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RECETAS DE GESTIÓN Cuando entramos en las aulas del primer ciclo de educación infantil se suele tener la sensación de que la gestión difícilmente podrá ser regular e ir más allá de seguir unas rutinas más o menos estables siempre definidas desde las necesidades propias de estas edades centradas en el trabajo de la autonomía personal. Y en un mundo de rutinas es muy posible que pensemos que resultará casi imposible plantear propuestas y actividades que apoyen el descubrimiento, la experimentación y el desarrollo de habilidades cognitivas complejas. Desde luego, la vida en las aulas de 0 a 3 años se rige de manera obligatoria por la secuencia de esas rutinas diarias, pero, ahí surge la cuestión de cómo compaginar ese ritmo absorbente de atención a las necesidades en estas edades tan tempranas con experiencias de aprendizaje orientadas al desarrollo integral infantil. Esto no es tarea nada fácil y dependerá tanto de las características y ritmos de desarrollo del propio grupo-clase como del estilo metodológico de cada escuela infantil al definir las estrategias didácticas de apoyo en la gestión de la actividad cotidiana en las aulas infantiles orientándola hacia la experimentación y el desarrollo infantil como una constante en el día a día de nuestras escuelas, y no una excepción puntual que sólo aparece ‘si queda tiempo’.

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RECETAS DE GESTIÓN

Cuando entramos en las aulas del primer ciclo de educación infantil se suele

tener la sensación de que la gestión difícilmente podrá ser regular e ir más

allá de seguir unas rutinas más o menos estables siempre definidas desde las

necesidades propias de estas edades centradas en el trabajo de la

autonomía personal.

Y en un mundo de rutinas es muy

posible que pensemos que

resultará casi imposible plantear

propuestas y actividades que

apoyen el descubrimiento, la

experimentación y el desarrollo

de habilidades cognitivas

complejas.

Desde luego, la vida en las aulas

de 0 a 3 años se rige de manera

obligatoria por la secuencia de

esas rutinas diarias, pero, ahí

surge la cuestión de cómo

compaginar ese ritmo absorbente de atención a las necesidades en estas

edades tan tempranas con experiencias de aprendizaje orientadas al

desarrollo integral infantil.

Esto no es tarea nada fácil y dependerá tanto de las características y ritmos

de desarrollo del propio grupo-clase como del estilo metodológico de cada

escuela infantil al definir las estrategias didácticas de apoyo en la gestión de

la actividad cotidiana en las aulas infantiles orientándola hacia la

experimentación y el desarrollo infantil como una constante en el día a día

de nuestras escuelas, y no una excepción puntual que sólo aparece ‘si

queda tiempo’.

A este respecto, la práctica educativa de la escuela infantil Nuvolet de

Alfafar (Valencia) es un modelo de equilibrio entre la atención a las

necesidades infantiles, la promoción de un aprendizaje a través de la

creación de rutinas y de hábitos en secuencias semi-estructuradas así como

la presentación y desarrollo de experiencias ricas y variadas que apoyan el

desarrollo de estrategias cognitivas en la primera infancia.

Nuvolet es una escuela de primer ciclo.

Actualmente la escuela consta de 4 aulas comprendidas entre los 4 meses y

los 3 años, 51 niños y niñas que se dividen por fecha de nacimiento

aproximada bajo un criterio personal y argumentado.

El equipo educativo de la escuela está formado por 4 educadoras, 1

maestra, 1 psicóloga, 1 educadora de apoyo y una cocinera, con una

experiencia profesional rica.

Este equipo educativo ha desarrollado estrategias propias para la gestión de

experiencias de aprendizaje en las aulas de 0 a 3 años que constituyen la

identidad de la escuela.

Estrategias metodológicas que son sus recetas para facilitar el aprendizaje

infantil temprano desde las necesidades del aula y que son, entre otras, las

siguientes:

Receta 1: ambiente colaborativo en el equipo educativo

Un factor determinante en la gestión del aprendizaje infantil temprano es el

impulso de la Dirección de la Escuela para el desarrollo de un proyecto

educativo innovador y abierto, en permanente colaboración con las familias

y comunidad local, desde el trabajo colaborativo del Equipo Educativo.

Partiendo de ello, la gestión de la actividad en las aulas es función asumida

por cada educadora de manera flexible en cuanto al uso de unas

estrategias metodológicas comunes para adaptarse a las características,

necesidades, intereses y demandas del grupo- clase de la que es tutora.

