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MANOS QUE PIENSAN

MANOS QUE PIENSANRevista del Instituto Normal de Enseanza Tcnica

ANEP - CODICEN Consejo de Formacin en Educacin Instituto Normal de Enseanza Tcnica PEDECIBA Facultad de Ingeniera. UdelaR

MANOS QUE PIENSAN Revista del Instituto Normal de Enseanza TcnicaNo est permitida la reproduccin total o parcial de este libro ni su tratamiento informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier medio ya sea electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

ISBN 978-9974-8274-5-5 Dep. Legal N 353.495 / 11 Impreso y encuadernado en ZONALIBRO San Martn 2437 - Tel. 2208 7819 E-mail: [email protected] Montevideo - Uruguay Printed in Uruguay - Impreso en Uruguay

Equipo de Coordinacin Editorial Directora Mtra. Ingrid Hack Mtra. Lic. Margaret Zamarrena Prof. Lic. Sylvia Gonzlez Dra. Ing. Sylvia da Rosa Lic. Ftima Lugo Mtra. Lic. Azucena da Cunda Ing. Mtro. Tcn. Ivn Vasilev

AGRADECIMIENTO A docentes, estudiantes, funcionarios del Instituto Normal de Enseanza Tcnica (INET) que trabajaron con entusiasmo para que esta publicacin reflejara un crecimiento acadmico en la formacin tcnico-tecnolgica a nivel docente. Al PEDECIBA, Programa de Desarrollo de las Ciencias Bsicas. rea Informtica, por sus aportes a la reflexin conjunta as como por su apoyo para la edicin de la presente publicacin.

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NDICE

Editorial ................................................................................................9 Aportes para la reflexin de la Formacin de Docentes en el INET Arturo Daniel Esteche ........................................................................ 11

CIENCIAS DE LA EDUCACINRecorridos impertinentes: El problema de la desigualdad social en los Clsicos de la Sociologa y P. Bourdieu Sylvia Raquel Gonzlez Mateos .........................................................19 De la etnografa tradicional a la crtica Brenda Serrn .....................................................................................50 Grecia: la educacin moral de la polis Miguel ngel Pea .............................................................................59 Utopa y educacin: una influencia perdurable Miguel ngel Pea .............................................................................64

INVESTIGACINAbriendo caminos a la investigacin. Luis Domnguez ..................................................................................71

DIDCTICAUna metodologa educativa basada en el trabajo del estudiante. Sylvia da Rosa- Federico Gmez Frois ..............................................857

MATEMTICAMatemtica y computacin. Germn Ferrari - Patricia Echenique - Fabiana Lordoguin Sal Tenembaum .................................................................................95

TALLERESPresentacin del Primer Taller Organizado por el rea Sociolgica de Ciencias de la Educacin. Cristina Sosa Cceres ......................................................................105 Taller: una asignatura integradora. Tercer ao del Profesorado de Informtica Sylvia da Rosa - Federico Gmez Frois ........................................... 118 Observacin y anlisis en las instituciones educativas: una experiencia exitosa Norma Sommaruga y alumnos .........................................................123 Educacin Tcnica en el Uruguay: una experiencia didctica. Miguel ngel Pea ...........................................................................125

ACTIVIDADESPrograma de Apoyo al Profesorado de Informtica (PAPI) ..............137 Cineduca en INET ............................................................................144 Actividades de marketing y difusin ................................................145 Taller de electrnica del Instituto Tecnolgico Superior de Rivera .... 147

RESEA DEL LIBROVirtualizacin, didctica e informtica (manual prctico para docentes) .......................................................1498

EDITORIALAbrimos hoy las pginas de un deseo compartido: la primer produccin dita de trabajos realizados por los docentes y estudiantes del Instituto Normal de Enseanza Tcnica en esta nueva etapa de su existencia. La formacin de docentes tcnicos y tecnolgicos posee, como parte esencial de la misma, una fuerte presencia de la prctica en espacios de taller, ntimamente ligada a las respectivas reas de produccin donde los alumnos de nuestros docentes en formacin desarrollarn su actividad. Si bien los vaivenes de la formacin en educacin indujeron de uno u otro modo al alejamiento de los estudiantes de estos espacios de desarrollo y conocimiento asociados al trabajo manual, la evaluacin al trmino de la primera generacin de estudiantes del SUNFD 2008 permite concluir nuevamente en la imperiosa necesidad de un conocimiento del manejo prctico de las disciplinas presentes en cada una de las formaciones especiales. Ahora bien, esa prctica desde las manos y hacia los variados espacios productivos, con sus vertiginosos y constantes cambios, se alimenta de una reflexin terica que permite construir y reconstruir los espacios prcticos de modo que aseguren aprendizajes ms exitosos para los futuros docentes y sus prximos alumnos. Es decir, que esas manos de los futuros docentes tcnico tecnolgicos han de poseer la particularidad de una prctica no algortmica sino pensada, analizada desde las mejores y ms precisas estrategias para un aprendizaje de valor. En definitiva, las manos que este INET pone en movimiento son el brazo ejecutor de una teora sobre las prcticas , esto es, de una Didctica Especial que se encuentra en plena redefinicin y en la mayora de las especialidades en plena creacin. Por eso, estas manos deben pensar. Para que sea posible el anlisis sistematizado de las prcticas docentes en espacios tcnicos, para que los aportes de los diversos autores puedan plasmarse en el manejo de una actividad de taller, para construir desde las propias prcticas la teora que an no ha sido escrita, y que esta generacin de docentes tiene la oportunidad de crear.9

Por lo expuesto, el valor de este sueo compartido: los que creemos que la formacin para la enseanza tcnica se encuentra en el comienzo de una construccin propia que la identifique y la respalde, los que confiamos en la posibilidad de que ciencia y tcnica se retroalimenten y compartan los lugares como objeto de estudio y herramienta de accin, los que hemos descubierto que nos toc ser protagonistas en la formacin de didcticas en nuevos campos del conocimiento... ponemos nuestras manos en sintona con nuestro pensamiento e invitamos a los colegas a intentarlo. Montevideo, diciembre de 2010 Mtra. Ingrid Hack Directora de INET

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APORTES PARA LA REFLEXIN DE LA FORMACIN DE DOCENTES EN EL INETMtro. Tec. Arturo Daniel Esteche Munilla*

IntroduccinEste trabajo pretende aportar al anlisis reflexivo de la pertinencia de polticas de formacin de docente para la enseanza de tcnica, tecnolgica y profesional. Por lo tanto el objetivo principal no es definir una visin nica sino tener en nuestra agenda de trabajo y en forma permanente o continua todos aquellos temas que hacen a la construccin del futuro profesional de la docencia en las rea tcnica, tecnolgicas y su fuerte vnculo con el mundo del trabajo.

Breve reseaEl Instituto Normal de Enseanza Tcnica (INET) fue una excepcionalidad en la formacin de Maestros/as Tcnicos/as en Amrica Latina hasta finales de la dcada del 90, dicha experiencia cuenta con ms de seis dcadas en el desarrollo de polticas para la formacin de docentes destinados a la educacin tcnica. Es de destacar que en este perodo la formacin de Maestros/as Tcnicos/as con formacin de grado de cuatro aos se vio interrumpida por un lapso de una dcada y media, siendo sustituida por cursos de las asignaturas del componente de Ciencias de la Educacin para egresados universitarios, de algunas orientaciones, quienes reciban el ttulo habilitante de profesor tcnico o tecnolgico. Esta discontinuidad ha provocado un dficit en la formacin de Maestros/as Tcnicos/as a nivel nacional, agravndose en el norte del pas ya que el CETP-UTU no puede cubrir las demandas educativas, ni* Docente de Didctica de la Especialidad Mecnica Automotriz en el I.N.E.T. Coordinador de Talleres de Mecnica en el ITS CETP UTU. Cursando el posgrado Gestin de Centros Educativos IPES - CFE.

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desarrollar otras, debido a esta falta. Y en el caso de cubrirlas, atendiendo a una fuerte demanda social, debe habilitar a personas que no estn formadas pedaggica ni didcticamente para el ejercicio de la funcin. Con el fin de revertir esta situacin surge la iniciativa de retomar la oferta educativa de grado para la formacin de Maestros/as Tcnicos/as a partir del ao 2007, esta fue llevada adelante por docentes, egresados, autoridades, sindicatos, ATDs, UdelaR y alumnos/as. Esta oferta educativa queda acotada a cinco especialidades tcnicas y enmarcadas en el Plan nico de Formacin Docente, Mecnica Automotriz, Mecnica Industrial, Electrotecnia, Electrnica e Informtica. Una de la variables que provocaron estos cambios es que desde la dcada de los setenta, en Amrica Latina podemos reconocer una muy estrecha relacin entre el modelo econmico neoliberal motor de la actual estrategia de globalizacin o mundializacin y las reformas educativas impulsadas por iniciativa de los diversos gobiernos de la regin, asesoradas por instituciones financieras internacionales.

Propuesta y conclusinNuestro pas no ha escapado a los acontecimientos histricos del control social ejercido por quienes han detentado el poder poltico y econmico. Con la transformacin del modelo de produccin, se corresponde una modificacin e innovacin en las polticas educativas y su correspondiente modelo, este adems de satisfacer las necesidades estructurales de la sociedad, tambin da respuestas a la superestructura, ya que las transformaciones ideolgicas se ven reflejadas en el discurso educativo y en nuestro pas, como en otros, los programas educativos y la formacin inicial de los docentes estn sometidos a un fuerte control estatal. En este contexto, reconozco que la enseanza tcnica y tecnolgica en el Uruguay, as como la Formacin de Docentes Tcnicos, ha sufrido reducciones significativas en los recursos destinados a la educacin estatal y por lo tanto a formas distintas a veces camufladas- de privatizacin (lase, institutos de capacitacin tcnica formales que compiten con la oferta de UTU, formacin para el trabajo, ONGs, etc). Esto no escapa tampoco a otra lectura de corte ms clasista que al decir de Boaventura de Sousa la produccin de ausencias es la lgica de clasificacin social. Entonces en todas las lgicas de produccin de12

