caramanchos - nº 7 (2006)

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Revista cultural del Grupo de Promoción del Folklore Extremeño CARAMANCHO de Don Benito (Badajoz)

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Page 1: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)
Page 2: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

SUMARIO

sum

ario

1. Presentación2. Dedicatoria3. Vida de Caramancho Memoria de Actividades Artículos de Prensa Partituras y Canciones Que hablen los niños Mucho por decir Nuestras vivencias del grupo El 2006 en imágenes

4. Cosas de nuestro pueblo

Anecdotario Calabazón Orígenes de Don Benito Don Benito. Ciudad 150 años

5. Investigación de Folklore

Indumentaria tradicional Peñalsordo, un pasado lejano

6. Oficios antiguos

Ganadero y artesano del mimbre Primer electricista autorizado Faenas de no olvidar, encajar paja

7. Juegos tradicionales

Juegos tradicionales (III)

8. Gastronomía tradicional

El comer en el Refranero Recetas de 1877 Confroncios: sosiegos del hambre (I)

9. Artículos varios

El matrimonio entre los Sidama Poemas Fiestas de Interés Turísitco Regional (Jarramplas, Encamisá y Carantoñas)

Sumario

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1115162021

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60

616364

Edita:Grupo de Promoción

del Folklore Extremeño “Caramancho”. C/. Ancha, 154 (Escuela Municipal de Danza y Artes Escénicas) Apdo. de Correos 276.

06400 Don Benito (Badajoz)Tlfnos. 924 81 37 19 / 680 557 362 / 616 811 162 / 680 187 778Email. [email protected] / www.caramancho.com

ISSN: 1577-5259 * Depósito Legal: BA-45-2001---------------------------------------------------------------------

Diseño - Maquetación - ImpresiónInfografic. Estudio de diseño Gráfico.

Hernán Cortés 110 entrep. 06700 Vva. de la Serena (Badajoz)Tel. y fax 924 84 70 47 / 655 452 252

www.infografic.net / [email protected]ño Gráfico * Perspectivas 3D * Fotografía Publicitaria y Catálogos

Imagen Corporativa * Logotipos * Páginas web

Page 3: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

PRESENTACIÓN

pres

enta

ción

Ocho años informándote

Un año más, sale a la luz un nuevo número de la revista Caraman-cho, el número siete desde que comenzáramos con esta publica-ción allá por el año 1999. Se trata de una revista nuestra y de todas

aquellas personas que quieran sentirla como propia; una revista que ve la luz gracias a la labor desinteresa-da del Grupo, los articulistas y de las casas colaboradoras, lo que permite que ustedes pue-dan disfrutar con la variedad de contenidos que ofrece. El Grupo sigue dando a conocer su trabajo, sigue llevando el Folklore por todos aquellos si-tios donde le requieren y sigue sintiéndose Caramancho.

Aniversario local Este año 2006, que Don Be-nito está celebrando sus 150 años de la concesión del título de Ciudad por la reina Isabel II en 1856, no podía faltar una mención para todos los dombenitenses, para todas aquellas personas que llevan con orgullo el hecho de sen-tirse “calabazones”, para todas aquellas personas que, de una forma u otra, trabajan para que Don Benito suene, y sue-ne muy alto en Extremadura y en España. Cuando esta publicación llegue a sus manos y haya empezado a hojearla, no le quepa la menor duda de que está hecha con cariño, ilusión y esfuerzo, mucho esfuerzo. Esperamos y deseamos que disfruten con su lectura tanto como lo ha hecho el Grupo con su elaboración. Gracias.

Grupo de Promoción del

Folklore Extremeño “Caramancho”.

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DEDICATORIA

dedi

cato

ria

A tí, ciudadano, en tu 150 Aniversario

Estábamos estudiando a quién dedicar este número de la Revista Caramancho y en-tonces alguien comentó la posibilidad de dedicársela a los ciudadanos de Don Be-nito en su 150 aniversario como ciudad. La idea nos gustó porque nuestros paisa-

nos lo merecen.

Emprendedores Históricamente los Dombenitenses se han caracteri-zado por ser grandes emprendedores en todas las facetas de nuestra sociedad, desde los tiempos de conquistadores hasta nuestros días.

Hubo Dombenitenses destacados en la conquista de América, políticos con cierto poder, escritores y pintores con renombre, muchos artesanos en nues-tra ciudad y grandes empresarios y trabajadores en todos los oficios.

También son luchadores y solidarios como por ejemplo en el famoso caso del crimen de Inés Ma-ría en el que estuvieron todos unidos hasta que se castigó al culpable. Son comprometidos con la cul-tura y las artes de nuestra ciudad, respetuosos con sus raíces y tradiciones, hospitalarios con los que vienen de fuera procurando que se sientan a gusto entre nosotros, y además son solidarios con los mu-chos problemas que surgen en nuestra sociedad.

Mejora de todos En fin, que entre todos han conseguido que DonBenito sea en la actualidad una ciudad pujante, tranqui-la, emprendedora... en definitiva, acojedora y modernade la que todos nos sentimos muy orgullosos.

Caramancho os pide que sigáis luchando por nues-tra ciudad aportando cada uno vuestro granito de arena para que el nombre de los Dombenitenses quede muy alto.

GRACIAS PAISANOS

Caramancho os pide que sigáis

luchando por nuestra

ciudad.

Grupo de Promoción del

Folklore Extremeño “Caramancho”.

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La vida deCARAMANCHO

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Desde la pre-sentación del número ante-rior de nuestra revista dedi-cada a nuestro

treinta aniversario, se han realiza-do diversas actividades de lo más variadas e interesantes alternando actuaciones y visititas turísticas para conocer mejor nuestra tierra, costumbres y tradiciones.

Llegaba el tiempo de la Navidad, y el grupo infantil y las escuelas, participaron en el certamen de vi-llancicos.

Días más tarde, los grupos juve-nil y titular realizaron una mues-tra de folklore en el “Hospital San Antonio” de nuestra localidad y en la residencia de ancianos “Felipe Trigo” de Villanueva de la Serena.

Comenzábamos el año asistiendo a las Asambleas Generales, Ordinarias y Extraordinarias de la FEF, celebradas en Piornal el día 20, coincidiendo con una de las fiestas de interésturístico regional como es el “Jarramplas”.(fig1)

Un mes después nuestra asociación celebraba sus Asamblea General Ordina-ria y Extraordinaria.

El día 4 de marzo visita-mos la granja educativa municipal “El Mansegal” (fig.2) en la que pudimos

conocer más a fondo el oficio deganadero.

En ese mismo mes, varios com-ponentes del cuerpo de baile y de la rondalla asistieron a las jornadas de coordinación que organiza la Federación Extremeña de Folklo-re en la localidad de Miajadas para dar a conocer mejor entre los gru-pos el folklore de nuestra Comu-nidad Autónoma. En esta ocasión se coordinaron el ”Fandango de Talavera”, “El Candil” de Olivenza, “El Pollo” de Montehermoso y la “Jota de Valencia de Alcántara”.

A Murcia A finales del mes de abril nosdesplazamos a tierras murcianas, más concretamente a la localidad de Alhama de Murcia para parti-cipar en el Festival Nacional “Villa de Alhama”.(fig.3 y 4)

Con motivo del día de la madre realizamos el Fes-tival de Folklore “Día de la Madre”, en el cual partici-paron todas las secciones del grupo “Caramancho”. Tuvimos la colaboración de D. Ángel Valadés Gó-mez, que con mucho cari-ño realizó una semblanza dirigida, como no, a todas las madres.

Continuando con nues-tra vida, el grupo infantil participó en un Festival Infantil en la Capital Ca-cereña. En él participaron varios grupos de nuestra

LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES

Memoria de actividades

activ

idad

es

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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES

comunidad Autónoma.

El día 3 de Junio, la rondalla de caramancho compartió es-cenario con las escuelas muni-cipales de bailes regionales en una muestra de folklore que tuvo lugar en las Escuelas del Ave María. (fig. 5)

Días más tarde, varios componentes del gru-po juvenil colaboraron en la obra de teatro “Remembranzas Dombenitenses” de Guiller-

mo Paniagua que representó el I.E.S. Donoso Cortés en el Tea-tro Imperial.

De nuevo nos desplazamos a la provincia cacereña, más concretamente a la localidad de Almoharín donde el grupo infantil participó en el Festival “Ángela Capdevielle”.

A finales del mes, la Aso-ciación del Distrito parroquial

de Santiago Apóstol celebró el I Festival Juvenil de Coros y Danzas “Ciudad de Don Beni-to” en el cual participaron los grupos “Renacer” de Badajoz, “Valdemedel” de Ribera del Fresno, “Cogolla” de Vva. de la Serena y el grupo anfitrión “Ca-ramancho”.

El último fin de semana dejulio visitamos la Comunidad Autónoma de Cataluña, donde realizamos una visita turísti-ca por Barcelona para después

desplazarnos a la localidad de L ´Arboç (Tarragona). Allí parti-cipamos junto con Zaragoza en la “II Mostra de Danses Vila de L `Arboç”.(fig.6)

Una semana más tarde, reali-zamos una actuación en la loca-lidad cacereña de Toril, y cinco días más tarde en Peraleda del Zaucejo.

En el puente de Agosto y

Participamos en el I Festival Juvenil

de Coros y Danzas “Ciudad de Don

Benito.

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LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES

como ya es costumbre, Don Be-nito tiene una cita con el folklo-re, hablamos de los Festivales Folklóricos “Don Benito 2006”. Este año y por primera vez, nuestra agrupación celebró los dos festivales en el mismo fin desemana. El viernes día 11, nues-tra plaza se llenó de colorido y vistosidad, de cultura mundial, era el Festival de los Pueblos del Mundo, donde contamos con las agrupaciones “Xochi-pili” de México y “Selenga” de Rusia. Al día siguiente, tocaba

el turno del Festival Nacional “Ciudad de Don Benito” en el cual participaron los grupos “Villa de Alhama” de la Ciudad de Alhama de Murcia y “Sant Juliá de Tarragona, además del grupo anfitrión que demostróel folklore de nuestra comu-nidad autónoma en los dos festivales.(fig.7y8)

Una vez pasado los Festivales Folklóricos, nos dirigimos a la

localidad de Herrera del Duque, donde actuamos en honor de la Señora de la Consolación.

El día 22 del mismo mes, nos desplazamos a una localidad cercana de nuestra ciudad, nos referimos a La Co-ronada, en la que realizamos una actuación en honor a San Bartolo.

Dos días más tarde, viajamos a la localidad de Garlitos para realizar una muestra del folklo-

re extremeño, donde hicimos canciones tan bonitas como el “Fado Batido” y la Jota Piorna-lega.

Enlace caramancho Coincidiendo con nuestra fe-ria, llegaba una ocasión especial para dos componentes de nues-tro grupo, ya que se trataba de su enlace matrimonial en el cual cantamos la Misa Extremeña. Y después... Tocaba el tiempo de

Este año, realizamos dos

festivales folklóricos en un

fin de semana

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celebrar y disfrutar con nues-tros compañeros de ese día tan especial para ellos.(fig.9)

En el ecuador del mes de septiembre, realizamos una Misa Extremeña en la ermita de la Cruces.

En el fin de semana del 7 y 8de Octubre, tuvo lugar la feria de asociaciones en nuestra ciu-dad donde nuestra agrupación realizó una muestra de folklore. (fig. 10)

En la víspera de la Velá, como ya es costumbre, las escuelas de folklore actuaron en la ofrenda de flores a nuestra patrona. En-trada ya la noche, cantamos la

Misa Extremeña en la Solemne Novena, para después despe-dirnos de nuestra madre de la mejor manera que sabemos, bailando y dedicándole la jota de las Hilanderas.

Una vez realizada la despedi-da de nuestra patrona, todas las secciones realizaron una mues-tra de nuestro folklore.

En el último fin de sema-na de Octubre, fuimos como invitados de honor a la Casa de Extremadura de Móstoles donde compartimos escenario, costumbres y tradiciones y el sentimiento de ser extremeño, con la agrupación “El Miajón”. (fig. 11)

La Guindilla Concluimos nuestra histo-ria, asistimos nuevamente a las Jornadas de Coordinación que organiza la Federación Extre-

meña de Folklore para enseñar a todos los grupos asistentes un baile dombenitense, “la Guin-dilla”.

fuimos como invitados de honor

a la Casa de Extremadura de

Móstoles

LA VIDA DE CARAMANCHO. MEMORIA DE ACTIVIDADES

Grupo de Promoción del

Folklore Extremeño “Caramancho”.

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA

Artículos de Prensa

en lo

s m

edio

s

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA9

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LA VIDA DE CARAMANCHO. ARTÍCULOS DE PRENSA 10

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En este séptimo número de nuestra re-vista, y continuando con la muestra del folklore extremeño, presentamos unos temas representativos, seleccionando, cómo no, uno de cada provincia y otro de nuestra localidad, Don Benito.

Comenzando por el norte la comunidad, en la provincia de Cáceres, encontramos LA JOTA CUA-DRADA, una de las melodías más logradas, con un estribillo pleno de gracia chispeante, muy alegre y movido; correspondiente a Monroy (uno de los “Cuatro lugares”).

Continuando con la provincia pacense, y más con-crétamente de tierras oliventinas, proviene EL VI-RADOBLE, que como casi todas las canciones y dan-

zas de ésta zona, es de origen portugués, aunque ha sufrido las lógicas modificaciones. Se bailaba en lasverbenas de San Juan y San Pedro, que tenían un ca-rácter muy peculiar en el pueblo; recibían el nombre de “Las muñecas” pues los jóvenes colocaban varias en diferentes lugares del pueblo y se trasladaban de unas a otras cantando y bailando.

Finalmente, y dentro de la gran variedad de te-mas de nuestra localidad, se ha seleccionando un tema en el cuál, se exponen algunas de las “bombas o requiebros”,que antaño decían los mozos dedicados, unos a sus pretendidas, otros a las suegras..; dicho tema es ESTA ES LA CALLE DEL AIRE.

LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

en fa

may

orPartituras y Canciones

este año“Esta es la Calledel Aire” es la

temática musical local

Raquel Valadés Gil

Mª de los Ángeles Gallego Martín

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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

Partituras y Canciones Esta es la Calle del AireEsta es la calle del aire *la calle del remolinodonde se remolinean tu corazón con el mío.

Una vez que quise ser no era de tu señor padre,como yo no le cuadraba,busca un cuadro que le cuadre.

Eché un limón a rodar y en tu puerta se paró, hasta los limones sabenque nos queremos los dos.

Me dijiste agua va y todita me la echaste,

no tuviste caridad,que todita me mojaste.

ESTRIBILLO

A li, a li,a li, a la,que a mi me gusta la limoná, la limoná, y el limón,que a mi me gusta, tu corazón.

(*- En todas las estrofas se repiten los versos de dos en dos)

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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

Partituras y Canciones Jota Cuadrada

Quítate de esa esquinagalán que llueve.Deja correr el aguapor donde viene.

ESTRIBILLO

Ay, amor, ay, amor, ay, amante!Ay, amor, que no puedo olvidarteay, amor!

Mi suegra, porque la quiera,me ha regalado un rosario, teniendo yo con su hijo/acorona, cruz y calvario.

Ole, ole, ole, las doce ya han dado;ole, ole, ole, lo ha dicho el sereno.Hoy mi novio me ha pedido un beso, yo le he dicho con mucho rubor:ande usté,ande usté, caballerotran larán larán, eso no, eso no.

Levántate las alas de tu sombreroque pareces viudo,siendo soltero.

(Estribillo)

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LA VIDA DE CARAMANCHO. PARTITURAS Y CANCIONES

Partituras y Canciones Vira Doble

ESTRIBILLO:Venid, corred y saltadvamos a bailarel vira viró;bailemos con alegríamorena mía,mi dulce amor.

Al son del vira te quisey tú me quisiste a míbailemos el vira dobleque me hizo dueño de ti.

(estribillo)

Me escribistes en la arename firmastes en la mar

los peces fueron testigosvaya una barbaridad!

(estribillo)

Ya sé que estás acostadapero dormidita noya sé que estarás diciendo:“Ese que canta es mi amor” (estribillo)

Me quisistes, me olvidastes,me volviste a quererlas chanchas que yo he deshechono me las vuelvo a poner (estribillo)

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LA VIDA DE CARAMANCHO. QUE HABLEN LOS NIÑOS

que

habl

en lo

s ni

ños Que hablen los niños

JOSÉ MANUEL HERNÁNDEZ BARROSO

A mi me ha gustado siem-pre el baile, y cuando fui a las clases de los Caramanchos me sentí feliz. Allí me encontré el cariño de mi profesora a la que quiero mucho y a los demás compañeros. El tiem-po que llevo con ellos me he sentido muy querido por todas y he aprendido los pasos de los bailes de mi tierra, me gusta mucho más de lo que al principio pensé. Espero estar mucho tiempo más.

CRISTINAGALLEGO HERRERA

Los miérco-les y viernes son los días que voy a ensayar, voy muy contenta mi monitora es “Mari Án-geles” es muy buena y cariñosa. Me gusta la música y bailar; me lo paso bien y me enfado un poco cuando nos equivocamos.¡qué paciencia! No me gusta cuando actuamos, siem-pre se la lío a mi madre.

CRISTINASIERRA CARREÑO

Me gustan mucho los Caramanchos, porque me gusta el baile y las canciones. También me

gusta porque a parte de bailar, me lo paso muy guay con mis compa-ñeros. Es una actividad muy diver-tida y bonita. “Mari Ángeles” nos enseña muy bien.

FRANCISCO JOSÉ GONZÁLEZ VALADÉS

Me llamo Francisco, y me gusta bailar en los caramanchos y me lo paso muy bien con los com-pañeros y mi profesora

DANIELGUERRERO MARTÍN

Llevo varios años en Ca-ramanchos, mi monitora es Mª Ángeles y me enseña a bailar. He-

mos bailado en algunos sitios, me lo paso muy bien y tengo muchos amigos.

ESTEFANÍA PACHECO DELGADO

Me gusta los bailes re-gionales por eso estoy en los Caramanchos, aprendo muchos pasos, bailes y me lo paso muy bien. Me sé las canciones de Caramancho y bailo mejor, por eso, este año me he apuntado otra vez. Me hago caso de Mª Ángeles y me da vergüenza bailar con tanta gente vien-do la actuación en el Ave María.

JAVIERLANSERO GARCÍA

Mª Ángeles, jefa, me en-canta ensayar contigo y José Manuel. Muy mal con Da-niel y Francisco porque me pegan, son muy malos y no

los voy a invitar a mi cumpleaños. Estefanía y las dos Cristina son muy guapas y me gusta bailar con ellas.

Declaraciones recopiladas por

Mª de los Ángeles Guisado Soto.

a parte de bailar,

me lo paso muyguay con miscompañeros

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LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR

Mucho por decir

Suena el teléfono, lo coge David mi hijo pequeño, me mira con cara muy rara, hace una mueca de sorpre-sa y me dice “No sé

quién será, toma papi es para ti”. Una voz al otro lado de la línea co-mienza diciendo “hola Javier, no se si te acordarás de mí, hace mu-chos años que no nos vemos, soy Eduardo… de Don Benito”.

Mis neuronas inmediatamente reac-cionan y comienzan a cruzarse en mi mente nombres, situaciones, anécdotas, caras,.... recuerdos, buenos re-cuerdos, maravillosos recuerdos,..... ¡Que ale-gría! También me doy cuenta del tiempo que ha pasado desde enton-ces. Como no me iba a acordar, efectivamente hace muchos años que estuve viviendo ahí en esa preciosa ciudad de Don Benito, exactamen-te llegué allí el 18 de abril de 1977 y estuve en vuestra (y un poquito mía también desde entonces) ciu-dad durante 14 meses, hasta el 30 de junio de 1978, cuando cerró la sucursal del Banco de España donde yo trabajaba.

