ggggfffl xxi - universidad de...

6
ggggfffl XXI REVISTA DE LA SOCIEDAD CULTURAL PEÑA PREGÓN. PAMPLONA, SAN FERMÍN 1996. 7. AÑO IV. 500 PTS. Elena Goñi Especial: M U N D O SUBTERRANEO DE NAVARRA Centenarios de personajes ilustres: Amado Alonso, José Ramón Castro, Felipe Gorriti, Zacarías Zuza, Manuel de Falla y Navarro Villoslada Efemérides Agenda y crónica cultural San Fermín, 1996 Páginas literarias: prosa y poesía

Upload: others

Post on 05-Jan-2020

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

ggggfffl XXI REVISTA DE LA SOCIEDAD CULTURAL PEÑA PREGÓN. PAMPLONA, SAN FERMÍN 1996. № 7. AÑO IV. 500 PTS.

Elena Goñi

Especial: M U N D O S U B T E R R A N E O D E N A V A R R A Centenarios de personajes ilustres:

Amado Alonso, José Ramón Castro, Felipe Gorriti, Zacarías Zuza, Manuel de Falla y Navarro Villoslada

Efemérides

Agenda y crónica cultural

San Fermín, 1996

Páginas literarias: prosa y poesía

c № 7. San Fermín, 1996

VIDA DE PREGÓN

Del Director Sumario

Desde este rincón de libertad, Pregón pide sensatez, laboriosidad y buenas maneras

Pregón siglo XXI es un rincón de libertad en el que cada uno se expresa como es y dice lo que quiere decir. Tenemos la revista ya en el número siete y vamos bien. Dis­

frutamos con lo que hacemos en nuestras tertulias, en nuestras sesiones de trabajo, de hermandad o de viajes culturales. Disfrutamos cuando hacemos la revista y ofrecemos nuestro trabajo a quienes deseen gozar con nosotros en la tarea de dar limpia y actual, una visión cultural de nuestra tierra.

La cultura como la economía en el orden material es ante todo una cuestión de sen­satez y de cordura. Es planteamos nuestro horizonte vital con unas referencias de Sabi­duría, acometiendo un quehacer de comunicación con la belleza, con la bondad y la verdad, con los valores que cuentan, que valen. Cultura es señorío, es compromiso, es estilo.

Por eso apreciar las personas, las ideas y las cosas en su justo valor es el resultado de la cultura humana. Tarea de juicio, de ponderación, de critica. Por la cultura a la sen­satez.

También debe ser compromiso. Comprometernos a saber más y mejor, a ser humil­des a la vista de lo que queda por descubrir, dé lo que hacen otros menos dotados que nosotros. Hay que trabajar cada uno en su campo y en su especialidad por rendir ese servicio a la comunidad. Trabajar con técnicas nuevas, con entusiasmo y con dedica­ción.

La cultura es también y sobre todo un estilo de vivir. Por eso no se puede imaginar un hombre culto de verdad que no refleje en su porte, en su expresión, en su relación con los demás un estilo que denote finura en el trato, amenidad, compostura. El saber estar a tono con las circunstancias en las diversas situaciones es uno de los frutos de la cultura, de ese cultivo de las buenas maneras, asignatura pendiente de nuestra socie­dad.

En este número de la revista deseamos dar a nuestro lectores algunos aspectos natu­rales de Navarra. Aquello que es soporte a nuestro vivir, lo que es nuestro suelo, las rocas y tierras que nos aguantan, las formas de vida que dar lugar a su transformación.

Celebramos el Centenario de José Ramón Castro, el celebre tudelano, archivero, his­toriador y profesor con título de médico y dedicación probada a las Humanidades. Hace veinticinco años que nos dejó José M* Irribarren fino investigador de nuestras costumbres, literato costumbrista, escritor que puso amor y ciencia en lo que hizo. Cien años de Amado Alonso, el lerinés universal, con una dedicación a la lengua espa­ñola que le hizo sobresalir en cátedras y que llenó de orgullo nuestro patrimonio cul­tural. Un siglo también de otro poeta y sacerdote de raíces én Urraúl, colaborador de Pregón y proyección americana, Zacarías Zuza. Recuerdos, muchos recuerdos. Estí­mulos para seguir en la brecha y dar nuestras y quizá lecciones de sensatez, de labo­riosidad y de buenas maneras. Todo desde este rincón de libertad que mira al futuro sin renunciar al pasado. Feliz semestre, con fiestas, celebraciones y aniversarios.