ausencias la descalificacin de las prcticas va a la par con la descalificacin de los agentes, ( De Sousa, 2004) en muchos pases hoy se busca dar prioridad el trabajar sobre la formacin profesional asociada a polticas de capacitacin para el mercado de trabajo. Esta oferta o modalidad no resuelve en su totalidad las necesidades de las clases trabajadoras ya que los que pueden acceder a estas polticas de capacitacin quedan limitados a la demanda existente, por no estar preparados para el mundo del trabajo. En definitiva esta modalidad solamente va a quedar asignada a aquellos que el mercado de trabajo les elige un lugar para formarse y no al conjunto de la poblacin. Como UTU se rige, bsicamente por la oferta y la demanda social, sta a su vez oscila de acuerdo a las exigencias del mercado de trabajo y del desarrollo de la produccin, determinando y modificando las ofertas de algunas especializaciones tcnicas impartidas por el CETP-UTU, as como la necesidad de la formacin de docentes para dichas reas del conocimiento. Debido a que estamos transitando de una fuerte apuesta a un pas de servicio hacia el modelo de un pas productivo, es vlido plantearse que en la enseanza tcnica no deben existir siempre todas las ofertas educativas, porque a veces no tiene sentido formar profesionales en exceso para el mercado de trabajo en aquellas reas que son improductivas para el pas pero debemos considerar que la enseanza tcnica tambin cumple un rol socializador e inclusivo. Esto nos convoca a la planificacin y prospeccin de las cadenas productivas y de la enseanza tcnica para no repetir lo de la dcada del 90, que a partir de eso se termin realizando una lectura errnea de que nunca ms haba que formar tcnicos en muchas especialidades, que sumado a la intencin de sustituir de los Maestros/as Tcnicos/as, (docentes calificados en lo tcnico con dominio en lo tecnolgico) por profesores tecnolgicos (egresados universitarios con dominio slo en lo tecnolgico), tuvo como consecuencia que cuando se necesitaron trabajadores calificados estos no estaban formados, ni tampoco existan docentes tcnicos actualizados para formarlos (quedando demostrado en la instalacin de grandes emprendimientos industriales como se experiment en la inversin de la empresa ex BOTNIA hoy UPM).13

Desde la ptica del Maestro Tcnico convoco a la crtica y autocrtica de todos los actores, en el sentido de que debemos tener respuesta a las situaciones mencionadas y dar la posibilidad de una fuerte formacin en el rea tcnica, articulando, innovacin y desarrollo tcnico-tecnolgico, con polticas de inversin que generen trabajo genuino y fomenten el desarrollo humano sustentable y sostenible. Es decir que tambin tiene que haber una permanencia de las lgicas de formacin docente en las reas tcnicas y tecnolgicas. Dicha formacin necesariamente tiene que ser terciaria tal cual lo plantea la nueva Ley de Educacin dado que los/as Maestros/as Tcnicos/ as o docentes no deben ser orientados al desarrollo de la profesin en un solo nivel educativo, en lo tcnico y tecnolgico. Debemos formar para desarrollar la docencia tanto a nivel primario, enseanza media bsica, enseanza media profesional o tecnolgica como tambin en la enseanza terciaria no universitaria, porque estos niveles de enseanza requieren de configuraciones profesionales diferentes. Este objetivo se debe lograr desde un nuevo marco referencial de poltica curricular para posibilitar en el sistema educativo el forcejeo creador necesario para mejorar la calidad de la enseanza en la modificacin de las condiciones de las prcticas, en el perfeccionamiento del cuerpo docente, en la renovacin de las instituciones educativas, en el significado del proceso enseanza- aprendizaje para los alumnos y para la sociedad. La accin liberadora de la educacin se asegura cuando quienes estn participando en el hecho educativo son conscientes de las posibilidades transformadoras de la educacin y la orientan de forma deliberada a producir el cambio deseado. La educacin tcnica y tecnolgica puede ser germen de liberacin, puede serlo a pesar de no estar intencionalmente orientada a serlo; o puede serlo precisamente porque est orientada de forma deliberada al cambio social y con una menor dependencia tecnolgica externa. Esas posibilidades liberadoras, crticas, con una fuerte concientizacin o como expresa P. Freire esta es la mirada ms crtica posible de la realidad, que la des-vela para conocerla y para conocer los mitos que engaan y que ayudan a mantener la realidad de la estructura dominante (Freire 1974). La concientizacin, sin embargo, no es slo un ejercicio terico, sino que est estrechamente vinculada a la prctica14

y puede determinar qu tipo de pas productivo, democrtico y participativo queremos. Por ltimo, para continuar con la recuperacin y proyectar hacia el futuro la Formacin Docente Tcnica, Tecnolgica y Profesional, dentro del nuevo Instituto Universitario de Educacin, debemos partir desde el reconocimiento de nuestra historia realizando anlisis e investigaciones que den una permanencia dinmica, sin buscar la sustitucin de una visin por otra dentro de la Institucin (Formacin Docente para: magisterio, secundaria, tcnico profesional, otros), que nos permita transitar hacia una verdadera autonoma con cogobierno en la formacin de los docentes. La educacin ha jugado, junto a otras mediaciones institucionales, una importante tarea de control social y conservacin. Esa tarea ha incluido al menos dos funciones que son aparentemente antagnicas: la homogenizacin y la consolidacin de las diferencias. En el nuevo Instituto Universitario, no debemos seguir cayendo en esa prctica si queremos participar de la verdadera tarea emancipadora de la educacin.

BibliografaDe Sousa Santos, B. (2004) Para uma sociologia das ausncias e uma sociologia das emergncias En: De Sousa Santos, B. (2004) Conhecimento prudente para uma vida decente. Cortez, So Paulo. Freire, P. (1990) El proceso de alfabetizacin poltica. En: Freire, P. (1990) La naturaleza poltica de la educacin. Cultura, poder y liberacin. Paids, Barcelona. Freire, P., Concientizacin, Ed. Bsqueda, Buenos Aires 1974, P. 30

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CIENCIAS DE LA EDUCACIN

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RECORRIDOS IMPERTINENTES: EL PROBLEMA DE LA DESIGUALDAD SOCIAL EN LOS CLSICOS DE LA SOCIOLOGA Y P. BOURDIEUProf. Sylvia Raquel Gonzlez Mateos*

IntroduccinDos sern los itinerarios que se seguirn en este trabajo. Por un lado, aquel que nos lleva a proponer una lectura de los tericos clsicos de la Sociologa (Siglo XIX); por otro, el que recorreremos para dar cuenta de uno de los intentos de sntesis terica del siglo XX, el realizado por P.Bourdieu . En ambos trayectos articularemos la reflexin al problema de las desigualdades sociales, temtica que en este siglo mantiene relevancia tanto en el campo intelectual como en el poltico. Viejos problemas en nuevo contexto histrico remiten a la pregunta sobre las continuidades y rupturas conceptuales desde los cuales se pretende dar cuenta del fenmeno. Alcanza con mencionar algunos emergentes para focalizar la conciencia en la complejidad que co-constituimos y dimensionar el desafo que nos convoca, ya sea como intelectuales, ya sea como ciudadanos. Recordemos algunos fenmenos claves : la nueva revolucin tecnolgica, centrada en torno a las tecnologas de la informacin, la nueva divisin del trabajo a nivel mundial, la interdependencia cada vez mayor

* Sylvia Raquel Gonzlez Mateos: Sociloga (Universidad de la Repblica Oriental del Uruguay). Se desempe como docente en la Universidad del Trabajo del Uruguay, el Consejo de Formacin en Educacin y la Universidad de la Repblica Actualmente integra las Ctedras de Teora Social III y Sociedades Modernas y Desigualdades Sociales en el Departamento de Sociologa de la Fac. de Ciencias Sociales y el equipo de la Unidad de Planificacin, Investigacin y Evaluacin del rea Metropolitana Este de la Unidad de Investigacin y Evaluacin de La Universidad del Trabajo del Uruguay.

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de las economas de todo el mundo y la redefinicin concomitante de la relacin entre economa- estado- y sociedad. El propio capitalismo ha sufrido una restructuracin que, entre otras consecuencias, conlleva un aumento de poder del capital frente al trabajo, con el declive resultante del movimiento sindical frente a la flexibilizacin y la desregulacin laboral; la incorporacin masiva de la mujer al trabajo retribuido, por lo general en condiciones discriminatorias, y la intervencin del estado para desmantelar los estados de bienestar y facilitar la integracin global de los mercados financieros. No menos importante ha sido el impacto geopoltico generado por la desarticulacin del bloque sovitico (ms all de la perspectiva que se tenga sobre ese proceso) y, en consecuencia, el fin de la guerra fra. En este contexto se renuevan viejas discusiones y otras conquistan el escenario de las ciencias sociales en general y la sociologa en particular: modernidad vs. posmodernidad, procesos globales vs. procesos nacionales, imperialismo vs. imperio, sociedades de control vs. ampliacin de la ciudadana. A nivel de la problemtica de las desigualdades sociales, la controversia tambin se amplifica. As se tematiza el pasaje de la vieja cuestin social a la nueva cuestin social, el desdibujamiento de las llamadas viejas desigualdades sociales, (articuladas en torno al mercado de trabajo y la ocupacin), por nuevas desigualdades que definen posiciones disruptivas de la correlacin entre posicin ocupacional, estilos de vida e ingresos1 ; se pone nfasis en las desigualdades vinculadas a la edad, el gnero, la zona geogrfica en la que se vive, las redes en que se participan etc. En forma concomitante se desplaza la atencin del problema de las clases sociales hacia los nuevos sujetos colectivos, cuando no a referenciar al individuo como nico portador de la agencia en un mundo donde las viejas instituciones no construyen identidad. Durante estas trayectorias se produce un deslizamiento clave para el tema de las desigualdades sociales y su vnculo con la agencia: de la centralidad en la clase, el conflicto y la explotacin a la hegemona de los problemas vinculados a la integracin, la pobreza, la vulnerabilidad, el empoderamiento, la marginalidad, entre otras categoras. Sin dudas, no agotamos aqu la descripcin del escenario, ese no es nuestro objetivo. Nuestro trayecto pretende, sin dar la espalda a lo que20