Recuerdo que mis prime-ras tardes en Don Benito las llena-ba buscando una casa donde vivir y recorriendo todos los pueblos de

alrededor para conocer mejor la zona, pescando en el Guadiana o en el Ruecas y visitando a mi fa-milia de Villanueva de la Serena, donde nació mi padre, también soy paisano vuestro. Finalmente estuve viviendo en casa de Petra, una maravillosa persona a la que recordaré siempre por su alegría, amabilidad y por lo bien que estu-

ve en su casa, siempre me sentí “en casa”. Petra además, es madre de tres hijos, los dos pequeños Rosa Mari que coincidió conmigo en esa primera época de baile y Jesús que tenía trece años cuando yo me vine y compañero de juegos, pes-ca, piscina, fútbol y todo lo que se terciara. Cuantas veces me acuer-do de él, un niño maravilloso, ab-solutamente feliz, yo creo que to-dos los días él esperaba mi vuelta

a casa después del trabajo para co-mer y jugar conmigo, o acompa-ñarme donde hiciera falta, blanco de mis bromas y yo de las suyas y también “Caramancho”, pero unos años después de que yo me mar-chara de Don Benito, siempre le recordaré con una amplia sonrisa en la boca, inocente, sin una piz-ca de maldad y con la curiosidad

propia de sus años.

Con Ramón Una mañana, char-lando en el Banco, Ra-món Gallego compañe-ro y gran amigo desde entonces, tuvo la feliz idea de decirme que se estaba iniciando la formación de un grupo para la divulgación del Folklore Extremeño, yo le miré con cara de sor-presa y le dije que no tenía ni idea de baile, pero inmediatamente me pareció una magni-fica idea para conocergente, y acerté de ple-no. Allí conocí gente, gente maravillosa que

permitió que mi estancia en Don Benito fuera absolutamente feliz. Cómo podría olvidar a Joaquín el director, coreógrafo, alma má-ter del invento y mi amigo desde entonces (“si Joaquín quiere hay cabalgata” solíamos decir). Pedro Mari el coreógrafo como decía Joaquín, siempre con una sonrisa en la cara pero rápido de reflejos.Higinio que no bailaba ni cantaba pero después tomábamos cervezas

y en mi mente nombres,

situaciones, anécdotas,

caras,... recuerdos,

Muc

ho p

or d

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Page 19: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

y jugábamos al dominó. Alberto y su eterna son-risa detrás de una pobla-da barba de color castaño claro, siempre bromeando. Paco “el chino” y su novia. Juanlu “el niño” a quien creo llegué a querer como si de un hermano peque-ño se tratara, que buenos recuerdos tengo de él, que persona más encantadora, con él pasaba mucho de mi tiempo libre. Eduardo y su casa museo, aún recuerdo cierta astilla del ataúd de un tal “Carlos” enterrado en el monasterio de Yuste. Loli que en aquella época trabajaba en Galerías Pre-ciados con Elena y creo que también con Gloria, en la misma plaza al lado del Banco. Pepi guapísima, amabilísima, educadísi-ma,... siempre la recordaré con superlativos. Joaquina guapísima también y muy especial en mis recuerdos. Carmen puro fuego, more-naza, espléndida, siempre con una sonrisa en la boca. Nati la hermana de Pepe Palomero y su hermano pequeño con la bandurria ¿ó quizá el laúd?, las novias de Pedro e Higinio (que por eso aparecía por allí el jodío). Las dos hermanas, espléndidas altas, simpáti-cas con ganas de bromear y reír siempre. Chiqui con su Jacinto y su bandurria ¿ó era laúd?, siempre tirán-dome los tejos en broma, la más divertida, la hija de Eusebio “el duende”. Flora, que ayudaba con el ves-tuario, aún recuerdo una noche en la plaza hacien-

do de Mary Poppins con un paraguas, saltó de un banco de piedra y se rom-pió los dos tobillos ó algún huesecillo de los tobillos y todos riendo incluida ella sin poder creer lo que esta-ba pasando, terminamos la noche en urgencias. Y Ce-cilia, “mi CECI”, la he deja-do para el final a propósito,la persona más maravillo-sa, amable, sensual, diver-tida,.... ella por si misma merece un capítulo aparte en mi historia en Don Be-nito, mis recuerdos de ella están congelados, parece que fue ayer, aún conser-vo un libro manuscrito de poesías y dedicado a mí con una foto..... Ceci se ocupaba del vestuario y de hacerme la vida un poqui-to más alegre siempre, con su enorme inteligencia, sus ganas de reír y bromear y sobre todo con su agudísi-mo sentido del humor que le permitía estar siempre unos segundos por delante del resto del mundo.

28 años después Bueno quizá es injusto que haya relacionado nombres, porque seguro se me olvi-da gente muy importante para mí en aquellos mo-mentos, quizá olvido a los más jóvenes, pero espero que entendáis que después de 28 años y un montón de avatares en mi vida, no todos buenos, mis recuer-dos no son todo lo precisos que requeriría la ocasión y que a mí me gustaría. Tam-bién me acuerdo de los dos curas que estaban siempre

por allí con nosotros, yo nunca he sido muy religioso, pero ellos principalmente eran amigos y colaboradores, buena gente.

El Debut Recuerdo nuestro debut, la primera vez que bailábamos en público, fue en la Residencia de Ancianos (no sé si se llama así exactamente, pero vosotros se-guro me entendéis), todos está-bamos muy nerviosos, nuestro estado de excitación ante el de-but hizo que mi pareja perdiera el equilibrio, cayera al suelo y quedara en una difícil postura en uno de los bailes que, con toda nuestra fuerza y entusias-mo ejecutábamos, yo quedé paralizado sin saber que hacer, si extender mi mano para tratar de ayudar a levantarse ó con-tinuar para no perder el hilo. Fueron segundos intermina-bles, al final ella se levantó solay pudimos terminar. Nuestra actuación fue un enorme éxito y todos los ancianitos aplaudie-ron a rabiar, al menos habíamos conseguido debutar con públi-co y seguramente hacer felices a unas personas que no siempre tienen oportunidad de recordar sus tradiciones.

También vienen a mi memo-ria muchas otras actuaciones, en Villanueva, Santa Amalia, Mérida, Círculo de Artesanos, en la Ermita de las Cruces (el que aquí baila una jota, ni baila bien ni se luce, si no es la pri-mera jota, a la Virgen de las Cruces), por supuesto ahora mismo sabría cantar o al menos tararear casi todo nuestro re-pertorio de entonces, El suelto, la jota de las Hilanderas ó de la Virgen de las Cruces, La pirro-

LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR

Ramón Galle-go compañero y

gran amigo desde entonces, tuvo la feliz idea de decirme que

se estaba inician-do la formación

de un grupo para la divulgación del Folklore Extremeño,

yo le miré con cara de sorpresa y le dije que no tenía ni idea de

baile,

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Page 20: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

quia, Pastoras de Don Benito y el Hechizao, La guindilla, Veni-mos de la Velada, La jota de la Serena, La reja (granaina), una Isa canaria...... , no sé si ahora mismo sería capaz de bailar al-guna de estas preciosas danzas, pero casi con toda seguridad yo diría que de algún paso me acordaría.

Aún recuerdo un finde semana en la feria de Sevilla, decidimos alquilar un autobús y nos fuimos todos allí, cuando paseábamos por el real nos en-contramos a dos mariquitas del lugar, “la pintora y la Chocha” con bata de cola y los pelos en el pecho asomando por enci-ma, con nosotros venía otro, “la sastra” artífice del vestuariodel grupo y estupenda persona también (por supuesto este co-mentario es con todo mi cariño y de ningún modo despectivo). A Higinio le robaron el coche dos veces en la misma noche; él tenía entonces, creo recor-dar, un 127 de color verde, la primera vez le quitaron un ma-letín con el muestrario de su trabajo, consiguió recuperarlo y decidió mover el coche con tan mala suerte que su novia olvidó el bolso en el asiento trasero y cuando regresaron le habían vuelto a abrir el coche y se lo habían robado. También le ro-baron la cartera a Antonio del bolsillo trasero de su pantalón, cuando salíamos de la caseta de Badajoz. Unos cuantos nos metimos a dormir un rato por la mañana en un cine de la ca-lle Sierpes, después de haber tomado un chocolate con chu-rros y discutir con una gitana que pretendía que invitáramos a toda su familia, hasta recuer-

do el nombre de la película (hombres salvajes, bestias salvajes) que por supuesto no vimos.

La despedida Nunca podré olvidar la despedida que me hicis-teis, cuando cerró el Banco de España y me destina-ron a Madrid, con un día completo en las cascadas del Guadámez donde sólo falto mi amigo Ramón, ese día él no pudo estar allí, como penitencia se vino conmigo a Madrid y seguimos conservando y alimentando día a día nuestra amistad. Jamás mis sentimientos fueron tan contradictorios como aquel día, por un lado es-taba feliz de regresar a mi casa con mis padres en Madrid y por otro lado tenía la sensación de que algo de mí quedaba en esa maravillosa tierra extre-meña de donde realmente no quería salir. Ya nada podría volver a ser igual, como así fue después. Aquel día lloré aunque na-die lo notara, mis lágrimas eran totalmente privadas y silenciosas, a nadie hice partícipe de que un trocito de mi corazón se quebra-ba, pero así fue. Aún con-servo los regalos que me hicisteis, pero guardo con especial cariño cuatro de ellos, una placa grabada, un muñeco con el traje tradicional y mis iniciales bordadas en la faja, todo hecho a mano, una libreti-ta con mi nombre grabado en una pequeña placa don-

de os pedí me hicierais una pequeña dedicatoria y una cajita cuadrada de plástico transparente con tierra de Don Benito que cuando la ven mis hijos me dicen que estoy un poco zumbado y seguramente llevan razón, pero siempre he sido un poquito loco y soñador, incluso sigo creyendo que algún día todas las perso-nas seremos iguales de ver-dad... Pero sin duda el me-jor regalo siempre fue y es sentirme querido por todos vosotros.

Los mejores 14 meses Dice el refrán que nunca tiempos pasados fueron mejores, yo since-ramente no lo sé, pero si os puedo asegurar que esos catorce meses representan una etapa tan feliz en mi vida que nunca, jamás se borrara de mi memoria. Por supuesto que me acuer-do de ti Eduardo y de todo lo que un día dejé atrás, eso que de alguna forma me permitió ser un poquito mejor persona después de haberos conocido y queri-do a todos.

Con mi más profundo amor hacia esa, también mi tierra y un inmenso cariño a to-dos vosotros.

LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR

La primera vez que bailamos en público fue en

el hogar de ancianos.

la excitanción ante el debut,

hizo que mi parejaperdiera el equilibrio...

Recuerdo la feria de Sevilla,

nos alquilamos un autobús y nosfuimos todos...

JavierCabanillas

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LA VIDA DE CARAMANCHO. MUCHO POR DECIR

Recuerdos inolvidables

Soy del grupo “Caramanchos” y aunque llevo 17 años fuera de Don Benito segui-ré diciendo que soy del grupo “Caraman-chos”. Empecé siendo niña con la ilusión de hacer lo que más me gustaba, que era

bailar, y a la vez de integrarme en un grupo que me pudiera enriquecer tanto a nivel cultural como perso-nal. Todos mis deseos se cumplieron por completo ya que a los pocos años me incorporé al grupo de los “mayores”, como nosotros lo llamábamos.

Nunca podré olvidar aquellos viajes por toda Es-paña, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Holanda, con la mayor ilusión de representar a nuestro pueblo de la mejor forma posible.

Muy poca gente se puede imaginar las horas de dedicación y trabajo que se emplean para que todo pueda salir bien.

Me siento muy orgullosa al ver como chicos y chi-cas, que yo tuve el placer de enseñarles en mi etapa de profesora, de los grupos menores de “Caramanchos”, pertenecen ahora al primer grupo, cuando les miras las caras ves la misma ilusión y ganas que nosotros teníamos.

Ahora trabajo de profesora en la Casa Extremadura de Parla (Madrid) y enseño todo lo que compartí con vosotros.

Enhorabuena a la directiva, componentes del gru-po y demás personas por poder seguir diciendo muy orgullosa,

“SOY DEL GRUPO CARAMANCHO”

María TeresaSoto Grande

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LA VIDA DE CARAMANCHO. NUESTRAS VIVENCIAS EN EL GRUPO

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iasLlenas de vida

Somos tres chicas del grupo Caramancho. Llevamos en este gru-po folclórico casi toda nuestra vida, desde los cinco hasta el día

de hoy con diecisiete y dieciocho años. Hemos vivido numerosas expe-riencias como aprender bailes, co-nocer gente y lugares donde nunca habíamos estado... Al principio todo era diferen-te: cada una estaba en un colegio distinto, con otros niños y todo era como un juego en el que cada una se divertía sin tomárselo en serio, pues era una actividad extraescolar como otra cualquiera. A la vez que crecíamos, nos íba-mos dando cuenta de que eso nos gustaba e íbamos aprendiendo nu-merosos bailes para mostrarlos con ilusión a un pequeño público (que solían ser casi todos familiares) y esperaban al borde de aquel esce-nario que nunca llenábamos. Una de las actividades que reali-zábamos todos los años era actuar, cada colegio, en el “Ave María “ que para muchos era como una peque-ña competición por ver que colegio lo hacía mejor. Algunos fuimos seleccionados para formar parte del grupo juvenil de Caramancho, y participamos en un festival muy importante para no-sotros en Badajoz donde recibimos el primer premio. En ese momento todo cambió, fuimos aumentando en número y actuaciones. El grupo juvenil de Caramancho mejoró en todos los aspectos, llevado por Ge-nari y Nuria de las que recibimos

todo lo aprendido. Al poco tiempo surgió otro gru-po también juvenil donde sólo había chicas pero ninguna desanimada para conseguir los mismos propó-sitos que el anterior, su profesora era Conchi, que bailaba junto con Genari y Nuria en el grupo titular. Ésta propuso la idea de juntar los dos grupos para más comodidad, aunque ninguna estaba de acuerdo. Este momento fue uno de los mejores para todas pues, subimos

un grupo reducido al titular mien-tras el grupo juvenil se iba cono-ciendo. Gracias a esto nosotras nos hemos conocido, somos buenas amigas y hemos compartido gra-tas experiencias por los numerosos viajes que hemos realizado. El primero en el que coincidimos las tres fue en Boecillo (Valladolid). En este lugar, a parte de conocer la tradición folclórica de los grupos que actuaron, disfrutamos mucho de la estancia allí y amistades que entablamos.

A partir de aquí nos fuimos cono-ciendo más y más y nuestra amis-tad se fue consolidando. Hicimos más viajes, más ensayos juntas, más fiestas de todo tipo como cumplea-ños, carnavales... en fin, todo iba amejor. Así hasta este verano en el que fuimos fuera de Extremadura, como casi todos los veranos, a Ca-taluña. Nos lo pasamos genial por Barcelona, en la Rambla, al igual que en L´arboc, un pueblo de Ta-rragona donde nos alojamos.

El recuerdo Un hecho del cual no podemos olvidarnos ha sido abandonar el local donde hemos aprendido todo lo que sabemos. Allí fue donde nos conocimos y donde hemos reali-zado todas las fiestas hasta aquínombradas. La noticia nos calló por sorpresa, decir que dejábamos el lugar donde hemos convivido con todo el grupo para ir a otro que tenía que ser compartido fue algo extraño, pues no es lo mismo tener intimidad que estar rodeado de otros grupos; tampoco es lo mismo ensayar en una sala habilitada para bailar que en un local viejo aunque preparado. Hoy en día estamos todas en el grupo titular, y hemos logrado cumplir nuestro sueño de llegar hasta aquí, a pesar de tantos esfuer-zos y trabajos.

Marta Muñoz MorenoEsther Donoso Ortiz

Raquel Moreno Gallardo

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LA VIDA DE CARAMANCHO. EL 2006 EN IMÁGENES

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Cosas de nuestroPUEBLO

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Un año más, continúa...

Anecdotario Calabazón-“CUANDO MENGUA LA RACIÓN” En el campo de concentración que había instalado el Ejército de la Re-pública , en la guerra civil, cerca de Castuera, después de las agotadoras jornada de trabajos forzados, y antes del toque de queda, los altavoces instalados por todo el campo, diariamente no dejaban de difundir a todos los prisioneros los partes de guerra, así cómo las consignas del Gobierno Popular.

- ¡Oído! Los fascistas hoy han tomado la Azucarera de Epila, en Zaragoza por lo que, desde mañana, se racio-nará el azúcar...-Otro día decían:-¡Oído! Ayer tomaron los fascistas la Harinera de Zafra. Por lo que desde hoy, el pan estará racionado.- Y seguían las malas noticias.- ¡Oído! Tras los cruentos ataques librados entre nuestras valerosas tropas con el cobarde ejército fascista por tierras de Jaén, todos los molinos de aceite han quedado en poder de éstos. Por tanto, desde mañana, el aceite queda racionado a tan solo una jícara por persona y día...- Tras oír diariamente estas pésimas noticias, un gitano que se encontraba entre un grupo de prisioneros, exclamó:

- ¡Aaah te veee...estos payos rojos! Cuándo van ha decí a los fascistas que tomen las fábricas de la “Bellota” o la “Nacional”, que es donde se fabrican los picos y las palas, pa ve si asín un día mos dan la noticia de que mos las han racionao...¡Aaah te veee...mal fario tengan estos tíos... Aquí termina el relato: de CUANDO SE ACORTA LA RACIÓN....

-UN APRENDIZ FLATULENTO...

- En una de las muchas herrerías que había en Don Benito entró a trabajar de aprendiz un mocetón que me-diría de estatura 1´95 metros. Y su peso sería unos 130 Kg. Por tanto era un esforzado muchacho que, tras el pesado trabajo de la herrería, lógicamente necesitaba nutrirse bien.

- Hacía ya muchos días que venía notando el maestro herrero que, cuando trabajaba en el yunque con el aprendiz, éste, frecuentemente le pedía permiso para ir al corral. Y una vez concedido el permiso, iba para el corral e inmediatamente, se oía un ruido ensordecedor. Después, el joven regresaba al yunque y el maestro notaba un hedor insoportable.

- Y así fueron pasando los días hasta que, el maestro, decidió cambiar de táctica. Esperó pacientemente a que el mozo le pidiera permiso para ir al corral. Y, llegado el momento, el maestro, cogiendo al mozo por el brazo, le dijo al instante:

- ¡Espera! ¡Cóño! ¡Péete aquí!. Y una vez que el aprendiz se peía, le decía el maestro: - Y, ahora, so joío ... ¡Vete al corral! Que lo estabas haciendo al revés...

José Antonio Gutiérrez Ortiz

COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ANECDOTARIO CALABAZÓN

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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO

Sobre los orígenes de Don Benito

Tradicionalmente se ha pensado que Don Benito era un pueblo <joven> desde una perspec-tiva histórica. Los

aquí nacidos hemos escuchado en más de una ocasión que nuestra localidad tenía poca historia. Autores ex-tremeños han llevado esta teoría a las pá-ginas escritas y han contribuido a asen-tarla y difundirla. El estudioso local Fernando Tala-vera de Mexía se hacía eco de esta situación a mediados del siglo XX y afirmaba que “(…) cuando se habla o se escribe sobre Don Be-nito es frecuente, hasta casi obligado, mencio-nar su modernidad. Modernidad, claro está, no en sentido del espíritu más o menos progresivo y modernis-ta del pueblo, sino en el de la proximidad en el tiempo de la época de su fundación”1 . Siempre fue este vacío histórico una asigna-tura pendiente para los investiga-dores del pasado dombenitense y - yo diría que también - ha sido una demanda de la población en gene-ral intentar cubrir ese hueco.

