Historia de la Industria Argentina.

Adolfo Dorfman.

Cap. XII “La industria nacional durante la gran crisis”

En este capítulo Dorfman explica cual fue el impacto de la gran crisis de 1930 en la industria Argentina, que según el autor fue mayor al que significó el estallido de la Primera Guerra Mundial. El artículo es predominantemente estadístico, de esa forma el autor intenta graficarle al lector la magnitud del crecimiento y la transformación de la industria argentina luego de la crisis.

En la primera parte Dorfman muestra cómo se manifestó la crisis económica mundial, dejando así un terreno libre al desarrollo de la industria nacional. Por un lado señala la caída del comercio mundial en un tercio en el lapso de cinco años, aunque en la Argentina la caída no fuera tan pronunciada. Además menciona la caída de la producción industrial mundial, lo que encareció los precios de las manufacturas, en contraposición a los precios y los volúmenes de los bienes agropecuarios exportados por Argentina, que cayeron mucho. Esta situación de tijeras (encarecimiento de bienes manufacturas y caída de bienes primarios) fue un gran aliciente para que se impulsara una industria sustitutiva de importaciones ayudadas por el proteccionismo estatal.

Luego el autor avanza y explica la evolución de algunas industrias, notando que el crecimiento y la sustitución de importaciones de verificó en los más variado sectores de la industria nacional, desde la agroindustrias hasta la metalurgia. El autor menciona los casos de los aceites comestibles, el cemento, las conservas de tomates, el arroz, dulces, aluminios, cauchos, etc, para mostrarnos algunos casos en los que la industria creció, o incluso surgieron bajo la imperiosa necesidad de sustituir importaciones más caras (los casos de los neumáticos o las lámparas eléctricas, hasta ese momento casi en su totalidad importadas). Por otro lado el autor también nos indica que el crecimiento industrial se manifestó en el crecimiento del número de obreros empleados. El número que brinda dice que entre 1931 y 1935 se sumaron 150 mil obreros nuevos, e incluso llega a compararlo con el crecimiento de la población. Si entre 1929 y 1937 la población del país crece un 8%, los obreros crecen en un 26%. Estos nuevos obreros son absorbidos principalmente por las textiles, las metalúrgicas, la construcción y los talleres de confección. Donde se registra más claramente el crecimiento de la industria es en los números del PBI: si en 1929 la industria significaba el 27%, en 1933 llega al 47 %.

Los números, que el autor indica pueden ser extraídos de diversos informes, aunque el más confiable es el censo industrial de 1935, también nos muestran que la industria manufacturera luego del `30 fue desplazando a la agroindustria, tanto en los valores de su producción como en la mano de obra empleada.

Pero por otro lado advierte el autor que si bien se fueron creando nuevas sociedades anónimas industriales, estás no se concentraron en las manufactureras sino en las energéticas vinculadas al petróleo y luz y fuerza. Es decir, la crisis no movió capitales anónimos a la creciente industria.

Por último el autor enumera las razones que él considera determinantes en el gran salto de la industria argentina en los treinta. En este sentido, el autor no opta por una explicación monocausal de este desarrollo, sino que brinda un abanico de causas.

a. En primer lugar, la caída de las exportaciones en valor y volumen, lo que redujo la cantidad de divisas disponibles para importar.

b. La desvalorización de la moneda argentina, que hizo que fueran más caras las importaciones.

c. La suba en los derechos aduaneros a partir de 1931, haciendo más caras las manufacturas importadas.

d. Las regulaciones del Estado a las importaciones.

e. La disponibilidad de mano de obra abundante y barata.

f. La existencia de un mercado interno relativamente importante.

g. La existencia de industrias auxiliares a las manufactureras.

h. El desmantelamiento de industrias en países adelantados que dejó valiosas plantas intactas, cuya utilización debía procurarse.

i. Capitales y técnicos disponibles en países adelantados.

j. Promesas de mayores ganancias.

k. Necesidad de ajustar la producción a los gustos del consumidor.