revista semana y plan patriota

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1 UNIVERSIDAD DE LO S ANDES FACULTAD DE CIENCIAS SOC IALES DEP ARTAMENTO DE C IENCIA PO LÍTICA LA REVIS TA SEMANA Y EL P LAN PATRIO TA: Un análisis de contenido m ediático Maria Catalina Girón Director: Arlene Tickner Lector: Gabriel Murillo Bogotá, Junio de 2007

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Page 1: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

1

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE CIENCIAS SOC IALES

DEPARTAMENTO DE C IENCIA POLÍTICA

LA REVIS TA SEMANA Y EL PLAN PATRIO TA: Un análisis de contenido m ediático

Maria Catalina Girón

Director: Arlene Tickner

Lector: Gabriel Murillo

Bogotá, Junio de 2007

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TABLA DE CONTENIDO

I. INTRODUCCION …………………………………………………………………. 3

II. MARCO TEORICO ………………………………………………………………… 6 a) Los Medios de Comunicación y su Influencia en la Política ……………………… 6

a.1 M edios y Opinión Pública …………………………………………………... 6 a.2 M edios y Agendas Públicas ……………………………………………...... 10 a.3 M edios como Empresa Privada ……………………………………………… 13

b) La Prensa como influencia sobre la política exterior ………………………………. 14

c) La Prensa en Colombia …………………………………………………………… 17

III. ANTECEDENTES …………………………………………………………………. 21 a) Relaciones EU – Colombia: Plan Colombia ………………………………………. 21

b) Plan Pat riota …………………………………………………………………………. 27

IV. ANALISIS DE CONTENIDO MEDIATICO …………………………………….. 34 a) Análisis Cualitativo …………………………………………………………………. 37

b) Análisis Cuantitativo …………………………………………………………………. 42

V. CONCLUSIONES …………………………………………………………………. 69

VI. BIBLIOGRAFIA ………………………………………………………………….. 73

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I. INTRODUCCION La importancia de analizar el papel que en las democracias contemporáneas desempeñan los medios

de comunicación en su dimensión de intermediarios políticos y creadores de opinión, en tanto

intervienen, informan y evalúan acerca de la acción estatal desarrollada a t ravés de programas de

gobierno, es el interés de este t rabajo de investigación. Se formulará un marco de referencia con el

que se pueda comprender la forma como evalúan e informan los medios acerca de la ejecución de

programas estatales, en este caso sobre el Plan Pat riota, implementado en Colombia durante la

administ ración de Álvaro Uribe Vélez (2002-2006).

Desde su gestación, el Plan Pat riota ha contado con el apoyo financiero y militar de los Estados

Unidos, y es el componente de la política nacional “ Seguridad Democrática” de Álvaro Uribe Vélez, que propone derrotar a la insurgencia armada, consol idar el control del Estado a través del

uso legitimo de la fuerza sobre el territorio, mediante el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas colombianas y la fumigación de los cultivos ilícitos para frenar el financiamiento de los grupos

insurgentes.

Ante los resultados del Plan Pat riota, el gobierno Uribe (y con él sus aliados incondicionales: los

medios de comunicación del país), presentan una realidad cuestionable sobre los alcances que ha

tenido esta política durante el gobierno de Álvaro Uribe. Los medios de comunicación actualmente

se hacen cada vez más rigurosos y se vuelven cada vez más exigentes en sus est rategias para

adaptar a su conveniencia la presentación de los hechos1. De este modo, hechos como la lucha

cont ra el terrorismo liderada por Bush, la guerra en Irak y otras guerras como la vivida en

Colombia, han generado dudas como los medios y periodistas han trabajado y han permitido que

nuevos sectores muest ren una preocupación por la calidad de los contenidos informativos. La

internacionalización2 del conflicto colombiano y el Plan Patriota han alcanzado una importancia

tal, que los principales medios de comunicación colombianos y algunos norteamericanos, dedican

parte de sus reportajes sobre el tema. F rente a este hecho es necesario un análisis del modo en que

los medios escritos colombianos cubren y representan las relaciones Colombia- Estados Unidos en

el marco del Plan Pat riota.

Anteriores investigaciones en Colombia como las realizadas por el Proyecto Antonio Nariño, han

encontrado deficiencias en la calidad informativa de los medios de comunicación, especialmente en sus agendas de relaciones internacionales y política exterior; un ejemplo de esto, es su análisis de la

1 Proyecto Antonio Nariño. (2004). Calidad Informativa y cubrimiento d el Conflicto. Estándares de la Calidad Informativa en el cubrimiento del conflicto armado y del Plan Colombia . Fondo Editorial Cerec. 2 Según A rlene Tickner, l a internacionalización del conflicto colo mbi ano se entiend e co mo la articulación de actores externos en la solución d el con fli cto armado.

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calidad y cobertura informativa que se desarrolló durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-

2002) sobre el Plan Colombia, del conflicto armado y las di ferentes iniciativas de negociación de

paz en los principales medios de comunicación del país. Entre los problemas encontrados, se ve

sensacionalismo, inexactitud y manipulación de la información3. La línea de este t rabajo de

investigación, es por lo tanto, indagar por los modos de articulación de la información sobre el

Plan Pat riota en la Revisa Semana:

¿Cómo el Plan Patriota se representa y se cubre a través del contenido periodístico en las

páginas de la revista Semana? Para lograr este propósito es necesario profundizar en el

desempeño que cumple la revista Semana4, dent ro del t ratamiento de noticias en materia de

relaciones internacionales, y hacer un estudio del cubrimiento del Plan Pat riota. El periodo en el

que se realiza el análisis de contenido5 de la información periodística sobre el Plan Patriota, es desde el año 2004 hasta el 2006. Años en el que desarrolla debate público y mayor conocimiento

sobre el Plan Pat riota en los medios de comunicación. Desde esta perspectiva la investigación se divide en di ferentes capítulos.

El primer capitulo abarca el marco teórico, donde presento una base de investigaciones anteriores

sobre medios de comunicación y enfatizo; que la forma como se representan los hechos a través de

los mensajes mediáticos afectan de una u otra forma la imagen que el público t iene de la realidad.

La razón de este marco teórico es la de aclarar la importancia que tiene el contenido de la cobertura

mediática de un tema específico sobre los individuos, la opinión pública y el Estado. En este

mismo capítulo, se presenta una aproximación al papel, las características y la función de los

medios de comunicación colombianos frente al cubrimiento de noticias. En el segundo capitulo, se

exponen los antecedentes del desarrollo del Plan Pat riota, su contexto y las características de las

relaciones Colombia- Estados Unidos durante el desarrollo e implementación de este Plan. En el

tercer capitulo, presento los resul tados del análisis de contenido de carácter cuantitativo y

cualitativo de la información del Plan Pat riota a t ravés de una de la revista más importante en

materia política colombiana. Y finalmente se desarrollará una hipótesis y conclusiones a las que se

llegó después de una labor investigativa.

Esta investigación const ituye un esfuerzo por llevar a cabo un acercamiento que permita una lectura

crítica del “ Plan Patriota”, preguntándose sobre el tipo de lecturas que en el país se hicieron sobre el

3 P royecto Antonio Nariño. (2004). Calidad Informativa y cubrimiento del Conflicto: Estándares de la Calidad Informativa en el cubrimiento del conflicto armado y del Plan Colombia. Fondo Editorial Cerec. 4 Semana es una de las revistas más antiguas del país; propiedad de Felipe López Caballero, está vinculada a los sectores políticos y económicos más tradicionales. 5 Un método de estudio que de forma sistemática, objetiva y cuantitativa busca medir determinadas variables en los mensajes de los medios de comunicación.

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mismo. Reconstrui ré cómo el “ Plan Patriota” ha sido discutido, difundido y / o ignorado en

Colombia por un sector activo en este tipo de procesos: la prensa escrita.

La discusión se hará con base en la revisión de un medio escri to de circulación nacional (Revista

Semana) junto con un análisis de la producción académica nacional sobre el tema. Esta revista

semanal, de análisis y de opinión es la más importante del país, y la de mayor circulación en las

principales ciudades de Colombia, con cerca de un millón de lectores influyentes semanalmente,

que representan a los sectores económicos tradicionales y más poderosos de la nación6. En este

sentido, es importante tener presente que su lectura refleja las prioridades y los intereses de sectores

específicos del país, los cuales controlan los medios de comunicación más importantes desde sus

propios intereses económicos y políticos.

Por lo tanto, el fin es encont rar la manera en que la política exterior de Uribe ha sido mediatizada, y

como esta podría afectar, de una u otra forma la información que la opinión publica tiene sobre la política exterior de Colombia. Ayudándose de investigaciones previas y de la recopilación de

datos, el presente trabajo es un intento por organizar la información sobre el tema y estudiar la

dinámica de la revista Semana en la mediatización de una política que involucra relaciones

internacionales actualmente. Por otro lado, la investigación no cuenta con una hipótesis preliminar,

debido a que se trata de un estudio que busca comprender la mediatización de la política exterior

Plan Pat riota, por lo cual resulta más factible que, una vez cumplido el objetivo al finalizar la

investigación, se logre formular una hipótesis.

6 El diario El Tiempo es propiedad de la familia Santos (a la cual pertenece el actual vicepresidente, Francisco Santos) se ha consolidado en los últimos años como un peso pesado del manejo mediático en el país a través de su Casa Editorial, un canal de televisión regional en Bogotá, y una creciente participación en negocios de este tipo., El Espectador, también de filiación liberal, pero de tradición más independiente frente al gobierno, afronta una crisis económica grave desde hace 3 años cuando dejó de ser diario para convertirse en semanario tras ser vendido por sus propietarios originales, la familia Cano, al grupo Santodomingo (propietarios de las cervecerías Bavaria y de la cadena radial y televisiva Caracol).

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II. MARCO TEORICO

Es necesario aclarar, que estudios anteriores se han realizado sobre la importancia que tienen los

medios de comunicación en la construcción de la opinión publica. Este estudio no tiene intenciones

de ilustrar la opinión pública colombiana referente al P lan Pat riota; pero a través del análisis de

contenido de la información sobre el mismo Plan, se podrá llegar a asumir qué clase de información

esta nut riendo a la opinión pública colombiana sobre el tema. Por lo tanto, el objeto de la siguiente

base teórica es most rar como los medios afectan la opinión pública a través de la forma y el

contenido de la información que se muest ra en las páginas de los diferentes medios de

comunicación.

a) Los Medios de Comunicación y su influencia en la Polí tica

Son pocos los análi sis que en Colombia se han realizado sobre la influencia de los medios de comunicación en la política exterior del país. Algunos de los análisi s más relevantes han sido

desarrollados por el Proyecto Nariño; investigaciones de Germán Rey, tales como La Calidad

Informativa y Cubrimiento del Conflicto Armado en Colombia y el estudio de German Ayala

Osorio, Un Año de Autocensura. No obstante, la mayoría de los trabajos realizados sobre el tema,

son generalmente análi sis hechos y dirigidos a la realidad estadounidense. Estos análisi s se dividen

en t res tipos: a) aquellos que ven los medios de comunicación como generadores de opinión

publica7.b) otros, que muest ran los medios de comunicación como “ fijadores de agendas públicas y

politicas”8. c) unos cuantos, que analizan los medios de comunicación como empresas privadas, que

por razones económicas respaldan el gobierno de turno9.

a.1 Medios de Comunicación y Opinión Pública

Teorías sobre la emergencia de los medios masivos como influyentes en el sistema político, han

sido realizadas por académicos para demost rar que los medios se han convertido en actores y

herramientas de uso político por su carácter de mediador ent re la sociedad civil y el Estado.

7 Se entiende por "opinión pública" la percepción impuesta por el perceptor sobre la información respecto a actitudes ciudadanas hacia un tema, una personalidad, un candidato, una actividad o resultados que se debaten públicamente. La opinión pública es entonces un fenómeno subjetivo donde el perceptor o individuo hace uso de sus procesos perceptivos y atribucionales para tratar de formar una imagen del estado actual de la opinión pública o para procurar anticipar una reacción pública a una medida que se tenga en mente poner en práctica. Esta definición de opinión pública se relaciona con la percepción acerca de la opinión pública dentro de las esferas de poder, personas que toman decisiones.

8 Por “ fijadores de agenda” se entiende como la teoría de agenda setting en que los medios de comunicación escogen los temas sobre los que se habla y se discute, así como su importancia, su orden y la manera de transmitirlos. 9 Castells, Manuel. (2001). La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura . Madrid. Siglo XXI.

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"La prensa, radio y televisión, como herramientas de comunicación pública, determinan las formas

de orientación de la atención pública, la agenda de temas predominantes que reclaman dicha

atención y su discusión pública posterior, la jerarquización de la relevancia de dichos temas y la

capacidad de discriminación temática que manifiestan los individuos."10

Para comprender este fenómeno, es necesario comenzar por explicar cómo los medios influyen en

la opinión públ ica. En tal sentido, se debe puntualizar qué entendemos por dicho concepto. La

expresión "opinión pública" es, según Lippmann, la "est ructura temática de la comunicación

pública"11; en este sentido, es la coincidencia social que considera algún asunto más relevante que

el resto, es decir, la opinión pública como el conjunto de mental idades y actitudes de las

colectividades sobre temas de cualquier índole. Esta posición implica- según Lippmann- que la

opinión pública es un fenómeno social, que tiene presente las funciones polí ticas del fenómeno y traduce el consenso de un reconocimiento de sus temas de interés general 12. Es en otras palabras, la

tematización común que permite el diálogo polí tico social. Lo importante de esta idea es que, tanto para Lippmann como para ot ros autores, los medios de comunicación social son los que

normalmente crean y sostienen la atención y el diálogo de la gente en torno a unos temas. Enric

Saperas, por ejemplo, dice que "es posible comprender la relación existente entre las agendas de los

medios y del públ ico a parti r del modelo de prioridades”13, es decir, que el orden de prioridades

establecidos por los medios de comunicación determina la capacidad de discriminación temática en

el público, por cuanto éste responde a los mismos criterios de prioridades presentes en los medios

de comunicación de masas. En este sentido, según Luhmann14 los medios son causantes en gran

medida de la fijación de esos temas que concentran la atención común, mediante el proceso de

selección de temas o "tematización"15.

Este proceso de tematización remite al efecto de "agenda–setting" que constituye, actualmente, uno

de los sectores de investigación con mayor fuerza en los estudios sobre los efectos de comunicación

de masas. En una sucesión de experimentos efectuados por Iyengar y Kinder (1987) los

participantes leyeron noticias que habían sido manipuladas para resaltar ciertos aspectos, como la

defensa de la nación o la contaminación del medio ambiente. Cuando se compararon los resultados

1 0 Enric, Saperas. (1985) La sociología de la comunicación de masas en los Estados Unidos. Una introducción crítica. Barcelona: Ariel 2ª.edición, Barcelona. pp. 57-80 11 Lippmann, W alter. (1964). Opinión Pública. Buenos Aires: Compañía General Fabril Editora. pp. 324 12Ibíd. P p. 324 13 13Enric, Saperas.(1985). La sociología de la comunicación de masas en los Estados Unidos. Una introducción crítica . Barcelona: Ariel 2ª.edición, Barcelona. pp. 57-80 14 Luhmann, Niklas. (1998). The Reality of Mass Media . Stanford, CA: Stanford University P ress. 15 Según Luhmann, el término tematización corresponde a una estrategia de los medios por la que se contribuye a establecer la naturaleza y jerarquía pública de los temas de importancia social tratados en esos medios, mediante su circulación, difusión y discusión pública.

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de los participantes sobre la importancia de estos temas manipulados, se comprobó que los efectos

del establecimiento de un agenda-setting emergían claramente. Se percibieron como más

importantes los aspectos subrayados en las versiones experimentales de los boletines informativos.

En algunos experimentos, la exposición a un solo programa de noticias televisado creó efectos de

establecimiento de agenda-setting. Normalmente dichos efectos sólo se registraron después de

haber leído un cierto número de boletines informativos. En lo que podría cali ficarse como el mejor

de los t rabajos de campo acerca de la influencia del establecimiento de un agenda-set ting en los

medios informativos, fueron los realizados por Brosius y Kepplinger16 (1990) en los que replicaron

al diseño del estudio original de McCombs y Shaw17 comparando durante un año un análisis de

contenido de los programas de noticias más importantes de la televisión de Alemania occidental

con encuestas de opinión pública semanales sobre los asuntos que los ciudadanos alemanes

consideraban más importantes. En cinco aspectos se encont raron poderosos efectos del establecimiento del agenda-setting: energía, relaciones con Alemania oriental, defensa, medio

ambiente y política de la Comunidad Europea. Los resultados generados por dos tipos de metodología aplicados al trabajo de campo, análi sis de contenido e investigación de sondeo,

reafi rman su val idez externa y los experimentos asimismo refrendan su validez interna. Por ot ra

parte, el hecho de que mucha de esta evidencia reciente, como por ejemplo los experimentos de

Iyengar y Kinder18 y el trabajo de campo de Brosius y Kepplinger, se fundamenta en noticias

ext raídas de la televisión, refuerza todavía más la hipótesis básica, puesto que otra evidencia

literaria (por ejemplo: Shaw y McCombs, 1977) sugiere que las noticias televisivas tienen un efecto

de establecimiento de agenda-setting menos potente que los medios escritos.

Su nombre metafórico “ agenda- setting” proviene de la noción de que los mass media son capaces

de t ransferi r la relevancia de una noticia en su agenda a la de la sociedad. A través de su práctica

diaria de est ructuración de la realidad social y política, los medios informativos influyen en el

agenda-setting de los asuntos sociales al rededor de los cuales se organizan las campañas políticas y

las decisiones de los votantes. El establecimiento de un agenda-setting apunta que la t ransmisión de

estos temas relevantes es uno de los aspectos más importantes de la comunicación de masas. Los

medios informativos no sólo determinan en gran manera nuest ro conocimiento sobre el mundo en

general, por medio de su ent rega de elementos primordiales para elaborar nuest ras propias

imágenes del mundo sino que también influyen sobre la prominencia de los elementos de esa imagen.

16 Brosius, H.B., y Kepplinger, H.M. (1990). The agenda-setting function of television news: static and dynamic views . Communication Research. pp. 198-211 17 McCombs, Maxwell. (1992). Explorers and surveyors: expanding strategies for agenda-setting research . Journalism Quarterly. 36. pp. 176-187 18 Iyeng ar, Shanto y Kinder, Donald . (1987). News that matters. Chicago University Press. Chicago.

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Esta modalidad parte de la constatación del poder (mediante su capacidad simbólica) que ejercen

los medios de comunicación de masas para influir y determinar el grado de atención que el público

otorga a ciertos temas, los cuales quedan sometidos a la atención y el interés colectivo. Como

sostienen M axwell McCombs y D. Shaw, cuanto mayor es el énfasis de los medios sobre un tema,

mayor es el incremento de la importancia que los miembros de una audiencia ofrecen a estos temas

como orientadores de la atención pública. Es deci r, la "agenda–setting", afirma la existencia de una

relación di recta y causal ent re el contenido de la agenda de los mass–media y la subsiguiente

percepción pública de cuáles son los ítems importantes del día. "Existe, pues, una relación entre la

agenda de los medios y la agenda pública, siendo la primera la que inicia el proceso. "19

Con relación a temas y asuntos pol íticos, académicos como Cohen, sugieren que los artículos

documentales, columnas y reportajes que aparecen en la prensa, pueden moldear e incluso cambiar las percepciones de los individuos sobre un tema determinado20. Cuando los medios de

comunicación actúan como lentes o “localizadores” sobre un tema especí fico, estos están influyendo de manera más eficiente sobre las percepciones del público. Bernard Cohen sustenta que

“La prensa puede no ser exitosa en la mayoría de los casos, en decirle a los individuos en que

pensar, pero si es muy efectiva en deci rle a sus lectores como pensar”21. Esta relación, es

claramente demost rada en una serie de investigaciones realizadas por Shanto Iyengar y Donald

Kinder a finales de 1980. Iyengar y Kinder demuest ran que incluso, dosis pequeñas de cobertura de

noticias en televisión son suficientes para causar cambios en la relativa importancia que los

espectadores le asignan a temas especí ficos en su vida cotidiana22. No solo los medios nos dicen

que temas debemos considerar, también nos dicen como debemos interpretar dichos asuntos y que

criterios usar para evaluar el ejercicio de una política o un presidente.

La elección y exhibición de noticias, ediciones y opiniones en la prensa, radio o televisión juegan

un papel importante en la construcción de la realidad política. Los lectores aprenden no solo sobre

un asunto en especial, pero también que tanta importancia le dan a ese asunto, a partir de la

cantidad de información y la posición de la noticia.

a.2 Medios de Comunicación y Fijación de Agendas Públicas

El papel que tienen los medios de comunicación en la fijación de agendas, está guiado por una

concepción poco clara de como los medios influyen sobre los miembros del público, y ha generado una serie de paradigmas que describen el cambio de actitudes a raíz de una “ comunicación

19 McCombs, Maxwell. (1992). Explorers and surveyors: expanding strategies for agenda-setting research. Journalism. Quarterly. 36. (1992) pp. 176-187 20 Sh aw, D.L. (1972). The agenda-s etting function of mass media. Public Opinion Quaterly, 36 . pp . 176 -1 87 21 Cohen, Bernard. (1963). The Press and the Foreign Policy . Princeton University Press, Princeton N .J 22 Iyeng ar, Shanto y Kinder, Donald . (1987 ). News that matters. Chicago University Press. Chicago.

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persuasiva”23. Para Millar y Goldenberg, “la comunicación persuasiva se caracteriza por la

intención manifiesta de un mensaje orientado a produci r algo en el receptor, en los destinatarios, y a

modificar su conducta en algún sentido”24. Estos investigadores afi rman que los medios de

comunicación no solo pueden modificar la percepción de un hecho en el público en general, sino

también en la agenda de los gobiernos y en sus funcionarios políticos. Es decir, que los medios de

comunicación tienen el poder de afectar la agenda establecida por un gobierno, con intenciones de

cambiar, modificar o mantener sus estándares políticos frente a un hecho determinado. No obstante,

la preocupación tradicional sobre las actitudes del publico con los asuntos polít icos y sus

preferencias, se ha venido moderando gradualmente con la realización que los asuntos políticos

deben ser salientes e importantes antes de que sean objetos de actitudes favorables o no favorables,

es deci r que los asuntos políticos deben ser primero asuntos suficientemente importantes para que

merezcan la atención de los medios de comunicación, antes que estos asuntos generen en el publico actitudes de apoyo u oposición.

La “ fijación de la agenda” se refiere al proceso en el cual los problemas se vuelven importantes como asuntos políticos en el que giran una serie de alternativas políticas que lo respaldan o lo

oponen25. En este contexto, la agenda se refiere a un conjunto de asuntos que se consideran muy

importantes. Por ot ro lado, la agenda política se refiere a los asuntos que son considerados

relevantes por el cuerpo gubernamental para la acción política, o por asuntos relevantes para otros

actores, como lideres políticos y grupos de interés. Los periódicos proporcionan un conjunto de

señales acerca de la relevancia de los asuntos en las noticias diarias, en la forma en como se

conduce la historia noticiosa (primera pagina, títulos grandes, extensión etc.). En otras palabras, los

medios de noticias pueden fijar una agenda donde enfatizan puntos y asuntos especí ficos para

obtener la atención del público, alrededor de los cuales se forma la opinión pública26. Los primeros

trabajos sobre la influencia de los medios de comunicación en la política fueron bosquejados por

Walter Lippmann en su clásico “ Opinión Publica” de 1922, en donde desarrolla un capitulo t itulado

“The World Outside and the Pictures in Our Heads”. Como Lippmann lo observa, los medios de

noticias son una fuente primaria de las ideas que nos formamos sobre el mundo y asuntos políticos

del mundo internacional, un mundo que para muchos ciudadanos esta “ fuera de alcance, fuera de

vista, fuera de la mente”27. Lo que sabemos del mundo se fundamenta en lo que los medios deciden

23 Lutz Erbring, Edie N. Goldenberg, Arthur H. Miller. (1980). Front-Page News and Real-World Cues: “ A New Look at Agenda-Setting by the Media” American Journal of P olitical Science, Vol. 24, No. 1. pp. 16-49 24 Edie N. Goldenberg, Arthur H. Miller. (1980). Front-Page News and Real-W orld Cues: “A New Look at Agenda-Setting by the Media” American Journal of P olitical Science, Vol. 24, No. 1. pp. 52 25 Ibid., pp 59 26 McCombs, Maxwell. (1992). Explorers and surveyors: expanding strategies for agenda-setting research. Journalism. Quaterly. 36. pp. 176-187 27 W alter Lippmann. (1922). Public opinion . New York: Macmillan. p.29.

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deci rnos sobre este. Mas especí ficamente, el resultado de esta visión mediatizada del mundo, son

las prioridades de los medios que influyen fuertemente en las prioridades del publico.

Investigaciones como las de Lippmann, Cohen y McCombs, sobre la influencia que tienen los

medios de noticias sobre los individuos, usualmente se han enfocado en asuntos de carácter

político. Se ha encont rado que la agenda de una organización de noticias tiene un pat rón de

cobertura en asuntos pol íticos en cierto periodo de tiempo, una semana, un mes, un año; y en este

periodo de tiempo, se acentúan ciertos temas o problemas específicos, algunos reciben cobertura

ligera y ot ros son raramente o nunca mencionados, esto depende claramente del panorama o

ambiente que se vive en un tiempo determinado, y los propósitos de los medios de comunicación.

