hoja parroquial 230

4
HOJA PARROQUIAL PARROQUIA DE SANTA JUSTA Y SANTA RUFINA. SANTA ÁUREA, 7. MADRID Teléfono 914 63 99 60. www.justayrufina.org Misas: Lunes a viernes: 10:00 y 19:30. Sábados: 19:30. Domingos: 9:30, 11, 12:30 y 19:30. Festivos: 9:30, 12:30 y 19:30 16 DE FEBRERO DE 2014 VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO ● CICLO A V ÉPOCA N.º 230 Exhortación del Papa Francisco en la Casa de Santa Marta “Quien odia a su hermano, es un homicida” “Que los cristianos cierren las puertas a los celos, envidias y habladurías que dividen y destruyen nuestras comunidades,” fue la exhortación lanzada por el Papa Francisco, hace unas semanas, en la Misa presidida en la Casa de Santa Marta, en la sexta jornada de oración por la unidad de los cristianos. La reflexión del Papa partió de la primera lectura del día, que habla de la victoria de los israelitas sobre los filisteos, gracias al coraje del joven David. La alegría de la victoria se trasforma rápidamente en tristeza y celos del rey Saúl, ante las mujeres que alaban a David por haber mata- do a Goliat. Entonces, “aquella gran victoria –afirmó el Santo Padre– comienza a convertirse en de- rrota en el corazón del rey” en el que se insinúa, como ocurrió con Caín, el “gusano de los celos y de la envidia.” Como Caín con Abel, el rey decide asesinar a David. “Así actúan los celos en nues- tros corazones: –observó el Pontífice– es una mala inquietud, que no tolera que un hermano o una hermana tengan algo que yo no tengo”. Saúl, “en vez de alabar a Dios, como hacían las mujeres de Israel por esta victoria, prefiere ence- rrarse en sí mismo, amargarse”, “cocinar sus sentimientos en el caldo de la amargura”: “Los celos llevan a matar, la envidia lleva a matar. Justamente fue esta puerta, la puerta de la envidia, por la cual el diablo entró en el mundo. La Biblia dice: ‘Por la envidia del diablo entró el mal en el mundo.’ Los celos y la envidia abren las puertas a todas las cosas malas. También dividen a la comunidad. Una comunidad cristiana, cuando sufre –algunos de los miembros– de envidia, de celos, termina dividida: uno contra el otro. Este es un veneno fuerte. Es un veneno que encontramos en la prime- ra página de la Biblia con Caín”. “En el corazón de una persona golpeada por los celos y por la envidia –subrayó el Obispo de Ro- ma– ocurren dos cosas clarísimas: La primera cosa es la amargura: La persona envidiosa, la perso- na celosa es una persona amargada: no sabe cantar, no sabe alabar, no sabe qué cosa sea la ale- gría, siempre mira ‘qué cosa tiene aquel y que yo no tengo’. Y esto lo lleva a la amargura, a una amargura que se difunde sobre toda la comunidad. Son éstos sembradores de amargura. Y la se- gunda actitud, que lleva a los celos y a la envidia, son las habladurías. Porque éste no tolera que aquél tenga algo, la solución es abajar al otro para que yo esté un poco más alto. Y el instrumento son las habladurías. Busca siempre y verás que tras un chisme están los celos, está la envidia. Y las habladurías dividen a la comunidad, destruyen a la comunidad. Son las armas del diablo”. “Cuántas hermosas comunidades cristianas –exclamó el Papa– van bien, pero luego en uno de sus miembros entra el gusano de los celos y de la envidia, y con esto la tristeza, el resentimiento de los corazones y las habladurías. “Una persona que está bajo la influencia de la envidia y de los celos –recalcó– mata”, como dice el apóstol Juan: “Quien odia a su hermano es un homicida”. Y “el envi- dioso, el celoso, comienza a odiar al hermano”: “Hoy, en esta Misa, recemos por nuestras comuni- dades cristianas, para que esta semilla de los celos no sea sembrada entre nosotros, para que la envidia no encuentre lugar en nuestro corazón, en el corazón de nuestras comunidades, y así po- dremos ir adelante con la alabanza del Señor, alabando al Señor, con la alegría. Es una gracia grande, la gracia de no caer en la tristeza, en el resentimiento, en los celos y en la envidia”.