llamamos realidad social, concepto arto polismico, centrarnos en las perspectivas tericas desde las cules se aborda y los supuestos que la fundan. Para ello la estrategia ser una lectura comparativa de los autores; se parte de la premisa de que slo podemos dar cuenta terica de la construccin del problema en cuestin, y su resolucin en cada uno de los pensamientos tratados, si explicitamos los supuestos en los que se fundan, los conceptos nodales que lo articulan y las redes construidas entre ellos. Por otra parte, hemos optado por los autores clsicos, y ello por varias razones. En primer lugar sostenemos que ms all de la historicidad de las categoras generadas, sigue siendo significativo cmo abordaron la temtica de la desigualdad social, las respuestas que dieron, y las lgicas de anlisis que produjeron. Y ello no slo en cuanto insumo de anlisis, sino tambin en cuanto sostuvieron cosmovisiones del mundo, de las cuales la ciencia no est exenta.2 Desde el punto de vista terico, dichas tradiciones de pensamiento se centrarn en alguno de los polos de los siguientes dilemas 3 : subjetivismo/ objetivismo, individuo/sociedad, accin/ estructura, conflicto/integracin, observacin/ interpretacin, existencia/ conciencia, entre otros. Esto impactar en las perspectivas sobre la desigualdad social, problemtica, por otra parte donde se manifiesta el intrincado relacionamiento de la sociologa como productora de conocimiento cientficamente fundado y la poltica. La afirmacin realizada en el prrafo anterior nos centra en otra de las premisas de nuestro anlisis. Sostenemos que para clarificar cmo tematizan los autores implicados el problema de las desigualdades es necesario dar cuenta de cmo resuelven los dilemas tericos, aunque no exclusivamente, ya que los productores de conocimiento son agentes situados en un campo social, por tanto productores y reproductores de de juegos de poder. Es por ello que hemos articulado a nuestra propuesta de trabajo los anlisis de Bourdieu, uno de los tericos de sntesis entre otros posibles. Sobre l expresa L. Wacquant : el carcter perturbador de la empresa de Bourdieu reside en su tentativa de superar algunas antinomias profundamente asentadas en ciencias sociales, entre ellas el antagonismo, en apariencia irresoluble entre modos de conocimiento subjetivistas y objetivistas, la separacin del anlisis de lo simblico del de lo mate21

rial y el sostenido divorcio entre investigacin y teora. Tal esfuerzo llev a Bourdieu a echar por la borda otras dos dicotomas: las de estructura y delegacin, por una parte, y micro y macroanlisis por otra. busca superar la reduccin de la sociologa ya sea a una fsica objetivista de las estructuras materiales o a una fenomenologa constructivistas de las formas cognitivas 4

El problema de la desigualdad social en Durkheim, Marx y Weber.Como sealamos en la introduccin, dar cuenta del problema de la desigualdad social en Durkheim , Marx y Weber nos remite a analizar sus respectivas teoras sociales en general , pues todo concepto terico adquiere su significacin de la relacin que establece con los otros del corpus. Proponemos realizar la lectura en torno a los dilemas subjetivismo /objetivismo, individuo /sociedad, integracin/conflicto, accin/estructura porque a): la resolucin de estas antinomias coloca el problema a tratar como central o marginal en relacin al cambio social, b) plantea una relacin especfica entre individuo, Estado y Sociedad, c) instaura la agencia en torno a la accin individual o a la accin colectiva, esto es, construye la relacin entre el cambio y el sujeto de cambio. Ntese que nuestra trayectoria se inscribe principalmente en el mbito de la Teora Social y no en el de Teora Sociolgica, por lo cual no evaluaremos aqu las cuestiones relacionadas a la epistemologa de las tradiciones tericas referidas sino en forma tangencial.

Durkheim: la desigualdad social cmo problema?Como el lenguaje no es ingenuo, no lo son los signos expresivos; en este caso la interrogacin del subttulo propone como posibilidad la siguiente afirmacin: en Durkheim el problema de la desigualdad social se presenta como marginal y subordinado al de la diferenciacin de las sociedades en funcin de la divisin del trabajo, hecho social que permite dar cuenta de las transformaciones que sufren las sociedades a fines del siglo XIX. Esta marginalidad se refuerza en la medida que se integra a un esquema conceptual donde el nfasis est puesto en una perspectiva22

objetivista, centrada en la estructura y los temas de integracin y socializacin en detrimento de la accin y el conflicto. De esta forma las desigualdades slo se tornan problemticas5 en el perodo de transicin de la sociedad tradicional a las modernas, subsumindose en la temtica de las formas amnicas del trabajo y siendo evaluadas en funcin al criterio de integracin social; el mismo que permitir conceptualizarlas como normales en la medida que se reduzcan las asincronas - permtasenos esta licencia conceptual-, propias de las diferencias en los ritmos de cambio entre la divisin del trabajo y el nuevo orden jurdico- moral, producindose entonces la superacin de la anomia, propia del pasaje de una solidaridad mecnica a una orgnica. Para Durkheim la anomia6 , es ms que el producto de la falta de reglamentacin en las sociedades modernas ya que para el autor lo que crea la dependencia mutua en una sociedad funcional es el surgimiento de nuevas costumbres a ella acordes y los plexos cristalizados entre los individuos - los cuales adquieren una realidad propia-, siendo la norma slo el producto de cada tipo social. Por lo tanto, consideramos pertinente afirmar que el concepto refiere al desajuste entre los sistemas normativos y las necesidades reales de la vida social, y que el vaco regulativo puede leerse como inexistencia de normativas e instituciones adecuadas.7 As tematizadas, las sociedades modernas implican, tendencialmente, una particular forma de relacionamiento entre el estado, el individuo y la sociedad, en la cual las desigualdades sociales no son sino emergentes de factores individuales naturales y necesarios para la forma funcional de solidaridad, (solidaridad orgnica), que la articula. De ello se deriva que la posicin ocupada por el individuo en estas sociedades depender de sus condiciones naturales y un haz de posibilidades institucionales para su realizacin. El problema entonces no ser igualar sino dejar que se expresen las desigualdades; al respecto, es significativo el siguiente prrafo . cabe decir que la divisin del trabajo no produce la solidaridad como no sea espontnea y en la medida que es espontnea. Pero, por espontaneidad, es menester entender la ausencia, no slo de toda violencia expresa y formal, sino de todo lo que pueda impedir, incluso indirectamente la libre expresin de las fuerzas sociales que cada uno lleva en s. Supone, no slo que los individuos no son relegados por la fuerza a funciones determinadas, sino adems, que ningn obstculo, de cualquier naturaleza que sea, les impide ocupar23

en los cuadros sociales el lugar que est en relacin con sus facultades. En una palabra, el trabajo no se divide espontneamente como la sociedad no est constituida de manera que las desigualdades sociales expresan exactamente las desigualdades naturales8 En Durkheim , como seala Nisbet , nos sorprende su descuido casi total de la clase social como rasgo significativo en el estudio de las sociedades pasadas o presentes .Prest atencin a los grupos profesionales; tena viva conciencia de la competencia industrial de su poca; y hay en su obra referencias frecuentes a otros momentos histricos, pero an en ellas el tema de las clases sociales no aparece de la misma manera que lo hacen, por ejemplo, la familia, la tribu, la ciudad y el gremio. Slo en las pginas finales de De la divisin del trabajo social hallamos un anlisis de clase y esto para demostrarque el desarrollo social moderno esteriliza, por su propia naturaleza, las clases sociales y hace desparecer las desigualdades9 . Nuestro planteo difiere con el final de este prrafo, puesto que afirmamos que lo que desaparece es la conflictividad de clase propia de la transicin y no la desigualdad. Dicho de otra manera: el anlisis terico de Durkheim no permite elaborar un clivaje de clase en trminos de conflicto estructural, a la vez que las desigualdades se presentan como co-constitutivas de la divisin del trabajo social en las sociedades funcionalmente diferenciadas. Por lo tanto no son patolgicas en cuanto tales sino en cuanto se inscriben en el pasaje de las sociedades tradicionales a las modernas. Al respecto, como seala Irving Zeitlin10 , interesa subrayar que a pesar del planteo durkheimniano sobre la supresin del derecho de herencia, y la afirmacin de que las sociedades modernas deben suprimir el trabajo forzado en base a un concepto de justicia, dicha temtica queda subordinada al problema de la anomia y los problemas del lazo social y la solidaridad. Desde esta perspectiva, las organizaciones sindicales, basadas en la oposicin y el conflicto, deben dar paso a las organizaciones profesionales (los gremios), grupos intermedios adecuados para consolidar la relaciones complementarias entre trabajo y capital. Esta vieja institucin, reformada, pondra en contacto a todos los que desempearan actividades productivas y comerciales, sirviendo para crear lazos de solidaridad, allende los grupos sindicales en conflicto.24

Algunas de las funciones que Durkheim seala como propias de los gremios profesionales son la asistencia recproca de los miembros, la educacin profesional y la toma de conciencia de la significacin de las actividades desempeadas para el conjunto social. En tanto, las instituciones educativas deben de cumplir, aunque no con exclusividad, la tarea de reproducir el lazo social a la vez que actuar como dotantes de oportunidades para la especializacin y la seleccin segn criterios meritocrticos. Efectivamente, la teora de la educacin de Durkheim, particularmente en los ensayos Educacin y sociologa, dnde define la misma como la influencia que ejercen los adultos sobre los jvenes , muestra su tendencia a reificar la sociedad y ocultar las implicaciones de la desigualdad estructural, a la vez que permite construir la conformidad con el destino que a cada uno le toca segn su capacidad natural: La educacin es la influencia que ejercen las generaciones adultas sobre aquellosque an no estn preparados para la vida social. Su objeto es crear y desarrollar en el nio cierto nmero de estados fsicos, intelectuales y morales, que exigen de l tanto la sociedad poltica en su conjunto como el medio especial al que est destinado de manera especfica.11

