había una vez n°2

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Revista 2ndo numero de la Fundación Había Una Vez

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Page 1: Había Una Vez n°2
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Page 3: Había Una Vez n°2

EDITORIALPara los que trabajamos en programas de fomento lector es una gran oportunidad poder dirigirnos a los padres, abuelos, profesores, bibliotecarios, los llamados “mediadores de la lectura”.

|Carmen Paz Hernández P. Fundación Había una Vez

Comité Editorial Cecilia Beuchat R.

Rebeca Domínguez Y.María Paz Garafulic L.

Carmen Paz Hernández P.Jennifer King V.

Manuel Peña M.Verónica Uribe B.

EditorasRebeca Domínguez Y. María Paz Garafulic L.

Editora EjecutivaMaría Teresa Ferrer A.

Dirección de ArteJennifer King V.

Diseño Ximena Undurraga M.

Ilustración PortadaFrancisco Javier Olea

ColaboradoresComité de Evaluación Centro

Lector de Lo BarnecheaRosana Faría

Carolina Dell' Oro Fanuel Díaz

Gonzalo Oyarzún

ImpresiónOgrama

www.habiaunavez.infoMálaga 115, Of. 401, Las Condes,

Santiago, Chile.T. 8390995 - 96

Esperamos sus críticas, comentarios y aportes

en: [email protected]

En sus manos y producto de un trabajo metódico y delicado, está el desafío de hacer de nuestros niños y

jóvenes personas lectoras.

Inculcar en ellos que “leer” no sólo significa que se transformarán en personas más cultas e informadas

sino que serán “personas diferentes”, es una tarea que no podemos dejar pasar. Qué importante es transmitir

que un lector será una persona más sensible a las emociones, conectada con el entorno y con los demás,

que aumentará su creatividad y obtendrá capacidad y derecho a opinión. Si nuestros niños y jóvenes logran

conectarse con los personajes de los libros y hacen suyas sus penas, alegrías y experiencias, no les costará

sentir empatía con el mundo real. Si ellos logran encontrar en un libro una fuente de sentimientos, emociones

y compañía, será un gran triunfo de los padres, profesores y un precioso regalo a nuestra sociedad.

La tarea no es fácil y el desafío es grande, pero el camino es uno: hacer muy bien el trabajo. Nuestros niños

y jóvenes leerán, si nos ven leer; leerán si les leemos; leerán si nos permitimos soñar leyendo; leerán si no

tenemos vergüenza que nos vean llorar o emocionarnos cuando un libro ha llegado profundamente a nuestro

corazón; leerán si hacemos de la lectura un acto placentero. Debemos crearles condiciones para leer, poner en

sus manos buenos libros, tomarnos el tiempo de comentar una bella frase que hemos leído, o consolarlos en

una pena con alguna historia similar sacada de un libro. Así, poco a poco, nos daremos cuenta que leerán lo

que llegue a sus manos y de manera casi imperceptible lograremos que la lectura sea parte de sus vidas.

Es un privilegio llegar a ustedes a través del segundo número de nuestra revista Había una Vez, donde

presentamos una interesante entrevista a Francisco Hinojosa, uno de los escritores de literatura infantil más

influyente en Latinoamérica. Este autor logra, a través de sus libros, acercar a los niños a temas complejos como

la maldad, la violencia y la muerte, utilizando siempre el humor como recurso.

Otro de los temas abordados son los miedos. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado en la penumbra de la

noche explicándoles a nuestros niños que no existen monstruos debajo de la cama? ¿Sirven los argumentos?

¿Cuál es el rol que juega la literatura en los miedos infantiles? Yolanda Reyes, destacada escritora colombiana,

nos habla de la importancia de los monstruos, los ogros y otras figuras de la literatura para niños.

Por último Verónica Uribe comparte sus reflexiones acerca del libro ilustrado y el llamado libro álbum. Este

artículo será una inmensa contribución para entender que la comunión entre un texto delicadamente escrito y

la imagen, da como resultado un libro de gran valor.

Amigos, esperamos que la revista Había una Vez sea un aporte para ustedes, una ayuda que les facilite la

tarea de transmitir el valor de los libros a nuestros niños y jóvenes, de modo que las palabras, las ideas y las

historias plasmadas en ellos queden en la mente y en el espíritu de cada persona que los lea.

PATROCINIO:

FE DE ERRATAS: En el número anterior, en el artículo sobre la ilustradora Marta Carrasco, apa-recen dos portadas de “Papelucho” que corres-ponden al ilustrador Alex Pelayo.

Page 4: Había Una Vez n°2

SUMARIO

Pág. 14

Pág. 1

Pág. 6

Pág. 26 Pág. 30

Pág. 51

Pág. 4

1 468

11

EditorialActualidad

¿Por qué soy lector? Alicia Morel

LanzamientoLibro Presidentes

NovedadesColumna Gonzalo Oyarzún

Congreso CILELIJ¿Qué leemos?Matías del Río

Columna Fanuel Díaz

ColumnasCarolina Dell' Oro | Rosana Faría

RecomendadosReseñas

Ilustra una portadaFrancisco Javier Olea

Premio Newbery

Todomiro Cuento inédito de Ana María Güiraldes

Recordando a María Silva Ossa

Mundo lectorNavegando entre letrasMis favoritosDelphine Juthier

Fundación Había una Vez

La ilustradora que brilla en EspañaPaloma Valdivia

910

12

13

43

“La lectura se fomenta por el contagio”Entrevista a Francisco Hinojosa

26Miedos en la literatura infantilYolanda Reyes

Para verte mejorVerónica Uribe

22

14

3034

45

3640

464748505152

Ilustración Portada: Francisco Javier Olea, inspirada en el cuento Todomiro.

ABRIL | 2010número dosrevista de literatura infantil

Pág. 22

Page 5: Había Una Vez n°2

SUMARIO

Pág. 14

Pág. 1

Pág. 6

Pág. 26 Pág. 30

Pág. 51

Pág. 4

1 468

11

EditorialActualidad

¿Por qué soy lector? Alicia Morel

LanzamientoLibro Presidentes

NovedadesColumna Gonzalo Oyarzún

Congreso CILELIJ¿Qué leemos?Matías del Río

Columna Fanuel Díaz

ColumnasCarolina Dell' Oro | Rosana Faría

RecomendadosReseñas

Ilustra una portadaFrancisco Javier Olea

Premio Newbery

Todomiro Cuento inédito de Ana María Güiraldes

Recordando a María Silva Ossa

Mundo lectorNavegando entre letrasMis favoritosDelphine Juthier

Fundación Había una Vez

La ilustradora que brilla en EspañaPaloma Valdivia

910

12

13

43

“La lectura se fomenta por el contagio”Entrevista a Francisco Hinojosa

26Miedos en la literatura infantilYolanda Reyes

Para verte mejorVerónica Uribe

22

14

3034

45

3640

464748505152

Ilustración Portada: Francisco Javier Olea, inspirada en el cuento Todomiro.

ABRIL | 2010número dosrevista de literatura infantil

Pág. 22

Page 6: Había Una Vez n°2

SITIO WEB QUE DIFUNDE LA LITERATURA Y EL ARTE INFANTIL

Espacio Creamundos es un portal que presenta una nueva forma de fomentar la literatura a través de la comunicación con otras disciplinas. Difunde la literatura y el arte infantil, median-te artículos y notas sobre libros, música, cine, teatro y educación artística. Además tiene una cartelera de actividades para niños, novedades e información sobre talleres. Espacio Creamun-dos está dirigido a padres, docentes, apodera-dos y personas ligadas al mundo del arte, la literatura y la educación infantil.www.espaciocreamundos.cl

TALLERES

• Entre los muchos talleres de creación literaria que imparte la destacada escritora Ana Ma-ría Güiraldes, hay uno especialmente pensa-do para los adultos que quieren escribir para niños. Las clases son una vez a la semana y quienes desean inscribirse pueden enviarle un correo a [email protected]

• Alberto Montt y Francisco Javier Olea dictan un taller de ilustración que abarca entre sus contenidos, un módulo completamente dedi-cado a la ilustración infantil. Los interesados pueden escribir a [email protected]

MARCADORES DE LIBROS CON ESTILO

La arquitecta e ilustradora Ana María Kirkwood creó una serie de marcadores de libros bajo la marca Amaka. Tienen diferentes diseños, entre los que destacamos una línea con ilustraciones infantiles. Se encuentran en Librerías Antártica, en las tiendas Papelaria o contactándose con Ana María al correo [email protected]

PEPITO EL MUÑECO

Para el escritor y comediante Pepe Pelayo, los libros son un medio para canalizar el humor. A través de su libro “Pepito, chistes para niños” pretende hacer reír y acercar la lectura a los más pequeños. Para los fanáticos del perso-naje, ya apareció “Pepito” el muñeco en dos tamaños. Los interesados pueden contactar a Mireya Silva: [email protected] o lla-mando al 09-3308577. Más información en: www.pepepelayo.com

LITERATURA LLEVADA AL CINE

Muchos son los cuentos y las historias infanti-les que han sido adaptadas para cine o la te-levisión. Este año 2010, la novela creada por Lewis Carroll, “Alicia en el país de las mara-villas”, llegó al cine de la mano del director Tim Burton y con el actor Johnny Depp inter-pretando al ”Sombrerero loco” (en la foto). Por otro lado, se estrenó la película de ”Percy Jackson y el ladrón del rayo”, cinta basada en la serie de novelas escritas por el estadouni-dense Rick Riordan, que aún no llega a Chile pero que promete ser un éxito como lo ha sido en todos los países donde ya se encuentra. Los fanáticos de los vampiros también deben estar contentos: ”Crónicas vampíricas” de la norteamericana Lisa Jane Smith, fue adaptada como serie de televisión y se estrenó a fines del 2009 en Estados Unidos.

ActualidadCENTRO DE INVESTIGACIÓN EN LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

A partir de marzo empezó a funcionar un nuevo proyecto del Centro Lector de Lo Barnechea: el Centro de Investigación, un espacio abierto a la comunidad al que pueden acceder interesados y estudiosos de la literatura infantil y juvenil. Dentro de la colección del Centro, se encuentran las primeras ediciones de títulos de editoriales emblemáticas como Rapanui y Quimantú, y nu-merosos ejemplares de “El Peneca”, “El Cabri-to”, “Mampato” y otras revistas especializadas. También cuenta con tesis universitarias y una amplia colección de textos literarios y teóricos. Dentro de los servicios que ofrece el Cen-tro de Investigación se encuentran: consulta en sala, préstamo interbibliotecario, apoyo a la investigación, bibliografías de libros re-comendados, la implementación de talleres y seminarios de capacitación y el servicio de Diseminación Selectiva de Información (DSI). Para saber más se puede ingresar a: www.centrolector.cl

NUEVAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS

A raíz del Programa Presidencial de Construción y Habilitación de Bibliotecas Públicas, la DIBAM inauguró el año 2009 modernas y atractivas bibliotecas en Til-Til, Cerrillos, Pinto, Lincan-tén (en la foto), Pemuco, Alto Bío-Bío, Quinta Normal y Marchigüe. Durante este año 2010 se implementarán nuevas bibliotecas en las comunas de Independencia, El Carmen, Tre-huaco, Lanco, Río Claro, Panquehue y Palmilla. Cada una cuenta con un área especial para ni-ños, área juvenil, auditórium o sala de reunio-nes, completas colecciones de libros, revistas, periódicos y material audiovisual y bibliorredes (computadores y acceso gratuito a internet).

XIX PREMIO EDEBÉ DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

El 15 de septiembre se cierran la convocatoria para esta nueva versión del Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil, que recibe novelas inéditas en dos modalidades: la infantil, para obras dirigidas a lectores de 7 a 12 años; y la juvenil, para obras dirigidas a mayores de 13. El hecho de participar en una modalidad excluye la posibilidad de hacerlo en la otra. Habrá un premio por cada categoría, que además de un monto en euros, incluye la edición de la obra premiada por parte de Edebé. Las bases del concurso se pueden encontrar en: www.edebe.com/premios

BIBLIOTECAS BAJO TIERRA

El proyecto Bibliometro es una iniciativa de la DIBAM, en alianza con el Metro de Santiago S.A. Partió en 1996 con tres módulos en las estaciones de Cal y Canto, Los Héroes y Toba-laba. Hoy cuenta con 100 mil inscritos, 50 mil socios activos y 15 locales. Los de las estacio-nes Franklin, La Cisterna (en la foto), Escuela Militar, Quinta Normal y Plaza Egaña, son los de apertura más reciente. Este año se planea seguir acercando las bibliotecas subterrá-neas a las personas, al abrir cinco más: Mai-pú, Los Dominicos, Ñuble, Macul y Lo Prado. Para ser socio se debe presentar el carné de identidad y un comprobante de domicilio, ade-más de pagar una inscripción de $3.000 pesos los adultos y $1.000 los estudiantes. Los libros se prestan por 15 días (un mes en verano) y se pueden devolver en cualquier módulo.

MARÍA TERESA ANDRUETTO GANA EL PREMIO IBEROAMERICANO SM DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN SU QUINTA EDICIÓN

En octubre del año 2009 se reunió el jurado del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil para escoger al ganador de la quinta edición del concurso. El reconocimiento se le otorgó a la argentina María Teresa An-druetto, por la búsqueda de equilibrio entre el lenguaje narrativo y poético en su obra, la di-versidad de temas y géneros que aborda, los diferentes planos de lectura que propone y el tratamiento innovador de los géneros tradicio-nales. Las candidaturas presentadas este año llegaron desde 13 países distintos y el premio se entregó el 1 de diciembre de 2009 en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).

DIPLOMADO EN ANIMACIÓN LECTORA DEL CENTRO LECTOR DE OSORNO

El Centro Lector de Osorno está impartiendo un diplomado en Animación Lectora, en conjun-to con la Universidad San Sebastián y Editorial Norma. El curso se dictó por primera vez el 2009 y ya cuenta con 34 egresados. Se está dando de nuevo el primer semestre de 2010 y el segundo semestre se realizará una nue-va versión. Destacados personajes del mundo literario han visitado las clases, como Cecilia Beuchat, Manuel Peña Muñoz, Verónica Uribe, Felipe Alliende, Carlos Genovesse, entre otros.

Había una Vez 04 | Actualidad Había una Vez 05 | Actualidad

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SITIO WEB QUE DIFUNDE LA LITERATURA Y EL ARTE INFANTIL

Espacio Creamundos es un portal que presenta una nueva forma de fomentar la literatura a través de la comunicación con otras disciplinas. Difunde la literatura y el arte infantil, median-te artículos y notas sobre libros, música, cine, teatro y educación artística. Además tiene una cartelera de actividades para niños, novedades e información sobre talleres. Espacio Creamun-dos está dirigido a padres, docentes, apodera-dos y personas ligadas al mundo del arte, la literatura y la educación infantil.www.espaciocreamundos.cl

TALLERES

• Entre los muchos talleres de creación literaria que imparte la destacada escritora Ana Ma-ría Güiraldes, hay uno especialmente pensa-do para los adultos que quieren escribir para niños. Las clases son una vez a la semana y quienes desean inscribirse pueden enviarle un correo a [email protected]

• Alberto Montt y Francisco Javier Olea dictan un taller de ilustración que abarca entre sus contenidos, un módulo completamente dedi-cado a la ilustración infantil. Los interesados pueden escribir a [email protected]

MARCADORES DE LIBROS CON ESTILO

La arquitecta e ilustradora Ana María Kirkwood creó una serie de marcadores de libros bajo la marca Amaka. Tienen diferentes diseños, entre los que destacamos una línea con ilustraciones infantiles. Se encuentran en Librerías Antártica, en las tiendas Papelaria o contactándose con Ana María al correo [email protected]

PEPITO EL MUÑECO

Para el escritor y comediante Pepe Pelayo, los libros son un medio para canalizar el humor. A través de su libro “Pepito, chistes para niños” pretende hacer reír y acercar la lectura a los más pequeños. Para los fanáticos del perso-naje, ya apareció “Pepito” el muñeco en dos tamaños. Los interesados pueden contactar a Mireya Silva: [email protected] o lla-mando al 09-3308577. Más información en: www.pepepelayo.com

LITERATURA LLEVADA AL CINE

Muchos son los cuentos y las historias infanti-les que han sido adaptadas para cine o la te-levisión. Este año 2010, la novela creada por Lewis Carroll, “Alicia en el país de las mara-villas”, llegó al cine de la mano del director Tim Burton y con el actor Johnny Depp inter-pretando al ”Sombrerero loco” (en la foto). Por otro lado, se estrenó la película de ”Percy Jackson y el ladrón del rayo”, cinta basada en la serie de novelas escritas por el estadouni-dense Rick Riordan, que aún no llega a Chile pero que promete ser un éxito como lo ha sido en todos los países donde ya se encuentra. Los fanáticos de los vampiros también deben estar contentos: ”Crónicas vampíricas” de la norteamericana Lisa Jane Smith, fue adaptada como serie de televisión y se estrenó a fines del 2009 en Estados Unidos.

ActualidadCENTRO DE INVESTIGACIÓN EN LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

A partir de marzo empezó a funcionar un nuevo proyecto del Centro Lector de Lo Barnechea: el Centro de Investigación, un espacio abierto a la comunidad al que pueden acceder interesados y estudiosos de la literatura infantil y juvenil. Dentro de la colección del Centro, se encuentran las primeras ediciones de títulos de editoriales emblemáticas como Rapanui y Quimantú, y nu-merosos ejemplares de “El Peneca”, “El Cabri-to”, “Mampato” y otras revistas especializadas. También cuenta con tesis universitarias y una amplia colección de textos literarios y teóricos. Dentro de los servicios que ofrece el Cen-tro de Investigación se encuentran: consulta en sala, préstamo interbibliotecario, apoyo a la investigación, bibliografías de libros re-comendados, la implementación de talleres y seminarios de capacitación y el servicio de Diseminación Selectiva de Información (DSI). Para saber más se puede ingresar a: www.centrolector.cl

NUEVAS BIBLIOTECAS PÚBLICAS

A raíz del Programa Presidencial de Construción y Habilitación de Bibliotecas Públicas, la DIBAM inauguró el año 2009 modernas y atractivas bibliotecas en Til-Til, Cerrillos, Pinto, Lincan-tén (en la foto), Pemuco, Alto Bío-Bío, Quinta Normal y Marchigüe. Durante este año 2010 se implementarán nuevas bibliotecas en las comunas de Independencia, El Carmen, Tre-huaco, Lanco, Río Claro, Panquehue y Palmilla. Cada una cuenta con un área especial para ni-ños, área juvenil, auditórium o sala de reunio-nes, completas colecciones de libros, revistas, periódicos y material audiovisual y bibliorredes (computadores y acceso gratuito a internet).

XIX PREMIO EDEBÉ DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

El 15 de septiembre se cierran la convocatoria para esta nueva versión del Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil, que recibe novelas inéditas en dos modalidades: la infantil, para obras dirigidas a lectores de 7 a 12 años; y la juvenil, para obras dirigidas a mayores de 13. El hecho de participar en una modalidad excluye la posibilidad de hacerlo en la otra. Habrá un premio por cada categoría, que además de un monto en euros, incluye la edición de la obra premiada por parte de Edebé. Las bases del concurso se pueden encontrar en: www.edebe.com/premios

BIBLIOTECAS BAJO TIERRA

El proyecto Bibliometro es una iniciativa de la DIBAM, en alianza con el Metro de Santiago S.A. Partió en 1996 con tres módulos en las estaciones de Cal y Canto, Los Héroes y Toba-laba. Hoy cuenta con 100 mil inscritos, 50 mil socios activos y 15 locales. Los de las estacio-nes Franklin, La Cisterna (en la foto), Escuela Militar, Quinta Normal y Plaza Egaña, son los de apertura más reciente. Este año se planea seguir acercando las bibliotecas subterrá-neas a las personas, al abrir cinco más: Mai-pú, Los Dominicos, Ñuble, Macul y Lo Prado. Para ser socio se debe presentar el carné de identidad y un comprobante de domicilio, ade-más de pagar una inscripción de $3.000 pesos los adultos y $1.000 los estudiantes. Los libros se prestan por 15 días (un mes en verano) y se pueden devolver en cualquier módulo.

MARÍA TERESA ANDRUETTO GANA EL PREMIO IBEROAMERICANO SM DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL EN SU QUINTA EDICIÓN

En octubre del año 2009 se reunió el jurado del Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil para escoger al ganador de la quinta edición del concurso. El reconocimiento se le otorgó a la argentina María Teresa An-druetto, por la búsqueda de equilibrio entre el lenguaje narrativo y poético en su obra, la di-versidad de temas y géneros que aborda, los diferentes planos de lectura que propone y el tratamiento innovador de los géneros tradicio-nales. Las candidaturas presentadas este año llegaron desde 13 países distintos y el premio se entregó el 1 de diciembre de 2009 en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México).

DIPLOMADO EN ANIMACIÓN LECTORA DEL CENTRO LECTOR DE OSORNO

El Centro Lector de Osorno está impartiendo un diplomado en Animación Lectora, en conjun-to con la Universidad San Sebastián y Editorial Norma. El curso se dictó por primera vez el 2009 y ya cuenta con 34 egresados. Se está dando de nuevo el primer semestre de 2010 y el segundo semestre se realizará una nue-va versión. Destacados personajes del mundo literario han visitado las clases, como Cecilia Beuchat, Manuel Peña Muñoz, Verónica Uribe, Felipe Alliende, Carlos Genovesse, entre otros.

Había una Vez 04 | Actualidad Había una Vez 05 | Actualidad

Page 8: Había Una Vez n°2

ÁREA DE POESÍA DE LA COLECCIÓN LEE Y RECREA

Compiladora: Fernanda Arrau Ilustraciones: Virginia Donoso y Andrea Ugarte Colección Lee y RecreaSantiago, Chile, 2009

Estos tres libros de antología poética inauguraron el área de poesía de la colección Lee y Recrea, compuesta por textos de diferentes géneros literarios, dirigidos a niños y niñas que ya saben leer. “Poemas que caminan, vuelan y nadan” tiene como temática central los animales, “Giraversos” invita al lector a recorrer el universo y los cambios que ocurren en el sistema solar y la naturaleza, y “Ronda de letras” aborda el tema de los juegos, tanto tradicionales como actuales.

RECREA

Novedades...“APRENDE EL ABECEDARIO CON ADIVINANZAS”

RANDOM HOUSE MONDADORI

Autor: Olga Xirinachs y Ramón Besora Ilustraciones: Juan Manuel Moreno Sello Beascoa Barcelona, España, 2007 ISBN: 978-84-488-2561-4

Jugar es la mejor manera de aprender. Este libro propone enseñar el abecedario a través de entretenidas adivinanzas y coloridas ilus-traciones. Sus autores crearon un acertijo para cada letra del abecedario, complementado con adivinanzas visuales que permiten que los lectores identifiquen imágenes, letras y palabras. Impreso el 2007 pero recién llegado a Chile, éste es un libro para aprender, jugar y divertirse.

“ALICIA PARA NIÑOS”

Autor: Lewis Carroll Ilustraciones: John Tenniel Traducción y notas:Mauro Armiño Madrid, España, 2008 ISBN: 978-84-414-2102-8

EDAF

Lewis Carroll preparó este libro para los más pequeños cuando comprobó el enorme éxito que había cosechado “Alicia en el país de las maravillas”. Fue él quien seleccionó los veinte dibujos más apropiados de John Tenniel y pidió a la pintora Emily Gertrude Thomson que los coloreara. Esta versión de la historia recoge las peripecias esenciales que vive Alicia detrás del Conejo Blanco, el Gato de Cheshire o en la cor-te de la Reina de Corazones.

UNIVERSITARIA SCHOLASTIC

LIBERALIA

EKARÉ

“CUENTOS DE RUDYARD KIPLING”

Autor: Rudyard Kipling Ilustraciones: Andrés Jullian Colección Los Buenos Cuentos Santiago, Chile, 2009ISBN: 978-956-11-2086-0

“EL SOÑADOR”

Autor: Pam Muñoz Ryan Ilustraciones: Peter Sís Estados Unidos, 2010 ISBN: 978-0-545-17600-2

“EMOCIONES DE UNA LÍNEA”

“LA TORTILLA CORREDORA”

Versión: Laura Herrera Ilustraciones: Scarlet Narciso Santiago, Chile, 2010

Las historias que recopila este libro correspon-den a cinco de los mejores cuentos de anima-les de Rudyard Kipling. En ellos el autor mues-tra una vez más su estilo lleno de fantasía y humor, a través de entretenidos relatos prota-gonizados por un pequeño elefante, un leopar-do, un armadillo, un camello y un rinoceronte.

Nuevamente esta gran escritora nos en-trega una historia fascinante, esta vez so-bre nuestro Premio Nobel, Pablo Neruda.

Neftalí no es como los otros niños. Pasa los días soñando despierto, recolectando tesoros, leyendo y escribiendo, actividades que, según su padre, le hacen perder el tiempo. Sin em-bargo, a pesar de su timidez y la crueldad de su papá, el espíritu de Neftalí prevalece hasta llegar a convertirse en uno de los poetas más leídos en todo el mundo: Pablo Neruda.

Autor: Menena CottinEdiciones TecoloteMéxico, 2008ISBN: 978-970-9718-91-1

Una línea puede tener diferentes significados y emociones y eso es lo que intenta decir Mene-na Cottin con este libro, que conjuga el lengua-je visual con el táctil. Ilustrado y escrito para desarrollar la imaginación y el tacto, el texto también está escrito en Braille y las ilustracio-nes tienen relieve.

En su última página, el libro incluye el abece-dario y la numeración en sistema Braille.

Laura Herrera nos ofrece una nueva versión para el cuento tradicional de “La tortilla corre-dora”, con un final inesperado, distinto al que estamos acostumbrados a escuchar. Además, incluye ilustraciones y descripciones de árbo-les nativos y pájaros del sur de Chile que la tortilla ve en su carrera por no ser comida.

Había una Vez 06 | Novedades

Page 9: Había Una Vez n°2

ÁREA DE POESÍA DE LA COLECCIÓN LEE Y RECREA

Compiladora: Fernanda Arrau Ilustraciones: Virginia Donoso y Andrea Ugarte Colección Lee y RecreaSantiago, Chile, 2009

Estos tres libros de antología poética inauguraron el área de poesía de la colección Lee y Recrea, compuesta por textos de diferentes géneros literarios, dirigidos a niños y niñas que ya saben leer. “Poemas que caminan, vuelan y nadan” tiene como temática central los animales, “Giraversos” invita al lector a recorrer el universo y los cambios que ocurren en el sistema solar y la naturaleza, y “Ronda de letras” aborda el tema de los juegos, tanto tradicionales como actuales.

RECREA

Novedades...“APRENDE EL ABECEDARIO CON ADIVINANZAS”

RANDOM HOUSE MONDADORI

Autor: Olga Xirinachs y Ramón Besora Ilustraciones: Juan Manuel Moreno Sello Beascoa Barcelona, España, 2007 ISBN: 978-84-488-2561-4

Jugar es la mejor manera de aprender. Este libro propone enseñar el abecedario a través de entretenidas adivinanzas y coloridas ilus-traciones. Sus autores crearon un acertijo para cada letra del abecedario, complementado con adivinanzas visuales que permiten que los lectores identifiquen imágenes, letras y palabras. Impreso el 2007 pero recién llegado a Chile, éste es un libro para aprender, jugar y divertirse.

“ALICIA PARA NIÑOS”

Autor: Lewis Carroll Ilustraciones: John Tenniel Traducción y notas:Mauro Armiño Madrid, España, 2008 ISBN: 978-84-414-2102-8

EDAF

Lewis Carroll preparó este libro para los más pequeños cuando comprobó el enorme éxito que había cosechado “Alicia en el país de las maravillas”. Fue él quien seleccionó los veinte dibujos más apropiados de John Tenniel y pidió a la pintora Emily Gertrude Thomson que los coloreara. Esta versión de la historia recoge las peripecias esenciales que vive Alicia detrás del Conejo Blanco, el Gato de Cheshire o en la cor-te de la Reina de Corazones.

UNIVERSITARIA SCHOLASTIC

LIBERALIA

EKARÉ

“CUENTOS DE RUDYARD KIPLING”

Autor: Rudyard Kipling Ilustraciones: Andrés Jullian Colección Los Buenos Cuentos Santiago, Chile, 2009ISBN: 978-956-11-2086-0

“EL SOÑADOR”

Autor: Pam Muñoz Ryan Ilustraciones: Peter Sís Estados Unidos, 2010 ISBN: 978-0-545-17600-2

“EMOCIONES DE UNA LÍNEA”

“LA TORTILLA CORREDORA”

Versión: Laura Herrera Ilustraciones: Scarlet Narciso Santiago, Chile, 2010

Las historias que recopila este libro correspon-den a cinco de los mejores cuentos de anima-les de Rudyard Kipling. En ellos el autor mues-tra una vez más su estilo lleno de fantasía y humor, a través de entretenidos relatos prota-gonizados por un pequeño elefante, un leopar-do, un armadillo, un camello y un rinoceronte.

Nuevamente esta gran escritora nos en-trega una historia fascinante, esta vez so-bre nuestro Premio Nobel, Pablo Neruda.

Neftalí no es como los otros niños. Pasa los días soñando despierto, recolectando tesoros, leyendo y escribiendo, actividades que, según su padre, le hacen perder el tiempo. Sin em-bargo, a pesar de su timidez y la crueldad de su papá, el espíritu de Neftalí prevalece hasta llegar a convertirse en uno de los poetas más leídos en todo el mundo: Pablo Neruda.

Autor: Menena CottinEdiciones TecoloteMéxico, 2008ISBN: 978-970-9718-91-1

Una línea puede tener diferentes significados y emociones y eso es lo que intenta decir Mene-na Cottin con este libro, que conjuga el lengua-je visual con el táctil. Ilustrado y escrito para desarrollar la imaginación y el tacto, el texto también está escrito en Braille y las ilustracio-nes tienen relieve.

En su última página, el libro incluye el abece-dario y la numeración en sistema Braille.

Laura Herrera nos ofrece una nueva versión para el cuento tradicional de “La tortilla corre-dora”, con un final inesperado, distinto al que estamos acostumbrados a escuchar. Además, incluye ilustraciones y descripciones de árbo-les nativos y pájaros del sur de Chile que la tortilla ve en su carrera por no ser comida.

Había una Vez 06 | Novedades

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LOS DOS LIBROS

Vivimos un año en Puente Alto, junto a la Fábrica de Papeles y Cartones, donde mi padre dirigía los trabajos. La casa, rodeada de galerías, se abría al sol y a la lluvia, a los relámpagos y los truenos.

Un gran jardín descuidado era nuestro lugar preferido. Lo cruzaba una acequia torrentosa, donde lavábamos los delantales embarrados que a veces se nos soltaban de las manos y se iban corriente abajo. Esa casa, ese jardín, fue el primer libro que se abrió ante mis ojos: la naturaleza.

La primera pregunta: ¿qué hay dentro de las piedras? Las quebrábamos contra una roca y tuve mi primera colección: piedras partidas.

Tenía cinco años y curiosidad por todo. Mi padre nos regaló a los cua-tro hermanos que éramos entonces, los veinte tomos del “Tesoro de la juventud”. Las ilustraciones me fascinaron y quise saber qué contaban. Aprendí a leer de a poco, preguntado por las letras, haciendo que me leyeran. No recuerdo en qué momento, pero al entrar al colegio, a los siete años, sabía leer “de corrido” y en voz alta.