Estos patrones y estándares del manejo de la información, determinan en que forma el público

recibe los mensajes, como y a que frecuencia esta expuesto a la información manejada por los

medios de comunicación, cuyo resultado es determinar la importancia y prioridades que el receptor le otorga a cierto asuntos mediáticos. En palabras de Shaw, "como consecuencia de la acción y de

los estándares de calidad informativa de los periódicos y demás medios de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos

de los escenarios públicos”28

Debe ser observado que el uso del término "agenda" aquí, es puramente descriptivo. No obstante la

agenda de los medios de noticias presentada al público, es el resultado de decisiones cotidianas incontables de diversos periodistas y de sus supervisores sobre las noticias del momento. La

influencia de los medios de comunicación a t ravés de la fijación de agendas, no se limita a centrar

la atención pública en un asunto particular. Los medios en el proceso de comunicación, influyen en

la forma en como percibimos y comprendemos los temas en las noticias. Los componentes que

definen una agenda son entidades o características en los cuales la atención de los medios y el

público se centran. A la vez, cada objeto o punto que define la agenda, tiene también un agenda de

cualidades, rasgos o at ributos que lo definen, por que cuando los medios y el público hablan y

piensan de un asunto, unos at ributos son más destacados que ot ros y a unos se les da menos

atención. Esta agenda de cualidades es ot ro aspecto del papel de los medios de comunicación en la

fijación de agendas. De esta forma, los at ributos que los medios de comunicación usan al referirse a

un tema, influye en como los lectores y receptores de noticias piensan sobre el tema en discusión;

es decir, los aspectos, características y at ributos de un asunto político que se cubren en las noticias,

y el énfasis relativo en estos at ributos de un asunto político en particular, marcan un di ferencia en

como la gente entiende y piensa del asunto pol ítico. Sobre este punto, M axwell McCombs

desarrolla un capí tulo titulado “ Agenda setting de at ributos y framing”, en el que examina las

28 Shaw, Daron. (1999). The impact of news media favorability and candidate events in presidential campaign. P olitical Communication, 16. pp, 183-202.

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aproximaciones ent re la agenda set ting de atributos y el concepto de “ framing”. El concepto de

“framing” se refiere a la selección y el énfasis que los medios conceden a las caracterí sticas de un

tema, y que promueven abiertamente en el públ ico una particular evaluación sobre dicho tema. En

este sentido, los argumentos convincentes se proponen como modos de estructurar las

representaciones de un tema priorizado por los medios para que éste llegue a ser altamente exitoso

ent re el público, vale decir, cómo la relevancia de los at ributos de un tema afecta a su relevancia

temática, o cómo el segundo nivel influye en el primero. Se trata en efecto de un retorno a la

corriente de la influencia de los medios de comunicación sobre las actitudes y opiniones a la luz de

recientes aportes teóricos29.

Teniendo en cuenta, como se analizó anteriormente, que los medios masivos de comunicación son

responsables, en una medida considerable, de la formación de la opinión pública, es posible afirmar

que dicha opinión determina, en gran extensión y a través de sus demandas, la agenda de actividades de los políticos.

Como sostiene Herbert Blumer: "Por opinión pública ha de entenderse la parte de esta opinión global que es conocida o tenida en cuenta por quienes deben actuar en respuesta a ella… la

expresión de la opinión públ ica es una forma de influencia directa sobre los políticos que actúan en

respuesta a esa opinión. "30 Sin embargo, lo interesante de dicho proceso es que, si los medios de comunicación construyen la realidad social –y, por ende, la opinión pública–; y esta última

determina, en cierta medida, la agenda de act ividades políticas; entonces, podría sostenerse que los

medios de comunicación de masas inciden, de forma di recta, en los políticos y en el diseño de su

agenda de actividades. La opinión pública que converge en ocuparse de unos asuntos en lugar de

otros asume la función de mecanismo guía del subsistema político democrático, fijando los límites

temáticos o problemáticos en los que habrá de concent rarse la acción del gobierno y de todos los

actores políticos que luchan por alcanzar el poder. Otros autores como Iyengar y Kinder31

distinguen entre el poder de los noticiarios televisivos para di rigi r la atención del público (Agenda–

Setting) y el poder de defini r los criterios que informan la capacidad de las personas de enjuiciar

(priming) y para ambos casos concluyen que "las noticias televisivas influyen de un modo decisivo

en las prioridades at ribuidas por las personas a los problemas nacionales y las consideraciones

según las cuales valoran a los di rigentes políticos". Es indudable que los políticos no harán "oídos

sordos" a las tendencias que se observan en los medios de comunicación.

29 McCombs, Maxwell. (1992). Explorers and surveyors: expanding strategies for agenda-setting research. Journalism. Quaterly. 36. pp. 176-187 30 Blumer, Herbert . (1982 ). La opinión pública y su sondeo. En Blu mer, Herbert . El intera ccionismo simbólico: perspectiva y m étodo. Ed. Hora. S.A. Barcelon a. Pp. 187 31 Iyengar, Shanto y Kinder, Donald. (1987). News that matters , Chicago University Press. Chicago.

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a.3 Medios de comunicación como empresas privadas

Es claro tener en cuenta que los medios de comunicación son los principales encargados –aunque

de ninguna manera los únicos– de construi r aquello que se conoce como ‘opinión pública’. No

obstante, los medios masivos de comunicación como parte de la del si stema social están

condicionados al capital y a los intereses particulares que este representa. De acuerdo a

Lazersfeld32, en la actualidad y como consecuencia del proceso de globalización cultural, los

medios de comunicación han pasado de manos del Estado a ser propiedad de grandes grupos

económicos. El interés de estos grupos en moldear la realidad social y la consiguiente opinión

pública está ligado a la obtención de sus propios beneficios. En este sentido, estos grupos terminan

influenciando, indi rectamente, no sólo la agenda de los pol íticos que están en campaña sino

también la de las actividades del Estado. Es cierto que, al ser entidades privadas, estos grupos no

son cont rolados por órganos gubernamentales, ni poseen rest ricciones al momento de expresar

ciertas ideas con respecto a determinados temas (obviamente sin tener en cuenta las consecuencias

que dichas posturas pueden llegar a potenciar.) De acuerdo a German Rey, “Las nuevas formas de producción, la tecnología y la liberalización de

los mercados ha cambiado de manera acelerada y radical la concepción de los medios de

comunicación en las sociedades democráticas”33. Como consecuencia del desarrollo y crecimiento de los grandes conglomerados de la comunicación, “ los medios actuales di fíci lmente se conciben en

el esquema tradicional de espacio público, sino que se definen como espacios privados susceptibles

de influir en la política, en la gestión Estatal y en la vida privada de los individuos”34. Esta

est ructura de los medios se encuentra basada en lo que se ha llamado el modelo de mercados, donde

el fin último son las ganancias económicas y la ley de la oferta y la demanda mueve las tendencias

en cuanto al contenido, variedad temática y producción.

En tanto al ejercicio periodístico, sucede que si antes el periodista producía bajo la influencia del

poder estatal, ahora se adecua a las pol íticas comerciales e institucionales que la empresa en la que

labora le exige, ya sea en favor de un grupo comercial o de un círculo político. Lo cierto es que el

periodista, hoy en día, no tiene garantizada la libertad de expresión, sino una libertad limitada por

de la oferta y la demanda. De hecho, los medios de comunicación, tanto escritos como elect rónicos,

a decir de Alfaro Moreno, "han t ratado de influi r en el quehacer estatal, no siempre en beneficio del

bien común y de la libertad de expresión como a veces se ha querido entender, sino en su propio

interés y conforme a procedimientos bien lejanos de la libertad de información de los usuarios”35.

32 Lazarsfeld, P . F. (1953). The Election is over. En P ublic Opinion Quarterly, n° 53. 33 Rey, German. (2001). Crisis y Medios: La crisis política y los medios de comunicación. Encontrado en : http://www.utopica.com/SimposioCrisis/crisisy.htm 34 Ibíd., http://www.utopica.com/SimposioCrisis/crisisy.htm 35 Alfaro Moreno, R.M. (2001) Comunicación y política: Viejos conflictos, nuevos desafíos. Bogotá: CEJA.

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14

Muchos medios de comunicación -sostiene José Brunner “sirven a los intereses de sus propietarios,

promueven las campañas que política, económica y culturalmente interesan a quienes pagan… en

todo esto, el Estado juega el papel de un empresario más dentro del campo de la competencia

económica, en donde lo que interesa no necesariamente es el poder político, sino las ganancias

económicas que represente la participación y el cont rol de los flujos de información”36

Los flujos de información están representados en el lenguaje periodístico, y es así, por que de

acuerdo a German Ayala, “ se sostienen en unos criterios de noticiabilidad y en unas condiciones de

producción sujetas a la relación costo – beneficio, así como a condiciones de desarrol lo

tecnológico, a niveles de lecturabilidad y comprensión de las audiencias, así como a los dictados del

rating, ci rcunstancia que reduce complejas realidades políticas a expresiones lingüísticas, etiquetas

y estereotipos que poco aportan a la comprensión de los asuntos públicos”37. Así entonces, las funciones de los medios en lo que lo respecta a socializar eventos, decisiones y problemáticas

relacionadas con asuntos públicos a través de la información, el comentario y el análisis, vienen investidas de un carácter político que subsiste a las condiciones que los conglomerados

económicos, con gran poder político, imponen a los medios masivos.

b). La Prensa como Influencia sobre Polí tica Exterior

Se ha debatido en la academia estadounidense, sobre la influencia de los medios de comunicación

en la política exterior. Lippmann38 ha encont rado que los medios de comunicación son los menos

relevantes a la hora de formular políticas internacionales y menos cuando se t rata de asuntos de

seguridad nacional y guerra. No obstante, otros trabajos sobre el asunto, como los de Bernard

Cohen39 Brecher y Snyder40 o trabajos más recientes como los de Herman Edward 41 y Jeffrey

Peake 42 han concluido que los medios tienen una influencia directa leve sobre el cuerpo

gubernamental de asuntos internacionales. “ La única relación que han encontrado relevante ent re

los medios de comunicación y los formuladores de política internacional, es el carácter informativo

36 Brunner, José Joaquín. (1998). Globalización cultural y postmodernidad , Chile; Bogota, Fondo de Cultura Económica. pp. 257 37 Ayala, German. (2001). Medios de Comunicación en Colombia: de la acción informativa a la acción política. Universidad Autónoma de Occidente, Cali. 2005. En: http://www.rlcu.org.ar/destacados/clea/ponencias/I%20Encuentro%20RLCU-Ayala%20Osorio.pdf 38 W alter Lippmann. (1964). Opinión Pública. Buenos Aires: Compañía General Fabril Editora. pp. 324 39 Cohen, Bernard. (1963). The Press and Foreign Policy. P rinceton. NJ. P rinceton University P ress. 40 Brecher M, y Snyder, R. (1978). Foreign Policy Decision Making and the Environment. International Studies Quarterly is currently published by The International Studies Association. 41 Edward, Herman. (1983). The Real Terror Network: Terrorist in fact and propaganda . Boston. South end P ress. pp 252. 42 P eake, Jeffrey. (1998). The Dynamics of Foreign Agenda Setting . The American Political Science Review. 92, 1; Research Library. pp. 173

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15

de los medios de comunicación hacia el publico en general”43. Es deci r, la única manera de

influencia es la capacidad de los medios de contar historias al público sobre asuntos internacionales,

a través de sus modalidades mediáticas e informativas, que moldean la percepción del público sobre

asuntos de carácter internacional. No obstante, t rabajos como los de Jeffrey Peake44 sustentan que

no solo los medios de comunicación afectan e informan al público en general, sino que son

también, fuente importante para los funcionarios del gobierno, en informarse sobre los hechos que

pasan en el mundo. Es deci r, los medios de comunicación son ventanas de información sobre los

acontecimientos del mundo exterior, tanto para el público en general como para los funcionarios de

un gobierno que toman decisiones; lo que implica a su vez, que las decisiones a veces se basan en la

forma y contenido de la información que los medios están enviando. Incluso, los medios de

comunicación son a veces las únicas fuentes de información. Los funcionarios usan los medios para

tener información út il inmediatamente, y especialmente en situaciones de crisis. Un ejemplo de esto, lo desarrollan Piers Robinson45 y Steven Livingston46, sustentando que muchos di rigentes

estadounidenses atribuyen a la CNN la capacidad de movilizar la opinión pública y de modificar la política exterior de Washington. Refiriéndose a ese “ efecto CNN”, según el cual la opinión

pública, comunicada por las cadenas informativas en tiempo real, ejerce presión sobre sus

gobiernos obligándolos a adaptar, modificar o acelerar su política exterior. Analistas como Steven

Livingston consideran que, al menos, hay t res tipos de efectos que pueden tener medios como CNN

en el terreno político: primero, al "acelerar" los procesos de toma de decisiones; segundo, al

"inhibi r" posibles iniciativas de políticas públicas; y tercero, al converti rse en actores capaces de

"defini r la agenda" no sólo mediática, sino también política47. No obstante, Livingston considera

que este efecto no sucede en todos los casos ni en todos los tipos de política exterior, pues “cada

política tiene diversos objetivos, di ferentes costes reales y requisitos operacionales…

consecuentemente el nivel de interés de los medios de comunicación y la consecuencia potencial de

este interés varia sustancialmente”48 En otras palabras, existe la posibil idad que diversos objetivos

de la política internacional presente diversos tipos y niveles de sensibilidad a diversos tipos de

medios.

43 P age, Benjamin I. y Robert Y. Shapiro. (1992). The Rational Public. Chicago: Univ. of Chicago P ress. 44 P eake, Jeffrey. (1998). The Dynamics of Foreign Agenda Setting. The American P olitical Science Review 92, 1; Research Library. pp. 173 45 Livingston, Steven.(1997). Clarifying the CNN effect: An Examination of Media Effects According to Type of Military Intervention. Harvard University John F. Kennedy School of Government. En: http://www.ksg.harvard.edu/shorenstein//research_publications/papers/research_papers/R18.pdf 46 Robinson, P iers. (2003). The CNN effect: The Myth of News, Foreign Policy and Intervention . Columbia Journalism Review. 47 Livingston, Steven. (1997). Clarifying the CNN effect: An Examination of Media Effects According to Type of Military Intervention . Harvard University John F. Kennedy School of Government. En: http://www.ksg.harvard.edu/shorenstein//research_publications/papers/research_papers/R18.pdf 48Ibid.,http://www.ksg.harvard.edu/shorenstein//research_publications/papers/research_papers/R18.pdf

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Por otro lado, de acuerdo a Iyengar49, la opinión pública ha sido considerada poco relevante en el

proceso de decisión en polít ica exterior, especialmente en tiempos de guerra y crisis, debido a que

necesitan de acciones rápidas e informadas sobre las estrategias de acción. El presidente es el

principal actor en tomar la decisión, y poco se cuenta con la opinión general de Estados Unidos, ya

que se caracteriza por ser poco informada sobre asuntos internacionales.

Se indica que el modelo norteamericano de cobertura de asuntos internacionales prácticamente se

ha exportado y globalizado, no solamente como antes por las grandes agencias de noticias, sino por

la forma de cubrir los eventos, la manera de t rabajar de los corresponsales de noticias y de las

grandes cadenas de TV globales, como la CNN y la cadena de Qatar AlYazeera. Qatar AlYazeera,

por ejemplo es el primer canal de ingles que cubre las noticias del mundo, con su sede en el Oriente

Medio. El canal apunta a proporcionar una voz regional y una perspectiva global a una audiencia mundial 50. Esta cadena de noticias, proporciona información desde el Oriente Medio, la opinión

publica de la región y las posiciones de sus gobiernos al mundo entero. La influencia de los medios de comunicación como fuerza independiente que influye en el contenido y en el proceso de

formulación de las políticas internacionales, ya no es un fenómeno exclusivamente de EEUU.

Robert Oakley51 y Simón Serfaty52 aluden al fenómeno de la globalización de los medios de

comunicación existente hoy: “una red de comunicaciones internacional, preparada para evitar el

cont rol de cualquier estado y que descansa en una ideología operante propia”53.

Así pues, la importancia de los medios de comunicación en la formulación de política internacional,

tiene varios aspectos, por un lado, son instrumentos de terrorismo, tienen una señal diplomática, es

deci r, influye ot ros gobiernos, y por ot ro afecta la gente de ot ros países a través de sus señales

informativas. Los Medios de Comunicación ponen temas en la agenda y les otorgan atributos,

pero ellos no siempre la fijan solos, por que la agenda de los medios, la de los pol íticos y la de la

opinión pública a veces se entrecruzan y se influyen ent re sí. Si el de los medios de comunicación

está de algún modo “constreñido” o se siente “ autocensurado”, ocurrirá con mayor frecuencia la

denominada “tematización” de Luhmann. Nuevamente, este autor sostiene que es el si stema

político le que impone su agenda a los medios de comunicación, es el si stema político el que

informa ciertos asuntos, impone los temas y la importancia de ellos. En conclusión, los medios de

49 Iyengar, Shanto y Kinder, Donald. (1987). News that matters , Chicago University Press. Chicago. 50 Tischler, Linda.(2000). Al Jazeera's (Global) Misión. En: http://www.fastcompany.com/magazine/104/open_aljazeera.html 51 Oakley, Robert B. (1991). Terrorism, Media Coverage, and Government Response: The Media and Foreign Policy. Citado de: Sondra M. Rubenstein; Media in War and Crises: http://overseas.haifa.ac.il/upload//Mediainwarandcrisis.pdf 52 Simón Serfaty. (1995). Los Medios de Comunicación y la Política Exterior . En: Medios de Comunicación y Política Exterior. Compilador, Ediciones Devenir, Argentina. 53 Ibíd., 1995.

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comunicación no fijan políticas, pero sí influyen en ellas, canalizando formando, desinformando

opinión pública, poniendo agendas, canalizando otras agendas (la ciudadana, la política). Pero su

influencia es indi recta. En tiempos normales y en regímenes democráticos, los medios de

comunicación pueden filtrar información. Los medios pueden conscientemente ser utilizados por

los gobiernos para auscul tar la reacción de la opinión pública; pueden perjudicar o favorecer

negociaciones diplomáticas, ayudar a la cohesión en torno a políticas y crear consensos.

c) La Prensa en Colombia

Durante décadas, la prensa colombiana fue esencialmente un medio político, por sus orígenes,

est ructura informativa, propiedad y propósitos. Los periódicos estaban afiliados directamente a

determinados partidos políticos y la información se consideraba un motivo de afiliación partidista; los periódicos, ent re tanto, adquirieron un tono retórico y con pretensiones de orientar lo que para

entonces se llamaba la opinión publica. Una opinión rest ringida a algunos actores como los políticos, el gobierno o la iglesia54. No obstante, los medios de comunicación colombianos, han

modificado y t ransformado ciertos rasgos de su est ructura por factores como la globalización y del

mismo sistema político del país. Pues, las reglas de la sociedad van cambiando a t ravés del proceso

de modernización, la vida pública en Colombia ha modificado ciertos aspectos; como lo expresa

German Rey, “ el panorama político resiste una mayor diversidad, los temas de discusión social se

han aumentado y los intereses en juego son muchos y más complejos…el escenario político exige

mejores argumentos, mayores capacidades de representación, mayor información y participación”55.

En la década de los 80, la economía colombiana empezó a experimentar fuertes cambios. El

gobierno del presidente César Gaviria Trujillo, comenzó la apertura económica y el país entró en

una época de cambios en su economía. Los medios de comunicación también enfrentaron cambios

que transformaron su contexto económico y su propia acción. Los cambios en la economía de los

medios fueron claves e influyeron en la forma de hacer periodismo. Primero, en las casas editoriales

intentando replantearlas a fondo, y los medios modificaron su estructura, pasando de

organizaciones familiares a organizaciones empresariales. El paso a la est ructura empresarial, le ha

posibilitado a los medios mejores recursos para la competencia, una inserción más efectiva en los

cambios tecnológicos. No obstante, se ha encontrado que la t ransformación de los medios hacia sectores privados, ha implicado un predominio de la orientación gerencial sobre la informativa lo

que produce problemas que repercuten en la calidad de la información. La independencia se pone

54 Rey, German. (2004). El Periodismo en Tiempos Difíciles; en Calidad Informativa y Cubrimiento del Conflicto . 2004 Pág. 48 55 Ibíd. pp. 49

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en riesgo y las condiciones que enmarcan la elaboración de la información, empiezan a sufri r

cambios que se revierten sobre su calidad.

Existen pocos estudios que analizan la presencia de la prensa colombiana en momentos históricos

específicos, destacando su papel político, su desempeño en los procesos sociales, su capacidad para

debatir, encubrir u ocultar, su representación de los sujetos y eventos sociales del país56. No

obstante, en Colombia se ha notado una vida pública mas vinculada y crítica con la sociedad, pues

la sociedad se ha diversi ficado, ha adoptado modos de vida urbanos y ha cambiado sus estructuras

económicas. La vida pública al igual que el sistema pol ítico ha dado gi ros trascendentales, y ha

generado una mayor demanda de información sobre los sucesos importantes del país. No obstante,

recientemente se han producido trabajos analíticos como los Jorge Boni lla y Catalina Montoya57,

que sustentan que “ a pesar de lo tarde que l legaron los medios de comunicación a modernizarse, no signi fica que no han jugado un papel importante en la reconst rucción de la vida nacional”. Estos

estudios junto con los de Pat ricia Gómez58 estudian la posición de los medios de comunicación en el conflicto armado colombiano, sugiriendo que las narrativas presentadas por los medios de

comunicación para referi rse a los hechos del conflicto armado son discontinuas, es decir, carecen de

un tiempo determinado haciendo que el conflicto se perciba como algo desde siempre; y presentan

informaciones sin sujetos definidos, es decir, se presentan los hechos pero no a las personas

involucradas o responsables, se habla de grupos o masas pero no de sujetos59. Por ejemplo el

Proyecto Antonio Nariño y M edios para la Paz, han destacado la labor de los medios de

comunicación colombianos en plasmar la realidad del conflicto, estas investigaciones postulan que

en el caso de conflicto armado los medios juegan un papel muy importante en la medida en que a

través de estos los di ferentes actores inmersos buscan ganar visibilidad. Es por esta importancia que

los medios de comunicación son muchas veces concebidos por los actores oficiales como campos

est ratégicos para hacer propaganda; por ejemplo, las autoridades oficiales (como las Fuerzas

Armadas, el Gobierno, ent re ot ras) tienen ventajas para acceder a los medios de comunicación y

crear sus propios marcos de interpretación ante la sociedad, en otras palabras los medios son

herramientas de influencia política dent ro del conflicto armado.

56Rey, German. (2002). Dos Décadas de Periodismo en Colombia ( 1989-2006). Apuntes a dos Décadas de Periodismo bajo presión. En Medios para la P az: http://www.mediosparalapaz.org/

57 Bonilla Vélez, Jorge y Montoya, Catalina. (2002). Periodismo, guerra y paz. Campo intelectual periodístico y agendas de información en Colombia . Pontificia Universidad Javeriana.