Marx: el problema estructural de la desigualdad social como explotacin/ dominacin.Durkheim escribe su tesis doctoral (La divisin del trabajo Social) en 1893, Marx el primer libro de su trabajo de madurez fundamental, El Capital, en 1864 (29 aos antes). Dos autores europeos, una misma configuracin histrica especificada por sus contextos nacionales , una misma esfera de reflexin, el mbito del trabajo, y una herramienta conceptual diferente que coloca el problema de las desigualdades sociales no slo en una posicin marginal o central en el anlisis, sino tambin en relacin a los procesos de cambio social y la agencia. Dos pares de conceptos podran ser referentes para nuestro anlisis. En lo que refiere a Durkheim, la industrializacin y la solidaridad en las sociedades modernas; en lo que refiere a Marx, el capitalismo como modo de produccin y la explotacin como forma alienada del trabajo. Ambos pares expresan, una forma diferencial de la resolucin de la arti25

culacin accin/ estructura, integracin/ conflicto, adems de una redefinicin de la relacin individuo /sociedad, con el consabido desplazamiento hacia la centralidad del sujeto colectivo clase social. Este es definido en funcin de las posiciones objetivas ocupadas por los individuos en el mbito de la produccin. Otro tema es el de la construccin de una conciencia de clase, tema que involucra la relacin entre la posicin y la agencia; configurndose, por tanto, una forma especfica de relacin entre la estructura y la accin. Las diferencias expuestas no niegan aproximaciones en las lgicas de anlisis, como, por ejemplo, dar cuenta de los esquemas conceptuales y valorativos que los agentes utilizan partiendo de la organizacin social12 y la idea compartida del principio de no conciencia.13 El mismo Durkheim expresa, comentando la obra de Labriola, que le parecen fecundos dos principios del materialismo histrico a) la vida social debe explicarse por causas profundas que se sustraen a la conciencia; B) esas causas deben buscarse en la forma de organizacin de los grupos sociales puesto que la conciencia colectiva no flota en el vaco. El autor afirma al respecto Por nuestra parte, hemos llegado a esta conclusin antes de haber conocido la obra de Marx, cuya influencia no hemos sufrido en modo alguno. Y es que, en efecto, esta concepcin es la conclusin lgica de todo movimiento histrico y psicolgico de estos ltimos cincuenta aos. Desde hace mucho tiempo los historiadores se han dado cuenta que la evolucin de social tiene causas que no conocan los autores de los acontecimientos histricos14 . A partir de aqu slo cabe resaltar las diferencias. Durkheim se opone a la perspectiva del materialismo histrico de centrar su anlisis en las relaciones econmicas, as como en la interpretacin del Estado como reproductor de las relaciones de explotacin que se dan en la estructura social debido a la apropiacin privada de los medios de produccin en sociedades excedentarias. Por el contrario, dicha institucin se erige sobre un sustrato constituido por La masa de los individuos que componen la sociedad, el cmo estn distribuidos sobre el terreno y la naturaleza y configuracin de las cosas de todo tipo que afectan las relaciones colectivas.15 Recordemos que para dicho socilogo, es la Divisin Social del Trabajo la que explica el pasaje de las sociedades tradicionales a las mecnicas y, a la vez que de ella da cuenta por la conjuncin del aumento de la densidad poblacional y la densidad moral.16 Consideremos ahora cmo Marx resuelve los dilemas tericos que van articulando nuestro anlisis.26

Como sabemos las desigualdades sociales en Marx quedan definidas en funcin del concepto de clase social. Las mismas, y ms all de la complejidad terica que presentan, como seala Val Burris17 , emergen de una estructura objetiva de posiciones de; estas posiciones definen la posibilidad de existencia en la conciencia, aunque no sin mediaciones. Ello dar lugar a la diferenciacin entre clase en s y clase para s, dos momentos diferentes pero nunca desvinculados. Dicho de otra manera, la posicin en relacin a la propiedad de los medios de produccin define la clase como sujeto del cambio histrico. Los hombres hacen la historia en condiciones que le son da18 das , dir Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte, y en el Prlogo de la Contribucin a la Crtica de la Economa poltica expresar: en la produccin social de su vida, los hombres contraen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de produccin, que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales19 ; en tanto, algunos aos antes escriba La historia de todas las sociedades hasta nuestros das es la historia de las luchas de clases, hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, sirvientes y siervos, maestros y oficiales, en una palabra, opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha contante, velada unas veces y otra franca y abierta, lucha que termin siempre con la transformacin revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.20 Valgan estas transcripciones , por otra parte arto conocidas, porque de ellas se desprende a) la importancia de la historia para Marx desde una perspectiva materialista, b) la existencia de condicionamientos estructurales para la accin y la construccin simblica y de sentido (posicin objetiva de clase conciencia de la posicin ), c) que dichas condiciones estructurales se identifican con las invariantes histricas fuerzas productivas y relaciones de produccin en tensin (modo de produccin) y de lo cual emerge la lucha de clases, d) que en cada modo de produccin histricamente dado, se da un conflicto antagnico fundamental de clase aunque, cmo sealaremos en el prrafo posterior , dicho esquema dual slo opera en el nivel ms abstracto del anlisis, pluralizndose en aquellos escritos marxianos que refieren a formaciones histricas concretas y dando lugar al concepto de clase social como agentes.27

Efectivamente, este ltimo apartado nos vincula a las dificultades que presenta, en el propio anlisis marxista, la definicin del concepto clase social. Si bien su tratamiento excede los objetivos de nuestro trabajo, nos parecen pertinentes algunas lneas aclaratorias. Como subraya Wright21 en su obra Clases, en Marx el tema se articula en dos ejes a) la elaboracin de esquemas estructurales abstractos de relaciones de clase b) esquemas coyunturales concretos de clase. En relacin al modo de produccin capitalista, el primer nivel habra sido desarrolla principalmente en El capital; el segundo en los textos histricos como por ejemplo el Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y La lucha de Clases en Francia. En ellos el esquema dual de clases de paso a una multiplicidad de fracciones de clase, capas medias, desclasados, estratos, sin que exista una sistematizacin conceptual ni una sistematizacin de las relaciones entre las diferentes categoras. De acuerdo a lo expuesto, y retomando los ncleos articuladores de nuestro anlisis, sostenemos que en Marx se prioriza una perspectiva objetivista estructural centrada en el conflicto, constrindose as la agencia. Efectivamente, no obstante la recuperacin de la accin y la construccin simblica y de sentido que la lucha de clases implica (conciencia para s), existe un constreimiento de las mismas (cuya lectura posterior se ha realizado desde la tipificacin de determinacin o de condicionamiento) por la estructura, identificada sta con el concepto modo de produccin. De lo dicho podemos concluir que el tema de la desigualdad social se coloca en el mbito de la produccin: ser poseedor o no poseedor de los medios de produccin y que esta desigualdad funda el sujeto colectivo para el cambio social. En el capitalismo los no poseedores se tornan mercanca. Desposedos de los medios de produccin deben vender su fuerza de trabajo para la subsistencia; particularmente en el caso del proletariado, mercanca para la produccin de plus valor. De ah que la desigualdad social se encabalgue con el concepto de explotacin. Por otra parte, debido a que en el planteo marxista clsico la clase que posee los medios de produccin es tambin la clase dominante: La clase que tiene a su disposicin los medios para la produccin material28

dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la reproduccin espiritual, lo que hace que se le sometan, al, mismo tiempo, por trmino medio, las ideas de quienes cercen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresin ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas, por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante son tambin las que confieren el papel dominante a sus ideas. 22 A partir de esta cita es posible establecer la equivalencia entre no poseedores- oprimidos, con ello nos estamos refiriendo a la homologa entre explotacin econmica y poder. Ser el Estado quien se encargue de reproducir el orden capitalista.23 Nada ms alejado de la perspectiva de Durkheim en la Divisin del Trabajo Social, obra en la cual el Estado se presenta, no sin tensiones, como el traductor de la integracin de las sociedades funcionalmente diferenciadas.24

Weber: La desigualdad social en perspectiva multidimensionalLa temtica de la desigualdad social en Weber tiene que ser analizada, como lo fue en los anteriores autores, en vinculacin con otras categoras centrales de su teora, los supuestos bsicos que las integran, y la resolucin, no sin tensiones, de los dilemas ya expresados en los apartados que anteceden. En primer lugar importa sealar que, mientras Marx centra sus anlisis en las condiciones objetivas que los agentes, independientemente de su voluntad, ocupan en la estructura productiva en relacin a la propiedad de los medios de produccin (estructura), Weber lo hace en los conceptos accin social y relacin social25 (accin). En ellos el nfasis se encuentra en el sentido pensado y subjetivo que orienta a unos individuos hacia otros, haciendo posible la intersubjetividad. Por otra parte, en la medida que la accin social implica motivos, intenciones, atribuibles al individuo que se orienta, debe ser comprendida antes que explicada. Lo expuesto conlleva, entre otras cosas, el rechazo a tomar conceptos supra-individuales - como por ejemplo el de Estado- como reflejo o representacin de la realidad, puesto que ello reifica lo que29

de subjetivo y contingente posee la conducta humana26 . Ellos no son otra cosa que desarrollos y entrelazamientos de acciones especficas, ya que tan solo estas pueden ser sujetos de una accin orientada por su sentido, escribe en Economa y Sociedad; y especifica que, cuando la sociologa habla del Estado, de la Nacin, de la sociedad annima, de la familia, de un cuerpo militar o de cualquier otra formacin semejante se refiere nicamente a desarrollo , en una forma determinada , de la accin social de unos individuos, bien sea real o construida como posible27 . Siguiendo el razonamiento desarrollado en el prrafo anterior, podramos afirmar que el concepto Sociedad slo puede comprenderse como la pluralidad de relaciones sociales que generan individuos subjetivamente orientados. Ms especficamente, individuos racionalmente orientados. 28 Como consecuencia, el investigador no debe confundir el concepto con la realidad, en cuanto sta, ya sea en una perspectiva sincrnica como diacrnica, es siempre una configuracin singular Lo que construye el socilogo son tipos ideales en el sentido puramente lgico, herramientas metodolgicas que no pretenden ser validadas sino servir de patrn de comparacin para dar cuenta de cunto se alejan los fenmenos del constructo terico, por tanto no se pueden considerar hiptesis ni modelos: El conocimiento cientfico consiste en la construccin e tipos, investiga y expone todas las conexiones de sentido irracionales, afectivamente condicionadas, del comportamiento que influye en la accin como desviaciones de un desarrollo de la misma construido como puramente racional, con arreglo a finesSlo as sera posible la imputacin de las desviaciones a las irracionalidades que las condicionaron29 Si slo existen fenmenos sociolgicos e histricos singulares, entonces es imposible pretender construir leyes generales, o dar cuenta de la historia en funcin de invariantes que condicionan o determinan los cursos de accin. No existen pues principios absolutos que den cuenta del cambio histrico, antes bien cada configuracin histrica es, en su singularidad, el resultado de mltiples factores intervinientes. Como expresa A. Giddens30 , para Weber los anlisis histricos de Marx slo podan ser tenidos en cuenta como tipos ideales, pero jams en la pretensin de atribuir una direccin general al movimiento de la30

