fly magazine mosquero nº 44

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• Relatos- Chavalillo

- La recompensa del esfuerzo ...- Pescando con los hijos

• Relevamiento- Pescando las barrancas

del río Tecka

• Moscas Argentinas- Fuzzy Wuzzyy sus variantes

• Atado- Pink Lady

• Reportaje- Julio Rossotti

• Anecdotario- Una caña de bambú

• Informe- Dorados en el delta del río Paraná

# 44AÑO 5

ONG - Magazine Mosquero.Cuidado del ambiente y difusión de pesca con moscaPUBLICACION DE PESCA CON MOSCA • DISTRIBUCION GRATUITA

www.magazine-digital.net

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sección

44

2 2

sumario

2

Magazine Mosquero.Cuidado del ambiente y difusión de pesca con mosca.

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El Comité de Redacción del Magazine Digital Mosquero se alegrará de recibir su aporte y de tenerlo como un partícipe más de nuestro esfuerzo por difundir, compartiendo la experiencia de todos, la pesca con mosca y la conservación de nuestros recursos.

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magazine digital mosqueroPublicación de distribución gratuita.Diseño gráfico: KGD DisegnoE-mail: [email protected] Editores Responsables: ONG - Magazine Mosquero.Cuidado del ambiente y difusión de pesca con mosca.Registro de la propiedad intelectual en trámite.Autores y entrevistados son responsables de sus opiniones.Se autoriza la reproducción total o parcial del contenido citando la fuente e informando a los editores.

FOTO DE TAPA Gentileza Germán RamirezDorados - Río ParanáAyolas Paraguay

editorial :: De la codicia o la raíz del mal

relato :: Chavalillo

informe :: Dorados en el delta del río Paraná

relato :: La recompensa del esfuerzo ...

relevamiento :: pescando las barrancas del río Tecka

moscas argentinas :: Fuzzy Wuzzi + paso a paso

reportaje :: Julio Rossotti

Decálogo

relato :: pescando con los hijos

anecdotario :: Una caña de bambú

atado :: Pink Lady

Alerta Didymo

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abstracts

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ONG

Magazine MosqueroCuidado del ambiente y difusión de pesca con mosca.

Asociación Civil

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sumario

Aurelio de la PinaEnrique Gómez

German RamirezJuan Szarek

Julio RossottiLuis Antunez Valeiro

Luis San Miguel Nicolás Schwint

Paolo Roldan

Coordinadores Grupo mdm Facebook

José María Tallon | [email protected] Argentina (Buenos Aires)

Jorge Aguilar Rech [email protected] Argentina (Mendoza 2)

Gonzalo Donoso [email protected] Chile

Carlos A Solis [email protected] Coordinador Colombia

Kostan JarandillaCoordinador España (Barcelona)

Héctor Solares FlyCastCoordinador Paraguay

Orlando Barrios [email protected] Puerto Rico

Ignacio Silva [email protected] Uruguay

Colaboraron en este número

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editorial

De la codicia o la raíz del mal.Para la segunda mitad del siglo V cae Roma. Se toma este acontecimiento político-militar como el fin de la Edad Anti-gua. De Sur a Norte, de Este a Oeste, en Occidente, surgen y se consolidan la nobleza militar y la Iglesia como grupos económica y legalmente privilegiados. A su vez, Bizancio recoge la herencia Romana.

El pensamiento que determinará la economía y el orden social por los siguientes 800 años recae sobre la nobleza y el clero. En conventos y monasterios, abadías y cortes se recopila el saber antiguo y comentan las Escrituras. Estamos en el Bajo-Medioevo donde el oscurantismo se enseñorea en Europa. Para el siglo XI aparecen los primeros escritos en lengua romance y hacia el Alto-Medioevo los autores provenzales, italianos y castellanos van tejiendo la urdim-bre de tratados, códices y doctrinas que conducirán al sur-gimiento de la economía urbana y de un primer Capitalismo comercial. Hay un fortalecimiento de la civilización material.

La codicia se muestra en el Libro del Buen Amor como el primero de los pecados capitales (originalmente 8), del latín, “cupiditas”, representa el afán desordenado de riquezas y es, en términos del Archipreste de Hita, un apetito desbo-cado que deriva en un deseo último (sensual) de poseer cu-erpos y almas. Este pecado es considerado como la raíz de todos los demás; es decir, que se establece una analogía con el denominado “árbol del mal”, cuya imagen aparece por primera vez en el Tratado de fructibus carnis et spiri-tus de Hughes de Saint-Victor (1096-1141). [Fragmento], P. Solorza.Caído el telón sobre la Edad Media se fue desvaneciendo la imagen de la mano de Dios como hacedora y sustentadora del orden humano y natural por El mismo creado.

La codicia ya instalada en el acervo cultural de Occidente acompañó al Renacimiento por el siguiente siglo y medio. Los hombres renacentistas tomaron ventaja.

De los primeros, Cristóbal Colón, partió a los mares hacia el poniente en busca de las infinitas riquezas de Indias. En su camino se topó con el Nuevo Mundo. La codicia lo guiaba. También guió por los siguientes doscientos años a conquis-tadores, adelantados y señores de toda laya que en pos del metal amarillo y, genocidio mediante, asolaron las tierras y pueblos que surgían a su paso. Hombres piadosos revirti-eron en parte la voluptuosidad de esta etapa. En América, Bartolomé de las Casas.

La codicia fue proyectándose desde el individualismo y pasó a tener una identidad más grupal, corporativa y hasta nacional, diríamos. Las naciones europeas (Inglaterra, Fran-cia, Países Bajos) enviaron sus naves en busca de riquezas que no sólo incluían tierras y recursos sino también el oro ajeno. Se gestó así el Mercantilismo.

Para el siglo XVIII, la diosa Razón iluminó a los pensadores franceses a forjar un nuevo orden político y social funda-mentado en la fe en el hombre y en el argumento inso-slayable de su libertad esencial. Por su parte, el mundo anglosajón, más puritano y pragmático, y siguiendo esta línea de pensamiento favoreció las tendencias liberales que impulsaban desde lo económico, el librecambio. Asociado a este concepto avanzó el Colonialismo (que en el campo económico propugnaba la obtención de materias primas a costo ínfimo) y su secuela de despojo. La codicia se cobraba nuevas víctimas a lo largo y ancho del orbe, esta vez a ma-nos de las potencias marítimas.

En la Revolución y posterior era Industrial, esta compañera de ruta de la humanidad, se disfrazó de productividad, y para los tiempos postmodernos, con el neoliberalismo, de rentabilidad. La codicia había encontrado en el sistema capi-talista, (S.C.) su lecho vital. Ver, “El Capital 1ra. parte”, K. Marx (Londres, 1867). Seguirían de la mano, codicia y capi-talismo, hasta nuestros días. ¡Oh, la codicia el motor que impulsa la economía!

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editorial

Hoy, los capitales mueven el mundo globalizado; a los su-pertanques que derraman crudo en los mares prístinos, a las flotas que vacían los océanos de peces, a la maquinaria que tala bosques irrecuperables de Amazonia y África Ecu-atorial. Financia mega-emprendimientos (mineros, petrole-ros, hidroeléctricos) que desfiguran paisajes, contaminan la tierra, el agua, el aire y recalientan el planeta. Así vamos, así seguimos.

Y aquí, en nuestra nunca bien amada patria; se desmonta hasta lo indecible por un metro más de tierra arable, se fumiga sin pudor y sin control sobre áreas linderas a zo-nas pobladas, se sobre-pesca el Paraná para “alimentar” la industria de harina de pescado (exportación). También se desecan humedales para uso agrícola y, con el mismo fin, se hace uso indiscriminado y arbitrario de los recursos hídricos que son patrimonio del Estado. Se desertifica con talas masivas, y asimismo, con canales clandestinos que, también según el caso, generan riadas de barro y muerte. Se queman pastizales naturales para favorecer la ganadería en áreas marginales. La lista sigue. . .

Hay una visión heideggeriana, apocalíptica, que el capita-lismo acabará por arrasar el planeta.

Unos pocos, --adherentes incondicionales del S.C.—verbig-racia; las multinacionales sin bandera, los grupos económi-cos sin nombre, los empresarios inescrupulosos, los produc-tores codiciosos, los administradores de “fondos buitres”, todos ellos, nuestros enemigos, que en nombre de sus ganancias nunca suficientes seguirán y seguirán abusando y destruyendo un bien de todos y propiedad de nadie: el medio ambiente.

¿Es acaso, una verdad sin remedio como asegura el título de S. Federovisky, que: “El medio ambiente no le importa a nadie”? (Editorial Planeta, 2007). ¿Habrá manera de revertir esto y podrá la humanidad lograrlo?

“Mirar la historia para comprender el futuro”, una frase sa-bia y lapidaria. Archiconocida y con muchas versiones. . . Mientras tanto, allá, sentada por detrás y arriba de todo este “cambalache”, Doña Codicia restriega sus manos.

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relato

por Luis Antunez Valeiro

C H A V A L I L L O A mis compañeras y compañeros de pesca con mosca en Argentina y Chile. Preámbulo: escrito hacia los años 85, muestra la situación de la pesca en España cuando yo era un niño; nadie conocía la pesca con mosca y cola de rata en ese país, pues la mosca estaba reducida a la modalidad denominada allá de “buldo” (flotador de plástico generalmente, que lleva una “ristra” (lienza) con varios mosquitos ahogados, montados al estilo leonés con las plumas de la riñonada de sus famosos gallos). La primitiva tradición española de “vara” (según el Manuscrito de Astorga del año 1425) había sido suplantada por esa modalidad proveniente de Francia, principalmente. Aún hoy, no obstante, existen varios pescadores del norte de la Península que siguen practicando el Arte de la “Vara” con seca.

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relato

CHAVALILLO

“Yo determino el auténtico valor de un hombre en función de una única regla: en qué grado y con qué objetivo se ha liberado ese hombre de su Ego.”

Albert Einstein.

Era una tarde de verano apacible y luminosa. Las truchas estaban como locas en las serenas aguas del río Lozoya (1). En aquel entonces no sabía aún que aquellos círculos eran la mejor señal para pescar a mosca, pues en mi caña del “país” colgaba una simple gusarapa y un sutil plomito. Mis pocos años, ¡qué bellos!, me hacían practicar una pesca “competitiva”: pretendía ser “el mejor” siempre. Y aquella tarde corría como una locomotora para conseguir muchos peces con los que asombrar a mis compañeros...

Al avanzar por el río vi a un pescador metido en el agua hasta casi la cintura; aquello me pareció una aparición de otro planeta. La inmediata fue pensar que aquel “idiota” no tenía la menor idea de lo que era una trucha.

Incluso los aparejos que empleaba me llamaron aún más la atención que su propia postura dentro del agua: manejaba una especie de nylon coloreado que parecía una maroma de barco... Y aquellos movimientos pendulares... ¡Qué raro! Con ánimo maligno me aproximé lo que pude, sin molestar, sin hacerme presente... Quería divertirme con aquel loco ignorante.

Así pude ver que lanzaba una cosa peludilla que flotaba sobre la superficie del agua, y también vi, asombrado, que una trucha se zampó aquello como un relámpago: ¡Qué maravilla!.