58 Gómez, Patricia. (2003). La guerra: una amenaza para la prensa . Medios para la paz: http://www.mediosparalapaz.org/ 59 Gómez, Ca milo. (2001). Periodismo, guerra y paz en Colombia: la lucha por la significación. En: http://www.irenees.net/fr/fiches/notions/fiche-notions-71.html

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Por otra parte, t rabajos como los de German Ayala y Oscar Duque60 sustentan que el papel de los

medios en Colombia tiene doble carácter de informadores y formadores de opinión, pero es

necesario tener en cuenta su carácter de instituciones privadas. Como tales, tienen el propósi to

primordial de comercial izar la información que a partir de unos hechos, ellos mismos los señalan o

no como not iciable. Además, gran parte de los medios masivos de comunicación colombianos

pertenecen o hacen parte de grandes conglomerados económicos61. Otros trabajos como los de

German Ayala62, sustentan que los medios en Colombia aparecen como agentes claves en los

procesos de socialización política y de conformación del concepto de lo político. Para este autor, los

medios en Colombia han sido intermediarios del proceso político, por la ausencia o debilidad de

aquellos a quienes por naturaleza corresponde esta función, los partidos políticos63. Se señala

entonces, un movimiento de las empresas periodísticas colombianas de su campo natural, la

sociedad civil, al de la sociedad política. Es deci r, en Colombia existe una suplantación de los partidos políticos por los medios de comunicación en su tarea de proponer contenidos temáticos,

posicionar líderes, e impulsar y consolidar determinados valores. En palabras de German Ayala “ … dada la notable crisis, desarticulación y desmoronamiento de los partidos Liberal y Conservador,

dicha tarea la vienen cumpliendo los medios masivos, especialmente en los rituales electorales… de

ello constituye la elección del presidente Uribe Vélez en la que confluyeron la intención manifiesta

de los medios masivos de presentarlo como el mesías que salvaría a Colombia… los medios

masivos colombianos juegan hoy un rol clave en el proceso de validación y legitimación de

políticas públicas que, como la Política de Seguridad Democrática, asegura la const rucción de un

modelo de Estado”64

Las razones por las cuales los medios hoy cobran importancia política en Colombia como

mediadores- según German Ayala- radican en múltiples ci rcunstancias dent ro de las que se

destacan su rol de informar y estar presente en las crisis, pero también la cuestionan, la validan o la

60 Ayala, German y Duque, Oscar. (2006). Medios de Comunicación y Seguridad Democrática : De la democracia radical al unanimismo ideológico. Universidad Autónoma de Occidente. 61Medios como El Espectador, la revista Cromos, el Canal de televisión y la cadena radial Caracol, son un componente del grupo Santodomingo o Valores Bavaria. El periódico El Tiempo, de la familia Santos, cuenta con distintos periódicos y revistas nacionales, así como con la distribución en el país de publicaciones de The Wall Street Journal Americas y la edición en español de Time. Semana es el principal grupo editorial de revistas de Colombia. Entre sus publicaciones sobresalen Semana, Dinero y Jet Set. Los otros dos socios, El Colombiano y El País, son respectivamente los principales periódicos de Medellín y Cali. El Tiempo, Semana, El P aís y El Colombiano tienen una alianza estratégica con Terra Networks. Internet de la empresa española Telefónica S.A. (Véase www.tradelink.com.co). El canal de televisión y la cadena radial, RCN, forman parte del Grupo económico del empresario Ardila Lülle. Esta organización es propietaria de los ingenios azucareros P rovidencia e Incauca, así como de la fábrica de gaseosas Postobón. 62 Ayala, German y Duque, Oscar. (2006). Medios de Comunicación y Seguridad Democrática : De la democracia radical al unanimismo ideológico. Universidad Autónoma de Occidente. 63 Ayala, German y Duque, Oscar. (2006). Medios de Comunicación y Seguridad Democrática : De la democracia radical al unanimismo ideológico. Universidad Autónoma de Occidente. 64Osorio, German. (2002). Medios de Comunicación en Colombia: De la acción informativa a la acción política. En: http://www.rlcu.org.ar/destacados/clea/ponencias/I%20Encuentro%20RLCU-Ayala%20Osorio.pdf

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manipulan, de acuerdo con sus agendas, sin que ello garantice su adecuada comprensión por parte

de las audiencias65. De esta manera, señala Martín-Barbero, “... lo comunicativo no sería externo a

los procesos políticos sino parte de ellos, puesto que el juego de la política es sobretodo, el juego de

la constitución de los actores políticos. Por lo tanto, es un juego de interpelaciones, de const itución

de sujetos”66 Los medios son productores de discursos, las llamadas agendas mediáticas, bajo

lógicas y criterios que corresponden a su doble carácter, medio - empresa, tienen efectos

garantizados en el campo político. A modo de ejemplo, German Ayala nos muest ra como en las

elecciones presidenciales de 2002, los medios de comunicación en Colombia reafi rmaron su

vocación como actores políticos. “En ausencia de los partidos y grupos políticos, es en la televisión,

en la radio y en la prensa escrita, en las encuestas y en la publicidad donde descansa en el poder de

convocatoria y de persuasión de quienes aspiran a ocupar cargos en la conducción del Estado… en

el 2002 la campaña publ ici taria del gobierno de Uribe Vélez que; tuvo amplio eco en los medios de comunicación que, apropiándose de dichos elementos, impulsaron la candidatura como

propia”67. La pasada campaña presidencial marcó como los medios de comunicación son quienes cumplen el papel de los partidos políticos. De hecho la elección de Uribe Vélez como presidente de

la República para el periodo 2002-2006, fue todo un fenómeno mediático originado, de un lado, de

acuerdo a Ayala por la ausencia de los partidos políticos, de otro, la emergencia de los medios

masivos como orientadores de la opinión pública que, aprovechando el espacio dejado por los

partidos polí ticos en razón a su escasa cohesión y capacidad de convocatoria crítica, se convirtieron

prácticamente en los únicos mediadores en los procesos de formación de opinión política

colombiana. Lo sucedido en la campaña presidencial del 2002 describe el nuevo papel que hoy

cumplen los medios masivos no sólo en Colombia sino, en general, en las modernas sociedades

contemporáneas.

65 Ibid., pp. 24 66 Martín Barbero, Jesús. (1996). Conversaciones sobre la comunicación y sus contextos. Cali: Editorial Universidad del Valle. pp. 154. 67 Ayala, German y Duque, Oscar. (2006). Medios de Comunicación y Seguridad Democrática: De la democracia radical al unanimismo ideológico . Universidad Autónoma de Occidente.

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III. ANTECEDENTES

a) Relaciones Estados Unidos- Colombia: Plan Colombia

Las relaciones de Estados Unidos y Colombia, di fieren según el periodo y las circunstancias

internas de cada país. No obstante, por la posición periférica de Colombia en el si stema

internacional, y el carácter de potencia de los Estados Unidos, estas relaciones se han caracterizado

por un alineamiento y estatus marginal de Colombia frente a Estados Unidos; lo cual significa que

el espacio de maniobra y de negociación en política exterior del país, es limitada y sometida a la

política exterior de Estados Unidos. Así pues, Colombia desde la independencia de Panamá, se ha

caracterizado por su al ineamiento y afinación cercana con los Estados Unidos, de esta forma,

Colombia se insertó en el si stema internacional condicionado fuertemente a los acoplamientos de

Washington y siendo su aliado incondicional 68.

Aparte del impacto de los Estados Unidos sobre las orientaciones de la política exterior

colombiana; el asunto que más relaciona y une las agendas internacionales de estos dos países, es el

tema de la droga. Las relaciones entre Estados Unidos y Colombia giran en torno al problema de

tráfico de drogas. La importancia del asunto de la droga empezó en los años ochenta, el cual reforzó

las relaciones de dependencia de Colombia hacia Estados Unidos, y añadió un peso mas al impacto de las presiones estadounidenses sobre la política domestica e internacional del país.

En 1998 es elegido el presidente Andrés Pastrana, con su elección, las relaciones bilaterales Estados

Unidos- Colombia se forjaron en cooperación y alineamiento. Pastrana, enfrentó a nivel domestico

una guerra que no soportaba mas ser ignorada. Por lo tanto, las prioridades de la agenda domestica

de Past rana se cent raron en buscar una solución paci fica al conflicto armado, y a nivel

internacional, la agenda se forjó bajos los intereses de los Estados Unidos, que eran principalmente

el combati r el problema de la droga. Meses después de su elección en 1998, Pastrana presenta un

plan de paz, cuya tesis principal sustentaba que el cultivo de sustancias il ícitas implicaba ent re ot ras

cosas, un problema social que necesitaba ser abarcado a t ravés de un plan, con caracteres similares

al Plan Marshall, para la reconst rucción social y de infraestructura perdidas por el conflicto

armado69. Además, sustentaba que el problema de las drogas afectaba la salud global y a nivel

interno ayudaba a financiar la guerra armada, por lo tanto requería esfuerzos de ot ros países para

combati r el narcotráfico y la producción de coca.

68 Tickner, Arlene. (2001). Colombia: An Ambiguous Foreign Policy. Pp. 2 69 P ardo, Diana y Arlene Tickner (1998). La Política exterior en el proceso electoral colombiano. En Elecciones y Democracia en Colombia 1997-1998

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Durante este periodo, fue elegido en Estados Unidos Bill Clinton. Ambos presidentes, Pastrana y

Clinton, formaron relaciones bilaterales muy fuertes, hasta el punto en que las visitas a las casas

presidenciales eran frecuentes. El motivo de estas visitas, era la consagración de unas relaciones

que iban “ mas allá” del tema de las drogas, y por lo tanto signi ficaba que aspectos de carácter

domestico tendrían que ver con las agendas internacionales de ambos países. En octubre de 1998,

Clinton se compromete en apoyar a Pastrana en el proceso de paz en Colombia, y en trabajar junto

con otras instituciones internacionales para movilizar recursos para apoyar este objetivo.

Consecutivamente, en 1998 se empieza a trabajar en un acuerdo de cooperación militar, el cual hizo

parte del entrenamiento del primer batallón cont ra-narcóticos del ejército colombiano70. De

acuerdo a Tickner71, la asistencia militar a Colombia, alcanzó en el año 1999 un total de US$289

millones.

Así, comenzó la ejecución del Plan Colombia, el plan es una est rategia integral de cooperación

bilateral Estados Unidos y Colombia, cuyo objetivo principal es combatir las drogas ilícitas y el crimen organizado, para así contribuir a la reactivación económica y la consecución de la paz en

Colombia, al tiempo que se fortalece el cont rol sobre la oferta de drogas ilícitas en las calles

norteamericanas. Este acuerdo está basado en el principio de responsabilidad compartida, según el

cual se reconoce que el problema mundial de las drogas es una responsabilidad común y compartida

por toda la comunidad internacional, que exige una visión integral y equilibrada para enfrentar la

demanda y la oferta de drogas ilícitas. Así mismo, el Plan Colombia busca fortalecer al Estado y a

la sociedad colombiana para la superación de la amenaza contrainsurgente en un contexto de

fortalecimiento de la democracia y los Derechos Humanos, a la vez que se mejoran las condiciones

sociales y económicas de los grupos de población más vulnerables al ofrecerles alternativas

diferentes a la producción de drogas ilícitas. Para la ejecución del Plan Colombia se realizaron

inversiones totales por US$10.732 millones. De estos recursos, US$6.950 millones (64,8%) se

ejecutaron como esfuerzo fiscal colombiano, y US$3. 782 millones (35, 2%) como aportes del

Gobierno de Estados Unidos. Los recursos del PC se ejecutaron, por componente, de la siguiente

manera: el 26,6% para el fortalecimiento institucional, el 57, 5% para la lucha cont ra las drogas

ilícitas y el crimen organizado y el 16% para la reactivación económica y social. Dent ro de los

componentes de fortalecimiento institucional y de reactivación económica y social se encuent ran

varios programas especí ficamente di rigidos a los avances del proceso de desmovilización, desarme y reintegración72.

70 Tickner, Arlene. (2001). Colombia: An Ambiguous Foreign P olicy. Septiembre. pp. 14 71 Ibíd., Pág. 14 72 Balance Plan Colombia 1999-2005. Departamento Nacional de Planeación. Dirección de Justicia y Seguridad. Septiembre 2006. |

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La participación de los Estados Unidos en Colombia fue creciendo a medida que aumentaba la

participación de la guerrilla, (las Fuerzas Armadas Revolucionarias- FARC) y (Ejercito de

Liberación Nacional –ELN) y los paramilitares, en el negocio de las drogas. La presencia de

grandes carteles en todo el país, permitió que el ejército de estos grupos insurgentes, se financiaran

de esta industria, a t ravés de la recaudación de impuestos a cul tivadores campesinos en sus zonas de

influencia y ofreciendo sus servicios como protectores de cosechas y construcción de laboratorios a

organizaciones y grandes traficantes de droga del país. Según, Bruce Michael Bagley73 en los años

noventa, la participación de las FACR se hizo más evidente, al encont rar evidencia que demostraba

que algunos frentes de esta organización guerrillera operaban en sus propios laboratorios en áreas

remotas del país.

Al final de los años noventa, el gobierno colombiano estimó que el total de las ganancias de las FARC, provenientes del t ráfico de drogas es mayor a 400 millones de dólares por año, sumado con

las ganancias de 500 millones provenientes de sus actividades guerrilleras, (secuest ro, extorsión, robo, impuestos a campesinos etc.); dando un total en 1999 de U.S$ 900 millones74. Debido al

incremento de su part icipación, los grupos insurgentes han aumentado su capacidad logística, y

crecido el número de combatientes guerrilleros, hasta el punto de poder combati r las fuerzas

armadas colombianas, las cuales en la mitad de la década, se encontraban muy debilitadas y su

capacidad de ganar un combate con los grupos insurgentes era casi nula.

Frente al crecimiento constante de las FARC, y la acumulación de poder militar que estaban

obteniendo a t ravés del negocio de las drogas, el presidente Andrés Pastrana (1998-2002) decide

pat rocinar una “ Iniciativa de Paz”75, poco después del comienzo de su mandato en agosto de 1998.

La Iniciativa de Paz de Pastrana, insistía en que el tema de las drogas no debería ser el único tema

relevante, sino que se debía estar sujeto de alguna manera al proceso de paz. Además, debido a las

presiones de la comunidad internacional en torno a la política de derechos humanos, Past rana con

su “ Diplomacia para la Paz” afi rmó que el papel de la comunidad internacional es vital para el éxi to

del proceso de paz.

Bill Clinton reconoció a Colombia como un problema para la región, en concentración de la

producción de amapola y como desestabilizador de la región. Desde esta perspect iva, la

73 Bagley, Bruce. (2001). Drug Trafficking, Political Violence and U.S Policy in Colombia in the 1999´s . School of International Studies. University of Miami. pp. 18 74 Ibid., pp. 22 75 Uno de los nombres dados a la iniciativa fue “ P lan Colombia para la Paz", el cual según Pastrana era un conjunto de proyectos de desarrollo alternativo que canalizarían los esfuerzos de las organizaciones multilaterales y gobiernos extranjeros hacia el seguimiento de la paz en la sociedad colombiana, junto con los esfuerzos del Departamento Nacional de Planeación para hacer reformas económicas, sociales, en lo territorial, en la política exterior y en la seguridad

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administ ración Clinton decidió adoptar la política de abrir un compás de espera, apoyar el proceso

de paz y analizar la posibilidad de participar en el Plan Marshall 76. Esta especie de “ Plan Marshall”

fue un borrador anunciado por Pastrana en la campaña, y que posteriormente, bajo la necesidad de

aclarar y defini r cada premisa de este plan para presentar a la Casa Blanca, el Congreso de Estados

Unidos y sus instancias gubernamentales, fue denominado Plan Colombia o documentos S 1758,

Alianza Act 77.

El comienzo de la administ ración Pastrana, signi fico un acercamiento de cooperación signi ficativo

ent re Estados Unidos y Colombia, el cual se evidenció en la visita de Past rana a Washington en

1998, donde- según Luis Alberto Moreno78- a petición de Andrés Pastrana, Clinton acordó en

mandar emisarios para reuni rse con los cabecillas de las FARC en Costa Rica para discutir la

voluntad de este grupo guerrillero, en emprender programas de erradicación de cultivos ilícitos como parte de el proceso de paz iniciado por Pastrana.

Este encuent ro t rajo consigo desacuerdos dentro del congreso estadounidense, y controversias sobre la participación de Estados Unidos en el conflicto armado colombiano, por lo que optaron por

rechazar cualquier compromiso y contenerse de cualquier discusión futura con las FARC. No

obstante, el presidente Bill Clinton, continuo en apoyar la iniciativa de paz propuesta por Past rana;

y a la vista de la poca voluntad de las FARC en conllevar una salida negociada, en 1999

Washington decide compart ir su inteligencia y logística en el tráfico de drogas con el gobierno de

Past rana y las debili tadas fuerzas armadas. Para el final del año 1999 más de 300 estadounidenses

llegaron a Colombia, como ent renadores militares, consejeros y más de 100 operativos de la

Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y de la DEA. Cuya primera misión era

en entrenar y equipar un nuevo batallón antinarcóticos dent ro de las fuerzas Armadas de

Colombia79.

Para enero del año 2000 la administración de Clinton reporto al Congreso estadounidense una

cuenta de ayuda para Colombia de US$ 1. 58 billones, destinada a cooperar en la guerra contra el

tráfico de drogas y apoyar la democracia del país durante dos años; esta ayuda es el doble de la

cantidad suministrada por Estados Unidos durante toda la década de los noventa. Además, esta

ayuda tuvo un cambio signi ficativo pues, en años anteriores la ayuda estadounidense fue canalizada

a t ravés de la Policía Nacional; con Past rana esta ayuda se di rigió a las Fuerzas Armadas (ejercito,

76 P ardo, Rodrigo. Internacionalización del Conflicto y Procesos de Paz. P ág. 197 77 Bagley, Bruce.(2001). Drug Trafficking, Political Violence and U.S Policy in Colombia in the 1999´s , School of International Studies. University of Miami. pp. 1-25 78 Moreno, Luis Alberto. (2001). La Gran Oportunidad: Un Plan Para Atajar la Inestabilidad Regional; En: Foreign Affairs en Español, No.1. 79 Semana, “ El Cheque de Tío Sam”, Revista Semana, Edición 924, Enero 17, 2000.

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fuerza aérea y naval ), para suscribi r ent renamiento, equipos y la compra de treinta Black Hawk y

treinta y tres helicópteros Huey para los dos nuevos batallones antinarcóticos; mient ras que una

parte menos signi ficativa fue destinada para la policía80. De esta forma, en junio del 2000 es

aprobado el Plan Colombia, por el Congreso de Estados Unidos81, con el que aportaron US$1.300

millones. El Plan tenía un costo de US$ 7.200 millones, financiados con recursos propios-unos

US$4 mil millones- y cooperación internacional. De los US$1.300 mil lones, un porcentaje fue

destinado a países vecinos. Los US$ 839 millones para Colombia fueron asignados según Rodrigo

Pardo de la siguiente manera: 391 para apoyo militar, 129 para interdicción, 116 para la policía, 81

para programas de desarrollo alternativo; y 122 para derechos humanos y justicia.

Aproximadamente 80% de los recursos fueron donaciones en especie, tales como helicópteros

nuevos Black Hawk y repotenciados Huey82.

De acuerdo con el texto oficial del Plan Colombia, el t rafico de drogas es el problema cent ral, no

obstante dentro de sus paginas se sost iene que para llevar a cabo la erradicación de los cultivos ilícitos, es necesario de igual manera, una negociación con la guerrilla, y por lo tanto se considera

que la lucha antinarcóticos y el proceso de paz son dos fenómenos que se complementan

mutuamente, y deben ser considerados como variables interpedendientes, pues el narcot ráfico

alimenta el conflicto, al financiar los di ferentes grupos armados, y de esta manera aumenta su

capacidad de gestión en el territorio del país.

Dent ro del marco de las consideraciones, en el Plan Colombia se precisó siete áreas de apoyo de

Estados Unidos al Plan Colombia83. No obstante, el Plan Colombia fue fuertemente criticado por su

poco enfoque social, y su gran énfasis en lo militar; pues, se argumento que la asistencia militar

podía acrecentar la guerra, producir un desplazamiento de poblaciones y posicionar el conflicto en

cent ros urbanos.

No obstante, el gobierno estadounidense, fue errático en que esta ayuda era con motivos estaban

est rictamente dentro del marco de la lucha cont ra el narcotráfico, y no pretendía involucrarse con el

80 Según Bagley, del total de la ayuda 1.58 billones de dólares, dos terceras partes de la ayuda US$940 millones se irán a las fuerzas armadas, mientras que US$ 96 millones se destinan a la policía. 81 De acuerdo a P ardo en Internacionalización del Conflicto y P rocesos de P az, la aprobación en la Cámara de Representantes, 33- votos a favor y 13 3n contra; el 30 de marzo de 2000 en sesión plenaria de la Cámara de Representantes, 263 votos a favor y 146 en contra; el 9 de mayo de 2000 en el comité de aprobaciones del Senado, 23 votos a favor y 3 en contra; el 22 de junio de 2000 en sesión plenaria del Senado, 95 votos a favor y 4 en contra; y el 28 de junio de 2000 en el comité de conciliación para el presupuesto de construcción militar. 82 P ardo, Rodrigo. Internacionalización del Conflicto y Procesos de P az. P ág. 199 83 Las áreas de apoyo son: 1) Desarrollo Alternativo. 2) P rotección de los Derechos Humanos Básico. 3) Mejorar la gobernabilidad y reforma del sistema judicial. 4) Apoyo al proceso de paz y apoyo a la región. 5) Erradicación, sur de Colombia y apoyo a la P olicía Nacional de Colombia. 6) Apoyo a los esfuerzos de Interdicción. Ver: http://bogota.usembassy.gov/wwwspceu.shtml

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conflicto interno colombiano84. Por lo tanto, Washington continuaba contundentemente en

mantener la división ent re la ayuda antinarcóticos y las operaciones militares contra la guerri lla en

Colombia. Pero, la realidad es otra, el presidente Past rana admitió que las FARC son actores del

negocio, y por lo tanto era inevitable que la ayuda estadounidense antinarcóticos se usara contra la

guerrilla85.

Durante y en el final del gobierno Pastrana, el balance de la negociación de Paz con las FARC deja

frust ración, como lo reconoció el mismo Gobierno, pues hubo aciertos y fallas en la política de paz

del Presidente. “El presidente Andrés Pastrana aseguró que invirtió todo su capital político "al

servicio de la paz", pero se most ró decepcionado por considerar que, a cambio, la guerrilla optó por

la dest rucción de la infraest ructura, el secuest ro de aviones y los atentados contra la población"86.

La preocupación de la dispersión regional del conflicto colombiano, a razón del fallo del proceso de paz de Past rana, preocupó al Congreso estadounidense; pues el posible impacto sobre los países

vecinos y la posibilidad de una “ contaminación” de la crisis colombiana sobre la región andina, se

veía muy factible. La respuesta de Washington, en principio concertada con Colombia, fue la de ampliar la cobertura del Plan Colombia hacia una estrategia regional. De allí nació la “ Iniciativa

Regional Andina”87. La est rategia antinarcóticos del nuevo gobierno norteamericano fue ampliada

hacia toda la región andina. La propuesta consistía en mantener la asistencia militar hacia

Colombia, pero extenderla a sus vecinos. En el nuevo esquema de Bush, era necesario fortalecer la

capacidad de los países del área para enfrentar los potenciales flujos de refugiados, guerrilleros,

paramilitares y/o narcot raficantes, en tránsito por las fronteras. Esta estrategia se dio a conocer con

el nombre de Iniciativa Regional Andina (IRA).

El Departamento de Estado ha pedido al Congreso de los EEUU, para el año 2006, una cantidad

cercana a los “ 735 millones de dólares para el sostenimiento de la Iniciativa Andina contra el

narcotráfico y el terrorismo (un incremento del 16% respecto a este año 2005) y lo hace cuando la

Secretaria de Estado, Condolezza Rice, considera que el Plan Colombia debería finalizar el año

2005 (el plan inicial tenía una duración de cinco años), pero la visita de Uribe realizada el 4 de

agosto del 2002 a George Bush, se constata la quiebra de la política de “ seguridad democrática” y

la redefinición del Plan Colombia al Plan Pat riota, t ras el inicio de una nueva ofensiva de la

guerrilla en Puerto Azis, Colombia. A finales del 2004 Uribe proclamó que en Colombia ya no

84 P ardo, Rodrigo. Internacionalización del Conflicto y Procesos de P az. P ág. 199 85 Bagley, Bruce. (2001). Drug Trafficking, Political Violence and U.S Policy in Colombia in the 1999 s , Presentado en: Colombia in Context. 86 Gallón, Gustavo. (1999). Diplomacia y derechos humanos en Colombia: más de una década de ambigüedad. En: Martha Ardila, Diego Cardona y Arlene Tickner (Editores), Prioridades y Desafíos de la P olítica Exterior Colombiana. 87 Coy, Francisco J. (2003), Injerencia Creciente y Desnarcotizacion Fallida: Relaciones Colombia- Estados Unidos desde el Final de la Guerra Fría, Mimeo.

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había un conflicto armado, sino "actos de terrorismo". El replanteamiento del Plan Colombia, al

Plan Pat riota, gi ró en torno a la aceptación por parte del Congreso de los Estados Unidos, en usar

todos los recursos enviados en primera instancia como ayuda antinarcóticos, por Estados Unidos a

Colombia, para combati r los grupos insurgentes. Por lo tanto, el Plan Patriota se convi rtió en una

est rategia de ofensiva militar contrainsurgente cont ra las FARC. Esta nueva fase del Plan Colombia

busca consolidar la presencia de las Fuerzas Armadas de Colombia en áreas cont roladas por la

guerrilla.

El presidente deja lineamientos de t rascendencia. Asumió riesgos y consecuencias, pero no

encontró voluntad política en las fuerzas insurgentes ni ejecutores que consol idaran el proceso que

ideó. Sus grandes contribuciones son: primero, en el campo internacional, fue capaz de recuperar el

prestigio, la credibilidad, la sol idaridad y la comprensión que había perdido Colombia. Segundo,

hubo algunos aspectos de la metodología que, quizás, puedan calcarse, pero también quedaron claras las cosas no deben volver a repeti rse. Tercero, el P residente logró deslegitimar de una manera

total a la guerrilla, sobre todo desde el punto de vista internacional

b) Plan Patriota

La dinámica del conflicto y la búsqueda de la paz fue redefinida por dos acontecimientos: la

tragedia del 11 de septiembre de 2001 y el fin del proceso de paz con las FARC el 20 de febrero de

2002. El 11 de septiembre cambió las prioridades de Washington, y por lo tanto su visión de

Colombia se alejaba de sus intereses nacionales. La est rategia mundial cont ra el terrorismo di rigida

por Estados Unidos le permit ió al gobierno colombiano, y al recién electo presidente Álvaro Uribe

(2002- ) redi rigir su política domestica frente a las FARC y el conflicto armado. La est rategia de

Seguridad Democrática88, como polít ica gubernamental del presidente Álvaro Uribe que propone un

papel más activo de la sociedad colombiana dent ro la lucha del estado y de sus órganos de seguridad frente la amenaza de grupos insurgentes; tiene lugar en el contexto de la lucha mundial

cont ra el terrorismo. Por lo tanto, la incorporación de la amenaza terrorista como uno de los ejes de la política exterior colombiana, luego de la ruptura del proceso de paz de la anterior administración

Past rana, ha contribuido a la inserción del país dentro de la lógica de la guerra mundial contra el

88 La política de seguridad democrática plantea que existe una la necesidad de fortalecer las actividades y presencia de los órganos de seguridad a lo largo del territorio nacional, y que al mismo tiempo debe ser la sociedad y no sólo los órganos de seguridad quien debe colaborar para obtener un éxito militar satisfactorio frente a los grupos armados al margen de la ley, que lleve a la desmovilización o rendición de sus miembros. Entre las propuestas mencionadas, se incluye aumento del presupuesto asignado a la defensa nacional. La aplicación práctica de esta política iba dirigida hacia unos objetivos estratégicos, que divididos en cinco grupos: 1º) la consolidación del control estatal del territorio; 2º) la protección de la población; 3º) la eliminación del comercio de drogas ilícitas en Colombia; 4º) el mantenimiento de una capacidad disuasiva: la protección de las fronteras terrestres, marítimas y fluviales, y 5º) la eficiencia, transparencia y rendición de cuentas88. Citado de: Documento Oficial de Política de Defensa y Seguridad Democrática; Presidencia de la Republica; Ministerio de Defensa Nacional. http://www.mindefensa.gov.co/dayTemplates/images/seguridad_democratica.pdf

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terrorismo89. La identificación de los grupos armados internos, como actores terroristas con alcance

global, por parte de los gobiernos de Colombia y de los Estados Unidos, ha permitido la inserción

de la crisis colombiana dent ro del contexto mundial de lucha contra el terrorismo. Después de los

ataques del 11 de septiembre, la política exterior colombiana ha gi rado en torno a la idea de que

Colombia constituye el cent ro del terrorismo en Latinoamérica.