El interés y la ausencia de documentación sobre los oríge-nes de nuestra ciudad se han visto <compensados> durante mucho tiempo con la leyenda sobre la fun-dación de Don Benito, ligada a la de otra aldea del antiguo condado de Medellín: Don Llorente. La supues-

ta existencia de dos hermanos que fueron los primeros pobladores de ambos lugares es una cuestión di-fícil de probar. Otros aspectos del relato legendario han sido ya es-clarecidos, como la aducida huida de los habitantes de Don Llorente hacia las tierras de Don Benito para

evitar los excesos del conde de Me-dellín. Las dos aldeas convivieron hasta el siglo XVII, sus vecinos tuvieron relaciones de familia, de amistad, de transacciones comerciales… - similar a la situación que puedan presentar otros lugares cualquiera

tan próximos entre sí -. Los dos núcleos y sus terrazgos pertenecieron, durante al-gún tiempo, a la jurisdicción del condado de Medellín. En la segunda mitad del si-glo XVI se determinó judi-cialmente que Don Llorente era propiedad de los Mar-queses de Loriana. Habían alcanzado tales derechos un siglo antes, cuando Rodrigo Portocarrero - conde de Me-dellín –– dotó a su hermana María con la mencionada aldea como regalo en sus bodas con Diego González Mexía2

¿Quién fue Don Benito? El hecho de que la denomi-nación de nuestra ciudad sea

el antropónimo Don Benito – nom-bre de un lugar que hace referencia a una persona – ha despertado desde hace tiempo una curiosidad, insatisfecha hasta ahora, por cono-cer al personaje histórico que diera nombre a estas tierras. ¿Quién fue el tal Don Benito? ¿Cuándo fundó

Don Benito y Don Llorente

convivieron hasta el siglo

XVII...

1 TALAVERA DE MEXÍA, F. Sobre Don Benito y su nombre (aportación al esclarecimiento del origen de una ciudad). Revista “Don Benito”. Biblioteca Municipal de Don Benito. or

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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO

realmente este lugar? Son pre-guntas que siguen vigentes en el debe de los historiadores y de los estudiosos que nos acerca-mos a la investigación sobre los orígenes de nuestra ciudad. No será nada fácil su localización, si alguna vez llega a producir-se, pero mientras tanto, los es-tudios realizados acerca de ese pasado han permitido conocer mejor y de forma mucho más documentada aquel Don Beni-to de los siglos medievales.

Dificultades La dificultad por conocerlos inicios de lo que entonces fuera aldea, más tarde villa y finalmente ciudad (de cuyonombramiento se cumplen 150 años en este 2006) estriba fun-damentalmente en la escasez de documentación para aquellas épocas. La causa principal de tal carencia puede deberse, como ha apuntado el profesor Mora Aliseda, a la “(…) situación de dominio que mantenía Medellín sobre Don Benito(…)”3 . Es lógi-co, efectivamente, que casi toda la documentación del condado y, anteriormente, de la tierra de Medellín, se elaborase en la villa cabecera, en donde residían los señores y las máximas autori-dades jurisdiccionales. El papel de las aldeas, incluida la de Don Benito, quedaba relegado ante la primacía que ejercía la villa. No obstante, contába-mos ya con algunas alusiones sobre aquel pasado que permi-tían suponer para Don Benito

unos orígenes no tan modernos como se había apuntado tradi-cionalmente. Investigaciones relativamente recientes han permitido localizar docu-mentación de tremendo interés para conocer mejor los principios históricos de nuestra ciudad. El objetivo de este pequeño trabajo no es otro que satisfacer – sé conscientemente que sólo en parte – esa aludida cu-riosidad de una buena par-te de los dombenitenses por saber más de sus oríge-nes. Por ello, me propongo recoger en estas páginas esos <descubrimientos históricos>, con la espe-ranza de que alcancen difusión entre sectores de la población que tienen difícil el acceso a otras posibles publica-ciones que se hacen eco de tales averiguaciones.

Alusiones Existen alusiones de escri-tores antiguos que contra-decían la idea tradicional de <juventud histórica> asignada a Don Benito. Así, el autor de la Crónica de la Orden de Alcántara4 ya había mostrado una opinión peculiar sobre los orígenes de nuestra ciudad cuando en su libro relata que el famoso clavero Alo-nso de Monroy había per-dido en 1474 su caballo overo al pasar por Don Benito, “pueblo viejo”. Este personaje de la casa

de Monroy fue figura destacadaen la España de los primeros tiempos de los Reyes Católicos, gracias a sus correrías, alianzas

políticas, pretensiones de alcan-zar el maestrazgo de la orden e, incluso, ciertos encarcelamien-

tos y prodigiosa huida del casti-llo de Magacela. En el mismo tratado existe

otra referencia de gran interés histórico: se recoge la dona-ción de la dehesa de La Vega al concejo de Don Benito, ce-

sión que hizo una tal doña Blanca, sobrina del Maestre Fernán Rodríguez de Villa-lobos- que estuvo al frente de la institución alcantari-na entre 1394 y 1408 -. La citada dehesa ha manteni-do su topónimo y hoy la encontramos en una zona inmediata al río Guadiana, en las proximidades de los límites jurisdiccionales de Don Benito y Villanueva por el área conocida como <las Arenas>. Privilegio de

Caballería Por otra parte, la Revista de Estudios Extremeños se hizo

eco de un trabajo que acre-ditaba la concesión de un privilegio de Caballería por el rey Juan II a un vecino de Don Benito. Era el año de 1431. Se luchaba entonces entre cristianos y árabes en la Vega de Granada y, con-cretamente, el día 3 de julio se otorgó tal privilegio a “(…) un hombre que se dijo por nombre Martín Cortés, hijo de Nuño Cortés, vecino de Don Benito, lugar e tér-mino de la villa de Mede-llín armado de todas armas ençima de un cavallo…”5

. El trabajo en cuestión trata de establecer vínculos de nacimiento o de vecindad entre

La dificultad por conocer los inicios estriba en la falta de

documentación...

El objetivo es satis-facer la curiosidad de los dombeni-

tenses por conocer sus orígenes

2 Véase CARMONA CERRATO, J. La aldea de Don Llorente y sus vínculos con Don Benito (de la leyenda a la historia). Accésit del Premio de Investigación “Santiago González” 2005. Fondo Editorial. Concejalía de Cultura. Ayuntamiento de Don Benito.3 MORA ALISEDA, J. Don Benito (Historia). Trabajo para la Gran Enciclopedia de Extremadura.

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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. ORÍGENES DE DON BENITO

Hernán Cortés – cuyo padre se-ría el Martín Cortés que obtuvo el citado privilegio – y la enton-ces aldea de Don Benito. Toma de Medellín Otro documento que avala una antigüedad mayor de la que se consideraba tradicionalmente para Don Benito es el acta con la toma de posesión de la villa de Medellín por el representan-te de don Juan Pacheco, Mar-qués de Villena. En los actos protocolarios llevados al efecto en aquel año de 1446 - y reco-gidos con gran lujo de detalles por el escribano - comparecen en primer lugar los dos alcal-des del lugar de Don Benito para rendir homenaje al nuevo señor. Tras ellos lo hicieron los alcaldes del resto de las aldeas de Medellín.Pero el hallazgo documental que me parece de mayor interés para avalar ese carácter de “pue-blo viejo” que ya Torres y Tapia concedía a Don Benito, ha sido dado a conocer en el marco del ciclo de conferencias que, sobre la historia de esta localidad, se han venido celebrando con mo-tivo de la celebración del 150 Aniversario de la concesión del título de ciudad – conviene señalar que muy bien pagado por el pueblo dombenitense a las arcas de la reina Isabel II -. En la disertación ofrecida el 21 de abril en la Casa de Cultura por el profesor Julián Clemen-te Ramos6 abordó el asunto de los orígenes de Don Benito. Con tal motivo ofreció el dato

documentado que acredita la existencia de aquella entonces aldea a finales del siglo XIV.

Por 500 maravedíes En concreto, se trata de la entrega de la dehesa La Vegui-lla – cuyo topónimo aún sigue vigente en las proximidades del Guadiana – por parte de Fer-nando de Antequera, consorte de Leonor de Alburquerque, al

concejo de Don Benito a cam-bio de 500 maravedíes. Esa po-sesión le habría llegado casi con toda seguridad a través de la herencia que obtuvo Leonor de su padre, el infante Sancho. La vinculación entre los señoríos de Alburquerque y Medellín ve-nía de lejos y las propiedades en el alfoz metellinense por parte

de los señores de Alburquerque fueron amplias. Este valioso documento se encuentra en el Archivo General de Simancas y establece, según el ponente, que tal cesión se efectuó en torno al año 1393. En la misma conferencia, el profesor Clemente dio a cono-cer algunas otras referencias que ayudan a ratificar la fechaanterior. Con motivo de sus estudios sobre la evolución de

la propiedad de la tierra, este historiador profesor de la Uni-versidad de Extremadura ha localizado varias escrituras de compraventa de tierras y casas que, realizadas también en el último decenio del siglo XIV, hablan de moradores y perso-nas avecindadas en el lugar de Don Benito. Ello permite su-

poner una consolidación como aldea que posibilita retrasar los orígenes de esta localidad, al menos, varias décadas antes.

Más antigüedad La investigación histórica ha permitido que hoy podamos hablar de un Don Benito más antiguo de lo que suponían la mayor parte de los autores. La aseveración del autor de la Crónica de la orden de Alcánta-ra respecto de Don Benito como “pueblo viejo” va adquiriendo cuerpo de realidad. Poco a poco están apareciendo datos que nos ayudan a conocer mejor los inicios de nuestra ciudad como aldea de la tierra de Medellín. En esta parcela investigadora, los avances han sido considera-bles en los últimos años, lo que nos anima a continuar bucean-do en archivos y registros en busca de nuevas informaciones que completen el panorama de una época que siempre resultó desconocida y, tal vez por ello, sumamente atractiva para los dombenitenses.

un trabajo acreditala concesión

de un privilegio de Caballeríaa un vecino

6 CLEMENTE RAMOS, J. Los orígenes históricos de Don Benito. Conferencia ofrecida en la Casa de Cultura de Don Benito el 21 de abril de 2006

JulioCarmona

Cerrato

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COSAS DE NUESTRO PUEBLO. DON BENITO. CIUDAD 150 AÑOS

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d Ese añomemorable escrito del Alcalde, Mariano Gallego.

Una vez más, el grupo Cara-mancho me da la posibilidad de expresar en unas líneas todo

lo que ha significado este año tanemblemático para nuestra ciudad. Nada más y nada menos que en su 150 aniversario como ciudad. En un primer momento, pensé que este sería un buen medio para poder enumerar las actuaciones que con motivo de esta conmemoración se han realizado y las que están por venir; pero, no va a ser así. Final-mente, y pensando los motivos que nos han llevado a trabajar duro por nuestra ciudad, me he dado cuenta que lo más importante de este año no han sido los monumentos, ni las conferencias, ni las exposiciones… sino todas las personas que habéis estado detrás de esta gran movili-zación.

Intangible Y es por eso que he tenido a bien hablaros de lo intangible, de lo que no podemos tocar pero que ha he-cho que me sienta el ciudadano más orgulloso de su pueblo que pueda haber. Como digo, me toca hablar de las personas, de los don-benitenses y, evidetemente de los sentimientos. Este año, ha sido el año de la “ilu-sión”. Trabajadores, empresarios, jóvenes, ancianos… todos han apoyado a base de ilusión (y apren-tándose los bolsillos) la puesta en marcha de los actos y homenajes a nuestra ciudad. Cada cual a su ma-

nera, cada cual a su modo, pero to-dos unidos por lo que más nos une: Don Benito. Ha sido el año de la “incondicio-nalidad”, del apoyo incondicional y desinteresado de muchas personas que sin su empuje, sin sus ganas y sin su incondicionalidad, nunca hubiéramos “vestido” a Don Benito de “gala” como hemos hecho este año tan especial. Y es que, como todos sabéis, este año os he pedido mucho, bueno, puedo decir que os he “exigido”mucho… siempre por nuestro pueblo… y con el corazón en la mano os aseguro que habéis respondido.

Sentimientos Pero quizás, la palabra o el sen-timiento que mejor puede definir aeste maravilloso año es: “la unión”. Podemos tener diferentes puntos de vista, podemos tener diferentes formas de ser, podemos tener gus-tos desiguales, pero todos tenemos algo que nos une: el amor a nuestra ciudad… y eso está por encima de todo: de los intereses particulares, de las discusiones comunes, etc… y es que, cuando se trata de luchar por Don Benito, los donbenitenses reaccionan, se levantan, y dan todo y el resto por echar una mano, un brazo, y lo que haga falta. En el plano personal, tengo que dar repetidamente las gracias a to-dos aquellos que, por su pueblo, han realizado verdaderos esfuer-zos desinteresados por embellecer y enaltecer esta ciudad. Y no sólo desinteresadamente, sino incluso poniendo de sus bolsillos en mu-

chos casos para estos fines. Muchí-simas gracias vecinos.Como el año se termina, es el mo-mento de recordaros que nuestra andadura continúa, que el 2007 será el 151 aniversario como Ciu-dad, que Don Benito nos necesita a todos y que todos conseguimos que este sea un lugar excelente para vi-vir y disfrutar.

Juventud Como sé que Caramanchos se nutre en buena parte de jóvenes y niños, aprovecho también para de-dicaros unas palabras a vosotros y a todos los jóvenes que conviven en Don Benito: vosotros sois el futuro de nuestra ciudad, de vuestra aso-ciación, de vuestra creatividad, de vuestra ilusión dependerán todos y cada uno de los aniversarios, de los centenarios y de las actuaciones que tengan lugar… por eso os pido que continuéis trabajando, que lle-véis a cabo vuestros proyectos, que toméis los referentes familiares y vecinales como ejemplo y que lu-chéis por un futuro mejor. Y ánimo, mucho ánimo, que no se acaba un año de festejos sino que comienza un 2007 de buenos recuerdos y de muchos proyectos por realizar. Muchas gracias Don Benito.

MarianoGallego Barrero

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Investigación deFOLKLORE

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Indumentaria tradicionalde Herrera del Duque y Navalvillar de Pela

Herrera del Du-que, uno de los principales centros de La Siberia extre-meña, estaba

dominado por una fortaleza en lo alto del monte a un tiro de pistola. Las calles flanqueadas por casasbajas (fig. 362) eran casi llanas. LaPlaza Mayor, con el ayuntamiento a un lado y con arcadas blancas (fig.361) bordeando los otros extremos, contenía una fuente que salpicaba sin cesar al son de campanadas in-termitentes que sonaban en el mis-mo intervalo que las de Guadalupe pero con un ritmo más vivo.

El amor propio y la amabilidad

con la que este pueblo recibía a los forasteros producía una impresión indeleble. Parecía que habíamos entrado en un idilio pastoral donde la fe y la buena voluntad reinaban y todos encontraban su contento en la simplicidad. Los viejos oficiosaún prosperaban. Los pastores talla-ban cucharas de madera y cajas de corcho, las mujeres tejían e hilaban, y los curtidores disfrutaban con la

manipulación de la piel de becerro o de jabalí. La falta de una comu-nicación fácil no solo podría crear tal atmósfera sino que debía ayudar a conservarla contra su adulteración.

En la fiesta de laCandelaria el camino hacia el pueblo estaba lleno de mozas con el vestido de fiesta (fig.363. 364). Estaban abriendo temprana-mente la tempora-da de carnaval, tal y como es tradicional en estos lares. De nueve faldas no había dos que se hubieran hecho con el mismo patrón. Una minoría llevaba un diseño tí-pico a rayas o a cua-dros interrumpidos, como la falda en Al-burquerque, por una raya compuesta usa-da horizontalmente. En las otras, rayas horizontales lla-

mativas de rojos o verdes se repe-tían alternativamente por todo el cuerpo de la falda en combinación con bandas figurativas de un tonomás claro o con sencillas rayas de tonos negro y naranja. Solo había una con tres rayas compuestas que ahondaban hasta el dobladillo. Los delantales, un tipo nuevo hecho en casa, variaban de los apagados a los más brillantes. Dos estaban tejidos en rayas verticales de tonos marrones, dos a cuadros- marrón tostado o rojo y marrón – un poco más grandes que los delantales de Orellana (fig.384). Unos cuadros

todavía más grandes mostraban los indu

men

taria

sINVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES29

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES

colores negro, gris y blanco. Los horizontales vívidos eran blan-cos con menos cantidades de

rojo y marrón- cada uno estaba adornado con una raya a modo de contraste en el mismo tejido o con un patrón floral en técni-ca de tapicería.

Una falda a rayas (fig.365)de colores inusuales llamaba la atención en casa de una hi-landera. En la parte superior, sencillas rayas de lavanda al-ternaban con figurativas ban-das más estrechas haciendo un blanco zigzag y puntos de rojo brillante entre dos líneas de ver-deazul y dos de blanco. Las tres bandas de una raya compuesta (fig.366) – cada par separadopor dos rayas de lavanda y el zigzag- aumentaban en profun-didad hacia el dobladillo. En la más alta, unas equis rosas con verdeazul en el medio combi-nadas con galones contiguos de rojo brillante sobre blanco para formar óvalos enlazados, esta-ban bordeadas a cada lado por una línea gris, una banda de puntos azules y galones en gris y una línea blanca. En la segun-

da, dos bandas de igual diseño, en las cuales un fondo blanco aliviaba los puntos azules y los zigzags que cercaban círculos rojos, bordeaban una banda de líneas alternando el rojo o el verdeazul con el gris. En la última, cuatro rayas sencillas de gris alternaban con cinco figurativas, la segunda y cuartade las cuales duplicaban el zig-zag. En los bordes, una línea azul dentada estaba separada del gris por una línea de verde, mientras que los círculos rojos de en medio estaban bordea-dos por una línea cada una de blanco y de verdeazul.

La tejedora (fig. 367) iba ves-tida con un pañuelo negro de algodón y un jersey de lana, junto con una falda de lana y un delantal de su propio telar. La falda era sal y pimienta, el de-lantal de tonos azules tejidos a cuadros con una banda de dobla-dillo con círculos sobre y debajo de rombos su-perpuestos. Una banda diferente adornaba el bol-sillo del delantal. En sus manos in-tentamos apren-der cómo hacer la trenza engalo-nada que había-mos percibido que remataba las faldas y las alfor-jas. Como usaba un telar manual (figs. 368,369) su trenza inevi-tablemente parecía entretejida,

en vez de trenzada como la que bus-cábamos; de todas maneras, merecía la pena anotarlo como un tipo de adorno primitivo.

Por unos ojos que atravesaban las largas mellas del telar ella hilaba ocho pares de hi-los de lana, siendo la hilaza demasia-do fina para usarlade uno en uno- uno azul, uno verde oscuro, cuatro rojos, uno verde oscuro, uno azul- mien-tras que en unas rajillas entre las mellas ella desplazaba tres azules, uno verde oscuro y tres azules. A todos ellos los ataba

en un extremo a la falda de lavanda que estaba colgada de una silla, y por los otros a una cinta en su cin-tura. Con los hilos tirantes empezaba a tejer, separándolos mediante pasadas por los ojos de las hebras que controlaba alter-nativamente encima y debajo de lo hilos en las rajillas, que se movían de manera arbitraria hacia arri-ba o abajo. Después de cada cambio de urdimbre ella movía rápidamente la tra-ma con sus dedos y después con su mano la golpeaba. En Astu-rias este tipo de telar, usado para hacer cin-

tas y ligas, se cortaba con una manivela y se decoraba arriba

y abajo con un calado grabado con diseños florales.