Todas las truchas se mostraban complacientes con aquel señor (dejó de ser el “chalao” de los primeros momentos). Una tras otra, las truchas se disputaban aquel cebo flotante, sutil y delicadamente depositado sobre la superficie del río. Sí; aquello me pareció cosa de brujería ¡y qué truchas estaba sacando! Peor aún: ¡las soltaba de nuevo al agua! Por unos momentos, y por primera vez en mi vida, sentí vergüenza de los minúsculos peces que yo guardaba en mi cesta. Sea como fuere, desde ese instante nació en mí el firme propósito de pescar como él.

De regreso a Madrid, ni corto ni perezoso, me dirigí a la desaparecida armería de los “Mora,” mis amigos, dispuesto a comprar “lo necesario” ¿Pero qué era lo necesario y cómo se llamaba “aquello”? No encontré de nada, ni allí ni en toda España.

-“Eso es sumamente difícil. Hacen falta muchos años para llegar a pescar de esa manera”- quisieron desanimarme mis amigos. Sólo Ignacio, que me quería como a un hijo suyo, intentó armarme caballero al ver mi firme decisión. Buscó una caña del “país” de lo más flexible, unos metros de dralón del usado para pescar en el mar ¡como sustituto de la línea! Eso sí, con el consejo de que lo metiera en un baño de parafina caliente y, finalmente, rebuscó en los cajones de la tienda una extraña mosca que, según él, era seca pero que con el tiempo supe que se trataba de una ahogada al estilo inglés: una “butcher.”

Haciendo novillos en el Instituto, al día siguiente me marché al río. Se hizo largo el viaje en el autocar de línea que me llevaría al Lozoya. ¡Qué nervios tenía cuando montaba aquel equipo “submarino”!, tal como lo habrían de bautizar malignamente mis amigos, y...

Hubieron de pasar cuatro temporadas de pesca sin clavar otra trucha que aquella del primer día. Creo que se trataba de una pobre desesperada de la vida que decidió suicidarse, pues fijaros bien cómo fue el lance: En una pequeña tablita de un par de metros de ancho pero de considerable profundidad, descansaba en el fondo la suicida. Yo “lancé” mi mosco contra toda regla del arte, el que cayó y se sumergió lentamente, por más que intentaba mantenerlo a flote, al tiempo que era arrastrado por la suave corriente del lugar. Como no flotaba según era mi deseo, estuve a punto de retirarlo del agua, momento en el que observé a la trucha subir con lentitud parsimoniosa dirigiéndose hacia mi engendro: dos metros, un metro, medio metro... Percibí toda la escena con total nitidez y hasta vi cómo la cogía con la punta de sus labios. No podía creer que todo aquello fuese realidad. ¡Clavé!

Podréis comprender que me faltó tiempo para salir corriendo a mi casa para enseñar mi primera trucha con cola de rata. Es más, la paseé por todo el barrio, presa de enorme agitación:

-“¡La he cogido con cola de rata! ¡Ya sé pescar así!” - dije a Jesús, el portero amigo del 57.

En los siguientes cuatro años ese recuerdo mantuvo vivo mi empeño de pescar con “cola de rata”, pero ningún pez más decidió suicidarse como lo hizo aquella mi primera e inolvidable trucha. Fue el inicio de mis relaciones con el dios del río, el que tantas veces me mima desde entonces.

Ese tiempo puede resultar desesperante para muchos pescadores, pero la imagen de aquel “señor”, con su chaqueta a cuadros y gorra escocesa me perseguía en mis numerosas pesadillas nocturnas y mantenía mi ánimo vivo.

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relato

RIO CHIMEHUIN - PATAGONIA

Para solicitarlo enviar un mail a [email protected]

Mapa cartográfico orientativo, diseñado para los pescadores con mosca. En él podremos encontrar historia, moscas, rutas, caminos de acceso, principales pesqueros, accesos públicos y privados, referencias, detalles y sugerencias de cómo pescarlo o simplemente para tenerlo en nuestra mapoteca como material de consulta.

Al final de esos cuatro años empezó a flaquear mi espíritu, cosa a la cual colaboraban mis compañeros de pesca con sus insoportables chanzas a costa de mi equipo “submarino” (nunca logré hacerlo flotar...) Hasta llegaron a decir que mi real pretensión era la de montar una fábrica de roscos... ¡Qué insolentes y desconsiderados! Mas ese “Alguien” que me protege desde arriba me hizo volver justo ese día...

Como criminal que regresa al lugar del delito “ese día,” solemne en aquel largo peregrinaje, decidí pescar en la misma tabla en la cual encontré al “señor”. Pesqué largo rato sí, pero la diferencia con él era evidente, ya que no clavé ni una sola trucha y mi mosca era respetada por todos los animalillos de las aguas. Os podréis imaginar en qué estado se encontraba la pobre “butcher” tras cuatro años de autos sacramentales: la tenía guardada en una caja metálica de cigarrillos, envuelta entre algodones, como si se tratase de la más preciada joya. Cuando la enganchaba en cualquier rama, me bañaba sin reparos para recuperarla... ¡Cómo iba a perder semejante tesoro!

Justo me encontraba aquella tarde de ese día haciendo la respiración artificial a mi mosco por medio de un ruidoso “boca a boca,” con la utópica pretensión de hacerlo flotar, cuando mi corazón me dio un terrible vuelco: a mis espaldas estaba el “señor,” con una cara de sorpresa que no puedo olvidar.-“¿Pescas a mosca seca? – preguntó tras saludarme.- ¿Me permites ver tu “equipo”?Acercándose a mí, que temblaba de emoción ante aquella deferencia de mi ídolo, comenzó la inspección de todo. Primero fue la caña; su exclamación fue elocuente:

-“¡OOH!”Luego siguió por la línea de dralón embadurnada en parafina groseramente y lanzó la misma expresiva frase, pero más fuerte:

-“¡OOOOH!”Cuando se tropezó con la tísica mosca enrojecí de vergüenza:

-“OOOOOH! ¡NOOO!”Posteriormente me preguntó en su simpático acento inglés:

-“¿Tu pescar mucho con “esto”?” – y lo de “esto” lo pronuncio en un tono entre despectivo y compasivo.Por un momento sentí la tentación de decirle que sí pero, mucho me temí, no me iba a creer y opté por decirle:-“Verá, señor, la verdad es que hace cuatro años pesqué una trucha y ¡era grande!, ¿sabe?”

Lo noté en el tono de voz y en la expresión de sus ojos que se compadeció de mí.

-“¡NOOOO! ¡Pobrechitooo...!”Tal fue su contestación, al tiempo que ponía cara de haber perdido a todos sus seres queridos en ese mismo instante.Mister Smith, muy alto, delgado, con grandísimos bigotes, ojos de filósofo, elegante, se convirtió en mi maestro, el maestro que realizaría el milagro de enseñarme a pescar con cola de rata, por lo menos en su espíritu más arcano.

Lo primero que hizo fue equiparme con lo más imprescindible: una caña de bambú refundido, una línea de verdad, una cola de rata... ¡y unas moscas secas “auténticamente secas”...! Creo que me armó caballero por piedad y como premio a mí fe, mantenida durante aquellos cuatro terribles años de sufrimientos: aquel muchachito de unos catorce años empezó a caminar por los senderos de un arte nuevo, arte que constituiría el cimiento y la razón de toda su vida.

Solía pescar junto a él, en silencio, observando todos sus movimientos, sus lances, sus ratos de espera... Cuando me sorprendía en aquella contemplación, se sonreía:

-“¡Pesca, tienes que practicar!”

De él aprendí multitud de cosas: a colocarme en el río; a no moverme; a posar con suavidad sobre el agua; a clavar; a soltar las truchas..., en resumidas cuentas, a amar al río, a la vida. Cuando regresaba de Londres de sus viajes de trabajo (era miembro de la Embajada de Inglaterra en España) lo hacía cargado de regalos para mí. Y si yo los recibía con infantil ilusión, él disfrutaba aún más cuando me los daba porque su misión se había resumido en hacerme feliz por medio

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relato

de “nuestro camino.” ¡Y qué tesoros eran aquellos dones cuando en España nada se conocía de nuestra manera de pescar! Y digo “nuestra,” porque en todo el mundo no existían para mí más pescadores de mosca que él y yo.

Al hablar de mí con sus amistades decía que yo era su “Chavalillo español”, pronunciado en su “español – inglés” como “Chovalillo.” Se sentía orgulloso del más mínimo de mis progresos y no perdía oportunidad de enseñarme en todo. Así me di cuenta un día, cuando yo pretenciosillo quise entablar competencia con él, que se dejó ganar; esa lección me desarmó para siempre:

-“La pesca no se puede saborear con el ánimo inquietado por la vanidad.”

Fueron tan sólo dos temporadas las que pescamos juntos, pues enfermó seriamente y debió irse a Londres para someterse a una operación sin esperanzas. Fui a despedirle al aeropuerto y, cuando me dio un abrazo, pude ver unas lágrimas en sus ojos:

-“Chovalillo, no abandones nuestro camino y no te olvides de mí.”

En ese tiempo me escribía largas cartas, las que siento haber perdido por causa de mi ajetreada vida:

-“Si vuelvo, mi querido hijo, iremos al Lozoya para ver tus progresos”, (decía en una)

Nunca más volvió, ni yo he podido pescar más que una vez aquella tabla en la que le conocí, por causa de la pena que allí oprime mí garganta.

Poco después de su muerte, un amigo suyo que regresaba de Londres, me llamó por teléfono y me citó para poder entregarme un postrer regalo suyo:

-“Mister Smith me encargó, en la cama del hospital, que te entregase esto. Me dijo que nadie mejor que su Chovalillo para tenerlo”.

No pude ni dar las gracias a ese amigo suyo, ni articular una sola palabra porque las lágrimas me ahogaban la garganta: ¡Era la caña y la caja de moscas de mi maestro! De ese amigo que siempre ha ido dentro de mi corazón y al cual recuerdo siempre con la más profunda gratitud y cariño, con auténtica reverencia.

El primer día que pesqué con ella, una vieja y parsimoniosa Paramounth de 9 pies y tres tramos, las lágrimas no me dejaban ver las truchas: ¡qué desconsuelo perder tal compañero, pero qué consuelo haber aprendido a valorar su maestría, su bondad, su inefable humildad! ¡Me sentí su heredero! ¡Era él mismo! Por si fuese poco, como un homenaje hacia él, decidí pescar la tabla en la que le encontré; sabía que se sentiría feliz de mí ofrenda. Día de dolor aquel. Cuando marché del lugar, una sensación extraña me embargó, mezcla de tristeza resignada y amarga soledad: ¡Estaba aprendiendo también a ver la impermanencia de la existencia! Intuí que esos sentimientos eran su última enseñanza.

Hoy, más de sesenta años después, cuando tengo su misma edad, siento gran alegría por haber sabido conservar íntegro mi respeto y mi cariño hacia él.

-“¡Chovalillo! Éste es un arte que vamos transmitiendo de generación en generación. Cuando algún día tú enseñes a otro amigo, hazlo pensando que enseñas una verdadera religión, nuestra religión particular. Y hazlo sin presunción y con total altruismo, sin esperar nada a cambio.”