historia, de lo cual tambin peca la Filosofa Histrica Hegeliana de la que el autor abreva. De suyo se desprende que tampoco es posible pensar en colectivos histrica y estructuralmente condicionados para la agencia. Valgan estas sucintas reflexiones para dar cuenta del tratamiento de la desigualdad en la produccin weberiana, en particular en lo que refiere la construccin del concepto clase. Sostenemos que el individualismo epistemolgico,31 y la centralidad de la subjetividad en la produccin del sentido de la accin, supuestos articuladores del pensamiento del autor, establecen los lmites y posibilidades a la hora de pensar el problema de las desigualdades sociales y la agencia. La perspectiva de Weber sobre el tema que nos convoca se concentra en unas pocas pginas de Economa y sociedad. Si bien en este captulo no existe la referencia a la accin social o la relacin social, tomando en cuenta los supuestos expuestos, podemos decir que la desigualdad social queda expresada en la capacidad diferencial que poseen los individuos, agrupados o no, de acumular poder, entendindose el mismo como la probabilidad que tiene un hombre o agrupacin de hombres, de imponer su voluntad en una accin comunitaria, inclusive contra la oposicin de los dems miembros32 Esa capacidad de acumular poder queda referida a tres rdenes diferenciales: el econmico, el poltico y el social. Ellos son claramente autnomos aunque relacionados y, como sostendremos posteriormente, presentan potenciales diferenciales para ser impulsores de agencia. Al primero corresponde el concepto de clase social; al segundo, el de estamentos; al tercero, el de partidos. Con esta autonomizacin de esferas, y en contraposicin con la perspectiva marxista, se construye una visin multidimensional de la desigualdad social, dnde ninguno de los rdenes referidos tiene preeminencia sobre los otros en trminos tericos, aunque s adoptan relaciones especficas en contextos histricos singulares. La categora clase social, referida al orden de poder econmico, vincula a los individuos con el mercado y no con la produccin: No obstante, corresponde siempre al, concepto de clase el hecho de que las; probabilidades que se tienen en el mercado constituyen el resorte que condiciona el destino del individuo. La situacin de clase signi31

fica ltimamente, en este sentido, la posicin ocupada en el mercado33 . Ella contrasta claramente con esta expresin de Marx, realizada en el Capital: El consumo de la fuerza de trabajo, al igual que el de cualquier otra mercanca, se efecta fuera del mercado o de la esfera de la circulacin. Abandonamos, por tanto, esa ruidosa esfera, instalada en la superficie y accesible a todos los ojos, para dirigimos, junto al poseedor de dinero y al poseedor de fuerza de trabajo, siguindoles los pasos, hacia la oculta sede la produccin, en cuyo dintel se lee: Prohibida la entrada, salvo por negocios. Veremos aqu no slo cmo el capital produce, sino tambin cmo se produce el capital.34 Permtasenos lo extenso de la cita porque ella delimita nuestra perspectiva a la hora de comparar la aproximacin que realizan ambos autores sobre el tema de clases sociales. Lo que estamos afirmando es que, ms all de las similitudes que en la literatura contempornea se ha querido sealar sobre este tpico entre Marx y Weber, lo cierto es que ellas toman como punto de partida lo que est subordinado a una lgica totalmente diferencial de anlisis. Dicho de otra manera, el punto nodal de la construccin terica de Marx no es el mercado ni las relaciones de circulacin, sino las relaciones de produccin. La clase no se constituye por su poder negociador en el mercado, sino en su funcin de agentes para la superacin de la dada explotacin/ dominacin. En tanto, para Weber, las clases no son agentes de ningn cambio socio histrico especfico, sino sujetos del mercado que raramente constituyen una comunidad y cuyas oportunidades de negociacin estn determinados por las diferentes propiedades o capacidades que valorizan en el mercado. 35 Mientras para el primero la tensin est dada entre explotadores y explotados, en Weber la diferencia se traza en trminos de cun ricos o cun pobres son los individuos. A ello debemos agregar que para Weber las posiciones diferenciales ocupadas a partir de la competencia en el mercado rara vez constituyen en acciones comunitarias, y ello porque las clases no son comunidades, esto es grupos constituidos por identidad afectiva o tradicional36 . Recordemos que, para el autor en cuestin, la accin comunitaria es la orientada por sentimientos de solidaridad de los actuantes, mientras que la accin societaria implica la regulacin de intereses racionalmente motivada.32

Se postula, entonces, una relacin contingente entre las clases y la accin de clase. De esta manera el hecho de que ambos autores definan la clase en trminos de propietarios o no, adquiere un significado totalmente diferencial, en cuanto en Weber se sientan las bases para la separacin entre posicin de clase y accin de clase (clase en s clase para s). Segn el autor La proporcin en que, por la accin de masas de los pertenecientes a una clase, se origina una accin comunitaria eventualmente ciertas socializaciones, depende de condiciones culturales, especialmente de tipo intelectual, y de la intensidad alcanzada por los contrastes, as como especialmente de la claridad que revela la relacin existente entre los fundamentos y las consecuencias de la situacin de clase37 Valga la transcripcin para destacar que la probabilidad de movilizacin de los individuos de una misma clase no depende de su situacin relacional sino de la posibilidad de coincidencia de intereses comunes por poseer posiciones individuales similares y la posibilidad de ejercer una accin racional a partir de una elaboracin intelectual que direccione la accin estratgica. Es nuestra lectura que en Weber lo determinante para entender los cambios discontinuos en las sociedades modernas es la capacidad racional de los individuos para la organizacin y movilizacin. Esto es lo que define, como veremos ms adelante, el tipo ideal de partido, lo cual se conecta con la importancia que adquiere el concepto racionalizacin para dar cuenta de la emergencia del capitalismo en occidente,38 as tambin como de la creciente burocratizacin del Estado moderno. Por otra parte, como se explica en las notas, dicho terico tambin incorpora para la clasificacin en clases sociales, el criterio de la valorizacin en el mercado de los factores ofrecidos; en relacin al trabajo esto involucra a las cualidades profesionales y de competencia tcnica. Sea cual fuere el caso, resulta pertinente para nuestro anlisis recordar que el tratamiento de la desigualdad social, entendida como la posibilidad diferencial que tienen los individuos de ejercer poder, no slo refiere a las clases sociales sino tambin a los estamentos y los partidos. Los estamentos39 representan la distribucin del poder social; se definen en fusin de criterios de honor y prestigio. Constituyen grupos de status fundados en modos de vida similares. La posicin que los in33

dividuos ocupen en esta jerarqua, depender de sus cualidades individuales, debiendo reconocerse la posibilidad de ser evaluado positiva o negativamente. A diferencia de las clases, los estamentos s suelen ser comunidades, aunque de carcter amorfo. Tienen su origen en las sociedades no capitalistas y son contrarios a la racionalidad del mercado40 , segn se desprende de estas transcripciones de Economa y Sociedad: En cambio, una pluralidad de hombres cuyo destino no est determinado por las probabilidades de valorizar en el mercado sus bienes o su trabajo como ocurre, por ejemplo, con los esclavos-, no constituye, en el sentido tcnico, una clase (sino un estamento). Mientras las clases lucrativas florecen sobre el suelo de la economa de mercado, los estamentos nacen y subsisten preferentemente sobre el suelo de las asociaciones con economa de consumo litrgico-monopolista, feudal o patrimonial-estamental 41 Los partidos pertenecen a la esfera del poder son grupos organizados y jerarquizados, con una clara definicin de quienes tienen la membreca, y que se proponen fines conscientes, expuestos en sus respectivas cartas fundacionales. Son pues, asociaciones voluntarias de individuos con concurrencia de intereses y motivacin y fines comunes que pretenden influir en la comunidad poltica.42 Weber reconoce que estos partidos pueden ser clasistas o estamentales, pero subraya que tal identificacin no es lo que ocurre regularmente; antes bien suelen reclutar individuos de diferente posicin social y estamental. A nivel terico, ninguno de los rdenes mencionados, (econmico, social y poltico), tienen preeminencia frente a los otros, lo que implica descartar la determinacin de los factores econmicos sobre los otros en trminos de necesariedad o condicionamiento. En otros trminos, las posiciones que ocupan los individuos a nivel econmico, estamental o poltico no son homlogas. Como consecuencia de lo expuesto, tambin se disloca la relacin entre desigualdad econmica y dominacin, presente en el pensamiento de Marx. Concomitantemente a la ruptura de esa relacin, en el pensamiento weberiano se construye un corpus terico que hace del poder y la dominacin43 una categora central para el anlisis sociolgico, a lo que queda ligado su tipologa de ejercicio de la dominacin segn la fuente de legitimidad: tradicional, carismtica y racional.34

Pierre Bourdieu (1930-2002): Una nueva herramienta para la investigacin de la desigualdad socialHemos hecho la lectura de tres autores clsicos de la Sociologa, centrndonos en algunos dilemas tericos, con el objetivo de realizar apuntes sobre el posible itinerario de los mismos en el tema de las desigualdades sociales. En Bourdieu encontramos una primera intencionalidad expresa que nos servir de gua para su lectura: superar los dilemas antinmicos que enfrentaron a los clsicos; sntesis que el autor produce pensando con ellos y contra ellos.44 Esta actitud elimina el falso problema de querer resolver su produccin en trminos de la tradicin terica a la que se afilia (marxistas vs. weberianos) y dar cuenta de un nuevo emergente para la aproximacin a las problemticas sociales en general y las desigualdades sociales en particular. Ello reafirma lo que expuesto al comienzo de estos apuntes: se parte de la premisa de que slo podemos dar cuenta terica de la construccin del problema en cuestin, y su resolucin en cada uno de los pensamientos tratados, si explicitamos los supuestos en los que se fundan, los conceptos nodales que lo articulan y las redes construidas entre ellos. Desde esta perspectiva el problema es otro: logra Bourdieu superar las antinomias? Excede los objetivos de nuestro trabajo discurrir en respuesta a tan ambiciosa, legtima y por dems pertinente (por impertinente) pregunta. Antes bien pretendemos dar cuenta de aquellos conceptos, relaciones conceptuales y lgicas de anlisis para pensar la desigualdad social, sin dejar de sealar algunas continuidades y rupturas con el pensamiento de los autores clsicos en relacin al tpico en cuestin. En este recorrido, tampoco podemos desconocer la expresa renuncia del socilogo- en funcin de su propia filiacin epistemolgica- a la construccin de categoras sin vnculo con la emprea y su reverso, la imposibilidad de dar cuenta de esta ltima sin una construccin terica. Por tal motivo no debemos esperar la naturalizacin de sus propias categoras, y s aceptar como parte de su modus operandis los desplazamientos y modificaciones que las mismas adquieren en la praxis de investigacin. Como resume Wacquant debemos partir de queel inters de la sociologa de Bourdieu radica en el movimiento real de su prctica35