Upload: justayrufina

Post on 10-Mar-2016

212 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Parroquia de Santa Justa y Rufina. Palabras del Papa. San Valentín.

TRANSCRIPT

Page 1: Hoja parroquial 230

HOJA PARROQUIAL PARROQUIA DE SANTA JUSTA Y SANTA RUFINA. SANTA ÁUREA, 7. MADRID

Teléfono 914 63 99 60. www.justayrufina.org

Misas: Lunes a viernes: 10:00 y 19:30. Sábados: 19:30. Domingos: 9:30, 11, 12:30 y 19:30. Festivos: 9:30, 12:30 y 19:30

16 DE FEBRERO DE 2014 ● VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO ● CICLO A

V ÉPOCA

N.º 230

Exhortación del Papa Francisco en la Casa de Santa Marta

“Quien odia a su hermano, es un homicida” “Que los cristianos cierren las puertas a los celos, envidias y habladurías que dividen y destruyen nuestras comunidades,” fue la exhortación lanzada por el Papa Francisco, hace unas semanas, en la Misa presidida en la Casa de Santa Marta, en la sexta jornada de oración por la unidad de los cristianos. La reflexión del Papa partió de la primera lectura del día, que habla de la victoria de los israelitas sobre los filisteos, gracias al coraje del joven David. La alegría de la victoria se trasforma rápidamente en tristeza y celos del rey Saúl, ante las mujeres que alaban a David por haber mata-do a Goliat. Entonces, “aquella gran victoria –afirmó el Santo Padre– comienza a convertirse en de-rrota en el corazón del rey” en el que se insinúa, como ocurrió con Caín, el “gusano de los celos y de la envidia.” Como Caín con Abel, el rey decide asesinar a David. “Así actúan los celos en nues-tros corazones: –observó el Pontífice– es una mala inquietud, que no tolera que un hermano o una hermana tengan algo que yo no tengo”.

Saúl, “en vez de alabar a Dios, como hacían las mujeres de Israel por esta victoria, prefiere ence-rrarse en sí mismo, amargarse”, “cocinar sus sentimientos en el caldo de la amargura”: “Los celos llevan a matar, la envidia lleva a matar. Justamente fue esta puerta, la puerta de la envidia, por la cual el diablo entró en el mundo. La Biblia dice: ‘Por la envidia del diablo entró el mal en el mundo.’ Los celos y la envidia abren las puertas a todas las cosas malas. También dividen a la comunidad. Una comunidad cristiana, cuando sufre –algunos de los miembros– de envidia, de celos, termina dividida: uno contra el otro. Este es un veneno fuerte. Es un veneno que encontramos en la prime-ra página de la Biblia con Caín”.

“En el corazón de una persona golpeada por los celos y por la envidia –subrayó el Obispo de Ro-ma– ocurren dos cosas clarísimas: La primera cosa es la amargura: La persona envidiosa, la perso-na celosa es una persona amargada: no sabe cantar, no sabe alabar, no sabe qué cosa sea la ale-gría, siempre mira ‘qué cosa tiene aquel y que yo no tengo’. Y esto lo lleva a la amargura, a una amargura que se difunde sobre toda la comunidad. Son éstos sembradores de amargura. Y la se-gunda actitud, que lleva a los celos y a la envidia, son las habladurías. Porque éste no tolera que aquél tenga algo, la solución es abajar al otro para que yo esté un poco más alto. Y el instrumento son las habladurías. Busca siempre y verás que tras un chisme están los celos, está la envidia. Y las habladurías dividen a la comunidad, destruyen a la comunidad. Son las armas del diablo”.