Jesús Tonco Lerga

Título: "Pregón Siglo XXI'. № 7. Año IV. San Fermín, 1996. Precio 500 pts. Consejo Editorial: Junta directiva de la Sociedad Cultural Peña Pregón. Presidente: Baltasar Soteras Elía. Director: Jesús Tanco Lerga. Portada: Elena Goñi. Textos: Baltasar Soteras Elia, Jesús Tanco Guerra, Faustino Corella Estella, Juan José Martimena Ruiz, José María Core­

11a Iraizoz, Manuel Martínez Fernández de Bobadilla, María Luisa S. Sala, Rubén Tejada Herreros, Carlos Mata Indu­

ráin, María Teresa Sala, Ricardo Ollaquindia, Mario César Guerra, Javier Tejada Palacios, Antonio José Ruiz, José Antonio Juncá Ubierna, José Soria Ayerra, Francisco Salinas Quijada, Jesús María Omeñaca Sanz, Mario Garlón Maqueda, Pedro Guembe, Esteban Orta Rubio, Ensebio Meléndez García, Carmelo Biurrun, Iñigo Ancizu, Félix Cormenzana, Javier Melchor de Abajo Medina, Jesús María Barrientes.

Ilustraciones: Elena Goñi (portada), Baltasar Soteras Elía, archivo Pregón, Ángel Irisarri y R. Flores Yoldi. Fotografías: Baltasar Soteras Elía, archivo Pregón, Mena, María Luisa Sala, Carmelo Buttini, Casa del Libro, José Antonio

Juncá, Jesús María Omeñaca Sanz v Esteban Orta Rubio. Domicilio social: Avenida de Zaragoza, 8, P ­ 31.003 Pamplona ­ Tel.: (948) 24 62 47 y Fax: (948) 26 91 86. Administración y correspondencia: Rubén Tejada Herrero. Secretaría: María Luisa Sala Redín. Fotomecánica y Fotocomposición: Serinte. Impresión: Gráficas Lizarra. D.L.: NA. 2.033­1993.

La dirección de Pregón Siglo XXI, no se vincula necesariamente con el contenido de los trabajos publicados, todos ellos realizados gratuitamente por sus autores.

PORTADA: Elena Goñi

VUELTA: Heráldica pamplonesa (Baltasar Soteras)

VIDA DE PREGÓN

­ Del director 1 ­ Vida cultural 2 ­Bando ­ Origen y servicios de la Peña Pregón, IV

(Faustino Corella Estella ­ En el centenario de don José Ramón Castro

(Juan José Martinena) ­ Homenaje a Amado Alonso ­ Nuestro homenaje a Antonio (José W Corella)..

3

SAN FERMÍN ­ El instante mágico

(Manuel Martínez Fernández de Bobadilla 11 ­ Un día de Sanfermines en la nueva Rusia

(M! Luisa S. Sala) 12 ­ In Memóriam (Rubén) 14 ­ Forasteros pamploneses (Baltasar Soteras) 15 ­ Imágenes de La Fiesta 16

EFEMÉRIDES ­ Navarro Villoslada en el recuerdo. Ecos de un cente­

nario, 1895­1957 (Carlos Mata Induráin) 19 ­ D. Mnauel de Falla, un gran músico español

(María Luisa S. Sala) 23 ­ Gorriti, una gran figura de la música

(María Teresa Sala) 24

ESTUDIOS ­Jotas navarras en novelas históricas

(Ricardo Olloquindia) 25 ­ Umbrella (Mario César Guerra) 26 ­ Una realidad virtual diferente (Javier Tejada Palacios) 27 ­ Agua clara (Antonio José Ruiz) 28 ­ Navarra subterránea. Recorrido por sus túneles y sub­

terráneos, sus gentes, paisajes (José Antonio Juncá) 30 ­ La baraja del soldado

(transcripción Baltasar Soteras Elía) 35 ­ La casa navarra en nuestra geografía política foral

(Francisco Salinas Quijada) 39 ­ La catedral dispersa (Jesús M* Omeñaca Sanz) 41 ­ El dolor en el arte, I. (Mariano Cartón Maqueda) 44 ­ La belleza de la fe en los iconos (P. Pedro Guembe) 47 ­ La visita de Felipe IV a Navarra en 1646

(Esteban Orta Rubio) 49 ­ Pedro Górriz y el descubrimiento de las minas de

Hiendelaencina (Guadalajara), I. (Esusebio Meléndez García) 52

LITERATURA

Prosa: ­ El maniquí de "La Parisienne" (José M' Corella) 54 ­ EL increíble reportaje de Hillary Farrow