Los proyectos son asumidos por todo el Equipo Educativo mediante el

intercambio de propuestas e ideas, espacios y experiencias compartidos a lo

largo de la jornada y el refuerzo de iniciativas a desarrollar.

Receta 2: apoyo emocional al aprendizaje

El equipo educativo del Nuvolet planifica la creación de un ambiente

emocional, acogedor e integrador de la diversidad de cada niño y sus

realidades vitales, en un entorno organizado pero flexible atendiendo a las

necesidades infantiles.

De manera específica, se atiende a la organización de los tiempos y la

organización de los espacios como claves para la seguridad y apoyo

emocional a la actividad e iniciativa infantil especialmente en la

organización de las transiciones entre actividades

A lo largo de la jornada escolar, las transiciones entre los diferentes

momentos de actividad se facilitan a través de secuencias estables

(acogida- asamblea, actividad semi-estructurada, almuerzo...) y la

verbalización de las tareas en curso esperando que niñas y niños vayan

acompañando esa verbalización a con su propia acción. La presentación

tranquila y sin prisas de cada propuesta a realizar se sigue en un tono de voz

calmado y seguro, con

construcciones lingüísticas

sencillas y concretas, con un

vocabulario ajustado a los niveles

a los que se dirigen.

La estabilidad de esta secuencia

de actividad, experiencias y

transiciones se corresponde a la

estrategia de crear un ambiente

afectivo seguro y calmado, dos características fundamentales que orienta al

alumnado a centrar la atención, a sentirse seguro y confiado para afrontar

los retos que se le plantean en cada nueva experiencia. Se apoya así la

construcción del esquema temporal de niños y niñas, reforzando y

asegurando la tarea siguiente con la que se van a encontrar a la vez que se

disminuye el nivel de ansiedad que suele provocar el enfrentarse a

situaciones inesperadas.

Del mismo modo, la transición planificada entre los distintos espacios

disponibles en las aulas y asociados a diferentes propuestas ayuda al

alumnado a iniciar la nueva actividad estimulando la acción y desarrollo de

estrategias de orientación espacio-temporal, descubrimiento y exploración

del entorno, asociación y razonamiento básico.

Receta 3: el trabajo continuado de hábitos de autonomía personal

El logro de la autonomía en las acciones cotidianas, ya sean referidas al

cuidado de uno mismo ya sean referidas a la acción en el entono que le

rodea, refuerzan la autoconfianza en las propias posibilidades de acción,

impulsan la autonomía para afrontar retos de exploración de objetos y

espacios, y estimulan las relaciones y colaboración con los demás, base para

la creación de una identidad propia así como un autoconcepto estable y

positivo.

Con esos objetivos el equipo de educadoras de Nuvolet programa con

especial atención el desarrollo de las diferentes rutinas que dará al grupo-

aula, unas coordenadas específicas y estables que ayuden a interiorizar a

cada niña y niño ese ritmo y, pautas orientativas que fortalecen la

adquisición de los hábitos de autonomía.

Los referentes que ayudan a cada niño y niña a construir su propia identidad

y su entorno se trabajan desde la misma bienvenida al centro a través del

uso instrumental de la información como los carteles de los cumpleaños de la

semana, el menú previsto, otras informaciones de interés para las familias

como las notas de colaboración con la Escuela en trabajos de aula (traer

papel, cartón…)

Durante las entradas y acogida en las aulas, la educadora acompaña a

niñas y niños a colocar sus almuerzos y chaquetas en bandejas y perchas

identificadas con su propia fotografía, trabajando su identidad y hábitos de

autonomía.

De la misma manera, la iniciación y práctica de hábitos de autonomía se

refuerzan con el apoyo de la educadora en la hora del almuerzo y de la

comida.

El aseo personal, aprender a usar el servicio, el lavado de manos antes de los

momentos de comida o tras ir al servicio fortalece la autoconsciencia del

propio cuerpo y la autonomía personal, al tiempo que la exploración de sus

posibilidades de acción.

Receta 4: diferentes líneas de desarrollo de las actividades

Una cuestión clave en las recetas para la gestión de las aulas de 0 a 3 años

es la práctica de las actividades con la flexibilidad necesaria para atender la

participación individual a la vez que ofrecer la oportunidad de interacción

en pequeño y gran grupo.