Desde entonces, no paré de leer. Tías y parientes me regalaron siempre libros, porque sabían de mi afán por la lectura: cuentos de hadas que venían de España, libros de H.C. Andersen, Selma Lagerlöf, Oscar Wil-de, Lewis Carroll, los hermanos Grimm, Charles Perrault. Más tarde, los poetas: Gabriela Mistral, con “Desolación”, “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez. Los libros enriquecieron mi lenguaje, me abrieron el mundo. Tuve la seguridad de que también podía escribir cuentos y pequeños versos. Mi padre me regaló 200 ejemplares de las primeras y sencillas poesías que escribí de adolescente. Igual hizo con mi primera novela para niños, “Juanilla, Juanillo y la Abuela”, que escribí espontáneamente, basada en el paisaje que conocía: el Cajón del Maipo. El valle se llenó de seres mágicos, la naturaleza se animaba, las piedras tenían ojos, la parva de paja, genios frágiles, la tetera, una viejecilla que murmuraba una canción. Escribo principalmente para niños gracias a estos dos libros: la naturaleza y el “Tesoro de la juventud”.

|Alicia Morel

“Tenía cinco años y curiosidad por todo. Mi padre nos regaló a los cuatro hermanos que éramos entonces, los veinte tomos del “Tesoro de la juventud”. Las ilustraciones me fascinaron y quise saber qué contaban”.

¿Por quésoy lector?

LIN

Kal

icia

mor

el@

gm

ail.

com

COLUMNA

En los antiguos cuentos de hadas, las protagonistas parecían extrema-damente delicadas, torpes y hasta estúpidas. ¿Por qué habría alguien de aceptar una manzana envenenada de una vieja horrenda o trabajaría para siete enanos a cambio de nada? ¿Cómo no se revelaría alguien que dedica el día a separar la ceniza de la lenteja y a fregar pisos? Claro, por-que si se es tan ingenua y tonta como para confundir a tu abuelita con un lobo, seguro terminarás engullida por la bestia.

A partir de este razonamiento, la escritora argentina Graciela Cabal sa-tiriza en su libro “Mujercitas ¿eran las de antes?”, sobre un modelo de protagonista femenino más bien inútil y en el que las historias terminan bien, porque Cenicienta, Blancanieves, Caperucita y la Bella Durmiente eran salvadas por hombres valientes o príncipes maravillosos; es decir, por hombres.

También están las historias más nostálgicas que son capaces de poner te-mas muy diferentes, como “La cabeza en la bolsa” de Marjorie Pourchet, en donde Adela adopta esta postura quizás por timidez, inseguridad o depresión. Puede que el ejemplo más bello de éstos sea la impresio-nante historia de “El árbol rojo”, del australiano Shaun Tan, en que se describe la odisea de una niña que debe sortear algunos de los más difíciles sentimientos de la vida, desde la mañana hasta antes de finalizar el día: “A veces, el día empieza vacío de esperanzas; y las cosas van de mal en peor”, comienza la historia, reservándonos un final sorprendente y emotivo.

Estas son las chicas que pueblan muchos de los cuentos de hoy: portado-ras de una nueva mirada, más igualitaria y más completa, más cercana y real, que no serán las mujercitas de antes, pero sin duda son las heroínas de hoy.

Heroínas son las de ahora

Gonzalo OyarzúnDirector Biblioteca de Santiago

Las protagonistas de los cuentos infantiles han cambiado. Ahora son vitales, intensas, divertidas, pillas e inteligentes, curiosas, fuertes, muy rara vez torpes y jamás estúpidas.

Las protagonistas de los cuentos infantiles han cambiado. Ahora son vi-tales, intensas, divertidas, pillas e inteligentes, curiosas, fuertes, muy rara vez torpes y jamás estúpidas. Son diversas, a veces son humanas y otras antropomorfas, a veces buenas y otras no tanto. Pareciera que no tienen problemas con mostrar a sus familias, muy normales o también muy extrañas; ellas nunca son salvadas por un príncipe o cosa que se le parezca, quizás porque nunca quieran ser salvadas.

Olivia, el éxito mundial de Ian Falconer, es un buen ejemplo de estas nuevas protagonistas, hiperactiva e hiperdulce que enamora a grandes y chicos, y muy buena para cansar a la gente. Ella es parte de una familia común y corriente; por eso, la posibilidad de identificación es inmediata. Otra, que no tiene una familia muy normal es Camila, la protagonista de “El globo”, de la argentina Isol. Su madre, un martes después de gritarle mucho, se convierte en un globo rojo, calladito. La misma Isol tiene otras historias de niñas sorprendentes y encantadoras: “Secreto de familia” y “Cosas que pasan”.

La diversidad se traduce en personajes e historias que hablan distinto. La cebra Camila, por ejemplo, ha perdido sus rayas y recurre a disímiles amigos para recuperarlas. Acudiendo a la estructura clásica de los cuen-tos de hadas, “La princesa de largos cabellos” sorprende con un final bastante alternativo. O la abuela de “Corre corre, calabaza”, que no es tan despistada como para dejarse devorar como la de Caperucita. LI

NK

ww

w.b

iblio

teca

desa

ntia

go.c

l

La Biblioteca de Santiago, inaugurada el 2005, ha sido un gran proyecto de infraestructura cultural, ejecutado a través de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), con el fin de brindar un moderno y eficiente servicio de biblioteca pública a la comunidad de la Re-gión Metropolitana. Además es un piloto para el desarrollo de otras bibliotecas regionales del país.

Ofrece a sus visitantes siete salas con estante-rías abiertas para consulta de libros, revistas y diarios. También dispone de equipamiento de punta para el acceso a internet, salas de compu-tación, acceso integral para discapacitados a to-dos sus servicios, salas de conferencias, auditó-rium multifuncional, sala de exposiciones y pro-gramas permanentes de fomento de la lectura y extensión.

Biblioteca de Santiago Dirección: Matucana 151, Santiago Teléfono: 800 220 600

Había una Vez 08 | Columna Había una Vez 09 | ¿Por qué soy lector?

Page 11: Había Una Vez n°2

LOS DOS LIBROS

Vivimos un año en Puente Alto, junto a la Fábrica de Papeles y Cartones, donde mi padre dirigía los trabajos. La casa, rodeada de galerías, se abría al sol y a la lluvia, a los relámpagos y los truenos.

Un gran jardín descuidado era nuestro lugar preferido. Lo cruzaba una acequia torrentosa, donde lavábamos los delantales embarrados que a veces se nos soltaban de las manos y se iban corriente abajo. Esa casa, ese jardín, fue el primer libro que se abrió ante mis ojos: la naturaleza.

La primera pregunta: ¿qué hay dentro de las piedras? Las quebrábamos contra una roca y tuve mi primera colección: piedras partidas.

Tenía cinco años y curiosidad por todo. Mi padre nos regaló a los cua-tro hermanos que éramos entonces, los veinte tomos del “Tesoro de la juventud”. Las ilustraciones me fascinaron y quise saber qué contaban. Aprendí a leer de a poco, preguntado por las letras, haciendo que me leyeran. No recuerdo en qué momento, pero al entrar al colegio, a los siete años, sabía leer “de corrido” y en voz alta.

Desde entonces, no paré de leer. Tías y parientes me regalaron siempre libros, porque sabían de mi afán por la lectura: cuentos de hadas que venían de España, libros de H.C. Andersen, Selma Lagerlöf, Oscar Wil-de, Lewis Carroll, los hermanos Grimm, Charles Perrault. Más tarde, los poetas: Gabriela Mistral, con “Desolación”, “Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez. Los libros enriquecieron mi lenguaje, me abrieron el mundo. Tuve la seguridad de que también podía escribir cuentos y pequeños versos. Mi padre me regaló 200 ejemplares de las primeras y sencillas poesías que escribí de adolescente. Igual hizo con mi primera novela para niños, “Juanilla, Juanillo y la Abuela”, que escribí espontáneamente, basada en el paisaje que conocía: el Cajón del Maipo. El valle se llenó de seres mágicos, la naturaleza se animaba, las piedras tenían ojos, la parva de paja, genios frágiles, la tetera, una viejecilla que murmuraba una canción. Escribo principalmente para niños gracias a estos dos libros: la naturaleza y el “Tesoro de la juventud”.

|Alicia Morel

“Tenía cinco años y curiosidad por todo. Mi padre nos regaló a los cuatro hermanos que éramos entonces, los veinte tomos del “Tesoro de la juventud”. Las ilustraciones me fascinaron y quise saber qué contaban”.

¿Por quésoy lector?

LIN

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COLUMNA

En los antiguos cuentos de hadas, las protagonistas parecían extrema-damente delicadas, torpes y hasta estúpidas. ¿Por qué habría alguien de aceptar una manzana envenenada de una vieja horrenda o trabajaría para siete enanos a cambio de nada? ¿Cómo no se revelaría alguien que dedica el día a separar la ceniza de la lenteja y a fregar pisos? Claro, por-que si se es tan ingenua y tonta como para confundir a tu abuelita con un lobo, seguro terminarás engullida por la bestia.

A partir de este razonamiento, la escritora argentina Graciela Cabal sa-tiriza en su libro “Mujercitas ¿eran las de antes?”, sobre un modelo de protagonista femenino más bien inútil y en el que las historias terminan bien, porque Cenicienta, Blancanieves, Caperucita y la Bella Durmiente eran salvadas por hombres valientes o príncipes maravillosos; es decir, por hombres.

También están las historias más nostálgicas que son capaces de poner te-mas muy diferentes, como “La cabeza en la bolsa” de Marjorie Pourchet, en donde Adela adopta esta postura quizás por timidez, inseguridad o depresión. Puede que el ejemplo más bello de éstos sea la impresio-nante historia de “El árbol rojo”, del australiano Shaun Tan, en que se describe la odisea de una niña que debe sortear algunos de los más difíciles sentimientos de la vida, desde la mañana hasta antes de finalizar el día: “A veces, el día empieza vacío de esperanzas; y las cosas van de mal en peor”, comienza la historia, reservándonos un final sorprendente y emotivo.

Estas son las chicas que pueblan muchos de los cuentos de hoy: portado-ras de una nueva mirada, más igualitaria y más completa, más cercana y real, que no serán las mujercitas de antes, pero sin duda son las heroínas de hoy.

Heroínas son las de ahora

Gonzalo OyarzúnDirector Biblioteca de Santiago

Las protagonistas de los cuentos infantiles han cambiado. Ahora son vitales, intensas, divertidas, pillas e inteligentes, curiosas, fuertes, muy rara vez torpes y jamás estúpidas.

Las protagonistas de los cuentos infantiles han cambiado. Ahora son vi-tales, intensas, divertidas, pillas e inteligentes, curiosas, fuertes, muy rara vez torpes y jamás estúpidas. Son diversas, a veces son humanas y otras antropomorfas, a veces buenas y otras no tanto. Pareciera que no tienen problemas con mostrar a sus familias, muy normales o también muy extrañas; ellas nunca son salvadas por un príncipe o cosa que se le parezca, quizás porque nunca quieran ser salvadas.

Olivia, el éxito mundial de Ian Falconer, es un buen ejemplo de estas nuevas protagonistas, hiperactiva e hiperdulce que enamora a grandes y chicos, y muy buena para cansar a la gente. Ella es parte de una familia común y corriente; por eso, la posibilidad de identificación es inmediata. Otra, que no tiene una familia muy normal es Camila, la protagonista de “El globo”, de la argentina Isol. Su madre, un martes después de gritarle mucho, se convierte en un globo rojo, calladito. La misma Isol tiene otras historias de niñas sorprendentes y encantadoras: “Secreto de familia” y “Cosas que pasan”.

La diversidad se traduce en personajes e historias que hablan distinto. La cebra Camila, por ejemplo, ha perdido sus rayas y recurre a disímiles amigos para recuperarlas. Acudiendo a la estructura clásica de los cuen-tos de hadas, “La princesa de largos cabellos” sorprende con un final bastante alternativo. O la abuela de “Corre corre, calabaza”, que no es tan despistada como para dejarse devorar como la de Caperucita. LI

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La Biblioteca de Santiago, inaugurada el 2005, ha sido un gran proyecto de infraestructura cultural, ejecutado a través de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), con el fin de brindar un moderno y eficiente servicio de biblioteca pública a la comunidad de la Re-gión Metropolitana. Además es un piloto para el desarrollo de otras bibliotecas regionales del país.

Ofrece a sus visitantes siete salas con estante-rías abiertas para consulta de libros, revistas y diarios. También dispone de equipamiento de punta para el acceso a internet, salas de compu-tación, acceso integral para discapacitados a to-dos sus servicios, salas de conferencias, auditó-rium multifuncional, sala de exposiciones y pro-gramas permanentes de fomento de la lectura y extensión.

Biblioteca de Santiago Dirección: Matucana 151, Santiago Teléfono: 800 220 600

Había una Vez 08 | Columna Había una Vez 09 | ¿Por qué soy lector?

Page 12: Había Una Vez n°2

CONGRESO

Un Congreso de LIJ “fundamental”

Uno de los aspectos en los que sin duda puede mejorar la literatura infantil y juvenil iberoamericana (incluyendo en ese término a Portugal y España) es en el mutuo conocimiento entre todos aquellos que a ella se dedican: autores, ilustradores, expertos, editores... Y es que puede ser cierto que algunos de nuestros expertos en LIJ sean conocidos por otros de Iberoamérica, pero eso no es la tónica general: excelentes autores e ilustradores no logran traspasar las barreras de su propio país, y grandes iniciativas en favor de la lectura quedan limitadas a un estrecho ámbito, cuando merecerían ser conocidas e imitadas.

Este conocimiento mutuo era uno de los objetivos que desde el principio se propuso el CILELIJ que, con la organización de la Fundación SM y la DIBAM, se celebró en Santiago entre el 24 y el 26 de febrero de este año. Originalmente, el Congreso duraría hasta el 28 de febrero, pero se suspendieron los últimos dos días de actividades a causa del terremoto que sacudió al territorio chileno en la madrugada del sábado 27. Afortunadamente, ni los asistentes ni los ponentes sufrieron daños personales.

Los contenidos del Congreso

Además de este efecto “colateral” del conocimiento mutuo, el Congreso quiso convertirse en un momento de investigación, información, reflexión y evaluación de algunos aspectos fundacionales de la LIJ iberoamericana. Estructurado alrededor del pasado, el presente y el futuro de nuestra LIJ, el encuentro sirvió para presentar los resultados de trabajos realizados en los meses precedentes.

Para hablar del presente acudieron expertos, autores e ilustradores, y también representantes de actividades en favor de la LIJ y la lectura que, con éxito, se están llevando a cabo en distintos puntos de América.

Especular sobre el futuro de la LIJ (tema al que se dedicaría el tercer día) se dejaría en manos de los agentes de los que verdaderamente ese futuro depende: maestros, autores, editores, críticos, bibliotecarios, se-leccionadores y recomendadores de libros. Las actividades del tercer día debieron suspenderse por los hechos comentados anteriormente.

Fueron días intensos, donde no faltaron los momentos de convivencia y expansión. Fue un privilegio poder convivir con Ana María Machado, Ly-gia Bojunga, Daniel Goldin, Teresa Colomer, Gemma Lluch, Beatriz Helena Robledo, Francisco Hinojosa, Jordi Sierra i Fabra, Silvia Castrillón, Carlos Silveyra, y unas 70 figuras de la LIJ iberoamericana, incluyendo los chile-

nos Antonio Skármeta, Manuel Peña Muñoz, Alicia Morel, Jaime Quezada, Mauricio Paredes, y otros.

Esta iniciativa se verá prolongada con la publicación de las Actas del Congreso, documento imprescindible para conocer el pasado, el presente y el futuro de la LIJ iberoamericana.

Dos obras de gran calado

Fueron realizadas para el CILELIJ, y en él se presentaron, dos obras que quedarán como hitos de la LIJ iberoamericana: “Historia de la literatura infantil en América Latina”, del chileno Manuel Peña Muñoz; y un “Gran diccionario de autores latinoamericanos de literatura infantil y juvenil”, cuyo coordinador es Jaime García Padrino.

LINKwww.cilelij.cl

Gran diccionario de autores latinoamericanos de literatura infantil y juvenil Autor: Varios autoresEdiciones SM, 2010

Historia de la literatura infantil en América LatinaAutor: Manuel Peña MuñozEdiciones SM, 2010

LANZAMIENTO LIBRO

“Presidentes de ChileI Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ)

¿Cómo se llamaba?”“Los Presidentes de Chile” es el primer libro del área editorial de la Fundación Había una Vez. Los principales involucrados en esta original iniciativa exponen su visión, motivaciones y la trascendencia que le asignan a este nuevo proyecto editorial.

Había una Vez 11 | Congreso

“Este libro pretende establecer una mirada atípica sobre el género de libros de historia de Chile, presentando a niños y adultos, de una ma-nera lúdica y sencilla, los rasgos más significativos de nuestra historia republicana. Apelando a la memoria visual de nuestros lectores, transfor-maremos a los presidentes de Chile en íconos gráficos que describan las formas de gobierno que emprendió cada uno, sus rasgos más caracterís-ticos o bien, detalles de su personalidad”.

Paola IrazábalDiseñadora Gráfica

Autora, ilustradora y diseñadora del libro

“Decidí desafiar el mal recuerdo que tenía de las clases de historia del colegio y desde mi expertise guiar a un excelente grupo de alumnos ha-cia un terreno muy temido por la mayoría: la historia de Chile. El desafío era acercar la historia del país a un niño a través del libro. Este libro logra no sólo cautivar a los más pequeños sino que a todos quienes lo vean, provocando un ayudamemoria entretenidísimo de los presidentes de la República”.

Jennifer KingComunicadora Visual

Profesora FAAD / UDP Directora de Proyectos, Ocho Libros Editores

“Este libro nos lleva desde lo anecdótico y personal a lo sustancial y so-cial, mostrando a los presidentes como reflejo de las sociedades en que vivieron. Siendo un tema que de una forma u otra los niños tratan, se puede encaminar a esta orientación con pequeños textos explicativos al final. Creo que es esencial hacer menos solemne a la historia y humani-zarla con datos que pueden parecer irrelevantes pero que dan claves de aproximación a otros mundos”.

Claudio RolleHistoriador Pontificia Universidad Católica de Chile

Colaborador del proyecto editorial

“Con esta obra y en el marco del Bicentenario, Fundación Había una Vez contribuye a la formación cívica, ciudadana y cultural de la sociedad chilena, validando el libro como medio apto, suficiente y deseable para la transmisión del conocimiento y la formación, tanto conceptual, como estética de los futuros ciudadanos de nuestro país”.

María Paz GarafulicDirectora Fundación Había una Vez

Había una Vez 10| Lanzamiento libro

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CONGRESO

Un Congreso de LIJ “fundamental”

Uno de los aspectos en los que sin duda puede mejorar la literatura infantil y juvenil iberoamericana (incluyendo en ese término a Portugal y España) es en el mutuo conocimiento entre todos aquellos que a ella se dedican: autores, ilustradores, expertos, editores... Y es que puede ser cierto que algunos de nuestros expertos en LIJ sean conocidos por otros de Iberoamérica, pero eso no es la tónica general: excelentes autores e ilustradores no logran traspasar las barreras de su propio país, y grandes iniciativas en favor de la lectura quedan limitadas a un estrecho ámbito, cuando merecerían ser conocidas e imitadas.

Este conocimiento mutuo era uno de los objetivos que desde el principio se propuso el CILELIJ que, con la organización de la Fundación SM y la DIBAM, se celebró en Santiago entre el 24 y el 26 de febrero de este año. Originalmente, el Congreso duraría hasta el 28 de febrero, pero se suspendieron los últimos dos días de actividades a causa del terremoto que sacudió al territorio chileno en la madrugada del sábado 27. Afortunadamente, ni los asistentes ni los ponentes sufrieron daños personales.

Los contenidos del Congreso

Además de este efecto “colateral” del conocimiento mutuo, el Congreso quiso convertirse en un momento de investigación, información, reflexión y evaluación de algunos aspectos fundacionales de la LIJ iberoamericana. Estructurado alrededor del pasado, el presente y el futuro de nuestra LIJ, el encuentro sirvió para presentar los resultados de trabajos realizados en los meses precedentes.

Para hablar del presente acudieron expertos, autores e ilustradores, y también representantes de actividades en favor de la LIJ y la lectura que, con éxito, se están llevando a cabo en distintos puntos de América.

Especular sobre el futuro de la LIJ (tema al que se dedicaría el tercer día) se dejaría en manos de los agentes de los que verdaderamente ese futuro depende: maestros, autores, editores, críticos, bibliotecarios, se-leccionadores y recomendadores de libros. Las actividades del tercer día debieron suspenderse por los hechos comentados anteriormente.

Fueron días intensos, donde no faltaron los momentos de convivencia y expansión. Fue un privilegio poder convivir con Ana María Machado, Ly-gia Bojunga, Daniel Goldin, Teresa Colomer, Gemma Lluch, Beatriz Helena Robledo, Francisco Hinojosa, Jordi Sierra i Fabra, Silvia Castrillón, Carlos Silveyra, y unas 70 figuras de la LIJ iberoamericana, incluyendo los chile-

nos Antonio Skármeta, Manuel Peña Muñoz, Alicia Morel, Jaime Quezada, Mauricio Paredes, y otros.

Esta iniciativa se verá prolongada con la publicación de las Actas del Congreso, documento imprescindible para conocer el pasado, el presente y el futuro de la LIJ iberoamericana.

Dos obras de gran calado

Fueron realizadas para el CILELIJ, y en él se presentaron, dos obras que quedarán como hitos de la LIJ iberoamericana: “Historia de la literatura infantil en América Latina”, del chileno Manuel Peña Muñoz; y un “Gran diccionario de autores latinoamericanos de literatura infantil y juvenil”, cuyo coordinador es Jaime García Padrino.

LINKwww.cilelij.cl

Gran diccionario de autores latinoamericanos de literatura infantil y juvenil Autor: Varios autoresEdiciones SM, 2010

Historia de la literatura infantil en América LatinaAutor: Manuel Peña MuñozEdiciones SM, 2010

LANZAMIENTO LIBRO

“Presidentes de ChileI Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (CILELIJ)

¿Cómo se llamaba?”“Los Presidentes de Chile” es el primer libro del área editorial de la Fundación Había una Vez. Los principales involucrados en esta original iniciativa exponen su visión, motivaciones y la trascendencia que le asignan a este nuevo proyecto editorial.

Había una Vez 11 | Congreso

“Este libro pretende establecer una mirada atípica sobre el género de libros de historia de Chile, presentando a niños y adultos, de una ma-nera lúdica y sencilla, los rasgos más significativos de nuestra historia republicana. Apelando a la memoria visual de nuestros lectores, transfor-maremos a los presidentes de Chile en íconos gráficos que describan las formas de gobierno que emprendió cada uno, sus rasgos más caracterís-ticos o bien, detalles de su personalidad”.

Paola IrazábalDiseñadora Gráfica

Autora, ilustradora y diseñadora del libro

“Decidí desafiar el mal recuerdo que tenía de las clases de historia del colegio y desde mi expertise guiar a un excelente grupo de alumnos ha-cia un terreno muy temido por la mayoría: la historia de Chile. El desafío era acercar la historia del país a un niño a través del libro. Este libro logra no sólo cautivar a los más pequeños sino que a todos quienes lo vean, provocando un ayudamemoria entretenidísimo de los presidentes de la República”.

Jennifer KingComunicadora Visual

Profesora FAAD / UDP Directora de Proyectos, Ocho Libros Editores

“Este libro nos lleva desde lo anecdótico y personal a lo sustancial y so-cial, mostrando a los presidentes como reflejo de las sociedades en que vivieron. Siendo un tema que de una forma u otra los niños tratan, se puede encaminar a esta orientación con pequeños textos explicativos al final. Creo que es esencial hacer menos solemne a la historia y humani-zarla con datos que pueden parecer irrelevantes pero que dan claves de aproximación a otros mundos”.

Claudio RolleHistoriador Pontificia Universidad Católica de Chile

Colaborador del proyecto editorial

“Con esta obra y en el marco del Bicentenario, Fundación Había una Vez contribuye a la formación cívica, ciudadana y cultural de la sociedad chilena, validando el libro como medio apto, suficiente y deseable para la transmisión del conocimiento y la formación, tanto conceptual, como estética de los futuros ciudadanos de nuestro país”.

María Paz GarafulicDirectora Fundación Había una Vez

Había una Vez 10| Lanzamiento libro

Page 14: Había Una Vez n°2

Recientemente se han venido propiciando en diversos espacios académi-cos discusiones en torno al libro álbum, un particular “género” caracteri-zado por la variedad de sus formas y los tipos de discursos que conecta.

En términos generales, el libro álbum se refiere a un tipo particular de libro editado para niños (aunque altamente consumido por adultos) don-de se interrelacionan el código visual y el código alfabético de tal forma que no es posible obtener significados sin conectar ambos lenguajes. Es decir, que los textos solos no pueden ser entendidos sin el aporte de la imagen y viceversa.

Hasta hace pocos años, se podría decir que el “contrapunteo” entre textos e imágenes determinaba la definición más clásica de estos libros. Sin em-bargo, hoy en día se habla más bien de un tipo de discurso multimodal, pues en el libro álbum no sólo se conjugan textos e ilustraciones para producir significado, sino que también el lector debe atender otros aspec-tos gráficos como el diseño, el formato, las intervenciones físicas sobre el libro y la tipografía, entre otros, para orquestar significantes y obtener diferentes niveles de significación.

Desde este punto de vista, la definición del libro álbum ha resultado di-námica en la medida que intenta adaptarse a la evolución misma de esta categoría de libros, cuyo nombre ha sido objeto de discusiones. En inglés, aún existe titubeo entre identificarlos como picture books o picturebooks. En español también se utilizan diferentes denominaciones: libro ilustra-do, libro de imágenes, libro álbum, álbum, libro-álbum. Aunque algunas personas puedan pensar que esta diferencia se trata de una sutileza, realmente es un aspecto vital. En la medida que el libro álbum se define como un conjunto cohesionado de significantes que forman una unidad –que es justamente lo que marca la diferencia con otros productos simi-lares como el libro ilustrado– debería semánticamente registrarse como un concepto unitario (picturebook) y no como un concepto fragmentado (picture book).

En español definitivamente se ha impuesto la forma “libro álbum” sobre otras denominaciones. Sin embargo, aún debería saldarse esta discusión en diferentes contextos, ya que representa un asunto esencial para el abordaje teórico de esta categoría de libros.

Hasta hace poco existía una mirada desprevenida y hasta cierto punto peyorativa de los libros álbum. Muchos especialistas no veían en estos materiales “libros de verdad”, de esos que tienen abundantes textos y complejas arquitecturas.

El protagonismo del libro álbum es bastante reciente, a pesar de que ha sido uno de los materiales más impresos en los últimos 30 años en el mercado infantil. Nombres de autores como Anthony Browne, Tomi Ungerer, Maurice Sendak, Roberto Innocenti, Ivar Da Coll, Chris van Alls-burgh, Tony Ross, David Mackee, por mencionar algunos, se encuentran

entre los más clásicos. El reconocimiento de la importancia de los libros álbum estuvo marcado en los primeros años por una atención especial que ellos favorecieron de la alfabetización visual. Pero era obvio que las imágenes demandaban otro tipo de interpretación más allá del simple valor ornamental o descriptivo.

A medida que se iba imponiendo una cultura visual entre los niños y que aumentaba su relación con las nuevas tecnologías y su enfrentamiento a otros códigos como el cine, el video y la televisión, fue cambiando también el perfil de los lectores y de los libros álbum. Tanto es así, que hoy en día nos en-frentamos a nuevos paradigmas de lectura que sólo pueden registrarse en las particularidades y formas complejas que presentan los libros álbum.

Con insistencia se habla cada vez más de literariedad visual (visual literacy) como una competencia necesaria e indispen-sable. Parte de los rasgos que definen esta literariedad vi-sual tiene que ver con las amplias posibilidades que ofrecen las imágenes para desarrollar estrategias inteligentes como la interpretación, la inferencia y la formulación de hipótesis. La tensión que genera el seguir leyendo o detenerse en una imagen crea un nuevo ritmo de lectura, mucho más exigente y participativo.

Quizás por la naturalidad con la que los libros álbum se han adaptado a la vida cotidiana del lector, sin los aspavientos de las nuevas tecnologías, se ha descuidado el impacto que han marcado en los paradigmas de lectura. Libros complejos y ricos en significados, libros que pueden ser sometidos a di-ferentes ejercicios de relectura, que exigen la participación del lector, que imponen un nuevo ritmo y conectan profunda-mente la pluralidad de los discursos culturales. Libros, en fin, que demandan una mirada más aguda y responsable de los lectores, los mediadores y los editores.

Libro álbum: explorando un concepto

Fanuel Díaz

LINK

http://portal.edu.ar/noticias/entrevista/fanuel-hanan-diaz-album.php

¿Qué leemos?

“Cuando se trata de incentivar la lectura en los niños uno vive en el límite de la duda, entre estar sembrando la semilla del buen lector o estar arruinando uno potencial. La frontera es bo-rrosa y la receptividad de cada niño hace que lo que para uno fue un estímulo, para el otro sea un motivo para arrancar de los libros. Por eso, tengo sensacio-nes encontradas, como casi todo lo que se relaciona con educar.

Reconozco que con Amelia y Manuel, los dos mayores, fui metódico. Era una tarea de cada noche que trajo resultados di-símiles. Con Clara y Elena, las más chicas, esa pega no la he hecho ya que se me han junta-do varios factores: vejez, falta de energía y trabajo nocturno. Capaz que de ahí también me salga una lectora y otra “ni ahí”, pero de lo que estoy seguro es que no tengo más remedio que intentarlo: comprarles libros a su elección (sin sacar cuentas de adulto) y, en el caso del más chúcaro, probar engancharlo con revistas como Condorito o Barrabases, caras, antiguas, de colección y que me han hecho hurgar en locales fascinantes de San Diego”.

|Matías del Río Periodista

El destacado periodista de radio y televisión Matías del Río, nos cuenta sobre la compleja misión de incentivar la lectura en sus cuatro hijos y las diferentes tácticas que utiliza para acercarlos a los libros.

COLUMNA Licenciado en Letras

Crítico e investigador literario

Había una Vez 12 | ¿Qué leemos?Había una Vez 13 | Columna

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Recientemente se han venido propiciando en diversos espacios académi-cos discusiones en torno al libro álbum, un particular “género” caracteri-zado por la variedad de sus formas y los tipos de discursos que conecta.

En términos generales, el libro álbum se refiere a un tipo particular de libro editado para niños (aunque altamente consumido por adultos) don-de se interrelacionan el código visual y el código alfabético de tal forma que no es posible obtener significados sin conectar ambos lenguajes. Es decir, que los textos solos no pueden ser entendidos sin el aporte de la imagen y viceversa.

Hasta hace pocos años, se podría decir que el “contrapunteo” entre textos e imágenes determinaba la definición más clásica de estos libros. Sin em-bargo, hoy en día se habla más bien de un tipo de discurso multimodal, pues en el libro álbum no sólo se conjugan textos e ilustraciones para producir significado, sino que también el lector debe atender otros aspec-tos gráficos como el diseño, el formato, las intervenciones físicas sobre el libro y la tipografía, entre otros, para orquestar significantes y obtener diferentes niveles de significación.