Así lo he hecho, maestro, y así lo seguiré haciendo en honor a ti y a todos los que nos habéis precedido. Nunca hasta hoy he ganado nada con mis enseñanzas de la pesca ni he pedido nada a nadie por eso y, menos aún, permití que la vanidad enturbiara mis actuaciones. También yo me siento orgulloso de mis “chavalillos,” de los pocos que han llegado al nirvana que tú pregonabas. Pero me duelen los otros, los que sólo aprendieron a sacar truchas, a escribir libros sin saber lo que decían y a dar lecciones de... ingratitud.

-“Chovalillo: la culpa de eso es sólo tuya”

Sí, Maestro, también en esto, como en todo, tienes razón.

(1) El Lozoya es un río de la zona centro, cerca de Madrid, famoso por sus truchas (hoy ya no…) y por suministrar su excelente agua potable a la Capital (hoy tampoco es excelente…)

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informe

Dorados en el delta

del río ParanáTexto por Luis San MiguelFotos Luis San Miguel y Nicolas Schwint

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informe

Llegó el esperado fin de semana de carnaval de principios de marzo y me encontraba sin un programa de pesca definido. Es así que, hablando con Nicolás Schwint, decidimos ir a relevar el delta del río Paraná, sección norte cercana a Carmelo. El objetivo era pescar dorados sobre los bancos de arena del río Uruguay, en las desembocaduras de los ríos Paraná Guazú y aledaños.

Si bien teníamos buen pronóstico de tiempo, las previsiones de viento de Wind Gurú no fallaron y el sábado por la tarde nos encontrábamos en esa desembocadura con un viento y unas olas que se hacían respetar. Estas condiciones aguaban nuestras ilusiones y quedaba claro que teníamos que buscar un lugar alternativo dentro de las islas.

Pescar en el delta tiene la desventaja de que el agua a cubrir es grande y las distancias muy largas. El agua se encontraba muy sucia y ubicar los dorados no sería una tarea menor, es así que empezó nuestro scouting.

Después de recorrer algunos canales cercanos a la desembocadura del Paraná Guazú, llegamos a un pequeño río con grandes árboles, abundantes enredaderas, gran cantidad de vegetación acuática y espectaculares costas donde se generaban estructuras perfectas que ponían nuestra imaginación a correr. El agua estaba bastante transparente, ya que arroyo arriba estaba taponado por camalotes que frenaban y decantaban el agua.

Lo primero que notamos fue la gran cantidad de vida presente, de hecho bastaba con meter la mano en el agua para recibir los típicos mordiscos de cientos de mojarras hambrientas dispuestas a atacar cualquier cosa que se moviera. Todas las condiciones se estaban dando para encontrar allí dorados, por lo que enseguida armamos nuestras cañas con líneas de hundimiento y turnándonos empezamos a castear.

Los piques no tardaron en llegar. Era notable ir avanzando a golpe de remo, mientras que los dos íbamos observando los distintos borbollones, ataques, o wakes de dorados patrullando. La conformación de los distintos lugares

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informe

para tirar iba cambiando permanentemente, debido a los camalotes que generaban pequeñas bahías o bien lugares donde el agua se aceleraba levemente. Si bien la mayoría de los piques se dieron con línea de hundimiento, también concretamos algunos con línea de flote utilizando popers.

La coloración oscura de los dorados dejaba claro que eran residentes, lo que nos llevó a hacer algunas suposiciones: ¿Habrían, estos dorados, llegado ahí con la última crecida de río y producto de la poca presencia humana eligieron aquel tranquilo canal como su residencia permanente? Me fue imposible no empezar a pensar en cuánta pesca tendríamos si se tomara conciencia del recurso que tenemos y se lo administrara correctamente... creo que es un tema que merece un capítulo aparte.

Luego de dormir en una hostería del arroyo Naranjo, el domingo nos despertamos temprano con la ilusión de pescar los tan añorados bancos. El viento, aunque había calmado bastante, no había dejado de soplar en toda la noche. Nos dispusimos entonces a recorrer otros canales sin observar más que algunos dorados aislados.

Decidimos volver al pequeño arroyo donde habíamos pescado el día anterior. ¡Ahí estaban de nuevo! Esta vez nadaban sin prestar ningún tipo de atención a la gran cantidad de pequeños sábalos que merodeaban entre ellos, simplemente moviéndose totalmente ajenos a su entorno. Tampoco se veían ataques como los que habíamos visto el día anterior.

Empezamos a tirar nuestras moscas, y vimos con sorpresa que tampoco osaban prestar atención a nuestras mejores artes. Nicolás astutamente sugirió que debíamos irritarlos para hacerlos picar. Entonces la técnica paso a ser otra totalmente distinta: utilizar moscas con ojos de plomo y empezar golpear la superficie hasta tres veces en el mismo lugar, para luego empezar a estripear en forma acelerada. ¡La observación era correcta! Enseguida empezamos a concretar muchos piques para coronar una día inolvidable de pesca que nunca nos imaginamos hacer en el delta a un par de horas de navegación de Buenos Aires. Más aún teniendo en cuenta que la mayoría se daban a pez visto.

El domingo por la tarde empezamos a volver, probando en otros lugares sin mucha suerte. Llegando al río “La Barquita”, al norte del Paraná Miní el motor de nuestro semirrígido empezó a fallar, creemos que producto de nafta adulterada. En sólo quinientos metros pasó de hacer un ruido extraño a pararse por completo.

A los pocos minutos estábamos agarrados a un árbol de la costa. Con la situación controlada y viendo que el motor no quería prender, llamamos por radio a la prefectura de Chaná Miní a pedir auxilio. Cinco horas más tarde llegó el auxilio desde San Fernando y tras otras 4 horas remolcándonos finalmente llegamos a las cinco de la mañana del lunes a la guardería. Una anécdota que quedará por siempre, que por suerte terminó bien y una pesca que seguro nunca olvidaremos.

Equipos utilizadosCañas N°6/8. Líneas streamer express de 250 grains, hundimiento IV. Lider de 7 pies de 15 libras, cable de acero de 20/15 libras. Moscas oscuras, mayormente negras, con ojos de plomo y cabeza muddler.

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relato

Texto por Paolo Roldánfoto: Juan Szarek

La recompensadel esfuerzo,el fruto más

preciado.

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relato

Este, mi humilde relatoLimay, marzo 2011.

Tras haber arribado de la provincia de La Pampa, viajando desde mi pueblo Intendente Alvear hacia la provincia de Neuquén, me dirigí hacia el establecimiento Pantanito que se encuentra aproximadamente a unos 17 kilómetros del pueblo llamado Picún Leufú (el mismo se encuentra a 140 kilómetros de la cuidad de Neuquén). El día sábado 26 de marzo del 201 en el famoso campamento de Chiche Ara-cena que se encuentra a orillas del río Limay Medio, me presenté ante todos los integrantes de ese grupo de pes-cadores con mosca tan amable y acogedor que posee este río, y comenzó así mi excursión y aprendizaje de pesca en este lugar.

Ese día sólo alcancé a pescar unas horas a la tarde, sin tener demasiada suerte, lo más lindo de ese día fue conocer y escuchar anécdotas a la noche de los amigos Pepe Míguez y Nico Maiztegui de la ciudad de Buenos Aires, y por supuesto de Chiche Aracena y su amigo Antonio; el Turco provenien-te de Cipolleti y mi compañero de navegación Juan Szarek proveniente de Buenos Aires (su llegada al establecimiento combinó justo con la mía y juntos también tuvimos que en-contrar el camino que nos llevó al campamento)

Al otro día, temprano salió un grupo de pesca en su semi-rígido, integrado por Nico, Pepe y el Turco (ellos partieron temprano porque ese mismo día uno de ellos tenía que re-gresar a su lugar de origen por cuestiones laborales, y los dos restantes al día siguiente y por la misma causa). Chiche, Antonio, Juan y yo arrancamos el día de pesca juntos, un poco más tarde. Recorrimos varios lugares, correderas, con varios piques por parte de Chiche, pero pobre el resto del grupo. Ya tirando a la tarde nos encontramos con el primer grupo de pesca y decidimos juntarnos a almorzar. Entre ri-sas, historias, picadita de por medio y un buen vino tinto, nos informamos mutuamente de cómo nos estaba yendo con la pesca. Tal es así que decidimos apostar a una de las tantas correderas famosas que posee el río Limay, llamada Lucheli, y así jugarnos nuestra última carta del día.

Al arribar algunos se quedaron pescando del lado de donde el río moja sus costas con la provincia de Neuquén, y otros del lado en donde el río moja sus costas con la provincia de Río Negro. Esta parte del río, unos cientos de metros río ar-riba, se divide en dos, se hacen dos brazos que se terminan uniendo y así dan forma a la corredera Lucheli.

Para esto ya se habían hecho aproximadamente las 17:30 de la tarde, mi compañero de navegación Juan me comenta que le gustaría pescar del lado de la corredera cuya costa es ríonegrina, ya que él recordaba haber tenido buenas jorna-das de pesca no muchos años atrás.

Así fue que yo me dirigí, aguas arriba donde la corriente del agua era un poco más rápida, y comencé mi recorrida de pesca.

Agarro mi caja de moscas, y al ver que el sol estaba ca-yendo, decido poner una mosca de tonalidad totalmente oscura, que imitaba el parecer y movimiento de un alevino o pejerrey pequeño, que es una de los alimentos preferidos de la grandes marrones que allí se encuentran. Reviso mi líder que se encuentre en condiciones, y a vadear hasta que mis waders mojen sus rodillas. Saco aproximadamente entre 15 y 16 metros de Amnesia, tal vez un poco más, estiro bien para que pierda su memoria, y empiezo a lanzar levemente río abajo. Noto que mis cast son correctos y que mi mosca cae bien presentada, sigo haciendo lo mismo, sintiendo como trabaja mi caña, gracias al shooting a medida que me construyó Chiche. Mi caña se cargaba correctamente y podía sentir la potencia de la misma. Esto me lleva a agar-rar confianza plena en lo que estaba haciendo(todo esto en presencia del Turco y Pepe que se hallaban en la orilla de enfrente donde se forma un pedrero).

Tiro tras tiro voy deslizándome río abajo, hasta que en mi quinto o sexto lance veo caer mi mosca, la línea cor-rectamente y con el ángulo adecuado, empiezo a recoger la Amnesia con suaves tirones, hasta que de pronto en el tercer tirón, que si estimamos en tiempo de deriva de la línea serían entre 3 y 4 segundos. Yo me encontraba mi-rando de reojo mi caña y la trayectoria de la línea, sintiendo el desliz de esta última sobre el agua, cuando de repente y en dirección a mi mosca alcanzo a ver, estimo la cabeza y la mandíbula de la trucha. Siento de inmediato con mis manos y con mi vista el pique del pez. Seguidamente levanto mi caña y ahí definitivamente confirmo la toma de mi mosca. Al mismo tiempo siento y escucho como Pepe y el Turco me dan palabras de aliento y felicitaciones por los tiros realiza-dos y el pique obtenido.