“Cuántas hermosas comunidades cristianas –exclamó el Papa– van bien, pero luego en uno de sus miembros entra el gusano de los celos y de la envidia, y con esto la tristeza, el resentimiento de los corazones y las habladurías. “Una persona que está bajo la influencia de la envidia y de los celos –recalcó– mata”, como dice el apóstol Juan: “Quien odia a su hermano es un homicida”. Y “el envi-dioso, el celoso, comienza a odiar al hermano”: “Hoy, en esta Misa, recemos por nuestras comuni-dades cristianas, para que esta semilla de los celos no sea sembrada entre nosotros, para que la envidia no encuentre lugar en nuestro corazón, en el corazón de nuestras comunidades, y así po-dremos ir adelante con la alabanza del Señor, alabando al Señor, con la alegría. Es una gracia grande, la gracia de no caer en la tristeza, en el resentimiento, en los celos y en la envidia”.

Page 2: Hoja parroquial 230

PALABRA DE DIOS

PRIMERA LECTURA Del libro del Eclesiástico. 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad;

ante ti están puestos fuego y agua: echa mano a lo que quieras;

delante del hombre están muerte y vida: le darán lo que él escoja.

Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo;

los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre;

no mandó pecar al hombre, ni deja impunes a los mentirosos.

Salmo responsorial 11-8, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34

Antífona. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor; dichoso el que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón.

Tú promulgas tus decretos para que se observen exactamente. Ojalá esté firme mi camino, para cumplir tus consignas.

Haz bien a tu siervo: viviré y cumpliré tus palabras; ábreme los ojos, y contemplaré las maravillas de tu voluntad.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes, y lo seguiré puntualmente; enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.

SEGUNDA LECTURA

De la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios. 2, 6-10.

Hermanos:

Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.

Ninguno de los príncipes de este mundo la ha cono-cido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.

Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha pre-parado para los que lo aman.»

Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíri-tu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Aleluya. Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del reino a la gente sencilla. Aleluya.

EVANGELIO Del evangelio según san Mateo. 5, 17-37.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profe-tas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os ase-guro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.

El que se salte uno sólo de los preceptos menos im-portantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.

Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado.

Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su her-mano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil', tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego.

Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y ve-te primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Con el que te pone pleito, procura arreglarte en se-guida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.

Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio". Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno.

Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.

Está mandado: "El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio. "

Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, ex-cepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio. Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus votos al Señor".

Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusa-lén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir "sí" o "no". Lo que pasa de ahí viene del Maligno.»

PALABRA DE DIOS

Page 3: Hoja parroquial 230

El santo Patrón de los hogares y del amor conyugal

¿Quién fue San Valentín, mártir? La invitación del Papa Francisco a las parejas que se preparan al matrimonio a un encuentro en la plaza de san Pedro, ha provocado, en no pocos, cierto desconcierto. Lo que el Santo Padre muestra es su voluntad de recristianizar esta fiesta. El trabajo y la sensibilidad de monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, un hombre muy activo, que no pierde ocasión para defender los lazos familiares duraderos y el "sí para siempre", en un mundo –como le gusta subrayar– "líquido" e "individualista" ha sido muy importante. La iglesia es consciente de que la familia es la primera piedra con la cual tropieza el individualismo y es también el centro y pilar de la sociedad. En tiempos de gran laicización, y en que cada vez más matrimonios terminan disueltos, el Papa quiere revalorizar el matrimonio cristiano y, para ello, mejor empezar por el principio, generando un espacio de encuentro y comunión para todos aquellos jóvenes que deseen poner su compromiso en manos de Dios y de la Iglesia.

Pero volvamos la mirada hacia atrás. ¿Quién era Valentín y por qué es patrono de los que se quieren bien y al que los intereses de ciertos centros comerciales llaman “Patrono de los enamo-rados”?