(Carmelo Biurrun) 57 ­ De noche (Iñigo Ancizu) 60 ­ Epistolario (Rubén) 62

Poesía: ­ El bajo en poesía (Félix Cormenzana) 63 ­ Romance a la mujer pamplonesa

(Javier Melchor de Abajo Medina) 63

EVOCACIÓN ­ Paderborn, la hermana alemana, I

(Jesús M* Barrientos)

Navarro Villoslada en el recuerdo Ecos de un centenario (1895-1995)

Carlos Mata Induráin

El 29 de agosto de 1895, tras u n a larga y agi tada vida,

mor ía en Viana, la misma ciu­dad que le viera nacer en 1818, D. Francisco Navarro Villosla­da. El 29 d e agosto d e 1995 se celebran, en P a m p l o n a y Via­na, los actos centrales conme­morativos del Cen tena r io d e su fallecimiento. Ahora bien, el r ecue rdo del insigne novelista vianés n o q u e d ó r educ ido a la fecha concre ta de tan señalada efemérides, sino q u e h a es tado presente en la m e n t e de los navarros a lo largo de t odo el pasado año . Por u n lado, el A y u n t a m i e n t o d e Viana h a logrado que así fuera m e r c e d a varios actos c o m o ciclos de confe renc ias , expos i c iones d o c u m e n t a l e s , c o n c u r s o s d e redacc ión y d ibujo pa ra los escolares o la represen tac ión de u n a ob ra d e teatro a cargo de los a lumnos del C. P. Ricar­d o C a m p a n o , organizados des­de la festividad de San Felices, el 1 de febrero d e 1995, hasta la misma fecha de 1996. Por otro, se u n i e r o n los esfuerzos de la Insti tución «Príncipe de Viana» del G o b i e r n o de Nava­rra, de las tres universidades navarra (Universidad de Nava­rras, U.P.N.A. y U.N.E.D.) y el Ateneo Navarro pa ra la organi­zación en Pamplona , d u r a n t e el mes de d ic iembre , d e u n Congreso Internacional sobre la novela histórica conceb ido co­m o Homenaje a Navarro Villosla­da en su Centenario. Con el mis­m o propósi to , la Universidad de Navarra ya había ce lebrado el mes an te r ior unas Jornadas

sobre novela histórica actual, con la par t ic ipación d e Pablo Anto-ñana , José M. a Mer ino , Eduar­do Alonso, J u a n Eslava Galán y Jesús T o r b a d o . A d e m á s , p o r iniciat iva de l P. I ñ i g u e z d e Cir iano, tuvimos la ocasión de asistir pocos días después d e la proyección d e la pel ícula Ama-ja (1952) , d e Luis Marqu ina , n o fácil de ver en ot ras circuns­tancias. En fin, a t o d o ello se h a s u m a d o la ce lebrac ión , en los p r imeros días d e abril de 1996, del XXV Aniversario del Inst i tuto d e Enseñanza Secun­dar ia «Navarro Villoslada» de Pamplona , con nuevas charlas acerca del personaje q u e le da n o m b r e .

El au to r d e Amaya merec ía , sin d u d a a lguna, todos estos actos pa ra h o n r a r su memor i a , actos q u e h a n e n c o n t r a d o el d e b i d o eco e n los med ios de comun icac ión navarros , igual que e n 1918 y e n 1968, al cele­brarse los 100 y los 150 años , r espec t ivamente , d e su naci­mien to . T a m b i é n Pregón Siglo XXI quiso sumarse a estas ini­ciativas al dedicar le unas pági­nas e n el n ú m e r o d e Sanfermi­nes d e 1995, c o m o ya hiciera en su m o m e n t o su ilustre pre-decesora , la revista Pregón. En suma, estas ce lebrac iones h a n con t r ibu ido a sacar del olvido a u n o d e los más i m p o r t a n t e au tores d e las letras navarra , u n esc r i to r q u e d u r a n t e m u c h o t i e m p o h a pe rmanec i ­d o in jus tamente olvidado (por r a z o n e s l i te rar ias e n p a r t e , p e r o t ambién p o r su adscrip­ción ideológica) y, e n c ier to