Desde este punto de vista, la definición del libro álbum ha resultado di-námica en la medida que intenta adaptarse a la evolución misma de esta categoría de libros, cuyo nombre ha sido objeto de discusiones. En inglés, aún existe titubeo entre identificarlos como picture books o picturebooks. En español también se utilizan diferentes denominaciones: libro ilustra-do, libro de imágenes, libro álbum, álbum, libro-álbum. Aunque algunas personas puedan pensar que esta diferencia se trata de una sutileza, realmente es un aspecto vital. En la medida que el libro álbum se define como un conjunto cohesionado de significantes que forman una unidad –que es justamente lo que marca la diferencia con otros productos simi-lares como el libro ilustrado– debería semánticamente registrarse como un concepto unitario (picturebook) y no como un concepto fragmentado (picture book).

En español definitivamente se ha impuesto la forma “libro álbum” sobre otras denominaciones. Sin embargo, aún debería saldarse esta discusión en diferentes contextos, ya que representa un asunto esencial para el abordaje teórico de esta categoría de libros.

Hasta hace poco existía una mirada desprevenida y hasta cierto punto peyorativa de los libros álbum. Muchos especialistas no veían en estos materiales “libros de verdad”, de esos que tienen abundantes textos y complejas arquitecturas.

El protagonismo del libro álbum es bastante reciente, a pesar de que ha sido uno de los materiales más impresos en los últimos 30 años en el mercado infantil. Nombres de autores como Anthony Browne, Tomi Ungerer, Maurice Sendak, Roberto Innocenti, Ivar Da Coll, Chris van Alls-burgh, Tony Ross, David Mackee, por mencionar algunos, se encuentran

entre los más clásicos. El reconocimiento de la importancia de los libros álbum estuvo marcado en los primeros años por una atención especial que ellos favorecieron de la alfabetización visual. Pero era obvio que las imágenes demandaban otro tipo de interpretación más allá del simple valor ornamental o descriptivo.

A medida que se iba imponiendo una cultura visual entre los niños y que aumentaba su relación con las nuevas tecnologías y su enfrentamiento a otros códigos como el cine, el video y la televisión, fue cambiando también el perfil de los lectores y de los libros álbum. Tanto es así, que hoy en día nos en-frentamos a nuevos paradigmas de lectura que sólo pueden registrarse en las particularidades y formas complejas que presentan los libros álbum.

Con insistencia se habla cada vez más de literariedad visual (visual literacy) como una competencia necesaria e indispen-sable. Parte de los rasgos que definen esta literariedad vi-sual tiene que ver con las amplias posibilidades que ofrecen las imágenes para desarrollar estrategias inteligentes como la interpretación, la inferencia y la formulación de hipótesis. La tensión que genera el seguir leyendo o detenerse en una imagen crea un nuevo ritmo de lectura, mucho más exigente y participativo.

Quizás por la naturalidad con la que los libros álbum se han adaptado a la vida cotidiana del lector, sin los aspavientos de las nuevas tecnologías, se ha descuidado el impacto que han marcado en los paradigmas de lectura. Libros complejos y ricos en significados, libros que pueden ser sometidos a di-ferentes ejercicios de relectura, que exigen la participación del lector, que imponen un nuevo ritmo y conectan profunda-mente la pluralidad de los discursos culturales. Libros, en fin, que demandan una mirada más aguda y responsable de los lectores, los mediadores y los editores.

Libro álbum: explorando un concepto

Fanuel Díaz

LINK

http://portal.edu.ar/noticias/entrevista/fanuel-hanan-diaz-album.php

¿Qué leemos?

“Cuando se trata de incentivar la lectura en los niños uno vive en el límite de la duda, entre estar sembrando la semilla del buen lector o estar arruinando uno potencial. La frontera es bo-rrosa y la receptividad de cada niño hace que lo que para uno fue un estímulo, para el otro sea un motivo para arrancar de los libros. Por eso, tengo sensacio-nes encontradas, como casi todo lo que se relaciona con educar.

Reconozco que con Amelia y Manuel, los dos mayores, fui metódico. Era una tarea de cada noche que trajo resultados di-símiles. Con Clara y Elena, las más chicas, esa pega no la he hecho ya que se me han junta-do varios factores: vejez, falta de energía y trabajo nocturno. Capaz que de ahí también me salga una lectora y otra “ni ahí”, pero de lo que estoy seguro es que no tengo más remedio que intentarlo: comprarles libros a su elección (sin sacar cuentas de adulto) y, en el caso del más chúcaro, probar engancharlo con revistas como Condorito o Barrabases, caras, antiguas, de colección y que me han hecho hurgar en locales fascinantes de San Diego”.

|Matías del Río Periodista

El destacado periodista de radio y televisión Matías del Río, nos cuenta sobre la compleja misión de incentivar la lectura en sus cuatro hijos y las diferentes tácticas que utiliza para acercarlos a los libros.

COLUMNA Licenciado en Letras

Crítico e investigador literario

Había una Vez 12 | ¿Qué leemos?Había una Vez 13 | Columna

Page 16: Había Una Vez n°2

Una aproximación al libro ilustrado para niños|Para verte mejor

¿Cuál es la magia que ejerce el libro ilustrado sobre los niños, sus lectores tradicionales, pero también sobre los adultos?

Artículo|Verónica Uribe |Editora Ediciones Ekaré

Cuando un texto breve y contundente es combinado creativamente con imágenes significativas, suele alcanzar un impacto emocional y estético muy especial en sus lectores. Desde que comencé a trabajar como edi-tora en este campo, me ha asombrado la forma en que todos los que se acercan a este tipo especial de libros, quedan fascinados al descubrir sus múltiples lecturas. Intentaré resumir en este artículo algunas de las reflexiones que he hecho sobre el libro ilustrado para niños, en general, y sobre el llamado libro álbum, en particular.

Muchos señalan la mitad del siglo pasado como el momento en que el libro ilustrado para niños se desarrolla en toda su potencialidad y surge el libro álbum. Sin embargo, el libro ilustrado para niños existe de forma muy parecida a la actual desde hace unos 150 años, desde mediados del siglo XIX.

Por esos años, un editor inglés, Edmund Evans, decidió cambiar el aspec-to de los libros infantiles y contrató a grandes artistas para que ilustraran los libros que imprimía una vez al año, en la época de Navidad. Walter

Crane, Kate Greenaway y Randolph Caldecott, son los nombres que se mencionan como sus colaboradores más talentosos. Y aunque Walter Crane fue un gran artista, y Kate Greenaway tiene unas ilustraciones en-cantadoras, fue Caldecott quien hizo un trabajo creativo más complejo al contar historias tanto con las palabras, como con las imágenes.

En muchas ocasiones, Caldecott recurrió a la tradición oral para su ins-piración, y “The milkmaid” (1878) es un ejemplo de ello. Se trata de una canción transformada en libro ilustrado y la experiencia de cantarla es muy distinta a verla transformada en libro. El goce de escuchar las palabras se hace más complejo cuando el ilustrador comienza a “crear” su propia historia, o historias subalternas, por medio de las imágenes. Randolph Caldecott confirió un protagonismo a la imagen que no era habitual en los libros para niños, por lo que muchos lo señalan como el padre del libro ilustrado.

Pero avancemos en el tiempo. Lo que es novedoso en este asunto es la reflexión que se ha hecho recientemente acerca del libro ilustrado y, en

Nana ViejaAutor: Margaret WildIlustraciones de Ron Brooks Editorial Ekaré

Willy, el soñadorAutor: Anthony BrowneEditorial FCE

El pato y la muerte Autor: Wolf Erlbruch Editora Bárbara Fiore

ARTÍCULO

Había una Vez 15 | Artículo

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Una aproximación al libro ilustrado para niños|Para verte mejor

¿Cuál es la magia que ejerce el libro ilustrado sobre los niños, sus lectores tradicionales, pero también sobre los adultos?

Artículo|Verónica Uribe |Editora Ediciones Ekaré

Cuando un texto breve y contundente es combinado creativamente con imágenes significativas, suele alcanzar un impacto emocional y estético muy especial en sus lectores. Desde que comencé a trabajar como edi-tora en este campo, me ha asombrado la forma en que todos los que se acercan a este tipo especial de libros, quedan fascinados al descubrir sus múltiples lecturas. Intentaré resumir en este artículo algunas de las reflexiones que he hecho sobre el libro ilustrado para niños, en general, y sobre el llamado libro álbum, en particular.

Muchos señalan la mitad del siglo pasado como el momento en que el libro ilustrado para niños se desarrolla en toda su potencialidad y surge el libro álbum. Sin embargo, el libro ilustrado para niños existe de forma muy parecida a la actual desde hace unos 150 años, desde mediados del siglo XIX.

Por esos años, un editor inglés, Edmund Evans, decidió cambiar el aspec-to de los libros infantiles y contrató a grandes artistas para que ilustraran los libros que imprimía una vez al año, en la época de Navidad. Walter

Crane, Kate Greenaway y Randolph Caldecott, son los nombres que se mencionan como sus colaboradores más talentosos. Y aunque Walter Crane fue un gran artista, y Kate Greenaway tiene unas ilustraciones en-cantadoras, fue Caldecott quien hizo un trabajo creativo más complejo al contar historias tanto con las palabras, como con las imágenes.

En muchas ocasiones, Caldecott recurrió a la tradición oral para su ins-piración, y “The milkmaid” (1878) es un ejemplo de ello. Se trata de una canción transformada en libro ilustrado y la experiencia de cantarla es muy distinta a verla transformada en libro. El goce de escuchar las palabras se hace más complejo cuando el ilustrador comienza a “crear” su propia historia, o historias subalternas, por medio de las imágenes. Randolph Caldecott confirió un protagonismo a la imagen que no era habitual en los libros para niños, por lo que muchos lo señalan como el padre del libro ilustrado.

Pero avancemos en el tiempo. Lo que es novedoso en este asunto es la reflexión que se ha hecho recientemente acerca del libro ilustrado y, en

Nana ViejaAutor: Margaret WildIlustraciones de Ron Brooks Editorial Ekaré

Willy, el soñadorAutor: Anthony BrowneEditorial FCE

El pato y la muerte Autor: Wolf Erlbruch Editora Bárbara Fiore

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particular, del libro álbum, término que probablemente ustedes ya han oído mencionar. Aunque no sea una nueva tendencia, el libro álbum ha sido recientemente “descubierto” por los académicos y hay una biblio-grafía cada vez más abundante sobre el tema.

¿Por qué ponemos imágenes al lado de un texto?

Tradicionalmente se le atribuyen dos funciones a las ilustraciones:

•Hacenallibromásatractivo,cumplenuna función decorativa. •Clarificanloqueeltextodice,cumplenuna función didáctica.

que saltó a la vista al revisar estas publicaciones, fue que aunque los tex-tos eran simples, concebidos para un lector inicial, las imágenes podían desarrollar mundos ficcionales muy complejos. Se percibían estilos muy distintos y varios artistas –no sólo ilustradores– comenzaron a interesarse por el libro ilustrado. Y la ecuación muchas imágenes = libro para niños pequeños se resquebrajó. Con frecuencia, niños que eran buenos lectores disfrutaban de los libros con imágenes y también bibliotecarios, docentes y padres que revisaban estos hermosos libros quedaban fascinados con las posibilidades que se abrían con la imagen. Muchos adultos comenza-ron a ser ávidos lectores de libros ilustrados.

Entonces, ¿qué es el libro ilustrado? ¿A quién se dirige? Parece ser que no es tan sólo un paso necesario para la alfabetización, no es cierto que nos vamos desprendiendo de las imágenes a medida que nos hacemos hábiles descifrando los textos. No, parece ser que la combinación de imá-genes y palabras da para mucho más. Puede constituir un género, un tipo de libro para ser disfrutado por personas de cualquier edad.

¿Cuáles fueron las primeras aproximaciones al estu-

dio de las imágenes en el libro ilustrado para niños?

ARTÍCULO

Había una Vez 16 | Artículo

Es decir, las imágenes se subordinan al texto. Las palabras llevan el men-saje principal, sostienen la historia y las imágenes “ayudan” a que el lector comprenda su significado.

Por lo general, cuando un adulto toma un libro ilustrado, da una mirada general a las imágenes, pero a la hora de “leer”, lo que se dice LEER, se dirige al texto. Más aún: si las imágenes le han parecido confusas, ambiguas, las desechará y será el texto el que anclará el sentido de la historia. A este predominio del lenguaje verbal algunos autores le han llamado “la tiranía del texto”.

Veremos más adelante que la respuesta a la pregunta es mucho más compleja. No se trata de hacer al libro más bonito, ni de facilitar la lec-tura; las imágenes constituyen un lenguaje en sí mismas y así como leemos el texto, leemos también las imágenes. Ambos lenguajes contri-buyen a crear significado en una experiencia estética particular.

¿Cuál es el público de un libro ilustrado?

El texto “tirano” supone un único público para el libro ilustrado: los niños, que en la medida que se van haciendo lectores más avezados, se van desprendiendo de las imágenes. Y se establece una relación inversamen-te proporcional entre la edad de los lectores y la cantidad de imágenes que debe tener un libro:

•Loslibrosconmuchasimágenessonpara los niños pequeños que no saben leer.•Loslibrosconalgunasimágenessonpara los niños que comienzan a leer.•Loslibrossinimágenessonparalos lectores avezados.

Sin embargo, desde que Maurice Sendak publicó “Donde viven los mons-truos”, un hito en la historia del libro ilustrado, cada vez se publican más libros con imágenes, algunos muy sofisticados. La reflexión, la crítica y los estudios se habían quedado atrás. Una de las primeras características

Los primeros estudios acerca del libro ilustrado se centraron en tratar de entender las imágenes, hasta entonces tan descuidadas. Se estudiaron los códigos por los que se regían: la composición, la perspectiva, el color, etc. Se discutió si acaso el libro en blanco y negro había sido desplazado por el color; el significado de usar marcos o imágenes sangradas.1

Y los ilustradores, en los que tan pocos se fijaban hasta hace unos años, los que ni siquiera cobraban derechos de autor, pasaron a primer plano. Y han desarrollado un arte excepcional. Sucede a menudo encontrarse con libros hermosísimos, con ilustraciones notables, y textos planos, sin interés. Podemos decir que el arte de ilustrar los libros para niños se ha desarollado de una manera extraordinaria; sin embargo el arte de contar buenas historias es más esquivo.

Buscando describir el trabajo que realizaban los ilustradores, se comparó con el de montar una obra de teatro.

•Elilustradortienequeubicarlahistoriaen un paisaje, un entorno, por lo tanto, decide la escenografía.•El ilustrador tiene que definir unos perso- najes, por lo tanto, elige unos actores.•El ilustrador tiene quemover a sus perso- najes en el espacio página (el escenario), tiene que relacionar a unos con otros, y por lo tanto crea una coreografía.

Y también surgieron muchos estudios de la obra de algunos ilustrado-res, particularmente de aquellos que eran autores también del texto, los

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particular, del libro álbum, término que probablemente ustedes ya han oído mencionar. Aunque no sea una nueva tendencia, el libro álbum ha sido recientemente “descubierto” por los académicos y hay una biblio-grafía cada vez más abundante sobre el tema.

¿Por qué ponemos imágenes al lado de un texto?

Tradicionalmente se le atribuyen dos funciones a las ilustraciones:

•Hacenallibromásatractivo,cumplenuna función decorativa. •Clarificanloqueeltextodice,cumplenuna función didáctica.

que saltó a la vista al revisar estas publicaciones, fue que aunque los tex-tos eran simples, concebidos para un lector inicial, las imágenes podían desarrollar mundos ficcionales muy complejos. Se percibían estilos muy distintos y varios artistas –no sólo ilustradores– comenzaron a interesarse por el libro ilustrado. Y la ecuación muchas imágenes = libro para niños pequeños se resquebrajó. Con frecuencia, niños que eran buenos lectores disfrutaban de los libros con imágenes y también bibliotecarios, docentes y padres que revisaban estos hermosos libros quedaban fascinados con las posibilidades que se abrían con la imagen. Muchos adultos comenza-ron a ser ávidos lectores de libros ilustrados.

Entonces, ¿qué es el libro ilustrado? ¿A quién se dirige? Parece ser que no es tan sólo un paso necesario para la alfabetización, no es cierto que nos vamos desprendiendo de las imágenes a medida que nos hacemos hábiles descifrando los textos. No, parece ser que la combinación de imá-genes y palabras da para mucho más. Puede constituir un género, un tipo de libro para ser disfrutado por personas de cualquier edad.

¿Cuáles fueron las primeras aproximaciones al estu-

dio de las imágenes en el libro ilustrado para niños?

ARTÍCULO

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Es decir, las imágenes se subordinan al texto. Las palabras llevan el men-saje principal, sostienen la historia y las imágenes “ayudan” a que el lector comprenda su significado.

Por lo general, cuando un adulto toma un libro ilustrado, da una mirada general a las imágenes, pero a la hora de “leer”, lo que se dice LEER, se dirige al texto. Más aún: si las imágenes le han parecido confusas, ambiguas, las desechará y será el texto el que anclará el sentido de la historia. A este predominio del lenguaje verbal algunos autores le han llamado “la tiranía del texto”.

Veremos más adelante que la respuesta a la pregunta es mucho más compleja. No se trata de hacer al libro más bonito, ni de facilitar la lec-tura; las imágenes constituyen un lenguaje en sí mismas y así como leemos el texto, leemos también las imágenes. Ambos lenguajes contri-buyen a crear significado en una experiencia estética particular.

¿Cuál es el público de un libro ilustrado?

El texto “tirano” supone un único público para el libro ilustrado: los niños, que en la medida que se van haciendo lectores más avezados, se van desprendiendo de las imágenes. Y se establece una relación inversamen-te proporcional entre la edad de los lectores y la cantidad de imágenes que debe tener un libro:

•Loslibrosconmuchasimágenessonpara los niños pequeños que no saben leer.•Loslibrosconalgunasimágenessonpara los niños que comienzan a leer.•Loslibrossinimágenessonparalos lectores avezados.

Sin embargo, desde que Maurice Sendak publicó “Donde viven los mons-truos”, un hito en la historia del libro ilustrado, cada vez se publican más libros con imágenes, algunos muy sofisticados. La reflexión, la crítica y los estudios se habían quedado atrás. Una de las primeras características

Los primeros estudios acerca del libro ilustrado se centraron en tratar de entender las imágenes, hasta entonces tan descuidadas. Se estudiaron los códigos por los que se regían: la composición, la perspectiva, el color, etc. Se discutió si acaso el libro en blanco y negro había sido desplazado por el color; el significado de usar marcos o imágenes sangradas.1

Y los ilustradores, en los que tan pocos se fijaban hasta hace unos años, los que ni siquiera cobraban derechos de autor, pasaron a primer plano. Y han desarrollado un arte excepcional. Sucede a menudo encontrarse con libros hermosísimos, con ilustraciones notables, y textos planos, sin interés. Podemos decir que el arte de ilustrar los libros para niños se ha desarollado de una manera extraordinaria; sin embargo el arte de contar buenas historias es más esquivo.

Buscando describir el trabajo que realizaban los ilustradores, se comparó con el de montar una obra de teatro.

•Elilustradortienequeubicarlahistoriaen un paisaje, un entorno, por lo tanto, decide la escenografía.•El ilustrador tiene que definir unos perso- najes, por lo tanto, elige unos actores.•El ilustrador tiene quemover a sus perso- najes en el espacio página (el escenario), tiene que relacionar a unos con otros, y por lo tanto crea una coreografía.

Y también surgieron muchos estudios de la obra de algunos ilustrado-res, particularmente de aquellos que eran autores también del texto, los

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ARTÍCULO

llamados autores-ilustradores. Maurice Sendak, Chris Van Allsburg, An-thony Browne acumulan muchos artículos donde se describe y analiza su obra.

¿Cómo se relacionan las imágenes con el texto en el

libro ilustrado?

Perry Nodelman, investigador canadiense, desarrolló un concepto que dio luz a esta relación. Sostuvo que en un libro ilustrado se crea tensión entre el lenguaje de las palabras y el de las imágenes. “La distancia (en-tre estos dos lenguajes) es inevitable. Las imágenes siempre modifican el significado de las palabras al interpretarlas de una manera específica; cuentan una historia diferente”. Diferente de la historia que cuentan las palabras por sí solas.

“Lo que hace emocionante a un buen libro ilustrado es la constante ten-sión entre los momentos de la historia que se han detenido en las imá-genes y el flujo de palabras que los une”. Como lectores del texto quere-mos conocer cómo avanza la historia, qué va a suceder, entonces leemos

Una noche la princesavio una estrella aparecer;la princesa era traviesay la quiso ir a coger.

La quería para hacerla decorar un prendedorcon un verso y una perlay una pluma y una flor.

En estas dos estrofas, las imágenes siguen directamente al texto; no hay mayor tensión. Pero en la estrofa que sigue, las imágenes se apar-tan completamente del sentido del texto creando una gran tensión, de acuerdo al concepto de Nodelman.

las palabras, queremos pasar la página, pero una hermosa imagen nos detiene, ¿qué nos dice la imagen? No seguimos las líneas de texto sino que nuestros ojos recorren la imagen. Hacemos una pausa necesaria.

El libro ilustrado tiene un ritmo propio que se va dando de doble página en doble página. Y leemos y vemos; vamos de palabras a imágenes, de imágenes a palabras. Y cuando hay tensión entre unas y otras, cuando las imágenes no nos dicen lo mismo que las palabras, cuando se alarga la distancia que las separa, nos encontramos frente a un libro ilustrado interesante.2

Veamos como ejemplo al libro “Margarita” de Rubén Darío, ilustrado por Monika Doppert. Este poema, tan conocido y recitado en América Latina, encuentra una interpretación especial en las imágenes.

Las palabras nos dicen:

Las princesas primorosas se parecen mucho a ti cortan lirios, cortan rosas cortan astros, son así.

Pero en las imágenes vemos a una niña decidida que se levanta de la cama, coge unas inmensas tijeras, atraviesa descalza la playa de palme-ras y se sube a un bote, con el que se irá “bajo el cielo y sobre el mar a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar”.

El li

bro

tris

te. A

utor

: Mic

hael

Ros

en. I

lust

raci

ones

de

Que

ntin

Bla

ke. E

dito

rial S

erre

s

Lo que hace emocionante a un buen libro ilustrado es la constante tensión entre los momentos de la historia que se han detenido enlasimágenesyelflujodepalabrasquelosune.

Veamos un ejemplo de tensión extrema en “El libro triste” de Rosen y Blake:

El texto nos dice: “Este soy yo cuando estoy triste”. La contradicción entre lo que vemos en la ilustración y lo que leemos nos deja desconcerta-dos y curiosos.Y con este ejemplo –hay muchos más–, de juego entre las imágenes y las palabras, ya hemos entrado al ámbito del llamado libro álbum.

¿Qué es un libro álbum?

Revisemos las definiciones de dos estudiosos: Teresa Colomer y Uri Shulevitz.

Teresa Colomer en su libro “Siete llaves para valorar las historias infan-tiles”, nos dice:“Son cuentos ilustrados donde texto e imagen colaboran juntos para es-tablecer el significado de la historia, de manera que para contar lo que allí sucede tenemos que recurrir tanto a lo que dicen las palabras como a lo que dicen las ilustraciones”.3

“Hilderita y Maximiliano”, del escritor chileno Fernando Krahn, es la his-toria de dos “chinitas” (insectos) que se conocen en la copa de un som-brero, se gustan y juegan juntas. El texto de esta imagen sólo dice que Hilderita y Maximiliano “viajaban juntos”.

Como puede apreciarse, hay un juego de vaguedad a nivel de la palabra que se precisa con la imagen. En el texto aparece sólo el verbo viajar. Pero la gracia, lo que provoca la risa, es ver en la imagen cómo Hilderita y Maximiliano viajaban en la cola del perro.

Uri Shulevitz, un artista de Estados Unidos que ha reflexionado sobre su trabajo de ilustrar, dice que la diferencia entre un libro álbum y un libro de cuentos se puede explicar de la siguiente manera:

“En los libros de cuentos, la historia en su totalidad está contenida en las palabras (aunque haya imágenes). En un libro álbum, las palabras no se

Hild

erita

y M

axim

ilian

o. A

utor

: Fer

nand

o Kr

ahn.

Edi

toria

l Kal

andr

aka

Margarita. Autor: Rubén Darío.

Ilustraciones de Monika Doppert, Editorial Ekaré

ARTÍCULO

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llamados autores-ilustradores. Maurice Sendak, Chris Van Allsburg, An-thony Browne acumulan muchos artículos donde se describe y analiza su obra.

¿Cómo se relacionan las imágenes con el texto en el

libro ilustrado?

Perry Nodelman, investigador canadiense, desarrolló un concepto que dio luz a esta relación. Sostuvo que en un libro ilustrado se crea tensión entre el lenguaje de las palabras y el de las imágenes. “La distancia (en-tre estos dos lenguajes) es inevitable. Las imágenes siempre modifican el significado de las palabras al interpretarlas de una manera específica; cuentan una historia diferente”. Diferente de la historia que cuentan las palabras por sí solas.

“Lo que hace emocionante a un buen libro ilustrado es la constante ten-sión entre los momentos de la historia que se han detenido en las imá-genes y el flujo de palabras que los une”. Como lectores del texto quere-mos conocer cómo avanza la historia, qué va a suceder, entonces leemos

Una noche la princesavio una estrella aparecer;la princesa era traviesay la quiso ir a coger.

La quería para hacerla decorar un prendedorcon un verso y una perlay una pluma y una flor.

En estas dos estrofas, las imágenes siguen directamente al texto; no hay mayor tensión. Pero en la estrofa que sigue, las imágenes se apar-tan completamente del sentido del texto creando una gran tensión, de acuerdo al concepto de Nodelman.

las palabras, queremos pasar la página, pero una hermosa imagen nos detiene, ¿qué nos dice la imagen? No seguimos las líneas de texto sino que nuestros ojos recorren la imagen. Hacemos una pausa necesaria.

El libro ilustrado tiene un ritmo propio que se va dando de doble página en doble página. Y leemos y vemos; vamos de palabras a imágenes, de imágenes a palabras. Y cuando hay tensión entre unas y otras, cuando las imágenes no nos dicen lo mismo que las palabras, cuando se alarga la distancia que las separa, nos encontramos frente a un libro ilustrado interesante.2

Veamos como ejemplo al libro “Margarita” de Rubén Darío, ilustrado por Monika Doppert. Este poema, tan conocido y recitado en América Latina, encuentra una interpretación especial en las imágenes.

Las palabras nos dicen:

Las princesas primorosas se parecen mucho a ti cortan lirios, cortan rosas cortan astros, son así.

Pero en las imágenes vemos a una niña decidida que se levanta de la cama, coge unas inmensas tijeras, atraviesa descalza la playa de palme-ras y se sube a un bote, con el que se irá “bajo el cielo y sobre el mar a cortar la blanca estrella que la hacía suspirar”.

El li

bro

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te. A

utor

: Mic

hael

Ros

en. I

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raci

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Que

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Bla

ke. E

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s

Lo que hace emocionante a un buen libro ilustrado es la constante tensión entre los momentos de la historia que se han detenido enlasimágenesyelflujodepalabrasquelosune.

Veamos un ejemplo de tensión extrema en “El libro triste” de Rosen y Blake:

El texto nos dice: “Este soy yo cuando estoy triste”. La contradicción entre lo que vemos en la ilustración y lo que leemos nos deja desconcerta-dos y curiosos.Y con este ejemplo –hay muchos más–, de juego entre las imágenes y las palabras, ya hemos entrado al ámbito del llamado libro álbum.

¿Qué es un libro álbum?

Revisemos las definiciones de dos estudiosos: Teresa Colomer y Uri Shulevitz.

Teresa Colomer en su libro “Siete llaves para valorar las historias infan-tiles”, nos dice:“Son cuentos ilustrados donde texto e imagen colaboran juntos para es-tablecer el significado de la historia, de manera que para contar lo que allí sucede tenemos que recurrir tanto a lo que dicen las palabras como a lo que dicen las ilustraciones”.3

“Hilderita y Maximiliano”, del escritor chileno Fernando Krahn, es la his-toria de dos “chinitas” (insectos) que se conocen en la copa de un som-brero, se gustan y juegan juntas. El texto de esta imagen sólo dice que Hilderita y Maximiliano “viajaban juntos”.

Como puede apreciarse, hay un juego de vaguedad a nivel de la palabra que se precisa con la imagen. En el texto aparece sólo el verbo viajar. Pero la gracia, lo que provoca la risa, es ver en la imagen cómo Hilderita y Maximiliano viajaban en la cola del perro.

Uri Shulevitz, un artista de Estados Unidos que ha reflexionado sobre su trabajo de ilustrar, dice que la diferencia entre un libro álbum y un libro de cuentos se puede explicar de la siguiente manera:

“En los libros de cuentos, la historia en su totalidad está contenida en las palabras (aunque haya imágenes). En un libro álbum, las palabras no se

Hild

erita

y M

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o. A

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: Fer

nand

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Edi

toria

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Margarita. Autor: Rubén Darío.

Ilustraciones de Monika Doppert, Editorial Ekaré

ARTÍCULO

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No se trata de hacer al libro más bonito, ni de facilitar la lectura, las imágenes constituyen un lenguaje en sí mismas y así como leemos el texto, leemos también las imágenes.

sostienen por sí solas. Sin las ilustraciones, el contenido de la historia se vuelve confuso. Las imágenes no repiten lo que dicen las palabras y viceversa. La relación entre imágenes y pa-labras es de contrapunteo: se complementan y se completan unas a otras”.

“El significado de las palabras en un libro ál-bum no está claro o queda incompleto sin las ilustraciones. Por ejemplo, no es posible leerle a los niños un libro álbum por la radio, porque no sería comprendido”.4

Shulevitz lleva su definición al extremo: úni-camente aquellos libros en que la imagen es indispensable para comprender lo que sucede, para entender la historia que se está contando, pueden ser calificados de “libro álbum”.

Veamos un ejemplo. Otro libro de Fernando Krahn: “Bernardo y Canelo”. Bernardo va con su perro Canelo al circo y queda fascinado con los payasos. De vuelta en su casa, quiere ser payaso y aprender muchos trucos. La madre le hace un traje y Bernardo comienza a practicar:

Como puede verse claramente, sería imposible leer este texto por la radio y que la audiencia comprendiera de qué se trata la historia.

