santiago Apóstol de la misma Ciudad como era su deseo.

BIBLIOGRAFIA•Archivo Histórico Nacional. Signatura: OM-CABALLEROS_SANTIAGO, Exp.2171 (Pruebas para

la concesión del Título de Caballero de la Orden de Santiago de Narciso Cortés de Arévalo, natural de Don Benito).

•Archivo de la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol.•CABEZAS DE HERRERA FERNÁNDEZ, Mª Dolores (2006): Escudos Heráldicos de Don Benito

(siglos XVI-XIX), Ayuntamiento de Don Benito.•VAQUERIZO ROMERO, Félix (2000): Manual de Heráldica Española, Trigo Ediciones SL, Soria.

DanielCortés González

Pte. Asociación Torres Isunza

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Muchos de noso-tros conocemos grandes monu-mentos, gran-des obras que

mandaron edificar reyes, empera-dores, jefes de gobierno, etc., pero pocas veces sabemos quiénes son los autores de dichas obras. Sabemos que existen las pirámi-des de Keops, Kefrén, Micerino o Meroe, por citar algunas, pero no conocemos, al menos yo, a sus arquitectos. Conocemos que la obra del teatro de Mar-celo, en Roma, fue impulsada por Julio César, pero muchos no conocemos quién es el autor del mismo. Y así podría seguir enumerando los numerosísi-mos monumentos mundiales, de los que muy pocos reconoce-mos quiénes fueron sus autores materiales.

En un ámbito muchos más estrecho que los anteriores, pero siempre importante, dentro de lo que supone el campo de la cultura, en este caso, la extremeña, sabemos que en Don Benito existe un Mu-seo Etnográfico, que fue inaugura-do, el día 10 febrero de 2000, por el entonces Presidente de la Junta de Extremadura, don Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Aunque parezca mentira, conocemos el nombre del autor, de su “arquitecto” ideológico y material: don Agustín Aparicio Cerrato, y rehusamos nominarlo. Don Agustín tuvo la suerte de que su idea fuera bien acogida por el ayuntamiento de la localidad, sien-do alcalde don Mariano Gallego Barrero; después, con el paso de los años y como el dulce pastel que suponía el museo, muchos se su-bieron al carro del mismo, comien-do como pajarillos y alimentados por su madre, ignorando que esa madre fue don Agustín Aparicio Cerrato. Cuando supieron volar y valerse por sí mismo, abandonaron el nido y a la madre, con el egoísmo del mando de la fuerza y de la in-fluencia de la juventud y el poder.

Aprovecho la ocasión que me ofrece la Revista Caramancho para escribir sobre un calabazón enamorado de su pueblo, un soña-dor de su pueblo, autor del museo etnográfico dombenitense. Reco-nozco que el texto será largo. Para

ello, lo voy a publicar en varios ca-pítulos, si a los años sobrevivo, y lo haré con cariño, porque conozco lo que don Agustín Aparicio ha trabajado, dentro de su humildad y cabezo-nadas, para recuperar un cacho de historia y de recuerdo de su pueblo.

Aprecio, en la actualidad, a don Agustín un poco desilusionado, y no le falta razón. Pero creo que su error fue, en el pa-sado, que llamó con ilusión a puertas que él creyó brillantes, que buenamente se abrían y que más fácilmente se cerraban. C l a r o ,

que podría haber llamado a otras puertas más sencillas, pero, hay que reconocer que en casa de los pobres el frigorífico de las influen-cias está vacío y rancio.

Sé que don Agustín ha recorri-do muchos kilómetros para visitar

y estudiar distintos museos et-nográficos. Que yo recuerde, entre otros el museo González Santana, de Olivenza, el museo González Enciso, de Plasencia, entre otros. Poco a poco, fue planificándolo para traer su modelo de museo a Don Benito.

Conoce y sabe que casi to-das las personas, en el fondo, tenemos algo de complejo y síndrome de Diógenes, porque casi todos guardamos en un rincón de nuestras casas (en los doblaos) lo que sea, hasta los más inservibles. No es que guardemos en nuestros doblaos

basura, pero sí que recogemos re-cuerdos sentimentales de un pa-sado más o menos lejano. Cuando

ACERCA DE DON BENITO. D. AGUSTÍN APARICIO Y EL MUSEO 41

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D. Agustín Aparicio y el Museo Etnográfico de Don Benito

y sabe quetodas las

personas tenemosalgo de complejo

y síndrome deDiógenes...

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ACERCA DE DON BENITO. D. AGUSTÍN APARICIO Y EL MUSEO42

subimos al doblao, tal vez nunca los miramos pero sí los vemos, y siempre nos traen a la memoria un recuerdo. Y de este síndrome o complejo de Diógenes, con buena fe, se aprovechó el bueno de don Agustín Aparicio.

Don Agustín sabía que en los doblaos de casi toda las casas de

Don Benito se guardaban algunos objetos, que en el pasado fue-ron útiles y ahora, inservibles, y que cada uno de ellos duerme el sueño del recuerdo. Con esa idea, se puso a escarbar en cada rincón de los doblaos que le permitían que visitara. No todo fueron fa-cilidades, pues unos eran descon-fiados a desprenderse de sus cosas inservibles; otros dudaban de la veracidad, y con el tiempo lo fue-ron tirando a los contenedores de basura.

Pero don Agustín, a los do-blaos que subió, siempre encon-tró algo para “su museo”. Y lo que encontró, siempre dependió del estilo de casa, de las costumbres familiares y de las distintas pro-fesiones. Así, en una de las casas, encontraría una segureja o una macheta o una panera o un candil o una plancha o una embutidora, etc.; en la de un labrador, un cor-billo o una horca para aventar o una rastra o un trillo o una cavadera o un zacho…; en la casa de un labrador, unas aguaderas o un yugo o un arado romano o de hierro o unas verteéras …; en casa de un artesano, un telar con su devanaéra, con su carruchero, una panera…; en la casa de los que

fueron unos recién casados, unos tajillos, una alacena, un baúl con su burrilla, una percha, un sofá de eneas …; en menos casas, una pulsera, una gargantilla, un colgante…; en la mayoría de las casas, una cocina típica extremeña, con sus estrébedes, sus calde-ros, sus llares, su mortero, su badil, su gazpachera, su morillo…

Y podría continuar enumerando todo aquello que pudo haber encontrado en los doblaos de una casa cualquiera.

Toda esta labor de obtención de objetos “inservibles” la realizó con paciencia el autor del museo. Subió solo todo tipo de escaleras. Buscó y rebuscó solo, agachándose, por cul-pa de los bajos techos, buscando su mercancía preciada y, poco a poco, la fue consiguiendo. Todo esto y más (como luego escribiré) lo fue hacien-do, como decimos por aquí, de balde y perdiendo parte de su tiempo y de su familia (para él, no; era ganarlo)

Una vez recogidas y amontona-das muchas de las piezas consegui-das, ¿qué hacer con ellas? Pues llevar a cabo su idea: exponerlas al público; y para eso, nada mejor que una ex-posición pública, donde la gente se recreara en su pasado y se animara a ir prestando los achiperres que guar-daba en su casa para la creación de un futuro museo etnográfico.

Y así lo hizo don Agustín. En una primera etapa, y con per-miso de la concejalía de cultura, del ayuntamiento de Don Beni-to, muchos objetos y libros antiguos, y hasta una antigua pistola, abrieron el camino del posterior museo etnográfico, en una expo-

en los “doblaos”de casi todas las casas se

guardan objetos ya inservibles

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ACERCA DE DON BENITO. D. AGUSTÍN APARICIO Y EL MUSEO 43

sición que se abrió, en septiembre de 1998, en la sala de Exposiciones de la Casa de Cultura. Recuerdo que aquella exposición fue un gran éxito, tanto por el número de visitantes que acudieron a visitarla como

por la originalidad. Fue tal la cantidad de achiperres que donaron, que pronto la Casa de Cultura se hizo pequeña para al-bergarlos. Y es ahora, a partir de este mo-mento, cuando se crea el germen del que sería el futuro Museo Etnográfico de Don Benito: se convirtió, en primer lugar, en un adolescente, no maduro, aún, cuando se traslado todo a las escuelas del Ave María.

Las Escuelas del Ave María es un lugar precioso de Don Benito. Como se escri-bió en la época de la fundación de dichas escuelas, y tengo recogido en mi libro Un Paseo por Don Benito junto a don Antonio Sánchez, se construyó: “en una explanada magnífica [donde] se alzó [el edificio de las escuelas], maravillosa, con elegancia ática de acrópolis griega, acogedora y cristiana”. Para hacer un poco de historia del lugar, en aquel mismo libro escribí: El día 26 de mayo de 1927, a las 19 horas, tuvo lugar el solemne acto de colocación de la primera piedra para la construcción de la Escuela del Ave María por el obispo de Plasencia,

de entonces, don Justo Rivas Fernández. Fue benefactor de la obra don Pedro Gran-da y Calderón de Robles. Al acto asistie-ron, entre otras personalidades, junto al alcalde, don Pedro Granda, don Vicente

Calderón, secretario del ayuntamiento, don Francis-co Pablos Navarreño, arci-preste, los sacerdotes loca-les don Benedicto Bermejo Barbero y don Enrique Lla-nes García, el juez de pri-mera Instancia don Vicente Ruiz Medina, don Mariano Mediavilla López, superior del Corazón de María, etc. Su verdadero fundador fue don Manuel Parejo Baha-monde. Pues bien, a este bello lugar, lleno de historia manjoniana se ubicó el que iba a ser el Museo Etnográ-fico de Don Benito.

El señor alcalde de Don Benito, don Mariano Galle-

go, y don Agustín Aparicio, transcurrido un tiempo desde aquella primera expo-sición en la Casa de Cultura, deciden el traslado del mismo a las escuelas del Ave María. No fue fácil exponerlo. Había mu-cho material y el tiempo apremiaba. Don Agustín, ayudado por la escuela taller y por don Víctor Carmona, se puso a darle vida al lugar, construyendo distintos ta-lleres a base de paneles de madera. Y con urgencia tuvo que actuar el amigo Apa-ricio, cuando le comunicaron que las cá-maras de televisión iban a visitar el lugar. Sin terminar, y valiéndose de su pundonor, pudo montar, el día anterior a la “puesta de largo”, una zapatería, que fue donada por Patricio Cerrato, y un ultramarino, de don Vicente Muñoz, que estuvo situado en la calle Bueyes. Al día siguiente, con la llega-da de las cámaras, Don Agustín sonrió y… vio que todo era bueno.

Y en estas escuelas, de forma temporal quedó instalado el museo, hasta comien-zos del año 2000, que fue inaugurado el

actual. Durante aquel tiempo, el autor del museo, el señor Aparicio, pudo dormir y sonreír tranquilo y alegre, pues pudo ver cumplido parte de sus sueños, y que los achiperres continuasen aumentando gra-cias a la generosidad de la gente. Era el au-tor un hombre cansino, en el buen sentido de la palabra, e incansable, tenaz y persis-tente. Teniendo conocimiento por el señor alcalde, don Mariano Gallego, de que te-nía la intención de abrir, aprovechando su positivo impulso, un museo etnográfico mayor y con más categoría en la llamada casa del conde, se dedicó, durante bastante tiempo a viajar y buscar talleres comple-tos o aparatos o despachos que pudieran acoplarse al futuro museo. Todo ello de su propia pecunia.

La idea de don Agustín era que el mu-seo tenía que estar fundamentado en la so-ciedad que vivió Don Benito a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Y bus-có no solo en Don Benito, sino en pueblos próximos para traer talleres completos que ocuparan aquellos espacios: el ultramari-no, de Salvatierra de los Barros; la fragua, de Campanario; la imprenta, de La Haba; la fábrica de caballitos de cartón, de La Co-ronada y un largo etcétera. Todo ello era acarreado por un camión propiedad del ayuntamiento, que el señor Alcalde había puesto a su disposición.

Y todo esto ha conducido al actual museo etnográfico, del que nos podemos sentir orgullosos los dombenitenses por la labor y tesón que ha tenido Don Agustín Aparicio Cerrato para regalarlo a su pue-blo.

Por no arruinar el espacio que me rega-la la revista Caramancho, continuaré escri-biendo sobre el museo y autor el próximo año.

Guillermo Paniagua Parejo

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Investigación de Folklore

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Spanish Costume: Extremadura

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 45

Indu

men

taria

Una chaqueta en lugar de un tabardo abierto era la zamarra del pastor del va-lle de Plasencia (figs. 28,29), un hombre apuesto, afable y campechano, que se veía en posesión de autoridad. Tal pren-

da recomendaba llevar Richard Ford para los viajeros en España y que él mismo vistió allí, y luego más tarde en Inglaterra mientras trabajaba en su famoso Manual.

Pero la chaqueta de Ford era negra, mientras que la del pastor era de piel blanca, suave y fina en la manga

izquierda y más basta en el resto. La parte de debajo de los brazos estaba hecha de piel de cabra, probablemente como la de Campanario; también bordeaba y ataba to-dos los lados, incluidas las aberturas para los bolsillos. El abrigo sencillo de piel del pastor tenía bolsillo por toda la parte de abajo del frontal como los de ejemplo bordado (fig 326) de La Serena.

Su faja negra y la bufanda a rayas eran de lana así como las medias, negras y cogidas cuidadosamente con

una liga por la rodilla. Para el peto, había hecho una hendidura por la mitad a un cuero con la piel por fue-ra; se reforzaban en los bordes largos con una sencilla banda cosida y asegurada a cada pierna con un tirante ancho. Los calzones hasta las rodillas, como los del ma-yoral de El Barco de Ávila, eran de esa clase de cuero llamada piel estezada, cuero pardo de cabra que se lle-va al menos en parte extendiéndolo sobre las cenizas y después envolviéndolo todo.

Tanta carga de piel – abrigo, calzas y peto – además de una chaqueta de piel de oveja, podría indicar que este pastor tenía una posición mejor que la mayoría, posiblemente como la de pastor jefe o guía del rebaño.

Sus sandalias (abarcas) de cubiertas de neumáticos de automóvil merecen es-pecial atención. El diseño consistía en un rectángulo tan largo como el dibujo de la planta del pie, incluyendo a cada lado una tira con cuatro agujeros. Había atado dos esquinas sobre los dedos, y lo que queda-ba al descubierto había sido rellenado con una lengüeta de revestimiento de tela ase-gurada por debajo a la suela con una raja en la parte de arriba para ajustar la correa del empeine, que pasaba a través del se-gundo par de agujeros. El talón estaba al descubierto. Las lengüetas de los aguje-ros restantes se abrochaban en el tobillo. Aparte de las medias, un paño blanco y grueso evitaba que la piel del pastor se despellejara con las correas al rozar sobre pie y tobillo mientras caminaba.

Así persiste una forma y un nombre a pesar de un cambio radical en el tejido; el material original de las abarcas era cuero crudo. En una ocasión fotografiamos tal par (fig. 30) en LLanes en Asturias, donde fueron atesoradas como raras e importan-tes. El cuero crudo había sido cortado en una pieza y le habían dado forma uniendo los bordes de los lados en la parte de atrás con correas. La parte delantera, siendo más recta, había sido doblada toda junta dejando un espacio para calzar el arco del pie. Como tenía tiras, la sandalia se tenía que abrochar pasando la correa por los cortes en el centro de la parte trasera, los extremos cruzados en la parte de arriba del lazo y cada extremo tenía que pasar a

través de un agujero al lado para que se atara finalmente en el tobillo.

Asociado con los vigilantes de las ovejas, el término abarcas aparece en los privilegios del conquistador leo-nés a Cáceres en 1229. Un miniaturista de las Cántigas observó el dedo completo y la caída hacia el talón, junto con las correas atadas sobre el pie y el tobillo que carac-terizaban las sandalias de un pastor de su tiempo. Los entregadores que portaban capas en Cáceres cogieron

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES46

al mismo tiempo cinco pares de abarcas, las cuales tuvieron que ser todas devueltas.

Una pastora en una novela se calzó “abarcas de cuero limpio con cordeles de fina lana”. A principios del siglo diecisiete Pedro Orrente, que tenía una afición es-pecial de pintar pastores, representó a uno con sandalias de piel o cuero crudo, en las cuales las correas se juntan en los bordes para tapar los tobillos y luego, dejando el talón al descubierto, daban vueltas varias veces sobre el tobillo. Valeriano Domín-guez Bécquer, pintando cerca de Soria durante la década de 1860, registró unas abarcas marrones atadas con correas de ese color sobre unos paños en el tobillo de color crema.

El Museo del Pueblo Español en Ma-drid exhibe unas abarcas auténticas de cuero peludo con tarjes de un pastor y una pastora de Villaciervas, en la provincia de Soria. En la exposición del Traje Regional (Madrid, 1925) un maniquí representando un pastor de Jaén, vestido con atuendo de lana negra y sandalias atadas por la rodi-lla sobre paños de color pálido o blancos, mostraba la versión sureña de la abarca. El cuero crudo servía bien para los caminos secos, pero sobre mojado se reblandecía y se hacía engañoso. Los pastores de hoy en día deben dar gracias al uso de la goma.

La mujer del pastor (fig.17), sentada en una piedra al lado de la puerta y hacien-do ganchillo con encaje grueso y algodón blanco, estaba vestida con la decencia ga-lardonada por los de su clase con un pa-ñuelo y una blusa de algodón negro, bu-fanda sencilla de lana negra y una falda y delantal tejidos en casa de lana de oveja negra. De los cuatro hijos que tenía, dos pequeños estaban en casa. Uno vestido con prendas de lana llevaba sandalias de goma como las de su padre, atadas con cáñamo sobre trozos de frazada; el otro que tenía un abrigo curtido de algodón con una gruesa bufanda de lana alrededor de su pequeño cuello, tenía unas sandalias de cuero de tipo comercial.

Las pieles de oveja eran usadas para hacer ciertos accesorios así como las zamarras. En el mercado de Cáceres, un hombre apa-recía llevando una alforja de piel blanca y limpia que contrastaba ricamente con el terciopelo negro de sus ropas. El ejemplo que en-contramos para fotografiar (fig. 31), también en las llanuras de Cá-ceres, estaba dispuesta sobre un burro que montaba el joven pastor

Alejandro. Las había hecho su padre, un bolsillo de piel negra y el otro de blanca. La pieza que unía los bolsillos era blanca, excepto por un trozo negro al final que se extendía con la parte de la piel hacia arriba.

Las mallas de Alejandro eran trozos estrechos de piel blanca enredados como polainas y atadas con cuerdas. Como eran una protección contra la lluvia y las zarzas más que del frío, las lleva-ba tanto en primavera como en invierno. Hicimos que posara lo mejor que pudimos para resaltar su cara alegre y su figura fornida y para ocultar los harapos a los que se habían reducido su jersey de lana gris, su chaqueta de pana verde curtida y sus variopintos pantalones.

Un peto parcheado de piel le caía sobre los pantalones. En los

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 47

zapatos, las partes de arriba habían sido remendadas con trozos de neumáticos. Alejandro tenía dos amigos alegres con él, y cuando recibieron la propina se fueron cantando para tomar un café.

Piel blanca de cordero adornaba el zu-rrón pardo de piel de cabra, por delante y detrás, del pastor más joven que conoci-mos, José Antonio (figs. 32, 34) de la fami-lia con el chozo portátil que cuidaban de las ovejas en las orillas del río Benazaire (fig. 33)

El zurrón era más ancho en la base que en la parte superior, donde se ataba con piel de cabra y se recogía con una correa que pasaba por unos ojales; pendía de un arnés de tiras de cuero asegurado sobre el pecho con una hebilla hecha con las correas en forma de cruz.

La forma de este zurrón, usada por los cazadores así como por los pastores del alto Guadiana es muy antigua. En un primitivo cuadro de Catalán aparece, pero portado más arriba, a la espalda de Abel mientras sacrifica un cordero mientras Cain, alzan-do un cuchillo, muestra las correas de un

zurrón similar atado al pecho. El arnés frontal con correas en forma de cruz apare-ce con mucho detalle en el cuadro de Pedro Orrente del joven pastor David.

El cuello de la camisa blanca de José Antonio, inmaculadamente blanco, era un tributo al cuidado de su madre. El jersey de lana de tonos apagados y los pantalones remendados de pana de color miel oscuro, así como la boina negra, podrían llevarlos cualquier zagal, pero el chaleco (chupa) de piel blanca, atado con piel de cabra y equi-pado con bolsillos abiertos y la manta eran equipo profesional. Un poema de pastores menciona estos atuendos:

Chaleco y calzasEl pastor pudo tener,No le hicieron zamarraPorque tenía que crecer.Cuando gabardina y mantaJuntas yo llevaba,Todos mis bienes terrenalesSobe mi espada cargaba.”Las sandalias hechas con cubiertas de

neumáticos estaban pegadas con grapas de

alambre, los pies de José Antonio descan-saban como si fueran barcos. Una lengüe-ta ancha pasaba por la parte de los dedos y una correa del tobillo, que el chico no se había molestado en pasar por la hebilla, por la lengüeta. Junto a un trozo de pan, llevaba en su zurrón unas tenazas para reparar las grapas.

El viaje por ferrocarril es más rápido e incomparablemente más fácil para los pastores nómadas y sus rebaños, pero aca-ba con el contacto con las gentes y lugares del camino. Viajando a pie, los nómadas pasaban treinta o cuarenta días en el via-je que podría ser de hasta 725 kilómetros. El orden de progreso estaba definido y era metódico.

Un rebaño grande bajo el cuidado de un mayoral estaba dividido en rebaños de unas mil cabezas cada uno. Al frente de cada rebaño había un líder, a veces llamado rabadán, con cinco perros y cuatro pastores ayudantes de los cuales el zagal, siendo el más joven y tan sólo un aprendiz, hacía casi todo el trabajo y recibía la menor paga. La vanguardia de los carneros sementales se

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. LAS CRUCES Y MENGABRIL48

juntaban con el rabadán, atraídos por el pan que llevaba para ellos; a continuación venían la camada de hembras y los anima-les más débiles. A estos grupos se les daba el mejor pasto. Envueltos en el polvo se movían el resto de ovejas, seguidas de las yeguas de carga y sus potrillos. La carga in-cluía rediles, utensilios de cocina y cantim-ploras, raciones para hombres y perros, sal para las ovejas y las pieles de los animales que morían por el camino.

A través de las cañadas, los rebaños te-nían que hacer seis o siete leguas al día. En campo abierto se podían entretener y pas-tar, avanzando a un tercio de ese ritmo; a los pastores se les multaba si iban muy de-prisa. Un grupo de hombres llamados ro-peros iban haciendo el pan necesario. Por las noches, las cañadas aparecían alineadas por los brillos rojos de los fuegos que calen-taban los calderos colgados de los trípodes.

Al preferir los pastos extremeños a los de Andalucía o Castilla la Nueva, los due-ños previsores hacían planes para sus reba-ños por adelantado. Para cuando llegasen los transhumantes, las lluvias de otoño ha-bían revivido la hierba y todo lo que tenía que hacer un pastor era entrar en su espa-cio asignado, reparar su chozo, o montar uno nuevo, extender su lecho y disponer sus utensilios de cocina.