m o d o , d e s c o n o c i d o p a r a el p ú b l i c o e n g e n e r a l , i nc luso pa ra m u c h o s navarros . En su m o m e n t o , la crítica l iberal le hizo el vacío, s i lenciado la apa­r ición d e la q u e fue su o b r a maes t r a , Amaya, si b i e n ese efecto se vio c o n t r a p e s a d o p o r la ca lurosa acogida y los fer­vientes elogios q u e le tr ibuta­r o n sus c o r r e l i g i o n a r i o s del c a m p o fuerista y tradicionalis-ta. Después , siguió desa tendi ­d o p o r los críticos l i terarios (salvo h o n r o s a s e x c e p c i o n e s c o m o las de C a m p i ó n , el P. Goy, Qui jada Corn ish , S imón Díaz, Bergquist , Faus t ino y José M. a Corella, Ur igü ren , Juaris t i , Rubio , Mina o González Ol lé ) , de fo rma q u e m u c h a s d e las facetas d e su r ica pe r sona l idad (las d e po l í t i co , pe r iod i s t a , poeta , d r a m a t u r g o . . . ) resulta­b a n c o m p l e t a m e n t e descono­cidas o h a b í a n q u e d a d o relega­das a u n p l a n o s e c u n d a r i o , oscurecidas p o r su fama c o m o novelista histórico.

En las l íneas q u e s iguen in ten ta ré trazar u n a semblanza genera l d e Navar ro Villoslada, a través d e u n s o m e r o acerca­m i e n t o al h o m b r e y, e n m e n o r med ida , a sus escritos.

En p r i m e r lugar, conviene in­sistir e n el carác ter polifacético del i lustre vianés, q u e n o fue ú n i c a m e n t e , n i m u c h o m e n o s , u n novelista his tór ico más o m e n o s a fo r tunado , s ino q u e , c o m o escritor, p rodu jo obras en todos los g é n e r o s l i terarios cu l t ivados e n su m o m e n t o ; d e n t r o del t e r r e n o del per io-

№ 7. San Fermín, 1996 EFEMÉRIDES

dismo, fue p r o b a b l e m e n t e el per iodis ta navar ro más impor­

tante del siglo XIX, colabora­

dor, r edac to r y di rec to r d e nu­

merosas pub l i cac iones per ió­

dicas, cuyos art ículos lo convir­

t ieron en u n o d e los mayores adal ides d e la causa católica; y c o m o pol í t ico , fue de fenso r acé r r imo de esas misma ideas tradicionalistas, tres veces di­

p u t a d o , u n a más s e n a d o r y se­

cretar io persona l d e D. Carlos de B o r b ó n y Austria­Este.

Fue p e r s o n a d e i n g e n t e cul­

tura : cursó es tud ios d e Filoso­

fía, Teolog ía y Leyes, h a b í a leí­

d o a los clásicos d e la l i teratu­

ra e s p a ñ o l a y universa l (Garci­

laso, D a n t e , S h a k e s p e a r e , Cal­

d e r ó n . . . y, p o r supues to , Cer­

vantes: el Quijote, j u n t o a la Imitación de Cristo, d e Kempis , e ra su l ib ro d e c a b e c e r a ) , viajó p o r el c e n t r o d e E u r o p a acom­

p a ñ a n d o a Carlos VII y habla­

ba (o se de fend ía ) e n varios i d iomas . T r a b a j a d o r m e t ó d i ­

co , eficaz e i n f a t i gab le e n t o d a s sus o c u p a c i o n e s , se r e c r e a b a e n sus ra tos l ibres con ot ras ar tes c o m o la música ( u n o d e sus cuen tos , «Aventu­

ras d e u n filarmónico», pre­

sen ta a u n j o v e n prov inc i ano , quizá t r a s u n t o del autor , q u e q u i e r e a p r o v e c h a r su es tancia en M a d r i d p a r a e s c u c h a r varias óperas ) o la p i n t u r a y el dibujo ( a lgunos d e sus au tó­

grafos a p a r e c e n a d o r n a d o s con diversas figuras). Fue tam­

b ién u n d e s t a c a d o cr í t ico lite­

ra r io , y t an to e ra su pres t ig io y t an ta la impa rc i a l i dad d e su p l u m a q u e los d r a m a t u r g o s más des tacados del Roman t i ­

c i s m o c o m o H a r t z e n b u s c h , Bre tón d e los H e r r e r o s o el p r o p i o Zorr i l la a n h e l a b a n sus cr í t icas , h a s t a el p u n t o d e enviar le l une t a s p a r a q u e asis­

t iese a los e s t r e n o s d e sus obra s y las r e señase e n la Revis­

ta Literaria d e El Español.

