caramanchos - nº 11 (2010)

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Revista cultural del Grupo de Promoción del Folklore Extremeño CARAMANCHO de Don Benito (Badajoz)

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SUMARIO

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01.- PRESENTACIÓN. Desde El Grupo. Autor: Caramancho. Desde el Ayuntamiento. Autor: Juan Bravo. Desde la Federación. Autor: Francisco Muñoz Jiménez.

02.- DEDICATORIA. A Dña. Dolores Viñegla, por su labor en Caramancho.

03.- LA VIDA DE CARAMANCHO.

MEMORIA DE ACTIVIDADES. Autor: Fco. Javier Nieto y Raquel Valadés. ARTÍCULOS DE PRENSA. Autor: Pedro García. PARTITURAS Y CANCIONES. Autor: Raquel Valadés. QUE HABLEN LOS NIÑOS. Autores: Niños del Grupo Juvenil. MUCHO POR DECIR. Autor: Marísa Sánchez Atalaya. SEMBLANZA A LA MADRE. Autor: Antonio Sánchez Torreño. NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO. Autor: Julia Durán Gómez. POR FIN... “VELAHÍ”. Autor: Pedro García. EL 2010 EN IMÁGENES.

04.- ACERCA DE DON BENITO

CURIOSIDADES DE LA HISTORIA DE DON BENITO II. Equipo de Investigación. UNA FECHA HISTÓRICA. Autor: Fco. Rodríguez Andújar. NACENCIA DE CARAMANCHO. Autor: Ángel Valadés. MUTACIÓN URBANÍSTICA DE DON BENITO. Autor: José A. Gutiérrez Ortíz. LOS REFRANES DE ÁNGEL DÍAZ. Autor: Ángel Díaz. 05.- INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE.

INDUMENTARIA TRADICIONAL. Autor: Libro Ruth Matilda Anderson. BOMBAS, REQUIEBROS Y JOTAS. Autores: Pedro Quirós y Mª Luisa Gallego. INDUMENTARIA DEL PASTOR DE LA SERENA. Autor: Juan Sánchez y José A. Calle. LAS JOTAS DE USAGRE. Autor: José Larrey. 06.- OFICIOS ANTIGUOS y JUEGOS TRADICIONALES.

LAS BARCAS DEL GUADIANA (II). Autor: Agustín Aparicio. TRADICIÓN Y JUEGO EN LA ESCUELA. Autor: Jesús M. Fernández. LOS SANTOS. Autor: José Isidoro Ruiz y Mª José Martín Jiménez. 07.- GASTRONOMÍA TRADICIONAL.

LIBRO DE COCINA. Autor: Eduardo Gómez. TAPAS NAVIDEÑAS (I). Autor: Inés Gibaja. LOS CALDOS DE LA SALUD. Autor: Guillermo Paniagua. 08.- RETAZOS DE EXTREMADURA

LA MATANZA. Autor: Ángel Díaz. POESÍA POPULAR DE PEÑALSORDO. Autor: Alejandro García Galán. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO. EL CARNAVAL(II) Autor: Raquel Valadés. 09.- ARTICULOS VARIOS

LAS TINAJAS PANZUDAS. Autor: Lorenzo Medel. POEMAS DE CASTELO. Autor: José A. Gutiérrez Ortiz. A LA LUZ DE MI CANDIL. Autor: Lorenzo Medel. EL MÉDICO DE LOS POBRES. Autor: Eduardo Gómez-Valadés. VIDA DEL HNO. FERNANDO ACEDO. 2ª Parte. Autor: Alberto Acedo. / P. Juan González.

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PRESENTACIÓN

Pre

sent

ació

nDesde el Grupo

Por estas fechas, vuelven a sonar zam-bombas, panderetas, almireces y can-tos de Navidad. Y también por estas fechas volvemos a editar un número más de nuestra sabiduría popular, esa que no debe perderse nunca y que

cada año elaboramos con mucha ilusión, dedicación y trabajo.

Agradecemos enormemente la labor y el trabajo de nuestros colaboradores y articulistas, alma de esta re-copilación de saberes populares, por su fidelidad con Caramancho y por querer seguir investigando en lo nuestro y en nuestro pueblo.

Igualmente de agradecidos debemos estar a las ca-sas comerciales que, ahora más que nunca en tiempos de crisis, siguen apoyando este proyecto que comenzó hace 12 años y que sigue siendo un referente de la cultu-ra popular no solo en Don Benito o Extremadura, sino fuera de nuestra región, ya que cada vez son más las peticiones que quieren solicitar un ejemplar de nuestra revista. Es innegable que sin su aportación económica y su confianza en nosotros, esta publicación no vería la luz.

Y, como no, agradecerles a ustedes, lectores, ya que son el principal motivo para realizar el esfuerzo que su-

pone esta publicación. Esperamos estar a la altura de sus deseos y satisfacer un año más el interés que la tra-dición y el saber popular despierta en todos.

En este año donde la Federación Extremeña de Fo-lklore que cumple 25 años, Caramancho se siente in-mensamente orgulloso de ser uno de sus cinco funda-dores, reflejándolo de forma mayúscula en el contenido de esta publicación.

Nos esperan grandes retos para un futuro promete-dor, llenos de ilusión y de compromiso para compartir con ustedes nuestras actividades, entre ellas la presenta-ción de nuestro nuevo trabajo discográfico… VELAHÍ.

Disfruten en estas fechas cargadas de encuentros con la familia, amigos y celebraciones con el sabor de nuestras tradiciones, nuestros juegos, gastronomía y oficios ya olvidados… en definitiva con nuestro folklo-re. Nosotros así lo haremos.

Grupo de Promoción del Folklore Extremeño “Caramancho”.

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PRESENTACIÓN

Desde el Ayuntamiento

Desde el Festival de los Pueblos del Mundo

Hablar del grupo Caramancho es hablar de Don Benito, de nuestra historia, sus tradicio-nes, sus raíces y sus gentes, lo que supone un grato placer como os podéis imaginar. Pero es que además sus orígenes, allá por Octu-bre de 1977, son ejemplo del sentir y actuar

calabazón. Un grupo de dombenitenses, con Joaquín Rodríguez Valadés como abanderado, se encargó de recoger el guante lanzado durante la celebración un festival folklórico que se celebraba con motivo de La Vela, en el que no actúo ningún grupo local, y des-de entonces hasta hoy son santo y seña de nuestra Ciudad. Desde aquellos días hasta los actuales muchas son las personas que han participado y participan de aquél proyecto, todas han aportado su granito de arena a la gran familia que es Caramancho.

A lo largo de estos más de treinta años el grupo Caramancho se ha convertido en uno de los puntales sobre los que se asienta la cultura de Don Benito. Han recuperado para el presente y el futu-ro páginas poco conocidas de nuestra historia, con un importante trabajo de investigación; pasean el nombre de Don Benito allá por donde muestran su saber hacer; organizan y colaboran en nume-

rosos eventos culturales y sociales(entre ellos esta revista, el ho-menaje a las Madres, el Festival Internacional, su estrecha relación con la Virgen de las Cruces, Nuestra Patrona...),son en definitiva arte y parte de nuestra historia, la que ellos mismos estudian y dan a conocer.

Caramancho acerca el folklore a todos y en su tarea de rescatar cantares, danzas y tradiciones nos permiten sentir de una manera cercana “lo nuestro”. Su excelente labor nos hace sentirnos orgullo-sos dombenitenses.

Desde aquí os animo a seguir en esa línea. Si en su momento Caramancho nació con el objetivo de ahondar en nuestra historia, hoy podemos asegurar que Caramancho forma parte de la historia de Don Benito.

Nuestro estimado legado folklórico nos fue transmi-tido de forma oral y directa de abuelos a nietos, de padres a hijos, de madrinas a ahijadas, así, en una cascada de generaciones que lo enriquecieron, lo conservaron y lo amaron. También es cierto que otras veces, fruto de la moda de la época y del artifi-

cial y efímero modernismo, fue renegado y escondido en el fondo del baúl. De ambos momentos fueron pocos los que entonces se dedicaron a inves-tigar el por qué sí o el no de su conservación y promoción. Pensaron que se trataba de algo que no merecía la pena emplear ni tiempo ni esfuerzo.

Hoy, esquivados los baches del olvido y la despreocupación por lo nues-tro y superadas las décadas en las que quedaron atrás aquellos “modernos”, nos encontramos de frente y a bocajarro con una agrupación como ésta; como “Caramancho”: jóvenes, vivos, activos y entregados. Son el puro y perfecto ejemplo de colectividad que desde hace 33 años están en esta nues-tra labor ahora sí reconocida.

Estoy enormemente agradecido por haber sido invitado a participar en esta edición, edición especial, que de forma voluntaria y altruista viene rea-lizando vuestra asociación durante 10 años. Digo especial porque es justo el mismo año en el que la Federación Extremeña de Folklore celebra su 25º aniversario. Sí, señores, sí; “Caramancho” es uno de los cinco grupos fundadores de nuestra Federación; son los veteranos, son los que estuvieron empujando y son los que se empeñaron en esta andadura.

Veo con admiración como “Los Caramanchos” –nos gusta llamarles

así- son un símbolo de identidad en esta ciudad, tanto incluso que dedicó su nombre a una de sus calles. Veo como portean orgullosos su estandarte allá donde van representando a Don Benito y a Extremadura. Disfruto con el Festival que de nueve años a esta parte nos deleita cada verano en su plaza. Y reconozco su compromiso, su dedicación, tesón y profesionalidad.

Son “Caramancho” para mí el ritmo del asa del caldero y el blanquine-gro de sus refajos, los trajes de pastor galano bien llevados y el rojo vivo en el mantón, el dorado sonido del almirez y la entrañable “Velá” de su Virgen. Desde estas últimas líneas, queridos amigos, sólo me resta confesar que me quito el sombrero, me levanto del asiento y aplaudo a rabiar cuando os veo aparecer sobre las tablas.

Felicidades por vuestra labor.

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Francisco Muñoz JiménezDirector del Festival Folklórico de los Pueblos del Mundo de Extremadura

Juan Bravo Gallego Teniente de Alcalde Ayto. de Don Benito

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Este año en el que se cumple el 25 aniver-sario de la fundación de la Federación Extremeña de Folklore, queremos reco-nocer especialmente la labor de nuestra gran amiga y antigua directora Dolores Viñegla Morcillo.

Dolores Viñegla o Loli como todos la conocemos se incorporó al grupo CARAMANCHO al poco tiempo de su creación y desde este instante fue una pieza im-portante en el día a día de nuestra asociación.

Fue presidenta durante diez años consiguiendo grandes logros dentro del mundo del Folklore, pero sobre todo consiguió el cariño y respeto de todas las personas que han pasado por nuestro grupo. En sus años de mandato se lograron grandes cosas como: la grabación de varios CD’s, consolidar nuestro grupo con innumerables actuaciones por Extremadura, España y, como no, fuera de nuestras fronteras.

Recuerdo claramente ese primer viaje al extranjero, fue en Septiembre de 1983, estuvimos 17 días visitando Francia, Alemania, Bélgica y Holanda. Para todos sería una experiencia inolvidable pero sobre todo para aque-llos que, como yo, teníamos 16 o 17 años y, para ella como presidenta una gran responsabilidad.

Quiero centrarme en uno de los objetivos que con-siguió el grupo durante su periplo como presidenta, quizás uno de los más importantes y que nadie nos po-drá arrebatar. En 1985, cinco grupos trabajaron y lu-charon duramente para formar la Federación Extreme-ña de Folklore, y ahí estaba el grupo CARAMANCHO llevado de la mano de Loli. Aunque muchos no le den realmente la importancia que tiene.

Fueron unos primeros años complicados a la vez que ilusionantes, gran compañerismo entre los que for-maron la primera junta directiva de dicha Federación, donde Loli ocupó el cargo de tesorera. Recuerdo esos viajes para acudir a las reuniones, el “forito” azul que la llevaba y traía, llegar de madrugada, algunas veces sola, otras veces acompañada por Eduardo u otro com-pañero, desde luego en aquellos años las cosas eran más difíciles que ahora, por eso todo tenía más valor.

En esta revista, queremos resaltar públicamente tu trayectoria en el mundo del folklore, tanto como presi-denta y miembro del Grupo Caramancho como miem-bro fundador de la Federación Extremeña de Folklore, ya que en el acto conmemorativo de los 25 años de di-cha Federación, ni el grupo ni tú fuisteis debidamente reconocidos.

Loli puedes y debes sentirte orgullosa por toda tu vida en el grupo, por los amigos que hiciste y perduran en el tiempo, por las actuaciones, por los viajes pero so-bre todo por seguir sintiéndote una CARAMANCHO más.

DEDICATORIA4

dedi

cato

riaA Dolores Viñegla Morcillo por su labor en Caramancho

Genari Moreno

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La vida deCARAMANCHO

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES6

Act

ivida

des

’10 Memoria de actividades ‘2010

Otro año que pasa en la vida de Cara-mancho, y como ya es una costumbre nuestra, queremos hacerles copartici-pes de esa vida con el relato de todas nuestras actividades desde el numero anterior de nuestra revista, en la cual

quisimos hacer una mención especial a nuestro GRAN AMIGO Eduardo Gómez-Valadés.

Aunque no fue el único home-naje que recibió nuestro querido amigo, ya que tres días después de la presentación, mas concretamen-te, el 7 de diciembre, sus amigos le dieron un homenaje celebrando una misa extremeña en dedicato-ria a esta persona que tanto aporta para el pueblo y que claro nuestra agrupación no podía faltar.

Se acercan las fiestas Navideñas y otra de las tradiciones que nues-tro grupo conserva es la tradicional

cena de Navidad que celebramos en el Hotel Vegas Altas con la sección juvenil y el grupo titular acompañados como siempre por nuestra rondalla.

El día 27 de diciembre, nos desplazamos a La Haba para actuar en su casa de Cultura con motivo del programa de Navidad de la Diputación de Badajoz.

Dos días después el grupo in-fantil quería alegrar las fiestas a las personas que se encuentran en el Hospital San Antonio y la residen-cia Madre Teresa Jornet, y como no podía ser de otra manera, lo hicie-ron como mejor saben: bailando y cantando algún que otro villancico. Una vez terminado estas actuacio-nes, se desplazaron a nuestro local de ensayo donde disfrutaron de una pequeña fiesta para despedir el año.

Comienza el 2010, y como en

el grupo infantil quiso

alegrar la navidad a nuestrosmayores

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES 7

todas las asociaciones hay que hacer balance del año y renovar cargos, es por ello por lo que varios componentes de nuestra agrupación se desplazan a Olivenza para asistir a las Asambleas Generales Ordinarias y Extraordinarias de la Federación Extremeña de Folklore.

El día 6 de marzo realizamos nuestras asambleas generales ordi-narias y extraordinarias y una semana mas tarde varios miembros de nuestro grupo se desplazaron a Madrid para asistir a las asambleas generales ordinarias y extraordinarias de la Federación Española de Agrupaciones Folklóricas.

A finales del mismo mes tuvieron lugar las Jornadas de Coordi-nación que se celebraron en Cáceres participando la mayoría de los grupos federados y a las cuales también asistió una representación de nuestro grupo. Allí se coordinaron jotas como la Jota de los Palilleros, Jota de las Aceituneras o el Corridiño Nuevo entre otras.

El ultimo sábado del mes cantamos una misa extremeña en la igle-sia de San Juan con motivo de un enlace matrimonial.

Así llegamos a Abril, y mientras el cuerpo de baile, iba montan-do las canciones para el verano, la rondalla, ultimaba los ensayos del nuevo proyecto discográfico y continuaba las sesiones de grabación del

mismo en Sierra de Fuentes durante los fines de semana, intercalando, por supuesto, el ensayo para la actuación que cada año dedicamos a nuestras madres, en la víspera de su día. Actuación que, contó con la participación de D. Antonio Sánchez Torreño, recitando su semblanza, y, de los niños discapacitados psíquicos, interpretando sus jotas, ade-más de todas las categorías de nuestro grupo.

A finales de mes, el fin de semana del 29-30 de mayo, se organizó una excursión para los más infantiles de nuestra plantilla, en la que tu-vieron la oportunidad de conocer el observatorio de aves de Obando, la

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES8

localidad de Guadalupe y, su monasterio con una visita guiada que les mostraba sus secretos. También participaron en un taller de percusión muy tradicional con instrumentos inimaginables para ellos como anti-guos cencerros, cucharillas... hasta que llegó la hora de volver al Alber-gue municipal MOHEDA ALTA de Navalvillar de Pela donde pernocta-ron con muchos nervios, pues para la mayoría era su primer fin de semana “sin padres”.

Precisamente, ellos, nuestros in-fantiles acompañados por la rondalla, actuaron como invitados en la clau-sura de las escuelas de folklore que cada final de junio, llena de padres emocionados y de bailarines ilusiona-dos, las escuelas del Ave María. Como invitados también acudieron algunos miembros del grupo para celebrar junto con los demás grupos extreme-ños federados, el 25º aniversario de la Federación Extremeña de folklore, de la que nuestra asociación fue miem-bro fundador, mediante la participa-ción en el espectáculo “HUELLAS DE ANTAÑO”, que se llevó a cabo en el sin igual escenario del Teatro Romano de Mérida.

Llega JULIO y con él, el inicio de una “gira” de actuaciones por toda la geografía regional y nacional. Gira que, al fin y al cabo, es el mo-

tivo de nuestro grupo, para difundir nuestro folklore y que este año comenzaba el día 3, en plena lucha de España para ganar su mundial, en GARBAYUELA, en el escenario móvil nº 1 de la junta de Extre-madura. Días después, en la víspera de Santiago, nos desplazamos a

El Vendrell (Tarragona), invitados por su ayuntamiento para participar en una muestra de folklore nacional, donde pudimos compartir escenario con el folklore andaluz, asturiano, navarro, catalán, turco y murciano, y, donde, pudimos sentir, muy agradeci-dos, el calor que todos los emigrantes extremeños en aquellas tierras y espe-cialmente los paisanos allí presentes nos brindaron en todo momento.

A nuestra llegada, el día 28, con motivo del festival juvenil de folklore que cada año realiza la comisión de festejos de Santiago, el grupo partici-pó activamente con la actuación del grupo juvenil e infantil, con el mismo repertorio que, días después, concre-tamente el 1 de Agosto interpretaban ante el público almendralejense en Festibarros.

El 6 y 7 de Agosto, tuvo lugar en nuestra Plaza de España, nuestro XII FESTIVAL DE FOLKLORE CIUDAD DE DON BENITO, con la participación internacional de Venezuela y Corea del Sur el viernes, y los grupos nacionales de Palencia y Mula (Murcia) el Sábado represen-

La Federación Extremeña de

Folklore cumplió 25 años

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LA VIDA DE CARAMANCHO MEMORIA DE ACTIVIDADES 9

tadas respectivamente en las agrupaciones “Jorge Manrique” y “Niño Jesús del Balate”, y con la apertura y cierre tradicional ya, de Caraman-chos, que en esta edición estrenaba traje, y presentaba la indumentaria popular de Olivenza, enriqueciendo aún más, nuestro variado vestua-rio, sin olvidar, claro está la “joya” de nuestra colección, el traje de gala de Don Benito y representativo a su vez de la provincia de Badajoz, que orgu-llosamente mostrábamos en nuestra actuación en Palencia el 21 de Agosto en su festival de folklore con motivo del día del concejo.

Ya, en tierra extremeña, el día 28, teníamos otro compromiso con los escenarios móviles en la localidad cacereña de Sierra de Fuentes, despi-diendo con esta actuación el mes de Agosto y disfrutando de un pequeño descanso hasta mediados de Septiem-bre, concretamente hasta el 18 y 19 de dicho mes, días en los que pudimos conocer el hermoso pueblo de Mula, en la sierra murciana, a cambio de ha-cer disfrutar a los muleños del variado folklore extremeño.

En plenos ensayos para la ac-tuación más importante de Caramancho, la de su aniversario, el 2 de Octubre, acompañábamos a una nueva pareja, esta vez en la iglesia de Santiago, en su enlace matrimonial, ambientado la ceremonia con la música de nuestra tierra.

Y, al fin, llegó el 11 de Octubre, día en que entonamos la más es-pecial de nuestras misas y realizamos nuestra actuación con mayor ilusión pues no es sólo ante nuestro pueblo, sino también ante nuestra patrona la VIRGEN DE LAS CRUCES, en el día de nuestro aniversario.

Con esta actuación, por así de-cirlo, damos fin al año, y que mejor forma de celebrarlo que todos juntos en una convivencia, como la que el día 23 realizamos en la Finca muni-cipal de Doña Blanca, a partir de la cual comenzábamos a preparar nues-tro nuevo curso, lleno de proyectos y realidades, como la publicación de nuestro último disco VELAHÍ, o la participación en las jornadas de co-ordinación de música y danza que la Federación Extremeña de Folklore organiza como coordinadores de una de nuestras jotas típicas “Los Quintos” los días 20 y 21 de dicho mes celebra-das en Cáceres y, como no, la puesta en marcha de esta revista, nuestro nº 11, que, hoy, como cada Diciembre en sus primeros días, les presentamos or-gullosos a ustedes.

el 12 de octubre, es un día muy

especial: el aniversario de Caramancho

Fco. Javier NietoRaquel Valadés

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LA VIDA DE CARAMANCHO ARTICULOS DE PRENSA10

Pre

nsa Artículos de prensa ‘2010

Extremadura Al Día.

03/12/2009

DiarioHoy.

18/03/2010

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTICULOS DE PRENSA 11

Extremadura Al Día.

28/05/2010

Extremadura Al Día.

20/07/2010

PeriodicoExtremadura.

09/03/2010

DiarioHoy.

20/07/2010

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LA VIDA DE CARAMANCHO ARTICULOS DE PRENSA12

Penedes21.cat 22/07/2010

DiarioPalentino. 23/08/2010

Murcia.com 08/09/2010

Extremadura Al Día. 27/07/2010

DiarioHoy.

03/10/2010

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES 13

Jota Andariega

Par

titur

as y

Can

cion

esJOTA ANDARIEGA (Casatejada)

Casatejada es mi pueblo (bis), Sal de la tierra extremeña y tenemos por patrona a la Virgen Andariega

Estribillo: Andariega divina te llamo yo y te llevo metida en mi corazón, En mi corazón madre, en mi corazón Andariega divina te llamo yo

Un Sacristán a la virgen (bis) Andariega la ha llamado porque fué a lejanas tierras para obrar un gran milagro

Estribillo

Porque ya vino mi novio (bis) y no se murió en la guerra a la Virgen mi patrona, yo la ofrezco esta vela

Estribillo

Que tu a mi me quieras siempre a la virgen yo le pido que tú a mi me quieras siempre como yo te quiero a ti, con firmeza hasta la muerte

Dame niña tu amor, dame la manoque la virgen ya sabe que nos amamos, que nos amamos niña que nos amamos,dame niña tu amor, dame la mano

Virgen de la Soledad (bis) guapa con tu manto siempre y más cuando te lo ponen en la función de septiembre

Estribillo

Al terminar esta ronda (bis)que ha mostrado nuestro amor Te pedimos de rodillas tu materna bendición

Estribillo

Desde la localidad cacereña de Casatejada, presentamos esta hermosa jota que sus habitantes entonan como ofrenda vocal a su patrona LA VIRGEN ANDARIEGA, cuyo nombre se debe a una anécdota relatada en la jota.

(bis)

(bis)

(bis)

(bis)

(bis)

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES14

Jota típica de la localidad pacense de Esparrago-sa de Lares, es la que toma por nombre el de su propia localidad, la “Jota de Esparragosa”, como pieza representativa de su folklore y en la que se narra, los intentos de conquista a una dama, su rechazo picaresco y la esperanza que le guarda. En su letra, no podía faltar su famosa patrona de la Virgen de la Cueva, protagonista de cantos populares como el “que llueva, que llueva, la Vir-gen de la Cueva...”

Me han dicho que no me quieres, olé Soledad, y eso tengo a mi favor que el oro, aunque lo desprecien, olé Soledad, nunca pierde su valor.