Jane Doonan, una especialista inglesa en libros ilustrados, sostiene que “la forma en que cuenta el libro ilustrado mo-derno explota completamente el potencial de todos sus elementos: palabras, imágenes, diseño, el objeto libro, de cubierta a cubierta, e incluso el acto de dar vuelta la página. Las relaciones entre palabras e imágenes van desde la más obvia y congruente hasta la más lejana e irónica, incluso hasta la contradicción”.5

Algunos estudiosos sostienen que el libro álbum es un gé-nero en construcción. En ese sentido, como género, ha ido sobrepasando los límites de un público infantil para dirigirse a audiencias más amplias de jóvenes y adultos. También paulatinamente los autores han utilizado esta nueva forma para tocar una variedad de temas poco convencionales: la muerte, las pérdidas, las familias monoparentales, la adop-ción, la discriminación, la traición. Son temas que apelan a públicos muy heterogéneos. Libros como “El pato y la muer-te” de Wolf Erlbruch; “El libro triste” de Michael Rosen y Quentin Blake; “Nana Vieja” de Margaret Wild y Ron Brooks; “Te quiero, niña bonita” de Jane Dyer y Rose Lewis, son al-gunos ejemplos.6

Por último, quiero señalar que el libro álbum juega con la intertextualidad a nivel de la imagen. Los ilustradores “ci-tan” otras obras plásticas, como guiño a los adultos, o bien como homenaje a otros ilustradores o artistas. Es el caso de Anthony Browne en “Willy, el soñador” o “Willy, el pintor” donde constantemente se alude a obras de Magritte, Dalí, Rousseau; a cantantes, como Luciano Pavarotti; a personajes del cine, como Tarzán, Chaplin, King Kong.

Quisiera terminar con esta imagen de Hilderita y Maximi-liano volando con sus diez hijitos. Un delicado final para un libro que es un ejemplo de la magia y atractivo que ejercen los libros ilustrados sobre sus lectores. El arte de combinar imágenes y palabras es una poderosa seducción. Y una se-ducción fatal, porque una vez que aprendemos a ver, nos es difícil resistirnos al placer de disfrutar un libro ilustrado, ya sea solos, o mucho mejor, acompañados.

Ejercicio N°1: Bonito

Ejercicio N° 2: Difícil

Ejercicio N° 3: !Peligroso!

El libro ilustrado moderno

Notas:1 Basado en Moebius,William.“Introducción a los códigos del libro álbum”. En: Parapara clave 1. El libro álbum, invención y evolución de un género. Banco del Libro, 2005.2 Nodelman, Perry. “How picture books work”. En Children´s Literature Association Quarterly, 1983.3 Colomer, Teresa. “Siete llaves para valorar las historias infantiles”. Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2002.4 Shulevitz, Uri. ¿Qué es un libro álbum? En: Parapara Clave 1. El libro álbum invención y evolución de un género. Banco del Libro, 2005.5 Doonan, Jane. “The modern picture book”. En: International Companion Encyclopedia of Children´s Literature,1996.6 Basado en Díaz, Fanuel Hanán. “Leer y mirar el libro álbum: ¿Un género en construcción?”. Editorial Norma, Bogotá, 2007.

ARTÍCULO

LINK www.ekare.com

ARTÍCULO

Bernardo y Canelo. Autor: Fernando Krahn.Editorial Ekaré.

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No se trata de hacer al libro más bonito, ni de facilitar la lectura, las imágenes constituyen un lenguaje en sí mismas y así como leemos el texto, leemos también las imágenes.

sostienen por sí solas. Sin las ilustraciones, el contenido de la historia se vuelve confuso. Las imágenes no repiten lo que dicen las palabras y viceversa. La relación entre imágenes y pa-labras es de contrapunteo: se complementan y se completan unas a otras”.

“El significado de las palabras en un libro ál-bum no está claro o queda incompleto sin las ilustraciones. Por ejemplo, no es posible leerle a los niños un libro álbum por la radio, porque no sería comprendido”.4

Shulevitz lleva su definición al extremo: úni-camente aquellos libros en que la imagen es indispensable para comprender lo que sucede, para entender la historia que se está contando, pueden ser calificados de “libro álbum”.

Veamos un ejemplo. Otro libro de Fernando Krahn: “Bernardo y Canelo”. Bernardo va con su perro Canelo al circo y queda fascinado con los payasos. De vuelta en su casa, quiere ser payaso y aprender muchos trucos. La madre le hace un traje y Bernardo comienza a practicar:

Como puede verse claramente, sería imposible leer este texto por la radio y que la audiencia comprendiera de qué se trata la historia.

Jane Doonan, una especialista inglesa en libros ilustrados, sostiene que “la forma en que cuenta el libro ilustrado mo-derno explota completamente el potencial de todos sus elementos: palabras, imágenes, diseño, el objeto libro, de cubierta a cubierta, e incluso el acto de dar vuelta la página. Las relaciones entre palabras e imágenes van desde la más obvia y congruente hasta la más lejana e irónica, incluso hasta la contradicción”.5

Algunos estudiosos sostienen que el libro álbum es un gé-nero en construcción. En ese sentido, como género, ha ido sobrepasando los límites de un público infantil para dirigirse a audiencias más amplias de jóvenes y adultos. También paulatinamente los autores han utilizado esta nueva forma para tocar una variedad de temas poco convencionales: la muerte, las pérdidas, las familias monoparentales, la adop-ción, la discriminación, la traición. Son temas que apelan a públicos muy heterogéneos. Libros como “El pato y la muer-te” de Wolf Erlbruch; “El libro triste” de Michael Rosen y Quentin Blake; “Nana Vieja” de Margaret Wild y Ron Brooks; “Te quiero, niña bonita” de Jane Dyer y Rose Lewis, son al-gunos ejemplos.6

Por último, quiero señalar que el libro álbum juega con la intertextualidad a nivel de la imagen. Los ilustradores “ci-tan” otras obras plásticas, como guiño a los adultos, o bien como homenaje a otros ilustradores o artistas. Es el caso de Anthony Browne en “Willy, el soñador” o “Willy, el pintor” donde constantemente se alude a obras de Magritte, Dalí, Rousseau; a cantantes, como Luciano Pavarotti; a personajes del cine, como Tarzán, Chaplin, King Kong.

Quisiera terminar con esta imagen de Hilderita y Maximi-liano volando con sus diez hijitos. Un delicado final para un libro que es un ejemplo de la magia y atractivo que ejercen los libros ilustrados sobre sus lectores. El arte de combinar imágenes y palabras es una poderosa seducción. Y una se-ducción fatal, porque una vez que aprendemos a ver, nos es difícil resistirnos al placer de disfrutar un libro ilustrado, ya sea solos, o mucho mejor, acompañados.

Ejercicio N°1: Bonito

Ejercicio N° 2: Difícil

Ejercicio N° 3: !Peligroso!

El libro ilustrado moderno

Notas:1 Basado en Moebius,William.“Introducción a los códigos del libro álbum”. En: Parapara clave 1. El libro álbum, invención y evolución de un género. Banco del Libro, 2005.2 Nodelman, Perry. “How picture books work”. En Children´s Literature Association Quarterly, 1983.3 Colomer, Teresa. “Siete llaves para valorar las historias infantiles”. Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2002.4 Shulevitz, Uri. ¿Qué es un libro álbum? En: Parapara Clave 1. El libro álbum invención y evolución de un género. Banco del Libro, 2005.5 Doonan, Jane. “The modern picture book”. En: International Companion Encyclopedia of Children´s Literature,1996.6 Basado en Díaz, Fanuel Hanán. “Leer y mirar el libro álbum: ¿Un género en construcción?”. Editorial Norma, Bogotá, 2007.

ARTÍCULO

LINK www.ekare.com

ARTÍCULO

Bernardo y Canelo. Autor: Fernando Krahn.Editorial Ekaré.

Page 24: Había Una Vez n°2

Brrrrr...¡Quién dijo miedo!

ARTÍCULOARTÍCULO

Muchos de los protagonistas o antagonistas de los cuentos infantiles son brujas o monstruos. A la mayoría de los pe-queños les encantan, pero surgen en los adultos preguntas frecuentes en torno a las historias de miedo para los niños. ¿Qué efecto producen en ellos? ¿Es aconsejable leerlas? ¿Son las historias las que causan el miedo o, por el contra-rio, permiten expresarlo?

Monstruos, ogros y otros inventos de la literatura para niños.

¡Auxilio, un monstruo!

En una oscura, oscura noche, un niño se despierta gritando:-¡Papá, mamá! ¡Auxilio, un monstruo!

Papá llega corriendo y enciende la luz de la habitación. Revisa debajo de la cama, detrás de las cortinas, en el armario y anima al niño a compro-bar que no hay ningún monstruo en la habitación.

-¿Te das cuenta? -dice triunfante. Aquí no hay monstruos. El padre apaga la luz y regresa a su cuarto. Sólo entonces, cuando ya se ha ido, el malvado monstruo sale de su escondite y vuelve a tomar su lugar en las tinieblas de la noche.

La escena anterior no pertenece a ningún cuento. Es parte de la vida real. Tal vez le sucedió anoche a su hijo y es probable que suceda mil y una noches en todos los lugares de la Tierra donde existan niños. Quizá, desde nuestra lógica, nos resulte incomprensible e incluso desesperante comprobar que la razón poco ayuda en estos casos. De nada valen los argumentos y el “sentido común” de los padres para demostrar la inexis-tencia de los monstruos que acechan en la oscuridad. Es más: podría decirse que los personajes siniestros son inherentes al mundo de los niños, a pesar de todos los esfuerzos de los adultos para erradicarlos del paisaje de la infancia. Aun si escondiéramos todos los relatos que, a nuestro juicio, provocan ese miedo, me atrevo a pensar que los niños se las arreglarían para crear sus propias ficciones tenebrosas.

Dónde viven los monstruos Autor: Maurice Sendak

Ilustraciones de Maurice Sendak Editorial Alfaguara Infantil

Yolanda ReyesEscritora

¿En qué radica, entonces, el inmenso poder de estas criaturas? ¿Cómo se las han arreglado para sobrevivir durante milenios y permanecer intactas en la memoria de tantas generaciones?

Para intentar posibles respuestas, conviene ampliar los estrechos límites de lo que llamamos “realidad“. Desde una cómoda perspectiva de “gente grande”, el término suele abarcar únicamente lo que sucede fuera de nosotros mismos; aquello que se puede medir, tocar, observar y, ojalá, fotografiar. En general, los adultos no consideramos que las realidades psíquicas hagan parte de “la vida real” y por eso nos resulta difícil enten-der que para los niños pueda ser tan real un helado de fresa como una poción mágica.

El sueño de la educación muchas veces se reduce a lograr temprana-mente que los niños “pongan los pies sobre la tierra” y que establezcan fronteras definidas entre realidad y fantasía, ignorando que se trata de una conquista progresiva que compromete procesos psíquicos bastante complejos.

Durante ese largo itinerario en el que se va construyendo la personalidad, el ser humano tiene contacto con realidades dolorosas que hacen parte de su mundo interior. La lucha con los monstruos del inconsciente, el des-cubrimiento de sentimientos no siempre buenos en nosotros mismos, la percepción de un cierto caos interior al que no nos resulta fácil dar forma,

Había una Vez 22 | Artículo

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Brrrrr...¡Quién dijo miedo!

ARTÍCULOARTÍCULO

Muchos de los protagonistas o antagonistas de los cuentos infantiles son brujas o monstruos. A la mayoría de los pe-queños les encantan, pero surgen en los adultos preguntas frecuentes en torno a las historias de miedo para los niños. ¿Qué efecto producen en ellos? ¿Es aconsejable leerlas? ¿Son las historias las que causan el miedo o, por el contra-rio, permiten expresarlo?

Monstruos, ogros y otros inventos de la literatura para niños.

¡Auxilio, un monstruo!

En una oscura, oscura noche, un niño se despierta gritando:-¡Papá, mamá! ¡Auxilio, un monstruo!

Papá llega corriendo y enciende la luz de la habitación. Revisa debajo de la cama, detrás de las cortinas, en el armario y anima al niño a compro-bar que no hay ningún monstruo en la habitación.

-¿Te das cuenta? -dice triunfante. Aquí no hay monstruos. El padre apaga la luz y regresa a su cuarto. Sólo entonces, cuando ya se ha ido, el malvado monstruo sale de su escondite y vuelve a tomar su lugar en las tinieblas de la noche.

La escena anterior no pertenece a ningún cuento. Es parte de la vida real. Tal vez le sucedió anoche a su hijo y es probable que suceda mil y una noches en todos los lugares de la Tierra donde existan niños. Quizá, desde nuestra lógica, nos resulte incomprensible e incluso desesperante comprobar que la razón poco ayuda en estos casos. De nada valen los argumentos y el “sentido común” de los padres para demostrar la inexis-tencia de los monstruos que acechan en la oscuridad. Es más: podría decirse que los personajes siniestros son inherentes al mundo de los niños, a pesar de todos los esfuerzos de los adultos para erradicarlos del paisaje de la infancia. Aun si escondiéramos todos los relatos que, a nuestro juicio, provocan ese miedo, me atrevo a pensar que los niños se las arreglarían para crear sus propias ficciones tenebrosas.

Dónde viven los monstruos Autor: Maurice Sendak

Ilustraciones de Maurice Sendak Editorial Alfaguara Infantil

Yolanda ReyesEscritora

¿En qué radica, entonces, el inmenso poder de estas criaturas? ¿Cómo se las han arreglado para sobrevivir durante milenios y permanecer intactas en la memoria de tantas generaciones?

Para intentar posibles respuestas, conviene ampliar los estrechos límites de lo que llamamos “realidad“. Desde una cómoda perspectiva de “gente grande”, el término suele abarcar únicamente lo que sucede fuera de nosotros mismos; aquello que se puede medir, tocar, observar y, ojalá, fotografiar. En general, los adultos no consideramos que las realidades psíquicas hagan parte de “la vida real” y por eso nos resulta difícil enten-der que para los niños pueda ser tan real un helado de fresa como una poción mágica.

El sueño de la educación muchas veces se reduce a lograr temprana-mente que los niños “pongan los pies sobre la tierra” y que establezcan fronteras definidas entre realidad y fantasía, ignorando que se trata de una conquista progresiva que compromete procesos psíquicos bastante complejos.

Durante ese largo itinerario en el que se va construyendo la personalidad, el ser humano tiene contacto con realidades dolorosas que hacen parte de su mundo interior. La lucha con los monstruos del inconsciente, el des-cubrimiento de sentimientos no siempre buenos en nosotros mismos, la percepción de un cierto caos interior al que no nos resulta fácil dar forma,

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ARTICULOARTÍCULO

hacen de la infancia una época difícil. Basta con echar un vistazo a nues-tra propia niñez para recordar miedos terribles y situaciones en las que nos sentíamos profundamente indefensos, vulnerables y confusos. Hasta el punto de que, si nos dieran a escoger, muchos evitaríamos volver a ser pequeños, con tal de no pasar de nuevo por los temores de la infancia.

De ahí, el enorme significado que tiene para los niños la literatura. Los tra-dicionales cuentos de hadas están llenos de personajes temibles: ogros, brujas, lobos feroces, malvadas madrastras... Los autores modernos más leídos por los niños tampoco evaden el tema. Maurice Sendak, el autor de “Donde viven los monstruos”, David McKee, con historias como “Aho-ra no, Bernardo” o el colombiano Ivar da Coll de “Tengo miedo”, por citar unos pocos ejemplos, son leídos y releídos con devoción por los niños pequeños. Podría decirse que hay una fascinación compartida entre los autores para niños y sus jóvenes lectores, una especie de complicidad, frente a los personajes del miedo y frente a realidades como el dolor, la maldad, los celos, la muerte.

El tema ha dado para más de una polémica en la que, curiosamen-te, no son los niños los interesados sino sus padres y sus maestros. Con frecuencia, son ellos los que tildan a los cuentos de violentos y los que los acusan de causar temores “infundados” en los niños. Por-que, a fuerza de despistar la memoria, muchos adultos se han ido creyendo el mito de la infancia como un paraíso perdido, como la época más feliz y despreocupada de la vida. En esa concepción idea-lizada, no caben la violencia, ni el miedo ni la maldad. Tampoco ca-ben los cuentos, con su enorme poder para nombrar lo innombrable es como si el miedo fuera un perverso invento literario, ajeno a la vida real.

“De mi casa tengo desterrada la palabra miedo”

En los talleres de literatura dirigidos a padres de familia, he escuchado más de una vez frases como esa. Con una gran dosis de ingenuidad y con las mejores intenciones, las madres se precian de escoger para sus hijos materiales de lectura sin escenas agresivas, tristes o miedosas. La creencia generalizada de que “el mundo es de por sí demasiado cruel para agregarle más problemas” tiende a buscar una literatura “rosa” o a adaptar los cuentos tradicionales, suprimiendo todos los conflictos que, a juicio de los adultos, puedan “herir la sensibilidad de los niños“. Las historias de personajes perfectos, muchas veces insulsos y aburridos, las de animalitos que viven en unas condiciones idílicas en el bosque o las versiones light de los cuentos de hadas, en las que Caperucita y su abuela alcanzan a esconderse en el armario antes de ser devoradas por el lobo, les encantan a los padres y a los educadores, deseosos de utilizar los libros para impartir enseñanzas y transmitir mensajes. A los niños, por el contrario, esas historias almibaradas y nostálgicas, les parecen un tanto sospechosas. Con razón suelen desconfiar de una literatura que se empeña en desconocer las debilidades de la naturaleza humana.

No se trata de afirmar que toda la literatura para niños deba ser “fuer-te”. Se trata, más bien, de descubrir en los libros, los conflictos y las situaciones existenciales a las que todos los seres humanos nos vemos enfrentados desde muy pequeños. Justamente, el poder hablar acerca de aquello que nos preocupa, nos molesta o nos causa angustia, es ya un posible camino de solución porque implica salir de nosotros y poner las cosas afuera, para intentar mirarlas de otro modo. Esa es una de las

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principales funciones del lenguaje y de la literatura: la de expresar, tra-ducir y dar forma a las emociones y a los sentimientos que tantas veces nos atormentan.

Citemos, por ejemplo, un cuento que a los adultos suele horrorizar y que muchas veces es eliminado del repertorio de las historias aptas para los pequeños. Estoy hablando, nada menos, que de “Hansel y Gretel”. La trama es espeluznante. Una noche, mientras los niños duermen, la malvada madrastra y su marido se quejan de lo pobres que están. Como no tienen con qué alimentar a los niños, ella sugiere que los abandonen en el bosque. La idea no es del todo descabellada ni perversa: quizás alguien se compadezca de ellos y encuentren un destino mejor. Lo que sigue, ya lo sabemos. Los niños escuchan y hacen planes, pero al final tienen que pasar por todo el lío de la falsa casa de chocolate y de la bruja y del horno, etcétera, etcétera.

Son escenas horribles, en verdad. Pero si pensamos en términos de sím-bolos la situación no es del todo ajena a cualquier niño de nuestra época y de nuestra ciudad, de cualquier clase social. Pongámonos en el lugar de alguien de dos o tres años. Es probable que haya escuchado conversa-ciones parecidas en el tranquilo seno de su hogar. La madre puede haber dicho cosas similares a las de esa malvada madrastra. Algo así como “ya no puedo quedarme más tiempo cuidando al niño, tengo que trabajar, porque no nos alcanza el dinero. Lo mejor es buscarle un Jardín...” Para el pequeño, que no tiene referencias concretas, la palabra Jardín suena tan desconocida y amenazante como el más terrible de los bosques. Y la sensación de abandono puede parecerle tan desesperada como la de Hansel y Gretel. Perderse en el supermercado, entre un bosque de pier-nas puede llegar a ser también una experiencia terrorífica. Poco importa que dure unos minutos. Para el niño, la noción del tiempo es diferente y la ausencia de la mamá es siempre una dolorosa incertidumbre.Escuchar la historia de otros a los que ya les sucedieron cosas similares

y que lograron, venciendo una serie de dificultades, resolver el conflicto, puede ser revelador para un niño. De manera simbólica, el cuento lo hace cómplice de otros que también tienen problemas. Le permite meterse en la piel del héroe, enfrentar los peligros, aceptar sus sentimientos agresivos, “quemar a la bruja aden-tro del horno” y regresar ileso, sin necesidad de someterse, en la vida real, a tan difíciles pruebas.

Desterrar de las lecturas de la infancia estas escenas que a simple vista nos parecen peligrosas, equivale a negar la validez de los sentimientos infantiles. Es creer que los niños no son seres humanos sino una especie de ositos de peluche. Es tenerle mie-do al miedo y creer que, simplemente con dejar de mencionarlo, podremos librarnos de él. Y, en el fondo, es también una censura velada contra la libertad de expresión de los niños al señalarles temas vedados de los que, desde el principio, es mejor no hablar.

El sagrado derecho a identificarnos con criaturas de ficción es, a mi modo de ver, el más respetable de todos los derechos humanos. Es el que nos amarra a la trama del lenguaje, al tejido infinito de las palabras, de los símbolos y de la cultura. Es en ese territorio donde cada persona, grande o pequeña, va escribiendo su lectura particular, en el libro inmenso de los tiempos.

Caperucita Roja Cuentos para jugar Autor: Los hermanos Grimm Texto de

Gabriela ClimaIlustraciones de Febe Sillani

Editorial Edaf Tengo miedo Autor: Ivar Da Coll Ilustraciones de Ivar Da Coll

Tajamar Editores

Hansel y GretelAutor: Los hermanos Grimm

Traducido por José Emilio Pacheco

Ilustraciones de Elisa Assler LOM Ediciones

Hansel y Gretel Autor: Los hermanos Grimm

Ilustraciones de Anthony Browne Editorial FCE

Podría decirse que hay una fascinación compartida entre los autores para niños y sus jóvenes lectores, una especie de complicidad, frente a los personajes del miedo y frente a realidades como el dolor, la maldad, los celos, la muerte.

Había una Vez 24 | Artículo

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hacen de la infancia una época difícil. Basta con echar un vistazo a nues-tra propia niñez para recordar miedos terribles y situaciones en las que nos sentíamos profundamente indefensos, vulnerables y confusos. Hasta el punto de que, si nos dieran a escoger, muchos evitaríamos volver a ser pequeños, con tal de no pasar de nuevo por los temores de la infancia.

De ahí, el enorme significado que tiene para los niños la literatura. Los tra-dicionales cuentos de hadas están llenos de personajes temibles: ogros, brujas, lobos feroces, malvadas madrastras... Los autores modernos más leídos por los niños tampoco evaden el tema. Maurice Sendak, el autor de “Donde viven los monstruos”, David McKee, con historias como “Aho-ra no, Bernardo” o el colombiano Ivar da Coll de “Tengo miedo”, por citar unos pocos ejemplos, son leídos y releídos con devoción por los niños pequeños. Podría decirse que hay una fascinación compartida entre los autores para niños y sus jóvenes lectores, una especie de complicidad, frente a los personajes del miedo y frente a realidades como el dolor, la maldad, los celos, la muerte.

El tema ha dado para más de una polémica en la que, curiosamen-te, no son los niños los interesados sino sus padres y sus maestros. Con frecuencia, son ellos los que tildan a los cuentos de violentos y los que los acusan de causar temores “infundados” en los niños. Por-que, a fuerza de despistar la memoria, muchos adultos se han ido creyendo el mito de la infancia como un paraíso perdido, como la época más feliz y despreocupada de la vida. En esa concepción idea-lizada, no caben la violencia, ni el miedo ni la maldad. Tampoco ca-ben los cuentos, con su enorme poder para nombrar lo innombrable es como si el miedo fuera un perverso invento literario, ajeno a la vida real.

“De mi casa tengo desterrada la palabra miedo”

En los talleres de literatura dirigidos a padres de familia, he escuchado más de una vez frases como esa. Con una gran dosis de ingenuidad y con las mejores intenciones, las madres se precian de escoger para sus hijos materiales de lectura sin escenas agresivas, tristes o miedosas. La creencia generalizada de que “el mundo es de por sí demasiado cruel para agregarle más problemas” tiende a buscar una literatura “rosa” o a adaptar los cuentos tradicionales, suprimiendo todos los conflictos que, a juicio de los adultos, puedan “herir la sensibilidad de los niños“. Las historias de personajes perfectos, muchas veces insulsos y aburridos, las de animalitos que viven en unas condiciones idílicas en el bosque o las versiones light de los cuentos de hadas, en las que Caperucita y su abuela alcanzan a esconderse en el armario antes de ser devoradas por el lobo, les encantan a los padres y a los educadores, deseosos de utilizar los libros para impartir enseñanzas y transmitir mensajes. A los niños, por el contrario, esas historias almibaradas y nostálgicas, les parecen un tanto sospechosas. Con razón suelen desconfiar de una literatura que se empeña en desconocer las debilidades de la naturaleza humana.

No se trata de afirmar que toda la literatura para niños deba ser “fuer-te”. Se trata, más bien, de descubrir en los libros, los conflictos y las situaciones existenciales a las que todos los seres humanos nos vemos enfrentados desde muy pequeños. Justamente, el poder hablar acerca de aquello que nos preocupa, nos molesta o nos causa angustia, es ya un posible camino de solución porque implica salir de nosotros y poner las cosas afuera, para intentar mirarlas de otro modo. Esa es una de las

LINKS

principales funciones del lenguaje y de la literatura: la de expresar, tra-ducir y dar forma a las emociones y a los sentimientos que tantas veces nos atormentan.

Citemos, por ejemplo, un cuento que a los adultos suele horrorizar y que muchas veces es eliminado del repertorio de las historias aptas para los pequeños. Estoy hablando, nada menos, que de “Hansel y Gretel”. La trama es espeluznante. Una noche, mientras los niños duermen, la malvada madrastra y su marido se quejan de lo pobres que están. Como no tienen con qué alimentar a los niños, ella sugiere que los abandonen en el bosque. La idea no es del todo descabellada ni perversa: quizás alguien se compadezca de ellos y encuentren un destino mejor. Lo que sigue, ya lo sabemos. Los niños escuchan y hacen planes, pero al final tienen que pasar por todo el lío de la falsa casa de chocolate y de la bruja y del horno, etcétera, etcétera.

Son escenas horribles, en verdad. Pero si pensamos en términos de sím-bolos la situación no es del todo ajena a cualquier niño de nuestra época y de nuestra ciudad, de cualquier clase social. Pongámonos en el lugar de alguien de dos o tres años. Es probable que haya escuchado conversa-ciones parecidas en el tranquilo seno de su hogar. La madre puede haber dicho cosas similares a las de esa malvada madrastra. Algo así como “ya no puedo quedarme más tiempo cuidando al niño, tengo que trabajar, porque no nos alcanza el dinero. Lo mejor es buscarle un Jardín...” Para el pequeño, que no tiene referencias concretas, la palabra Jardín suena tan desconocida y amenazante como el más terrible de los bosques. Y la sensación de abandono puede parecerle tan desesperada como la de Hansel y Gretel. Perderse en el supermercado, entre un bosque de pier-nas puede llegar a ser también una experiencia terrorífica. Poco importa que dure unos minutos. Para el niño, la noción del tiempo es diferente y la ausencia de la mamá es siempre una dolorosa incertidumbre.Escuchar la historia de otros a los que ya les sucedieron cosas similares

y que lograron, venciendo una serie de dificultades, resolver el conflicto, puede ser revelador para un niño. De manera simbólica, el cuento lo hace cómplice de otros que también tienen problemas. Le permite meterse en la piel del héroe, enfrentar los peligros, aceptar sus sentimientos agresivos, “quemar a la bruja aden-tro del horno” y regresar ileso, sin necesidad de someterse, en la vida real, a tan difíciles pruebas.

Desterrar de las lecturas de la infancia estas escenas que a simple vista nos parecen peligrosas, equivale a negar la validez de los sentimientos infantiles. Es creer que los niños no son seres humanos sino una especie de ositos de peluche. Es tenerle mie-do al miedo y creer que, simplemente con dejar de mencionarlo, podremos librarnos de él. Y, en el fondo, es también una censura velada contra la libertad de expresión de los niños al señalarles temas vedados de los que, desde el principio, es mejor no hablar.

El sagrado derecho a identificarnos con criaturas de ficción es, a mi modo de ver, el más respetable de todos los derechos humanos. Es el que nos amarra a la trama del lenguaje, al tejido infinito de las palabras, de los símbolos y de la cultura. Es en ese territorio donde cada persona, grande o pequeña, va escribiendo su lectura particular, en el libro inmenso de los tiempos.

Caperucita Roja Cuentos para jugar Autor: Los hermanos Grimm Texto de

Gabriela ClimaIlustraciones de Febe Sillani

Editorial Edaf Tengo miedo Autor: Ivar Da Coll Ilustraciones de Ivar Da Coll

Tajamar Editores

Hansel y GretelAutor: Los hermanos Grimm

Traducido por José Emilio Pacheco

Ilustraciones de Elisa Assler LOM Ediciones

Hansel y Gretel Autor: Los hermanos Grimm

Ilustraciones de Anthony Browne Editorial FCE

Podría decirse que hay una fascinación compartida entre los autores para niños y sus jóvenes lectores, una especie de complicidad, frente a los personajes del miedo y frente a realidades como el dolor, la maldad, los celos, la muerte.

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Page 28: Había Una Vez n°2

“La lectura se fomenta por el

Contagio”

ENTREVISTAENTREVISTAFrancisco Hinojosa

HUV: El humor es protagonista en tus libros, ¿qué

valor le atribuyes en tu literatura?

FH: Es una manera de exorcizar los temas que más me preocupan. Está muy presente también en lo que escribo para adultos y es lo que liga lo que escribo para niños y para adultos: el humor, el absurdo, la exagera-ción. Lo veo como una manera de enfrentar temas, especialmente como la violencia y la muerte.

HUV: Tus caracterizaciones son en general bastante

exageradas, caricaturescas, que pueden llegar a pa-

recer muy fuerte para niños.

FH: Sí, y es algo que al principio fue mucho mayor. Creo que ha cambiado nuestra percepción tanto de la literatura infantil como de los niños. Se creía que la literatura infantil circulaba en torno a temas como prince-sas, castillos, animales y que estaba escrita con diminutivos; y nuestra concepción del niño era que había que protegerlo y envolverlo en una burbuja. Ahora, con las nuevas tecnologías, el niño está mucho más in-formado de ciertos temas, que pueden pertenecer a la literatura infantil, como por ejemplo la muerte o el secuestro. Hay libros en Colombia sobre el secuestro, que es uno de los temas fundamentales dentro de su socie-dad. La muerte, el divorcio, temas que antes parecían no aptos para ser tratados en una historia de literatura infantil, ahora sí lo son, lo que ha permitido que crezca ampliamente la industria editorial.

Desde hace muchos años, después de los libros de autoayuda, lo que más se consume en el mundo son los libros para niños. Y esta industria ha crecido porque también han crecido los escritores, que están más en contacto con el niño actual.

Creo que el cambio tiene que ver con el escritor Roald Dahl.

De niño sólo leía cómics, pero hoy se ha convertido en uno de losescritoresde literatura infantilmás importantese influ-yentes de Latinoamérica. Con el humor como sello en cada una de sus obras, Francisco Hinojosa pretende acercar a los niños temas tan complicados como la maldad, la violencia y la muerte; y lo hace de una manera tan natural y divertida que los niños se lo agradecen.

HUV: Tenemos la impresión de que existe un pa-

rentesco literario con Roald Dahl, a nivel de la ca-

racterización de los personajes, el tipo de humor,

un poco negro. ¿En qué medida te ha influenciado

este autor?

FH: Lo reconozco como una influencia absolutamente importante, y más que eso reconozco una empatía, coincido mucho. Más tarde conocí sus libros para adultos, y encontré una semejanza. No fue sólo una influencia directa, ya que existen ciertas semejanzas y coincidencias, en el manejo del humor, especialmente.

Es uno de mis autores favoritos, junto con Janosch, Jean-Jacques Sempé, René Goscinny, con quien comparto mucho el humor, Christine Nöstlin-ger. En general me gusta mucho los tratamientos que se han hecho de los cuentos de hadas, las Cenicientas nuevas, Caperucitas nuevas.