Era probable que la ventisca o la lluvia y la época del nacimiento de los corderos ca-yera sobre el pastor al mismo tiempo, rota sólo por las agradables distracciones de la Navidad. La Natividad tenía un significado especial para los pastores, estaban acos-tumbrados a pasarla juntos, cantando vi-llancicos y tocando el rabel de dos cuerdas y la pandereta cuadrada. Muchos aldeanos a veces salían y se unían a ellos.

El nacimiento de los corderos podría continuar hasta enero, pero el mes de fe-brero era completamente tranquilo, excep-to por la necesidad de mantener una vigi-lancia incesante por los lobos. Se pagaban recompensas por las pieles y las cabezas de los lobos, así que estar alerta valía el doble. En marzo los rabos de los corderos se te-nían que cortar, marcar los hocicos y serrar los cuernos. Como el arriendo de los pastos acababa el veinticinco de abril, la jornada hacia el norte empezaba poco después.

Mientras más lejos viajaban de los pue-blos extremeños, que les imponían tasas e impuestos a cada momento, más cerca se encontraban de las montañas de su hogar y más ligero se hacía el corazón de los pas-tores trashumantes en los brillantes días de Junio.

El mayoral, que ya se había adelantado, salía a encontrase con ellos y asignarles los pastos, entonces les daba permiso por un día o dos para que ellos pudieran disfrutar de las celebraciones que marcaban su retor-no. Con las primeras nubes del otoño, rom-pían lazos con el hogar y otra vez retoma-ban el conocido viaje a través del viento y la lluvia o arroyos crecidos. Un viejo estribillo canta su partida:

“Ahora se mueven los rebañosHacia Extremadura;Ya se queda el monteSolo y oscuro.Ya van los pastores,Ya los rebaños arrastrándoseMás de una pastoraLos mira llorando.”

Ruth Matilda AnderssonTradución págs. 28 a 32

Fco. Miguel García Barroso

A través de las cañadas,

los rebaños teníanque hacer seis o

siete leguas al día

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Las Bodas de los años 50

Cuando llegaba la ju-ventud, como en to-dos los pueblos, los chicos cortejaban a las chicas y se hacían

novios. Así estaban un buen tiempo hasta que llega el día que el novio tenía que entrar en casa de la novia. Porque hasta ahora paseaban, iban al baile, al cine y “pelaban la pava” en la puerta de la novia. Entonces los padres un poco antes de llegar a su casa, solían toser para que la pareja supiese que llegaba. El clásico saludo, buenas noches, respondían los novios, buenas noches, el padre entraba en casa y así cada día.

Llegaba el momento que el no-vio le decía a la novia que si quería casarse con él, élla contestaba que sí y la pareja, se lo decían a sus padres y estos hacían los preparativos.

Los padres del novio acompaña-dos de algunos familiares más ínti-mos hacían la visita a la familia de la novia. Le llevaban un obsequio y a partir de ese día el novio ya podía entrar en la casa y relacionarse con todos los familiares. Los padres de la novia agasajaban a los familiares del novio con un aperitivo y bebidas. Hablaban, contaban sus historias y comenzaban una nueva relación.

Cuando decidían el día de la boda, comenzaban los apuros, invi-

tados, trajes, local, regalos de boda, “refresco” del novio y la novia, la iglesia, los padrinos, y entre todo, siempre se acababa con algún roce familiar, que luego se resolvían por-que todos eran malos entendidos y se olvidaban y se perdonaban.

Llegaba el día de la boda, todo el mundo con traje nuevo, desde los calzoncillos, calcetines, zapatos, camisas, corbatas, pantalones, cha-quetas, etc. etc., los hombres. Las mujeres, también estrenaban todo, trajes, vestidos, tocados; horas en la peluquería, etc. etc.

El Sr. cura, lo tenía todo a punto. El novio acom-pañado de la ma-drina, que solía ser la madre, sus familiares, y los invitados iban a la iglesia y es-peraban a que llegara la novia acompañada del padrino, que so-lía ser el padre, y seguidos del res-to de los familia-res y amigos.

En el altar el novio esperaba a la novia que llegada del brazo

de su padre y se la entre-gaba. El Sr. cura comen-zaba los ritos propios del casamiento, les ponía una túnica. Cuando los no-vios decían “si”, pasaban a la sacristía que esperaba “Juanito” el representante del juzgado, que les hacía firmar los documentos que les convertía en mari-do y mujer, civilmente.

Todos salían caminan-do hacia el salón, a esperar que volviesen los novios de hacerse el recuerdo de las fotos.

Todos sentados en sus sillas correspondientes colocadas alrededor del salón, llegaban los novios

y los clásicos “Vivan los novios”, contestando los asistentes, “Vivan”. “Vivan los padres de la novia, vivan los padres del novio, los padrinos” y así una retahíla de vivas.

Recuerdo a la Srª Fundadora, una estupenda cocinera y el alma del protocolo de las bodas, con sus cara picadas de viruelas, haciendo callar a la gente y diciendo; “Estos son los “rebezos” del novio”, y también a la Srª Petra Gordo, la de los dulces, creo que vivía en la calle Cantarrana y salían unas señoras con delanta-les blancos y unas bandejas grandes

NUESTRO FOLKLORE. LAS BODAS DE ANTAÑO 49

Las

Boda

s de

los

50

llegaba el díade la boda y

todo el mundo contraje nuevo... desde

calzoncillos, calcetines, camisas...

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. LAS BODAS DE ANTAÑO50

llenas de dulces de Casa Silva o de Sebastián González, “el de la Cueva” que los traía de la Zarza, o de la Lola. La genta iba cogiendo uno o dos de cada bandeja. Unos hombres traían en una bandeja, unas botellas con vino, aguardiente, y anís, y unos vasitos, e iban repartiendo a los que querían beber.

Los dulces se los iban comiendo y en unos pañuelos blancos, muy limpios iban guardando para llevar a casa para las personas que no habían ido a la boda.

Volvía a salir otra vez la Srª Fundadora o la Srª Petra, haciendo callar a la gente y con sus buenas voces decía: “estos son los “rebe-zos” de la novia”, volvían a salir señoras, una menos que antes, con bandejas de dulces para que la gente cogiera. Ahora sacaban una bandeja menos, debido a que la novia solía dar uno o dos dulces menos. que el novio, según la situación económica de las familias.

El padrino, daba un puro a los hombres y a partir de ahora, comían, bebían, cantaban y más de uno salía con un par de copas de más. Esto era característico de las bodas.

Se levantaban los novios y los invitados comenzaban a salir con sus dulces envueltos en los pañuelos.

Por la noche los padres del novio solían invitar a los padres de la novia y familiares más íntimos de ambas partes a cenar en su casa. Lo típico era caldereta, gallo de corral, conejo, acompañado con unos entremeses preparados por una de estas dos mujeres que antes he nombrado, la Srª Petra, la de los dulces y la Sª Fundadora que tenían unas manos divinas para preparar comidas especiales y dulces.

Estas cenas solían terminar a las tantas de la noche.Al día siguiente los hermanos del novio iban a buscar a los re-

cién casados y venían a comer otra vez a la casa de los padres del novio.

Algunos, no muchos, iban de viaje de novios a Madrid, Sevilla, etc.

Estas bodas eran normalmente de la clase trabajadora. Tam-bién habían bodas de mesa eran un poco más de lujo. Los invitados estaban sentados alrededor de una mesa y el menú era más selec-tivo, en medio de las otras categorías. Las bodas de los ricos, eran diferentes, solían hacerlas en locales de más de lujo. y servidas por camareros y profesionales, con toda clase de bebidas.

Algunos, no muchos,

iban de viaje de novios a Madrid,

a Sevilla,etc...

Ángel Díaz

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La “Enramá”de San Juan

La noche de San Juan, mágica hasta nues-tros días, es una festividad de origen muy antiguo, ligada a las celebraciones en que se conmemoraba la llegada del solsticio de verano.

Sus principales ritos, están estrechamente ligados al fuego. La finalidad de estos ritos era “darle más fuerza al Sol” que al ser los días más cortos, va calentando menos, hasta llegar al solsticio de invierno.

Entre las muchas tradiciones existentes en torno a esta celebración, ha pervivido hasta nuestros días y en un entorno determinado (Los Molinos de Llerena) La llamada “enrama de San Juan”

Según se cree, al amanecer del día 24, en el momen-to en que el Sol aparece, las aguas de los arroyos se lle-nan de poderes para sanar y embellecer.

Así, mi madre y anteriormente mi abuela, recogían de las márgenes de la ribera, próxima a mi casa , to-das las plantas aromáticas que encontraban ( lavanda, mejorana, sanadla, toronjil, menta, yerbaluisa, melisa, albahaca) y las ponían en maceración en unos lebrillos vidriados, con agua del arroyo, la noche de San Juan, al fresco de la calle.

A esto, se le añadía también pétalos de rosas y cla-veles (cuando estas flores olían)jazmines , azahar de los limoneros, etc.

A la mañana siguiente, bien tempranito, con aquel líquido perfumado y fresco, previamente colado, mi madre nos lavaba la cara , casi por inmersión. El resto del líquido se conservaba hasta su terminación en vasi-jas de cristal, usándolo cada mañana.

Confieso que, mis hermanas y yo, hemos tenido una piel bastante aceptable. Yo, dejé la tradición, porque solo tengo una hija (entre seis varones) y ella y ellos, se ríen de “las cosas de mamá”. ¡Qué le vamos a hacer!

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. LA ENRAMÁ DE SAN JUAN 51

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Felisa Zamorano

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Estimados lectores, ahora que estamos en Ad-viento y se acerca la Navidad, quisiera versar sobre una de las joyas literarias de nuestra cultura castellana: el villancico.

Conocemos los más populares, como La Marimorena, Noche de paz o Campana sobre campana, pero son muchos los villancicos que forman parte de los cancioneros y muchos otros los que se cantaban antaño.

¿Qué sabemos del villancico? No quisiera desaprove-char la oportunidad de hacer un breve recorrido histó-rico por el género del villancico. Su propio nombre nos desvela sus orígenes, como confirma Covarrubias en las líneas de su Tesoro:

“ Las canciones que suelen cantar los villanos quando estan en solaz. Pero los cortesanos, remedándolos, han compuesto a este modo y mesura cantarcillos alegres. Esse mesmo origen tienen los villancicos tan celebrados en las fiestas de Navidad y Corpus Christi”1

El término “villancico” fue aplicado al principio por escritores del Renacimiento a un estribillo que era saca-do de canciones rústicas o populares; sucesivamente fue aplicado a algunas formas poéticas y musicales basadas en este tipo de estribillo2.

La forma que adoptaba el villancico en la Edad Media era equivalente al virelai francés, la ballata italiana y el zejel árabe. Los elementos principales de los que consta son estribillo y copla, ésta última formada por mudanza y vuelta. He aquí un ejemplo de cada sección:

“Vuelta” y “estribillo” compartirían el mismo tema musical, siendo la “mudanza” una entidad musical inde-pendiente. El último verso de la vuelta (en cursiva) ade-más, comparte con el estribillo similitudes textuales. El tema en cuestión del villancico trata de “el buen amador, [que] por discreción y alto respeto, ha de guardar secreto el nombre y la identidad de la dama escogida”4.

A finales del siglo XV, su uso se aplica a esquemas regulares de danza, como el passamezzo o folia. Un siglo más tarde los tratados de acompañamiento de guitarra recogen estos principios, teniendo una gran significación en la génesis y transmisión del villancico, como puede verificarse en el estilo rasgueado5.

En el siglo XVI, además de los villancicos recogidos por los cancioneros, se glosan y transcriben otros para vihuela o tecla, pues los compositores lo consideraron un modelo idóneo para la tablatura.

Es en estas centurias cuando el villancico cambia paulatinamente su temática del amor cortés para ir cen-trándose en temas de tipo religioso. Ese hecho nace de la consideración de las autoridades eclesiásticas de introdu-cir en la liturgia composiciones en castellano como una forma de acercar al pueblo los misterios de la fe católica6.

Las primeras interpretaciones de villancicos en las fiestas religiosas están documentadas en Granada a fina-les del siglo XV. Hernando de Talavera fue el arzobispo que introdujo cancioncillas en vulgar para ser cantadas en la Iglesia en los maitines de la Navidad de 14927. Los modelos de villancico empleados eran muy próximos al de los villancicos profanos recogidos en los cancioneros de la época.

Utilizados en los responsorios de maitines de las principales fiestas litúrgicas como la Navidad, Hábeas Christi, Asunción, santos locales, Epifanía o Trinidad, los villancicos se convierten en obligado examen para ser maestro de capilla, siendo una de las principales obli-gaciones compositivas de este cargo para las principales fiestas del calendario litúrgico.

Finalizo estas notas históricas con una reflexión: los primeros documentos en los que aparece el término villancico son el Cancionero de Stúñiga (ca. 1458) y el Chanssonier d´Herberay (ca. 1463); son más de cinco siglos de historia, que a día de hoy perdura y continúa formando parte de nuestro calendario festivo.

El villancico que yo quiero compartir me lo enseñó mi padre, Miguel Pozo Nieto, cuando unos años atrás, leyendo la revista Caramancho, encontró uno de igual texto pero de melodía muy diferente8. El villancico se lla-maba El milagro del trigo.

El cantar trata la huída de la Virgen María del Rey Herodes, y de cómo en su camino encuentra a un la-brador mal hablado primero y a uno educado después, siendo uno castigado y el otro bendecido con un milagro respectivamente.

El milagro consistió en la crecida de la cosecha de un día para otro, lo que además desorientó a los que perse-guían a María: “por aquí pasaron cuando yo este trigo lo estaba sembrando”.

Aunque el villancico no conserva la mudanza y vuelta de los villancicos más antiguos, sí conserva la estructura de copla + estribillo: la copla formada por cuartetas oc-tosilábicas con rima asonante en los versos pares y con-sonante en los impares; el estribillo lo conforman duetos dodecasílabos con rima asonante.

En cuanto a la tonalidad, El milagro del trigo se en-cuentra en un modo menor sobre re, con cromatismo en el tercer grado (fa), lo que supone una inflexión a modo mayor.

Hay que señalar como variante de este villancico la que aparece en el cancionero de García Matos9, recogida en Descargamaría, al norte de Extremadura. La trans-cripción difiere por completo y en el texto se aprecia la inserción de estrofas como sentencia final, siendo pocas las variantes del discurso10.

Resulta interesante que el informante, Miguel, conoz-ca otro villancico que tiene la misma melodía o tonada que el aquí expuesto, pero que sin embargo, en lo textual,

INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. EL MILAGRO DEL TRIGO52

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os Tiempo de Villancicos El milagro del trigo

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no tiene ninguna relación. El villancico en concreto se llama Cami-nando hacia Belén, y es que en ocasiones, en la historia de la música tradicional, una misma música es entonada con distintas letras, pero este es otro cantar.

Volviendo al villancico que nos ocupa, ahora la tonada de Don Benito también queda reflejada en Caramancho y podemos dibujar conexiones entre las distintas zonas de la región donde este villancico tiene su historia.

El milagro del trigo es la muestra de una ventana abierta al pasa-

do que nos permite reconocer nuestra tradición y conservarla, mi-mándola con el canto y resguardándola en cada hogar durante cada Navidad.

Hasta aquí mi aportación. Espero que haya sido del agrado del lector. Les dejo ahora con lo más importante: la música, pues sin ella no habría de qué hablar en estas líneas. Gracias a Caramancho por divulgarla y llevarla a nuestras casas. Gracias a Miguel por cantar y ser un dombenitense con tanta memoria y tantas ganas de compartirla. ¡Felices Fiestas a todos!

1. Covarrubias, S.: Tesoro de la lengua castellana o española, 5ª ed. Editorial Alta Fulla, Barcelona, 2003; p. 10092. Sadie, S; Tyrrell;J.(eds.): The New Grove Dictionary of Music and Musicians, 2ª ed. ; 29n vols. Londres, Macmillan, 2001; p.6213. Ejemplo anónimo del s. XVI extraido de: Romeu Figueras, J.: La música en la Corte de los Reyes Católicos, IV-I (Cancionero Musical de Palacio), Monumentos del la

Música Española, vol. XIV- 1. Barcelona, C.S.I.C., 1965; p. 2924. Ibídem.5. Casares Rodicio, E. (Dir.): Diccionario de la Música Española e Iberoamericana. 10 vols. Madrid, SGAE, 1999; p.9206. Rey, P.: “Weaving ensaladas”, Devotional Music in the Iberian World, 1400-1800. The Villancico and Relates Genres. Tess Knighton y Álvaro Torrente (eds.) Humpshire,

Ashgate, 2007; pp.15-53, especialmente p. 227. (1999); p. 9218. La revista en cuestión es la nº 4, de 2003, p.34. Fue recogida en Aceuchal por Luis Garrido Barragán.9. García Matos: Cancionero Popular de la provincia de Cáceres. 2 vols. Barcelona, C.S.I.C., 1982. ; p. 510. (1982). pp. 211-212

La Virgen va caminandohuyendo del Rey Herodes,por el camino pasaronhambre, frío y calores

Al niño lo llevan con mucho cuidadoporque el Rey Herodes quiere degollarlo

Pasaron más adelantey a un labrador que alli vieron,la Virgen le ha preguntado:labrador, ¿qué estás haciendo?

Y el labrador dice: “Señora, sembrandoun poco de piedras para otro año”.

Fue tanta la multitudque el Señor le dio de piedras,que parecía un peñónde una famosa sierra.

Y este fue el castigo que Dios le mandó,por ser mal hablado este labrador.

Pasaron más adelantey a otro labrador que allí vieron,la Virgen le ha preguntado:labrador, ¿qué estás haciendo?

Y el labrador dice: “Señora, sembrandoun poco de trigo para otro año”.

“Vendrás mañana a segarlo,sin ninguna decepción,que esta promesa te hagopor el propio Redentor”.

“Si acaso vinieran por mí preguntando,le dirías que entonces lo estabas sembra-do”

Al otro día siguientevuelven cuatro a caballos,por una mujer y un niñoal labrador preguntaron.

Y el labrador dijo: “por aquí pasaroncuando yo este trigo lo estaba sembrando”

Vuelven atrás los caballoshaciendo miles reniegos,porque no se le lograronlos intentos que quisieron

Y en su día el Niño, Señor de señores,fuera acabado con el Rey Herodes.

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. EL MILAGRO DEL TRIGO 53

EL MILAGRO DEL TRIGOSegún la interpretación de Miguel Pozo Nieto

Manuela Pozo Miranda

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. BOMBAS, REQUIEBROS Y JOTAS54

Bombas, Requiebros y Jotas

Aunque tengas más amor

que flores un almendro,

nadie te va a querer

como yo te estoy queriendo.

Eres chiquita y bonita

como almendrita “maura”,

la muchacha más bonita

que pasea Extremadura.

Debajo de tu delantal

hay un puchero nuevo,

y yo lo voy a llenar,

de leche, tocino y dos huevos.

El confesor me ha dicho

que no te quiera,

y yo le he dicho,

¡Ay Padre, si usted lo viera!

La Virgen del Buensuceso

tiene la carita triste,

por ti, extremeña bonita

que el corazón le partiste.

Debajo de los laureles

tiene mi niña la cama

y cuando se va a acostar,

cuelga el candil de una rama.

JOTA DE ZALAMEA O DE PUNTA Y TACÓN

Ole, ole ya, la quinta está sofocada, ole, ole ya, los quintos somos nosotros, ole, ole ya, que le pasa a mi morena, ole, ole ya, tiene los ojos llorosos.

Tiene cara de divina, carrillos de leche y sangre, los cabellos tan rizados como la Virgen del Carmen.

Estribillo

Si cantas te dicen loca y si lloras la enojada, si platicas con los hombres, te dicen la enamorada.

Estribillo

Si Zalamea tuviera, una Virgen del Pilar, con Pedro Crespo y la Virgen para que queremos más.

Estribillo

Mª Luisa GallegoPedro Quirós

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El folklore en las devociones religiosas

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. RELIGIÓN Y FOLKLORE 55

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En primer lugar quiero agradecer al Grupo Caramancho, y en concreto a su Presiden-ta Genari Moreno, la oportunidad que me brinda de poder esbozar unas líneas, en esta revista que se edita en un año especial,

donde se celebra el 35 Aniversario de esta corporación singular, que ya es desde hace tiempo una seña de iden-tidad esencial de Don Benito. Para mi es un honor, ha-ber formado parte de su historia, como “acompañante” y “caramancho consorte”, teniendo en cuenta la vincula-ción de mi mujer (Lara) durante al menos diez años, en los que formó parte de su rondalla.

Viene este artículo a glosar uno de los aspectos en los que podemos definir el término “folclore”, (del in-glés folk, «pueblo» y lore, «acervo», «saber» o «conoci-miento») que es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historia

oral, leyendas, música, proverbios, supersticiones y de-más, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social, además se suele llamar de la misma manera al estudio de estas materias. Sin embargo hubo muchos desacuer-dos referentes a qué exactamente el Folclore contenía: algunos hablaban solo de cuentos y creencias y otros incluían también festividades y vida común.

Para que una manifestación cultural se considere un hecho folclórico, debe cumplir con alguno o todos de los siguientes aspectos:

1. Debe transmitirse por vía oral.2. Debe ser de autoría anónima.3. Debe ser patrimonio colectivo de la comunidad re-

presentante del lugar en donde se manifiesta este fenómeno.

4. Debe ser funcional, es decir, tener alguna utilidad pragmática o cumplir con fines rituales.

5. Debe ser duradero y perdurable por un tiempo con-siderablemente largo, como oposición a una moda efímera.

6. Debe tener variantes múltiples, es decir que no exis-ta una versión oficial del fenómeno sino que se re-formule cada vez que emerja.

7. Existen versiones tanto urbanas como rurales, sin ser necesariamente una superior a la otra.

8. Debe ser aglutinante, es decir pertenecer o fundar una categoría, corriente, estilo, género o tipo.

Todos estos requisitos pueden confluir en lo que denominamos el “folclore de las devociones religio-sas”, sobre todo de aquellas que tienen que ver con esas manifestaciones públicas de nuestra fe, mas allá de la mística relación de la persona que reza de forma íntima e individual ante una imagen, cuya contemplación, le invita a ello. Se trata de poner nombre a la protestación de fe, que hacemos los creyentes cuando sacamos nues-tras imágenes a las calles y plazas, a nuestra Patrona la Virgen de las Cruces, a nuestros Cristos y Vírgenes en Semana Santa, a nuestros Santos en las fiestas de cada Barrio, etc…, todo ello con ánimo de crear y asentar tradiciones, que luego se constituyen en símbolos de la identidad de un pueblo.