EstribilloPalomita blanca de mayo, dime la verdad Soledad yo te la diré vida mia, yo te la diré ven acá. Ven acá, ven acá, ven acá, ven acá, palomita blanca de mayo, Dime la verdad, Soledad.

Dicen que los juanes son,parecidos al demonio, señores tengo yo un Juan, que parece un San Antonio.

Que no te peines, a lo torero, que no te peines, que no te quiero que no te peines, a lo chulapo, que no te peines, que no eres guapo, que no eres guapo, y estás chalao, yo quiero a otro, más resalao.

Y a la mar, fui por naranjas, cosa que la mar no tiene, metí la mano en el agua, la esperanza me mantiene

Y en tí, en tí, morena está todo mi querer, si tu no me quieres na si tú no me quieres na, y te lo vengo a decir, que me han hecho sargento de la guardia civil

De Esparragosa de Lares, olé Soledad, y es la virgen de la Cueva. A la que toda la gente, olé Soledad, le rezan para que llueva

Estribillo

Jota de Esparragosa

(bis)

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LA VIDA DE CARAMANCHO PARTITURAS Y CANCIONES 15

De Don Benito y recogida en el cancionero popular editado por los Amigos de la Cultura Extremeña, extraemos esta jota, incluida en el tercer disco de Caramancho “Si quieres que troquemos”.

Tengo los zapatos rotosDe subir al gabineteY no veo de venirLa carita de mi Pepe

EstribilloVamos Lolita, Vamos los dosA coger floresDe aquel montón.

Esta calle si que es calle,Pero no tiene balcones,Pero tiene unas morenas,Que roban los corazones

Estribillo

Carta tengo en el correo,Y no se de quien seráSi es de Pepe no la quiero,Si es de Antonio véngala

Estribillo

La cabecita me duele, De mirar para el senderoY no de veo de venirA los ojitos que quiero

Estribillo

Tengo los zapatos rotos

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LA VIDA DE CARAMANCHO QUE HABLEN LOS NIÑOS16

Que

hab

len

los

niño

s Nuestros pequeños, hablan...

Artículos de jóvenes que han pasado este año del Grupo Infantil al Grupo Juvenil.

Hola me llamo José Manuel y tengo Síndrome de Down, pero eso no ha sido obstáculo para hacer lo que más me gusta: bailar bailes regionales.

No sé expresar bien lo que siento, por eso me ayuda mi madre que es la que más me conoce y sabe lo que yo siento.

Llevo varios años bailando en la Es-cuela de Bailes Regionales pero mi mayor ilusión era bailar con los Ca-ramanchos y gracias a mis profesoras mi sueño se ha hecho realidad. Este año estoy con ellos y me siento muy feliz. Me gustan mucho mis compa-ñeros y compañeras y claro está, mis profesoras. Espero estar mucho tiem-po.

José Manuel Hernández Barroso

¡Hola, soy Cristina García! Tengo 14 años y llevo en Caramancho desde los 6 años. Todavía recuerdo como mi madre me llevó a apuntarme con 4 años y no quería entrar porque me daba vergüenza. Mi madre con toda su ilusión me cogió de la mano y dijo:

“creo que cuando tu quieras te trae-ré”, porque yo me encabezoné que no.

Hasta llegado los 6 años, en que Ana (sobrina de Conchi, la profesora) que era compañera mía de clase dijo en el recreo: “Cristina quiere ir con mi tía Conchi que da clases de baile de Caramancho”.

Estaba deseando llegar a casa para decir: “¡mamá, esta tarde a las 5 voy a apuntarme a bailar con los Caraman-chos!”. Se me quitó la vergüenza y me entró una alegría de estar con los de-más niñas y bailar con ellas.

El paso de infantil a juvenil fue como un sueño, una ilusión de esperar diciéndome:”cuando pasaré” un año tras otro, que solo el amor a un hobby de bailar lo ha logrado, viendo a su vez como muchas amigas esos valo-res lo perdían quitándose de bailar.

Yo renuncio a los viernes de no estar en el parque con los amigos y sé que para ellos puedo ser aburrida aunque en el fondo me rio de los divertidos.

Ahora aspiro a no romper la ilusión que mantengo por nadie, para llegar a lo más grande que es estar en el grupo “Caramancho”; y como tengo una hermana, Rocío, que baila en la Escuela del Grupo, “la cantera”, bai-lar con ella es otra ilusión que me dá este gran grupo Caramancho: bailar

con mi hermana en uno de los dias en que bailamos a la Virgen de las Cruces.

Gracias a Genari y Conchi por este grupo. Los aplausos recibidos son el amor vuestro.

Cristina Sánchez García

Hola, soy Ana Mateos y tengo 13 años. Estoy encantada de pertene-cer al grupo Caramancho desde los 4 años. Ya he pasado a los juveniles y me gusta mucho aprender bailes nuevos, las actuaciones, etc… Me lo paso muy bien en esta gran familia.

Estoy muy contenta de haber hereda-do esta pasión por el folklore, gracias a mi padre. Un beso a todos.

Ana Mateos Lozano

Desde pequeña me gustaba el folklo-re, conforme he ido creciendo me ha gustado más.

Cuando he llegado al paso del grupo Infantil al Juvenil estoy llegando a lo alto del grupo Caramancho. Bueno, lo que más me gustaría es bailar en el grupo titular.

Mª Luz Parejo Domínguez

Niños del Grupo Juvenil

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Cuando Genari me dijo que contase mi experiencia en el Grupo “Caraman-cho”, no sabía por don-de empezar ya que son muchas las imágenes,

recuerdos y vivencias que se te vienen a la mente.

Parece que fue ayer, y, sin embar-go, han pasado muchos años desde aquel día, enero de 1979, cuando llegaron a mi casa Joaquín y Eduardo para decirme que te-nían un acordeón en el grupo pero no conocían a nadie que pudiese tocarlo.

Hasta ese momento, yo no conocía la existencia de ese grupo y no mostré mucho interés. Fue mi madre quién me animó a formar parte de él. Ella falleció en abril y yo no co-mencé hasta 1980.

Mi primera actuación la recuer-do con mucho cariño. Fue en Pam-plona. Sentí una gran emoción al su-birme de nuevo con “mi acordeón” a un escenario, ya que anteriormente lo había hecho cuando formaba parte de la Rondalla Francisco Valdés hasta los 13 años. Tan especial fue, que puse una grabadora a mis pies para traerme a casa esa primera actuación.

A ese viaje le sucedieron muchos otros por toda la geografía extremeña y española. Tantos, que a veces comentábamos; “parece que vivimos en el autobús”.

En 1982 participamos en el concurso de TVE “Gente Joven”. ¡Que ilusión llevábamos to-dos!

Conocer por dentro los estudios, estar grabando en un plató y pasar por maquillaje antes de salir a ac-tuar, fue una experiencia inolvidable.

Recuerdo una anécdota de la primera actuación en TVE cuando presentaron nuestro traje folklórico como procedente de Badajoz. Cuando volvimos a grabar la se-

mifinal la presentadora corrigió el error y ya, si, comentó que el traje era de Don Benito. Todos estábamos muy contentos al pensar que toda España vería nuestra actuación.

En 1983 viajamos por primera vez al ex-tranjero y todo el recorrido lo hicimos en au-

tobús. Fueron 17 días muy intensos conociendo y actuando en Francia,

Holanda, Bélgica y Alemania.En 1989 participamos en el

Festival Mundial de Folklore que se celebró en Palma de Mallorca. Era la primera vez que subía a un avión. Tantos grupos participaron que la variedad de trajes, músicas e instrumentos que vi eran incalculables.

Ya, más cercano en el tiempo, recuerdo las actua-

ciones en países como Portu-gal, Italia, Dinamarca, Turquía y

Grecia, donde mostrábamos con orgullo nuestro folklore.

De todos y cada uno de esos via-jes guardo un recuerdo muy especial.

Hoy, desde mi trabajo en la escue-la como maestra de música, trato de transmitir los sentimientos y valores que yo he vivido con el FOLKLORE a mis alumnos.

A través de estas vivencias he lle-gado a la conclusión de que es cierta la afirmación de que la música es el único y verdadero “lenguaje universal”.

Solamente puede decir “gracias” al Grupo “Caramancho” por existir y dar-

me la oportunidad de pertenecer a él, y por esos momentos tan entrañables que he vivido con todos y cada uno de sus componentes, muchos de ellos, amigos.

Ahora soy “caramancha veterana”, pero siempre seré de “Los Caraman-chos”.

LA VIDA DE CARAMANCHO MUCHO POR DECIR 17

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Marisa y su Acordeón

Marisa Sánchez Atalaya

Page 20: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Semblanza a una Madre,“A toda una vida”

LA VIDA DE CARAMANCHO SEMBLANZA A LA MADRE18

Sem

blan

za a

la m

adre

Él ignoraba si su nacimiento ha-bría sido fruto del amor, de un en-cuentro fortuito, quizá de una rela-

ción no deseada o si los avances de la ciencia habían intervenido, lo cierto es que ya era una nueva vida.

Se desarrollaba paso a paso en un habitáculo que le ofrecía bienestar y segu-ridad y adquiriendo en cada uno de ellos una forma cada vez más perfecta. A medida que transcurrían los días y los meses llegaba a sus oídos con mayor nitidez un sonido cercano y que diferenciaba claramente, era la voz de su madre, voz que sería capaz de discriminar entre mil y un sonidos dispares.

Apenas vio la luz fue aco-gido entre unos brazos que desprendían una sensación especial, que le aproximaban a un pecho que seguía aún el ritmo que había marcado el esfuerzo del parto y en el que percibía el palpi-tar de un corazón que latiría desde ese instante y en muchas ocasiones en función de los momentos de su vida: momentos alegres, de incerti-

dumbres, de preocupaciones, de en-fermedad…

Trataba de imaginar los cuidados de ella cuando era un ser indefenso: su alimentación, su aseo, el respeto de sus tiempos de sueño y siempre procurándole lo mejor.

Recordaba vagamente cuando escuchaba una retahíla de palabras,

incapaz aún de comprender, pero que eran dichas con fe pues ella creía en un Ser superior. Hablo de cuan-do su madre le rezaba el “Jesusito de mi vida… “ u otra sencilla oración mientras le cambiaba para ir a dor-mir y antes de desearle que soñase

con los angelitos .Comenzó a hacerse mayor, por

así decirlo, y su mundo se amplió. Cada mañana, agarrados de la mano, se dirigían a la escuela y en cada des-pedida, acompañada de un apretado abrazo y un sonoro beso, escuchaba un “ pórtate bien “. Empezaba a re-lacionarse más con sus iguales . Re-

cuerda cómo los primeros años, la mirada de su madre le seguía hasta donde le era posible y que después, mar-chaba tranquila.

Le afligen los recuerdos de una intrépida adolescen-cia, cuando se sentía sufi-ciente y debatían, a veces in-tentando imponer cada uno su razón, sobre sus hábitos, el horario, la manera de ves-tir, los amigos, los estudios…

Ahora, ya adulto, com-prendía perfectamente el contenido de aquellas frases sencillas, pequeñas leccio-

nes, que para él eran entonces una perorata que oía, pero no deseaba escuchar.

¡ Cuántos desvelos ! ¿ Correspon-didos ?.

¡ Cuántas esperas ! ¿ Agradeci-das ?.

Ahora, ya adulto, comprendía el contenido de

aquellas frases sencillas...

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¿ Satisfacciones ?.Admitía que es un ser generoso, que no

espera nada a cambio y que se siente dichosa con su dicha al igual que es partícipe de sus sufrimientos y de los que sólo ella quisiera ser dueña si le fuera posible.

Sus ilusiones de joven y mujer se adorna-ron con el amor pero más tarde las enturbia-ría el desencanto, el dolor y la soledad.

El inevitable paso del tiempo marcó en su rostro arrugas, pintó de blanco su her-moso pelo, hizo lento su andar desenvuelto, pero no pudo ajar la viva expresión de sus ojos ni su cómplice sonrisa.

Estos pensamientos los evocaba sentado junto a la cama de su madre. Los dedos de

una de sus manos se entrelazaban suavemen-te con los dedos de una mano buena.

Sus piernas cruzadas sostenían un pe-riódico doblado y sobre el que escribía esas primeras palabras que afloran tras nuestros primeros balbuceos : mama, mami, mamá, MADRE.

De ellas, repasaba una y otra vez la úni-ca que había escrito con letras mayúsculas, MADRE, palabra universal y que sin duda es la que mayor contenido encierra.

Inevitablemente ella le abandonaría en primavera pero él había comprendido que ser madre es ser Mediadora, ser madre es Amor, ser madre es Dedicación, ser madre es Respeto, ser madre es Esperanza.

A ti, que eres hijo o hija, te invito a que escribamos siempre MADRE con mayús-culas y que le agradezcamos cada día el don más preciado que se puede dar – la vida - y también sus privaciones, con un beso, una flor, una caricia, una llamada o un te quiero.

Devolvámosle con amor el ciento por uno de lo que ella ha hecho, hace y hará.

Si ya está en tu recuerdo, no olvides nun-ca su imagen ni el eco de su voz.

Felicidades MADRE.

Don Benito, 1 de Mayo de 2010

Antonio Sánchez Torreño

LA VIDA DE CARAMANCHO SEMBLANZA A LA MADRE 19

Page 22: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Quiero aprovechar esta oportuni-dad que me han brindado para contaros como llegué a “Cara-

mancho”.

Desde muy pequeñita ya forma-ba parte del Coro de la Iglesia de mi pueblo, más tarde de la Rondalla del colegio donde estudiaba y asistía a

clases de

baile de folklore. Estas clases me sirvieron para unos años después, formar parte del Grupo de Coros y Danzas Siberia Extremeña de Orellana la Vieja, mi pueblo.

Por cuestiones de trabajo me trasladé a la localidad donde re-sido actualmente, Villanueva de la Serena, donde comencé a hacer giras con la “Orquesta Las Vegas” de Don Benito, a los que mando un saludo.

Después de unos años conocí a mí por entonces com-pañero de teatro Juan José, in-tegrante de “Caramancho”, el cual me invitó a asistir a uno de sus ensayos. Desde ese día formo parte de su cuerpo de Rondalla. Lo que más recuer-

do de ese día es el buen acogimiento que recibí

por parte de todos y la buenísima relación de amistad que existe entre ellos. ¡Son una gran familia! Y nun-ca mejor dicho porque entre los integrantes hay padres,

e s p o s a s , maridos,

h i j o s , h e r -

ma-

nos, tíos, primos…

Con mi traje en la maleta y mucha ilusión comencé a hacer actuaciones con el grupo. Lo más gratificante es que después de tantos ensayos, kiló-metros en autobús y nervios, el públi-co lo sepa agradecer con sus aplausos y siempre hay personas que se acer-can a nosotros y nos dicen “Enhora-buena, lo habéis hecho muy bien”.

Quiero mencionar también que este año hemos estado inmersos en la grabación del nuevo disco de “Cara-mancho”, del que todos estamos muy orgullosos y espero os guste.

Ya hace 3 años que formo parte del grupo y espero cumplir muchos más aportando mi granito de arena para difundir por todo el mundo el folklore de nuestra tierra.

LA VIDA DE CARAMANCHO NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO20

Ya hace tres años que formo parte del grupo y deseo cumplir muchos más...

Con mi traje en la maletaN

uest

ras

viven

cias

JuliaDurán Gómez

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LA VIDA DE CARAMANCHO NUEVO DISCO 21

Por fin... VELAHÍ

Nue

vo d

isco

Han pasado 16 años… 16 años desde que C a r a m a n c h o lanzara su úl-timo disco “Si

quieres que troquemos” (1994) con gran éxito y expectación. En este 2010 hemos vuelto a meternos en un estudio de grabación para realizar una nueva grabación, donde para casi todos los partici-pantes era la primera vez que nos enfrentábamos a esta aventura.

Esta actividad supo-ne un momento históri-co en nuestra agrupación y no podíamos dejar pa-sar la ocasión para re-flejar como se fraguó su grabación y diseño.

Este proyecto em-pezó hace años ya en la cabeza de nuestra actual presidenta, Genari Mo-reno, cuando en el año 2005 asumió la presi-dencia de Caramancho, teniendo en mente tres proyectos básicos: realizar una gira por el extranjero, grabar un disco y recu-perar el traje de ganadero de Don Benito.

En estos 6 años de mandato ya ha conseguido dos: en 2007 el grupo realizó una gira por varias poblaciones de Italia participando

en el Festival Eurofolk Ballets y en 2010 hemos grabado nuestro cuar-to disco.

Con esa casi obsesión, a finales del 2009 se planteó la posibilidad de llevar a cabo la grabación, comen-zando a dar los primeros pasos para su puesta en marcha. Como siem-

pre ocurre en estos casos, el princi-pal escollo era el de la financiación. Se buscaron diferentes vías de sub-venciones, ayudas, etc., sin obte-ner de ningún organismo ninguna cantidad que nos ayudara a llevar a cabo esta grabación. Solamente mediante un proyecto presentado al programa de actividades culturales de la Junta de Extremadura se con-

cedió una subvención que suponía ni siquiera una 4ª parte del importe total. Tampoco con el Ayuntamien-to tuvimos suerte, ya que hicieron oídos sordos a nuestra petición de colaborar con una ayuda mínima que supusiera para nuestra agru-pación un desahogo, hasta que las ventas del disco fueran amortizan-

do el gasto.

Con este desolador panorama, nos armamos de valor y seguimos ade-lante… El siguiente paso fue contar con la rondalla de Caramancho, principal protagonista de esta histo-ria. Para ello, se convocó una reunión con todos los componentes del cuer-po de rondalla actuales y también con aquellos que habían dejado el grupo re-cientemente, para dar ca-bida a todo el que quisiera participar. De todos ellos, la mayoría se unieron a esta aventura, teniendo en cuenta que para muchos era la primera vez que íba-mos a entrar en un estudio

de grabación.

Se planteó seguidamente el ca-lendario de ensayos y lista de can-ciones que entraría en el disco. Para ello, se hizo un sondeo entre todos los componentes del grupo de las canciones preferidas por cada uno para incluirlas en la grabación, te-niendo en cuenta que no estuviera

Con este desolador panorama, nos

armamos devalor y seguimos

adelante...

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LA VIDA DE CARAMANCHO NUEVO DISCO

ya grabada en discos anteriores.

Una vez confeccionada la lista, se pasó a determinar con qué casa discográfica se realizaría la grabación. En este punto se con-sultaron varios presupuestos y condiciones siendo al final la em-presa SoloMúsica la seleccionada.

Era también de vital importancia saber quién iba a ser el direc-tor musical que dirigiera este proyecto. En este punto, y dado que en ese momento, Caramancho no contaba con un director de Ron-dalla, se planteó que fuera una persona ajena a nuestra agrupación la que asumiera la labor de dirección, corrigiendo acordes o notas, estableciendo un orden en los coros, preparando las voces solistas, etc… Esta labor cayó finalmente en manos de Manuel Reyes, pro-ductor musical de la empresa SoloMúsica.

Ya metidos en faena, pasaron varios meses de ensayos, monta-je de canciones, correcciones…, hasta que se realizó una primera grabación, en el estudio IN&OUT de Sierra de Fuentes el día 7 de Marzo. De poco nos serviría la grabación realizada, ya que al parti-cipar todos los instrumen-tos y voces en la grabación (fue un día completo me-tidos unas 20 personas en el estudio de grabación) la calidad de sonido no era la esperada y tuvimos que desechar este primer in-tento.

Se pasó entonces a gra-bar el disco instrumento por instrumento, siendo en primer lugar las guita-rras las que realizaran la base del acompañamiento de todas las canciones el día 17 de Abril, siguiendo una guía que previamente se había grabado para te-ner un soporte en cuanto a tiempos.

El día 18 de Abril les tocó el turno a las bandurrias y el día 8 de Mayo a las voces, coros y percusiones. Con todas las canciones ya prácticamente terminadas el día 16 de Mayo se terminó la graba-ción con la inclusión de los acordeones. Para final de Mayo ya se tenía el disco grabado y solo faltaba el montaje y masterización que comenzaría sobre mediados de Junio.

Durante el verano se alternó con las actuacio-nes y festivales en el que el grupo participaba y las correcciones que se iban realizando con las diferen-tes pruebas de sonido que nos enviaba el técnico del estudio de grabación.

Al mismo tiempo, a mediados del mes de agos-to, se comenzó con el dise-ño de la portada del disco y contenidos del libreto que lo acompaña.

Para mediados de Sep-tiembre ya se tenía el disco

finalizado y el diseño acabado, enviándolo a la fábrica para su ela-boración.

Cuando ustedes lean este artículo, esperamos tener el disco ya en nuestras manos y comenzaremos la preparación del mismo, para realizar una presentación que esté a la altura de este aconteci-miento que supone un punto importante en la historia de nuestro grupo y que perdurará a través de los tiempos.

Desde Caramancho solo esperamos que cuando ustedes lo ten-gan, lo disfruten escuchándolo tanto como nosotros hemos disfru-tado esta aventura.

22

PedroGarcía Barroso

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2010 EN IMÁGENES 23

Píxeles en la retina 2010

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010

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ágen

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Festival del Día de la Madre (Grupo Titular)

Festival Internacional (Grupo OH YULJA DANCE COMPANY (Corea del Sur) Festival Internacional (Grupo MANGUAY (Venezuela)

X Mostra de Folklore del Penedés en El Vendrell (Tarragona) - Grupo Titular

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LA VIDA DE CARAMANCHO EL 2010 EN IMÁGENES24

XII Festival Nacional de Folklore “Ciudad de Don Benito” - Rondalla

XXVII Festival Internacional de Folclore “CIUDAD DE MULA” en Mula (Murcia) - Grupo Titular

XII Festival Nacional “Ciudad de Don Benito” - Bailarinas del Grupo Titular Festival de Clausura de las Escuelas de Folklore

Festival de Folclore “A CONCEJO 2010” en Palencia - Grupo Titular

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Acerca deDon Benito

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ANECDOTARIO DE DON BENITO. CURIOSIDADES DON BENITO (II)26

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Curiosidades de la historiade Don Benito (II)

Continuación del artículo comenzado en el núme-ro 10 de Caramancho, fruto del trabajo del Equipo de investigación que hace más de veinte años dedicaron a la recopilación de eventos ocurridos en Don Benito contados de forma irónica y jocosa. Otra de las manifestaciones masivas

que hubo, fue la gran afición por el celuloide. Era la ciudad que conta-ba con el mayor numero de cines de la provincia, con películas que se estrenaban antes que en toda

España, como fue entre otras “La Princesa y el Capitán” con Audrey Hepburn, gracias a Jaimito (el del cine),

que aparte trajo las mejores películas de estreno, como fueron “Los diez Mandamientos”, todo

un gran acontecimiento que concentró a un gran número de foráneos que venían

en “Tellesas”.

Las películas eran anunciadas por toda Extremadura. También son recordadas “Guerra y Paz”, “La Condesa descalza”, las co-lecciones de “Sissi”, “Cantin-flas” y otras muchas.

En el cine Avenida (cine de verano) se proyectaban tres películas por una peseta, llegando incluso en el mes de Noviembre a asistir a las pro-yecciones con mantas y por supuesto la cesta de la comida.

Tal era el éxito que consiguió nuestro paisano.

Cuando proyectaron la pelí-cula de Rita Hayworth “Gilda” fue tal la movida, que Don Do-nato el cura y algún otro doctor de la iglesia, en sus pregones de pulpito excomulgaban a todos los que fueran a ver la película;

y a propósito de Hollywood, tuvi-mos una visita de las grandes divas

en los 60, la increíble “Ava Gardner”, venía de Lisboa en un cochazo negro

con chófer y se hospedó en una casa

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ANECDOTARIO DE DON BENITO. CURIOSIDADES DON BENITO (II) 27

humilde, la de su doncella Petronila Martín Paredes, que es “Calabazona”.

Estuvo durante 5 días de incógnita. Te-nía 33 años, con toda su belleza natural, facciones grandes y proporcionadas y una

silueta de sex-simbol. Demostró sencillez en la convivencia y gran-des dotes de humor y simpatía. Lo que más la llamó la atención fue ver amamantar al bebé de la hermana de Petronila al que cariñosamente le lla-maba “bambino”.