La lucha global cont ra el terror y la aplicación del criterio de la guerra preventiva en ot ras partes del

mundo, son los nuevos vectores desde los cuales mirar y pensar el escenario Colombiano con

posterioridad al 11 de septiembre. Desde septiembre 2002, la publicación de la nueva Doct rina de

Seguridad Nacional del Presidente Bush estableció los nuevos criterios de la política internacional

proveniente desde los EE.UU. En el plano operativo, se imponen diversos límites de despliegue al ejército norteamericano, al estar

presentes en Afganistán (12,000), y en Irak (135,000), de forma simultánea. Desde el punto de vista

del Pentágono, la situación obliga a nuevas soluciones para afrontar los otros problemas de

seguridad regional, como por ejemplo el conflicto colombiano. Estos criterios son:

(i) no intervención militar tradicional en regiones lat inoamericanas, (ii) no expendio de recursos financieros y militares en gran escala. Se prefiere la

participación colectiva de fuerzas de países vecinos y la propia colombiana, con algún grado de ayuda norteamericana.

(iii) Además, se prefiere el uso de sub-cont ratistas norteamericanos para impulsar dichas políticas90

Con sede desde Miami y ot ras instalaciones en Texas, el Comando Sur es la est ructura de los

EE. UU. que se encarga de la seguridad en América Latina, 1470 personas analizan América Latina.

Esta organización militar tiene un presupuesto de US$ 800 millones, y tiene unidades militares

estacionadas en diferentes países latinoamericanos, así como bases de radar y estación. En la región

de los Andes particularmente, esta capacidad, se t raduce en sitios de entrenamiento; en Ecuador

para operaciones terrestres y Santa Clotilde en Iquitos, Perú, para ent renamiento en interdicción

fluvial. Asimismo, debemos mencionar las instalaciones militares especializadas de Tolemaida,

Tres Esquinas, Arauca, Puerto Leguízamo y Larandia (fluvial ) en Colombia91. El objetivo de estos

ejercicios es el de dar impulso a las capacidades de las Fuerzas Armadas de la región (América

89 Tickner, Arlene, “ Colombia es lo que los actores Estatales hacen de ella: Una Lectura de la política exterior Colombiana hacia Estados Unidos”. En Martha Ardila, Diego Cardona y Arlene Tickner (Editores), Prioridades y Desafíos de la P olítica Exterior Colombiana, op.cit 90 Jawahar Vinay. (2004). Turning Point in Colombia . Rapporteur s Report, Colombia Working Group. Inter. American Dialogue. 91 Soberón, Ricardo. (2002). Documentos de Análisis del Plan Patriota y sus posibles consecuencias regionales. En: http://www.mamacoca.org/Octubre2004/doc/Documento_Analisis_plan_patriota.htm

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Latina), para su conversión en fuerza de despliegue rápido, unidades multinacionales, de carácter

preventivo92.

No obstante, de acuerdo a Alfredo Rangel93 estos criterios son cada vez más inciertos y la realidad

del contexto de la región andina se agudiza a razón de las relaciones fronterizas y las implicaciones

y reacciones que países de la región han manifestado frente a la creciente inserción de los Estados

Unidos en Colombia, en materia de recursos financieros y de infraest ructura para la guerra.

Colombia, ha sido el país que mas ayuda estadounidense ha recibido en los últimos años, y ha

generado controversias en sus relaciones políticas con Venezuela, Ecuador, y Perú.

Los ataques a la población civil en un barrio de Neiva y el carro bomba en el club el Nogal, fueron

el impulso final que provocó la ofensiva del presidente Álvaro Uribe hacia las FARC. El gobierno desató entonces una ofensiva diplomática en busca de condena a las FARC, presunta responsable de

los hechos. Se lograron dos declaraciones inmediatas, una de los gobiernos cent roamericanos y ot ra del Consejo Permanente de la OEA, en las que se condenaba el hecho y se rearmaba la decisión de

cumplir con la Convención Interamericana contra el Terrorismo y la Resolución 1373 de la ONU,

formulada luego de los sucesos del 11 de septiembre. El gobierno nacional pidió además a los

gobiernos de los países vecinos declarar a las FARC una organización terrorista, pedido que fue

asumido con cautela por los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Brasil 94. En medio de esta

incertidumbre, aumentó el afán del presidente Uribe por la búsqueda de mayor cooperación

internacional para combati r el conflicto armado interno. La angustia presidencial por obtener la

incorporación de este conflicto a la guerra mundial contra el terrorismo y la necesidad de ampliar la

ayuda militar de Estados Unidos al país, lo llevó incluso a declarar el apoyo colombiano a la

invasión de Estados Unidos a Irak, en cont ra de la vasta movilización mundial opuesta a esta

decisión. Se rompió así con la tradición nacional de segui r la línea de Naciones Unidas en sus

políticas frente a los conflictos internacionales.

Según, Alfredo Rangel 95 simultáneamente a la Política de Defensa y Seguridad Democrática, ent ró

en vigor el Plan Patriota. Se trata de una estrategia militar elaborada conjuntamente por las

administ raciones de Colombia y Estados Unidos, dest inada a derrotar militarmente a las FARC,

obligándolas a desplazarse hacia la frontera sur del país. El Plan forma parte de la Política de Defensa y Seguridad Democrática porque es el instrumento efectivo para cumplir con el objetivo de

92 Isacson, Adam; Olson, Joy; Haugaard, Liza. “ Blurring the Lines” Trends in U.S military programs with Latin America. En: http://www.lawg.org/docs/BlurringTheLines.pdf 93 Rangel Alfredo. (2004). La Fricción y el Plan Patriota. diario El Tiempo. 94 En: Venezuela no aceptará presiones”, en El Tiempo, 10 de marzo de 2003. 95 Rangel Alfredo. (2004). La Fricción y el Plan Patriota. diario El Tiempo.

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consolidar el control estatal del territorio planteado por el Gobierno de Uribe. Para alcanzarlo el

Plan contempla el despliegue de una fuerza de 15.000 soldados en las selvas y poblados del sur del

país. ¿Qué objetivos tiene el Plan Patriota?

El objetivo de este plan es desplegar una fuerza de 15.000 hombres en las selvas y poblados en el

sur del país, donde el grupo guerrillero tiene presencia histórica y mantiene intacta su retaguardia

est ratégica, afi rma Edwin Rendón96. Para defini r la est rategia, hubo decenas de reuniones entre el

Ejecutivo y la cúpula de las fuerzas militares con el Comando Sur y los departamentos de Estado y

Defensa de Estados Unidos. La ayuda en Washington está diseñada para tres años de ofensiva y en

el 2004 se destinarán 110 millones de dólares para entrenamiento, armas, equipos de comunicación

para los grupos élites del Ejército y las Brigadas de Fuerzas Especiales97. Se creó un Centro de

Entrenamiento Nacional para que Colombia por sí sola pueda continuar con el ent renamiento de

soldados que hoy está a cargo de Estados Unidos.

Primera fase: La primera fase del plan fue la operación en Cundinamarca, que comenzó en junio del

2003, y recibió el nombre de Libertad 1, que en seis meses dejó fuera de combate a cinco jefes de

frentes guerrilleros y dejaron fuera de combate a 328 miembros de los grupos armados al margen de

la ley y ocupadas zonas de gran importancia para los grupos terroristas al interior de la selva98. El

general que lideró la Quinta División, Reinaldo Castellanos, fue puesto por el presidente Uribe al

mando de la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur, que será la unidad desde la que se penet rará a los

territorios insurgentes, asegura el rotativo.

Las sesiones regist radas desde el año pasado han sido con mili tares funcionarios al Comando Sur,

para los aspectos tácticos, y con funcionarios de los departamentos norteamericanos de Estado y de

Defensa, que venderán el tema en materia pol ítica y de presupuesto en Washington. El general

norteamericano James T. Hill, j efe del Comando Sur de Estados Unidos, se reunió por lo menos

diez veces con militares colombianos en Miami y en Colombia. Son fuerzas móviles y escuadrones

especiales de selva que se entrenan exclusivamente desde el año pasado. Unos tienen la misión de

copar el territorio; otros, como las unidades de comando en penet rar los sitios más recónditos de las

FARC. Las t ropas coparían por lo menos durante un año el corazón de la guerrilla.

96 Rendón, Edwin. “ Plan Patriota: una oportunidad de vida” En: pagina de Armada Nacional de la Republica de Colombia: http://www.armada.mil.co/index.php? idcategoria=61230 97 Veillete, Connie. Plan Colombia: A progress report. CRS, Report for Congress. En: http://www.ndu.edu/library/docs/crs/crs_rl32774_09may05.pdf 98 “ P rimera Fase del Plan Patriota culmino con éxito” extraído de la pagina oficial del Ejercito Nacional: http://www.ejercito.mil.co/index.php? idcategoria=33130

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Segunda etapa: Esta nueva fase del plan comenzó el 31 de diciembre del 2003, con la operación

Año Nuevo, llamada de "ablandamiento", en Caquetá99. Las t ropas llegaron hasta La Unión Peneya

(Caquetá), donde se concent ra el frente 15 de las FARC. La Fuerza de T area del Sur se movilizará

ent re Guaviare, Meta, Caquetá y Putumayo, con su puesto de mando en la base de Larandia

(Caquetá), pero busca construir una base militar en Araracuara (Caquetá, en límites con el

Amazonas), adonde solo se llega en avión o después de quince días de viaje en lancha. La

preparación de las t ropas se concent ró en la creación de las brigadas móvi les 10 y 11 y un

componente especial de la Infantería de Marina.

Los mismos departamentos del sur del país100, donde se realiza esta cont raofensiva militar, se

produce la gran parte de la coca que utiliza los t raficantes (doble sentido de la operación: anti

narcóticos y anti guerrillera). La situación actual de los cult ivos de coca en los departamentos

donde se realiza el Plan Pat riota: departamento de Nariño (17,500 hectáreas), departamento de

Guaviare (16,000 ha), departamento de Meta (12,500 ha), departamento de Putumayo (7,500 ha),

departamento de Caquetá (7,000)101. En esos territorios, en los últimos cuat ro años, por lo menos, se ha fumigado intensivamente, t ratando de quitarle el incentivo económico/ financiero a las FARC

en sus zonas de producción.

Aquí se materializa la ecuación Terror = Drogas en América Latina, que para Ricardo Soberón102

signi fica el uso de la ayuda estadounidense no solo para combati r el narcotráfico, sino también para

combati r las guerrillas, la guerrilla y el narcotráfico son el mismo blanco del Plan Patriota. Desde

julio del año 2002, el Congreso americano permite que fondos y recursos antinarcóticos

norteamericanos, en determinadas ci rcunstancias, puedan ser utilizados para combati r a la guerrilla colombiana. Este es un salto cualitativo mayor en el grado de involucramiento norteamericano en la

región. T ambién tenemos el caso de los elementos militares estacionados para el entrenamiento en

la protección de la estructura pet rolera en departamento de Arauca. Adicionalmente, la propuesta

republicana del Comando Sur de pasar de 400 a 800 soldados y de 400 a 600 subcontratistas, no fue

aprobada pero igual se mantiene un grado de asistencia militar de US$ 110 mi llones anuales para

estos propósitos de cooperación militar.

99 “ P rimera Fase del Plan Patriota culmino con éxito” extraído de la pagina oficial del Ejercito Nacional: http://www.ejercito.mil.co/index.php? idcategoria=33130 100 Departamentos donde se realiza la operación del Plan patriota: Departamento de Nariño, Guaviare, Meta, P utumayo, Caquetá 101 P rimera Fase del Plan Patriota culmino con éxito” extraído de la pagina oficial del Ejercito Nacional: http://www.ejercito.mil.co/index.php? idcategoria=33130 102 Soberón, Ricardo. “ Documentos de Análisis del P lan P atriota y sus posibles consecuencias regionales. En: http://www.tni.org/detail_page.phtml? page=archives_soberon_patriota#1a

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Referirnos al Plan Patriota, signi fica que se t rata de la operación militar más larga y sofisticada que

real izan las Fuerzas Armadas colombianas en su historia.103 El Plan Pat riota de acuerdo a Rangel,

comprende principalmente entre 15,000 y 17,000 hombres desplegados por el tiempo de un año, en

operaciones militares especí ficas. Resta evaluar su verdadera capacidad de sentar presencia en

terreno o de solamente hacer operaciones precisas. A decir del anali sta Alfredo Rangel: “ El

objetivo, al parecer, es capturar o eliminar a miembros del Secretariado de ese grupo guerrillero,

destrui r la infraestructura logística de su retaguardia est ratégica y debilitar de una manera crítica el

núcleo militar más duro de las FARC que se encuent ra en esa región del sur del país”104.

De acuerdo a Ricardo Soberon105, el Plan Pat riota, ha estado acompañado por lo tanto, de la

reactivación de unidades, como la Brigada X destinada a la frontera norte con Venezuela, y la

creación de nuevas unidades, como la Brigada XXVIII que sustituye al Comando Especí fico del Oriente, en la frontera sur con Venezuela y parte de la frontera con Brasil. Fue reforzado además,

en abril de 2005, con un cambio est ratégico en la organización militar mediante la creación de dos amplios comandos conjuntos (Sur y Caribe). A finales de 2005, el crecimiento del número de

unidades del Ejército era evidente: siete divisiones, 20 brigadas convencionales, 15 brigadas

móviles y siete batal lones, además de una brigada de selva, una brigada blindada, la Brigada Contra

el Narcotráfico, la Brigada de Aviación, la Brigada de Fuerzas Especiales y la Fuerza de Despliegue

Rápido, ent re ot ras106. A pesar de los refuerzos y los cambios, la ofensiva del Plan Patriota en el sur

del país, no ha logrado que las FARC descuiden otros frentes importantes, por ejemplo, en el 2005,

las FARC siguieron con sus acciones armadas en el corazón del Plan Pat riota, donde propinaron el

golpe más certero cont ra una unidad eli te cont raguerrillera.107

Por lo tanto, según Rangel 108 el Plan Pat riota se ve cuestionado por las limitaciones en la

financiación y las insuficiencias en la capacidad logística, en el número de efectivos y en sus

cambios hace que sea muy di fícil de sostener la ofensiva del Plan Pat riota en esa región durante el

tiempo necesario para someter a la guerrilla. Colombia es el único país en el mundo con este tipo de

erradicación de cultivos ilícitos, medio que ha demost rado hasta la saciedad su ineficacia: ent re

103 Rangel, Al fredo. (2004 ). La Fricción y el Plan Patriota. di ario El Tiempo. 104 Ibíd., 2004 105 Soberón, Ricardo. “ Documentos de Análisis del P lan P atriota y sus posibles consecuencias regionales En: http://www.tni.org/detail_page.phtml? page=archives_soberon_patriota#1a 106 Leal, Francisco. La Política de Seguridad Democrática 2002-2005- Dossier: Cuatro años del gobierno de Uribe: Balances y Perspectivas. En: http://www.scielo.org.co/pdf/anpol/v19n57/v19n57a01.pdf 107 Ibíd., en : http://www.s cielo.o rg.co/pd f/anpol/v19n57/v19n57a01.pd f 24 de octubre de 2004; 108 Rangel Alfredo. (2004). La Fricción y el Plan Patriota . diario El Tiempo.

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1994 y 2004 se asperjaron más de 620.000 hectáreas, y en el mismo período –con altibajos fuertes–

se pasó de 44.700 hectáreas a 86. 30060109.

No obstante la libertad que concedió Estados Unidos, luego del 11 de septiembre, de usar los

recursos del Plan Colombia para combatir las organizaciones armadas vinculadas con el

narcotráfico, lo que superpone a este plan con el Plan Patriota, la ayuda no es tan grande como se

cree, sobre todo frente a los daños i rreparables que provoca. Pues de acuerdo a Ricardo Soberón110,

la presión militar que se esta ejecutando en el sur del país, obligará a que mas gente se refugie en el

Ecuador, mas el daño ambiental que se está generando a raíz de las fumigaciones de cultivos

ilícitos.

A lo sumo alcanza un promedio de 650 millones de dólares anuales desde su implementación en 2001, además de que buena parte de éstos regresa a Estados Unidos por pago de insumos,

repuestos, asesorías y ot ros asuntos. El Plan Colombia terminó en 2005, y aunque se aseguró su renovación, lo será con menos recursos para ayuda mil itar, si se tienen en cuenta los 250 millones

de dólares para este rubro aprobados por el Congreso de Estados Unidos para 2006, frente a los

483,5 millones para combati r las drogas como parte de la Iniciativa Andina111. Pero la injerencia de

Estados Unidos llevó a que su embajada en Colombia se convirtiera en la cuarta más numerosa en

el mundo, con aumentos de militares y civiles112. El “ Plan Patriota” se trata entonces, de la más

ambiciosa campaña militar con el objetivo de lanzar una ofensiva con una fuerza de hasta 17.000

hombres a las selvas más profundas con el apoyo militar, logístico de Estados Unidos; es tan

ambicioso el Plan que el gobierno de EE UU decidió pedirle a su Congreso el aumento del número

máximo de militares y cont ratistas que se permi ten en Colombia.

109 International Crisis Group. (2004). Las fronteras de Colombia: el eslabón débil de la política de seguridad de Uribe. Quito/Bruselas. 110 Soberón, Ricardo. “ Documentos de Análisis del P lan P atriota y sus posibles consecuencias regionales En: http://www.tni.org/detail_page.phtml? page=archives_soberon_patriota#1a 111 Rangel Alfredo. (2004). La Fricción y el Plan Patriota. diario El Tiempo. 112 Leal, Francisco. La Política de Seguridad Democrática 2002-2005- Dossier: Cuatro años del gobierno de Uribe: Balances y Perspectivas. En: http://www.scielo.org.co/pdf/anpol/v19n57/v19n57a01.pdf.

Page 34: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

34

IV. ANÁLISIS DE CONTENIDO MEDIÁTICO Metodología El método que se usará en esta investigación es el de análisi s de contenido con el que se pretende

medir determinadas variables en los mensajes de la revista Semana con relación al Plan Pat riota.

La muestra será de una revista muy importante de referencia en la opinión pública nacional. El

periodo de estudio, es del junio de 2004 a junio 2006. El universo de análi sis del estudio fue la

información periodística que tiene relación directa o relacionada con el Plan Pat riota. Este estudio

entendió por información periodística, el texto que contiene: un titular (antetítulo, titulo y subtitulo)

+ un cuerpo informativo (que es la información que desarrolla ese titular)113. Ahora bien, para

intentar responder a la pregunta sobre cómo el Plan Pat riota se representa y se cubre a través del

contenido periodístico en las páginas de la revista Semana, esta investigación definió las siguientes

categorías de análisis:

• Construcción de la información sobre el Plan Pat riota en las paginas de la Revista

Semana

1. Numero de artículos por la revista durante el periodo de estudio. 2. Géneros periodísticos

• Temas de la Información

Esta categoría hace referencia a las temáticas a partir de las cuales la información sobre el Plan

Pat riota aparece en las páginas de la revista Semana. Es decir, analizar la agenda de los medios.

¿De que temas se habla cuando se informa sobre el Plan Patriota?

1. asuntos de la información 2. temas mas tratados en la información

Y por ultimo, se realizará un análi sis para conocer las opiniones y posiciones de las editoriales y

periodistas frente a los temas y actores, mediante un anál isis del texto manifiesto.

La base de datos corresponde a 189 artículos que se estudian a través de un análi sis de contenido, el

cual es una técnica para hacer inferencias objetivas y sistemáticamente identi ficando características

especificas de los mensajes”114. La definición clásica de Bernard Berelson, el análisis de contenido

“es una técnica de investigación para la descripción objet iva y sistemática del contenido manifiesto

113 P royecto Antonio Nariño. (2004). Calidad Informativa y Cubrimiento del Conflicto .pp.3 114 Holsti, Ole R. (1969). Content analysis for the social sciences and humanities . Addison Wesley P ubliching Company. pp.14.

Page 35: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

35

de las comunicaciones, teniendo como fin interpretarlos”115. Lo característico del anál isis de

contenido, y que lo distingue de ot ras técnicas de invest igación sociológica, es que se t rata de una

técnica que combina intrincadamente, y de ahí su complejidad, la observación y el análi sis

documental.

El uso de esta metodología, me permite describir las características del medio de comunicación de

este estudio, como también hacer inferencias acerca de la forma en como se maneja la noticia y el

tema Plan Patriota, como también analizar los posibles efectos que pueden tener ciertas formas de

los mensajes sobre los lectores. El análi sis de contenido mediático, tiene dos formas de

aproximación; una cuantitativa y otra cualitativa. El análisis de contenido cualitativo permite

veri ficar la presencia de temas y sus características, de palabras o de conceptos en un contenido.

Mientras que el análisis de contenido cuantitativo, tiene como objetivo cuanti ficar los datos, de

establecer la frecuencia de aparición y ocurrencia de los elementos retenidos como unidades de información o de signi ficación (las palabras, temas, etc. )116. En esta investigación se realizaran los

dos métodos de análi sis, pues ambos se complementan y permiten un análisis más exhaustivo sobre el manejo y forma de la cobertura periodística del Plan Patriota.

Para llevar a cabo este análi sis, primero realicé una lectura atenta de las 189 ediciones de la revista

Semana, referente al Plan Pat riota. Es lo que se llama generalmente la “ lectura flotante”117,

entendida esta como una actividad que consiste en familiarizarse con los documentos de análi sis

por las lecturas sucesivas y dejando nacer las impresiones y las orientaciones. De manera general, la

primera etapa de análisi s apunta a t res objetivos: la selección de los documentos para someter al

análi sis, y la determinación de indicadores sobre los cuales se apoyará la interpretación final118.

Segundo, los artículos encontrados en la revista Semana, fueron clasi ficadas en categorías, se

agrupan en estas categorías las unidades de información que se han ext raído de los documentos.

Esta unidad puede ser un tema, una palabra, un concepto, una frase, una idea o una frecuencia de

aparición de palabras o de frases.

115 Berelson, Bernard (1952). Content Analysis. En: Handbook of Social P sychology. Vol I. Nueva York. 116 Lopez, A, Eduardo. (1986). El análisis de contenido . En: El análisis de la realidad social. Método y técnicas de Investigación. Compilación de Manuel García Fernando, Jesús Ibáñez y Francisco Alvira. Alianza Editorial. Madrid p. 365-396. 117 Holsti, Ole R. (1969). Content analysis for the social sciences and humanities . Addison Wesley P ubliching Company. pp.14. 118 Mayntz, Renate; Hola, Kart (1980). Introducción a los métodos de la sociología empírica . Alianza Editorial. Madrid. pp. 309

Page 36: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

36

Tema Subtemas (Cuadro 1)

Narcotráf ico Capt ura redes de narcotráf ico Extradiciones Exportac iones de cocaí na Lavado de dinero

FARC/ Guerrilla Atentados contra la sociedad civil Atentados a las Fuerzas Armadas Atentados a la Infraestructura Vínculos con el Narcotráfico Secuestro Extors ión Robos Soldados Campesinos

Fuerzas Armadas Desarticulación frentes Guerril leros Ataques y Confrontaciones con las FARC Bajas y Capturados de las FARC Gast o Milit ar Control Territorial Soldados Regiones Estrat égicas Terr itorios recuperados por milit ares Presencia milit ar en puntos críticos Of iciales estadounidenses

Ayuda Estadounidense Entrenamiento

Prácticas Antiterrorist as Inf raestruct ura y Logística Equipos militares Colombia Amenaza regional Destino de la Ayuda

Región /vecinos Problemas de fumigac ión/erradicación de cultivos Problemas de desplazamient o

La unidad de registro es ut ilizada para permitir contar los elementos del contenido. En este caso, se

tratará de una palabra o de un tema. En una misma categoría pueden entrar varios temas, cada uno

teniendo una frecuencia di ferente. A cada artículo encont rada en la revista semana, se le asignó un

tema. La pertinencia de una de estas categorías fue determinada por el signi ficado del artículo en

general, se tomó en cuenta el contenido completo, pues en algunos casos en un artículo se nombran

varios de los temas, sin embargo se tomó el predominio de uno sobre los otros. Además con un

conocimiento teórico previo sobre el Plan Patriota, se logró decidi r las categorías que definen el

Page 37: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

37

Plan. Esta clasi ficación, con el fin de realizar un análisis más si stemático de la parte manifiesta del

texto, es decir reconocer la estructura del mensaje desde una perspectiva fenomenológica119. En

otras palabras, a partir de adjetivos, frases, párrafos y textos completos hago inferencias acerca de

las visiones que tiene la revista Semana sobre el Plan Patriota, y se pretende además, descubrir el

imaginario particular sobre el tema, que este medio está generando en sus lectores.

a) Análisis Cuanti tativo

Periodicidad

(Grafico1)

Cubrimiento revista Semana mes por mes (2004-2006)

05

10152025

Enero

Febre

roMa

rzo Abril

Mayo

Junio Julio

Agos

toSe

ptiem

bre

Octub

reNo

viemb

reDi

ciemb

remeses

articu

los 200420052006

Como puede verse en la grafica, el mayor número de artículos se presentaron en el año 2006,

especialmente en el mes de febrero. Esto podría corresponder, a la presencia de eventos muy

importantes durante esta época. Pues, el 2006 es un año decisivo para la administ ración Uribe. En el

2006, se realizo la re-elección del presidente Álvaro Uribe, para gobernar por 4 años más. Esto

evidentemente, es una estrategia de los medios de comunicación, para generar un consenso más

fuerte y/o debilitar la opinión publica frente a la imagen presidencial. En este año, es donde mas se

publicó información y análisi s de los resultados del Plan Pat riota en al revista Semana, con una gran diferencia frente a los años anteriores, e incluso durante este mismo año uno podría llegar a suponer

que la publicación de mas análi sis y reportajes sobre el Plan Patriota en este periodo es decisivo

para sus lectores en informarse y const ruir su opinión sobre el desempeño del presidente referente al Plan Pat riota antes de votar. La revista Semana se ha caracterizado por su análisi s critico frente

al gobierno de Uribe, y el Plan Pat riota ha sido eje central de su critica, especialmente a lo que

119 W. Potter, James. (1996). An analysis of thinking r esearch about qualitative Methods, University o f Cali forni a, Lawren ce Erlbaum Associates , publishers . pp .9.