La mujer de un abogado que tenía un amable interés en nuestro tema reconoció el tra-je de hombre fotografiado enSevilla como característico de Herrera del Duque. El último en llevar tal traje había muerto en 1943. Dos estilos de calzas se habían utilizado, el calzón que llegaba sencillo y ajustado a la rodilla y la calzona que, como el atuendo de Torrejoncillo se extendía hasta el tobillo y tenía vuelo al final donde la costuralateral se dejaba abierta. En He-rrera, pura lana negra de oveja era el material tradicional, ex-cepto que franela roja encaraba el final de la pierna, añadiendouna rica nota de color visible a través del lado abierto. El abri-go era bastante simple en estilo, como la chaqueta de Torrejon-cillo, pero más largo en la falda. Con el traje se llevaba una faja de flecos de lana negra y unacamisa sencilla de lino blanco tejida en Herrera del Duque. Las calzas de algodón blanco, tejidas en liso con correas en vez de pies, acompañaban a los

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. INDUMENTARIAS TRADICIONALES

zapatos pesados de cuero cuyos cordones estaban parcialmente cubiertos por una lengüeta. El ancho sombrero de fieltro y ter-ciopelo negro, un calañés de ala llana, llevaba un pequeño pom-pón en la corona y otro justo en el borde.

Los zahones En la casa del abogado, los zahones (fig.370) se guardabanpara usarlos por los jinetes que pastoreaban a los toros bravos. Esta prenda de cuero estaba adornada con largos flecos ycon bordes calados y motivos veteados, silueteados sobre piel de carnero y con unos trocitos de tela. La parte de arriba esta-ba formada por una curva más alta que la del ejemplo hecha en Malpartida de Plasencia. Lo que estos zahones ganaban en lo alto, lo perdían en la pier-na sobre las bandas del muslo. Además habían sido cosidas con hilo a juego en vez de con correas en contraste y así se le había privado del agradable efecto de filigrana logrado porel sagaz chinato. De los zahones de Herrera, el borde inferior estaba cortado con los mismos pequeños festones agujereados que enriquecía una tira atada en lo alto. Zigzags superpues-

tos hacían el patrón principal del borde. En los grande mo-tivos de las esquinas, una línea de elip-ses iban en paralelo con el borde fes-toneado. Las asombrosas áreas blancas

de dos formas de murciélago abrumaban a un débil diseño floral centrado sobre un botónde metal. El motivo que refor-zaba el ojal estaba cortado en una escarapela de ocho partes contenida dentro de un círculo de rectángulos pequeños alter-nados con elipses puntiagudas. Los triángulos tenían de fon-do una tela a rayas , y las elip-ses una piel de cordero blanca. Debajo del ojal, asegurado con un cordón, el motivo mostraba la fecha, AÑO 1935, secciones del patrón del borde principal y filas de galones. Terminabaen flecos cortos. Las escarapelasde los motivos del muslo repe-tían el del ojal. Los lazos de una trenza de cinco hebras estaban envueltos al final con piel decarnero formando unos flecos,debajo del cual colgaban tren-zas más estrechas, tres cortas y dos largas, cada una acabando en una borla de piel de carnero.

Cuero de jabalí El cuero de jabalí, maravi-llosamente curtido, era muy apreciado en la Siberia. Para su hijo, la mujer del abogado había tenido unas alforjas (fig.371)hechas de ello por un maestro del cuero, hijo de un pastor de

cabras. La parte de la piel, más usada, era de un marrón rosá-ceo; el veteado, visible por atrás, mucho más oscuro. El material complementario era la piel de

carnero blanca que ataba los bordes, silueteando motivos calados y galones cosidos en

el finamente festoneado bordesuperior de la solapa del bolsi-

llo. El borde de zigzags super-puestos y la escarapela de ocho partes estaban copiadas de los zahones. Excepto la decoración del bolsillo, el cosido estaba he-

cho a máquina con hilo blanco o de color crema. El accesorio era literalmente unas alforjas,

ya que estaban diseñadas para colgar sobre una silla de montar

La tejedoraiba vestida con

un pañuelo negrode algodón y un

jersey de lana

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de cuero. Hecha con bolsillos de acordeón a los lados, este tipo de bolso estaba de moda entre los cazadores de La Siberia.

Como mochila, estos caza-dores habían adoptado el estilo de un zurrón hecho principal-mente de cuero y decorado con flecos entre las costuras latera-les. La piel podría estar cortada para formar un simple rectán-gulo cuando se doblaba, o las esquinas inferiores se podían sacar en puntos. Una bolsa lle-na con la última forma daba la impresión de las piernas de un niño extendidas para rodear la cintura del portador. La parte de arriba estaba rematada con una banda oscura y un borde atado. Por la banda iban lazos de cuero que, cuando se tiraba de ellos, plegaban la bolsa en los lados de tal forma que pare-cía un cono truncado. El arnés de uno sin terminar (figs. 372,373) era de cuero de vaca. A cada lado una correa que arran-caba desde el borde superior y

otra desde un lazo añadido a un punto de la esquina se juntaban en un ángulo obtuso. Sobre esta junta estaba cosida una correa,

reducida en anchura por flecoscortados en los bordes. Se echa-ba en falta la hebilla y la lengüe-ta para atarse la prenda sobre el pecho. Esta bolsa de cuero, atada por arriba con piel de car-nero blanca, llevaba unos ribe-tes en la parte que más se vestía. Desde arriba venía una banda de flecos sobre la que se aplica-ba un óvalo con largas muescas. Unas aberturas, cosidas con hilo rojo y verde, hacían curvas en forma de C enmarcando la fecha “1948”. Debajo del flecose extendía una pieza redonda, también con muescas en el bor-de y cosida sobre piel de carne-ro y en la cual había dos estre-llas de seis partes y las iniciales “SATO”.

Navalvillarde Pela Un pueblo más pequeño de La Siberia, Navalvillar de Pela,

había sido mencionado por la Sección Femenina como fuente de textiles artesanos. El pintor Covarsí, en una visita por allí en los últimos años 20, encontró a mujeres sentadas en simples portales hilando lana que des-pués colorearían con sus pro-pios tintes hervidos de plantas y raíces para su uso en mantas y en arreos. Hogar de pastores y de agricultores que producen grano y fruta, Navalvillar está situada en la Sierra de Pela en-tre el río Guadiana y el Gargá-liga. Sus estrechas calles bajan desde la iglesia por una cuesta que da al norte. Entrando por la parte baja del pueblo por la tarde, condujimos lentamente entre muros de corrales hasta que las puertas, ventanas y la gente apareció. Ma-nuel empezó a pre-guntar por gasolina, y nosotras por faldas y tejidos. El maestro, un hombre alto y agradable que vestía un abrigo ligero, de-tectó el acento forá-neo de nuestra habla y ofreció sus servi-cios inmediatamen-te. “Por el honor de España” deseaba que los forasteros fueran recibidos con toda la cortesía posible y nos llevó a la oficinalocal de la Obra Sin-dical de Artesanía de la Delegación Nacional de Sindicatos, que tenía a su cargo las artes y oficios del pueblo. Unoficial mandó a por hilanderasque en unos instantes respon-dieron casi corriendo – mujeres pequeñas, de ojos claros reso-plando bajo grandes canastas

llenas de colchas de lana y man-tas con bolas de flecos.

Estas mantas, enrolladas en cilindros, se llevaban en la silla por los jinetes de la romería, o más especialmente en una carrera celebrada el dieciséis de enero en la víspera de San Antón. En todo el trayecto des-de la iglesia hasta la parte baja del pueblo, se prende una ho-guera en cada cruce de calles. Pasando estas hogueras, unos treinta o cincuenta jinetes van corriendo por la cuesta entre luces parpadeantes y sobre un pavimento traicionero. Los ofi-ciales decían que seiscientos u ochocientos podían correr, sin tener en cuenta la proporción de mulas entre los corredores.

En una peregrinación en sep-tiembre a Guadalupe un puña-do de peleños, tanto hombres como mujeres, entraban mon-tados de manera triunfal en la plaza con vistosos arreos e im-presionando más al pintor Co-varsí que cualquier otro grupo

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de peregrinos.

Adornos para caballos Los oficiales acordaron pre-parar un caballo con adornos característicos. Obviamente, si íbamos a beneficiarnos de talgenerosidad, deberíamos que-darnos otro día, y el maestro nos acompañó andando, para no gastar los raídos neumáticos de Manuel, por una calle ado-quinada y pasando por casas sencillas hasta la casa del sacris-tán quien nos dio cobijo.

Después de una noche tran-quila, atendidos con cualquier comodidad que la mujer del sacristán pudo dispensar, vol-

vimos a eso de las diez a la parte baja del pueblo donde las preparaciones estaban empezan-do. En un gran corral, rodeado de escombros y una tapia amari-lla y con vistas a naranjos cargados de fruta, encon-tramos al caballo casi listo, un buen zaino (fig. 377)que, aunque sin

nombre, fue en ese momento bautizado como Lucero por la estrella blanca en su frente. Dos hombres estaban doblando el pelo de su rabo y lo envolvían con bandas de algodón verde que luego cosían fuertemente, disminuyendo así su orgulloso penacho al pobre tronco de un potro rapado para una exhibi-ción en la feria de Sevilla. Sobre su grupa había un pañuelo, una prenda de una novia a su jinete, de lana negra bordado con un diseño floral con hilo rosa, ver-de, amarillo y blanco. El asien-to y la falda de la hermosa silla eran de cuero de jabalí. Una manta yacía sobre el cuello.

Mientras tanto, en el centro del corral, a un joven que llevaba con una camisa blanca de algodón y pan-talones negros le estaban poniendo su madre y una hilandera atenta, la señora Juliana la Gañota, el go-rro prescrito para tales carreras en la

Torrealta de Reyes Huertas así como en Navalvillar. Se reque-ría un pañuelo de seda, de tex-tura compacta y lo suficiente-mente basto para que se mantuviera firme.Estas mujeres usa-ban uno a rayas azu-les, blancas y negras, primero doblándolo diagonalmente. Des-pués, las dos esquinas cuadradas se ataban como una sola con un nudo de largos extre-mos que se separaban y se mantenían firmescon una ramita inser-tada en el nudo. Esta estructura se ponía sobre la cabeza del mozo, los extremos doblados se cruzaban y se ponían sobre la frente, sujeta con alfileres alos bordes del pañuelo, y sobre el cuero cabelludo. Uno podría decir que el pañuelo permane-cía suavemente sobre su cabeza y que los alfileres es-taban discretamen-te puestos. Sobre la cintura otras dos mujeres enrollaban una faja roja de lana, disponiéndola de tal manera que cayese por la espalda. Lo ha-cían con tanto esmero como los ayudantes de un torero que le visten firmemente encontra de la holgura y el desastre. Por en-cima ataron zahones de cuero, que por en-cima se arqueaban incluso más que los de Herrera del Duque.

Cuando el mozo se hubo montado, se hacía patente que

la manta de tonos vivos subor-dinaba cualquier otro detalle. El cuerpo de la manta , aunque au-dazmente rayado, era de menos

importancia que los madroños de grandes flecos, cada uno decasi ocho centímetros de diá-metro, que colgaban de corde-les de azul claro. Al galopar en-tre hoguera y hoguera, las bolas deben danzar y dar saltos sobre

sus cordones como cosas salva-jes. Quizás el rabo del caballo se ata para evitar la distracción del pelo suelto y concentrar el inte-rés en la artesanía del jinete. De

El cuero de Jabalí maravillosamente curtido, era muy apreciado en la

Sibera

iban lazos decuero que, cuandose tiraba de ellos, plegaban la bolsa

en los lados

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colores vivos, aparte del blanco y del negro, estas bolas estaban diseñadas en rayas horizonta-les, secciones longitudinales, zigzags, rombos sólidos y hue-cos y círculos.

Por una manta (fig. 378) exhi-bida en la Artesanía de Badajoz, la señora Juliana había ganado una medalla y un diploma. Sus

dos paneles, con rayas horizon-tales, estaban unidos a un lado con una trenza engalonada que admiramos; la señora la llama-ba cairel. El final de los panelesestaban rematados por flecos

sin cortes, debajo de los cuales colgaban cordones púrpuras que llevaban los ma-droños. Por la raya negra de la mitad de ambos paneles se des-plegaba la leyenda en blanco, SE TEJIÓ EN EL AÑO 1925. Entre rayas de diseño tra-dicional, llamadas de repaso, la señora Ju-liana había tejido en técnica de tapiz mo-tivos copiados de un

libro de ganchillo. Se había ins-pirado también de una fuente similar para unas enaguas blan-cas que llevaban por todo su al-rededor en excelente técnica de tapiz a Caperucita y al lobo en un bosque de altos pinos.

Después de despedirnos de la gente que nos habían dado la mañana para atendernos, le pe-

dimos a la señora Juliana que nos llevase a un sitio tranquilo donde pudiéramos aprender a hacer su trenzado (fig. 379).Ya a salvo en casa de una hi-landera genial, la señora Ana la Trampera, pudimos des-cansar lo suficiente como parapreguntar sobre el constante uso de motes en esta parte del mundo. Cada persona tenía uno, dijo la señora. El padre de la señora Ana había caza-do con trampas y de aquí ella se convirtió en la Trampera. El nombre de la señora Julia-na de la Gañota tenía que ver

probablemente con su voz, pues gañir significa tener la voz ron-ca. Los motes de los hombres eran de vez en cuando bastante feos, pero una vez recibido, un mote debía llevarse sin rencor.

No hay nada que uno pue-da hacer al respecto.

La casa de la Trampera tenía una des-pensa pintada de azul, donde los jamones y los chorizos colgaban de unos ganchos de hierro en el techo ab ove d ado. Las bóvedas aguantaban el peso del gra-no guardado en cubos en lo alto. En otras habitaciones el techo te-nía vigas. Estos interiores eran un poco oscuros, pero la mujer nos condujo a otra casa donde

la hilandera tenía su telar en el corral. Ella estaba trabajando con algodón blanco. Un sumi-nistro de algodón generalmente llegaba en marzo a tiempo para que las mujeres hicieran sacos para el nuevo grano,

Aquí, con abundante luz, la Trampera y una amiga dispo-nían hilos para hilar una trenza. La señora Juliana había cerrado la puerta, y cuando la gente vio que no podían entrar empeza-ron a llamar a las ventanas. “Es-

tamos en camisa”, gritó la Gaño-ta, y el ruido cesó. La Trampera midió seis lazadas de hilo, hizo

un nudo con los extremos cor-tados y los ató a una cinta so-bre su cintura. La amiga cogió los extremos de las lazadas en sus dedos, tres blancos en una mano y en la otra uno púrpura con dos naranja. Estos hilos ha-cían una urdimbre; la trama era una sola hebra púrpura soste-nida por la Trampera. Cuando empezaron a trabajar (fig.380),la amiga deslizaba las lanzadas blancas de su mano derecha a la izquierda, y al mismo tiempo las de color de izquierda a de-

Las mantas, enrolladas en cilindros, se

llevaban en la silla por los jinetes

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recha, cruzando así las hebras y continuando viceversa. Entre

cada cruce la Trampera movía la trama y la sacudía con su mano. Habilidosa por larga cos-tumbre, la amiga podía cruzar y deslizar las lazadas rápidamen-te sin que se les escapara de los dedos, la dificultad principal delas inexpertas. En un instante las mujeres habían hecho cinco pulgadas de trenza.

Deberíamos haber pensado que era la manera más antigua

de hilar si no fuera porque una vez vimos a un joven moro pre-

parándose para tejer con los ex-tremos de los hilos atados a un dedo del pie. Los moros, como los tejedores de Torrejoncillo, hacían sus trenzados sobre la pieza que iban a adornar, co-siendo la trama en el paño des-pués de cada pasada.

Excepto por la campanarien-se que llevaba una falda azul a rayas, las hilanderas de Navalvi-llar de Pela eran las únicas mu-

jeres de la provincia que vimos usando atuendos regionales en días laborales. La falda de La Trampera, hecha de lana con sus manos, estaba diseñada en-tera a cuadros, con un fondo ne-gro cruzado por rosas verticales y horizontales rojos. Como la falda contenía cinco anchos de material, se podía doblar y po-nerse sobre la cabeza (fig.381) yservir de chal. La señora Ana se la puso con perfecta propiedad, sus enaguas eran azul marino y con rayas horizontales de azul claro siendo igualmente elegan-tes. Cuando recogían aceitunas en diciembre y enero, llevaba la parte de arriba de la falda reco-gida en un bulto en la espalda (fig. 382).

Extraído del Libro “Spanish Costume:

Extremadura” Ruth Matilda Anderson

Pags: 299 – 313Traducción:

Fco. Miguel García Barroso

Por una manta, la señora Juliana

había ganado una medalla y

un diploma

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO

Peñ

also

rdo,

el p

asad

oPeñalsordo: de folklore y costumbres en un pasado ya algo lejano

Es bien sabido el cambio experimen-tado en los últimos cincuenta años en el mundo, cambio de todo tipo. Nues-

tro país no podía ser ajeno a esa transformación. Tampoco nuestros pueblos extremeños, por muy mar-ginales que se encontrasen, podían permanecer fuera de este fenómeno universal. El gran motor sin duda de cuanto apuntamos, ha sido la cien-cia acompañada de la técnica y con ellas la electricidad. Nuevos fenómenos so-ciales, la radio, el cine, y muy especialmente la televisión y última-mente el ordenador, han hecho posible el desarrollo pleno de la comunicación entre los humanos. Obvia-mente, ferrocarriles y carreteras tuvieron también su protagonis-mo desde épocas atrás en nuestras ciudades y pueblos. Todo este fenómeno expresado, que hemos de definircomo progreso, dio “al traste” con un tipo de vida tradicional transmitido de gene-ración en generación durante siglos y siglos por nuestros antepasados. Cultura popular, costumbres, fo-lklore…, en resumen, modos de vida, fueron evolucionando a una velocidad desacostumbrada para los hombres.