Comienza la lucha, primera corrida, río abajo, a un lugar de la corredera donde toma un poco más de profundidad su fondo, y el agua se pone a la velocidad justa en donde se saben ubicar las grandes marrones. Tal es así que en una corrida me saca toda la amnesia y parte de running, estimo unos 40 metros o más. Después de uno minutos logro ar-rimarla, en presencia de Juan, en el trajín de la lucha le paso mi cámara fotográfica, así nos damos cuenta que se trata de un buen ejemplar de marrón, por su mandíbula con forma de gancho se trataba de un macho, con tonalidad plateada, eso por que provenía del lago que se encontraba a varios kilómetros río abajo.

Juan se prepara con mi cámara, mientra yo ya tenia a la trucha agarrada de su cola pero sin sacarla del agua aún, la mantengo un tiempo bajo el agua como para tranquilizarla

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y estabilizarla. Saco un par de fotos rápidamente, la sumerjo nuevamente y comienza ya el ultimo proceso de recuper-ación, llevándola hacia aguas un poco más profundas que las de la orilla, y en donde el agua corre mas rápidamente. Pongo su cabeza mirando hacia río arriba de donde provi-ene la corriente de agua, y noto ya que su branquias ac-cionan correctamente. Haciéndole movimientos de vaivén suavemente, para estimularla a nadar, la comienzo a soltar lentamente y veo como se va de mi mano tranquilamente, sigo su trayectoria con mi vista hasta que la pierdo en la oscuridad del agua.

La felicidad comienza a brotar por mis poros, me doy la mano con Juan y recibo sus felicitaciones por la pieza ob-tenida. El hecho estaba consumado, fui recompensado, y la suerte estuvo de mi lado aquella tarde. Ya no podía pedir más, yo feliz y la trucha de regreso en su habitat, me sentí satisfecho y muy a gusto por lo realizado.

Al llegar de nuevo al campamento, terminé de recibir las felicitaciones de los demás pescadores, y con Chiche en es-pecial nos dimos un gran abrazo, y noté su felicidad por haber obtenido ese ejemplar de la forma que él, ha obteni-do muchos a lo largo de su vida.

El poder del “flyfishing”Empecé a pescar a una edad tardía, había cumplido ya los 45 cuando vi por primera vez a un pescador metido hasta la cintura en el río Manso haciendo volar una línea. Poco tiem-po después intenté imitarlo, desde luego con más osadía que conocimientos y desde luego con resultados nulos. Sin embargo desde aquella vez puedo decir que mi vida cambió por completo.

Siempre cuento a mis amigos lo que significó para mí haber descubierto el mundo de la pesca con mosca; les cuento acerca de su poder transformador y de su capacidad de en-caminar la vida de una persona por caminos inimaginables. Cuando descubrí el fly venía regresando de un infarto y sa-liendo de un divorcio para nada amistoso. Trataba de hallar por esos tiempos un modo de vida menos agitado; era eso o “bajar el telón”. Fue la pesca con mosca la que ejerció sobre mí un efecto sanador, casi podría decir que obró milagros. A medida que fui atrapando los primeros peces fui pescando algo mucho más importante y trascendente; fui pescando amigos algo completamente impensable para una persona hosca y solitaria como yo; entre otras muchas cosas tam-bién me permitió conocer lugares increíbles a los que nunca hubiera llegado de otro modo; desarrollar una actitud con-servacionista y comprometida con el medio ambiente fue otro de los aspectos terapéuticos que me dejó el fly además de haberme ayudado a encontrar “mi lugar en el mundo”, ese paraíso soñado en el cual todos deseamos depositar fi-nalmente los huesos. Estoy convencido que no sólo placer y satisfacción sin límites me dio la pesca con mosca, también creo que me hizo mejor persona.

Puede argumentarse que efectos tan beneficiosos solo se operaron en mí y que no pueden hacerse extensivos a la generalidad de las personas. Tal vez sea cierto, sin embar-go me gustaría relatar una escena que contemplé a orillas del Limay no hace mucho tiempo y que de alguna manera apoya mi teoría. Una tarde conocimos a un joven pescador en el campamento de Chiche Aracena, todos sabemos que la pesca con mosca es una actividad social que se practica en forma individual; generalmente salimos a pescar en gru-po aunque a la hora de entrar al agua preferimos hacerlo solos; este joven había llegado al campamento desde lejos y lo había hecho sin compañía.

Texto por José María Miguez

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relato

Esto me resultó extraño; no es frecuente ver una persona joven capaz de viajar en soledad cientos de Km. y acampar con bajas temperaturas a orillas de un río junto a descono-cidos solamente por el placer de sentir un pez en la punta de la caña y soltarlo luego, definitivamente resultaba ex-traño. En los tiempos que corren los jóvenes se entretienen en otras actividades, por lo general las discotecas las sali-das nocturnas y la cerveza forman parte de sus preferen-cias mucho antes que la pesca con mosca. Sin embargo se notaba enseguida que Paolo era distinto, disfrutaba con pasión de la pesca.

El día de pesca se presentaba esplendoroso. Después del desayuno salimos aguas arriba en tres embarcaciones con la esperanza latente de grandes capturas; la jornada bien podría ser memorable, el aire fresco las aguas calmas y un sol a pleno prometían romper la racha de dos o tres días sin piques, tal vez ese día regresaríamos con la satisfacción de alguna buena captura en lugar de hacerlo con los antebra-zos entumecidos de tanto lanzamiento infructuoso; sabido es que hacia fines de marzo el Limay no se caracteriza por ofrecer gran cantidad de trofeos, el gran río suele cobrar caro sus tesoros aún a pescadores expertos y avezados como mis compañeros.

No obstante el entusiasmo, para el mediodía tanto mi compañero como yo teníamos los brazos entumecidos y el ánimo frustrado de tanto mojar las moscas sin ningún resultado, era obvio que tampoco ese día sería el nuestro, mejor será que busquemos un lugar donde descansar tanto el ánimo como los brazos y aprovechemos para meter algo al buche dije resignado. Así llegamos a Lucelli, un largo pe-drero a flor de agua que vierte sobre un pozón atravesado por la corriente principal, bajamos del bote y peinamos con tiros cortos los 60 o 70 metros de la corredera; siempre da buenos peces ese lugar, ….siempre menos ese día. Volvi-mos al bote y simplemente nos dedicamos a observar a Paolo que desde la orilla de enfrente comenzaba a peinar el mismo pozón.

Entonces pudimos observar como dije al principio una es-cena extraordinaria. Después de elegir cuidadosamente una mosca Paolo entró despacio al río y con el agua sobre las rodillas sacó línea del reel, con los ojos entrecerrados miraba el agua en un punto fijo como adivinando que allí estaría su pez; yo creo que lo presentía. Se inclinó hacia adelante y agazapado como para que no lo descubrieran comenzó a lanzar, estaba completamente concentrado, completa-mente abstraído; daba la impresión de no estar en la misma dimensión que nosotros, el muchacho estaba en otro mun-do, a pesar de no estar a más de 30 metros jamás se percató de nuestra presencia.

La mosca cayó perfecta, suave con la línea estirada y a bue-na distancia; qué gran tiro le dije al turquito que descansaba a mi lado, qué gran tiro! De inmediato levanta la caña que se dobla casi hasta romperse y comienza a correr río abajo, tenía su pez, un gran pez, un enorme pez…!

Lo que vi a continuación fue una de las mejores escenas de pesca que he visto nunca, una imagen que me gustaría guardar para siempre en una postal. Después de haber re-animado y soltado un macho marrón de al menos 6 kilos Paolo salió del agua y lentamente emprendió el regreso por la orilla río arriba hasta donde había iniciado el tiro, pero no caminaba como lo haría cualquiera de nosotros, con la caña en su mano izquierda. Sin advertir que lo observábamos venía dando “saltitos en el aire” cada dos o tres pasos al tiempo que con su mano derecha daba “golpecitos” con el puño cerrado como festejando un gol. Nunca vi una alegría espontánea semejante, …vamos todavía..! vamos todavía..! se decía a sí mismo por lo bajo dando saltitos y golpecitos al viento.

Estoy seguro que la pesca con mosca transformó a Paolo de la misma manera que alguna vez me transformó a mí, estoy seguro que de alguna manera la pesca con mosca también es capaz de mostrar a los jóvenes de nuestro tiempo opcio-nes y caminos a seguir, tal vez de opciones y caminos no frecuentes para la sociedad y los tiempos que corren; Paolo recordará por siempre la satisfacción que obtuvo ese día y tal vez le ayudará como a mí a sortear momentos aciagos, por mi parte yo también recordaré ese día y seguiré cre-yendo que la pesca con mosca puede mejorar el alma de las personas.

PPM Mayo de 2011

Las moscas han evolucionado...Nuestros productosy nosotros también.

www.feathersnflies.com

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ONG informa

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Pescando las barrancas del río Tecka

Texto y fotos:Humberto Kadomoto

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Las grandes diferencias entre lo público y lo privado. El río Tecka se encuentra en la provincia de Chubut y tiene una longitud aproximada de 160 Km. Nace al sur del cerro Cuche, a unos 800 m.s.n.m. y a unos 20 Km al oeste de la localidad que lleva el mismo nombre. Sus nacientes se encuentran cercanas a la divisoria de aguas que van hacia el océano Pacífico (río Corcovado) y aquellas que van hacia el Atlántico, como lo hace el río Tecka. Luego de un largo recorrido el río se une al legendario Arroyo Pescado y así forman el río Gualjaina, que a su vez desemboca en el río Chubut, que finalmente recoge sus aguas y las lleva hasta la costa atlántica de la provincia.En los años 90 estudios científicos sostuvieron que el alimento disponible en el Tecka no era suficiente para la muy alta densidad de peces, y por ello se estableció un sistema de manejo y control destinado a mejorar la pesca deportiva, que ha dado resultados satisfactorios.

T E C K A

La exclusividad del primer tramo Desde su nacimiento y hasta la población de Tecka lleva dirección norte, para luego atravesar un amplio valle que se encuentra limitado por los cordones Kaquel y Gualjaina hacia el oeste, y por las sierras de Tecka al este. Por la margen derecha recibe las aguas del emisario de la laguna Quichaura (inmejorable pesquero de enormes ejemplares) y de los numerosos cursos que bajan de la sierras. Por su margen izquierda recibe el arroyo Cuche, el arroyo Kaquel y el emisario de la laguna Cronómetro (lugar reservado para criadero particular). Durante este primer trayecto el río (¿el río?), guarda sus mejores ejemplares destinados exclusivamente a los visitantes de lodges y cotos privados, con ejemplares de marrones que superan holgadamente los 2 kg. Pero ninguno de estos 25 Km fueron nuestro destino. Pescamos el segundo tramo con la “gente del pueblo” A partir del pueblo y a lo largo de 75 Km el Tecka bordea la ruta nacional Nº 40 y se adentra en la estancia “La Mimosa”, atravesando a posteriori varios establecimientos privados más . No tengo muy claro si con permiso o por la “fuerza de la costumbre” en este tramo se puede ingresar. Aquí los portes comunes van desde truchas de 300 gramos a 1,300 Kg con alguna sorpresa.