Los 77 años d e su per ipec ia vital r e c o r r e n más de tres cuar­

tos de l convulso siglo XIX español , desde el Tr ien io Libe­

ral hasta la m i n o r í a d e e d a d de Alfonso XIII . E n m e d i o , el final del r e inado d e F e r n a n d o VII y la conclus ión del Ant iguo Régimen , t o d o el r e i n a d o de Isabel II, con sus regencias y la sucesión d e dist intos gob ie rnos l iberales, la revolución septem­

b r ina d e 1868 q u e la des t ronó , el cor to r e i n a d o de A m a d e o I, el ensayo fallido d e la I Repú­

blica, la res taurac ión Borbóni­

ca con Alfonso XII y la alter­

nanc ia en el p o d e r d e conser­

vadores y l iberales, gracias al t u r n o pacífico d e Cánovas y Sagasta. Y t o d o ello en m e d i o d e i n c o n t a b l e s p r o n u n c i a ­

mien tos mili tares y de conti­

nuas guer ras , e n el in ter ior del país (las tres carlistas, los alza­

mien tos cantonalistas) y e n el ext ranjero (en África y en las colonias amer icanas ) .

Tanto los sucesos españoles c o m o los acon tec imien tos q u e se p r o d u c e n e n el res to d e E u r o p a (sobre t o d o los movi­

m i e n t o s r evo luc iona r io s d e 1848 o la unificación d e los ter r i tor ios i talianos e n t o r n o a P i a m o n t e ) m a r c a r á n profun­

d a m e n t e el carácter de Nava­

r r o Vil los lada y e j e r ce r án inf luencia capital en a lgunos m o m e n t o s c o n c r e t o s d e su vida. Por e jemplo , el h e c h o de h a b e r vivido c o m o m i e m b r o d e la Milicia Nac iona l , c u a n d o mozo , las exper ienc ias bélicas de la G u e r r a de los Siete Años y, espec ia lmen te , la luctuosa m u e r t e de su t ío Nazar io en u n a e m b o s c a d a d e los carlistas i m p r e s i o n a r o n v ivamen te la imaginac ión del j oven Villosla­

da; desde en tonces , el t e m a de la g u e r r a civil, el enf ren ta ­

m i e n t o e n t r e h e r m a n o s , reapa­

recerá d e fo rma casi obsesiva en sus escritos. La d e n o m i n a d a

«cuestión romana» , la dramáti­

ca situación del Papa Pío IX «encarcelado» en el Vaticano tras p e r d e r los Estado Pontifi­

cios, inspirar ía algunas de las más apas ionadas páginas de n u e s t r o pe r iod i s t a catól ico, que le g a n a r o n el calificativo d e «el Luis Veuillot de Espa­

ña».

Pero d e t e n g á m o n o s ya en la p e r s o n a l i d a d d e Navar ro Villoslada. H e ded icado varios años d e investigación, los de mi tesis doctora l ­ a h o r a publi­

c a d a c o n el t í tu lo Francisco Navarro Villoslada (1818­1895) y sus novelas históricas­ a estudiar la vida y las obras de este escri­

tor, así q u e c o r r o el riesgo de de ja rme llevar por el car iño y presen ta r u n a visión demasia­

d o ideal izada al esbozar su eto­

peya. Es lo q u e sucedió al P. J u a n N e p o m u c e n o Goy en la biografía q u e publ icó en La Avalancha, e n la que presenta­

ba a Navarro Villoslada como u n d e c h a d o de virtudes, mode­

lo n o solo de escritor y h o m b r e públ ico , sino t ambién de espo­

so y p a d r e . Trataré , pues, de ser imparcial .

Rasgo ine ludible al hablar de su persona l idad es el d e su e n o r m e fe religiosa: en efecto, fue an te t odo u n h o m b r e de profundas convicciones, lo que se l lama u n «católico a macha­

mar t i l lo» ( e l i m i n a d o de la expres ión t odo posible matiz despect ivo) . La defensa de los intereses d e la Iglesia católica y del p o d e r t empora l del Papa constituye la p ied ra central del p e n s a m i e n t o d e Navar ro Villoslada y es lo que explica, j u n t o a las circunstancias histó­

ricas del país, su evolución ide­

ológica. Esa evolución, lejos de ser brusca , se fue produc iendo l en t amen te , en u n paulat ino proceso d e m o d e r a c i ó n que le llevó desde u n t ímido liberalis­