Peñalsordo como paradigma La carretera llegaría al pueblo en los años veinte del pasado siglo; el ferrocarril nunca lo hizo. La luz eléctrica, muy deficiente, se ins-taló por los mismos años. El cine, primer fenómeno de masas en el pueblo, apareció a finales de loscuarenta, al tiempo que dejó de re-presentarse el teatro hecho por ac-tores aficionados locales (la últimafunción del “Auto de los Reyes Ma-gos”, tradicional desde siglos atrás

y puesta en escena con frecuencia, tuvo lugar en 1945. Poco después, paradójicamente, se inaugurarían dos cines). Y si bien es cierto que hubo alguna función teatral es-porádica de tema profano, desde 1964, con motivo de la inaugura-

ción de la nueva iglesia, nunca más hubo ninguna otra representación. La radio llega muy a comienzos de los cincuenta, y la televisión, el ma-yor fenómeno de masas de todos los tiempos, ya a finales de los se-senta. El ordenador, como es bien conocido, recientemente. Mas hasta la implantación de to-dos estos medios de progreso, la gente vivía ajena a cuanto descono-cía. La vida en el pueblo transcurría sencilla y lentamente. Los hombres y mujeres se dedicaban a sus traba-

jos de siempre; los primeros, en general, a las faenas del campo, y tras las mismas, muchos eran asiduos a visi-tar la taberna; las segundas también a sus ocupaciones domésticas, propias de “su sexo”, como recogen algu-nos documentos. Los niños a sus juegos; abundantes y variados juegos infantiles, y ante la falta de juguetes industriales por la escasez de dinero, se usaba el in-telecto para proporcionar-se cada cuál a sí mismo su respectivo instrumento de diversión. Entre tantos jue-gos como había entonces, el trompo y los bolindres eran los reyes de los mis-mos. El fútbol llegaría más

tarde, a finales de los cincuenta.Otros deportes nunca existieron. Y los jóvenes, cómo no, con toda una vida por delante, se afanaban en buscar y encontrar una novia con la que formar una familia tradicio-nal. Habían de valerse de cuantas

La carreterallegaría al pueblo en los años veinte

del pasado siglo

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INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO

artimañas poseían. Los desaires obligados de las muchachas les hacían ser con frecuencia tena-ces y pillos, y, conseguido el ob-jetivo, formar un matrimonio, que será “para siempre”. En tor-no a estos hechos, aparece una parafernalia propia de la edad y que era transmitida por lugare-ños algo mayores.

Folklore Un elemento importante en-tre estos jóvenes de los años cuarenta y cincuenta –se usaba más las palabras mozo y moza-, para conseguir sus objetivos, fue el uso del folklore autóc-tono; folklore que había ido transmitiéndose por generacio-nes de forma espontánea, pues lo popular y tradicional “cam-paban” con la más firme natu-ralidad. Hoy aquellas formas de expresión juvenil están diluidas si no desaparecidas. Algunos aún podemos dar fe de ellas por

haberlas vivido. Y si bien mis vivencias fueron escasas por haber vivido prime-ro en el campo y más tarde como inter-no entre los padres claretianos de Don Benito, sí tengo sufi-cientes conocimien-tos para reflejar enestas líneas aquellos recuerdos de infan-cia y juventud. Mas si hay alguien que desconozca su ubicación, Peñalsor-do es un pueblo de la Baja Extremadura, a caballo entre las co-marcas de La Sere-na y la mal llamada Siberia Extremeña. (Por los años que

aquí referimos siempre se decía comarca de Los Montes). La población por entonces en Pe-ñalsordo rondaba los cinco mil habitantes. El descenso de sus moradores, como sucediese por el mismo tiempo con otros pue-blos de ambas comarcas debido a la emigración, nos ha llevado hasta la lastimosa actualidad, donde sus vecinos se han reducido en dos terceras partes. De costumbres y folklore propios Se daba en el pasado –aún hoy permane-ce en algunos casos entre poblaciones vecinas en nuestra Región-, los enfren-tamientos dialécticos con chascarrillos, dicterios o decires

entre los habitantes de Peñal-sordo y Capilla. Y eran bastante recurrentes. De mis años de in-fancia me viene el recuerdo de algunas de esas coplillas que da-ban lugar a ese tipo de chanzas dedicadas a nuestros vecinos capillenses o “capillúos”, como se conocían. Adelantemos ya que las fiestas populares duran-te el año eran escasas; apenas si se celebraban los domingos. “Al que celebra todos los santos, le amortajan con matrancho (mastranzo)”, decía el refrán popular. Por eso las fiestas eranmuy esperadas: Año Nuevo o Día del Niño, Reyes, San An-tón, San Sebastián (estas dos úl-timas se celebraban en Capilla), la Candelaria, Carnavales, San José, Semana Santa, la Cruz, San Isidro, el Corpus Christi y su Octava, Santiago, Santa Ana, San Pantaleón, la fiesta de la Pa-trona -la Virgen del Carmen-, los Santos y día de Difuntos, la Purísima, Navidad y Año Viejo. Éstas eran las más reconocidas. Hemos de añadir las bodas, que eran todo un acontecimiento entre los familiares de los no-

vios, y las matanzas. Y bien, en San Antón, 17 de enero, los mo-zalbetes de Peñalsordo intenta-ban el asalto al ruinoso castillo de Capilla, defendido asimismo por los muchachos de este pue-blo. Se intentaba con piedras de escaso tamaño lanzadas por la mano o con hondas portadoras de piedras parecidas. A su vez los atacantes eran repelidos con el mismo sistema y el mismo entusiasmo por los atrinchera-dos defensores de la fortaleza medieval. No se tiene constan-cia de que la muchachada pe-ñalsordense consiguiese alguna vez su soñado objetivo. Sí se co-noce de alguna descalabradura de estos emuladores soldados, mientras veían frustrado su empeño. Pero a cambio una y otra vez se resarcían recitando la quintilla que hasta nosotros ha llegado: Otras coplillas sin duda menos peyorativas iban dirigidas a San Antón o San Sebastián, festivi-dades con tan sólo tres días de diferencia. Recogemos éstas:

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“Los marranos capillúos,

tan valientes como eran.

Nos subimos al castillo,

les quitamos la bandera

y también los calzoncillos”.

“Si el peñón de Capilla fuera de azucár (sic), ay, ay, fuera de azucár (bis), más de cuatro golosos chupa que chupá, ay, ay, chupa que chupá (bis) Qué bonita eres, que guapa que vaas, que bien te diviertes cuando´al baile vas, ay, ay, cuando al baile vas (bis)” *** “¿Qué haces ahí moza vieja que no te casás (sic) (bis) que te vas arrugando como las pasás (bis).

Que dame la manó que resalada estás. Dámela con firmeza lechuguina de mi amor para ir a la verbena solitos los dos. Que salga la dama, dama vestida de marinero que vale más pesetas que estrellitas tiene el cielo. Lucero del alma mía, lucero de mi querer, los pollos de la cazuela no los saben componer. Que son para ti mi vida, que son para ti mi amor, que son para la muchacha que lo componga mejor.

Todo este repertorio habrá ido acom-pañado de palmas rítmicas. Estas coplas se cantan formando doble fila, mientrasuna pareja se pasea de forma rápida entre ambas filas en sentido contrario. A conti-nuación la pareja se para enfrente uno de la otra en los extremos. Y tanto el mozo como la moza moverán la cintura de forma acompasada y las manos en sus caderas o cuadril, al tiempo que vuelve la copla ento-nada por todos:

Tonás de quintos y jotas Hasta mi época llegaron algunas tonás de quintos que repetían mis paisanos en

fiestas, preferentemente cuando se tallabany “hacían el arco”, o por carnavales. Eran cantos de jóvenes que se divertían, a veces algo pasados de bebida. Muchas de estas tonás procedían de los años veinte cuando los mozos se incorporaban a filas, especial-mente en África, que fueron pasando por generaciones:

Ese cuerpo, ese talle, ese poquito meneo. Ese cuerpo saleroso, que vale tanto dinero. Alirín, alirón, que salga usted, mi amor, que vale más pesetas que estrellitas tien´el cielo. Lucero del alma mía, lucero de mi querer, que son para la (aquí se nombra una persona) que lo sabe hacer mejor”.

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(Estribillo)

“Cantar quintillos, cantar, cantar y no tengáis pena, qu´a la tierra donde vais,también hay güenas morena. Los quintos, los quintos, los quintos se van, las pobres las madres cuanto llorarán (tris) los quintos, los quintos, los quintos, se van. Si te toca te jodes, que te tienes que dir, que tu padre no tiene para librarte a ti (tris). Si te toca de jodes, que te tienes que dir.

Quién el la zorra que ha dicho (bis) que los quintos tienen pena, que se preparen las mozas al entrar eén Villanueva. A Melilla voy a dir (bis) a por una melillanaaa, porque las de este paiiís espigan peeero no granan. Melilla voy a dir (bis) montadito en una liebre, para que digan los moros: qué caballoo tan alegre. Y se llevan a mi Antonio,madre los quintos se van. Y se llevan a mi Antonio, ya no tengo quien me traiga horquillas paara mi moño”.

Otra toná es idéntica a la anterior, cambian-do tan sólo los nombres de Antonio por Pepe y moño por el rodete. Hasta aquí las manifestaciones expuestas son las que han llegado a mí de forma directa. Pero otras en forma de jotas me fueron trans-mitidas hace muchos años por mis tíos-abue-los Francisco Zarcero y Crisanta Mora (ambos habían nacido en 1900), que se dedicaron en cierta medida a la música, como lo harían más tarde sus hijos. He aquí tres jotas de sus años jóvenes:

INVESTIGACIÓN DE FOLKLORE. PEÑALSORDO, UN PASADO LEJANO

“Mañana voy a lavara la Fuente del Tejar,si quieres que te le lavedame el pañuelito, Juan. *** Mañana voy a lavar a la Fuente del Madroño, si quieres que te le lave dame el pañuelito, Antonio. *** Mañana voy a lavara la Fuente la Jarrera,si quieres que te le lavedame el pañuelo, Manuela”.

“Ya no tiene Juan “el Chulo” su novia cantarranera, que la tiene en la Calucha y es una gran costurera”.

También de principios del pasado siglo son estas dos coplas populares:

“Tenemos fuente en la Plaza alumbrada con bombillas, pero como no da aguaque se vaya a hacer morcilla”

O esta otra algo anterior:

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La Octava del Corpues Christi y las mojigangas Es suficientemente conocida la Cofradíade los Soldados del Santísimo Sacramen-to o Hermandad del Señor en Peñalsordo, fiesta declarada de interés turístico tanto anivel nacional como regional. En la víspe-ra de su Octava se recitan desde el balcón del Ayuntamiento, recibidas con gran ex-pectación las llamadas mojigangas. Todos los años algunos hermanos de la Cofradía pronuncian versos más o menos medidos y rimados que recogen los acontecimientos

más jocosos acaecidos durante el último año en el pueblo. Por lo general a través del tiempo estas mojigangas fueron destruidas una vez ofrecidas al público. No obstante, en los últimos años se han ido guardando recogidas en papel. Algunas han sido publi-cadas en mi folleto “El Corpus Christi y su Octava en Peñalsordo”, con cuatro edicio-nes diferentes. Una de las mojigangas del primer tercio del pasado siglo, que es una auténtica rareza, ha llegado a nuestras ma-nos en fecha reciente. Nos la ha proporcio-nado el vecino del pueblo Manuel Sánchez Tamurejo. Verdaderamente está en conso-

nancia con la poesía popular, pues es ésta la esencia de tales poemillas. Se trata de una de las muchas que creó y recitó el co-frade Emiliano Serrano, padre de otro co-frade, Francisco Serrano “Tinajas”, a quien sí hemos conocido ya mayor, y cuyas mo-jigangas eran muy celebradas por los años cuarenta-cincuenta por los asistentes a las mismas. He aquí la de Emiliano, como se observa muy personal:

“No quiero estar en el pueblo, me molesta la bullanga.Yo me marcho a mi cortijoque tengo en la Piedrasanta.Por la mañana temprano,así empieza mi trajina:Echo de comer los guarrosy después a las gallinas.Veo de pasar el tren:el mixto, el mercancías,el rápido y el exprés.Si miro para el salienteveo el castillo Madroñizcon su fuerte torreón.En medio del centro un salón,en “ca” costero un escudo,y aunque son testigos mudosbien indican lo que son…Del conde Osuna, blasón.También veo Los Agallares, (una elevada sierra)

que domina a Villanueva, domina a La Serena,Don Benito y Badajoz”.

Alejandro García Galán

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OficiosANTIGUOS

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OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE

Ganadero y Artesano del Mimbre

En busca de oficiosantiguos llegamos hasta la casa de Joa-quín Casado Quin-tana, y Antonia Moreno Mora, este

amable matrimonio nos abrió las puertas de su casa de par en par.Nada más entrar en casa de Joa-quín y Antonia nos encontramos presidiendo su salón un precioso cuadro de las manos de nuestro entrevistado trabajando la mim-bre... Antonia nos aclara que la autora del mismo es una prima suya, Isabel. Justo debajo del mis-mo Joaquín se hallaba “vistiendo el asiento” de una silla.

Joaquín era ganadero, y ha sido aficionado de toda la vida a reali-zar trabajos con mimbre, bayun-co, corcho... . Desde que se jubiló dedica a esta labor mucho más tiempo, aunque cuando trabaja-ba, sentado cuando no cuidaba el ganado, se dedicaba a realizar los trabajos más labrados.

Una de las primeras cosas de las que Joaquín se lamenta es que ya no puede ir a coger sus materia-les al río, porque está penado por la Ley, por la protección de aves acuáticas. Tiene que pedir permi-sos especiales, por lo que cada vez es más difícil conseguir la materia prima para trabajar.

Todos sus trabajos los realiza por encargo, y sobre todo a per-sonas amantes de las tradiciones. Actualmente está restaurando ar

te y

mim

bre

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OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE

muchas sillas y cosas antiguas. Un trabajo, que si se tuviera que pagar no tendría precio. “Dr. Bayunco” le apodó de modo ca-riñoso un Sr. al que le preparó una colección de sillas.

Le preguntamos a Joaquín si sería posible que nos mostrara alguno de sus trabajos, y muy amablemente y poco a poco nos fue enseñando verdaderas maravillas. En primer lugar, una costera de mimbre, mate-rial que según él se cría en los cascajales de los ríos, garrafas forradas también de mimbre, cestas, costeras... y se quedó con ganas de enseñarnos un pe-queño chozo que se había lleva-do su hijo.

Por si eso nos parecía poco nos deleitó con el asiento de una silla de más de treinta años... nosotros como ignorantes que somos en la materia le pregun-tamos que si estaba realizada de cuerda y nos dijo que sí. Pero.. cuerda realizada con sus propias manos de juncia. Res-pecto a la pregunta de ¿cuánto tiempo se puede dedicar por ejemplo a vestir una silla con cuerda? Joaquín nos dice, que bastante. Dedicándote solo y exclusivamente a eso, aproxi-madamente día y medio, eso sí, teniendo la cuerda ya hecha. Y el tiempo de la cuerda nos dice que no sabe calcularlo, porque antiguamente cuando iba con el ganado se iba entreteniendo en torcer la misma. Las cuer-das según recuerda las hacían de tres “brazás” para que no se enrollen mucho cuando estás enhebrando.

Ante la pregunta de quién le

enseñó el oficio, Joaquín nossorprende diciendo que nadie, que es autodidacta, porque él simplemente lo ha visto hecho

y lo ha deshecho para fijarsey aprendiendo de sus propios errores, ha ido aprendiendo.

Después de un buen rato de conversación Joaquín nos ense-ña el material que utiliza para trabajar, bayunco, mimbre, esparto bravío, juncia, y sin pensárselo mucho nos muestra como se tuerce la misma para realizar la cuerda de la que an-tes hablamos. Los cordones los realiza de cuatro ramales por-que según él de tres los hace cualquiera. La mimbre nos dice que se cogía en las mimbreras que se crían en los cascajales de los ríos. Para seguir el proceso Joa-quín nos explica que cuando lo corta está verde, y el material hay que pelarlo con dos pali-llos “estilo tijera”. Todo esto hay que hacerlo cuando sea su tiempo, más o menos en Junio. De no ser así, si se cortara an-tes de tiempo las “puntitas” de la mimbre se van, y si se cor-tara más tarde ya no se podría pelar. Después de este proceso hay que curarla al sol, y una vez seca hay que echarla un poco a remojo para trabajar con ella humedecida. El bayunco sigue para prepa-rarse un proceso similar, pero no idéntico, como cuando se coge está verde hay que curarlo al sol, a modo de abanico abier-to atado de un lado. Además hay que darle dos o tres vueltas porque necesita más soleo que la mimbre. Para trabajar este material también hay que hu-medecerlo.

Ante le pregunta de qué fue lo primero que realizó nos dice que fueron unas sillas cuando él estaba en “La Veguilla”.

Nos muestra tres “pa-los” el mayor de ellos nos dice

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OFICIOS ANTIGUOS. GANADERO Y ARTESANO DEL MIMBRE

que lo utiliza para rellenar, por-que como el bayunco lo traba-ja húmedo, cuando finaliza devestir el asiento de la silla, re-llena la parte de aba-jo con unos cuantos bayuncos más. Otro lo utiliza para coser y el otro para recorrer, por si cuando está trabajando se monta-ra algún bayunco.A la hora de traba-jar nos dice que por ejemplo para hacer una costera, hay que echar unas guías de-terminadas porque si no, no te sale bien. Las guías tienen que ser pares, en cambio la “pleita” hay que trabajarla con nones.

El chozo Hablando, hablando, Joaquín nos dice que el otro día le salió un pretendiente para hacer un chozo, pero de los grandes, dijo que no, porque para hacer un chozo en condiciones se pre-cisa mucho. Él ya hizo en su momento muchos chozos, y a continuación nos contó que lo primero que hay que hacer para fabricar uno es coger la made-ra y saber el tiempo en que hay que cortarla, cuando no corre la sabia, porque si no, no haces de la madera lo que quieres. La madera preferiblemente debe de ser de álamo negro. Hay gen-te que lo ha hecho de eucalipto, pero una madera no es compa-rable con la otra. Una vez hecha la estructura, hasta el aro gordo se hace de espadaña, porque une más o de bayunco, porque es más abrigada la parte de aba-jo. Y del aro gordo hacia arriba, si lo había, porque hoy casi ni lo

hay se hacía de bálago, al tener mejor salida de humo. Joaquín nos dice que el construir un chozo es como cuando tenemos

albañiles, cada uno trabaja de una manera. Nos dice que en la parte de abajo también echaban como un visillo de bálago por-

que es más duro y no se estro-pea tanto como el bayunco. Joa-quín nos dice que en un chozo, mientras más llueva, menos se

cala, porque hincha. Antonia y él nos recuerdan que estuvieron veintiséis años trabajando en “La Veguilla” y viviendo en un

chozo. Estaban a cargo de gana-do vacuno de leche. La verdad es que estuvimos maravillados de tanta sabiduría

y tanta amabilidad y a modo curioso cuando ya nos venía-mos, Joaquín nos explicó una comida que le encanta y que

algunos de nosotros descono-cíamos, la trincalla. Lleva los mismos ingredientes que el ga-zpacho, y en vez de picar el pan

y echarlo migado, como lo migamos con las manos, se tiene que hacer trozos grandes, una cosa regular. Luego añadimos el poquita agua, el tomate y el gui-se de guinda, vi-nagre..lo das una vueltecita y coges la botella de aceite y a “estilo coruja” echas tu aceite y en lugar de coger

una cuchara utilizas el tenedor. Generalmente se hacía con el pan bien asentado que no se es-panzurre mucho . Y así puedes pinchar el pan, puedes pinchar el tomate y ahí se junta todo. En definitiva, Joaquínnos demostró que es un gran maestro del saber popular.

MIL GRACIAS, JOAQUÍN Y ANTONIA.

Genari Moreno Casado

Juan F. Valadés Sauceda

Mª Teresa Sánchez Casado

Manuel García-Adámez Sosa

...la trincalla, lleva los mismosingredientes que

el gazpacho, el panen trozos...

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OFICIOS ANTIGUOS. PRIMER ELECTRICISTA AUTORIZADO

elec

trici

dad

auto

rizad

a Primer instalador electricista autorizado en Don Benito

Como al parecer lo que queréis es que os de una explica-ción de mi trayec-toria en el sector eléctrico, paso

a reseñar algunas explicaciones y anécdotas de mi larga vivencia como instalador electricista (el pri-mero autorizado en Don Benito).

Me establecí en el año 1953, tiempos difíciles y de escasez, pues para conseguir un Kg. de cobre nue-vo, teníamos que en-tregar kilo y cuarto de cobre en chatarra, además de pagarlo, y para conseguir una bombilla nueva, ha-bías de entregar el casquillo de la vieja.