cientfica... y que desconfa de dos formas de involucin opuestas, aunque complementarias, que amenazan actualmente las ciencias sociales: el metodologismo y el teoricismo.45 Si algo caracteriza la perspectiva de Bourdieu es proponer superar el conjunto de antinomias (dilemas) que han venido vertebrando nuestro estudio y que considera socaban a las ciencias sociales. Nos referimos a los opuestos subjetivismo/objetivismo, accin/ estructura, fenomenologa social/ fsica social, materialismo/simbolismo, individuo/sociedad, entre otros. En este planteo toma relevancia el concepto de agencia allende una concepcin individualista y racional en que la intersubjetividad de la accin encubre lo que hay de relacional y de condicionado en los encuentros personales, as tambin como las elecciones no intencionales que caracterizan el sentido prctico. Por el contrario, para el autor la agencia debe ser tratada no como interacciones entre personas o lazos intersubjetivos entre individuos sino como relaciones objetivas que existen, como subray Marx, independientemente de la conciencia y la voluntad de estos y que involucran posiciones asimtricas. Es por ello que expresa: En resumidas cuentas, si un francs se dirige a un argelino, o un estadounidense de raza negra a un WASP(blanco, anglosajn y protestante), no son dos personas las que conversan sino, a travs de ellas, toda la historia colonial o toda la historia de la opresin econmica, poltica y cultural de los negros, (o de las mujeres, de los trabajadores, de las minoras, etc.) en los Estados Unidos, esta es una realidad que escapa a la intuicin inmediata porque reside en estructuras que trascienden la interaccin de la cual ellas informan46. Mas los agentes tambin significan en la medida que han interiorizado en sus trayectorias esquemas mentales de clasificacin y valoracin y disposicin corporal . Estas afirmaciones implican los conceptos de campo social y hbitus, ambos fundamentales para entender la dinmica de lucha por la apropiacin de los diferentes tipos de capital que entran en juego, (social, cultural, econmico y simblico). La resultante de ese juego de apropiacin- no producto del azar sino condicionado- da cuenta de las desigualdades sociales. He aqu tres conceptos centrales: campo, hbitus y tipos de capital Bourdieu da cuenta del campo como una configuracin de relaciones objetivas entre posiciones diferenciadas, socialmente definidas y en36

gran medida independientes de la existencia fsica de los agentes que las ocupan (empleado/ patrn; hijo/padre, docente/ alumno etc.). En las sociedades modernas se constituyen campos relativamente autnomos o microcosmos, aunque articulados entre s: campo intelectual, campo econmico, campo religioso, campo poltico. Los mismos quedan definidos por las relaciones de fuerza entre los agentes que lo constituyen; relaciones de fuerza que pugnan por la apropiacin del capital especfico del campo. Sin embargo el juego de la apropiacin no es el nico que pueden realizar los involucrados, tambin pueden intentar transformar parcial o totalmente las reglas del campo.47 Desde esta perspectiva de anlisis podemos concluir que en el campo se dan procesos de reproduccin y produccin. Como seala Enrique Martn Criado48 , a partir del rasgo central de autonoma relativa, Bourdieu elabora una teora de los campos dnde quedan definidos como espacios estructurados de posiciones, en los cuales se producen luchas que redefinen la estructura del campo en funcin de la apropiacin de capitales especficos; cada campo porta un tipo de creencia (Ilusio)49 , tambin especfica. Los agentes involucrados en el campo son portadores de hbitus, el cual se ha formado en sus respectivas trayectorias Dicho concepto refiere al conjunto de esquemas lgicos o estructuras cognitivas, disposiciones morales y registros de posturas y gestos que se interiorizan en el proceso de socializacin de modo pre-reflexivo. El hbitus acta como mediador entre las posiciones sociales y las prcticas de los individuos; es reflejo de las condiciones objetivas de existencia dnde se funda, para distintos grupos, (clases sociales) la posibilidad de existencia real. Siendo estructuras mentales estructuradas y estructurantes, permiten la construccin del sentido dada al mundo social a partir de un estilo de vida comn que es a la vez diferenciador50 . Es, en definitiva, capital cultural incorporado y en cuanto tal no puede ser trasmitido instantneamente mediante donacin, herencia o compraventa.51 Ms all del desplazamiento que este concepto ha tenido en la propia obra de Bourdieu, interesa sealar que el autor lo trata como un sistema abierto de disposiciones que se confronta permanentemente con experiencias nuevas y es afectado por ellas, no teniendo un carcter inmutable, aunque s duradero.37

El concepto de capital que emplea no est exento de complejidades que han dado lugar a mltiples crticas52 . No obstante ello, y en funcin de los objetivos que nos hemos propuesto en este trabajo nos interesa resaltar que el mismo puede existir en estado objetivado o incorporado; en ambos casos es probable se garantice jurdicamente. Dicho capital se presenta en distintas formas: econmico, cultural y social. Todos ellos, en la medida que se institucionalizan constituyen capital simblico. Todo capital simblico es reconocido como acumulacin no arbitraria, tendindose a la naturalizacin, es decir, vistos como don natural. Las luchas por la apropiacin de las especies de capital son generativas de sistemas de clasificacin, esquemas mentales y corporales (disposiciones) que actan como patrones simblicos para las prcticas de los agentes sociales que significan. Esta homologa entre los patrones simblicos o estructuras mentales y las posiciones asimtricas que se ocupan en la sociedad pone de manifiesto que la dominacin debe ser entendida no slo como distribucin desigual del volumen y composicin de los capitales acumulados en una trayectoria cuyo origen se inscribe en la institucin familiar, sino tambin como sujecin a formas simblicas. Estas, al igual que el concepto de ideologa en Marx, promueven integracin social a partir de un orden social desigual, es decir, generan violencia simblica. Recordemos que Bourdieu entiende por tal: la que se ejerce sobre un agente social con su complicidad.; y agrega los agentes sociales son agentes cognoscentes que, an cuando estn sometidos a determinismos, contribuyen a producir la eficacia de aquellos que los determina en la medida en que lo estructuran.Y casi siempre es en el ajuste entre los determinantes y las categoras de percepcin que los constituyen como tales que surge el efecto de dominacinYo llamo desconocimiento al hecho de reconocer una violencia que se ejerce precisamente en la medida que uno no la percibe como tal.53 Desde esta perspectiva, la legitimacin se presenta como violencia simblica; por tanto como mecanismo de reproduccin de la dominacin. Efectivamente, los sistemas simblicos arte, religin, lenguason estructuras estructurantes que han sido estructuradas en el espacio social54 y que definen el sentido del mundo, las categoras cognitivas y38

la propia comunicacin, cumplen una funcin poltica de instrumento de imposicin o de legitimacin de la dominacin, que contribuyen a asegurar la dominacin de una clase sobre otra (violencia simblica) suministrando el refuerzo de su propia fuerza a las relaciones de fuerza que los funda.55 El concepto de dominacin en Bourdieu debe vincularse a la pugna por la posesin de los distintos tipos de capital, sin que ello quede articulado al concepto de explotacin. Efectivamente, como seala J. S. Garca56 el concepto de capital, en sus diferentes formas, presenta en un carcter universal, no siendo un elemento caracterstico de cierto tipo de sociedad; adems no se asocia, como en Marx, a los mecanismos por los cuales el trabajo se subsume en capital y se realiza como mercanca. Dicho de otra manera, en Bourdieu no se da cuenta de la relacin trabajo- tipos de capital. Por ello es que se puede afirmar que los grupos desposedos de poder tienen que enfrentarse a una doble lucha: apropiarse de los capitales en pugna e imponer una definicin de mundo alternativa; intrincado juego de resistencia contra este doble rostro de Jano. La anterior afirmacin, que evidencia la proximidad del autor con una perspectiva weberina, queda claramente expresa en su conceptualizacin de clase social, tema al cual nos abocaremos. Como expresa Bourdieu al tratar el tema de las clases sociales es necesario la superacin de aquella antinomia que o bien clasifica a los agentes sociales como cosas (perspectiva objetivista) o los trata como agregado de actos individuales (subjetivista). Para el autor, y como hemos visto en varias partes del desarrollo de la temtica en cuestin los agentes son a la vez clasificados y clasificadores, pero ellos clasifican de acuerdo (o dependiendo) de su posicin en las clasificaciones57 De ah que en el tratamiento de las clases sociales debe reconocerse a- Un momento objetivista b- Un momento subjetivista Con ello pretende superar tanto las posturas realistas como aquellas que pretenden que las clases son meras construcciones del cientfico, o sea que no son ms que simples artefactos tericos. El primero muestra la necesariedad de construir la clase social en forma bien fundada, es decir, teniendo en cuenta las relaciones que en el39

espacio social hacen que determinados agentes se encuentren objetivamente ms prximos que otros, proximidad que contiene la probabilidad de ser movilizados como grupo, es decir, como clase real. El pasaje de la clase en el papel a la clase real implica un momento subjetivo, es decir, de lucha y construccin simblica. Lo que se pone en juego en la lucha simblica es la imposicin de visiones legtimas del mundo social, es decir, el poder de imponer e inculcar los principios de construccin de la realidad tales como las clasificaciones de gnero, edad, etnia etc. Desarrollemos brevemente las afirmaciones contenidas en el prrafo anterior. Para Bourdieu, a diferencia de Marx, el espacio social es un espacio de mltiples dimensiones es decir, no slo econmica- construido sobre la base de los principios de diferenciacin o distribucin de distintas propiedades. Dichas propiedades confieren a quien las posee un cierto poder dentro del mundo social. Existen tipos de poderes que se refieren a campos diferentes, y cada campo se vincula a un tipo particular de capital, como ya sealamos. En definitiva, los agentes ocupan posiciones en un conjunto de relaciones, que los distingue por grados diferenciales de proximidad y lejana. En definitiva estamos hablando de condiciones de existencia que inducen a comportamientos especficos y estilos de vida a aquellos agentes que estn prximos Las posiciones situadas en el espacio social slo indican la probabilidad de que la personas se organicen. Es a partir de las condiciones de existencia en el espacio social, que el socilogo puede construir las clases sobre el papel las clases construias pueden ser caracterizadas de cierta manera como un conjunto de agentes que, por el hecho de ocupar posiciones similares en el espacio social (esto es en la distribucin de poderes), estn sujetos a condiciones de existencia y factores condicionantes similares, y, como resultado estn dotados de disposiciones similares que los dirigen a desarrollar prcticas similares58 Como consecuencia de esta visin relacional en la definicin de clase terica bien fundada, el autor va a hacer hincapi en la trayectoria de clase de los agentes. Las clases construidas no deben confundir con las clases movilizadas para defender intereses de grupo. Y ello porque para que exista una40