La encantaron los huevos fritos con cho-ricillo y torreznos, los filetes de carne blanca y tierna de un burrillo que mataron, las granadas y sobre todo el vino de pi-tarra que le gustaba más que a los chivos la leche.

Se ponía a alternar

con los hombres y los emborrachaba a to-dos. Estuvo en las Cruces de caldereta, y rechazó invitaciones con la excusa de “es-toy con la familia” (hablaba poco español). Disfrutó además montando en el burro que tenían en la cuadra, con el que se dio una vuelta por el paseo...no sabemos si montó algo más.

Aparte del cine, también hubo mu-cha afición a la música y al teatro, prueba de ello son los conciertos matinales que se celebraban en los sótanos del Capitol, donde se concentraba lo más selecto de aquel entonces. Por el lujo en su esmerada decoración, manteles, vajillas, lámparas… comparábase con “El Pasapoga” de Madrid. Vinieron repetidas veces “Marcial Guareño y su Orquesta” de las mejores atracciones a nivel nacional, que daban conciertos por las tardes a la hora del café.

Ava Gadner,de caldereta en

las Cruces y montando en burro

Equipo de Investigación (1989)

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ANECDOTARIO DE DON BENITO. UNA FECHA HISTÓRICA 28

Jueves 9 de abril de 1981Una fecha histórica

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Como tradición popular, todos sabemos aquello que se dice en todas las bodas, “que de toda boda, nace siempre una o varias más “motivado,

quizá, por la “envidia sana” que tienen las amigas de la novia al verla tan feliz en ese día tan señalado y soñando que, cual-

quier día, ellas también van a ser protago-nistas de ese día inolvidable.

Creo que, algo parecido pasó cuando se creó o se fundó el Grupo Caraman-chos. Ya que el día 12 de Octubre de 1977 en el día Grande de nuestra Patrona la Virgen de las Cruces, y después de cele-brarse en su Ermita la Santa Misa seguida

de la tradicional Procesión, tuvo lugar un Festival folklórico de coros y danzas de grupos extremeños.

Como cuenta mi estimado y querido amigo Ángel Valadés como corresponsal del diario Hoy en su crónica de fecha 13 de Octubre de 1977, actuaron tres grupos de coros y danzas del entorno de la Sere-

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ANECDOTARIO DE DON BENITO. UNA FECHA HISTÓRICA 29

na como fueron el de Orellana la Vieja, La Coro-nada y el de Castuera.

Y, al parecer, fue tan grande el éxito de estos grupos, como sigue diciendo el corresponsal en su crónica, que anima para que estos eventos se celebren todos los años venideros y con posibles invitaciones a grupos de otras comarcas e incluso de la provincia de Cáceres, muy rica también por su folklore extremeño.

Y es entonces cuando, al terminar dicho Fes-tival, viendo que en Don Benito no existía ningún grupo, Joaquín Rodríguez Valadés que era uno de los colaboradores de este Festival se dirigió a to-dos los presentes y, haciendo un símil como cuan-do la novia lanza el ramo a sus amigas, emplazó a todo aquel que quisiera apuntarse para intentar

formar un grupo que el Pueblo no tenía. Y así fue cómo al día siguiente y en el Centro Parroquial de San Sebastián, ubicado en la calle de El Pilar, se reunieron un grupo de personas para sembrar la “semilla” de la que nacería el Grupo de Folklore Caramanchos.

Y, de esa manera, comienza la historia del nacimiento de Los Caramanchos y así debemos aceptarla ya que, la historia, como tal, es detallar al máximo los acontecimientos, tanto buenos como no tan buenos, de todo lo que ha pasado para co-nocimiento y estudio de futuras generaciones.

Como es natural, la ilusión y las ganas de tra-bajar de sus componentes, hicieron posible que, en unos años y con la participación de los prime-ros cantantes solistas del Grupo como fueron Toñi

Fernández y Pedro García de Paredes, con unas voces privilegiadas para este tipo de canciones, el Grupo Caramanchos o Los Caramanchos como al final se les llamaba, se consolidara como uno de los Grupos más importantes de la Comarca.

Mientras esto ocurre, el 8 de Setiembre de 1974, nace en T.V.E. un nuevo Programa llama-do Gente Joven que, bajo la batuta del Director de Orquesta D. Rafael Ibarbia, arranca con gran fuerza y aceptación en toda España ya que, selec-cionado en seis categorías como fueron: Canción ligera, Canción española, Canción lírica, Folk, Variedades (instrumentistas e ilusionistas) y Bai-les regionales, formaban un variado abanico que gustaba al gran público. Como consecuencia de ello y del éxito de cada edición estuvo en panta-lla hasta el año de 1987 y sirviendo de lanzadera

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a cantantes noveles que, posteriormente, fueron famosos en su género como José Mª Cano, más tarde conocido con su grupo como Mecano, Francisco, María del Monte y María José Santiago entre otros.

En mi casa, aunque a mi mujer Carmen y a mí nos gustaba todo el programa en general, lo que más nos llamaba la atención eran los grupos regionales y, sobre todo a ella, ya que le recordaba a su abuela Anita, popularmente conocida como “Tía Anita, La Campanaria” y una de las pioneras que enseñaron a cantar y bailar a la juventud de Don Benito, y que años más tarde figuró como La hilandera en el Cortijo de Badajoz en las dos primeras Ferias del Campo que se celebraron en Madrid en los años de 1953 y 1956.

Hoy, como personaje popular que dejaron huella en el Pueblo la podemos ver, en una gran fotografía, en el Museo Etnográfico de Don Be-nito.

Por eso, cuando todas las semanas mi mujer y yo veíamos dicho Programa, cuando llegaba el apartado de bailes regionales, por muy bien que lo hicieran dichos grupos, para ella, amante siem-pre de su tierra y de su gente, siempre llegaba a decir: “ Pues los Caramanchos bailan mejor que ésos”, u otra frase, también muy suya de “pues esos que están bailando no le llegan a los Caramanchos ni a los talones” y para, al final, mandarme a mí el mismo mensaje todas las semanas diciendo: “Paco, ¿no podíamos hacer algo para que vengan Los Caramanchos a este Programa?”.

Tuvimos la suerte cuando nos enteramos de que un vecino de nuestro bloque, trabajaba en T.V.E. y con influencia en el Programa de Gente Joven y, como es natural, no desaprovechamos la ocasión para que el grupo de nuestro Pueblo par-ticipara en dicho Concurso.

Hechas todas las gestiones con el Director del Grupo Caramanchos, Joaquín Rodríguez Vala-dés, pariente de mi mujer, pudimos ver nuestros sueños hechos realidad en una fecha histórica para el Grupo como fue el 9 de Abril de 1981.

Como consecuencia de todo ello y en agrade-cimiento de lo vivido en ese día, escribí dos car-tas, una dirigida al Sr. Alcalde D. León Romero Verdugo y otra a los componentes del Grupo en

las que, en ambas, expresábamos nuestro agrade-cimiento.

Permitidme que transcriba literalmente el contenido de la carta dirigida al Sr. Alcalde, ya que creo que, en ella, quedan reflejados los sentimien-tos que disfrutamos en ese día:

Madrid, 11 de Abril de 1981Sr. Alcalde del Ayuntamiento de DON BENITO (Badajoz).

Muy Sr. mío: Sirvan estas líneas para enviarle, tanto a Vd.

Como a los Sres. Componentes de ese Ayunta-miento que preside, mis felicitaciones y mi enho-rabuena.

El motivo es sencillo. El pasado jueves día

9 asistí a la grabación en T.V.E. del Programa Gente Joven en donde actuó el Grupo folklórico CARAMANCHOS de Don Benito; y tengo que comunicarle, aunque me supongo que ya está enterado, que su actuación fue muy digna y tan bien programada que han lanzado, una vez más, en proyección y a cotas muy altas la imagen de nuestro Pueblo, con el encanto y esa manera de ser tan sencilla que nos caracteriza y que podrá comprobar Vd. mismo el próximo día 10 de Mayo fecha de emisión de dicho Programa.

Todo ello ha servido para que los que estamos

lejos de ahí nos hayamos sentido orgullosos de lo nuestro a lo que tanto amamos.

Espero, y así se lo pido, que este tipo de cultura

siga teniendo el apoyo y la atención que se merece para el bien de todos y, principalmente para que ellos sean ese pequeño oasis que necesitamos los que vivimos en estos desiertos faltos de nuestros bailes y nuestras canciones.

Le doy las gracias y le felicito, una vez más, por haber sabido mandar a tan dignos embaja-dores de esa querida tierra.

Con un cordial saludo de su s.s.

Pero como digo en este Artículo, la historia hay que contarla con todas sus cosas buenas y me-nos buenas aunque, muchas veces, no nos guste.

Y fue en el año 2003 cuando, con motivo de

la boda de mi hijo, que se casaba en Cáceres, con una cacereña amante también del folklore extre-meño, mi mujer Carmen y yo quisimos, sin que nadie lo supiera, dar una sorpresa para que, du-rante el banquete de la boda, éste fuera amenizado por un grupo de nuestro folklore con sus bailes y canciones.

Como es natural, nuestros deseos eran de que fuera el grupo de nuestro Pueblo, Los Caraman-chos. Al contar con la colaboración de una amiga nuestra, antigua componente del grupo, para po-nernos en contacto con el Presidente del mismo, nos trasladamos desde Madrid un fin de semana.

Cuando nuestra amiga contactó por teléfono con él, éste le comunicó que en esos momentos no podía atendernos pero que “le dejara un nú-mero de teléfono para ponerse en contacto con nosotros en un par de horas”. Y así estuvimos mi mujer y yo toda la tarde en casa esperando la an-siada llamada; cosa que no ocurrió ni en ese día ni en días venideros para, por lo menos, darnos una explicación.

Con toda nuestra pena tuve que ponerme, “deprisa y corriendo” porque el tiempo apremia-ba, en contacto con la Oficina de Información y Turismo de Cáceres quienes me facilitaron los datos de un grupo de la Capital, solucionándonos el problema.

Aunque todo resultó de una gran brillantez, siempre nos quedó “la pena” de que el Grupo Los Caramanchos de nuestro querido Pueblo no hu-biera estado presente.

Hoy día, después de 33 años desde su funda-ción, creo que Los Caramanchos ya forman parte de la historia de Don Benito.

Quiero por todo ello y desde estas líneas, en-viar mis más sinceras felicitaciones a todos los componentes del Grupo y, de una manera espe-cial, a sus Dirigentes ya que, con esa labor que llevan totalmente altruista, muchas veces no re-conocida, y con la joven cantera con que cuentan actualmente, estoy seguro de que seguirán siendo unos dignos embajadores de nuestra querida tie-rra en cualquier lugar en el que canten y bailen.

FranciscoRodríguez Andújar

ANECDOTARIO DE DON BENITO. UNA FECHA HISTÓRICA

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Ninguno mantene-mos lazos familiares aunque sí un lazo tan poderoso, o más, que ese: somos ami-gos. A ambos los

conozco desde niños –son algo más jóve-nes que yo- y estimo sobremanera pues los dos, junto a otros muchos más, se han dedicado siempre a dombenitensear, palabreja que debo a mi amigo José Mª Álvarez Martínez, académico, y director del Museo de Arte Romano de Mérida, quien a los que algo intentamos hacer por la capital autonómica decía que eso era emeritensear, y yo aplico tal vocablo a fin de reconocer a los que en cualesquie-ra circunstancia siempre intentan algo a favor de nuestra ciudad y de sus gentes. Así que vamos a aceptar que mis amigos Eduardo Gómez Valadés y Joaquín Ro-dríguez Valadés pertenecen a ese exqui-sito elenco de los que dombenitensean… Lo que narraré es un ejemplo evidente de que eso es así. Trataré de razonarlo.

Recibí hace días fotocopias de cróni-cas publicadas en el año 1977 en el diario Hoy , firmadas por mí. Me las envió des-de Madrid, adonde pace, aunque siempre con el alma castúa calabazona ardiendo –es otro que dombenitensea-, mi amigo de la infancia, asimismo algo más joven, Paco Rodríguez Andujar. El Día de La Velá de 1977, con La Transición política recién estrenada en España, tiempo ilu-sionante, comprometido, se celebró el I

Festival de Coros y Danzas Extremeñas en nuestra ciudad, a la sombra de los enormes eucaliptos que existían, sobre todo, en la parte frontal izquierda del muro que rodea el recinto. Según leo en el periódico citado del día 13 de octubre de 1977, reitero, firmada por mí, la cró-nica titulada “Éxito del festival folklórico extremeño”, con el siguiente sumario: “Miles de romeros acudieron a la cita protagonizando un bonito día de con-vivencia ciudadana”, comenzaba así: “El tiempo soleado animó a miles de perso-nas a acudir a la romería que cada 12 de octubre se celebra en la falda de la Sierra de Ortiga junto al santuario de la Vírgen de las Cruces, patrona de Don Benito”; y más adelante: “La animación fue inusita-da. Hace muchos años que no acudían tantos miles de romeros a la festividad”. Y hago referencia al festival con los grupos folklóricos de Orellana la Vieja, Castue-ra y La Coronada como intervinientes. Reseñé, al final de la crónica un lamento que era una denuncia y un reto: “El único lunar del día ha sido la lamentable ausen-cia de representantes dombenitenses en el festival”. Y comenté cómo “Diversos partidos políticos montaron casetas que se vieron materialmente llenas de públi-co, aún cuando nadie exhibió banderas ni pancartas, celebrándose una auténtica fiesta del pueblo”. Así fue, entusiasmado, pues eran tiempos en los que todos cui-dábamos la convivencia pacífica, cada cual con sus ideas y sus votos, así fue el remate de mi crónica.

Un día después, el 14, con dos fotos del compañero y amigo Diego S. Corde-ro, amplié la información con el comen-tario que era anhelo: “El año próximo debe superarse”. El caso, y mi lema, era hablar bien de Las Cruces, de Don Beni-to, contar las cosas que pasaban con ver-dad aunque lo más amablemente posible; y si alguna vez, como fue ésta, tenía que poner el punto sobre la í, o el dedo en la llaga, lo hacía sin miedo y sin tacha…Y así continúo… Recuerdo que acabado el festival, por mí presentado, tras la proce-sión y nuestra Vírgen acompañada por los tres grupos folklóricos entre el gen-tío desfilando, hubo entrega de regalos a cargo del mayordomo, José Mª Olivenza, y de don Delfín, ambos subidos en el es-trado, junto a mí que actuaba como edil en nombre de la delegación Municipal de Festejos, el amigo Joaquín Rodríguez Valadés me pidió el micro. En aquel en-tonces, con La Transición recién nacida, teníamos por norma mimarla y evitar que alguien hiciere un uso indebido de los micros, cuidando a quién se lo entre-gábamos pues, en ocasiones, algunos, en otras zonas, ofrecieron un mítin fuera de programa, ajeno a la esencia del evento que se celebraba, con pendencias inde-seables.

Naturalmente ni dudaba, ni dudo hoy, de Joaquín y le alargué el micro. Joaquinito, valiente, calabazón hasta las cachas, amante del folklore nuestro, que-

ANECDOTARIO DE DON BENITO. INICIOS DEL GRUPO 31

Tres Valadés participamos enla nacencia de Caramancho

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ANECDOTARIO DE DON BENITO. INICIOS DEL GRUPO32

mado por dentro al ver cómo actuaron los gru-pos foráneos y ninguno calabazón, habló breve y claro, con pena aunque con firmeza, casi con ra-bia contenida: “¡Desde mañana en el Centro Pa-rroquial de San Sebastián, en calle Pilar, podrán apuntarse quienes deseen pertenecer al Grupo Folklórico de Don Benito!”, más o menos dijo. Personas veteranas que pertenecían a aquella magnífica Sección Femenina vaticinaron, desmoralizados en aquel momento, que lo del grupo no saldría adelante…Mas Joaquín siguió, bravo, incansable, y al cabo ahí estuvieron Elena, María José, Pedro, Mary Car-men… más luego, Loly Viñeglas. Mis muy queridos Ramón Gallego Arias -alma musical por excelencia bulle en todo su ser- y Eduardo Gómez Valadés, como siempre, estuvieron en su sitio, en una avanzada ilusionante. Y se obró el milagro: semanas después, el Día de los Santos de 1977, por vez primera actuó el grupo en el Hogar del Pensionista de la ciudad. Es fecha histórica.

Éllas se habían hecho sus vestidos; éllos vistieron el célebre traje de gala dombenitense que hasta entonces de-cían era el de Badajoz, que lo lucían: Joaquín logró se los prestasen y así actuaron. Por cierto: en un congreso de los que proliferaban en aquella Extremadura naciente a la democracia, al regionalismo y a las libertades –algo peleé, confieso, con la pluma y micro en mano, con mi actitud, siempre de aquí para allá, por la democracia, las libertades y nues-tra tierra…-, Joaquín tuvo la osadía de corregir públicamente a un político extremeño emergen-te, gran amigo y persona, que llegó a ministro –tuve el honor y la suerte de trabajar a su lado…-, Enrique Sánchez de León, quien afirmó: “yo me

he puesto muchas veces ese traje de Badajoz pues pertenecí a su grupo folklórico”… Joaquín no se arredró, saltó, levantó la mano y luego la palabra, corrigiendo: “Ese traje que lucen los de Badajoz no es suyo: ese es el traje de gala de mi pueblo, Don Benito”. A poco escamochan al bueno y osa-do de Joaquinito los arribistas del más luego mi-

nistro de Adolfo Suárez…

Está por escribirse la genuína, auténtica, cró-nica de nuestros “Caramanchos” y si Dios me dá vida me ofrezco desde ya a plasmarla, o desde aquí invito y animo a quien fuere a hacerlo; ni deseo ni soy amigo de exclusivas, el sol sale para todos…

Y ahora cuento lo del nombre de caraman-

cho. Fue en un viaje a Navalvillar de Pela realizado por Joaquín, Ramón, Eduardo y Pedro Gª de Pa-redes; iban a adquirir ropa que allá tejían. Ramón y Eduardo dialogaban buscando acertar con un nombre que, más que nada, fuere sencillo, cala-bazón, nuestro, muy castúo. Surgió “garamancho”, aportado por Eduardo Gómez Valadés. Ramón,

que era maestro, indicó que deberían verificar la corrección del vocablo. Re-tornados a Don Benito consultaron con un ilustre abogado, culto, don José Fernández de Arévalo, quien rectificó y dijo que se escribía caramancho, que según leí, al cabo, en el Léxico del pro-fesor Manuel Casado, y en el Vocabula-rio de Francisco García Núñez, el gran “Quiqui”, coincidentes en sus textos, significa: “rama gruesa y pelada de en-cina que los pastores ponían a la puerta del chozo para colgar útiles varios”. He aquí que Eduardo bautizó al grupo, por siempre “Caramancho”. Y he aquí, asi-mismo, que acabo de demostrar cómo tres Valadés estuvimos en la nacencia del grupo: Joaquín Rodríguez Valadés que recogió el reto que lancé pública-mente aquel lejano Día de la Velá de 1977, en “Las Cruces”, y encendió la an-torcha que aún arde; Eduardo Gómez Valadés, ayudado por Ramón Gallego Arias, que bautizó a “Caramancho”; y

yo, Ángel Valadés Gómez, que acerté a retar al pueblo aquel señalaíto día de hace ya más de 33 años…Y de entonces a hoy, muchos calabazones y calabazonas más laboraron para que todos nos sintamos muy orgullosos del grupo.

ÁngelValadés

Ellas sehabían hechosus vestidos;

ellos vistieronel traje de gala

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Creo que mucho se ha escrito y pu-blicado sobre los cambios de nom-bre de las calles de Don Benito.

Ya desde el 1º de Junio del año 1929, un tal José Sánchez Meneses, hombre culto y romántico progresista que, a través de la imprenta Trejo de la calle Bustos, publicó unas cuartetas inge-nuas e ingeniosas de unos 200 versos aproximadamente. Cuartetas que han ido circulando de mano en mano des-de tal fecha hasta nuestros días.

A parte del valor literario (que lo tiene) yo les invito a leer estas cuarteta, si aún no las han leído, para que así, puedan valorar me-jor los contenidos políticos que con gran maestría y moderación, el amigo Sánchez Meneses, sabe introducir en sus versos.

Como buen socialista modera-do, sabía dar una de cal y otra de arena:…Dice en unos de sus ver-sos:…

… “Muchas casas de bebidasPero muy pocas escuelasY hay tres subvencionadasDos del Ave MaríaPor nuestro Alcalde de hoy díaSr. Don Enrique GrandaEste noble caballeroCon bondad y con altruismoCombate el analfabetismoFavor que le debe el pueblo…”

Por último, Sánchez Meneses, ter-mina sus versos haciendo un ardiente panegírico a Pablo Iglesias, fundador

del PSOE en España:…

… “el incansable luchador,El Apóstol del obrero,Pablo Iglesias “El Abuelo”,El que vive aunque murió:Obreros de esta ciudadDescubrámonos ante el Viejo,Más no dudéis que será,Si tomamos sus consejos,El Sol de la Humanidad…”

Ante el romanticismo socialista de nuestro paisano Sánchez Meneses,

con lo que ha llovido desde en-tonces y con lo que está lloviendo ahora ¿Creen ustedes de verdad que aún quedan muchos Sánchez Meneses? Pues…¡Pudiera ser!.

Pasemos al callejero que últi-mamente ha editado la Concejalía de Cultura de Don Benito, escrito por Dª Mª Dolores Cabezas de He-rrera, cuyo callejero es un referen-te para toda aquella persona que quiera saber el estado actual en que hoy se encuentran las calles de la

ACERCA DE DON BENITO. MUTACIÓN URBANÍSTICA 33

Mutación delas calles de Don Benito

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... cuyo callejeroes referente para

todo el que quiera conocer las calles

de Don Benito

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ACERCA DE DON BENITO. MUTACIÓN URBANÍSTICA34

ciudad. Ello ha contribuido a engrosar nuestro patrimonio histórico local. Ya que, hoy, Don Benito cuenta con un grupo de personas que, poco a poco van investigando y recopilando todo el pasado de nuestra ciudad, que se encontraba en la oscuridad y el olvido. Calles antiguas, costumbres, tradiciones, etc.

Tras estos dos callejeros que he citado, tan dispar el uno del otro, a través de varios amigos he tenido la fortuna de hacerme con un an-tiquísimo callejero manuscrito, sin fecha y muy poco conocido por la gente. Es una pena que esté firmado con nombre imaginario CHUSCO VELASCO DE AYALA. Por tanto, su autor ha caído en el anonimato. El au-tor de la epístola callejera, no especifi-ca la fecha en que fue escrita.

No obstante deducimos que, el autor, tiene gran ingenio, amenidad e imaginación, ya que hace el callejero a modo de carta cuyo destinatario es:

Sr. Miguel Arias y Cabeza de He-rrera.

DON BENITO.