Durante toda su historia, Don Benito, se ha carac-terizado por ser un pueblo eminentemente religioso, como ya nos indicaba en su libro, DON PEDRO TO-RRE-ISUNZA Y DE HITA, (1916): Recuerdos y Datos Históricos de la Ciudad de Don Benito, confesando que a principios del siglo XX:

“es uno de los pueblos que mas se ha distinguido por su religiosidad. Sus costumbres esencialmen-te católicas son llevadas con gran escrupulosidad, exterior como interiormente, pues a todas luces se practican, así como en el hogar doméstico. De aquí, sin duda, el que lo que es tan corriente en otros pue-blos, en Don Benito sea tan vituperable, de aquí el que existan desde fecha antigua, tantas asocia-ciones, hermandades, conferencias y fundaciones particulares, con vida propia, a tal punto llevadas a cabo que, en materia de medio siglo a esta parte, lo gastado en estas fundaciones no bajara de cinco a seis millones lo invertido en las mismas y de aquí también el que haya otras muchas obras, con el mis-mo fin para realizarse (…)”Según el Autor, en 1916, “Son muchas las congre-

Durante toda su historia, Don Benito se ha caracterizadopor ser un puebloeminentemente

religioso...

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. RELIGIÓN Y FOLKLORE56

gaciones religiosas con que cuenta Don Benito: Corte de María; Siervas de María; Corazón de Jesús y Apos-tolado de la Oración; Ter-ciarias; Nazarenos y Otras.

“La Semana Santa se celebra con gran reco-gimiento y sólo hay tres procesiones, además de las que se verifican durante el año. (…)”

En esta misma línea, años después, escribía DON DELFÍN MARTÍN RECIO (1998), quien fue-ra Párroco durante más de 50 años, en nuestro templo más emblemático de la ciudad, en su libro “SAN-TIAGO, una parroquia con historia”:

“Es importante reseñar como desde muy temprano Don Benito se llenó de ad-vocaciones piadosas y devociones especiales a determinados santos y misterios en la Iglesia. Las Cofradías brota-ban en ella, como las amapolas en los trigales de primavera.

Por los años 1600, entre Iglesias, hospitales, ermitas, cofra-días y congregaciones piadosas se contaban estas mayordomías: Parroquia, Hospital de San Andrés, Hospital de Santiago, San-tísimo Sacramento, Crucifijo, Los Mártires, Ánimas, San Gre-gorio, San Marcos, San Pedro, La Piedad, Las Cruces, Nuestra Señora de la Iglesia (la Dorada), el Rosario. Catorce mayordo-mos en total.

Para un pueblo en formación, como era Don Benito, no se-ría fácil, encontrar tantos mayordomos y todos idóneos. Dado que la incultura en aquel tiempo era elevada, deberían repetirse los nombramientos en torno a las mismas personas, o que hu-biera pocos miembros en cada cofradía. Posiblemente existieron

algunas dificultades, por-que el año 1636, el Sr. Vi-sitador del Obispado Don Juan de Salazar, por comi-sión, mandó que las diez cofradías que había en Don Benito se redujeran a cuatro. Quedó la del Santí-simo Sacramento, La Cruz, El Rosario y la Piedad. El resto de las mayordomías que sobrevivieran, no se considerarían cofradías sino Hospitales o Uniones Pías.(…)”

Todo ello nos invita a descubrir un pueblo vivo en todos los aspectos, don-de nuestros antepasados trataban de dejarnos un legado de costumbres con ánimo de que pudieran perdurar en el tiempo.

En los inicios de la re-ligiosidad popular, los pro-tagonistas eran los pobres que mezclaban su cultura con la fe cristiana muy profunda, manifestada en la devoción a Jesucristo (en sus misterios, especial-

mente en la pasión y muerte, en su presencia eucarística, en su cora-zón...), y en las múltiples devociones a la Virgen María y a los santos protectores. Tales expresiones de fe y amor congregan a multitudes en santuarios, peregrinaciones y fiestas religiosas, las procesiones y rosarios de la aurora, Vía crucis, Humilladeros repartidos a lo largo de la ciudad, etc…, se suceden en diversos períodos del año, coinci-diendo con ciertas onomásticas, la cuaresma o el adviento,

- Valores de la religiosidad popular.

Como camino para llegar a la plenitud cristiana en la Iglesia católica, encontramos múltiples valores y motivaciones, tanto en la piedad como en la religiosidad popular. Destaca la gran con-

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. RELIGIÓN Y FOLKLORE 57

Daniel Fernández Herrera

fianza en la providencia de Dios, la búsqueda de seguridad y de salvación, el sentido de la cruz en la vida cotidiana, el desprendi-miento, dolor y paciencia para vivir la amistad; las razones para la alegría y el humor ante la dureza de la vida, la capacidad de expresar la fe en un lenguaje total que supera los racionalismos (el canto, las imágenes, los gestos, la danza); el respeto filial a los pastores, en especial al Papa...

- Defectos y carencias.

El más significativo es la exaltación de los medios y la relativiza-ción de Dios. El culto a la Virgen o a los santos es para muchos fieles tan acentuado, que sustituye prácticamente al Cristo mediador y al mismo Dios como tú último y absoluto. Ocasionalmente, la false-dad de la comunicación religiosa, la inclinación ritualista y sacra-mentalista, presencia de motivaciones míticas o de religiosidad cós-mica. Ven a Dios como respuesta a todo, destaca el individualismo religioso sobre todo en lo devocional, y su transmisión, casi siempre oral a causa del analfabetismo.

También sobresale en muchas manifestaciones la superstición, la magia, el fatalismo, la reinterpretación sincretista y el reducionis-mo de la fe a un mero contrato en la relación con Dios.

- Las devociones, expresión del amor cristiano

La liturgia y todo el pueblo de Dios han rendido culto a Cristo, la Virgen y los santos. A Jesucristo, de manera especial en la eucaristía,

en su corazón símbolo de su amor y con la práctica de la repara-ción por las ofensas recibidas. Y junto a Cristo, la piedad del pueblo popular se ha volcado en la Virgen María en innumerables advo-caciones. También ha profesado gran devoción a los santos por su testimonio de vida y por el poder de intercesión. Estas devociones son expuestas de modo muy diferente por los creyentes mediante los ejercicios de piedad o de religiosidad popular. Conviene subra-yar que en el fondo de toda auténtica devoción debe estar el amor y no el interés, el comercio espiritual o la simple tradición.

Por todo lo dicho no podemos dejar de valorar en su justa me-dida a una de esas devociones populares más significativas, como es el desarrollo de la Semana Santa de Don Benito, que puede consi-derarse como la manifestación pública mas importante de la fe de un pueblo. En ella se combinan factores de todo tipo: culturales, artísticos, históricos, musicales, antropológicos, sociales, ... que no tienen razón de ser sin la celebración de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Todo este mundo gira en torno a las hermandades y cofradías, asociaciones de fieles que, aunque parecidas entre ellas, cada una de ellas responde a unos orígenes y una personalidad completamente diferente. Hay hermandades con siglos de historia que se funda-ron para responder a necesidades sociales de barrios o de gremios. Otras se fundaron sobre la devoción de imágenes o por la necesidad de un templo o parroquia donde desarrollar la misma.

Para profundizar en este vértice del acerbo popular, de la cultura o de la vida de los cofrades; esos que con sus reiteradas acciones y con el cuidado con el que desarrollan su pasión, van asentando su particular estilo de vida y creando “folclore” a través de su devoción; animo a todos los lectores a navegar por Internet, para conocer algo mas de la historia y de la vida de esas devociones religiosas en Don Benito y su comarca, en las siguientes direcciones y les aseguro que van a descubrir cosas que jamás imaginaron…

www.larevira.com, http://cofradedelsigloxxi.blogspot.com.es, http://pasiondombenitense.blogspot.com.eshttp://misericordiacalabazona.blogspot.com.eshttp://villanuevacofrade.blogspot.com.es

La Semana Santapuede considerarse

como la manifestaciónpública más

importante de lafe de un pueblo.

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. SECCIÓN FEMENINA58

La Sección Femenina desarrolló una activi-dad larga e incuestionable en el campo mu-sical, tanto en el plano educativo como en el técnico. A ella se debió que gran parte de nuestro folklore se haya conservado in-

tacto hasta nuestros días, y que la música ocupara un papel importante en la educación integral de la mujer. Como resultado, poco a poco, surgieron las enseñan-zas musicales en las escuelas y en los institutos de ba-chillerato, y no sólo eso, sino que logró que las Autori-dades Académicas reconocieran que, sin la música, no era posible conseguir un sistema educativo completo. Además, la inclusión de la asignatura de música dentro del Bachillerato Unificado y Polivalente como materia independiente también fue otro logro. Su labor abarca más de treinta años y la música se encuentra reseñada en todas las acciones educativas que llevó a efecto: Ser-vicio Social, Escuelas de Hogar y Música, Albergues, Coros y Danzas, etc.

Pero... ¿Qué fue la Sección Femenina? Nos hace-mos esta pregunta porque creemos que es necesario, desde el punto de vista histórico, una introducción para comprender su trascendencia en la educación musical.

La Sección Femenina puede, y debe, definirse como la forma en que pretendió llevarse a la realidad social una doctrina acerca de la dignificación de la mujer en la vida moderna1. En Junio de 1934, el movimiento falangista contó con el S.E.U. (Sindicato Español Uni-versitario)2 y dentro de él (porque así lo dispuso José Antonio Primo de Rivera, su fundador) las primeras mujeres falangistas tuvieron un cometido específico: realizar las labores de propaganda (con menos riesgos que los hombres) porque existían aún por aquellos años ciertos respetos a la condición femenina. Ade-más, posteriormente, atenderían a los familiares de los caídos, recaudarían dinero, proporcionarían comida, tabaco y ropa a los detenidos. A finales de ese año el número de mujeres falangistas no pasaba de trescien-tas afiliadas, cuya jefa Nacional fue Pilar Primo de Ri-vera3 (hasta 1977 año en que deja de existir la Sección Femenina).

La labor inicial de estas mujeres fue ante todo so-cial, clandestina y, en gran medida, peligrosa. Desde su creación, las mismas formaron un bloque muy só-lido, porque se sentían muy seguras con respecto a la

importancia del trabajo que realizaban. Convirtieron a Isabel la Católica y a Santa Teresa de Jesús en mode-los, símbolos, arquetipos y bandera. Fue el Castillo de la Mota, en Medina del Campo (Valladolid), el centro propulsor de la Sección Femenina, cedido por Franco a petición de las mujeres falangistas. Para llevar a cabo sus objetivos, organizaron a lo largo de su trayectoria los llamados “Consejos Nacionales”4. Estos solían cele-brarse casi siempre en el mes de enero, con el objetivo de analizar los logros alcanzados, reflexionar sobre los fracasos y dar nuevas consignas. Las ciudades que es-cogían para los Consejos variaban de un año a otro; no obstante, en Canarias nunca se llegaron a celebrar.

De todos los Consejos Nacionales que realizaron (treinta y siete), se mencionarán algunos a lo largo de esta investigación por considerarlos emblemáticos e importantes en el desarrollo y auge musical. En ellos se sentaban las bases de su funcionamiento y se estable-

La Sección Femenina:Legado musical (I)

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1 Suárez, I.. (1993: 19).2 Los estatutos del Sindicato Español Universitario fueron aprobados por D. del 21 de noviembre de 1937 y fueron objeto de nu-

merosas modificaciones. El Decreto núm. 1727/61 de 18 de septiembre de 1961, (Mando Nacional del Movimiento, B.O. 22 septiembre) lo reorganiza y lo define en su artículo 1 como: “la corporación de los estudiantes de los Centros de Enseñanza Superior, a través de la cual éstos participan colectivamente en la actividad de la Universidad española, defienden y desarrollan sus intereses profesionales, son representados en los Organos del Estado cuyas decisiones les afectan y se insertan en el orden orgánico de la sociedad española”.

3 Pilar Primo de Rivera y Sáenz de Heredia (Madrid 1907-1991), hermana del fundador de la Falange, jefa y organizadora de la Sección Femenina de Falange Española, de la que fue su Delegada Nacional hasta la disolución del Movimiento, tras la muerte de Franco.

4 Real Academia de la Historia. Madrid. Archivo Documental de A.N.A.(Asociación Nueva Andadura) Documentación de los Consejos Nacionales: Carpetas n°: 6, 71, 72,

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. SECCIÓN FEMENINA 59

cían las normas de actuación.Siguiendo un orden cronológico destacaremos, en primer lu-

gar, la celebración del Primer Consejo Nacional, cuya apertura tuvo lugar el 6 de enero de 1937 en Salamanca y se clausuró en Valladolid. En él se fijaron directrices importantes para la puesta en marcha del Servicio Social, que se establece por Decreto de la Jefatura de Estado el 7 de octubre de 1937 (B.O.E. de 29 de octu-bre). Pasaremos luego a resaltar la creación de las Escuelas Hogar, así como la labor que desempeñaron. Por otra parte, veremos el desarrollo que tuvo la música dentro de las “enseñanzas del hogar” y la importancia que adquirió la formación de instructoras y pro-fesoras de música, sin olvidarnos de la labor que desarrolló la Sec-ción Femenina dentro del campo de las publicaciones. Igualmente, estudiaremos lo que fueron las “Cátedras ambulantes”; la difusión de la Música dentro de los “Albergues”, tanto en los dedicados a las jóvenes como en los dedicados exclusivamente a las maestras; la labor llevada a cabo por los “Coros y Danzas”. También resal-taremos otras actividades musicales complementarias tales como conciertos, los “Círculos Medina”, los concursos de audiciones musicales y los de villancicos. Todo ello nos dará una idea de la labor desempeñada por la Sección Femenina, tanto en el campo de la educación de la mujer en general, como en el de la formación musical en particular.

1. Las Escuelas Hogar 5El V Consejo Nacional, celebrado en Barcelona y Gerona du-

rante los días 11 al 19 de enero de 1941, respecto de las Escuelas Hogar, estableció: “son instrumentos que proporcionan a las mu-jeres enseñanzas capaces de convertirlas en amas de casa, madres para sus hijos, compañeras para el marido y responsables ante Dios, esto es, mujeres en el pleno sentido de la palabra”. Se desa-rrollaba a diferentes niveles, en tanto que las enseñanzas estaban dirigidas a adolescentes, mujeres trabajadoras, etc. Su finalidad era proporcionar una educación completa y total, pero de momento lo más importante fue facilitar una formación a las afiliadas y no afiliadas, en centros adecuados. Para ello se pusieron en funciona-miento cuatro tipos de escuelas:

1. Escuelas de Orientación Rural.2. Escuelas de Educación Física.3. Escuelas Nocturnas, llamadas de Formación, con la finali-

dad de desarraigar el analfabetismo.4. Escuela de Hogar y Música, donde se enseñaba: Puericul-

tura e Higiene, Adorno de hogar, Cocina, Corte y Con-fección, Economía doméstica, Cultura general, Música, Nacional-Sindicalismo y Religión.

El contenido educativo musical que se impartía en las Escuelas de Hogar y Música era muy variado: conceptos teóricos de la músi-

ca, canciones populares, himnos, villancicos, historia de la música y danza, etc.

Si nos trasladamos al ámbito de Las Palmas de G.C., y a título de ejemplo citaremos como profesoras a doña Pino Calvo que se encargó de la enseñanza del Solfeo y del Canto, actuando como sustituta doña María Cardoso. El repertorio de canciones aparece en el cuadro 1. Por otra parte, la enseñanza de la Danza era impar-tida por doña Olga Rodríguez, que se dedicó sobre todo a danzas folklóricas: La Polka; el Vito Vito; la Isa; la Mazurca, etc.

Estas materias se complementaban con charlas o conferencias sobre Historia de la Música, como reseñábamos anteriormente, eli-giéndose a los conferenciantes entre personas de valía; prueba de ello fueron las impartidas por doña Lupe Sellé de Rodó en el año 1962 (Legajo nº 21), que versaron sobre “Música gregoriana”, “La Ópera”, “La Sinfonía”, “De la Danza al Ballet”, etc.

Las cumplidoras que participaron en la obtención del Certi-ficado tenían que realizar un examen de todas las materias antes mencionadas; el resultado era la nota media de todas ellas6. En la provincia de Las Palmas se llegó a contar con cinco Escuelas Ho-gar de la Sección Femenina: una en la Capital, ubicada en la calle Cano, y las de Arucas, Guia, Telde y Arrecife de Lanzarme.

Como ejemplo de la distribución de la docencia, se exponen, en el cuadro II, los horarios de música correspondientes a dos ca-tegorías:

Juana Argimira Alonso MedinaUniversidad de Las Palmas de Gran Canaria

Nota de la EditorialEste artículo está editado según las Licencias Creative Commons y está extraído de la revista EL GUINIGUADA en su número 10 del año 2001.Caramancho ha creído muy oportuno dedicar un espacio en su revista a este trabajo, el cual continuará en el próximo número, realizado por Dña. Juana Argimira

Alonso Medina, quién fuera profesora de Didáctica de la Expresión Musical y Jefa de Servicio del Departamento de Didácticas Especiales en Gran Canarias, fallecida recientemente, siendo dicho documento un referente en el entendimiento de la conservación de nuestras danzas a través de este movimiento social, extendido por toda

nuestra geografía española.

5 Ley de 21 de diciembre 1965 núm. 169/65 (Jefatura del Estado, B.O. 23) modifica artículos de la Ley de Instrucción Primaria de 17 de julio de 1945. Esta ley dio nueva redacción a numerosos artículos y por ello el decreto 2 de febrero de 1967 núm. 193/67 (Ministerio Educación y Ciencia, B.O. 13, publica el texto refundido de la Ley de enseñanza Primaria, pues bien el artículo 30 define dentro de las Escuelas Especiales, las Escuelas Hogar “Siempre que las circunstancias de población diseminada y difi-cultades de transporte lo exijan, y en los casos de educación especial, el Estado y las Corporaciones públicas crearán instituciones escolares que, en régimen de internado similar en todo lo posible al hogar, protejan y eduquen a sus beneficiados según las normas de esta Ley.”6 Inventario del 170ndo Documental de la Sección Femenina del Movimiento. Legajo no 55. Archivo Histórico Joaquín Blanco. Idas Palmas de G.C.

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Oficios ANTIGUOS

JuegosTRADICIONALES

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OFICIOS ANTIGUOS. EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES 61

El mecánico de automóviles

Oficio

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Hoy hablar del me-cánico de automó-viles como oficio antiguo puede pa-recer una parado-

ja, debido a que este artefacto –el automóvil- se considera parte de nuestro cotidiano vivir. Antes no, a tal punto despertaba la cu-riosidad por los mismos, que el simple transitar por nuestras empedradas ca-lles, en mi caso la calle de Ayala, era motivo al escu-char el ruido en su deam-bular, el salir de las casas para verlos. Estos extraños trastos auto andantes ne-cesitaban de una atención mucho mayor que el coche actual, sueño de algunos adolescentes pendiente de cumplir los 18 años para legalmente poder mane-jarlo, cargándolos de mi-les de vatios y decibelios, provocando la envidia de otros de su misma ralea

y las molestias a la mayoría de los transeúntes. El mecánico al que me voy a referir es el de hace más de 50 años, verdaderos artífices, estos prácticamente desmontaban pieza a pieza el vehículo entero recons-truyendo este de forma artesanal, fabricando a base de torno, taladra-

dora, fragua, esmeriles y toda clase de herramientas manuales muchas de las piezas deterioradas. El auto-móvil como todas las cosas ha teni-do una lógica evolución, pero en el caso del profesional del ramo ha ex-perimentado un cambio totalmente radical.

No ha pasado lo mis-mo con otros oficios aná-logos, evolucionando algunos de ellos por su ca-rácter artesanal al antiguo mecánico de automóviles. Desde la legendaria fragua de Vulcano hasta nuestros días, el herrero continúa golpeando el hierro can-dente forjando obras artís-ticas, herramientas de tra-bajo, distintas variedades de piezas para la industria, la agricultura, la ganade-ría, enseres domésticos y un largo etc. El carpintero igual, manejando la made-ra con los mismos propó-sitos que el herrero, solo

prácticamentedesmontaban

pieza a pieza elvehículo entero

reconstruyéndolode forma artesanal

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cambian los medios de los que se valen. Antes el acero se calentaba simplemente al calor de un fuego

activado por distintos medios sopladores; especie de grandes aba-nicos, fuelles, ventiladores manuales y eléctricos, o como actual-mente utilizando potentísimos hornos eléctricos, consiguiendo temperaturas de miles de grados, es de lo poco que este artesanal oficio ha evolucionado como es el calentamiento del hierro, por que por lo demás la manipulación la misma que entonces. El car-pintero evolucionó de la misma manera adaptando a su trabajo elementos de corte y manipulación, desde manuales a eléctricos. Tanto uno como otro el final del proceso es el mismo, el herrero golpeando y dando forma a su trabajo sobre la bigornia con el mar-tillo después de haber sido desvastado con el por entonces moder-no macho pilón y el carpintero acaba su primorosa talla a base de herramientas totalmente manuales tal cual se utilizaba hace miles de años. El albañil continúa colocando ladrillos con sus manos uno a uno como antaño y así otras actividades.

Mi experiencia en la actividad que hoy nos ocupa y que no dudo requerirá varios capítulos, como se dice no me salieron los dientes en ella, pero sí, con toda seguridad y sin exageración alguna, viví en esta profesión el cambio natural de algu-nas piezas dentarias, en contacto con la profesión.

A lo largo de varios capítulos a los que creo que este tema voy a dedicar, quiero exponer de forma cronológica la evolución del au-tomóvil en nuestro pueblo, recopilando todo lo que mi memoria me permita, con personajes de la época, propietarios de estos, teniendo en cuenta que en aquella época eran pocos y lógicamente relacio-nados c o n

una cierta clase so-cial, y la asis-tencia requerida relacionados con estos vehículos, talleres mecánicos, abastecimiento de combustible y re-cambios e incluso infraestructura viaria.

Me ayudan en esta tarea de investigación y sobre todo de recuerdo, otras personas que en su día tuvieron relación con este noble oficio, y que hoy son sucesores de aquellos, siguien-do en la profesión adaptada a los medios actuales y otros que des-pués destacaron en otras dignísimas profesiones; liberales, emplea-dos de banca, empresarios de distintas actividades y un prestigioso pediatra, -hoy jubilado- pero en su día relacionado con el tema que nos ocupa. Dije antes “noble” por que como expondré, las personas que se dedicaron eran verdaderos artistas.

Además de las que voy a exponer otras marcas circulaban ya por las carreteras españolas, pero me voy a referir solo a los que

por Don Benito se paseaban.En el próximo capítulo el tema a tratar será desde el primer

coche que yo recuerdo hasta los últimos de los que yo considero la era histórica del automóvil en Don Benito que pudo significar la venida del precursor del mítico 600, o sea se Renault 4/4, así como personas y medios necesarios para su disfrute.

A lo largo del mismo quiero escribir sobre esas personas solo en relación con el vehículo que tuvieron la suerte de disfrutar, anécdotas, unas graciosas y otras dramáticas, marcas de esos feli-ces trastos y otras curiosidades.

Quiero dedicar una especial atención en el de momento el úl-timo, (para el año 2014) en el que estudiaré las distintas reparacio-nes efectuadas en ellos. Es ahí donde se ve la evolución radical del mecánico, pasando de ser un verdadero artesano, desembocando en el profesional actual al que me resisto a llamar mecánico, pues realmente es la extensión de un aparato detector de la avería que cambia la pieza que esta máquina le indica, y al que por mi parte considero un buen profesional del ramo con gran responsabilidad, pues en muchos casos de su buen o mal hacer puede de-

pender nuestra vida.