m o en sus años de juventud

hasta las posiciones «ul t ramon­tanas» de su m a d u r e z en el car­lismo, pasando po r dos etapas impor tantes , p r i m e r o en t re los moderados , luego al lado d e los d e n o m i n a d o s «neocatól i ­cos» (los Aparisi y Guijarro, Tejado o Nocedal pad re , que en 1868 pasarían en el b loque al carl ismo). In t rans igente en el t e r r e n o de las ideas y los principios, Navarro Villoslada era sin e m b a r g o afable y cor­dial en el t rato con todos, has­ta con sus propios rivales polí­ticos. Su espíri tu conci l iador - a c t u ó de p a d r i n o en varios duelos, cons igu iendo s iempre u n ar reglo pacífico de los que estaban a p u n t o de ba t i r s e - se pe rc ibe i g u a l m e n t e e n sus novelas, de forma muy especial en Amaya, d o n d e es la u n i ó n de los an t i guos e n e m i g o s , godos y vascos, a p a r e n t e m e n t e irreconciliables, la q u e da paso a u n a nueva real idad histórica, el embr ión de la nac iona l idad española y d e la m o n a r q u í a católica de la Edad Media.

Se p u e d e n añadi r otros ras­gos que comple tan su re t ra to moral: fue pe r sona h o n r a d a , y así s iempre rechazó enérgica­m e n t e los in tentos de s o b o r n o que se le p ropus i e ron pa ra que comentase o callase de te rmina­dos asuntos en sus per iódicos . Gustó s iempre de m a n t e n e r el carácter i n d e p e n d i e n t e d e las pub l i cac iones q u e dir igía , c o m o lo d e m u e s t r a n sus enfrentamientos con C á n d i d o Nocedal en 1867 y con el pro­pio D. Carlos en 1872. U n í a a su natura l t imidez la más extre­m a modes t i a , ya q u e j a m á s acep tó los r e c o n o c i m i e n t o s públicos, po r e jemplo, la hon­rosa posibil idad de ingresar en la Real A c a d e m i a Españo la . H o m b r e muy a p e g a d o a la familia, tras p e r d e r a su esposa en 1851 p e r m a n e c i ó fiel a su memor ia (sin pensar j a m á s en

volver a con t r ae r m a t r i m o n i o pese a t ene r solo 33 años al enviudar) y se ded icó a educa r a sus hijas. Además d e estos amores familiares, tuvo Nava­r r o Villoslada o t ros n o m e n o s intensos: a m ó a su vieja y nob le c iudad natal de Viana, y desde los pues tos públ icos q u e o c u p ó ges t ionó s iempre que p u d o las ayudas q u e p u d i e r a n contr i ­bui r a su desarrol lo ; a m o tam­bién a su Navarra , c o m o mos­tró, p o r e jemplo, al añad i r su autor izada firma a las protestas de la Gamazada en 1894; a m ó igua lmen te a la t ie r ra vascon­gada (baste r e c o r d a r su Amaya, d o n d e traza con vigor y entu­siasmo las cos tumbres , las tra­diciones y el carácter d e los pri­mitivos vascones; e n reconoci ­m i e n t o d e ello, fue n o m b r a d o m i e m b r o d e h o n o r d e la Aso­ciación Euskara de Navar ra ) ; y, finalmente, a m ó , c o m o b u e n patr iota , a España (unas pocas horas an tes d e m o r i r todavía rec lamaba a su familia noticias acerca d e la insur recc ión cuba­n a ) .

Fue Navar ro Villoslada u n a pe r sona q u e sufrió m u c h o a lo largo d e su vida: su es tado de salud fue s i empre bas tan te pre­cario y se agravó desde 1869 al r o m p e r s e u n a p i e r n a e n Viena; el ún i co hijo varón q u e tuvo m u r i ó a las pocas ho ra s d e nacer ; p e r d i ó t e m p r a n a m e n t e a su esposa; c o n o c i ó varias veces la a m a r g a expe r i enc i a del cesante , y t ambién la cárcel y el exilio. En efecto, su faceta d e h o m b r e p ú b l i c o le h izo padece r amarguras sin cuen to : sufrió e n sus ca rnes los desen­gaños de la política, q u e aban­d o n ó des i lus ionado en 1872 p r ime ro , y e n 1886 definitiva­m e n t e ; y, as imismo, los sinsabo­res d e la lucha periodíst ica: desde las co lumnas d e El Pensa­miento Español, se ba t ió bizarra­m e n t e con los per iódicos p ro­

gresistas, cuyos a taques n o per­m a n e c í a n s i empre e n el te r re­n o ideológico, s ino q u e des­cend í an m u c h a s veces a la cate­gor ía de l a t aque persona l , la ca lumnia o el insul to , q u e el b u e n Villoslada acep taba siem­p r e con cristiana res ignación. Así sucedió e n polémicas tan no tab les c o m o la d e «Los cató­licos y las elecciones», d e 1865, o la d e «Los textos vivos», sobre la difusión d e las ideas krausis-tas y h e t e r o d o x a s en la univer­sidad española .