Estimado amigo: Convencido de que soy un TUMBÓN y cansado de andar con CARDADORES, PESCA-DORES y AGUADORES, y viendo que aún para RABANERO servía, tiré la MONTERA, renuncié al POCO TRIGO que quedaba en mis CASAS y aunque lleno de PIEDAD por los viejos MÁRTIRES de mis padres y sumido en la AMARGURA lamentaba mi mala ESTRELLA, salí de mi BARRIAL para sentar PLAZA, con idea de hacer CARRERA. De nada me sirvieron las lágrimas de mi prima MARÍA SAAVEDRA, ni de mi hermana PILAR, ni los consejos MORALES de DONOSO CORTÉS, ni de DON NICOLÁU, ni el nombre de la VIRGEN , SANTA MARÍA, ni de SAN JOSÉ, SANTA ELENA, SAN JUAN, SAN ANDRÉS, SAN ROQUE, SAN MARCOS, SAN GREGORIO, SAN SEBASTIÁN, y hasta el apóstol SANTIAGO decía que no me fuera, que aquel mundo era un MATADERO donde se creía hallar un TESORO, que se hallaba en la SIERPE de un afilado HOCINILLO, que se encargó de clavarle el ESPOLÓN, si ante el CAÑÓN de la pistola no levanta la tapa del ATAUD para ir cómodamente al CEMENTERIO. Todo fue en balde, y aunque me amenazaron con la correa de SAN FRANCISCO, yo dije que me lavaba las manos como PILATOS y resuelto a cargar con mi

CRUZ, les dejé haciéndose CRUCES. Sin despedirme de SAN AN-TONIO, ni de mi amigo VALDIVIA que estaba junto a LA CILLA, ni oí más CANTAR RANAS abandoné el ARRABAL donde se me-ció mi CUNA. De seguro que mi idea era como la del CUERVO. Salí por un a calle ANCHA y ENROLLADA y anduve hasta que se puso el SOL. Y no pudiendo pagar MESONES, pasé mi primera noche en un PRADILLO, donde en vez de tener por almohada una ESTERILLA o una de PLUMILLA, tuve un montón de PEDRERA. Al otro día me sorprendió la LUNA tan pronto bajo un PINO como de una RETA-

MA, o bien metido en los TEJARES al abrigo del VAPOR que despedían, y a falta de PAJARITOS, los GRANADOS de la HUERTA me deparan el susten-to. Bebí agua del primer ARROYAZO, POZO o FUENTE que me encontra-ba, y hasta en simples ALBERCONES. Un día distinguió mi BUENA VISTA el BUSTO de unas MONJAS que se hallaban en EL MIRADOR, disfru-tando del panorama de su VISTA-HERMOSA. Les pedí amparo, dolido del HUNDIDERO en que me hallaba, me ofrecieron lo mejor de sus PALO-MARES y de sus BODEGAS y hasta el ricansón de MIRAFLORES, tan generosas como DOÑA CONSUELO TORRES. Sin hacer más que el rezo de un ROSARIO, salí en UNIÓN de una CARRETA de BUEYES , que desde VILLANUEVA a ZALAMEA, subie-

ron varias CUESTAS subiendo al cerro de CARCHENILLA, el río ESQUERO, las GARGANTILLAS de los montes de AGRIMONES, y después de una larga caminata he llegado a LA CORTE . Mi más urgente cuidado, de limpiarme con la ESCOBILLA el POLVILLO de la TRAVESÍA del ARENAL es ir a la PLAZA de ORIENTE, preguntar por el Regimiento de CRISTINA con idea de visitar a su coronel DON LLORENTE CERMEÑUELA al que iba muy recomendado por DON PEDRO ALFONSO de FERNÁN PÉREZ. Él me recibió muy bien y me dijo que iba a ser un CERVANTES, un HERNÁN CORTÉS o un PIZARRO. La verdad es que me ha quedado perplejo y sin saber qué contestar. Si usted lo entiende le agradeceré mucho que me conteste.

Su queridísimo amigo CHUSCO VELÁZQUEZ de AYALA.

NOTA: Carta transcrita según el original.

He conseguido hacerme con un callejero

manuscrito sin fecha ...

José Antonio Gutiérrez Ortíz

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ABADES Abad avariento, por un bodigo pierde ciento.Abad de aldea, mucho canta y poco medra.Abad de Somosierra, hartos de nabos y berzas.Abad de zarzuela, comisteis la olla, pedís la cazuela.Abad y caballero, mal para los moros.

ABEJAS A quien tiene abejas, nunca le falta un buen postre en la mesaAbeja muerta, ni miel, ni cera.Abeja que pica, abeja que muere.Abejas que tienen miel, tienen aguijón.Abejas sin comida, colmenas perdidas.

ABOGADOS Abogado de ricos, mal de pobresAbogado en el concejo, hace de lo blanco negro.Abogado en el lugar, donde hay bien meten mal.Abogado, juez y doctor, mientras más lejos mejorAbogados y procuradores, al infierno de dos en dos.

ABRIL Abril concluido, invierno ido.Abril lluvias mil y si nos sale cabrón, lluvias a mogollón.Abril siempre vil; al principio, al medio y al fin.Abril sin granizo, Dios no lo hizo.Abril sonriente, de frío mata a la gente.

ABUELOS Como éramos pocos, parió la abuelaCon abuelos muchos ratos buenos.El bastón de los abuelos es el puntal de la casa.Los pecados de los abuelos los padecen los nietos.Mi abuela decía que porfiara pero que no apostara

ACEITE Aceite abundante, buen año por delante.Aceite de oliva, todo el mal quita.Aceite para las espinacas y vino del de la tinaja.Aceite y romero frito, bálsamo bendito.Aceite y vino, bálsamo divino

ACEITUNAS Aceituna cordoví para boca toledana no vale un maravedí.Aceituna una: y si es buena, una docena.Aceitunas, pan y queso, eso tiene la corte en peso.Aceitunas, una o dos, si tomas muchas válgame Dios.Aceitunas, una, y si no son buenas, ninguna.

AGOSTO Agosto lleva la culpa y Septiembre las pulgas.Agosto madura y Septiembre vendimia la uva.Agosto y vendimia no son todos los días.Agosto, frío en el rostro.Agosto, lo seca todo, menos el mosto.

AGUA A buen puerto vas por agua.!A la primera azadonada, ¿Quién saca agua?Agua a la entrada de la Luna, mucha o ningunaAgua beba quien vino no tenga.Agua cocida, sabe mal pero alarga la vida.

AGUJAS A la aguja, buen hilo, y a la mujer. buen marido.Aguja en pajar, mala es de hallar.Aguja fina, saca la espina.Aguja sastre y dedal, os darán por medio real.Buscar agujas en un pajar, es naufragar

AHORRO Ahorra, ahorrador, que ya vendrá el derrochador.De muchas gotitas de cera, se hace una gran vela.De pétalo a pétalo se formará una florEl ahorro da a pasitos y llega lejitosLa mejor lotería, es el ahorro y la economía

AIRE Aire cierzo, cuando llueve, ¡llueve de cierto!Aire colado, a muchos ha matado.Aire de Levante, agua delante.Aire gallego, escoba del cielo.Aire solano lluvia en las manos

AJOS A quien ajo come y vino bebe, la víbora no le muerde.A quien se pica, ajos comeAjada tenemos, a San Pedro recemos.Ajo cocido, gusto perdidoAjo dulce, ni leño sin humo.

ALACRANESDe tierra de alacranes, poco panes.El picado de alacrán, de sus sombra se espantaSi te pica el alacrán, busca cura y sacristán. Si te pica un alacrán ¡campanitas, a doblar!Si te pica un alacrán no comerás mucho pan.

ALCALDES A falta de hombre bueno, a mi padre hicieron alcalde.Alcalde nuevo, cárcel llena.Alcalde de aldea, si sale cruel, Dios nos libre de él.Alcalde tonto, sentencia pronto.Alcaldes y zapatos nuevos, pasados los primeros días aprietan menos

ALEGRÍA Alegrías y pesares te vendrán sin que los buscares.Hay alegrías sosas y tristezas sabrosas.La alegría de hacer bien está en sembrar y no recogerNo te alegres del mal ajeno.Planta y cría y tendrás alegría.

ACERCA DE DON BENITO. LOS REFRANES DE ÁNGEL DÍAZ 35

Los refranes deÁngel Díaz

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ALIMENTOS A mejor alimento, mejor pensamiento.Quita hueso y quitarás peso.Rebanada o tajada, grande es como me agrada.Si bien huele, mejor sabrá.Un gazpacho por mí ganado, me sabe a piñones mondados

AMA/O A tal amo, tal criado.Buscaba el necio su amo y lo llevaba debajo.Cuando el ama no está en casa, las ollas están sin asa.Cuanto más sucia es la criada, más gorda está el ama. De lo que no digas serás el amo y de lo que digas esclavo.

AMANTESA amante que no es osado, dale de lado.Amante atrevido, de la amada más queridoAmante vergonzoso, hácese a la amada sospechosoAmantes y ladrones, buscan de las sombras y los rinconesEntre amantes, flores son diamantes.

AMAR A mi prójimo quiero, pero a mi el primeroA quien feo ama, hermoso le pareceAma y te amarán, odias y te odiaránAmar es nunca tener que pedir perdón.El que ama a una casada, puede morir de cornada.

AMIGOS A buen amigo, buen abrigo.A mi amigo quiero por lo que de él espero.A quien hubieres vencido, no le tengas por amigo.A su amigo, el gato le deja siempre señalado.Al amigo flores y al enemigo coces

AÑOSA año tuerto, arar el huerto.A fin de año, remienda tu paño.Al cabo de los años mil, vuelven las aguas al carril.Año bisiesto, año siniestro.Año de neblinas, año de harinas.

APRENDER A la escuela a aprender, señor. bachiller.Aprende a guardar secretos.Aprended a bien callar, para que sepáis bien hablarAprender a escuchar es un arte.Para aprender, es menester, padecer.

ARAÑAS Araña muerta, visita cierta.La araña nació para hilar, y el hombre para trabajar.Me extraña que siendo araña te caigas de la pared.Piensa la araña que todos son de su maña.Una sola araña, cien moscas apaña.

ARARAra bien y cogerás: ora bien y te salvará.Ara bien y con afán, cogerás mucho pan.Árame bien, yo te lo pagaré mucho y bien.Aremos, dijo la mosca, y estaba en la oreja del buey.La arada y el arado requieren hombres bien alimentados.

ANGEL DÍAZ MORCILLO, natural de Don Benito (Badajoz), estudié en el Colegio Corazón de María de esta localidad. Con Don Ángel Valadés trabajé en su Librería Escolar y estudié Magisterio. Ejercí en la Puebla de Sancho Pérez, Mirandilla, Mengabril, Gargáligas, 4 años en la Campaña de Alfabetización, en Don Benito y en el Instituto “Donoso Cortés” masculino y femenino.

En 1967, vine al Vendrell (Tarragona) y durante 31 años, consecutivos ejer-cí en el Colegio “Ángel Guimerá” y desde 1970 hasta 1983 fui Director del Centro. También trabajé en Instituto de Enseñanza Media del Vendrell.

En 1.998, me prejubilé y actualmente entre otros hobbys colecciono refranes y hoy tengo 15.370.

ACERCA DE DON BENITO. LOS REFRANES DE ÁNGEL DÍAZ36

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Investigación de Folklore

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El pastor extremeño, tanto nómada como sedenta-rio, vive en un chozo o choza cerca de su rebaño, a veces en el patio delan-tero del cortijo (fig.14), y

las más lejos de la vista. Uno de los de-talles más expresivos de esta enorme y vacía región es el de su cono cubierto de paja, abrazando quizás el tronco de un árbol, colocado en una expansión de terreno o de pastizal sin otro vecino en millas alrededor que las encinas o los alcornoques y algún que otro rastrojo del matorral. Los pastores no viven ne-cesariamente solos. Apenas se merecen ya la censura que pronunció Ford con-tra ellos y repetida después que decía que “raramente se casa, contribuyendo de ninguna manera a la población, que tanto hace falta, o a cualquier arte que perfeccionen, que son tan escasas.” En cuanto a lo primero, que trabajan con desventaja, es reconocido en un dicho suyo:

“no te cases con un pastorque apestan a piel y cuerosi quieres oler a rosascásate con un granjero.”

Pese a esta advertencia, muchos vi-ven con sus hijos e hijas, y pueden llegar a sen tan caseros como para tener dos hogares: el chozo en el campo y una casa en el pueblo. El campamento escueto de invierno (fig. 15) de un pastor incluye un chozo para los cerdos, un pequeño gallinero o un redil para los niños, todo lo cual parece tan cómodo como el suyo excepto que son más pequeños. Como si fuesen burbujas sucias, se apiñan en un espacio de tierra pelada, entre los tallos del campo o matojos de pasto. Al borde, un árbol desnudo levanta sus ramas para servir como alacena para teteras, un balde y jarras para el agua traídas desde quién sabe donde. Los

chozos se cubren de paja sobre una estructura de postes de madera que pueden dar forma a los muretes y al techo cónico. El tejado de paja, sujetado con cuerda de esparto y ramas, está dispuesto en capas, primero sobre los muros y después por encima, atado por debajo con una malla bas-ta de cuerda de esparto, confiriendo a la cúpula un claro contorno en el espacioso cielo. Hay una abertura de un metro de altura, flanqueada por dos pilares de paja firme-

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES38

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES 39

mente atada y donde va encajada una puerta de madera. Los cerdos y las gallinas que co-rretean por el suelo pisoteado de la entrada mantienen a la mujer entretenida con su es-coba hecha a mano. Si una ovejita blanca yace acostada entre unas ramas de matorral pues-tas a un lado del muro del chozo, eso apunta a que un bebé está durmiendo calentito entre su lana, tal y como cuenta Cervantes que hi-cieron los pastores extremeños con el joven fugitivo oculto en el hueco de una encina.

CHOZOSUn campo con chozos subordinados, grandes cantidades de maleza y una puerta de madera maciza en la morada principal parece ya una buena instalación permanente. Incluso más fijo en su puesto había un chozo (fig.16) que se levantaba a cierta altura sobre el río Jerte, una ramificación del Alagón, y que disfruta-ba de una vista noble de los esponlones de la Cordillera Central. Algunas encinas arroja-ban unas sombras imposibles sobre un sue-lo tachonado de pedruscos afilados. El muro del chozo habitado, de unos tres metros de diámetro, estaba levantado con escombros de granito y rematado con generosas aplica-ciones de mortero, los chozos de pastores en las montañas de León también están descritos como hechos de piedra. La techumbre, casi toda de retama, descansaba en unas nervadu-ras de ramas de encinas sin corteza. A escasa distancia había un gallinero hecho de retama entre muros secos de pesados pedruscos.

A través de su puerta recia y firme, la se-ñora (fig.17) podía orgullosamente invitar a cualquier visitante. El suelo (fig.18) cubierto toscamente de losas de granito separadas en fragmentos estaba cuidadosamente barrido. En el centro, en los posos de un bastón curvo de encina, unos tarros de cerámica se apoyaban sobre las cenizas de un fuego cuyo humo se había ido ya tanto por el tejado lleno de hollín (fig.19) como por la puerta de entrada. La parte interior del muro se ocultaba tras un armario para los utensilios do-mésticos cuya parte superior hacía de estantería para los zapatos de cuero.

Contra el muro se había cons-truido una ancha y baja plataforma de piedra, seccionada con ángulos bien definidos en los bordes y con azulejos cuadrados y rojos en su superficie. Uno de sus extremos cerca de la puerta sostenía jarras de cerámica para el agua tapadas con corcho. Unas secciones más largas, extendidas con medio metro de fondo de retama, servían de cama con sacos de grano como almoha-das. Las sábanas estaban hechas a mano en tonos crema y pardo, los originales del vellón. Cestos de mimbre, pequeños baúles de made-

ra y taburetes con patas como de araña cor-tadas de ramas de encina añadían su piz-ca de comodidad. Sobre las jarras de agua aparecía una lámpara de aceite y un saco de piel de cabra lleno de pimentón y sal. Otro pellejo grande que colgaba vacío y mohoso en el extremo opuesto parecía una mante-quera asturiana que, después de haberse reblandecido por la crema vertida dentro, se hincha y se mueve vigorosamente hasta que sale la mantequilla.

Chozos permanentes de este tipo se usaban también por los quemadores de cal o incluso por los guardias civiles posicio-nados junto a una carretera. Una variedad portátil podría parecer peculiar para un pastor y su hábito nómada. En una ramifi-cación del alto Guadiana encontramos uno

(fig.20) que se trasladaba cada tres meses, so-lamente por el pastor si era necesario, siguien-

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INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES40

do el redil que se cambiaba cada pocos días para que el ganado pudiera fertilizar sucesivas parcelas de terreno.

El mismo lo había construido pieza por pieza, un extremo circu-lar para el fuego y otro para las camas, dos lados llanos, una puerta y una pequeña sección sobre la puerta. Todo estaba hecho de pequeños fardos de paja de trigo cosidos con cuerda de esparto sobre la estruc-tura interior y aseguradas con ramas agavilladoras. En cada lado las junturas estaban atadas con un fardo de paja y juncos y por encima un mantel largo de trenzas de esparto como las hechas en Campanario (fig.348)

Un trozo de corcho atado y lastrado con piedras, techaba el con-junto y daba una auténtica garantía contra el frío y la lluvia. De capas de corcho eran los taburetes bajos que estaban en la entrada. El humo había chamuscado el techo mientras que los lados todavía relucían con un color grisáceo frente al apagado verde amarillento de las colinas de

enfrente y la oscuridad de las encinas pequeñas.

Detrás había un gallinero nuevo hecho de paja de trigo brillan-te sobre una estructura de palos de laurel y cerrado con una hoja de palma. Sus inquilinos saltaban a un círculo inferior por el bastidor o escalaban por una rama ahorquillada y entraban por arriba. Este galli-nero tenía un extraño aire humano, con el sombrero puesto sobre unos hombros encorvados y la paja como el vuelo de la capa de lluvia que se ponen en Galicia y Portugal.

La familia del pastor ocupaba la choza, él mismo dormía en un pequeño cobertizo al lado del redil. En un chozuelo usado para ese propósito por un pastor nómada de la llanura cacereña (fig.21), un ar-mazón con ramas en forma de arco, lo suficientemente largo para aco-modar el cuerpo reclinado pero apenas los suficientemente alto como para sentarse, había sido cubierto de paja que estaba asegurada con ra-mas agavilladas y cubierto con trozos de lienzo atados a ellas. Un saco lleno de paja acolchonaba el suelo de ramitas dispuestas en diagonal.

La abertura de un lado, un arco de fardos de paja atados con ex-tremos lisos, se podía cerrar con una puerta de paja y ramas. Con los mangos de madera que sobresalían, el chozuelo se podía transportar con facilidad siguiendo a las ovejas mientras su estación nocturna cambiaba.

Ruth Matilda AnderssonTradución págs. 18-23 :

Fco. Miguel García Barroso

Un trozo decorcho a modo de techo era garantía contra el frío y la

lluvia

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NUESTRO FOLKLORE. CANCIONES TRADICIONALES 41

No sabes cómo envidio,al gato que te regalé,siempre debajo de tu falda,viendo lo que yo quisiera ver.

Yo quisiera ser la ramadonde cuelgas el candil,“pa verte desnua”,“pa verte vestí”.

Anda diciendo tu madre,que comes mucho jamón,y lo que comes son tomates,y cagas más pipas que Dios.

No paso por tu casa,ni aunque me lo mande el cura,pues temo más a tu padreque a un toro de Miura.

Debajo de tu mandilhay un conejo vivo,yo tengo un escopetín,¡Deja que le pegue un tiro!

La despedida te echo,la que le echó el berraco al junco,me han dicho que andas cachonda,¡Recoño!, si lo barrunto.

JOTILLA DE QUINTOS DE CAPILLA

Porque le corrí el tejao,mi suegra me regañó,porque le corrí el tejao,y ahora quiere que le paguelas tejas que le he quebrao,y ahora quiere que le paguelas tejas que le he quebrao.

Y a tu madre le he dichoque me tiene que dar,la muchacha más guapasin camisa ni “ná”,sin camisa ni “ná”,sin camisa ni “ná”,y a tu madre le he dichoque me tiene que dar.

Ya no son las madres solas,las que lloran por los quintos,ya no son las madres solas,que también lloran las novias,cuando se van al servicio,que también lloran las novias,cuando se van al servicio.

¡ Ay que te lo he visto!,¡Ay que te lo vi!,porun”bujerillo”que tenía el mandil,que tenía el mandil,que tenía el mandil,¡ Ay que te lo he visto!,¡Ay que te lo vi!Pedro Quirós

Mª Luisa Gallego

Bombas, requiebros y Jotas

Nue

stro

folk

lore

Page 44: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

INVESTIGACIÓN DEL FOLKLORE. INDUMENTARIA PASTOR DE LA SERENA42

Como la vida misma, así ha ido cambiando la indumentaria del pastor, dependiendo de los gustos de la época y del poder económico de cada uno. Bonifacio Gil en su Cancionero Ex-tremeño, Tomo II de 29-4-1955 recoge en la página 114 (bis) una fotografía del pastor de

La Serena en traje de gala. Creemos que es el traje del mayoral que era más lujoso que el de los demás pastores. Como se ob-serva en la fotografía, lleva camisa blanca, abrochada desde el primer botón; chaleco de piel con dos haldas que se abrochan por los laterales con ataderos, ribeteado y adornado con filigra-nas de cuero de color más claro, con escote redondo y pequeña abertura abrochada con cordones; chaqueta, que podía ser de piel o de pana, adornada en la bocamanga y en la espalda; pan-talón estrecho de pana o paño negro; polainas de piel abotona-das y con flecos; botas de piel y sombrero de fieltro de ala ancha.

El traje de faena era más sencillo: se ponían la zamarra de piel de ovino (con la lana a la vista, que curtían y cosían ellos mismos) sobre la camisa y si hacía mucho frío, se la colocaban sobre la chaqueta de pana; cuando el tiempo predecía lluvia, llevaban una manta doblada y cruzada desde el hombro hasta la cadera, que se sustituyó después por un capote de hule que cubría todo el cuerpo. Para protegerse las piernas de los pinchos o de los animales, se las cubrían, encima de los pantalones de pana, con pieles de cordero o hules atados con cuerdas (guacha-ras), o leguis de cuero abrochados con hebillas. Se calzaban los pies con abarcas de goma o con botos de piel gruesa. La cabeza se la cubrían con un gorro de piel de cordero o con boina y, en verano, con un sombrero de paja. Para ciertos trabajos más ru-dos se protegían los pantalones con zahones de piel.

Siempre llevaban consigo el zurrón o cartera (bolso donde guardaban la comida, la navaja, la lezna…) de piel curtida, con lana o sin ella, y el garrote o cachava que utilizaban para apresar alguna oveja que se salía del hatajo, para defenderse de algún animal o para apoyarse en los desplazamientos difíciles.

Actualmente visten como cualquier persona que trabaja en el campo: con la ropa vieja que van desechando de vestir en el pueblo, con gorra de paño en invierno y sombrero de paja en verano, aunque ya muchos usan el popular mono azul que cu-bre todo el cuerpo; el calzado, variado, de campo, y llevan botas de goma cuando el terreno está muy húmedo o está lloviendo.

Traje de gala de pastor de La Serena adquirido por el Museo Nacional del Traje (Madrid) en 1935.

Fotografía del pastor de La Serena en traje de gala muy parecido al del Museo Nacio-nal del Traje. (Bonifacio Gil en su Cancionero Extremeño, Tomo II de 29-4-1955. pág. 114 (2ª) ).

Indumentaria delPastor de la Serena

Indu

men

taria

Albarcas Capote de pastor Zamarra de zagal

Tomado del libro Los chozos de Campanario.

Autores : Juan Sánchez Huertas

& José Antonio Calle MartínEditorial:

Fondo Cultural Valeria. 2010.

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Las Jotas de Usagre

Cuatro son las jotas con que contribuye Usagre al enriquecimiento del folklore de nuestra tierra extremeña. Estas son: la Jota de la Cantamora, la Jota del Mo-ral, la de La Virgen de la Cruz y la de Las Guindas. Y en verdad que están poco

difundidas, tan solo se han grabado en una casette, y en la zona de la Campiña Sur, a la que nuestro pueblo pertene-ce, se han grabado en un CD que tampoco se ha prodiga-do mucho. Pero realmente son cuatro jotas muy hermosas que fueron creadas con motivos tradicionales del pueblo.

La Jota de la Cantamora relata cómo, según una anti-quísima tradición, en la noche de San Blas y en el paraje de La Luna una dama mora emerge de las aguas de la fuente vieja donde se hundió arrojándose a ella por un amor im-posible con un cristiano, y en esa noche, todos los años sin faltar sale convertida en sirena a peinarse sus largos cabe-llos con peines de oro y marfil, mientras canta una dulce canción. Y algunos en el lugar aseguran haberla visto.

La segunda jota, la del Moral, alude a la fiesta del Mo-ral que era celebrada antiguamente por todos los hortela-nos de la villa que poblaban más de veinte huertas. Ese se-ñalado día del Moral (Santiago) los huertanos estrenaban trajes y se vestían sus mejores galas para subir al pueblo a celebrarlo con bailes, espectáculos y, muy especialmen-te bebiendo. Se cuenta la anécdota de cómo un hortelano llegó al pueblo a celebrar la fiesta y atando su borrico a la baranda de la fuente se puso a beber y así estuvo tres días de borrachera, olvidando al pobre borrico que se pasó la fiesta entera mirando al agua de la fuente.