A me-dida que

escribo, f luye n a mi m e -

moria recuerdos

olvidados tal como si fuera un dis-

co duro escrupulosamente analizado, por lo que me planteo

a pesar de mi propósito inicial, am-pliar un nuevo capítulo, esto sería una

transición entre -y para que sirva de ejem-plo- los Ford míticos y como dije anterior-

mente la aparición del primer modelo de Seat, el 600, pero dejándolo como apéndice para el final.Es mi propósito y con el fin de que ningún suceso

imprevisto me impida terminar el estudio para el futuro de este evento, escribir de forma inmediata los siguientes capítulos y hacer depositario de ellos a Caramanchos para ser publicados en distin-tas ediciones, por que pretendo desarrollar cada tema lo más ex-tenso que mi memoria me permita.

No es mi intención dejar en el suspense y para el próximo ca-pítulo, solo quiero que comprenda quien tenga la curiosidad de leerme, que el estudio de un oficio que fue el mío, requiere si se hiciera de un tirón, gran parte de las hojas de la revista.

OFICIOS ANTIGUOS. EL MECÁNICO DE AUTOMÓVILES62

Agustín Aparicio Cerrato

Page 64: CARAMANCHOS - Nº 13 (2012)

Ortega y Gasset de-cía “...el juego es un divertimento en el sentido de que es la otra versión de la

realidad donde el sujeto encuentra el placer que no encuentra en la rea-lidad...”

La finalidad de todos los artícu-los anteriores y este mismo, ha sido y es redescubrir y conocer la cultura tradicional, no como puro senti-miento romántico sino como una necesidad del presente, para que las nuevas generaciones puedan juzgar a partir del conocimiento de su cul-tura el peso de la misma.

Toda civilización nace, crece y evoluciona según los acontecimien-

tos que se desarrollan en ella y su población se va adaptando a ellos de forma diversa. Dentro de esta adaptación aparecen leyendas, tra-diciones y juegos que no son pro-ducto del azar sino una respuesta de la población a los cambios que se producen en su contexto geográfico, socioeconómico y cultural.

En este contexto debemos situar los juegos tradicionales, los cuales han ido evolucionando al tiempo que se transformaba su sociedad cambiando así su finalidad y su sig-nificación.

Los cambios sociales se produ-cen a un ritmo vertiginoso. Nuevas formas de entender el ocio ocupan el lugar de las tradicionales. Las

continuas transformaciones de la sociedad, la entrada en el mercado de nuevos juguetes, el peso de la te-levisión como el medio lúdico por excelencia, la presencia constante de videojuegos y las actuales formas de ocio sedentarias, han tenido como consecuencia el olvido y la pérdida de juegos tradicionales.

Formen parte del ayer o del hoy de una sociedad, los juegos y tradi-ciones populares son parte de su pa-trimonio y su recuperación supone una fuente de riqueza cultural im-portante que nos ayuda a entender nuestro pasado y nuestro presente. Si en verdad la infancia es la edad dorada del juego, nunca es tarde para volver a jugar.

LAS CHAPAS Era un juego que se podía practicar al menos por

dos niños o bien en un grupo pequeño. Se jugaba en el exterior y normalmente se practicaba en primave-ra o verano, ya que se requería que el suelo estuviera seco. Los materiales que se utilizaban eran chapas de las botellas.

El desarrollo del juego consistía en trazar en el suelo un circuito, bien sobre la arena o tierra o bien dibujado con tiza. Era importante que no faltaran las curvas, los estrechamientos, los saltos, etc. Se situaban las chapas en la línea de salida y se tenía un lanzamien-to por turno. El que la chapa salga del circuito, suponía el volver al punto dónde se estaba antes de tirar. Podía suceder que una chapa echara a otra del circuito lo que suponía la pérdida del turno para el jugador expulsado del circuito. Gana quién primero llega a la meta.

Era frecuente decorar las chapas con las caras de

JUEGOS TRADICIONALES. DIVERSIÓN PARA TODOS 63

El aro, las chapas, las chinas y las cuatro esquinas

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dosEL ARO

Puede ser un juego individual o colectivo, que se juga-ba al aire libre prácticamente durante todo el año, depen-diendo de la climatología. Los objetos que se utilizaban eran un aro y una vara de metal y consistía en hacer rodar un aro ayudándose de la vara de metal llamada guía, la cual en uno de sus extremos tiene forma de arco con la que sujetaba dicho aro.

Una de las posibles variantes de juego consistía en tra-zar un recorrido y hacer carreras para ver quien rueda más rápido el aro o bien quién era capaz de hacerlo rodar más tiempo sin que se caiga.

Era frecuente fabricarse el propio aro pues “cogíamos una barra de hierro de cualquier sitio, lo soldabas en la fra-gua y hacías un gancho con el que sujetabas el aro” . Otra forma de agenciarse un aro era obtenerlo del “culo” de un cubo. Había ocasiones que se podía reconocer la identidad del niño que andaba por la calle, por el sonido de su aro.

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JUEGOS TRADICIONALES. DIVERSIÓN PARA TODOS64

ciclistas o futbolistas recortados de periódicos o revistas, lo que ofrecía otra variante del juego, la confección de un equipo completo de fútbol y jugar un partido entre dos equipos rivales. Como puede observarse la imaginación suplía la falta de recursos económicos. Los objetos cotidianos eran transformados en juguetes.

LAS CHINAS Se podía jugar con un número indeterminado de jugadores so-

bre un trozo de suelo liso durante todo el año. Se jugaba con un de-terminado número de “chinas”, propias y del contrario o contrarios, que bien podían ser sustituidas por chapas, debidamente machadas en el bord. Se colocaban en la palma de la mano y se tiraban hacia arriba, volviéndose la mano rápidamente y colocando el dorso de hacia arriba tratando de que cayeran en él el mayor número posible de ellas. Posteriormente, y con los dedos pulgar e índice, se trataba de coger la mayor cantidad posible de las que habían caído al suelo, tratando de recoger todas. Una vez recogidas las del suelo, las que se habían depositado en el dorso de la mano se volvían a lanzar hacía arriba y se trataba de recoger todas ellas con la mano que se habían lanzando. Evidentemente ganaba el que conseguía recoger las chapas del suelo.

LAS CUATRO ESQUINAS En este juego intervienen al menos cinco jugadores o jugado-

ras. Se jugaba en el exterior y prácticamente durante todo el año, dependiendo de la climatología. Sólo era necesario para su desa-rrollo delimitar el campo de juego con cuatro esquinas formando un cuadrado. Uno de los participantes se queda en el centro del campo delimitado, mientras que los otros cuatro ocupan una es-quina cada uno. En lugar de esquinas, se pueden utilizar árboles, farolas o simplemente unas piedras que marquen el campo de de-sarrollo del juego. A una señal de uno o de todos los participantes, se intercambian las esquinas, muy rápidamente, para intentar así que quien se encuentra en el centro no consiga quitar “su” esquina a nadie. Si lo consigue, pasa al centro el participante que se ha que-dado sin ella. Sus orígenes no están muy claros, pero a mediados del siglo XIV gozaba de tanta popularidad entre el pueblo inglés que, según algunos cronistas, Eduardo III se vio obligado a prohibirlo en los jardines del palacio de Westminster porque distraía los debates parlamentarios.

Como es obvio, jugar no requiere del último lanzamiento indus-trial de las grandes multinacionales. Imaginación, ganas y espíritu

son los elementos necesarios para que en cualquier momento y lu-gar y con material o él, los niños puedan gozar de nuestras tradicio-nes y costumbres.

MªJosé JiménezJosé Isidoro Ruiz

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En una serie de artículos realizaremos una recopilación de diferentes juegos populares que tuvieron lugar en la España del movi-miento. El autor realiza una labor de inves-tigación en profundidad sobre los diferentes

juegos que pasaron de generación en generación y que hoy los presenta de manera esquemática y sencilla, con-vencidos de que el lector recordará cómo jugaban en las calles de su pueblo.

Nombre del juego: “LA RANA”

Clasificación del juego: Juego de lanzamiento de precisión. Descripción / Reglas del juego:Hay dos equipos de dos jugadores. Los miembros del primer equipo tienen que hacer todos los lanzamientos, seguido por los miembros del segundo equipo. Cada jugador debe lanzar 10 discos durante su turno, a una distancia de 3,5 metros. Si un jugador pasa la línea de lanzamiento, el lanzamiento no es válido.

Se han establecido los siguientes resultados:Rana 50 puntosMolino 25 puntosPuentes 10 puntosHoyos 5 puntos

Reglas recreativas del juego:Hay diferentes formas de tirar los 10 discos de hierro: -Lanzamiento desde 3,5 metros; - Lanzamiento desde 3,5 metros, con los ojos cerrados; -Lanzar con la mano izquier-da (con la mano derecha si es zurdo); - Trate de saltar y lanzar el disco en el aire al mismo tiempo.

Material del juego:-Mesa de la “Rana”, con nueve hoyos - 10 discos de hierro de 38 mm (diámetro) y 60 gramos. - Un lugar de 7 metros x 2 metros, para llevar a cabo el juego

Terreno de juego: Cualquier lugar plano.

Medidas de seguridad / comentarios / conclusiones: Establecer la distancia de lanzamiento según la edad y capacidad. Es realmente difícil meter la ficha den-tro de la boca de la rana, pero hay otros objetivos que pueden darte puntos.

JUEGOS TRADICIONALES. EN ESPAÑA 65

Juegos tradicionales en la España del movimiento (I)

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Dirk Nasser

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Gastronomía TRADICIONAL

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. LIBRO DE COCINA 67

Libro de Cocina (Don Benito, 1877)

MANOS DE PUERCO

Se parten las manos por medio, se ponen a cocer en una olla has-ta que están tiernas, se aparta y sacan del caldo y se le quitan

todos los huesos, procurando que no se desbaraten, y en estando se envuelve en harina, y se fríen en manteca; se sacan y en la misma manteca se fríe cebolla muy picada y un poco de perejil, después se le echa un poco de agua de la que se coció las patas pimienta canela y clavo se sazo-na de sal, y se les echa las manos a que dé un hervor, cuando parezca que están se saca una poca de leche de almendras a proporción; se deslíe un poco de harina un poco de zumo de limón, y se echa a las manos procurando que esté a cande-la lenta para que hierva un poco con la salsa.

BIZCOCHOS BLANCOS DEARCOS DE LA FRONTERA

Adocena y media de huevos media libra de azúcar, batiendo separa-das las yemas de las claras, des-pués se va echando las claras con

las yemas sin dejar de batir, se le echa media libra de almidón molido, se vuelve a batir, se le echa un puñado de harina y se vuelve a batir otra vez; se echan en medio pliego de papel seis cucharadas repartidas las cuchara-das (sic) de plata, se meten en el horno que debe estar más templa-do que cuando se saca el pan; se pone en los papeles un poco de ace-mite, se lustran o blanquean en estando fríos; a seis claras libra y media de azú-car se baten mucho, habiéndole echado el zumo de un li-món y medio cas-carón de agua, al fuego sin dejarlo de menear hasta que tome punto alto, y con un dedo se le da un poco por abajo has-ta dejarlo en blanco; así que está seco se le da por arriba (1) advirtiendo que no ha de estar el lustre calien-te sino bien frío, como los biz-cochos para echarlos en los papeles la cucha-ra de palo regular (I) en la nota primera no sé si dice albinesendo o albi-neyendo que estas vean las cocineras lo que quiere decir porque yo lo com-prendo.(sic) Recetas recopiladas por: Eduardo Gómez-Valadés

Textos extraídos del “Libro de cocina” de Dª Josefa Mejías Diaz de la Cortina, Don Benito, 1877 Li

bro

de c

ocin

a

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA68

En los últimos años, mé-dicos, gastrónomos, res-tauradores de la cocina, sociólogos, poetas, es-critores, psicólogos…y,

cómo no, hasta algunos políticos han desempolvados de sus viejos, maternales y venerables ancestros, los baúles de los recuerdos de la gas-tronomía popular, algo tan antiguo y grande como el mar Mediterráneo, con el fin de engrandecerla. Con ello se le hacía justicia a una cocina “me-diterránea” que ya estaba engran-decida por la humildad de quienes, antaño, manipularon los alimentos en sus cocinillas, para el bien de los comensales. Con esta recuperación de la anciana cocina, han descubier-to sus excelencias, y como siempre los intelectuales tienen que poner un nombre a lo ya existente, para distinguirse de los no intelectuales: otorgaron a esta cocina el nombre de gastronomía Mediterránea, mien-tras que nuestras abuelas y madres, abarrancadas, durante muchas ho-ras de sus vidas y durante muchos años, en los fo-gones de sus cocinillas, ya nos ofrecían la excelsitud de dicha cocina, diciendo que era comida de nuestra tierra (el mar Mediterrá-neo ellas no lo conocían). Y nosotros –pobrecitos ig-norantes– sin saber lo qué comíamos, cuando nues-tras mamás y abuelitas nos servían en la mesa esos ali-mentos de platos calientes de cuchara.

No es que las comidas de antaño fueran copiosas, pues tanto el desayuno, como la merendilla, como la cena eran un tanto fru-gales; quizás, esta última

comida –la cena–, era así por la rica sabiduría de nuestros antepasados. Ya decían ellos, por apreciar los efectos de los excesos alimenticios y enólicos nocturnos, en algunos jar-teras:

De grandes cenasestán las sepulturas llenas. (Anónimo)

Así, pues, la cena tenía que ser parca; las otras, excepto la comida del mediodía, eran matahambres, si se podía matar. Pero, eso sí, la comi-da del mediodía tenía que ser fuerte, de cuchara y caliente, sobre todo, en otoño e invierno. No comer caliente de cuchara, una vez al día, parecía no comer; y en mi casa, con Paqui a la cabeza, como jefa, sucede igual ahora. Antaño, con respecto a esta comida del mediodía, hay que hacer una salvedad, ya que determinados profesionales, tales como eran los agricultores y todos aquellos que estaban dedicados a otras labores en

el campo; para ellos, la comida de cuchara era aquella que degusta-ban tras la puesta del sol, cuando terminaban sus faenas.

¡Y ahora se han dado cuen-tas los sabios y los intelectuales, aquellos que alababan la nouvelle cousine, de las bondades de nues-tra dieta! Y es una pena que, a pe-sar de la propaganda que actual-mente se está haciendo sobre ella, nuestros jóvenes hagan gestos de desagrado hacia las verduras, las legumbres, los pescados y el pan, y, sin embargo, hagan arrumacos

a los grandes trozos de carnes asadas o con salsas de etiologías desconoci-das o a las hamburguesas con patatas fritas, como cultura esencial de su alimentación. Y nuestros gobernan-tes, silenciosos cuando quieren, que justifican su trabajo haciendo en-gordar los tochos de los códigos del Derecho con leyes que se archivan (¿¡Quién no recuerda aquella ley o proposición de ley que iba a ser pu-blicada referente al tamaño de unas hamburguesas!?), consienten que tengamos unos niños y unos jóvenes muy bien comidos satisfactoriamen-te y, sin embargo, mal alimentados, pero eso sí, niños y jóvenes muy fo-fitos, futuros clientes de las distintas unidades de patología coronaria.

Cuando en este capítulo hable sobre la comida de cuchara, voy a hacer referencia solamente a las ver-duras y legumbres, con aquellos ele-mentos cárnicos de chacinería que los acompañan y con unos cachos de carne sobrenadando, cuando se po-

día, para resaltar el sabor.

Carillas, habichuelos,garbanzos y lentejas,que buches satisfacéis,a todos dad consuelos, oíd rápidos sus quejas de aquellos que soco-

rréis. (El autor)

Por supuesto, también el gazpacho, las sopas y algunos arroces son de-gustados con cucharas. Pero estos lujos culinarios (gazpachos, sopas y arro-ces) los he dejado para otros capítulos.

Hay que reconocer que la cuchara no es un ele-

Comer caliente de cuchara (I)De

cuc

hara

Pero, eso sí,la comida del

mediodía tenía que ser fuerte, de cuchara y

caliente, sobre todo en otoño e invierno.

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA 69

mento moderno, sino que ya existía y era utilizada desde que se descubrieron las so-pas (al parecer, en el Neolítico ya eran co-nocidas las cualidades de la cuchara, que entonces era de madera o de concha de ma-risco).

Comer caliente de cuchara, es comer por excelencia un plato caliente; es comer una pitanza que nos temple no sólo el apeti-to, sino también nuestra temperatura física y psíquica. Comer un plato caliente al día, es auxiliar a nuestro desinquieto estómago y calmar a nuestro propios sentimientos. En una palabra, cuando comemos un plato caliente buscamos y encontramos una sere-nidad que nos llene para todo el día. Es una necesidad.

Durante los meses de calor, los picadi-llos, los gazpachos, las ensaladas, las pastas, los escabeches, etc. son muy bien recibidos para el alivio del sudor y del calor; y como platos algo más ligero, para hacer la diges-tión, pero no por ello, con “poca substancia”. En Don Benito, con la llegada de las fiestas de La Virgen Nuestra Señora de las Cruces (12 de octubre de cada un año), nuestro or-ganismo comienza a modificar el termosta-to corporal que tenemos, y con las Fiesta de Todos los Santos, en toda nuestra zona de la Serena, ya todo ha cambiado. Por estas fechas, quedaba inaugurada la temporada del brasero de picón. Es entonces cuando nuestra actividad culinaria cambia, y ne-cesitamos esta gastronomía para combatir, aparte del hambre, el frio, y para ello, nada mejor que comer caliente de cuchara (no olvidar, que tampoco está de más en otras épocas del año).

Si hace algunos años, la burguesía y la aristocracia se alimentaban principalmente de los animales de caza, de cerdo y guisos de buenas carnes de corral, todos ellos bajo la supervisión de buenísimas cocineras do-mésticas de toda la vida, muy bien cuidadas y mimadas por sus amos, ahora todos és-tos se acercan al redil de los que llamaban desamparados gastronómicos; o sea, llegan al redil de los humildes y de la clase media, que es donde se encuentra la comida verda-dera y buena, sencilla y sana. (hay que reco-nocer que expresar el término humilde me resulta injusto, pues parece decir algo peyo-rativo, y no es así). Y es que, hasta hace unos años, comer este tipo de comida caliente era patrimonio y sinónimo de miseria alimen-ticia. ¡Qué desfachatez! Afortunadamente, los llamados platos de cuchara están colo-cándose en el lugar que se merecen: en las entrañas de la cocina mediterránea, según los sabios. Comer caliente de cuchara, ac-tualmente, no sólo es un lujo gastronómico, es también una necesidad para vivir mejor la vida y de una manera más saludable.

Comer caliente de cuchara una vez al día no perjudica a nadie, al contrario, en-grandece las buenas emociones y pasiones que guardamos en nuestro interior.

No quisiera terminar esta introducción

de comer caliente de cuchara sin contar an-tes una anécdota, aunque sea brevemente, que me ha venido al recuerdo. Solía aconte-cer, en muchos hogares, la noche anterior de comer legumbres. Servía de entretenimien-to y convivencia familiar alrededor de una camilla. Pues bien, antaño, las curas con in-secticidas en las huertas era lo inusual, y por ello algunas legumbres eran dañadas por los biches, y terminaban con bujeros o muy arrugadas. Pues bien, aquellas noches, casi siempre de invierno, sentados alrededor del brasero, arropados por la faldilla, la madre traía el paquete que contenía las legumbres, envueltas en papel de estraza, y las dejaba caer sobre el hule de la mesa. Después, to-dos, con el borde de la mano, nos acercába-mos un puñadito de ellas y comenzábamos a desfiar las que estuvieran pochas. Y aque-llas legumbres pochas no las jondeábamos, sino que las usábamos para algunos juegos de mesa en familia (La Oca, El reloj, La ron-da, etc.), hasta la hora de acostarnos, que no era tarde. Eran las perrillas que usábamos para los juegos. Al terminar, contábamos quienes tenían más judías o lentejas, y así, aquel que más tuviera, le quedaba el gustillo y la honrilla de haber ganado. Al finalizar la partida… zurra, que es tarde, y a la cama.

Voy a omitir en este capítulo y en el que escriba, como continuación, el año que vie-ne, el cocido y los nabos; ya escribí en otro momento sobre ellos en esta revista.

LAS CARILLAS

En todos los hogares en los que viven familias numerosas, como es lógico, siem-pre existen los hermanos mayores, media-nos y menores. Desde luego, para escribir esto que he escrito, no hace falta romperse la sesera. Pues bien, prosigamos. Lo mismo sucede en otros campos, como en el de las

legumbres, y más específicamente, con los habichuelos. También estas familias tienen “hijos” mayores, medianos y pequeños. Me voy a referir a los medianos, y en este caso, a las hijas medianas: las carillas, hermosas, coquetas y airosas “niñas”.

Las carillas, como todas las legumbres, nacen en el campo, y lo hacen sobre un te-rreno suelto, creciendo mejor en aquel te-rreno que haya sido abonado con ceniza, que lo enriquece de potasio, y en donde el agua no exista en demasía. De sus flores amarillentas, algo paliduchas, nacen las vai-nas con las carillas.

Mi padre me contaba que, hace muchos años, cuando él era joven, en Don Benito, estas legumbres eran sembradas entre los líneos de las cepas de cualquier majuelo de los alrededores. Como es una planta delica-da ante el exceso de humedad, los birujis y los airazos, se recomienda sembrarla en pri-mavera, y no hay que preocuparse ya hasta la recogida, pues aunque parezcan débiles de naturaleza, saben cuidarse muy bien ellas solas, hasta el momento de su nacimiento.

Y así lo hice yo en dos ocasiones. Las sembré. Entre las cepas vi crecer sus matas; entre ellas se secaban las vainas y entre ellas recogí los frutos. Las pobres, presumidas y delicadas, tienen un grave problema: son afectadas por un mal casi en el momento del nacimiento, y muchas mueren en el inten-to de su supervivencia. Son perforadas por unos biches, llamados mosca blanca. Por di-cha causa, no era entonces, hasta hace unos años, una legumbre que pudiera ser guarda-da en la despensa durante mucho tiempo; había que consumirlas con cierta celeridad. No ocurre lo mismo en la actualidad, ya que son curadas con insecticidas para una mejor conservación y para servir de alimento du-rante cualquier mes del año.

Si otras legumbres, como son los gar-

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA70

banzos, se presentan en sociedad para agra-dar a la mayoría de los hogares como seres graciosos, rechonchos y felices, las carillas lo hacen con altivez y petulancia. Se sien-ten distintas a las demás legumbres. Ellas se preparan y acicalan como si de grandes artistas se trataran. Y así se presentan: como grandes bailarinas, cantantes y damas de la década de los años 30 del pasado siglo. Eso sí, cantantes finas y educadas, en una lujosa sala de fiestas. Maquilladas sus caras, ves-tidas con chaquetas de gala y luciendo una hermosa corbata pajarita de color negro, se encuentran muy bien, y hermosean. Por esto, por las caretas, los árabes las llamaron yudiya; y los extremeños, sobre todo en Don Benito, chiquillos con chaleco, porque parecen que visten y peinan a lo garzón.