clase subjetiva movilizada se necesita la construccin de una visin colectiva del mundo, y si bien, como sealamos anteriormente, la percepcin de los agentes del mundo est condicionada por las condiciones de existencia, hay espacios de indeterminacin. A esto se refiere Bourdieu cuando expresa si las relaciones de fuerzas objetivas tienden a reproducirse en visiones del mundo social que contribuyen a la permanencia de estas relaciones. Es debido a que los principios estructurales de la visin del mundo toman su raz en las estructuras objetivas del mundo social y que las relaciones de fuerza estn as presentes en la conciencia bajo la forma de categoras de percepcin de tales relaciones. Pero la parte de indeterminacin y de turbiez que comparten los objetos del mundo social, es con el carcter prctico, pre reflexivo e implcito de los esquemas de percepcin y de apropiacin que les son aplicados, el punto de Arqumides que se encuentra objetivamente presente en la accin propiamente poltica. El conocimiento del mundo social y, ms precisamente, las categoras que lo hacen posible, son el lugar de excelencia de la lucha poltica, lucha inseparablemente terica y prctica por el poder de conservar o transformar el mundo social mediante la conservacin o la transformacin de las categoras de percepcin de este mundo59. Esta diferenciacin entre clase real y clase en el papel, y segn perspectiva del propio autor, lo separa de la tradicin Marxista segn la cual las clase tericas, mediante una ilusin, se convierten automticamente en clases reales aptas para la movilizacin. A la vez pretende, con su propuesta, no slo trascender la visin realista, objetivista o estructuralista, sino tambin la visin constructivista, subjetivista y espontanesta, integrando en un solo movimiento la estructura y la accin, los factores objetivos y la comprensin. Ntese, por otra parte, que en su trayectoria ha puesto nfasis en el par oprimidos/ opresores -sin hacer mencin al criterio explotados/ explotadores- centrndose en la posibilidad de ejercicio del poder y el poder legtimo a partir de la acumulacin de tipos de capital, tanto en volumen como en estructura. De ello se desprende el hilo fundamental para conceptualizar las desigualdades sociales, integrando en un solo movimiento el dilema de la integracin y el conflicto bajo la dinmica de la produccin y la reproduccin. Por otra parte, su concepcin de legitimidad apunta a hacer visible lo que hay de violencia simblica en la aceptacin de un orden que se41

presenta como universal basndose en estructuras que condicionan la apropiacin diferencial de los capitales en cuestin. Finalmente, y siendo conscientes que el tema, antes que agotado apenas ha sido delineado - apuntes para continuar recorridos impertinentesqueremos sealar que al dislocarse la relacin entre opresores/ oprimidos y explotados/ explotadores, surge la posibilidad de tematizar la desigualdad social en una multiplicidad de dimensiones, sin desconocer que en Bourdieu la ocupacin sigue siendo un indicador fundamental para dar cuenta de ellas en las sociedades modernas, donde el capital social y el cultural son determinantes. Encontramos en sus trayectorias herramientas de anlisis para dar cuenta de viejas y nuevas desigualdades; esto es, aquellas derivadas de la esfera del trabajo pero tambin sexuales, tnicas etc. Como l mismo expresa: una clase , sea social, sexual tnica o cualquier otra, existe cuando hay agentes capaces de imponerse a s mismos, como autorizados a hablar y actuar oficialmente en su lugar, en su nombre, sobre aqullos que, reconocindose a s mismos en esos plenipotenciarios, reconocindoles dotados del pleno poder para hablar y actuar en su nombre, se reconocen como miembros de la clase, y de esta forma, confieren sobre ella la nica forma de existencia que puede poseer un grupo.60 En definitiva se trata de una batalla para la construccin de una visin del mundo, para ello las luchas implican la apropiacin de capital simblico. Lucha sumamente compleja en la medida que la visin de los dominados, como expresa el autor, se encuentra doblemente deformada en el sentido que, a) las categoras que usan para interpretar el mundo se han construido en las estructuras objetivas del mundo y ellas tienden a naturalizar la desigualdad, reproducindola en cuanto se acepta como legtima, b) los dominantes se esfuerzan por imponer su visin. Doble determinacin que encuentra en el conocimiento prctico la posibilidad de su desarticulacin en la medida que se nomina. Por eso expresa Bourdieu: las palabras pueden construir las cosas y, ensamblando en la simbolizacin objetivizada del grupo que designan, pueden, aunque slo sea por un tiempo, hacer existir como grupos a colectivos que ya existan, aunque slo en un estado potencial61.

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NOTAS1 Por ejemplo, para Pierre Rosanvalln con la crisis final del Estado de Bienestar y el pacto social que el mismo reflejara se rompen las viejas relaciones entre el capital y el trabajo. Frente a esto emergen nuevas desigualdades sociales, Para abordar las mismas no se puede pensar en la reconstruccin de aquel tipo de Estado y no se pueden pensar desde los cdigos de la explotacin. Segn el autor desde principios de los aos ochenta, el crecimiento de la desocupacin y la aparicin de nuevas formas de pobreza parecieron llevarnos a largo tiempo atrs. Pero a la vez se ve con claridad que no se trata de un simple retorno a los problemas del pasado. Los problemas actuales de exclusin no remiten a las antiguas categoras de explotacin. As ha hecho su aparicin una nueva cuestin social Pierre Rosanvalln, La crisis del Estado providencia, Madrid, Editorial Civitas,1995. 2 Como expresa Lucas Rubinich en el prlogo de Para qu sirve la sociologa? en funcin de los dos elementos que para l son fundamentales a la hora de dar respuesta: El primero es el discutido estatus cientfico de las llamadas ciencias blandas..y el segundo, relativo a la participacin de la sociologa(ms all de las voluntades de los actores concretos)en las luchas por la imposicin de visiones del mundo, lo quela implica potencialmente con la poltica Ambos problemas, agregamos, desbordan el momento fundacional y , por tanto, reclamamos para ellas su actual legitimidad. Para qu sirve la sociologa, Bernard Lahire (dir). Ed. Siglo XIX,Argentina, 2006. 3 Esta afirmacin no niega los desplazamientos que se dan en diferentes textos al interior de la produccin de cada autor tratado, desplazamientos que dan lugar a interpretaciones diferenciales. 4 Pierre Bourdieu y L. Wacquant, Una invitacin a la Sociologa Reflexiva. Ed. Siglo XXI, 2005. Argentina. 5 Ntese que hemos preferido utilizar el trmino problemticas y no patolgicas, ello porque el criterio de patologa social, segn Durkheim , puede ser aplicado no slo teniendo en cuenta el criterio de generalidad sino tambin las siguientes reglas: 1- Un hecho social es normal para un tipo social determinado, considerado en una fase determinada de su desarrollo, cuando se produce en la medida de las sociedades de esta especie, consideradas en la fase correspondiente de su evolucin; 2- Se pueden comprobar los resultados del mtodo precedente haciendo ver que la generalidad del fenmeno se relaciona con las condiciones generales de la vida colectiva en el tipo social considerado; 3- Esta comprobacin es necesaria cuando ese hecho se refiere a una especie social que no ha realizado todava su evolucin integral.(el subrayado es nuestro). E. Durkheim Las reglas del mtodo Sociolgico Cap III. Ed. Libertador, 2006. Argentina. 6 Aqu retomamos el concepto de anomia que Durkheim expresa en la Divisin Del Trabajo Social y queda contenida en expresiones tales como: Hasta el presente las relaciones entre capital y trabajo permanecieron en un estado de indeterminacin jurdica esta falta de reglamentacin no permite la armona regular de las funciones; el estado de anomia jurdica y moral en que se encuentra actualmente la vida econmica. Por otra parte en la Obra El suicidio, podemos leer Los actos ms censurables estn tan absueltos por el xito, que el lmite entre lo permitido y lo prohibido, entre lo justo y no injusto no es nada fijo, aunque parece poder desplazarse casi arbitrariamente por el individuo. De esto resulta que toda esta esfera de la vida colectiva se halla substrada, en gran parte, de la accin moderadora de la regla. En esta ltima reflexin se incorpora el tema del individualismo, la individuacin, y la posibilidad de interpretar la anomia, no como ausencia normativa sino como incapacidad de poder ser asumidas. En este ltimo sentido parecen ir las siguientes afirmaciones: Los individuos se sienten impacientes frente a toda regla, las pasiones se encuentran menos disciplinadas en el momento que tendran necesidad de una disciplina ms fuerte. Podemos observar pues, un desplazamiento en

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cuanto a la construccin del concepto de anomia que ha dado lugar a interpretaciones dismiles. (Para un anlisis de estas tensiones ver Anomia e individualismo. Del diagnstico de la modernidad de Durkheim al pensamiento contemporneo. Lidia Girola. Ed. Anthropos. Mxico, 2005). 7 Una sociedad compuesta de una polvareda infinita de individuos inorganizados, que un Estado hipertrofiado se esfuerza en encerar y retener, constituye una verdadera monstruosidad sociolgica... Una nacin no puede mantenerse como no se intercale, entre el Estado y los particulares, toda una serie de grupos secundarios que se encuentren lo bastante prximos de los individuos para atraerlos fuertemente a su esfera de accin y conducirlos as en el torrente general de la vida social. Acabamos de mostrar cmo los grupos profesionales son aptos para desempear esta funcin, y cmo todo les destina a ello . La divisin del Trabajo Social. Prefacio a la Segunda Edicin. Ed. Libertador. Bs.As. 2005. 8 mile Durkheim, La divisin del trabajo social. Libro tercero, Captulo II: La divisin coactiva del trabajo Ed. Libertador, 2004, Argentina. 9 Robert Nisbet. La formacin del pensamiento Sociolgico 2. Subttulo: Notas acerca de Le Play, Taine y Durkheim. Ed. Amorrortu, 1997, Argentina. 10 Irving Zeitlin. Ideologa y teora sociolgica Ed. Amorrourtu. Argentina, 1986. 11 Emile Durkheim: Educacin y Sociologa. Bs.As. 12 Al respecto expresa Wacquant: : En el ensayo Algunas formas primitivas de clasificacin escrito en 1903, Durkheim y Mauss Sostenan que los sistemas cognitivos que operan en las sociedades primitivas se derivan del sistema social: las categoras de comprensin son representaciones colectivas y los esquemas mentales subyacentes estn modelados a partir de la estructura social del grupo, en este caso la sociedad vista como una unidad.(Obra Cit.). 13 De ello dan cuenta Bourdieu, Chamboredon y Passeron cuando afirman que tanto Marx como Durkheim lo postulan. Marx da cuenta de l cuando dice: en la produccin social de su existencia, los hombres traban relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; Durkheim al expresar que: los hechos sociales tienen una manera de ser constantes, una naturaleza que no depende de la arbitrariedad individual y de donde derivan las relaciones necesarias, o cuando afirma , en las Reglas del Mtodo Sociolgico: Creemos fecunda la idea de que la vida social debe explicarse, no por la concepcin que se hacen los que en ella participan, sino por las causas profundas que escapan a la conciencia.(Ob. Cit.) 14 La cita fue extrada del trabajo de Graciela Inda: La Sociologa poltica de Emile Durkheim entre 1982 y 1897: El Estado como apndice de la morfologa social y la futilidad de la accin poltica. Revista Trabajo y Sociedad N 12, vol. XI, Otoo 2009. Santiago del Estero. Argentina. 15 Cita extractada del trabajo de Graciela Inda (ob. Cit.) 16 La divisin social del trabajo progresa, pues, tanto ms cuantos ms individuos estn en contacto suficiente para poder actuar y relacionarse los unos sobre los otros. Si convenimos en llamar densidad dinmica o moral a ese acercamiento y al comercio activo que de l resulta, podemos decir que los progresos de la divisin del trabajo estn en razn directa a la densidad moral o dinmica de la sociedad. Pero ese acercamiento moral no puede producir su efecto sino cuando la distancia real entre los in dividuos, ha ella misma disminuido. La densidad moral no puede pues, aumentarse sin que la densidad material aumente al mismo tiempo..Intil, por lo dems es buscar cul de las dos ha determinado a la otra, basta con hacer notar que son inseparables(mile Durkheim, La divisin del trabajo social. Libro segundo, Captulo II: Las causas Ed. Libertador, 2004, Argentina. 17 La sntesis neomarxista de Marx y Weber sobre las clases sociales. (En Revista Zona abierta 59/60, Madrid 1992). 18 Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente,