Esta escasez unido a mi escaso poder adquisitivo y la mala calidad del material existente por aquellos entonces, hacía que tuviera dificultadespara desarrollar en condiciones normales mi trabajo.

A todo esto, había que añadir, que las empresas distribuidoras de energía, no admitían que los insta-ladores pudieran desarrollar libre-mente su profesión, lo que puede dar una idea de la lucha que tenía que mantener para poder trabajar y sacar adelante un negocio.

En esa época, las instalaciones se hacían con cables flexible trenzado,sobre aisladores de porcelana, el cual estaba revestido con una capa de goma que se endurecía y se res-quebrajaba, y esta a su vez revestida con una capa de algodón.

Tipos de instalación Las instalaciones empotradas se

hacía con tubo de cartón embrea-do, forrado con una fina lámina dechapa; a dicho tubo se le denomi-naba “bermang”. El hilo, al que se llamaba IKB, era rígido, forrado con una pasta de goma y algodón de color negro.

La anécdota Como anécdota, puedo contar,

que mi padre, que no era del oficio,un día llegó a casa muy orgulloso contando que le había dicho D. Manuel Camacho Galván, un no-tario en Don Benito, que a su hijo le veía como para formar una em-presa y dirigir a varios empleados; yo entonces me eché a reir, pues lo veía extraño e imposible de llevarlo a cabo.

Años más tarde comprobé que D. Manuel pronosticó bien, y comprendí el refrán popular que corría por Don Benito, y que decía algo así como: Si D. Fulano andu-viera, D. Beltrano oyera y D. Manuel Camacho viera, no habría hombre...

Estas tres personas, eran muy emprendedoras a pesar de sus faltas físicas, pues D. Manuel tenía gafas de bas-tantes dioptrías.

Hoy para mí es una satisfac-ción haber formado a buenos profesionales y empresarios del sector eléctrico y desde aquí quiero felicitar al gru-po Caramancho por su larga

trayectoria y múltiples éxitos.

MauricioGutiérrez Ortíz

Las instalaciones empotradas se

hacían con tubo de cartón forrado

con chapa

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PIDE un buen

SURTIDO DE TAPAS

con unas BUENAS CAÑAS

OFICIOS ANTIGUOS. FAENAS DE NO OLVIDAR, ENCAJAR PAJA

Faenas de no olvidar:Meter o encajar paja

Siempre que trato con hombres del campo, pienso en lo mucho que ellos saben y no-sotros ignoramos, y en lo poco que a ellos

importa conocer cuanto nosotros sabemos. A. Machado

Pasan las etapas. Alrededor de la memoria me surgen ciclos de la vida en nuestros pueblos y que por mucho tiempo que pase siempre vivirán.

EncerrarPaja Una vez finiquitadoAgosto, terminado el trabajo de las E R A S, comenzaba la taraea de meter o encerrar paja. La tarea de llenar los pajares en bien conoci-da por todos los que re-basamos el medio siglo de edad. Todos recor-damos aquellos trabajos de belleza expresiva que desgranaban aquellos hombres en función del acto recordatorio que nos legaron.

NO es de buena inteli-ganciaDejar paja a la inclemencia,Pues si es recio el temporalLa suele dejar muy mal.

Llegaban los carros cargados de la rubia materia, carros que pre-viamente se habían acondiciona-

do con estacas, anchas redes y bol-sas, ya que al ser cosa muy ligera podían cargarse al máximo de su capacidad. No hay duda de que tales fae-nas arraigaran en lo más hondo de todos nosotros, y es agradable ob-servar como en el transcurso del tiempo son puntos patriarcales en nuestra memoria. El cargador en la era, estaba pro-visto de una gran BIELDA, ya que el carrero tenía la misión de tupir y retupir la paja en el carro, para

que el porte cundiera.

Si la paja tú malgastasPor más que abunde no basta.

Por la mañana A primera hora de la mañana, como una gran procesión comen-zaba la llegada de carros que se repartían por todas las calles del pueblo, con una musicalidad de traquteo y cantares mezclados con el crujir de látigos y el RIA-BO que era la voz de mando del carrero en ordenar a la yunta, para su buena circulación por las calles empe-dradas de las Villas. Son humildes

y simbólicas pinceladas del mismo quehacer sinfónico y poético de nuestros oficios.

Quien paja no guardase cuan pudiereNo la tendrá cuan quisiere.

La descarga Llegados al punto de destino comenzaba la descarga en la “PAJE-RA” donde la materia transportada quedaba lista, para por mano maestra ser bieldeada por el “AVENTAERO” al interior del pajar,

donde los muchachos siempre mandados y vigilados por una persona mayor se les ordena la ta-rea de extender y repartir la paja con horcas o bieldos por todos los puntos del pajar. Entre los rasgos típicos que hacen inconfundible m

eter

o e

ncaj

ar p

aja

No es de buena inteligencia dejar paja

a la inclemencia...

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OFICIOS ANTIGUOS. FAENAS DE NO OLVIDAR, ENCAJAR PAJA

nuestra cosas, podríamos citar muchas más sobre la particularidad y su fuerza de prestancia a través de los tiempos.

Hacer asiento Todos los participantes corrían y saltaban para que la paja fuera haciendo asiento, aumentando la capacidad del pajar. El tra-to con la paja era diverdido a pesar de que a veces resultaba algo molesto.. ¿De dónde podría venir esta costumbre tan genera-lizada?. Difícil es precisarlo, toparíamos con los archivos mohosos y desvencijados de los siglos. Los que se encontraban dentro del pajar eran sufridores del sudor y del tamo que quedaba pedado a la piel.. La cabeza se rpotegía con pañuelo y sombrero, aunque no impedía que ésta quedara revuelta por todos los componentes resultantes, que esta faena comportaba.

El dinamismo no faltaba, había que lle-nar uno o varios pajares, para que durante todo el año no faltara en los pesebres del ganado de labor y otros menesteres.

En diciembre has de mirarLo que se bajó el pajar.Hay tiempos que podríamos exprimir por el sentido existente y misterios que nos in-troduce en el sentir amoroso de nuestras cosas.

Entre carro y carro, en esa espera se or-ganizaban juegos de entretenimiento, los más revoltosos se empleaban en enterrar a algún compañero entre la paja, del ancho y mullio colchón que era el pajar.

Para días de holganza Terminaba esta obligatoria faena, ya cer-cana a la fechas de ferias y fiestas. Estemenester siempre proporcionaba unos in-gresos extras para esos días de holganza, con los que se hacían más llevaderas y ol-vidadizas todas estas rudas faenas a través de los estilos y de los tiempos.

Quien paja no guardase

cuan pudiere, no la tendrá cuan

quisiere

los participantes saltaban para

hacer asiento y aumentar así la

capacidad del pajar

En diciembre has de

mirar lo que se bajó del pajar...

LorenzoMedel Romero

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Juegos TRADICIONALES

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Juegos Tradicionales (III)

Continuando con el artículo publi-cado en el núme-ro an-terior, n o s

centraremos en esta ocasión en juegos lleva-dos a cabo sin otro ins-trumento que el propio cuerpo, ayudado por algún elemento extraño que le sirviera de suje-ción. En este grupo de jue-gos vamos a enumerar tres: MOSCA ARRIBA O ABAJO, ENTERA Y ENTERA CORRIDA.

MOSCA ARRIBA O ABAJO:

Es un juego que se jue-ga por equipos, se han de hacer dos grupos, normalmente de niños, y se estable-ce un sorteo, para ver cuál de los dos equipos la “jincan”, una vez establecido el turno, el equipo que le toca “jincar”, se agrupa de tal ma-nera en hilera, de forma que el prime-ro de ellos inclinado hacia delante aga-rra algún elemento cosistente con sus manos (normal-

mente la reja de alguna ventana), mientras que los demás miembros del grupo irán agachándose y en-

trando su cabeza entre las piernas del que le precede, hasta que todos ellos estén perfectamente forma-

dos. Los miembros del otro equipo, teniendo en cuenta las habilidades de cada cual, irán saltan-do encima de tal forma que no han de modifi-car su postura después del salto. Una vez todos ellos encima, si han sal-tado convenientemente y han ajustado adecua-damente sus posturas, irán diciendo “¿mosca arriba o abajo?”; si los miembros del equipo que “jinca” intuyen que no se caerán o que no modificarán su postu-ra, dicen “abajo”pero si sospechan que pueden sufrir algún movimien-to o que simplemente,

pueden caerse, en-tonces aguantan y dicen “arriba”, para tratar de ser ellos los que la próxima vez salten encima.

ENTERA: Uno de los juegos más clásicos, no sólo lo jugaban los niños de corta edad, sino que incluso los mozalbetes también lo practicaban.Su práctica era lle-vada a cabo por un ju

egos

y tr

adic

ión

JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES (III)49

establecido el turno, el equipo que le toca “jin-car”, se agrupa

en hilera

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JUEGOS TRADICIONALES. JUEGOS TRADICIONALES (III)

grupo de, normalmente, niños, en un número no inferior a tres y máximo el que el grupo acordase.Se comenzaba a jugar cuando se había sorteado quién hacía de “burro” (e que la “jincara”, una vez conocido el burro, éste hacía una raya en el sue-lo, poniendo una pierna a cada lado de la raya, apo-yando sus brazos en las rodillas y entrando su ca-beza hacia el pecho, con la intención de no sufrir ningún golpe (bien desagradable por cierto).

Comenzaban a saltar los demás miembros del grupo, hasta que todos lo habían hecho sin fallos; entonces el burro daba un paso delante de la raya, quedando de esta forma un espacio entre la raya y él mismo, de esta forma los demás miembros del grupo de-bían volver a saltar desde la raya sin pisarla y sin rozar al burro, nada más que apoyan-do las manos en sus espalda. Si alguno no cumplían estas normas pasaba a ser “burro”. Cuando todos habían finalizado de saltar, elburro se alejaba otro paso de la raya y se comenzaba de nuevo.

Cuando algún saltador entendía que no podría saltar la distancia entre la raya y el burro, sin pisar la raya y sin dar al burro, pedía “media”, esto significabaque entre la raya y el bu-rro, podía tener un apoyo en el suelo sin incurrir en falta y continuar jugando. A medida que la distan-cia entre la raya y el bu-rro se hacía más grande se podía pedir “tercera”, “cuarta”, etc. enumeran-do así el número de apo-yos que se podían hacer en el suelo entre la raya

y el burro sin incurrir en falta. Evidentemente sobra decir que aquel que co-metiera un fallo en cual-quiera de sus “rígidas normas”, pasaba a “jin-carla”.

Una variante de este jue-go es:

ENTERA CORRIDA: El juego comenzaba de manera asimilar al ante-rior, eligiendo un burro

que la “jincase”. Una vez establecido esto, los demás miembros del grupo hacían una fila e iban saltando sobre él; a medida queiban saltando, a su vez, se colocaban hacien-do de “burro”, de esta forma se iba ejecutan-do una cadena que permitía recorrer calles y plazas al tiempo que se iba jugando.

Estos juegos normalmente se practicaban, bien en primavera, bien en otoño, cuando el tiempo era agrabable, pues el verano con sus rigores no invitaba a hacer tanto ejerci-cio y en el invierno, eran mucho más fre-cuentes otros juegos como “La mocha”, “El repión”, “La picota”, etc.

Como demuestran estos juegos, no son necesarios artilugios ni máquinas para pa-

sar el tiempo libre, sólo se requiere un grupo de per-sonas puestas de acuerdo para hacer de la calle o la plaza un lugar de encuen-tro.

JoséIsidoro Ruiz

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eran frecuentes otros juegos

como “La mocha”, “El repión”, “La

picota”, etc...

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Gastronomía TRADICIONAL

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO

el c

omer

del

refra

nero

La Alimentación y el Refranero

Hace varios años me en-cargaron un libro sobre recetas de los años del

hambre. Con este motivo reco-rrí pueblos de toda la geografía española, intentando recuperar aquellas recetas. He de reconocer que no lo conseguí, me quedé es-tancada en unas treinta, pero al mismo tiempo que me daban las recetas, me contaban anécdotas, refranes y cosas relacionadas con su modo de vida y decidí que eso no se podía perder, que había que recuperarlo y darlo a conocer, pues, para nuestro bien, nos guste o no, es nuestra herencia y no la debe-mos perder.

Ardua tarea Los refranes que me contaban, los fui recopi-lando y luego aumentán-dolos, después de indagar en bibliotecas y con otras personas de unas edades similares a las anteriores. Son refranes relaciona-dos con la aldea, que van desde la plantación de un producto hasta que este acaba su existencia en el plato. Lo mismo ocurre con los animales: hablan de la cría, desarrollo y posterior consumo, tal cual, o bien en forma de embutidos, jamones, etc..

En las aldeas, cuando era invierno y caían grandes nevadas, no cómo

ahora, la gente se reunía en una casa (así ahorraban leña), y comenzaba

la tertulia, las mujeres hilando o cosiendo, los hombres charlan-do alrededor de una botella de coñac, o reparando los aperos, y los niños jugando alrededor. No existían las televisiones, ni siquiera las radios, y lo que allí se hablaba se pasaba de generación en generación como una rica tra-dición oral.

Los niños desde pequeños sa-bían orientarse mirando al cielo, así como saber si al día siguien-te llovería, por la disposición de las nubes, el color del amanecer o del anochecer, etc.. tenían un

gran aliado en el santoral, que re-gía desde tiempos inme-moriales las labores del campo.

Que no desaparezca Era una cultura popular muy arraigada que con el paso del tiempo, la tele-visión y los ordenadores ha dejado prácticamente de existir, y que es lo que pretendo que no desapa-rezca, que salga a la luz para orgullo de todos.

Todo esto ha dado como resultado la publicación de mi último libro: “Re-franero Gastronómico”, que si no estoy equivoca-da, es el único que existe sobre este tema en Espa-

ña. Como homenaje a estos hom-bres y mujeres, os dejo algunos de estos refranes.

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Son refranes de la aldea, que van

desde la plantación hasta

el plato

La dificultad por conocer los inicios estriba en la falta de

documentación...

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO

• A boca de borracho, oído de cantinero• ¡ A buena hora pidió el Rey gachas!• A cada uno le toca escoger la cuchara con la que ha de comer (en el campo)• A la bota dale beso después del queso• A mordedura de alacrán, busca vino, busca pan, que mañana te enterrarán• A qué buscar pan de trastrigo, siendo tan bueno el de trigo• A quién a soplos enfría la comida, todos le miran• A quien no tiene hambre, Dios le llena los graneros• A unos les llenan el tazón, y a otros les dan con el cucharón• Abejas sin comida, colmena perdida• Abejas y ovejas poco rinden en mesas ajenas• Agua de primavera, si no es torrencial, llena la panera• Agua del Tajo, infla la tripa y afloja el badajo• Ajo, sal y pimiento, y lo demás es cuento• Al buen vino no le busques abolengo• Al comer y al cagar, prisa no te has de dar• Al mal cocinero le estorban hasta las cucharas• Al galgo más lebrero se le va la liebre en enero• Al que no siembra, Dios no le da cosecha• Al queso y a la mujer, de vez en vez• Amigo por amigo, el buen pan y el buen vino• Amigo, te guardé un higo, pero como no te vi, me lo comí• Amistad, la que quieras, pero la cebada, a veinte la fanega• Año bisiesto, ni cuba, ni cesto• Atún de ijada, comida regalada• Aún no eres alcalde y ya quieres comer de balde• Bachiller en medicina, confunde el vino con la orina• Bautizar es dar nombre, menos al vino, que se lo quita• Bendita sea el agua, por sana y por barata• Boca que bosteza, estómago que hambrea• Bocado de pan, rajilla de queso, y de la bota un beso• Buena vida me paso, buena hambre me rasco• Bueno es que haya ratones, para que no se sepa quien el queso come• Buenos son barbos, cuando no hay truchas a mano• Buñolero, a tus buñuelos• Cabras muertas de hambre no las ha visto nadie• Cada pan cuesta su afán• Caldo de gallina es famosa medicina• Carne, carne cría, y peces, agua fría• Carne perdida: liebre asada y perdiz cocida• Clases de vino sólo hay dos: el bueno y el mejor• Coles y nabos, comida de aldeanos• Comer sin vino, es comer mezquino

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. EL COMER EN EL REFRANERO

• Comida de aldeanos, sin mantel, pero mucho y sano• Con buen pan y buena leña, el niño nunca enferma• Con malas comidas y peores cenas, menguan las carnes y crecen las venas• Con vino y tocino, no pasa frío ningún vecino• Criada nueva, puchero roto• Cuando comieras pan caliente, no bebas de la fuente• Cuando nace una criatura, lleva siempre un pan bajo el brazo• Cuando rasca la majá, cazuela, lumbre y tajá• Cuando suena el almirez, llama a comer• De la pescadilla, la colilla• De lo barato, comer hasta atiborrarse; de lo caro, comer pero sin hartarse• De lo que come el grillo, poquillo• De tierra de alacranes, pocos panes• De un cólico de espinacas, no se murió ningún Papa• Descendiente del vino, y de la cocina un amigo (el vinagre)• Después del verano, la uva llega al mercado• El buen estudiante, harto de sueño y muerto de hambre• El buen vendimiador nunca se arrodilla, le tienen que tocar las hojas en la barbilla• El dinero y el jamón, para las ocasiones son• El habaren flor tiene grato olor• El hambre es tan maestra que hasta a los animales adiestra• El pescado fresco, gástalo presto• En Manjaliza, muy buenas migas• En martes, ni tu hija cases , ni tu cochino mates• En Oseja, las viejas comen lentejas• En San Juan, al sol se quema el pan• En tiempo caliente, refresca tu vientre• En todo manjar buena es la sal• Hambre y sed, la mejor salsa para comer• Hasta San Juan, todo vino es rabadán• Hacendado en olivos, un año en terciopelo y cinco en cueros vivos• Labrador y cazador, conejos en la despensa y hambre en el comedor• La sopa de ajo, hasta llegar al tajo• Los caudillitos de abril para mi, y los de mayo, para mi amo Estos refranes forman parte del libro, que contiene aproximadamente unos tres mil, poco a poco se van ampliando, pero no quería dejar pasar la oportunidad de transmitirlos a través de esta querida revista.

Sé que la leen muchos profesores, y les sugeri-ría la posibilidad de que formasen grupos de alumnos en las cla-ses, que se dedicasen a preguntar refranes, rece-

tas y curiosidades de la comarca a sus abuelos. Estoy segura de que sorprendería la riqueza de conocimientos que se podrían sacar de estos te-mas.

Estoy dispuesta a colaborar con ellos, si es que mi conocimiento puede servir de aliciente para fomentar la recuperación de una cultura, que poco a poco desaparece.Un saludo

Inés Gibaja Hombre

www.atapear.com

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. RECETAS DE 1877

Libro de Cocina (Don Benito, 1877)

SOPA DE PAN

Cortado el pan en rebanadas finas, se pone unatanda doble de ellas en la cazuela, encima otra de perejil y ajos picados, otra de las re-

banadas, otra de perejil y ajos y, en fin, cuantas sannecesario; estando hecho el caldo, a esto se le echa al caldo bien caliente y se pone a cocer a fuego lento; se guarnece con rebanadas de huevos duros cocidos, asadurillas de gallina fritas con pringue de jamón; se

sirve en la misma cazuela.

