¿Por qué El Castillo es innovador?Innovación es una palabra con un significado profundo, que no debiera usarse a la ligera. Innovación implica inventar, crear y gestionar una obra de vanguardia. El Castillo es innovador. En el mundo no hay otro igual. Aquí te cuento por qué.

Innovador en su visiónEl Castillo no nació como un negocio más. No tuvo un plan de negocio convencional. No consultó a expertos del rubro. No se unió a ninguna red de comercialización tradicional. No se financió con préstamos. El Castillo nació en el año 2002 como una idea de mi familia. Quisimos recrear el hogar en el que habíamos crecido: un edificio histórico donde sea posible jugar, estudiar, aprender arte y practicar deporte, rodeados de armonía, respeto y amor.

Aunque está muy alejado de los modelos empresariales típicos, El Castillo no fue el resultado de un experimento improvisado. La obra final es el fruto del esfuerzo de mi familia: la experiencia en la creación de empresas de servicios, la formación profesional en economía, organizaciones, medicina, e ingeniería, y la dedicación artística en música, pintura, danza, fotografía y letras.

Fabián (quien les habla)

Mi hermana Adriana Mamá

Susana

Papá Raúl

Mi hermano Edgardo

Innovador con el medioambienteMi hermano Edgardo estuvo a cargo del diseño y la dirección de la restauración. En esta obra, que duró varios años, Edgardo procuró respetar el entorno serrano y el edificio como joya arquitectónica, dejando intacta su estructura y logrando un ámbito ecológico con toques de posmodernismo mediante la incorporación de comodidad funcional y eficiencia energética. En todos los ambientes privilegiamos los materiales nobles: enceramos cuidadosamente los pisos de parquet, los roperos, las aberturas y los secreters; revalorizamos las arañas originales de hierro forjado y la herrería artesanal; revivimos la piedra encastrada con maestría y perfumamos todos los ambientes con esencias naturales. Queremos que, con simpleza, nuestro huésped pueda desconectarse de su rutina y sus preocupaciones diarias para descubrir facetas desconocidas de su interior y así logre la tan ansiada conexión consigo mismo. Actualmente, como resultado del sistema de eficiencia energética, El Castillo consume menos de un tercio de la energía que consumiría si estuviera gestionado en forma tradicional.

Innovador con la sociedadPara realizar las tareas de restauración, incorporamos a personas oriundas de la zona, con el único requisito de que tuvieran deseos de trabajar. Debido a la triste historia de desinversión y abandono que sufrió la región en las últimas cinco décadas, la totalidad de quienes se unieron al proyecto estaba desocupada o sin oficios o formación especializada. Entrenados por mi familia, se convirtieron en albañiles, pintores, plomeros, herreros, electricistas, carpinteros, jardineros… Y, durante los años que duró la restauración, también descubrieron anhelos y talentos que los llevaron a ser actualmente los responsables de todas las áreas de servicios que prestamos en El Castillo, desde el armado y ambientación de las habitaciones, hasta la producción culinaria, pasando por el mantenimiento, el equipamiento técnico de los salones, y la logística y la organización de tareas operativas.

Innovador con la economíaAdemás de aprovisionarse y ofrecer ingredientes y materiales que cumplen con las normas del comercio justo, El Castillo brinda un producto original en la industria hotelera: programas educativos inspiradores. Nosotros mismos diseñamos y dictamos estos programas, combinando seminarios de información científica con talleres de actividades artísticas. Cuando hospedamos a familias, desarrollamos programas con talleres de música, pintura, cocina, fotografía, yoga y danzas. Cuando hospedamos a empresas o universidades, desarrollamos programas con seminarios sobre modelos de gestión sustentable. Además, nuestros huéspedes se divierten con muchas actividades deportivas, juegos, y noches temáticas medievales. Junto a ellos, pintamos murales, bailamos coreografías y ¡hasta armamos bandas de música reales!