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que existen y les han sido legadas por el pasado.( En Marx/ Engels. Obras Escogidas Ed. Progreso, Mosc.) 19 En Marx/ Engels. Obras Escogidas Ed. Progreso, Mosc. 20 En Marx/ Engels. Obras Escogidas Ed. Progreso, Mosc. 21 . E. O. Wright. Clases. Madrid, Siglo XXI, 1994 22 La ideologa Alemana, Ed. Cultura Popular, Mxico, 1979 23 El Estado es la forma en que los individuos de una clase dominante hacen valer sus intereses comunes y en que se sintetiza toda la sociedad civil de una poca(Ob. Cit. ). 24 Si bien bsicamente la funcin del Estado se visualiza en Durkheim como regulador de un orden que emerge y sus nuevas costumbres, tambin es cierto que en algunos de los pasajes de la Divisin del Trabajo Social, al atribuirle la funcin de cerebro, desplaza el tema desde la regulacin normativa del orden dado hacia el papel directriz del Estado. Para un anlisis de tal tensin ver: Inda, Graciela La sociologa poltica de mile Durkheim entre 1892 y 1897: el Estado como apndice de la morfologa social y la futilidad de la accin poltica. En: Trabajo y Sociedad Indagaciones sobre el trabajo, la cultura y las prcticas polticas en sociedades segmentadas N 12, vol. XI, Otoo 2009,Argentina 25 La accin social (incluyendo tolerancia u omisin) se orienta por las acciones de otros, las cuales pueden ser pasadas, presentes o esperadas como futuras (venganza por previos ataques, rplicas a ataques presentes, medidas de defensa frente a )..Por relacin social debe entenderse como una conducta plural de varios-que, por el sentido que encierra, se presenta como recprocamente referida.La relacin social consiste, pues, plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuar socialmente en una forma (con sentido) indicable M. Weber. Conceptos sociolgicos fundamentales, en Economa y Sociedad. Ed. Fondo de Cultura Econmica, Bs. As 1992. 26 Esto no implica decir que Weber niegue la existencia de regularidades significativas (cultura), pero en cuanto se parte de un individualismo epistemolgico, las mismas slo pueden entenderse como la repeticin de la orientacin por parte del individuo y, por lo tanto, siempre probable, nunca necesaria. De ah el carcter de contingencia de la accin social. 27 M. Weber. Conceptos Sociolgicos fundamentales. (Ob. Cit.) 28 Segn Weber, debe llamarse sociedad a una relacin social cuando y en la medida en que la actitud en la accin social se basa en una compensacin de intereses por motivos racionales, de fines o valores, o tambin en una unin de intereses con igual motivacin. Este concepto debe ser diferenciado del de comunidad, el cual refiere a las relaciones sociales fundadas en sentimientos subjetivos de pertenencia, sean ellos afectivos o tradicionales. (Ver: Conceptos sociolgica fundamentales en Economa y Sociedad (Ob. Cit.) 29 M. Weber. Conceptos Sociolgicos fundamentales. (Ob. Cit.). 30 Giddens . A. Marx, Weber y el desarrollo del capitalismo. En Poltica, sociologa y teora social. Ed. Paids, Bs. As. 1995. 31 Valga como aclaracin que, con el uso de tal categora, no pretendemos pronunciarnos sobre cundo debe leerse Weber en cdigos de la perspectiva individualista metodolgica. Excede nuestro trabajo desarrollar tal discusin, aunque damos cuenta de su existencia por relevante. 32 Max Weber. Clases, estamentos y partidos. (Ob. Cit.) 33 Max Weber (ob. Cit.) 34 Cita realizada por Gran Therbon : Clase, Estado y Poder en Cmo domina la clase dominante?. Aparatos del estado y poder estatal en el feudalismo, el capitalismo y el socialismo, Segunda parte: El poder estatal. A propsito de la dialctica de la dominacin de clase, Cap. I, Ed. Siglo XXI, Mxico, 1982 35 Es correcto decir que Weber, al igual que Marx define la posicin de clase en funcin de poseer o no bienes y servicios, porque ello es determinante a la hora de la satisfaccin de

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necesidades econmicas. Sin embargo otro criterio complejiza el anlisis: la posibilidad de la valoracin de bienes y servicios en el mercado (clases positiva o negativamente lucrativas). Esto da dos escalas diferentes de jerarquizacin; una, dependiente de la propiedad, la otra, dependiente de la rentabilidad del trabajo - debido principalmente a las diferentes cualidades profesionales y de competencia tcnica que ofrecen los individuos-. A ellas se le agrega una tercera categora. Junto a las clases propietarias y a las lucrativas, aparece la clase social. Excede nuestros objetivos adentrarnos en las distintas interpretaciones que se han dado de estas categorizaciones, por otra parte muy poco desarrolladas y especificadas por Weber. No obstante proponemos ver las dos primeras como tipos ideales articulados en torno a un mismo criterio cada uno, mientras que la ltima categora resultara de un cruzamiento de ambos. 36 En modo alguno constituye un fenmeno universal que, a consecuencia de una posicin comn de clase, surja una socializacin o inclusive una accin comunitaria. Ms bien puede limitarse su efecto a la produccin de una reaccin socialmente homognea y , por consiguientea la produccin de una accin de masa Max. Weber (Ob.cit) 37 M. Weber (ob. Cit.) 38 No queremos dejar de sealar que el concepto de racionalidad en Weber es central no slo para dar cuenta de la orientacin racional de la actividad productiva sino de dicha organizacin en varias esferas de la vida, como por ejemplo el proceso de burocratizacin creciente que funda ya no la dictadura del proletariado sino la del funcionario. Un desarrollo de esta idea puede encontrarse en Poltica y sociologa en el pensamiento de Max Weber- Giddens,A. En Poltica, sociologa y teora social. Reflexiones sobre el pensamiento clsico contemporneo. Ed. Paids. Espaa, 1995 39 En oposicin a las clases, los estamentos son normalmente comunidades, aunque con frecuencia de carcter amorfo. En oposicin a la situacin de clase, condicionada por motivos, llamaremos situacin estamental a todo componente tpico del destino vital humano condicionado por una estimacin social especfica- positiva o negativa- del honor adscrito a alguna calidad comn a muchas personas M. Weber (Ob. Cit.) 40 Queremos sealar que si bien Weber plantea una coexistencia posible en una sociedad dada de la divisin entre clases y estratos, es posible ver la preeminencia que tiene una de estas formas de poder en relacin a la otra. Cmo se desprende de la cita, es el mercado el que otorga ese lugar. 41 M. Weber (Ob. Cit.) 42 Llamamos partidos a las formas de socializacin que descansando en un reclutamiento (formalmente libre), tienen como fin proporcionar poder a sus dirigentes dentro de una asociacin y otorgar por ese medio a sus miembros activos determinadas probabilidades ideales o materiales (la realizacin de fines objetivos o logros de ventajas personales o ambas cosas.(Ob. Cit.) 43 Recordemos que par Max Weber la dominacin queda definida como: Debe entenderse por la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos especficos (o para toda clase de mandatos). No es, por tanto, toda especie de probabilidad de ejercer poder o influjo sobre otros hombres. En el caso concreto esta dominacin (autoridad), en el sentido indicado, puede descansar en los ms diversos motivos de sumisin: desde la habituacin inconsciente hasta lo que son consideraciones puramente racionales con arreglo a fines. Un determinado mnimo de voluntad de obediencia, o sea de inters (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relacin autntica de autoridad. (Ob. Cit.) 44 No por consabidas resultan menos ilustrativas estas citas del autor: He recordado a menudo, especialmente a propsito de mi relacin con Max Weber, que se puede pensar con un pensador contra ese pensador. Por ejemplo, constru la nocin de campo a la vez contra Weber y con Weber, al reflexionar sobre el anlisis que l propone sobre las relaciones entre sacerdote, profeta

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y hechicero. Decir que se puede pensar a la vez con y contra un pensador es contradecir radicalmente la lgica clasificatoria en la cual se tiene costumbre casi en todas partes, pero sobre todo en Francia- de pensar la relacin con los pensamientos del pasado. Por Marx como deca Althusser, o contra Marx. Pienso que se puede pensar con Marx contra Marx o con Durkheim contra Durkheim, y tambin, seguramente, con Marx y Durkheim contra Weber, y recprocamente. Es as como marcha la ciencia (Bourdieu, 1988a). 45 Wacquant , J.D Loc Respuestas por una antropologa reflexiva. Bourdieu Wacquant. Ed. Grijalbo, Mxico, 1995. 46 Ntese que esta misma perspectiva es la que permite a Bourdieu cuestionar el ncleo haberaciano de la Teora de la accin comunicativa, puesto que el lenguaje no adquiere su fuerza de si mismo sino de posiciones de poder externas a l. Es decir, no hay discurso que no se ligue a un lugar ms o menos jerarquizado en una institucin, de modo tal que cuando hablante y oyente salen al encuentro, la capacidad de poner en cuestin un enunciado por su verdad, veracidad o rectitud, depende de posiciones de poder previas al acto lingstico. (ver Ob.cit.) 47 Los J