Y ellas, las carillas, que saben que son de piel fina y delicada, que se reconocen bien aseadas y que, por su juventud, ofrecen sus carnes blandas pero tersas, se ofrecen así a sus muchos admiradores. Y al oído, cuando quien las va a cocinar se acerca a la olla y al fogón, les habla y les dice que su cuerpo no necesita agua de remojo para ablandar-lo en su sacrificio gastronómico, como sus parientes los habichuelos o los garbanzos o lentejas. Advierten que, para bailar su dan-za erótica del holocausto alimenticio en el fondo de una cazuela, sólo necesitan agua, sal y aceite, y que admiren sus bailes duran-te los 40 ó 60 minutos, que dura la cocción. Pero ya, como unas grandes estrellas que son, demandan a sus fans que durante la danza les ofrezcan unas hojas de laurel para aromar su sudor y ennoblecer su distingui-da personalidad, y que añadan, a la vez, una cebolla al escenario (no hace falta que sea mucha cantidad), para recordarle la humil-dad de su familia, pues entre ellas resuenan muchas veces las palabras de Don Quijote a Sancho: No comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanería, y esto es modestia.

Terminada la danza, todo el escenario –la olla– queda inundado por un caldo ne-

gruzco, espeso y dulzón, regalado por las carillas. Esas exquisitas cualidades (color, espesura y dulzor), que han ido despren-diéndose lentamente desde lo más profun-do de su ser para agradar a sus espectadores y morir en honor de la glorificación, son las compensaciones que entregan. Se han des-pojado ahora de todo su envanecimiento y petulancia, que bien guardaban; al presente, sólo ofrecen tersura y dulzura para los pala-dares más exigentes.

Aunque ellas solas son capaces de con-seguir los aplausos, a veces quieren com-partir sus éxitos con actores secundarios, permitiendo que una morcilla de vientre o un buen chorizo convivan durante el tiem-po que persista la danza. Mientras se degus-te este plato, no es descortesía empapar un poco de miajón en el caldo; ayuda a santifi-car el paladar.

Con las miradas puestas en los platos, donde han sido servidas, y cucharada a cu-charada, la función teatral puede terminar con éxito, sin necesidad de visitar el ambigú de la sala de variedades.

LAS LENTEJAS

No es que me resulte lisonjero, pero sí peyorativo, cuando oigo decir a alguien la manida frase: “Estas son lentejas; si quieres, las come, y si no, las dejas”, pues parece que aquel que las va a comer las desprecia y... o las come de mala gana, a veces, con gestos de asco y rechazo. Quienes las repudian, simulan ser estómagos agradecidos hacia otros alimentos, a los que llaman refinados, pero, lo más seguro, es que, por su escasa cultura gastronómica, desconozcan lo que es un buen plato de lentejas como base de la alimentación. También puede ser que hayan sido educados en una vana y en una ficticia elevada sociedad, donde se despre-cian a estos alimentos y a los que conside-ran populacheros y vulgares, ignorando que la humanidad, entre otras cosas, subsistió alimentándose gracias a las lentejas. Para

mayor desprecio, ¿fueron ellos los que mo-dificaron aquel refrán diciendo: “Lentejas, comidas de viejas…”? En fin, tampoco hay que ser crueles con quienes las dejan y no las comen; no les gustará el sabor, sin más; no todas las personas tienen que disfrutar de los mismos goces.

Desde que el hombre se asentó y co-menzó a domesticar a los animales y a labrar la tierra para el cultivo de algunas plantas; mejor dicho, desde que las mujeres comenzaron a cuidar las semillas de algu-nas plantas, se puede decir que la gastrono-mía cambió. Las lentejas, junto con el trigo, la cebada, la avena, la col, etc., formaron parte de aquellos primeros cultivos. Todo esto –el cultivo de las lentejas– sucedió hacia el año 3500 a.C., más o menos, aun-que, según se ha oído decir, en Siria, hace unos 11000 años, ya eran conocidas; eso dicen los sabios y estudiosos. Por entonces, también, después de que algunos hombres

o mujeres, aburridos en sus cuevas, se en-tretuvieran en frotar con energía unos pa-litroques y estos ardieran, a lo que llamaron fuego, la cocina cambió mucho. Con el in-vento del fuego, no sólo se consiguió que las noches no fueran tan oscuras, sino también que aquellos hombres y mujeres con sus hijos hicieran una vida más familiar en las cuevas alrededor del hogar, que los invier-nos fueran menos crudos, que sirviera para ahuyentar a algunos animales peligrosos y, sobre todo, hizo que la gastronomía fuese más valiosa y agradable: podían cocer los alimentos y asar las carnes y los pescados. De ello no se libraron las lentejas, pues de esta manera se hicieron más ligeras, para ser digeridas.

Y las lentejas, después de pasar de mano en mano por las distintas huertas que rodea-ban a las cavernas de nuestros antepasados, llegaron a Egipto, y gustaron, y comenzaron a alimentarse con estas legumbres (¡Cuán-tos esclavos se beneficiaron, gracias a sus proteínas, de este plato!) Por ellas, tuvieron fortaleza para hacer las grandes obras de la arquitectura faraónicas. Se cuenta que en Egipto hubo una ciudad que se llamó Ge-sem, conocida posteriormente como Facu-sa, a la que se la dio el título de “ciudad de las lentejas”. Pero también llegaron al pueblo elegido por Dios: Israel. Ya asentadas en Pa-lestina, tanto gustaron que fueron conside-radas de una gran valía para alimentación cotidiana. Tan grande era el aprecio de las lentejas que, según relata un pasaje de la época, descrito en la Sagrada Biblia, hizo que el mundo y su destino algo cambiara para el futuro de la humanidad por culpa por ellas: Esaú perdió la primogenitura a fa-vor de Jacob. Y de ese episodio, esto dice la Sagrada Biblia: “Él [Esaú] se lo juró y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas. Él co-mió y bebió, y levantándose se fue. Así me-nospreció Esaú la primogenitura” (Génesis, 25: 29,34).

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. DE CUCHARA 71

Las lentejas continuaron pasando de unos lugares a otros, de unos países a otros, por el sendero de la vida y de la Historia. Y llegaron hasta Roma. Allí, en la capital del imperio romano y sus territorios, fueron muy bien acogidas. Fueron muy amadas y bendecidas por el pueblo sencillo y, sobre todo, por los pobres poetas, a las que gran-des odas les cantaban, pues para cantar una oda necesitaban estar más alimentados con exquisitos potajes de lentejas que con la mé-trica y rima de sus versos.

Pero antes de llegar estas enanas legum-bres a Roma, Grecia ya había tenido el ho-nor de degustarla, sobre todo gracias a su excelente cocinero Eukhyno, el cual ha pa-sado a la historia de la gastronomía como el chef de cocina especialista en guisos de lentejas, y convirtió a estas legumbres como plato base para la alimentación griega.

Y las lentejas llegaron hasta la edad Me-dia, pero en esta época, no sé el porqué, fue-ron relegadas y condenadas al olvido como alimentos que formaran parte de la gastro-nomía de la buena mesa y de la popular. Elevadas al grado de humildes, quisieron humillarlas, y fueron distinguidas para dar de comer a los indigentes que se acercaban a las casas de las personas pudientes, pidiendo pan y algo más, y, más tarde, para alimentar, sin rubor alguno, el ganado, especialmente los cerdos.

En el transcurso de los años, la sensa-tez volvió, y las lentejas volvieron a formar parte de la dieta familiar. Reconozco que ha formado y forma parte de mi gastronomía habitual. Mi madre, mi esposa y todas las mujeres sensatas que he conocido nunca las han menospreciado. “¡Anda, hijo, come muchas lentejas, para que te hagas fuertes. Tienen mucho hierro!”, nos decían nuestras madres, y las comíamos. Y es verdad, no se equivocaron: son ricas en hierro.

Tal vez aquellas niñas, de otros tiempos, de aspecto enclenque y enfermizo, con tez blanquecina y sonrisa cetrina, que acaricia-ban sus cabecitas con bellos tocados y forra-ban sus cuerpecitos con hermosas telas de organdí, y que se las veían abatidas en las grandes fiestas de sociedad, fueran atacadas por el mal de la clorosis no sólo por inqui-nas de amores, sino también, tal vez, por un desprecio pretencioso a las lentejas.

…………………………….

Hace miles de años, como más arriba he escrito, las lentejas, antes de ser cultivadas, fueron silvestres; ahora, ya “domaditas”, son unas hierbas de tallos angulares, con flores de colores variados (blanco, rosa, purpura, etc.), que dan lugar a unas vainas de las que se obtienen el fruto: 2 ó 3 semillas, de unos 5 mm. de diámetro, de forma discoidal y de

color pardo. Así son las lentejas... Son me-nos lujosas y hermo-sas, en el físico, que sus parientes lejanas las carillas; pero las más retaquillas de todas.

Son tan humildes para su preparación (como buena legum-bre), que se confor-man con poco: agua, sal, cebolla, patatas, zanorias, laurel, un

hueso de ternera o de cerdo y aceite. Qui-zás su aspereza dulzona pueda puede ser aliviada con un buen lubrificante, como es el tocino.

Un día, no recuerdo si por error, capri-cho o por deseo, añadí a la olla de las lente-jas, haciendo yo las funciones de cocinilla, cuello de cordero y, ¡oh gentileza de ellas!, no lo depreciaron; al contrario, fue muy bien acogido, sintiéndose muy consoladas por la “crema para su piel” que el cordero les ofreció con su grasa, y en la mezcla sur-gió un sabor difícil de definir, pero fino y ligero y agradable; no produjo indigestión, en quienes las comimos. Recuerdo el plato con gozo y placer.

Por supuesto, no es tampoco desprecia-ble añadir, como a los otros parientes legu-minosos, una buena ración de morcilla de vientre o buen chorizo. Paqui, mi esposa, excelente cocinera, que siempre se esmera en ofrecernos lo mejor de su cocina, pen-

sando que nuestra digestión no derive en ser pesada, recomienda, y así lo hace, que el chorizo o la morcilla es preferible, tratándo-se de legumbres, que no cueza en la misma olla que ellas, pues resulta, por la grasa que desprende, que se mezcla con todo, y son después un poco pesadas para digerirlas, sobre todo para los estómagos algo delica-dillos. Para ello, Paqui nos dice que es de-seable que la morcilla o el chorizo, una vez pinchadita su piel, cuezan en una cazuela aparte, con un poco de agua. Después, sin el agua de cocción, se añade la morcilla o el chorizo a la olla; de esta manera, la grasa ha quedado en el agua, y en parte, eliminada. Así, es más ligero de digerir. Eso sí, al pre-sentar el plato, que el caldo sea algo espeso, pero ligero, como he dicho.

Lo que sí no es agradable para las len-tejas, que es una ofensa para ellas, ni para el que las come, pues es un desprecio al comensal, es servir estas legumbres simple-mente cocidas con agua, sin más (lentejas lavadas, como se las llama vulgarmente). ¡Jamás volveré a comer esas lentejas que con tanto desprecio me sirvieron en un hotel de la ciudad de Burgos, y que tuvieron la des-fachatez de llamarlas Lentejas a la Imperial! ¿Sería republicano ese mal cocinero?

Existen determinados momentos que, por causas patológicas o por la edad del comensal, las lentejas no pueden ser comi-das en su forma de guiso habitual. No hay que preocuparse por ello, basta convertir el guiso en un puré, triturándolas junto a las patatas y zanorias que con ellas han cocido. Además, si el que va a comer el puré está hecho un jediondo o un pelijincao, un poco de carne, triturada en él, le dará más subs-tancia y, como decimos por estos andurria-les, le alimentará más.; lo pasará sin que se dé cuenta.

GuillermoPaniagua Parejo

(De mi libro: Paquitas, ¿qué como hoy?)

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Crisis hasta en la Sopa

Es evidente que la crisis nos está afectando sobre-manera no sólo psicológicamente, también en el bolsillo. Si nos remontamos unos años atrás, bastantes diría yo, a los años 60, cuando se po-pularizaron los sobres de sopas y las pastillas de

caldo concentrado, España aún vivía unos años duros y di-fíciles en cuanto a economía se refiere, pero en el horizonte algo indicaba que eso estaba a punto de cambiar y, efecti-vamente, cambió todo. La eliminación de temas tan engo-rrosos como hacer un buen caldo, desapareció de casi to-dos los hogares, ¿Para qué?, si echando una pastillita en el agua se hacía una sopa engañosa pero resultona. La economía empezó a resurgir y vino el 600, que con mu-jer, hijos, suegra incluida, el canario y el botijo en la baca permitió a miles de familias conocer lugares de nuestra geografía a la que nunca hu-bieran soñado ir si no llega a ser por ese vehículo icono de tantas y tantas familias espa-ñolas.

Lo que sí es cierto es que después de tantos años de penurias, años conocidos como postguerra, aquello fue el boom que el españolito de a pie necesitaba para resurgir de sus cenizas y volver de una emigración forzada por las circunstancias.

Ahora, en estos años duros, la historia poco a poco se vuelve a repetir, nuestros jóvenes se están marchando en busca de un trabajo, no sé yo si bueno o malo, pero trabajo

al fin y al cabo. Volvemos de nuevo a apretarnos el cinturón cada vez más y a pensar dos veces la compra de unos zapa-tos, un vestido o cualquier otra cosa que creíamos antes vital para nuestra vida diaria. El coche dura más, la ropa tiene que aguantar varios años y en vez de ir al cine los fines de semana, mejor comprar un paquete de pipas e irlo a comer al parque.

Los que tenemos trabajo vamos tirando del carro, pero los españoles que no lo tienen sufren en sus carnes una si-

tuación insostenible que ni sospechaban cuando sí lo te-nían, como vivir dignamente sin miedo a un desahucio, irse de vacaciones una vez al año, tener mejor coche que el del vecino, es decir, vivíamos mucho de cara a la galería para que todos notaran que estábamos sobrados econó-micamente.

Ahora, con esta crisis que no tiene visos de acabar, al menos en unos cuántos años, por culpa de la burbuja inmobiliaria, por los bancos y por nosotros, que teníamos una Visa en el bolsillo y nos pensábamos que éramos mi-llonarios, nuestra economía ha dado un vuelco total y eso también se ve en la alimenta-ción diaria.

Cuando vamos al mercado lo vemos prácticamente va-cío, y no digamos ya un centro comercial, la panacea de to-dos los españolitos de a pie, que ahora buscan otro tipo de ocio que no sea el de ir con toda la familia al hiper los fines de semana.

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CRISIS HASTA EN LA SOPA72

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Existen unas sardinasque a la plancha, fritas

o escabechadas nos aportan vitaminas y

nutrientes para seguir adelante

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Hablas con carniceros, fruteros, pescaderos, y todos se quejan. Los únicos que parecen no haber notado tanto la crisis son los polleros, con un aumento de la carne de pollo y huevos y los charcuteros con la venta de embutidos baratos, llámense chopped, mortadela o queso en lonchas para hacer sándwich y tener la cena resuelta.

Pero indudablemente el español cuenta con una buena despensa y debe aprovecharla: unas buenas patatas con unos trozos de costilla ado-bada es un plato delicioso y barato, tiene nutrientes y alimenta. Es el mo-mento de dejar a un lado los productos precocinados, caros y malos, y volver a la cocina mediterránea, la que se ha consumido toda la vida y que resulta equilibrada y maravillosa.

Un buen cocido es un plato excelente y que alimenta a toda la familia al menos dos días y si no se ha comido toda la carne, pues con picarla menuda, leche y harina, tendremos unas estupendas croquetas con que solucionar, junto a una lechuga la cena del día.

Las denostadas lentejas, junto con un picado de patata, zanahoria y apio es un alimento equilibrado y casi olvidado en multitud de hogares, principalmente, en los de reciente formación. Y las judías, en sus diferen-tes variedades, sustituidas últimamente por la fabada de una conocida marca asturiana. Nada que ver.

Unos huevos rellenos, también con la consabida ensalada, o bien lo que se llaman ahora y están tan de moda, huevos rotos o estrellados, que son simplemente unos huevos fritos, patatas fritas y un poquito de jamón, chorizo u otro ingrediente, y por los que se pagan 20 euros en un restaurante, es un plato de los más barato que se puede hacer en casa. ¿Y que me dicen de la tortilla española?.

Y no digamos del pescado, antes pedías un lenguado para el niño y te daban fletan, y claro, el 90% de los clientes no lo sabían, pero el engaño residía en que el pescadero te daba un pescado barato pero te lo cobraba a precio de oro.

Existen unas sardinas maravillosas, que elaboradas a la plancha, fritas o escabechadas nos aportan vitaminas y nutrientes para seguir adelante, igual que los siempre socorridos boquerones, palometas, etc.. Dejémonos de tonterías porque de vez en cuando una merluza no está mal, pero estos otros pescados tampoco, y si comprásemos más de ellos, los pescaderos se verían obligados a rebajar sus márgenes de ganancias y bajarían los pescados mal denominados “de lujo”. Y esto es extensible a todos los comerciantes de los mercados.

Volvamos otra vez a los socorridos bocadillos, mucho más sanos que la bollería industrial y que nos ocupa un par de minutos prepararlos, y

con rellenos para todos los gustos. Un buen vaso de leche o café acompa-ñado de su tostada con aceite y tal vez un vaso de zumo de naranja nos aportará la energía necesaria para pasar la mañana bien alimentados, y lo que es mejor, sanos.

Claro, me estoy refiriendo a una familia media española, no a la pobre gente que ha perdido todo y se ve avocada a los comedores sociales. Ese sería un tema a tratar aparte, pero una familia normal puede aguantar la crisis con unos alimentos que ya teníamos prácticamente olvidados.

En el tema de casquería, tan denostada en los últimos años y que vuelve a resurgir gracias al aumento de consumidores foráneos, no debe-mos olvidar las carrilladas, tan famosas en muchos restaurantes, y que re-sulta económicas preparadas con una menestra de verduras, que en este caso pueden ser congeladas. O también unos callos, plato típico tanto en Madrid como en otras localidades y muy nutritivo, los zarajos, casi des-conocidos en muchos lugares de nuestro país o una maravillosa asadura de cordero, preparada con tomate y pimiento. Todo esto, no abusando de ello, nos solucionará más de un problema a las amas de casa.

La fruta es otro tema diferente. Aquí los márgenes son enormes. No importa el precio que paguemos por el producto, el pobre agricultor se llevará la peor parte en el reparto, y el consumidor lo comprará muy caro, dando lo mismo que sea de temporada o no, pues ahora, con el tema de los invernaderos, el tema de la estacionalidad prácticamente no existe. Es, en proporción, el puesto más caro del mercado y donde más se ha sentido la calidad del producto, porque ahora ya nada sabe como antaño, ni los tomates, ni prácticamente ninguna verdura.

En resumen, debemos regresar a los productos casi olvidados por mor de la modernidad de la que tanto hemos presumido, las legumbres, las carnes de segunda, que si se saben cocinar bien, no desmerecerá para nada nuestros platos, las patatas, con las que preparar tan buenos platos o tapas, y ya que tenemos que consumir más fruta y verdura, salvo si usted tiene la ventura de tener un huerto, nos tendremos que conformar con esta que nos venden sin sustancia ni sabor.

Que la crisis nos dure pocos años, y si puede ser mejor con una car-casa de pollo, un hueso de jamón y poco más, realizar un buen caldo, ¡y a la porra la sopa de sobre!.

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CRISIS HASTA EN LA SOPA 73

Textos: Inés Gibaja HombreFotos: Ignacio Moreira

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Retazos de EXTREMADURA

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RETAZOS DE EXTREMADURA. POESÍA POPULAR PEÑALSORDENSE 75

Poesía popular de Peñalsordo IIIOctava del Corpus Christi Poesía en sus Mojigangas

Tal vez sepa el lector que la Octava del Cor-pus Christi en Peñalsordo está declarada fiesta de interés turístico nacional (1973) y regional (1985). Es la única en toda la co-marca de La Serena con tal consideración

regional, junto a la romería de la Virgen de Piedra Es-crita en Campanario. Todos los años tras el Corpus, se celebra con gran boato esta efeméride. De un modo u otro, los peñalsordenses y muchos forasteros se apres-tan a su celebración con verdadero entusiasmo; unos para participar activamente en los fastos -los hermanos y familiares directos de la Cofradía-; otros, de forma más pasiva; pero todos serán agentes activos en estas fiestas cargadas de gran colorido y tradición local.

Por otro lado, como otras tantas homónimas na-cionales, son fiestas mitad religiosas, mitad paganas; siempre con marcado movimiento, con grandísima ac-tividad física por parte de los cofrades o hermanos de la Cofradía del Santísimo Sacramento. Su acendrada fe les conlleva durante cuatro días -Corpus y Octava, más las dos Vísperas- a un incesante desgaste físico, que el pue-blo, consciente y agradecido por dicho esfuerzo, sabe premiar con su aplauso sincero durante las Mojigangas y la formación del castillo humano.

Está suficientemente explicado por distintos me-dios ya el desarrollo de las funciones de estos fastuosos días. Hoy queremos hacer hincapié aquí en una parte de dichos acontecimientos. Nos referimos a las popu-larmente reconocidas y aceptadas Mojigangas. Son és-tas composiciones poéticas preparadas durante el año

por los propios cofrades y recitadas o “echadas” durante la noche de la Víspera de la Octava. Algunos hermanos aficionados a la poesía recogen en verso, casi siempre en romance informal, los acontecimientos más reseñables de cuantos han acaecido en el propio pueblo durante el último año, y siempre se exponen de forma jocosa. Esto es lo que se conoce con el nombre de Mojigangas. La recitación de las mismas se lleva a efecto desde la balconada del Ayuntamiento del pueblo ante el regoci-jo generalizado de los presentes en la plaza. Se pierde en el recuerdo del tiempo este tipo de actuación lúdica y siempre hubo buenos “echaores” de mojigangas, con más o menos acierto, dependiendo de sus cualidades poéticas, pero siempre cargados de buen humor. Entre los ya desaparecidos, el público recuerda como buenos “mojigangueros”, a los “Tinaja”, padre e hijo, Emiliano y Francisco Serrano; al “abuelo” Felipe Martínez; o a Ma-nolo “Roso” Sánchez, entre otros varios.

Existe una fórmula tradicional entre los “echaores” de Mojigangas, que se ha trasmitido de generación en generación. Así, el comienzo casi siempre lleva esta fór-mula tradicional: “En este presente año/ traigo mucho (o poco) que contar…”, y a continuación se expone el tema, que con frecuencia se centra como hemos veni-do apuntando en algún hecho reseñable ocurrido en el pueblo de tipo jocoso o con un pelín “picante”. El final de la exposición también se reitera siempre del mismo modo: “Señores, ustés (ustedes) perdonen/ si me quie-ren perdonar/ pero esto le ha pasado (o sucedido) a Fulano…”, y añadiendo el nombre de la persona aludi-

Poes

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se

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da, que a veces puede incluso ser el propio “echaor”.