(Libro de Cocina)

Dª Josefa Mejías Dias de la Cortina, Don Benito, 1877

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Page 58: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

GASTRONOMÍA TRADICIONAL. RECETAS DE 1877

TARTA DE FRUTAS

Se cogen unas pocas de peras y manza-nas, se mondan y se rallan muy bien; se tiene media libra de azúcar hecha

almíbar, se le echa la fruta preparada y se cuece en términos que se menee con el cu-charón y quede limpio el cacillo, encargan-do se tenga cuidado de que no se agarre al

asiento y después que esté frío, se le echan tres claras de huevo y se batirá muy bien dicha masa con el cucharón; se verterá la tartera de la masa de las tortas de azúcar, se echa el relleno haciendo una rueda a la propia tartera con dicha masa, formando cuatro divisiones ocupadas de dicho relle-no o de otros. Se echan las yemas enteras de dichos huevos encima, se guarnece con dulce de guinda u otro y se manda al hor-

no; se advierte que se echa al horno relleno, canela según el gusto, y que luego que viene del horno se le echa azúcar y canela.

(Libro de cocina)

Dª Josefa Mejías Dias de la Cortina, Don Benito, 1877

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Recopilado por:Eduardo

Gómez - Valadés

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS

Confroncios:Sosiegos del Hambre (I)

Confroncios y pasos largos”, nos decía mi padre a mis hermanas y a mí, cuando éramos niños, al pregun-

tarle que qué íbamos a comer ese día. Pero muchos, con menos para comer, desgraciadamente, dirían también esa frase. Confroncios es una expresión dombenitense, que indica que no sabe lo que se va a comer, cuando la des-pensa está muy vacía. Y cualquier cosa que se en-cuentre sirve para sosegar el hambre, incluso hasta los rollos del Guadiana, se decía, pero no hace fal-ta eso Las piedras del hambre que los poderosos recha-zaron, los menesterosos (que han sido muchos, y serán cada vez más, si esta sociedad consumista y de globalización no cambia) las recogieron. Puede decirse que ellos, los ne-cesitados, construyeron la piedra angular para el sosiego del hambre. Muchas fueron las necesidades que pasaron los más humildes para comer; ningunas, la de los necesi-tados. Pero más inteligentes fueron los primeros para saborear lo muy poco –en materia gastronómica– que disponían; los segundos…, con buenas cosas, poca inteligencia se necesita para comer. Y de ese material comestible que desechaban los potentados, y los

necesitados usaban, es lo que quie-ro escribir en este capítulo. Cierto día, los poderosos, que iban siendo menos prepotentes y sus riquezas –quien no trabaja y no tiene un quehacer…– marchaban en decadencia, probaron las co-midas de los pobres. Y vieron que eran buenas. Se apoderaron de “sus recetas culinarias” y la explotaron como suyas. Pero el poder de comer

nació, por lo menos en la zona que yo conozco de Extremadura, como escribí en otro lugar, de la inteligen-cia de nuestras madres y mujeres, de esas mujeres sencillas y silencio-sas pero incansables en su agudeza. Ellas fueron las que crearon la coci-na extremeña, a parte de las comi-da de los monasterios extremeños, que ese puede ser cápitulo para otra ocasión, si hay tiempo.

De aquellas comidas condimen-tadas, “cocinadas” y “pobres” (Ga-zpachos, cocidos, potajes, etc.), que ya he escrito en otros lugares, no voy a insistir, sino voy relatar algo de aquellos alimentos que servían para sosegar el hambre, y que ahora cualquiera se vanagloria, afortuna-damente, de disponer de esos man-jares y esos sabores. ¿Qué furrionas no han gozado de ellos?

Voy a escribir sobre esos alimentos, que hasta hace unos años, y hasta hace unas décadas, ser-vían para entretener el desayuno, el almuerzo o la cena, como plato úni-co. Unos eran cárnicos y otros vegetales, estos últimos, producto del forrajeo (criadillas, espá-rragos y cardillos), esen-cial esta profesión para cubrir unas necesidades alimenticias y pecunia-rias de verdadera miseria viviente.Prescindo ahora de escri-bir sobre “El encebollado”, que ya lo hice en el capítu-lo de la caldereta, y de “las aceitunas rajás o machás”,

que ya lo hice en el capitulo titulado “El pastor come”, cuando éste se lle-vaba una almorzá de aceitunas para comer, mientras caminaba con el ganado por los distintos pastizales de la Serena, con una cantellá en su morrala.

Asaduras Antes de continuar, y en relación con las asaduras, diré, siguiendo a

sosi

egos

del

ham

bre

I

Confroncios es una expresión que indica que no se

sabe lo que se va a comer

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS

Matilde Santamaría, en el libro La España de Velázquez, en la época del siglo de Oro Español (según se relata en el año 1623), que éstas estaban destinadas los sábados –días de grosura– para el rey, la reina, el infante, seño-res del Consejo y a unos poco personajes. Debía ser las asadu-ras, entonces, un manjar exqui-sito, para que a tan alta nobleza llegara. Posteriormente, en des-uso, y sólo cuando las necesi-dades de comidas acuciaban formó parte de la alimentación para la clase humilde y obrera, no ya ahora, las cuales for-man parte de muchas co-rroplas.

El tocino Comenzaré a escribir so-bre los más tiernos y aceito-sos y húmedos alimentos: el tocino.Se decía, hace unos cinco siglos: No hay olla sin to-cino ni sermón sin agusti-no. Y siguiendo a Matilde Santamaría, el tocino, en-tonces, no solamente era necesario para la alimenta-ción, era también necesario como carné de identidad de aquellas épocas pasadas: quien no lo comiera, podía ser acusado, por la llamada Santa Inquisición (por cierto, no única en España, ya se pudo apreciar unos siglos antes en Francia, cuando la persecución de los cátaros), de judío, y ello era muy peligroso en aquellos días, porque la Inquisición ma-taba más que el hambre. Aquél, el tocino, que jugaba en las ollas con los garbanzos y los trozos de carnes, podía ser añe-jo o fresco. Pero el que yo quie-ro expresar como sosegador

del hambre era el tocino fresco, viudo de ollas, y el tocino cura-do en salmuera, veteado o no.Desde hace muchos siglos ha sido el tocino fresco el alimen-to que rompía el ayuno de los labradores y trabajadores. En cualquier estación del año, era el manjar que ayudaba a mante-ner con fortaleza el duro traba-jo de la jornada. Levantábanse temprano, encendían el fuego en la oscura cocinilla, cortaban el tocino con el largor y grosor del dedo índice y con un anchor de una ficha de dominó, y lo

asaban. La ceremonia era sen-cilla: se rachaban en una o dos partes cada trozo de tocino; se sentaban, en la cocinilla, en una silla baja de bayunco o sobre un tajillo de madera y acercaban el cacho de tocino, clavado en la punta de la navaja, al fuego del carbón o de la leña. Esperaban y se adormecían (el calor de la chosca y el madrugar provoca-ban sopor). Eran despertados por los restallidos de las cortas

cerdas, que aún quedaban en la corteza y que no había sido del todo quemada por la albulaga, y por el agradable sonsonete, en música seductora, del rechispo-tear de las pompitas perladas de grasas que se iban forman-do, llegando, el calor del fuego, hasta lo más profundo del toci-no, a través de las yendas. Así, de esta manera tan sencilla, se convertía el tocino fresco en torrezno, en rompedor del ayu-no, en el sosegador del hambre, en el fortalecedor del hombre para el trabajo. El torrezno, con

la corteza churrascada y sus pompitas perladas de grasas, adornando el manjar, era co-locado sobre una cantellá con mucho miajón. El pan se iba tiñendo lentamente de amarillo oscuro, absorbiendo la grasa. El comensal, con la paciencia del que sabe soportar todo, apre-taba, con el dedo pulgar de la mano izquierda (si no era cho-vo), el torrezno contra el pan, para que el miajón se empapase

más de la grasa, mientras que con la mano derecha, despacito, iba cortándolo en finas lascas.Con mucha parsimonia, masti-cábalo y saboreábalo el peque-ño trozo de tocino, a la vez que lo iba mezcla en la boca con un mordisco del pan pringoso, y crujía la corteza. Ese pasado, es también un presente.¿Es necesario el rito del dedo pulgar, el pan y la navaja? Sí. Porque de esa manera, pan, torrezno y grasa se mezclan en una unidad. Plato, cuchillo y tenedor no, se desparrama la grasa y se pierde la mixtura. Algunos poetas clásicos han cantado las benevolencias del torrezno. Lope de Vega, escri-bió:

“Quien con un torrezno asado se desayuna o con migas, al doctor le da cien higas”.

Y no se cansa Lope, siguiendo en su Comedia “San Nicolás de Tolentino”:

Confortan y recuperan, la vida, más que pudieranbotica y confecciones…

Cervantes, en la segunda parte del Quijote, capítulo L: Hiciéronlo así, y volvióse Te-resa con ellos. Hallaron al paje cribando un poco de cebada para su cabalgadura y a Sanchi-ca cortando un torrezno para empedrarle con güevos y dar de comer al paje, cuya presencia y buen adorno contentó mucho a los dos…

Quevedo, cuando habla del vino de Rueda:

Denme a las mañanas un gentil

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GASTRONOMÍA TRADICIONAL. CONFRONCIOS

torrezno, que friendo llame los cristianos viejos.

También Quevedo usa el to-cino para satirizar a su odiado enemigo y rival Luis de Gón-gora, al que dice, entre otras cosas:

“Yo te untaré mis obras con toci-no, porque no me las muerdas...”

“Los huevos y quebrantos los sá-bados”, un plato de Don Quijo-te, que eran los huevos revuel-tos con torreznos.

Dice un cancionero popular:

Cada vez que yo veo jarro sin vino, la sartén sin torrezno, me desatino.

Nadie echa mal de ojo al torrez-no, tampoco al tocino curado, entrevelado o no.El mismo rito para comerlo que el torrezno: dedo pulgar, cante-llá y navaja. Se rachan en finasyendas sobre la cantellá, a la que también se racha con el tamaño de la yenda del tocino. Ambos trozos, en la boca, saben jugar con las papilas, que solamente se dedican a transmitir la sen-sación gustativa. Y no se duer-men. El tocino suaviza al pan y el sabor se engrasa con la sala-zón del mismo.

Las mollejasTermino con el tocino y co-mienzo con las mollejas. Si algún alimento caracteri-za a Don Benito (fuera de los distintos platos de peces y ca-labaza), al menos para mí, son las mollejas. Para quienes no la conozcan, diré que no tienen

nada que ver con las mollejas de pollo o cordero, pero sí con el hígado de cerdo y la manteca. Qué incoherencia, ¿verdad? Algunas elaboraciones extre-meñas, como el caldillo o la cachuela, se pueden parecerse a la molleja, y una cosa las di-ferencia: la sencillez de esta úl-tima, pues está tan sólo juega con el hígado y la manteca de cerdo, mientras que el caldillo y

la cachuela lo hacen, aparte del hígado y la manteca, con el co-razón, el pulmón y los riñones, los primeros, los segundos, con el bofe.Recuerdo, en mi niñez, las veces que mi madre la preparaba en la cocina. Yo me quedaba, algunas veces mirando como la hacía y por si caía un trompezón. Esa pasta de hígado de cerdo y manteca, más celebrada duran-te el tiempo de las matanzas del cerdo, ha roto muchos ayunos y ha tranquilizado muchos es-tómagos antes acostarse. ¿Qué

dombenitense no ha cenado al-guna vez, sentado alrededor de una chosca, en las largas noches de invierno, una tostada con molleja? ¿Qué dombenitense no ha disfrutado, con la tosta-da en la mano, encontrarse un trompezón y partirlo con una navajilla, con suavidad y respe-to, para llevarlo a la boca? ¿Qué dombenitense no ha fortalecido su trabajo con una tostada con

mollejas? ¿Para cuántos obreros o menestrales dombenitenses no ha sido el único alimento en un día, en tiempos pasados?¿Tiene mucha ciencia, como di-cen por aquí, preparar las mo-llejas? Únicamente, la artesanía propia de cada mujer dombeni-tense, que es mucha. En aque-llos calderos, bien refregados con estropajo, se pone a calen-tar la manteca de cerdo. Una vez bien caliente, se añadía el hígado de cerdo troceadito (no lo pasen por una turmix. Pier-den hechizo, romanticismo y…

los trompezones). Se le vertía un poco de vino blanco, clavo y unas hojas de aurel (la presa de la cocinera, como diría mi buen amigo Francisco García, Qui-co). A continuación, pimentón disuelto en un poco de agua; se removía todo, se le permitía co-cer un rato y, después, reposar, para que el color negruzco del hígado deshecho, con sus bue-nos trompezones escondido en la masa, quede cubierto por la grasa rojiza de la manteca. No me pidan, qué cantidad de in-grediente hay que usar; es un arte, como antes he escrito. Mi madre era una artista en esta destreza, y no era una trompi-llona. Las mollejas, ¡cómo calentaban en invierno!, ¡cómo aliviaban los estómagos agotados!, ¡cómo reforzaban a los cuerpos des-majaos! En la actualidad, es un alimento de placer, más que de necesidad. Buena herencia, la que nos han regalado nuestras madres, con respecto a las mo-llejas.

FoiegrasAlgunos –en determinadas re-giones de España–, con la clási-ca cultura española extranjeri-zante, llaman a las mollejas, foie gras (muy francés pero poco castellano) o paté de cerdo. ¡Nada tiene que ver, esto último, con las exquisitas mollejas! Son dos cosas distintas, prefiriendola manteca de Don Benito.

GuillermoPaniagua Parejo

(De mi libro: Paquitas, ¿qué como

hoy?)

algunos llaman a las mollejas, foiegras ¡nada

tiene que ver con las mollejas!

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Artículos VARIOS

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artíc

ulos

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El Matrimonio entre los Sidama

Los Sidama son un an-tiguo pueblo cusita superan los cuatro millones de habi-tantes, viven al sur de Etiopía. Creen

en un dios (“Magano”) que actúa trámite los antepasados y los es-píritus. Cada clan tiene su pro-pio lugar de culto donde ofrecen sacrificios a sus antepasados. Lasociedad sidama es fundamen-talmente patriarcal y patrilineal y el matrimonio piedra angular con carácter sagrado.

La importancia del matri-monio entre los sidama, se ilustra con esta historia:Un hombre joven construyó una gran choza, pero la choza al poco tiempo se derrumbó. En-tonces el hombre fue a consultar un anciano a quien le contó lo sucedido, el anciano le dijo: hijo mío, oscuridad y mujer llenan la choza. Tan pronto como la mujer limpia la casa, cierra y abre la puerta, enciende y apaga el fuego, trae agua, leña, ordeña las vacas, prepara la comida, en-gendra hijos... La casa se llena. Hijo mío búscate rápidamente una mujer. Todos los sidamos aspiran al matrimonio tanto Él como Ella. Los hijos, especialmente varo-nes son el valor más estimado. El matrimonio tradicional sida-ma, viene celebrándose a partir de los 16 o 17 años. En el ma-trimonio el marido tiene a la mujer en la categoría de bienes y no de persona. A la muerte del marido la mujer “no es viu-da” sino que es heredada por el hermano, FUE COMPRADA! Todo matrimonio es una unión de por vida, sólo la mujer estéril puede ser repudiada. Los hijos numerosos son tenidos como una afirmación divina; una ben-dición de dios y un antídoto con-tra la muerte. Es un pacto no solo entre un hombre y una mujer, sino entre las dos familias y sus clanes.

La esposa es cuidadosamente es-cogida por el padre del joven y el contrato matrimonial es acordado

por los padres de ambos junto con los ancianos. Sin el pago del pre-cio de la esposa (establecido previo acuerdo) no hay matrimonio y el

precio es tanto más alto cuanto es el linaje o categoría de la familia de la joven. En la cultura sidama, es

bien conocido el sistema de cas-tas (sircho) divididas en puras e impuras.

Demasiada tradiciónWachifo es un anciano Holo del clan Bilise, un yemerero (noble) que ha preferido para el matri-monio de sus hijos seguir el có-digo tradicional sidama. Hoy en día, más del 50% de la población sidama lo sigue prefiriendo.Wachifo es un día propicio se ha hecho a acompañar de otros an-cianos, han caminado al clan y a la casa de los padres de la mucha-cha a pedir y negociar un acuerdo de matrimonio para su hijo pri-mogénito. Ni este ni la mucha-cha serán consultados, tampoco se negarán a la decisión final. Eltrato es siempre largo dura meses o años. Cuando finalmente se hacerrado el acuerdo y se ha pagado el precio, se establece un día en que el amigo del esposo con los amigos y un anciano, en cortejo a caballo llevarán a la esposa a la casa paterna, a la nueva casa que el padre ha construido en el terre-no que ha dado al hijo.Momentos antes de entregarla, en lágrimas, la madre la ha bendeci-do escupiéndola con saliva. Na-die de su familia ni sus amigas la acompañaran, se limitarán sólo a mirarla mientras se la llevan.

El sacrificio del JilaMientras en cortejo los amigos del esposo han ido a por la espo-sa, Wachifo ha traído un toro, lo pone frente a su casa, y el hijo lo tiene sujeto por la cabeza. Previa-mente Wachifo se ha ungido la cabeza con mantequilla, ha ungi-do también la cabeza del hijo y la víctima (toro) y ha rezado bendi-ciendo al hijo así:

“Que procrees y te multi-pliques como la hierba del campo. Que la esposa te engendre numero-sos hijos y lleguen a la madurez,

ARTÍCULOS VARIOS. EL MATRIMONIO ENTRE LOS SIDAMA

la muchacha abandona la casa

en secreto y se va a vivir a la casa

paterna del joven

Otra fórmula esel rapto por

sorpresa de la joven mientras

está en la escuela

a la muerte del marido, la joven no enviuda, sino que es heredada por su cuñado

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ARTÍCULOS VARIOS. EL MATRIMONIO ENTRE LOS SIDAMA

ame la nueva casa, honre a sus suegros, toda la familia y el clan”. Después de la bendición, ata el toro y lo echa por tierra, Wachi-fo con su propia lanza degüella al animal, deja correr un poco de sangre por tierra y luego me-tiendo ambas manos en la de-golladura asperja al cielo y a la tierra con la sangre; se unge con la sangre a si mismo, unge al hijo, y finalmente unge a todoslos presentes. En un recipiente a recogido un poco de sangre, que usará más tarde. Cuando a la caída de la tarde, entra el cortejo con la esposa, Wachifo bendice con la sangre asperjando la esposa y la choza. La madre del esposo la recibe, la bendice y la hace entrar en casa. A partir de este momento no se dejara ver por nadie y no par-ticipara en el banquete nupcial que el esposo ha preparado para sus invitados. La fiesta dura va-rios días, durante los cuales en un día propicio, una practicante local (comadrona tradicional) circuncidará y verificará la vir-ginidad de la esposa. La clausura de la esposa dura varios meses. Wachifo señalará el día en que esta podrá salir de la casa. La ungirá en la cabeza con abundante mantequilla, se pondrá abalorios y brazaletes y poco a poco, muy tímidamente, será introducida al clan en un día de mercado que coincide con el Fiche (Año Nuevo Sida-ma). La madre del esposo es la encargada de acompañarla. A partir de aquí los esposos co-menzarán a vivir juntos. Como en toda sociedad pa-tri-lineal, la esposa deja la casa paterna y su clan, uniéndose a la casa paterna del marido y su clan. Todos los servicios que realice y los hijos que engendre pertenecen al marido y su clan. En la sociedad Sidama, los hijos varones heredan tierras y vacas del padre y de su clan, mien-tras las mujeres no heredan ni de sus padres ni de su clan. El cabeza de familia es el hombre, únicamente su genealogía es recordada en línea directa de la primogenitura del varón.