HUV: ¿Cómo fue de niño tu relación con la lectura?

FH: Yo de niño sólo leía cómics, lo que, en cierta manera, se constituyó en una especie de influencia fuerte. Hay cuentos míos que tienen muy

OBRAS

La peor señora del mundo

Aníbal y Melquiades

La fórmula del doctor Funes

Amadís de aniz… amadís de codorniz

A golpe de calcetín

Buscalacranes

De domingo a lunes

Léperas contra mocosos

Francisco Hinosoja nació en Ciudad de México el 28 de febrero de 1954. Estudió Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad Nacional Autónoma de México y es poeta, narrador y editor. Una gran parte de su obra ha sido dedicada a la literatura para niños y jóvenes e im-parte talleres de literatura infantil en distintos países. Gracias al Fondo de Cultura Económica, encontramos muchos de sus libros en Chile:

clara esa liga con el cómic, especialmente los que escribo para adultos. Pero empecé a leer a los 16 años, más o menos. El primer libro que me

llevó a la lectura, y posteriormente a la escritura, fue “Crimen y castigo”, de Dostoievski.

HUV: ¿Qué rescatas del género del

cómic?

FH: Además de la libertad temática, lo que influyó mucho en mí es que el cómic no tiene desperdicio.

No hay mucho espacio, hay una imagen y lo que tienes que decir se limita a un pequeño globo, hay

que ir al grano, no te puedes detener en decir “la tarde estaba soleada y los pajarillos piaban en los árboles…”.

Los niños agradecen que no les retardemos las cosas. Yo nunca he escrito novelas, aunque me las han pedido,

porque me gusta ir al grano y resolverlo todo rápidamente.

HUV: ¿Te han planteado alguna vez que tus

libros tienen una dimensión catártica al perso-

nificar de manera tan exagerada las cualidades y los

defectos humanos?

FH: Sé que existen algunos libros que pueden ser utilizados por los psi-cólogos para analizar ciertos aspectos de un niño. En particular, “La peor señora del mundo”, ha funcionado para producir catarsis, ver cómo los niños enfrentan el mal. Eso yo lo comprendí especialmente en Colombia, en una sociedad con mucha violencia social y familiar, cuando me di cuenta de que el libro producía catarsis en los niños golpeados, como una manera de enfrentar el mal que ellos recibían.

Cada año hay muchas representaciones de esta historia, experimentales y profesionales. Recuerdo que en algún momento una compañía llevó la obra a zonas marginales y en un momento un niño sacó un machete y trató de enfrentar a la actriz, y en otra, tuvieron que rescatarla de los niños, que le querían pegar.

El año pasado se celebraron los 15 años de este libro, y aunque ahora gusta mucho, al principio fue muy difícil. En primer lugar, fue rechazada por tres dictaminadores de la editorial. Finalmente, se publicó con un bajo perfil y ahí aparecieron las reacciones de los padres y los profesores, que decían que el libro no era apto para los niños y lo prohibieron en mu-chas escuelas. Sin embargo ¡los niños nunca lo rechazaron! Por suerte, el repudio inicial ha ido pasando, y ahora conozco a muchos adultos que lo han leído y les ha gustado. Eso es algo que nunca calculé que iba a pasar.

HUV: ¿Por cuánto tiempo se dio ese nivel de repu-

dio? Porque se pasó del rechazo a una absoluta fas-

cinación…

FH: El fenómeno que se produjo se inserta en un universo un poco más amplio. Empezaron a llegar los libros de Roald Dahl y algunos cuantos más con temas que antes eran impensados para niños y que significa-ban una nueva visión de la literatura infantil. Esto llegó a través de unas bibliotecas que hizo la Secretaría de Educación Pública de México, y de a poco fue cambiando la percepción, especialmente la de los padres y la del propio Magisterio. Creo que en estos últimos cinco años se ha abierto mucho el mundo de la literatura infantil y no había encontrado ninguna queja, hasta hace poco, cuando supe que en una escuela de un estado de México los padres habían ido a quejarse con el directorio por las temáticas de los libros que les daban de leer a sus hijos. Todavía sigue habiendo algún tipo de rechazo, pero es siempre de los adultos, nunca de los niños. Ellos, al contrario, se ríen. Los adultos se ponen serios, no se atreven a reírse, es muy raro.

HUV: Cuando escribes, ¿lo haces pensando que va

dirigido para un niño o un adulto? ¿Haces esa dis-

tinción?

FH: Sí la hago, y me conecto además con lo que es un niño, totalmente. Es importante destacar que antes se escribía para niños y solamente ellos podían consumir ese tipo de literatura. Pero cuando existe el com-

La fórmula del doctor Funes Autor: Francisco Hinojosa

Ilustraciones de Mauricio Gómez Morín

Editorial FCE, México

Aníbal y Melquiades Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

Había una Vez 26 | Entrevista Había una Vez 27 | Entrevista

Escritor

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“La lectura se fomenta por el

Contagio”

ENTREVISTAENTREVISTAFrancisco Hinojosa

HUV: El humor es protagonista en tus libros, ¿qué

valor le atribuyes en tu literatura?

FH: Es una manera de exorcizar los temas que más me preocupan. Está muy presente también en lo que escribo para adultos y es lo que liga lo que escribo para niños y para adultos: el humor, el absurdo, la exagera-ción. Lo veo como una manera de enfrentar temas, especialmente como la violencia y la muerte.

HUV: Tus caracterizaciones son en general bastante

exageradas, caricaturescas, que pueden llegar a pa-

recer muy fuerte para niños.

FH: Sí, y es algo que al principio fue mucho mayor. Creo que ha cambiado nuestra percepción tanto de la literatura infantil como de los niños. Se creía que la literatura infantil circulaba en torno a temas como prince-sas, castillos, animales y que estaba escrita con diminutivos; y nuestra concepción del niño era que había que protegerlo y envolverlo en una burbuja. Ahora, con las nuevas tecnologías, el niño está mucho más in-formado de ciertos temas, que pueden pertenecer a la literatura infantil, como por ejemplo la muerte o el secuestro. Hay libros en Colombia sobre el secuestro, que es uno de los temas fundamentales dentro de su socie-dad. La muerte, el divorcio, temas que antes parecían no aptos para ser tratados en una historia de literatura infantil, ahora sí lo son, lo que ha permitido que crezca ampliamente la industria editorial.

Desde hace muchos años, después de los libros de autoayuda, lo que más se consume en el mundo son los libros para niños. Y esta industria ha crecido porque también han crecido los escritores, que están más en contacto con el niño actual.

Creo que el cambio tiene que ver con el escritor Roald Dahl.

De niño sólo leía cómics, pero hoy se ha convertido en uno de losescritoresde literatura infantilmás importantese influ-yentes de Latinoamérica. Con el humor como sello en cada una de sus obras, Francisco Hinojosa pretende acercar a los niños temas tan complicados como la maldad, la violencia y la muerte; y lo hace de una manera tan natural y divertida que los niños se lo agradecen.

HUV: Tenemos la impresión de que existe un pa-

rentesco literario con Roald Dahl, a nivel de la ca-

racterización de los personajes, el tipo de humor,

un poco negro. ¿En qué medida te ha influenciado

este autor?

FH: Lo reconozco como una influencia absolutamente importante, y más que eso reconozco una empatía, coincido mucho. Más tarde conocí sus libros para adultos, y encontré una semejanza. No fue sólo una influencia directa, ya que existen ciertas semejanzas y coincidencias, en el manejo del humor, especialmente.

Es uno de mis autores favoritos, junto con Janosch, Jean-Jacques Sempé, René Goscinny, con quien comparto mucho el humor, Christine Nöstlin-ger. En general me gusta mucho los tratamientos que se han hecho de los cuentos de hadas, las Cenicientas nuevas, Caperucitas nuevas.

HUV: ¿Cómo fue de niño tu relación con la lectura?

FH: Yo de niño sólo leía cómics, lo que, en cierta manera, se constituyó en una especie de influencia fuerte. Hay cuentos míos que tienen muy

OBRAS

La peor señora del mundo

Aníbal y Melquiades

La fórmula del doctor Funes

Amadís de aniz… amadís de codorniz

A golpe de calcetín

Buscalacranes

De domingo a lunes

Léperas contra mocosos

Francisco Hinosoja nació en Ciudad de México el 28 de febrero de 1954. Estudió Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad Nacional Autónoma de México y es poeta, narrador y editor. Una gran parte de su obra ha sido dedicada a la literatura para niños y jóvenes e im-parte talleres de literatura infantil en distintos países. Gracias al Fondo de Cultura Económica, encontramos muchos de sus libros en Chile:

clara esa liga con el cómic, especialmente los que escribo para adultos. Pero empecé a leer a los 16 años, más o menos. El primer libro que me

llevó a la lectura, y posteriormente a la escritura, fue “Crimen y castigo”, de Dostoievski.

HUV: ¿Qué rescatas del género del

cómic?

FH: Además de la libertad temática, lo que influyó mucho en mí es que el cómic no tiene desperdicio.

No hay mucho espacio, hay una imagen y lo que tienes que decir se limita a un pequeño globo, hay

que ir al grano, no te puedes detener en decir “la tarde estaba soleada y los pajarillos piaban en los árboles…”.

Los niños agradecen que no les retardemos las cosas. Yo nunca he escrito novelas, aunque me las han pedido,

porque me gusta ir al grano y resolverlo todo rápidamente.

HUV: ¿Te han planteado alguna vez que tus

libros tienen una dimensión catártica al perso-

nificar de manera tan exagerada las cualidades y los

defectos humanos?

FH: Sé que existen algunos libros que pueden ser utilizados por los psi-cólogos para analizar ciertos aspectos de un niño. En particular, “La peor señora del mundo”, ha funcionado para producir catarsis, ver cómo los niños enfrentan el mal. Eso yo lo comprendí especialmente en Colombia, en una sociedad con mucha violencia social y familiar, cuando me di cuenta de que el libro producía catarsis en los niños golpeados, como una manera de enfrentar el mal que ellos recibían.

Cada año hay muchas representaciones de esta historia, experimentales y profesionales. Recuerdo que en algún momento una compañía llevó la obra a zonas marginales y en un momento un niño sacó un machete y trató de enfrentar a la actriz, y en otra, tuvieron que rescatarla de los niños, que le querían pegar.

El año pasado se celebraron los 15 años de este libro, y aunque ahora gusta mucho, al principio fue muy difícil. En primer lugar, fue rechazada por tres dictaminadores de la editorial. Finalmente, se publicó con un bajo perfil y ahí aparecieron las reacciones de los padres y los profesores, que decían que el libro no era apto para los niños y lo prohibieron en mu-chas escuelas. Sin embargo ¡los niños nunca lo rechazaron! Por suerte, el repudio inicial ha ido pasando, y ahora conozco a muchos adultos que lo han leído y les ha gustado. Eso es algo que nunca calculé que iba a pasar.

HUV: ¿Por cuánto tiempo se dio ese nivel de repu-

dio? Porque se pasó del rechazo a una absoluta fas-

cinación…

FH: El fenómeno que se produjo se inserta en un universo un poco más amplio. Empezaron a llegar los libros de Roald Dahl y algunos cuantos más con temas que antes eran impensados para niños y que significa-ban una nueva visión de la literatura infantil. Esto llegó a través de unas bibliotecas que hizo la Secretaría de Educación Pública de México, y de a poco fue cambiando la percepción, especialmente la de los padres y la del propio Magisterio. Creo que en estos últimos cinco años se ha abierto mucho el mundo de la literatura infantil y no había encontrado ninguna queja, hasta hace poco, cuando supe que en una escuela de un estado de México los padres habían ido a quejarse con el directorio por las temáticas de los libros que les daban de leer a sus hijos. Todavía sigue habiendo algún tipo de rechazo, pero es siempre de los adultos, nunca de los niños. Ellos, al contrario, se ríen. Los adultos se ponen serios, no se atreven a reírse, es muy raro.

HUV: Cuando escribes, ¿lo haces pensando que va

dirigido para un niño o un adulto? ¿Haces esa dis-

tinción?

FH: Sí la hago, y me conecto además con lo que es un niño, totalmente. Es importante destacar que antes se escribía para niños y solamente ellos podían consumir ese tipo de literatura. Pero cuando existe el com-

La fórmula del doctor Funes Autor: Francisco Hinojosa

Ilustraciones de Mauricio Gómez Morín

Editorial FCE, México

Aníbal y Melquiades Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

Había una Vez 26 | Entrevista Había una Vez 27 | Entrevista

Escritor

Page 30: Había Una Vez n°2

La lectura se fomenta por el contagio. Cuando un niño ve a su padre metido en un libro, enseguida se va a preguntar qué hay ahí dentro que lo tiene tan interesado.

ENTREVISTAENTREVISTA

LINKwww.fondodeculturaeconomica.com

ponente literario, el libro puede ser leído a partir de cierta edad, pero lo puede leer, y disfrutar, un adulto también. Es lo que ha sucedido con Harry Potter, que al principio fueron los niños quienes adoptaron la obra y los adultos se asomaron después a ver qué pasaba. Ahora son también ellos los que lo consumen.

HUV: ¿Y tú te conectas con los niños o con tu

niño interior?

FH: Yo creo que las dos cosas. Están presentes los niños que conozco, a través de una gran cantidad de objetos que me han regalado y que tengo en mi estudio para recordarme que son lectores muy exigentes, mucho más que los adultos. Y por otro lado también me conecto con ese niño que fui, especialmente porque a pesar de que no leí, sí jugué mucho, tuve una infancia muy feliz y eso es lo que rescato.

HUV: ¿Te gustaría encontrar la fórmula para volver a

ser niño, como el protagonista de tu libro “La fórmu-

la del doctor Funes”?

a los niños de la lectura. Creo que lo principal es no obligarlos y también motivar con el ejemplo. Los padres quieren que sus hijos lean, pero ellos no leen nada; los profesores quieren que sus alumnos lean, pero a ellos no les apasiona leer. Se reconoce muy fácilmente las escuelas donde hay un bibliotecario, un profesor, un promotor al que le gusta la lectura, porque eso se contagia a los niños. La lectura se fomenta por el contagio. Cuando un niño ve a su padre metido en un libro, enseguida se va a preguntar qué hay ahí dentro que lo tiene tan interesado.

HUV: ¿Cuál crees que ha sido tu papel en la literatura

infantil actual?

comunes. La literatura en México llegó tarde, no tenía una tradición de literatura infantil como la tenían los argentinos, brasileños, colombianos, cubanos. Los libros para niños estaban muy descuidados. El Fondo de Cultura Económica, FCE, la editorial más antigua de México, con un acer-vo de más de 6 mil títulos, decidió hacer una colección para niños, que hoy, en lo que se refiere a ventas, significa hasta un 35 por ciento del catálogo del Fondo. Al principio no había escritores para niños, pero luego empezó a surgir una nueva generación de escritores jóvenes, que está pujando fuerte e incluso hay algunos que ya pueden vivir de sus libros, cosa que antes se veía como ideal. Ahora hay cada vez más escritores, y se ha convertido en una industria muy activa. Sin embargo, continuamos con un eslabón roto, porque los libros están llegando, pero los maestros no leen, lo que hace que los libros finalmente no lleguen donde tienen que llegar.

HUV: ¿Qué libro recomendarías a un niño para

que se entusiasme con la lectura?

FH: De todas maneras le recomendaría algo de Roald Dahl, como “Las brujas”, que es un cuento que me gusta mucho porque te atrapa desde las primeras páginas. “Los cretinos” también es in-teresante porque es raro, los protagonistas son adultos y es cruel, pero no está muy bien traducido ya que hay muchas alusiones que valdría la pena pensarlas mejor.

HUV: Finalmente, ¿en qué está Francisco Hinojo-

sa ahora? ¿Cuál es la próxima historia que tienes

en mente?

FH: Me gusta mucho tomar nuevos retos, experimentar. Estoy ahora escribiendo algo que nunca pensé que iba a escribir: una novela de terror. Cuando me pedían que escribiera algo de terror, yo decía que no podía hacerlo porque me ganaba la risa, tiendo a exagerar, al absurdo, y eso hace que la risa aflore pronto. Un editor me pidió que le escribiera un cuento de terror. Al principio me negué pero pasó el tiempo y un día se me ocurrió una historia, entonces estoy trabajando en ella. Escribir algo de terror es complicado hoy en día. Si no logramos que exista, al menos un segundo, está fracasado. Bueno, pero lo estoy haciendo y aunque no sé si lo logre, es una de las búsquedas que me tiene ocupado en este momento.

La peor señora del mundo Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

“Les pegaba cachetadas a sus hijos, mordía las orejas de los carpinteros, apagaba su puro en los ombligos de los taxis-tas…”.La peor señora del mundo, página 24 Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

Había una Vez 28 | EntrevistaHabía una Vez 29 | Entrevista

Un tipo de cuidadoAutor: Francisco HinojosaTusquets Editores

A golpe de calcetínAutor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael BarajasEditorial FCE, México

FH: No necesariamente (risas). Muchas veces me han pedido que escriba la segunda parte de “La fórmula del doctor Funes”, pero yo les digo que no hay segundas partes. Hace poco una niña me dijo cuál era la solución: Tú estás escribiendo porque los adultos quieren ser niños, pero los niños también queremos ser adultos. Esa es la parte que te falta. Fue una bue-na idea que a lo mejor algún día hago realidad.

HUV: Respecto a la literatura infantil en general,

¿qué crees que se podría o debiera hacer para moti-

var más a los niños a leer?

FH: En primer lugar, nunca obligarlos. No se deben utilizar los libros de cuentos para fines que no sean los de la recreación. Los maestros siem-pre piensan que sacarle el jugo a un libro significa encontrar valores presentes en él o enseñar gramática a través de la página de un libro. Pedirle a un niño que encuentre todos los adjetivos calificativos en el primer capítulo del Quijote es una manera de destruir el libro y ahuyentar

FH: En México, creo que fui yo quien empezó a hablar de ciertos temas, a tratar ciertos personajes, a tocar ciertas palabras, que ahora son más

Page 31: Había Una Vez n°2

La lectura se fomenta por el contagio. Cuando un niño ve a su padre metido en un libro, enseguida se va a preguntar qué hay ahí dentro que lo tiene tan interesado.

ENTREVISTAENTREVISTA

LINKwww.fondodeculturaeconomica.com

ponente literario, el libro puede ser leído a partir de cierta edad, pero lo puede leer, y disfrutar, un adulto también. Es lo que ha sucedido con Harry Potter, que al principio fueron los niños quienes adoptaron la obra y los adultos se asomaron después a ver qué pasaba. Ahora son también ellos los que lo consumen.

HUV: ¿Y tú te conectas con los niños o con tu

niño interior?

FH: Yo creo que las dos cosas. Están presentes los niños que conozco, a través de una gran cantidad de objetos que me han regalado y que tengo en mi estudio para recordarme que son lectores muy exigentes, mucho más que los adultos. Y por otro lado también me conecto con ese niño que fui, especialmente porque a pesar de que no leí, sí jugué mucho, tuve una infancia muy feliz y eso es lo que rescato.

HUV: ¿Te gustaría encontrar la fórmula para volver a

ser niño, como el protagonista de tu libro “La fórmu-

la del doctor Funes”?

a los niños de la lectura. Creo que lo principal es no obligarlos y también motivar con el ejemplo. Los padres quieren que sus hijos lean, pero ellos no leen nada; los profesores quieren que sus alumnos lean, pero a ellos no les apasiona leer. Se reconoce muy fácilmente las escuelas donde hay un bibliotecario, un profesor, un promotor al que le gusta la lectura, porque eso se contagia a los niños. La lectura se fomenta por el contagio. Cuando un niño ve a su padre metido en un libro, enseguida se va a preguntar qué hay ahí dentro que lo tiene tan interesado.

HUV: ¿Cuál crees que ha sido tu papel en la literatura

infantil actual?

comunes. La literatura en México llegó tarde, no tenía una tradición de literatura infantil como la tenían los argentinos, brasileños, colombianos, cubanos. Los libros para niños estaban muy descuidados. El Fondo de Cultura Económica, FCE, la editorial más antigua de México, con un acer-vo de más de 6 mil títulos, decidió hacer una colección para niños, que hoy, en lo que se refiere a ventas, significa hasta un 35 por ciento del catálogo del Fondo. Al principio no había escritores para niños, pero luego empezó a surgir una nueva generación de escritores jóvenes, que está pujando fuerte e incluso hay algunos que ya pueden vivir de sus libros, cosa que antes se veía como ideal. Ahora hay cada vez más escritores, y se ha convertido en una industria muy activa. Sin embargo, continuamos con un eslabón roto, porque los libros están llegando, pero los maestros no leen, lo que hace que los libros finalmente no lleguen donde tienen que llegar.

HUV: ¿Qué libro recomendarías a un niño para

que se entusiasme con la lectura?

FH: De todas maneras le recomendaría algo de Roald Dahl, como “Las brujas”, que es un cuento que me gusta mucho porque te atrapa desde las primeras páginas. “Los cretinos” también es in-teresante porque es raro, los protagonistas son adultos y es cruel, pero no está muy bien traducido ya que hay muchas alusiones que valdría la pena pensarlas mejor.

HUV: Finalmente, ¿en qué está Francisco Hinojo-

sa ahora? ¿Cuál es la próxima historia que tienes

en mente?

FH: Me gusta mucho tomar nuevos retos, experimentar. Estoy ahora escribiendo algo que nunca pensé que iba a escribir: una novela de terror. Cuando me pedían que escribiera algo de terror, yo decía que no podía hacerlo porque me ganaba la risa, tiendo a exagerar, al absurdo, y eso hace que la risa aflore pronto. Un editor me pidió que le escribiera un cuento de terror. Al principio me negué pero pasó el tiempo y un día se me ocurrió una historia, entonces estoy trabajando en ella. Escribir algo de terror es complicado hoy en día. Si no logramos que exista, al menos un segundo, está fracasado. Bueno, pero lo estoy haciendo y aunque no sé si lo logre, es una de las búsquedas que me tiene ocupado en este momento.

La peor señora del mundo Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

“Les pegaba cachetadas a sus hijos, mordía las orejas de los carpinteros, apagaba su puro en los ombligos de los taxis-tas…”.La peor señora del mundo, página 24 Autor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael Barajas Editorial FCE, México

Había una Vez 28 | EntrevistaHabía una Vez 29 | Entrevista

Un tipo de cuidadoAutor: Francisco HinojosaTusquets Editores

A golpe de calcetínAutor: Francisco HinojosaIlustraciones de Rafael BarajasEditorial FCE, México

FH: No necesariamente (risas). Muchas veces me han pedido que escriba la segunda parte de “La fórmula del doctor Funes”, pero yo les digo que no hay segundas partes. Hace poco una niña me dijo cuál era la solución: Tú estás escribiendo porque los adultos quieren ser niños, pero los niños también queremos ser adultos. Esa es la parte que te falta. Fue una bue-na idea que a lo mejor algún día hago realidad.

HUV: Respecto a la literatura infantil en general,

¿qué crees que se podría o debiera hacer para moti-

var más a los niños a leer?

FH: En primer lugar, nunca obligarlos. No se deben utilizar los libros de cuentos para fines que no sean los de la recreación. Los maestros siem-pre piensan que sacarle el jugo a un libro significa encontrar valores presentes en él o enseñar gramática a través de la página de un libro. Pedirle a un niño que encuentre todos los adjetivos calificativos en el primer capítulo del Quijote es una manera de destruir el libro y ahuyentar

FH: En México, creo que fui yo quien empezó a hablar de ciertos temas, a tratar ciertos personajes, a tocar ciertas palabras, que ahora son más

Page 32: Había Una Vez n°2

DISCIPLINA y SUERTECombinaCión pErfECta dE talEnto,

Cuando Paloma Valdivia se puso los anteojos por primera vez después de que se le diagnosticara miopía cambió su forma de ver el mundo y también su manera de dibujar. “Pasé de ser impresionista a una fanática de la línea negra que delimitaba todos mis dibujos”.

Artículo|M. Teresa Ferrer

Paloma Valdivia|

Paloma Valdivia supo que el techo de su casa tenía tejas rojas y que no era una sola gran mancha cuando le pusieron anteojos después de una visita al doctor. Hoy usa lentes de con-tacto y distingue cada raya y punto que dibuja. Ilustrar es la pasión que la ha llevado a ganar numerosos reconocimientos y a dibujar libros de Chile, España, y recientemente, Francia.Cuando Paloma Valdivia se puso los anteojos por primera vez después de que se le diagnosticara miopía cambió su forma de ver el mundo y también su manera de dibujar. “Pasé de ser impresionista a una fanática de la línea negra que delimitaba todos mis dibujos”, nos cuenta desde España.

Hoy, con una vida formada en Barcelona, reconoce que su historia como ilustradora ha sido una sucesión de hechos afortunados. Partió desde pe-queña participando en todos los concursos escolares de dibujo que encon-tró; luego, a los 17, ingresó a la Pontificia Universidad Católica de Chile a estudiar diseño. Nunca pensó en alejarse del lápiz y el papel. Ahí, hacía todos los trabajos a mano, pues no tuvo computador hasta el penúltimo año.

En la universidad descubrió el curso de ilustración que dictaba Valentina Cruz. Fue ella quien le enseñó que lo que tanto le gustaba hacer se llamaba “ilustrar”. Hoy la reconoce como una gran guía, y le agradece profundamente haberla insertado en un mundo que le apasiona.

“El curso terminaba con una exposición, trabajábamos todo el semestre en torno a unos textos cedidos por la Editorial Andrés Bello. A la exposición venía una comitiva de la editorial para escoger un ganador al cual publicaban y pagaban. El primer año salí segunda y quise repetir el curso al año siguiente; allí logré ser elegi-da, publiqué mis primeras ilustraciones y gané mi primer

Page 33: Había Una Vez n°2

DISCIPLINA y SUERTECombinaCión pErfECta dE talEnto,

Cuando Paloma Valdivia se puso los anteojos por primera vez después de que se le diagnosticara miopía cambió su forma de ver el mundo y también su manera de dibujar. “Pasé de ser impresionista a una fanática de la línea negra que delimitaba todos mis dibujos”.

Artículo|M. Teresa Ferrer

Paloma Valdivia|

Paloma Valdivia supo que el techo de su casa tenía tejas rojas y que no era una sola gran mancha cuando le pusieron anteojos después de una visita al doctor. Hoy usa lentes de con-tacto y distingue cada raya y punto que dibuja. Ilustrar es la pasión que la ha llevado a ganar numerosos reconocimientos y a dibujar libros de Chile, España, y recientemente, Francia.Cuando Paloma Valdivia se puso los anteojos por primera vez después de que se le diagnosticara miopía cambió su forma de ver el mundo y también su manera de dibujar. “Pasé de ser impresionista a una fanática de la línea negra que delimitaba todos mis dibujos”, nos cuenta desde España.

Hoy, con una vida formada en Barcelona, reconoce que su historia como ilustradora ha sido una sucesión de hechos afortunados. Partió desde pe-queña participando en todos los concursos escolares de dibujo que encon-tró; luego, a los 17, ingresó a la Pontificia Universidad Católica de Chile a estudiar diseño. Nunca pensó en alejarse del lápiz y el papel. Ahí, hacía todos los trabajos a mano, pues no tuvo computador hasta el penúltimo año.

En la universidad descubrió el curso de ilustración que dictaba Valentina Cruz. Fue ella quien le enseñó que lo que tanto le gustaba hacer se llamaba “ilustrar”. Hoy la reconoce como una gran guía, y le agradece profundamente haberla insertado en un mundo que le apasiona.

“El curso terminaba con una exposición, trabajábamos todo el semestre en torno a unos textos cedidos por la Editorial Andrés Bello. A la exposición venía una comitiva de la editorial para escoger un ganador al cual publicaban y pagaban. El primer año salí segunda y quise repetir el curso al año siguiente; allí logré ser elegi-da, publiqué mis primeras ilustraciones y gané mi primer

Page 34: Había Una Vez n°2

Hace diez años encontrar a un ilustrador en Chile no era tarea fácil. Pero buscando y buscando encontré a Paloma Valdivia, estudiante de diseño, que ya soñaba en grande. Soñaba con ilustrar para editoriales nacionales y extranjeras y con participar en concursos internacionales. Algo que se veía bastante lejano e irreal. Pero estos sueños estaban fundados en una profunda vocación por la ilustración infantil.

A Paloma le gusta dibujar para los niños, y ellos disfrutan de sus ilustraciones por su mirada sencilla, divertida y conectada con ellos. Le gustan los niños, le gusta conversar y jugar con ellos, saber qué piensan, qué hacen, qué dibujan. Y los niños se sienten atraídos por sus dibujos, por sus animales, sus personajes, sus detalles. Ellos fijan su mirada en cosas que los adultos no vemos. Así Paloma asume la gran responsabilidad que tienen los ilustradores infantiles, dar a los niños los primeros referentes gráficos y estéticos.

Pero también sus ilustraciones gustan a los adultos. Son modernas, originales, livianas pero a la vez profundas. Ella es una artista que está siempre innovando, cambiando, mirando y buscando.

Paloma se ha convertido en un referente para muchos ilustradores, jóvenes y no tan jóvenes, que se sienten seducidos por sus dibujos. Esto, creo yo, es lo que la hace una gran ilustradora infantil: que su trabajo sea disfrutado por grandes y chicos. Su talento, su tesón y su disciplina han logrado que sus sueños se estén haciendo realidad.

Ana María Pavez Editorial Amanuta

ARTÍCULO ARTÍCULO

sueldo como ilustradora”, cuenta Paloma, recordando sus primeros pasos en el oficio.

Fue en esa misma exposición que las editoras de Amanuta vieron el trabajo de Paloma. Andaban buscando un ilustrador para el libro “Kiwala conoce el mar”. Coincidentemente, ella estaba en busca de un tema para su proyecto de título. Decidieron trabajar juntas. Como resultado, Paloma sacó una buena nota en el proyecto, y “Kiwala” resultó ganador del Pre-mio de Ilustración en la Bienal de Bratislava del año 2001.

En esa misma época se comenzaba a formar lo que hoy es “Siete Ra-yas”, un colectivo de ilustradores al que pertenece Paloma y un grupo de otros siete colegas y amigos. “De ahí, todo lo demás viene de la mano”,

comenta Paloma. Y así parece ser, ya que al conocer su historia queda en claro que su talento, su disciplina y sus ganas le han ido abriendo las puertas de una exitosa carrera en el mundo de la ilustración.

En el 2006 partió rumbo a Barcelona para hacer un postgrado de Ilus-tración Creativa en la Escuela de Arte y Diseño EINA. A pesar de que sus intenciones eran regresar a Chile, no dudó en quedarse cuando el profesor Miguel Gallardo (www.miguel-gallardo.com) le ofreció ser su asistente. “En ese minuto, me sentí como si me pidieran ser el aprendiz de Leonardo da Vinci”. Luego le ofrecieron un trabajo de cuentos ilustra-dos para el Museo Precolombino Barbieri Mueller y a través de éste la

Gabriela Mistral, selección poéticaAutor: Gabriela MistralIlustraciones de Paloma ValdiviaFaktoría K de Libros, 2009

Ilustración de “Los de arriba y los de abajo” (Kalandraka, 2009).