Innovador en sus habitacionesLas habitaciones son muy lindas, muy cómodas, muy amplias, muy luminosas -con ventanales al exterior hasta en sus baños… pero no lucen como las de cualquier hotel cinco estrellas. No tienen TV, no tienen frigobar y los teléfonos están bloqueados para llamadas externas. Esto se debe a que en El Castillo deseamos evitar los ruidos, las interferencias electromagnéticas y las emisiones de rayos nocivos, para promover el sano descanso e incentivar a cada huésped a crear relaciones interpersonales con los otros huéspedes.

Innovador en su decoraciónCada habitación, cada salón, cada pasillo y cada rincón de El Castillo está decorado por mi mamá Susana y mi hermana Adriana. Ellas diseñaron un estilo ecléctico, con ambientes muy antiguos y otros muy modernos, y exponen sus propias pinturas al óleo alrededor de los 8.000 m2 del edificio. El Castillo se vive como una inmensa galería de arte, un interminable museo y un asombroso espacio de vanguardia, ¡todo al mismo tiempo y en el mismo lugar!

Innovador en sus actividadesEl listado de instalaciones de esparcimiento de El Castillo es sorprendente. Un gimnasio, piscinas -una de ellas semiolímpica-, canchas de fútbol, vóley y pelota paleta, salones de juegos con cama elástica gigante, metegoles, pools y mesas de ping-pong, suenan suficientemente atractivos. Una cancha de tenis con superficie elastic-field, un home-theater con butacas reclinables, dos pistas de Duckpin bowling de 1930 restauradas, una antigua mesa de billar con superficie de mármol, suenan demasiado originales para ser verdad. Pero… ¿una sala de ensayo para músicos con instrumentos y sonido profesionales? ¿Un atelier de artes plásticas en una gran torre vidriada? ¿Una sala de danza de 300 m2? ¿Un estudio de fotografía con telones y flashes de alta complejidad? ¡Sí, y aún hay más!

Innovador en sus tarifas all-inclusive con uso exclusivoEl Castillo publica en su sitio web todas sus tarifas. Y “todas” significa sólo dos: una tarifa por adulto y una tarifa por menor. Sin promociones, sin descuentos, sin diferencias por temporada, sin variaciones por cantidad de noches, sin cambios por tipo de habitación. Dos únicas tarifas. Que incluyen todos los servicios: alojamiento, comida, bebidas, salones equipados, y esparcimiento (excepto el alcohol, pues la cava de vinos ¡tiene cientos de opciones para elegir!). ¿Cómo funciona el uso exclusivo? Cuando hospeda a familias, El Castillo no recibe a organizaciones -empresas o instituciones educativas. Cuando hospeda a organizaciones, El Castillo recibe a una sola por vez. ¿Y las habitaciones que quedan libres? ¡Quedan libres!

Innovador en su trato humanoEn El Castillo, cada tarea está realizada por una persona que forma parte de nuestra “familia extendida”. Son seres humanos extraordinarios, que viven en armonía y encuentran momentos felices siendo parte de esta historia. Nuestra “familia extendida” conoce el nombre de cada huésped y aprende sobre sus gustos personales. Las actividades no se realizan como una simple rutina, sino como parte de los programas que diseñamos especialmente para el grupo de personas hospedado. No ofrecemos actividades de entretenimiento como un simple pasatiempo, sino como parte de la misión de El Castillo: inspirar a que las personas desarrollen sus capacidades intelectuales, artísticas, deportivas e interpersonales. Un huésped en El Castillo no juega a tocar batería o guitarra; yo mismo le enseño a tocar batería o guitarra leyendo una partitura. Un huésped no juega a pintar; mi hermana Adriana le enseña a pintar utilizando técnicas específicas. Un huésped no escucha historias ajenas sobre modelos sustentables; nosotros le contamos académicamente cómo creamos El Castillo. ¿Actividades en serio, pero divertidas? ¡Sí, es lo que se vive en El Castillo!

¿Es verdad que en el mundo no hay otro igual?¡Claro que es verdad! Y no lo decimos solamente quienes formamos parte del equipo de trabajo de El Castillo, sino también los numerosos premios que hemos recibido a nivel internacional: 5 estrellas, 7 galardones académicos, 17 conferencias, 22 instituciones educativas, 3 libros, y 1 consortium consideran a El Castillo como un caso único en el mundo.

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