Función marital La función de la esposa en la casa es tener cuidado de todos los trabajos domésticos: traer agua y leña, ir al mercado, cui-dar los animales y de los hijos. En señal de servidumbre, la-vará los pies al marido todas las noches, le preparará y le servirá la comida que consumirá solo él con los invitados que tuviera en casa.

Modalidades de Contraer matrimonio:La forma de matrimonio más generalizada y la más honora-ble es el de pedir a los padres la mano de la muchacha. El crite-rio del padre del joven a la hora de elegir la esposa es: el clan, la casta o raíz a la que pertenece, su virginidad, madurez para el matrimonio, su laboriosidad, bondad y salud, los antepasa-dos familiares, linaje, filiaciónreligiosa y categoría económica y social. Un segundo modo de ma-trimonio, es el de persuadir o convencer a una muchacha a casarse con una determinada persona. Esta forma de matri-monio refleja un cierto interéspor parte de ambos. En este caso la muchacha abandona en secreto la casa paterna y se irá a vivir a la casa paterna del joven. A este punto la mucha-

cha se somete a la circuncisión. De seguido, los padres del joven mandarán algunos ancianos para negociar con el padre de la joven el precio a pagar. Un tercer modo de contraer matrimonio es el rapto. El jo-ven pretendiente ayudado por algunos amigos, raptan por sor-presa a la muchacha mientras va a la escuela, al mercado, por agua o por leña. Seguro que la familia no les ha descubierto, el joven viola a la muchacha. Los padres del joven en un primer momento manda un mensajero a la casa de la muchacha para informar a los padres que la jo-ven está bien. En un segundo momento manda algunos an-cianos para acordar el precio de la muchacha. Tradicionalmente se dice: “la mujer pertenece a la persona que ha tomado en propiedad su virginidad”. Ante la pérdida de la virginidad de la hija, los padres se ven forzados a pactar. Las razones para come-ter el rapto son varias: posibles competidores o pretendientes; la negación de los padres a dar la muchacha por esposa; precio excesivo; o una prisa del joven a casarse. Hay casos en que el pa-dre de la muchacha permite el rapto cuando esta no acepta lo decidido para su matrimonio. La ley civil prohíbe este tipo de práctica.

Heredar la esposa Finalmente hay un cuarto modo de matrimonio: El levi-rato o heredar la esposa. A la muerte del marido la esposa “no es viuda”, si es joven y no ha tenido hijos, es tomada en heredad por el hermano o un pariente próximo al difunto, aunque este tenga ya mujer o mujeres. La tradición sidama apoya el levirato en base a que si un hombre muere sin tener hijos, la familia quiere darle hi-jos para él. Si la mujer ya tiene hijos y no quiere casarse, ella es necesaria para cuidarlos, pero no podrá decidir a la hora de educarlos o casarlos.La familia del difunto marido tiene absoluto derecho sobre los hijos y las propiedades, así no pierde lo acordado con la familia de ella porque es parte de la familia del clan. La espo-sa sí que queda en el clan, tiene derecho de por vida a usar los bienes que el marido tenía para cuidar los hijos. Muerto el ma-rido, ella es libre de marcharse o quedarse, sin embargo, no po-drá llevarse los hijos o vender la tierra del difunto, porque son heredad de la familia y del clan. En general, en la sociedad si-dama, los niños que pertenecen a un mismo clan, son conside-rados hermanos y hermanas. Es por esto que los miembros de un mismo clan no pueden casarse entre ellos. Muchachos y muchachas en la cultura sida-ma no se asocian. Las chicas permanecen en sus casas con sus madres y únicamente se asociarán con otras chicas. Lo mismo ocurre con los chicos. Una mujer cuando es niña pertenece al padre, de casada pertenece al marido y muerto este pertenece al cuñado y al clan. Si es la mujer la que muere nada cambia.

Hermano Fernando

Acedo mccj.Teticha,

15 Octubre 2006

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ARTÍCULOS VARIOS. POEMAS

PoemasSEMBLANZA A LOS CARAMANCHOS

Del tronco marrón de encinase fabricó el caramanchoy los pastores colgabanlos aperos en sus ganchos.

Hoy cuelgan sus corazonesalegres mozas y mozos,con sus zurrones completosde danzas, risas y gozos.

Con danzas del pueblo llano,de las que ya se nos fueron:El “Vaquero de la Sierra”,La “Serrana del Caldero”.

Y bailan a su Patrona,que es La Virgen de las Cruces.Y también a la Morenaque vive por Guadalupe.

¡Son hijos de Don Benito!Que cantan como jilgueros.Que son sus bailes hermosos.Que siempre son los primeros.

A la Corte y Villa fueronmovidos por la ilusiónDe que en España se vierasu arte en televisión.

Quedóse perpleja Europaal verlos bailar con arte.De lágrimas se llenaron cien mil ojos emigrantes.

Aun resuenan sus ecosreflejando nuestras cosas.Dejando esos efluvios...que siempre dejan las rosas.

Y afirma este poeta,-que en su corazón tan ancho- por siempre lo ocupara,EL GRUPO... LOS CARAMANCHOS

CARAMANCHOS

me brindas con poesíatu tierra dorada por el Sol

Tu danza me explica tu gentela historia de un pueblo calladocon alma y con corazón.

Caramancho,folklore extremeñovestido de gala

con la alegría de la músicacon la alegría mientras bailas,

con esos traviesos refajoscon esas pícaras faldas

con ese brillo que ilumina la plazay dice tanto de vuestro tesón

Caramancho baila siempre

ofrece tu danza tu historia tu gente,allí donde se oculta el sol

BeatrizGarcía Argelagós

José Antonio Gutiérrez Ortiz

poem

as63

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ARTÍCULOS VARIOS. POEMAS

fiest

asde

inte

rés

turís

ticoFiestas de interés

Turístico Regional (introducción)

La cultura viva de los pueblos, la que ha ido pasando por el tamiz de las gentes aparentemente sin historia, que no se

une a los grandes acontecimientos, pero que tiene su raíz en las tradi-ciones y las creencias más antiguas o recientes,constituye un increíble y valiosísimo patrimonio cultural y a la vez, un impresionante recurso turístico.

Esa cultura viva de los pueblos,

hondamente sentida y vivida cada año, se refleja con profunda inten-sidad en las Fiestas Tradicionales, algunas de las cuales en atención a su riqueza, singularidad, antigüe-dad, participación social e interés, han merecido el reconocimiento de los extremeños mediante su decla-ración como Fiesta de Interés Tu-rístico de Extremadura.

Son una simple y maravillosa muestra de la diversidad cultural y el valor de nuestras más profundas tradiciones, de las creencias más

propias con las que nos identifica-mos y en las que nos integramos. Porque si hay un denominador común en ellas, es lo profunda-mente que las sienten y viven todas aquellas personas que participan en unas fiestas en las que nadie, ni lospropios extremeños, ni los que las visitan se sienten extraños.

Las Fiestas de Interés Turístico de todos los extremeños son una maravillos oportunidad para co-nocer las fiestas y las localidades desu entorno. Reconocer y defender esa parte de nuestro patrimonio cultural y turístico es un modo de reconocernos como extremeños y defender nuestras señas de identi-dad.

Se celebran durante todas las es-taciones del año, si bien es en épo-ca de invierno y primavera cuando más festejos tiene Extremadura declarados de interés turístico re-gional. El año comienza con tres fiestas en zonas muy distantes: ElJarramplas, en Piornal; la Encamisá o Carrera de San Antón, en Naval-villar de Pela; y las Carantoñas de Acehúche, las tres, celebradas en enero, son precisamente éstas las que se van a describir a continua-ción.

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ARTÍCULOS VARIOS. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL

Jarramplas(Piornal- Cáceres)

En torno al día de San sebas-tián, Piornal celebra, desde las vísperas, la fiesta de Ja-rramplas, personaje cuyo origen se remonta muchos siglos atrás. No se conoce

exactamente el mismo barajándose varias teorías, desde mitológicas – las luchas y el castigo que infringió Hercules a Caco- , hasta las ceremonias vistas por los prime-ros conquistadores de América entre los in-dios, o la más simple, en la que se habla del personaje como el típico ladrón de ganado que es sometido al castigo y las burlas de los convecinos. El traje de Jarramplas está compuesto por una chaqueta y un pantalón blancos, de los que cuelgan infinidad de cintas multicolo-res. La máscara es de forma cónica, con dos cuernos laterales y una considerable nariz. Del vértice superior de la máscara cuelga una cola de crin de caballo. Bajo el traje, para evitar que la fuerza y la agresividad de algunos lanzamientos puedan producir da-ños importantes, en los últimos años se ha incorporado una especie de pesada arma-dura de fibra de vidrio, que le protege, peroque le resta posibilidad de movimientos. El 19 de enero por la mañana, Jarramplas y el mayordomo recorren el pueblo y algu-nos domicilios en los que recogen presen-tes para la fiesta, las migas de la madrugay la comida del día 20. Jarramplas efectúa su primera salida por el pueblo con más-cara y tocando el tamboril hacia las 12 del mediodía, y es entonces cuando los niños, zagales y todo aquel que quiera participar en la fiesta comienzan a tirarletoneladas de kilos de vegetales, principalmente nabos. Jarramplas se defiende moviéndose, lo que lavestimenta le permite y con algún que otro lanzamiento de cachipo-rras a la muchedumbre, entrando en casas y bares entre carrera y ca-rrera para reponer fuerzas. Después de comer, se dirige ha-cia la iglesia, llevando tras sí la consabida multitud que no paran de arrojarle nabos. Al atardecer se procede a bajar la imagen del san-to, San Sebastián, de su trono para vestirlo y colocarlo en las andas para presidir los actos litúrgicos del día siguiente.

Ya al anochecer, las campanas tocan y Jarramplas, con la cabeza descubierta, da una vuelta por las calles del pueblo acom-pañado de niños que al son del tamboril van cantando: “le, lerelelelé leré le, lerelelelé leré le ...” Faltando unos minutos para la medianoche, todo el pueblo se concentra en la puerta de la iglesia, y, se rezan tres Avemarías y la Salve mientras se espera que el reloj de la torre acabe con las doce campanadas. En ese momento Jarramplas, con la cabeza descubierta, comienza a ca-minar hacia atrás tocando el tamboril. Los asistentes, entonando las coplas de Las Al-borás, inician el recorrido por las calles del pueblo, con el ritmo cadencioso y sin dejar de cantar, terminando de nuevo en la puer-ta de la iglesia. En la madrugada se ofrecen migas y vino de pitarra a todo el pueblo, siendo los encargados de repartirlos a la gente, los quintos de cada año.

Procesión El día 20, hacia las diez de la mañana, desde la puerta de la iglesia, se inicia la procesión, en la cúal, jarramplas, con la ca-beza descubierta, camina de espaldas sin apartar la mirada del Santo. Al finalizar laprocesión y subasta de las andas del San-to para introducirlo en el Templo, se inicia la misa en la que se canta ls Rosca de San Sebastián, unas mozas cantan y un niño repite el último verso. Entre estrofa y estro-fa, Jarramplas hace tocar su tamboril, se va acelerando el ritmo y la gente comienza a abandonar la iglesia para posicionarse en una de las puertas de la misma, por la que

minutos más tarde surgirá Jarram-plas, para comenzar nuevamente, y delante de la principal y de la fuen-te con una batalla de nabos contra Jarramplas, que durará lo que su preparación física le permita. A mayor aguante, mayor consi-deración social para el personaje. Por la tarde éste asiste al Rosario, al Besapies, a la subasta y a la subida del Santo al trono. Tras la conclu-sión de los actos, efectuará una úl-tima salida, tras la cual se recogerá en casa del mayordomo del año siguiente, alli entregará todos sus efectos y toma con sus acompa-ñantes, una merienda consistente en lomo, queso, pan y vino.

Jarramplas, a cara descubierta, camina de espal-das sin quitar la

mirada del Santo

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ARTÍCULOS VARIOS. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL

La Encamisá o Carrera de San Antón (Navalvillar de Pela)

Transmitida oralmente de generación en generación, cuenta la leyenda que esta fiesta surgió hace siglospara rememorar un hecho histórico acontecido en

Navalvillar de Pela, en época de la domi-nación árabe. Dicen las crónicas populares que Navalvillar fue atacada por un nume-roso ejército musulmán a los que la población intentó confundir ha-ciéndoles creer que en la localidad había más habitantes de los reales, recurriendo para ello a la estrategia de encender numerosas y grandes hogueras y montando a caballo, galoparon veloces portando ha-chas encendidas con estruendo de tambores, cencerros y campanillas dando vueltas por las estrechas ca-lles del pueblo formando un gran escándalo. Los jinetes debían in-timidar, para ello, se ataviaron con gorros puntiagudos que a gigantes asemejan y para tener más ligereza se vistieron con amplias camisas blancas (de ahí el nombre de “en-camisá”). El ejército moro, al ver tal algarabía, huyeron despavoridos creyendo que se trataba de un ejér-cito numeroso y fantasmal.

Otra segunda hipótesis, menos apoyada, trata su origen en la cris-tianización de una fiesta pagana quese venía celebrando con anteriori-dad.

La Encamisá, es el acto principal dentro de las Fiestas Patronales de San Antón Abad, y, se celebra en la noche de San Fulgencio, el 16 de Enero. Unos días antes, concre-tamente el día 6, se realiza en procesión la Bajada del Santo desde la ermita de San An-ton, hasta la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría; en la misma, el santo es cogido a hombros por miembros de la cofradía, y , va acompañada con jinetes ataviados con el traje típico que sólo será puesto de nuevo en la noche de la Encamisá.

Ese mismo día , y hasta el día 15, un niño, al toque de un tambor, realizará el mismo recorrido de la Carrera, acompañado por

los chiquillos del pueblo que al finalizar se-rán obsequiados con un rico “buñuelo”; a este acto se le llama “correr el tambor”.

El día 16 es sin duda el más esperado. A primera hora, sobre las 7 de la mañana, y tras la toma de pestiños, buñuelos y anis, salen los tractores y remolques a la Sierra de Pela a recoger la leña que arderá horas

más tarde.

A las 5 de la tarde, los jinetes, se dirigen a la parroquia Santa Catalina, para que el santo patrón bendiga a sus caballos, así como lo hacen también todas aquellas personas que tengan a su cargo algún animal.

Ya falta poco y los jinetes acaban de pre-parar su vestimenta típica: gorro multicolor puntiagudo a la cabeza, pañuelo multicolor al cuello, camisa blanca, faja roja o negra,

pantalón de paño o pana negra, botas y za-hones de cuero. Los caballos son igualmen-te vestidos: cabezón, pecho petral, campa-nillas, montura, la manta de madroños y el encintado de la cola. Sin lugar a duda, es la manta lo más destacado de la vestimenta del caballo; éstas son elaboradas en los tela-res del pueblo siguiendo antiguas tradicio-nes dando al caballo una gran vistosidad.

Asímismo, también pueden obser-varse durante la carrera, algunos burros igualmente ataviados.

Todo está ya preparado; la jara lis-ta para ser hoguera, los remolques dispuestos para comenzar el obse-quio de vinos y buñuelos, la charan-ga que guiará a la infantería afinan-do los instrumentos, los jinetes y los caballos engalanados en la Plaza de España, la bandera y el tambor pre-parados para dar las tres vueltas de rigor y en el balcón del Ayuntamien-to, el Mayordomo de la Cofradía di-rige su discurso, minutos antes de las ocho de la noche. El reloj marca la hora y sólo una frase queda por decir, entonces se detiene, respira y mirando fíjamente a los presentes grita: “peleños, forasteros, sanan-toneros... ¡VIVA SAN ANTON!, ¡VIVA SAN ANTÓN!, ¡VIVA SAN ANTÓN!. La explosión de alegría salta entre los sanantoneros cuando suena el repique de campanas y el estruendo de cohetes. Las hogueras comienzan su misión en esta fiestay los jinetes,emocionados y dando vivas a San Antón, a San Fulgencio, a San Antonino y al Chiquirrinino, empiezan a discurrir a lo largo del recorrido, que terminará cuando la bandera de tres vueltas pasando por

el Ayuntamiento.

No faltará vino de pitarra en los remol-ques ni en las numerosas casas abiertas de par en par al igual que tampoco faltarán los deliciosos buñuelos, y mucho menos faltará alguien que al grito de “Viva San Antón” te invite a participar en la fiesta.

Todos los jinetes tienen una recompen-sa por su participación, serán obsequiados con un puro y con un buñuelo al caballo.

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Page 69: CARAMANCHOS - Nº 7 (2006)

ARTÍCULOS VARIOS. FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO REGIONAL

Las Carantoñas(Acehuche – Cáceres)

Las Carantoñas”, etimológi-camente máscara o carátula, son hombres disfrazados con pieles sin curtir de ovejas o cabras, ceñidas a la cintura con una cincha. Las cabezas

de las carantoñas va cubierta con máscaras realizadas también en piel, en las que se pue-de observar orejas de animales, pimientos, colmillos, etc. Antíguamente, estas “caran-toñas” llevaban una vara con muchas pun-tas, sustituida hoy día por una rama seca de acebuche u olivo silvestre, tan abundantes en estas tierras del Norte del Tajo, propie-dad antaño de la Orden de Alcántara. La tradición popular dice que esta Fiesta representa el martirio del San-to cuando, después de ser asaetado, las fie-ras del bosque en lugar de atacarlo, como Santo que era lo respetaron; de ahí que las “carantoñas” vayan delante de la imagen del Santo, reverenciándola. Siendo consi-derado este rito, uno de los más antiguos de Extremadura. Desde la víspera de la festividad de San Sebastián, un tamborilero recorre el pueblo de Acehúche recordando el inicio

de la fiesta dedicada al Santo,sonar que se repite al ama-necer del día siguiente,entre las cinco y media y las seis de la mañana, con la célebre alborá, que tiene como mi-sión despertar a Las Caran-toñas. Es el momento de ir a tomar las migas con café que han preparado los mayordo-mos para invitar al pueblo y los cada vez más numerosos visistantes. Estos personajes de origen ancestral, estarán acompañadas por las regaoras, mozas del pueblo vestidas con trajes regionales y el mayordomo de las fiestas.

Después de la misa, en la cuál, la carantoñas no pueden entrar, ya que son consideradas como fieras, San Sebastiánsaldrá en procesión entre el estruendo de las escopetas de los tiraores, las regaoras que escoltan al Santo al que van regándole de confites, el sonido del tamborilero y lassorprendentes paradas de las carantoñas, que se quedan extasiadas ante la imagen del

santo.Todo ello discurre por un pueblo cu-yos balcones y ventanas están engalanados con preciosas colchas. Llegadas a la casa del mayordomo se echará la loa, durante la cual se hacen históricas referencias a la vida y martirio de San Sebastián. Al final de la procesión,las fieras bailan una danza ancestral hastaque son dispersados por la Vaca Tora (una representación de una vaca de grandes cuernos y cencerro, hecha por hombres) que arremete contra ellas y desaparecen de la procesión. Por último, y antes del convite final, parte de los mayordomos, regaoras ycarantoñas bailan en la Plaza de Acehúche junto con los pequeños, disfrazados de Ca-rantoñitas, y las mozas que se han acercado, terminando todo en buena hermandad y compaña. Las fiestas de las Carantoñas ter-minan al día siguiente, cuando se celebra el San Sebastián Chico, y se repiten muchos de los momentos de los festejos que se rea-lizaron el día anterior.

RaquelValadés Gil

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hombres disfrazados con

pieles sin curtir de ovejas

o cabras