Page 38: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

38

atañe a la falta de iniciativas de carácter social. El mes de febrero del 2006, estuvo básicamente

definido por hechos que marcaron el intenso cubrimiento. En este mismo año, Uribe seria re-

elegido en Mayo como un segundo mandato en las elecciones presidenciales, al conseguir un 62

por ciento de los votos. Mient ras que en los meses consecutivos a Febrero, se presentaron

relativamente pocos artículos sobre el Plan Patriota. En el año de 2004 y 2005, la representación del

Plan Pat riota fue débil. A comienzos del 2004 solo se empezó a hablar del Plan Pat riota en Mayo,

con un incremento contiguo en el 2005. Durante el año 2004 los meses de mayor cubrimiento

fueron agosto y septiembre, a pesar de que a finales del 2003 y comienzos del 2004, es realmente

cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos ejecuta una campaña cont rainsurgente en

regiones especi ficas de Colombia a través del Plan Pat riota. 120 Los art ículos, durante los primeros

meses de este año, no fueron tan críticos como los existentes en el 2005 y el 2006.

La cobertura del año 2005, fue relativamente baja. Pero este se incrementó a medida que se iban presentando enfrentamientos ent re guerrilleros y las fuerzas armadas. Un hecho importante presente

en las ediciones del mes de febrero del 2005, fue el ataque de las FARC en la base marina de Iscuandé, matando a 16 e hi riendo a 25 infantes de la marina. Los artículos de Abril,

correspondieron a los ataques de las FARC a una unidad cont rainsurgente entrenada por los Estados

Unidos en el departamento de Arauca, matando a 17 hombres en un convoy militar, incluyendo a

dos oficiales. Además, el 14 de 2005, las FARC atacaron Toribio, una ciudad predominantemente

indígena en el departamento de Cauca.

En los meses mayo y junio, aumentaron los artículos sobre el Plan Patriota, en cuanto se centraban

en hechos como el ataque que las FARC realizaron en Junio 24 del 2005, en el Puerto Asís del

departamento de Putumayo; matando a 25 e hi riendo a 20 soldados en una operación, considerado

uno de los ataques mas grandes a soldados desde el 2000. Finalmente, el número de artículos

subieron drásticamente en la revista Semana para el año 2006. En el 2006, ya se empieza a hablar

de los resultados hasta ahora obtenidos desde la ejecución del Plan Patriota en las regiones

est ratégicas. Estos resul tados, son vistos como fallidos, pues los ataques del año anterior

demostraron que la estrategia militar cont rainsurgente.

Temática La unidad temática alrededor del Plan Patriota determinó la selección de los artículos, por temas y

sub-temas. (Ver cuadro 1). Es deci r, a cada artículo se le asignó un tema (categoría) del Plan

pat riota; cada categoría tiene subtemas (indicadores) que guiaron la selección y división de artículos

de acuerdo al tema o categoría.

120 Brittain, James. (2004). P lan P atriota and the FARC-EP , A Change in the Countryside or P reparation for a Prolonged Conflict in Colombia? Publicado en: http://www.counterpunch.org/brittain10202004.html

Page 39: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

39

El tema de mayor cobertura en estos tres años fue el tema de la Ayuda Estadounidense, seguido de

las Fuerzas Armadas, la Guerril la, el Narcotráfico y por ultimo Vecinos regionales. Este orden se

mantuvo durante 2004 - 2005 y 2006. El tema de la ayuda estadounidense, fue efectivamente el

tema que mas importancia tuvo dentro del marco del Plan Pat riota, dent ro de las 189 noticias sobre

el Plan Patriota 67 noticias corresponden a la cobertura que se le dio a la ayuda estadounidense. No

obstante, lo que es aun preocupante, es la baja signi ficación que tiene dent ro de la cobertura del

Plan Pat riota, el tema de las relaciones con los países vecinos, en torno a una de las acciones

principales del Plan Patriota, la erradicación de cultivos con gli fosato, el cual ha generado

descontento internacional, por lo efectos nocivos en el medio ambiente y la salud de la sociedad

civi l, además de la movilización de ciudadanos y contrainsurgentes hacia las fronteras. Otra

característica de la cobertura mediática de la Revista Semana al Plan Pat riota, es la baja

información que se regist ra sobre los derechos humanos, tema que ha tenido una gran cobertura en medios internacionales especialmente europeos. Efectivamente, el Plan Pat riota es un plan militar

financiado por el gobierno de Estados Unidos, por lo tanto el tema al rededor del cual gira su análi sis en la revista Semana es el de la ayuda estadounidense y las fuerzas armadas. Cuadro 2

Temas Principales de l Plan Patriota

0 10 20 30 40 50 60 70 80

Ayuda Estadounidense

Fuerzas Armadas

Narcotrafico

Guerrilla

Region Vecinos

Serie1

Por lo tanto, el Plan Patriota que nos muest ra la Revista Semana es principalmente fortalecimiento

militar con aportes estadounidenses, la revista se fundamenta en como se han fortalecido, crecido y

est ructurado las fuerzas armadas gracias a la ayuda financiera y la asesoría norteamericana. Se

encuent ran pocos art ículos donde se mencione alguna inversión social, pues la revista muestra el

Plan Pat riota como un plan netamente militar y di rigido a combatir los grupos insurgentes. No se

menciona en sus artículos algún porcentaje de la ayuda estadounidense de carácter social.

Realmente, el tema de narcotráfico y cultivos ilícitos son termas de los que se esperaba encontrar

mas artículos y una gran cobertura mediática. Desafortunadamente, la información sobre el Plan

Page 40: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

40

Pat riota, gira entorno a los problemas principales ya mencionados. El segundo tema que mayor

cobertura tuvo en el marco del Plan Patriota, fue el de las Fuerzas Armadas, el cual correspondió no

solo a sus enfrentamientos con las FARC, sino también al destino que le correspondió a la ayuda

estadounidense. Esto es, ent renamiento militar, equipos de guerra, logística, armas, hel icópteros y

funcionarios norteamericanos. Este tema, se caracterizó por el constante énfasis en las bajas a

guerrilleros, las misiones de seguridad en pueblos y carreteras.

Géneros Periodísticos:

La importancia de los géneros periodísticos para este estudio, reside en dos aspectos. Siguiendo a

Julio del Rio121, los géneros cumplen para los investigadores dos tipos de funciones: una cogni tiva -

ya que los géneros actúan como sistemas de reconocimiento y ayudan a identi ficar los relatos- y una función taxonómica -ya que permiten a los académicos distinguir y clasi ficar conjuntos de

relatos. Además, cada género proporciona el sentido del discurso y ritmos de lectura para que el

lector pueda entender con claridad cuál es la actitud desde la que el periodista afronta la realidad y

qué finalidad tiene al escribi r. En segundo lugar, los géneros constituyen también una cierta

muestra de respeto hacia los receptores que -siguiendo a Julio del Rio- tienen derecho al menos a

distinguir ent re lo que es un punto de vista y lo que es una realidad incuestionable122.

(Cuadro 3)

Generos Periodísticos

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

Noticia

Reportaje

Entrevista

Cronica

Articulo de Opinion

Analisis

El grafico 3 muest ra algunas variaciones interesantes en cuanto a la extensión que ocupan los

géneros periodísticos en las paginas de la revista Semana. Así, los artículos de opinión son el

género predominante de la revista semana, para comunicar sobre el Plan Patriota, el espacio

121 Río Reynaga, Julio del. (1991). Teoría y practica de los géneros periodísticas informativos. México, Editorial Diana. pp. 234 122 Ibíd., 242

Page 41: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

41

ocupado por estos artículos por lo general fueron máximo 4 paginas de información. La relevancia

de esto, es que en estos textos el periodista toma partido por una postura a part ir de la información

que tiene. Tratará de convencer al lector dé que su posición u opinión sobre el tema es la correcta.

Su función es persuadi r al destinatario123. No ocurre lo mismo con las crónicas, cuyo espacio es más

extenso, pero solo corresponden a un 5 % de todos los artículos encont rada sobre el Plan Pat riota.

De los 189 artículos, solo 6 fueron crónicas generalmente de más de 4 páginas. Las crónicas son la

información sobre unos hechos ocurridos durante un período de tiempo desde el lugar mismo o

próximo a donde han ocurrido por un informador que los ha vivido como protagonista testigo o

investigador y que conoce las circunstancias que lo rodean124. Esto implica, que la información

sobre el Plan Pat riota en la revista Semana, no proviene de testimonios directos, sino de terceros

que a parti r de una información ya recopilada, aportan su interpretación y opinión.

Los artículos de análisis, es el género periodístico después de los artículos de opinión mas usado por la revista Semana. Los análisis son artículos de investigación con interpretación y opinión, pero

al di ferencia con el artículo de opinión es que, los análisis recogen la opinión institucional y colectiva de la revista125. Por lo tanto, se puede notar que en los artículos de la revista Semana,

tienen un carácter institucional muy fuerte, que han logrado una gran trascendencia publica. Pues,

los lectores reconocen la opinión abierta y directa del medio sobre dist intos temas de actualidad,

así como sus planteamientos ideológicos implícitos.

Autoría de la Información: (Cuadro 4)

Autoria de la Informacion

0 20 40 60 80 100

Sin Firma

Agencia dePrensa

Periodista

123 Rio Reynaga, Julio del.(1991). Teoría y practica de los géneros periodísticas informativos . México, Editorial Diana, 1991. pp. 234 124 Ibíd., pp. 235 125 Rey, German. (2004). Calidad Informativa y Cubrimiento del Conflicto . Proyecto Antonio Nariño2004. P ág. 14-16.

Page 42: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

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El gráfico 4 muest ra un hecho relevante; si bien gran mayoría de los artículos encontrados en

semana sobre el Plan Patriota, muestran su dimensión militar. No obstante, hay que tener en

cuenta que gran parte de los artículos o no tienen fi rma, o son editoriales. Si bien son los artículos

donde asuntos “ bélico-militares” son el eje cent ral de la información, los que mayoritariamente no

aparecen fi rmados (en un 65% de los casos están sin fi rma), la ausencia de la firma es también

fuerte en los demás temas de la información. La revista Semana se caracteriza por no firmar sus

artículos, no obstante son las columnas de análi sis las que generalmente se encuentran fi rmados, y

que participan por lo general no periodistas de plata de la revista sino analistas y académicos

independientes. La ausencia de autoría implica, que los artículos tienen gran influencia institucional

que se guían por estándares periodísticos similares, lo cual le resta en cierta medida objetividad y

neut ralidad a la hora de informar sobre un tema.

b) Análisis Cualitativo: Análisis del discurso

Con el fin de determinar las posiciones y forma en que la revista Semana ve a los actores y temas

dent ro del marco del Plan Pat riota, se observó el uso del lenguaje, en términos de adjetivos y frases

que aparecen en los párrafos o titulares. ¿Es la revista Semana neut ra a la hora de hablar sobre el

Plan Patriota? O por el cont rario, ¿tiene una visión negativa o positiva de los actores y los eventos?

Además, se intenta con este análisis determinar lo que la revista Semana quiere t ransmiti r a sus

lectores, por medio de cierta forma de mostrar los hechos, es decir, si se rest ringen a describir los

eventos o si extienden la información recurriendo a di ferentes fuentes y visiones acerca de un

mismo hecho. El procedimiento de este análisi s consiste en el análisis del texto manifiesto de las

noticias seleccionadas por las categorías anteriormente mencionadas.

Ayuda estadounidense En el análi sis cuantitativo, se vio que el tema de la Ayuda Estadounidense, fue uno de los que

mayor cobertura tuvo en las páginas de la revista Semana, y el que mayor análisis mantuvo durante los dos años del estudio. La forma como la revista Semana percibe la ayuda estadounidense está

inmersa en un debate. El discurso y la forma en que se refiere la revista Semana a la ayuda

estadounidense se cent ra generalmente en tres sentidos polémicos:

• Primero, la revista Semana enfatiza el hecho que “ Colombia se ha convertido en el

tercer país del mundo en recibir más ayuda militar norteamericana”126. • Segundo, en varios artículos se menciona la posición del congreso de Estados Unidos

(demócratas y republicanos) frente a la ayuda estadounidense.

126 Revista Semana, ¿Sin Lugar para la P az? Winifred Tate. 03/21/200. Edición:1142

Page 43: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

43

• Tercero, y con relación a las polémicas anteriores, la revista Semana emplea gran parte de sus análisis en los resultados y eficiencia que ha tenido la ayuda estadounidense en Colombia127.

Desde el 11 de septiembre de 2001, el terrorismo y la seguridad constituyen los focos principales

de la política del Departamento de Estado, las transferencias y ayuda económica hacia América

Latina se concentran principalmente en asuntos militares. Entre los años 2002 y 2003, la cantidad

de efectivos militares de América Latina entrenados por Estados Unidos aumentó en un 50%128 la

mayoría colombianos. El mayor de los receptores de ayuda militar norteamericana es Colombia,

sumando 3.6 mil millones de dólares entre el año 2000 y 2005. La ci fra es ext remamente alta si

consideramos que el total de las t ransferencias de ese país durante el período suman los US$ 4 mil

millones129 dólares en ayuda militar. Respecto a este punto y con referencia al Plan Pat riota130 la

revista Semana en su edición 1292 dice:

“ …a mediados de 2004, el presidente Bush, bajo la lógica confrontacional exigió al Congreso incrementar el número de militares norteamericanos, de 400 a 800, sin embargo le fue autorizado

500 en total, cien más de los que venían actuando, a la par brindó un apoyo económico mayor a un nuevo segmento de la guerra, el Plan Patriota, cuyo resultado es generar una metamorfosis en el

Plan Colombia inyectándole $110 millones en el año 2004 y se enviarán entre 14 mil y 15 mil soldados al sur de Colombia”131

“… incluye una ci fra astronómica de 43.836 millones de dólares para los próximos seis años, cuatro veces más que la versión inicial. Con la presentación del texto los dos gobiernos enviaron un mensaje de continuidad en las intenciones de mantener una estrecha alianza entre los gobiernos de Álvaro Uribe y George W . Bush”132

En estas citas la revista Semana, sugiere que la ayuda estadounidense, implica que la relación ent re

estados Unidos y Colombia adquiere un valor est ratégico todavía mayor al iniciarse el 2007.

“Para Uribe, significa contar con el respaldo político y los recursos de la primera potencia mundial para consolidar su política de seguridad democrát ica… Para Bush, el valor estratégico

que significa un aliado leal e incondicional como Uribe en las vecindades del territorio chavista”133

127 Revista Semana, ¿A que viene Bush? , 11/21/2004. Edición: 1177. Fecha de consulta: Abril 30 de 2007 128 WOLA. 2005. Diluyendo las divisiones. Tendencias de los programas militares de Estados Unidos para América Latina. W ashington. http://www.wola.org/publications/military_diluyendo_las_divisiones.pdf 129 Fuente: WOLA.org 130 Se notó que no existe un consenso claro por parte de la Revista Semana, en diferenciar lo que ésta denomina “ Nuevo Plan Colombia” “ Plan Colombia II” “ Plan Patriota”, acá se infiere que lo común de estas tres connotaciones es su carácter militar predominante, su re-orientación de objetivos, y formulas de las administraciones de Uribe en Colombia y Bush en Estados Unidos. La falta de claridad conceptual, al referirse al Plan Patriota, por parte de la revista Semana, es una dificultad para el lector de la revista, en entender la esencia misma del plan, y su diferenciación con otros términos análogos. 131 Revista Semana. El nuevo Plan Colombia. por Robinson Salazar. 03/06/2005 Edición: 1192. Fecha de consulta: Abril 30 de 2007 132 Revista Semana. “ Plan Colombia II”. 02/03/2007 Edición 1292. Fecha de consulta: Abril 30 de 2007 133 Revista Semana. “ El Nuevo Plan Colombia”. Robinsón Salazar. 03/06/2005. Edición. 1192. Fecha de Consulta Abril 30 de 2007

Page 44: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

44

Segundo, el paquete de ayuda norteamericano para Colombia ha sido objeto de una amplia y

profunda discusión dent ro del congreso norteamericano, y así lo deja ver la revista Semana. En la

edición 1177 del mes noviembre del 2004. La revista Semana anota:

“Algo va de los anhelos de Bush a su capacidad de lograr el apoyo del Congreso, con mayoría de la oposición. El TLC y el Plan Colombia II constituyen una agenda dura de romper para los

demócratas” Con esta cita, la revista Semana pone de manifiesto que la aprobación de más ayuda estadounidense

para Colombia, es un debate dent ro del Congreso, y sugiere que posiblemente esta ayuda disminuye

por oposi tores de la política exterior de Bush hacia Colombia. También, la revista manifiesta que la

aprobación de la ayuda militar a Colombia, era aceptada con mayor facilidad en la primera

administ ración de Bush, cuando en ese entonces el congreso de su país era mayoría republicana y

del mismo corte político que George Bush. Vemos que la revista Semana, alcanza un seguimiento

de la posición del Congreso, a raíz del cambio de su mayoría partidista, y la reelección del

presidente Bush.

“ … Las tensiones entre el gobierno republicano de Bush y los congresistas demócratas,

exacerbadas por una campaña electoral particularmente crít ica en el tema de cómo Estados Unidos está conduciendo su política exterior… La nueva mayoría política en el Congreso de

Estados Unidos necesariamente revisará el Plan Colombia”134

“demócratas recuperan poder en el Congreso en las próximas legislativas, mantener la ayuda para la erradicación de cultivos ilícitos, así como pasar el Tratado de Libre Comercio puede convertirse

en misión imposible… diferentes legisladores Próximamente ellos deben votar y firmar el presupuesto que obtendrá Colombia para el año 2007"135

La revista Semana hace pensar al lector que la posición del Congreso estadounidense tiene diversas

opiniones acerca de la ayuda destinada a Colombia. Y estas posiciones son de acuerdo al partido en

cuestión. En primer término, se encuent ran quienes consideran que la lucha contra las drogas en los

países productores ha constituido un rotundo fracaso y que los recursos aprobados en el Congreso

de los Estados Unidos para el Plan Colombia deberían orientarse hacia programas contra la

adicción y planes educativos de carácter preventivo en el propio Estados Unidos.

“Sin embargo, en la otra cara de la moneda hay nuevos elementos negativos: ha crecido el debate sobre la efectividad de la erradicación de cultivos ilícito…además la demanda interna de cocaína ha crecido, y el precio de la cocaína ha bajado en las calles de Estados Unidos, será necesario

invertir mas en prevención de la demanda” 136.

La revista Semana menciona a Riesser, senador que interrogó al presidente Uribe al respecto, la

revista señala:

134 Revista Semana. Antonio Caballero, Pastorcitos Mentirosos . Edición: 1222. Fecha de consulta: Mayo 3 de 2007 135 Revista Semana. “ Plan Colombia II”. 02/03/2007. Edición: 1292. Fecha de consulta: Abril 30 de 2007 136 Revista Semana. “ Dudas demócratas”. 10/03/2004. Edición: 1170. Fecha de consulta: Mayo 3 de 2007.

Page 45: REVISTA SEMANA Y PLAN PATRIOTA

45

“El Plan Colombia ha fracasado porque la demanda en Estados Unidos continua pero sobre todo, porque el gobierno ha fallado en la tarea de proporcionar alternativas económicas a los

campesinos que cultivan la coca y por que no se ha trabajo en la demanda de coca en Estados Unidos”137

Es decir, que el énfasis de la polí tica antinarcóticos según los demócratas debería reorientarse a un

combate sostenido cont ra la demanda interna, y crear a la vez alternativas económicas a los que

viven del cultivo de coca en Colombia. Quienes así opinan se basan tanto en la decepcionante experiencia de la lucha para erradicar los cultivos de coca en el área andina, como en el fracaso de

la lucha en los propios Estados Unidos.

“ Antes del plan la coca crecía en dos departamentos, seis años después, y posterior a invertir millones de dólares crece en todos los departamentos del País y la cantidad de cultivos, así como

la cantidad de droga que llega a los EEUU no ha bajado radicalmente”138

“A pesar de que el gobierno colombiano ha fumigado 100.000 hectáreas -siguiendo estrictamente la cartilla norteamericana-, la coca no se ha acabado. Simplemente se movió” 139

Por otro lado, la revista Semana nos muestra el “otro lado de la moneda” de la posición

republicana del congreso de Estados Unidos frente a la ayuda militar que le suministran a

Colombia.

“del presupuesto suplementario de emergencia para el año en curso, representantes republicanos lideraron una in icia tiva para que el congreso aprobara el pasado jueves 13 m illones de dólares más destinados a Aviones y lanchas an tinarcóticos en Colom bia”140

El argumento de los Republicanos frente al fracaso de la lucha para erradicar los cult ivos ilícitos es

el siguiente, es que si “ la pretensión del paquete militar norteamericano para Colombia tuviera

como objetivo acabar solamente con el tráfico de drogas, el fracaso estaría garantizado de

antemano. Pero, los objetivos son dos: debilitar las bases económicas de los grupos paramilitares y guerrilleros que, con la droga como sustento, han construido a sus economías de guerra,

sustentan que son objetivos a largo plazo”141. No obstante, la revista Semana pone de manifiesto

que no solo el fracaso del Plan en la erradicación de cultivos ilícitos es la preocupación de los

demócratas en el congreso. La situación de los derechos humanos y la gran escalada militar del

plan, preocupa no solo su gran inserción en el conflicto armado, sino también las posibles

consecuencias del plan en cuanto a lo social.

“Algunos senadores norteamericanos, como el influyente demócrata Patrick Leahy, alarmados sobre una eventual intención de silenciar la crítica a los programas del Plan Colombia, congelaron

137 Revista Semana. “ Uribe en Washington atrás del Telón” 06/07/2006. Edición: 1259. Fecha de consulta: Mayo 3 de 2007 138 Ibid; Edición: 1259. Mayo 3 de 2007. 139 Revista Semana. “ Dudas Demócratas” 10/03/2004 Edición: 1254. Fech a d e Consulta: Mayo 3 de 2007 140 Revista Semana. “ Uribe en Washington: detrás del telón” 06/17/2006 Edición: 1259. Fecha de consulta: Mayo 3 de 2007 141 Revista Seman a. “ A que viene Bush” 11/21/2004. Edición: 1177 . Fecha de consulta: Mayo 3 de 2007

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los fondos -hasta hace pocos días- y le solicitaron explicaciones a la AID sobre la situación en DD. HH. Para 2005 los recursos asignados a derechos humanos llegan a seis millones de dólares, la mayoría de los cuales se destinan a programas del gobierno. Pero el debate de la ayuda se vio

enrarecido por los cuestionamientos a la eficacia de la ayuda social del Plan”142

“Las organizaciones no gubernamentales, religiosas y de activistas también hicieron cabi ldeo para cambiar el paquete de ayuda y pidieron que se removiera o se redujera la ayuda militar, que se

agregaran referencias a los derechos humanos y que se aumentara la ayuda para el desarrollo”143

En segundo término, se hallan quienes se oponen a los recursos contemplados en el paquete

norteamericano para el Plan Colombia, en part icular los de orden militar, con el argumento de que

éstos pueden agravar el conflicto interno y no solucionarlo, y expandir los cult ivos hacia las

fronteras. Es decir, que la ayuda a las Fuerzas Armadas colombianas puede terminar escalando la

confrontación mi litar y alejando una posible salida a la erradicación de cultivos ilícitos.