N a v a r r o Vil loslada fue u n escri tor y per iodis ta d e voca­ción. Ya d e muy joven redacta­b a e n so l i ta r io u n a revista manusc r i t a t i tu lada Seminario de Erudición, Literatura y Bellas Artes, y o t r a c o m o su amigo Félix E r e n c h u n , La Mariposa, q u e luego l l amaron Estudios y Ociosidades. Más ta rde se dedi­caría d e l leno al pe r iod i smo, s i e n d o d e s d e c o l a b o r a d o r esporád ico del Diario de Manila hasta ú n i c o p rop ie t a r io d e El Pensamiento Español, pe r iód ico pr incipal del neocato l ic i smo, o d i rec to r s i m u l t á n e a m e n t e de cua t ro prestigiosos per iódicos madr i l eños : el Seminario Pinto­resco Español, el Siglo Pintoresco, El Español y su Revista Literaria. Por lo q u e hace a sus inquie tu­des literarias, ya d u r a n t e sus años de es tudios e n Sant iago e m b o r r o n a b a cuar t i l l as c o n versos, d e escasa cal idad toda­vía (églogas pastori les q u e tra­taban d e imitar a Garcilaso o compos ic iones de cor te neo­clásico, a n a c r e ó n t i c a s e n la l ínea d e Me léndez Valdés o h i m n o s de inspiración patrióti­ca a lo Q u i n t a n a ) .

De esa misma é p o c a juveni l da tan los b o r r a d o r e s de algu­n o s d r a m a s h i s tó r i cos y d e a lgunas comedias , así c o m o u n ensayo ép ico t i tu lado Luchana (1840) , sobre el l evan tamien to del c e r co d e Bi lbao tras la

№ 7. San Fermín, 1996 EFEMÉRIDES

d e r r o t a d e los carlistas p o r las t r opas d e E s p a r t e r o e n la N o c h e b u e n a d e 1836. C o m o p o e t a l ír ico, lograr ía más ta rde mejores resul tados al inspirar­

se e n asuntos religiosos («A la Virgen del P e r p e t u o Socorro», «A J e s ú s Cruc i f i cado» , «Al N i ñ o Jesús», «A Pío IX») o mora le s («Medi tac ión» , «Las ermi tas») . Los es t renos d e sus obras dramá t i ca s se c o n c e n ­

t ran e n dos fechas: e n 1844, dos comedias , La^prensa libre y Los encantos de la voz, seria la p r i m e r a y humor í s t i ca la otra; y en 1855, el d r a m a his tór ico Echarse en brazos de Dios y la zar­

zuela La dama del rey, con músi­

ca d e Arrie ta . N o son obras d e gran calado, p e r o nos demues ­

t ran (lo mismo q u e otras piezas suyas q u e q u e d a r o n inéditas) el in terés del nava r ro p o r el m u n d o tea t ra l . N o hay q u e olvidar t a m p o c o , en esta rápi­

d a e n u m e r a c i ó n d e su p r o d u c ­

ción l i teraria, su faceta c o m o au to r d e relatos cor tos: u n o s son a r t í cu los cos tumbr i s t a s («El canón igo» , «El arr ie ro» , «La mujer d e Navarra») , ot ros cuen tos (espec ia lmente diver­

t ido es «La l una d e ene ro» , u n a bur la d e los excesos románt i ­

cos) y ot ros leyendas históricas («La m u e r t e d e César Borja», «El castillo d e Marcil la»).