Actualmente existen cofrades que des-empeñan con solvencia su cometido. Pero de entre todos, quisiéramos señalar en este trabajo el reconocimiento gratificante para un hombre que lleva muchos años, más de cuarenta, desempeñando con verdadero entusiasmo, devoción y acierto el simpático y reconocido papel de “abuelo” de la Co-fradía, siendo a la vez voluntarioso poeta popular. Me refiero a Félix Martínez Gó-mez, hijo del que también fue “abuelo” Felipe Martínez Osorio. Cuando su progenitor Felipe dejó el cargo, éste lo tomó su hijo Félix, y desde enton-ces hasta nuestros días, transcurrido casi medio siglo. Por lo demás, Félix es un hombre que vive profundamente la fe; que la transmite, no sólo a través de estos acontecimientos anuales, sino en su vida diaria. Él que lleva, como hemos señalado, tantos años en este cargo de “abuelo”, en casi todos ellos acude durante este señalado día al balcón del Ayuntamiento para desgranar y exponer públicamente de forma hu-morística los acontecimientos de sus “hallazgos poéticos encontrados” del último año, cargados de ironía y hu-mor. Félix, al igual que el resto de “mo-jigangueros”, es un hombre aficionado al verso con cierto sentido de la medi-da y la rima (a veces incluso el ritmo); pero sin estudios de preceptiva litera-ria; por ello usa el idioma castellano en su forma más peculiar del octosílabo asonántico, y lo hace con cierta soltura, si bien con frecuencia encontraremos versos forzados.

Tras esta breve exposición, pienso que es el momento de que se le reconoz-ca a uno de estos cofrades, a Félix Martí-nez, por sus paisanos, el esfuerzo, el tesón y el sacrificio que ha venido desempeñando durante tantísimos años -del mismo modo queremos hacerlo con Emilio Muñoz Mora, el tamborilero-, para que esta fiesta tan popular de nuestro hermoso, acogedor y querido pueblo siga adquiriendo la ca-tegoría bien ganada durante tantos siglos de reconocimiento generalizado en la villa donde sucedieron los acontecimientos. Sir-

va desde aquí mi reconocimiento personal y sincero en representación de nuestro pue-blo, como cronista oficial de Peñalsordo, y agradecimiento compartido por toda la po-blación para este hombre ejemplar, y tam-bién para Emilio.

Indudablemente, Félix Martínez posee una vena poéti- ca que le viene de herencia, de su padre Felipe. A m b o s c o f r a d e s

h a n culti-vado la poe- sía popular transmitida en sus mojigangas. Dejemos por ahora al primogénito, ya fallecido, y centrémonos en el hijo. Nuestro personaje nació en Peñalsordo el 18 de mayo de 1936. Como era costumbre por entonces, los hijos heredaban el oficio de sus progenitores. De

ahí que Félix ayudase a su padre en el tejar que poseían en los alrededores del pueblo en la elaboración de cerámica: tejas y ladri-llos principalmente. Él acarreaba el agua para la tejera desde los siete años. En 1956 la familia se traslada a vivir a la cercana po-blación de Almadén. Desde entonces allí ha vivido siempre, pero con visitas cons-tantes al pueblo, dada su cercanía. Se casó con otra peñalsordense, Josefa Fuentes, y desde hace ya bastante tiempo residen en el campo, un bonito lugar conocido como Los

Bohonales, en la frontera de Extremadu-ra y La Mancha. Félix nunca dejó de

participar en las fiestas del Corpus y su Octava. Desde muy niño colabo-raba con su padre en la creación de mojigangas que después uno de ellos echaba desde la balconada en la plaza

del pueblo ante sus paisanos la víspera de la Octava del Corpus. Más tarde ya

se valdría solo. Los poemillas como hemos apuntado, recogen hechos gra-ciosos, simpáticos, en forma jocosa, de acontecimientos sucedidos durante el año en el pueblo. Félix, que apenas fue a la escuela, usa versos que “pe-gan” (riman); no tiene conocimientos de preceptiva literaria; usa el octosíla-bo, y a veces emplea léxico propio del entorno. No obstante, no se limita sólo y exclusivamente nuestro personaje a la creación mojiganguera; emplea su tiempo en otras ocasiones para com-poner otros poemas diversos. El amor y la religión son los dos temas casi ex-clusivos en los que se inspira nuestro paisano en sus composiciones.

Creo que es bueno que recojamos por escrito algunas de sus composicio-

nes; de otro modo se perderían con el tiempo, y ya se sabe que sólo existe aque-

llo que queda escrito. Vayan por tanto estas composiciones mojigangueras al igual que otra dedicada al amor de su mujer, Josefa Fuentes. Son la aportación popular de este poeta al acervo cultural de su/mi pueblo, a veces con palabras nuestras propias. No espere ciertamente el lector una poesía de corte oscurantista, críptica al uso de hoy día; por el contrario, se encontrará con versos muy sencillos, pero con encanto, he-chos con el corazón.

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Mojigangas (I)

“Pongan atención señores que yo les quiero contarun caso que aquí ha pasadosin exagerarles “na”.Ese juan el “de la manca”y manolito “el refrito”fueron un día a gaiterosa quitar pasto a los olivos.Con ellos iba “el abuelo”que se mostró voluntarioy esta vez por alcagüetelo pudo pagar muy caro.Llegaron al olivar, empezaron la faena,y cuando están terminandoen el tronco de un olivoven metida una colmenay manolo les decía:la tenemos que castrar, porque a mi mujer le gustamucho la miel “empaná”.Entonces dice “el abuelo”muchachos, dejadlas quietasque gastan muy malas pulgas,yo lo sé por experiencia.que a mí un día en mi cortijoel flautín me lo pusieronmás grande que el saxofónque antes tocaba zarcero.Manolo le dice entoncestú lo que tienes es miedo,vete donde no te piquen,que nosotros castraremos.Entonces, él les contesta:pues seguid con el proyectoque yo me voy “pa” la entradahe visto un chabarcónque está hasta arriba de agua.Y en cuanto que os ataquenno esperéis a nada mássalid corriendo pa´l charcoque él os puede ayudar.Cuando “el abuelo” llegóvolvió la cabeza atrás,y ve a los dos venira toda velocidad.Con las manos en la cara,pegándose “bofetás”,las abejas los comíanvenían “enrabiscás”.Y sin pensarlo un momentoen el chabarcón se entró,se tapó bien la narizy hasta la cabeza hundió.Los otros que ven estoal charco se abalanzaron, caen encima del “abuelo”y casi le espachurraron.Le pusieron la jorobaque aún no se ha curado.Cuando sacan la cabezauno de ello exclamó:por culpa de las abejas,me tragué un pez cabezón.Y aunque hundieron la cabeza

ellas de allí no se fuerony hasta bien “anochecío”en remojo los tuvieron.Al marcharse las abejasenseguida se salieron,pues los tres se parecíana los guarros del porquero(que iban a bañarse siempreen todos los barriceros).Al ir a subir al cochese oyó el zumbío de un boleroy a punto de destrozarsese tiraron contra el suelo.Cuando el ruido ya pasólos dos a un tiempo dijeron: qué susto nos ha pegadoese cabrón de bolero.Traía el mismito ruidoque traían las abejascuando nos venían siguiendo.Y no quisiera decirde cómo el coche pusieron;no le pudieron quitarel olor a mierda y cieno.Tuvieron que tapizarle,y cambiarle los asientos,y la ángela me ha dichoque cree que aún sigue oliendo.Y la mujer del “abuelo”se enfadó mucho también,cogió y le lavó con sosa“pa” no volver otra vez.Mirad si quedaría limpioel pobrecito “el abuelo”que con la sosa cambióhasta el pellejo y el pelo(y en sus sitios delicadosse le abrieron agujeros).Manuel le dice a juanillo: esto que sea un secretoy así no se sepa “na”y yo dije para mí:hasta el diá las mojigangas.Así al llegar esta noche,he cumplido mi palabra.

Mojigangas (II) Hijo mío, rafael,a ver, dile a “la abuela”que no compre más viagraque estamos sin una perra.Como la pobre es tan viejaya la higuera sa secao, y quiere seguir comiendocolitas de bacalao.En cuando cobra la pagava corriendo a la farmaciay se compra un bote enteropues le salen más baratas.No sé para qué las quiereporque a mí, si me las da,corriendo voy al servicioy por la taza se va(cree que tomaré esto“pa” cualquier día palmar).Un día que me dio una

porque tenía lumbago:“esto es “pa” los dolores”,y por poco si las palmo.Con la fuerza que eso tienese me subió la tensión,toda la noche la tuvea la altura de un cañón.Tu abuelita se asustó,se fue a otra habitación,y aquella noche por pocome muero de sofocón.Desde aquel día no he vueltoa tomarme más pastillas,y si algo a mí me dueleme tomo una manzanilla.Y aunque no haga tanto efectolos nervios sí te los calma,y no tiene secundarios, como tiene la viagra.Señores ustés perdoneny déjense de viagra,que lo que es artificial, siempre se paga a la larga.

Poema amoroso: “A una mujer extremeña, de su marido”

En un rincón extremeñoun día te conocí,y me dije: esta mocitatiene que ser para mí.Estabas en un parajeque lo llaman “el chorrillo”y eras la moza más guapaque hasta entonces había visto.Te conseguí como esposay me siento muy dichosoporque tuvimos tres hijosde los que estoy orgulloso.Son muy buenos y nos quiereny te miman mucho a ti,yo sé que eso te encanta,un día lo presentí.Naciste un seis de mayo,justamente a la mitadde la hermosa primavera,lo mejor que dios nos da.Esas mañanas de brisa,campos con trigos y flores,cuando cantan las alondras,jilgueros y ruiseñores,palomas y codornices,perdices y gorriones.Y por si esto fuera poco,un manto de mil coloresque sobre la tierra formala hierba y todas sus flores.Por eso, en este díate quiero felicitary de corazón deseode que cumplas muchos más.

AlejandroGarcía Galán

Cronista Oficialde la Villa de Peñalsordo

RETAZOS DE EXTREMADURA. POESÍA POPULAR PEÑALSORDENSE 77

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RETAZOS DE EXTREMADURA. DICHOS Y CLIMAS78

Cuando Magacela se pone la toca... Cam-panario está hecho una sopa”. Así dice el refrán, tal vez, más popular de Cam-panario. Aún no tenía 13 años, allá por los años de mil novecientos cincuenta,

cuando hice mi primera “gran” excursión andando. La preparamos como se prepara todo lo que es novedoso en esa edad. Poco teníamos que preparar a excepción de unas botas TAO de baloncesto, decíamos, que me compraron mis padres para la ocasión y, la merendi-lla: un trozo de pan y chocolate. No había más. Íbamos a Magacela un grupo de amigos íntimos y yo. Desde unos días antes sólo hablábamos de la excursión.

Nos habían contado ya la historia popular -todo el pueblo la conoce- sobre el origen del nombre de Magacela, aquello de “amarga cena para mí” de la hija del caudillo moro y cómo clavándose una daga en el pecho, se despeñó por la parte más rocosa del casti-llo para no caer en manos de los infieles cristianos... Ahora sabemos que esta historia no tiene mayor fun-damento científico y que el nombre de Magacela pro-viene con toda seguridad de “Umm Gazala”; pero yo, a pesar de todo, me quedo con esa entrañable “historia” por su simplismo encantador, esa “historia” nacida de la imaginación popular y, quizá, porque fue la que es-cuché a mis mayores. El pueblo sencillo todavía man-tiene esta versión.

Después de comer y escuchar las recomendaciones paternas salimos al anhelado viaje. El sol lucía radiante y confiábamos en nuestras fuerzas para ir y volver an-tes de ser noche cerrada... Dejamos atrás el Barrio del Hospital, cruzamos la carretera y enfilamos el camino de Magacela, vía pecuaria y antigua colada de la Mesta. Fue tal la alegría y libertad de movimientos que tenía-mos, que aún tengo vivo el recuerdo de aquella cami-nata. Todo era nuevo. Corríamos, salíamos del camino a campo través, cantábamos al unísono y, así retozan-do como corderillos llegamos al pozo llamado de “Los yegüeros” que tiene un brocal hexagonal de cantería, único en el pueblo con estas características.

Estábamos atravesando el “pago de San Juan”, unas tierras documentadas ya, con este nombre, a mediados del siglo XVI. En ellas estuvo ubicada la desaparecida

ermita de san Juan Bautista que dio nombre al “pago” y al pequeño arroyo que lo atraviesa y desemboca en el Molar. Cruzamos las vías de ferrocarril Madrid-Ba-dajoz por un “paso sin guarda” marcado con aquellas señales inequívocas de cruz en forma de aspa propias de Renfe, en donde leíamos: “Ojo al tren, paso sin guarda”, e hicimos los consiguientes juegos de palabras cambiando la frase en “ojo al guarda” “paso sin tren”... De todo nos reíamos. Competíamos en lanzar piedras para ver quién llegaba más lejos y quién lo hacía con más habilidad.

Hablamos de “moros y cristianos”, no en vano íba-mos a un castillo árabe, aunque poco sabíamos sobre ellos y nos contábamos la última hazaña leída en el Guerrero del antifaz, imaginándolos por aquellas lla-nuras peleando por la tierra y su reconquista. Algu-no de nosotros contó que en su casa le habían dicho que no muy lejos del paso a nivel, se encontraban los que en Campanario conocemos desde siglos atrás con el nombre de “Montón de Tierra Grande” y “Montón de Tierra Chico” ¿Quién nos iba a decir a nosotros que esos montones de tierra tenían escondido un ya-cimiento del Período Orientalizante del siglo V a.C.? Nada de esto sabíamos entonces, sólo que allí se habían encontrado “restos romanos”. Para el pueblo y para no-sotros todo era “romano”. Bien es cierto que, por los años veinte del siglo pasado, un grupo de intelectuales del pueblo habían denunciado a las autoridades la lo-calización del yacimiento y habían intervenido en unas primeras excavaciones, que sirvieron de base para su catalogación y estudio posterior. Hoy este lugar ha sido excavado y sacado a la luz por técnicos especialistas, que han descubierto y puesto en valor el importantí-simo “Edificio protohistórico de La Mata”, resultando ser ésta una excavación similar en importancia a las de Cancho Roano o Hijovejo.

En la actualidad este yacimiento ya preparado, re-cibe un número muy significativo de visitantes.

Sudorosos y casi sin darnos cuenta de los kiló-metros andados llegamos al Peñón; poco a poco nos acercábamos a la meta. Pisábamos tierra de Magacela, cuando alguien del grupo, nos llamó la atención…

– Mirad... Mirad al cerro: ¡Hay una nube!

Cuando Magacela se pone la toca...Campanario está hecho una sopa

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Efectivamente había una nube. Sólo una nube y no grande. Entonces recordamos el viejo refrán que está en boca de todos en Campanario; pero no queríamos creer en él en aquellos momentos.

– ¡Bah! Una nube... -dijimos los demás- No vamos a creer aho-ra que por una nube nos va a llover...; si hubiera muchas, no diría-mos que no... Y seguimos andando.

Lo hacíamos ya con cierto recelo. Llegamos a las Caleras y a un lugar de huertas abundantes e imaginamos que eran las de los hortelanos que iban a vender a Campanario aquellas hortalizas de tan buena calidad que nuestras madres alababan. El terreno había cambiado totalmente. Había una zona grande de piedra de granito, un terreno de canchales para nosotros muy llamativo; pero ya no era esto lo que más nos atraía, porque nuestro centro de atención había cambiado. Ahora todos mirábamos al cerro, pues no era una nube la que había sobre él... Las nubes se iban multiplicando, ve-nían rápidas, alocadas, amontonadas, tanto que, comenzaron a cu-brir y a ensombrecer el castillo.

-¡Vámonos! Gritó uno.-¡Vamos corriendo! Asentimos los demás. Y como si el mismí-

simo diablo nos pisara los talones, desanduvimos el camino a paso ligero ¡Qué digo ligero! ¡A la carrera...!

Tuvimos suerte. La lluvia comenzó a descargar llegando la ex-pedición al pueblo. Nuestras familias, intranquilas por el inespe-rado cambio del tiempo, descansaron ya tranquilas y relajadas. Se había cumplido el viejo refrán repetido desde tiempos inmemo-riales: “Cuando Magacela se pone la toca Campanario está hecho una sopa”…

Los años han pasado; sin embargo, debo decir que a partir de entonces siempre he sentido una cierta atracción por los refranes.

La paremiología ha estado en todo momento presente en mis con-versaciones, aunque últimamente la tenga un tanto olvidada. Así que, cuando decidí escribir este artículo, animado por mi amigo José Antonio Gutiérrez, tomé como base de referencia nuestro se-cular refrán y he consultado sobre este tipo de refranes en los an-tiguos maestros de la paremiología, como Gonzalo Correas (Jaraiz de la Vera. 1571-1631), Rodriguez Marín y Sbarbi (ss. XIX-XX) y más de una docena de autores más cercanos a nosotros, para ver qué otros refranes había en nuestro refranero alusivos a la predic-ción del tiempo, especialmente referidos a un accidente geográfico.

Voy a añadir, aún a riesgo de alargarme, que este tipo de refra-nes son comunes en cualquier lugar y tiempo. El que nos ocupa hoy tiene su réplica en todas las provincias españolas. Estos son algunos ejemplos de entre todos los que he encontrado:

• Sevilla: “Cuando la sierra de Estepa tiene montera, llueve aun-que Dios no quiera”

• Toledo: “Cuando la sierra de Layos se toca, toda la tierra se hace una sopa”

• Granada: “Cuando Parapanda se pone montera, agua en tierra” (y allí dicen que significa lo que su nombre dice: “para-pan-da”)

• Madrid: “Cuando San Benito se echa la capucha, nieve y mu-cha” “Cuando San Benito se pone la toca, San Lorenzo está he-cho una sopa” (San Benito, es un cerro de la zona de El Escorial y San Lorenzo)

• León: “Cuando van los nublados para León, el que dice que llueve, tiene razón”

• Huesca: “Cuando veas las nubes en la montaña de Sasa, coge el capotón y vete a casa”

• Cáceres: “Cuando la sierra de Mosca se toca, toda la villa se hace una sopa”. (El maestro Correas indica que Mosca “es cabe Cáceres, al ábrego” y cuando se cubre de nubes llueve)

• Cáceres: “Cuando la Villuerca se toca de niebla, agua en tierra” (Guadalupe)

• Badajoz: “Cuando Sierra Gorda se pone la capa, el pue-blo y Zanganillo se empapan. (Puebla de Obando). .. Y otros muchos que en cada lugar se tienen como propios y no aparecen recogidos en los refraneros. ¿Cuál es el de Don Benito, si lo tiene?

RETAZOS DE EXTREMADURA. DICHOS Y CLIMAS 79

Zacarías de la Cruz Escudero

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RETAZOS DE EXTREMADURA. MEJOR RINCÓN DE ESPAÑA 201280

Bajo los auspicios del rey lusitano D. Manuel se inicia la construcción de este templo en la pri-mera década del XVI.

La imperiosa necesidad de levantar una catedral en Olivenza, futura sede episcopal, será la razón de ser de este singular edificio, donde ele-mentos árabes, románicos, góticos, platerescos y renacentistas se com-binan a la perfección con originales aportaciones.

Tradicionalmente se ha afirma-do que en su construcción hay dos fases: en la primera destaca la la-bor del maestro Diego de Boytaca, a quien se atribuye la traza general, capilla mayor con su bóveda y arco triunfal y las columnas de la nave; la segunda es obra de los hermanos Arruda, a quienes compete la co-bertura, fachada y elementos deco-rativos.

Como se ha comentado, la apor-tación del arte árabe es sobresalien-te, como se reconoce en las portadas laterales, trabajadas en arcos trilo-bulados, en sus almenas achaflana-das que rematan la techumbre o los troncos entrelazados que se escul-pen en los capiteles. Junto a ello, la presencia gótica es manifiesta en los arcos ojivales y contrafuertes con pináculos. Escudos y medallones, recuerdos del plateresco, se descu-bren en las claves de las bóvedas.

El Renacimiento, que daba sus primeros pasos, también hace acto de presencia en el templo concre-tamente en la balaustrada del coro, pila bautismal y pórtico de entrada.

Mención aparte merecen ele-mentos originales como las majes-

tuosas columnas torsas, ornamen-tos relacionados con el mar y el espectacular arco toral con motivos colgantes, que permiten hablar de estilo Manuelino.

Vista desde fuera, se presenta como una iglesia de tres naves a dis-tinta altura, la central con cubierta a dos aguas, las laterales, de colga-

dizo. Sillares de granito se emplean para alzar sus contrafuertes que adoptan forma cortante en su tercio inferior; se rematan con diferentes tipos de gárgolas.

A los pies se alza una sólida torre de tres pisos separados por gruesos calabrotes; en el primero sobresale su pórtico renacentista,

Iglesia de Sta. Mª Magdalena de Olivenza. Un lugar con encantoDeclarado “MEJOR RINCÓN DE ESPAÑA 2012” por la Guía Repsol

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trabajado en mármol blanco. Detrás de sus columnas se esconden pilastras que se ornamentan a base de motivos alegóricos alusivos a la pasión y muerte de Cristo. Éstas sustentan un frontón triangular donde se esculpe el emblema de la hermandad de las Llagas. En el segundo piso se reconoce un solitario pero original rosetón, deco-rado mediante calabrotes y esferas terrestres. El tercer piso alberga el campanario, que se ejecuta a base de arcos ojivales.

Internamente consta de tres naves separadas por columnas que se alzan sobre un plinto de mármol decorado con modillones y esferas, clara alusión al mar y a la tierra respectivamente. Estos ornamentos se encargan no sólo de decorar sino también de trans-mitir el movimiento que está presente en todo el edificio y que se traslada desde la basa al fuste enroscado. Sus capiteles se cumpli-mentan con troncos entrelazados, mientras que los de los pies de la nave lo hacen con motivos sogueados o flores. De las ménsulas salen haces de nervios que formalizan, en la nave central, bóveda estrellada, y en las laterales, ojivales. En las claves de la bóveda de la nave central se tallan medallones heráldicos, que recuerdan a la nobleza del lugar, al escudo de la villa, al obispo… Las ménsulas de las naves laterales, engastadas en el muro, hacen caer toda su fuerza sobre los contrafuertes, gracias a la verticalidad de los pináculos. Ellas se decoran con motivos zoomórficos, como pareja de sirenas o cabeza humana escupiendo ramas.

En la cabecera del templo sobresale la capilla mayor, con su ma-jestuoso arco toral de siete curvas convexas y motivo pinjante en sus claves.

A los pies se reconocen dos pequeñas capillas laterales y, en el centro, el coro con balaustrada renacentista que se alza sobre un arco peraltado.

También se puede acceder al templo por dos portadas laterales labradas a base de arcos trilobulados con claves colgantes y adornos vegetales y animales.

Para cumplimentar la decoración interna del templo reseñemos la presencia de retablos labrados en madera o en mármol, recu-biertos de azulejería. El retablo mayor se caracteriza por el uso de

su columna salomónica. Movimiento y profundidad son las sen-saciones más buscadas con objeto de captar la piedad del fiel. Di-cho movimiento, presente en toda la iglesia, se consigue a base de retranquear bancos, columnas y sus prolongaciones. En dicho retablo se descubren dos hornacinas que cobijan las imágenes de María Magdalena, advocación del templo, y a Marta. Los laterales de esta capilla se recubren con azulejos historiados que aluden a momentos esenciales de la vida de ambas, por ejemplo cuando María Magdalena limpia a Jesucristo los pies con sus cabellos.