La tercera jota es la de la Virgen de la Cruz. Santa Ma-ría de la Cruz es la imagen más antigua de Usagre y tiene su ermita. A Ella se recurre cuando las sequías amenazan con arruinar el campo, entonces se le hacen cantos-roga-tivas y, a veces, se la saca en procesión a hombros a pesar de que pesa cinco quintales, pues es de piedra de guijarro.

Y la cuarta jota es la llamada de las Guindas. ¿Y por qué de las guindas? Pues también existe una tradición

de que aquella mocita que llega de forastera al pueblo, si come las agridulces guindas de las huertas, se enamorará en el pueblo y ya nunca se irá de él.

Los amantes el folklore extremeño, siempre nos pelea-mos por que no se hiciese un grupo de baile y coro anda-luz, como ocurre en algunos pueblos del sur de la provin-cia, y este pasado año se ha renovado el grupo folklórico de Usagre con gran éxito que, precisamente se llama Gru-po el Moral. Aparcando las jotas, el Grupo el Moral parti-cipó esta Navidad pasada en tres certámenes de villancicos consiguiendo dos primeros premios y un segundo. Felici-témosles, se lo merecen.

A la revista Caramanchos por laentusiasta contribución que hace

al folklore regional y a José Antonio Gutiérrez por extremeño de bien.

NUESTRO FOLKLORE. LAS JOTAS DE USAGRE 43

Nue

stro

folk

lore

José LarreyCronista oficial Villa de Usagre.

Page 46: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Oficios ANTIGUOS Juegos

TRADICIONALES

Page 47: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

OFICIOS ANTIGUOS. BARCAS DEL GUADIANA (II) 45

Las barcas del Guadiana (II)

Ofic

ios

antig

uos

Amanece, el paisaje desde la orilla nos ofrece una estam-pa romántica, el sol saliente refleja una estela de luz

en las tranquilas aguas de cualquier remanso del río Guadiana, charco Frio, de la Barca, Azuche, La Galapa-guera, Etc. También alguna charca como la de la Gamonosa, que debido a las crecidas del río era recebada de abundante pesca. La silueta de una barca de las que antaño sur-

c a b a n n u e s t r o s

ríos, el pescador de pie en ella echan-

do sus redes, el remero sentado, haciendo avanzar la embarcación a cada remada sobre las tranquilas aguas, evoca esa imagen de paz en total conjunción con la naturaleza, el mundo se paraliza para dar paso al sosiego, lentamente se desliza sobre la superficie líquida, no hay viento ni corriente de agua que altere la tran-quilidad del momento.

El pescador ha tendido sus apa-rejos y espera pacientemente el fruto de su trabajo, pasado un tiempo y con ayuda del remero izan la precia-da carga, una multitud de saltarines peces que con sus escamas irisadas dan matices de luz al paisaje.

En mi anterior escrito sobre este

tema, me refería a las barcas tradi-cionales de nuestro río, en este me voy a referir, para conservar en la memoria otro oficio mas, el pesca-dor, quizás no como otros desapa-recidos, pues hay personas que están de nuevo revitalizando este oficio.

Este medio de vida era comple-mentario de otras actividades, prin-cipalmente la agrícola, que una vez terminadas las faenas, sobre finales de septiembre, se levantaba la veda para la pesca el 15 de octubre, y ya el pescador tenía

preparados sus aparejos, repasos de redes, etc., para el

inicio de la compaña.Manuel Nogales García, viejo

pescador me relata lo que era la ac-tividad.

Se iniciaba la actividad en la provincia de Salaman-ca, facturando las barcas por ferrocarril a la estación de Guijuelo y desde allí y a lomos de burros las despla-zaban hasta Aldea vieja, río Tormes, pantano de Santa Teresa y punta del Congosto. Los burros y personas se des-plazaban andando, tardando cinco o seis días a Salamanca y tres o cuatro al Guadalqui-vir. Cuando el frío arreciaba, hacía mediados de diciem-bre regresaban a Don Benito para un ligero descanso, revisión del aparejo y evitar el frío de esos días.

Al llevar sobre sus lomos estas barcas invertidas, más que burros

parecían grandes tortugas, se descar-gaban en la orilla y se sumergían en el agua para que hinchara la madera y evitar entradas de agua, ese era su aparcamiento, escondidas entre las espadañas.

A Mediados de enero se despla-zaban hasta Andalucía, Guadalca-nal, Peñaflor, Lora del Río, Brenes, etc. río Guadalquivir hasta que de nuevo entraba la veda el quince de marzo.

La cuadrilla la componían cua-tro personas, dos físi-

camente pescando en el tajo, otra

persona se encarga-

ba de

l a -b o r e s

logísticas, preparar el pes-cado y facturarlo después hacía Don Benito, otra persona ya en Don Be-nito lo recepcionaba y repartía entre familiares y afines para venderlo.

El arte de pesca era principal-

mente el trasmallo, consiste en tres redes paralelas, dos laterales llama-das arbitranas de igual medida de sus rombos y una central, el manto

Al llevar a lomos las barcas

invertidas parecían más que burros, grandes tortugas

Page 48: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

de cuadros más pequeños, legalmente la me-dida del manto no debía ser inferior a 3,5 centímetros en los cuadros y 25 metros de largo la altura aproximadamente un metro o algo más. Las arbitranas, el cuadro algo mayor y el largo igual, el alto algo más corta. La alteración de estas medidas estaba muy vigilada por la Guardia Civil y castigada por fuertes multas. Una vez montada era precin-tada por el organismo competente. Ya en el río unos plomos en la parte inferior y unos corchos en la superior mantenían el trasma-llo vertical sobre la superficie del agua. Se quedaba fija donde se presumiera que exis-tía un banco de peces. Éstos al entrar por las arbitranas, quedaban atrapados entre éstas y el manto, pasado un tiempo se sacaba a la barca y se recogía la redada.

Otro arte de pesca era la barredera o arrastre, consistente en una red que se arras-traba a pie entre dos personas, en zonas poco profundas, generalmente cerca de la orilla. Este arte era ilegal.

También otro arte igualmente ilegal es la tarraya o atarraya, es una red circular de cuatro o cinco metros de diámetro con unos pequeños plomos a lo largo de su perímetro, con un hábil movimiento circular se tiraba en los chorreros, al caer, con una cuerda des-lizable también a lo largo de su perímetro se tiraba de ella y cerraba la red en forma de

bolsa, atrapando en ella la carga.

Había variedades comunes en todos los ríos y otras más particulares de cada uno, por ejemplo bogas, picones, carpas, y bar-bos eran comunes, mientras que el Bordallo se daba más en los ríos de Salamanca, las an-guilas en el Guadalquivir y en el Guadiana, pardilla.

Mención aparte merece el rico colmillo, menos comercial y más reservado al aficio-nado que se daba en ríos de lecho de arena, tal como el Búrdalo.

El transporte de los peces a Don Benito se efectuaba por ferrocarril desde las estacio-nes de Salamanca Guadalcanal y Peña flor y desde el Guadalquivir Lora y La Rinconada, llegaba en perfectas condiciones, ya que la persona encargada de logística. Los limpia-ban antes de facturar, los cargaban en el tren por la mañana y eran recogidos aquí por la noche.

Dura vida llevada y contada por los que la vivieron aun ahora con ilusión.

OFICIOS ANTIGUOS. BARCAS DEL GUADIANA (II)46

Agustín Aparicio Cerrato

Un arte de pesca ilegal era el arrastre:

sujetar una red entre dos personas

cerca de la orilla

bogas, piconescarpas y barbos

eran las variedades más

comunes

Page 49: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Cuando queremos que nuestros niños y niñas sigan jugan-do y practicando los juegos que jugaban sus padres y abuelos

para que no se pierdan en el olvido, nos resulta complicado hacérselo llegar. Pues nosotros podemos con-tarles a nuestros hijos como jugába-mos, pero será difícil que estos se lo cuenten a sus amigos y que a su vez entre todos lo pongan en práctica. Por eso una forma de transmitir estos juegos a nuestros niños, será a través de una propuesta que hacemos mu-chos profesionales de Educación Fí-sica en nuestras aulas y, que yo tuve la oportunidad de poner en práctica en un pueblo de colonos cercano a nuestra localidad, como es el pueblo de Palazuelo. Dicha propuesta es im-plicar a los alumnos en la búsqueda de juegos, preguntando a padres, ma-dres, profesores, abuelos y un largo etcétera. Una vez buscados, con esos juegos elaborar un fichero de juegos que ellos tendrán siempre a su dispo-sición. Y ya recopilados, cada uno en las clases de Educación Física explica-ba su juego a sus compañeros y todos jugaban a dicho juego.

De este trabajo de investigación realizado por mis alumnos, podemos extraer que en su pueblo se jugaban juegos populares similares a los que

nos pueden contar nuestros mayo-res, independientemente del lugar de procedencia de nuestra geografía extremeña. Juegos como la comba, el piso, tres en raya, el clavo…

Pero también recopilaron varios juegos populares de persecución que en rara ocasión he visto y yo nunca había llevado a la práctica en mis clases, juegos en los que me detengo para que no se pierdan en el olvido, estos juegos son:

“Miguel, Miguel, Miguel”:Juego en el que los jugadores se

colocan separados dentro de una zona determinada de juego. Para comenzar a jugar, un jugador se le designa como jefe, el cuál tiene que cantar la siguiente canción:

Miguel, Miguel, Miguel da dos vueltas al derecho.

Miguel, Miguel, Miguel da dos vueltas al revés.

¡Un, dos, tres!

Cuando se acabe la canción los jugadores deben hacer parejas aga-rrándose de las manos y sentarse en el suelo, el que se queda sin pareja se convierte en jefe, al igual que el que se equivoque en la dirección de las vueltas o se anticipe antes de la finali-zación de la canción.

Otro juego que me llamo la aten-ción y que se asemeja mucho a un juego que en nuestra zona se le cono-ce como “Torito en alto” es el que a continuación desarrollo.

“1, 2, 3 Flotando Flotando”:

Para comenzar a jugar un jugador se la pica, teniendo que intentar co-ger a los otros jugadores que deben correr a subirse en alto antes de que les coja el que se la pica. La persona que se la pica para hacerlos bajar can-tará: “1, 2, 3 Flotando Flotando”. No pudiendo estar ningún jugador en el alto mientras canta la canción. Cam-biando de papeles cuando el niño que se la pica toque a otro jugador que se encuentre en ese momento en el sue-lo.

Para despedirme acabaré con una reflexión sobre la importancia de las propuestas que promueven e incitan a la práctica del juego, con una frase del dramaturgo y periodista irlandés George Bernard Shaw:

“El hombre no deja de jugar por-que se hace viejo, sino que se hace viejo porque deja de jugar.”

JUEGOS TRADICIONALES. TRADICIÓN Y JUEGO EN LA ESCUELA 47

Tradición y Juegoen la Escuela

Juga

ndo

com

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tes

Jesús Mª Fernández Portillo

Page 50: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Hasta ahora, habíamos narrado una serie de juegos en los que el movimiento era imprescindible para su desarrollo; en esta ocasión trataremos un juego más seden-tario, que no por ello dejaba de ser apa-sionante.

En nuestra infancia era muy común el hecho de propor-cionarse fuego, para cualquier menester, a través de un fósfo-ro. No existían los mecheros de gas, como mucho aparecían los mecheros de mecha o bien, más escasos o más tardíos, los de gasolina.

Los fósforos salían al mercado en las populares “cajas de cerillas”. Tenían diseños muy particulares. Cada cara de las mismas tenía su propio “valor” para nosotros.

Los dos rectángulos que formaban la cara superior e infe-rior, eran los que nos importaban, los dos rectángulos laterales no los valorábamos, uno servía para rascar el fósforo y el otro era necesario para formar la figura, sin ningún tipo de valor.

Las “cajas de cerillas” tenían diversos tamaños. Ese, era el verdadero valor que nosotros apreciábamos. A mayor ta-maño, más se incrementaban las ganas de poseerla. No eran demasiado comunes las “cajas” grandes, más que nada por lo que costaban y como el fin era el mismo, las más económicas, y por tanto más pequeñas, eran las más usuales.

En el rectángulo superior, normalmente aparecía un dibu-jo que, dependiendo del número de serie de las “cajas”, era dis-tinto de una a otra. En una serie aparecían los trajes regionales (no existían, ni por asomo, las autonomías y por tanto todo eran regiones) de España, en otra aparecían vegetales típicos de una u otra región, monumentos importantes, etc. En defi-nitiva un dibujo “bonito” (el “santo bonito”; así lo denominá-bamos) que era aquello que nosotros más ansiábamos. En el rectángulo inferior, aparecía una leyenda describiendo aque-llo que aparecía en el superior y que nosotros apreciábamos menos (el “santo feo”).

Estos rectángulos los recortábamos con sumo cuidado y nos proporcionaban muchos ratos de juegos y diversión: Eran LOS SANTOS.

Para jugar con ellos teníamos varias opciones:

Una era la opción de ocultarlos debajo de la palma de la mano apoyada en el suelo, mientras que el contrario tiraba el suyo hacia arriba y esperaba que cayera, bien “cara” (la parte gráfica del “santo”), bien “cruz” (se veía el cartón). Dependien-do de la coincidencia o no de su “santo” y el oculto, ganaba o perdía (siempre respetando el número que se hubiera acorda-do anteriormente, uno, dos, etc.).

La otra opción, que también era muy común, consistía en hacer una marca en la pared, desde la que se dejaban caer “santos” en el suelo. Cuando uno de los jugadores tenía la for-tuna de que su “santo” coincidía en todo o en parte con uno de los que estaba en el suelo, ganaba. No obstante esta moda-lidad, también tenía dos opciones, una de ellas era que sólo

se ganaba el santo que era “montado” por el recién caído y la otra, era que se ganaban todos los “santos” que en ese mo-mento estaban en el suelo. Y he aquí la razón por la que los “santos” de tamaño grande era tan apreciados, pues la mayor superficie de contacto del mismo hacía que tuviera muchas más opciones de ganar.

También existía la posibilidad de intercambio. Aunque a decir verdad se contemplaba poco esta opción, ya que eran muy raros los “santos” diferentes o de un valor distinto, ya que la inmensa mayoría, o bien, eran los mismos o eran tan míni-mas las diferencias que realmente valía poco la pena el cam-bio. Y las colecciones de los mismos no eran excesivamente comunes. Lo que realmente motivaba era el juego.

Finalizo este pequeño artículo diciendo igual que en los anteriores, este tipo de juegos favorecía la socialización de los niños, la relación entre iguales y nos fortalecía la personalidad, ya que no era extraño un salto de normas por parte de algún jugador y había que reconducir la situación.

Pienso que estos juegos son una alternativa muy válida a la PlayStation, Wii, etc., tecnología que contribuye a aislar, cada día más, a los niños en sí mismos y fomentar unos valo-res ultra competitivos en nada saludables para su desarrollo.

JUEGOS TRADICIONALES. LOS SANTOS48

José Isidoro RuizMª José Martín Jiménez

Los SantosC

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Page 51: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

Gastronomía TRADICIONAL

Page 52: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. LIBRO DE COCINA50

Libr

o de

coc

ina Libro de Cocina

(Don Benito, 1877)

EMPANADADE GARBANZOS

Remojados y pelados los gar-banzos se majan y se ponen a hervir con almíbar, se el echa clavo y canela al gusto, un

poco de limón rallado y unas pocas de almendras molidas, y en habiendo embe-bido el almíbar que quede sueltecito está bueno. Se prepara la masa, a un cuartillo de flor una taza de aceite frito hirviendo y medio cuartillo de vino; hecha la masa se tiende con un palillo una tortita pe-queña, y se le echa una cucharada de lo que está compuesto; se hace la empanada con su repulgo se fríen, y enmielan con miel o almíbar.

JALEADE MANZANAS

A una libra de azúcar dos y media de manzanas. Se par-ten a pedazos chicos, se le quitan los corazones, se po-

nen a cocer en poco agua en estado des-baratado. Se aparta, se cuelan por una servilleta apretándolo bien con la mano; después se pone la servilleta sobre el ta-rro, se echa el caldo ya pasado para que vaya cayendo gota a gota; se echa en el almíbar hirviendo.

El punto se le echa una gota en un plato, se ve que cuaja. Se aparta y se echa en las cajas, después se quita las espumi-llas que al punto de echarlas hace con una cuchara. Se parten dos huevos y se le echan dos cascarones de aceite frito, se baten mucho, después se le va echando harina sin dejarla de batir, hasta que que-da una masa encerada capaz de echarla en el aceite con una cuchara y que quede limpia, el aceite ha de estar como para freír un huevo.

Recetas recopiladas por: Eduardo Gómez-Valadés

Textos extraídos del “Libro de cocina” de Dª Josefa Mejías Diaz de la Cortina, Don Benito, 1877

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Tapas Navideñas (I)

ACEITUNAS CON VERMUTH

¼ kg. de aceitunas verdes, 1 ½ limones, un chorrito de vermuth y otro de aceite de oliva virgen extra.

En un recipiente con suficiente hondura pongo las aceitunas, el zumo de los limones, el vermuth y el aceite de oliva. Lo dejo macerar de un día para otro y sirvo como aperitivo.

(Es una de las formas de aprove-char unas aceitunas que por cualquier motivo salen insulsas. El toque de vermuth y limón hacen que “revivan” rápidamente. Si deseamos, podemos añadir la cáscara de limón partida en trocitos).

CANAPÉS DE ATÚN

1 pimiento rojo asado, otro pi-miento verde frito, ½ cebolla, perejil, 2 latas de atún en aceite, aceite, vinagre y sal.

Pico todos los ingredientes muy menudos y coloco en un bol, aliñándo-los con el aceite, el vinagre y la sal. (el atún debe de estar escurrido de aceite).

Guardo el bol en el frigorífico y en el momento de servir, voy extendiendo la masa sobre los trozos de pan.

Es muy sencillo, pero gusta mucho.

CAZUELITA DE CHOPITOS Y PI-MIENTOS DE PADRÓN

¼ kg. de chopitos, ¼ kg. de pi-mientos de Padrón, harina , aceite de oliva virgen extra y sal al gusto.

Limpio bien los chopitos, los enharino, salo y frío en una sartén.

En otra sartén, frío los pimientos de Padrón, después de haberlos pinchado con un palillo en vez de hacerles un

corte (de esta manera evitamos que se aceiten demasiado), junto con un poco de sal.

Preparo unas cazuelitas individuales y voy repartien-do los ingredientes de las dos sartenes entre ellas. Servir calientes.

CUCHARITAS DE LOLA MEMBRIVES

1 cebolla, un pimiento verde, 2 dientes de ajo, 1/4 kg. de bacalao desalado, ¼ kg. de champiñón, ¼ kg. de gambas, ½ copita de coñac, 6 cucharadas de tomate fri-to, un brick pequeño de nata líquida, sal al gusto, un cho-rrito de aceite de oliva, perejil picado y queso rallado para adornar.

En una cazuela pongo a calentar el aceite, y agrego la cebolla y el pimiento verde bien picados y dejo pochar hasta que estén en su punto, momento en que agrego los dos dientes de ajo picados y el bacalao desalado en tro-citos, el champiñón picado menudo (ya limpio) y las gambas.

Dejo hacer a fuego len-to durante unos 20 minutos y agrego el coñac, el tomate frito y la nata líquida, dejo cinco minutos más y apago.

Voy poniéndolo en cu-charillas desechables (yo las

suelo comprar en las tiendas de todo a cien), adornándo-las con perejil picado y queso rallado.

Es necesario que esté caliente o al menos templado al servir, gana mucho más que tomándolo frío.

Pronto tendremos la Na-vidad encima, y en estos tiempos de crisis no se pueden efectuar muchos dispendios económicos.

Es indudable que estamos acostumbrados, de unos años a esta parte, a celebrar las fiestas con cordero, pavo, etc.. pero no debemos de dejar de probar una cena a base de tapas, os pue-

do asegurar que la cena será un éxito y al día siguiente no tendremos que obligar-nos a comer cordero recalentado como ocurre la mayoría de los días sucesivos.

Si leemos bien el artículo nos daremos cuenta de que son muy fáciles de hacer y lo más importante, son eco-nómicas. Si las acompañamos de unos langostinos o unos mejillones, tendre-mos una cena estupenda, rápida y que

gusta a todos, a grandes y chicos.

Acompañadlas con ese vinito de pitarra tan bueno de Extremadura o de ese cava extremeño que probé no hace tanto y que estaba tan bueno.

Felices Fiestas, y que no dejen un agujero en el bolsillo que nos haga sufrir en la cuesta de enero.

Tapa

s N

avid

eñas

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. TAPAS NAVIDEÑAS 51

Textos: Inés Gibaja HombreFotos: Ignacio Moreira

Page 54: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CALDOS PARA LA SALUD52

Siempre he oído decir en las cocinillas, entre ollas, pucheros y cucharones: “Un buen caldo caliente resucita a un muerto”. Y por ello, desde antes de nuestras abue-las, un buen caldo siempre ha sido usado como medicina para recuperar un cuerpo

apagado y debilitado. Que yo recuerde, dos caldos eran usuales en los estados físicos algo delicadillos, provo-cados por una salud supuestamente debilitada, o por una mala enfermedad sobrellevada. Y esto lo conocí en Castuera, donde vivía. Luego supe también que en otros lugares sucede lo mismo. De unos de los caldos para la salud, sí participé yo directamente, gracias al empeño del médico de mi pueblo, don José, de mi pa-dre y del buen cocinar de mi madre; del otro no, por cuestión de sexo y estado, aunque sí lo conocí. Claro está, que los caldos recuperadores y fortalecedores de la salud no estaban tan sólo limitados a los “males” que voy a describir; también era atención para aquellos que habían sufrido un estado más o menos prolongado de calentura, o para los convalecientes de una operación, o para aquellos que tenían estómagos delicados, o para los que una cagalera los dejaba desmadejado, o para los que se iban recuperando de una apoplejía… o, cómo no, para aquellos que necesitaban tanto la comida como la vida. Los caldos eran y son un gran remedio para animar y reanimar unas fuerzas debilitadas y un organismo enfermizo.

EL CALDO DE LAS RECIÉN PARIDASCon sorna, a las recién paridas se las decían, para en-jugar el dolor y atraer una sonrisa en tal gran trance, sabedoras la gente de pueblo de que san Ramón Nonato era el patrón de los partos y de las embarazadas:

Las mujeres cuando parense acuerdan de san Ramón,pero bien se olvidan del santocuando hacen la función

Pero, a pesar de ese dicho picarón, bien que se cui-daban a las paridoras, tras el momento del destierro de la criatura naciente del vientre maternal.

…y es que a san Ramón Nonato dando [en oración] y buen caldo de gallina esperando [la paridora].

La puérpera, convertida ya en madre, protagonista de la vecindad, reposaba en la cama. Familiares y veci-nas la aseaban, lavaban y poníanle los camisones reca-tados más bonitos que tuviera. Pero también había que cuidarla para reponerla de su embarazosa y parturienta “enfermedad”, fortaleciéndola en la salud, y para que sus tetas se llenasen de abundante y buena leche.

Se me ocurre:

Con los dolores del parto, en la cama se quedaba la parturienta, esperandoque el infantito llegara. Venía con gran dolor, mas con sonrisa callaba, y a la vecina aguardaba que el rico caldo llevara. (El autor)

Caldos para la saludC

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La puérpera, convertida ya en

madre, protagonista de la vecindad,

reposaba en la cama

Page 55: CARAMANCHOS - Nº 11 (2010)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CALDOS PARA LA SALUD 53

Y es que esa era la costumbre: que la vecina o un familiar, durante los primeros días del postparto, llevaran a la puérpe-ra un delicioso caldo, para que la convale-cencia fuera más rá-pida y llevadera. Di-cho caldo tenía que ser hecho con la coc-ción de una gallina, y a ser posible gallina vieja, que un parien-te había guardado y cuidado en el corral de la casa durante el embarazo para ser sacrificada en tan hermosa ocasión.