Mártir en Roma a finales del siglo III, la historia de San Valentín, como en la vida de cuantos cristianos han sido elevados por la Iglesia al honor de los altares, viene propuesta para que seamos capaces de captar la lección que nos traen y que es, en definitiva, el fin principal que la ha movido a darles culto. San Valentín es para nosotros una certísima lección de vida cristiana, llevada hasta el heroísmo, hasta la más plena identificación con Cristo: el martirio.

Pero volvamos a finales del siglo III. Es la era de los mártires. Por todo el Imperio romano corre el huracán de la persecución. Valentín, presbítero romano, residía en la capital del Imperio, rei-nando Claudio II. Su virtud y sabiduría le habían granjeado la veneración de los cristianos y de los mismos paganos. Por su gran caridad se había hecho merecedor del nombre de padre de los pobres. No podía ser desconocida de la corte imperial la influencia que ejercía en todos los am-bientes romanos, y quiso el emperador conocerlo personalmente. Valentín, en aquella entrevis-ta, no dejaría de interceder en favor de su fe católica y contra el estado de persecución en que, a menudo, se encontraba sumida la Iglesia.

Valentín gozaba de gran consideración y fama como sacerdote. ¡En cuántas familias sería efec-tiva su influencia, cuántos enlaces matrimoniales habría bendecido! De hecho, no faltan noticias biográficas tradicionales que así lo afirman.

En las Catacumbas y en casas de cristianos, no serían pocos los que habían sido asistidos por su presencia presbiteral a unirse para siempre, por el Santo Sacramento, que los hizo esposos.

San Valentín fue martirizado en la Via Flaminia hacia el año 270, seguramente en los inicios de la primavera, cuando en la naturaleza se anticipa el júbilo expectativo de la fecundidad y de la pujanza. En los siglos antiguos y medievales, empiezan a venir a Roma numerosos peregrinos, entrando por la Puerta Flaminia, que se llamó Puerta de San Valentín, porque allí, en recuerdo de su martirio, el Papa Julio I, en el siglo IV, mandó construir en su honor una basílica.

Es natural que, después de su martirio, se le adjudicase la advocación de Patrón de los hogares y del amor conyugal. Nos alegramos que más de veinte mil novios de todo el mundo se reunie-ran en la Plaza de San Pedro para festejar el Día de los Enamorados junto al Papa. Felicidades, Santo Padre, por esta celebración del amor cristiano.

A él, el Cristo glorioso, el que era, el que es y el que vendrá, al que es Señor del tiempo y de la historia, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. R. Amén.

SANTOS POPULARES

Page 4: Hoja parroquial 230

NOVEDADES DE LA SEMANA ■ SÁBADO 22 de febrero, a las 20:30 h., reunión del Grupo

de Matrimonios en los salones parroquiales.

■ DOMINGO 23 de febrero, a las 12:00 h., reunión de padres de Caminantes en los salones parroquiales.

ACTIVIDADES PARROQUIALES

Aula de Teología

El día 7 de febrero debería haber comenzado el Aula de Teología, pero por un error involuntario, en la Hoja se dijo que era el Grupo de Biblia. Para no confundir, se dejó así y se intercambiaron ambos grupos. Por ello, el próximo viernes 21 comenzará de nuevo el Aula de Teo-logía que será a partir de ahora, el tercer viernes de ca-da mes a las 18:00 h.

Como siempre, contamos con todos, pues es importan-te ampliar nuestros conocimientos sobre Teología, y es-tar al día en los temas de Dios.

Consejo de Pastoral

Una vez constituido el nuevo Consejo de Pastoral Parro-quial, y celebrada su primera sesión el pasado 30 de enero, se reunirá de nuevo el JUEVES 20 DE FEBRERO, a las 20 horas, para tratar sobre la Cuaresma y la Pascua.

Grupos de Formación

Recordamos cómo han quedado los días de reunión de los grupos de Formación de Adultos:

- Primer viernes de mes: Grupo de Biblia.

- Segundo viernes de mes: Escuela de Oración.

- Tercer viernes de mes: Aula de Teología.

Todos los grupos de reúnen de seis a siete de la tarde.