No olvidemos otros retablos laterales como los dedicados a Santa Lucía y San Pedro, con una hornacina central que cobija sus imágenes, y rodeados de azulejos historiados con distintas escenas de la vida de cada uno. Merece especial mención el reta-blo marmóreo del Señor Jesús de los Pasos, de tipo camarín sobre cuyo banco se alza un pequeño sagrario del mismo material y una pequeña caja que cobija la imagen de un Cristo yacente. Desde el banco se yerguen columnas geminadas con fuste liso y capitel compuesto. Como en los anteriores, se decora con azulejos histo-riados alusivos a la pasión y muerte.

RETAZOS DE EXTREMADURA. MEJOR RINCÓN DE ESPAÑA 2012 81

Miguel ÁngelVallecillo Teodoro. Dr. Geografía e Historia

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RETAZOS DE EXTREMADURA. PUEBLO A PUEBLO82

La localidad de Villanueva de la Serena hun-de sus raíces en la historia de Extremadura, una tierra de frontera por la que han pasa-do diversos pueblos y culturas. Ese mesti-zaje está en el fondo de las tradiciones de

nuestra localidad, muchas de ellas en peligro de des-aparición si las generaciones más jóvenes no tomamos conciencia de la importancia de conocer y preservar nuestro pasado.

Entre las tradiciones de nuestra ciudad podemos destacar las fiestas. Por ejemplo, la desaparecida Feria de febrero que se organizaba frente al Instituto San José. Era un mercado de animales a donde acudían compradores y vendedores de caballos y mulos –para las tareas agrícolas- desde muchos puntos de la comar-ca. Esta feria ha desaparecido, como también lo ha he-cho buena parte de nuestro mundo rural.

Las fiestas en honor de Santiago y Santa Ana, los días 25 y 26 de julio. Estas fiestas, de origen cristia-no, se celebran junto al espacio que ocupan sus iglesias y desde hace años se han convertido en las fiestas de la localidad, donde se las conoce como “Santiaguito y santanita” debido al pequeño tamaño que tenía la estatua original del santo (que es, además, el patrón de España). Durante esta fiesta no dejan de sonar las campanas, se hacen novilladas, se organizan bailes y se instalan las atracciones de la feria.

Es costumbre, también, celebrar las fiestas de dos diferentes barrios de Villanueva. Así, el 24 de agosto se celebra San Bartolo, junto a la iglesia de San Francis-co. En esta fiesta se realiza el tradicional concurso de melones y sandías, donde participan agricultores que ganan con la hortaliza de mayor peso.

También son muy populares las fiestas del Barrio de los Pinos, las del Corazón de Jesús, las del Barrio del Pilar o las de Plaza de Salamanca, pero la más querida por los villanovenses son las fiestas de la Santa Cruz en el barrio de la Cruz del Río. Esta fiesta es una de las más antiguas de la localidad y se celebra con cancio-nes y bailes folclóricos a cargo de grupos de niños y niñas que recorren las calles vestidos con lazos y ban-das de colores. Los niños, además, llevan en pequeñas andas cruces adornadas con flores , mientras recitan una popular letra que se ha transmitido de generación en generación (“que viva, que viva la Cruz Sacrosan-ta”) mientras se pide una “perrita”. Esta fiesta, que se celebra el 3 de mayo, se conoce con el nombre de “Las Mayas” por el mes en que se celebra.

La importancia de la religión está muy presente en la Semana Santa de Villanueva. En esos días, recorren las calles pasos procesionales con imágenes de gran ca-lidad artística. La hermosura de los pasos y la gran par-ticipación de los villanovenses han hecho que esta fies-ta esté declarada como de Interés Turístico Regional.

Las procesiones se inician el llamado Viernes de Dolores (con la procesión de “La Dolorosa”), conti-núan el Domingo de Ramos (con la llamada proce-

Tradiciones y costumbres de Villanueva de la Serena

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sión de “la borriquita”, debido a la imagen de Jesús subido en un bu-rro entrando en Jerusa-lén), cuando se adorna el centro de la ciudad con hojas de palmera. Los días más importan-tes de las procesiones son el miércoles, Jueves Santo y Viernes Santos, cuando “procesionan” las imágenes de Jesús Nazareno, Nuestra Se-ñora de los Dolores o el Cristo de la Pobreza. Pero la gran culminación de esta fiesta (que va mucho más allá de lo religioso y es un punto de encuentro de muchos villanovenses que viven fuera de la ciudad) es la Procesión de “La Carrerita”.

La Carrerita tiene lugar el Domingo de Resurrección frente al Ayuntamiento a primera hora de la mañana, y recibe su nombre porque los porteadores de la Virgen salen corriendo con la imagen para que ésta se encuentre con el Resucitado en un momento de máxima alegría.

La Semana Santa se cierra con “El día de la Jira” que los vi-llanovenses pasan, desde siempre, en el campo compartiendo las comidas típicas de la ciudad; este día se conoce también como “día del hornazo” por este dulce que se come ese día.

En el día de la Jira, además del hornazo y otros dulces, como la manga gitana o las perrunillas, son típicos los huevos rellenos, las chuletas empanadas, la tortilla de patatas (cuyo origen parece estar en nuestra ciudad) y diferentes embutidos del cerdo, porque aún se conserva en algunas casas de Villanueva la tradición de la matanza. Familias que crían su propio cerdo y que sacrifican en una anima-da reunión familias cuando llega el invierno para obtener morci-llas, salchichones, chorizos, lomos, jamones y otras carnes como la “prueba de cerdo”.

Entre las tradiciones más cotidianas está también la del encuen-tro en las Pasaderas, especie de plaza en la que desembocan siete calles de la localidad y que antiguamente era el punto de reunión de los agricultores y hortelanos para negociar los precios de los pro-ductos del campo

Los villanovenses gozamos de un fabuloso clima, lo que nos permite disfrutar de la calle para estar con amigos y familiares, y no sólo en las terrazas de los bares, sino también para compartir espectáculos, como el Festival de Teatro en la Calle, que se celebra desde hace 17 años durante las noches del mes de julio y que permi-te disfrutar al aire libre de espectáculos de todo el mundo.

Entre los juegos tradicionales que se conservan, hay uno que reaparece cada primavera con fuerza, es el del peón o peonza, este sencillo juguete de madera, de forma cónica y terminado en una púa de hierro, se utiliza enrollando una cuerda para lanzarlo y ha-cerle bailar de diferentes maneras y con distintas habilidades.

Fotos cedidas amablemente por el Excmo, Ayuntamiento de Vi-llanueva de la Serena.

Este artículo forma parte de la Guía para Estudiantes del Pro-yecto Comenius Euroguide que realiza el IES San José de Villanue-va de la Serena

RETAZOS DE EXTREMADURA. PUEBLO A PUEBLO 83

RaúlAguado García

Pero la granculminación de la

fiesta es “La Carrerita”que tiene lugar el

Domingo de Resurrección

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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO84

Sin duda, siguiendo el calendario de festejos extremeños que gozan con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional, el mayor número de ellas, se agrupa en torno a la Sema-na Santa, por ello, cómo no detallar al menos

algunas, para ampliar todos, nuestro conocimiento so-bre la tradición extremeña.

Extremadura, católica y creyente en su mayor parte, es una tierra de profundas tradiciones y su Semana San-ta, se vive intensamente, pero de forma muy diferente en cada una de sus localidades. Desde manifestaciones religiosas tan peculiares como son Los Empalaos de Valverde de la Vera, o la Pasión Viviente de Oliva de la Frontera, a la majestuosidad de los pasos y procesiones de Mérida, Cáceres, Badajoz o Jerez de los Caballeros.

La  Semana San-ta  es la conmemora-ción anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret; un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones  cristia-nas.

Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el  Domin-go de Resurrección, aunque su celebra-ción suele iniciarse en varios lugares el vier-nes anterior (Vier-nes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección.   Va precedida por la 

Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo. Los días más importantes de la Semana Santa son los formados por el llamado Triduo Pascual: La introducción al Triduo (el Jueves Santo y el día de Viernes Santo), en el que se con-memora la muerte de Cristo; Sábado Santo, en el que se conmemora a Cristo en el sepulcro, y el Domingo de Pascua de la Resurrección.

La fecha de la Semana Santa, es la fecha más variable en nuestro calendario, cuyo motivo, desconocido para muchos, se estableció hace mas de mil años. Concre-tamente, fue en el año 325, en el Concilio de Nicea I, donde se llegaría a una solución para este asunto. En él se estableció que la Pascua de Resurrección había de ser celebrada cumpliendo unas determinadas normas:

Que la Pascua se celebrase en domin-go.

Que no coinci-diese nunca con la Pascua judía, que se celebraba indepen-dientemente del día de la semana. (De esta manera se evi-tarían paralelismos o confusiones entre ambas religiones).

Que los cristianos no celebrasen nunca la Pascua dos veces en el mismo año. Esto tiene su explicación porque el año nuevo empezaba en el equi-noccio primaveral, por lo que se prohi-bía la celebración de la Pascua antes del

Fiestas de Interés Turístico Regional en Extremadura (VI)

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La fecha de la Semana Santa, es lafecha más variable

en nuestro calendario, cuyo motivo, desconocido para muchos, se estableció

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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO 85

equinoccio real No obstante, siguió habiendo diferencias

entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Ale-jandría y, finalmente, Dionisio el Exiguo  (en el año 525), desde Roma convenció de las bondades del cálculo alejandrino, unificán-dose al fin el cálculo de la pascua cristiana: La Pascua de Resurrección, es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de la primavera. Por ello, puede ocurrir no antes del 22 de Marzo ni después del 25 de Abril.

Durante estas fechas, Extremadura mues-tra lo mejor de sí misma, arte recorriendo las calles, rincones monumentales, tradiciones centenarias, sabores con fundamento, una espléndida primavera….y otras varias razo-nes que la convierten en destino de muchos turistas. Razones, que, de enumerarlas to-das, necesitaríamos muchas ediciones para si quiera, alcanzar a describir la mitad de ellas, por ello, nos centraremos en los festejos que tienen la denominación oficial de Fiesta de Interés Turístico Regional.

SEMANA SANTA DE CáCERES.

La primera de ella, no es en sí una pro-cesión aislada o un festejo, sino La Semana Santa en su totalidad, que además del galar-dón regional, en 2011, obtuvo la declaración de Interés Turístico Internacional, hecho que constatan los miles de visitantes que viajan hasta Cáceres para presenciar este aconteci-miento.

La Semana Santa Cacereña,  dura nueve días desde el sábado de Pasión, hasta el Do-mingo de Resurrección, o, diez si se cuenta los traslados procesionales, del Viernes de Dolores  de varías cofradías. Sus  pasos son de tradición castellana, es decir, son trasla-dadas en hombros, aunque desde 2006, con el nacimiento de la Hermandad de la Salud, también hay y cada vez más una influencia andaluza, caso que generó polémica, sin

embargo, en 2008 la Hermandad del Dul-ce Nombre marcó una nueva etapa al ser la primera cofradía de influencia andaluza que hizo un ensayo en su cuadrilla.

El especial encanto de la celebración de la Semana Santa en Cáceres tiene que ver con los maravillosos pasos de sus 12 cofradías y con el espectacular entorno en el que se ce-lebran las procesiones y los actos religiosos.

Los desfiles procesionales, 18 en total, en las que participan un total de 38 imágenes, circulan mayoritariamente por su parte anti-gua, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, excepto cuatro (las dos de la Cofradía del Espíritu Santo, la de la Herman-dad del Dulce Nombre y la de la Cofradía del Cristo de la Victoria) que también procesio-nan por el centro de la ciudad.

Los Actos Procesionales y la fundación de las Cofradías se encuentran muy ligados a la historia de la ciudad, remontándose al si-glo XV; éste es el caso de la Pontificia y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de la Misericordia, la más an-tigua de la ciudad (1464), aunque existen re-

ferencias de que en el siglo XIII hubo desfiles donde los penitentes portaban antorchas. Las primeras procesiones, tal y como las conoce-mos hoy, aparecieron a principios del siglo XX. Desde entonces no ha dejado de crecer el número de hermanos que cargan con las imágenes, así como el número de cofradías.

Todos los días de la Semana de la Pa-sión, se realizan varios desfiles, a excepción de los días de gloría, en los que sólo tiene lugar uno, y el jueves y viernes santo en que su cifra se eleva hasta 4 y 6 respectivamente. Los momentos emocionantes se sucederán en todas y cada una de las cofradías, aun-que uno de los instantes más importantes es la salida del Cristo Negro  (talla del siglo XIV). Envuelta en un absoluto silencio, tan sólo roto por el sonido de una esquila y un timbal destemplado que justo a la media no-che, anuncia su salida y lo va precediendo y acompañando.

La Ciudad Monumental se convierte en la noche del Miércoles al Jueves Santo en un clamor silencioso, en un hervidero de senti-mientos, donde miles de seres humanos, sin importar la ideología, la fe o la creencia, se dan cita en torno a un acontecimiento singu-lar, que define un rito secular absolutamente arraigado en el pueblo.

Se trata, quizás, del desfile procesional más representativo, más señero, y sin duda, el que más interés, fervor y pasión concita entre todos los que conforman la Semana Santa en Extremadura.

Tanto la Cofradía como la propia imagen del Cristo Negro, talla anónima del s. XIV, siempre han estado rodeadas de un halo de leyenda y misterio, incluso pueden tener que ver con los templarios:  Se cree que el origen de la Hermandad, La Muy Solemne, Venera-ble y Pontificia Cofradía Hermandad Peni-tencial del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús (Cristo Negro), está relacionado con la fundación en Portugal, en 1319, de la Orden de Cristo por parte de 20 caballeros templa-rios (huidos tras la desaparición de la Orden

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unos años atrás) y algunos de la Orden de Alcántara.Entre los rasgos que caracterizan a esta cofradía y que enfatizan

su pasado medieval hay que destacar desde los hábitos que lucen los nazarenos (son benedictinos) hasta el ‘numerus clausus’ que limita la lista de hermanos a 59. Ni uno más, ni uno menos. Sólo pueden ingresar nuevos miembros cuando alguno de los actuales cause baja.

Quizá el origen del temor a la imagen y de su oscura fama, esté en el miedo al contagio de la peste, o en que durante siglos la imagen fue testigo de muchas ejecuciones porque era mostrada a los ahor-cados en sus últimos momentos.  De esta forma, se llegó a creer que apenas se la podía mirar y, mucho menos, tocar y quien así lo hiciera moriría. La creencia llegó a ser tan fuerte que para poder limpiar y trasladar al Cristo Negro se decidió usar guantes negros no sin antes acercarse a él con extremado fervor y devoción. Hubo momentos en que se llegó a pagar a pobres para que realizaran estas tareas. La figu-ra era untada con cebolla y vino, perfumada y envuelta con sábanas.

Pronto pasó a ser la imagen milagrosa por excelencia de la ciu-dad, aunque rodeada siempre de un halo de temor ya que cuando la imagen salía en procesión con motivo de epidemias o sequías, muchos espectadores bajaban el rostro y miraban al suelo por la creencia generalizada de que los pecadores que mirasen el rostro del Crucificado serían castigados con la ceguera.

Curiosamente, la imagen nunca ha peligrado en las numerosas guerras que han asolado la ciudad de Cáceres, incluso en la Guerra Civil las personas que rezaban en su capilla se salvaron casi milagro-samente de un bombardeo, lo que aumentó más su fama milagrosa.

Las particularidades del desfile, de todo lo que no se ve y de lo que la gente cuenta es: El misterio del juramento antes de salir, la belleza de la imagen, su recorrido íntegro dentro de las murallas de la ciudad antigua y la espiritualidad de los siglos pasados pues, co-nociendo su oscura fama no puede evitarse el mirar al Cristo Negro con cierta precaución y es difícil atreverse a tocarle con las manos

desnudas... por si acaso.

SEMANA SANTA DE BADAJOZ, SEMANA DE PASIÓN.

La Semana santa que cada año se representa en las calles pacen-ses, es la vuelta a la tradición, al compromiso con la historia, al cum-plimiento del rito y a la devoción pero, más que eso es, el encuentro de una ciudad que sabe que en esos días está viviendo algo más que desfiles procesionales o visitas a templos e iglesias: vive la Pasión cristiana a la manera de Badajoz donde el arte y la fe se mezclan con el dibujo ensombrecido, angosto y silencioso del Casco Antiguo inmortal, de los puentes de Palmas y de San Roque como nexo de unión y reunión entre dos barrios esenciales (San Fernando y San Roque) y ese centro de la ciudad que se convierte en una pequeña Jerusalén para ofrecer a los pacenses una Pasión diferente y original.

La Semana Santa en Badajoz, que en su desfile del presente año, se estrenaba como Fiesta de Interés Turístico Nacional, dura ocho días. Sus pasos,  son mayoritariamente a costal, si bien existen algu-nas imágenes que son cargadas a hombros.

La tradición cofrade pacense nace en el siglo XIII como resulta-do del auge católico que trajo consigo la Reconquista. Desde enton-ces hasta nuestros días, son diez cofradías, siendo la más reciente del año 2011, las que salen a la calle a recrear las diferentes estaciones penitentes en la Semana Santa de Badajoz. En su mayoría, circulan por las calles del centro de Badajoz, siendo común el paso de los tro-nos por delante de la Ermita de la Soledad, lugar donde se hospeda la patrona de la ciudad.

Son muchos los atractivos que ofrece esta fiesta marcada por la historia y la solemnidad, pero si hubiera que destacar algunos serían: las procesiones como la Jesús de la Espina, El Sermón de las Siete Palabras, o La Resurrección, por las estrechas calles; el paso de la Cofradía de las Angustias por el Puente de Palma, sobre las aguas

RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO86

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del río Guadiana y como no, la procesión de La Soledad, todos ellos acompañados de la saeta, una costumbre que alcanza en Badajoz co-tas magistrales que llenan de sentimiento y significado los desfiles procesionales.

Todos estos aspectos y los emocionantes momentos que se pro-ducen a la entrada y salida de las imágenes en los templos hacen de la Semana Santa pacense una celebración sin igual.

 Procesión de la SoledadEn la tarde del Jueves Santo,

en torno a las 19 h, la salida de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad levanta una impre-sionante expectación entre los pa-censes, pues al mero hecho de ser la Patrona de la ciudad se une la fe incontenible y el cariño que se le procesa. Esto hace que la plaza que lleva su nombre y las calles adyacente, aparezcan totalmente abarrotadas de personas ansiosas de ver salir del templo a “su vir-gen”. En este Jueves de Pasión na-die falta a su cita anual; así, a los vecinos y los visitantes de la ciu-dad, paran, agolpados en un gran tumulto, a observar cómo se abren las puertas de la ermita y aparece la Cruz de Guía que, difícilmente, se abre paso entre el gentío. Una vez en la calle, el magnífico Cris-to de la Paciencia y el Santísimo Cristo Ecce-Homo, comienzan su desfile un poco ensombrecidos por el protagonismo de la “Patrona”.

La expectación se convierte en emoción, pues ya empiezan a sa-lir los nazarenos de la Virgen con sus inmaculados hábitos albas. El momento está cerca. Los costaleros ya han conseguido salvar el primer escollo que supone las escalinatas interiores de la ermita; ahora, mientras que el murmullo se acelera y deja paso al silencio, los cargadores hacen un segundo esfuerzo para poner en la calle el paso de la “Gran Señora”, que en cuanto asoma el primer varal de palio por la puerta, provoca una explosión de júbilo en los encogidos corazones de sus hijos, para, segundos después y acompañando al Himno Nacional, dedicarle un emocionado y estruendoso aplauso mientras que más de una lágrima resbala por las mejillas de sus de-votos. A este momento cumbre de la Semana Santa pacense, asisten las máximas autoridades de la ciudad, como el Obispo de la Dióce-

sis, Corporación Municipal, Policía Municipal en traje de gala, etc...Tras su salida, el paso se llevará en un desfile vibrante, triunfal

y festivo, por las calles del casco antiguo donde a su paso por el Pa-seo de San Francisco y al Hospital Provincial de San Sebastián vive momentos de gran belleza y sentimiento para, desde aquí, iniciar el regreso a la ermita y protagonizar otro gran momento, el de la reco-gida de los pasos. Ahora, como en la salida, la emoción desbordada y

las saetas, despedirán a la “Madre” de Badajoz, pero sólo hasta maña-na, hecho que sirve de consuelo a sus devotos. Este desfile, es de-nominado “De Gala” por lucir la Hermandad sus mejores joyas, y, cuenta con siglos de historia des-de la fundación de la Cofradía en 1664.

Muchas son las curiosidades que a lo largo de estos siglos de vida se han ido sucediendo. Entre ellas podemos citar algunas:

Como que La Virgen de la Soledad no dejó de realizar su desfile ni durante la época de pro-hibición de este tipo de actos en la República y, que el cariño y el respeto que se sentía hacia la “Pa-trona”, hizo que durante la Guerra Civil la iglesia y sus imágenes no fuesen profanadas, e incluso, se vigilara la ermita por milicianos del ejército republicano, tomando el relevo en su puesto las fuerzas nacionales al conquistar la ciu-

dad. O que su rostro, es el venerado en Madrid, como la Virgen de la Paloma, cuyo nombre real parece ser el de “virgen de la Soledad de la Paloma”, pintada en la capital Española, en su parada allí cuan-do se trasladaba la imagen desde Nápoles donde se construyó, hasta Badajoz

Otra curiosidad de la imagen es que el Rayal de plata que rodea a la imagen, regalado, por un devoto, tiene una inscripción en su parte trasera que dice lo siguiente: “En caso de disolverse la Hermandad y no haber heredero, se venderá y el dinero se dará a los pobres”.

Raquel Valadés Gil

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La Virgen dela Soledad no dejó

de realizar su desfileni durante la época

de prohibición de estosactos en la República.

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Artículos VARIOS

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ARTÍCULOS VARIOS. POEMARIO 89

Poema aun fraternal amigo El adiós a la vida Acrósticos

POEM

ARIO

JOSÉ MIGUEL SANTIAGO CASTELO, año tras año, sigue en-riqueciendo nuestra revista CA-RAMANCHOS. En esta ocasión de su libro QUILOMBO nos trae el recuerdo del que fue nuestro cola-borador y amigo entrañable, el poe-ta, LORENZO MEDEL ROMERO. Granjeño fallecido en Gerona..

JOSÉ MIGUEL SANTIAGO CASTELO, a modo de oración, dice así a su paisano:

CALLE DE LA MAGDALENA

A Lorenzo Medel

CALLE de la Magdalenapor donde el aire llevabalo más hondo de su pena

Albura de cal en celo¿quién enjalbegó tu ermitaborrándote el desconsuelo?

Magdalena, tanto cielo¿es para tranquilizarnoso es para alzarnos el vuelo

Y ese silencio, ¿por quésiempre tan justo? ¿será que ya presiente al ciprés? Del derecho y del revésno hay calle con más nostalgiani que alumbre tanta fe.

