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POLIPOS ENDOMETRIALES
Los pólipos endometriales son tumores constituidos por tejido endometrial; pueden
ser únicos o múltiples, grandes o pequeños (0.5 a 3 cm); derivan de la capa basal
del endometrio; pueden estar provistos de un pedículo y ocupar la cavidad uterina
o tener una superficie amplia de implantación (sésiles). Pueden aparecer en
cualquier etapa de la vida pero predominan en la premenopausia. Su estructura
microscópica es similar a la del endometrio y, al igual que este, presenta cambios
cíclicos. Otras veces están constituidas por un endometrio hiperplasico, en ciertos
Diagnostico
Generalmente cursan asintomáticos y en muchos casos constituyen un hallazgo
posquirúrgico al seleccionar un utero extirpado, o se descubren de manera fortuita
al hacer una histerosalpingografia o un ecosonograma solicitada por cualquier otra
razón clínica.
Cuando se trata de grandes pólipos que muestran ulceraciones superficiales o
zonas de degeneración secundaria, se presenta hemorragia en cantidad variable.
Puede ocurrir esfacelo o infección secundaria en el pólipo, que entonces se
manifiesta por secreción amarillenta o seropurulenta a través de la vagina.
Pronostico
Los pólipos endometriales se consideran tumoraciones de naturaleza benigna,
pero pueden sufrir transformación maligna, sobre todo los de tipo adenomatoso.
Tratamiento
El tratamiento consiste en extirparlos mediante legrado uterino o torsión del
pediculo cuando es posible. En los casos de pólipos recidivantes de gran tamaño,
o que se manifiestan con sangrados profusos o bien que están asociados a
hiperplasia endometrial, es preferible recurrir a la histerectomía extrafascial, sobre
todo si la paciente se encuentra próxima a la menopausia o no desea tener más
hijos.
ADENOCARCINOMA DEL CUERPO UTERINO
El adenocarcinoma uterino se presenta más comúnmente en la cérvix que en el
cuerpo uterino; su frecuencia es menor que la del carcinoma epidermoide y del
cáncer mamario. Se puede presentar en mujeres mayores de 30 años, pero
alcanza su mayor frecuencia entre los 50 y 60 años (alrededor del 4 al 5% de
todos los tumores ginecologicos).
Factores predisponentes
El adenocarcinoma del cuerpo uterino predomina en pacientes posmenopáusicas,
en las que es necesario investigar clínicamente si existen los siguientes factores
de riesgo.
Antecedentes de esterilidad o poca fertilidad
Obesidad, diabetes, hipertensión o patología ovárica que genere
estrógenos en cantidad excesiva, como sucede en casos de tumores de
células de la granulosa
Antecedentes de amenorrea, ciclos anovulatorios comprobados o
tratamiento estrogenico prolongado
Antecedentes personales de cáncer mamario y/o antecedentes familiares
de cáncer.
Etiología
La etiología del adenocarcinoma uterino se desconoce; sin embargo, al considerar
que la hiperplasia del endometrio tiene relación directa con la administración de
estrógenos, se piensa que estas hormonas también tienen relación con la génesis
del padecimiento. Se ha correlacionado este con la presencia de tumores
feminizantes del ovario, como los de la teca granulosa.
Hay pruebas de que en el adenocarcinoma del endometrio interviene un estimulo
estrogenico intenso y prolongado; se mencionan algunas de ellas:
Aparición del proceso en pacientes tratadas con estrógenos
Tiene lugar en mujeres que presentan tumores ováricos funcionales
Prácticamente no aparece en mujeres que han perdido sus ovarios en una
intervención quirúrgica realizada a temprana edad
Casi nulo en mujeres con agenesia ovárica
Casi siempre lo procede una hiperplasia del endometrio
Su aparición se relaciona estrechamente con el carcinoma mamario
Aparece en la posmenopausia, cuando hay mayor producción de
estrógenos no ováricos derivados de andrógenos suprarrenales y ováricos
El adenocarcinoma del cuerpo uterino tiene dos variantes; a saber: forma difusa y
forma localizada. En la forma difusa (85% de los casos) el carcinoma ocupa casi
todo el endometrio (la cavidad uterina prácticamente se llena de excrecencias
polipoides, con zonas de necrosis y ulceración que provoca una secrecion fetida),
invade el miometrio y en ocaciones llega hasta el peritoneo de recubrimiento
uterino. En estos casos, si se palpa el utero se descubrirá que ha aumentado de
tamaño y que su consistencia ha disminuido cuando el crecimiento endometrial es
endofitico.
En la forma localizada, en algunos casos el adenocarcinoma se limita a una zona
del endometrio, aunque invada externamente al miometrio. Esta patología puede
confundirse con unpequeño pólipo. Se localiza con mas frecuencia en la pared
uterina posterior. Cuando adopta la forma exofitica da lugar a masas polipoides
nodulares; en cambio, cuando es endofitico se infiltra en el miometrio.
En el estudio microscópico se apresia aumento del numero de glándulas con
caracteres típicos, ramificaciones y proliferación celular. Muchas células presentan
grado diverso de inmadurez, con nucleos hipercromatinicos con actividad mitosica
anormal y otros signos de anaplasia.
Cuadro clínico
Se caracteriza por:
Hemorragia uterina anormal (metrorragias)
Salida a través de la vagina de un liquido serohematico en la etapa inicial y
luego francamente hemorrágico
Anemia secundaria a los sangrados antes mencionados
Ausencia de dolor, perdida progresiva de peso y/o deterioro del estado
general en procesos recientes, que se acentúen mas a medida que avanza
la enfermedad.
Diagnostico
La presencia de un adenocarcinoma uterino se debe sospechar en toda mujer
posmenopáusica que presenta sangrado por via vaginal. La biopsia de endometrio
constituye el recurso auxiliar mas valioso en el diagnostico de esta patología, si
bien solo tiene valor cuando resulta positiva; en los casos que es negativa no
excluye la existencia del cáncer por que el fragmento de tejido obtenido puede ser
de una parte no afectada. Por esta razón, el único método que proporciona una
seguridad diagnostica es el legrado completo de la cavidad uterina, sobre todo
cuando el tejido se obtiene en forma fraccionada y se estudia por separado el
tejido que corresponde a la cavidad uterina y a la endocervix.
La citología vaginal en estos casos no tiene la misma exactitud diagnostica (30%)
que cuando este procedimiento se utiliza en la detección del cáncer cervicouterino,
pues es posible que no se encuentren células cancerosas en las etapas iniciales;
por ello se recomienda tomar una muestra raspando el exocervix y otra con
material obtenido del canal endocervical y del fondo de saco vaginal posterio.
Cuando la citología vaginal no excluye la existencia de un adenocarcinoma de
endometrio.
La histerosalpingografia y la ecosonografia son métodos que orientan al
diagnostico, tanto si se trata de una hiperplasia acentuada del endometrio como
de un adenocarcinoma del cuerpo uterino. En los casos en que el tumor se
extiende fuera del utero, se deben practicar, además, los siguientes estudios para
integrar el diagnostico, siempre con un buen juicio clínico:
Teleradiografia de torax
Cistoscopia
Rectosigmoidoscopia
Urografía excretora
Laparoscopia, cuando es factible
La tomografía axial computarizada esta demostrando su utilidad en este
tipo de diagnosticos pero su costo es elevado.