Los de arriba y los de abajoAutor: Paloma ValdiviaEditorial Kalandraka, 2009

Kiwala conoce el mar Autor: Ana María Pavez y Constanza Recart Ilustraciones de Paloma Valdivia Editorial Amanuta, 2001

La niña Violeta Autor: Francisco Jiménez Ilustraciones de Paloma Valdivia Editorial Amanuta, 2007

contactaron para ser la ilustradora de las actividades familiares del Museo Caixa Forum.

La vida en Barcelona es ideal para Paloma. Vive en una casita blanca con flores en las ventanas que mira al mar, ubicada en Badalona, a quince minutos en tren del centro de la ciudad. Su casa y su taller los comparte con su marido Carles, un catalán artista de profesión y también ilustrador, junto a quien espera su primer hijo que nacerá en mayo.

“En Barcelona el mercado de la ilustración es enorme y muy movido. Me hice socia del APIC, Asociación Profesional de Ilustradores de Ca-talunya y ahora soy vocal de la junta, que cuenta con más de 600 so-cios”. El APIC organiza periódicamente ciclos de charlas, cursos de forma-ción y debates, a los que asiste siempre pues se reconoce una fanática de aprender.

Además de tener la panadería, la pescadería y el banco a pasos de su casa, Paloma dice que una de las cosas que más le gusta de Barcelona es tener cerca las ferias de ilustración. Una vez al año va a la feria de Bo-logna en Italia, donde ha vendido sus dos proyectos de libro álbum: “Los de arriba y los de abajo”, de la Editorial Kalandraka (2009) y traducido en cinco idiomas; y “Es así”, del Fondo de Cultura Económica de México (2010). También asiste a la feria de Frankfurt en Alemania y la de Mon-treuil en Francia. De ese último país la llamaron hace algunos meses para hacer ilustraciones en una editorial.

Paloma se reconoce feliz porque a sus 32 años ve proyectarse su carrera y porque hace lo que más le gusta en un lugar donde continuamente re-cibe estímulos para su trabajo. “Me inspiran las cosas lindas, los niños, los abuelos, andar en tren y en bicicleta a orilla del mar, los conciertos, los mercadillos, los museos, las fiestas tradicionales, los amigos y las visitas de mi mamá”, dice desde su lugar favorito.

Es difícil separar la obra de Paloma Valdivia, de Paloma Valdivia. Y es que ambas se nutren y retroalimentan. Paloma crea y lo que crea se vuelve parte de ella, como pequeñas profecías autocumplidas que van formando y formándose a partir de ese mundo interior que, a mi juicio, Paloma ha logrado volcar en sus imágenes y la convierten en una de mis ilustradoras favoritas.

En su obra hay algo que nunca logré entender por completo, y es la forma en que, con pocos elementos y colores, logra construir, una y otra vez, espacios que uno quisiera habitar y que cada vez llegan con olor a nuevo. Su obra, mitad libro de hadas, mitad logotipo de empresas importantísimas, es el resultado de la búsqueda de caminos nuevos y la optimización de recursos.

Paloma ha tenido la facultad, que muchos envidiamos, de saber utilizar cada error o incapacidad e incluso aquello que nosotros consideraríamos desechable, en estilo personal de tremenda simpleza y carisma. Una maestra de la ilustración chilena.

Alberto MonttIlustrador

LINKS

www.palomavaldivia.blogspot.comwww.sieterayas.clwww.amanuta.cl

Había una Vez 32 | Artículo Había una Vez 33 | Artículo

Page 35: Había Una Vez n°2

Hace diez años encontrar a un ilustrador en Chile no era tarea fácil. Pero buscando y buscando encontré a Paloma Valdivia, estudiante de diseño, que ya soñaba en grande. Soñaba con ilustrar para editoriales nacionales y extranjeras y con participar en concursos internacionales. Algo que se veía bastante lejano e irreal. Pero estos sueños estaban fundados en una profunda vocación por la ilustración infantil.

A Paloma le gusta dibujar para los niños, y ellos disfrutan de sus ilustraciones por su mirada sencilla, divertida y conectada con ellos. Le gustan los niños, le gusta conversar y jugar con ellos, saber qué piensan, qué hacen, qué dibujan. Y los niños se sienten atraídos por sus dibujos, por sus animales, sus personajes, sus detalles. Ellos fijan su mirada en cosas que los adultos no vemos. Así Paloma asume la gran responsabilidad que tienen los ilustradores infantiles, dar a los niños los primeros referentes gráficos y estéticos.

Pero también sus ilustraciones gustan a los adultos. Son modernas, originales, livianas pero a la vez profundas. Ella es una artista que está siempre innovando, cambiando, mirando y buscando.

Paloma se ha convertido en un referente para muchos ilustradores, jóvenes y no tan jóvenes, que se sienten seducidos por sus dibujos. Esto, creo yo, es lo que la hace una gran ilustradora infantil: que su trabajo sea disfrutado por grandes y chicos. Su talento, su tesón y su disciplina han logrado que sus sueños se estén haciendo realidad.

Ana María Pavez Editorial Amanuta

ARTÍCULO ARTÍCULO

sueldo como ilustradora”, cuenta Paloma, recordando sus primeros pasos en el oficio.

Fue en esa misma exposición que las editoras de Amanuta vieron el trabajo de Paloma. Andaban buscando un ilustrador para el libro “Kiwala conoce el mar”. Coincidentemente, ella estaba en busca de un tema para su proyecto de título. Decidieron trabajar juntas. Como resultado, Paloma sacó una buena nota en el proyecto, y “Kiwala” resultó ganador del Pre-mio de Ilustración en la Bienal de Bratislava del año 2001.

En esa misma época se comenzaba a formar lo que hoy es “Siete Ra-yas”, un colectivo de ilustradores al que pertenece Paloma y un grupo de otros siete colegas y amigos. “De ahí, todo lo demás viene de la mano”,

comenta Paloma. Y así parece ser, ya que al conocer su historia queda en claro que su talento, su disciplina y sus ganas le han ido abriendo las puertas de una exitosa carrera en el mundo de la ilustración.

En el 2006 partió rumbo a Barcelona para hacer un postgrado de Ilus-tración Creativa en la Escuela de Arte y Diseño EINA. A pesar de que sus intenciones eran regresar a Chile, no dudó en quedarse cuando el profesor Miguel Gallardo (www.miguel-gallardo.com) le ofreció ser su asistente. “En ese minuto, me sentí como si me pidieran ser el aprendiz de Leonardo da Vinci”. Luego le ofrecieron un trabajo de cuentos ilustra-dos para el Museo Precolombino Barbieri Mueller y a través de éste la

Gabriela Mistral, selección poéticaAutor: Gabriela MistralIlustraciones de Paloma ValdiviaFaktoría K de Libros, 2009

Ilustración de “Los de arriba y los de abajo” (Kalandraka, 2009).

Los de arriba y los de abajoAutor: Paloma ValdiviaEditorial Kalandraka, 2009

Kiwala conoce el mar Autor: Ana María Pavez y Constanza Recart Ilustraciones de Paloma Valdivia Editorial Amanuta, 2001

La niña Violeta Autor: Francisco Jiménez Ilustraciones de Paloma Valdivia Editorial Amanuta, 2007

contactaron para ser la ilustradora de las actividades familiares del Museo Caixa Forum.

La vida en Barcelona es ideal para Paloma. Vive en una casita blanca con flores en las ventanas que mira al mar, ubicada en Badalona, a quince minutos en tren del centro de la ciudad. Su casa y su taller los comparte con su marido Carles, un catalán artista de profesión y también ilustrador, junto a quien espera su primer hijo que nacerá en mayo.

“En Barcelona el mercado de la ilustración es enorme y muy movido. Me hice socia del APIC, Asociación Profesional de Ilustradores de Ca-talunya y ahora soy vocal de la junta, que cuenta con más de 600 so-cios”. El APIC organiza periódicamente ciclos de charlas, cursos de forma-ción y debates, a los que asiste siempre pues se reconoce una fanática de aprender.

Además de tener la panadería, la pescadería y el banco a pasos de su casa, Paloma dice que una de las cosas que más le gusta de Barcelona es tener cerca las ferias de ilustración. Una vez al año va a la feria de Bo-logna en Italia, donde ha vendido sus dos proyectos de libro álbum: “Los de arriba y los de abajo”, de la Editorial Kalandraka (2009) y traducido en cinco idiomas; y “Es así”, del Fondo de Cultura Económica de México (2010). También asiste a la feria de Frankfurt en Alemania y la de Mon-treuil en Francia. De ese último país la llamaron hace algunos meses para hacer ilustraciones en una editorial.

Paloma se reconoce feliz porque a sus 32 años ve proyectarse su carrera y porque hace lo que más le gusta en un lugar donde continuamente re-cibe estímulos para su trabajo. “Me inspiran las cosas lindas, los niños, los abuelos, andar en tren y en bicicleta a orilla del mar, los conciertos, los mercadillos, los museos, las fiestas tradicionales, los amigos y las visitas de mi mamá”, dice desde su lugar favorito.

Es difícil separar la obra de Paloma Valdivia, de Paloma Valdivia. Y es que ambas se nutren y retroalimentan. Paloma crea y lo que crea se vuelve parte de ella, como pequeñas profecías autocumplidas que van formando y formándose a partir de ese mundo interior que, a mi juicio, Paloma ha logrado volcar en sus imágenes y la convierten en una de mis ilustradoras favoritas.

En su obra hay algo que nunca logré entender por completo, y es la forma en que, con pocos elementos y colores, logra construir, una y otra vez, espacios que uno quisiera habitar y que cada vez llegan con olor a nuevo. Su obra, mitad libro de hadas, mitad logotipo de empresas importantísimas, es el resultado de la búsqueda de caminos nuevos y la optimización de recursos.

Paloma ha tenido la facultad, que muchos envidiamos, de saber utilizar cada error o incapacidad e incluso aquello que nosotros consideraríamos desechable, en estilo personal de tremenda simpleza y carisma. Una maestra de la ilustración chilena.

Alberto MonttIlustrador

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Page 36: Había Una Vez n°2

Todomiro

CUENTO INÉDITOCUENTO INÉDITOAna María Güiraldes

En el tiempo en que los gatos usaban botas y los gigantes eran egoístas, conocí un muñeco llamado Todomiro. Tenía los ojos muy abiertos, vivía sobre un estante y era muy feliz. ¿Saben por qué? Porque podía mirar todo el día el color de la cordillera a través de la ventana.

¿De qué color era la cordillera?

En la mañana verde como delantal de verdulero. En la tarde gris como delantal de fogonero. Y en la noche negra como delantal de carbonero. Cierto día, cuando Todomiro miraba un color azulino como delantal de marino que descendía por las cumbres, escuchó una voz. -Oye... -Oigo... -respondió sin desviar los ojos de la ventana.

Y no le hablaron más.

Todomiro se encogió de hombros. Ahora veía un color rosa dibujarse por una ladera. -Oye... -Oigo... -repitió el muñeco. Y la voz calló. Esta vez se puso curioso. ¿Quién decía “oye”? No era ni el gallo ni la gallina ni la habladora de la vecina. Miró para arriba, miró para un lado, para otro... y allá abajo, en otra repisa de la estantería, entre un libro y un reloj, había una muñeca de largas trenzas que estaba con los ojos cerrados. -¿Hola, quién te trajo aquí? -se extrañó el muñeco.-No sé -respondió ella.

-¿Por qué no lo sabes?-Porque estoy siempre con los ojos cerrados.

-Ah… ¿Y qué quieres? -preguntó Todomiro.-No sé -respondió ella-. Como estoy siempre con los ojos cerrados, sólo sé lo que quiero soñar.

-Yo no sé cerrar los ojos porque quiero mirar las montañas -comentó Todomiro. La muñeca no supo qué responder, así que Todomiro volvió su cabeza a la ventana para mirar ese color violeta que se dibujaba entre dos cerros. -Oye... -se escuchó de nuevo la voz.-Oigo... -dijo Todomiro.

-¿Me puedes decir cómo son las montañas? Ay, qué muñeca tan habladora, pensó el muñeco. Pero se inclinó hacia ella para responderle: En la mañana son verdes como delantal de verdulero.En la tarde son grises como delantal de fogonero. Y en la noche son oscuras como delantal de carbonero. Se enderezó y siguió observando a través de la ventana. -¿Me lo puedes repetir? -dijo la muñeca.-¡Pero si acabo de decirlo! -exclamó Todomiro.-Es que como estoy con los ojos cerrados, sólo memorizo el color de los sueños -dijo la muñeca. Todomiro se inclinó y lo repitió.

-¿Podrías decírmelo una vez más? -pidió la muñeca luego de unos instantes.Todomiro lo repitió ocho veces, lo repitió diez, lo dijo al derecho, lo dijo al revés.

Y la muñeca decía que ya se le había olvidado.

Y así estuvieron durante mucho rato: el muñeco frente a la ventana, la muñeca hablaba y él se inclinaba para responderle. Miraba por la ventana. Se inclinaba. Respondía a la muñeca. Vuelta a mirar por la ventana. Hasta que se le ocurrió algo.

-Oye... -Oigo... -respondió ella.-¿Por qué no subes y yo te cuento sin dejar de mirar mis montañas?-No puedo -dijo la muñeca.-¿Por qué?-Porque como estoy con los ojos cerrados sólo sé subir a mis sueños.-Yo te ayudo -ofreció Todomiro.

Se inclinó… se inclinó… hasta que su mano de trapo sujetó a la muñeca por las trenzas, la elevó y la sentó junto a él. Y ahí quedaron los dos, ella con sus ojos dormilones a la espera de que le contaran, y el muñeco con sus ojos bien abiertos para ver mejor lo que iba a contar.

¿Qué le contó el muñeco? Le contó de las nieves blancas y juguetonas como delantales de muñecas preguntonas.

Le contó de atardeceres morados, tan misteriosos como unos ojos cerrados. Le contó de nubes deshilachadas, tan divertidas como trenzas despeina-das. Y según me aseguró el gallo y la gallina y la habladora de la vecina, los dos siguen muy juntos frente a la ventana. Y tanto le ha preguntado ella y tanto le ha respondido él, que sin darse cuenta la muñeca aprendió a abrir los ojos para ver el color de la vida y el muñeco aprendió a cerrar los suyos para ver el color de los sueños.

Ana María Güiraldes es una de las es-critoras chilenas más destacadas en el ámbito de la literatura infantil y ju-venil. Comenzó a escribir a los nueve años y hoy tiene una amplia colección de obras en diversos géneros: nove-las, cuentos policiales, de aventuras, históricos, todos marcados por su innato sentido del humor, juegos de palabras y un estilo conciso que en-canta a niños y adultos.

[email protected]

Había una Vez 35 | Cuento inédito

Escritora chilena

Ilustración:Francisco Javier Olea

Page 37: Había Una Vez n°2

Todomiro

CUENTO INÉDITOCUENTO INÉDITOAna María Güiraldes

En el tiempo en que los gatos usaban botas y los gigantes eran egoístas, conocí un muñeco llamado Todomiro. Tenía los ojos muy abiertos, vivía sobre un estante y era muy feliz. ¿Saben por qué? Porque podía mirar todo el día el color de la cordillera a través de la ventana.

¿De qué color era la cordillera?

En la mañana verde como delantal de verdulero. En la tarde gris como delantal de fogonero. Y en la noche negra como delantal de carbonero. Cierto día, cuando Todomiro miraba un color azulino como delantal de marino que descendía por las cumbres, escuchó una voz. -Oye... -Oigo... -respondió sin desviar los ojos de la ventana.

Y no le hablaron más.

Todomiro se encogió de hombros. Ahora veía un color rosa dibujarse por una ladera. -Oye... -Oigo... -repitió el muñeco. Y la voz calló. Esta vez se puso curioso. ¿Quién decía “oye”? No era ni el gallo ni la gallina ni la habladora de la vecina. Miró para arriba, miró para un lado, para otro... y allá abajo, en otra repisa de la estantería, entre un libro y un reloj, había una muñeca de largas trenzas que estaba con los ojos cerrados. -¿Hola, quién te trajo aquí? -se extrañó el muñeco.-No sé -respondió ella.

-¿Por qué no lo sabes?-Porque estoy siempre con los ojos cerrados.

-Ah… ¿Y qué quieres? -preguntó Todomiro.-No sé -respondió ella-. Como estoy siempre con los ojos cerrados, sólo sé lo que quiero soñar.

-Yo no sé cerrar los ojos porque quiero mirar las montañas -comentó Todomiro. La muñeca no supo qué responder, así que Todomiro volvió su cabeza a la ventana para mirar ese color violeta que se dibujaba entre dos cerros. -Oye... -se escuchó de nuevo la voz.-Oigo... -dijo Todomiro.

-¿Me puedes decir cómo son las montañas? Ay, qué muñeca tan habladora, pensó el muñeco. Pero se inclinó hacia ella para responderle: En la mañana son verdes como delantal de verdulero.En la tarde son grises como delantal de fogonero. Y en la noche son oscuras como delantal de carbonero. Se enderezó y siguió observando a través de la ventana. -¿Me lo puedes repetir? -dijo la muñeca.-¡Pero si acabo de decirlo! -exclamó Todomiro.-Es que como estoy con los ojos cerrados, sólo memorizo el color de los sueños -dijo la muñeca. Todomiro se inclinó y lo repitió.

-¿Podrías decírmelo una vez más? -pidió la muñeca luego de unos instantes.Todomiro lo repitió ocho veces, lo repitió diez, lo dijo al derecho, lo dijo al revés.

Y la muñeca decía que ya se le había olvidado.

Y así estuvieron durante mucho rato: el muñeco frente a la ventana, la muñeca hablaba y él se inclinaba para responderle. Miraba por la ventana. Se inclinaba. Respondía a la muñeca. Vuelta a mirar por la ventana. Hasta que se le ocurrió algo.

-Oye... -Oigo... -respondió ella.-¿Por qué no subes y yo te cuento sin dejar de mirar mis montañas?-No puedo -dijo la muñeca.-¿Por qué?-Porque como estoy con los ojos cerrados sólo sé subir a mis sueños.-Yo te ayudo -ofreció Todomiro.

Se inclinó… se inclinó… hasta que su mano de trapo sujetó a la muñeca por las trenzas, la elevó y la sentó junto a él. Y ahí quedaron los dos, ella con sus ojos dormilones a la espera de que le contaran, y el muñeco con sus ojos bien abiertos para ver mejor lo que iba a contar.

¿Qué le contó el muñeco? Le contó de las nieves blancas y juguetonas como delantales de muñecas preguntonas.

Le contó de atardeceres morados, tan misteriosos como unos ojos cerrados. Le contó de nubes deshilachadas, tan divertidas como trenzas despeina-das. Y según me aseguró el gallo y la gallina y la habladora de la vecina, los dos siguen muy juntos frente a la ventana. Y tanto le ha preguntado ella y tanto le ha respondido él, que sin darse cuenta la muñeca aprendió a abrir los ojos para ver el color de la vida y el muñeco aprendió a cerrar los suyos para ver el color de los sueños.

Ana María Güiraldes es una de las es-critoras chilenas más destacadas en el ámbito de la literatura infantil y ju-venil. Comenzó a escribir a los nueve años y hoy tiene una amplia colección de obras en diversos géneros: nove-las, cuentos policiales, de aventuras, históricos, todos marcados por su innato sentido del humor, juegos de palabras y un estilo conciso que en-canta a niños y adultos.

[email protected]

Había una Vez 35 | Cuento inédito

Escritora chilena

Ilustración:Francisco Javier Olea

Page 38: Había Una Vez n°2

RECOMENDADOS RECOMENDADOSPilarica Echeverría

Profesora de castellano de enseñanza media Miembro de la fundación Giracuentos

Paola V. FaúndezMagíster en literatura infantil y juvenil Bibliotecaria colegio Wenlock

La mala del cuento Yo, simio

¿Qué sienten los hijos cuando la familia se desmorona? ¿Qué ocurre cuando ésta se reestructura? ¿Cuánto afectan esas turbulencias a una adolescente?

Aunque el libro no responde con certeza las preguntas anteriores, sí per-mite vislumbrar las respuestas. Su prosa es tan llana que una vez que se comienza a leer, no se deja hasta terminarlo. Porque la historia fluye como por un tobogán. A medida que los hechos van sucediendo, las emociones envuelven afectivamente al lector.

A Vivian Mansour le gusta escribir sobre temas familiares. Se inclina por aquellos aspectos delicados como la muerte de la madre, la irrupción de una nueva pareja, las nuevas relaciones con los hijos ajenos… temas difíciles tratados con humor. Porque, al decir de ella, el humor ayuda a aceptar las excentricidades de la vida.

Marina está por cumplir 12 años y después de un flash inicial donde se revela la muerte de su madre, debe aceptar a la nueva novia de su padre. Al revés de lo que ocurre en los cuentos de hadas donde la niña quiere ser princesa, será la mala del cuento, y la madrastra que sí debería ser la mala, sabrá enfrentar con sabiduría y cariño a esta chica, que además está luchando con todos los trastornos de la adolescencia.

Como Marina aún es niña, recurre a una serie de travesuras para espan-tar a Sara, la novia del padre, quien las supera con humor, salvo aquella donde se ve involucrado su hijo de cinco años. Así como estas travesuras le dan un toque de humor a la historia, también nos encontramos con pasajes que nos hacen saltar las lágrimas, como por ejemplo cuando Marina recuerda a su madre en la víspera de su cumpleaños: “¿A dónde se fue la risa de mamá? ¿Por qué no pude guardarla en una cajita?”

Muy acertado e ingenioso es el recurso de la autora de apelar a los cuentos de hadas para caracterizar a sus personajes. Porque muy distinto es decir este personaje es malo y feo que decir “es una bruja”. O decir “quiero ser buena”, que “quiero ser princesa”. Porque Marina quiere ser princesa pero se siente bruja. Y a la novia de su papá la ve y la siente como una “madrastra”. La autora es experta en ciencias de la comunica-ción y trabajó en publicidad, por lo tanto tiene un manejo del lenguaje preciso. Sabe cómo decir mucho con poco. Por ello, al recurrir a estos arquetipos nos está describiendo certeramente sus personajes sin dar grandes rodeos. Los niños entienden muy bien qué es una princesa, una bruja o una madrastra, no necesitan más explicación. Esta economía del lenguaje le da agilidad a la prosa, que fluye sin tropiezos.

Las ilustraciones de Patricio Ortiz, tipo cómics en blanco y negro, por un lado refuerzan el sentido del humor, pero por otro ocultan la profundi-dad, delicadeza y seriedad del tema. Probablemente están más pensa-das para atraer lectores infantiles que adolescentes o adultos, cuando en el fondo el libro es para toda edad.

Vivian Mansour nos regala un nuevo libro, escrito bellamente con gran delicadeza y un lenguaje fluido. Nos habla de los problemas de la fa-milia contemporánea, como las reestructuraciones, los trastornos de la alimentación, los cambios de la adolescencia. Mucho humor, pero por sobre todo gran delicadeza en el trato de los temas. Encantará a niños, niñas y adultos, a quienes hará reflexionar y cuestionar sobre sí mismos y su entorno familiar.

LINKS

www.vivianmansour.comwww.fondodeculturaeconomica.comwww.fundaciongiracuentos.clwww.centrolector.cl

La mala del cuento Autor: Vivian MansourIlustraciones de Patricio OrtizFondo de Cultura Económica, 2009ISBN: 9786071600028

Yo, simioAutor: Sergio GómezSerie Gran Angular Editorial SM, 2009 ISBN: 9562645169

años

Esta novela juvenil es corta y directa, su lenguaje culto está lleno de imágenes reflexivas y de sonidos. A través de los ojos de este simio vemos y reconocemos emociones, tales como la bondad, la crueldad, la honestidad, la soledad y el amor, sentimientos propios de la raza humana que el protagonista se empeña en entender.

Es un texto lleno de significados y de hondo contenido humano, que invita a reflexionar y encontrarse a lo largo de su lectura con las contra-dicciones propias de nuestra especie, vista desde la atenta, inocente y a la vez emotiva mirada del simio.

En mi opinión, esta novela escapa a la clasificación de sólo juvenil ya que su relato nos identifica y conmueve desde el inicio, independiente de la edad que tengamos. Nos interpela con las grandes interrogantes que preocupan al hombre a lo largo de toda su vida, traspasando la temáti-ca específicamente adolescente. En el proceso de humanización de esta criatura vamos sintiendo vívidamente su experiencia de transformación hasta convertirse en hombre. Nos sorprende la mirada que tiene de nues-tra realidad, y emociona su aprendizaje de la lectura y descubrimiento del lenguaje escrito. ¿Será que el no saber leer hace de nuestros hermanos menores seres más libres? ¿Es la acción de leer -esta toma de conciencia plena del existir- la que nos hace entender quiénes somos?

Una historia, por momentos, desgarradora de la realidad, una crítica y un llamado a la reflexión sobre las muchas tonterías con las que como sociedad tropezamos al pretender avanzar, vista por los ojos sorprendi-dos del simio, nacido en un zoológico de cualquier capital. Descubrimos que el relato está sustentado en Santiago; esta inserción en una cuidad real como la nuestra y en un país que identificamos, tal vez sea lo único forzado en la narración.

Como en toda novela rica en significados, se evidencian relaciones con otros libros, otras lecturas, otros lenguajes. El mayor eco nos refiere a la obra de Anthony Browne, autor e ilustrador inglés ganador del Premio Hans Christian Andersen el año 2000. En sus libros álbum, Browne nos tiene acostumbrados a la caricaturización humana de los monos, sensi-bles y perceptivos, con profundas personalidades y detalladas vestimen-tas. Si bien sus obras están pensadas para un público más infantil, varios de sus libros (sobre todo los más recientes) abordan la crítica al mundo humano, a las relaciones extrañas, distantes y segmentadas que viven los simios- hombres en sus relatos, de las cuales a veces son mudos testi-gos (“Zoológico”) o activos protagonistas (“Gorila”). Podríamos decir que Sergio Gómez logra una cierta continuidad de co-relato para un público joven adulto prescindiendo de las ricas imágenes visuales presentes en Browne. La edición, el título y las hojas (no blancas) de “Yo, simio” son un gran acierto, aunque la imagen de la portada no lo es tanto.

Para concluir, una lectura altamente recomendada para todos, especial-mente, aquellos que necesiten respuestas a dudas existenciales y que sientan una afinidad natural hacia los animales. Muy útil para adultos que

trabajan con jóvenes, para discutir/debatir, entre otros, temas sobre el sentido que podemos darle a la vida y la trascendencia y responsabilidad de nuestras acciones.

años

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[email protected]@yahoo.es (Sergio Gómez)www.veoleo.org

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RECOMENDADOS RECOMENDADOSPilarica Echeverría

Profesora de castellano de enseñanza media Miembro de la fundación Giracuentos

Paola V. FaúndezMagíster en literatura infantil y juvenil Bibliotecaria colegio Wenlock

La mala del cuento Yo, simio

¿Qué sienten los hijos cuando la familia se desmorona? ¿Qué ocurre cuando ésta se reestructura? ¿Cuánto afectan esas turbulencias a una adolescente?

Aunque el libro no responde con certeza las preguntas anteriores, sí per-mite vislumbrar las respuestas. Su prosa es tan llana que una vez que se comienza a leer, no se deja hasta terminarlo. Porque la historia fluye como por un tobogán. A medida que los hechos van sucediendo, las emociones envuelven afectivamente al lector.

A Vivian Mansour le gusta escribir sobre temas familiares. Se inclina por aquellos aspectos delicados como la muerte de la madre, la irrupción de una nueva pareja, las nuevas relaciones con los hijos ajenos… temas difíciles tratados con humor. Porque, al decir de ella, el humor ayuda a aceptar las excentricidades de la vida.

Marina está por cumplir 12 años y después de un flash inicial donde se revela la muerte de su madre, debe aceptar a la nueva novia de su padre. Al revés de lo que ocurre en los cuentos de hadas donde la niña quiere ser princesa, será la mala del cuento, y la madrastra que sí debería ser la mala, sabrá enfrentar con sabiduría y cariño a esta chica, que además está luchando con todos los trastornos de la adolescencia.

Como Marina aún es niña, recurre a una serie de travesuras para espan-tar a Sara, la novia del padre, quien las supera con humor, salvo aquella donde se ve involucrado su hijo de cinco años. Así como estas travesuras le dan un toque de humor a la historia, también nos encontramos con pasajes que nos hacen saltar las lágrimas, como por ejemplo cuando Marina recuerda a su madre en la víspera de su cumpleaños: “¿A dónde se fue la risa de mamá? ¿Por qué no pude guardarla en una cajita?”

Muy acertado e ingenioso es el recurso de la autora de apelar a los cuentos de hadas para caracterizar a sus personajes. Porque muy distinto es decir este personaje es malo y feo que decir “es una bruja”. O decir “quiero ser buena”, que “quiero ser princesa”. Porque Marina quiere ser princesa pero se siente bruja. Y a la novia de su papá la ve y la siente como una “madrastra”. La autora es experta en ciencias de la comunica-ción y trabajó en publicidad, por lo tanto tiene un manejo del lenguaje preciso. Sabe cómo decir mucho con poco. Por ello, al recurrir a estos arquetipos nos está describiendo certeramente sus personajes sin dar grandes rodeos. Los niños entienden muy bien qué es una princesa, una bruja o una madrastra, no necesitan más explicación. Esta economía del lenguaje le da agilidad a la prosa, que fluye sin tropiezos.

Las ilustraciones de Patricio Ortiz, tipo cómics en blanco y negro, por un lado refuerzan el sentido del humor, pero por otro ocultan la profundi-dad, delicadeza y seriedad del tema. Probablemente están más pensa-das para atraer lectores infantiles que adolescentes o adultos, cuando en el fondo el libro es para toda edad.

Vivian Mansour nos regala un nuevo libro, escrito bellamente con gran delicadeza y un lenguaje fluido. Nos habla de los problemas de la fa-milia contemporánea, como las reestructuraciones, los trastornos de la alimentación, los cambios de la adolescencia. Mucho humor, pero por sobre todo gran delicadeza en el trato de los temas. Encantará a niños, niñas y adultos, a quienes hará reflexionar y cuestionar sobre sí mismos y su entorno familiar.

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La mala del cuento Autor: Vivian MansourIlustraciones de Patricio OrtizFondo de Cultura Económica, 2009ISBN: 9786071600028

Yo, simioAutor: Sergio GómezSerie Gran Angular Editorial SM, 2009 ISBN: 9562645169

años

Esta novela juvenil es corta y directa, su lenguaje culto está lleno de imágenes reflexivas y de sonidos. A través de los ojos de este simio vemos y reconocemos emociones, tales como la bondad, la crueldad, la honestidad, la soledad y el amor, sentimientos propios de la raza humana que el protagonista se empeña en entender.

Es un texto lleno de significados y de hondo contenido humano, que invita a reflexionar y encontrarse a lo largo de su lectura con las contra-dicciones propias de nuestra especie, vista desde la atenta, inocente y a la vez emotiva mirada del simio.

En mi opinión, esta novela escapa a la clasificación de sólo juvenil ya que su relato nos identifica y conmueve desde el inicio, independiente de la edad que tengamos. Nos interpela con las grandes interrogantes que preocupan al hombre a lo largo de toda su vida, traspasando la temáti-ca específicamente adolescente. En el proceso de humanización de esta criatura vamos sintiendo vívidamente su experiencia de transformación hasta convertirse en hombre. Nos sorprende la mirada que tiene de nues-tra realidad, y emociona su aprendizaje de la lectura y descubrimiento del lenguaje escrito. ¿Será que el no saber leer hace de nuestros hermanos menores seres más libres? ¿Es la acción de leer -esta toma de conciencia plena del existir- la que nos hace entender quiénes somos?