Jazmín de la despedida,siempre en el pecho clavadocomo el fulgor de una herida

Y es que se nota esa penadel aire cuando te abraza,Calle de la Magdalena.

José Miguel Santiago Castelo

Poemas

ACRÓSTICOS

Ventana abierta al Guadiana,Excelsa tierra de Extremadura,Gran despensa de frutales,Arroz, maíz, verduras…Sus dinámicos pueblosAbren el comercio al exterior,Lo miman, lo exponen en ferias,Tienen espíritu emprendedor.Alma de riego, obra de agua,Semilla del Plan Badajoz, ejemplar comarca.* * *Fuente de memoria y ciencia,Origen, raíz de fiestas,Lo vive el pueblo sencilloCon entusiasmo, con grandeza.La música, costumbres, creencias,O la artesanía que se recuerda,Reviven el pasado, algo presente.Ensalcémoslo, ¡que no se pierda!

EL ADIÓS A LA VIDA

Me iré, cuando me diga adiós, la vida,cuando se canse el más fiel de su regazo,cuando los años se junten con el almacansados de luchar y agotados.

Cuando el Sol me parezca más distante,cuando en las flores ves perdido su perfume,cuando el amor, cansado de querer perdió su fuerza y su entusiasmo.

Me iré, pero me llevaré tantos recuerdos,como caricias de tiempos que pasaron,y gozaré con ellos en el Cielo.

Aquí, vivirán espejos de mis sueños,de lúgubres sentidos, de gozos y caricias,de amores que viví con gran fervor, y cortinas de pasiones de luces, y desvelos.

Y, quedarán tantas cosas que jamás olvidaré:aquellos míos del alma, que los vi nacer y crecer, y ¡qué pena! que yo me iré para no volver.

Me iré, como un relámpago en la noche oscura,acariciando nubes, a mí paso,hasta llegar a aquella nube blanca, donde me estarán esperando.

Y diré adiós a la vida: la más hermosa florde mis sueños, y esperaré siglos y siglos, sin olvidar mis recuerdos.

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JoséLemus Fuentes

JuanSánchez Huertas

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ARTÍCULOS VARIOS. REFRANERO ANTIGUO90

Refra

nero Los refranes de Ángel Díaz (III)

BURROSA borrico desconocido, no le toques las orejas.A borrico viejo, la mayor carga y el peor aparejoA burra nueva, cincha amarilla.A burra vieja, albarda nueva.Que sabe burro de chicle si lo que mastica es paja.

CABALLOSA caballo ajeno, espuelas propias.A caballo brioso toca: o frenarlo o se desboca.A caballo comedor, cabestro corto.A caballo corredor y hombre reñidor, poco le dura el honor.A caballo de alquiler: mucha carga y mal comer.

CABALLEROSA caballero joven, caballo viejo.En la siesta y en el juego, se conoce al caballero.No todos los que llevan espuelas tienen caballo; ni son caballeros Sigue en buen sendero y serás un caballero.Un caballero no puede pegar a una mujer ni siquiera con una flor.

CABRASCabra coja, cabe la casa trota.Cabra loca, no quiere toca.Cabra que salta, salta y saltará.Cabra que tira al monte no hay cabrero que la guarde.Cabrito el de Marzo, cordero el de Enero.

CADAA cada cosa le llega su tiempo.Ca’ uno es ca’ uno y a tos nos gusta que nos arrasquen.Cada cabello hace su sombra en el suelo.Cada chica, cada día es niña.Cada cirio que aguante su vela

CADA CUALCada cual a su manera, se combate la piojera.Cada cual cuenta la feria como le va.Cada cual echas sus cuentas y unas veces va errado y otas acierta.Cada cual en su corral.Cada cual pase sus penas lo mejor que pueda.

CADA UNOCada uno arrima el ascua a su brasero.Cada uno da lo que puede.Cada uno debe llegar hasta donde alcanza.Cada uno es artífice de su fortunaCada uno puede hacer de su capa un sayo.

CAERAllá caerá, quien tropezó acá.Cae más pronto un hablador que un cojo.Caer en el garlito.Caer está permitido, levantarse, obligadoCaer para levantarse, no es caer.

CAGARCaga el pobre, caga el rico.Caga más una vaca que cien palomos.Cagalera en Mayo, salud para todo el añoCagar por la mañana y abundante, alarga la vida a cualquier tunante.No cagues donde vayas a comer.

CALABAZASSi la criada va a la plaza, que traiga de todo menos ca-labaza.Dé a calabaza el viento y beberás vino fresco.Ahullana no parece calabaza..Dar calabazas.Calabaza, calabaza, cada uno para su casa.

CALDOSA falta de caldo, buena es la carne.Al que no quiere caldo, tres tazas y la última rebosan-do.Caldo frío y vino caliente, todo los que valen pierden.Caldo sin jamón ni gallina, no vale una sardina.Claridad y no en el caldo.

CALLARA la chita callandoAl buen callar le llaman sabioCalla y escucharás; escucha y hablarás.Calla, que hay moros en la costa.Callar y callemos, que todos por qué callar tenemos.

CALVOSAlgo es algo, dijo un calvo cuando se encontró un pei-ne.Canas y calvez no salen por vejez.El que canea, no calvea.En la tierra de calvos los pelones son trenzudos.Ilusión para un calvo, tener en su calva algo.

CAMASA cama chica échate en medio.A cama corta, encoger las piernas.A cama pequeña, échate en medio.A camas honradas, no hay puertas cerradas.A la cama no te irás sin saber algo más.

CAMPANASA buen salvo está el que repica.A consejo de ruín, campana de madera.A consejo malo, campana de palo.Badajito alto, campana rota.Campana cascada, nunca sana.

CANDELARIAA cada Santo su candelaCuando la Canderola llora, el frío esta fuera.Cuando la Canderola rie, el frío vive.Cuando la Canderola tanto llora como si ríe, el frio vive. El día de las Candelas, entra el sol por las callejuelas

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ARTÍCULOS VARIOS. REFRANERO ANTIGUO 91

CANESA can que lamen ceniza, no le debes confiar la harina.A hora mala, no ladran canes.Quien bien quiere a Beltran, bien quiere a su can.

CANTARCada uno canta como le pagan.Cada uno canta como quiere.Cantando y más cantando, las penas se van olvidando,Cantar bien es de pocos; cantar mal, de locosCantar en la plaza y llorar en casa.

CARASA cara cabal. A cara honrada, no hay puerta cerrada.A cara sinvergüenza, todo el mundo es suyo.A la cara de la fea, la alegría la hermosea.Buena cara y buen semblante y apartate de delante.

CARACOLESA caracoles picantes, vino abundante.Callos y caracoles, no es comida de señores.Caracol, caracol, saca los cuernos al sol.Con azúcar y miel, hasta los caracoles saben bien.Eres más lento que un caracol artrítico

CARIDADCaridad con trompeta no me peta.Caridad ruidosa, vanagloria y no piadosaCaridad y amor sin tambor.Caridad, es causa de amenidadLa caridad bien entendida, empieza por cada uno.

CARNAVALAl Carnaval todo va mal.Carnaval helado, espiga granada.Carnaval se va y siembra los ajos.No hay carnaval sin cuaresma.Por Carnaval todo de vale

CARNEA carne dura, dentadura.A carne mala buena salsa.A la carne vino, y si es jamón con más razón.Carne a carne, amor se hace.Carne blanda y vino puro, alimento seguro.

CARTASA cartas, cartas y a palabras, palabras.Afortunado en cartas desgraciado en faldas.Carta cerrada, si no la abres, no dice nada.Carta cortés, cada dos renglones, mentira es.Carta echada, no puede ser retirada.

CASADOSA la buena casada, solo su marido le agrada.A la mal casada, miradla la cara.Casada que va a fiesta, cuernos en cesta.Casada y arrepentida, y no monja metida.Casado por amores, casado por dolores

CASAMIENTOSA fuego y a boda va la aldea toda.Casamiento de Carnavales, casamiento que nada vale.Casamiento de pobres, fábrica de limosneros.El casamiento y el caldo, caliente.Los casamientos y las viñas deprisa.

CASARCasa a tu hijo con tu igual, y no dirán mal.Casa al hijo cuando quisieres y a la hija cuando pudieres.Casadme, padre, casadme, que el cuerpo me arde.Casar y compadrar, cada cual con su igual.Casar y descansar, muy despacio se ha de pensar.

CASAS Y HOGARA casa nueva, puerta vieja.A casa sinvergüenza, todo el mundo es suyo.A tal casa, tal aldaba.Barrer para casaCada cual que barra su casa.

CASTAÑASCastaña la primera y cuca la postrera.Bellotas y castañas hacen malas hilancias.Castañas asadas y calientes, calientas las manos y el vientre.Castañas por Navidad, saben bien y padecen malDar castañas al castañero, tiene salero.

CAZADORESAl cazador le sale la leña y al leñador la caza.Al mejor cazador se le escapa la liebre.Buen cazado, mal labrador.Caza, guerra y amores: por un placer, mil dolores.Con maña, caza a la mosca la araña.

CEBOLLASA falta de olla, bueno es pan y cebolla.A pan y cebolleta no cumple la trompeta.Tiene siete capas como las cebollas.Viudas, cebollas y morcillas, milagro que no repitan.Tienes más capas que una cebolla

CENASA cena de vino, desayuno de agua.A la cena y a la cama solo una vez se llama.Buena cena, nunca noche buena.Cenas plenas, sepulturas llenas.Con la despensa llena, se hace pronto la cena.

CERDOSA cada cerdo le llega su Sábado.A chillido de cerdo, oídos de carnicero.De cerdo y de señor, se ha de venir de razaLa carne del cerdo es tan buena como la de ciertas aves.La cerda vistiendo seda, igual de marrana queda.

CEREZASCerezas y mentiras, unas de otras tiran.Cuando, más cuando, llevará cerezas el cardo!.Ira sin fortaleza, no vale ni media cereza.Las cerezas con rabo, y si no en el árbol.Ser el que remueve las cerezas. Ángel Díaz

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mem

oria

El prologuista delpoeta Chamizo

ARTÍCULOS VARIOS. PROLOGUISTA DE CHAMIZO92

Nadie se ha de extra-ñar que un escri-tor, un poeta, un pintor, o un artista, por grande que sea

su obra, en principio necesite un benefactor para ayudarle a dar a co-nocer su obra primaria; que le ayu-de a subir los primeros escalones de la fama que son los más difíciles de subir, muy en especial, en las gran-des urbes donde la lucha diaria es más abundante y cruel, además de haber más competidores en LAS BELLAS ARTES.

En toda época los autores, para la primera edición de su primer libro, buscan denodadamente un buen prologuista. Y si éste, es fa-moso, mucho mejor. También hay que reconocer que infinidad de au-tores tienen y tienen tantas ansias de triunfar, que con sus prisas sue-len agobiar a los prologuistas y ello da lugar a que muchos prólogos no sean sinceros. Porque en muchos casos, la urgencia del autor, no deja recapacitar al prologuista para ha-cer una justa valoración del libro. Hasta aquí es lo que pide el autor de cualquier obra. Ahora veremos lo que pide cualquier prologuista:

…” El catalán Santiago Vinar-dell, opinó en el diario “HOY”:

…”Sobre mi mesa un libro nue-vo. La pesadilla de todos los días. ¿Un libro más? Estoy harto de li-bros. Siento el horror de la litera-tura.

Con esta displicencia del hom-bre cansado de las luchas de la ciu-

dad - ¡Pobre de mí, tan pueblerino y tan campesino, - Abro el libro nuevo…(un madrileño se acerca a mi mesa. Ese título - dice - es un “ camelo”) . Veamos. Son versos. ¡Versos! ¿El autor? Luis Chamizo, vamos. Sí . Un poeta nuevo. Y si-gue la chanza. ¿En qué juegos flora-les le han premiado?

Y empieza a leer sin ningún in-terés…

Desde el desánimo con que aco-ge un libro nuevo un prologuista, a medida que va pasando tediosa y rutinariamente sus hojas, vemos cómo va aumentando su interés. Y cínicamente al rato, se le oye decir: ¡Claro, es Chamizo! ¡Cristo, qué poeta más grande!

Podríamos incidir en críticos, biógrafos e infinidad de prologuis-tas que desde entonces tuvo Luis Chamizo, pero en mi pobre criterio, creo que el mejor prologuista que tuvo “EL MIAJÓN DE LOS CAS-TUOS, fue la del gran periodista nacional, DON JOSÉ ORTEGA MUNILLA, primo del Jurisperito y notario de Don Benito, DON VIC-TORIANO ROSADO MUNILLA, autor a la vez del Himno a Nuestra Señora de las Cruces y notario pa-trón de Luis Chamizo, al que acu-dió Chamizo para que prologara su obra poética “EL MIAJÓN DE LOS CASTUOS”. Magnífica publicación de Espasa Calpe en su colección Austral. Fue un verdadero éxito li-terario.

Don José Ortega Munilla fue el primer sorprendido del éxito obte-

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ARTÍCULOS VARIOS. PROLOGUISTA DE CHAMIZO 93

nido. En principio, así se expresó:“…No ocultaré que temía encontrarme

con una de estas glorias locales que pocas veces fructifican. Pero cuando comenzó el joven Chamizo a recitar, a los pocos mo-mentos se había apoderado de mi ánimo, porque en verdad os digo que el novel in-genio posee dos cualidades eminentes y dominadoras y expresivas…”

Innegablemente, estas eran las cuali-dades de Don José Ortega Munilla, quedó gravada sobre la obra de Luis Chamizo. Y yo me apresuro a decir y hacer una mini biografía, con gran respeto hacia la gran persona periodística que fue el académico de la RAE, Don José Ortega Munilla.

Para los que no sepamos quien era Don José Ortega Munilla, les digo que era un literato ilustrado de dotes excepciona-les. . Director del periódico madrileño de gran tirada, “EL IMPARCIAL”. Durante su dirección, El Imparcial, sigue reflejando las tradiciones que tanto han colocado el nombre de este periódico. Hacía muchos

años que el autor

de “La Cigarra” in-fluye directamente en la redacción del colega, dirigiendo “Sus lunes litera-rios”, y dando vida a las secciones pal-pitantes de actuali-dad.

Desde hoy po-drá desarrollar más y más las iniciativas de su temperamen-to de periodista a la moderna. El Impar-cial logró en Espa-ña una circulación extraordinaria. Por iniciativa de Don José Ortega Muni-lla y la importancia de sus redactores, se inicia una campaña en los días luctuo-sos de los soldados de Cuba y Filipinas, El Imparcial organi-za en los puntos de desembarcos nu-merosas comisiones que ejercieron con éxito una obra de caridad, socorriendo a los infelices repatriados con ropa y dine-ro.

Don José eligió a un corresponsal, Don Vicente Vera, un escritor culto y un hombre de experiencia. Sus crónicas ex-tranjeras insertas en los periódicos madri-leños, fueron siempre interesantes.

A pequeños trazo, esta fue la vida del principal prologuista del “MIAJON DE LOS CASTUOS” que escribió el poeta ex-tremeño Don LUIS CHAMIZO. Hoy cono-cemos mejor a Don José Ortega Munilla.

Antes de terminar este artículo, permítanme ustedes que haga un

aviso a prologuistas: PIÉNSE US-

TEDES QUE, A SUS OBRAS LITERA-RIAS, TAMBIÉN SE LAS PUEDEN PRO-LOGAR.

Finalmente quiero reseñar que, nues-tros dos mejores poetas del terruño, (a mi criterio) D. José María Gabriel y Galán y D. Luis Chamizo, con la sencillez de sus versos se ganaron a todos los celebérri-mos literatos de la época. Ello demuestra que, LA INTELIGENCIA ES MÁS INTE-LIGENCIA, SI ÉSTA, VA UNIDA A LA SENCILLEZ.

SALUDOS CORDIALES.

José A. Gutierrez Ortíz

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ARTÍCULOS VARIOS. LAS BODAS DE MI PUEBLO94

Boda

s de

mi p

uebl

o Las bodas de mi pueblo

Las bodas en mi pueblo, como en la mayoría de los pueblos, tienen sus peculiaridades, bueno yo nací en un pueblo

fundado allá por el 1200 y pico donde viven unas 2.500 personas, el nombre del pue-blo es lo de menos, solo diré para los más curiosos lec-tores, que nací en el pueblo donde “Sancho Panza fue a segar”.

La boda realmente em-pieza la entrevíspera del día de la celebración con la en-trega de la camisa del novio como regalo de la novia, esta es llevada en casa del novio por familiares jóvenes de la novia, y para la entrega, como no podía ser de otra manera, se solicita una pro-pina por “hacer el recado”. Con el importe de esta cola-boración empieza la juerga que normalmente llega al alba de la víspera de la boda con el tiempo justo para que la novia vaya a la peluquería a ponerse guapa, aunque,

eso si, un poco cansada, y esto es solo es el principio pues los amigos no dejan a los novios en ningún mo-mento parar, hasta la noche después de la boda.

La víspera de la boda se les da a los forasteros invitados un desayu-no, (chocolate con picatostes) para que cojan fuerzas hasta la hora del medio día que hay baile, éste en el

salón de la celebración, con una música compuesta por instrumentos de cuerda en una especie de templete en el centro y la genta bailan-do alrededor. Los bailes son a base de pasodobles, algún tango u bolero y desde lue-go, siempre hay jotas, que los mayores bailan muy gus-tosos en plan picaresco, con letras adecuadas a la celebra-ción como por ejemplo esta:

Arrincónamelay échamela a un rincón,si es casada la quierosi es soltera mejor.Y aunque sea una viejacon la cara arrugá,en teniendo pesetasarrincónamela.El baile, en esta ocasión

solamente para templar los ánimos, dura nada más has-ta las 3 de la tarde que les deja libres para que vayan

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a comer a casa y estén un rato con las fa-milias, pues a las ocho empieza de nuevo el bailoteo, para a las 10 la cena para todos los invitados, haciendo una parada tras el pri-mer plato para que la música, colocada en un rincón del salón, toque unas piececitas para hacer hueco para del segundo plato. Tras los postres, retirada de mesas y de nue-vo baile hasta que cuerpo aguante.

El día de la boda, por lo general sobre las 10 de la mañana, todos andando detrás de los novios desde la casa de la novia, donde ha ido a recogerla el novio, hasta la Iglesia Mayor (1509-1527 estilo gótico monumen-tal) que es donde se suelen celebrar todas, pues las otras dos ermitas son pequeñas para acoger a todos los invitados. Es cos-tumbre que los chiquillos vayan dándole la tabarra a los novios con canciones como esta:

Que contenta va la noviaporque tiene cama nueva, hay chiviri, chiviri, chiviri,hay chiviri, chiviri, chivirichon.Más contento estará el novioporque va a dormir con ella.hay chiviri, chiviri, chiviri,hay chiviri, chiviri, chivirichon.

Una vez terminada la ceremonia un ligero desayuno en el salón, para seguida-mente marchar a las casas a ponerse otra ropa de menos galas para asistir a la comida que será sobre las 2 de la tarde.

La comida principal solía ser: Unos entremeses de embutidos caseros, general-mente de la matanza del novio, que solía ser criticada por la familia de la novia que los hacía mas gustosos, de primero una sopa de menudillo de pollo casero, y aquí para-

da para una media hora de baile para hacer hueco para seguir comiendo.

Entre otras piezas abundan las jotas con letras alusivas como:

Esta mañana tempranoestrenaste un vestidoy esta noche te lo quitael que ahora es tu marido.En un intermedio de la música se hace

la entrega de los “sobres” los de cada familia a su casado, para al final, una vez contado el dinero, publicar en voz alta cada familia su recaudación, y ahí entra la puja de los pa-dres para igualar la dote y no ser menos que los otros.

Se sigue con la comida; y de segundo unas albondiguillas en salsa, seguidas de pollo casero en salsa, todo ello guisado por mujeres del pueblo en la cocina que para es-tos menesteres hay en al mismo salón, fina-lizando con un postre de melón u otra fruta del terreno.

Terminada la comida, baile hasta que el cuerpo aguante, procurando no dejar que los novios paren y entre otras jotas:

Ahí la tienes báilala, báilala,no le rompas el mandil, el mandil,que la pobre no tiene otro la pobrecita infeliz.------------ A la Jota Julián que eres un borrachínque por no trabajarte has echado a pedirte has echado a pedirte has echado a pedira la jota Juliánque eres un borrachín.--------------Ahí va la despedidaahí va la despedidala que echa el aldeanocon la novia de la manobuscando la escabullida.

Los novios intentan escabullirse tan pronto se descuidan los amigos, pero éstos procuran que no lo consigan, para hacerles la noche de bodas lo menos romántica po-sible, llegando incluso a llevarles a su casa y meterse en la alcoba con ellos, gastándoles bromas, hasta que llegado el nuevo día les dejan, no sin antes recordar quien son los próximos amigos que se van a casar, para que no olviden que han de pasar por estas pruebas, parecidas, o peor si se dejan.

BasilioFernández Crespo

ARTÍCULOS VARIOS. LAS BODAS DE MI PUEBLO 95

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ARTÍCULOS VARIOS. CARAMANCHOS DEL 35 ANIVERSARIO96

En e

l 35

anive

rsar

io Componentes de Caramancho quehan participado en el 35 aniversario

BAILARINASPatricia Cerrato del CampoSandra Donoso OrtizEsther Donoso OrtizMª Ángeles Gallego Martín (Lale)Marina Gallego MorenoMaría García GómezNieves González-Haba PintoNoelia Lozano GallegoSilvia Martín-Mora RuízAna Mª Mena FernándezGenari Moreno CasadoMarta Muñoz MorenoIrene Parejo PizarroConchi Parejo QuinteroRosa Isabel Ramos MartínFátima Ruiz LealEva María Sánchez-Pajares OrtizRaquel Valadés GilMaría Valadés Moreno

BAILARINESPedro Carreño JiménezRaúl Cerrato GarcíaAntonio Gallardo FernándezAntonio Gallego MorenoPedro García BarrosoJavier María García BarrosoMiguel Ángel Morcillo Martín-MoraEnrique Moreno GallardoAntonio Nieto CasadoSergio Pizarro SaucedaPedro Quirós RodríguezFernando Quirós RodríguezEnrique Rodríguez MuñozRichardo Xhavier Valladares Zavala

RONDALLA

BANDURRIAS / LAÚDESAlma María Cerrato MorcilloMª de las Cruces Gallego Sánchez-PorroSantiago Jesús Lillo ImedioMaría Luengo TerrónFrancisco J. Martínez HoyaElena Mª Mera Calderón

GUITARRASAna Gallego RuízGiovanna Martín GómezFrancisco Mateos OrtízFrancisco José Rincón GálvezJacinto Tapia Cabrera

ACORDEÓNMarisa Sánchez Atalaya

VOCES / PERCUSIÓNJulia Durán GómezLourdes Gallego GallegoPedro García de Paredes CidonchaMª del Pilar Gómez ChaparroJosé Antonio Mocillo Martín-MoraVicente Pérez RubioAna Belén Sánchez GallegoMaría Serrano RiscoJuan Fco. Valadés SaucedaVíctor Manuel Velarde Sánchez