“La represión contra la droga gana batallas pero pierde la guerra. Por eso, sin andar lejos, los

cult ivos se están pasando al Perú, y a Estados Unidos entra la misma cantidad de alucinógenos. En cambio, Colombia sufre el 'daño colateral' de la fumigación, la distorsión de la justicia y, cómo no,

el financiamiento de la guerrilla y de los paras” 144

“La 'Ley Leahy', nombrada así por su ponente, el senador Patrick Leahy, un demócrata y uno de los senadores más activos en temas de derechos humanos, fue fundamental en los debates sobre

temas de derechos humanos en Colombia… esta ley prohíbe la ayuda militar a unidades militares extranjeras implicadas en violaciones de derechos humanos y estipula que se deben tomar medidas

correctivas”145 Finalmente, se hallan quienes apoyan el paquete norteamericano al Plan tal como había

sido diseñado inicialmente, es decir, sin condicionamientos referentes al tema de los

derechos humanos. Este sector, probablemente el más conservador hoy en el

establecimiento militar y en el Congreso, está igualmente preocupado con los r iesgos de un

colapso institucional en Colombia pero critican los condicionamientos a la ayuda; menos

preocupados por el credo norteamericano actual de la “promoción de la democracia” y más

preocupados por temas como las drogas y la seguridad regional, perciben a Colom bia como

una “democracia acorralada” por los traficantes de droga y los grupos guerrilleros. “Los

republicanos respa ldaron en su mayoría la idea de ayudar militarmente a Colombia,

aprueban orig inalmente propuestas por la administración y prácticamente aprueban el

142 Revista Semana. “ Dudas Demócratas” 10/03/2004. Edición: 1170. Fech a d e Consulta: Mayo 3 de 2007 143 Revista Semana. “ Sin lugar para la P az” escrito por Winifred Tate. 03/21/2004. edición: 1142. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 144 Revista Semana, Hernando Gómez. “ Viene Bush”. 11/21/200. Edición: 1177. Fecha de consulta: Mayo 4 de 2007. 145 Revista Semana. “ Sin lugar para la P az” escrito por Winifred Tate. 03/21/2004. edición: 1142. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007

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paquete completo sin deparar en asuntos de inversión económica o social”146. Entre sus

editoriales se encuentra constantemente que los destinos de esos dineros m uchas veces

dem uestran como las respuestas prior izadas por Washington obedecen a una visión militar

del problema más que social. Un claro ejemplo de lo anterior, lo constituye:

“El mismo CPI -junto a otra dos instituciones- describió hace pocas semanas cómo la relación con América Latina, y en particular con Colombia, tiende a militarizarse, a depender más del

Pentágono que del Departamento de Estado”147 Análisis general de la categoría Asistencia Estadounidense en la revista Semana: A mi juicio, el análi sis que la revista Semana da sobre el Plan Pat riota en términos de asistencia

estadounidense es clara, concisa y completa, pues la mayoría de sus artículos t rae a mención las relaciones ent re la ejecución del Plan Patriota con los recursos provenientes del gobierno

norteamericano. No obstante, se encuentran deficiencias que tienen que ver con en el uso del

lenguaje mediático. En muchos de los artículos se presenta el ejemplo de titulares como “ Aprobada

ayuda a Colombia”, cuando se sabe que esos dineros del Plan Pat riota no tienen esa connotación de

ayuda que el ti tular sugiere; no es posible pensar que sea una ayuda cuando se sabe que los dineros

recibidos llegan a manera de empréstitos. Los artículos son generalmente descriptivos y no se

apoyan en fuentes oficiales o de otro tipo. Simplemente nos relatan la cuantía de los dineros

solicitados y los tropiezos que dent ro de la política interna norteamericana tendrá la aprobación de

la ayuda en sí. Otra deficiencia encontrada en los artículos seleccionados bajo esta categoría, es que

si bien explican el rol del congreso de Estados Unidos, pero se desconoce el rol del Congreso

colombiano como órgano legislativos sobre la asistencia estadounidense. Casi ponen en manifiesto

que esta política esta di rigida por Estados Unidos sin ningún campo de acción para Colombia. “ Es

un plan, en efecto, que no consulta los intereses de los colombianos ni los del país, sino los

intereses de los gobiernos de los Estados Unidos”148. Lo bueno del análisis que realiza la revista Semana, es que proporciona no solo los aspectos del marco del Plan Pat riota, sino que interpreta las

posibles consecuencias que t raería esta operación en Colombia: por ejemplo, “ las consecuencias del

Plan Colombia son fundamentalmente dos: una, la de agravar, expandir y ahondar la guerra

interna; y la otra, la de entregar al Estado colombiano atado de pies y manos al capricho de los

Estados Unidos” 149

146 Revista Seman a. “ Se le metió al ran cho” 08/07/2005. Edición: 1214. Fecha d e consulta: Mayo 5 d e 2007 147 Revista Semana. “ Menos de lo mismo”. Fecha: 11/08/2004 Edición: 1175. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 148 Revista Semana. “ La plata congelada por EE.UU. se debió a serias dudas sobre DD.HH en Colombia” 04/19/2007. edición: 1137. Fecha de consulta: Mayo 4 de 2007 149 Ibíd.; Edición 1137. Mayo 4 de 2007

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Narcotráfico El tema del narcotráfico en las páginas de la Revista Semana, tuvo el comportamiento que se

esperaba. Es un tema, que en comparación al de la Ayuda Estadounidense y las Fuerzas Armadas,

tiene poca cobertura, pese a que combatir el narcot ráfico es uno de los principales puntos

est ratégicos del Plan Patriota para luchar cont ra el crecimiento de los grupos guerrilleros que se

financian del narcot ráfico y la producción de coca. Los artículos de la revista Semana sobre el narcotráfico en el marco del Plan Pat riota, se caracterizan primero, por manejar un lenguaje

negativo referente a los resultados hasta ahora obtenidos del Plan Patriota, en asuntos como

erradicación de cult ivos ilícitos, captura de redes de narcot ráfico y exportaciones de cocaína. Este

lenguaje negativo, generalmente usado por la revista Semana, hace pensar que uno de los objetivos

del Plan Patriota en erradicar los cultivos ilícitos no ha sido exitoso. También se encuentra que la

revista Semana al hablar del narcotráfico, hace constantemente referencia a las consecuencias

negativas que han generado la fumigación de los cul tivos, tanto para los campesinos que viven de

ellos, como para el medio ambiente. Y un punto, que se manejará posteriormente es la relación

conflictiva que la fumigación de cult ivos ilícitos con gli fosato, está generando con los países

vecinos.

Primero, la revista Semana plantea textual y concretamente el vínculo est recho que existe ent re los

cocaleros, la sociedad civil y las FARC en el sur del país. Esta relación plasmada ent re las líneas de

la revista Semana, implica suponer que el Plan Patriota afecta esta estructura, y también da por

sentado que las FARC manejan gran parte de la producción de los cultivos ilícitos del sur del país,

región donde actúa el Plan Patriota.

“Las FARC y su relación con la economía de la coca en el suroriente de Colombia...En ese

contexto deplorable las FARC optaron por permitirles a los campesinos sembrar coca sólo durante dos años. Ya llevan 25”150

“La relación entre las FARC y los cocaleros fue evolucionando. Pasaron de cobrar un 'impuesto' a los compradores a manejar toda la cadena hasta antes de la exportación. Hoy los guerrilleros son

el eslabón esencial del negocio en el suroriente como lo son los paramilitares en el resto del país”151

Esto quiere deci r, que de acuerdo a la revista Semana las FARC “ solamente” articulan todo el orden

social y económico alrededor de la coca, nuevamnte, vemos que la revista Semana recae sobre las

FARC toda la responsabilidad del negocio de la coca, pues no se menciona a los paramilitares; por ejemplo:

150 Revista Semana. “ La Batalla contra la coca amenaza la guerra contra las FARC en el sur del país”. 06/05/2005. Edición: 1205. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 151 Ibíd., Revista Semana. Edición: 1205. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007

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“ Las FARC le prestan a los campesinos dinero para comprar la semilla y para procesar la hoja, determinan el precio de compra, definen los conflictos entre raspachines, tienen los contactos con

los narcotraficantes y reali zan la venta al por mayor”152

Este orden social se alteró según la revista Semana con la llegada de los 18.000 soldados del Plan

Pat riota.

“ Los soldados requisan constantemente a los campesinos en los ríos y en las carreteras en busca de pasta de coca o de insumos para procesarla. Su objetivo es doble: golpear las finanzas de las

FARC y arrebatarle a la guerril la su 'constituyente primario', conformado por los cocaleros…”153

De acuerdo con la revista Semana, es claro que en las regiones del Plan Pat riota la guerrilla ha perdido poder económico. Por ejemplo: “En Curillo, Caquetá, los guerrilleros bajaban bultos de billetes al pueblo y compraban y vendían la coca a la vista de todos. Como el Ejército destruyó las pistas y los controles son estrictos, el negocio entró en crisis”154. No obstante la revista Semana, hace énfasis en que el negocio de los cultivos ilícitos no esta

bloqueado, es decir que no necesariamente las FARC estén menos poderosas. Así lo dice la revista:

“ Por su inclusión internacional, la guerrilla tiene la capacidad de trasladar las estructuras del negocio y ubicar la producción en otro lado… el resultado neto es que mientras que a los

campesinos los soldados le echan el perro antidrogas para que los husmeen y a los que llevan coca o insumos la Fiscalía los condena a más de cinco años de cárcel, quienes jalonan el negocio

simplemente se van a otra región”155

Entonces la revista Semana es crítica con los resultados que hasta ahora ha tenido el Plan Pat riota y

pone en cuestión el primer objetivo del plan en debi litar las finanzas de las FARC, y si no se logra este objetivo, el segundo que es debilitar la organización social de la guerri lla, tampoco se logrará.

Por ot ro lado, la revista pone de manifiesto que en el Plan Patriota las Fuerzas Armadas se

involucran mas directamente en la lucha contra el narcot ráfico, reubicando soldados profesionales

de forma que haya mayor presencia donde mayor sea la amenaza.“ …los resultados operacionales

están concentrados en la logística: decomisos de munición, caletas de alimentos e insumos para la

producción de cocaína”. En cuanto a los resultados hasta ahora obtenidos del Plan, la revista

Semana dice: “ La captura o muerte de mandos medios ha sido importante, pero no suficiente para

debilitar sustancialmente a las FARC”156

Si bien, esta frase del articulo “El Plan Patriota” edición 1233 de la revista Semana, pone en

cont ravía el discurso de Estados Unidos que proclama que “ si se combate el narcotráfico, se

asfixian las finanzas de las FARC y por ese camino se les derrota”157; en este sentido, se esta

152 Revista Semana. “ La Batalla contra la coca amenaza la guerra contra las FARC en el sur del país”. 06/05/2005. Edición: 1205. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 153 Ibíd.; Edición: 1205. 154 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 02/12/2006. Edición 1233. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 155 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 02/12/2006. Edición 1233. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007. 156 Revista Semana. “ Con 38 de Fiebre” 02/12/2006. Edición 1233. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 157 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 02/12/2006. Edición 1233. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007.

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sugi riendo que el Plan no es suficiente para acabar con las finanzas de las FARC. Además, sugiere

que la erradicación de cultivos en la región del Plan Patriota, no ha sido estratégicamente bien

implementada, por que los cul tivos se están expandiendo a ot ros territorios y el involucrameinto

cada vez mayor de las Fuerzas Militares ha generado problemas con la sociedad civil. Así lo dice la

revista Semana:

“En la práctica, mientras las FARC se fueron con su negocio para otra parte, la persecución a los pequeños productores de coca ha generado una brecha entre la población civil y militares difícil de

superar”158

Esto a la vez, implica que la revista Semana no solo critica los resultados del Plan Patriota, sino

también las consecuencias que no se previeron antes de la ejecución, y la inexistencia de programas

de apoyo social. La guerra cont ra la coca esta siendo cont raproducente- según al revista Semana- en

la mayor ofensiva militar del Estado cont ra las FARC. El efecto cont raproducente, es que el Estado

colombiano mientras hace su labor de controlar la producción de coca, se esta haciendo enemigo de

su población civil, al arrebatarles su única forma de subsistencia: la producción de cocaína.

“ Los campesinos en las zonas bajo influencia guerrillera en cambio de ver al Ejército como su salvador lo perciben como un agresor. Entonces lo que pierden las FARC por el lado del negocio

lo ganan por otro: los campesinos confirman con su propio sufrimiento quién es el verdadero enemigo”159

La revista Semana, aunque no lo dice concretamente, sugiere que como resultado de las acciones de

las Fuerzas Armadas contra los productores y por las fumigaciones mediante aspersión aérea, ha

generado graves efectos sociopolíticos, por la baja capacidad de gobernabilidad en zonas donde la

presencia estatal ha sido inexistente. Tales acciones son percibidas como agresiones externas que

recaen sobre comunidades dispersas y con baja organización comunitaria. Pues la población ha

sido criminalizada por vivi r de la coca y por sus inevi tables nexos con una guerrilla que era el único

seudo-estado que conocían.

“La gente ha sido afectada con capturas masivas, con restricción de alimentos y combustible, y con las fumigacione. Se les quitó su economía ilegal, pero no está claro con qué pueden reemplazarla. La justicia sigue prácticamente ausente y los gobiernos locales, débiles y sin recursos. Los 11.000 millones de pesos que ha invertido el Centro de Acción Integral -un grupo que coordina acciones

sociales de diversas entidades estatales- en los cinco principales municipios donde se desarrolla el Plan Patriota han probado ser insuficientes”160

En otros artículos de la revista, se abarcan varios análisi s de la efectividad que hasta ahora ha tenido

el Plan Patriota. Unos argumentan que Estados Unidos está perdiendo la guerra cont ra las drogas,

otros que efectivamente se han reducido los cultivos ilícitos, y que el problema no es del número de

158 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 02/12/2006. Edición 1233. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 159 Ibid; Edición 1233 160 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” escrito por Martha Ruiz. 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007

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cult ivos sino de la misma demanda del mercado, la cual hace que el negocio sobreviva. Y por lo

tanto, el narcot ráfico debe ser cont rolado no a través de la oferta, sino de la demanda, y pone en

duda dentro de la élite estadounidense, el futuro de la ayuda para combati r los grupos guerrilleros y

el narcot ráfico. Wola161 dice para la revista Semana lo siguiente:

“ Los dos objetivos básicos de la lucha contra las drogas están cada vez más lejos de cumplirse: reducir su consumo y su disponibilidad en Estados Unidos..WOLA reveló que el precio de venta al detal y al por mayor de la cocaína y de la heroína en las calles de Estados Unidos está más bajo

que nunca y que su grado de pureza es cada vez mayor”162 Estos datos, que nos proporciona la revista Semana, dejan entonces en duda la efectividad de los

esfuerzos de los Estados Unidos en combati r el narcotráfico. La evidencia que, pese a que Estados

Unidos ha invertido cerca de 45.000 millones de dólares en cont rolar la oferta de drogas en los

últimos 25 años, la droga es cada vez más asequible a los estadounidenses. Así lo muest ra la revista

Semana:

“W OLA alega que, los cocaleros colombianos en respuesta a la fumigación aérea ahora siembran extensiones más pequeñas de coca en zonas más remotas y difíciles de detectar” 163

La revista Semana, ent re sus líneas reconoce los éxitos del gobierno de Álvaro Uribe y de otros

países andinos en erradicar áreas cultivadas de coca. T ambién destaca las ci fras récord de

incautaciones y la cantidad de personas capturadas por vender cocaína en las ciudades gringas. S in

embargo concluye que estos indicadores sólo revelan que se están haciendo muchas cosas pero no

que se esté avanzando hacia la meta final de los Estados Unidos con su financiación al Plan

Pat riota: reducir la entrada de cocaína y otras sustancias ilícitas a su terri torio.

“Colombia había producido 480 toneladas de cocaína entre 2000 y 2004, el informe de

2004 corrigió el estimativo -con base en nueva información recopilada por la CIA- y dijo que durante esos cuatro años se habían producido 1.315 toneladas, es decir, tres veces más

de lo estimado inicialmente”164. En esta misma edición 1160, “Artículos que complementan el debate acerca de la

fumigación de cultivos ilícitos”, la rev ista Semana manif iesta y nos hace suponer que la

ayuda estadounidense para el Plan Patriota, es esencialmente contrainsurgente con ánimos

de cortarle las fuentes de financiamiento de los grupos guerrilleros, mas no un plan que

tenga como objetivo principal la abolición de las drogas que entran a este país, pues la

161 WOLA corresponde a la ciclas: The Washington Office on Latin America, la cual promueve derechos humanos, justicia social y económica en América Latina y monitorea el impacto de políticas, programas de gobierno y organizaciones internacionales. P romueve alternativas y reporta ineficiencias. http://www.wola.org/ 162Revista Semana, “ Artículos que complementan el debate acerca de la fumigación de cultivos ilícitos” 07/04/2004. Edición: 1160. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 163 Ibíd. 07/04/2004. Edición: 1160. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 164 Ibíd.; Edición 1160. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007

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revista indica que poco se ha hecho para evitar que este producto entre a los Estadios

Unidos, porque sus principales bancos reciben cientos de miles de millones de dó lares cada

año de esta actividad a la que en forma h ipócrita dicen combatir. Este dinero circula dentro

de la economía de éste y de otros países generando enormes ganancias.

WOLA dice a Semana… “ el comercio legal ofrece infini tas oportunidades a los narcotraficantes

para entrar su producto a Estados Unidos. Y es que 21. 000 barcos de carga llegan a los puertos de Estados Unidos cada día, de los cuales sólo entre el 4 y el 6 por ciento son inspeccionados. Cada día cerca de un millón de personas y 300.000 carros y camiones cruzan la frontera desde México. Y en solo uno de los puestos de control fronterizo entran 15 millones de contenedores con carga

cada año”165

Es deci r que la revista Semana manifiesta que en medio de este vasto tráfico comercial, es

imposible detectar las toneladas de cocaína que ent ran a Estados Unidos cada año. Y que este país hace poco para evitarlo, mient ras se desata una guerra sangrienta en Colombia a raíz del

narcotráfico. En este contexto, la revista nos pone un panorama desolador de pocos éxitos del

gobierno de Uribe en reduci r los cultivos ilícitos. No obstante, se debe reiterar, que le objetivo

principal del P lan Patriota de Uribe no era el de frenar la cantidad de cocaína sino enfrentar la

violencia que azotaba Colombia a raíz del narcotráfico. Dice Semana:

”Con los recursos del Plan se fortaleció la capacidad del Ejército y en general del “Estado para combatir a los grupos armados, lo cual ha significado una reducción drástica en los secuestros, en la toma de pueblos por la guerrilla y en las masacres… se calcula que la fumigación de los cultivos ilícitos y los decomisos han evitado que lleguen a las arcas de la guerrilla, de los paramilitares y de los demás narcotraficantes 12. 400 millones de dólares”166. A pesar de la retórica sobre el reconocimiento de un problema de consumo en el interior de los Estados Unidos, a nivel de las decisiones políticas antidroga y por razones de los juegos en la

política doméstica norteamericana, prevalece la tesis del fortalecimiento de las acciones en la

oferta. Pero como lo he reiterado, en el caso de Colombia el problema de la oferta se encuentra cada

vez más vinculado al conflicto armado interno. En ese sentido, el ofrecimiento de una cooperación

antidroga por parte de la Casa Blanca con un claro perfil de guerra, está conduciendo a una

internacionalización del conflicto y por tanto a aplazar la creación de condiciones para una salida

negociada. Por otro lado, en lo que concierna al narcotráfico en los artículos sobre el Plan Pat riota,

se encontraron varios artículos que cubren los efectos negativos que han generado la erradicación

de cultivos ilícitos en los habitantes y el medio ambiente de la región del Plan Pat riota.

165 Revista Semana, “ Artículos que complementan el debate acerca de la fumigación de cultivos ilícitos”. 07/24/2004 Edición: 1160. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 166 Ibíd.; 1160. Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007

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“ Hace dos semanas aproximadamente 5.000 labriegos que habitan la zona de fumigaciones en el Magdalena, reali zaron un paro en la zona de Guachaca, estribaciones de la Sierra Nevada,

solicitando que se detenga la fumigación aérea y que se retome la erradicación de los cultivos de coca de manera manual”167

La revista Semana en sus artículos, parte de la premisa fundamental que hoy en día es imposible

separar el problema de los cultivos del conflicto mismo, como si se t ratase de dos fenómenos

diferenciables. Los argumentos de la participación de las Fuerzas Armadas en ese proceso a través del apoyo en tierra a las acciones de fumigación, cuando el accionar de las tropas está concebido

desde la tesis de la narcoguerrilla, hace que la fumigación sea parte integral de los objetivos

cont rainsurgentes.

Análisis general de la categoría Narcotráfico en la revista Semana: Primero se puede observar

que la revista Semana no es muy exacta a la hora de analizar los resultados de la erradicación de los

cult ivos ilícitos y el narcotráfico. No nos proporciona ci fras que demuestren sus afirmaciones, ni

tampoco reconocen las fuentes de la información. No obstante, se puede ver que las fuentes son

generalmente oficiales, lo cual resta credibi lidad frente a los resultados. Además, la revista

Semana no solo no informó adecuadamente, sobre los objetivos, consecuencias, que en lo

económico, en lo militar y en lo político, generaría la ejecución del Plan Pat riota sobre el

narcotráfico, sino que se limi tó a reseñar opiniones, evitando el análisis y la crít ica de un plan que

confirmaría la intervención norteamericana en el conflicto armado, con la bandera de un Plan que a

través del cont rol del territorio se reduci rían el negocio que mantiene las finanzas de los grupos

insurgentes.

Fuerzas Armadas Los artículos seleccionados bajo la categoría de “Fuerzas Armadas” en el marco del Plan Pat riota,

se caracterizan por tener una continuidad en los acontecimientos, año por año, desde la implementación del Plan, es decir, el contenido del discurso sobre las fuerzas armadas en la revista

Semana, se define por los cambios que han ocurrido dentro de estructura de las fuerzas armadas desde el 2004 que es cuando el Plan Pat riota empieza a ejecutarse.

“ Fuerzas Armadas, que es la empresa más grande del país. Una empresa a la que ya le llegó la

hora de hacer una reingeniería para manejar con eficiencia un recurso humano de 360.000 personas, 17 empresas descentralizadas y un presupuesto que supera los 11 bi llones de pesos al

año”168

También se puede ver una visión positiva sobre los cambios que han ocurrido en la Fuerza Armada,

en cuanto a la seguridad de las carreteras y las principales ciudades del país. Como también su

167 Ibíd.; 1160 Fecha de consulta: Mayo 6 de 2007 168 Revista Semana. “ El pentagonito” 04/24/2005. Edición: 1199. Fecha de consulta: Mayo 7 de 2007

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logística y la mejoría de los equipos de guerra. No obstante, se ve constantemente una critica y con

lenguaje negativo sobre los resultados que han ocurrido en la región del Plan Pat riota,

principalmente en lo que atañe las relaciones con la sociedad civil y las fuerza publica, la est rategia

de guerra de las Fuerzas Armadas que ha generado la expansión de los grupos subversivos a otros

territorios del país, y los pocos resultados que se han visto sobre el objetivo principal de tumbar la

est ructura de las FARC.

“La presencia de la Pol icía, las Brigadas Móviles y los soldados campesinos ubicados en

cabeceras municipales; los patrullajes continuos de la infantería de Marina y el despliegue de aviones y helicópteros de combate han obligado a las FARC a replegarse hacia la profundidad de

la manigua”169 “ Y es que el mayor logro de las Fuerzas Armadas hasta ahora es el control territorial de una

región que aunque selvática y poco habitada, es crucial para la seguridad del país. Sin embargo, la prueba de fuego está por venir”170

Siendo el Plan Pat riota un plan contrainsurgente, se espera que las Fuerzas Armadas- su principal

actor- sea el tema con mayor cobertura en la revista Semana. Evidentemente, después del tema “ayuda estadounidense”; las “fuerzas armadas” ocupan el segundo tema mas mencionado y con

mayor cobertura al hablar sobre el Plan Pat riota. La revista Semana pone de manifiesto que son las

Fuerzas Armadas el actor mas importante en la ejecución del Plan Pat riota, los objetivos del

gobierno de Uribe son según la revista Semana, los mismos objetivos que pretenden alcanzar las

Fuerzas Armadas a través de su cambio est ructural originado a parti r del 2004, y gracias a la ayuda

militar estadounidense. Recuperar el territorio considerado por años la retaguardia profunda de las

FARC es el objetivo de la ofensiva de las fuerzas armadas:

“ En enero de 2004 las fuerzas armadas iniciaron la mayor ofensiva contra las FARC de los

últimos 40 años: el Plan Patriota. A lo largo del Río Caguán, los Llanos del Yarí y la Amazonía, 17.000 militares tratan de recuperar el territorio considerado por años la retaguardia profunda de las FARC… la meta es desart icular los principales frentes del Bloque Sur y Oriental, capturar a los

cabecillas y llegar hasta el Secretariado”171

“ se inicia la operación militar más importante de las últimas décadas: el Plan Patriota… las Fuerzas Armadas entraron al corazón de la selva en un operativo de largo aliento, con un histórico

despliegue de tropa y asesoradas en el campo de batalla por el Comando Sur de Estados Unidos”172

La revista Semana, con un lenguaje positivo, proporciona historias detalladas, de cómo las Fuerzas Armadas, han logrado recuperar algunos de los territorios mas est ratégicos de las FARC. Esto

sugiere, que a pesar de lo crítica que ha sido la revista sobre la efectividad y los posibles efectos del

169 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 170 Ibíd.; Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 171 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 10/02/2005. Edición: 1222. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 172 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007

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Plan Pat riota, esta le aporta elementos de juicio favorables al lector sobre algunas acciones de las

Fuerzas Armadas en el territorio colombiano en la recuperación de la seguridad nacional. Así dice

la Revista Semana:

“ Durante la primera fase del Plan en el 2003 se logró controlar las vías de comunicación y las zonas urbanas. En esa etapa, las Fuerzas Armadas obtuvieron su mayor victoria en décadas al

desarticular el f rente de las FARC en Cundinamarca y capturar o matar a los principales jefes de los frentes cerca de Bogotá incluido Marco Aurelio Buendía. ” 173

“ Otro aspecto importante es que por primera vez, las Fuerzas Armadas están a la ofensiva, en el

territorio del enemigo, con un plan de largo aliento. Tienen apoyo aéreo para el transporte de tropa, para la evacuación de heridos, se han mejorado la dotación de armamento, el pie de fuerza

y los recursos tecnológicos y de comunicaciones” 174

No obstante, la revista Semana ha sido enfática en sus artículos, que a pesar de los enormes

esfuerzos de las Fuerzas Armadas, estas no han podido desarticular las est ructuras de las FARC.