Una historia, por momentos, desgarradora de la realidad, una crítica y un llamado a la reflexión sobre las muchas tonterías con las que como sociedad tropezamos al pretender avanzar, vista por los ojos sorprendi-dos del simio, nacido en un zoológico de cualquier capital. Descubrimos que el relato está sustentado en Santiago; esta inserción en una cuidad real como la nuestra y en un país que identificamos, tal vez sea lo único forzado en la narración.

Como en toda novela rica en significados, se evidencian relaciones con otros libros, otras lecturas, otros lenguajes. El mayor eco nos refiere a la obra de Anthony Browne, autor e ilustrador inglés ganador del Premio Hans Christian Andersen el año 2000. En sus libros álbum, Browne nos tiene acostumbrados a la caricaturización humana de los monos, sensi-bles y perceptivos, con profundas personalidades y detalladas vestimen-tas. Si bien sus obras están pensadas para un público más infantil, varios de sus libros (sobre todo los más recientes) abordan la crítica al mundo humano, a las relaciones extrañas, distantes y segmentadas que viven los simios- hombres en sus relatos, de las cuales a veces son mudos testi-gos (“Zoológico”) o activos protagonistas (“Gorila”). Podríamos decir que Sergio Gómez logra una cierta continuidad de co-relato para un público joven adulto prescindiendo de las ricas imágenes visuales presentes en Browne. La edición, el título y las hojas (no blancas) de “Yo, simio” son un gran acierto, aunque la imagen de la portada no lo es tanto.

Para concluir, una lectura altamente recomendada para todos, especial-mente, aquellos que necesiten respuestas a dudas existenciales y que sientan una afinidad natural hacia los animales. Muy útil para adultos que

trabajan con jóvenes, para discutir/debatir, entre otros, temas sobre el sentido que podemos darle a la vida y la trascendencia y responsabilidad de nuestras acciones.

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RECOMENDADOS RECOMENDADOSManuel Peña Muñoz

EscritorCrítico de literatura infantil

El contador de cuentosMuy bien elegido este cuento escrito por Saki, pseudónimo del escritor británico Hector Hugh Munro (1870-1916), conocido por sus finos re-latos de corte humorístico y su cabal conocimiento del alma humana. Había nacido en Birmania, pero como muchos autores radicados en In-glaterra a comienzos de siglo XX, se sintió atraído por la cultura inglesa y su literatura de corte irónico. Como Katherine Mansfield, la escritora de Nueva Zelanda radicada en Londres en ese mismo periodo, Saki cultivó el cuento, que era un género que se ponía de moda después de haber sido trabajado con éxito por Anton Chéjov en Rusia y Guy de Maupassant en Francia. Tenía la ventaja de decir mucho en pocas páginas, pero ha-bía que ser maestro para lograrlo.

Saki no escribió cuentos infantiles, pero al igual que Katherine Mansfield, tuvo gran poder de observación para captar el espíri-tu de los niños. Katherine Mansfield escribe “Casa de muñecas” y “The garden partie”, obras maestras en el género. Ambos rela-tos con niños de protagonistas. Saki escribe “El contador de cuentos” en el que plantea la difícil dicotomía entre el cuento moralista y didáctico que tanto gusta entre maestros y educadores, y el cuento ab-surdo y disparatado, sin mensaje edificante, que tanto gusta a los niños.

Todo ocurre en un vagón de tren en el que una tía cuenta historias correc-tas sobre una niña buena mientras los niños se aburren. Pero el contador de cuentos que va en el mismo compartimiento, inicia una extravagante narración que divierte y encanta a los niños, aunque la niña “horrible-mente buena”, condecorada con la medalla de la obediencia, acabe de-vorada por el lobo para sorpresa y pavor de la moralista tía y aplausos de los niños. Todo parece sugerir, al modo de Saki, que lo misterioso y terrible puede acechar de pronto al más débil. Esta idea se repite en uno de sus mejores cuentos, titulado “Los lobos de Cernogratz”.

Saki nos cuenta una historia dentro de una historia, del mismo modo que el libro mismo, diseñado por Pietra Hefler, expresa esta idea al pre-sentarse apaisado en forma de vagón de tren que está, a su vez, dentro de un estuche manipulable. Al extraer el libro, vemos a los personajes deslizarse en un viaje, asomados a la ventanilla.

Las ilustraciones de Alba Marina Rivera, joven ilustradora residente en Barcelona, hija de madre rusa y padre cubano, contribuyen a crear un marco inquietante y poético a tan bella y misteriosa historia, presentada en forma de libro de arte. Pura fascinación y magia, ideal para reflexionar, contar, leer en voz alta y encantar con la palabra unida a la imaginación.

El contador de cuentos Autor: SakiIlustraciones de Alba Marina RiveraEdiciones Ekaré, 2008ISBN: 978-84-936504-3-8

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Esteban Cabezas Periodista Escritor

El puente rotoGracias al éxito de su fantástica trilogía “La materia oscura”, ha llegado el momento en que se recuperen otras obras del inglés Philip Pullman. Y, entre ellas, una que tiene casi veinte años de vida (data de 1990) y que igual se mantiene lozana y controvertible. Se trata de “El puente roto”, la historia de una familia muy poco común, de un padre solo y su hija quinceañera de color, Ginny. Ella, con las dudas y despertares propios de la edad, debe sumar más dudas y despertares al irse enterando de una serie de secretos que le oculta su progenitor. Estos implican a su desaparecida madre pintora y a un medio hermano desconocido, los que se suman a un reparto de amigos que también habitan el pueblo costero de Gales donde transcurre la vida de esta chica con sangre haitiana.

Sin moralina ni juicios implícitos, la narración de Pullman va revelando por cuotas una existencia que parece poco común, pero que a la postre es cru-zada por los dilemas básicos de la adolescencia: el saberse querido o no, las identidades sexual y vocacional, el juzgar a los padres o no (y cómo salir sin muchos daños de este trance). Los días de Ginny van sumando nuevas dudas que aparecen como la cola de las respuestas que va obteniendo. De repente en su vida nada es lo que parece, desde la radical maldad de un matón hasta la identidad sexual de un amigo pero, aún sin clarificarlo todo, la protagonista sí va desarrollando forzosamente los músculos del corazón (“el más flexible del cuerpo”, según Woody Allen) a medida que su realidad y la fiabilidad de su padre van siendo puestas a prueba.

Pullman, que tiene ese don de crear heroínas corajudas hasta lo heroico (como su Lyra de “La brújula dorada” o su detective victoriana, Sally Loc-khart), esta vez se planta en el territorio del melodrama contemporáneo con su Ginny. Sin tener que pasar pruebas de vida o muerte, ella igual debe en-frentarse a lo desconocido, a esa parte de su genealogía que no tiene mapa. Y es el relato de este viaje iniciático el que hace de “El puente roto” un libro que podrían leer tanto adultos como jóvenes, porque si hay una característica de Pullman es esa: la suya es buena literatura a secas. No es necesario tener espinillas para pasarlo bien con él.

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www.edicionesb.clwww.philip-pullman.com

Había una Vez 38 | Recomendados

El puente roto Autor: Philip PullmanEdiciones B, 2009 ISBN: 978-84-666-4020-6

años

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RECOMENDADOS RECOMENDADOSManuel Peña Muñoz

EscritorCrítico de literatura infantil

El contador de cuentosMuy bien elegido este cuento escrito por Saki, pseudónimo del escritor británico Hector Hugh Munro (1870-1916), conocido por sus finos re-latos de corte humorístico y su cabal conocimiento del alma humana. Había nacido en Birmania, pero como muchos autores radicados en In-glaterra a comienzos de siglo XX, se sintió atraído por la cultura inglesa y su literatura de corte irónico. Como Katherine Mansfield, la escritora de Nueva Zelanda radicada en Londres en ese mismo periodo, Saki cultivó el cuento, que era un género que se ponía de moda después de haber sido trabajado con éxito por Anton Chéjov en Rusia y Guy de Maupassant en Francia. Tenía la ventaja de decir mucho en pocas páginas, pero ha-bía que ser maestro para lograrlo.

Saki no escribió cuentos infantiles, pero al igual que Katherine Mansfield, tuvo gran poder de observación para captar el espíri-tu de los niños. Katherine Mansfield escribe “Casa de muñecas” y “The garden partie”, obras maestras en el género. Ambos rela-tos con niños de protagonistas. Saki escribe “El contador de cuentos” en el que plantea la difícil dicotomía entre el cuento moralista y didáctico que tanto gusta entre maestros y educadores, y el cuento ab-surdo y disparatado, sin mensaje edificante, que tanto gusta a los niños.

Todo ocurre en un vagón de tren en el que una tía cuenta historias correc-tas sobre una niña buena mientras los niños se aburren. Pero el contador de cuentos que va en el mismo compartimiento, inicia una extravagante narración que divierte y encanta a los niños, aunque la niña “horrible-mente buena”, condecorada con la medalla de la obediencia, acabe de-vorada por el lobo para sorpresa y pavor de la moralista tía y aplausos de los niños. Todo parece sugerir, al modo de Saki, que lo misterioso y terrible puede acechar de pronto al más débil. Esta idea se repite en uno de sus mejores cuentos, titulado “Los lobos de Cernogratz”.

Saki nos cuenta una historia dentro de una historia, del mismo modo que el libro mismo, diseñado por Pietra Hefler, expresa esta idea al pre-sentarse apaisado en forma de vagón de tren que está, a su vez, dentro de un estuche manipulable. Al extraer el libro, vemos a los personajes deslizarse en un viaje, asomados a la ventanilla.

Las ilustraciones de Alba Marina Rivera, joven ilustradora residente en Barcelona, hija de madre rusa y padre cubano, contribuyen a crear un marco inquietante y poético a tan bella y misteriosa historia, presentada en forma de libro de arte. Pura fascinación y magia, ideal para reflexionar, contar, leer en voz alta y encantar con la palabra unida a la imaginación.

El contador de cuentos Autor: SakiIlustraciones de Alba Marina RiveraEdiciones Ekaré, 2008ISBN: 978-84-936504-3-8

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Esteban Cabezas Periodista Escritor

El puente rotoGracias al éxito de su fantástica trilogía “La materia oscura”, ha llegado el momento en que se recuperen otras obras del inglés Philip Pullman. Y, entre ellas, una que tiene casi veinte años de vida (data de 1990) y que igual se mantiene lozana y controvertible. Se trata de “El puente roto”, la historia de una familia muy poco común, de un padre solo y su hija quinceañera de color, Ginny. Ella, con las dudas y despertares propios de la edad, debe sumar más dudas y despertares al irse enterando de una serie de secretos que le oculta su progenitor. Estos implican a su desaparecida madre pintora y a un medio hermano desconocido, los que se suman a un reparto de amigos que también habitan el pueblo costero de Gales donde transcurre la vida de esta chica con sangre haitiana.

Sin moralina ni juicios implícitos, la narración de Pullman va revelando por cuotas una existencia que parece poco común, pero que a la postre es cru-zada por los dilemas básicos de la adolescencia: el saberse querido o no, las identidades sexual y vocacional, el juzgar a los padres o no (y cómo salir sin muchos daños de este trance). Los días de Ginny van sumando nuevas dudas que aparecen como la cola de las respuestas que va obteniendo. De repente en su vida nada es lo que parece, desde la radical maldad de un matón hasta la identidad sexual de un amigo pero, aún sin clarificarlo todo, la protagonista sí va desarrollando forzosamente los músculos del corazón (“el más flexible del cuerpo”, según Woody Allen) a medida que su realidad y la fiabilidad de su padre van siendo puestas a prueba.

Pullman, que tiene ese don de crear heroínas corajudas hasta lo heroico (como su Lyra de “La brújula dorada” o su detective victoriana, Sally Loc-khart), esta vez se planta en el territorio del melodrama contemporáneo con su Ginny. Sin tener que pasar pruebas de vida o muerte, ella igual debe en-frentarse a lo desconocido, a esa parte de su genealogía que no tiene mapa. Y es el relato de este viaje iniciático el que hace de “El puente roto” un libro que podrían leer tanto adultos como jóvenes, porque si hay una característica de Pullman es esa: la suya es buena literatura a secas. No es necesario tener espinillas para pasarlo bien con él.

LINKS

www.edicionesb.clwww.philip-pullman.com

Había una Vez 38 | Recomendados

El puente roto Autor: Philip PullmanEdiciones B, 2009 ISBN: 978-84-666-4020-6

años

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Había una Vez 39 | Recomendados

Page 42: Había Una Vez n°2

RESEÑAS RESEÑAS

Comité de Evaluación Centro Lector de Lo Barnechea

Había una Vez 40 | ReseñasHabía una Vez 41 | Reseñas

Un lunes por la mañanaCuando estamos solos y aburridos pueden ocurrir sucesos extraordinarios.

Un lunes por la mañana, llueve. Un niño aburrido mira por la ventana. Entonces, inesperadamente, llegan el rey, la reina y el pequeño príncipe. Han venido a visitar al niño. Pero el niño ha salido y no lo encuentran en casa. Entonces, deciden regresar el martes. Pero el martes, el niño tampoco está. Y así toda la semana, hasta que recién el domingo la visita se lleva a cabo.

Autor: Uri Shulevitz Editorial Fondo de Cultura Económica México, 2004 ISBN: 9789681673628

años

LINK www.centrolector.cl/comite.htm

Autor: Ángela Lago Editorial Fondo de Cultura Económica

México, 2003 ISBN: 968-16-7047-7

años

¿Una moneda de oro o una pluma? ¿Qué preferimos como herencia?Juan Felizario recibe de herencia una moneda de oro. Como le parece de-masiado brillante, decide cambiarla por un caballo; como el caballo corre demasiado aprisa, lo cambia por un burro; y así, con trueques sucesivos, al final se queda con una pluma que lo hace inmensamente feliz por un segundo… antes de que se vuele.

Un libro de extrañas y hermosas ilustraciones, con muchos detalles para mirar y volver a mirar. La historia tiene el ritmo y el sentido de los cuen-tos populares. En este caso, Juan Felizario Contento, “el rey de los nego-cios”, cambia su herencia, de oro, por la intensa y efímera felicidad de una pluma que se lleva el viento. La imagen final, en que vemos al pro-tagonista caminando sobre la arena recortado contra el cielo azul, es de una gran belleza y tranquilidad. Contrasta con las imágenes de la ciudad y sus habitantes, coloridas y caóticas. Pareciera que al irse desprendiendo del bullicio y de las cosas materiales, Juan Felizario encuentra un mundo de serenidad.

Juan Felizario Contento

El terror del Sexto “B”Un libro que hace recordar la profundidad de los sentimientos, la búsqueda de identidad, el primer amor y la poca comprensión de los adultosantelosconflictosescolares.

Autor: Yolanda Reyes Ilustraciones de Daniel Rabanal Editorial Alfaguara Infantil ISBN: 9789561508781

“Los papás siempre dicen que la época del co-legio es la más divertida de la vida, la más feliz. Claro que los papás llevan muchos años fuera del colegio y son gente de pésima memoria”. Así comienza el prólogo de esta colección de siete cuentos de colegio que lanzan una mira-da crítica a la realidad que viven los niños en esa etapa de sus vidas. Nos recuerdan la pro-fundidad de los sentimientos, la búsqueda de identidad, el primer amor y la poca compren-sión que a veces mostramos los adultos ante estos conflictos.

El cuento que da título a este libro es el más fuerte, ya que la travesura del protagonista al que apodan “el terror del sexto B” lleva a un desenlace dramático.

Un texto interesante de Yolanda Reyes, docen-te colombiana que ha recibido importantes pre-mios por su obra literaria.

años

Inspirado en una canción tradicional francesa (Lundi matin), el autor crea un entorno urbano moderno, gris y lluvioso en el que irrumpen personajes del siglo XVIII, graciosos, llenos de color, irreales.

Un hermoso libro a la altura de la obra de este gran artista norteamericano.

Page 43: Había Una Vez n°2

RESEÑAS RESEÑAS

Comité de Evaluación Centro Lector de Lo Barnechea

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Un lunes por la mañanaCuando estamos solos y aburridos pueden ocurrir sucesos extraordinarios.

Un lunes por la mañana, llueve. Un niño aburrido mira por la ventana. Entonces, inesperadamente, llegan el rey, la reina y el pequeño príncipe. Han venido a visitar al niño. Pero el niño ha salido y no lo encuentran en casa. Entonces, deciden regresar el martes. Pero el martes, el niño tampoco está. Y así toda la semana, hasta que recién el domingo la visita se lleva a cabo.

Autor: Uri Shulevitz Editorial Fondo de Cultura Económica México, 2004 ISBN: 9789681673628

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LINK www.centrolector.cl/comite.htm

Autor: Ángela Lago Editorial Fondo de Cultura Económica

México, 2003 ISBN: 968-16-7047-7

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¿Una moneda de oro o una pluma? ¿Qué preferimos como herencia?Juan Felizario recibe de herencia una moneda de oro. Como le parece de-masiado brillante, decide cambiarla por un caballo; como el caballo corre demasiado aprisa, lo cambia por un burro; y así, con trueques sucesivos, al final se queda con una pluma que lo hace inmensamente feliz por un segundo… antes de que se vuele.

Un libro de extrañas y hermosas ilustraciones, con muchos detalles para mirar y volver a mirar. La historia tiene el ritmo y el sentido de los cuen-tos populares. En este caso, Juan Felizario Contento, “el rey de los nego-cios”, cambia su herencia, de oro, por la intensa y efímera felicidad de una pluma que se lleva el viento. La imagen final, en que vemos al pro-tagonista caminando sobre la arena recortado contra el cielo azul, es de una gran belleza y tranquilidad. Contrasta con las imágenes de la ciudad y sus habitantes, coloridas y caóticas. Pareciera que al irse desprendiendo del bullicio y de las cosas materiales, Juan Felizario encuentra un mundo de serenidad.

Juan Felizario Contento

El terror del Sexto “B”Un libro que hace recordar la profundidad de los sentimientos, la búsqueda de identidad, el primer amor y la poca comprensión de los adultosantelosconflictosescolares.

Autor: Yolanda Reyes Ilustraciones de Daniel Rabanal Editorial Alfaguara Infantil ISBN: 9789561508781

“Los papás siempre dicen que la época del co-legio es la más divertida de la vida, la más feliz. Claro que los papás llevan muchos años fuera del colegio y son gente de pésima memoria”. Así comienza el prólogo de esta colección de siete cuentos de colegio que lanzan una mira-da crítica a la realidad que viven los niños en esa etapa de sus vidas. Nos recuerdan la pro-fundidad de los sentimientos, la búsqueda de identidad, el primer amor y la poca compren-sión que a veces mostramos los adultos ante estos conflictos.

El cuento que da título a este libro es el más fuerte, ya que la travesura del protagonista al que apodan “el terror del sexto B” lleva a un desenlace dramático.

Un texto interesante de Yolanda Reyes, docen-te colombiana que ha recibido importantes pre-mios por su obra literaria.

años

Inspirado en una canción tradicional francesa (Lundi matin), el autor crea un entorno urbano moderno, gris y lluvioso en el que irrumpen personajes del siglo XVIII, graciosos, llenos de color, irreales.

Un hermoso libro a la altura de la obra de este gran artista norteamericano.

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COLUMNA

Quien no haya pasado tardes enteras delante de un libro, quien nunca haya leído en secreto detrás de una linterna, quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas porque una historia acaba, sentirá, obviamente, que estas palabras no puede hacerlas propias. La invita-ción es a mirar la lectura como una actividad que es mucho más que un instrumento lingüístico que desarrolla habilidades intelectuales. La lectura es, como se deja ver en las palabras de inicio, una pasión, es un mundo de enormes posibilidades que van conformando nuestro ser mismo y que libremente podemos dejar o tomar.

El crecimiento intelectual que produce la lectura tiene que ver con muchos aspectos distintos: con el nivel de comprensión lectora, el rendimiento escolar, el vocabulario, la capacidad de expresión, el desarrollo del espíritu crítico y la capacidad de análisis, el estímulo de la curiosidad intelectual, el desarrollo de la capacidad de observación, de concentración y atención. Todas estas ventajas son conocidas y absolutamente necesarias para el buen desempeño de cualquier persona a lo largo de la vida.

Sin embargo, quisiera detenerme ahora, en los beneficios que produce la lectura en otro nivel, que tiene que ver con los beneficios antropológicos. La lectura nos ayuda a ser más plenamente personas pues enriquece lo más propio del ser humano: la intimidad. Éste es el centro desde el cual las personas enfrentan la realidad, es ella un lugar privilegiado para encontrarnos con nuestro ser único e irrepetible. La lectura alimenta y enriquece nuestra intimidad, hace crecer nuestra interioridad personal por cuanto permite el desarrollo de la creatividad, la posibilidad de estar en permanente creación y recreación, amplía los horizontes, favorece el desarrollo de las virtudes morales, propone modelos de admiración e imitación, invita a la magnanimidad (virtud que nos hace sabernos capaz de grandes cosas), educa la sensibilidad.

En definitiva, la lectura se puede transformar, en la medida que nos demos la oportunidad y nos acerquemos a ella, en una verdadera escuela de humanidad, que no sólo entretiene y da goce y felicidad, sino que además, y muy por el contrario de lo que podría parecer, enriquece los contactos personales y las relaciones humanas. La lectura nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás, favorece la afectividad y el encuentro con los otros. La lectura nos lleva a ser más plenos y más humanos, nos posibilita descubrir el inmenso bagaje interior que llevamos cada uno dentro.

La lectura como elemento enriquecedor de la intimidad

Carolina Dell’ OroFilósofa

La lectura se puede transformar (…) en una verdadera escuela de humanidad, que no sólo entretiene y da goce y felicidad, sino que además, y muy por el contrario de lo que podría parecer, enriquece los contactos personales y las relaciones humanas.

RESEÑAS

Sui Mangá¡Qué emoción realizar el viaje de nuestros sueños! ¿Pero será todo como lo imaginamos?

Elsa, una pequeña de siete años nos cuenta cómo su gran sueño se hizo realidad el día en que su madre le anunció que viajarían a Nairobi, África. Conocería a su abuelo y estaría en contacto con los elefantes, pero un accidente obliga a su madre a quedarse en el hotel y Elsa tiene que visitar la reserva con este abuelo desconocido.

Durante esos 15 días en la reserva, vive increíbles aventuras en medio de la sabana y se hace amiga de Billy, un elefantito huérfano. También aprende a conocer y a querer a su enigmático abuelo.

Un libro fácil de leer que nos acerca a la vida salvaje de la sabana afri-cana. Nos ilustra acerca de los peligros que se pueden vivir allí y de los animales a los cuales uno se puede enfrentar. También nos habla de la amistad: cómo se puede dar entre una niña y un animal, entre un abuelo desconocido y su nieta; y, como en ambos casos, hay alegrías y penas.

años

Autor: Marie-Aude y Elvire Murail Ilustraciones de Andrés Sánchez de Tagle Editorial Fondo de Cultura Económica México, 2008 ISBN: 978-96-81653-99-6

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COLUMNA

Quien no haya pasado tardes enteras delante de un libro, quien nunca haya leído en secreto detrás de una linterna, quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas porque una historia acaba, sentirá, obviamente, que estas palabras no puede hacerlas propias. La invita-ción es a mirar la lectura como una actividad que es mucho más que un instrumento lingüístico que desarrolla habilidades intelectuales. La lectura es, como se deja ver en las palabras de inicio, una pasión, es un mundo de enormes posibilidades que van conformando nuestro ser mismo y que libremente podemos dejar o tomar.

El crecimiento intelectual que produce la lectura tiene que ver con muchos aspectos distintos: con el nivel de comprensión lectora, el rendimiento escolar, el vocabulario, la capacidad de expresión, el desarrollo del espíritu crítico y la capacidad de análisis, el estímulo de la curiosidad intelectual, el desarrollo de la capacidad de observación, de concentración y atención. Todas estas ventajas son conocidas y absolutamente necesarias para el buen desempeño de cualquier persona a lo largo de la vida.

Sin embargo, quisiera detenerme ahora, en los beneficios que produce la lectura en otro nivel, que tiene que ver con los beneficios antropológicos. La lectura nos ayuda a ser más plenamente personas pues enriquece lo más propio del ser humano: la intimidad. Éste es el centro desde el cual las personas enfrentan la realidad, es ella un lugar privilegiado para encontrarnos con nuestro ser único e irrepetible. La lectura alimenta y enriquece nuestra intimidad, hace crecer nuestra interioridad personal por cuanto permite el desarrollo de la creatividad, la posibilidad de estar en permanente creación y recreación, amplía los horizontes, favorece el desarrollo de las virtudes morales, propone modelos de admiración e imitación, invita a la magnanimidad (virtud que nos hace sabernos capaz de grandes cosas), educa la sensibilidad.

En definitiva, la lectura se puede transformar, en la medida que nos demos la oportunidad y nos acerquemos a ella, en una verdadera escuela de humanidad, que no sólo entretiene y da goce y felicidad, sino que además, y muy por el contrario de lo que podría parecer, enriquece los contactos personales y las relaciones humanas. La lectura nos ayuda a conocernos a nosotros mismos y a los demás, favorece la afectividad y el encuentro con los otros. La lectura nos lleva a ser más plenos y más humanos, nos posibilita descubrir el inmenso bagaje interior que llevamos cada uno dentro.

La lectura como elemento enriquecedor de la intimidad

Carolina Dell’ OroFilósofa

La lectura se puede transformar (…) en una verdadera escuela de humanidad, que no sólo entretiene y da goce y felicidad, sino que además, y muy por el contrario de lo que podría parecer, enriquece los contactos personales y las relaciones humanas.

RESEÑAS

Sui Mangá¡Qué emoción realizar el viaje de nuestros sueños! ¿Pero será todo como lo imaginamos?

Elsa, una pequeña de siete años nos cuenta cómo su gran sueño se hizo realidad el día en que su madre le anunció que viajarían a Nairobi, África. Conocería a su abuelo y estaría en contacto con los elefantes, pero un accidente obliga a su madre a quedarse en el hotel y Elsa tiene que visitar la reserva con este abuelo desconocido.

Durante esos 15 días en la reserva, vive increíbles aventuras en medio de la sabana y se hace amiga de Billy, un elefantito huérfano. También aprende a conocer y a querer a su enigmático abuelo.

Un libro fácil de leer que nos acerca a la vida salvaje de la sabana afri-cana. Nos ilustra acerca de los peligros que se pueden vivir allí y de los animales a los cuales uno se puede enfrentar. También nos habla de la amistad: cómo se puede dar entre una niña y un animal, entre un abuelo desconocido y su nieta; y, como en ambos casos, hay alegrías y penas.

años

Autor: Marie-Aude y Elvire Murail Ilustraciones de Andrés Sánchez de Tagle Editorial Fondo de Cultura Económica México, 2008 ISBN: 978-96-81653-99-6

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RECORDANDO A...

Escrito por|Manuel Peña Muñoz

María Silva Ossa(1918 - 2009)

Su sonrisa nos cautivaba. Parecía que siempre conservara el corazón de niña. Hermana del legendario ilustrador Coré, María Silva Ossa nació en San Fernando. Su niñez fue muy afortunada pues creció oyendo histo-rias fantásticas narradas por su abuelo José Santos Ossa, pionero de las minas del salitre. Desde muy pequeña se sintió atraída por la literatura, en especial por la poesía y la música ya que su madre les leía poesía en francés y les tocaba el piano. Siendo adolescente les mostró sus poemas a su hermano Mario y a su tía Elvira Santa Cruz Ossa, Roxane, la directora de “El Peneca”. Ambos supieron que también la niña estaba dotada para la poesía y la literatura infantil. La autora comenzó a recrear con éxito aquellas historias que escuchó en San Bernardo, siendo niña, en casa de su abuela paterna.

En 1939 se casó con el poeta Carlos René Correa con quien se mantuvo unida hasta la muerte de éste. Publicaron libros en conjunto y fueron permanentes animadores literarios del Grupo Fuego de la Poesía.

En el año 1964, María Silva Ossa fue una de las pioneras en formar en Chile la filial de IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) junto a Marcela Paz, Alicia Morel y otras autoras que comenzaron a fo-mentar el libro infantil de calidad.

Colaboró en muchas revistas literarias, tanto como poeta como autora de cuentos infantiles. Sus cuentos figuran en numerosas antologías, tanto en Chile, como en el extranjero. Uno de sus libros más emblemáticos es “El hombre cabeza de nieve” (1966), que contiene cuentos de tono cam-pesino con portada de Mario Toral. Luego viene “Perejil Piedra” (1974) que toma las antiguas fórmulas campesinas para iniciar un relato y el resabio de cuentos populares europeos que leyó en su infancia. Otro de sus libros es “Aventuras de tres pelos” (1975) inspirado en narraciones orales chilenas.

“Las calzas del brujo” (1993), es un libro de cuentos en el que apare-cen evidentes las características de estilo de la autora: lenguaje poético, tono acriollado o folclórico e imaginería de cuento tradicional chileno. En “Cuentos de hadas y hechiceros” (1999) continúa el mismo tono de sus narraciones anteriores.

Porsuscuentosdesfilanogros,princesas,carruajesy también pícaros campesinos que hacen reír con sus simpáticas aventuras. Son cuentos que quedarán en el repertorio clásico aunque pase mucho tiempo.

La obra de María Silva Ossa se inscribe dentro de lo mejor del género de la literatura infantil en Chile pues une la escritura poética a la imagi-nación fantástica. El resultado es una colección de cuentos agrupados en distintos libros que tienen la virtud de poner al lector en el centro de un imaginario corro de niños alrededor de un brasero que brilla en una casa de campo. Por sus cuentos desfilan ogros, princesas, carruajes y tam-bién pícaros campesinos que hacen reír con sus simpáticas aventuras. Son cuentos que quedarán en el repertorio clásico aunque pase mucho tiempo. María Silva Ossa se ha ido, pero continúa sonriendo como niña traviesa a través de las páginas de sus libros.

Perejil PiedraAutor: María Silva OssaIlustraciones: CoréEditorial Cochrane S.A.

Las calzas del brujo y otros cuentosAutor: María Silva OssaIlustraciones: Antonio CastellEditorial Universitaria

[email protected]://rositayclavelito.blogspot.com

Había una Vez 45 | Recordando a...

COLUMNA

No puedo dejar para luego la crónica de lo que vivimos gracias a la invitación que nos hizo la Fundación Santa María de España a Fanuel Díaz, a María Beatriz Medina y a mí para participar como ponentes por Venezuela en el I Congreso Iberoamericano de la Lengua y la Literatura Infantil y Juvenil, CILELIJ, que se celebró entre el 23 y el 28 de febrero en Santiago de Chile.

Sí, este importante Congreso y uno de los terremotos más fuertes de la historia tuvieron la misma agenda. No es trivial que más de 70 especia-listas más varios centenares de participantes venidos de casi todos los países hispanoamericanos hayamos coincidido para vivir esta experiencia extrema.