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De acuerdo a la temporada del año y el régimen de lluvias, el caudal varía considerablemente, e incluso su ancho puede oscilar entre 10 a tan sólo 3 metros. Rodeado de sauces, con correderas y muchos pozones, es común encontrar en su cauce embalses naturales de troncos. Presenta también extensiones de llanura despejada con abundante pastizales que invitan a un cómodo casteo, a pesar que la presencia del viento es casi constante a lo largo de la temporada. El río esta formado casi en toda su extensión por sedimentos calcáreos, ubicados en las barrancas. Esto genera material en suspensión y una cierta turbiedad constante en los lugares con menor pendiente. Equipos, formas y moscas Preferentemente liviano, siendo cómodo hasta un Nº 4, con líderes finos, cortos por el viento y los sauces, resulta adecuado un largo entre 1,20 y 1,50 metros, con lanzamientos que prioricen la punteria y la presentación. Como dijimos, la densa vegetación arbórea obligará a perfeccionar el roll y utilizar poca línea. En este caso, el tippet de flúor carbono hizo la diferencia. Si sólo hay 3 metros de río, los peces detectarán nuestra presencia ante el menor error en las prácticas de pesca. Tratemos entonces de generar el menor disturbio posible en la orilla, con la línea, el leader y el tippet. Pocos y lejanos casteos, un solo lance para presentar la mosca, a una distancia sumamente prudente del lugar en que vimos, o estimamos que están los peces. Sitios de pesca Los lugares más llanos y libres de sauces, presentan pastizales que, con los primeros días de calor albergan buena cantidad de langostas, que con la presencia de animales o con el viento caen al agua... ¿Resultado? una buena comida. Utilicemos entonces moscas que semejen terrestres, o las

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ya clásicas de foam (chernobyl, escarabajo, hormiguita, etc.). Los lugares con pozones o remansos (generalmente luego de una corredera) nos invitan al uso de ninfas, donde la casi infalible Prince, con o sin bead head o alguna más específica como las Dragon darán excelentes resultados, y casi siempre al finalizar la deriva o eventualmente mientras recogemos lenta y superficialmente presenciaremos un “borbollón” persiguiendo la ninfa. Preferimos los anzuelos 10 o 12 para matizar con juveniles. Durante los meses “mas secos” las truchas en este río se transforman en sumamente selectivas, poniendo a prueba nuestra paciencia, nuestra caja de moscas y las técnicas. Explorando las orillas No desesperemos, las truchas “están”, el tema es ¿dónde?. La velocidad del agua disminuye considerablemente en las orillas, y como el material es sedimentario, forma cuevas y lugares de refugio para los peces. O sea que quizá estén sobre la orilla enfrentada a nosotros o quizá estén sobre nuestra misma orilla. Esos son los lugares claves. Lanzamiento pegados a las orillas, casi sobre la algas, estos lugares tienen abundante alimento, muy específico, sumado a la sombra de los sauces que protegen a los peces de las altas temperaturas. - Si presentamos una ninfa, controlaremos la velocidad de la deriva, ayudándola en algunos casos, teniendo siempre en cuenta la profundidad que permite nuestro leader, siempre atentos a cualquier “parada” de nuestra línea. - Si pescamos con secas, presentaremos la mosca a escasos 5 a 10 cm de la orilla, sin desperdiciar los lugares con presencia de “espumita blanca” y la cola de los pozones. Ojo, este río presenta orillas altas respecto a los pozones, o sea que si no somos precavidos, la trucha nos “verá” y buscará refugio de inmediato, en estos casos podemos pescar “rezando”

o sea de rodillas. Cuando saquemos nuestra seca del agua, seamos suaves, tratemos de que llegue a la orilla y luego iniciamos otra vez el casteo.- La clavada no puede esperar, debe ser rápida y con la fuerza justa, no olvidemos el tippet que estamos utilizando. - Nunca olvidemos que la mosca debe ir pegadita a la barranca para obtener buenos portes, el medio del río es para los juveniles, que también resultan una buena opción. El lanzamiento que más resultado nos ha dado es el que realizamos paralelo a nuestra misma orilla, a una buena distancia. El último tramo y el regreso a las zonas exclusivas Los últimos 60 Km de río vuelven a ser “privados” ya que al inicio corre en forma paralela al Arroyo Pescado, dentro del establecimiento que posee un coto de pesca muy conocido. Este tramo es muy llano y prácticamente se encuentra sin presión de pesca, por lo que las marrones y arco iris resultan verdaderos trofeos en ambientes reducidos, experiencia difícil de olvidar. Finalmente, y hasta su confluencia con el Arroyo Pescado, antes de pasar a denominarse río Gualjaina, el Tecka mantiene la imposibilidad de acceso. A modo de conclusión Hay diferencias entre las zonas que obligadamente tienen menor presión de pesca, con aquellas que el accseo es público. Pero no resultan significativas a la hora de evaluar otros aspectos: - la cantidad de “piques” en ambos casos es óptima y - las técnicas de pesca en ambos casos debe ser algo refinada.La diferencia fundamental es el cambio de bienes naturales comunes a bienes naturales privados.

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sección

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0800 666 6636No vacile

en denunciar

Teléfono de Faunapara cualquier necesidad en toda la

provincia del Neuquén con atención las 24 horas.

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relato

Fuzzy Wuzzy - MARA

Otra de las de Allan Fraser, similar a la Fuzzy Wuzzy reemplazando a la pluma de gallo por pelo de Mara

Nota: La mosca original se ata con collares de pluma de ”gallo” Grizzly= batarás / Neck= cuello

Ya que la mara en nuestro país está protegida, se puede reemplazar con otros pelos: Por ejemplo: de ardilla, zorro, ternero.

Si bien fue muy utilizada en Junin de los Andes, las primeras que ato Allan por el año 65 fueron para pescar en el rio Grande de Tierra del Fuego.

moscas argentinasFICHA Nº 29

Texto y fotos:Aurelio de la Pina

FICHA Nº 29 Mara

Mosca: MaraCreador: Allan Fraser Materiales

Anzuelo: Mustad serie 9672 del 6 al 2Cuerpo: Color rojo o verdeCola: pelo de Caft TailHackle: Del mismo pelo en tres secciones

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CaftTail

Fuzzy Wuzzy

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moscas argentinas

Atado y fotos:Jorge Dal Bianco

Fuzzy WuzzyInmigrante de Nueva Zelanda y constituida en su forma original por una cola de ardilla negra, dos o tres segmentos de lana o chenille y similar cantidad de collares de plumas de cuellos de gallo, a sabido escribir su propia historia en aguas Argentinas, convirtiéndola en un clásico indiscutible.

Esta mosca que según muchos es la imitación de un camarón de agua dulce, considero que también es una muy buena imitación de pequeños forrajeros.

Allan Fraser, seguramente, sea el primer nombre que se nos venga a la cabeza cuando nombramos esta mosca y su versión en pelo de Mara, que hoy se encuentra protegida y no se justifica su utilización, con la enorme posibilidad de sustitutos que podemos utilizar en materia de pelos y que logran un patrón igual de efectivo. Hoy les presento esta mosca con la utilización de diferentes pelos y la reflección de que la situación de la Mara o liebre patagónica es demasiado delicada, como para pretender utilizar su pelo

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moscas argentinas

z

PASO 1

PASO 2

Colocamos el anzuelo, hacemos la cola con pelo de ardilla del largo de la pata del anzuelo y hacemos con dubbing el primer segmento de cuerpo. ( una de las complejidades de esta mosca es lograr los tres collares a distancias iguales a lo largo de la pata del anzuelo, en este sentido sólo les puedo aconsejar un poco de ojo previo y el atar algunas hace que uno corrija y logre el objetivo)

Cortamos un mechón de pelo de vizcacha, lo nivelamos en el emparejador de pelo, lo presentamos por encima de la pata del anzuelo para medir el largo, le damos dos vuelta de hilo y luego lo hacemos girar tratando de distribuir el pelo parejo, el excedente de pelo lo cortamos del largo del segundo segmento y de esta manera lo usamos de bajo cuerpo, logrando que éste quede también parejo.

FUZZY WUZZYMATERIALES:

Anzuelo: Tiemco 9395 # 4

Hilo: UTC 140 Negro

Cola: Cola de Ardilla Gris

Cuerpo: Dubbing (en este caso de oveja blanca)

Collares: Pelo de vizcacha

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moscas argentinas

PASO 4

PASO 5

PASO 3

Formamos con dubbing el segundo segmento del cuerpo ( si bien el primer segmento tiene una longitud lógica, este segundo es el que define que los tres collares queden a la misma distancia ya que a la distancia que lo coloquemos del primero, será la distancia que tendremos que colocar el ultimo, en relación al segundo, y tratando de no dejar una mosca cabezona debido al gran espacio que nos suele quedar sobrando hasta el ojo del anzuelo. Es el error más común y el que ajustamos después de armar un par de moscas.)

Formamos el segundo collar y el tercer segmento.

Formamos el último collar con la dificultad de que el ojo del anzuelo suele impedir de cierta forma el libre girar de los pelos sobre la pata del anzuelo, pero nada que con un poco de paciencia no se pueda solucionar.

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moscas argentinas

PASO 6

Cortamos el sobrante de los pelos tratando de que no queden restos que ensucien el ojo del anzuelo y nos permita lograr una cabeza prolija y proporcionada, por último un par de nudos y cemento.

FuzzyWuzzy

SquirrelArdilla

FuzzyWuzzy

Vizcacha

FuzzyWuzzy

Visón

FuzzyWuzzy

Zorro

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reportaje

Texto y fotos:Por Enrique José Gómez.

J u l i o R o s s o t t i

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reportaje

Julio Rossotti

En la búsqueda de la excelencia del atadoUn atador que desde que empezó nunca dejó de investigar y luchar por lograr la mejor terminación en cada mosca. Un atador que crea pero jamás improvisa.

Introducción Realizar un reportaje requiere obligaciones por parte del entrevistador. Debe ser objetivo, pensar en el lector, tratar que aquellos descubran al interlocutor, su personalidad y las formas por las que ha llegado para merecer el respeto de ser reporteado.