“Gallina vieja hace buen caldo”, dice nuestro refrane-ro español. Y qué mejor muerte más noble la de esta gallina, can-sada por los años, envejecida, que reaviva la vida de alguien que ha dado vida. La gallina vieja, de car-nes enjuta y endurecida por la edad, muerta y troceada, era cocida a fue-go lento al calor de la leña o del car-bón. Así, de esta manera, sin prisas, las substancias o jugues [nutrientes] de ella, guardadas como tesoro en-tre las fibras de su pechuga y mus-los, entre los huesos y en el sebo, van surgiendo y esparciéndose en el caldo. Mientras más tiempo de coc-ción transcurra, más se llenará de jugue y de vitalidad el caldo, el que después será ofrecido a la macilenta puérpera.

No había prisa para concluir esta faena (salvo la necesidad urgente que el hambre marca), pues la carne dura de la gallina añosa tenía que ir

debilitándose poco a poco para ofrecer su jugue. Tenía que llegar hasta el con-sumo de su jugué; hasta el consumado (Qué bien entendían del consumado los frailes jerónimos del Monasterio de Gua-dalupe, aquellos que sufrieron el asalto y la rapacería culinario de los gabachos, para después llamarlo, de una manera afran-cesada, consomé.). Mientras el calor va arrancando las sus-tancias de la gallina, se sala al gusto para que, fundida y di-suelta la sal en él cal-do, haga más agrada-

ble el sabor. Una vez terminada la cocedura, el caldo es purificado, a través de un colador, y ofrecido muy calentito, varias veces al día, a la puérpera.

Y el caldo de la gallina, para la recién parida, cumplía bien su mi-sión: nutrientes, agua y sal para un cuerpo dolido y quebrado por el parto, con pérdida de sangre, agua y sales.

CALDO PARA DESPUÉS DE UNA PURGADe esa guisa lo llamaba yo en mi infancia, porque era el caldo que mi madre nos ofrecía, un lunes, a par-tir de las 12 de la mañana, el día que mi padre nos purgaba, a las 8 de la mañana, a mi hermana Isabel y a mí.

Desde los tiempos de Hipócra-tes (el Padre de la Medicina), se han interesado los médicos, cirujanos y

Gallina vieja,hace buen caldo...

dice nuestro refraneroespañol

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barberos por depurar o “limpiar”, como a ellos gustaba decir, la sangre de los humanos enfermizos o de los que podían enfermar por culpa de una con-taminación. Pensaban que las cosas buenas y malas de nuestro entorno circulaban, a través de la sangre y los humores, por nues-tro cuerpo. Lo bueno había que dejarlo; lo malo, limpiarlo. En esa creencia, mencionaré algo sobre la limpieza de la sangre, no en el sentido racial que da-ban nuestros antepasa-dos cuando se referían a los que llevaban san-gre judía.

Para depurar la sangre de “substancias” tóxicas o malignas, usáronse distintos méto-dos y medios. Uno de ellos, el más conocido, ya en la época hipocráti-ca, era la terapia con sangría. Para ello se recurría a dar un lancetazo en la flexura del codo, y la sangre fluía alegremente por el lugar del pincha-zo. Si la operación realizada estaba conforme con el padecimiento, el tratamiento podía resultar un éxito; en caso contrario…, un fracaso. Y es que todo lo que el cuerpo retenía y no eliminaba era malo y perjudi-cial. Por eso también se recurrió al perejil o al apio, mucho antes que al Seguril, para mejorar la diuresis, cuando se retenía orina o se hincha-ba el cuerpo por la retención del los líquidos. Así `podían “curar” la hi-dropesía. Si el apetito no era bueno

o existía un empacho, había que recurrir a los vomitivos. Si se rete-nían los alimentos co-midos y no defecaban, laxantes o purgantes para mejorar la situa-ción. Muchos efluvios malignos externos e internos contamina-ban la sangre. Todos estos medios citados, decían que la limpia-ban.

Y recuerdo que en aquellos años de mi niñez, la contamina-ción de la sangre se-guía siendo una gran preocupación, pues la medicina hipocrática aún no había sido olvi-dada del todo, y menos en los pueblos, donde no solamente preocu-

paba el estreñimiento –lo que no se elimina–, que también hoy día lo sigue siendo, sino también la sangre contaminada. Y para esto último había que asearla, al menos cada dos meses, como sucedía en nues-tro caso. Y mi hermana Isabel y yo éramos aseados sanguíneamente por prescripción facultativa (más suerte tuvo mi hermana Elda, pues es la más pequeña que nosotros). Para ello, ni mi médico ni mi padre nos sangraban, a Dios gracias; nos purgaban

Como laxantes o purgantes exis-tían varios. De los que yo recuerdo, en aquellos años, eran: El Agua de Carabaña, de sabor algo amargo, conocida desde la época romana en Cerro Cabeza Gordo; el aceite de ri-cino, de repugnante sabor vomitivo,

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CALDOS PARA LA SALUD

se recurría a dar un lancetazoen la flexura del codo y la sangre fluía alegremente

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GuillermoPaniagua Parejo

(De mi libro: Paquitas, ¿qué como hoy?)

citados en los TBO de la época como uso para reprimenda a los ni-ños que tenía un mal comportamiento; las pastillas de Laxen Busto, tan preciadas las cajitas metálicas, con orla roja, por las madres para guardar las agujas, y por los niños, para el pizarrín, la goma de bo-rrar, etc. Todos éstos eran válidos para combatir el estreñimiento… y para las purgas ocasionales.

Pero mi padre, cuando llegaba la fecha propicia para la limpieza sanitaria de la sangre de mi hermana y la mía, con su buen hacer, y, como buen boticario que era, nos preparaba en la rebotica un bre-baje catártico en el que mezclaba el elemento base del purgante con una substancia de sabor alimonado, que más que atraer el deseo de beberlo, lo que hacía era repelerlo. Como hijos obedientes (lo digo con el mayor cariño y respeto hacia quienes se preocupaban por nosotros) nos lo bebíamos. Con las primeras luces del alba, mi pa-dre nos despertaba para darnos a beber el brebaje. Posteriormente nos quedábamos un buen rato en reposo en la cama, hasta que el depurador hacia su efecto; después… ¡a correr hacia el excusado, pues comenzaba la limpieza o depuración de la sangre!

Mi madre, mientras tanto, desde muy temprana hora (antes del momento de la purga) ya tenía puesta a cocer en el infiernillo la olla con los garbanzos, el tocino, los trozos de gallina y un cacho de hueso de jamón, para que, a las 12 de la mañana, con puntualidad inglesa, pudiéramos tomar el caldito de la convalecencia.

Era, por entonces, para mí uno de los grandes placeres gastro-nómicos que recuerdo: el caldo del cocido, recién hecho y calentito, a la 12 en punto del mediodía, después de haber comenzado “el la-vado” intimo de nuestro interior. Toda aquella mezcla de garban-zos, gallina, tocino y hueso jamonero, se casaba y se mezclaba entre sí para producir un sabor sui generis, bastante difícil de describir, pero no de olvidar. Este caldo, como si de una droga se tratara, me impedía tomar otros alimentos, durante todo el día, que no fuera él, y que regularmente, durante la mañana, tarde y noche, nos ofrecía mi madre a mi hermana y a mí.

Fastidioso era beber el desagradable bebedizo catártico, pero bien merecía la pena por degustar tan ansiado, preciado, esperado y exquisito caldo de cocido. Y a fe, que cuando mi esposa, Paqui, me ofrece ahora un precioso caldo de cocido, servido en un buen tazón, regreso en el tiempo a mi niñez, pero en esta ocasión sin esperarlo tras una purga.

Me hubiera gustado invitar, si en algún momento hubiera coin-cidido con él, al casi siempre malhumorado y huraño don Francisco de Quevedo, y sentarle en mi mesa para beber y saborear un caldo de mis Paquitas. De esta manera, cuando el ínclito escritor y poeta lo probara, no se expresaría como en aquel poema, “El caldo va-liente”, que escribió de una manera un tanto desesperada, cuando ocupaba una celda el Hospital de San Marcos, León:

Preso en León el inmortal Quevedo, De aguda enfermedad convalecido,y el tunante prior le suministrabacaldo de transparencia cristalina.¡Valiente caldo!, dijo Francisco,¡Valiente caldo! ¡Bravo!, repitió.¿Por qué es valiente?, repuso el fraile.Porque no tiene nada de gallina.

Los caldos de mis Paquitas no son así, pues, aunque carezcan de poesía poética, tienen poesía gastronómica. Son verdaderos consu-mados de la carne, del tocino rancio y fresco, de la gallina y de un cacho de hueso de jamón, con todas las substancias, que de ellos emanan, junto al fuego del hornillo, sobrenadando en el agua de la cocción. Estos caldos verdaderamente hacen resucitar a un muerto, y en este caso, animan el espíritu de aquellas personas depuradas por un purgante, o que, ahora más que nunca, necesitan de verdad comer.

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CALDOS PARA LA SALUD

mi padre nospreparaba un

brebaje catárticocon saboralimonado

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Retazos de EXTREMADURA

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La Matanza

Se acercaba San Martín (11 de Noviembre), comenzaba el fresco del otoño, las casas de Extremadura se preparaban para la matanza del cerdo. Aunque realmente cuando comen-zaba la matanza era por la primavera. Allá por el mes de Marzo, los cochineros paseaban

los lechones recién destetados por las calles y les tiraban puñados de cebada o avena y éllos con muchas ganas, se abalanzaban y se lo comían y con esto se demostraba que tenían buena boca.

Nuestros padres salían a la calle y comenzaban a mirar a los cerditos y elegían el que más les gustaba, especialmente si comían bien y eran largui-tos. Para los niños eran como ahora la clásica mascota, una gran ilusión y después, como ahora, a cuidarlos los abuelos o los padres.

Las casas que hacían la matanza, todas tenían una “zahurda”, o sea la estancia del cerdo. Solían tener un “tor-najo”, comedero y un desagüe donde los orines pasaban al estercolero, y en un rincón donde dormía el cerdo, un montón de paja, que se le iba cambiando con frecuencia, la “zahurda” se limpiaba diariamente.

El cerdo comía todas las sobras de las comidas de los dueños, especialmente cuando llegaba la época de la fruta, para él eran las cáscaras de los melones, sandías, frutas picadas etc., etc. Cuando llegaba Septiembre se comenzaba

a cebar al animal para tenerle lo más grueso posible para el día de la matanza. Cebada, avena, maiz y sobre todo “brebajo” que era una comida que se hacía con harina de cebada y agua.

Cuando se acordaba el día de la matanza, nuestros pa-dres iban a pedir hora al “matarife”, la “mondonguera”, a los arbitrios municipales, para pagar los impuestos, todo esto era obligatorio.

El día antes, se reunían unos vecinos y familiares y ayudaban a pesar el cerdo. De ahí viene el refrán, “con la ayu-da del vecino, mató mi padre el cochino” Aquí se escucha-ban los primeros gritos del po-bre animal.

En la casa, se pelaban los ajos, se picaban las calabazas, cebollas, patatas, los pimientos choriceros y la casa comenza-ba a oler a especias y demás productos que se mezclaban a la carne. Se picaba el pan, para hacer las migas.

Sobre las seis de la maña-na, comenzaba el movimiento en la casa, se hacía un buen fuego, se tenía un recipiente

con mucha agua caliente, unas lagrimitas por el cerdo y se esperaba a que llegara el “matarife”. Se escuchaba una voz que decía, ya está aquí el “matarife”, todos se ponían en movimiento, e incluso se molestaban de tantas personas que había. La

mat

anza

RETAZOS DE EXTREMADURA. LA MATANZA 57

Cuando se acordaba el día

de la matanza, se pedía hora al

“matarife”

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RETAZOS DE EXTREMADURA. LA MATANZA58

Este señor, se tomaba su copa de aguardiente dulce, o anís, prepara-ba sus herramientas, bien ordenadas y cuando estaba a punto decía: ya podéis sacar al cerdo. Los hombres se dirigían a la “zahurda” y sacaban al pobre animal. Cuando estaba cerca de la mesa, le cogían entre varios y le subían a la mesa, el pobre animal daba sus últimos gritos y el mata-rife, hundía el cuchillo en su garganta.

La mondonguera recogía la sangre en un recipiente y no paraba de moverla hasta que se enfriaba. La guardaba para hacer las morcillas.

Los hombres, bajaban el cerdo y comenzaban quemarle y le ra-paban con unos raspadores que llevaba el “matarife” y le quitaban la piel. Volvía a la mesa y este señor, le abría, le quitaba el “mondongo”, los intestinos, y se los daba a la mondonguera, de ahí el nombre, con mucho cuidado, los limpiaba, lavaba y los ponía en vinagre para más tarde rellenarlos de masa de salchichón.

El matarife preguntaba si iba a dejar un jamón, los dos o ninguno. El dueño de la casa daba las instrucciones y comenzaba a descuartizar el cerdo. Cortaba unos trocitos de carne para llevárselos al veterinario para analizarlos y ver si estaba en condiciones de comerse.

En este momento el o la encargada de hacer las migas comenzaba, la receta que era muy sencilla, ponía el aceite en un caldero, añadía los ajos, “torresnos”, trozos de tocino fresco, pimientos verdes y rojos y el pan, vueltas, vueltas y más vueltas, se probaba para ver si ya estaba bien

y cuando llegaba la noticia de que la carne estaba bien, to-dos se ponían a comer en el mismo caldero acompañando a las migas con unos traguitos de vino, los hombres y las mujeres, aguardiente o anís dulce.

A los niños nos estaba permitido el día de la matanza no ir al colegio, ya que ayudábamos mucho a hacer recados y otras tareas. Cuando la mondonguera sacaba la vejiga, nos la daba y con una paja la inflábamos y hacíamos una pelota, jugábamos con élla, hasta que alcanzaba su máxi-mo volumen, después la devolvíamos y una vez lavada la llenaban de masa de chorizo y en verano se comía y estaba buenísimo.

El matarife se marchaba a otra matanza, la mondon-guera, hacía la masa de las morcillas patateras, de cebo-lla, calabaceras, chorizos y lo último, los salchichones. Se freían y se probaban las distintas masas. Se hacían grupos. Unos llenaban las morcillas de vientres, otros, las cocían, las ataban, otros las otras morcillas, los chorizos, los sal-chichones y allá sobre las tres de la tarde se paraba para comer el cocido lleno de tocino fresco, tocino añejo, car-ne, costillas, verduras y coles, etc. etc. la grasa flotaba por encima del caldo de la olla. Chistes, cantos, comentarios y chismes del barrio, allí cuando se comenzaba a tomar unos traguitos de vino, salía de todo.

Después comenzaban a prepararse las especialidades, los salchichones y en los pezones se les ponía pimentón rojo, embuchar los lomos. Las costillas, se preparaban de varias maneras, unas las salaban y las manchaban de pi-mentón rojo, para que no los picara la mosca, también se freían y se guardaban en adobo o en manteca guisada.

El hígado se freía y se guardaba con manteca guisada o se hacían las “mollejas” una vez frito y frío el hígado, se rallaba con un rallador y se mezclaba con manteca guisada y se usaba para desayunar con tostadas de pan y café.

Los jamones había que tener mucho cuidado, se les cu-bría de sal gruesa y se les ponía un peso, se les tenía así varias semanas, antes de colgarlos, al hueso central se le cubría de pimentón rojo, para evitar la picada de la mosca.

Hay un refrán que viene muy bien al caso. “Cuando el pobre come jamón uno de los dos está malo”. Este refrán está basado que en aquella época, cuando se guardaba un jamón, era para obtener algún dinero extra del cerdo pero podía pasar que si el jamón era picado por la mos-ca, ya no se podía vender y el dueño lo aprovechaba. Si el jamón tenía la suerte de no ser picado, se podía vender a buen precio, cosa que venía bien a la escasa economía de la familia, pero si alguien de la familia necesitaba una alimentación especial, por enfermedad u otro motivo, entonces se tenia que comer en la casa.

Por la noche, la familia y los amigos más íntimos se quedaban a cenar cena típica, conejo, capón, etc... El postre era siempre melón o sandía. Habían familias que guardaban las últimas sandías para el día de la matanza. Con este acto, se acababa la matanza.

Al día siguiente, la propietaria del cerdo, solía repartir un trozo de morcilla, costilla o tocino a los vecinos más íntimos, para que probaran la matanza.

Ángel Díaz

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RETAZOS DE EXTREMADURA. POESÍA POPULAR PEÑALSORDENSE 59

Poesía popular de Peñalsordo

Frisaría yo mis primeros siete u ocho años de vida, no más, cuando en una febrerina mañana soleada, llena de luz y claridad, y un cielo impoluto, escuché

cierta algarabía desde un balcón de ma-dera con vistas al corral de la trasera por desnivel que poseía la casa donde había nacido en Peñalsordo y donde vivía en aquel tiempo, en El Cerrillo de Arriba (calle de San Ildefonso, en-tonces número 26).(1) Los ecos de los ruidos llegaban de El Cerrillo de Abajo, y las voces personales se entrela-zaban las unas con las otras en significativo y marcado bullicio. Abandoné la vivien-da familiar para aventurarme en el misterio que se me pre-sentaba a mis oídos colmado de infantil curiosidad. Tras dejar atrás el solar rayano a nuestra casa y la vivienda de Gregorio Díaz “el Perdigón” -más tarde en el tiempo solar municipal-, giré el espacio construido a medias del solar de los Copé Cortés (2), des-embocando en la entonces todavía empedrada carrete-ra local para dirigirme hacia donde procedía la bullanga. Pronto me percaté de que las voces venían de un nu-trido grupo de personas -unos pocos varones, más mujeres y niños-, que se arremolinaban alrededor de un hombre portador de un estandarte compuesto por un largo y fino palo vertical y otro horizontal más corto, que a su vez sostenían un gran carte-lón de papel color marrón claro y liso, repleto de cuadrículas con monigotes señalados en forma de pictogramas sobre estas cuadrículas, con sus co-rrespondientes explicaciones. Aquel grupo de gente alegre y bullanguera intentaba celebrar el carnaval de ese mismo año. En seguida reconocí a una mayoría de aquellos animosos participantes, algunos de ellos vesti-dos con ropas carnavaleras. Se trataba de mis convecinos traseros, los cerri-lleros de Abajo; y por ende, próximos al domicilio familiar. Todos se encon-traban en la señalada carretera -por entonces apenas si pasaban coches-, al final de la calle Núñez de Arce, cer-ca de las viviendas de Guillermo Po-lanco “Mito”, de Tiburcio Fernández y de Felipe Martínez Osorio “el Por-tugués”; estos dos últimos, individuos que allí se ubicaban.

El primero de ellos portaba el gran cartelón de papel señalado que elevaba, bajaba y sostenía entres sus apretadas manos, ante la expectante mirada de cuantos curiosos le rodeábamos. No le-jos de éste, Felipe Martínez, creador de la tragedia en verso, reflejada en aquel lienzo de papel, se aprestaba a narrar a cuantos por allí andábamos interesados en saber de aquella truculenta historia

de dos indefensas y desgraciadas her-manas. Papel muy importante desem-peñaba también en aquel elenco teatral de la puesta en escena, Marciana Martí-nez, hermana de Felipe, que igualmente pululaba por aquel lugar esperando que diese comienzo la explicación comparti-da con su hermano de tan horrible como miserable y cobarde crimen.

Pliegos de Cordel y Romances de ciegoAntes de continuar, he-

mos de recordar que eran tiempos aquéllos en nuestro pueblo, como en los de toda España, de los pliegos sueltos o de cordel y los romances de ciego, que nos entretenían y alegraban realizados por algún juglar venido de fue-ra, a veces invidente, otras simplemente farandulero que arribaba a la villa con sus poemillas escritos, haciendo las delicias de muchachos y adultos deseosos de escu-char, a falta de otros entrete-nimientos, de cuantos acon-teceres terruñeros se ofrecían a los vecinos. Todavía estaba muy presente el romance de Inés María o “El Crimen de Don Benito”, que había producido especial impacto entre los hombres y mujeres del mundo rural, no sólo en

Extremadura, sino también en toda España. Horrendo crimen cometido en los primeros años del siglo XX contra una indefensa joven dombe-nitense y su madre “que cosían ropa para Madrid”, por unos malvados que más tarde pagarían caro su fechoría. Tras casi medio siglo, la memoria colectiva de nuestros pueblos aún guardaba fijamente este abominable y repugnante suceso. Después del caso, varios dramaturgos españoles, entre ellos algunos extremeños como Pa-tricio Chamizo y Jesús Alviz, llevaron al teatro tan atroz crimen, aparte los recogidos en pliegos de cordel o ro-mances de ciego que circularon en su tiempo por los campos y pueblos es-pañoles. Otro famoso crimen cometi-do por entonces y recordado a través de los pliegos de cordel por ciegos fue “El Crimen de Cuenca”.

Visita a la tumba de Inés María Cal-derón en Don BenitoCuando algunos años después quien esto redacta llegó interno hasta el colegio Claret, entonces Corazón de María, de Don Benito, principios de P

oesí

a pe

ñals

orde

nseTodavía estaba

muy presente el romance de Inés

María o El Crimen de Don Benito

Los pliegos de cordel o romances

de ciego eran contados por un juglar forastero

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RETAZOS DE EXTREMADURA. POESÍA POPULAR PEÑALSORDENSE60

octubre de 1956, los clare-tianos nos llevaron el pri-mero de noviembre, fiesta de Todos los Santos, hasta el cementerio dombenitense, a fin de honrar y rezar por la memoria de los difuntos que allí reposaban. Bien re-cuerdo de aquel tiempo que sentía yo una sana y gran curiosidad por encontrar la tumba o urna de Inés Ma-ría Calderón y de su madre, sin duda fruto de aquellos romances escuchados y re-cordados en mis primeros años de vida. Y así acaeció; por fin, di con la tumba de la muchacha ultrajada, una urna a ras del suelo, con una lápida de mármol o de pizarra, no recuerdo bien, en la que aparecían los nombres de las dos mujeres allí enterradas. No la volve-ría a ver; pues no iríamos más al camposanto durante mis años de residencia en el Claret. Con todo, su ha-llazgo no fue muy difícil ya que la historia de la difunta doncella aún seguía muy presente entre los vecinos de Don Benito y su comar-ca, y la peregrinación hasta la necrópolis y su tumba constituía un vivo recorda-torio para sus paisanos.

ROMANCE DE LAS DOS HERMANAS DEGOLLA-DASPero volvamos a nuestro relato primigenio. Nos habíamos quedado junto a Tiburcio, Felipe y Marciana. Alrededor de este trío nos agolpába-mos muchachos y muchachas, y mayores, con la intención de conocer aquella historia que pre-sentíamos sería horrible, pero excitante a nuestra fantasía. Dijimos con anterioridad que en aquel gran cartelón se encontraba escrita, también re-presentada pictográficamente, la terrible historia de las dos hermanas con sus verdugos. El autor del texto, Felipe, y su hermana Marciana, a tra-vés de un puntero, iban señalando en el cartelón lo que allí estaba escrito y representado con gran seriedad externa. De los prolegómenos del acto recuerdo que me llamó poderosamente la aten-ción el comienzo de aquel pegadizo romance. Se citaban dos nombres que yo, a mis escasos años, asociaba bien, Risco y Capilla; pero también era consciente de que me resultaba excesivo señalar como provincia a El Risco y como ciudad a Capi-lla. Felipe, en aquel comienzo iba recitando y can-tando con una especie de coro que allí mismo se formó, y señalando con el puntero la historia que él mismo había ideado, pensamos que paciente-mente, ante la admiración, el respeto y embeleso de cuantos por allí nos encontrábamos. Así mis-mo Marciana y otros colaboradores próximos

también se hacían presentes en distintos pasajes de la exposición. Los muchachos especialmente presentíamos aquello como una gran fiesta a pe-sar de la truculencia del relato. Y no sólo los más jóvenes se apresuraron a seguir el cortejo cuando éste echó a andar; muchas personas adultas op-taban también por acompañar a los autores en el recorrido por todo el pueblo.