Pero esta critica- y se nota en varios de sus artículos- no se destina solamente a las fuerzas

Armadas, sino al mismo Plan Pat riota y a las decisiones provenientes desde arriba. Por ejemplo:

“La selva ha golpeado duramente a los soldados y las bajas han causado malestar en las filas. Las

fuerzas del Estado le han dado duros golpes a la logística y las finanzas de las FARC, aunque todavía el Plan Patriota no ha significado un punto de quiebre en la guerra. Hasta ahora la única

captura significativa es la de "Sonia" considerada la jefe de finanzas del Bloque 14 de las FARC”175

Además, la revista Semana nos cuenta los cambios que se están efectuando dent ro de la est ructura

de las Fuerzas Armadas, pero en su texto y el lenguaje que usa para esto, nos sugiere que además de

la ayuda militar estadounidense, el Plan Pat riota es además un plan organizado y planeado por

Estados Unidos, con poco aporte colombiano. Por ejemplo;

“ De tiempo atrás los asesores de Estados Unidos vienen recomendando que se adopte un modelo de comandos conjuntos. Eso implica que todas las fuerzas: Armada, Fuerza Aérea, Ejército y Policía, actúen unificadas, bajo un mando único, en determinadas zonas. Así está operando la

Fuerza Tarea Conjunta del Sur con el Plan Patriota, que es el laboratorio para replicar el modelo en otras regiones. De hecho, ya se está trabajando en crear una fuerza similar en la Costa, al

frente de la cual estará el general Mario Montoya”176

Otro asunto de fondo en el texto sobre las Fuerzas Armadas en la revista Semana, es el de las relaciones humanas. Pues se critica que es un tema de administración de recursos humanos de la

empresa más grande del país, la cual falla.

“ El propio Presidente dijo que el mando con energía pero sin relaciones humanas "no alcanza a tocar el corazón y a promover el compromiso de todos los soldados… la tarea de inteligencia y

173 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 10/02/2005. Edición: 1222. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 174 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 175 Revista Semana. “ El Plan P atriota” 10/02/2005. Edición: 1222. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 176 Revista Semana. “ El Plan Castellanos” 11/14/2004. Edición: 1176. Fecha de consulta: Mayo 7 de 2007

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sobre todo la conquista de la población civil son centrales para evitar que las FARC retomen la iniciativa”177

La revista Semana le habla a la opinión publica nacional, y es enfática en que en un momento tan definitivo en la guerra como el actual, es impensable que continúen las fricciones entre las distintas

fuerzas. Fortalecer el t rabajo conjunto y lograr una mayor transparencia para que no se repitan

casos de corrupción y de dudosas actuaciones en derechos humanos serán sin duda los grandes

retos, que a su parecer no han tenido en cuenta, son uno de los advertencias que manifiesta la

revista Semana. Otra crítica al Plan Patriota y a las Fuerzas Armadas, que usualmente se encuent ra

en las páginas de la revista, es que este Plan tiene un fuerte énfasis en lo militar y muy pobre en

cuando a la conducción polít ica. La revista Semana dice con referencia a esto lo siguiente:

“ las Fuerzas Armadas deberían entender que no existe población civil enemiga, existe población civil atemorizada, instrumentalizada u organizada de forma ilegítima…Este parece ser un dilema

no resuelto en sectores del gobierno y las Fuerzas Armadas. En casi todo el país -con notables excepciones-existe recelo en ganarse la confianza de la población, tal como, por lo menos en el

papel, propone la política de seguridad democrática”178

“La incertidumbre por la consolidación señala que si algo anda mal en el Plan Patriota, es la estrategia política. Sin objetivo político claro, la guerra termina por convertirse en el objetivo

mismo. Y en ese escenario el riesgo de perder es demasiado alto” 179

Esto pone al lector de la revista a suponer que existe en el Plan Pat riota poco despliegue

institucional y falta de una mayor conducción política, pues ponen en manifiesto que el éxito o

fracaso de esta operación- Plan Patriota- queda en manos de los militares. En ot ras palabras, lo que

dice la revista Semana es que si no se logra una clara victoria militar y ganarse a la sociedad civil,

el Plan Patriota es una frust ración. Ademas, esta victoria militar, depende contundentemente de la

ayuda estadounidense, lo cual pone en riesgo su efectividad a largo plazo, si estas ayudas se

modifican.

“ Pero sostener la ofensiva depende de que haya plata para hacerlo. El Ministerio de Defensa

aspira a que el gasto en seguridad para 2005 sea del 5, 3 por ciento del Producto Interno Bruto, y que Estados Unidos se mantenga firme en su decisión de apoyar el Plan”180

La revista Semana, constantemente nos trae ci fras de fuentes oficiales en como se han venido

usando los recursos provenientes de los Estados Unidos en el marco del Plan Pat riota, y es exacta y

clara en su manera de referi rse al crecimiento y evolución de las Fuerzas Armadas colombianas,

177 Revista Semana. “ En el frente de batalla” 12/12/2004 Edición: 1180. Fecha de consulta: Mayo 7 de 2007 178 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 179 Ibíd.; Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 180 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007

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sugi riéndole al lector que efectivamente se cuenta con unas Fuerzas Armadas fuertes, y generando

un sent imiento de confianza al sus lectores. Por ejemplo, la revista Semana dice así:

“… las Fuerzas Armadas pasan por su mejor momento. En el último lustro adoptaron un concepto

de la guerra más ofensivo y flexible; operativamente se dio un salto al incrementar el combate aéreo y se ha ampliado como nunca el pie de fuerza”181

“ El Ejército tiene el pie de fuerza más grande de toda su historia: 188.000 efectivos. La mayoría son profesionales, lo que significa que están mejor entrenados y con mayor experiencia. A eso se

suma el incremento en el gasto militar, que llegará según el calculo más optimista del Departamento de Planeación Nacional a 4,01 del Producto Interno Bruto el año próximo”182

En otros artículos de la revista Semana, se manifiestan los desajustes en la logística y la

inconformidad de varios oficiales, lo que sugiere que las Fuerzas Armadas enfrentan más

conflictos, y que afectan los resultados del P lan Pat riota. La revista Semana manifiesta su critica al

Plan Pat riota y a las Fuerzas Armadas, en tener objetivos diferentes y distorsionados en las dos

partes. Por ejemplo, dent ro de las filas de los comandantes de las brigadas y divisiones en las que se

establece el numero de bajas y capturados para acceder a la medallas. Un comandante de brigada,

por ejemplo, “ tiene que mostrar 150 enemigos muertos y 500 capturados para recibir la medal la

de orden públ ico”183. Ciertamente, la revista Semana dice que: “ dicha circular contradice un

elemento clave de la política de seguridad democrática que consiste en medir el éxito operacional

de acuerdo con el grado de seguridad que se logre en una región y al cumplimiento de objetivos

estratégicos y no a los cadáveres que muestre un oficial”184 Para el lector, esto genera una confusión y siembra duda sobre si el Plan Pat riota va tan bien como

dice el P residente. Aunque las ci fras pueden mentir, lo preocupante es que ni la revista Semana, ni

sus fuentes oficiales han dicho cómo se podrá medir el éxito o el fracaso del Plan Pat riota. La

revista Semana usa un lenguaje positivo sobre el Plan Patriota y las acciones de las Fuerza Armada,

en lo que se refiere a la seguridad y los espacios del país recuperados por la Fuerza Pública. Según

la revista Semana, los espacios accesibles a las FARC se están cerrando.

“ Las medidas adoptadas (presencia de la Policía en todos los municipios, pelotones de soldados campesinos, control de las carreteras, etc.) sin duda han surtido efecto… Un estudio del Ministerio de Hacienda calcula que las FARC reciben entre cinco y siete veces más de lo que gastan. Pero ese

colchón financiero de poco sirve si no se tiene acceso a los mercados. Y eso es lo que está

181 Revista Semana. “ Atajando el conflicto” escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007 182 Revista Semana. “ Uribe anuncia que gobernara un mes desde las guarniciones militares. ¿ Qué significa esto?” escrito por Andrea P eña. 12/27/2006. Fecha de consulta: Mayo 7 de 2007 183 Revista Semana. “ Malestar en las Filas” 08/24/2004. Edición: 1165. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007 184 Revista Semana. “ Por que se pierde esta guerra” escrito por Antonio Caballero. 01/20/2007. Edición: 1290. Fecha de consulta: Mayo 7 de 2007

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comenzando a ocurrir”185… “ Acto seguido se derrumbó la industria del secuestro y se mejoró la seguridad”186

No obstante, la revista Semana no proporciona las fuentes para hacer esta afi rmación, por lo general

la revista se refiere a “ el comandante”, “ el general”, pero nunca suministra los nombres de las

personas de las cuales toman por sentado que la seguridad en la región del Plan Pat riota se mejoró.

Lo que pone en cuestión la revista Semana es la durabilidad de los resultados hasta ahora obtenidos del Plan Patriota.

“En términos del control territorial, la segunda fase del Plan Patriota no hay posibilidad alguna de ejercer control territorial permanente sobre 68.000 kilómetros cuadrados de Amazonia. Tampoco hay evidencia de que en las zonas con alguna densidad de población, como la cuenca del Caguán, se esté pensando en proyectos de consolidación que integren a la población que vive de la coca...

los resultados hasta ahora obtenidos pueden durar menos de lo que se espera”187

La revista lo que le dice al lector, es que son muchos los huecos que se encuentran a la hora de

implementar el Plan Patriota, y que sin resolver estos vacíos, el plan cont rainsurgente puede ser arma de doble filo.

“El control terri torial no es un problema de soldados por kilómetro cuadrado, sino de desmantelar redes y de sust ituirlas por mecanismos insti tucionales que aglutinen a la población. Eso incluye a

los organismos de seguridad, pero también a la administración pública y a los partidos”188 Semana, le da al lector los elementos para pensar que la desmovilización de los ejércitos i rregulares

no puede ser el único criterio de éxito en la negociación. Si no se aborda la cooptación de las

instituciones locales por estos grupos. T ambién sugiere la revista Semana que los avances en el

cont rol territorial a su vez proyectan nuevos problemas, porque ya comienzan a surgir fenómenos

de posconflicto. Es deci r, hay que contar de manera paralela diferentes tiempos, que requieren

diferentes tácticas. “En términos de seguridad, los problemas típicos del posconflicto -la criminalidad, la desmovilización- son tareas para la Policía Nacional. Por eso habrá que ponderar

con juicio cuál debe ser en el futuro el pie de fuerza del Ejército y cuál el de la Policía”189.

La revista Semana, manifiesta que una de las di ficultades que enfrentan las fuerzas Armadas y que

afectan los resultados a largo plazo, es la dependencia de su eficacia en los recursos que les destina

Estados Unidos. Las Fuerzas Armadas han tenido muchos cambios estructurales y de logística

185 Revista Seman a. “ Atajando el Conflicto” escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004 . Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007 186 Revista Seman a “ Tareas pendient es” 05/13/2006. Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 187 Revista Seman a. “ Tareas p endientes” 05/13/2006.Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 188 Ibid; Edición 1181 . Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 189 Revista Seman a. “ Atajando el Conflicto” escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004 . Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007

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gracias a estos recursos. Ent re estos cambios y avances esta el si stema sofisticado de información,

la logística de las Fuerzas Armadas se esta revolucionando.

“…el gobierno de Estados Unidos definiera como una prioridad dentro del Plan Colombia hacerle una reingeniería a la parte administrativa de la guerra. Inicialmente se destinaron 18 millones de

dólares para un software. Los norteamericanos contrataron directamente a SAP, una multinacional alemana que ha instalado este tipo de sistemas en los ejércitos de diversos países europeos, la

OTAN y las fuerzas armadas de Estados Unidos, entre otros”190

“ … Sinergia Logística (Silog), un proyecto informático que busca poner el sector defensa en el mismo nivel de eficiencia que tienen empresas públicas y privadas del tamaño del Banco de la

República, Ecopetrol o Bavaria. Uno de los objetivos de este sistema de información es saber qué tienen las Fuerzas Armadas, dónde y en qué estado. Con estos datos, las distintas unidades

militares pueden hacer t ransacciones”191

En conclusión, muchos de los artículos muest ran que las fuerzas militares han tenido cambios

transcendentales e importantes para combati r a los grupos insurgentes gracias a la ayuda

estadounidense. No obstante, existen fuertes críticas de la revista, sobre la efectividad del Plan

Pat riota como componente militar, pues las Fuerzas Armadas han debilitado la estructura de las

FARC, pero a su vez esto ha generado ot ros problemas. Además, la revista Semana insiste que

debido a la ayuda estadounidense, las Fuerzas Armadas dependen de estos recursos para llevar a

cabo los objetivos del Plan Pat riota. Es decir, que objetivos a largo plazo se ven obstaculizados por

esta razón. “Plan Colombia, Plan Patriota, impuestos de guerra, cambios en los mandos militares, partidas secretas, red de informantes, recompensas, reelección, mayorías políticas y amplia popularidad; no han resultado suficientes para tocarlos… Plan Patriota, un plan que no ha servido tampoco

para ganar la guerra, pero sí para hacer escalar su magnitud. Los logros atribuidos a la pol ítica uribista de "seguridad democrática", que consisten en la recuperación para el tránsito de las

principales carreteras del país, se deben al notable aumento (del 50 por ciento) del pie de fuerza del ejército y de la policía de ese Plan que venía de antes” 192

Análisis general de la categoría Fuerzas Armadas:

En general, la información presentada por la revista Semana sobre las fuerzas Armadas es sustancial y concisa. Práct icamente, le hacen pensar al lector que el Plan Pat riota es un programa

militar, y que sus recursos están destinados para el fortalecimiento de las fuerzas armas para

combati r los grupos insurgentes y apoderarse de sus territorios. No obstante, se encontraron

incongruencias en los artículos al referi rse al Plan Pat riota. En unos artículos se referían a este

como el Plan Colombia II, o un “nuevo Plan Colombia”; por ejemplo. Aparece una pregunta clave

para el escenario de confrontación que se vivía en el país en la edición 1254 de la revista Semana:

190 Revista Semana. “ El P entagonito” 04/24/2005. Edición: 1199. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 191 Revista Semana. “ Punto de Quiebre” 02/14/2005. Edición: 1189. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007 192 Revista Semana. “ Por que se pierde esta Guerra” Escrita por Antonio Caballero. 01/20/2006. Edición: 1290. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007

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“¿Un nuevo Plan Colombia”. La pregunta parte de un equívoco pues no es que exista un nuevo

Plan Colombia, sino que se t rata de la fase II de una política de Estado de carácter transnacional. En

la mismo artículo se manifiesta un elemento clave para entender que efectivamente se trataría de

una fase superior del Plan inicial, esta vez en la decisión de enfrentar, con la autorización política

del Congreso americano, a las guerrillas de manera frontal, llamado Plan Pat riota. El articulo dice:

“Crecen presiones polí ticas en Estados Unidos para que la ayuda a Colombia pueda ser usada

contra guerrillas y paras.”193 Esta inexactitud del lenguaje al referi rse al Plan Patriota genera mal-

interpretaciones y confunde al lector con la información proporcionada.

Guerrilla El tema de la guerrilla fue el tercero en tener mas cobertura en la revista Semana. Este tema aparece

constantemente en las páginas de los artículos relacionados con el Plan Patriota. La guerrilla es uno de los actores más importantes dent ro del marco del Plan Patriota, y son plasmados por la revista

Semana de cuat ro maneras. Uno, no como un grupo terrorista, sino como un grupo guerrillero

insurgente. Segundo, al hablar de los grupos guerrilleros, lo hacen en la mayoría de los casos

refi riéndose solo a las FARC. Tercero, los cultivos ilícitos y la producción de coca, son la forma de

financiamiento de los grupos guerrilleros. Cuarto, al hablar de la guerrilla en el marco del Plan

Pat riota, la revista Semana pone en manifiesto que han sido debilitadas pero no dest ruidas, y que

poseen estrategias di fíciles de derrotar. Quinto, la revista Semana analiza la guerrilla como un

grupo insurgente con capacidad de adaptarse a las circunstancias, en este caso, han indicado no

perder la guerra con el Plan Pat riota.

“También es cierto que las FARC, por muchas vías, han quedado debilitadas gracias a la

perseguidora del Ejérci to, sobre todo en el sur del país, donde la Fuerza de Tarea Omega se ha concentrado en desvertebrar la estructura base de la guerrilla. Pero nada ha sido suficiente, a

pesar de que este año han caído en combate, según el Ministerio de Defensa, 2.077 guerrilleros” 194

El gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, puso en marcha el Plan Patriota, que busca

cambiar el equilibrio de la guerra contra FARC, aseguró la revista Semana. El objet ivo de este plan

es desplegar una fuerza de 15.000 hombres en las selvas y poblados en el sur del país, donde el grupo guerrillero tiene presencia histórica y mantiene intacta su retaguardia est ratégica, afi rma la

revista.

“ la ocupación de un extenso territorio de Caquetá, Meta y Guaviare, considerado la retaguardia de las FARC. Al lí consiguen gran parte de sus finanzas, dirigen sus acciones y se encuentra la

193 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 194 Revista Semana. “ Las FARC cierran el año con un lamentable golpe al Ejercito: 14 uniformados muertos en el Meta”. 12/26/2006. Edición: 1233. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007

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mayor parte del Secretariado… El objetivo del Plan Patriota es militarizar esta zona, y situar al Estado y la fuerza Publica”195

Primero, la revista Semana ha demost rado un desacuerdo con el discurso del presidente Álvaro

Uribe, en considerar los grupos guerrilleros colombianos como terroristas. Es poca o casi nula, la

presencia de artículos en los que se refieren a los grupos insurgentes como terroristas. Al cont rario,

la revista Semana en el uso de sus palabras para describi r las acciones de los grupos guerrilleros, es

preventiva y prefiere no categorizar la guerrilla como actores terroristas, sino como grupos

insurgentes. No obstante, cuando narran hechos de los grupos insurgentes, lo hacen refiriéndose

casi exclusivamente a las FARC. Por ejemplo;

“Y aunque las patrullas fluviales tienen una inmensa capacidad de fuego, son un blanco fácil para los insurgentes. El río Caguán era la autopista de la FARC…Por agua, fácilmente se puede llegar de Caquetá hasta Ecuador e incluso al océano Pacífico, a través de cientos de caños que han sido

clave para el narcotráfico”196 Segundo, se encont ró que en las paginas de la revista Semana, al narrar sobre la guerrilla en el

marco del Plan Pat riota, lo hace refi riéndose constantemente a las FARC, dejando de lado a otros

grupos guerrilleros que existen en el país, como el ELN, y grupos paramilitares y de autodefensas.

Por ejemplo;

“El principio del Plan Patriota, las FARC entendieron que su única alternativa ante un despliegue aéreo de tal magnitud era dispersarse en pequeños grupos móviles… las FARC dominaban a sus anchas Miraflores y Calamar, donde los extensos cultivos de hoja de coca les dejaban jugosos

dividendos a los insurgentes.”197 Esto hace suponer – al lector de la revista Semana- que el Plan Patriota es un plan cont ra las FARC,

y no necesariamente un plan contrainsurgente, pues las FARC, si bien el grupo mas grande, pero no

el único grupo insurgente que existe en el país. El Plan Patriota es un plan no destinado para

debilitar mil itar y económicamente a las autodefensas y para militares, sino a las FARC. Así, lo

muestra la revista Semana.

“Se erosionó un área de acumulación estratégica de las FARC que durante casi tres décadas fue una cómoda retaguardia”198“El golpe más duro que han recibido las FARC ha sido a su logística

y, en alguna medida, a las finanzas del Bloque Sur… La guerrilla está pasando fugas económicas… Las FARC compran al fiado la poca coca que se está produciendo” 199

195 Revista Semana. “ Semana en el corazón de la guerra”. 12/03/2005. Edición: 1224. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 196 Revista Semana. “ Semana en el corazón de la guerra”. 12/03/2005. Edición: 1224. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007 197 Revista Semana. “ Tiembla Guaviare” 02/12/2006. Edición: 1232. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007 198 Ibíd., Edición: 1232 199 Revista Semana. “ Semana en el corazón de la guerra”. 12/03/2005. Edición: 1224. Fecha de consulta: Mayo 9 de 2007

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Tercero, la revista Semana afi rma la est recha relación entre la producción de cocaína, el

narcotráfico y las finanzas de las FARC. Es deci r, que los esfuerzos del Plan Patriota por erradicar

los cultivos ilícitos con la presencia de la Fuerza Pública en el sur del país, han afectado de alguna

forma la economía de este grupo insurgente.

“ Las FARC han trasladado su centro de finanzas y operaciones al suroccidente, a Cauca, Huila, Putumayo y Nariño, buscando la salida al mar. También están consolidando nuevas retaguardias

como en las fronteras de Ecuador y Venezuela” 200

“Uno de sus objetivos era arrebatarle al frente 16 de las FARC el dominio que, principalmente, tenía sobre Miraflores, Calamar y Puerto Nare, donde había extensos cultivos de coca que le dejaban altísimos dividendos a los insurgentes. Esa fue una de las razones que motivaron la

creación de la Fuerza de Tarea Conjunta 'Omega', encargada del Plan Patriota, la estrategia más ambiciosa de este gobierno dentro de su Política de Seguridad Democrática”201

Cuarto, la revista Semana ha sido crítica en la manera como el Plan Patriota ha generado resultados

con relación a la guerra cont ra la guerrilla. Por un lado, la revista manifiesta que el Plan Pat riota no

ha sido efectivo en derrotar a las FARC, pues las ha debil itado pero no ha sido suficiente para

tumbar sus estructuras. Por otro lado, sugiere que la guerrilla tiene est rategias di fíciles de vencer, y por lo tanto la guerra contrainsurgente se encuent ra cada vez mas con di ficultades para derrotarlos,

tanto por variables de geografía de la región- sur del país- donde se ejecuta el Plan Pat riota, o por

variables sociales, es deci r la carencia de apoyo de la sociedad civil a la Fuerza Publica en la

región, y tercero, por el arma política que usan las FARC est ratégicamente para debilitar al Estado:

El acuerdo humanitario. Veamos primero, como la revista Semana anuncia que el Plan Patriota

debilita pero no derrota la estructura de la guerrilla, su principal objetivo:

“Las FARC buscan control estratégico, no territorial. Por eso se están multiplicando los escenarios de confrontación… El Plan Patriota no logrará desarticular la estructura de las FARC, las debilita haciendo el escenario mas hostil, y dislocando sus finanzas del narcotráfico, pero su

expansión a otras regiones pronostica su resistencia”202 La revista pone a la guerrilla-FARC- en una posición favorable, y a la operación del Plan Patriota

en situaciones desventajosas y frente a retos muy grandes. Un obstáculo por ejemplo es la carencia

de apoyo y confianza de la sociedad civil, favoreciendo la posición de las FARC en el sur del país,

siendo las FARC, el agente que les proporciona los medios económicos a través de la producción de

coca.

200 Revista Semana. “ Tiembla Guaviare” 02/12/2006. Edición: 1232. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007 201 Revista Semana. “ Guaviare bajo fuego” escrito por Andrea P eña. 02/12/2006. Edición. 1232. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007 202 Revista Semana. “ Guaviare bajo fuego” escrito por Andrea P eña. 02/12/2006. Edición. 1232. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007

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“Es dif íci l obtener información porque todavía no hay tanta confianza en las instituciones, en la Policía, en los militares. Sobre todo en el campo, la gente aún tiene la cultura que le dejaron las

FARC” 203

De acuerdo a la revista Semana, las FARC tienen su propia est rategia dentro de esta guerra y se

caracterizan por una posición defensiva. “Hasta ahora las FARC no han respondido con acciones

militares de envergadura. Su táctica es defenderse con campos minados y eludir el combate, con el

territorio y el tiempo a su favor” 204

“A esa sofisticada obra de ingeniería se le suma toda una red de trincheras en lo alto de la

montaña, cuyo objetivo es sostener la resistencia armada y atacar desde los 4.000 metros de altura los helicópteros de las Fuerzas Armadas…”205

“Las FARC aprovecharon los flancos débiles de las fuerzas militares para atacar en masa, como

pasó en Iscuandé, Nariño, y en Mutatá, Antioquia, en febrero. Muchos ataques y emboscadas similares se hicieron a lo largo del año. En junio dieron el golpe más duro en Teteyé, Putumayo”206 Por ot ro lado, y dent ro de las estrategias di fíciles de tumbar, la revista Semana, menciona el

acuerdo humanitario como una arma que pone en peligro todos los intentos del gobierno de Uribe,

en tumbar las estructuras de las FARC y en debilitarlas para que finalmente cedan a la mesa de

negociación. La revista Semana, ve el acuerdo humanitario como algo que dentro del Plan Patriota

no se pronosticó, y le da un ai re de ventaja a las FARC, y uno de desventaja al Estado.