Para mi fue difícil, porque es mi amigo personal de pesca desde hace cuarenta años. Mi intención fue poder sacar de Julio su personalidad obsesiva, su compulsión de compra hacia todo lo que ve y le interesa, la capacidad extraordinaria para leer, investigar, estudiar y atar durante horas delante de la morsa, hasta tener delante de sus ojos aquella que lo conforma. Lo conocí reproduciendo moscas clásicas hasta que definió que si uno sabe lo que va a atar, conoce donde lo va usar y por experiencia logra interpretar lo que desea, atar moscas pescadoras, es fácil. Cuando me decía : voy a atar unas May Fly, o emergentes, ninfas de Stone, etc. me indicaba que conocía las formas, la morfología de la etapas, los diferentes adultos, su reproducción y las formas de las puestas. Eso lo ponía en un escalón muy superior a un atador. Se había convertido en un pescador que si ataba lo que sabía reproduciendo exactamente lo que quería, sacando a relucir su experiencia como pescador, como estudioso del tema, con los conocimientos de las formas a reproducir y con que materiales para lograrlo, iba a ayudarlo a pescar.. Hoy la cantidad de materiales que tiene es mucho más surtido y selecto que lo que un buen Fly Shops tiene en sus estanterías. Esa facilidad adquirida por años frente a la morsa, leyendo todo lo que podía, consultando con la mayor humildad, dudas y fórmulas que lo hicieran llegar a la terminación ideal de su atado, lo fueron haciendo a mis ojos: un atador que crea, pero jamás improvisa, sigue a los clásicos pero no desde su obra, sino desde lo que les dio el conocimiento para atar. La base de su formación fueron los mejores. Combinaron con una persona que lleva

la pesca en el alma, que buscó siempre tener todo lo que necesitara para llegar al mayor grado de excelencia posible y que aplicó gran parte de su vida a que sus moscas le dieran satisfacción personal, tanto en lo estético y proporcional de sus terminaciones, como efectivas cuando las ata al Tippet. Una combinación de humildad, realidad social, estudio, obcecación, tesón para estar horas frente a la morsa, prolijidad y paciencia para lograr los resultados que imagina, hicieran que Julio Rossotti, mi amigo, sea hoy el único que ha escrito dos libros en castellano para que todos sus conocimientos puedan ser utilizados por todos los que como el tuvieron inconvenientes para entrar en el mundo de la pesca con mosca y el atado. Ojalá, de este reportaje puedan surgir atadores con la misma pasión y enjundia que Julio contiene. Será un placer para mi amigo

Reportaje

¿Por favor, danos un presentación formal?Julio Carlos Rossotti, 67 años, empresario y pescador desde que tengo uso de razón. Como todos empecé con un mojarrero. Luego, seguí la evolución que la pesca y la cultura me marcaron. Mojarrero, variada de río con equipos exagerados, Corrientes y el aprendizaje con las cucharas y señuelos, disminución de los equipos hasta la exageración y la pesca tradicional de invierno del Pejerrey. Siempre traté en mi evolución de contar con los mejores equipos, aún cuando estos eran difíciles de conseguir en el mundo. Esa es una condición, que aún hoy, me persigue. La pesca con mosca llegó a mí como una consecuencia infalible. Cuando me atrapó, todo quedó como dormido detrás de mi entusiasmo y avasalladora entrega a esta modalidad.

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reportaje

¿No hubo en ese pasaje alguna pesca que te haya atrapado con la misma pasión?En realidad me gustarían todas las modalidades si no tuviera a mano un equipo de mosca. Si me dieran a elegir alguna de todas las demás, me inclinaría apenas, por la pesca con artificiales. El spinning, en toda su gama, fue motivo para conseguir y buscar señuelos, que hoy forman una colección que ya no uso tan seguido. Igual, cuando veo algo que me gusta, lo compro, como traicionando a la mosca, aunque luego no los use.

¿Cómo te iniciaste en la pesca con mosca?Alrededor de los treinta años me animé. Le tenía miedo. Tenía poco tiempo. Algo me permitió comprar en el mitico “El Pescador· de la Familia Bruzzone un Reel Pflueggert Medallist 1494 ½ y una Fenwick FF858 para línea 8. Me sugirieron una línea Hardy Sinking y una Scientific Angler de flote. Ese verano fui al Huechulafquen, mas como pescador de spinning que como mosquero. Allí, un acontecimiento me marcó. Una tarde me animé, y con mi flamante equipo y alguna mosca de Navas, a ir a la meca de la pesca con mosca: la boca del Río Chimehuín. Un pescador solitario casteaba en contra del viento haciendo flamear un loop, para mi inalcanzable, y hacía llegar la línea al agua, en distintas direcciones, con impecable estilo. Tanta eficiencia y elegancia me dejaron sentado en la costa mirando por un rato al pescador. A la sazón, el pescador se llamaba Bebe Anchorena. No hablé ni lo conocí. Sólo me enteré después quien era el personaje. Su mensaje fue claro: No podía hacer esa pesca sin prepararme, sin estudiar. En fin, no podía improvisar para ser un buen pescador con mosca.

¿Como seguiste?.Siguiendo indicaciones escritas, principios básicos, saqué algo en limpio como para armar un swing mediocre. Con ese poquito, por el hecho de tener que colocar la mosca donde debía, muchas veces a pez visto, me di cuenta que esa era la pesca de mi vida.

¿Como llegaste a ser el atador que hoy sos?Así como soy un admirador de los artificiales, las moscas me llamaban poderosamente la atención. Si fabricaba mis propios señuelos quizás podría armar mis moscas. Mi corta experiencia en la modalidad, me indicaba que atar las propias moscas, sería una ventaja en mi formación. Quise hacerlo solo, pero ningún resultado me conformaba. No era fácil formarse con literatura escrita en otro idioma sin conocer demasiado los materiales, su morfología, su especificidad y su aplicación.

¿Y entonces como empezaste en lo que hoy es tu actividad lúdica más importante?.Leo un aviso en una revista de la época que existía un lugar donde se enseñaba a atar moscas. La casa era Urban Anglers Ltd. New York - Buenos Aires, hoy Buenos Aires Anglers,. Tomé la decisión, cargado de incertidumbre y hasta temor. Rápidamente fui contenido por mis profesores Julio Gilardi, Martin Bellavona y Marcelo Morales. A quienes debo agradecerles haberme introducido en este mundo mágico.

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reportaje

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¿Como fue ese curso con personajes casi míticos del atado?Acordamos un horario. Al llegar al local por primera vez, me invadió el olor de los cueros y la variedad de los materiales exhibidos. La atracción de ese momento aun perdura. Me siento muy bien en un Fly Shops bien provisto. Mi primera clase fue con Julio Gilardi y la primera mosca que até fue una Woolly Worm. Todos ellos participaron de mi enseñanza y cada uno me dejó algún secreto que sigo utilizando.

¿Es importante tener un docente en el atado de moscas?. ¿Por que?Es la forma más rápida de entender el atado desde lo técnico, y además nos ahorra tiempo. Hoy hay muchas ventajas que en ese momento eran impensadas, libros en castellano, revistas con secciones especializadas, programas de televisión donde se ata alguna mosca, y sobre todo páginas y páginas de Internet dedicadas al tema. Todo sirve. Aún así, sostengo que es mejor empezar con un especialista, para entender el porqué de un material y no otro, como se coloca, que grado de tensión debe tener el hilo en algún proceso, para que sirve cada pelo o cada pluma, etc. Estas cosas, sólo la dan los maestros o la experiencia en la morsa. Pero hay algo más, no solo enseñan a atar, sino que trasmiten sus conocimientos de la mosca pescando, lo que implica un aprendizaje impagable.

¿Todas las moscas se atan igual o cada una tiene su singularidad?Cuando alguien ata una mosca tiene que pensar para que la va usar, dónde, cuándo y en qué situación de pesca.

¿Quiere decir que una misma mosca puede ser atada de diferentes maneras?Por supuesto. Hay variables mínimas, pero que en la situación de pesca, son importantes. Podemos necesitar distancia, para lo cual es necesario ser austeros en los materiales, o volumen, porque pescaremos en aguas con sedimentos o buscamos la irritabilidad del pez, o debemos ser justos en las proporciones, porque pescaremos en aguas claras y quietas o en aguas con mucha presión de pesca. Todo esto y mucho más te lo enseña únicamente el maestro o la experiencia como pescador.

¿Vos, en tus cajas, tenés la misma mosca atada de diferentes maneras?Hay diferencias de una misma mosca porque, por supuesto existen, distintos tamaños de anzuelos y colores para el mismo patrón. Cada tipo de mosca marca la forma de usarla, no es lo mismo una ninfa que una seca o que un streamer, pero todas tendrán variantes en tamaño y color, en las circunstancias del río o el lago en que la usemos. En

Páncora

Suri (tubo)

Brasita

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reportaje

fin, si uno pudiera llevar en la caja todo lo que necesita en el momento justo, sería más un mago que un pescador. Por eso, es bueno saber atar y llevar un bolso de atado en cada salida.

¿Quiere decir que vos considerás a los maestros como la esencia del atado?.Son muy importantes en los principios de esta disciplina.Las herramientas, son imprescindibles y nadie podrá aconsejarte mejor que un maestro. Están las elementales pero hay otras que nunca las conocerías si ellos no te las indicaran. La calidad de cada una será fundamental y el consejo que recibas te ahorrará dinero y dolores de cabeza.

¿Con que apoyaste fu formación como atador, además de los maestros?Compré todas las revistas especializadas que pude: Fly Fisherman, Western Fly Tying, Fly Tyer, Art of Angling Journal, etc. aún sin conocer el idioma, y formé una biblioteca que sigo acrecentado con autores técnicos como Randall Kaufmann, Darrel Martin, Eric Leiser, Rafael del Pozo Obeso, Dave Whitlock, Gary Borger o catálogos como los de Dick Stewart y Farrow Allen, Randall Scoot entre otros. Tengo libros que hoy tienen valor de colección como Rare and Unusual Fly Tying Materials: A Natural History en dos volúmenes y Forgotten Fly de Paul Schmookler and Ingrid V. Sils.

¿Pero me dijiste que no sabías hablar en Inglés?Sigo, pero de tanto tenerlos delante integrás las palabras técnicas, las acoplás a las magnificas fotos y vas entendiendo lo que estos autores te quieren mostrar y enseñar.

Te voy a hacer una pregunta que me trasladó Meche Dal Bianco.¿Qué mosca elegirías para disfrutar del atado y que mosca para pescar realmente?Para disfrutar del atado debo entender que la mosca va a pescar. A pesar que atar una mosca de salmón me purifica las

Midge

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reportaje

técnicas, me obliga a elegir materiales con celo y exige todos mis conocimientos, una vez finalizada, bellísima y excelente, jamás se va a comparar a una Hare´s Ear o cualquier mosca de atado sencillo que yo sepa que puede darme una trucha.

¿Es necesario saber de Entomología para ser un buen atador? Si querés ser un atador completo no podés obviar ese conocimiento, de lo contrario solo serás un copiador de patrones o un improvisado cuando cambiás algo de las moscas clásicas. Se puede crear moscas, o cambiar algunas, siempre y cuando no improvises y sepas que es lo que estás atando y para que. Atar un Odonato, como el de Meche, surge luego del conocimiento del insecto en su situación de adulto, de lo contrario hubiese seguido patrones ya establecidos. Le hubieran dado, quizás, los mismos resultados pero sabiendo lo que se hace, como se hace y donde se va a usar, la creación multiplica el placer de pescar.

¿Que atador nacional preferís o distinguís como el mejor?Hay muchos y muy conocidos pero para mi sobresale Marcelo Morales sobre el resto.

¿Y en el campo internacional?De los atadores actuales Davie Mcphail. Posee un talento natural que es imposible imitar.

¿Te gustó que el MDM se haya acordado de vos para este reportaje?Fue un placer, pero hay tanto que hablar sobre esta disciplina que no alcanzarían cien reportajes para poder volcar todo lo que uno ha experimentado. Agradecido al Consejo del MDM, a vos, y mi esperanza es que mis respuestas ayuden a alguien.

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reportaje

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Si a una salida de pesca con amigos uno tuviera que agregarle algún condimento que la mejore, seguramente, el único posible, sería sumar a los hijos a la partida.

Este fue el programa que desarrollamos a fines de Febrero en aguas del Limay.