El cortejo tomó la calle Núñez de Arce ha-

cia el centro del municipio entonando un estribillo repetitivo que compartía la mayoría de los asistentes por conocido: “Ay, Mar-ciano; ay Marciano, qué bueno que está el verano// Ay, no quiero, no quiero, que llegue enero// Ay, Pa-rís se quema, se quema París (bis)”. Cuando los asistentes llegaban al cruce de dos calles o bien en al-guna plazuela, se detenían para repetir una vez más el escabroso romance. Del desarrollo del acto, guardo una visión momentánea y fugaz. El cortejo siguió sin mi presencia por el pueblo al tiempo que yo permane-cí ajeno a su posterior desa-rrollo callejero. Por lo que vi, la gente iba expresando su felicidad y alegría de vivir y disfrutar de la vida, ¡qué pocas cosas se necesi-taban entonces!, en una so-ciedad autárquica como era aquélla que nos tocó vivir a los españoles, también a los peñalsordenses, una época escasa en casi todo, pero no en entusiasmo. Porque se necesitaba tan poco en-tonces para ser felices… No obstante, la gente se valía en aquellos difíciles tiempos de un agudo ingenio para sacar provecho de las cosas más sencillas, transmitir-

las a los demás y pasarlo bien, preferentemente cuando se aproximaban las fiestas del pueblo: el Corpus y su Octava, la Patrona Virgen del Car-men, la Feria o simplemente los Carnavales, aun-que éstos devaluados, pues según “los antiguos” decían, estaban lejos de aquellos otros que se ce-lebraban antes de la guerra. Mas eran carnavales, y ante la prohibición de caretas, disfraces y otros atuendos tradicionales, los peñaldordeños, al igual que otros pueblos cercanos, usaron de sus artimañas para divertirse, y es que el hombre a través de los siglos ha tenido siempre necesidad, por encima de cualquier otra cosa, de intentar ser feliz a pesar de zancadillas, de trabas o cortapisas impuestas.

Para ello se prestaba gente que tenía ingenio y un don de creatividad. Con frecuencia había personas en los pueblos con sensibilidad artísti-ca, amantes y creadores de una poesía popular, que desarrollaban composiciones dentro de sus limitadas posibilidades por carecer de conoci-mientos de preceptiva literaria, pero que estaban capacitados para crear con cierto arte y sobre todo con maestría, notables poemas del agrado de la gente sencilla, sin remilgados miramientos y que despertaban el interés de los demás vecinos para divertirse con alegría y buen humor. Es éste

Por lo que ví, la gente iba

expresando su felicidad y alegría

de vivir...

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RETAZOS DE EXTREMADURA. POESÍA POPULAR PEÑALSORDENSE 61

el caso que hoy nos ocupa, el de Felipe Martínez Osorio, Felipe “el Portugués”, un albañil, tejero, ceramista, alfarero, zapatero…, y poeta popular en sus ratos libres, nacido en Peñalsordo (1905) y fallecido en Almadén (1990). Nuestro persona-je, al que queremos darle tal categoría, practicó durante toda su vida el noble y hermoso arte de la creación poética, aunque jamás llegase a publi-car. Me consta que tiene algunas composiciones manuscritas e inéditas. Se trata de una poesía sin duda sencilla y directa, pero llena de encanto, la que nos transmite la pluma de Felipe “el Portu-gués” (su antepasado Orencio -o Lorenzo- Mar-tínez, albañil, llegó a nuestro pueblo procedente del país vecino), como podemos comprobar en este bien elaborado romance de las dos herma-

nas. De Felipe Martínez, del que apenas guardo una mínima visión, ocupó asimismo el cargo du-rante largos años de “abuelo” en la Cofradía de los Hermanos del Santísimo Sacramento de Peñal-sordo, cargo que, al retirarse él, le relevó su hijo Félix, hasta la actualidad. Felipe fue un creador habitual y “echaor” asiduo de las mojigangas de nuestra más famosa fiesta popular, como igual-mente lo es su hijo, el “abuelo” actual, mojigangas que como todo el mundo conoce, son expuestas de viva voz desde el balcón del Ayuntamiento del pueblo el sábado previo a la Octava del Corpus.

Nos vanagloriamos de que podamos resca-tar esta joyita llena de encanto, buen humor, y, por qué no decirlo, colmada de ternura a pesar

del tema tan escabroso tratado, y que vea la luz en imprenta algo que de otro modo quedaría en el más absoluto de los olvidos para todos en fecha inmediatas. Sirva, pues, este breve artículo como homenaje a nuestro paisano peñalsordense, Feli-pe Martínez Osorio, que hubo de abandonar su pueblo por motivos económicos, como tantos, pero que siempre llevó a Peñalsordo en lo más profundo de su corazón, tal y como se desprende del conocimiento de éste y otros poemas inéditos a los que hemos tenido acceso. Recogemos aquí una de sus poesías sin título expreso y que no-sotros hemos titulado en llamar Romance de las dos hermanas degolladas:

Alejandro García Galán, Cronista Oficial de Peñalsordo y Presidente de Honor de la Asociación Cultural Beturia

(1) La calle de San Ildefonso correspondía a la arteria principal de entrada al pueblo por la carretera de Cabeza del Buey, tomando su apelativo de la mina de galena argen-tífera del mismo nombre que había a las afueras de la villa, mina que fue explotada en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Más tarde esta calle sería rebautizada con el nombre de Francisco Gómez Trenor, durante el franquismo, y la casa familiar en la que nací le tocaría a mi tía Enriqueta Galán. Afortunadamente, hoy la calle ha recuperado su nombre primitivo.

(2) La familia Copé Cortés (Ángel y Carmen), procedente de Belalcázar, había comenzado a construir una buena casa de piedra y cal poco antes de estallar la guerra civil en 1936, construcción que se paralizaría con este motivo, llegando sus paredes a una elevación considerable. Los muchachos del barrio aprovechábamos este solar para gozar de nuestros juegos infantiles en aquella época durante la larguísima posguerra española.

(3) Le llaman escobón en Peñalsordo a una escoba de retamas, manzarabía, jara…, cuando ésta está muy desgastada, manteniendo los troncos más próximos a la empuña-dura.

(4) Colcha de pendajos. Dícese de una colcha hecha con tiras de ropa usada, que se aprovechaba para ponerla entre el colchón y el somier de la cama; a veces como colcha para la cama.

(5) Dícese de un instrumento del campo de hierro que sirve para cortar las zarperas (hijuelas) de los olivos preferentemente.(6) Cuello, cogote o pescuezo.(7) Por cura o alivio. (Se refiere al señor que portaba el estandarte)(8) Joguera, ajorcao y jiguera por hoguera, ahorcado y higuera.

“En la provincia del Risco en la ciudad de Capilla;por acometer un robo, asesinan dos chiquillas.

La peque tiene cien añosy la mayor ciento dos,y estos terribles bandidoslas matan sin compasión.

Una se llama Juliana, la otra se llama Mameta,las dos tienen almorranasy por desgracia son tuertas.

Entraron los criminalesquedando dos en la puerta,y han cogido a Julianaremendándose las medias. (El robo fue de importancia):

Robaron diez escobones (3), catorce ristras de ajos,y “pa” la noche acostarse, una colcha de pendajos (4).

Estos malditos bandidoseran todos muy valientesy además iban armadoshasta los mismitos dientes.

Llevaban hachas y sables,noventa y tres calabuezos (5),mil navajas de afeitar, y por si acaso las armasse pudieran embotar,en este burro llevabanuna piedra de afilar.

Éste afila las navajaspara los demás bandidos,le han cogido dos vïejasy le cortan el crujío (6).

Estos terrible bandidoslo quieren aprovechar “to”y le han sacado hasta el sebo“pa” curar a este señor(porque decían que el hongono le hizo “operación”) (7).

(Ya los coge la Justicia).

El pueblo entero pedía:“Que los echen a la “joguera” (8));pero antes que sean “ajorcaos”en una “jiguera” negra”.

Y aquí termina la historia de estos terribles bandidos,que después de estar “ajorcaos”seguían comiendo higos.

AlejandroGarcía Galán

Cronista OficialVilla de Peñalsordo

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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO62

En nuestra anterior revista, presentamos esta fiesta popular en la que Don Carnal da rienda suelta a su imaginación, antes de comenzar ese período de sacrificio para él como es la Cuaresma. Pues bien, dado el gran número de localidades ex-

tremeñas que tienen entre sus festejos el Carnaval, no podíamos centrarnos sólo con describir el de Badajoz, porque, aunque por su importancia y afluencia de pú-blico es el más representativo de la comunidad, no es el único, y es que, al nombrar esta fiesta, no podemos dejar de pensar en la cacereña ciudad de Navalmoral de la Mata, o, en otras muchas como Mérida, Montanchez... localidades que, al igual que difieren en sus tradiciones, lo hacen también en el modo de celebrar sus Carnavales.

Decir Carnaval, también es decir Navalmoral de la Mata, pues para los moralos, el Carnaval, es sin duda, la fiesta más importante de la ciudad, fiesta de imagina-ción, color, diversión y máscaras.

HISTORIATambién en esta localidad cacereña, la fiesta ha sufrido muchos cambios a lo largo de la historia; durante la Dic-tadura, y a pesar de la prohibición oficial que la vetaba, el pueblo moralo, para evitar quedarse sin ésta, encontró la solución en el cambio de su denominación por la de “Fiestas del Invierno” o “de Primavera” y tenían siem-pre lugar entre el Domingo Gordo (Domingo de Car-naval) y el miércoles de ceniza, cualquiera que fuera el comienzo de la Cuaresma; y así, se mantuvo la tradición de forma vetada hasta que en 1969 recuperó su nombre, anunciándose la celebración de los primeros carnavales de la época actual.

Recuperándose la denominación de “Fiestas del Carnaval” cada edición, la participación ciudadana es mayor, por medio de peñas, barrios, comparsas, charan-gas y verbenas populares, aderezadas todas de luz, color, música, amistad y sobre todo ganas de pasarlo bien.

PROGRAMAAunque el Carnaval es una fiesta que en esta localidad también dura todo el año por los preparativos que para comisiones de festejos, peñas… conlleva, la festividad en si propiamente dicha, comienza un mes antes de la fecha establecidad para su celebración, con la elección de la Reina y Damas del Carnaval, que son coronadas como tal en el baile de las Candelas, en el que se cele-bra una gran verbena popular donde acuden las moralas ataviadas con el traje y adornos típicos de “moralita”.

El Carnaval propiamente dicho, comienza el viernes anterior al miércoles de ceniza con el tradicional Chu-pinazo desde el Ayto, la inauguración del recinto ferial y el Concurso de Murgas y Chirigotas, seguido de una verbena.

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El Sábado por la mañana continúa la fiesta con charangas, exposiciones, actuaciones infantiles y bailes hasta que la llegada de la noche trae con sus verbenas populares, gran cantidad de moralos y visitantes que lucen sus ori-ginales y vistosos disfraces por las casetas diseminadas por varios puntos de la ciudad. Convirtiéndose así, la noche del sábado en un desfile nocturno donde la imaginación individual se desborda haciendo rebosar las calles de alegría, color y fantasía con los distintos disfraces.

El Domingo de carnaval es el Domingo Gordo, la fiesta comienza con una Diana floreada a cargo de las charangas que recorren todos los barrios de la ciudad. Por la tarde, tiene lugar el desfile de carrozas y comparsas al que acuden visitantes de toda España que despedirán el día en una de las verbenas populares de las distintas casetas que se prolongará como cada día hasta el amanecer.

El Lunes, tiene lugar una degustación de migas en uno de los barrios y se dedica la tarde a los niños con un baile infantil, asimismo se realizan distin-tas actividades, pasacalles, actuación de charangas por las calles, etc, y por supuesto por la noche, verbenas y concurso de Drag-queen en el Pabellón Municipal.

El Martes, vuelve a despertar con la tradicional Diana floreada y se repite el desfile de carrozas y comparsas, hay actuación de charangas y entrega de premios a las carrozas y comparsas. La noche sigue con las verbenas popula-

res donde la nostalgia por el término de los carnavales hace que los moralos aprovechen hasta el último momento de diversión.

El miércoles de ceniza se realiza el tradicional Entierro de la sardina, que recorre los barrios de Navalmoral para degustar migas, sardinas y torreznos en cada parada. A continuación se realiza la quema de la sardina entre los sollozos de las numerosas plañideras que la han acompañado durante el reco-rrido. El gran espectáculo de Fuegos artificiales de la tarde cierra el Carnaval hasta el año siguiente, y al olor de la pólvora se suma el rumor de una canción popular morala: “ …estos carnavalitos son pa’ nosotros, los del año que viene serán pa’ otros, serán pa’ otros niña, serán pa’ otros, y estos carnavalitos son pa’ nosotros…”.

Pero si creen que todo termina en los concursos de murgas y chirigotas o en los desfiles de comparsas…, si piensan que el carnaval en Extremadura, es sólo esto, tomen nota de algunas otras citas singulares para estos días:

El lunes tienelugar la

degustación de migas en uno de

los barrios

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A eso de las 16 horas del jueves de Comadres arranca en Escorial una tradición vestida de tipismo y colorido. De origen antiquísimo, con permiso del señor alcalde, grupos de chicos y chicas, hombres y mujeres, recitan unas coplas elaboradas sobre la actualidad mu-nicipal del último año, cantan… y bailan, porque tienen su propia coreografía

El Viernes, mientras los niños protagonizan desfiles por pueblos y ciudades, en Cáceres, se disponen a vivir el Febrero Loco o Fiesta de las Lavanderas, que culminan con la quema del Pelele en la Plaza Mayor. Mientras, si pasean por Higuera de Vargas se pueden en-contrar con la sorpresa de verse mojados en plena batalla de la fiesta del ¡Agua va!. Por la noche, se elegirán Reinas, decidirán concursos musicales y proliferarán pregones

El Sábado, Badajoz se lanza a la calle, las carrozas invaden las rúas de Madroñera y lo medieval toma las plazas del casco antiguo de Cáceres. Ir tranquilo por Montánchez y ser abordado por las fantasmagóricas figuras de los Jurramachos es lo menos que puede pasarte. Ni el Absolutismo del s. XVIII, ni la Reforma Liberal del XIX, ni el Franquismo del s.XX, pudieron con esta fiesta, cuya esen-cia pasa por arramplar con viejos ropajes, mezclarlos sin atender a cánones estéticos y taparse la cara con un trozo de sábana agujerea-do, al más puro estilo de las películas de terror. Ya de madrugada, en Villanueva de la Vera, elaboran en secreto el Pelele, que será ajus-ticiado como Peropalo.

El Domingo, por Las Hurdes se desparraman los personajes del

Carnaval Hurdano, la simbología, el encanto y la magia rodean un ritual de sabor añejo en el que despuntan pasajes como el Parto de la Rechonchota, La Tía Tamanona, la danza del Morcillo o La Vaca

Pinta. También éste día, en la alquería de la Huerta perteneciente al municipio de Caminomorisco, habrá convite para todos los “enza-marraos”, “antruejos” y “encarantoñaos”. Si quieren algo diferente, esto lo es sin duda. En Jaraiz de la Vera, se escenifica una boda a la antigua usanza, en el Día del Traje Regional. Hay rondallas y jotas, se sacan las indumentarias de los abuelos del baúl y se hace inventa-rio del ajuar. Por Zafra, rebosan pancetas y chorizos en la “Bacanal de la Grasa”. Losar de la Vera celebra “la boda del Manolo”, por Acei-tuna, pasean la Vaca antruejo, en Villamesías participan de la Boda de los Muñecos, celebración matrimonial en la que emparejan a dos peleles que representan personajes de actualidad local o nacional.

Por San Vicente de Alcántara se atiborran del “buche” y, por supuesto, quienes prefieran lo tradicional, tienen los anteriormen-

en Cáceres se disponen a vivir

el Febrero Loco o Fiesta de lasLavanderas

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RETAZOS DE EXTREMADURA. FIESTAS INTERÉS TURÍSTICO 65

te mencionados desfiles de Badajoz y Navalmoral, la judiá del Peropalo o los varios pasacalles de las muchas localidades de nuestra Comunidad.

El Lunes de Carnaval, disminuye la actividad, quizá por la resaca del día anterior. Es el día de las migas, tanto las normales del barrio moralo de Navarrosa, como de las exageradas de Za-fra, donde se preparan en un caldero especial nada menos que 600 kg. Mientras, Cáceres, trata de revitalizar el ambiente me-dieval por la plaza de Santa María, en Llerena anticipan el entie-rro de la sardina y por Moraleja desfilan los trajes de zarrios. En Ribera del Fresno, tiene lugar el Desfile del Mascarón y en Méri-da se han empeñado en dar auge al concurso de Drag – Queens.

El Martes, ya es conocido que Badajoz empalma la noche con el día en el entierro de la sardina por San Roque y que Na-valmoral repite su desfile. Cáceres, por su parte, estrena su re-creación de batallas medievales, y una celebración fuera de con-vencionalismos es el Carnaval de Ánimas de Villar del pedroso. Sus orígenes se remontan al siglo XVII. Todo procede de una batalla en la que un funeral, hijo del pueblo ante la superioridad del enemigo, se encomendó a las benditas ánimas y les prome-tió en caso de victoria, una función anual. Así mezclando lo militar, con lo religioso y lo carnavalero, se celebra un conjunto de ritos que culminan con el Baile del Merengue en la plaza del pueblo en el que intervienen el alcalde, el cura, el guardia civil, y, todos los vecinos y forasteros, aunque si quieren vivirlo en ple-nitud…todo arranca a las 5 de la mañana. Si deciden acercarse a Cedillo, pueden volver rebozados de harina. Será fruto del “Día del Enfariñamiento”, que consiste en embadurnar al vecino y visitante con dicho producto alimenticio. En Malpartida de Cáceres, acontece la “Pedida de la patatera”, con degustación del producto a mediodía entre trajes regionales y tipismo. Similar celebración acoge Jaraiz de la Vera. En Losar de la Vera, bautizan al Manolito, descendiente del Manolo que se sacó el domingo. Siguiendo por la comarca verata, en Villanueva ajustician y que-man al Peropalo. En Mérida el sepelio sardinero se desperdiga desde la mañana hasta la madrugada, cuando se cierra con fue-gos artificiales.

Ya el miércoles de ceniza, es el entierro de la sardina en Na-valmoral y en la localidad vecina de losar, y para finalizar la vi-vad de su personaje estrella, operan al “manolo”, que estaba muy malito, y tras su muerte, lo entierran.

Así se cierra un ciclo en el que hay variantes para disfrutar de estas fiestas tanto dentro como fuera de los circuitos carnava-leros convencionales.

Raquel Valadés Gil

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Artículos VARIOS

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ARTÍCULOS VARIOS. LAS TINAJAS PANZUDAS 67

Las tinajas panzudas

A quien dé nosotros, hablo de los de mi edad o próxima a ella, no le vienen a la memoria aquellas panzudas tinajas co-

locadas en los descansos de las gradas de nuestros “doblaos”. Eran despensas de aceitunas “machacas” para una vez terminadas estas, algo más tardes aco-ger aquellas negras “rajas” trabajo rea-lizado por todos los componentes de la casa y que una vez aliñadas y puestas en su correspondien-te tinaja, los muchachos al subir por cualquier menes-ter nos proveíamos de un buen zalaco de pan, para a nuestro paso por las tinajas meter la mano para hacernos con una abundante “almorza” del fruto del olivar.

Se subían y se baja-ban los escalones con esa canción de silencio para no ser sentido por el séquito familiar de la casa, para acto seguido escapar corriendo a la ca-lle donde podías dar cuen-ta del suculento aperitivo sin ser visto ni molestado.

Eran tiempos en que eso se va-loraba en el sentido quitahambre que tenía, y que hoy ya sin esa necesidad recordamos a las tinajas con esa espiri-tualidad que nos llenarían de felicidad si hoy las tuviéramos como entonces al alcance de nuestras manos.

Llegado el tiempo de calores, una de las tinajas no se liberaba del traba-jo continuo de mantener las aceitunas bien llamadas de verano, mientras que la otra, y hablo por mi casa donde sólo

teníamos dos, la otra al ser liberada del uso anterior pasaba a ser la nevera de la casa, donde mi abuelo Tomasito el de las Sacas dejaba en ella su botella de vino de la bodega Viuda Miralpeix “Azuaga.” En los calurosos días veranie-gos se convertía en el gran frigorífico

de la casa, donde se ponían 3 refrescar pepinos, tomates junto a algunas frutas del tiempo etc.

Se cuenta y creo que tiene toda la credibilidad de los que hoy me lo refie-ren, que una vecina fue a pedir como

tenía por costumbre una cantarilla de agua a casa de la Sra. Vinagrera, y que al salir le dijo con una gran indiferencia, vinagrera, ya no quiero más agua de tu tinaja, porque he visto una cosa que sube y baja. Me comentan que se refería naturalmente a los pepinos.

Son cosas aptas para recor-darlas sin perder el paso del tiempo, sin sorprendernos por la mirada del mismo en el es-

pejo que formaba la boca de la tinaja con su agua clara

y tranquila, formando conclave de frutas y

verduras entre otras cosas. Hoy las vemos como un prólogo lejano en la me-moria, pero que las generaciones venideras puedan creer y crecer en todo lo nuestro, comprenderlo y mucho más, en-grandecerlo por la

fuerza inquebran-table de nuestro

legado.

Resalto todos cuan-tos valores tenían las

GRANDES Y PANZUDAS tinajas, consistentes en una

imagen de fuertes contornos bien dibujados por las manos de

su nacedor EL MAESTRO ALFA-RERO.

Cuanto le debemos a nuestras tina-jas de las que ya sólo vive en nosotros SUS IMBORRABLES Y NUMERO-SOS RECUERDOS. R

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Lorenzo Medel Romero

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lo Un año más

Un año más recibimos y divulga-mos los poemas escogidos de la obra poética del “Granjeño” José Miguel Santiago Castelo. Año tras año vemos como José Mi-guel Santiago Castelo, a través del

Grupo Folclórico “Caramancho”; Premio Periodísti-co “Francisco Valdés”; Peña Flamenca; Asociación de Amigos de la Cultura Extremeña y otras instituciones culturales dombenitenses, se ha integrado plenamente en la vida cultural de nuestra ciudad. Hoy en día San-tiago Castelo es un referente para cualquier acto acadé-mico literario que se celebre en Don Benito.

Todo lo hace porque él es así: generoso, desprendi-do y sin pedir nada a cambio. Tiene un amplio corazón donde cabe todo lo extremeño. Aunque a él le sobran medallas, títulos honoríficos y otros homenajes hacia

su persona, en Caramancho sabemos que una de sus mayores ilusiones sería tener el título de “Calabazón del Año”, o en su caso, “Hijo Adoptivo de Don Benito”. Esperamos que todas las instituciones culturales de la

ciudad se unan a la petición que, en su día, harán los Caramancho, al Ayuntamiento de Don Benito. Pueblo que no es agradecido, no es bien nacido. Y Don Benito es muy agradecido.

Hecha esta salvedad, pasamos a divulgar, las poe-sías de Santiago Castelo. He aquí una bella habanera que compuso en uno de sus viajes a Cuba, titulada:…

CLAVO Y CINTURA:…Dejé un amor en La Habana / que nadie debe saber. / Es un amor de canela, / de caña, ron y café. / Dejé un amor en el puerto / mirando hacia el Malecón. / Dejé un amor en La Habana / que me robó el corazón. Clavo y cintura, / noche y misterio / son mi alegría. / Bajo la luna, / junto a tus ojos / morir querría. / Dulce habanera, / vuelve a besar / que está la palma / firme y certera / brillando alerta sobre el palmar…Desde aquel día en La Habana / yo ya no puedo dormir / si no me arrullan sus sones / blancos de sal y jazmín./ Vivo en la melancolía / de no saber ya vivir… Dejé un amor en La Habana / hecho de luna de abril… Clavo y cintura, / noche y misterio / son mi alegría. / Bajo la luna, / junto a tus ojos / morir querría. / Dulce habanera, / vuelve a besar / que está la palma / firme y certera / brillando alerta sobre el palmar.

Nota: Habanera musicada por Antonio Guisado Tapia y estrenada por la Coral Villanovense el 2 de sep-tiembre de 1994.