A las tres y media de la madrugada del sábado, a dos días de iniciado el evento, comenzó el sismo. Casi todos dormíamos en nuestras habi-taciones, de manera que cada quien hizo lo primero que se le ocurrió

Amaneció, y los disciplinados ibéricos organizadores del Congreso ya ha-bían dispuesto de un espacio en el hotel acondicionado especialmente para continuar. Todos nos mirábamos un poco desconcertados… pero, ¿quién va a venir? Todos los participantes chilenos deben estar recogien-do sus casas, llamando a familiares en el resto del país. ¡Estos españoles! Para nuestra sorpresa comenzaron a llegar durante la mañana muchos de esos rostros que nos sonaban vagamente familiares debido a la fre-cuencia intensa que se produce en estos encuentros. Pero no venían a reclamar sus derechos adquiridos por haber pagado una inscripción. Ve-nían a rescatarnos, a ofrecernos sus casas y sus jardines, que no habían sufrido daños importantes, para hacernos más llevaderos esos inciertos días que nos esperaban, ante el inminente cierre del aeropuerto y la certeza de la mayoría de no querer volver a dormir más arriba de un segundo piso.

Réplicas del terremoto

Rosana FaríaIlustradora venezolana

No es trivial que más de 70 especialistas más varios centenares de participantes venidos de casi todos los países hispanoamericanos hayamos coincidido para vivir esta experiencia extrema.

al despertar en medio de semejante sacudida. Hubo quienes bajamos descalzos en pijama, otros se hicieron doble nudo en los zapatos, otros llamaron a recepción para preguntar qué estaba ocurriendo; hubo hasta alguien que se tiró al piso y otro que le dijo: “¡A correr, no es una bala-cera, es un terremoto!”

Terminamos todos al final de los interminables dos minutos y medio de sacudidas en la acera frente al majestuoso hotel Plaza San Francisco, en pleno centro de Santiago. Nos alertaron: cuidado con los rateros. En la Suiza de América también hay delincuentes. Poco a poco empezamos a recordar dónde estábamos, y lo solos que estábamos, casi en el fin del mundo sin nadie a quien abrazar. ¿Nadie? Pues nada de eso. Empezamos a acercarnos, a estrechar manos, a hacer círculo alrededor de la hermosa y legendaria Montserrat del Amo, quien comenzó a contarnos historias… y nos dimos cuenta de lo muy latinos que somos, que somos capaces de rehacernos en poco tiempo, de reconstruirnos en el calor de las coin-cidencias. Nos prestamos celulares y cuentas de Skype en computadoras portátiles para que todos pudieran avisar en sus casas antes de que se enteraran por CNN.

Había una Vez 44 | Columna

A partir de este momento sólo puedo contar lo que fue mi experiencia,ya que en ese mismo instante me dije: ya estoy aquí, ya sobreviví, ya mi familia sabe que estoy bien. ¡Venga!, que las oportunidades las pintan calvas y ésta venía con cabellos largos. Me armé un mini equipaje con lo esencial y logré convencer a cuatro mujeres más: María Dolores Prades, editora brasileña, Laura Lecuona, editora mexicana, Silvia Montalván, es-critora peruana, y María Beatriz Medina. Dos ángeles de la guarda nos montaron en sus carruajes y nos llevaron a lo que yo llegué a pensar que era el cielo, que quizá de verdad me había muerto. La casa de Rebeca Domínguez, directora de Había una Vez, nos acogió como en los cuentos de hadas, con bocadillos y dulces, pero también con té y vino como en otros cuentos. De verdad esto era demasiado.

Page 47: Había Una Vez n°2

RECORDANDO A...

Escrito por|Manuel Peña Muñoz

María Silva Ossa(1918 - 2009)

Su sonrisa nos cautivaba. Parecía que siempre conservara el corazón de niña. Hermana del legendario ilustrador Coré, María Silva Ossa nació en San Fernando. Su niñez fue muy afortunada pues creció oyendo histo-rias fantásticas narradas por su abuelo José Santos Ossa, pionero de las minas del salitre. Desde muy pequeña se sintió atraída por la literatura, en especial por la poesía y la música ya que su madre les leía poesía en francés y les tocaba el piano. Siendo adolescente les mostró sus poemas a su hermano Mario y a su tía Elvira Santa Cruz Ossa, Roxane, la directora de “El Peneca”. Ambos supieron que también la niña estaba dotada para la poesía y la literatura infantil. La autora comenzó a recrear con éxito aquellas historias que escuchó en San Bernardo, siendo niña, en casa de su abuela paterna.

En 1939 se casó con el poeta Carlos René Correa con quien se mantuvo unida hasta la muerte de éste. Publicaron libros en conjunto y fueron permanentes animadores literarios del Grupo Fuego de la Poesía.

En el año 1964, María Silva Ossa fue una de las pioneras en formar en Chile la filial de IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) junto a Marcela Paz, Alicia Morel y otras autoras que comenzaron a fo-mentar el libro infantil de calidad.

Colaboró en muchas revistas literarias, tanto como poeta como autora de cuentos infantiles. Sus cuentos figuran en numerosas antologías, tanto en Chile, como en el extranjero. Uno de sus libros más emblemáticos es “El hombre cabeza de nieve” (1966), que contiene cuentos de tono cam-pesino con portada de Mario Toral. Luego viene “Perejil Piedra” (1974) que toma las antiguas fórmulas campesinas para iniciar un relato y el resabio de cuentos populares europeos que leyó en su infancia. Otro de sus libros es “Aventuras de tres pelos” (1975) inspirado en narraciones orales chilenas.

“Las calzas del brujo” (1993), es un libro de cuentos en el que apare-cen evidentes las características de estilo de la autora: lenguaje poético, tono acriollado o folclórico e imaginería de cuento tradicional chileno. En “Cuentos de hadas y hechiceros” (1999) continúa el mismo tono de sus narraciones anteriores.

Porsuscuentosdesfilanogros,princesas,carruajesy también pícaros campesinos que hacen reír con sus simpáticas aventuras. Son cuentos que quedarán en el repertorio clásico aunque pase mucho tiempo.

La obra de María Silva Ossa se inscribe dentro de lo mejor del género de la literatura infantil en Chile pues une la escritura poética a la imagi-nación fantástica. El resultado es una colección de cuentos agrupados en distintos libros que tienen la virtud de poner al lector en el centro de un imaginario corro de niños alrededor de un brasero que brilla en una casa de campo. Por sus cuentos desfilan ogros, princesas, carruajes y tam-bién pícaros campesinos que hacen reír con sus simpáticas aventuras. Son cuentos que quedarán en el repertorio clásico aunque pase mucho tiempo. María Silva Ossa se ha ido, pero continúa sonriendo como niña traviesa a través de las páginas de sus libros.

Perejil PiedraAutor: María Silva OssaIlustraciones: CoréEditorial Cochrane S.A.

Las calzas del brujo y otros cuentosAutor: María Silva OssaIlustraciones: Antonio CastellEditorial Universitaria

[email protected]://rositayclavelito.blogspot.com

Había una Vez 45 | Recordando a...

COLUMNA

No puedo dejar para luego la crónica de lo que vivimos gracias a la invitación que nos hizo la Fundación Santa María de España a Fanuel Díaz, a María Beatriz Medina y a mí para participar como ponentes por Venezuela en el I Congreso Iberoamericano de la Lengua y la Literatura Infantil y Juvenil, CILELIJ, que se celebró entre el 23 y el 28 de febrero en Santiago de Chile.

Sí, este importante Congreso y uno de los terremotos más fuertes de la historia tuvieron la misma agenda. No es trivial que más de 70 especia-listas más varios centenares de participantes venidos de casi todos los países hispanoamericanos hayamos coincidido para vivir esta experiencia extrema.

A las tres y media de la madrugada del sábado, a dos días de iniciado el evento, comenzó el sismo. Casi todos dormíamos en nuestras habi-taciones, de manera que cada quien hizo lo primero que se le ocurrió

Amaneció, y los disciplinados ibéricos organizadores del Congreso ya ha-bían dispuesto de un espacio en el hotel acondicionado especialmente para continuar. Todos nos mirábamos un poco desconcertados… pero, ¿quién va a venir? Todos los participantes chilenos deben estar recogien-do sus casas, llamando a familiares en el resto del país. ¡Estos españoles! Para nuestra sorpresa comenzaron a llegar durante la mañana muchos de esos rostros que nos sonaban vagamente familiares debido a la fre-cuencia intensa que se produce en estos encuentros. Pero no venían a reclamar sus derechos adquiridos por haber pagado una inscripción. Ve-nían a rescatarnos, a ofrecernos sus casas y sus jardines, que no habían sufrido daños importantes, para hacernos más llevaderos esos inciertos días que nos esperaban, ante el inminente cierre del aeropuerto y la certeza de la mayoría de no querer volver a dormir más arriba de un segundo piso.

Réplicas del terremoto

Rosana FaríaIlustradora venezolana

No es trivial que más de 70 especialistas más varios centenares de participantes venidos de casi todos los países hispanoamericanos hayamos coincidido para vivir esta experiencia extrema.

al despertar en medio de semejante sacudida. Hubo quienes bajamos descalzos en pijama, otros se hicieron doble nudo en los zapatos, otros llamaron a recepción para preguntar qué estaba ocurriendo; hubo hasta alguien que se tiró al piso y otro que le dijo: “¡A correr, no es una bala-cera, es un terremoto!”

Terminamos todos al final de los interminables dos minutos y medio de sacudidas en la acera frente al majestuoso hotel Plaza San Francisco, en pleno centro de Santiago. Nos alertaron: cuidado con los rateros. En la Suiza de América también hay delincuentes. Poco a poco empezamos a recordar dónde estábamos, y lo solos que estábamos, casi en el fin del mundo sin nadie a quien abrazar. ¿Nadie? Pues nada de eso. Empezamos a acercarnos, a estrechar manos, a hacer círculo alrededor de la hermosa y legendaria Montserrat del Amo, quien comenzó a contarnos historias… y nos dimos cuenta de lo muy latinos que somos, que somos capaces de rehacernos en poco tiempo, de reconstruirnos en el calor de las coin-cidencias. Nos prestamos celulares y cuentas de Skype en computadoras portátiles para que todos pudieran avisar en sus casas antes de que se enteraran por CNN.

Había una Vez 44 | Columna

A partir de este momento sólo puedo contar lo que fue mi experiencia,ya que en ese mismo instante me dije: ya estoy aquí, ya sobreviví, ya mi familia sabe que estoy bien. ¡Venga!, que las oportunidades las pintan calvas y ésta venía con cabellos largos. Me armé un mini equipaje con lo esencial y logré convencer a cuatro mujeres más: María Dolores Prades, editora brasileña, Laura Lecuona, editora mexicana, Silvia Montalván, es-critora peruana, y María Beatriz Medina. Dos ángeles de la guarda nos montaron en sus carruajes y nos llevaron a lo que yo llegué a pensar que era el cielo, que quizá de verdad me había muerto. La casa de Rebeca Domínguez, directora de Había una Vez, nos acogió como en los cuentos de hadas, con bocadillos y dulces, pero también con té y vino como en otros cuentos. De verdad esto era demasiado.

Page 48: Había Una Vez n°2

www.ala.org | www.mousecircus.com www.rhm.cl | www.editorialoceno.cl

Portada Abril 2010 |Francisco Javier Olea Ilustrador

Nació un 26 de agosto de 1972, en Santiago de Chile. Diseñador de profesión e ilustrador y pintor por vocación, Francisco Javier Olea estu-dió Diseño en la Pontificia Universidad Católica de Chile, para luego especializarse con el Di-plomado en Comunicación Visual de la misma universidad.

Desde 1999 trabaja en el diario El Mercurio, donde ha desarrollado su carrera de ilustrador en el área de suplementos.

Miembro del colectivo de ilustradores Siete Rayas, dicta hace cuatro años un taller junto a Alberto Montt y es profesor del Diplomado de Ilustración de la Pontificia Universidad Católica.

Ha sido nominado los años 2008 y 2009 al Pre-mio Altazor en la categoría Diseño e Ilustración.

En este número de la revista Había una Vez, la portada creada por Francisco Javier Olea co-rresponde a una ilustración del cuento inédito “Todomiro” de Ana María Güiraldes.

¿Por qué ilustro? “Porque es mi lenguaje; me comunico mejor dibujando que hablando. Se ha transformado entonces, en una necesidad social”.

LINKS

LINKS

www.sieterayas.clwww.oleismos.blogspot.com

La Medalla Newbery fue creada en honor a John Newbery, librero y editor inglés del siglo XVIII, famoso por ser uno de los pioneros en la publicación de libros para niños. El premio es entregado anualmente por la American Library Association (ALA), al libro más destacado de la literatura infantil publicado el año anterior.

Premio Newbery

Coraline Autor: Neil Gaiman Ilustraciones de Dave McKean Editorial Salamandra, 2009

Distribuido por Editorial Océano

El ganador de la Medalla Newbery 2009, consi-derada como el reconocimiento más importan-te de la literatura infanto-juvenil que se otorga en Estados Unidos, recayó en “El libro del ce-menterio” (“The graveyard book”), del escritor inglés Neil Gaiman, que ya se encuentra en las librerías del país gracias a Random House Mon-dadori. La historia, inspirada en el clásico “El libro de la selva”, cuenta las aventuras de un niño que, escapando del asesino de su familia, llega a vivir a un cementerio donde es acogido por una comunidad de fantasmas.

Neil Gaiman es autor de varios libros infantiles y juveniles, de los cuales “Coraline” uno de los más leídos en Chile. La historia la pudimos ver en el cine el año 2009 y trata sobre una niña que descubre un mundo paralelo donde todo parece ser mejor, pero termina siendo una ilu-sión creada por una bruja con el fin de robarle su alma.La Medalla Newbery de este año 2010 fue otorgada al libro “When you reach me” de Rebecca Stead. Es una novela de misterio que mezcla fantasía y viajes en el tiempo y todavía no se publica en español.

Había una Vez 46 | Ilustra una Portada

ILUSTRA UNA PORTADA

El libro del cementerio Autor: Neil Gaiman Ilustraciones de Chris Riddell Editorial Roca Junior, 2009

Distribuido por Random House Mondadori

Page 49: Había Una Vez n°2

www.ala.org | www.mousecircus.com www.rhm.cl | www.editorialoceno.cl

Portada Abril 2010 |Francisco Javier Olea Ilustrador

Nació un 26 de agosto de 1972, en Santiago de Chile. Diseñador de profesión e ilustrador y pintor por vocación, Francisco Javier Olea estu-dió Diseño en la Pontificia Universidad Católica de Chile, para luego especializarse con el Di-plomado en Comunicación Visual de la misma universidad.

Desde 1999 trabaja en el diario El Mercurio, donde ha desarrollado su carrera de ilustrador en el área de suplementos.

Miembro del colectivo de ilustradores Siete Rayas, dicta hace cuatro años un taller junto a Alberto Montt y es profesor del Diplomado de Ilustración de la Pontificia Universidad Católica.

Ha sido nominado los años 2008 y 2009 al Pre-mio Altazor en la categoría Diseño e Ilustración.

En este número de la revista Había una Vez, la portada creada por Francisco Javier Olea co-rresponde a una ilustración del cuento inédito “Todomiro” de Ana María Güiraldes.

¿Por qué ilustro? “Porque es mi lenguaje; me comunico mejor dibujando que hablando. Se ha transformado entonces, en una necesidad social”.

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La Medalla Newbery fue creada en honor a John Newbery, librero y editor inglés del siglo XVIII, famoso por ser uno de los pioneros en la publicación de libros para niños. El premio es entregado anualmente por la American Library Association (ALA), al libro más destacado de la literatura infantil publicado el año anterior.

Premio Newbery

Coraline Autor: Neil Gaiman Ilustraciones de Dave McKean Editorial Salamandra, 2009

Distribuido por Editorial Océano

El ganador de la Medalla Newbery 2009, consi-derada como el reconocimiento más importan-te de la literatura infanto-juvenil que se otorga en Estados Unidos, recayó en “El libro del ce-menterio” (“The graveyard book”), del escritor inglés Neil Gaiman, que ya se encuentra en las librerías del país gracias a Random House Mon-dadori. La historia, inspirada en el clásico “El libro de la selva”, cuenta las aventuras de un niño que, escapando del asesino de su familia, llega a vivir a un cementerio donde es acogido por una comunidad de fantasmas.

Neil Gaiman es autor de varios libros infantiles y juveniles, de los cuales “Coraline” uno de los más leídos en Chile. La historia la pudimos ver en el cine el año 2009 y trata sobre una niña que descubre un mundo paralelo donde todo parece ser mejor, pero termina siendo una ilu-sión creada por una bruja con el fin de robarle su alma.La Medalla Newbery de este año 2010 fue otorgada al libro “When you reach me” de Rebecca Stead. Es una novela de misterio que mezcla fantasía y viajes en el tiempo y todavía no se publica en español.

Había una Vez 46 | Ilustra una Portada

ILUSTRA UNA PORTADA

El libro del cementerio Autor: Neil Gaiman Ilustraciones de Chris Riddell Editorial Roca Junior, 2009

Distribuido por Random House Mondadori

Page 50: Había Una Vez n°2

MUNDO LECTORMUNDO LECTOR

María José González, vicepresidenta de IBBY Chile, y Gerónimo Stilton en la Feria del Libro Infantil de Ciudad de México.

La escritora María Luna en la Feria del Libro Infantil de Ciudad de México.

La ilustradora argentina Isol en su visita a Chile. Gentileza de la UDP.

Verónica Uribe en una de las tantas reunio-nes del Comité Editorial de la revista.

Miembros del Comité Editorial de la revista Había una Vez en su lanzamiento. Lanzamiento de la revista Había una Vez en la Feria Internacional del Libro de Santiago.

Manuel Peña Muñoz recibe de su alumna, Margarita Gómez, una ma-rioneta de parte de los participantes del Seminario Internacional de Literatura Infantil Iberoamericana.

Jaime García Padrino, invitado especial del Seminario Internacional de Lite-ratura Infantil Iberoamericana, es entrevistado por un niño al final de una de sus conferencias.

Bibliotecarios de Educa UC participando en el taller de títeres organizado por la Fundación Había una Vez.

Antonia durmiendo junto a Olivia, personaje del libro de Ian Falconer.

Marcelo Pitriqueo, ganador de la categoría cuentos del Concurso “Cuentos y poesía desde una nueva perspectiva” organizado por la Corporación para Ciegos y la Biblioteca de Santiago, junto a los jurados Raúl Hernández y Sergio Bueno.

Bernardita Romero y M. de los Ángeles Amenábar junto a sus hijas en el lanzamiento de sus libros de la colección Primera Lunita (Editorial Sol y Luna) en la librería Leo y Lola.

Pepe Pelayo en su taller de narración oral y humor para profesores de colegios de la Red Educa UC.

Rebeca Domínguez y María José González junto a los escritores del FCE Jorge Luján, Alicia Molina y Carlos Pellicer; en el Primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe IBBY en México.

Había una Vez 48 | Mundo lector Había una Vez 49 | Mundo lector

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MUNDO LECTORMUNDO LECTOR

María José González, vicepresidenta de IBBY Chile, y Gerónimo Stilton en la Feria del Libro Infantil de Ciudad de México.

La escritora María Luna en la Feria del Libro Infantil de Ciudad de México.

La ilustradora argentina Isol en su visita a Chile. Gentileza de la UDP.

Verónica Uribe en una de las tantas reunio-nes del Comité Editorial de la revista.

Miembros del Comité Editorial de la revista Había una Vez en su lanzamiento. Lanzamiento de la revista Había una Vez en la Feria Internacional del Libro de Santiago.

Manuel Peña Muñoz recibe de su alumna, Margarita Gómez, una ma-rioneta de parte de los participantes del Seminario Internacional de Literatura Infantil Iberoamericana.

Jaime García Padrino, invitado especial del Seminario Internacional de Lite-ratura Infantil Iberoamericana, es entrevistado por un niño al final de una de sus conferencias.

Bibliotecarios de Educa UC participando en el taller de títeres organizado por la Fundación Había una Vez.

Antonia durmiendo junto a Olivia, personaje del libro de Ian Falconer.

Marcelo Pitriqueo, ganador de la categoría cuentos del Concurso “Cuentos y poesía desde una nueva perspectiva” organizado por la Corporación para Ciegos y la Biblioteca de Santiago, junto a los jurados Raúl Hernández y Sergio Bueno.

Bernardita Romero y M. de los Ángeles Amenábar junto a sus hijas en el lanzamiento de sus libros de la colección Primera Lunita (Editorial Sol y Luna) en la librería Leo y Lola.

Pepe Pelayo en su taller de narración oral y humor para profesores de colegios de la Red Educa UC.

Rebeca Domínguez y María José González junto a los escritores del FCE Jorge Luján, Alicia Molina y Carlos Pellicer; en el Primer Encuentro Latinoamericano y del Caribe IBBY en México.

Había una Vez 48 | Mundo lector Había una Vez 49 | Mundo lector

Page 52: Había Una Vez n°2

Mis favoritosDelphine Juthier |Bibliotecaria

Un liBro iMperDiBle“Voces en el parque”, de Anthony Browne.

Un BUen liBro De reGalo “Tener un patito es útil”, de Isol, para niños chicos y no tan chicos.

¿CUál eS el Mejor liBro qUe Te han reGalaDo?“el corazón es un cazador solitario” de Carson McCullers.

¿CUál eS TU “joya” De liBro? (eS DeCir, alGún liBro Con eSpeCial Cariño y Valor)“enamorados” de Rebecca Dautremer.

¿qUé liBro Te ha heCho reír?“historias de cronopios y famas”, de Julio Cortázar.

¿qUé liBro Te ha heCho llorar?“el conde de Montecristo”, el principio es demasiado triste.

¿qUé liBro le DaríaS a TU(S) hijo(S)?Le leo muchos libros, pero uno que le impactó particularmente es “Fernando furioso”.

¿Con qUé liBro CaUTiVaríaS a Un aDoleSCenTe no leCTor?“jesús Betz”, de Fred Bernard y François Roca.

¿qUé liBro le DaríaS a Un aDoleSCenTe leCTor?“leyendas de los otori” de Lian Hearn.

¿qUé liBro Te GUSTaría Ver heCho pelíCUla?“el árbol sin fin”, o cualquier libro de Claude Ponti.

¿qUé aUTor Chileno reCoMienDaS?Roberto Fuentes, con sus novelas juveniles “Betto: el fantasma del abuelo” y “Kartas”, de la editorial LOM.

¿qUé eDiTorial CreeS qUe aporTa MáS en el TeMa inFanTil?Ekaré.

¿Con qUé eSCriTor Te ToMaríaS Un CaFé?Me gustaría conversar con la autora Isol, que es muy sencilla a pesar de su fama.

Preferidos:LIBRO: “Persépolis”, de Marjane Satrapi.LIBRO ÁLBUM: “Flotante”, de de David Wiesner.AUTOR: Anthony Browne, Roald Dahl, Isol, Christine Nöstlinger.POETA: Nicolás Guillén.ILUSTRADOR: Rebecca Dautremer.LIBRERÍA: Takk libros.BIBLIOTECA: El bibliobús que iba a dejar libros a mi escuela rural en Francia.

PersépolisAutor: Marjane SatrapiIlustrador: Marjane SatrapEditorial Norma

Tener un patito es útilAutor: IsolFondo de Cultura Económica, 2008

FlotanteAutor: David WiesnerEditorial Océano, 2007

Fernando furiosoAutor: Hiawyn OramIlustraciones: Satoshi KitamuraEditorial Ekaré, 2006w

Si quieres saber más...

Babar www.revistababar.com

Banco del librowww.bancodellibro.org.ve

ekaréwww.ekare.com

Biblioteca Virtual Miguel de Cervanteswww.cervantesvirtual.com

lectura Vivawww.lecturaviva.cl

Mauricio paredeswww.habiaotravez.com

IMPERDIBLE: Artículos, reseñas, llamados a concursos y entrevistas a importantes figuras del mundo de la literatura infantil y juvenil.

IMPERDIBLE Artículos y reseñas creadas por un grupo de investigadores del Banco del Libro de Venezuela, dedicados a estudiar todo lo referente a la literatura infantil, la lectura y las nuevas tecnologías.

IMPERDIBLE Las fichas de los libros de esta editorial venezolana, que además del resumen, aportan antecedentes sobre autores e ilustradores.

IMPERDIBLE Catálogo virtual de autores españoles e hispanoameri-canos de obras infantiles y juveniles, revistas, cuentos, talleres y enlaces dirigidos al mundo de la educación, edición, formación e investigación.

IMPERDIBLE Tutorial con información breve y precisa sobre anima-ción a la lectura, con artículos como “Las funciones literarias fundamen-tales”, “El adulto como mediador”, “Textos y edades”, entre otros.

IMPERDIBLE Los comienzos de cada uno de sus libros, programas de actividades para cada cuento e ilustraciones inéditas de los personajes.

NAVEGANDO ENTRE LETRAS

Sobre literatura infantil y juvenil en:

Había una Vez 51 | Mis Favoritos

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Mis favoritosDelphine Juthier |Bibliotecaria

Un liBro iMperDiBle“Voces en el parque”, de Anthony Browne.

Un BUen liBro De reGalo “Tener un patito es útil”, de Isol, para niños chicos y no tan chicos.

¿CUál eS el Mejor liBro qUe Te han reGalaDo?“el corazón es un cazador solitario” de Carson McCullers.

¿CUál eS TU “joya” De liBro? (eS DeCir, alGún liBro Con eSpeCial Cariño y Valor)“enamorados” de Rebecca Dautremer.

¿qUé liBro Te ha heCho reír?“historias de cronopios y famas”, de Julio Cortázar.

¿qUé liBro Te ha heCho llorar?“el conde de Montecristo”, el principio es demasiado triste.

¿qUé liBro le DaríaS a TU(S) hijo(S)?Le leo muchos libros, pero uno que le impactó particularmente es “Fernando furioso”.

¿Con qUé liBro CaUTiVaríaS a Un aDoleSCenTe no leCTor?“jesús Betz”, de Fred Bernard y François Roca.

¿qUé liBro le DaríaS a Un aDoleSCenTe leCTor?“leyendas de los otori” de Lian Hearn.

¿qUé liBro Te GUSTaría Ver heCho pelíCUla?“el árbol sin fin”, o cualquier libro de Claude Ponti.

¿qUé aUTor Chileno reCoMienDaS?Roberto Fuentes, con sus novelas juveniles “Betto: el fantasma del abuelo” y “Kartas”, de la editorial LOM.

¿qUé eDiTorial CreeS qUe aporTa MáS en el TeMa inFanTil?Ekaré.

¿Con qUé eSCriTor Te ToMaríaS Un CaFé?Me gustaría conversar con la autora Isol, que es muy sencilla a pesar de su fama.

Preferidos:LIBRO: “Persépolis”, de Marjane Satrapi.LIBRO ÁLBUM: “Flotante”, de de David Wiesner.AUTOR: Anthony Browne, Roald Dahl, Isol, Christine Nöstlinger.POETA: Nicolás Guillén.ILUSTRADOR: Rebecca Dautremer.LIBRERÍA: Takk libros.BIBLIOTECA: El bibliobús que iba a dejar libros a mi escuela rural en Francia.

PersépolisAutor: Marjane SatrapiIlustrador: Marjane SatrapEditorial Norma

Tener un patito es útilAutor: IsolFondo de Cultura Económica, 2008

FlotanteAutor: David WiesnerEditorial Océano, 2007

Fernando furiosoAutor: Hiawyn OramIlustraciones: Satoshi KitamuraEditorial Ekaré, 2006w

Si quieres saber más...

Babar www.revistababar.com

Banco del librowww.bancodellibro.org.ve

ekaréwww.ekare.com

Biblioteca Virtual Miguel de Cervanteswww.cervantesvirtual.com

lectura Vivawww.lecturaviva.cl

Mauricio paredeswww.habiaotravez.com

IMPERDIBLE: Artículos, reseñas, llamados a concursos y entrevistas a importantes figuras del mundo de la literatura infantil y juvenil.

IMPERDIBLE Artículos y reseñas creadas por un grupo de investigadores del Banco del Libro de Venezuela, dedicados a estudiar todo lo referente a la literatura infantil, la lectura y las nuevas tecnologías.

IMPERDIBLE Las fichas de los libros de esta editorial venezolana, que además del resumen, aportan antecedentes sobre autores e ilustradores.

IMPERDIBLE Catálogo virtual de autores españoles e hispanoameri-canos de obras infantiles y juveniles, revistas, cuentos, talleres y enlaces dirigidos al mundo de la educación, edición, formación e investigación.

IMPERDIBLE Tutorial con información breve y precisa sobre anima-ción a la lectura, con artículos como “Las funciones literarias fundamen-tales”, “El adulto como mediador”, “Textos y edades”, entre otros.

IMPERDIBLE Los comienzos de cada uno de sus libros, programas de actividades para cada cuento e ilustraciones inéditas de los personajes.

NAVEGANDO ENTRE LETRAS

Sobre literatura infantil y juvenil en:

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Había una Vez 52 | Fundación

Fundación Había una Vez

Desde el año 2005 Fundación Había una Vez ha reconocido y validado en múltiples ámbitos escolares y comunitarios, la trascendencia e impacto que el hábito lector, el acercamiento temprano al mundo de la literatura y la generación de un vínculo afectivo entre el niño y los libros puede lograr, más que en la educación, en la formación y desarrollo integral de niños y jóvenes.

La premisa fundamental en que se centran los proyectos de Había una Vez es la generación de contextos lectores adecuados. Los contextos referidos comprenden todos aquellos aspectos circundantes que proporcionan una atmósfera e identidad dentro del establecimiento y/o institución que desarrolla un plan de acercamiento a la lectura. Desde un espacio físico particularmente atractivo y seductor para los usuarios, sean estos, niños, adolescentes o adultos (profesores, apoderados, etc.), una selección minuciosa y actualizada de los fondos bibliográficos disponibles, hasta un contexto tecnológico adecuado, con programas de administración de fácil manejo que proporcionen información respecto de los hábitos de lectura, préstamo y uso del material disponible, de manera de ajustar las renovaciones y acciones a los intereses reales de los usuarios más que a teorías o supuestos.

Es un hecho comprobado por Había una Vez que uno de los detonantes del hábito lector es la libertad en la elección de las lecturas, la posibilidad de acceder a diversas áreas de interés y contenidos, y atmósferas tanto físicas como humanas, que estimulen y comprometan a la comunidad con la lectura, la cultura, la reflexión y el aprendizaje.

Fundación Había una Vez, considera de la mayor relevancia dentro del concepto de CONTEXTO lector un ambiente humano sensibilizado, que manifieste en su quehacer y funcionamiento un profundo interés y anhelo por acercar a los niños al mundo de la lectura.

Suscríbete en: [email protected]

Más información: www.habiaunavez.info

Teléfonos: 8390995 / 8390996

SUSCRIPCIÓNLa revista Había una Vez circula de manera trimestral (cuatro números al año) y se obtiene vía suscripción.

La suscripción anual tiene un valor de:

$11.000 para Santiago $12.000 para regiones y la periferia de Santiago.

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Biblioteca de la Aldea Cardenal Raúl Silva Henríquez de Punta de Tralca, donada por Fundación CAP.

Uno de los detonantes del hábito lector es la libertad de la elección de las lectu-ras, la posibilidad de acceder a diversas áreas de interés y contenidos.