La base de operaciones fue en Picun Lefu, capital nacional del viento, que gracias a Dios no se hizo presente durante los dos días que pescamos. Salimos de Santa Rosa con Car-los y su hijo, Carlitos Juniors y Joaquín mi hijo, el cuarteto no es la primera vez que viaja junto asi que ya nos conoc-emos bastante, tanto Joaquín como Carlitos son de edades parejas, 15 y 14 respectivamente, y desarrollaron sus habi-lidades de manera conjunta desde ya hace unos años. En Picun Leufu nos esperaban Guillermo y su hijo Santiago que viajaron un día antes desde Lincoln, ciudad de origen, San-

relato

tiago debutaba en la pesca con mosca y está terminando sus últimos finales de ingeniería industrial.

Llegamos un miércoles a la noche y nos encontramos en la hostería con nuestros dos amigos que habían desarrollado una jornada de pesca completa con buenos resultados, habían flo-tado desde Pantanito hasta el lago, tramo que repetiríamos los próximos dos días con los guías contratados de la ciudad de Neuquén.

El Jueves nos pasaron a buscar por la hostería y en una trafic nos llevaron hasta Pantanito, los ingresos estaban incluidos, pero según el cartel de la estancia es de $30 por persona, las tres balsas estaban listas con sus respectivos guías, dis-puestos a partir. Lógicamente las duplas de las balsas eran padre e hijo, así que junto con Joaquín y en las manos de Pedro, nuestro guía, iniciamos la pesca, con muy buen co-

Pescando con los hijos

Texto y fotos:Jorge Dal Bianco

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relato

mienzo ya que en el primer tramo ya pude conseguir una arco iris y minutos más tardes Joaquín tomaba la suya, esto demostraba que el mano a mano iba a ser durísimo!!! Co-nocido el hecho de que en esta época las truchas se alimen-tan corriendo pejerreyes en superficie, la idea era pescar a poca profundidad, pero a pesar de esto salimos con líneas tipo teeny y dieron sus resultados. Durante la mañana y has-ta el almuerzo pinchamos un par de truchas, todas arco iris, y las otras dos parejas corrieron la misma suerte, por ahí con algunos piques fallidos pero que demostraban una buena actividad. Antes de comer se cumplió la profecía anunciada por mi amigo Carlos que le dijo a mi hijo que con sus botas nuevas, de suela sintética, seguro se iba al agua, y asi fue,

en la primer bajada de la balsa el hombre se fue de cabeza, por suerte fue solo la mojada y las risas inevitables, Pedro se portó muy bien, ayudándolo a secarse y cambiarse para luego retomar la pesca y cambiar las suelas de las botas por una de fieltro, de paso, Pedro, ya que estaba, le dio unas clase de casting para corregir algunas cosas que no esta-ban saliendo muy bien, servicio completo, un lujo Pedrito. Por suerte el día aunque nublado estaba muy agradable en temperatura. El almuerzo es el momento de juntarnos todos y disfrutar las anécdotas, lógicamente junto con un buen vino y hasta un espumante de postre. Los padres cómplices de nuestros hijos dejamos que lo probaran, espero que no se entere la madre. Estas travesuras controladas y compar-

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relato

tidas crean unos vínculos y unos códigos irrompibles con nuestros hijos, son días de igual a igual, de compañerismo, de complicidad, de pescadores y por sobre todas las cosas de esa amistad tan especial que desarrollamos con ellos, una experiencia que vale la pena vivir tantas veces como sea posible, de hecho están comprometidos a que cuando seamos unos jovatos tendrán que llevarnos a pescar a titulo retributivo…conste en acta!!!

La tarde nos dio un par más de lindas arco iris que están con toda la polenta, en líneas generales promedian el kilo, pero la vitalidad y la corriente del Limay, que aún con sus aguas bajas, hacen que parezcan mucho más grandes.La salida al lago nos regala al atardecer una variedad de aves acuáticas dignas de un safari fotográfico, que nos ob-servan cómo terminamos nuestro día de pesca, cansados pero muy contentos.

El segundo y ultimo día de flotada se desarrolló de simi-lar manera al anterior, pero con la compañía del sol que

nos persiguió todo el día. La pesca la realizamos con líneas de flote y shooting en Fast II, las moscas fueron streamers, principalmente de delgada silueta y de color blanco para imitar los alevines de pejerrey, pero imitaciones de pan-coras, como la Woolly Buggers verde con patas naranjas anduvieron muy bien, el tipet OX ya que la posibilidad de encontrarnos con un gran pez esta siempre latente, y sería una picardía no estar listos, se destacaron dos arcoiris muy buenas, una que consiguió Guillermo y otra que a última hora pescó Carlitos y nos dio el broche de oro de una expe-riencia maravillosa

Por último un agradecimiento a Nico, al Colo y a Pedro nuestros tres guías que nos atendieron como reyes, y per-mitieron que todo salga redondito.

Meche.

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anecdotario

He leído estos días alguna referencia a que son pocos los pescadores que estiman las cañas de bambú. Yo creo que no es así. Las cañas de bambú son apreciadas y a veces deseadas por muchos pecadores.

En la década de los años de 1970 el bambú era el material más utilizado en nuestro país por los pocos pescadores de Mosca de aquellos años. Algunos amigos se han hecho fabricar cañas de esa fibra natural a su medida por artesanos de renombre de los Estados Unidos a costos por supuesto altísimos, pero sólo verlos lanzar esas líneas blancas era gratificante!

De hecho, yo pesqué muchos años con una caña de bambú de procedencia alemana, hasta que ya no dio para más. Luego, por razones puramente económicas, nunca pude comprar otra, y un poco tal vez porque he tenido la suerte de conseguir cañas que, si bien son de grafito, deben ser las de acción más parecida a mi ideal del bambú.

Como cualquier viejo, y además pescador, deseo contar una anécdota al respecto, que ilustra la que fue quizá, la mejor tarde de pesca con mosca seca de mi vida.

Tal vez en el año 1980, realizamos un viaje a San Martín de los Andes para una convención petrolera, aunque nadie dudaba que el principal motivo de elegir ese lugar fuera por la pesca.

Yo invité a un muy apreciado amigo pescador a formar parte del grupo. En la primera oportunidad que tuvimos nos escapamos hasta la “Boca del Chimehuín”. Nada más levanté la tapa del baúl del auto, comprendí que me había olvidado el tubo portacañas, o sea, no había llevado ninguna caña!!. Mi desesperación era tan evidente, que inmediatamente varios pescadores me ofrecieron ayuda.

Una cañade bambú

Texto y fotos: Chiche Aracena

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anecdotario

Acepté, como era lógico por otra parte, una Batenkill que mi amigo Alberto generosamente insistía para que utilizara, mientras él probaba otra caña de Bambú, un modelo de Hardy que recién había recibido.

Recuerdo que estrenaba las nuevas líneas de flote Supreme. Armé una WF-7-F y entré al lago donde nace propiamente el río. Me sentía cómodo con la Batenkill, probablemente porque siempre he utilizado cañas de mucha acción. Hoy todas mis cañas son de Grafito de bastante acción.

El lugar debió tener más truchas que nunca, y/o las cosas saldrían demasiado bien, pero lo cierto es que pesqué trucha tras trucha, aunque sólo fui capaz de arrimar una hasta la orilla. El resto, cortaba indefectiblemente el líder 2X, o rompía el acero de las Moscas Secas Nº 10 o 12. Recuerdo como si fuera hoy cuando ya no podía corregir más la curva de la línea y la mosca pasaba cerca de esa roca que está en el canal donde nace el Chimehuín dentro del lago, el gran borbollón sobre la Light Cahill seguido de una veloz corrida hacia el Lanin, que terminaba siempre cortando o rompiendo el anzuelo por la fuerza del arrastre de la línea en esa curva que yo no era capaz de corregir.

La caña de bambú, aumenta sin duda el placer de pescar, el placer de lanzar, porque nos sabemos elegantes, plásticos, y vemos desplazarse la línea de otra manera, suave y tranquila, pero ligera. Silenciosa y sutil, pero muy capaz, penetrante.

Por otra parte, se me ocurre que para disfrutar una caña de bambú, hay que tener cierta pasividad interior, una personalidad especial y quizá la calma de quien sabe disfrutar mucho las sensaciones que recibe en estos maravillosos momentos de la pesca con mosca.

Pero en los primeros años de mi camino por esta actividad yo era muy apresurado y sólo me preocupaba de pescar pero no de disfrutar. Recuerdo que mis amigos me decían a cada rato: “cálmate Chiche, cálmate”, cuando de tan apurado era hasta capaz de

entrar al agua sin waders en La Boca del Chimehuín para no perder tiempo en vestirme.

Eran épocas en las que hubiera asegurado que las cañas de bambú eran “cosas de viejos”, sin embargo veo hoy que hay jóvenes que no son como yo fui y me alegro porque sé que van a recibir satisfacciones que yo me perdí.

En realidad, ahora yo disfruto mucho todo lo que hace a la pesca con mosca, aunque la practique menos. Ya hace tiempo que comprendí porqué es tan agradable y sobrecogedor ese rato que uno puede estar sentado en una piedra, mirando a otro pescar, o simplemente mirando el agua correr, mientras saboreamos unos mates.

Hace mucho tiempo que comprendí al “Bebe” cuando pasaba horas mirando entre los matorrales, “espiando” truchas que sólo él descubría.

Quizá ya estoy preparado para comenzar a pescar con una caña de bambú.

Octubre de 2002

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Atado Julio RossottiFotos Enrique Gomez

Esta mosca apa-rece atada por Marcelo Morales en el libro “Forgotten Flies” de los autores y fotógrafos Paul Schmookler e Ingrid V. Sils.La elegimos por su sobriedad y belleza. Lleva un estilo clásico creado por Carrie Stevens (1922-1970) en el Estado Maine. EEUU.Carrie es la creadora de moscas famosas que perduraron con los años sin alteraciones. La Gray Ghost es una de ellas.Fue y es reproducida en los más tradicionales libros de atado del mundo.La Pink Lady es una mosca para aquellos que les gusta atar. Podrán disfru-tar de su confección y sentir el nacimiento del atado artístico de aquellos pioneros que las creaban y usaban, naturalmente.Los materiales no son complicados de conseguir, a excepción del gallo de la jungla (jungle coock) que puede provocarles alguna dificultad. Es un placer verla terminada y aunque cueste usar esta belleza pueden estar seguros, si la usan, de su efectividad pescando.

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atado

z

PASO 1

PASO 2

Hacer una cama de hilo strech blanco hasta el final, donde se incorpora el tag de tinsel chato plateado.Dejar el sobrante para confeccionar el ribbing.

Desde el Tag, atar la seda o strech rosa y llevar el hilo blanco hacia adelante.

PINK LADY

MATERIALES:

Anzuelo: Para streamers de 2 al 7XHilo: Strech Blanco y monocorde 6/0 negro.Tag: Tinsel Chato plateadoCuerpo: Floss RosaRibete: Tinsel chato PlateadoGarganta: Bucktail blanco y gallo rosaBajo ala: Fibras de Pavo Real y bucktail blancoAla: Plumas de gallo bataraz (saddle)Hombros: Flanco de pato mallardMejillas: Gallo de la JunglaCabeza: Negro con centro rosa.

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atado

PASO 4

PASO 5

PASO 3

Realizar el cuerpo con la seda roja, atar y traer en palmer el tinsel plateado para terminar el ribete.

Incorporar la garganta con bucktail y gallo rosa.

Realizar el bajo ala con seis fibras de pluma de pavo real y bucktail blanco.