Las páginas d e sus novelas históricas, sus obras más cono­

cidas (Doña Blanca de Navarra, 1847; Doña Urraca de Castilla, 1849; Amaya o los vascos en el siglo VIII, 1879) resp i ran ideali­

dad . Es claro q u e pre sen t an personajes y si tuaciones difícil­

m e n t e creíbles (c i rcunstancia q u e cont ras ta con el afán de verosimil i tud del autor, t an to en la p r o f u n d a l abor d e docu­

m e n t a c i ó n histórica c o m o en la exactitud geográfica). Es cier to t ambién q u e sus técnicas narrat ivas resul tan d e m a s i a d o e lementa les y q u e los persona­

j e s son t ipos con escasa profun­

d idad psicológica, conceb idos a d e m á s d e f o r m a m a n i q u e a (en cua lqu ie r caso, estos son defectos c o m u n e s a t oda la novel ís t ica his tó r ica del Romant i c i smo) . Y cier to resul­

ta as imismo q u e su estilo «deci­

m o n ó n i c o » , d e ampl ios per io­

dos , h a enve jec ido n o t a b l e ­

m e n t e y p u e d e resu l ta rnos hoy u n t an to desfasado. Sin embar­

go, todavía t i enen capacidad de e m o c i o n a r n o s las dramát i ­

cas circunstancias q u e Navarro Villoslada sabe p r e s e n t a r n o s en t r e la historia y la leyenda, y que c o m b i n a a c e r t a d a m e n t e , e n su j u s t a p r o p o r c i ó n , el da to r iguroso d e la p r i m e r a con las licencias q u e la ot ra pe rmi t e . Son obras plenas d e fantasía y l irismo, reple tas d e aventuras q u e nos h a c e n soñar o evadir­

nos nos tá lg icamente a u n a leja­

n a e ideal izada E d a d Media, m o d e l o d e u n a sociedad e n la q u e se conjugaban armoniosa­

m e n t e todos los valores cristia­

nos , los amores idealizados y los c o m p o r t a m i e n t o s caballe­

rescos.

N o e n v a n o e r a N a v a r r o Villoslada u n r o m á n t i c o : ro­

mán t i co rezagado y d e signo c o n s e r v a d o r , p o r s u p u e s t o , p e r o r o mán t i co hasta el final d e su ca r r e r a l i teraria: en 1877, c u a n d o empieza a publ icarse Amaya en La Ciencia Cristiana, el Romant ic i smo, c o m o movi­

m i e n t o cul tural , e ra ya historia, p e r o el d e Viana seguía fiel a u n o s mismos recursos y técni­

cas. Es posible q u e si Navarro Vil loslada h u b i e s e e s t a d o m e n o s absorb ido p o r la políti­

ca y el pe r iod i smo nos hubiese l egado u n a obra narrat iva más amplia . P e r o s e g u r a m e n t e n o hub ie r a sido m u y dist inta d e la q u e ya conocemos y de ¡a q u e se a p a r t ó e n con tadas ocasio­

nes: en los años 40, c u a n d o hacía furor las na r r ac iones d e

Sue, cultivó el folletín {El Ante­

cristo y Las dos hermanas, ambas de 1845); en 1879 publicó His­

toria de muchos Pepes, divertida descr ipción del ambien te lite­

rar io y periodíst ico del Madrid de mediados d e siglo. Salvo en estas nar rac iones , que también m e r e c e la p e n a r e c o r d a r y conocer , p e r m a n e c i ó fiel a la novela histórica, cortada por los pa t rones de Walter Scott. De h e c h o , d u r a n t e muchos años tuvo en m e n t e la redac­

ción de u n a novela sobre la conquis ta d e navarra titulada Pedro Ramírez, que finalmente q u e d ó inconc lusa . En todas estas obras, el marcado tono m o r a l i z a n t e y la presencia a b u n d a n t e del h u m o r serán dos de las notas más caracterís­

ticas de su estilo.

T e r m i n o aquí esta breve evo­

cación d e la f igura y las obras d e D. F r a n c i s c o Navarro Vil los lada . El a ñ o d e 1995 m a r c ó el C e n t e n a r i o de su m u e r t e , u n a fecha impor tan te pa ra volver a evocar su figura y t ra tar d e elevarla al pues to de h o n o r q u e m e r e c e ocupar e n t r e los escri tores navarros, sin d u d a , y t a m b i é n en el p a n o r a m a d e la l i t e ra tura española , b ien s i tuado en el c o n t e x t o de la novela histórica r o m á n t i c a . A h o r a q u e han pasado los homena je s públi­

cos organ izados pa ra honra r su m e m o r i a , n o s q u e d a la posibi l idad d e volver a gustar sus escri tos más afamados o de ace rca rnos p o r p r i m e r a vez a los m e n o s conocidos . En uno u o t r o caso, s i empre leyendo a u n clásico d e la letras nava­

rras .

C. MI.