“ En cambio, han tratado de buscar ventaja en el terreno político, con la bandera del intercambio humanitario, tema en el que llevan la iniciativa. Primero insistieron en que se despejaran dos

municipios clave del Caguán para entregar un grupo de secuestrados. Luego propusieron otros dos en el Valle, en una zona donde también sufren una severa presión militar. Su capacidad de dilación

prueba que a pesar de estar pasando un mal momento, todavía el Plan Patriota no les ha hecho mucha mella”207

"Ellos (los guerrilleros) me dijeron que exigen el retiro de la Fuerza Pública para poder hablar

con la comisión de la diócesis y dejar libres a los que tienen por allá metidos, y que en caso de que haya más combates, no responderán por la vida de los secuestrados”208

No obstante, a pesar de las críticas que la revista ha realizado sobre la efectividad del Plan Patriota

con relación a la guerra con la guerril la, se han encontrado algunos artículos, donde el panorama es

203 Revista Semana. “ Con 38 de Fiebre” escrito por Marta Ruiz. Editora de Seguridad de Semana. 02/12/2006. 1233. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007 204 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” Escrito por Marta Ruiz. 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 205 Revista Semana. “ La Batalla crucial por Cauca” 07/03/2005. Edición: 1209. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007 206 Revista Semana “ FARC el repliegue estratégico” escrito por Andrea P eña. 11/01/2006. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007 207 Revista Semana. “ Atajando el Conflicto” Escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004. Edición: 1181. 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 208 Revista Semana. “ Guaviare bajo Fuego”. escrito por Andrea P eña. 02/12/2006. Edición. 1232. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007

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un poco más esperanzador, y donde la guerrilla lleva las de perder. Veamos como la revista Semana

muestra el panorama favorable para el Plan Patriota.

“Las FARC se están aislando de los núcleos de población, con dos consecuencias. Primero, se les

dificulta el flujo logíst ico. Muchos guerri lleros se están desmovili zando por hambre. Segundo, pierden acceso a la información, lo que las hace más vulnerables. El aislamiento significa también

el debilitamiento de sus estructuras de comando y control”209

Para explicar el notable descenso de las acciones militares de las FARC en los últimos dos años: la

del repliegue táctico de esta guerrilla, por un lado, y la que asegura que ese grupo ha recibido

golpes estructurales, la revista Semana dice lo siguiente: “De una parte, el gobierno extraditaba a

Simón Trinidad y capturaba a Rodrigo Granda, dos símbolos importantes para las FARC, y en la selva entretanto se realizaba un plenum del Secretariado”210

Durante los años recientes y gracias al Plan Pat riota, las fuerzas militares han mantenido la

iniciativa de combate. “Una tendencia que se inició en 1999 y que tuvo su 'pico' en 2003. Coparon

todo el territorio nacional con Policía, soldados campesinos y se iniciaron campañas como la operación en el sur del país, que llevó a las t ropas a los sitios estratégicos de la guerrilla, se logró

una mayor protección de los centros urbanos y las principales carreteras y, en consecuencia, los planes ofensivos de las FARC se tuvieron que aplazar”211

A pesar de la ofensiva militar, dice la revista Semana, las FARC siguen en la región y la guerrilla

deja evidencia de que en el norte de Cauca el control estatal es aún muy precario. “las FARC le dieron una bofetada a la fuerza pública cuando en una acción comando en Toribío masacraron a los concejales de ese municipio, a 20 pasos de la garita de la Policía. Como si fuera

poco, las FARC paralizaron en octubre a Arauca, cuando decretaron un paro armado”212 Aunque se volvió común en la revista Semana deci r que las FARC están replegadas pero no

derrotadas, es una verdad que quedó demost rada en los ataques. Esto le hace pensar al lector que las FARC son capaces de soportar el Plan Patriota, planear tomas de corregimientos pequeños y atacar,

sobre todo si todavía cabe la posibilidad de un acuerdo humanitario.

“Esta guerrilla ha demostrado una enorme habilidad para adaptarse a las diferentes situaciones.

Aguantó la ofensiva en Marquetalia -cuando eran apenas un puñado de hombres-, resistió la presión en La Uribe -en tiempos de Gaviria-, bl indó a todos los miembros del Secretariado tras la

209 Revista Semana. “ Atajando el Conflicto” Escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 210 Revista Semana. “ Atajando el Conflicto” Escrito por Sergio Jaramillo. 12/19/2004. Edición: 1181. Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 211 Revista Semana. “ El año de la Ofensiva” 12/19/2004. Edición: Fecha de consulta: Mayo 5 de 2007 212 Revista Semana “ Tareas pendientes” 05/13/2006. Edición 1181. Fecha de consulta: Mayo 8 de 2007

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ruptura de los diálogos en el Caguán -con Pastrana- y ha estado sólida al esfuerzo militar del Plan Patriota” 213

El acuerdo humani tario no ha sido un tema muy trascendental en las paginas de la revista Semana

durante los años del estudio, no obstante para al revista Semana este es un arma política de la

guerrilla, la cual es cali ficada por la revista como contraproducente del Plan Patriota, poco moral y

consuntiva para la política de Uribe. Así lo menciona la revista:

“El sufrido y tortuoso acuerdo humanitario para lograr la liberación de los 59 secuestrados en manos de las FARC -entre los que hay 22 políticos, 34 policías y mil itares y tres ciudadanos

estadounidenses… Y es que la organización guerrillera está empeñada en sacar el canje adelante porque se anotaría un t riunfo en lo polí tico que no ha tenido en lo militar a lo largo del año”214

Semana, sustenta que es una petición imposible de cumpli r para el gobierno legalmente porque

muchos de los delitos cometidos por estos presos no son indultados, y políticamente porque

semejante concesión sólo confi rmaría los temores de la sociedad de que el secuest ro seguirá siendo

usado como un chantaje al Estado para sabotear sus éxitos mili tares.“Una decisión tan extrema,

"irreversible", puede poner en riesgo las vidas de los secuestrados y constituir un obstáculo

mayúsculo de entrada a un proceso de paz con las FARC, aun antes de que pueda arrancar”215.

Frente a la imposibilidad de ceder por parte del gobierno de Álvaro Uribe a la propuesta de las

FARC en despejar los municipios en Caquetá como el escenario para efectuar el intercambio, lugar

donde se ejecuta el Plan Pat riota; las FARC le proponen a Uribe desmilitarizar dos municipios en el

departamento del Valle del Cauca, cerca de Cali.

”La nueva propuesta de las FARC de pedir que se despejen dos municipios del Valle, si bien cede

en una exigencia inadmisible para el gobierno, como era la de f renar el impulso del Plan Patriota,

diseñado precisamente para atacar la retaguardia de las FARC, sigue siendo una demanda muy

difícil de sati sfacer… las FARC de todos modos tiene su lado estratégico, en términos militares. En

la zona montañosa de Pradera y Florida, los dos municipios que las FARC pide despejar, esta

guerrilla ha tenido una larga trayectoria y una presencia constante, comunica el centro y el sur

del país, se llega con facilidad al Cauca, al Tólima o al Valle y al vasto valle del río Cauca, donde

las FARC controlan cultivos de coca”216

Estas propuestas ponen al gobierno de Uribe, a su política de seguridad democrática y al Plan

Pat riota en una posición de debilidad, y le otorgan por otro lado fortaleza a los grupos insurgentes.

213 Revista Semana. “ FARC el repliegue estratégico” Escrito por Andrea P eña 11/01/2006. Fecha de consulta: Mayo 10 de 2007. 214 Revista Semana. “ El próximo extraditado” 12/05/ 2004. Edición: 1179. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007 215 Ibid; 1179. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007 216 Revista Semana. “ Las FARC dicen que se sentarían en la misma mesa con congresistas estadounidenses” escrito por Juan Esteban Mejia. 03/26/2006. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007

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Países Vecinos

El tema de “ países vecinos” es el que menor cobertura tiene dentro del marco del Plan Pat riota en la

revista Semana. Sin embargo, de los artículos encontrados bajo esta categoría, se pueden analizar

tres posiciones características de la revista frente al tema. P rimero, la revista ubica este tema como

un aspecto negativo en la relaciones de Colombia con sus vecinos debido a la ejecución del Plan Pat riota y su guerra antiterrorista. Segundo, por su gran apego a las políticas de Estados Unidos, las

cuales han creado conflictos con los países de la región, hasta el punto de carecer el apoyo de los

países vecinos. Tercero, por ser algunos países vecinos la retaguardia de los grupos insurgentes, y

cuarto por lo confl ictos limítrofes que ha causado la fumigación de cultivos ilícitos con gli fosato,

que genera daños en la salud y medio ambiente de los vecinos.

De los asuntos que más se analizan en la revista Semana, está la relación de Colombia con

Venezuela. Esta relación se ha caracterizado por ser hostil por varias razones; así lo dice la revista:

“se ha demostrando no sólo que Granda-miembro de las FARC- se movía a su antojo en

Venezuela, con protección de funcionarios venezolanos…no era el único caso. Raúl Reyes, Iván

Márquez, Grannobles y otros tres jefes de frentes de las FARC, y Nicolás Rodríguez Bautista

'Gabino', del ELN, son algunos de los que tienen en el país vecino su retaguardia” 217

Con esto, la revista Semana t rata de demostrar que por lo menos siete jefes guerrilleros de las

FARC y el ELN viven o se pasean sin problema por Venezuela. Con este sencillo gesto la revista

sugiere que las relaciones diplomáticas de los dos países están en tensiones importantes y que no

serán fáciles de resolver. Pero aunque el caso de Venezuela no es exclusivo, ni siquiera el que tiene

mayor signi ficado logístico para la guerrilla, es sin duda el que más riesgo político representa para

Colombia. “Venezuela desde hace muchos años ha servido como aliviadero para estos grupos. La

diferencia entre el gobierno de Chávez y los anteriores es que tiene una doble diplomacia. Una

hacia el gobierno de Colombia y otra hacia los grupos insurgentes"218

"El 45 por ciento de la droga decomisada en Europa sale de las fronteras venezolanas. Si no se mejoran las relaciones entre Colombia y Venezuela, el narcotráfico seguirá siendo un fantasma, y

aumentarán las implicaciones que tiene este problema en el continente y el mundo… Guerrilleros y narcotraficantes se vieron beneficiados con la laxa política de nacionalizaciones del gobierno de

Chávez el año pasado” 219

Por ot ro lado, la relaciones con ot ros países vecinos especialmente con las de Ecuador, han sido

hostiles, pero por razones di ferentes.

217 Revista Semana. “ El retorno de la Diplomacia” 01/23/2005. Edición: 1186. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007 218 Ibíd.; Edición: 1186. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007 219 Revista Semana. “ El retorno de la Diplomacia” 01/23/2005. Edición: 1186. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007

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“el Plan Patriota, está empujando a los insurgentes (y narcotraficantes) hacia los países vecinos. Especialmente hacia Venezuela y Ecuador…las FARC tienen campamentos de descanso en el

departamento peruano de Loreto, en los cuales mantienen a 25 secuestrados". En la frontera con Panamá se duplicaron en 2004 las incautaciones de droga, aunque disminuyó aparentemente el

ingreso de armas”

“El caso de Ecuador es especial, pues la frontera con el Putumayo, donde se desarrolla el Plan Patriota, es especialmente neurálgica. El flujo de guerrilleros es constante y se sabe que Quito es

un paso frecuente de guerrilleros. De hecho, la captura de Simón Trinidad se produjo al lí y Granda estuvo a punto de ser detenido en esa capital el año pasado”220

La revista Semana, pone de manifiesto que la ejecución del Plan Patriota en zonas de Colombia

cercanas a la frontera ecuatoriana, es un reto di fícil de solucionar, pues el activo involucramiento

ecuatoriano en un desenlace regional del conflicto interno de Colombia, implicaría que Ecuador

aceptara la internacionalización del conflicto armado en Colombia, asumiendo un papel oficial y

comprometiéndose con una guerra ajena. El canciller ecuatoriano le dijo a Semana que:

"nosotros tenemos un problema muy serio de tipo social, económico, de seguridad, como consecuencia de lo que ocurre en Colombia…insistirá en la franja de diez kilómetros libre de fumigaciones en la frontera para evitar los efectos del glifosato en su país. Ecuador asegura que las aspersiones aéreas afectan la salud de los pobladores de su lado de la frontera y ha amenazado con acudir a tribunales internacionales si el gobierno colombiano no atiende sus reclamos”221

Además, la revista Semana es enfát ica en el argumento de que en Latinoamérica se mueven dos

corrientes que conciben de manera distinta el tema de la seguridad regional. Y que los argumentos

de Colombia para internacionalizar su lucha cont ra los grupos insurgentes no son tan convincentes

por fuera como sí lo han sido en la política colombiana. Por ejemplo; “ En noviembre pasado se

reunieron en Quito todos los ministros de Defensa del continente. Allí el ministro de Defensa de

Colombia, Jorge Alberto Uribe, propuso dos asuntos cruciales para Colombia: crear una fuerza

militar mul tinacional para combatir el terrorismo en la región y que la OEA aprobara una lista de

organizaciones terroristas del continente. En ambas propuestas salió derrotado”222

En este panorama no muy positivo que presenta la revista Semana, en cuanto a las relaciones

diplomáticas con los países vecinos en el marco del Plan Pat riota; además la revista manifiesta que

el P residente Uribe debe moverse con habilidad tanto en las relaciones con sus países vecinos y con

las relaciones en Estados Unidos si quiere que el Plan Patriota logre parte del éxito. Así lo dice la revista: “ Uribe tendrá que ganarse la cooperación de sus vecinos -en particular de Venezuela- en

220 Revista Semana. “ El retorno de la diplomacia” 01723/2005. Edición: 1186. Fecha de consulta: Mayo 11 de 2007 221 Revista Semana. “ El canciller ecuatoriano cuestiono el Plan P atriota” 09/04/2005. Edición: 1218. Fecha de consulta: Mayo 12 de 2007 222 Ibíd.; Edi ción: 1186. Fecha de consulta: Mayo 12 de 2007

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materia de seguridad, con una agenda propia, acorde con la realidad y los intereses de la región,

donde Colombia está más sola de lo que piensa”223

La revista Semana, se queda corta a la hora de presentar el problema diplomático que ha surgido

por la ejecución del Plan Pat riota, con sus vecinos. De los 189 artículos encont rados bajo el marco

del Plan Pat riota, solo seis artículos fueron asignados a la categoría “ vecinos”. Se caracterizan, por

tener poco análisi s e interpretación, son de carácter más noticioso, y se limitan a reseñar

acontecimientos de suma importancia para el futuro del Plan Pat riota. Además, las fuentes no son

muy variadas, con la excepción del Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Antonio Parra

Gil, ent revistado por la revista Semana.

223 Revista Seman a. “ El canciller ecuatoriano cuestiono el Plan Patriota” Edición: 1218. Fecha de consulta: Mayo 12 de 2007

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V. CONCLUSIONES

En una sociedad democrática, los ciudadanos se informan y hacen parte de una variedad de asuntos

políticos nacionales, que a su vez conforman la agenda política nacional. Por lo general, estos

asuntos también reciben una atención substancial de los medios de comunicación, y a través de los

medios de comunicación, los ciudadanos adquieren las herramientas de juicio para considerar unos

asuntos políticos más importantes que otros. La revista Semana desarrolla el tema del Plan Pat riota, de manera signi ficante y lo representa como un asunto de carácter político de gran trascendencia

nacional, que además hace parte de los puntos más importantes de la agenda pol ítica del país en la

administ ración de Uribe; y que se considera de gran interés entre los lectores de la revista.

El análi sis que se desarrolló, ha permitido llegar a tres conclusiones generales. Primero, el tema

“Plan Patriota”, fue desarrollado en las paginas de la revista Semana, como un tema de gran

importancia nacional. Es decir, la revista le otorgo a este asunto polí tico una importancia tal, que

cabe suponer que es uno de los temas más discutidos e influyentes dentro de la administración

Uribe. La gran mayoría de artículos encont rados sobre el tema, proporcionan análisis y opinión,

generando la controversia y relevancia del tema. La constante aparición del tema: Plan Pat riota,

refleja la intención de const rui r lectores que consideren el Plan como un hecho signi ficativo de la real idad pol ítica nacional e internacional del país. En cada mes, se encont ró artículos sobre el tema,

reflejando un compromiso por di fundir la información y mantener de manera estable la

cont roversia. La presencia constante pero no suficiente del tema Plan Patriota en las paginas de la

revista Semana, como encabezados, portadas, y en secciones importantes de la revista, determina la

orientación de los lectores, pues la revista representa el Plan Pat riota como un tema predominante

que reclama dicha atención. La revista Semana ha demost rado tener la capacidad de fijar el tema

del Plan Pat riota en la atención de sus lectores, a través de su proceso de selección de temas y su

insaciable aparición de análisis y opinión sobe el tema mes por mes durante los tres años de estudio.

Segundo, se puede concluir que dent ro de la agenda informática de la revista Semana, el tema del

Plan Pat riota tiene presencia constante, desde el inicio de su ejecución. Y se encuentra un

desarrollo progresivo de la información referente al Plan. Este hecho, nos permite suponer que el

interés de los lectores de la revista Semana sobre el Plan Pat riota, puede aumentar paralelamente, a

medida que aumenta la presencia de artículos relaciones con el Plan. Dentro de la agenda mediática

de la revista, se encont ró que el Plan Patriota hace parte de los temas contemporáneos más

importantes del país, y por lo tanto, se puede suponer que la jerarquización de temas, genera la

posibilidad que los lectores consideren el tema del Plan Patriota más importante que otros. Se

puede suponer, que la revista Semana puede llegar a generar cierto parámetro de interés en el

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público sobre temas determinados. De este modo, la revista Semana puede llegar a tener efectos de

“agenda setting” en la medida en que entrega al lector elementos para elaborar imágenes sobre la

real idad política del país, a t ravés de la prominencia que le ha otorgado al Plan Pat riota. Si se acepta

la hipótesis de McCombs224, “ tanto mayor es el énfasis de los medios sobre un tema, mayor es el

incremento de la importancia que los miembros de una audiencia ofrecen a estos temas”, entonces,

es posible que la revista Semana debido a la importancia que le ha otorgado al Plan Pat riota, tenga

la capacidad de moldear las prioridades de temas en sus lectores.

Tercero, la agenda mediática de la revista Semana permite visualizar la forma en que ésta define y

desarrolla el tema del Plan Pat riota. Esta forma de definir el tema del Plan Patriota, puede tener

efectos en la manera como el público y los lectores de la revista const ruyen su realidad sobre el

tema. En este caso, el Plan Pat riota es definido como una operación cont rainsurgente militar. Se llega a esta afi rmación, debido a la gran presencia de artículos que al referirse al Plan Pat riota, lo

hacen a t ravés de términos militares; cuando en realidad el Plan Patriota tiene varios dimensiones no militares que deben ser tenidas en cuenta para desarrollar una mejor definición sobre el Plan

Pat riota. Por lo tanto, en este sentido, la revista Semana carece de una definición clara, completa y

concreta sobre el Plan Patriota, y esto genera en los lectores y el públ ico, una visión distorsionada

de la realidad del Plan. En otras palabras, la agenda de at ributos del Plan Patriota const ruida por la

Revista Semana, esta generando una idea incompleta del Plan Pat riota en la mente de sus lectores,

es deci r, la revista no está proporcionando una información adecuada para construir la realidad

política del Plan Pat riota. No solo la revista Semana nos dice que el tema del P lan Pat riota es

relevante en la realidad, también nos dice como debemos interpretar dicho tema, y

desafortunadamente la revista Semana proporciona atributos limitados. Por ejemplo, se limita a

most rarnos la cara militar del plan, y descarta dentro de su agenda de at ributos aspectos relevantes

para que el lector const ruya una idea completa del Plan Colombia, como por ejemplo at ributos

como las relaciones con los países vecinos, el carácter humanitario del Plan Pat riota, los efectos en

el medio ambiente. Entonces, el orden de prioridades establecidos por la revista Semana, al referi rse

al Plan Pat riota, determina la capacidad de discriminación temática de sus lectores.

Sin embargo, el Plan Patriota es representado en las páginas de la revista Semana de forma

relativamente clara, analítica e interpretativa. No obstante, es un tema que marca las pautas del actuar político internacional y doméstico del actual gobierno de Uribe Vélez, lo cual demanda más

análi sis y los recursos necesarios para generar lectores informados. En todos los artículos

224 McCombs, Maxwell. (1992). Explorers and surveyors: expanding strategies for agenda-setting research. Journalism. Quaterly. 36. pp. 176-187

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encont rados con la nomenclatura del “Plan Patriota”, que se realizaron desde junio del 2004 a junio

del 2006, se ha encontrado la existencia de un periodismo con fuentes poco diversas y con géneros

muy reducidos. La revista Semana se informó sobre el Plan Pat riota con análi sis y contextos

informáticos pero no tan exigentes en categorías como el “ narcotráfico” y las relaciones con los

países “ vecinos” a raíz de la ejecución del Plan Patriota. En cambio, sí se presentó un análi sis

interpretativo con contextos informáticos exigentes y enfoques, un tanto más complejos y

mat izados sobre la “ Ayuda estadounidense” y “Fuerzas Armadas”. Ent re los resultados

encont rados, se ve que la revista Semana no actúa bajo la presión de adoptar el lenguaje de los

actores del conflicto, pues en ninguno de los artículos los guerrilleros fueron identi ficados como

terroristas o bandoleros, sino como grupo insurgente; lo cual implica neut ralidad a la hora de

referirse a uno de los actores mas relevantes de la operación del Plan Patriota. La revista Semana

no es clara en identi ficar los objetivos de Uribe y Bush en el Plan Pat riota, al contrario, hace ver que los dos países tienen objetivos di ferentes en la ejecución de este plan; por ejemplo, Uribe

coloca como primera ent re sus prioridades la derrota de las FARC, por encima de la erradicación del tráfico de drogas. T al supuesto señala que la revista Semana, con contadas excepciones, aborda

los hechos y asuntos del Plan Pat riota de manera coyuntural y clara, y no fue concisa en informar

al lector cual es el objetivo exacto del Plan Patriota, ni como medir su efectividad. Aunque no es

adecuado afi rmar que la revista Semana silencia el debate publico alrededor del tema del Plan

Pat riota, si se puede afi rmar que se realizó una lectura reducida del concepto, confundiéndolo con

otros conceptos como el “nuevo plan Colombia” o “ plan Colombia II”, generando confusión entre

sus objetivos, di ferencias, finalidades y el real alcance de dicha operación.

En otros aspectos, se ve que la revista Semana reduce el concepto de Plan Pat riota casi

exclusivamente a la lucha contrainsurgente, sin revisar con investigaciones profundas cuales

pueden ser las consecuencias de considerar un plan con participación estadounidense de esta forma,

pues en sus artículos sobre las relaciones diplomáticas con los países vecinos, rara vez se hace un

análi sis detallado y profundo sobre las relaciones internacionales en la región, se limita a reseñar las

ent revistas y solo se encontró un articulo con fuentes de un funcionario político de estos países

como fue el caso de Antonio Parra Gil, ministro de relaciones exteriores de Ecuador en la edición: 1218 del 2005. Se vio, que la revista Semana desempeñó un papel bueno de interpretación en ciertas categorías como en la ayuda estadounidense, y las fuerzas armadas; pero en lo que ataña a

las categorías como grupos insurgentes y vecinos, se les restó cierta dimensión política y se le

“ignoro” a pesar de tener un gran alcance para modificar los resultados del Plan Pat riota.

Desafortunadamente, la revista Semana también tiene la costumbre de no firmar los art ículos, y de

no citar las fuentes de información trascendental del contenido periodístico, pues para crear

credibilidad y legitimidad a la palabra, es necesaria la consulta de fuentes autorizadas que

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constituyan verdaderos ejercicios investigativos donde se t rate de información, se haga efectiva la

pretensión de que ella sea cierta, neutral y pertinente, y cuando se trate de opinión, ella resida en la

exhibición crítica de resultados. Por ello, y bajo las condiciones anotadas, la creación de una

opinión pública crítica e informada de los hechos públicos y al acontecer de la política nacional e

internacional implique ser un reto di fícil de ganar dent ro de los medios de comunicación

colombianos. Como conclusión se puede advertir que la revista Semana ha proporcionado un

periodismo de opinión, que mantiene una actitud crítica frente a las acciones del gobierno en el

marco del Plan Patriota fundamentalmente en lo que tiene que ver con los medios para la

consecución de los resultados prometidos. No obstante, se nota una gran retórica de la guerra

manteniendo no una actitud de apoyo, pero si restándoles una dimensión política y social a los

actores del conflicto. Existe la investigación en la revista, pero a veces es normal encont rarse con

un tratamiento vago de la información vaga por el reporte de fuentes oficiales que no aportan una mirada crítica. Entonces, este medio de comunicación si genera polémicas en las audiencias,

actitudes críticas, pero no con el alcance que deberían tener para generar actitudes deliberativas alrededor del Plan Patriota. Por ello y bajo las condiciones anotadas, la formación de una opinión

pública crítica y sensible a los hechos públicos y al acontecer de la política nacional e internacional

resulta ser un reto para los medios de comunicación colombianos. Y aunque el contenido

informativo del Plan Pat riota en las páginas de la revista Semana, no es vago, la forma como se

presenta este Plan queda reducida a confrontación militar y a las relaciones “amigo-enemigo”, lo

cual genera sospecha y propicia estados de opinión pública no apropiados.

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