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atado

PASO 7

PASO 8

PASO 6

Incorporar cuatro plumas enfrentadas de a pares para formar el ala.

Agregar los hombros con flanco de pato mallard hasta la mitad del anzuelo y las mejillas de gallo de la jungla hasta la mitad de los hombros.

Terminar la cabeza con hilo negro y rosa. Cubrir con epoxi.

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atado

AMBIENTE

para todosMINISTERIO DE AMBIENTE Y CONTROL

DEL DESARROLLO SUSTENTABLE

Secretaría de PescaGOBIERNO DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT

APN

ADM

INIS

TRAC

ION de PARQUES NACIONALES

CHUBUTD E S P E R TA T U N AT U R A L E Z A

Sr. Pescador o visitante:Ayúdenos a proteger nuestros ambientes acuáticos de organismos invasores.

Help us protect our acquatic enviroment from invader organisms

El alga Didymosphenia geminata o moco de roca puede alterar los ecosistemas perjudicando a las poblaciones de peces.

Didymosphenia Geminata seawead, provokes the deadly whirling disease.

SUS WADERS, BOTAS DE VADEO Y EMBARCACIONESPUEDEN TRANSPORTAR ACCIDENTALMENTE DIDYMOSPHENIA.

Please clean them using the following methods:

YOUR WADERS, FORD-BOOTS AND BOATS CAN ACCIDENTALLY TRANSPORT MICROSCOPIC INVADER ORGANISMS,

1RETIRAR restos de vegetación, barro, algas, sedimento y agua de los equipos y embarcaciones antes de abandonar lagos y ríos.

CHECKING Before leaving rivers or lakes, carefully remove seaweed remains and sediments adhered to gear and boats. In case you see any remains once you have left, please remove them, and place them into trash cans, not in home sewage.

CLEANING Whetever might have been in contact with water should be soaked and rubbed for at least one minute in any of the following solutions:I- Leach al 2% (a small glass or 200 ml. in 10 l. of water) orII- Salt at 5% (salt 500 gr. in 10 l. of water) orIII- Soak in very hot water, above 60ºC.Water absorbent gear (life jackets, ford boots and waders) should be left, to ensure cleaning, in any of these solutions, for least 30 minutes.

DRYING When the cleaning process is not possible. Drying is effective if material is left absolutely dry, that is to say: when you touch it and no humidity is felt in the inside or the outside. Once gear is dry, it can only de used again after, at least, two days (48 hours) have elapsed.

2

REMOJAR todo lo que estuvo en contacto con el agua durante al menos un minuto en un recipiente de agua con lavandina utilizando un vaso de lavandina (200 ml) cada 10 litros de agua (un balde doméstico), o dos vasos de sal cada 10 litros de agua o en agua caliente por encima de 60º.Los equipos que absorban agua (chalecos salvavidas, botas de vadeo, waders) deben dejarse en remojo al menos 30 minutos para asegurar su limpieza. 3

SECAR si la limpieza no es posible, dejar secar totalmente los equipos al sol y esperar 48 hs. antes de volver a usar.

Mas información: www.chubut.gov.ar/ambiente - Dirección de Pesca Continental (02945) 451063/451226Ministerio de Ambiente y Control del Desarrollo Sustentable: (02965) 481758 (int.116)

48 horas

Por favor colabore cumpliendo las siguientes indicaciones:

De este modo usted colabora con el “Plan de Prevención y Monitoreo de Didymosphenia geminata y evita la dispersión de esta especie al país.

10 litros200ml.

REALIZAR LA DESINFECCIÓN EN UN ÁREA URBANA EVITANDO DESECHAR LA

SOLUCIÓN UTILIZADA EN EL AMBIENTE NATURAL

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reportaje

Queridos amigos, con el afán de seguir creciendo y brindar más y mejores servicios tenemos el agrado de invitarlos a un nuevo proyecto del mdm: su foro.

Es público y sabido que el mdm es de todos y para todos y que sus miembros, lectores y colaboradores, comparten ideas y expe-riencias, y abrevan en varias listas y foros de prestigio de la amplia comunidad de amigos de la pesca con mosca. Pero hasta ahora no teníamos en el mdm un lugar para el intercambio, amplio y abierto a todos, de sus propias producciones.

La posibilidad de comentar los artículos publicados; la generación de espacios de debate en torno a los decálogos de cuidado de es-pecies que tenemos en marcha y a su misma implementación; el disponer de subforos que repitiendo la estructura del mdm, per-mitan que a partir de eventuales charlas se generen artículos o que algunos se animen a colaborar como miembros del Comité de Re-dacción; son todas posibilidades que esperamos desarrollar y po-tenciar.

Pensamos al foro del mdm como un lugar de intercambio entre el lector y la revista, entre los lectores, entre los autores y los lecto-res. Pensamos al foro del mdm como un espacio nuevo y preten-demos que sea novedoso. Eso dependerá de nosotros y de Uds.

Unite al mdmen facebookcon un simple click

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correo

Correo de lectores ..................

En la pesca con mosca, la elección de la mosca es importante.La publicidad de su empresa también.

Buenos diasQuisiera felicitarlos por la página, para mi, que ayer compré mi equipo para iniciarme en la pesca con mosca me está resultando muy útil para aprender, por lo menos de que se trata, jajajaja. En realidad me encanta la pesca en todas sus variedades deportivas y creo que si algún día aprendo a pescar con mosca voy a dar un paso importantísimo en mi realización como persona. Soy de misiones, pesco en todos los lugares que se me presenten en el litoral tratando siempre de fomentar pesca y devolución, en esta zona es muy difícil, la gente no quiere darse cuenta que a pesar de la majestuosidad de nuestros ríos la depredación los está matando. Agradecería mucho me envíen información para poder suscribirme a la revista y alguna forma de adquirir bibliografía para novatos en la pesca con mosca para com-plementar lo que aprenda con un guía amigo que me va a enseñar. Muchas gracias. Gustavo Rocabert

Ola amigos da mdm!!!! .estou muito feliz por ter encon-trado vocês,porque aqui no brazil e muito dificil de emcon-trar tantas dicas de pesca com mosca,estão de parabens pelo site.estou adorando.

Abraços de um apaixonado por pesca com mosca do brasil.Paulo fly

Publicite en el [email protected]

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agenda

AAPM Asociación Argentina de Pesca con MoscaLerma 452 P.B. Dpto. 2C1414AAZ Buenos Aires•Tel/Fax [email protected]://www.aapm.org.ar/

........................................................................................... ACPU Asociación de Caza y Pesca de [email protected] Tel: (02901) 423168Av. Maipú 822 - 9410 - Ushuaia Tierra del Fuego

..........................................................................................AMBA Asociación Mosqueros de Buenos [email protected] Tel: 4566-3546 / 15 6884-7215Artigas 1925 (1416) Capital Federalhttp://www.mosqueros.org.ar

..........................................................................................ANPM Asociación Necochense de Pesca con [email protected] Tel: 02262-430147Calle 69 Nº 1633 - Necocheahttp://www.truchasdenecochea.com.ar/

..........................................................................................APCNH Asociación Pesca y Caza Nahuel HuapiTel: 02944-421515 / Fax 02944-43621012 de Octubre y Onelli - 8400 -Bariloche Río [email protected] • www.apcnh.com.ar

..........................................................................................APMA Asociación Pesca con Mosca de [email protected]: 02281-15499731 (Darío Pellegrino)Moreno 861 - Azul - CP 7300http://www.flyaddiction.netfirms.com/apma.htm

..........................................................................................

APMMdP Asociación Pesca con Mosca de Mar del [email protected] Tel: 02234912857Moreno 3545 - 7600 - Mar del Plata

..........................................................................................APMNAsociación de Pesca con Mosca del NeuquénIndependencia 832 - P.B. Of. 4 (8300) Neuquén - Telfax 54 0299-4422883http://[email protected]

..........................................................................................APMRNAsociación de Pesca Mosca del Río [email protected]: (02920) 430981Villarino 646. 8500 - Viedma

..........................................................................................ARPMAsociación Riograndense dePesca con MoscaMontilla 1040 Barrio AGP - Río GrandeTierra del [email protected]

..........................................................................................APPM Asociación Platense de Pescadores con [email protected]: (0221) 421-03068 nº 120 (Guardería Náutica El Ancla) entre 34 y 35 - 1900 La Platahttp://www.mosqueroplatense.com.ar/

..........................................................................................ARPEMO Asociación Rosarina de Pesca con Moscahttp://[email protected] Bayo 865 - 2000 - RosarioSanta Fe

..........................................................................................

En esta sección consignamos el listado de instituciones vinculadas con la Pesca con Mos-ca. Hay muchos listados en la red. La ventaja de esta es que la información definida ha sido chequeada una por una y actualizada. A medida que las Asociaciones nos sigan escribiendo como lo están haciendo, en próximos números las iremos ampliando. Escribir a [email protected]

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agenda

ASPMAsociación Salteña de Pesca con [email protected]

..........................................................................................APMCRAsociación de Pesca con Mosca de Comodoro [email protected] http://www.apmcr.org.ar

..........................................................................................AMPM Asociación Mendocina de Pesca con MoscaSerú 55 - Ciudad [email protected] http://www.ampm.org.ar

.........................................................................................Club de [email protected]. Rafael Obligado s/N° y Av. Sarmiento Costanera Norte - Ciudad de Buenos AiresTel: (54 11) 4773-1354/0649/3636http://www.club-pescadores.com.ar

..........................................................................................

INTERNACIONALES

ASOCIACIÓN DE PESCADORES POR LA CONSERVACIÓNDE LOS RÍOShttp://www.apcr-pesca.org/

.CCMVP Club Mapu Vey [email protected]. V. González 30 - Santa Rosa - La Pampahttp://www.clubdecaza.org.ar/pesca/default.htm

..........................................................................................Circulo de Pescadores con Mosca de Có[email protected] Sede ciudad: David Luque 42, Bº General Paz, Córdoba Sede Río Grande: Estancia la Victoria, Paraje Pinar de los Ríos, Yacanto de Calamuchita, Provincia de Córdoba, Radioteléfono: 03546-498661 (int. 71 CPM)http://www.linea4.com.ar/cpm.htm

..........................................................................................Club San HubertoEscuela de Pesca con [email protected].: 4658-4341 / 9972http://www.clubsanhuberto.com.ar/activi-dades/mosca/ingremosca.htm

..........................................................................................FSAFundación Salmónidos de [email protected]: 02944 15 50-6475Los Robles 140 - Villa La Angostura (8407) - Neuquénhttp://www.fundacionsalmonidos.org.ar

..........................................................................................Mesa Directiva Honoraria de Pesca Deportiva del Alto [email protected]/4996787Avenida Cipolletti 321 - Fernández OroRio Negro

..........................................................................................AJUPEMAsociación Jujeña de Pesca con MoscaLote 41 Manzana 106 Barrio La Rural - 4600S.S. de [email protected]

..........................................................................................ATPMAsociación Tucumana de Pesca con MoscaPresidente: Edmundo FuensalidaSan Juan 3460 Block II, 2° Piso “G” Tel.: 0381-4230110 - 0381 -155008515mail: edmundofuensalida@hotmail.comwww.asociaciontucumanadepescaconmosca.blogspot.com

..........................................................................................

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