Y ya por último, de su Cuaderno del Verano :

DESCANSADO DE MORIR…Voy abrazado a la vida / hundido en tu sementera; / voy como una primavera / llenándote el alma herida. / Voy como el rayo que anida / con gozo en tu desconsuelo. / Voy alzándome del suelo, / descansado de morir… / Sólo me queda vivir, / amor, prendido a tu vuelo.

ARTÍCULOS VARIOS. POEMAS DE CASTELO68

José A. Gutierrez Ortíz

Tiene un amplio corazón

donde cabe todo

lo extremeño

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Una y otra vez mí incesante memoria re-gresa a mi tierra, al pueblo de mi nacen-cia, al de tapias encaladas, al que tuvo calles empedradas, y que hoy son re-cuerdos en el tiempo, donde los carros con su traqueteo nos ofrecían su con-

cierto sinfónico, acompañado por el coro de voz popular de vecindario, con participación del rítmico repicar de las campanas de nuestra HERMOSA TORRE.

Hoy hombre así, forjado y aferrado a todos nuestros conceptos y tradiciones, como todos, vibro y revivo paso a paso todos los acontecimientos que el tiempo nos fue des-granando en el más puro devenir en días bulliciosos en el alegre sentir de nuestros corazones, trompeta lírica |a que hoy me incita a crear unas cuantas líneas recordando al HOMBRE DEL OSO, O LOS HÚNGAROS como solíamos llamar a estos TITIRITEROS.

¿De dónde podía venir esa costumbre tan vieja y tan generalizada? Difícil es poder precisarlo, es como un em-blema desvencijado que en su tiempo fue como una luz que iluminó con su misterio algo de nuestra feliz niñez.

Los húngaros entraban en el pueblo sin hacer ruido, como un aire templado que siempre se agradecía. Llegaban con precisa puntualidad, siendo casi siempre en las fechas más frías del año. Solían acampar a las afueras de la pobla-ción, resguardándose del mal tiempo en alguna resolana parapetándose así de las inclemencias del invierno. Allí instalaban su vivienda que por regla general era una es-pecie de carromato destartalado donde llevaban todos sus ALCHIPERRES.

Al poco de llegar comenzaba a retumbar por todo el pueblo el PON PON PON de la pandereta y el pandero que era la música que incitaba al baile de los animales que era las estrellas más significativas de la COMPAÑÍA. Su reper-torio estaba compuesto por una cabra, una mona que no dejaba de brincar y, cómo no, por el OSO que era el artista principal. Solía hacer las más completas maravillas para deleite de toda ‘a muchachería, todo al compás del pande-ro, y que a la voz de su amo cumplía fielmente todo cuan-to éste le ordenaba al lento, pesado y perezoso animal. El precio por presenciar la actuación era la voluntad raquítica de los espectadores, dejando unas cuantas perras chicas,

y alguna que otra perra gorda, que se depositaban en una especie de azafate chiquenino, normalmente era tarea de la persona más pequeña del grupo, siendo esta la forma de despertar la caridad más generosa por la corta edad de la muchachilla.

La cháchara desgreñada y vociferante del portador del animal, animaba a la chiquillería a seguir en gran retahíla por todas las calles de la población, juntándonos más y más a contemplar una nueva actuación, formándose un nuevo corro, ya que prometían, una escena diferente a la anterior, así era, y así lo cumplían, aunque a nosotros nos perecían todas muy similares.

Cuando la noche irrumpía dejando atrás la claridad del día, en ese silencio, entre la gente sonaba el cuchicheo co-mentando la atracción del OSO y su séquito. Ya más bien tarde era el momento de volver cada uno a su casa corrien-do, para contarles a todos la ilusión vivida sin descuidar detalle, a veces no exagerando lo que era un gran espectá-culo de masas.

Que vengan otra vez, porque sabemos a lo que vienen, era lo que todos nos preguntábamos, venían a alegrar el pueblo por un día. A hacernos compañía, y a despertar la fantasía más depurada en el pensar de todos los niños. Eran ellos los que más se les acercaban. Y cuando nos pregunta-ban uno por uno si nos gustaría que esto se repitiera, po-díamos oír, si, mañana se irán, pero dentro de unos cuantos meses los tendremos aquí con la música de su pandero y las cabriolas de todo su mundo de la farándula. Así era. Siendo así como todos podríamos repetir: QUE BAILE El OSO.

De la misma manera que cada surco dejo su poema en la besana, aquellos hombres, mujeres, niños v animales de-jaban el suyo en todas las calles de la villa.

Maravillado por todo lo vivido recuerdo bien, de forma real los comentarios de las gentes mayor con manifiesta expresión diciendo: Cuando llegan los HÚNGAROS CON EL OSO vienen acompañados de la lluvia, por lo que desde hoy tendremos TEMPORAL. Nunca se equivocaban.

ARTÍCULOS VARIOS. LOS HÚNGAROS Y EL FRÍO 69

A la luz de mi candil

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Lorenzo Medel Romero

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esEl médico de los pobresy las 2000 recetas útiles (I)

ARTÍCULOS VARIOS. MÉDICO DE LOS POBRES70

Comienza en este nº 11, una transcripción de varias recetas localizadas en un libro denominado “El Médico de los Pobres y las 2.000 recetas útiles” del Dr. Beau-villard, cedido por D. Eduardo Gómez-Valadés, las cuales por su originalidad y

explicación hemos creído conveniente incluirlo en nuestra revista para disfrute de nuestros lectores, siendo recetas y tratados del año 1.900.

En cada número de nuestra revista extraeremos un frag-mento de cada parte en las que está dividido el libro, in-tentando dar cabida a todo el contenido sin centrarnos en ningún aspecto en concreto, siendo su lectura mucho más amena.

Esperando que sean de su agrado y que continúen en los próximos números de nuestra revista.

ALGUNAS PALABRAS DE PREFACIO

Quien lea este librito, del principio al fin, lo conservará cuidadosamente y si pone en práctica sus consejos recono-cerá que posee un verdadero tesoro…

PRIMERA PARTE. — Las principales plantas y las setas buenas y, malas, en color natural.

SEGUNDA PARTE. — El arte de conservar la salud por la higiene. Llegar a viejo y vivir feliz.

TERCERA PARTE. — Las cien plantas que curan y las que matan: manera de conocerlas, prepararlas y emplearlas para lodos los males.

CUARTA PARTE. — Las principales enfermedades trata-das con las plantas, sin gastos, curación asegurada en po-cos días. No más drogas.

QUINTA PARTE. — Enfermedades y remedios de los ani-males: plantas para curarlos.

SEXTA PARTE. — Recetas de utilidad diaria.

SÉPTIMA PARTE. — Noticia sobre algunos medicamen-tos preciosos que recomendamos de una manera especial.

Nuestro lema es: Ser útil a nuestros semejantes.

Dr. BEAUVILLARD.

... ahora bien,cuidarse noquiere decir

tragara drogas ...

Para ser limpio nobasta con lavarse

la cara y las manosen una jofaina conun poco de agua

Frotad, restregad siempre: es la salud

del cuerpo.Todas las semanas tomad un baño ...

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ARTÍCULOS VARIOS. MÉDICO DE LOS POBRES 71

PREFACIO

Ser útil á nuestros semejantes: he aquí nues-tro fin y nuestra única ambición.

Al publicar esta obra no hemos tenido por objeto, como no dejará de decir los charla-tanes y los enemigos del bien, hacer que se prescinda de los médicos y de los boticarios: consideramos a unos y otros de utilidad pú-blica y pensamos que deberían crearse si no existieran.

Nos proponemos simplemente dar a nues-tros lectores los medios de vivir largo tiem-po siguiendo consejos de higiene al alcance de todos y consagrados por la experiencia.

Queremos que tengan nociones elementa-les acerca de las principales enfermedades, para que tomen determinadas precauciones hasta la llegada del médico, para que no se/agrave el mal, por su descuido y para que el hombre de arte no se vea obligado á decir, cuando llegue, que es demasiado tarde para detener los progresos del mal.

Y, para quien se encontrara en la absoluta imposibilidad de aprovechar los buenos consejos de un médico, damos con gusto unas cuantas recetas que nuestros abuelos empleaban: estaban buenos y vivían muy largo tiempo. Respetemos, con su memoria, sus remedios sencillos, fáciles, poco costo-sos y que curan.

Sí, las hierbas de los campos, de las huertas, etc., curan. El habitante del campo las tie-ne al alcance de su mano. El habitante de la ciudad las tiene casi a su puerta, en casa del droguero, del herborista o del farmacéutico, y las puede adquirir a muy poco precio.

Para las más útiles de estas diversas plantas hemos dado todas las explicaciones deseables: el nombre común de la planta, su familia, su nombre latino, sus propiedades varias y la manera de prepararla y de emplearla en las enfermedades que alivia o cura, y, por último, la opinión de los doctos.

Estos remedios simples, preparados por la naturaleza, están olvi-dados o desdeñados y prescindimos de ritos, menospreciándolos, .porque, no vienen de algún país remoto.

Desgraciadamente damos la preferencia a drogas costosas, averia-das muy a menudo y pocas veces eficaces, liemos creído complacer a nuestros lectores terminando este pequeño libro por algunas re-cetas de verdadera utilidad diaria y por algunos remedios para los animares domésticos.

En una palabra, hemos tratado de hacer un resumen fiel de todos los felices descubrimientos que la medicina, la química y la botáni-ca han acumulado a través de las edades para remediar la fragilidad humana. Sobre todo hemos aprovechado los descubrimientos más recientes.

Así, se encontrarán en nuestro libro recetas que datan de ayer. No vacilamos en decir (tenemos las pruebas) que millares de personas que se han atenido a los consejos del Médico de los Pobres, han recuperado la salud, que pensaban haber perdido para siempre después de agotar inútilmente los demás consejos.

Todos los días y de todas las partes del mundo nos trae el correo centenares de cartas de pobres desesperanzados y abandonados que, gracias á nuestro método, y, a muy poca costa han podido curarse, volver á su trabajo y dar un pedazo de pan a sus hijos.

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ARTÍCULOS VARIOS. MÉDICO DE LOS POBRES72

Es nuestra única recompensa.

Gracias, de todo corazón, a cuantas nos han secundado en esta obra filantrópica.Trataremos de ser cada vez más dignos de ella en nues-tras ediciones nuevas.

Dr. Beauvillard.

AVISO MUY IMPORTANTE

Algunas personas poco escrupulosas meten entre las hojas de nuestros diversos volúmenes sus propios pros-pectos. Otras, con ayuda de sellos, dan sus direcciones como depositarías de nuestros productos, etc. Rogamos a nuestros lectores que no se dejen inducir a error; noso-tros no hacemos la publicidad de nadie, por consiguien-te deben considerar como fraude o imitación todo lo que no lleve la dirección de nuestra casa, a la que han de dirigirse directamente para no ser engañados.

Dr. Beauvillard.

PRIMERA PARTE

Imágenes de plantas medicinales.

SEGUNDA PARTE

LA HIGIENEHigiene es la ciencia que enseña el secreto de preservar-nos de las enfermedades que nos amenazan; es la con-servación de la salud y la prolongación de la vida; es, por consiguiente, la prolongación de la dicha, puesto que, sin la salud, la existencia es penosa y la vida una carga.

La salud, que es el más preciado de los bienes, también es el tesoro más malgastado.El arte de conservar la salud consiste en la aplicación de las reglas higiénicas y si todos quisieran utilizar nuestros consejos para el caso, conseguirían mantener en su estado normal o reponer en él las ruedas de esta máquina complicada que llamarnos cuerpo y le sustraerían a no pocas enfermedades que se desarrollan en noso-tros sólo por ignorancia y con perjuicio de nuestra salud, de nues-tro reposo, de nuestro bolsillo y a menudo también de nuestra vida.

LA LIMPIEZA

Comúnmente se dice que vale más evitar el mal que curarle y que es más agradable pagar al panadero que al médico. Estos dichos son perfectamente justos y se pueden expresar con la siguiente fór-mula: guardad la higiene para evitar las enfermedades, es decir, cuidaos antes de caer enfermos.

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ARTÍCULOS VARIOS. MÉDICO DE LOS POBRES 73

EduardoGómez Valadés

Ahora bien; cuidarse no quiere decir tragar drogas; cuidarse signi-fica tener cuenta de su persona y, entre los cuidados más indispen-sables la limpieza ocupa el primer puesto.

Para ser limpio, no basta con lavarse la cara y las manos todas las mañanas en una jofaina con un poco de agua: la limpieza es otra cosa más complicada. Todas las mañanas en una palancana de agua, honda y bien llena de agua, tomaréis sirviéndoos de una toalla, de una toalla esponja o de una esponja, el líquido necesario para limpiar a fondo la cara, el cuello y los hombros: no economi-céis el jabón y luego enjuagad con agua abundante. Después vienen las manos, los antebrazos y los brazos.

Frotad, restregad siempre: es la salud del cuerpo. Todas las se¬manas tomad un baño tibio, siempre con gran refuerzo de ja-bón, lo que no os impide una limpieza general diaria, en tub, tina o barreño, si es que os gusta el agua fría, ni es tampoco obstáculo

para, más frecuentes baños de pie. Cuando hayáis con-cluido con la limpieza de la piel, limpiaos los dientes con un buen cepillo y medio vaso de agua hervida a la cual echaréis unas gotas de un elixir antiséptico cual-quiera.

Repetid esta operación después de cada comida y os ha-llaréis bien ¿ No hay más ? Sí, limpiaos las uñas, lavaos las manos varias veces al día, mudaos de ropa interior para dormir; mudaos de ropa interior con frecuencia, he aquí el mínimum de los cuidados de limpieza que deben tener cuantas personas tengan la pretensión de limpias.

(Véanse en la Tabla de materias: Agua de Belleza, y Dentilina.)

TERCERA PARTE

LAS CIEN PLANTAS MEDICINALES

Nociones Preliminares

1º - Es cierto que existen más de cien plan las con pro-piedades curativas; pero hay costumbre de decir las cien plantas y, siguiendo la tradición decimos nosotros también las cien plantas medicinales, aunque recono-cemos que su número es muy superior y aunque damos la explicación y las propiedades de más de ciento.

2º - La palabra entre paréntesis que sigue indica la fa-milia a que pertenece la planta. En esta clasificación hemos seguido a los dos grandes maestros Linneo y Tournefort, lo que indicamos con la letra L. por Linneo y T. por Tournefort.

3º - El nombre que sigue al de la familia es el latino dado a esta planta.

ABETO(Coniferas 1). C.) Abies.

Los árboles conocidos con los nombres de pinos y abetos suminis-tran a la medicina muchos medicamentos preciosos que son los brotes de pino, la trementina, la esencia de trementina, la pez de Borgoña y por último la brea.

Los brotes se emplean mucho en todas las enfermedades de las vías respiratorias.

Infusión de 15 gramos por litro de agua. Tos, resfriados, asmas, catarros, bronquitis, etc

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Úni

co“Se ha caido un árbol...” (III)

El “hombre” por dentro

En apariencia, el currículo misionero del Hno. Fernando Acedo (“hombre”, como se le co-nocía entre los compañeros, dado que él usa-ba muy frecuentemente esa expresión) no tiene nada de extraordinario. Sin embargo, quienes le conocieron convergen en afirmar

que en él había algo especial, una manera particularmente intensa y original de vivir su vida misionera. Pondremos de relieve algunos rasgos.

Carácter fuerte. Empecemos diciendo que, como temperamen-to, Fernando era un hom-bre duro, brusco, exigen-te consigo mismo y con los demás, No criticaba a los ausentes, pero no tenía inconveniente en manifestar al interesado, sin mucha diplomacia ni rodeos, el desacuerdo con su conducta. Juzga-ba desde parámetros muy concretos de amor al tra-bajo, espíritu de sacrificio, austeridad, dedicación cotidiana a las propias obligaciones... aquello que él mismo vivía con total coherencia. Esto le hacía a veces unilateral en sus juicios.

Pero si, por este primer rasgo de su carácter, nos formá-ramos de Fernando el cliché de una persona hosca y difí-cil de tratar, iríamos de sorpresa en sorpresa. Porque junto a la dureza, que nunca desapareció totalmente, se podría descubrir enseguida la capacidad de cercanía a las perso-nas, de generosidad, de amistad... en una palabra, una gran sensibilidad humana. Típica era su forma de relacionarse con sus obreros. Tras gritarles y exigirles mucho, siempre acababa con algún gesto en el que les manifestaba su reco-nocimiento y aprecio. Quien viese sólo la primera parte, no

entendería por qué, los obreros seguían con él.

Trabajo y disponibilidad.Un segundo rasgo era su espíritu de trabajo. Fernando tra-bajaba mucho. Parecía insensible a la fatiga. Si era nece-sario pasar el día entero sin comer, no le importaba. De hecho, dado que muchas veces trabajaba fuera de casa, sus comidas se limitaban al desayuno y a la cena. El resto del día, lo pasaba con agua, un poco de fruta... El trabajo estaba en él unido a la generosidad y a la disponibilidad. Decía

siempre que SI, a quien le pidiera algún favor. Al fi-nal, no conseguía llegar a todo y es posible que pro-vocara descontentos.

A veces se producían también choques y mal-entendidos porque él te-nía su propia manera de hacer las cosas, que no siempre coincidía con la de quien le había pedido el trabajo. Pero, ganase o perdiese, para él todo quedaba en eso: un mero malentendido y un inter-cambio de palabras fuer-tes. Luego, todo volvía a lo normal. En su corazón no había lugar para enemista-des o rencores duraderos.

Trato cordial. El Hno. Fernando con la gente era muy personal y único, mezcla de provocación y simpatía, de brusquedad y de amabilidad. Se hacía presente con su inseparable cámara fotográfica, quizás irritando a muchos por hacerles fotos antes de pedirles permiso. Luego él, reía, bromeaba y les mostraba las tomas que había hecho. El hielo estaba roto. Ya no olvidarían a aquel hombre que había entrado en su mundo de forma un tanto insolente, pero cordial. Fernan-do desarrolló una relación muy particular con los ancianos de la tribu sidamo, los custodios de las tradiciones religio-

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En su corazónno había lugar

para enemistadeso rencoresduraderos.

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sas y culturales. No le fue fácil y tardó en con-seguirlo. Más de una vez fue echado fuera de las ceremonias religiosas más íntimas, donde se suponía que no debía haber extraños. Pero al final, fue aceptado plenamente, obteniendo incluso permiso para filmar todo lo que quisie-ra. Fue en este campo donde podemos lamen-tar que Fernando no fuera un especialista en antropología para hacer un estudio profundo de la religión y costumbres sidamo. Escribió, con todo, algunos bonitos artículos que fueron publicados en revistas comboianas. Nos ha de-jado también muchas filmaciones que son un óptimo material para futuros estudios

Alegría e identificación. Caminando hacia rasgos más profundos de la personalidad del Hno. Fernando, hemos de mencionar la alegría. Ésta fue creciendo en él con el paso del tiempo, como fruto de una transformación interior. Era una alegría serena, típica de un hombre que se encuentra

identificado con lo que hace y con lo que es. La alegría se exteriorizaba en un trato abierto y jocoso. Fernando era una de las personas cla-ves para animar los encuentros y las tertulias o para desdramatizar situaciones tensas. Sus chistes, a veces ingenuos, nunca de mal gusto, eran famosos no tanto por lo que eran en sí, sino por la forma inimitable de contarlos.

Acabamos de mencionar su identificación con lo que era y hacía como fuente de alegría y debemos profundizar un poco más en este aspecto.

Hemos ya visto que Fernando no fue muy adelante en los estudios académicos. Casi toda su preparación profesional en agricultura o construcción la hizo por su cuenta, leyendo libros o haciendo cursos por corresponden-cia... Pero nunca sintió ningún complejo ni se lamentó de ello. No desarrolló falsos me-canismos de autoafirmación frente a los “es-

tudiados”. Tampoco cobijó ninguna especie de anticlericalismo frente a sus compañeros sacerdotes, cosa no infrecuente en hermanos de su época. Fernando siguió teniendo y cul-tivando hacia el sacerdote el mismo cariñoso respeto que quizá había adquirido con los sa-cerdotes de su parroquia. Era un respeto basa-do en la fe y en el amor a la liturgia, a la vida sa-cramental... A él, rudo trabajador manual, no le disgustaba vestirse al alba para ayudar en las ceremonias litúrgicas. Pero cuando varios de sus compañeros hermanos, con el mismo nivel de estudios que él, decidieron hacerse sacerdo-te y lo animaron a hacer lo mismo, él reafirmó con plena claridad su vocación de Hermano.

Lector y escritor asiduo. No era de esperar de alguien que no había he-cho largos años de estudio fuera, aficionado a la lectura, pero, Fernando lo era y mucho. Leía algo de todo, de los tebeos de su adolescencia, pasó a los libros de agricultura y construcción,

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para acabar concentrándose casi exclusivamente en lecturas de espiritualidad, documentos de la Iglesia y del Instituto, un signo más de su identificación con su vocación de cre-yente y misionero. Y escribía, además de algún artículo, que ya hemos mencionado, muchas cartas, todas a mano, pues nunca llegó a usar ni máquina de escribir ni, menos aún, el ordenador. En los días de fiesta o en las horas muertas del mediodía, mientras los demás iban a descansar, él escribía a los amigos, a los bienhechores, a la familia... Sus cartas eran, como él mismo, muy personales, delicadas y siempre con al-gún pensamiento relacionado con la fe.

Fe y oración. Y vamos al último y más importante de los aspectos de su personalidad, aquel que explica los demás y les da forma: la fe profunda, mantenida por una oración asidua, constante, larga. su día comenzaba muy temprano y comenzaba con un largo rato de oración personal en la iglesia: una hora, una hora y media... Si en alguna misión donde estaba de paso la iglesia no estaba abierta cuando él llegaba, se sentaba tran-quilamente a la puerta. No se impacientaba por eso.

Era sumamente fiel a la oración comunitaria y a la vida litúrgica y sacramental. Cuando la oración comunitaria era compartida, él participaba activamente con algún pensa-miento espontáneo, fresco, viviencial, como espontánea y vivencial era su fe. Fernando se confesaba con frecuencia y regularidad. Lo hacía con sus amigos más cercanos o con sus compañeros de comunidad, porque sus confesiones eran también una comunicación de fe. Y le gustaba escuchar char-las y homilías. El P. Antonio de Pavía recuerda la agradable sorpresa que le causaba ver que, cuando él daba sus cateque-sis en la capilla de Mundo negro, si el Hno. Fernando estaba de paso por allí, solía sentarse en medio del grupo y quedarse a escuchar, cosa ciertamente inusual.

Es bueno concluir esta semblanza con dos breves estratos sacados de las últimas cartas que Fernando escribió. Una es del 16 de junio de 2008, diez días antes de su muerte. Es para su ami-go Juan Benjumea; éste le había enviado la autobiografía que acababa de escribir, incluidos los recuerdos de su juventud en el mundo de los toros. Fernando termina su carta de respuesta así: “Un abrazo para ti y que Dios te ayude...; ahora el toro está añoso y es más difícil la lidia. La entrega de nuestra vejez es un verdadero desafío”. La otra, es de la misma fecha y la escribe al autor de estas líneas (P. Juan González) quien mantuvo con él una estrecha amistad y sintonía espiritual desde que en el lejano 1964, se encontraron en el noviciado de Moncada. Después de enumerar los trabajos que en ese momento traía entre mano -se trataba sobre todo de la construcción de capillas-, Fernando concluye: “Pero todo esto no es un peso. A cada día lo suyo. Lo que importa es estar en la casa de Dios”. (¿Es que se sentía ya de alguna manera en la casa de Dios?)

Y una anécdota final. En verano de 2007, mientras estaba de vacaciones en España, fue a visi-tar al P. Ivo Martins do Vale, su compañero de misión en Teticha, quien por motivos de enfermedad se encontraba en Portugal. Estaban juntos en la capilla y Fernando le dijo: “Antes de pedir tu bendición, te voy a dar yo mi bendición de Hermano”. Y le bendijo. El gesto revela la rique-za y alegría interior que fluye espontáneamente, como de una fuente. Le pedimos ahora, que, en esa bendición “de hermano”, incluya a toda la provincia de Etiopía y a todos sus amigos, “hermanos” y familia.

Padre Juan González Núñez

Alberto Acedo Calderón

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