En Nuvolet estas líneas de actividad se gestionan con las siguientes

estrategias:

La actividad simultánea desde el gran grupo a la individualidad es

planteada por la educadora en propuestas dirigidas a todo el alumnado del

grupo-clase.

En el desarrollo de estas propuestas de gran grupo, niños y niñas exploran y

ejercitan sus habilidades y destrezas a un mismo tiempo durante el que la

educadora observa, apoya y atiende su desarrollo por parte de cada niño.

Es el caso de los tiempos de experiencias de psicomotricidad vivencial de

todo el grupo-clase.

Pero cuando las experiencias que se pretenden promover precisan activar

procesos de descubrimiento, experimentación y manipulación, básicos para

aprendizajes este modelado no basta.

Se plantean entonces dos líneas de actividad: la gran parte del grupo

desarrolla una actividad de manera libre y autónoma mientras que en

pequeño grupo la educadora propone una actividad-reto, de mayor

complejidad por las destrezas que pone en juego, apoyando de manera

individual a cada miembro de dicho pequeño grupo.

En el desarrollo de estas dos líneas de actividad el secreto de la receta está

en la habilidad de la educadora a la hora de proponer cada tipo de

experiencia de manera tal que los pequeños grupos finalicen su actividad-

reto al tiempo que el gran grupo acaba su actividad autónoma.

Un ejemplo práctico es la propuesta de la actividad lógico-matemática de

encajables con formas diferentes de forma paralela a la actividad de juego

heurístico de clasificación de diferentes colecciones de objetos.

Receta 5: la organización de espacio

Una organización de espacios

seguros, bien estructurados, sin

obstáculos a la actividad y a la

autonomía transmite seguridad e

invitan a la exploración libre

apoyando la iniciativa y

participación infantil. Esta

organización favorece además un desarrollo emocional equilibrado en el

que se apoyan las estrategias de autorregulación y autorreflexión, con la

orientación hacia la tarea, concentra la atención en los estímulos definidos

para cada actividad y facilita la transición entre tareas y rutinas, abriendo el

camino a la exploración y la creatividad junto al desarrollo de capacidades

cognitivas como la asociación y el razonamiento causa-efecto.

Por eso se han preparado las siguientes claves:

Paredes que hablan:

Una receta que siempre sabe bien. Se aprovechan las paredes del aula

como zonas que «hablan» y que animan a «hablar» mediante carteles,

tarjetas, murales y otros elementos que se sitúan a la altura del alumnado de

manera que quedan al nivel de su mirada

Pistas para explotar este recurso son: usar estos elementos como referentes

en el desarrollo de las

actividades, ampliar vocabulario,

centrar la atención en el

tratamiento de las actividades,

convertirse en testigos de la

actividad colaborativa del

grupo-clase.

Un patio particular:

Organizado en varias zonas, con una zona central que invita a iniciarse en el

juego simbólico con el elemento central de una casita.

Otra zona con el parque de tráfico, con

triciclos y otros juguetes para experimentar

y probar las propias capacidades motrices.

Zona de deambulación y paseo, en las

que desde gateadores hasta corredores

de maratones de 10 metros pueden

moverse libremente y de manera segura,

con superficies en distintos planos y texturas

que ayuda a desarrollar el paso seguro.

Zona de descanso y sombra, para disfrutar

un momento de tranquilidad o de

encuentro con los iguales.

Aula de tesoros: espacio para experimentar:

Un aula multiusos, con materiales muy variados y con una ambientación

diseñada para la estimulación sensorial en la que se realizan actividades

como cuentos, descubrimiento de luces y sombras, texturas... a través de la

que se van asentando

estrategias de aprendizaje

mediante la manipulación y

experimentación. Es un

espacio que se va

transformando de manera

sorprendente para atraer la

atención infantil y procurar su

participación

Son todas estas recetas del

equipo educativo de Nuvolet ideas claves que bien pueden servir de

modelo de gestión de las aulas de 0 a 3 años, orientadas al desarrollo

integral que ha de implementarse desde el compromiso con la práctica

educativa de calidad integradora y versátil capaz de afrontar los nuevos

retos de la escuela infantil actual.

Charo Cerdá Hernández

Profesora tutora IES Berenguer Dalmau